el alma en el antiguo egipto
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Muy interesante artículo.TRANSCRIPT
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EL ALMA EN EL ANTIGUO EGIPTO
por Fernando Schwarz
El destino del Alma est en el Cielo; el destino del cuerpo
est en la Tierra. Los ritos de momificacin determinan la
direccin del viaje. El Ego personal y el Alma ante la sala
del Juicio El ego personal, simbolizado en la antigua
cultura egipcia por el corazn, es de naturaleza doble.
Posee un aspecto espiritual superior, que le otorga las
facultades mentales de la memoria y la imaginacin, pero
este reflejo de la Inteligencia se encuentra sumergido en el
mundo del deseo y de la dualidad, el kama de los
hindes. Por ello, se entiende como una suerte de Alma
inferior humana o mente con deseo.
El corazn tiene dos nombres que en la vida hacen uno:
Ab y Hati. El Hati es el corazn fsico, el que se queda en
la Tierra, el aspecto temporal, la sede de las pasiones que
se deben dominar para trascender la naturaleza inferior. El
Ab es el que va a ser juzgado, como el testigo que mira
hacia el pasado y e futuro del Alma.
Helena Blavastky insiste en que el Alma que aspira a la
osirificacin, a la resurreccin o renacimiento en un plano
superior, es el yo personal (Ab). Este corazn, Ab, es a su
vez el aspecto inferior de la mente. El Ba es el superior, y
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los dos constituyen una unidad. De hecho, deben
integrarse como tal en la Sala del Juicio para demostrar
estar en la Verdad, en la Justicia, en la Ley y en la Luz.
Esto es lo que supone el alma osirificada, que permite al
Ba recuperar el poder sobre su memoria y su imaginacin.
Hay varios captulos del Libro de los Muertos en que el
corazn hereditario, Geb-Ba o el principio que reencarna,
solicita a su corazn Ab que no testimonie contra l. Oh
corazn mo, mi corazn hereditario, (te) preciso para mis
transformaciones () no te separes de mi ante el guardin
de las balanzas. T eres mi personalidad detro de mi
pecho, compaero divino que vela sobre mis carnes.
(Libro de los Muertos, cap. LXIV, 34, 35). El corazn Ab
debe dar testimonio de la inocencia del difunto, y de que
en la Tierra se ha conducido como un discpulo en el
Sendero espiritual. Este corazn es el centro de forma y de
vida de toda la personalidad temporal, que tiene que
demostrar haber sido el correcto canal de los principios
superiores frente al Tribunal de Osiris. Cuando el corazn
del difunto es juzgado puro, la sentencia de su liberacin
que pronuncia el juez es: Que el corazn sea puesto en su
lugar en la persona de Osiris. El retorno del corazn al
pecho del difunto es el signo de su renacimiento, y est
asociado con el escarabajo. La osirificacin del corazn va
a permitir el renacimiento del alma en el plano de Atum,
su divinizacin y su fusin en la luz de Re. El corazn,
una vez osirificado, ya no se va a transformar ms, pero el
Ba continuar an con sus transformaciones. El difunto
dice: Yo veo las formas de m mismo, como varios
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hombres transformndose eternamente. (). Yo conozco
este captulo. Aquel que lo conoce asume toda clase de
formas vivientes. (Libro de los Muertos, cap. LXIV, 29-
30) El juicio del corazn determinar la direccin del
viaje, ya sea para reencarnar en la Tierra o para continuar
sus renacimientos en el Cielo. Si no logra pasar el juicio,
el corazn es tragado por el monstruo Amhet, que lo
excreta en los planos inferiores, transformndolo en el
cuerpo causal de una futura vida o encarnacin. El Ba se
invierte, vuelve al Duat cabeza abajo, y volver a tener
una casa en la Tierra, lo que se representa con el Ba
regresando a la tumba. Volver a la tumba significa
reencarnar. Es por eso por lo que se ve al Ba llevarle a la
momia funciones vitales y alimentos, lo que representa el
proceso de una nueva encarnacin en la Tierra. En
realidad, la momia no renace en el ms all, sino que
simboliza la futura personalidad o cuaternario que deber
encarnar, en estado de germen. La momia representa el
cuerpo que se queda en la Tierra, y a su vez la figuracin
del destino ltimo del alma, el Sahu, lo que puede crear
muchos malentendidos porque es un concepto utilizado de
manera alegrica. El cuerpo, despus de la muerte, es el
soporte en el mundo de lo terreno de la recomposicin de
los elementos del septenario que tienden a la disolucin de
la muerte. Los ritos funerarios propician la transfiguracin
del difunto en el cuerpo de luz o Akh. La momia, como
prefiguracin del cuerpo de luz, es tambin llamada Sahu,
que hay que distinguir del cadver o cuerpo putrescible,
que es Khat, y del Djet, que es el cuerpo fsico viviente.
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La momia puede tambin representar el contenedor o
vehculo de lo que va a ser transformado o renacer en
cualquier plano. Estar en estado vegetativo o latente. Pero
esto puede prefigurar tanto la latencia del cuerpo fsico
como la del alma superior. No es la momia fsica la que
resucita. Cuando en los textos se ve al Ba regresando a la
momia, se est figurando el descenso del alma al plano
terrestre, es decir, la reencarnacin. El que va a revivir
(), el Alma deba reunirse con la momia (Libro de los
Muertos, cap. XXXIX) y volver a darle vida. Despus de
haber pasado un tiempo en el ms all, en el Amenti, y
haberse purificado en la vida pasada, el difunto era
llamado a aportar nuevas existencias a la momia, el
germen causal de su prxima encarnacin. Oh, dioses de
Helipolis () concededme que mi Alma venga a m en
cualquier lugar donde est. () Mi Alma y mi inteligencia
me han sido arrancadas. Haced que mi Alma vea mi
cuerpo, si la encontris... Que se una a su momia (que se
reencarne) (Libro de los Muertos, cap. LXXXIX). Cuando
la momia llama al alma o Ba, representa al germen del
futuro ego personal que se est reconstituyendo para una
nueva encarnacin. No hay resurreccin de la carne en el
mundo terrenal. El destino del alma est en el Cielo, el
destino del cuerpo est en la Tierra. En el libro de las
Respiraciones o Shai-N-Sin Sin, supuestamente redactado
por Isis para su hermano Osiris, para hacer revivir su
cuerpo, se dice: Tu individualidad es permanente; tu
cuerpo es durable; tu momia germina. La germinacin de
la momia es el smbolo de la resurreccin o reencarnacin
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en la Tierra. Si el Alma es osirificada, esto quiere decir
que si corazn es tan liviano como la pluma de Maat, y no
es detenido por el monstruo Amhet. Entonces ser el dios
Horus quien presentar, no el corazn, sino el Alma
viviente justificada Libro de los Muertos, cap. CCXXV)
del difunto a Osiris, dios del ms all. El Alma viviente
podr continuar su itinerario hacia la luz del da. Se
purificar en el lago de fuego (Libro de los Muertos, cap.
CCVI) y avanzar en el camino que le conducir a su
verdadera naturaleza, que es ser luz junto a Re. El Libro
de los Muertos ofrece una lista completa de las
transformaciones del Alma que el difunto lleva a cabo
mientras se despoja progresivamente de sus vestiduras
ms opacas y densas, en la medida en que se eleva, de la
noche del Duat, a la Luz del horizonte de Re. La sombra
(Kaibit), la forma astral, es aniquilada, devorada por el
Oreus (Libro de los Muertos, cap. CIL, 51). Los Manes
sern aniquilados; los dos Gemelos (los principios cuarto y
quinto) sern disipados; pero, el Alma Pjaro (Ba), la
golondrina divina y el Oreus de llama (Sahu, que rene los
tres componentes superiores en una unidad) vivirn en la
eternidad, pues son los maridos de su madre.