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El Colegio de Michoacán Centro de Estudios Históricos Quintana Roo entre tiempos. Política, poblamiento y explotación forestal. 1872 - 1925 Tesis para obtener el grado de: Maestría en Historia Antonio Higuera Boníil Octubre, 1995

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El C olegio de M ichoacán

Centro de Estudios H istóricos

Quintana Roo entre tiempos. Política, poblamiento y explotación forestal.

1872 - 1925

Tesis para obtener el grado de: Maestría en Historia

Antonio Higuera Boníil

Octubre, 1995

A María, por primera ocasión

A Luz del, una vez más

Indice

Introducción iArchivos consultados xvi1- El establecimiento inglés de Honduras. Orígenes y desarrollo 12. - La definición fronteriza: Mayas y soldados, madereros y políticos 193. - Quintana Roo: Organización política y poblamiento 744. - Preámbulo de la incorporación de Quintana Roo a la nación 117Anexos 153Bibliografía 212

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Introducción

I

El estudio de la práctica social en las zonas fronterizas aporta elementos para enriquecer la discusión sobre la naturaleza y expectativas de los grupos humanos que las habitan. La frontera sur de Mexico es un universo con múltiples características, la presencia de núcleos sociales con bagajes culturales diferenciados ha sido definitiva para conformar el perfil de esa vasta zona y le ha transmitido una amplia gama de expresiones socio-culturales regionales.

Este trabajo aborda el estudio de la parte oriental de la frontera sur a lo largo de medio siglo. Es el resultado de una investigación que se acercó a los hechos históricos con una perspectiva regional, que sí bien centra su atención en la forma en que se desarrollaron los procesos Jocales, también intenta establecer algunos vínculos que esa

(^zonama tenido con diversas áreas, ya sea de México o del extranjero.

Uno de los criterios que guió el trabajo de recopilación de información, sistematización de la misma y redacción de los resultados ñnales, es el que entiende que la conformación regional es producto de la práctica social, que más allá de las características físicas o ambientales de una determinada zona geográfica, encuentra su esencia en los mecanismos concretos que el hombre construye para dar paso a una organización social específica.

Esta organización social, y la cultura vinculada a ella, son determinadas históricamente por el tipo de relaciones sociales predominantes y es precisamente la acción del hombre la que permite, en períodos de larga duración, transformaciones cualitativas. Estos cambios no operan de forma espontánea, ya que dive^áa^ componentes van adquiriendo presencia y conforme se produce su expansión se va concretizando la

II

La tesis está integrada por cuatro secciones, cada una aborda una parte específica del período estudiado y se ocupa de poner en relieve distintos aspectos de la conformación regional de la frontera México - Belice.

El primer capítulo es una rápida revisión de la historia del asentamiento inglés en la Bahía de Honduras, localizado al sur de la península de Yucatán. En él se da cuenta de las condiciones generales en que se fue haciendo definitiva la presencia de súbditos británicos en la región, así como de los diferentes tratados internacionales que sobre ella firmaron las principales potencias europeas de la época -la Gran Bretaña, España y Francia-.

No se trata, de ninguna manera, de un estudio de historia diplomática; el objetivo de su inclusión en este trabajo es el de aportar el contexto histórico general de una situación que a lo largo de período de estudio de la tesis, adquirió un papel relevante para la vida de la actual frontera entre México y Belice.

Debido a que los ingleses practicaron permanentemente el contrabando en las colonias americanas desde una época temprana, y a que posteriormente le fue reconocida legalmente su estancia en aquella zona, este apartado hace referencia a tratados de principios del siglo XVII y se ocupa de los celebrados hasta la independencia de México.

Fue hasta el siglo XVIII, cuando dichos acuerdos internacionales hicieron referencia expresa a lo que actualmente es el país de Belice. Por esta razón, se da mayor atención al de París, firmado en 1763, en el que se reconoce la presencia inglesa en la Bahía de Honduras, así como al de Versalles y la Convención Ampliatoria de Londres que

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estipularon, veinte y veintitrés años después que el anterior, los límites territoriales en que los súbditos británicos podían cortar, cargar y transportar madera.

Esta sección cierra en los momentos que la Gran Bretaña había comenzado a defender abiertamente, a finales de la época colonial en México, la posesión de la Bahía de Honduras por derecho de conquista, tras su triunfo de 1798 contra los españoles que intentaron desalojar a sus súbditos de aquel lugar.

El segundo capítulo aborda el estudio de la actual región fronteriza durante el último cuarto del siglo XIX. El gran escenario histórico es la Guerra de Castas que desde 1847 había trastocado no sólo la vida de la península de Yucatán, sino que había trascendido a zonas más amplias.

Por su importancia, muchos investigadores han analizado diversos aspectos de la aquella,^ por lo que esta tesis sólo se remite a los acontecimientos más relevantes para el tema de estudio. Asimismo, se hace una consideración sobre los grupos mayas que ocupaban las zonas oriental y sur de la península, así como sus divergentes condiciones de vida y su relación tanto con los mexicanos, como con los ingleses de Belice.

Fue precisamente la actividad de uno de estos grupos mayas, los icaichés, la que produjo un debate diplomático entre los gobiernos de México y la Gran Bretaña alrededor de la soberanía de Belice. La disputa por la posesión de aquel territorio fue resuelta veinte años más tarde, al firmarse en 1893 el tratado de límites Mariscal-Spencer.

Véanse, por ejemplo, ALVAREZ, 1972; ANCONA, 1889; BAQUEIRO, 1871-1873; BARTOLOMÉ, 1973; ÜAREAGA, 1981 y 1990; GONZÁLEZ, 1968 y 1979; JONES, 1973; LAPOINTE, 1983; MENA, 1962; REED, 1982; REINA, 1984; VALLARIA, 1993; VILLA, 1978.

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existencia de una nueva región -distinta en sus límites geográñcos y su contenido específico-.

Andrés Fábregas señala al respecto quela región es el resultado de un proceso que vincula en el tiempo y en el espacio a la

sociedad, la cultura, el medio ambiente y la historia. Esta vinculación construye una estructura propia y otorga especiñcidad a la sociedad y la cultura en un ámbito concreto. La región constituye el recipiente de una historia cuya cotidianidad aparece en la conciencia regional manifestándose en símbolos de identidad que recuperan y uniñcan la vivencia compartida/

Con las bases antes señaladas, este trabajo expone los rasgos generales de la conformación de una (región fronteriza) No se trata de una zona cuya ocupación original se diera en el período de estudio, pues los antecedentes más lejanos los encontramos en el desarrollo de la cultura maya prehispánica; en todo caso se trata de acercarse a un proceso ocurrido en una época en que, como respuesta al coloniaje europeo, los estados nacionales estaban consolidándose y definiendo las nartes mm Ins cnmnnnían

Para el caso de estudio, se abordan elementos de la vic^local: la políticá como expresión del quehacer detestado nacional, el poblamiento del área como respuesta a esa actividad y la^^NPlDtaciÓlfj^ ta selva -poniendo atención a los procesosproductivos- como una de las más importantes formas productivas del período que va de 1872 a 1925.

FÁBREGAS, 1 9 9 2 , p . 3 1 .

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En este apartado también se tratan las controversias producidas en nuestro país tanto por la posición asumida por el gobierno mexicano ante el hecho de que la Gran Bretaña consideraba a Belice una de sus colonias, como de los inconvenientes que se desprendieron de la firma del tratado que fijó la frontera internacional.

Por otro lado, se presentan las condiciones en que los ingleses del sur obtenían permiso de los dos principales núcleos mayas para explotar palo de tinte y maderas preciosas y cómo éstas se transformaron a partir del establecimiento deñnitivo de la frontera entre México y Belice.

Esta sección concluye con la exposición de la estrategia desarrollada por el gobierno de Porfirio Díaz para concluir la Guerra de Castas y recuperar la amplia zona caribeña de la península de Yucatán. El colofón de tales medidas cristalizó en la creación del territorio federal de Quintana Roo en 1902.

Por su parte, el tercer capítulo centra su atención en la primer organización política de Quintana Roo y en la tarea de administración pública asumida por el gobierno federal durante algo más de una década. Contrapunteando esa temática, se presentan las condiciones existentes para explotación forestal de la región y el proceso de poblamiento del sur quintanarroense.

Aquí se vinculan esos dos rubros a través de la inmigración de fuerza de trabajo originaria de distintas zonas del país, así como de los núcleos llegados de Belice.

Se ofrece en este apartado, una propuesta de la relación entre los procesos de trabajo en la selva, la incorporación de mano de obra a ellos y el proceso de poblamiento de la zona colindante con Belice. Asimismo, se hace una consideración alrededor de

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algunas estadísticas oñciales que registran los movimientos de población, lo que se complementa con un exploración de los medios de transporte predominantes en la época.

El fin del porñriato y el advenimiento del período revolucionario inmediato tuvieron efectos concretos en el área de estudio. Por tal razón, también se estudia la organización de varios movimientos rebeldes que desde la frontera sur de México luchaban contra los gobiernos constituidos de ese período; uno apoyaba los postulados antireelecionistas de Madero, otro combatió a tal personaje una vez que había tomado posesión del ejecutivo federal y un tercero (que es tratado en el último capítulo de este trabajo) intentaba derrocar a Victoriano Huerta.

Tras el asesinato de Madero y Pino Suárez, la fuerza que intentaba retomar el cauce de la revolución mexicana decretó la extinción jurídica de Quintana Roo, para ser anexado al estado de Yucatán; en este momento histórico concluye este apartado.

La última parte de esta investigación retoma los hechos antes mencionados y muestra las condiciones en que se dio, a lo largo de la frontera sur, el movimiento revolucionario contra Huerta, que operó tanto en Estados Unidos como centro de abastecimiento de armas, como el establecimiento de bases militares en Belice y Guatemala.

Asimismo, se hace una consideración alrededor de la extinción jurídica de Quintana Roo y la anunciada anexión a Yucatán. Aunque las fuentes son escasas y deberán seguirse buscando en diferentes archivos, hay indicios de que entre 1913yl915 -período en el que Quintana Roo supuestamente desapareció como entidad federativa- las autoridades locales seguían dependiendo de las instancias federales y no de las de Yucatán.

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Por otro lado, se presenta cómo a partir de 1915 y a lo largo de una década, las autoridades políticas trataron de impulsar el progreso del territorio federal: acercamiento con los diversos núcleos mayas de la región, organización de distintos ramos de la administración pública, formación de comisiones de estudio del territorio federal para proponer vías de desarrollo, establecimiento de nuevas condiciones para la explotación silvícola, etcétera.

Este capítulo cierra en la época en que vuelve a correr peligro la integridad territorial de Quintana Roo. En 1924 el gobierno yucateco propone se le anexe una franja del norte quintanarroense y los resultados de una comisión de estudios encabezada por el general Amado Aguirre cancelan temporalmente tales aspiraciones, recomendando, en cambio, las medidas que deben tomarse para lograr la integración de esta apartada región al conjunto nacional.

Aunque fuera del período de estudio de este trabajo, vale la pena recordar que de 1931 a 1935 Quintana Roo perdió su autonomía, y dividido en dos fracciones, fue entregado a los estados de Campeche y Yucatán.

Debido a que los procesos históricos iniciados a partir de 1925 y desarrollados con toda fuerza durante el cardenismo, para hacer permanente la presencia del Estado Nacional en la frontera con Belice, se ha decidido concluir esta investigación en aquel punto histórico. Abordar los enormes cambios que se produjeron en el futuro mediato a 1925, hubiera sido ampliar excesivamente las pretensiones de este trabajo. Afortunadamente, el interés de investigación de diversos colegas se ha centrado en tal período histórico y pronto conoceremos con mayor precisión los alcances de la institucionalización de la vida política de Quintana Roo.

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Este trabajo concluye presentando una serie de documentos anexos que exponen ampliamente ciertas temáticas de importancia, pero que no tenían cabida en el cuerpo del texto. Dicha sección está compuesta en su mayoría por fuentes históricas inéditas, aunque también incluye algunos cuadros que fueron elaborados combinando distintos documentos que aportaban piezas sueltas de un mismo proceso. Su inserción busca dar a conocer algunas fuentes primarias localizadas en diversos archivos, que sean de utilidad para posteriores investigaciones.

III

Las fuentes de información utilizadas para la elaboración de este trabajo son de distintos tipos; las hay de archivo, bibliográñcas, hemerográñcas y orales.

La búsqueda bibliográfica se efectuó en la Biblioteca Nacional, la del Colegio de México y el Archivo Nacional de Belice, mientras que la Hemeroteca Nacional y el Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México aportaron las fuentes hemerográñcas.

Las fuentes primarias fueron recopiladas en diversos archivos del Distrito Federal, pues en Quintana Roo sólo hay dos repositorios importantes: el Archivo General del Estado y la Sala Bibliográñca del Instituto Quintanarroense de la Cultura. Las fuentes orales se reunieron durante varias temporadas de trabajo de campo.

En su calidad de jefe del ¿pontón el teniente Othón P. Blanco no sólotuvo la tarea de vigilar la salida "dé madera y chicle con rumbo a Belice, ó la de encargarse del tránsito migratorio internacional. Su labor se extendió a distintas áreas, entre ellas el establecimiento de relaciones amistosas con los mayas residentes en la

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margen izquierda del río Hondo para asegurar su lealtad al gobierno de la República. Con tal motivo realizó, por lo menos, dos viajes ha Icaiché, de los que existen los informes mecanuscritos que dirigió a sus superiores y que actualmente son fuentes primarias invaluables.

Por desgracia, el Archivo personal de Othón P. Blanco se vio seriamente disminuido al perderse una maleta con documentos durante el viaje en el que el teniente Blanco dejó la zona de estudio a principios del siglo.

Otro personaje que generó un acervo documental importante fue el general Francisco May. Jefe de las comunidades indígenas de la región central de Quintana Roo durante los primeros treinta años del presente siglo, May controló una parte de la organización teocrático-militar de los antiguos rebeldes y era el puente de comunicación entre éstos y los gobiernos territorial y federal. Obtuvo concesiones para la explotar madera y chicle y Venustiano Carranza le reconoció el grado de general dentro del escalafón del ejército mexicano, asimismo, este personaje controló económica y políticamente la zona central del territorio.

El Archivo personal del General Francisco May está compuesto tanto por correspondencia intercambiada con autoridades gubernamentales, como con particulares. Esta documentación se reñere a concesiones forestales, la construcción de vías de comunicación en la zona, dotación de servicios de educación, venta de chicle, enfrentamientos con compañías compradoras del látex, etcétera.

Los datos aportados por este archivo son de gran valor, pues provienen de los pocos documentos no oñciales producidos en el territorio, reflejando la situación de un grupo social marginado del desarrollo general del territorio.

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Un tercer acervo originado por un individuo es el Archivo persona! de! Genera! Amado Aguirre, quien fuera gobernador de Quintana Roo desde finales de 1924 hasta mediados de 1925. Su carácter de obregonista le conñere especial interés a los documentos recabados por él a lo largo de muchos años. Asimismo, fue director de una comisión de estudios del territorio y su interés por lograr el desarrollo de la entidad se refleja en la cantidad de disposiciones tomadas por su gobierno.

Su archivo personal está resguardado en el Instituto de Investigaciones Históricas de la U.N.A.M. y consta de diversos comunicados con autoridades de la ciudad de México tales como Hacienda, Guerra y Marina, Presidencia, Agricultura y Fomento, entre otros. Tiene gran cantidad de documentos referentes a concesiones para explotar la selva quintanarroense y comunicados con algunas compañías que compraban la producción chiclera del territorio. Documenta, además, el movimiento delahuertista en Quintana Roo, el funcionamiento del gobierno territorial y relación con los mayas del centro de la entidad, entre otros temas.

El período histórico que este archivo abarca va de 1923 a 1928 particularmente, aunque también incluye sucesos fuera del mismo.

El Archivo Genera! de !a Nación es uno de los repositorios más importantes para Quintana Roo. Ramos y Fondos como el de Gobernación, Presidentes, Límites, Período Revolucionario, entre otros, proporcionan fuentes históricas sobre diversas áreas de la vida quintanarroense. En este trabajo, las fuentes históricas de este archivo documentaron la primera organización administrativa, política y económica del territorio federal, así como una parte de la práctica social de sus habitantes.

Asimismo, contiene información sobre los límites de la entidad, los distritos y partidos, sus poblaciones, los productos agrícolas de la región, la organización del

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gobierno, la Guerra de Castas, el nombramiento de las primeras autoridades locales, infraestructura del territorio, etcétera.

El Archivo Nacional de Belice contiene fuentes históricas que incluyen tanto a ese país, como al sur de la península de Yucatán. Cuenta con una cantidad considerable de fuentes para el siglo XIX y son abundantes para el XX.

Posee información sobre los distritos norteños de Orange Walk y Corozal, pero también se pueden documentar múltiples procesos históricos de las comunidades del norte del río Hondo. El espectro temático que cubre es amplio, ya que contiene tanto los instrumentos públicos del gobierno inglés, como la documentación producida por la sociedad civil.

La sección de publicaciones periódicas reúne casi la totalidad de Æe/zzea?? ÓYMíúay, que ofrece valiosas pistas para el investigador.

El Archivo Histórico de !a Secretaría de Relaciones Exteriores, se caracteriza por agrupar documentación sobre las relaciones internacionales que México ha tenido con otros países, además contiene fuentes históricas sobre asuntos intemos del país. La documentación encontrada consiste esencialmente en los comunicados entre la Legación y el Consulado de México en Belice y la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Estas fuentes históricas permiten conocer, por ejemplo, contratos entre el gobierno yucateco y diversas compañías extranjeras para el corte de madera; la ingerencia de las autoridades inglesas en la guerra de castas; el contrabando de armas entre los comerciantes de Honduras Británica y los mayas en guerra; la reacción de la población beliceña de ascendencia mexicana ante dicho contrabando; los tratados internacionales que permitieron a Inglaterra crear el establecimiento de Belice; el tratado de límites entre México e

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Inglaterra para definir la frontera internacional; la correspondencia entre las autoridades diplomáticas de ambos países, etcétera.

En especial se puede seguir la política desarrollada por los ministros mexicanos Lafragua, Vallaría y Mariscal, y se puede acceder a diversos informes de autoridades estatales que daban cuenta del curso de la Guerra de Castas y que conocían la situación de la zona en la que se estableció posteriormente la frontera internacional.

Por otra parte, en este repositorio se localizaron algunos periódicos mexicanos, regionales y nacionales, tales como La Ee&mczó??, La Lz¿7erfa<% E/ Lá/aro Eco47M¿)og La Eazó?? <íc/ E^c^/o, entre los principales. Asimismo, posee periódicosextranjeros, aunque en cantidad menor: LLc ?wo EcpM¿?/íc , EorwaerA L/?c C/ar/on que informan sobre la región estudiada.

Debido a que el territorio federal de Quintana Roo fue erigido durante el Porñriato, la consulta del Archivo de Porfirio Díaz, de la Universidad Iberoamericana es obligada. Este archivo contiene documentos relacionados tanto con el proceso de creación de aquel territorio, como con los primeros años de su existencia. Sus fuentes históricas son de primer orden ya que al crearse Quintana Roo el gobierno central reunió las comunicaciones sostenidas con los gobiernos de Yucatán y Campeche, autoridades locales, compañías madereras, particulares, etcétera, y recopiló las disposiciones y leyes dictadas para el área.

Los temas tratados en las fuentes reunidas son de una gama muy amplia: revueltas en contra de Díaz; la campaña militar contra los mayas; estudios de la organización social maya; subvenciones otorgadas a los Ferrocarriles de Yucatán; actitud de las autoridades inglesas al llegar el pontón a la desembocadura del río Hondo y su

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funcionamiento como aduana fronteriza; interés de los beliceños de ascendencia mexicana por regresar a Bacalar; etcétera.

En el Centro de Estudios de Historia de México se encuentra la correspondencia oficial y particular del general Bernardo Reyes, Secretario de Guerra y Marina durante el Poríiriato. Sus interlocutores fueron diversos personajes militares que participaron en la campaña de Yucatán durante los últimos años del siglo pasado y los primeros del presente. Las fuentes primarias de este archivo documentan aspectos técnicos, la organización militar, el avance del ejército y vida cotidiana durante la campaña, y permite ver con cierta claridad los problemas enfrentados por el ejército mexicano en un terreno desconocido. Asimismo, se puede hacer un seguimiento de la última etapa de la Guerra de Castas.

Las fuentes hemerográñcas utilizadas en esta investigación incluyen revistas y periódicos nacionales, regionales e internacionales, lo cual permitirá conocer puntos de vista muy diversos sobre los temas tratados: Guerra de Castas, relaciones entre beliceños y mayas, ataques a Orange Walk, campaña de paciñcación, algunas condiciones generales en el territorio de Quintana Roo en diversas épocas, límites entre el territorio y Belice, Yucatán y Campeche; producción forestal; etcétera.

Ya se anotó que en Quintana Roo los archivos históricos son escasos, por lo que es indispensable recurrir a la historia oral como fuente de información. Por esta razón se realizaron entrevistas con diversos informantes de la región, especialmente con habitantes de Pucté, Nicolás Bravo, Bacalar, La Unión, San Francisco Botes, Alvaro Obregón, Cacao, Chacchoben y Chetumal.

Estas entrevistas se efectuaron durante varias temporadas de campo, y aunque las primeras no fueron grabadas, se registraron en diario de campo. La información que proporciona esta fuente gira en tomo a la colonización de la zona de estudio, procesos

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productivos (tanto explotación silvícola como agricultura en general), los procesos de trabajo en la explotación de la selva, algunos rasgos culturales de la zona y la relación con los habitantes de Belice.

La información obtenida a través de está fuentes permitió un acercamiento a las formas específicas en que se desarrollaron las actividades económicas más importantes de la región, a la vez que son testimonios de la convivencia con las poblaciones beliceñas. Por otro lado, documentan el grado de aplicación de las medidas del gobierno mexicano para controlar esta región e ilustran diversas áreas de la vida social de la zona de estudio.

IV

Agradezco al doctor Andrés Fábregas Puig la labor de dirección de este trabajo y a los doctores José Lameiras y Rafael Diego, la lectura del borrador y las observaciones hechas al mismo.

Luz del Carmen Vallaría ha sido un interlocutor constante a lo largo de los últimos años, su conocimiento sobre la historia de Quintana Roo y las sugerencias hechas durante la preparación de este texto fueron deñnitivos.

Mi reconocimiento para Adriana Silva, del Centro de Cómputo de la Universidad de Quintana Roo, por la elaboración de los mapas que se incluyen en este trabajo.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología proporcionó un apoyo fundamental para la realización de los estudios en El Colegio de Michoacán, al conceder una beca de manutención durante treinta meses.

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Agradezco a la Asociación Mexicana de Población el haber otorgado una beca anual para la realización de la investigación de tesis, así como la asesoría académica sobre aspectos demográñcos.

Huelga decir que a pesar del apoyo recibido, los errores que presenta de este trabajo son producto de mis limitaciones.

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Archivos Consultados

A.A.A. Archivo Personal del General Amado Aguirre. Instituto de Investigaciones Históricas de la U.N.A.M.. México, D.F.

A.F.M. Archivo Personal del General Francisco May. Instituto Quintanarroense de la Cultura. Chetumal, Quintana Roo.

A.G.N. Archivo General de la Nación. México, D.F.A.H.S.R.E. Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores. México,

D.F.A.N.B. Archivo Nacional de Belice. Belmopan, Belice.A.O.P.B. Archivo Personal de Almirante Othón P. Blanco. Particular, México,

D.F.A.P.D. Archivo Porfirio Díaz. Universidad Iberoamericana. México, D.F.C E H.M. Centro de Estudios de Historia de México. México, D.F.

Capítulo 1

El establecim iento inglés de Honduras, orígenes y desarrollo

El siglo XVII fue testigo de los beneficios que dejó la piratería para ingleses, escoceses, holandeses y franceses; los barcos mercantes españoles eran constantemente atacados por corsos, filibusteros, bucaneros, piratas y sus riquezas pasaban a manos extranjeras en forma ilícita, sin que se pudiera erradicar esa práctica aun a pesar de la persecución de que los hacía objeto la corona española.

Los monopolios comerciales Metrópoli-Colonias eran celosamente cuidados por los europeos. Durante la primera mitad de ese siglo se ajustaron dos tratados entre España e Inglaterra, que permitían que los barcos de la segunda arribaran a puertos españoles en las Indias Occidentales, sólo en caso de tempestad o persecución pirata (1604); pero se prohibió expresamente a los ingleses la navegación en los mares y puertos españoles de esas posesiones (1630). El tratado de Westfalia, firmado el 30 de enero de 1648, ratificó esas disposiciones y proscribió el comercio inglés en las colonias españolas.*

Sin embargo, los ingleses no acataron las cláusulas de dichos tratados, prueba de ello es la Real Orden dictada por el gobierno virreinal de la Nueva España en 1660, para impedir el comercio en los puertos de su territorio bajo el pretexto de la llegada de barcos ingleses en busca de protección. Diez años después se firmó en Madrid un tratado de paz entre las dos potencias, estableciéndose lo siguiente:

Art. IV. Otrosí que los mismos Serenísimos Reyes hagan que sus súbditos se abstengan de todo linaje de violencias y actos hostiles, revocando cualesquiera comisiones ó letras tanto para ejercer represalias, como de marca, y las que facultan para hacer el corso en las Indias Occidentales, que tuviesen dadas y acordadas, bien á sus respectivos súbditos ó regnícolas, bien á extranjeros, en daño de la otra parte ó de sus súbditos, y declarándolas nulas, rotas y sin fuerza, según y como se declaran en esta Tratado de Paz. Y cualesquiera personas que en contrario hicieren, sobre incurrir en

P r o f a n o Je /a CMe^/óa Je ÆeJce..., 1877, A.H.S.R.E., LE-873, pp. 18-20.

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las penas que su delito merezca, sean compelidas á indemnizar á los súbditos ofendidos, siempre que estos lo pidieren, de los daños causados."^

Art. VII. Todos los actos de hostilidad con que las Naciones Española e Inglesa se hayan mutuamente ofendido en los pasados tiempos, con cualesquiera motivos ó pretextos, en America, y consiguientes daños y perjuicios por ellos sufridos, dense al olvido, y no se haga de ellos mas memoria que si nunca hubieran sido. Queda igualmente ajustado que el Serenísimo Rey de la Gran Bretaña, sus herederos y sucesores, te7?afr%72 yposœng?? ezz Znofo Aempo, co7?p/e?zo gerczczo afe /% soer<%7?ú%, propiea^af y posæzo?3, toaf<%$ /as tiernas, prcwmcMs, zs/as, co/ozzzas y áfozTzzTzzos zze /zezzezz y poseen ¿a/ presente, e/ wezzczozzaafo Acy afe /¿a Grazz Rre/azza y sas szíM/os, ezz /¿as Azafatas OcczofezzZa/es o ezz toados /os térwazaos afe A zaerzca, a/e zaaoa/o aae azzaca azas p%eaf¿a az ¿/e/za, so azagaa pretexto, aza aaaetaárse/es por e//o, az opozaerse/es afa/ eaa/t aa/ afe azagaa genero.

Estos artículos son de particular importancia por dos razones, por un lado las partes contratantes se comprometen formalmente a terminar con la piratería, de lo que España debería de obtener el mayor beneficio; por el otro lado, el artículo séptimo es relevante si se toma en cuenta lo que ocurría en la Bahía de Honduras/

Se sabe que durante la segunda mitad del siglo, el pirata escoces Peter Wallace asolaba la Península de Yucatán al mando de un grupo de contrabandistas. Este personaje efectuó en la Bahía de Honduras un perfecto reconocimiento de aquellos bajos y arrecifes y después de un examen diligente halló (...) un río enteramente á cubierto por una serie de cayos y bajos, y desembarcó allí con unos 80 piratas, que desde el momento mismo construyeron unas cuantas chozas/ dedicándose a la explotación y contrabando de palo de tinte. No se puede dejar de apuntar que este acontecimiento ha

RJJ, pp. 29 bis (1 y 2). RJJ, pp. 29 bis (2-4). Mendoza, J.L.. citado en PAZ, 1979. El subrayado es mío.

Los reyes españoles habían dictado múltiples órdenes para atacarla piratería. Véase, por ejemplo, Recop//ación Je Leyes Je /os Reznos Je /as TnJz'as, Libro III, Título VII, Ley XII, p.34. Dada por Felipe III en Ventosilla el 26 de septiembre de 1614, en Madrid el 4 de junio de 1620. Por Felipe IV el 28 de junio de 1624 en Balsain el 11 de febrero y en Madrid el 4 de abril de 1626.

s PENICHE, 1 8 6 9 , p . 3 .

2

sido considerado por los ingleses, como la fundación del asentamiento que posteriormente se desarrolló en esa región.

De hecho, el artículo séptimo del Tratado de Madrid, fue el apoyo a las pretensiones inglesas sobre el territorio de Honduras pues, como se verá más adelante, Inglaterra argumentaría tener dominio sobre la región por derecho de conquista y continuó protegiendo a corsarios y piratas del Mar Caribe. Asimismo, Inglaterra argumentó que Wallace había establecido un contrato con los indios mosquitos, quienes le cedieron el territorio a cambio de armas, y por lo tanto la zona había pasado a formar parte de la soberanía inglesad

Incursiones como las dirigidas por Wallace siguieron dándose y en 1699 un grupo de escoceses se establecieron en la Costa del Darien, fundando la villa de Nuevo Edimburgo y construyendo el fuerte San Andres. Este grupo fue derrotado por una escuadra española en 1700, dividiéndose en tres conglomerados.

El primero solicitó ayuda de su gobierno para continuar la lucha pero no obtuvo respuesta favorable, otro se refugió en la costa de Honduras y se aliaron con los indios mosquitos y con los Payán, estableciéndose en las islas Roatan, Utila y otras del Golfo de Honduras y del mar de Belice, más tarde entraron en contacto con los armadores de buques que hacían el tráfico clandestino de palo de tinte; este grupo fue vencido en 1702 por el gobernador de Yucatán Martín de Ursúa y Arizmendi, por lo que emigraron a Jamaica donde prosiguieron su proyecto de regresar al Darién. Finalmente el tercer grupo fue a la Isla de Tris y a la Laguna de Términos, donde fueron hostilizados desde

Es importante apuntar que en 1672 Sir Thomas Lynch, gobernador de Jamaica, manifiesta en un informe que el tratado de 1670 parecía considerar a Belice como una posesión admitida y aun llega a afirmar que producía a las aduanas de S.M.B. y al comercio de la nación, más que ninguna otra colonia. (Tomado de "Hansard's [Cobett's] Parleamentary History from the conquest to the year 1803", t. VIII, p. 688 y citado en A.H.S.R.E., LE-783, p. 33).

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1702, ahuyentados tres años después y expulsados definitivamente en 1717/ provocando su huida el día de la virgen del Carmen, de donde tomó su nombre la isla.

Mientras esto ocurría, en Europa se había iniciado a principios del nuevo siglo la guerra de sucesión en la que Inglaterra apoyaba a la casa de Austria para ocupar el trono español, mientras que Francia intentaba que fueran los Borbón los que reinaran España. La partida se decide a favor de los últimos y Felipe V se convierte definitivamente en el rey de España, la guerra llega a su fin tras la firma del Tratado de Utrecht en 1713. Este acuerdo de paz y comercio no toca lo referente a Honduras pero su importancia es fundamental para la época, por él obtuvo Inglaterra el Peñón de Gibraltar (que ocupó durante la guerra) y Menorca; se le autorizó el comercio con las colonias españolas de América una vez al año, adquirió el asiento de negros, que le significó la exclusividad del tráfico de esclavos hacia el Nuevo Mundo, y España perdió sus colonias europeas, conservando sólo las americanas.

Cabe señalar que hasta ese momento no existía ningún documento que hiciera dudar que la soberanía de la Bahía de Honduras perteneciera a España/ A partir del año siguiente y hasta 1721, se prohibió el comercio inglés en la América española por el Tratado de Beda y en la última fecha el rey de Inglaterra se comprometió a dar órdenes para que se cumpliera el Tratado de Utrecht, que mantenía los límites de América tal como existían en el tiempo de Carlos II, lo cual no se cumplió.

Sobre estos enírentamientossereporta en una cartadel virrey Duque de Albuquerquedefecha30 de septiembre de 1703, que el Alcalde Mayor de Tabasco había rendido a 108 ingleses en el puerto de Jalpa. Asimismo, en carta de 23 de agosto de 1704 el gobernador de Yucatán comunica al Rey haber despoblado la Laguna de Términos, apresando 62 ingleses y 8 negros, huyendo el resto a Tabasco.

s Esta opinión es sostenida aunporun documento escrito por Mr. Chalmersparauso del Ministerio de Comercio de la Gran Bretaña, en él se señala que "...It does appear that the Board ofTrade ever insisted for the rights of soveregnity over Honduras, Campeachy or the Mosquito Shore, except ve/y T&ñit/y ñ?<7gg<7, in their report of the 25th of September 1717 but on/y tire rights of logwood cutting...".

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A partir de 1722 las persecuciones de ingleses por las autoridades españolas fueron frecuentes. En diciembre de 1724 Felipe V quedó enterado, por intervención del Consejo de Indias, de que en el río Wallis existían poblaciones inglesas, de la aprehensión de un barco con 36 ingleses y 8 negros que transportaban ilegalmente palo de tinte y de la existencia de hasta 800 hombres armados en la Bahía de Honduras. Por esta razón, estipuló un plazo de treinta días para que aquellos abandonaran la región, amenazando con atacarlos si no cumplían con esa disposición.

¿Dónde y cómo dónde obtenían los ingleses las herramientas e instrumentos para la explotación de madera y palo de tinte, las armas y los efectos necesarios para sobrevivir en una región tan desfavorable como la de los pantanos de Honduras? Como era del conocimiento público, los comerciantes de Jamaica los respaldaban y aun las autoridades de esa isla daban la anuencia para su protección; de hecho es posible que esas dos instancias usaran su influencia en Inglaterra en favor de los cortadores y lograran introducir en los Preliminares de Fontaine Bleu (1762) el artículo que posibilitó la creación oficial del establecimiento ingles en la zona.

De hecho en 1725 y 1726 el gobernador de Yucatán, Antonio de Figueroa y Silva, atacó a los ingleses de Honduras, quemando las rancherías del río Wallis y haciendo prisioneros a sus habitantes. Edificó en Bacalar, población fundada en 1528 que era el último punto de dominio español del sureste de la península, un presidio e introdujo familias de las Canarias para poblar esa costa con el propósito de ahuyentar a los ingleses.

A partir de 1730 los ingleses de Jamaica y las Antillas comenzaron a presionar a su corona para que rompiera relaciones con España. No hay que olvidar que el Tratado de Sevilla de 1729 había sellado la alianza defensiva entre esas dos naciones y

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Francia y que por su artículo primero se ratificaron e?3 ^ 7%73KM los tratadosanteriores, y que por el segundo, las tres naciones garantizaron reciprocamente sus reinos, estados y tierras en todo el mundo7 Estos dos artículos son de gran importancia en relación con Honduras -a pesar de que no se hace mención de la región- pues significa que seguía ajo el dominio formal de España y que Inglaterra estaba garantizando tácitamente ese hecho.

Posteriormente, el gobernador de Yucatán Manuel de Salcedo, informó al rey de España con fecha 7 de agosto de 1736 que tras la muerte de D. Antonio de Figueroa y Silva regresaron los ingleses al Wallis con barcos que no pudieron ser vencidos y propuso la edificación de un fuerte en la entrada del río, recomendando que contara con una guardia de 75 hombres. La idea de Salcedo era suspender el abasto de víveres a los cortadores de río arriba y provocar su rendimiento, además señalaba la conveniencia de introducir embarcaciones menores en los ríos Nuevo y Hondo.Sin embargo estas proposiciones nunca fueron tomadas en cuenta por la corona española.

En 1739 se firma una Convención de Paz entre España e Inglaterra, estipulando una indemnización de 95,000 libras para la segunda por daños causados a sus súbditos en America, pero se inició una gran guerra marítima que continuó hasta 1748, año en el que se firmaron los preliminares de Aix-la Cappelle. El Tratado de Aquisgran se firmó en noviembre de ese año, que además de renovar y confirmar los de 1667, 1670 y 1713 y la cuádruple alianza de 1718, estipuló en su artículo quinto, que los firmantes se comprometían a restituir $¿7% excepto?? todas las conquistas que se hubieran hecho

s Cfr. A.H.S.R.E., LE-873, pp. 103-104.p. 120.

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desde el principio de la guerra, incluyendo las de Europa, las Indias Occidentales y Orientales, o en cualquier parte del mundo.^

Lo anterior significaba que los ingleses deberían de salir de las inmediaciones del Wallis. En lugar de proceder en ese sentido, Inglaterra designó por primera vez en la historia a un Superintendente para Honduras, al que confirió la representación de su autoridad sobre ese territorio y quien comenzó a regir bajo las leyes inglesas.

El tercer Tratado de Madrid se firmó el 5 de octubre de 1750, además de los arreglos comerciales entre Inglaterra y España en los que se restablecen los derechos mercantiles de la primera, esta renuncia al privilegio del tráfico de negros hacia America.^ Esto sucedió debido a que Carlos III se había aliado con Francia en contra de Inglaterra. Unos años antes del comienzo de la guerra de los siete años, España calificaba de robo la ocupación inglesa del Wallis y sus zonas aledañas, esto era así porque en 1754 los cortadores de Honduras habían vencido militarmente a una ex­pedición que había salido del Peten y que no cumplió con la misión de desalojarlos de la región.

Durante la guerra de los siete años, Inglaterra ocupó Manila y La Habana (1762) y la Península Ibérica se veía amenazada por el ejército anglo-portugués, sin que Francia aportara ninguna ayuda efectiva a España. Esta situación ocasionó el ajuste de los preliminares de Fontaine Bleu en noviembre de ese año, en donde Inglaterra se

^ PENICHE, 1 8 6 9 , p . 12.

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comprometió a demoler todas las fortificaciones que sus súbditos hubieran construido en la bahía de Honduras y en otras partes de la America española.^

Hasta ese momento la disputa por la región que nos ocupa había sido un constante ir y venir entre España e Inglaterra, es claro que en términos formales es hasta entonces que se toca lo relativo a Honduras y se puede decir que se inició una nueva situación internacional y regional, en lo relativo a las actividades extractivas y de poblamiento.

España había prestado poca atención al asentamiento inglés en la Bahía de Honduras. Sería a partir de 1763 que esta situación se transformaría cualitativamente; ya desde el año anterior Inglaterra salía victoriosa en la guerra y puso en evidencia su posición de mantener la protección de Honduras mientras se llegaba a acuerdos concretos.

Dichos acuerdos quedaron estipulados en el Tratado de París (10 de febrero de 1763), por el cual Francia "devolvió" Menorca a Inglaterra y España le "cedió" la Florida, los territorios del Este y Oeste del Mississipi, abandona la disputa por el derecho de pesca en la costa de Terranova y reconoció el corte de madera en Honduras. El texto del artículo diecisiete señaló que S.M.B. haría demoler las fortificaciones de Honduras, a cambio S.M.C. permitiría el corte, carga y transporte de madera sin

^ A.H.S.R.E., LE-873, p. 138. Sobre el particularpodemos señalar que estepunto puede considerarse una victoria española en términos diplomáticos pero no en la realidad, pues sí tomamos en cuenta la situación de guerra y el hecho de que los ingleses poseían efectivamente la bahía de Hondurasdesde hacía algunos años, la disposición de demoler las fortificaciones era totalmente favorable a España. El problema real era que nunca debieron de existir dichas construcciones, y su edificación hablaba del dominio efectivamente ejercido por los ingleses.

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Mapa 1 Tratado de Paris, 1763

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Fuente: A N T O C H t w ; 1994

obstáculos.^ Los límites del asentamiento ingles estarían marcados por los ríos Wallis y Nuevo y se dispuso que en lo futuro se haría su delimitación sobre el terreno.

De esta forma Inglaterra envió a Sir William Burnaby a Honduras con el encaro de fijar los límites de la concesión, además este personaje dictaría leyes y ordenarías para los cortadores a través de un código que llevó su nombre y que estaría vigente hasta 1870 aproximadamente. Los años que siguieron a este tratado fueron de paz, al menos en la zona que nos ocupa, prueba de ello es el hecho de que en este período los cortadores se expanden hacia el norte y llegan hasta el río Hondo.

El último cuarto del siglo XVIU sería testigo del primer movimiento de emancipación de una colonia americana; España y Francia decidirían apoyar a los rebeldes, declarando la guerra a Inglaterra en 1779 para acabar con su poderío marítimo. En esa ocasión Inglaterra resultaría vencida y a pesar de que mantuvieron la posesión del Peñón de Gibraltar, fueron derrotados en el Mississipi a finales de ese año, más adelante pierden Mobile (pues las fuerzas enemigas recibieron refuerzos de La Habana) y en 1781 caería también Panzacola en manos de una expedición organizada desde Cuba.

Mientras tanto, los ocupantes de Honduras fortificaron el río Wallis y el Cayo Cocina (Saint George Kaye), dedicándose a la piratería, a estimular y a apoyar a los indígenas en la lucha contra el enemigo común. Proyectarían un ataque a Bacalar pero una expedición salida de Yucatán los desalojaría de las márgenes del Hondo y posteriormente atacaría y vencería a los ocupantes del Cayo Cocina, llevando prisioneros a Mérida y La Habana.

^ PENICHE, 1869, pp. 19-20. Un punto que refleja la concepción de Inglaterra sobre los hechos particulares es la redacción del tratado, pues pareciera que Menorca siempre ha sido suya y se le restituye, y que España le cede inmensas extensiones en Norteamérica.

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Otra batalla desarrollada en el escenario caribeño fue el ataque inglés a puerto Omoa, quienes lucharon al lado de los indios mosquitos y zambos, y tras una breve ocupación de la plaza, Omoa es recuperada por el gobernador de Guatemala, sin embargo los ingleses contraatacarían y tomarían el Castillo de San Juan de Nicaragua.

Asimismo, España conquistó Menorca en 1781, con ayuda de la flota francesa, y ocupó Bahama. Gibraltar no pudo ser recuperado e Inglaterra tomó la iniciativa para concluir la guerra en 1782. Las negociaciones fueron efectuadas por Benjamín Franklin, quien rompió el acuerdo que tenía con sus aliados y a pesar del compromiso establecido de no firmar la paz por separado, ajustó los preliminares con Inglaterra. Este acto le valió la siguiente amonestación del Conde de Vergennes, Ministro del rey de Francia:

Sir, I cannot but be surprised, Sir, that after the explanation I had with you, and the promise you gave, that you would not press the aplication for an English passport for the sailing of the packet Washington, that you now inf or me, you have received the passport, and that at ten o'clock tomorrow morning your courrier will set out to carry your despatches. I am at a loss, Sir, to explain your conduct and that of your colleagues on this occasion. You have concluded your preliminary articles without any communication between us, altough the instructions from Congres prescribes, that nothing shall be done without the participation of the King.

You are about to hold out a certain hope of peace to America, without even informing yourself on the state of the negotiation on our part.

Y ou are wise and discreet, Sir, you perfectly understand wath is due to property; you have all your life performed tour duties. I pray you to consider, how your propose to fulfill those wich are due to the King?. I am not desirous of enlarging these reflections, I commit them to your integrity when you shall be pleased to relieve my uncertainty, I wile entreat the King to enable me to answer your demands. I have the honour (...)

De Vergennes.^

^ A.H.S.R.E., LE-873, pp. 181-184.

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En 1783 se firmó el Tratado de Versalles, en el España hizo las veces de mediador entre Inglaterra y Francia. En este tratado se reconoció la independencia de los Estados Unidos, se pactó la paz y la restitución de presos. Se señalaron como base, además de renovarse y confirmarse los tratados de 1648, 1667, 1670, 1713, 1714, 1729 y 1763. Asimismo, Inglaterra cedió a España la propiedad de Menorca y la Florida, mientras que a aquélla se le restituyeron las islas de Providencia y Bahama, en el mismo estado en el que se hallaban al ser conquistadas por los españoles.

El artículo sexto señaló que para evitar quejas sobre el corte de madera, se convenía expresamente que los ingleses podían cortar, cargar y transportar ese producto en el distrito comprendido entre los ríos Wallis y Hondo

quedando el curso de los dichos dos ríos por límites indelebles, de manera que su navegación sea común a las dos naciones, a saber: el río Waliz, ó Vellese, desde el mar, subiendo hasta frente un lago ó brazo muerto que se introduce en el país y forma un istmo ó garganta con otro brazo semejante que viene de hacia Río Nuevo, ó New- River, de manera que la línea divisoria atravesará en derechura el citado istmo, y llegará a otro lago que forman las aguas del Río Nuevo ó New River hasta su corriente, y continuará después de la línea por el curso del Río Nuevo, descendiendo hasta frente de un riachuelo, cuyo origen señala el mapa entre Río Nuevo y Río Hondo, y va a descargar al Río Hondo, el cual riachuelo servirá también de límite hasta su unión con Río Hondo descendiendo desde el mar, en la forma que todo se ha demarcado en el mapa que los plenipotenciarios de las dos coronas han tenido por conveniente hacer uso para fijar los puntos concertados, á fin de que reine buena correspondencia entre las dos naciones, y los obreros, cortadores y trabajadores ingleses no puedan propasarse por la incertidumbre de los límites.

Los comisarios respectivos determinarán los parages convenientes en el territorio arriba designado, para los súbditos de S.M.B. empleados en beneficiar pueden sin embargo fabricar allí las casas y almacenes que sean necesarios para ellos, para sus familias y para sus efectos, y S.M.C. les asegura el goce de todo lo que se expresa en el presente artículo, c^te^J/Jo, æf%s æ%p%/%c/o7?æ ?zo se co7?s/Je?*<%?2 Je7*og%fo7*Z<%s e?? cos% <%/gM?z% Je /os ¿/erectos Je so/7er%7z/%...

Será permitido á los habitantes ingleses que se establecen para el corte de palo, ejercer libremente la pesca para su subsistencia en las costas del distrito convenido arriba ó de las islas que se hallen frente al mismo territorio, sin que sean inquietados de ningún

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modo por eso, con tal de que ellos no se establezcan de manera alguna en dichas islas

Por otra parte, el artículo octavo estipuló la obligación mutua de restituir los terrenos conquistados que no se contemplaran en el tratado. El texto de estos dos artículos advierten que la soberanía y posesión de Honduras pertenecía a España, pues el sexto sólo autorizó el usufructo del palo de tinte y el octavo aseguró la restitución de ese territorio a España en caso de que Inglaterra hubiese pretendido ejercer su dominio sobre la zona.

A pesar de lo estipulado en dicho tratado, el asentamiento ingles permaneció bajo las leyes británicas, siendo las autoridades designadas por Inglaterra. Asimismo, este tratado legitimó un enclave comercial cuya área de influencia se extendía a Centroamérica y la Península de Yucatán, con todo lo que ello significaba para el con­trabando.^

Debido a que el artículo sexto produjo algunas dificultades de interpretación y a que España deseaba mantener la paz y obtener algunas ventajas adicionales en un nuevo arreglo diplomático, se abrieron las negociaciones que darían como resultado la Convención Ampliatoria de Londres (1786); en ella se profundizó en las disposiciones que dictaba el citado artículo.

^ 76/6?, pp. 201-202. Cír. PENICHE, 1869, p. 32. El subrayado es mío.

^ Hada el año de 1783 Mr. Chalmers señalaba que para 1777 Lord George Germain desaprobaba que el Superintendente en tumo considerara a Honduras como un asentamiento inglés reconocido por Inglaterra.

Asimismo, apunta que la correspondencia de Lord Rochford, embajador inglés en Madrid, evidencia que el artículo 17 del Tratado de París sólo concede el territorio ubicado entre los ríosnuevo y Wallis y que de ninguna manera significó que España perdiera la soberanía sobre Honduras. Tomado de A.H.S.R.E., LE-873, pp. 128-133.

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Los acuerdos tomados en esa ocasión ampliaron los límites del establecimiento centroamericano hacia el sur, incluyendo el territorio comprendido entre los ríos Wallis y Sibun, además se permitió ocupar Cayo Cocina. España recibió la promesa de que los ingleses abandonarían la Costa de Mosquitos y cualquier otra parte del continente que gozara de la protección de esa corona, además se prohibió el cultivo de azúcar, cafe y cacao, así como de cualquier otro producto en Honduras, y lo mismo se dispuso sobre el establecimiento de fábricas o manufacturas.

Desde luego se insistió -artículo cuarto- en la negativa para construir fortificaciones y en la posesión de artillería, para lo cual se enviarían dos veces al año comisionados que vigilarían el cumplimiento de estas disposiciones; el artículo séptimo ratificó la soberanía española y prohibió la constitución de cualquier gobierno civil o militar ingles, sin embargo se podían dictar reglamentos para mantener el buen orden y la tranquilidad entre los respectivos súbditos.^

Por los artículos noveno y decimocuarto se observarían todas las precauciones posibles para impedir el contrabando, comprometiéndose Inglaterra a no suministrar armas a los indios situados en las fronteras del establecimiento.

La demarcación de los nuevos límites la efectuaron los comisionados de cada corona, Don Enrique Grimarest asistió al acto en representación de España y produjo un informe sobre el particular. En dicho informe se asentaron los procedimientos seguidos una vez que verificó que la Costa de Mosquitos había sido evacuada, de la que salieron 50 personas entre libres y esclavos. Debido al interesante relato que hace sobre la delimitación se reseñan algunos fragmentos.

^ PENICHE, 1 8 6 9 , p . 3 6 .

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INFORME de D. Enrique Grimarest, del resultado de la comisión que se le confirió sobre la demarcación de los límites de Belice según la convención de 1786. (...)

La mañana del 9 [de junio] colocó la columna indeleble que ha de servir de límite en la desembocadura del Río Sibun, el oficial real honorario D. Juan de Aguilar, distinguiéndose con las inscripciones siguientes: Debajo del collarin de la columna de orden toscano: En la caña de esta, la cifra de mi apellido y empleo. En la parteinferior de la misma caña: e/ <A'% 9 & Y en el neto del pedestal, el año presenteen el que se situó. Este propio dia salió de mi orden D. Valentin Delgado con diez hombres nuestros y el capitán inglés Samuel Harrison, de la confianza del Superintendente Despard, para que unidamente triplicase el primero la diligencia de subir nuevamente el Río Sibun y cortase por su origen, ó por donde les permitiese el terreno para salir al de Wallix, por lo cual subia yo con dicho Despard, y los oficiales de mi comisión para hacer las operaciones que conviniesen cortando y atravesando la tierra hasta encontrarlo, y ademas, que presenciasen las circunstancias dificultosas de las estación y el terreno.

Emprendimos la subida del Wallix el dia 12, y en el 15 se fijó otra columna semejante á la primera por el ingeniero D. Juan José de León, en la parte que toca la línea demarcada por los comisarios del año 83; y el dia inmediato destiné al propio oficial para que recorriese el brazo de Black Creek, y previniese a los que encontrase situados fuera de la línea que corresponde por aquel parage hasta Río Nuevo, se descolgasen por no ser de los terrenos comprendidos en la ampliación; así lo cumplió en un rancho que halló á la distancia de quince leguas, incorporándose á los tres dias, y siguiendo nuestro viage después de superar muchos arriesgados trabajos á causa de no ser los buquecitos en que nos conducimos adecuados para su navegación, respecto á que solo se practica con pipanes pequeños, llegamos a situar el real de demarcación como á cincuenta leguas poco mas ó menos, internados en el río el dia 25, sin experimentar mas desgracia que la de haber perdido un hombre ahogado, y dos buquecitos con parte de los pocos víveres que para nuestra subsistencia permitía transportarse en ellos. (...)

Para seguir el curso de la operación (...) salieron dos comisionados para que remontasen asi mismo por el Sibun, y cortasen en línea recta, ó del modo que les fuera posible, la tierra intermedia hasta el Walix, lo que se consiguió: y habiéndose presentado el dia 1 de ese mes [julio] los capitanes D. Valentin Delgado y D. Samuel Harrison, en la situación de cuarenta y siete á cincuenta leguas españolas del mismo río, dieron parte de haber encontrado el origen de aquel como de cincuenta y seis á sesenta leguas españolas de su embocadura, pero que les habia sido físicamente imposible por la elevación y aspereza de los cerros el cortar línea recta, y por lo consiguiente les fué necesario hacerlo por donde se los permitió el terreno, descendiendo en diagonal de diez y siete á veinte leguas hasta salir al Walix, lo que declarado por estos, y conformándose con las noticias que asimismo dio el ingeniero español de la comisión, que también se hallaba en igual diligencia, se calculó y graduó por proporcional la línea que debía cortarse recta por el rumbo Sureste Noroeste. (...)

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El día 26 dispuse que el capitán de los reales ejércitos, con sueldo de vivo, D. Rafael Breson pasase con el coronel Despard, a siete ú ocho leguas mas arriba, con el fin de desalojar varios ingleses establecidos en territorio que ni habian tenido concedido, ni se les podia comprender en los que ahora se les ampliaba, en donde estaban haciendo cortes de caoba subrepticios; logró evacuarlos felizmente, regresando a los dos dias con los dueños de cuatro ranchos que encontró en dicha distancia internándose hasta el brazo del Oeste del río, y once negros que cojió con las de tumbar las expresadas maderas, las que les llegaban a mas de trescientas piezas sin otro número de árboles trozados, por consideración á la ignorancia que me presentaron, y á la mediación que en su favor interpuso Despard, les permití se trasladasen á la parte ampliada; y posteriormente hice marcar por el capitán guardacostas D. Nicolás Pereyra las piezas indicadas con la señal del rey, y sobre que por separado participé a V.E. con estas ocurrencias otras examinadas y remediadas por mí de la misma naturaleza en el modo que me ha sido posible. (...)

(...) acordé que se fijase el dia 15 la tercera columna, como las antecedentes, á trescientas millas poco mas ó menos de mi real, y á cincuenta o sesenta leguas de la boca del Walix, cinco de ellas en lo interior del brazo Sur, por dividirse el río en dos, tirando el segundo al Oeste, y como con mas claridad y exactitud lo demuestra el plano topográfico num. 2, que dirijo á manos de V.E..

El dia 5 de este mes regresaron y el oficial real honorario, en virtud del aviso que les despaché con el cadete D. Félix López de Toledo el 2 del propio, y contestes confor­maron en que el brazo del Sur se reconoció en la cabeza del Sibun, Valentin Delgado, era el mismo sobre cuyo nacimiento habian estado a una considerable altura, la cual les fue también impracticable descender, ó cortar en rectitud graduando á su parecer en quince leguas lo que habian caminado para esta diligencia.

Terminada dichosamente esta importante operación, y dispuesto nuestro regreso para Halova, salimos del real de demarcación el siguiente dia 6, consiguiendo el dar el arribo á dicho establecimiento, y el 11 otorgar el documento de entrega y recepción de los territorios comprendidos en la ampliación,(...)

Queda con esto verificada la demarcación y entrega prevenida por S.M., y situados los ingleses y colonos transmigrados con el mayor sosiego y tranquilidad, no contribuyendo poco á ello mi permanencia en sus establecimientos hasta el dia 16, que me embarqué para restituirme á esta presidio, pues no faltaban espíritus de parcialidad que querian posesionarse de los terrenos ampliados para la comodidad de las familias del territorio de Mosquitos, el número de estas y el de sus negros á dos mil doscientas y cincuenta personas, (...)

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Dios guarde a V.E. muchos felices años. Presidio de San Felipe de Bacalar de Yucatan, 20 de agosto de 1787.- Exmo. Sr.- Enrique de Grimarest.- Exmo. Marques de Sonora V

Las fuentes utilizadas hacen ver que la paz en la región duró varios años y prueba de ello es el diario del visitador español O'Sullivan, quien en 1796 señalaba que los ingleses cumplían lo estipulado en la Convención Ampliatoria, pues no existían en el establecimiento fortificaciones y aun los residentes reconocían la soberanía española al no tener autoridades propias.^ De hecho este comisionado concedía permisos para el corte de madera -permisos que redituaban fondos a la Capitanía General de Yucatán- y aun permitía que los ingleses cultivaran algunos terrenos. Es probable que esta situación irregular tuviera su raíz en el hecho de que Carlos IV subió al trono español en 1788 y la política de gobierno de esos años no fue la más acertada para los intereses de España.

Así pues, tras una década de haberse firmado la Convención, se inició nuevamente la guerra; en esta ocasión España y Francia se unieron contra la Gran Bretaña y firmaron la alianza de San Ildefonso (18 de agosto de 1796). La primera sufrió graves daños en el transcurso de la contienda, conquistando Inglaterra las islas de Trinidad y Menorca. En Yucatán el gobernador Arturo O'Neill intentó expulsar a los ingleses de Honduras y organizó una expedición en su contra. Reunió hombres del virreinato de la Nueva España, Campeche y La Habana y en 1798 atacó el estableci­miento, logrando vencer a los ocupantes del río Nuevo, siendo derrotado en el Cayo Cocina (Saint George Raye).

^ PENICHE, 1869, p p . 58-62. PENICHE, 1869, p . 67.

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Esta victoria inglesa sirvió a la corona británica para alegar que Honduras había pasado a su poder, pues al quedar pojæhha de la zona por derecho de conquista y al no volver los visitadores españoles a ese territorio, se había dado una situación <afe/%cfo. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que en el río Nuevo existía una guarnición española que lo ocupaba y defendía como territorio yucateco, evitando que el corte se efectuara en los alrededores.

La guerra continuó y en octubre de 1801 se ajustaron los preliminares de un acuerdo de paz, firmándose el Tratado de Amiens unos meses despues. Este documento no toca desde luego lo referente a Honduras, su importancia radica en el hecho de que las partes contratantes se comprometieron a devolver los territorios conquistados durante la guerra, por lo que la victoria de Saint George Kaye (10 de septiembre de 1798) ya no implicaba, como se pretendía, la soberanía inglesa sobre Honduras e implica la destrucción, por consentimiento de Inglaterra, del postulado sobre el quebasaba su mejor argumento. Es más, este tratado demuestra el incumplimiento de la Convención de 1786, en la que se prohibía a los súbditos de Inglaterra poseer artillería en aquelterritorio. Sin embargo esa nación continuó insistiendo en su posesión y durante el siglo XIX mantuvo a sus súbditos en ella, logrando mantener su dominio durante muchas décadas.

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Capítulo 2La definición fronteriza:

Mayas y soldados, madereros y políticos

Durante el último cuarto del siglo XIX, el sur de la península de Yucatán formaba parte de una región que incluía a Corozal y Orange Walk en el norte de Honduras Británica. Esta configuración regional no significaba que el territorio mexicano aledaño la colonia inglesa de Belice presentara una situación del todo homogénea en su estructura social y económica. Las condiciones que prevalecían en este espacio variaban substancialmente debido a las características y relaciones de los grupos humanos que la habitaban.

La Guerra de Castas había dibujado en las zonas central y meridional de Yucatán por lo menos dos imágenes cuyas siluetas eran diferentes. Asimismo, la indefinición de la frontera internacional entre Mexico y Belice había permitido que los colonos ingleses y varios grupos mayas de Yucatán establecieran por sí mismos los términos de su convivencia.

Tanto el gobierno del estado de Yucatán, como el nacional perdieron el control de la porción oriental de la península, no pudiendo revertir la inconformidad de los mayas que desde 1847 se habían levantado en armas. De esta forma, los concesionarios yucatecos suspendieron la explotación forestal, pues enfrentaron la inseguridad de una amplia zona que estaba en guerra. Varios autores han estudiado ese período, coincidiendo en que los mayas en lucha lograron su autonomía de la estructura política, económica y social mexicana/*

¿Qué condiciones presentaba la región hacia finales del siglo XIX? ¿Los diferentes grupos sociales estaban organizados de formas diversas y trababan relaciones diferentes entre sí? ¿Cuáles eran esas diferencias y cómo se expresaban?

Véanse, entre otros, CAREAGA, 1981 y 1990; LAPOINTE, 1983; REED, 1982.

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En 1872, la relación entre los ingleses de Belice y los dos principales grupos mayas de la península de Yucatán variaban significativamente, de hecho las posiciones de estos conjuntos indígenas eran encontradas. Mientras los cr%zoo sostenían en el área central y en el oriente de la península una guerra contra "los blancos" para lograr su autonomía, los pacíficos del Sur ocupaban la zona occidental, manteniendo relaciones cordiales con el gobierno de Campeche pero enfrentando constantemente a los habitantes de Belice a pesar de los convenios establecidos desde la década de 1850.

Los cr%zoo^ que estaban en pie de guerra desde hacía veinticinco años, habían recibido y seguían recibiendo apoyo de los ingleses. Estos vendían pertrechos de guerra, algunos productos de primera necesidad y mercancías manufacturadas, mientras que aquellos aportaban el botín logrado en las poblaciones atacadas, además de dar permisos para el corte de madera al norte del Hondo.^

La clave de esta relación fue el dominio que desde 1858 habían logrado los de la población de Bacalar. Este asentamiento había sido el último punto

ocupado por el gobierno yucateco al sudoriente del estado, sirviendo durante dos siglos como baluarte para detener la expansión de los ingleses de Belice.

Desde el inicio de la Guerra de Castas, los mayas rebeldes atacaron Bacalar y durante una década esta población estuvo alternadamente bajo el control de los cr%zoo y del ejército yucateco. Cuando los mayas lograron apoderarse definitivamente de esta población (1858), establecieron una vía libre para comerciar con los ingleses y

^ CrMzooá, "cruces" en lengua maya. Una parte de la literatura especializada utiliza este término para denominar al grupo que rendía culto a la Cruz Parlante desde 1850. Su centro ceremonial se localizaba en Chan Santa Cruz, que fuera fundada ese mismo año a raíz de la aparición de este símbolo.

^ V éa se , BARANDA, 1873. CAREAGA, 1981 y 1990; BARTOLOMÉ, 1977; LAPOINTE, 1983; VILLA, 1978;. REED,1982.

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aseguraron los elementos para continuar su lucha durante más de cincuenta años.^ Una parte importante de los habitantes de Bacalar fueron masacrados en esa ocasión, pero muchos lograron huir hacia el sur, llegando a Belice. Este movimiento masivo es considerado como la fundación de Corozal, así como de otros asentamientos en la costa del Caribe y en la ribera del río Hondo.^

El culto a la Cruz Parlante era la base de la organización política, social y religiosa de los cr%zoo . Las comunidades que no veneraban a la Cruz fueron consideradas traidoras, siendo atacadas en varias ocasiones por sus seguidores. En esta condición se encontraron poblaciones como Chichanhá, Xkanhá y Mesapich,^ que se localizaban en Campeche. Los ataques cr%zoo a estas comunidades dieron lugar a una serie de migraciones, fundándose lugares como Icaiché en el suroccidente y Kantunil Kin en el noreste de la península, además de San José y Holmul, entre otros, en Belice.

De acuerdo con los arreglos hechos desde los años cincuenta, y poco antes de que se fundara Icaiché, el jefe Luciano Zuc, Comandante General de Chichanhá, reclamó al gobernador de Belice entre 1861y 1863 que en aquel territorio se armara y organizara a un grupo de civiles para que en compañía de cr%zoo atacaran aquella población. Ciertamente, este suceso ponía en relieve la actitud de los ingleses hacia a los pacíficos

^ Para una visión pormenorizada sobre la Guerra de Castas, sus orígenes, causas y desarrollo, véase: ANCONA, tomos 3 y 4, 1889; BAQUEIRO, 1871-1873; REED, 1982.

^ Algunas poblaciones fundadas en esa época son Sarteneja, Punta Consejo, San Esteban y Xaibé. El archivo parroquial de Corozal, Belice, es una fuente única en su tipo para documentar este proceso migratorio. Este acervo c u e n t a c o n r e g i s t r o s b a u t i s m a l e s , d e m a t r im o n io y d e f u n c i ó n d e s d e 1 8 4 8 ; e s t a s f u e n t e s h i s t ó r i c a s d e p r im e r a m ano m u e s t r a n c l a r a m e n t e l o s g r u p o s h u m a n o s l l e g a d o s d e l n o r t e d e l r í o H on d o y l o s l u g a r e s e n q u e s e a s e n t a r o n .

^ Cír. A.H.S.R.E., LE-1690.

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del sur, quienes eran vistos como enemigos potenciales al estar aliados con el gobierno de Campeche.

Las familias que emigraron de Chichanhá hacia el sur llevaron consigo el símbolo de su identidad. La Virgen de Santa Clara había sido tradicionalmente reverenciada por esa comunidad, por lo que al surgir el culto a la Cruz Parlante, hubo un choque de cosmovisiones que impidió que los pacíficos del Sur se unieran a los de Chan Santa Cruz.

Una vez instalados en Icaiché, sus habitantes volvieron a firmar convenios que permitían a los ingleses el corte de madera en territorio mexicano a cambio de una suma anual en efectivo, además, se acordó la extradición de criminales para que fueran juzgados de conformidad con las leyes del grupo al que pertenecieran.^

^ Alrededor de 1850 Felipe Toledo abrió la casa comercial Young, Toledo y Co. en Belice. Esta empresa agrícola e industrial cortaba caoba en territorio mexicano sin tener concesión autorizada. En agosto del año siguiente, firmó un contrato con el gobierno yucateco para realizar esa actividad durante quince años.

La validación de la concesión fue otorgada por la Dirección de Colonización e Industria, disponiendo que ese permiso no se debería otorgar por un territorio deñnido, sino para el corte de un determinado número de árboles. Asimismo, la autorización resuelve que los trabajos en la selva no podrán efectuarse utilizando esclavos, porque de otra forma, las leyes mexicanas les asegurarían su libertad.

Los términos de ese contrato fueron los siguientes: A) El gobierno da el permiso de corte en terrenos baldíos del río Hondo y riachuelos tributarios en la laguna de Bacalar, pudiéndose intemar para el corte hasta seis u ocho leguas, no estando autorizado para efectuar el corte en otra zona. B) El permiso era en exclusiva. C) Los cortadores, sus jefes y directores no podían hacer sementeras, ni edificar casas, sólo usar galerones, barracas o tiendas de campaña que fuesen indispensables para el corte. D) La empresa se comprometía a pagar, a través de su representante Pedro Crameri, $700 por cada año de la concesión, pagando un total de $10,500 de la siguiente forma: $3,000 al contado y dos pagos semestrales que cubrirían el saldo.

Al concluir la concesión, Toledo solicitó un nuevo permiso, pero no se localizó el expediente respectivo. No obstante esta situación, ya desde una fecha tan temprana como 1856, esta compañía había dado motivos para las represalias de los mayas, pues sus agentes cometieron varias faltas contra los convenios para el corte de caoba. Cír. A.H.S.R.E., LE-1690.

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A pesar de lo anterior, los icaichés atacaron durante década y media varias poblaciones de aquella colonia inglesa y confiscaron los bienes de las compañías madereras que no cumplían con lo pactado.^ Entre los ataques producidos sobresale el ocurrido en 1866, cuando ciento veinticinco arremetieron contracortadores de madera en Qualm Hill por violar los acuerdos para realizar esa actividad; cuatro años más tarde este grupo atacaría varias poblaciones de Belice.^

El último ataque organizado sobre la Villa de Orange Walk se produjo en 1872, debido a que nuevamente los ingleses no dieron cumplimiento al convenio establecido con los icaichés.

En esa ocasión un capitán maya fue detenido por las autoridades de Belice y en lugar de seguir el acuerdo, fue hecho preso y sería en Orange Walk donde cumpliría su condena. Marcos Canul, jefe de los icaichés, se trasladó hasta esa comunidad en compañía de unos ciento cincuenta hombres armados. Al darse cuenta que no lograría

^ Los ataques iniciaron en 1856 y se produjeron repetidamente. El número 27 de Z# 7?ev¿yf<3 afe Mer/Ja, publicado el 7 de marzo de 1873 justificó, con base en el testimonio de un habitante de Corozal, los ataques que Canul efectuó sobre los ingleses aun antes de 1872.

"...Cuando D. Marcos Canul cobró los arrendamientos de las tierras que tienen ocupadas por losyó/nanay [formen, sobrestantes] de la Compañía British Honduras, Rabatú le dijo que era muy justo y que fuese en persona por la suma, y el sencillo indio se fue acompañado con dos ó tres compañeros suyos á recibirla, sin sospechar la celada que se le armaba; pero al salir a los trokpares [caminos por los que se sacaban las trozas de madera] una lluvia de balas lo saludó. Indignado Canul por tan cruel engaño, encabezó su fuerza y se marchó sobre aquellos establecimientos; entonces le pagaron el doble de la suma convenida; pero después de algunos destrozos que les hizo en cambio de la temeridad y mala fe de los señores arrendatarios. Los ingleses, viendo que Canul se hacía respetar, sin embargo de que observaba ñelmente sus compromisos mfernacíoMa/ay, sí así pueden llamarse, redoblaron sus relaciones con los indios de Chan-Santa-Cruz, a quienes envian descaradamente municiones de guerra para sus incursiones sobre Yucatan y sobre Icayché. No contentos con esta conducta los ingleses de Belice, formulan quejas sobre Canul ante los gobernadores de Campeche y de Yucatan para desacreditarlo y ocultar de ese modo el servicio que presta á la Península con ser un obstáculo á las descaradas usurpaciones del extranjero." Cír. A.H.S.R.E., LE-1692.

^ El término H?<%o.y CA/cAáwAá es utilizado en 1866 por el Ministro de Negocios Extranjeros de la Gran Bretaña, P. Campbell Scarlett. Cír. A.H.S.R.E., LE-1867.

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liberar a su capitán, atacó la comunidad el primero de septiembre. La batalla no fue larga y aparentemente los daños no fueron muy grandes.

Diversos fuentes históricas se ocupan de las causas y desarrollo de este enfrentamiento.^ Se sabe de la llegada intempestiva de los icaichés entre ocho y nueve de la manana, atacando inmediatamente el cuartel de los soldados y penetrando en varias edificaciones. Un habitante de la población -que vivía a 50 yardas de las barracas militares- tuvo la oportunidad de oír parte de las conversaciones de los atacantes, quienes tomaron su casa y desde ahí disparaban a los soldados. Los atacantes hablaban indistintamente ingles, maya y español y constantemente repetían la palabra - término con el que se designaba a la madera- y amenazaron con seguir hacia Corozal.

Un informe médico anexa una lista de daños humanos producidos por el ataque. Incluye, de un destacamento de treinta y ocho hombres, a catorce heridos y dos muertos. El testimonio señala que la barraca de soldados fue atacada desde muy diversos puntos y que en ese lugar se concentró el ataque, aunque también se dañaron las casas cercanas. Considera que el ataque duró hasta las 2 p.m. y dejó cinco muertos del bando enemigo. Finalmente apunta la posibilidad de otro ataque.

Asimismo resultaron heridos alrededor de treinta civiles, amén de la muerte de otro de origen yucateco. La magnitud de las pérdidas materiales se valoraron en quince casas incendiadas, el saqueo del comercio y el asalto de algunas viviendas.

El ataque de los icaichés fue rechazado resultando Marcos Canul herido, falleciendo unos días después en Icaiché. Rafael Chan, sucesor de Canul en el liderazgo

3° EMOND, 1975 y 1976; BARANDA, 1873, p. 6-9,45-50 y 67-72; A.H.S.R.E., LE-1687; A.H.S.R.E., LE-1688 (1); A.H.S.R.E., LE-1688 (II); A.H.S.R.E., LE-1689; MARISCAL, 1893.

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de ese grupo maya, escribió a las autoridades inglesas de Belice con el objeto de restablecer la paz entre ellos. La respuesta que recibió demandaba su presencia en Belice para pedir perdón y el envío de cuadrillas de hombres para reparar los daños causados durante el enfrentamiento.^

La renovación de esos vínculos no evitó, a pesar de la inexistencia de relaciones diplomáticas y comerciales entre las dos naciones, que el ministerio de negocios extranjeros de la Gran Bretaña enviara una reclamación oficial al gobierno mexicano por los sucesos de Orange Walk. Dicha comunicación originó una polémica sobre los derechos de soberanía de Belice que ocupó a varias generaciones de diplomáticos mexicanos e ingleses, concluyendo veinte años después con el tratado de límites entre México y Belice.^

La nota de Lord Grandville señalaba que súbditos mexicanos habían atacados sin razón alguna las posesiones británicas en Honduras, que los atacantes habían sido acaudillados por un individuo que estaba al servicio del gobierno de Campeche y que el gobierno mexicano debía mantener bajo control a sus ciudadanos. Asimismo, enumeró las pérdidas humanas y materiales, solicitando el castigo de los ofensores y que se evitaran futuras incursiones a territorio inglés.

^ A.H.S.R.E. LE-1688 (I). Asimismo, en este archivo se encuentra, bajo la clasificación LE-1689, la copia de un documento fechado el 8 de marzo de 1873, en el que el comandante general de los cantones de los indios pacíñcos del Sur, general Eugenio Arana, intervino en favor de los mayas de Icaiché para lograr la renovación de las relaciones amistosas y del comercio con la colonia inglesa.

^ En 1878 el gobierno mexicano publicó la CorraspoHdeMc/# enrrg e/ gobierno <%e /a 7?ep%M/caye/ ¿7e Ma/esfaûf Rr/fdwca con re/orc/ón <2 / /s/v;7o/7o //úfwarafo 7?g//ce. 7¿?72-7¿?7¿?, en el que se transcriben las cuatro cartas diplomáticas producidassobre el ataque a Orange Walk -Grandville, Laíragua, Derby y Vallaría son los autores-. La recopilación tiende a concluir, por su propio contenido, que la razón está con México y son los ingleses los culpables del ataque.

Es interesante anotar, que a partir de 1 865 el gobierno inglés no estuvo dispuesto a sostener negociaciones que pusieran en duda que la soberanía de Belice le pertenecía. Hasta la ñrma del tratado de límites, en 1 8 9 3 , Inglaterra no dejó de sostener esta posición. C fr. por ejemplo, FABELA, 1 9 4 4 y PAZ 1 9 7 9 .

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El ministro inglés concluyó su comunicado considerando que México debería pagar una indemnización por los daños ocasionados en Orange Walk, y que de cumplirse lo solicitado el gobierno inglés se vería relevado de la necesidad, que de otro modo le sería impuesta, de ejecutar por sí las medidas necesarias para obtener satisfacción por lo pasado y seguridad para el futuro.^

El secretario de Relaciones Exteriores de México, José María Lafragua, envió el 12 de febrero de 1873 una respuesta al gobierno inglés. La preparación de ese documento requirió la consulta de la información existente en esa dependencia y, para obtener mayores datos, solicitó posteriormente el apoyo de los gobernadores de Campeche y Yucatán.^

Lafragua expuso una visión diferente a la inglesa. Inició su argumento estableciendo que de acuerdo con el derecho de gentes un gobierno no es responsable de los actos de sus ciudadanos, siempre y cuando ese gobierno empleara todos los medios para evitar o, en su caso, castigar a quienes cometiesen un crimen; siendo así, una queja internacional no tendría cabida.

^ Grandville a Laíragua, 2 de diciembre de 1872. A.H.S.R.E., LE-1687. En este mismo documento, el ministro inglés señala que en 1870 ya se había producido un ataque similar a la Co/oma íngVaya.

^ El origen de La cMasí/ÓH afe Le/z'ce, publicada por Joaquín Baranda, se encuentra en esta búsqueda de información. El informe respondía a cuatro interrogantes del gobierno nacional: A) ¿Qué carácter ha tenido o tiene Marcos Canul, puesto que del gobierno federal no recibió autorización alguna, ni comisión de mando civil o militar, y sí es cierto que el mismo Canul ha muerto?; B) ¿Qué carácter ha tenido y tiene la Casa de Young Toledo y Compañía de Belice, y cuál es el contrato que tenga celebrado para el corte de madera de caoba?; C) ¿Desde qué época comenzó a hacerse el comercio de armas con los indios por los negociantes de Belice y por consiguiente la guerra en la península, formándose un cálculo aproximado de los daños causados por ella?; D) ¿Qué antecedentes existen relativos a la cuestión de límites? adjuntando cuantos documentos justificativos puedan reunirse.

Asimismo, en 1875 Eligió Ancona, gobernador de Yucatán, presentó un informe a la secretaría de relaciones exteriores respondiendo a las preguntas formuladas dos años antes. Este documento se reñere sólo a los dos primeros puntos, dejando sin responder las últimas. Cír. A.H.S.R.E., LE-1690.

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Enseguida, recordó al ministro ingles que desde hace muchos años el gobierno mexicano hacía la guerra a los bárbaros, por lo que mantenía ejércitos especialmente dedicados a esa tarea. Asimismo, clasifica a los mayas icaichés de salvajes que habían atacado tanto poblaciones beliceñas como mexicanas, pues no estaban en realidad sujetos a la autoridad del gobierno nacional o local.

Reflexionó sobre la prolongación de la guerra expresando:Durante muchos años y mientras la Colonia de Belice no llegó á su actual desarrollo,

los Indios de aquellas Fronteras hacían pacíficamente su comercio, y aún toleraban que los especuladores en maderas explotasen la negociación acaso mas de lo debido. El Gobierno de México, manteniendo en determinados puntos pequeños guarniciones de tropa, podia sin sacrificio hacer que el orden se conservase y que los Indios respetasen tanto las posesiones Británicas como las del resto de la Península. Creció la Colonia inglesa y con ella el comercio, que ya no se redujo a efectos indispensables para la vida de los Indios, como aguardiente, sal, instrumentos de labranza y ropa, sino que á pretexto de que los fronterizos se mantenían en mucha parte de la caza, luego los colonos comenzaron á venderles y cambiarles por maderas y pieles, gran número de armas, así como pólvora y municiones.

Luego que aquellos Indios sujetos únicamente por el temor de la fuerza, pudieron adquirir muchas armas y adiestrarse en su manejo, comenzaron á rebelarse y á cometer depredaciones contra la raza blanca: las sublevaciones se multiplicaron y no sin grande esfuerzo el Gobierno de México ha podido en diversas ocasiones contener los abusos de aquellas tribus. En esas sublevaciones inesperadas muchas veces, los pueblos de Yucatán han sido asolados, y natural era que los Indios llevados de su inclinación al pillaje no se contentaran con el saqueo de las poblaciones de la Península sino que volviendo las armas contra los mismos que se las habian proporcionado, alguna vez hiciesen á los pueblos de Belice víctimas de sus depredaciones.^

Para reforzar su tesis, indicó las múltiples ocasiones en que el gobierno mexicano pidió a las autoridades inglesas que no se armara a los indios del sur de la península. Su primer conclusión anotó que México no era culpable por el ataque a Orange Walk, pero

Laíragua a GrandviHe, 12 de febrero de 1873. A.H.S.R.E., LE-1687.

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no ocurría lo mismo con los ciudadanos y las autoridades de Belice, quienes proveían de pertrechos de guerra a los indígenas.

Lafragua terminó su exposición considerando improcedente la indemnización solicitada por Inglaterra, siendo más adecuado que el gobierno mexicano exigiese una dados los daños causados por la venta de armas a los indígenas. De la misma forma, señaló que México confiaba en que los ingleses no violarían el territorio nacional, pues de hacerlo se incurriría en actos contrarios al derecho público.

El comunicado de Lafragua fue publicado el 1 de marzo por el D¿%r¿o 0/hr¿%/, la reacción a la respuesta mexicana no se hizo esperar. Esta no provino del gobierno inglés, sino de algunos conocedores de la situación existente en la península de Yucatán y aun de ciertos críticos del régimen de Porfirio Díaz.

La prensa dedicó su atención al análisis y comentarios de los eventos de Orange Walk, así como a las comunicaciones entre los dos gobiernos.

El debate que se originó tuvo, esencialmente, dos posiciones. La primera fue encabezada por el Diario 0/ic¿%/ que defendió la intervención del secretario de Relaciones Exteriores y profundizó en algunos puntos considerados por el gobierno mexicano. La segunda posición, cuya tribuna en la Ciudad de México fue Æ/ eco <Ye %773¿7os ?72%72<3fos, Z,% EaYer cíd??, E/ p%7°%ro -oerafe y EY reclamaba a Lafragua ya Díaz la táctica seguida por la representación mexicana.

Las publicaciones que se opusieron al comunicado de Lafragua manejaron diferentes grados de crítica.

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Se consideró que el secretario de Relaciones Exteriores debió de partir del hecho de que México había otorgado permiso a Inglaterra para el corte de caoba en Belice, pero que aquella no poseía, bajo ningún título, territorio propio. La base de este argumento se hallaba en los tratados de 1786 y 1826 y por ello México no debería admitir la queja por la invasión a un territorio que Inglaterra había usurpado.

También se estimó que no habiendo tocado el punto de la soberanía mexicana en Belice, se reconocía que los ingleses la ejercían y esto dañaba gravemente a la nación. En cambio, México debería reclamar la ayuda que los ingleses daban a los mayas para continuar la guerra en la península de Yucatan y recordó que aun durante el Imperio, Maximiliano incluía a Belice entre las posesiones mexicanas.

Otra cuestión indicada fue que no estando definidos los límites del asentamiento inglés, la queja no podía ser aceptada. Para concluir, señaló que el secretario mexicano debió usar un tono enérgico para rechazar las amenazas de Inglaterra.^

Otra crítica seria señaló la suavidad de la respuesta de Lafragua, así como la inconveniencia de no rechazar las amenazas inglesas. Indicó que los principios del derecho público internacional invocados no eran aplicables al caso, lo que puso en desventaja a México.

Su punto de vista consideró al gobierno mexicano exonerado de responsabilidad, ya que los indios rebeldes eran enemigos de México que no se habían incorporado a la civilización, que no formaban parte del cuerpo social nacional. Estimó que la respuesta adecuada de Lafragua debió mostrar que los ingleses eran culpables del ataque y

^ Æ/ eco efe o/M¿oy México, marzo 5 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

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presentaban una queja inadmisible. Concluye manifestando que si Belice no se defendía, Mexico no tenía la obligación de hacerlo.^

Una posición más centrada cuestionó que la solución del conflicto se aplazara hasta que se reanudaran las relaciones diplomáticas con Inglaterra. El mayor mal era que el comunicado de Lafragua sancionaba la legalidad de la colonia inglesa en Belice. Se calificó la actitud del secretario mexicano de moderación exagerada, pero se esperaba un desenlace pacífico, satisfactorio para ambas partes, pues un bloqueo a los puertos mexicanos sería un gran perjuicio para el país.^

Una segunda apreciación de Æ/ eco ofe %77? oj 773%??ofoj aclaró que no se quería desprestigiar al poder, ni acusar de ignorantes a Lafragua o Díaz. Sin embargo, acotó que quedaban pendientes las promesas de solución, aclarando que lo que estaba inconcluso era la delimitación del área en que los ingleses tenían permiso para cortar caoba, no la definición de su posesión territorial.

Dice reconocer la necesidad de postergar el arreglo, aunque ello significaría la muerte de muchos mexicanos y la ruina de los estados peninsulares. Esta premisa hacía necesario que al renovarse las relaciones, no sólo se defendiera la soberanía mexicana en Belice, sino el derecho de los nacionales a que se les reintegraran sus propiedades en territorio ocupado por los ingleses.^

^ La Federac/ÓH, México, marzo 6 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

^ E/ /30/aro venafe, México, marzo 8 de 1873, E/ Ee&m/M/a, México, marzo 11 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

^ E/ eco efe aw¿o^ /MMMefo.y, México, marzo 12 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

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Finalmente, lamentó la falta de energía para defender la dignidadnacional frente a Inglaterra. Hizo una reseña de lo que calificó como una escaramuza periodística y apoyó a Peniche en lo referente a la usurpación del territorio nacional.

Señaló que si los hechos ocurrieron en territorio mexicano, se trataba de una cuestión interna en la que no tendría ingerencia ninguna otra nación. Haber evitado ese argumento fue una torpeza y una falta que merece la censura del Congreso.

Su reflexión final estimó que repeler el reclamo inglés y examinar su naturaleza no eran excluyentes, pero Lafragua tomó una decisión diferente. El problema inminente era que la protesta implicaba la posesión del territorio beliceño, siendo la tarea más importante cortar de raíz esa idea/°

Por su parte, E/ Diario se preocupó por hacer del conocimiento delpúblico lo inadecuado de las reclamaciones anteriores. Para tal efecto, no sólo preparó editoriales que reflejaban la posición oficial, sino que transcribió los puntos de vista de varios periódicos nacionales e internacionales.

El primer apoyo lo obtuvo de la L?73¿'pe7*a%/, que desechó la suposición deque el ministro Lafragua no hubiera consultado los tratados de 1786 y 1826, afirmando que la respuesta a Grandville fue debidamente meditada.

Consideró que introducir la cuestión de la soberanía habría agravado las cosas, no contestando el punto de que fueron ciudadanos mexicanos, bajo el mando de un jefe al servicio del gobierno, los que atacaron Belice.

^ La FeúferacM??, México, marzo 13 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

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Concluyó la estimando que no se debía prejuzgar la posición de Lafraguaya que actuó en condiciones extraordinarias producidas por Inglaterra, que contra toda costumbre, envió un comunicado oficial a pesar de no existir relaciones diplomáticas entre los dos países.^

Unos días después, el reprodujo una nota del diario alemánpublicado en Londres, que aseveró que se había probado que los ingleses dotaban de armas a los indios. Acusó al ministro Grandville de querer responsabilizar al gobierno mexicano por el ataque a Orange Walk y que se amenazó con tomar represalias sí no se cumplía con lo pedido. Calificó de injusta la queja y alabó la mesura y decisión con que contestó Lafragua.^

Por su parte, E/ transcribió una nota enviada desde Londres alperiódico E/ en la que se comentaba el envío de un barco de guerra ingléscon lá misión de entregar el comunicado de Lord Grandville. La carta afirmaba que el gobierno mexicano debería declinar la responsabilidad del ataque, ya que de no hacerlo, se podrían esperar consecuencias imprevisibles.

Asimismo, apuntó que el rechazaba la pretensión del gobierno inglésy señaló la extraña forma en que se hizo llegar el comunicado, pues lo que procedía era la intervención de un gobierno amigo de ambas naciones, que sirviera de intermediario.^

D/ar/o 0/?c/a/, México, marzo 7 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

^ D/ar/o 0/?c;a/, México, marzo 11 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692. Cabe señalar que el D/ar/o consigna equivocadamente la fecha de publicación del LorwarA, diciendo que reproducía la nota del 6 de mayo de 1873.

^ Æ/ /?a/aro México, marzo 11 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

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Finalmente, el D^rzo 0/zcz%/ volvió a reproducir una nota favorable a Lafragua. Indicó que N correo Je Jo&%*oe72fo calificó de cortés y moderada la nota del secretario mexicano, quien contestó victoriosamente la queja inglesa, probando que México no era culpable asi como la responsabilidad de los habitantes de Belice por fomentar la guerra en la península. Terminó sus consideraciones asegurando que la indemnización solicitada por Inglaterra era improcedente.^

La réplica del gobierno inglés se produjo casi un año después. En esa ocasión el nuevo ministro de negocios extranjeros, Lord Derby, rebatió el argumento de que el gobierno mexicano hubiese intentado controlar a los indígenas de la península. Señaló que, de acuerdo con los informes que poseía, el ejército dirigía sus campañas sólo contra los indios de Chan Santa Cruz, de quienes no tenían ninguna queja.

Con base en diversos documentos, Derby justificó que los mayas de Chichanhá e Icaiché sí habían estado bajo las órdenes de los gobiernos peninsulares, aludiendo que en las comunicaciones oficiales se les daba el trato de generales y que se les proveía de armas.

La prueba más contundente era una carta enviada por la comandancia general de los cantones de indios pacíficos del Sur al Vice-Gobernador de Belice. En ella reconocía haber entregado armamento a Canul y aseguraba que no se repetiría el ataque a la colonia inglesa, si ello ocurriese, sería esa co7%%?3af%7zcz% gezzer z/ zTZTTzeafLz&zzTzeTzZe

^ D/arZc México, marzo 17 de 1873. A.H.S.R.E., LE-1692.

^ A.H.S.R.E., LE-1689.

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El ministro inglés protestó enérgicamente por la afirmación del secretario mexicano de que las autoridades de Belice apoyaban a los mayas de Chan Santa Cruz con armamento. Descalificó esa afirmación considerando que dicha acusación carecía de fundamento y no se aportaban pruebas que la sostuviesen.

La conclusión de esa nota insiste que la solicitud de indemnización formulada por Lord Grandville era justa y que el gobierno inglés la mantenía. No dejó de expresar que de no cumplirse con esa demanda, se confirmarían las órdenes dadas en 1857 a las autoridades de Belice, consistentes en el permiso para aprehender a criminales que atentaran contra esa colonia, aun estando ésos en suelo extranjero.

Advirtióse al Vice-Gobernador que debia obrar con las precauciones y circunspección debidas al ejercer las facultades discrecionales que se le concedían. Díjosele que debia tener presente que la aprehensión de un extranjero en suelo extranjero, á consecuencia de un delito cometido en suelo británico, eran contrarios al derecho internacional y que solo podia justificarse por una necesidad imperiosa, ocasionada por la falta absoluta de toda ley y autoridad legal en el mismo lugar en que el delito se cometiese.

Ordenóse al Vice-Gobernador que en caso de que se viese obligado á recurrir á las providencias indicadas, deberia informar en primera oportunidad al Gobierno de Su Majestad de todas las circunstancias y todos los motivos en que hubiese fundado sus providencias, á fin de que, sin pérdida de tiempo, fuesen comunicados al Gobierno mexicano...^

Después del envío de esa nota, las comunicaciones diplomáticas cesaron temporalmente. Ningún acuerdo fue celebrado para dar solucionar el conflicto originado en Orange Walk y no se dio el caso de que las autoridades de Belice traspasaran la frontera mexicana para perseguir a los mayas icaichés. Al morir José María Lafragua,

^ Derby a La&agua, 28 de julio de 1874. A.H.S.R.E., LE-1689.

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Ignacio L. Vallaría lo sucedió en la Secretaría de Relaciones Exteriores, siendo una de sus tareas la recopilación de información para contestar el comunicado inglés.^

Mientras esto ocurría, la zona habitada por los mayas de Icaiché continuó su vida con un ritmo similar al de los años anteriores. El comercio siguió existiendo y las compañías madereras reiniciaron el pago en efectivo por el arrendamiento de tierras. Estos hechos no significaron que las relaciones entre icaichés e ingleses hubieran mejorado, antes bien, se había mantenido una dinámica en la que constantemente se medían fuerzas para ganar al contrario el terreno que cediese.

Sena hasta 1878 cuando el ministro Vallaría entregara su réplica al gobierno inglés. Los años que tomó para reunir los datos necesarios se ven reflejados en el amplio informe que preparó para esa ocasión.

De las fuentes producidas en la época, ésta es la más amplia y mejor documentada; la estrategia desarrollada en este documento inició con un recuento de las circunstancias en que los piratas ocuparon la bahía de Honduras en el siglo XVII; después dedicó una parte sustancial a compendiar y analizar los tratados celebrados entre España e Inglaterra durante los siglos XVII y XVIII con motivo de sus posesiones americanas, haciendo especial énfasis en los referentes a Belice; posteriormente, discutió las condiciones en que se suscribieron tratados entre México e Inglaterra, examinando lo concerniente al establecimiento de Belice.

La parte culminante de ese trabajo es el análisis y demostración de que, de acuerdo con las evidencias históricas y los tratados internacionales, la soberanía de Belice

^ Los documentos reunidos por Vallaría se encuentran, principalmente, en los legajos encuadernados 1689 y 1690 del Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

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pertenecía incuestionablemente a Mexico. La documentación anexa a ese informe es vasta e incluye textos de muy diversos orígenes, no circunscribiéndose a los producidos por instancias oficiales mexicanas.^

En esencia, las conclusiones de Ignacio L. Vallaría fueron las mismas que formulara unos años antes José María Lafragua. El gobierno mexicano no admitía las reclamaciones hechas por Inglaterra y creía tener fundamento para exigirle la reparación de los perjuicios ocasionados por la Guerra de Castas (supuesto que desde Belice se vendían pertrechos de guerra) y por otras infracciones a los tratados internacionales.

La parte final de este documento declara que México haría valer su derecho conforme a lo expresado por el secretario de Relaciones Exteriores, esperando que el gobierno inglés dictara las medidas para poner fin a las relaciones comerciales entre los habitantes de Belice y los indios de Yucatán.

Nuevamente, como había ocurrido hacía cinco años, la prensa informó sobre la nueva etapa de las comunicaciones diplomáticas entre México e Inglaterra. En esta ocasión las circunstancias fueron diferentes, la oposición fue mínima, reduciéndose a señalar que se había echado por tierra la labor de Juárez que culminó con la ruptura de relaciones diplomáticas con aquella nación europea.

La mayoría de los espacios dedicados en los periódicos cubrieron dos aspectos: el acierto de la nota de Vallaría y lo equívoco de la demanda inglesa, así como la

^ Este informe consta de 451 fojas. Ei cuerpo del mismo abarca 163 fojas, mientras que los anexos ocupan las 278 fojas restantes. Cír. A.H.S.R.E., LE-1689.

De las publicaciones que tratan este punto, las más importantes son: BARANDA, 1 8 7 3 ; SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES, 1878;H U B B E , 1940;FA BELA , 194 4; SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES, 1 9 6 1 ; PAZ, 1 9 7 9 .

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recepción y próxima, reproducción en sus paginas del folleto titulado CorræpoTZdfeTzcM dfzp/o772¿Z%7C<% C<%772 %%<3 % C7?%7*C e / g0¿7ZC7?30 í / á T^CpZZ^/zCzZ y f / JZZ Á^Z/C^íz%^ RW^zZZZZCzZ C072

reÁ%czozz z%/ ^errz^orzo Re/zca 2^72-2^7^, que había sido impreso por la Secretariade Relaciones Exteriores.^

Unos meses después de comunicar la posición mexicana ante los hechos de Orange Walk, R. Ashton Cross, segundo asistente del ministerio de negocios extranjeros de la Cran Bretaña, expuso la postura inglesa. Su gobierno no deseaba entrar en una discusión sobre la soberanía de Belice, asegurando que ésta había sido establecida por conquista posteriormente a los tratados de 1783, 1786 y aun antes de que México existiera como estado independiente. Su interés era que se mantuviera bajo control la zona fronteriza, pero las incursiones de los icaichés seguían perturbando la tranquilidad e interrumpían el tráfico y las actividades en Belice.

En presencia de tal estado de anarquía y desorden en la frontera, el Gobierno de Su Majestad está obligado a dar a las autoridades de Honduras Británicas instrucciones que aseguren la protección de la Colonia, y, consecuentemente puede ser necesario en ciertas circunstancias que el Gobierno de Belice haga que se persiga y se aprehenda a los merodeadores en territorio de México como ya se explicó en la nota de Lord Derby al Sr. Lafragua fechada el 28 de julio de 18747°

Esta sería la última nota intercambiada entre los dos gobiernos durante la década de 1870. Ya se ha dicho que en 1878 el secretario de Relaciones Exteriores mexicano,

^ Entre los periódicos que hicieron referencia al folleto y/o lo reprodujeron para su divulgación, se encuentran Zar HMeva era de Campeche, Za razón <7e/ j9Meó/o de Mérida, Da;7y TVew de Lonthport y el DazVy Vew^ de Londres.

La difusión del folleto no se redujo a la prensa nacional. La secretaría de relaciones exteriores envió varios ejemplares de él a las siguientes instancias internacionales:Legación de Estados Unidos en México, Legación de Alemania en México, Legación de España en México, Cónsul de México en Washington, Legación de Italia en México y Departamento de Estado, de los Estados Unidos. Cír. A.H.S.R.E., LE-1689.

^ Cross a Vallaría, 8 de junio de 1878. A.H.S.R.E., LE-1689.

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Ignacio L. Vallaría, prepararía un extenso documento en el que defendió el derecho de Mexico a la soberanía de Belice; este documento quedo sin replica inglesa, sin embargo no constituyo un factor decisivo en la solución a la situación generada en 1872. Las relaciones diplomáticas seguían suspendidas y las posiciones adoptadas por los opositores hacían ver que las negociaciones deberían posponerse, pues no se llegaría a un acuerdo.

Cada parte tomo las medidas que creyó convenientes para enfrentar una situación empantanada. Como parte de una estrategia global, el gobierno mexicano se fijó la meta de establecer hacia el sur los alcances de su jurisdicción, por ello negoció un tratado de limites con Guatemala en 1882,^ sentando así las bases para realizar una empresa similar con Inglaterra respecto a Belice.

Paralelamente formuló un reglamento para el corte de caoba, que aseguraba a la nación la propiedad de los territorios otorgados para esa actividad,^ dio concesiones para la explotación forestal de la costa oriental de la península de Yucatán y la selva aledaña al río Hondo.

Los permisos conferidos tenían un doble propósito, establecer grupos humanos, con autorización del propio gobierno, a lo largo del límite tradicional con Belice, y tratar de evitar la expansión de las relaciones -no siempre amistosas, como se ha visto- entre los mayas y los colonos de Honduras Británica.

Esta decisión no limitó la actividad de las compañías extranjeras en el área; al contrario, a la par que muchos nacionales, los extranjeros recibieron concesiones para

^ Una obra que detalla el proceso de negociaciones, ei papel de los actores y los intereses que giraban alrededor del establecimiento de esta parte de la frontera sur de México, es el primer tomo que la Moderna <%g Máx/codedica a la vida política exterior del porfiriato.

^ Reglamento de 19 de septiembre de 1881. Cír. A.H.S.R.E., LE-1694.

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la explotación de la selva mexicana. Entre los beneficios de esta medida, se encontraban empresas que operaban en Belice y habían consolidado, desde la década anterior, su posición en la explotación forestal.

En efecto, los principales terratenientes de la Colonia desde 1870 eran Young, Toledo and Company, fundada en 1839, con 76 trabajaderos en casi un millón de acres; Sheldon Byass and Company poseía 50,000 acres; John Carmichael, con unos 25,000 acres (incluido el pueblo de Corozal) y la British Honduras Company, con un millón de acres y casi cien trabajaderos.

La British Honduras Company se transformó en 1875 en la Belize Estate and Produce y en 1880 adquirió algunas de las propiedades de la Young, Toledo and Company. Para 1890 capitalistas de la Ciudad de Belice también compraron tierras de la Young Toledo. Bernard Cramer; Murtie, Arthur and Currie y la Belize Estate and Produce se habían convertido en los mayores terratenientes de la colonia.

El siguiente cuadro muestra algunos propietarios de tierras en la ribera inglesa del Hondo a lo largo de los años ochenta y principios de los noventa.

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TERRA TEN IEN TES E N LA RIBERA DEL RIO. MILLAS CUADRADAS

NOM BRE 1886 1890 1892Belize Estate and Produce 270 275 278Bernard Cram er 66 48 85R. Byass 57 52 57M urtie, A rthur and Currie 22 30 33A. Williamson 19 16 27W illiam Burn 23 23 23Chaning Ellery 18 21 21D elrot Brothers 45 44 —

J.H . Phillips 27 17 —

G rant's — 15 —

Southern Estates — — 31J.A.B. Beattie — — 21H arvery Bros. — — 18Sally Wolffson — — 15P. Leckie — — 15

FUENTES: CO 123/194, Goldsworthy to Knutsford. 23 de abril 1890. Report of the Land Tax Commission. 1902, p. 39.

Un buen ejemplo de los contratos establecidos a lo largo de esa decada entre el gobierno mexicano y los particulares, y de las condiciones en que se debería realizar la explotación forestal, es el otorgamiento recibido por Felipe Ybarra Ortoli:

El Presidente de la República concede á U. permiso para cortar árboles de madera de construcción, ebanistería y de palo de tinte, existentes en la Costa Oriental de Yucatán desde Yalahau hasta las márgenes del Río Hondo, bajo las cláusulas siguientes:

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I'* El C. Felipe Ybarra Ortoli puede cortar á su beneficio todos los expresados arboles maduros que haya en los terrenos nacionales y que están libres de todo legal derecho privado, en la mencionada zona.

2 Para determinar separadamente el número de árboles á que se refiere la cláusula anterior, el respectivo Jefe de Hacienda y Agente de Fomento, según las ordenes que se le comunicaran por la Secretaria de Fomento, designará en cumplimiento del artículo 13 del reglamento de 19 de Setiembre de 1881, un Subinspector que acompañado de dos guarda-bosques y en union del C. Felipe Ybarra Ortoli ó de quien lo represente, pasen a la mencionada zona a contar dichos arboles; omitiéndose esta operación en los lugares en que esto no sea practicable.

Toda cuestión htigosa que con motivo de la designación de árboles se suscite, se seguirá entre el opositor y el concesionario, teniendo a la vez por parte al representante de la Hacienda publica, no corriendo el plazo señalado para el corte durante los indicados litigios.

3 El valor de los árboles será el que respectivamente les corresponda, de conformidad con el que tengan señalado en el año en que se verifique el corte de ellos.

El palo de tinte de todas clases lo pagará por tonelada en los mismos términos, esto es, al precio señalado en el año en que se haga la exportación.

4 El C. Felipe Ybarra Ortoli queda en todo sujeto al hacer el corte y exportación de que se trata, á las prevenciones de los artículos 15, 18 y 24 del citado Reglamento de 19 de Setiembre de 1881 de que se acompaña un ejemplar.

5 El Jefe de Hacienda como Agente de Fomento encargará al Subinspector, el cuidado de la observancia de lo que disponen los incisos X y XI del artículo 6° del mencionado Reglamento.

6 * El C. Felipe Ybarra Ortoli, cada vez que quiera exportar sus maderas, hará una manifestación por duplicado, expresando el número de árboles á que correspondan esas maderas y designando el puerto ó punto por donde se ha de hacer la exportación, á fin de que el Subinspector, cerciorado que está de la exactitud de lo manifestado, les ponga su visto bueno y las entregue al Agente de Fomento, quien devolverá al interesado un ejemplar expresando su conformidad, quedándose con el otro ejemplar como comprobante de la cuenta que llevará de los árboles que se van sacando, y dará aviso a la respectiva Aduana Marítima, de la cantidad y puntos por donde se verifiquen esas extracciones, con el objeto de que tengan su debida aplicación las disposiciones fiscales relativas á los impuestos establecidos á la explotación de maderas.

En los casos de que por las distancia ú otra dificultad < ilegible > , la observancia de la 2 disposición de la Circular de 27 último, < ilegible > las piezas labradas podrán ser

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llevadas a los puntos < ilegible > arroyos por donde se ponen á flote; pero el C. Ybarra Ortoli < ilegible > les casos aviso á la Agencia para que esta < ilegible > dichas piezas en aquellos lugares, formándose entonces <! ilegible de esas piezas para los efectos de que habla el párrafo anterior.

Sólo en los casos verdaderamente excepcionales, que sea imposible marcar las piezas, a consecuencia de que son cortadas y exportadas en lugares en que no es practicable la <( ilegible > bastara para el pago de los respectivos precios, la manifestación que bajo la debida protesta, haga ante la Agencia de Fomento el G. Ybarra Ortoli, del número de esas piezas y cantidad de árboles que correspondan; quedando entendido, que la falta de verdad en las manifestaciones, luego que esto se descubra, será causa para declarar caduco el permiso administrativamente, exigiendo desde luego el pago del precio de los arboles y multa que establece < ilegible > mentó de la materia, por el número que de esos mismos arboles < ilegible > cule según la duración del tiempo en que se haya estado cometiendo fraude, y en vista de las investigaciones que se hagan al efecto.

7* Queda facultado el X. Felipe Ybarra Ortoli para que, por < ilegible > de sus dependientes, evite el corte fraudulento de los árboles < ilegible > este permiso, pudiendo perseguir á los responsables de esas < ilegible > consignarlos desde luego á la Jefatura de Hacienda y Agencia de Fomento, á fin de que esta proceda conforme á las disposiciones del ya citado Reglamento.

8 Este permiso es por un año, contado desde el H de Noviembre próximo venidero, conforme los prescribe el artículo 19 del mencionado Reglamento; pero se considerará renovado en virtud del artícu < ilegible > mismo Reglamento, en los tres años siguientes, sin que pueda < ilegible > los cuatro años como tal duración.

En este tiempo puede el C. Ybarra Ortoli, en virtud de < ilegible > que nace del mismo permiso, celebrar contratos de corte de árboles, con otras personas; siendo, sin embargo, ante el Gobierno < ilegible > co que goza los derechos y reporta las obligaciones del propio < ilegible >.

9 En obedecimiento de lo prescrito en el artículo 13 de la ley de 20 de julio de 1863, este permiso no será impedimento para la enagenación de los terrenos comprendidos en la zona á que el mismo permiso < ilegible > quedando vigente la validez de él por las porciones libres.

10 Dentro de dos meses contados desde la fecha de este permiso podrán comenzar las operaciones á que se refiere, bajo la pena de < ilegible > caso contrario.

Lo que comunico á U. para su inteligencia y en la de que < ilegible > testar de conformidad en cumplir con las anteriores cláusulas < ilegible > exacto cumplimiento queda obligado.

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Libertad y Constitución. Mexico, Octubre 22 de 1888.- < ilegible > Una rúbrica.- AlC. Felipe Ibarra Ortoli.- Merida, Estado de Yucatán.^

Este tipo de documentos demuestra que el gobierno mexicano intentaba controlar la región que nos ocupa, así como la explotación silvícola desarrollada en ella.

Paralelamente a estas medidas gubernamentales, en la decada de 1880 se verificaron en la región que nos ocupa, hechos que apuntalaban esta tendencia. La secretaría mexicana de Relaciones Exteriores estudió en 1883 la zona de colindancia con Belice, para tener un criterio que normara su actuación en política internacional. La tarea fue encomendada al Ing. Antonio García Cubas, quien revisó los tratados referentes a Belice firmados entre España e Inglaterra (tratado de Versalles de 1783 y convención ampliatoria de Londres de 1786), y basó sus conclusiones en el plano levantado por Enrique Grimarest en 1787.^ Una vez realizado el estudio, García Cubas señaló que existían dos opciones para acordar los límites; sí bien ninguna de las dos proposiciones fue adoptada por México, son un elemento que permite analizar comparativamente la concesión otorgada a los ingleses en el siglo XVIII, y la ocupación territorial efectiva un siglo después.^ (Ver mapa 2)

Ese mismo año, el gobernador de Campeche informó a la secretaría de guerra y marina, tener conocimiento de que los habitantes de Icaiché preparaban una nueva invasión a Belice (específicamente a Orange Walk). El gobernador se declaraba impotente para evitar tal posibilidad, ya que la falta de efectivos del ejército, el

^ A.H.S.R.E., LE-1694

^ La sección dedicada en el presente trabajo a los orígenes del asentamiento inglés en Belice, reproduce la labor de Don Enrique Grimarest.

^ Asimismo, la consulta de los límites establecidos en 1893 por el tratado Mariscal-Spencer para esa colonia, complementa la visión de la expansión inglesa a lo largo, por lo menos, de dos siglos.

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Mapa 2 A sentam ientos m ayas hacia 1850

Fuente: C A R E A G A ; 1990, p. 74r.

aislamiento de ese cantón -150 leguas desde la capital del estado- el pésimo estado de los caminos y la creencia de que esa población pertenecía a la República de Guatemala, le impedían tomar las medidas adecuadas.^

Otros acontecimientos regionales, conectados con la guerra de Castas de Yucatán, se ciñieron a la lógica señalada. Durante los años ochenta era común que los jefes

viajaran a la colonia inglesa en enero de cada año, para obtener algunos bienes y reunirse, ya con el gobernador, ya con el administrador colonial. En 1884, los dirigentes de Chan Santa Cruz y los representantes del gobierno yucateco, se reunieron en la casa de gobierno de Belice para ajustar un tratado de paz.

Teniendo como intermediario -extraoficial- al administrador colonial inglés Henry Fowler, coincidieron el Vicegobernador de Yucatán Teodoro Canto y una delegación maya compuesta por su principal líder, el general José Cresencio Poot, además del general Juan Bautista Chuc, general Aniceto Tzul, comandante Cresencio Tzib, capitán Luis Naal, capitán José Chan y el capitán Esteban Núñez Y

Los acuerdos a los que llegaron se estipularon en el siguiente capitulado del tratado de paz:

1° José Cresencio Poot sería gobernador de Chan Santa Cruz en forma vitalicia.

^ A.H.S.R.E.; LE-1694. Las fuentes señalan que en Icaiché había 60 hombres armados y 7 cometeros - y no una tropa de dos o tres mil mayas, como suponía el gobernador- que los jefes mayas Gabriel Tamay y Félix May eran copartícipes de la conspiración, y aun que se consideraba la posibilidad de unirse a los rebeldes de Chan Santa Cruz.

El seguimiento realizado por las autoridades federales, muestra que el tratado de límites firmado en 1882 con Guatemala, no era definitivo para considerar que Icaiché estuviera fuera de la soberanía mexicana, por lo que era indispensable tomar cartas en el asunto y evitar un incidente similar al de 1872.

^ Cír. JONES, 1978, pp. 1-11 y REED, pp. 217 y ss.

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2° A la muerte de Poot, la elección del nuevo gobernador sería derecho de los habitantes de Chan Santa Cruz, previa autorización del gobierno de Yucatán.

3° El gobernador de Yucatán se comprometía a no enviar a ningún oficial de su gobierno a Chan Santa Cruz, sin el previo consentimiento de sus habitantes.

4° Habría mutua extradición de criminales.5° Dentro de los términos anteriores los jefes y habitantes de Chan Santa Cruz

reconocían al gobierno mexicano.^

De manera complementaria, con la finalidad de cerrar las aristas de un triángulo regional, Teodoro Canto envió cartas a los dirigentes de los asentamientos del suroccidente de la península, pidiéndoles que aceptaran a los mayas de Chan Santa Cruz como sus hermanos de raza y subrayando las ventajas de establecer relaciones amistosas con ellos. Los destinatarios de las misivas fueron el general Gabriel Tamay en Icaiché y Eugenio Arana en Xkanhá.

A pesar de haberse firmado un tratado de paz entre cr%zoo^ y yucatecos, este punto no sería el fin del conflicto, que se prolongaría hasta entrado el siglo XX. Como ya había sucedido con anterioridad,^ las aspiraciones externadas no fueron satisfechas por este tratado, rompiéndose las hostilidades en breve.

Por otra parte, el 20 de octubre de 1884, el Senado de la República celebró una sesión secreta extraordinaria. En esa ocasión se aprobaron los preliminares para la

^ JONES, T&íáfew.

^ Tal es el caso de los Tratados de Tzucacab, firmados el 19 de abril de 1848, por Jacinto Pat y el gobernador Miguel Barbachano. C ír . CAREAGA, 1990, pp. 56 y ss.; GONZÁLEZ, 1968; REED, 1982, p. 92 y ss.

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reanudación de relaciones entre México y la Gran Bretaña, que estaban suspendidas como resultado de la guerra iniciada en 1861.^°

Se definió entonces que la cuestión de Belice, sobre todo lo relacionado con sus limites, no debería incluirse en este acercamiento al gobierno inglés. El criterio que prevaleció, se refleja en el texto del acta de esa sesión: "el Presidente resolvió no ser oportuno que en momentos en que México é Inglaterra, tratan de reanudar relaciones, precisamente con la mira de discutir y arreglar asuntos de interés mutuo, se aglomeren todas las dificultades pendientes, demorando así el reanudamiento de dichas relaciones. El Oficial Mayor [de Relaciones Exteriores] (...) creé que la ocasión oportuna para arreglar todo lo relativo á Belice debe encontrarse encadenado ese punto con el tratado formal de comercio y navegación que pretende celebrar Inglaterra con México y del cual ya ha recibido un proyecto que le ha presentado Sir Spencer".*^

Unos años después, al iniciarse 1887, Inglaterra mostró su interés en determinar la frontera entre México y Belice al enviar un comunicado a su representante en México, Sir Spencer Saint John, en el que señalaba que el río Hondo debería quedar como límite entre ambos países.^ Por otro lado, en marzo de ese mismo año los generales Aniceto Dzul y Cruz Xiab, jefes de los mayas de Santa Cruz y Tulum respectivamente, propusieron al gobernador de Belice que el territorio bajo su dominio se anexara a esa colonia británica.

A.H.S.R.E., LE-1694.

^ PAZ, 1979, p. 112.

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Saint John comunico a Ignacio Mariscal, secretario de Relaciones Exteriores de Mexico, la pt opuesta de los líderes mayas, y ademas de asegurar que la corona británica no aceptaría dicha solicitud, presento un proyecto de convención para los límites de Belice.^ Recibido el proyecto, el gobierno mexicano lo estudió detalladamente, acordando diferir la conclusion del tratado de límites para una época más adecuada",^ la decision fue comunicada a los ingleses y se abrió un compás de espera en la solución de la cuestión fronteriza.

Mientras políticos y diplomáticos mexicanos dedicaban su atención a estos asuntos, y en vista de la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre límites, las autoridades británicas de Belice iniciaron en mayo de ese año una nueva mensura de sus límites. En esta ocasión trazaron una línea que iniciando desde la paite occidental del río Sarstun -al sur de Belice- corría hacia el norte y se prolongaba hasta el oeste de Icaiché, en territorio mexicano.

al avanzar el picado alli en las cercanias de la parte Oeste de [la] población de Icaiché, en un cerro nombrado Tical, que corresponde al Estado de Campeche, entonces los habitantes o Jefes de aquel punto mexicano mandaron parar aquellos trabajos que se estaban verificando a la sordina alli en el corazón de la Península de Yucatan...^

^ MARISCAL, 1893, p. 27 y ss.

7 2 ? p. 29.

Como lo asienta Paz Salinas, en este informe Mariscal señaló una fecha incorrecta para el inició de las negociaciones: "La firma del Tratado no tuvo lugar sino hasta 1893, muy comprensible si se tiene en cuenta el hecho de que en 1887, momento en el que fue sometido el proyecto a las autoridades mexicanas, se preparaba la reelección de Porfirio Díaz, por lo que se trató a toda costa de evitar cualquier asunto que hubiese podido hacer peligrar la postulación presidencial. Mariscal era consciente de que lo que se estaba negociando afectaba seriamente los derechos soberanos de la nación, lo cual podía ser aprovechado por las fuerzas de la oposición. Esta situación explica el por qué en 1893, al someter el Tratado de límites a la sanción del Senado de la República, Mariscal señaló que las negociaciones que llevaron a su ñrma se habían iniciado en 1889 y no en 1887 como en realidad tuvieron lugar". Véase PAZ, 1979, p. 115.

^ A.H.S.R.E. LE-1694. El autor de este documento es un guardabosques, quien desde la ciudad de Belice rindió un informe sobre el particular al Jefe de Hacienda en el Estado de Yucatán.

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El convenio diplomático se firmaría hasta 1893, lo cual fue aprovechado por las compañías establecidas en Belice para continuar, con autorización del gobierno mexicano o sin ella, la extracción de palo de tinte, caoba y cedro al norte del río Hondo. Empresas como la de Felipe Ibarra Ortoli utilizaron en su favor las disposiciones dictadas por México y emprendieron confrontaciones con sus competidores que actuaban al margen de la ley.^

En cambio, otros capitalistas dedicados al corte de madera prefirieron hacer negocios con los mayas, quienes ocupaban y dominaban efectivamente la zona sur de Yucatán. "Young Toledo & Co. (1851), British Honduras (1872), Cramer & Co. (1889), Jacob Morter (1898) y Mengel & Brothers Co. (1901), entre otras, tuvieron que enfrentar directamente las demandas tanto de los cr%zoo¿?, como de los icaichés para poder extraer de suelo mexicano, toneladas de palo de tinte y millares de pies cúbicos de maderas preciosas".^

^ P ara u n tra tam ien to a m p lio d e l tem a, v é a se HIGUERA, 1 9 9 4 .

^ p p . 3 -4 .

Varios legajos del Archivo Histórico de la Secretaria de Relaciones Exteriores tratan detalladamente el asunto. Cito a continuación sólo unos cuantos ejemplos.B. Cramer & Co. a Pilar Pinto. Bajo la licencia exclusiva dada a él por los jefes de Chan Santa Cruz, otorga concesión a Don Pilar Pinto para cortar y sacar palo de tin te en Juval durante un año, bajo tres condiciones: 1) pagar un peso por cada tonelada que saque; 2) que entregue a esa compañía toda la producción en Belice y 3) que el palo sea de buena calidad mercantil y esté bien pelado. Belice, 24 de enero de 1891. LE- 1694.Se informa al Secretario de Relaciones Exteriores de México, conocer el cobro de renta por tie rra s hecho por Tamay y con base en el tratado de límites se señala que el río Booth es inglés por lo que recomienda pedir a la Secretaría de Guerra ordene detener a Tamay. Circa 1898. 44-12-54.General Tamay a Jacob Morter. Le pide que le despache los doscientos dólares de su renta y los cuatrocientos de la Belize Estate & Produce Company. Icaiché, 12 de agosto de 1898. 44-12-54.Jacob Morter a Belize Estate & Produce Company. Envía copia de la carta de los

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Bernard Cramer hacía las veces de representante de los en Belice, y contal carácter daba concesiones a terceros. Los permisos se limitaban a estipular las condiciones mínimas de su funcionamiento:

Belice, Enero 24 de 1891

Icaichés pidiendo los cuatrocientos dólares que prometió pagar Mr. Connor y los doscientos que él debe pagar por trabajar en Botes. Señala que antes del tratado de limites no tenia problema en pagar pero ahora no lo hará. Pide le envíen una carta para Tamay si es que ya no pagará la Compañía. Corozallto, 18 de agosto de 1898. 44-12-54.A.R. Usher, Belize Estate & Produce Company, a Acting Colonial Secretary. Jacob Morter paga doscientos dólares por cortar madera en Botes pero se niega a pagar cuatrocientos por corte en Belice. La compañía reporta no trabajar en te r r ito r io mexicano por estar en disputa, dado el reciente tratado de lim ites. Considera la demanda Icaiché como acción poco amistosa. Belice, 20 de agosto de 1898. 44-12-54.Messrs, Moods & Slack, Belize Estate & Produce Company, a Acting Colonial Secretary. Queja porque los Icaichés suponen mexicanas tie rras Inglesas y piden nuevamente el pago de regalías. B. Cramer, cliente de la Belize Estate & Produce Company no pagará más y teme disturbios. Belice. 22 de agosto de 1898. 44-12-54.Acting Colonial Secretary, a A. Lomell, Cónsul de México en Belice. Comunica cobro de renta de Icaichés a Belize Estate & Produce Company. Clasifica como Ilegal este cobro en Blue Creek y Orange Malk. Belice, 23 de agosto de 1898. 44-12-54.Jacob Morter al general Tamay. Acusa recibo de su carta y comunica que la envió a la Belize Estate & Produce Company, que se rehúsa a pagar los cuatrocientos dólares ya que no trabaja en el lado mexicano del Booth. Pide que escriba directamente a la Belize Estate & Produce Company. Belice, octubre de 1898. 44-12-54.General Tamay a Jacob Morter. Tamay señala que como general autorizó a Morter a cobrar cuatrocientos dólares de la Belize Estate & Produce Company, por trabajar en el lado mexicano del rio Booth; acota que aquélla debe recordar el arreglo a que llegaron en su última estancia en Belice. Recuerda que el pago debe efectuarse cada primero de agosto. Icaiché, 1 de octubre de 1898. 44-12-54.A. Lomell, Cónsul de México en Belice, al Secretarlo de Relaciones Exteriores. Envía coplas de cartas sobre el cobro de renta a Ingleses, señala que a pesar de que el poblado de Kaxeuíníc está en terreno Inglés, hay un teniente y un capitán Icaichés como autoridades, ya que consideran el lugar como te r r ito rio mexicano. Tamay envía carta a aquéllos comunicándoles que es te rr ito rio Inglés y se retiraran . Belice, 26 de octubre de1899. 44-12-54.General Tamay, a Angel Ortlz Monasterio. Acusa recibo de carta oficial y deja Kaxeuíníc en manos de los Ingleses. Señala que tiene más de 30 años cobrando renta a aquéllos y que desde el año anterior se negaban a pagar. Apunta que se defiende de los cruzoob pero que no recibe ninguna ayuda del gobierno de Campeche y que los Ingleses ya no le venden pólvora ni municiones. Icaiché, 4 de noviembre de 1899. 44-12-54.

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Bajo la licencia exclusiva que tenemos de los jefes de Santa Cruz de cortar maderas en toda costa española actualmente bajo la jurisdicción de ellos: Concedemos licencia a Don Pilar Pinto de cortar y sacar palo de tinte en Juval durante el presente año con las condiciones siguientes:

1. El dicho Don Pilar Pinto nos pagará un peso $1.00 sobre cada tonelada de palo de tinte sacado de dicho lugar durante el termino de esta licencia.

2. Todo el palo nos será entregado en Belice y pagaremos al dicho Don Pilar Pinto el precio justo de esta plaza al tiempo de cada entrega.

3. El palo será de buena calidad mercantil y bien pelado.B. Cramer y Co.

Rúbrica'"

La indefinición jurídica de los limites internacionales estaba insertada en un contexto complejo, por un lado la guerra de castas había excluido del dominio mexicano una porción importante de Yucatán durante más de cuarenta años y el costo material y humano en ambos bandos era difícil de cuantificar, por el otro, las relaciones originadas en ese lapso por los ingleses con los mayas crMZoo y con los icaichés resultaron un serio obstáculo para encontrar una solución rápida, finalmente, la corona inglesa sostuvo que la soberanía de Belice le pertenecía por derecho de conquista al menos desde 1798, lo que provocó una dilatada polémica que concluiría hasta 1893.

La expansión inglesa hacia el norte durante el ultimo siglo, había ampliado sus límites hasta el río Hondo y dadas las condiciones imperantes en la época, se decidió reiniciar las negociaciones del tratado de límites.

En 1892 la legislatura yucateca urgió a Porfirio Díaz una solución

A.H.S.R.E. LE-1694.

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La falta de precisa y clara determinación de los límites á que ha debido sujetarse la Colonia de Belice, en su colindancia con el territorio nacional ocupadas por las tribus indígenas rebeldes, trae como consecuencia la constante invasión colonizadora. Cada día que pasa se compromete más la integridad del territorio nacional, y no es remoto que pasados algunos años se pretenda fundar derechos de dominio, atribuyendo nuestra falta de protestas y pasividad á tácito consentimiento, como acontece con la posesión primitiva de Belice.

Urge, por tanto, señor Presidente, que el Gobierno Nacional, que dignamente representa Ud., se proponga definir de una manera precisa y clara la cuestión de esa Colonia inglesa, aunque para ello sea preciso transigir acerca de la pequeña porción de territorio ocupado primitivamente, desde antes de consumarse la independencia nacional, señalando como límite natural é indestructible, el río Hondo, si del estudio que se haga, los derechos de nuestra patria sobre ese territorio no resultan suficientemente claros; es indispensable deslindar cuando menos lo indiscutible, es decir, hasta el referido río Hondo, para impedir la invasión, fijando la línea fronteriza con toda exactitud, aunque la porción á que se ha hecho referencia quede en el estado actual, mientras el estudio de nuestros eminentes estadistas arroje alguna luz, ó se transija de una manera conveniente á los intereses nacionales.^

El documento no sólo señaló la conveniencia de estipular la frontera, también hizo énfasis en la necesidad de evitar el comercio de armas y pertrechos de guerra entre ingleses y mayas, lo que redundaría -según su lógica interna- en una pronta conclusión de la guerra y el consiguiente aprovechamiento de las riquezas naturales de la zona ocupada por los cr%zoc& La colonización del oriente y el sur de la península permitiría que Yucatán lograra el progreso alcanzado en otras regiones de México.

En 1893 México e Inglaterra renovaron las pláticas sobre límites, ajustando un breve tratado. Los puntos más importantes son los siguientes.

ARTICULO IQueda convenido entre la República Mexicana y Su Majestad Británica que el límite

entre dicha República y la colonia de Honduras Británica era y es como sigue:

^ MARISCAL, 1 8 9 3 , p . 4 7 .

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Comenzando en Boca de Bacalar Chica, estrecho que separa al Estado de Yucatán del cayo Amhergris y sus islas anexas, la línea divisoria corre en el centro del canal entre el referido cayo y el continente, con dirección al Sudoeste, hasta el paralelo 18° 9' Norte, y luego al Noroeste á igual distancia de los dos cayos, como está marcado en el mapa anexo, hasta el paralelo 18° 10' Norte, torciendo entonces hacia el Poniente, continúa por la bahía vecina primero en la misma dirección hasta el meridiano de 88° 2' Oeste; entonces sube al Norte hasta el paralelo 18° 25' Norte; de nuevo corre hacia el Poniente hasta el meridiano 88° 18' Oeste, siguiendo el mismo meridiano hasta la latitud 18° 28' Norte; punto en el que se halla la embocadura del río Hondo, al cual sigue por su canal más profundo, pasando al Poniente de la isla Albion y remontando el Arroyo Azul, hasta donde este cruce el meridiano del Salto de Garbutt, en un punto al Norte de la intersección de las líneas divisorias de México, Guatemala y Honduras Británica; y de este punto siguiendo el meridiano del Salto de Garbutt, corre hacia el Sur hasta la latitud 17° 49' Norte, línea divisoria entre la República Mexicana y Guatemala; dejando al Norte en territorio Mexicano el llamado río Snosha ó Xnohha.

ARTICULO IILa República Mexicana y su Majestad Británica, con el fin de facilitar la pacificación

de las tribus indias que viven cerca de las fronteras de México y Honduras Británica, y, para prevenir cualquiera futura insurrección entre las mismas, convienen en prohibir de una manera eficaz á sus ciudadanos ó súbditos, y á los habitantes de sus respectivos dominios, el que proporcionen armas ó municiones á esas tribus indias.

ARTICULO IIIEl Gobierno Mexicano y el Gobierno Británico convienen en hacer toda clase de

esfuerzos para evitar que los indios que viven en los respectivos territorios de los dos países hagan incursiones en los dominios de la otra parte contratante; pero ninguno de ambos Gobiernos puede hacerse responsable por los actos de las tribus indias que se hallen en abierta rebelión contra su autoridad/°

Una vez concluido el tratado, su estudio reveló que podrían suscitarse problemas para que las embarcaciones mexicanas transitaran del Caribe a la Bahía de Chetumal (Ver mapa 3). Por esta razón, al año siguiente de su firma, el gobierno mexicano ya

pp. 53-55.

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consideraba la conveniencia ampliarlo por medio de un protocolo especialmente dedicado a ese punto

Cuatro años más tarde, al ratificarse el tratado de límites, se adicionó un artículo (el III bis) en el que se garantizó a perpetuidad la libre navegación de barcos mercantes mexicanos por única vía marítima para acceder a la parte sur de Yucatán: el canal que separa la parte continental de Belice del Cayo Ambergris.^

Las reacciones a la firma del tratado no tardaron, los habitantes de varios lugares de Yucatán enviaron documentos al Senado de la República, externando su inconformidad hacia lo que consideraron un acuerdo favorable para Inglaterra.

Pobladores de Ticul solicitaron que no se aprobara el tratado de referencia, su argumento descansaba sobre la base de que parte de la responsabilidad de la guerra de los mayas pesaba sobre los colonos ingleses, y éstos no habían cubierto ni el adeudo ocasionado por el conflicto armado, ni por la explotación de tierras mexicanas. Se inconformaron por la pérdida de tierra firme, cayos e islas que consideraban parte de Yucatán.^

Residentes de Tekax expresaron que el tratado del 8 de julio de 1893 cedía a Inglaterra territorio mexicano no ocupado por los británicos -el Cayo Ambergris y San

Carta de C. Peón a Porfirio Díaz, 8 de marzo de 1894. Cír. A.H.S.R.E. LE-1694.

^ C ír. CAREAGA, 1979, T o m o II, p. 95. A pesar de la ad ición d el artículo III b is , n o se estip u ló acuerdo a lgun o sob re la n a v e g a c ió n d e b a rco s d e guerra, a su n to q u e a d q u iere r e le v a n c ia s í se to m a en cu en ta e l c o n te x to d e la guerra de ca sta s y la in m in e n te p u esta en m arch a d e u n a cam p añ a m ilita r para su c o n c lu s ió n .

^ Este documento, fechado el 12 de febrero de 1894, tiene al calce la firma de 51 ciudadanos de esa población. Cír. A.H.S.R.E., LE-1694.

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Mapa 3 Mapa elaborado por Antonio García Cubas

Fuente: A N T o e m w ; 1994.

Pedro- sin una razón de fuerza mayor. Calificaron los términos del acuerdo como una mutilación a la soberanía nacional y solicitaban la desaprobación del tratado.^

Los habitantes de Mérida también manifestaron su oposición al arreglo diplomático. El acta enviada al Senado se apoyaba en los tratados celebrados por Inglaterra con España en 1786 y con México en 1826, y señaló que ademas de transferir territorio mexicano a los británicos, éstos deberían indemnizar a Yucatán por los daños causados por la guerra de castas, que había sido alimentada con armamento llegado de Belice. Concluían que ninguna fuerza mayor compelía a México para ceder tierras ocupadas por sus ciudadanos, como era el caso de San Pedro, donde vivían más de quinientos yucatecos.^

Por su parte, los colonos de Belice continuaron con sus labores de corte de madera y venta de armamento a los cr%zoo ; la noticia del acuerdo entre México e Inglaterra significó un incremento de esas actividades y desde finales de 1893 -previendo las limitaciones que impondrían los nuevos tiempos- obtuvieron permisos que les aseguraba el acceso a la selva mexicana en lo inmediato y se ampliaron los embarques de pólvora y pertrechos de guerra para los mayas/*'

Las visitas de los líderes mayas a Belice no se suspendieron y en 1894 el general José Crescendo Puc fue recibido por Bernard Cramer para concluir varios negocios. Las utilidades del corte de madera para Puc ascendieron a $4,000, quien adquirió y envió

^ Este documento data del 20 de marzo de 1894, y firmado por 28 ciudadanos de Tekax. A.H.S.R.E., LE-1694.

^ Los firmantes, más de un centenar de meridenses, refuerzan su argumento acotando que la confederación de Yucatán a la República Mexicana tenía como base el apoyo y la unidad con el resto de las entidades federativas. A.H.S.R.E., LE-1694.

^ A.H.S.R.E., LE-1694. Manuel Sierra Méndez informa que Mr. Bradley, integrante de una comisión inglesa que visitó a los crMzooú, obtuvo permiso para cortar palo de tinte en una gran extensión, localizada entre Bacalar y San Pastor, al norte del río Hondo.

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a Bacalar fusiles y municiones y otorgó nuevos permisos para la explotación forestal. Los términos de dichas licencias fueron los siguientes:

Puede el Sr. Eligió Licona vecino del canal de la costa oriental de Yucatán cortar, espaldear palo de tinte en nuestros terrenos denominados Nicteexchom y Calderas, cuyo derecho pagarán al tiempo de desembarcar en Belize.

P.P. firmó por los Sres. Grles. José Crescendo Puc y Pedro Puc, Rafael Alamilla/^

Finalmente, en julio de 1897 México y la Gran Bretaña ratificaron el tratado de limites, sentándose las bases para que el primero desarrollara una estrategia global que le asegurara el control del oriente de Yucatán.

El plan instrumentado en la ultima década del siglo XIX, cuyo objetivo era aislar a los c7*%zoo¿7, vencer su oposición y obtener el dominio del este de la península de Yucatán, incluyó acciones de distinta naturaleza. De esta forma, cancelada la posibilidad para los mayas de abastecerse de armamento en Belice, se procedió a iniciar, el 19 diciembre de 1898,^ una campaña militar sostenida desde varios frentes y se estableció una aduana marítima en la desembocadura del río Hondo para vigilar la exportación de productos forestales y asegurar la interrupción del contrabando de armas; se atrajeron familias de Belice al fundarse la Payo Obispo en la Bahía de Chetumal y desde el consulado mexicano en Belice, se vigiló el cumplimiento del tratado de límites y se estudió la región para hacer más efectiva dicha estrategia global.

^ Cír. A.H.S.R.E., LE-1694.

^ A.G.N., Gobernación, Caja 759 - 902 S/S.

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Se ha dicho en páginas anteriores que los mayas de Icaiché mantuvieron una posición poco favorable hacia los británicos de Belice, al no permitir la posesión efectiva de territorio nacional por parte de los cortadores de madera. Desde hacía más de treinta años, este grupo indígena autorizaba la extracción de madera en sus dominios a cambio de una suma anual en efectivo, pero se mostraba renuente a la ocupación territorial de los ingleses.

Ratificado el tratado de límites, y como había sido la costumbre hasta el momento, el jefe de esa población, general Gabriel Tamay, reclamó en agosto de 1898 el pago que varios empresarios deberían efectuar para continuar con el corte.

Las compañías de Belice buscaron respaldo en el tratado e iniciaron una larga correspondencia con Tamay y la Belize Estate and Produce Co. buscando primero posponer el pago, negándose finalmente a efectuarlo. El argumento esgrimido por estos empresarios señalaba que el arreglo diplomático había definido como territorio inglés un área que hasta entonces había sido considerada como posesión de los mayas de Icaiché, y por lo tanto de México, pero al no haberse trazado en el terreno la frontera internacional, esa posesión era cuestionable.

En particular, la jurisdicción sobre las zonas aledañas al río Booth, Botes y la población de Kaxeuinic produjeron una enconada discusión durante los siguientes meses. En ese debate participaron autoridades inglesas que consideraban ilegal el cobro de la renta y rechazaban la presencia de autoridades mayas en algunas comunidades consideradas parte de Belice.

Entre otros, J. Morter, Connor, Woods y Slack, A.R. Usher y B. Cramer continuaron explotando la selva, pero se negaron a pagar a los mayas de Icaiché; las

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sumas que habían pagado anualmente fluctuaban entre doscientos y cuatrocientos dolares. Este conflicto se prolongo al menos dos años y los empresarios comunicaron su inconformidad al Secretario Colonial de Belice, solicitando su intervención para resolver el problema.^

El gobierno inglés instruyó entonces a los empresarios y a los propietarios (landholders) de la zona de Blue Creek y del distrito de Orange Walk, sobre la forma de conducirse ante la posición de Tamay, y así lo comunicó al Consul de Mexico en Belice. Sus instrucciones recomendaban que se reportara a las autoridades inglesas cualquier demanda de los mayas de Icaiché, que se negara el pago a menos que fuesen obligados por amenazas o presión, de ser esa la situación, deberían pagar bajo protesta comunicando al general Tamay que contaban con la asesoría del gobierno inglés.^

A finales de 1898 el gobierno mexicano fue informado sobre el particular a través del Despacho de Relaciones Exteriores, haciéndose la recomendación de que la Secretaría de Guerra y Marina ordenara al general Tamay la suspensión del cobro a los súbditos ingleses.^

El otro punto de fricción en la región que nos ocupa, cuya relación era directa con el conflicto por el usufructo del territorio fronterizo no definido dentro de una de las dos jurisdicciones nacionales, fue el de quién debería ejercer el poder político en ciertas comunidades. De esta forma, en 1899 se produjo una fuerte tensión por la

^ A.H.S.R.E., 44-12-54.

^ El documento enviado a Relaciones Exteriores es anónimo y no está fechado. La crítica de procedencia aplicada al mismo, indica que fue elaborado hacia finales de 1898 y que hay pocas probabilidades de que haya sido escrito por el Cónsul de México en Belice. Cír. A.H.S.R.E., 44-12-54.

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presencia de autoridades mayas en poblados como Chanchic y Raxeumic, situados en el extremo occidental de la frontera, quienes sostenían que esos asentamientos eran parte de Mexico.^

De acuerdo con el tratado de limites, dichas poblaciones se encontraban en territorio ingles, pero su aislamiento, la inexistencia de representantes ingleses o mexicanos en el lugar y el tradicional dominio de la zona por Icaiché, no habían significado hasta el momento punto de conflicto. Éste se inició cuando el Comisionado del Distrito del Cayo realizó un viaje oficial a Kaxeuinic, comunicó a los representantes mayas que se encontraban en territorio de Belice, siendo el la autoridad competente, e izó para tal efecto la bandera británica.^

Esta acción desencadenó el temor de que los mayas de Icaiché estuvieran organizándose para atacar varias comunidades del norte de Belice y reforzó en el general Tamay la idea de que persistiendo la indefinición jurisdiccional, no retiraría a sus hombres de lugares como Blue Creek, Yalhoch o Kaxeuinic, hasta que Mexico e Inglaterra no enviasen una comisión que trazara en el terreno la frontera internacional.^

Por tal motivo el Brigadier Angel Ortiz Monasterio, Comandante de la Línea de operaciones en el Oriente de Yucatán y el Río Hondo, envió a principios de noviembre de 1899 un mensaje al general Gabriel Tamay en el que le comunicó estar al mando de

^ La autoridad locai maya se reducía a un militar por comunidad, y su actividad se relacionaba con el cobro de rentas, contribuciones y el ejercicio de algunas funciones de gobierno. Sin embargo, su presencia desencadenó una fuerte reacción del gobierno inglés. Cír. A.H.S.R.E., 44-12-54.

^ Una nota publicada el 27 de octubre de 1899 en 7%e C/aríon, caracteriza dicha población de la siguiente forma: "Xaxe Venic [Kaxeuinic -hombre de maíz, en lengua maya-], a place wich probably had never been visited by a British officer before and certainly not for a number of years". Cír. A.H.S.R.E., 44-12-54.

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las tropas de mar y tierra que buscaban "la pacificación" de los mayas de Chan Santa Cruz; asimismo, sabiendo la amistad que unía a los mayas de Icaiché con el gobierno mexicano, le pidió que evitara que sus hombres atacaran poblaciones de Belice, retirara a sus representantes de Kaxeuinic y respetara la bandera inglesa de esa comunidad.

La respuesta de Tamay fue inmediata y mostraba su sorpresa ante la nueva situación. Sus reflexiones giraron alrededor de los puntos que consideró más importantes: la protección del gobierno mexicano era mínima, la pequeña ayuda económica que le daba era insuficiente y tenía que enfrentar prácticamente solo a los

con el agravante de que los ingleses ya no le vendían pólvora ni municiones; no comprendía cómo, después de tres décadas de ejercer Icaiché el mando en Kaxeuinic y cobrar renta a los ingleses por trabajar en el lugar, le ordenaban que lo desalojara, sin embargo ya había girado instrucciones para que así fuera y se respetara la soberanía inglesa.^

Teniendo cierta seguridad de que los mayas del suroeste no representaban un peligro para las buenas relaciones con las autoridades británicas, la estrategia mexicana para dominar el sur de Yucatán había logrado un importante avance. Tal seguridad multiplicó la importancia de una acción paralela que buscaba evitar la venta de armas a los cr%zoo¿7 y reducir la exportación ilegal de productos forestales hacia Belice.

Desde hacía unos años, el gobierno mexicano había decidido establecer en la desembocadura del río Hondo una sección aduanera flotante que tendría a su cargo las actividades referidas. Othón P. Blanco fue comisionado en 1895 para supervisar en

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Nueva Orleans la construcción de un ponton,^ y al cabo de dos años el barco estuvo en condiciones de ser usado.

En los últimos meses de 1897, el pontón fue remolcado por el Golfo de Mexico hasta llegar a Campeche,

tomados los cabos del remolque [el vapor Ibero] y puestas ambas embarcaciones a son de mar, lo que significa fijar todos los objetos móviles a bordo, poco después de medio- dia salíamos con destino a Progreso, Holbox, Isla Mujeres y Cozumel, según itinerario fijado de antemano, para continuar de esta última a Belice, H.B.

La tripulación del Pontón, que fija, según presupuesto, 22 plazas, sólo se logró enlistar en Campeche y Progreso a tres tripulantes, haciéndoles ascender el número hasta ocho, pues sabiendo en dichos puertos el destino final del Pontón, ningún mari­nero quería abandonar su tierra para exponerse a la soledad y el peligro. Felizmente, en nuestra escala en las Islas, logramos ascender al número de trece, incluido el Coman­dante.^

Al llegar al puerto de Belice, Othón P. Blanco se presentó en esa colonia como comandante del pontón Chetumal y jefe de la aduana mexicana para el río Hondo. Su estancia en el lugar fue dedicada a revisar junto con las autoridades inglesas los límites entre México y esa nación, definiendo la jurisdicción de cada uno; asimismo, estableció

La construcción dei pontón fue antecedida de una cuidadosa averiguación por parte del Matías Romero, Cónsul de México en Washington. Romero y Blanco habían recibido ofertas de varias compañías armadoras de Nueva Orleans, por lo que solicitó a la marina estadounidense un dictamen sobre el particular.

El Jefe de la Sección de Construcción del Departamento de Marina, Philip Hichbom, emitió su juicio en marzo de 1896. Había revisado diversas propuestas, una la descartó por haber sido retirada por la misma empresa constructora; otra ofrecía el precio más bajo -ocho mil quinientos dólares- pero la compañía en cuestión no tenía experiencia en el armado de ese tipo de barcos. Finalmente, señaló la oferta de Mr. Cogan como la más conveniente, tanto por el precio estipulado, como por ser un experimentado armador.

A.O.P.B., "Memorias", p. 1.

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los procedimientos de la legislación marítima mexicana que se aplicarían desde ese momento al trafico internacional de embarcaciones mercantes en la zona.^

Con el fin de evitar dudas que pudieran traer dificultades con las personas que tuvieran trafico de embarcaciones en la ribera nacional del Río Hondo, o cualquiera de los mismos puntos en la costa de la Bahía de Chetumal, participo por la presente a todos los interesados, que una vez establecida la Sección Aduanera Flotante, los consignatarios o dueños de las referidas embarcaciones deben proveer a sus capitanes o patrones del certificado de matricula que acredita la nacionalidad y porte, clase, y nombre de la embarcación, asi como de los documentos que acrediten las mercancías que conduzcan, y de los permisos respectivos que para el corte y exportación de maderas, otorgará el Sr. J.E. Plummer, como agente general del Sr. Sierra Méndez; quedando por tal motivo los capitanes o patrones de las referidas embarcaciones obligados en su viaje a hacer escala en la sección Aduanera a fin de tomar nota de tales documentos y debiendo hasta nuevo aviso entenderse con el referido Sr. Plummer para el pago de todos los derechos que causen las mencionadas embarcaciones; haciendo notar que la falta de cumplimiento de tales requisitos, será una violación a las pre­venciones de la ordenanza General de Aduanas, Marítimas y Fronterizas.

Hasta nuevo aviso el Sr. J.E. Plummer está autorizado para colectar todos los derechos que causan los diferentes efectos importados en el dicho Territorio Mexicano.^

Estas disposiciones hicieron que representantes y dueños de distintas casas comerciales y compañías explotadoras de madera se pusieron en contacto con el comandante Blanco para asegurar la continuidad de sus labores; tal fue el caso de la compañía Stanford que trabajaba en un punto de la ribera mexicana del Hondo ya conocido como Agua Blanca, Mr. Anderson que cortaba maderas en los alrededores de Bacalar, la Stevens Brothers y J.E. Plummer, como apoderado general de Manuel Sierra Méndez, que tenía concesión en el sureste de la península de Yucatán.

^ Los conocimientos que Othón P. Blanco poseía en 1897 sobre leyes de Hacienda era reducidos. Como él mismo señaló en un texto sobre la época "a mi paso por Progreso, Yuc., obtuve como obsequio de parte del Sr. D. Zeferino Romero, administrador de la Aduana, una ordenanza del Ramo, con apuntes intercalados en sus páginas, como adiciones y reformas al texto. Esta obra, ajena a mi profesión, me sirvió pronto de guía para resolver la mayor parte de los casos que se me presentaron". Cñ*. /¿uaf, p. 3.

^ A.P.D., documento 001017.

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Como siguiente paso, el comandante Blanco desmontó varias hectáreas en tierras mexicanas, frente a la Bahía de Chetumal y a unos cuantos kilómetros de la frontera internacional, y el 5 de mayo de 1898 procedió a izar la bandera mexicana. Para esta ocasión, invito a familias residentes en diversas comunidades del norte de Belice, cuyos antecesores habían huido de Bacalar durante la guerra de castas, y decidió fundar la población de Payo Obispo. Los habitantes del naciente asentamiento serían los grupos familiares de Punta Consejo, Sarteneja y Corozal principalmente, a quienes se les darían facilidades para lograr su estancia definitiva en México.

Dotación de terrenos para la construcción de viviendas, exención de algunos impuestos, apertura de una escuela y otorgamiento de concesiones para la explotación de la selva, fueron los elementos de atracción ofrecidos y que llevaron al rápido crecimiento de Payo Obispo.

La fundación de esta comunidad se insertó en la lógica de control de la zona fronteriza. Este asentamiento humano, al igual que los pequeños campamentos de la ribera del Hondo mencionados con anterioridad, conformaría un conglomerado social que estando bajo la supervisión de las autoridades mexicanas, ocuparía efectivamente el territorio nacional e impediría las relaciones entre los mayas rebeldes y los ingleses de Belice.

Paralelamente al establecimiento de la aduana y la fundación de Payo Obispo, el gobierno mexicano abrió un consulado en Belice, siendo el brigadier Angel Ortiz Monasterio el encargado de dirigir las actividades de esa oficina. Además de las labores diplomáticas, el consulado debía realizar "el estudio de todas las condiciones y circunstancias, que debieran tomarse en cuenta para llevar a cabo la Campaña contra

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los rebeldes razón por la cual el vicecónsul canciller Ing. Miguel Rebolledo, hizo un reconocimiento de la costa mexicana del Caribe.

Despues de este recorrido, efectuado con el comandante del pontón, Rebolledo llego a conclusiones que ponían en evidencia la dificultad de la zona para la realización de una campaña militar.

En resumen los estudios hechos sobre el terreno nos enseñaron: a) que la bahía de Chetumal, en toda su extension, es de poco fondo y con muchos bajos no permitiendo la navegación sino a barcos de menos de 6 pies de calado; b) que en su entrada por el sur esta cerrada por un gran bajo que corre de oriente a poniente, y sólo se puede penetrar a ella por un angosto canal de no más de 4 pies de fondo; c) que el Canal de Bacalar Chico solo permite el paso de embarcaciones de no más de 2 pies de calado, que es muy angosto y esta cerrado por el extremo oriente por el gran arrecife del litoral; d) que los barcos mercantes mexicanos pueden transitar libremente por aguas de Belice, mas no los de guerra; e) que como conclusion se desprende la necesidad ineludible de hacer en tierra mexicana un fondeadero o puerto aunque fuese pequeño, para barcos de 10 pies de calado y comunicarlo por un canal con el interior de la bahía de Chetumal, lo cual se consideró factible en poco tiempo y con un costo moderado...^*

Teniendo un conocimiento general de la zona, se iniciaron los trabajos para establecer a finales de 1899 el campamento Sombrerete en la costa del Caribe, lugar desde el que el general José María de la Vega intentaría dominar la zona sur de

REBOLLEDO, 1 9 4 6 , p . 4 0 .

^ P- 46. El general José María de la Vega extemó su desacuerdo con la construcción de este canal. En 1903 señalaba que bahía que "considerar si conviene seguir erogando gastos en el Puerto de Xcalak, y para ello doy mi opinión de acuerdo con la que oficialmente expresé a la Secretaría de Guerra en 1901, cuando con el carácter de Subinspector vine a la Línea del Sur. El Puerto de Xcalak así como el canal que se pretendió abrir para pasar a la Bahía de Chetumal, no fueron obras meditadas ni estudiadas, y a mi juicio el puerto no será nunca mas de un quebrado agrandado, por donde no pasarán más barcos que los de 7 a 8 pies de calado, sin poder encontrar dentro del remanso espacio para fondear libremente. El canal es una obra costosa y poco práctica." Cír. A.G.N. Gobernación, Caja 767, S/S 9 0 3 .

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Yucatán. Los cálculos efectuados por el general Lorenzo García estimaban la necesidad de mil quinientos soldados para tomar Bacalar, y una vez fortificada y artillada la plaza, trescientos serian suficientes para mantener su control.^

Los trabajos de apertura del canal se iniciaron más tarde:El 19 de mayo de 1900 terminados los preparativos necesarios me translade a la costa

del Caribe frente al Canal de Xcalak, llevando una fuerza de 150 soldados, y unos 100 operarios diversos y 60 marineros, que desde luego desembarcaron y se dedicaron a talar el monte. Poco después se construyeron las casas para habitaciones, quedando en una de ellas instalada la dirección de todas las obras y en las restantes la tropa, marinos y empleados de las mismas. Esta fue la fundación del puerto de Xcalak, que llegó a adquirir bastante importancia en aquellas costas de Yucatán.

Alb construimos gran draga destinada a profundizar el canal principal de entrada, sus alijadores, un remolcador, un varadero, muelles de madera, etc. De la Colonia de Honduras Británica tuvimos que llevar numerosos carpinteros que allí se radicaron con sus familias. Terminada la construcción de la draga y sus accesorios se procedió a profundizar el canal principal, o sea una de las bocas del arrecife, y a fines de este año de 1900 pudimos hacer entrar al fondeadero al cañonero 'Libertad', con calado de 7 a 9 pies, y mas tarde al vapor transporte José Romano' con un calado algo mayor.

En vista de que las obras del canal no podía marchar con la rapidez necesaria, dado que el fondo es todo de roca, resolvió el Gral. Martínez que se tendiera una vía Decauville desde Xcalak hasta un punto al oriente llamado Aguada, en la bahía de Chetumal.^

^ En este campamento operó "el 2o. Batallón de infantería compuesto de 600 hombres y cosa de 200 mujeres, 150 artilleros, marineros para las embarcaciones de la que iba a ser la flotilla del sur y estación naval de Chetumal, maquinistas y fogoneros, mecánicos, etc., que iban como empleados de las obras delcanal y del Puerto de Xcalak. (...) Esas mujeres eran una carga bien pesada para manejar. Darles lugar a bordo, desembarcarlas, alojarlas y nutrirlas, constituían un serio problema, en un lugar desierto y sin recursos. Cuando las tropas penetraron al interior, y que el paludismo se cebó en todos los de la expedición, de las 200 mujeres no quedó una sola; muchas de ellas, enfermas y sin recursos de vida, murieron de hambre, presas de toda clase de desgracias, hasta la de agusanarse en vida." Cír. p. 51.

^ A.P.D., documento 001060.

^ pp. 53-54. Los trabajos de apertura de este canal quedaron inconclusos, el fondo de la Bahía de Chetumal, rocoso y difícil de horadar, fue un obstáculo insalvable. De hecho a mediados de 1901 el general de la Vega informó a Bernardo Reyes que la draga montada en Xcalak había estado sin trabajar por lo menos desde febrero de ese año. Cír. C.E.H.M.C., documento 6660.

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Para 1901 el conjunto de acciones emprendidas por el gobierno de Porfirio Díaz había transformado las condiciones de la región fronteriza con Belice. La llegada de un fuerte contingente militar para "pacificar" a los mayas había seguido la estrategia de avanzar hacia los dominios de aquéllos desde diversos frentes;^ la vigilancia del consulado mexicano para asegurar la interrupción del tráfico de armas entre ingleses y mayas y la labor de estudio de la zona sureste de la península para contribuir a la campaña militar; la confirmación de que los mayas de Icaiché se mantendrían fieles al gobierno nacional y no tendrían enfrentamientos con los ingleses;^ el establecimiento de una aduana fronteriza; la fundación de Payo Obispo y la atracción de familias beliceñas de ascendencia yucateca para vivir en ella, consolidaron la posibilidad deocupar los puntos de mayor importancia de la resistencia maya: Bacalar y Chan Santa Cruz.

Asi, a finales de marzo de ese ano el general José María de la Vega salió del campamento Zaragoza (originalmente llamado Sombrerete), dejando una compañía de soldados en Payo Obispo y remontada la desembocadura del Hondo, cincuenta efectivos en Santa Lucía y Chac -estero que comunica el río Hondo con las lagunas Mariscal y Bacalar- efectuando el avance combinado por agua y tierra hacia la población de este ultimo nombre con 350 hombres.^

^ El General Ignacio A. Bravo dirigía al ejército mexicano desde Yucatán, avanzando desde el norte y noroeste de la península. Desde la costa del Caribe, el almirante Angel Ortiz Monasterio y el general José María de la Vega iniciarían desde varios campamentos la ocupación hacia tierra adentro y a lo largo del río Hondo. Para este último punto la Flotilla del Sur, instalada en Payo Obispo, era el refuerzo para el dominio de la frontera y la toma de Bacalar. Véanse, entre otras, las obras ya citadas de CAREAGA, 1981; GONZÁLEZ, 1979; LAPOINTE, 1983* REBOLLEDO, 1946, REED, 1982 y VILLA, 1978.

^ Varios años más tarde, Othón P. Blanco viajaría a la ciudad de México en compañía de los principales jefes de Icaiché. Tal medida estaba orientada a reafirmar la posición del gobierno mexicano ante un núcleo maya que en las últimas décadas había mantenido una actitud de adhesión y subordinación. Véase anexo 1.

^ Carta de Bernardo Reyes a José María de la Vega, 3 de abril de 1901. C.E.H.M.C., documento 6614, pp. 1-2.

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A diferencia, de lo esperado, de la Vega entro a Bacalar sin encontrar resistencia alguna, tomando posesión del lugar a principios de abril de 1901. Ante esta situación y como medida de precaución envió columnas volantas en varias direcciones, que tampoco tuvieron oposición. Un mes después, el 4 de mayo de 1901, el general Ignacio A. Bravo también ocuparía sin ningún enfrentamiento armado Chan Santa Cruz, capital maya que desde 1850 era el centro religioso y militar que daba coherencia a la resistencia y organización cr%zooA

El dominio de estas dos poblaciones fue de gran importancia para el ejercito mexicano, comenzando a inclinar la balanza a su favor. Este avance fue el primer paso hacia la finalización de la campaña militar de Yucatán, que sí bien duraría tres años más, no se caracterizó por confrontaciones de gran envergadura.

En noviembre de 1901, Porfirio Díaz tomaría la última medida de la estrategia iniciada a finales del siglo XIX, enviando una propuesta al Congreso de la Unión para crear en la porción oriental de la península un territorio federal. La propuesta señalaba lo siguiente:

El éxito de la campaña emprendida por las tropas federales contra las tribus mayas, ha puesto bajo la acción del Gobierno la importante porción oriental de la Península de Yucatán que por mucho tiempo se mantuvo substraída a la obediencia de las autoridades legítimas de la República, y aunque restan grupos de esa tribu que no han depuesto su actitud rebelde, éstos son activamente perseguidos por las fuerzas expedicionarias, estrechándolos en los bosques donde se han refugiado. Pero en esa extensión del territorio reconquistada se carece de los elementos de una administración legal reguladora, bajo cuyo amparo se estimule la colonización y repoblación de comarcas hasta hoy desiertas y se promuevan y llevan a cabo la multitud de trabajos materiales y providencias administrativas que hoy más que nunca se hacen necesarias para devolver aquella región a la vida civilizada.Esta empresa que demanda una suma de poder y gastos que no está al alcance de los gobiernos locales, debe por ahora en concepto del Ejecutivo, correr a cargo de la

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Federación, y por tales consideraciones juzga indispensable que se erija un TerritorioFederal que llevara el nombre de "Quintana Roo".^

La zona que el gobierno federal pretendía reservarse incluía toda la parte este de la península de Yucatan, desde Cabo Catoche hasta la frontera con Belice -justo la extensión que posee actualmente Quintana Roo-.

La reacción de los políticos yucatecos no se hizo esperar, el gobernador Francisco Canton envió un comunicado a Díaz, reconociendo "que Yucatán no puede por si solo, como no ha podido en mas de medio siglo, recuperar, pacificar y conservar ni medio colonizar y fomentar la comarca sudoriental segregada hace cincuenta y tres años por la rebelión de los mayas, de la acción política y administrativa del movimiento progresista y civilizador de la República, y creo firmemente que sólo la nación está en condiciones de obtener esos beneficios. Pero no pudiendo realizarse estas con la libertad de acción y eficacia necesarias, permaneciendo la zona reconquistada, bajo la jurisdicción del Estado se impone la conveniencia de erigirla en Territorio Federal".^

A pesar de admitir dicha incapacidad del gobierno local, Cantón sugirió a Díaz que al trazar los límites del territorio federal se tomaran en cuenta ciertas condiciones. En primer lugar, no todas las tierras incluidas en él habían estado fuera del control gubernamental, tal era el caso del noreste continental que tenía poblaciones en El Cuyo y anexas, así como en las islas de Cozumel, Mujeres y Holbox.

Asimismo, se quitaría a Yucatán una zona de tierra fértil, dejándole la parte más arida y pedregoza. Tal decisión afectaría seriamente la economía estatal a mediano plazo,

^ GÓMEZ, 1 9 3 7 , p . 2 9 6 .

^ /¿n'% p . 2 9 9 .

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pues en ese medio físico, con excepción del henequén, pocos productos agrícolas eran rentables. Bien era cierto que aquel significaba una importante fuente de riqueza para Yucatan, pero cuando el mercado internacional cambiara, el estado quedaría con pocas posibilidades de reorientar la producción del campo.

Establecido lo anterior, Canton formulo una contrapropuesta sobre la extensión que debería tener el territorio federal. En lugar de tener su límite norte en el Golfo de Mexico, este debería fijarse por una linea que partiendo de Tulum, desde la costa del Caribe, corriera en dirección oriente-poniente hasta el vértice que separaba a Yucatán y Campeche, y de ahí hacia el sur hasta llegar a la frontera con Guatemala.

Resolver tal demarcación presentaba ventajas para los gobiernos nacional y yucateco: el primero controlaría una vasta región que incluía riquezas forestales incalculables y el segundo aseguraría su desarrollo económico futuro.

A pesar de la exhortación del gobernador Cantón, Porfirio Díaz había tomado la decisión de crear el territorio federal de Quintana Roo de acuerdo con su idea original, como una muestra de su interés por continuar la labor de controlar la zona e iniciar una etapa diferente en su desarrollo.

Mientras se definían dichas cuestiones territoriales, el general José María de la Vega desarrolló la campaña militar en el sur de Yucatán bajo el criterio de integrar por la vía pacífica de los grupos mayas con los que fuera teniendo contacto y se sometieran al ejército sin confrontación armada. Esta posición no fue compartida por el jefe militar del norte, general Ignacio A. Bravo, quien reducía a los mayas con lujo de violencia y se caracterizó por dar un trato cruel a los prisioneros. Esta diferencia de criterios

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provocó un distanciamiento entre de la Vega y Bravo, que concluiría un par de años después al imponerse los métodos del segundo y salir de la región el primero.

De la Vega puso en marcha un programa de control del sur de Yucatán, primero se ocupó de la conclusión de los campamentos militares (Payo Obispo, Xcalak, - Sombretete, Zaragoza o Campamento General Vega, según la época de que se trate-, Punta Alien, Vigía Chico y Puerto Morelos), a los que consideró como el foco de influencia para establecer las nuevas condiciones de vida. Por tal razón, y teniendo en cuenta que los soldados cumplían con la tarea primordial de avanzar sobre el territorio ocupado por las mayas, contrato a trabajadores que se dedicaron a la edificación de esos asentamientos. Básicamente ocupó obreros y carpinteros para levantar todo tipo de inmuebles: barracas militares, oficinas, casas, escuelas, tanques de agua, muelles, etcetera.

Los primeros trabajadores fueron carpinteros norteamericanos que no concluyeron su labor por encontrar en el sur de Yucatán condiciones diferentes a las prometidas por sus contratantes. Es decir, no había una sola población de por lo menos mil habitantes y tenían dificultades para el abasto de alimentos. Al verse retrasado el ritmo de construcción de los campamentos, las autoridades militares decidieron substituir a dichos trabajadores con negros de Belice para continuar con esa labor.

Este segundo contingente de obreros fue proveído por J.E. Plummer, quien introdujo casi doscientos trabajadores negros que tras un período de poco trabajo y la realización de una huelga para que les pagaran sus salarios, no sólo pusieron en pie los campamentos militares, sino que adelantaron las obras de tendido de rieles para el

José María de la Vega a Bernardo Reyes, cartas de! 30 de noviembre y 14 de diciembre de 1901. C.E.H.M.C., documentos 1/6716 e 1/6711. Asimismo, este archivo permite saber que un grupo de indígenas, al parecer llegados del norte de Yucatán, también participaron en la edificación de estos campamentos. Sin embargo, para febrero de 1902 éstos fueron retirados a! puerto de Progreso por órdenes del general de la Vega. Cír. C.E.H.M.C., documento 6731.

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ferrocarril decauville que uniría los asentamientos de Vigía Chico, en la costa del Caribe, y Santa Cruz, en el corazón del oriente peninsular.

De esta forma, a partir de 1902 la zona dominada militarmente fue ocupada paulatinamente por el ejercito mexicano, que estableció rutas terrestres entre los campamentos de la costa y los de tierra adentro, a las que los arrieros abastecían de productos básicos y mantenían la comunicación; se formó una Comisión Geográfico Exploradora para conocer y estudiar el estado real de la vasta área que se iba dominando; se tendió una linea telegráfica que comunico a Santa Cruz, Bacalar y varios puntos del no Hondo y una telefónica que comunicaba a estos con Payo Obispo, y a partir del 1 de julio, se emitió un decreto exceptuando del pago de derechos de importación, "así como los derechos de puerto y del impuesto del 7% de la Renta Interior del Timbre, por el termino de un año, (...) a los efectos extranjeros que se introdujeron por las aduanas establecidas en la costa oriental de la Península de Yucatán, para ser consumidos exclusivamente en lugares situados dentro del proyectado Territorio de Quintana Roo. Dichos artículos comprendía alimentos, ropas, herramientas, medicinas, etcétera".

Tales medidas pusieron de manifiesto que el peligro de un ataque C7-%zoo¿? era cada vez más remoto, lo que se conjuntó con la labor de atracción de familias residentes en Belice realizada por Othón P. Blanco desde 1898, para que desde finales de ese año se presentaran varias solicitudes de reintegración de propiedades en Bacalar. Las solicitudes se presentaron en los siguientes términos:

C. Secretario de Guerra y Marina:

^ GÓMEZ, 1937, p. 304. Las otras medidas están registradas en A.O.P.B., documento 1 y en 1/6731,1/6673, 6741, 6742 y 6750 del Centro de Estudios de Historia de México Condumex.

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Hdefonsa Montejo nacida en Corozai y vecina de Orange Walk en la actualidad ante la respetuahdad de Ud. comparezco y digo que: habiendo poseído mi Sr. abuelo Don

a ael Encalada en el pueblo de Bacalar, hoy campamento de las fuerzas federales que operan al Oriente de Yucatan, tres lotes de terrenos contiguos al antiguo cuartel, hoy en rumas, y dos ranchos llamados Chuc-Canha y Huason también pertenecientes al antiguo municipio de Bacalar. Que ocurro por conducto del C. Coronel jefe de esta < ilegible > para que en justicia y previa información se sirva Ud. ponerme en posesión de estas mis propiedades; no acompañando escrituras por razón a que los indios en el ano 1847 incendiaron las propiedades de mi difunto padre y con ellas cuanto poseíamos.

< ilegible > firman conmigo como testigos los ancianos María Nicodemes Bautista y Pantaleon Santos a quienes consta ser justa mi petición por constarles ser legítimos mis derechos.Es cuanto pido en justicia protestando no obrar con malicia.

Orange Walk, octubre 31 de 1902.Por Ildefonsa Montejo que no sabe escribir: M. Padrón.

1 Testigo 2 TestigoPantaleon Santos José Policarpio Metieses^

A finales de ese año el Congreso de la Unión aprobó la creación del Territorio Federal de Quintana Roo. La propuesta que Díaz enviara un año atras fue discutida en ese cuerpo legislativo, siendo aprobada en ambas Cámaras por unanimidad. El decreto de su erección fue publicado en el 0/zcz%/ el 24 de noviembre de 1902,estableciendo su extensión de la siguiente manera:

El Territorio de Quintana Roo se formará de la porción oriental de la península de Yucatán, la cual quedará limitada por una línea divisoria que, partiendo de la Costa Norte del Golfo de México, siga el arco del meridiano 87° 32' longitud Oeste de

^ A.G.N., Gobernación, Caja400,903 Sección 2 (48). Los documentos relativos son manuscritos, cada uno con cinco timbres cancelados de 10 centavos. La Secretaría de Guerra y Marina envió los ocursos a Gobernación por no ser de su competencia la adjudicación de terrenos y propiedades, en esa instancia se determinó que fueran se atendidos por Justicia Federal y así lo comunicaron para que se diera curso ante la instancia señalada.

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Greenwich, hasta su intersección por et paratelo 21°, y de ahí continue a encontrar et paralelo que pasa por la torre Sur de Chemax, veinte kilómetros al Oriente de este punto; y llegando despues al vértice del ángulo formado por las líneas que dividen los Estados de Yucatán y Campeche, cerca de Put, descienda al Sur hasta el paralelo limite de las Repúblicas de Mexico y Guatemala.^

103 Digno O/ic/at/ afe /at TVatc/ón, México, noviembre 24 de 1902.

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Capítulo 3

Quintana Roo:Organización política y poblamiento

La creación del territorio federal de Quintana Roo fue, como se ha visto en el capitulo anterior, el resultado de una estrategia cuidadosamente pensada por el gobierno de Porfirio Díaz. Su existencia supone el inicio de una nueva etapa en la vida local, para promover su desarrollo bajo la supervision directa del gobierno federal. Por esta razón, no solo se continuo con la campaña militar para obtener el control del área, sino quese pusieron en marcha diversos proyectos que buscaron la ocupación del territorio federal.

El gobierno y la administración pública locales fueron prioritarios, iniciándose la organización de la zona que ocuparía una nueva sociedad. A unos cuantos días de su creación, Quintana Roo tuvo en el General de Brigada José María de la Vega al primer Jefe Político, quien ocuparía este cargo casi un año, encargándose de proponer vías de desarrollo del territorio y de ejecutar las decisiones que fuera tomando el gobierno nacional.

El general de la Vega propuso que la "pacificación" de la zona no tendría resultado sí ésta se buscaba con el uso generalizado de la violencia. Su concepción incluía desde luego la ocupación armada de las poblaciones dominadas por los mayas, pero también consideraba el acercamiento a los grupos indígenas que no enfrentaran al ejército.

De esta forma, recibió a muchas familias mayas en su campamento y las reubicó en las nacientes poblaciones, buscando que se integraran a la vida civilizada y se asimilaran a la vida de Quintana Roo.

^ Debido a las condiciones del naciente territorio federal, el gobierno nacional concedió al j efe militar de Quintana Roo el nombramiento de jefe político. La mayoría de las fuentes bibliográficas consultadas señalan al general Ignacio A. Bravo como el primer jefe político de Quintana Roo. Sin embargo, el general de la Vega recibió ese nombramiento el 6 de diciembre de 1902. Cfr. A.G.N., Caja 767, s/s 903, sin foja.

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Su labor quedó marcada desde el momento que asumió la jefatura política de Quintana Roo, el Secretario de Gobernación le comunicó que no existiendo "los datos suficientes para ministrar a Ud. las instrucciones á que pudiera normar los primeros pasos en el desempeño de su cargo, el Presidente espera que con el conocimiento que Ud. tiene de aquella localidad, de sus elementos y demás condiciones, se sirva Ud. proponer a este Departamento todas las medidas que juzgue pertinentes á la mejor y mas pronta organización de aquel Gobierno, tanto en lo que concierne á los ramos de esta Secretaria, cuanto a lo que atañe á los de los otros Departamentos de Estado, para que por su parte determinen lo que estimen conveniente".*^

Siguiendo estas instrucciones, el general de la Vega reunió los datos que estaban a su alcance y rindió un primer informe el 26 de enero de 1903, indicando lo que sabía de Quintana Roo y proponiendo acciones para su organización administrativa.

Este documento señala que la población ascendía a 12,504*°* habitantes distribuidos en veintidós comunidades. Dado el contexto de guerra que vivía el nuevo territorio, se hacía necesario que las poblaciones contaran con una guarnición federal, como ocurría en Xcalak, Payo Obispo, Bacalar, Petcacab, Santa Cruz de Bravo y el campamento General Vega. Río Huache, Calderas, Santa Elena, Santa Lucía, Sacxán, Ramonai, Pucté, San Felipe, Xcan y Cankumil comenzaban a formarse y requerían de este elemento, mientras que Cozumel, Cedral, Isla Mujeres, Holbox, Puerto Morelos

foja 37.

^ Llama la atención el hecho de que en otro infórme, producido por el mismo de la Vega en noviembre de 1903, se registre una variación significativa en lo tocanteala población del territorio. En él advierte que Quintana Roo contaba con 3,798 habitantes distribuidos en las siguientes poblaciones: Campamento General Vega, 395; Isla Mujeres, 729; Cozumel, 802; Cedral, 115; Petcacab y su jurisdicción, 627; Xcalak, 562; Bacalar, 207; río Hondo, 191 y Payo Obispo 170. Cfr. foja 24.

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e Icaiché eran asentamientos que existían desde ei siglo anterior y tenían por sí el impulso necesario para continuar con su desarrollo.^

El número de poblaciones que contaban con servicio de educación era mínimo. Isla Mujeres (729 habitantes) tema una escuela para varones con 3 alumnos y otra para niñas, con 36 alumnas. En Holbox (544 habitantes) habían 18 alumnos en una escuela de instrucción primaria para varones, y la escuela para niñas, no funcionaba por falta de profesora. Cozumel (802 habitantes), una de las poblaciones más grandes de la época, contaba con una escuela diurna para varones con 46 alumnos, una nocturna con 15 alumnos y una para niñas con 30 alumnas, mientras que en Cedral (115 habitantes) sus 18 alumnos eran atendidos en una escuela. También existía este servicio en Payo Obispo, Xcalak e Icaiché y la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán preparaba el establecimiento de una escuela mixtad^

A. G.N., Gobernación, 903 sección 4 (7), foja 11. Llama la atención el hecho de que no se reporten los importantes asentamientos de Santa María y El Cuyo, en el norte de Quintana Roo. Ambas concesiones habían sido otorgadas a particulares desde ñnales del siglo XIX a compañías colonizadoras, siendo de gran magnitud sus actividades agrícolas.

^ A.G.N., Gobernación, 903 Sección 4 (11), sin foja y 903 Sección 4 (7), sin foja.Resulta interesante conocer el material con que se dotó a la escuela de Icaiché a ñnales de 1903. ¿Cuál era

la concepción que guiaba la asignación de ese material, qué se intentaba lograr con la comprensión de condiciones tan diferentes a las locales, era realmente apropiado dicho material para niños con una cultura diferente a la occidental?60 tomos de F / Zecíor americano 36 12 tomos de yfrií/Tiéíica 72 tomos de f%ytor/a Patria 62 tomos de Ai^iracción cívica 6 cajas de plumas 4 cajas de pizarrines 1 tripié para pizarrón 3 frascos de tinta

12 tinteros"

tomos del ATcíoJo Pé -ya/Men 36 tomos de Geogra/fa ¿íe/

Distrito Federa/235 cuadernos de escritura 34 pizarras 1 pizarrón de madera 3 cajas de crayones para

pizarrón

Cír. A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/s 903, foja 135.

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Las vías de comunicación terrestre eran caminos y veredas que corrían hacia los cuatro puntos cardinales y conectaban la zona central de Quintana Roo tanto con el estado de Yucatan como con el sur del territorio. Esta red tenía varias rutas: los caminos enlazaban Peto-Santa Cruz de Bravo-Petcacab-Bacalar-Santa Lucía, además Santa Cruz de Bravo estaba comunicada con Tulum, Vigía Chico y Batunzonot, de Xcalak podía transitarse a La Aguada.

Asimismo, por veredas se conectaban Santa Cruz de Bravo con Pichoil Viejo, San Antonio, San Ignacio, Sacachen y Kankumil, Petcacab con Yonzoot, Scanzul, Santa Rosa, Chun Ox, San Antonio, Santiago, Sacachen, Batumil y Chanchenchunhuas, y Noxca con Espíritu Santo y Chankaká.*^ (Ver mapa 4)

El general de la Vega destacó en este informe que la riqueza natural de Quintana Roo estaba constituida por cedro, caoba, ébano y otras maderas de construcción y que el clima y tipo de suelo favorecían la producción de hule, pimienta, higuerilla, caña de azúcar, frutas diversas, y sobre todo maíz, calabaza, frijol y chile.

Por otro lado, puso a la consideración del gobierno nacional un primer esbozo de actividades que buscaran el desarrollo del territorio federal y señaló que el erario público debía hacer fuertes gastos, no sólo para mantener a las tropas que intentaban concluir la ocupación militar de Quintana Roo, sino para romper el desequilibrio existente entre la producción local y los gastos que implicaba levantar poblaciones, dotarlas de servicios básicos, contar con administradores públicos y autoridades, estimular el comercio con Belice, etcétera.

^ A.G.N., Gobernación, Sección 4 (7), sin foja.

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M apa 4 Tratado de lím ites M ariscal-Spencer, 1893

Fuente: A N T O c m w ; 1994

Para fines de gobierno y administración, el general de la Vega propuso que Quintana Roo se dividiera en cuatro Prefecturas:

Corresponde a la Prefectura de las Islas, la parte comprendida entre las costas Norte y nenie, los límites con Yucatán por el Oeste y una línea partiendo de Tulum, toque el ángulo que la linea divisoria forma al cambiar de dirección en el punto situado 20 kms. sobre el paralelo de Chemax. Comprenderá igualmente las islas de Cozumel y Mujeres y los Cayos cercanos a la costa. La Prefectura de las Islas comprenderá 3 Sub- Prefecturas, cuyas cabeceras serán Cozumel, Mujeres y Yalahan.

La Prefectura de las Bahías comprenderá la parte limitada el Este por la costa, incluso la península de Nichakakin, al Norte por la línea Tulum-Chemax, por el Noroeste la línea que limita el Estado de Yucatán hasta encontrar el paralelo 19° 58' Norte; por el Suroeste la linea que partiendo de este último punto venga a encontrar al paralelo 19° en longitud 87 53 y por el Sur este mismo paralelo. La Prefectura de las Bahías comprenderá tres Sub-Prefecturas, cuyas cabeceras serán Tiozuco, San Antonio e Xcolac.

La prefectura de las Lagunas comprenderá el espacio limitado al Norte por la línea divisoria en la Prefectura de las Bahías, al Noroeste con la linea divisoria de los estados de Yucatán y Campeche, prolongando esta, hasta el paralelo 19° y por el Sur por el paralelo mencionado hasta encontrar el límite de la Prefectura de las Bahías. La prefectura de las Lagunas comprenderá 3 Sub-Prefecturas, cuyas cabeceras serán Locchá, Batunanot y Tituc.

La Prefectura de Bacalar tendrá por límites al Norte el paralelo 19°, por el Oeste la línea divisoria con el Estado de Campeche, al Sur el río Hondo y el límite con la Colonia Inglesa y al este la costa de mar incluyendo el bajo de Chinchorro. La Prefectura de Bacalar comprenderá 4 Sub-Prefecturas, cuyas cabeceras serán Icaiché, Xcalak, Ramonai y Santa Cruz Chico.

Las cabeceras de Prefectura serán Puerto Morelos, Santa Cruz, Petcacab y Bacalar.^"

De acuerdo con esta propuesta, la ocupación militar de Quintana Roo debía prolongarse varios años, primero para concluir la campaña contra los mayas y vigilar el desarrollo de obras de comunicación -caminos y ferrocarriles principalmente- y posteriormente para dar seguridad tanto a los habitantes con que ya se contaba, como

fojas 14 y ss.78

a los inmigrantes que llegarían al territorio. Este aspecto mereció especial atención del general de la Vega, quien consideraba que el esfuerzo de colonización necesariamente debía contar con la presencia del ejercito en los principales centros de población.

Su concepción de la ocupación militar contemplaba diversos puntos. Una vez terminada la campaña, había que vigilar a los mayas para que no adquirieran armamento ni reiniciaran su lucha; el ejército se acantonaría en los caminos existentes y serían la base para la formación de nuevas poblaciones; se debía tender una vía ferroviaria entre Santa Lucía, en la ribera del río Hondo, y Xulha, en el extremo sur de la laguna de Bacalar, además de las existentes de Santa Cruz de Bravo con el puerto caribeño de Vigía Chico y de Xcalak a La Aguada, en la península sudorienta! del Mar Caribe.

Para la guarda del Territorio se hará necesario sostener una Flotilla y una Brigada de Infantería, compuesta de tres Batallones, a los que se unirán los servicios de Sanidad, Transporte, Administración y Justicia, que excepcionalmente se necesiten.

A medida que se vaya aumentando la población, esas guarniciones podrán irse reduciendo, si para entonces no se han desarrollado los elementos necesarios a la vida, de manera que la tropa pueda mantenerse sin gastos extraordinarios, (...)

Cuatro centros habrá pues que sostener: en Suxcas, en Bacalar, en Santa Cruz y en Campamento General Vega y en los tres primeros o en las cuatro, según el número de Batallones, estará la Matriz de cada Batallón.

El que está en Santa Cruz tendrá destacamentos en Sabán, Okop, Santa María, Hobompich, Tabi, Nohpop y Estación Central. El que está en Suxcas, los tendrá en Noxcha, Petcacab, Sconchen, Yonohzonot, Nohbec y Santa Cruz Chico. El de Bacalar en Santa Lucía, Xul[h]a, Payo Obispo y Xcalak, dando dos compañías para cubrir Tulum y Campamento General Vega; o sí hay cuatro Batallones con esto se proveerá a esos puntos, quedando el resto de un Batallón para cubrir las bajas que ocurran. (...)

En la Flotilla de Yucatán se refundirán las del río Hondo, La Ascensión, los barcos del Puerto de Xcalak y la estación Naval, por manera que sólo haya una corporación,

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que este dividida en tres porciones, que deberán llamarse Primera, Segunda y Tercera

De acuerdo con las necesidades de la zona, la fuerza militar que debía permanecer en Quintana Roo oscilaría entre dos mil quinientos y tres mil doscientos efectivos, y de la Vega consideró que el presupuesto de la Flotilla del río Hondo, de la Ascensión y de los buques del Puerto de Xcalak y la Estación Naval se reduciría en un 40%; el alquiler de transportes bajaría un 30%; el servicio de sanidad tendría un ahorro del 40% y el servicio de administración más del 60%, mientras que los servicios de telégrafo y telefono pronto comenzarían a sostenerse por sí mismos. Finalmente, los recursos destinados a la Plana Mayor y al servicio de justicia, disminuirían casi 50%.^

^ A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/s 903, fojas 1-2.

^ fojas 7-9. Resulta interesante contrastar este proyecto con el criterio sostenido por el propio de la Vega unos meses antes. Al ser nombrado Jefe Político de Quintana Roo, resumía sus planes de la siguiente forma:

"I.- Guardar las vías de comunicación, ampliándolas y extendiéndolas de manera que, fácil y libremente, quedaran enlazados los Estados de Yucatán y Campeche con cinco centros, que formarían las cinco cabeceras de los Distritos de este Territorio, y que, á su vez, estuvieran enlazados entre sí, para facilitar el comercio y la repoblación de esta Comarca.

II. - Usar gran liberalidad en las concesiones de terrenos y franquicias a las personas que vinieran á poblar esta región casi desierta.

III. - Establecer en el Campamento General Vega varios edificios, ya civiles, ya militares, como cuarteles, hospitales, depósitos de víveres, oficinas telegráficas y de correos, por serese Campamento el punto más céntrico y con más fáciles comunicaciones con el resto del país.

IV. - Establecer un reducido número de empleados como Secretario de Gobierno, Jueces, Maestros de Escuela, Escribientes para las oficinas y policía.

V. - Dividir el Tenitorio en cinco Distritos, por la gran extensión que tiene y por las difíciles comunicaciones que existen.

VI. - Enviar una comisión formada por un Delegado de la Secretaría de Hacienda, un Ingeniero Agrícola, un Ingeniero Civil y un Médico que hicieran algunas excursiones por el Territorio, á los que yo acompañaría y estudiando cada cual los asuntos de su resorte, me sugiriesen las más apropiadas ideas sobre el asunto, que yo presentaría después á esa Superioridad en un informe detallado en el que promovería lo más á mi juicio prudente, para lograr el desarrollo de este Territorio." Cír. fojas 4-5.

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Siendo Quintana Roo un territorio federal no podía tener una legislación propia y el gobierno debía regir sus actos por las leyes y disposiciones a que estaba sujeto el Distrito Federal, a saber: el Código de Procedimientos Civiles, el Código Penal y la Ley sobre Contribuciones;"' asimismo, el general de la Vega precisó que enfrentaba una situación dual, como herencia de la guerra aun no concluida contra los mayas, lo que afectaría la primer organización política y administración pública.

La situación era la siguiente, por un lado, poblaciones como Santa María y El Cuyo en el norte continental y los asentamientos humanos de las islas de Cozumel, Mujeres y Holbox, fundados durante la segunda mitad del siglo XPX, habían estado fuera del perímetro de la guerra, por lo que al crearse Quintana Roo como entidad federativa ya contaban con autoridades y/o instancias administrativas desde hacía varias décadas; prueba de ello era el hecho de que a principios de 1903, el antiguo Partido de las Islas le había sido entregado formalmente por las autoridades yucatecas, para su integración al Distrito Norte de Quintana Rood"

Por el otro, las zonas central y sur del territorio federal, que habían permanecido fuera de la jurisdicción nacional, no contaban con tradición alguna sobre la elección de autoridades, el ejercicio del poder político o la administración pública. Así entonces, se iniciaron las actividades de gobierno y administración pública en los lugares que iban siendo dominados por el ejército mexicano. El general de la Vega consideró que en algunos poblados de Quintana Roo el mando civil y militar debían converger en una sola persona, aunque en las comunidades más grandes la mayoría de las autoridades fueron civiles elegidos por sus conciudadanos.

^ A.G.N., Gobernación, 903 Sección 4 (6), sin foja. ^ A.G.N., Gobernación, 903 Sección 4 (6), sin foja.

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Despues de dar a conocer localmente el decreto de creación del territorio federal,1. que ocurrió el 17 de enero y el 3 de abril de 1903 en Cozumel y Bacalar respectivamente, quedaron asignados los puestos directivos de la administración pública de la siguiente forma: Jefe Político del Territorio, General José María de la Vega; Prefecto del Distrito Norte, Nicolás Martínez; Prefecto del Distrito Sur, Coronel Antonio R. Flores; Subprefecto de Cozumel, Valerio Rivero; Subprefecto en Holbox, Amado Brito; Subprefecto en Xcalak, Capitán Cristóbal González y Subprefecto en Ramonai, Teniente Othón P. Blanco.*^

El campamento General Vega, centro de operaciones militares de la época, fue sede de la Jefatura Política y el proyecto de Ley de Organización Política y Municipal del Territorio, lo proponía como capital de Quintana Roo. Tal status no llegó a formalizarse a pesar de que allí residía la más alta autoridad política local.

A pesar de las sugerencias formuladas por el general de la Vega, Quintana Roo fue dividido en tres distritos (Norte, Centro y Sur de acuerdo con su ubicación geográfica), ocho municipalidades, siete comisarías y una prefectura/^ que contaban con autoridades civiles en los primeros meses de 1903.

En Payo Obispo, Bacalar, Xcalak, Campamento General Vega e Isla Mujeres se celebraron elecciones para formar ayuntamientos y en Cozumel se instaló una junta municipal, mientras que para Ramonai, Esteves, Sacxán, Santa Elena, Calderitas y Juan

^ A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/s, 903, foja 9.

^ Tal consideración se encuentra en el artículo 11 del borrador de la Ley de OrganizaciónPolítica y Municipal del Territorio Federal de Quintana Roo. La versión definitiva de la ley entró en vigor al ser publicada en el Diario O/icia/ del 27 de febrero de 1904, siendo Santa Cruz de Bravo la capital política del territorio. Cír. A.G.N. Gobernación, 904 Sección 3 (28), sin foja.

" 7 ECHEGARAY, 1 9 1 3 , p . 4 .

82

Luis se nombraron jueces de paz; Holbox, por ser una sección municipal de Isla Mujeres, contó con un juez de paz y un oficial del Registro Civil. Finalmente, Gabriel Tamay, jefe tradicional de los mayas de Icaiché, fue nombrado Subprefecto en el suroeste. En el anexo 2 se registran las autoridades que integraron estas organizaciones.

El primer presupuesto de egresos de Quintana Roo ascendió a $60,000, debiendo sufragar las actividades propias de la Jefatura Política, los tres distritos y los ayuntamientos. Además del nombramiento/elección de las autoridades locales, el general de la Vega se dio a la tarea de organizar lo que consideró prioritario en el territorio: impartición de justicia, salubridad pública, relaciones con otras entidades federativas, telégrafos, teléfonos y correo/^

Varios servicios fueron instalados poco a poco, algunos a instancia de las gestiones hechas por de la Vega, como las agencias de correo en Santa Cruz Chico y Petcacab, y la creación de notarías públicas en el Campamento Vega, Isla Mujeres, Puerto Morelos, Xcalak y Payo Obispo (en los últimos cuatro casos el juez menor local quien hacía las veces de notario público), o por iniciativas locales: funcionamiento de una biblioteca pública en Bacalar, en septiembre de 1903, o inauguración de un club naval a finales del mismo año/^

La organización administrativa del territorio fue acompañada de la activación del fomento y la colonización, así como de la continuación de la explotación forestal. Las concesiones a particulares para el corte de maderas preciosas y la extracción de chicle

^ A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/s 903, sin foja.u s Las disposiciones sobre notarías fueron dadas a conocer en el Diario D/iciai del 27 de febrero de 1904,

Tomo LXX, No. 50, p. 834. Cír. A.G.N., Gobernación, 903 sección 4 (21) y 904 sección 3 (28), sin foja.

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volvieron a ser otorgados por el gobierno mexicano y los principales beneficiarios deberían ser ciudadanos mexicanos.^

Entre los concesionarios de la época, además de las compañías colonizadoras ya mencionadas y las extranjeras con grandes extensiones, como la Compañía Manufacturera Stanford, J. Plummer, el Banco de Londres y México, Mengel & Brothers Co., K.rug & Co., Habet & Sabala, Melhano & Sons, etc., se encontraban los señores Rodolfo Reyes, Rafael Peón, Olegario Molina, Alberto Terrazas, Compañía de Ferrocarriles Surorientales de Yucatán, Jacinto Marín Carrillo y un extranjero de apellido Anderson.^*

Los permisos otorgados por el gobierno nacional eran facultad de la Secretaría de Agricultura y Fomento y, en todos los casos, los contratos se celebraban en la Ciudad de México. Es decir, el gobierno local no extendía concesiones, sólo se enteraba de ellas, vigilaba su cumplimiento y recolectaba los impuestos locales.*^ La lógica que seguía esta medida era la oferta de actividades económicas atractivas y la posibilidad de que los habitantes de Quintana Roo, así como los inmigrantes que fueran llegando a él, se integraran a esos procesos productivos.

Cabe señalar que estos permisos no modificaron el orden de cosas existente hasta el momento. En otras palabras, sí bien fue cierto que formalmente se privilegió a los nacionales como destinatarios de las concesiones para explotar la selva quintanarroense, también lo fue el que no todos contaban con los recursos económicos para llevar

Resulta difícil de comprender, tomando en cuenta otras fuentes documentales de la época, que el general de la Vega reportara en su último informe administrativo, la llegada a Puerto Morelos de sólo 409 migrantes -70 familias- procedentes de Puerto Rico. Cír. A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/s 903, foja 22.

^ A.G.N., Gobernación, 904 Sección 4a (3) (10), sin foja.

/ú/í&TM.84

adelante una empresa que tradicionalmente ha requerido de capital de cierta importancia.^

El corte de maderas preciosas era un proceso que requería de considerables cantidades de mano de obra; siendo su organización compleja, desarrollaba más de diez actividades diferentes.

Partamos de la necesidad de instalar un campamento en la ribera del rio o la laguna. Ahí se construía la bodega general, que adelantaba a los trabajadores comida, ropa y utensilios para la vida diaria, herramientas e instrumentos de trabajo, llevaba la cuenta de cada trabajador y al final de la temporada comparaba enganche y adelantos con la productividad del trabajador, obteniendo así el "alcance" del año. (...)

El primer grupo -monteros, brecheros y cortadores- tenían a su cargo la parte inicial del proceso productivo.

[La tumba de madera] se desarrollaba sólo durante ocho días del mes, las semanas restantes normalmente era ocupadas por el cortador para desempeñar otras labores. (...)

^ CÉSAR, 1983, p. 63, obteniendo los datos de la Memoria de la Secretaría de Fomento de 1911-1912, señala que las concesiones forestales otorgadas por el gobierno federal en Quintana Roo entre 1905 y 1910, fueron las siguientes:1) Faustino Martínez, traspasada a la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán2) Jacinto Marín Carrillo, traspasada a Angel Rivero3) Benjamín Barrios, traspasada a 7%e (Ja/afana Dave/op/wewf Cowpaay4) Rómulo Fernández, traspasada a 77?e Mexican Exp/ofañow Cowpawy5) ájpyor CoAMpaay6) Avelino Montes S., traspasada a J. Plummer7) Rafael Peón8) J. Plummer9) Rodolfo Reyes

(norte)(sur)

688,250 Has.700,000 Has.442,227 Has.631,300 Has.314,440 Has.

271, 111 Has.328,000 Has.297,880 Has.316,479 Has.

88,000 Has.263,141 Has.

70,300 Has.192,000 Has.

10) Cowpaay11) ?%e Ó*taw/ór¿/ A^aa/actaW ag Cowpaay

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Un segundo grupo de trabajadores comenzaba sus labores una vez que los cortadores habían derrumbado la caoba, limpiado las trozas y se habían abierto brechas y caminos para el arrastre.^

El arrastre de las trozas se efectuaba con tracción animal, por lo que la temporada (incluyendo corte y arrastre) ocupaba prácticamente todo el año. Llegando a la ribera del río Hondo o de la laguna de Bacalar

la madera era "botada" al agua, ahí los balseros quitaban la corteza a las trozas y las amarraban con cadenas, formando balsas de trescientos, cuatrocientos y hasta quinientos troncos cada una, las balsas eran jaladas por un remolcador a lo largo del río y por el mar Caribe, entregando la madera en el puerto de Belice, en donde se embarcaba en rollo con destino a Europa (Inglaterra, Alemania, Francia, etcetera) o los Estados Unidos.

El último grupo de trabajadores (...) tenían su base en el campamento, aunque algunos desempeñaban tareas fuera de éste en ocasiones específicas.*^

En estas circunstancias, era común que ciudadanos mexicanos beneficiados con esas autorizaciones hiciesen contratos con las grandes empresas para la explotación de la madera; unas veces a cambio de una suma de dinero en efectivo, otras acordando la exclusividad para abastecer los campamentos de trabajadores con las mercancías de uso cotidiano.

Este hecho no sólo favoreció la creación en Payo Obispo de un grupo de comerciantes con cierta presencia a nivel local, que en breve se vería fortalecido con un permiso de libre importación de mercancías, sino que dejó en la zona fronteriza internacional una profunda huella en la explotación forestal de la primera mitad del siglo XX.

^ HIGUERA, e n p ren sa .

HIGUERA, e n p ren sa .

86

Por un lado, dio una nueva vida al río Hondo como medio de transporte, es cierto que esta ruta fluvial había sido tradicionalmente usada desde la época prehispanica, pero la participación masiva en el corte de madera, y un poco después en la extracción de chicle, disparó su importancia a grado tal que las comunicaciones terrestres no parecieron necesarias por varias décadas, ya que aseguró una vinculación bastante eficiente de la zona sur de Quintana Roo.

Por el otro, el corte de madera de este período tomó como antecedente los camellones que saliendo de la ribera del río, corrían desde su margen izquierda en dirección oeste y noroeste a lo largo de muchos kilómetros. Siendo las concesiones contiguas, tratando de evitar sobreposiciones, por lo que todas se internaban en la selva. (Ver mapa 5)

Esta condición, prácticamente inherente a dicha actividad extractiva, fue estableciendo poco a poco un esquema para la concesión y uso de la selva, convirtiéndose con el tiempo en el patrón de dotación de tierra.

A finales de 1903, el General de División Ignacio A. Bravo fue designado jefe militar de Quintana Roo, tal nombramiento significaba asumir el mando político del territorio, por lo que José María de la Vega renunció el 22 de noviembre al cargo de jefe político. La entrega de la jefatura se verificó el 12 de diciembre en el Campamento General Vega, y ahí estuvo asignado el general Bravo para el desempeño de su cargo.^

La decisión de relevar al general de la Vega del mando político y militar de Quintana Roo tuvo repercusiones más amplias que el simple cambio de una autoridad,

A.G.N., Gobernación, 4a sección 903 (4) y 4a sección 903 (5).

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Mapa 5

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... /' y '..—---- * i A.-"' ^ Ï ^y i yp )- a%A Ú ; t . f ^ . A' E M

Fuente: A . G . N ., P residentes, Manuel Avila Camacho, 5 4 8 .3 /8 6 , sin foja.

quedando inacabado el primer proyecto de organización política y modificándose las bases de su instrumentación.

Dichos cambios se expresaron, por ejemplo, en la forma de enfrentar a los mayas rebeldes; en lugar de procurar su integración a la vida local, se dio paso a una estrategia de persecución que buscaba terminar con su resistencia por la vía armada y desintegrar sus comunidades. Asimismo, Bravo enmendó el proyecto de Ley de Organización Política y Municipal del Territorio, al que hizo modificaciones puntuales.

Las objeciones del general Bravo a varios artículos de esa Ley dejan ver claramente el distanciamiento con su antecesor, de quien intentó borrar cualquier recuerdo. Por principio de cuentas propuso el aumento de las municipalidades del Distrito del Centro, una de ellas debía ser "tanto por su posición central, cuanto por su tradicional supremacía, Santa Cruz de Bravo",^

También debo hacer notar mi opinión acerca de que la cabecera del Distrito del Centro y la Capital del Territorio debería de instalarse, desde luego, (...) en Santa Cruz de Bravo y no en este islote [el Campamento General Vega], en donde actualmente está instalada la Jefatura Política, toda vez que jamás se logrará que exista una población que se baste a sí misma puesto que no tiene un pedazo de tierra laborable (...), y por último, que seguramente se cambiará a otro lugar el Cuartel General de la Zona.

No creo, pues, que deba establecerse definitivamente, ya no digo una cabecera de Distrito, pero ni una población de segundo o tercer orden en este islote.^

De acuerdo con lo anterior, el general Bravo fue desarticulando paulatinamente los elementos que daban vida al Campamento Vega. A pesar de que en diciembre de 1903 se realizaron votaciones para conformar el ayuntamiento del lugar, eligiéndose un

^ A.G.N., Gobernación, 904 sección 4a (3) (6).

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presidente municipal, un sindico, dos regidores y un juez de paz, sólo cuatro meses después Bravo comunicaría a la Secretaria de Gobernación que dada la inexistencia de población civil en el campamento, había disuelto esa representación.*^

Tal afirmación parece dudosa a la luz de diversos documentos de la época. Entre los más significativos se encuentran las quejas que en 1905 presentaran comerciantes del Campamento Vega contra el nuevo jefe político, quien les cobraba impuestos indebidamente y los presionaba para que reubicaran sus negocios en Santa Cruz.*^°

Por otro lado, Bravo logró en abril de 1904 un acuerdo de Porfirio Díaz para que el Juzgado de Primera Instancia del territorio dejara de funcionar en el Campamento Vega y se trasladara a Santa Cruz de Bravo. Asimismo, envío a la Secretaría de Gober­nación un plano que conforme a la organización política y municipal del territorio, marcaba las divisiones de los distritos, municipalidades y comisarías, para que fuera aprobada y /o modificada.

El 8 de junio, esa secretaría le comunicó que la división era aceptada y le solicitó una noticia circunstanciada de los pueblos, haciendas, ranchos y demás puntos habitados que existían en los distritos, municipalidades y comisarías en que se dividía el territorio.*^*

129 A.G.N., Gobernación,904 sección3 (1). Esconvenienteseñalarapuntarqueenfebrerode 1904, al enviarla Ley de Organización..., la Secretaría de Gobernación indicó a Bravo que disolviera el ayuntamiento de ese campamento.

i9° Losdocumentosreferidossepresentaníntegramenteenelanexo3. Cfr. A.G.N., Gobernación,905sección 3 a (36).

^ A.G.N., Gobernación, 904 sección 3 (28).89

Gomo resultado de la labor realizada por Bravo, la Jefatura Política, y en consecuencia la capital del territorio, tuvo como sede la población de Santa Cruz de Bravo, logrando inhibir el crecimiento del Campamento Vega, por lo que en unos años perdió presencia y terminó por desaparecer.^

Aquí cabe preguntarse sobre el cambio de criterios para la administración pública del territorio de Quintana Roo. ¿Por que no se continuó con el programa original para su desarrollo? ¿La integración y asimilación de los mayas a la vida local no se consideraba viable? ¿Se trató de una disputa personal por el poder entre un miembro del ejercito y uno de la marina, que extendió sus alcances a la administración pública? Aun más, ¿Por que el gobierno federal hizo a un lado los esfuerzos realizados por de la Vega para economizar al máximo la administración de Quintana Roo y canceló su propuesta?

Las fuentes localizadas no permiten dar una respuesta definitiva. Lo que se puede precisar, es una ruptura entre los generales de la Vega y Bravo, asi como una labor del segundo para desacreditar al primero y borrar las huellas de lo que había hecho en Quintana Roo.

Asi las cosas, Ignacio A. Bravo asumió el mando del territorio el 27 de enero de 1904, siendo la cabeza de una estructura político administrativa compuesta por dos Prefectos de Distrito, Ayuntamientos, Comisarías, Oficinas de Registro Civil y Cementerios, además del Cuerpo de Policía. El general Bravo ocuparía este cargo por algo más de diez años, y se caracterizó por ser un hombre de pocos escrúpulos que

^ A.G.N., Gobernación, 904 sección 4a (3) (6).

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condujo su gobierno con injusticia, sin importar si se trataba de sus enemigos o de los soldados que estaban bajo su mando.^

De acuerdo con la Ley de Organización Política y Municipal del territorio, las funciones del Jefe Político publicar y hacer cumplir las leyes, decretos, reglamentos, bandos y demas disposiciones emanadas de la autoridad, y era de su competencia lo referente a elecciones, cultos, desamortización, matrimonios, dispensas, licencias, lega­lizaciones, exhortos, censos, estadísticas, bienes mostrencos y certificados de vecindad.

Entre sus atribuciones, estaban la conservación del orden y seguridad públicos, la imposición de penas por faltas a la ley, el Registro Civil, la creación de cárceles y demás establecimientos penales, su cuidado y administración, las diversiones públicas y festividades cívicas, la reglamentación y vigilancia de los juegos permitidos, los expendios de bebidas embriagantes y su reglamentación, cuidar la salud pública local, etcétera.*^

Por su parte, los Prefectos Políticos de los Distritos Norte y Sur además de ser la primer autoridad política local, eran los jefes de todos los servicios en su jurisdicción. Estos funcionarios tenían a sus órdenes las fuerzas de policía de su Distrito y se encargaban de vigilar el cumplimiento de las leyes, decretos, reglamentos y bandos de policía, cuidaban el orden y seguridad públicos e imponían penas correccionales por faltas e infracciones, debían prestarán los auxilios solicitados por las autoridades de su jurisdicción en ejercicio de sus funciones y promovían las obras de utilidad pública que

v é a n s e , entre otros, ALVAREZ, 1972, p. 34; ALVAREZ, 1975, p. 25; BAUTISTA, s .f., p. 173; CAREAGA, 1990, p. 149; GONZÁLEZ, 1979, p. 277; Hov, 1983, p. 73; REED, 1982, p. 240; VILLA, 1987, p. 120;

i3 4 Lag funciones y atribuciones dei Jefe Político estaban enunciadas en los artículos 25,26 y 27 de la Ley. Para ser Jefe Político del Territorio se requería ser ciudadano mexicano en ejercicio de sus derechos civiles y políticos, mayor de 25 años y no pertenecer al Estado eclesiástico. A.G.N., Gobernación, 904 sección 3 (28).

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se requerían en cada localidad y dirigirán sobre el particular las iniciativas necesarias ente el Jefe Político, vigilaban que los Jueces del Registro Civil cumplieran debidamente con sus obligaciones y podían presidir las sesiones de los Ayuntamientos.

Al fundarse nuevas poblaciones en su jurisdicción, los Prefectos debían iniciar trámites ante el Jefe Político, a fin de que se señalara el fundo legal de aquéllas.*^

Los Ayuntamientos se formarían con un presidente municipal y cuatro regidores, quienes celebrarían sesiones públicas cada quince días. Este cuerpo legislativo tenía entre sus funciones

Presentar a la Secretaría de Gobernación, a través del Jefe Político, exposiciones acerca del estado de los servicios públicos en sus respectivas municipalidades, iniciando las medidas que estimen convenientes para el mejoramiento de dichos servicios.

Vigilar, en su demarcación, los ramos administrativos que a esta ley se refiere.Iniciar ante los Prefectos y ante el jefe Político las medidas que crean convenientes

para sus respectivas municipalidades.Emitir los dictámenes y opiniones que se les pidan por la Secretaría de Gobernación,

por el Jefe Político o por el Prefecto del Distrito.Desempeñar las funciones electorales que les encomiendan las leyes.Expedir copias y certificados de constancias de sus archivos.

Cuidar que no se vendan drogas y medicinas adulteradas o en malas condiciones.*^

Zey Org#HÍzac/ÓM...., 1904, artículos 34-41.136 A.G.N., Gobernación, 904 sección 3 (28). Véanse los artículos 45-49, 54 y 55 de la ¿eyOrgíwizac/ó;?...

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Dada la importancia de estos órganos colegiados, serían consultados por la Secretaria de Gobernación, o por el Jefe Político, cuando se tratara de i) expedir reglamentos o dictar disposiciones para establecer las bases fundamentales de los servicios públicos, ii) obras de importancia general, en particular la creación de nuevas poblaciones, su ubicación y señalamiento de terrenos de uso público y iii) contratos de los servicios públicos municipales cuya duración fuera de cinco años o más o que en su totalidad importaran más de $20,000.

Resulta interesante constatar que la Ley de Organización Política tenía algunas imprecisiones respecto al mecanismo que se utilizaría para la conformación de los ayuntamientos. En efecto, el artículo 16 señaló que "en cada cabecera de municipalidad habrá un Ayuntamiento que será nombrado por la Secretaría de Gobernación a propuesta del Jefe Político", mientras que el artículo 45 estableció que sus miembros "serán nombrados por el Jefe Político del Territorio".^

Más allá de este pormenor, lo importante es que a partir de 1904, y durante más de una decada, los ayuntamientos quintanarroenses no volverían a ser elegidos por votación, sino designados por las autoridades superiores. De hecho, el Jefe Político enviaba las propuestas de candidatos y la Secretaría de Gobernación determinaba cuáles se aprobaban.

Este mecanismo permitió al gobierno nacional ejercer una supervisión directa sobre las autoridades territoriales, siendo una expresión concreta de que las decisiones públicas, aun las de nivel básico, serían tomadas por la federación. De hecho, este aspecto de la vida local no era aislado, ya se ha comentado al inicio de este capítulo que

i'?93

el otorgamiento de las concesiones para la explotación de la selva quintanarroense era facultad exclusiva del gobierno nacional.

Al declararse oficialmente concluida la guerra contra los mayas en 1904, la estrategia para llevar adelante la vida del territorio de Quintana Roo se compuso de la concesión de tierras para fomentar poblaciones, el otorgamiento de permisos para la explotación forestal, el control de la administración pública y de las decisiones políticas.*^ De esta forma, el escenario en el oriente de la península de Yucatán se había transformado al final del primer lustro del siglo XX.

Lograr la "repoblación" del nuevo territorio federal, requería de elementos que atrajeran mano de obra que se integrara a las actividades económicas, así como a grupos familiares para que se establecieran en las nacientes poblaciones. A este elemento, se oponían la lejanía e incomunicación de Quintana Roo con el resto del país y la nula producción local de bienes manufacturados. Estos factores así como el costo y dificultad de transporte, elevaban considerablemente los precios de las mercancías de primera necesidad.

Por esta razón, durante la primera mitad de 1905 el gobierno federal creó una zona libre en el territorio de Quintana Roo, los artículos más importantes de esa disposición dictaban lo siguiente:

e A pesar de que el gobierno de Porfirio Díaz declaró oficialmente terminada la guerra de castas en 1904, fue un hecho de que el dominio de Quintana Roo, en especial las zonas central y noreste, no pertenecía al gobierno territorial.

Las autoridades locales intentaron vencer, por órdenes del gobierno central, los obstáculos aun existentes para lograr la integración de las comunidades mayas de esas zonas. Las tentativas de Octaviano Solís en 1918 y de José Siurob en 1928 tuvieron resultados heterogéneos en esta labor y fue a partir de la última fecha que se introdujeron varios servicios públicos a la zona central de Quintana Roo. Cfr. HIGUERA, 1993, p. 101 y ss.

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Art. 1.- Los efectos extranjeros (...) que se introduzcan por las Aduanas establecidas en el Territorio de Quintana Roo, para ser consumidas exclusivamente en el Territorio quedan exceptuados, por el termino de un año desde el día 1° de julio próximo veni­dero, del pago de toda clase de derechos, así de importación como de puerto.

Art. 2.- Los efectos extranjeros que se importen en franquicia por las referidas Aduanas, solo podran consumirse en el Territorio de Quintana Roo; por tanto, si se internan mas alia de los límites del mismo, se les sujetará al pago de derechos sencillos y adicionales que señala la Ordenanza General de Aduanas para la importación clandestina de mercancías por lugares en que está autorizado el tráfico internacional; y a los responsables de la internación se les impondrán las penas administrativas o judiciales que, con arreglo a la citada Ley, corresponden al delito de contrabando.^La franquicia fue renovada anualmente durante los siguientes siete años,

permitiendo introducir a Quintana Roo mercancías de primera necesidad: alimentos naturales y procesados, instrumentos de labranza, herramientas en general, materiales de construcción, ropa, medicamentos, etcétera.^ El abasto de esos elementos buscaba

^ AGUIRRE, 1925, p . 47; IRIGOYEN, 1934, pp . 89-90.Entre las mercancías exentas de impuestos se encontrábanlos siguientes:

Alimentos: Aceite de hígado de bacalao, aceite de olivo, arroz, azúcar, café en grano, café tostado, cápsulas de gelatina u obleas, carnes ahumadas, saladas, secas o salpresas, carnes frescas, cerdos y lechoncillos, conservas alimenticias animales y vegetales, féculas, frutas en conserva, en su jugo, en almíbar, aguardiente o secas, galletas de todas clases, granos alimenticios, harina de trigo, hortalizas frescas y en conserva, jamón en pemil, legumbres frescas y en conserva, maíz, manteca de cerdo, mantequilla, mariscos frescos y secos, pastas alimenticias de harina, pescado fresco o conservado en hielo, ahumados, salados, salpresos, secos o en conserva, pimienta, quesos, sal común, semillas alimenticias, trigo, tubérculos frescos y en conserva.Herramientas: Arados, carretas, carretones, herramientas en general.Materiales de construcción: Alambre de hierro para cercas, aldabas de hierro, bisagras de hierro, caballetes de barro para techos, cal, canaletas de hierro, canaletas de zinc, cemento romano, clavos de hierro, colores de polvo, en cristales o preparados, chapas o cerraduras de hierro, láminas de hierro o acero para techos y pisos, ladrillos y losas de barro, pernos de hierro o acero, picaportes de hierro, puertas de madera ordinaria, remaches de hierro o acero, rondanas o arandelas de hierro o acero, para tomillos, remaches o pernos, tanques de hierro y madera, tejas de barro, tomillos de hierro o acero, tubos de barro, tuercas de hierro o acero, ventiladores de barro para techo.Medicamentos: A lg o d ó n a b so rb en te ,b o tiq u in es , c á p su la sy c o n ñ te s m e d ic in a le s , c lo r o fo r m o , c o m p r e sa sa b so r b e n te s , es te r iliz a d a s o a n t is é p tic a sp a r a cu r a c io n e s, h ierro , d rogas m e d ic in a le s , d ro ga s y p re p a r a c io n e sp a ra e l u so v e te r in a r io , gasa a b so rb en te , g ló b u lo s ,g ra geas y g r á n u lo s m e d ic in a le s , ja b o n e s m e d ic in a le s , ja le a s m e d ic in a le s , p a sta s y p a s t i l la s m e d ic in a le s , p e r la s y p íld o ra s m e d ic in a le s , p r o d u c to s q u ím ic o s y fa rm a cé u tic o s , s e m illa s y b a y a s m e d ic in a le s , v in o s y e l íx ir e s m e d ic in a le s , y o d o , y o d o fo r m o .

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que tanto los grupos humanos establecidos en Quintana Roo, como los que fueran inmigrando, tuvieran ciertas facilidades para su arraigo y desarrollo, ya que como se ha dicho, la producción de bienes manufacturados era nula y la agrícola era escasa.

El sur de Quintana Roo estableció entonces una nueva relación con el norte beliceño. Concluida la venta de armas y pertrechos de guerra con los cr%zoo , el nuevo vinculo fue el comercio de las mercancías que demandaban tanto el ejército mexicano como la población civil. Es cierto que parte del abasto se efectuaba en buques mercantes nacionales que transportaban productos desde diversos puntos del país, pero la importación a que se ha hecho referencia jugó un papel determinante.

Poblados del norte de Belice, como Corozal, Sarteneja y Consejo, por mencionar los más importantes, subsidiaron durante los primeros años del siglo XX la manutención y el desarrollo de las comunidades del sur quintanarroense, consolidando con elloesta nueva relación. Los intereses comunes en la región fronteriza no se limitaron al intercambio comercial, pues la explotación de maderas preciosas y la recientemente iniciada extracción de chicle en gran escala, contaron con una participación importante de compañías extranjeras radicadas en esa colonia inglesa.

Estas actividades dieron origen desde finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del XX, a múltiples asentamientos precarios -campamentos madereros y hatos chicleros- y a que con el paso del tiempo se convertirían en poblaciones definitivas.

Ropa: Botines de cuero, calcetines, camisetas, medias de algodón, pañuelos, ropa de algodón, telas de algodón, zapatos de cuero o tela.Varios: Aceite de linaza, aceite mineral, aguarrás, almidón, amoniaco, bicarbonato de potasa y de sosa, doral, creolina, fósforos y cerillos de todas clases, jabón sin aroma, jabones medicinales, madera ordinaria, muebles, sales óxidos, velas o bujías.

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Asimismo, los habitantes de uno y otro lado de la frontera internacional establecieron vínculos en distintos renglones de su vida, por lo que los lazos de parentesco se estrecharon fuertemente y las ramas de muchas familiares se extendieron en la región.

Aspectos básicos para cualquier sociedad fueron compartidos por mexicanos y beliceños, un claro ejemplo de lo anterior fue el acceso a servicios religiosos básicos, como bautizos, matrimonios y registro de defunciones. En efecto, durante las primeras dos decadas del siglo XX, los habitantes de la región fronteriza con Belice recurrieron a la iglesia católica de Corozal para llevar a cabo las ceremonias antes señaladas.

Otra constante de importancia en la vida regional fue la inmigración laboral. Como sucede en toda región fronteriza, los orígenes de quienes llegaron a Quintana Roo variaron significativamente, convirtiendo este espacio en el lugar de convivencia de diversos patrones socioculturales y múltiples formas de concebir el mundo.

En esta zona no sólo confluyeron mexicanos de varios estados, también arribaron extranjeros de diversas nacionalidades que probablemente habían permanecido en Belice por un tiempo y que aprovecharon la necesidad de mano de obra en el naciente territorio federal.

Una muestra que puede considerarse representativa de lo anterior, es dada por un censo de población realizado en la parte sudoriental de la frontera internacional con Belice en 1904. De acuerdo con los datos de la época, el 29% de los habitantes de Quintana Roo eran nativos del territorio, 59% originarios de Belice, mientras que el 12% provenía de algún estado de la república mexicana o del extranjero.

El hecho de que la mayor parte de los habitantes proviniera de Belice no significabaque el idioma preponderante en la frontera internacional fuera el inglés; a pesar de ser

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importante el numero de personas nacidas en esa colonia, y de abundar los apellidos extranjeros, casi el 65% de la población hablaba español y más de la cuarta parte (...) maya, mientras que sólo el 10% era angloparlante.^

Esta caracterización demográfica nos permite apreciar los informes dados por el consulado mexicano en Belice a las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a finales de 1905, comunicando las difíciles condiciones laborales en que se encontraban los trabajadores chicleros, particularmente los llegados de Veracruz y Tamaulipas.

La correspondencia fue originada por una nota publicada en noviembre de ese año por el periódico C/%77073 de Belice, en la que se hace notar que:

Great numbres of Chicleros, members of the gangs wich had been imported from Mexico earlier in the year, by the various chicle entting concerns on the other side of the Hondo, have, from one cause or another deserted their work, and made their way across the river into the Corozal District, and from here, to a less extent, to other parts of the Colony. These men are not only useless as workmen, but they are highly dangerous, and in every way undesiderable immigrants. They are easily to be ditinguished by the enormous steeple crowned straw hats wich they wear, and by their general dirty and disreputable appearance. In Corozal they appear to make a living chietly by begging food and money from house to house, and by picking up any unconsidered trifle wich may come in their way. They have also swelled to some extent the number of goal and hospital inmates. (...) There are it must be owned a few of these men who are willing to work, and do work over here; they are, however, in a small minority, and are but the exceptions who go to prove the utter worthlessness of the great majority.^

VéaseHiGUERA, 1992, p. 441. Los lugares de origen de los inmigrantes beliceños eran: Corozal, Consejo, Ciudad de Belice, Sarteneja, Orange Walk, San Pedro, Staan Creek, San Antonio, San Esteban, Patchacan, Blue Creek, Isla, Trinidad, Yal Creek, San Víctor, Rio Bermejo, Río Norte y Danlly. Los otros inmigrantes llegaron de Yucatán, Honduras, Campeche, México, Jamaica, Veracruz, Jalisco, Puebla, Estados Unidos, Guatemala, Cuba, Estado de México, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

77?e CYar/on, Belice, noviembre 17, 1905. Cír. A.H.S.R.E., 15-15-9.

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Estas referencias motivaron una averiguación sobre las condiciones en que llegaban a Quintana Roo estos trabajadores migrantes, así como de las condiciones en que desarrollaban su labor.

La información basica fue aportada por el cónsul mexicano al momento de enviar a sus superiores la nota del periódico, indicando que los trabajadores eran enganchados con promesa de buen salario, alojamiento y sustento seguros, pero que al llegar a Quintana Roo, después de un pesado viaje por mar que duraba entre quince y veinte días, el jornal no era suficiente^ y las condiciones ofrecidas por los enganchadores no eran respetadas.

Asimismo, el cónsul señaló que los chicleros no podían reclamar el cumplimiento de las condiciones ofrecidas, pues sólo tenían acuerdos verbales para su trabajo. Por tal razón propuso la intervención de las autoridades políticas de los lugares de enganche, para que a través de contratos escritos se fijaran derechos y obligaciones de los contratantes.^

Poco tiempo después de publicada la noticia por C/%Wo7%, un repoblador de Quintana Roo avisó al cónsul en Belice que la Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán estaba expulsando de sus hatos a chicleros enfermos. La suerte corrida por esos trabajadores fue dispareja, algunos llegaron a Belice en su intento de retornar a sus lugares de origen, mientras que otros fallecieron y sus restos se encontraban en el camino Chacchoben-Bacalar. Finalmente, el informante externo al

Eg extraño que este ñmdonario hablara de jornal como pago a los chicleros; es bien sabido que éstos no recibían remuneración especíírcapor día trabajado, sino que sus ingresos dependían de la cantidad de resina que extrajeran en el monte y entregaran en marquetas (cubos de chicle cocido) que pesaban de diez a doce kilos cada una.

m A.H.S.R.E., 15-15-9, SIN FOJA.99

consul su temor de que la Compañía cometiera abusos contra los núcleos repobladores del territorio .^

Ante esta situación, el Secretario de Relaciones Exteriores se dirigió a los gobernadores de Veracruz y Tamaulipas recomendando que se dieran garantías a los trabajadores enganchados para las chiclenas. A su juicio, debían instaurarse contratos escritos de trabajo y los contratantes asumir la responsabilidad el retorno de los trabajadores. Asimismo, propuso que las autoridades de Quintana Roo vigilaran el cumplimiento de los contratos y evitara el éxodo de chicleros.

A pesar de que la Secretaría de Gobernación comunicó al jefe político de Quintana Roo el proceder de la Compañía Colonizadora, ordenándole realizar una averiguación y el castigo de los culpables, esas instrucciones no se siguieron, pues el último eslabón de este proceso fue un informe del general Bravo señalando que se comisionaba al juez de primera instancia para la investigación del caso.^

Los siguientes años en Quintana Roo son obscuros. No sólo porque el jefe político cumplió con la tarea de convertir la zona central del territorio federal en prisión política para los disidentes del régimen de Porfirio Díaz, sino porque la información de lo ocurrido en Quintana Roo es relativamente escasa.

En cuanto al sur quintanarroense, podemos señalar que los pequeños campamentos madereros y los hatos chicleros situados en la frontera misma con Belice

^ Cír. A.H.S.R.E., 15-15-9, sinfoja. El documento citado estáfechado el 25 dediciembredel905, manteniéndose el anonimato de su autor por temor a posibles represalias de la Compañía Colonizadora.

Las fuentes consultadas para este trabajo no señalan la conclusión de la investigación Sin embargo, las condiciones impuestas por el general Ignacio A. Bravo en el Quintana Roo de principios de siglo, hacen pensar que poco se hizo para reivindicar los abusos de esa compañía.

100

vieron crecer su población, pudiéndose decir que varios de ellos se habían convertido en asentamientos permanentes. La explotación de la selva se limitaba, como ya se ha señalado anteriormente, al corte de caoba, cedro y palo de tinte, sin embargo este entorno natural era rico en una gran variedad de especies potencialmente utilizables:

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Acacia falsa EbanisteríaAnacahuite Ebanistería y medicinalArbol del corcho ConstrucciónArrayán Construcción y ebanisteríaBracilete Ebanistería y tintóreaCiricote EbanisteríaContra Yerba MedicinalCopal gomoso Medicinal

Chaca MedicinalChacaj Medicinal

Chechen Construcción y ebanisteríaChico zapote Ebanistería

China amarilla EbanisteríaEbano EbanisteríaGrama Medicinal

Granadillo EbanisteríaGuayacán Construcción y ebanistería

Higo silvestre MedicinalHuiro MedicinalJabín EbanisteríaJobo Medicinal

Mangle amarillo Construcción y cortezaMangle negro curtiente

Nazareno Construcción y cortezaÑame curtiente

Palo tinte EbanisteríaQuiebrahaca Medicinal

Quina Ebanistería y tintóreaRamón blanco Ebanistería

Romero MedicinalSimarruba Construcción y ebanisteríaVerbena Medicinal

Xco MedicinalXtog Medicinal

Yaxnic Construcción

Fuente: AGUIRRE, 1925, pp. 27-28.

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El mapa 6 muestra los asentamientos que se encontraban en la frontera; de acuerdo con el cauce del Hondo, de suroeste a noreste, su ubicación era la siguiente: Dos Bocas, Esperanza, Agua Blanca, Buenavista, Concepción, Africa, Botes, Cocoyol, Xcopen, Cacao, Pucte, Mengel, Esteves, Sabidos, Ramonai, Palmar, Sacxán, Santa Lucía, Chac y Santa Elena. En la Bahía de Chetumal, ligeramente al norte de la desembocadura del río se encontraban Payo Obispo, Juan Luis y Calderitas.^

La población mas importante era Payo Obispo, que durante los primeros lustros del siglo se caracterizó por su actividad comercial. De ahí

salen la madera y el chicle y entran a través de Belice, productos manufacturados principalmente ingleses. Además toda la producción chiclera y maderera se organiza a partir de Payo Obispo, ahí están las oficinas de contratistas, las tiendas que surten a los hatos y campamentos, la aduana y las bodegas donde se guarda el chicle (...)

La vida cotidiana refleja costumbres muy beliceñas, que en sí implican una gran mezcla, los primeros años son inestables por miedo a los mayas y por las dificultades para sostener la población. La gente iba y venía constantemente de Corozal, Orange Walk, Sarteneja y Belice a Payo Obispo, muchos durante los primeros años siguieron conservando sus propiedades del lado beliceño.

Payo Obispo durante sus primeros veinte años no se hubiera podido sostener sin el apoyo constante en términos del comercio y de la infraestructura de las poblaciones beliceñas, principalmente Corozal. La gente de Payo Obispo se casaba, registraba nacimientos y muertes en Corozal, ahí los niños iban a la escuela, compraban el pan y se comunicaban con la ciudad de Belice o con México vía Guatemala o vía Cozumel- Progreso.^

147

Durante la década de los treinta, el general Rafael E. Melgar, gobernador de Quintana Roo de 1935 a 1940, cambió los nombres de algunas poblaciones de la región. La capital del territorio dejó de llamarse Payo Obispo para ser conocida como Ciudad Chetumal. Asimismo, Mengel pasó a ser Alvaro Obregón, Esteves se convirtió en Allende, Santa Lucía fue nombrada Juan Sarabia y Santa Elena adoptó el nombre de Subteniente López.

^ VALLARTA, 1 9 8 7 , p p . 3 2 -3 3 .

103

M apa 6 Cam ellones para la explotación forestal

De acuerdo con los datos oficiales de finales de la primera década del siglo, el sur quintanarroense contaba con un total de 3,227 habitantes, distribuidos en los siguientes pueblos y rancherías:

POBLACION

CATEGORIA HOMBRES MUJERES TOTALPueblo 44 34 78Bacalar Ranchería 19 21 40Cocoyol Ranchería 6 4 10

Concepción Pueblo 13 13 26Esperanza Rancho 177 149 326Icaiché Ranchería 5 3 8Palmar Pueblo 1,312 800 2,112Payo Ranchería 19 15 34

Obispo Ranchería 29 23 52PuctéSn

PrudencioXcalak

Pueblo 293 251 544

FUENTE: ECHEGARAY, 1913, p. 8 .^

Asimismo, el gobierno asignó un presupuesto de egresos a otras poblaciones. El Tesoro Municipal, como se conocía entonces, se empleaba para desarrollar las comunidades que se estaban repoblando y necesitaban de la infraestructura básica para albergar a sus moradores. Al campamento de Bacalar se destinaron, a finales de 1905,

149 Los datos consignados omiten varios asentamientos humanos que, parala época, tenían una presencia significativa, tal es el caso de Chacchoben, Caldeñtas, Juan Luis, Mengel y Agua Blanca, entre otros.

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$1,271.86 para este proposito, participando en la entrega los regidores Jose Irene Baños, Pedro Vásquez Pedro Briseño, así como el sindico Juan B. Ramírez.^

Paralelamente, como una política mas para fijar a la población, el cuerpo que guarnecía el territorio federal recibía un sobresueldo de entre $0.75 y $1.00 para la adquisición de artículos de primera necesidad.^*

Ya se ha dicho que desde 1905 Quintana Roo contaba con un régimen aduanal particular, que permitía la libre importación de ciertos productos. Cuatro años después, la Secretaria de Hacienda modificaría las disposiciones vigentes hasta ese momento, ampliando el numero de mercancías que podrían introducirse al territorio federal sin el pago de derechos de importación ni de puerto, bajo el supuesto de que deberían entrar por las aduanas establecidas en él y fuesen consumidas en esa zona del país.*^

Este conjunto de medidas, ademas del dominio efectivo de zonas cada vez más amplias y de la posibilidad de tener condiciones materiales para llevar adelante algunas actividades económicas, produjo un incremento en la población del territorio federal. Al finalizar la primera década del siglo, Quintana Roo tenía 9,109 habitantes a lo largo de su geografía, de los cuales 23.59% eran extranjeros. Un dato sobresaliente era el hecho de que no existía una sola población con más de tres mil habitantes.^

A.G.N., Gobernación, 905 3a Sección (14), sin foja.^ A.G.N., Fondo Gobernación, 905 3a Sección (36), sin foja.

^ AGUIRRE, 1925, pp. 47-50, IRIGOYEN, 1935, pp. 90-94. Esta modiñcadón íue expedida en la circular 135 de 7 de junio de 1909. Como en las ocasiones anteriores, las mercancías de libre importación eran alimentos, herramientas de trabajo, material de construcción, medicinas y ropa.

^ De acuerdo con el censo de población de 1910, a continuación se reproducen algunos indicadores sobre los habitantes del territorio federal.

DISTRITO AREA HOMBRES MUJERES TOTAL HAB POR KM^

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Al no contar con una red de caminos que permitiera una comunicación interna

NORTE 6,926 1,923 1,431 3,354 0.5CENTRO 29,505 2,197 250 2,447 0.1SUR 13,483 1,967 1,341 3,308 0 . 2

CABECERA HOMBRES MUJERES TOTALISLA MUJERES 332 319 651SANTA CRUZ DE BRAVO 1,312 800 2,258PAYO OBISPO 2,072 186 2 , 1 1 2

NACIONALIDAD HOMBRES MUJERES TOTALAlemanes 2 2

Colombianos 1 - 1

Costarricenses 1 - 1

Cubanos 70 7 77Chinos 3 - 3Dominicanos 1 - 1

Españoles 8 6 1 2 98Franceses 2 - 2

Griegos 1 - 1

Guatemaltecos 15 7 2 2

Haitianos 25 - 25Hondurenos 37 18 55Ingleses 961 769 1,730Italianos 2 - 2

Japoneses 31 1 0 41Nicaragüenses 4 1 5Norteamericanos 19 4 23Salvadoreños 2 1 3Suizos 1 - 1

Turcos 32 2 0 52Se ignora 2 2 4Totales 1,298 851 2,149

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eficiente, ni con el resto de la peninsula o del país, los habitantes del territorio debían efectuar todas sus actividades por las vías marítima o fluvial.

El entorno natural ha presentado condiciones favorables para la utilización de esos medios de transporte; hay que recordar que a pesar de no existir una cantidad importante de nos en la region sur de Quintana Roo, existe un sistema hidrológico que conecta las lagunas de Mariscal y Bacalar con el río Hondo a través de un estero - llamado Chac-, desembocando en la bahía de Chetumal.

Esta característica facilito, durante un largo período, la circulación de embarcaciones con las que no sólo se sacaba la madera en rollo hasta la bahía y de ahí al puerto de Belice por el Caribe, sino también sirvieron para llevar a los trabajadores a los campamentos madereros y hatos chicleros, para aprovisionar esas centrales con herramientas, enviar comestibles, ropa y utensilios necesarios para el sostenimiento de esos trabajadores, aun para abastecer a Payo Obispo de productos agrícolas y pecuarios de la región, en fin, hacer las veces de correo y ser la base de la movilidad de los habitantes de la región.

Este gran movimiento marítimo interno se enlazaba con las comunicaciones hacia el exterior, una ruta se dirigía por el Caribe hacia el norte hasta llegar a Cozumel, Progreso, Campeche y Veracruz, mientras que otra unía la región sur de Quintana Roo con Belice, Guatemala y otros puntos de Centroamérica. Esta vinculación del territorio federal con el extranjero y el hecho de ser límite jurisdiccional de México, significó que las autoridades locales llevaran un registro de los movimientos migratorios ocurridos en la zona.

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A pesar de no contar con fuentes documentales que aporten una visión global de ese movimiento humano y mercantil, el tránsito marítimo y fluvial durante la segunda decada del siglo XX, parece haber sido intenso en el sur de Quintana Rood^ De esta forma se puede decir, de acuerdo con los informes presentados en 1912 por la Aduana Marítima y Fronteriza de Payo Obispo que el tráfico de barcos era constante entre Mexico y Belice.

Los datos aportados por esa dependencia de la Secretaría de Hacienda, -ver anexo 4-, muestran un ir y venir permanente de cuarenta y dos embarcaciones, habiendo diez que tenían matrícula americana, doce nacional y veinte inglesa. Los navios que transitaban en la región fronteriza eran de distintos tipos. De acuerdo con la importancia de su presencia numérica, las embarcaciones utilizadas eran cayucos (uno nacional y uno inglés), vapores (uno inglés y uno americano), lanchones (dos ingleses y un americano), pailebotes (cinco ingleses), lanchas (cuatro inglesas y una americana),

^ La realización de trabajo de campo antropológico en la zona sur de Quintana Roo, permitió recopilar testimonios orales sobre la época. A continuación se relacionanlas entrevistas realizadaspor Luz del Carmen Vallaría y Antonio Higuera con diversos habitantes de la región, en las que se abordan temas de la vida del territorio federal durante las primeras décadas del siglo XX.

Luz del Carmen Vallaría Vélez.Sr. Luis Reinhardt McLiberty. "Historia de vida", Ciudad Chetumal, 13,14, 28 y 30 de abril y 24 y 25 de julio

de 1987.Sr. Nicolás Carrillo. "Vida marítima de Payo Obispo", Ciudad Chetumal, 11 de agosto de 1987.Sra. LumandaBarquet. "Temas varios de Payo Obispo y Belice 1", Ciudad Chetumal, 18 de mayo de 1987. Sra. LumandaBarquet. "Temas varios de Payo Obispo y Belice 2", Ciudad Chetumal, 23 de mayo de 1987.

Sra. Florencia Reyes (+). "Corozal. Temas varios", Ciudad Chetumal, 6 de julio de 1987 y "Corozal y Payo Obispo. Relaciones", Ciudad Chetumal, 10 de julio de 1987.

Sr. Luis Lizárraga. "Temas varios de Payo Obispo y Corozal", Ciudad Chetumal, 31 de julio de 1987.Sr. Luis Pacheco. "Río Hondo. Relaciones México-Belice", Ciudad Chetumal, 25 de julio de 1987.

Antonio Higuera Boníil.Sr. Dionisio Burgos. "Explotación forestal en Bacalar", Bacalar, 15 de mayo de 1987.Sr. Juventino Ramos. "Fundación de La Unión", La Unión, río Hondo, 20 de mayo de 1987. Sr. Juventino Ramos. "Contrabando y chicle", La Unión, río Hondo, 21 de mayo de 1987.Sr. Santiago Moreno (+). "Historia de Nicolás Bravo", Nicolás Bravo, 25 de mayo de 1987.

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botes (uno ingles y cinco nacionales), balandros (cuatro nacionales y cinco ingleses), asi como diez barcos de motor (cuatro ingleses y seis americanos).^

Con las limitaciones impuestas por las propias fuentes históricas localizadas, y partiendo de que los datos oficiales reflejan necesariamente sólo una parte de la realidad social, el movimiento migratorio en el sur quintanarroense al iniciarse la segunda decada del siglo XX, presentaba una situación cercana a la siguiente: la zona fronteriza estaba habitada por tres mil doscientos veintisiete personas (véase el cuadro elaborado a partir de la información de Echegaray, que se presenta en páginas anteriores), siendo Payo Obispo la población más importante, con dos mil ciento doce residentes. Este asentamiento era el principal puerto del área, por lo que ahí llegaron del extranjero, de julio a diciembre de 1912, por lo menos novecientos sesenta inmigrantes, mientras que de el salieron del territorio nacional mil trescientos setenta emigrantes.

N o se debe olvidar que dada la actividad extractiva ocurrida en la selva de la región, las comunidades y campamentos madereros localizados en la ribera del Hondo también eran puntos de origen y destino del tránsito fluvial. No obstante, la inexistencia de un registro de ese movimiento migratorio nos impide tener una idea aproximada de la magnitud de personas que ocupaban la zona.

Tomando como base esos elementos, parece evidente que la importancia de la población Rotante, llegada a la zona fronteriza con Belice para integrarse a la explotación forestal, era considerable, pues hasta donde podemos concluir, representaba un cuarenta y dos por ciento adicional a la población total radicada permanentemente en la región.^ Como se verá más adelante, los trabajadores migrantes que llegaban a

iss Cfr. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 92, Exp. 81, sin fojas.i s s ^ in form ación utilizada com o b ase d e esta consideración fu e obtenida en ECHEGARAY, 1913, p. 8 y

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Quintana Roo se internaban en la selva durante el primer semestre de cada ano, al concluir la temporada de trabajo retornaban a su lugar de residencia, durante los últimos meses de cada año.

Hasta ese momento, los importantes acontecimientos producidos por la revolución mexicana, que desembocaron en la separación de Porfirio Díaz de la presidencia de la república y su exilio en Europa, habían tenido poca influencia en Quintana Roo, donde

no se pelearon grandes batallas. Ni siquiera hubo enfrentamientos armados entre las tropas federales y los revolucionarios. No destacó ningún personaje local ni hubo un movimiento revolucionario propiamente quintanarroense. (...)

Hasta septiembre de 1912, Bravo se mantuvo al frente del gobierno de Quintana Roo. Sin embargo, esta hegemonía llegó a su fin el día 8 de ese mes, cuando el general maderista Manuel Sánchez Rivera desembarcó en Vigía Chico al mando del 31° batallón y con la representación del nuevo gobierno federal. No se dio ningún hecho de armas, pues a pesar de que el general Bravo contaba con dos batallones, rindió pacíficamente la plaza [Santa Cruz de Bravo, capital del territorio federal de Quintana Roo].^

Este arribo tardío de la revolución mexicana a Quintana Roo significó una actividad militar nula. La elección en 1911 de Francisco I. Madero y de José María Pino Suárez como presidente y vice presidente respectivamente, no sería sino el inicio de una

A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 112, Exp. 4, sin foja; Vol. 49, Exp. 28, sin foja; Vol. 114, Exp. 51, sin foja y Vol. 92, Exp. 81, sin foja. Resulta interesante constatar que las fuentes del segundo tipo -provenientes del Archivo General de la Nación- se componen tanto de listados de emigrantes, como de las relaciones de pasajeros de barcos que se dirigían del puerto de Payo Obispo "al extranjero" (exclusivamente a diversos puntos de Belice).

Al no existir una vinculación explícita entre dichos instrumentos de registro, no se puede concluir sí los que representan el número menor (los 706 pasajeros de navios) están incluidos en el grupo mayor (los 1,370 personas clasificadas como emigrantes). De no haber sido incluidos en el segundo grupo, laproporción de población flotante en la zona fronteriza internacional adicionaría un 6 6 por ciento a la residente.

^ CAREAGA, 1990, pp. 159 y 160.

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etapa que se ha caracterizado como de multiples convulsiones para Mexico, situación de la que el territorio de Quintana Roo no estaría totalmente exento.

En efecto, en la época se organizaron varios movimientos revolucionarios que operaron en Belice y Guatemala desde finales de 1911, como respuesta a la inestabilidad política que en esos momentos se vivía en la península de Yucatán como reflejo de la situación nacional.^ La ubicación de Quintana Roo significó una posibilidad constante de que, al igual que el resto de la frontera sur de Mexico, la invasión al territorio nacional se iniciara por el. El primer movimiento tuvo carácter anti-reeleccionista,

Después de las elecciones nacionales de 1910, [Manuel] Castilla Brito entró en contacto con simpatizantes de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez; con este se entrevistó en Nueva Orleans acordando la propagación del movimiento revolucionario en el estado [de Campeche]. En abril de 1911, poco después de que ocurriera la rebelión y fuga de los presos seguidores de Castilla en la cárcel de la Capital, aparece en la frontera de Campeche con Guatemala una columna de militar de 60 hombres, encabezada por el mismo Castilla (...)

Sin embargo, la columna no llegó a entrar en acción porque en su avance hacia la capital del estado llegó la noticia de la renuncia de Porfirio Díaz y del triunfo de las fuerzas maderistas.^

En un segundo momento, casi inmediatamente después del movimiento de Castilla Brito, y en contraste con los postulados de éste, ya se había puesto en marcha un grupo que se oponía al régimen maderista. Su vinculación con algún movimiento producido en otras regiones de México aún es difícil, pues la efervescencia política de esos años generó múltiples levantamientos armados contra el gobierno de Madero,

i s s y is ió n m ás amplia de las condiciones imperantes en los estados d e Cam peche y Yucatan, veaseentre o tro s , NEGRÍN, 1 9 9 1 y BETANCOURT, 1 989 .

^ NEGRÍN, 1 9 9 1 , p p . 1 5 3 -1 5 4 .

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siendo los principales los encabezados por Emiliano Zapata, Bernardo Reyes, Pascual Orozco y Felix Díaz.

Por esta razón, la administración maderista dio seguimiento a la actividad del grupo que conspiraba en su contra desde Belice y Guatemala. Muchos elementos del gobierno mexicano participaron en las investigaciones sobre el particular, interviniendo las principales instituciones relacionadas con las políticas interior y exterior. No sólo la Secretaría de Relaciones Exteriores de México reunió los datos proporcionados por los diferentes cónsules en Belice y Estados Unidos, y vigiló de cerca a los sospechosos,**° sino que también concurrieron los esfuerzos de la Secretaría de Guerra y Marina, de Gobernación, así como del Poder Judicial.

Tal movimiento articuló a grupos cuyas actividades no se limitaron a esas dos entidades centroamericanas, sino que extendieron su labor a Estados Unidos. Quienes trabajaban en este país buscaban los recursos económicos para la adquisición de armas y pertrechos de guerra, además de encargarse de su compra y envío directo a Belice y Guatemala, o a través de Honduras. Quienes operaban en Centroamérica llevaban adelante campanas de proselitismo y preparaban las tropas que penetrarían en territorio nacional.

N o resultaron infundadas las sospechas del gobierno mexicano respecto a la posible participación de algunas casas comerciales de la colonia inglesa de Belice en el tráfico de armas. El antecedente del siglo anterior en el contexto de la guerra de castas era lo suficientemente reciente, y las ganancias debieron ser considerables, como para estimular su colaboración.

iso cónsules de México en Estados Unidos, que colaboraron en el seguimiento de este movimiento revolucionario estaban radicados en de Nueva Orleans, Galveston, El Paso y San Antonio.

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Tal situación llevo a representantes diplomáticos mexicanos radicados en distintas ciudades, a ejercer una estricta vigilancia de personas y embarques cuyo destino era aquel puerto centroamericano; en varias ocasiones los informes sobre envíos de armas y municiones a Belice fueron confirmados por el cónsul mexicano en esa ciudad, quien relaciono detalladamente las cantidades recibidas por las distintas firmas comerciales.^*

Las pesquisas de esos funcionarios se centraron en individuos considerados de cierto peligro, a quienes se investigó y vigiló de cerca en Belice y Estados Unidos. Su atención fue dirigida tanto a personas que no tenían una participación política clara, como a aquellos que declaraban abiertamente su inconformidad hacia el gobierno constituido.

En el primer caso se encontraba, por ejemplo, el doctor Policarpio Bonilla (también identificado por los cónsules como Policarpio Rueda), a quien atribuían haber participado en un movimiento revolucionario previo. Tal situación se veía matizada por sus constantes viajes entre la ciudad de Belice y San Antonio, Texas, donde practicaba la medicina.

La correspondencia que intercambiaron sus vigilantes daba por seguro que la labor de Bonilla era la adquisición de pertrechos de guerra y su almacenamiento en Belice, asegurando que contaba con hombres en Quintana Roo que estaban preparados para iniciar un levantamiento armado, por lo que se autorizo efectuar su aprehensión en el momento de introducirse en territorio nacional.*^

^ Cír. A.H.S.R.E., LE-743, Leg. 7 y LE-747 Leg. 27.^ cfr. A.H.S.R.E., LE-747, Leg. 27, fojas 5, 12, 15, 22, 26, 33 y 36.

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Un seguimiento mas detallado merecieron quienes realizaron una labor pública para reunir fondos y armas para revolucionar en Mexico. De acuerdo con los datos compendiados por las autoridades del país, se detectaron al menos dos grupos que perseguían aquel fin.

En primer lugar se encontraban R. Martínez (alias Ran Martín) y J.M. Rivera (autonombrado Angel Salvatierra), quienes dirigían un grupo que pretendía iniciar un movimiento armado en Quintana Roo con el objeto de establecer un nuevo gobierno nacional.^

En posible conexión con el núcleo anterior, el cónsul en Belice dio cuenta del paso por Belice rumbo a Guatemala, de un funcionario público del territorio de Quintana Roo recientemente destituido, quien hasta hacía poco era simpatizante del movimiento antimaderista de Bernado Reyes, aunque para mediados de 1912, se decía amigo del gobierno. Paralelamente, el cónsul en Belice fue informado de la presencia de yucatecos que eran buscados por las autoridades de ese estado, a causa de delitos políticos.^

En la segunda mitad de 1912, Belice y Guatemala eran considerados como posibles bases de otra conspiración contra Francisco I. Madero. En esta ocasión un español de nombre José Gudiel hacía preparativos en Galveston para que, vía La Habana, se enviaran armas a cualquiera de aquellos destinos

con el fin de internarse á Tabasco, en donde tomaría el mando de las fuerzasrevolucionarias que simultáneamente con otras, habrían de levantarse en armas en losestados de Yucatán y Campeche (...)

*63 A.H.S.R.E., LE-743, Leg. 8 , fojas 38, 39 y 45.

^ A.H.S.R.E., LE 743, Leg. 8 , fojas 1 y 3-5.

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[Gudiel tema] un nombramiento de Coronel, en papel sellado y firmado por Vázquez Gomez, Orozco y Enrile, por medio del cual se le autoriza á organizar fuerzas para derrocar al Gobierno Constituido; (...)

los revolucionarios habían logrado obtener un nuevo empréstito de Dis. 500,000.00 en San Antonio, Texas, y con ese dinero habían comprado en Dis. 10,000.00 una embarcación y un fuerte cargamento de armas en Filadelfia; (...)

uno de los planes de la junta revolucionaria, [era] quitar el mando de las fuerzas revolucionarias á Pascual Orozco, hijo, poniendo en su lugar á Antonio Rojas, (...) pues (...) se daría el mando al jefe aquel á quien Orozco había hecho prisionero en Chihuahua.^

Ante esta situación, el gobierno maderista puso en juego diversos recursos para impedir que aquellos planes tuvieran éxito; informada la Secretaría de Gobernación sobre el particular, vigiló estrechamente los cargamentos que salían de algunos puertos estadounidenses hacia Belice. Previno al cónsul en ese punto para que diera seguimiento de los pedidos de armas que hacían las casas comerciales.

Vicente Rendón Quijano informó que habían llegado embarques con pertrechos para C. Biddle & Co., C. Melhano & Sons, A.E. Morían, J. Lewis, J. Brodie & Co., Meyer Usher & Co., H.H. Eckert, J. Gentle & Co., Belize Estate and Produce Company, Perdomo Brothers, Stanford Manufacturing Company, Cuthbert Brothers, Krug & Co. y aun aportó las cifras oficialmente registradas por la aduana de ese puerto: 27 pistolas, 133 rifles, 70,700 cartuchos cargados para rifles y escopetas y 28,875 cartuchos sin cargar.

A pesar de lo reducido de las cifras anteriores, el consul no descarto la posibilidad de la introducción ilegal de armas a territorio nacional:

i ' s A.H.S.R.E., LE-747, Leg. 27, fojas 58-60.

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Me han informado, sin poderlo confirmar, que antes de que me hiciera cargo de esta Oficina Consular, por los meses de Enero o febrero, del año en curso [1912], estuvieron en este puerto Delio Moreno Cantón y Ruz Ponce, opocicionistas al gobierno constituido, quienes estuvieron comprando armas, que despacharon en un barco de vela para puerto Cortez, habiéndose embarcado ellos para este mismo puerto, para luego reembarcarlas clandestinamente para costas mexicanas.^

Por su parte, el gobierno colonial ingles negó a las autoridades mexicanas la posibilidad de que existieran en aquel territorio individuos que tramaran en su contra, negando asimismo la posibilidad de que existieran lazos revolucionarios con el territorio federal de Quintana R oo.^

Las condiciones de inestabilidad en la política nacional fueron incrementándose paulatinamente durante los últimos meses de ese año, desembocando en el asesinato del presidente y el vice presidente de la república en febrero de 1913 y la usurpación de Huerta. "Con excepción del gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, y de la Legislatura de Sonora, los poderes constitucionales de todos los estados reconocieron al regimen que instaló Victoriano Huerta en febrero de 1913".^

La actividad contra el gobierno huertista fue intensa y envolvió a personajes como Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Francisco J. Mújica, Lucio Blanco, Jacinto Treviño y Pablo González entre otros. En este período el Plan de Guadalupe designó a Carranza Primer Jefe del Ejercito Constitucionalista y Encargado del Poder Ejecutivo, teniendo el mandato de convocar a elecciones una vez derrocado Victoriano Huerta.

A.H.S.R.E., LE-743, Leg. 7, foja 5. i'? A.H.S.R.E., LE-743, Leg. 8 , foja 1.

ULLOA, 1 9 8 1 , p . 1 1 1 6 .

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La actividad de Carranza y sus aliados fue intensa, teniendo aquél la necesidad de emitir una gran cantidad de disposiciones que favorecieran las causa que defendían. En ese periodo el Jefe del Ejercito Constitucionalista tomó una decisión de gran importancia para la region que nos ocupa: decretó la extinción jurídica del territorio federal de Quintana Roo, y su anexión al estado de Yucatán.

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Capítulo 4

Preámbulo de la incorporación de Quintana Roo a la nación

¿Que condiciones existían en el territorio federal de Quintana Roo al momento de su desaparición jurídica como entidad? ¿Cuales fueron las razones que sirvieron de base para una decision de tal magnitud? ¿El gobierno yucateco tuvo condiciones para gobernar y administrar la vida de las comunidades que habían pertenecido al territorio federal?

Las actividades económicas y la vida político-administrativa del territorio de Quintana Roo no habían cambiado sustancialmente al iniciarse el año de 1913. Si bien se dieron los ajustes correspondientes al cambio general que vivía México en esa época, las secuelas de los sucesos nacionales alcanzarían a esta apartada región en forma peculiar.

A pesar de la turbulencia política y la intranquilidad propias de la época en el territorio nacional, las compañías explotadoras de la selva quintanarroense continuaron con sus actividades normalmente. Dos de las más importantes empresas, &.Brokers Co?7?p%7?y y ÓMTT/oraf hicieron los preparativos para iniciarla temporada y contrataron trabajadores extranjeros para que laboraran durante varios meses en la zona inmediatamente al norte de la frontera con Belice.*^

Por esta razón, desde los primeros días del año enviaron a la Secretaría de Gobernación solicitudes para introducir legalmente a Quintana Roo a cientos de trabajadores con sus familias. El destino de esos grupos eran los campamentos Mengel

isa solicitudes de estas compañías estaban escritas en el siguiente tenor: Secretario de Gobernación. Respetuosamente suplicamos libre superiores órdenes para que se nos permita la entrada de 300 inmigrantes trabajadores con sus familias que arribarán a este puerto durante presente mes de Belize para nuestros trabajadores en río Hondo. C.C. Mengel y Bros. Cia." Cír. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 54, Exp. 18, sin foja.

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y Agua Blanca que dichas empresas teman en la ribera del río Hondo y cuyas concesiones se extendían selva adentro.

Cabe señalar que estos núcleos humanos ingresaron al país en calidad de inmigrantes trabajadores (por lo que eran acompañados por sus familias). Asimismo, el decreto del 25 de febrero de 1909, que se ocupaba del particular, no señalaba a la población de Payo Obispo como punto de entrada para este tipo de inmigrantes, por lo que no pudiendo el inspector local de migración recibir a un número mayor de diez, debía contar con una autorización especial de dicha Secretaría.^*

N o resulta extraño que esos empleados provinieran de la colonia británica de Belice, ni que la mayoría de ellos fueran de raza negra que estuvieran impuestos, por ser trabajadores especializados desde hacía varias generaciones, al clima local y a las largas y extenuantes jornadas de la explotación forestal.

La convergencia histórica de varios centenares de familias extranjeras en los campamentos en la zona fronteriza quintanarroense, había tenido como resultado que estos asentamientos precarios contaran con un mayor número de habitantes fijos. Una idea de la posible repercusión de esta inmigración de trabajadores puede verse reflejada en el anexo 4, que reproduce el movimiento local de inmigrantes y emigrantes, y cuya comparación demuestra, por ejemplo, que en la primera mitad de 1913, llegaron al territorio federal de ochocientas personas más de las que salieron de el.*^

170 ana descripción de ia forma en que se distribuían !as concesiones de tierra, véase ei capitulo 3 deeste trabajo.

i7 i Cír. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 15, Exp. 36, sin foja.i72 ]uego ^¡go indicador sólo es suficiente para aventurar algunas inferencias preliminares, pues

en los reportes de la aduana de Payo Obispo se registraban la entrada y salida de personas, independientemente de las razones de viaje, por lo que resulta evidente que no todos los que entraron en Quintana Roo permanecieron en

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Por otro lado, la población de Quintana Roo tuvo un incremento con la migración forzosa que llevo a varios grupos de hombres a las zonas central y sur de Quintana Roo. Como ya había ocurrido durante el gobierno de Porfirio Díaz, el territorio federal siguió recibiendo una multitud de prisioneros que cumplían condenas por una gama muy amplia de "delitos".

Sin dejar de tener presente que muchos eran delincuentes, también se debe señalar que arribaron a esta zona del país personas que sin haber cometido crimen alguno, fueron rebasadas por las condiciones de inestabilidad política y por las circunstancias mismas de los enfrentamientos armados en diferentes regiones de México,^ por lo que fueron integrados al Cuerpo de Operarios como "presos de guerra".

Ya se ha señalado que la explotación de la selva seguía desarrollándose en la zona. Sí bien estaba llegando fuerza de trabajo de manera constante para ese fin, no había una situación exenta de problemas. No sólo la mano de obra presentaba características peculiares ("inmigración nacional" forzosa e inmigrados del extranjero), sino que en

él, tampoco que fueran necesariamente trabajadores migrantes.La cantidad de personas que se reporta como salida del territorio federal puede clasificarse como emigrante,

pues muchos de los habitantes de la zona sur de Quintan Roo iban a las poblaciones cercanas de Belice a efectuar compras de diversas mercancías o tenían allá familiares a los que visitaban. Como sea, estos datos deben tomarse con las reservas del caso. Más información sobre este punto, se encuentra en A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 32, Exp. 12 y Vol. 15, Exp. 36.

Otro elemento vinculado con el movimiento migratorio de la época y con el manejo de los datos estadísticos, fue la inexistencia en Payo Obispo y en Bahía de la Ascensión, por lo menos desde 1910, de un Consejo de Inmigración, que debía componerse por empleados federales. Véase A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 38. Exp. 36, sin foja, y Vol. 38, Exp. 52. sin foja.

^ 7 3 acuerdo con el desarrollo de los enfrentamientos armados los cambios de bando eran frecuentes, esto propició que algunos líderes locales pudieran salir bien librados en muchas ocasiones, sin embargo esta situación no se repetían para todos los de la tropa ni la población civil, que en muchas ocasiones quedaban identificados como miembros de los vencidos por lo que eran hechos prisioneros. Algunos eran enviados a Quintana Roo a pesar de sei personas de edad avanzada o no haber sido enjuiciadas debidamente. El anexo 5 reproduce algunos documentos que pedían la liberación de quienes se encontraban en esta situación.

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ocasiones distintas autoridades tomaban decisiones que afectaban aquella actividad en Quintana Roo.

Al no estar claramente definidos los límites territoriales de Quintana Roo, los estados vecinos extendían, no siempre deliberadamente, su acción más allá de su jurisdicción política; las concesiones forestales son un buen ejemplo de ello. Los gobiernos de Campeche y Yucatan otorgaban permisos de corte de madera o extracción de chicle en las zonas colindantes con el territorio, en los que ocasionalmente se incluían tierras quintanarroenses. Consecuentemente, al surgir alguna dificultad en dichas concesiones los representantes de esos gobiernos, las autoridades del territorio o las nacionales, entraban en acción.

Uno de los casos más representativos de la época, por sus alcances y duración, fue la autorización otorgada al libanes Antonio Soda, quien extraía chicle al suroccidente de Quintana Roo, en las cercanías del poblado de Icaiché.

A mediados de 1912, el Juez Menor de Payo Obispo indicó al Subsecretario de Justicia, residente en la Ciudad de México, que dichas actividades alteraban el orden en aquella comunidad maya, por lo que

presentóse fuerza armada por orden [de las] autoridades [de] Campeche en [el] Campamento San Antonio [de] esta Jurisdicción propiedad Antonio Soda, cometiendo todo género [de] atropellos ocasionando muerte a una mujer y llevándose presos a mismo Campeche referido [Antonio] Soda, su esposa y casi todos [sus] trabajadores exigiéndoles dinero con todo género de vejaciones; tuve [en esa] oportunidad conocimiento [de este] asunto intentando proceder por invadir jurisdicción pero Jefe Línea Sur por entonces Prefecto Político informóme verbalmente que [eran] procedimientos ordenados por [el] Ministro [de] Gobernación...*^

^ cír. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 55, Exp 7, sin foja.

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En 1913 los problemas entre los mayas de Icaiché y los trabajadores de Antonio Soda aun continuaban. Este permisionario fue acusado por aquéllos de talar los bosques de su concesión y de realizar explotación fraudulenta de la selva circundante a dicha comunidad.

Las autoridades quintanarroenses, al estar sujetas a las decisiones de las federales, no pudieron ejercer una acción inmediata, de tal suerte que la comisión que debía atender los incidentes referidos tuvo que esperar el establecimiento de comunicación entre las distintas instancias de gobierno, la definición de la dependencia que era competente en el asunto, y por último, la resolución correspondiente para actuar.

De esta forma, el Juez Menor de Payo Obispo tuvo conocimiento de los problemas en aquella zona y de la intervención del ejército, comunicó el asunto a las autoridades de Gobernación y posteriormente, al no solucionarse la situación con las medidas de la milicia,*^ informó al Prefecto Politico del Distrito Sur, quien se puso en contacto con el Jefe Político del Territorio (radicado en Santa Cruz de Bravo, capital del territorio).

Siendo la maxima autoridad civil de Quintana Roo, el Jefe Político debió solicitar medio de transporte para llegar a Icaiché ante la Secretaría de Gobernación, quien a su vez realizó trámites ante la de Guerra y Marina para que librara las órdenes respectivas a las Botillas del territorio.

El anexo 6 reproduce el parte emitido por el mayor Gonzalo R. González, quien tuvo a su cargo la toma del campamento Soda, así como otros documentos sobre el particular.

i7s Regata interesante observar que el Jefe Militar de Payo Obispo, Jesús Rodríguez, no tuvo ninguna participación en los acontecimientos referidos.

121

N o habiendo embarcaciones militares que pudieran realizar el viaje, se solicitó autorización y presupuesto para el arrendamiento de un barco particular, pero la respuesta de la Secretaria de Gobernación también fue negativa. A más de nueve meses de iniciado el conflicto aun no se podía enviar a la comisión del gobierno territorial para que solucionase las diferencias entre los mayas y el concesionario.

Consumado el golpe de estado de Victoriano Huerta en febrero de 1913, la sustitución de las autoridades políticas en Quintana Roo se produjo con gran rapidez. Alfredo Cámara Vales, quien ocupaba la Jefatura Política, fue cesado del cargo antes de concluir ese mes, siendo reemplazado transitoriamente por Isidro Escobar Garrido. A partir de ese cambio, la jefatura política del territorio fue ocupada, en un Período de cinco meses por Angel Carrera Carbó y por Víctor M. M orón.^

De la misma forma, casi la totalidad de las nuevas autoridades locales del más alto nivel se caracterizaron por ser incondicionales del regimen huertista. En esas circunstancias, Eduardo Baqueiro tuvo un perfil particular; había ocupado la Prefectura Política del Distrito Sur a pesar de la renuencia de Cámara Vales, siendo ratificado en esa posición por el nuevo gobierno nacional.

cfr, A.G.N., Gobernación, Período Revoiucionario, Vol. 112, Exp. 81; Vol. 116, Exp. 65 y Vol. 56, Exp. 51. Alfredo Cámara Vales había substituido a ñnales de 1912 al general Rafael Eguía Lis (también registrado en las fuentes como "Liz") en la jefatura política de Quintana Roo. El anexo 7 presenta parte del inventano de las pertenencias de esa instancia, consistente en los expedientes que documentaron diversas áreas de la vida local, que por su aparente riqueza, deberán ser buscados en diversos repositorios nacionales.

Las fuentes señalan que Carrera Carbó se desempeñó en la jefatura política alrededor de cuatro meses y en agosto de ese año, el general Víctor M. Morón ya estaba en funciones. Asimismo, el secretario de la Prefectura Política de Isla Mujeres fue cesado del cargo, dado que Morón tenía fundadas sospechas para creerlo [en] conveniencia [con] revolucionarios [de] Belice y Habana'. Cfr. A.G.N. Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 120, Exp. 72, sin foja.

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Baqueiro había ocupado alternadamente, a lo largo de nueve anos -la última etapa del porfinato-, las Prefecturas de los Distritos Norte y Sur y fue Juez Menor dos años, ademas formo parte de la columna que se preparó para enfrentar el movimiento anti- reeleccionista de Castilla Brito en 1911. En agosto de 1913 solicitaría a la Secretaría de Gobernación el nombramiento de Jefe Político de Quintana Roo y para octubre sería nombrado Prefecto Político en Isla Mujeres, lo que despertó el rechazo de sus habitantes, por lo que quedaría cesado del cargo a finales del año.^

Otra medida de cierta importancia para lograr un mayor control de la vida local fue la separación, en la zona fronteriza de Quintana Roo (Distrito Sur del territorio), de los ramos de justicia y de guerra.

La estructura del gobierno territorial, a mediados de 1913, se componía en Santa Cruz de Bravo (zona central de Quintana Roo) de un jefe político, un secretario, un escribiente, un meritorio, un comandante de policía y cuatro agentes de policía; el Distrito Norte tenía un prefecto político, un secretario, dos comisarios de policía, tres agentes de policía para Isla Mujeres y otros tres para Cozumel, un agente de policía para El Cedral, mientras que el Distrito Sur contaba con un prefecto político, un secretario, ocho agentes de policía, un prefecto político en Icaiché, un secretario del mismo, un comisario de policía; en Ramonai seis agentes de policía, para Esteves, Santa Elena y no Huach, además de siete presidentes municipales encargados del Registro Civil.

^ Cfr. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 12, Exp. 87, sin foja, cfr. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 116, Exp. 65, sin foja.

179 g] personal que ocupaba dichos cargos el 30 de junio de 1913 era el siguiente: jefe político, Coronel Víctor M. Morón; secretario del mismo: vacante; escribiente de la Jefatura Política, Srita. Marta Beatriz Rodal, meritorio, vacante; comandante de policía, Antonio Godines; agentes de policía, Guadalupe Torres Asención, Rodríguez Martín Elenis y Ruiz Germani; además la capital del territorio contaba con un encargado de la planta eléctrica, Pedro Gasea; fogonero, Eleazar Dehesa; Ayudante del fogonero, Valentín Hernández. En el Distrito Norte, Prefecto Político de Isla Mujeres, Emilio Garay; secretario, Femando Fernández, y en el Distrito Sur, prefecto

123

Asesinados Francisco I. Madero y José María Pino Suárez en la Ciudad de Mexico, Venustiano Carranza inicio rápidamente un movimiento revolucionario para derrocar al dictador Huerta. Con ese objetivo, envió a los Estados Unidos a diversos colaboradores para reclutar hombres, adquirir armamento y trazar una estrategia para establecer una base de operaciones al sur de la frontera mexicana con Centroamérica, de tal forma que se contara con frentes militares en distintas regiones de México.

Una de las primeras noticias sobre dicha organización fue comunicada a la Secretaría de Relaciones Exteriores por el cónsul de México en Mobile. Este diplomático señaló que además de los grupos carrancistas de Sonora, existían grandes núcleos revolucionarios en Veracruz (principalmente en Orizaba y Río Blanco) y que los enviados de Carranza estaban remitiendo armas a Belice con la intención penetrar en territorio nacional desde el sur.^°

En esas circunstancias, el gobierno mexicano solicitó a su homólogo inglés la vigilancia de los revolucionarios llegados a Belice, recibiendo como respuesta el ofrecimiento de emitir leyes que facilitaran su expulsión de esa colonia, así como la proscripción del tráfico de armas.^* A pesar de las declaraciones británicas, las actividades contra el gobierno huertista continuarían tanto en Belice como en Guatemala todo ese año y se extenderían, por lo menos, hasta 1914.

político, Eduardo Baqueiro; secretario, José Rivadeneira; comandante de policía, Arturo Novelo; agentes de policía, Romualdo Souza, Aurelio Martínez, Agustín Flores, Enrique Araiza, Sotero López Pat, Román Armenio, Gumersindo Carrillo; comisario de policía en Ramonai: Manuel Contreras; agentes, Antonio navas, Toribio Blanco, Rafael Garza, José del C. Calderón, Lázaro Camacho y Germán Chamorro. Cír. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Caja 12, Exp. 62, sin foja.

A.H.S.R.E., LE-1171, Leg. 13, sin foja.^ A.H.S.R.E., LE-794. Leg. 9, foja 27.

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Hacia la mitad de 1913 se dieron una serie de hechos que dieron un giro a la situación general de Quintana Roo. Alfredo Camara Vales, quien ocupara hasta febrero de ese año la jefatura política del territorio, llegó a la península de Yucatán con un cargamento de armas procedente de Nueva Orleans, saliendo después del puerto de Progreso para iniciar un movimiento revolucionario en asociación con Manuel Castilla Brito.

Cámara Vales, político de origen yucateco que había estado emparentado con José María Pino Suárez, se afilió al carrancismo y obtuvo el apoyo del gobernador de ese estado para realizar sin obstáculos las maniobras de organización del movimiento y del traslado de los pertrechos de guerra hacia Belice.*^

Simultáneamente, Venustiano Carranza decretó en Piedras Negras la extinción jurídica del Territorio Federal de Quintana Roo y su anexión al estado de Yucatán. La parte medular de tal medida dice lo siguiente:

Considerando: Que al restablecerse el orden constitucional el Territorio de Quintana Roo, debe anexarse al Estado de Yucatán, del que fue parte integrante, para que ambas Entidades constituyan dicho Estado, he tenido a bien decretar lo siguiente:

Unico: El Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y Gobernador Provisional del Estado de Yucatán, asumirá el mando político y militar del Territorio de Quintana Roo, considerando éste desde la publicación del presente Decreto, como parte integrante de aquella Entidad Federativa.*^

Tomada esa decisión, los revolucionarios mexicanos continuaron llegando a Belice, donde establecieron relaciones con algunas casas comerciales para la introducción

132 A.H.S.R.E., LE-785, Leg. 23, fojas 1, 3-5 y 35.1 83 CANTO GONZÁLEZ, 1976, p. 13. Este decreto se publicó en el número 3 de Æ/

Hermosillo, Sonora, el 6 de diciembre de 1916.

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de armamento. El consulado mexicano en aquella colonia vigiló las acciones de los rebeldes y dio cuenta de una amplia gama de sospechosos: súbditos ingleses dedicados al comercio, revolucionarios centroamericanos, ciudadanos estadounidenses, políticos guatemaltecos, y aun representantes diplomáticos mexicanos y funcionarios de Quintana Roo.^

Los preparativos para ingresar a Mexico continuaban y para agosto de 1913 el consul mexicano estimaba que la tropa de Castilla Brito ascendía a trescientos hombres, Asimismo, las operaciones de los revolucionarios se habían extendido a Guatemala, en donde al parecer algunas autoridades les daban su apoyo. En preparación al rompimiento de hostilidades, se estableció una ruta hacia Mexico que tocaba diversos campos de chicle y monterías.*^

El compromiso de las autoridades británicas de hacer observar la neutralidad durante el conflicto, fue ampliamente investigado por los diplomáticos mexicanos en esa colonia, reuniendo datos que mostraban la violación de ese precepto por parte de varios

134 Entre tas primeras casas comerciales con tas que se estabteció este contacto, se encontraban Pe/Y%vMo Prof/zery y TVabef & Resutta de especial interés el que S.M. del Toro, cónsul de México en Belice, señalaraque los hermanos Perdomo realizaban contrabando de armas cuando, un par de años antes, Pino Suárez y Castilla Brito organizaran un movimiento en contra de Porñrio Díaz. Cfr. A.H.S.R.E., LE-786, Leg. 38, sin foja.

Por otro lado, no resulta extraño que los establecimientos comerciales de Belice importaran armas, en esa época muchas empresas dedicadas al corte de madera y a la extracción de chicle compraban armamento en Estados Unidos, entre ellas C. & Co., C. Me/Aano & -Sons, Mor/an, J. PewA, J. ProJ/e & Co., A&yer íM er &Co., 7PÆ ÆcAe/Ÿ, ^ Genf/e & Co., PePze Ey?a;e & P rosee Co., Perafomo Pro;/zer.y, Pfíw/braf Mana/ac^/Kg Co., CMpzberf Pro/Tzerr, Xrzzg & Co.. Cfr. A.H.S.R.E., LE-743, Leg. 7, foja 1.

iss bjen el decreto de Carranza anexó el territorio federal al estado de Yucatán, hay elementos que permiten inferir que tal fusión no se realizó, al menos no inmediatamente, ni de manera total. En las siguientes páginas se presenta un panorama de esa situación.

Para consultar los detalles de los participantes en este movimiento revolucionario, véase A.H.S.R.E., LE-786, Leg. 38; LE-752, Leg. 1; LE-788, Leg. 24; LE-1171, Leg. 13; LE-794, Leg. 9 y A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 120, Exp. 72.

iss cfr. A.H.S.R.E., LE-752, Leg. 1, foja 1 y ss.

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comerciantes locales. Paralelamente, los partidarios de Castilla se relacionaban con las autoridades de Belice al amparo de las recomendaciones de varias casas comerciales, logrando con ello menguar el celo de su vigilancia.

Al caracterizar el consul mexicano el ánimo de algunos habitantes de la colonia y de las autoridades locales respecto a la situación mexicana, señaló:

desgraciadamente en esta Colonia todo está bien hecho cuando se trata de actos que afecten a otros países distintos del Imperio Británico, y si los delincuentes son personas que puedan por sus recursos, compra[n] la amistad de los vecinos prominentes de esta Colonia que en asuntos gubernamentales tienen influencia decisiva. (...)

He indicado a esa Secretaría [de Gobernación] que sería conveniente pedir a la Corte de Londres que librara órdenes al Gobierno de esta posesión colonial para que dictara algunas medidas restrictivas contra los trabajos revolucionarios que últimamente se han emprendido y esto lo hice porque el Secretario de Gobierno y el Superintendente de Policía, separadamente y en un sentido amistoso y reservado, me indicaron que hay intereses aquí que impedirán siempre la acción del Gobierno y que solamente órdenes expresas del Gobierno imperial modificarían un tanto las condiciones actuales. (...)*^

A finales de 1913, los revolucionarios habían establecido definitivamente en el departamento guatemalteco del Peten una base de operaciones militares, con el consentimiento del jefe político local y al menos un agente de resguardo. De estos datos, se enteró a la Legación de Mexico en Guatemala para que interviniera ante el gobierno de ese país y se trató de informar al presidente guatemalteco Estrada Cabrera.^

187 foja 4 Con base en estas recomendaciones, ei Oficial Mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores solicitó a Francis Stronge, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la Gran Bretaña en México, comunicara a su gobierno la solicitud de que se recomendara a las autoridades de Belice que impidieran las violaciones a la neutralidad. Cír. /¿K?, p. 8 .

i"" A.H.S.R.E., LE-794. Leg. 99.

127

El arsenal reunido y el avance en la organización del movimiento revolucionario en Guatemala permitió una serie de incursiones a territorio mexicano, en particular a los estados de Chiapas y Campeche. Por esta razón el legado mexicano recibió del presidente Estrada el compromiso de una posición neutral y la seguridad de que las municiones que estaban llegando a ese país (en particular un fuerte cargamento de 300,000 cartuchos Remington que llegó en enero de 1914 procedente de Nueva Orleans) era una adquisición del gobierno para dotar a su ejército y Castilla Brito no había tenido ninguna participación en ellad^

En febrero de 1914 el gobierno mexicano pidió al guatemalteco que tomara las disposiciones necesarias para cumplir con la neutralidad ante el conflicto y esgrimió argumentos que ponían en duda tal neutralidad. Señaló que los líderes del movimiento radicaban en la Ciudad de Guatemala

D. Manuel Castilla Brito y D. A, Cámara Vales se encuentran en esta ciudad, estando el primero de ellos procesado en México por graves delitos del orden común, y siendo el segundo un connotado jefe de la revolución. Estoy informado de que Castilla Brito vive en la 13 calle Poniente (...) y Cámara Vales en uno de los hoteles; el primero se oculta, pero no este último.

Las quejas del legado mexicano apuntaron que las medidas establecidas por las autoridades guatemaltecas habían sido ineficaces y apuntaló su argumento señalando que

^9 A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, foja 5 y LE-787, Leg. 12, foja 5.iso A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 12, foja 6 . Este mismo documento señala que "...acaba de comunicarme el

señor Ministro de Relaciones de México, que el turco Antonio Soda, agitador peligroso, en connivencia con Castilla Brito se ha introducido al territorio guatemalteco con un grupo de gentes y se encuentra en terrenos nacionales concedidos por este Gobierno al ciudadano americano Plummer...", y anexa un manuscrito que a la letra dice: "Señor Ministro de México en Guatemala. Guatemala City. Participo a Ud. Señor Ministro que el Presidente Cabrera está proporcionando rifles y parque y riales a un señor Ricardo Carrascosa que está de acuerdo con un General Mejicano que es paisano de nosotros que se apellida Garza Pérez y un Señor Sertuch que también está allí en Guatemala. Ya di aviso a mi General Huerta; pero como Ud. está más cerca la puede evitar mas luego...

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la no remoción del Jefe Politico del Peten era una prueba de la libertad de acción que se daba a los revolucionarios mexicanos.

La respuesta del gobierno guatemalteco exponía su perspectiva a la reclamación de Mexico: se habían dictado las medidas que se creyeron convenientes para mantener la neutralidad, iniciando una investigación sobre las denuncias hechas, pero consideraba que no sería correcto proceder sin pruebas. Las averiguaciones efectuadas por el Auditor de Guerra y un Juez de Primera Instancia aun no concluían y sería hasta entonces que se dictarían las disposiciones correspondientes.*^*

La conclusión del gobierno guatemalteco determinó que en su territorio nacional no se realizaban actividades que violaran la neutralidad, ni tampoco se encubría o estimulaba a los rebeldes. Tal posición provocó una reacción inmediata del legado mexicano, quien documentó la evolución de los hechos. Reiteró la falta de neutralidad de algunos funcionarios gubernamentales y aun el apoyo que brindaban a Castilla Brito y Cámara Vales, recordó la información proporcionada por el para la aprehensión de los revolucionarios, así como la denuncia del contrabando de armas que, adquiridas en Estados Unidos, arribaban a ese país vía Belice.*^

Las acciones del grupo de Castilla Brito hacia mediados de 1914 dejaron en esos términos los arreglos entre las autoridades mexicanas y guatemaltecas. La nueva estrategia fue penetrar territorio nacional teniendo algunos enfrentamientos armados en Campeche, Tabasco y Chiapas.

^ A.H.S.R.E., LE-781 , Leg. 12, foja 8 y LE-787 , Leg. 14.iss A.H.S.R.E. LE-787 , Leg. 14, foja 6 . La argumentación presentada por el legado Luis Pérez Verdía

aporta un bosquejo general de la vinculación existente entre diferentes instancias norteamericanas, el acarreo de armas en Belice y la protección otorgada por ciertas autoridades guatemaltecas. Para una referencia más amplia sobre el particular, véanse entre otros A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15; LE-787, Leg. 15, LE-743 Leg. 8 , LE-794, Leg. 9, LE- 786; LE-8 6 8 , Leg. 3; LE-752, Leg. 1.

129

Como ya fue apuntado, el otro frente atendido por el gobierno mexicano fue Belice. A lo largo de este Periodo, los esfuerzos se encaminaron a lograr la neutralidad británica, asi como la suspension del contrabando de pertrechos de guerra Que a través de esa colonia alimentaba a los revolucionarios establecidos en el Peten.

Estas gestiones lograron acciones en dos niveles distintos, por un lado el gobierno colonial puso en vigor ordenanzas que prohibían la importación de pertrechos de guerra y autorizaban la deportación de todo extranjero que fuese considerado pernicioso; por el otro se pusieron en actividad las fuerzas armadas de la colonia, que destacaron una compañía de infantes de marina en El Cayo y decomisaron, con el apoyo del crucero

algunas embarcaciones de la compañía Per&two (para otrasreferencias, véase nota 16 de este capítulo), empresa estrechamente relacionada con los revolucionarios mexicanos, que hacía la ruta de ese puerto a los Estados Unidos transportando tanto a los líderes del movimiento, como el armamento comprado en aquel país de norte.

Los informes recibidos por el cónsul de México en Mobile, a finales de 1913, señalaban que algunos oficiales de la compañía Co. eran cómplices delgrupo de Cámara Vales y Castilla Brito. El apoyo otorgado por tal empresa consistía en encubrir la organización con sede en Nueva Orleans y transportar hacia el sur -no se tenía la certeza sí a la frontera entre Belice y Guatemala, a Payo Obispo o a Xcalak, "en el Territorio de Quintana Roo"- tanto a los líderes como los elementos de guerra adquiridos, que eran entregados a algunas casas comerciales locales para su envío a Guatemala.

i 9 3 A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, sin foja. La labor de vigilancia se extendió oñcialmente a la costa del Caribe e incluía el registro de toda embarcación que llegase al puerto de Belice.

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Al iniciar 1914, el libanes David Sabala fue capturado por las autoridades británicas, en el Distrito de El Cayo, mientras transportaba armamento de los rebeldes hacia la frontera con Guatemala. Este acontecimiento hizo esperar que seria juzgado en la Corte Suprema, erigida en Corte de Almirantazgo, por la violación a las leyes de neutralidad inglesa y limitaría la participación de otros cómplices de Cámara V a le s .

Por ese entonces, la presencia de Castilla Brito y su cuerpo de oficiales fue constante en Belice, sabiéndose que tenía un fuerte vínculo con la compañía &

Los embarques de armas se incrementaron y se estimaba que la fuerza comandada por Castilla Ascendía a 5,000 efectivos.^

Sólo unos días después, Alvaro Habet -socio de la compañía citada- y Manuel Antonio Perdomo también fueron aprehendidos en Belice acarreando municiones y armas hacia la frontera, por lo que serían juzgados por la Corte de Almirantazgo; estas capturas ocasionaron que otras casas comerciales cancelaran sus compras en los Estados Unidos, lo que parecía anunciar el fin del suministro a los revolucionarios. El anexo 8 reproduce la causa instruida por la Suprema Corte de Belice en contra de David Sabala y muestra el ánimo que imperaba en las autoridades británicas hacia los contrabandistas.

Celebrado el juicio de David Sabala y revisadas las pruebas contra Alvaro Habet, el Procurador General de Belice no encontró causa justificada para llevarlo a la Suprema Corte. El caso se dio por terminado al publicarse en C/%Wo72 una nota cuyo contenido señala

i 94 A.H.S.R.E. LE-787, Leg. 15, sin foja. El verdadero nombre de Sabala era David Stap, quien había vivido en la ciudad de Campeche y estaba emparentado con Castilla Brito y con uno de los dueños de la compañía

A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, foja 11.

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La siguiente no es sino una excesivamente pobre satisfacción para el señor Alvaro Habet por las indignaciones que sufrió:DEPARTAMENTO DEL PROCURADOR GENERAL

Belice, 23 de Febrero de 1914Señores:Tengo la satisfacción de expresar que los testimonios recogidos y la posterior investigación que obra en mi poder no me permiten pedir al Comisionado de Distrito que ordene el enjuiciamiento del señor Alvaro Habet; por consiguiente he telegrafiado al Comisionado de Distrito suplicándole de por terminado el caso.

Tengo el honor de ser,Señores,

Su muy obediente servidor.(Firma)

L.H. Elphinston Procurador General*^

Paralelamente, el gobierno inglés comunicó al de México que las autoridades de Belice estaban haciendo su mejor esfuerzo para evitar cualquier intervención de súbditos británicos en el conflicto mexicano. Las medidas tomadas incluían el envío del buque de guerra que patrulló la costa de esa colonia durante dos meses, además se"había empezado á proceder contra David Sabala y Alvaro Habet, por violación de la Ley de Alistamiento de Extranjeros", se capturaron partidas de municiones, se vigilaban las zonas peligrosas y se dieron instrucciones que facilitaban la expulsion de extranjeros perniciosos.^

Ante esta situación, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México se dedicó, el resto de 1914, al envío periódico de misivas que reiteraban la solicitud de vigilancia de las zonas fronterizas de Belice con Mexico y Guatemala. Indudablemente, el

iss A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, foja 53. ^ A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, sin foja.

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Mapa 8 Frontera Belice-Guatem ala

Fuente: READtNGS m BEUZEAN HiSTORY; 1987.

desarrollo de los sucesos nacionales, la salida del país de Victoriano Huerta y la sucesión Francisco S. Carbajal en la presidencia, la pugna entre Carranza, Zapata y Villa, asi como la constante presencia e influencia del gobierno norteamericano en este enfrentamiento nacional fueron decisivas para que no se prestara mayor atención a la actitud británica.

A mediados de 1915, el gobernador de Belice remitió una protesta a México, señalando que el nuevo cónsul enviaba mensajes desde esa colonia en los que se recomendaba la toma de Payo Obispo. Aquel funcionario acotó que si "la acción militar es desgraciadamente necesaria en Quintana Roo, ninguna indicación o información deben de ser enviadas de esta Colonia. De todas maneras debo insistir sobre la estricta neutralidad que debe observar la Colonia, y que Belize no se convierta en base militar".^

Las fuentes de archivo indican que este fue el último evento regional concerniente al movimiento revolucionario desarrollado por Alfredo Cámara Vales y Manuel Castilla Brito, pero permiten la reflexión alrededor de la desaparición del territorio de Quintana RooV

Ya se dijo que en junio de 1913 Carranza decretó la anexión de Quintana Roo al estado de Yucatán. La medida del jefe del ejercito constitucionalista fue tomada durante la presidencia de Victoriano Huerta y cabe preguntarse si el gobierno constituido reconocía las órdenes emitidas por aquel revolucionario. En este mismo

iss A.H.S.R.E., LE-861, Leg. 2, foja 123.99 La documentación consultada en el Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de

México, menciona en repetidas ocasiones la vinculación de Félix Díaz con el movimiento de Cámara y Castilla, inclusive señala que éstos eran subordinados de aquél. Este aspecto del movimiento revolucionario regional queda abierta para posteriores investigaciones, pudiendo aportar datos que complementen significativamente la visión del mismo.

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capitulo se señalo también que las autoridades políticas del territorio fueron substituidas desde los primeros días del regimen huertista y que a pesar de la referida extinción jurídica, siguieron en funciones las autoridades locales.

Aunque las fuentes son escasas, se pude inferir que en la realidad no se dio aquella fusion. Parece claro que la posición estratégica de Quintana Roo -frontera con Centroamérica cuya ubicación en las rutas marítimas del Atlántico y el Caribe lo definen como el paso obligado entre América del Norte y el resto de Latinoamérica- era valorada por los bandos en conflicto y cada uno puso en marcha medidas para tratar de controlarlo.

Los enemigos de Huerta intentaron minar el dominio de éste en esa región al anexarlo a Yucatán; el relativo aislamiento de la zona fronteriza del resto de las poblaciones yucatecas podría significar un cierto margen para llevar adelante la organización de un movimiento revolucionario regional y operar sin mayores obstáculos. Las amplias costas caribeñas de la península y la existencia de pocas poblaciones eran ideales para aquel propósito.

Por su parte, el conocimiento de Huerta sobre las condiciones existentes en Quintana Roo y su importante localización geográfica, significaron que no perdiera de vista esa zona del país y tomara medidas para nombrar autoridades que evitaran las acciones revolucionarias.^

2 0 0 yictoriano Huerta participó en la Campaña de Yucatán a principios de siglo. Miembro de la tropa del General José María de la Vega, tuvo la oportunidad de compenetrarse en las condiciones locales y evaluar la importancia del territorio en tanto zona fronteriza.

El Archivo de general Bernardo Reyes, resguardado por el Centro de Estudios de Historia de México (Condumex), tiene la correspondencia intercambiada en esa época entre aquel militar y Victoriano Huerta.

134

Las referencias a Quintana Roo en el Período, se encuentran en su totalidad en documentos oficiales de las autoridades nacionales, con excepción del comunicado inglés de 1915 que se ha insertado arriba. Estas fuentes documentan diversas áreas de la vida local y muestran que en el territorio se desarrollaba una actividad independiente del gobierno yucateco.

La primer mención del territorio, supuesta la publicación del decreto de Carranza (pero emitido seis meses antes), la hizo el cónsul mexicano en Mobile, Alabama, al rendir un informe sobre el desembarco de armas en las costas caribeñas y el posible arribo de Cámara Vales y Castilla Brito a Payo Obispo o Xcalak. Desde luego, la cercanía de la anexión podría hacer suponer que ésta todavía no se realizaba.

Sin embargo, a lo largo de 1914 continuaron las referencias a Quintana Roo. En la vigilancia del movimiento revolucionarios de la época, el Servicio Consular Mexicano en San Antonio, Texas, arrestó a un ciudadano norteamericano -al parecer uno de los "mercenarios" que se enrolaron con Castilla- quien informó que contaban con planos topográficos de Quintana Roo.^ Por su parte, el cónsul en Belice comunicó a sus superiores que había realizado trámites para repatriar a dos mexicanos enfermos, que habían permanecido hospitalizados en esa ciudad varios meses. Este diplomático consideró terminada su labor cuando los mandó "separadamente a Payo Obispo, Quintana Roo, a donde llegaron sin novedad".^

2 0 1 Llama la atención que el Servicio Consular no hiciera ninguna acotación sobre una entidad federativa que, supuestamente, ya no formaba parte del país, de ahí que se pueda concluir que su existencia era un hecho. Cír. A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, sin foja.

A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, sin foja.

135

Asimismo, el Visitador de consulados en Estados Unidos reportó diversos embarques de armamento y municiones salidos de La Florida, que haciendo escala en Cuba, se introducían a Guatemala, vía Quintana R oo.^

Ciertamente los citados funcionarios pudieran no estar enterados de algunos sucesos nacionales y centraran su atención en la tarea diplomática que se les había encomendado. Aun el consul en Belice pudiera haber estado en esta situación. Sin embargo, hubiese sido difícil que otras instancias gubernamentales, encargadas de supervisar actividades desarrolladas al interior del país, no estuvieran informadas de la supresión de una entidad federativa.

Por ello, resulta significativo el hecho de que, a solicitud del Prefecto Político del Distrito Sur de Quintana Roo, la Secretaría de Gobernación -instancia federal que tenía facultades de mando en los territorios federales- acordara en 1914, que

la Secretaría de Hacienda con cargo a la partida 5512 del Presupuesto vigente, y % /%vor afe/ Æ%g%afor afe /<% afe/ Territorio afe Poo, [liberara recursos] porla cantidad de $1,500 para cubrir los materiales que se aprovecharon en la reconstrucción de la Prefectura Política del Distrito Sur; y afigáse %/ ye/e Po/itico afe/ wiswo Territorio (...) que haga los pagos respectivos...^

Esta no fue la única dependencia federal que actuó en ese sentido. La Secretaría de Agricultura y Colonización consideró que

Existiendo entre los diversos concesionarios para la explotación de productos forestales en el Territorio de Quintana Roo y en los Estados de Campeche y Yucatán, dificultades motivadas por causa de no estar perfectamente fijados los linderos entre los Estados y Territorio mencionados y siendo bajo todos conceptos conveniente hacer cesar esas dificultades; he de merecer de Ud. se sirva informar a esta Secretaría si esa de

A.H.S.R.E., LE-794, Leg. 6, foja 1.A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Voi. 21, Exp. 38, sin foja. El subrayado es mío.

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su digno cargo esta dispuesta a emprender desde luego los trabajos de fijación de dichos limites, o si esta conforme en que sean llevados a cabo por los ingenieros que designe esta Secretaria, en el concepto de que los terrenos por los que pasen dichos linderos son de propiedad de la Nación y están al cuidado de esta propia Secretaría.^

La Secretaria de Gobernación, destinataria del mensaje anterior, accedió a que la de Agricultura hiciera el trazo de los linderos referidos^ y dos agentes de tierras se trasladaron a Quintana Roo en julio de 1914, vía Guatemala y Belice, para realizar dicho trabajo.^

En septiembre, el general Arturo Garcilazo llegó a Santa Cruz de Bravo como comandante militar de la zona, poniendo en marcha un ambicioso programa de trabajo que significó, entre otras cosas, la reparación del tren militar que comunicaba ese punto con el puerto de Vigía Chico, la construcción de un mercado y la de dos muelles.^

La rebelión de Ortiz Argumedo en Merida, iniciada a principios de 1915, aunque declaró no estar en contra del gobierno de Venustiano Carranza, fue combatida por Salvador Alvarado, quien fuera enviado exprofeso por aquél para retomar el control de

A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Caja 33, Exp. 26, sin foja.E¡ acuerdo tomado ei primero de abril de 1914 por la Secretaría de Gobernación señala textualmente

lo siguiente: "Contéstese que esta Secretaría acepta que la de Agricultura y Colonización Heve a cabo por medio de los ingenieros que designe, los trabajos de fijación de límites entre el Territorio de Quintana Roo y los Estados de Campeche y Yucatán, esperando que se sirva en su oportunidad ministrarle los informes de los trabajos de dichos ingenieros, para los efectos legales a que haya lugar." Cír. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Caja 33, Exp. 26, sin foja.

207 En un comunicado del cónsul de México en Guatemala, se informa que estos agentes de tierras enfrentaron obstáculos para viajar a Belice, dadas las órdenes del gobernador de esa colonia para que se observara la neutralidad inglesa y se vigilara a los ciudadanos mexicanos que viajaran a ese destino. Cír. A.H.S.R.E., LE-787, Leg. 15, foja 56.

CAREAGA, 1990, 162.

137

Yucatan. En solo un mes Alvarado desarticulo la rebelión argumedista y se hizo del poder en Yucatán.^

Para junio de ese año vuelven a sucederse eventos de gran importancia local. Alvarado entrega Santa Cruz de Bravo a sus fundadores y antiguos moradores, los mayas, trasladando la sede de las autoridades locales a Payo Obispo, que en esos momentos sufría una despoblación generalizada.^

Casi simultáneamente, Carranza emitió un nuevo decreto en el que se consideran tanto las circunstancias del momento -la rebelión argumedista y el peligro de que pudiera reorganizarse un ataque militar que usara como puerta de entrada las costas caribeñas de la península yucateca-, como las condiciones históricas de la creación del territorio federal en 1902: la "pacificación de los mayas" y la prerrogativa del gobierno federal para asumir la administración pública del mismo.

Tal decreto canceló la disposición tomada por el mismo Carranza que había extinguido jurídica de Quintana Roo en 1913, y señaló que

El Territorio de Quintana Roo, con sus límites que señaló el artículo 43 reformado de la Constitución, seguirá considerándose en lo sucesivo como Territorio federal, segregado del Estado de Yucatán y sujeto al Gobierno General, con sujeción a las leyes y disposiciones expedidas hasta el 19 de febrero de 1913, y a las demás expedidas sobre el particular por esta Primera Jefatura.^

2°9 p ^ a una v is ió n detaliada de la actuación de A lvarado en Yucatán y las co n d icion es im perantes en la reg ió n , v é a n s e en tre o tro s ALVARADO, 1 965; BETANCOURT, 1 989; CANTO LÓPEZ, 195 4; PAOLI, 1 9 8 4 .

VALLARIA, 1 9 8 7 , p 3 3 .

211 CANTO GONZÁLEZ, 1976, pp. 17 y 18. Véase ALVAREZ, 1972; CAREAGA, 1990; GÓMEZ, 1938; HIGUERA, 1987; M ENA, 1 9 4 2 ; VALLARIA, 198 7 .

138

Esta, medida parece haber sido una adecuación a la realidad vivida en la zona oriental de la península y, como se ha visto, constituyó una formalidad jurídica que permitió la supervision del desarrollo del area por parte del gobierno federal.

El cambio de sede de los poderes a Payo Obispo significó la conversión de esta población en la capital del territorio federal. El coronel Carlos Plank fue nombrado Jefe Politico de Quintana Roo y desde este punto se dio a la tarea de regular la explotación forestal de la zona.

En esta época el flujo migratorio hacia la zona que nos ocupa contó con un nuevo elemento, que jugó un papel relevante en la explotación forestal en la frontera. Grandes núcleos de trabajadores llegaron de Tuxpan, Veracruz, para integrarse a la extracción de chicle.

Paralelamente, el corte de maderas preciosas continuaba. El capítulo anterior señala que desde la creación del territorio federal, las concesiones forestales se otorgaban preferentemente a los nacionales y éstos celebraban contratos con las compañías extranjeras para su venta.

Empresas inglesas, alemanas y estadounidenses participaron en esta actividad, tratando de lograr el mas amplio margen de ganancia. Por ello, cuando el nuevo jefe político estableció un impuesto de exportación de dos dólares por troza que saliera de Quintana R o o ,^ se produjo un conflicto en el que intervino el Departamento de Estado norteamericano.

^ VALLARIA, 1 9 8 7 , p . 3 3 . C ír.

139

Tras unos meses de intercambio de comunicados entre el Departamento de Estado y las secretarias de Agricultura y Fomento, Relaciones Exteriores y Gobernación de Mexico, el coronel Plank recibió a finales de 1915 la orden de suspender el cobro dedicho im puesto.^

La administración de Plank estuvo plagada de conflictos con diversas instancias del gobierno federal. Una vez concluida la disputa ocasionada por el cobro del impuesto a la madera, se planificó la reorganización de la administración de justicia en Quintana Roo; para tal efecto la secretaria del ramo envió un comisionado, quien no pudo siquiera llegar a su destino, pues al comunicar al jefe político su próximo arribo, este le informó que tal labor ya había sido realizada "por el C. Gral. Salvador Alvarado, Gobernador del Estado de Yucatán".^

Dados los obstáculos a los que se enfrentó, el comisionado regresó a la Ciudad de Mexico y la secretaría trató de obtener los datos generales de los funcionarios del ramo en ejercicio, ya que los juzgados estaban activos y así los hacían saber a la autoridad federal. Tras seis meses de intentos fallidos, en los que se solicitaba a Plank hiciera la propuestas de quienes debían atender los juzgados, se envió un comunicado al secretario de gobernación, indicando que

Como no ha sido posible hasta ahora reorganizar el ramo de justicia en el Territorio mencionado por las dificultades apuntadas con que se ha tropezado, estimaré a usted se sirva coadyuvar con esta Secretaría a fin de que el C. Jefe Político de Quintana Roo

2i3 A.H.S.R.E., 16-16-9, varias fojas. Más adelante, en julio de 1916, volvieron a emitirse quejas contra Carlos Plank, quien había recibido pago de pequeños permisionarios para explotar la selva, pero no permitió el inicio de los trabajos. Cfr. A.H.S.R.E., LE-801, Leg. 22, sin foja.

^ A.G.N. Gobernación, Periodo revolucionario, Vol. 58, Exp. 52, sin foja.

140

haga las proposiciones de acuerdo con la petición que se le hizo en el último oficio referido.^

Por otro lado, en 1916 La Secretaría de Instrucción Pública informó a la de gobernación que Plank estaba interfiriendo en la labor educativa de Quintana Roo. La queja señalo que el Inspector General de Educación Pública del territorio había recibido órdenes del jefe político de no tratar asuntos oficiales con sus superiores de la Ciudad de Mexico, posteriormente, a pesar de no tener facultades para ello, Plank designó al Inspector de Zona y finalmente, cesó al Inspector General.

Por considerar estos hechos como una intromisión en asuntos en los que no tenía competencia el jefe político, Instrucción Pública pidió a Guerra y Gobernación se dieran las órdenes conducentes para que Plank se abstuviera de invadir atribuciones que no le correspondían.^

En esos años, la actividad silvícola experimentó un cambio trascendental en su organización laboral

La mecanización del corte de madera transformó cualitativamente la actividad forestal: tradicionalmente el arrastre de las trozas hasta el río se efectuaba con animales, lo que significaba que esa actividad llegaba a ocupar once meses del año; pero al usarse el tractor en substitución de la fuerza animal el "calendario laboral" se readapta y se establece una nueva duración de las temporadas de corte de madera y extracción de chicle. (...)

A partir de entonces se eslabonan perfectamente estas dos actividades extractivas y se crean las condiciones adecuadas para que los trabajadores venidos desde distintos

A.G.N., Gobernación, Período Revoiucionario, Vo!. 58, Exp. 52, sin foja. 2is A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Caja 3, Exp. 6, sin foja.

141

puntos (Belice, Yucatan y Veracruz) se establezcan en los campamentos localizados a lo largo de la frontera.^

De acuerdo con un calculo realizado en la época, "el costo de producción" de cada árbol de caoba, puesto en la ciudad de Nueva York, era de veintisiete pesos, cincuenta centavos oro, mientras que la inversión para colocar un kilo de chicle en ese mismo mercado, debía ser de cincuenta y cinco centavos plata. Mientras que la utilidad ascendía, en la primer actividad a ciento ochenta y ocho pesos, cincuenta centavos y en la segunda a dos pesos con cuarenta y un centavos.^ "La producción de chicle da[ba] fama a Quintana Roo en aquella época. En 1915 nuestro país aportaría más del 70% del chicle importado por Estados Unidos y entre 1919 y 1924 se explotarían en el Territorio 4,125,042 kgs., representando un valor de $3,547,536.12 calculado a $0.86 el kilogramo en Belice."^

Al finalizar la segunda mitad de la década de 1910, los concesionarios nacionales estrecharon sus vínculos con las compañías radicadas en Belice. Por requerir la actividad silvícola una inversión de cierta importancia,

la empresa [extranjera] daba al contratista como adelanto maquinaria (inicialmente tractores, posteriormente bulldozers), carros para el arrastre de trozas, así como todo lo que necesitaba un campamento maderero (material para construir bodega, cocina y talleres; herramientas, algunas refacciones, utensilios de trabajo, etcétera). Con esto los contratistas se capitalizaban y podían continuar trabajando las siguientes temporadas de

^ HIGUERA, 1 9 8 7 , p . 2 8 .

2 i 8 A.G.E.Y., Fondo Poder Ejecutivo, Sección Fomento, Caja 500 bis, año 1915, folder 12. El documento es no registra a su autor. El anexo 9 reproduce el cálculo referido. Es interesante la visión alrededor del papel de las compañías extranjeras y lo que califica como su herencia de devastación y de no arraigo en los trabajadores.

^ HIGUERA, 1 9 9 2 , p . 19.

22° HIGUERA, en prensa.

142

Mientras estas actividades se desarrollaban a nivel local, las condiciones nacionales e internacionales volverían a tener en aquel una influencia importante a nivel político. En 1916 el contexto de la guerra mundial había alterado la mayoría de las relaciones entre los Estados, y si bien los Estados Unidos aun no participaba en el conflicto bélico, tomaba las precauciones necesarias y continuaba extendiendo su influencia hacia regiones del continente que consideraba estratégicas.

El interés manifiesto por "mantener el orden" al sur de su frontera, había llevado al gobierno de los Estados Unidos a una actitud permanente de intervención - diplomática, por no decir política- en los asuntos de la vida interna de México, desde hacía varios lustros.

De esta forma, vemos que en Nueva Orleans se instaló una junta revolucionaria felixista, ocurriendo lo mismo en Honduras, Guatemala y Belice, estos últimos puntos fueron utilizados como paso para el contrabando de armas. Esta organización conspiraba contra el gobierno constituido y pretendía incursionar en Yucatán, Tabasco y Chiapas.^ De acuerdo con las investigaciones del cónsul mexicano en Belice, los enemigos de Carranza pretendían

la separación de la Península de Yucatán, aun cuando para ello sea necesario apelar a la ayuda de los Estados Unidos. Las ideas separatistas de los yucatecos son bien conocidas de esa Superioridad y en la actualidad son también muy bien conocidas en el extranjero y los hacendados de Yucatán no cesan de intrigar y esbozar proyectos en connivencia de políticos nada escrupulosos que tiene alguna -o cuando menos- se cree que tienen cabida en Washington. Lejos están, por supuesto, de realizarse estos proyectos; pero, no obstante, hay que (...) recordar la participación que los Estados Unidos tomaron en la Independencia de Panama y en la de Cuba, donde, en nombre de la Libertad de un pueblo, usurparon el derecho de otro. (...)

2 2 1 eg. A.H.S.R.E., LE-801, Leg. 24, foja 3; LE-801, Leg. 22, sin foja. Para ei caso del grupo de Belice, se señaló como patrocinador del mismo al clero.

143

La posesión de la Peninsula Yucateca a los Estados Unidos les daría el dominio completo sobre el Mar Caribe y el Golfo de Mexico, dominio que les aseguraría el trafico interoceánico por el cual ha estado luchando desesperadamente desde hace años.

Nuestros enemigos, al fomentar una revolución en el Istmo de Tehuantepec tienen por objeto desmembrar nuestro Territorio y solicitar la ayuda Norte-Americana para ello, presentándole a los Estados Unidos un proyecto de traición que coincida con sus ambiciones.^

A finales de 1916 se esperaba un ataque a las guarniciones de Quintana Roo y el cónsul en Belice así lo comunicó al teniente coronel Florentino de la Rosa, Comandante Militar interino del territorio e hizo vigilar a los felixistas residentes en el Distrito de Coroza!.^

El estudio realizado entre diciembre de 1916 y marzo de 1917 por la Comisión Geográfico-Exploradora de Quintana Roo, sentó bases para la reorientación de la explotación de la selva quintanarroense. De esta forma, a partir de 1917 las concesiones forestales incluyeron clausulas en las que se fijaron los impuestos que debía pagar el permisionario. De esta forma el erario publico recibiría, por derecho de ocupación del bosque, cincuenta pesos por cada mil hectáreas concesionadas, la misma cantidad por cada tonelada de chile, diez pesos por cada árbol de cedro o caoba, cinco pesos y uno y medio por cada árbol de madera de segunda y tercer clases, respectivamente, y dos por cada tonelada de palo de tinte.

Asimismo, los particulares se obligaban a construir, por cada cien mil hectáreas de concesión de tierras, seis kilómetros de la carretera que comunicaría a Payo Obispo

222 A.H.S.R.E., LE-801, Leg. 23, sin foja.223 A.H.S.R.E., LE-859, Leg. 2, sin fojas.

144

con el puerto Francisco I. Madero, proximo a establecerse en la zona meridional de Quintana Roo, la Bahía del Espíritu Santo.^

Las concesiones para explotar maderas, gomas y resinas en la selva quintanarroense se incrementaron en ese período, al menos diecisiete de ellas fueron expedidas a partir de 1918, abarcando un total de un millón ciento sesenta y cuatro mil hectáreas.^

A mediados de 1917, el general Octaviano Solís tomó posesión de la gubernatura de Quintana Roo. La reorganización del territorio fue uno de los principales objetivos de su administración. "Una de las labores más importantes de Solís al frente del gobierno del territorio fue la pacificación de los mayas, en especial los acuerdos a los que llegó con el general [Francisco] M ay",^ líder de los mayas de la zona central de Quintana Roo.

Desde que se devolviera Santa Cruz de Bravo a los mayas, la relación entre éstos y el gobierno territorial había sido mínima. Pero en 1918 las circunstancias cambiaron y Solís reactivaría un largo proceso que buscaba integrar las comunidades indígenas a la vida general del territorio.

224 AGUIRRE, 1925, p. 29. Este camino no fue terminado, ya que la mayoría de los concesionarios no cumplieron con la cláusula referida, razón por la que se cancelaron 15 concesiones. Más adelante, y a elección del particular, la obligación era la construcción del camino o el pago de cuatrocientos pesos anuales.

225 AGUIRRE, 1925, p. 31. Las concesiones registradas por este autor son las siguientes: Rómulo Fernández, Rodolfo Lazcano, Salvador Madrazo, Alberto Martínez, Eisner Vel Chaler y Juan Zubarán con cien mil hectáreas cada uno; Alberto Leucona con noventa y dos mil; Rodolfo Charles con sesenta y cinco mil, Alberto Taylor con cincuenta y dos mil; Carlos Pardío Cámara con sesenta mil; Félix Abdelnur, José Abdelnur, Ramón García, y Rehani y Compañía con cincuenta mil cada uno; Adrian Devars con cuarenta y dos mil, José Guadalupe Aguilar con treinta y tres mil y R. Sánchez con veinte mil hectáreas.

336 CAREAGA, 1990, p. 174.

145

No solo se otorgaría al general May una concesión de 20,000 hectáreas libre de pago de impuestos, también se le brindo atención especial en la capital del territorio cuando este comenzó a establecer relaciones con las autoridades de Quintana R oo .^ En uno de los viajes a Payo Obispo, verificado a finales de julio de ese mismo año, se produjo un evento especialmente interesante, Solís relata los hechos de la siguiente forma:

el mencionado General Morales [segundo de May] en uno de los días que permaneció en esta localidad tuvo deseos de pasar al lado ingles, y así lo verificó, habiendo sido detenido por temores que las autoridades de Corozal abrigaban contra los mayas. En cuanto tal cosa fue puesta en mi conocimiento, ordene que un empleado pasara a aquel sitio a arreglar el incidente, lo cual se llevó a cabo en breve tiempo y magnifica inteligencia de los funcionarios ingleses. Morales se dio cuenta de que yo había abogado por él y en confidencia me manifestó que no lo había llevado otro objeto a la Colonia Inglesa mas que el solicitar una bandera para llevar a su pueblo. Le hice comprender que ellos no eran ingleses, sino mexicanos, y que en tal virtud su proceder era incorrecto. (...)

Lo anterior lo digo a usted en virtud de que el General May de una manera espontánea solicitó una bandera nacional, misma que no vacilé en proporcionarle; ya que él de motu propio ofreció respetarla y defenderla, no sin que antes le hubiera explicado con claridad y precisión que representa la Patria, el honor y la soberanía nacional.^

A finales de 1918, Solís recibió la autorización para cubrir los gastos de traslado a la Ciudad de México del general May y un grupo de acompañantes. El objeto del viaje fue la celebración de una entrevista del citado líder maya con el presidente Carranza, quien le reconocería el grado de general en el escalafón del ejercito mexicano.^

227 A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 264, Exp. 45, sin foja.2 2 8 A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 264, Exp. 45, sin foja. HIGUERA, 1994, pp 238 y

239. El texto muestra por sí mismo dos concepciones culturales en oposición, la del mexicano que busca la asimilación de un grupo indio y la del maya que sigue reconociendo la añeja alianza de los ingleses.

229 A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 264, Exp. 45, sin foja.

146

Un ano despues, como resultado de la intensa labor de acercamiento entre el gobierno del territorio y las comunidades mayas de la zona central, May protestó fidelidad a la bandera mexicana y asumió el control de la producción chiclera de esa area. Este hecho significo, en un primer momento, una mayor autonomía para este líder maya, en el que se constituyo en la única autoridad, pero transcurrida una década, su papel se habría transformado en mero intermediario entre esas comunidades indígenas y el gobierno de Quintana Roo.^°

La primera parte de la década de 1920 en Quintana Roo no está suficientemente documentada, poco se sabe en realidad de lo que ocurrió a nivel local. Las fuentes reunidas para este trabajo señalan que entre los hechos más significativos de la época, se llegó a un acuerdo entre las tres entidades peninsulares para definir los límites jurisdiccionales de cada una; que en enero de 1923 el Banco de Londres y México recibió nuevamente la concesión de 675,000 has. en el norte del territorio para su explotación y que desde diciembre de ese año, hasta mayo de 1924 Quintana Roo estuvo fuera del control del gobierno nacional, dado el apoyo local al movimiento delahuertista.^

A finales de 1924 se intenta reducir la jurisdicción del territorio federal. La representación yucateca ante la Cámara de Senadores propuso que una gran parte del norte quintanarroense fuera anexada a Yucatán.^

230 El proceso de asimilación del general May por la estructura de poder político concluyó durante el mandato del doctor y general José Siurob. En 1928 un destacamento del ejército mexicano estableció su residencia en Santa Cruz y algunas instancias civiles asumieron las tareas de toma de decisiones. Cfr. HIGUERA, 1993.

CAREAGA, 1990, pp. 174-175; AGUIRRE, 1925, pp. 35 y 56 y VALLARIA, 1987, pp. 33-34.232 AGÜERA, 1992, p. 17. L. Careaga señala que en la época existían tres posibilidades inmediatas para

Quintana Roo: anexarse totalmente a Yucatán, dividirse entre los estados de Yucatán y Campeche o ser conservado como territorio federal independiente. Cfr. CAREAGA, 1990, p. 179.

147

Para, determinar la factibilidad de tal anexión, el presidente Plutarco Elias Calles nombro gobernador de Quintana Roo al general Amado Aguirre, encargándole la realización de una investigación detallada sobre las condiciones económicas y sociales prevalecientes en Quintana Roo.

Para tal efecto, Aguirre formaría una comisión de estudios que se dio a la tarea de documentar las más diversas áreas de la vida territorial.

La imagen que se reproduce en el informe de esta comisión es bastante acabada, incluye un rápido panorama de la historia regional durante la segunda mitad del siglo XIX, pasando por los primeros años de la vida del territorio federal, su perfil demográfico, así como por las riquezas naturales y las diversas actividades económicas que caracterizaban la región.^

Los recursos naturales más importantes eran los silvícolas y la pesca, aunque no existían condiciones legales apropiadas para que esta se desarrollara adecuadamente. Sobre las condiciones para la producción agrícola, el general Aguirre señaló que

En el actual Territorio, en general se observa que cuanto fruto se siembra, se produce en abundancia y de muy buena calidad, lo mismo que los cereales, principalmente en la región de Bacalar hacia los Chenes, Campeche, y por Icaiché hasta el Peten, Guatemala. Los cereales que se cultivan de la manera más primitiva: tirando el monte sin desenraizar los troncos, quemándolos y con una estaca de madera haciendo un pequeño hoyo, depositando el grano y tapándolo con el pie, el maíz y el frijol se producen de buena calidad y en proporciones que permiten lograr satisfactorias ganancias; con tal cultivo en otras regiones del interior del país, no se levantaría ni dos por una. Se han hecho estudios en el cultivo del garbanzo, obteniendo granos hasta 34, y bien escogidos 32 por onza; lo mismo que el cultivo del arroz, con muy buen resultado, y la caña de azúcar, aún en tierras muy delgadas y hasta alcanzando el terreno madrepórico descompuesto que constituye el subsuelo, adquiere un gran

^33 c í r . AGUIRRE, 1925 .

148

desarrollo, alcanzando la parte dulce hasta tres metros de altura, con diámetro de 6 a8 cms.^Un apartado de cierta importancia en este informe, fue dedicado a los mayas

asentados en Quintana Roo. Si bien se les caracterizó como grupos que vivían asilados en la selva, que teman sus propias autoridades y mantenían costumbres y tradiciones muy distintas a las de la población mestiza, estos rasgos fueron interpretados como serios obstáculos tanto para el desarrollo de estas poblaciones, como para su incorporación a la vida general del territorio. Las comunidades indígenas estaban divididas en tres grandes grupos o tribus, según la denominación usada por Aguirre.

La tribu de Tulum Chumpon, encabezada por Juan Bautista Vega, ocupaba el noroeste de Quintana Roo; reunía las poblaciones de San Antonio Muyil (que hacía las veces de capital), Tulum y Boca Paila, así como diversas rancherías. Los cálculos de la comisión fijaron en mil quinientos los individuos que conformaban tal grupo.

La zona central del territorio era ocupada por un segundo núcleo indígena, que bajo el mando del general Francisco May agrupaba a los habitantes de una amplia zona que incluía muchas comunidades, entre ellas Chunhuhub, Sacalaca, Petcacab, Nohbec y Santa Cruz Chico. El control de esta área se ejercía desde Santa Cruz de Bravo y se extendía sobre unas dos mil quinientas personas. La extracción de chicle era, como se señaló líneas arriba, la principal actividad económica de este grupo humano.

El último conjunto maya identificado por Aguirre, tenía su asiento en la frontera con Belice, en el extremo sudoeste de Quintana Roo. La tribu de Icaiché era la mas

234 AGUIRRE, 1925, p. 5. En este mismo informe, se presenta una estimación sobre el uso del suelo quintanarroense: 14,767 has. cultivadas, de las que 10,000 eran terrenos nacionales arrendadas para esa actividad; 744,850 has. concesionadas al Banco de Londres y México; 8,775 has. de los fundos legales de Payo Obispo, Bacalar, Cozumel y Cedral; 4,000 has. de zona federal y 100,000 has. cubiertas de sabana y pantanos, lo que dejaba aproximadamente 3,296,672 has. para la explotación de bosques. Cír. AGUIRRE, 1925, pp. 25-26.

149

pequeña de todas, de acuerdo con la estimación de la comisión de estudios, este grupo no llegaba a las treinta familias y era el que mayor subordinación tenía a las autoridades mexicanas. La única comunidad importante era su cabecera -Icaiché- y la autoridad recaía en el general Juan de la Cruz Ke.^

Ademas de los cuatro mil mayas que vivían en Quintana Roo, los cálculos elaborados en esa ocasión señalan, grosso 77?oáfo, que cinco mil quinientos mestizos residían en todo el territorio federal, no contándose -entre otros- los ochocientos a mil trabajadores que ocupaba el Banco de Londres y México en su concesión agroforestal.^

El general Aguirre consideró indispensable construir vías de comunicación que enlazaran al territorio con el resto de la península de Yucatán, de ahí hacia el centro de México y aun hacia el exterior.

lo indicado como más eficaz y de más pronta realización es la construcción de un ferrocarril que teniendo su terminal al Sur, en Santa Lucía, en la margen del río Hondo, atravesara hacia el Norte por Bacalar, Santa Cruz Chico, Hocbec, Santa Cruz de Bravo, Sacalaca, para conectar en Peto con la red de Yucatán, o sin tocar los puntos comprendidos entre Santa Cruz Chico y Sacalaca, que tienen muy poca importancia mercantil y agrícola, porque ésta no existe sino rudimentaria, puede atravesar en línea recta entre los puntos extremos mencionados, reduciendo su longitud a 220 kms.. Así queda atravesado todo el Territorio en su mayor extensión, de Norte a Sur, dando salida a todos los productos que se explotan en la margen del río Hondo...^

^ AGUIRRE, 1925, pp. 9-13.36 Aunque en este informe sólo se hace referencia a los trabajadores de esta concesión, es probable que

tampoco se contabilizaran los que eran empleados por las compañías que explotaban la zona fronteriza con Belice.2 3 7 AGUIRRE, 1925, p. 24. El informe registra la existencia de otros ferrocarriles en Quintana Roo: en el

norte del territorio, el Banco de Londres y México poseía uno que iba de Santa María a Puerto Morelos, que con un ramal secundario cubría 79 kms., así como un tranvía de tracción animal que unía Solferino, en el norte del territorio, con Oxken, en Yucatán; la zona central contaba con uno de sistema Decauville, que comunicaba Santa Cruz de Bravo con el puerto caribeño de Vigía Chico a lo largo de 59 kms y que era explotado por el general Francisco May, mientras que el sur -que corrían selva adentro desde la margen del Hondo- sólo contaba con los restos de los herrados por la compañía en Agua Blanca y Mewge/ en el campamento del mismo nombre.

150

Adicionalmente, el gobernador recibió la oferta de tender una vía desde el campamento Mengel basta Campeche o Champotón, a cambio de una concesión para el corte de caoba, cedro y la extracción de c h i c l e . ^

El estudio indica que el costo de los productos básicos era muy elevado, en parte como resultado del aislamiento apuntado y el concomitante pago de fletes desde Progreso o Nueva Orleans, gastos de arrastre, muellaje, carga, descarga y estiba, y en parte por los derechos de importación a Belice y el pago de impuestos de importación en Payo Obispo.

El informe de esta comisión fue publicado en la segunda mitad de 1925, uno de sus más importante resultados fue la consideración de que Quintana Roo carecía de vida propia por el abandono sufrido en las últimas decadas, estando todo por crearse en el. Las causas de tal condición las encontró en el hecho de haber emitido disposiciones que limitaron su avance.

La solución propuesta por la comisión era la ruptura de las ataduras existentes hasta ese momento, acabar con las restricciones y dar franquicias, fomentar la colonización y activar la economía local. De esta forma, Quintana Roo llegaría "a constituir una importante Entidad federativa; pero mucho más importante que algunas de las que tenemos en pleno desarrollo."^

La perspectiva que sobre Quintana Roo aportó la comisión de estudios detuvo el nuevo embate yucateco, que en la persona del diputado Jose E. Ancona, insistía en

AGUIRRE, 1 9 2 5 , p . 5 5 .

239 AGUIRRE, 1 9 2 5 , p. 51 .

151

la segregación de una porción del norte quintanarroense.^ La seguridad relativa de mantener la integridad territorial y jurídica dejó entrever la posibilidad de contar con condiciones apropiadas para el desarrollo económico y político de Quintana Roo.

A partir de la crisis económica mundial que se iniciaría sólo unos años después, de la consecuente caída de los precios de las materias primas que se producían en esta zona del país y del cambio en la correlación de fuerzas económicas y políticas a nivel peninsular y nacional, las circunstancias inmediatas plantearían condiciones radicalmente diferentes para la vida de los habitantes de la frontera con Belice.***

24° c f r . HIGUERA, 1992, p. 20 y ss.

24i ^ 1 9 3 1 la idea de la desaparición jurídica de Quintana Roo volvió a tomar fuerza. A ñnales de ese año, el presidente Ortiz Rubio decretaría la supresión de esta entidad federativa para ser anexada a los estados de Yucatán y Campeche. Tal situación se prolongó hasta 1935, año en que Lazaro Cárdenas refederalizó Quintana Roo e inició una política que concluiría en su integración a la vida nacional.

152

Anexos

Anexo 1Relato del Teniente Mayor Othón P. Blanco sobre su viaje a la ciudad de

Mexico, realizado en 1905^ en compañía de los jefes de Icaiché.

"El viaje que efectué a México con los Jefes Indios y que con los miembros del Estado Mayor eran en conjunto más el intérprete de apellido Alvarado, fue a mi juicio de bastante significación pues benefició a la colonia inglesa a no sufrir ya en lo adelante las incursiones armadas en [su] territorio y normalizó, para México, el tráfico de todos los productos que especialmente como las gomas y resinas extraídas del territorio nacional por los indios pasaron por la aduana de Chetumal sin causar derechos y sólo con el objeto de llevar una estadística aproximada del monto y valor de esos productos.

En visita anterior a los jefes indios me habían prometido que si personalmente los acompañaba tanto la ida como el regreso irían conmigo a la Capital a exponer personalmente las precarias condiciones económicas en que se encontraba la tribu bajo su jurisdicción.

Convine con ellos que a mi regreso a Payo Obispo pediría que uno de los barcos de guerra surtos en Veracruz, se presentaran a determinada fecha frente al puerto de Xcalak a donde embarcaría yo con dichos jefes hasta el puerto jarocho y tomaría allí el ferrocarril para trasladarme con ellos hasta la Capital; que mantuviera un destacamento en la margen del río, para que les avisara la llegada de uno de los barquitos del río que los conduciría a Payo Obispo donde yo los recibiría y saldríamos de allí para Xcalak con el fin de embarcarnos en el vapor de guerra que enviaba el Gobierno para conducirlos a Veracruz.

La presidencia que tenía ya conocimiento del proyectado viaje y que deseaba hacía tiempo se concertara, ordenó al Departamento de Marina dependiente en aquella época de la Secretaría de Guerra, el envío de uno de los cañoneros estacionados en la base de Veracruz.

Se me comunicó por telégrafo lo dispuesto así como la fecha de salida del barco con destino a Xcalak. El viaje no podía dadas las velocidades y distancias por recorrer más de seis días haciendo breves escalas en Progreso e Isla de Cozumel para hacer aguada y víveres frescos.

242 De acuerdo con las memorias de Othón P. Blanco y con la Mo/iogra/fa ¿e/ TVac/ona/, 1938,p. 278, la visita de los jefes de Icaiché a la Ciudad de México ocurrió en agosto de 1905, sin embargo, un documento elaborado por Blanco en marzo del mismo año señala que estuvo en aquella población y "comprobó que el cacique Tamay había muerto el 13 de enero de 1905". Cfr. A.G.N., Gobernación, 905 sección 3 (21), sin foja.

1 5 3

Dispuse que saliera al amanecer del siguiente día un vaporcito del río al mando de un Oficial y comisione al joven maquinista Cristóbal Howard, nacionalizado mexicano de origen ingles, que prestaba sus servicios en la estación naval para que se trasladara hasta el punto de la ribera mexicana donde estaba estacionado el destacamento, para que por medio de su jefe se diera aviso enseguida que el barco los esperaba.

Al siguiente día se presentaba el vaporcito de regreso notificándome el señor maquinista que el Jefe del puesto les había comunicado de parte del General Tamay, que no podría hacer el viaje proyectado en virtud de que sus esposas se encontraban enfermas.

No obstante la relativa confianza que había ya depositado en los Jefes, la sorpresa que recibí con el recado que se me transmitía fue por demás desalentador y reaccionando momentos después, dispuse se proveyera nuevamente al vapor de lo indispensable, alistándose después una gabarra donde hice que se embarcara un caballo y se alistaron el intérprete para que me acompañara en el viaje.

Salimos esa misma tarde para navegar durante la noche y poder salir a primera noche con destino a Icaiché. Llegamos al embarcadero poco después de las diez horas se arregló una bestia para el intérprete y haciendo conocer al jefe del Puerto nuestra viaje a la Capital, emprendimos la marcha dejando instrucciones al personal del vapor de ejercer durante la noche especialmente una estrecha vigilancia manteniendo el vapor fondeado y evitando la comunicación con tierra.

Después de un viaje fatigoso llegamos a Icaiché algo avanzada la noche. Nos dirigimos a la casa del Tatiche y el intérprete le comunicó mi presencia y la urgencia que yo tenía de hablar con él. Se incorporó de la hamaca y ya en la puerta le manifesté que el barco que yo [había] solicitado para llevarlos a México de acuerdo con las promesas que me habían hecho, se encontraba esperándonos frente a Xcalak; que deseaba y la suplicaba mandara hablar al General Max-May, a los capitanes que le acompañarían y al sargento que le servía de asistente, lo mismo que a Alvarado, su secretario e intérprete para celebrar una junta y decidir sí harían o no el viaje. Con no poca dificultad se logro que se reunieran en uno de los Cuarteles donde se alumbró el local con una lámpara de las llamadas yvarias velas de cera colocadas sobre una mesa.

Les expuse por medio del intérprete que el Gran Tatiche de México había recibido con mucho gusto su anunciada visita a la Capital de la República y que estaba en la mejor disposición de ayudarlos una vez que conociera por conducto del Jefe Tamay las condiciones en que se encontraban.

Manifestaron que sus esposas y familiares tan luego como supieron del proyectado viaje se pusieron muy contrariadas y algunas aun se encontraban enfermas y lloraban al pensar en aquel viaje que según los rumores que coman entre las gentes que traficaban en el río, llegó a su conocimiento que de efectuar dicho viaje no los volverían a ver porque se

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trataba de consignarlos como deportados al Valle Nacional donde se les dedicaría a trabajos forzados.Les hice saber que todas las versiones y propaganda malévola la recibían de gentes

mal intencionadas de la colonia, interesadas en perjudicar y predisponer su animo y las relaciones de buena amistad de que les habíamos dado ya prueba desde la primera visita que les hice. Que recordaran mi promesa de que las tropas que esperaban ellos que los atacarían poco después de mi llegada con el pontón jamás había aparecido por sus dominios después de transcurrido tanto tiempo, que yo había contraído un compromiso muy grande con el Presidente de Mexico, haciendo el viaje seguros contentos en un barco de guerra que lo enviaron de Mexico y que todo ello le costaba al gobierno mucho dinero y que yo no podía mandar decir al mismo que ya no quería ir, porque se pondría en evidencia y que de no disponerse luego para acompañarme, los consideraría como no amigos y quedaría allí para que hicieran de mi persona lo que quisieran.

En previsión llevaba yo en mi cerca de trescientos pesos y agregué: hepensado en vuestras familias necesitan nuestro auxilio mientras estén ausentes, que yo espero estemos aquí de regreso para festejar el 15 y 16 de septiembre y entregué cien pesos al general Tamay, setenta más a Max-May, cincuenta al intérprete y el resto fue distribuido proporcionalmente entre los Capitanes y Sargentos.

Con dificultad logré se convencieran e hicieran ellos otro tanto con sus familiares. Me ofrecieron que al amanecer nos pondríamos en marcha y recomendé a Alvarado que influyera en sus ánimos para convencerlos que siempre les había hablado con la verdad y que sus preparativos de marcha quedasen listos para salir a la hora convenida.

Salimos del lugar en medio de una atmósfera por demás sentimental; pues sus esposas y familiares lloraban al vernos abandonar su terruño en un viaje que se imaginaban podría ser muy dilatado o definitivo. Ya en pleno camino yendo a caballo instaba con frecuencia a los jefes que tomaran la delantera para regular mi marcha pero no hacían caso del aquella razonable indicación y se mantenían a retaguardia. Después de una detención en un pequeño aguaje del bosque sesteamos durante unas dos horas para tomar aliento y atender a las bestias. Calladamente de un morral sacaban pinole que preparaban con agua en jicaras. Compartí con ellos un parte del lunch que me sirvió el intérprete y les ofrecí café. Continuamos nuestra peregrinación y ya al atardecer nos detuvimos en una cañada del bosque. Indiqué al intérprete cuales eran los puntos dominantes para establecer nuestras hamacas, ocupándose luego de dar agua a las bestias y darles forraje.

Tomamos nuestro café con totopos, exquisita tortilla de maíz confeccionada por la mujer maya de las dimensiones de un plato, delgada y seca, que se conserva por varias semanas en sartas de cincuenta a más tortillas.

Tratamos de reposar, mas nuestros acompañantes sostuvieron por largas horas pláticas a la sordina, que alteraron mi sistema nervioso haciéndome meditar el que sus

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conversaciones dado el ánimo contrastado de cada uno de ellos al separarse de los suyos y emprender un viaje dilatado podía tener como finalidad de resolver liquidarlos aprovechando un momento oportuno y estos presentimientos me impulsaban a solicitar del interprete que no nos faltara el café caliente para demostrar que estábamos alertas.

Continuamos al amanecer nuestra marcha hasta el río, al llegar a él, después de pesada travesía, recibió el General Tamay de parte del destacamento del lugar, de alguna falta cometida por uno de sus subordinados al que en castigo mandó dar veinticinco azotes.

Antes de llegar a la ribera había yo echo que se adelantara el práctico para que diera aviso de nuestra llegada y activara los fuegos para regresar a Payo Obispo.

Una vez a bordo se les sirvió poco después la comida y favorecidos por la corriente llegamos con la gabarra a remolque el fondeadero del puerto esa noche. Al pisar tierra, dije al general Tamay, Aquí también manda usted." Se les hizo una cordial recepción por parte de los habitantes y se les ofreció el alojamiento que se les había preparado en una de las barracas.

Al amanecer del día siguiente, se continúa el viaje hasta el puerto de Xcalak, y en uno de sus remolcadores se nos condujo fuera de las quebradas, donde desde la víspera nos esperaba el cañonero "Veracruz". Por efectos de la marejada se sentían mareados la mayor parte del grupo. El Comandante del buque, Capitán Aguillén, nos recibió a bordo haciendo con la banda de guerra los honores correspondientes al grado de general que se dispensaba por cortesía Oficial al Tatiche Tamay.

Grande fue la sorpresa que recibieron a bordo, tanto el General Tamay como sus subordinados, al sentirse en un medio tan distinto como era el espectáculo que les ofrecía una unidad de guerra, absortos contemplaban los cuatro cañones de Í00 mm. y preguntaban el alcance que tenían los proyectiles que engargolados a sus cascos metálicos alcanzaban una altura aproximada de 60 centímetros. Se les hacía saber por el intérprete que las balas al ser disparadas en línea recta hacia el río podían llegar cerca de Agua Blanca.

En Progreso nos detuvimos cuatro horas, para tomar agua y embarcar víveres frescos, continuando luego hacia Veracruz a donde recalamos a finales de agosto. Allí los proveí de la indumentaria adecuada para el clima de México.

Dejamos el barco y abordamos el Ferrocarril Mexicano que salía para la Capital a las siete horas en punto. El viaje lo efectuamos sin novedad procurando tomaran a bordo sus alimentos y evitando bajaran a tierra en las estaciones.

Desde Progreso fueron recibiendo gratas sorpresas ante el aspecto de la población y edificios y demostraron estar contentos en cada una de las estaciones con el bullicio de la gente que transitaba y de los vendedores de índole diversa.

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A las veinte horas nos encontramos en la Metrópoli que les sorprendió por su alumbrado, por su intenso trafico y por el largo y extenso caserío que recorrimos hasta llegar al centro y alojados en lo que se llamó entonces el Hotel de la Gran Sociedad, ubicado en la 16 de Septiembre.

Se les destino amplio e independiente alojamiento en el segundo piso con vista a la calle y por la mañana siguiente solicite del Estado Mayor Presidencial, presentar al ejecutivo a los representantes de la tribu maya" que habían llegado conmigo la noche anterior, se me citó a las doce horas.

Hecho esto del conocimiento del general Tamay y acompañantes, tomamos dos coches de sitio que nos condujeron a Palacio. Se anunció nuestra visita y se nos hizo pasar luego a presencia del señor General Porfirio Díaz quien nos recibió de pie durante la presentación que le hice del General Tamay y de sus acompañantes.

Presente como intérprete de los mismos al señor Alvarado quien fue interpretando en su entrevista tanto al señor Presidente como al General Tamay. Por parte de Tamay se expuso el estado precario en que se encontraba económicamente, hizo alusión a las frecuentes diferencias que sostenía y se suscitaban con los trabajadores ingleses de la Colonia Inglesa [que] invadían terrenos de su jurisdicción para explotar sus bosques, lo que daba lugar a choques armados de ambas partes.

El señor Presidente agradeció su visita, que disfrutaran algunos días para conocer la Capital, que ya daba instrucciones para que se les proveyera de varios elementos que me encargaría yo de recoger y que llevarían a sus familiares y demás familias de la tribu. Agradeció mi intervención directa en la pacificación de aquella raza sin la intervención de la fuerza.

Se puso a mi disposición un furgón de ferrocarril para que se almacenara en él todos aquellos efectos y artículos que juzgara adecuado para la indumentaria de ellos y se hizo acopio de gran cantidad de piezas de manta, para sus rebozos, sandalias y un surtido completo de útiles para mujer y niño. Regaló a la comisión una pistola "Piper" con cincuenta cartuchos a cada uno, una escopeta, cuatro cajas y tambores y cuatro cornetas y se les asignó un presupuesto de cerca de 400 pesos mensuales y se le concedió a Tamay el nombramiento de Jefe Político del Cantón.

Visitaron el teatro de la Villa de Guadalupe, se tomaron y llevaron consigo fotografías y aproximadamente el 7 ú 8 de septiembre regresábamos al Puerto de Veracruz, con el incidente de que en una de las estaciones cercanas a Cumbres de Maltrata, permitió el intérprete (...) que bajaran algunos de ellos en dicha estación que concedía al pasaje veinte minutos para tomar alimentos pero esa vez por retraso del tren, anunciaba el conductor "pasajeros al tren", tres minutos después de haber parado, poniéndose el tren en marcha, logrando con esfuerzos embarcar a dos de ellos, quedando en tierra el general Tamay, el intérprete de Tamay y dos más.

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Di av iso al co n d u cto r que había dejado en tierra al jefe principal de lo s in d io s, tres de sus acom p añ an tes sin aviso p revio del retardo del tren y del tiem p o sm o cu an d o só lo habían tran scu rrid o tres m in u to s y les urgí que de n o detener el tren para recuperarlos, pues y a h ab ía recorrido m as de dos k ilóm etros, que com unicare in m ed iatam ente en el p u n to p r o x im o a la estación donde quedaron, que se detuvieran allí y les em barcara en el tren q u e llegaría a V eracruz a las doce horas.

Va en Veracruz y alojados que fue el resto en el cañonero "Veracruz", esperé yo en la estación a los rezagados. Por telegrama ya sabía que habían embarcado en tren siguiente.

Se observo al interprete Alvarado a cuyo inmediato cuidado iba aquella, por haber permitido bajar. Trasbordado todo el equipo salíamos a hora temprana con destino a Xcalak y escala en Progreso. La travesía se hizo con felicidad hasta el puerto de Xcalak.

El aspecto personal que ofrecía el grupo era distinto del que mostraba su semblante a la casi obligada salida de Icaiché, pues unos con sus trajes de kaqui, sweters y sombrero nuevo y los generales con su traje de casimir obscuro de que habían sido provistos y que no quisieron ya abandonar durante el trayecto hasta Icaiché, conversaban alegremente y se familiarizaban con la gente a bordo, a quienes invitaban para que conocieran su pueblo.

Y llegados frente a Xcalak, el día 11 por la mañana, después de despedirse del Comandante del barco, de sus Oficiales y tropa que les prodigaron toda atención y simpatía, nos embarcamos en el remolcador de puerto, conduciendo un lanchador a remolque con todo el equipo que les pertenecía. Tomamos en dicho lugar el almuerzo y continuamos con destino a Payo Obispo, pues quería yo cumplirles la promesa hecha al abandonar su tierra, que estaría con ellos de regreso el 15 ó 16 de septiembre.

En Payo Obispo se nos recibió con marcadas muestras de afecto y simpatía. Se preparó un baile popular por la tarde y parte de la noche y el 12 salíamos con toda la impedimente que requirió el empleo de dos gabarras y su remolque separado del que era el vaporcito en que debía ir la comitiva.

Al llegar al destacamento estacionado en el río, se trató de agenciar por conducto del intérprete en las rancherías de ambas márgenes del no, alquiler de las bestias para el transporte de todo lo que se les había obsequiado en México y debía yo distribuir entre las familias del pueblo y sus alrededores, a la llegada a Icaiché.

Una vez obtenidas varias acémilas, caballos y burros, se adelanto la escolta con el cargamento. Quise acompañar a ésta para evitar un viaje mas tardado, con los que lo efectuarían a pie, pero el tatiche me dio a saber que el jefe de la escolta le había comunicado a nuestro arribo, que días antes de nuestra llegada a Xcalak se les había hecho saber por gentes de la Colonia que perdieran toda esperanza de volver a ver a sus gentes, quienes habían sido enviadas por nuestro Gobierno al Valle Nacional, me indico que no me

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adelantara y que fuera con ellos, pues al verme llegar a su Capital sin ellos corría el riesgo de que me mataran.Oí y seguí el consejo de acompañarlos, impacientemente llegamos al pueblo hasta la

fecha indicada anteriormente. Las lagrimas que brotaban de las esposas y demás familiares fueron a nuestra llegada de intenso jubilo, se acercaban besando nuestras manos a darnos la bienvenida.

Se mando avisar a las aldeas de los contornos para que se reunieran luego en la Capital para saludar a los recien llegados y recibir el tributo que traían de México.Reunidos el mayor numero de pobladores y alumbrados por achones y varias lámparas hablo el tatiche Tamay a su pueblo, haciéndoles saber la forma en que habían sido recibidos por el Presidente de México, así como el trato que durante el viaje habían recibido tanto de mí como de la tripulación del vapor en que habían viajado. Que todos eramos gente buena y amigos, a continuación les expresó que yo iba a hablarles y a efectuar el reparto de lo que el Presidente de México les había obsequiado.

Principié por decirles que ese día era de fiesta para todos los hijos de México que comprendía toda la República, que Íbamos a principiar por izar en un asta en la casa del tatiche Tamay, la bandera de la nación mexicana a la que todos deberíamos venerar y defender, que debían conservarla siempre en un lugar que estuviese respetado por todos y que debían dejarla flotar en el aire libre en los días y horas de nuestras fiestas patrias que yo dejaba anotadas para que el intérprete Alvarado o quién lo sustituyera, los hiciera presentes al Tatiche y se le hicieran los honores.

El reparto de los objetos que fué hecho tomando los intérpretes el nombre de cada familia, según el número de sus componentes demandó varias horas, retirándonos a descansar para tratar de informarles la nueva organización que debía tener la guarnición del Pontón y como debía de distribuirse el presupuesto mensual que debían recibir por conducto de la aduana de Chetumal.

El júbilo había invadido a aquellas gentes que pocos días antes sufrían las consecuencias de una divulgación torpe y malévola de gente que no cejaban en predisponer su ánimo contra el personal del Pontón.

El 16, reunida la mayoría y en presencia del jefe Tamay y su Estado Mayor, el suscrito por medio del Ejército hizo del conocimiento de los habitantes que no teniendo ya motivo para que se mantuviera en el canton de Icaiché y sus dependencias una guarnición numerosa, debería dejarse tan solo un destacamento de 30 a 50 individuos de tropa bajo el mando de un jefe u Oficial designado por el General Tamay; destacamento que se releva mensualmente una ayuda de 60 pesos, dedicándose el resto al cultivo de la tierra y explotación del chicle bajo el régimen establecido y beneficio personal de su producto.

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Que el General Tamay tenía una asignación mensual de $100.00 como Jefe Político del Cantón, $50.00 el General Max-May y que los capitanes y sargentos que a su vez deberían turnarse en el servicio de vigilancia, recibirían $30.00 y $15.00, reservándose $50.00 mensuales al intérprete.

Acordado lo anterior por el General Tamay, y sin observación a lo dispuesto por parte de los interesados se dio por terminada mi misión, dejando al jefe la designación de la persona que debía recabar previa su autorización por escrito el monto del presupuesto mensual del Administrador de la Aduana de Chetumal, ubicada hasta aquella fecha en el pontón.

Los acompañe ese día en la celebración de nuestra fiesta nacional recibiendo complacido las muestras de simpatía y afecto que me fueron dispensadas por el Tatiche y el pueblo en general. Les recomendé que siguieran observando una franca y buena amistad con las autoridades y el pueblo de Payo Obispo de quienes habían recibido ya en dos ocasiones manifestaciones de afecto y eran la representación de México en aquel lugar.

Al día siguiente emprendí mi viaje de regreso.He pasado sin mencionar por falta de ordenamiento en mi relato que a la muerte del

General Tamay, verifiqué otro viaje a la capital indígena para hacer manifiesta la pena, tanto a su familia por parte del primer magistrado de la nación, como de las autoridades de Payo Obispo, habiéndole sucedido el General Max-May..."

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Anexo 2AUTORIDADES CIVILES EN QUINTANA ROO

AYUNTAMIENTOS, SUBPRFECTURAS, JUNTAS MUNICIPALES

1903PAYO OBISPO

Presidente Municipal Pedro StainesPresidente Municipal Suplente John McLibertySecretario Valenciano CórdovaSecretario Suplente Guillermo ReyesSíndico Dimas SansoresSindico Suplente Juan CarrilloJuez Registro Civil Zenobio PeyrefitteJuez Registro Civil Suplente Isidro AndradeJuez de Paz Pedro RosadoJuez de Paz Suplente Antonio RicaldeRegidor Primero Antonio RodríguezRegidor Primero Suplente Emeterio HerreraRegidor Segundo Jacinto SosaRegidor Segundo Suplente Isac Medina

Jueces de PazRamonai Manuel ContrerasSuplente Angel CanovalEsteves Rafael BogoliSuplente Bonifacio JuárezSacxan Casimiro TorresSuplente José Ma. LópezSanta Elena Genaro OrlainetaSuplente Ramón OsorioCalderitas Antonio CruzSuplente Pedro ContrerasJuan Luis Luis NoveloSuplente Blas Villamor

-— 7---------n — —j A A A A i —r * : ' ^TUENTE: A.O.N., Cobemación, Ca)a 400; 903 sección ¿ (ü7)161

162

BACALAR

Regidor Primero José Irene BañosRegidor Segundo Pedro VasquezRegidor Tercero Apolonio RosadoSindico Eustaquio AvilaJuez de Paz Juan RamírezRegidor Primero Suplente Adolfo BañosRegidor Segundo Suplente Pedro BusenRegidor Tercero Suplente Anastacio VasquezSíndico Suplente Aurelio Jiménez

LUETTE: A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/sjlM ?

XCALAK

Presidente Municipal Jorge H. JaimePresidente Municipal Suplente Sixto LasíaSecretario Rafael GómezSecretario Suplente Heriberto RosadoRegidor Primero Manuel HallRegidor Primero Suplente Reyes AguilarRegidor Segundo Florencio RosadoSíndico Guadalupe ManilaSíndico Suplente José VillanuevaJuez de Paz Augusto PortasJuez de Paz Suplente Ramón Aguilar

FUENTE: A.G.N., Gobernación, Caja /67, s/s, ^03

CAMPAMENTO GENERAL VEGA

163

Presidente Municipal Gregorio GalvánSíndico Guadalupe AguilarRegidor Primero Bernardo AlonzoRegidor Segundo Pedro PerazaJuez de Paz Adalberto Peraza

b UËJN I R: A .G .N ., Gobernación, Caja 767, s/s, 903

164

ISLA MUJERES

Presidente Municipal José del Carmen LópezRegidor primero Primo F. AguilarRegidor segundo Miguel ParienteSindico Tomás GómezJuez de Paz primero José Guadalupe S.Juez de Paz segundo Andrés Angulo

FUENTE: A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/s, 903

ISLA DE COZUMEL

Vocal primero Valerio RiveroVocal segundo José C. MartínVocal tercero Anastacio AlpucheJuez primero Ramón HidalgoJuez segundo Domingo BienaRegistro Civil Luciano GarcíaFiel Contraste César Calduell [Coldwell]

FUENTE: A.O.N., Gobernación, Caja 767, sA, ^07

HOLBOX

165

Un Juez de Paz Amaro BritoRegistro Civil Pedro Moguel

FUEN TE: A.G.N., Gobernación, Caja 767, s/s, 903

AYUNTAMIENTOS EN QUINTANA ROO1905

ISLA MUJERES

Presidente Municipal José del Carmen LópezRegidor Primero Andrés AnguloRegidor Segundo Salustino CastroRegidor Tercero José Eugenio RodríguezRegidor Cuarto Heráclio BecerraFUENTE: A.G.N., Gobernación, 905 sección 3 (7)

COZUMEL

Presidente Municipal Patricio RiveroRegidor Primero Oscar Coldwell A.Regidor Segundo Atanasio Alpuche C.Regidor Tercero José H. VivasRegidor Cuarto Manuel M. García

FUEN TE: A.G.N:, Gobernación, 905 sección 3 (7)

BACALAR

Regidor Primero Propietario José Irene BañosRegidor Primero Suplente Pedro VasquezSindico Juan B. RamírezRegidor Tercero Pedro Briseño

FUENTE: A.G.N:, Gobernación, 905 sección 3 (14)

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Anexo 3

' C. Presidente de la República de los Estados Unidos Mexicanos.Señor;Los que suscribimos, comerciantes establecidos hace más de tres años en el

Campamento General Vega, Bahía de la Ascensión, Territorio Quintana Roo ante Ud. respetuosamente exponen que habiéndose suprimido desde el mes de abril del año último el Ayuntamiento de este Campamento, sin que se nos haya dejado absolutamente nada, pues ni una mala luz desde la fecha expresada, en que por orden superior, se empezó la destrucción del citado campamento, con que alumbrarnos por la noche tenemos, sin garantías, ni seguridad alguna quedando en un verdadero abandono, entregados a nosotros mismos, con existencias grandes, pues que las teníamos y tenemos algunos por más de $25,000, sin contar con que todos hemos construido casas para los establecimientos y para vivir, esto Sr. Presidente unido a que en todos sentidos y maneras hemos sido notablemente perjudicados, puesto que si bien en un principio se nos ofreció y hasta a los que creimos en las promesas y ofertas fuimos a Santa Cruz de Bravo y se nos señaló y se nos dijo podríamos disponer de cierta porción de terrenos para allí establecernos; esto tampoco tuvo efecto, puesto que primeramente se nos concedió un terreno, después se nos cambió éste por otro y por último se nos dijo y exigió el que para tomar posesión del que en definitiva se nos concedía debíamos pagar quien dos, quien tres mil pesos por adelantado, cantidades que consideramos excesivas y por cuyo motivo nos fue imposible [ir] de este lugar al otro.

No nos permitimos censurar nada, solo sí debemos llamar la alta atención de Ud., sobre el hecho, de que mientras a todos los exponentes se les perjudicaba de una manera positiva por ser comerciantes del ya mencionado campamento, se concedían toda clase de franquicias y ventajas, a los de Santa Cruz de Bravo por ser éstos, quiza, de nacionalidad árabe, y nosotros ingleses, españoles y mexicanos, sin que tampoco se haya tomado en cuenta para nada, el que a la suspensión del Ayuntamiento del citado campamento, se entregó una existencia de $806.41 por pagos que hicimos; pues bien Sr. Presidente no obstante cuanto dejamos relatado y expuesto, se nos ha seguido y sigue cobrando las mismas cuotas que cuando teníamos autoridades, policía, alumbrado y demas necesidades que tiene toda población y de que hoy carecemos.

En tal virtud, a Ud. humildemente suplicamos que teniendo presente cuanto está prevenido sobre contribuciones en este territorio, las difíciles circunstancias por que este comercio está pasando, así como las pésimas condiciones en que se nos ha colocado, las que no pueden ocultarse a la alta inteligencia de Ud. se digne dar sus muy respetadas y superiores órdenes para que nos sean devueltas las cantidades que desde primero del mes de mayo del año anterior, hasta la fecha hemos pagado, ordenando igualmente, cesamos en todo pago de esa clase de impuestos, los cuales impuestos, a nuestro juicio creemos no obedecen a ley alguna, por lo que los consideramos injustos, tanto mas cuanto nada en pro de este abatido comercio se hace, sino al contrario, cada día se les veja mas y se les ponen

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cuantas trabas y cortapisas se puede, indudablemente, con el objeto de que desaparezca, causando la total ruma de honrados padres de familia, los que parece según se les trata, han cometido una falla y un grave delito al establecerse y continuar en este campamento, en donde han expuesto no tan solo sus capitales, sino sus vidas y cuanto tenían.

Es gracia que no dudan merecer de Ud. pues tenemos muy presente no tan solo la constante protección que a todo el comercio ha dispensado, sino la recta e invariable justicia de todos, absolutamente todos los actos de Ud.

Protestamos a Ud. nuestra más distinguida consideración y profundo respeto.Campamento General Vega.Abril 22 de 1905.

Parham y Alamilla (Firma)

José Carballo (Firma)

Pedro J. Silvarán (Firma)

Isidro Garabana (Firma)

Luciano Manzanilla (Firma)

Peraza Hnos. (Firma)

Martín Hnos. (Firma)

Mary J. Lightburn (Firma)

Juan Ponce C. (Firma)"

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Relación que manifiesta lo cobrado al comercio de este Campamento, en el presente mes y remito al C. Jefe Político por conducto del C. Pagador del 1er Batallón Regional.Sres. Parham y Alamilla. Billar y cantina $20.00 Sres. Peraza Hnos. Miscelánea $13.50Sres, Martín Hnos. Id. $10.80Sr. Isidro Garabana. Billar y cantina $15.00Sr. José Carballo. Miscelánea $13.50Sr. Juan Ponce. Id. $13.50Sr. Pedro Silvarán. Id. $ 2.00Sr. J. M. Lightburn. Id. $ 4.00

$92.30Comprado en mechas para lámparas. $ 0.30 $ 0.30

Queda.... $92.00La Ascensión, abril 30 de 1905. Capitán 2do. Juan A. Saenz."

170

"Los pagos hechos por esos comerciantes desde el 1 de mayo de 1904 hasta 30 de abril de 1905 son los siguientes:

Cuota mensual Cantidades pagadasSres. Parham y Alamilla. $20.00 $240.00Sres. Peraza Hnos. $13.50 $162.00Sres, Martín Hnos. $10.80 $129.60Sr. Isidro Garabana. $15.00 $180.00Sr. José Carballo. $13.50 $162.00Sr. Juan Ponce. $13.50 $162.00Sr. Pedro Silvarán. $ 2.00 $ 24.00Sr. J. M. Lightburn. $ 4.00 $ 48.00

$1,107.60Al ser disuelto el Ayuntamiento del campamento había en la caja del mismo

$806.41"

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Anexo 4

ENTRADA DE MIGRANTES, LA ASENCION 1912

JulioAgostoSeptiembre -

Octubre 4Noviembre -

DiciembreFuente: A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 112, Exp. 4, sin foja.

ENTRADA DE MIGRANTES, PAYO OBISPO 1912

Julio 280Agosto 130Septiembre 89Octubre 186Noviembre 123*Diciembre 152

Revolucionario, Vol. 49, Exp. 28, sin foja. * El dato de la primer quincena de noviembre es ilegible, por lo que la información registrada sólo corresponde a los días 16-30.

SALIDA DE MIGRANTES, PAYO OBISPO 1912

Julio 180Agosto 198Septiembre 74Octubre 335Noviembre 184Diciembre 399

172

Fuente: A.G.N., Gobernación, Periodo Revolucionario, Vol. 114, Exp. 51, sin foja y Vol. 92, Exp. 81, sin foja.

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ENTRADA DE MIGRANTES, LA ASCENCION 1913

EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunio

Fuente: A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 112, Exp. 4, sin foja.

SALIDA DE MIGRANTES, PAYO OBISPO 1913

Enero 113Febrero 140Marzo 140Abril 97Mayo 151Junio 252

Fuente: A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 92, Exp. 81, sin foja.

ENTRADA DE MIGRANTES, PAYO OBISPO PRIMER SEMESTRE DE 1913

Enero 706Febrero 179Marzo 293Abril 177Mayo 204Junio 163

FUENTE: A.G.N., Gobernación, Vol. 49, Exp. 28, sin foja.

174

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MIGRANTES QUE SALIERON DE PUERTO DE PAYO OBISPOJULIO 1912

ha Nombre del Glasé del Nacionalidad Destino Documentos # debuque buque pasajerosDreamer Motor Inglesa Corozal Cuestionario 4F. Alston Balandro Inglesa Belice Lista 7Three Bro

thers.- Balandro Inglesa Belice Lista 10

Minoru Motor Inglesa Belice Lista 6A. Bald- Motor win Jr.

Americano Corozal Cuestionario 2Dreamer Motor Inglesa Corozal Cuestionario 3Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Obispo Pailebote Inglesa Belice <Cuestionario 5Progreso Pailebote Inglesa Corozal Cuestionario 1A. Baldwin Motor Americano Corozal Cuestionario 1 Lily Bote Inglesa Corozal Cuestionario 2Banana Lancha Inglesa Belice Cuestionario 3

!xp. 81, sin foja.Total 47Fuente: A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol

MIGRANTES QUE SALIERON DE PUERTO DE PAYO OBISPOAGOSTO 1912

ha Nombre del Clase del Nacionalidad Destino Documentos # de buque buque pasajeros

3 Hermanos Cayuco Nacional Corozal Lista 7Nativo Balandro Inglesa Corozal Lista 3Minoru Motor Inglesa Belice Lista 12Three Bro­thers.

Motor Inglesa Belice Cuestionario 3Dreamer Motor Inglesa Corozal Lista 6C.C.M. Lanchón Americana Corozal Lista 33Imp Motor Americana Corozal Cuestionario 2Obispo Pailebote Inglesa Belice Cuestionario 3Esperanza Pailebote Inglesa Belice Lista 11Lunete Lancha Inglesa Belice Lista 2Dreamer Motor Inglesa Corozal Cuestionario 2Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 2

Total 86Re: A.G.N., Gobernación, Periodo Revolucionario, Vol. 92, Exp. 81, sin foja.

1 77

MIGRANTES QUE SALIERON DE PUERTO DE PAYO OBISPOSEPTIEMBRE 1912

ha Nombre del Clase del Nacionalidad Destino Documentos # debuque buque pasajeros

A. Baldwin Jr Motor Americana Corozal CuestionarioObispo Pailebote Inglesa Belice Lista 11Dreamer Motor Inglesa Corozal Cuestionario 3F. Alston Lancha Inglesa Belice Cuestionario 1Hippo Lanchón Inglesa Belice Lista 27Imp Motor Americana Corozal Cuestionario 5Banana Balandro Inglesa Belice Cuestionario 5Agua Blanca Motor Americana Corozal Cuestionario 1J.C.W. Lanchón Americana Corozal Lista 18Dreamer Motor Americana Corozal Cuestionario 1Imp Motor Americana Corozal Cuestionario 1Minoru Motor Inglesa Belice Cuestionario 5Two Brothers Pailebote Inglesa Belice Lista 9Estrella Polar Balandro Nacional Belice Cuestionario 2Imp Motor Americana Belice Cuestionario 1C.C.M. Lanchón Americana Belice Lista 9Matamoros Balandro Nacional Belice Cuestionario 1Esperanza Pailebote Inglesa Belice Cuestionario 3Ilusión Cayuco Inglesa Belice Lista 4Obispo Pailebote Inglesa Belice Lista 14

Total 122--------------------------------------------------- Fuente: A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, VoExp. 81, sin foja.

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MIGRANTES QUE SALIERON DE PUERTO DE PAYO OBISPOOCTUBRE 1912

ita Nombre del Glasé del Nacionalidad Destino Documentos # debuque buque pasajerosLydia Motor Americana Corozal Lista 6Ilusión Cayuco Nacional Belice Lista 5A. Mexicana Balandro Nacional Consejo Cuestionario 3Milton Motor Americana Belice Lista 2A. Mexicana Balandro Nacional Consejo Cuestionario 10Egerton Motor Americana Belice Lista 1Egerton Motor Americana Belice Lista 12Agua Blanca Motor Americana Corozal Lista 2Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 10A. Mexicana Balandro Nacional Consejo Cuestionario 3Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1A. Mexicana Balandro Nacional Consejo Cuestionario 6Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 2Lina Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Obispo Paliebote Inglesa Belice Lista 9Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 3Don Felip(ï Vapor Inglesa Belice Lista 2Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 8Lina Bote Nacional Consejo Cuestionario 4Lina Bote Nacional Consejo Cuestionario 3A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Lina Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 2Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Memoria Bote Nacional Consejo Cuestionario 3Corozal Vapor Americana Belice Lista 5

Total 103--------------------------------------------------- Fuente: A.G.N., Gobernación, Periodo Revolucionario, Vo]xp. 81, sin foja.

179

MIGRANTES QUE SALIERON DE PUERTO DE PAYO OBISPONOVIEMBRE 1912

ha Nombre del Clase del Nacionalidad Destino Documentos # debuque buque pasajerosMinor Motor Inglesa Belice Lista 9M.R. Motor Inglesa Corozal Cuestionario 1Imp Motor Americana Belice Cuestionario 1Esperanza Paliebote Inglesa Belice Lista 7A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 8Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 5Aguila Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Cayuco Bote Nacional Corozal Lista 15A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 5Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 2Two Brothers Balandro Inglesa Belice Lista 25Cara Lancha Inglesa Belice Cuestionario 3Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 3A Baldwin Jr Motor Americana Belice Cuestionario 2A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 4Ira Lancha Americana Belice Cuestionario 2A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 11Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 2Lunett Lancha Inglesa Belice Lista 13Obispo Paliebote Inglesa Belice Cuestionario 4A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 3Aguila Bote Nacional Consejo Cuestionario 1Dreamer Motor Inglesa Corozal Cuestionario 3Milton Motor Americana Belice Lista 2Aguila Bote Nacional Consejo Cuestionario 5A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 1A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 4

Total 143--------------------------------------------------- Fuente: A.G.N., Gobernación, Periodo Revolucionario, Volxp. 81, sin foja.

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MIGRANTES QUE SALIERON DE PUERTO DE PAYO OBISPODICIEMBRE 1912

[ Nombre del Clase del Nacionalidad Destino Documentos # debuque buque pasajeros

C.C.M. Lanchón Americana Belice Lista 38Progreso Paliebote Inglesa Belice Lista 74M. y R. Motor Inglesa Corozal Lista 9Imp Motor Americana Belice Cuestionario 3Aguila Balandro Nacional Consejo Cuestionario 4Obispo Paliebote Inglesa Belice Lista 8Gleaner Balandro Inglesa Corozal Lista 15Aguila Balandro Nacional Consejo Cuestionario 4Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario 6Two Brothers Paliebote Inglesa Belice Lista 10A Baldwin Jr Motor Americana Belice Cuestionario 2[Ilegible] Balandro Nacional Consejo Cuestionario -;A. Mexicana Bote Nacional Consejo Cuestionario iManuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 3Maggie H. Balandro Inglesa Corozal Lista 2Aguila Balandro Nacional Consejo Cuestionario 2Dreamer Motor Inglesa Corozal Lista 5Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 1J.c.w. Lanchón Americana Belice Lista 9Manuelito Bote Nacional Consejo Cuestionario 2Aguila Balandro Nacional Consejo Cuestionario 2

p. 81, sin foja.Total 205

Fuente: A.G.N., Gobernación, Periodo Revolucionario, Vol.

181

Anexo 5

"MEMORANDUM

Marzo 8 de 1913.Se ha recibido en esta Secretaría [de Gobernación] el siguiente memorial:Los suscritos naturales y vecinos del pueblo de Cuaunopalan, estado de Puebla, ante

usted respetuosamente comparecemos y exponemos: Que durante el régimen que tan sangrientas huellas dejó en el suelo de nuestra Patria, hemos pasado por distintas vejaciones y torturas que hoy por hoy queremos exponer al examen del preciosos criterio de usted que como representante de nuestro querido México nos proporciona el derecho de tener la esperanza de que nuestros males sean mitigados para que la sombra de la paz que llega ya brille la justicia que ambicionamos y de la que tenemos sed.

Los hechos acaecidos en nuestro pueblo en la época maderista son los siguientes: el día lo de marzo de 1912, se hallaba el cabecilla Alonso G. Salas al frente de los alzados contra el régimen maderista en compañía de su segundo capitán Gabriel F. García, tomaron algunos caballos de nuestro pueblo y las armas que pudieron encontrar. El día 15 trabó esta fuerza un tiroteo con fuerzas rurales maderistas siendo estas últimas derrotadas, teniendo más tarde un segundo encuentro en Chicholac, donde los referidos rurales sufrieron un segundo golpe de más importancia.

Al tener otro serio encuentro en la Hacienda del Vecencio con el llamado General Maderista Gabriel Hernández que llevaba un golpe de gente mucho más fuerte, el cabecilla Salas sufrió a su vez una dispersión y él y su segundo se unió con el resto de su fuerza al señor General Higinio Aguilar.

Después de esta dispersión los rurales del señor Hernández entraron al pueblo de Cuaunopalan a sangre, fuego y saqueo y después de herir al Presidente Municipal Señor Alfonso Juárez, sacaron hombres, mujeres y niños y unos infelices ancianos llamados Vicente Barillas, Ascensión Pérez, José de Jesús Sánchez y José de Jesús Pérez; con cuatro más, fueron llevados al Territorio de Quintana Roo destinados a trabajos forzados, estos cuatro últimos ancianos ya fallecieron en aquellas mortíferas regiones. Los consignados al servicio de las armas son: Hilario Enriquez, Manuel Blanco, Casimiro Pérez Barojas, Sacramento Pérez.

En vista de lo anteriormente expuesto le suplicamos se digne devolver a los ancianos que viven todavía y los inocentes consignados al servicio y se tengan en cuenta las atribulaciones porque pasó nuestro pueblo en la lucha que entablamos a favor del Nuevo Gobierno para que la paz que apetecemos impere de una manera efectiva en este pedazo de

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tierra mexicana, que sólo desea Justicia y la tranquilidad que nos permita regar nuestros campos con el sudor de nuestras frentes y no con la sangre de nuestros hermanos.

Cuaunopalan, marzo 5 de 1913.Trinidad García, Rafael Cueto, Joaquín Montenegro y cincuenta firmas más."^

"Sección Primera. Secretaría de Gobernación. México.Es en nuestro poder su oficio # 12181 del que nos informamos y vemos que ya pasó

nuestro memorial a la Secretaría de Guerra para preguntar de los que fueron consignados al servicio de las armas y nosotros declaramos que los que están en el servicio son Hilario En­riquez y Manuel Blanco que están en el Segundo Batallón de Infantería; Casimiro Pérez Barojas está en el quince Batallón y Sacramento Pérez en el Noveno Regimiento Escuadrón Primero.

Los desterrados se encuentran en Santa Cruz de Bravo en el cuerpo de operarios y son Vicente Barillas, Ascención Pérez, José de Jesús Sánchez y José de Jesús Pérez.

Somos de Ud. afectísimos y seguro servidores.Cuaunopalan, marzo 13 de 1913.Trinidad García y José García."^

"Secretario de Gobernación.Me es honroso informar a Ud., refiriéndome a su respetable memorandum de fecha

8 del actual, en que se sirve transcribir 1 escrito de queja interpuesta ante el C. presidente de la república por varios vecinos del pueblo de Cuanopalan, Estado de Puebla, contra actos del Ex-Comandante del 39 Cuerpo Rural, por la consignación que se hizo de algunos individuos de dicha localidad al servicio de las armas, quienes fueron destinados al Territorio de Quintana Roo, manifestándole que esta Inspección General de mi cargo no tiene conocimiento de los hechos narrados por los signatarios del ocurso en cuestión; siendo probable que obre en la Secretaría de Guerra el parte respectivo que debe haber rendido la

^ cfr. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 56, Exp. 92, sin fojas. ^ Cír. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 56, Exp. 92, sin foja.

1 8 3

Autoridad que hizo la consignación, de acuerdo con el que recibió del Comandante de la fuerza que verificó la aprehensión.

Me es igualmente honroso participar a Ud. que, para conocimiento y efectos legales a que haya lugar, he transcrito el ocurso de referencia al Juez Instructor que procesa al mencionado Ex-Comandante Gabriel M. Hernández.

Protesto a Ud....Mexico, marzo 14 de 1913.El General Inspector. Eduardo M. Cruz."^

"C Secretario de Gobernación.El Operario, Juan Hernández, a nombre de varios compañeros de presidio en

memorial fechado hoy, dice a esta Jefatura Política lo siguiente:Los %ne snscribimos nos bnynmos presos en este Cnnrte/ y pertenecemos en e/ Cuerpo Je

Operarios %ne somos ofe/ pneb/o ofe Lxtepe/'i ofe/ Distrito ofe Txt/nn ofe /nnrez, LstnJo ofe Onxncn y nnos pocos Je otros pneb/os /Afnyopn, yb^nio y %/oyi ofe/ mismo Distrito , nnte Dof. con e/ ofebiofo respeto y con toof<% bnmi/JnJ comparecemos y ofecimos < ne en e/ mes ofe noviembre ofe /ecb% Í2 % Í7 ofe/ nño proximo pnsnJo en nuestros trnbn/'o ofe enmpo como bnmi/Jes /¿tbmofores nos bnynmos pnci/icos con /n conciencia trnn^ni/n y e/ ynicio reposnJo c ^nofo ofe nn momento n otro ¿?ne se ncercnbnn /os /eJern/es, es ofecir /ns /nerzns ofe/ Gobierno ofe/ úr. MnJero n incenJinr nuestro re/eriofo pneb/o por^ne Jecinn ^ne nos bnbinmos /ev^nt^ofo en nrmns en contra ofe ofiebo gobierno, s/ bien es cierto ¿yne es pnb/ico y notorio ^ne e/ C. /nnn TtDrt/nez Cnrrnsco Je nnestro mismo pneb/o es cnbeci//n Je /os <yne se /evnntnron pero son mny poco ^ne no //egnn % /<% cnnrtn pnrte Je/ pneb/o esos /nerón /os <ne tienen nrmns, pero pnrn átn Jicbo cnbeci//n bnbin nbnnJonnJo sns pnntos y beberse remonta Jo y nosotros vienJo esto también nos Jirigimos <%/ monte con nnestrns mn/eres y crintnrns por^ne yn empeznbnn n incenJinr /ns cnsns bnstn < ne ncnbnron e/ pneb/o y e/ Jin f 7 se Jirigieron % /os rnnebos ^ne estnbnn en e/ enmino nncionn/, cnsn Je bnespeJes <yne trnnsitn pnrn /<% cnpitn/ Je Onxncn; entonces nosotros como p<%ci/icos nos vimos ob/ignJos n presentarnos por meJio Je nn escrito en compnñin Je Jon Anre/io JL óo/is, n /os /g/es Je /os /èJern/es y e/ /e/e Po/itico Je Txt/Jn y estnbnn nniJos y con bnnJerns b/nnens piJienJo pnz por ^ne /e/rnmos y somos inocentes bnstn nborn, con mns rnzon ^ne somos innti/es, nvnnznJos Je eJnJ y otros estamos /isienmente ¿mpeJiJos Je toJo trnbn/o como también pnJo reconocemos y Jec/nmmos innti/es e/ Dr. en Æexico, enyo peJiJo /ne nceptnJo y nos mnnJnron

IBID, s in fo ja .

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<% bn/nr n nnestms /nmi/ins ¿J monte Jon Je tenemos nnestros tmbn/os y nnestms eoseebns n renn¿mos y yn nos vieron renniJos mn/eres y erintnrns entonces nos engnñnron JiciénJonos ^ne /nernmos <% Onxncn con e//ns y <%/// Jiernmos nnestrns rnzones, /negó nos Je/nbnn /ibres JnnJonos nnn /¿byi%7?z¿% o sn/vo-conJncto n cnJn nno y nos ?*eg7*æJb<%mos n nnestro trnbn/o.

Pero to Jo /ne /o contrario, yn //egnnJo n Onxncn nos metieron en /ns pi/ns trntnn Joños como prisioneros, nos Jetnvieron /os centine/ns Jos Jins y /negó nos Jespncbnron n Mexico y Jespnes Je nn mes n Lerncrnz JonJe e/evnmos escritos piJienJo nmpnro, /os cnn/es /nerón nten- JiJos pero e/ Jin primero Je /èbrero nos sncnron n/ /nzgnJo señn/nnJoños ocbo Jins pnrn probnr nnestrns ^ne/ns y en e/ mismo Jin nos sncnron Je /ns gn/erns y nos trn/eron pnrn este Territorio sin bncemos snber e/ motivo Je <p¿e somos reos sin snber bnstn nborn Je nnestrns /nmi/ins, se <yneJnron pobres en/èrmos, nbnnJonnJns y sin bognres por¿/ne incenJinron nnestro pneb/o; se //evnron nnestrns cosecbns, nnestrns ynntns Je trnbn/o y bestins, en nnn pn/nbrn, /ns /nmi/ins no snbemos Je e//ns como se mnntenJrnn con /ns crintnrns Je menores Je eJnJ por ¿yne nnestros se ((../ <p¿e estnn bnenos y snnos /nerón JespncbnJos por e/ Gobierno pnrn e/ servicio Je /ns nrmns y ¿yne n/ pnrtir e//os en México y Jnmos e/ n/timo nJios nos encnrgnmos Jiernmos nnn vistn n sns ^?mi/ins y repnrtimos e/ poco n/imento ^ne encnéntremos con e//ns pnes ^nien bnbin Je Jecir <p¿e nosotros innti/es nos becbnbnn en este Jestierro sin bnber cometiJo ningnn Je/ito por tnnto n GJ. G /e/e snp/icnmos encnreciJnmente si /e es posib/e bncer por nosotros ¿yne se Jigne por %n¿en es poner/o en conocimiento n/ úr. Genern/ Don Pe/ix n otro Je /os Señores ónperiores Je GJ. nnestrn triste sitnncion; ^ne nnestro peJiJo es < ne nos regresen n nnestrn tierrn y Jnmos nnestrn /ibertnJ nbso/ntn pnrn ir n ver n nnestrns /nmi/ins cnnnto nntes sen posib/e sn/ir Je estn esc/nvitnJ.

Go vo/vemos n snp/icnr ¿yne nos ntienJn nnestro peJiJo mnnJnnJonos nn consne/o Je nnestrn triste sitnncion por ¿/ne mncbos se bnynn en/èrmos en e/ TTospitn/ y otros yn bnn ^%//eciJo y nnestrns /nmi/ins estnrnn /o mismo con tnntns n/Z¿cciones y tn/ vez bnstn Je /imosnn se mnntenJrnn con tnntos bi/os.

Protestnmos /o necesnrio y como es /nsto /o peJiJo no bny en é/ ningnnn mn/icin. P / <p¿e snscribe /irm n por tojos por < ne ningnno Je /os Jemns snbe bncer/o. /nnn DemnnJez. Pnbricn.

Lo que tengo la honra de transladar a Ud. para su conocimiento y para lo que esa Superioridad se sirva resolver, permitiéndome manifestar por vía de informe que por lo que respecta a la inutilidad de que hablan los quejosos, es efectivamente cierta, pues lejos de ser­vir para desempeñar los diversos trabajos a que se les dedica, sirven de gravamen al Erario Federal, por lo que esta Jefatura Política, es de opinión, salvo la más acertada de Ud., que se les conceda lo que piden, máxime cuanto que por otra parte es muy creible que hayan sido víctimas del atropello de que se quejan.

Para la colonización de este Territorio, es de parecer esta misma Oficina que las remisiones se hagan de Presos de las Cárceles tanto de Belén como de las distintas que se encuentran en la República, con el mismo procedimiento que se observa para la colonia de las Islas Marías, pues de no permitírseles traer a sus familias, nadie, después de concluida su

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condena, tiene, ni seguirá teniendo deseos de arraigarse y siempre permanecerá inactiva esta apartada región de nuestra República. Así pues, suplico a Ud. que interponga su valiosa influencia para que además de que se lleve a efecto esta nueva remisión de presidiarios, vengan todos a las Ordenes del Jefe Político, que es otro de los motivos el por qué no tiene ningún adelanto el Territorio.

Protesto a Ud.Santa Cruz de Bravo, marzo 27 de 1913.El Jefe Político.Alfonso Carrera Carbó. Firma.

"Al Secretario de Gobernación.En contestación al oficio # 14091, girado por la Sección Primera, de fecha 14 del

actual, en el que pide a esta Secretaría emita opinión acerca de la proposición que hace el Jefe Político del Territorio de Quintana Roo, en el sentido de que para la colonización de dicho Territorio se necesitan presos tanto de las cárceles de Belen como de las distintas que se encuentran en la República, acompañados de sus familias, manifiesto a Ud., que este departamento de mi cargo, no es de parecer que se envíen al expresado lugar, como pide el Jefe Político mencionado, a los reos que deban extinguir condenas impuestas por autoridades judiciales, porque no existe en el expresado Territorio una cárcel que reúna los requisitos que deba tener y en donde los culpables pudieran extinguir sus respectivas condenas y conseguir que los mismos, durante su permanencia en ella, adquieran hábitos de trabajo y su regeneración, que son los fines que el legislador ha tenido presente al imponer el castigo por la transgresión del orden social que se produce, en la ejecución de todo hecho delictuoso.

Reitero a Ud....México, abril 23 de 1913.Reyes. Firma.

"Secretario de Gobernación.

346 cfr. A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Caja 1, Exp. 30, sin fojas.

347 iglú, sin foja.1 8 6

Quedo enterado por el atento oficio de usted, girado por la Sección Primera, bajo el # 16814, fechado el 18 del mes actual, de que esa Secretaría de su digno cargo ya comunica al Jefe Político de Quintana Roo, que no es de aprobarse la iniciativa presentada por esa Jefatura, referente a que se envíen allá a los reos que deban extinguir condenas impuestas por autoridades judiciales, por no existir en el expresado Territorio una cárcel que reúna los requisitos necesarios.

Reitero a Ud....México, 24 de junio de 1913.El Subsecretario de Justicia.Garza Galindo. Firma.

IBID, s in fo ja .

187

Anexo 6"Payo Obispo, mayo 30 de 1912.

C. General Jefe Político, Santa Cruz de Bravo.Respetuosamente participo a Ud. con referencia superior telegrama ayer que: en el

plano levantado por la concesión de J. Plummer, aprobada por la Secretaría de Fomento, no consta Laguna On, ni está determinada en los linderos a que se refieren los contratos hechos entre los concesionarios y el Supremo Gobierno, pero con motivo de que los chicleros campechanos han encontrado esa laguna en el trayecto de Pucté a Aguada Concepción se tomó la costumbre de seguirla llamando así; antes perteneció al Estado de Campeche, pero desde la creación del Territorio, quedó dentro de éste; informes recogidos en las oficinas de las compañías concesionarias radicadas en este lugar.

El turco Antonio Soda que se encuentra hoy aquí dice que su campamento se haya distante nueve leguas aproximadamente entre Campeche y este Territorio. Representante concesión Banco Londres y México díceme que campamento referencia hállase dentro de este Territorio.

Con todo respeto...Prefecto Político del Sur.Eduardo Loaeza."

"10a Zona Militar, Jefatura de la Línea del Sur. Telefonema recibido en Xcopen. Reforma, junio 28 de 1912.

Sr. Coronel Rafael H. Zetina. Cuartel Cuerpo Rural Campeche.Ayer después de esperar fuerza Chenes sin llegar hasta esta fecha fuerza federal a las

5 p.m. tomé San Antonio. El plan fue cadena de tiradores forma triángulo estrechando esta paso ataque; en mi poder 24 hombres, de éstos nueve inocentes, resto conducta mala reco­giéndoles 4 Winchester, 12 armas de fuego distintas, 60 machetes, 18 hombres evadidos favorecidos terrenos; hubo resistencia sin quemarse un solo tiro pernoctando sin novedad.

Entre aprehendidos sobrino de Soda por hacer resistencia, este último ausente, servicio escaceta intraficable por camino muy malo y la distancia Xcopen a Payo Obispo 18 leguas toda montaña sin estaciones, imposible proporcionar alimentos forraje para caballos, monte peligroso para una sola pareja teniendo presente los 18 dispersos de muy mala conducta, primeros haberes forraje no situe a Payo Obispo por no poder recogerlo por mal

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camino, mejor Champotón, ya me dirijo jefe Político de este punto de Administración, pues ya doy las instrucciones; certificados recogeré a mi paso por ese punto por falta de alimentos fuerza y presos, salgo el 30 para esa.

El Mayor Gonzalo R. González. 29 de julio de 1912.

Al Prefecto Político del Territorio.En contestación a su oficio #801, tengo el honor de participar a usted que en junio

del año pasado estuvo la fuerza de Campeche en el Campamento de Don Antonio Soda, en terrenos de la Negociación del Banco de Londres y México y lo único que hizo dicha fuerza, fue llevarse a 18 trabajadores de mala conducta que había en dicho Campamento, también se llevaron a Soda y esposa, por negarse estos a dar los detalles que les pedía el jefe de las fuerzas; respecto a la muerte de una señora, no es cierto por no haberse disparado ni un tiro en el expresado Campamento.

Reitero a Ud...Payo Obispo, 9 de junio de 1913.Antonio Navas."

Ciudadano Prefecto Político de Payo Obispo.Presente.Muy señor mío:En contestación al oficio # 802, que esa Prefectura me dirigió hoy, le transcribo

literalmente el mensaje que con motivo del atropello cometido en el Campamento San Antonio de esta Jurisdicción contra la persona e intereses del Sr. Antonio Soda, dirigí al Sr. Jefe Político de Santa Cruz de Bravo:

C¿MúM%720 A/é P o /itÍC O , &mt<% Cr%Z Je T3r%fo.

Gobierno Je G%mpecbe, invnJienJo Territorio Q%¿nt<%n% Roo ¿7% m%nJ%Jo gente %rm%J% ¿J m%nJo A&yor Gonzd/ez p%r% -oeri/ic<%r aprehensión Antonio 5o J%, s% esposa, sobrino y toJ% gente cbiciem, Vicente 5oJ% en c%rt<% dirigidme e/ T %ct%¿J en momentos Je sn/ir, est% %c%s%cidn Jebese % gestiones Antonio óJnebez y Cnr/os López ¿ynienes piJieron /nese s%c%Jo Je

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5%n Antonio /ngnr JonJc cstnvo estnb/eciJo bncc tres nños trnbn/nnJo pnci/icnmente en e/ cn/tivo Je/ /A/<J; mniz y tnbnco cnnnJo pnsn /n cstnción cbic/crn.

Dnrnntc Jos ó/timns tempo rnJns be siJo /inJor Je 5oJn nntc Compnñin Co/oniznJorn, ^nien bn tmbn/nJo en sn bnto 5nn Antonio en cnyo /ngnr estnn ncnmn/nJos /os intereses Je 5oJn precisamente tres meses estuvieron caminos in term mpi Jos por /ns //nvins, este nño por no convenir n sns intereses 5oJn Je/ó trnbn/os Je /n Co/oniznJorn, bnbiénJose nrreg/nJo con otro concesionario, Je /o ^ne resn/tn ¿yne mientras /ne contratista Je n%ne//n, sn gente y e/ /nerón bnenos y boy tojos son mn/os pero no es posib/e, 5eñor Genern/ ^ne T7J. consienta en estn invasión permitienJo se pei/nJñyne n nn extrnn/ero en sns intereses, ¿yne por sns pe?ynicios lectivos son Je grnn consiJernción y en sn repntnción nJemns /n Je sn esposn y Je sn sobrino.

Qniero nceptnr ¿?ne entre gente cbic/ern 5oJn estnvo nno o Jos mn/becbores, /o nntnrn/ y ynsto es ^ne se //even presos n esos pero no % tojos, /n gente ¿yne tiene 5oJn estnvo n<ynt en mnyo pnrn pngnr/es n/ennees y bncer /os nnevos nJe/nntos, estn gente pnseó pnb/ienmente gnstó bnenns cnntiJnJes Je Jinero y /negó se /ñ^on n reconocer sn nnevo trnbn/o Je nnevn cnentn, /o ^ne se JeJnce ^ne si /nernn bnnJiJos ni venJrinn n presentnrse en JonJe bny nntoriJnJes competentes y por n/timo /os hombres mn/os no n/cnnznn en sn trnbn/o 300, 400, 300 y 500 pesos como es pnb/ico y notorio /es bn pngnJo 5oJn.

A/ so/icitnr /n protección pnrn mi pnisnno 5oJn /o bngo no so/nmente como ngente comercin/ %ne soy Je é/ sino tnmbien como /inJor nnte e/ sr. /L . R/nmmer y por n/timo e/ mismo 5oJn nntoriznme pnrn %ne yo reco/'n merenneins <yne Je/ó en 5nn Antonio Xcopen pnrn /o cnn/ snp/ico n Z7J. se sirvn Jnr sns órJenes n pre/ecto Ro/itico Je estn pnrn <yne me /nc%/fe meJios pnrn bncer/o sin ¿yne se me pongn ningnnn Ji/icn/tnJ, tnmbien nntoriznrme pnrn < ne cniJe o venJn mi/pn becbn por sn gente y yn pngnJn /hnos ^3,000/ consistentes en mi/ y pico Je mecntes, piJo/e nntoriceme pnrn obrnr como Jesen 5oJn.

De DJ. Att. y 5.5. /ose Rnr^net (R ú b rica ).

"Secretario de Guerra y Marina.El jefe Político del territorio de Quintana Roo en telegrama de fecha 20 del actual

dice a esa Secretaría:'Urgente salga Comisión pueblo Icaiché donde súbdito turco Antonio Soda tala

bosque atropellando indios causando trastornos trascendentales. Jefatura Armas niégase proporcionar embarcación. Suplicóle trámite con Ministerio Guerra dé la orden

349 A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 55, Exp. 7, s. f.1 9 0

proporcione embarcación o facúlteme fletar una particular. Atentamente suplicóle preferente atención, caso urgentemente delicado.'

Tengo la honra de transcribirlo a Ud. a efecto de que si no tiene inconveniente, se sirva dar órdenes telegráficas al jefe de las Armas en Quintana Roo para el objeto a que se refiere el preinserto telegrama.

Reitero a Ud... México, enero 22 de 1913.Secretario de Gobernación"

"Al Secretario de Gobernación.En respuesta al atento oficio de Ud. # 10711, girado con fecha 22 del mes actual, por

la Sección la de esa Secretaría a su merecido desempeño, tengo la honra de manifestarle que no es posible facilitar ninguna embarcación de guerra para el desempeño de la comisión a que se refiere, pues con la que cuentan los Flotillas del Territorio Quintana Roo son insuficiente hasta para cubrir el servicio de las mismas; pero como lo indica el jefe Político de dicho Territorio, puede Retarse una embarcación particular con el objeto que se desea.

Reitero a ud....México, 24 de enero de 1913.El Subsecretario de Guerra. (Departamento de Marina, Sección de Material

Flotante).'"'"

"Secretario de Justicia.Ya se transcribe al Jefe Político del Territorio de Quintana Roo para que se sirva

informar, el oficio de Ud. girado por la Sección de Justicia, Mesa 2a, # 8010-2, fecha 4 de marzo último, en que se sirvió insertar el telegrama que le fue dirigido por el C. Juez menor de Payo Obispo, acerca de que en el mes de junio se presentó en el Campamento de San Antonio una fuerza armada por orden de las autoridades de Campeche, cometiendo todo género de atropellos y ocasionando la muerte de una mujer y llevándose presos al señor Antonio Soda, a su esposa y casi todos los trabajadores de ese punto.

35° A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 62, Exp 44, sin foja.1 9 1

Lo digo a Ud...Sección la de Gobernación."^*

"C. Secretario:En contestación a su superior oficio # 11185, girado por la Sección primera, con

fecha 31 de enero último, tengo la honra de manifestar, que según el presupuesto económico que remite el Prefecto Político del Distrito Sur, acerca de los gastos que demandará una embarcación particular para que salga la comisión a hacer averiguación en el cantón Pacífico de Icaiché, sobre la queja que presentan los indios de ese lugar por la explotación fraudulenta que se está llevando a cabo, asciende a la suma de $170.50 cuyo gasto suplico a esa Superioridad sea aprobado por ser verdaderamente económico y de imperiosa necesidad hacer la averiguación de que se trata.

Protesto a Ud...Santa Cruz de Bravo, marzo 12 de 1913.El Secretario Encargado del Despacho de Gobierno.Isidro Escobar Garrido."^

251 A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 55, Exp, 7, sin foja.252 A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Vol. 62, Exp. 44, sin foja.

192

Anexo 7

"Lista de los legajos que componían el archivo de la Jefatura Política de Quintana Roo a finales de 1912."9 Legajos correspondientes a los años de 1902, 1903 y 1904.1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado

General Ignacio A. Bravo".Cozumel".Isla Mujeres".Exhortos".Conducción de reos".Sección de estadística".Secretaría de Fomento".Ayuntamiento de Santa Cruz de Bravo". Aguas".Quejas".Industrias nuevas".Rastro de la ciudad".Instrucción Pública".Elección de Diputados y Senadores". Comisión de Parasitología Agrícola". Ayuntamiento de 1908 a 1909".Registro Civil".Relaciones Exteriores".PERSONAL".Tesorería de Isla Mujeres".Castigos y Multas".Asociación Financiera Internacional". Auxilio a las víctimas de Guanajuato". Temblores de Guerrero".Décima zona militar".Operarios".Enfermerías".Lavaderos públicos".Inundación de Monterrey".Cementerio Municipal".Culto religioso".Muelle Vigía".Secretaría de Justicia".Secretaría de Hacienda".Secretaría de Fomento".Fiel contraste".Prisión (Partes)".

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1 Expediente titulado "Explotación de bosques".1 Expediente titulado "Secretaría de Gobernación".1 Expediente titulado "Gastos de escritorio".1 Expediente titulado "Agencias de policía".1 Expediente titulado "Secretaría de Guerra y Marina".1 Expediente titulado "Censo para 1910".1 Expediente titulado "Hacienda".1 Expediente titulado "Movimiento de población".1 Expediente titulado "Inventario General de Muebles en 1907".1 Expediente titulado "Alimentación de presos".1 Expediente titulado "Secretaría de Justicia".1 Expediente titulado "Secretaría de Gobernación".1 Expediente titulado "Juzgados".1 Expediente titulado "Ayuntamiento de 1911".1 Expediente titulado "Solicitudes y licencias".1 Expediente titulado "Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas".1 Expediente titulado "Tesorería de Isla Mujeres".1 Expediente titulado "Tesorería de Santa Cruz de Bravo".1 Expediente titulado "Bacalar".1 Expediente titulado "Xcalak".1 Expediente titulado "Payo Obispo".1 Expediente titulado "Informes, remisiones y lo relativo".1 Expediente titulado "Vacuna".1 Expediente titulado "Registro Civil, correspondiente a Santa Cruz, Holbox, Xcalak, Bacalar, Isla Mujeres y Cozumel ".1 Expediente titulado "Relaciones con los Estados".1 Expediente titulado "Archivo General".1 Expediente titulado "Jefatura".1 Expediente titulado "Secretaría de Gobernación".1 Expediente titulado "Cozumel".1 Expediente titulado "Movimiento de pasajeros".1 Expediente titulado "Elecciones de Presidente y Vicepresidente de la República".1 Expediente titulado "Consultas".1 Expediente titulado "Coronel Aurelio Barquet".1 Expediente titulado "Instalación de la Jefatura Política en Santa Cruz de Bravo".1 Expediente titulado "Pendientes".1 Expediente titulado "Padrón", í Expediente titulado "Circulares de los Estados".1 Expediente titulado "José Aguilar".1 Expediente titulado "Puerto Morelos".1 Expediente titulado "Distrito del Centro".1 Expediente titulado "Cozumel".1 Expediente titulado "Toma de razón y Registros de Terrenos".1 Expediente titulado "Agencia de tierras".

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1 Expediente titulado "Centenario de la Independencia".1 Expediente titulado "Facturas de correspondencia".1 Expediente titulado "Ramonai, Calderitas, Santa Elena, Juan Luis y Saxan".1 Expediente titulado "Tesorerías".1 Expediente titulado "Personal de Justicia".1 Expediente titulado "Jefatura".1 Expediente titulado "Relaciones con los Estados".1 Expediente titulado "Sin expediente".1 Expediente titulado "Documentos pendientes".

EXPEDIENTES NUEVOS1 Expediente titulado "Levantamiento del Gral. Felix Díaz en Veracruz".1 Expediente titulado "Barracas del H. Ayuntamiento".1 Expediente titulado "Cuerpo de Operarios".1 Expediente titulado "Ayuntamiento de 1913".1 Expediente titulado "Cárcel de Santa Cruz de Bravo".1 Expediente titulado "Cosechas de cereales".1 Expediente titulado "Exposición costeña de Colima".1 Expediente titulado "Disposiciones de la Jefatura Política".1 Expediente titulado "Presupuesto".1 Expediente titulado "Exposición de Industria y Bellas Artes de Guadalajara".1 Expediente titulado "EL CHAQUISTE, periódico semanario".1 Expediente titulado "Exposición Universal de San Francisco, California".1 Expediente titulado "Asaltos de indios mayas".1 Expediente titulado "Sumisión de indios mayas".1 Expediente titulado "Partes de policía (Santa Cruz)".1 Expediente titulado "Partes de la prisión (Santa Cruz)".27 Legajos expedientes de cesión de lotes de terreno en el Territorio, por abecedario y cuyo nombres constan en los Libros # 1 y 2 del registro de terrenos.1 Expediente titulado "Cuerpo rural del territorio".1 Cortes de caja de la Tesorería Municipales de: Payo Obispo e Isla Mujeres.1 Expediente titulado "Jefatura".1 Expediente titulado "Multas y castigos".1 Expediente titulado "Prefecto Político del Distrito Norte".1 Expediente titulado "Prefecto Político del Distrito Sur".1 Expediente titulado "Sección de Justicia".1 Expediente titulado "Secretaría de Fomento".1 Expediente titulado "Secretaría de Gobernación".1 Expediente titulado "Secretaría de Relaciones Exteriores".1 Expediente titulado "Instrucción Pública".1 Expediente titulado "Sección de Estadística".

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1 Expediente titulado 1 Expediente titulado licencias".1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado 1 Expediente titulado

"Registro Civil"."Avisos de tomas de posesión, ceses de empleados renuncias y "Facturas de correspondencia"."Agencias de policía de Santa Cruz de Bravo y demás poblaciones". "Decretos y Circulares (disposiciones)"."Alta y baja de muebles"."Jefe de la Flotilla de Vigía Chico"."Consulados"."Desertores"."Alimentación de presos"."Toma de posesión del Presidente y Vicepresidente de la República" "Aduana de la Ascensión"."Inventario de la Prefectura Política del Distrito Sur"."Elecciones"."Tesorería de la Federación"."Correspondencia con particulares"."Tesorería de Santa Cruz de Bravo"."Edificio nuevo de la Jefatura Política"."Ayuntamiento para 1912"."Reclutamiento en 1912".^

253 CR- A.G.N., Gobernación, Período Revolucionario, Caja 14, Exp. 4, sin foja.

Anexo 8"7%?e C/%r¿07?, 26 de febrero de 1914.

S U P R E M A C O R T E El Rev contra David Sabala

El siguiente es un reporte de la causa instruida contra David Sabala en la Suprema Corte de Belize y que tuvo lugar los días 16 y 17 del corriente.

El señor L.H. Elphistone fungió como representante de la Corona y los Sres. W.J. Slack y J.J. Franco fueron os defensores del acusado.

A instancias del Procurador General fue nombrado el personal para un Jurado especial. Hecha la acusación contra el presunto culpable, el señor Slack en favor de su defenso hizo ciertas objeciones hacia la forma en que se hizo la información, la cual fue corregida y con las correciones hechas es como sigue:

Téngase presente que el día 7 de Febrero del año de Nuestro Señor de mil novecientos catorce, el honorable señor Lancelot Henry Elphistone, Procurador General de SU MAJESTAD, en y para esta Colonia, quien en nombre de la mencionada MAJESTAD y obrando en su favor dio entrada en el Registro General de la Colonia, en Belize, perteneciente a dicha Colonia, para ser archivado como un documento de la Suprema Corte, á ciertas informaciones contra David Sabala y en nombre y representación de Nuestro Señor el Rey dió á la Corte la siguiente información:

1. Que el día 25 de Noviembre de 1913 y en diversas ocasiones entre esa fecha y el 7 de Diciembre del mismo año, cierta persona ó personas, dentro de los dominios de SU MAJESTAD y sin su licencia, preparó ó prepararon una expedición armada para obrar en dominios de una nación amiga, los Estados Unidos de México, y que dicho David Sabala el día y ocasiones arriba mencionados, dentro de la jurisdicción de la Corte estaba ilegalmente ocupado en los preparativos de la referida expedición contra lo dispuesto en la Sección 11 del decreto sobre reclutamiento de extranjeros de 1870.

2. Que el día 25 de Noviembre y en diversas ocasiones entre esta fecha y el 7 de Diciembre del mismo año, cierta persona ó personas, dentro de los dominios de SU MAJESTAD y sin su consentimiento, estaba ó estaban preparando una expedición armada contra los dominios de una nación amiga, los Estados Unidos de México, y que el dicho David Sabala, en el día y ocasiones antedichas, dentro de la jurisdicción de la Corte, estuvo ilegalmente ocupado en arreglar dicha expedición armada contraviniendo lo ordenado en la Sección 11 del decreto sobre reclutamiento de extranjeros de 1870.

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3. Que el día 25 de Noviembre de 1913 y á diversas fechas entre esta y el 7 de Diciembre del propio año, dentro de los límites de los dominios de SU MAJESTAD y sin su consentimiento, estubo o estubieron preparando una expedición armada contra los dominios de una nación amiga, los Estados Unidos de México, y que el dicho David Sabala, en la fecha y ocasiones arriba expresadas ilegalmente ayudó a preparar dicha expedición contraviniendo lo dispuesto en la Sección 11 del Decreto sobre reclutamiento de extranjeros de 1870.

4. Que el día 25 de Noviembre de 1913 y en diversas ocasiones entre esta fecha y el 7 de Diciembre del mismo año, dentro de los límites de los dominios de SU MAJESTAD y sin su licencia, estuvo o estuvieron alistando una expedición armada contra un país amigo, los Estados Unidos de México, y que el dicho David Sabala en la fecha y ocasiones arriba citadas, dentro de la jurisdicción de la Corte, ilegalmente ayudó á alistar dicha expedición, faltando a lo prevenido por la Sección 11 del Decreto sobre reclutamiento de extranjeros de 1870.

5. Que el día 25 de Noviembre de 1913 y en diversas ocasiones entre esta fecha y el 7 de Diciembre del mismo año, dentro de los límites de los dominios de SU MAJESTAD y sin su consentimiento, estuvo o estuvieron ilegalmente ocupados en la preparación de una expedición armada contra un país amigo, los Estados Unidos de México, contra lo mandado en la Sección 11 del Decreto sobre reclutamiento de extranjeros y que el dicho David Sabala en el día y ocasiones arriba mencionadas, dentro de la jurisdicción de la Corte, instigó tal crimen é incitó á la persona ó personas mencionadas á cometerlo, contraviniendo el sentido de la Sección 32 del Código Penal.

6. Que el día 25 de Noviembre de 1913 y en diversas ocasiones entre esta fecha y el 7 de Diciembre del mismo año, dentro de los límites de los dominios de SU MAJESTAD y sin su consentimiento, estuvo o estuvieron ilegalmente ocupados en alistar una expedición armada contra una nación amiga, los Estados Unidos de México, contra lo dispuesto por la Sección 11 del Decreto sobre reclutamiento de extranjeros de 1870 y que el referido David Sabala, en el día y ocasiones arriba mencionadas y dentro de la jurisdicción de la Corte instigó la comisión de tal crimen é incitó á la persona ó personas referidas á cometerlo, contra lo dispuesto en la Sección 30 del Código Penal.

7. Que el día 25 de Noviembre de 1913 y en diversas fechas dentro de esta y el 7 de Diciembre del mismo año, dentro de los límites de los dominios de SU MAJESTAD y sin su licencia, ilegalmente ayudaron a la preparación de una expedición armada contra una nación amiga, los Estados Unidos de México, en contra lo dispuesto por la Sección 11 del Decreto de 1870 sobre reclutamiento de extranjeros, y que él, el dicho David Sabala en la fecha y ocasiones arriba mencionadas, dentro de la jurisdicción de la Corte ilegalmente instigó la comisión de tal crimen é incitó á la persona ó personas referidas á cometerlo, contra lo dispuesto en la Sección 30 del Código Penal.

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8. Que el día 25 de Noviembre de 1913 y en diversas otras fechas dentro de esta y el 7 de Diciembre del mismo año, dentro de los límites de los dominios de SU MAJESTAD y sin su consentimiento, ilegalmente cierta persona o personas ayudó ó ayudaron á la preparación de una expedición armada contra una nación amiga, los Estados Unidos de México, y que el dicho David Sabala en la fecha y ocasiones arriba expresadas, dentro de la jurisdicción de la Corte, ilegalmente instigó tal crimen e incitó á la persona ó personas mencionadas á la comisión del mismo, contra lo mandado en la Sección 30 del Código Penal.

9. Que el día 23 de Julio de 1913 el Gobernador de Honduras Británica, según las facultades que le concede el Capítulo IV de las Leyes Consolidadas y corregidas por el Decreto número 21 de 1894, expidió la Proclama Real en la que SU MAJESTAD por el periodo de dos años, contando desde el 26 de Agosto de 1913, prohibía la exportación, por mar y tierra, de esta Colonia, de Armas de fuego, municiones y pólvora para caza sin la licencia correspondiente expedida por mano del Gobernador, cumpliendo así con lo dispuesto en los siguientes preceptos:

(1) Ninguna persona y corporación puede, sin licencia, podrá exportar por mar o tierra en un periodo de 28 días sucesivos, mas de 6 fusiles, no siendo rifles, 200 cartuchos. 150 libras de pólvora y 200 libras de plomo á munición.

(2) El Administrador de la Aduana en el Distrito de Belice y el Comisionado de Distrito en cualquiera otro de los Distritos puede permitir la exportación por cualquiera persona ó corporación, dentro de los 28 días de la fecha del permiso, a cualquiera país o estado especificando en la mencionada licencia, de no mas que 12 fusiles, no siendo rifles. 400 cartuchos, 300 libras de pólvora y 500 libras de balas ó plomo.

Que la mencionada Proclama Real fué publicada en La Gaceta el día 2 de Agosto de 1913 y desde entonces ha estado en vigor; que el referido David Sabala en algunas fechas entre los días 25 de Noviembre y 7 de Diciembre de 1913, dentro de la jurisdicción de la Corte, despreciando la mencionada Proclama y sin licencia alguna obtenida previamente de mano del Gobernador ó sin haber cumplido con ninguna de las disposiciones antedichas, ilegalmente exportó, por la vía terrestre, ciertas armas y municiones, á saber, riñes y cartuchos adaptables para ser usados en riñes, contraviniendo lo dispuesto en el Cap. 4 de las Leyes Consolidadas ó (alternativamente) contra el espíritu de lo dispuesto en dicho Cap. 4 reformado por la Ordenanza número 21 de 1894, alternativamente.

10. Que Mariano Marso ó alguna otra persona ó personas desconocidas, en alguna fecha ó fechas entre los días 25 de Nov. y 7 de Die. de 1913. dentro de la jurisdicción de la Corte, desacatando la mencionada Proclama y sin haber obtenido previamente la licencia correspondiente de manos del Gobernador ó sin haber cumplido con ninguno de los debidos requisitos, ilegalmente exportó de esta Colonia, por la vía terrestre, ciertas armas y municiones, es decir, riñes y cartuchos adaptados para usarse en riñes y que el referido David Sabala, dentro de la jurisdicción de la Corte y en la fecha y fechas arriba

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mencionadas instigó al referido Mariano Masa ú otra persona ó personas como antes se dice, á exportar los mencionados riñes y cartuchos contra lo mandado en la Sección 32 del Código Penal.

Walter Leonard Me Kinstry, dijo y juró decir verdad: Soy Administrador de la Aduana y en la actualidad Secretario Colonial Interino, desde Abril último. Todas las licencias concedidas por el Gobernador recogidas por mí. Ninguna licencia para exportar armas por tierra ha sido concedida desde Abril último ni para exportar ningunos pertrechos de guerra. Ni tampoco se ha dado ninguna licencia para preparar alguna expedición contra México.

Fue de nuevo interrogado por el señor Slack.Apareció que había algunos permisos para exportar armas y municiones por mar.El libro de registro de licencias es llevado por el Secretario Colonial.Rechrad [¿Richard?] Anderson dijo y juró que: En Diciembre último peón al

servicio del acusado. Yo trabajé para él en Buena Vista y recuerdo que en Diciembre varios hombres bien vestidos vinieron á la casa del acusado. Nunca los había visto antes. Cuando volví de mi trabajo los vi á todos ellos en la casa. No se cuantos serian, había como 5 o 6. No sé que día de la semana era. Al día siguiente llevé á 4 de ellos al otro lado del río. Vi 8 de ellos. Los otros 4 subieron hasta las cascadas y los crucé al otro lado. Pasé dos muías para cada uno. Ensillaron y corrieron tomando el camino de las chiclerías. Cuando los forasteros estaban en la casa yo estuve allí y el acusado me ordeno limpiarles sus ropas. Oí rumores de conversación entre estos forasteros y David Sabala. Hablaron de Campeche. Decían deseaban se diera una vuelta o paseo por Campeche. El dijo que no quena ir. A uno de ellos le oí decir que Sabala tenía una hija en Campeche y que el (el que lo decía) estaba casada con ella. Nunca oí que los forasteros pronunciaran mi nombre. Todos tenían cabello negro excepto uno que lo tema rojo. Los vi a todos hablando reunidos estando el acusado presente. Hablaban en español. Eran como a las nueve o diez cuando yo les vi por primera vez. Al día siguiente como á las seis de la mañana salieron del lugar.

Fue nuevamente interrogado por el señor Slack.Yo estaba en la cocina donde ellos comían. Yo nunca estuve en la Guarda en Calla

Creek. Yo sabía que por aquel camino venían muías cargadas de chicle y se volvían cargadas de provisiones. Conozco a Mariano Marsa y lo he visto al cuidado de las muías que pasan por Buena Vista viniendo de las chiclerías para el Cayo y vice versa.

He visto también muías de otras gentes pasar por Buena Vista donde pasan la noche en un sitio ó lugar de descanso con las muías de Mariano Marzo. Yo nada he tenido que ver con ellas tampoco. El harto [debe ser A%to] es únicamente para las muías que van de camino, por las cuales sus dueños pagan un tanto diario por la pastura que consumen. Pero

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antes de la llegada de los extranjeros las muías de Mariano Marsa estuvieron en Buena Vista, viniendo de Guatemala cargadas de chicle parando una noche en Buena Vista y continuaron su viaje para el Cayo al día siguiente y no vi que volviera ninguna de dichas muías. Cuando las muías de Marsa pasan por < buena Vista, procedentes de el Cayo vienen cargadas y prosiguen su camino para Guatemala con las mismas cargas. Yo no sé si las muías son de Marsa ó pertenecen á otra persona. Yo he visto las muías de Marsa traer provisiones para una de las chiclerías. Los forasteros no traían armas; solo traían una petaca de mano y un abrigo o sobretodo.

Interrogado nuevamente por el procurador General, dijo:Si algunas muías pasaran por Buena Vista sin detenerse yo las hubiera visto si

hubiese estado allí.Agustín González, juró y dijo:Soy nativo de Tlacotalpa, México, y en diciembre ultimo trabajaba con el acusado

como su cocinero. Poco antes de la Noche Buena recuerdo que unos forasteros venían para benque Viejo, pero no me recuerdo de la fecha, solo que era un viernes, y salieron al día siguiente sábado en la mañana; ese mismo día el acusado fue al benque a un baile. Algunos de los forasteros llegaron á las 6 de la mañana y otros un poco después. Dos llegaron primero y después vinieron de a uno o dos cada vez, siendo ocho por todos. Yo di la bien venida á los primeros que llegaron y estando allí el acusado le dije que estaba alguien viniendo á lo que él me dijo que estaba muy bien, que los dejara entrar. Los últimos dos forasteros llegaron como a las 2 de la tarde y los vi a todos comiendo en la cocina del acusado. Estaban solos en la casa cuando comieron pues el acusado estaba trabajando en su alambique y al terminar su labor este vino y estuvo hablando con ellos en el corredor de la casa y entonces no pude oír lo que decían los forasteros y el acusado. Al día siguiente no 01 ni que el acusado hablara con los forasteros ni á aquellos con este. No soy sordo. Yo era quien los atendía. No pude oír que era lo que decían pues yo estaba ocupado en mi trabajo. Vi que desayunaron la mañana que se fueron estando presente el acusado pero no oí lo [que] estuvieron hablando ni sé el idioma en que estuvieron conversando. Oí el rumor de una conversación entre el acusado y los forasteros pero no sé lo que se dirían pues yo estaba atendiendo mi trabajo y no puse atención. Conozco a Marino Marsa a quien he visto con frecuencia venir de El Cayo con muías. Recuerdo haber ido á Benque Viejo y permanecido allí dos días antes de la llegada de los forasteros. Era un sábado pero el anterior al en que llegaron los forasteros sino otro, como dos semanas antes. Yo di mi testimonio ante el Comisionado de Distrito el sábado anterior. Era el penúltimo sábado cuando yo volví y vi unas cajas pequeñas en la casa de David Sabala pero no recuerdo lo que eran. Había como 20 de diferentes tamaños unas mas grandes que las otras. Este testigo indicó el tamaño de las cajas ante la Corte lo mismo indico que las cajas tema[n] una cubierta sobre ellas que era de color azafrán. Yo vi cambiar de sitio estas cajas pero Mariano Marsa nunca se las llevó y no las volví á ver más después ni vi a Mariano venir con muías. Cuando las fueron llevadas Sabala estaba presente y las muías no pasaron por la

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casa sino por cerca del harto [hato]. Cuando yo regresé el sabado las muías de Marsa aun no habían llegado y cuando vivieron de El Cayo yo las vi y cuando yo volví del Benque Viejo las muías de Marsa venían de las chiclerías trayendo chicle para El Cayo. Entonces las cajas estaban en la casa. Solamente la mitad de las muías volvieron del Cayo trayendo alguna carga de la misma clase de la que estaba en la casa de Sabala. Yo no sé cuantas cajas serían las que estaban en la casa del acusado: las muías solo trajeron poca carga para poder llevarse las referidas cajas. Ya he declarado cuatro veces sobre esta materia en el Cayo estando el acusado en presente una de las veces. Yo no vi las cajas cargadas en las muías de Marsa. yo solo vi que aquellas fueron sacadas de la casa y llevadas al río así es que no se que fué de ellas.

Manuel Requena, juró y dijo:Soy un trabajador y residente en Benque Viejo y tengo una plantación cerca del

arroyo de la Calla, al otro lado del río pero dentro de esta Colonia. Poco antes de la Noche Buena yo iba para mi plantación y vi unas huellas de muías: caminaba hacia mi casa con carga á cuestas y una escopeta cuando oí un ruido y vi un hombre que me adelantó, él habló y levanté la vista y me preguntó si había un camino que condujera á Plancha de aquel punto. Entonces vi unas muías cargadas que iban en dirección de las chiclerías consistiendo sus cargas en cajas pero no supe cuantas podrían ser pues yo iba también cargado y tenía que mirar hacia abajo, de todos modos eran mas de una. Muy a menudo veo muías llendo a las chiclerías pero aquellas cajas no eran de las que ordinariamente se llevan á dichos campos de chicle. Esto sucedía poco antes de la Noche Buena, no recuerdo que día sería, creo que serían como ocho días antes de la Noche Buena. Yo no se cuantos días tiene el mes de diciembre pero recuerdo el principio del mes. No puedo decir cuanto tiempo hace que hice mi declaración en El Cayo (En esto el testigo fue a la Camara del Juez y se le leyó su deposición por medio del intérprete. Cuando volvió a la sala del Jurado, dijo:) Creo que fue como hace cuatro semanas que declaré en El Cayo, no recuerdo bien por no haberme fijado. La caja que iba cargada en la muía que se atravezo en el camino era una caja larga mientras que las cajas que llevaban las otras muías que estaban echadas en el suelo las pasó desapercibido. Si las muías hubieran venido de El Cayo para benque Viejo no me hubieran alcanzado, ellas venían sobre el camino para Plancha, ese camino conduce del arroyo de Calla al río. Yo he ido del arroyo de Calla a Buena Vista y aunque hay un camino no se si lo podran pasar muías. Yo estaba solamente a media milla de Benque Viejo cuando encontré las muías que iban por un camino viejo que va del arroyo de Calla hacia Benque Viejo.

Interrogado nuevamente por el señor Slack, dijo:Ya sé lo que es esto. Es Febrero. Ya he hecho mi deposición ante el Comisionado de

Distrito en el Cayo estando presente el acusado lo mismo que el señor franco y Don Alvaro y Don David. Mi primera declaración la di en El Cayo, después dos declaraciones ante el Magistrado de El Cayo y otra ante el Comandante en Benque Viejo. Cuando estuve en el Cayo hice mi declaración ante el Oficial por estar enfermo el Magistrado. Di dos

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declaraciones en El Cayo. La primera vez don David estaba presente y la segunda don Alvaro y don Davis y también el señor Franco. El Procurador General estuvo también. No puedo recordar cuantas semanas hace que ocurrió esto ni me acuerdo el tiempo que transcurrió entre mi primera y segunda declaraciones ni tampoco que tanto tiempo antes de dar mi declaración en El Cayo fué cuando encontré las muías. No sé que edad tengo ni sé leer ni escribir. Cuando encontré las muías llevaban sus cargas en el lomo cubiertas con encerados. Como iba yo cargado seguí mi camino sin haberme fijado cuantas muías eran habiendo notado solo un hombre que me adelantó y como yo entonces no podía pasar tuve que regresar y tomar una travesía. Pude ver por las huellas de las muías que iban hacia la Plancha. El camino está orientado de Esta a Oeste. El camino que conduce al arroyo de Calla está más arriba y á lo largo del río. Yo he estado en ambos lugares. En Plancha hay un guarda.

La Corte interrogó y el testigo dijo:El hombre que yo vi es un blanco. No conozco a Mariano Marza.Agapito Yacab, juró y dijo:Soy chiclero y trabajo en Guatemala. Recuerdo que poco antes de la Noche Buena

iba á mi trabajo acompañado de Juan Medina. Salimos de Benque Viejo para el campo. En el camino encontramos una recua de muías. Yo estaba en el camino. Ellas iban hacia el Benque. Yo estaba solamente a una legua de distancia de Benque cuando las encontré. Yo no sé lo que es una milla inglesa. Yo iba a pie y había caminado mas de dos horas.Conozco el arroyo de Calla. Las muías estaban en territorio de Guatemala cuando las encontré, serían unas 12 ó 13. Conozco Plancha lo mismo que el camino a Benque Viejo. Yo iba bien por este camino. Yo crucé el no en Benque. Las muías iban cargadas de cajas de varios tamaños (indicó el tamaño de la mas grande). Yo he visto la carga que se lleva á las chiclerías pero no de esta clase. Todas eran cajas. Yo he visto cajas de rifles en las tiendas, y estas cajas eran muy semejantes á las que he visto antes, es decir, parecían cajas de riñes. No sé en que fecha fué. No sé que tanto tiempo antes de la Noche Buena era. Era como por el 12 de Diciembre.

El señor Slack interrogó de nuevo:Eran como 12 ó 13 muías cargadas con dos cajas cada una, menos una de ellas

cargada con una caja grande. Las cajas semejantes á las de riñes eran de las que cada una de las muías llevaba. Yo no sé el número de riñes que hay en una caja de Winchesters. Yo he visto una caja de riñes abierta. No tengo idea de lo que puede pesar un Vhnchester; nunca he manejado ninguno ni sé si las cajas de Winchester tiene alguna marca. No vi ninguna marca en las cajas que llevaban las muías porque no vi ninguna descubierta. Primeramente hice una declaración al Cabo de Benque Viejo. Yo iba por el camino con un bulto á mis espaldas. No me fijé que era lo que las muías llevaban.

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Placido Yacab, juró y dijo:Yo soy chiclero y vivo en Benque Viejo. Poco antes de Noche Buena salí para mi

trabajo. No recuerdo que tanto tiempo antes fue cuando salí de Benque Viejo en dirección a mi Milpa en territorio inglés. Yo crucé el río en Benque Viejo y tomé el camino derecho para mi Milpa. Primeramente tomé la dirección para Plancha y después tomé hacia la derecha. Encontré las muías cuando habría caminado como unas dos millas. Estaban buscando el camino que va á Plancha. Algunas de ellas estaban echadas y otras en pie y no vi cuando se fueron. Nadie me habló. Las muías estaban cargadas con cajas. He visto muy amenudo carga que llevan para las chiclerías. La carga que llevaban estas muías era diferente. Nunca he conocido cajas conteniendo rifles. Estas cajas eran de varios tamaños (indica el tamaño de la más grande). No me fijé en el ancho. Vi mas de una caja del tamaño mas grande. No me fijé cuantas. No me fijé si una sola caja ó varias de estas cajas eran llevadas por cada muía (indica el tamaño de las cajas mas pequeñas). No pare atención en cuantas cajas eran por todas ni me fijé si cada muía llevaba una o mas de estas cajas pequeñas.

Interrogado de nuevo por el señor Slack, dijo:(Señalando al tamaño de una de las cajas grandes) Que iban cargadas en el sentido

longitudinal y hacia los lados, no en el espinazo. Yo he visto muías cargadas con un bulto en un solo lado solamente. Debiendo tener un contrapeso al otro lado. Las cajas pequeñas eran como del tamaño de las cajas de fosforos. No vi ni una sola de las muías que tuviera un solo bulto en el espinazo. Todas las cajas iban cubiertas de encerados que cubrían todo el lomo de la muía. Pude ver parte de las cajas. Pude ver los extremos y por debajo.

Lucio Ortega juró u dijo:Yo soy arriero y vivo en Santa Helena. Antes de la ultima Noche Buena hice un

viaje con algunas muías á Guatemala. Salí de El Gayo. No recuerdo cuando salo m cuanto tiempo antes de la Noche Buena sería. Salí en Diciembre. A principios de Diciembre. Fui a Xshloo ó Remate. Pasé por Benque Viejo, Plancha y Laguna de Yaxha. En Laguna algunas muías algunas muías venían detrás de nosotros. No recuerdo cuanto tiempo después de haber salido de El Cayo llegamos á Laguna. Como unos tres días. Mariano Marsa iba a cargo de las muías cuando nos sorprendió. Eran diez muías sin contar la de Mariano. Yo conozco las muías. Marsa tiene muchas de ellas. Había diez muías en mi hataje. De Laguna fuimos a Remate. Marsa con ellas y el arriero. También vi en Remate á don Pablo Garma y otros dos hombres. Vi algunos soldados. Ellos capturaron a don Pablo y los otros dos. Ellos abrieron las cajas. Yo vi que los soldados tomaron las cajas de donde los arrieros las habían puesto. Ya había visto antes estos arrieros en el camino. No sé quien era el encargado de ellos. Yo no vi las muías que habían traido las cajas. Yo vi algunas de las muías en el camino poco antes. Eran las mismas muías que había visto en Laguna. Vi a Marsa en Remate. No estaba haciendo nada. Cuando abrieron las cajas vi que habían rifles en ellas. Riñes. También vi cartuchos en las cajas. Después de haber salido de Laguna vi las muías

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[de] Marsa otra vez en Remate. Yo vi los soldados descargar las cajas de las muías. Nunca había visto estas muías antes. Primeramente vi á Marsa cuando estuvimos en Remate. Tema muías consigo. Yo sé cuando Marsa salió para Petén. El salió el día mencionado que nosotros llegamos allá. Ellos abrieron las cajas cuando Marsa salió para el Peten no llevo su muía. Yo vi las muías de Marsa después que los soldados habían abierto las cajas. Ya no estaban cargadas. Yo vi las cajas que traían cargadas las muías de Marsa después que llegue a Remate. Las cargas estaban en una casa abierta. Yo vi alguien al cuidado de la carga. Uno de los arrieros. Era una casa con barda. No sé a quien pertenecía.

La carga de las muías de Marsa era arroz y harina. Yo vi las cajas conteniendo rifles al día siguiente. Don Pablo Garma se las llevó en las mismas muías. El mismo día vino Marsa por sus muías. El recogió las muías sin sus cargas. La carga fue llevada en bote de motor. Las cajas que fueron confiscadas y que fueron abiertas y que contenían rifles y cartuchos no fueron descargadas de las muías de Mariano Marsa.

2S4 ^ ^ S.R.E., LE-787, Leg. 15, toja 46 y ss., en este legajo puede detallarse la actitud inglesa hacia la neutralidad y el enjuiciamiento de los contrabandistas.

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Anexo 9"Gastos que hace un concesionario

para explotar un árbol de caoba y llevarlo hasta el mercado de New York^

GastosPor lo general las Compañías que tienen Concesiones dedicadas a la explotación de

maderas en el Territorio, como la C.C. Mengel & Bros. Co., emplean para sus trabajos negros de la Colonia Inglesa de Honduras, á quienes pagan únicamente á razón de cincuenta centavos oro diarios, más la alimentación. Estos trabajadores los consiguen los Concesionarios por medio de Contratos que firman ante las autoridades inglesas de la Colonia, anticipándoseles á cada obrero un mes sueldo, o sean $15.00 oro al pasar a trabajar al Territorio, cantidad que van pagando á los Concesionarios en partidas proporcionales del producto de sus trabajos. (Véase el adjunto librito "Ordenanza de trabajo en 1910 , de la Colonia).^

Usando los medios anticuados de < tumbar cortar el árbol á hacha, y no como modernamente se hace, con maquinaria especial para descuajar arboles, se puede decir que un hombre diariamente corta < tumba > y deja listos para el arrastre, o sea desprovistos ya de ramas ó brazos, tres árboles, que dan como ya se ha dicho de dos a tres trozas cada uno. En ésta forma resultaría un costo de tumbad corte de 33 centavos oro cada árbol < calculando que aparte de los cincuenta centavos oro de jornal, gastara el Concesionario otros cincuenta centavos oro más de alimentación para cada trabajador > y aun suponiendo que para ése mismo trabajo se emplearan tres hombres, tendríamos que al Concesionario le cuesta <!el tumbará cortar y dejar un árbol listo para arrastrarlo hasta la orilla del Rio Hondo ó de la Laguna de Bacalar, un peso oro.

El arrastre hasta la orilla del no o de la laguna de los arboles ya listos, aun suponiendo que sea hecho por tracción animal, no por medio de Ferrocarril, como lo hace actualmente la citada Cia. Mengel, sólo cuesta al Concesionario dos pesos oro por árbol, dada la circunstancia de que los sitios donde se verifica el corte hasta la entrada de la Bahía de Chetumal, donde la toman grandes Remolcadores para llevarla a Belice, no cuesta a los Concesionarios más de dos pesos oro por árbol, toda vez que para ése trabajo emplean potentes motores de petróleo montados sobre lanchones de poco calado, y que en un sólo

2 5 5 A.G.E.Y., Fondo Poder Ejecutivo, Sección Fomento, Caja 500 bis, año 1915, folder 12.

256 Yal anexo no se encontró en ei Archivo General del estado de Yucatán.2 5 7 ^ palabras presentadas entre paréntesis franceses, en este documento, están tachadas en ei origina!,

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viaje arrastran una gran cantidad de árboles, siendo insignificante el personal que para ello emplean.

A esto hay que agregar lo que pagan los Concesionarios á la Secretaría de Fomento por explotación, los derechos que cobra la Aduana mexicana, el arrastre hasta Belice y derechos de tránsito allí, y el Rete de barco desde éste < ilegible >.

Por lo tanto, teniendo en cuenta los datos ya expuestos, tendremos que el costo de un árbol de madera fina, puesto en New York, es como sigue:

Costo de tumba de un árbol Arrastre hasta la orilla del río ó la laguna Arrastre por el río hasta la Bahía Arrastre hasta Belice y derechos de tránsito

que cobra la Aduana inglesa Derechos de exportación que cobra la Aduana

Mexicana á razón de $ 1.50 el metro cubico, suponiendo 5 metros á cada árbol y que sean pagados en oro al tipo actual de uno por cuatro

Derechos de explotación por árbol, calculando sean pagados también en oro

VEINTISIETE PESOS CINCUENTA CENTAVOS ORO, ES LO QUE CUESTA A UN CONCESIONARIO UN ARBOL DE CAOBA, PUESTO EN EL MERCADO DE NEW YORK.

Los derechos que los Concesionarios pagan por el concepto de Inspección y Vigilancia, son tan irrisorios que no vale la pena de mencionarlos toda vez que á éllos no les significan ni la pequeñísima cantidad de un centavo por árbol.

$ 1.00 Oro $ 2.00 Oro $ 2.00 Oro$ 3.00 Oro

$ 7.50 Oro $ 7.00 Oro

$ 27.50 Oro

DISTRIBUCION ESPECIFICANDO LA UTILIDAD LIQUIDA QUE DEJA UN ARBOL DE CAOBA A UN CONCESIONARIO.

PRODUCTO, según distribución anterior GASTOS, según distribución anterior

UTILIDAD LIQUIDA

documento tiene, junto a esta estimación, una anotación manuscrita que resta a $ 81.00 la cantidad de 27.50, dando como resultado $ 58.50.

$ 216.00 Oro $ 27.50 Oro

$ 188.50 O ro^

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CIENTO OCHENTA Y OCHO PESOS, CINCUENTA CENTAVOS ORO, es la utilidad liquida que deja un árbol de caoba al Concesionario, no considerando que hay muchos árboles que dan más trozas que las indicadas y maderas finísimas que son muy apreciadas y que se cotizan á precios muchísimo más elevados, como sucede con la caoba llamada "caracolillo", que se encuentra en bastante abundancia en los montes del Territorio.

Respecto a otras maderas preciosas no se hace mención especial porque los Concesionarios se han dedicado exclusivamente á la explotación de caobas, que por su mucha abundancia en éstos montes, les rinde mayores utilidades.

EXPLOTACION DE CHICLEEl chicle se obtiene de la resina del árbol llamado "chico zapote", por medio de un

simple cocinamiento de dicha resina.Para extraer la resma hacen incisiones en el tronco del árbol, no desde dos veces la

altura normal de un hombre como previene el Departamento de Bosques (párrafo 2do. artículo 10/0. Estracto de Contratos de Concesionarios), sino en toda la extensión del tronco, desde donde parten los brazos hasta el suelo; dichas incisiones se hacen (también contra lo prevenido por el citado Dpto. de Bosques, en el mismo párrafo y articulo), abarcando toda la circunferencia del árbol, y en los dos sentidos de derecha a izquierda y viceversa. Para hacer las incisiones se emplean machetes especiales de hoja ancha; valiéndose de reatas para subir al árbol. La temporada para los trabajos de la extracción de resmas varían entre 6 y 8 meses, ó sea durante la época de lluvias.

Para el trabajo de extracción de chicle se emplean jornaleros mexicanos del estado de Campeche y de Tuxpan, Ver., y negros de la Colonia Inglesa de Honduras; estos son contratados ante las autoridades inglesas bajo las mismas condiciones que las que se contratan para la explotación de maderas y con los mismos anticipos o avances.

Los jornaleros mexicanos son contratados para la temporada, directamente por el Concesionario ó por medio de Contratistas, reciben de anticipos, que vanan entre cincuenta y cien pesos, según las aptitudes que tenga el individuo para ésta clase de trabajo; también les anticipan los Concesionarios ó Contratistas para cargárselos después á los obreros á precios exhorbitantes los útiles para el trabajo, vestuario y alimentos, y el importe de todas éstas cosas se lo descuentan á los jornaleros de los primeros productos que entregan á los Concesionarios o Contratistas.

El precio corriente á los que los Concesionarios ó Contratistas pagan á los Chicleros la resina extraida y puesta ya en los Hatos y Campamentos, es el de $ 16.00 plata el quintal ó sea á razón de $ 0.35 el kilo, y la cantidad de chicle que puede extraer un hombre es de un quintal semanario por término medio. Los gastos que ocasiona el cocinamiento y

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acarreo del chicle desde los Hatos hasta el punto de su embarque para exportarlo, son de un centavo plata el kilo.

Agregando á éstos los derechos de aduana, de explotación y el flete desde el punto de embarque hasta New York, tendremos que el costo de un kilo de chicle puesto en dicha Ciudad es el siguiente:

$ 0.35 Plata $ 0.01 Plata $ 0.03 Plata

$ 0.03 Plata

$ 0.08 PlataTotal $ 0.55 Plata

Por extracciónPor cocinamiento y acarreo hasta el punto

de embarquePor derechos de explotación á razón de $ 30.00

plata la toneladaPor derechos de exportación en Aduana Mexicana

á razón de $ 20.00 tonelada, calculados pagaderos en oro al 1 por 4 de cambio

Por Rete desde el punto de embarque hasta New York, á razón de $ 20.00 oro la tonelada, cambio, al 1 por 4

CINCUENTA Y SEIS CENTAVOS PLATA, es el costo que saca al Concesionario un kilo de Chicle puesto en New York y listo para el mercado. En cambio el producto que da á un Concesionario un kilo de chicle puesto en la mencionada ciudad es cinco veces mayor, como se verá enseguida:

PRODUCTOValor de un kilo de chicle al precio corriente en

New York, ó sea á razón de $ 0.34 oro la libra ó sean $ 0.74 oro el kilo, al tipo de1 por 4 de cambio $ Plata

DOS PESOS NOVENTA Y SEIS CENTAVOS MEXICANOS ES EL PRODUCTO QUE RINDE UN KILO DE CHICLE á un Concesionario puesto en laplaza de New York.

DISTRIBUCION$ 2.96 Plata $ 0.55 Plata$ 2.41 Plata

PRODUCTOGASTOS

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DOS PESOS CUARENTA Y UN CENTAVOS PLATA, es la utilidad liquida que un kilo de Chicle deja á un Concesionario.

Los gastos que pagan los Concesionarios por el concepto de Inspección y Vigilancia, á razón de $ 0.20 por hectárea, no son ni siquiera de mencionarse, toda vez que el chicle que san [sic] en ése terreno es mucho, y á la vez con él pago de ésos veinte centavos explotan los dos productos maderas y chicle.

Queda pues demostrado con datos exactos y verídicos que, la explotación de maderas y chicles [sic] en el Territorio ningún beneficio deja al Erario, en cambio de los gastos que se han hecho durante quince años en movilizaciones militares, que como ya se ha dicho, sólo tenían por único objeto cuidar los intereses de los Concesionarios; estos si perciben utilidades fabulosas, como queda ya demostrado, ocasionando en cambio en el Territorio enormes perjuicios.

Tanto la explotación de maderas finas como de chicle se hace en una forma desordenada, viendo siempre los Concesionarios la manera de satisfacer su sed de oro, sin preocuparse para nada del estado de desvastacion en que dejan los montes. En la explotación de caobas, contra todo lo prevenido por el Departamento de Bosques en el artículo lO/o, primer párrafo, del Extracto de Contratos de Concesionarios, tala arboles jóvenes que ni con mucho llegan á dar los sesenta y cinco centímetros de diámetro que se exigen por dicho Departamento, resultando con ésto que un árbol de ésos que á los cinco años podría dar un rendimiento dos ó tres veces mayor, solo produce una cantidad de madera pequeña relativamente, con graves perjuicios del Erario que deja de percibir mayores ingresos, dada la disminución de producto por el corte prematuro de los arboles; y del Territorio por el rápido agotamiento de maderas finas que habría, de continuarse haciendo la explotación en ésa forma.

En cuanto á la explotación de chicle, lo mismo que la de maderas, ocasiona graves perjuicios, pues se hace también de una manera desordenada, y como ya queda dicho en contra de todas las prevenciones del departamento de Bosques, destruyendo las arboles a fuerza de incisiones con el objeto de extraerles mayores rendimientos de resmas.

Respecto á mejoras materiales hechas por los Concesionarios á Compañías en el Territorio, puede decirse que son nulas completamente, pues las poquísimas que hay son única y exclusivamente para el servicio de los intereses de los Concesionarios, á pesar de lo indicado en los Artículos 5/o, 6/o y 7/o del Extracto de Contratos de Concesionarios, como sucede con el pequeño Ferrocarril que tiene la Cia. Mengel en la Linea del Sur, cerca de Bacalar, y otro el Banco de Londres y México en sus explotaciones en el Cuyo, cerca de Puerto Morelos, Ferrocarriles que únicamente están dedicados al tráfico de carga y trabajadores de los Concesionarios.

Estas mejoras, si así pueden llamarse, son inestables y están á merced del antojo ó la conveniencia de las Compañías, que tienden provisionalmente sus lineas por los sitios

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donde están haciendo los cortes de madera y que al terminarse éstos, los trasladan para otros sitios donde siguen la explotación. A tal grado son nulas las mejores de los Concesionarios en el Territorio que, puede decirse que en tantos años transcurridos desde que existen las explotaciones no han podido llegar á formar, no ya un pequeño pueblo, si no ni la más mala ranchería; pues las gentes que emplean para sus trabajos, mientras dura la temporada viven en los montes en Hatos construidos provisionalmente, y después de terminar < se la temporada > regresan a sus hogares, y ésto lo hacen tanto los jornaleros mexicanos como los negros de la Colonia, pudiendo decirse que al finalizar la temporada no queda ni un solo habitante en los terrenos de las explotaciones.

Los productos que dejan las Concesiones al Territorio en general y aún en la región donde se hallan las explotaciones, ó sean Payo Obispo, (Linea del Sur) no existen mas que en la imaginación de algunos beneficiados con ésas explotaciones, toda vez que de los jornales que pagan á sus trabajadores nada queda en el territorio, pues si son los negros, por estipularlo asi sus contratos, cobran en la Colonia Inglesa y allí hacen sus compras, y si los mexicanos, al bajar de las monterías, después de terminarse la temporada, los pequeños ahorros que puedan obtener, algunos de ellos, se los llevan para sus hogares.

Es más aun, hasta los productos que necesitan los Concesionarios para alimentación, vestuario, etc., de sus trabajadores, los obtienen del extrangero.

No hay en todo el Territorio ninguna Compañía Concesionaria que tenga establecida siquiera un aserradero para beneficiar maderas, ni un taller, en fin, ni una sola industria ó negociación agrícola, en que pueda dar trabajo a un solo hombre, pues únicamente emplean los trabajadores indispensables para extraer los productos en bruto y exportarlos así al extrangero, donde se benefician.

La agricultura en general y la cria de ganado, son cosas desconocidas por completo en éste Territorio, y á pesar de que en el Articulo 15/o del Extracto de Concesiones dice. "La Secretaría de Fomento concederá porciones de terreno dentro de las Concesiones, para que las cultiven los trabajadores ó colonos del Concesionario a fin de arraigarlos en el Territorio...", los Contratistas o Concesionarios no han hecho el más mínimo aprecio de ésto, ni han trabajado absolutamente nada en éste sentido, por cuyo motivo y á pesar de tanto año transcurrido desde que existen las Concesiones, hoy es el dia en que en todo el Territorio no hay un solo agricultor; y á pesar de que en el Artículo l l /o del ya mencionado extracto de Concesiones, dice: Que cada Concesionario esta obligado a traer al Territorio cincuenta obreros con sus familias, asegurándoles salarios pagaderos al contado, que les permitan vivir cómodamente en éstos lugares"; no hay un solo Concesionario que haya cumplido con éste propósito, pese á la vigilancia de los Departamentos de Trabajo y de Bosques á que se refiere el último Artículo citado, del Extracto de Concesiones.

Además las familias de los obreros no vienen al Territorio por lo insalubre de los Campamentos que se hacen entre los montes.

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Explotaciones de hombres, y no de maderas y chicles [sic], deberían llamárseles á las que han venido haciendo en éste Territorio, pues aquí el obrero permanece en las mismas condiciones de una "herramienta de carne".

Los salarios que pagan los Contratistas á sus obreros, si se tiene en cuenta la clase de trabajo á que son dedicados, el clima mortífero de ésta Región, la vida errante que llevan en las monterías y la carestía de artículos de primera necesidad se comprenderá que son sumamente bajos, y si á ésto se agrega las cuentas turbias que, por provisiones, vestuario y útiles les hacen los Concesionarios ó Contratistas, y por último el comercio de alcohol que con fin de lucrar hacen con los trabajadores en los Hatos ó Campamentos, da por resultado que el salario íntegro vuelve á manos de sus explotadores.

En lo relativo á la condición de los trabajadores no ha habido quién se preocupe por élla, pues verdaderos crímenes se cometen en los Hatos o Campamentos de las monterías, donde están fuera de toda acción de la Justicia; crímenes que bajo el pretexto de los indios mayas, ocultan los Concesionarios para que no sufran mermas sus intereses, pues bien saben que al consignarse á la Justicia los culpables pierden los créditos que por anticipos, alimentos, etc., tienen con éllos, al mismo tiempo que les restarían los beneficios de esa gente que les deja estando trabajando y no en una tramitación judicial.

La mala manera de proceder de los trabajadores y capataces de los Concesionarios para con los indígenas mayas que viven y tienen sus sembrados en los terrenos de las explotaciones, hace que los indios hayan cobrado aun mas desconfianza hacia las autoridades Territoriales, y que muchas veces ataquen a los trabajadores, pues estos se introducen en los pequeños poblados de indios, que viven pacificamente, destruyen sus casas y sembrados, robándoles semillas y maltratando a veces a indefensas mujeres y nmos, habiéndose dado el caso, que pone bien de manifiesto estos abusos, de que los trabajadores de una Compañía que hace algunos años tuvo su Campamento principal en Boca Paila, desembocadura del Rio Payil, llegase hasta robar mujeres de los indígenas por cuyo motivo éstos atacaron los campamentos obligando a la Compañía a paralizar sus trabajos .

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