ELPALACIOBORJA

enValencia

FACTUAL SEDE

DE LAS CORTES VALENCIANAS

Luis Arciniega García

CORTS VALENCIANES

Índice

PRESENTACIÓN 9

INTRODUCCIÓN 11

I. LOS DUQUES DE GANDÍA COMO PROPIETARIOS DEL PALACIO 15

II. SU UBICACIÓN Y CONCEPTO DE FACHADA 37

El espacio preexistente 38

La elección del lugar 46

La relación con el entorno 59

III. LA IDEA 69

Rodrigo de Borja (Alejandro VI), su hijo Pedro Luis

y los procuradores de ambos 71

La traza inicial del palacio y los maestros de obras de la ciudad:

Francesc Martínez alias Biulaygua y Pere Compte 78

IV. PROCESO CONSTRUCTIVO 107

Obras de acondicionamiento 107

La escalera del patio 110

Trabajos en los estudios 114

Labores de cantería 124

Las cuentas de .1489 a 1493 1.28

El palacio habitado y visitado 131

Las obras de remate en un palacio vacío 137

El palacio de los Borja en la arquitectura señorial valenciana 141

V OBRAS DE MANTENIMIENTO Y TRANSFORMACIÓN 159

El edificio después de las Germanías 160

El palacio de los Borja ausentes durante los siglos XVII y XVIII 167

La Casa Benavente como señora del palacio 172

El palacio tras la venta por parte de la Casa Osuna 181

VI. LA DIMENSIÓN SUBJETIVA 197

Fuentes literarias 197

Las representaciones gráficas 200

Toponimia callejera 202

Su inserción en las actividades festivas 210

VII. CASAS SEÑORIALES Y RECINTOS DE ESPÍRITU, FUNDACIÓN

DE LOS BORJA EN TIERRAS VALENCIANAS 225

El palacio ducal de Gandía: la sede de los estados 227

La casa de los Borja en Játiva 240

El palacio del conde de Oliva y otras casas heredadas en Valencia 241

Fundaciones religiosas 249

Comitencia, patronato y panteones de los duques de Gandía a través

de sus encargos en la catedral de Valencia 250

VIII. BIBLIOGRAFÍA 275

IX. APÉNDICE DOCUMENTAL 291

moloVNIVER5ITATDIVALiNCIA

CORTS VALENCIANES

Introducción

ese a la incuestionable importancia de laantigua casa señorial de los Borja en la

plaza de San Lorenzo de Valencia, reconocidapor los viajeros que la destacaron unáni-memente, así como por su rehabilitacióncomo sede de las Cortes Valencianas, hastafecha muy reciente no se ha procurado suestudio científico. Precisamente, con motivode la finalización de proceso conducente adarle un nuevo uso apareció un magníficotrabajo sobre el edificio que comprendía unanálisis del mismo en su historicidad, a cargode los profesores Daniel Benito y AmadeoSerra, acompañado de otros no menos intere-santes sobre sus propietarios los duques Gan-día, el entorno donde se ubica el edificio, laintervención arquitectónica y arqueológica,etc. Casi al tiempo, el profesor Miguel Falo-mir constató, en la publicación de su TesisDoctoral sobre la actividad artística en Valen-cia en la transición de los siglos XV y XVI, laausencia de equilibrio entre la trascendenciadel edificio y la práctica inexistencia de

EL PALACIO DE LOS BORJA EN VALENCIA

bibliografía que lo tratase, y publicó intere-santes datos inéditos que comprendían de1485 a 15091.

Reconocida la importancia histórica, arqui-tectónica y artística de este edilicio en los tra-bajos señalados, pudiera pensarse que la ausen-cia de estudios sobre él era debida a la pérdidade todo vestigio documental. En este sentido,numerosas son las referencias que nos hablansobre pérdida de documentos pertenecientes alestado de Gandía con motivo de la quema ydestrucción de su archivo en el palacio ducalde dicha villa a manos de los agermanados el25 de julio de 1521, cuando la obra se dabapor finalizada. Incluso, son frecuentes las men-ciones al deterioro de gran parte de los docu-mentos conservados, hasta el punto de quebastantes son de difícil lectura y peor manejo,por causas como la caída al río San Pedro devarias de las cajas que los transportaban conmotivo de la Guerra de la Independencia (2).

Sin embargo, las publicaciones de otros his-toriadores, como los citados en el primerpárrafo, y nuestras propias pesquisas, prontonos hicieron comprender que las lagunas deconocimiento sobre el edificio se debían a ladispersión de la documentación original fuerade nuestra Comunidad. Así lo constatamoscon las consultas que realizamos a muy diver-sos archivos con motivo de nuestros estudiossobre la comitencia artística de la familiaBorja, como el artículo "La capilla de los Borjaen la catedral de Valencia" (2001) y el libro LaMemória del ducal de Gandia i els seus títols

annexos (2001). Estos trabajos nos permitie-ron adelantar interesantes noticias sobre elpalacio valenciano, como la presencia a finalesdel siglo XV de Pere Compte, y, en general, delos arquitectos más prestigiosos activos enValencia en todo su proceso constructivo yaditivo.

No obstante, la labor desarrollada duranteaños no constituía una obra cerrada, sino unaaproximación heurística para realizar el vacia-do más certero de los fondos dé archivos quecontienen información al respecto, lo queprometía interesantes resultados. Animado einstado por don Carlos Martínez, maquetistaque persigue en el trabajo de los historiadoresel rigor para el suyo, así lo hice saber a la Mesade las Cortes Valencianas, a la que presenté unescrito relativo a la redacción de un estudiohistórico y artístico del edificio que alberga suactividad parlamentaria. El 26 de febrero de2002 esta institución accedió a la solicitudpresentada y el 1 de julio del mismo año seprocedió a la firma de un convenio de colabo-ración entre las Cortes Valencianas y la Uni-versitat de Valéncia – Estudi General.

El acuerdo, por un lado, nos ha permitidorealizar numerosas consultas, entre otros luga-res, en Toledo, Madrid, Barcelona y Gandía,además, de contar con la cooperación de doñaDesirée Juliana Colomer, que obtuvo una becapara colaborar en este proyecto durante tresmeses, y de doña Oreto Trescolí Bordes, becariade investigación de la Generalitat Valenciana,ambas doctorandas en el departamento de His-toria del Arte de la Universitat de Valéncia, y alas que agradezco su entusiasmo y disciplina. Y,por otro, nos ha facilitado el acceso al edificio,donde siempre he tenido la amabilidad y preo-cupación de la institución, personalizada en micaso en la muy excelente doña Marcela Miró.

***

El presente trabajo no pretende ser una mo-nografía al uso del actual inmueble, sino quetiene por objeto la historia del edificio que fuepropiedad de los duques de Gandía, del quequedan importantes vestigios materiales y mu-chas referencias documentales que salen a la

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INTRODUCCIÓN

luz, para mostrar los hábitos culturales y socia-les que animaron su construcción y devenir.

El capítulo I está dedicado a sus antiguospropietarios, los duques de Gandía. Primero,en manos de la familia Borja desde 1485, des-pués en la de la Casa de Benavente y, finalmen-te, en la de Osuna, hasta mediados del sigloXIX, momento en que se vendió el edificio.

El capítulo 11 aborda la ubicación del pala-cio y su inserción urbana. Por un lado, seidentifican los inmuebles adquiridos sobre losque se edificó un nuevo edificio para, de estemodo, incidir en aspectos como los deseos deeconomía en la obra o en el nivel de autono-mía o dependencia de lo construido respectoa lo ya encontrado y aprovechado en parte.Por otro, se ahonda en las razones de repre-sentatividad que llevaron a los Borja a elegir laplaza de San Lorenzo de la ciudad de Valenciacomo lugar donde asentar uno de sus pala-cios, enmarcando el análisis en las corrientesmunicipales e italianas de embellecimientourbano. Y, finalmente, se trata su relación conel entorno: el más inmediato, formarlo por lascalles circundantes y jardines particulares, yotro más lejano, que es el que alcanza la vista,con el perfil de la ciudad y la huerta extramu-ros como horizonte.

El capítulo III persigue establecer la respon-sabilidad de la construcción del palacio de losBorja en Valencia. En su encargo adquiereespecial relevancia Pedro Luis, primer duquede Gandía, y a quien apunta unánimemente lahistoriografía desde el cronista Gaspar Esco-lano. No obstante, su muerte se produjo enfecha muy temprana, su hermano y sucesorJuan de Borja estuvo ausente de Valencia lamayor parte del tiempo y, en mayor medida,estuvo claramente supervisado por su padre elcardenal Rodrigo de Borja, después Papa Ale-jandro VI. En este punto alcanzan una notable

importancia los hombres de confianza desig-nados por el padre para vigilar al hijo, que sonen definitiva los que llevan las cuentas de losgastos del dinero enviado desde Roma. Por loque respecta a la ejecución de la obra, tambiénresulta complejo establecer un único maestroresponsable de la idea rectora, a la que no hayreferencia explícita, como tampoco a su autor.Sin embargo, el momento y la frecuencia conla que aparecen en la documentación algunosnombres y la importancia de las obras quecontratan permiten inferir al respecto, por loque se trata con especial atención la figura delos maestros de obras de la ciudad: FrancescMartínez alias Biulaygua y Pere Compte.

El capítulo IV es el más extenso de este libroy trata el proceso constructivo del edificio en suépoca de mayor actividad, de 1485 a 1520,cuando se adaptan edificios preexistentes y seelevan otros, se construye la escalera de piedradel patio, se realizan importantes trabajos enlos estudios, labores de cantería en ventanas yotros elementos relevantes... En este lapso sededica especial atención a las cuentas conser-vadas de 1489 a 1493, y a la estancia que eneste último año realizó el segundo duque deGandía tras su boda, razón que permite pro-gresar en el uso de los diferentes espacios. Des-pués de estos años, aunque no se volvió a habi-tar de manera inmediata, constatamos las obrasde remate que se produjeron, hasta configurarun palacio que analizamos a través de su inser-ción en la arquitectura señorial valenciana.

El capítulo V, continuación natural del ante-rior, dedica una serie de epígrafes a las vicisi-tudes de esta casa desde las Germanías hastala actualidad, pero con especial atención altiempo en que fue propiedad de los duques deGandía, cuyos últimos poseedores culmina-ron el proceso que convirtió este inmueble envivienda plurifamiliar, almacén, teatro, etc.

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EL PALACIO DE LOS BORJA EN VALENCIA

El capítulo VI trata la dimensión subjetivadel palacio, por lo que analizamos cómo se hapercibido a lo largo del tiempo a través de susreferencias escritas en fuentes literarias, susrepresentaciones gráficas, su repercusión en latoponimia callejera y su inserción en las acti-vidades festivas. Todas presentan un clarocontraste entre la fuerte impronta de los ini-cios y el descuido posterior.

El capítulo VII aborda una serie de casasseñoriales y fundaciones religiosas de losBorja, que por su cronología o tipología sirvenpara entender soluciones del palacio valen-ciano. De este modo, se tratan las casas seño-riales de Torre de Canals, de Gandía, de Játivay las de Valencia, con especial atención a la dela calle Caballeros, que hasta el siglo XVI fuepropiedad de los Centelles; al igual que sehace una pequeña enumeración de fundacio-nes religiosas de los Borja y se hace hincapiéen la comitencia, patronato y panteones de losduques de Gandía a través de sus encargos enla catedral de Valencia.

El libro finaliza con un apartado de biblio-grafía y otro donde se transcriben algunosdocumentos que hemos considerado intere-santes para establecer el proceso constructivodel edificio.

* * *

El palacio que los duques de Gandía man-daron construir en la capital del entoncesReino de Valencia constituyó durante siglos laexpresión de su preeminencia entre la noble-za local. El inicio de una construcción conpretensiones prácticamente coincidió con laconcesión del ducado y, sin duda, el carácterrepresentativo fue voluntariamente persegui-do. Este criterio explica su ubicación urbana,sus espectaculares dimensiones, hoy princi-palmente observables en su fachada y en lainsinuación que en ésta tuvieron las estancias

de su planta noble. Y se mantuvo a lo largo deltiempo, aunque tempranamente languide-ciendo tras la muerte de los dos primerosduques. Este ocaso se aceleró cuando losposeedores del título abandonaron tierrasvalencianas o éste recayó en manos de otrosque nunca las pisaron. No obstante, el cuida-do de la obra y sus transformaciones dirigidasa una mayor habitabilidad estuvo delegado enlos más destacados arquitectos y artistas acti-vos en la capital. En definitiva, su análisis per-mite entender su devenir entre unas aspira-ciones grandilocuentes y un olvido inicuo.

Notas

I VVAA: Palau de les Corts. 1995, Corts Valencianes, Valencia.FALOMIR FAUS, MIGUEL: Actividad artística en la ciudad deValencia (1472-1522). La obra de arte, sus artífices y comitentes.

1996, Generalitat Valenciana.2 Durante las Germanías, el palacio de Gandía, con su archivo,

fue saqueado en julio de 1521. Sobre este acontecimientotras la batalla de Gandía véase ESCOLANO, GASPAR: Déca-das de la historia de la insigne y coronada ciudad y Reino deValencia. 1610-1611, Pedro Patricio Mey, Valencia; libro X,capítulo XVI. Algunas de las crónicas que utilizó Escolanohan sido estudiadas por E. Durán. También pueden rastrear-se referencias documentales a estos saqueos en BibliotecaNacional, Mss. 11.562, Libro III, capítulos XIII y XIV. Asícomo en Archivo Histórico Nacional, NOBLEZA, Osuna,legajo 565, n° 2; y a posteriores vicisitudes de la documen-tación en n° 4 y 5. Una reseña sobre la historia de este archi-vo en ALONSO, JESÚS E.: "Breu noticia sobre l'arxiu ducaldeis Borja i la seua recuperació", Espai Obert. 1997, n° 4, p.79-85.

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