ehb, edición 34 (febrero de 2016)

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Año 2. Edición 34. Febrero 2016 12.500 ejemplares mensuales

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Para esta edición (¡Nuestra primera de 2016!) conversamos con los realizadores de ‘Siguiente round’, un proyecto documental transmedia en proceso de rodaje y producción, que cuenta cómo Yecson “el Destructor” Preciado, un exboxeador oriundo de San Lorenzo, formó una escuela de box en isla Trinitaria y empezó a transformar la vida de los niños, niñas y adolescentes a quienes entrena. Les invitamos a conocer la historia de ‘Siguiente round’ y la de Yecson Preciado. Quizá en esta podrían encontrar, al igual que nosotros, un poco de fuerza para esquivar los golpes. También les invitamos a pasear con Alicia por ‘Febrero’, a escuchar a Pedro Páramo y a Fabrikante. También a mirar dentro de ‘La habitación’ y de las ilustraciones de Luiggi Raffo.

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Año 2. Edición 34. Febrero 201612.500 ejemplares mensuales

Mayko Garzozi DelfiniDirección general

Studio CollesDiagramación y diseño

Yuliana Castelo R. Redacción y edición

Daniel Castelo Tay-hingPortada

Dirección: Av. Juan Bautista, edificio Medicorp, oficina 205

ImpresiónGráficos Nacionales S.A.

12.500 ejemplares

Para compartirnos tu arte:[email protected]

Para pautar con nosotros:0986364002

[email protected]

En Hora Buena @En_Hora_Buena @En_Hora_Buena

Editorial

Andrés Loor MoreiraBilly Navarrete BenavidesCristian Gaibor MenéndezDamián Matailo CedeñoElsa María Cortés Rada

FabrikanteLuiggi Raffo Espinoza

Miguel Palacios Zambrano

Colaboraron en esta edición:

Elsa María Cortés RadaCorrección

Hay momentos en los que ya no nos quedan fuerzas para creer que algún día amarnos no va a ser tan difícil, que vamos a poder cambiar o recuperarnos, que quizá podríamos revertir el mundo, que vamos a ser libres. La vida nos ha golpeado, y aunque parece que no logró tumbarnos, el miedo al dolor

nos dejó paralizados. Pero permanecer inmóvil es peligroso, al cabo de un tiempo podríamos convertirnos en una gran roca.

Ser una barrera, acomodarse, multiplicar el odio o abandonar a nuestros niños y a sus sueños no puede ser lo que hagamos en esta vida. Mucho menos ahora, nunca. El mundo puede ser un lugar distinto para nosotros y para quienes lleguen a nuestras vidas si nos mantenemos fuertes, si no permitimos que el miedo nos cambie, o la sociedad o la avaricia. Puede ser difícil creerlo pero vamos a estar bien. Amar y trabajar para recuperarnos va a valer muchísimo la pena.

Para esta edición (¡Nuestra primera de 2016!) conversamos con los realizadores de Siguiente round, un proyecto documental transmedia en proceso de rodaje y producción, que cuenta cómo Yecson “el Destructor” Preciado, un exboxeador oriundo de San Lorenzo, formó una escuela de box en isla Trinitaria y empezó a transformar la vida de los niños, niñas y adolescentes a quienes entrena.

“Yecson se enfrentó al destino. Él hubiera podido creer que estaba condenado porque fue un niño de la calle, porque es negro, porque vive en la Trinitaria… pero él decidió que no, que no iba a pasar así, que él iba a tener un semillero de box”, nos dijo Ernesto Yitux, director del filme.

Les invitamos a conocer la historia de Siguiente Round y la de Yecson Preciado. Quizá en esta podrían encontrar, al igual que nosotros, un poco de fuerza para esquivar los golpes. También les invitamos a pasear con Alicia por Febrero, a escuchar a Pedro Páramo y a Fabrikante. Y no olviden mirar dentro de La Habitación y de las ilustraciones de Luiggi Raffo.

Gracias Yecson por ayudar a sus niños a ser libres.

Alguna vez vamos a ser libres

Todas las personas pueden mejorar todos los caminos pueden ayudar

Si estás así, si lo deseás. Este es mi sueño y el de muchos más

ésta es mi casa donde quiero estar calmar mi sed, viajar en paz.

“Mundo agradable”, Serú Girán.

3Lo Real Maravilloso

A diferencia de la chismografía que suele hacer de los grandes de las letras más mito

que realidad, Juan Rulfo no posee una biografía extraordinaria. Era un hombre reservado, taciturno y solitario que gustaba de la lectura y la música. Para escribir, requería tener calma, serenidad y ganas.

Su vida fue marcada por la muerte de sus padres a temprana edad. Se mudó varias veces durante su escolaridad y no pudo cursar la universidad debido a huelgas. Sus trabajos de agente de inmigración y, luego, de vendedor viajero lo llevaron a conocer distintas poblaciones de México.

Entre viajes, las letras se vuelven su oficio y en 1953 publica El llano en llamas. Gracias a una beca logra dedicarse a la creación literaria y en 5 meses (de abril a septiembre de 1955) escribe su obra maestra, Pedro Páramo. Esta novela fue una chispa para el mundo literario. Encantó a públicos lejanos y voluminosos: medio millón de ejemplares fueron vendidos y múltiples traducciones fueron hechas. Con una sola novela, las críticas se dispararon y Juan Rulfo obtuvo el consenso general y el éxito. Fue un vistazo inicial del fenómeno editorial que años más tarde conoceríamos como boom literario. Para muchos, el primer encuentro con este escritor jalisciense es inolvidable. De hecho, es una conmoción. Debido a su complejidad narrativa y su corta extensión, Pedro Páramo suele incorporarse en los programas de lectura de bachillerato. Es así como incautos jóvenes de 17 años abren en el aula aquel libro de apenas 80 hojas que los llevará por una experiencia narrativa sin igual. Y todo inicia con

Juan Rulfo, la chispa inicial

Por Elsa Cortés R. (@arete_rosa)

Autorretrato de Juan Rulfo en el nevado de Toluca. 1940.

Antes del boom latinoamericano, hubo una chispa. Con dos obras cortas, Juan Rulfo logró que la mirada literaria del mundo girase hacia México para dejar claro que, de este lado del mundo,

las letras también pueden incendiar cabezas.

una frase simple y llena de promesa: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.”

Digo que es una “experiencia narrativa” porque no tengo otra forma de describir lo que implica leer Pedro Páramo por primera vez. Fue desconcertante, fue sorprendente, fue inquietante. Fue la primera vez que tuve consciencia de la importancia de la estructura en un texto y de la belleza que las palabras simples pueden expresar.

En el programa de entrevistas “A fondo”, Rulfo dice que su obra fue poco comprendida en su época

porque era confusa: “Considero que es una novela difícil pero que fue hecha con esa intención: que se necesitaran 3 veces leerla para entenderla”. Y realmente no es un acto simple de lectura.

A pesar de ser una novela poco voluminosa, implica un gran esfuerzo. El relato posee alrededor de 66 fragmentos desordenados que hacen referencia a 3 tiempos narrativos diferentes y son anunciados por múltiples narradores. Son murmullos que cuentan varias historias: la visita de Juan Preciado a Comala, un pueblo desolado, en busca de Pedro Páramo, su padre; la vida de Pedro Páramo: su ascenso

y descenso del poder de Comala, y su amor hacia Susana San Juan; la historia de Comala, un pueblo y sus habitantes que cayeron en gran desgracia. Es una historia de amor, de recuerdos, de poder, de soledad, de esperanza, de olvido, de superación, incluso.

Su estructura no es simple, pero su lenguaje sí. A Rulfo lo describen como escueto, lacónico, hasta se dice que posee “gran economía de la palabra”, lo que implica que las palabras que usan son pocas pero certeras para crear paisaje internos y externos en los lectores. “Entonces oyó el llanto. Eso lo despertó: un llanto suave, delgado, que quizá por delgado pudo traspasar la maraña del sueño, llegando hasta el lugar donde anidan los sobresaltos” son las breves palabras que usa para expresar el miedo y la soledad ante una noticia funesta; mientras que para dar a conocer el dolor de un personaje dice lo siguiente: “Nunca quiso revivir ese recuerdo porque le traía otros, como si rompiera un costal repleto y luego quisiera contener el grano”.

Tal vez las palabras de Gabriel García Márquez sobre su primer encuentro con la novela sean más iluminadoras que tanta explicación formal: “... Álvaro Mutis subió a grandes zancadas los siete pisos de mi casa con un paquete de libros, separó del montón el más pequeño y corto, y me dijo muerto de risa: ¡Lea esa vaina, carajo, para que aprenda! Era Pedro Páramo. Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura. Nunca, desde la noche tremenda en que leí La metamorfosis de Kafka en una lúgubre pensión de estudiantes de Bogotá —casi diez años atrás— había sufrido una conmoción semejante.”

Según Alicia 4

Si usted destinara un par de minutos para descifrar de una vez por todas cuál es el mejor mes del año, seguro,

se daría cuenta de que “un par de minutos” fue una cifra dada muy a la ligera, más aún si yo le digo que la respuesta es esta: febrero.

Piénselo. El ser humano regular, ocupado en sus quehaceres diría “el mejor mes es Diciembre” y sí, no hay duda de que es bueno; en el mundo mercantil, la acumulación en docenas es exitosa pero, ¿qué pasa si al mes de la bondad y los sobregiros le quitamos esos dos mil años de publicidad ininterrumpida…? ¡A mí me pasó igual! Pongámoslo en perspectiva. Diciembre es el Jackie Chan de los meses, pero febrero es el mismísimo Bruce Lee. Las razones se vuelven vulgares cuando nos abruman, por eso sólo daré sólo tres:

Belleza. La palabra febrero es hermosa, retrocedan dos palabras y

FebreroPor Damián Matailo Cedeño (@elnegromatailo)

admírenla. (El lector minucioso se habrá dado cuenta que he tomado la licencia de faltar a la ortografía escribiendo con mayúsculas al último mes del año, para goce colectivo he enfatizado a febrero en la desnudez de la minúscula. De nada). Vean como esa efe recubre toda la palabra con un pelaje gatuno, como a medida que uno la nombra esas eres finales ronronean para que uno la repita y la repita.

Apuro. Después de la partida de la estrella pop del calendario, el resto de meses luchan por los residuos que quedaron de la pirotecnia y las redenciones de año nuevo. Enero gana por puesta de manos y los demás se resienten y engordan. Febrero es descomplicado, sus ocupaciones no tienen nada que ver con el zodiaco, por eso cada año es distinto, siempre en forma, 28 o 29 días, no más (como todos, a veces se ha deprimido y las copas le han hecho aumentar a 30 días, pero eso sólo lo vuelve más real, sin poses).

Misterio. Febrero es el mes en que los anillos de Saturno viran por unas horas a un tono rosa, es el mes en que los refrigeradores antiguos enfrían mejor las sábanas beige, es el mes en el que al 70% de las mujeres con pecas les emergen exactamente veintiséis gotas de sudor en la punta de la nariz y es el mes en que el

hombre promedio, que pasa la treintena, encuentra argumentos desatinados para justificar costuras amatorias.

No sería raro, que alguna vez, al revisar sus agendas, tengan once, en vez de doce meses. No se extrañen.

Guayaquil, febrero de 2016.

Ilustraciones de Damián Matailo. Puedes leer sus historias en: matailo.tumblr.com

Según Alicia 5

TOP 5 Drexler, sus amigos y las canciones que se quedaron en la cueva

¿Qué nos ocurriría si, un día, descubrimos la cueva en la que un compositor y algunos de sus amigos hacen de la vida música… música que se convierte en un refugio donde el corazón se guarda? Jorge Drexler ha sido

invitado en varias ocasiones para colaborar en diversas producciones. Algunas de ellas se quedaron en la cueva; hoy ponemos los parlantes afuera.

Por: Cristian J. Gaibor (@chichigaibor)

El uruguayo Juan Campodónico, quien había colaborado con Drexler, su compatriota, en la producción de algunos de sus discos (Frontera, Sea y 12 Segundos de oscuridad), consiguió que él interpretara uno de sus temas. Este, por su originalidad y rareza, logró una nominación a los premios Grammy por Mejor Canción Alternativa en 2012.

En 2005, la española Olga Román hizo partícipe a Drexler en la producción de este sencillo. La unión de estos dos grandes intérpretes consiguió hacer un tema muy dulce, de gran sensibilidad. “Apareces”, apoyada en los arreglos de un Bolero-Jazz, simplemente transmite belleza y tranquilidad a quien la escucha.

El cantante italiano, Lorenzo Jovanotti, con la idea de ganar terreno en el mercado de la música en español, lanzó en 2012 una compilación de sus éxitos e invitó a Drexler a cantar con él una versión acústica de “Moriré de amor”. Esta canción, acompañada por los acordes de la guitarra de Drexler, puede llegar a lo más profundo de nuestro ser.

Esta canción escrita por Drexler, que es el tema principal de su álbum La edad del cielo, forma parte del último disco de la cantante portuguesa Susana Félix. Parecería que esta adaptación fue hecha para que sintamos, un día en el que las cosas han salido al revés, que alguien nos dice al oído que todo estará bien.

Existen duetos que musicalmente se quedan grabados en la consciencia del alma: este es uno de ellos. La combinación de las voces de Lafourcade y Drexler parece perfecta para rendir un homenaje, tanto a Agustín Lara como a la población afro-descendiente de México para la que fue compuesta.

(Juan Campodónico, Campo)“1987”

(Olga Román, Olga Román 2)“Apareces” “Moriré de Amor”

(Lorenzo Jovanotti, Backup 1987-2012)

“A Idade Do Céu”(Susana Félix, Procura-se)

“Oración Caribe” (Natalia Lafourcade, t -

Homenaje a Agustín Lara)

Aún dentro de una industria pequeña, Anomalisa ( Charlie Kaufman y Duke

Johnson, 2015) es una anomalía por sí misma. Una película sencilla y devastadora que nos expone ante el cercano pero complejo universo de las relaciones humanas. Michael Stone, coach especializado en manejo de personal y servicio al cliente, se percibe único (y por ende solo) en un mundo que se escucha como una sola voz neutral y apática. Un día encuentra a Lisa,

Anomalisa, el eco de las (no) relaciones humanas

Por Miguel Alejandro Palacios

una mujer común, que ante sus sentidos brilla tenuemente entre la multitud.

La técnica stop-motion nos remite directamente a la realidad cotidiana, en un juego maravilloso y melancólico donde llegamos a olvidar que observamos marionetas y no actores ni actrices. Esta propuesta nos atrapa como espectadores y nos permite relacionarnos con el encuentro de estos dos personajes, celebrando en

un inicio aquella magia palpable de los afectos casuales, pero generando incomodidad al invitarnos a ver el desentrañamiento de su vida, es decir, de la naturaleza humana en estado puro: el alma y la carne.

Anomalisa no nos deja otra cosa que preguntas, además de una sensación contradictoria; belleza y crudeza en una misma habitación. Anomalisa es la vida misma, o algo muy cercano a ella; una película cuya belleza radica en su sinceridad.

Todos y todas están invitadxs a buscarla, a dejarse sorprender por esta joya de la animación independiente, una anomalía que nos demuestra que todavía queda mucho que contar.

6Puente Palabra

Aquí Fabrikante compartiendo la experiencia de los libros que se le obligaron, los que encontró y los que lo encontraron. Es la biografía de lo

que le enseñaron algunas páginas. Léase sin pretensiones filosóficas.

Biografía transmoral lectora

Por Fabrikante (@fabrikante)

Vengo a compartirles la vida de mi vida dentro de los libros. Aunque hace tiempo estoy más afuera

que adentro de ellos, nunca podré negar que han sido de gran ayuda en el caminar de mis años. Hace pocas semanas me puse a vender casi todos los libros que había acumulado por casi diez años. Fue un proceso rápido y alegre. Se fueron porque eran

textos que probablemente jamás releería. Pensé que al venderlos, otra persona le podría dar valor y uso a esos árboles transformados en páginas que yo solo acumulaba. Además, vendiéndolos podría pagar un par de meses de renta y comida. Me quedé con un tacho grande de libros. Estos no los he podido dejar ir. Entre los habitantes más importantes de este tacho está el primer libro que

leí: 20.000 leguas de viaje submarino de Verne. Lo leí cuando tenía unos trece o quince años en las vacaciones del colegio de enero a marzo. Fue un castigo. Como mi hermano y yo teníamos tiempo de más para hacer travesuras y pelear, mi mamá decidió obligarnos a leer un libro diferente a cada uno. No podríamos jugar supernintendo o salir hasta acabar. Odié ese libro. Me quedé

dormido como cien veces entre sus páginas antes de poder acabarlo. Sobretodo me enfadó que nunca se develaron los misterios del camarote del capitán Nemo. No obstante, debajo de todo ese fastidio, sí hubo mucho asombro de las descripciones que hacía el narrador de los viajes del Nautilus debajo del hielo. Tengo una imagen clara del fondo del mar y se lo debo a esa novela. Conservo

Fotografía de Francisco Cestac

7Puente Palabra

ese libro para intentar leerlo antes de morir, para que sea el primero y el último libro. Así, mi vida lectora será una vuelta de ouróboros. Quién sabe si pueda lograrlo.

No todos los libros que me marcaron están en este tacho que es mi biblioteca. Algunos se han ido perdiendo en el camino. Por ejemplo, el segundo libro que leí, fue uno que me robé de la biblioteca del colegio donde estudiaba. Se llama Conocer a Dios, de Deepak Chopra. Creo que son más de trescientas páginas que me leí de sopetón en dos o tres semanas. La curiosidad es el alma de la lectura, el deseo de saber sobre eso que sé que no sé y en mi caso tenía mucha curiosidad por conocer a Dios. El libro era un collage de cuentos, mitos, reflexiones, opiniones, estudios científicos y experiencias sobre el tema. No obtuve una respuesta concreta sobre qué es Dios, pero aquel libro me ayudó a experimentar lo divertido que es encontrarte con perspectivas que antes no habías imaginado sobre algo. Cuando entré en la universidad adopté la idea de que los libros que no eran valorados por los círculos académicos no valían, y fui a vender el libro a Nuevos Horizontes, la librería que queda frente al mercado central. Este libro me enseñó que no hay que juzgar las cosas por su portada. Y aunque la lectura puede parecer algo aburrido, en tanto es básicamente un montón de gente sentada sin hacer nada, hay que saber que no siempre es así. A veces hay un deseo de descubrimiento y un viaje excitante sin rumbo fijo. Además, me enseñó a no juzgar, sobre todo, a los libros por su portada o la categorización que de él hayan realizado otras personas. Si el libro te agrada y te lleva en una aventura, eso es lo importante. No importa si es autoayuda, ciencia ficción, filosofía postgramaticológica francesa de la segunda mitad del siglo XX, cocina, o la Biblia. No he tenido ganas de releer este texto, pero le agradezco haberme insertado en la costumbre de los libros. Después de Conocer a Dios, no he podido dejar de leer. Lo he dejado muchas veces la verdad. Puedo pasar largos meses sin ningún libro cerca mío, pero siempre termino cayendo.

Volviendo al resumen de las joyas de mi tacho. Un compañero fundamental es Versos Sencillos de José Martí. Son versos que generan musicalidad y una aventura por los sentimientos empleando palabras

comunes. No hay paradas constantes en el diccionario quitándote el vuelo de los versos. Vas entre salto sutiles con harto ritmo. Leer estos versos sencillos en voz alta es casi como interpretar una canción de rap. Solo te falta la batería de fondo, pero el ritmo en las palabras ya está. Es un libro que comparte una forma de poesía abierta. Abierta

porque no quiere tirar parada de oscuro o complejo y sobre todo porque es un canto alegre (algo raro para la poesía, ya que es un campo lleno de almas oscuras y góticas que desprenden lágrimas negras). Estas palabras no necesitan evocar términos en latín o francés, teorías o filósofos, para decir ¡Soy

inteligente!¡Tengo conocimiento! Es humilde en ese sentido. Por eso me agrada. No siento que estoy frente a un poeta atormentado por el vacío de la existencia, sino más bien por un parrandero que construye una fiesta firme y gaseosa en pleno centro del vacío. Una palabra que goza-goza como chancho en poza.

Otro habitante del tacho es un tomo que recopila documentos y comunicados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Amo estas páginas principalmente porque no fueron pensadas como libros. Son textos que enviaba la guerrilla zapatista a medios de comunicación para hacer pública

las razones, las formas, los motivos y la historia de su lucha. Es una locura completa. Son profesionales de la violencia contando su vida mientras esa vida juega con poemas, cuentos, leyendas, mitos, crónicas, surrealismo, tristeza, amor, alegría, desesperanza y esperanza. Imposible pensar en géneros literarios o periodísticos en qué encasillarlos. Son páginas que comparten una autopsia de la realidad real -valga la redundancia- latinoamericana. Es la historia contada desde el monte pa’ dentro, donde no llega el progreso de los profesionales con doctorado en el exterior. Es la historia de lo que calla la supuesta inclusión de los estados latinoamericanos y sus ministerios con logos de formas geométricas de varios colores. Una forma de integración que sacrifica ciertas formas de vida en favor de los centros urbanos occidentalizados de América Latina; el progreso como le dicen pues. Y a la vez es el caliche de ese gigante que se desmorona. Es la buena nueva de que el gigante solo es todo poderoso en la imaginación de la gente que cree que la mejor forma de vida es vivir congelados del miedo.

No podría despedirme sin antes mencionar a uno de mis favoritos. Me refiero a Timoty de Carla Torres. Es una novela mediana donde te mueres de miedo o te matas de risa. Los personajes se ven envueltos en situaciones donde la presión atmosférica pierde su cauce. La lírica en su narrativa te deja como un sabor a colibrí y ají. Picante y ágil. Una historia que te toma el pelo a cada instante, y que formula una realidad patas arriba sin ofender a la verosimilitud. Un texto escrito por una niña de 15 años. Fue publicado en los noventa por una editorial de la que nunca encontré otro libro (Anticanon Ediciones), pero a la cual le agradezco haya tenido fe en publicar a alguien que no tenía los temores y esquemas que casi todos tenemos al pensar en la palabra libro.

A veces el imperio de las matemáticas llega a muchos otros lugares y nos hace creer que mayor cantidad, mayor número, es mejor. Mi biografía lectora es breve, pero tiene harto condumio y sobre todo, más material para compartir en una próxima edición, en el mismo canal, si los astros son propicios. No dejen de leer, pero tampoco dejen de vivir. Abrazo y buena vibra pa’ sus vidas y sus lecturas.

Ilustración de Fabrikante. Puedes escuchar su música en: https://soundcloud.com/fabrikante

En marzo de 2015, el realizador audiovisual y post productor guayaquileño, Ernesto Yitux, empezó a trabajar junto algunos miembros y colaboradores del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) en la campaña humanitaria

Trinitaria en Paz, que retrata la situación de quienes esperaban un desalojo

‘El profe Preciado siempre dice que lo importante es levantarse

y no dejarse noquear’Siguiente round es un documental que cuenta cómo Yecson “el Destructor” Preciado, un exboxeador oriundo de San Lorenzo, formó una escuela de box en Isla Trinitaria y

empezó a transformar la vida de los niños, niñas y adolescentes a quienes entrena.

Por Yuliana Castelo Rodríguez (@yulcastelo )

en el sector. Fue entonces cuando Yitux conoció a Yecson “el Destructor” Preciado, un exboxeador de 46 años quien había empezado a entrenar a dos adolescentes en la sala de su pequeña vivienda, ubicada en la cooperativa Mélida Toral, para distraerlos y que no pensaran en el hecho inminente de que iban a quedarse sin casa.

8Aquí También

Afiche ilustrado por Jairo Guerrero

Después de que ocurriera el desalojo, Yitux continúo registrando el hecho y a Preciado, quien siguió entrenando a sus chicos sobre la tierra en el patio de la casa de una vecina con la idea de formar un semillero de box para salvarlos de la calle.

Al cabo de menos de 4 meses de entrenamiento, 6 de los pupilos del “Destructor” Preciado se convirtieron en seleccionados del Guayas; y luego, en los Juegos Nacionales de Menores, llevados a cabo el pasado noviembre en Imbabura, obtuvieron medallas de oro, plata y bronce. Actualmente, su escuela forma parte del proyecto Semilleros del cambio del Ministerio del Deporte y tiene 52 alumnos.

Siguiente round es título del proyecto documental transmedia, en fase de producción y rodaje, que sigue el proceso del semillero que levantó Preciado, y que cuenta cómo él ha transformado la vida de los chicos a quienes entrena. En Hora Buena conversó con Ernesto Yitux, director del filme, y Valeria Suárez, productora, para conocer más sobre los pilares que sostienen esta historia.

“Yecson se enfrentó al destino. Él hubiera podido creer que estaba condenado porque fue un niño de la calle, porque es negro,

porque vive en la Trinitaria… pero él decidió que no, que

no iba a pasar así, que él iba a tener un semillero”.

¿Cómo surgió Siguiente round? Yitux: ... Una parte de la película cuenta la historia de Yecson. Él es oriundo de San Lorenzo (provincia de Esmeraldas) pero huyó de su casa porque vivió una situación de maltrato. Luego se radicó en la Sierra y una vez que se hizo boxeador profesional vino a Guayaquil y empezó a trabajar en lo que encontraba… Es una persona que ha tenido una vida muy complicada, pero siempre había tenido el sueño de crear una escuela de box para chicos de barrios conflictivos para que no pasen lo que él pasó. Esa había sido su motivación de vida, solo que la tenía guardada porque no le había ocurrido nada lo suficientemente grande o fuerte

para que se decidiera a hacerlo. El detonante para que él empezara el semillero fue el desalojo…

Y: Yecson dice que ver a sus vecinos quedarse sin casa, ver la maquinaria pasar encima de estas, ver a los niños durmiendo sobre unas cañas en el lodo lo golpeó lo suficiente, porque aunque no fue un desalojo sumamente violento sí hubo negligencia por parte de la autoridades porque no se respetó el debido proceso: no había un plan de contingencia, no había albergues o una alternativa de vivienda y había mucha zozobra… Por suerte para Yecson y su familia su casa no fue derrumbada, pero esa noche él también durmió en la calle como todo el barrio, en sentido de solidaridad pero también por miedo porque la maquinaria había entrado en la madrugada y nadie sabía si iba a volver a pasar así. Entonces eso fue lo que lo golpeó... Él siempre hace una analogía entre el box y la vida y dice que lo importante es levantarse y no dejarse noquear. También dice que en la vida hay golpes lo suficientemente fuertes que sí te tumban, pero que si te tumban, te pares… Entonces la película también cuenta como él y sus chicos logran vencer o revertir lo crudo de esta situación y de su entorno y darle la vuelta a su favor.

¿Cómo es “el Destructor” Preciado? Y: Él es una persona súper buena onda, muy carismática, súper buen anfitrión y muy transparente. El día que Andrés Loor (director de fotografía del documental) y yo lo conocimos, de entrada nos permitió entrar a su casa, y me enseñó sus fotos, sus recuerdos, nos contó sus sueños y también nos contó por qué lo apodan “el Destructor”... Espera, eso ya mismo te cuento. A mí me ha sorprendido su capacidad de aguante y de sobreponerse a todo porque su historia es durísima. Ha sido impresionante ver cómo una persona con un pasado oscuro logra revertir al mundo…

Y: Yo siempre digo que para mí la peli va de cómo Yecson se enfrenta al destino. Él hubiera podido creer que estaba condenado a ser un delincuente o un criminal porque fue un niño de la calle, porque es negro, porque vive en la Trinitaria… pero él decidió que no, que no iba a pasar así. Él se dijo: “No, yo voy a hacer que las cosas sean diferentes. Yo voy a rescatar chicos, voy a tener un semillero para que lleguen lejos”,

9Aquí También

Después de ver la cápsula audiovisual: “Desalojo en la Isla Trinitaria: ‘el Destructor’Preciado” en YouTube, el Ministerio del Deporte contactó al exboxeador para

acoger su escuela dentro del programa Semilleros del cambio.

Fotografías de Andrés Loor.

porque él realmente quiere que sus muchachos sean grandes. Él les dice: “Mi sueño, Pachín, es que tú peles en la Yoni, que seas mejor boxeador que yo. Mi sueño es tú seas campeón de Ecuador”… Obviamente detrás de eso quiere un reconocimiento, pero él lo que verdaderamente anhela es que sus muchachos sean grandes. Que ellos, como Ítalo Perea que fue alumno de Jauri Mercado, peleen en las Vegas... Y también quiere saber que ese muchacho que él encontró en el manglar, tirando piedras y haciendo nada por la vida, fue rescatado, que él lo logró encaminar.

“Durante los Juegos Nacionales yo no tenía descanso. Amanecía y yo solamente pasaba pensando en mi muchacho, en el que le tocaba pelear ese día. A ese lo cargaba abrazado, diciéndole ‘vamos mijo, yo hago lo mío acá abajo y encima del ring usted hace lo suyo’. Porque así es el boxeo, el más templado es el que va a ganar, el que tiene más fuerza, más valentía, más sabiduría. Porque el boxeo es de viveza, es de tocar y no dejarse golpear, de escabullir los golpes”… “El Destructor” Preciado en entrevista con Pixel Radio.

Y: Entonces la peli va de Yecson enfrentándose a la vida que lo golpea, a la segregación, al estigma de ser negro, de ser lámpara, de ser pobre. Muchas veces él me ha contado que la gente por la calle lo ve mal, que se le cruza, porque obviamente es un tipo que tiene cicatrices en los brazos, las marcas de los golpes en la cara, la oreja de empanada - dicen que el box es el deporte de los tabiques hundidos y las orejas de empanada - tú lo ves y te impresionas. Entonces es él enfrentándose a todo eso, no solo a su pasado, sino al estigma social.

Y: Yecson tiene en el antebrazo un tatuaje con unas letras muy feas y muchas faltas ortográficas que dice “Si no me conoces no me juzgues”. Me contó que se lo hizo cuando tenía 20 años harto de cómo lo veía la gente, de cómo el mundo lo condenaba sin saber lo que había pasado… La leyenda dice que se lo hizo él mismo con una aguja y tinta china en Santo Domingo, al pie del río Toachi. Esa es una imagen

impresionante, realmente tiene que haber estado harto...

¿Cómo es la relación de Preciado con sus chicos? Y: Los chicos respetan mucho a su profe porque es un tipo muy inteligente, y se identifican con él porque lo que ellos hacen Yecson ya lo hizo, y tres veces. Él tiene una autoridad en la calle que no la tiene cualquiera. Estos chicos no escucharían, ni entrenarían ni aguantarían a cualquiera; por eso es importante el trasfondo de Yecson, él ya sabe cómo son las cosas... Todos lo ven con admiración, como un muchacho de catorce años tiene que ver a su profesor.

Y: Estos no son chicos que hablan mucho, pero lo quieren mucho. Ellos juegan con los tres niños pequeños de Yecson, entran a su casa como si también fueran sus hijos, toman comida, se echan en la sala a descansar, aun cuando no él no está… Creo que Yecson es como un tipo completo para ellos porque muchos no tienen papás, vienen de un ambiente de violencia, y entonces con él encuentran otra cosa, algo que su vida normal no les ofrece.

¿ Y por qué le dicen el ‘Destructor’?Y: Cuando Yecson todavía era boxeador, en el 2005, tuvo una pelea contra Jauri Mercado en Galápagos. Jauri es el hermano de Segundo Mercado, uno de los íconos del box local que peleó contra Bernard Hopkins, y fue entrenado por Dunio Mercado, su hermano también. Yecson fue pupilo de Dunio y fue compañero de Segundo y de Jauri. Luego un día conversando se dieron cuenta de que eran primos… Bueno, ese no es el punto. El punto es que él peleó contra Jauri y se dice, y algún periodista me lo confirmó, que esa pelea fue un espectáculo, una masacre, o cómo dice Yecson “una pelea bien en chévere” y desde ahí lo apodaron “el Destructor” Preciado. Jauri luego también me dijo que sí, que Yecson fue un contrincante muy duro, que siempre fue un peleador muy agresivo. Yo supongo que tienes que serlo para que te apoden así.

¿Qué ha significado hacer este documental para ustedes? Y: Conocer cosas que pasan aquí, a cuatro dólares de taxi pero que normalmente no conocemos porque la gente tiene miedo de pasar por la Perimetral, le teme a los suburbios... Sí, por un lado ha sido mirar la violencia real. Yo he estado grabando y me han dicho que ese día hubo una balacera, que mataron a un man. Obviamente esas cosas pasan, pero también pasan otras. A la vuelta de la escuela de box está Jickson Jackson con su productora musical y de cine independiente, está la gente que hace turismo comunitario que te lleva a pasear en canoa y a comer el mejor de los encocados, hay una cooperativa que da microcréditos, está la agrupación de Jimmy Simisterra y la asociación Hilarte… En la isla Trinitaria viven 90.000 personas, pero no todas esas personas se están matando...

“Cuando ese muchacho subía al ring yo estaba nervioso, me movía para allá, me movía para acá. Y cuando ese alumno mío

‘¡pin!’ ganaba, yo me ponía como loco y ese niño también, y él bajaba corriendo y me decía ‘¡profe, profe!’ y ahora sí era llora y llora los dos de la felicidad. Imagínese la felicidad para mí al ver a ese niño triunfar, a la gente aplaudiendo y gritando por ellos, imagínese la alegría”… “El Destructor” Preciado en entrevista con Pixel Radio.

Yecson Preciado tiene 46 años y es oriundo de San Lorenzo, provincia de Esmeraldas. Fue pupilo de Dunio Mercado y compañero de entrenamientos de

Segundo y Jauri Mercado, íconos del box local.

10Aquí También

Para mí ha sido cómo entender el mundo fuera de la oficina, fuera de Facebook, del internet.

“Haber tenido la posibilidad de conocer en profundidad a las personas de este sector es lo que más me ha marcado, haber escuchado esas historias que jamás son mostradas y que están allí, escondidas. Justamente eso es lo que yo más valoro de un documental, cuando los realizadores han logrado que esa persona a la que está entrevistando deje de actuar frente a la cámara porque tiene un vínculo real con ella”. Andrés Loor, director de fotografía de Siguiente round.

¿Cómo están financiando su proyecto documental?Valeria: Nosotros comenzamos con una inversión económica por

parte de La Gallera Producciones, la empresa que constituimos con Yitux para poder trabajar formalmente, pero hubo un montón de eventos que tuvimos que grabar y que cubrimos con esa inversión… Lamentablemente, este año no sabemos si el CNCine (Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador) va a abrir la convocatoria de fondos de fomento para la producción cinematográfica y eso es una pequeña traba que tenemos. Pero ya hemos aplicado a otros fondos internacionales. También apostaremos por una campaña crowdfunding (método de financiación masiva, generalmente a través del internet) porque queremos que la gente se involucre con el proyecto y porque claro, necesitamos sostener el trabajo de todo el equipo de periodistas, diseñadores gráficos y camarógrafos que trabajan con nosotros en el documental.

Yitux: Ahora estamos buscando auspicios con la empresa pública o privada y buscando una forma de que las empresas que donen a la película también contribuyan de

alguna manera con la escuela de Yecson para que esta se beneficie de una forma más tangible.

En las próximas semanas, los realizadores de Siguiente round lanzarán una campaña crowdfunding para invitar al público a realizar donaciones a cambio de recompensas, como aparecer en los créditos o recibir material exclusivo de la película antes de su estreno. Mientras, planean grabar hasta los Juegos Nacionales de Menores de este año (previstos para el próximo noviembre) y estrenar el documental en 2017.

El equipo de Siguiente round cree que el cine documental es una herramienta de expresión poderosa y útil, que puede también, cómo Yecson, revertir al mundo; por eso van a seguir peleando por este.

Y: Yo no soy periodista, pero no creo que haya nada de valioso en haber llegado primero a un lugar o en haber conocido a alguien que nadie más ha conocido…. Creo que hay algo de valioso en acercarse a

esa persona, conversar lo suficiente para aprender algo de ella y lograr transmitir eso que aprendiste a otro… Que si yo llegué primero al barrio cuando estaba en pie o cuando estaban desalojándolo no me parece importante, al menos no en el sentido del cine documental. No creo que haya nada de relevante en eso, sino mas bien en la profundidad del trabajo, en el hecho de tratar al otro como igual, de no zoologizarlo, de dejar de creer que es ajeno”…

Y: Creo que la objetividad no existe, que es absurdo hacer un documental pretendiendo ser invisible, buscando no tocar la escena, y creo que me parece sucio también. Tú no puede estar en un barrio que ha sido desalojado durante un aguacero con niños chiquitos y pretender que tú cámara solo va a registrar la realidad, eso es grotesco. Yo sé que muchos dicen que hay que contar historias para que se sepan, pero luego de mostrar la realidad ¿qué? ¿Acaso que mostrando la realidad van a cambiar necesariamente las cosa? No. Mientras estás ahí haz algo.

En 2015, 6 de los pupilos de Preciado, federados del Guayas, ganaron un total de 12 medallas en el Torneo Nacional de Box, categoría Menores (Macas) y en los Juegos Nacionales de Menores (Carpuela).

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Fotografías de Andrés Loor.

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Los espacios pequeños permiten hablarnos y sentirnos por entero. Esta sensación de unidad

vendría desde nuestra solitaria estancia náutica en el útero, que luego en la infancia la volvemos a

TragaluzPor Billy Navarrete Benavides

@makrolgye

El filme La habitación (Room) nos ofrece una intensa experiencia sobre el mundo íntimo de las personas, la sobreimposición de la fantasía - realidad que vivimos en la infancia y el

incurable trauma que viven las víctimas del secuestro.

Este artículo describe explícitamente momentos elementales de la

película. Le recomendamos que, si prefiere, la vea antes de leerlo. Pero luego, si tampoco puede salir de La habitación no se olvide de regresar

a este.

vivir en nuestra guarida secreta. Sótanos, altillos, bodegas o cuevas en matorrales son nuestro mundo preferido, sin tiempo, donde cabe todo lo que somos. Los niños tienen una relación única, hermética y fantástica con esos espacios por

encima de todo, incluso de la condición de cautiverio.

El filme La habitación –Room- (Lenny Abrahamson/Irlanda/2015) nos ofrece una intensa experiencia sobre el mundo íntimo de las

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personas, la sobreimposición de fantasía - realidad que vivimos en la infancia y el incurable trauma que viven las víctimas del secuestro. Nominada a Mejor Película en la 88ª edición de los Oscar, La habitación ha recibido galardones en el American Film Institute (Mejores Películas del año) y en el Festival de Toronto (Premio del Público), ciudad donde se rodó.

En La habitación, que bucea en las profundidades de la relación entre una mujer secuestrada y su hijo nacido en cautiverio, llama la atención la natural hermandad que existe entre ambos dentro de un lugar hacinado, en el que tienen casi nada de privacidad y muy poco espacio para crecer individualmente. Sin embargo, ese encierro asfixiante que sufren los convierte en seres endémicos de un mundo minimalista con fuerte dependencia mutua, micro sistema de costumbres y silencios.

El gran logro de la película es la atmósfera de intimidad creada en esta situación extrema, que se logra con aporte de la banda sonora, especialmente de la voz superpuesta. Sin embargo, es la construcción del personaje de Joy, la madre, interpretado por Brie Larson, ganadora como Mejor Actriz en los Oscar, quien arma con austeridad un mundo sereno para su hijo, sin dar paso a la sordidez del secuestro.

Jacob Tremblay (Vancouver, 2006) interpreta a Jack, el hijo, que en el tiempo argumental tiene 5 años. Un personaje fascinante desde donde vemos y sentimos el relato cinematográfico. Él transmite fuertes emociones sobre ese único espacio diminuto que conoce, resignifica los objetos a su alrededor dotándolos de personalidad para jugar: la sombra en la pared, lo que observa en la televisión, lo que aparece por el tragaluz. Su mirada inocente, recreada por el gran trabajo de fotografía, permite poetizar el encierro a golpe de fabulaciones, dejando fuera la incertidumbre, e incluso los motivos explícitos del secuestro.

Encontramos al custodio casi como un fantasma que aparece esporádicamente para cuidar de sus rehenes y con quien la madre posee una extraña relación cuyo origen también queda fuera del cuadro. Enigmático factor que la atormentará hasta el intento de suicidio luego de la liberación. En ese

momento hallamos la versatilidad del guion de Emma Donoghue, quien se encargó de adaptarlo de la novela homónima de su autoría. Su trabajo fue nominado al Oscar en la categoría Mejor Guion Adaptado.

Efectivamente, luego de la liberación física y la captura

del secuestrador llega el vacío y perturbaciones larvadas resultado del largo cautiverio. El metraje continúa sobre otro ritmo, bajo otras tormentas que sacuden a la pareja de sobrevivientes. En este giro dramatúrgico se siente la conducción exhaustiva de Lenny

Abrahamson, nominado en los Oscar en la categoría a Mejor Director, que no permite excesos en este drama psicológico.

Después de varios días de ver esta película, pude salir de ella. Al repasar sobre la compleja relación entre el custodio y sus rehenes recordé el maravilloso drama romántico El coleccionista -The Collector- (William Wyler/ Reino Unido/1965) que trata sobre un hombre introvertido y triste que colecciona mariposas. Un día no captura un insecto sino a una joven estudiante de arte que lo atrae desde antes y la encierra en el sótano de su casa para amarla. Inolvidable historia de amor que nace de la dominación perversa del secuestro.

A propósito de la mirada de los niños, también recordé la entrañable película No tengo miedo -Io non ho paura- (Gabriele Salvatores/Italia/2003) sobre el dilema de Michele, un niño de diez años que mientras juega descubre a Philipo, otro niño de su edad viviendo en un hoyo en las afueras del pueblo. Philipo no es consciente que está secuestrado, él está convencido de que así es la muerte y que Michele es su ángel de la guarda que lo observa desde arriba. Hay un universo de sentidos que lamentablemente dejamos abandonado, mientras nos convertimos en adultos.

No tengo miedo es un transparente melodrama lleno de esperanza sobre la noble inocencia de estos dos niños que neutralizan la atrocidad y que condenan a los adultos por la falta de palabras que justifiquen el secuestro, estado cercano a la muerte, sin voluntad sobre sí mismo y rodeado de cruda violencia.

Sin acciones sensacionales o ligerezas, estos relatos cinematográficos nos aproximan al estado de cautiverio desde otra orilla. Hacen foco en elementos no convencionales de la convivencia y exploran territorios remotos del ser humano.

Prueba fehaciente de este abordaje la encontramos en el cierre de la película La habitación con la inolvidable escena en la que madre e hijo ya en libertad regresan a la pequeña habitación, es decir al mundo de adentro de Jack. Él recorre en silencio, contempla el tragaluz y no recoge nada del lugar; todo lo llevará consigo por el resto de su vida.

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Luiggi Raffo Espinoza (Guayaquil, 1987) es un diseñador gráfico e ilustrador que,

cuando era niño, se pasaba la tarde entera dibujando y coloreando sus libros de cuentos. Le gustaba pintar sobre los

mismos dibujos y modificarlos a su gusto.

Luiggi ha pintado murales y brindado talleres de arte y motricidad a niños y

niñas en sectores populares de Guayaquil a propósito de las jornadas de paz y

campañas humanitarias organizadas por el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, (CDH). También ha formado parte de varias exposiciones

junto a otros artistas nacionales y extranjeros. En 2014, su trabajo fue

publicado en la segunda edición del Libro Negro, compendio de diseño e ilustración

ecuatoriana (Editorial Xupuy).

Luiggi Raffo

Puedes mirar parte del trabajo de Luiggi en:

www.otroladodelarte.blogspot.com