ejercicio medición de superpoblación relativa en argentina

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105 PIMSA Nicolás Iñigo Carrera, Stella Cavalleri, Marina Murruni La superpoblación relativa en Argentina actual: un ejercicio de medición Nicolás Iñigo Carrera, Stella Cavalleri, Marina Murruni Este trabajo contiene los resultados de un ejercicio que constituye una primera aproximación a medir el volumen de la población que ocupa la posición de sobrante para las necesidades inmediatas del capital o superpoblación relativa en la Argentina del capital financiero. Desde la década de 1990 la observación de la sociedad argentina ha permitido constatar la existencia de un volumen creciente de población que, despojada parcial o totalmente de la propiedad sobre sus condicio- nes materiales de existencia y por ende imposibilitada de reproducir su vida con sus propios medios de producción, tampoco logra obtener regularmente sus medios de vida bajo la forma del salario. O bien, como veremos más abajo, aunque reciba un salario es considerada sobrante por el capital más concentrado (por ejemplo, una parte de los asalariados estatales o de los ocupados en ramas de actividad obsoletas). La existencia de ese volumen de población, que aparece en su manifesta- ción más evidente como desocupación, tuvo momentos de crecimiento y decrecimiento, pero la tendencia es a un incremento independiente de las fluctuaciones del ciclo industrial y que se da simultáneamente con un crecimiento de la producción y la productividad del trabajo 1 . La tendencia capitalista a generar una creciente masa de superpoblación relativa es conocida desde hace mucho tiempo. Ya en el siglo XIX Marx hizo referencia a la ley de población propia del modo de producción capitalista, formulada en el marco de «la ley general, absoluta, de la acumulación capitalista. Una ley que, como todas las demás, se ve modificada en su aplicación por una serie de circunstancias (...)» 2 . 1 Ver Cavalleri, Stella, Donaire, Ricardo y Rosati, Germán; «Evolución de la distribución de la población según la división del trabajo social. Argentina 1960 – 2001»; en PIMSA Documentos y comunicaciones 2005; Buenos Aires, PIMSA, 2006; pp. 8 – 35. 2 «La magnitud relativa del ejército industrial de reserva crece (...) a medida que crecen las potencias de la riqueza. Y cuanto mayor es este ejército de reserva en proporción al ejército obrero en activo, más se extiende la masa de la superpoblación consolidada, cuya miseria se halla en razón inversa a los tormentos de su trabajo. Y finalmente, cuanto más crecen

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    Nicols Iigo Carrera, Stella Cavalleri, Marina Murruni

    La superpoblacin relativa en Argentina

    actual: un ejercicio de medicinNicols Iigo Carrera, Stella Cavalleri, Marina Murruni

    Este trabajo contiene los resultados de un ejercicio que constituyeuna primera aproximacin a medir el volumen de la poblacin que ocupala posicin de sobrante para las necesidades inmediatas del capital osuperpoblacin relativa en la Argentina del capital financiero.Desde la dcada de 1990 la observacin de la sociedad argentina hapermitido constatar la existencia de un volumen creciente de poblacinque, despojada parcial o totalmente de la propiedad sobre sus condicio-nes materiales de existencia y por ende imposibilitada de reproducir suvida con sus propios medios de produccin, tampoco logra obtenerregularmente sus medios de vida bajo la forma del salario. O bien, comoveremos ms abajo, aunque reciba un salario es considerada sobrantepor el capital ms concentrado (por ejemplo, una parte de los asalariadosestatales o de los ocupados en ramas de actividad obsoletas). Laexistencia de ese volumen de poblacin, que aparece en su manifesta-cin ms evidente como desocupacin, tuvo momentos de crecimientoy decrecimiento, pero la tendencia es a un incremento independiente delas fluctuaciones del ciclo industrial y que se da simultneamente con uncrecimiento de la produccin y la productividad del trabajo1.La tendencia capitalista a generar una creciente masa de superpoblacinrelativa es conocida desde hace mucho tiempo. Ya en el siglo XIX Marxhizo referencia a la ley de poblacin propia del modo de produccincapitalista, formulada en el marco de la ley general, absoluta, de laacumulacin capitalista. Una ley que, como todas las dems, se vemodificada en su aplicacin por una serie de circunstancias (...)2.1 Ver Cavalleri, Stella, Donaire, Ricardo y Rosati, Germn; Evolucin de la distribucin

    de la poblacin segn la divisin del trabajo social. Argentina 1960 2001; en PIMSADocumentos y comunicaciones 2005; Buenos Aires, PIMSA, 2006; pp. 8 35.2 La magnitud relativa del ejrcito industrial de reserva crece (...) a medida que crecen las

    potencias de la riqueza. Y cuanto mayor es este ejrcito de reserva en proporcin al ejrcitoobrero en activo, ms se extiende la masa de la superpoblacin consolidada, cuya miseriase halla en razn inversa a los tormentos de su trabajo. Y finalmente, cuanto ms crecen

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    de la misma manera que en Europa, porque una parte de la mano de obraocupada en el sector informal no sera movilizable por restricciones decapacitacin y falta de dinamismo del sector formal y, por tanto, lossalarios pagados en el sector que denominan moderno no seranafectados por ese excedente de mano de obra. Pero, nuevamente, estono tiene incidencia en nuestro intento de medicin. Tampoco lo sealadoen trabajos como los de Roberts5 o Portes y Walton6, para los que lainformalidad resulta funcional a la acumulacin capitalista.

    Quines conforman la SuperpoblacinComo ya dijimos Marx seala que la acumulacin capitalista, llevada

    a cabo en medio de un continuo cambio en la composicin orgnica delcapital (aumento de su parte constante a expensas de su parte variable)(...) produce constantemente, en proporcin a su intensidad y suvolumen, una poblacin obrera excesiva para las necesidadesmedias de explotacin del capital, es decir, una poblacin obreraremanente o sobrante7. La produccin transitoria de esa superpoblacinpuede adoptar la forma de repulsin de obreros ocupados anteriormenteo la forma menos evidente de una absorcin ms dificultosa de lapoblacin obrera suplementaria a travs de los canales habituales. Estasuperpoblacin es el producto necesario de la acumulacin capitalista.Y, a la vez, palanca de la misma y condicin de existencia del modocapitalista de produccin, porque constituye un ejrcito industrial dereserva, a disposicin del capital, un material humano explotable ysiempre disponible, independientemente de los lmites del aumento realexperimentado por la poblacin proletaria, para las necesidades varia-bles de valorizacin del capital. La expansin y la contraccin delejrcito industrial de reserva se rige por la alternancia del ciclo industrial:en los perodos de estancamiento y prosperidad media ejerce presinsobre el ejrcito obrero en activo, y en los perodos de sobreproduc-cin o paroxismo limita sus exigencias.

    5 Roberts, B.: Cities of peasants. The political economy of urbanization in the third world,

    Sage Beverly Hills, 1979, en Prez Sainz: Informalidad urbana en Amrica Latina, op.cit.6. El trabajo de Portes y Walton citado por Prez Sainz en el artculo ya mencionado es:

    Labor, class and the international system; New York, Academic Press, 1981.7 Marx, Karl: El Capital. Libro I. Captulo XXIII, op cit,; p. 533.

    A los fines del ejercicio de medicin que pretendemos presentar, no escentral internarnos en las polmicas acerca de la especificidad que enAmrica Latina o, ms en general, en los pases dependientes, presentaesa masa de superpoblacin relativa al menos desde la segunda mitad delsiglo XX. Entre las polmicas aludidas no resulta pertinente a los fines dela medicin que queremos realizar la discusin sobre la funcin de ejrcitoindustrial de reserva que Marx percibe en la superpoblacin relativapara el capital: en la medida en que se trata de aproximarse al volumen dela poblacin sobrante para el capital, no interesa si toda ella cumple aquellafuncin o si parte de ella constituye una masa marginal3.Menos pertinente aun resulta la aproximacin a esta masa de poblacindefinindola como trabajadores informales urbanos en la medida enque en esta caracterizacin no se trata de una superpoblacin relativapara las necesidades actuales del capital sino de una porcin depoblacin integrada en uno de los segmentos diferenciados dentro delmercado de trabajo urbano, dentro de una nica pero heterogneaestructura productiva4. Un mbito laboral en el que, o bien no existeseparacin entre empresa y trabajador porque predominan las activida-des por cuenta propia donde ambas funciones son desempeadas por lamisma persona (por lo que el salario no constituye la forma deremuneracin ms generalizada); o bien se trata del llamado trabajoprecario en el que la relacin salarial (observada en la relacinindividual entre cada capitalista y cada obrero) no es estable y donde laregulacin de las relaciones de trabajo por el aparato estatal, tanto enmateria de legislacin como de control, es prcticamente inexistente.Este enfoque, como la teora de la dependencia, entiende que no esaplicable para Latinoamrica la nocin de ejrcito industrial de reserva

    la miseria dentro de la clase obrera y el ejrcito industrial de reserva, ms crece tambin elpauperismo oficial (Marx, Karl; El Capital, Libro I; Mxico, FCE, 2006; p. 546).3 Nun, Jos; Superpoblacin relativa, ejrcito industrial de reserva y masa marginal en

    Revista Latinoamericana de Sociologa, Vol. V, Julio de 1969, n2, Centro de InvestigacionesSociales del Instituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires. Nun propone la nocin de masamarginal a partir de su crtica a la asimilacin entre superpoblacin relativa y ejrcitoindustrial de reserva.4 Souza, P.R. y Tokman, V.E. (coordinadores); El empleo en Amrica Latina; Mxico, Siglo

    XXI, 1976; p.64; citado en Prez Sainz; Informalidad urbana en Amrica Latina. Enfoques,problemticas e interrogantes, Guatemala, Editorial Nueva Sociedad Flacso, 1991.

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    1. Como ya dijimos la forma ms evidente es la llamada desocupacinabierta, que sigue las fluctuaciones (expansin y contraccin) del cicloeconmico, salvo cuando se ve modificada en situaciones muy espec-ficas, por ejemplo por polticas de gobierno, tal como fue el caso duranteel gobierno cvico militar de 1976839. Existen mediciones oficiales dela desocupacin en grandes aglomerados urbanos a partir de 1964,aunque el nmero de aglomerados urbanos relevados ha ido variando.Esta manifestacin de la superpoblacin se corresponde en buenamedida con la modalidad fluctuante sealada por Marx.2. Lo mismo ocurre con la llamada subocupacin horaria, registradaoficialmente desde 1974, con las mismas salvedades que la anterior, ya la que, desde 1993 se desdobl en demandante y no demandante.3. En varias oportunidades a lo largo de los ltimos treinta aos se hasealado que una pequea proporcin de la Poblacin EconmicamenteNo Activa est formada por porciones de poblacin que se retiran delmercado de fuerza de trabajo cuando las posibilidades de lograr vender sufuerza de trabajo son escasas (el llamado efecto desaliento). Tambinesta poblacin flucta siguiendo el movimiento del ciclo econmico.4. Otra manifestacin que puede asociarse a la modalidad fluctuante dela superpoblacin son los jvenes que son incorporados a la produccin(incluso siendo nios) y que quedan desocupados cuando crecen. Sinduda esta situacin descripta por Marx ha sido limitada por la legislacinque prohbe el trabajo infantil, pero de ninguna manera suprimida. Yexisten datos acerca de la poblacin de adolescentes y jvenes que noestudian ni trabajan, que al menos en parte pueden corresponderse conesta situacin, aunque probablemente una proporcin mayor se corres-ponda con quienes nunca pasaron por el mercado de fuerza de trabajo.5. La modalidad latente sealada por Marx se corresponde con una partede la poblacin rural, que se manifiesta en la migracin a la industria y ala agricultura capitalista. En Argentina ha habido procesos recientes deexpansin del capitalismo predominantemente en profundidad (como, por9 Recurdese, por ejemplo, el testimonio de Juan Alemann, secretario de Hacienda del

    gobierno cvico militar entre 1976 y 1981: Los jefes militares decan entonces que nopoda haber desocupa-cin, ya que cada desocupado era un guerri-llero en potencia. Estofue una limitacin para la poltica econmica, que no permiti concretar la estabilizacin(Alemann, Juan; Los aos de Martnez de Hoz; La Nacin, 24/3/1996, 2 seccin, p. 8).

    Quines integran esa superpoblacin relativa?En una primera aproximacin, los que hoy se conocen como desocu-

    pados y subocupados segn las categoras utilizadas en las estadsticaslaborales; es decir, aquellos que, expropiados de sus condicionesmateriales de existencia y, por ende, forzados a entregar su fuerza detrabajo para recibir sus medios de vida bajo la forma del salario, tampococonsiguen vender su fuerza de trabajo: todo obrero forma parte deella [la superpoblacin] durante el tiempo que est desocupado o trabajasolamente a medias8. Sin embargo, sta es la parte ms evidente, msfcilmente observable de la superpoblacin relativa, pero de ningunamanera el conjunto de ella.

    Ms all de las diferentes formas de reaparicin peridica (aguda ocrnica) que le imprime el cambio de fases propio del ciclo industrial, lasuperpoblacin relativa se presenta, en la investigacin de Marx, bajo tresmodalidades constantes (fluctuante, latente e intermitente) e incluye (susltimos despojos) a la poblacin refugiada en el pauperismo. Estasobrepoblacin est integrada por todos los obreros mientras se encuen-tren total o parcialmente desocupados, pero tambin, en las modalidadeslatente e intermitente, por trabajadores (no exclusivamente obreros)ocupados. En la modalidad latente esa superpoblacin est en el campo.En la modalidad intermitente, se encuentra en actividades de ocupacinirregular, caracterizadas por el mximo tiempo de trabajo y el mnimo desalario; su forma de manifestacin fundamental es el trabajo domiciliario,pero tambin en las ramas en que el trabajo artesano puede ser reempla-zado por la mecanizacin (ramas obsoletas). Finalmente, en la esferadel pauperismo, se encuentran tres categoras, dos de las cuales personas aptas para el trabajo y hurfanos e hijos de pobres- seincorporan al ejrcito obrero activo en pocas de prosperidad. Cules son las manifestaciones de esa superpoblacin relativa hoy,con un siglo y medio ms de desarrollo del capitalismo y en un pasdependiente, como es Argentina? Las manifestaciones que hemoslogrado delimitar como gruesamente mensurables, siguiendo los crite-rios tericos expuestos, tanto en la poblacin desocupada como en laocupada y en la econmicamente inactiva, son las siguientes:8 Marx, Karl; El Capital. Libro I. Captulo XXIII, op cit,; p. 543.

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    Ani corazonNotealguna sugerencia en conclusiones?? a qu segmento de la spr pertenecen emprendedoras y trabajadoras de la cooperativa??

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    normal, pero que se conform a lo largo de un largo proceso histrico12.Como han superado determinado lmite de edad legalmente son conside-rados no aptos para el trabajo; sin embargo, son oferentes de fuerza detrabajo, al menos en los momentos en que lo menguado de sus jubilacioneslos fuerza a buscar otros ingresos. De manera que el capital cuenta conesta masa disponible aprovechando las mismas condiciones biolgicashumanas (anlogo a lo que Marx plantea con la generacin de trabajado-res jvenes por efecto de la reproduccin), en un sistema social, elcapitalismo, en que todas las relaciones sociales, y la vida misma, estnsujetas a la venta y la compra, lo que se impone tambin a los ancianos ysus familias. A la vez que, desde el punto de vista del capital, toda fuerzade trabajo no utilizable inmediatamente es poblacin sobrante. Finalmente,debe aclararse que no toda la poblacin registrada como Jubilados yPensionados forma parte de la superpoblacin relativa ya que una buenaparte de ella son propietarios de sus condiciones materiales de existenciay corresponden, pues, a la burguesa.11. La poblacin encarcelada, que en Argentina no alcanza unvolumen relevante.

    Las series de tasa de actividad, desocupacin abierta ysubocupacin: 19742010. Qu dice su relacin

    La manifestacin ms evidente de la existencia de superpoblacinrelativa la constituye la llamada desocupacin abierta. En la Argen-tina contempornea la tasa de desocupacin abierta es registradasistemticamente desde 1964. La observacin de la serie permitesealar dos momentos diferentes, delimitados por los aos finales de ladcada de 1980.

    En el primer momento, la tasa de desocupacin abierta tendi a

    gran parte, para sacudirlos de sus hombros y echarlos sobre las espaldas de la clase obrera yde la pequea clase media (Marx, Karl; El Capital. Libro I. Captulo XXIII, op cit,; p. 543).12

    Recurdese que cuando en 1923 se intent establecer la ley 11.289 de jubilaciones paraempleados y obreros mercantiles, industriales, periodistas y de artes grficas y de la marinamercante, el movimiento obrero la rechaz porque los aportes de los asalariados implicabanuna reduccin de los salarios, porque la consideraron un instrumento para dividir a la claseobrera en jubilados y aportantes y porque no haba estado precedida ni era resultado de lalucha obrera sino de una decisin de gobierno.

    ejemplo, los de la mecanizacin de la cosecha de algodn y centralizacinde la propiedad de la tierra en el Chaco), en los que se produjo unamigracin desde el campo hacia la ciudad, pero resultado ms de unarepulsin desde el campo que de una atraccin desde la industria.6. Pero aparece otra manifestacin, que se asemeja a la modalidadlatente porque su existencia no es evidente: se trata de poblacinocupada en forma estable cuya condicin de sobrante para el capital slose hace evidente en los discursos de los cuadros intelectuales del grancapital, en los momentos de crisis en las finanzas pblicas: una parte delos asalariados en la administracin del aparato estatal tanto nacionalcomo provinciales y municipales10.7. La parte de la poblacin llamada autoempleada (Trabajadores por cuentapropia), en condiciones de trabajo precario y otras manifestaciones enramas o actividades en las que las condiciones productivas son obsoletas.8. La poblacin refugiada en el pauperismo oficial, es decir, que recibeuna parte de los medios necesarios para reproducir su vida bajo la formade subsidios estatales o privados, sea en especie o sea bajo forma dineraria(con contraprestacin laboral o no). La medicin de esta parte de lasuperpoblacin debe ser puesta en el contexto de la pobreza en general.9. La poblacin repelida fuera de la Argentina, es decir, la poblacin queha emigrado del pas.10. Marx incluye entre los ltimos despojos de la superpoblacinrelativa (seres condenados a perecer), a los obreros que sobrevivena la edad normal de su clase y las vctimas de la industria (invlidospor accidentes de trabajo, viudas, etc.). Dnde encontraramos en lascondiciones actuales del capitalismo a estos antiguos trabajadores? Sinduda una parte quedan registrados en el pauperismo oficial al que yahemos hecho referencia. Pero tambin es posible ubicarlos entre lapoblacin clasificada en la categora Jubilados y Pensionados, dentrode la Poblacin Econmicamente No Activa. Recurdese que estacategora de poblacin es mantenida mediante los aportes jubilatorios delos trabajadores en actividad11, situacin que hoy es percibida como10

    Marx seal entre las funciones de la extensa y ramificadsima maquinaria del Estadola de servir para la colocacin de la poblacin sobrante (Marx, Karl; El dieciocho brumariode Luis Bonaparte; en Obras Escogidas; Mosc, Editorial Progreso, 1974; tomo I, p. 443).11

    Figura entre los faux frais de la produccin capitalista, aunque el capital se la arregle, en

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    hacia 1991. Considerando la desocupacin disfrazada y el desempleooculto, y en contraste con una tasa de desempleo medida de 7,3%, lamagnitud del problema de empleo de la economa argentina hacia 1991era de 22,9% de la PEA, ciertamente, una magnitud sin precedentes14Las explicaciones que se dieron en ese momento desde los intelectualesdel rgimen apuntaban a una causa coyuntural (la llamada crisis deltequila), pero ms an a un movimiento orgnico: la nueva articulacinentre capitalismo de estado y capitalismo de economa privada, que ellosllamaban reformulacin del papel del estado en la economa ycambio en la estructura sectorial del empleo fruto de la apertura15 yde la incorporacin de tecnologa16. lvaro Alsogaray se refiri a losempleos artificiales de la ilusoria etapa de desarrollo y alto nivel deempleo, resultado de ms de cuarenta aos [en que] la economaargentina ha estado sometida a una dominante intervencin del estado,con polticas que provocaban grandes dficit que eran financiados enltima instancia a travs de la emisin espuria de moneda (...) a suimpulso se desarrollaron actividades y empresas, con la consiguientecreacin de empleo, que no podan sostenerse sino a costa de subsidios,protecciones y privilegios financiados con la citada creacin monetaria(...). Al desaparecer sta, las actividades, empresas y empleos artificia-les, que a travs de ella se sostenan, comenzaron a caer; esesaneamiento que restableca la verdad econmica era indispensable ysus consecuencias inevitables aunque transitorias17

    14 Consejo Empresario Argentino; Un trabajo para todos. Empleo y desempleo en

    Argentina; Buenos Aires, 1997; p. 120. En el equipo de investigacin dirigido por ellicenciado Llach colabor, por el Estudio Mora y Araujo, Noguera y Asociados, el doctorErnesto Kritz, completndose el equipo de investigadores con Daro Braun, Lucas Llachy Alejandra Torres.15

    Declaraciones de Silvia Montoya, investigadora de la Fundacin Mediterrnea, recogidasen: Vaca, Juan Carlos; Mediterrnea: en el corto plazo el desempleo no bajara de 14%;La Nacin; 24/7/1995; p. 4.16

    Por ejemplo Javier Tizado, presidente de Siderar y vicepresidente ejecutivo de Tecpetrol(del grupo Techint) seal que Globalmente cada da vendemos ms como consecuenciadel proceso de permanente ajuste y racionalizacin de las plantas. En esa tarea jug un papelclave la incorporacin de tecnologa y el personal sobrante de esas reestructuraciones seemple en los trabajos de modificaciones de los establecimientos (De Paola, Ernesto;Techint no piensa en disminuir los sueldos; La Nacin 31/7/1995; p. 4).17

    Recesin y desocupacin son dos fenmenos que hoy preocupan a la opinin pblicaen todos los niveles. (...) Nadie ha sealado con precisin las causas de dichos fenmenos.

    oscilar entre un mnimo de 3,8% y un mximo de 6,5% (abril de 1966y mayo de 1988); las nicas excepciones se dieron en la onda de abrildel ao de inicio de la serie (1964) en que la tasa de desocupacin abiertaalcanz al 7,5% y en abril de 1972, cuando lleg al 7,4%, y en los aos1977, 1978, 1979 y 1980, en que se ubic por debajo del 3%. En la dcadade 1960 y hasta 1973 oscil entre el 4% y el 6,5%; a partir de esemomento descendi y oscil entre 4 5% y algo ms del 2%; la tasa msbaja se registr en octubre de 1978 (2,3%). Estas bajas tasas en loscuatro aos finales de la dcada de 1970 (en los aos que van desde lallamada reforma financiera hasta las primeras manifestaciones de lallamada crisis de la deuda, deben ser analizadas teniendo presente lapoltica de empleo que se daba el gobierno cvico militar: evitar lamanifestacin abierta de la desocupacin formaba parte de la luchacontra la subversin ya que detrs de cada desocupado haba unguerrillero en potencia13. Esta poltica se manifest en el aumento deempleados estatales. A la salida del gobierno cvico militar la tasa dedesocupacin abierta volvi a oscilar en valores similares a los de ladcada del 60: entre 4,4% en octubre de 1984 y 6,5% en mayo de 1988.

    El segundo momento comenz cuando la tasa de desocupacinrompi su techo histrico, alcanzando a 8,1% en mayo de 1989, en plenacrisis popularmente conocida como de la hiperinflacin y los saqueos.Desde entonces, obviamente con oscilaciones, sigui una tendenciaascendente hasta llegar a un mximo de 21,5% en mayo de 2002 aunqueel mismo gobierno reconoci, a comienzos de ese ao, que la tasa dedesocupacin abierta alcanzaba a casi una cuarta parte de la poblacineconmicamente activa.

    Como dijimos, el ascenso no fue lineal. La tasa oscil alrededor deun 7% u 8% hasta mayo de 1993 cuando super los dos dgitos, parallegar a 18,4% en mayo de 1995. Estas tasas, segn uno de los cuadrosdel gran capital, no daba cuenta de la magnitud real de la desocupacin:Esta era una tpica situacin de desocupacin disfrazada, que podaestimarse en 9,2 % de la poblacin econmicamente activa (PEA) hacia1991, e implicaba adems serios problemas de empleabilidad de buenaparte de ella. (...) un desempleo oculto estimado en 6,4% de la PEA13

    Ver testimonio de Juan Alemann citado ms arriba.

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  • 115PIMSA

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    flexibilidad laboral: En la Argentina habr que acostumbrarse aconvivir con el desempleo. Si bien el ndice actual del 18,6% podrreducirse en algunos puntos en los prximos aos, se estabilizar entreel 10 y el 12%19; o, como dijo una especialista de la FundacinMediterrnea, entre 14 15%20.

    Tal como haba sido pronosticado, la desocupacin descendi poste-riormente, hasta alcanzar un mnimo de 12,4% en 1998; esto llen deregocijo y optimismo a los funcionarios del gobierno, que bien seguardaban de reconocer que ese mnimo era el doble del mximohistrico del momento anterior.

    A partir de entonces volvi a crecer, con oscilaciones, hasta llegaral mximo ya sealado en mayo de 2002. El momento ascendente delciclo econmico (la salida de la crisis) revirti la tendencia; esto fuereforzado por las polticas gubernamentales y la fuerte incidencia deltrabajo precario, que aparecen como las causas de esa reversin21.Despus disminuy a 19,1% (primer semestre de 2003), 15,4% (segun-do semestre de 2003), 14,6% y 12,6% respectivamente en 2004; 12, 5%y 10,6% en 2005; y 10,9% y 9,5% en 2006. A partir de 2003 los datosestn presentados trimestralmente; en 2007 la desocupacin abierta fue9,8%, 8,5%, 8,1% y 7,5%; en 2008: 8,4%, 8,0%, 7,8% y 7,3%; en 2009:8,4%, 8,8%, 9,1% y 8,4%; en 2010: 8,3%, 7,9%, 7,5% y 7,3%22.

    19 La Nacin 12/8/1995; p. 8.

    20 Declaraciones de Silvia Montoya, en Vaca, Juan Carlos, op. cit..

    21 Sern la influencia del plan social otorgado por el Gobierno y la de quienes salen a hacer

    changas en forma intermitente o cartonean las principales razones por las que ladesocupacin medida en octubre (...) se ubicara en un nivel similar y quizs algo inferior alde mayo, cuando el desempleo alcanz el record de 21,5% de la poblacin activa. En sntesis,el ndice no sufre mucho riesgo de dispararse, pero a costa de una mayor precarizacin laboraly de menores ingresos. Un estudio de Nueva Mayora revel que el 65% de los encuestadostiene algn integrante de la familia desocupado. (Stang, Silvia, Sueldos bajos y precariedadlaboral frenan el desempleo; La Nacin 25/11/2002; seccin 2 p. 1).22

    A partir de enero de 2007 ha sido fuertemente cuestionado el ndice de Precios al Consumidorelaborado por el INDEC. Esto ha llevado a una sospecha de manipulacin de otros ndices.Sin embargo, el Informe Tcnico de la UBA con relacin a la situacin del INDEC, aunqueseala dudas e interrogantes que se extendieron a varios indicadores econmicos ysociales (p. 10) no hace referencia a los datos de Desocupacin y subocupacin. JavierLindemboim (Las estadsticas oficiales en Argentina Herramientas u obstculos para lasciencias sociales; en Trabajo y sociedad, N 16, Vol XV, Verano 2011, Santiago del Estero)ha sealado sus dudas sobre los datos de la EPH, pero tampoco especficamente sobre el ndiceque nos ocupa. Con estas salvedades utilizamos los datos oficiales.

    Sin embargo, como veremos, lo ms importante es la acertada evalua-cin, como veremos, que otros intelectuales del rgimen hicieron de lapersistencia que los nuevos niveles de desocupacin tendran en elfuturo: consultores del gobierno como Juan Luis Bour (Fundacin deInvestigaciones Econmicas Latinoamericanas- FIEL), GuillermoMondino (Fundacin Mediterrnea), Miguel ngel Broda, RodolfoChango Daz, la CGT, la Iglesia y el Grupo de los 8, integrado por laAsociacin de Bancos de la Repblica Argentina, Asociacin deBancos Argentinos, Unin Industrial Argentina-UIA, Cmara de Co-mercio, Sociedad Rural Argentina, Bolsa de Comercio, Cmara Argen-tina de la Construccin y Unin Argentina de la Construccin, sealaronque a pesar de las medidas recomendadas al gobierno no hay solucio-nes a corto plazo18. Como dijo el entonces jefe de Poltica Social de laUIA, Daniel Funes de Rioja, al defender la implantacin de una mayor

    (...) Es obvio que abierta o implcitamente las crticas y exigencias van dirigidas al gobierno,en razn de la poltica econmica que se est aplicando. Esta poltica sera la responsablede la existencia de aquellos males. Tal proceder oscurece el problema. Mi objetivo essostener la poltica econmica que se est aplicando que en sus grandes lneas responde anuestra prdica de treinta y cinco aos, y demostrar que esa poltica no slo no esresponsable, como creen sus detractores, de la recesin y la desocupacin sino que es la nica(corregidos algunos errores de ejecucin) que puede sacarnos de esas dificultades que, comose ver, son transitorias aunque inevitables. (...) Hace ms de cuarenta aos la economaargentina ha estado sometida a una dominante intervencin del estado (...) esas polticasprovocaban grandes dficit que eran financiados en ltima instancia a travs de la emisinespuria de moneda. Esta ltima provocaba inflacin. (...) a su impulso se desarrollaronactividades y empresas, con la consiguiente creacin de empleo, que no podan sostenersesino a costa de subsidios, protecciones y privilegios financiados con la citada creacinmonetaria. Y vimos as una prolongada aunque ilusoria etapa de desarrollo y alto nivel deempleo. (...) Fatalmente se llega a la hiperinflacin. Esta se precipit en junio julio de1989. (...) El pas se vio al borde de la desintegracin social. (...) haba que parar a toda costala hiperinflacin. Para ello era necesario cerrar las vlvulas que la alimentaban, es decir,la emisin monetaria espuria. Al desaparecer sta, las actividades, empresas y empleosartificiales, que a travs de ella se sostenan, comenzaron a caer. Ese saneamiento querestableca la verdad econmica era indispensable y sus consecuencias inevitables aunquetransitorias, porque al liberarse la economa, implantarse la economa de mercado yestablecerse la estabilidad monetaria, otras actividades, empresas y puestos de trabajocapaces de funcionar dentro de esa realidad, iban a desarrollarse reabsorbiendo la desocupacin.Lamentablemente entre lo que cae y lo que surge siempre hay un desfase y ese desfase esprecisamente el que estamos viviendo (Alsogaray, lvaro; Recesin y desocupacin;La Nacin; 21/7/1995; p. 9).18

    Antognoni, Amlcar; Anunciar el gobierno un plan contra el desempleo; La Nacin30/7/1995; p. 1.

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    116 PIMSA

    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    Perodo Con Planes Sin Planes

    3 Trimestre 2009 9,1 9,24 Trimestre 2009 8,4 8,61 Trimestre 2010 8,3 8,32 Trimestre 2010 7,9 7,93 Trimestre 2010 7,5 7,5

    Fuente: Indec; Informacin de Prensa: Mercado de trabajo. Principales indicadores.

    En el ltimo semestre de 2006 la desocupacin abierta era de 9,5% sise inclua como ocupados a los receptores de Planes sociales que realizabanuna contraprestacin laboral, pero alcanzaba a 11,1% si se los exclua. Ladiferencia fue disminuyendo hasta desaparecer en 2010. Sin embargo,como ya dijimos, la tasa ms baja de desocupacin abierta en ese momentodel desarrollo del capitalismo argentino supera a lo que era la desocupacinmxima del momento anterior, es decir, antes de 1989. Y cuando alcanzasu mximo, triplica o aun cuadruplica el mximo anterior.Otra manifestacin de la superpoblacin relativa, fcilmente observa-ble, la constituye el llamado subempleo o subocupacin horaria, queregistra a aquellos que estando ocupados, trabajan menos de treinta ycinco horas semanales, desean trabajar ms y estaban disponibles parahacerlo24. Los ndices de subocupacin registran un movimiento de lapoblacin similar al de la desocupacin abierta, con pequeas variacio-nes en los aos en que se producen las alzas y bajas. En lo que hemosdelimitado como un primer momento, desde 1974 hasta 1984, lasubocupacin oscil entre 3,6% (octubre de 1979) y 6,7% (abril de1982); hasta 1981 nunca alcanz el 6% de la PEA. A partir de mayo de1985 lleg a 7,5% y oscil alrededor del 8% hasta mayo de 1990 en quealcanz 9,3%; descendi nuevamente a alrededor del 8% hasta octubrede 1993, en que otra vez ascendi a 9,3% y desde entonces creci sininterrupcin hasta octubre de 2002, en que lleg a 19,9%. Desdeentonces descendi sin interrupciones hasta llegar a 7,1% en el segundotrimestre de 2007, y despus oscil entre 8,2% y 10,6%.

    La suma de ambos ndices es la manifestacin ms abierta y evidentedel volumen de superpoblacin relativa: muestra la proporcin de

    24 INDEC, La nueva Encuesta Permanente de Hogares de Argentina.2003, disponible en

    www.indec.gov.ar

    Estos porcentajes no incluyen como desocupados a los receptores delPlan Jefas y Jefes de Hogar, a los que se considera ocupados en tantorealizan una contraprestacin laboral, a pesar de recibir esos Planes,justamente, por estar desocupados23. Si se considera como desocupadosa aquellos cuya ocupacin principal proviene de un Plan Jefas y Jefesde Hogar los ndices de desocupacin por trimestre son los siguientes:

    Tasa de desocupacin segn impacto del Plan Jefas y Jefes deHogar. Total aglomerados urbanos 2003 - 2010

    Perodo Con Planes Sin Planes

    1 Trimestre 2003 20,4 26,62 Trimestre 2003 17,8 23,03 Trimestre 2003 16,3 21,44 Trimestre 2003 14,5 19,71 Trimestre 2004 14,4 19,52 Trimestre 2004 14,8 19,13 Trimestre 2004 13,2 17,64 Trimestre 2004 12,1 16,21 Trimestre 2005 13,0 16,62 Trimestre 2005 12,1 15,73 Trimestre 2005 11,1 14,14 Trimestre 2005 10,1 12,71 Trimestre 2006 11,4 14,12 Trimestre 2006 10,4 12,83 Trimestre 2006 10,2 12,14 Trimestre 2006 s/d s/d1 Trimestre 2007 9,8 11,12 Trimestre 2007 8,5 9,53 Trimestre 2007 8,1 8,84 Trimestre 2007 7,5 8,11 Trimestre 2008 8,4 8,82 Trimestre 2008 8,0 8,43 Trimestre 2008 7,8 8,14 Trimestre 2008 7,3 7,51 Trimestre 2009 8,4 8,62 Trimestre 2009 8,8 8,9 (contina en pg siguiente)

    23 El criterio de incluir a esta parte de la poblacin subsidiada como ocupados, disimulando

    el tamao real de la superpoblacin relativa, encuentra un aval en la siguiente afirmacinde Dominique Med (El trabajo. Un valor en peligro de extincin): si no hay empleo paratodos pero todos deben tener derecho al trabajo y todos pueden hacer algo, basta con ampliarel campo de lo que se considera como trabajo (citado en Mosqueira, Jorge; Hacia unanueva definicin de lo que se considera trabajo; La Nacin 4/3/2007 seccin 8 p. 2).

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    de la ocupacin, pero tambin puede estar dando cuenta de cambios enla realidad. Desde 2007 hasta 2010 oscila entre 46,6% (primer trimestrede 2007) y 45,5% (tercer trimestre de 2008); con leves variacionesalcanza en el cuarto trimestre de 2010 a 45,8%. Un primer resultado esque el momento de crecimiento que supera la tasa inicial se correspondecon el momento de mayor crecimiento de la desocupacin abierta peroque se mantiene aun cuando sta desciende; puede concluirse que setrata de poblacin que necesita buscar un ingreso porque los ingresoshabituales no son suficientes. Esta situacin resulta en una alta inesta-bilidad en el empleo25.

    A los fines de la medicin que estamos intentando lo que nos sealael crecimiento de la tasa de actividad es que, tomando los valoresmnimos y mximos, hay una diferencia de nueve puntos que secorrespondera con una masa de poblacin que aparece en el momentoms bajo como poblacin econmicamente no activa pero que estdisponible para irse incorporando a la actividad econmica, sin discrimi-nar en este ejercicio si se incorporar como ocupados, subocupadoso desocupados. En el caso de los ocupados y subocupados nosabemos con certeza si lo estn en actividades centrales, obsoletas omarginales, pero el carcter que parece presentar su incorporacin nosinclina a pensar que se trata de estas ltimas.

    Superpoblacin de adolescentes y jvenes: hijos de pobresComo ya dijimos, una manifestacin que puede asociarse a la

    modalidad fluctuante de la superpoblacin son los jvenes incorporadosa la produccin siendo nios y que quedan desocupados cuandocrecen26. Aunque no se corresponda en su mayora con la poblacin de

    25 Un estudio de Luis Beccaria y Roxana Maurizio seala que, mientras que a fines de los

    80 un 13,4% de la poblacin activa haba transitado entre estados de ocupacin ydesocupacin en un perodo determinado de un ao y medio, una dcada despus ese ndiceascendi al 21,2 por ciento en ese lapso (citado por Stang, Silvia; Fuerte incremento dela inestabilidad en el empleo; La Nacin 12/11/2002; seccin 2 p. 1).26

    En las regiones cubiertas por la encuesta [Encuesta de Actividades de Nios, Nias yAdolescentes], donde habita la mitad de la poblacin argentina, cerca del 7% de nios de5 a 13 aos trabaja. En el caso de los adolescentes, la proporcin se eleva al 20% (Waisgrais,Sebastin; El trabajo de nias, nios y adolescentes: conceptos, metodologa y resultados;en Ministerio de Trabajo OIT, El trabajo infantil en Argentina. Anlisis y desafos para

    poblacin econmicamente activa que no puede, total o parcialmente,obtener sus medios de vida mediante el trabajo. En el primer momento,hasta mediados de la dcada de 1980, oscila entre un mnimo de 6% enoctubre de 1979 (6,1% en octubre de 1978) y un mximo de 12,7% enabril de 1982 (10,4% en abril de 1974 y 10,5% en abril de 1976). Desdeentonces hasta octubre de 1984 oscila entre 10% y 11%. Pero a partirde mayo de 1985 crece sin interrupcin pero con oscilaciones y,obviamente, por encima del mximo histrico. En mayo de 1994 superael 20%; entre mayo de 1995 y mayo de 1997 oscila entre 29% y 30%;desciende levemente hasta octubre de 1998 (26%), para seguir crecien-do hasta alcanzar el mximo (40,1%) en mayo de 2002. Desde entoncesdesciende sin interrupciones hasta llegar a 15,6% en el segundotrimestre de 2007, si se consideran ocupados a los que reciben Planes;pero si se los suma a los desocupados ese ndice alcanza a 16,6%. Entre2007 y 2010 oscila entre 20,4% (primer trimestre de 2007) y 15,6%(cuarto trimestre de 2010).

    Al considerar los ndices de desocupacin y subocupacin sumadospueden sealarse cuatro momentos: 1) desde 1974 hasta mediados dela dcada de 1980; 2) desde mediados de los 80 hasta mediados de ladcada de 1990; 3) desde mediados de los 90 hasta 2007; y 4) desde2007 hasta 2010. Lo que puede observarse es que el ndice mximo depoblacin impedida de trabajar (total o parcialmente) en el primermomento se constituye en el ndice mnimo en el segundo momento(alrededor del 12%); en el tercer momento el mximo llega a 40,1%(mayo de 2002) y casi cuadruplica el mximo histrico. Actualmente(20072010) el mnimo (alrededor del 16%) est por encima del mximodel primer momento.

    Otro indicador que puede tomarse en cuenta es la tasa de actividad:si se observa la serie 19742006 se pueden sealar tres momentos: entremayo de 1974 (40,6%) y octubre de 1983 (37,3%) tiende a decrecer;desde mayo de 1984 (37,8%) hasta octubre de 1992 (40,2%) crece hastarecuperar el valor inicial; desde mayo de 1993 (41,5%) hasta el segundosemestre de 2006 (46,2%) sigue creciendo, excepto en el momento msagudo de la crisis, y supera ampliamente las tasas anteriores. En estecrecimiento no debe descartarse la influencia del cambio en el registro

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    muestra que, aunque se agudiza en los momentos de crisis la proporcinde jvenes entre 14 y 24 aos que no estudian ni trabajan tiende a crecer:despus de una recuperacin tras la crisis desarrollada durante elcambio de siglo, la tasa de actividad de los jvenes pas de 44% en 2003a 37,3% en 2010, sin que se incrementara la proporcin de jvenesinactivos que estudian (79,9% en 2003 a 79,2% en 2010). Pero, adems,la precariedad laboral de los jvenes ocupados es mayor: la tasa deinformalidad de los jvenes ocupados tambin es superior a la de losocupados en general (60,3% y 45,2%). En sntesis, segn este estudio,en 2010 el 13,1% de los jvenes (un milln de personas) no estudia nitrabaja ni busca trabajo; pero si se les suman los que estn rezagados enel sistema educativo, los desocupados y los subocupados, constituyen34,5% del total de jvenes (2,6 millones). Cabe agregar que losporcentajes de pobreza e indigencia son muy superiores entre losjvenes que en la poblacin en general.La modalidad latente de la superpoblacin

    No contamos con datos para estimar el volumen de la superpoblacinlatente en su manifestacin ms clsica: poblacin sobrante en elcampo. Pero s podemos estimarla en otra manifestacin, en un sentidotambin latente, como es una parte de los asalariados de las adminis-traciones estatales del nivel nacional, provincial y municipal, cuya existen-cia en tanto poblacin sobrante para el capital se hace evidente en losdiscursos de los cuadros intelectuales del gran capital, en los momentosde crisis en las finanzas pblicas. Estos discursos se han sucedido a lo largode todo el perodo abierto a mediados de la dcada de 1970.

    El ministro de Economa del gobierno surgido del golpe de estado de1976, Jos Alfredo Martnez de Hoz, seal que su ministerio intentllevar adelante un programa de reduccin y racionalizacin del gasto enpersonal del aparato estatal (incluyendo las empresas de propiedad delestado). Estimaba que haba que hacer una reduccin de alrededor del20% en su nmero; pero ese propsito slo fue cumplido parcialmen-te: en el ministerio de Economa y sus empresas se redujo un 21% delpersonal, pero en el conjunto de los empleados estatales esa reduccinalcanz slo al 5%32. Esto se debi a que una parte mayoritaria del

    32 Martnez de Hoz, Jos Alfredo; 15 aos despus; Buenos Aires, Emec Editores, 1991; p. 32.

    adolescentes y jvenes que no estudian ni trabajan, al menos unapequea parte de esos jvenes pueden corresponderse con esta situa-cin. Probablemente la proporcin mayor se corresponde con quienesnunca pasaron por el mercado de fuerza de trabajo.

    Unos pocos datos permiten aproximarnos al volumen de estapoblacin: segn un informe oficial, en Argentina en 2000 el 13,2%(1.250.841) de los 9.476.069 personas de 15 a 29 aos no estudiaban nitrabajaban y del total de esos jvenes, 54,9% (5.202.000) no asista aninguna instancia del sistema educativo27. Cuatro aos despus, supe-rada la crisis, el 17,4% (204.195) de los jvenes que habitaban en laprovincia de Buenos Aires y tenan entre 14 y 18 aos no concurran ala escuela (34% si se extiende a los que tenan 21 aos); 2,3% (12.382)eran analfabetos28; es posible que una parte de ellos no concurriera a laescuela pero s trabajara.

    Esa situacin es ms grave entre los pobres: en 1999, por ejemplo,el 20% (400.000) de los jvenes de hogares pobres radicados en Capitaly Gran Buenos Aires no estudiaba ni trabajaba; entre los 20 y 24 aosel porcentaje ascenda a 24,8% que no estudiaba ni trabajaba; en esoshogares el desempleo juvenil llegaba al 50%29.

    En 2010 existen 1,5 millones de jvenes menores de 30 aos noestudia ni trabaja30.

    Un estudio realizado por el IERAL de la Fundacin Mediterrnea31

    la poltica pblica; 2007; p. 126). La encuesta fue realizada sobre una muestra representativade una poblacin de cuatro millones de nios, nias y adolescentes en 2004 en Jujuy, Salta,Tucumn, Formosa, Chaco, Mendoza y el rea Metropolitana de Buenos Aires. Del totalde nios que trabajan 63% lo hace en actividades econmicas (idem; p. 108); del total deadolescentes lo hace el 56%.27

    Direccin Nacional de Juventud; La juventud argentina 2000, citado en Mariano deVedia El mapa juvenil de la exclusin social; La Nacin 25/10/2000; p. 11.28

    Ministerio de Desarrollo Urbano Bonaerense citado en La Nacin Crtica situacin delos adolescentes, 28/5/2004; p. 1729

    Ismael Bermdez El 20% de los jvenes no estudia ni trabaja; Clarn 7/11/1999; SeccinEconoma; p.9.30

    Bermdez, Ismael; Slo uno de cada cuatro jvenes hoy tiene un trabajo en blanco,Clarn, 17/10/2010; http://www.clarin.com/politica/solo-jovenes-hoy-trabajo-blanco_0_355164645.html31

    Galassi, Gabriela y Vera, Mara Luz; La situacin de los jvenes y el riesgo de lareproduccin intergeneracional de la pobreza; Buenos Aires, IERAL de la FundacinMediterrnea, Ao 17, Edicin N 90.

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    capacidad empleadora del estado con vistas a suplir las falencias de losmercados de trabajo privados de cada regin. Afirmaba que estesector ha venido actuando como un verdadero sustituto para la desocu-pacin visible y la condicin de paliativo del desempleo que tiene laactividad pblica; lo mismo se repite a nivel municipal35. Nueve aosdespus, en el contexto de la discusin sobre la llamada reforma delestado, el diario La Nacin reiteraba que ajustar en las administra-ciones provinciales implica bsicamente recortar las plantas de perso-nal, que en conjunto crecieron alrededor de un 50% entre 1983 y1992(...)36.Tambin La Nacin, utilizando datos de un informe de losministerios del Interior y de Economa, seal el aumento del empleopblico en las provincias entre 1995 (1.212.391) y 1999 (1.319.820),publicando un ranking de distritos con ms agentes por cada 1000habitantes: La Rioja (que tena el 1,9% de la planta pblica provincialdel pas; 90,14 por cada mil habitantes); Santa Cruz (88,10), Catamarca(73,54), Formosa (67,90) y Neuqun (66,95); los que tenan menos eranCrdoba (23,71), Buenos Aires (28,81), Santa Fe (32,18), Salta (34,15)y Tucumn (35,14)37. Ntese que casi todas las provincias con mayorproporcin de empleados pblicos corresponden a las estructuraseconmico sociales que hemos denominado pequea produccinmercantil con superpoblacin relativa o capitalismo de estado enenclaves, pero en este ltimo caso, muy afectadas por los despidosvinculados a las privatizaciones de empresas pblicas. En cambio lasque tienen menor proporcin de empleados pblicos corresponden a lasestructuras econmico sociales que hemos denominado capitalismo deeconoma privada de gran industria y pequea produccin o capitalis-mo de economa privada con peso del campo38. En palabras de unfuncionario, en ciudades del interior del pas ubicadas en las estructuraseconmico sociales nombradas en primer trmino Si no emplea el

    35 El estado empleador. Disfraz para la falta de ocupacin; Clarn 6/1/85 p. 8.

    36 Correa, Rubn; Un quebranto recurrente que refleja la irresuelta crisis del empleo

    pblico; en La Nacin, 19/1/1994; seccin 2, p. 1.37

    La Nacin; Aument un 8% el empleo pblico en las provincias; 17/7/2000; p.7.38

    Iigo Carrera, Nicols, Podest, Jorge y Cotarelo, Mara Celia; Las estructuraseconmico sociales concretas que constituyen la formacin econmica de la Argentina;en PIMSA- Documentos y Comunicaciones 1999; Buenos Aires, PIMSA, 1999.

    personal estatal corresponda a sectores que representaban muy pocaflexibilidad para su reduccin (educacin, salud pblica y justicia), a loque se sum una verdadera resistencia fsica y una extremada rigidezen la estructura de la administracin pblica misma, as como losintereses creados en los sectores privados (...)33. Ya hemos hechoreferencia a lo planteado por su segundo en el ministerio, Juan Alemann,veinte aos despus de su paso por el gobierno acerca de la prevencinde los jefes militares sobre la desocupa-cin.

    En un trabajo publicado a comienzos de la dcada del 80 por quienfue ministro de Industria del gobierno del ex general Viola (1981) ydurante muchos aos integrante de la direccin de la Unin IndustrialArgentina, Livio Khl, se delimit como una de las fuentes de lo quellam ocupacin redundante (sobrante) en Argentina, el sobreempleoestatal. Atendiendo a las dos vertientes de este sobreempleo estatalnacional y provincial, Khl calcul que, en diciembre de 1980, eranexcedentes 338.615 empleados: 190.000 por no aplicar en la administra-cin pblica las mismas normas sobre ausentismo que se aplican en laactividad privada y 148.615 por realizar tareas redundantes. Es decirque, si el total de empleados pblicos nacionales y provinciales era de1.486.150, Khl estimaba sobrante al 22,8% de esos trabajadores34.

    El empleo pblico en las provincias ha sido reiteradamente sealadocomo excesivo. En 1985 el diario Clarn planteaba que las administra-ciones pblicas provinciales son el ejemplo ms claro de que la demandade mano de obra de parte del sector pblico no deriva tanto derequerimientos tcnicamente determinados por las actividades propiasde la administracin de gobierno sino de una instrumentacin de la

    33 Idem; p. 33.

    34 La ocupacin redundante proviene de dos fuentes bsicas: el sobreempleo estatal y el

    exceso de autoempleo respecto de las tasas existentes en los pases industrializados. Elsobreempleo estatal reconoce, a su vez, dos vertientes: a. la diferencia de ausentismo laboralen el sector pblico originado en normas expresas que lo alientan es el doble que en laactividad privada. Con slo eliminar esta diferencia mediante la anulacin de las regulacionesque la impulsan, existe un excedente de 190.000 empleados. b. Las tareas redundantes, quemodestamente pueden estimarse en el 10% de la fuerza laboral del sector pblico. Sueliminacin generara un excedente de 148.615 agentes (Khl, Livio y otros; La industriay la ocupacin de fuerza laboral; en Una poltica industrial para la Argentina; BuenosAires, Club de Estudio; 1983; p. 115).

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    Empleados estatales sobrantes segn FIEL

    Dotacin de personal

    Situacin actual Propuesta 1 %Tribunal de Cuentas de la Nacin 827 827 -Presidencia de la Nacin 4427 1044 76Ministeriodel Interior 37995 19626 49De Relaciones Exteriores y Culto 1765 1604 9Defensa 2 188287 171593 9Economa 38869 22537 42Obras y Servicios Pblicos 17611 269 98Educacin y Justicia 108704 12303 89Trabajo y Seguridad Social 1230 306 75Salud y Accin Social 133014 5424 96

    1) Propuesta para el sector pblico total. La proporcin que se propone transferir a lasprovincias y municipios se detalla en el trabajo original de FIEL; 2) Incluye los EstadosMayores del Ejrcito, Armada y Fuerza Area; 4) No hay datos para la Secretara de Salud.Fuente: Extractado de FIEL, op cit.; p. 48, cuadro N 6: Propuesta de reestructuraciny economas resultantes. (La nota 3 corresponde a la parte del cuadro no incluida ennuestro trabajo)

    En sntesis, FIEL propona una reduccin del 47% del personal delaparato estatal nacional, que se elevaba a un 70% si se inclua la transferen-cia de empleados a las provincias, tambin propuesta en el estudio:

    Propuesta de reduccin de empleados estatales segn FIEL

    Concepto Situacin Privatizaciones y Propuesta % Transferencias Propuesta para %actual1 Supresiones Provincias y Administracin

    Municipios Nacional(1) (2) (3) 2/1 (4) (5)= (3)-(4) (2)+(4)]

    (1)Dotacin 259.402 122.310 137.092 47 60.214 76.878 70(N deempleados)

    1 Cargos ocupados al 31-3-86 en Administracin central, Cuentas Especiales y Organismos

    Descentralizados.Fuente: FIEL, op. cit.;p. 58.

    Cinco aos despus el programa de racionalizacin de la administra-cin pblica nacional anunciado a mediados de 1991, previ reducir enun ao 100.000 empleados de la administracin y otros 200.000 por laprivatizacin de empresas estatales44. La crisis de desocupacin de44

    Citado en Martnez de Hoz; op. cit.; p. 34.

    Estado, quin lo hace. El mercado ac no existe39.En un estudio presentado en noviembre de 198640 la Fundacin de

    Investigaciones Econmicas Latinoamericanas (FIEL) diagnostic queel manejo arbitrario de las promociones y los privilegios han quebradola carrera administrativa y consecuentemente han aumentado la impro-ductividad del sector pblico que paga bajos salarios y ha permitido lasubsistencia de lo que caracteriza como subocupacin o lo que es lomismo desocupacin disimulada41. Descart como solucin elcongelamiento de vacantes aplicado reiteradamente por ineficaz,planteando que si en su lugar se hubiesen suprimido los cargos paraconsolidar la racionalizacin buscada, unido al decrecimiento normal(renuncias, jubilaciones, muertes y cesantas, estimado en un 6% a 8%anual), sin duda se hubiera producido en el tiempo una reduccin demagnitud considerable en las dotaciones estatales (unos 120 mil agentesanuales, si se consolida el sector pblico nacional, con el provincial ymunicipal)42. La solucin inmediata propuesta por FIEL fue aumentaruna hora el actual horario y reducir el 10% del personal existentemediante el procedimiento de solicitar a los responsables del rea(directores) un ranking del personal dependiente de acuerdo con ladedicacin y desempeo en el cumplimiento de sus tareas,seleccionndose los ltimos hasta completar el 10% de cada subsecre-tara43. Previamente el estudio plante las cantidades de empleadospblicos sobrantes, y en su cuadro N 6, present su Propuesta deReestructuracin y economas resultantes. Aqu reproducimos la partereferida a dotacin de personal.

    39 Declaraciones de Hctor Aburto, intendente de Ro Gallegos, la ciudad con menos

    desocupacin, donde el 49,8% de la poblacin econmicamente activa trabajaba en elestado, citadas en Restivo, Nstor El empleo pblico apuntala el rcord de Ro Gallegos;Clarn 30/7/00 p. 20.40

    Fundacin de Investigaciones Econmicas Latinoamericanas (FIEL); El fracaso delestatismo. Una propuesta para la reforma del sector pblico argentino, Buenos Aires,Sudamericana/Planeta, 1987.41

    FIEL, op. cit.; p.39.42

    FIEL, op. cit.; p.108.43

    FIEL, op. cit.; p.109.

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    126 PIMSA

    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    absolutos y una disminucin en trminos relativos al total de poblacin50, loque nada dice sobre su condicin de sobrante o no para el capital.

    Otras fuentes permiten observar su movimiento reciente: en 1997era de 211.190; en 1998 creci a 302.082; comenz a descender en 1999(260.008) y 2000 (231.744)51, para volver a ascender en 2001 y 200252. En 2001 lleg a 262.242; en 2002 descendi levemente a 258.917; yvolvi a ascender en 2003 (262.089), 2004 (264.280), 2005 (273.276) y2006 (283.433)53. Estas estimaciones del Instituto para el DesarrolloSocial Argentino (IDESA)54 sobre empleados estatales nacionalescontienen la planta permanente del Estado, los organismos descentra-lizados y las fuerzas de seguridad nacional; no incluye a los empleadosen empresas pblicas; el crecimiento se increment en 2005, a unpromedio de ms de 40 personas por da hbil.

    Estos datos, unidos a la afirmacin del gobierno nacional de que haaumentado el gasto social, inspiraron al diario La Nacin una notaeditorial en la que afirm que El otorgamiento de empleo sobreabundanteno es el instrumento idneo para resolver el problema social de ladesocupacin. Es el sector privado el que tiene que generar nuevasoportunidades laborales y no el Estado, porque el empleo pblico exceden-te slo reduce la productividad del conjunto y perjudica la solvencia fiscal.(...) el Estado no obtiene sus recursos de la nada sino que los extrae delsector privado mediante impuestos o compitiendo en el uso del crdito. Yesto, de una u otra forma, termina afectando a la produccin y elcrecimiento. (...) El incremento del gasto pblico no debe orientarse asostener una estructura burocrtica cada vez mayor e ineficiente sino abrindar mejores servicios en salud, educacin y seguridad55.

    50 Idem.

    51 Datos de INDEC y secretara de Programacin Econmica publicados en Menos empleo

    en las fbricas; La Nacin 13/8/2000 seccin 2 p. 6.52

    Stang, Silvia; El empleo slo crece en el Estado; en La Nacin, 27/7/2002; seccin2 p. 2; sobre datos del Ministerio de Economa de mayo de 2002.53 Abril de cada ao, excepto 2001 que se refiere a julio54

    IDESA; Contratan 40 empleados pblicos por da en Informe Nacional; Informe N161; 30/12/2006; http://www.idesa.org/v2/noticias.asp?idnoticia=182.55

    Editorial Empleo pblico y clientelismo; La Nacin 2/2/2007; p. 14. El diario hizohincapi en que ese aumento se tradujo en un mayor gasto pblico en los niveles nacional,provincial y municipal.

    1995 hizo evidente la funcin del aparato estatal como empleador depoblacin sobrante para el capital tanto por la expulsin de esa poblacin(la llamada reformulacin del papel del estado y la poltica de ajustefueron sealadas como uno de los motivos del crecimiento del desem-pleo45) como por la propuesta de absorcin de desocupados en tareasgeneradas slo para darles empleo46.

    Segn un estudio dirigido por quien fuera secretario de ProgramacinEconmica entre 1991 y 1996, vice-ministro de Economa en 1996 yministro de Educacin entre 1999 y 2000, Juan Llach, al analizar elcrecimiento del empleo pblico en la dcada de 1980 seala que (...)parece indudable que el grueso del incremento fue desocupacindisfrazada. En esa poca se desarrollaron, por ejemplo, la industria dela suplencia y los altos niveles de ausentismo docente en la educacin47.Cuando se desarroll la depresin iniciada en 1998, ya devenida abiertacrisis a comienzos de 2001, las soluciones planteadas por distintosfuncionarios del gran capital mostraron, nuevamente, la existencia deesa masa de poblacin sobrante para el capital entre los empleadosestatales: el gobierno de Fernando de la Ra decret el plan del ministrode economa Ricardo Lpez Murphy que dispuso, entre otras medidas,reducir en casi un 30% el nmero de empleados pblicos nacionales48.Hoerst Kheler, presidente del Fondo Monetario Internacional, aconse-j despedir a 450.000 (19,4%).

    No hemos podido acceder a una serie histrica consolidada del volumendel empleo en la administracin pblica para el total del perodo analizado49.Los censos nacionales de poblacin muestran un incremento en trminos

    45 Vaca, Juan Carlos; op. cit.

    46 Se anunci que, dentro del Programa de Empleos Mnimos, con una retribucin de hasta

    $200, unos 25.000 desocupados trabajaran en dependencias del ejrcito donde realizarntareas de mantenimiento y otros 10.000 seran ocupados en tareas de forestacin (Bonelli,Matas Crearn 25.000 puestos de trabajo en el ejrcito La Nacin 28/7/1995)47

    Consejo Empresario Argentino; Un trabajo para todos. Empleo y desempleo enArgentina; op. cit.; p. 8.48

    Se van tres ministros por el duro ajuste que anunci Lpez Murphy; Clarn; 17/3/2001http://www.clarin.com/diario/2001/03/17/e-258748.htm49

    Una aproximacin al volumen del empleo pblico a partir de distintas fuentes y lasdificultades para su medicin puede verse en Lindemboim, Javier y Graa, Juan M.; Empleoy remuneraciones en el sector pblico: la situacin luego de los cambios de los noventay recientes; Universidad de Buenos Aires, FCE, CEPED, Documento de Trabajo N 6.

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    fue poner un empleado contratado por cada uno estable; la situacin segrafic diciendo que si todos los empleados registrados ac vinieran atrabajar al mismo tiempo, el antiguo edificio [de Avenida de Mayo 525]se vendra abajo; obviamente la periodista no atribuy la existencia deesta superpoblacin al desarrollo capitalista sino a los vicios gremialesy la poltica que impiden hacer ms eficiente la planta58.

    Pero como seal con preocupacin ese diario el fenmeno es msabarcador que los simples vicios de la poltica: segn un estudio de laSociedad de Estudios Laborales (SEL) Consultores el 48% de los hogaresargentinos percibe ingresos pblicos de fuentes nacional, provincial omunicipal (sueldos estatales, jubilaciones y pensiones, planes sociales,seguros de desempleo y becas de estudio); en el 18% de los hogares esteingreso es el nico de la familia, en los dems aporta cerca de la mitad;pero, adems, el peso de la poblacin que slo puede existir en tantoobtenga un ingreso pblico es mayor en regiones como el NEA (57%de los hogares) y el NOA (56%), y aun donde es menor que el promediono deja de ser importante, como es el caso del GBA (44%)59.

    En 2009, un editorial de La Nacin reiter su preocupacin por elaumento del gasto pblico, sealando que Desde 2003 hasta hoy hay,segn estimaciones privadas, 600.000 empleados pblicos (nacionales,provinciales y municipales) adicionales en la Argentina (un crecimientodel 30%), que no han ido a cubrir tareas esenciales60. Nuevamente en2011 La Nacin se refiri al crecimiento de empleo pblico en todos losniveles que, entre 2003 y 2011 habra sido de 49%, pasando de 2,15 a 3,2millones de empleados pblicos, es decir del 16% al 21% de la PEA yconsider que la mayor dotacin de empleados pblicos cumple en sugran mayora seguramente funciones burocrticas prescindibles. Setrata en muchos casos de empleo clientelstico generado en cumplimien-to de compromisos polticos o personales61.

    58 Castro, ngeles; Y los oquis dnde estn?; La Nacin; 17/7/2007 p. 20.

    59 Cabot; op. cit.

    60 Otra asignatura pendiente; La Nacin; 4/6/2009, p. 22. Lo mismo asegura el

    economista y ex secretario de Hacienda de la Nacin durante el gobierno cvico militarinstaurado en 1976 Juan Alemann, al criticar que el Estado hubiera dilapidado tantosrecursos: El aumento de empleados pblicos en cerca de un milln en la ltima dcadaera innecesario (Como administrar la abundancia, La Nacin, 18/1/2011, p. 13).61

    Editorial Cada vez ms empleados pblicos; en La Nacin; 27/9/2011; p. 16.

    En 2007, dos tcnicos de la Fundacin Atlas afirmaban que hayun sobreempleo del orden de las 332.943 personas. Esto representa un25% de la dotacin total de personal pblico en las provincias56; si seproyecta ese 25% sobre el total de empleados pblicos que estima estetrabajo (2.144.627), el total de sobreempleo estatal, sin contar planes deempleo ni jubilados y pensionados, sera de 536.157 empleados, una cifrano demasiado lejana de la sealada por Hoerst Kheler en 2001.

    Ese mismo ao el diario La Nacin alert que en 2006 la planta detrabajadores nacionales, provinciales y municipales haba crecido un 7%(161.000 nuevos empleados pblicos); en marzo de 2007 haba299.377 empleados de la administracin pblica nacional, a los que sesumaron otros 23.000 de las nuevas empresas estatales (CorreoArgentino, AySA, ENARSA, ARSAT y Ferrocarriles Metropolitanos).A la vez, segn la Fundacin Mediterrnea, las provincias tienen cadavez ms gastos en personal, pero el presidente de IDESA seal quelas provincias dan muchos servicios que son mano de obra intensivos,como por ejemplo seguridad o educacin y en la Nacin hay msburocracia. El diario consider que los problemas de empleo pblicono tienen que ver solamente con la cantidad de ingreso sino tambin conla calidad de los ingresantes57.

    En el mismo sentido apunt otra nota del mismo diario, que recogila denuncia del entonces futuro jefe de gobierno de la ciudad de BuenosAires, Mauricio Macri, sobre la existencia de 20.000 contratados entrelos agentes pblicos porteos que probablemente sean oquis, y larespuesta de quienes estaban en la estructura del gobierno (funciona-rios, sindicalistas y empleados) que sealaron que el grueso de losoquis estaban en la planta permanente; segn el diario un ministrode Jorge Telerman dijo que si al asumir su cargo hubiera seguidotrabajando con los agentes de planta permanente (...) nunca hubieradespachado resoluciones y documentos de su gestin. La solucin, dice,

    56 Pablo Guido y Gustavo Lazzari; Las espaldas del sector privado. Sobreempleo pblico

    y desquicio fiscal; Fundacin Atlas 2007 (http://www.atlas.org.ar/articulos/articulos.asp?Id=502).57

    Cabot, Diego; Mayor gasto pblico: cada sesenta minutos contratan dieciocho nuevosempleados pblicos; La Nacin; 22/7/2007; seccin 2, pp. 1 y 2.

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    Porcentaje de hogares y personas por debajo de la lnea de pobrezaen el aglomerado GBA, desde mayo 1988 hasta mayo de 2003

    Aglomerado Gran Buenos AiresFecha derelevamiento Hogares Personas Fecha Hogares PersonasMay-88 22,5 29,8 May-96 19,6 26,7Oct-88 24,1 32,3 Oct-96 20,1 27,9May-89 19,7 25,9 May-97 18,8 26,3Oct-89 38,2 47,3 Oct-97 19 26May-90 33,6 42,5 May-98 17,7 24,3Oct-90 25,3 33,7 Oct-98 18,2 25,9May-91 21,9 28,9 May-99 19,1 27,1Oct-91 16,2 21,5 Oct-99 18,9 26,7May-92 15,1 19,3 May-00 21,1 29,7Oct-92 13,5 17,8 Oct-00 20,8 28,9May-93 13,6 17,7 May-01 23,5 32,7Oct-93 13 16,8 Oct-01 25,5 35,4May-94 11,9 16,1 May-02 37,7 49,7Oct-94 14,2 19 Oct-02 42,3 54,3May-95 16,3 22,2 May-03 39,4 51,7Oct-95 18,2 24,8

    INDEC, Encuesta Permanente de Hogares

    Esta situacin no se limitaba al Gran Buenos Aires. Por ejemplo, en 1994haba en Rosario ms de 300.000 personas con sus necesidades bsicasinsatisfechas, de las que casi la mitad (48%) tenan menos de 15 aos; lainsercin laboral de los mayores de esa edad era: 58% en servicio domstico,changarines, cirujas y otras tareas eventuales y 38% no trabajaba67.

    Como ya lo hemos sealado con referencia a la desocupacin, deberesaltarse que la pobreza, si bien se agudiza con las depresiones y lascrisis econmicas, aument tendencialmente en el perodo que estamostransitando y constituye un rasgo de la estructura econmica de lasociedad argentina actual. Esto fue reconocido en 2002 por el coordina-dor del rea de pobreza del Banco Mundial para Amrica Latina,Norman Hicks: Con empleo pleno, la pobreza puede bajar del 29%actual (11 millones de personas) al 23 por ciento68.67

    Arias, Alfredo; Ms de un tercio de los rosarinos vive en situacin de riesgo social; LaNacin, 19/12/1994; p. 10.68

    Kanenguiser, Martn; El Banco Mundial quiere arancel en las universidades; La Nacin16/4/2002; seccin 2 p. 2

    El pauperismo oficial: La poblacin subsidiadaLa existencia de una masa de poblacin que debe recibir total o

    parcialmente sus medios vida bajo la forma de subsidios (sea en dinero,alimentos u otros) est sealando que el capitalismo argentino no tiene lacapacidad de garantizar la existencia de esa poblacin en las condicionespropias de la sociedad capitalista, sea mediante el trabajo asalariado, lapropiedad del capital o la tierra o de las propias condiciones de existencia.En otras palabras, se trata de poblacin sobrante para el capital, desuperpoblacin relativa, ubicada en la condicin de pobres62.

    La masa de poblacin que definimos como pobre ha crecido enArgentina a lo largo de las ltimas cuatro dcadas, para disminuir desde2004, pero sin bajar a los niveles del perodo anterior: en 1974 en elconurbano bonaerense slo 5,8% de la poblacin se encontraba pordebajo de la lnea de pobreza; en 1980 alcanz a 12,8%; en 1982 llega 37,4%; en 1985 baj a 24%; en 1987 volvi a crecer hasta 33,1%63.Los hogares pobres en 1974 eran 2,6% del total de hogares del GBA64.Otras fuentes sealan que entre 1980 y 1988 la pobreza creci alrededorde 50% en el conurbano bonaerense, alcanzando en este ltimo ao a3.218.000 personas65. Si se considera la Capital Federal y el conurbanocrecieron del 21,2 al 35,3%66.

    Las siguientes series estadsticas muestran el crecimiento de lapobreza en el Gran Buenos Aires a partir de 1988 y hasta 2003.

    62 La definicin de pobreza utilizada habitualmente en el discurso poltico y acadmico

    est construida desde perspectivas tericas diferentes de la que asumimos y se mide porcondiciones de vida (por ejemplo, en el estudio N 18 La Pobreza urbana en Argentina,publicado por INDEC en 1988), que remiten al consumo. Desde nuestra perspectiva el pobrees el proletario, es decir el expropiado de sus condiciones materiales de existencia, que, alno poder obtener total o parcialmente sus medios de vida bajo la forma del salario, ha sidodespojado hasta de la posibilidad de su subsistencia. El pobre se diferencia del resto delproletariado porque se trata de dos estados diferentes del cuerpo: mientras el proletario nopobre est despojado de sus condiciones materiales de existencia, el pobre est despojadohasta de la posibilidad de su existencia misma. En palabras de Marx y Engels slo es pauperel proletario despojado de toda energa (La Ideologa Alemana; Montevideo, EdicionesPueblos Unidos, 1975; p. 232).63

    Datos de INDEC, citados en La Nacin; 10/11/1996.64

    Clarn 16/2/1997.65

    Clarn 8/10/1989 p. 4 Suplemento econmico.66

    Se extiende la pobreza en la Capital y el conurbano, segn estudios oficiales; La Nacin,3/7/1989, p. 14.

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    ms bajo, el ndice de pobreza est muy por encima de lo que sealabaen el perodo anterior: si se compara el ndice de pobreza en el GBA en1974 (el primero disponible) se observa que a comienzos de la dcadade 1990 es alrededor de tres veces mayor y en 2006 seis veces mayor.Nuevamente, lo mismo que con los ndices de desocupacin abierta ysubocupacin, puede observarse un rasgo que indica un cambio cuali-tativo en el capitalismo argentino.

    Es en este contexto que debe considerarse la existencia de lapoblacin subsidiada o pauperismo oficial. No existe (o quizs no hemospodido acceder a ella) informacin completa sobre el volumen total dela poblacin subsidiada. Incluso un estudio especfico sobre el tema,como El estado frente a la protesta social70 no brinda una cifra global;slo seala que en septiembre de 2000, por ejemplo, existan en elmbito nacional alrededor de 92 programas de asistencia social, 22 delos cuales eran administrados por el Ministerio de Desarrollo Social71.

    En 2006, superado ya el estancamiento econmico iniciado en 1998y el momento culminante de la crisis en 2001 2003, cuando inclusoparte de la llamada clase media integraba la poblacin subsidiada72,y a pesar de la disminucin del nmero de desocupados y subocupadosa que nos hemos referido anteriormente, oficialmente se estimaba que2.500.000 personas reciban planes sociales de los ministerios deDesarrollo Social y de Trabajo de la Nacin. stos se distribuan enPlan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados (1.028.770 de receptores),Plan de Pensiones Asistenciales (530.000), Familias para la InclusinSocial (410.000), Manos a la Obra (575.000) y Seguro de Capaci-tacin y Empleo (32.000)73. Pero contar fehacientemente cuntos70

    CELS, El estado frente a la protesta social. 1996-2002; Buenos Aires, Siglo XXI, 2003.71

    CELS, op. cit., p. 28.72

    En La Matanza y Florencio Varela es llamativa la constante consulta de personas declase media que se informan sobre los Planes sociales. Entre los aspirantes a subsidiadosde Florencio Varela haba 45 profesionales con ttulo universitario, 197 con estudiosuniversitarios incompletos, 100 con estudios terciarios completos y 200 con estudiosterciarios incompletos, inscriptos en la bolsa de trabajo del municipio; 2450 con secundariocompleto, 2900 con secundario incompleto, 11000 con instruccin primaria y 3500 conprimaria incompleta. (Lucesole, Mara Jos; La clase media, en la cola de los subsidios;La Nacin 9/4/2002; seccin 2 p. 2.)73

    San Giovanni, Daniela; Desocupacin. Los planes sociales en su laberinto; La Nacin4/3/2007 seccin 8 pp. 1 2

    Debe sealarse que un volumen importante de los pobres (e indigentes)son trabajadores asalariados ocupados y que este rasgo puede apreciar-se tanto en momentos de auge econmico como de crisis69. Otrosindicadores de la existencia de esta masa de poblacin pobre son losdatos de mortalidad y desnutricin infantil y poblacin en villas miseria.

    A partir del segundo semestre de 2003 los ndices de pobreza enel GBA disminuyen:

    Porcentaje de hogares y personas por debajo de la lnea depobreza en el aglomerado GBA, desde 2003 hasta 2006

    Fecha Hogares Personas1 semestre 2003 41,2 52,32 semestre 2003 34,9 46,21 semestre 2004 31,6 42,72 semestre 2004 27,7 37,71 semestre 2005 27,6 38,02 semestre 2005 22,5 30,91 semestre 2006 21,8 29,42 semestre 2006 18,2 25,5

    Fuente: INDEC, EPH, serie histrica

    Lo mismo ocurre para el total de aglomerados urbanos:

    Porcentaje de hogares y personas por debajo de la lnea depobreza en 28 aglomerados urbanos, desde 2003 hasta 2006

    Total 28 aglomerados urbanos Personas HogaresPrimer semestre 2003 54,0 42,7Segundo semestre 2003 47,8 36,5Primer semestre 2004 44,3 33,5Segundo semestre 2004 40,2 29,8Primer semestre 2005 38,9 28,8Segundo semestre 2005 33,8 24,7Primer semestre 2006 31,4 23,1

    Fuente: INDEC. EPH, serie histrica

    Pero puede apreciarse que aun en los momentos en que se encuentra

    69 Un informe de la consultora Equis, utilizando datos de INDEC, mostr que la mitad de

    los empleados del sector privado (3,3 millones personas) estaba bajo la lnea de indigenciay de ellos, 60% trabajaba en negro (Bermdez, Ismael; La mitad de los empleados no cubrela canasta de indigencia; Clarn 24/5/2002; p. 18). Ver tambin Stang, Silvia; Un millnde ocupados son indigentes; La Nacin 24/5/2002; seccin 2 p. 2.

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    134 PIMSA

    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    El gobierno nacional implement entre 1984 y 1989 el ProgramaAlimentario Nacional (PAN), que distribua cajas con alimentos, dise-ado para cubrir un tercio de las necesidades calricas de una familiatipo, a familias necesitadas. En mayo de 1985 recibieron asistencia deese Programa 5.600.000 personas80, adems de las que reciban comiday ropa de sociedades de beneficencia, iglesias, etc. En Formosaalcanzaba al 52% de las familias, en Santiago del Estero al 41%, enTucumn, Salta y Catamarca al 35%81.

    Estas polticas no son patrimonio de un partido poltico, esto es, de laUCR que detentaba en aquel momento el gobierno nacional. En la crisisde 1989, el gobierno justicialista de la provincia de Buenos Aires anuncique un plan alimentario bonaerense, que se sum a los programassociales y de proteccin materno infantil ya existentes, atenda a 750.000personas; y que diariamente se repartan un milln de copas de leche y400.000 meriendas reforzadas; tras la creacin del Consejo de Emer-gencia provincial, se abrieron 1.200 comedores populares82. En 1990 elgobierno nacional, justicialista, cre el Programa de Polticas SocialesComunitarias (POSOCO), que sustituy al PAN, y el Programa SocialNutricional (PROSONU), que integr los recursos del Programa deComedores Escolares e Infantiles; en 1992 estos programas fuerontransferidos a las provincias en concepto de fondos coparticipados83.

    En 1991, la Subsecretara de Accin Social, en el marco del PlanMaterno Infantil daba cobertura alimentaria y peditrica a 1 milln denios de 0 a 2 aos y a sus madres84. En 1994, cuando el gobierno argentinose vanagloriaba de llevar al pas al llamado Primer Mundo, la munici-palidad de Rosario atenda 9 comedores infantiles que daban alimentodiario a 5.500 nios y adolescentes; el departamento de emergenciaalimentaria distribua diariamente 60.000 copas de leche y 20.000 nioscoman en 87 comedores comunitarios que funcionaban con la colabora-

    80 La Nacin, 18/5/1985.

    81 La Razn, 14/6/1985.

    82 La Nacin 13/6/1989, p.18.

    83 Vinocur y Halpern; op. cit.

    84 Sessa, Valeria; La pobreza y el deterioro sanitario son causas de la alta mortalidad

    infantil; La Nacin, 1 de abril de 1991, p. 4.

    planes hay en el pas resulta muy difcil, o casi imposible ya que, ademscada provincia y municipio tiene sus planes propios de ayuda social74.Dos aos despus, 568.000 personas reciban subsidios por el PlanFamilias (336.000 de ellas provenientes del Plan Jefas y Jefes deHogar), 1.316.480 familias reciban el Plan Nacional de SeguridadAlimentaria y adems hubo un incremento presupuestario para elPlan de Promocin de Empleo (como Manos a la Obra, paradesocupados) y para Pensiones75.

    En marzo de 2010 el ministro de Trabajo Carlos Tomada inform que3,4 millones de beneficiarios reciban la Asignacin Universal porHijo76. En 2011 seran aproximadamente 3.517.000 las familias quereciben algn tipo de subsidio estatal (esto incluye a los receptores dela Asignacin Universal por Hijo, instaurada en 2009)77. En 2011 se crela Asignacin por Embarazo para Proteccin Social que ese aoabarcara a 177.177 receptoras (21,3% de los nacimientos por ao)78.

    Los subsidios pueden clasificarse en los que apuntan a polticasAlimentarias, los orientados por polticas Laborales, las Becas Estudian-tiles y Otros. Los primeros fueron implementados a partir de la dcada de1980, mientras que los segundos aparecieron en la dcada siguiente.

    Pero Desde hace cincuenta aos, los programas de reparto,complementacin o suplementacin alimentaria fueron implementadoscasi sin interrupciones por el Estado (nacional, provincial o municipal),acompaado en ocasiones por la sociedad civil. La entrega directa dealimentos (comidas calientes, leche en polvo o fluida, alimentos secos ofrescos entregados a las familias, etc.) o de bonos para su adquisicina los grupos socio-demogrficamente vulnerables fue un componentecasi permanente de las polticas sociales, que procur un efectoredistributivo indirecto hacia los sectores a los que se dirigi79.

    74 Idem.

    75 Sbrocco, Jos Ignacio; Destinan $ 1200 millones ms para planes sociales; La Nacin

    24/8/2008 p. 8.76 Fuente: http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=179386&id=343477&dis=1&sec=177

    Clarn; 22/4/2011.78

    www.anses.gov.ar79

    Vinocur, Pablo y Halperin, Leopoldo; Pobreza y polticas sociales en Argentina de losaos noventa; Santiago de Chile, CEPAL - SERIE Polticas sociales N 85, abril de 2004

    Ani corazonSquiggly

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    Nicols Iigo Carrera, Stella Cavalleri, Marina Murruni

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    cia alimentaria, emergencia sanitaria y emergencia ocupacional. En eseao recibieron asistencia del PEA 1.524.233 personas, excluyendo losdesayunos, copas de leche y huertas91.

    Tambin en 2002, en medio de la crisis, se estableci el Derecho Familiarde Inclusin Social, que recibi apoyo desde distintas instituciones yorganizaciones, como la Mesa del Dilogo Argentino92, El Hambre msurgente, iniciativa del diario La Nacin y otros periodistas e instituciones,y el Frente de Lucha contra la Pobreza, iniciativa de la CTA.

    Al ao siguiente se crearon el Programa Nacional de Nutricin yAlimentacin (dirigido a cubrir los requerimientos nutricionales denios hasta los 14 aos, embarazadas, discapacitados y ancianos de msde setenta aos en situacin de pobreza) y el Fondo Participativo deInversin Social (FOPAR),para mejorar las prestaciones de los come-dores comunitarios en funcionamiento93.

    En 2005 seguan vigentes planes y programas, como el Plan deSeguridad Alimentaria El hambre ms urgente, el Plan Familias (queinclua el Programa Familias por la Inclusin Social IDH- y el PlanAdulto Mayor Ms), el Programa de Reforma de la Atencin Primariade la Salud -PROAPS Remediar; el Programa Nacional de SaludMaterno- Infanto Juvenil -PROMIN- y el Programa Nacer Argenti-no94. Ese ao, en la provincia de Buenos Aires, uno solo de losprogramas alimentarios (el Ms vida) alcanzaba a 1.200.000 perso-nas de 51 distritos; ms el programa Servicio alimentario familiar quereciban 100.000 personas de 22 distritos. En la ciudad de Buenos Aires,antes de 2001, 2.000 familias reciban entrega directa de alimentos;luego de siete meses se pas a 50.000, y en 2003 se lleg a 105.000; en2005 eran 80.000 las familias que reciban alimentos; adems el gobierno

    91 Vinocur y Halpern; op. cit.

    92 En su inicio la Mesa estuvo integrada por representantes de las organizaciones

    empresarias, las dos CGT existentes en ese momento (secretaras Moyano y? Daer),organizaciones no gubernamentales, sociales, religiosas, polticas y de desocupados. Desdeoctubre de 2002 se llam Mesa Ampliada del Dilogo Argentino y se incorporaron laCentral de Trabajadores Argentinos (CTA), representantes de las iglesias juda, musulmanay protestantes, y otras organizaciones sociales. Posteriormente la CTA y organizacionesde desocupados se retiraron.93

    Vinocur y Halpern; op. cit.94

    Consejo Nacional Consultivo de Polticas Sociales; Dcimo informe al PEN; 2005.

    cin de casi 5.000 vecinos85. En 1995, en San Juan se entregabanalimentos y se instalaron comedores para 120.000 personas86. A nivelnacional, en 1995 se cre el denominado Plan Social y se establecicomo prioritario un Programa Alimentario Nutricional Infantil (PRANI),que ese ao atendi 102.490 nios de 2 a 5 aos, y despus aument enforma continua, hasta llegar a 322.565 nios en 199887.

    En 1990 fue creado el Proyecto Integrado Promocin de laAutoproduccin de Alimentos (PROHUERTA), del Instituto Nacio-nal de Tecnologa Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de DesarrolloSocial, que promovi la produccin en pequea escala de algunosalimentos frescos y que abarc a 192.400 personas en 1996,incrementndose hasta 323.600 en 200288.

    En 1993 se cre el Programa de Apoyo Solidario a Mayores(ASOMA), dirigido a mayores de 65 aos sin cobertura ni acceso a laseguridad social (que en 1995 eran aproximadamente 360.000); entre-gaba alimentos secos en cajas y/o bolsones y medicamentos. En 1997este programa alcanz a 175.000 personas89.

    En 2000 se cre el Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambien-te, y todos los programas de prestaciones alimentarias pasaron a sudependencia: PRANI, ASOMA y PROHUERTA pasaron a formaronel programa UNIDOS. Los receptores deban ser jefes o jefas de hogarcon educacin primaria incompleta, una tasa de dependencia superior atres personas incluyendo la convivencia de algn nio o adolescentehasta 17 aos, o algn adulto mayor de 60 aos. Este Programa alcanzen el ao 2000 a 603.339 receptores y hacia el 2001 baj a 517.00090.

    En enero de 2002, y como consecuencia de la crisis econmica, sereagruparon los programas nacionales existentes en el Programa deEmergencia Alimentaria (PEA), orientndolos en tres lneas: emergen-

    85 Arias, Alfredo; Ms de un tercio de los rosarinos vive en situacin de riesgo social; La

    Nacin, 19/12/1994; p. 10.86

    Poblete Barrios, Juan C; Monseor Di Stefano: No basta con dar de comer; La Nacin;28/7/1995; p. 8.87

    Vinocur y Halpern; op. cit.88

    Vinocur y Halpern; op. cit.89

    Vinocur y Halpern; op. cit.90

    Vinocur y Halpern; op. cit.

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    Nicols Iigo Carrera, Stella Cavalleri, Marina Murruni

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    La superpoblacin relativa en Argentina actual: un ejercicio de medicin

    anunci un conjunto de programas de empleo que en 18 mesesalcanzaran a 870.000 desocupados100. Tambin anunci que unos25.000 desocupados trabajaran en dependencias del ejrcito donderealizaran tareas de mantenimiento y otros 10.000 seran ocupados entareas de forestacin, dentro del Programa de Empleos Mnimos, conuna retribucin de hasta $200101. Lo mismo que los ProgramasIntensivos de Trabajos (PIT) de la provincia de Buenos Aires, estosprogramas de empleo muestran claramente la condicin de poblacinsobrante para el capital que tienen sus receptores: los detractores [delos programas de empleo mnimo] ponen como ejemplo lo que una fuentedel rea social denomin el fracaso de los Programas Intensivos deTrabajos (PIT) Bonaerenses, cuyos amparados terminaron pintando laschaquetillas de los studs sobre la pared del hipdromo de Palermo queda a la avenida Dorrego porque no se encontr un mejor destino a esafuerza laboral102.

    Pero no slo recibieron subsidios los desocupados. En 1998, cuandocomenzaba el estancamiento econmico, el gobierno nacional anuncila creacin del Plan Proempleo, el primer programa estatal que subsidiabala ocupacin de trabajadores en empresas privadas que incorporaran atrabajadores desocupados de 38 aos o ms en su planta permanente;este plan deba abarcar a 30.000 trabajadores y fue utilizado por grandesempresas; provincias y municipalidades tuvieron sus propios planes queocuparon por ao unas 100.000 personas103.

    En sntesis, durante la primera mitad de la dcada de 1990 esta partedel pauperismo oficial se hizo visible y creci hasta 1996, para declinarlevemente despus:

    100 Destinarn $ 1.500 millones para combatir el desempleo; La Nacin 11/8/1995; p. 1.

    101 Bonelli, Matas Crearn 25.000 puestos de trabajo en el ejrcito; La Nacin 28/7/1995.

    102 Antognoni, Amlcar; Impulsa el gobierno crear empleos de $ 200 por mes; La Nacin

    28/7/1995.103

    Clarn 2/6/1998 p. 24.

    asista a 360 comedores comunitarios con alimentos frescos y subsidiospara mejoras edilicias95.

    En cuanto a los Planes Laborales, en 1990, el PAN fue absorbido porel Programa de Polticas Sociales Comunitarias, destinado a la atencinde sectores sociales con Necesidades Bsicas Insatisfechas y ensituacin de pobreza estructural. Se reformul el Bono Solidario y seanunci que los fondos fueron asignados a la generacin de fuentes detrabajo para un milln de personas96. El nuevo gobierno sostuvo que nodeban repartirse alimentos sino incentivar actividades laborales97.

    Desde 1991 y durante la dcada siguiente se implementaron alrede-dor de 20 programas de empleo transitorio, dirigidos principalmente a lacontratacin de desocupados, que reciban una ayuda econmica noremunerativa por parte del estado, para obras de inters comunitario98.

    En esta lnea de accin, en 1992, el gobierno nacional lanz el PlanFederal de Solidaridad dirigido a ms de tres millones de personas desectores carecientes de los barrios con mayor densidad de poblaciny sin recursos econmicos de todo el pas. Proyect la creacin de polosproductivos (2.400.000 personas), la puesta en marcha de cultivos deverduras y hortalizas en huertas comunitarias, la creacin de granjasmodelo, el diseo de minifundios para familias o individuos propietariosde terrenos de reducidas dimensiones en las provincias menos desarro-lladas (que en conjunto con las huertas deban abarcar a 400.000personas) y el establecimiento de microemprendientos productivos paraapoyo de la instalacin de pequeas empresas de bienes y servicios(entre 5 y 15.000 personas); en desarrollo comunitario integral para elGBA y el Gran Rosario se abarcara entre 60 y 80.000 personas99.

    Sin embargo, el gran incremento de la desocupacin, que tuvo un picoen 1995, oblig a buscar tambin otras alternativas: el gobierno nacional

    95 Palacios, Cynthia; Investigacin Asistencialismo oficial. Siguen en aumento los fondos

    para dar de comer; La Nacin, 18/7/2005, p. 3.96

    La Nacin 8/4/1990; p. 14.97

    Poco despus el ministro de Accin Social, Julio Csar Aroz, reiter que no se repartirancajas de pan sino crditos para microemprendimientos (El plan social del gobierno;La Nacin 6/1/1993; p. 6).98

    Cels, op.cit., p. 30.99