el arte bizantino

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Carmona Miranda Brenda Arte y Comunicación 29 de Septiembre del 2014 Ficha técnica: Paris, Jean. “El espacio y la mirada”, Taurus, Madrid, 1967. Es innegable el parentesco que este periodo tiene con el arte egipcio, romano y helenístico , sin embargo, aunque se mantenía el concepto de las “bellas formas” estas tenían otro sentido: sublimando las contingencias corporales inspirándose en el tiempo hacia lo eterno “negando esas bellezas humanas, demasiado humanas” 1 . En esta época se presenta un gran dilema relacionado al cristianismo que en ese momento ya estaba firmemente asentado por la mayor parte de Europa el cual fue si representar o no y de qué manera hacerlo a los entes divinos en especial a Dios como diría Mitilene “Dios es incorporal, incorruptible, inmortal inmutable etc.” La respuesta sería relacionar la aspiración mística con la pictórica atribuyendo a ciertos colores una función y simbolismo divino (el oro o el fuego por su calor vital, el azul , el aire o el agua por su poder purificador) designan un absoluto uniforme y un “esplendor sobrenatural” 2 , el fondo es el génesis por ser vacío e informe, que sólo a través de la luz muestra su “éter” además mostrará la bóveda estelar circunscrita en un óvalo o círculo que representa al cosmos dominado por Dios. 1 Jean, Paris , “El espacio y la mirada”, Taurus, Madrid, 1967. p p.172. 2 Ibid.p.173

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Ensayo que describe las características del arte de bizancio o del imperio romano de oriente.

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Carmona Miranda BrendaArte y Comunicacin 29 de Septiembre del 2014Ficha tcnica: Paris, Jean. El espacio y la mirada, Taurus, Madrid, 1967.Es innegable el parentesco que este periodo tiene con el arte egipcio, romano y helenstico , sin embargo, aunque se mantena el concepto de las bellas formas estas tenan otro sentido: sublimando las contingencias corporales inspirndose en el tiempo hacia lo eterno negando esas bellezas humanas, demasiado humanas[footnoteRef:0]. [0: Jean, Paris, El espacio y la mirada, Taurus, Madrid, 1967. p p.172.]

En esta poca se presenta un gran dilema relacionado al cristianismo que en ese momento ya estaba firmemente asentado por la mayor parte de Europa el cual fue si representar o no y de qu manera hacerlo a los entes divinos en especial a Dios como dira Mitilene Dios es incorporal, incorruptible, inmortal inmutable etc. La respuesta sera relacionar la aspiracin mstica con la pictrica atribuyendo a ciertos colores una funcin y simbolismo divino (el oro o el fuego por su calor vital, el azul , el aire o el agua por su poder purificador) designan un absoluto uniforme y un esplendor sobrenatural[footnoteRef:1], el fondo es el gnesis por ser vaco e informe, que slo a travs de la luz muestra su ter adems mostrar la bveda estelar circunscrita en un valo o crculo que representa al cosmos dominado por Dios. [1: Ibid.p.173]

Como se observa, el arte de la poca es realmente un intento muy serio de ser uno metafsico donde se relega el papel de lo humano y lo corporal ante el dilema de representar o no a las divinidades de forma corprea. Es entonces que, la iconoclastia surge del cuarto concilio de nicea donde constantino v decret que no se puede hacer representaciones artsticas de Dios sin embargo, las respuestas no se hicieron esperar argumentando que nos es pecado humanizar a Dios porque l ya se haba humanizado.En la segunda etapa bizantina, resultado del cuarto concilio se mostrara su austeridad en motivos y decoraciones, se presenta una justificacin teolgica de la filosofa moderna para representar a Dios. Es por lo anterior que se poda acceder del smbolo a la esencia, se mira la naturaleza ininteligible y no al icono. De esta manera se define un arquetipo ligado a la cabeza con expresin inhumana en casi todas las representaciones divinas, an ms en la de Jesucristo donde se muestran figuras potentes, colosales donde se retoma la simetra que le da nfasis a la mirada porque todas las representaciones se pintaban de manera frontal.El canon esttico se daba en funcin de la simetra y geometra de las representaciones, aunque alguna mano bendeca u ofreca el evangelio, la expresin sigue guardando rigor sin afectar ms al cuerpo.La medida del cupo consistia en nueve veces la caveza , nueve medidas desde la frente hasta los talones, donde la medida de la nariz determinava las proporciones de la cabeza circuscribiendose en tres medidas: la frente la nariz y la barbilla. Es decir, el entrecejo constituye el centro de crculos concntricos tomando como radio la medida de la nariz, el primer crculo para la cara, luego para el cabello y finalmente para la aureola; dice Panofsky que si el centro no es el entrecejo slo se recorre a la pupila.Incluso el sentido de simetra impact en cmo se manejaba el espacio, dentro de las pinturas teniendo un orden jerrquico muy marcado es decir de los tamaos, adems de que todos los motivos y temas alusin a escenas religiosas que fungan un papel difusor del cristianismo; en su arquitectura tambin se justificaba de manera teolgica, ejemplo de lo anterior era la iglesia oriental con estructura circular con base en ocho pilares, todo aquello con simbolismo religioso y divino.Sin embargo, este canon artstico comenzara a presentar problemas en cuanto a la interaccin y relacin entre personajes, es decir, si las representaciones como Mara y el nio Jess son pintadas de manera frontal como se mostrara la relacin e interaccin entre ellos?, este se resolvera en parte con la pintura de tres cuartos. En este sentido, a parte del problema de la tridimensionalidad un carcter de la magnificidad es el de la mirada, porque es esta poca se invierte la relacin de obra y espectador, ya que al dibujar de una forma tan imponente a Dios l es el que nos observa el espectador se convierte en observado.A partir de trucos visuales como la austeridad en perspectiva y formas oblicuas as como la proporcin de las representaciones dan una sensacin de ser observados y sentirnos culpables ello se debe a esa inversin de los papeles: nosotros somos el cuadro[footnoteRef:2] [2: Ibid.p.185.]

Tanto en el Dios bizantino como en las representaciones de las vrgenes, los mismo que en un dogma cualquier modificacin presenta graves desrdenes, pero que al fin representa problemas de espacio y simbolismo ya que proliferaron escenas bblicas como parte de la difusin cristiana y que pronto implicarn la inclusin de conceptos como profundidad, interaccin y tridimensionalidad.A pesar de que la innovacin no se conceba dentro de esta poca, si se realizaron modificaciones y mutaciones en tornoa figuras como la virgen que aluda a poses de antiguas reinas egipcias adems de que el aislamiento representaba un problema para su figura se comenz por agregar un poco de elemento tridimensionales y se dej a un lado el ropaje esquemtico, la insinuacin de estar ligeramente sentada o arrodillada marcara el rompimiento del arquetipo del periodo.ante el anterior problema se ven modificaciones, tratando de ocultarlo por medio del tres cuartos, aunque por esta tcnica se ve perdida la mirada fija hacindolos mirar (tanto a jess como a la virgen) a un punto fijo la lejana. Otros grandes cambios seran la composicin y manejo de espacios, el nio jess no estara en el centro de la virgen sino a un lado; adems se ira abriendo ya una cierta profundidad en el oro del fondo. Incluso ante el temor de llegar a lo profano se comienza a transmitir la relacin psicolgica de Jess con su madre que oblig a los artistas a cambiar la expresin de los representados en el cuadro agregando un poco ms de realismo. Lo anterior se puede ejemplificar con la variedad de contenidos y actividades as como interaccin vigen mara- jess, incluso con actividades profanas como el amamantar, es decir, las ltimas metamorfosis en el arte se daran en el aspecto sentimental.Es sorprendente ver cmo todo un periodo de oscurantismo en Europa, en especfico dentro del imperio Bizantino pudo tener cnones muy especficos que fueron gradualmente modificndose. El aislamiento del continente determin de una manera muy importante la forma de ver y expresarse en torno a lo que ellos comprendan del mundo. De una manera puramente religiosa, se interpreta de la mejor manera su sentir sobre la divinidad de Dios y todo lo que l conlleva. Sin embargo, lo que puedo rescatar de ste periodo a pesar de sus arquetipos (nada bellos desde mi punto de vista), es que se fueron generando respuestas a los problemas de interpretacin, exactamente de la misma manera que los problemas a los que se enfrentaron los griegos, es por ello que pienso que la innovacin es parte natural del progreso del arte.

Bibliografa.Paris, Jean. El espacio y la mirada, Taurus, Madrid, 1967. pp.170-211.