el derecho a la salud de las trabajadoras de las maquilas y agroindustrias

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Médicos del Mundo • Francia Diciembre, 2009 Estudio en el Municipio de Chimaltenango y la franja de Sacatepéquez

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Estudio en el Municipio de Chimaltenango y la franja de Sacatepéquez Médicos del Mundo • Francia Diciembre, 2009 Guatemala es un país altamente representativo en la historia de Médicos del Mundo: Nuestra asociación nació en Francia en 1980 y la tercera misión que organizó fue la de Guatemala –después del barco “La isla de luz” que rescataría miles de vietnamitas y del comienzo de la misión en medio de la terrible guerra civil de El Salvador.

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Diciembre, 2009

Estudio en el Municipio de Chimaltenango y la franjade Sacatepéquez

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Guatemala es un país altamente representativo en la historia de Médicos

del Mundo: Nuestra asociación nació en Francia en 1980 y la tercera misión

que organizó fue la de Guatemala –después del barco “La isla de luz” que

rescataría miles de vietnamitas y del comienzo de la misión en medio de la

terrible guerra civil de El Salvador.

En esa época, 1983, Guatemala atravesaba una crisis humanitaria de gran

talla: masacres, desaparecidos, violaciones de mujeres, aldeas enteras

arrasadas... La población civil fue víctima en primera línea de todo tipo de

violencias. La misión de Médicos del Mundo en El Ixcán buscaba apoyar esa

población civil con programas de nutrición, de atención primaria y de formación

de promotores de salud. Años después, acompañaría el retorno de las

comunidades indígenas desplazadas por la guerra.

Los Acuerdos de Paz fueron firmados y la guerra civil terminó, pero

desafortunadamente la crisis en Guatemala continúa: indicadores preocupantes

(de salud, de pobreza extrema, de educación) que reflejan grandes

desequilibrios en la población, siendo la población rural e indígena la más

desfavorecida. Es característico también un sistema judicial débil con índices

de impunidad elevados... Injusticias flagrantes en múltiples niveles de la

sociedad pero ante todo, a nivel de la salud.

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al lado de las trabajadoras. Sea ésta también la oportunidad de reconocer

públicamente el inmenso valor de su acción y de expresar nuestra confianza en

los avances que esta asociación sabrá sin duda fomentar.

Pero no podemos olvidar que la responsabilidad de luchar contra la inequidad y la

impunidad, con el fin de proteger y hacer respetar los derechos fundamentales tal

que el derecho a la salud, es ante todo una responsabilidad estatal. Así pues, esta

publicación es un llamado urgente al Estado Guatemalteco para que establezca

y/o refuerce las medidas legislativas, administrativas y políticas - incluyendo los

mecanismos legales, permitiendo sancionar de manera eficaz a quienes violen

dichas medidas - que posibiliten a los actores implicados la instauración de

soluciones permanentes garantizando el derecho a la salud de estas trabajadoras.

Para empezar, la totalidad de trabajadoras debería, como lo ordena la ley,

estar inscrita por cada empleador al Instituto guatemalteco de seguridad

social. A su vez, el IGSS debería poder ejercer un control eficaz sobre estas

inscripciones. Promover la libertad de asociación de las trabajadoras y mejorar

sus conocimientos sobre sus propios derechos constituirá, sin duda alguna,

una medida eficaz para apoyar este imprescindible control.

Sylvie Bianchi

Dra. Pilar Arcella-Giraux

En esta misión, iniciada formalmente en 2005, el equipo de MDM trabajó de la

mano con organizaciones guatemaltecas de la sociedad civil que, en una labor de

larga data, luchan por los derechos de los más desprotegidos, en particular de las

mujeres trabajadoras de las maquilas de las cuales una buena parte son indígenas.

En estos años, hemos constatado la vulneración sistemática del derecho a la

salud de estas trabajadoras no sólo a través del presente estudio sino también

a través de las actividades realizadas de consulta médica, de formación de

promotores de salud, de jornadas médicas al interior de las maquilas que las

aceptaron, de acciones desarrolladas en el marco de la Instancia de prevención

del conflicto en las maquilas y en otros ámbitos de cooperación local y nacional.

La situación actual - esclarecida por el análisis objetivo de las informaciones

recopiladas por este estudio - es a todas luces inaceptable: discriminación al

empleo de las mujeres embarazadas, trabas al control médico pre y postnatal,

inscripción inexistente al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social aún cuando

los aportes son descontados a las trabajadoras, condiciones de vida y de trabajo

riesgosas para la salud de las trabajadoras y de sus familias, acoso psicológico

y sexual, inexistencia casi total de servicios de salud adaptados dentro de las

empresas, difícil acceso a la detección precoz del cáncer de cérvix.

Como ya lo decíamos, nuestro trabajo nos ha permitido también constatar los

esfuerzos de la sociedad civil y de representantes de instituciones estatales

para que la situación cambie. Así, a nuestra salida, la Asociación Mujeres

en Solidaridad AMES ha aceptado continuar las labores en Chimaltenango

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MdM-F agradece a las organizaciones de la sociedad civil especialmente a

AMES, ASECSA, CEADEL, CICAM, Liga Guatemalteca de Salud Mental, MSF Suiza,

REDICAM, Red de prevención de explotación sexual y comercial de la niñez y la

juventud, Red de apoyo legislativo al trabajo de casa particular. El trabajo en red

y la cooperación permanente entre estas asociaciones permiten proporcionar a

las trabajadoras una atención integral y reforzar el trabajo de incidencia política.

MDM-F saluda el interés mostrado por varias instituciones gubernamentales por este

proyecto: las Municipalidades que nos apoyaron en las jornadas médicas al inicio del

proyecto, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, la Procuraduría de Derechos

Humanos, SEPREM, ONAM y muy particularmente el IGSS, en el que encontramos

una escucha atenta y reactiva en la persona de la Licenciada Silvia Sánchez.

MdM-F agradece a los consultores que trabajaron en este informe: Danilo Rivera

en la elaboración de la base de datos y producción de la información estadística,

María Ester Cabalero y Ana Myrella Saadeh Rivera en el análisis y redacción de la

misma y Laura Sánchez en la diagramación e ilustración de la presente edición.

En MdM-F estamos convencidos que la salud de las trabajadoras es

fundamental para el desarrollo de Guatemala. A eso nos debemos y dedicamos

nuestro trabajo.

El equipo de MdMF agradece en primer término a las usuarias de la clínica y a

las promotoras de salud por su confianza y sinceridad en las respuestas dadas

en el marco de la presente investigación. Las declaraciones, basadas en sus

experiencias diarias, constituyeron la materia prima del presente análisis. Son

ellas las verdaderas protagonistas de este informe que es un testimonio vivo.

Sin el compromiso, la motivación y el profesionalismo del conjunto de

trabajadores de MdM-F desde el inicio del proyecto, no hubiera sido posible

llevar la investigación a su fin. Por eso, gracias a Pilar Arcella-Giraux, María

Batres Portillo, Sylvie Bianchi, Claude Boucher, Marianne Bowie, Martha

Calderón, Alma Patricia Díaz González, Ernesto Herrera, Yves Lecorgne, Aurelie

Leroyer, Gladys Judih López Navarro, Elizabeth Lux Méndez, Roxana Palma,

Nineth América Reyes González, Juan Carlos Román, Ana Ruiz, Mélida Carolina

Sac Pichiya, Guela Sekhniachvili.

Un agradecimiento especial, para la Doctora Olga Monzón, directora del

área de salud de Chimaltenango y trabajadora de MdM-F, por el espíritu de

colaboración interinstitucional con el cual desarrolló su trabajo.

MdM-F agradece a las empresas que nos abrieron sus puertas para

la realización de jornadas médicas: Alianza Fashion, Rotex, Profresh,

Beaconfarms, Sam Sol, Shama. Su apertura al trabajo de MdM-F muestra un

real interés por cuidar la salud de sus trabajadoras.

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Por eso está escrito en primera persona, en la voz de Florinda1, una

trabajadora de alguna maquila estudiada en la presente investigación, quien

habla en nombre de todas las mujeres, sus compañeras de trabajo, contando

sus vidas, sus cotidianidades, sus limitaciones, personales, familiares, pero

también laborales y de salud, situación en donde primero se notan las

carencias y las violencias vividas.

El trabajo está dividido en 6 grandes apartados: el contexto temático,

histórico y jurídico; el geográfico (Somos de los alrededores de la franja que

va de Sacatepéquez a Chimaltenango, por la Carretera Panamericana); y la

parte metodológica (¿Cómo hicimos este estudio y quienes participamos

en él? Caracterización de la muestra y metodología). El cuarto apartado o

capítulo se denomina: A cumplir la meta, que enfoca todas las condiciones

laborales de las trabajadoras de las maquilas. El quinto se enfoca en el

derecho a la salud y el acceso a la misma (¡Salud! ¿Cuál salud?), y el sexo y

último apartado corresponde a las conclusiones y recomendaciones.

Como organización internacional, el papel de MdM-F es proporcionar una

ayuda transitoria a una población con necesidades de salud específicas,

la cual se concretó en el Proyecto Acceso al Derecho a la salud de la

mujer trabajadora de maquilas textiles y agroindustriales en acciones para

contribuir con dichos derechos, a través de un trabajo de proximidad:

consultas médicas, sensibilización y apoyo al sistema de salud oficial.

Para que nuestro trabajo tenga efecto a largo plazo, se establecen

estrategias y actividades de cabildeo a nivel nacional e internacional, en

cooperación con organizaciones locales y nacionales que trabajan en el

tema, con el objetivo de conseguir mejoras en las políticas públicas y así

favorecer el acceso de todos y todas a la salud.

El presente informe no tiene como objetivo presentar el conjunto de las

actividades llevadas a cabo por Médicos del Mundo Francia -MdM-F- desde

el inicio del proyecto en 2005, sino presentar un producto en el cual se

enfatizan los aspectos particularmente relacionados con las condiciones en

las cuales las trabajadoras de maquilas y agroindustrias ejercen su derecho

a la salud. Con este trabajo queremos contribuir haciendo vida nuestro lema:

“luchamos contra todas las enfermedades, incluso la injusticia”.

A partir de datos del trabajo de campo, el presente informe tiene como

propósito servir de base para hacer una reflexión, en conjunto con los

actores involucrados (gobierno, empresas, IGSS entre otras) sobre las

posibles medidas a tomar para garantizar el acceso a la salud de las

trabajadoras de las maquilas agroindustriales y textiles.

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8 anexos

5 ¡salud! ¿cuál salud?

6 conclusiones y recomendaciones

7 bibliografía

tabla de contenidos1 introducción

2 somos de los alrededores de la franja que va de Sacatepéquez a Chimaltenango, por la

Carretera Panamericana

3 ¿cómo hicimos este estudio y quienes participamos en él?

caracterización de la muestra y metodología

4 a cumplir la meta

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1. introducción

Yo me llamo Florinda1, tengo 35 años de edad y 14

de trabajar en maquilas y agroindustrias. En este

texto, quiero compartirles la situación en la que

mis compañeras y yo nos encontramos. Antes voy

a referirme al tema en general, y posteriormente

puntualizaré en algunos elementos que ayudan a

entender mejor nuestra realidad.

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Estas disposiciones sientan las bases para la aprobación de la Ley de Fomento y Desarrollo de la actividad exportadora y de maquila (Decreto 29-89), la cual establece el régimen jurídico vigente para el funcionamiento de maquilas y agroindustrias independientes. Desde entonces, empresas dedicadas al ensamblaje, acabado y procesamiento de material primas y bienes intermedios han trasladado sus plantas hacia ciudades de Guatemala, con la finalidad de reducir costos de producción a través de la utilización de mano de obra sumamente barata, conformada en su mayoría por mujeres jóvenes, solteras, que nunca habían estado incorporadas en la esfera económica productiva y por lo tanto no tenían experiencia laboral.

De acuerdo con el decreto 29-89, los inversionistas extranjeros y nacionales gozan de exoneración fiscal por diez años y de exenciones de derechos y cargas arancelarias sobre maquinaria, equipo, materias primas y productos semi acabados; además, les ordena cumplir con las leyes del país, particularmente las de carácter laboral, cuestión que no cumplen, al contrario, estas empresas violan los derechos laborales, como les explicaré más adelante.

Hay que reconocer que este sector es el que más empleo directo ha creado en los últimos años, especialmente para el sector femenino de la fuerza laboral. Desde su instalación, las empresas maquiladoras se constituyeron en una importante fuente de empleos para mujeres, quienes de esta manera nos incorporamos de manera masiva al sector formal de la economía. Para el año 2002, la Comisión de la Industria Vestuario y Textiles (VESTEX) informó que el personal que labora en las industrias maquiladoras oscila entre 75 mil y 100 mil y más trabajadores, entre el 70% o el 80% es de género femenino2.

En nuestro país, estas empresas se dedican sobre todo a las actividades textiles y agroindustriales. Las de la rama textil se concentran en la ciudad de Guatemala, Sacatepéquez, Escuintla, Chimaltenango, Suchitepéquez, Baja Verapaz y Quetzaltenango. Las agroindustriales en dos regiones: 1. San Marcos, Quetzaltenango, Chimaltenango y Sololá y 2. Las Verapaces, El Progreso, Jalapa, Zacapa y Santa Rosa3.

2. “Del hogar a la fábrica. Discriminación de la fuerza laboral guatemalteca”. Human Rights

Watch, 2002.

3. Informe de Desarrollo Humano, SNU, 2003.

En América Latina, la crisis económica de largo plazo se manifestó en el agotamiento del modelo de desarrollo de industrialización sustitutiva de importaciones, orientado a la creación de empresas que elaboraran bienes usualmente adquiridos en el exterior, el cual fue suplantado por el modelo de industrialización sustitutiva de exportaciones, basado en la libre economía de mercado internacional, el cual prioriza la competitividad y la inversión extranjera.

Este proceso derivó en la instalación de empresas transnacionales manufactureras en los países subdesarrollados y la descentralización y fragmentación de los procesos productivos, con la finalidad de acceder a fuerza de trabajo más barata que garantizara a los empresarios una mayor competitividad en el mercado.

En este contexto surgen las maquilas y agroindustrias, filiales de empresas extranjeras o plantas contratadas de capital extranjero y nacional, que utilizan labor intensiva de mano de obra para el procesamiento de materias primas y/o el ensamblaje de componentes, ya sea de productos finales o intermedios, que son elaborados por trabajadores/as sin calificación y/o experiencia laboral. Las materias primas y/o componentes utilizados son importados del extranjero y reexportados a otros países, principalmente los Estados Unidos de América, una vez que se termina el proceso.

La inversión extranjera directa en zonas de libre comercio y la instalación de empresas demanda no solo la apertura de la economía a la inversión extranjera, sino también la puesta en marcha de disposiciones jurídicas que promuevan y fomenten la industria exportadora.

En Guatemala, la normatividad jurídica sobre la actividad maquilera y agroindustrial se aprueba a mediados de la década de los ochenta. A través de la Ley de Incentivos a las Empresas Industriales de Exportación (1984), se regulan las actividades de las empresas industriales que se dedican o puedan dedicarse a la producción parcial o total de bienes para la exportación a otros países distintos de los del Mercado Común Centroamericano, bajo el régimen de importación temporal con suspensión del pago de derechos arancelarios.

1. Todos los nombres reproducidos en este informe son ficticios.

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Mis compañeras y yo sabemos que existe un marco legal que nos protege como mujeres trabajadoras de la maquila y agroindustrias que nuestro país tiene un amplio marco jurídico de protección del trabajo en general y de nuestro trabajo en particular.

Sin embargo, este marco legal, analizado frente a la realidad que vivimos parece que es letra muerta, especialmente en lo que se refiere a la protección y el acceso a los servicios de salud. A continuación describimos algunas situaciones que permiten que hagamos esta afirmación:

• El Estado de Guatemala ha ratificado una serie de instrumentos jurídicos internacionales (Convenios, Pactos y Protocolos) como una manifestación pública e internacional de la voluntad política de respaldar el desarrollo económico y social de la población, especialmente la más pobre y vulnerable, la que se ubica por lo general, en regiones geográficas donde se instalan zonas francas y empresas maquiladoras y agroindustriales.

• Asimismo, ha adaptado la legislación nacional a los instrumentos jurídicos internacionales que protegen los derechos de los/as trabajadores/as. Esto se refleja principalmente en la Constitución Política de la República, el Código de Trabajo, la Ley Orgánica del IGSS y el Código del Trabajo, en donde se reiteran estos derechos y, en particular, los de las mujeres trabajadoras y su derecho a la salud.

• Hemos identificado la institucionalidad que respalda el marco legal citado. Para el desarrollo empresarial es relevante considerar el soporte brindado a las empresas y usuarios de las zonas francas por parte de los Ministerios de Finanzas y Economía. Las empresas instaladas gozan de grandes beneficios económicos, que se sustentan en una alta producción a costa

Para 1992, los

departamentos

señalados eran los

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de empresas

maquiladoras de

vestuario y otras

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Huhuetenango

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Quetzaltenango

SacatepéquezRetalhuleu

Guatemala

Zacapa

El Progreso

Chimaltenango

Según información proporcionada a los medios de comunicación por la Directora Ejecutiva de la Comisión de la Industria Vestuario y Textiles (VESTEX) -adscrita a la Asociación Gremial de Exportadores de Productos No Tradicionales-, en el país operan 180 fábricas maquiladoras; la mayoría (91%) ubicada en el departamento de Guatemala.

Una alta proporción de maquiladoras y agroindustrias está ubicada en la región metropolitana; una pequeña parte en el interior del país, sobre todo en los departamentos de Sacatepéquez, Chimaltenango, Escuintla, Quetzaltenango y Suchitepéquez. Para fines de junio del 2009, MdM-F/Guatemala registró 16 empresas en los departamentos de Chimaltenango y Sacatepéquez, 4 textiles y 12 agroindustriales.

Si bien es cierto que estas empresas generan un importante número de puestos de trabajo, que por demás las mujeres necesitamos, también lo es que nuestra situación es desfavorable debido a la precariedad de las condiciones laborales en que desempeñamos nuestras tareas, derivada del irrespeto a las obligaciones en materia laboral por parte de los empleadores y del silencio de las autoridades ante el mismo.

A lo anterior se agrega el incumplimiento a nuestro derecho a la salud, incluyendo el acceso a la misma, lo que se refleja en las enfermedades que padecemos, los accidentes laborales que sufrimos y la limitación de encontrar alivio en el seguro social, organismo que debe responder a estas necesidades, cuya garantía es reconocida en la Constitución Política de la República de Guatemala, en el Código de Trabajo, en el Reglamento General de Higiene y Seguridad en el Trabajo, en tratados, Pactos y Convenios Internacionales que el Estado guatemalteco se ha comprometido a cumplir.

La doctrina de los derechos humanos define el derecho a la salud en términos de aquel derecho por virtud del cual la persona humana y los grupos sociales, en cuanto que titulares del mismo, pueden exigir de los órganos del Estado y de los grupos económicos y profesionales, que establezcan las condiciones adecuadas para que aquellos puedan alcanzar un estado óptimo de bienestar físico, mental y social y garanticen el mantenimiento de esas condiciones.

Según la Organización Mundial de la

Salud -OMS- se entiende por salud el

estado de completo bienestar físico,

mental y social, y no solamente la

ausencia de afecciones o enfermedades.

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La Constitución desarrolla el derecho a la salud, seguridad y asistencia social y establece que el Estado es el responsable de velar por el mismo. Le manda crear instituciones, acciones de promoción, recuperación, rehabilitación y coordinación para procurar el más completo bienestar físico, mental y social de los/as trabajadores/as. Además, declara la salud como bien público (Art. 25).

El artículo 100 trata sobre la seguridad social y establece que el Estado, los empleadores y los empleados estamos cubiertos por ese régimen, en concreto por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social -IGSS-.

• La Ley Orgánica del IGSS6, en su artículo 28, coherente con el artículo 100 de la Constitución Política, señala la protección en el caso de riesgos de carácter social tales como: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, maternidad, enfermedades generales, invalidez, orfandad, viudedad, vejez, muerte (gastos de entierro).

En los artículos 28 al 32, establece servicios médicos, quirúrgicos, terapéuticos y hospitalarios, aparatos ortopédicos e indemnización proporcional a sus ingresos, en el caso de incapacidad temporal y enfermedad. Para los casos de incapacidad permanente, las rentas que se determinen. En caso de muerte, apoyo económico para gastos de entierro y pensión para sus dependientes económicos (esposa e hijos menores de edad). En caso de maternidad, servicios médicos, quirúrgicos, terapéuticos y hospitalarios, durante el embarazo el parto y el período post natal, de acuerdo con lo que determine el reglamento. Además indemnización económica en pre y post parto y ayuda para la lactancia, en especie o dinero.

De acuerdo con la última memoria publicada (2006), “la producción de servicios de salud del Instituto correspondiente al año 2006 fue de 4,495,509 consultas externas y emergencias y 117,264 egresos, los cuales son prestados a los afiliados, sus esposas o convivientes, hijos menores de cinco años, jubilados, pensionados y no afiliados (en casos

6. Decreto 295 del Congreso de la República, 30 de octubre de 1946.

de la explotación de todas nosotras, pero también de no contribuir con el Estado guatemalteco, que no percibe fuertes cantidades de dinero en concepto de aranceles, gravámenes e impuestos porque las leyes exoneran total o parcialmente a estas empresas, con el argumento de que estimulan la inversión en el país, especialmente en áreas de pobreza, como la de la zona franca de El Tejar, Chimaltenango.

• Es relevante el papel del Ministerio de Trabajo y Previsión Social y en concreto el de los Inspectores de Trabajo, responsables de verificar el cumplimiento de nuestros derechos laborales por parte de las empresas y de establecer medidas correctivas en caso de incumplimiento, como lo establece el artículo 281 del Código de Trabajo.

La última información disponible4 sobre denuncias presentadas ante este Ministerio refleja que: • La mayoría de denuncias durante los años 2005 y 2006 proviene

de trabajadores/as no indígenas y de mujeres. El mayor motivo de denuncias refiere a despido de trabajadoras en estado de embarazo, suspensión ilegal sin goce de salario, malos tratos y negativa a extender certificado de trabajo (requisito para asistir a consulta al IGSS), situaciones que se repiten hoy día, tal como se refleja en el presente estudio.

• Todas las denuncias atendidas durante los años citados son “de parte” y ninguna “de oficio”; es decir que las primeras fueron a petición de los/as afectados/as, y ninguna por iniciativa de los funcionarios de ese Ministerio, a quienes corresponde actuar o iniciar un proceso legal, sin que medie la denuncia de las/os trabajadoras/es.

• En materia específica de salud es importante citar en primer término las leyes nacionales. Comencemos por la Constitución Política de la República5, la que en el artículo 93 establece que “el goce de la salud es un derecho fundamental para todo ser humano, sin discriminación alguna”.

4. “Solo pedimos que nos traten como humanas. Discriminación laboral femenina, por razón es

de género con énfasis en las empresas textiles y/o maquiladoras de Guatemala”. FUNPADEM,

Costa Rica, 2007.

5. Asamblea Nacional Constituyente, 1985

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eficazmente la vida, la seguridad y la salud de sus trabajadores/as durante la prestación de sus servicios. Esto incluye muchas disposiciones que en general no se cumplen en las empresas donde trabajamos, por ejemplo: prevenir accidentes de trabajo, velando porque la maquinaria, equipo y operaciones sean seguras; prevenir enfermedades profesionales para lo cual se deben eliminar las causas que las provocan; proveer un ambiente sano de trabajo; suministrar el equipo de protección apropiado; cuidar que el número de instalaciones sanitarias para hombres y mujeres sean proporcionales al número y género de los trabajadores y que se mantengan en condiciones óptimas de higiene; de igual manera, las instalaciones destinadas a preparar e ingerir alimentos y depósitos de agua; mantener un botiquín de primeros auxilios. En el artículo 197 bis se establecen algunas consecuencias si no se acata lo dispuesto en la ley que rara vez se cumplen, tales como:

“la parte empleadora quedará obligada a indemnizar los perjuicios causados, con independencia de las pensiones o indemnizaciones que pueda cubrir el régimen de seguridad social.

El monto de la indemnización será fijado de común acuerdo por las partes y en defecto de tal acuerdo lo determinará el juez de Trabajo y Previsión Social, tomando como referencia las indemnizaciones que pague el régimen de seguridad social.

Si el trabajador hubiera fallecido, su cónyuge supérstite, sus hijos menores representados como corresponde, sus hijos mayores o sus padres, en ese orden excluyente, tendrán acción directa para reclamar esta prestación, sin necesidad de declaratoria de herederos o radicación de mortual.”

En el artículo 198, el Código de Trabajo declara de manera contundente que todo patrono está obligado a acatar y hacer cumplir las medidas que indique el IGSS, con la finalidad de prevenir accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

• El Reglamento General de Higiene y Salud en el Trabajo fue elaborado por el IGSS el 1º de enero de 1958, con el fin de regular las condiciones generales de higiene y seguridad en el trabajo. Es de aplicación para todos los patronos públicos y privados. Desarrolla con amplitud lo que el Código de Trabajo manda en su artículo 197, en cuanto a condiciones generales y ambiente de trabajo, equipo, maquinaria, manejo de sustancias peligrosas, protección especial,

de emergencia en el Programa de Accidentes) distribuidos en todos los departamentos del país, de acuerdo a la cobertura de cada uno de los programas. En total, el Instituto cuenta con una capacidad instalada de 2,204 camas. El Instituto aportó a la sociedad guatemalteca, la atención de 34,061 casos de estricta emergencia a personas no afiliadas.”

En la misma fuente se informa que “durante el año 2006, el Instituto registró 1,026,405 de trabajadores/as afiliados y 1,304,188 beneficiarios, que representan una cuarta parte de la PEA (25.6%) y el 17.8% de la población total del país; el 79.3% de los afiliados se encuentran localizados en 5 de los 22 departamentos de la República, y la ciudad capital concentra más del 60% de los trabajadores.”

Y agrega que el “crecimiento en los últimos 12 años es de 196,081 afiliados y la población económicamente activa en el mismo período fue de 1,502,504 personas. En el período observado, la población económicamente activa7 creció a una tasa media de 4% la que es proporcionalmente mayor a la tasa media de crecimiento de los afiliados, que es de 1.8% anual.” De lo anterior se desprende que en nuestro país existen serias deficiencias de acceso a la salud por parte de una alta proporción de trabajadores/as.

• El Código de Trabajo, en su artículo 197 señala que todo empleador o patrono está obligado a adoptar las precauciones necesarias para proteger

7. Según el Glosario de la ENCOVI 2006, la categoría Población Económicamente Activa -PEA-

se refiere a todas las personas de 10 años y más que en la semana de referencia realizaron

algún tipo de actividad económica y las personas que estaban disponibles para trabajar y

hacen gestiones para encontrar un trabajo. Se incluyen también las personas que durante la

semana de referencia no buscaron trabajo activamente por razones de mercado pero estaban

dispuestas a iniciar un trabajo de forma inmediata y comprende lo siguiente:

a) No trabajó, pero tiene un trabajo o negocio, del cual estuvo ausente o no lo realizó por

vacaciones, enfermedad, licencia, mal tiempo, etc.

b) Participó o ayudó en actividades agropecuarias.

c) Elaboró o ayudó a elaborar productos alimenticios (tortillas, pan, tamales o tostadas) para la venta.

d) Elaboró o ayudó a elaborar artículos como sombreros, canastos, artesanías y muebles para la venta.

e) Elaboró o ayudó a hilar, tejer o coser artículos para la venta.

f) Buscó trabajo y trabajó antes.

g) Buscó trabajo por primera vez.

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• Convenio No. 14, sobre el descanso en las empresas industriales (Ratificado el 3 de mayo de 1988).

• Convenio No. 95, sobre la protección del salario (Ratificado el 28 de enero de 1952).

• Convenio No. 103, sobre la protección de la maternidad (Ratificado el 7 de febrero de 1989).

• Convenio No. 148, sobre el medio ambiente de trabajo (Ratificado el 22 de febrero de 1996).

• Convenio No. 161, sobre los servicios de salud en el trabajo (Ratificado el 7 de febrero de 1989).

• Convenio No. 162, sobre el asbesto (Ratificado el 7 de febrero de 1989).• Convenio No. 169, sobre pueblos indígenas y tribales (Ratificado el 24

de mayo de 1996).

• La Organización Mundial de la Salud -OMS- fue creada en el año 1946 con el fin de “alcanzar para todos los pueblos el grado más alto posible de salud.” Guatemala debiera alcanzar ese propósito; no obstante las estadísticas nacionales y la información de este informe reflejan que el país está lejos de alcanzar ese objetivo.

• En resumen, en el marco legal están plasmadas las disposiciones que reconocen el trabajo como un derecho; la no discriminación entre trabajadores hombres y mujeres; las condiciones de trabajo en términos de equidad y justicia; la protección de la salud, con especial énfasis en la salud materno-infantil; también el enfoque de la seguridad social y los servicios de accidentes, enfermedades, maternidad, invalidez, vejez y sobrevivencia para los/as afiliados/as.

No obstante, a mi y a mis compañeras nos da tristeza darnos cuenta de que el Estado otorga una serie de prebendas a las empresas maquiladoras y agroindustriales para que obtengan grandes ganancias, pero no cumple a cabalidad la normativa vinculada con nuestros derechos, ni siquiera la que garantiza el acceso a la salud.

A continuación les contaré quiénes somos y de dónde provenimos las trabajadoras de las maquilas y agroindustrias.

10. Ratificado por el Estado de Guatemala el 5 de octubre del año 2000.

servicios, lavamanos, vestuarios, dormitorios, comedores, botiquín, enfermería, higiene mental, para la protección de los trabajadores/as. Muchas de estas disposiciones no se cumplen, tal y como testimoniamos en este estudio.

• El Código de Salud8 reafirma que todos los habitantes de la República tenemos derecho a la prevención, promoción, recuperación y rehabilitación de nuestra salud, sin discriminación de ningún tipo. Define la salud como “un producto social resultante de la interacción entre el nivel de desarrollo del país, las condiciones de vida de las poblaciones y la participación social, a nivel individual y colectivo, a fin de procurar a los habitantes del país el más completo bienestar físico, mental y social.”

Le asigna al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social la responsabilidad de velar porque este derecho se cumpla y define quién es el sector de salud, incluyendo no sólo al citado ministerio, sino también al IGSS, municipalidades, universidades, entidades privadas y colegios profesionales relacionados.

• El artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales9, declara el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental; establece que los Estados partes deben asumir el mejoramiento de la higiene del trabajo y del medio ambiente, la prevención y tratamiento de enfermedades profesionales y crear condiciones que aseguren asistencia médica y servicios de salud en caso de enfermedad.

• El Protocolo de San Salvador10 establece la seguridad e higiene en el trabajo, la prevención de enfermedades, especialmente las profesionales; el derecho a vivir en un medio ambiente sano, al descanso y al tiempo libre y la garantía del derecho a la seguridad social.

• Adicionalmente, Guatemala ha ratificado una serie de Convenios de la Organización Internacional del Trabajo -OIT- vinculados con la salud y la seguridad social de los trabajadores/as; entre éstos, citamos los siguientes:• Convenio No. 1, sobre las horas de trabajo (Ratificado el 3 de mayo

de 1988).

8. Decreto 90-97 del Congreso de la República de Guatemala, aprobado el 2 de octubre de 1997

9. Ratificado por el Estado de Guatemala en 1998.

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2. Somos de los

alrededores de la

franja que va de

Sacatepéquez a

Chimaltenango,

por la Carretera

Panamericana

Mi familia, así como las de mis compañeras y

compañeros de trabajo, vive en los alrededores de

esa franja que en la Carretera Panamericana atraviesa

una parte del departamento de Sacatepéquez y

del departamento de Chimaltenango. La mayoría

de las personas que trabajamos en las maquilas y

agroindustrias vivimos cerca de esa región.

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En estos dos departamentos contamos con infraestructura de servicios de agua, drenaje, luz eléctrica, servicio telefónico y carretera asfaltada que conduce a las principales ciudades del país.

La Encuesta de Condiciones de Vida –ENCOVI 2006–12 indica que en Chimaltenango del total de pobres la mayoría está conformada por mujeres, tanto en la categoría todos los pobres, como en la de pobres extremos y pobres no extremos13 (50.8%, 52.4% y 50.1%).

La mayoría de las trabajadoras de maquilas y agroindustrias provenimos de los municipios de Sumpango, Santiago Sacatepéquez, El Tejar y Chimaltenango. Sumpango y Santiago ocupan el 5º y 6º lugar respectivamente con relación a los niveles de pobreza del departamento de Sacatepéquez.

En general, la educación y la salud en nuestros departamentos y municipios enfrentan muchos retos, se debe mejorar especialmente para nosotras las mujeres, ya que cuando se compara el desarrollo humano de las mujeres de nuestros departamentos se refleja que existen diferencias frente al índice de desarrollo general (12 puntos), pero también con relación a nuestra participación en esferas de decisión, tanto políticas como económicas.

Otro dato importante que podemos compartir con ustedes es el de la población económicamente activa –PEA–. El departamento de Sacatepéquez tiene una PEA masculina de 70.3% y femenina de 29.7%. En Chimaltenango, el comportamiento de la PEA es similar pues los hombres representan el 76.8% de la PEA y las mujeres, el 23.2%; en éste último, el desempleo afecta al 24% de la PEA.

12. Instituto Nacional de Estadística, 2006

13. Según el Instituto Nacional de Estadística, pobres extremos son las personas que se ubican por

debajo de la línea de pobreza extrema, cuyo consumo en alimentos es menor a Q. 3.206 por

persona al año. Estas personas viven en condiciones de indigencia, al no poder cubrir el costo

mínimo de los alimentos de subsistencia. Pobres no extremos son las personas que en la escala

de bienestar se ubican por encima de la línea de pobreza extrema pero por debajo de la línea de

pobreza general; es decir aquellas cuyos consumos están por arriba de Q.3,206, pero debajo

del valor de la línea de pobreza general estimada en Q.6,574.00 por persona al año. Les alcanza

para cubrir los consumos mínimos de alimentos pero no el costo mínimo adicional para los gastos

de servicios, vivienda, salud, transporte y otros (llamados usualmente gastos no alimentarios).

¿Cómo es esa región? Sacatepéquez y Chimaltenango están situados en la región central de la República. Sus cabeceras departamentales son respectivamente Antigua Guatemala y Chimaltenango, y se encuentra a alrededor de 45 a 50 kilómetros de distancia de la ciudad capital de Guatemala. Estos departamentos tienen extensiones territoriales de 465 y 1,979 Km².

Según el XI Censo de Población y VI de Habitación11, Chimaltenango tiene más mujeres que hombres y más población rural e indígena, tal y como se muestra en la siguiente tabla para que tengan una idea más exacta. El idioma predominante es el Kaqchikel, aunque la mayoría de sus pobladores habla español, sobre todo en el área urbana.

Población total, por sexo, edad, área de residencia y etniaDepartamento de Sacatepéquez

Población Hombres Mujeres Área urbana Área rural Indígena No indígena Total

248,019 122,258 125,761 208,876 39,143 104,802 143,217% 49.3 50.7 84.2 15.8 42.3 57.7

Fuente: XI Censo de Población y VI de Habitación, INE, 2002.

Población total, por sexo, edad, área de residencia y etniaDepartamento de Chimaltenango

Población Hombres Mujeres Área urbana Área rural Indígena No indígena Total 446,133 219,000 227,133 217,922 228,211 352,903 93,230% 49.1 50.9 48.8 51.2 79.1 20.9

Fuente: XI Censo de Población y VI de Habitación, INE, 2002.

La población total de Sacatepéquez tiene una distribución similar a la de Chimaltenango en cuanto al género, ya que la mayoría es femenina. Es diferente en relación con el área donde vivimos y la etnia a la que pertenecemos, ya que la mayoría es urbana y no indígena. La mayoría de la población habla español y una parte habla Kaqchikel.

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3. ¿Cómo hicimos

este estudio y quienes

participamos en él?

Caracterización de la

muestra y metodología

Antes de realizar este estudio, el equipo de

MdM-F se preguntó ¿qué quería lograr con esta

investigación? La respuesta fue que su objetivo

era disponer de un diagnóstico local del ejercicio

del derecho a la salud de las trabajadoras de las

maquilas (agroindustriales y textiles) de la región de

Chimaltenango y Sacatepéquez. Lo que se pretendía

saber es qué es lo que obstaculiza o facilita el

ejercicio del derecho a la salud de todas nosotras.

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manera es un medio a través del cual recuperamos nuestra voz y opinión, las que queremos hacer llegar a usted y a todos los actores que pueden y deben asumir responsabilidad en la transformación de nuestra vida, especialmente en los aspectos que afectan nuestra salud; así como, en la transformación del quehacer de los organismos que deben dar respuestas concretas para hacer posible el ejercicio de nuestro derecho a la salud y a otros derechos laborales.

En este estudio participamos 530 mujeres, 425 de la industria textil y 105 mujeres de la agroindustria, quienes llenamos una amplia boleta donde registramos información laboral y en materia de salud. También participaron 59 promotoras de salud de MDM-F quienes a través de otra boleta, aportaron información relevante. Pero para este estudio, sólo se tomó en cuenta el total de 589 mujeres.

Una característica sobresaliente de las trabajadoras que aportamos información para este estudio es nuestra edad. Somos jóvenes, el 92% de mujeres trabajadoras de la industria textil tiene entre 18 y 40 años de edad y el 4% entre 14 y 17 años. En la agroindustria 56% tiene entre 18 y 40 años y el 34% representa a menores de edad (desde menos de 14 años a 17 años de edad).

14-15 años (9%)

16-18 años (21%)

19-22 años (20%)

23-25 años (14%)

26-30 años (13%)

31-40 años (8%)

41-50 años (8%)

51-60 años (2%)S/1 (5%)

Fuente: Investigación MdM-F

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¿Y para qué hacer este diagnóstico? La primera idea era contar con información reciente, local y oportuna para sensibilizar a los principales actores que intervienen en esta situación. La segunda era fortalecer el trabajo de incidencia política sobre el tema, no sólo a nivel local, sino en el ámbito nacional e internacional.

Para ello, MdM-F elaboró los instrumentos necesarios para obtener la información y a partir de esto, contrató dos personas externas para realizarlo. El equipo de MdM-F aplicó una encuesta de 63 preguntas sobre aspectos socio demográficos, laborales y sobre el tema central de la investigación, que es la salud en general y el acceso a este derecho a 589 trabajadoras. Durante la primera fase de la investigación, se contó con a la cooperación del Centro de Estudios y Apoyo al Desarrollo Loca –CEADEL–.

Las doctoras de MDM-F también aplicaron un instrumento que recaba información de cada una de nosotras obtenida en las consultas médicas que hicimos de diciembre de 2006 a julio de 2009. La sistematización de este instrumento da cuenta de 1,565 mujeres atendidas (1,314 de la maquila textil y 251 de la agroindustrial). Las doctoras aportaron el procesamiento de las consultas y presentaron cuadros y gráficas para valorar la situación de nuestra salud.

Finalmente, participamos en 4 grupos focales, más o menos 28 trabajadoras de las maquilas textiles y agroindustriales. El promedio fue de 7 por cada reunión. También participaron algunas promotoras de salud formadas por MdM-F. Las investigadoras obtuvieron alguna información sobre cómo es un día típico de nuestras vidas, cómo afecta nuestras vidas el trabajo que realizamos, así como el modo en que nos impacta en nuestra vida personal, familiar, en nuestra salud y en la vida de nuestra comunidad.

Un consultor experto realizó una base de datos en un programa que se llama Access donde se incorporó toda la información de las encuestas y luego se procesó. Esta base de datos permitió tener cuadros y gráficas con la información requerida y necesaria (de cada una de las situaciones que se pretendían estudiar y del cruce de dos o más de ellas) lo cual sirvió para que las consultoras hicieran el análisis del presente estudio con base en datos objetivos.

Las consultoras redactaron el presente documento con la información que todas nosotras aportamos. Aquí no sólo se habla de nosotras; de alguna

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Las mujeres que trabajamos en las maquilas y agroindustrias tenemos bajos niveles de escolarización. Aunque se prefiere emplear a mujeres que al menos hayan cursado el nivel de educación primaria, entre nosotras hay un 3.6% que es analfabeta y más de una tercera parte que sabe leer y escribir. El 43.9% cursó la primaria completa y solamente el 12.8% el ciclo básico; el 1.1% culminó sus estudios de bachillerato y el 2.7% una carrera de nivel medio.

Al comparar lo que sucede al interior de las maquilas según actividad productiva, destaca que el analfabetismo es superior entre las trabajadoras de empresas agroindustriales y son menos las que saben leer y escribir; sin embargo, es mayor la proporción de las que cursaron niveles escolares.

La relación entre escolaridad y etnicidad no refleja diferencias significativas entre las trabajadoras indígenas y ladinas: el analfabetismo es superior entre las trabajadoras indígenas, así como ligeramente mayor la proporción de las que cursaron el nivel primario completo.

La mayoría somos solteras, más de la mitad en las maquilas y más de dos terceras partes en las agroindustriales, pero muchas de nosotras somos madres. El hecho de ser madre soltera aumenta nuestra dependencia en relación con el trabajo. Esta es otra característica que prefieren los empleadores en tanto que no tenemos compromisos familiares lo que redunda en mayor disponibilidad de tiempo para dedicar al trabajo. Las casadas y unidas conforman el 39.1% de las que trabajamos en maquilas textiles y un poco menos de la cuarta parte de las que laboran en empresas agroindustriales; estas compañeras no sólo tienen que cumplir la jornada laboral asalariada, sino también las responsabilidades del hogar.

Etnicidad y escolaridad

Escolaridad Ladina IndígenaAnalfabeta 2.1 3.1Sabe leer y escribir 53.1 50.2Primaria completa 29.5 34.1Básico 11.0 10.8Bachillerato incompleto 0.3 0.3Bachillerato completo 1.0 0.6Carrera nivel medio 3.1 0.9

Fuente: Investigación MdM-F

60%

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30%

20%

10%

0%casada/unida viudasoltera

23.8

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39.1

%

69.5

%

52.7

%

4.2%

Agroindustria

Industria textil

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Fuente: Investigación MdM-F

70%

S/I

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4.0%

Esta distribución etaria hace pensar que en las maquilas no solo nos prefieren a las mujeres, sino también a las jóvenes, en tanto que la mayoría de nosotras estamos desinformadas con relación a nuestros derechos y tenemos poca experiencia reivindicativa. Por otro lado, entre más jóvenes somos, menos problemas de salud tenemos.

En la maquila textil, 41.2% de las trabajadoras es indígena y 45.4% es ladina. En la agroindustrial, el 56.2% es indígena y 28.6% es ladina. En ambos casos, la mayoría pertenece a la etnia Kaqchikel.

14-15 años (1%)16-18 años (3%)

19-22 años (19%)

23-25 años (17%)

26-30 años (30%)

31-40 años (23%)

41-50 años (4%)51-60 años (0%)

S/1 (3%)

Fuente: Investigación MdM-F

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Fuente: Investigación MdM-F

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4. A cumplir la meta

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4.1.2 Contratación Antes de ser contratadas trabajamos a prueba por un período de 2 meses.

A pesar de que según establece el Código de Trabajo en el Artículo 28, toda empresa debe contratar por escrito a las personas trabajadoras14, en las maquilas y agroindustrias en las que trabajamos se acostumbra hacer dos tipos de contrato. El tipo que predomina es el escrito, que firmamos el 62% de las empleadas, del cual muchas veces no se nos proporciona una copia. El 18% tiene contrato verbal. Las trabajadoras de este último grupo nos encontramos en una situación de fragilidad, pues fácilmente se nos puede despedir y negar el goce de las prestaciones establecidas por la legislación laboral. Algunas ignoramos el tipo de contrato establecido porque a la hora del arreglo solamente se nos dieron a conocer nuestras obligaciones.

Con relación al tipo de contrato, se observan diferencias entre las maquilas y las agroindustrias, pues mientras en las primeras predomina la contratación escrita, en las segundas el contrato mayoritario es el verbal. Este comportamiento es similar, con independencia de que las trabajadoras seamos indígenas o ladinas.

Según entendemos, ninguna empresa debería de hacer este último tipo de contratación, pues el Código de Trabajo (Art. 27) establece que el contrato solo puede ser verbal cuando se refiere a labores agrícolas o ganaderas, al servicio doméstico, a trabajos accidentales o temporales que no excedan de 60 días, a la prestación de un trabajo para obra determinada, siempre que el valor de ésta no exceda de cien Quetzales, que no es el caso de las maquilas y agroindustrias.

14. Código de Trabajo de la República de Guatemala Art. 28: “El contrato individual de trabajo

debe extenderse por escrito, en tres ejemplares: uno que debe recoger cada parte en el acto

de celebrarse y otro que el patrono queda obligado a hacer llegar a la Dirección General de

Trabajo, directamente o por medio de la autoridad más cercana, dentro de los quince días

posteriores a su celebración, modificación o novación”.

Contrato de trabajo según tipo de maquila en % Tipo de maquila Verbal Escrito No sabeTextil 13.8 81.5 4.7Agroindustrial 55.8 36.0 8.1

Fuente: Investigación MdM-F

4.1 Condiciones de trabajo

4.1.1 Criterios de selección Para que podamos ser contratadas, las mujeres debemos llenar un

perfil según criterios de selección definidos de manera arbitraria por las empresas. Estos son los siguientes:

• Edad. Las empresas privilegian a las más jóvenes, raramente contratan a mujeres de más de 30 años de edad.

• Nivel de instrucción. Los conocimientos que se requieren para realizar las tareas que se nos asignan son mínimos, pero en las textiles se prefiere a las que completamos el nivel de educación primaria, mientras en las agroindustriales se escoge a aquellas que no saben leer y escribir.

• Estado civil. El Código de Trabajo de Guatemala prohíbe toda diferenciación entre mujeres solteras y casadas y/o mujeres con responsabilidades familiares, pero en estas empresas se da preferencia a las que somos solteras. Esto lo hacen para evitar los costos que representan para la empresa el embarazo y la maternidad (ausencias para controles prenatales, tiempo de pre y post natal, lactancia, y posteriormente, las responsabilidades derivadas de la maternidad).

• No estar embarazada. Estas empresas discriminan a las mujeres embarazadas. Por eso, cuando solicitamos el empleo debemos comprobar que no estamos embarazadas, sometiéndonos a interrogatorios y exámenes que violan nuestra intimidad y contradicen las normas laborales del país. Los métodos utilizados son los siguientes: test (prueba de orina), declaración firmada, palpado del vientre (“nos agachan el estómago”); y si quedamos embarazadas cuando ya hemos sido contratadas, se lo decimos al jefe hasta que ya no lo podemos ocultar, por miedo de que nos despidan.

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4.1.4 Jornada laboral semanal “Lo único que les importa es que cumplamos la meta, es decir, que saquemos los pedidos, por eso nos sacan carrera, nos presionan y regañan para que lo hagamos más rápido, no importa cuántas horas trabajamos ni si ya estamos agotadas… Si el día de trabajo no alcanza hay que hacer horas extras. La jornada laboral inicia diariamente a las 7:30 de la mañana y termina a las 6:30 de la tarde, al llegar a la casa preparamos la cena de la familia, lavamos los platos, lavamos y planchamos ropa y ayudamos a los niños con sus tareas escolares antes de irnos a acostar”.17

La jornada laboral de la mayoría de trabajadoras es de 6 días semanales; no obstante, el 3.6% de nosotras labora de lunes a domingo, sin disponer del tiempo libre suficiente para descansar, lo que es contrario a la ley. En las maquilas dedicadas a actividades agroindustriales la proporción es mayor, pues en éstas el 12.4% de las obreras trabaja de

lunes a domingo. De acuerdo con estos datos y considerando que nuestra jornada diaria es de 11 horas, podemos afirmar que la jornada laboral es superior a las 48 horas semanales que establece la normativa laboral guatemalteca.

Además, al igual que muchas mujeres trabajadoras, nosotras tenemos doble jornada ya que el trabajo que realizamos en la maquila no nos libera del trabajo del hogar, que hacemos en la mañanita, antes de encaminarnos a la maquila y también en la noche, cuando regresamos supuestamente a descansar, sobre todo las casadas y/o unidas y las solteras que son jefas de hogar.

Artículo 116 del Código de Trabajo: “La

Jornada ordinaria de trabajo efectivo

diurno no puede ser mayor de ocho

horas diarias, ni exceder de un total de

48 horas a la semana.”

17. Ibidem.

Jornada laboral semanalsegún tipo de maquila

Tipo de maquila Textil AgroindustrialLunes a viernes 15.1 10.5Lunes a sábadoa mediodía 39.8 35.2Lunes a sábadotodo el día 20.0 26.7Lunes a domingo 1.4 12.4

Fuente: Investigación MdM-F

La mayoría tenemos contrato por tiempo indefinido, aunque eso no nos da seguridad pues muchas (10%) tenemos la experiencia de haber sido obligadas a renunciar una o varias veces por empleadores de otras empresas textiles y agroindustriales en las que laboramos antes, ya sea por solicitar permiso para asistir a consulta médica, controles prenatales o por pedir la hora de lactancia.

4.1.3 Experiencia y antigüedad laboral Debido a la situación de pobreza de nuestras familias, nosotras trabajamos

desde temprana edad, ya sea como trabajadoras de casa particular o en alguna actividad del sector informal; la mayoría (76.2%) empezamos siendo menores de edad y el 35.1% durante la niñez15, algunas cuando apenas teníamos 4 años de edad.

Antes de entrar a trabajar en la empresa actual, trabajamos en otras empresas textiles y agroindustriales, de donde muchas renunciamos a causa de los “malos tratos recibidos de los patronos”16.

Con relación al tiempo que tenemos de trabajar en las empresas actuales destaca que las de mayor antigüedad somos las obreras de las empresas textiles y las de menor, las de empresas agroindustriales.

Cuando empezamos a trabajar en estas empresas no habíamos tenido experiencia laboral previa en el sector formal de la economía; y todas las que teníamos esta experiencia la adquirimos en las maquilas y agroindustrias.

15. Según la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, son niños/as todos aquellos/

as hasta antes de los 13 años de edad.

16. Testimonio de trabajadoras participantes en grupos focales.

Antigüedad laboral según tipo de maquila Tiempo de trabajar Textil AgroindustrialMenos de 1 año 29.9 46.71 a 2 años 26.8 28.63 a 5 años 24.2 14.36 a 10 años 11.8 7.611 y más 1.4 0.0S/I 5.9 2.9

Fuente: Investigación MdM-F

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4.1.5 Posición predominante Durante la jornada laboral, el 90.3% de las

trabajadoras de la agroindustria permanecen de pie y la mitad de las trabajadoras textiles permanecemos sentadas, en ambos casos de forma estática, lo cual pensamos que deriva en riesgos para la salud. Solamente 6.9% y 14% de las trabajadoras agroindustriales y textiles, respectivamente, cambiamos de posición durante la jornada laboral.

Hemos conocido que “la postura de pie exige una contracción muscular muy fatigante porque no permite la llegada adecuada de sangre a los músculos, provocando dolor y fatiga. La misma posición en el trabajo puede ocasionar que las mujeres progresivamente sientan que sus músculos, tendones, ligamentos y articulaciones se inflamen produciendo dolor. Asimismo, puede producir lesión en el cuello, ocasionando dolores de la nuca o la espalda”. Además, “el permanecer mucho tiempo de pie o sentadas ocasiona con frecuencia hinchazón y dolor de piernas. En estos casos, se producen trastornos de la circulación de la sangre, que se agravan cuando existen várices”.18 Sin embargo, en las empresas donde trabajamos no existen medidas para prevenir estos riesgos de salud, ni se nos ha informado sobre ello.

Pese a ello, la pobreza, las escasas oportunidades de trabajo, sumadas a las constantes amenazas de despido, nos obligan a aceptar trabajar largas horas de pie o sentadas en sillas no aptas; es decir, en condiciones que dañan nuestra salud, incluso cuando estamos embarazadas.

18. Díaz B., Norah Schlaen Ximena. “Mujer, trabajo y salud, trabajadoras de la confección”.

UNICEF/Centro de Estudios de la Mujer, Chile, 1992.

Durante los grupos focales hicimos un ejercicio que nos permitió reconstruir cómo trascurren nuestros días. Al final nos dimos cuenta de todo lo que hacemos cada día. El resultado se los presentamos a continuación.

Un día típico de nuestras vidas

¿Cuándo? ¿Qué hago? ¿Quién me ayuda? ¿Cómo me siento? ¿Por qué me siento así?

Antes de

entrar al

trabajo

Nos levantamos de madrugada

cuando todavía está oscuro:

de 4 a 6 a.m. lavamos trastos,

hacemos el desayuno y la limpieza,

bañamos a los niños/as y los

preparamos para que se vayan a

la escuela, después nos aseamos y

arreglamos para irnos a la fábrica.

A algunas las mamás o las

suegras; otras no tienen

a nadie que les ayude,

porque tradicionalmente

los compañeros de

hogar no asumen la

responsabilidad de

las tareas del hogar.

Cansadas,

estresadas,

frustradas.

A veces nos

sentimos bien y a

veces mal.

Por trabajar tanto, por trabajar

más que nuestros esposos y

satisfechas porque hacemos

lo necesario por el bien de

nuestros hijos/as.

Durante

la jornada

laboral

De 7 de la mañana a 6:30 de

la tarde o hasta que nos digan,

nuestras tareas son: Coser, despitar,

empacar, marcar, poner botones y

hacer ojales, inspeccionar la calidad

de las prendas.

Cada una tiene sus

propias tareas.

Nos sentimos bien

y mal.

Bien, porque tenemos un trabajo

para sostener a nuestras familias.

Mal, porque nos desespera la

presión de sacar la meta y nos

cansa y deprime mucho.

Porque las metas son altas,

porque nos gritan mucho y es

muy alto el volumen de radio,

porque resuena en la cabeza

tanta bulla.

Después del

trabajo

De las 8 a las 10 de la noche

hacemos la cena, ayudamos a los

niños con sus tareas escolares,

planchamos sus uniformes y

lavamos trastos.

Ninguna persona nos

ayuda.

Bien y mal Bien, porque estamos haciendo

lo posible por la superación

de nuestros hijos/as, para que

tengan un mejor futuro.

Mal, porque estamos recargadas

de trabajo, porque llegamos muy

tarde a la casa, porque todos los

días son iguales.

Fuente: Elaborado con información de grupos focales con mujeres trabajadoras de las empresas maquiladoras

agroindustriales y textiles.

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4.1.7 Salario El ingreso de las/os trabajadoras/es se compone por el salario base y las

prestaciones laborales establecidas en la legislación nacional relativa al trabajo. Entre el total de obreros y obreras del país, las/o trabajadoras/es de empresas maquiladoras y agroindustriales tenemos los salarios más bajos, a pesar de que aquí los empresarios gozan de muchos privilegios, como por ejemplo la exoneración del impuesto al valor agregado (IVA), del Impuesto sobre la Renta por 10 años y del total de impuestos, derechos arancelarios y demás cargos aplicables a la importación y al consumo de fuel oil, gas butano, propano y bunker.

En el año 2009, el gobierno aprobó una disposición que establece que se equiparan los salarios para actividades agrícolas y no agrícolas en Q.52 diarios. Para la actividad exportadora y de maquila, que incluye a las empresas en donde trabajamos, quedó en Q.47.75 diarios.20 Desde nuestro punto de vista, esta es otra manera de consentir a estos empresarios, quienes siempre que se menciona el tema de aumento salarial amenazan con el cierre y traslado de sus fábricas a otro país.

Creemos que esto solo es posible porque como las mujeres tenemos pocas oportunidades laborales, la necesidad hace que estemos dispuestas a trabajar por sueldos bajos; además, por el compromiso gubernamental de ofrecer una serie de incentivos al capital extranjero, incluso abaratar la fuerza de trabajo.

Como pueden ver en la tabla adjunta, existen diferencias muy acentuadas según el tipo de actividad productiva de las empresas en que trabajamos. Así, entre las que se dedican a la actividad textil, poco más de una tercera parte gana entre Q501 y mil Quetzales mensuales; o sea entre 60 y 120 Dólares estadounidenses al cambio actual (Q8.3 por $USA 1). Menos de la tercera parte percibe de Q.1001 a Q1500 y la cuarta parte de Q.1501 a Q.2000. Son muy pocas las trabajadoras que tienen un salario mayor a dos mil Quetzales.

20. http://www.mintrabajo.gob.gt/org/funciones/trabajo/departamento-de-salarios/salario-minimo

Salario mensual en Quetzales,según tipo de empresa

Salario Textil Agroindustrial50-500 1.9 28.6501 a 1000 35.3 41.91001-1500 27.5 13.31501 a 2000 24.0 13.32001 a 2500 2.4 9.52501 a 3000 0.2 0.03001 y más 0.9 0.0

Fuente: Investigación MdM-F

4.1.6 Relaciones obrero-patronales Entre el total de trabajadoras encuestadas (530) que participamos en

este estudio, solamente 56 informaron que nunca han sido maltratadas. El resto nos quejamos sobre todo por la presión que recibimos por el afán de los dueños de las empresas, quienes permanentemente nos sacan carrera para alcanzar el cumplimiento de las metas de producción. En este contexto, es frecuente el maltrato verbal y en algunos casos el maltrato físico, las amenazas de despido y las sanciones económicas.

Hay algunas compañeras que han sido hostigadas sexualmente por supervisores o jefes y se lo aguantan porque necesitan el empleo y tienen miedo de no hallar otro. Muchas veces, algunos compañeros de trabajo también incurren en esta práctica. Cuando abordamos este tema en los grupos focales nos dimos cuenta de que las mujeres tenemos dificultad para hablar sobre estas cosas porque sentimos vergüenza, como si nosotras fuéramos las culpables por ser abusadas; pero también nos dimos cuenta de que a eso se le llama violencia de género y que hay leyes nacionales e internacionales que establecen que no se le debe hacer a las trabajadoras y en general, a ninguna mujer, como la Ley contra el Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer.19

19. Decreto 22-2008 del Congreso de la República de Guatemala.

Casos de malos tratos recibidos según tipo de maquila

Malos tratos Textil Agroindustria TotalVerbal 96 16 112Físico 14 4 18Amenaza de despido 81 21 102Presión de metas 171 34 205Sanción económica 65 15 80Hostigamiento sexual por parte de jefes 4 - 4Hostigamiento sexual por parte de compañeros 15 3 18Total 446 93 539Nota: Algunas mujeres reportan más de un tipo de maltrato.

Fuente: Investigación MdM-F

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Por eso es que, en promedio, el 90% del total de nosotras trabajamos dos y más horas extras por día. En las maquilas textiles más de una tercera parte labora 3 horas extras diarias, y casi la quinta parte más de 3 horas. Estas proporciones son menores en la agroindustria, aunque igualmente significativas. Además de que el número de horas y los horarios cambian frecuentemente, a veces se trabaja 3 horas un día y 13 al día siguiente empezando a las 3 de la tarde y terminando a las 4 de la mañana. Desde nuestra percepción los patronos abusan de este sistema para no pagarnos horas extras.

La mayoría de nosotras recibe pago por las horas extras trabajadas, pero al 11.6% y al 14.8% de las trabajadoras textiles y agroindustriales, respectivamente, solo se las pagan a veces.

Las operaciones que realizamos en las maquilas textiles son: coser, empacar, planchar y supervisar en línea. Las de las empresas agroindustriales son: sembrar, cosechar, lavar, cortar y empacar y supervisar en línea. Casi la mitad de las trabajadoras textiles y la cuarta parte de las de agroindustria no cuentan con el equipo de protección necesario para realizar sus tareas; y, entre las que lo tienen, el mismo es incompleto.

Sabemos que esta carencia es alarmante en tanto que tal como se señala en el “Estudio comparativo en salud ocupacional y seguridad industrial en Centroamérica: Guatemala”24, el 79.4% de las trabajadoras ha recibido orientaciones sobre medidas de seguridad en su puesto de trabajo pero, la mayor parte de la información recibida se refiere a manejo de equipo y no a normas de protección laboral. Solamente 15.8% ha recibido capacitación sobre accidentes de trabajo y 5.8% sobre protección personal.

24. Estudio comparativo en salud ocupacional y seguridad industrial en Centroamérica. Guatemala:

AMES, 2004. Op. cit.

Horas extras diarias según tipo de maquila

Tipo de maquila Textil AgroindustrialMedia hora 0.3 0.01 hora 10.5 8.62 horas 34.1 31.03 horas 36.2 31.0Más de 3 horas 18.8 29.3

En las agroindustrias, los salarios devengados son más bajos. En éstas, alrededor de la mitad recibe salarios que oscilan entre Q.501 y Q.1000 y casi una tercera parte, entre 50 y 500 Quetzales. Si bien, la necesidad de satisfacer las necesidades básicas es una de las razones que nos lleva a insertarnos en el mercado laboral y al empleo en la maquila en particular, el salario que recibimos no se corresponde con el desgaste físico que sufrimos, ni alcanza para adquirir la Canasta Básica de Alimentos calculada para sobrevivir21, que a principios del 2009 tenía un costo de Q.1974.71, y mucho menos para la Canasta Básica Vital22, valorada este mismo año en 3,603 Quetzales.23

Un problema adicional es que a menudo las “hojas de salario” no tienen el nombre de la empresa, tal y como las leyes lo exigen; esto no nos permite presentarlas como comprobante del tiempo laborado para el cálculo de prestaciones. Tampoco podemos comprobar la cotización que muchas hacemos al IGSS y que algunos patronos no hacen efectivo ante esta entidad.

Hemos oído infinidad de veces que las facilidades que se ofrecen a los inversionistas maquileros es parte de la estrategia de combate a la pobreza. Nosotras preguntamos: ¿Es posible que superemos la pobreza y penurias en que vivimos cuando los salarios que nos pagan no alcanzan ni siquiera para cubrir la canasta básica? ¿Usted que cree?

4.1.8 Horas extras No existe ninguna norma legal que nos obligue a realizar horas extras y los

empresarios dicen que es voluntario, que se hacen solo que una quiera. Sin embargo, hay una obligación implícita. Pues por un lado, si nos negamos quedamos mal ante los patronos y corremos el riesgo de que nos despidan y por otro, nos obliga la urgencia de sobrevivir: cuando hacemos horas extras aumentamos, un poco, los ingresos.

21. La canasta básica de alimentos incluye el mínimo alimentario que debe satisfacer, al menos,

las necesidades energéticas y proteínicas de un hogar de referencia, conformado en promedio

por 5.38 personas.

22. La canasta básica vital incluye el conjunto de bienes y servicios esenciales (alimentación,

vestuario, vivienda, mobiliario, salud, transporte y comunicaciones, recreación y cultura,

educación y bienes y servicios diversos) para satisfacer las necesidades básicas para el

bienestar de todos los miembros de la familia.

23. “Informe de precios al consumidor”. INE, 2009.

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Se cometen muchas ilegalidades contra nosotras. Por ejemplo, Sonia de 23 años, nos cuenta lo siguiente: “Después de tocar muchas puertas logré conseguir trabajo de nuevo en una maquila de la localidad. Antes trabajaba en otra en la que renuncié después de dos años junto a otras trabajadoras/es porque nos pidieron que lo hiciéramos. Algunas que tenían más de 5 años no renunciaron, entonces las despidieron y les pagaron sus prestaciones, pero les hicieron la amenaza de ni allí ni en ninguna otra maquila, les iban a dar trabajo en el futuro”. Esta es una práctica a la que recurren estos empresarios para evitar tener en sus planillas trabajadoras catalogadas como conflictivas, por el simple hecho de defender sus derechos laborales, y sabemos que tienen listas negras de las trabajadoras que intercambian para no contratarlas.

Andrea, 42 años, fue despedida después de 8 años de trabajo y expresa su temor de que nunca le vuelvan a dar. “Yo me sentía feliz en la maquila, era como mi segunda casa, luego entró un supervisor mañoso y abusivo que me hacia la vida imposible, yo ya estaba desesperada y así como yo muchas más… un día no llegó y nos pareció estar trabajando en el paraíso. Una mañana temprano lo encontramos de nuevo en la maquila, al verme me dijo prepárese porque la voy a mandar de vacaciones, que bueno le contesté porque en 8 años que nunca me han dado vacaciones. A la semana yo ya estaba de vacaciones. Al regresar con mis demás compañeras y compañeros a quienes nos habían dado vacaciones, nos llamaron a la Dirección y nos dijeron que estábamos despedidas sin justificación y nos dieron un cheque a cada uno.

Fuimos al Banco y nos dijeron que esos cheques no tenían fondos. Fuimos a la fábrica y el administrador nos dijo que nos pagaría después, que tuviéramos paciencia y nos daba una fecha, llegábamos y no nos pagaba. No conocía a ninguna institución que nos hubiera podido echar una mano, solo recordé que una vez había participado en una capacitación sobre nuestros derechos y así fue que nos fuimos a la Inspección de Trabajo del Ministerio de Trabajo. El administrador se presentó muy enojado, nos quería dar de nuevo esos sus cheques, entonces yo sentí un calor en el

25. Art. 130 del Código de Trabajo, Op.cit.

Agrega el estudio citado que las trabajadoras reflejan un bajo nivel de conocimientos sobre los riesgos a los que se ven expuestas al no observar las medidas relativas al uso de equipo protector de trabajo; lo más utilizado son mascarillas o gabacha, o ambas; casi la mitad de las trabajadoras (49.3%) no utiliza ningún equipo de protección. No obstante, se reporta un bajo índice de accidentes laborales, la mayoría heridas con cuchillas, pinchazos, resbalones o caídas, ocasionadas según el estudio por la presión y tensión que generan las altas metas de producción, el cansancio y el estrés.

4.1.9 Prestaciones laborales Por mandato del Código de Trabajo, los/as trabajadores/as tenemos derecho

a recibir pago por aguinaldo y Bono 14. Estos derechos no se hacen efectivos para la totalidad de nosotras, pues apenas la cuarta parte recibe aguinaldo y bono 14. En estas empresas, a veces dan otro tipo de bonificación; sin embargo, tampoco beneficia al total de trabajadoras.

Sobre este particular, el análisis por tipo de actividad productiva de las empresas evidencia diferencias sustantivas, en tanto que es extremadamente menor la proporción de las trabajadoras de las empresas agroindustriales que reciben las prestaciones laborales a que tienen derecho, debido a que los empleadores nos hacen contratos de 2 meses, después quedamos un periodo sin trabajo y luego nos hacen otro contrato de 2 meses.

El Código de Trabajo establece además que sin excepción, todo trabajador tiene derecho a un periodo de vacaciones remuneradas después de cada año de trabajo continuo al servicio de un mismo patrono, cuya duración mínima es de quince días hábiles25. Con relación a este derecho, se observan irregularidades en su cumplimiento, similar a lo que sucede con las prestaciones laborales, pues muchas trabajadoras nunca o solo algunas veces han tenido vacaciones remuneradas.

Prestaciones laborales

Aguinaldo Bono 14SÍ 25.1 25.7NO 74.9 74.3

Fuente: Investigación MdM-F

Prestaciones laboralessegún tipo de maquila

Aguinaldo Textil AgroindustriaSI 27.3 16.2NO 72.7 83.8

Bono 14SI 28.0 16.2NO 70.2 83.8

Otro tipo de bonificaciónSI 23.3 7.6NO 76.7 92.4

Fuente: Investigación MdM-F

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4.1.10 Conflictividad laboral En algunos casos, las condiciones de trabajo que prevalecen en las empresas

maquiladoras y agroindustriales han generado conflictos obrero-patronales, que han sido resueltos mediante acuerdos logrados con la intermediación de la Inspección General de Trabajo o con la propia empresa.

El atraso en el pago de salarios, pago fraccionado de salarios, negación de pago de horas extras, negación de prestaciones laborales (bono 14 y aguinaldo), maltrato de los supervisores, negación de certificado de trabajo para asistir al IGSS, amenazas de despido y despidos sin pago de prestaciones, son citados por mis compañeras como causas de la conflictividad laboral en las empresas en las que laboran.

cuerpo y me salió la voz fuerte y sin miedo, para decirle que no queríamos cheques sino que nos pagara en efectivo, al rato oí las voces de mis compañeros que pedían lo mismo y me sentí apoyada. Ahora siento miedo y estoy muy estresada porque nos dijeron que iban a enviar una nota a todas las maquilas para que no nos dieran trabajo y me están acusando también de participar en una manifestación agresiva contra la empresa, pero en esa manifestación si no participe.

¡Para que decirle! Yo antes hablaba bien de la maquila, pero nunca había tenido que pasar tanta amargura como en ese momento. Ahora solo quiero poder salvar esos Q300.00 que dejé en mi ahorro de la maquila, pues cuando pagaban pasaban una hoja de ahorro. Yo tenía más pero poco a poquito lo fui sacando, otro compañero dejo Q20.000 y a saber si los perdió. El administrador dice ¡Por Q300.00 tanta bulla! Es verdad que para él no es pisto, pero para mí sí, pues puedo comer unos días con mis hijos”.

Las injusticias que relatan nuestras compañeras suceden por dos razones. La primera se relaciona con el hecho de que la mayoría de nosotras no conoce la normativa laboral y mucho menos los convenios internacionales sobre esta materia y sobre nuestros derechos se ha comprometido a cumplir nuestro país. La segunda es consecuencia de la vigilancia ineficaz de las autoridades responsables, tanto del Ministerio del Trabajo como del IGSS, de hacer cumplir la legislación. Por eso es que las violaciones de nuestros derechos quedan impunes, pues los dueños de las maquiladoras no sufren las consecuencias de sus actos. Ellos gozan de todas las prerrogativas que el país les ofrece para su instalación y funcionamiento, pero no cumplen con los derechos de las trabajadoras. Así Margarita comentó: “Las autoridades se preocupan más por aplicar leyes que favorecen los intereses de las maquilas, a costa de nuestros derechos”.

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5. ¡Salud!

¿Cuál salud?

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Para dar cobertura a la salud de toda la población de este Departamento, el Área de Salud está organizado en 16 distritos. Estos cubren todos los municipios y cuentan con la infraestructura siguiente: • 1 Hospital Nacional

Departamental (Centro Integrado de Salud) que pertenece al nivel terciario.

• 16 centros de salud Tipo “B”, de nivel Secundario.

• 55 puestos de salud de nivel primario.

• 1 hospital de prevención de la ceguera.

• 10 laboratorios estatales.

La seguridad social es cubierta a través de los servicios del Instituto Guatemalteco de Seguridad, el cual tiene 2 hospitales de traumatología ubicados en Chimaltenango, cabecera departamental, y en el municipio de San Miguel Pochuta y un puesto de primeros auxilios en el municipio de San Pedro Yepocapa.

Según la última información disponible, tal como refleja en la tabla superior, durante el año 2007bajó la cobertura en salud brindada por el Estado a través del Ministerio de Salud. En contraste, aumentó la de instituciones privadas, quedándose sin acceso 120,238 personas. Se prevé que durante el 2008 y 2009 se mantiene la misma situación en tanto que no se han realizado esfuerzos relevantes que modifiquen esa tendencia.

Diez primeras causas de morbilidad materna 2007

No. Causas No. de Casos %1 Aborto no especificado 50 34.42 Mastitis no purulenta asociada con el parto 24 16.53 Hipertensión materna, no especificada 15 10.34 Amenaza de aborto 14 9.75 Sepsis Puerperal 10 7.06 Hemorragia anteparto, no especificada 9 6.27 Aborto espontáneo incompleto, sin complicación 5 3.48 Otras hemorragias postparto inmediatas 4 2.89 Aborto Incompleto 2 1.410 Preclampsia no especificada 2 1.4RESTO DE CAUSAS 10 6.9TOTAL DE CAUSAS 145

Fuente Dirección del Área de Salud, Ministerio de Salud Pública. “Análisis de

situación de salud (ASIS), Chimaltenango”. Junio 2008.

Prestación de servicios de salud Población cubierta 2007 2006Institucional del Ministerio de Salud 233,098 261,281Extensión de cobertura (PSS, ASS) 165,874 168,736IGSS 16,396 15,929Otros (sanatorios, hospitales privados, etc.) 10,931 10,619Sin acceso a servicios de salud 120,238 89,972

Fuente: Dirección del Área de Salud, Ministerio de Salud Pública. “Análisis de

situación de salud (ASIS), Chimaltenango”. Junio 2008.

5.1 El contexto departamental de la saludPara que todos y todas las lectores de este informe partamos de ideas comunes, queremos recordar que la OMS define la salud como “el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades”. También queremos compartir algunos datos brindados por el Área de Salud de Chimaltenango26, los cuales caracterizan el contexto en el que se da la situación de la salud de todas nosotras, mujeres trabajadoras de la maquila y agroindustria.

Veamos el tema de vivienda y servicios básicos que tienen que ver con agua, electricidad y saneamiento ambiental. Según la información recabada sobre los 65,461 hogares que hay en Chimaltenango, en el 41.8% hay hacinamiento. ¿Qué significa ese dato? Que en más de dos quintas partes de los hogares, las personas viven amontonadas, en espacios pequeños vivimos muchas personas. Esta situación no solo impacta la salud física, sino también la salud mental.

También es relevante saber que a pesar de estar tan cerca de la capital, casi dos quintas partes de nuestras viviendas (38.4%) no disponen de energía eléctrica y en la quinta parte (20.6%) no hay agua potable.

En este departamento, la mortalidad general de las mujeres está asociada a enfermedades respiratorias (neumonías y bronconeumonías), infarto agudo del miocardio, insuficiencia cardíaca congestiva, accidente cerebro vascular y tumor maligno en el estómago.

La principal causa de morbilidad materna es el aborto, seguida de complicaciones post parto tales como mastitis (inflamación de las glándulas mamarias, algunas veces con secreción de pus), presión arterial alta, preclampsia (presión arterial alta producida por toxinas en la sangre o proteínas altas en la orina) y hemorragias.

Al respecto, nos interesa anotar que para el 2007 la Tasa Global de Fecundidad departamental es de 84.34.

26. Dirección del Área de Salud, Ministerio de Salud Pública. “Análisis de situación de salud (ASIS),

Chimaltenango”. Junio 2008.

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las cotizaciones mensuales de sus trabajadores/as. En la práctica este procedimiento se convierte en una petición de permiso para asistir a consulta, que el patrono nos concede o no, mediante la entrega o negación de los certificados de trabajo de manera arbitraria. De hecho, sólo el 15.3% del total hemos ido al IGSS sin dificultad.

Una idea más clara de cómo se dificulta nuestro derecho a acceder a servicios de salud se tiene cuando compartimos experiencia concretas. Así por ejemplo, Sonia, nos cuenta lo siguiente:

“Una tarde para no perder el último bus que me lleva a mi comunidad de Parramos, salí corriendo y en la entrada de la maquila me aventó un carro, el chofer no se detuvo y algunos compañeros, llamaron a los bomberos, me llevaron al hospital, pero la atención no fue tan buena porque yo necesitaba otros servicios. Mis padres realizaron los trámites con la administración, para que me dieran mi certificado de trabajo y me atendieran en el IGSS, al principio estaban molestos y no lo querían dar, argumentando que todavía no tenía derecho al IGSS, porque no tenía 3 meses de trabajo, luego lo dieron. No quisieron llenar ningún formulario del IGSS para el pago de mis mensualidades durante el tiempo que estaba en reposo, le dijeron a mis padres que podían llegar allí a cobrarlas mientras regresaba a trabajar pero cuando ellos llegaban siempre tenían cara de molestia y los de administración les preguntaban cuando iba a regresar a trabajar. Estuve recibiendo fisioterapia en el IGSS, me trataron muy bien y me hicieron un buen tratamiento, me dieron consejos también para poder cuidarme después. Ahora regresé, lo que más me afecta es pasar mucho tiempo sentada y hacer mucho esfuerzo mientras coso porque mi rodilla me duele”.

27. Numerales 1, 2 y 3 del artículo 50 de la Ley del IGSS: (Refiriéndose a los inspectores del

Departamento de Visitaduría Social del IGSS) establece que éstos tiene la facultad de:

1. Visitar los lugares de trabajo cualquiera que sea su naturaleza, en distintas horas del día

y aún de la noche, si el trabajo se ejecuta durante ésta, hora con el exclusivo objeto de

velar por lo que expresa el párrafo anterior.

2. Pueden revisar libros de contabilidad, de salarios, planillas, constancias de pago y

cualesquiera otros documentos que eficazmente les ayuden a desempeñar su cometido.

3. Siempre que encuentren resistencia injustificada deben dar cuenta de lo sucedido al Tribunal

de trabajo y de previsión social que corresponda y, en casos especiales, en los que su acción

deba ser inmediata, pueden requerir, bajo su responsabilidad, el auxilio de las autoridades o

agentes de policía, con el único fin de que no se les impida el cumplimiento de sus deberes.

5.2 Nuestra saludSegún establece el Art. 100 de la Constitución Política de la República, el Estado reconoce y garantiza el derecho a la seguridad social para beneficio de los habitantes de la Nación. Para ello, tanto los/as trabajadores/as, como el Estado y los patronos, tienen que contribuir para financiar al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social -IGSS-.

En las maquiladoras textiles, a la mayoría de nosotras se nos descuenta la cuota del IGSS; no obstante, sólo un poco más de la mitad (56.5%) tenemos el respectivo carné de afiliación o se encuentra en trámite, lo que debería darnos el derecho de beneficiarnos de la seguridad social. En las empresas agroindustriales, se le descuenta a alrededor de la mitad, pero sólo el 29.5% posee el carnet o se encuentra en trámite. Por esta situación es que se nos niega el derecho a asistir a la clínica del IGSS cuando nos enfermamos o cuando estamos embarazadas, ni podemos llevar a nuestros hijos/as a consulta médica. Ni tampoco gozar de pensión por enfermedad permanente y vejez.

La negligencia de los/as empresarios/as que no hacen los trámites necesarios ante el IGSS y la corrupción de los/as que hacen el descuento pero no lo entregan al IGSS no son hechos desconocidos. En varias ocasiones se ha informado que muchos patronos no realizan el trámite de afiliación de las trabajadoras al IGSS, pese a que retienen las cotizaciones respectivas, negándonos el derecho a recibir atención médica y a gozar a futuro de pensiones por incapacidad permanente o vejez. Lo anterior sucede pese a que el Departamento de Inspección y Visitaduría Social del IGSS debe vigilar porque patronos y afiliados cumplan lo prescrito en la ley del IGSS y sus reglamentos.27

El procedimiento para que podamos asistir a consulta consiste en presentar los siguientes documentos: cédula de vecindad, carné de afiliación y certificado de trabajo que debe ser extendido por el patrono y que le permite al IGSS constatar que somos trabajadoras activas. Sólo en caso de emergencia somos atendidas sin este último documento. El IGSS tiene a disposición dichos certificados que entrega a las empresas al momento de hacer efectivas

Cotización al IGSS según tipo de maquila

Tipo de maquila Si No No sabeTextil 86.4 17.7 4.0Agroindustrial 43.8 48.6 7.6

Fuente: Investigación MdM-F

Tiene carnet en %

Tipo de maquila Si o está en trámiteTextil 56.5Agroindustrial 29.5

Fuente: Investigación MdM-F

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textiles han consultado por: dolor de piernas y de espalda, venas inflamadas, mareos y náuseas, nervios y dolor de cabeza, enfermedades gastrointestinales, gastritis, stress, infección vaginal, anemia, tos, dolor abdominal, cáncer, control de embarazo, aborto, planificación familiar, y para realizar una prueba de detección precoz del cáncer de cérvix – técnica citológica de Papanicolaou.

Cuando vamos al sistema nacional de salud también tenemos problemas porque algunas veces no nos quieren atender, nos dicen que debemos ir al IGSS, que tenemos derecho al seguro social. Ya dijimos antes que los salarios que nos pagan son muy bajos, aun así cuando nos enfermamos tenemos que comprar los medicamentos recetados que no hay en el hospital o tomamos remedios caseros que creemos que nos pueden curar.

Para colmo de males, al 53.8% de nosotras nos han descontado del salario cuando no vamos a trabajar por estar muy enfermas. Este promedio es superior (57.4%) entre las compañeras que trabajan en maquiladoras textiles. Eso lo hacen sin tomar en cuenta que en las empresas existen factores que inciden de manera negativa en nuestra salud y muchas veces nos ocasionan enfermedades; como por ejemplo: la postura inadecuada en jornadas muy largas, mucha presión laboral, poca ventilación y ruido excesivo, reducido tiempo para ingerir los alimentos y usar el sanitario y el contacto con sustancias químicas.

Constantemente padecemos de dolor de cabeza, irritación en la garganta, trastornos digestivos, afecciones respiratorias, irritación de la piel y alergias, dolores en la región lumbar, malestares urinarios y alteraciones nerviosas. Además, nos sentimos cansadas, deprimidas, presionadas, traumadas por tanta presión por alcanzar la meta, por muchas horas extras, por tanto ruido de las máquinas y del radio que funciona a todo volumen, por la mota

28. “Del hogar a la fábrica. Discriminación de la fuerza laboral guatemalteca”. Human Rigths

Watch, 2002.

Percepción de las trabajadoras sobre factores que afectan su salud

Horario de comida 26.2Ruido excesivo 22.6Poca ventilación 26.8Posturas inadecuadas 41.5Turnos frecuentes 17.2Presión laboral 35.3Jornada muy larga 17.0Contacto con sustancias químicas 20.0No poder ir al baño 3.0No poder tomar agua 4.0Acoso/maltrato 3.6

Fuente: Investigación MdM-F

Lupe, una amiga mía que tiene 15 años de edad relata: “La necesidad me obligó a trabajar desde niña. Mi único deseo era ayudar a mi mamá y a mis hermanos, mi papá nos abandonó y el dinero que ella ganaba lavando y planchando ropa no alcanzaba. Un día me corté los dedos de la mano derecha con una guillotina en la fábrica de plásticos donde trabajaba y me enviaron al hospital porque no tenía IGSS. Perdí cuatro dedos, luego el patrón me envió al IGSS pero no me pagó la indemnización, al regresar al trabajo me asignaron labores de limpieza, como no podía hacerlo porque me dolía la mano tuve que dejar de trabajar”. Sobre este caso, el Centro de Apoyo al Desarrollo Local (CEADEL), presentó el caso ante los tribunales, pero por lo largo del trámite Lupe desistió.

Mayra cuenta “una vez me sentía muy mal y en la maquila no me daban permiso para ir al IGSS, me dieron el certificado de trabajo hasta que me agravé. Me operaron de la vesícula, de emergencia, en una clínica pagada por el IGSS”.

Estas situaciones no son desconocidas por las autoridades porque en la ciudad capital muchas trabajadoras han presentado denuncias en el Ministerio de Trabajo y Previsión Social y las han dado a conocer públicamente. Incluso una organización importante como Human Rights Watch ha señalado que “aunque las maquilas tienen la obligación legal de registrar a las trabajadoras en el sistema nacional de seguridad social, muchas de ellas no lo hacen y siguen descontando la contribución a las trabajadoras. Aunque se puede multar e incluso cerrar fábricas por esta práctica claramente ilegal, la vigilancia ineficaz del propio sistema de seguridad social implica que la mayoría de las fábricas nunca sufran consecuencia alguna. Incluso cuando están afiliadas al sistema, muchas trabajadoras no pueden obtener permisos de sus empleadores para recibir atención médica. Esto conlleva la posibilidad de que las trabajadoras embarazadas no reciban la atención prenatal que necesitan”28. Por eso es que solo una cuarta parte de nosotras ha sido atendida en el IGSS y ha recibido los medicamentos que les han recetado. Así que cuando nos enfermamos, la mayoría acudimos al Hospital Nacional o al Centro de Salud y algunas van a clínicas de médicos particulares. Otras resolvemos los problemas de salud a través de la clínica de MdM-F a la que muchas compañeras de agroindustrias asisten por dolencias relacionadas con: falta de sueño, alergias, dolor de cabeza y de “todo el cuerpo”, stress, nervios, dolor de piernas y columna, dolor y ardor de estómago, problemas menstruales y ginecológicos, chequeos por embarazo, y deficiencia vitamínica. Las compañeras de empresas

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La legislación laboral prohíbe a los patronos exigir a las mujeres embarazadas la ejecución de trabajos que requieran esfuerzos físicos considerables durante los 3 meses anteriores al parto29. Como dijimos antes, nosotras permanecemos sentadas o de pie durante toda la jornada laboral, en posición rígida; sin embargo, solo al 28.4% del total de embarazadas se le adaptó el trabajo a su condición a partir del 6º mes; quizá ésta podría ser una razón por la que el 18% tuvo complicaciones durante el embarazo, incluyendo amenazas de aborto.

Al momento del parto, únicamente el 41.6% de las compañeras fue asistida en el IGSS, el 32.5% en el Hospital Nacional, el 14.3% fue atendida por comadrona, el 6.5% en una clínica privada y el 5.2% en una organización no gubernamental.

Luego del parto, solamente 14% asistió a consulta post natal, y a 26.3% se les dio el tiempo para la lactancia del bebé30. Lo que es más grave aún es que al 6.1% perdió su trabajo por haber quedado embarazadas, todas trabajadoras de empresas textiles.

5.4 Consultas que hemos realizado en la Clínica de MdM-F

Muchas de nosotras resolvemos los problemas de salud en la Clínica de MdM-F que funciona aquí en Chimaltenango los días domingos, porque es el único día que podemos acudir a consulta médica.

IGSS Hospital Comadrona Clínica Público Privada41.6 32.5 14.3 6.5

Fuente: Investigación MdM-F

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%Unidad

Prenatal de

Maquila

Hospital

Público

IGGS

20

48

10

3Lug

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Ind

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)

Fuente: Investigación MdM-F

SEXO TotalTextil 1,314Agroindustria 251TOTAL 1,565Fuente: Investigación MdM-F

7

1 2

23

Clínica

Privada

ONGMédico

Particular

S/ICentro de

Salud

que desprenden las telas y se nos mete por la nariz, por las sustancias químicas, por el maltrato, por tantos gritos y constantes amenazas de despido.

Las compañeras de las agroindustrias agregan como riesgos el contacto con químicos que les ponen a las verduras, con instrumentos filosos de trabajo (cuchillos) con las que algunas se hieren las manos durante el proceso de trabajo y el riesgo de enfermarse de los pulmones debido a los cambios bruscos de temperatura ya que tienen que entrar a los cuartos fríos. Por su parte, las compañeras que laboran en las empresas textiles agregan que sufren de dolores en los pies y de hemorroides, como resultado de mantenerse en posición fija (sentadas o paradas) durante largas horas.

Las pocas de nosotras que asistimos al IGSS lo hacemos por enfermedades (molestias en la garganta, gastritis, enfermedades intestinales, presión arterial, infecciones urinarias y enfermedades propias de la mujer), control de embarazo, parto, aborto y accidente laboral. Las embarazadas han ido a consulta por complicaciones tales como placenta previa, sangrados anormales, parto de alto riesgo, amenaza de aborto, embarazo ectópico, mala posición del bebé.

5.3 Salud sexual y reproductiva

La información que dimos en la encuesta determinó que 114 compañeras estuvieron embarazadas siendo trabajadoras de empresas maquiladoras o agroindustriales. Entre las que ofrecieron información sobre el tema de control prenatal, destaca que el 12.9% no asistió a ningún control y el 21.5% únicamente a algunos; el 11.8% no lo hizo porque no le dieron permiso y el 18.3% porque le era muy difícil conseguir permiso. Esta situación evidencia que los empleadores obstaculizan nuestro acceso a los servicios de salud, incluso cuando estamos embarazadas, poniendo en situación de riesgo tanto a nosotras como a nuestros hijos/as.

Para estos controles, solamente el 42.1% asistió al IGSS, a pesar de que todas tenemos derecho al servicio de esta institución; el 10.6% al Hospital Nacional y al Centro de Salud, el 6.1% fue con médico particular, el 17.5% fue atendida en la Unidad de Salud de la Maquila y el 0.9% en una organización no gubernamental.

Controles prenatales

Todos Ninguno Algunos 65.6 12.9 21.5

Fuente: Investigación MdM-F

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El 19.1% de las consultas restantes refiere a flujo vaginal, cervicitis (inflamación del cuello de la matriz) y NIC I (neoplasia intracervical, causante del cáncer de cérvix). Estos padecimientos no hubiesen a llegado a la gravedad actual si las trabajadoras tuviésemos acceso a los servicios del IGSS de manera oportuna.

El acceso a la salud sexual y reproductiva es muy importante para nosotras, tal como quedó demostrado a través de la Jornada de detección de cáncer de cérvix realizada por MdM-F. Durante esta Jornada se examinó a 44 trabajadoras, la mayoría con edades comprendidas entre 35 y 40 años de edad. Ninguna tuvo resultado normal. Se detectaron 2 casos muy serios, uno de NIC III (cáncer invasivo) y uno de NIC II (lesión de alto grado de malignidad con muchas posibilidades de convertirse en cáncer invasivo).

Mediante el Papanicolaou se detectó que 7 trabajadoras presentaban NIC I, 2 de ellas tenían infecciones vaginales sobre agregadas que aumentan el riesgo de cáncer. 10 trabajadoras presentaron síndrome de flujo vaginal, 3 de ellas también tenía cervicitis y 2 NIC I.

Lo anterior refleja la importancia que tiene para nosotras que tengamos acceso a controles ginecológicos periódicos, en tanto que los riesgos de no hacerlo devienen en enfermedades crónicas y a veces en la muerte, como el cáncer de cérvix, que es la primera causa de mortalidad materna en nuestro país, a pesar que se puede prevenir y curar cuando se diagnostica a tiempo.

Según nos explicó la doctora de la clínica de MdM-F existen enfermedades tales como la tensión, gastritis, anemia, infecciones del tracto urinario -ITU-, lumbago y ansiedad, que están muchas veces directamente asociadas a la actividad laboral que realizamos. Agrega que las mujeres que trabajamos en empresas maquiladoras y agroindustriales tenemos más probabilidades de enfermarnos que las mujeres de la población general de nuestra región, tal como se refleja en la tabla siguiente:

Según los reportes del equipo médico que nos atiende, durante el periodo que va de diciembre de 2006 a julio de 2009, se atendió a 1,565 trabajadoras: 1,314 de las maquilas textiles y 251 de las agroindustriales.

De las 10 principales causas de consulta, 6 podrían ser asociadas directamente a las condiciones laborales (tensión, gastritis, anemia, infecciones del tracto urinario, lumbago y ansiedad), las que representan el 80.1% de los problemas de salud consultados. Pueden ser consecuencias de la posición en la que trabajamos, las

29. Código de Trabajo, art. 151 e.

30. “Toda trabajadora en época de lactancia puede disponer en el lugar donde trabaja de media

hora dos veces al día durante sus labores con el objeto de alimentar a su hijo. La trabajadora

en época de lactancia podrá acumular las dos medias horas a que tiene derecho y entrar una

hora después del inicio de la jornada o salir una hora antes de que ésta finalice, con el objeto

de alimentar a su menor hijo o hija. Dicha hora será remunerada y el incumplimiento dará

lugar a la sanción correspondiente para el empleador.

El período de lactancia se debe computar a partir del día en que la madre retorne a sus

labores y hasta diez (10) meses después, salvo que por prescripción médica éste deba

prolongarse.” Artículo 153 del Código de Trabajo (reformado por el artículo 13 del decreto

64-92 del Congreso de la República).

40%

20%

0%Tensión AnemiaGastritis

31.5

25.2

13.6

11.8

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2006

a ju

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009

Fuente: Investigación MdM-F

6.0

5.2

3.2

1.3

Flujo

Vaginal

ITUCervicitis AnsiedadLumbago

1.2

0.9

ParasitosisNICI

jornadas tan extensas, la falta de vacaciones, los limitados permisos para ir al baño, el poco consumo de agua, el poco tiempo que nos dan para ingerir los alimentos, la presión por alcanzar la meta de producción, la preocupación por las constantes amenazas de despido, entre otras.

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5.5 Un caso de buena práctica: PROFRESH S.A., ejemplo de apertura a favor del derecho a la salud de las mujeres trabajadoras de empresas maquiladoras y agroindustriales

La empresa PROFRESH S.A. se encuentra ubicada en el municipio de Parramos, Chimaltenango. Trabajan alrededor de 120 personas de las cuales 90 son mujeres cuyas edades oscilan entre los 14 y 30 años, quienes provienen de distintas comunidades de San Andrés Itzapa y Parramos y de la colonia Santa Isabel de Chimaltenango.

Es una empresa agroexportadora que compra a productores de Chimaltenango. Exporta ejote, brócoli, arveja china apio y mora por temporadas. El ejote es empacado y luego exportado, la arveja, brócoli y zanahorias son procesadas juntamente y luego empacados para ensaladas y vendidas en la ciudad capital, específicamente en los hoteles de la zona 10. Lo que ya no se coloca allí se vende a revendedores del mercado nacional.

Las trabajadoras ganan según lo que realicen. Por canasta llena de ejote seleccionado y empacado reciben a 0.55 centavos. Generalmente no ganan ni siquiera el salario mínimo mensual.

Médicos del Mundo incursionó en Profresh con el objetivo de “sensibilizar a los responsables de toma de decisión sobre el estado de salud, las dificultades de acceso a los servicios de salud y las violaciones de los derechos relacionados de las trabajadoras”.

Durante las dos jornadas médicas realizadas en esa empresa se conoció la situación de salud de las mujeres trabajadoras, posterior a lo cual se realizó una presentación con el jefe de Personal.

Sexual (25%)

Laboral (68%)

Intrafamiliar (1%)

Física y Psicológica (6%)

Fuente: Investigación MdM-F

Vio

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200

7 a

julio

de

2009

La doctora concluye que las mujeres de la población general se encuentran en mejores condiciones que las que trabajamos en empresas maquiladoras, en vista de que en los 10 indicadores analizados en la tabla, hay 6 cuyos porcentajes son mayores en las trabajadoras de maquilas y agroindustrias. Las razones y tasas de flujo vaginal, cervicitis y NIC I también son mayores entre nosotras. Esta situación hace referencia a la necesidad urgente de prevenir dichas enfermedades, garantizando nuestro acceso a los servicios médicos del IGSS de manera periódica y preventiva.

Durante el periodo agosto 2007-julio 2009, el personal médico de MdM-F identificó 511 casos de violencia contra las trabajadoras. La mayoría (68%) corresponde a violencia laboral, una cuarta parte de los casos (25%) a violencia sexual, un 6% violencia física y psicológica y 1% intrafamiliar. La mayoría de mis compañeras víctimas de violencia sexual tiene entre 15 y 35 años de edad.

Cuadro comparativo de razones y tasas de entre población general y trabajadoras de la maquila, consolidado de Diciembre

2006 a Julio de 2009

Razón Tasa x 100Diagnósticos Maquila Población Maquila Población General GeneralTensión 0.087 0.074 8.7 7.4Gastritis 0.070 0.044 7.0 4.4Anemia 0.038 0.120 3.8 12.0Flujo vaginal 0.033 0.007 3.3 0.7Cervicitis 0.017 0.005 1.7 0.5Infección deltracto urinario –ITU– 0.014 0.244 1.4 24.4Lumbago 0.009 0.089 0.9 8.9Ansiedad 0.004 0.002 0.4 0.2NIC I 0.003 0.002 0.3 0.2Parasitosis 0.002 0.103 0.2 10.3Total de población: 5372 Total de maquila: 1565

Fuente: Investigación MdM-F

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Las opiniones vertidas por las trabajadoras son indicativas de los

cambios operados en la empresa.

Paulina: “Luego de las jornadas médicas se han preocupado por nosotras y

ahora mantienen agua pura, además prohibieron que entráramos a trabajar

con zapatos abiertos”.

Ana Maria: “Nos han tomado la foto en el IGSS para el carnet, pero aun no lo

entregan, nos llevaron por grupos a inscribirnos y pidieron copias de la cédula

de identidad”.

Alba: “Las que tenemos menos de 18 años tuvimos que llevar fotocopia

de partida de nacimiento y esperamos que nos inscriban pronto porque nos

descuentan el IGSS desde hace tiempo”.

Maritza: “Ahora que estamos participando en Médicos del Mundo ya conocemos

que es importante cuidar nuestra salud y por eso también en la empresa nos

tratan mejor, nos pone una almohadilla en los pies y nos piden que lleguemos

con zapatos cerrados y que nos desinfectemos las manos para comer o cualquier

cosa que hagamos, aunque a veces nos regañen muy fuerte”.

Silvia: “No me imaginaba que pudiera haber una institución que apoyara a las

trabajadoras como nosotras que no podemos leer y escribir, es bueno saber

que hay quienes piensan en nosotras y nuestra salud”.

Yolanda: “Médicos del Mundo trabaja muy bien y las jornadas sirvieron

para mejorar nuestra salud, ahora pienso que es bueno compartirlo con las

compañeras. Para que ellas también puedan pasarlo a sus familias”.

En la primera jornada se atendió a 51 mujeres,

en la segunda se brindó atención a 33 mujeres,

detectando una variedad de enfermedades la

mayoría de las cuales están relacionadas con

el impacto del trabajo en sus vidas (anemia,

dermatitis, gastritis, cefalea, rinitis, etc.).

Como producto de las visitas, MdM-F hizo las

siguientes sugerencias al Jefe de Personal de la

empresa, quien estuvo presto a tomarlas en cuenta

para el bienestar de las empleadas:

• Que se inscriban al IGSS todos los empleados,

independientemente del trabajo que realizan.

• Que se apliquen horarios regulares para la

ingesta de alimentos.

• Que se facilite el uso regular de micro nutrientes

(hierro, acido fólico) y que se coordine para el

efecto con el Centro de Salud Parramos.

• Rotación de actividad o de posición corporal.

• Que las trabajadoras utilizaran zapatos

cerrados así como almohadillas para

descansar los pies. Las trabajadoras se están

acostumbrando a las almohadillas para rotación

de actividad o de posición corporal.

• Que se implementen espacios recreativos.

• Que se implementen una sala de juegos o descanso.

El dueño de la empresa comunicó que tiene planificada la construcción de una

cancha de deportes para la recreación de los y las trabajadoras. También se abrió

recientemente una clínica médica para brindar atención permanente.

Médicos del Mundo también realizó un proceso de capacitación con las

trabajadoras, con el objeto de mejorar los conocimientos y competencias de las

trabajadoras de maquilas y agroindustrias y de las organizaciones locales en

cuanto al derecho a la salud, lo que ha derivado en el cumplimiento de algunos

de sus derechos, tales como la entrega de certificados de trabajo para asistir al

seguro social y contar con copias de sus contratos, entre otras.

Primera jornada Personas atendidas

Anemia 22

Dermatitis alérgica 18

Gastritis 16

Tensión 15

Cefalea tensional 14

Rinitis 13

ERA 11

Dismenorrea 7

Fatiga 3

Amigdalitis 3

Otros 37

Segunda jornada

Anemia 8

Dermatitis 3

Gastritis 14

Tensión 23

Cefalea 7

Resfriado 4

Micosis 4

Fatiga 5

Agudeza visual 4

Prenatal 3

Fuente: Investigación MdM-F

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A partir de lo que les hemos expuesto,

consideramos que el derecho a la salud de las

trabajadoras de maquilas textiles y agroindustriales

en Guatemala está siendo altamente vulnerado.

La situación observada está muy alejada de lo

deseado por la ley guatemalteca en cuanto a que

el acervo legal ordena que la totalidad de las

trabajadoras tengan un acceso eficaz y oportuno a

la atención médica y a los cuidados de promoción

y de prevención de la salud proporcionados por el

Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.

6. Conclusiones y

recomendaciones

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• El Código de Trabajo, que norma la contratación, extensión de la jornada, prestaciones laborales, condiciones de higiene y seguridad en el trabajo y protección de la maternidad.

• El PIDESC y el Protocolo de San Salvador señalan la obligación de otorgar a los/as trabajadores una remuneración que asegure a los trabajadores/as y a sus familiares condiciones apropiadas de vida.

• El PIDESC y los Convenios 87 y 98 de la OIT que establecen el derecho de asociación de los trabajadores/as.

• La Ley del Seguro Social en lo que se refiere a las obligaciones patronales relacionadas con la inscripción y afiliación de sus trabajadores y de no impedir su acceso a los servicios del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.

La situación actual debe ser urgentemente corregida para lo cual pedimos:

A. Que las empresas en las que trabajamos no violen más las

normas internacionales ratificadas por el Estado guatemalteco

y la legislación nacional, que en su conjunto garantizan y

protegen los derechos que tenemos como trabajadoras y

como mujeres.

Entre éstas, las siguientes:

• La Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y el Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo -OIT-, que prohíben discriminar a las mujeres que aspiran a un empleo por razones de edad y embarazo.

• El PIDESC y el Protocolo de San Salvador, en los que se establece la obligación de limitar razonablemente las horas de trabajo; así como, garantizar el derecho al descanso y al tiempo libre.

• El Protocolo de San Salvador, que exhorta a garantizar una adecuada seguridad e higiene en el trabajo, prevención de enfermedades y a vivir en un medio ambiente sano; así como, garantía del derecho a la seguridad social.

• El PIDESC y el Convenio 103 de la Organización Internacional del Trabajo sobre la Protección de la Maternidad.

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• Que los organismos que apoyan a las trabajadoras elaboren y pongan en práctica un plan de acceso a la salud, con nuestra participación, que tenga como finalidad realizar acciones de incidencia política, a nivel local, nacional e internacional. Dicho plan debería contener los siguientes aspectos:> Proceso de capacitación sobre el derecho a la salud dirigido a las

trabajadoras, a efecto de dotarnos de un mejor conocimiento sobre el mismo: riesgos a la salud derivados de las condiciones laborales y medidas de prevención.

> Documentación precisa de casos de negación del ejercicio a su derecho a la salud.

> Socialización de los casos documentados entre las trabajadoras y las autoridades pertinentes: Ministerio de Trabajo, Instituto de Seguridad Social, Procuraduría de los Derechos Humanos, orientada a la exigibilidad del derecho a la salud.

C. Que sean creados grupos de seguimiento, incluyendo

responsables directamente relacionados a la problemática,

para que verifiquen la efectividad de los compromisos

establecidos a favor de la salud de las trabajadoras.

B. Que se dé cumplimiento a las normas laborales a nivel

nacional relacionadas con el derecho a la salud y se tomen

medidas urgentes de modo que se restituyan nuestros

derechos y se dignifique nuestro trabajo.

Para ello proponemos:

• Que los dueños de las empresas se sujeten a la legislación, emprendiendo las acciones necesarias para que trabajemos en condiciones dignas y podamos acceder a la salud sin ninguna interferencia.

• Que el Instituto de Seguridad Social -IGSS- ejerza debido control sobre las empresas, sancionando a los responsables y obligándoles a cumplir sus responsabilidades, a efecto de asegurar el cumplimiento de nuestro derecho de afiliación y acceso a los servicios de salud.

• Que el Ministerio de Trabajo ejerza una vigilancia eficaz, con la finalidad de que sean cumplidos los derechos que nos confiere tanto la legislación laboral de nuestro país, como las normativas jurídicas internacionales que el Estado se ha comprometido a cumplir; y, que aplique las sanciones respectivas.

• Que los funcionarios que conozcan en el ejercicio de sus funciones las anomalías laborales en que incurran las empresas, no las reporten, sean debidamente sancionados.

• Que el Presidente de la República modifique el Decreto gubernativo de aumento al salario mínimo, del cual nos excluyó.

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• Área de Salud, Ministerio de Salud Pública. “Análisis de situación de salud Chimaltenango“. Guatemala, junio 2008.

• AMES. “Estudio comparativo en salud ocupacional y seguridad en Centro América”. Guatemala, 2004.

• Código de Trabajo de la República de Guatemala.

• Constitución Política de la República de Guatemala, 1985.

• Decreto 22-2008 del Congreso de la República de Guatemala.

• Díaz B., Schlaen Ximena. “Mujer, trabajo y Salud. Trabajadoras de la Confección”. UNICEF/CEM. Chile, 1992.

• FUNPADEM, Costa Rica, 2007. “Solo pedimos que nos traten como humanas. Discriminación laboral femenina, por razón es de género con énfasis en las empresas textiles y/o maquiladoras de Guatemala”.

• Human Rights Watch. “Del hogar a la fábrica. Discriminación de la fuerza laboral guatemalteca”. 2002.

• INE, 2009. Informe de precios al consumidor. 2009.

• INE. XI Censo de Población y VI de Habitación 2002.

• INE. Encuesta Nacional de Condiciones de Vida -ENCOVI- 2006.

• Ministerio de Trabajo y Previsión Social. Código de Trabajo de la República de Guatemala. Guatemala, 2002.

• Ministerio de Trabajo y Previsión Social. Convenios Internacionales de Trabajo ratificados por Guatemala. Guatemala, 2002.

• Ley del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.

• ONU. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

• ONU. Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

• SNU. Informe Nacional de Desarrollo Humano.

Guatemala, 2003.

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B. Organizaciones no gubernamentales

• Centro de Estudios y Apoyo al Desarrollo Local –CEADEL–• Médicos del Mundo Francia• Coordinadora de Mujeres Nuevos Conocimientos• CALDH • Asociación para la Promoción de la Salud y el Desarrollo Económico –APROSADSE–• Coalición de Trabajadores de Maquila, Casa Particular y Agroindustria• Asociación Civil de Desarrollo Integral Comunitario• Asociación de Servicios Comunitarios de Salud• Coordinadora Kaqchikel de Desarrollo Integral • Programa de Desarrollo Económico y Social de la Mujer KICHIN KONOJEL• APROFAM• Asociación de Mujeres Unidas por la Paz y el Desarrollo –AMUPAZ–• Asociación para el Desarrollo de Chimaltenango –ASODECH–• Federación de Mujeres Rurales –FEDEMUR–• Fundación Guatemalteca para el Desarrollo “Carroll Behrhorst”• CONAVIGUA• Asociación de Mujeres Ixpiacoc ADEMI• ALAS

C. Empresa privada

• Cámara de Comercio

Mapeo de Instituciones presentes en el Departamento

A. Organismos gubernamentales

• Consejo Departamental de Desarrollo –CODEDE–• Instituto Nacional de Estadística –INE–• Dirección Departamental de Educación, Ministerio de Educación• Comisión Nacional de Alfabetización –CONALFA–• Secretaría de Análisis Estratégico –SAE-• Comisión Presidencial de Derechos Humanos –COPREDEH–• Auxiliatura de Derechos Humanos de la Procuraduría de Derechos Humanos –PDH–• Jefatura del Área de Salud, Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social• Secretaría General de Planificación –SEGEPLAN– • Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales –MARN–• Policía Nacional Civil –PNC–• Ministerio de Trabajo y Previsión Social –MINTRAB–• Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación –MAGA–• Ministerio Público:

> Oficina de atención permanente> Oficina de atención a la víctima

• Organismo Judicial:> Juzgado de familia y trabajo> Juzgado de niñez y adolescencia> Juzgado civil> Juzgado primero y segundo de instancia penal> Juzgado primero y segundo de paz

• Registro Nacional de las Personas –RENAP–

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El derecho a la salud de las trabajadoras de las

maquilas y agroindustrias, Estudio en el Municipio de

Chimaltenango y la franja de Sacatepéquez.

Médicos del Mundo • Francia.

Se terminó de imprimir en abril de 2010 en los talleres de

Argrafic. Guatemala, Guatemala, C.A.

[email protected]

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