el canalla sentimental', más sentimental que canalla

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'El canalla sentimental', más sentimental que canalla Published on Centro Onelio (http://www.centronelio.cult.cu) 'El canalla sentimental', más sentimental que canalla Jaime Bayly es un escritor tan perezoso que ni se molesta en buscar nuevos temas para sus libros. Es comprensible. ¿Para qué esforzarse si los tiene a la mano? Es decir, en su vida misma. El canalla sentimental (Planeta, 2008), su más reciente novela, así lo demuestra. Aquí está --dividida entre Miami, Lima y Buenos Aires-- su existencia actual. Sólo que contada con la instantaneidad de un reality show. Como los de la televisión norteamericana, pero sin imágenes. Nada de qué asombrarse. En todas sus novelas la ficción siempre ha estado mezclada con la realidad. O viceversa. Esta vez, a un paso ya de la autobiografía, no se ha tomado ni el trabajo de cambiarle el nombre al protagonista. Sólo una letra adicionada. En lugar de Bayly es Baylys, con la sonoridad del famoso licor irlandés, pero con una grafía diferente. El canalla sentimental es una novela poco común. No tiene argumento. Ni está estructurada con un comienzo, un intermedio y un fin. En realidad, más que una novela, es una sucesión de textos cortos, aparentemente inconexos, pero enlazados con cierto imperceptible orden cronológico. Lo que no deja de otorgarle un sentido de unidad al conjunto. No importa que a veces, en algunos de ellos, reconozcamos viejos artículos periodísticos. Son tan buenos, están tan bien escritos, que no nos importa releerlos. Muchos son provocadoramente divertidos; otros son ofensivos, cínicos y hasta injuriosos. Así en ese orden. Y algunos, conmovedores hasta las lágrimas. Como cuando se despide de su padre moribundo. O como cuando en la quietud de una noche limeña vela el sueño de sus hijas. O como cuando asiste al funeral de Candy, la hermana de su novio, y camina junto a él, solidario, por los senderos del cementerio, ''surcando el pasto todavía mojado, en medio de los árboles altos y añosos de Pilar, bajo el sol espléndido de la mañana, siguiendo el ataúd''. Son estas escenas las que lo ponen al descubierto y confirman lo que muchos ya sospechaban: detrás de ese canalla impostado se esconde un verdadero sentimental. Jaime Bayly cada día escribe mejor. No hay otra manera de decirlo. De aquellos primeros libros, peligrosamente cercanos a los límites de la obscenidad, a los de ahora, hay un largo camino recorrido. Aunque Juan Marsé todavía siga pensando que nunca debió resultar finalista del Premio Planeta 2005 por su novela Y de repente, un ángel, tal como lo hizo constar en el acto de premiación. Es cierto que aquella novela era de tono ligero. Como también lo es ésta de ahora. Literatura light, le llaman. Ninguna de las dos, es verdad, tiene el largo aliento de las sagas familiares, la complejidad argumental de las de temas históricos, o la profundidad de los dramas psicológicos. Pero eso no las descalifica. En todo caso, las clasifica. Hay novelas consideradas clásicos de la literatura latinoamericana, a las que es difícil pasarles de la sexta página. Sin embargo, las de Bayly, son fáciles y sabrosas de leer. Y es que su estilo es así, liviano como un coloquio entre amigos. Pura cotidianeidad lúdica, irreverente y desfasada. El canalla sentimental es la novela más autobiográfica que Jaime Bayly ha escrito hasta ahora. Por sus páginas desfilan todas sus amantes y todos sus amantes. Sus amigos y sus enemigos. Y la mayoría de su familia. Nos enteramos de sus malos actos y de sus buenas obras. De sus fobias y de sus vicios. De su agnosticismo. En fin, lo cuenta todo. O casi todo. Desde que en Georgetown, mientras escribía su primera novela, se casó con Sofía, la madre de sus dos hijas, hasta el momento presente en que Martín, su novio, enloquecido de celos, lo llama desde Buenos Aires para insultarlo: ''Sos un negro culosucio. No tenés moral''. Y se marcha a vivir con su madre. Martín, al parecer, lo ha abandonado para siempre. Resignado a su suerte de canalla sentimental, Jaime Bayly --o Baylys-- termina la novela escribiendo lo que algún día podría ser su epitafio: ''Soy una buena persona cuando no escribo y una mala persona cuando escribo''. Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. La Habana, Cuba. Desarrollador web: Juan Rey Hernández Cabrera . © Todos los derechos reservados. 2015. deneme Page 1 of 2

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'El canalla sentimental', más sentimental que canallaPublished on Centro Onelio (http://www.centronelio.cult.cu)

'El canalla sentimental', más sentimental que canalla

Jaime Bayly es un escritor tan perezoso que ni se molesta en buscar nuevos temas para sus libros.Es comprensible. ¿Para qué esforzarse si los tiene a la mano? Es decir, en su vida misma. El canallasentimental (Planeta, 2008), su más reciente novela, así lo demuestra. Aquí está --dividida entreMiami, Lima y Buenos Aires-- su existencia actual. Sólo que contada con la instantaneidad de unreality show. Como los de la televisión norteamericana, pero sin imágenes. Nada de qué asombrarse.En todas sus novelas la ficción siempre ha estado mezclada con la realidad. O viceversa. Esta vez, aun paso ya de la autobiografía, no se ha tomado ni el trabajo de cambiarle el nombre alprotagonista. Sólo una letra adicionada. En lugar de Bayly es Baylys, con la sonoridad del famosolicor irlandés, pero con una grafíadiferente.

El canalla sentimental es una novela poco común. No tiene argumento. Ni está estructurada con uncomienzo, un intermedio y un fin. En realidad, más que una novela, es una sucesión de textoscortos, aparentemente inconexos, pero enlazados con cierto imperceptible orden cronológico. Lo queno deja de otorgarle un sentido de unidad al conjunto. No importa que a veces, en algunos de ellos,reconozcamos viejos artículos periodísticos. Son tan buenos, están tan bien escritos, que no nosimporta releerlos. Muchos son provocadoramente divertidos; otros son ofensivos, cínicos y hastainjuriosos. Así en ese orden. Y algunos, conmovedores hasta las lágrimas. Como cuando se despidede su padre moribundo. O como cuando en la quietud de una noche limeña vela el sueño de sushijas. O como cuando asiste al funeral de Candy, la hermana de su novio, y camina junto a él,solidario, por los senderos del cementerio, ''surcando el pasto todavía mojado, en medio de losárboles altos y añosos de Pilar, bajo el sol espléndido de la mañana, siguiendo el ataúd''. Son estasescenas las que lo ponen al descubierto y confirman lo que muchos ya sospechaban: detrás de esecanalla impostado se esconde un verdadero sentimental.

Jaime Bayly cada día escribe mejor. No hay otra manera de decirlo. De aquellos primeros libros,peligrosamente cercanos a los límites de la obscenidad, a los de ahora, hay un largo caminorecorrido. Aunque Juan Marsé todavía siga pensando que nunca debió resultar finalista del PremioPlaneta 2005 por su novela Y de repente, un ángel, tal como lo hizo constar en el acto depremiación. Es cierto que aquella novela era de tono ligero. Como también lo es ésta de ahora.Literatura light, le llaman. Ninguna de las dos, es verdad, tiene el largo aliento de las sagasfamiliares, la complejidad argumental de las de temas históricos, o la profundidad de los dramaspsicológicos. Pero eso no las descalifica. En todo caso, las clasifica. Hay novelas consideradasclásicos de la literatura latinoamericana, a las que es difícil pasarles de la sexta página. Sinembargo, las de Bayly, son fáciles y sabrosas de leer. Y es que su estilo es así, liviano como uncoloquio entre amigos. Pura cotidianeidad lúdica, irreverente y desfasada.

El canalla sentimental es la novela más autobiográfica que Jaime Bayly ha escrito hasta ahora. Porsus páginas desfilan todas sus amantes y todos sus amantes. Sus amigos y sus enemigos. Y lamayoría de su familia. Nos enteramos de sus malos actos y de sus buenas obras. De sus fobias y desus vicios. De su agnosticismo. En fin, lo cuenta todo. O casi todo. Desde que en Georgetown,mientras escribía su primera novela, se casó con Sofía, la madre de sus dos hijas, hasta el momentopresente en que Martín, su novio, enloquecido de celos, lo llama desde Buenos Aires para insultarlo:''Sos un negro culosucio. No tenés moral''. Y se marcha a vivir con su madre. Martín, al parecer, lo haabandonado para siempre. Resignado a su suerte de canalla sentimental, Jaime Bayly --o Baylys--termina la novela escribiendo lo que algún día podría ser su epitafio: ''Soy una buena personacuando no escribo y una mala persona cuando escribo''.

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