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EJEMPLO DE UN AUTODIAGNÓSTICO

El autodiagnóstico se presenta en 15 gráficos para facilitar su lectura. Es el resumen de resultados que cada centro recibe a través de esta aplicación informática después de que la mayoría del profesorado y del alumnado existente en el centro para el nivel evaluado (Educación Secundaria Obligatoria o Educación Secundaria no Obligatoria) han respondido a sus respectivos cuestionarios. En este documento presentamos un ejemplo con los 15 gráficos que recibió un centro, al que vamos a llamar centro dos, que utilizó la herramienta en enero de 2011, después de que la mayoría del alumnado y del profesorado de la Educación Secundaria Obligatoria respondiera a los cuestionarios Cuando el centro evalúa la Educación Secundaria Obligatoria, como este ejemplo, puede obtener la comparación de sus resultados con las medias o promedios estatales obtenidos en el Estudio Estatal de la Convivencia Escolar, a partir de muestras representativas de 23100 estudiantes y 6800 profesores de la Educación Secundaria Obligatoria de 16 Comunidades Autónomas. Cada uno de los 15 gráficos representa un conjunto homogéneo de indicadores de convivencia. Tipos de indicadores:

• Indicadores basados en varias preguntas. Índices agregados formados por la suma de las respuestas a varias preguntas, todos transformados a una misma escala con valores posibles entre 0 y 10, como las calificaciones escolares. Se presentan en forma de dos gráficos de perfiles, uno con las respuestas medias estatales (en rojo) y el dos con las respuestas medias del centro que recibe el autodiagnóstico (en verde). Haciendo clic en el nombre de cada índice, pueden visualizarse las preguntas que lo componen.

• Indicadores basados en una pregunta, de especial relevancia para el diagnóstico de la convivencia en el centro. En este caso se presenta el porcentaje del centro y el porcentaje estatal.

Tipos de gráficos:

• Basados en indicadores positivos de la convivencia. Hacen referencia a buenas prácticas o a sus resultados. Cuánto más alta es la puntuación, mejor es la convivencia.

• Basados en indicadores negativos de la convivencia. Hacen referencia a

sus obstáculos o resultados. Cuánto más alta es la puntuación, peor es la convivencia.

• Basados en información sobre características del alumnado. Los dos últimos gráficos hacen referencia a características sociodemográficas del alumnado y sobre su relación con las nuevas tecnologías.

Se presenta a continuación la descripción de los 15 gráficos utilizando para ello el autodiagnóstico del centro dos, anteriormente mencionado. Después de cada gráfico se incluye una página con las preguntas que compone cada indicador. En el documento recibido por el centro puede accederse a dicho contenido haciendo clic desde el propio gráfico en el nombre de cada indicador. Para interpretar los resultados conviene tener en cuenta que la mayoría de las cuestiones preguntan cómo es la situación en el centro del estudiante que responde (con lo que suelen obtenerse resultados bastante más positivos y fiables que cuando se pregunta por cómo les va a los demás o al conjunto de la escuela), pidiéndole que exprese cómo es su situación utilizando una escala de cuatro grados; respuesta que después se trasforma en una escala de 0-10, para favorecer la interpretación de resultados. Para interpretar los resultados de cada centro, conviene tener en cuenta cómo se sitúan en la escala de 0-10 y compararlos con las medias estatales. Aunque la mayoría de las diferencias que se detectan entre el centro y los promedios estatales parezcan de escasa magnitud suelen reflejar los puntos fuertes y los puntos débiles del centro evaluado, pudiendo utilizarse como referencia para detectar necesidades y definir objetivos en los planes de convivencia del centro. 1. La calidad de la convivencia evaluada a través del alumnado: gráfico uno El primer gráfico está compuesto por 9 indicadores globales que resumen la calidad de la convivencia obtenida a través de preguntas planteadas en forma positiva. Los resultados del Estudio Estatal reflejan que las diferencias generales entre centros son de reducida magnitud (entre el 1% y el 8% de la varianza, según el indicador). Como puede verse en el gráfico uno y las preguntas que componen cada uno de sus indicadores, que se incluyen a continuación del gráfico, los resultados obtenidos por el centro dos (en verde) coinciden en buena parte con los del promedio estatal (en rojo), reflejando que el alumnado valora de forma bastante positiva la convivencia en los nueve indicadores obtenidos a través de sus respuestas, con puntuaciones medias que se sitúan:

• Próximas al notable respecto a la integración social del estudiante en el centro, sentimiento de pertenencia al centro como lugar de aprendizaje; satisfacción global con el centro y las relaciones que en él establece; y comunicación de su familia con el centro.

• Próximas al aprobado respecto a cooperación entre estudiantes y

calidad de la relación del alumnado con el profesorado.

• Por debajo del aprobado (con una puntuación media próxima al cuatro)

en los dos indicadores relacionados con el desarrollo de la democracia participativa en el centro: participación en la construcción de la convivencia en el centro y el entorno y participación de las familias en el centro y con el AMPA. Resultados que permiten destacar a estas dos dimensiones como una asignatura pendiente de nuestras escuelas, como también se refleja en el centro dos.

Las diferencias detectadas entre el centro dos y los promedios estatales fueron interpretadas de la siguiente forma:

1) Los indicadores en los que el centro puntúa mejor que el promedio estatal: integración social de los estudiantes, cooperación entre estudiantes, comunicación entre las familias y el centro, coinciden con objetivos muy destacados y trabajados por el centro, en los que existe una clara percepción de buena convivencia, que el diagnóstico confirma. Por lo que las diferencias detectadas, a pesar de parecer de magnitud relativa, son interpretadas como los puntos fuertes del centro.

2) Los indicadores en los que el centro puntúa peor que el promedio

estatal:

• La pequeña diferencia en el sentimiento de pertenencia al centro (de notable tanto en el centro como en el promedio estatal) fue interpretada en relación a tres de los elementos que componen este indicador (venir al centro me enseña cosas que pueden ser útiles en un trabajo, para la vida adulta….), puesto que el énfasis puesto en el centro a los valores, la cooperación y la convivencia, podría estar produciendo en las respuestas de sus estudiantes una valoración ligeramente menor, en objetivos académicos tradicionales, relacionados con la obtención del trabajo.

• Para interpretar la menor puntuación del centro en el indicador

numero 9 del gráfico uno, se tuvo en cuenta que la comunicación entre familias y el centro, muy bien valorada por el alumnado, se realiza directamente (de ahí la superior puntuación en el indicador siete), con menos implicación del AMPA que el promedio estatal.

3.2. La calidad de la convivencia evaluada a través del profesorado: gráfico dos El gráfico 2 está compuesto por 8 indicadores que resumen la calidad de la convivencia evaluada a través del profesorado, mediante preguntas planteadas en forma positiva. Los resultados del Estudio Estatal reflejan que las diferencias generales entre centros en algunos de estos indicadores son de una magnitud moderada, superando el 20% de la varianza en varios de ellos.

Como puede verse en el gráfico dos y las preguntas que componen sus indicadores, incluidas en las páginas siguientes, los resultados obtenidos por el centro dos (en verde) superan a los del promedio estatal (en rojo), en la mayoría de estos indicadores. En ambos casos, las puntuaciones medias son bastante positivas, acercándose o superando el siete: notable. Las diferencias detectadas entre el centro dos y los promedios estatales fueron interpretadas de la siguiente forma:

1) Los indicadores en los que el centro destaca más respecto al promedio estatal: realización personal del profesorado, integración y cooperación entre docentes y sentimiento de pertenencia al centro, tres cualidades estrechamente relacionadas entre sí, que reflejan la calidad de la vida profesional del profesado y coinciden con objetivos muy destacados y trabajados por el centro, en los que existe una clara percepción de buena convivencia, que el diagnóstico confirma. Estas diferencias son interpretadas como los puntos fuertes del centro.

2) El único indicador en el que el centro puntúa peor: relación y comunicación con las familias. ¿Cómo explicar que el centro dos, que realiza un gran esfuerzo por implicar a las familias, obtenga en este indicador evaluado a través del profesorado una puntuación algo inferior al promedio estatal mientras que en un indicador parecido obtenido a través del alumnado la obtiene algo superior?

Para responder a esta pregunta es necesario comparar los elementos que componen cada indicador, observando que el indicador obtenido a través del profesorado incluye más elementos, como el relacionado con la colaboración de las familias en la resolución de los conflictos, que en el caso del alumnado se incluye en un indicador diferente, (denominado participación de las familias en el centro y con el AMPA), en el que el centro dos puntuaba por debajo del promedio estatal. Según los resultados obtenidos en este y en otros centros, parece que los mayores esfuerzos del profesorado por incrementar la participación de las familias, son fácilmente reconocidos por la mayoría del alumnado, pero pueden exponer al profesorado a conflictos y decepciones que pueden llevarles a infravalorar los resultados que obtienen. El autodiagnóstico ayuda, en este caso, a tomar conciencia, de que el centro está logrando avances que quizá no sean suficientemente reconocidos por el profesorado así como la conveniencia de contrastar dicha percepción con la que tiene el alumnado. 3.3. Obstáculos específicos a la convivencia evaluados por el profesorado: gráfico tres El tercer gráfico está compuesto por 6 indicadores globales que resumen los principales obstáculos a la convivencia vividos directamente por el/la profesor/a que responde, mediante cuestiones en las que se pregunta directamente por dichos obstáculos. Incluye problemas en la interacción con el alumnado, con las familias, problemas relacionados con el síndrome de estar quemado

(despersonalización y cansancio emocional) y malestar con el centro. Conviene tener en cuenta que al expresar frecuencia de problemas: cuanto menor es la puntuación media en estos indicadores, mejor es la situación del profesorado y la convivencia en el centro. El estudio realizado a nivel estatal refleja que las diferencias generales entre centros en los indicadores del gráfico tres son de reducida magnitud, superando el 10% de la varianza solo en tres casos: conductas disruptivas, conductas hostiles del alumnado y problemas de relación entre docentes. Como puede verse en el gráfico tres y las preguntas que componen sus indicadores, incluidas en las páginas siguientes, los resultados obtenidos por el centro dos (en verde) se sitúan por debajo o al mismo nivel del promedio estatal (en rojo) en cinco tipos de problemas. Sólo hay una situación en la que no sucede así, pero se trata de una diferencia mínima. Las bajas puntuaciones reflejadas en el gráfico 3, ponen de manifiesto que la presencia de los problemas por los que se pregunta es muy poco frecuente. Los indicadores en los que el centro difiere más respecto al promedio estatal son: despersonalización y cansancio emocional (problemas relacionados con el síndrome de “estar quemado”), disrupción y falta de interés en el alumnado, y también aunque algo menos en malestar con el centro. Se trata de tres problemas estrechamente relacionados, muy minoritarios a nivel estatal, pero todavía menos en el centro dos. Estos resultados concuerdan con los incluidos en el gráfico dos, sobre la buena calidad de la cooperación y relación entre docentes, así como en su realización personal y sentido de pertenencia al centro. De nuevo, estos resultados confirman la percepción existente en el centro, sobre sus puntos fuertes relacionados con la existencia de un proyecto educativo en el que coopera y con el que se identifica una inmensa mayoría del profesorado. Esta coherencia entre distintos indicadores puede ser interpretada a favor de la validez del diagnóstico sobre la situación del centro. 3.4. Obstáculos en las relaciones entre estudiantes evaluados a través del alumnado: gráfico cuatro El cuarto gráfico está compuesto por 7 indicadores globales que resumen los principales obstáculos en las relaciones entre estudiantes vividos directamente por el/la estudiante que responde: 6 indicadores globales de acoso (sufrido o ejercido) y un indicador sobre la percepción de que existe confrontación entre estudiantes en el centro. Todos los indicadores del gráfico 7 son evaluados mediante cuestiones en las que se pregunta directamente por dichos problemas. Como sucede con el gráfico anterior, al expresar frecuencia de problemas: cuanto menor es la puntuación media en estos indicadores, mejor es la situación del alumnado y la convivencia en el centro.

Los resultados obtenidos en el Estudio Estatal reflejan que las diferencias generales entre centros en los indicadores globales de acoso son mínimas (alrededor del 2% de la varianza). La varianza entre centros es algo mayor respecto a la percepción de confrontación entre estudiantes: 7,3%. Conviene tener en cuenta que las cuestiones que componen este indicador no preguntan por lo que sucede a quien responde sino por lo que sucede en general en el centro. Como puede verse en el gráfico cuatro, los resultados obtenidos por el centro dos en acoso (en verde) reflejan que en general este problema se da en menor medida en dicho centro (en tres indicadores) que en el promedio estatal (en rojo); no existiendo apenas diferencias en los otros tres indicadores. Las puntuaciones medias estatales y del centro dos respecto a los cuatro indicadores globales de acoso son muy bajas, lo que indica que los problemas por los que se pregunta son muy poco frecuentes. El hecho de obtener en el indicador “percepción de confrontación entre estudiantes”, una puntuación más elevada que el promedio estatal sorprendió al profesorado del centro dos, debido a que la calidad de las relaciones entre estudiantes son uno de sus objetivos prioritarios, como se refleja en los buenos resultados obtenidos en ellas en el resto de los indicadores evaluados. Para tratar de explicar este sorprendente resultado se preguntó al alumnado por la existencia de problemas en los tres elementos que componen el indicador de “confrontación entre estudiantes”: peleas, grupos enfrentados o bandas que perjudican la convivencia, encontrando que denominaban “banda” a un grupo de alumnado con dificultades académicas, que adoptaba actitudes de cierta hostilidad hacia otros estudiantes. La identificación de este problema a través del autodiagnóstico permitió su superación a través de actividades destinadas a reforzar el protagonismo positivo en el aula y en el centro de la denominada “banda”.

3.5. Acoso escolar: gráfico cinco El quinto gráfico está compuesto por tres figuras en las que se refleja: 1) Prevalencia de víctimas y acosadores, obtenida después de explicar en

qué consiste el acoso y preguntar si se sufre o ejerce dicho problema, sumando las respuestas que reflejan frecuencia semanal o más.

2) Donde se produce el acoso. Los resultados se calculan con las respuestas de los estudiantes que han respondido haber sido víctimas con una frecuencia mensual o superior.

3) Identidad de quienes ejercen el acoso. Se calcula también a partir de las respuestas de los estudiantes que dicen haber sufrido acoso.

Como puede verse en el gráfico cinco, los resultados obtenidos por el centro dos en acoso (en verde) reflejan una prevalencia de víctimas muy inferior a la del promedio estatal, lo cual resulta coherente con los resultados incluidos en el gráfico cuatro y con sus esfuerzos por cuidar las relaciones entre estudiantes. Respecto a los lugares en los que se produce el acoso, los resultados reflejan como lugares más frecuentes en el centro que en el promedio estatal: el aula, (atribuido a la elevada interacción entre estudiantes que se da en ellas en este centro), los alrededores del centro (atribuido a la banda mencionada anteriormente) así como en Internet. Esta última diferencia, detectada en la mayoría de los centros que utilizaron la herramienta en 2011 comparándola con los datos obtenidos en 2008, puede ser atribuida a la creciente utilización de dicha tecnología producida en los últimos años, especialmente para comunicarse con otras personas. Respecto a la identidad de los acosadores, los resultados del centro reflejan una menor presencia de todas las identidades por las que se pregunta. Conviene tener en cuenta que se trata de una pregunta en la que pueden elegir varias respuestas. 3.6. Porcentaje de buenos/as amigos/as: gráfico seis El sexto gráfico incluye los porcentajes obtenidos en una única pregunta, sobre cuántos/as buenos/as amigos/as tiene en el centro el estudiante que responde al cuestionario. El porcentaje de quienes no tienen ningún amigo es en el promedio estatal del 1,2% y algo inferior en el centro dos, no hay diferencias entre quienes tienen solo un amigo, y en el centro dos hay más estudiantes que tienen 2-3 o 4-5 buenas amistades, siendo por tanto inferior el de quienes tienen 6 o más. Estos resultados pueden reflejar que en el centro dos las amistades se concentran en pequeños grupos muy cohesionados. El grupo de trabajo sobre indicadores de calidad de la convivencia decidió en reunión de junio de 2011 modificar este

gráfico de forma que permita conocer exactamente el porcentaje de quienes no tienen ningún amigo o solo uno, uniendo el de los que tienen 4 o 5 y 6 o más. 3.7. Qué hacen ante la violencia: gráfico siete El gráfico siete incluye dos figuras, sobre: A) Qué hace el alumnado ante una agresión entre estudiantes, con siete

alternativas de respuesta sobre qué suele hacer quien responde en dichas situaciones.

B) Comportamiento o actitud del profesorado cuando se produce una

agresión entre estudiantes, tal como dicho comportamiento es percibido por el alumnado. En la figura se recoge el porcentaje de estudiantes que responde que a bastantes o a la mayoría de los profesores les sucede lo que se pregunta o adoptan la conducta mencionada.

Como puede observarse en el gráfico 7A, entre el alumnado del centro dos es menor el porcentaje de quienes participan en agresiones (dirigiendo el grupo o siguiendo al grupo). También es menor el porcentaje de los observadores que aprueban la agresión o que piensan que no es su problema. Estos resultados concuerdan con los obtenidos en el resto de los indicadores sobre acoso, en los que se detecta que sufren dicho problema en menor medida que el promedio estatal. Las principales diferencias entre el centro dos y el promedio se observan en el superior porcentaje de la postura “intento cortar la agresión pero solo si se meten con mi amigo/a”, más frecuente en el centro dos, y también (aunque en menor medida) en: “intento cortar la situación aunque no sea mi amigo/a”, menos frecuente en el centro dos que en el promedio estatal. Interpretados globalmente, los resultados reflejados en la figura 7A ponen de manifiesto, una vez más, la menor frecuencia de agresiones entre estudiantes existente en el centro dos, pero que la disponibilidad a intervenir para detenerlas depende mucho de los vínculos de amistad con quien las sufre; resultado que sorprendió al centro dos y que fue interpretado como una consecuencia de los fuertes vínculos de amistad entre estudiantes que se desarrollan en el centro, estableciendo como un objetivo del programa de convivencia mejorar el rechazo universal a todo tipo de violencia, con independencia de quién sea la víctima.

3.8. Otros obstáculos a la convivencia evaluados a través del alumnado: gráfico ocho. El gráfico ocho está compuesto por 8 indicadores globales que resumen obstáculos a la convivencia de muy diversa naturaleza, procedentes de: los consejos escuchados a los adultos, generalmente fuera de la escuela, la justificación de la violencia por parte del estudiante que responde, su identificación con el racismo y la xenofobia, la percepción de que existen en el centro problemas en la relación entre alumnado y profesorado así como el reconocimiento de esos mismos problemas en la interacción que el estudiante que responde establece. Todos los indicadores de gráfico 8 son evaluados mediante cuestiones en las que se pregunta directamente por problemas. Como sucede con el gráfico anterior, al expresar frecuencia de problemas: cuanto menor es la puntuación media en estos indicadores, mejor es la situación del alumnado y la convivencia en el centro. Los resultados obtenidos en el Estudio Estatal reflejan que las diferencias entre centros en los indicadores del gráfico ocho son de escasa magnitud, no superando en ningún caso el 8% de la varianza y encontrándose en la mayor parte en torno al 2%. Los dos indicadores de mayor variabilidad son: trato discriminatorio del profesorado que afirma recibir el alumnado (7,3%) y justificación de la violencia (6,2%) y la menor variabilidad entre centros se produce respecto a consejos sobre violencia escuchados a los adultos (1,5%). Como puede observarse en el gráfico ocho, los resultados obtenidos por el centro dos son muy similares a los promedios estatales en todos los indicadores que incluye, aunque ligeramente mejores en tres de ellos: racismo, percepción de disrupción en centro y percepción de conductas coercitivas en el profesorado del centro. La percepción del alumnado (reflejada en el gráfico 8) resulta coherente con la del profesorado (gráfico tres), respecto a la existencia de menor disrupción en el centro dos que en los promedios estatales, coherencia que refuerza la validez de este diagnóstico y lleva a destacar la mayor sensibilidad del profesorado para reflejar estas diferencias. 3.9. Condiciones para construir y mejorar la convivencia evaluadas a través del alumnado: gráfico nueve El gráfico nueve está compuesto por 8 indicadores que contribuyen a construir una convivencia de calidad:

• Sobre actividades del centro: calidad de las normas y de la resolución de los conflictos, la prevención explícita del racismo y el sexismo, la adaptación a la diversidad y el trato inclusivo y motivador del profesorado.

• Sobre conductas o actitudes del alumnado: disposición hacia otros

grupos próximos y hacia grupos percibidos con más distancia, esfuerzo e interés por el aprendizaje,

• Sobre el entorno del adolescente: consejos acerca de alternativas a la

violencia que se han escuchado a los adultos, generalmente fuera de la escuela.

Todos los indicadores del gráfico 9 se han evaluado a través de cuestiones planteadas en positivo, por lo que cuanto mayor es la puntuación mejor es la convivencia. Los resultados obtenidos en el Estudio Estatal reflejan que las diferencias entre centros en los indicadores del gráfico nueve son de baja magnitud (oscilando casi todas ellos entre el 3% y el 7% de la varianza), con la excepción de la referida a las actividades de “prevención del racismo y el sexismo”, con una varianza del 13%. Como puede observarse en el gráfico nueve, los resultados obtenidos por el centro dos son muy similares a los promedios estatales o ligeramente por encima, con dos excepciones: 1) Las actividades de prevención del sexismo y el racismo. El hecho de

puntuar por debajo en este indicador fue interpretado por el centro dos como consecuencia de su orientación a tratar de prevenir estos problemas en positivo, sin referirse explícitamente a ellos. Sirvió para plantearse la necesidad de incluir ambas perspectivas, a través de programas integrales de prevención de todo tipo de violencia que incluyeran también enseñanza específica sobre el sexismo y el racismo.

2) La calidad de las normas y la resolución de los conflictos, indicador en el

que el centro dos puntúa ligeramente por debajo del promedio estatal. El énfasis y prioridad que el centro dos da a este objetivo resultaba en principio paradójico con el hecho de no obtener una puntuación superior al promedio, resultado, que fue explicado como consecuencia de la mayor conciencia crítica y nivel de aspiración que suele producirse entre el alumnado adolescente cuando trabaja activamente en mejorar las normas y buscar soluciones pacíficas a las conflictos respecto a las normas y las soluciones que efectivamente se ponen en práctica.

3.10. Condiciones para construir y mejorar la convivencia evaluadas a través del profesorado: gráfico diez De los ocho indicadores incluidos en el gráfico diez, tres hacen referencia a actividades que se desarrollan a nivel global de centro (normas y sanciones, participación del alumnado en las normas, colaboración con las familias), cuatro a los métodos y tratamiento que el profesorado aplica en las aulas (cooperación, debates enseñanza inclusiva, control de las disrupción y

motivación), y uno a la conducta del alumnado (esfuerzo e interés manifestado por el aprendizaje), tal como todo ello es percibido por el profesorado. Todos estos indicadores se han evaluado a través de cuestiones planteadas en positivo, por lo que cuanto mayor es la puntuación mejor es la convivencia. Los resultados obtenidos en el Estudio Estatal reflejan que las diferencias entre centros en los indicadores del gráfico diez son de una magnitud baja o moderada, superando el 10% de la varianza solamente en tres de los indicadores: calidad de las normas de convivencia y sanciones y participación del alumnado en las normas (ambos próximos al 20%). Como se refleja en el gráfico 10, todas las puntuaciones medias obtenidas en el Estudio Estatal de la Convivencia superan el 5 (equivalente al aprobado) y muchas están próximas al 7 (notable). Las de menor puntuación se encuentran en los indicadores que suponen participación del alumnado o de las familias, resultado que concuerda con los reflejados en los gráficos uno y nueve, en indicadores obtenidos a través de estudiantes. El gráfico diez refleja que las respuestas dadas por el profesorado del centro dos son claramente más positivas que los promedios estatales en la mayoría de los indicadores, destacando:

1) La enseñanza inclusiva, en la que el centro dos obtiene una puntuación media que supera el 9 (sobresaliente), y que está formada por los siguientes elementos: muestro interés por el aprendizaje de cada estudiante; explico de forma que los estudiantes puedan entenderlo, incorporo formas de evaluación que dan oportunidades de mejorar a todo el alumnado, ayudo a entender los criterios y resultados de la evaluación para que la consideren justa.

2) Esfuerzo e interés por el aprendizaje manifestado por el alumnado, en el

que el centro dos obtiene una puntuación media de notable, mientras que el promedio estatal se sitúa en torno al aprobado. La mejor situación del centro dos en este indicador quedaba también reflejada a través de un indicador similar basado en las respuestas del alumnado, y que cabe relacionar con la mayor orientación a la enseñanza inclusiva manifestada por el profesorado.

Por otra parte, no se observan diferencias entre el centro dos y el promedio estatal en dos indicadores:

1) Medidas para promover la colaboración de las familias, una de las asignaturas pendientes de la mayoría de nuestras escuelas, también del centro dos.

2) Calidad de las normas y las sanciones. Resultado que cabe relacionar

con los obtenidos a través del alumnado sobre normas (gráfico nueve) y sanciones (gráfico once), explicados como consecuencia de la mayor

conciencia crítica y nivel de aspiración que suele producirse cuando se trata de promover la participación del alumnado en la elaboración de las normas y en la solución de los conflictos, respecto a las normas y las soluciones que efectivamente se ponen en práctica.

3.11. Valoración de las medidas disciplinarias por el alumnado: gráfico once

Los seis indicadores que se incluyen en el gráfico once se han obtenido a través de seis preguntas, una para cada indicador, sobre la calidad de las medidas correctoras aplicadas en el centro ante las trasgresiones del alumnado, en las que se pregunta en que grado o con qué frecuencia se da en el centro lo indicado en la pregunta. Cinco de ellas están planteadas en sentido positivo. En principio, cuanto mayor es la puntuación más educativa podría resultar la medida. Y una de ellas en sentido contrario (“se imponen sin escuchar a los estudiantes”), por lo que cuanto mayor en la puntuación, menos eficaz podría ser, puesto que la percepción de que se impone sin escuchar suele producir una reacción negativa en la mayoría del alumnado adolescente. Como puede observarse en el gráfico 11, el alumnado del centro dos es más crítico con las condiciones que rodean a la aplicación de medidas correctivas que el del promedio estatal. ¿Cómo explicar este sorprendente resultado cuando el centro trata de incrementar la participación del alumnado en todo lo relacionado con las normas de convivencia y la resolución de los conflictos? Para responder a esta pregunta conviene tener en cuenta los resultados obtenidos en los estudios llevados a cabo sobre este tema sobre la especial dificultad que se produce respecto a las medidas correctoras, para extender a ellas los principios de democracia participativa, haciendo con frecuencia que dichas medidas sean evaluadas de forma más crítica por el alumnado que en contextos menos participativos. 3.12. Tiempo de exposición a nuevas tecnologías y otras actividades: gráfico doce Los seis indicadores que se incluyen en el gráfico doce se han obtenido a través de seis preguntas, una para cada indicador, sobre la cantidad de tiempo diario que el/a estudiante que responde suele dedicar a las actividades por las que se pregunta. A la derecha se incluyen los porcentajes de estudiantes que dedican más de una hora al día a estudiar a través de Internet y a leer; y a la izquierda, los porcentajes de quienes dedican: más de dos horas a ver la televisión, más de una hora a videojuegos, más de una hora a comunicarse a través de Internet y más de una hora a descargas. De los resultados incluidos en el grafico doce, cabe destacar que:

1) El 70% del alumnado del centro dos pasa más de una hora diaria

comunicándose con otras personas a través de Internet, cifra que supera en más de 20 puntos a la del promedio estatal obtenido en la primavera de 2008; diferencia que cabe relacionar con el generalizado incremento de esta actividad que se ha producido, especialmente entre adolescentes, desde entonces. Parece, además, que a más tiempo dedicado a dicha actividad menos tiempo dedicado a ver la televisión o videojuegos.

2) El porcentaje de alumnado del centro dos que pasa más de una hora al

día trabajando con Internet y, sobre todo, leyendo libros que no son de estudiar, es superior al de la media estatal en 5 y 12 puntos, respectivamente. Diferencias que cabe relacionar con el mayor nivel de esfuerzo y motivación por el aprendizaje en el alumnado del centro dos así como con sus características familiares, reflejadas en el gráfico quince.

3.13. Control de la exposición a las nuevas tecnologías: gráfico trece El gráfico trece incluye cuatro indicadores sobre las condiciones de la exposición a las nuevas tecnologías, a través de los cuales se observa lo siguiente:

1) Pantallas disponibles en el cuarto del adolescente. El porcentaje de adolescentes que tiene televisión en su cuarto es similar en el centro dos que en el promedio estatal: 45%, mientras que el de quienes tienen allí acceso a Internet es en dicho centro del 77%, muy superior al 38% encontrado en el promedio estatal en 2008; diferencia que cabe relacionar con la extensión de Internet desde entonces en el conjunto de la población y con las características sociodemográficas de las familias.

2) Grado de supervisión adulta. El grado de supervisión adulta respecto a

ambas actividades del adolescente (ver la televisión e Internet) es bastante menor entre el alumnado del centro dos que en el promedio estatal. A partir de este resultado, el centro programó acciones destinadas a prevenir los riesgos que pueden derivarse de la exposición a estas pantallas, incluido el trabajo con las familias sobre su papel en este sentido.

3.14. Aspectos relacionados con los resultados académicos reconocidos por el alumnado: gráfico catorce En el gráfico 14, a la izquierda, se incluye la distribución de la valoración media que el alumnado hace de sus resultados en los estudios, expresada en porcentajes de quienes sitúan dicha valoración en: insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente.

Como puede observarse en el gráfico 14: 1) El porcentaje de estudiantes del centro dos que considera su rendimiento medio como insuficiente es menor que en el promedio estatal, siendo mayor el de quienes lo calificación con un bien, no observándose diferencias en el resto de las valoraciones. 2) El porcentaje de repetidores en primaria es algo menor en el centro dos y algo mayor el de quienes han repetido en secundaria. 3) El porcentaje de quienes realizaron educación infantil y de quienes esperan finalizar una titulación universitaria se sitúa entre el alumnado del centro dos en porcentajes superiores al promedio estatal; diferencias que cabe relacionar con las existentes respecto al esfuerzo y motivación del alumnado por el aprendizaje así como con el nivel de estudios de su familia.

3.15. Características sociodemográficas de la familia En el último gráfico se incluyen 11 indicadores que expresan las características sociodemográficas de las familias. Como puede observarse en dicho gráfico, el centro dos difiere del promedio estatal en: 1) Un porcentaje bastante mayor de madres y padres que han finalizado

estudios universitarios, así como porcentajes muy inferiores entre quienes solo han finalizado estudios primarios. En relación a lo cual no sorprende que el porcentaje de alumnado que tiene en su casa más de “100 libros que no son de estudiar” también sea superior en dicho centro, así como algunas diferencias comentadas con anterioridad en: tiempo dedicado a leer o a estudiar por Internet o esfuerzo y motivación por el aprendizaje, que suelen estar relacionadas con la experiencia académica de los adultos del entorno familiar.

2) Un porcentaje bastante mayor de madres que realizan un trabajo

remunerado, que cabe relacionar con su superior nivel de estudios. 3) Porcentajes algo mayores de padres y madres extranjeros así como de

adolescentes que no viven con su padre o con su madre.

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