el conocimiento del aura

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  • 7/30/2019 El Conocimiento Del Aura

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    EL CONOCIMIENTODEL AURA

    RAY STANFORD

    Este libro fue pasado a formato digital para facilitar la difusin, y con el propsito de que

    as como usted lo recibi lo pueda hacer llegar a alguien ms. HERNN

    Para descargar de Internet:ELEVEN Biblioteca del Nuevo Tiempo

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    Ttulo del original ingls: WHAT YOUR AURA TELLS MEPublicado en 1977 por:DOUBLEDAY & COMPANY, Inc.,Carden City, New York, USA.Copyright 1977 by Ray Stanford.

    NDICE

    PREFACIO

    CAPITULO I Oh, Dios! Qu es lo que veo?

    CAPITULO IIPensamientos revoloteantes y auras revueltas

    CAPITULO IIILo que algunos otros dicen

    CAPITULO IVLa culpa es de mi abuela!

    CAPITULO V Las auras son objetivas o proyectivas?

    CAPITULO VI Las auras a travs del tiempo

    CAPITULO VIIEl ojo arico del inconsciente

    CAPITULO VIILas formas que adquieren los pensamientosCAPITULO IXLa verdad desnuda

    CAPITULO XVer el cuerpo tal cual es

    CAPITULO XIRespuesta a algunas preguntas

    CAPITULO XII-Ypor lo tanto

    Este libro est dedicado al acrecentamiento de la conciencia del espectro total que pueda abarcar lapercepcin humana.

    PREFACIO

    He tratado de describir lo mejor posible mis experiencias personales relacionadas con el aura. Para ello, no vacil enutilizar expresiones tales como "aura" y "forma mental" porque su aceptacin es corriente. Hubiera preferidopalabras con menor carga preconceptual para expresar las extraas cosas experimentadas; no obstante,consider que la aventura emprendida por m, vale decir, la visin de luces y formas significativas en torno de laspersonas, deba describirse en trminos accesibles a todos.

    Por lo tanto, espero que mis amigos cientficos me perdonen las libertades semnticas que me he permitido;no tienen otro objeto que la comunicacin simplificada de algunas percepciones personales sumamenteintensas.

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    CAPITULO I

    OH, DIOS! QUE ES LO QUE VEO?

    En condiciones naturales, el aura de las mujeres slo muestra el color rosa cuando estnembarazadas. En torno al bajo vientre de la futura madre parecen asentarse nubes de luz rosadaque hab itualmente se forman a pocas horas de la concepcin.

    Por supuesto agregu con conocimiento de causa, eso nunca les sucede a los hombres.El grupo de distinguidos psiclogos y psiquiatras se ech a rer y uno de ellos se adelant. El color .rosa o la preez, seor Stanford? pregunt divertido.Tngalo por seguro. Si llega a ver a un "hombre" con un aura rosa, se trata en realidad de una

    travestIembarazada.Una vez establecido ese hecho, los siguientes veinte minutos aproximadamente los invert en tratar de

    explicar qu significan los otros colores que veo en el aura humana.Sin embargo, la tarea inmediata era para m participar en el "experimento informal" que consista en

    describir el aura de cada uno de los investigadores de la Universidad de Virginia y deducir, a partir deella, "algo probatorio". Mi hermano gemelo, el doctor Rex G. Stanford, conocido psiclogo yparapsiclogo, haba preparado cuidadosamente el experimento de modo tal que yo nada saba acercade las personas reunidas, ni s iquiera su carrera o su campo de investigacin.

    De este modo dijo Rex, si "ves" algn marco de referencia en la llamada aura de alguno deellos, por lo menos sabremos que no obtuviste la informacin de nada que te haya dicho.

    Lentamente y con toda la confianza de que poda disponer ante el examen tan escptico a que estaba

    siendo sometido, recorr el aura de todos los presentes.Por supuesto dije dndome tiempo para localizar la ms intensa y activa del grupo para facilitar lainiciacin de la experiencia, no leer el aura de mi hermano ni la de su mujer. De cualquier manera, lo que noresulta desconcertante o no constituye un desafo, despierta muy poco mi inters.

    Al otro extremo del cuarto, hacia mi derecha, estaba sentado un hombre de agradable aspecto que tendraunos cuarenta y cinco aos, segn mis clculos. Me haba sido presentado como Bob Van de Castle, pero suaura luca ms interesante an que su cara o su inusitado nombre.

    Como portavoz del grupo, Rex me haba dicho:Ninguno de nosotros, est convencido de la realidad objetiva de lo que llamas aura. No obstante, estamos

    cientficamente interesados por el espectro del cuerpo y la mente humanos. Por lo tanto, para que podamosexaminar tu pretendida capacidad de leer auras en el contexto de lo que stas puedan indicarte acerca de unapersona desconocida para ti, por favor, no nos ocultes ninguna de tus impresiones. Aun cuando creas ver algosumamente personal, dnoslo todo.

    Pude haber clausurado la "experiencia informal" con ese agradable comentario, pero no lo hice. La conciencia

    del aura de los all presentes me asaltaba veloz e intensamente. Me senta como un jugador de pquer que nopuede abandonar la partida.

    La obtencin de buenos resultados en la lectura de auras, sin embargo, me parece depender en un 50 porciento aproximadamente de la visin de los colores y las formas en torno de una persona; en un 30, delconocimiento de lo que los colores y las formas especficos significan habitual-mente y en un 20 por ciento, dela percepcin intuitiva de la significacin de fenmenos uricos no observados nunca antes.

    En la "lectura" del aura de Van de Castle, slo la intuicin de las significaciones me haba fallado, quizpor el desconcierto que me produjo algo por entero inesperado. Extraamente, no obstante, fue por esa mismarazn que los doctores encontraron tan interesante la demostracin.

    Si bien el aura de Van de Castle era la ms sorprendente que hubiera nunca observado, de ningn modoresultaba la ms diversificada o extraamente formada con que me hubiera topado. De hecho, quiz el mejormtodo para presentar el tema de las auras y las significaciones de sus colores y formas, extremadamentevariados, sea el mismo por el que yo aprend acerca de ellas: la experiencia.

    Al describir algunas de mis experiencias uricas ms sorprendentes o, cuando menos, ms fascinantes, es dejusticia sealar con franqueza que no s con seguridad si la naturaleza de los fenmenos uricos es de carctersubjetivo u objetivo. A medida que la exposicin de mis experiencias avance, el lector que sienta necesidad declasificar el fenmeno se encontrar en mejor posicin para evaluarlo sobre la base de los acontecimientosdescritos.

    Desde muy temprana edad los colores me interesaron y me afectaron en gran medida. Sin embargo, nopuedo decir con certeza si ese hecho fue el que me hizo ver auras, o si la visin de las auras fue la causa deque atribuyera significacin especial a ciertos colores.

    El amarillo, por ejemplo, siempre me fue de gran utilidad para enterarme de la capacidad intelectual y elcarcter de personas que me eran anteriormente desconocidas.

    Por cierto, normalmente no evoco corbatas de moo en relacin con las mujeres. Sin embargo, una noche de1964, en una fiesta celebrada en Phoenix, Arizona, donde haba reunidas unas 400 personas, no pude evitarsentirme fascinado por el aura intensamente amarilla que irradiaba desde ambos lados del cuello de una mujerdesconocida. Pareca casi una corbata de moo de tres pies de largo.

    La mujer tena algo ms de treinta aos y no me cabe duda de que la fijeza de mi mirada centrada en sucuello la haba puesto algo nerviosa. Pensaba quiz que yo era un vampiro que contemplaba su vena yugular. Sinembargo, su aura no manifestaba la menor seal de temor.

    Me disculp por mi indiscrecin, le expliqu el motivo por el que encontraba su cuello (o, mejor

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    dicho, su aura) tan interesante, y aad:De modo, pues, que no me diga nada acerca de usted. Slo djeme observar esas extraas

    emanaciones de intenso amarillo que salen de la zona vocal unos pocos minutos, y tratar de decirlepor qu su aura resulta tan inusitada.

    Casi de inmediato, al dirigir interiormente mi atencin en busca de la significacin deseada,comenzaron a hacerse presentes algunas imgenes.Primero, la vi a la edad de 17 aos y luego a la de 22. De algn modo saba exactamente lasedades, y la "vi" en el claustro de una universidad del Este. Luego, delante de un atril mientrascantaba la partitura de un aria de pera. Lo tengo! exclam ante la mujer, ya a esta altura

    totalmente intrigada. Entre los 17 y los 22 aos usted centr intensamente su intelecto (coloramarillo en el aura) en estudios vocales con la esperanza de desarrollar una voz verdaderamenteoperstica. Eso parece haber tenido lugar en una universidad del Este, razn por la cual el amarillo, anahora, al cabo de ms de diez aos, emana todava de la zona vocal o laringe.

    Es increble que pueda obtener informacin de ese modo dijo la mujer algo ms serena,pero todo lo que me dijo es exac to. Est seguro de que nadie se lo con t?

    Contstese usted misma repliqu No es cierto que no hay nadie aqu, excepto usted y yo quepudiera conocer todos los hechos a los que me refer, incluida la edad en la que se dedic a unestudio intenso de canto?

    Ahora que lo pienso, tiene razn. Qu ms puede decirme?Esa pregunta y "podra usted leer por favor mi aura, seor Stanford? " me son tan familiares que

    ya a esta altura me fatigan. Si la gente supiera, empero, lo que las auras son capaces de decirme cuandome encuentro verdaderamente "sintonizado" y me tomo tiempo para mirarlas de cerca, los pedidos seharan escasos y espaciados, ya que pueden resultar devastadoramente reveladoras, aun de lossecretos ms silenciados. Puedo ver con mayor facilidad lo que ha sido reprimido u olvidado que lo quese ofrece libremente a mi conocimiento.

    El rojo se destaca tanto en un aura como el popular pulgar herido de las historietas. Un ejemplo losdescribir mejor.

    Durante un evento destinado a reunir fondos para una organizacin cultural en Scottsdale, Arizona, se mepidi que leyera auras a cambio del pago de una entrada. Acept, pues mi intervencin significara una ayuda, sinsospechar el vasto nmero de personas que requeriran mis servicios.

    La nica condicin que impuse a la organizacin fue no vender entradas a nadie que me fuera conocido. Slodeseaba el desafo de lo ignorado. Qu inters tiene decirle a la gente cosas que ella ya sabe que uno sabe?

    Mi primer sujeto de esa noche fue un hombre de unos 45 aos, cuyo nombre no difundir por razones obvias.Cuando entr en el cuarto, el rojo visible de su aura me alarm.

    A partir del plexo solar del hombre y de la zona de las glndulas suprarrenales, el rojo pareca impregnar elinterior de su cuerpo. Luego se derramaba por sobre los hombros, descenda por los brazos y flua por las

    manos, en especial la derecha.Antes an de que se sentara, vi un puo urico cerrado. Su mano fsica, por supuesto, no lo estaba; slo lapseudo mano "astral" de su aura. Instantneamente vi la cabeza y los hombros de alguien que por intuicinidentifiqu como su mujer.

    Paf! El rojo puo astral se elev en el aire y golpe a la mujer.Disgustado ante el espectculo, y como soy persona sin pelos en la lengua, le ped al hombre que se

    sentara y, despus de describirle lo que acababa de ver, lo inst a que no siguiera mostrndose violento con sumujer.

    El confirm entonces que, en efecto, una hora antes de llegar al lugar de recoleccin de fondos, se habaenojado mucho y haba golpeado a su mujer. El hecho evidente de que los abusos a que someti a suesposa no eran ya un secreto de familia, pareci apaciguarlo.

    Adems, la prstata del mismo hombre estaba rodeada de rojo. Le aconsej que visitara a un mdico portemor de que se le desarrollara algn mal de cuidado. Dijo no saber si padeca de la prstata. Pero cuandoinsist, agreg que s, que ltimamente haba padecido dificultades para orinar, cosa que haca muylentamente. Le comuniqu que esto tenda a confirmar la observacin urica de una prstata dilatada einflamada que ejerca presin sobre la uretra.

    Ante mi insistencia, el hombre visit a un mdico a la semana siguiente y me inform luego que midiagnstico haba sido muy exacto.

    La exposicin que precede demuestra las dos significaciones corrientes de la aparicin del rojo en el aura: laclera y la inflamacin de los tejidos. Con slo un poco de experiencia es fcil dilucidar cundo el rojo esefecto de causas exclusivamente fsicas. Un indicio es la ubicacin de la emanacin, pero otro factorsignificativo es la forma de la luz roja que emana del cuerpo o lo rodea.

    Pero las formas estn incluidas bajo el encabezamiento "formas mentales" y se analizan en un captuloposterior, pues las formas que los colores asumen pueden ser mucho ms diversificadas que los coloresmismos.

    Vale la pena compartir el modo en que llegu a conocer el significado de los colores 4uricos ms oscuros,como el anaranjado, por ejemplo.

    Una noche de 1960, en el curso de una reun in de grupo, advert que un hombre de algo ms de 30aos exhiba un resplandor anaranjado o anaranjado rojizo que pareca emanar del ploro.De ordinario habra atribuido tal emanacin al padecimiento de una lcera por parte del individuo en

    cuestin. Lo que me intrig fue el intenso color anaranjado, ya que normalmente las lceras ofrecen una

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    coloracin roja, sin el menor matiz anaranjado.Le confi en privado mi observacin y le pregunt cul podra ser su significado.Bien, tengo una lcera en el sitio donde ve anaranjado en lugar de rojo. Podra el anaranjado relacionarse

    con el orgullo?__ Segn pudo averiguarse, un jefe que constantemente hera la autoestima y el orgullo del hombre, haba

    contribuido no poco a la formacin de la lcera. En adelante, me puse a la bsqueda de cualquiercorrelacin entre actitudes de orgullo y la presencia del color anaranjado en las auras

    Un hermoso anaranjado dorado ocasionalmente se muestra en lo que llamo el aura de un intensosentimiento de bienestar, incluso euforia. La amapola de California y las flores cosmos comunes

    ejemplifican el ms positivo de los colores anaranjados que se ven en las auras. Estos colores, empero,son los menos frecuentes.Una noche de enero de 1957 vi una de las auras ms srdidas con que me haya topado. Un grupo

    de amigos se hallaba reunido para discutir un futuro viaje al Per del que yo pa rticipara. Una mujer deunos 60 aos se encontraba en el cuarto; externamente estaba tan serena y complacida como eraposible estarlo. En el curso de esa reunin su aura se convirti en "un espectculo para la miradaenferma", slo que para enfermarla ms todava.

    Un espantoso verde-arveja rodeaba a la mujer desde la cabeza hasta las caderas. Su aspecto era tanopaco y grumoso como la famosa sopa. El verde amarillento estaba moteado literalmente por manchasde repugnante aspecto, negras y rojas, cuyo tamao oscilaba entre lo casi invisible y un centmetro odos de extensin.Al advertir ese espectculo sin precedentes, me pareci percibir una mente inmersa en infundada

    suspicacia, resentimiento, celos y aun malicia de la especie ms paranoide.Terminada la reunin, un amigo ntimo me llev aparte y me comunic: Tuve una experiencia espantosa esta noche! Nunca vi auras ni las tom muy seriamente. Pero de

    pronto mir a la seora y vi colores de terrible aspecto que flotaban a su alrededor.El joven, que tena mi edad, describi luego precisamente los colores y las formas que yo haba

    observado.Unas seis semanas ms tarde, de regreso del Per, me enter de cul era la base concreta de la

    horrible aura de la mujer.Acababa de llegar a la casa de mis padres, cuando mi madre mencion a la mujer que haba

    exhibido esa aura ms bien ptrida.La seora X debe de estar loca dijo. Despus que t partiste, los del FBI se pusieron en

    contacto conmigo. Me dijeron que esa mujer los haba llamado y les haba aconsejado investigar tusactividades en el Per. El agente me dijo que la mujer les haba dicho que no poda concebirporqu t y tus amigos se haban dirigido repentinamente al Per, a no ser que estuvieranimplicados en alguna conspiracin comunista. Me preguntaron si habas estado leyendo: literatura

    comunista antes de partir, y yo les asegur que de ningn modo tenas esos intereses o estabasinmiscuido en tales actividades.As, pues, pareca que la seora X se haba sentido excluida. Podra haberse permitido el

    gasto de viajar al Per con nosotros , pero no h aba sido invitada. Com o conse cuencia, algnelemento de paranoia debe de haber aflorado por celos y envidia: ni siquiera la habamos tenidoen cuenta para el viaje al sur del Ecuador. La llamada al FBI fue con seguridad la forma devenganza de esa mujer madura.

    Su aura verde-arveja haba hecho que se evocara con justicia el viejo dicho "verde de envidia". El rojohaba sido prueba de hostilidad y el negro revelado una malicia directa.Al cabo de los aos he tenido opor tunidad de at isbar auras tanto rebajadas como casi sublimes,

    aunque no en la misma persona. En este libro no slo describir estos extremos, sino todo un espectrointermedio.

    Luego, provistos de la comprensin de las cosas vistas y sus condiciones, estaremos mscapacitados para considerar no slo si cualquiera puede aprender a ver auras y, si ello es posible, de qu

    manera, sino adems para examinar los interrogantes fundamentales que habrn de plantearse amedida que avancemos.

    CAPITULO II

    PENSAMIENTOS REVOLOTEANTES Y AURAS REVUELTAS

    Por sobre la cabeza de la mujer baja y regordeta que estaba sentada frente a m revoloteaba unaextraa figura de forma almendrada que slo resplandeca ligeramente. No, resplandecer es una palabra

    demasiado positiva. Pareca ms bien que, con un pao de lustrar, se hubiera pulido la superficie dela figura. Dse a esa forma el plido color amarillento del huevo revuelto y se tendr una idea bastan teaproximada de lo que vi aquella noche en Phoenix, Arizona.

    Una vez ms estaba actuando en beneficio de una organizacin cultural, divirtiendo a personas

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    enteramente desconocidas con la descripcin de cosas que la mayor parte de la gente no ve de modoconsciente, pero de las que quiere tener conocimiento.

    Supuse que el trabajo al que se dedicaba la mujer sentada frente a m la aburra tanto que suintelecto, tal como lo reflejaba la falta de brillo del color exhibido por su aura, estaba opacado yempobrecido.

    Sin pronunciar una palabra, le pregunt silenciosa y telepticamente a la seora Weirdaura:Por favor, dgame, a qu clase de trabajo se dedica que produce una forma mental tan

    intensa?Inmediatamente comenc a ver la imagen voltil de jvenes cuya edad oscilaba entre los 14 y los

    18 aos, que aparecan en diversos lugares del aura de la mujer. Los jvenes eran de ambossexos. Algunos de ellos parec an desagradables o, cuando menos, desdichados.Luego advert que cada vez que surga la forma menta

    de un joven, del plexo solar de la seora W eirdaura emanaba un rojo relampagueo de enojo.No caban ahora dudas acerca de la profesin de la mujer que tena por delante. Despus de dedicar

    algn tiempo a la consideracin de cmo decrselo sin ofender la, le describ lo que haba visto. Luegole expliqu:

    De modo que le dir que es usted maestra. Pero me molesta que cada vez que aparece la formamental de algn joven usted parece ponerse tensa, fastidiada y aun desconfiada, como si estuvierallamndolos mentirosos o estafadores. Si es maestra, le aconsejo que comience a confiar ms en susalumnos. No puedo darme cuenta por qu no parece creerles nunca. Dgame, estoy en lo cierto o meequivoco? Es usted maestra, o no?

    La airada mujercita se me ri directamente en la cara. Dios es testigo de que no soy maestra!Usted. No es maestra? exclam- Dgame, qu es entonces?Una vez ms se ech a rer.Sepa, seor- Stanford, que soy INSPECTORA DE ASISTENCIA ESCOLAR.Una y otra vez la capacidad de ver auras me ha procurado experiencias estimulantes e instructivas.

    Sin embargo, en algunas ocasiones me canso de ver las condiciones fsicas y psicolgicas y los secretosde la gente que, literalmente, flotan a su alrededor. En consecuencia, trato de mantener mi atencinperceptual e interpretativa a un bajo nivel. Pero casi tan rpidamente como esto ha sido logrado,aparece alguien con un aura tan extraa, rara o aun espantable, que una vez ms abro las compuertasde mi mente, que vuelve a manar por sus canales naturales de percepcin intuitiva.

    En 1971 visit la oficina de un amigo empresario, slo para descubrir que estara ausente durantetoda la tarde. Sentado al escritorio principal, estaba un hombre alto y corpulento, de unos 40 aosquiz, a quien no haba visto nunca. Su aura realmente me molest.Al volver a casa, el recuerdo de la desagradable aura del desconocido no dej de hacrseme presente

    una y otra vez. De su plexo solar y de su boca se desprendan abundantes rayos rojos, lo cual significaba que eracapaz de ventilar su clera mediante palabras hostiles. Peores an eran las formas mentales de un amarillo slomoderado, acompaado de manchas de un sucio anaranjado parduzco, verdes desagradables y negros sombrosque se batan en torno a su cabeza, pero que siempre se retrotraan sobre s mismas como un caldero hirvientelleno de inmadura auto conmiseracin, negativo egosmo, codicia y malignidad. Peridicamente, de la nube querodeaba la cabeza recin descrita, irradiaban rojos rayos adicionales.

    Tan perturbadora me haba resultado el aura del desconocido, que a la maana siguiente llam sin dilacin ami amigo.

    Despus de describir al hombre que haba estado en su oficina, le dije:Creo que es tu socio pero, sin que te pida que lo confirmes, por favor, djame decirte algo. Sea el

    hombre quien fuere, no es una buena persona. T o quienquiera que se asocie con l en empresa algunapuede verse involucrado en dificultades legales sumamente graves. Tengo adems la impresin de que puedellegar a ser acusado de cargos federales. Hay un vasto grado de autoengao en l, y no sabe cmo conducir

    una empresa con honestidad. El empresario me contest:Despus de lo dicho, detesto admitirlo, pero s, estoy asociado con l en un asunto. . . Bien, es mejor que telo diga. Se trata de un asunto muy importante. Creo que no es mal tipo.

    No te preocupes, pues.Durante casi dos aos y medio nada ms supe del hombre o de la empresa en cuestin. Luego, un da, mi

    amigo empresario me llam.Ray, te pidi alguien alguna vez que lo ayudaras a cerrar la puerta despus que casi la mayora de los

    caballos ya han escapado del granero?De algn modo comenc a saber lo que mi amigo tena in mente.Escucha, Ray. Recuerdas haberme llamado hace dos aos para advertirme en contra de un hombre con

    una muy mala aura que habas visto en mi oficina?Bien, en contra de tus consejos, me compromet cada vez ms con l respecto de un gigantesco plan de

    desarrollo de tierras en el Valle de Ro Grande. Resulta que me es penoso admitirlo ante ti los fondos delos inversores, que por contrato habamos acordado colocarlos en depsito, fueron malversados por el sociocontra el cual me hiciste tan justas advertencias. De modo que tanto l como yo fuimos acusados de varioscargos federales. No tengo deseos de entrar en detalles, pero slo quiero decirte que si tienes alguna impresinque yo deba saber, por favor, llmame. Tenme tambin presente en tus oraciones. Voy a necesitar ayuda. Fue

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    una verdadera tontera de mi parte haberme envuelto en este terrible asunto. No importa qu veredicto se den la Corte, toda mi carrera y mi reputacin estn por tierra.

    La Corte consider a mi amigo culpable de los delitos federales que se le adjudicaron, pero como su culpase deba slo a negligencia y no era intencional, fue puesto en libertad bajo vigilancia.

    La visin de las auras me demostr que las mentiras son bastante fciles de detectar si el observador semantiene atento a los pequeos detalles, a los cambios de las emanaciones uricas y a las formas mentales dela persona que hace una afirmacin.

    Los signos delatores de mentiras se me hicieron evidentes por primera vez mediante la observacinescrupulosa del aura ubicada en torno a la cabeza de los mentirosos compulsivos y recurrentes. Una vez

    aprendidas las estructuras uricas de tales personas y descubierta su ausencia en las personas veraces que yoconoca pude buscar signos delatores de mentiras semejantes, exhibidos temporariamente en personas que,por lo comn no mienten, pero s lo hacen en raras ocasiones.

    Al cabo de una conferencia sobre los OVNI pronunciada por m en Washington D.C., una mujer de agradableaspecto (si no hubiera visto su aura!), de unos 50 aos, se me acerc. Mientras estaba all de pie esperandoque le prestara atencin, el aura en torno de su cabeza ofreca un aspectotitilante. Ella no lo saba, pero yo haba estado observndola durante varios minutos antes de darleoportun idad de hablar.

    Seor Stanford, hace aos que quiero hablar con usted.Slo un pequeo temblor en el amarillo de mediano valor y tambin en el aura fsica incolora

    en torno a su garganta y a su boca, se hizo evidente en ese momento. Continu:Hace varios aos, a mediados de la dcada del 60, el difunto George Adamski, que mantena

    contacto regular con gente amistosa proveniente del espacio, y yo filmamos una nave exploradoraque vol por sobre el patio de mi casa.

    A esta altura, tremendos temblores uricos se produjeron en torno de la laringe, la boca y las mejillasde la mujer, en especial en la mejilla izquierda.

    Sac de la cartera la fotografa tomada de una pelcula. All, tan cerca de la cmara que todas lassombras profundas y oscuras y el aro frontal del disco estaba enteramente fuera de foco (por estardemasiado cerca de la cmara), apareca la ms pobre imitacin de un OVNI que haya nuncavisto.

    Esta hermosa nave espacial se atrevi a seguir diciendo la mujer sencillamente se exhibi paraque nosotros la filmramos.

    A esta al tura el aura facial de la mujer vibraba y tembla ba a un ritmo fr ent ico. En torno de sucara apareci un feo color verde parduzco. Antes de que hubiera sacado la fotografa de la cartera, yahaba reconocido el aura de un mentiroso compulsivo. El "aura de la mentira" habra sido an mspronunc iada si la mentira hubiera sido d icha por una persona no acostumbrada a vivir falsedades.

    Si el lector desea adquirir una habilidad similar para detectar mentiras, puedo ofrecerle una til

    sugerencia para descubrir a los mentirosos crnicos y compulsivos; por supuesto, si no es capaz de verauras.Lo que causa el titileo urico en torno de la garganta, la boca y las mejillas son las emociones que

    resultan del conflicto producido por la emisin de una mentira que se correlaciona con una tensin delos nervios y los msculos.Observ que el temblor incoloro del aura parece relacionarse con los nervios del cuerpo, incluso los quecontrolan el movimiento muscular de la cara.

    En muchos mentirosos crnicos se puede observar un estremecimiento ocasional en el msculo localizadosobre los pmulos. Por razones que no est en mi competencia explicar, ese estremecimiento se producesiempre en la mejilla izquierda de los mentirosos compulsivos. No lo vi nunca en la meji lla derecha. De modoque, aunque es mucho ms raro que el "aura de los mentirosos" y menos confiable como detector de mentiras,busque una mejilla estremecida si es incapaz de ver auras y sospecha que no se le est diciendo la verdad.

    Al mencionar la porcin incolora del aura recuerdo una til experiencia que tuve en Phoenix en 1964.Una vez ms lea auras con motivos de beneficencia. Frente a m estaba sentado en una silla un hombre

    con aspecto de campesino, en una de esas sillas con asiento de caa entretejida cuyas patas frontales terminanen la parte superior en unos nudos ligeros. Haba estado sentado all por lo menos media hora, con la sillaapoyada sobre las dos patas traseras y los pies en el aire. Que se le leyera el aura no pareca afectar suserenidad.

    Al cabo de un tiempo vi un tipo de aura que no haba observado nunca. A lo largo de la parte interna delos muslos del hombre -en toda su extensin aparecan ondas minsculas de alta frecuencia de una vibracinincolora. A decir verdad, me recordaban las ondas de calor que se ven por sobre los calentadores, pero lasvibraciones uricas del nombre eran mucho ms veloces que las del calentador y se movan horizontalmenteen torno de los muslos, y no de modo vertical.

    Como no haba visto nunca nada parecido, qued perplejo. De manera que le expliqu a ese hombresereno lo que vea y tanto me desconcertaba.

    - Cspita! -dijo, y se ech a rer A mno me resulta desconcertante. Ve los nudos de esta silla? Bien, me estnpresionando el interior de las piernas [muslos] aqu y aqu. Acaba de ver mis piernas dormidas, y los nervios

    hace ya diez minutos que se sacuden como locos.Ese incidente, junto con otros que pude observar de vez en cuando, me hace pensar que por lo menosparte de lo que veo y llamo aura puede tener una existencia objetiva y real, totalmente fuera de lascapacidades simbolizadoras de mi propio inconsciente. Sin embargo, otras observaciones uricas, aunque

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    revelan hechos acerca de las personas pueden ser de naturaleza subjetiva y proyectiva, relacionada con latendencia simbolizadora de la mente inconsciente.

    CAPITULO III

    LO QUE ALGUNOS OTROS DICEN

    Creo que vale la pena ofrecer una descripcin ms general y de cmo aparece el aura y exponer lo quealgunos otros dicen con referencia a ella.Visualice el cuerpo humano como un maniqu trasparente que tiene la capacidad de exhibir cualquier

    color (o colores) desde dentro de s, segn cmo el "ocupante" piense o sienta a travs de ese "cuerpo".Imagine tambin una ligera niebla en torno del cuerpo emisor de luz, de modo que puedan versefcilmente los colores irradiantes.

    Un tan mgico maniqu puede ejemplificar el aura en su forma ms elemental y simple. Desde l puedeemanar cualquier color o combinacin de colores. Por ejemplo, el rojo emitido por la yema de un dedo que hasido atrapado en una puerta, t ipificara una reaccin de dolor. Si el maniqu tendiera a echar una maldicin alenojarse, el rojo irradiara profusamente por la boca. Si tiende a asestar un golpe de la persona que despierta suenojo, lo sabra por el rojo emitido por la mano derecha o izquierda (o por ambas, si fuera ambidextro).

    Yo veo el rojo cuando an est dentro del cuerpo (o maniqu), como si ste fuera trasparente.Si el maniqu va a la iglesia y lo anega un estado de nimo sereno y apaciguado, su cabeza comienza a

    emitir una suave luz azul. Si el sermn verdaderamente lo inspira, desde su crneo puede surgir un colormagenta. Pero, a decir verdad, es raro que las meras palabras de otro logren inspirar tanto a la gente (o a losmaniques, en lo que aqu respecta).-Puedo ver ahora a la ltima mueca Barbie provista de fuentes de luz ocultas, de control remoto, y filtrosde color. Presione el botn de inspiracin azul un domingo (o sbado, si es usted judo); el botn amarillo cuandoBarbie tiene una idea brillante; el panel verde-arveja cuando se siente celosa, y no olvide ese botnoptativo para los jovencitos ya mayores: el rosado rojizo del erotismo que suavemente ilumina el sitio adecuadoen el momento exacto de la cita de la noche del viernes.

    Para ilustrar ms cabalmente el aura humana, a la mueca Barbie podra aadrsele un sistema de educacinsexual. Por ejemplo: cuando se presiona el botn del erotismo y parte de Barbie se ilumina de rosado rojizo, seenciende un cartel luminoso que dice: " Tranquila, Barbie! NO TOMASTE LA PILDORA!" Cuando se presionael botn de la pldora, minsculas salpicaduras de luz rosada aparecen en diversos puntos de la pulcraepidermis de plstico de Barbie, que ilustran la sistemtica distribucin "protectora" de ciertas hormonas de"control del nacimiento" a travs del cuerpo de la muchacha.

    Para nios menos seculares, podra haber una mueca de San Bartolom. Normalmente, slo emitira blancoo magenta, pero con la opcin de un bonito azul cuando se sienta deprimida. (Las instrucciones podranexplicar escrupulosamente que un azul urico tan lindo indicara un estado de nimo exaltado para lamayor parte de las personas pero, en el caso de un santo, expresara un estado de nimo depresivo.)

    En realidad, el aura humana no siempre ofrece la simplicidad de una mera irradiacin de luz, al menos, en elcaso de muchos adultos. Con el acrecentamiento de la edad, las responsabilidades y los consiguientes cuidados,por el aura comienzan a expandirse "formas mentales" (por falta de una palabra ms adecuada) que sonseales de apegos, recuerdos, temores y dependencias, de modo semejante a las nubes que vancondensndose en un cielo despejado.

    Quien vea auras, a menudo podr deducir la fuente de significacin de una forma mental por su figura y sucolor.Los colores de las formas mentales se relacionan de manera directa con los de las auras. En un captuloposterior dar ejemplos bien definidos; por el momento, consideremos lo que otros han dicho con

    referencia al aura.Un conocido tratado, titulado The Human Aura, de Walter J. Kilner (University Books, Hyde Park,Nueva York, 1965), sostena que el aura humana, tal como la ven los "clarividentes", poda hacersevisible para todos mediante el empleo de pantallas que contuvieran una sustancia qumica (dicianina) ensolucin. Originalmente titulado The Human Atmosphere en 1911, y revisado en 1920, ese tratado,empero, parece haber cado en la ingenuidad y en interpretaciones erradas, si no en una verdaderapseudociencia. Podra escribirse todo un volumen para describir las tcnicas y las conclusiones deKilner, pero baste decir que las cosas "vistas" mediante sus tcnicas dudosas no guardan la menorsemejanza con los magnficos colores y formas que vemos otras personas y yo con capacidades"psquicas" por m conocidas.

    Despus del trabajo de Kilner apareci el de Osear Bagnall, publicado en Londres con el ttulo de TheOrigin and Properties of the Human Aura, en 1937 y reimpreso en 1970 por University Books, deNueva York. Quiz la reedicin de los libros de Kilner y Bagnall constituya la mejor ilustracin de la granescasez de investigaciones y escritos estimulantes acerca del aura humana al cabo de los aos. El

    material de Bagnall, aunque interesante y sincero, no logra retener las aguas cientficas por falta decontrol experimental. Adems, las descripciones que hace de los tipos de aura en cuanto se relacionancon variables de personalidad no se vinculan de modo directo con la percepcin de las auras en la vidareal, tal como mis colegas y yo las experimentamos.

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    En tiempos ms recientes (1974), Doubleday Anchor Books public una antologa de ensayossobre la fotografa kirliana (de alto voltaje). Titulado The Kirlian Aura, y editado por Stanley Krippnery Daniel Rubin, el volumen de 208 pginas est lleno de datos prcticos y tericos e ilustraciones.Contiene incluso la fotografa de alto voltaje del dedo de un curandero, tanto en estado "pasivo"como en estado "curativo". El dedo en actitud de curarpar ece emitir un aura kirliana ms intensa queen actitud pasiva. Pero las recientes investigaciones de Dale Simmons, de la Toronto Society for PsychicalResearch, no logran confirmar correlacin alguna entre el "estado" de una persona y el "aura" kirliana. Talvez un aura "activa" no sea sino un mero artificio. Sin embargo, los resultados y anlisis expuestos en TheKirlian Aura resultan estimulantes y sugieren que la utilizacin de mtodos de fotografa tan exticos permiten

    comprender algo acerca de los campos de alta energa artificial. No obstante, no se presenta prueba alguna quedemuestre realmente el campo de alto voltaje artificialmente inducido que se utiliza en la fotografa kirliana yque el resultante efecto coronal obtenido sea otra cosa que una cruda y artificial (por el alto voltaje aplicado)estimulacin del aura.

    Recientemente consider la aparente inexistencia de una investigacin genuinamente cientfica acerca deltema de las aurasper se. Examin los insustanciales esfuerzos de Kilner y Bagnall y registr el hecho de queel "aura" obtenida mediante la fotografa kirliana es evidentemente sinttica (inducida por alto voltaje, y no unefecto urico real o natural). Por lo tanto, decid preguntar a un eminente parapsiclogo qu investigacionesformales acerca del aura se llevaron a cabo en parapsicologa cientfica. (Abundan los "parapsiclogos"pseudo cientficos en la mayor parte de los centros metafsicos que afirman que el aura est "probada". Losexperimentos a que se refieren, no obstante, son sumamente ingenuos.)

    El parapsiclogo que ms a mano tena era mi hermano gemelo Rex, ya antes mencionado, quien dirigeahora el nuevo Center for Parapsychological Research en Austin, Texas. El doctor Stanford es ex presidentede la Parapsy chological Association y est bien informado sobre los estudios parapsicolgicos pasados ypresentes. Se recordar que en el Captulo I se menciona cmo Rex organiz para m una prueba informal delectura de auras.

    Le ped pues que me informara sobre cualquier investigacin formal llevaba a cabo por cientficosexperimentados y tambin sobre la actual posicin de la parapsicologa cientfica acerca de las auras. Merespondi brindndome algunas informaciones valiosas y cierto esclarecimiento que, segn creo, podranprocurar incluso una explicacin vlida de, cuando menos, algunos fenmenos uricos. Lo cito a conti-nuacin.

    En primer lugar, es posible que el tpico del "aura" en tanto entidad objetiva no pertenezca legtimamente a laesfera de la parapsicologa. La parapsicologa no es una ciencia que estudie cualquier misterio o aun todos losmisterios en tanto se apliquen a los organismos vivientes. Ms bien, especfica y tradicionalmente, estudia cmo losorganismos parecen responder ante la informacin sobre su entorno no obtenida por medio de los sentidosconocidos (PES) y cmo parecen actuar sobre ese entorno sin formas conocidas de intervencin motora mediada por

    msculos (psicoquinesis o PK). Que una persona ("psquica") que pretenda tener PES o se la conozca poseedora deesa capacidad, pretenda tambin ver "psquicamente" una forma de energa en torno de los organismos, no ubicaesa pretensin dentro de la esfera de la parapsicologa, no ms que la comparable pretensin de "ver"psquicamente el funciona* miento del ncleo de un tomo. El ms directo inters para la parapsicologa sera laverificacin de si dicha pretensin de conocimiento extrasensorial se justifica objetivamente. De ese modo se contaracon una prueba ms de la PES. Pero eso, de por s, ofrecera un inters menor desde la perspectiva puramenteparapsicologa, pues sabemos ya que la PES existe y no nos conciernen de manera especfica cualesquierarevelaciones que pueda hacer una persona "psquica", a travs de este medio, acerca de otros dominios depotencial inters cientfico. Conocemos ya lo bastante acerca de los fenmenos psi como para excluir consuficiente certeza la posibilidad de que la energtica que funda los acontecimientos psi tal como los hemosestudiado tradicionalmente constituya la supuesta energa radiante que ciertas personas "psquicas" en realidaduna pequea minora pretenden ver, por ejemplo, en torno de las criaturas vivientes, y que llaman "el aura".Aun cuando nos interesara averiguar si existe alguna verdad tras la pretensin de ver un "aura" como evidencia

    de una capacidad psquica particular de obtener PES, poner a prueba la verdad de tal pretensin constituira, en elmejor de los casos, un asunto dudoso. Contra la opinin popular y la mitologa pseudo cientfica, resulta ahoraevidente que la fotografa kirliana no ha probado la natural existencia de forma de radiacin alguna en torno delcuerpo humano, y de este modo, en principio, no revelara la existencia objetiva de lo que algunas personas"psquicas" consideran un "aura" radiante que rodea los organismos que no estn siendo sometidos a lasoscilaciones elctricas utilizadas en la fotografa kirliana.As pues, se explicara por qu los parapsiclogos no han adoptado precipitadamente el part ido de investigar el

    "aura". No es el suyo un dominio que se ubique legtimamente en su esfera.Por otra parte, hay que reconocer que no hubo nunca investigaciones suficientes, parapsicolgicas y otras, como

    para establecer si la capacidad de ver auras es en realidad objetiva o no, y cul pudiera ser la naturaleza de laalucinacin, la ilusin, etc., en ella implicada. En este sentido, el problema del "aura" no recibi bastante atencincientfica. Es todava un misterio y vale la pena consagrarle todo un estudio.

    El nico trabajo que conozco en esta esfera es el del doctor A. R. G. Owen y algunos de sus colegas enToronto, Ontario. Sus hallazgos sugieren que quiz un mecanismo puramente visual acompae la "percepcin"implicada en un tipo especfico de fenmeno que puede experimentarse cuando se intenta la "visin del aura".

    Como estudioso de la psicologa sensorial, tengo la seguridad de que muchas de las cosas que a menudo seconsideran "el aura" no son sino el resultado de contemplar prolongadamente un objeto y luego desviar la mirada,aunque sea slo de modo ligero. Es muy posible que despus de este desvo se vean post imgenes que, si se estadecuadamente dispuesto, se interpretarn como una visin "psquica" del aura. Por supuesto, no hay nada demisterioso en esto para el estudioso de la visin humana normal. Adems, algunas veces las personas pueden

    contemplar tan fijamente un objeto (si ste cubre una parte suficiente de su campo visual) que su percepcin de laimagen del objeto comienza a desvanecerse. He conocido a gente que se proclama a s misma lectora de auras queafirma que esto es el volverse visible del "aura viviente" en torno a ese objeto. Vale la pena hacer algncomentario delante de tan ridcula interpretacin?

    Quienes deseen ver la brillante "aura" azul de un brillante huevo de piedra amarillo (que puede obtenerse

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    habitualmente en cualquier negocio para regalos) debe colocar el huevo sobre una hoja blanca de papel y mirarlofijamente durante varios minutos. Pronto se comenzar a ver una hermosa y brillante "aura" azul que lo rodea.De hecho, no se trata sino de una post imagen negativa normal del objeto mismo, y esto puede demostrarse demanera ms cabal desviando la visin enteramente del huevo, aunque centrada todava sobre la hoja de papel; sever entonces que aparece all un "globo" azul.

    Estos fenmenos puramente visuales no pueden explicar las percepciones supuestamente detalladas y coloridas delos fenmenos "uricos" a que se refieren ciertas personas "psquicas".

    Las personas "psquicas" que pretenden ver tales "auras" detalladas, coloridas, dinmicas y mviles, son seres que,de acuerdo con mis experiencias, se relacionan de algn modo con las artes visuales profesionales o vocacionalmentey capaces de una intensa imaginacin visual. Mi impresin, basada en varias cuidadas entrevistas con tales personas,es que lo que perciben cuando "ven el aura" tiene un carcter puramente imaginativo. Como los parapsiclogos

    bien lo saben, son precisamente tales vuelos espontneos e irrestrictos de la imaginacin los que pueden convertirseen vehculos de la comunicacin de informacin extrasensorial a la conciencia, lo que podra explicar todocontenido verdico de una visin del aura as detallada y su interpretacin por parte de la persona "psquica".Llegara incluso a proponer que algunas personas "psquicas" con intensa orientacin visual utilicen la "visin delaura" como conveniente muleta o mecanismo psicolgico con el que puedan exteriorizar la responsabilidad por loque es en esencia un delicado mecanismo interno (respuesta extrasensorial) y, de ese modo, le permitan tener lugarde manera ms espontnea y desinhibida, sin la intervencin de las facultades racionales que tan a menudoparecen entorpecer el acontecimiento de la PES. En resumen, es posible que para algunas personas "psquicas" condesarrollada imaginacin visual la "visin del aura" sea un modo conveniente de relacionarse con informacinpsquicamente mediada que emerge en la conciencia. De esta manera, tal vez su creencia en "el aura" resultetil para poner en movimiento su capacidad de PES. Es sta una hiptesis que no fue sometida a un examenexperimental. Sencillamente fui concibindola a partir de mi frecuente trato con personas "psquicas" capaces de verauras. Es posible que sea correcta o incorrecta. Desde el punto de vista cientfico, no hemos aferrado todava confirmeza el fenmeno que ciertas personas "psquicas" llaman la "visin del aura".Aparte de todo comentario y teora cientfica, podemos obtener cierta comprensin humanstica mediante el estudio de

    las experiencias de los que, como yo, "ven" auras y logran conocimientos a partir de ellas. Al cabo de los aos seescribieron unos pocos libros fascinantes que bien podran estudiarse junto con la informacin, sumamente personal y

    cndida, que ofrezco en este libro.

    Si consideramos con cautela las interpretaciones y explicaciones fantsticas e insostenibles (en mi opinin, almenos) que da C. W. Leadbeater (1847-1934) de sus experiencias personales de visin del aura humana y lasformas mentales, sus libros son, por lo dems, sumamente valiosos.

    En Thought-Forms, de Annie Besant y Leadbeater (The Theosophical Publishing House, Adyar, India, yThe Theo-sophical Press, Wheaton, Illinois, 1961) hay algunos datos fascinantes sobre las formasmentales, junto con numerosas ilustraciones en color. El frontispicio es un cuadro de 25 bloques detintes de color y combinaciones con una evaluacin correspondiente a la significacin de cada uno delos colores uricos. Aunque la interpretacin de las sutilezas de unos pocos de los colores exhibidos(a no ser que la impresin del color sea errada) que hace Leadbeater difiera ligeramente de la ma, engeneral las interpretaciones son coincidentes.

    Man Visible and Invisible (The Theosophical Publishing House, Wheaton, Illinois, 1969), es un libromenos satisfactorio. Se incluye el mismo excelente cuadro de colores, pero el denso revestimiento

    teosfico que se impone intelectualmente sobre las propias percepciones intuitivas del autor del"hombre invisible" desanima a quien prefiere la objetividad al dogma ocultista. No obstante, tambineste libro es digno de estudio si se tiene la cautela de no tomar las interpretaciones de Leadbeatercomo un evangelio. Las 26 lminas en color contenidas en el libro que ilustran significativamente losaspectos invisibles del hombre son bastante agradables, aun cuando resulten algo rebuscadas y estnpobremente concebidas.

    El conocido "psquico" norteamericano Edgar Cayce (1876-1945) dej escrito un testamento definitivode sus abundantes experiencias en un folleto (editado por Thomas Sugrue), titulado simplemente Auras(A.R.E. Press, Virginia Beach, Virginia, 1945), que resulta sumamente directo. A juzgar por mi propiaexperiencia, constituye un modo de estimacin bastante confiable de la significacin de los coloresuricos, aunque el "cuadro de color" verbal contenido en la ltima pgina resulta algo inconducente acausa de la excesiva simplificacin del significado de los colores. La tesis del libro, segn la cual ciertosplanetas y el sol se relacionan con colores especficos, es algo pretenciosa, al menos en algunas de las

    correlaciones.Sin embargo, si se quiere una rpida y significativa comprensin del aura humana, no hay quedesdear las informaciones de Cayce. No conozco a nadie confiable capaz de ver auras que no estde acuerdo con l en lo fundamental.

    Termino este captulo con plena conciencia de que ni Kilner ni Bagnall, ni la parapsicologa ni lafotografa kirliana, ni ningn otro escritor ni yo, pudimos hasta la fecha afirmar con certeza qu son oqu no son las auras. Algo ms adelante se tratar con ms profundidad cul puede ser la naturaleza(o las naturalezas) del aura. Pero si hemos de plantear interrogantes adecuados acerca del fenmenomismo, se justifica centrar tambin la curiosidad sobre quin informe acerca de estas observacionesfrancamente raras.

    Esa es la razn por la cual debe examinarse la persona y la personalidad de Ray Stanford. Criado deacuerdo con el axioma de que no es correcto hablar acerca de uno mismo, el tpico quedar limitadoal prximo captulo, y slo en lo que concierne a los hechos relacionados con el tema que tenemosentre manos. Si usted se interesa ms por las auras que por m, magnfico. Pero que ello no sea causa

    de que saltee el captulo que sigue, porque podra ser que lograse ver vicariamente mi aura. No esun secreto que yo puedo ver mi propia aura. Pero hasta ahora lo que observo se mantuvo en msprofundo silencio que una mariposa durante el invierno.

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    CAPITULO IV

    LA CULPA ES DE MI ABUELA!

    Oh, Dios! S que el to Jimmie acaba de fallecer! -exclam mi abuela materna mientras miraba por laventana una noche de hace aos en Golaid, Texas.

    Le explic a mi madre que "una gran bola de fuego" haba cado del cielo sobre el techo de la casa "deto Jimmie", que quedaba a un cuarto de milla de distancia.Luego la vi nuevamente subir hacia el cielo. Jimmie tiene que estar muerto porque eso siempre significa

    que el ngel de la muerte se lleva un alma consigo al cielo.Atravesaron corriendo el camino de tierra y encontraron a to Jimmie muerto, aparentemente, de un infarto.La "bola de fuego del ngel de la muerte" y, a veces, "el alma liberada en forma de una paloma blanca que se

    posa sobre mi hombro" siempre informaban adecuadamente a mi abuela Neilia sobre la muerte de los amigosntimos mucho antes de que los telegramas o las llamadas telefnicas dieran confirmacin al respecto.

    No s si las visiones reveladoras de la muerte de Neilia eran realidades psquicas o smbolos visualesproyectivos que le procuraban un conocimiento teleptico inconsciente de la muerte de los amigos. No obstante,si existe un factor fsico hereditario que d cuenta de la capacidad "psquica", debo culpar a mi abuela por lasinsolicitadas experiencias psi (trmino general para todo tipo de fenmeno "psquico") que he tenido tanabundantemente desde la temprana infancia.

    Hereditaria o no, la capacidad para varios tipos de fenmenos psi parecen datar desde mi mismo nacimiento.Aunque creo que todas las personas manifiestan fenmenos psi en cierta medida, de modo consciente oinconsciente, tal vez sea pertinente mencionar algunas de mis propias experiencias de infancia como teln defondo de mi capacidad de ver el aura humana.

    En realidad no guardo ningn recuerdo de haber visto auras cuando nio, pero perciba de maneradefinida las cosas que ms adelante podra ver como claras estructuras luminosas. Quiz senta resulte untrmino ms adecuado. No es fcil explicar cmo "senta" los sentimientos que una persona experimentaba porm o por algn otro individuo.

    Aun cuando gateaba era capaz de sentir cundo las personas totalmente desconocidas queran alzarme yacariciarme. Cuando no me gustaba lo que senta cuando me resultaban demasiado almibaradas o demasiado"pegajosas" me alejaba gateando hacia otro cuarto. Aunque mi madre dice que era muy amistoso ysonriente, estoy seguro de que deba de preguntarse por qu a menudo comenzaba a retroceder cuandoalguien quera alzarme.

    Era muy molesto no poder hablar, porque an antes de caminar era capaz de comprender casi todas las

    palabras que oa. Hasta las oraciones de carcter abstracto tenan significado para m. No s de seguro si lacausa de esa habilidad era el recuerdo de la lengua inglesa por reminiscencia de una vida previa, la telepata ouna combinacin de ambas cosas.

    Una vez que hube crecido lo bastante como para que mi lengua pudiera seguir mis pensamientos, la capacidad"psquica" que yo manifestaba se volvi ms til, incluso ms prctica. Probablemente no sabr nunca cmo seme ocurri la expresin pseudo francesa "foundier"1 para describir mi habilidad de encontrar los objetosperdidos. Cada vez que un objeto se perda en la casa, la persona que lo buscaba me llamaba. Yo mediriga al lugar central de la casa o el patio y, lanzando las manos a lo alto, exclamaba:

    El "foundier" lo encontrar.Girando como un radar de 360, mientras me concentraba en el concepto de la aparicin del objeto perdido,

    senta una atraccin casi magntica hacia una direccin especfica. Como saba que sa era la direccin generaldel objeto perdido, le peda a mi mente: "dame ahora una imagen exacta del lugar donde se encuentra."Desde los cinco a los diecinueve aos esta tcnica rara vez dej de dar resultado. La sencilla clave del xito

    pareca consistir en conocer la exacta apariencia del objeto perdido.Al cumplir los 21 aos, mi capacidad para encontrar objetos perdidos ya no fue tan confiable, mientras otrasmanifestaciones de la funcin psi se hacan ms pronunciadas, todas ellas aparentemente basadas en elconocimiento visualinterno de algo.

    Ya a los diez u once aos not que toda vez que "vea" manchas grisceas "dentro" de los pulmones dealguien, a esa persona se le diagnosticaba luego tuberculosis. Sucedi varias veces. En varios otros individuos viun blanco rojizo y grisceo en torno de la zona del corazn; esas personas terminaban siempre por padecertrastornos cardacos.

    Nunca llam aura a eso; slo era para m un signo visual acerca del estado de salud de una persona. Tambinexperimentaba una "depresin pulmonar" cada vez que me encontraba cerca de una persona con tuberculosis.

    La sensacin era y lo es todava enteramente fsica.No tena an 14 aos cuando un da, durante la clase de matemticas de octavo grado, en la Wynn Seale

    Jnior High School, en Corpus Christi, Texas, estaba mirando a mi profesora, la seora White. Vi conasombro en lo que pareca una pelcula desarrollada en el tiempo que la seora White caa muy enferma y

    adelgazaba ms y ms a causa de un cncer que pareca iniciarse en el pulmn o en el pecho. De algn modo

    1As, en el original ingls. (N. del T.)

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    supe que lo que vea estaba aconteciendo en aos futuros.Durante todos los aos de la high school, no ces de preguntar a compaeros de barrio que seguan en

    Wynn Seale si la seora White haba abandonado la enseanza por causa del cncer. Aproximadamente elao en que me gradu o poco tiempo despus no recuerdo con precisin cundo los estudiantes confirmaronla visin que haba tenido unos cuatro aos antes.

    As, pues, desde muy temprano se me plante el difcil interrogante: en qu medida puede hablarse a unapersona del futuro o aun del presente de sus condiciones fsicas o psquicas? Aprend que no existenrespuestas fciles e invariables, especialmente considerando que no todos aceptan la existencia de losfenmenos psi. Adems, la gente suele ser abismalmente subjetiva acerca de las propias condiciones futuras de

    su salud. Aprend tambin que una persona que toma aun el consejo mdico con exceso de cautela es muyimprobable que crea a "un muchachito que pretende tener una visin de rayos X de mi futuro", como alguienme describi una vez.

    Otros a menudo se sintieron perplejos ante mi capacidad para sintonizar las condiciones fsicas de laspersonas, pero para m eso no fue nunca un misterio. Desde mi nacimiento recuerdo haber sido en una vida previaun doctor en medicina apellidado Clark que realizaba sus prcticas en State Street, en Chicago y lo cont,declarando que no haba sido un hombre muy feliz. Me pareca recordar haber fumado en pipa y que mis interesesse centraban en cmo descubrir la inmunidad a las enfermedades. Haba padecido perturbacionesgastrointestinales, especialmente en la parte inferior del abdomen, y muerto a raz de ciertas complicaciones comoresultado de una intervencin quirrgica.

    Todos esos hechos acerca del doctor Clark excepto que fumara en pipa fueron confirmados mediante elexamen de los registros de la sociedad mdica de la zona donde el doctor llevara a cabo sus prcticas. No huboregistro que confirmara o negara el "recuerdo" de la pipa.

    Si, como la memoria parece indicarlo, fui realmente el doctor Clark, ste debi de haber desarrollado lacapacidad de saber la temperatura del cuerpo de una persona sin ms datos que el tacto. A la edad de seis osiete aos, saba por el solo tacto la temperatura de una persona con la precisin de un dcimo de grado. . .aun la ma propia! Sola exclamar:

    Tiene usted 36 grados!Y eso an antes de que supiera qu quera decir "36 grados". Se asemejaba a una respuesta innata aunque

    recordaba, como si se operara la combinacin de una caja fuerte sin pensar de manera consciente en losnmeros correspondientes. Puedo an hoy hacerlo con bastante precisin, pero no tanta como la que tena denio tan naturalmente.

    Aparte de la sintonizacin del estado fsico del cuerpo, a la edad de 13 14 aos algo ms extrao ancomenz a sucederme.

    Mientras sostena conversaciones con amigos o aun desconocidos, cuando una persona expresaba intensossentimientos acerca de algo, comenzaba espontneamente a ver superpuesta sobre la persona de marras unaforma corporal e investidura totalmente distintas de la apariencia presente. Comenc a interpretarla como el

    facsmil de la imagen que de s tena la persona de su vida pasada, impulsada por su inconsciente en respuesta altema o el curso de la conversacin.No era mi intencin verla. Siempre ocurra de modo espontneo, aun en los momentos ms sorprendentes.

    Es ste un fenmeno que todava experimento y que describir con mayor detalle en un captulo subsiguiente. Nisiquiera estoy seguro de que tales experiencias deban describirse como parte del "aura" de una persona,pues tal vez sean una proyeccin de mi propia mente inconscientemente formada para hacer "visible" ante miconciencia los rasgos personales de alguien que percibe ya sea por una PES inconsciente o, en ocasiones,mediante "indicios sensoriales" advertidos de modo inconsciente.

    No fue sino hasta febrero o marzo de 1960 cuando comenc a ver lo que llamo el aura humana con facilidady continuidad en todas las personas. Tena 21 aos.

    Al reconsiderar las circunstancias, el pleno desarrollo de la capacidad de ver auras debi de haberse asociadocon mi intento de ese entonces de desarrol lar la capacidad de entrar en un estado inconsciente inducido pormeditacin, estado del cual reciba informacin clarividente que le daba a otros para que la registraran, la

    evaluaran y la pusieran a prueba. Tales prcticas parecen haberme dado acceso consciente a mi conocimientoinconsciente y, de ah, a la visin urica. No obstante, pareci totalmente natural, como si hubiera estado viendocolores en tomo a las personas toda mi vida, slo que en ese momento comenzaba a advertirlo. Quiz elhecho de que ocasionalmente viera auras en tiempos anteriores contribuy a esa impresin.

    Con el correr de los meses, se me abri todo un caleidoscopio de nuevas experiencias visuales que jams habaesperado contemplar.

    Gradualmente, las extraas combinaciones de formas y colores comenzaron a adquirir significacionesespecficas. Algunas las captaba en el momento mismo intuitivamente, y slo ms tarde las verificabainterrogando a la persona o a un amigo suyo. En el caso de otros fenmenos observados, el aprendizaje de susignificacin requiri meses de observacin de auras e investigaciones.

    Aunque en el aura de algunas personas vi cosas fascinantes y aun hermosas, en otras ocasiones las vi muytristes, desilusionantes, perturbadoras y aun ominosas y horribles. Por supuesto, tales percepciones puedenresultar muy desconcertantes.

    As, pues, despus de pasada la novedad, trat de formarme el hbito de no observar las auras, a no ser que

    hubiera alguna razn para conocer algo acerca de una persona. Eso fue mucho ms fcil de conceptualizar quede hacer.

    Desde hace diecisis aos (desde 1960) vengo trabajando como "psquico" profesional. Durante diez de esosaos (1960-67 y 1969-72) realic abundantes lecturas personales, muchas de ellas de naturaleza mdica, en

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    colaboracin con mdicos practicantes. Mediante la aplicacin de lecturas obtenidas a travs de mi estadoinconsciente, llamado "estado de lectura", fueron tratadas con eficacia situaciones psicolgicas einterpersonales. Durante esos aos tambin debo de haber realizado centenares de lecturas de auras sin cobrarnada por ellas, sobre todo por el inters que despertaba saber cuan acertadamente poda interpretar el aura depersonas por m conocidas.

    En 1972 dej de realizar lecturas personales a partir del estado inconsciente y prefer en cambio utilizar esahabilidad para la investigacin y poner a prueba el alcance de la capacidad de mi inconsciente para brindarinformacin que fuera til a la ciencia y a la humanidad en general. Mientras trabaj en la Association for theUnderstanding of Man, en Austin, Texas, se lograron grandes progresos en esos dominios. No obstante, tambin

    segu leyendo auras de vez en cuando en condiciones de experimentacin formal e informal. Es el continuodesafo que me presenta la obtencin de informacin detallada y verificable, inasequible a travs de mediossensoriales normales, lo que hace que siga leyendo ocasionalmente el aura de las personas; para no hablar delo que noto en privado, rara vez discuto con la persona observada o con otros.

    Sin embargo, no estara mal mencionar el ms grande resentimiento que me provoc la lectura de auras.Quien motiva tpicamente dicho resentimiento es una mujer de edad mediana, bien alimentada,perteneciente a la clase media o media alta.

    Oooooh, seor Stanford! No quiero molestarlo, claro, pero si no le importa demasiado, podra dedicarun momento a mirar mi aura y decirme qu ve en ella? Eso significara tanto para m. . .

    Tales personas estn casi siempre acostumbradas a la huera adulacin suministrada por "psquicos" que sesaben incapaces normalmente de decir nada significativo ni verificable. En cambio, espetan abundante chcharaacerca de la espiritualidad del sujeto en cuestin:

    Qu alma! Tambin usted es muy "psquica"! Y. . .oh, s! , su aura me muestra. . , no s exactamentequin fue usted. . . pero s, alguien muy importante en Atlntida!Veo una hermosa tnica y un edificiocon blancas columnas de estilo griego. Usted se encuentra a la entrada. En su aura hay abundante azulde gran espiritualidad. Incluso blanco. . . lo que significa conciencia cristiana, por supuesto.

    Habitualmente me niego a los requerimientos de esos aficionados "psquicos" de circo o, de lo contrario, lesadvierto que lo que pueda percibir quiz no sea muy halagador, que les dir lo que vea y nonecesariamente lo que se quiera escuchar.

    Por lo comn la seora enrojece y dice: Oh, bueno! No deb molestarlo. S que es usted una persona muy ocupada y se aleja. Creo que la

    mayor parte de nosotros conoce demasiado bien sus buenas condiciones.Resulta a menudo ms teraputico ponernos el dedo en la llaga que inflar de aire caliente el globo del ego.Por mi parte, trato de fortalecer las piernas psicolgicas y espirituales de las personas que vienen a miencuentro, antes que reforzar sus muletas.

    De vez en cuando echo una mirada a mi propia aura. S, an es visible en el espejo. Tener la capacidad de verauras, incluso la ma, no mejora necesariamente mis propias emanaciones, como saber que se es anmico no

    subsana la deficiencia. Para mejorar el aura se requiere una trasformacin activa de la conciencia. No se lo logracon slo desearlo. Recurdeselo, el aura es el efecto y no la causa del propio estado de conciencia.Despus de ver mi propia aura que, como la de la mayor parte de las .personas vara casi

    constantemente con el fluir de los pensamientos y sentimientos, debo confesar que no es ni mucho mejor nimucho peor que las corrientes. Es algo ms intensa que la de muchas personas; pero esto significa quecuando me enojo (por ejemplo), mi rojo es tambin ms intenso.

    Por lo tanto, no tengo por qu jactarme, no sea que se me ponga anaranjada de egosmo. Mis debilidadeshumanas son aproximadamente las de cualquiera.

    He conocido a "psquicos" y a "maestros espirituales" que se la pasan dando instrucciones sobreespiritualidad y aun sobre "cmo volverse maestro e integrar la Hermandad Blanca de la que yo soy miembro",que exhiben un aura de las ms srdidas y enfermizas que he visto. Dado que mi propia aura es imperfecta,no insisto en que los maestros tengan auras perfectas. Tendramos muy pocos maestros, en ese caso. Pero spienso que es necesario discernir entre los que se elijan. Advert muchas veces que el discpulo de tal persona

    tiene a menudo un aura mucho ms agradable que la del maestro. Si por el momento tales discpulos pudieranver auras, incluidas las suyas propias, no habra tantas clases de ese tipo. Claro que tambin servira para quelos maestros conocieran la apariencia de sus propias auras o, por contraste, las de algunos de sus alumnos.

    Tambin me he topado con numerosas personas que ensean a "cmo ver el aura humana". En casitodos los casos, las pruebas ms sencillas me han convencido de que la mayor parte de estos maestros no venellos mismos aura alguna. Pobres de sus alumnos. Si pudieran ver auras, no listaran tan ansiosos por ensear,pues sabran la responsabilidad que le cabe a quien puede verlas. Pero dar ms detalles sobre el temacuando en un captulo subsiguiente describa al falso vidente de auras.

    En tanto no se sepa ms acerca de la visin urica y las influencias psicolgicas y sociales que puedan tenertanto el vidente de buena fe como el falso sobre el perceptor y aun sobre el percibido, habra que procesar loscursos en los que pretendidamente se ensea a ver auras o, cuando menos, tomarlos con suma cautela.

    Aprend mucho sobre personas que no podra haber conocido por la simple observacin normalsimplemente observando y estudiando la significacin de los colores y las formas uricas. Sin embargo, soy elprimero en confesar que no existe una buena comprensin acerca de la naturaleza de la visin urica. Es

    posible que una explicacin del fenmeno en su totalidad no sea nada simple. El tema del prximo captulo sonmis incertidumbres, mis experiencias y mis pensamientos acerca de esta cuestin.

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    CAPITULO V

    LAS AURAS SON OBJETIVAS O PROYECTIVAS?

    Un bien conocido parapsiclogo con quien no me haba reunido nunca antes me instaba a proseguir. Ya hacaunos 20 minutos que vena describiendo e interpretando su aura.

    Vamos insista Hay algo ms que pueda decir acerca de m que no lo haya dicho ya?Por cierto, haba algo ms. Lo haba visto desde un comienzo, pero no quera incomodarlo. Del ano delcientfico surgan intensas rayas rojas como las que podra haber hecho salir un caricaturista de la trompeta dealgn Sachmo. Con mi propia aura ruborizada, le describ la escena, agregando:

    De modo que, francamente, padece usted de unas terribles hemorroides. Felicitaciones, Ray! respondi. Es usted muyexacto. La semana pasada el mdico me dijo que deba

    operrmelas muy pronto. En este mismo momento las tengo muy inflamadas.Dentro de m debo de haberme sonredo. Quiz sa fuera la primera vez en la historia que alguien

    felicitara a otro por haberle dicho este ltimo que padeca de hemorroides! Debera inclurselo en el GuinnessBook of World Records (supongo que la visin urica tiene algunas recompensas).

    Encontrndome en el living room de un conocido psiquiatra de Virginia, se me pidi que leyera el aura de unconferenciante de Ceiln llamado Francs Storey. Esta solicitud tena el elemento de desafo que siempre meatrajo y, como no conoca nada del medio de Storey ni de su estado de salud, acept.

    De inmediato supe que uno de sus muslos, que aparentemente era igual al otro en grosor, largo, movilidad,etc., desprenda mucha ms aura. (Me refiero aqu a un tipo de aura fsica casi incolora, pero se asemeja aondas de calor que parecen vibrar con una velocidad casi invisible.)

    Despus de describir esta desconcertante escena a Storey, le pregunt: Hay alguna razn para eso? No recuerdo haber visto antes nunca nada semejante.Se sonri.Cuando era mucho ms joven sufr una grave fractura de hueso justamente en ese muslo particular que

    usted seal como de "aura deficitaria". En una de sus partes el hueso estaba tan destrozado que los mdicoscolocaron all una seccin artificial. Eso explicara por qu esa parte del muslo irradia menos fuerza vital.Sencillamente, carece de vida!

    Naturalmente, tal fundamentacin me satisfizo y segu examinando el aura de Francs Storey.Bien continu, dudo que tenga usted algn conocimiento que pueda alguna vez dar cuenta de esto, pero

    veo constantemente la cabeza y los hombros de un chino que se superponen sobre los suyos.Prosegu describiendo un extrao tocado y tambin una vestimenta, y declar que tena la impresin de que

    sta podra ser una apariencia inconscientemente incorporada de una ex encarnacin ocurrida en China unos700 aos atrs.

    Eso no me sorprende dijo Storey con voz serena. Hace muchos aos mientras viajaba por China, dosvidentes me dijeron que yo haba vivido en el exacto perodo histrico que usted mencion. Las vestimentasdescritas son las que habra usado por aquel tiempo. Y an ms: un "psquico" de gran reputacin en laIndia me dijo lo mismo. Incluso seal las ropas que usted vio.

    Todo esto me conduce a la cuestin central de este captulo: Las auras son emanaciones objetivas dealguna energa, o sintoniza la mente inconscientemente los hechos sobre la persona o el pasado de la persona yluego proyecta colores simblicos que la mente consciente puede aceptar e interpretar?

    En el caso del muslo de Francs Storey, que emanaba menos "fuerza vital" que el otro, parecera quequiz hubiera estado verdaderamente percibiendo alguna especie de energa fsica. Se tratara de unadiferencia de calorentre los dos muslos perceptible a pesar de la distancia que nos separaba? Las tcnicas dediagnosis termogrficas recientemente desarrolladas podran utilizarse para comprobar la probabilidad de una tal

    explicacin.Sin embargo, la visin de la encarnacin china debe seguramente de tener otra base. Algunas personas hansugerido que poseemos un segundo cuerpo de materia "ms refinada" que se asemeja al fsico, pero queresulta ms susceptible de ser modelado por el pensamiento. Los que crean en esa idea quiz podrnpreguntarse si la memoria inconsciente podra haber remodelado al menos temporariamente ese "cuerpo astral"para darle la apariencia de un ex cuerpo fsico con el que el ahora llamado Francs Storey se haba identificadounos 700 aos atrs.

    Creo que haremos bien en extraer conclusiones con mucha cautela acerca de estas cuestiones. El mtodocientfico consistira en adoptar la explicacin que mejor se adecu a los hechos. Por supuesto, no se conocencon certeza todos ellos. Casi nadie acepta todava que la reencarnacin haya sido cientficamente probada, ymucho menos an la existencia de un cuerpo astral.

    Quiz no sea necesario que nos centremos en el problema de la reencarnacin. Podemos preguntarnos encambio si es posible que haya captado por telepata lo que Storey, u otros que hubieran hablado con l,creyeran que l haba sido (y aun lo que hubiera usado) mucho tiempo atrs. En ese caso, la sintonizacin

    inconsciente de la idea china podra haberse proyectado en imgenes aceptadas por mi mente consciente einterpretable asimismo por ella.

    Un semejante mecanismo inconsciente para llevar los datos telepticamente detectados a la conciencia podrahaber sido necesario, porque de otro modo dichos datos no habran resultado aceptables para mi mente

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    consciente. Quiz hubieran sido incluso muy complejos como para que se los captara si se los hubierasuministrado de manera ms abstracta o aun verbal. S por experiencia que soy lo que los psiclogos llamanuna persona con profunda orientacin hacia lo visual.

    La pintura, las esculturas y los bellos y coloridos paisajes tienen para m mucho ms significado que,digamos, la msica. En cambio Rex, mi hermano gemelo (que ha visto un aura slo una vez en su vida) aprecialas artes plsticas, pero prefiere la buena msica y aun la pera a los estmulos visuales. El contraste queexiste entre el interior de nuestras casas lo pone en evidencia. As, pues, las comunicaciones coloridas y visualesresultan muy afines a mis preferencias personales.

    Podra ser quiz que mi PES inconsciente se traduzca meramente en un "espectculo frivolo" para

    mantenerme interesado de modo consciente? No conozco la respuesta, pero sa podra ser una explicacinplausible, especialmente si a uno no le agrada mucho la idea de que la cabeza y el cuerpo estnconstantemente irradiando colores bastante reveladores.

    Lo que vi luego en el aura de Francs Storey es algo ms difcil de resolver mediante una explicacin simplista.Al mirar su torso, vi que uno de los pulmones exhiba manchas de aspecto nuboso de un azul grisceo que

    me recordaban el "aura cancerosa" que haba visto en las primeras etapas de la temida enfermedad, pero lasmanchas eran pequeas y no estaban teidas de rojo como, a menudo, sucede en el caso del cncer. Sabaque no era tuberculosis, pues haba detectado esa enfermedad muchas veces. Le describ a Storey lo quevea y le pregunt si conoca algn dato que pudiera dar cuenta de ello. (Prefer no asustarlo dicindole quese pareca mucho a lo que aparece durante las primeras etapas del cncer pulmonar.)

    Me contest que cuando joven haba tenido tuberculosis, pero que nunca experiment una recada. Noinsistimos ms en el asunto.

    Unos diez u once meses ms tarde, el psiquiatra en cuya casa haba conocido a Francs Storey recibi unacarta de ste que se encontraba de regreso en Ceiln, en la cual le comunicaba que se le haba diagnosticadoun cncer en el mismo pulmn donde yo haba visto las pequeas secciones nubosas. Poco despus FrancsStorey muri de esa enfermedad. Lament no haber tenido la fortaleza de decirle lo que realmente podansignificar las pequeas manchas nubosas. Un diagnstico temprano y la ciruga podran haberle salvado la vida.

    Existe una explicacin fsica del temprano diagnstico que hice del cncer pulmonar padecido porStorey? El cncer se encontraba real y fsicamente en el pulmn en diciembre de 1968, cuando vi las nubosasmanchas uricas diez u once meses antes del diagnstico mdico? O de algn modo mi inconscientepercibi el futuro y lo tradujo en una advertencia reconocible y visible?

    Quiz tales percepciones no se comprendan ni se expliquen nunca racionalmente. Claro que tambin puedehaber algn sencillo modus operandi todava no comprendido, que podra llegar a ser aceptadocientficamente. Quiz para algunos la cuestin de si la visin urica constituye un fenmeno objetivo oproyectivo no sea importante, sobre todo cuando el fenmeno es lo bastante significativo como para que sesalve una vida humana. Pero, personalmente, querra comprender la naturaleza de los cmos implicados.

    De acuerdo con mi propia experiencia, parece probable que algunas de las cosas que veo en las auras

    tengan una base en la percepcin (algunas de ellas a travs de medios hasta ahora ignorados) de energasemanadas o aun de "sustancias psquicas", tales como la "materia astral" a menudo evocada para explicartales fenmenos. Por otra parte, otras experiencias de la percepcin urica parecen claramente "proyectadas"como visiones de mis propias percepciones inconscientes.

    Un da, mientras actuaba como consejero en un campamento veraniego para jvenes, otro consejero vinode la ciudad con una muchacha de 14 aos que acababa de llegar en mnibus. La joven me era totalmentedesconocida, de modo que, cuando me pidi que le leyera el aura, acept. (Siempre prefiero que se mepregunte "Puede leerme el aura? " antes que "Querra. . .? ". Lo primero es un desafo, mientras que laltima frmula, representa una creyente solicitud.)

    Al comenzar a leer lo que vea, varias escenas se iluminaron a su alrededor; parecan encontrarseen el espacio adyacente a su cuerpo. En cada una de ellas v i a un joven diferente que le daba dineromientras ella se vesta (en las visiones, no en ese momento). Esto, para m, poda tener un solosignificado. Le describ las escenas y le dije:

    As, pues, ya sabes lo que veo. Es cierto que slo a la edad de 14 aos practicas con frecuencia laprostitucin?Bien, no lo difunda poraqucontest. Pero est usted en lo cierto.Mientras me preguntaba qu podra haber hecho que la muchacha se embarcara tan temprano en semejante

    carrera, el espacio a su alrededor adquiri el aspecto de un vestbulo. Ella pareca aterrada. Luego un hombrecorpulento, ya mayor, que de algn modo reconoc como su padre, comenz a perseguirla por el vestbulo.Llevaba un revlver. Lo escuch gritar:

    Voy a matarte!Ella dijo que esa escena haba tenido lugar varias veces en su casa.Tales revelaciones uricas son con seguridad el resultado de un mecanismo proyectivo de la mente;

    parecen ser el retrato de escenas psquicamente percibidas de modo quiz ms abstracto, pero traducidas aimgenes visuales. Sinceramente dudo que las escenas descritas estuvieran desarrollndose psquicamente entorno a la muchacha, aunque as me lo pareciera.

    Otro nio que se encontraba en el campamento present un aura algo ms difcil de comprender en el

    mismo contexto. En su caso, ms bien pareci intervenir un complejo entretejido de fenmenos inconscientes.El nio en cuestin pareca tener unos 11 aos. Me haba pedido que leyera su aura y le dijera

    "cualquier cosa que vea". Tampoco a l lo conoca, salvo por haberlo visto durante algunos das en elcampamento. No haba visto nunca a ninguno de sus padres.

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    Al observar el aura del muchachito, bastante inusitada, vi la constante aparicin de otra persona que sesuperpona sobre ella. No tuve la impresin de que esta imagen perteneciera a la vida pasada, de modoque la observ detenidamente para descubrir algn detalle revelador.

    El hombre que se superpona sobre el aura del nio era quiz unos 25 aos mayor que l y pesaba unas 200libras ms. Luego vi algo con sobresaltante claridad: en el bolsillo derecho de la camisa que el hombre llevabapuesta haba un paquete parcialmente usado de Tums (s, "para su panza 2").Espera un minuto! exclam Tiene tu padre unos 25 aos ms que t y pesa unas 200 libras ms

    pero, por lo dems, es idntico a ti y lleva siempre un paquete de Tums parcialmente usado en el bolsilloderecho de la camisa?

    Es ridculo..., pero cierto!declar el muchacho- Es ridculo que lo supiera con slo mirarme a m. . .o aun a mi aura.En verdad, la visin me revel que el nio tena una identidad psicolgica con el padre excepcionalmente

    fuerte. Saba que ira por ah pensando:"Vaya, realmente me parezco a pap!" Y estaba muy orgulloso de ello, tanto que su inconsciente haba

    bromeado como l hasta el menor detalle: Tums!La identidad psicolgica puede ser algo sumamente poderoso. Sospecho que ahora, trascurridos 12 aos, el

    muchacho (ya un hombre) comienza a padecer la misma crnica indigestin cida de la que obviamente su padresufra. Probablemente tambin utilice el mismo anticido.

    Creo probable que fuera el inconsciente del muchacho y no el mo el que proyect la imagen del hombrazoprovisto de Tums. Pero cmo llegu a percibirla como imagen visual que se mostr casi tan real como la"realidad", es otro problema.

    Algunos autores han sostenido insistentemente que las auras, las formas mentales, etc., son fenmenostotalmente objetivos, no condicionados por quien los percibe. Yo no estoy tan seguro, como a esta altura yadebe de ser evidente.

    Varios libros sobre el aura humana afirman que sta tiene forma de huevo y se centra en torno del cuerpoen varias capas distintas. De acuerdo con mi experiencia, nada est ms lejos de la verdad. Las aurasindividuales varan grandemente de forma y cambian de color constantemente. Los pocos "psquicos" que,segn creo, ven realmente las auras Fred Kimball, Ingo Swann y algunos otros las describen como sumamentevariables.

    Cuando algn "psquico" me dice que el aura tiene forma de huevo, s qu libros ha estado leyendosin la menor ayuda de PES. Las personas que sostienen que el aura tiene forma de huevo nunca me dieronprueba convincente alguna de que el aura que ven pueda revelar nada verificable acerca de la persona"leda". Por otra parte, quienes la ven altamente mutable, me han suministrado abundantes pruebas mediante laobtencin de informaciones a las que no tenan acceso normal. Pero esto no prueba todava que el auraconstituya un fenmeno independiente, objetivo y no proyectivo. Podra ser sencillamente que las personas("psquicas", si se quiere) que pueden aceptar el azar (tal como se manifiesta en el aura de forma mutable)son de naturaleza y personalidad ms "psquica" que las que insisten en estructurarla vida, y quiz, por esemotivo, creen que el aura debe ser rgida y con forma de huevo. Recientes investigaciones parapsicolgicastienden a relacionar la funcin psi consciente con la vida y la personalidad menos estructurada.

    Quiz haya una enseanza en esto, aun para la vasta mayora que no ve auras: si nuestra vida se vuelvedemasiado rgida y estructurada, bloqueamos el flujo de impresiones psi e incluso perdemos la "gua" denuestras propias mentes inconscientes, provistas de conocimiento y con capacidad creativa. Si hay una excesivaestructuracin, no hay espacio ni tiempo para el cambio interiormente inspirado ni para la trasformacin denuestras situaciones vitales.

    Aunque seamos responsables, la responsabilidad no debe atarnos de modo tal que impida a nuestras mentesalgo ms de soltura. Aunque quiz no reconozcamos la funcin psi consciente e inconsciente en la vida cotidiana,aun un nio puede ver que el viento no quiebra los juncos que se inclinan junto con l, mientras que lasramas del rbol, al no ceder, se rompen fcilmente. Es ya hora de que comencemos a considerar la funcin psi

    como algo integrado a la vida y no como apndice anormal de ella.

    2"Tummy" en ingls. De ah la broma acerca del nombre del medicamento. (N. del T.)

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    CAPITULO VI

    LAS AURAS A TRAVS DEL TIEMPO

    Cuando baj Moiss de la montaa del Sina trayendo en su mano las dos tablas de la ley, no sabaal bajar de la montaa que la tez de su rostro se haba puesto radiante en su conversacin con El.

    Ahora bien, Aarn y todos los hijos de Israel miraron a Moiss, y de ah que la tez de su rostroresplandeca, por lo que temieron acercarse a l.

    xodo 34: 29, 30l

    Si hemos de creer a las escrituras, el captulo 34 del xodo atestigua la existencia de un aura en torno alrostro de Moiss, tan intensa que "todos los hijos de Israel" pudieron verla. Parece ser que el resplandor tenauna existencia objetiva y fsica, pues tambin se atestigua el nico modo en que Moiss logr que los israelitasno temieran su rostro resplandeciente:

    Los israelitas miraban entonces el rostro de Moiss, porque la tez de su faz resplandeca; y luegoMoiss volva a cubrir su rostro...

    xodo 34: 35

    Es posible que el cuerpo humano pueda tener un tal resplandor fsico? Las investigaciones bioqumicas delos ltimos 20 aos demuestran claramente que semejante fenmeno puede tener lugar dando energa aladenosn trifosfato (ATP), contenido en el cuerpo. De hecho, est documentado clnicamente que en la dcadapasada, tres personas que sobrevivieron despus de ser alcanzadas por un rayo emitieron un resplandor fsico

    durante perodos que variaron de una a 24 horas. Ser quiz que al menos parte del aura humana que otras personas y yo vemos es una contrapartems sutil de la luz emitida por el ATP, y que simplemente nosotros somos ms sensitivos a su efecto que lamayor parte de las personas?

    Sea como fuere, los documentos del hombre a travs del tiempo estn llenos de descripciones tanto ilustradascomo escritas del aura humana.

    Como ejemplo, en el Viejo y el Nuevo Testamento- reunidos hay ms de 40 referencias a la "faz" de laspersonas. La mejor explicacin que puedo hallar actualmente para esta "faz" es "la luz circundante" o"aura".

    Y mientras [Jess] estaba orando, el aspecto de su faz pareca otro, y su vestidura se par blanca,relampagueante.

    San Lucas 9: 29

    Otro ejemplo del uso de "faz" es:3

    ... y su faz como el sol. ..Apocalipsis 1: 16

    Los cronistas de la civilizacin incaica del Per nos dicen que en ella la palabra Illa se traduce como "elresplandor" y se refiere a la esencia espiritual de una persona; los incas afirmaban que sta se manifiesta ante lavista humana como una luz resplandeciente.

    Es tambin digno de mencin el hecho de que en algunas partes del viejo Per el "adis blanco" Viracochareciba el sobrenombre de Illa Ticsique, de acuerdo con Montesinor, se traduce como "brillo o resplandor de lascosas bsicas o fundamentales". Si el cronista est en lo cierto, parecera entonces que los incas considerabanque el "resplandor" o la esencia urica era un fundamento bsico de la realidad.

    As pues, en el sobrenombre que los incas daban a su barbado "dios blanco" (Illa Ticsi) resuena uneco de las palabras de Jess, proferidas anteriormente:

    ... luz soy del mundo.San Juan 8:12; 9:5

    Es posible que esta continua referencia a los maestros espirituales en relacin con la luz tenga una baseconsciente o inconsciente ms profunda que una mera referencia al "esclarecimiento". Parece evidente que laspersonas hayan sentido siempre, y an en ocasiones visto conscientemente, luz en torno a las personasdivinas, los santos, etctera. Quiz los incas estaban en lo cierto. Tal vez las personas que viven cerca de laNaturaleza Interior o Dios exuden realmente alguna esencia "fundamental resplandeciente".

    El pueblo de la cultura precolombina que habitaba la zona arqueolgica de Muisca, emplazada en la fra yelevada meseta de Cundinamarca, Colombia, fabricaba estatuillas de oro mediante procesamientos con cera ahora

    3Las citas bblicas de la traduccin espaola pertenecen a la verdn de Bover, S. I. y Cantera. El

    subrayado es del autor. (N. del T.)

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    perdidos. Las ms grandes y, evidentemente, ms importantes de estas figuras de oro constituyen sereshumanos con muchos rayos dorados que irradian aparentemente desde un lugar oval ubicado en la frente de laimportante persona retratada. Estos personajes llevan vestiduras que difieren claramente de las que se ven enlas figuras de oro ms comunes que representan personas ms ordinarias. La coleccin del Museo del Oro delBanco de la Repblica que se encuentra en Bogot, Colombia, incluye a varias de estas figuras. Es muy claro quelos rayos que se expanden a partir de la cabeza de las figuras de Muisca no representan tocados de plumas.Misteriosamente, una de esas figuras lleva a cada lado la cruz ankh tan familiar en el antiguo Egipto, dondeera el smbolo jeroglfico de vida. Tenemos aqu, como en el caso de los incas, alguna concepcinfundamental de la luz como esencia vital bsica?

    Me es imposible contemplar las figuras de oro de Muisca que representan radiantes personajes sin estarprofundamente convencido de que la civilizacin que las produjo aceptaba el aura como un hecho de la vida.Los ahora bien conocidos rollos del Mar Muerto fueron preparados por los esenios (una secta juda) de la

    comunidad de Qumran, situada al noroeste del Mar Muerto. Parece ser, que tambin ellos tenan conocimientode un fenmeno por el que la cara de una persona espiritualmente "esclarecida" (en esta palabra puede inclusoestar contenido un conocimiento inconsciente del aura) adquiere un resplandor, ya sea fsico como en Moiss,o ms sutil. En uno de los rollos esenios de Qumran leemos:

    ... T iluminaste los rostros de multitudes...Salmos de Accin de Gracias IV, 5-40,11. 111 y 112

    Considerando que los esenios saban lo sucedido a Moiss en Sina, es improbable que sta sea una merafigura retrica. Sin embargo, aun as, debemos reflexionar sobre el origen consciente o inconsciente de la

    expresin "iluminaste los rostros".Desde los tempranos tiempos del cristianismo se representaron los santos en pinturas y aun enesculturas con halos en torno de la cabeza. Los halos ms antiguos tienen una serie de lneas que irradianuniformemente desde la cabeza, slo ms tarde se reducen a un sencillo aro elptico de luz. El especficofenmeno artstico de una dorada lnea elptica es casi exclusivamente creacin del arte religioso cristiano. Elarte de otras religiones representa a sus santos con un resplandor ms generalizado en torno a la partesuperior de la cabeza, a la cabeza entera o circundando todo el cuerpo. Sospecho que el halo elptico, perse, tuvo su origen en la descripcin estilizada de la intensa aura en torno a la cabeza de los santos. Pudo habersurgido para impedir el oscurecimiento del fondo de un cuadro, como podra haber ocurrido si se hubierapintado un resplandor ms generalizado. En otras palabras, el halo es una notacin taquigrfica artstica quedice: "Esta persona es una santa y, por tanto, su cabeza resplandece con luz celestial", una representacinsimblica de nuestra vieja amiga bblica, la "faz".

    En fuentes orientales, muchas descripciones de santos o "divinas encarnaciones", como se las llama a vecesen el Oriente, incluyen el aura.

    Un ejemplo en piedra es el Buda durmiente de la gruta 58 en Tun-huang. En este caso, elresplandor de la c