el caso dreyfuss - tesis belén ramírez
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EVA BELÉN RODRÍGUEZ RAMÍREZ
EL CASO DREYFUS EN LA LITERATURA
SEFARDÍ: EDICIÓN Y ESTUDIO DE
CINCO AÑOS DE MI VIDA. ALFRED DREYFUS
(CONSTANTINOPLA, 1901)
TESIS DOCTORAL DIRIGIDA POR LA PROFa. DRA. Ma JOSÉ CANO PÉREZ
UNIVERSIDAD DE GRANADAFACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
DPTO. DE ESTUDIOS SEMÍTICOSGRANADA, 2006
EVA BELÉN RODRÍGUEZ RAMÍREZ
EL CASO DREYFUS EN LA LITERATURA
SEFARDÍ: EDICIÓN Y ESTUDIO DE
CINCO AÑOS DE MI VIDA. ALFRED DREYFUS
(CONSTANTINOPLA, 1901)
TESIS DOCTORAL DIRIGIDA POR LA PROFa. DRA. Ma JOSÉ CANO PÉREZ
UNIVERSIDAD DE GRANADA
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
DPTO. DE ESTUDIOS SEMÍTICOS
GRANADA, 2006
Los recuerdo al cobijarme en el desierto,
teniendo encima a Orión descubierto y desnudo; la Osa enseña el camino del cielo a sus hijos, más a mí me señala mi ruta por el yermo.
El que olvida a su hermano en el mal o en el bien es como el que sirve a Dios con negligencia.
(Semuel Ibn Nagrella Ha-Nagid)
A LA MEMORIA DE ANA Ma RIAÑO LÓPEZ Y DE IACOB HASSÁN,
MAESTROS INOLVIDABLES.
ÍNDICE ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
[Presentación] ................................................................................................................I-V PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN I.1. PANORAMA HISTÓRICO SOCIAL
I.1.1. LA CRISIS DEL MUNDO TRADICIONAL JUDÍO ...........................................................4
I.1.2. EL ANTISEMITISMO EN LA EUROPA DE LOS SIGLOS XIX Y XX ...............................8
I.1.3. EL AFFAIRE DREYFUS Y SUS CONSECUENCIAS .......................................................11
I.1.4. REPERCUSIONES DEL CASO.....................................................................................22
I.2. EL AFFAIRE DREYFUS EN LAS LETRAS SEFARDÍES
I.2.1. VIEJAS Y NUEVAS FORMAS EN LA LITERATURA SEFARDÍ ....................................27
I.2.2. EL PERSONAJE DREYFUS EN LOS GÉNEROS ADOPTADOS .......................................30
I.2.2.1. En la prensa …………………………………………………………...32
I.2.2.2. En el teatro …………………………………………………………… 37
I.2.2.3. En la narrativa histórica …………………………………………….....40
I.2.2.4. En la poesía ……………………………………………………………44
I.2.3. ESTADO DE LA CUESTIÓN ......................................................................................48
I.3. CINCO AÑOS DE MI VIDA: CARACTERIZACIÓN GENERAL DE LA OBRA
I.3.1. DESCRIPCIÓN EXTERNA Y ORGANIZACIÓN INTERNA ............................................54
I.3.2. SERIE: GÜERTA DE HISTORIAS ................................................................................59
I.3.3. EDICIÓN E IMPRESIÓN ............................................................................................62
I.3.4. TRADUCTORES .......................................................................................................71
I.3.5. LA FUENTE FRANCESA. ..........................................................................................78
I.4. NUESTRA EDICIÓN: METODOLOGÍA
I.4.1. SELECCIÓN DEL TEXTO ..........................................................................................79
I.4.2. SISTEMA DE TRANSCRIPCIÓN .................................................................................82
I.4.3. PRESENTACIÓN ......................................................................................................87
SEGUNDA PARTE: EDICIÓN DE CINCO AÑOS DE MI VIDA. ALFRED DREYFUS II. EDICIÓN DEL TEXTO
II.1. SELECCIÓN DEL TEXTO ............................................................................................90
II.2. TRANSCRIPCIÓN ....................................................................................................186
1
ÍNDICE ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TERCERA PARTE: ESTUDIO LITERARIO Y LINGÜÍSTICO
III.1. ASPECTOS LITERARIOS
III.1.1. SUMARIO DEL CONTENIDO ................................................................................280
III.1.2. DIFERENCIAS CON EL ORIGINAL FRANCÉS ........................................................281
III.1.3. CONCLUSIONES .................................................................................................286 III.2. ANÁLISIS LINGÜÍSTICO
III.2.1. INTRODUCCIÓN ...........................................................................................288
III.2.2. SISTEMA FONÉTICO Y GRÁFICO .........................................................................292
III.2.2.1. Ámbito vocálico ................................................................................292
III.2.2.2. Ámbito consonántico ........................................................................293
III.2.3. MORFOSINTAXIS ...............................................................................................296
III.2.3.1. Pronombres personales y posesivos ..................................................297
III.2.3.2. Interrogativos, relativos e indefinidos...............................................298
III.2.3.3. Preposiciones y conjunciones............................................................299
III.2.3.4.Las desinencias verbales.....................................................................300
III.2.4. FORMACIÓN DE PALABRAS ...............................................................................302
III.2.4.1. Sufijación nominal, adjetival y verbal ..............................................302
III.2.4.2. Adverbios en -mente .........................................................................305
III.2.4.3. Prefijación y parasíntesis ..................................................................305
III.2.5. ELEMENTOS LÉXICOS .......................................................................................306
A MODO DE CONCLUSIÓN ……………………………………….......……………......311 CUARTA PARTE: COMPLEMENTOS
IV.1 GLOSARIO Y NOMBRES PROPIOS
IV.1.1. METODOLOGÍA ……………………………………………………………….313
IV.1.2. GLOSARIO ………………………………………………………………….....316
IV.1.3. ÍNDICES ONOMÁSTICO Y TOPONÍMICO …………………………………..........334
IV.2. BIBLIOGRAFÍA
IV.2.1. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………338
IV.2.2. BIBLIOGRAFÍA DE ORIGINALES ALJAMIADOS………………………………...350
QUINTA PARTE: APÉNDICES
V.1. DREYFUS DE JACQUES LORIA ..................................................................................351
2
ÍNDICE ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
V.2. RESUMEN CRONOLÓGICO DEL AFFAIRE DREYFUS .............................................356
V.3. REPRODUCCIÓN DE MATERIALES ALJAMIADOS E ILUSTRACIONES
V.3.1. PERIÓDICOS SEFARDÍES: EL AVENIR Y LA EPOCA ...............................................362
V.3.2. TRATAMIENTO DE DREYFUS EN LA PRENSA FRANCESA ....................................365
V.3.3. DEFENSORES Y CULPABLES EN EL CASO DREYFUS ............................................366
3
[Presentación]
La elaboración de la presente Tesis Doctoral no habría sido posible si no me
hubiesen concedido en el año 2002 una beca Predoctoral del Plan Propio de la
Universidad de Granada, que además de facilitarme la financiación para viajes en los
que he conseguido fondos bibliográficos y documentos que han enriquecido mi trabajo,
me ha permitido participar en congresos, que han fomentado las relaciones de jóvenes
filólogos de diferentes países, con el objetivo de fortalecer los contactos culturales entre
ellos. Y por supuesto, quien verdaderamente determinó mi inclinación hacia este amplio
campo fue la Doctora Ana Mª Riaño López, que en todo momento me guió y me
aconsejó.
Empezaré con un breve análisis de lo que ha sido mi trayectoria universitaria, a
fin de comprender mejor la relación existente entre estos estudios y la línea de
investigación que he seguido en todo momento.
Desde el inicio de mi carrera tuve una clara tendencia hacia las lenguas
semíticas, y gracias a que los planes de estudios de filología impartidos en esta
Universidad permitían, a los alumnos, estudiar materias versadas tanto en el
conocimiento de la lengua hebrea como de la árabe, pude tener la oportunidad de
iniciarme en ellas, y así, enriquecer la visión tan unilateral que normalmente se tiene
cuando acabamos una especialidad tan específica, como es la Filología Hebrea.
Una vez finalizada mi licenciatura, decidí completar mi formación con los
estudios del Tercer Ciclo, ya que el programa, que trataba de ambas culturas, me ofrecía
no sólo la posibilidad de profundizar en el mundo judío y en el árabe, sino también de
buscar respuestas a cuestiones que quizás anteriormente no me había planteado. Esto me
facilitó poder conocer estos dos ámbitos tan complejos que, inevitablemente, mantienen
un vínculo inseparable.
Poco a poco, me interesé en la relación que ambas culturas tuvieron en la época
de máximo esplendor en España, la medieval, por ser también uno de los momentos de
mayor auge que haya conocido el pueblo judío. No olvidemos que en este período se dio
un clima de convivencia y comunicación que facilitó la apertura total de los judíos al
refinamiento y al gusto por la belleza, que habían desarrollado tan notablemente sus
vecinos musulmanes. Se alcanzó un grado de cultura muy superior al que existió en
I
cualquier parte de Europa, y esto se debe a que fue una tierra de encuentros y de cruces
culturales.
Consideré que la investigación realizada hasta hoy sobre el judaísmo hispano
medieval se hallaba en un estadio más avanzado que la realizada sobre el judaísmo en el
exilio, que se inició en una época más reciente. Por ello, centré definitivamente mi
interés en este último campo, del que ya tenía referencias por cursar asignaturas
relacionadas con el mundo sefardí, tanto en la licenciatura como en los cursos de
doctorado.
El profundizar en el campo del “sefardismo” me hizo comprender las amplias
lagunas que existían, fundamentalmente en lo que se refiere a la edición de textos
aljamiados posteriores a 1492, la mayoría de ellos aún desconocidos, tanto para los
expertos como para el gran público.
Dentro de los diferentes períodos de la literatura sefardí, me pareció conveniente
trabajar textos aljamiados sefardíes de tema histórico, pertenecientes a los siglos XIX y
XX, ya que existen muy pocas ediciones y estudios al respecto.
Y como bien señalaba mi tutora, la profesora Riaño, en su artículo “La prosa
histórica en lengua sefardí” (Ínsula 647, nov. 2000, págs. 19-21): “ [...] no menos cierto
es que son muchos aún los libros de historia que permanecen en la aparente oscuridad
de la aljamía y que deberían ser leídos, interpretados y transcritos por los
investigadores, si es que deseamos alcanzar algún día un grado de conocimiento cabal
de lo que fueron la lengua, la literatura y la historia del pueblo judío y de su diáspora,
pues de nada estaremos seguros sin haber completado nuestros estudios a través de los
textos aljamiados”.
En primer lugar, la elección de mi Trabajo de Investigación Tutelado, “Edición y
estudio de dos ensayos históricos en aljamiado sefardí sobre Napoleón Primero”
(Esmirna, 1913), basado en una breve biografía sobre Napoleón Bonaparte, estuvo
propiciada, en parte, por mi interés hacia los temas de orden político-social. Quería
saber hasta qué punto la figura de este personaje, que tuvo tanta repercusión en Europa,
fue importante para los sefardíes, que justamente en el siglo XIX estaban
experimentando un proceso de modernización, conseguido por Napoleón al instaurar el
concepto de ciudadanía e igualdad en la Europa de entonces. Por ello, no es de extrañar
que los sefardíes admiraran el carisma de un hombre que iba ofreciendo la oportunidad
a cualquier individuo de ser considerado ciudadano y con ello sentir que formaban parte
II
de su vasto Imperio, una cuestión fundamental para un pueblo como el judío, cuyo
mayor problema había sido la falta de una tierra propia que le ofreciera una identidad
tan deseada a lo largo de su historia.
En segundo lugar, este trabajo me animó a seguir dedicándome al campo de
investigación de la literatura-histórica sefardí de los siglos XIX y XX, ya que quería
seguir ahondando en el judaísmo hispano y, dentro de él, en aquellas manifestaciones
que enlazaran la modernidad y la consecuente asimilación de los judíos frente a la
manifestación más patente del antisemitismo en Francia. De ahí el decidirme a
continuar estudiando otro personaje, en este caso judío, que tuvo grandes repercusiones
no sólo en las comunidades sefardíes de la diáspora, sino también en el mundo judío en
general y en Francia en particular, llegando las estribaciones de la polémica hasta
España. Por todo ello, puedo presentarles hoy el fruto de mis inquietudes e
investigaciones: mi tesis doctoral basada en la autobiografía de Alfred Dreyfus, titulada
Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus (Constantinopla, 1901). Esta obra recoge la
descripción de los procesos judiciales a los que fue injustamente sometido este
personaje, únicamente, por su condición de judío. La indigna condena del capitán
Dreyfus pasó a la literatura sefardí en forma de crónicas periodísticas, novelas y dramas.
De la lectura, comprensión y transcripción de estos textos he extraído una serie
de datos de orden histórico, lingüístico y literario que considero son un paso más hacia
adelante en la investigación dentro de este campo.
Desde el punto de vista histórico, estos trabajos nos aportan datos de enorme
interés acerca de sus diferentes protagonistas. Los dos primeros ensayos de Napoleón
ofrecen episodios del comienzo y el fin de éste; el primero, se centra en la descripción
de la vida de este personaje y el segundo, en su muerte y en cómo su cuerpo fue
trasladado y enterrado en los Inválidos, ofreciéndonos información acerca de su hijo y
de Napoleón Tercero, citando finalmente al que fue presidente de la República francesa
en 1913, Raymond Puancaré. En cuanto al trabajo de Dreyfus, nos brinda a través de
minuciosas descripciones cómo nuestro personaje reafirma su inocencia y nos transmite
sus inquietudes; incluso la correspondencia mantenida entre su mujer y él es utilizada
como instrumento para plasmar no sólo emociones sino también un fuerte contenido
crítico hacía las autoridades de Francia, permitiéndonos observar los primeros indicios
de una clara división dentro de la sociedad francesa y el notable componente patriótico
por parte de Alfred Dreyfus.
III
En cuanto a su valor lingüístico, los textos editados ofrecen interesantes
construcciones fonéticas y morfosintácticas, que contribuyen a un mejor conocimiento
del judeoespañol en un estadio avanzado y modernizado, en el que es destacable la
influencia de las lenguas occidentales, como el francés, el italiano y el español moderno.
Por último, desde el punto de vista literario, estos textos confirman que la prosa
histórica de los siglos XIX y XX, género en el que se fundamenta mi investigación,
reunía dos motivaciones fundamentales: una, la de enseñar a sus correligionarios
sefardíes historia de Occidente, y otra, la de entretenerlos. No hay que olvidar que el
estilo literario de los autores modernos es fiel reflejo de su actitud ante la lengua y la
literatura francesas, por las cuales se sienten fascinados desde los años en que
estudiaron en las escuelas de la Alianza, como denominan abreviadamente los sefardíes
a la Alliance Israélite Universelle, organización filantrópica fundada en París por judíos
franceses en 1860, cuyo objetivo es la regeneración moral y material de sus
correligionarios en aquellos lugares del mundo en que consideraban que se hallaban
todavía atrasados.
La minuciosidad con la que son descritos los textos sorprende y deleita tanto al
lector sefardí de la época, que incluso aprendía historia con este tipo de narraciones,
como a los lectores hispanohablantes de hoy.
El objetivo fundamental que se persigue con este trabajo es dar a conocer nuevos
textos judeoespañoles en una edición crítica que permita tanto al investigador como al
lector en general conocer la lengua y la literatura de los sefardíes de comienzos del siglo
XX.
Con la edición y el estudio de estos textos espero haber contribuido a abrir un
nuevo campo en la investigación sobre el subgénero biográfico en la literatura sefardí
contemporánea y a ampliar el contenido de la Gramática y del Diccionario de términos
sefardíes.
Con esta ilusión he “laborado” mi tesis y estoy convencida de que son las
fuentes, los textos aljamiados sefardíes, la mayoría de los cuales permanecen todavía sin
transcribir, las que nos proporcionaran los datos necesarios para conocer y completar
acertadamente el judaísmo español de la Diáspora.
Es en esta dirección en la que deseo seguir trabajando.
Para la consecución de dichos objetivos y la realización de mi tesis, mucho más
importantes que mi propio trabajo e investigación, han sido las numerosas aportaciones,
IV
no sólo académicas sino también humanas, de un gran número de personas que no
dejaré de mencionar detalladamente. A mi querida directora de tesis, la Dra. Ana Mª
Riaño López, por abrirme las puertas a un mundo desconocido al que he terminado
dedicándome, por prepararme y por guiarme en el transcurso de estos años; a la
profesora Mª José Cano por sus sabios consejos, por brindarme su continuo apoyo y por
demostrar plena confianza en mí, sobre todo en los peores momentos; al Dr. Iacob
Hassán por dedicarme todo su tiempo durante mis estancias en el CSIC, ser mi mentor y
hacerse cargo de mí; a la profesora Elena Romero, también del CSIC; a la profesora
Carmen Hernández, de la Universidad de Valladolid, que siempre me hizo saber que
estaba cerca de mí, ofreciéndome de manera incondicional su colaboración para poder
finalizar mi tesis doctoral, y al profesor Ramón Magdalena, de la Universidad de
Barcelona, por la seguridad que me infundó en todo momento. A todos los profesores de
Hebreo y de Árabe del Departamento de Estudios Semíticos, de la Universidad de
Granada, por sus enseñanzas y su continua ayuda tanto en los buenos como en los malos
momentos. Y no por mencionarlos ahora dejan de ser menos importantes en la
elaboración de mi tesis mis compañeros del Departamento de Estudios Semíticos, con
especial mención a Bárbara, mi querida amiga, Lorena, Juan Antonio, Salud y Antonio
por manifestarme en todo momento su amistad y compañerismo en un inmejorable
ambiente de trabajo y sobre todo fuera de él. Y cómo no mencionar a la profesora Dora
Mantcheva, de la Universidad de Sofía y a mis compañeras Natalia, Berta y Katja del
CSIC que en estos últimos y terribles meses han sido no sólo un soplo de aire fresco, un
continuo soporte, sino que además me han aportado la alegría y las ganas de trabajar
que tanto me faltaban, y, por supuesto, a mi compañero Avihay.
Para terminar y los más importantes, mi familia, por apoyarme en todo
momento, por sus continuos y sabios consejos, por sus llamadas de teléfono cuando
tanto las necesitaba, por ofrecerme su casa en Madrid incondicionalmente, para ellos,
que ya saben quiénes son, gracias; y en especial a mi madre y a mi padre, que siempre
estuvieron a mi lado y conté con toda su paciencia, que no ha sido poca.
V
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
I.1. PANORAMA HISTÓRICO-SOCIAL
I.1.1. LA CRISIS DEL MUNDO TRADICIONAL JUDÍO
A partir de mediados del siglo XIX, la apertura hacia la cultura de Occidente
origina entre los sefardíes una conmoción de tal calibre que hace tambalearse los modos
y las pautas tradicionales de vida mantenidas durante siglos por las comunidades judías
sefardíes1.
Siguiendo los estudios realizados por la doctora Romero2 en este campo, se
puede afirmar que son varias las posibles causas de este proceso de modernización,
basado sobre todo en la occidentalización y relativa secularización de la sociedad judía.
Una es la paulatina disgregación de la autoridad política del Imperio Otomano y el
surgimiento de movimientos nacionalistas en los pueblos balcánicos; otra, la llegada de
los ecos de la Haskalá (Ilustración), movimiento cultural promovido en el siglo XVIII
por el judaísmo ruso y centroeuropeo que propugnó la ruptura del gueto espiritual y la
incorporación al saber de Occidente sin perder la identidad judía. Como factor
fundamental se ha considerado, sin embargo, el establecimiento en las comunidades
judías de toda el área del Mediterráneo de escuelas europeas como las italianas Dante
Alighieri y, sobre todo, a partir de 1860, de la red de las escuelas francesas de la
Alliance Israélite Universelle3.
Tomando como referencia el trabajo de Ben Sassón4, cuando hablamos de la
modernidad en el mundo judío hemos de insistir en la significación que tuvo el
movimiento de la Ilustración: la Haskalá, a la que ya hemos hecho referencia
anteriormente, que fue una derivación de la Ilustración europea. Duró aproximadamente
una centuria -desde fines del siglo XVIII a finales del XIX- y representó para el
judaísmo una vía de apertura a los países europeos, el renacimiento tardío a la cultura
profana, el abandono del oscurantismo del gueto y de la tradición hermética de las
comunidades.
1 Es primordial remitirnos al estudio realizado por BEN SASSON, H. Historia (1998) 859-865. 2 ROMERO, E. La creación (1992) 178 y “La creación” (1993) 135-136. 3 Véase al respecto también BIGART, J. L’action (1913), DUMONT, P. “Jewish” (1982) 209-242 y RODRIGUE, A. De l’instruction (1990). 4 Cfr. BEN SASSON, H. Historia (1998) 927-929.
4
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
No hay que olvidar que la Haskalá no pasó de ser un movimiento de élite,
manteniéndose en el ámbito de las clases cultas, mientras el pueblo seguía cohesionado
en torno a sus tradiciones y modos de vida.
Las primeras manifestaciones de este renacimiento cultural judío tuvieron lugar
en Berlín, en donde en 1743 se instaló Mosés Mendelssohn (1729-1786), iniciador del
mismo, el cual se esforzó por acabar con el aislamiento físico e intelectual de los judíos,
induciéndolos a abrirse a la cultura del mundo de Occidente, intentando combinar la
tradición religiosa con la tolerancia y la más amplia libertad de opinión. El mejor medio
para difundir estas nuevas ideas entre las masas eran las continuas publicaciones
periodísticas.
Los judíos, que continuamente habían vivido en un estado de exilio, de diáspora,
y obsesionados por pertenecer a una nación, depositarán en este momento grandes
esperanzas en los cambios que se estaban produciendo, con la única finalidad de llegar a
la integración. Su gran capacidad para adaptarse a los nuevos acontecimientos, a la
forma de vida y a la lengua de su entorno; el deseo de muchos de ellos de evadirse del
sufrimiento que suponía el pertenecer al judaísmo; la gran ansiedad de los intelectuales
por acoger las nuevas ideas; todo ello, sería beneficioso para su asimilación. Sin
embargo al seguir conservando su identidad iban despertando no sólo el asombro y
admiración entre la gente, sino también el odio y la envidia5.
A partir de la Revolución Francesa, el liberalismo fue extendiendo la igualdad de
derechos a los judíos de Europa central y occidental. La emancipación y la libertad
capitalista, con la abolición de los gremios, produjeron un gran cambio en las
actividades económicas y profesionales de las crecientes poblaciones judías.
La salida del gueto y la integración en la sociedad gentil supuso un enorme reto
para los judíos; algunos se mantuvieron fieles a sus tradiciones religiosas y sociales,
intentando continuar del modo más aislado posible; otros buscaron la plena asimilación
mediante la conversión o los matrimonios mixtos; la mayoría de los hebreos de Europa
central y occidental intentó conciliar la asimilación con su fidelidad al judaísmo. De
ellos muchos se unieron a la Haskalá, que interpretaba el judaísmo como una mera
religión de valores raciales y universales, compatible con cualquier identidad nacional.
Los judíos reformistas llegaron a rechazar los preceptos del Talmud, aligerando así las
5 Un repaso somero a ROMERO, E. y MACIAS, U. Los judíos (2005) 92.
5
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
obligaciones religiosas, que debían ser cumplidas en la vida de la sociedad moderna, y
esto provoco que muchos judíos perdieran la fe. Muchos apoyaron en la revolución de
1848 los movimientos nacionalistas de Alemania, Hungría o Italia; también hubo
socialistas de origen judío, comenzando por Karl Marx.
Pero no hay que olvidar que el proceso hacia esta integración no fue
precisamente un camino “de rosas”, ya que en muchos lugares los judíos sentían las
actitudes de desprecio por parte de sus conciudadanos.
En la Europa oriental persistían las discriminaciones; y así en el último tercio del
siglo se desarrolló un nuevo movimiento antisemita que en la Rusia zarista fue
extremadamente violento. Esta situación precaria llevó a los judíos de los países
occidentales a fundar organismos internacionales para ayudar a las comunidades
perseguidas o en dificultades. La primera importante, ya mencionada, fue la Alliance
Israélite Universelle.
La Alianza, como denominan abreviadamente los sefardíes, es la organización
filantrópica fundada en París por judíos franceses, en 1860, cuyo objetivo era la
regeneración moral y material de sus correligionarios en aquellos lugares del mundo en
que consideraban que se hallaban todavía atrasados. Su mayor logro fue la red de
escuelas que logró establecer con profesores formados por la propia organización;
también introdujo el principio de la educación femenina, que no tenía cabida en las
escuelas tradicionales. Pero hay que decir que los niños de las clases medias y
acomodadas frecuentaban la escuela durante mucho más tiempo que los de las clases
populares, que la abandonaban por la necesidad de ejercer algún oficio, tras adquirir
simplemente las nociones básicas de lectura y escritura y algunos rudimentos de
aritmética. Las materias impartidas comprendían el francés hablado y escrito,
aritmética, geografía, historia general, nociones de ciencias físicas y naturales, caligrafía
francesa, hebreo, historia religiosa judía y otra lengua que podía ser la del país e incluso
el inglés, el alemán o el español.
Este sistema educativo de materias laicas contrastaba enormemente con la
enseñanza tradicional en las comunidades sefardíes.
En la segunda mitad del siglo XIX, el sistema de educación tradicional había
perdido su prestigio y entrado en un acusado declive; la introducción de las escuelas
modernas acabó de debilitar y en algunos lugares eliminar la educación tradicional. La
6
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Alianza consiguió fusionar muchos de los talmudé torá con sus propias escuelas e
introducir reformas sustanciales en los demás, tales como la enseñanza del francés.
El establecimiento de los nuevos centros suscitó inmediatamente la oposición de
los sectores más conservadores, en especial la de las autoridades religiosas y sus
seguidores. Sin embargo, cuando empezó la Primera Guerra Mundial la Alianza se
había convertido en la fuerza más importante en el terreno de la educación judía,
instruyendo a la gran mayoría de las comunidades. Incluso en ciudades como Estambul
y Esmirna, donde muchos niños judíos no asistían a las escuelas estatales, la
organización era responsable de la educación de una proporción sustancial de la
población en edad escolar.
La Alianza facilitó el que se crearan clubes de jóvenes, asociaciones de antiguos
alumnos, grupos de ayuda mutua, bibliotecas que se fundaban en el ámbito de las
escuelas; todo un esfuerzo asociativo que convertía a la organización en un importante
centro de influencia y de opinión. Estos centros fueron la vía más importante para la
asimilación de la cultura occidental, algo que deslumbró y marcó al sefardí en diversos
aspectos. Muchos jóvenes, fascinados por esta modernidad, se alejaban de las
costumbres de la sociedad tradicional judía, consumían los nuevos géneros literarios
que se empezaban a cultivar a la manera europea y asistían a representaciones teatrales,
fiestas y bailes, nuevas bibliotecas, conferencias, etc. A menudo adoptaban nombres
franceses, vestían a la europea y conversaban en el francés que habían aprendido en la
escuela. La importancia de la enseñanza en el citado idioma contribuía al desprecio que
muchos sefardíes sentían por su propia lengua; de ahí que el judeoespañol hablado por
los sefardíes franqueados o franquitos (“occidentalizados”) estuviese plagado de
palabras, frases y usos sintácticos del francés, cuando no se prefería éste directamente.
Sin embargo, a partir del desmembramiento del Imperio Otomano, se produjo la
paulatina desaparición de las escuelas de la Alianza o su asimilación a la enseñanza
estatal.
Los años veinte y treinta de este siglo marcaron el principio del fin de la edad de
plata de las letras sefardíes.
Hay que tener en cuenta otro factor en este proceso de occidentalización y es el
hecho de que no se produjo aisladamente en las comunidades sefardíes del Imperio
Otomano; la sociedad otomana en su conjunto había emprendido este camino mucho
tiempo atrás y se puede decir que los judíos se incorporaron tardía pero inevitablemente
7
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
a este movimiento general que avanzaba con lentitud y dificultad. Este marco debió de
contribuir al progreso de una nueva mentalidad en una capa cada vez más amplia de
entre los sefardíes que habían permanecido hasta el momento anclados en sus propias
tradiciones6.
I.1.2. EL ANTISEMITISMO EN LA EUROPA DE LOS SIGLOS XIX Y XX
Para este apartado es imprescindible contar con los extensos y numerosos
estudios que han realizado los investigadores, dedicados plenamente a este aspecto de la
historia. Hemos seleccionado algunos de ellos para nuestro trabajo7.
Poco a poco estas organizaciones internacionales, a las que hemos hecho
referencia anteriormente, demostraban que la nacionalización de los judíos no avanzaba
del todo bien; si a esto añadimos un progresivo crecimiento del antisemitismo, era
lógico que muchos se concienciaran de que la asimilación estaba abocada al fracaso.
No cabe duda de que una de las causas del nuevo antisemitismo fue la reacción
de las poblaciones europeas ante el fulgurante ascenso social de muchos de los antiguos
parias del gueto, tras su emancipación. Para aplicar este ascenso se apuntaron diversas
causas bien diferentes a las que se acogieron los antisemitas. Los judíos ricos, ligados a
las finanzas de reyes, nobles y protegidos por ellos, perdieron sus privilegios con el
final del Antiguo Régimen. Pero esto no quiere decir que la nueva sociedad no facilitase
el ascenso social mediante los negocios y el estudio para los que la población judía
estaba mejor preparada que la generalidad de los cristianos. Tenían un modo de vida
urbano y ligado al comercio. Los contactos exteriores les facilitaban el comercio
internacional y los judíos ricos del siglo XVIII tenían toda su fortuna en disposición de
ser invertida, ya que no poseían tierras. La religión judía tan habituada a la virtud de la
disciplina, importante en la vida laboral y en los negocios, universalizaba la educación
escrita y habituaba al pensamiento racional. La racionalidad moderna, el cálculo
separado de toda consideración de orden social, era la que presidía desde siempre las
transacciones mercantiles de los judíos con los gentiles, con los que no tenían ninguna
otra ligazón. La vida de la diáspora les había facilitado el adaptarse a todos los cambios
de la modernidad, también les había habituado a comparar culturas y a argumentar para
6 También hace mención en su estudio literario BARQUÍN, A. Edición (1995) 31-35. 7 Hemos tenido en cuenta los trabajos de: ARENDT, H. Los orígenes (1981; LAZARE, B. El antisemitismo (1986); POLIAKOV, L. Historia (1984) CHILLIDA, G. El antisemitismo (2002) 171-184.
8
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
defenderse fomentando el espíritu crítico y finalmente, el afán de integración les
conducía a esforzarse para superarse y destacar, para demostrar que no eran inferiores.
Hacía 1880 los judíos de Francia estaban perfectamente asimilados y
nacionalizados, consideraban su judaísmo como mera religión. Cuando poco después se
vieron sorprendidos por la ola antisemita, lo achacaron a la repulsión contra los judíos
que venían huyendo de las persecuciones del Este, que conservaban plenamente su
religión, cultura y lengua. Pero el antisemitismo iba mucho más contra los asimilados
que contra éstos. Cuando defendían el universalismo, para evitar ser tachados de
exclusivistas, daban alas al mito de la conspiración. Creían que se les acusaba de
mantenerse como judíos, cuando lo que se pensaba realmente es que estaban judaizando
la sociedad.
En una época de crisis de las identidades tradicionales y construcción de las
nuevas nacionales se produjo el rechazo del judío advenedizo que deseaba integrarse,
borrando las viejas barreras. Una reacción que puede recordarnos a la de los pueblos
españoles cuando los judíos medievales quedaron plenamente emancipados por la vía de
la conversión. Los judíos emancipados ascendieron socialmente y adquirieron poder
económico, pero perdieron la protección que disfrutaban de reyes y nobles y siguieron
siendo débiles políticamente, sin capacidad de autodefensa. Esta ascensión económica
con indefensión política condujo a un grupo étnicamente identificado al desastre que le
sobrevino.
El odio a los judíos en los siglos XIX y XX no deja de ser la continuación de una
tradición secular en Europa, pero tiene bastantes elementos novedosos que lo
singularizan. La de estos siglos es una sociedad en proceso de laicización, lo que se
refleja en nuevas visiones sobre los judíos. Entre cristianos y católicos la acusación de
deicidio sigue viva, pero cada vez abundan más las concepciones que hacen de ellos
judíos no tanto enemigos de Cristo como de todo el género humano. La vieja idea de lo
judío como fenómeno esencialmente religioso, aunque con fuertes connotaciones
biológicas, como se ven en la España de la pureza de sangre, va cediendo lugar a la
moderna idea de la raza. Pero hay otro factor que ha cambiado profundamente en el
antisemitismo: la propia sociedad en la que nace. Una sociedad que vive cambios
acelerados en lo político, económico y social, y que ya no tiene en su seno a las viejas
comunidades judías, discriminadas y encerradas en sus guetos, sino otras florecientes y
9
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
emancipadas que, en muchos casos, se han adaptado perfectamente a la modernización.
Estos grandes cambios son esenciales en la aparición del nuevo antisemitismo.
No se podría enumerar en pocas palabras los grandes logros llevados a cabo por
estos judíos emancipados del siglo XIX, lo que significaron en la historia de la cultura y
de la espiritualidad, como investigadores y filósofos; en la economía y en la industria,
de ahí su participación en los inventos de los últimos tiempos, tanto en automóviles y
aviones, como en teléfonos y telégrafos; nombres judíos no faltan ni en las Bellas Artes
ni en la música8.
“Pero la vieja corriente de antisemitismo que aparece con nueva fuerza se dirige
hacia otro cauce: los argumentos que en otro tiempo se basaron en la religión son ahora
secularizados y se fundamentan en lo que llega a ser una nueva doctrina, supuestamente
“científica”. Aparece un escrito de Wilhelm Marr, hijo bautizado de un actor judío: “La
victoria del judaísmo sobre el germanismo”. En este escrito se dice que la cuestión judía
no es una cuestión religiosa sino una cuestión racial. Marr, que es el inventor del
término “antisemitismo”, en octubre de 1879 funda la “Liga antisemita”. Su finalidad
declarada dice: “Para la salvación de la patria alemana de una completa judaización” 9.
Incluso algunas voces de la calle, las proclamas populares, los discursos
antisemitas se recogen en las aulas de la Universidad, haciéndolas aptas para
académicos.
Los antisemitas no se contentan con discursos, entran en acción en el terreno
político y organizan un ataque radical para presentar sus exigencias al Estado y así,
poco a poco, el círculo de contrarios y agitadores que prometen al pueblo alemán la
salvación mediante la lucha contra los judíos, sigue creciendo.
Como ya se ha dicho, la nueva argumentación se basa en motivos científicos.
Se afirma que el judío no posee ninguna capacidad para tomar parte en la cultura
moderna, sino que por el contrario, la amenaza debido a sus características raciales. Es
por ello que debe ser separado o eliminado. Ante este reto no hay alternativa para el
judaísmo. Si la Iglesia oprimía a los judíos en la Edad Media para forzarlos a hacerse
cristianos, el antisemitismo sólo aspira a eliminarlos.
Aparecieron en aquella época una serie de revistas y obras pseudocientíficas
antijudías.
8 Cfr. KELLER, W. Historia (1994) 513-535. 9 Íbidem 530.
10
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Los antisemitas no lograron ningún éxito con sus exigencias, pero el veneno que
se había esparcido, el antisemitismo, iba haciendo su efecto corrosivo. Se reunieron
congresos antisemitas y de esta conciencia se derivaron dos nuevas actitudes. De un
lado, muchos obreros e intelectuales judíos cambiaron sus banderas nacionales por la
roja de la revolución socialista mundial; la otra reacción fue abrazar un nuevo
nacionalismo, el sionista. Un nacionalismo que, para los padres del movimiento,
Pinsker10 y Herzl11, era una necesidad impuesta por los perseguidores. En palabras del
segundo “lo quieran los judíos o no, son un pueblo ligado por su aflicción: sus enemigos
lo hacen un pueblo independiente de sus deseos”. Se define así una nueva nacionalidad
judía con su propia lengua nacional, el hebreo, que debía constituirse formando en el
“hogar palestino” el Erezt Israel, que algún día sería un estado propio. Pero el sionismo
nació minoritario y dividido en múltiples tendencias: tradicionalistas, reformistas,
liberales y socialistas.
Con todo esto, al finalizar el siglo XIX el arsenal del antisemitismo estaba
completo: todos los lemas, los argumentos y las consignas estaban a punto.
Incluso Francia, la patria de la emancipación, no se salvó de este movimiento, ya
que poco antes de terminar el siglo se produjo en ella un estallido de antisemitismo con
el asunto Dreyfus, que llevó al país al borde de la guerra civil.
I.1.3. EL AFFAIRE DREYFUS Y SUS CONSECUENCIAS
Como bien dice Isidro González12, al mismo tiempo que se va radicalizando el
antisemitismo en la Europa central y oriental, en la Europa occidental el problema casi
no existía, excepto en Francia, cuyo origen era religioso y patriótico y revestía unas
características especiales. Tenía connotaciones diferentes que el de la Europa central y
oriental, ya que éste tenía un origen más primario y se sustentaba sobre una sociedad
menos desarrollada y más rural, en la que los judíos vivían en colectividades más o
menos aisladas y separadas muchas veces del resto de población. El caso francés era
distinto, el judío estaba asimilado y equiparado ante la ley; sin embargo existía una
corriente antisemita latente en una buena parte de la sociedad francesa, de tal manera
que ante cualquier problema nacional o crisis política o económica podía encontrar
10 El doctor León Pinsker publicó, en el verano de 1882, un folletón anónimo, redactado en alemán y titulado Autoemancipación, donde asienta su hipótesis. 11 HERZL, T. El Estado (1960). 12 GONZÁLEZ, I. El retorno (1991) 12-17, 31-39.
11
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
en el judío su chivo expiatorio. La manifestación más patente de este antisemitismo
es el caso Dreyfus13, que hostigó contra los judíos una campaña política y
especialmente de prensa.
En Francia los primeros signos de este antisemitismo aparecieron a comienzos
del decenio de 1880, cuando se agudizó la disputa entre los radical-republicanos y los
monárquico-clericales. La propaganda antisemita tendría su causa inmediata en el
colapso sufrido por el banco católico Unión Générale, en el que muchos pequeños
inversionistas católicos perdieron sus ahorros. El director del mismo culpó de la
bancarrota al “capital judío”, y aparecieron varias ediciones de periódicos antijudíos.
Pero las ideas antisemitas incrementaron su influencia a partir de la publicación, en
1886, del libro de Edouard Drumont La Francia judía. “Esta obra presentaba el histórico
antagonismo entre arios y semitas, describiendo la destructiva influencia de los judíos
en la historia de Francia y su decisivo ascendiente en la vida política a partir de 1880.
Exigía una revolución social basada en el reparto de la propiedad judía. Se vendieron
miles de ejemplares de este libro, provocando el aumento de la actividad antisemita. Se
constituyeron asociaciones de estudiantes antisemitas y otras agrupaciones similares,
incluso llegó a los grados inferiores de la clerecía, quienes fundaron el movimiento
democrático cristiano. Así mismo, muchos socialistas participaron en esta campaña de
propaganda”14.
“También en el parlamento mostrarían su actividad los antisemitas. En 1891 se
planteó la expulsión de Francia a los judíos y aunque treinta y dos diputados apoyaron
la propuesta, ésta no llegó a figurar en el orden del día. A comienzos del año 1892 se
inició la publicación bajo la dirección de Drumont del diario antisemita Libre parole.
Éste utilizó el derrumbamiento de la compañía del canal de Panamá para incrementar su
influencia”15. Aportó dos revelaciones en el escándalo de Panamá16: “En primer lugar
reveló que los parlamentarios y los altos funcionarios se habían convertido en hombres
de negocios. En segundo lugar, mostró que los intermediarios entre la empresa privada
(en este caso, la Compañía) y la maquinaria estatal eran casi exclusivamente judíos.”
13 Cfr. ARENDT, H. Los orígenes (1981) 119-153. 14 Véase BEN SASSON, H. Historia (1998) 1042. 15 Íbidem 1043. 16 Como explica ARENDT, H. Los orígenes (1981) 127; continúa explicando el conflicto en las sucesivas páginas.
12
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Poco tiempo después el interés por este caso decayó, y con él la preocupación
antisemita.
Durante el mes de septiembre de 1894, el servicio de contraespionaje francés
descubre un comunicado secreto manuscrito sin firma dirigido al teniente coronel
Maximilien von Schwarzkoppen, agregado militar de la Embajada de Alemania.
De él se deduce claramente que se están produciendo gravísimas filtraciones al
enemigo que afectan a la seguridad nacional. Este documento se hizo posteriormente
famoso con el nombre de le bordereau, “el memorándum”. Su descubrimiento fue el
desencadenante del encausamiento del becario del Estado Mayor y capitán de artillería
Alfred Dreyfus, a la vez que constituye el único cargo esgrimido contra su persona.
El texto dice así:
“Sin noticias de que usted desee verme, le remito, no obstante, Señor, algunas informaciones interesantes: 1º Una indicación sobre el freno hidráulico del 120 y el modo en que se comporta esa pieza; 2º Una indicación sobre las tropas de cubrimiento (algunas modificaciones van a producirse en el nuevo plan); 3º Una indicación sobre una modificación en las formaciones de la artillería; 4º Una indicación relativa a Madagascar; 5º El proyecto de manual de tiro de la artillería de campo (14 de marzo de 1894), es muy difícil tener acceso a este último documento y sólo podré disponer de él durante muy pocos días. El Ministerio de la Guerra ha enviado una cantidad fija de ejemplares a los cuerpos, y éstos son responsables de los mismos. Cada oficial detentor debe devolver el suyo al finalizar las maniobras. Si usted desea extraer lo que le interese y después ponerlo a mi disposición, yo lo recogeré. A menos que prefiera que yo mismo lo mande copiar in exteso y le haga llegar la copia. Voy a salir de maniobras”17.
Tres de los cinco expertos grafólogos consultados por el Estado Mayor,
Alphonse Bertillon, Pierre Teyssonnières y Étienne Charavay, creen reconocer la letra
de Dreyfus.
A finales del año 1894 Alfred Dreyfus, oficial judío de origen alsaciano, que
había servido en el Estado Mayor General de Francia, fue arrestado bajo la acusación de
espionaje. Acusado sin pruebas de espionaje a favor de Alemania, el judío Dreyfus fue
condenado en 1894 a cadena perpetua, a degradación militar y a ser deportado a la isla
del Diablo. Los antisemitas manifestaron que aquella constituía una prueba más de la
traición judía. Su propaganda abandonó su carácter social para transformarse en una
17 Podemos consultar SANZ, C. Zola (2001) 31-38.
13
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
incitación patriótica ornada con ataques a los ideales de la Revolución Francesa. El
ministro de la Guerra vaciló en un principio, pero más tarde decidió traer a Dreyfus ante
un tribunal militar. Mediante falsificaciones y presión política Dreyfus fue declarado
culpable y condenado al exilio en la Isla del Diablo para el resto de sus días. En 1906,
doce años después de aquel hecho, la Corte Suprema decidió que las acusaciones contra
él eran inexistentes y que no había ninguna necesidad de someterlo a juicio otra vez
para liberarlo. Pero antes de esta confirmación, los antisemitas manifestaron que este
caso constituía una prueba más de la traición judía. La propaganda abandonó su carácter
social para transformarse en una incitación patriótica, ya que si nos remontamos en el
tiempo recordemos que fue en Francia donde por primera vez se le concedió la
ciudadanía a los judíos y éstos estaban asimilados y equiparados ante la ley. Llegaron a
sentirse plenamente franceses cubriendo una carencia que les había perseguido a lo
largo de su historia: la falta de una identidad, de una patria. Así pues, el caso Dreyfus
haría añicos la creencia en la realización de los ideales de una emancipación ilustrada y
a consecuencia de ello se produjo una gran conmoción dentro del mundo judío, aunque
por otra parte muchos de éstos volvieron a apreciar algo que habían olvidado: el sentirse
de nuevo judío.
El dirigente socialista Jaurès, que más tarde defendería a Dreyfus, afirmó en la
Asamblea Nacional que se había dictado una sentencia leve debido a la influencia
ejercida por la burguesía judía. Un oficial del Estado Mayor llamado Picquart revelaría
que el documento principal sobre el que se basaba el fallo condenatorio de Dreyfus
había sido escrito por otro oficial, y que un cierto coronel Henry, adscrito al servicio de
contraespionaje, falsificó documentos, al parecer con conocimiento de sus superiores
para cargar la responsabilidad sobre Dreyfus. Picquart fue apartado de su cargo y
enviado a Argelia.
Por entonces, en 1986, Bernard Lazare18, periodista judío, en nombre de los
hermanos de Dreyfus, publicó el primer folleto del affaire: Une erreur judiciaire; la
vérité sur l’affaire Dreyfus (Un error judicial. La verdad sobre el caso Dreyfus).
Poco después comenzaron a circular rumores sobre ciertos sucesos ocurridos en
el seno del Estado Mayor, originando una agitación pública que duraría tres años, entre
1897 y 1899. Los antisemitas proclamaban que existía en Francia una conspiración
18 ARENDT, H. Los orígenes (1981) 119.
14
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
judía destinada a humillar al país y al ejército. La mayor parte de los partidos políticos
se oponían a la realización de un nuevo juicio, pero el público se dividió en dos bandos
principales, el de los partidarios de Dreyfus y el de los que se presentaban en contra,
reflejando la lucha que libraban las fuerzas sociales, consolidadas después del
establecimiento de la tercera República. Sería en este momento cuando la cuestión judía
habría de adquirir una gran importancia19. Con un trasfondo racista y xenófobo, la
prensa y todas las instituciones y partidos, independientemente de su ideología,
clamaban venganza y ejemplaridad en el veredicto. La familia de Dreyfus, que sabía de
su lealtad y amor al ejército y a la patria, se rebelaba contra el fallo y recogía la
información suficiente de falsificación de las pruebas. Pero el ejército y el gobierno no
estaban dispuestos a reconocer su error ante la opinión pública.
El día 13 de enero de 1898 el diario L’Aurore publicó un artículo del
renombrado escritor Émile Zola titulado Yo acuso. Zola imputaba al Estado Mayor el
hecho de haber frustrado las finalidades básicas de la justicia y de haber ocultado al
verdadero espía. Los antisemitas respondieron con manifestaciones celebradas en varias
ciudades de Francia y Argelia. En las nuevas elecciones la mayoría de los candidatos
que se presentaron a favor de Dreyfus fueron derrotados, pero Cavaignac, nuevo
ministro de la Guerra, a pesar de ser enemigo jurado de estos, ordenó una nueva
revisión de los documentos archivados sobre el caso, y de este modo se descubrió la
falsificación. Poco después el coronel Henry, después de confesar la falsificación de
varios otros documentos del dossier secreto de Dreyfus, se suicidaría en presidio. No
obstante, los jefes militares siguieron oponiéndose a la reapertura del proceso, y la
controversia pública se volvió más violenta. A pesar de esto, el Tribunal de Casación
ordenó que se abriera una investigación.
En junio de 1899, este tribunal anuló la sentencia original contra Dreyfus de
1894. El proceso de revisión se desarrolló en Rennes en agosto. La sentencia fue
entonces de diez años de cárcel. Una semana más tarde, Dreyfus fue perdonado por el
presidente de la República. En diciembre todos los procesos y demandas judiciales
relacionados con este caso quedaron liquidadas mediante una amnistía general.
En 1903, Dreyfus solicitó una nueva revisión, pero su petición fue desatendida
hasta 1906, cuando Clemenceau llegó a la Presidencia del Consejo de Ministros. En
julio de ese mismo año, el Tribunal de Casación anuló la sentencia de Rennes y
TP
19 BEN SASSON, H. Historia (1998) 1042-1044.
15
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
absolvió a Dreyfus de todas las acusaciones. Sin embargo el Tribunal de Casación
carecía de autoridad para absolverle. Tendría que haberse celebrado un nuevo proceso,
pero lo más probable, a pesar de las pruebas evidentes a favor de Dreyfus, otra revisión
ante un Tribunal militar habría conducido a una nueva condena. Por eso, este hombre
jamás fue absuelto de acuerdo con la ley20 y este caso nunca concluyó realmente. El
pueblo francés jamás reconoció la reposición del acusado, y las pasiones que despertó
jamás se apaciguaron por completo. Ni siquiera la Primera y la Segunda Guerra
Mundiales fueron capaces de relegar el asunto al olvido21.
Las consecuencias de este caso fueron de vital importancia para el futuro
político de la República Francesa. Declinó la influencia de los círculos militares y
eclesiásticos mientras se vigorizaban los elementos radicales. Poco después de
finalizado este episodio, se aprueba una ley que separaba en Francia la religión del
Estado, lo que supuso el debilitamiento de estas creencias antisemitas22.
Sólo en Argelia siguieron conservando su influencia los antisemitas. Ésta se
nutría, por una parte, de los sentimientos antijudíos que se oponían a los derechos
otorgados por los franceses y, por otra, de los colonos franceses, que ya en 1882 habían
fundado asociaciones antisemitas y editaban periódicos de este cariz. Los actos de
violencia antisemita alcanzarían su máxima expresión durante la etapa del caso Dreyfus,
ocasión en la que Argel eligió un alcalde antisemita. Drumont y otros dirigentes del
antisemitismo se presentaron como candidatos para representar a los distintos argelinos
en la Asamblea Nacional.
Durante las persecuciones que se produjeron en el año 1897 en las ciudades de
Argelia fueron enviadas fuerzas militares para sofocar los tumultos. En las elecciones de
1898 fueron elegidos cuatro antisemitas en los seis distritos electorales de la colonia. No
conseguirían, sin embargo, una renovación de su mandato en los comicios de 1902,
pero la hostilidad hacia los judíos seguiría incrementándose. Coincidiendo con la mayor
integración de los judíos en la vida cultural francesa, aquí, por el contrario, se acentuaba
20 La obra más extensa y todavía indispensable sobre el tema es la de REINACH, J. L’affaire (1900)
1903-11. El estudio más detallado escrito desde un punto de vista socialista es el de HERZOG, W. Der Kampf (1933), cuyos cuadros cronológicos resultan de gran utilidad. Breve y fidedigna es la obra de CHARENSOL, G. L’affaire (1930).
21 ARENDT, H. Los orígenes (1981) 120-121. 22 BEN SASSON, H. Historia (1998) 1044.
16
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
la animosidad hacia los que consideraban traidores, ya que reforzaban la dominación
francesa, a la vez que se incrementaba la enemistad de los colonos, que los consideraban
competidores y rivales.
Las diferentes reacciones de la opinión pública ante el antisemitismo en
Alemania y Austria-Hungría por un lado y en Francia por otro habrían de influir
decisivamente en el régimen político que adoptarían estos países en el siglo XX y en el
futuro de los judíos.
Teniendo en cuenta las palabras de Isidro González23: “La controvertida
polémica que convulsionó a toda Francia y a Europa, llegando a una auténtica
confrontación en todos los órdenes de las fuerzas políticas, intelectuales, sociales y
religiosas y en la cual tomaron parte casi todos los estamentos de la sociedad puso de
manifiesto hasta qué punto la cuestión judía y el antisemitismo habían calado hondo en
la Europa de la época”.
Como asegura en su estudio Concha Sanz, cuando afirma literamente24: “Esta
exhuberante conjunción de hechos ofrece sobrada materia para la polémica y la
investigación. Pero no menos apasionante para el analista resulta intentar dilucidar por
qué un pueblo cívico, pacífico, y para muchos modelo de tolerancia, se manifiesta de
repente presa de un fanatismo ciego, convirtiéndose en un hervidero de odio y violencia.
Y cómo unos sentimientos en principio nobles, como el amor a la nación o el anhelo de
justicia, pueden llegar a extraviarse sin contención tras la simple divulgación de
informaciones falsas o la presentación de los hechos a través de los medios de
comunicación con un sesgo que hace que se les interprete de un modo muy distinto al
que cabía esperar. Pero si el caso permanece en las conciencias, cien años después como
uno de los fenómenos sociológicos más desconcertantes que se conocen, no es tanto por
el triunfo clamoroso de la inmoralidad y de la injusticia instrumentados por la
determinación interesada e inequívoca de las instituciones del Estado. Es por el
espectacular vuelco que se produce en esa situación, ante la mirada atónita del mundo,
como consecuencia de la fuerza irresistible que forman de pronto el sentido heroico del
honor de un inocente condenado, junto con la indignación obstinada de un puñado de
personas nobles y valientes. Sin duda, el caso constituye sino una demostración
23 Véase su obra EL retorno (1901) 12. 24 Consúltese al respecto SANZ, C. Zola (2001) 11-12, 142-143.
17
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
luminosa de que la conquista de la opinión pública resulta la clave última del poder
político en las sociedades democráticas”.
Es imprescindible destacar un nuevo fenómeno en este contexto de
antisemitismo y en especial en este caso; nos
referimos al protagonismo que asume la prensa y al
poder que ostenta por primera vez en la historia y más
específicamente en la vida política de un país. Los
periódicos se convierten en este momento en un
verdadero hervidero de papel, en el principal foro de
debate público, desafiando a las autoridades y creando
corrientes de opinión. Un buen ejemplo de hasta el
punto que llegó su influencia fueron las postales
antisemitas que se difundieron por toda la sociedad;
observemos una muestra, donde se da la representación de la imagen antisemita bien
conocida del judío traidor Dreyfus en la forma de una serpiente (o dragón), símbolo
bíblico que personifica el mal25.
Se puede afirmar que sin la prensa -con la fenomenal campaña antisemita que
rodea el arresto y la celebración del juicio-, Dreyfus no habría sido condenado y
tampoco habría sido posteriormente liberado ni rehabilitado. Sin la sucesión de
manifestaciones y desvelamientos (la existencia de documentos secretos, la publicación
del memorándum, las cartas de Zola entre las que sobresale el famoso Yo acuso, la falsa
nota de agencia informando de la huida de Dreyfus, la suscripción a favor de la viuda y
de los hijos de Henry, los manifiestos de los intelectuales, etc.) que alzan continuamente
el escándalo a los grandes titulares de la primera plana, con toda seguridad, el caso
habría transcurrido por otros derroteros. El llamado “cuarto poder”, en las sociedades
modernas, es, sin duda, capaz de alcanzar una fuerza pavorosa, siempre y cuando la
opinión pública no se sienta saturada del objeto con el que se la entretiene.
Es preciso reiterar, finalmente, la deuda del caso con los movimientos masivos y
concertados de personas procedentes de los medios de la intelectualidad: los artistas, los
poetas, los profesores, los periodistas y los científicos. Tal vez, lo más llamativo de
estos personajes es la oportunidad que nos ofrecen de contemplar a la élite de la cultura
25 Caricatura inglesa realizada por V. Lenepven.
18
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
asumiendo de una manera tan contundente su punto de vista, es decir que la dignidad
del ciudadano obliga, a todos sin excepción, a organizar un frente común contra la
injusticia.
Uno de aquellos hombres buenos fue Émile Zola. En un fin de siglo
deslumbrante que vio convivir a Víctor Hugo, Stendhal, Proust, Flaubert, Balzac,
Verlaine, Rodin, Gauguin, Renoir, Ravel, Debussy, entre muchos otros, Zola fue el
escritor más leído y admirado de su tiempo, un gran periodista y, sin pensarlo, un gran
político. En estas dos facetas, su golpe más certero y espectacular fue la publicación a
contracorriente, el 13 de enero de 1898, en primera plana del diario parisiense,
L’Aurore, del artículo Yo acuso, en el que se alzaba como intelectual comprometido
con la justicia y la verdad contra los poderes establecidos y la razón de Estado. Se
trataba de una carta abierta al presidente de la República Félix Faure.
Ya habían pasado tres años y medio desde que el 5 de julio de 1894 Dreyfus
fuera expulsado del ejército y condenado a deportación perpetua por un crimen de alta
traición que nunca cometió, cuando Yo acuso salía a la luz pública convirtiéndose en el
manifiesto en torno al cual iban a aunar sus fuerzas todos los que reclamaban la revisión
de su escabroso y escandaloso proceso.
A partir de ese momento, el caso cobra todos los
tintes y proporciones de una guerra de religión. En la calle,
las manifestaciones diarias y multitudinarias a favor de una
u otra postura acababan casi siempre en batalla campal, los
barrios judíos eran asaltados por masas enfurecidas. Todo
esto fruto de la propaganda antisemita, aunque también
encontramos la postura contraria, como se puede ver en
este panfleto, donde el lema parece ser: ‘humanidad,
verdad y justicia’, todo ello en favor de Dreyfus.
La correspondencia llegada de toda Europa al domicilio de Zola y de Dreyfus se
contaba por sacas. Toda la prensa europea se hizo eco del escándalo tomando partido en
un sentido u otro con igual pasión.
En España26 muchos intervinieron y lo hicieron públicamente a propósito del
caso, y otros lo hicieron en privado pero con la misma contundencia. Estas cartas
26 JAREÑO, J. El affaire (1981).
19
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
llegadas a Zola desde España nos dan cuenta de la recepción que el Naturalismo,
movimiento literario subversivo ante la injusticia social, tuvo en todos los niveles de la
sociedad española en sus vertientes personales y privadas, rastreadas muy escasamente
en los parámetros habituales de la investigación literaria, al tiempo que sirve de ocasión
para hacer justicia al potencial cultural y humano de que gozaba nuestro país en estos
momentos de profunda crisis social y política. Como figura principal de este
movimiento, de profundo aunque corto asentamiento en nuestro país, Zola se nos
muestra como un referente intelectual inevitable en estos años decisivos para el futuro
de España. Este amplio eco de la posición de Zola ante el caso Dreyfus desmiente así la
idea tan extendida de que el novelista se aprovechaba del caso en beneficio de su propia
publicidad. La élite intelectual, el pensamiento español, los obreros, el pueblo en
general tuvieron una visión, aunque no siempre exacta de los hechos juzgados, sí
siempre clara de la postura desinteresada y del compromiso de Zola como defensor de la
justicia, de la igualdad y su consiguiente postura antirracista.
Mientras, en Francia, desafiando al poder político, militar, eclesiástico,
mediático y a la mayoría de una opinión pública hábil y perseverante jadeada y
exaltada, la élite de la juventud, del arte, de la literatura, de la educación, del periodismo
y de la investigación se valdría del aldabonazo lanzado por Zola para levantar una
formidable muralla humana contra la corrupción, la injusticia y el oscurantismo
kafkiano, llevando a cabo un combate sin precedentes por la forma y la virulencia.
Georges Clemenceau, Maurice Barrès y Charles Péguy empezarían con distinta
intención a llamar “intelectuales” a esa alianza espontánea de soldados de la verdad y de
la justicia. Emulando a Voltaire, Lamartine y Víctor Hugo, y a su vez precursores de
Malraux y Hemingway, de Sartre y Aragon, los intelectuales descubrieron de repente la
fuerza de combate que constituían al instituirse como colectivo, confiriendo al
sustantivo plural la moderna acepción con la que hoy lo conocemos.
Yo acuso fue desde su publicación unánimemente reconocida como una obra
maestra de la literatura polémica, no tanto por la calidad literaria del texto, como por su
brillantez argumentativa y la lucidez estratégica que demostró encerrar al permitir a su
autor alcanzar las metas extraordinariamente ambiciosas que se proponía.
Efectivamente, Zola no se limitó a dejarse llevar por la indignación que le producían las
consecuencias de un error judicial para un ciudadano indefenso. Estaba, además,
convencido de que las fuerzas reaccionarias y nacionalistas vislumbraban en el caso
20
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Dreyfus una oportunidad de oro para acabar con el régimen republicano al que él
consideraba “el único gobierno justo y posible”. Tuvo la genial intuición de percatarse
de que a él, además de popularidad y talento, le sobraban convicciones cívicas y
humanitarias para contribuir decisivamente a modificar la inercia de los
acontecimientos.
Yo acuso carece del rigor científico exigible para ser catalogado como lo que
hoy se entiende por periodismo de investigación. Pero el efecto catártico del documento
no se explica por la escrupulosidad descriptiva de la información que transmite, sino
porque logra captar y a la vez esquematizar perfectamente, dejándola a plena luz para la
comprensión de todos, la sustancia de lo que provoca el error judicial, y la formidable
maquinación que hace que se mantenga y consolide.
Lo extraordinario fue que, con este golpe de efecto, Zola alcanzó una
espectacular victoria en tres frentes: acertó sin paliativos en su pretensión de modificar
la política del gobierno con respecto a unos hechos concretos: consiguió consolidar la
esencia de los principios democráticos y republicanos frente al integrismo religioso: y,
finalmente, dejó firmemente asentado para las generaciones venideras el papel
innovador y preciso de los movimientos de intelectuales erigidos en agentes
protagonistas del cambio social27.
La intención de Zola con esta obra fue la de introducir claridad y racionalidad,
recurrir el rigor técnico propio de una demostración jurídica para desenmascarar la
oscuridad deliberadamente introducida por los adversarios de la verdad.
Para ello, todos los hechos conocidos por la opinión pública de forma
fragmentaria y con ingredientes propios de una novela, aparecieron narrados por Zola
en su totalidad y relacionados de manera lógica, con el fin de no admitir que se siguiese
teniendo de este affaire una lectura propia de la ficción.
Así pues, tras una introducción, la descripción del suceso empieza en el
momento en que nace el error judicial y se produce la detención y condena de Dreyfus.
Después, Zola se refiere al caso Esterhazy y a su escandalosa absolución. En una parte
relaciona el doble crimen de la condena de un inocente y la absolución del culpable. Y
acaba con la letanía de los Yo acuso seguido de los nombres y responsabilidades de los
altos cargos militares -incluyendo a ministros-, implicados en la trama. A continuación,
27 SANZ, C. Zola (2001) 11-14.
21
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
señala a los cómplices: los expertos grafólogos y la “canallesca”, la prensa xenófoba y
antisemita a la que sólo le interesa fomentar los sentimientos de intolerancia del pueblo.
Finalmente afirma ser consciente de que el peso de la ley recaerá sobre él, y concluye:
“Estoy esperando”. Pues no tuvo que hacerlo por mucho tiempo28.
Para terminar y a modo de conclusión me remito, de nuevo, a unas interesantes
reflexiones realizadas por Concha Sanz29: “En definitiva el caso vino a constituir el
laboratorio propicio que parecen necesitar las sociedades para emerger del aparente
callejón sin salida de la crisis de valores que lleva irremediablemente consigo la
pervivencia de los modelos caducos de organización social. De repente, toda la sociedad
francesa se vio envuelta en un turbión ideológico que la obligó, perentoriamente a
reflexionar y a optar por uno de los modelos de pensamiento que le eran propuestos.
Increíblemente, la autoridad moral de la mentalidad conservadora acabó
desvaneciéndose. Sin duda, sería abusivo atribuir a la obra Yo acuso la responsabilidad
histórica de ser la explicación primera y global, la ficha inicial del dominó, del
desmoronamiento repentino del sistema de valores tradicional que encarnaban en
perfecta armonía y magistral integración las fuerzas monárquicas y nacionalistas, la
moral católica y el espíritu castrense. Es cierto que sin Zola no habría caso Dreyfus. Sin
embargo, sin su contexto histórico específico, si bien probablemente el artículo hubiera
existido, no habría alcanzado la categoría de fenómeno sociológico”.
I.1.4. REPERCUSIONES DEL CASO
Haciendo alusión de nuevo a Sasson30, se puede decir que en cada país el
antisemitismo adquirió unos caracteres propios en consonancia con la propia evolución
política. En extensas zonas de Europa oriental se desarrolló un antisemitismo de antiguo
cuño casi medieval, más primario y visceral, que es utilizado por los partidos y otros
estamentos sociales como arma política. Las comunidades judías occidentales estaban
más integradas debido a la existencia de una clase social industrial y financiera que
propiciaba esa integración. El componente de los nacionalismos dentro del
antisemitismo del este de Europa juega un papel importante, ya que utilizaban el
movimiento antisemita para lograr sus objetivos políticos.
28 Ibídem 55-56. 29 SANZ, C. Zola (2001) 140-141. 30 Cfr. BEN SASSON, H. Historia (1998) 1045-1064.
22
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Este proceso judicial con tinte antijudío tuvo una amplia difusión en toda Europa
y motivó campañas de opinión pública, polémicas y tensiones políticas. Conmovió al
mundo entero, separó a Francia hasta ponerla al borde de la guerra civil, derribó
gabinete tras gabinete del ministerio de la Guerra y ocasionó la caída de un presidente
de la República31. En definitiva, fue la manifestación más patente de antisemitismo en
Francia y destacó el poder de la prensa -por encima del parlamento y del gobierno-
como tribuna pública en la que los intelectuales tendrían la oportunidad de reflejar las
injusticias, las condenas y, en muchos casos, asesinatos, sofocados por las
conveniencias y los compromisos económicos, políticos y militares. La sociedad, como
es sabido, también resultó profundamente marcada por una línea divisoria entre un antes
y un después.
Poco antes del año 1900 surgió de entre las filas de los miles de asimilados un
hombre que influiría decisivamente dentro del judaísmo, ya que dio el impulso decisivo
al movimiento político del sionismo: Theodor Herzl32. Este personaje y sus opiniones
abarcan nuestro interés en la medida en que fue testigo ocular de la degradación de
Dreyfus cuando era corresponsal en París y sus opiniones al respecto.
Herzl nació en 1860 en Budapest y procedía de una familia asimilada, lo que
provocó que se alejara de la cultura hebrea y que tuviera un desconocimiento de la
actividad nacionalista. Para él, Francia constituía la tierra de progreso y de cultura.
Según su propio testimonio33 quedó profundamente aturdido ante las demostraciones
antisemitas producidas en París con ocasión del juicio contra Dreyfus; por entonces era
corresponsal en París del diario vienés Neue Freie Presse.
Como bien describe Keller34 en su obra, cuando terminó el acto en la plaza, un
Herzl, que no dudaba de la culpabilidad de Dreyfus pero bastante sorprendido ante la
crueldad del acto, preguntó cuando se alejaba del lugar con los colegas de la prensa, a
uno de ellos: “¿Por qué toda la gente se alegra tanto? El traidor ha merecido el
deshonor; se le ha hecho justicia, pero ¿cómo puede la gente alegrarse de que un
hombre sufra, aunque sufra por su culpa? ¡Es un traidor, pero también un traidor sigue
siendo un ser humano!” El colega vienés le dijo: “No, esto es precisamente lo que él no
31 Véase BOURDREL, P. Histoire (1974) 288-300. 32 Para más información sobre este personaje me remito a la ya mencionada obra de BEN SASSON, H. Historia (1998) 1065-1076. 33 HERZL, T. El Estado (1960). 34 Consúltese a este respecto Historia (1994) 535- 538.
23
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
es para los franceses: ¡ellos no ven en él a un ser humano sino únicamente a un judío! Y
donde empieza el judío termina la caridad cristiana. Esto es injusto, pero nosotros no lo
cambiaremos; así ha sido siempre y así será siempre...”.
Este hecho le llevaría a meditar profundamente acerca de “la cuestión judía”, a
buscar soluciones y a ponerse en contacto con varias personalidades hebreas. Se produjo
un giro en su vida que le hizo comprender que ni siquiera la Ilustración era capaz de
acabar con el antisemitismo, llegando a convencerse de que una asimilación total de los
judíos era irrealizable porque ninguno de los países anfitriones la deseaba de verdad.
¿Cómo cabría esperarlo si hasta un país como Francia, la primera nación europea que
había proclamado los derechos humanos también para los judíos, experimentaba una
recaída tan horrible en el odio a los judíos? Será en su libro titulado Der judenstand.
Versuch einer modernem Lösung der Judenfrage (El Estado judío: intento de una
solución moderna de la cuestión judía), donde nos muestra claramente su abandono
hacia estas ideas asimilacionistas, como solución al problema judío, ya que en su
opinión el antisemitismo no se extinguiría nunca. Según él, “la cuestión judía” se podía
solucionar únicamente a través del establecimiento de un Estado judío. La publicación
de El Estado judío entusiasmó a los sionistas de toda Europa estableciendo las bases del
sionismo político.
El affaire, como hemos visto, decantó y enfrentó a la intelectualidad francesa y
tuvo repercusión en Europa y también en España. En 1898, España vive inmersa en una
situación desastrosa que debía marcar el principio de la disgregación del orden político
canovista. El viejo Sagasta estaba agotando su último turno en el gobierno mientras el
sentimiento colectivo de un fracaso nacional, además de la incapacidad persistente del
sistema para integrar a las fuerzas económicas y sociales emergentes, abrieron la gran
crisis conocida como “el revisionismo”. El nacionalismo catalán y la combatividad
creciente del proletariado irrumpieron en la política nacional ocasionando violentos
choques con las estructuras oligárquicas dominantes. Incluso en la misma histórica
página del diario L’Aurore de aquel 13 de enero de 1894 tras la conclusión de Yo acuso
con la firma de Émile Zola, inmediatamente debajo podía leerse que a escasos
kilómetros de la frontera sur, en Barcelona, tenían lugar unos hechos que también
evocaban un presunto error judicial, con la consiguiente petición de revisión del
proceso. Se denunciaba la pasividad cómplice del poder ejecutivo y se señalaba
nominalmente a los culpables de unos brutales atropellos propios, a decir del articulista,
24
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
de los tiempos de la barbarie. El título Los mártires de Montjuich, de quienes la historia
universal no ha querido conservar un recuerdo especialmente significativo, ha sido
considerado como el equivalente español del caso Dreyfus35.
La opinión pública española y los grupos de intelectuales y políticos adoptaron
ante el caso Dreyfus posiciones que en parte ya venían establecidas desde tiempo atrás,
como hemos visto a la sombra de los acontecimientos europeos36.
La gran mayoría de la prensa defiende la causa Dreyfus y apoya a Émile Zola.
Todos ellos evocan tristemente una situación social que nunca debió darse en Francia y
manifiestan su apoyo no sólo hacia Zola sino también hacia este país. En líneas
generales se mantienen las mismas posiciones que en épocas precedentes en torno al
problema judío, aunque determinados intelectuales, que se habían mantenido un tanto
escépticos en los años anteriores, apoyan decididamente la causa de Dreyfus, como era
el caso de Varela y de periódicos como La Ilustración Española y Americana. Otro
grupo en el que se hallaba Castelar y periódicos como El Imparcial vuelven a ocuparse
del problema judío español. Y por último, el grupo integrista se alinea con las corrientes
antisemitas francesas manifestando un antisemitismo virulento y agresivo.
A este caso se le dedican desde editoriales de portada hasta informes y
comentarios, pasando por la transcripción íntegra del proceso en la mayoría de los
periódicos españoles. Sin duda, durante los meses de agosto y septiembre de 1899, fue
la noticia principal para la prensa española. Intelectuales como Canalejas, Castelar,
Varela o E. Pardo Bazán se ocupan abundantemente del tema y ponen especial énfasis
en los judíos y España.
Castelar escribía: “El asunto Dreyfus ha dividido los espíritus y una guerra civil
ha estallado en las ciudades de Francia. Empéñanse en que Dreyfus ha sido culpado y su
culpa coge a todo el pueblo judío”, responsabilizando de ello al reaccionarismo francés:
“No conozco tierra donde las sectas ultramontanas alcancen la fuerza que gozan hoy
todos los elementos reaccionarios en Francia” 37.
Como ardiente defensor de Zola, ya en el último año de su vida, con ocasión del
affaire, vuelve sobre el problema judío español, además de insistir en la contradicción
de Francia, cuna de la libertad revolucionaria y del más virulento antisemitismo.
35 SANZ, C. Zola (2001) 143-145. 36 GONZÁLEZ, I. El retorno (1901) 167-174. 37 Ibídem 169.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Los diarios de mayor tirada apoyan la causa de Dreyfus, entablan una polémica
agresiva y violenta contra los periódicos de matiz integrista y reaccionario, teniendo
casi siempre como telón de fondo la cuestión judía y España. La figura de Zola es una
de las más reivindicadas por este tipo de prensa.
La gran mayoría de los intelectuales españoles estuvieron al lado de Dreyfus y
por derivación aparecen a tenor del proceso los problemas de España, en especial los
vinculados al pasado judío. Otros escritores de la talla de Maeztu o Emilia Pardo Bazán
fueron influenciados por el ambiente antijudío imperante en la época hasta el punto de
asumir plenamente esta ideología.
El proceso Dreyfus fue un acontecimiento más del antisemitismo europeo cuya
difusión en España confirmó las posiciones ya establecidas.
¿Cómo afectó este affaire al mundo sefardí?
Si bien disponemos de pocos materiales respecto a este tema podemos afirmar
-como ya hemos referido anteriormente- que Francia es el mejor y a la vez el más triste
ejemplo de este antisemitismo moderno. Ni que decir tiene que será en las comunidades
sefardíes donde más consecuencias tenga este caso, como más adelante comprobaremos
en la literatura. La importancia que se le dio a la persona de Dreyfus, la profunda huella
en la sociedad francesa de un inconsciente antisemitismo y la conmoción que el asunto
produjo en las mentes de toda Europa hicieron que esta historia inspirase de abundantes
creaciones literarias.
Las vicisitudes de este capitán francés fueron revividas en las comunidades de
Europa a través de la prensa donde se recogía el día a día del caso Dreyfus, detallando
los distintos procesos y sus valoraciones mediante artículos de opinión para despertar y
concienciar a la comunidad sefardí de los problemas y las injusticias que se daban a su
alrededor. Este hecho se convirtió -gracias al nacimiento de los ideales del nacionalismo
político judío- en otro de los temas principales del teatro judeoespañol y fue
representado con frecuencia, generalmente por agrupaciones de ideología sionista.
Actualmente se conservan varias obras que, con títulos similares, reproducen la historia
de este personaje. También este affaire se reflejó en la novela, caracterizándose por el
intento de constituir la conciencia de la sociedad y definir identidades, incidiendo por un
lado en el factor antisemita y por otro en el judío conocedor de su problema de
asimilación en la sociedad. Los autores de estas obras van a dar prioridad a las
emociones y sentimientos de sus protagonistas, aunque también hacen una crítica a las
26
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
autoridades, conscientes, la mayoría de las veces, de la inocencia de estos judíos, que
son utilizados como cabeza de turco.
Este caso produjo un impacto bastante fuerte, ya que en un momento
determinado todos los principios escritos en la famosa declaración de los derechos
humanos en Francia cayeron de golpe para estos judíos totalmente integrados. A
consecuencia de ello, se produjo una gran desilusión en este sector, aunque por otra
parte muchos de ellos volvieron a apreciar algo que habían olvidado: el sentirse de
nuevo judío.
La repercusión del affaire Dreyfus continúa vigente en la actualidad y más
específicamente en el mundo sefardí. Buena prueba de ello la encontramos en
periódicos sefardíes actuales como Los Muestros y El Amanecer, en los que se trata la
trascendencia de este caso y la figura de este personaje, y de otros relacionados
directamente con él, como son Émile Zola, Bernard Lazare, etc.
I.2. EL AFFAIRE DREYFUS EN LAS LETRAS SEFARDÍES
I.2.1. VIEJAS Y NUEVAS FORMAS EN LA LITERATURA SEFARDÍ
La biografía, como ya sabemos, es uno de los subgéneros de la prosa histórica.
Nos centraremos en ella ya que es de lo que trata la obra que editamos. Antes de
profundizar en este tema, y siguiendo los estudios realizados por la doctora Riaño38,
hemos de preguntarnos por los orígenes y la evolución de esta prosa histórica en
judeoespañol. Esto nos obliga a considerar que nos hallamos ante una literatura -en sus
comienzos- mayoritariamente de carácter religioso, que es traducción de la hebrea, y
que, como ésta, posee un fuerte componente histórico-legendario inmerso en los
diferentes géneros religiosos que la conforman. Sólo en una etapa tardía llegó a
constituirse como género moderno. Su tratamiento se ha distribuido en dos grandes
etapas: una antigua, donde no nos extenderemos mucho por no ser objeto de nuestro
estudio, y otra moderna, diferenciadas ambas, fundamentalmente, por el estadio de la
lengua, el estilo literario y la temática.
- La primera etapa, denominada antigua, que abarca desde el siglo XVI hasta
mediados del XIX, como ya hemos aclarado, queda fuera de este estudio, así que nos
38 Cfr. RIAÑO, A. “La prosa” (nov. 2000) 19-20.
27
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
limitaremos a recordar brevemente que está representada por las traducciones de la
Biblia, de los tratados de moral y de leyes clásicas de la literatura hebrea, escritos en un
sefardí aljamiado en período formativo y con un estilo literario puramente rabínico. A
esas primeras versiones hay que sumar obras de libre creación que a partir del siglo
XVIII, cuando la lengua había alcanzado su madurez, su plenitud de capacidad
expresiva, fueron originalmente escritas en judeoespañol. El ejemplo más representativo
es el gran comentario rabínico titulado Me’am lo’ez, en el que los diferentes autores que
lo compusieron recurrieron a todo tipo de fuentes, incluidas las históricas hebreas.
Además de esto, los sefardíes vertieron al judeoespañol señalados libros de historia, en
los que, a veces, es difícil establecer con precisión dónde acaba la leyenda y dónde
comienza la realidad.
- La segunda etapa del género, que es la que nos concierne, comienza a
mediados del siglo XIX, cuando el mundo sefardí se va modernizando con la incipiente
llegada de la crisis del mundo tradicional, el cambio de mentalidad que se va gestando
debido al auge de los nacionalismos, la influencia de la Haskalá (‘Ilustración’) y la
acción cultural de las escuelas occidentalizantes, sobre todo las francesas de la Alliance
Israélite Universelle.
Montesquieu y Voltaire habían sentado las bases de la ciencia y de la crítica
históricas, pero se puede decir que el siglo XIX fue el siglo cuyo gusto se manifiesta en
la literatura histórica (en todos sus géneros) y en la historia propiamente dicha, bien
como corriente romántica o bien como positivista. El interés de la época romántica por
el pasado (tan diferente del presente) y por un presente en continua evolución (que tanto
alimentó a escritores y periodistas) se ve fortalecido por el desarrollo de las ciencias. El
iniciador de la historia romántica francesa fue Chateaubriand, bajo cuya influencia,
junto a la del escocés Walter Scott, escriben Hugo, Mérimée, Balzac, Vigni y Dumas
padre, entre otros, que tan del gusto de los sefardíes fueron y que tanto significaron en la
narrativa judeoespañola.
La mayoría de los sefardíes ya no se educaba al estilo tradicional en las antiguas
escuelas religiosas ajenas a las sinagogas, donde el aprendizaje de la historia seguía
estando ligado al de la Torá, sino en las seglares de la Alianza, que proporcionaron a los
alumnos la formación intelectual necesaria para desenvolverse en un mundo más libre y
laico, para sentirse capaces de escribir la historia de sus vidas y la de sus coetáneos, la
28
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
de los personajes relevantes de sus respectivas comunidades y la de acontecimientos y
personalidades del mundo exterior, aunque poco tuvieran que ver con el judaísmo.
La lengua en la que fueron escritas estas obras es un judeoespañol muy
evolucionado, fuertemente influido por el francés, el italiano e incluso, aunque en
menor medida, por el español moderno, lo que le hace distar mucho del de la etapa
anterior. Igual sucede con el estilo literario de los autores modernos, que es fiel reflejo
de su actitud ante la lengua y la literatura francesas, por las cuales se sienten fascinados
desde los años de estudiantes en las escuelas de la Alianza.
Cronológicamente, esta segunda etapa abarca desde 1850 -año en que vio la luz
en Salónica la traducción al judeoespañol de la biografía de Moisés Montefiori Kéter
šem ţob de A. M. Mendel, traducida por Y. Bejor Amara¼i- hasta 1939, cuando se
publicó en la citada ciudad la que parece ser última manifestación del género, Historia
de los Îudiós de Kastoria, obra de Michael Molho y Abraham Meboraj.
Se ha calculado un corpus de unas sesenta obras catalogadas, entre las que
abundan las de libre creación, aunque se siguen haciendo traducciones, sobre todo del
francés, del alemán y del hebreo.
La censura que estuvo vigente durante la época de Abdul Hamid II, desde 1878
hasta la Revolución de los Jóvenes Turcos en 1908, y que alcanzó con dureza a otros
géneros literarios, no parece que afectara demasiado a la producción de obras de
historia, pues, tras comprobar el índice de libros publicados por décadas, la última del
siglo XIX fue bastante fértil, aunque, desde luego, con la entrada del nuevo siglo, la
producción se incrementó considerablemente, siendo los años veinte los más fructíferos.
Durante la década de los treinta, el ritmo de producción disminuyó muy poco, y a su fin,
con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, concluye la actividad de los
historiadores sefardíes. Podría decirse, por tanto, que este género alcanzó su mayor
desarrollo en el período de entreguerras, más concretamente entre 1920 y 1939, y que
desapareció al iniciarse el último de aquellos conflictos armados.
En cuanto a la temática, los sefardíes se mostraron abiertos a escribir las más
variadas historias, ya no sólo relacionadas con el pueblo judío y sefardí, que constituyen
el bloque más numeroso, sino también ajenas a ellos.
Por lo que respecta a la literatura, no es que no sigan cultivándose los géneros
patrimoniales de raíz y funcionalidad religiosa, sino que ahora -bajo la influencia de los
29
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
ya mencionados cambios socioculturales, políticos y educativos- entran con fuerza en el
panorama literario sefardí los géneros occidentales de carácter profano.
Por imitación de las literaturas de occidente, comienzan a cultivarse una serie de
géneros literarios sin tradición anterior en la literatura judía: son los llamados géneros
adoptados, como el periodismo, el teatro, la novela, el ensayo histórico o un nuevo tipo
de poesía que se aparta de los moldes tradicionales e imita a la occidental39.
Y centrándonos en la biografía, será en esta etapa cuando encuentra su lugar en
la literatura sefardí, gracias a la buena acogida que tuvo por parte de los autores y de los
lectores la moda literaria francesa.
Proliferaron las obras sobre la vida de personajes del pasado judío, como
Maimónides y el falso mesías Šaìetay èebí, y contemporáneos, como Moisés
Montefiori y el capitán Alfred Dreyfus. De este último conocemos, como veremos más
adelante, al menos media docena de obras entre las cuales está la nuestra, que es su
autobiografía, traducida del francés por Iûac Gaìay y Víctor Leví, Cinco años de mi
vida. Alfred Dreyfus (Constantinopla, 1901)40.
I.2.2. EL PERSONAJE DREYFUS EN LOS GÉNEROS ADOPTADOS
Centrándonos ya en este caso, hay que decir que fue la manifestación más
patente del antisemitismo en Francia. El affaire Dreyfus comenzó en el otoño de 1894,
cuando unos documentos fueron enviados por un oficial francés a la embajada alemana
en París. Debido a una semejanza en la caligrafía, comenzaron a sospechar de Alfred
Dreyfus, un joven capitán judío del ejército francés. El tribunal militar lo encontró
culpable de traición y el veredicto fue degradarlo y condenarlo a deportación perpetua
en la isla del Diablo. La degradación se hizo en una ceremonia pública, mientras que él
no paraba de gritar y proclamar su inocencia. El populacho, instigado por la prensa
antisemita, albergó el acontecimiento maldiciendo no sólo a Dreyfus sino también a los
judíos. En 1896, el sargento Picquart y la Fuerza de Información recibieron una carta en
la que se decía que Esterhazy, jefe en la armada francesa, era agente alemán, y que su
socio, el coronel Henry Fabris, había falsificado documentos para demostrar al jurado
de oficiales que el tribunal militar había fallado bien. Esterhazy fue absuelto y Picquart
39 DÍAZ-MAS, P. Los sefardíes (1993) 4. 40 RIAÑO, A. “La prosa” (nov. 2000) 20-21.
30
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
fue juzgado por obstrucción. Se encontraría otro documento falsificado por Fabris y éste
sería arrestado.
Poco a poco se comprueba que el juicio ha sido absolutamente parcial y que el
capitán Dreyfus había sido condenado a la ligera. Los escándalos se suceden, desde la
inculpación del escritor francés Émile Zola por su famoso J’accuse hasta el suicidio del
coronel Fabris, desde la detención de Picquart
hasta el segundo juicio.
Sólo en 1906, doce años después de
aquel hecho, la Corte Suprema decidió que las
acusaciones contra Dreyfus eran irracionales
y que no había ninguna necesidad de
someterlo a juicio otra vez para liberarlo. Le
devolvieron sus categorías militares e incluso
le dieron la Legion d’Honneur.
El seguimiento y la crítica a un juicio
semejante, sólo pudo llevarse a cabo gracias
al apoyo de una prensa que se encontraba al
servicio del poder creciente, una prensa que
seguramente fue, como se ha reconocido, el origen de muchos escándalos de este caso.
En definitiva, la revisión de este suceso provocó la aparición de numerosos artículos y
obras literarias que catapultaron el drama hacia la memoria colectiva. Las pasiones se
desataron, a menudo a expensas de la razón; los odios y las aversiones se unieron.
Una caricatura de la época resumiría a la perfección el clima pasional y
dramático en el que se desarrolló el caso Dreyfus41. Como podemos ver los miembros
de una familia están sentados a la mesa en una comida dominical, y entre todos deciden
que por una vez no van a hablar de este caso, que actuarán como si no pasara nada; sin
embargo, por desgracia, alguien empieza a comentarlo y, al momento siguiente, ya ha
estallado la tragedia. El padre lucha encarnizadamente con sus propios hijos, mientras
que la madre y la nuera se destripan salvajemente.
41 La podemos encontrar junto con otras ilustraciones interesantes casi al final del libro, a partir de la página 328 de JAREÑO, J. El affaire (1981). Realizada por Caran d'Ache, pseudónimo de Emmanuel Poiré (Moscú 1858-1909), en la publicación de Le Figaro, el 14 de febrero de 1899.
31
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Este affaire también fue tratado en la literatura ladina y, por tanto, este apartado
se centrará en señalar cómo se llevó a cabo en cada uno de los diferentes géneros y la
influencia de estas obras literarias en la sociedad judeo-española.
I.2.2.1. En la prensa
Hablaremos brevemente sobre la manera en que fue recogido este caso dentro
del periodismo, teniendo en cuenta que la prensa periódica fue un factor decisivo para
despertar y concienciar a la comunidad de los problemas y de ciertas injusticias que se
daban a su alrededor. Según señala Elena Romero42, la prensa que se fue produciendo
en judeoespañol en el Imperio turco, desde mediados del siglo XIX, tuvo un triple papel
de enorme relevancia. Por una parte, y desde el punto de vista social, sirvió para mostrar
a la comunidad que su problemática no era exclusivamente religiosa, dando muestra fiel
de la situación de la vida cotidiana en las comunidades judías. Asimismo, desde un
punto de vista formativo, la prensa permitió a los integrantes de dichas comunidades
salir en cierto modo de su aislamiento y conocer los distintos acontecimientos del
mundo. Y por último, en lo literario y lingüístico, la prensa sirvió además de vehículo
para la difusión de obras pertenecientes a nuevos géneros literarios importados, tales
como la novela o el teatro: numerosos relatos y piezas teatrales se publican en las
páginas de los periódicos, en la prensa se anuncian y se reseñan la publicación de obras
literarias y las representaciones teatrales.
Los periódicos son ciertamente un reflejo fiel de la vida interna de las
comunidades, de las inquietudes, deseos y esperanzas de los sefardíes durante un siglo.
Siguiendo los estudios realizados también por Schmid43, en la Universidad de
Basilea, en la prensa sefardí se pueden distinguir tres grandes épocas marcadas por dos
importantes hitos, como son la revolución de los Jóvenes Turcos (1908) y el final de la
Segunda Guerra Mundial, siendo precisamente el período comprendido entre estos dos
acontecimientos el de su máximo esplendor.
Los principales centros editoriales desde los que se difundieron estas novelas
a la historia moderna fueron, de mayor a menor actividad impresora: Salónica, con gran
diferencia sobre el resto, ya que fue el centro de la prensa judeoespañola; le siguen otras
como Esmirna, Constantinopla, Belgrado, Sofía, Jerusalén, Ruse y Viena.
42 ROMERO, E. La creación (1992) 179-183. 43 SCHMID, B. “Dos números” (mayo 2003) 85-89.
32
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
De los aproximadamente 300 periódicos registrados en los repertorios que desde
1842 hasta hoy se han publicado, entera o parcialmente, en judeoespañol, una tercera
parte se realizó en Salónica, ciudad que puede ser considerada como el gran centro de la
prensa sefardí. La aparición de la prensa judeoespañola en Salónica estuvo íntimamente
ligada a un proceso de occidentalización más amplio, que tuvo lugar en el Imperio
otomano desde mediados del siglo XIX. A este ambiente se debe, por ejemplo, el
importante poso de galicismos e italianismos del lenguaje de uno de los primeros
periódicos allí publicados, La Época, portavoz de las ideas ilustradas, fundado en 1875
por Sa’adi Haleví. Las grandes ideologías se filtraron también a través de las distintas
publicaciones periódicas existentes. Por ejemplo, el pensamiento sionista tuvo eco en
las páginas de El Avenir (1897-1917), uno de los periódicos más importantes durante
los veinte años que se editó, gracias a la labor de su redactor David YiêÅac Florentín y
de sus colaboradores; y también en otros periódicos tuvieron eco, como La Libertad
(1909); otro de orientación reivindicativa fue el periódico quincenal La Nación, editado
por Moise Cohén, etc.
En Esmirna fue donde apareció el primer periódico judeoespañol, La Buena
Esperanza (fundado en 1842 por Refael ‘Uöiel Pincherle), al que siguieron otros como
La Verdad (1884) en manos del famoso editor y traductor Alexander Ben-Guiat o el
longevo El Meseret (1897-1920).
De los periódicos de Constantinopla cabe destacar El Manadero (aprox. 1855-
1889), uno de los primeros. Si bien, el de mayor importancia y longevidad fue el Ìornal
Yisraelit (1860), que cambió dos veces de nombre pasando a llamarse El Nacional en
1871 y el El Telégrafo en 1879, bajo cuya denominación perduró hasta 1930,
desapareciendo a la muerte del hijo del fundador, Iûac Gaìay.
En estas obras periodísticas se utilizan distintas formas de publicación44.
Encontramos obras que vieron la luz en ediciones independientes, en uno o varios
volúmenes; otras, se compusieron en imprentas de periódicos como El Meseret de
Esmirna, El Tiempo de Constantinopla y La Época y El Avenir de Salónica, siguiendo
la moda francesa de los folletines.
La orientación de la prensa judeoespañola fue muy variada.
44 RIAÑO, A. “La prosa” (nov. 2000) 20.
33
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Existieron periódicos de información general, políticos y económicos; los hubo
con expresa intención literaria e incluso algunos se dedicaron a ella mayoritariamente;
también hubo alguno enfocado a la recopilación folklórica y a la divulgación histórica.
Otros muchos fueron el órgano de expresión de determinados movimientos o
tendencias, como son los que se ocupan de defender ideales nacionalistas, socialistas,
comunistas y sionistas; y también los hubo religiosos o laicos; oficiales e
independientes. Varios nacieron para la defensa puntual de determinados hechos
sociales, como el caso que aquí nos ocupa.
Estos periódicos sefardíes de la época recogían el día a día del caso Dreyfus,
detallándonos los distintos procesos, opiniones y haciéndose eco de la prensa europea,
muy señaladamente la francesa, recogiendo artículos de opinión de personajes de la vida
intelectual, ya fueran a favor o en contra.
No es éste el lugar en el que tenga cabida la maraña de noticias que figuraron en
los numerosos periódicos de este momento, ya que sería una labor abrumadora y más
propia de un trabajo dedicado exclusivamente a ello. Por esta razón, tan sólo
expondremos a continuación algunos ejemplos de los periódicos que hemos consultado,
con el fin de ofrecer cómo informaban al pueblo de este caso, concretamente de La
Época, El Avenir, La Buena Esperanza y El eco Îudaico.
Como ya hemos dicho, en esta época hay en Salónica dos periódicos
importantes: La Época, que se presenta como oponente a los ideales sionistas, y El
Avenir que, por el contrario, se muestra a favor de estos ideales.
A continuación mostraremos lo que en un momento determinado recogió La
Época45 en uno de sus artículos, en el que se comunica la nueva comparecencia de Zola
ante la Audiencia de Seine et Oise, donde se le condenará de nuevo a un año de prisión
y 3000 francos de multa, que era la máxima pena aplicable.
Al_deredor del hecho Drayfus
El 18 lulio, cuando ôolá pareció por Îuögarse delantre la corte de Versay, el abocato Laìori46 demandó al preûidente de la corte de deœirle, antes de descoÔer el øuré (los doäe Îuögadores que meten al lado del preûidente del Triìunal), si lo iba deËar hablar de Drayfus y de EsterÅaöy. El preûidente habiendo respondido que no, ôolá se apeló por este refuûo y en su propio punto él se alevantó con el abocato deËando a la corte que lo Îuögara sin su preûencia. La corte de asíû lo condanó, como ya lo saben, a
45 La Época, 23: 1151, Salónica, 12 de agosto 1898, pág. 1. 46 Laìori: abogado defensor de Zola. El 14 de agosto de 1899 sufrió un atentado.
34
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
3000 francos de ¼eûá y a un año de preûo. Esta semana la corte de casación se de³idió en el apelo que diËimos más ariba, diœiendo que ôolá no debía apelarse que después de formar el øuré (los 12), dunque la corte de casación no a³etó el apelo, ma agora ôolá se va apelar por lo que lo condanaron sin su preûencia. Estonces el Îuögo va venir de muevo delantre la corte de Versay, Laìori va deËar formar el øuré y después va demandar que lo deËen hablar de EsterÅaöy y de Drayfus. Si la corte se espanta de haœer la luö, si quiere ahogar los deìates, ella va refuûar de muevo a ôolá de defenderse, ma ôolá se va apelar de muevo siendo la corte de casación le diËo que estonces él tiene todo dirito de adrezarse a ella. ¿Quén sabe si en cada vez que ôolá va estar apareciendo delantre la corte, la verdad, la luö non va haœer un paso más adelantre?”.
Veamos algunas de las noticias, sobre este caso, que nos transmite el periódico
El Avenir47. Hemos de saber que la estructura interna de estos primeros números era
bastante fija. Así, tras el título y la fecha, la portada solía incluir el precio o las cuotas
de abono. A estos les seguía, como artículo introductorio o editorial, un texto de tema
actual o bien de carácter social o moral. A continuación aparecía la sección de “política
de la semana”, especialmente importante ya que es donde se incluía nuestro affaire. Si el
asunto en particular parecía relevante, como en este caso, se abordaba el tema en más de
un número para tener al lector al tanto de la actualidad48.
El hecho Dreyfus
Nada de muevo inda sobre este hecho que pasiona tanto la opinión pública de todos los paíûes. El comandante Ravary non remetió inda su raporto. Quiýendo mostrarsen bien informados, los Îornales los más serios contan unas historias que en verdad parecen esfueños. Si todo esto no era un fato acontecido, si un deûgraciado capitán non estaba enmentres apartado del mundo y de su famía, puedíamos meldar estas historias fantaûistas como un romanzo pasionante.
RoŒhfor49 y Drumón50, en sus Îornales El Entransiøán51 y La Liìre Parol 52, non se cansan de descubrir los complotos de los amigos de Dreyfus. El público ya se cansó caýi de tanta reïuelta. Hay de espantar que en prolongándose inda más, el hecho Dreyfus non deËe indiferentes los partitantes los más convencidos de la verdad, de la humanidad y de la Îusticia, según deœía “ôolá”.
47 El Avenir, 1: 3, Salónica, 29 dic.1897, pág. 5. 48 SCHMID, B. “Dos números” (mayo 2003) 88. Desde la página 101 hasta la 105 incluye un artículo en judeoespañol sobre el caso Dreyfus. 49 Henri de Rochefort –Luçay: (1830-1913), publicista, escritor y político francés. 50 Édouard Drumont: (1844-1917), periodista, escritor y líder antisemita francés; autor del libro La France juive (1886). 51 L’Intransigeant: diario parisino antisemita fundado por Rochefort en 1880. 52 La Libre Parole: diario fundado por Drumont en 1892, portavoz del nacionalismo antisemita y antidreyfusista.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Algunos Îornales y revistas de diversos paíûes publican longos artícolos contando historias de yeros de Îuögo. A verdad decir, esto non se quere probado, ya se sabe que el hombre puede yerarse. Col haadam coöeb53. Se trata de mostrar que el hombre debe tener el curaøe de atorgar su yero.
Recogemos este artículo de La Buena Esperanza54, de 22 de junio de 1906, año
en el que el Tribunal Supremo rehabilita a Dreyfus, anulando el veredicto de Rennes
pronunciado “por error y sin razón”:
Hecho Dreyfus
En el preûente folio, haœemos un chico reûumetido las condiciones en las cualas vino de nuevo en reviûión el pro³eso del capitán Dreyfus.
Un telegrama de Paríû, datado del 19 coriente, nos trae la alegre noticia que todas las cámaras reunidas de_la corte de casación ‘proclamó Dreyfus cumplidamente inocente’.
En nuestro próximo folio daremos algunos detalios sobre esta nueva y definitiva setencia que tiene tanta importanza por el øudaíûmo francéû.
También hemos podido comprobar que en Sofía (1901) aparecen algunas
noticias del affaire Dreyfus, en el periódico El eco Îudaico, publicado el jueves de cada
semana en forma de folletines. Tan sólo haremos referencia a los números que van
desde el 10 al 19, ya que presentan fragmentos de nuestra obra Cinco años de mi vida.
Alfred Dreyfus. En el folletón número diez nos explica quién era este personaje y cómo
comenzó el caso, y, desde el 11 hasta el 19 tenemos algunas piezas de esta novela
incluyendo algunas cartas escritas por Alfred Dreyfus en su cautiverio.
Antes de terminar este apartado haremos referencia al estudio que realiza
Barquín en un apartado de su libro titulado “La inserción de las novelas en el
Meseret”55, ya que nos ofrece otra muestra del enorme interés que despertó el caso
Dreyfus dentro del periodismo.
En primer lugar, nos explica que los folletines de este periódico ven la luz de
forma irregular, ya que a veces pueden pasar varios meses sin que se publique ninguno
o bien aparecer continuamente durante un año con apenas uno o dos números de
intervalo. Normalmente las novelas se presentan casi siempre en un período
53 Sal. 116: 11:‘todo hombre miente’. 54 La Buena Esperanza, 36: 1763, Esmirna, 22 jun. 1906, pág. 1. 55 BARQUÍN, A. Las novelas (1995) 127-141.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
relativamente corto de entregas, de tres a siete, aunque algunas tienen más y
excepcionalmente puede tratarse de una narración larga.
En segundo lugar, y más interesante, es cuando nos habla de una estrategia de
publicación que se da en El Meseret, destinada a hacer más atractiva la lectura de las
narraciones, refiriéndose a la relación que, con frecuencia, se busca entre el contenido y
noticias de actualidad o del pasado que han impresionado al lector; es decir, la relación
temática de la obra con la crónica de sucesos, con acontecimientos contemporáneos o
anteriores conocidos por los lectores, se convierte en un aliciente para la lectura. Será el
periódico el que se encargue de llevar a cabo esta relación.
El ejemplo que más nos interesa de esta unión entre novela y actualidad
informativa es el anuncio de la narración Vida deûgraciada56. En él se demuestra una
vez más el interés que despertaba el caso Dreyfus dentro del mundo judío y
concretamente en el sefardí.
I.2.2.2. En el teatro
Otro de los géneros adoptados sefardíes que nacen y se desarrollan entre los
sefardíes a partir de la segunda mitad del siglo es el teatro, del que también tenemos
noticias por la doctora Elena Romero57. Algunos datos muestran que con anterioridad a
esa segunda mitad del siglo XIX el sefardí ya había tenido contactos previos con lo
teatral.
La importancia que se le dio a la persona de Dreyfus, la profunda huella en la
sociedad francesa de un inconsciente antisemitismo y la conmoción que el asunto
produjo en las mentes de toda Europa, provocaron que esta historia se convirtiera en
motivo inspirador de abundantes creaciones literarias58.
El mundo judío fue el más afectado por el asunto Dreyfus. Las vicisitudes de
este capitán francés fueron revividas en las comunidades de Europa a través, primero en
la prensa, y más tarde, en adaptaciones de novelas, en el teatro e incluso en el cine.
Dreyfus se convirtió, gracias al nacimiento de los ideales del nacionalismo
político judío, en otro de los temas caudales del teatro judeoespañol y fue representado
con frecuencia, generalmente por agrupaciones de ideología sionista. Conocemos varias
56 Hace referencia a esta obra en las páginas 128 y 136 de su ya mencionado libro Las novelas (1995). Nos informa de que el anuncio de Vida deûgraciada se dio en El Meseret 10o [1905-1906]: 41, pág. 4. 57 ROMERO, E. La creación (1992) 265-312. 58 ROMERO, E. El teatro (1979) vol. I, 509-520.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
obras que con títulos similares que reproducen la historia de este capitán. Entre todas
ellas, Elena Romero59 cita tres versiones distintas en judeoespañol:
1. Dreyfus de Aharón MenaÅem, maestro de la escuela judía de Ruse. Según
Keschales fue editada en Bulgaria, 1899, sin precisar en qué ciudad. De ser cierto el
dato, puesto que la fecha de composición es anterior al momento histórico de la
rehabilitación de Dreyfus, se ha de suponer que la obra, o no tendría un final feliz, o a lo
sumo acabaría con una esperanza más o menos incierta en que aquél lo fuera. Esta
versión fue representada en Shumen antes de 1926 por un grupo teatral dirigido por
Rafael Farín.
2. En cuanto al Dreyfus de Yosef Papo no sabemos que fuera editado, pero B.
Schiby posee un manuscrito aljamiado de la obra, que se puede considerar como el
único texto de ella existente. En él se nos dice el título, los personajes y otros datos
identificadores que hacen que la obra quede claramente diferenciada de la versión de
Jacques Loria. Schiby añade que el manuscrito costa 105 páginas reiterando que es “el
Dreyfus de Papos y no de Loria”.
3. Sobre el Dreyfus de Jacques Loria, denominada también Alfred Dreyfus,
Capitán Drayfus y El capitán Dreyfus, se sabe por noticias aparecidas en la prensa que
fue editada hacia finales de 1902 o principios de 1903, en Sofía. Esta versión de Loria
fue varias veces representada en Salónica, Esmirna y Constantinopla.
Este affaire despertaría siempre la curiosidad de los sefardíes, para quienes
constituía un símbolo en el que reposaba y se alentaba toda una ideología. Por ello,
además de las obras recogidas por Romero en uno de sus trabajos, existen otras
versiones. Buen ejemplo de esto son las diferentes representaciones que se llevaron a
cabo en las distintas zonas de Oriente60:
a) En Salónica:
1. No olvidemos la versión de Loria, en la que se anuncia su venta en el
periódico El Avenir (mediados de enero de 1903) caracterizando así la obra: “Dreyfus,
drama en 5 actos por ÷. Loria... en lingua Îudea española”. En 1909 el grupo de la
59 Ibídem 510-512. 60 ROMERO, E. Repertorio (1983) 509-520.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
“Biblioteca Israelita” representó en el teatro “La Torre Blanca”, el drama Dreyfus de
Henry Bernstein61.
Este género fue aprovechado también por los grupos políticos más fuertes de
Salónica, sionistas y socialistas, utilizándolo como campo de sus disputas ideológicas.
Los grupos sionistas, que cobraron vida tras la integración de Salónica en la nación
griega (1912), iniciaron a partir de entonces una notable labor teatral. La asociación
“Max Nordau” acometió con empuje y eficacia la tarea de crear una agrupación
dramática de aficionados. Ofreció una serie de representaciones encaminadas a cubrir
un doble objetivo: despertar el sentimiento nacionalista del pueblo y aumentar los
ingresos de la asociación.
2. En cuanto al caso que nos concierne tenemos la obra denominada Dreyfus o
El martirio de la iûla del Diablo, que fue representada varias veces en 1927, cuya
versión es caracterizada por las fuentes como “dram al más alto grado tráÔico, en 5
actos”, pero no recoge el nombre del autor.
3. En 1923, dicha sociedad representó varias veces, también en judeoespañol,
una obra denominada El hecho Dreyfus o El fecho Dreyfus, “drama en 4 actos y dos
taìlós” y para terminar, una versión musical de Dreyfus. Y en cuanto al tema del
antisemitismo, esta asociación representó El triumfo de la Îusticia en 1921, donde refleja
un caso parecido al de Dreyfus, pero ambientado en la Rusia zarista.
4. También tenemos el periódico El Imparcial que da la noticia de que la
Sociedad Dramática ôolá de Salónica representó Dreyfus o El hecho Dreyfus en
judeoespañol. La fecha no está muy clara, si fue en 1909 ó 1910.
b) En Esmirna:
Encontramos la versión sobre el Dreyfus de Loria, en el periódico La Buena
Esperanza, unos días más tarde que en Salónica (1903), anunciando su venta de la
siguiente manera: “Los se. que gustan procurarsen el hermoûo drama Dreyfus pueden
aderezarsen a nuestra redacción ...”, anuncio que se reiterará meses más tarde como “la
traÔedia de Dreyfus”.
c) En Constantinopla:
61 Según los estudios realizados por la investigadora Elena Romero, hasta el momento no se ha podido documentar que H. BERNSTEIN escribiera alguna obra con este título. Véase su obra, ya mencionada anteriormente, Repertorio (1983) 509-520.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
En 1910, los miembros del grupo ôolá habían obtenido “un suceso colosal en
repreûentando la miûma pieza Dreyfus en Custán”, antes que en Salónica. Sin embargo,
no fue ésta la primera versión teatral del affaire a la que asistían los públicos sefardíes
de esta zona: unos años antes, en 1909, se anunciaban en la prensa local varias
representaciones de un Dreyfus. No sería la última, ya que en 1929 se realizó de nuevo
otro Dreyfus. A título de curiosidad anotemos que en 1920 se iba a escenificar El hecho
Dreyfus en yidiš. En 1912 se representó La sangre de la maêá, de J. Loria, que fue una
obra muy popular, que trata las acusaciones formuladas contra Dreyfus en Hungría.
c) En Bulgaria:
El tema también tuvo alguna difusión. Conservamos la versión de Dreyfus de
Aharón MenaÅem (1889), que fue puesta en escena primero en Sofía en 1901, y más
tarde, en 1904, en Plovdiv. Antes de 1912, en otras ciudades, se llevaron a cabo por
sociedades de cultura las obras referentes al Capitán Dreyfus62.
Después de exponer los datos que tenemos de Dreyfus en el teatro, según los
estudios realizados por Elena Romero, nos centraremos en la única obra dramática que
nos ha llegado. Nos referimos a la pieza titulada Dreyfus de J. Loria (Sofía, 1903). Para
tener una primera aproximación a la misma he realizado, bajo la supervisión del
profesor Iacob Hassán, una transcripción parcial de ésta, en la que ofrezco tan sólo lo
que nos dice literalmente el autor a comienzo de cada acto para situarnos en la escena y,
a continuación, un breve resumen de cada uno de ellos, destacando los aspectos más
interesantes. Con el fin de no extenderme demasiado en este apartado, he decidido
incluirlo a modo de anexo en la sección de Apéndices (V.1. DREYFUS DE JACQUES
LORIA).
I.2.2.3. En la narrativa histórica
Otro de los géneros literarios adoptados en el mundo sefardí, que se desarrolla a
partir del último tercio del siglo XIX, es la narrativa63. Ésta es, al igual que el teatro y
algún que otro género literario, algo nuevo en el mundo sefardí, fruto todo ello del
cambio histórico y social que tuvo lugar en el mundo de los Balcanes desde el último
62 Hemos consultado para este apartado a ROMERO en “El teatro” (1969-70) 1-78, El teatro (1979) vol. I, 509-520, La creación (1992) 274-277. 63 ROMERO, E. “Nuevos aspectos” (1993) 177-194.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
tercio del siglo XX en adelante. Recibe la novela, al igual que el teatro, en sus aspectos
más esenciales una eficaz ayuda de la prensa periódica judeoespañola: con ella están
relacionados la mayor parte de los autores y traductores, y en sus páginas se publicaron
un sinfín de novelas64.
El primer problema con el que nos enfrentamos al tratar la novela sefardí es la
escasez de estudios al respecto.
Conviene advertir que los datos que hoy en día están a disposición del
investigador son parciales. Con todo, no deja de ser amplio el repertorio de novelas
sefardíes que se nos ha conservado, cuyo número parece rebasar ampliamente el de
quinientos títulos.
En contraposición a lo que pasa con el teatro, en el que desde sus principios
encontramos originales en judeoespañol, la novela se inicia nutriéndose de obras ajenas
fruto de otras culturas, situación que irá cambiando con el tiempo a favor de una
producción original.
Un gran número de novelas se publicaron en Constantinopla, Salónica, Esmirna
y Jerusalén; pero también encontramos novelas que aparecieron en El Cairo, Viena,
Sofía, Belgrado, Ruse, Xanzi y Plovdic, etc.
Dentro de ella lo que más nos interesa es el ensayo histórico. No parece que
afectara demasiado a la producción de obras de historia, la censura que estuvo vigente
durante la época de Abdul Hamid II, desde 1878 hasta la Revolución de los Jóvenes
Turcos en 1908, y que alcanzó con dureza a otros géneros literarios, pues, tras
comprobar el índice de libros publicados por décadas, la última del siglo XIX fue
bastante fértil, aunque desde luego, con la entrada del nuevo siglo, la producción
disminuyó considerablemente, siendo los años veinte los más fructíferos. En esta
segunda etapa, los sefardíes se mostraron abiertos a escribir las más variadas historias,
ya no sólo relacionadas con el pueblo judío y sefardí, que constituyen el bloque más
numeroso, sino también no vinculadas a ellos65.
Si volvemos a centrarnos en la clasificación que hace Elena Romero, según la
temática, elegiríamos de nuevo la relacionada precisamente con nuestro estudio, es
64 ROMERO, E. La creación (1992) 221-263. 65 RIAÑO, A. “La prosa” (nov. 2000) 20.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
decir, la que versa sobre la Historia del pueblo judío, y especialmente en lo referente a
todas las obras que traten la figura de Alfred Dreyfus.
Los sefardíes cultivaron el género biográfico y son varias las obras que nos han
llegado en torno a figuras importantes del judaísmo o a algún acontecimiento concreto
de sus vidas. El impacto que tuvo en todo el mundo judío el affaire Dreyfus, como ya
comentamos anteriormente, se dejó sentir también en el género biográfico sefardí.
Como producto del pensamiento judío político de principios del recentísimo siglo
pasado, no podemos dejar de mencionar los muchos ensayos originales o en traducción
difundidos en el mundo sefardí en torno a una cuestión de debate en el foro judío
diaspórico de la época, como es la ideología sionista. En estos cuentos históricos se
enfatizan claramente los intentos de destrucción, exilio y heroísmo frente a las fuerzas
del mal. Podemos hablar de cuentos de intriga sentimental en todos sus exponentes.
De ello se ocupan varias obras:
- Historia del capitán Alfred Dreyfus (Belgrado, 1898), de Šemuel Sa’adi
Haleví. Consta de 138 páginas donde encontramos retratos de Dreyfus, de su
mujer y del abogado defensor; también cartas dirigidas a ciertas personas,
aunque la más destacable sería la dirigida “a los 12 defensores de Dreyfus”
donde el autor alaba a los que están a favor de nuestro protagonista,
especialmente a estos doce personajes entre los que se encuentran Bernard
Lazar, Émile Zola, etc... Este libro se publicó también como Dreyfus o el
martirio de la iûla del Diablo, en Salónica en 1929, omitiéndose el nombre de
Haleví y presentando a Jean Florian como su autor.
- Dreyfus o el romanzo de un ino³ente (Salónica, 1901), de Eliyahu Šem-Ţob
Arditti, colaborador del periódico La Época. Consta de 95 páginas, en las
que también encontramos retratos del autor y de Dreyfus, y una carta escrita
por Šemuel Haleví, editor de este mismo periódico, que sirve como
introducción al libro.
- El Dreyfus Otomano (Salónica, 1909), de Š. Sa’adi Haleví. Consta de 48
páginas, acompañado de fotos del autor y de una introducción en la que se
nos informa que se publicó anteriormente en el periódico La Época.
Inspirándose en la historia de Dreyfus, trata del doctor Yosef Carmona,
médico judío del ejército turco, que en 1886 fue acusado de traición y
expulsado del ejército turco, y cuyo proceso fue revisado 22 años después,
42
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
siendo rehabilitado con todos los honores. Haleví escribió en su
introducción: “Šem-Ţob Arditi escribió una novela sobre Dreyfus. Noûotros
también tenemos un Dreyfus nuestro, el Dreyfus otomano”. Esta frase, como
dice Nitza Dori en su tesis66, no quiere decir que haya un menosprecio por
este affaire, sino que, por el contrario, viene a apuntar la universalidad del
antisemitismo que cruza países, gobiernos y culturas. Otro punto a señalar de
esta novela es el que hace referencia a que Dreyfus estuvo cinco años en la
isla del Diablo, pero que el Dreyfus Otomano luchó más de veinte años por
su inocencia y sufrió más el antisemitismo vigente en aquella época.
- El Hecho Drayfus (Salónica, 192267) de Simón S. Pilo. Consta de 275
páginas y falta el comienzo del libro ya que empieza en la cinco. Se cree que
se publicó como parte del periódico La Trompeta.
- Dreyfus o el martirio de la iûla del Diablo (Salónica, 1929), de Jean Florian.
Salió escrito como folletón en el periódico El Tiempo. Ya dijimos que fue
publicado anteriormente en Belgrado, en 1898. En esta edición se omite la
carta a Bernard Lazar y la introducción de la anterior edición.
- Dreyfus (Salónica, 1934), cuyo autor está omitido. Consta de 271 páginas.
Es un cuento nuevo que se completa con detalles totalmente desconocidos
sobre la víctima del antisemitismo, A. Dreyfus. Encabezando la portada dice:
“Folletón de La Acción”.
Ofreceremos otros libricos que dan constancia de publicaciones posteriores que
se realizaron sobre este caso. Algunos ejemplos serían:
- Romeo y Julieta (Salónica, 1922), que consta de 239 páginas y, como ya se
sabe, es la historia trágica de dos almas jóvenes y enamoradas. En la página
128 de esta obra, curiosamente, se hace alusión a una próxima publicación
del libro La historia de Drayfus.
- La hiøa del perlero (Constantinopla, 1901). Consta de dos volúmenes. El
primero, aproximadamente de 140 páginas, y el segundo desde la 142 hasta
la 249. Es un cuento que narra la vida de los judíos de Breslau en el siglo
66 DORI, N. The Dreyfus (2000) 113-124. En su tesis, escrita en hebreo, ofrece un estudio comparativo de dos obras de Dreyfus: la de Arditti y la de Haleví. 67 No se sabe con seguridad si fue en este año.
43
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
XVIII. En la primera página hay un anuncio de la próxima aparición de
nuestra obra, Dreyfus. Cinco años de mi vida.
Para terminar con esta selección, les presentaremos la obra en la que se centrará
nuestro estudio:
- Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus, traducida del francés por Iûac Gaìay
y Víctor Leví (Constantinopla, 1901). Consta de 327 páginas y es la
autobiografía de Alfred Dreyfus. Nos muestra un intercambio de cartas que
mantuvo con su mujer durante los años 1894-1899.
Hemos intentado fijar, en la medida de lo posible, el corpus, lo cual incluye
deslindar las novelas originales de las traducidas, precisar las versiones más o menos
diferentes de esta misma novela, enmascaradas, a veces, bajo distintos títulos, analizar
los textos traducidos a la luz de los originales; esto no quiere decir que todavía no falte
editar y estudiar las novelas originales.
A diferencia de las novelas escritas sobre este caso en la literatura mundial, que
fueron alegóricas, la literatura ladina caminó por los raíles del realismo, sin dejar lugar a
interpretación alguna.
Para terminar este apartado, es necesario decir que el que este caso tomase forma
en los distintos géneros literarios, como hemos visto anteriormente, facilitó a los
sionistas el demostrar que el antisemitismo siempre existiría y que el pueblo judío tenía
necesidad de una patria no sólo para evitar ser perseguido, sino también para evitar
calumnias como las que se hicieron con este personaje.
I.2.2.4. En la poesía
Dentro de este apartado conocemos, al menos, una poesía dedicada al affaire
Dreyfus.
Gracias al estudio de Elena Romero, Entre dos (o más) fuegos: fuentes poéticas
para la historia de los sefardíes de los Balcanes (en proceso de revisión), hemos sabido
de un poema publicado en el periódico de Salónica, El Avenir68.
68 El Avenir 1:14 (16 de marzo 1898).
44
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Esta poesía se titula Ana H' hošiþa-na de los antisemitas (Por favor, Señor,
líbranos ya69de los antisemitas). Lo constituyen tres sartas de aleluyas; la primera,
formada por 18 versos; y la segunda y la tercera, por 20. El contenido de estos poemas
es un fuerte ataque a las actuaciones de los antisemitas y a sus argumentos, además de
un continuo porqué de estas barbaries al pueblo judío. Algunos de estos versos
atestiguan que en Turquía no se produjeron movimientos de este tipo, cuando de todos
es sabido el famoso affaire del que fue víctima el doctor Yosef Carmona, médico del
ejército turco, al que hago referencia en el siguiente apartado (I.2.3. Estado de la
cuestión).
Ana H' hošiþa-na de los antisemitas
[I]
¿Qué va ser otros dieź años?,
¿qué demandan estos caños?
Mos angustian cada día,
es terible maladía.
5 Ĝente manca de concencia,
mos profesan malquerencia
sin raźón y sin ĵusticia,
por baËeźa, por malicia.
¡AÅ, crianzas deplorables
10 a_la muerte condanables!
¿Por_qué cavûa son contrarios
estos tipos ordinarios?
¡Hombres tanto descarados
que se topan conĵurados
15 con mentira y sofiûmo
por fundirmos al abiûmo,
enterarmos en un gofre
por el Dio que non se sufre!
69 Sal.128:26.
45
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
[II] Algún día me e×alto
y demando al Dio alto,
¿qué hiźo el pueblo santo
porque ïiva con espanto,
5 que somporte el insulto
de su raza y de su culto?
¿Cuálos son muestros pecados
por ser tanto atacados?
¿Non hay fin a_la venganza?,
10 ¿es que hay más esperanza
de salvar de intrigantes
de la banda de brigantes?
Si so rico so tuerto,
si so probe so un muerto.
15 Hablan mal por el primero
menosprecian al prostero.
¡Son millones de partidos
esta masa de bandidos!
Muestra fuerza mo_se corta,
20 por el Dio non se somporta.
46
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
[III]
El mundo está muy negro
non hay más hombre integro.
En quitando de Turquía
el ĵidió tiene tequía.
5 Son muy ĵustas estas leis
non te deËan que pelees.
Vos condanan lo inĵusto
aìorecen con diûgusto.
Los que van por las caleøas
10 percurando con conseøas,
con idea malhonesta
por crear una tempesta.
El plano de sus aĵuntas
es quemar las 4 puntas,
15 de todo el universo,
sus escopo es perverso.
Demandamos como hombre
de salvarmos por tu nombre.
¡Que si non morimos caýi
20 Santo Dio damos curaøe!
47
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
I.2.3. ESTADO DE LA CUESTIÓN
Como ya hemos mencionado anteriormente, y al igual que refleja la profesora
Amelia Barquín en su estudio70, la novela es uno de los géneros que en terreno de las
letras sefardíes se denominan “adoptados” (junto al teatro, el periodismo y la poesía
moderna) y su implantación tiene lugar ya entrada la segunda mitad del siglo XIX como
consecuencia del ya aludido proceso de occidentalización e imitación de lo europeo en
que se halla inmersa la sociedad sefardí de Oriente, a partir de tal fecha. Nos situamos
casi exclusivamente en el mundo turco-balcánico y en los países surgidos del
desmembramiento del Imperio Otomano.
Hay que precisar que no se ha conservado, ni mucho menos, todo lo escrito y
publicado en judeoespañol. Tenemos noticias, sin embargo, de varios centenares de
novelas en el período que abarca desde el último tercio del siglo pasado hasta la
Segunda Guerra Mundial, momento a partir del cual estas aparecen novelas sólo de
manera esporádica.
Sobre este género sefardí faltan bibliografías sistemáticas y profundas, y son
insuficientes los trabajos, tanto de conjunto como monográficos, así como las ediciones
modernas de textos. Haremos alusión a los escasos estudios que presentan un panorama
general sobre la literatura sefardí y que constituyen el punto de partida indispensable
para cualquier labor de investigación futura.
Tenemos el clásico, aunque ya superado, libro de Molho en Literatura sefardita
de Oriente (1960), donde afirma que son muy escasas las novelas originales; Besso en
su artículo “Literatura judeo-española” (1962) enumera los nombres de varios escritores
de novelas, las lenguas a las que son traducidas estas, etc; las presentaciones generales
de Hassán en “Visión panorámica de la literatura sefardí” (1982) y un capítulo del
manual de Díaz Mas, Los sefardíes. Historia, lengua y cultura (1993). Todo esto nos
ofrece una perspectiva acertada del género, aunque no muy desarrollada.
La visión más extensa se la debemos a los estudios realizados por Elena
Romero.
En primer lugar, su manual La creación literaria en lengua sefardí (1992),
presenta una síntesis de datos ya conocidos además de inéditos. Explica la difusión de la
novela y las formas de publicación, incluso describe el mudo sociocultural de los
70 BARQUÍN, A. Edición (1995) 9-12.
48
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
creadores, deteniéndose en la cuestión de la autoría y la abundancia de traducciones
existentes, además de especificar la temática de este género.
Sin embargo, los estudios específicos sobre una novela o sobre un corpus
concreto de ellas son bien escasos. A estos pertenecen los realizados por Amelia
Barquín en su estudio “Una cala en la narrativa moderna sefardí: nota sobre una docena
de novelas de principios de siglo” (1993), donde describe las características generales
de las novelas que constituyen el corpus de este trabajo, aparte de otros estudios suyos
que hemos recogido en la bibliografía.
Así pues, el panorama actual que ofrece el caso Dreyfus en judeoespañol es, en
consecuencia, de un notable desequilibrio entre la riqueza de su materia textual y los
pocos estudios filológicos que de ellos se han realizado.
Centrándonos en los trabajos de investigación que tratan la edición y el estudio
de obras aljamiadas sobre este personaje, se puede afirmar que tan sólo contamos con la
reciente investigación monográfica de Nitza Dori, The Dreyfus Affair and it’s
Registration in The Ladino Literature (en hebreo), realizado en el año 2000, en Israel.
En su introducción explica el caso Dreyfus y lo que va a llevar a cabo en su trabajo de
investigación. Comenta algunas de las obras realizadas en ladino sobre este affaire,
citando algunos periódicos, coplas e incluso ciertos poemas acrósticos de las figuras
más representativas de este caso tratadas por Israel Leví (en una época más reciente,
1998 y 1999), quien representó el papel de Dreyfus en la obra realizada en Estambul en
1928.
A continuación expondremos un resumen del trabajo de la investigadora Nitza
Dori. Nos detendremos de forma especial en comentar este trabajo, sobre todo en el
estudio que realiza de dos novelas citadas en nuestro apartado anterior y en el análisis
comparativo que realiza entre ellas: El romanzo de un ino³ente (Salónica, 1901), de
Eliyahu Šem-Ţob Arditti, y El Dreyfus Otomano (Salónica, 1909), de Š. Sa’adi Haleví.
Según esta investigadora, mientras que El romanzo de un ino³ente es una novela
histórica sobre el caso Dreyfus, El Dreyfus Otomano es una novela histórica basada en
el caso de Yosef Carmona, un médico judío del ejército turco, acusado de envenenar a
dos soldados. Esta novela fue compuesta como eco de la novela de Arditti, escrita ocho
años antes.
La novela El romanzo de un ino³ente es más extensa que la de Haleví, pero en el
desarrollo de las fábulas hay muchos puntos en común, relacionados con las dos figuras
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
principales, Dreyfus o Carmona. Ambos son víctimas de falsas acusaciones y gritan su
inocencia, los dos se despiden de sus parientes antes de ir a cumplir su condena y tienen
a la vez a sus familias que les apoyan, los dos llegan al colapso y hasta piden morir, y en
ambos casos será una figura secundaria la que les salve en el último minuto. Los dos
escriben cartas a diferentes destinos para defender su inocencia, y ambos juran en los
mismos términos “vos Îuro que so ino³ente, mi sólo crimen es ser Îidió”, y, finalmente,
los dos piden volver al servicio militar después de su último juicio. Sin embargo, la
ceremonia de arrancar los rangos militares aparece de forma distinta en las novelas: en
El romanzo de un ino³ente a Dreyfus le quitan los rangos, pero en el Dreyfus Otomano
se ahorran esta ceremonia humillante, aunque en un diálogo con un médico judío que le
atiende hasta su recuperación, éste le cuenta que sirvió en el ejército turco, pero que al
ver el trato tan humillante que le daban por el mero hecho de ser judío, tiró los rangos al
suelo y dejó de servir en el ejército.
Es importante apuntar que Carmona luchó veinte años para demostrar su
inocencia, mucho más que nuestro personaje, y esto se ha señalado en la novela de
Haleví cuando se dice que Dreyfus estuvo cinco años en la isla del Diablo, pero que el
Dreyfus otomano sufrió mucho más del antisemitismo de la época.
El punto de apertura de las dos novelas es el momento en el cual la crisis llega a
la conciencia del protagonista. Ambos empiezan una crítica sobre la sociedad: Arditti
sobre la sociedad francesa y los altos responsables del gobierno, y Haleví sobre la
violencia de la sociedad turca, el sistema judicial basado en el soborno y “la bestia
salvaje” del ejército turco.
Según esta investigadora, no serán las luchas internas y externas de Dreyfus o de
Carmona el centro de estas obras, sino el anhelo infinito de hermandad, y la profunda
necesidad de amistad que se transmite a través de palabras de añoranza hacia los
parientes perdidos.
En las novelas se utilizan los opuestos y las contradicciones de forma amplia
para dar paso a la fábula y profundizar en su significado. Los autores esconden en el
texto el elemento existencial del pueblo judío y del individuo que vive en ellos a través
de citas directas. El estilo recuerda el movimiento de una cámara de cine que se mueve
en el lugar de suceso, el movimiento adelante se concibe por el lector como inevitable.
Ambas obras mencionan al escritor francés Víctor Hugo. Arditti apunta que la
patria de Dreyfus es la misma que la de éste, y Haleví menciona que Víctor Hugo
50
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
escribió una vez en una de sus obras: “vendrá un día en el que un piojo podrá decir a un
ángel de los cielos: siéntate y ajustaremos cuentas”, para describir una utopía de
igualdad entre los hombres.
Arditti tiene un estilo particular de dialogar con sus lectores; su forma de escribir
es muy emotiva y comparte con ellos sus inquietudes. Cuando describe la ceremonia de
quitar los rangos de Dreyfus dice: “me manca el corazón el coraøe para describir la
Œena”. En otro lugar donde describe el rezo de Dreyfus a Dios, dice: “Sería haœer llorar
a muestros meldadores”.
El género literario que más florece a principios del siglo XX es el de la novela
romántico–histórica, que une la temática judía apologética con las convenciones exactas
de la literatura sentimental. Al igual que la poesía de poemas históricos de la época, la
prosa también se fortaleció con el tono heroico. En los cuentos históricos se enfatizan
claramente los intentos de genocidio, destrucción, exilio y heroísmo frente a las fuerzas
grandes del mal. La técnica literaria es la de un cuento de intriga sentimental en todos
sus exponentes.
Arditti menciona otras escenas literarias. Apunta que un periódico americano
escribió que Dreyfus podría haber escapado de la isla del Diablo con el dinero que su
mujer le mandó, pero no lo hizo; el periódico francés Le Figaro describió honestamente
la miseria de Dreyfus; el periódico francés Le Matín sospechó que Rotschild apoyó a
Dreyfus; el periódico anglo-judío El Mundo Judío publicó un artículo favorable a
Dreyfus bajo el título “tres años de silencio”.
Dos temas principales se enfatizan en las novelas, muy relacionados entre sí: el
factor antisemita y el sufriente judío. El primero lo observamos con la influencia de la
jefatura del ejército francés o turco sobre la sociedad judía en general, ya que
repetidamente y a través de varios personajes los autores presentan la filtración de
violencia física y literal de los jefes del ejército contra un judío y su línea racista de
pensamiento. El otro tema surge en los diálogos y los monólogos de Dreyfus y
Carmona, en la posibilidad de un individuo de cambiar en algo la situación en la que
está inmerso. Sus esperanzas se van derrumbando una y otra vez; por ello llegan a la
conclusión que la lógica antisemita es más fuerte que el esfuerzo de un individuo.
El objetivo de los autores sirve para crear una obra cuyos límites están de
antemano determinados. Se basan en un cuento personal del individuo que causa un
51
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
cambio y un desarrollo en la sociedad y está activando, por lo tanto, una literatura ya
conocida de retorno al judaísmo como opción de la redención.
Las novelas destacan las relaciones personales que se conciben en la conciencia
emocional como anhelos, como necesidad permanente. Los hechos y los días de
Dreyfus y Carmona se acumulan sin objetivo, cartas que se mandan y se reciben,
memorias que se alternan y sólo queda la ambición contundente para sacar la verdad a
la luz: “quitar la Îusticia a luö” (una frase clave en las novelas y que se da
constantemente, incluso en nuestra obra). Otro tema que ofrecen las novelas es la
pérdida, la lucha, y la supervivencia de la identidad judía. Dreyfus, el héroe de Arditti,
no es Dreyfus el personaje histórico, perdido en el proceso de asimilación, ya que él
reza, implora y está conectado con su esencia judía. El autor pone en su boca plegarias y
peticiones a Dios y anota que “Alfred” es realmente “Albert” y que éste significa
Abraham. También Carmona pasa por un proceso parecido, aunque no tenemos una
fuente de comparación con el Carmona histórico. Arditti elige una frase de Salmos para
acabar su novela con “todos los gentiles me rodearon, en nombre de Dios los
circuncidaré” y Haleví termina la suya mencionando la fiesta de Purim como el día de la
salvación del protagonista.
Hay que tener en cuenta que la cultura en la cual crecen estos dos autores está
basada en una mezcla de fundamentos étnicos, religiosos, conceptuales y lingüísticos,
distintos de las comunidades judías en los países de Mediterráneo. Los dos autores
utilizan de forma natural frases populares del lenguaje hablado y las plasman en su
lengua escrita. En las dos novelas hay palabras en turco, francés y griego, ya que esto es
la esencia del ladino.
La motivación de los autores al crear las obras es bien clara: la capacidad del
texto de envolver y arrastrar al lector y alcanzar así una mayor difusión entre el público.
Otro tema que nos interesa de la tesis de esta investigadora es la influencia que
tuvo este caso en la literatura ladina.
Nos expone que, a diferencia de las novelas escritas sobre el caso en la literatura
mundial, -que fueron alegóricas-, la literatura ladina se encuadró dentro de la literatura
realista, que no deja lugar a la interpretación.
Estos dos autores escriben la biografía personal de Dreyfus y de Carmona
dialogando constantemente con el fenómeno del antisemitismo. Ellos lanzan flechas
sutiles, emocionales e intelectuales, que dirigen al lector a dos discursos distintos: uno
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
es el discurso sobre Dreyfus y Carmona, y la vida de ambos, en la que los autores se
sitúan como meros observadores y se refieren al fenómeno del antisemitismo en la
historia, y la literatura, tanto a nivel personal y psicológico, como a nivel social; otro es
el discurso que realmente conmueve, en el que se trata la tragedia judía en general y la
del individuo dentro de este pueblo, que niega su origen, que se desarrolla y que
madura, pasando por etapas dolorosas en las cuales él llega a conocerse y entender que
para salvarse a sí mismo debe asimilar el significado de su pasado.
Las vidas de Dreyfus y Carmona, los protagonistas de las novelas en ladino, se
pueden dibujar como una línea que atraviesa dos guerras de carácter traumático desde el
punto de vista de la existencia judía: la guerra del antisemitismo en su totalidad, y la
guerra con las tendencias de la educación y la red Aliance. Una se percibe como trauma
que pasa de una generación a la siguiente, y otra, directamente como un ataque
colectivo de impotencia. Cada uno de los autores fija un marco para el discurso eterno
sobre “la verdad”: la verdad personal biográfica del ser humano y su comprobación
frente a la verdad de la realidad. Las obras se escriben en el margen entre generaciones
y los autores acompañan al protagonista que camina sobre el filo entre dos abismos y
aun así sobrevive. La experiencia personal-humana está por lo tanto bien determinada,
es rica en dimensiones y recibe su interpretación literaria.
Las novelas en ladino sobre el caso Dreyfus se caracterizan por constituir la
conciencia general y definir identidades. Los autores examinan los dilemas,
experimentan y nos hacen participar junto a ellos. Quieren hacer más de una versión y
contemplar la cuestión en forma de resolución, y así, el narrador y el lector tienen el
mismo peso, constituyéndose la narración como una relación entre ambos. Ellos se
encargan constantemente de moldear y formular el cuento, entendiendo la consecuencia
y sus efectos. A pesar de la importancia de las palabras y del lenguaje ladino, parece que
los creadores de las obras dan prioridad a las emociones, las esencias psíquicas y los
hechos no verbales. El narrador se expresa desde una perspectiva existencialista. Los
dos autores absorben materiales de su alrededor y los manejan en su propio contexto;
sin embargo, también transmiten mensaje, creando contenidos particulares basados en lo
que asimilaron y en el espacio público de su cultura, la judeoespañola, siendo el puerto
de su viaje su destino.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Este trabajo termina con dos géneros recientes realizados en ladino, como son
las coplas y los acrósticos, donde se observa con más claridad que en el mensaje del
autor Leví prima el factor político en comparación con los escritos anteriores.
Es necesario tener en cuenta este estudio realizado por Dori, ya que aporta datos
que nos interesan, además de constituir una prueba evidente e indiscutible de las
repercusiones que este caso todavía tiene en nuestros días. Nuestra tesis, a diferencia de
la anterior, se refiere al caso Dreyfus en la literatura sefardí. Nos centramos en la
edición y estudio de la obra aljamiada Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus
(Constantinopla, 1901).
Una vez que hemos observado cómo fue tratado este caso en la literatura ladina,
en cada uno de los diferentes géneros y la influencia decisiva que estas obras literarias
aportaron a la sociedad judeoespañola, sólo nos queda decir que el seguimiento y la
crítica de un juicio semejante sólo se pudo llevar a cabo gracias al apoyo de una prensa
que se encontraba al servicio del poder, una prensa que fue seguramente, como se ha
reconocido, el origen de muchos escándalos surgidos alrededor de este caso. En
definitiva, la revisión fue consecuencia de la aparición de numerosos artículos y obras
literarias de componente dramático.
I.3. CINCO AÑOS DE MI VIDA. ALFRED DREYFUS: CARACTERIZACIÓN
GENERAL DE LA OBRA
I.3.1. DESCRIPCIÓN EXTERNA Y ORGANIZACIÓN INTERNA
La obra Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus consta de 327 páginas de 21 a 22
líneas cada una de ellas, tamaño 8a de formato. Está escrita en grafía aljamiada, que
como sabemos, no es siempre suficientemente clara o uniforme para no requerir
interpretación.
La enumeración de este librico comienza in media res, es decir no en la página
uno sino en la ocho, aunque si tenemos en cuenta que le precede un Prefaz de cuatro
páginas y las dos portadas con sus respectivos dorsos de cubierta, podemos decir que
existe una continuidad en la secuencia numérica.
Los datos de la portada constan en la cubierta, en la que se contempla el título de
la obra: CINCO AÑOS DE MI VIDA; en la parte central se encuentra la fotografía de nuestro
protagonista y debajo, su nombre: ALFRED DREYFUS; por último, en la parte inferior nos
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
informa del precio del correspondiente número del periódico (SÓLO ESTE NÚMERO 20
PARÁS).
Portada de Cinco años de mi vida (Constantinopla, 1901).
Encabeza el dorso de la cubierta la serie GÜERTA DE HISTORIAS; seguido de unas
aclaraciones escritas en turco otomano con caracteres árabes, que nos detallan las fechas
en que fue impreso y los números expendidos por el Ministerio de Educación. Dice así:
“Se ha impreso con permiso de fecha de 14 de Kanuni evvel, del año 1317 de la hégira,
con los números de expediente 316 y 398 del Ministerio de Educación”. Continúa con el
año judío en que fue editada, 5661 con su equivalente gregoriano, 1901; y el lugar de
publicación, CONSTANTINOPLA. A continuación expone los datos referentes a la
imprenta, y la localización en la que se realizó la publicación: “Imprimiría ARDITTI,
Estambul, Marpuchilar SaliÅ Äan, nú. 9, 10, 11, 12”.
En la cabecera de la segunda portada figura de nuevo la colección GÜERTA DE
HISTORIAS; en el centro, la fotografía de la mujer de Dreyfus con el siguiente pie:
“MADAM ALFRED DREYFUS”; y, finalmente, al igual que en la página anterior, las
pertinentes explicaciones en turco otomano con caracteres árabes: “Se ha impreso con
permiso de fecha de 14 de kanuni evvel con los números de expediente 316 y 398 del
Ministerio de Educación”. Nos consta que el texto es exactamente igual al anterior, sólo
55
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
que omite la fecha acorde al calendario musulmán (año de la hégira); por ello, hemos
deducido una errata en la fecha, corrigiéndola sin temor a confusión.
Segunda portada de Cinco años de mi vida (Constantinopla, 1901).
Las aclaraciones que aparecen en nuestras portadas en turco otomano se deben a
que en esta época, aunque no existía una censura vigente en cuanto a la religión, era
necesario que todas las obras pasaran una revisión por parte del Ministerio de
Educación, con el fin de controlar cualquier tipo de publicación.
Tras las portadas encontramos el PREFAZ, numerado por nosotros como la
página tres, siguiendo el orden in media res del texto aljamiado. Está escrito por
BINYAMÍN B. YOSEF, y de su contenido se extrae que nuestro corpus fue transcrito por el
famoûo escritor se. Iûac Gaìay, director y redactor del periódico el Telégrafo; además
nos informa de dónde fue publicada esta obra. Nos anuncia que Gaìay le concedió
espacio en sus publicaciones periódicas en razón a la admiración que sentía por este
personaje histórico: Alfred Dreyfus.
La obra consta de diez partes, de diferente extensión cada una de ellas, a las que
nosotros denominaremos capítulos; pero hemos de aclarar que la enunciación de
algunos de ellos es un tanto engorrosa. Hasta el capítulo séptimo sigue una enumeración
arábiga ordenada sin encontrar ningún problema; el octavo, en cambio, lo indica con la
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
letra hebrea ח, cuyo valor numérico equivale a ocho; el noveno, no sigue las mismas
pautas, si bien la grafía de la que hace uso es hebrea; me explicaré: nos topamos con יא
en lugar de ט, que correspondería al número nueve; he razonado que tal uso podría
responder a un calco de la fórmula de numeración latina, es decir el número nueve [IX]
utilizado en orden inverso. El décimo capítulo no se encuentra expresado como tal en el
texto aljamiado, buena prueba de ello es que se ignora y da paso sin solución de
continuidad al capítulo once, representado por יא; sin embargo, una visión comparativa
con la obra francesa me ha ayudado a establecer exactamente dónde he de situar el
inicio del capítulo décimo, que explicaré a posteriori.
Al final de la obra, situado en el dorso, contemplamos de nuevo en la parte
superior la serie GÜERTA DE HISTORIAS, y junto a esto el número 20; centrada una
fotografía en cuyo pie especifica que se trata de EMILE ôOLÁ; finalmente, en la parte
inferior, escritas en turco otomano con caracteres árabes lo siguiente: “Se ha impreso
con permiso de fecha de 14 de Kanuni evvel con los números de expediente 316 y 398
del ministerio de Educación”. La explicación que podemos aducir a este añadido
debemos asociarla a la trascendencia que este personaje tuvo en el affaire Dreyfus.
Esta obra, como es habitual en los impresos sefardíes, se presenta con caracteres
hebreos del tipo raší, que nosotros transcribimos con una letra normalizada, aunque las
cartas del texto las distinguiremos en cursiva a fin de acusar la diferencia con el texto
narrativo. Sin embargo, las portadas y títulos que aparecen en letra cuadrada o merubá
los transcribimos en versalita y negrita, al igual que los firmantes de las cartas, aunque
en ellos prescindimos de la negrita71.
En cuanto a la organización interna, la obra Cinco años de mi vida. Alfred
Dreyfus pertenece al género biográfico, o más bien autobiográfico, que como ya
sabemos es uno de los subgéneros de la prosa histórica.
La prosa histórica se constituye como género literario sólo en una etapa tardía,
cuando a mediados del siglo XIX, el mundo sefardí se va modernizando con la llegada
de la crisis del mundo tradicional, el cambio de mentalidad que se va gestando con el
71 La letra rasí (acrónico de Rabí Selomó Ishac de Troyes, cuyo comentario bíblico apareció en este tipo de letra en el primer libro judío impreso, en 1475) fue la más característica sefardí y se imprimía siempre sin puntos vocálicos. La letra merubá o cuadrada, de diseño más anguloso, solía reservarse para cabeceras y títulos o para textos religiosos, que se imprimían vocalizados con la puntuación masorética, DÍAZ MAS, P. “Literatura” (1993)127, HASSÁN, I. “Sistemas” (1988)127-137.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
auge de los nacionalismos, la influencia de la Haskalá (‘Ilustración’) y la acción cultural
de las escuelas occidentalizantes, sobre todo las francesas de la Alliance Israélite
Universelle, como ya referimos anteriormente.
Sabemos que proviene de la autobiografía francesa de este personaje, que circuló
en los medios literarios de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Toda la obra presentará una serie de rasgos estructurales. Siguen el estilo típico,
sugestivo de los relatos sobre personajes históricos, míticos y ejemplares publicados en
la prensa periódica de la época, a fin de llamar la atención del lector que, sin duda, se
sentiría suficientemente interesado para adquirir el siguiente folletín.
El escritor hace uso de la narración en primera persona para hacer referencia a
datos sobre la vida de nuestro personaje.
La mayor parte de la obra la compone la correspondencia que se cruzan Dreyfus
y su mujer. En ella, el protagonista le describe sus pensamientos y sufrimientos del día a
día en estos cinco años de cautiverio; este método hace que el lector se sienta más cerca
del personaje y de sus penurias.
A través de las cartas de su mujer, Lucía, Dreyfus va teniendo noticias de
Francia, siendo el único vínculo que tiene con el exterior. Es curioso cómo el lector va
siendo informado a la vez de lo poco que sabe debido a la censura de las cartas, ya que
se puede deducir que realmente él estuvo casi todo su cautiverio en una permanente
ignorancia no sólo de su caso sino del porqué de su encarcelamiento.
A continuación expondremos las partes que componen el corpus aljamiado:
En primer lugar, encontramos el Prefaz escrito por Binyamín ben Yosef, al que
ya hemos hecho referencia anteriormente, donde nos informa de la importancia de esta
novela, sobre todo por tratarse de una autobiografía; prueba de ello son las diferentes
traducciones que se hicieron de ella. Como él mismo asevera, el interés por esta obra
fue tal que suscitó el que se escribiera en judeoespañol y para ello eligió al traductor
Iûac Gaìay, al cual hay que agradecer la publicación de una buena parte de la misma en
el periódico El Telégrafo (págs. 4-6).
En segundo lugar, la compuesta por los seis primeros capítulos, escrita por Iûac
Gaìay, en la que nos informa de los primeros años de la vida de Dreyfus y de su cruel
arresto (págs. 7-104).
En tercer lugar, la formada por el capítulo siete (págs. 104-249) en la que
encontramos la copia de las notas que estuvo escribiendo Dreyfus. Estas notas llevan el
58
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
título de Mi Îornal, Mi diario (págs.110-249), debido a que la mayor parte de su
contenido lo componen las notas que escribió Dreyfus, desde el mes de abril de 1891
hasta el otoño del año 1896, y pertenecen al tiempo que pasó en cautiverio en la isla del
Diablo. Así pues dividimos este capítulo en:
- Unas primeras páginas donde nos habla de su atroz travesía, su llegada a la isla
de la Salud, luego el presidio en la isla Real y por último su desembarco el 13 de abril
de 1895 en lo que sería su destino, la isla del Diablo (págs. 104-108).
- Luego da paso a Mi Îornal. Este diario es de gran interés, ya que Dreyfus lo
utiliza para describirle a su mujer las impresiones que cada día sentía en su doloroso
aislamiento, nos hace vivir momentos de gran angustia cuando habla de sus emociones
provocadas por esta situación tan mísera y lamentable en la que se encuentra. La justicia
tomó este Diario en su poder en el año 1896 y no lo devolvió hasta el tiempo del
proceso de Ren en 1899 (págs. 110-249).
Y en cuarto lugar, los últimos capítulos, que van desde el ocho hasta el once,
donde nos describe su cautividad en la isla y las vejaciones a las que fue sometido,
narrándonos por último cómo fue su liberación y la forma en que se llevó a cabo (págs.
250- 327).
I.3.2. SERIE: GÜERTA DE HISTORIAS
Otro punto a explicar en este estudio es el significado de Güerta de historias por
encontrarse en las portadas de nuestra obra.
Se trata de una serie o colección de novelas que se publicaban en los periódicos
y debido a su extensión se ofertaban por entregas. Siguiendo el estudio que realiza
Elena Romero72, en ocasiones, esto mantenía vivo el interés de los lectores haciéndoles
pensar en la siguiente remesa de páginas y además, en ocasiones, proporcionaba una
mayor venta a los periódicos editores.
Las colectáneas de novelas fueron muy numerosas.
De Constantinopla tenemos:
- En primer lugar nos referiremos a la serie que se encuentra en nuestro corpus,
Güerto de Historias y que tenía como editor a Binyamín Refael Ben-Yosef. En él se
publicaron, en 1901, las traducciones de Baruj Mitrani: Los dos hermanos y la Historia
72 ROMERO, E. La creación (1992) 223, 226, 230, 231, 233, 236, 239, 257, 258.
59
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
natural en la mar; otras son La hiøa del perlero, El refuûo de un padre y por supuesto
nuestra obra Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus.
- La Güerta de Historias, editada por Hanry Šaltiel, publicó entre 1921 y 1923
varias traducciones como: El loco y la hiøa amoroûa (1921), novela trágica traducida por
Robert Nigrim e impresa por Šaltiel en 5 cuadernos de 16 páginas. Al final del libro se
anuncia la próxima obra Amor y eterniel o sacrificados por el amor. Tenemos también
la novela Un curioûo ladrón (1922), escrita por el renovado escribano Yors Balus y
traducido; salió en 11 cuadernos de 16 páginas. En 1923 aparece Donna Flor publicada
en el periódico El Meseret de Esmirna; la primera edición se realizó seis años antes en
Jerusalén. Al final se da un aviso de la aparición del cuento Una muøer terrible, La vida
de Nasredín Äojá (1923), traducido probablemente del turco. Otras novelas de E.
Carmona son El hiøo repentido, compuesto en Estambul, cuyo argumento o trama tiene
lugar en París en el siglo XIX. Vio la luz en 10 cuadernos de 16 páginas cada uno, y
probablemente hubo una edición anterior. En las últimas hojas de este libro incluye las
tres primeras páginas de La hiøa de la lavandera.
- La Güerta de romanzos, que entre 1894 y 1896 tenía como editor a David Ben-
Šelomó, que publicó varias de las versiones judeoespañolas de las largas novelas
románticas; en 1865, Tres mancebos a grabatas blancas, y en versión de Víctor Leví, del
que ya hablaremos más detalladamente en otro apartado, La portadera del pan de Xavier
de Montépin, en 1896, El erante de Eug&ne Sue. Desde 1899 la Güerta aparece editada
por E. Carmona, a quien se le suman más tarde Arditti y Castro, y en ella aparecieron
varias de sus novelas.
Como no citar dos de las más antiguas que vieron la luz en Viena, fundadas
ambas por Šento Šemo:
- Güerta de Historia, que apareció en 1864 y duró cerca de dos años.
Probablemente de su segundo año contamos con un relato anónimo original en
judeoespañol, Conseøo a tomar, donde se ejerce una severa crítica sobre la educación
tradicional religiosa que recibe un joven sefardí en Constantinopla. En 1890, Šelomó
Eli‘éöer Ben-Sanchi, de Salónica, recibió permiso de los herederos de Šemo para
reeditar esta Güerta, y aún así en 1911 encontramos novelas de esta colectánea editada
por Sanchi, como Los misterios del Bósforo.
60
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
- La Ilustre Güerta de Historia, aparece en 1880; años después, en 1924, también
Šelomó Eli‘éöer Ben-Sanchi recibió permiso para reeditar historias publicadas en la
Ilustre Güerta, las cuales aparecieron en Salónica entre 1924 y 1928.
Tenemos dos cuentos: el primero, La malicia del cruel capo de_los Åafíes FeÅim
Pašá, que contiene la biografía el principal espía del sultán Aìdul Äamid, llamado
FeÅim Pašá, y en él queda reflejada la maldad del jefe de los Åafíes, está escrito por
Yosef Šeneor; y el segundo, El crimen de_la calle de Lel, escrito por Émile Rišburg. Al
final del primer volumen aparece lo que será la próxima publicación de la obra titulada
Aventuras pariûianas.
En Salónica apareció:
- La Mueva Güerta de historias, entre 1927 y 1929, de Magda Jean Florian, con
algunas historias como Amor vencido, Salvada por su amante, La iûla de la muerte.
Se van a recopilar los mejores romances aparecidos en todas las lenguas,
adaptados y popularizados en judeoespañol, especialmente por los lectores de El
Tiempo, gracias a Jean Florian. Son tres tomos que se publican en serie como folletones
de este periódico.
De Jerusalén conocemos:
La Güerta de Yerušaláyim, que en 1902 fundaron Ben-Ŝiyón Taragán y Š. Y.
Chereölí.
Todas ellas solían aparecer en fascículos, siguiendo un plan editorial consistente
en iniciar la publicación simultánea de varias novelas, de forma que los lectores iban
recibiendo periódicamente porciones de varias de ellas. A veces esta periodicidad no se
mantenía, provocando la inquietud de los abonados.
Un aspecto que preocupa, y por tanto es comentado en estas colectáneas, es que,
aunque los intelectuales y ciertos lectores muestran un enorme interés por obras que les
plantean temas nuevos, al margen de lo teñido de la moral judía tradicional, la triste
realidad era que la gran mayoría del pueblo lo que querían eran textos de lectura fácil
para entretenerse. Por ello, el mercado se inundó de todo el repertorio de tópicos y
temas de novela sensacionalista y sensiblera; como podemos comprobar si observamos
los títulos de las novelas arriba mencionadas.
Otro punto que les inquieta a los autores y al que hacen referencia, de una forma
bastante crítica, es el dirigido exclusivamente hacia aquellos lectores sefardíes que
pedían prestados los ejemplares para no tener que comprarlos. De esto se quejaron
61
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
algunos editores, ya que como dice Šelomó Eli‘éöer Ben-Sanchi, tanto ellos como su
familia tenían que comer y para ello era necesario que los lectores compraran estos
fascículos.
Para terminar quisiera ofrecer una pequeña lista de algunos de los periódicos que
publicaron estas novelas: encontramos en Constantinopla El Telégrafo (en el que se da
nuestra obra), El Tiempo, El ÷udió, El Ìuguetón, etc.; en Salónica, El Tiempo, Acción,
El Avenir, El Pueblo, La Época, etc.; en Esmirna, El Meseret, La Buena Esperanza, El
Maöaloûo; en Jerusalén, El Treûoro de Yerušaláyim, etc.
I.3.3. EDICIÓN E IMPRESIÓN
Son bastantes los datos obtenidos del editor, impresor y librero de
Constantinopla Binyamín Refael ben Yosef73.
Es el editor de nuestra obra Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus, llevada a
cabo en El Güerto de Historias y publicada en el periódico El Telégrafo74. En el mismo
Prefaz, escrito por él, de este libro se nos informa también de ello, e incluso de uno de
sus traductores:
Munchos de mis clientes también me exprimieron este deûeo de querer meldar esta historia en lingua øudeo-español y de posedarla en sus biìlioteca, y por contentar la demanda de estos señores, yo me aderecí onde el famoûo escritor se. Iûac Gaìay, director y redactor del Telégrafo, rogándole de querer ocuparse del treûlado de este obraÔe bien interesante.
Es de tal envergadura su labor que la presentaré a continuación para ofrecer una
idea de la magnitud de su producción. Nos lo encontraremos con diversos nombres,
aunque lo abreviaremos de la misma forma que aparece en nuestro prefaz, como
Binyamín b. Yosef.
Una de las particularidades que nos encontraremos en él es que enumera,
curiosamente, las ediciones que publica, ayudándonos a saber, aproximadamente, todo
lo que llevó a cabo en vida.
Sabemos que tiene en su haber la edición de un buen número de obras que
publicó entre 1899 y 1928, incluida la nuestra. Algunas de estas novelas las tenemos en:
1. Constantinopla:
73 ROMERO, E. La creación (1992) 72, 225, 228, 230 y 242. 74 Íbidem 225, 226, 249, 269, 284 y 289.
62
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
- La historia Îudía universal (1899-1930), cuyo autor Haim YiêÅac Šaqui.
Contiene todo lo que pasó en el mundo desde su creación hasta el fin de nuestros días,
en todos los pueblos y ciudades conocidas y particularmente en el pueblo de Israel.
Recogido de los sabios antiguos y modernos y editados por Šaqui en ladino. El título
desde la parte 7 en adelante es la Historia judia universal. El autor intentó escribir sobre
la historia de la humanidad entera con especial énfasis en la de los judíos. Lo principal
es la historia de los judíos en cada país hasta la época de los comentaristas de la Toseftá
(siglo XIV). Realiza un extenso recorrido desde la creación del mundo (Parte I) hasta
llegar a los comentaristas (Parte XIII).
- Pol e VirÔiní (1901): novela traducida del francés al ladino por Sara Siman tob
Mesiris. En las páginas tres y cuatro encontramos una introducción del impresor donde
anuncia que, aunque en realidad él maneja libros de religión como por ejemplo el
Me’ám Lo’éz y otros, ahora imprime esta novela porque la considera limpia y trágica,
además de poder leerse por toda la familia sin miedo a no entenderse. Nos avisa que el
libro aparecerá dos o tres veces por semana y cada cuaderno constará de 16 páginas. Al
final del libro ofrece una lista de otros libros. Binyamín ben Yosef aparece como
impresor.
- Los dos hermanos (1901): Aparece en la serie Güerto de historias. Historia que
aconteció en tiempo antiguo, traducido al ladino por Baruj Mitrani (Xampier Florian).
El impresor es Binyamín. Este libro fue anteriormente impreso en hebreo en varias
ediciones, también en ladino se imprimió bajo el nombre de Elieöer y Naftali en
Frasburg, veinte años antes.
- Historia natural en la mar (1901). Se da en la serie Güerto de Historias.
- La hiøa del perlero (1901). Es una adaptación de una obra de Varsovia del año
1898. Aparece, como ya mencionamos anteriormente, en la serie Güerto de Historias.
La impresión es realizada por Binyamín en 1901. Son 18 cuadernos de 14 páginas cada
uno, excepto el primero de 16. Nos anuncia la próxima edición del libro Drayfus. Cinco
años de mi vida. Existe otra edición titulada La hiøa de Šelomó el perlero, en Esmirna,
que, aunque no se sabe exactamente el año, posiblemente saliese diez años más tarde.
- El refuûo de un padre (1901-02). Novela escrita en ladino, que trata del rechazo
de un padre a su hijo. Escrito por Bejor ben Elieöer de Andrianopoli.
63
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
- Rolando el cazador (1909). Libro escrito en ladino, cuyo impresor fue
Binyamín ben Yosef. Existen dudas si fueron imprimidas más partes de esta obra. M.
Franco afirma que hubo un libro traducido desde el griego en el año 1881.
- Calendario de Constantinopla (1909-1930). Son calendarios impresos por
Binyamín entre 1909 y 1930. Menciona las fiestas judías y las de otras religiones.
También se mencionan algunas fechas y la influencia de los meses para los que nacen
en ellos. Hay refranes y moralejas, a veces incluso publicidad comercial.
- La cuerda al cuello o El aûo al garón (1912), traducido del francés por Iûac
Gaìay, director del periódico El Telégrafo. Consta de 35 libros publicados por
Binyamín b. Yosef, que aparece también como librero. Trama ubicado en Francia en el
siglo XIX. Al final del libro menciona la próxima aparición del libro La mujer del
muerto.
- Complas de Purim o Coplas nuevas y viejas de Purim (1923). Tenemos a
Binyamín ben Yosef como impresor. Es parecido a la edición de Salónica aunque
cuenta con más adiciones o suplementos.
- La muøer en el proverìo (1924). Editado e impreso por el librero Binyamín ben
Yosef. Es un resumen de la edición de 1893, sin incluir El libro para reír.
- El templo de amor o El palacio de los amores (1924). Traducido del francés
por Iûac Gaìay. Impresor Binyamín ben Yosef. Son dos volúmenes, publicados en 24
cuadernos de 16 páginas. Tenemos una primera parte hasta la página 124; una segunda
hasta la 224; la tercera, donde comienza el segundo volumen hasta la página 310; y la
cuarta parte hasta la página 384. Se imprimió de primeras como un folletón en el
periódico El Telégrafo y después en Salónica.
- El beœero de oro (1924). Traducido del francés por David Fresco en el
periódico El Tiempo. Impresor Binyamín ben Yosef. El nombre del autor omitido.
Trama situado en el siglo XIX. Salió en serie de 20 cuadernos de 16 páginas.
Anteriormente se ofreció en el periódico El amigo de la Familia.
- La hermoûa historia de Roìinûon o La miûeria (1924). Es una novela histórica
y de moral. Observamos por ejemplo como desde la página 151 hasta la 155 nos
muestra el comportamiento del padre y la madre con sus hijos; en las páginas 156-7
cuenta una anécdota a la que llama las tres demandas de Federico el Grande; en la 158-9
ofrece consejos a las mancebas o doncellas a través de canciones. Nos pone en
antecedentes de la publicación de otra obra titulada El corazón de Roûica. Como
64
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
impresor tenemos a Binyamín ben Yosef. Se publican en serie de 10 cuadernos de 16
páginas. Tenemos noticias de otra edición anterior en Jerusalén, en el año 1897.
- Salvada por su amante (1924). Novela trágica de amor traducida del hebreo y
publicada en 7 cuadernos de 16 páginas. Al final nos informa de que el libro fue
vendido en la tienda de Binyamín ben Yosef. También anuncia la publicación del
siguiente libro Las dos amadas.
- El alacrán (1925). Novela muy curiosa traducida del francés por Šamuel
ha-Leví. Consta de 464 páginas. Fue impreso anteriormente como un folletón en el
periódico La Época, de Salónica, en 1904. También se editó como un libro en Salónica
en 1925, sin mencionar el autor. Al final de este libro anuncia la próxima aparición del
libro La muøer honesta probada por su marido. Como impresor tenemos a Binyamín b.
Yosef.
- La muøer honesta probada por su marido (1925), cuyo autor es Carmona,
director del periódico El Ìuguetón. El impresor Binyamín b. Yosef. Se publica en serie
de 7 cuadernos de 16 páginas. En él se anuncia el próximo libro La cuñada sin corazón.
- La hermoûa historia de Celamar o Salvator y Paulina (1926). Compuesto por
Šelomó ben Yosef y cuyo impresor fue Binyamín. Esta novela consta de 359 páginas.
Se publicó en 23 cuadernos de 16 páginas. Anteriormente fue imprimida en Belgrado,
en 1903, y paralelamente en Salónica donde se omite el nombre del autor.
- Entreša Bey (1926). Historia verdadera que pasó en tiempos de Fihim.
Compuesto por Carmona. Impresor Binyamín b. Yosef. Consta de 144 páginas y se
publicó en 9 cuadernos de 16 páginas cada uno.
- El šastre ciego (1926). Novela de moral, traducido del hebreo por David
Fresco. Se ha omitido el nombre del autor. Trata sobre la vida de los judíos en Galitzia
(Polonia). Anteriormente se imprimió en el periódico El Tiempo (año 20 de su
existencia) en el número 69, donde no se menciona el autor ni el traductor.
- El buquieto de romanzas (1926). Cantigas dedicadas a novias, parturientas y
recién nacidas, con el fin de cantarlas con alegría, recogidas de Turquía. Binyamín se
presenta como librero e impresor. Tiene canciones para Šabat, Šabuot y otras fiestas.
- Flor de mayo o El sospecho (1926). Traducido del francés por David Fresco.
Consta de 384 páginas. Anteriormente se imprimió en el periódico El Tiempo, en 24
cuadernos de 16 páginas cada uno.
65
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
- Cómo nació Eliyá Carmona, cómo se engrandeció y cómo se hiöo (1926?).
Este personaje fue director del periódico El Ìuguetón. Trata sobre 40 años de su vida
escritos por él mismo. Aunque no lo menciona, puede que el impresor fuera Binyamín
ben Yosef, ya que el autor le agradece su apoyo para la impresión del libro, aunque no
es del todo seguro. Esta obra apareció en el periódico en 1908 (18 años después de su
existencia). Trata sobre la vida de los judíos en Constantinopla y sobre las imprentas de
la ciudad.
- La criadera (1927). Novela que trata sobre los judíos en Frankfurt en el siglo
XIX. Consta de 38 páginas. El impresor fue Binyamín ben Yosef. Anteriormente fue
imprimida bajo el título de La criadera øudia en el primer año del periódico El amigo de
la familia.
- Salvada por su tío (1927). Consta de 32 páginas. Tenemos como impresor a
Binyamín b. Yosef.
- La fin de_la Îugadera (1927). Drama de principios del siglo XX. Novela
histórica y moral traducida por David Fresco, director del periódico El Tiempo,
probablemente del francés. Consta de 32 páginas. El impresor fue Binyamín.
- Los piyutim de_los días temeroûos (1928). Recogidos y publicados por
Binyamín ben Yosef. Gran parte de esta colección fue imprimida por segunda vez bajo
el título de Poesías religiosas, en Estambul.
2. Jerusalén:
- La hiøa de la lavandera (1905). Compuesto por Carmona. El impresor
Binyamín ben Yosef. Curiosamente publicó ocho novelas anteriores de Eliya Carmona.
En la portada de este libro especifica que se trata del libro 13 imprimido. Aparece en El
Ìuguetón, en 17 cuadernos de 16 páginas. En ellos se anuncia la aparición dentro de
poco de El hiøo maldicho de Carmona, impreso también en este periódico.
- El hiøo repentido (1906-1907), realizada por Mošé ‘Aöriel a los costes de este
editor de Constantinopla.
- La hiøa de dos padres (1907), cuyo impresor fue Binyamín ben Yosef.
Imprimida en El Cairo, aunque especifique en Jerusalén, ya que debido a la censura fue
omitido el nombre del autor, impresor y el lugar.
- La hermoûa historia de la hiøa maldicha (1907?). Impresor Binyamin be Yosef.
También conocida esta obra con el nombre de Un cuento bonito sobre la hija maldita.
Fue imprimido anteriormente bajo el nombre de la Hija maldicha en el periódico El
66
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Amigo de la familia. El nombre del autor está omitido pero aparece en el periódico
mencionado y estampado en Viena. En realidad fue impreso en Jerusalén, aunque por la
censura se ha ocultado el lugar de impresión. Se divide en cuatro partes publicada en
dos tomos: el primero hasta la página 163 y el segundo desde la 164 hasta la 395.
Impreso en series en 50 cuadernos.
- Treûoro del judaíûmo o Milé deabot (1907-1908). Escrito en ladino. Contiene
una interpretación del Pirqué Abot, un resumen de la historia de los judíos, la biografía
de los sabios de la Misnah y de los grandes personajes de la nación. Comenta las leyes
del judaísmo y el contenido de la religión. Consta de 17 libros, publicados por
Binyamín.
En la primera parte se dice que fue impreso en El Cairo, pero es debido a la
censura turca, ya que sabemos que las dos partes se imprimieron en Jerusalén. Al final
da un aviso sobre la próxima impresión de la tercera parte, pero no se sabe con
seguridad, ya que no hemos encontrado noticias de ello.
- Los dos melicios (1908). Se trata de un romanzo de la vida judía en Austria,
narrada a través de la vida de dos gemelos. Imprimida en Jerusalén, por Binyamín, en
series de 11 cuadernos de 16 páginas, aunque falta una página.
- Séfer Renanot (1908). El autor no está mencionado pero parece ser que fue
Binyamín Ben Yosef, en Jerusalén. Son poemas y canciones religiosos tomados de
pueblos de Turquía y del Imperio Otomano, en general. También incluye canciones
tomadas de algunos libros de fiestas hebreas. Se hace referencia a la melodía, a cómo se
canta.
- La hermoûa Hulda de España (1910). Trasladado del hebreo por David fresco.
Impresor Binyamín. Narra la vida de los judios en España durante el siglo XII enfocado
en el matrimonio de Hulda, la hija de Yehuda ha-Leví, con el rabino Abraham Ibn Eöra.
- Séfer Äayim vaÅésed, ‘Libro de la vida y la gracia’ (1910). Se habla de leyes y
costumbres para visitar enfermos, lavar a muertos, etc. La primera impresión la
encontramos en Constantinopla (visita de los enfermos) y la segunda en Jerusalén,
imprimida por Binyamín ben Yosef como nos confirma la introducción, ya que está
sellada por seudónimos de este librero.
- El sobrino maldicho (1910-11) o también conocido con el nombre de Los tres
maldechores. Traducción del francés por Iûac Gaìay, director del periódico El
Telégrafo. Impreso en serie en 47 cuadernos numerados. En el libro se plasman los
67
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
agradecimientos del impresor tanto al traductor como al que preparó el material para la
imprenta.
- ÷uan Lobo o El niño de la deûgracia (1911). Traducido del francés en dos
partes por Iûac Gaìay, en el periódico El Telégrafo. Curiosamente se trata del 31 libro
publicado por Binyamín ben Yosef (impresor). La historia se sitúa a finales del siglo
XIX en Francia. Se publica en 45 cuadernos de 16 páginas cada uno.
- Salvator y Paulina (1911). Impreso en Jerusalén por Binyamín, que nos
especifica que estamos ante el número 32 de sus libros publicados. Es el nombre del
primer libro de una trilogía realizada por el autor Šelomó Yosef b. Yehudá. Consta de 4
cuadernos de 16 páginas cada uno de ellos. El segundo libro será Milic o Cabo del
corazón (1912) y el tercero La hermoûa historia de Celamar (1903), ya mencionado
anteriormente.
- La mujer del muerto (1912). Traducido del francés por Iûac Gaìay, en El
Telégrafo. Se imprimió en este periódico por primera vez en 1890. Se trata del 36 libro
publicado por Binyamín ben Yosef. Al final anuncia la publicación de El Poöo
medianero.
- Milic o Cabo del corazón (1912), cuyo autor fue Šelomó Yosef b. Yehudá.
Publicado en Jerusalén. Se trata del segundo libro de la trilogía Salvator y Paulina,
anteriormente mencionada. Es el número 33 de libro publicado por Binyamín. Se
compone de 12 cuadernos de 16 páginas cada uno y es la continuación del corazón. Otra
edición la encontramos en Salónica, en 1923, donde se omite el nombre del autor.
- El poöo medianero (1914). Novela francesa traducida por Iûac Gaìay. Es el
libro 37 publicado por Binyamin. Consta de 17 cuadernos de 16 páginas cada uno.
El Telégrafo:
Para situar de modo coherente el periódico donde se publica nuestra obra en el
panorama de la prensa sefardí, conviene tener en cuenta que la actividad periodística en
judeoespañol conoce tres épocas. Siguiendo el estudio realizado por Díaz-Mas75, el
primer periódico sefardí del que tenemos noticia es el efímero Šaþaré MiöraÅ (“Puertas
de Oriente”), fundado en Esmirna en 1845. Desde estas fechas hasta nuestros días
podemos distinguir tres etapas en la vida del periodismo sefardí:
75 DÍAZ-MAS, P. Los sefardíes (1993) 167-170.
68
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
a) Desde 1845 hasta la revolución de los Jóvenes Turcos (1908).
b) Desde 1908 hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
c) Desde 1945 hasta nuestros días.
a) La primera época, de formación, fue un período de balbuceos, no sólo por las
dificultades que entrañaba el arraigo de una nueva realidad (el periodismo) en una
sociedad tan conservadora y tradicionalista como la sefardí oriental, sino también por
los problemas que añadía la rígida censura turca. No obstante, se fundaron entonces
algunos periódicos más prestigiosos y longevos (La Buena esperanza [Esmirna 1871],
El Tiempo [Estambul 1871], La Época [Salónica 1875], El Telégrafo [Estambul 1879],
El Avenir [Salónica 1898], etc.) que habían de pervivir durante la época siguiente.
b) La mayor apertura política surgida a raíz de la revolución de los Jóvenes
Turcos permitió que la letra impresa corriera con más libertad en el ámbito del
agonizante Imperio Otomano.
Esta libertad de expresión favoreció, naturalmente, al periodismo sefardí, que
vivió su momento de mayor esplendor en esta treintena de años, antes de
desencadenarse la segunda gran guerra. De esta época datan la mayoría de las
publicaciones periódicas y es en este momento cuando surgen la mayor parte de las
grandes figuras (editores, directores, articulistas y a veces todo a un tiempo) del
periodismo sefardí. Nosotros nos centraremos en los que más nos interesan puesto que
son los traductores de nuestro corpus, Iûac Gaìay (que ejerció en Constantinopla) y
Víctor Leví.
c) Ni que decir tiene que la Segunda Guerra Mundial supuso para el periodismo
sefardí –como para toda la realidad judía- un golpe mortal. El exterminio de
comunidades enteras y la dispersión de supervivientes dieron al traste con la floreciente
prensa sefardí. En nuestros días las asociaciones y comunidades judías de España, Israel
y América siguen produciendo una prensa periodística limitada casi exclusivamente a
boletines de circulación interna en castellano moderno. En judeoespañol (con creciente
porcentaje de colaboraciones en turco) aún se edita en Estambul el semanario ¤alom;
también en judeoespañol aparece en Tel-Aviv La Luö de Israel. Y recientemente
algunas organizaciones que propugnan el resurgimiento del “judeûmo” han comenzado
a editar sus propios órganos de expresión: tal es el caso de Akí Yerushalaim, que
aparece en Jerusalén gracias al esfuerzo de Moshé Shaul y su equipo de colaboradores;
69
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Vidas Largas (en francés), boletín de la asociación del mismo nombre dirigida en París
por Haïm Vidal Sephina; y el, al parecer, extinto boletín Ké Xaver, órgano de la
Asociación de Nueva York Adelantre!
A esto ha quedado reducida la floreciente prensa sefardí.
Algunas de estas publicaciones habían sido tan efímeras que difícilmente puede
aplicárseles el calificativo de periódicas, pero otras tuvieron una larga vida de más de
cincuenta años, como los semanarios de Estambul El Tiempo o El Telégrafo. La
mayoría de ellos se publicaron en judeoespañol aljamiado, pero no faltaron periódicos
en otras grafías o en otras lenguas.
Centrándonos en Constantinopla, puesto que es aquí donde se publica nuestra
obra, el periodismo judeoespañol se inicia en 1853 con el periódico de corta vida Or
Yisrael o La Luö de Yisrael, de León Äayim de Castro.
En 1860 inició sus andanzas periodísticas el patriarca de la familia Gaìay,
YeÅeöquel (Efendi), a quien se le debe uno de los periódicos de más larga vida en
Constantinopla. Nació éste con el nombre de Ìornal Yisraelit y en 1865 lo acompañó un
suplemento literario titulado Treûoro, en 1871 pasó a llamarse El Nacional, cuyo
director y redactor fue Marco Mayorkas y David Fresco76, y hacia 1879 El Telégrafo,
nombre bajo el que perduró hasta 1930, desapareciendo a la muerte de su hijo Iûac
Gaìay.
Durante algún tiempo trabajó como redactor de El Telégrafo David Fresco, uno
de los periodistas más activos de Constantinopla y fundador de varios periódicos. Este
periódico no sólo acogió en sus páginas obras de corta o mediana extensión, sino que
encara la publicación de novelas largas, como es nuestro caso, al igual que el teatro
(1891-1892 y 1894). También evocará el afán de los grupos progresistas por estar a tono
con los tiempos modernos.
Hay que destacar la obra en verso Lingua y nación israelita (Constantinopla,
1910) de Jackim Behar. Se trata de un largo y agrio discurso filosófico completamente
irrepresentable, cuyos personajes son los cinco periódicos más importantes de aquellos
tiempos, siendo uno de ellos El Telégrafo de Constantinopla77.
76 GALANTE, A. Histoire (1942) 90 y La presse (1935) 10. 77 ROMERO, E. La creación (1992) 182, 225, 226, 249, 269, 284, 289.
70
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
I.3.4. TRADUCTORES
Después de investigar a estos dos autores, Iûac Gaìay y Víctor Leví, he de decir
que la conclusión a la que he podido llegar es que fueron en su época traductores
prolíficos, sobre todo del francés y del italiano, además de autores de novelas en
judeoespañol, e incluso podemos decir que alguna obra original aportaron.
Iûac Gaìay:
Son pocos los datos que conocemos de este traductor. Según Méchoulan78 murió
en 1930.
A comienzos del siglo XIX tres familias desempeñaron un importante papel a
favor de la comunidad, siendo una de ellas los Gaìay, que llegaron a Esmirna desde
Liorna y que estuvieron vinculados mucho tiempo a su gobierno como financieros y
tesoreros. Al patriarca YeÅeöquel, banquero de Bagdad que se asentó en Constantinopla
y concedió préstamos a la Sublime Puerta, le debemos un estudio con el que pensaba
demostrar que el judaísmo era compatible con el progreso y que fue apareciendo por
entregas a partir de 1878. También se le atribuye uno de los periódicos de más larga
vida, que nació con el nombre de Ìornal Yisraelit79, como ya hemos dicho en el apartado
anterior. Nuestro traductor se encuentra asociado a las publicaciones de varios
periódicos de Constantinopla:
- En 1893 fue redactor de la revista La edición del Martes del Telégrafo80. En él
aparecía un suplemento literario donde incluía material como cuentos, novelas, poesía y
noticias científicas. Tenía un suplemento adicional que se llamaba Edición del Îueves.
- En 1894 fue redactor de la revista La edición del Îueves del Telégrafo. Tuvo
una gran importancia por sus contenidos literarios, científicos, históricos, etc.
- En El Telégrafo: que inicialmente, cuando se creó en 1871, se llamaba El
Nacional y hacia 1879 tomó este nombre bajo el que perduró hasta 1930. Éste fue el
editor principal desde el año 11 del periódico que deja de ser Fresco. Es una
continuación del periódico Ìornal Yisraelit, que se estableció por el padre de Gaìay.
- En El Burlón: gaceta humorística ilustrada, que aparece una vez a la semana;
incluye cuentos, poemas y alguna crítica. El impresor será Gaìay. Durante los dos años
de duración, desde 1908 hasta 1910, se hicieron 46 números de 8 páginas cada uno.
78 MÉCHOULAN, H. Los judíos (1993) 375-6, 379, 477; también LÓPEZ, A. Repertorio (1972) 349. 79 ROMERO, E. La creación (1992)182, 204, 207, 229, 230, 248-49, 254. 80 GALANTE, A. Histoire (1942) 90-92, 101, 217, Turcs (1932) 144 y La presse (1935) 9-11.
71
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Un fenómeno frecuente entre los sefardíes de los Balcanes fue la aparición de
colecciones y colectáneas que, con periodicidad o sin ella, dedicadas o no a la
novelística, lo cierto es que llevaron a cabo la publicación de numerosas novelas. Un
gran número de estas colecciones dependían de periódicos y se nutrían de sus propios
folletones. Así en Constantinopla tenemos, en La Biìlioteca de El Telégrafo, estas dos
versiones del francés, escritas por Gaìay:
- La noche terrible (Constantinopla, 1887).
- GeorÔe (Constantinopla, 1888).
En La Biìlioteca de Buenos Romanzos, que se inaguró con:
- El misterio de la hermoûa muerta (Constantinopla, 1910). Consta de 22
cuadernos de 18 páginas cada uno de ellos. Además de ser el impresor también será el
traductor.
En cuanto a las traducciones, la novelística judeoespañola se nutre
fundamentalmente de dos grandes formantes: del hebreo y del francés. En nuestro caso
bebe fundamentalmente de éste último. Su producción abarca varias zonas. Observamos
en:
1. Constantinopla:
- El poöo medianero, una novela de Pierre Sales traducida por Gaìay en El
Telégrafo (Constantinopla, 1888).
- La linda Án¼ela (1889), traducción de Xavier de Montépin. Vio la luz en el
periódico El Telégrafo y consta de 236 páginas.
- El vendedor de leche (1903?), salió en El Telégrafo. Lo compuso Eliyá
Carmona. Trata de una trama, ambientada en París en el siglo XVIII. Consta de 14
cuadernos de 14 páginas.
- Cuento rendido de la Îunta del MiÎlis Umumí (1903?). Incluye el reglamento de
la comunidad de Constantinopla sobre el matrimonio que tuvo lugar, en la Asamblea
General, el 1 de febrero de 1903. Recoge las palabras del presidente de la Asamblea, del
rabino Mošé Ha-Leví, del doctor Iûac Pasa, del presidente de la comunidad y de otros.
Consta de 48 páginas.
- Silabario en turco-español (1903-1904). Publicada en la imprenta de Iûac
Gaìay. La finalidad era enseñar las letras árabes que se utilizaban en turco. Incluye un
diccionario de conversación en turco-ladino. Consta de 24 páginas.
72
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
- Silabario Îudeo-español (1906). Se compone de un método de enseñanza fácil y
práctico seguida de ejercicios de matemáticas compuesto por Rafael Medini, profesor de
la escuela de la Alianza.
- La venganza de_la pobreza (1909-1910). Novela, que consta de 350 páginas,
en ladino traducida y editada por Gaìay. Sale como suplemento del periódico El
Telégrafo, en cuadernos de cuatro páginas.
-Yildiö y sus secretos y el reino de Abdul Äamid (1910). Situada dentro de las
historias que versan sobre acontecimientos del mundo turco contemporáneo. Trata sobre
el reinado de este sultán, nos proporciona numerosos datos e información que iluminan
aspectos de la vida de los sefardíes del momento, como una minoría más dentro de la
sociedad turca. Contiene 328 páginas, incluyendo ilustraciones sobre personajes turcos.
Se imprimió en 41 cuadernos de 18 páginas cada uno.
- Güerta de cantes turcos y españoles (1910). Son cantos turcos y sefardíes que
abren una serie entera con las mejores canciones. Incluye el griego y el ladino, pero
todo en letras hebreas. Consta de 16 páginas. Sólo tenemos un número aunque no se
sabe si hubo más.
- Cuento rendido del MiÎlis °ismaní (1910). Es un documento que trata del
funcionamiento y administración de la comunidad judía durante dos años. Estas actas
se dividen en dos partes.
- La cuerda al cuello (1912), una traducción de Émile Gaboriau, considerado
como el inventor de la novela policíaca. Traducido desde el francés por Gaìay. Libro 35
de las manos de Binyamín ben Yosef.
En Jerusalén se van a publicar:
- La hermosa historia de la dama del velo (1906). Traducida por Gaìay. Se trata
de una segunda edición. Consta de 197 páginas. El impresor fue Šelomó Elieöer, de
Salónica. Aparece un anuncio de La mujer maldicha y El anillo de Piero.
- El sobrino maldicho (1910-11) o Los tres malhechores. Consta de 335 páginas.
Traducida del francés por Gaìay. Fue imprimida por Binyamín ben Yosef, en Jerusalén,
en 47 cuadernos. Hay un agradecimiento del autor, después de la portada, para el
traductor y para el impresor.
- ÷uan Lobo o El niño de la desgracia (1911). Traducido por Gaìay. Nos informa
de que se trata del libro 31 que imprime Binyamín ben Yosef, en Jerusalén. La trama se
73
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
sitúa a finales del siglo XIX en Francia. Consta de 336 páginas, en 45 cuadernos de 16
páginas. Al final de la segunda parte anuncia la trilogía de Salvator y Paulina.
- Los dramos de la miûeria (1912). Traducido del francés por Gaìay. Libro 34
publicado por Binyamín ben Yosef, en 22 cuadernos de 16 páginas. Se imprimió por
segunda vez en Salónica, por Florentin.
- El poöo medianero (1914). Libro 37 de Binyamín y traducido por Gaìay, en 17
cuadernos de 16 páginas cada uno.
2. Salónica:
- La dama del velo (1932). Es una novela de alto nivel, llena de pasión y de
emoción. En la obra se dice que fue traducida por Florentin, aunque realmente fue
traducida por Gaìay. Esto se sabe porque anteriormente se publicó en Jerusalén (1906)
bajo el nombre de La hermosa historia de la dama del velo. Hasta el capítulo 21 es igual
que la primera versión, aunque luego el traductor acaba el cuento de diferente forma.
Consta de 103 páginas y está publicada en El Tiempo.
- Los dramas de la miûeria (1922). Esta segunda edición fue traducida por
Florentin en 42 cuadernos, algunos de 36 páginas y otros de ocho. Consta de 402
páginas. Parece ser que utilizó la traducción de Gaìay cambiándola.
- El palacio de los amores (1926). La primera edición la encontramos bajo el
título de El templo de amor. Es una novela sobre aventuras y amor, editada por Jean
Florian. Se publica como un folletón del periódico El Tiempo, traducida del francés por
Gaìay.
3. Tel-Aviv:
- Los dramos de la miûeria (1954?). Publicado en el periódico La verdad, aunque
como ya hemos observado anteriormente se habían dado varias versiones. Fue impreso
en 11 cuadernos de 16 páginas.
Dentro de las novelas en judeoespañol, el grupo más numeroso es aquél cuya
temática está destinada a incitar la sensibilidad del lector, a lo que se llega a través del
amor, la pena y la truculencia. En este aspecto podemos afirmar que nuestro autor
supera con creces este campo; un buen ejemplo de esto, como veremos más adelante, es
sin duda la obra Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus. Observaremos cómo, nada más
comenzar la obra, en el Prefaz de nuestro corpus, Binyamín le expresa su
agradecimiento:
74
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
El se. Iûac Gaìay quiýo bien haœerme la favor de treûladarlo y de
entregarlo en mi mano sin guadrarse ningún privile¼io. Es, dunque, a la
péndola del dicho se. que es debido el treûlado de este obraÔe en Îudeo-
español. Es a él sólo que noûotros, yo, el editor y voûotros los lectores, que
debemos rengraciar por la puìlicación de esta obra que contenta nuestro
deûeo y que hinche este lugar vaœío en nuestras biìliotecas.
Víctor Leví:
Nace el 19 de diciembre de 1865 en Estambul y muere el 24 de abril de 1940.
Sabemos que fue otro de los traductores de esta obra por la aclaración que se nos
hace en la nota a pie de la página 162 del texto aljamiado. Dice así:
Nota de los editores. Se. YiûÅac Gaìay nos encarga de notar que es sólo
hasta aquí que él miûmo treûladó este libro en El Telégrafo, de donde lo
reproducimos y que el resto fue treûladado por se. Víctor Leví.
También es poca la información que tenemos de este traductor. Conocemos los
diferentes puestos que ocupó en muchos periódicos, así como los títulos de algunas de
las obras que editó, gracias a los estudios realizados por Elena Romero81 y algún dato u
obra que añade Collin82.
Su nombre se asocia a las publicaciones de seis periódicos de Estambul:
- La îoö, “gaœeta Îudía independiente”, fundado en 1908. Este periódico sólo
tuvo diez años de existencia. Fue el propietario-redactor y luego siguió Galante;
publicada en letra raší, formato 29 por 41, cuatro páginas. Sólo tuvo doce años de
existencia83. Incluye noticias políticas sobre los judíos y material literario como poemas
y cuentos.
- El Gracioûo, “øurnal humorístico de familla”, fundado en 1910. Víctor Leví fue
el propietario-redactor y luego le siguieron otros, publicaba en caracteres raší, en
formato 19 por 25 de ocho páginas. Tenía salida dos veces a la semana.
- El Correo, “gaœeta Îudía independiente, política, literaria” (1910-1911), aparece
también como propietario y redactor, publicaba en grafía raší, en formato 22 por 32 y
81 ROMERO, E. La creación (1992) 183, 207, 223, 230, 240, 248 y 249. 82 COLLIN, G. “Edition” (1990) 51-70. 83 GALANTE La presse (1935) 9-11.
75
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
tenía salida tres veces por semana. Incluye noticias políticas, sociales y sobre todo de las
comunidades judías. A partir del numero 84 salió en formato grande.
- La Patría, “øurnal israelita” (1908-1909), aparece como redactor. Directores-
propietarios Arditti y Castro. Publicaba en letra raší, en formato 22 por 32 y tenía salida
tres veces por semana (lunes, miércoles y viernes). Incluye también noticias políticas
sobre las comunidades judías y material literario.
- El Radio de Luö, “revista científica y literaria” (1885), aparece como director y
redactor. Publicaba en caracteres raší, en formato 23 por 30 y tenía salida tres veces por
semana. Aparece cada viernes. Contiene material literario, novelas y algunas
precisiones científicas.
- La Tienda de Ya’acob, “gaœeta Îudía liìeral literaria” (1931). Se presenta como
propietario y redactor. Publicaba en grafía raší y latina, en formato 24 por 31, de ocho
páginas cada uno. Tuvo una existencia de dos años y tenía salida una vez por semana.
A continuación expondremos las obras traducidas por él al judeoespañol, en
Constantinopla:
- Los dramas de caûamiento (1897). Es de gran extensión ya que consta de 609
páginas. Se basa en la traducción o la adaptación de la novela de Xavier de Montépin
Les Drames de l’adultère (1872-1873). Pertenece a la tendencia romántica.
- La agua de la sotá (1889). Se compuso en la imprenta de El Telégrafo. Está
escrita en letra raší y consta de 64 páginas. Trata de los antiguos ritos sobre la forma de
averiguar si una mujer había cometido adulterio haciendo que bebiera un brebaje, que
curiosamente siempre resultaba mortal. Las palabras escritas por Víctor Leví en el
prólogo las encontramos en el estudio de Elena Romero84, donde nos habla de la
abundancia de traducciones por estas fechas. El rabinato de Constantinopla quiso
confiscar esta novela por dar legitimidad a las intrigas y el oscurantismo del Templo.
- Las muchachas de bronöo (1894-95). Consta de 2210 páginas. Es una
traducción de la novela de Xavier de Montépin, Les Filles de pl$tre (1855). Salió en tres
partes: La hermana mayor (1894), cuya extensión es de 438 páginas; La condesa Amelia
(1895), con 416 páginas; Dio Dispone (1895), el mayor con 512 páginas.
- La portadera de pan (1895). Lo encontramos en seis volúmenes y consta de
2.195 páginas. Se trata de la primera versión. Es una traducción de La Porteuse de pain
84 ROMERO, E. La creación (1992) 223.
76
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
(1885) de Xavier de Montépin. Es una novela publicada dentro de la colección Güerta
de romanzos. Curiosamente en el prólogo que aparece en la adaptación novelada desde
el francés a cargo de ÷osef Caraso del drama Romeo y Julieta, se dice que La portadera
de pan al ser traducción de una obra mediocre carece de valor.
- El erante (1896). Es una traducción de Le juif errant, publicada en París en
1844. Consta de 64 páginas. Salía cada semana en el periódico El Tiempo, dentro de la
colección Güerta de romanzos.
- Šelomit (1899). Traducido del francés. Se encuentra en la serie Biblioteca de
familla. Escrita en caracteres raší, con una extensión de 62 páginas.
- El reino de Abdul Äamid II y los secretos de Yildiö (1909). Curiosamente
tenemos el interesante libro de Iûac Gaìay, mencionado anteriormente, titulado Yildiö y
sus secretos y el reino de Abdul Äamid (Constantinopla, 1908), pero no son idénticos.
Según Elena Romero se ignora la relación que pudo haber entre estas dos obras con un
título tan similar, como dice ella “casi homónimo”. Consta de 226 páginas y sale en 16
cuadernos de 14 páginas cada uno. Impreso por Arditti y Castro. Se trata de un cuento
histórico del período del sultán de Turquía Abdul Äamid.
- Bula Flama (1920), novela romántica publicada dentro de la colección Buqueto
de romanzos y se trata de una traducción del francés. Impreso por Arditti.
- El muerto ïivo (1920-21). Consta de 258 páginas. Novela romántica, traducida
del francés por Leví. El Impresor será Arditti. Sale en 32 cuadernos de 16 páginas cada
uno. Más adelante, en 1956, se imprimiría en letras latinas en Tel-Aviv.
- El hombre de péndola (1921). Novela publicada dentro de la colección
Buqueto de romanzos y traducida del francés, al igual que la anterior. El impresor
Arditti. Es una adaptación realizada por Víctor Leví en grafía raší.
A esto, añadir las novelas originales escritas por él:
- Fiel y sincero (1897). Se publica en Constantinopla y consta de 266 páginas.
Parece ser que fue una de las pocas obras originales publicadas por esta época, ya que la
mayoría eran traducciones.
- Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus (Constantinopla 1901, 327 págs.),
objeto de nuestro estudio. Es la traducción de la obra original Cinq années de ma vie:
1894-1899 (1901), cuyo editor fue Eugene Fasquelle.
Como ya se ha mencionado supra, Víctor Leví empieza a traducir desde la
página 162 del texto aljamiado, continuando el trabajo de Iûac Gaìay.
77
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
I. 3.5. LA FUENTE FRANCESA.
Hemos de considerar que del mismo año que nuestra novela también tenemos la
versión francesa Cinq années de ma vie: 1894-1899, con la que trabajaremos
paralelamente y comprobaremos dos hechos que a primera vista podrían parecer
contradictorios. Por un lado, sorprende la literalidad, a veces extrema, de la
transcripción y, por otro, son patentes, como ya veremos más adelante, los cambios en
la estructura de la obra y la clara tendencia a la supresión de ciertos pasajes del texto,
sobre todo en los últimos capítulos.
Cinco años de mi vida. Alfred Dreyfus tiene un especial interés lingüístico,
como ya especificaré en otro apartado, por ofrecer una muestra del judeoespañol tardío
muy significativa, puesto que coincide con esos últimos años del Imperio Otomano
donde los intelectuales se relacionan con la prensa y están fuertemente influenciados por
las lenguas con las que coexiste la cultura sefardí. Nos referimos tanto al italiano como
al español moderno y al francés, siendo este último el que más incide en nuestro corpus.
Por ello, antes de examinar otros aspectos de nuestra edición sería conveniente
describir esta versión francesa.
Cinq années de ma vie: 1894-1899, publicada en París en 1901 y cuyo editor fue
Eugene Fasquelle, consta de 360 páginas en pequeño formato, sin incluir la portada y
las doce últimas páginas donde nos da una colección de las obras que había en la
biblioteca Charpentier.
En la anteportada hallamos únicamente el título de la obra en letra mayúscula.
En la parte superior de la portada nos ofrece el nombre de Alfred Dreyfus y de la
obra; continúa con el título de la misma; finalmente en la parte inferior nos anuncia
dónde se publicó, quién fue su editor, la calle y el año (1901) en la que se publicó.
Antes de comenzar el texto se recogen unas palabras o mejor dicho unas
aclaraciones, firmadas por Alfred Dreyfus, que no se encuentran en el texto aljamiado:
Yo relato únicamente en estas páginas mi vida durante los cinco años que yo estuve apartado del mundo de los vivos.
Los sucesos que tuvieron lugar durante el proceso de 1894 y en los años sucesivos, en Francia, me fueron desconocidos hasta el proceso de Ren.
En la verso portada nos da a entender la gran trascendencia que tuvo esta obra
cuando dice literalmente:
78
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
TIRADA DE ESTA OBRA:
500 ejemplares in 8º, contribución especial, sobre vitela. 50 ejemplares en 8º, contribución especial
sobre papel de Japón, numerado en la prensa.
Esta obra fue compuesta e imprimida en francés y en inglés en los Estados Unidos de América, donde el texto francés y la composición han sido protegidas por la “Copyright”. “Copyright 1901 por A. F. Jaccaci.
La obra, al igual que el texto aljamiado, se compone de once capítulos aunque
los últimos son más extensos en el original francés. Antes de comenzar el capítulo VIII
nos ofrece dos facsímiles, uno de la primera y de la última hoja de un cuaderno y el otro
de la anotación que puso Daniel sobre el cuaderno terminado.
I.4. NUESTRA EDICIÓN: METODOLOGÍA
I.4.1. SELECCIÓN DEL TEXTO
Teniendo en cuenta apartados anteriores, donde ya describimos las partes que
componían el texto aljamiado, ahora hablaremos de las que integran nuestro corpus.
Nuestra edición se correspondería con el texto aljamiado excepto en lo referente
a la parte correspondiente al capítulo VII, que se compone de unas notas hechas por
Dreyfus con el título Mi Îornal (‘Mi diario’), que va desde la página 110 a la 224 del
texto judeoespañol. Aunque son de vivo interés, ya que nos hablan de las impresiones
que día a día sentía este hombre en su doloroso aislamiento, nos hace partícipes de la
vida y de las emociones que Dreyfus describe a su mujer, no hemos creído oportuno
incluirlo en nuestro corpus pues se alargaría demasiado. No cabe la menor duda que esta
parte será interesante estudiarla en profundidad y publicarla en una fecha posterior.
Pero lo que sí es imprescindible tener en cuenta de esta pieza, Mi Îornal, antes de
pasar al capítulo VIII, es la nota a pie de la página 162, donde nos informa de un hecho
verdaderamente interesante. Dice literalmente: “Nota de los editores. Se. YiûÅac Gaìay
nos encarga de notar que es sólo hasta aquí que él miûmo treûladó este libro en El
Telégrafo, de donde lo reproducimos y que el resto fue treûladado por se. Víctor Leví”.
Es decir, si en algún momento se pensó que esta obra fue traducida por un sólo autor,
79
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
como se especifica en el Prefaz, cuyo nombre es Iûac Gaìay, estas palabras nos
confirman y demuestran que la labor fue ejecutada además de por él, por Víctor Leví.
Una vez expuestas las partes que componen el texto aljamiado y explicados los
cambios que hemos realizado en nuestro corpus, sería interesante extraer lo más
llamativo de cada uno de los capítulos que conforman esta edición, resaltando ciertos
aspectos que nos han parecido curiosos en lo que se refiere al contenido.
- En el capítulo I (págs. 7-9), Alfred Dreyfus nos informa de su nacimiento en
Alsacia, de su familia y de su traslado a Francia. Luego, de sus ascensos en su carrera
militar y su matrimonio con Lucía Hadamard y de la felicidad que reinó en su casa con
la llegada de su hijo.
- En el Capítulo II (págs. 9-19), cuenta el nacimiento de su segunda hija.
Describe cómo fue acusado, interrogado y encerrado injustamente en la prisión. Es
interesante recalcar que es aquí donde por primera vez se habla de la famosa carta
acusadora llamada en nuestro texto el borderó.
- En el Capítulo III (págs. 19-30), nos informa de los trámites que pasó hasta la
llegada del juicio, los debates del proceso y de lo que aconteció. Lo más llamativo es el
desconocimiento de Dreyfus ante lo que estaba pasando. Finalmente es condenado.
- En el Capítulo IV (págs. 30-49), reafirma su inocencia y nos transmite sus
sufrimientos a través de las cartas que le escribe a su esposa, además de describirnos las
penosas circunstancias en las que se produjo la visita de su mujer. En estas líneas
Dreyfus nos transmite una gran carga emocional, una enorme inquietud emocional ante
su inminente humillación pública, es decir, la degradación.
- En el Capítulo V (págs. 50-73), realiza una descripción minuciosa de lo que fue
su degradación el 5 de enero de 1895 y de lo que sintió en esos momentos. Narra su
traslado a la cárcel de La Santé y a través de la correspondencia con su mujer nos revela
su sentido del patriotismo, su adoración por Francia y por supuesto la insistencia de su
inocencia y de ser un hombre de honor.
- En el Capítulo VI (págs. 73-104), describe su partida hacia la isla de Re y su
llegada en pésimas condiciones. De entre sus cartas hay una de especial interés por su
fuerte contenido crítico hacia las autoridades de Francia: “En fin, ¿cuálo es lo que yo
demando noche y día? ¡Ìusticia, Îusticia! ¿Estamos en el diez y nuevén siglo o cale
retornar munchos siglos para atrás? ¿Es posible que la inocencia sea desconocida en
este siglo de luö y verdad? Que bušquen, yo no demando ninguna gracia pero yo
80
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
demando la Îusticia a la cual tiene derecho todo humano. Que continúen las búšquedas;
que los /82que tienen moldes poderoûos de búšquedas se siervan de estos moldes; esto es
para ellos un deber sagrado de humanidad y de Îusticia. Es imposible entonces que la
luö no se haga al entorno de mi misterioûo y tráÔico hecho. ”(págs. 81-82).
De entre las cartas que escribe su mujer ya se van observando los indicios de una
clara división dentro de la sociedad francesa, en cuanto a este caso: “... Muy
venturoûamente yo no había meldado los Îornales ayer demañana y se habían esforzado
de encubrirme la afroûa ecena que te hiœieron en RoŒhel, otramente yo saldría loca.
¡Qué terribles momentos debites pasar! Pero este comportamiento de las ¼ente no me
maravilla, esto es el reûultado de la lectura que hiœie[r]on en algunos suœios Îornales que
no ïiven más que con disfamar y que escribieron tantas mentiras. Pero estate repoûado,
las ¼entes que raöonan pensan de ahora otramente por ti. ”(pág. 84).
La entrevista con su mujer no sólo sería tardía sino que se dieron en unas
condiciones terribles. Al final de este capítulo lo embarcan en el Saint-Nazaire,
haciendo toda la travesía encarcelado.
- En el Capítulo VIII (págs. 250-287), nos narra su cautiverio en la isla de la
Salvación durante el año 1896, las privaciones a las que era sometido, las condiciones
tan precarias en las que le obligaron a vivir y cómo fueron cambiando a peor en el mes
de septiembre, lo que le produjo una nueva recaída. Finalmente por recomendación del
médico es trasladado a una nueva choza.
- En el Capítulo IX (págs. 287-318), nos describe su nueva choza, aún mucho
peor que la anterior, concedida el 25 de agosto de 1897. Las medidas para aislarlo van
aumentando a medida que las restricciones que le son impuestas son cada vez más
duras. Esto lo podemos observar en las páginas 289 y 291, donde nos muestran una
serie de artículos que nos darán una ligera idea, pero no errónea, de las condiciones tan
poco favorables en las que vivía:
“Los artículos siguientes de los deberes de un apreûado en la isla del Diablo
fueron apegados en mi priûión:
Artículo 22- El apreûado asegura la limpieöa de su baraca y del lugar que le es apartado
y apareøa él mismo sus comidas.
Art. 23- Le es dada la ración (taín) de uûo y es licenciado a meøorar esta ración con el
recibo de mantenimiento y bebiendas en una meûura raöonable, de la cual la apreciación
pertenece a la administración.
81
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Los diferentes oìøetos destinados al apreûado no le serán entregados que después de
haber sido e×aminados minucioûamente y a medida de sus menesteres de cada día.
Art. 24- El apreûado debe remeter al capo survellante todas las cartas y escritos
rediÔidos por él.
Art. 26- Las demandas o reclamaciones que /290el apreûado tendría a haœer no pueden ser
recibidas que por el capo survellante.
Art. 27- El día, las puertas de la priûión son abiertas y hasta la noche él tiene la facultad
de circular en el lugar de paseo.
Toda comunicación con afuera le es defendida. En el caûo, contrariamente a las
dispoûiciones del artículo 4, los acontecimientos del servicio harían menester en la isla
de la preûencia de survellantes o de guardianes otros que aquellos del servicio ordinario,
el apreûado sería encerado en su choza hasta la partencia de estos nuevos venidos.
Art. 28- Mientres la noche, el local apartado al apreûado es aclarado adientro y ocupado
afuera, como el día, por un survellante.
Después supe que desde esta época los survellantes recibieron también el orden
de señalar todos mis ¼estos, todos los Îugos de mi fiûionomía y ya se entiende qué
manera estos órdenes fueron e×ecutidos.”
- En el Capítulo X (págs. 318-324) narra su traslado hacia Francia y su
ignorancia de los hechos que estaban ocurriendo allí, como demuestran estas palabras
de las páginas 319-320:
“Yo no sabía nada de mi historia. Lo que conocía era hasta el 1894 lo del
borderó, sólo el documento, la setencia del concilio de guerra, los gritos de muerte de
una muchedumbre de pu/320eblo engañado cuando me pararon por la e×ecución; yo creía
a la derechedad del ¼eneral de Buadefré y otros.”
- En el último Capítulo (págs. 325-327) informa de su desacuerdo con la
sentencia pronunciada, y cómo a su pesar Dreyfus se vio obligado a retirar la demanda.
Todo esto nos aporta, de una forma continuada, una idea de la espantosa lucha
que este personaje padeció y de las injusticias que se llevaron a cabo con una persona
que finalmente fue declarada inocente.
I.4.2. SISTEMA DE TRANSCRIPCIÓN
Son varios los sistemas de transcripción utilizados a la hora de editar textos
sefardíes.
82
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Nosotros, siguiendo la escuela española de Filología sefardí, hemos optado por
el sistema de transcripción suficientemente explicado por el Dr. Hassán85 y utilizado por
la revista Sefarad del CSIC de Madrid.
Siguiendo al Dr. Hassán, según sus palabras: “si se trata de escribir el ladino en
grafía latinada -en caracteres del alfabeto latino- para que puedan meldarlo los no
israelíes o no judíos (los no conocedores de la aljamía hebraica), creemos que la mejor
forma de hacerlo es con una ortografía española hasta donde es posible indicando los
rasgos diferenciales de la fonética sefardí mediante signos diacríticos, sobre y bajo
determinadas letras. Este sistema presenta la doble ventaja de reflejar los rasgos
distintivos de la fonética sefardí que transmite la fuente aljamiada, a la vez que permite
a quien lo desee una lectura atenta sólo al contenido, ya que la transcripción no causa
ninguna extrañeza al ajustarse a la impresión óptica de la tradición gráfica española”.
Han de tenerse en cuenta los siguientes rasgos generales86:
- yeísmo: articulación palatal fricativa sonora [y] de ll.
- seseo: articulación de c más e, i y z como predorsodentoalveolar fricativa sorda
[s].
- realización fricativa de v en cualquier contorno (incluso inicial y tras nasal)
salvo cuando se marca con punto ï.
Las equivalentes gráfico-fonéticas son:
- b:, ì, ï: bilabial oclusiva sonora [b];
- ³: prepalatal africada sorda [Œ];
- ¼, Î, ò: prepalatal africada sonora [ò];
- š, Ë, Œ, Œh: prepalatal fricativa sorda [š];
- œ, û, ö: dentoalveolar predorsal fricativa sonora [z];
- ê: dentoalveolar africada sorda [ê];
- Ô, ø, ý, Ÿ, ‡: prepalatal fricativa sonora [Ù];
- Å: faríngea fricativa sorda [h] o velar [x];
- ×: velar sonora plus alveolar fricativa sonora [gz];
- þ: faríngea fricativa sonora.
Un punto bajo b (ì) indica oclusividad en distribución diferente de la española.
85 HASSÁN, I. “Transcripción” (1978) 147-150. 86 LÓPEZ BARQUÍN, A. Edición (1995) 26-28.
83
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
La ortografía hispánica que propone el profesor Hassán87 está basada en “la
consideración de que como lengua hispánica que es (por muy lengua judía que sea, no
es lengua judía sin más, sino precisamente la judeolengua del español), toda palabra del
ladino tiene una ortografía propia; la cual en muchos casos será la misma de la palabra
paralela en castellano y, cuando no, la que habría llegado a tener si las circunstancias
históricas no hubieran determinado que el desarrollo ortográfico discurriera por cauces
aljamiados de la corriente caudal de la grafía latina”.
Nuestro corpus ilustra los resultados de la aplicación de este sistema siendo
coherentes con los objetivos arriba propuestos, ya que gracias a él, cualquier
hispanohablante de hoy podrá leer y comprender textos aljamiados de las características
de los nuestros.
En primer lugar, observaremos los cambios de hábito ortográfico que supondría
su aceptación junto con algunos ejemplos, para un entendimiento más amplio de este
sistema.
Previamente habrá que señalar el no desdeñable grupo de palabras que no
experimentarían ningún cambio por coincidir plenamente en los dos sistemas, tanto en
la forma oral como en la escrita. Algunas como el, en, de, la, los, muy, primer, una...
A continuación vienen todas aquellas otras cuya única diferencia ortográfica
consiste en que en español requieren acento gráfico: atrás, no “atras”; detrás, no
“detras”; éramos, no “eramos”; están, no “estan”; grafía, no “grafia”; mayoría, no
“mayoria”; tenía, no “tenia”; vendrán, no “vendran”...; problema especial presenta
“mas”, cuya acentuación más en español es diacrítica para diferenciarla de mas (conj.),
pero no lo sería en ladino por no existir la conjunción mas (sino ma).
Pasando de rasgos supragrafémicos a grafemas, no presentan problema los
sonidos representados por las vocales, y por las consonantes (cuando no forman grupo)
d, f, l, m, n, p, r y t, pues tienen el mismo valor representativo en ladino moderno y en
español general, o más propiamente dicho, las diferencias -de uso y de articulación- que
ofrecen no supone problema fonológico.
Vienen luego las palabras cuya única diferencia consiste en que la ortografía
española requiere una h, cuyo peso fonético es cero (hijo, no “ijo”; hizo, no “izo”...).
Mayor es el peso de la representatividad fonética asociada a los grafemas b (“be alta”) y
87 HASSÁN, I. “Propuesta” (1999) 1-11.
84
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
v (“be baja”), abrimos, no “avrimos”; amaba, no “amava”; debíamos, no “deviamos”;
obligando, no “ovligando”; saber, no “saver”, que en prácticamente todo el mundo
hispánico representan hoy un único fonema (b) labial sonoro con dos alófonos o
modalidades articulatorias: una oclusiva (hombre, enviar) y una fricativa (caballo,
cavar), que no dependen de que se escriba con b o con v sino del contorno fonético; por
ello no es más oclusiva la v inicial de viva por estar escrita con b “biva”, ni más
fricativa la b intervocálica de debíamos por estar escrita con v “deviamos”.
Con el llamado “seseo” ocurre algo parecido (apareció, no “aparesio”; entonces,
no “entonses”; proceso, no “proseso”) ya que la oposición fonológica entre la pareja de
sibilantes fricativas sordas, alveolar s versus interdental z o c (ante e, i), vigente en la
norma castellana de España (norte y centro de la península), se ha neutralizado en casi
todo el mundo de habla hispánica -incluida la España meridional-; concluyendo ambos
sonidos en uno único alveolar; para indicar, entonces, que el sonido sibilante de
entonces o fuerza es alveolar como el de la s hispánica y no interdental como el de la z
castellana, no es necesario deformar su ortografía: basta con tener en cuenta - y/o
señalar- que es general el seseo. O no indicarlo y que cada uno lo sepa, del mismo modo
que cuando se lee a un autor hispanoamericano, sabemos que él dice dise cuando
escribe dice.
Análoga es la cuestión de la pareja que forman el grafema y versus el dígrafo ll
(ellas, no “eyas”) que salvo en zonas muy limitadas del mundo hispánico donde quedan
esporádicos restos de articulación lateral de ll, han confluido en una única articulación
palatal central y, con variadas realizaciones; por ello en palabras como ella no es
necesario deformar su ortografía escribiéndola “eya”; como en el caso anterior, basta
con señalar que el ladino es también yeísta; añadiendo -lo cual suele olvidarse- que la
articulación de la y consonántica es más abierta que en otras variedades, casi tanto como
si de i vocálica se tratara.
Poco vamos a añadir de la o sustitución de c (ante a, o, u) y qu (ante e, i) por k y
de x (¡a veces!) por el dígrafo ka (aquí, no “aki”; capo, no “kapo”; confrontante, no
“konfrontante”;prefecto no “prefekto”; querido, no “kerido”; exprimir, no “eksprimir”;
fixadamente, no “fiksadamente”; pocas, no “pokas”; que, no “ke”; aquí, no “aki”...),
reservada en español para palabras extranjeras o que no se sienten integradas en el
sistema; ni de la extensión ante e, i de la función velar oclusiva sonora de g ante a, o, u
(guerra, no “gerra”; güesos, no “guesos”; rogué, no “roge”...). Los abundantes ejemplos,
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
cuya mera enumeración llenaría varias páginas, son la más acabada muestra de gratitud
innecesaria, pues a lo que expresan querido o pocas, nada absolutamente añade
escribirlos “kerido”, “pokas”; son muestra también de confusión, pues gerra sin u a un
lector hispano no iniciado puede llevarlo a considerar que el sonido de la primera sílaba
es el mismo de general y leer un disparate como jerra; pero más grave de confusión es
no dar un tratamiento fonético (y en consecuencia ortográfico) a las velares oclusivas
sorda [k] y sonora [g] ante las vocales anteriores e, i diferente del que tienen ante las
vocales central a posteriores o, u y ante consonantes, en flagrante contradicción del uso
universalmente aceptado en todas las lenguas romances (francés, italiano, rumano,...)
porque hunde sus raíces en el común padre latín.
Todos los apartamientos de la ortografía española vistos hasta ahora no
supondrían ningún problema, puesto que para representar los sonidos en cuestión
dispone la ortografía española de recursos suficientes.
Queda una última categoría a la que pertenece la representación de aquellos
fonemas que no existen en el español general no sefardí.
Para la pareja de sonidos palatales sonoros, el fricativo de y consonántica
rehilada [Ù], como j y g del francés (jambe y genou) y s del inglés (pleasure), y el
africado de esa misma y consonántica tras n [Ÿ] (cónyuge), como j del inglés (jew), se
han adoptado, respectivamente, el grafema j (dirigiéndose, no “dirijendose”; ideología,
no “ideolojia”) y el dígrafo dj (ajustaron, no “adjustaron”; gesto, no “djesto”). El
resultado es que el lector encuentra “mujer” con j, igual que en español mujer
(casualmente), pero también encuentra con esa misma j “ideolojia” y encuentra
“adjustar” por ajustar, escrita de un modo que le induce a pensar que la partición de las
sílabas iniciales fuera como la de esp. ad-juntar.
La otra prepalatal del ladino no existente en el sistema fonológico español es la
fricativa sorda [š], como la del francés ch (chat ‘gato’) o del inglés sh (shop ‘tienda’):
búsquedas, no “bushquedas”; cajica, no “cashica”; dije, no “dishe”; debés no “debesh”;
abajar, no “abashar”). La adopción precisamente del dígrafo sh del inglés (y
casualmente del yídico anglosajón) es desafortunada, primero por equívoco, pues siendo
muda la h en español, el dígrafo se resuelve en s (desecho de desechar suena igual que
desecho de deshacer); segundo, porque siendo inestable (por no pertenecer al sistema),
su ocasional presencia en barbarismos se resuelve en alguno de los dos sonidos
acústicamente más cercanos: o bien en s, con pérdida de la palatalidad o bien en ch, con
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
africación. Representar el sonido con x como en otras lenguas hispánicas iría en contra
del carácter mayoritariamente castellano del ladino o le imprimiría un carácter arcaico,
hechos a cual más incorrecto en una perspectiva lingüística; la única solución posible
fuera de la norma castellana sería asimilarla al sonido acústicamente más cercano y
representarla con s, aprovechando la amplitud de la gama de sus realizaciones fonéticas
(y aproximándose así a la ortografía de ¥alom... casualmente). Sólo la derivación
etimológica podrá determinar la elección entre la minoritaria s y la mayoritaria j, la cual,
sea dicho de paso, conviene mejor al creciente número de sefardófonos que por sus
estudios o conocimientos de español moderno -o por influencia del entorno
hispanohablante (y no precisamente en países hispanófonos sino en megalópolis como
Nueva York o los Ángeles)- están dando en nuestros días, aunque por razones y vías
diferentes, el mismo paso del sonido [š] medieval a [j] moderno que se dio en la España
del Siglo de Oro.
A esos fonemas palatales hay que añadir la alveolar fricativa sonora [z], para la
que se ha adoptado el grafema z (doloriosa, no “dolorioza”; prisión, no “prizion”;
países, no “paizes”; refusar, no “refuzar”; isla, no “izla”; presentó, no “prezento”;
escusar, no “escuzar”...). Para quien no lea exactamente a la sefardí dolorioûa priûión
con alveolar sonora, el error de leer esas palabras a la española doloriosa priûión con
alveolar sorda es venial, mientras que leerlas con interdental sorda (dolorioza prizión)
parece más desacertado.
Con todo lo expuesto más arriba, creemos que queda suficientemente explicado
este sistema de transcripción a la hispánica, con el que editamos los textos aljamiados
sefardíes seleccionados en el presente trabajo de investigación.
I.4.3. PRESENTACIÓN
Para reflejar la letra que en el texto aljamiado es cuadrada o merubá, la
señalamos con letra mayúscula y negrita (en los títulos y portadas) y la grafía raší con la
normal.
En cuanto a la puntuación y acentuación, seguimos los cánones de la ortografía
española.
Indico las uniones (_) o particiones (-) de palabras contrarias a la norma
castellana, siempre que no se trate de fallos tipográficos, en cuyo caso corrijo
directamente.
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
Naturalmente versalizo y acentúo, ya que la grafía aljamiada no lo representa.
Corrijo la puntuación según criterios actuales, ya que los textos presentan un intento de
puntuar cuyos métodos, además de ser incoherentes, no coinciden con los del español
normativo actual.
La letra cursiva la utilizamos en la transcripción para las cartas y la mayúscula
para los firmantes de ellas.
Los errores tipográficos, las omisiones, es decir todo lo añadido nuestro, al igual
que las frases no acabadas que faltan y que son imprescindibles para el entendimiento
del texto están indicados entre corchetes en el propio contexto, para lo cual me he
servido de la comparación con el original francés.
Se encuentran diversos errores de imprenta que modifico sin advertirlos en el
texto. Al no ser muchos los citaremos a continuación:
- En la pág. 25 del texto aljamiado corregimos la palabra malgrado, suprimiendo
la guimel que se repite y en la pág. 59, en la palabra conhortatamiento la sílaba ta; en la
pág. 44, donde debería poner esperaren, lo hemos modificado por esperaré; en la pág.
255 la preposición con la modificamos por que para darle sentido correcto a la frase.
- El cambio de fonemas: la l por s en la pág. 69, donde dice chicol ponemos
chicos; en la pág. 71 la f por j en la palabra deøándote; la yod por nun en la pág. 35 en la
palabra términos; en la pág. 49, la samej final por hé en el nombre de Lucía; en la pág.
93 la vav final por nun en la palabra en; la nun final por reš en la pág. 259 en querer; la
vav en varios casos se confunde con la yod; en la pág. 281 la û por ø en semeøantes; en la
pág. 286 la Ået por la tav en amatará; en la pág. 297 la dalet por reš. en recibir; en la
pág. 251 la alef por una ì en el nombre propio Leìón .
- Omito las repeticiones, ya que no se dan muchas; por ejemplo las que aparecen
en la pág. 5 del texto aljamiado, cuando dice “...esta esta historia...”, “...del del
treûlado... ”, en la pág. 61 “...no no penso”, en la pág. 62 “...seguros que que no...”, en la
pág. 72 al decir “...más triste que que los...”; en la pág. 260 “...creo estaba en estaba
en...”, en la pág. 270 “... en la la ...”; en la pág. 273 “...querencia por ti por ti ...” no
descartamos la posibilidad de que lo utilice para enfatizar; en la pág. 283 “...tanto viva
viva...”; en la pág. 291 “...condiciones, en en...”; en la pág. 311 “...fundaba esta esta...”.
He transcrito los préstamos de lenguas no románicas como si se hubiesen
tradicionalizado en judeoespañol, es decir, con una escritura que pretende ser lo más
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PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------
cercana posible a los usos ortográficos españoles, evitando los exotismos gráficos: así,
escribo cafés del turco kafés, calem en vez de kalem.
El cambio de página lo indicamos en el superíndice con el número de la página
correspondiente antecedido de una barra oblicua y en negrita, y el cambio de epígrafes
tal y como lo lleva a cabo nuestro autor.
Señalamos con notas a pie de página los errores que se han producido en el texto
en cuanto a fechas, utilizando para corregirlas el original francés y ciertas aclararaciones
puntuales como las palabras que modifican el sentido de una frase, expresiones que
pueden resultar complejas o confusas en cuanto al significado.
Acompañan a la edición los necesarios complementos: glosario, nomenclátor de
topónimos y una bibliografía. En el glosario he recogido aquellos términos que a mi
juicio presentan alguna dificultad de comprensión o requieren alguna explicación. En el
nomenclátor están todos los topónimos de los textos con su equivalente actual cuando es
pertinente, y en cuanto a la bibliografía también hemos incluido en otro apartado las
obras originales que han sido necesarias consultar.
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SEGUNDA PARTE: EDICIÓN DE CINCO AÑOS DE MI VIDA. ALFRED DREYFUS