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103/2 IAG

Manual de buenas prácticas agrícolas

E\ EL C_,LTIVO DE TOMATE

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET) Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG)

Costa Rica 2012

FAO MINAET MAG

Manual de buenas prácticas agrícolas

E\ EL CJLTIVO DE TOMATE

Proyecto MINAET / MAG / FAO para mejorar las

capacidades de evaluación del riesgo de contaminación

ambiental por la aplicación de plaguicidas en el cultivo

de tomate Lycopersicum esculentum.

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ABli. 2017 Contenido

Presentación 5

¿Qué son las Buenas Prácticas Agrícolas? 6 Preparación del material didáctico:

¿Quiénes se benefician de las Buenas Prácticas Agrícolas? 6 Róger Meneses Castro, consultor BPA

¿Qué promueven las Buenas Prácticas Agrícolas? 6

Equipo de proyecto interinstitucional: 1. Trazabilidad o Rastreabilidad 7

Por la Organización de las Naciones Unidas 2. Material de Siembra o Almácigo 8 para la Agricultura y la Alimentación (FAO):

3. Historial del Terreno 10 Octavio Ramírez

4. Manejo del Suelo 12

Por la Dirección de Gestión de Calidad 5. Fertilización 14 Ambiental del Ministerio de Ambiente,

Energía y Telecomunicaciones: 6. Riego 16

Licidia Rojas Rojas 7. Protección del Cultivo — Uso de Plaguicidas 19 Elidier Vargas Castro

José Fabio Sojo Chaves 8. Cosecha, Transporte y Pos-cosecha 30

9. Manejo de Residuos y Agentes Contaminantes 34 Por el Servicio Fitosanitario del Estado del

Ministerio de Agricultura y Ganadería: 10. Protección Ambiental 35

Luis Matarrita Díaz ANEXO 1: Manejo Integrado de Plagas (MIP) 37

1--040 6 7.9

Manual de buenas prácticas agrícolas en el cultivo de tomate

ANEXO 2: Formatos de Registros 42

Referencias Bibliográficas 45

Website consultados 46

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Presentación

Este manual va dirigido a todos aquellos productores y pro-ductoras de tomate, que están comprometidos con el cuido y protección de la salud y ambiente. Y es que ustedes enfrentan un gran reto, pues como sabemos, el tomate es uno de los cultivos que más riesgo de contaminación tiene debido al uso intensivo de plaguicidas para el control de plagas, las cuales se han acentuado producto de las condiciones climáticas que se vienen experimentando recientemente.

Con el ánimo de acompañarlos en esta labor, hemos elaborado este material, con el cual los queremos invitar a leer, estudiar y compartir con otros productores estos conocimientos. En este manual encontrarán una serie de recomendaciones y consejos que les permitirán reducir los riesgos de todo tipo de contaminación, así como la implementación de lo que llamamos "Buenas Prácticas Agrícolas". Además encontrarán información acerca de algunos de los reglamentos y leyes que consideramos es importante que ustedes conozcan.

De esta manera los ministerios de Ambiente, Energía, y Telecomunicaciones (MINAET) y Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (DIGECA) y el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) respectivamente, con el apoyo de la FAO, hemos querido apoyar y acompañar el trabajo que día a día hacen cientos de productores a lo largo del país.

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3 Cuidado de la biodiversidad

De mayor calidad para mejorar la nutrición y alimentación

Mejorar la seguridad alimentaria

No contaminar aguas,

ni suelos Alimentos sanos

Manejo racional de agroquímicos

No contaminados 2

1 Seguridad

de las personas

3 Inocuidad* Alimentaria

Mejorar el bienestar de la familia agrícola

2 Ambiente

Mejorar las condiciones de los trabajadores y

consumidores

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MINAET MAG


¿Qué son las Buenas Prácticas Agrícolas?

Son recomendaciones técnicas que deben ser aplicadas a la producción, procesamiento y transporte de alimentos, orientadas a cuidar la salud humana (del productor y sus trabajadores, y consumidores), y el proteger al medio ambiente.

¿Quiénes se benefician de las Buenas Prácticas Agrícolas?

1. Los agricultores y sus familias que obtendrán alimentos sanos y de calidad para asegurar su nutrición y alimentación y generarán un valor agregado en sus productos para acceder de mejor forma a los mercados.

2. La población en general, que disfrutará de productos de mejor calidad y un mejor medio ambiente.

¿Qué promueven las Buenas Prácticas Agrícolas?

*tQué es Inocuidad? Es la calidad de un producto que no daña a la salud del consumidor.

1. Trazabilidad o Rastreabilidad

La trazabilidad es una herramienta para conocer todo lo que pasa desde la siembra del tomate hasta que llega al consumidor, ó sea todas las fases por las que pasa el producto (adquisición, producción, recolección, distribución, entre otras).

Objetivo de trabajar con trazabilidad: Identificar el origen del producto y todas las actividades realizadas para lograr su obtención hasta la etapa de entrega del producto.

¿Para qué sirve la trazabilidad?

• Ideal para poder detectar posibles fuentes de contaminación a lo largo del proceso agrícola o de campo.

• Permite llegar al origen de los problemas y corregirlos a tiempo.

Prácticas que se deben implementar:

1. Identificación de lotes o parcelas de producción, con nombres o números.

2. Guardar las facturas de compra de:

• Almácigo. • Plaguicidas • Fertilizantes • Venta de tomate

3. Registrar o anotar en un cuaderno o libreta o en formatos como los que se indican en el anexo 2:

• Siembra (con fecha, variedad del tomate y nombre de las personas que participaron).

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• Aplicación de plaguicidas y fertilizantes (con fecha, nombre del producto, dosis, plaga que controla, persona que aplicó, período de carencia o cantidad de días antes de la cosecha, período de reingreso).

• Cosecha (con fecha, personas que participaron).

• Fecha de entrega de producto al comprador.

• Que procedan de viveros o semilleros autorizados y cuya confiabilidad se apoye en un certificado reconocido,

• Guardar las facturas de compra del almácigo.

Así se garantizan la obtención de resultados favorables y evitan aplicar plaguicidas o fertilizantes.

2. Material de Siembra o Almácigo

Los productores deben elegir el material de siembra con base en los siguientes criterios:

• Elegir plantas sanas y descartar las débiles o con señales de enfermedad,

• Que sean variedades resistentes a plagas,

• Que sean semillas certificadas (solicitar copia de documento que certifique la calidad),

Objetivo de trabajar con un buen manejo del almácigo:

Minimizar el uso de plaguicidas y fertilizantes en los cultivos.


Si el semillero o vivero es del productor, debe contar con un registro que garantice el control de plagas de la planta, que incluya lo siguiente:

• Fecha

• Producto aplicado (autorizado para tomate en C.R.)

• Lote o sección de la finca o parcela donde se aplicó

• Nombre de la persona que lo aplicó

• Nombre del Profesional que lo recomendó

• Dosis utilizada

,S)UADERMIO

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Para la siembra o trasplante, debe realizarse según las distancias adecuadas a la especie, a la variedad y al sistema de riego elegido. De esa forma se evitará la aplicación innecesaria de plaguicidas para proteger el cultivo de plagas o de fertilizantes para nutrir las plantas.

Elegir plantas sanas y descartar las débiles o con señales de enfermedad

Usar herramientas y equipo limpios y desinfectados

3. Historial del Terreno

Los productores deben asegurarse de que van a cultivar en un terreno apto para la producción agrícola y hacer una evaluación para identificar los riesgos y fuentes potenciales de contaminación para el cultivo.

Si la evaluación muestra un riesgo no controlable o señala que las probabilidades de contaminación son altas, el terreno no debería utilizarse para cultivar tomate.

Objetivo de tener un historial del terreno: Conocer los antecedentes del terreno para identificar los riesgos que pueda haber para el cultivo del tomate.


El historial del terreno se obtiene levantando la siguiente información:

a. Capacidad de uso del suelo (tipo, drenajes, pendiente, precipitación, otros).

b. Zonas que presentan riesgo de erosión.

c. Disponibilidad de fuentes de agua.

d. Impacto ambiental en áreas adyacentes o en áreas de protección (según Ley Forestal N° 7575, artículo 33, incisos a, b y c).

e. Si hay animales de granja en las cercanías o en terrenos adyacentes.

f. La erosión causada por actividades anteriores.

g.

h.

i. Si ha sido un sitio de manejo de desechos sanitarios.

j. Si han existido problemas de plagas y enfermedades.

k. Averiguar cuál fue el uso del terreno previo a la siembra de tomate (incluyendo hasta donde sea posible el uso de plaguicidas para identifica kg. d 1,1,4 p

Peligros potenciales de inundación o sequía.

Si hubo botadero de basura y/o desechos tóxicos.

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MINAET MAG


implementar medidas para evitar la contaminación del cultivo, la propagación de plagas y el escurrimiento de agua que haya estado en contacto con desechos de animales o con cualquier otro contaminante.

• Contar con barreras vivas, para evitar la contaminación por atomizaciones, de los vecinos y a los vecinos, según lo establece la normativa nacional vigente.

• Respetar las distancias mínimas recomendadas para cada plaguicida en relación con viviendas y locales donde puedan encontrase personas

• El uso del agua en el campo debe limitarse evitando el desperdicio; no hay que olvidar que la presencia de agua atrae animales.

• En caso que la pendiente de la (s) finca (s) vecina (s) pudiera presentar escurrimientos y contaminar los terrenos aledaños, se debe abrir zanjas alrededor de la zona de producción para evitar dicha contaminación.

Darles mantenimiento a las cercas vivas; podar y limpiar los linderos para prevenir la propagación de plagas y la acumulación de basura.

5. Fertilización

los productores deben asegurarse que el manejo nutricional responda a las necesidades reales del cultivo; es decir, es necesario tomar en cuenta la cantidad de nutrientes disponibles en el suelo y la cantidad de nutrientes que el cultivo necesita, a través de análisis de suelo y foliares.

Objetivo: Evitar la aplicación de fertilizantes en cantidades superiores a las que requiere el cultivo, para evitar la contaminación del suelo y del agua, así como reducir los costos de producción.


Hacer análisis foliares y de suelo, con base en éstos elaborar e implementar un programa de fertilización adecuado y firmado por un profesional en ciencias agronómicas.

• El equipo utilizado en la fertilización debe estar bien calibrado y mantenerse en buen estado, para evitar fugas y pérdidas, y asegurar una aplicación homogénea.

• No aplicar más de lo necesario para evitar contaminar aguas y suelos.

• Anotar las aplicaciones de fertilizantes que se realizan (ver ejemplo en anexo 2).

• No utilizar aguas provenientes de desechos humanos y/u otro tipo de aguas residuales contaminadas.

• Si se usa abono orgánico, debe haber tenido un tratamiento de compostaje antes de su aplicación.

• Se debe usar el siguiente Equipo de Protección:

Botas y guantes

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• Con respecto al almacenamiento de los fertilizantes hay que cumplir con lo siguiente:

Utilizar solo fertilizantes registrados.

Los fertilizantes deben estar debidamente separados y aislados de las semillas, forrajes, productos cosechados y plaguicidas.

Los fertilizantes deben mantenerse sobre tarimas, para evitar que la humedad los dañe.

Llevar un inventario de los productos y de las cantidades almacenadas. Cada vez que se retire un producto, debe hacerse el registro correspondiente e identificar, además, a la persona que lo retiró.

Objetivo de manejar correctamente el agua de riego: Prevenir la contaminación física, química y microbio-lógica del producto por utilización de aguas de mala calidad o por exceso de humedad, además se busca no contaminar los ríos, nacientes y quebradas entre otros.


6. Riego

El riego en los tomatales, es uno de los factores de posible contaminación del cultivo, aparte que el agua es un recurso natural escaso, por lo que es fundamental aplicar buenas prácticas para reducir el consumo de agua y los riesgos de contaminación en el tomate.

• Aplicar riego de acuerdo con la necesidad de agua del cultivo (no regar de más).

• Utilizar técnicas de riego que eviten las pérdidas de agua y la erosión, tales como: sistemas de reutilización del agua, mantenimiento de los equipos de riego (tuberías, mangueras y llaves), entre otras.

• Evaluar los riesgos potenciales de las fuentes de agua y del sistema de distribución del agua de riego.

• Hacer análisis del agua que usa para riego en un laboratorio adecuado. Debemos recordar que en el agua se encuentran diferentes microbios, causantes de muchas enfermedades gastrointestinales como:

Amibiasis, provocado por Entomoeba histolitica.

Parasitosis severa, causada por Escherichia coli.

Salmonelosis, causado por Salmonella spp.

Cólera, causado por Vibrio cholerae.

Incluso la Hepatitis B.

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MINAET

MAG


• No arrojar restos de plaguicidas o envases de plaguicidas a los canales de riego.

• No lavar los equipos de aplicación de plaguicidas en riachuelos, ríos, quebradas u otros cuerpos de agua.

• Es prohibido usar aguas residuales para el riego del tomate. Entiéndase como aguas residuales: aguas de desecho de casas de habitación, producto del lavado de envases de plaguicidas y producto de otras actividades agropecuarias e industriales.

• Proteger los depósitos y canales de agua de animales, pájaros, etc.

• Mantener libre de basura los cauces, las áreas y los equipos de bombeo y los canales de distribución del agua de riego para evitar su contaminación.

• Lleva un registro en un cuaderno o libreta del uso del agua de riego utilizada, anotando como mínimo, fecha y volumen aproximado (tomando como guía horas de inicio y final).

7. Protección del Cultivo - Uso de Plaguicidas

El uso de plaguicidas para el control de plagas es importante para mantener el cultivo sano y la calidad de los productos, pero deben aplicarse de manera que no contaminen los frutos de tomate, ni el ambiente, y que tampoco pongan en peligro la salud de los trabajadores.

Objetivo: Prevenir la contaminación del tomate y del ambiente, y proteger la salud de los trabajadores.


Sobre el Manejo Integrado de Plagas

• Antes de hacer el control con plaguicidas, se debe tomar en cuenta primero que todo el uso de técnicas de Manejo Integrado de Plagas, las cuales se explican en el Anexo 1.

• Realizar y registrar evaluaciones periódicas de plagas en el campo, para evaluar si es necesario aplicar plaguicidas.

• Seguir las recomendaciones anti-resistencia contenidas en la etiqueta, para asegurar la efectividad de los productos fitosanitarios disponibles.

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2. Sobre las aplicaciones:

• Sólo deben utilizarse los productos registrados y autorizados para los cultivos donde se apliquen en el Servicio Fitosanitario del Estado del Ministerio de Agricultura y Ganadería.

• Todas las aplicaciones de plaguicidas deben estar justificadas y hay que hacerlo en las dosis adecuadas, según las recomendaciones técnicas indicadas en la etiqueta o panfleto.

• Las recomendaciones deben provenir de un profesional en ciencias agronómicas.

• Respetar el tiempo de espera que dice el panfleto, para que vuelvan a entrar personas al área aplicada o período de reingreso.

• Respetar lo que indica el panfleto que viene junto con el envase del plaguicida, en cuanto a los días que deben haber entre la aplicación del plaguicida y la cosecha del tomate o período de carencia.

• No se deben usar plaguicidas vencidos o en mal estado (Verificar fecha de vencimiento).

3. Sobre la Preparación de la Mezcla:

• La preparación de la mezcla de los plaguicidas debe hacerse de acuerdo a las instrucciones que indica el panfleto y en lugares apropiados, lejos de ríos, quebradas o nacientes.

• Antes de hacer las mezclas se debe verificar la calidad del agua para garantizar la efectividad de los plaguicidas o que la mezcla se convierta en una fuente de contaminación para el cultivo; revisar pH (acidez) y salinidad del agua.

• La efectividad de los plaguicidas puede variar de acuerdo al nivel de pH y salinidad que tenga el agua, por lo que es importante revisar éstos antes de hacer la aplicación, ya que va a influir en el control de plagas, así como en los costos.

4. Sobre los registros de aplicaciones:

• Se deben registrar las aplicaciones en un cuaderno o libreta siguiendo el formato de registro del anexo 2, indicando la siguiente información (ver ejemplo):

Fecha Producto o plaguicida aplicado Dosis utilizada Plaga por la que se hizo la aplicación Área cubierta en la aplicación Período de carencia Período de reingreso Trabajador

• Conservar la recomendación escrita y firmada por el técnico o profesional.

• Conservar las facturas de los plaguicidas registrados y autorizados para el cultivo donde se apliquen.

5. Sobre los Equipos de Aplicación:

• Los equipos de aplicación se deben mantener en buenas condiciones.

• Los equipos de aplicación de plaguicidas deben ser calibrados regularmente (depende del ciclo de cultivo) según su uso, con la supervisión de un profesional en ciencias agronómicas para no gastar más producto de la cuenta.

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6. Sobre los Sobrantes de mezcla:

• Los sobrantes de la aplicación de plaguicidas o el agua del lavado de los equipos de aplicación deben manejar-se de acuerdo con lo indicado en la etiqueta y panfleto, además de la legislación vigente.

El desecho o destrucción de plaguicidas no utilizables deberá realizarse en estricto acatamiento de las normas técnicas y las disposiciones específicas promulgadas por el Ministerio de Salud en conjunto en el Ministerio de Agri-cultura y Ganadería.

Toda persona natural o jurídica que fabrique, reenvase, reempaque, almacene, transporte, manipule y aplique plaguicidas está obligada a recoger y desnaturalizar los derrames que se produzcan en tales actividades, de acuerdo con lo indicado en la etiqueta del producto.

Se prohíbe dejar abandonados en el campo, patio u otros lugares, residuos de plaguicidas o envases vacíos que ha-yan contenido plaguicidas.

Se prohíbe la destrucción por incineración de empaques o remanentes de plaguicidas.

Las operaciones de descontaminación del equipo de apli-cación y de desnaturalización de remanentes de plaguici-das, deben ser realizadas por personas debidamente en-trenadas para ese fin, bajo la responsabilidad del patrono, conforme con las medidas de seguridad e higiene esta-blecidas por el Ministerio de Salud. Las aguas utilizadas en el lavado del equipo de aplicación no deben ser vertidas

en corrientes de agua o en el sistema de alcantarillado público.

7. Sobre el Almacenamiento de Plaguicidas:

• El almacenamiento de los plaguicidas se debe hacer de acuerdo con los artículos 3° al 6° del Reglamento de Ex-pendios y Bodegas de Agroquímicos (Decreto Ejecutivo 28659$) del Ministerio de Salud.

Artículo 3°: Ubicación

Guardar una distancia mínima de 3 metros del límite de propiedad y de la vía pública.

Guardar una distancia mínima de 3 metros de otras edificaciones existentes en el mismo terreno, excepto cuando el edificio o locales vecinos estén dedicados a actividades afines o compatibles.

Estar ubicados frente a vía pública o por lo menos contar con un camino de acceso a ella, de un ancho no menor de 5 metros.

Ninguna bodega de agroquímicos podrá ubicarse a menos de 50 metros de un centro educativo, hospital o clínica.

Artículo 4°: Condiciones físico sanitarias de las instalaciones

Pisos, paredes, y estantes de materiales resistentes al fuego, lisos, no porosos y que no se reblandezcan al entrar en contacto con el agua, o los productos que se almacenen.

Sistema adecuado de retención de derrames, incluyendo la disponibilidad de recipientes vacíos, palas y material absorbente (adecuado para el tipo de plaguicida). Ubicados en un área de fácil acceso, para su rápida utilización; rotulados y serán utilizados exclusivamente para derrames.

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Techos con una altura mínima de 2.5 metros, medidos del piso al cielo raso o cercha.

Área de ventilación natural, no inferior al 20% de la superficie del piso.

Disponibilidad y uso adecuado del equipo de protección personal completo y en buen estado, para la carga, descarga y recolección de derrames, de los agroquímicos que se manejan en el establecimiento.

Separación, de acuerdo a la normativa vigente, de las áreas de comedor y de trabajo.

Artículo 5°: Del almacenamiento

Los estantes para el almacenamiento de los productos, deben ser de material resistente al fuego e impermeable. El almacenamiento de los productos en el estante debe permitir la circulación interna del aire. La altura máxima para colocar los productos no podrá ser mayor de las tres cuartas partes de la altura total del establecimiento. No deben existir instalaciones descubiertas o iluminación artificial, sobre los estantes. Estas deben estar sobre áreas del paso.

Los productos deben almacenarse identificados con sus correspondientes etiquetas; ser agrupados de acuerdo a su afinidad físico química, atendiendo su grado de toxicidad y manteniendo una adecuada separación entre cada grupo, entre ellos y con la pared, de manera que se favorezca la ventilación.

Artículo 6°: De la organización del trabajo

Los trabajadores deben estar capacitados en el manejo seguro de agroquímicos.

Contar con rótulos que indiquen claramente los riesgos asociados a los agroquímicos.

Contar con las Hojas de Seguridad, en español, de los productos que se almacenen.

Poseer un botiquín de emergencias con los elementos acordes a la actividad y sus riesgos. Además, se deberá contar con personal capacitado en su uso.

Mantener un rótulo visible con los números de teléfono del Centro Nacional de Intoxicaciones, del Hospital, Centro de Salud, Cruz Roja y Cuerpo de Bomberos más cercano.

Todo producto deteriorado o sin etiqueta, debe ser retirado y almacenado aparte, identificado y devolverlo al distribuidor para su correcta disposición.

También se debe cumplir con las siguientes indicaciones para el almacenamiento:

• Cuando se almacenan pequeñas cantidades, usar una pequeña bodega cerrada en un lugar lejos de la casa.

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FAO MINAET MAG Manual de buenas prácticas agrícolas en el cultivo de tomate

• Este lugar debe ser: cerrado con llave, seguro, fresco y ventilado.

• Llevar un inventario de los productos y de las cantidades almacenadas. Cada vez que se retire un producto, debe anotarse e identificar a la persona que lo retiró.

• Los plaguicidas deben estar completamente separados y aislados de las semillas, productos cosechados, fertilizan-tes y cualquier producto comestible.

• Señalizar el lugar con los siguientes carteles: "PELIGRO", "VENENO", "NO FUMAR", "NO BEBER", "NO COMER", "NO TOCAR".

• Colocar en los lugares de almacenamiento rotulaciones o afiches con indicaciones de precaución, advertencia y con las acciones que se deben tomar en caso de emer-gencias: Derrames, contacto en cuerpo o intoxicación con plaguicidas.

8. Sobre el Uso del Equipo de Protección Personal (EPP):

Es obligación usar el siguiente equipo para la aplicación de plaguicidas:

Sombrero

Respirador

Guantes

Espaldero

Botas

Camisa manga larga y pantalón largo

9. Sobre el Manejo de Envases Vacíos de Plaguicidas:

El productor no debe reutilizar los envases vacíos de plaguicidas de ninguna manera.

El productor debe hacer triple lavado a los envases vacíos de plaguicidas. Devuelve el agua de lavado al tanque del equipo de aplicación.

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• Luego del lavado, los envases son perforados para evitar su reutilización.

• Los envases vacíos de plaguicidas se deben almacenar y rotular de manera adecuada y segura hasta el momen-to de su recolección a través de un programa oficial de recolección, que para ello tiene la Fundación Limpiemos Nuestros Campos (Tel 2234-9812).

10. Análisis de Residuos de Plaguicidas

• Es importante hacer un análisis de residuos de plaguicidas en muestras representativas de tomate cosechado, una vez cada cosecha.

• Consultar al profesional de extensión de la zona o técnico del Servicio Fitosanitario del Estado, para llevar a cabo la toma de las muestras de tomate que se analizarán.

SERVICIO FITOSANITARIO DEL ESTADO

• Pedir una copia del análisis hecho por el laboratorio.

• Los residuos de plaguicidas no deben exceder los lími-tes establecidos en el Reglamento Técnico de Límites Máximos de Residuos de Plaguicidas en Vegetales D.E N°35301MAG-MEIC.

Definición Límite Máximo de Residuos (LMR): Es la concentración máxima de un residuo de plaguicidas y/o metabolitos permitida legalmente en vegetales, para consumo humano.

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8. Cosecha, Transporte y Pos-cosecha

El tomate está propenso a contaminarse durante la cosecha, principalmente si los trabajadores no cumplen con la higiene o si los recipientes que se usan en la recolección de frutos están sucios o en malas condiciones.

La contaminación también puede darse durante el almacena-miento y el transporte del producto cosechado; de ahí la impor-tancia de adoptar buenas prácticas, para minimizar los factores de riesgo.

Objetivo: Evitar la contaminación del tomate cosechado, utilizando buenas prácticas de higiene, tanto de los trabajadores como de los recipientes y equipo utilizados en la cosecha, así como durante el almacenamiento y en el traslado del producto.


• Los trabajadores deben conocer y cumplir con los princi-pios básicos de higiene y comportamiento personal:

Lavado de manos No portar anillos, relojes, pulseras o cadenas

Corte de uñas

Cabello recogido Uso de ropa adecuada

Limpieza general

No fumar

No escupir Cuando se tiene enfermedades contagiosas o con síntomas (diarreas, vómitos, etc.) no se debe manipu-lar el tomate

Higiene de recipientes usados para la cosecha:

MARMOZA SUS ÑA, CR... ARPADAS Y SIN •IIRAR

1110 PROHIBIDO

ESCUPIR

1. Cosecha:

Riesgos de higiene y seguridad:

• Primero que todo se deben analizar los riesgos de higiene y seguridad relacionados con las actividades de cose-cha de tomate.

• Con base en los riesgos analizados, se establecen las condiciones en las cuales se debe llevar a cabo la co-secha de tal forma que reduzca los riesgos de higiene y seguridad.

• Los recipientes (cajas, baldes) que se usan para echar el tomate deben limpiarse antes de ser usados y estar cla-ramente identificados para no confundirlos con envases que tienen otro uso.

• No utilizar recipientes de plaguicidas y fertilizantes para depositar el tomate cosechado.

• Los recipientes que se utilizan para cosechar el toma-te sólo son utilizados para éste, por ejemplo no deben usarse para contener agroquímicos, lubricantes, aceites, sustancias químicas de limpieza, desechos vegetales u otros, herramientas, bolsas, etc.

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Áreas específicas para consumir alimentos:

Los trabajadores deben comer y beber en áreas específicas o comedores, separa-das de los productos, lejos de las áreas de siembra, cosecha, manipulación, almace-namiento y transporte.

buen estado. Se limpian y mantienen en No transportar ¡unto a

animales, ni agroquímicos

• Debe existir rótulos o avisos en lugares visibles que indi-quen a los trabajadores lavarse las manos correctamen-te antes de manipular el tomate, después de haber utili-zado los servicios sanitarios.

3. Manejo Pos-cosecha:

• Las instalaciones donde se almacena el tomate cosechado deben estar completamente limpias.

2. Transporte:

Los vehículos utilizados para el transporte de tomate. Instalaciones sanitarias:

• Los trabajadores deben tener acceso a servicios sanita-rios (puede ser letrina), equipados con papel higiénico, agua potable y jabón.

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• Revisar el lugar de almacenamiento regularmente por den-tro y fuera la presencia de animales (roedores, perros, gatos y pájaros) o insectos.

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Si existe presencia, implementar barreras que impidan su en-trada y en el caso de roedores e insectos, colocar trampas y cebos, indicando en un plano o croquis sencillo los puntos donde éstas se han ubicado.

• Evitar el uso de cebos tóxicos dentro de los almacenes para evitar la contaminación de los productos.

9. Manejo de Residuos y Agentes Contaminantes

Comprende actividades para evitar, reducir, reutilizar y reciclar los residuos que se deriven de la producción en el campo.

Objetivo de un buen manejo de residuos: Manejar responsablemente los desechos y materias con-taminantes que se deriven de la producción de tomate.


• La parcela y todos sus alrededores deben mantenerse limpios de basura y desperdicios, para evitar las plagas.

• Ubicar lugares o áreas dentro de la parcela, para colo-car de forma separada la basura generada durante el día, los desechos de plantas y frutos de tomate y los en-vases vacíos de plaguicidas. Estos deben ser removidos todos los días, recordando que los envases vacíos deben ser almacenados completamente por separado en el lu-gar asignado para éstos.

• Los residuos de tomates desechados, así como las plan-tas enfermas y las que quedan al final de la cosecha, deben recogerse y ser eliminados del área de cultivo.

• El plástico usado como cobertura debe recogerse para su respectivo reciclado.

10. Protección Ambiental

Los productores deben conocer los aspectos que generan impacto ambiental y promover la mejora y la preservación en la parcela de producción.

Objetivo: Minimizar el impacto de la producción de tomate en el ambiente.

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MINAET MAG Manual de buenas prácticas agrícolas en el cultivo de tomate

El productor debe hacer un listado de las actividades que cau-san un impacto negativo, producto de la producción de tomate dentro de la parcela donde se encuentra produciendo.

Por ejemplo:

Aplicación de insecticidas, fungicidas y nematicidas:

• Contaminación del suelo • Contaminación del río, quebrada o acequia • Contaminación del aire

Establecer las acciones que el productor debe implementar para reducir el riesgo de los posibles impactos negativos que él mismo ha identificado.

Por ejemplo:

Acciones para reducir riesgos por las aplicaciones:

• Dar un manejo adecuado a los residuos y dese-chos de las aplicaciones.

• Buscar el plaguicida que sea menos contaminante. • Acatar las recomendaciones del panfleto y etiqueta. • Darle mantenimiento a la bomba de aplicación. • Calibrar la bomba. • Revisar que no hayan fugas. • Revisar pH del agua, para evitar rápida corrosión

en las partes metálicas de la bomba. • Considerar el Manejo Integrado de Plagas (MIP)

antes de aplicar plaguicidas.

ANEXO 1

Manejo Integrado de Plagas (MIP)

Las técnicas de MIP se pueden dividir en tres categorías:

Prevención La adopción de métodos de cultivo que podrían reducir la in-cidencia e intensidad de ataques de plagas, por lo tanto redu-ciendo también la necesidad de intervención.

Observación y Control Determinará cuándo y en qué medida hay presencia de plagas y de los enemigos naturales de éstas. Esta información se utilizará para conocer las técnicas de manejo requeridas.

Intervención En situaciones donde un ataque de plaga afecte negativa-mente el valor económico del cultivo, puede ser necesaria una intervención con métodos específicos de control de plagas, in-cluyendo productos fitosanitarios. En lo posible, se deberán con-siderar métodos de intervención no-químicos.

Cumplir con la Ley Forestal N° 7575, artículo 33, incisos a, b y c, sobre la protección de cauces de agua.

Controlar el uso de energía dando mantenimiento a los equipos y a la maquinaria de tal forma que se asegure un consumo óp-timo energético (por ejemplo moto bombas).

1. Prevención:

Rotación de Cultivos, exclusión de plagas y gestión de suelos: Incluye una variedad de técnicas para reducir la prolifera-ción de plagas, tales como:

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Rotación adecuada de cultivos para minimizar la incidencia de plagas;

Una adecuada selección de la zona y la utilización de ba-rreras físicas o biológicas para evitar la incidencia de plagas;

• Mejoras en la estructura del suelo;

• Aumentar el contenido de materia orgánica;

• Utilización de coberturas de suelo (mulc hes);

• Esterilización del suelo y de los sustratos por medios térmicos (más que químicos - por ejemplo, vapor, solarización).

Selección de variedades vegetales y materiales de siembra adecuados:

• Incluyendo el uso de variedades de plantas resistentes o con tolerancia a las plagas, si estuvieran disponibles y fueran co-mercialmente viables;

• La adquisición de material de siembra sano (por ejemplo, certificado libre de plagas) de un proveedor acreditado.

Buena higiene de los cultivos:

Incluye la eliminación de plantas infectadas o enfermas y residuos de los cultivos;

• El control de malas hierbas que puedan servir de planta huésped para las plagas del cultivo;

• La limpieza y desinfección de la maquinaria y equipos.

2. Observación y Control:

Control del cultivo: • Incluye inspecciones rutinarias y regulares para verificar la

incidencia de plagas en el cultivo;

• Identificación e inspección de la presencia de enemigos na-turales de las plagas;

• El uso de feromonas y otros sistemas de trampas relevantes para el control de plagas.

Empleo de modelos de decisión para identificar la necesidad y el momento de utilizar estrategias de intervención:

• Utilización de información sobre umbrales económicos de incidencia de plagas en la toma de decisiones;

• Aplicaciones basadas en guías técnicas solventes;

• En informaciones de temperatura, humedad, pluviosidad, granizo, helada, etc.

3. Intervención:

Los productos fitosanitarios registrados pueden ser muy efectivos en la gestión de plagas y esenciales en algunas circunstancias, por ejemplo, para controlar la presencia de plagas durante la cuarentena en cultivos destinados a la exportación. Sin embargo deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:

Utilización selectiva de plaguicidas de tal forma que se reduzca el riesgo de desarrollo de resistencias:

• Incluyendo el uso de plaguicidas registrados y selectivos que tienen un impacto adverso reducido sobre las especies no-objetivo (por ejemplo, reguladores del crecimiento de in-sectos, jabones insecticidas, aceites minerales y vegetales, extractos de plantas);

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FAO

MINAET MAG


• Uso de plaguicidas selectivamente (por ejemplo, tratamien-to de semillas, tratamientos en rodales en situaciones donde la plaga aparece por rodales y no extendida por todo el cultivo);

• Uso de tratamientos en cebo cuando sea posible; alternar sistemáticamente los plaguicidas con diferentes grupos químicos para una gestión efectiva de resistencia. Si fuera necesario el control de plagas durante la cuarentena para cumplir con la reglamentación del país importador, se po-drán aplicar plaguicidas autorizados, pero en combinación con otras medidas (por ejemplo, zonas libres de plaga o con baja prevalencia de éstas; tratamientos Pos- cosecha) para lograr un control equivalente.

Utilizar enemigos naturales y otros métodos biológicos de control comercialmente disponibles:

Incluyendo la gestión del medio ambiente del cultivo para mejorar el nivel de enemigos naturales (por ejemplo, crean-do un hábitat favorable);

Cuando sea apropiado, introducir depredadores y parási-tos para el control de insectos (por ejemplo, en cultivos de invernadero o en campos donde no se apliquen productos fitosanitarios en pulverizacion);

• El uso selectivo de agentes de control microbiológico apro-piado y comercialmente disponible (por ejemplo, Bacillus Thuringiensis, nemátodos parásitos del insecto, productos fúngicos y virales específicos de los insectos);

• Considerar el uso selectivo de otros métodos de control (por ejemplo, feromonas que interrumpen el apareamiento, téc-nicas de esterilización del insecto, etc.).

Utilizar otros métodos para el control de plagas:

Incluyendo métodos mecánicos, por ejemplo, controlando las malas hierbas con segadoras o cultivadores; utilizar trampas para el control de insectos, etc.

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ANEXO 2. Formatos de Registro Registro de siembra o trasplante

Fecha

Lote

Área Sembrada

Variedad

Trabajador

Registro de aplicación de fertilizantes y plaguicidas

Fecha

Producto

Dosis

Plaga

Área

Periodo Carencia'

Periodo Reingreso2

Trabajador

Fertilizante Plaguicida sólo para plaguicida

sólo para plaguicida

sólo para plaguicida

1. Período de carencia: Cantidad de días que hay que dejar antes de cosechar el tomate, después de haber

aplicado el plaguicida.

2. Período de reingreso: Cantidad de horas o días que hay que dejar antes de volver a entrar al área de tomate, después de haber aplicado el plaguicida.

Reg i

stro

de

cose

c ha

FAO

MINAET

MAG Manual de buenas prácticas agrícolas en el cultivo de tomate

Referencias Bibliográficas

Codex Alimentarius (2006). Principios para la rastreabilidad/ rastreo de productos como herramienta en el contexto de la inspección y certificación de alimentos (CAC/GL 60- 2006).

Codex Alimentarius (2003). Código de prácticas de higiene para las frutas y hortalizas frescas (CAC/RCP53-2003).

Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA (2008). Buenas Prácticas Agrícolas Guía para pequeños y medianos agroempresarios. Programa Interamericano para la Promoción del Comercio, los Negocios Agrícolas y la Inocuidad de los Alimentos.

Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica, Servicio Fitosanitario del Estado, Servicio de Extensión Agrícola (2009). Manual de Buenas Prácticas Agrícolas para la Producción de Piña.

Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica (2008). Buenas Prácticas Agropecuarias. San José, Costa Rica.

Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador, Organización de Estados Americanos (OEA).

Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Programa Nacional de Frutas de El Salvador (Frutal Es) (2009). Guía de Buenas Prácticas Agrícolas para El Cultivo de Marañón. San Salvador, El Salvador.

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) (2007). Manual "Buenas Prácticas Agrícolas para la Agricultura Familiar".

Unidad de Inocuidad de los Alimentos, Comisión Mexicana para la Cooperación con Centroamérica (2002). Manual de Buenas Prácticas Agrícolas, Guía para el Agricultor, Buenas Prácticas Agrícolas para Frutas y Hortalizas Frescas. México D.F.

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FAO

MINAET

MAG

Website consultados:

www.globlagap.org

www.primuslabs.com

www.mygfsi.com

www.tescofarming.com

www.sqlcom

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