“Había una vez, un barrio muy humilde,

casi oculto en los confines de la ciudad.

En este barrio el fango, la basura, la precariedad eran el paisaje habitual,

aquí parecía que las personas caminaban sin rumbo,

ellos, andaban sin ir a ningún lado...

¿Conoces un lugar así? Ok.

Este barrio se llamaba “La ESCASEZ”, en él, nada parece suficiente, aunque todo estuviera al

alcance de la mano...

Un día llega un hombre a “La escasez”, muy educado y sonriente; amablemente llamó a todos

los vecinos y los invito a mejorar, les dijo que él podría ayudar a quien quisiera, a salirse de la

situación en la que se encontraban...

Para ello, les propuso que adquieran unas semillas, las cuales al cabo de un tiempo, les

proporcionarán los vegetales indispensables para su supervivencia y que además podrán vender

las sobras en el mercado central de la ciudad y así saldrán de su situación económica actual...

De las veintitantas familias que vivían en este barrio, solo 5 se entusiasmaron con la idea de

mejorar sus estilos de vida.

Walter era uno de los 5 que pagaron por las semillas e inmediatamente hablaron sobre todo lo

que lograrían gracias a esta oportunidad. Pasada unas horas, 3 de ellos, se marcharon diciendo

que tal vez, al día siguiente se ocuparían de plantarlas...

Al mismo tiempo, los 2 restantes, se pusieron a limpiar el terreno, labraron la tierra con sus

propias manos (ya que no disponían de herramientas), ellos estuvieron todo el día con estas

tareas. Al caer la tarde uno de ellos se despidió diciendo: “...ya estoy muy cansado mañana

seguiré...”

Sin embargo, el otro hombre, quien en su frente ya no cabía una gota más de sudor, sus manos

temblorosas no podían sostener ni un vaso de agua y las piernas le dolían hasta los huesos, miró

a su alrededor y vio cómo había cambiado su entorno, simplemente habiendo preparado el

camino para su nuevo futuro…

Ahora su lugar ya no olía a basura, no había bichos,

parecía tener aire puro limpio, y se sintió feliz por ello....

Nada lo detuvo, y se dijo así mismo que si quería ser diferente al resto, debía seguir haciendo

cosas diferentes, por ello tomó entre sus dedos cubiertos de tierra, las pequeñas semillas y con

dedicación y pasión, las sembró una a una, las regó y luego se marchó a descansar.

Gran entusiasmo lo despertó al día siguiente, muy temprano en la mañana, rego nuevamente las

semillas, removió la tierra y despejo de todo tipo de basura, todo el alrededor de la zona de

siembra, los otros hombres lo miraban y le decían:

“Ahorra energía hombre, ya deja eso que no te vas a salvar por ponerle tanto esmero a esas semillas, mejor

ve a pedir a la calle y asegura la comida de hoy de tus hijos, mañana se verá...”

El no hizo caso y estuvo todo el día cuidando sus semillas. Recogiendo basura y utilizando

los restos que servían para engordar de la tierra trabajada.

Simplemente repitió estas acciones por varios días. Al cabo de una semana, cuando todos

se burlaban de Walter, él salió una vez más por la mañana y se acercó a su huerto...

Tú no puedes ni siquiera imagina lo que él sintió al acercarse allí. ¡No podía creerlo!, allí

estaban los primeros brotes saludando a la nueva vida que acaba de comenzar...

Una vez en toda su vida, él pudo ver que su esfuerzo y trabajo dedicado, estaban

comenzando a florecer!

Volando por el aire es poco, para descubrir sus emociones en ese momento… Infinidad

de veces, son las que Walter había soñado con la llegada del “Día en que todo comenzaba

a cambiar…

Así fue como solamente con la primera cosecha, este buen hombre, firme en su

convicción de lograr que este huerto se convierta en su fuente de ingresos, abasteció a la

zona con sus mercaderías frescas, sin conservantes, libres de fertilizantes y

completamente sanas, y se llenó de dinero. Su situación definitivamente había mejorado.

A tan solo unos meses de la llegada del hombre con las semillas, había construido una

casa con todos los servicios, vestía con ropa nueva y limpia y contaba con personas que

lo ayudaban en su (ahora) negocio.

¿Quieres saber qué sucedió con el resto de los vecinos?

Al cabo de un tiempo, los otros hombres que aún poseían las semillas, quisieron hacer lo mismo

y aunque tuvieron buenos frutos, el primero le llevaba varios meses de ventaja en el mercado

zonal y sus clientes estaban tan agradecidos por estos alimentos que no querían cambiar de

abastecedor..

Esta Es La Semilla Que Te Conduce

A Ser Quien Tú Quieres Ser...

Una de las semillas de tu nueva vida, es la que estás recibiendo hoy y tú eres quien elige qué hacer con ella, la

guardas esperando que algo suceda... o las toma y haces lo que debes hacer para tener los frutos... ¿qué

harás?

... Imagine eso... ¿Eres tu quien se beneficiara antes que el resto? Seguramente que si...

Todos sabemos que quien toma ventajas, recibe antes los frutos, por esta razón hemos preparado para ti, este

Mega Entrenamiento Maratónico, que será tan indispensable para tu rápido crecimiento (como lo es el agua

para las semillas de nuestra historia....)