el cáliz de la Última cena

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EL CÁLIZ, SU SUSTANCIA VIVA Y SU FORMA. Introducción: El Misterio del Cáliz de la Última Cena, Pertenece a la esencia de la vivencia religiosa de la humanidad. Desde el Misterio del Gólgota adquiere un contenido mas asequible para el pensamiento ordinario, pero no es posible solamente desde este, ahondar en la profundidad y riqueza de su contenido. Cuando meditamos sobre él, continuamente surgen nuevos matices y niveles en su comprensión y vivencia, apareciendo como el “recipiente” que acoge al Ser de Cristo en nosotros, como el “lugar de comunión entre cielos y tierra”, como arquetipo de entrega, servicio y sacrificio, etc… Como todo ser espiritual, que también incluye la manifestación material en su expresión, el cáliz de la Última Cena del Señor, es una fuente viva de inspiración, devoción y entrega…no es algo ya “terminado” sino que fluye continuamente desde la Fuente inagotable del Misterio de Cristo en el presente continuo… Capítulo VII del libro LA SANTA CENA de Judith von Halle… “El cáliz que el Salvador utilizó durante la Última Cena y que posteriormente había de contener la sangre purificada del Grial para la humanidad fue rescatado a tiempo por el viejo sacerdote Zacarías, padre de Juan Bautista, antes de que se hubiera podido vender junto a otros objetos pertenecientes al tesoro del Templo. Juan lo había llevado consigo, manifiestamente, durante sus años de peregrinación, pero después de su ejecución su legado fue a parar a manos de Verónica, que era pariente suya o se hallaba ligada estrechamente a su familia. Hay que añadir aquí algunas palabras para caracterizar este tesoro único, aunque su secreto solo será desvelado con claridad cuando previamente, en otro capítulo de este

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EL CLIZ, SU SUSTANCIA VIVA Y SU FORMA

EL CLIZ, SU SUSTANCIA VIVA Y SU FORMA. Introduccin:

El Misterio del Cliz de la ltima Cena, Pertenece a la esencia de la vivencia religiosa de la humanidad. Desde el Misterio del Glgota adquiere un contenido mas asequible para el pensamiento ordinario, pero no es posible solamente desde este, ahondar en la profundidad y riqueza de su contenido.

Cuando meditamos sobre l, continuamente surgen nuevos matices y niveles en su comprensin y vivencia, apareciendo como el recipiente que acoge al Ser de Cristo en nosotros, como el lugar de comunin entre cielos y tierra, como arquetipo de entrega, servicio y sacrificio, etc

Como todo ser espiritual, que tambin incluye la manifestacin material en su expresin, el cliz de la ltima Cena del Seor, es una fuente viva de inspiracin, devocin y entregano es algo ya terminado sino que fluye continuamente desde la Fuente inagotable del Misterio de Cristo en el presente continuo

Captulo VII del libro LA SANTA CENA de Judith von Halle

El cliz que el Salvador utiliz durante la ltima Cena y que posteriormente haba de contener la sangre purificada del Grial para la humanidad fue rescatado a tiempo por el viejo sacerdote Zacaras, padre de Juan Bautista, antes de que se hubiera podido vender junto a otros objetos pertenecientes al tesoro del Templo. Juan lo haba llevado consigo, manifiestamente, durante sus aos de peregrinacin, pero despus de su ejecucin su legado fue a parar a manos de Vernica, que era pariente suya o se hallaba ligada estrechamente a su familia.

Hay que aadir aqu algunas palabras para caracterizar este tesoro nico, aunque su secreto solo ser desvelado con claridad cuando previamente, en otro captulo de este libro, se hable de una manera mas extensa sobre el interior oculto de la Tierra. Teniendo presente que la descripcin del cliz exigir por nuestra parte una lectura imparcial y la no formulacin de juicios, anteponemos a las primeras explicaciones una cita procedente de una conferencia de Rudolf Steiner sobre las capas del interior de la Tierra- ciertamente habr oyentes que no estn acostumbrados a los hechos extraordinarios y, por consiguiente, lo que les quiero hoy comunicar les pueda parecer una fantasa. Pero les ruego tener presente que nunca se puede comprender todo; ya que tratamos aqu de algo que pertenece a los niveles mas avanzados del ocultismo-

Bastara pues aceptar primeramente las propiedades particulares del cliz del Santo Grial sin entender la totalidad de su Misterio.

Este cliz no est formado por una materia conocida por nosotros. No se podra decir si era de madera, metal o piedra. No era ni blando ni duro, era mucho mas que ambas cualidades a la vez. Su color no se podra describir, y si alguien lo intentara, la imagen concreta que se podra fijar, quedara como congelada. La impresin inmediata era la de una tonalidad mas bien verdosa marrn, pero esta materia a veces tambien poda dar una impresin completamente diferente, como si fuese oro que resplandeciese dbilmente o tambin plata- lo cual, sin embargo, era solo una base para otros matices mas variados que la propia materia poda generar. El cliz, por una parte, no pareca que procediese de un material existente en la Tierra, por otra, se poda tener la impresin de estar constitudo por una mezcla de todas las sustancias naturales. Esta reflexin, naturalmente, debera ser rechazada inmediatamente, porque una mezcla de este tipo nunca podra ser realizada por manos humanas y, adems, nunca habra sido vista en la Tierra.

Sin embargo, esta impresin era la que mas se acercaba a la realidad. Es decir, su sustancialidad podra calificarse como materia viva. Este estado de la sustancia no debe confundirse con el de la naturaleza humana, ya que el cuerpo material del hombre tiene tan poca vida como una pieza de metal. Este cuerpo humano es atravesado por una cierta vivacidad mientras el espritu lo habita.

Pero el cuerpo material, por si solo, no est nunca vivo; todo lo contrario sucede con la sustancia del caliz!. Lo que hace nico al cliz del Grial es que su sustancialidad, y por tanto l mismo, estaban vivos. En efecto, no haba sido creado por manos humanas, ya que el ser humano no tiene la capacidad de generar sustancia viva.

Este extrao ser, esta rara creacin, ya exista mucho antes del Misterio del Glgota. Provena de un tiempo que llamamos la encarnacin lunar de la Tierra y todo lo que hoy conocemos como reino mineral an no exista, sino que todo lo material que surga no se hallaba an endurecido, o sea muerto. En un tiempo muy pretrito haba posedo una forma diferente. Se le podra describir como un ovoide enorme. En los tiempos previos al Misterio del Glgota, esta matera viviente haba tenido el aspecto de un huevo, y no fue hasta la aparicin de Moiss que paulatinamente fue transformndose en una copa con una pequea abertura. Finalmente, este ser insolito formaba parte del tesoro oculto del Templo del pueblo hebreo. Cuando la humanidad-y tambien progresivamente los iniciados judios-se volvieron materialistas, ya nadie pudo tocar mas esta copa viviente. Antes tampoco haba sido posible por motivos puramente fsicos, pero este ser materia del cliz acompa al pueblo hebreo, sin que nadie lo hubiera tenido que tocar. Mas tarde, sin embargo, haba que cogerlo por medio de dos asas y un pie, porque se haba perdido la conexin espiritual con l, de modo que el contacto fsico fue inevitable si se le quera portar conjuntamente con el tesoro del Templo.

La copa solo poda tomarse por medio de estas asas y el pie, con las manos no se poda tocar su cuerpo vivo. Con la aparicin de Cristo en el mundo fsico, en el momento del Bautismo de Jess, la copa se abri en forma de una magnfica floracin y parecia como si este ser procedente de la antigua herencia lunar se abriese con un gesto casto y perfecto esperando la recepcin del Sol de Cristo. Las asas y el pie se aadieron un poco burdamente a este. No obstante el ser del cliz se dej hacer esto. El pie estaba hecho de una aleacin fabricada por los antiguos iniciados y probablemente era la nica sustancia que poda entrar en contacto con el ser del Grial. Era una aleacin de los siete metales que se asignan a los planetas. Esta creacin tambien tena incrustadas doce piedras preciosas, las cuales representaban la realidad csmica del Zodaco y que se podan encontrar tambien en el pectoral que vestan los sumos sacerdotes. Adems, el pie del cliz fue adornado con una figura semejante a una serpiente o una forma vegetal de metal que se enroscaba por la base. En el interior del pie del cliz, visto desde abajo, haba una cucharilla fijada por dos pinzas metlicas, que se podan usar a voluntad. Esta maravillosa creacin, que haba cado completamente en el olvido durante los ltimos siglos, se hallaba en posesin de Vernica, despus de que Juan el Bautista fuera ejecutado. Pero tambin gracias a Vernica, los dems utensilios citados anteriormente fueron adquiridos cuando se dispers el tesoro del Templo, de modo que fueron colocados sobre la mesa de la Santa Cena. Durante la ltima Cena los seis vasos, pequeos e insignificantes, tuvieron un papel especial. Posean una relacin muy especial con el cliz: ya que estos seis vasos eran con respecto al cliz lo mismo que los discpulos con respecto a Cristo. Estos utensilios del culto se pertenecan, al igual que los discpulos pertenecan a Cristo.

La reaparicin del cliz era como el afloramiento manifiesto de Cristo, que previamente haba actuado como Logos de una forma secreta durante la historia del pueblo hebreo; en tanto que se haba comunicado a los iniciados judios de forma indirecta, a travs de Yahve. El Logos siempre haba estado presente, pero ahora El apareca sobre la Tierra en un cuerpo constitudo de carne y de sangre, y a la vista de todo el mundo.

La aparicin visible del Santo Grial, proveniente de las profundidades del tiempo mas remoto de la historia de la humanidad, era como la manifestacin esencial de Cristo en el cuerpo del Redentor. Y los seis vasos eran como los doce discpulos, que por primera vez aquella noche se reunieron junto a Cristo. Se cumpla as la palabra del Redentor: porque donde estn dos o tres reunidos en Mi Nombre, all estoy Yo en medio de ellos. Ya que los doce compartan los seis vasos. De manera que cada dos bebieron de un solo vaso, y de esta manera el cliz estaba en medio de ellos.

Sobre el septimo vaso, algo mayor que los dems y que podemos llamar el vaso de Jun, recay en el transcurso de aquella noche una tarea determinada. La cesta del pan era plana y muy sencilla, hecha de madera y con un recubrimiento metlico de acabado mate. La bandeja tena la forma de una cajita plana de madera, midiendo unos 40 por 40 centmetros; serva para depositar el cliz, los vasos y la cesta. A fn de poder llevar todos los objetos sobre la bandeja, se poda duplicar su superficie tirando de un asa surga una tabla plana contenida en su interior, a la manera de algunos escritorios.

Siguiendo las indicaciones del Maestro, Juan y Simn Pedro haban llevado estos objetos de culto desde la casa de Vernica a la cocina de las ofrendas en la casa de la Santa Cena.

Esperamos que estas descripciones previas de los hechos y circunstancias de ese da tan especial de la Vuelta del Tiempo puedan aportar una correcta ambientacin del transcurso de la fiesta que seguidamente expondremos. Este era el ltimo atardecer de Jesucristo en la Tierra. En esa misma noche sera tomado preso. A la maana siguiente se le condenara a la pena de muerte y seguidamente se llevara a cabo la crucifixin. Aunque los discpulos no eran conscientes del destino que aguardaba al Seor, sintieron que, de todas las noches pasadas junto a l, esta era la mas intensa. Por un lado, estaban presos de una cierta inseguridad, la cual iba creciendo a raiz del cambio operado en su Maestro, que durante el ltimo da les pareca cada vez mas humano, pero a la vez lleno de una profunda sabidura. Por otro lado, perciban muy bien que se acercaba un gran acontecimiento: llegaba la hora del nacimiento del yo humano, que previamente deba ser conquistado con sangre y lgrimas. As pues, la noche anterior a la crucifixin reinaba una atmsfera superior sostenida por una expectacin gozosa, por una entrega amorosa y por una profunda gravedad.

Cuando hoy en da se habla de la Santa Cena, normalmente no imaginamos que esta se desarroll en tres secciones de distinto contenido y ritos. La primera parte de esta fiesta consisti en la tradicional Pascua juda, la segunda en el lavatorio de pies a los discpulos y la tercera, finalmente, en la Transubstanciacin; la verdadera cena de la Nueva Alianza. As pues, cada parte o seccin debe considerarse, en cierto modo, independiente de las otras; mientras que cada uno de los rituales era indispensable y anunciador de los dems ya que la humanidad-inicialmente representada por la presencia de los discpulos-fue conducida desde un antiguo estadio evolutivo hacia una nueva conduccin (gua).

Pasado y futuro se tocaron durante aquella noche, y esto qued claro a los discpulos gracias a la secuencia de las partes de la fiesta.