La Soledad En Compaa El otro da desayunando con mi familia, observ en la mesa del al lado, a una familia de tres in-tegrantes. El padre -un hombre de mirada fra y distante- ajeno a los otros dos; la madre con expresin de hasto, intentando platicar cosas intrascendentes para llenar el vaco; y el pequeo hijo calculo de 8 aos- en quien se notaba una apata y decaimiento. Los tres, exceptuan-do la madre, intentando parecer que estaban juntos. Y me pregunt: Qu podra haber pasado en el interior de esta familia, que les hizo volverse indiferentes a la convivencia y el intercambio no solo de palabras, sino de miradas y expresiones afectivas? En qu momento la familia perdi el sentido? En un momento, la mujer se puso de pie para ir quizs al sanitario, e imagin que quizs entonces el padre se dirigira a su hijo para co-mentarle algo. Pero me equivoqu. Ninguno hizo gesto alguno de haberse percatado de que la madre se ha-ba ido. Tampoco se miraron o hicieron intento alguno de comunicarse verbalmente. Eran como dos extraos, sentados en la misma mesa

Cundo una persona pierde el inters por otra? Esto no es un proceso que se da de la noche a la maana. Se necesitan aos de poca o nula convivencia, o de una convivencia llena de situaciones difciles, donde poco a poco se van cerrando las oportunidades para abrir el corazn. Cmo se va destruyendo ese sentimiento de estar uno en la vida del otro? Pues como se oye: No estando en la Vida del Otro.

Veamos el origen, cuando una pareja se enamora, ese sentimiento se va fortaleciendo cada vez que se en-cuentran juntos, compartiendo lo que sienten, lo que les preocupa, dedicndole a la relacin un tiempo para que ambos se vayan conociendo y reconociendo. Cuando la pareja decide tener un hijo, lo imagina, se prepara para recibirlo y le dedica atenciones y tiempo. Conforme las relaciones familiares se enfrentan a cambios ya sea por factores econmicos, familiares o sociales, cada miem-bro de la familia puede tomar alguno de estos dos ca-minos: o se encierra en su mundo tratando de resolver lo que le pasa, sin comunicarlo a los dems, o decide compartir lo que le inquieta con los suyos.

Pero de donde surge la dificultad para abrirnos a los de-ms? Pues de la falta de PRESENCIA en los momentos ms importantes de los que amamos o decimos amar.

Cuando no se le da prioridad a esos momentos y por estar preocupado y/o ocupado intentando resolver los problemas sin comunicarlos, esos seres van perdiendo la confianza en nosotros, ya que hemos decidido salir de la vida de los nuestros

Con el tiempo, el corazn de quienes nos necesitaron se va cerrando, el desinters y desamor se hacen presen-tes. Y lo peor de todo, es que quizs creamos que no nos quieren, que no nos comprenden, cuando que sin darnos cuenta hemos sido copartcipes de este distanciamiento y vaco.

La primera vez que nuestro hijo(a) perdi un diente y no pareci ser importante, las primeras juntas con los maestros para definir el traje de su primer festival, el cual quizs nos pareci una tontera, las primeras lgrimas de su primera decepcin amorosa, que ni siquiera nos enteramos, podran ser el principio del fin en la relacin con los hijos.

Y qu decir de la primera vez que la madre de tus hi-jos hizo una reunin sorpresa para festejarte y llegaste demasiado tarde a casa por estar muy ocupado en la oficina? Del aniversario que olvidaste? De la vez que tu esposo lleg a casa muy estresado porque haban co-rrido a uno de sus mejores amigos de la empresa, y t no estabas all para aliviar su sentimiento?

Cmo podras tener presencia si no tienes tiempo?Quizs tengas tiempo el da que tu esposa decida aban-donarte, el da que tu esposo tenga un infarto, o el da terrible en que tu hijo se intoxique y muera por una so-bredosis.. Entonces quizs te detengas y digas: yo quise darle lo mejor a mi familia.!!

Voltea a mirar a quien vive contigo. Qu piensas hacer hoy para llenar ese vaco?

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