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¿De qué otra manera inaugurar este número sino es destacando el retorno de Gimnasia a la Primera División del fútbol argentino? Luego de dos años, el “Lobo” platense regresa a la categoría que le corresponde y renueva las esperanzas de codearse entre los mejores. Desde nuestra redac-ción, celebramos esta consagración, simbolizada en la figura de Pedro Troglio, quien fue nuestro primer Trotador, en julio del año pasado.

Asimismo, y si de epopeyas se trata, no po-demos más que destacar el histórico ascenso conseguido por Villa San Carlos, quien se co-ronó campeón de la Primera B, para alegría de toda la gente de Berisso. A partir del próximo semestre, iniciará un inédito andar por el terri-torio argentino, donde se verá las caras con los equipos que militen en la B Nacional.

En lo que intenta ser un acto de justicia, re-saltamos la campaña de Everton en el Torneo del Interior. Si bien no pudo trepar al Argentino B, el “Decano” de La Plata logró llegar hasta la final, donde enfrentó a Camioneros, cerrando una excelente temporada en la divisional más federal de nuestro fútbol.

Sin embargo, esta octava edición de Al Tro-te lejos está de convertirse en un resumen sobre resultados y campeonatos. Con la intención que manifestamos desde el primer día, insistimos en enfocar al deporte desde una perspectiva crítica, que haga hincapié en cuestiones que traspasan el campo de juego.

En esta ocasión, profundizamos en la im-portancia del deporte como núcleo de acción solidaria hacia los más necesitados. Desde una mirada que interprete esta función como algo intrínseco a la vida de un club, ente u organiza-ción, se podrá avanzar en materia de conquista de derechos, inclusión social, participación co-lectiva, y colaboración con el “otro”.

Por supuesto, no pasamos por alto lo ocurri-do con las inundaciones del pasado mes de abril en nuestra región. Por eso convocamos a José Goñi, presidente del Club de Rugby Los Tilos, quien nos cuenta sobre la experiencia vivida en la mencionada institución. En paralelo, volve-mos a destacar el valor de la organización, a raíz

Pasos hacia adelante

Editorial

del trabajo realizado en nuestra facultad, que se convirtió en sede de vital importancia para ad-ministrar la ayuda a los damnificados.

También nos abocamos al rol que jugaron las ligas y clubes del fútbol infantil platense, a los efectos de brindar una mano a las víctimas del temporal. Y repasamos algunos sucesos de la historia, protagonizados por personajes del deporte, en pos de contribuir con causas y de-mandas sociales.

En esa búsqueda, consultamos a los colegas de La Garganta Poderosa, quienes expresan mejor que nadie lo que significa el compromiso social, el poder popular y el papel del deporte como herramienta inclusiva. Desde una publi-cación realizada con los saberes de la cultura villera, y la organización de los propios vecinos, amplifican el grito de 15 asambleas que recla-man por la postergada urbanización y adhieren al proyecto de Ley de Fomento de Revistas Cul-turales, presentado recientemente en el Parla-mento.

Desde nuestro lugar, también entendemos que resulta inminente discutir legislación sobre producción, distribución y venta de productos gráficos. Sucede que ese círculo, manipulado históricamente por corporaciones empresaria-les, pone en jaque la supervivencia de muchas publicaciones, atentando contra la diversidad de voces. En ese sentido, la ley propone proteger las producciones independientes y autogestivas de comunicación cultural, con el acompaña-miento del Estado.

Por último, los invitamos a conocer a Daniel Zeballos, entrenador de la Selección Argentina de Handball Femenino. “El Zurdo” nos acerca al presente de un proyecto que, luego de la re-novación de plantel, intentará escalar alto en los compromisos internacionales que se avecinan.

Una vez más, les damos la bienvenida a nuestras páginas. Y en el mes del periodista, sa-ludamos especialmente a las Extensiones adon-de arribó nuestra carrera de periodismo depor-tivo (pública y gratuita). A los compañeros y compañeras de Formosa, Laprida, Balcarce y Ex ESMA, salud y bienvenidos.

4

Sum

ario

8 14

Cadena de favores6 / El primer eslabón

8 / “Estamos mejor que antes de la inundación”José Goñi, presidente del Club de Rugby Los Tilos, nos cuenta lo vivido allí.

11 / La contención de los clubes infantilesMuchos funcionaron como espacios activos en la experiencia solidaria post temporal.

12 / Más que una billetera bonitaRepasamos las causas que movilizaron a algunos futbolistas famosos.

14 / Fundación P.U.P.I.: solución a largo plazo

15 / Entre la solidaridad y la justiciaEn otras latitudes también hay deportistas comprometidos, como en la NBA.

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16 / Porque se esconde el pato DonaldReflexiones acerca de una disciplina nacional muy poco conocida.

18/ Una vida dedicada a los fierrosA tres décadas del debut del “Gurí” Martínez en el automovilismo.

19/ “Pasamos de entrenar dos o tres veces por semana a siete u ocho”El DT Daniel Zeballos nos habla de la Selección Argentina de Handball Femenino.

El polifuncional

El aporte del deporte

12

El trotador

5

Así forma

14 24 30 34

Número 8 - Junio 2013Editor responsable:

Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata

Jefes de redacción: Lucas Mateo / David D´Agostino

Corrector: Francisco Trapaglia

Redactores: Joel Gentil / Víctor Olivera / Fernando Labal / José Álvarez / Lucas Mateo / David D´Agostino / Héctor Escobar / Jimena Maggi / Leandro Figueroa / Josefina Mas /Leo Timossi / Juan Pablo Gatti / Germán Hasicic / José Castro

Colaboración especial: Andrés López / Francisco Etchepare / Lucho Zafiro

Foto de tapa:AG La PLata

Fotógrafos: Martín Dutil / Javier Aimetta / Gastón Martínez / Ayelén Lobito

Ilustrador: Martín Mateo

Arte y Diseño: Paula Romero

Agradecimientos: Gastón LuppiLeonardo AleAníbal DíazMaximiliano FriggieriLuis Dell´Acqua

Contacto:revistaaltrote@gmail.comSeguinos en:http://www.facebook.com/Revisaltrotehttps://twitter.com/revistaaltrote

Publicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Área de Contenidos en Periodismo Deportivo. Diag. 113 Nº 291, La Plata, Buenos Aires, Argentina. Tel: 0221 4250133. www.perio.unlp.edu.arRegistro de la Propiedad Intelectual en trámite. Prohibida su reproducción total o parcial sin citar la fuente. Año 2 - Nº 8 - Junio de 2013. Distribución gratuita.

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Paramos la bocha

A rodar la guitarra

Pluma y pelota

Futuro trotador

23/ Metió MiedoRegatas Corrientes barrió a Lanús y se quedó con la Liga Nacional de Básquet.

24/ “La urbanización es el derecho a la vida”Los compañeros de La Garganta Poderosa nos brindan la necesaria voz de la cultura villera.

28/ Punto de quiebreRecordamos el caso de Reneé Richards, primera tenista transexual de la historia.

30/ “Hábitat no es sólo rock, es un retiro espiritual”Presentamos la mezcla de estilos de una juvenil y prometedora banda platense.

32/ No hay fe… ni de erratas

34/ “Vestir la celeste y blanca fue algo increíble”Tatiana Vera nos habla de Gimnasia, Las Lobas y la Selección Argentina de Vóley.

36/ Código Tripa GordaAdelanto especial, Por José Eduardo Moreno

La rompió

De buena fuente

La pelota en el medio

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¿La solidaridad es

intrínseca al

deporte o es

producto de la

naturaleza del ser

humano? Los valores

y principios propios

de su origen

muestran algunas

huellas para

encontrar

las respuestas.

Cadena de favores

Es como la pregunta del huevo y la gallina ¿Qué vino primero? No existe una respuesta certera que nos pueda sacar la duda.

La solidaridad parece ser algo innato, como un emergente natu-ral de la sensibilidad humana que, ante la petición de un tercero, flore-ce espontáneamente sin necesidad de una elaboración previa. Prevale-ce el instinto antes del raciocinio. Porque, cuando se pone en mar-cha, no hay quien la detenga.

Pudimos ser testigos con lo sucedido en la ciudad de La Plata, el pasado abril, observando como el motor (factor) humano fue im-prescindible para socorrer a los ba-rrios afectados por la inundación, tapando todos los agujeros que se le hicieron a un municipio lento de reflejos y carente de respuestas.

La colaboración entre vecinos, la autoorganización de grupos de ayuda para socorrer a personas damnificadas de otros barrios, la acumulación de donaciones a lo largo y ancho del país, la llegada

de personas de diferentes lugares que trajeron sus vehículos y volun-tades para facilitar la logística de reparto de materiales de primera necesidad que se abarrotaban en los centros de recepción; todas estas situaciones fueron moneda corriente durante dos semanas lar-gas, tristes, de color sepia.

De las variadas definiciones que se pueden encontrar de soli-daridad en diccionarios, estatutos de organizaciones no guberna-mentales, estudios sobre el tema, existe una característica que se repite en todos, que habla de la ho-mogeneidad. Como no es posible que existan acciones solidarias si no hay unidad, no podemos hablar de sociedad sin la idea de un todo. La mancomunión entre los indivi-duos es la que hace posible que se gesten este tipo de manifestacio-nes espontáneas. Es una tarea que no queda relegada a un accionar gubernamental, sino que le com-pete a todos como habitantes de un mismo suelo.

El primer eslabón

7

En el medio de tamaña de-mostración estuvieron los clubes deportivos, transformándose en los puntos de referencia de la gen-te afectada que se vio obligada a abandonar sus hogares, como también de aquellas personas que buscaban dónde acercar la ayu-da para los afectados. Ejerciendo una función que nadie les asignó, ni que estaban obligados a ejecu-tar mediante la existencia de al-gún tipo de contrato firmado ante situaciones de contingencia, pero que es inherente a este tipo de instituciones. Un legado que pro-viene desde los años fundacionales de principios de siglo XX, que se mantiene como valor basamental a pesar del pasar de los años.

¿Se hace o se nace?

Si nos retrotraemos a los pri-meros años del siglo XX, encon-traremos algunos de los gérmenes que nos pueden develar esos inte-rrogantes acerca de la función de los clubes. Una de las personas que más ha estudiado sobre el tema es el historiador Julio Frydemberg. En sus diversos estudios sobre la aparición de los clubes deportivos, da cuenta de las motivaciones que tenían los fundadores en ese en-tonces y los roles que se estable-cían a partir de crear un Estatuto y pagar un sellado para ser reco-nocidos como entidades civiles sin fines de lucro.

Es real, según relata Fryde-mberg, que la primera causa que llevó a crear los clubes fue la nece-sidad de poder emular a aquellos ingleses que mataban su tiempo ocioso, practicando diferentes de-portes. La necesidad de sentirse como tal y, en muchísimos otros casos, poder competir contra ellos para superarlos, forzó esa situa-ción, ya que el ingreso a las insti-tuciones de origen inglés era ex-cluyente e imposibilitaba al acceso a cualquier persona (entiéndase cualquier persona, a todo aquel que no era inglés).

Pero más allá de esto, el mis-mo hecho fundacional implicó una situación muy fuerte para la construcción de unidad. En pri-mer lugar, porque para fundar un club se requería de la unión de un número de personas convocadas para un mismo fin. Esto significa que de todo nuevo club surgía un grupo de hombres decidido a lle-var a cabo un determinado obje-tivo. En segundo término, la sede social que se establecía tenía una dirección física que le daba iden-tidad y sentido de pertenencia. Algo muy fuerte que tuvo una repercusión directa en la confor-mación de los barrios. Como hoy nos resulta imposible separar al barrio de La Boca del club que lleva el mismo nombre, a Nueva Chicago de Mataderos o a Ar-gentinos Juniors de La Paternal, en ese entonces significaba una responsabilidad mayúscula prac-ticar el fútbol en representación del lugar donde vivían, a la plaza en la que se juntaban a jugar o la esquina en la que se hacían las reuniones.

Los clubes deportivos fueron el primer lugar de contención que la sociedad encontró por fuera de los gobiernos. Sobre ellos recayó la responsabilidad de cubrir los espa-cios de ocio y de entretenimiento por fuera de las instituciones pú-blicas encargadas de dar forma-ción a los habitantes del suelo ar-gentino.

La relación existente entre el barrio y el club excede amplia-mente lo deportivo. Cualquier persona puede no haber pisa-do nunca las instalaciones de la institución para practicar algún deporte, pero no dudará donde acudir en caso de necesitar ayu-da o poder brindarla ante situa-ciones de crisis. Es algo que no está firmado en ningún lado, pero que acompaña al espíritu fundacional de los mismos. La función social de una institución deportiva es lo que la hace ser considerada como tal.

El marketing de la solidaridad

También vimos la necesidad de incorporar a los deportistas en esta problemática. A los seres como in-dividuos que se movilizan para po-der ayudar al otro. Porque si bien hablamos del aspecto colectivo de la solidaridad, existen muchísimas personas, anónimas y no tanto, que dedican su vida (o parte de ella) a responder las demandas de terceros necesitados.

Ahí van esas páginas dedicadas a todos los deportistas que, de una u otra manera, se solidarizan con el otro y buscan colaborar. Y la ayuda no responde siempre a las posibili-dades materiales con las que cuen-tan los deportistas de la actualidad gracias a los contratos que firman. Tiene que ver con la necesidad in-terna del ser humano de brindar esa ayuda que puede dar, ya sea po-niendo una fundación que contenga a los pibes de la calle, llevando una inscripción en contra del racismo o pidiendo que se ponga fin a las leyes que atentan contra los inmigrantes.

Detrás de esa parafernalia pu-blicitaria que utiliza a los depor-tistas para vender un nuevo botín, o demostrar que usando determi-nada remera, nada es imposible, existe un mundo menos comercial, con historias de infinidad de de-portistas que se movilizan con co-sas que pasan fuera de una cancha o una pista de atletismo. Persona-jes comprometidos, que utilizan al deporte como un canal apto para llevar a cabo sus tareas.

Ejemplos. Historias que están en el deporte y que nos demues-tran que la solidaridad no es algo que venga impreso en las actas de asamblea de las instituciones, sino que se inscribe dentro de las nece-sidades básicas del ser humano. Relatos que nos dan la oportuni-dad de ver que la posibilidad de ayudar es inherente al hombre y el deporte no es más que el dispo-sitivo que permite motorizar esas acciones.

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“Estamos mejor que antes de la inundación”José Goñi,

presidente del Club

de Rugby Los Tilos,

narró cómo fue la

reconstrucción

después de la

inundación

sucedida en La

Plata que dejó a las

instalaciones bajo

el agua. Una

historia que

demuestra la

importancia de los

valores del deporte

aplicados a la vida

cotidiana.

Por Lucas Mateo / Fotos: Jota´s Fotografías / Archivo Departamento de Prensa y Comunicación Los Tilos

Cuando llegamos al club y nos dirigíamos a buscar a nuestro entrevistado, nos llevamos una grata sorpresa. Las instalaciones de Los Tilos, que hacía dos meses eran rebasadas por el agua, se encontraban como si nada hu-biese sucedido.

Todo estaba en su lugar, lim-pio, ordenado, sin indicios de ningún tipo de tragedia. Durante el transcurso de la charla con su presidente, esas preguntas que no salían a la luz, pero inquieta-ban al cronista, se fueron disipan-do del mismo modo que se fue el agua y, con ella, la basura y las penas. La mayor enseñanza de lo que sucedió se desprende de las palabras de José Goñi que prefie-re no hablar en esos términos, ya que “tragedia fue para la gente que perdió familiares o amigos. Y por suerte, en el club, sólo perdi-mos cosas materiales”.

Una nota que no develará como una novedad esa relación simbiótica entre el deporte y la so-lidaridad, ya que es algo que está intrínseco desde sus orígenes.

- ¿Dónde estaba cuando el club comenzó a inundarse?- El día de la inundación era feria-do, así que me entero tratando de ir desde City Bell, que es donde vivo, para La Plata. Cuando pasé por 25, ya vi que el club tenía hasta la mi-tad de agua. Terminó totalmente bajo el agua, el ciento por ciento. Es más, el casero perdió toda su casa. Tapó todo, los tractores, las heladeras, la secretaría; perdimos todo.

- ¿Cómo hicieron para llegar al club ante semejante pano-rama?- No se podía. Empezó a llover el martes y recién el miércoles a la

Cadena de favores

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“Recibimos apoyo del resto de los clubes.

El rugby es un deporte donde la solidaridad

forma parte de nuestros valores”.

tarde pudieron acceder algunos con el agua hasta la rodilla. El res-to, pudo ingresar el jueves que fue cuando bajó toda el agua y se pudo acceder al club.

- ¿Ya saben cuáles fueron las pérdidas?- Económicamente, la pérdida está alrededor de los $120.000. Lo que pasa es que, después de lo sucedi-do, recibimos muchísimo apoyo del resto de los clubes. El rugby es un deporte donde la solidaridad forma parte de nuestros valores, dentro y fuera de la cancha. Fui-mos el club más perjudicado en toda la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA). El resto de los clu-bes de La Plata tuvieron muy poca agua y algunos nada. Entonces, empezaron a hacer colectas. Por ejemplo, nos pasó que hacía muy poquito tiempo habíamos resem-brado las canchas con un costo bastante importante, y la URBA nos dio semillas de vuelta, como si fuese una doble ración. Dos clubes de Buenos Aires, Lomas Athletic y Belgrano Athletic, nos donaron las computadoras de la secretaría. Dos presidentes, de forma perso-nal, nos donaron impresoras. Pero recibimos donaciones de casi to-dos los clubes.

- ¿Cómo fueron adminis-trando todo lo que llegaba al club?- El club fue centro de derivación de donaciones para el barrio. De-cidimos hacer un trabajo interno y otro externo. Tenemos una ex-celente relación con el barrio en el que vivimos hace ya varios años. Tuvimos épocas bastante compli-cadas, pero desde hace varios años somos parte. Y el barrio así lo en-tiende. De hecho, hay muchísima gente que usa el club de manera gratuita, sin ser socio. Vienen a jugar al fútbol y se encuentran con que no hay puertas, con un club

abierto que pregona ese espíritu con sentido de integración. Tene-mos un trabajo de forma directa con la Escuela N°30 y con la pa-rroquia. Todos los chicos disponen del club y la escuela lo puede usar para lo que quiera, para hacer su fiesta de fin de año y entregar los diplomas, para lo que disponga sin tener que pagar nada.

- Actuaron como uno de los motores del barrio- Aprovechamos lo que fue una complicación económica y de fun-cionamiento del club y lo transfor-mamos en un acto solidario para que los chicos del club lo vieran. El primer sábado después de la inundación nos juntamos todos los miembros del club; éramos casi 700 personas de los 1100 socios que tenemos. Y estaba desde el socio más viejo, que tiene 94 años, hasta los chicos de M7, que van desde los 4 a los 6 años. Primero limpiamos todo el club, haciendo divisiones de grupos para distintas tareas. Por ejemplo, los más chi-quitos se juntaron en las canchas y sacaron toda la basura. - Hablamos de la ayuda del rugby, ¿Existió ayuda o acer-camiento desde otros depor-tes?- No se acercó ninguna institución fuera de lo que es el rugby, ni tam-poco ninguna institución oficial para darnos una ayuda. La única ayuda oficial que recibimos fue de la Secretaría de Deportes de la Pro-vincia de Buenos Aires, que vino a ofrecernos la posibilidad, que aceptamos, de generar un trámite especial, para recuperar todos los libros del club. Y para un club como el nuestro, que es una entidad sin fines de lucro, tener los papeles en orden es muy importante porque cualquier trámite, cualquier subsi-dio, exenciones de impuestos, re-quieren de tener todo al día.

- Todos los valores que el rug-by trae consigo desde los orí-genes y que se transmite de generación en generación, llevado a la praxis de un día para el otro sin filtros ni avi-sos ¿Es una enseñanza para los más chicos?- Totalmente. El Estatuto del club Los Tilos es de 1944, y el segundo punto del mismo dice que el club “se funda para lograr la formación de personas de bien, basado en los principios y los valores del rugby”. Los que fundaron este club, ya sa-bían para qué era. El jugar al rugby genera, en el juego mismo, el uso y la práctica de todos esos valores. Es que en la época nuestra de chi-cos, usando la frase de Olmedo: “Éramos tan pobres”, cuando ne-cesitábamos usar la pileta la pintá-bamos, y si había que cortar el pas-to en el verano, lo hacíamos. Hoy los chicos no tienen eso, porque hay un empleado que se encarga de esas tareas.

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- Ahí es donde aparece el ejemplo de los mayores- Estamos obligados como adultos en fomentar que ésta es su segunda casa y que hay que cuidarla, que-rerla y usarla como tal. En cuanto se presenta una oportunidad para mostrarles eso, lo aprovechamos. Y ésta fue una ocasión excelen-te. Los chicos trabajaron para su club, acondicionaron el lugar en donde juegan y, además, vieron a los jugadores de primera y a los dirigentes hacer lo mismo. Eso es lo que hoy cuesta transmitirle a los jóvenes: el esfuerzo que significa obtener las cosas.

- Es ver la parte positiva den-tro de una tragedia.- Es así. Aunque en ningún momen-to utilizamos la palabra tragedia. Tragedia fue para la gente que per-dió familiares o amigos. Por suerte, en el club, sólo perdimos cosas ma-teriales. Mi viejo me decía que todo lo que se arregla con plata es barato, y nosotros perdimos cosas que se arreglan con plata. Y transforma-mos algo que fue muy doloroso, porque ver al club debajo del agua no fue nada fácil, en algo extrema-damente positivo. Cuando escuchás a los chicos contar las anécdotas sobre lo que fue limpiar el club, lo cuentan como hazaña que ellos rea-lizaron. Entendieron que el club les pertenece y lo tienen que cuidar.

- Dentro de lo que significó la reconstrucción ¿Les está fal-tando algo para considerar que se ha vuelto a trabajar normalmente?- No. El club ya funciona perfecta-mente. Al contrario, nos ha permi-tido cambiar algunas cosas que se venían postergando. Te podría de-cir que estamos mejor que antes de la inundación. Porque nos dio un empujón muy importante, además de ver lo que fue la reconstrucción del club.

- ¿Está bien que nos acostum-bremos a que las situaciones de confraternidad, manco-munión, solidaridad, salgan siempre de los clubes, las instituciones civiles, y no que sea algo programado por los gobiernos?- Yo me crié en un barrio y me for-mé en este club que, más allá de su infraestructura, podemos conside-rar de barrio. Los clubes no están hechos para ganar plata. Por eso, cuando contás con recursos limita-dos, tenés que ser muy inteligente y muy ordenado para que esos re-cursos te alcancen y puedas fun-cionar. Cuando tenés ingresos muy importantes, sos menos cuidadoso con las cosas. Ese orden que se re-quiere, tiene toda una historia. Los Tilos se fundó en el 46, con muchí-simos menos recursos que ahora,

y somos uno de los cinco clubes integrantes de la URBA que poseen un terreno propio. El club compró todo lo que ves hoy, con plata que fue generando. Eso hace que estemos acostumbrados a este tipo de orga-nización. Sumado a los valores de solidaridad y apo-

yo, que son naturales en el deporte de contacto tanto dentro del grupo como hacia el adversario, hace que esto sea algo simple para nosotros. Vemos como algo natural que sean los clubes los solucionadores de problemas.

- Debemos tomarlo como na-tural entonces- Creo que son los clubes y las insti-tuciones intermedias. También las parroquias, por ejemplo, y todas las instituciones chicas. La falen-cia está en el Estado, que no ter-mina de ser muy claro sobre cuáles son los objetivos y cuando suceden estas situaciones inesperadas los agarra medio mal preparados para poder resolverlas.

“No se acercó ninguna institución fuera del rugby, ni tampoco

ninguna institución oficial para darnos

una ayuda”.

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Cadena de favores

A dos meses de la inundación, queremos destacar a los diversos clubes de fútbol infantil de la Ciu-dad de La Plata que contribuyeron, una vez más, sobre los damnifica-dos por el temporal. Dirigentes, so-cios, empleados, técnicos, padres y jugadores trabajaron de forma conjunta para que las donaciones lleguen a todos.

Las instituciones de la región se convirtieron en espacios de con-tención social, recibiendo y entre-gando todo lo recolectado que lle-gó desde todos los puntos del país.

Las ligas LISFI, APLAFI, Me-tro, LAFIR, Liga Amateur Platen-se, paralizaron sus torneos por es-pacio de dos semanas. Los vestua-rios, buffets, salas médicas y cual-quier otro espacio, se convirtieron en conteiner de ropa, alimentos, artículos de limpieza, bebidas, útiles escolares, etc. Los distintos espacios de los mismos quedaron tapados ante la inmensa solidari-dad del pueblo argentino.

Al retomar las actividades de los diversos torneos infantiles y juveniles, los clubes decidieron no cobrar las entradas y pidieron co-laboraciones a cambio del ingreso a sus predios, manteniendo una postura por demás destacable. Los clubes de fútbol profesional tam-poco estuvieron exentos, solicitan-do a los hinchas alguna donación para los afectados.

Si bien es cierto que Nación, Provincia y Municipio pusieron sus servicios a disposición, estos

no llegaron a cubrir todos los lu-gares afectados, debido a la gran cantidad de barrios inundados.

Fue por ello fundamental con-tar con otros espacios donde la gente pudo acercarse a colaborar.

Atrás quedaron las discusiones por las pérdidas materiales millo-narias. Sin dudas, que las rivalida-des de turno fueron olvidadas. Los “adversarios” se transformaron en damnificados y solidarios, las ca-misetas y los colores quedaron a un costado, los goles y festejos fue-ron cambiados por una incipiente y constante solidaridad.

Gimnasia y Estudiantes se u- nieron para brindar una jornada deportiva en el Polideportivo de la sede del “lobo”, ubicado en calle 4 entre 51 y 53. Tanto el vóley, como el básquet y el fútbol jugaron sus partidos de forma mixta, unifican-

La contención de los clubes infantiles

Por Santiago Sturla

El fútbol para niños de la región platense también aunó fuerzas para

colaborar con los damnificados de la inundación. A través de las distintas

ligas y clubes se motorizaron y organizaron colectas y eventos solidarios.

do los criterios para todo tipo de colaboración y, por supuesto, re-unir las diversas donaciones.

Muchos dicen que en los peores momentos se ve lo mejor y lo peor de cada persona. Otros piensan que el fútbol infantil se encuentra atravesado por el constante exi-tismo, dejando de lado los valores centrales como el respeto, el com-pañerismo, la amabilidad y por supuesto, la alegría de la práctica deportiva. Sin embargo, nadie po-drá borrar a todos los voluntarios que aportaron su ayuda de forma desinteresada.

Cualquier logro en el fútbol debe fomentarse desde lo grupal. Ni Maradona ni Messi podrían ga-nar ningún partido si no tuviera a sus otros compañeros en cancha en todo momento y cuando más lo necesitan. En este hecho sucedió lo mismo, nadie podría haber recibi-do nada, sin los grupos que se for-maron para colaborar para hacer-les llegar lo básico e indispensable a los afectados. Es por ello que los logros en la vida más importantes, muchas veces no están ligados a lo individual, sino por el contrario a lo colectivo.

El 2 de abril de 2013, será re-cordado como una dualidad que no se debe olvidar, primero por el Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas, segundo por el tempo-ral más grande que azotó a toda la ciudad y que significó la unión de todos los clubes en un mismo obje-tivo: “La patria es el otro”.

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Cadena de favores

Es hijo del prejuicio, esa ne-cesidad tan humana de valorar en forma precipitada los hechos y las personas, el razonamiento de que los jugadores de fútbol, en líneas muy generales, son un conjunto de desinteresados millonarios flo-jos de sesera. Que su extraordina-rio salario no les permite razonar que están inmersos en una escala económica donde ganan más que aquel que trabaja mucho simple-mente por jugar a la pelota. Pro-bablemente sea, pues, que algunos casos le hagan el juego a la infeliz teoría. O varios. Consecuencia qui-zá de la mayor tragedia en la histo-ria platense, muchos ejemplos han colaborado para derribar el para-digma y rememorar otros casos.

Fue Germán Denis, delantero del Atalanta italiano, el primer fut-bolista argentino que supo trans-mitir su mensaje de conciencia en tiempos de angustia. El ex jugador

Más que una billetera bonita

Por Leo Timossi

Hay muchos deportistas que demuestran, dentro y fuera de la cancha,

que han podido escaparle a esa burbuja que genera la fama, el éxito

y el dinero. Nuestro cronista expone algunos ejemplos.

de Independiente marcó un tri-plete en la victoria ante el Inter de Milán y tras marcar el primer tanto, alzó una camiseta donde se dejaba leer Fuerza La Plata, le-yenda que dio la vuelta al mundo y gesto que fue bien valorado por los habitantes de la ciudad. Denis no nació, ni vivió en La Plata ni jugó siquiera en alguno de los equipos platenses. Conocidos y de público conocimiento, son los gestos de los integrantes de Gimnasia y Es-tudiantes, que participaron de un pequeño partido a beneficio.

Pero lejos está Denis de ser un bi-cho raro en el universo del balompie. Desde famosos como Ruud Gullit hasta desconocidos como Park Jong-woo, el fútbol nos ha sabido nutrir de personajes que enaltecen los valores de conciencia social e incluso, revo-lucionarios. La tendencia de utilizar remeras con mensajes viene de larga data y en Argentina marcaron ten-dencia, con dedicatorias a familiares o en el caso de Denis, solidarias. Tal fue el caso del plantel de Estudiantes de La Plata en la temporada 2011/12 en la que el once titular saltó al cam-po de juego con camisetas que apo-yaban un pedido de un hospital pú-blico para la localidad de Los Hornos o cruzando la cordillera el compro-miso de los jugadores de Colo Colo con la lucha de los jóvenes estudian-tes chilenos.

El neerlandés Gullit, hijo de padre nacido en Suriname, por su parte, llevaba bajo su camiseta, sea de la selección nacional o del Milán italiano, una camiseta con-

cientizando sobre el apartheid. Cuando “El Tulipán Negro” recibió el Balón de Oro de la FIFA en 1987, dedicó su premio a un tal Nelson Mandela, por entonces recluido en una celda sudafricana.

Claro que Gullit no fue el pri-mer futbolista en aprovechar su publicidad para manifestarse en forma política. El brasileño Sócra-tes, acaso uno de los mejores me-diocampistas cariocas de todos los tiempos, también fue ejemplo de integridad.

Dueño de pies elegantes, de los que nacieron incontables goles, fue casualmente de su cabeza donde nació su creación más recordada: La Democracia Corinthiana, curio-so experimento de la década de los 80 donde los jugadores del Corin-thians auto gestionaron el club, to-mando decisiones tanto deportivas como económicas con éxito dispar. Sócrates, que además era médico, jugaba con vinchas en la cabeza,

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Foto: Gimnasia y Esgrima La Plata

con mensajes que alentaban a la paz o que acusaban directamente, por ejemplo, a Ronald Reagan de asesino. Falleció preso del alcoho-lismo a los 58 años, en 2011.

En los últimos Juegos Olímpicos disputados en Londres, la selección de Corea del Sur venció a su par ja-ponesa, en el contexto de una dispu-ta internacional por unos islotes que Japón considera propios y que son conocidos como Takeshima. El sur-coreano Park Jong-woo enseñó una camiseta que reclamaba por la sobe-ranía sobre el territorio de Dokdo, tal como allí lo conocen. Claro que la jugada no fue del todo favorable para el bueno de Park Jong-woo que fue sancionado por el Comité Olímpico: Nunca pudo recibir su medalla.

Cuenta la leyenda que Javi Poves, defensor español de por entonces 24 años que militaba en las filas del Sporting de Gijón has-ta hace dos temporadas, cerró una noche de concentración la lectura de El Capital, de Karl Marx y por la mañana abandonó el predio y la práctica activa del fútbol. Poves, quién también frecuentaba Mi Lu-cha, de Adolfo Hitler, había dado signos de su convicción rechazan-do previamente el automóvil de primera gama que el club le otor-gaba en convenio con una impor-tante concesionaria: Aseguraba

que con su pequeño Smart, le al-canzaba y sobraba para trasladar-se. Una vez retirado, su ejemplo recorrió las noticias en los medios de todo el mundo donde, en con-cordancia con el contexto español de aquel entonces, lo llamaron “el indignado” del deporte: Poves, ahora estudiante de Historia, re-chazó de plano la etiqueta asegu-rando que estaba en contra de las manifestaciones pacíficas y que la medida más efectiva que podrían tomar los protestantes españoles era “prender fuego los bancos y cortar cabezas en las oficinas”.

Mas Poves no es el único futbo-lista que expresó mediáticamente su anti capitalismo: Eric Cantoná, ex crack francés del Manchester United quien en la actualidad des-punta el vicio como actor, ya había instado en 2010 a los contribuyen-tes galos a retirar el dinero de sus cuentas al mismo tiempo, para co-lapsar el sistema bancario. Claro está que, como Poves, hay cierta contradicción poética en la con-ciencia social de Eric: En 1995 fue sancionado a purgar ocho meses de suspensión tras sortear las vallas publicitarias y golpear a un hincha con una coqueta patada voladora que impactó cerca de la garganta.

No menos conocida, pero si digna de mencionarse, es la his-

toria de Juan Manuel Herbella, el último Doctor del fútbol argenti-no, de irregular paso adentro de la cancha pero de irreprochable tra-yectoria lejos de ella.

Recibido de médico con Diplo-ma de Honor en la Universidad Nacional de Buenos Aires, Her-bella partió de Vélez a Nueva Chi-cago y de allí, recaló en Colón de Santa Fe a mediados de 2002, con la idea de ganarse un espacio en el once Sabalero. La empresa no fue exitosa a nivel deportivo, pero fue una goleada desde lo humano: El Doctor, que ostentaba apenas 23 años, se acercó voluntariamente a la Universidad del Litoral y al Hospital Cullen para tutelar a los estudiantes y desempeñarse en el área de traumatología. Aunque muchos acusaron a Herbella, de intentar curar a sus propias vícti-mas, lo cierto es que el recio defen-sor completó una destacada labor médica. Y lo hizo ad-honorem.

Escaparán a estas líneas en-tonces números casos de futbolis-tas, por no abrir el abanico hacia todo el deporte, que contribuyen a su manera en desarrollar una sociedad más ética y equitativa. El presente es un muy humilde y superfluo intento de reivindicar sus convicciones. A veces sucede que, entre tantos cracks emergen-tes que concluyen pichones, asoma alguno que resulta ser mucho más que una billetera bonita.

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Cadena de favores

Enumerar los logros deportivos de Javier Zanetti es una tarea que siempre parece quedar incompleta. Ha disputado más de mil partidos oficiales, ostentando el récord de ser el jugador que más veces vistió las camisetas del FC Inter de Milán y de la selección argentina. Su ta-lento y su profesionalismo dentro de la cancha son admirados y to-mados como ejemplo, pero el más

Por José Alvarez

valioso reconocimiento es por su intensa labor fuera del fútbol. Des-de el año 2001 maneja, junto a su mujer Paula, la Fundación P.U.P.I (por un piberío integrado), con sede en Remedios de Escalada.

Centralizando su labor en los barrios más humildes de la zona oeste del Municipio de Lanús, ela-boraron un proyecto a corto, me-diano y largo plazo que incluye a cientos de chicos y sus familias. Con la convicción de que la ayuda económica no es suficiente si no se educa, si no se acompaña y se en-seña a aprovechar el gesto solida-rio, el equipo de profesionales que acompaña al Pupi no se limita a hacer, sino que enfrentan en forma integral la problemática de la po-breza, buscando las causas, tratan-do de resolverlas con un concepto de integralidad y priorizando la calidad en lo que hacen.

Captan a los niños desde los tres o cuatro años, “seleccionán-dolos” por su vulnerabilidad y por pertenecer a familias con ca-racterísticas de riesgo social. La Fundación P.U.P.I funciona como un lugar de acompañamiento ex-traescolar, en el que los chicos re-ciben un seguimiento individual, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los derechos de la infancia, tomando como ejes el derecho a la supervivencia (salud y nutrición), derecho al desarrollo y derecho a una familia.

Una de las prioridades que definen el proyecto que coordina Paula Zanetti, es que tanto los pro-fesionales como los colaboradores voluntarios, se esfuercen por brin-dar una atención de excelencia, ba-jando al mínimo las posibilidades de deserción de los chicos o de sus

familias. Con esa premisa, diaria-mente les proveen el 100% de las proteínas necesarias para una die-ta adecuada, un plan asistencial de salud, talleres recreativos y educa-ción física, con clases de natación y fútbol. Además, compensan las ca-rencias preexistentes con atención psicológica y organizan jornadas de reflexión con los padres.

Las instalaciones están en con-tinuo crecimiento, producto de la colaboración de empresas privadas y del sistema de padrinazgo ideado por Zanetti, en el que invita a figu-ras nacionales e internacionales a apadrinar a un niño, comprome-tiéndolos a que asuman la respon-sabilidad de que su “ahijado” tenga los elementos indispensables para poder desarrollarse como un indi-viduo en igualdad de condiciones con sus pares. Además, todos los años se realizan festivales, actos y cenas benéficas tendientes a re-caudar fondos, además del partido anual de “los amigos de Pupi”, en el que personajes del espectáculo y del deporte juegan al fútbol en algún estadio de gran capacidad y con televización en directo.

Cada vez que Javier Zanetti pisa suelo argentino hay cientos de chicos que saben que recibirán su visita y la de Paula. Lo esperan, lo idolatran. Está radicado en Milán desde hace casi dos décadas, y no está en sus planes volver a vivir por estas tierras. Sus hijos están gran-des y armaron su vida allá. Una vez que se retire del fútbol profesional, lo más probable es que continúe ligado al Inter como dirigente de-portivo. Sin embargo, y a pesar de la distancia, los vecinos de Escalada aseguran que vive ahí nomás, a me-tros de sus casas.

Fundación P.U.P.I: solución a largo plazo

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Cadena de favores

Decir que la solidaridad puede expresarse de infini-tas formas no es nada nuevo. Cada una con una inten-sidad diferente, con marcas de identidad y dinámicas singulares, dependiendo del contexto social, político y cultural en que se dé. Sin embargo, aún puede sorpren-der cómo se manifiesta en determinados campos.

Donar objetos, dinero, tiempo, trabajo e incluso vida; prestar, compartir, participar, acompañar son algunas de las formas más comunes en las que una sociedad ayuda al otro, pero también el conmoverse frente a una injusticia puede desembocar en prácticas de este tipo. Adherirse a ciertas protestas y reclamos sociales, visibilizar una cau-sa, comprometerse desde el discurso o la acción, son ma-neras de solidarizarse con quienes piden justicia, más allá de quién o de quiénes se trate. Y en este punto, figuras del deporte mundial no se quedan afuera.

Fue en mayo de 2010, en instancias de semifina-les de la Conferencia Oeste de la NBA, cuando extra-ñamente las canchas de básquet estadounidense se convirtieron en el escenario de una protesta social. El equipo de “Phoenixs Suns”, comúnmente llamado “The Suns”, rompió con la tradición de este deporte de mantenerse neutral ante hechos políticos al llevar en su camiseta la inscripción “Los Suns”, en contra de la ley anti-migratoria de Arizona y en apoyo a la comunidad latina.

La Ley norteamericana SB 1070 concede a la po-licía la potestad de investigar el estado migratorio de todas aquellas personas de las que sospeche que pueden ser extranjeros indocumentados, en lo que en inglés se conoce como “papers, please”. Críti-cos a dicha ley sostienen que está diseñada para identificar, perseguir y deportar a los in-migrantes ilegales.

La decisión de castellani-zar el nombre del conjunto salió del propio dueño de la franquicia, Robert Sarver,

quien luego de consultarlo y recibir el apoyo de diri-gentes y jugadores, señaló, a través de un comunica-do, que “el hecho de vestir la camiseta de ‘Los Suns’ el mismo día de la festividad mexicana del Cinco de Mayo es una manera de honrar a nuestra comunidad latina y a la diversidad que hay en nuestra liga, en el estado de Arizona y en nuestra nación”.

A la protesta se sumó Billy Hunter, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Jugadores de la NBA, quien también pidió firmemente la revocación o el cambio in-mediato de esta legislación, argumentando que cualquier intento de fomentar, tolerar o legalizar la segregación ra-cial es ofensivo e incompatible con las nociones básicas de justicia y protección equitativa. “Aplaudimos la acción de los jugadores y de los directivos de los ‘Phoenix Suns’ y nos unimos a su punto de vista frente al equivocado es-fuerzo de los legisladores de Arizona”, dijo.

Por su parte, el canadiense, entonces base y refe-rente de Phoenix, Steve Nash, se refirió al hecho de vestir una casaca con esa leyenda y expresó: “Creo que es fantástico. La ley está muy mal dirigida y desafortu-nadamente va en detrimento de nuestra sociedad y de nuestras libertades civiles. Es muy importante para no-sotros el apoyar las cosas en que creemos. Como equi-po y como organización, tenemos mucho amor y apoyo para todos nuestros fanáticos. La liga es multicultural, tenemos jugadores de todas partes del mundo y la co-munidad latina aquí es muy fuerte e importante”.

“Los Suns” no dudaron en ir en contra de sus propios hinchas, que les pidieron que “se dediquen a jugar y no

a hacer política”, y con un pequeño gran gesto como éste, rompieron con una tradición “políticamente correcta”, en una sociedad y en un ámbito determinado.

Actos que funcionan como disparadores de un debate, de una discusión social, que abren un universo de posibilidades para analizar y visibilizar una problemática, lo que en definiti-va, no deja de ser una forma de solidaridad.

Entre la solidaridad y la justicia, el deporte

Por Josefina Mas

Fallas en el sistema, focos revolucionarios en lugares inimaginables

o deportistas comprometidos con causas sociales. La NBA dio un

ejemplo de solidaridad oponiéndose a una ley antimigratoria.

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Apretaditos. Juntitos, todos pe-gaditos uno al lado del otro. Cada uno en sus vehículos detenidos sobre el puente de la utopista que cruza el Riachuelo mano a la ciudad autónoma. Llevaba un buen rato allí y comenzaba a preocuparme la temperatura del motor, la mala recepción del teléfono celular y el creciente mal humor generalizado estaban a punto de hacerme colap-sar cuando esta idea me vino a la mente: si las condiciones sociales, culturales y económicas construyen la demanda de bienes y servicios. Y además estos cambian y se transfor-man en el devenir histórico de las sociedades, en sus creencias y con-tradicciones, rituales y hábitos que consolidan prácticas y tradiciones. Pensé entonces que varios metros para abajo en el Riachuelo, poco más de cuatrocientos años atrás, in-gresaban los barcos con los españo-les fundadores de Buenos Aires.

Recordé que en Argentina El Pato se practica casi desde los ini-cios. El primer registro, datado en Buenos Aires allá por el siglo XVII en el año 1610 -treinta años después de la segunda fundación de Buenos Aires- del naturalista Felix de Azara, da cuenta: “se juntan para esto dos

cuadrillas de hombres de a caballo y se señalan dos sitios apartados como de una legua (cinco kilómetros aproximadamente). Luego cosen un cuero en el que se ha introducido un pato vivo que deja la cabeza afuera, teniendo el referido cuero dos o mas asas o manijas, de las que se toman los dos más fuertes de cada cuadri-lla en la mitad de la distancia de los puntos asignados y metiendo espue-las tiran fuertemente hasta que el mas poderoso se lleva el pato, cayen-do su rival al suelo si no lo abando-na. El vencedor echa a correr y los del bando contrario lo siguen y lo rodean hasta tomarlo de alguna de las manijas, tiran del mismo modo, quedando al fin vencedora la cua-drilla que llego con el pato al punto señalado”.

Sorprende a muchos que no sa-len de su asombro, conociendo la pa-sión de los argentinos por el fútbol, saber que desde 1953 este deporte ecuestre ocupa el destacado lugar de Deporte Nacional.

Entonces cómo era posible que las glorias deportivas de nuestro país fueran nombres como Fangio, Ma-radona, Loche, Vilas y más actuales Messi, Nalbandian, Ginóbili, Martí-nez. Seguramente usted lector pueda incrementar esta nómina y disimular mis olvidos, lo cierto es que la lista

sería enorme y con los mencionados me alcanza para establecer el punto de inflexión.

Resulta que no se le ha ocurrido ningún jugador de Pato.

Cabe preguntarme acerca de los por qué. ¿Por qué el juego?, ¿por qué a caballo? ¿Por qué en equipo? Si observamos detenidamente el momento en que este juego emerge, notaremos que hace unos cuatro-cientos años en estas latitudes de grandes distancias y escasa o nula infraestructura, los caballos no solo resultaron adecuados para el trans-porte de bienes y personas. También hacían gran parte de las tareas que requerían fuerza o energía; el traba-jo era muy duro y se aprovechaba la luz del sol y el período estival para la faena en procura del sustento. Al comenzar el invierno, con los días más cortos y con la actividad productiva reducida, el mantener ocupada a la población ayudaba a conservar el orden y a promover los lazos fraternales.

Entonces el por qué de los jue-gos no es una necesidad recreativa solamente. También intervienen en la respuesta motivaciones de orden social en un estrecho vínculo en-tre la formación disciplinaria de los participantes y el cultivo del propio cuerpo, en la adquisición de habili-

Porque se esconde el pato Donald

El aporte del deporte

Por Leonardo Benaglia

La actualidad nos ha llevado a naturalizar

actividades que vienen desde años remotos,

desconocidos ¿En qué se parecen las prácticas

de nuestros ancestros a nuestros deportes?

La actualidad nos ha llevado a naturalizar

actividades que vienen desde años remotos,

desconocidos ¿En qué se parecen las prácticas

de nuestros ancestros a nuestros deportes?

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dades y destrezas. Al mismo tiempo el espectáculo resulta, tanto para los participantes como para aficionados, una distracción.

Bocinas. Miles de bocinazos de distintos tonos suenan y resuenan. Llevo allí más de cuarenta minutos, sentado detrás del volante, con la mirada fija y el calor de los motores elevándome. ¿Cómo vivían esos su-jetos antes del motor de combustión interna? Pienso mejor ¿cuáles eran las condiciones de vida de aquellos mortales que inventaron El Pato? y ¿cuál la necesidad de meter al caba-llo en el juego?

No debe resultarnos extraño que formaran parte de estas actividades deportivas los caballos, muy presen-tes en las labores cotidianas de aque-llos días. Considerando la vasta ex-tensión de La Pampa, los jinetes en sus cabalgaduras echan mano a toda su astucia, elasticidad y destreza; ora para la faena ora para el deporte.

El hombre de a caballo no anda sentado en la silla o en la montura nomás. Su actividad requiere lite-ralmente colgarse de la cabalgadura, al galope o detenido, para tomar del piso objetos. Desmontar y volver a montar le haría perder tiempo. Es deber así agarrarse al caballo para topar reces o pararse en los estribos de la cabalgadura para lazar los ani-males que se le escapan.

Del mismo modo en el juego de El Pato se forcejea con otros jinetes en busca de la presa, hasta derribar al adversario o recogerla del suelo. Ya colgándose del equino o parándo-se en los estribos según el caso. Así el vínculo entre la bestia y el hombre logra una domesticación vistosa a los ojos y la oportunidad de exhibir las habilidades de los jinetes.

Ahora bien, la tarea en el campo no es una tarea que pueda realizar-se en solitario, individualmente, re-quiere de la coordinación de las apti-tudes de varias personas e incluso de los animales que montan. La razón más fuerte del por qué se practica en equipo, sin pretensión de origi-nalidad, es aquello de que la orga-nización vence al tiempo. Por lo que organizando al equipo que se disputa el pato, se organiza al grupo para la tarea campera.

Estos juegos favorecen la disci-plina de las cuadrillas que exigen

satisfacer variadas necesidades. Claro que estas condiciones están sujetas a las transformaciones de la vida social, la que no es ajena a los cambios de época y mucho menos a las nuevas tecnologías. Hoy se utilizan tractores para la siembra, o cosechadoras para los cultivos, del mismo modo se mo-difican las condiciones y las reglas del juego.

De modo que las sociedades mo-dernas, hace poco más de doscientos años, revolución industrial median-te, toman y reformulan actividades físicas disciplinadas acomodándo-las al nuevo orden y a las modernas prácticas de producción. Al ritmo del capitalismo industrial.

No hay que forzar demasiado la realidad para advertir que la activi-dad recreativa es contraparte de la actividad que desarrollan las comu-nidades en sus prácticas producti-vas, que de este modo las primeras fortalecen y complementan a las segundas. Así se forjan las tradicio-nes y las costumbres en las que se fraguan las identidades de los colec-tivos sociales.

Pero también se producen y re-producen las estrategias y las lógicas de las tácticas en las que las comu-nidades se encuentran y desarrollan. Las características topográficas in-fluyen en las prácticas deportivas. Por ejemplo las cumbres nevadas propician el esquí o las olas de Hawái el surf, cada uno en sus tiempos y sus espacios se transforman y adquieren dimensión aprovechando el desarro-llo de la tecnología que le permiten adecuarse a las necesidades contem-poráneas.

Así mismo los requerimientos que emergen de las comunidades que deben afrontar las condiciones naturales o humanas a las que se enfrentan, encuentran en la prác-tica deportiva el ámbito propicio donde desarrollar aptitudes de equipo o individuales para afrontar las vicisitudes que se les presentan. Pienso en la práctica de la esgrima, o el montañismo, o la natación. Pero también en el fútbol, el rugby o el beisbol. Todos ellos tienen en común la formación del carácter y la disciplina del temperamento. Clausuras culturales de nuestro instinto bestial.

La sustentabilidad que adquie-ren estas prácticas en el tiempo nu-tre y fundamenta la tradición y la identidad de las comunidades. Así El Pato hoy se sigue practicando ade-cuado a nuestros tiempos. Aquí una apretada síntesis de sus característi-cas actuales.

Este juego exige una preparación física al igual que compromiso con la cultura deportiva y el cumplimiento estricto de sus reglas, se desarro-lla entre equipos conformados por cuatro jugadores cada uno. Estos, mediante pases y combinaciones con las que eluden la acción de sus con-trincantes, tratan de introducir “el pato” a través de un aro de un metro de diámetro, que hace las veces de arco, ubicado al tope de un poste de 2,40 metros de altura, situado en el centro de cada una de las dos cabe-ceras de la cancha.

Las medidas del campo de jue-go varían entre 180 y 220 metros de largo por 80 y 90 metros de an-cho. “El pato” es hoy una pelota de cuero con cámara de goma, circun-dada por tres lonjas de cuero crudo cruzadas transversalmente, en cada una de las cuales van cosidas dos manijas o asas colocadas simétri-camente. Es obligatorio que el ju-gador que tiene “el pato” lo ofrezca a los adversarios con el brazo dere-cho extendido perpendicularmente a su cuerpo. Cualquier movimiento que el jugador haga para impedir que el adversario tome una de las manijas constituye una negada, acto que el reglamento prohíbe y sanciona, salvo que tenga por fin efectuar pase o tratar de convertir un tanto. Si un adversario logra tomar “el pato” se origina una cin-chada, que debe efectuarse sin que ninguno de los dos jinetes se apoye en la silla o en su cabalgadura; es decir, a pura rienda. Los partici-pantes hoy en día, están muy pro-tegidos de los eventuales golpes. Y el máximo acontecimiento de este deporte es el Campeonato Argenti-no Abierto, que tiene lugar dentro del Campo Argentino de Polo.

Se ponen en marcha los autos. Salimos del embotellamiento. Por cierto ¿alguien está pensando en un deporte que incorpore las autopistas y los embotellamientos de las gran-des ciudades.

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El polifuncional

En el mes de febrero de 2013 se cumplieron 30 años del debut en el au-tomovilismo de uno de los referentes de la marca Ford en el Turismo Carretera, Omar José Martínez. El “Gurí”, sobrenom-bre con el cual se lo conoce debido al apelativo con el que se llama a los niños en su provincia, na-ció en Rosario del Tala, Entre Ríos, el primer día de 1966. Hoy tiene 47 años y, lejos de pensar en su retiro, continúa compitiendo y po-see su propio equipo, Martínez Competición, para seguir dando lucha en el TC.

Atraído desde temprana edad por los autos y la mecá-nica, Martínez estudió hasta recibirse de Técnico Mecáni-co. A los 17 años de edad, con mucho esfuerzo y el apoyo de su familia, se produjo el debut del “Gurí” en el automo-vilismo. Fue el ocho de febrero de 1983, cuando corrió su primera carrera en la Fórmula Entrerriana, especialidad en la que alcanzó la primera victoria en 1984, en el autó-dromo “El retorno” de la ciudad de Nogoyá, y un año más tarde consiguió el subcampeonato. Este logro hizo que el piloto entrerriano diera un paso hacia el profesionalismo y fue así como en 1987 comenzó a participar del Cam-peonato Argentino de Fórmula Renault, divisional en la que los pilotos jóvenes iniciaban su carrera. Allí compitió durante cuatro años en los que obtuvo un subcampeona-to en 1989 y dos títulos consecutivos en los años 1991 y 1992, que le dieron el mote de “promesa” del automovi-lismo argentino.

Las coronas de la Fórmula Renault, permitieron que “el Gurí” llegara a una competencia internacional, la Fór-mula 3 Sudamericana. En esa categoría compitió con Néstor Gabriel Furlán y otras figuras reconocidas del con-tinente, como Helio Castro Neves. Tras dos años de dura competencia, Martínez consiguió el subcampeonato de la F-3 en 1994, año en que su compatriota, el “Gaby” Fur-lán, se quedó con el título. El segundo puesto de ese año le valió para que José María el “Chueco” Romero lo invi-

tara a participar de las dos horas del Tu-rismo de Carretera, que se disputaban en el autódromo de Buenos Aires. Allí, se subió al mando de un Ford Falcon rojo con el número 121 impreso, obtuvo un meritorio octavo puesto y nunca más dejó a la marca del óvalo. En esa mis-ma carrera, debutó también Guillermo

Ortelli, piloto con el que Martínez tendría una rivalidad muy especial en los próximos años de la categoría.

En 1997, la Asociación Corredores Turismo Carretera crea la divisional Top Race, con el objetivo de que los pilo-tos de TC y TC 2000 se mantuvieran en actividad los fines de semana libres del calendario. El “Gurí” Martínez, logró el primer campeonato de la categoría, a bordo de un Honda Prelude. Este título, posibilitó que sea contratado por la marca japonesa para pilotar uno de sus coches en su nuevo equipo de TC 2000, junto con Juan María Traver-so. El vínculo, dio sus frutos rápidamente, ya que Martínez se coronó campeón en 1998. Sin embargo, el entrerriano ansiaba el título del TC, logro que le fue esquivo durante cuatro años donde el piloto fue subcampeón de manera consecutiva detrás de Ortelli y Traverso.

En 2004, pudo vencer la “maldición”, y se consagró campeón del TC, luego de casi diez años de competen-cia. Ése fue el único título del “Gurí” en la categoría, pero cosechó otra corona en el 2006 en la renovada Top Race V6. Ese mismo año Martínez empezó a trabajar para con-formar su propio equipo en el TC. Hoy, Martínez Competi-ción es una de las más reconocidas en la categoría y contó con pilotos de la talla de Mariano Werner en sus inicios, mientras que ahora Gabriel Ponce de León es quien ocu-pa el segundo Ford del equipo.

En sus 30 años de trayectoria, Martínez obtuvo siete campeonatos nacionales y diez subcampeonatos, lo que lo convierte en el piloto con más finales disputadas. De perfil bajo, sencillo y humilde, sigue buscando incansa-blemente su próximo campeonato.

Una vida dedicada a los fierros

Por Hugo De Angelis / Foto: Télam

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“Las jugadoras deben pensar en que lo único que tienen que hacer es entrenar”

“Las jugadoras deben pensar en que lo único que tienen que hacer es entrenar”

Por segunda vez en su carrera cuenta

con la posibilidad de dirigir al

conjunto nacional de handball

femenino. “El Zurdo” Zeballos narra

sus desafíos y prevé un futuro

promisorio gracias al recambio,

jugadoras formadas en Europa y los

apoyos económicos del ENARD.

El trotador

Por Jimena Maggi / Fotos Jota´s Fotografía

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que es tratar de llegar a la final de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, porque alcanzando esa instan-cia tenemos la posibilidad clasificar a las olimpíadas, hecho que sería histórico en los más de 90 años que tiene la Confederación Argentina de Handball”.

- ¿Por qué cree que lo convocaron n u e v a m e n t e para estar al frente del selec-cionado nacio-nal?- Se ve que resal-taron las cosas positivas por so-bre las negativas que hicimos en la etapa anterior. En aquel momento dejamos un equi-

po Campeón Panamericano, algo que nunca había pasado en mayores, y muy bien posicionadas a las infe-riores, no sólo a nivel sudamericano sino también a nivel mundial.

- ¿Cómo encontró al equipo en su regreso?- Sinceramente, debo decir que no lo encontré bien. A nivel técnico, tácti-co y sistemático, no estaba bien, más allá de que mantuvimos algunos es-calafones de rendimiento deportivo. Cuando comenzamos con este nue-

vo proceso, en diciembre del 2012, me llevé una sorpresa bastante gran-de. Después de estar tres años afuera, uno se da cuenta de que para revertir eso hay que trabajar, y mucho.

- ¿Y por dónde se empieza?- Como hay subvención del Ente Na-cional de Alto Rendimiento Depor-tivo (ENARD) y de la Secretaría de Deporte de la Nación, hay muchas jugadoras que cobran un muy buen sueldo y tienen una obra social in-teresante. Ahora se debe cambiar la mentalidad de las jugadoras, deben pensar que lo único que tienen que hacer es entrenar. Por eso, pasamos de entrenar de dos o tres veces por semana a siete u ocho. Ese cambio, al principio, fue muy duro no solamen-te para las jugadoras sino también para nosotros que nos estamos acos-tumbrando a esto y que recién ahora nos estamos acomodando.

- ¿Cómo reaccionaron las jugado-ras ante esa modificación?- Algunas lo entendieron y otras no, se quedaron en el camino. Se llamó a otras chicas y se hicieron muchos cambios en los distintos puestos es-pecíficos. Vimos que hubo jugadoras que entre el 2001 y el 2009, con noso-tros, entrenaban tres horas seguidas y hoy no aguantan ni quince minu-tos. Entonces, algunas se han frustra-do. Otras lo entendieron. Por suerte, estamos en el camino correcto.

- ¿En qué se basó para dejar afuera de la primera convocatoria a juga-

Por segunda vez, ya lo había hecho entre los años 2001 y 2009, Daniel Zeballos se desempeña como Direc-tor Técnico de la Selección Argentina Femenina de Handball. Referente nacional de este deporte, no sólo por haber sido un gran jugador sino también por su labor como conduc-tor de equipo, confiesa: “Volver a la selección es muy bueno, muy grati-ficante. Si me lla-maron otra vez, por algo es”.“El Zurdo”, como suelen decirle, concretó su re-greso cargado de nuevas ideas y desafíos y afir-ma que aunque no esperaba ser convocado nue-vamente, el lla-mado no lo sorprendió.Su llegada revolucionó el tranquilo ambiente que envuelve al mundo del Handball nacional. Decidió ser más estricto al momento de determi-nar quiénes están en condiciones de integrar la Selección y por qué, de-jando afuera, en su primera convoca-toria, a varias de las chicas considera-das “históricas” dentro del plantel. Conformó un cuerpo técnico de elite y le transmitió a las jugadoras cuáles son sus objetivos de cara al futuro: “Tenemos un desafío muy grande

“Se debe cambiar la mentalidad de las jugadoras. Por eso,

pasamos de entrenar de dos o tres veces por se-mana a siete u ocho. Al-

gunas lo entendieron y otras se quedaron

en el camino”.

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doras de las con-sideradas “histó-ricas”? - El recambio es lógico en todo ci-clo olímpico. Acá había chicas que hacía más de diez años que estaban y eso no les da derecho a tener el puesto asegurado. No se puede entrenar por nombre o apellido, por-que se tiene el puesto comprado, o por lo que fuere. Tiene que estar la que sea mejor en su puesto.

- ¿Qué se necesita para que estas decisiones sean entendidas? - Tiene que haber un cambio de men-talidad. Las jugadoras no solamente tienen que ir a entrenar de lunes a viernes sino que también se tienen que cuidar para jugar los partidos con su club. Tienen que saber que son jugadoras de elite, lo que signi-fica cuidarse, en todos los aspectos, porque cada engranaje forma al equipo. Todos, incluyendo al cuerpo técnico y a los dirigentes, tenemos que entenderlo así: elite es una pala-bra con mayúsculas y si no la respe-tamos no vamos a llegar a nada.

- ¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo? - El objetivo fundamental, a corto plazo, es mantener la hegemonía en América, ya que sostuvimos el se-gundo puesto. Sabemos que Brasil es el mejor equipo del continente y está entre los tres o cuatro mejores del mundo. Eso a nosotros nos juega a favor porque enfrentarse con un conjunto de esa jerarquía no se da todos los días y lo tenemos a dos ho-ras de viaje. Antes teníamos que cru-zar el océano y gastar mucha plata para competir con un seleccionado de ese nivel. Además, queremos ha-cer un muy buen Panamericano, ya que los cuatro primeros van a clasifi-car al mundial de este año, en Serbia. Después, deseamos llegar a Serbia y tratar de hacer el mejor papel posi-ble, ganarle a un conjunto europeo

y estar entre los mejores 15 o 16 del mundo.

- ¿Qué opinión tiene acerca de que muchas de las chicas jue-guen en el exte-rior?- Hay muchas que

juegan en España, Italia y Brasil y nos pone muy bien, porque antes ni nos miraban, después nos miraban de reojo y ahora nos miran. Saben que estamos haciendo las co-sas bien. Las jugadoras se están jerarquizando y que se fijen en tus jugadoras habla de que el pro-ceso es muy bue-

La suma de las fuerzas

Daniel Zaballos remarca que el Balonmano creció, y mucho, a partir del apoyo que reciben de parte de la Secretaría de Deportes de La Na-ción y del ENARD. Aquí, analiza por qué es tan importante el apoyo económico y deportivo, tanto público como privado.

- ¿Qué opinión tiene respecto del ENARD?- Es excelente, pero hay que darle un tiempo, de acá a dos ciclos olím-picos, como para que todo lo que invirtió en el Handball y en los otros cuarenta y pico de deportes, dé sus frutos. La gente piensa que se gasta mucha plata, pero no se gasta, se invierte. En el Balonmano no sólo se logró que los varones fueran olímpicos en el 2012 sino que ahora se pretende que las mujeres también lo sean.

- ¿El apoyo del ENARD les posibilita estar en contacto con las potencias mundiales de este deporte? - Sí, sí. Gracias a ese apoyo hacemos dos giras por año. Antes era im-posible, sólo íbamos a los mundiales. Ahora competimos con poten-cias de elite con las que antes sólo jugábamos una vez cada dos años. Además, lo hacemos dos veces por año y así el equipo se va jerarqui-zando de otra manera.

- ¿Hace falta más apoyo económico, aparte del estatal?- Sí, pero el apoyo económico privado viene de la mano de los resul-tados. “Los Gladiadores”, como le dicen a los varones, lo tienen. Las mujeres no, y si no lo tienen es porque no hubo un resultado resonan-te como para que lo tuvieran. Es lo que tenemos que entender todos: primero hay que dar para recibir. Si sos el último o anteúltimo del mundo, no pretendas tener un sponsor porque no lo vas a tener. ¿Por qué? Porque no te televisan, y si no te televisan es porque el producto no es tan bueno.

“El recambio es lógico en todo ciclo olímpico. Acá había chicas que

hacía más de diez años que estaban y eso no les

da derecho a tener el puesto asegurado”.

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no. También suma porque entrenan igual o más que nosotros. Entonces, que entrenen todos los días y que jueguen con equipos de igual nivel o superior al nuestro, hace que el de-portista suba el rendimiento.

- ¿Qué balance hace de estos me-ses de trabajo?- Comencé amargado porque en el 2009 dejamos una selección de eli-te y no hemos obtenido resultados positivos en estos últimos tres años. Hemos perdido hasta con Uru-guay, que no es ninguna deshon-ra, pero antes se le ganaba fácil. Ahora volvimos a ganarle a Uru-guay, a Paraguay, a Chile, y en estos tres meses pasa-mos en diez goles a todos. Sabemos que tenemos aspectos por resolver, porque no es lo mismo entrenar tres veces por semana que entrenar siete, entonces tienen que interactuar muy bien el cuerpo técnico y las jugado-ras, los dirigentes y las jugadoras. Esta situación lleva a un cambio y el cambio genera crisis, y la tenemos que resolver nosotros mismos.

- Por último, ¿cómo se define como director técnico?

“Deseamos llegar a Serbia y tratar de hacer el mejor papel posible, ganarle a un conjunto europeo y estar entre

los mejores 15 o 16del mundo”.

- Es muy difícil que me defina como entrenador. Lo que sí te puedo decir es que hay muy pocos que tengan la experiencia que tengo yo entrenan-do a mujeres. Dirijo a mujeres hace más de 20 años, convivo con ellas, hago las concentraciones. Además, y no es por ser soberbio, he jugado diez torneos mundiales y lo que te da un mundial no te lo da nada. Por eso, creo que después de mí están Eduardo Peruchena y Giselle Pintos, que por suerte me acompañan den-

tro del cuerpo técnico. Cuando antes me decían que yo llevaba a cualquiera a integrar el cuer-po técnico para que no me haga sombra, ahora junté a los mejo-

res, y no sólo a los de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires sino que también tengo contacto con los más destacados de Mendoza, Córdoba, Río Negro y Neuquén, que son los cuatro o cinco focos más importan-tes del Handball femenino.