El Arte Virreinal del El Arte Virreinal del PerúPerú

Arte Virreinal de Lima

IntroducciónIntroducción    Lima, en su historia de arte virreinal, durante la ocupación y dominio

territorial de los españoles que duró aproximadamente tres siglos y sentó las bases de Lima de la época moderna: mestizo en todas sus manifestaciones, e interconectadas con el resto de las ciudades.

Precisamente, este documento abarca la historia del arte virreinal en Lima: Los orígenes, el renacimiento italiano, intervalo naturalista, encuentro con el barroco, el hispanismo y del rococó al neoclasicismo.

Conocer las pinturas más resaltantes de esta época del virreinato y sus autores es muy importante. Sólo con el análisis de dicha información podemos explicar lo que ha sucedido y los que han dejado huella en la historia del Perú. Esperando que en estas páginas se compruebe una vez más que la historia es parte de nuestras vidas.

Arte Virreinal de Lima El arte virreinal es el que se desarrolla en América durante el periodo de ocupación

española, es decir, desde que Cristóbal Colón descubre el continente hasta que alcanza su independencia.

América era un territorio plural, de gran diversidad geográfica, donde existía una población local con múltiples culturas y religiones. El objetivo, más allá de asentarse en el territorio, será el de reducir la pluralidad peninsular y dar unidad al territorio americano. Comienza así la labor evangelizadora de conversión al cristianismo y de instalar el castellano como única lengua.

La Pintura Virreinal de Lima Los Orígenes. Se inicio en una época en que la imagen empezó a disputar la primacía a la palabra

impresa. La codificación del sistema de representación de la realidad por medio de la perspectiva le otorgó, a partir del Renacimiento, un poder inesperado.

Por otra parte, imágenes de piedad llegaron al virreinato en las primeras carabelas. El mejor ejemplo es una tabla de la Virgen de Rocamador con San Telmo y San Cristóbal, ambos santos protectores de los viajeros. Esta composición revela el aspecto de las obras andaluzas que llegaron al Perú. También aparecieron algunos pintores españoles como los Illescas, quienes trabajaron entre México y el Perú.

Pintura Virreinal de Lima.

El Renacimiento Italiano en Lima A diferencia de México, y otros centros conducidos por Flandes, la pintura peruana fue iniciada por el

Renacimiento Romano. El primero en llegar fue el hermano jesuita Bernardo Bitti (1547-1610). Su arte elegante deriva de la tradición rafaelesca de Umbría, cuyo candor marcó para siempre la sensibilidad de sus colegas americanos.

PINTURAS FAMOSAS DE LIMA La Coronación de la Virgen: Bernardo Bitti (San Pedro) siglo XVI.

Le siguió Mateo Pérez de Alesio (ca.1547-1607), un artista italiano de padre español. Se hizo célebre por haber restaurado un mural en la Capilla Sixtina. Pero, ciertas desavenencias, viajó a Sevilla y, entre 1588 y 1590, llegó a Lima. En su juventud, imitó a Miguel Ángel. Luego, la Contrarreforma lo condujo al rafaelismo piadoso derivado de Pulzone. Eso se percibe en la célebre Virgen de la Leche, una obra firmada y muy limitada muchas veces durante la colonia.

Intervalo Naturalista A inicios del siglo XVII, el italianismo fue sustituido en la capital por el naturalismo de

vanguardia sevillano. En 1609, llegó a Lima la Vida de Santo Domingo, de Miguel Guelles, y esos lienzos trajeron la novedad del lenguaje realista en el umbral del arte barroco.

Encuentro con el Barroco La obra de Miguel Guelles sirvió como lugar de experimentación para la gramática

barroca colonial. Guelles sólo ejecutó la mitad de los lienzos solicitados. Por eso, cuando se decidió embellecer el claustro para las suntuosas celebraciones de la canonización de Santa Rosa (1669), no sólo se colocó una nueva fuente de bronce al centro, sino que se encomendó al pintor limeño Diego de Aguilera completar y restaurar la serie sevillana. El resultado fue la invención de un lenguaje que combina una elegancia neogótica en las figuras con el movimiento de dapreados y expresiones arrobadas del siglo XVII. Ese barroco americano alcanzará su máximo esplendor en la serie de la vida de San Francisco (1671).

El Hispanismo en Lima

Lima, entretanto, se mantuvo fiel a su tradición hispana y cortesana. Hacia 1740, se desarrolló, con Lozano y Bermejo, un género de retratos oficiales al servicio del poder que se difundió por el litoral hacia el norte.

El alto porcentaje de prósperos comerciantes “chapetones” navarro-vascos residentes en la capital, mantuvo el arte limeño cerca de los modelos metropolitanos clásicos del siglo anterior. Zurbarán, Murillo y Ribera siguieron siendo modelos para artistas como Joaquín Urreta y Julián Jayo. Y en la última década del siglo, todavía se renovó la tradición de las grandes conventuales en La Merced, con la Vida de San Pedro de Nolasco (Jayo, Bermejo).

Pintura colonial,

Lima, siglo XVIII 

Del Rococó al Neoclasicismo La centuria y el régimen llegaron a su final primero con la invasión del rococó

francés y, luego, con un neoclasicismo poco ortodoxo. Uno fue impulsado por el sevillano José del Pozo; el segundo, con la inmigración, desde Cádiz, de Matías Maestro, quien, en nombre de los ideales de la Ilustración, se convirtió en el destructor de los monumentos barrocos. Varios pintores locales marcan esa transición final: Pedro Díaz en Lima, el original muralista cuzqueño Tadeo Escalante y el autodidacta retratista de la emancipación José Gil de Castro, artista trashumante de la nueva era.

Ilustración a color de José del Pozo

Bibliografía 

 “Gran Historia del Perú” 2003 - Lima Editorial “El

Comercio”.“El Perú en los Tiempos Modernos”. Edición farscicular

2002- Lima Empresa Periodística Nacional “Ojo”. http://www.arteespana.com/artecolonial.htmhttp://images.google.com.pe/imgres?imgurl=http://

www.sanpedrodelima.org/img