el alma en el antiguo egipto

5
EL ALMA EN EL ANTIGUO EGIPTO por Fernando Schwarz El destino del Alma está en el Cielo; el destino del cuerpo está en la Tierra. Los ritos de momificación determinan la dirección del viaje. El Ego personal y el Alma ante la sala del Juicio El ego personal, simbolizado en la antigua cultura egipcia por el corazón, es de naturaleza doble. Posee un aspecto espiritual superior, que le otorga las facultades mentales de la memoria y la imaginación, pero este reflejo de la Inteligencia se encuentra sumergido en el mundo del deseo y de la dualidad, el “kama” de los hindúes. Por ello, se entiende como una suerte de Alma inferior humana o mente con deseo. El corazón tiene dos nombres que en la vida hacen uno: Ab y Hati. El Hati es el corazón físico, el que se queda en la Tierra, el aspecto temporal, la sede de las pasiones que se deben dominar para trascender la naturaleza inferior. El Ab es el que va a ser juzgado, como el testigo que mira hacia el pasado y e futuro del Alma. Helena Blavastky insiste en que el Alma que aspira a la osirificación, a la resurrección o renacimiento en un plano superior, es el yo personal (Ab). Este corazón, Ab, es a su vez el aspecto inferior de la mente. El Ba es el superior, y

Upload: raffaele-storino-floridiano

Post on 16-Sep-2015

244 views

Category:

Documents


6 download

DESCRIPTION

Muy interesante artículo.

TRANSCRIPT

  • EL ALMA EN EL ANTIGUO EGIPTO

    por Fernando Schwarz

    El destino del Alma est en el Cielo; el destino del cuerpo

    est en la Tierra. Los ritos de momificacin determinan la

    direccin del viaje. El Ego personal y el Alma ante la sala

    del Juicio El ego personal, simbolizado en la antigua

    cultura egipcia por el corazn, es de naturaleza doble.

    Posee un aspecto espiritual superior, que le otorga las

    facultades mentales de la memoria y la imaginacin, pero

    este reflejo de la Inteligencia se encuentra sumergido en el

    mundo del deseo y de la dualidad, el kama de los

    hindes. Por ello, se entiende como una suerte de Alma

    inferior humana o mente con deseo.

    El corazn tiene dos nombres que en la vida hacen uno:

    Ab y Hati. El Hati es el corazn fsico, el que se queda en

    la Tierra, el aspecto temporal, la sede de las pasiones que

    se deben dominar para trascender la naturaleza inferior. El

    Ab es el que va a ser juzgado, como el testigo que mira

    hacia el pasado y e futuro del Alma.

    Helena Blavastky insiste en que el Alma que aspira a la

    osirificacin, a la resurreccin o renacimiento en un plano

    superior, es el yo personal (Ab). Este corazn, Ab, es a su

    vez el aspecto inferior de la mente. El Ba es el superior, y

  • los dos constituyen una unidad. De hecho, deben

    integrarse como tal en la Sala del Juicio para demostrar

    estar en la Verdad, en la Justicia, en la Ley y en la Luz.

    Esto es lo que supone el alma osirificada, que permite al

    Ba recuperar el poder sobre su memoria y su imaginacin.

    Hay varios captulos del Libro de los Muertos en que el

    corazn hereditario, Geb-Ba o el principio que reencarna,

    solicita a su corazn Ab que no testimonie contra l. Oh

    corazn mo, mi corazn hereditario, (te) preciso para mis

    transformaciones () no te separes de mi ante el guardin

    de las balanzas. T eres mi personalidad detro de mi

    pecho, compaero divino que vela sobre mis carnes.

    (Libro de los Muertos, cap. LXIV, 34, 35). El corazn Ab

    debe dar testimonio de la inocencia del difunto, y de que

    en la Tierra se ha conducido como un discpulo en el

    Sendero espiritual. Este corazn es el centro de forma y de

    vida de toda la personalidad temporal, que tiene que

    demostrar haber sido el correcto canal de los principios

    superiores frente al Tribunal de Osiris. Cuando el corazn

    del difunto es juzgado puro, la sentencia de su liberacin

    que pronuncia el juez es: Que el corazn sea puesto en su

    lugar en la persona de Osiris. El retorno del corazn al

    pecho del difunto es el signo de su renacimiento, y est

    asociado con el escarabajo. La osirificacin del corazn va

    a permitir el renacimiento del alma en el plano de Atum,

    su divinizacin y su fusin en la luz de Re. El corazn,

    una vez osirificado, ya no se va a transformar ms, pero el

    Ba continuar an con sus transformaciones. El difunto

    dice: Yo veo las formas de m mismo, como varios

  • hombres transformndose eternamente. (). Yo conozco

    este captulo. Aquel que lo conoce asume toda clase de

    formas vivientes. (Libro de los Muertos, cap. LXIV, 29-

    30) El juicio del corazn determinar la direccin del

    viaje, ya sea para reencarnar en la Tierra o para continuar

    sus renacimientos en el Cielo. Si no logra pasar el juicio,

    el corazn es tragado por el monstruo Amhet, que lo

    excreta en los planos inferiores, transformndolo en el

    cuerpo causal de una futura vida o encarnacin. El Ba se

    invierte, vuelve al Duat cabeza abajo, y volver a tener

    una casa en la Tierra, lo que se representa con el Ba

    regresando a la tumba. Volver a la tumba significa

    reencarnar. Es por eso por lo que se ve al Ba llevarle a la

    momia funciones vitales y alimentos, lo que representa el

    proceso de una nueva encarnacin en la Tierra. En

    realidad, la momia no renace en el ms all, sino que

    simboliza la futura personalidad o cuaternario que deber

    encarnar, en estado de germen. La momia representa el

    cuerpo que se queda en la Tierra, y a su vez la figuracin

    del destino ltimo del alma, el Sahu, lo que puede crear

    muchos malentendidos porque es un concepto utilizado de

    manera alegrica. El cuerpo, despus de la muerte, es el

    soporte en el mundo de lo terreno de la recomposicin de

    los elementos del septenario que tienden a la disolucin de

    la muerte. Los ritos funerarios propician la transfiguracin

    del difunto en el cuerpo de luz o Akh. La momia, como

    prefiguracin del cuerpo de luz, es tambin llamada Sahu,

    que hay que distinguir del cadver o cuerpo putrescible,

    que es Khat, y del Djet, que es el cuerpo fsico viviente.

  • La momia puede tambin representar el contenedor o

    vehculo de lo que va a ser transformado o renacer en

    cualquier plano. Estar en estado vegetativo o latente. Pero

    esto puede prefigurar tanto la latencia del cuerpo fsico

    como la del alma superior. No es la momia fsica la que

    resucita. Cuando en los textos se ve al Ba regresando a la

    momia, se est figurando el descenso del alma al plano

    terrestre, es decir, la reencarnacin. El que va a revivir

    (), el Alma deba reunirse con la momia (Libro de los

    Muertos, cap. XXXIX) y volver a darle vida. Despus de

    haber pasado un tiempo en el ms all, en el Amenti, y

    haberse purificado en la vida pasada, el difunto era

    llamado a aportar nuevas existencias a la momia, el

    germen causal de su prxima encarnacin. Oh, dioses de

    Helipolis () concededme que mi Alma venga a m en

    cualquier lugar donde est. () Mi Alma y mi inteligencia

    me han sido arrancadas. Haced que mi Alma vea mi

    cuerpo, si la encontris... Que se una a su momia (que se

    reencarne) (Libro de los Muertos, cap. LXXXIX). Cuando

    la momia llama al alma o Ba, representa al germen del

    futuro ego personal que se est reconstituyendo para una

    nueva encarnacin. No hay resurreccin de la carne en el

    mundo terrenal. El destino del alma est en el Cielo, el

    destino del cuerpo est en la Tierra. En el libro de las

    Respiraciones o Shai-N-Sin Sin, supuestamente redactado

    por Isis para su hermano Osiris, para hacer revivir su

    cuerpo, se dice: Tu individualidad es permanente; tu

    cuerpo es durable; tu momia germina. La germinacin de

    la momia es el smbolo de la resurreccin o reencarnacin

  • en la Tierra. Si el Alma es osirificada, esto quiere decir

    que si corazn es tan liviano como la pluma de Maat, y no

    es detenido por el monstruo Amhet. Entonces ser el dios

    Horus quien presentar, no el corazn, sino el Alma

    viviente justificada Libro de los Muertos, cap. CCXXV)

    del difunto a Osiris, dios del ms all. El Alma viviente

    podr continuar su itinerario hacia la luz del da. Se

    purificar en el lago de fuego (Libro de los Muertos, cap.

    CCVI) y avanzar en el camino que le conducir a su

    verdadera naturaleza, que es ser luz junto a Re. El Libro

    de los Muertos ofrece una lista completa de las

    transformaciones del Alma que el difunto lleva a cabo

    mientras se despoja progresivamente de sus vestiduras

    ms opacas y densas, en la medida en que se eleva, de la

    noche del Duat, a la Luz del horizonte de Re. La sombra

    (Kaibit), la forma astral, es aniquilada, devorada por el

    Oreus (Libro de los Muertos, cap. CIL, 51). Los Manes

    sern aniquilados; los dos Gemelos (los principios cuarto y

    quinto) sern disipados; pero, el Alma Pjaro (Ba), la

    golondrina divina y el Oreus de llama (Sahu, que rene los

    tres componentes superiores en una unidad) vivirn en la

    eternidad, pues son los maridos de su madre.