el arte de mentir

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ENSAYO | www.medicolegal.com.co | 32 RML AÑO XVIII Nº2, 2012 E “Los hombres deberían saber que del cerebro y nada más que del cerebro vienen las alegrías, el placer, la risa, el ocio, las penas, el dolor, el abatimiento y las lamentaciones”, Hipócrates. José Ricardo Navarro V* El arte de mentir ¿una necesidad del cerebro? “El cerebro es más amplio que el cielo... más profundo que el mar”, Emily Dickinson. 1 Profesor Asociado de Anestesiología, de la Universidad Nacional de Colombia. l cerebro es el órgano efector de la conscien- cia, responsable del control y coordinación de las funciones vegetativas, del poder mental que produce la imaginación y el razonamien- to, sin embargo como parte orgánica y hu- mana no está libre de debilidades propias del Homo Sapiens. En primer lugar, el cerebro percibe el mun- do a través de los órganos de los sentidos, y éstos tienen una representación cerebral (de acuerdo al mapa de las regiones somatestésica y motriz) que no va más allá del 5% (Lassen NA, Ingvar DH, Skinhó E., 1980). Otro factor es la inhibición retroactiva, que se presenta cuando nuevos aprendizajes bo- rran el aprendizaje almacenado, haciendo que éstos se olviden, a menos que hayan quedado cifrados como nemotecnias o que el individuo esté aplicando este conocimiento en su vida diaria (Psicologia.costasur). Pero quizá, el fenómeno más interesante y paradójico es la manera vergonzosa como el cerebro miente, sin querer queriendo. De manera inconsciente, el cerebro toma atajos para que el individuo no se frustre con tanta información (Reyes G., 2008). Como al- guna vez en el periódico El Tiempo, al refe- rirse a los recuerdos, el periodista Fernando Quiroz decía, “perseguir un instante que algu- na vez creímos que se quedaría para siempre en un lugar privilegiado, listo a aparecer ante el primer síntoma de nostalgia”, pero no, el ce- rebro en su lugar trae a la mente otra respues- ta ‘de afán’, no propiamente la verdad que se solicita, y con ello el individuo se tranquiliza”. Algunos consideran que ha sido la evolu- ción, la que a través del engaño inconsciente, ha permitido al individuo sobrevivir, y citan como ejemplo el caso de los chimpacés, que ocultan objetos, se muestran amables y enga- ñan a sus cuidadores y a otros chimpacés para lograr la supervivencia, el sexo, e incluso la diversión (Catalán, 2005). El propósito de este ensayo es argumentar que el cerebro miente, quizá para sobrevivir, como lo considera Catalán, o es la mentira parte de la naturaleza humana, que se aso- ma frecuentemente en nuestros actos y no se considera un pecado tradicional, o lo que es lo mismo, la veracidad tampoco hoy es recono- cida como una virtud (Savater F, 2005). En apoyo a la evolución y la sobrevivencia, la neocorteza, considerado el tercer cerebro, el más desarrollado, a diferencia del paleoencéfalo y el sistema límbico, ha evolucionado vertigino- samente; es capaz de controlar a los dos anterio- res y se encarga además de razonar, interpretar, descifrar, hacer asociaciones de ideas, hipótesis, pensamientos y mentir (Serpa F., 2000). Cuando la persona miente hay un aumento en la actividad cortical de los lóbulos frontal y temporal y del sistema límbico, que se puede manifestar fisiológicamente por aumento de la presión arterial, la frecuencia cardiaca y respi- ratoria y la sudoración de la piel. Éste aumento de la actividad cerebral es un estímulo para des- plegar más interconexiones neuronales, que de acuerdo con investigadores de las universida- des de Sheffield y Pensilvania, Estados Unidos, ha contribuido a expandir la inteligencia. El doctor José María Martínez, psicobiólogo de la Universidad de Murcia, España, es un de- fensor del concepto que sin la mentira es poco

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MENTIRAS

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  • Ensayo

    | www.medicolegal.com.co |

    32rML ao xvIII n2, 2012

    ELos hombres deberan saber que del cerebro y nada ms que del cerebro vienen las alegras, el placer, la risa, el ocio, las penas, el dolor, el abatimiento y las lamentaciones, Hipcrates.

    Jos Ricardo Navarro V*

    El arte de mentir una necesidad del cerebro?

    El cerebro es ms amplio que el cielo... ms profundo que el mar, Emily Dickinson.

    1 Profesor Asociado de Anestesiologa, de la Universidad Nacional de Colombia.

    l cerebro es el rgano efector de la conscien-cia, responsable del control y coordinacin de las funciones vegetativas, del poder mental que produce la imaginacin y el razonamien-to, sin embargo como parte orgnica y hu-mana no est libre de debilidades propias del Homo Sapiens.

    En primer lugar, el cerebro percibe el mun-do a travs de los rganos de los sentidos, y stos tienen una representacin cerebral (de acuerdo al mapa de las regiones somatestsica y motriz) que no va ms all del 5% (Lassen NA, Ingvar DH, Skinh E., 1980).

    Otro factor es la inhibicin retroactiva, que se presenta cuando nuevos aprendizajes bo-rran el aprendizaje almacenado, haciendo que stos se olviden, a menos que hayan quedado cifrados como nemotecnias o que el individuo est aplicando este conocimiento en su vida diaria (Psicologia.costasur).

    Pero quiz, el fenmeno ms interesante y paradjico es la manera vergonzosa como el cerebro miente, sin querer queriendo.

    De manera inconsciente, el cerebro toma atajos para que el individuo no se frustre con tanta informacin (Reyes G., 2008). Como al-guna vez en el peridico El Tiempo, al refe-rirse a los recuerdos, el periodista Fernando Quiroz deca, perseguir un instante que algu-na vez cremos que se quedara para siempre en un lugar privilegiado, listo a aparecer ante el primer sntoma de nostalgia, pero no, el ce-rebro en su lugar trae a la mente otra respues-

    ta de afn, no propiamente la verdad que se solicita, y con ello el individuo se tranquiliza.

    Algunos consideran que ha sido la evolu-cin, la que a travs del engao inconsciente, ha permitido al individuo sobrevivir, y citan como ejemplo el caso de los chimpacs, que ocultan objetos, se muestran amables y enga-an a sus cuidadores y a otros chimpacs para lograr la supervivencia, el sexo, e incluso la diversin (Cataln, 2005).

    El propsito de este ensayo es argumentar que el cerebro miente, quiz para sobrevivir, como lo considera Cataln, o es la mentira parte de la naturaleza humana, que se aso-ma frecuentemente en nuestros actos y no se considera un pecado tradicional, o lo que es lo mismo, la veracidad tampoco hoy es recono-cida como una virtud (Savater F, 2005).

    En apoyo a la evolucin y la sobrevivencia, la neocorteza, considerado el tercer cerebro, el ms desarrollado, a diferencia del paleoencfalo y el sistema lmbico, ha evolucionado vertigino-samente; es capaz de controlar a los dos anterio-res y se encarga adems de razonar, interpretar, descifrar, hacer asociaciones de ideas, hiptesis, pensamientos y mentir (Serpa F., 2000).

    Cuando la persona miente hay un aumento en la actividad cortical de los lbulos frontal y temporal y del sistema lmbico, que se puede manifestar fisiolgicamente por aumento de la presin arterial, la frecuencia cardiaca y respi-ratoria y la sudoracin de la piel. ste aumento de la actividad cerebral es un estmulo para des-plegar ms interconexiones neuronales, que de acuerdo con investigadores de las universida-des de Sheffield y Pensilvania, Estados Unidos, ha contribuido a expandir la inteligencia.

    El doctor Jos Mara Martnez, psicobilogo de la Universidad de Murcia, Espaa, es un de-fensor del concepto que sin la mentira es poco

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    EnsayoJos Ricardo Navarro

    probable que el individuo se adapte, dentro de la sociedad, a unas relaciones sociales positi-vas, y sella esta afirmacin con la frase no es-tamos preparados para que nos digan la verdad sobre nosotros mismos (Martnez JM., 2005).

    Rodolfo Llins dice en su libro El cerebro y el mito del yo que no es posible recibir toda la informacin sensorial del mundo exterior y a la vez tomar decisiones rpidas y correctas. Las neuronas son rpidas, pero no tanto. El ce-rebro atiende lo que le parece ms importante, no se sobrecarga para tomar decisiones mo-mentneas, predicen y actan (Llins R., 2001). Con respecto a este actuar, no todas las partes del cuerpo expresan lo mismo. Mientras los pies y las piernas son las partes del cuerpo ms sinceras, los movimientos de las manos y la expresin facial se adaptan ms fcilmente a la mentira que fabrica el cerebro (Glass L., 2010).

    El ser humano en su neocorteza posee unas neuronas especiales denominadas neuronas espejo, que a partir de estudios realizados en animales (Macaca Nemestri-na), en La Universidad de Parma, Italia, se ha podido entender la relacin compleja en-

    tre la cognicin y las interacciones sociales (Iacoboni M., 2008).

    El cerebro humano contiene aproximada-mente cien mil millones de neuronas, cada una de las cuales puede interactuar con otras miles, incluso decenas de miles de otras neu-ronas. Los investigadores italianos pudie-ron demostrar que la percepcin y la accin constituyen un proceso nico. Estas neuronas espejo se consideran precursoras de los siste-mas neuronales del lenguaje.

    El cerebro lee el mundo, tarea en la que las neuronas espejo son fundamentales; tambin entiende lo que ve y lo que ve determina lo que siente (Iacoboni M., 2008). Cmo apren-di a mentir el cerebro? Imitando a travs de estas neuronas espejo? Es posible que la imi-tacin funcione en ambos sentidos, positiva-mente (lo que consideramos cierto o bueno) o negativamente (recurriendo a la mentira), es decir, ms de acuerdo a lo que haga la socie-dad que a lo que ella diga.

    Quiz el mecanismo complejo de la menti-ra sea una defensa interna del cerebro. Por un lado, porque los datos almacenados son tan

    El cerebro humano contiene aproximadamente cien mil millones de neuronas, cada una de las cuales puede interactuar con otras miles, incluso decenas de miles de otras neuronas.

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    vastos que cuando se requiere una respuesta rpida, probablemente hay que evitar sufrir por no recordar fielmente el dato requerido y se mienta de manera natural y fcil. Otra explicacin radica posiblemente en las neu-ronas espejo que se comunican con reas del sistema lmbico, a travs de la nsula (Mar-tnez JM. ,2005), y buscan imitar lo vivido, interpretar estos hechos y opinar de acuerdo con este razonamiento, no necesariamente al criterio que consideramos el ms veraz.

    A manera de conclusin, cito al recin ga-lardonado con el premio Nbel de Literatura, al escritor peruano Mario Vargas Llosa: la imaginacin ha concebido un astuto y sutil paliativo para ese divorcio inevitable entre nuestra realidad limitada y nuestros deseos infinitos, la ficcin. Gracias a ella somos ms y somos otros sin dejar de ser los mismos (Vargas Llosa M., 2010).

    Referencias1. Cataln M. Antropologa de la mentira. Editor Mario

    Muchnik. Madrid-Espaa. 2005.

    2. Glass L. La comunicacin no verbal. Tomado de the-

    art-and-science-of-body-language-unlocking-the real-

    truth-about-others/. Octubre 20 de 2010.

    3. Hipcrates de Cos Citas y frases clebres. - (Grecia, siglo

    V a.C. - Siglo IV a.C.). Tomado de, es.wikiquote.org/wiki/

    hipocrates. octubre 22 de 2010.

    4. Iacoboni M. Las neuronas espejo. Katz editores. Madrid-

    Espaa, 2008.

    5. La ciencia de la mentira. Peridico El Tiempo. Domigo 3

    de octubre 2010. Seccin Debes hacer, P 12.6. Lassen NA, Ingvar DH, Skinh E. Funcin cerebral y flujo

    sanguneo. En El cerebro. Libros de investigacin y cien-

    cia. Scientific American. Editorial Labor S.A. Barcelona-

    Espaa, 1980: 200.

    7. Llins R. El cerebro y el mito del yo. Grupo editorial Nor-

    ma. Bogot-Colombia, 2001.

    8. Martnez JM. La psicologa de la mentira. Editorial Pai-

    ds (primera edicin). Madrid-Espaa, 2005.

    9. Tomado de www.Psicologia.costasur.com, octubre 20

    de 2010.

    10. Reyes G. Sirven las guas de manejo?, en Memorias Curso

    anual SCA 2008. Seguridad del paciente y prevencin del

    error mdico. Sociedad Cundinamarquesa de Anestesiolo-

    ga. Charlies impresores. Bogot, Colombia, 2008: 66-67.

    11. Savater F. Los siete pecados capitales. Editorial sudame-

    ricana. Buenos Aires, Argentina, 2005: 155.

    12. Serpa Flrez F. Los tres cerebros. Columna, Mentalidad

    Humana, Peridico El Tiempo, Agosto 2000.

    13. Vargas Llosa M. El poder de la mentira. Vuelta 130/ sep-

    tiembre 1987. Tomado de letraslibres.com/pdf/2271.

    pdf. Octubre 20 de 2010.

    Las neuronas espejo se comunican con reas del sistema lmbico, a travs de la nsula, y buscan imitar lo vivido, interpretar estos hechos y opinar de acuerdo con este razonamiento.

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