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23 EL CONSUMO DE TABACO DEL ADOLESCENTE Y DE LAS PERSONAS QUE LE RODEAN Ana Isabel Gil-Lacruz Universidad Autónoma de Madrid [email protected] RESUMEN Este artículo versa sobre la presión social en la decisión de fumar. Nos centramos en los adolescentes porque son el grupo poblacional más proclive a experimentar con los productos tabacaleros y por ser, además, el más sensible a la influencia de las personas que les rodean. Para llevar a cabo dicho análisis recopilamos una base de datos rica en contenido en la que el consumo de las personas pertenecientes al entorno social del estu- diante juega un papel destacado. Dichas variables nos permiten acercarnos a los temas de selección e influencia del ambiente social. Hemos extraído un submuestra de 19.402 de estudiantes de secundaria con edades comprendidas entre los 14 y 18 años de la Encuesta Nacional sobre Drogas a la Población Escolar (2000). Nuestros resultados confirman la importancia de la presión social en la formación de los patrones de consumo del tabaco entre los jóvenes. PALABRAS CLAVE Tabaco, adolescencia, presión social.

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EL CONSUMO DE TABACO DEL ADOLESCENTE Y DE LAS PERSONAS

QUE LE RODEAN

Ana Isabel Gil-LacruzUniversidad Autónoma de Madrid

[email protected]

RESUMEN

Este artículo versa sobre la presión social en la decisión de fumar. Nos centramos en los adolescentes porque son el grupo poblacional más proclive a experimentar con los productos tabacaleros y por ser, además, el más sensible a la influencia de las personas que les rodean. Para llevar a cabo dicho análisis recopilamos una base de datos rica en contenido en la que el consumo de las personas pertenecientes al entorno social del estu-diante juega un papel destacado. Dichas variables nos permiten acercarnos a los temas de selección e influencia del ambiente social. Hemos extraído un submuestra de 19.402 de estudiantes de secundaria con edades comprendidas entre los 14 y 18 años de la Encuesta Nacional sobre Drogas a la Población Escolar (2000). Nuestros resultados confirman la importancia de la presión social en la formación de los patrones de consumo del tabaco entre los jóvenes.

PALABRAS CLAVE

Tabaco, adolescencia, presión social.

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ABSTRACT

The goal of this paper is to analize the social pressure in the decison of smoking. We focus on adolescents because they are likely to try tobacco products and because they represent the most vulnerable population group to social influence. To address the issues of selection and social environment, we collect as much as data as posible, including the consumption carried out by the people who belong to students´ social networks. We have drawn a sub-sample of 19,402 high-school students aged between 14 and 18 years old from the Spanish National Survey on Drug Use in the School Population (2000). Our results confirm the importance of the social pressure in the forming of tobacco consump-tion patterns among young people.

KEYWORDS

Tobacco, students, social pressure.

SUMARIOI. INTRODUCCIÓN, II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA, III. BASE DE DATOS

Y MARCO EMPÍRICO, IV. RESULTADOS, V. DISCUSIÓN, VI. REFERENCIAS, ANEXO, AGRADECIMIENTOS, CURRICULUM VITAE

I. INTRODUCCIÓN

Científicos de todas disciplinas y épocas se han preguntado por los mecanismos que dirigen el mundo. Cada disciplina tiene sus propios objetivos que requieren la adopción de métodos específicos de investigación y presentación (Lester y Lester, 2007). Uno de los componentes clave para el desarrollo de la economía aplicada es que el comportamiento puede ser catalogado por la observación y la experimentación.

Sin embargo, no siempre es posible observar el comportamiento humano, o sim-plemente no hay datos disponibles. Ejemplos de comportamientos que no pueden ser observados son la conducción bajo los efectos del alcohol (para los modelos que estiman el ratio de accidentes de tráfico) o las preferencias de descuento futuro (para los modelos de educación y mercado laboral). Ejemplo de datos no disponibles es la dotación de sa-lud en los primeros años de vida necesarios para los modelos que relacionan la salud y la educación. Para solucionar este problema, los economistas diseñan cada día modelos más sofisticados, a los que contribuye el desarrollo de las técnicas econométricas, y en especial, el continuo reciclaje de los programas econométricos como STATA.

En el libro “The Writing of Economics,” McCloskey (1987) recomienda ser claro como la regla de oro para escribir bien. Escribir simple y claro, relajando la investigación de las

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formulaciones matemáticas favorece la claridad. Una forma de lograrlo es conseguir bases de datos que sean ricas en contenidos.

Teniendo en cuenta esta situación, el objetivo de este artículo es analizar la presión so-cial como determinante de la demanda juvenil de tabaco. Para ello, nos centramos en mo-delos teóricos de interacción social. La interacción social se refiere a que la utilidad que el individuo recibe de una acción determinada depende directamente de las elecciones que los miembros de su entorno social han llevado previamente a cabo. Las relaciones sociales inducen a la conformidad en el comportamiento entre los miembros que configuran el mismo grupo. El beneficio que obtiene un individuo al comportarse de una determinada manera aumenta si el resto de los miembros de su grupo social se comportan de manera semejante (Becker y Murphy, 2000).

Este modelo teórico implica que las personas son poco, o nada, libres de desviarse de lo que los miembros de sus grupos sociales hacen. Esta línea de argumentación es comple-mentada por aquellas teorías que sugieren que los individuos se asocian con aquellos con los que comparten el gusto por determinadas actividades. De esta manera, las actitudes de los individuos están implícitas a la hora de seleccionar su entorno social. Los padres que están preocupados, por ejemplo, porque en el vecindario se consume drogas, se mudaran a otros barrios para preservar a sus hijos de estas sustancias. Los padres pueden decidir donde vivir, pero hay otros factores más difíciles de controlar, como el sentimiento de rebeldía de los adolescentes a la autoridad de los padres. Por lo tanto, estos modelos no están exentos de problemas.

Para realizar un correcto análisis del consumo de tabaco en la adolescencia es nece-sario conocer la relación que tienen los jóvenes con sus familiares, amigos y compañeros de clase, así como el consumo de tabaco llevado a cabo por todos ellos. Este trabajo lo concretamos en la sociedad española con la Encuesta Nacional sobre Drogas a la Pobla-ción Escolar (2000) pues nos informa del consumo de tabaco del adolescente y de los integrantes de sus redes sociales. Las estimaciones consisten en modelos Probits en los que la variable a explicar es la decisión de fumar. Las estimaciones se repiten mediante la téc-nica de Variables Instrumentales para controlar que el consumo de compañeros de clase y amigos sea endógeno. Nuestros resultados resaltan la importancia de la presión social en la decisión de fumar de los adolescentes, en especial, si los amigos son fumadores. De hecho, la influencia de las variables de presión social es mayor que la de las variables monetarias.

El resto del artículo se encuentra estructurado como sigue. En la sección 2 se lleva a cabo una revisan bibliográfica sobre el tema. La especificación econométrica y la base de datos se detallan en la sección 3, mientras que la sección 4 está designada para los resulta-dos. Finalmente, en la sección 5 concluimos con una discusión sobre el presente y futuro de esta investigación.

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II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

El consumo de drogas podría considerarse contagioso, siendo sus rutas de expansión los amigos, vecinos e instituciones tales como colegios (Ferrence, 2001). De hecho, la ma-yoría de las personas reconocen haberse introducido al consumo de tabaco por la presión de alguien más, quien por lo general pertenece a su entorno social. De cualquier manera, la diferencia principal con una enfermedad infecciosa es que al menos en un principio el individuo ha manifestado una predisposición positiva a experimentar con la droga (Robin, 1984).

Las relaciones que los adolescentes establecen con sus amigos y padres nos proporcio-nan información relevante sobre la influencia interpersonal. Los padres juegan un papel destacado como modelos a seguir en etapas previas a la experimentación con drogas, mientras que los amigos ejercen una presión superior en el momento de iniciarse a su consumo. El origen de esta fuerte influencia radica en el hecho de que los estudiantes pasan más tiempo con sus compañeros en los centros educativos que con sus padres en casa. En los centros educativos, los adolescentes tienen la oportunidad de interactuar con gente de su propia edad y decidir cómo quieren relacionarse. En un estado avanzado de adicción, niveles más altos de consumo de drogas están por lo general asociados a relacio-nes débiles con los padres y fuertes con los amigos, los cuales son también consumidores (Kandel, 1985).

De acuerdo con las teorías de la presión social, los individuos tienen un limitado margen de libertad para desviarse de cómo se comportan los miembros de sus grupos de referencia. Aunque las decisiones tomadas por los individuos de un mismo grupo no sue-len diferir sustancialmente, individuos de otros grupos podrían comportarse de manera completamente distinta. Existen nexos de unión muy fuertes entre comportamientos de riesgo e instituciones, como familias, colegios, amigos o iglesias. El fundamento radica en que estas instituciones determinan cómo las personas distribuyen su tiempo a través de procesos que, por ejemplo, promueven mejores estados de salud o la consecución de nive-les educativos más altos (Gaviria y Raphael, 2001; Leung, 2002; Sutherland et al., 2001). Consecuentemente, un individuo se uniría a un grupo con la expectativa de comportarse de una determinada manera, así que tenemos opciones de definir nuestro entorno social, por ejemplo, mediante la selección del centro educativo.

Las teorías de la presión social suenan razonables, y así lo hacen también sus impli-caciones políticas. Sin embargo, la teoría no es convincentemente en lo que afecta a la veracidad del peso estimado de la presión social en la demanda de tabaco. No hay duda que los compañeros de colegio influyen en el comportamiento de los adolescentes, pero una vez el centro educativo es tratado como una variable endógena, dicha influencia pier-de importancia. La inferencia es más probable si las características que definen al grupo, también definen a los resultados. Si los individuos se comportan de la misma manera debido a unas características no observadas de su entorno, entonces esta similitud de com-portamientos no debería considerarse desencadenada por la presión social (Brooks, 2001; Durlauf, 2002; Manski, 1993; Manski 2000). Definitivamente, las correlaciones entre los

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comportamientos de riesgo llevadas a cabo por personas que pertenecen a los mismos gru-pos sociales no proporcionan suficiente evidencia de la causalidad de los efectos sociales. Esta falta de consistencia empírica es consecuencia de la fina línea que separa los efectos de reflejo, selección y factores medioambientales (Kenkel, 2006).

Por el efecto de reflejo, los compañeros determinan el comportamiento del adoles-cente, y el adolescente también influye en el comportamiento de sus compañeros. Por el efecto de selección, el adolescente elige a sus amigos en función de sus gustos o ratios de descuento de tiempo futuro. Y finalmente, las características comunes del entorno social hacen referencia a aspectos relacionados con la familia, centros educativos o vecindario, entre otros. Esta última categoría incluye efectos contextuales (como una característica del grupo, por ejemplo, los resultados académicos, determina la adopción de comporta-mientos de riesgo) y las características no observadas del entorno medioambiental (por ejemplo, un tendero dispuesto a vender cigarrillos a menores de edad).

La metodología de Variables Instrumentales se ha venido utilizando recientemente para entender la causalidad entre la demanda de drogas de los distintos miembros de un grupo (Gaviria y Raphael, 2001; Norton et al., 1998; Powell et al., 2005). Por ejemplo, Powell et al. (2005) construyen un modelo en el que los compañeros de clase deciden so-bre la demanda de tabaco conjuntamente. Las variables asociadas a los compañeros de cla-se, como nivel educativo y ocupación de los padres, son consideradas como instrumentos que caracterizan el consumo de tabaco del grupo de social como una variable endógena en la probabilidad de fumar del adolescente. Para validar la robustez de la causalidad entre el consumo individual y el llevado a cabo por los miembros de referencia de un grupo es recomendable aplicar la metodología de anti-test propuesta por Dranove y Wehner (1994). La idea del anti-test radica en estimar las actitudes permisivas de los padres en materia de tabaco con el mismo modelo econométrico que define el consumo de tabaco de sus hijos, esto es, cambiando la variable dependiente de consumo del adolescente por la actitud de sus padres con respecto al tabaco. Los resultados del anti-test confirman que las variables de presión social están positivamente correlacionadas con la actitud de los padres con respecto a las drogas, lo que significa que la presión social está correlacionada con la demanda juvenil de tabaco, independientemente si el parámetro estimado resume la influencia de la presión social u otro tipo de factores. El anti-test sirve para entender la naturaleza de las correlaciones entre variables, pero no mejora la calidad de los resultados.

Las estimaciones en versión reducida versus formas estructurales representan una al-ternativa a la metodología de Variables Instrumentales. Sin embargo, esta alternativa no supone una solución definitiva, pues las estimaciones en versión reducida aportan efectos estimados más fuertes de los reales para las variables que adolecen del problema de cau-salidad (Krauth, 2005).

Una nueva aproximación es llevada a cabo por Eisenberg (2004) mediante experimen-tos naturales. Un primer experimento analiza el consumo de drogas cuando los amigos se cambian de ciudad o se gradúan, tal que el adolescente se encuentra en la necesidad de interactuar con nuevas personas. Un segundo experimento tiene en consideración la edad

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de los compañeros de clase, tal que un adolescente que se encuentra en clase con indivi-duos de distintas edades se verá expuesto a distintas experiencias. Los resultados sugieren que los efectos de presión social son más pequeños que los obtenidos en investigaciones previas.

Por último, la presión social puede entenderse en un concepto amplio o limitado. Un concepto amplio se centra en el consumo de drogas de los amigos (Clark y Lohéac, 2006; Norton et al., 2003), mientras que un concepto más restringido se centra en el consumo de drogas de los compañeros de colegio (Clark y Lohéac, 2006; Gaviria y Raphael, 2001; Norton et al., 1998; Norton et al., 2003; Powel et al., 2005) o de clase (Engels et al., 2006; Lundborg, 2006).

En este trabajo, tratamos de obtener la mayor información posible sobre el consumo de tabaco de los estudiantes españoles. La clave radical en trabajar simultáneamente en los efectos de selección y características medioambientales, quedando por tanto pendiente de analizar el efecto de reflejo. Con este fin, examinamos la interdependencia de las ca-racterísticas propias del estudiante con las de sus padres, amigos y compañeros de clase.

III. BASE DE DATOS Y MARCO EMPÍRICO

Los micro datos han sido obtenidos de la Encuesta Nacional sobre Drogas a la Pobla-ción Escolar (2000). La muestra consiste en 19.403 individuos con edades comprendidas entre los 14 y 18 años.

Con respecto al precio de los productos tabacaleros hemos empleado el Índice de Pre-cios al Consumo Armonizado (IPCA) calculado por el Instituto Nacional de Estadística. Las diferencias de precios se fundamentan en el carácter regional de las observaciones, pues el IPCA mide la evolución de la capacidad adquisitiva de los residentes en España por Comunidades Autónomas.

La tabla 1 introduce la media y las desviaciones estándar de las variables. La variable dependiente nos informa si el individuo ha fumado en los últimos 30 días. En cuanto a las variables explicativas, hemos considerado un conjunto de variables socio-demográficas y monetarias, aunque la principal aportación es la introducción de variables sociales que nos ayudan a entender cómo los adolescentes adaptan su comportamiento al de los com-ponentes de sus grupos sociales. (Ver Tabla 1)

En concreto, analizamos el efecto de los factores medioambientales con variables que nos informan sobre las características de los padres de los adolescentes: consumo de taba-co, nivel educativo y ocupación. El problema de selección se aborda con el consumo de tabaco llevado a cabo por los compañeros de clase y amigos, los cuales se introducen en el modelo econométrico como variables explicativas endógenas. Los instrumentos especí-ficos que controlan por dicha endogeneidad están relacionados con las características de los padres de los compañeros de clase y si los padres conocen a los amigos de sus hijos.

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Los estadísticos descriptivos nos ofrecen una primera aproximación del consumo de tabaco en la adolescencia. El 31% de los estudiantes entrevistados han fumando en los últimos 30 días. Puesto que el porcentaje de compañeros de clase que fuma es la media de la clase no incluida la propia observación de estudiante, el porcentaje de compañeros de clase que fuma está muy próximo al 31% calculado para las observaciones individuales. No ocurre así con la percepción de los amigos que fuman, tal que los estudiantes afirman que en media el 46% de los amigos lo hacen. Esto es especialmente preocupante porque el porcentaje de amigos que fuman es una aproximación de lo que cree el estudiante se da en la realidad, por tanto, el valor esperado supera al real. Bajo presión social, las expectativas de consumo de los componentes de un grupo son más importantes que los consumos rea-les, porque el individuo demanda productos tabacaleros figurando lo que los miembros de sus grupos sociales consumen. Esta teoría predice que el individuo que sobreestima el consumo de tabaco de los integrantes de su entorno tendrá una probabilidad superior de fumar que si asignase el valor real. Con respecto al consumo de tabaco de los padres, el 39% y 34% de los padres y madres fuman. Con respecto a cómo los estudiantes interac-túan con sus padres, sólo el 8% no han conocido a los amigos de sus hijos.

Para la modelización de la decisión de fumar, proponemos un modelo de respuesta bi-naria Probit, en el que la probabilidad de que un individuo decida fumar viene dada por:

1)

donde δ1, α1 y α2 son los parámetros del modelo, y z1i incluye un conjunto de variables socio-demográficas (Hombre y Edad), variables monetarias (PrecioTabaco y Presupuesto) y factores medioambientales (VivenAmbosPadres, PadreUniversidad, MadreUniversidad, Pa-dreTrabaja, MadreTrabaja, PadreTabaco y MadreTabaco). El error estándar, u1i, debe ser independiente a las variables explicativas. Implementamos la metodología de Variables Instrumentales porque las variables explicativas CompañerosTabaco y AmigosTabaco están correlacionadas con el error del modelo logístico. Para obtener estimaciones consistentes, llevamos a cabo un modelo de Probabilidad Lineal mediante Mínimos Cuadrados en 2 Etapas (2SLS), en el que asumimos que las variables endógenas se forman mediante las siguientes expresiones lineales:

2)

3)

donde υ1i y υ2i son los errores estándar, y z2i representa los instrumentos que controlan la endogeneidad. Dichos instrumentos no están incluidos en la ecuación 1 (Compañe-rosMadreTabaco, CompañerosPadreTabaco, CompañerosMadreUniversidad, Compañeros-PadreUniversidad, CompañerosMadreTrabaja, CompañerosPadreTrabaja, CompañerosVi-venAmbosPadres y PadresConocenAmigos). Hemos considerado los mismos instrumentos para ambas variables derivadas del hecho de que no hemos encontrado evidencia empírica de que los estimadores 2SLS se comporten pobremente como consecuencia de que los instrumentos no sean suficientemente buenos. El método de Variables Instrumentales nos proporciona soluciones al problema de variables explicativas endógenas, si sólo si,

i1i2i11i1*i uccoAmigosTabaerosTabacon~CompazTabaco ααδ

i112i211i1i zzerosTabacon~Compa υδδ

i222i221i1i zzccoAmigosTaba υδδ

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las variables instrumentales incluidas en z2i satisfacen dos condiciones. Primero, z2i debe estar incorrelacionada con u1i, esto es, los elementos incluidos en z2i se comportan como exógenos en la ecuación 1. Segundo, CompañerosTabaco y AmigosTabaco deben definirse como una proyección lineal en variables exógenas (z1i y z2i). Esta última condición implica que υ1i y υ2i están incorrelacionadas con z1i y z2i. La dificultad de encontrar variables ins-trumentales que satisfagan ambas condiciones y tenga sentido económico hacen que los resultados obtenidos con la metodología de Variables Instrumentales deban ser tomados con precaución.

Un aspecto adicional es que en lugar de observar Tabacoi, solo observamos una varia-ble que indica su signo ( ):

4)

Las proyecciones lineales de las ecuaciones 2 y 3 conforman las ecuaciones en versión reducida para las variables explicativas endógenas (CompañerosTabaco y AmigosTabaco). Si sustituimos ambas expresiones en la ecuación 1 obtendremos la ecuación en forma redu-cida para la variable endógena (Tabaco). También calculamos un modelo Probit simple en el que obviamos que CompañerosTabaco y AmigosTabaco adolecen de endogeneidad. La razón por la que repetimos la estimación mediante un Probit simple radica en analizar cómo se desvían los resultados cuando no se controla por endogeneidad.

IV. RESULTADOS

La tabla 2 resume los principales resultados. En el Modelo 1 llevamos a cabo un modelo Probit en el que no se controla por endogeneidad; en el modelo Modelo 2 nos centramos en un sistema en versión reducida donde CompañerosTabaco y AmigosTabaco se comportan como variables explicativas endógenas; y por último, en el Modelo 3 aplica-mos la técnica de Variables Instrumentales. (Ver Tabla 2)

Entre los principales resultados destacamos los siguientes. Las variables monetarias juegan un importante papel en la formación de tomas de decisiones, de hecho, los coefi-cientes de las variables monetarias que son estadísticamente significativos son coherentes con las teorías económicas de la demanda: mayor renta disponible y menores precios están asociados a una mayor probabilidad de que el estudiante sea fumador.

El análisis de las características socio-demográficas revela que las adolescentes y los jóvenes con más edad tienen una mayor tendencia a fumar, excepto para el Modelo 3 para el cual cuanto más joven es el adolescente más probable es que fume.

Nuestros resultados empíricos validan las teorías de la influencia social, pues cuánto mayor sea el porcentaje de amigos fumadores, mayor es la probabilidad de que el estu-diante fume. La demanda de tabaco de los compañeros de clase también promueve la

i1i2i11i1*i uccoAmigosTabaerosTabacon~CompazTabaco ααδ

0Tabaco si0

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demanda de tabaco del estudiante, pero la magnitud del impacto es menor, en concreto la mitad.

Para corregir el problema de selección consideramos que la demanda de tabaco de amigos y compañeros de clase se forma endogenamente debido a factores no observados como gustos o preferencias de descuento temporales. El test de exogeneidad de Schmith-Blundell confirma la hipótesis de que las demandas de tabaco de amigos y compañeros de clase sean consideradas como variables explicativas endógenas. Para chequear la validez de los instrumentos es útil llevar a cabo los test de sobreidentificación y significancia individual1.

El tema de características medioambientales se trata con la introducción de variables familiares. El análisis de los factores medioambientales revela que vivir con ambos padres reduce la probabilidad de que el adolescente fume. Si el parámetro de MadreUniversidad es estadísticamente significativo, entonces la correlación con la probabilidad de fumar del adolescente es negativa. El impacto de PadreUniversidad no está definido, pues presenta ambos signos de correlación en los distintos modelos. MadreTrabaja está positivamente correlacionado con la probabilidad de que el estudiante fume, mientras que PadreTrabaja lo está negativamente. Las variables MadreTabaco y PadreTabaco están positivamente co-rrelacionadas con la probabilidad de fumar de sus hijos.

La estimación en versión reducida nos proporciona información adicional. En primer lugar, existe una correlación positiva entre la demanda de tabaco del adolescente y la de sus compañeros de clase. En segundo lugar, también existe una correlación positiva entre la decisión de fumar del adolescente y si fuman los padres de su compañeros de clase, que es incluso más fuerte que la presión ejercida por sus propios padres. La probabilidad de fumar del estudiante incrementa con el nivel educativo de las madres de sus compañeros, y al contrario, se reduce con la ocupación de estas. Si los compañeros de clase viven con ambos padres, entonces el estudiante tiene una menor probabilidad de fumar.

Para terminar esta sección, analizamos la bondad de ajuste mediante la media de las estimaciones de las probabilidades y las Pseudo-R2. Los valores de las Pseudo-R2 evidencian el modelo Probit simple explica en mayor medida la decisión de fumar del estudiante. Sin embargo la media de probabilidades estimadas deja ver que la media de las probabilidades del modelo Probit con Variables Instrumentales (32,56%) se encuentra ligeramente más próxima a la probabilidad real (31,24%) que la media asociada al mode-lo Probit simple (32,63%).

1 Los resultados están disponibles bajo petición al autor.

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V. DISCUSIÓN

Las muestras imperfectas y los errores sistemáticos en las respuestas proporcionadas por los entrevistados, junto con sus características inobservadas deprecian la calidad de la base de datos. Debido a que las encuestas suponen un alto coste en términos de tiempo y dinero, los investigadores limitan su análisis a datos secundarios que podrían no adaptarse exactamente a sus objetivos.

Este artículo representa un primer intento de analizar los problemas de selección e in-fluencia medioambiental con una base de datos rica, la cual recoge el consumo de tabaco de los miembros que pertenecen al entorno social del estudiante. Nuestros resultados son coherentes con la revisión de la literatura científica que hemos realizado. Entre las varia-bles sociales, el consumo de tabaco de los amigos es la variable que tiene el mayor impacto sobre la decisión de fumar del estudiante. Sin embargo, este dato no hay que interpretarlo como que el consumo llevado a cabo por el resto de miembros que configuran su entorno social, como padres, compañeros de clase y padres de los compañeros de clase, sea irrele-vante. Más bien al contrario, las campañas de información no deben limitarse a los más jóvenes, sino que también deben alcanzar a la población adulta.

La responsabilidad de los padres con sus hijos va más allá de suministrarles bienes y servicios sanitarios y educativos. De hecho, se observa que aquellos estudiantes cuyos padres no conocen a sus amigos tienen una mayor tendencia a fumar.

Sería conveniente que la búsqueda de estrategias que frenen el consumo de tabaco abarque al grupo poblacional de adolescentes más alto posible. Teniendo en cuenta que la asistencia a un centro educativo es obligatoria sólo hasta los 16 años, los políticos no deberían restringir sus políticas a estudiantes, pues los jóvenes menos motivados podrían estar ausentes de la clase o haber abandonado los estudios. Para ello, los mensajes anti-droga deberían de estar presentes en diferentes instituciones como hogares, hospitales, centros recreativos y lugares de trabajo, entre otros.

De hecho, la influencia de la presión social en el consumo de drogas es más fuerte que la que ejerce las variables monetarias. Así que para combatir el abuso de drogas, promover espacios saludables será más beneficioso que reducir la capacidad adquisitiva de los ciuda-danos, por ejemplo, vía impuestos.

Este trabajo no esta exento de problemas relacionados con la calidad de los datos. Por ejemplo, no abordamos el problema de reflejo y omitimos la naturaleza adictiva del tabaco.

Para conocer el efecto de reflejo deberíamos conocer la dirección de las interacciones, por ejemplo, si un individuo comenzó a fumar porque un amigo suyo fumaba, y cómo a través de él, comenzaron a fumar otros (lo mismo podría decirse para dejar de fumar).

La caracterización de la adicción es introducida, bien con consumos presentes y pa-sados, o bien con los precios del tabaco presentes, pasados y futuros (Becker y Murphy, 1988; Becker et al., 1991; Becker et al., 1994). Sólo disponemos del consumo de tabaco

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presente, y la fuerte correlación intertemporal de los índices de precios al consumo des-aconseja introducir dichos precios para distintos periodos de tiempo. Por otro lado, los precios regionales podrían reflejar características regionales, por ejemplo, la capacidad adquisitiva de una comunidad. Y por último, los precios regionales son una medida de-masiado general que apenas explica si las diferencias de precios se deben, por ejemplo, a diferencias en la calidad del producto.

Mejorar la calidad de los datos requiere esfuerzos desde diversos frentes, pues debe tener en cuenta que la nueva recopilación de información ha de ser comparable con la ya disponible (para otros momentos u otros lugares), o que permita aglutinar información de diferentes fuentes, en especial, sería interesante poder combinar micro y macro datos.

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35

ANEXO

Tabla 1. Analisis descriptivo.

Variables Definiciones Media(Des. Tip.)

TabacoEsta variable toma el valor 1 si el adolescente ha fumado en los ultimos 30 dias, y 0 de lo contrario.

0,3124

0,4635

HombreEsta variable toma el valor 1 si el adolescente es hombre, 0 si mujer.

0,493

0,4999

Edad Edad del estudiante.15,5219

1,2108

ViveAmbosPadresEsta variable toma el valor 1 si el estudiante vive con ambos padres, 0 de lo contrario.

0,8770

0,3284

PadreUniversidadEsta variable toma el valor 1 si el padre del estu-diante tiene estudios universitarios, 0 de lo contra-rio.

0,1803

0,3844

MadreUniversidadEsta variable toma el valor 1 si la madre del estu-diante tiene estudios universitarios, 0 de lo contra-rio.

0,1451

0,3523

PadreTrabajaEsta variable toma el valor 1 si el padre del estu-diante trabaja, 0 de lo contrario.

0,8932

0,3088

MadreTrabajaEsta variable toma el valor 1 si la madre del estu-diante trabaja, 0 de lo contrario.

0,5495

0,4975

PadreTabacoEsta variable toma el valor 1 si el padre del estu-diante fuma, 0 de lo contrario.

0,3910

0,4879

MadreTabacoEsta variable toma el valor 1 si la madre del estu-diante fuma, 0 de lo contrario.

0,3401

0,4737

AmigosTabacoPorcentaje de amigos del estudiante que han fu-mando en los ultimos 30 dias.

0,4599

0,3131

PadresConocenAmigosEsta variable toma el valor 1 si los padres conocen amigos del estudiante, 0 de lo contrario.

0,9210

0,2698

PrecioTabaco Índice de Precios al Consumo Armonizado (Tabaco)145,541

25,2923

PresupuestoCantidad de dinero que los adolescentes tienen dis-ponible semanalmente (en Euros).

14,0988

14,2518Las estimaciones incluyen variables dummy regionales: Norte, Sur, Centro, Este, Islas y Madrid

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36

Mo

delo

1M

od

elo

2M

od

elo

3

Co

ef.

Err.

Std

.M

fxC

oef.

Err.

Std

.M

fxC

oef.

Err.

Std

.M

fx

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-3,3

31

3*

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0,1

59

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-3,8

31

0*

**

0,2

20

2--

-1,8

61

7*

**

0,1

93

0--

Hombre

-0,2

65

2*

**

0,0

21

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,09

01

-0,3

83

3*

**

0,0

19

9-0

,13

42

-0,0

65

1*

*0

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01

-0,0

22

9

Edad

0,1

02

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**

0,0

09

50

,03

49

0,1

99

6*

**

0,0

08

90

,07

03

-0,0

50

7*

**

0,0

18

1-0

,01

79

ViveAmbosPadres

-0,1

72

3*

**

0,0

34

3-0

,06

08

-0,1

98

50

,03

28

-0,0

72

3-0

,07

10

**

0,0

34

5-0

,02

53

MadreUniversidad

-0,0

40

6*

**

0,0

34

4-0

,01

37

-0,0

41

20

,03

33

-0,0

14

4 0

,02

18

0,0

33

4 0

,00

77

PadreUniversidad

-0,0

17

6*

**

0,0

31

0-0

,00

6 0

,00

55

**

*0

,03

03

0,0

01

9-0

,02

56

0,0

29

8-0

,00

9

MadreTrabaja

0,0

88

30

,02

16

0,0

30

0 0

,08

07

0,0

20

60

,02

84

0,0

52

0*

**

0,0

20

6 0

,01

83

PadreTrabaja

-0,0

72

5*

**

0,0

36

6-0

,02

51

-0,0

42

70

,03

48

-0,0

15

2-0

,09

01

**

*0

,03

49

-0,0

32

3

MadreTabaco

0,1

25

1*

*0

,02

21

0,0

43

1 0

,15

92

**

*0

,02

10

0,0

56

7 0

,03

57

0,0

23

0 0

,01

26

PadreTabaco

0,1

49

0*

**

0,0

22

10

,05

12

0,1

57

4*

**

0,0

21

00

,05

58

0,0

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3*

**

0,0

21

6 0

,03

34

CompañerosTabaco

0,6

99

9*

**

0,0

71

80

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86

----

-- 1

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21

**

*0

,28

45

0,5

29

3

CompañerosMadreTabaco

----

-- 0

,30

21

**

0,0

91

90

,10

64

----

--

CompañerosPadreTabaco

----

-- 0

,17

63

*0

,09

97

0,0

62

1--

----

CompañerosMadreUniversidad

----

-- 0

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67

**

*0

,07

89

0,1

08

----

--

CompañerosPadreUniversidad

----

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,04

30

0,1

52

70

,01

51

----

--

CompañerosMadreTrabaja

----

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12

*0

,14

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85

0--

----

CompañerosPadreTrabaja

----

---0

,18

00

0,1

30

8-0

,06

34

----

--

CompañerosViveAmbosPadres

----

---0

,40

26

**

*0

,14

04

-0,1

41

8--

----

AmigosTabaco

1,6

90

8*

**

0,0

36

20

,57

64

----

-- 3

,80

61

**

*0

,31

05

1,3

41

2

PadresConocenAmigos

----

---0

,44

11

*0

,03

50

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66

3--

----

PrecioTabaco

0,0

00

30

,00

05

0,0

00

1 0

,00

09

*0

,00

05

0,0

00

3-0

,00

15

**

*0

,00

05

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00

5

Presupuesto

0,0

29

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**

0,0

01

50

,01

01

0,0

35

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**

0,0

01

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0,0

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**

0,0

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41

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37

AGRADECIMIENTOS

La autora agradece a los asistentes del 2nd Summer School of Public Economics (2006), Georgia University, y Simposio de Análisis Economico (2006) sus comentarios en versiones previas del artículo.

CURRÍCULUM VITAE

Ana I. Gil Lacruz es doctora en economía. Su tesis: “El consumo de bebidas alco-hólicas entre los jóvenes: Capital humano, capital social y bienestar” fue premio extraor-dinario de doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Zaragoza. Actualmente, es profesora ayudante doctor del área de economía aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

Fecha recepción: 03/03/2009 Fecha aceptación: 30/10/2009