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EL CULTO A LA VIRGEN EN LOS SANTUARIOS MARIANOS DE AMERICA LATINA, A LA LUZ DE LOS DOCUMENTOS DEL CELAM

(J. Esquerda Bifet)

Introducción Los viajes de Juan Pablo II a América Latina desde 1979 (México), los

documentos y publicaciones del CELAM, así como los "Angelus" del Santo Padre dedicados especialmente a los santuarios marianos, han hecho resaltar su importancia como centros de culto y de evangelización.

Desde la primera imagen mariana llegada a América1, hasta la celebración de los congresos y eventos marianos durante el año 1992, se puede constatar que, en todos los pueblos latinoamericanos y gracias especialmente a signos y lugares de culto mariano, ha sido la Santísima Virgen quien ha conducido a la fe a todo el Continente. Así lo ha expresado bellamente el lema del Congreso Mariano Nacional celebrado en Guanare (Venezuela), los días 28-31 de mayo de 1992, en honor de la Virgen de Coromoto: "María, quinientos años llevándonos a Jesús".2

Resulta difícil delimitar nuestro tema, puesto que los nombres de lugares con matiz mariano son numerosos (unos dos mil) y se encuentran diseminados en toda la geografía latinoamericana. Por esto, nos ceñiremos especialmente a los datos que emergen de aquellos santuarios más conocidos, como son los visitados por e Santo Madre desde 1979 (Guadalupe) hasta 1992 (Higüey), o los que han tenido cabido en las publicaciones y estudios del CELAM. Prácticamente son los mismo santuarios que el Papa ha recordado durante el "Angelus" del año 1992.

1    ? Nuestra Señora de la Antigua, llevada por Colón en 1492, hoy en la catedral de Santo Domingo.

2    ? Mensaje del Santo Padre con ocasión del VI Congreso marino nacional de Venezuela, 13 de mayo de 1992: "Oss. Romano", esp., 5 de junio de 1992, p.9. El mensaje resume los datos históricos del santuario y su significado espiritual y evangelizador. Explicando el lema del Congreso, dice de María que "su privilegio y misión fue y sigue siendo la de mostrarnos a Jesús y llevarnos a él... Ella estuvo presente como Madre durante estos cinco siglos de evangeliación que van a cumplirse. Ella conseva, mediántola en su corazón, la historia del pueblo de Dios en estas tierras, de generación en generación" (ibídem). Ver tamnbién el "Angelus" del día 31 de mayo de 1992: "Oss. Romano", esp., 5 de junio de 1992, p.1. Sobre el santuario de Coromoto, ver: CELAM, Nuestra Señora de América Latina, Bogotá 1988, vol. 2.

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No se trata de resumir la historio y el mensaje de cada santuario, sino de estudiar el contenido cultual-devocional de esos santuarios, haciendo ver, al mismo tiempo, los valores de evangelización y de "nueva evangelización".

Para ser coherentes con el título de nuestro trabajo, analizaremos los documentos de las Conferencias del Episcopado Latinoamericano celebradas en Medellín (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992). Estas "Conferencias" ("CELAM" 2º, 3º, 4º), no solamente han ofrecido documentos de valor mariano, sino que, al mismo tiempo, han suscitado estudios sobre el culto mariano en esos pueblos, teniendo en cuenta principalmente el valor espiritual y misionero de la piedad mariana popular.

Es interesante notar, en la documentación estudiada, la importancia que se da a la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, como hecho paradigmático de contenido catequético, espiritual y evangelizador. El culto y devoción mariana manifiestan una rica dimensión cristológica, que invita a la contemplación, la celebración litúrgica, la evangelización y la cercanía al hombre en su situación sociocultural e histórica. La Virgen "mestiza" es un signo étnico de unidad, basado en el sacrificio redentor de Cristo y en el mandato del amor.

1. Los santuarios marianos de América Latina: Visión de conjunto

A) Estudios históricos y pastorales del CELAM Es abundante la bibliografía actual sobre los santuarios marianos de

América Latina. Sobre los más conocidos, se han publicado monografías con el título particular. El CELAM ha impreso dos volúmenes en los que se recogen algunas monografías, mientras, al mismo tiempo, ofrecen estudios sobre los temas mariológicos que emergen de las imágenes y lugares marianos.3

3    ? CELAM, Nuestra Señora de América Latina, Bogotá 1988. Santuarios explicados en el volumen 2º: Guadalupe (2 conferencias, México), Aparecida (Brasil), Luján (Argentina), Chiquinquirá (Rosario, Colombia), Maipú (Chile), Caacupé (Paraguay) (bis), Copacabana (Bolivia dos trabajos) Suyapa (Honduras), Treinta y tres (Uruguay), Caridad del Cobre (Cuba), Altagracia (Santo Domingo), Coromoto (Venezuela). Faltan los siguientes: Los Angeles (Costa Rica), Quinche (Ecuador), Rosario y Mercedes (Perú), Andacollo (Chile), Carmen de Maipú (Chile), Zapopan (México), Ocotlán (México), San Juan de los Lagos (México), Itatí

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Los estudios patrocinados por el CELAM han querido subrayar la base bíblica del culto y devoción mariana, haciendo resaltar algunos títulos (maternidad divina y espiritual, Inmaculada, Asunción, etc.), presentando también algunos aspectos particulares: relación de María con la historia latinoamericana, religiosidad popular, catequesis, María Maestra de fe, etc..4

Al centrar la atención en los santuarios e imágenes de América Latina, estos estudios han subrayado el camino de conversión, tomando a María como modelo de fidelidad y apertura a la Palabra de Dios (como respuesta de fe) y confiando en su intercesión. "María... como modelo eficaz y ejemplo dinámico, causa de salvación en América Latina... Desde estas dos vertientes, María significa, diríamos 'sacramentalmente', la conversión en América Latina".5

Esta actitud de conversión, por parte del pueblo latinoamericano, ha ido fraguando su caminar histórico en una línea cristológica de apertura a Cristo, en el pasado y en el presente, como garantía de esa misma actitud para el futuro. "Desde el cambio radical a Cristo y en la perspectiva

(Paraguay), Rosario (Guatemala), Perpetuo Socorro (Haití), Ntra. Sra.del Viejo (Nicaragua), etc. Ver otras publicaciones: Conmemoración Guadalupana, México, Curia Arzobispado 1984; Nuestra Señora de Ocotlán (Tlaxcala), Comisión Nacional Arte Sacro 1990; G. PRADO, Santuarios y fiestas marianas en Chiele, La Florida 1981; M. UREÑA, M. KEITH, Nuestra Señor de los Angeles Madre de un Pueblo, Costa Rica 1985; B. VIVAS, Mensaje de la Santísima Virgen en Guapa, Managua 1982.

4    ? Nuestra Señora de América Latina, Bogotá 1988. Temas del volumen 1º: Nuevo Testamento, Evangelios, Madre de Dios, Maternidad espiritual, Devoción a la Inmaculada en América Latina, Asunción, De María conquistadora a María liberadora, María en la historia de salvación en A.L., Religiosidad popular y catequesis, María en la reflexión de la Iglesia A.L., Maestra de fe María en el documento de Puebla. Ver también: R. CARO MENDOZA, María en la reflexión latinoamericana, 621-691; C.I. GONZALEZ, María, evangelizada y evangelizadora, Bogotá, CELAM, DEVYM 1988, cap. X: María en la misión evangelizadora de la Iglesia, La obra de evangelización en los santuarios marianos, pp. 393-411. Ver otros estudios en las notas siguientes.

5    ? J. LOZANO BARRAGAN, María en la historia de salvación en América Latina, en: La Señora Santa María, Bogotá 1978, p.88 (también en: Nuestra Señora de América, I, Bogotá, CELAM 1988, p.530).

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histórica de María, camino latinoamericano de Cristo, aparece Nuestra Señora como la forjadora eficaz y el modelo a seguir en la nueva América Latina que esperamos".6

B) Los "Angelus" dominicales de Juan Pablo II, 1992.Juan Pablo II, en sus viajes apostólicos por América Latina, desde

1979 hasta 1992, ha ido visitando los respectivos santuarios marianos, indicando datos históricos y particularidades de cada uno. En los discursos correspondientes ha hecho resaltar algunos aspectos relativos al objetivo de sus viajes.7

En cuanto a la visión de conjunto de los santuarios marianos, será más práctico leer las meditaciones dominicales durante el rezo del "Angelus", durante todo el año 1992, a partir del 5 de enero, preparando la celebración del "quinto centenario". El Papa recalca principalmente la línea evangelizadora de estos santuarios, como "centros de difusión y aplicación del mensaje de Cristo", gracias a "la predicación, la catequesis y la acción caritativa o social de muchos insignes pastores e intrépidos misioneros". Respecto al culto y devoción, indica que "de estos lugares de culto han brotado la religiosidad popular y la espiritualidad típica de América Latina".8

6    ? Ibídem, respectivamente en p. 92 (edic. de 1978) y en p. 534 (edic. de 1988). Ver también: B. PEREIRA. Teología de los santuarios marianos, Santiago de Chile 1965.

7    ? En algunos santuarios marianos quiso acentuar la dimensión misionera "ad gentes", sin fronteras: Chiquinquirá (3 de julio de 1986), Maipú (3 de abril de 1987), etc. Ver: J. ESQUERDA BIFET, El despertar misionero "Ad Gentes" en América Latina, "Euntes Docete" 45 (1992) 159-190.

8    ? Meditación dominical durante el "Angelus" del día 5 de enero de 1992: "Oss. Romano", esp., 10.1.92, p.1. En estas meditaciones hace referencia a la IV Conferencia General del Episcopado Latioamericano, que tendría lugar en Santo Domingo el 12 de octubre, pidiendo por una "nueva evangelización". El Papa se ha referido a los siguientes santuarios o imágenes marianas: La Antigua (Catedral de Santo Domingo, 12.1.92); Guadalupe (26.1.92); Aparecida (2.2.92); Maipú (16.2.92); Inmaculada de Washington (1.3.92); Luján (22.3.92); Copacabana (29.3.92); Nuestra Sra. de la Evangelización en Lima (14.6.92); la Virgen de los Trenta y tres (28.6.92); Suyapa (5.7.92); Quinche (12.7.92); N.S.de Los Angeles (2.8.92); Virgen de la Caridad del Cobre (9.8.92);

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El agradecimiento por la fe recibida y la oración por el éxito de la IV Conferencia son, en estas meditaciones, una invitación constante. Pero, respecto a nuestro tema, nos pueden interesar más las alocuciones referentes a Nuestra Señora de Guadalupe (al. 26 de enero) y Nuestra Señora de Luján (al. 27 de mayo), además del resumen "final" durante el rezo del "Angelus" del 11 de octubre en Santo Domingo.

Además de presentar a la Virgen de Guadalupe como "la primera evangelizadora de América" y "la Estrella de la Nueva Evangelización", el Papa recuerda que su santuario es "meta de peregrinaciones", "centro significativo de la devoción mariana y corazón pulsante de la irradiación evangélica en el mundo latinoamericano". De aquí que, "siguiendo el ejemplo de Cristo y María", los creyentes se sentirán "cada vez más comprometidos en el servicio a los hermanos cultivando un amor preferencial a los pobres".9

Tomando como modelo el santuario de Nuestra Señora de Luján, el Papa lo presenta como "lugar de intensa oración y piedad mariana, así como de creciente actividad apostólica" y "encrucijada de multitudes de fieles (cada año unos ocho millones de peregrinos), deseosos de encontrar a la Madre de Dios y de profundizar en su fe". Por la intercesión de María, el Papa augura que la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano "pondrá de relieve el papel decisivo y singular de María, Madre de la Iglesia, en la tarea de la nueva evangelización del continente latinoamericano".10

En el rezo del "Angelus" del día 11 de octubre (en Santo Domingo), el Papa recordó que durante este año había visitado espiritualmente "los

Asunción en Paraguay (16.8.92); Inmaculada en El Viejo, Nicaragua (13.9.92); Izamal en Yucatán (20.9.92); Altagracia (homilía: 12.20.92). Resumen del mensaje de todos los santuarios: "Angelus" del 11.10.92 (en Santo Domingo). El 8 de noviembre de 1992, el Santo Padre, durante la meditación domincal del "Angelus", se refirió brevemente a: Santa María La Antigua del Darién (Colombia), Catedrales de Kingston y Caribe, Virgen de la Divina Providencia (Patrona de Puerto Rico), Nuestra Señor del Perpetuo Socorro (Patrona de Haití).

9    ? Plegaria del "Angelus" del 26 de enero de 1992: "Oss. Romano", esp., 31 de enero de 1992.

10    ? Plegaria del "angelus" del 22 de marzo de 1992: "Oss. Romano", esp., 27 de marzo de 1992. Ver: O. SANTAGADA, Peregrinar a Luján, Bogotá, CELAM 1986.

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principales santuarios marianos del Continente", como "lugares que son vivos testimonios de fe cristiana y de profunda devoción mariana". Después de referirse la llegada del evangelio a América, con sus matices marianos, recuerda también que "los quinientos años de historia cristiana de América están marcados por la presencia de María, que desde los albores de la evangelización, encarnó los valores culturales de los pueblos del Continente, como vemos en la Virgen del Tepeyac. Cada santuario y cada altar... son la memoria de una particular predilección de María por cada nación y cada pueblo".11

Estas constantes invitaciones de Juan Pablo II durante el año 1992 influirán en los documentos de la IV Conferencia de Santo Domingo, como influyó en el documento de Puebla el discurso en el santuario mariano de Zapopan (1979).

C) El culto mariano en los santuarios latinoamericanos: visión sintética de conjunto

Los santuarios marianos de América Latina "constituyen una auténtica geografía de la fe y de la piedad mariana". En ellos, María aparece como quien "precede y acompaña a los pueblos de América en la peregrinación de la fe". Son, pues, un signo de "la presencia materna de María en la vida de los cristianos". Ella continúa la misión de "mostrarnos a Jesús y conducirnos a él".12

El significado de los santuarios marianos en América Latina se resume en que el pueblo de Dios, "de la mano de María", quiere "profundizar en el anuncio del misterio de Cristo Salvador a los hombres"13. "Se trata de hacer que los pueblos de América caminen hacia Cristo. Hay que proclamar

11    ? Plegaria del "Angelus", 11 de octubre de 1992, "Osservatore Romano", esp., 16 oct. 1992, p. 7. El día 12, durante la homilía en el santuario mariano de Altagracia, dijo Juan Pablo II: "Nuestra Señora de Altagracia es expresión limpia y pura de lo que el evangelio nos dice sobre el misterio de la encarnación del Hijo de Dios. A la sombra de este templo se ha formado un pueblo en fusión de razas y culturas, de anhelos y esperanzas, de éxitos y fracasos, de alegrías y tristezas. El pueblo dominicano ha nacido bajo el signo de la Virgen Madre" (ibídem, p.9).

12    ? Mensaje en el VI Congreso Mariana Nacional de Venezuela (citado más arriba).

13    ? Ibídem.

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su mensaje de salvación, con audacia y esperanza, en todas las naciones, a todas las etnias... en todos los ambientes culturales y sociales, de forma especial a los pobres y a los que sufren".14

Los títulos marianos más venerados son los siguientes: Inmaculada, Asunción, Virgen Dolorosa..., concretados en advocaciones específicas (Carmen, Mercedes, Rosario...) o en nombres de lugares particulares (Guadalupe, Luján, Aparecida, Coromoto, Chiquinquirá...), que indican siempre la ternura materna de María. Por esto, los santuarios se convierten, por medio de los sacramentos, en fuente de gracia y reconciliación. La Eucaristía y la reconciliación se celebran como signo de la propia conversión, en una experiencia profunda de la mediación materna de María.

La idea y la práctica de la peregrinación indican una identificación del creyente y de la comunidad eclesial con María. El lugar hacia el que se camino es un símbolo y una "memoria" de una historia de gracia, que armoniza (sin identificarlas) la fe con la cultura, la palabra revelada con la historia, la celebración litúrgica con la piedad popular. Las devociones particulares (oraciones, imágenes...) manifiestan que el misterio del Verbo encarnado en el seno de María ha llegado al alma del pueblo.

Los santuarios marianos de América Latina expresan el movimiento espiritual connatural al genio de estos pueblos, que buscan la renovación y la liberación a la luz de la fe. Son su "memoria histórica", que les recuerdan su pasado y su presente resumido en el rostro de una imagen mariana, en la que vislumbran: maternidad (divina y espiritual), protección, intercesión,misericordia, ternura materna..., y, como resumen de todo, la manifestación de la bondad de Cristo.15

14    ? Plegaria del "Angelus" sobre el santuario de Nestra Señora de Coromoto, 3 de mayo de 1992: "Oss. Romano", esp., 5 de junio de 1992. En el "Angelus" del 11 de octubre de 1992 dice Juan Pablo II: "En cada santuario se renueva el pacto de amor de la Virgen con sus hijos de América. Esa profunda devoción a la Madre de Jesús es una nota distintiva de su catolicidad, es garantía de su perseverancia en la fe verdadera, de su comunión eclesial y de su unidad espiritual": "Osservatore Romano", esp., 16 oct. 1992, p. 7.

15    ? Los creyentes, en los santuarios marianos, "buscan el encuentro con la Madre del Señor, con la que es bienaventurada porque ha creído; es la priemra entre los creyentes... El Pueblo

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2. Las conclusiones de Medellín (1968) sobre la religiosidad popular La IIª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano,celebrada

en Medellín (1968), fue una fuerte toma de conciencia sobre la realidad pastoral de todo el Continente. Resultado positivo de este análisis fue la programación de unas pautas de acción pastoral, que quedaron plasmadas en el documento final. Aunque en él no se hable de santuarios marianos, sí se explica por extenso el tema de la "religiosidad popular". El tema se encuentra en el capítulo 6º ("pastoral popular"), con alguna referencia en el capítulo 8º ("catequesis") y en el capítulo 9º ("liturgia").16

Por su naturaleza universalista, la Iglesia no puede marginar estas manifestaciones populares, siempre que estén en armonía con el mensaje evangélico. Ello implica un riesgo; pero es indispensable correrlo para no convertirse en secta o grupo cerrado. será necesario un continuo discernimiento, porque "el pueblo necesita expresar su fe de un modo simple, emocional, colectivo" (Medellín, cap. 6ª, n.3).17

En esas manifestaciones de la "religiosidad popular", aparece un sentido de "adoración y gratitud hacia el Ser Supremo", junto a otros valores, que son como "gérmenes de un llamado de Dios" (ibídem, n.4).

de Dios busca en el encuentro con la Madre de Dios para hallar, en el ámbito de la materna presencia de la que ha creído, la consolidación de la propia fe" (RMa 28). Ver C.I. GONZALEZ (citado en nota 4) y B. PEREIRA (citado en nota 6) y: M.M. ARRIBAS, Santuarios marianos, religiosidad popular y pastoral, en AA.VV., María en los caminos de la Iglesia, Madrid, CETE 1982. Otros estudios: AA. VV., Iglesia y religiosidad popular en América Latina, Bogotá, Paulinas 1978; María en la pastoral popular, Bogotá, Paulinas 1976.

16    ?AA.VV.,Medellín, reflexiones enel CELAM, Madrid, BAC 1977; AA.VV., Religiosidad popular entre Medellín y Puebla: antecedentes y desarrollo, "Anales de la Fac. de Teología" (Chile) 41 (1990) (monografía). Ver documento en: CELAM, Medellín, conclusiones, Bogotá 1990.

17    ? La piedad mariana popular es precisamente la adaptación del mensaje evangélico a "las condiciones de tiempos y lugares y teniendo encuenta el temperamento y manera de ser de los fieles"; de este modo, "las diversas formas de piede hacia la Madre de Dios... hacen que, al ser honrada la Madre, el Hijo... sea mejor conocido, amado, glorificado, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamientos" (LG 66). Ver bibliografía en la nota 15 de este trabajo.

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Precisamente por ello, "Medellín" aplica a esos "gérmenes" la doctrina conciliar y patrística sobre la "secreta presencia de Dios" (AG 9), las "semillas del Verbo" (AG 11, citando a San Justino) y la "preparación evangélica" (LG 16, citando a Eusebio de Cesarea) (ibídem, n.5).

Con equilibrio y decisión, "la Iglesia acepta con gozo y respeto, purifica e incorpora al orden de la fe, los diversos elementos religiosos y humanos" (Medellín, cap. 6º, n. 5; cfr. GS 92). La Palabra y la Eucaristía son elementos imprescindibles para el discernimiento y revitalización de la religiosidad popular.

En cuanto a las "recomendaciones pastorales", el documento de Medellín invita a realizar estudios serios, de suerte que "se impregnen las manifestaciones populares de la palabra evangélica". Aboga también porque los santos, además de intercesores, sean tomados "también como modelos de vida de imitación de Cristo" (cap. 6ª, n. 12). De este modo se llegará a "una vivencia más plena del Evangelio, y a una conversión reiterada, "tanto por parte de las personas, como por parte de las comunidades" (cap. 6º, n.15).

Por medio de la revisión y estudio, que purifique sin destruir y que valore los elementos positivos, "la religiosidad popular puede ser ocasión o punto de partida para un anuncio de la fe" (cap. 8º, n.2). Enriqueciendo de "contenido litúrgico" las "devociones populares", éstas se convertirán en "vehículos de fe y de compromiso con Dios y con los hombres" (cap. 9º, n.15).18

El documento de Medellín, sin tener contenido directamente mariano, ha sido una preparación para documentos posteriores. En la "religiosidad" o piedad popular, entra de lleno el tema mariano y, de modo especial en América Latina, los santuarios marianos. Los valores positivos que se destacan, indican una línea de renovación bíblica y litúrgica (particularmente eucarística), que urgen a la santificación propia (conversión), al compromiso personal y social, y a la acción evangelizadora.19

18    ? AA.VV., María en la pastoral popular, Bogotá, Paulinas 1976. Ver otros estudios en la nota 15.

19    ? El documento ha influido en estudios posteriores sobre la piedad mariana, que hemos citado en las notas de este apartado. Puede compararse esta doctrina con LG 66-67; MC 24-28; EN 48.

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3. En torno al documento de Puebla: IIIª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano

A) El documento de trabajo El documento de Puebla (1979), que analizaremos más adelante, tiene

una importancia decisiva para nuestro tema. Los contenidos marianos del documento final encuentran una preparación especialmente en el documento de trabajo (1978) y en la homilía de Juan Pablo II en Zapopan (1979).20

Respecto a los santuarios marianos, el documento de trabajo ofrece una reflexión bastante completa, que interesa a todo el conjunto de pueblos latinoamericanos. La expresión "nuestros pueblos" se va repitiendo, para indicar que, gracias a los mismos santuarios marianos, las naciones del Continente han adquirido una unidad básicamente cristiana y católica: "Las multitudes peregrinas de nuestros pueblos han de descubrir, en sus Santuarios marianos, su hermandad profunda, como hijos de un mismo Padre, y las actitudes prácticas de amor y justicia que ello implica" (Cap. IV, introducción.21

El hecho de la peregrinación a los santuarios marianos se convierte en una auténtica fuente de gracia divina y de reconciliación, y en una vivencia intensa de valores humanos". De ahí se sigue como consecuencia que muchos fieles "se orientan a una fe más genuina y experimentan la necesidad de una vida más comunitaria" (cap. IV, n.1).

El significado salvífico de los santuarios marianos sobrepasa el tema de la peregrinación, para convertirse en "signos del encuentro de la fe de la Iglesia con la historia latinoamericana". Por esto, los santuarios son

20    ? El "Documento de Trabajo" para la IIIª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, dedica al tema mariano el capítulo cuarto de la segunda parte, en la sección doctrinal: "La Virgen María Arca de la Alianza y Madre de la Iglesia". Se puede encontrar en: La Señora Santa María, CELAM 1978, pp-213-219. Respecto al "Documento de consulta" (anterior al documento de trabajo), basta recordar que, bajo el título de "María evangelizadora" (nn. 693-707), presentaba la figura de María como realización concreta del Evangelio, presente en la historia de América Latina e inspiradora de las actitudes evangelizadoras de los misioneros.

21    ? El texto es cita del Mensaje de Pablo VI a la nación mexicana, en la dedicación del nuevo santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, el 12 de octubre de 1976: "Insegnamenti di Paolo VI" (1976) XIV, pp.824-826.

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también "símbolos que unifican a los pueblos, los hermanan, mostrándoles el pasado y animándolos a la construcción de un futuro lleno de esperanza" (cap. IV, n.3).

A través de los santuarios, los fieles encuentran a María más cercana, como "honda realidad personal, profunda presencia y, además, símbolo, figura, modelo" (cap. IV, n.1). Celebrando a María (especialmente con los títulos de Inmaculada, Asunta y Dolorosa), encuentran en ella el modelo de la liberación del pecado. Por esto se sienten "identificados con Ella, en su dolor y pobreza", como "Madre dolorosa, la pobre y pequeña que anhela la liberación de su pueblo" (cap. IV, n.2).

Las expresiones festivas y gozosas en torno a los santuarios, indican la esperanza en una victoria, a la que María ya ha llegado como "asociada a la obra de Cristo" y "primicia de los redimidos" (cap. IV, n.2).

María es modelo de una mujer renovada y dignificada, como "mujer religiosa que adora a Dios y acepta sus designios", y "como Madre (que) sigue concibiendo hijos para la Iglesia". Por esto, los pueblos latinoamericanos ven en "su cariño maternal", "el gran signo, de rostro maternal y misericordioso, de la cercanía de Dios y de Cristo" (cap. IV, n.3).

La historia latinoamericana camina al compás del cántico del "Magnificat", como canto de liberación misericordiosa (cap. IV, n.3). De este modo, "la devoción a la Virgen ha cobrado arraigo en el corazón del hombre latinoamericano", convirtiéndose en "uno de los pilares de la religiosidad popular" (cap. IV, n.4). Ello presupone una renovación que sea "respetuosa para con la sacra tradición" y "abierta a recoger las legítimas expresiones de los hombres de nuestra época" (MC 24).22

La devoción y culto mariano, manifestada de un modo especial en los santuarios, tiene también como objetivo el "evangelizar bajo el signo de María", puesto que ella, como en el Cenáculo antes de Pentecostés, "preside la evangelización con su oración, pidiendo para los evangelizados la gracia de nacer por la Palabra de Dios y de crecer en la misma; e implorando para los evangelizadores, aquel 'espíritu' interior que permitirá que su tarea sea no sólo posible, sino activa y fructuosa" (cap. IV, n.4).

22    ? El documento de trabajo cita ampliamente "Marialis cultus" (nn.24-28, 34-37) y "Evangelii nuntiandi" (nn.74-82).

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B) La homilía programática de Juan Pablo II en el santuario mariano de Zapopan

El Papa Juan Pablo II inauguró la Conferencia de Puebla (IIIª Conferencia General del Episcopado L.A.) el día 28 de enero de 1979. Dos días después, el 30 de enero, tuvo una homilía en el santuario mariano de Zapopan (Guadalajara, Jalisco), en la que resume el significado de los santuarios marianos especialmente en América Latina. Esta homilía tendría resonancia en el documento final de Puebla, que lo cita repetidas veces.23

La homilía en Zapopan trascendió este santuario concreto, sin olvidar sus peculiaridades, para pasar a todo el campo latinoamericano, como "una prueba más, palpable y consoladora, de la intensa devoción que, desde hace siglos, el pueblo mexicano, y con él, todo el pueblo latinoamericano, profesa a la Virgen Inmaculada" (n.1).

Un santuario mariano tiene estas características:- Es un "encuentro en torno al altar de Jesús" ("en este lugar de gracia")- "a los pies de María Santísima" ("bajo la mirada amorosa de María")- "con el Pueblo de Dios que peregrina en este lugar"- para una "apertura al don de Dios" - "que se comunica en Jesús, nuestro Salvador, y nos viene de María" (mediación);- Una visita al santuario tiene la dinámica de conversión: "significa, por el hecho mismo, la voluntad y el esfuerzo de acercarse a Dios y de dejarse inundar por él"- tomando a María como ejemplo y ayuda: "mediante la intercesión, el auxilio y el modelo de María". Se busca a Cristo "por medio de María". De este modo, "los santuarios son lugares de conversión, de penitencia, de reconciliación" (nn.1 y 3)- Los santuarios deben ser, pues, "lugares privilegiados para el encuentro de una fe cada vez más purificada, que les conduzca a Cristo" (n.5).24

23    ? El texto de la homilía en: "Insegnamenti" (1979), II, 287-292. El documento de Puebla cita fragmentos de la misma en los nn. 283, 297, 452, 454, 463.

24    ? El texto del n. 5 lo toma Puebla en el n. 463, pidiendo "adelantar una creciente y planificada trasnformación de nuestros santuarios".

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Esta homilía memorable tiene, además, la característica de resumir algunos elementos básicos del culto y devoción mariana popular. Gracias a esta devoción, los misterios de Cristo y de María "pertenecen a la identidad propia de estos pueblos y caracterizan su piedad popular" (n.2).25

La pastoral de los santuarios mariano deberá cuidarse, no sólo purificando elementos imperfectos, sino principalmente proporcionando la oportunidad de la celebración litúrgica, la predicación, la catequesis y el ministerio de la reconciliación (cfr. n.5). Entonces las manifestaciones marianas conducen "al centro de toda piedad sólida, Cristo Jesús, Hijo de Dios Salvador". María es el camino para esa dimensión cristológica de la piedad, que hace revivir la fe de los creyentes hasta conducirlos "hacia la Trinidad Santa" (n.5).26

C) El culto y devoción mariana en los santuarios de América Latina según el documento final de Puebla

La doctrina mariana del documento definitivo de la IIIª Conferencia General ha sido estudiada ampliamente27. Estos estudios han hecho resaltar la riqueza doctrinal mariana, que es casi siempre una aplicación del capítulo mariano de la "Lumen Gentium" y del contenido de "Marialis cultus" a América Latina. En general, los estudios hacen notar el valor de

25    ? El texto del n. 2 es citado por Puebla en los nn. 283 y 454.

26    ? La Homilía de Zapopan citan ampliamente "Marialis cultus" (nn. 25-27, 37). El documento de Puebla cita otros fragmentos de la homilía sobre las "estructuras de pecado" (Puebla 452) y el "Magnificat" en el contexto de una liberación evangélica (Puebla 297).

27    ? L. ALESSIO, María y la Iglesia a la luz de Puebla, en: María en los caminos de la Iglsia, Madrid, CETE 1982, 229-242; R. CARO MENDOZA, María en la reflexión latinoamericana, Nuestra Señora de América Latina, Bogotá 1988, I, 621-691; J. de J. HERRERA ACEVES, La Virgen Santa María en el documento de Puebla, en: Nuestra Señora de Anérica, I, Bogotá, CELAM 1988, 747-760; C.I. GONZALEZ, María evangelizada y evangelizadora, Bogotá, CELAM 1988, cap. X (María en la misión evangelizadora de la Iglesia, n.4); J. LOZANO BARRAGAN, María en la historia de salvación en América Latina, en: La Señora Santa María, Bogotá 1978, p.88 (también en: Nuestra Señora de América, I, Bogotá, CELAM 1988, p.530).

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la piedad mariana popular y su importancia para una acción evangelizadora y liberadora.

Todo el documento de Puebla tiene una dimensión evangelizadora, exponiendo la verdad sobre Jesucristo, sobre la Iglesia y sobre el hombre, para poder responder a las realidades latinoamericana. María se presenta en relación a Cristo, que se prolonga en la Iglesia para salvar al hombre (con aplicación a América Latina).

La religiosidad o piedad popular mariana es un instrumento privilegiado de evangelización, de cercanía a los pobres y de transformación de la realidad latinoamericana. Tres son las características con que se presenta a María en línea evangelizadora: Madre, modelo y signo o Tipo de la Iglesia.

Se pueden señalar cuatro aspectos de la realidad mariana en América Latina:

1) El primer anuncio se hizo con el signo mariano. "En nuestros pueblos, el Evangelio ha sido anunciado, presentando a la Virgen María como su realización más alta" (Puebla 282).2) El dato mariano es característico de toda la piedad popular: "Esa experiencia pertenece a la íntima identidad de estos pueblos" (Puebla 283).3) La devoción mariana (eminentemente cristocéntrica) es una nota de garantía eclesial: "El pueblo sabe que encuentra a María en la Iglesia" (Puebla 284).4) Los santuarios marianos son un signo de la presencia de María en la realidad latinoamericana y un signo de comunión entre todos sus pueblos: "María fue la voz que impulsó a la unión entre todos sus pueblos" (Puebla 282).28

El tema de los santuarios marianos, además de las notas indicadas (signos de la presencia de María y signos de comunión entre los pueblos), se presenta en el documento de Puebla con abundancia de matices.29

Los santuarios marianos en América Latina son:

28    ? Cfr. R. CARO MENDOZA, o.c., 621-691.

29    ? Ver el contenido mariano del documento de Puebla en: 2ª parte, cap. 1º (contenido de la evangelización), nn.282-303 (María, Madre y modelo de la Iglesia) y cap 2º (¿Qué es evangelizar?), nn.244-469 (evangelización y religiosidad popular).

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1) Un momento fuerte de evangelización y de vivencia de la fe inculturada: "signos del encuentro de la fe de la Iglesia con la historia latinoamericana" (Puebla 282); "símbolos de la interacción de la fe con la historia de nuestro pueblo" (Puebla 463).2) El símbolo de un "evangelio encarnado", que forma parte de la "identidad" latinoamericano (Puebla 446).3) Centros de "convocación de muchedumbres", para hacer llegar "el mensaje evangélico al corazón de las masas" (Puebla 449; cfr. EN 57).4) "Lugares privilegiados de evangelización" (Puebla 443, citando la homilía del Papa en Zapopan).

En resumen, gracias a los santuarios dedicados a la Santísima Virgen, "Ella y sus misterios pertenecen a la identidad propia de estos pueblos y caracterizan su piedad popular" (Puebla 454, citando la homilía del Papa en Zapopan). A ellos se debe en gran parte el hecho de que "la piedad mariana ha sido el vínculo resistente que ha mantenido fieles a la Iglesia sectores que carecían de atención pastoral adecuada" (Puebla 284).

Nuestro tema podría ser ampliado con los datos ofrecidos por "Puebla" sobre la piedad popular en general: valores y necesidad de cultivarlos; limitaciones y urgencia de purificarlo; renovación en vistas a una acción evangelizadora más eficaz y a una vida cristiana más comprometida a nivel personal, familiar y social.30

Precisamente porque "sin María, el evangelio se desencarna" (Puebla 301), ella, "mientras peregrinamos" hacia sus santuarios, "será la Madre educadora de la fe... la pedagoga del Evangelio" (Puebla 290).31

4. En torno a Santo Domingo: IVª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (1992)

A) Documentos previos a la IVª Conferencia A partir de 1979 (cuando se celebró la IIIª Conferencia) han tenido

lugar los viajes apostólicos de Juan Pablo II, en los que no ha faltado la visita a los santuarios marianos con sus correspondientes alocuciones (ver apartado n.1).

30    ? Ver Puebla nn. 288-289, 444-469, 937, 963.

31    ? J. ALLENDE, Religiosidad popular en Puebla, "Revista de Medellín" 17-18 (1979) 91-114.

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La IVª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (1992, Santo Domingo) ha sido minuciosamente preparada por medio de la elaboración de algunos documentos. El tema de la Conferencia es: "Nueva Evangelización, promoción humana, cultura cristiana; Jesucristo ayer, hoy y siempre". Nos fijamos principalmente en los siguientes documentos: Instrumento preparatorio, Documento de consulta, Documento de trabajo. Este último recoge las observaciones hechas a los anteriores y, de este modo, pasa a ser el instrumento inmediato para los trabajos durante la celebración de la Conferencia.32

El Instrumento preparatorio (que tiene el mismo contenido mariano del documento de consulta) invita a renovar la pastoral de los santuarios, puesto que en ellos se pueden "encontrar caminos nuevos para evangelizar la religiosidad popular" (n.695). La realidad mariana de América Latina hace pensar en un "Adviento mariano" (nn. 965-974). Tanto la "primera evangelización" como la "Nueva Evangelización", encuentran en el rostro de María (especialmente en su imagen y advocación de Guadalupe) "potencia y arraigo"; se subrayan la intercesión de María, así como su testimonio (modelo) de "una fe que acepte el Evangelio con adhesión plena" (nn. 966, 973). Ella es, pues, "la Estrella de la Nueva Evangelización" (Anexo al documento). Se reproduce la oración del Papa en el Vº Centenario, en la que se habla de la fidelidad, cercanía a los pobres, esperanza solidaria y agradecimiento de la fe recibida (n. 974).33

En el Documento de trabajo hay dos fragmentos marianos de mucha importancia para nuestro tema. En la primera parte del documento ("Mirada histórica a la evangelización en América Latina") se hace un resumen de la

32    ? Habría que distuingier entre los primeros documentos "internos" (Instrumento de recolección de aportes, 1998; Primera redaccion del documento de consulta, 1989), y los 3 documentos publicados por el CELAM: 1º) Instrumento preparatorio para una reflexión pastoral en preparación de la IVª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano: Una nueva evangelización para una nueva cultura (1990); 2º) Documento de consulta, Nueva evangelización, promoción humana, cultura cristiana, Jesucristo ayer, hoy y siempre (1991); 3º) Documento de trabajo, Nueva evangelización, promoción humana, cultura cristiana... (junio 1992). En el segundo documento (el de "consulta") se toma el mismo texto marino del Instrumento preparatorio.

33    ? Como hemos indicado, el texto mariano del "Instrumento preparatorio" (nn. 965-974) es el mismo del "Documento de consulta" (nn.595-604).

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influencia de "la devoción mariana" (nn.51-55). En la segunda parte ("Iluminación teológico-pastoral") se presenta sistemáticamente a María como "Evangelio viviente en la Iglesia y en la cultura" (nn.410-424).

Los santuarios marianos indican una "presencia de María" y su "papel maternal y original", como "parte integrante de la evangelización" y como "puerta de acceso al conocimiento de Jesucristo" (n.51). La devoción mariana, que "acompañó los principios de la evangelización" y que fue principio integrador de razas y culturas, es una nota característica de la "identidad católica frente a los intentos de desintegración religiosa y cultural". Por esto, "ha constituido un punto de enlace con otros pueblos, miembros de la Iglesia universal" (nn.52-55).

En América Latina, María "ha iniciado y acompañado la configuración histórica" de sus pueblos, convirtiéndose en "el evangelio del pueblo" (n.412). Por esto, "la fe mariana se ha enraizado por siglos en la experiencia cristiana de las comunidades católicas latinoamericanas" (n.413).

El Documento de trabajo distribuye luego el tema marino según los elementos principales que constituyen el tema global de la IVª Conferencia: "Nueva evangelización, promoción humana, cultura cristiana"...:

1) María en la "Nueva Evangelización": "Ella ha sido constante pedagoga del Evangelio, educadora de la fe y maestra de vida espiritual". De ahí deriva que hay que aprender de ella la actitud básica de la Nueva Evangelización: fidelidad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.2) María en la promoción humana: Ella ayuda a "afirmar y dignificar a la persona, especialmente a la mujer" (n.416). El pueblo latinoamericano "se identifica espontáneamente con ella", porque "en ella encuentra fuerza espiritual y esperanza para la lucha cotidiana", siempre "sencilla, directa y asequible", como "cercana a los pobres y a los que buscan a Dios que libera" (nn.418-420).3) María, realización de la cultura cristiana: María, portadora de "la presencia de Cristo en sus entrañas", es "puerta y clave para toda la inculturación del EVangelio" (n.421). Ella es el "evangelio vivido", que "toma carne cultural" a través de "tantas imágenes de María" veneradas en los santuarios del Continente. La Virgen de Guadalupe, "la Virgen Mestiza", es el paradigma de "la encarnación del Evangelio

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en la cultura de los pueblos" (n.422).

En las imágenes y santuarios marianos de América Latina se puede constatar cómo ella, comunicando los valores evangélicos, queda "revestida del rostro de las culturas donde su presencia echa raíces" (n.423). Los diversos pueblos encuentran en María la figura de la Iglesia universal.

B) El documento final ("Conclusiones") de la IVª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (1992)

La IVª Conferencia se inauguró en Santo Domingo, el día 12 de octubre de 1992. Juan Pablo II tuvo el discurso de inauguración en el que, además de tocar los puntos básicos del tema general ("Nueva Evangelización, progreso humano, cultura cristiana...), hizo amplia alusión a la religiosidad popular y especialmente al tema mariano: "La arraigada religiosidad popular de vuestros fieles, con sus extraordinarios valores de fe y de piedad, de sacrificio y de solidaridad, convenientemente evangelizada y gozosamente celebrada, orientada en torno a los misterio de Cristo y de la Virgen María, puede ser, por sus raíces eminentemente católicas, un antídoto contra las sectas y una garantía de fidelidad al mensaje de salvación" (n.12). "América Latina, en Santa María de Guadalupe, ofrece un gran ejemplo de evangelización perfectamente inculturada. En efecto, en la figura de María -desde el principio de la cristianización del Nuevo Mundo y a la luz del evangelio de Jesús- se encarnaron auténticos valores culturales indígenas. En el rostro mestizo de la Virgen del Tepeyac se resume el gran principio de la inculturación: la íntima transformación de los auténticos valores culturales mediante la integración en el cristianismo y el enraizamiento del cristianismo en las varias culturas" (n.24).34

La Conferencia tuvo lugar en Santo Domingo (Casa de San Pablo) durante los días de 12 al 28 de octubre. El documento final ("Conclusiones"), elaborado minuciosamente por medio de grupos y comisiones de trabajo, fue aceptado en votación prácticamente unánime

34    ? JUAN PABLO II, Discurso de inauguración de la IVª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo, 12 de octubre de 1992: "Oss. Romano", esp., 23 octubre 1992, pp.7-13.

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(salvo unas pocas abstenciones).35

La doctrina mariana queda muy bien resumida, como expresión de la fe (en su dimensión cristológica), como estímulo para la evangelización y como índice y garantía de inculturación.

La afirmación de fe en Cristo incluye el aspecto mariano. En María la Iglesia encuentra el modelo de vida de fe y de evangelización. El santuario de Guadalupe es un índice de la fe inculturada y de la respuesta de todos los pueblos latinoamericanos:

"Confirmando la fe de nuestro pueblo queremos proclamar que la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia, es la primera redimida y la primera creyente. María, mujer de fe, ha sido plenamente evangelizada, es la más perfecta discípula y evangelizadora (cf. Jn 2,1-12). Es el modelo de todos los discípulos y evangelizadores por su testimonio de oración, de escucha de la Palabra de Dios y de pronta y fiel disponibilidad al servicio del Reino hasta la cruz. Su figura maternal fue decisiva para que los hombres y mujeres de América Latina se reconocieran en su dignidad de hijos de Dios. María es el sello distintivo de la cultura de nuestro continente. Madre y educadora del naciente pueblo latinoamericano, en Santa María de Guadalupe, a través del Beato Juan Diego, se 'ofrece un gran ejemplo de Evangelización perfectamente inculturada' (DI 24). Nos ha precedido en la peregrinación de la fe y en el camino de la gloria, y acompaña a nuestros pueblos que la invocan con amor hasta que nos encontremos definitivamente con su Hijo. Con alegría y agradecimiento acogemos el don inmenso de su maternidad, su ternura y protección, y aspiramos a amarla del mismo modo como Jesucristo la amó. Por eso la invocamos como Estrella de la Primera y de la Nueva Evangelización" (n.15).36

35    ? Nueva Evangelización, promoción humana, cultura cristiana. Jesucristo ayer, hoy y siempre (Heb 13,8). Conclusiones. Se divide en tres partes: 1ª parte: Jesucristo, evnagelio del Padre; 2ª parte: Jesucristo, evangelizador viviente en su Iglesia; 3ª parte: Jesucristo, vida y esperanza de América Latina (Líneas pastorales prioritarias). Concluye con una "plegaria". La 2ª parte es la más extensa, abarcando prácticamente todo el documento, distribuyendo la materia en tres grandes capítulos: 1º La Nueva Evangelización; 2º La promoción humana; 3º La cultura cristiana. E tema mariano aparece en las tres partes: profesión de fe, n.15, que corresponde a la prima parte; en la segunda parte (Nueva Evangelización), en el n.104; en la tercera parte (cultura cristiana), en el n.229.

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El tema de la "inculturación" (que ya aparece en la profesión de fe que acabamos de citar), encuentra en María un modelo que encarna el evangelio y que hermana los pueblos. Hay una presencia de María en América Latina que hace posible continuamente este proceso de insertar el evangelio en la vida y en la cultura (el tema de los santuarios marianos queda implícito):

"La Virgen María acompaña a los apóstoles cuando el Espíritu de Jesús resucitado penetra y transforma los pueblos de las diversas culturas. María, que es modelo de la Iglesia, también es modelo de la evangelización de la cultura. Es la mujer judía que representa al pueblo de la Alianza con toda su realidad cultural. Pero se abre a la novedad del Evangelio y está presente en nuestras tierras como Madre común tanto de los aborígenes como de los que han llegado, propiciando desde el principio la nueva síntesis cultural que es América Latina" (n.229).

En el contexto de la Nueva Evangelización, el documento de Santo Domingo ha querido resaltar el papel de la mujer, haciendo resaltar la figura de María:

"Cristo, 'nacido de mujer' (Gal 4,4), nos da a María, que 'precede a la Iglesia mostrando en forma eminente y singular el modelo de la Virgen y de la Madre' (LG 63). Ella es protagonista de la historia por su cooperación libre, llevada a la máxima participación con Cristo (cf. Puebla 283). María ha representado un papel muy importante en la evangelización de las mujeres latinoamericanas y ha hecho de ellas evangelizadoras eficaces, como esposas, madres, religiosas, trabajadoras, campesinas, profesionales. Continuamente les inspira la fortaleza para dar la vida, inclinarse ante el dolor, resistir y dar esperanza cuando la vida está más amenazada, encontrar alternativas cuando los caminos se cierran, como compañera activa, libre y

36    ? Repetidamente se hace referencia a Nuestra Señora de Guadalupe (imagen y santuario). Entre las líneas prioritarias de la tercera parte, se señala: "Hacemos esta profesión de fe bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América Latina, que ha estado con nosotros en este encuentro episcopal y que nos acompaña siempre en la misión que el Señor nos confía" (n.289).

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animadora de la sociedad" (n.104).37

La palabra "santuarios" aparece explícitamente en el contexto de la piedad o religiosidad popular. Se resume lo que ya se había dicho en documentos anteriores del CELAM, haciendo resaltar la importancia de los santuarios marianos para la celebración de culto cristiano centrado en la liturgia y en la palabra de Dios:

"Hemos de promover una liturgia que en total fidelidad al espíritu que el Concilio Vaticano II quiso recuperar en toda su pureza busque, dentro de las normas dadas por la Iglesia, la adopción de las formas, signos y acciones propias de las culturas de América Latina y el Caribe. En esta tarea deberá poner especial atención a la valorización de la piedad popular, que encuentra su expresión especialmente en la devoción a la Santísima Virgen, las peregrinaciones a los santuarios y en las fiestas religiosas iluminadas por la Palabra de Dios. Si los pastores no nos empeñamos a fondo en acompañar las expresiones de nuestra religiosidad popular purificándolas y abriéndolas a nuevas situaciones, el secularismo se impondrá más fuertemente en nuestro pueblo latinoamericano y será más difícil la inculturación del Evangelio" (n.53).38

37    ? Al hablar sobre la familia, se hace referencia a la Sagrada Familia de Nazaret: "Jesucristo es la Nueva Alianza, en El el matrimonio adquiere cu verdadera dimensión. Por su Encarnación y por su vida en familia por María y José en el hogar de Nazaret se constituye un modelo de toda familia" (n.213).

38    ? Ver otros textos sobre la piedad o religiosidad popular: "La religiosidad popular es una expresión privilegiada de la inculturación de la fe. No se trata sólo de expresiones religiosas sino de valores, criterios, conductas y actitudes que nacen del dogma católico y constituyen la sabiduría de nuestro pueblo formando su matriz cultural. Esta celebración de la fe tan importante en la vida de la Iglesia de América Latina y el Caribe, está presente en nuestra preocupación pastoral. Las palabras de Pablo VI (EN 48), recibidas y desarrolladas por la Conferencia de Puebla en propuestas claras, son aún hoy válidas (cf. Puebla n.444ss). Es necesario que reafirmemos nuestro propósito de continuar los esfuerzos por comprender cada vez mejor y acompañar con actitudes pastorales, las maneras de sentir y vivir, comprender y expresar el misterio de Dios y de Cristo por parte de nuestros pueblos, para que purificada de sus posibles limitaciones y desviaciones lleguen a encontrar su lugar propio en nuestras

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Entre los compromisos para asumir responsablemente la Nueva Evangelización, se señala también: "Afianzar la identidad de la Iglesia cultivando aspectos que le son característicos como:... La devoción a la Santísima Virgen, Madre de Cristo y Madre de la Iglesia" (n.143).39

A modo de conclusión: Líneas principales del culto y devoción mariana en los santuarios de América Latina

Las principales líneas que sobresalen en el culto y devoción de los santuarios marianos del Continente se resumen en las siguientes: salvífica (historia de salvación aplicada a la historia de América Latina), cristológica (María conduce siempre a Cristo), litúrgica (celebración de la Eucaristía, reconciliación, etc.), eclesial (María es figura de la Iglesia e índice donde se encuentra la Iglesia católica), contemplativa (actitud meditativa y relacional), evangelizadora (contenido de la predicación y de la catequesis), antropológica (cercanía al hombre concreto), sociológico-cultural (inserción del evangelio en la cultura y en las situaciones sociales).

El culto y devoción mariana, que se practican en los santuarios marianos, se presentan en el contexto de la piedad o religiosidad popular, con sus valores, sus limitaciones y sus posibilidades (Puebla 282ss).

Hay que hacer resaltar la figura de María como una presencia activa y materna, siempre cercana a la comunidad eclesial como Pueblo de Dios. Ella ha corrido la misma suerte que el pueblo en su caminar histórico y en el proceso de mestizaje cultural.

María, especialmente por medio de sus santuarios, ha sido un factor determinante para salvar la unidad eclesial y la comunión entre todos los pueblos latinoamericanos. Este valor unificador ha salvado la identidad latinoamericana y constituye una de las claves de su progreso humano.

En la perspectiva de una Nueva Evangelización, María, la primera evangelizadora, seguirá siendo la "Estrella" de cualquier etapa

Iglesias locales y en su acción pastoral" (n.36; cf. n.18 y 53).

39    ? Este compromiso está en el contexto de afrontar la dificultad del proselitismo de las sectas. Se señalan algunos medios prioritarios: Eucaristía, Palabra de Dios leída en la Iglesia, comunión y obediencia al Papa, devoción mariana (n.143).

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evangelizadora, como punto de referencia para anunciar a Cristo Dios, hombre y Salvador, a partir de una comunidad eclesial renovada en sus métodos, en sus expresiones y en sus componentes ("nuevo fervor de los apóstoles").

Los santuarios marianos, precisamente por su valor de "primera evangelización", puede convertirse en signos estimulantes de una evangelización "más allá de las propias fronteras" de América Latina, es decir, signos promotores en la evangelización "ad Gentes".40

El santuario de la Virgen de Guadalupe seguirá siendo santuario "tipo", como resumen de todas las líneas indicadas. María es "el gran signo, de rostro maternal y misericordioso, de la cercanía del Padre y de Cristo, con quienes ella nos invita a entrar en comunión" (Puebla 282). Ella, desde el inicio de la evangelización, es "el evangelio encarnado" en los pueblos y culturas de América Latina (Puebla 446). La "Virgen Mestiza" es "el signo étnico de unidad... la forjadora eficaz y el modelo a seguir en la nueva América Latina que esperamos".41

Los santuarios marianos de América Latina son lugres de reconciliación de valores humanos y, especialmente, lugares de celebración de los misterios de Cristo. A la luz de Cristo Redentor, se celebra a María Inmaculada, Dolorosa, Asunta, Virgen y Madre, Medianera, Protectora..., en una palabra, toda ella convertida en manifestación de Cristo y "memoria" de la Iglesia.

María es figura de una Iglesia que cree en Cristo, espera en la salvación y ama a Dios y a los hermanos. En este sentido, son lugares de

40    ? J. ESQUERDA BIFET, El despertar misionero "Ad Gentes" en América Latina, "Euntes Docete" 45 (1992) 159-190.

41    ? J. LOZANO BARRAGAN, María en la historia de salvación en América Latina, en: Nuestra Señora de América, I, Bogotá, CELAM 1988, pp. 521-534. Ver también: A. AMATO, Mariologia in contesto. Un esemplio di teologia inculturata: il volto di Maria di Guadalupe (Puebla n.446), "Marianum" 125 (1980)421-469. Después de inaugurar la capilla de la Virgen de Guadalupe en las grutas vaticanas, junto al sepulcro de San Pedro (12 de mayo de 1992), Juan Pablo II indicó que, de este modo, nos hace "recordar con alegría la llegada de la fe en América Latina" (Alocución en el rezo de "Regina Coeli", domingo 14 de mayo de 1992). Ver también cuanto ya hemos dicho de este tema al hablar del "Angelus" del 26 de enero de 1992, así como al resumir los documentos referentes a Santo Domingo (documento de trabajo, n. 422; discurso inaugural de Juan Pablo II, el día 12 de octubre, etc.).

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la fe con la historia latinoamericana. Los fieles se sienten identificados con María y acompañados por ella, como conscientes de su mediación materna.

En los documentos estudiados, se hacen los valores de la piedad mariana popular practicada en los santuarios, sin omitir señalar las limitaciones: rutina, falta de catequesis y de compromiso personal y comunitario. La renovación tendrá lugar por un enfoque más litúrgico, catequético y evangelizador. La pastoral de los santuarios marianos se desarrollará por una fe conocida, celebrada y vivida.42

42    ? M.M. ARRIBAS, Santuarios marianos, religiosidad popular y pastoral, en: María en los caminos de la Iglesia, Madrid, CETE 1982; C.I. GONZALEZ, La obra de evangelización en los santuarios marianos, en: María, evangelizada y evangelizadora, Bogotá, CELAM 1988, cap. X, n.4.