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El avión del Nanga
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Al día siguiente de una tormenta, las mañanas suelen ser espléndidas. Ni un solo ruido en esa soledad helada….
O casi… Ach! ¡Maldito país! ¡Tenía que pasarme a mí! Y pensar que Helen me espera al sol…
Veamos, la radio está muerta, me queda el altímetro, indica 5400 m. Habrá que bajar todo eso a pie...
En cuanto a comida no estoy mal: un muslo de pollo, dos litros de agua y un poco de whisky… ¡Tengo para aguantar quince días si soy parsimonioso!
1948, Hindukush. En la frontera entre Pakistán, Afganistán y la India, a más de 6000 m, el invierno es casi permanente. Los temporales son frecuentes y son pocas las caravanas que allí se aventuran. Sobrevivir a aquel infierno blanco es muy difícil…
KABUL
TÍBET
DELHI
ganges
brahmaputra
Gilgit
Lahore
Yarkand
AFGANISTÁN
CHINA
INDIA
CACHEMIRA
PAKISTÁN PUNYAB
Paso Jáiber Paso de Mintaka
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Vamos, no te desanimes, campeón… No esperes recibir ayuda aquí, a más de 100 km de mi ruta prevista. Tendré que arreglármelas solo.
Desde aquel promontorio podré analizar mejor y ubicarme en esta blancura.
Dos posibilidades: dirección norte hacia Gilgit, por lo menos a 100 km…
O bajar a Lahore, hacia el sur… Pero… ¡Parece una caravana! ¡Mi fusil, rápido!
Himmel! Ni siquiera se detienen…
¡Esperadme! No me dejéis… ¡Esperad! Ahora sí… Esto es el
fin… ¡Estoy perdido!
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En su amiga Helen, que le espera en Calcuta…
Un día, intentaba cazar algún roedor solitario…
Lo siento, amigo. ¡O tú o yo!
¡Oh! Estoy seguro de haberlo alcanzado… No puede haber ido lejos…
¡Vaya! Esto… Esto sí que no me lo esperaba….
Se sorprende cuando ve la luz del día…
Y cada vez, las ganas de vivir le dan fuerzas para seguir…
Ha pasado casi una semana… El barómetro ha bajado y el temporal azota, feroz. Cada vez que encuentra una anfractuosidad para pasar la noche…
Más de una vez, en su tienda, le invaden las ganas de acurrucarse y dejarse morir lentamente. Pero no puede evitar pensar…
2120
¡Hola! ¿Hay alguien a bordo? ¿¡Hola!?
¡Pero bueno! ¡Menudo palacio!
Qué extraño, los comparti-mentos están repletos de provisiones y armas…
¿De dónde habrá salido este avión?...
Hmm… Perfecto, ¡un coñac!
Después…
Le ha caído una buena dosis de plomo… Es igual, tengo hambre… ¡Venga, a la mesa! Será por comida…
No hay duda, este avión está abandonado desde hace varias semanas… Mañana lo arreglo y en marcha. Y ahora a dormir, ¡tengo que recuperarme!
Más tarde…
Un lago helado… Y al fondo… ¡Un avión!
Allí había un Fiat magnífico, como listo para despegar…
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Mein Gott! Debo salir de aquí. Con dos motores, debería ser capaz…
¡Listo! Motor central neutralizado. Demasiado arriesgado, está plagado de balas de 12 mm…
Por la mañana…
Bueno, parece que funciona bien…
Motor izquierdo… Estupendo… Ahora, media vuelta, coger viento y un poco de impulso…
Espero que el hielo aguante. Tengo 600 m en línea recta, debería bastar…
Vamos allá, 200 caballos, ¡a ver de qué sois capaces!
¡Rápido, tren arriba!
¡¡Uuuoh!!
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¡Uf, por poco! Y ahora, rumbo a Nueva Delhi. Lo que daría por verles la cara ahora mismo…
Esto de encontrarme un avión ha sido fantástico… ¡¿De quién será?!
Me he librado de una buena… ¡Hay que celebrarlo!
Tres horas más tarde…
¿Me reciben? Llamando a Air Freight Delhi… Over… Cambio de avión a los pies del Nanga… Preparen champán… Over…
¡Delhi, por fin!
Corre, Ram… Aquí llega el bueno de Adler… ¡Muy de su estilo, eso de irse con un cacharro y volver en primera clase!
Sí, sahib Kurt… Sahib Adler siempre tener suerte… ¡Yo contento!
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Un poco después.
Nos quedaremos el avión hasta nueva orden. Bueno, qué contenta se va poner Nurah de verte. Oye, y si quieres descansar un tiempe-cito, aprovecha. La compañía está tranquila. Estoy yo, y Ram puede pilotar si es necesario…
Es un detalle, Kurt, acepto con mucho gusto. Necesito reposo y… ¡ver a Helen!
Al poco de que nuestros amigos se marchen, un anciano se levanta súbitamente…
¡Vaya! Al príncipe le interesará…
Tú, intenta contactar con el príncipe en la frecuencia B. Hay novedades… Y tú, cuento contigo para saber más sobre el origen de este avión. Necesitamos estar completamente seguros…
Yo también, pirata, estoy muy contento de estar aquí. ¿Sabes? Sin ese avión providencial… Vamos, te lo contaré todo mientras tomamos algo.
Más tarde, en el bar de Air Freight…
Regresaba de Kabul, como sabes, y me pilló una tormenta muy fuerte…
Imposible encontrar Lahore… Estaba sin radio y sin nada… Luego, ascendí a más de 5000 m…
… por unas corrientes ascendentes de una violencia inaudita… Más de una vez, pensé que me estamparía contra las rocas… Conseguí tomar tierra sobre la nieve… El resto, te lo sabes: la nieve, el frío, el hambre… Y ese avión de lujo, sin papeles ni matrícula, y el motor acribillado de balas…
Adler, amigo, no sabes lo feliz que estoy de volver a verte. Todos te daban por muerto… Ayer llamé a Helen a Calcuta, está hecha polvo, te puedes hacer una idea… ¡Ay, granuja!
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Ahí es donde el aviador pasará la noche. Seguro que ha apuntado las coordenadas del lugar donde encontró el avión. Sé discreto…
Poco después, en casa de Kurt…
He intentado contactar por radio… ¡Imposible!
No pasa nada, Nurah. Mañana almorzaré con ella en el “Cacatúa”. ¡Muchísimas gracias por todo!
Habrías hecho lo mismo por nosotros. ¡A tu salud, hermano!
Mientras, en el jardín…
Esa misma noche…
Una sombra rebusca con mucho cuidado entre el equipaje de Adler…
Pero el individuo, sin lla-mar la atención, vuelve con las manos vacías…
Al día siguiente, en la pista de Air Freight, otro Lysander se prepara para despegar.
Hasta pronto, hermano, te traeré alguna concha.
¡Buen viaje! Y por el Fiat que nos has traído, prueba con Air India. Un carburador de Douglas DC-3 debería servir.
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Es imposible avanzar, sahib.
Está bien, seguiré solo… Gracias.
¿El “Cacatúa”? Sí, al fondo del muelle, un poco antes del puen-te de Howrah.
Ahí está… El “Cacatúa”. Ójala…
(1) Uno de los brazos del delta del Ganges.
Un taxi se precipita por los diques, abarrotados de paquetes y de mercancías venidas de mil sitios… Ruidos, colores y olores recorren el Hugli, el río donde atracan los barcos…(1)
INDIA
GOLFO DE BENGALA
CALCUTA
SUNDARBANS
Ceiláncolombo
Golfo de Bengala
delhi
karachi midnapore
howrah
digha hugli
bombay
madrasMar de Omán
calcuta
La víspera, en Calculta…
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Miss Peach… ¿Va todo bien?
¡Agh! ¡Al garete!
Estupendamente… La biela ha ido a parar al cárter inferior y he perdido la abrazadera. ¡Dos días de trabajo para nada! Le prohíbo reírse… Eh… Mister… ¿Mister…?
¡Imposible estar tranquila! ¡Ni siquiera aquí!
Pe… Pero he venido de muy lejos para…
Cuénteselo al motor… Si lo suelto, ¡al garete!
Shit! ¡Maldita biela!
He oído algo… ¿Miss Peach, es usted?
Miss Helen Peach… ¿Hay alguien?
Van Dooren, Willem van Dooren.
¡No me suena! ¿Y en qué puedo servirle, mister?
Esto… Necesito un servicio…
Si se trata de ir a cazar tigres en Sundarbans, ni de broma. ¡Estoy en contra!
No, no… Es…
Por favor, dese la vuelta, voy a darme una ducha.
¿Y cuánto paga?
Eh… Pues… Mil dólares al salir y otros mil al volver
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Así transcurría plácidamente nuestra vida.
La plantación funcionaba bien… Éramos muy felices en aquella época. Imagínese, nuestra casita escondida entre las casuarinas y las palmeras, cerca del mar… Era una delicia charlar por las noches, entre los ruidos y los aromas de la selva…
Soy… Bueno… Era cultivador en Indonesia, al norte de Sumatra, lejos de todo. Estaba casado. Mi esposa y yo habíamos abandonado los Países Bajos cuando empezó la Primera Guerra Mundial…
¡En encontrar una isla! ¡Eso es todo!
Después, durante la cena.
Pocas veces he comido un pollo tandori tan delicioso… Es usted perfecta, querida…
Por favor, Willem, que me sonrojo. Basta de cumplidos. Me muero por escuchar su historia. ¡Por usted!
My God! ¡2000 dólares! Más tarde… Más tarde… Más tarde…
Y, ¿en qué consiste el tra-bajo, mister van Dooren?
Adiós a los problemas de dinero por un tiempo…
Bien, decía usted 2000 dólares…
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Los años pasaron, felices. Exportábamos café, té y más productos a la ciudad. Pero estalló la guerra en Europa…
… Y en el Pacífico. Pearl Harbor, Midway, Guam… Cayeron en manos de los japoneses.
Primero, los alemanes hundieron el barco en el que viajaban nuestros hijos hacia Inglaterra…
Y cuando Sumatra también cayó, los japoneses propiciaron una guerra civil para afianzar su poder en la isla. Fuimos las primeras víctimas…
Mi queridísima esposa fue asesinada. Yo conseguí escapar por la jungla…
Llegué a Ceilán, donde, aturdido, esperé al final de la guerra en un hotel cochambroso de Colombo…
Un marinero me habló de una isla… Un auténtico paraíso…
No aparecía en ninguna carta de navegación, estaba muy lejos de todas las rutas marítimas…
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Claro, pero antes, necesito…
Saber si el hombre a quien amo sigue vivo…
¿El qué…?
Entonces, ¿sigue interesada por mi propuesta?
Y, ¿qué sabe usted de mí?
Casi todo. Me hablaron de sus servicios durante la guerra. Bravo, querida, muchos agentes de Su Majestad le deben la vida…
Volví a la India, a Calcuta. Y me hablaron de usted…En 1945, regresé a mi país, donde
todavía me quedaba algo de patrimonio que recuperé. Decidí que encontraría esa isla para terminar mis días…
Qué le voy a hacer. Vine al sur en busca de paz… Pero la guerra me atrapó pronto. Al final, terminé al servicio de la corona a cambio de algunos beneficios… La guerra acabó, y aquí estoy, sin un cuarto y con mi barco como única riqueza…
Mientras tanto, un junco penetra en la desembocadura del Hugli y remonta hacia Calcuta.
Buenas noticias, muy buenas noticias. Debéis actuar. Intentad averiguar más sin levantar sospechas. Vigilad al aviador. Llegamos… Over.
Aquí Delhi. CRAC Jefe, avión llegado esta tarde… Intacto CRAC Un aviador… Compañía aérea privada CRAC PIIII La descripción coincide… CRAC Fiat G212 sin matrícula… Over.
PIIII Entendido, jefe… Discreción…Esta noche registraremos avión y equipaje del piloto… Buscamos pistas… CRAC PIIIIII Over.
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Jefe, ¿no es el alemán que ha salido de Delhi esta mañana?
Sí, Wong, la descripción coincide… AF03… ¿Qué se le ha perdido aquí?
(1) Una especie de carrito.
Mientras, del otro lado del río…¡Es Adler, estoy segura! Reconozco su estilo. ¡Corre, Sanga, pídeme un rickshaw!(1)
Helen, memsahib, ¡aquí, rápido! Yo adivinar en cielo, ¡alguien para usted!
Al día siguiente, por la mañana, cuando la bruma de Hugli desaparece…
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¡El amor da alas!...
Sí… Alguien se ha puesto nerviosa…
Príncipe Malang, parece que el aviador conoce a los del barco de enfrente…
¡Al aeropuerto, deprisa!
Un poco después…
¡Helen!
Permanecieron así un largo rato, fundidos en un abrazo… Felices de volver a verse…
Cuando Adler y Helen volvían…
Mala suerte, mister von Berg… Tendrá que explicarnos esto…
Alteza, podríamos atacar ahora mismo.
Ni se te ocurra. Mira hacia allá…
Al pie del puente…Llegará mi momento…
Cayó la noche, serena… Pero a bordo del junco, del otro lado del río…
Disfrutaron de su reencuentro. Recorrieron la ciudad en rickshaw, como una pareja cualquiera de viajeros enamorados, deteniéndose para tomar el té o para probar algún bocado delicioso…
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Mientras el taxi avanza en la noche, no puede evitar recordar…
Después de caminar a lo largo del Támesis, llega al centro de la ciudad y detiene un taxi…
Dos horas después…
Cambridge, mister, ¡una de las joyas del reino!
En una casa cercana…
Awak acaba de llegar a casa de nuestra “protegida”.
¡Agh! Awak aquí. ¡Por fin yo poder matar!
Tranquilo, Suki, estamos aquí para vigilarla a “ella”. El príncipe ha dado órdenes muy estrictas...
Estemos alerta…. El día esperado llegará…
¡Awak, traidor! Él venir a buscar ella…
Pero, profesor… Nosotros esperar mucho tiempo… Suki impaciente…
Siguiendo las indicaciones del desconocido, el taxi aparca frente a una mansión espectacular, cerca de las universidades…
A pesar del cansancio, parece resuelto a cumplir su misión.
Un hombre desciende, evita la aduana y se va hacia los muelles vacíos.
En ese instante, en Londres, atraca un paquebote de las Indias.
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¡Ay, hermanito! ¡Es una sorpresa!
Pero… ¿dónde vamos?
El coche está listo en el garaje… Mientras arranco el motor, abre la puerta y salimos pitando. Conozco el camino de memoria.
Esto lo cambia todo. Debemos ir a la India inmediatamente y encontrar el Fiat antes que Malang. Pero después del golpe de Estado me vigilan muy de cerca, lo sé… He visto a Suki… Es peligroso… Tengo un plan para engañarlos. Hay que actuar deprisa.
En Karachi, tuve que pagar mucho dinero por embarcar clandestinamente en un paquebote que venía a Europa…
En la misma calle…
¡Awak, hermano, estás vivo!
¡Maya!
Háblame de papá y mamá… Dime… ¿Sufrieron mucho? Cuéntame…
Durante el último asalto al palacio… Yo también estaría muerto si padre no me hubiera ordenado huir inmediatamente hacia Inglaterra para venir a reunirme contigo. Y obedecí. Conseguí llegar al palacio, montarme en el Fiat y despegar bajo el fuego de los rebeldes… Tienes que saber… Guardo un secreto importantísimo…
Más tarde…
Ya está… Ahora lo sabes todo.
Tuve que atravesar de noche la frontera entre Pakistán y Afganistán, ya que sin papeles corría el riesgo de que me capturasen, o peor, que los agentes de Malang me encontrasen…
Después de dejar el avión, avancé durante días sin encontrar un alma. Un día, por fin, me topé con el campamento de una caravana que bajaba hacia Kabul. Ellos me acogieron.
Tranquila, hermana, murieron en el acto….
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Yo saberlo… Ellos escapar… ¡Agh!
¡Yo quiere estar total seguro!
Yo siente que ellos tramar algo. Yo quiere bajar a ver…
No, Suki, quédate aquí…
Mientras tanto…
Vía libre. ¡Vamos allá!
¡Aaagh! ¡Suki fallado!¡Uf! Por poco… Hay que darse prisa.
Salvados… Nadie nos sigue.
Esto no va a quedar así, Awak, ¡créeme!
De hecho…
Se dirigen a la costa este… ¡Los tenemos!
Poco después…
Coche ellos … Acantilado. Ellos por ahí…. Escalera.
¡Ahí, ahí! Tenían un avión… ¡Se nos escapan! ¡¡Dispara, Suki, dispara!! ¡¡Agh!!
Más tarde…
Ven, Awak, es aquí…
En ese instante, a pocos minutos de allí…
¿A qué disparas, Suki? ¡No hay nadie delante!
Usted callar, profe-sor. Yo tiene instinto. ¡Aaaagh!
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… nada bien. Darling, ve a comprobar que la vela esté sujeta. Nunca se sabe…
Voy, y sobre todo que se calle de una maldita vez el gramófono de ese estúpido holandés. ¡Me está volviendo loco!
Adler, tranquilízate… Se marea en el mar, tiene una buena malaria y, para colmo, ¡puede que haya bebido!
Dos días así… Su gramófono va a volar por la borda…. Ya me ocuparé de la vela después…
¡¿Va usted a parar ese trasto, vejestorio?! ¿Me va a obligar a cargarme esta puerta?
(1) Ein Heller und ein Batzen: célebre marcha militar alemana.
Está abierta… Adelante, alemán, pase, haga el favor…
Diez días después, en plena tormenta por las Islas Andamán, de camino al Pacífico.
Tenía que estallar… En ese maldito golfo era como para ahogarse, menudo bochorno. Pero ahora estamos en plena depresión y no pinta…
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¡Cállese! Estoy perfectamente… El enfermo es usted, de hecho voy a acabar con usted, voy a reven… Sí…
Ni… Ni se le ocurra acercarse… Usted escuchará esto hasta el final… Venga, salude a su Führer…
Ust… Usted cree que deliro, ¿verdad? Una… Una pena que se haya terminado el disco… Habrá tenido usted una muerte bella… Eso es, muy bella…
My God! Adler… Will… ¡Willem!
Antes de morir… ¡Nazi asqueroso!
Está delirando… Está enfermo…
Demonios, Will… Es… Está usted armado… Se ha vuelto loco… ¿Qué ocurre?
Pero bueno, querido, no se haga usted el tonto… Desde el principio… Desde que supe que era usted… Alemán… Me hizo daño, ¿entiende? Toda… Toda mi familia…. Reconozca su crimen…. Sinvergüenza… Por cierto, ¿qué le parece mi cancioncita?
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Sanga, toma el timón. Voy a ver qué quieren. No vale la pena resistir, nos hundirían de un soplido.
Arriad las velas. ¡Acostaros al barco!
Pero bueno, Miss Peach, ¡¿así recibimos a los viejos amigos?!
No se corte… No recuerdo haber invitado a nadie. ¡¿A no ser que sean los del servicio de repa- raciones?!
Venga, traedme a todas esas maravillosas personas. ¡Y nada de brutalidades inútiles! ¡¡Los quiero vivos!!
Basta de juegos, viejo… Acabarás por hacer daño a alguien con tu pistolita… Toma esto… Hay jaleo ahí arriba…
¡Piratas!
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Con que, querida, reniega usted de nuestro pasado común de guerra y de… Digamos… de contrabando. Siempre supe que no éramos de la misma cuerda…
¡Suélteme! ¡No me ponga la mano encima!
Déjenme en paz… Estoy enfermo… ¡Panda de salvajes!
Hola, señor alemán. Espero que mis hombres hayan sido educados, porque su persona me interesa lo más grande…
¡Listo, jefe! Hemos registrado todo el barco. Hemos encontrado a estos tres hombres.
No sé quién es usted, pero sólo su manera de hablarme me preocupa... ¿Qué quiere de mí?
Anda, ¡qué interesante!
Soltad al viejo, ¡¡viene con nosotros!!
Good bye, Miss Peach! Me he portado bien. Habría podido dejarla con mis hombres después de haber hundido vuestro barcucho. Suerte con los nudos. ¡Nos vemos en el infierno!
Instantes después…
He bloqueado su timón hacia el este. Van derechitos al arrecife. No vale la pena irritar al alemán haciéndole sufrir por su dulcinea. Adiós testigo, adiós problemas…
Lo sabrá en su debido momen-to. Y mientras, le invito a una pequeña travesía a borde de mi humilde junco de valiente mercader malayo…
No tiene derecho…
Silencio. Atad a la mujer, al viejo y al indio en las esquinas del puente. Nos vamos de este barco.
Muy bien, von Berg, muy bien, ¡váyase al diablo! Por fin me libro de usted.
Malang… Usted aquí… ¡Tan lejos de su coto de caza! ¿Qué quiere de mí?
De usted nada… Por nuestros asuntillos de antaño…
Ayudadme, inútiles.
¡Eh! No nos confundamos… Estábamos en guerra. Usted era el único que conocía al dedillo la posición de los japoneses en Indonesia y yo estaba al servicio de su gloriosa majestad… Sabe de sobra que nunca aprobé sus… Métodos…
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A estas alturas estará buscando un fondeadero en las Andamán, en concreto en Great Coco Island, su primera etapa…
Me importan un bledo los escarceos de su amiguito. Mi padre está en peligro y soy la única capaz de salvarlo. ¡Y haré todo lo posible!
Su historia tiene sentido, pero el único que podría ayudarla está navegando por el Índico… Con la chica más guapa de la Commonwealth.
Le digo que ese avión era de mi padre… Está perdido en algún rincón de las montañas, con todo su equipo… Tengo que encontrar…
El lugar donde tomó tierra su avión.
Necesito hablar con su amigo. Tiene que ayudarme. ¿Cómo puedo localizarlo?
No es tan fácil como usted cree. Desconozco las coordenadas de ese lago helado… ¡Adler no me dejó ningún dato!
En realidad, el “Cacatúa”, desprovisto de timón, se acerca peligrosamente a los bajos fondos que rodean el archipiélago…
Al mismo tiempo, en Delhi, en la oficina de Air Freight…
No son los primeros que vienen a reclamar este avión desde aquel artículo del Times… Me imagino que tampoco me habrán traído ninguna prueba… Si así es, me veré en la imposibilidad de cedérselo…
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Mientras, en Delhi… Ayer, el último contacto por radio que tuve con el “Cacatúa” me informó de que se encontraba a unas cien millas de la isla… Con un poco de suerte, con su hidroavión podrían llegar hasta allí en unas doce horas, como máximo…
Fantástico. Me voy ahora mismo. Necesito combustible y avitualla-miento. ¿Me lo puede conseguir?
Claro, sin problema…
Soy Maya, y usted es… Kurt, creo. Bien, Kurt, mil gracias otra vez y, quién sabe, hasta otra…
¡Vaya con la mujercita! Y cómo pilota… Espero que enviársela a Adler no sea un error…
Desafortunadamente, Kurt no puede imaginarse lo que ocurre a bordo del “Cacatúa” que, sin capitán, penetra en los arrecifes…
En la cubierta…
¡Sanga! ¿Has oído esos golpes sordos en el casco?
Helen memsahib… Eso querer decir que nosotros morir pronto… El barco chocar con las rocas… Prefiero morir en mi cama…
¡Es usted un sol!
Esto… Si le parece, podemos estudiar juntos su itinerario. Conozco los mejores aeródromos, le hará ganar tiempo.
Si no recuerdo mal, su Grumann tiene una autonomía de 1200 km. Para estar seguros, le sugiero una escala en Allahabad y otra en Calcuta. Le aconsejo que piense en jerricanes de reserva, porque va a volar 1200 km de un tirón. No estaría bien quedarse tirado en pleno golfo de Bengala… Y otra cosa, piense en el combustible de vuelta… Y ahora, ¡en marcha! ¡El tiempo apremia!
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Mientras, a algunas millas de allí…
Uf, por fin estamos fuera del vendaval… A estas horas, el “Cacatúa” se habrá estampado contra los arrecifes y se habrá hundido… El alemán es mío, hablará… Por cier-to, Na, ¿cómo está el viejo holandés?
Se ha calmado… Se lo he dejado a la bruja de Napu. Ella y sus plantas conseguirán que vuelva en sí. Jefe, ¿cuándo me vas a dejar ocuparme del alemán?
Paciencia, querida. Dejémoslo madurar un poco más en la bodega… Así, la cosecha será más fácil y placentera…
Helen memsahib… ¡¡Escuchar!!¡Menudo bellaco Malang! Sabía perfectamente lo que hacía… Si consiguiéramos…
Y de pronto…
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… transportarán en estas bodegas asquerosas… Aquí hace un siglo que no limpian… Uf, y el ruido del motor… Me han colocado justo encima de la maquinaria…
…el día que nos conocimos, en el estrecho de Malaca… Si no recuerdo mal, tuvo problemas con uno de sus barcos piratas… ¡Eso es! ¡Malang, uno de los piratas más poderosos de Malasia! Tiene contactos en todos los puertos, desde las Indias hasta China…
Las esposas son de acero templado… No hay nada que hacer… ¡Malang…! Me suena que Helen me habló de él…
Eso no me ayuda a entender qué hago aquí. Menos mal que Helen se ha salvado… Tengo que escapar de aquí como sea…
Si al menos supiera qué quieren de mí y dónde vamos. Pero estar aquí, esperando no sé a qué, en esta podredumbre…
Dos días después, cerca de la costa india…
¡Tierra a la vista!
Según el plano, el lugar de la cita está por allí, un poco más hacia el norte…
Ha llegado el momento de interrogar a nuestro prisionero… ¡Estará en su punto!
¡Y qué calor! Es para volverse loco…
De hecho, en el fondo de la bodega…
¡Puagh! ¡menuda peste! Me pregunto qué demonios…
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Acerquémonos a ese islote. Repostamos y volvemos a Port Blair. Tengo miedo de habernos perdido algo… Este silencio me preocupa…
Hermanito, tenemos que parar para repostar… Tomaremos con el viento de morro por aquellos atolones. No me quiero arriesgar a una toma en plena mar, está muy picada…
Awak, intenta contactar por radio con el “Cacatúa” otra vez. Nunca se sabe…
Lo intentaré por la frecuencia de emergencia… “Cacatúa”, ¿me reciben? Comuniquen su posición…
¿Me reciben? “Cacatúa”, respondan… Comuniquen su posición… ¿Hola? ¿Me reciben?... Over
Maya, a mí me da la impresión de que ese tipo nos ha engañado… ¡Anda! Mira, allí, ¡a las dos! Un barco enrocado… ¿Será el “Cacatúa”?
Mientras… Nada… Nada de nada… Dos días así…
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No veo nada. Parece abandona…
¡Eh! En la cubierta… ¡Hay alguien!
A este lado del arrecife no hay problema para amerizar. Podremos posar el ancla cerca del barco, en aguas tranquilas.
Rápido, no hay tiempo que perder. ¡Espero que no sea demasiado tarde!
No consigo leer el nombre del barco, la popa está sumergida. Vuelve a pasar, lo intentaré con los prismáticos…
Toma, será mejor que llevemos el botiquín…
Mira la cubierta, está destrozada… Seguro que han sido los piratas… Oh… ¡Maya! ¡Ven a ayudarme, rápido!
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Después, en el camarote…
Ya está, tengo los papeles del barco. En efecto, se trata del “Cacatúa”, basado en Calcuta. Propietario: Miss Peach… Helen Peach. Mira, en la foto. Es la mujer que estaba en la cubierta. El otro es su marinero.
Adler von Berg no está. Qué extraño… Pasaremos aquí la noche, en el barco. Las previsiones meteorológicas son buenas y el trasto ha aguantado. Atascados entre las rocas no corremos ningún peligro. No podemos dejar a esta gente así… Necesita cuidados constantes…
Durante la noche… ¡Aaaah! ¡Adler! ¡Adler! ¡Noooo!
Malang… Adler… No… ¡No quiero! Adler… ¿Dónde es…? Cuidado… No vay… ¡Malang!
Pobrecilla… Se ha vuelvo a dormir… Ahora lo entiendo todo… ¡Malang! Élatacó este barco. ¡Se nos ha adelantado!
Deshidratación e insolación… Además, tiene mucha fiebre…
Creo que el indio no está tan mal como la mujer…
Deprisa, hay que soltarlos… Necesitan sombra y agua… ¡¿Qué habrá pasado aquí?!
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Pues, escuche, gordo, de tesoro ni rastro… ¡El avión estaba vacío cuando llegué!
Venga, hombre, no se haga el tonto… ¡Sabe de sobra que había un magnífico tesoro!
... ¡¿Qué?!
El avión, mister von Berg… El avión que trajo de la montaña contiene algo por lo que el príncipe me dejaría torturar a la mitad de la tierra si fuera necesario, ¿entiende?
Y mientras, en algún lugar de la costa este de la India…
Y bien, alemán, ¿qué te parece mi fiestecita?... ¡Habla!
No… No sé de qué me habla… ¿A ¿A qué se ref...?
¿Me van a decir por qué estoy aquí?
Y… ¿Qué contenía el avión?
¡Ten! ¡Toma esta, por insolente! Bueno, Na… No lo estropees de-masiado. Aún lo necesitamos…
Me da la impresión de que el alemán es sincero… No sabe nada de nada.
Está claro… Pero entonces, ¿dónde está el tesoro? ¡Sólo Awak lo sabe…!
Más tarde… ¿Dónde me lleva? Te ruego…
¡Silencio! Tú saber ahora…
¡Argh!
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¡Cómo se pone! ¡Ji, ji, ji!Tampoco es para tanto..
En una cabina, encima de la bodega, Malang no se pierde ni un detalle de lo que dicen allí abajo…
Helen… ¿Qué insinúa, carcamal? ¿Qué le ha pasado? ¡Hable! ¡¿Qué sabe?!
¡Suélteme! Glop… ¡Me está ahogan-do! Los he escuchado… Entiendo su dialecto. La ataron a la cubierta del barco… Las rocas se encargaron del resto. Lo siento muchísimo…
¡Helen! Muerta… No puedo creerlo… Es tan viva, tan fuerte… Era todo para mí… ¡Es imposible! Si no hubiera traído ese maldito cacharro desde la montaña, nada de esto habría pasado…
Bueno, nadie dice que Helen esté muer-ta… Anímese, amigo, tenga esperanza.
… armados hasta los dientes, lo veo difícil. Además, ahora que estamos a pocos cables de la orilla, me castigan a la bodega con usted. Pensaban que podrían utilizarme en su contra. En vano, porque me he negado a colaborar, y eso que no sé nada de ese famoso tesoro… Por cierto… Miss Helen Peach… Lo siento mucho pero…
Disculpa aceptadaabuelo, pero por
poco me mata… El whisky y la malaria no le sientan nada
bien… ¡Pasemos página!
Estaba seguro de que no me guar-daría rencor. Dicho esto, en menudo berenjenal estamos metidos… Allí arriba, desde mi cabina, he pensado…
… en cómo salir de esta… Pero así, en plena mar, en un barcucho atestado de rufianes …
Vaya, amigo mío, menudo estropicio le han hecho. Me alegro de encontrarle más o menos entero.
Eh… Le debo una disculpa por mi comportamiento en el “Cacatúa”… Aquella guerra nos destruyó a todos. A mí el primero.
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Nadie mover y todo bien… Nosotros mucha y bien armada…
Suki, cr… Creo que podemos ir.
Poco después, en el junco pirata…
Alteza, venga rápido… Mensaje de Delhi…
Ah, por fin llegan noticias.
Excelente… Excelente… Comunícales esto:
… Aquí junco… Repetimos… Podéis despegar.. Os esperamos como acordado en 17°54’14’’ norte y 83°45’10’’ este…
Mientras, en Delhi…
Ya está, Suki. ¡Vamos!
No gestos bruscos. Suki nervioso… Tú hacer lo que te diga y tú volver a ver tu mujercita vivo.Si no yo romper cabeza ella…
Si le toca el mínimo pelo a mi mujer, ¡le juro que se arrepentirá!
Estoy preocupada, Kurt… Hace mucho que no recibimos ninguna no-ticia de Adler y de Helen.
No te preocupes, Nurah. Seguro que pronto recibimos noticias.
Vamos a casa.
Mientras, en Delhi, en la sede de Air Freight.
Aquí profesor y Suki. TUUUT Delhi TIUUUUT Hemos tomado el lugar TIIIIT CRAC Avión listo para despegue… Esperamos órdenes. Over.
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Nada… El Fiat no contesta. Esperemos que hayan recibido el mensaje…
Llamando Fiat Delhi… Den media vuelta… ¿Me reciben? Fiat Delhi…
No pierden nada por esperar…
Amenazado por el pirata, Kurt lleva el avión a la pista.
Tú tomar rumbo 140… Vamos ver el mar…
Mientras, en la costa… Venga, ¿cómo vais con la pista?
Todo en orden… Hemos despejado toda la playa, las balizas están listas y…
Jefe… Jefe…
¿Qué? ¿Qué demonios pasa ahora?
El final de la pista… Es totalmente inestable… Si el avión se posa ahí será una catástrofe… Nos harán falta ho-ras para estabilizar el terreno…
¡Maldita sea! ¡El tiempo apremia! ¡Hay que avisarlos!
A más de 1000 km de allí
Después, en el junco.
Tú saber bala Lüger hacer pequeño agujero cuando entrar, pero grande cuando salir. Tú portar bien.
Eso, sigue hablando, orangután. Y ¡¿quién va a pilotar el avión después yo grande agujero?!
50
Mientras tanto, en la bodega.
Apuesto extranjero, la amabas, ¿verdad?
¿Qué hace usted aquí? ¡¿Se puede saber qué quiere ahora de mí?!
Le traigo un bálsamo malayo. Le curará…
¿Cómo se atreve? Usted, la cómplice de ese ogro asqueroso… ¡Déjeme en paz!
No sabes nada de mujeres, extranjero…
Cuando tu corazón sane, serás libre, y entonces…
Y entonces… ¿qué? Entonces… Serás mío…
Al alba… ¡Por fin, el mar!
Tú callar… Tú atención pilotar. Chss chsss ¡Mal humor!
¡Suki! ¿Y si te esperas a aterrizar antes de dejarlo inconsciente?
Sin radio tendremos que remontar la costa a baja cota para identificar el terreno. ¡Suerte que está amaneciendo!
Pues sí, amigos, la radio está en el taller… Si me hubierais avisado, habría preparado algo de merienda…