ecuador debaterepositorio.flacsoandes.edu.ec/bitstream/10469/3552/2/rflacso-ed77… · la crisis...

231
ECUADOR Debate CONSEJO EDITORIAL José Sánchez-Parga, Alberto Acosta, José Laso Ribadeneira, Simón Espinosa, Diego Cornejo Menacho, Manuel Chiriboga, Fredy Rivera Vélez, Marco Romero. Director: Primer Director: Editor: Asistente General: Francisco Rhon Dávila. Director Ejecutivo del CAAP José Sánchez Parga. 1982-1991 Hernán Ibarra Crespo Margarita Guachamín REVISTA ESPECIALIZADA EN CIENCIAS SOCIALES Publicación periódica que aparece tres veces al año. Los artículos y estudios impresos son canalizados a través de la Dirección y de los miembros del Consejo Editorial. Las opiniones, comentarios y análisis expresados en nuestras páginas son de exclusiva responsabilidad de quien los suscribe y no, necesariamente, de ECUADOR DEBATE. © ECUADOR DEBATE. CENTRO ANDINO DE ACCION POPULAR Se autoriza la reproducción total y parcial de nuestra información, siempre y cuando se cite expresamente como fuente a ECUADOR DEBATE. SUSCRIPCIONES Valor anual, tres números: EXTERIOR: US$ 45 ECUADOR: US$ 15,50 EJEMPLAR SUELTO: EXTERIOR US$. 15 EJEMPLAR SUELTO: ECUADOR US$ 5,50 ECUADOR DEBATE Apartado Aéreo 17-15-173B, Quito-Ecuador Telf: 2522763 . Fax: (5932) 2568452 E-mail: [email protected] Redacción: Diego Martín de Utreras 733 y Selva Alegre, Quito. PORTADA PuntoyMagenta DIAGRAMACION Martha Vinueza IMPRESION AlbazulOffset Qcaap I ISSN-1012-1498 I

Upload: trinhhanh

Post on 05-Oct-2018

228 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

ECUADOR

DebateCONSEJO EDITORIALJosé Sánchez-Parga, Alberto Acosta, José Laso Ribadeneira,Simón Espinosa, Diego Cornejo Menacho, Manuel Chiriboga,Fredy Rivera Vélez, Marco Romero.

Director:Primer Director:Editor:Asistente General:

Francisco Rhon Dávila. Director Ejecutivo del CAAPJosé Sánchez Parga. 1982-1991Hernán Ibarra CrespoMargarita Guachamín

REVISTA ESPECIALIZADA EN CIENCIAS SOCIALESPublicación periódica que aparece tres veces al año. Los artículos yestudios impresos son canalizados a través de la Dirección y de losmiembros del Consejo Editorial. Las opiniones, comentarios y análisisexpresados en nuestras páginas son de exclusiva responsabilidad dequien los suscribe y no, necesariamente, de ECUADOR DEBATE.© ECUADOR DEBATE. CENTRO ANDINO DE ACCION POPULARSe autoriza la reproducción total y parcial de nuestra información, siemprey cuando se cite expresamente como fuente a ECUADOR DEBATE.

SUSCRIPCIONESValor anual, tres números:EXTERIOR: US$ 45ECUADOR: US$ 15,50EJEMPLAR SUELTO: EXTERIOR US$. 15EJEMPLAR SUELTO: ECUADOR US$ 5,50

ECUADOR DEBATEApartado Aéreo 17-15-173B, Quito-EcuadorTelf: 2522763 . Fax: (5932) 2568452E-mail: [email protected]ón: Diego Martín de Utreras 733 y Selva Alegre, Quito.

PORTADAPuntoyMagenta

DIAGRAMACIONMartha Vinueza

IMPRESIONAlbazulOffset

Qcaap I ISSN-1012-1498 I

ECUADORDEBATE 77Quito-Ecuador, Agosto del 2009

PRESENTACION / 3-5

COYUNTURA

Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental / 7-24Conflictividad socio-política Marzo - Junio 2009 / 25-34

TEMA CENTRAL

El pensamiento crítico contra el poder de los discursos / 35-56José Sánchez PargaDesvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico / 57-82Alejandro MoreanoSobre la reconstitución del pensamiento crítico / 83-106Franz J. HinkelammertLa crisis como método en René Zavaleta Mercado / 107-124Luis H. Antezana J.Ciudadanía y biopoder (las sugerencias de Andrés Guerrero) / 125-138Rafael Polo BonillaAgustín Cueva y la historicidad perdida / 139-148Carlos Rojas Reyes

DEBATE AGRARIO

Los agrocarburantes o la agroenergía / 149-172François HoutartDiversidad de las estrategias campesinas en la provincia del Azuay: un punto de vista geográfico / 173-184Nasser Rebaï

ANÁLISIS

Los indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo / 185-218Rickard Lalander

RESEÑAS

Desarrollo Rural y neoliberalismo. Ecuador desde una perspectiva comparativa / Liisa North y John Cameron / 219-222por Manuel ChiribogaLa Revolución política durante la época de la Independencia. El Reino de Quito 1808-1822 / Jaime E. Rodríguez / 223-228por Galaxis BorjaEl cine de la marginalidad. Realismo sucio y violencia urbana / Christian León / 229-230por Galo Alfredo Torres

a idea de que existe una tradi-ción de pensamiento crítico enAmérica Latina ha sido plantea-

da desde diversas corrientes de interpre-tación. Es conocida la tradición ensayís-tica que emergió en muchos países deAmérica Latina hasta la primera mitaddel Siglo XX como un modo predomi-nante que involucraba análisis, interpre-taciones y propuestas que apuntaban adefinir temas de identidad y la nociónde cultura nacional. Esto se unió con ladifusión y recepción del marxismo quesobre todo implicó el predominio deidearios que se tradujeron en un acervode formulaciones ideológicas y unmodo muy acrítico de percibir los regí-menes que se implantaron en su nom-bre. Las ciencias sociales como discipli-nas tenían una débil implantación.

Indudablemente, el desarrollo de lateoría de la dependencia en los añossesenta fue un momento muy significa-tivo producido a partir de una nuevacomprensión de las sociedades latinoa-mericanas. Esta teoría que en sus versio-nes más radicales adoptaba el enfoquemarxista, correspondió a los procesosde radicalización que se abrieron con larevolución cubana. Esto tenía que vercon el surgimiento de las ciencias socia-les y una disputa entre las corrientes deizquierda por determinar diagnósticos yconceptualizaciones que fundamenta-ran la acción política. El dependentismoentró en crisis no solo por la represiónque ejercieron los regímenes autorita-

rios del Cono Sur, sino también por unadiversificación de las ciencias sociales.

Entre los años setenta y ochenta, seprodujeron desarrollos “nacionales” delas ciencias sociales que impulsaron suprofesionalización, sin que desaparecie-ran los pensadores que ejercían unpapel de articuladores del pensamientosocial y político. Así fue que NorbertLechner sostuvo que el tránsito de larevolución a la democracia significabaun cambio de los ejes predominantes dela reflexión, puesto que aparecía confuerza el tema de la democratización delas sociedades. Pero; este proceso dedesarrollo del pensamiento, coincidiócon los ajustes estructurales que imple-mentados acrítica y obsecuentemente,afectaron notablemente las capacidadeslocales de las ciencias sociales y se tra-dujeron en el predominio de los enfo-ques pragmáticos y la consultoría.

De ahí que, lo que se ha denomina-do como “pensamiento único”, se refie-re a la hegemonía de los idearios neoli-berales y neoconservadores que induda-blemente al sostener el papel primordialdel mercado, produjeron la sensaciónde que habían desaparecido otrasopciones y alternativas.

Con la crisis del neoliberalismo seabre un ciclo de redefinición de lasciencias sociales signado por la elabora-ción de un pensamiento crítico; sinembargo, este en sí mismo es un terrenode confrontación puesto que no hayunanimidad en percibir los rasgos y

PRESENTACIÓN

L

características de ese pensamiento. Hayquienes lo definen como la adopciónfundamental de la tradición crítica delmarxismo, como aquella de la Escuelade Frankfurt. Otros proponen una lectu-ra nueva de los clásicos que sea con-temporánea a nuevas problemáticas. Enfin, no dejan de existir corrientes queasumen al pensamiento crítico cercanoa los marxismos esquemáticos. Unaspecto de controversia es el relativo alanálisis o al silencio de lo que fueronlos regímenes de Europa del Este. Y nomenos importante, un asunto tabú: elrégimen cubano.

El conjunto de artículos sobre elpensamiento crítico que conforman eltema central de este número de EcuadorDebate apuntan a una exploración delos núcleos problemáticos del pensa-miento crítico, junto a una valoraciónde algunos aspectos del pensamiento deRené Zabaleta y Agustín Cueva, dosimportantes teóricos que ejercieronamplia influencia en los años setenta yochenta. En tanto que se ofrece unaapreciación sobre la producción másreciente de Andrés Guerrero.

Una transformación de las luchaspor el conocimiento en la sociedad demercado en relación con su circulaciónsocial y la confrontación con los pode-res definen discursos y horizontes epis-temológicos. De manera que, el pensarcrítico, como sostiene José Sánchez-Parga, cuando critica las condicionessocio-económicas y políticas de la pro-ducción de discursos, produce teoríacrítica de la sociedad.

En una perspectiva general, afirmaAlejandro Moreano, tras la caída delmuro de Berlín ocurrió un fuerte cues-

tionamiento a los conceptos teóricossobre la sociedad capitalista provenien-tes de la tradición marxista. Sin embar-go, la decadencia del Imperio y ladegradación del pensamiento hegemó-nico abren el horizonte de posibilidadpara la emergencia de un nuevo pensa-miento que se reconstituirá nutriéndosede las perspectivas provenientes de losmovimientos sociales.

Solo una nueva lectura de los textosclásicos de Marx acerca de crítica a laeconomía política permitirá, segúnFranz J. Hinkelammert, la reconstitucióndel pensamiento crítico. Y por eso, no setrata solamente de cuestionar aquellosvínculos entre economía y política sinode enjuiciar el mito del progreso, pro-poniendo una nueva perspectiva queasuma alternativas de carácter abierto yno concluidas ni cerradas, reconside-rando la dimensión de los proyectosutópicos.

El pensamiento de René ZabaletaMercado (1947-1984) estuvo signadosiempre por la intención de comprenderla dinámica de las multitudes en la his-toria y la política bolivianas. En estesentido, Luis H. Antezana discute losconceptos de abigarramiento, crisis,democracia y poder, que permitieron aZabaleta una lectura vigorosa de laacción política popular en la historia yla escena política. Rafael Polo Bonillaconsidera los estudios más recientes deAndrés Guerrero que han problematiza-do la constitución de la ciudadanía, laadministración de poblaciones y losmundos de sentido común en los agen-tes sociales. Son aportes que abren nue-vos horizontes para la crítica histórica yla investigación sociológica. Agustín

4 PRESENTACIÓN

Cueva (1937-1992), fue seguramente elsociólogo ecuatoriano más influyenteen su época, Carlos Rojas Reyes, esta-blece algunas claves en sus interpreta-ciones de la literatura y el populismo,confrontándolas con miradas actualesde las ciencias sociales.

En la Sección Debate Agrario-RuralRural, François Houtart disecciona lospoderosos intereses económicos y polí-ticos implicados en los agrocarburantes.Estos no parecen ser ni una solución a lacrisis energética, ni mucho menos a laclimática; más bien se revelan comouna seria amenaza para el medioambiente, en particular de los países delSur con unos colosales costos sociales ypolíticos. Nasser Rebaï propone por suparte un estudio sobre las relacionesentre las migraciones y las dinámicasque se producen en los lugares de sali-da tomando el espacio concreto de laparroquia Octavio Cordero Palacios enla provincia del Azuay, poniendo aten-ción a la reorganización del trabajoagrícola y los conflictos campesinos res-pecto a la tenencia de la tierra.

En la Sección Análisis contamos conuna atenta mirada a los procesos políti-cos de Cotacachi y Otavalo. RickardLalander examina el “efecto” Correa enesos dos cantones, poniendo atenciónen los actores políticos locales con susestrategias, alianzas y rupturas organiza-tivas. Se asume que los procesos políti-cos locales tienen su propia dinámicaque incluyen antiguos vínculos con laizquierda.

El Diálogo sobre la coyuntura pro-cura actualizar la problemática de lapolítica nacional. Reúne las interven-ciones de Manuel Chiriboga, PatricioMoncayo, Pablo Ospina y HernánIbarra acerca de las tensiones y conflic-tos que acompañan a la gestión delgobierno de Correa dada su necesidadde legitimarse y mantener el flujo delgasto público. La hegemonía de unaclase media intelectual emerge comoun rasgo que toma perfiles específicosasentados en el diseño y la ejecución delas políticas públicas.

El seguimiento de la conflictividadsocial entre marzo y junio de 2009muestra que el margen de iniciativa yeficacia de los actores es cada vez másrestringido. Los automatismos e institu-ciones de la sociedad suprimen las ini-ciativas de toda conflictividad sin nece-sidad de reprimirla. Si con anterioridadlas alteraciones y cambios en la conflic-tividad eran mayores y más frecuentes,durante los últimos años se imponenmás bien las continuidades y ligerasoscilaciones entre un período y otro.

Finalmente, Manuel Chiriboga rese-ña Desarrollo rural y neoliberalismo deLiisa North y John Cameron (eds.); GaloAlfredo Torres examina El cine de lamarginalidad. Realismo sucio y violen-cia urbana de Christian León; y, GalaxisBorja discute La revolución políticadurante la época de la independencia.El Reino de Quito 1808-1822 de JaimeRodríguez.

Los Editores

ECUADOR DEBATE 5

ernán Ibarra. La (re) elecciónde Correa en abril, afirma uncamino de transformación de la

sociedad y la política en el Ecuador. Esteha sido resumido en el regreso delEstado bajo un liderazgo fuerte. Pero elsignificado de este proceso es una obraen construcción. La nueva Constitucióndefine las pautas institucionales junto auna caudalosa legislación que aspira ala reforma institucional.

¿Pero de cual Estado se trata? Enprincipio todo apuntaba a dos cambioscentrales: la recentralización de la insti-tucionalidad estatal y la condensacióndel poder en el ejecutivo. La recentrali-zación implica principalmente un papeldirectriz a la planificación y el manejode la inversión pública que entraña unasubordinación de los poderes locales. El

rol del ejecutivo que significa una capa-cidad de gestión política decisionistacon capacidad de modelar la acción delos poderes del Estado.

La cuestión de fondo es si se estáconstruyendo una capacidad estatalrenovada. En teoría esto implica dispo-ner de eficacia en el funcionamiento delaparato estatal mediante una burocraciapública que esté en capacidad de for-mular y efectuar políticas públicas. Noes seguro que la ampliación y creaciónde nuevos ministerios se haya traducidoen una racionalización de las políticaspúblicas. Después de la época deretracción del Estado cuando éste per-dió sus capacidades, que tampocodeben ser exageradas, la pregunta es siestá en marcha una nueva racionalidadestatal acorde a los imperativos de rede-

COYUNTURA

Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

Participantes: Manuel Chiriboga, Investigador Principal RIMISP-Centro Latinoamericano parael Desarrollo Rural; Patricio Moncayo, Profesor de la Universidad Central; Pablo Ospina,Profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar; Hernán Ibarra, Investigador Principal delCAAP.

La gestión del gobierno de Correa está acompañada de tensiones y conflictos relativos a sunecesidad de legitimarse y mantener el flujo del gasto público. La hegemonía de una clasemedia intelectual emerge como un rasgo que toma perfiles asentados en el diseño y la ejecu-ción de las políticas públicas.

H

finir las relaciones entre sociedad,Estado y mercado.

El papel de Alianza País como for-mación política dominante tiene débilescontendores. Sin embargo, uno de ellos,Sociedad Patriótica, muestra una capa-cidad de crear una base electoral deapoyo con rasgos de concentraciónregional en la sierra central, las zonassubtropicales y la amazonia. La prolife-ración de movimientos políticos decarácter local plantea una atomizaciónde la acción política.

La interrogante de la conversión deAlianza País en un partido político o enuna estructura estable todavía no hasido dilucidada. El peso del liderazgo deCorrea parece determinar una acciónpolítica que depende de su voluntad. Ytambién el hecho de que la acción deAP aparece muchas veces indistinguiblede la acción estatal.

Los conflictos centrales que haenfrentado el gobierno han sido sortea-dos con relativo éxito. Uno de ellosalude a la cuestión de la “descorporati-vización” del Estado. Esto ha implicadoel choque con los sindicatos públicos yla UNE. Otro, que significa la batallapor Guayaquil. Cada uno de estos con-flictos tiene un significado específico.

Un conflicto permanente quealude a la configuración del espaciopolítico y la opinión pública es el rela-tivo a los medios. Se trata de unapugna que por parte de los mediosbusca defender su capacidad de fijaruna agenda propia sustentada en unrol político no explicitado. Mientrasque el gobierno desea establecer con-troles y regulaciones que disminuyanla capacidad de intervención de losmedios en la opinión pública.

Sin embargo no se tiene presente elproblema de la recesión en la economíaecuatoriana que podría afectar a suprincipal motor, la inversión pública. Elriesgo de salir de la dolarización estápresente aunque las condiciones noparecen ser las más óptimas.

¿Cuál es el horizonte de la gestiónde Correa en los próximos cuatro años?¿Son factibles liderazgos alternativos yuna oposición política? ¿Es real la ideade radicalizar la revolución ciudadanaque propone Correa?

Manuel Chiriboga. En la propuestaque hace Correa para los próximos cua-tro años hay dos tipos de tensiones, loque yo denominaría las necesidades decorto plazo en términos de generar legi-timidad política y su propuesta de refor-ma institucional de más largo plazo.Una tensión entre su necesidad de afir-mar el carácter primario exportador dela economía para generar los recursosnecesarios ante el objetivo en el largoplazo de avanzar hacia una economíapost petrolera o post extractiva. Estopuede visualizarse de diversa manera,por un lado, en el campo político hayesta búsqueda de consolidar una basede apoyo popular que sustente su pro-yecto político de largo plazo, pero queen buena parte se sustenta en el usoextremadamente efectivo de los recur-sos públicos como elementos de asegu-rar lealtad política en lo que denomina-ría un caso típico de clientelismo políti-co. Pero esto se adorna adicionalmentecon una lógica de confrontación contraactores del pasado o enemigos internoso externos con los que él combate paraasegurar así mismo una especie de iden-tificación de la población con su gestiónpolítica. Aunque esto al mismo tiempo

8 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

entra en tensión en como avanzar enuna lógica que se afirma más bien en eltema de expansión de los derechos ciu-dadanos, en fortalecimiento de una cul-tura ciudadana, en un empoderamientode la sociedad y por lo tanto la capaci-dad de la sociedad misma, de generarun funcionamiento político que avancesobre la base de reivindicación de dere-chos fundamentales y los derechos talcual se establecen en la Constitución.

La segunda tensión es bastante com-pleja, el Estado requiere recursos eco-nómicos para mantener esta lógica deinversión social. Pero mucho de estalógica de inversión pública en funciónde consolidar su base electoral, producea mi juicio tres situaciones: una primeraque reafirma el sistema de transferenciade ingresos hacia sectores definidoscomo pobres en los que se da este inter-cambio de lealtades; una segunda conuna inversión en política social, mas omenos efectiva e importante y una ter-cera con la inversión pública. Para via-bilizarlas se necesita una caja fiscalimportante que en este momento puedeprovenir exclusivamente de dos fuentes,una por vía tributaria, ha habido unesfuerzo de presión tributaria importan-te sobre la economía para generarrecursos pero; en una economía relati-vamente pequeña, esto tiene ciertoslímites; la otra, es la actividad minera ypetrolera donde el Estado puede adqui-rir rentas importantes para sustentar sugasto, lo cual necesariamente reafirmael modelo extractivo, y la pregunta es sieste modelo basado en rentas no desin-centiva los objetivos de mediano y largoplazo, de desarrollo de una economíano petrolera, de un sector económicocon el cual el país se puede insertar -

como dice SENPLADES- en forma inteli-gente en la economía internacional.Estaríamos, entonces ante una tensiónrelativamente irresoluble. El discursopresidencial del 10 de agosto, justamen-te descubrió estas tensiones, afirmandolas necesidades de corto plazo, pero nosdio pocas luces sobre el proyecto políti-co y económico de más largo plazo.

Patricio Moncayo. Deseo explorar eltema de la viabilidad política de lo queha planteado Manuel. Me parece queen estos dos primeros años de la presi-dencia de Rafael Correa él está enfren-tando contradicciones en distintos pla-nos. Tiene, por cierto, una fuerte contra-dicción con el sector empresarial. Haysíntomas de que éste no siente confian-za para invertir; y esta desconfianzapuede llevar al gobierno a seguir apo-yándose en la inversión pública y, comobien ha manifestado Manuel, la inver-sión pública está enfrentando limitacio-nes. El problema son las oscilacionesdel precio del petróleo, y éste es un fac-tor en el que el gobierno del presidenteCorrea no puede confiar plenamente.También el gobierno tiene dificultadesen cuanto a consolidar su base social. Yse advierten contradicciones con Pacha-kutik, con la CONAIE y con la dirigen-cia de las centrales sindicales; creo queesto va más allá de descorporativizar lapolítica. La mayoría que tiene AlianzaPaís en la Asamblea Nacional no es unamayoría confiable ni segura. El gobiernoha tenido que entrar en negociacionescon las demás fuerzas políticas queestán representadas en la Asamblea yello ha determinado que, de algunamanera, asuma o adopte prácticas polí-ticas que se suponía eran privativas dela partidocracia, como aquel préstamo

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 9

de los diputados de Alianza País paraque otras fuerzas constituyan una ban-cada, o la disputa en la Comisión de loLaboral, con el MPD, Pachakutik y sec-tores de la partidocracia. En laAsamblea Nacional, entonces, puedenaparecer una serie de circunstancias nonecesariamente controladas por elgobierno, a diferencia de lo que ocurrióen el Congresillo y en la AsambleaConstituyente de Montecristi.

Dentro de Alianza País, que no espartido sino un movimiento muy hete-rogéneo, también hay diferencias. Laruptura del presidente Correa conAlberto Acosta en Montecristi, y ahoracon Gustavo Larrea expresan que dentrode Alianza País hay distintas tendencias.Lo dicho por Fabricio Correa sobre elcírculo rosa, de aquellos que son rojospor fuera y blancos por dentro, nos da laidea de que no hay cohesión ni cohe-rencia en el equipo gubernamental. Yesto acentúa el carácter personalista delejercicio de la presidencia de laRepública porque, dadas las diferenciasideológicas, políticas, estratégicas, tácti-cas etc. al interior del entorno guberna-mental, es Correa quien tiene que defi-nir la marcha de la gestión guberna-mental.

El gobierno de Rafael Correa tienedificultades con la crisis económicainternacional, y también con la propiapolítica económica que no es muyclara. Por un lado el presidente Correaha hablado de la radicalización de larevolución ciudadana, pero por otrolado como que asume ciertas actitudespragmáticas y realistas. Las reunionescon sectores empresariales, aunque nocon las cámaras de producción ycomercio, revela que aquello de la radi-

calización de la revolución ciudadanapuede ser un discurso. También manejaun discurso muy nacionalista frente aColombia. Por un lado hay expresionesmuy firmes, muy radicales del presiden-te Correa con relación al gobierno deColombia, pero por el otro lado, tam-bién hay manifestación de acercamien-tos con Colombia.

No es muy claro el panorama de loque efectivamente se propone hacer elpresidente Correa, y no sé si estaremosdando por hecho y por descontado queel gobierno del presidente Correa tieneya un derrotero definido. Yo pondría entela de duda el hecho de que haya unproyecto político claro, evidente yracional; y en el supuesto de que lohubiera tengo muchas dudas respectode la viabilidad política, de que pudieramaterializarse u operativizarse.

Otra dificultad en términos de la via-bilidad son los errores en el desempeñode la gestión gubernamental. En lo rela-tivo, por ejemplo, al capítulo de lasemergencias, las denuncias que se hanhecho señalan que más de un 60% delos contratos establecidos para la ejecu-ción de obras públicas, están con retra-so. Correa en estos dos años ha demos-trado bastante dificultad en cuanto aejecutar acciones de gobierno; puededeberse a la inexperiencia suya en elterreno gubernamental o a la inexpe-riencia de sus colaboradores, etc., perono se muestra agilidad ni eficacia. Pesea la imagen que el presidente Correaquiere proyectar del gobierno electróni-co, a su actividad verdaderamente fre-nética, no hay una agenda de gobiernobien estructurada, ni están establecidasprioridades. Me parece que hay un des-fase entre lo que dice la SENPLADES, a

10 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

través de su Plan Nacional de Desa-rrollo, y lo que ejecuta el presidenteCorrea. En este sentido también hay de-ficiencias en cuanto a la gestión admi-nistrativa. La creación de dos minis-terios nuevos, el de Relaciones Labora-les y el de Telecomunicaciones no signi-fican necesariamente eficiencia.

La pugna y los conflictos con losmedios de comunicación social son otramanera a través de la cual el presidenteCorrea se pone él mismo en dificulta-des, porque han sido los medios decomunicación social los que a través delas denuncias sacaron a la luz la exis-tencia de irregularidades. En las demo-cracias modernas, la función deaccountability, esto es, de control de losabusos del poder, muchas veces es ejer-cida por los medios de comunicaciónsocial a través de la visibilización deestos errores, de estos desfases, de estasfalencias. Si un presidente de laRepública no tiene esa asesoría gratis delos medios de comunicación socialindependientes, críticos, y que hacenuna labor investigativa profesional yseria, los gobiernos y los presidentes severían cercados por sus cortes celestia-les. Gracias a ella se activaron los meca-nismos de la accountability horizontalcomo fue el caso de Fabricio Correadando lugar a la intervención de laContraloría, Procuraduría, incluso de laSecretaria de Transparencia.

En el conflicto de Correa con losmedios de comunicación social seadvierte el temor de que las denuncias ycríticas que se vierten a través de ellospudiera poner en peligro la estabilidaddel régimen, tal como aconteció en los“pueblazos” que derrocaron a tres presi-dentes democráticamente electos.

Entonces, Correa prefiere sacrificar laaccountability a la posibilidad de unasupuesta inestabilidad de su régimen.

El 10 de agosto el presidente Correaapeló a los recuerdos de los 70 y a los60. No está el mandatario en una posi-ción verdaderamente a tono con loscambios que se han dado en el mundoque expresan la irrupción o la activa-ción de la sociedad civil. Aquello deregresar al Estado o de retornar al esta-tismo me da la impresión de que es unretroceso. Hasta qué punto podemoshablar de una revolución ciudadanacuando se está invocando incluso laposibilidad de conformar los comités dedefensa de la revolución que es unacosa diferente de, por ejemplo, activarmecanismos de descentralización. Unacosa es que la sociedad civil se active yque a través de una serie de mecanis-mos pueda demandar la satisfacción denecesidades y de problemas. Pero otracosa es desde el poder ejercer unainfluencia para que se constituyan estoscomités de apoyo al gobierno.

Pablo Ospina. Para mí sí está claro elperfil de un proyecto político. Losgobiernos anteriores eran gobiernos“veleta” que seguían la dirección de losvientos internacionales y las fuerzas depoderes locales. A diferencia de ellos,me parece que este gobierno tiene unproyecto político bastante claro. Lo queocurre es que los proyectos políticos senegocian en la práctica en las relacio-nes de fuerza, dependen de la viabili-dad del momento y de toda una serie denegociaciones con otros actores. Pero,tomando en consideración esas contin-gencias de la política, me parece quehay un proyecto y además hay que decirque engarza dentro de unos tiempos

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 11

políticos muy previsibles. El gobiernoacaba de representar el libreto que teníaprevisto desde que llegó al gobierno ainicios de 2007. Se trataba de ganar lahegemonía dentro del sistema político.Lo ha logrado con bastante éxito aun-que las últimas elecciones muestran quesu hegemonía es menor de la quehubieran querido tener porque luego dealcanzar 80 asambleístas en 2007,ahora son menos de 60 con alianzas.Eso significa que hubo una erosión. Perosin duda han pasado cosas que parecíaninimaginables en el 2007: un gobiernosin diputados logró crear una mayoría,logró neutralizar a todas las institucio-nes que estaban en su contra, conseguirla anuencia del entonces TribunalSupremo Electoral, desactivar las oposi-ciones, convocar a la asamblea consti-tuyente contra viento y marea, ganarabrumadoramente, y aprobar laConstitución. Su éxito electoral no tieneprecedentes desde José María VelascoIbarra. Su mayoría es notable en un sis-tema político acostumbrado a gobiernosde minoría. No obstante, tuvo 20 asam-bleístas menos que en 2007; en gobier-nos locales tuvo una mayoría muchomenos amplia. En juntas parroquiales,por ejemplo, tiene 40% mientrasPachakuitk es la segunda fuerza con el11%. Viene después el Partido SociedadPatriótica con el 7%. Así, pues, el libre-to previsto se cumplió exitosamenteaunque con algunos matices.

Ahora bien, con ese poder políticobasado en el éxito electoral, ¿qué pro-yecto de Estado y de economía nos ofre-ce la revolución ciudadana? A estegobierno se lo puede caracterizar como“nacionalista”, “desarrollista” y “estatis-ta”. Parte del modelo económico dise-

ñado puede verse plasmado de unamanera bastante coherente en la estrate-gia nacional de desarrollo para 16 añosque está definiendo SENPLADES ycuyos primeros borradores fueron pre-sentados hace poco. Que esa estrategialuego se pueda llevar a la práctica o noy qué ajustes se va a realizar en el cami-no es otra cosa. Dentro de las contin-gencias de la política, me parece unahoja de ruta respecto al modelo dedesarrollo económico notablementeclara. Yo he visto muchos ejercicios deplanificación en el pasado que erandocumentos para guardar en el cajónpero este ejercicio tiene una meta, uncierto análisis de viabilidad y una ciertacoherencia técnica. Se trata de unesquema de políticas económicas públi-cas para pasar de un modelo primarioexportador a un modelo que ellos lla-man “biocentrado”. Una de las cosasque más me llamó la atención ademásde cierta coherencia tecnocrática y uncierto esquema de viabilidad económi-ca, es que en los 4 primeros años plan-tea 5 ejes de desarrollo. Entre ellos estánel turismo y la petroquímica, pero noestá la minería. Curioso. Ojalá sea cier-to. Veo un modelo económico desarro-llista y nacionalista, anclado en laspotencialidades y recursos nacionales yen un papel determinante del Estado.Habrá, por supuesto, transformacionesen el curso de su aplicación, incoheren-cias y pasos en falso, algunas de las cua-les podrían ser muy sustanciales.

El “estatismo” se ve claramente enlos principales proyectos de ley que elgobierno ha presentado y está presen-tando recientemente. La nueva arquitec-tura financiera, la ley de universidades,la ley de ordenamiento territorial, la ley

12 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

de empresas públicas. Son proyectosdirigidos al recentramiento en el Estadocentral y a dotarlo de capacidad paracontrolar la vida social es decir de capa-cidad para aplicar la ley. Básicamente seestablecen controles administrativossegún lo cual, todos los gastos presu-puestos y planes locales tienen quepasar primero por el filtro del SENPLA-DES y su plan; eso se aplica a los muni-cipios y a las universidades por igual. Selo justifica mediante el argumento deque las universidades son autónomaspero no el sistema de educación supe-rior por lo que el gobierno se reserva elderecho de decidir qué carreras seabren o cierran, cómo se distribuyen losfondos de las universidades y cómo segastan los dineros. A mi juicio es unestatismo “social” (o sea un intento decontrolar la sociedad y no solo a losactores de la economía) francamenteerrado. En los Estados modernos existenmejores mecanismos para vincular laspolíticas locales o universitarias a la pla-nificación nacional respetando las auto-nomías locales y universitarias. Para esosirven los sistemas de subsidios y losprogramas de inversión en todos los paí-ses razonables. Por ejemplo, en las polí-ticas de educación superior, normal-mente hay un fondo de investigaciónque maneja el gobierno por el cual fijasus prioridades de investigación o aus-picia ciertas carreras o doctorados queparecen prioritarios. El Estado centraldebe tener una política propia sobre loque el gobierno quiere de las universi-dades y la educación superior y paraeso tiene dinero adicional para las prio-ridades fijadas por ellos. En su lugar elgobierno quiere controlar los fondos yla decisión sobre las prioridades de las

propias universidades mediante siste-mas de control administrativo.

El mismo “estatismo social” se perci-be en los mecanismos de participaciónciudadana. Todos los esquemas de par-ticipación diseñados son puramente“consultivos”. Para el gobierno, destruirtodo el corporativismo consiste básica-mente en regresar el poder no a los sec-tores organizados de la sociedad sino alos funcionarios con legitimidad demo-crática, es decir, a los que han sido elec-tos. Eliminan de manera sistemática los“consejos” que definen políticas públi-cas como espacios de poder social den-tro del Estado. Fortalecer el Estado espara el gobierno fortalecer al ejecutivo yeso ha creado una serie de conflictoscon los movimientos sociales.

Creo que hay que distinguir analíti-camente entre el proyecto como lavisión de lo que se espera construir y laviabilidad política para sostenerlo.¿Qué elementos tenemos para evaluaresa viabilidad? Ningún otro gobiernohabía logrado en los últimos 20 añostanta fuerza. Al contrario, se habían for-talecido los gobiernos locales. Ahoratenemos un gobierno central fuerte cuyaautoridad se basa en las encuestas deopinión y en la votación. Por supuesto,ese éxito está fundando en la oportuni-dad que tuvo el Estado de aumentar elgasto público en una mezcla de cliente-lismo con universalismo. Por un lado,los sistemas de protección social más omenos discrecionales y, por otro, laspolíticas sociales universales de accesogratuito a educación, salud y seguridadsocial para todos. Este pilar de la estra-tegia política tiene un primer problemade viabilidad porque todos sabemosque para poder mantener ese flujo de

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 13

recursos, se necesita un contexto inter-nacional favorable y esa es una variableno manejada por el gobierno. Por esopuede explicarse su interés casi deses-perado e irracional por el tema minero.

Otro factor de viabilidad política esel que el propio Rafael Correa planteóen su primera intervención públicacuando ganó las elecciones de abril de2009. Dijo que su principal error era notener una estructura política. Tengo laimpresión de que parte del conflictocon todas las organizaciones sociales esque puede en algún momento querer,de verdad, consolidar una estructurapolítica. Cuando se piensa en construiruna estructura política desde el Estadohay dos posibilidades: o se hacen alian-zas con las estructuras que ya existen ose las destruyen y se construyen unasnuevas. Me parece que habrá combina-ciones de estas dos posibilidadesdependiendo de las condiciones loca-les, pero la tendencia general parece sertratar de debilitar las que existen y cons-truir las propias. Eso está agudizando losconflictos con todas las organizacionessociales, con los sindicatos, con la UNE,con la CONAIE. La verdad es que elapoyo electoral difuso de un electoradodespolitizado tiene sus límites tantopara el diseño del proyecto políticocomo para su defensa. Cuando venganlos problemas políticos no habrá quiensalga a defenderlo contra unos podereseconómicos establecidos que sí tienenestructura. Me parece que al margen delnombre y la forma, lo que tiene de con-tenido real la consigna de los famosos“comités de defensa de revolución” esla necesidad política de crear estructu-ras propias. No sé si los cambios en la

Secretaria de Pueblos y movimientossociales y en el Ministerio de Agricul-tura, responda a esto. Pero es claro quecon la política agraria anterior no teníaninguna oportunidad de diálogo conorganizaciones campesinas ni de crearsu propia base campesina.

Me parece que puede haber unintento de crear su propia base y supropia estructura. Habrá que ver quétan sistemática y qué tan consistente-mente se lo hace. Es muy difícil cons-truir la propia organización desde elEstado pero no imposible. JuanDomingo Perón lo hizo, LázaroCárdenas lo hizo. No es imposible,pero depende de muchos otros factoresademás de la forma de manejar las polí-ticas sectoriales y las políticas de pro-tección social focalizada.

H. Ibarra. Yo observo que sobre todoestamos ante la presencia de una fuerzapolítica dominante basada en un lide-razgo que tiene características muymediáticas. De acuerdo a lo que hadicho Manuel, hay tensiones muy fuer-tes en términos de la factibilidad de unproyecto de largo plazo, su legitimidadsustentada en el gasto público y la posi-bilidad de consolidar una base popular.Como sostiene Patricio, hay una falta dearticulación hacia sectores empresaria-les, que podían también cambiar elcarácter del gobierno. Pablo ha planteaque existiría un proyecto político másestablecido y sustentado sobre todo enla vigencia de un núcleo duro de defi-nición que estaría dado por SENPLA-DES y las políticas sociales. Lo que estáen discusión es la viabilidad dadas lascondiciones de un contexto políticoeconómico internacional difícil, aun-

14 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

que el Ecuador ha entrado en la geopo-lítica del ALBA que justamente ha sidouna elección que implica ponerse deespaldas al desarrollo de los mercadosinternacionales.

P. Ospina. Quiero hacer una acota-ción al tema de proyecto de Estado deCorrea. Me parece que si queremos veralgún “modelo” práctico que exprese laaspiración presente en el proyecto polí-tico del gobierno sobre el Estado es elchileno. Se trata de un tipo de Estado“liberal” en el sentido de un tipo deEstado en el que pueda caber un gobier-no radical como el de Allende o mode-rado como el de Frei o incluso neolibe-ral. Sobre todo, un Estado relativamentefuerte, centralizado, basado en el cultoa la autoridad presidencial y que escapaz de regular a la sociedad (dentrode ciertos límites, por supuesto). Lasleyes que se hacen tienen que cumplir-se. Para lograr esto no solamente senecesita de una burocracia que funcio-ne, de un sistema de información, sinoque implica luchar contra toda la histo-ria de la institucionalidad estatal en elEcuador. Pero el modelo político domi-nante en la revolución ciudadana, meparece que es bastante parecido alEstado chileno.

M. Chiriboga. Es importante diferen-ciar lo que es el discurso del gobierno yespecialmente la planificación endonde indudablemente encontramoselementos de desarrollismo extremada-mente interesantes en términos devisión de largo plazo, de transición eco-nómica, de nuevos objetivos, la nuevaregionalización del país, el apuntar aindustrias basadas en la biodiversidad,el tema de una nueva alianza entre el

conocimiento y el desarrollo producti-vo, y por tanto el importante papel delas universidades, etc. Hay obviamenteun discurso que refleja un proyectopolítico renovado para el país, y querequiere consolidación. Pero no deja depreocuparme la viabilidad instrumentalen cómo se construye ese discurso.Existe una especie de imagen objetivode a dónde queremos llegar, pero es enbuena parte un discurso sin sociedad ysin economía. Es difícil encontrar cuálesson los actores sobre los que se sustentaeste proyecto en el mediano y largoplazo y cuáles son las condiciones eco-nómicas que lo viabiliza.

Otra tensión importante es que todogira en torno a Rafael Correa. Se produ-ce una personificación de este discursonacionalista como dice Pablo, desarro-llista, estatista en la persona misma deCorrea, con una estructura institucionalcon mucha dificultad de establecer con-diciones de viabilidad social y econó-mica. En buena parte lo que se hace y sedeshace en el gobierno depende de lavoluntad del presidente. Y lo que uno vees un discurso que tiene que ver máscon la coyuntura, con los temas políti-cos del momento. El nacionalismo final-mente es un tema relacionado no tantoen la recuperación del poder estatalsobre la sociedad y la economía sinomás bien una suerte del nacionalismonegativo en relación a Colombia, undesarrollismo que en el corto plazo, sí,afirma la idea de petroquímica, deindustria de genéricos, de otras cosasinteresantes. Pero en el corto plazofinalmente termina siempre haciendo loque yo llamaría capitalismo mercantilis-ta de corto plazo con pequeños empre-

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 15

sarios. No se ve esos grandes proyectoseconómicos en donde yo podría encon-trar mucho interés para el desarrollofuturo del país. Con qué actores econó-micos va a hacerse, con qué alianzasproductivas, con qué recursos, con quéincentivos, con qué proyectos de inser-ción en el mercado internacional.Como desligar el proyecto estatal de lafigura del presidente Correa, creo que essu fortaleza y su debilidad en términosde viabilidad. La viabilidad política espresa al mismo tiempo de los humores ymomentos del presidente que muchasveces modifica o se adecúa a los con-textos políticos, pero en donde unocomienza a ver pérdida de brújula enrelación a ese objetivo de mediano ylargo plazo.

Las experiencias neokeynesianasexitosas de desarrollo sobre la base deun proyecto de una nueva configura-ción entre Estado y mercado, como ladel sureste Asiático o la de Brasil, siem-pre implicó alianzas con sectoresempresariales concretos, no se hicieronen abstracto. La industria aeronáuticaen Brasil o los grandes astilleros deCorea, siempre tuvieron interlocutoreseconómicos empresariales, eso es loque yo no acabo de encontrar. Por esodigo, sin sociedad, sin actores económi-cos, sin economía real.

El tema de la viabilidad políticatiene su limitación en el hecho de que elpresidente es capaz de movilizar unaenorme voluntad política, pero laestructura política que tiene o la quedesea construir no necesariamente leacompaña. Los resultados electoralesseñalados por Pablo, diferenciados encuanto a resultados para la AsambleaNacional, gobiernos seccionales y jun-

tas parroquiales demuestran esta enor-me dificultad de que transmita esa forta-leza política personal a la estructurapolítica, porque la identificación de lapoblación no es con el proyecto políti-co, ni con el proyecto económico, no escon el proyecto nacionalista sino que esuna identificación con la figura perso-nalizada de Rafael Correa. Observo entodas sus acciones políticas una incapa-cidad de diferenciar en el discurso delpresidente Correa lo que es su propiaambición política de lo que es la cons-trucción de un proyecto político a largoplazo. No hay lo que yo denominaríauna pedagogía de construcción del pro-yecto político de largo plazo, de tipodesarrollista, de nueva configuraciónestatal, porque reproduce finalmente lasviejas prácticas políticas porque depen-de de buscar esta identificación de lamasa con el líder.

La viabilidad está o puede estar tam-bién cortocircuitada o limitada por eltipo de alianzas políticas en el cortoplazo que hace el gobierno del presi-dente Correa en el contexto internacio-nal, yo creo que tienen dos manifesta-ciones importantes. Una que es la ads-cripción del Ecuador al ALBA que final-mente es la alianza con quienes tienenun proyecto parecido en términos dediscurso ideológico, pero también depráctica política y de práctica económi-ca, es decir no solamente se parecen entérminos del discurso antipasado, deruptura con el viejo régimen, de un dis-curso anti poderes hegemónicos globa-les, sino que se parecen también en esteénfasis dado a la base primaria exporta-dora de sus economías fundamental-mente petroleras y mineras. Una situa-ción donde el intercambio, las posibili-

16 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

dades de crecimiento económico com-partido es limitado. Y por otro lado elintento de jugar un rol geopolítico inter-nacional más grande es la búsqueda derelación con Irán, pero que finalmenteme parece más caricaturesca que otracosa. Con China y Rusia es la apuestamayor del gobierno pero, me da laimpresión que ese tipo de alianzas queél busca sobre todo China por ejemploabriendo la explotación petrolera a lasempresas estatales de China, mas bienrefuerza el nuevo rol que tiene China enrelación a la economía mundial dondebusca países que le abastezcan de mate-rias primas básicas que sustenten supropio desarrollo industrial. Pero esetipo de adscripción política, económicae internacional también termina captu-rando a nuestra economía o ratificandoun modelo primario exportador. Ese tipode alianzas impide a mi juicio o limitala posibilidad de buscar alianzas coneconomías que han hecho políticasheterodoxas inteligentes como el casode Brasil. La adscripción al ALBA másalgunos problemas bilaterales nos hanalejado de Brasil, nos han alejado delCono Sur como área de integración eco-nómica y política bajo el liderazgoindudable de Brasil. Los amigos actua-les como que limitan esa posibilidad debuscar alianzas que fortalezcan masbien algunos de los elementos que eldiscurso político y de desarrollo tienetal cual nos ofrece SENPLADES, peroque no le encuentro ni viabilidad políti-ca, ni económica, ni geopolítica en tér-minos internacionales.

P. Moncayo. Yo insistiría en estacontradicción que observamos entre unénfasis ideológico y esta característica

que ha sido anotada de lo tecnocrático.En este sentido me parece que hay unchoque entre el discurso que maneja laSENPLADES, que es un discurso efecti-vamente más tecnocrático, o más sus-tentado en la academia, antes que en lapolítica y este matiz ideológico que estápresente en el discurso oficial. En deter-minadas decisiones políticas puedehaber así un cortocircuito entre estosdos componentes de la política oficial yno me parece que eso esté debidamen-te aclarado. Ricardo Patiño, comoMinistro de la Política, ha debido inter-venir con frecuencia para ir resolvien-do, por ejemplo, problemas con respec-to a la Ley de Educación Superior, untema que generó la reacción de los rec-tores de las universidades tanto públicascomo privadas, pero en el discurso deSENPLADES no había esa flexibilidadpara el diálogo y la negociación.

Cuando nosotros hablamos de quehay un proyecto político bien estructu-rado y que uno de los objetivos es forta-lecer al Estado me parece que eso entraen conflicto con ese proceso de desins-titucionalización que ha sido inclusoremarcado por personas como AlbertoAcosta. Cuando se aprobó la Constitu-ción en Montecristi, Alberto Acostaseñaló que el gobierno y el presidenteCorrea estaban justamente transgredien-do el texto constitucional. La voluntadpresidencial es muy discrecional y ellose opone a la consolidación de las insti-tuciones. Por otro lado, ello tambiéntiene que ver con el problema de laincoherencia en las políticas y en lasdecisiones. No hay necesariamentecoherencia en la política práctica, en laejecución de la labor gubernamental.

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 17

Hay un desfase entre (lo que muy bienha dicho Manuel), el proyecto en tantoimagen objetivo, en tanto deber ser, entérminos normativos y el ser, la realidad,la realidad de corto plazo, la realidadeconómica, la realidad política, etc.Parecería que no hay una conducciónorgánica de equipo, de estado mayor,que le dé una cierta direccionalidadmás o menos clara y coherente a laacción de gobierno.

En cuanto a lo que se refería Pablosobre la cuestión de los poderes fácticostambién atañe a la viabilidad. El presi-dente Correa siente que está débil entérminos de no tener una estructurapolítica, mientras que las fuerzas socia-les y económicas sí tienen estructuras.No solamente el sector privado, sinosectores sociales como el sindicalismo,la CONAIE o partidos políticos como elMPD, tienen estructuras. Pablo referíabien al hecho de que eso el presidenteCorrea lo ve como una debilidad. Perola pregunta sería ¿en qué tiempo élpuede armar esta situación en elsupuesto de que efectivamente se llega-ra a la organización de esos comités dedefensa de la revolución?

Se vuelve también difícil el hechode que hay ciertos indicadores socialesque comienzan a afectar directamente alos sectores más pobres de la sociedad.El desempleo y el subempleo no hanpodido ser bien manejados por elgobierno en estos dos últimos años; yestá el problema de la recesión econó-mica, la disminución del consumo, lainflación ha logrado detenerse no porun adecuado manejo de la política eco-nómica sino por una restricción delconsumo. Esto comienza a afectar

directamente a los sectores que se supo-ne, son la base social natural del gobier-no del presidente Correa. Este proyectofundamentalmente es un discurso y nose ve que haya actores económicos ysociales y una fuerza política estructura-da que esté detrás y que esté jugándosepor la realización de ese proyecto.

P. Ospina. Se ha afirmado aquí ladificultad de construir en la prácticaeste proyecto político sobre una basesocial real, sea de empresarios o deotras fuerzas sociales. Me parece queese debate debe situarse en el marco deuna caracterización del contenidosocial de este gobierno. Mi opinión esque la hegemonía social que en estemomento existe en la revolución ciuda-dana, es la de la clase media intelectual.A lo largo de toda la historia de AméricaLatina, se ha tratado de una hegemoníasocial muy inestable. Los sectoresmedios intelectuales no son ni de lejospoderes fácticos reales, ni siquiera orga-nizados. Su poder político deriva funda-mentalmente (pero no únicamente) delEstado, de su capacidad de definir polí-ticas estatales. Lo que pasa es que esta-mos en una coyuntura especial en lacual la figura política de esa hegemoníaes la persona del presidente, es el poderque él ha logrado acumular en base alapoyo electoral que moviliza. Traducidoal lenguaje social es la hegemonía de laclase media intelectual en este gobier-no. Esa me parece que es la frágil peroreal oportunidad política del plan deSENPLADES. En otro contexto sería unejercicio puramente académico. Coin-cido con ustedes en que esa hegemoníasocial no es suficiente para ningún pro-yecto político de transformación profun-

18 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

da de la política, la economía y la socie-dad. No coincido en la idea de que elgobierno debería centrar su búsquedade alianzas en los empresarios. No creoque sea posible excluirlos ni tampocohacer una política destinada a debilitar-los, pero no apostaría por una alianzaprivilegiada con ellos sino con los movi-mientos sociales de base popular.

En una frase muy bonita de susCuadernos Gramsci dice: “Tambiénsucede que muchos intelectuales creenque ellos son el Estado, creencia que,dada la masa imponente de la categoría,a veces tiene consecuencias notables, ylleva a complicaciones desagradablespara el grupo económico fundamentalque realmente es el Estado”. Parece queestamos en una situación similar: unmomento en el cual hay esa figura dehegemonía de la clase media intelectualque tiene dificultades de conexión conlos otros sectores sociales subalternos.De hecho, no parece querer construiresa conexión: se pelea con los maestros,se pelea con los sindicatos, con los indí-genas, se pelea con todos los sectorespopulares organizados. Pero se peleatambién con los empresarios, pero noporque no tenga conexiones con ellos.Han desarrollado vínculos con PRONA-CA y SUPERMAXI, que están lejos deser sectores económicos poco impor-tantes. El gobierno está intentandoarmar un plan de viabilidad pero rete-niendo la hegemonía en ese sector declase media y asentado fundamental-mente en el poder del Estado. Eso seafirma claramente en las ideas un pocobonapartistas que tiene sobre el funcio-namiento del Estado: un Estado autóno-mo de la sociedad, sin depender de

intereses particulares y centrado en losintereses de la “nación” entera. Estoengarza con la idea que ha expresadovarias veces el presidente Correa sobreel ciudadano, esta figura liberal total-mente ficticia del ciudadano ideal iguala los otros, sujeto de derechos y deberesformalmente iguales, que sustenta losEstados liberales.

Creo que respecto a la presencia ono de un “proyecto político” claro en larevolución ciudadana se puede haceruna analogía con Juan Domingo Perón.Si uno lee las descripciones de los queestuvieron a su lado, se da cuenta deque él era un tipo constantemente varia-ble en términos de la política diaria;daba giros increíbles desde un lado delespectro político hacia el otro. En el díaa día daba la impresión de una totalincoherencia porque les decía unascosas a los fascistas, otra cosa a los gue-rrilleros de izquierda, otra cosa a losempresarios, otra a los sindicalistas.Parecía incoherente. Pero al final unoencuentra en el peronismo un proyectode Estado (el tránsito de un sistema oli-gárquico liberal hacia un sistema corpo-rativista con mezclas liberales). Planteola hipótesis de que lo que tenemos en elEcuador es un intento por pasar de unEstado clientelar transformista que pro-viene de la herencia velasquista haciaun Estado liberal. Correa quiere cons-truir un Estado liberal que funcione bajolos preceptos, las intenciones y las ideasnormativas típicas de la clase mediaintelectual.

H. Ibarra. La definición de Estadoliberal que hace Pablo tal vez no corres-ponde muy adecuadamente a lo que sedefine en la teoría política como Estado

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 19

liberal. Un Estado liberal tiene comorasgos principales el pluralismo político,baja intervención en la economía y ade-más opera con elementos de legitimi-dad que tiene que ver con la existenciade pesos y contrapesos dentro de lasfunciones del Estado. Tal vez estamospresenciando la formación de un Estadodesarrollista y nacionalista sustentadoen una alta fragmentación de la basesocial del Estado y una destrucción yatomización de los sectores organiza-dos. El anuncio de los comités de defen-sa de la revolución ciudadana que hizoCorrea el 10 de agosto apuntaría a esta-blecer un tipo de vinculación directadel líder con las masas reactualizandola idea que acompañó el origen del pro-yecto político de Correa que eran loscomités familiares de Alianza País. Untejido molecular que serviría para darleoxígeno a esa necesidad de manteneruna población movilizada que ademásya está conectada al Estado a través demúltiples mecanismos que son los sub-sidios y los servicios públicos.

M. Chiriboga. En Argentina se gene-ró una cultura política clientelar a largoplazo con un partido y con ciertas figu-ras que estuvieron adscritas en un buentiempo a Perón, pero no se logró final-mente viabilizar un desarrollo industrialsostenible sino bastante endeble, sinalianzas sociales estables de largoplazo.

Si se ve a Chávez, lleva 10 años enel gobierno, tiempo suficiente parahaber superado esta fase de afirmaciónde la base política social. Tengo enten-dido que en Venezuela la cobertura enpolíticas sociales es enorme y que sonextremadamente eficientes. Pero un

lazo entre eso y la transformación en eldesarrollo económico hacia una econo-mía no petrolera no ha ocurrido.

La dificultad de darle un contenidosocial y político al proyecto que efecti-vamente es la hegemonía de las clasesmedias intelectuales serranas radica enque su principal base de sustentación esesa amplia informalidad. Una pobla-ción que no está vinculada a un sectoreconómico, a una relación de remune-ración, que no tiene características bási-cas de clase obrera. No sé si el gobiernoestá construyendo condiciones de unaperpetuidad perversa pero no tantoavanzando en función del proyectopolítico económico, de un planteamien-to extremadamente atractivo que no sepuede dejar de reconocer. Pero quedadas las contingencias de las políticasde corto plazo termina atrapado en apo-yar a esa base social sin generar las con-diciones de transformación económicaque permitan cambiar la estructurasocial de nuestro país a una más de asa-lariados, de empresarios, una economíamas moderna, mas parecida a la deChile, Uruguay o de Brasil. La necesi-dad de servir a ese sector, la alianzaentre el discurso de la clase intelectual yesta masa genera una especie de paráli-sis política que impide avanzar, darleviabilidad real a la propuesta de estediscurso, para la cual no tiene actores.Si uno piensa los modelos de desarrolloviables de largo plazo en AméricaLatina o en el mundo, siempre han sidomodelos que sustituyeron exportacio-nes, que avanzaron con industrias demayor valor agregado, con alianzasentre el Estado y grupos empresarialesmuchas veces extremadamente fuertes

20 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

como fueron los casos de Brasil y Corea.El caso de Finlandia, es interesantísimo.La industria Nokia era una gran empre-sa que explotaba bosques y que en basea la alianza con el Estado le fue condi-cionando a convertirse en una empresaeléctrica y después a una electrónica.Pero eso implicaba el desarrollo de latransformación de una base primariaexportadora a otra industrial y de altatecnología con un cambio en la estruc-tura social consiguiente. Es ese tipo deviabilidad económica, social, empresa-rial, de hegemonía algo más proactiva,donde no veo síntomas de efectividadmás allá del discurso puntual que pre-senta SENPLADES. Quedé enormemen-te frustrado con que ese tipo de discur-so no emplee el presidente en su comu-nicación con la ciudadanía, que ayudea identificar a la masa con un nuevoproyecto de desarrollo que logre unaalianza social estable que pueda supe-rar este modelo primario exportador.

P. Moncayo. En los dos primerosaños Rafael Correa alcanzó cierto gradode legitimidad en razón del cumpli-miento de ciertas ofertas. Una de lasofertas fuertes que hizo al asumir la pre-sidencia de la República fue la de aca-bar con el Congreso, convocar laAsamblea Nacional Constituyente yadoptar una nueva Constitución. Eranobjetivos ubicados en el espacio políti-co; lo económico en estos dos primerosaños no ha sido el eje fundamental de lapreocupación de Correa. Conseguidoslos objetivos políticos el presidenteCorrea ya no tiene ninguna excusa parano avanzar en este otro terreno de laeconomía y de la construcción de unnuevo modelo económico. No se visua-

liza claramente qué es lo que el presi-dente Correa le ofrece en firme al país yal pueblo ecuatoriano para estos próxi-mos cuatro años, a diferencia de lo quesí aconteció en los dos primeros.Aquello de hablar de los comités dedefensa de la revolución no es una cosaque tenga la misma importancia que laAsamblea Constituyente o de la elabo-ración de una nueva Constitución. Nose escuchó en el acto de posesión delpresidente Correa que hubiera objetivosde este tipo que puedan ser incluso tan-gibles, o empíricamente verificables porla población.

Otra cuestión que se puede comen-tar acerca de que en el gobierno hayuna clase media intelectual que es laque tiene la hegemonía. Me parece muyinteresante esta idea pero yo me pre-guntaría, en caso de esto ser así, ¿cómoes qué la clase media intelectual tam-bién es objeto de un ataque por el pre-sidente Correa? Por ejemplo, se enfrentacon las universidades y las universida-des constituyen un espacio en el que seexpresa la clase media intelectual. Si esque fuera cierto aquello de que la clasemedia intelectual es la que le da unsoporte social, tampoco se entenderíaesa actitud muy dura no solo contra lasuniversidades sino incluso contra losperiodistas. Una cosa son los poderesfácticos, es decir los dueños de losmedios de comunicación, pero otracosa son quienes trabajan y escriben enlos medios, los periodistas, que son declase media. Si es que tampoco la clasemedia intelectual es el soporte delgobierno, ¿cuál es el soporte social?Porque las Fuerzas Armadas tambiénson clase media y las relaciones del

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 21

gobierno con los militares no son nece-sariamente muy satisfactorias. El hechode que el coronel Gutiérrez tenga vín-culos con ciertos sectores de las FuerzasArmadas, da como para entender quedentro de las Fuerzas Armadas tambiénhay diferencias; también hubo proble-mas del gobierno a propósito del deba-te de la Constitución con la IglesiaCatólica.

No se ve con claridad, cuál sea, ver-daderamente, el soporte social, apartede toda esa masa inorgánica que puedeexpresarse en términos electorales, peropor distintas razones. No es porqueestén de acuerdo con un determinadoproyecto político o con el modelo eco-nómico de la SENPLADES; no es por esoque los sectores marginados puedeneventualmente votar a favor de Correa,si no por una identificación con Correaa través de todos estos mecanismosmediáticos. Se plantea, quizás, la confi-guración de una suerte de Estado popu-lista en el que se da una identidad dellíder con la masa.

El presidente Correa en modo algu-no está procurando establecer la demo-cracia representativa, porque la demo-cracia representativa es la característicade la democracia liberal. Una democra-cia en la que existen las tres funcionesdel Estado y en la que cada una de ellastiene autonomía. Estamos más bien enpresencia de lo que O´Donnell llamauna “democracia delegativa”, en la queel presidente de la República recibe unasuerte de cheque en blanco y él contro-la o pretende controlar a las funcioneslegislativa, judicial y a todas las otrasfunciones que han surgido, porqueahora hay cinco funciones del Estado,pero todas controladas directamente

por el gobierno. Entonces hay una con-fusión entre Estado y gobierno; y elgobierno es una cosa transitoria, elEstado es algo mucho más estable y per-manente y no hay por parte del presi-dente Correa, al parecer, un interés porfortalecer eso que es permanente y queva a rebasar su tránsito por el gobierno.

P. Ospina. Me ratifico en que el pro-yecto de Estado de la revolución ciuda-dana es el de un Estado “liberal” dondese aceptan los contrapesos de los queustedes han hablado. Hay varias cosasque no son “liberales” en el sentidousual, pero eso tiene que ver con elcontexto de desgaste y deslegitimacióndel sistema representativo liberal. Porejemplo, el modo de elección de losmiembros de la Corte Nacional deJusticia o la selección de los miembrosdel Consejo de ParticipaciónCiudadana y de otros organismos decontrol, en un régimen liberal deberíadesignarlos el Congreso o el propioPresidente que tienen la legitimidad delvoto ciudadano para hacerlo. Perohasta los liberales más rigurosos delEcuador están en contra de que elCongreso sea el que los designe por suhistoria de deslegitimación. Me pareceque el formato global de lo que quierela corriente principal de la revoluciónciudadana es la de un Estado “liberal”en el sentido de que los sistemas derepresentación se dirimen exclusiva-mente por la votación, y en la compe-tencia electoral de los partidos políti-cos. Creo que en eso es liberal. Quiereademás que los mecanismos formalesde la toma de decisiones en instanciasde representación política primen sobrelas decisiones tomadas por mecanismosde negociación informales.

22 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

El gobierno no es “liberal” en unsentido económico, tampoco en su esti-lo intolerante, pero lo es en cuanto a losmodos de representación y a su com-prensión de las fuentes de la autoridadpública. Además, está enfrascado enuna fase de transición, un “momentobonapartista”, fundacional, que resultanecesario para ese proyecto. Todo loque se ha llamado “Estado populista”,para mí es un tipo de gobierno, no deEstado, que Correa considera absoluta-mente necesario para instaurar ese pro-yecto de Estado liberal que debe desalo-jar del sistema político formal a lospoderes fácticos y corporativos. No creoque se nos esté llevando al socialismodel siglo XXI, pero el intento de cons-truir un Estado liberal fuerte en elEcuador es algo muy revolucionario. Yconstruir un modelo económico desa-rrollista y nacionalista es algo que com-plica a varios actores sociales como alos campesinos y a los ecologistas, perotambién a los empresarios ecuatorianosacostumbrados a mandar sin la media-ción de un Estado relativamente inde-pendiente de ellos. Eso es lo que confi-gura cierta soledad del gobierno.

Respecto a las contradicciones quetiene el gobierno con muchos sectoresde la clase media que señaló Patricio,yo añadiría un ejemplo más: con lasONG a las que quiere controlar tam-bién. Eso se explica, no solo por la hete-rogeneidad de los sectores medios sinosobre todo porque es un gobierno declase media “estatista” que quiere con-trolar desde el Estado a las ONG tantocomo a las universidades. Otro sectorde clase media enormemente importan-te con el cual ha abierto un frente es el

de los maestros. De nuevo, quiere eli-minar el poder político que los maestrostienen sobre la educación y devolverloal Estado, es decir, a las institucionesformales dotadas de la autoridad “legíti-ma” para hacerlo. El grupo de SENPLA-DES es una elite intelectual, un sectorpequeño de clase media ilustrada, occi-dentalizada, que además reafirma supoder político y su representatividadpolítica en el Estado. Lo importante so-cialmente es que ese sector está mate-rializando parte de un proyecto políticoen el que las clases medias tienen hege-monía y no establecen puentes conotros sectores sociales subordinados sinlos cuales ese proyecto tiene menosposibilidades de ir mucho más lejos. Elgobierno no está formado solo por esossectores, por supuesto. Todo es muchomás complejo e implica muchas alian-zas variadas a nivel regional, local ysocial. Pero la hegemonía de ese sectory esa visión tecnocrática se asientan porel momento en la autoridad personaldel Presidente de la República. Estasson, por supuesto, especulaciones pues-to que las clases medias han sido pocoestudiadas y hasta que no las estudie-mos de verdad podemos seguir inven-tándonos interpretaciones.

M. Chiriboga. Además de los rasgosde clase media mencionados, algo queme llama la atención es que se trata deuna base generacional nueva y con unatractivo muy importante. No solamen-te el que quienes conforman esta elitepolítica son jóvenes, sino que su princi-pal llamado es a los jóvenes y no tantoa los de la generación de los 60 o 70que más bien llegaron a puestos corpo-rativos.

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 23

P. Moncayo. Esos jóvenes que hantenido simpatía con el presidenteCorrea están en otro patín, no en elmundo de los 60 y los 70. Hay un con-flicto porque los jóvenes que se sintie-ron atraídos por el discurso y la figurade Correa son jóvenes que creen en elindividualismo, en las nuevas tecnologí-as, que se adhieren a las nuevas opcio-nes sexuales, al feminismo, a la ecolo-gía, a la sociedad civil y no al estatismo.

P. Ospina Creo que eso es parte delos conflictos al interior del gobiernoentre diversas tendencias. Me pareceque el Presidente en esto es más estatis-ta que muchos de sus colaboradores,que podrían aceptar negociacionesmayores con el CONESUP, los munici-pios o los movimientos sociales. Es unadirectiva del presidente. Su actitud con-tra el feminismo, contra los ecologistaso contra los indígenas es una cosa muyfuerte en él, muy personal. Su obsesióncon la autoridad estatal y presidenciales mucho mayor. Es una cosa más seten-tista que propia de los nuevos movi-mientos sociales.

H. Ibarra. Lo que parece es como laideología del 70 ha estado llenando los

discursos ideológicos del gobierno.Había un vacío ideológico y sin embar-go estaba disponible un repertorio desímbolos antiguos al cual se pudo echarmano y poner en escena, pero sin creartampoco una hegemonía moral e inte-lectual siguiendo la idea gramsciana.Porque en realidad la sociedad discurreya por otros caminos. Ahí está una con-tradicción entre los valores radicales delos años 60 y 70 que no correspondenal desarrollo de nuevas corrientes socia-les y culturales que están ya en la socie-dad actual.

M. Chiriboga. Pero al mismo tiempohay una conexión que todavía tiene ele-mentos de fascinación con el altermun-dismo. Es como la vieja dirigencia delos 70 que se vio frustrada generacio-nalmente y que encuentra en el alter-mundismo una posibilidad de mantenersu discurso. Sin embargo, algunas cosasque está planteando SENPLADES no sontanto de los 70. Efectivamente el temadel individualismo, los derechos indivi-duales, todo esto es parte consustancialde los jóvenes, el cómo Correa va alograr mantener esta alianza generacio-nal es un tema a discutir y analizar.

24 Diálogo sobre coyuntura: tensiones y conflictos en la gestión gubernamental

partir de una hermenéuticadel conflicto, que interprete lasrelaciones entre los conflictos

coyunturales, de cada período, provo-cados por las actuaciones, causas yfenómenos sociopolíticos actuales, losconflictos de corta y mediana duración,resultado de las estrategias de los dife-rentes actores sociales y políticos, y losconflictos más estructurales producto deprocesos de larga duración, se podríasostener que los cambios y alteracionesen la conflictividad más coyuntural y decorto o mediano plazo son cada vezmenores y menos frecuentes y menosfuertes, debido precisamente a que losfactores estructurales y procesos delarga duración imponen sus regulacio-nes y constantes, impidiendo o limitan-do las causas y factores más particularesu ocasionales.

En otras palabras, el margen de ini-ciativa y de eficacia de los actores delconflicto es cada vez más restringidoante la fuerza de los automatismos e ins-tituciones de la sociedad que suprimenlas iniciativas de toda conflictividad sin

necesidad de reprimirla. En tanto queantes, cabría sostener que, las alteracio-nes y cambios en la conflictividad eranmayores y más frecuentes, durante losúltimos años se imponen más bien lascontinuidades y todo lo más ligerasoscilaciones entre un período y otro.

Este sería en resumen el resultadodel análisis de los datos sobre la con-flictividad del último período de marzo– junio 2009. Nuestra analítica del con-flicto es siempre la misma: comparar losdatos del último período con los delperíodo precedente situando las cons-tantes y los cambios en la perspectivamás amplia de los últimos años.

Número de conflictos por mes

Respecto del período anterior, elcuatrimestre noviembre 08 – febrero 09,el número total de conflictos se reducede 98 a 95; marcándose la misma ten-dencia decreciente del cuatrimestre pre-cedente (julio 08 – octubre 08) que fuede 117. Pero también se reduce la fre-cuencia temporal de los conflictos esti-

Conflictividad socio-políticaMarzo - Junio 2009

El margen de iniciativa y de eficacia de los actores de la conflictividad social es cada vez másrestringido. Los automatismos e instituciones de la sociedad suprimen las iniciativas de todaconflictividad sin necesidad de reprimirla. Si con anterioridad las alteraciones y cambios en laconflictividad eran mayores y más frecuentes, durante los últimos años se imponen más bienlas continuidades y ligeras oscilaciones entre un período y otro.

A

mados mensualmente: mientras que elmás alto número de conflictos por mesen el período anterior fue de 29 ennoviembre y 34 en enero, en el períodoactual las mayores frecuencias ocurrie-ron en marzo y junio, cuando el núme-ro de conflictos fue de 27 y 28 respecti-vamente.

Esta progresiva disminución de losconflictos durante la última época, queparece constante, corresponde a esegeneral decline de la conflictividad, quedurante la última década aparece comoun proceso de larga duración, corres-pondiente a una profunda transforma-ción estructural de la sociedad y sistemapolítico ecuatorianos.

El mes de abril del presente añoofrece uno de los umbrales mínimos deconflictividad con sólo 15 conflictos; loque constituye una prueba adicional dela tendencia observada: reducción delnúmero de conflictos por período y pormes.

Género de los conflictos

Se observa una reducción delnúmero de conflictos en los sectoressociales en comparación con el perío-do anterior: el campesino pasa de 5 a2; el cívico regional de 17 a 10: el indí-gena de 10 a 2; y el laboral privado de

22 a 15. El sensible aumento del núme-ro de conflictos en el sector laboralpúblico, que pasan de 18 a 28 es unfenómeno que puede explicarse dos ótres factores principales: a) la alternan-cia que se establece al comparar laconflictividad entre ambos sectoreslaborales, público y privado: a mayorfrecuencia en uno menor en el otro; b)la conflictividad laboral pública podríaestar asociada al ligero aumento de laconflictividad de los actores políticos;c) un factor adicional fueron los con-flictos protagonizados por el magiste-rio frente a una serie de medidasgubernamentales.

26 Conflictividad socio-política Marzo - Junio 2009

FECHA FRECUENCIA PORCENTAJE

MARZO / 2009 27 28.42%ABRIL / 2009 15 15.79%MAYO / 2009 25 26.32%JUNIO / 2009 28 29.47%

TOTAL 95 100.00%

Número de conflictos por mes

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: -UI-CAAP-

La conflictividad pública y privadarepresenta el 45% del total de todos losconflictos en este último período, mien-tras que era del 40.7% en el períodoanterior. Mientras que la conflictividadde los otros sectores sociales (campesi-no, cívico regional, urbano barrial,indígena) representaba el 51% en elperíodo anterior, es en el actual del47.9%. El aumento de este género deconflictividad respondería a los efectosde la crisis económica, que se dejansentir de manera creciente en los secto-res laborales.

Dentro del ámbito político aumen-tan obviamente los conflictos legislati-vos respecto del período anterior(suben de 1 a 4), debido a la actuaciónde las nuevas fuerzas políticas convista a la instalación del futuroCongreso; y también aumentan sensi-blemente los conflictos partidarios (de3 a 11), dentro de la misma estrategiade conformación de las futuras fuerzasparlamentarias. En cambio declina lafrecuencia de los conflictos relativos a

la “pugna de poderes, que pasan de 4a 1; confirmándose así un comporta-miento oscilatorio entre un período yotro en este género de conflicto, cuyasfrecuencias se mantienen relativamen-te bajas, en comparación de otras épo-cas dominadas por una oposición polí-tica fuerte.

Sujetos del conflicto

Sobre los actores del conflicto losdatos de este último período no hacenmás que confirmar con alguna precisiónlas cifras relativas a los sectores o géne-ros de la conflictividad respecto delperíodo anterior. Se reducen considera-blemente los conflictos de los gruposheterogéneos (de 15 a 4), y la mencio-nada conflictividad indígena (de 10 a 2)vuelve a sus niveles regulares de fre-cuencia tras un período excepcional demovilizaciones y reacciones de protestafrente a determinadas políticas guberna-mentales, que afectaron particularmentea dicho sector.

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 27

Género del conflicto

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: UI-CAAP

GENERO FRECUENCIA PORCENTAJE

CAMPESINO 2 2.11%CIVICO REGIONAL 10 10.53%INDIGENA 2 2.11%LABORAL PRIVADO 15 15.79%LABORAL PUBLICO 28 29.47%POLITICO LEGISLATIVO 4 4.21%POLITICO PARTIDISTA 11 11.58%PUGNA DE PODERES 1 1.05%URBANO BARRIAL 22 23.16%

TOTAL 95 100.00%

La conflictividad gremial (que sereduce de 7 a 6) y sindical (aumenta de4 a 5) permanece prácticamente inalte-rable, reflejando en cierto modo elanquilosamiento de estos actores delconflicto, que más han sufrido desdehace casi dos décadas los impactos dela dominación neoliberal en ámbitolaboral.

Finalmente, el mayor aumento delnúmero de conflictos es protagonizadopor los partidos políticos respecto delperíodo anterior, pasando de 5 a 16. Locual se explica tras casi dos años de“receso” partidario, después de la diso-lución del Congreso y la instalación dela Asamblea Constituyente, y sobre todode los sucesivos referéndum, fenómenostodos estos que en gran medida despla-zaron a los partidos del escenario políti-co nacional.

Objetos del conflicto

Por lo que se refiere a los objetos delconflicto se nota una reducción encuanto a los porcentajes respecto delperíodo anterior, cuando los conflictoslaborales y de rechazo a las políticasestatales eran del 27.5% respectivamen-te, mientras que en el actual período losmayores porcentajes son las denunciasde corrupción (25.2%) y laborales(256.3%). Es muy importante destacar lamuy notable reducción de los conflictosreferidos a los rechazos de las políticasdel gobierno, que bajan de 27 a 11, encomparación con el período anterior.Las denuncias de corrupción aumentanconsiderablemente (24) respecto alperíodo anterior /14). Este conflictopuede responder tanto a factores coyun-turales y determinados sucesos o escán-

28 Conflictividad socio-política Marzo - Junio 2009

SUJETO FRECUENCIA PORCENTAJE

CAMPESINOS 2 2.11%EMPRESAS 8 8.42%ESTUDIANTES 4 4.21%FUERZAS ARMADAS 1 1.05%GREMIOS 6 6.32%GRUPOS HETEROGENEOS 4 4.21%GRUPOS LOCALES 6 6.32%IGLESIA 0 0.00%INDIGENAS 2 2.11%ORGANIZACIONES BARRIALES 18 18.95%PARTIDOS POLITICOS 16 16.84%POLICIA 1 1.05%SINDICATOS 5 5.26%TRABAJADORES 22 23.16%

TOTAL 95 100.00%

Sujeto del conflicto

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: UI-CAAP

dalos (como el protagonizado por elhermano del Presidente), que encuen-tran una gran repercusión en los mass-media, como a su fácil utilización porparte de la oposición, que hacen deestas denuncias una estrategia de hosti-gamiento y deslegitimación del gobier-no. Esto mismo parece demostrar el

carácter pendular que presenta esteconflicto de un período a otro sobretodo en los últimos años. La situación esmuy diferente durante los 90 e iniciosde la última década, cuando las denun-cias de corrupción enfrentaban directa-mente los gobiernos y las políticasgubernamentales neoliberales.

Y en fin, la categoría de “otros”objetos del conflicto, cuya frecuenciaaumenta considerablemente respectodel anterior período (de 8 a 14) pone enevidencia un fenómeno relativamentenuevo y que ya había sido señalado enotros análisis anteriores: nuevos y diver-sos objetos de conflictividad productode los cambios sociales y del mismo sis-tema político.

Intensidad del conflicto

Dentro de las distintas formas queadoptan los diferentes géneros y acto-

res de la conflictividad pueden desta-carse ciertos cambios en relación conel período anterior: mientras que sereducen aquellos repertorios del con-flicto con características más expresi-vas (amenazas, bloqueos y desalojos),y más asociados a pruebas de fuerzacon el Estado u otras fuerzas sociales,aumentan considerablemente las for-mas de conflicto más tradicionales oconvencionales, correspondientes aactores más organizados.

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 29

OBJETO FRECUENCIA PORCENTAJE

DENUNCIAS CORRUPCION 24 25.26%FINANCIAMIENTO 12 12.63%LABORALES 25 26.32%OTROS 14 14.74%RECHAZO POLITICA ESTATAL 11 11.58%SALARIALES 9 9.47%

TOTAL 95 100.00%

Objeto del conflicto

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: UI-CAAP

Por ejemplo, las marchas aumentande 9 a 12 entre el anterior y actualperíodo; pero es sobre todo el númerocreciente de protestas, que suben de 26a 34 entre ambos períodos, lo que mejorcaracteriza el ciclo reactivo de la con-flictividad de las dos últimas décadas.Este fenómeno resulta muy singular ymerecería un mayor análisis, ya que ungobierno que privilegia las políticasredistributivas, debería más bien promo-ver conflictos reivindicativos, proacti-vos, con la finalidad de ampliar lamayor participación en dichas políticas,y no una conflictividad protestataria yreactiva, la cual se dirigiría en contra delgobierno y de sus políticas. Lo que porotra parte contradeciría los datos relati-

vos al rechazo a las políticas estatales,que acusaron un notable descenso eneste período, al pasar de 27 a 11, comoya se observaba más arriba.

Intervención estatal

La estructura de la intervención esta-tal parece casi inalterada, salvo ligerasoscilaciones en la iniciativa de algunosactores u organismos: las actuacionesdel Ejecutivo, Ministros (16) y Pre-sidente (13), suman el 30.52% de latotalidad de intervenciones estatales enla conflictividad general; casi lo mismoque en el período anterior 31.6%(Ministros 16, Presidente 15).

30 Conflictividad socio-política Marzo - Junio 2009

INTENSIDAD FRECUENCIA PORCENTAJE

AMENAZAS 9 9.47%BLOQUEOS 6 6.32%DESALOJOS 3 3.16%DETENCIONES 7 7.37%ESTADO DE EMERGENCIA 1 1.05%HERIDOS/MUERTOS 1 1.05%INVASIONES 0 0.00%JUICIOS 7 7.37%MARCHAS 12 12.63%PAROS/HUELGAS 7 7.37%PROTESTAS 34 35.79%SUSPENSION 6 6.32%TOMAS 2 2.11%

TOTAL 95 100.00%

Intensidad del conflicto

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: UI-CAAP-

Las intervenciones de los gobiernoscantonales y provinciales siguen siendomuy inferiores (7) a las actuaciones delos gobiernos municipales (19), quedesde hace dos décadas se muestranparticularmente activos en el gobiernode la conflictividad. Sin embargo lasactuaciones de ambos gobiernos secto-riales aparece muy condicionadascoyunturalmente, y por eso mismomuestran oscilaciones sensibles de unperíodo a otro: mientras que las inter-venciones de los gobiernos cantonalesy provinciales se reducen de 12 a 7entre el anterior y el actual período, lasintervenciones de los gobiernos munici-pales suben de 8 a 19 entre los mismosperíodos.

El cambio más destacable de todaslas intervenciones estatales en la con-flictividad son los del Legislativo, que sereducen de 12 a 3, mientras que semantienen casi inalterada la frecuenciade las intervenciones del poder judicial:10 en el anterior período y 12 en el

actual. De hecho la pérdida delLegislativo en su capacidad de interve-nir en el gobierno de los conflictos seríaexpresión y parte del debilitamiento quesufre en sus otras tres funciones (repre-sentativas, legislativas y fiscalizadoras).

Finalmente cabe resaltar la reduc-ción de las intervenciones de las fuerzasde seguridad del Estado en los conflic-tos, que pasan de 17 (militares 4, policía13) del período anterior a 11 en elactual (militares 11, policía 10).

Desenlace del conflicto

Un balance general de las cifrassobre el “desenlace de los conflictos”,que tiene que ver con su gobernabili-dad por parte del Estado, arroja unosresultados más bien negativos, sobretodo si se los compara con los datos delperíodo anterior; pero también con losdatos que se desprenden de las inter-venciones estatales en la conflictividad.Mientras que por un lado, observába-

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 31

INTERVENCION FRECUENCIA PORCENTAJE

GOBIERNO CANTONAL 0 0.00%GOBIERNO PROVINCIAL 7 7.37%INDA 1 1.05%JUDICIAL 12 12.63%LEGISLATIVO 3 3.16%MILITARES/POLICIA 1 1.05%MINISTROS 16 16.84%MUNICIPIO 19 20.00%NO CORRESPONDE 13 13.68%POLICIA 10 10.53%PRESIDENTE 13 13.68%TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 0 0.00%

TOTAL 95 100.00%

Intervención estatal

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: UI-CAAP-

mos más arriba, la estructura de la inter-vención estatal no se modifica sustan-cialmente, la estructura del desenlacede la conflictividad presenta cambioscontradictorios.

¿Se trata de conflictos que por sumisma naturaleza se vuelven más difíci-les de resolver y por consiguiente en sí

mismos no fácilmente gobernables, omás bien se trata de la incapacidad ylimitaciones del gobierno para solucio-nar tales conflictos? Aunque el proble-ma de fondo consista en una distinciónentre dos enfoques y matices de unamisma cuestión, ciertas aclaracionesanalíticas son posibles.

Si por un lado hay que destacar unamucho mayor negociación de los con-flictos (31 respeto de 18 en el períodoanterior), es decir un mayor número deconflictos negociados, de otro ladoresulta extraordinariamente superior elnúmero de conflictos, que no han sidopositivamente resueltos (52 contra 22del período anterior); a lo que hay queañadir un número también muchomayor de conflictos rechazados (16contra 4 del período anterior); juntocon un número sensiblemente mayorde conflictos aplazados (10 sobre 8) yno resueltos (15 sobre 13 del períodoanterior).

Sería preciso discernir, sobre todoestableciendo una comparación con

períodos anteriores, y no sólo en refe-rencia al último, si estamos en presenciade una situación coyuntural o bien deuna estrategia política del gobiernofrente a la particular conflictividad quese presenta actualmente.

Los niveles de negociación del con-flicto (32%) aumentaron respecto de losdos períodos anteriores (25% y 18%),pero permanecen muy inferiores res-pecto del decrecimiento observadodesde hace más de 3 años (cuya mediaera del 66%). También el porcentaje deconflictos no resueltos sigue descen-diendo de manera relativamente en elcurso de la mediana duración. Pero encambio se mantiene con relativa cons-tancia el porcentaje de conflictos recha-

32 Conflictividad socio-política Marzo - Junio 2009

DESENLACE FRECUENCIA PORCENTAJE

APLAZAMIENTO RESOLUCION 10 10.53%NEGOCIACION 31 32.63%NO RESOLUCION 15 15.79%POSITIVO 22 23.16%RECHAZO 16 16.84%REPRESION 1 1.05%

TOTAL 95 100.00%

Desenlace del conflicto

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: UI-CAAP-

zados, que en el transcurso de los 2 últi-mos años ha triplicado casi el promedio(11%) respecto de los 2 años anteriores(3.6%).

El mejor índice de gobernabilidadde los conflictos puede obtenerse com-parando los porcentajes de los conflic-tos con solución positiva (23%) y lasuma de los conflictos no – resueltos(15%), rechazados (16%) y reprimidos(1%): total 32%. Es decir la conflictivi-dad en el actual período presentaría uníndice negativo del 19% de gobernabi-lidad.

Número de conflictos por provincia

La distribución regional y provincialdel conflicto presenta muy pocas altera-ciones respecto del período anterior.Quizás lo más espectacular es la reduc-ción de los conflictos en el Guayas, querespecto del período anterior pasan de16 a 7, mientras que aumentan enPichincha de 45 a 50. Otros dos cam-bios sensibles se notan en el mayornúmero de conflictos en Manabí (de 3 a6) y Santo Domingo (de 0 a 4).

ECUADOR DEBATE / COYUNTURA 33

PROVINCIA FRECUENCIA PORCENTAJE

AZUAY 4 4.21%BOLIVAR 1 1.05%CAÑAR 1 1.05%CARCHI 1 1.05%CHIMBORAZO 3 3.16%COTOPAXI 2 2.11%EL ORO 1 1.05%ESMERALDAS 4 4.21%GALAPAGOS 0 0.00%GUAYAS 7 7.37%IMBABURA 1 1.05%LOJA 2 2.11%LOS RIOS 1 1.05%MANABI 6 6.32%MORONA SANTIAGO 0 0.00%NAPO 1 1.05%ORELLANA 1 1.05%PASTAZA 1 1.05%PICHINCHA 50 52.63%SANTA ELENA 0 0.00%SANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS 4 4.21%SUCUMBIOS 1 1.05%TUNGURAHUA 1 1.05%ZAMORA CHINCHIPE 2 2.11%

TOTAL 95 100.00%

Número de conflictos por provincia

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: UI-CAAP-

Por regiones se pueden observar dosfenómenos: a) Las provincias de laCosta y de la Sierra, sin tener en cuentaGuayas y Pichincha, es decir las ciuda-des de Guayaquil y Quito, no sumanmás que el 17% de la conflictividad, loque indica una fuerte concentración delos conflictos; b) la diferencia entre elnúmero de conflictos de la Costa y de la

Sierra aumenta considerablemente,pasando de 25 y 64 respectivamente enel período anterior a 23 y 66 en elactual. Desciende la frecuencia de laconflictividad en la Amazonía, quedurante el período anterior había sidoelevada, particularmente en ZamoraChinchipe (de 4 a 2), pasando de 9 a 6conflictos.

34 Conflictividad socio-política Marzo - Junio 2009

REGION FRECUENCIA PORCENTAJE

COSTA 23 24.21%SIERRA 66 69.47%AMAZONIA 6 6.32%INSULAR 0 0.00%

TOTAL 95 100.00%

Número de conflictos por regiones

Fuente: Diarios, El Comercio y El UniversoElaboración: -UI-CAAP-

1. Preámbulo epistemológico

a idea de pensamiento críticopodría encerrar una hipérbo-le, puesto que todo verdadero

pensar, el pensar científico, sería siem-pre crítico, en la medida que nunca dejade situarse en el campo de una lucha depensamientos, de “pensamientos enlucha” (la Dekenkampf de Kant), todosellos en confrontación por imponerselos unos sobre los otros. Siendo la pre-tensión de verdad o garantía de cientifi-cidad de cada uno de ellos, lo que lesconfiere no sólo la fuerza y legitimidadsino sobre todo los recursos intelectua-les para criticar a todos los otros pensa-mientos posibles.

Este planteamiento resultaría muysimple, si se considerara que la funcióncrítica del pensamiento no fuera másque la consecuencia del conocimiento

científico; como si sólo la competenciacientífica del conocimiento fuera lo quefunda y justifica su capacidad de criticaro cuestionar los otros conocimientos. Lacrítica (krinein o la función de juzgar) esno consecutiva sino constitutiva delmismo pensar y del conocimiento cien-tífico, los cuales se construyen siemprede manera más o menos explícita enbase a un proceso crítico, a lo largo delcual el conocimiento/pensamiento ela-bora su propia cientificidad. No es sólola función científica o capacidad decomprensión y de explicación, la queautoriza un desempeño crítico, sino quetambién este mismo ejercicio crítico delpensar/conocer contribuye a la forma-ción de su cientificidad.

Cada época de la historia del pensa-miento y del desarrollo del conocimien-to ha dado lugar a formas distintas tantode construcción de su cientificidad

TEMA CENTRAL

El pensamiento crítico contra el poder de los dis-cursosJ. Sánchez Parga

Una nueva economía política en la actual sociedad de mercado transforma las luchas delconocimiento, cuando el poder de éstos se encuentra investido y sometido por los conoci-mientos del poder, y cuando (igual que la circulación de mercancías y capitales) es su circu-lación social la que más contribuye a la plusvalía de los conocimientos. Tales procesos no sólocambian epistemológicamente los conocimientos en discursos y su régimen de dominaciónsocial sino también la misma politicidad del pensar crítico. Este pensamiento se hace teoríacrítica de la sociedad, cuando critica las condiciones socio-económicas y políticas de la pro-ducción de discursos.

L

como de su ejercicio de la crítica. En laantigua Atenas del siglo IV, por ejemplo,en el marco de una sociedad democrá-tica, de acuerdo al modelo del diálogosocrático, es a partir del intercambio depreguntas y respuestas entre los interlo-cutores, de procesos de comprensión yexplicación entre ellos, que las opinio-nes, las ideas recibidas, las simples defi-niciones o lo que hoy llamaríamos ideo-logía o representaciones sociales, todoeste conocimiento pre-científico se vadepurando, racionalizando progresiva-mente, y en base a sucesivas argumen-taciones alcanza niveles superiores deverdad. De esta manera, el pensar cien-tífico “verdadero” se construye simultá-neamente a lo largo de un ejercicio crí-tico y polémico, en base a una discu-sión dialéctica: a una verdad inicial(tesis) se contrapone otra verdad (antíte-sis), las cuales son en parte asumidas yen parte superadas por una verdadnueva y superior (síntesis), la cual servi-rá a su vez de nueva tesis, para prolon-gar así el proceso dialéctico.

La filosofía escolástica en la socie-dad medieval (dominada por un mode-lo socio-económico y político feudal)tenía su propia forma de producir pen-samiento crítico. Era en base a cuestio-nes disputadas, que se establecían lasopiniones o teorías de los adversarios,las cuales eran refutadas con un sistemade argumentaciones que permitían con-cluir en un conocimiento verdadero.

El racionalismo moderno (de acuer-do al esquema weberiano de la articula-ción entre racionalidad crítica, raciona-lidad teórica y racionalidad instrumen-tal) opera de manera análoga, aun cuan-do el marco intelectual y los recursosepistemológicos hayan complejizadomucho más la producción del pensa-

miento crítico. Pero es siempre a partirde un campo de ideas y representacio-nes, de conocimientos pre-científicosno suficientemente argumentados yracionalizados, que el pensamiento crí-tico acomete una “ruptura epistemológi-ca”, al mismo tiempo que se desarrollateóricamente.

La sociología del conocimiento nohace más que poner en evidencia elcarácter crítico y polémico del pensa-miento, ya que nunca dejan de reflejar-se en él las contradicciones, conflictos yluchas sociales. En otras palabras, elmodelo de dominación propio de unasociedad nunca deja de manifestarse enlas formas propias de dominación inte-lectual. Puesto que el conocimiento essiempre una producción social y pro-ducto de determinadas condicionessociales, resulta obvio que el conoci-miento reproduzca tales condicionessociales, los conflictos y luchas queintervienen en su producción. Tanto elestatuto científico del conocimientocomo su poderío crítico responden alhecho de que la sociedad se piensa a símisma, se reflexiona, se interpreta y sejuzga críticamente. Esto es lo que serevela en el pensamiento crítico. Lo quea su vez significa que hay siempre demanera más o menos encubierta odeclarada una lucha entre las diferentescomprensiones, explicaciones e inter-pretaciones de la sociedad.

2. La dominación discursiva

A cada modo de producción, a cadafase y forma de desarrollo de las fuerzasproductivas, corresponde siempre unmodo de dominación social. Así, losmodos de dominación son diferentes enuna sociedad esclavista, servil o indus-

36 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

trial. En la sociedad moderna, al desa-rrollo cada vez más inmaterial de lasfuerzas productivas corresponde asímismo un modo inmaterial de domina-ción; una dominación, que no se impo-ne por la fuerza física sobre los cuerpos,las conductas y los comportamientos,sino que penetra las personas y las atra-viesa en sus maneras de pensar y desentido, moviliza sus conciencias, senti-mientos y valoraciones, y en definitivaorienta y condiciona sus prácticas.

Tal es la dominación discursiva bajoel actual modo de desarrollo financierodel capital, en la moderna sociedad demercado, donde son los discursos consus interpelaciones imaginarias, ideoló-gicas y significativas, que someten sub-jetivamente a los sujetos. Todos somossujetos de discursos. Esta dominacióndiscursiva tiene el doble efecto de ocul-tar la verdadera realidad social sinotambién la misma dominación, la cualuna vez internalizada se vuelve “servi-dumbre voluntaria”.

Se trata de un modo de dominaciónpropio de las sociedades libres y demo-cráticas, de una dominación libremente(pero subconscientemente) asumida, ala que todos por igual adhieren, y queya Tocqueville había diagnosticadocomo despotismo de la democracia,“donde el amor por el orden se confun-de con el gusto por la opresión”; “undespotismo “más extensivo y más suave,que degradaría a los hombres sin ator-mentarlos… y puede penetrar más habi-

tual y decisivamente en el círculo de losintereses privados, que cualquier sobe-rano antiguo podría hacer”; es tannueva y singular la dominación delcapitalismo democrático que “las viejaspalabras de despotismo y tiranía resul-tan inapropiadas para definirla”1.

a) Producción de discursos en la socie-dad del conocimiento

Que la moderna sociedad de merca-do sea también una sociedad del cono-cimiento, que el mercado organice,regule y penetre con sus lógicas e inte-reses todas las instituciones sociales,implica que esta mercantilización de losocial se encuentre acompañada de unparticular modo de producción y difu-sión de conocimientos con dos conse-cuencias específicas: una economíapolítica del conocimiento, que convier-te los conocimientos en mercancías yen fuerzas de la dominación política,donde “la producción de ideas sobre elmundo social se encuentra siempre sub-ordinada de hecho a la lógica de la con-quista del poder”2. Sin embargo estefenómeno ha tenido a su vez tres conse-cuencias principales: a) ha intentadomodificar el estatuto científico/crítico yepistemológico del pensar, al reducir losconocimientos a simples ideas y discur-sos; b) ha cambiado la “lucha del pen-samiento” en “guerra de ideas” y “bata-llas del lenguaje”3; c) y sobre todo hatransformado no sólo las condiciones de

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 37

1 Alexis de Tocqueville, Democracy in America, The Modern Library, New York 1981: Introduct. pg.16, v,pg. 582s.

2 P. Bourdieu, Language et pouvoir symbolique, Fayard, Paris, 1991:226.3 Son muy ilustrativas al respecto dos publicaciones recientes: “La bataille des langes”, Maniere de voir,

n. 97, fevrier-mars, 2008; “La guerre des idées”, Maniere de voir, n.104, abril-mai 2009.

producción y difusión de los conoci-mientos sino también los escenarios delos enfrentamientos intelectuales.

A diferencia de los conocimientos,los discursos son siempre discursossobre lo socialmente producido en basea representaciones sociales, dotados defuertes intereses sociales y de domina-ción, con mayor o menor elaboraciónideológica, capaces de encubrir (disi-mular) parte de la realidad y de simularotra realidad. En este sentido los discur-sos comportan un alto grado de falacia,ya que responden a una particularforma de poder consistente “no en elhecho de decir lo falso, la simple men-tira, sino en el hecho de engañar contodas las apariencias lógicas de lo ver-dadero” (Bourdieu, 1991:327). Esta vir-tualidad de mentir, que el lógico y elintelectual tienden más bien a controlaro neutralizar, será convertida por elagente social y el profesional de la polí-tica y del mercado en astucia y estrate-gia. En cuanto a su elaboración ideoló-gica, los discursos se forman a partir deideas muy simples (“lucha contra lapobreza”), o de simples deformacionesde ideas (governancia, interculturali-dad); será más bien su circulación e ins-titucionalización, los contextos, condi-ciones y orientaciones de sus usos (civi-lización occidental), los que les confie-ren el sentido práctico-político y toda sueficacia retórica y normativa.

La escisión entre el pensar por unlado y las ideas, discursos u opinionespor otro lado, forma parte de todo ununiverso de rupturas provocadas por laslógicas y fuerzas de la sociedad de mer-cado, y que han dado lugar a una esqui-zofrenia generalizada entre lengua y

lenguaje; entre poder y autoridad; podery política; gobierno o dominación;gobierno, gobernabilidad y gobernan-cia; entre el sentido y los significados,etc. El neoliberalismo “libra” la informa-ción del conocimiento, el deseo dedominar del deseo de gobernar, el ero-tismo de la sexualidad (el cuerpo de lasubjetividad personal), la riqueza de laeconomía (el capital financiero delcapital productivo); todo ello con lafinalidad de despojar la condiciónhumana más personal de todas aquellasinstituciones sociales, que pueden servirde mercancía y de arma política. Así escomo despojado de su capacidad cien-tífica (comprensiva y explicativa) y críti-ca, todo conocimiento queda epistemo-lógicamente devaluado; no vale másque cualquier otro, tan equiparablecomo sustituible por otros. En esta pseu-do-democracia intelectual, donde losconocimientos y las informaciones,ideas y opiniones poseen idéntico esta-tuto, será la ley de la oferta y la deman-da, la que produce la plusvalía de losdiscursos y rentabiliza su circulación.

Esto explica por qué la modernaforma de producción de los conoci-mientos adopte una forma discursiva. Esasí como en el campo político la fuerzaadquirida por los discursos fácilmentehace olvidar que se trata de discursosdel poder y la dominación, y que lospoderes investidos en tales discursosvuelve cada vez más difícil descubrir lasfuerzas encubiertas en sus discursivida-des. Por otra parte, de la misma maneraque las mercancías y el capital adquie-ren una mayor plusvalía de acuerdo a sucirculación, así mismo los discursos selegitiman, se consolidan y desarrollan

38 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

cuanto mayor es su circulación al inte-rior de las instituciones sociales y de loscircuitos de la oferta y demanda. Losdiscursos circulan a través de los mass-media, que los amplifican, publicitan yvulgarizan; de los organismos estatalesy de la sociedad civil; de las institucio-nes académicas.

La circulación de los discursos tieneel doble efecto de volverlos interpelati-vos, tan retóricos como normativos, y deinteriorizarlos subjetivamente, haciendoque los sujetos (sujetados) a tales dis-cursos crean poder actuar en ellos. Másaún, está tan internalizada la sujeción atales discursos, que muchos se creencapaces de resignificarlos, y con ellomodificar su sentido y hasta la mismarealidad por ellos significada. Los dis-cursos son en la sociedad totalitaria elúnico principio de acción y de sujeción,siendo sujetos a los discursos, que laspersonas actúan. Aunque en realidadmás que un principio de acción (políti-ca) el discurso es un principio de movi-miento: movimiento del mismo procesode sujeción; por eso los discursos movi-lizan las masas, tanto como masifican alos individuos, pero simultáneamenteles impiden actuar. “La ideología vuelvesuperfluo e incluso peligroso todo prin-cipio de acción”4.

Más que gnoseológico o cognitivo,el poder de los discursos es sobre todoinstitucional, ya que, según Bourdieu,

constituyen verdaderos actos de institu-ción, siendo las instituciones las quedefinen las condiciones (agentes, tiem-pos y lugares) para la producción de dis-cursos5. Esto mismo pone de manifiestocon mayor evidencia por qué los discur-sos nos sujetan, por qué somos sujetosde discursos, y por qué creyendo enun-ciar (como actores) los discursos somosen realidad enunciados por ellos, y aellos sujetamos nuestras prácticas ycomportamientos. Y hasta cuando pre-tendemos resignificarlos no hacemosmás que legitimar su sentido, garantizarsu reproducción y desarrollarlos ideoló-gicamente.

Aunque pertenecen a ámbitos insti-tucionales diferentes (económico, políti-co, educativo, familiar, cultural, ideoló-gico, identitario…), todos los discursosconvergen, se articulan entre sí, y elflujo de una misma discursividad instru-mental, neoliberal y postmoderna losrefuerza mutuamente y los vuelve inmu-nes a todo razonamiento cuestionador.Inútil, por ejemplo, de argumentar hoycontra una idea tan arraigada en elmundo actual como la de desarrollo,denunciando sus orígenes darwinistas,sus contaminaciones capitalistas de cre-cimiento económico, y su versión teleo-lógica y escatológica de la historia,sucedánea del paraíso terrenal.

Es la astucia epistemológica de losdiscursos, simuladores y disimuladores

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 39

4 Miguel Abensour, Pour une philosophie politique critique, Sens&tonka, Paris, 2009:148; “Yo he afirma-do que en el gobierno totalitario el principio de acción en el sentido de Montesquieu es la ideología”;“Esta propedéutica sucedáneo del principio de acción no es otra que la ideología” (H. Arendt, La Naturedu totalitarisme, Payot, Paris, 1990: 20;106s).

5 P. Bourdieu, Ce que parler veut dire, Fayard, Paris, 1982:69.

de lo real, tanto como la violencia insti-tucional que los produce y pone en cir-culación, lo que desarma hoy el pensarcrítico, neutraliza sus argumentos y jus-tificaciones más racionales. Si la razóncrítica (Weber) se vuelve cada vez másimponente ante la razón instrumentaldel poder político y del mercado, esporque la tiranía de la utilidad, de la efi-cacia y el rendimiento tanto como elprincipio de dominación se imponesoberanamente, consiguiendo subvertirel orden de la lógica y hasta el de lasevidencias. Sin embargo, es gracias a unrelativismo generalizado y una apologíadel consenso, a una supresión de la crí-tica y la polémica, que los discursosejercen su dictadura con el mayor des-potismo y sumisión más generalizada; ypensar fuera de ellos se vuelve tan polí-tica como intelectualmente incorrecto.

b) De la guerra de las ideas a la batallade las palabras

Nada ha reforzado tanto el poder delos discursos y debilitado el de losconocimientos como la sustitución delos conceptos por las palabas, y las nue-vas estrategias de dominación por ellenguaje. El “espíritu del capitalismo”neoliberal ha investido el lenguaje deneologismos y oxímorones modificandolos términos del debate intelectual ypolítico, sin que el pensar crítico puedareaccionar eficazmente con sus recur-sos lógicos y argumentaciones raciona-les. El mismo hecho de que el pensa-miento crítico y lo que queda de lasizquierdas políticas se enuncien reacti-vamente por su resistencia “alternati-vas”, “anti” o “contra”, demuestra hasta

qué grado debe definirse por referenciaal dominio neoliberal. De otro lado, lasresistencias por muchas que sean nuncapor sí solas logran un solo cambio;podrán ser estratégicas pero no políti-cas, de acuerdo a un pensar crítico.

La “guerra de las ideas” se libraactualmente en “la batalla de las len-guas” y ya no en torno a la verdad de losconocimientos. No es que la lengua ylas palabras hayan adquirido un nuevo ymayor poder que el poder de los con-ceptos, sino que son las palabras delpoder que tejen una red de significacio-nes, las cuales dan forma y cuerpo a loque colectivamente percibimos comorealidades sociales, políticas, económi-cas y culturales. Este léxico y estanomenklatura investidos por los intere-ses dominantes y la lógica del mercadoadquieren la fuerza de encubrir una rea-lidad para producir otra aparente, perocapaz de generar prácticas, condicionarconductas y comportamientos, organi-zar la sociedad y regular sus relacionessociales. En esto reside también la diná-mica institucional e institucionalizadorade los discursos, para transformarse enprocedimientos y organismos de lasociedad moderna.

Palabras como desarrollo con todasu variedad de adjetivos, lucha contra lapobreza, capital humano, gobernancia,sociedad civil, competitividad…, cadauno de estos neologismos se conviertenen aparatos ideológicos de mercado, yaunque cada una de estas ideas (nuevaso nuevamente resignificadas) tiene supropia genealogía y factura, su marcade producción, todas ellas configuranuna constelación ideológica en torno ala mentalidad postmoderna y la domi-

40 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

nación neoliberal6. Sin justificación teó-rica alguna, todo este vocabularioadquiere su eficacia del poder económi-co y político que lo profiere y del espe-cífico contexto de su enunciación. Porestas nuevas palabras del poder se nom-bra la dominación y con ellas se inter-viene en el espacio público y se prescri-ben las políticas gubernamentales; yademás tal ideología adquiere una efec-tividad cotidiana, al ser machacona-mente difundida y amplificada por laretórica de los mass-media. Y de estamanera también se escamotea la luchaentre conocimientos, ya que el pensa-miento crítico no puede enfrentarse másque a discursos sin ideas.

Pero este poder de los discursoslogra todo su efecto de dominacióninconsciente y consensuada, de “servi-dumbre voluntaria” (La Boetie), por sucapacidad para interiorizarse subjeti-vamente tanto individual como colec-tivamente. Al enunciar los discursosdel poder, sin reconocer su proceden-cia, ignorando su sentido y conse-cuencias uno se cree actor de tales dis-cursos, como si pronunciando estanueva nomenclatura nos constituyéra-mos en sujetos activos; sin darnoscuenta, ni tomar conciencia, en quémedida nos encontramos sujetados atales discursividades, siendo nuestraspropias prácticas y comportamientosenunciados por dicho vocabulario delpoder y del mercado.

El “pensamiento único”, que disci-plina la mentalidad postmoderna, seforma y desarrolla a partir de un voca-bulario común, facturado y financiadopor los grandes organismos económicosinternacionales, garantes del orden glo-bal (FMI, Banco Mundial, OMC,OCDE…), y los grandes mass media.Las adhesiones y consensos producidospor esta nomenclatura y sus palabrasclaves construyen redes semánticas por-tadoras de una representación delmundo actual y de una recomposiciónde los diferentes campos sociales, polí-ticos, económicos y culturales.

A un pensamiento único y a unvocabulario único corresponde una len-gua única. Por eso la dominación porlas palabras no es ajena a la actual“batalla de las lenguas” y la lucha deunas por imponerse sobre las otras, y deotras por resistir a su eliminación. Es alinterior de esta lucha lingüística por laimposición de un pensar único, quetiene lugar la difusión y penetración delinglés para colonizar primero, dominardespués y finalmente eliminar todas lasdemás lenguas7. Hoy más que nunca seimpone en el mundo global una corre-lación de fuerzas entre las lenguas, queya no resulta tanto de la demografía,sino más bien de una suerte de darwi-nismo adaptativo a la sociedad de mer-cado y a la hegemonía neoliberal, quemejor garantiza las supremacías delinglés como lengua comercial y tecno-

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 41

6 La obra de Pascal Durand (Les nouveaux mots du pouvoir. Abécédaire critique, Edit. Aden, Bruxelles,2009) analiza 136 neologismos o usos neológicos de viejos conceptos muy ilustrativos de un fenóme-no mucho más amplio y complejo, a los que se podrían agregar muchos más.

7 “El uso de una lengua nunca está libre de fenómenos de dominación”: Bernard Cassen, “Cette arme dedomination…”, en La bataille des langes, Maniére de voir, n.97, 2008.

lógica, y la desaparición de las otraslenguas. Si nunca como hoy el ingléstiende a imponerse por una lenta peroimplacable dominación a los otros idio-mas, es debido a esa “solidaridad natu-ral que desde Adam Smith y DavidRicardo une la ideología libre-cambistay la lengua inglesa”8.

Y sin embargo hay algo más. Siendola lengua del “politically correct”, elinglés impone una visión del mundo yuna manera de ser y comportarse, unestilo entre las relaciones sociales ten-dientes a proscribir todas las otras visio-nes del mundo, versiones de la historiay experiencias culturales; y sobre todoexcluye otras formas de pensar. “Elanglo-americano de hecho se ha vueltoel vector de la mundialización neolibe-ral” no tanto por su articulación dedominio político-militar cuanto econó-mico-mercantil y hasta cultural. Unalengua no es sólo un medio de expre-sión y comunicación sino sobre todo“un medio de vida”9. Uno vive en unalengua y se deja hablar por ella.

La expansión y dominio en cuantalengua única de un “pensamiento único”habría comenzado a librar su última ydecisiva batalla con el asalto a lasUniversidades de todo el mundo. Trashaberse impuesto en el mundo económi-co comercial y de la tecnología y des-pués de haberle conquistado al francés eluniverso diplomático, el inglés comienzael asedio por todos los medios, desde losmás declarados hasta los más insidiosos,del mundo universitario.

c) Los think tanks: un nuevo campo debatalla intelectual

Otro factor que ha modificado radi-calmente las “luchas del pensamiento”sobre todo en las dos últimas décadasson las nuevas condiciones instituciona-les de producción del conocimiento. Lanecesidad de una producción privadade conocimientos, asociada a su renta-bilidad económica en función de undesarrollo del libre mercado dará lugaren 1843 al nacimiento de The Econo-mist, fundado por un hombre de nego-cios escocés, James Wilson, y un grupode intelectuales, para disponer de unarma de combate y órgano de difusióndel liberalismo económico. Poco des-pués surgen en Francia también promo-vidos por sectores liberales las institu-ciones de la Economía solidaria y de laeconomía social de mercado (fundadapor Le Play en la segunda mitad delsiglo XIX) con la finalidad de enfrentar ycontrarrestar el pensamiento y las fuer-zas socialistas de la época.

En el contexto de este posiciona-miento de intelectuales en torno a lospoderes económicos, comienza a desa-rrollarse un pensamiento social y socia-lista, el que dará lugar al origen de lasociología y de las ciencias sociales. Esasí como lo social y el pensar sociológi-co nacen en la transición del siglo XIXal XX como una inteligencia crítica y detensiones entre un espacio público fun-dador de derechos y libertades, igualespara todos los individuos, y un espacio

42 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

8 Jean-William Lapierre, Le pouvoir politique et les langes, Presses Universitaires de France, Paris,1988:55.

9 Cfr. Régis Debray, A demain la Gaulle, Gallimard, Paris, 1990.

económico fundamentalmente estruc-turado sobre la desigualdad de las con-diciones y relaciones sociales; en talsentido lo social y las mismas cienciassociales son producto tanto de luchassocio-políticas como intelectuales10.

Sin embargo, la correlación de fuer-zas en el campo de estas luchascomienza a alterarse profundamente enel curso de las tres últimas décadas,cuando el “pensamiento mercenario”(Serge Halimi) y la economía del cono-cimiento refuerzan los saberes delpoder a costa del poder del conoci-miento y desencadenan el desarrollo delos think tanks, que en la actualidadsuperan el número de 5.500 en 170 paí-ses, y cuyo financiamiento anual puedealcanzar los 251 millones de dólares(Rand Corporation) u oscilar alrededorde los 60.7 millones (Brooking Institu-tion)11. La independencia del Estado, lafinanciación privada y su utilizaciónaplicada altera epistemológicamente demanera radical la producción de cono-cimientos, haciendo que ya no sirvanpara comprender y explicar la realidadsino para controlarla y utilizarla enbeneficio de intereses privados y secto-res dominantes: “aquí nos interesamosal pensamiento práctico” (Progress andFreedom Foundation). De otro lado, elcriterio de “autonomía intelectual”, deindependencia teórica respecto de cual-

quier tradición del pensamiento, hadado lugar al experto, intelectual orgá-nico del mercado de las ideas, de cual-quier oferta y demanda; y cuyo oficio sebasa en una total desvaloración de lacrítica científica y en una depreciaciónde los grandes relatos científicos, ideo-lógicos y políticos. El expertismo es unaposición postcrítica del pensar neolibe-ral, supuestamente neutral pero mercan-til, que pretende legitimarse recurriendoarbitrariamente a los conocimientos teó-rico-científicos, con la finalidad de ser-vir, asesorando o promoviendo, la ini-ciativa de actores privados12.

La reducción de los espacios librespara el pensar crítico escamotea losenfrentamientos ideológicos, y de otrolado en las últimas décadas han crecidolos procedimientos destinados a some-ter más estrechamente la vida intelec-tual a los mecanismos de control, definanciamiento, de racionalidad admi-nistrativa, todos ellos dictados por la efi-cacia y rendimiento económicos. Lasbatallas ideológicas ya no consisten enintercambios de argumentos racionalesy más bien remiten a enfrentamientosentre opiniones y a correlaciones defuerza ordenadas por el poder de laimposición y difusión de temas o agen-das. “Dar sentido a los hechos, encon-trar las palabras o las categorías paradecirlos constituyen las batallas decisi-

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 43

10 Cfr. J. Doncelet, L’invention du social, Fayard, Paris, 1984.11 Para estos datos y un estudio más amplio del tema puede consultarse Foreing Policy, febrero 2008:

Stephen Boucher & Martine Royo, Les think tanks. Cerveaux de la guerre des idées, Le Felin, Paris,2006.

12 Cfr. Isabelle Berrebi-Hoffman & Michel Lallement, “Introductión: a quoi servent les experts?”; CatherineVilkas, “Des pairs aux experts: l’émergence d’un nouveau management de la recherche scientifique?”;Valerie Boussard, “Les consultants au Coeur des interdependences de l’espace de la gestion”, CahiersInternationaux de Sociologie, PUF, vol. CXXVI, 2009.

vas”13. Esta moderna guerra de las ideasrequiere infraestructuras que sirvan delugares de producción y difusión,haciendo que en todo el mundo sean“algunos grupos industriales que poseenla mayor parte de las casas editoriales ycontrolan una gran parte de los conteni-dos de la difusión de las temáticas y delas ideas que cuentan”14.

El problema de los think tanks comoel de los organismos económicos inter-nacionales de orden global (FMI, BancoMundial, OCDE, OMC…) es que produ-cen ideas en apariencia tan inofensivasy políticamente neutrales como capacesde una extraordinaria capacidad de cir-culación, difusión y vulgarización ysobre todo de dirigir las luchas y guerrasmás decisivas en el mundo actual; almismo tiempo, el vacío teórico de sunúcleo discursivo permite a estas ideaslas más diversas filiaciones, ser adopta-das por las más diferentes posicionesintelectuales y poder dotarse de las ver-siones más discutibles y contradictorias.Lo que importa es que tales discursospuedan servir como proyectiles paracualquier lucha y como agendas, suje-ten todas las actuaciones intelectuales ydescarten cualquier otro discurso alter-nativo u opuesto.

Que el saber se haya vuelto cadavez más un valor económico, obliga apensar la economía del saber y por

consiguiente a transformar las condi-ciones institucionales de su produccióncon el masivo y agresivo asalto de laUniversidad por el Mercado. Tras lacreación de empresas productoras ydifusoras de conocimiento se intentaahora “empresarializar” la Universidad,convirtiéndola en industria y negociopara la producción y difusión de sabe-res económicamente rentables. Las ins-tituciones universitarias capaces deresistir a las exigencias de los poderespolíticos y económicos se encuentranhoy cada vez más sujetas a las influen-cias de dichos poderes interesados en“rentabilizar” la “producción” dedichos saberes15.

3. Crítica de la razón discursiva

Antes de preguntarse por la cohe-rencia interna y justificación intelectualde los discursos, por su capacidad paraexplicar (u ocultar) la realidad social,por sus usos y sus efectos en ella, esnecesario plantearse una cuestión preli-minar sobre las condiciones de posibili-dad de tales discursos; en otras pala-bras, sobre las condiciones intelectualesy sociales de su producción. Ya quemientras unos son los discursos delpoder, discursos que el poder produce,otros son los poderes del discurso, deaquellos discursos productores de su

44 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

13 Lorant Bonelli, La guerre des idées. A qui profite le savoir?, Maniere de voir, n. 104, abril-mai 2004:4.14 Andre Schiffrin, “Les combats de l’édition”, Maniere de voir, 104, 2009:46.15 Una bibliografía abundante y actual trata esta problemática: Yves Lichtenberg (entretien), “Perspectives

et blocages de l’Université”, Esprit, n. 354, mai 2009; Francois Benhamou, “Universités: du malaiseidentitaire a la crise ouverte”, Esprit, n. 354, mai 2009. R. Descoings, director del Instituto de SciencesPo de Paris, en su introducción al libro de Pascal Boris & Arnaud Vaisse, L’Université et laRecherche:Moteurs de la Création d’ entreprise (Studyrama, Paris 2009) se refiere al “triángulo de oro”.

propio poder. Siendo precisamente estadiferencia, la que enfrenta unos discur-sos contra otros y el poder de unos con-tra el poder de los otros.

De esta manera es posible decantaraquellos discursos legitimados por supropia razón discursiva de aquellosotros conductores de una razón econó-mico-política, que ocupara el lugar dela realidad compleja y contradictoria denuestras sociedades. Así se entiende porqué esta realidad investida por estasúltimas discursividades se vuelve pro-gresivamente gestión y representaciónde las esferas económicas y políticasdominantes en la sociedad16.

Mientras que unos son los discursosde las ciencias sociales, generadoras dediscursos sobre lo social, otros muydiferentes son los discursos sobre losocial producidos por organismos e ins-tituciones con poder sobre la sociedad.Mientras que los discursos producidosdesde las ciencias sociales pretenden nosólo comprender y explicar las realida-des sociales, sino también y en la mismamedida, consecutivamente, criticar losotros posibles discursos sobre dichasrealidades sociales, los discursos produ-cidos desde diferentes instancias y orga-nizaciones de la sociedad, más quecomprenderla y explicarla, pretendenimponer sobre ella sus propias fuerzas eintereses, y por ello mismo no tienen laintención ni la capacidad crítica paraimpugnar y cuestionar los otros discur-sos sobre lo social.

Este planteamiento posee múltiplesconsecuencias: a) los discursos socialescarecen de un desde donde discursivo,que los legitime, aunque por el contra-rio se encuentran investidos de poderessociales, que los imponen con su domi-nación; b) sin capacidad crítica, estosdiscursos sociales tienden a evitar yhasta deslegitimar la crítica y el debate,ya que para imponerse sobre los otrosdiscursos les basta las fuerzas que losproducen, los promueven, difunden yvulgarizan; c) los discursos sociales dis-ponen de la suficiente carga ideológicapara neutralizar el pensamiento críticotanto como la acción política. Segúnesto resulta falaz cualquier intento desoslayar la “lucha entre discursos”,recurriendo a una supuesta democrati-zación entre ellos, como si todos tuvie-ran el mismo derecho de ciudadaníaintelectual, ya que mientras unos seimponen por su propia fuerza crítica(poder de los discursos), otros se impo-nen por las fuerzas dominantes en lasociedad y como parte de dicha domi-nación (discursos del poder).

La crítica y desconstrucción de losdiscursos sociales del poder resultanextremadamente fáciles desde las cien-cias sociales con todos sus recursos teó-ricos y de conocimiento, y más aúncuando se conocen las condiciones deproducción de dichos discursos. Difícilpor el contrario es emanciparse de lasujeción a tales discursos, sobre todocuando falta la capacidad para actuar

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 45

16 “El triunfo del capitalismo es así tanto más fuerte, al conseguir crear un nueva percepción normaliza-da, que no se presenta como una ideología, una visión del mundo, sino como la verdadera naturalezadel mundo y de los hombres” (Miguel Benasayag & Angelique del Rey, Eloge du conflit, La Découverte,Paris, 2007:28).

en contra de sus aplicaciones y efectos.Los ejemplos son múltiples y muy diver-sos; muchos de estos discursos ya hansido objeto de críticas ampliamenteargumentadas. Como muestra tomemostres de ellos muy representativos de suelaboración ideológica y de sus em-pleos ampliamente extendidos.

a) Del gobierno a la gobernancia

El concepto de gobierno se remontaa los orígenes del pensamiento político,ya entonces asociado a la práctica polí-tica: gobernar significaba en griego,para Aristóteles, hacer política (poli-teuein), y su “buen gobierno” consistíaen la mayor y mejor participación de losgobernados en su propio gobierno; obien cómo los gobernantes gobernabanen interés y beneficio de sus goberna-dos. De hecho el ideal ateniense de lademocracia era que los gobernantesfueran también gobernados y estosgobernantes, para que ambos compar-tieran la misma experiencia política.Puesto que, cuanta más política era larelación de gobierno más se limitaba larelación de dominio entre gobernantesy gobernados. En tal sentido el buengobierno suponía una gubernamentali-dad (recursos y procedimientos delgobernante), que propiciara la goberna-bilidad (condiciones y disposiciones)del pueblo gobernado.

Este esquema sucintamente resumi-do del pensamiento político tradicionalaparece alterado con la “invención” dela idea de gobernabilidad por el BancoMundial en 1990 en un contexto y conuna finalidad muy precisa: los gobier-nos y políticas neoliberales provocaríanun ciclo de protestas extensamente

compartido por los más amplios secto-res populares y sociales. El real proble-ma no eran las protestas sino sus causas,es decir las políticas neoliberales quelas provocaban. Pero lo que se preten-día era precisamente trasladar el proble-ma de la gubernamentalidad neoliberalal de la gobernabilidad de las protestassociales. Simultáneamente, pero tam-bién de manera muy contradictoria, sepretendía mejorar la gobernabilidad dela sociedad reforzando los poderesgubernamentales de los Ejecutivos endetrimento de los otros poderes del sis-tema político, también en contra de unfundamental principio político y demo-crático que siempre consideró no lamayor cantidad sino la mejor calidad delos poderes y de su relación entre ellos,la condición óptima del buen gobierno.Aunque a la larga tal estrategia resultóun fracaso, el postulado de la goberna-bilidad siguió legitimando en todas lasdemocracias del mundo un reforza-miento excesivo de los poderes Ejecu-tivos y Presidenciales no sólo en detri-mento de los poderes legislativos y par-lamentarios sino sobe todo a costa deuna fractura cada vez más profunda ydistanciamiento creciente entre gober-nantes y gobernados. Traicionando asílo que había sido desde siempre el prin-cipio fundamental del buen gobierno: la“buena política” de Aristóteles.

Pero era necesario ir más lejos:vaciar de politicidad las prácticas y rela-ciones de gobierno. Si la “moderniza-ción” del Estado se había llevado a cabocon criterios empresariales, en términosde rendimiento económico, de costo/beneficio, de ofertas y demandas deproductos y servicios, resultara obvioque también la práctica fundamental

46 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

del Estado se empresarializara lo másposible, que el gobierno se despolitiza-ra para investirse de racionalidad admi-nistrativa, y que el gobierno de las per-sonas se asimilara a la gestión de lascosas (gestión de “capital humano”). Ypara mantener una apariencia política,la idea de gobernancia introduce unamutación fundamental: serán las regula-ciones y los intereses, los “pactos decohesión”, los automatismos y procedi-mientos más anónimos del mercado, losque se convierten en órganos y organis-mos de gobierno sin gobernantes ni res-ponsables políticos; escamoteandotodas las desigualdades sociales y dife-rencias de clases, reduciendo los ciuda-danos a la condición de partners o con-trapartes, agentes o interlocutores socia-les, clientes y usuarios17.

La despolitización del Estado y mer-cantilización de la sociedad condensanuna nueva fórmula: la gobernancia res-ponde a la fantasmática necesidad deser gobernado pero sin gobierno, detener leyes pero no las de un Parla-mento, de lograr un orden pero sin auto-ridad pública; se trata de “un conjuntode agencias descentralizadas y especia-lizadas de regulación de mercados, laley de los mercados definida por losagentes del mercado, la ética de losnegocios diseñada por los hombres denegocios, la autorregulación del busi-ness por el business”18.

Como todos los otros discursossociales, el de gobernancia adquiere

gran parte de su eficacia en primer lugarpor su capacidad de circulación entretodas las instituciones sociales y de apli-carse tanto a la educación, escuela oUniversidad, como a la familia, a unaiglesia o la cultura; y en segundo lugarpor su conectabilidad con toda la gala-xia discursiva neoliberal que abarca la“sociedad civil”, “participacionismo”(entendido según el Banco Mundial),consenso y negociación de conflictos,“diálogo social”, etc. Pero no basta concriticar el discurso de la gobernabilidady de la gobernancia con todos sus usosy sus efectos si no se restituye a laacción política las competencias detoda forma de gobierno y de toda formade conflicto.

b) De las luchas sociales a las identita-rias

El discurso identitario ha ocupadoen el transcurso de las dos o tres últimasdécadas todos los campos sociales (étni-co-culturales, sexuales, etarios, religio-sos, nacionalistas o regionalistas, etc.),ha penetrado mentalidades y concien-cias, ha reforzado las reivindicacionesmás particulares e investido los dere-chos más específicos, y sobre todo hadado lugar a las más diversas elabora-ciones ideológicas (antropológicas,sociológicas, psicoanalíticas…) y a unainmensa producción bibliográfica.Nadie hoy se atrevería a cuestionar quelos discursos identitarios no responden

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 47

17 Sobre la etimología y la historia de los usos de la idea de gobernancia, “palabra fetiche” del BancoMundial puede consultarse el excelente capítulo que le dedica Corinne Gobin en la obra de PascalDurán (2007:262-267).

18 Jacques Généreux, La dissociété, Seuil, Paris, 2006:127.

a reales procesos históricos y de socie-dad, que se refieren a hechos y fenóme-nos muy concretos y que comprometenprofundamente individuos y colectivi-dades, sectores sociales y grupos huma-nos, pueblos y culturas enteras. Y sinembargo la existencia y realidad delfenómeno, “síndrome identitario” segúnalgunos autores críticos, de ningunamanera impide considerarlo como undiscurso social por muy fuerte y ampliaque sea la sujeción a él.

Por esta razón, más que plantearaquí una crítica y desconstrucción de taldiscurso, que de otro lado ha sido yarealizada por otros autores, interesa másbien analizar uno de sus principalesefectos de sociedad en el mundomoderno, y como parte de un fenóme-no más amplio: la hegemonía neolibe-ral, el nuevo ordenamiento global y demanera más específica la atrofia ysupresión del conflicto.

Toda la complejidad del problemapodría resumirse a una escueta tesis: elenfrentamiento de identidades atrofia,impide y suprime los conflictos sociales.Nos hemos ido dejando atrapar tanfácilmente por la lógica más simple yevidente de las diferencias y enfrenta-mientos identitarios, que progresiva-mente hemos perdido de vista la com-plejidad de los conflictos más estructu-rantes de la sociedad, precisamente enuna época de rechazos y deslegitima-ciones de las luchas sociales. Es decir,mientras nos encontramos cada vez másinvolucrados y sobredeterminados porlos enfrentamientos identitario, simultá-neamente nos hallamos cada vez másdesinvestidos por las lógicas y fuerzasde los conflictos sociales.

Benasayag & del Rey (2009:202s)nos proponen un muy ilustrativo ejem-plo tomado de la etología: si separamoscon un vidrio transparente las dos partesdentro de un acuario, ocupado porpeces que mantenían relaciones norma-les y pacíficas, creamos entre ellos poruna simple sobredeterminación espacialuna diferencia y confrontación tras lacual no existe otra sobredeterminación;al quitar el vidrio después de un ciertotiempo, los peces que habían sido sepa-rados terminarán por matarse entreellos. Un mismo mecanismo de produc-ción de identidades cerradas sobre símismas llegan a provocar una diferen-cia, una oposición y finalmente unenfrentamiento. No otro es el mecanis-mo que caracteriza la lógica del enfren-tamiento identitario, verdadera degene-ración y perversión de la lógica del con-flicto.

Lo que permite distinguir el conflic-to del enfrentamiento es que este últimofunciona en un nivel más inmediato yvisible que el conflicto, por un mecanis-mo reflejo de identificaciones por opo-sición. De ahí la necesidad de suprimirel nivel del conflicto para poder afir-marse con más fuerza en los niveles másdirectos de las identidades. “En la bús-queda de identidad que nos instala en elenfrentamiento, estamos bajo la influen-cia de una inmediatez saturada de símisma. Solo el presente inmediato exis-te, primer nivel de conocimiento(Spinoza), donde se determina por laoposición a los otros, sin ningún cono-cimiento de las causas ni de los víncu-los que tejen y determinan la situación.Esta diferencia tan inmediata nos privade reconocer las otras determinacionesde nuestra existencia social.

48 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

Los enfrentamientos identitarios,que oponen unas diferencias a otras,son ciertamente reales, aunque norepresentan más que una dimensiónsuperficial del conflicto, y nunca llegana cubrir las reales desigualdades socia-les; se trata de una dimensión real, peroque resulta falsa en cuanto es conside-rada como total y no como un aspecto oparte de los conflictos; al ser vividoscomo determinantes, los enfrentamien-tos identitarios encubren las razonesmás estructurales de las desigualdades yluchas sociales. “El error consistiría enpensar que el conflicto no es más queenfrentamiento. El conflicto, como se havisto, es en efecto mucho más complejoque una simple oposición entre dosidentidades encerradas en sí mismas”(Benasayag & del Rey, 2009:109).

En esta perspectiva se comprendeperfectamente que los enfrentamientosidentitarios en el mundo modernohayan llegado a convertirse en guerrasencarnizadas, pues mientras que loshombres luchan, mueren y se matan porimponer sus identidades, dejan de pe-lear por sus derechos e igualdades. Lasluchas identitarias no tienen por objeti-vo cambiar el mundo ni la sociedad,como siempre ha sido el caso de lasluchas y conflictos sociales. Más aún,mientras los conflictos y luchas socialessiempre cambian a los hombres queparticipan en ellos, los enfrentamientosidentitarios tienden más bien a lo con-trario: hacer que los hombres no dejende ser lo que son: “estar capturado porla dinámica de un conflicto quiere decir

existir en una nueva dimensión” (o.c.,pg.116).

El discurso identitario y los enfrenta-mientos de identidades, ambos inhibi-dores del conflicto social, forman partede una discursividad más amplia: el cul-turalismo o hipertrofia de lo cultural conatrofia de lo social, que reduce la socie-dad a la cultura y pretende explicar loshechos sociales por los culturales, cuan-do siempre la cultura, producto de lasociedad sólo puede ser comprendida yexplicada sociológicamente.

c) El discurso occidental de la civiliza-ción

En torno al concepto de civilizaciónhay un discurso teórico y académico(histórico y antropológico) y un discursoideológico. El concepto de civilizaciónaparece con la Ilustración designandoun proceso integrador de sucesivas ydiferentes culturas a lo largo de la histo-ria y que contiene un conjunto relativa-mente homogéneo y estructurado deinstituciones y valores; y en tal sentidola civilización podría desarrollarse demanera cada vez más amplia, incorpo-rando aportes culturales cada vez másdiversos y nuevos, y por consiguiente lacivilización podría convertirse en unfenómeno histórico-cultural cada vezmás compartido tanto diacrónicamenteen referencia al pasado como sincróni-camente respecto de las más diferentessocio-culturas19.

Sin embargo, lo que durante las dosúltimas décadas se ha ido imponiendo

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 49

19 Para un estudio reciente sobre el tema cfr. Boris Kapustin, “Discours théorique et discours idéologiqueautour du concept de ‘civilisation’”, Diogene, n. 223, juillet 2008.

cada vez con mayor fuerza retórica yempleos estratégicos, es el discursoideológico ya presente durante el Siglode las Luces, conceptual y sistemática-mente empobrecido, y que identifica“civilización” con un particular y limita-do proceso histórico-cultural, excluyen-te tanto en términos temporales, consi-derando menos (o no) civilizadas lasculturas anteriores a la Modernidad,como las que se ubican más en la peri-feria de la civilización europea. Así, lacivilización aparece como una etapa dela historia universal opuesta a lo que noes dicha etapa; es decir a todas las otrasculturas históricas o contemporáneasque de una u otra manera quedan fueradel proceso civilizatorio o se le resisten.

En la década de los 90 la idea decivilización adopta una significaciónespacial, al asociarse con la deOccidente, y en tal sentido se circuns-cribe a una determinada tradición cultu-ral, que a lo largo de la historia se haidentificado con la herencia greco-lati-na, dinamizada y en cierto modo homo-geneizada por el Renacimiento (siglosXV-XVI). Desde entonces esta idea decivilización occidental irá adquiriendoun carácter cada vez más eurocéntrico ypor ello mismo excluyente a partir delos procesos colonialistas (siglos XV-XX). Actualmente el discurso de la civi-lización occidental se inscribe al inte-rior de un esquema de división geopolí-tica global, que en cierto modo sucedea otros paradigmas divisorios del mundo

moderno: primero fue la frontera meri-diana Este / Oeste, que durante la guerrafría opuso países y continentes, despuésfue el Desarrollo/Subdesarrollo, quefracturó las sociedades en razón de sucrecimiento económico y desarrollocapitalista, y finalmente el paraleloNorte/Sur separó imaginariamente he-misferios ricos y pobres. Todas estasseparaciones, divisiones y oposicionesparecen condensarse actualmente en unnuevo enfrentamiento tan imaginariocomo encarnizado entre una civiliza-ción occidental, cada vez más estrecha-mente identificada con el sistema capi-talista y la hegemonía neoliberal, ytodos los otros o resto del mundo.

Hoy la civilización occidental apa-rece justificando y legitimando el origende la modernización capitalista global,convirtiéndose así el proceso civilizato-rio en una occidentalización del mun-do, cuyos límites y fronteras son todasaquellas fuerzas y lógicas supuestamen-te anti-occidentales y anti-civilizatoriasque se oponen a dicha modernizacióncapitalista. En este escenario el “cho-que” de civilizaciones no sólo adquiereuna idea de lucha y dominación sinoque justifica una “guerra antiterrorista”contra la barbarie aunque no se llameasí a la resistencia al capitalismo y sumodernidad neoliberal20. Al naturalizarel desarrollo capitalista y hacer de él lacondición “natural” del progreso de lahumanidad, la civilización occidentalse enfrentará necesariamente a todas las

50 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

20 “No es un choque entre civilizaciones sino un choque por la civilización. Es la vieja batalla entre elprogreso y la reacción, entre los que aceptan el mundo moderno y sus oportunidades y quienes lorechazan” (Tony Blair citado por B. Durodie, “Fear and Terror in a Post-Political Age”, Government andOpposition, n. 42(3), 2007.

resistencias haciendo inevitable “el cho-que de civilizaciones” (Huntington)21.

El discurso civilizatorio de occiden-te justifica y promueve ese mismo “odiode Occidente”, de “los enemigos deOccidente”, lo cual sirve para reforzarde manera aún más extrema la violenciaestructural impuesta por el ordenamien-to capitalista del mundo; siendo talesestructuras de opresión materiales ymentales, las que hacen odiosa y odia-ble la supuesta civilización occidentalno sólo para los que la resisten “desdefuera” sino también para quienes laenfrentan “desde dentro”22. Finalmentela connotación cultural de greco-roma-na, que hasta ahora había caracterizadola civilización occidental, será sustitui-da durante las últimas décadas por laconnotación de judeo-cristiana, invis-tiendo así religiosamente la civilizaciónoccidental y radicalizando las diferen-cias y oposiciones con “todos los otros”(en particular el islam).

En conclusión, los discursos socialesson objeto de desarrollos ideológicosmuy variados, de acuerdo a los usos yobjetivos de las fuerzas e interesesdominantes en la sociedad moderna. Asímismo, los niveles y grados de sujecióna dichos discursos son muy distintos:diferentes son los grupos y sectoressociales sujetos al discurso de la gober-nancia, al discurso identitario, al discur-so civilizatorio de occidente… Sinembargo, éstas y todas las demás discur-sividades sociales tejen una densa cons-telación ideológica en el mundo actual,capaz de imponer un “pensar único” así

como unificar las conductas y compor-tamientos, políticas y estrategias delordenamiento global del mundo.

4. La fuerza política del pensamientocrítico

La ideología alemana (1845) de K.Marx orientó el pensamiento críticohacia una teoría crítica de la sociedad,obligando a que la crítica dejara de seruna “lucha de pensamientos”, una polé-mica intercognitiva o crítica entre cono-cimientos, para convertirse en una críti-ca de las condiciones sociales de losconocimientos y de la producción so-cial de las ideas y discursos. Esta situa-ción se irá radicalizando en la medidaque la sociedad moderna separa cadavez más explotación y dominación,encubriendo aquella por ésta, y ambaspor su producción ideológica, obligan-do al pensar crítico a adoptar una pers-pectiva y práctica políticas.

Las luchas sociales y las formas deacción política nunca traducen comple-tamente el estado y reales condicionesde dominación en su totalidad, sinosólo parte de ellas; y es gracias a los dis-cursos sociales que muchas de las for-mas de control y dominación pasaninadvertidas o no logran ser expresadaspor los conflictos. A ello debe responderun pensar crítico capaz de un nuevo“desencantamiento del mundo” (laWeltentzauberung weberiana), cadavez más “re-encantado” por los fetichis-mos del mercado y la mercancía.

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 51

21 Lee Harris, Civilization and Its Enemies: The Next Stage of History, Free Press, New York, 2004.22 Cfr. Jean Ziegler, La haine d’ Occident, Albin Michel, Paris, 2008.

Este cambio del pensamiento críti-co, que se prolongaría hasta nuestrosdías a través de la Escuela de Frankfurt,en cierto modo depositaria de la tradi-ción de la Teoría crítica de la sociedad,era necesario para responder a unanueva fase de desarrollo del Capital,que además de producir mercancíaspara el hombre, gracias a sus mediosmateriales de producción, requería pro-ducir hombres para las mercancías,mediante sus recursos intelectuales yéticos; lo que se ha llamado “espíritudel capitalismo”. Esto ha hecho que losintelectuales más que enfrentarse entreellos con sus propios “pensamientos enlucha” (Denkenkampf, según Kant) seencontraran cada vez más forzados atomar posiciones contra las fuerzas eintereses dominantes en la sociedadmarcada por la “lucha de clases” (Klas-senkampf según Marx). Así se configuraun nuevo escenario político-económicopara la producción de los conocimien-tos y la lucha entre ellos. En otras pala-bras, la crítica de las ideas y discursospasa por una crítica de las condicionesy fuerzas sociales de su producción.

Esta politización del pensar críticose evidencia y se refuerza en la medidaque el poder de los discursos respondecada vez más a los discursos del poder,a los poderes económicos y políticosinvestidos en dichas discursividades,obligando a dicho pensamiento crítico adesenmascarar los poderes investidosen los discursos así como la fuerza yefectos de su dominación. Ya que losdiscursos del poder tienen un primerefecto y finalidad de encubrir con susdiscursividades el poder y sus prácticassobre la sociedad. Por eso hay siempreun desfase y contradicción entre lo que

dicen los discursos y lo que hacen lospoderes. Tal distancia entre discurso yrealidad participa al mismo tiempo deuna convicción ideológica y de unaestrategia de transformación neoliberalde la sociedad a largo plazo (cfr. J.Généreux, 2006:112).

Este efecto de ocultación del poderpor los discursos aparece indiscrimina-damente tanto por parte de los gobier-nos neoliberales, para legitimar sus polí-ticas económicas con discursos socialescomo por parte de gobiernos socialistas,que legitiman sus políticas y programascon discursos neoliberales. Más aún,esta contradicción entre prácticas y dis-cursos se vuelve todavía más contradic-toria, cuando gobiernos socialistas pre-tenden legitimarse, adoptando políticasneoliberales y gobiernos neoliberalestratan de garantizar su reproduccióncon políticas sociales. En tales condicio-nes el pensar crítico está cada vez másforzado a no limitar su lucha contra losdiscursos sino contra las condicionessocio-económicas y políticas de su pro-ducción.

Tampoco basta desarmar los discur-sos, cuestionando sus orígenes y genea-logía, las condiciones de su producción,y su coherencia ideológica, sus utiliza-ciones y sus influencias en la sociedad,es necesario también y sobre todo ata-car la sujeción y sometimiento a talesdiscursos tanto de las masas como deotros intelectuales, denunciando elefecto de dominación sobre todos ellos.El pensar crítico lejos de limitarse a sufunción epistemológica, de cuestionarotras formas de pensamiento, ideológi-cas o pre-científicas, las opiniones orepresentaciones sociales, se funda ycompleta en la acción política. Su

52 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

dimensión polémica – intercognoscitiva– con otras formas del saber nunca esconstitutiva sino consecutiva del pensa-miento crítico, cuya doble especificidadanalítica consiste precisamente en des-velar o des-cubrir las realidades socialesencubiertas por los discursos y emanci-par las personas no sólo de las fuerzasasí mismo encubiertas tras dichos dis-cursos sino también de su sujeción aellos23. “La teoría crítica en tanto quecrítica de la dominación se impone enla misma medida que los caminos de laemancipación pasan necesariamentesino exclusivamente por esta crítica”(Abensour, 2009:267).

Extremando el argumento cabe sos-tener que bajo el moderno despotismode los discursos sociales, el pensar sóloes posible en cuanto pensamiento críti-co y disidente del “pensamiento único”,que supone una emancipación respectode dichos discursos y de su sujeción, yque atraviesa la crítica de sus contenidosy formas ideológicas. Ya que lo propiode tales discursos es ordenar los hechossegún un procedimiento absolutamentelógico, que parte de una premisa consi-dera como axioma, y de la que se dedu-ce el conjunto del proceso discursivo; esprecisamente en esta forma lógica quesustituye al pensar, donde reside laatracción que ejercen los discursossobre las masas, los individuos y los mis-mos intelectuales (Arendt, 1990: 122).

Toda la discursividad neoliberalimpone una inacción radical y unasupresión de la actuación política. La

sujeción a los discursos impide todapráctica fuera de ellos. Los discursospermiten el movimiento dentro delmismo proceso ideológico, al que losindividuos se encuentran sujetos, perono el cambio. Esto es lo característicode todo sistema totalitario, donde “laideología hace superfluo e incluso peli-groso todo principio de acción”; dehecho la ideología totalitaria es “unsucedáneo del principio de acción”24.Lo cual explica y justifica por qué elpensar crítico funda un principio deacción, simultáneamente desvelador dela dominancia discursiva y emancipa-dor de la sujeción a ellos inhibidora detoda práctica política.

Así se pone de relieve el fundamen-to y alcances políticos del pensar críti-co; más aún, es por su función críticaque el pensar se encuentra estrecha-mente asociado a la práctica y laacción política. Lo que a su vez impli-ca, que la condición de posibilidad delpensamiento crítico es no sólo la liber-tad de acción, sino sobre todo unaacción política directamente articuladaal cambio. No hay por consiguientepensar crítico sin práctica política.Podrá ser un pensar que critica o hacecrítica de otras formas de saber y delconocimiento, pero incapaz de criticarlas condiciones sociales de la produc-ción de tales saberes y discursos. Es poreso que la moderna atrofia de la políti-ca y el apolitismo campante se hayanconstituido en el caldo de cultivo deesa falta de pensar crítico, la cual ha

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 53

23 Danilo Martuccelli, “Le nouveau défi de la critique”, Education et sociétés, n. 13, 2004.24 Cfr. H. Arendt, La Nature du totalitarisme, Payot, Paris, 1990:106s.

dado lugar y promovido los modernosdiscursos sociales, soportes de las lógi-cas e imaginarios neoliberales25.

La crítica inter-cognoscitiva, entreescuela o corrientes de pensamientoopuestas, tanto como la crítica inter-dis-cursiva entre ideas e ideologías diferen-tes, son críticas no teóricas y por consi-guiente separadas de la práctica, y almargen de la acción política; no sola-mente porque no están acompañadasde una acción y tampoco la producen,sino sobre todo porque dicha crítica nies producto de la acción ni muchomenos la presupone en cuanto funda-mento teórico-crítico del pensar. De ahítambién que todo actuar político al mar-gen de un pensar crítico-teórico tiende avolverse an–árquico, no en un sentidorevolucionario, sino en el más específi-co significado del concepto; es decir unactuar sin principio (arqué) teórico-críti-co y por consiguiente sujeto a fuerzas yo automatismos irracionales. Una actua-ción sin un por qué, se convierte en unaactuación no-política, puesto que lapolítica es, según Heidegger, el lugardonde los hechos, las acciones y los dis-cursos convergen.

La crítica del poder es tan inherenteal pensamiento, que ésta se ejerce siem-pre como crítica política, cualquieraque sea el poder, incluso el más revolu-cionario; precisamente porque el podernunca se ejerce sin dominación, cual-quiera que sea la fuerza o forma de ésta.De ello resulta que la crítica del podersea necesaria a la libertad del pensar,más allá incluso de las posiciones polí-

ticas de los mismos intelectuales, loscuales nunca dejarían de estar sujetos /obligados a dicha crítica del poder, auncompartiendo sus posiciones políticas yaun cuando ejercieran dicha crítica acosta de la libertad de las personas. Yaque un intelectual no podría ser libre sinel ejercicio crítico del pensar. Pensar, eneste sentido, es siempre un acto de insu-rrección; no contra nadie en particularsino contra todo lo que puede limitardicho ejercicio del pensamiento críticoo imponer un “pensamiento único”. Endefinitiva contra todo lo que sea un anti-pensar, provenga del Estado, de laReligión o del Mercado.

Sin embargo, el pensamiento críticosólo puede ejercerse contra el podertanto como con el poder; nunca al mar-gen ni a costa de la utópica eliminacióndel poder, sino coexistiendo con elpoder, compartiendo o no sus posicio-nes políticas. Lo cual implica que elpensar crítico no se ejerza tanto contrael poder en sí mismo sino de maneramás precisa contra sus efectos de domi-nación: en el pensar crítico “el términocrítico establece una referencia a la crí-tica de la dominación bajo todas sus for-mas – dominación de la naturaleza,dominación del hombre sobre el hom-bre, dominación del hombre interior”(Abensour, 2009:38).

Por último el pensar crítico percibela eficacia de la acción política al mar-gen de toda intención y voluntad deoptimizar los resultados, ya que dichapráctica es por sí misma eficaz: “hayque reconocer que el duelo de un pen-

54 J. SÁNCHEZ-PARGA / El pensamiento crítico contra el poder de los discursos

25 El apolitismo siempre podrá ser entendido “como rechazo de lo político” o “como sobrevivencia de ladestrucción de lo político” (Abensour, 2009:169).

samiento en términos de soluciones, elaprendizaje de actuar en ausencia desolución son siempre difíciles”, sinembargo es necesario superar todo sen-

timiento de impotencia ante los gravesproblemas, para poner en práctica todaslas capacidades de actuar en la situa-ción concreta26.

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 55

26 Cfr. Miguel Benasayag, La Fragilité. Construir une pensé de l’agir, La Découverte, Paris, 2007.

I. El desvanecimiento del pensamientocrítico-revolucionario

a caída del Muro de Berlín másque el inicio fue la coronaciónde un proceso, tanto político

como teórico e ideológico, que veníafraguándose desde los 80 del siglo pasa-do. En ese proceso hubo toda una seriede conceptos –totalidad, contradicción,sistema de contradicciones, clases,lucha de clases, dominación, capital,trabajo, teoría del valor, plusvalía…-que fueron desapareciendo casi imper-

ceptiblemente del horizonte teórico.¿Ruptura epistemológica? ¿Mutación delcampo teórico por nuevas relaciones depoder? Habría que pensar y explorar elestatuto epistemológico de esa figura dela desaparición de todo un campo teóri-co y su sustitución por otro, sin lamediación de una guerra de posicionesde la magnitud planteada. Sin dudahubo escaramuzas, refriegas, reyertas,incluso batallas, pero no una guerra entoda la profundidad que significaba unarevolución teórica, un cambio tal deparadigmas.1

Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico*

Alejandro Moreano

Tras la caída del muro de Berlín ocurrió un fuerte cuestionamiento a los conceptos teóricossobre la sociedad capitalista provenientes de la tradición marxista. El fracaso del neoliberalis-mo anuncia el regreso de conceptos que parecían sepultados. Sin embargo, la decadencia delImperio y la degradación del pensamiento hegemónico abren el horizonte de posibilidad parala emergencia de un nuevo pensamiento que se reconstituirá nutriéndose de las perspectivasprovenientes de los movimientos sociales.

L

* Una primera versión del presente texto fue presentada en el Foro de las Américas, 2004, en la mesa titu-lada “Reconstrucción del pensamiento crítico”. Esta nueva versión tiene varias modificaciones, pro-ducto sobre todo de nuevos acontecimientos como la caída de la bolsa de New York.

1 La guerra, además, nunca se llevó de frente sino de costado, basándose en infiltraciones, emboscadas,asaltos. Las primeras de esas batallas fueron libradas en el terreno que pretendían socavar, a partir deuna de sus figuras más insignes: Gramsci. Una variante de la estratagema del caballo de Troya: hábilestácticos, pusieron a Gramsci primero contra Lenin y luego contra Gramsci mismo… Las más fueronlibradas contra el “perdedor” que se inventaron los “ganadores”: un marxismo de los mil y un reduc-cionismo, al cual le construyeron las categorías, conceptos y tesis necesarias para “deconstruirlo” conextrema facilidad.

En el marco de esa guerra no decla-rada y no consumada, la caída del Murode Berlín vino a constituirse en la garan-tía de verdad del supuesto fracaso delmarxismo y del pensamiento crítico, ydel consecuente cambio de paradig-mas.2 En el mismo terreno, el procesoiniciado en Seattle, y la crisis del pro-yecto neoliberal y del modelo de poderimperial centrado en la hegemonía nor-teamericana, se está convirtiendo en lacontra garantía cuyo clímax ha sido elfracaso de la invasión a Irak, la caída dela Bolsa de New York y la crisis actual.Buena parte de aquellos paradigmasolvidados comienzan a retornar y entraren crisis aquellos que los sustituyeron.Efecto, ambos ámbitos ideológicos yteóricos, de batallas políticas y relacio-nes de fuerza, esperan aun el cimientoteórico de sus derrotas, muertes y resu-rrecciones…

Quizá lo más sorprendente de ladesaparición del campo teórico delpensamiento crítico fue la invisibiliza-ción de ciertas categorías, “realidades”,visibles antes, como Estado, capital,imperialismo, producción, trabajado-res, burguesía..., categorías objetivasque no conllevan, en rigor, ningunacarga valorativa.

Una de las determinaciones de losprocesos históricos sobre el conoci-miento se da en la apertura de uncampo de visibilidad para la construc-ción de las categorías de pensamiento.3

En la historia de las ideas de las últi-mas décadas asistimos a la supresióndel horizonte de visibilidad de talescategorías. No solo devinieron en con-ceptos-tabú, lo que implicó un ejercicioconciente de represión, sino que desa-parecieron literalmente de la mirada ydel lenguaje. Lo sorprendente es quenunca como antes, tales categoríastuvieron tan enorme gravitación en lahistoria.

Ahora, en cambio, emergen congran visibilidad haciendo prever unnuevo cambio de paradigmas…

Indagar las razones, causas y decur-so de esa desaparición y de su (re)emer-gencia actual es uno de los objetivos delpresente texto.

Muerte y resurrección

“En la medida en que estos efectossuponen la progresiva socialización de“la política” y la expansión de lo “políti-co” sobre el territorio societal, el sentidodel proceso en su conjunto prefigura, enel límite y en clave no economicista, lo

58 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

El debate se llevó además en el terreno de las “ciencias sociales”, esto es en el de la positividad de lascategorías ligadas a la positividad de lo real. Más, el marxismo es la “crítica de la economía política”,la negación absoluta y permanente de las categorías positivas. En rigor, el debate de la sociología conel marxismo es casi imposible porque son dos terrenos inencontrables

2 La denominación de cambio de paradigmas para caracterizar tanto el viraje teórico-político de los 80-90 como el momento actual es bastante problemático. Tal vez, más correcto, sea el de hablar de uncambio teórico-político.

3 Así, por ejemplo, la liberación, con el capitalismo, de la fuerza de trabajo de las destrezas artesanalesy la posibilidad del libre flujo de una rama a otra de la producción social, abrió el horizonte de visibi-lidad para la germinación de los conceptos de trabajo concreto y trabajo abstracto y de la teoría delvalor, piedra angular de la crítica marxista del capital.

que Marx y Engels pensaron como laabolición-disolución de la forma Estado,o cuando menos una cierta “des-formalización” de éste a través de reab-sorción de ámbitos de decisión dentrode la sociedad”.

Benjamín Arditi: “Expansividad de losocial, recodificación de lo político” en“Imágenes desconocidas”.

“liberada de la dimensión superyoica”

En su crítica a las propuestas deRichard Rorty sobre ironía y solidaridad,Slavoj Zizek señala el “punto débil de lautopía liberal de Rorty: presupone laposibilidad de una ley social universalsin ninguna mancha patológica degoce, es decir, liberada de la dimensiónsuperyoica”4

Rorty postula una solidaridad frentea “las pequeñas cosas en torno a lascuales centran sus fantasías los indivi-duos o las comunidades”5. Es decir,funda su utopía en la libertad de auto-creación de los hombres en los espaciosprivados, salvaguardados por una esferapública neutra. Zizek cuestiona esa tesispues “el dominio de la ley pública estéimpregnada de una dimensión obscenade goce privado: para la presión queejerce sobre el sujeto, la ley públicaextrae su energía del mismo goce que leretira a ese sujeto, al actuar como agen-cia de la prohibición. En la teoría psico-analítica, esta ley obscena tiene un

nombre preciso: es el superyo”6. Esaidentificación entre el superyo y elorden jurídico es, por supuesto, asimila-ble a todo el Estado –“sociedad políti-ca”, aparato de Estado, y “sociedadcivil” como sus “momentos”-. La ma-quinaria burocrático-militar es tambiénuna máquina obscena7.

Zizek es uno de los pocos teóricosactuales que, luego de algunos zigza-gueos y fugas, ha tornado a nombrar loinnombrable8. En la casi totalidad detales teóricos, dominación, contradic-ción, poder estatal, capitalismo soncategorías tabú. Si nos atenemos al psi-coanálisis, en ese olvido se expresa elsíntoma: se trata sin duda de un olvidosintomático. La desaparición de la cate-goría de dominación –y de la de anta-gonismo, consustancial a la mismaencarnada en el poder estatal-, no fueuna empresa directa de reconstrucciónteórica sino de censura y supresión. Deolvido. Un olvido que tiene ya una largahistoria.

Hacia finales de los 70 y en la déca-da de los 80 se desarrolló una vastareflexión teórica que recusaba la centra-lidad del Estado –reducido a la esfera dela “sociedad política”- como ámbitoexclusivo y excluyente de la política. Latesis de una vida política mucho másamplia que aquella que se desplegabaen el ámbito de lo público-estatal (redu-cido a la maquinaria de Estado) abriódiversas corrientes teóricas. Quizá fue

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 59

4 Slavoj Zizek, Mirando de sesgo, Paidós, Buenos Aires, 2000, p. 263.5 Richard Rorty, “Ironía, contingencia y solidaridad”.6 Slavoj Zizek, Op. cit., p. 2627 Marx la define como esa “gigantesca boa constrictora en cuyo cuerpo parece anidar el amor”. 8 En especial en sus últimos textos que incluyen incluso un retorno a Lenin.

Foucault quien marcó la pauta inicialcon su concepción de la microfísica delpoder y sus análisis de la sexualidad, lalocura, las disciplinas como otras tantasesferas del saber-poder.9 Múltiples des-cripciones pretendían dar cuenta teóri-ca del sentido de lo social que se mani-festaba en las nuevas esferas y formas dela acción política: identidades nóma-das, rizomas… Incluso un teórico mar-xista riguroso como Althusser debióadmitir que “iniciativas totalmenteimprevistas nacen fuera de los partidosy del propio movimiento obrero (femi-nismo, formas de movimiento juvenil,corrientes ecologistas, etc.), en una granconfusión, es cierto, pero que puede serfecunda”.10

Una extrema voracidad de la políti-ca, en suma, que luego de abandonar laesfera del aparato estatal y de las purasdeterminaciones económicas, lo habríainvadido todo en una suerte de prolife-ración cancerígena.

Dicha tesis coadyuvó a liberar laspotencialidades políticas de los llama-dos nuevos movimientos sociales” y dediversas esferas de la vida social.Empero condujo a un efecto sui géneris:el olvido de la categoría fundamental dedominación11 y la de antagonismo que

le es inherente. Ese proceso se expresóen una secuencia implacable: primerose concentró la figura de la dominaciónen los aparatos de Estado, que luegofueron dejados al margen de la reflexióny, al mismo tiempo, se expandió la cate-goría de política a todos los escenarios eintersticios de la vida social que dejaronasí de ser el lugar de la dominación. Los“bolsones de resistencia”12 o las“máquinas de guerra para resistir sercodificados por el déspota”13, abando-naron los “intersticios” o la “periferiaubicua de los nómadas”, y pasaron aapropiarse de todo el terreno de la vidasocial. Y al hacerlo dejaron de ser bol-sones o máquinas de guerra de resisten-cia a la dominación, para devenir enformas positivas de ser de lo social. Alfinal, el aparato de Estado se convirtióen un lugar neutro, vacío. Lo diceClaude Lefort: “El poder del Estado setransformó en una suerte de “lugarvacío”.14 Vale decir que el “déspota deDeleuze” hizo mutis por el foro…

El olvido del Estado y de sus apara-tos como lugar del poder en tanto domi-nación: la “metástasis” de “lo político”se diseminó por todo el cuerpo social acambio de abandonar el corazón y/o elcerebro.15 Más aun, la euforia del dis-

60 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

9 A la vez, Alain Touraine señalaba que ningún orden dominante penetra en todas las esferas de la vidasocial

10 Benjamín Arditi, op. cit., p. 16811 La diseminación de lo político en todo el cuerpo social no tiene porque ser opuesta a la categoría de

dominación. Muy bien pueden ser pensadas a partir de ella. Foucault lo hace.12 Alain Touraine, “La ilusoria unidad del orden social”, Fondo de Cultura Económica, México, 1998. 13 Citados por Arditi, op. cit., p. 16314 Claude Lefort, “El problema de la Democracia”, Opciones No. 6, Mayo-Agosto 1985, Santiago de

Chile, p. 71-86, citado por Arditi, Benjamín, op. cit. p. 167.15 Toda época esboza una metáfora corporal del centro del cuerpo y de la vida, sea el corazón o el cere-

bro.

curso de la omnipresencia de lo políticohizo que se llegara a creer y postularuna suerte de anarco-capitalismo. Lodijo claramente Benjamín Arditi, segúnreza el epígrafe del presente apartado:“El sentido del proceso en su conjuntoprefigura, en el límite y en clave no eco-nomicista, lo que Marx y Engels pensa-ron como la abolición-disolución de laforma Estado”.

Resulta extraño sin duda ese olvidoen la era en que se estaba gestando elmás grande poder estatal e imperial dela humanidad, dotado de una estructuramilitar planetaria -cinco comandosregionales, bases militares en más de130 países- y de un vasto poder que, ala par, destroza o debilita a los estadosde la periferia y subordina a la UniónEuropea y al Japón. El poder imperialpretende desvertebrar a los Estadosnacionales, en especial los de la perife-ria, declarar patrimonio de la comuni-dad internacional amplias zonas del pla-neta como la Amazonía, las Galápagos,los grandes desiertos, la Patagonia…,establecer fuerzas militares en las zonasconflictivas como el Medio Oriente y/ola región Andina. Como lo sostieneZbigniew Brzezinski, ex asesor de

Seguridad y miembro de círculo dirigen-te: “el objetivo de EE.UU. debe ser el demantener a nuestros vasallos en un esta-do de dependencia, garantizar la docili-dad y la protección de nuestros súbditosy prevenir la unificación de los bárba-ros”.16

La muerte del capital

“…está ofreciendo el último servicio aldesarrollo irrestricto del capitalismo alparticipar activamente en el esfuerzoideológico de hacer invisible la presen-cia de éste: en una típica “crítica cultu-ral” posmoderna, la mínima mención decapitalismo en tanto sistema mundialtiende a despertar la acusación de“esencialismo”, “fundamentalismo” yotros delitos”.17

Al escamoteo del Estado correspon-dió el del capital. Extraña paradoja: ladesaparición de facto del llamadosocialismo real produjo el desvaneci-miento del capitalismo como referente ycategoría central del pensamiento. Demodo que, según el esoterismo judío,Dios, el ser Absoluto, no puede sernombrado…

El discurso único excluyó así el tér-mino, en principio semánticamente ino-

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 61

16 Oigamos a Martin Silverstein, director del diario La República de Uruguay: “¿Cuáles son los autores decabecera de esta pandilla belicista? El bostoniano Henry Cabot Lodge afirmando que “en el siglo XIXningún pueblo igualó nuestras conquistas, nuestra colonización y nuestra expansión y ahora nada nosdetendrá” (…) O Charles Krauthammer quien hace muy poco, en 1999 escribió en el Washington Post:EE.UU. cabalga por el mundo como un coloso. Desde que Roma destruyó Cartago ninguna otra granpotencia ha alcanzado las cimas a las que hemos llegado. EE.UU. ha ganado la guerra fría, se ha pues-to a Polonia y a la República Checa en el bolsillo y después ha pulverizado a Serbia y Afganistán. Y depaso ha demostrado la inexistencia de Europa” (…). O el conocido historiador Paúl Kennedy explican-do que “ni la Pax Británica, ni la Francia napoleónica, ni la España de Felipe II, ni el Imperio deCarlomagno, ni siquiera el Imperio romano pueden compararse al actual dominio norteamericano.Nunca ha existido una tal disparidad de poder en el sistema mundial” (…)

17 Slavoj Zizek y Friedrick Jameson, Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo, p. 176.

cuo, de capital y capitalismo.18 Losdebates modernidad-posmodernidadvinieron en auxilio de esta operación derepresión-censura y permitieron sustituirla categoría de capitalismo por la demodernidad, categoría y debate que sibien correspondía a un desplazamientode terreno e incluso de disciplina – de laeconomía y la política a la cultura y lafilosofía- y propiciaba salir del encierroeconomicista que cierto marxismo pro-dujo y abrir la problemática no solo dela cultura sino de la civilización -graciasal pensamiento ecológico surgió la tesisde una crisis de civilización para carac-terizar el momento actual, tesis increí-blemente fecunda- no dejaba de ser unmecanismo de censura, pues capitalis-mo fue la forma concreta que asumió lamodernidad, sin la cual no puede sercomprendida: huelga insistir en que lacategoría de modernidad tampoco esopuesta o sustitutiva a la de capitalismo.

Tal como lo dice Echeverría:

“Entre modernidad y capitalismo existenlas relaciones que son propias de unatotalización completa e independiente yuna parte de ella, dependiente suya,pero en condiciones de imponerle unsesgo especial a su trabajo de tota-lización”.19

¿Por qué fue necesaria la invisibili-zación del capitalismo, su disolución enla categoría más general de moderni-

dad? La “ciencia económica” ha exclui-do siempre de su explicación las cate-gorías de plusvalía y explotación, sindejar por ello de nombrar su objeto: elcapitalismo. Más, las connotaciones aveces -o siempre- son más importantesque las denotaciones: la categoría decapital y capitalismo se habían impreg-nado tanto de las de explotación, domi-nación, contradicción, antagonismo, yde las luchas por el socialismo, que elfamoso “cambio de paradigmas” fuesobre todo un cambio de significantes.Después de todo es el poder quien tienela capacidad y la autoridad de nombraral mundo.

Con la categoría del capital y capi-talismo, despareció todo un sistemacategorial y conceptual -plusvalía,explotación, acumulación, crisis, desa-rrollo desigual, teoría de la dependen-cia…- que se había construido trabajo-samente durante todo el Siglo XX.

Tan sorprendente como el encubri-miento del poder estatal y de la domi-nación cuando se encontraba en forma-ción y despliegue el más grande quehaya existido jamás en la historia huma-na, es el escamoteo del capital cuandose ha convertido en la forma dominanteabsoluta y ha logrado imponer su formamultinacional no sólo como la hegemó-nica sino la que rige el dinamismo –o ladegradación- de la vida del planeta tie-rra hasta en sus últimos rincones.20 Mas

62 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

18 Algún día habrá que analizar el juego de poder y los dispositivos de guerra desplegados en la famosaguerra del “cambio de paradigmas”. La izquierda, arrastrada al campo rival, debió disfrazar sus con-cepciones, nombrarlas en los términos ajenos, resemantizar las categorías y conceptos del Otro.

19 Echeverría, Bolívar Las ilusiones de la modernidad, p 14620 Zizek habla de una suerte de auto colonización del capital pues incluso los países desarrollados ha-

brían devenido colonias de las grandes corporaciones.

aún, en el período de su invisibilizaciónteórica, se produjo la más intensa cen-tralización de capitales de su historia, alpunto que hoy las 200 trasnacionalesmás grandes controlan la economíamundial. La tesis leninista de la contra-dicción entre la creciente socializaciónde la producción y la progresiva con-centración de la apropiación privadanunca había sido tan evidente comohoy.

La invisibilización de la producción y laesquizofrenia del valor de cambio

La invisibilización del capital fuetambién la de la producción como cate-goría cardinal de la vida social. Diver-sos analistas empezaron a hablar desociedad posindustrial y a conferir uncreciente papel gravitante a los servi-cios, la comunicación y los flujos finan-cieros.21 Incluso Habermas, en unaperspectiva filosófica, postuló el agota-miento del paradigma de la produccióna pesar de la tentativa del joven Mar-cusse y de Sartre de reanimarlo con elapoyo de Husserl. Y sentenció sobre lanecesidad del cambio de paradigma dela actividad productiva al de la accióncomunicativa.

A la deflación de la categoría deproducción correspondió la desvalori-zación de la riqueza mercantil comocategoría del análisis económico. El

fundamento de tal afirmación era lacreciente importancia de los flujosfinancieros en la organización de laeconomía.

Hubo quienes, con cierta reminis-cencia marxista, hablaron de la definiti-va disociación del valor de cambio res-pecto al valor de uso y de su autonomíaabsoluta. Tal fue el fundamento de loque Baudrillard denominaría esquizo-frenia del valor de cambio,22 y cuyamayor expresión fue la enorme inflaciónde los valores de la bolsa de Nueva Yorkhasta su crisis.23 Todo parecía señalarque la relación entre mercancía y dine-ro se había roto y que la esfera moneta-ria vivía una suerte de poder ilimitado.

Sin embargo, en tal período lahumanidad estaba viviendo, casi secre-tamente, un formidable crecimientoeconómico, especialmente industrial–de China en especial, pero también dela India y los llamados mercados emer-gentes- al punto de que entre 1980 y2005, el peso de China en el productomundial pasó del 3.4% al 15,4%.24

China fue responsable, entre 1999 y2003, de una quinta parte del creci-miento del producto mundial y entre1995 y 2002 de una cuarta parte. Masaún, la expansión mundial china–comercio e inversiones- ha crecido aniveles exorbitantes, a partir de su creci-miento productivo y no meramentefinanciero.

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 63

21 Ideólogos como Alvin Toffler y otros señalaron que la humanidad había entrado en una tercera ola –laprimera caracterizada por la agricultura, la segunda por la industria- cuya expresión era la sociedadposindustrial, fundada en la desmasificación y descentralización.

22 La expresión es de Baudrillard.23 De la era de Clinton a los últimos días anteriores a la crisis ascendió de 9 mil a más de 14 mil.24 Durante ese período, la proporción de EEUU se redujo del 22,5% al 20,9%, la de la UE creció ligera-

mente del 18,5% al 19,1% y la de Japón pasó del 7,6% al 6,9%, según datos del FMI.

La invisibilización del antagonismo yde las contradicciones sociales

El agotamiento y disminución delproletariado industrial25 habría dado ungolpe de muerte al marxismo. Laclau loseñaló:

“La solución marxista clásica al desa-juste entre el particularismo de la claseobrera y la universalidad de la transfor-mación socialista, habría estado domi-nada por el supuesto de una crecientesimplificación de la estructura socialbajo el capitalismo: como resultado deesta simplificación, la clase obreracomo sujeto homogéneo abarcaría a lagran mayoría de la población y se haríacargo de la gran tarea de transformaciónuniversal. Una vez que este tipo depronóstico resultó desacreditado a finesdel siglo…”26

La simplificación de Laclau esasombrosa. Marx no solo que señalóexactamente lo contrario con su famosaley del crecimiento del capital constan-te a cuenta del variable, sino que pre-vió, hace 150 años, el fenómeno de laautomatización por efecto de la puralógica de la ley de la acumulación capi-talista. Buena parte de las críticas almarxismo se funda en una formulaciónelemental, primaria, torpe de sus tesispara así refutarlas.

En concomitancia con la devalua-ción de la categoría de producción y,

más allá de Laclau, fue un lugar comúnseñalar el debilitamiento del peso socialde proletariado industrial en todos lospaíses, en particular en los desarrolla-dos. Las grandes concentraciones fabri-les y los populosos barrios obreros eranya una imagen irrepetible del pasado ylas grandes ciudades cobraban un pai-saje social distinto. En el caso de lospaíses atrasados, la clase obrera, quenunca fue una fuerza socialmente signi-ficativa, era cada vez más ahogada porlos crecientes sectores informales de laeconomía que copaban la ciudad ylibraban sus propias batallas comomicroempresarios, adalides de “otrosendero”, el de la libre empresa frente aldespotismo del estado.27

Tal pérdida de peso social debilitabael papel centralizador que los trabaja-dores habían jugado en la lucha social,ahora sin eje, sin unidad, sin capacidadde irradiación.

Paradójicamente, la invisibilizaciónde proletariado industrial, una de cuyastesis fue su disminución relativa y aunabsoluta, se dio en una época en que,por el contrario, se daba un gran creci-miento si consideramos el aumento delnúmero de trabajadores en China, laIndia y otros mercados emergentes.

El incremento del proletariado endichos países se ha gestado en las con-diciones de una enorme explotación deltrabajo, sobre todo si sabemos que losniveles de productividad no están muy

64 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

25 En Marx la categoría de proletariado no se reduce a los obreros sindicalizados como cierta crítica lo hareducido. En palabras de Pablo Friedman: “El proletariado, sin la idealización que sufre en su papel deMesías, es el que está desposeído de todo, excepto de su goce”.

26 Nótese el juego semántico de la segunda simplificación que se confunde con simpleza o simplonería.Ernest Laclau, “Sujeto de la política, política del sujeto” en Arditi, Benjamín, op. cit., p. 128,,,

27 Ver Hernando De Soto, El Otro sendero, La Oveja Negra, 1986.

distanciados o incluso son similares alos de EE.UU. o Europa. La gran mayo-ría trabajan “semanas de 60 a 70 horasde labor, duermen en dormitorios de 8 a16 personas, ganan menos que el sala-rio mínimo de 44 dólares por mes y sondestituidos después de un accidente detrabajo. Esta explotación se producecon la “bendición de las autoridades”,que prohíben sindicatos independien-tes, convenciones colectivas o el recur-so a la huelga”.28

A la par, cambios en la estructuraproductiva, el fin del fordismo y laderrota del movimiento obrero contri-buyeron a consolidar la imagen de lasustitución de las relaciones de explota-ción y dominio por las de diversidad,competencia entre individuos libres, y areemplazar la categoría de totalidad porla de multiplicidad descentrada de loreal.

Los resultados de la competenciaentre individuos libres no fueron, empe-ro, iguales: si en 1974 el promedio deingresos de un ejecutivo principal de losEE.UU. era 34 veces el ingreso de untrabajador medio, en el 2000 era 180veces.29 La involución de los salarios seexpresó en la renta familiar. Así, si en elperíodo de posguerra 1948-73, la pro-porción en los ingresos entre el 5% más

rico y el 20% más pobre de las familiasestadounidenses descendió de 14 a 1 a11 a 1, en el período 1973-90 se incre-mentó de 19 a 1.30

El discurso hegemónico admitepobreza y desigualdad social. No hay,empero, conflictos teóricos: la igualdadde oportunidades no engendra igualdadsino desigualdad social. Touraine esclaro al respeto:

“Por el contrario si nos definimos sobrela base de nuestras acciones instrumen-tales31, ya no somos iguales, porqueuno es más fuerte, competente e ins-truido y otro es débil, incompetente yanalfabeto”.32

La desigualdad social no es así elefecto de la estructura del sistema sinode las distintas capacidades humanas.Así, en relación a los enormes nivelesde desempleo y de polarización socialque la quiebra del régimen dicho socia-lista y el tránsito al capitalismo en Rusiay los países del Este europeo, el discur-so hegemónico acuñó una frase: triunfa-dores y derrotados por el mercado.

Sin embargo, la polarización socialestuvo ligada a un incremento de laexplotación social: “Las tasas de benefi-cios, después de impuestos, en los pun-tos máximos de los ciclos ascendieron

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 65

28 Ver Rebecca Frasquet, “La otra cara del milagro chino. La Confederación Internacional de SindicatosLibres denunció en un informe la “explotación dramática” de los trabajadores chinos”. Documentointernet.

29 Antonio Romero Gómez, Globalización y economía internacional, un análisis desde la perspectiva deldesarrollo, trabajo base para la presentación en el II Encuentro Internacional de Economistas“Globalización y Problemas del Desarrollo”, La Habana, enero, 2000.

30 Castells, Manuel, La sociedad Red.31 Para Touraine actividad instrumental es” definida en medida creciente por las reglas de funcionamien-

to de las organizaciones de mercado en la cual participamos, op. cit. p. 62.32 Alain Touraine, op. cit., p. 62.

de 4,7% en 1973 al 5.1% en 1979, seestabilizaron en los años 80 y ascendie-ron al 7% en 1995”.33 Dichos nivelesfueron más altos que en el período1950-7334, el del mayor crecimiento yen el que los salarios mejoraron ostensi-blemente.35 Si en la fase 1950-73, laacumulación se basó solo en el aumen-to de la plusvalía relativa, en la siguien-te lo hizo también por el mecanismo dela depreciación de los salarios por deba-jo de su valor, mecanismo propio de lasfases primeras del capitalismo. De cier-ta manera, el capitalismo salvaje vibratambién en los actuales EE.UU.”36

Pese a ello, vivimos hoy la paradojade que mientras mayor es la explotacióndel trabajo, menor es su visibilidad.

La invisibilización del antagonismoNorte Sur

La categoría de imperialismo –y lade necolonialismo- fue sin duda una delas mas invisibilizadas en la era neoli-beral.

Hacia los años 60, EE.UU., en tran-ce de convertirse en una suerte de supe-rimperialismo mundial, había desplaza-do a los viejos colonialismos europeosen su hegemonía mundial. Las nuevascondiciones consolidaron la emergen-

cia de una nueva forma económico-política de las relaciones internaciona-les, el neocolonialismo, a cuya cabezase situaron los EE.UU., gracias entreotras causas, a su larga experiencia“neocolonial” en América Latina.

En los 60 y 70, el contenido interna-cional era tan fuerte, tan profundo, tanintenso que desbordaba continuamentela forma nacional. Incluso por arriba: elMovimiento de los No alineados, lalucha en la ONU por el nuevo OrdenEconómico Internacional (NOEI) inten-taban unificar la guerra anticolonial conla estrategia de desarrollo. En los 70, larebelión pareció haber llegado a lacumbre: liberación de Vietnam, deAngola y de otras ex-colonias portugue-sas, el reconocimiento internacional dela OLP, las revoluciones sandinistas eiraní a la par que la lucha por el NOEIfue aprobado por la ONU hacia 1974.En ese marco se desplegó el nacionalis-mo tercermundista.

Empero, el fin del colonialismo clá-sico y la consolidación de las burgue-sías nacionales en la dirección de losnuevos Estados surgidos de una frag-mentación y balcanización que losdejaba inermes frente al poder neocolo-nial, precipitaron el fracaso del tercer-

66 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

33 Manuel Castells, La sociedad Red, t. III, pp. 155-156. 34 En dicho período más bien descendieron: el coeficiente de beneficio declinó de 0,024 en 1959 a 0.017

en 1974 para ascender, con altibajos, a 0,061 en 1991, 0,073 en 1993 y 0,080 en el primer semestrede 1994. Castells, op. cit. T I. p. 112.

35 La comparación es importante puesto que en el lapso 1948-73 la productividad del trabajo aumentóconsiderablemente mientras en el siguiente tendió a crecer en mucha menor proporción. Castells brin-da los datos. TI. cuadros p. 99 y 103 y 104.

36 Esta situación parece que tiende a prolongarse en la medida en que la economía mundial no logra pasara la nueva onda larga expansiva –un nuevo ciclo Kondratiev A- y el capital especulativo sigue hacien-do de las suyas con los masivos excedentes de capital que la situación genera.

mundismo en el marco del derrumbe dela URSS y del antiguo bloque socialista.

El imaginario de la opresión y de laliberación nacional fue sustituido porel de un mundo multicultural de nacio-nes y etnias independientes integradasen Estados soberanos en un orbe inter-dependiente de competencia entresujetos jurídicamente libres e iguales.Tal como señalábamos en El Apoca-lipsis perpetuo:

“Por su parte, la imagen del mundo enel discurso neoliberal es deliciosamentesimple: un espacio único en que indi-viduos, unidades económicas, regionesde diverso tamaño y composición étni-ca libran sus luchas en la jungla delmercado. La diferencia entre ellos estádada por la competitividad: el mercadoes el gran juez, el nuevo Dios queestablece premios y sanciones.37 Entrelas distintas regiones del mundo nomedia ninguna relación que no sea lade las inversiones directas y los inter-cambios (…).38

Las palabras imperialismo, neocolo-nialismo y tercermundismo fueronexcluidas de raíz del lenguaje y de lamirada.

Los resultados de la libre competen-cia entre Estados jurídicamente libres eiguales, sin embargo, fueron terribles.

En las dos décadas siguientes a la libe-ración de Angola y de las colonias por-tuguesas, la era de la globalización, lasnueve plagas de Egipto y los 4 Jinetesdel Apocalipsis se volcaron sobre lasregiones pobres de la tierra, precipitán-dolas en guerras fratricidas, nivelespavorosos de desempleo y extremapobreza, ruina de millones de industriasy de miles de millones de campesinos,derrumbe de varias economías naciona-les y de algunos estados. El rostro de ladictadura del gran capital -llamada glo-balización- ha sido la disminución en15 años de las expectativas de vida de lapoblación del África Subsahariana.39 Labrecha entre las regiones desarrolladasy las subdesarrolladas del planeta se haincrementado de manera gigantesca:

Raúl Ugarteche señala:

Si tomamos el promedio de los paísesseleccionados como los más pobres en1985 (476 dólares per cápita) y los con-trastamos con los países de ingresossuperiores (13.396 dólares), y luegovemos las cifras de 1994 (332 y 26.458),el promedio de distancia entre los cincopaíses más ricos y los diez más pobresha subido de 28.1 a 79.7 veces. En tér-mino medio los más pobres perdieron30% de sus ingresos en el decenio1985-1994, mientras que el grupo másrico los incrementó en el 92%. Este pro-

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 67

37 Frente a la crisis mexicana, rusa o brasileña la respuesta del discurso neoliberal siempre fue la misma:no aplicaron la receta completa. Empero, Argentina la aplicó en extremo y su crisis fue la peor de todas.La respuesta neoliberal fue: jugaron y perdieron.

38 El debilitamiento y aun desintegración de esos Estados ha provocado el repliegue de hombres y muje-res a sus identidades regionales y étnicas. El Poder imperial quiere fijarlos allí para que el apetito polí-tico del zoom politikon se realice en el nivel municipal, en la gestión de ciertos servicios.

39 Tal como, según Marx, la disminución de la talla de los franceses y francesas en la era de la acumula-ción originaria.

ceso de concentración de ingresos es ellado opuesto de la exclusión”.40

Tan brutal proceso de concentracióny exclusión no fue el resultado de lalibre competencia de sujetos nacionalesiguales. El fin de la forma colonial nosignificó ni mucho menos el fin de laexplotación capitalista de las regiones ytrabajadores de la periferia. Por el con-trario ésta se intensificó a niveles impre-sionantes.

John Saxe Fernández y Jaime Petrascitan la investigación realizada por elProyecto DGAPA de la UNAM, México,según él que la transferencia de exce-dentes de América Latina, en el período1976-1997, fue de 2.051.619,1 millo-nes de dólares, “cifra cuya magnitudequivale al producto interno bruto (PIB)combinado de todos los países deAmérica Latina y el Caribe en 1997”.41

Extrema concentración del poder enlos EE.UU. y formación de un Estadomundial sobre la columna vertebral delEstado norteamericano –cinco coman-dos mundiales, 130 bases militares,invasión de Irak y Afganistán- descomu-nal centralización de capitales al puntode que 200 grandes transnacionalescontrolan más de la cuarta parte del PIBmundial, agudización de las relacionesde explotación y extrema polarizaciónsocial y nacional. ¿Cómo es posibleque procesos y realidades tan contun-dentes, tan evidentes, se hayan tornadoinvisibles, excluidas de la mirada y dellenguaje?

II. Las determinaciones históricas de lainvisibilidad: Los imaginarios de la for-mación del Estado mundial y del capitalmultinacional

En estas últimas décadas, hemosvivido el acelerado proceso de forma-ción de una estructura de poder estatalmundial y del capital multinacionalcomo instancia central y totalitaria de lamundialización económica cuyo efectoideológico, paradójicamente, fue suinvisibilización. El discurso único nohizo sino formular esa invisibilidad defacto.

La formación del poder mundial, yel consecuente desplome de los Estadosnacionales, gestó la imagen ilusoria deun progresivo desvanecimiento de lopúblico estatal de las instancias nacio-nales. De lo que se trataba no era sinode la transferencia del poder de losEstados nacionales -incluso los de lospaíses capitalistas centrales- a instanciassupraestatales y la compleja y conflicti-va formación de un Estado Mundial.Durante estas últimas décadas, el debi-litamiento-disolución fue lo inmediata-mente visible y tangible en tanto elpoder imperial aparecía como un datoexterno y absoluto, tal que Dios.

La “revolución capitalista”, segúnAlain Touraine, ha provocado la cre-ciente disolución de las instancias polí-ticas socavadas por la creciente globali-zación y el rápido desarrollo de los flu-jos financieros internacionales. Tourainetoma el debilitamiento de los Estados

68 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

40 “Sobre la Globalización”, Alberto Acosta, compilador, p. 33.41 Ver Alejandro Moreano, El Apocalipsis perpetuo, Planeta, Quito, 2002.

nacionales como un dato inexorableque ha provocado la demodernización,la separación y degradación del mundode la economía y de la cultura.42

El sol ciega: tal la paradoja. El sor-prendente y sorpresivo derrumbe delsocialismo real y del nacionalismo ter-cermundista gestó la imagen de unpoder absoluto, incontrastable. Laderrota abate sin duda, y en ese abati-miento, el capital multinacional y elpoder imperial devinieron en el Diosinvisible, el sol cegante. Poco despuésdel derrumbe de la URSS y del fin de laprimera Guerra del Golfo, círculos diri-gentes estadounidenses considerabanque su país, en el cenit del esplendorimperial, debía emprender una magnaobra, a la manera de la Gran Muralla enla era del milenio chino, que anunciarael milenio norteamericano. Sociedadabierta al fin, a EE.UU. le correspondíaabrirse al cosmos y la colonización deMarte sería su obra suprema. Bush,padre, asignó una partida de 400 millo-nes de dólares para los estudios inicia-les. Tal era el esplendor de un sujetoinvisible y ubicuo.

A la par, se desplegaron las tesis deuna diseminación de las relaciones depoder y de la política en el cuerposocial, en la sociedad civil, incluso, ysobre todo, en sus márgenes e intersti-cios. América Latina, la periferia euro-pea–España, Portugal, Grecia y Turquía-y los países del Este vivían los llamadosprocesos de democratización que pro-

movían la consolidación de la “socie-dad civil” y la “politización” de esferashasta entonces inmunes a la políticacomo la sexualidad, la vida cotidiana yque favorecieron el desarrollo de dichastesis que postulaban –y promovían- lavivencia de la política al margen y fueradel aparato estatal.

La concentración a escala mundialdel capital multinacional abatió a lasburguesías locales, transformándolas enapéndices minúsculos del gran capital,provocando también la imagen ilusoriade una evaporación del capital localque, entre tanto, se condensaba en elaparentemente lejano capital trasnacio-nal. Si la llamada “globalización” afec-tó gravemente el peso social y políticodel proletariado y de los tradicionalesmovimientos campesinos, mucho másdemoledor fue su efecto sobre las lla-madas “burguesías nacionales” que,salvo en algunos de los llamados mer-cados emergentes, se resquebrajaron,perdieron todo impulso propio al calorde la debacle industrial y productiva, ydevinieron en una degradada oligarquíade importadores, representantes de lasmultinacionales u hombres de paja delpoder imperial.

El imaginario de la financiarizacióny de la invisibilización de la produccióny de la riqueza mercantil, tuvo tambiénuna base objetiva. A partir de la desre-gulación de los mercados iniciada enlos 80, la velocidad de los flujos finan-cieros fue impresionante,43 llegando arepresentar porcentajes superiores al

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 69

42 Alain Touraine, op. cit., p. 50.43 La llamada revolución informacional fue decisiva. La simultaneidad de los flujos informáticos garanti-

zó la velocidad casi instantánea de los flujos financieros.

PIB.44 En los 90 la diferencia entre lastransacciones monetarias y los inter-cambios de bienes y servicios alcanzóniveles extremos. Según varios analistasla (des)proporción podría llegar a ser de365 veces.45 Esa extrema escisión entrevalor de uso y valor, ha otorgado alcapital financiero un poder impresio-nante y su condición de motor de laseconomías desarrolladas46: estimula lacentralización empresarial -el controlextranjero de la industria en todo elmundo ha crecido,47 en particular en lazona de la tríada48-, acelera la rotacióny disminuye el tiempo improductivo ypotencia así la capacidad y eficacia delcapital social global.

A la par, los procesos de automati-zación y robótica, previstos por Marx,tendieron a generar la ficción de la disi-pación del mundo del trabajo, en tantopropenden a la superación del trabajofísico, a su descentralización y desterri-torialización.49

En esos sectores, nos aproximamos alo que en los 60 del siglo pasado sellamó el “límite técnico del capitalis-mo”,50 el grado cero de la plusvalíadirecta. La actual tecnología ha supera-

do los pesados aparatos industriales, lasgrandes concentraciones obreras y lacentralización de la administración, enaras de estructuras flexibles, móviles eincluso efímeras y continuamente cam-biantes. El eje del poder y la ganancia seha trasladado a aquellas áreas casiinmateriales: información, imágenes,fluidos electrónicos, manejo del códigogenético… La organización y la gestióndel capital han cobrado asimismo unaforma inestable, en constante flujo,intermitente.

A la vez, grandes complejos indus-triales han sido trasladados a los llama-dos mercados emergentes de la periferiapara beneficiarse de una mano de obracalificada y de salarios bajos. Sobre esabase ha operado una ofensiva brutal delgran capital que ha desarmado los sin-dicatos, ha incrementado el trabajobasura y el desempleo con su efectodesmovilizador, ha aumentado la seg-mentación salarial, factores todos quegolpearon severamente la tradicióncombativa del movimiento obrero ycontribuyeron a generar el velamientode las categorías de contradicción yantagonismo sociales. Tal la base objeti-

70 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

44 Manuel Castells, op. cit. t. I cuadro 2.7, p. 121.45 “Debe recordarse que en el ámbito mundial, diariamente se transan divisas por un monto de 1,5 trillo-

nes de dólares frente a una guarismo similar –pero en el ámbito anual- de transacciones de bienes yservicios. Jürgen Schuldt, “Antecedentes, dinámica y causas de la crisis asiática” en Varios, La crisisasiática, ILDIS, TRAMASOCIAL, FLACSO, 1998, p. 110.

46 Manuel Castells, op. cit. t. I. Figura 2.1., p. 109.47 Del 13,2% en 1973, al 16,5% en 1988 y del 24,8% según estimaciones de los 90. Ibid, p. 134.48 Según el citado libro de Castells, se estimaba que para el 2000 las empresas de Europa occidental con-

trolarán el 14% de la producción industrial estadounidense y las empresas Norteamericanas el 16% dela producción de Europa Occidental. Op. cit, p. 134.

49 Empero eso solo ocurre en el interior gran capital multinacional, en el llamado segmento de punta dela renovación tecnológica.

50 En los Grundrisse, Marx anticipó la automatización como lógico efecto de la dinámica de la plusvalíarelativa y de la ley del crecimiento del capital constante a cuenta del variable.

va de la imagen de una desapariciónvirtual del movimiento obrero comofuerza social y política.

La formación de un poder imperial yde un capital multinacional absoluta-mente hegemónicos, dotados de unpoder nunca antes visto en la historia dela humanidad, generó además, la para-dójica e increíble imagen de la disolu-ción de las contradicciones y antagonis-mos sociales y nacionales y su reempla-zo por un mundo multicultural y diver-so, colmado de desigualdades pero sinantagonismos internos.

La formación de la estructura estatalmundial fue concomitante con la culmi-nación de los procesos de descoloniza-ción que se dieron a lo largo del sigloXX. Esa correlación produjo la paradojade la formación de Estados y países jurí-dicamente independientes en la era enque se gestaba su acelerada descompo-sición. Murieron antes de nacer o nacie-ron agónicos.

El fin de la descolonización coadyu-vó a crear la imagen del fin de las cate-gorías de imperialismo y contradiccio-nes nacionales. En efecto, si en la era delos movimientos de liberación nacionalla imagen del hondo antagonismo entreel centro y la periferia, el imperialismo ylos países oprimidos, era indiscutible, ladescolonización tendió a generar laimagen de Estados jurídicamente igua-les, a la manera de los ciudadanos delEstado moderno. Las enormes y crecien-tes diferencias entre países y regionesdel Norte y del Sur del planeta ya noaparecieron como la consecuencia dela opresión imperial sino el resultado de

una competencia entre países libres eiguales.

El paso del discurso de la liberaciónnacional al de la diversidad expresó uncambio de la periferia: de sujeto a obje-to de la historia. El primero encarnaba alOtro como antagonista universal. Lasegunda, manifiesta la soberanía de laconciencia occidental que inscribe alotro en “su” diversidad. “Es el paso delOtro al otro. El otro no como universalsino como un conjunto abigarrado departiculares que se despliegan para queOccidente sea el escenario general, elaire en que flotan esas diferencias, eltexto, la mise en scéne de la multiplici-dad de actores singulares, la granMirada Ubicua. El Uno, el Mismo, quese fragmenta en el loco carrusel de imá-genes pulsátiles: la humanidad, elvideo-collage del turista”.51 A través dela ficción de países y Estados indepen-dientes, los procesos de descoloniza-ción culminaron en una suerte de impe-rio o imperialismo mundial único y enla dictadura del capital multinacional.

Por otra parte, la formación delpoder estatal mundial provocó la derro-ta de los nacionalismos tercermundistasque abrió las puertas para el estallido delas diversidades étnicas. La antigua ima-gen de la opresión imperial neocolonialdejó paso a una suerte de autodisolu-ción nacional. En un texto panegírico dela globalización leemos:

“Por último, existe también otra reper-cusión que es de enorme importanciapolítica para muchos países, incluidoEspaña. En un mundo cada vez másglobalizado y más abierto es más fácil

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 71

51 Alejandro Moreano, Triunfo, crisis o cambio de civilización.

que se den situaciones de desinte-gración política. La globalización va atender a favorecer los procesos de sepa-ratismo. Muchas pequeñas regioneshomogéneas desde el punto de vistacultural, lingüístico o étnico puedenintentar negociar, democráticamente, elvivir de manera independiente del paísen el que están integradas. En un mundomás democrático y más abierto, lasminorías podrán elegir más librementesu futuro siendo más autónomas o,incluso, independientes. El caso de laseparación voluntaria de Eslovaquia dela República Checa, siendo además laparte menos rica de ésta, no hubierasido posible en un mundo más cerradoy menos globalizado”.52

Fueron los Estados multinacionalesy/o multiétnicos de la periferia deEuropa occidental53 y aquellos comolos africanos que apenas iniciaban sugénesis, quienes sufrieron la peor ero-sión, socavados por la globalizaciónque, al disgregar esos frágiles procesos,impulsaron el refugio –la estampida- deamplias capas de la población en iden-

tidades primarias, desde pueblos yetnias africanas y andinas hasta zonas ymicro territorios del ex-Tercer Mundo yde Europa del Este. La descomposiciónde Yugoslavia es quizá su mejor expre-sión y su mayor vergüenza…

No solo ellos. La mayoría de los paí-ses de la periferia han experimentado elaflojamiento de su unidad. Era obvioque las identidades de segundo grado,54

y la capacidad de simbolización y deautonomización de los perdedores yderrotados, hayan sido quebradas sinque en su lugar emergieran imaginarioscosmopolitas sino la resurrección derepresentaciones antiguas de autoafir-mación, identidades locales, fundamen-talismos religiosos. La quiebra de losEstados que estaban construyendo unnuevo pacto de transnaturalización,necesariamente tenía que provocar laemergencia explosiva de identidadesétnico-territoriales, locales y regio-nales.55 La disolución de esos Estadosfue compensada-sublimada por la poli-tización de la vida inmediata y de lasinstancias locales. Nos quitaron el

72 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

52 Guillermo de la Dehesa, Comprender la Globalización, Madrid, Alianza, 2000. Los panegiristas de laglobalización los aplauden cuando se trata de la periferia o del Este; los condenan casa adentro: Vg. laindependencia de los vascos. La secesión no se ha producido en la franja superdesarrollada del plane-ta, ni en España ni en Suiza o Bélgica, espacios multinacionales, sino en los derrotados de la guerrafría. La descomposición de la Unión Soviética es un claro ejemplo.

53 En una conferencia dictada en el ILDIS del Ecuador, un representante de la socialdemocracia alemanaafirmó que los países de mayor homogeneidad étnica tenían mayor capacidad de desarrollo que losmultiétnicos. Nada más falso: Suiza, Bélgica, España son países multiétnicos en prosperidad. El corteno pasa por allí sino entre el centro del sistema capitalista y su periferia.

54 Esto es, las identidades estatales. Las de primer grado son las viejas identidades étnicas y las de tercerorden constituyen las cosmopolitas

55 Slavoj Zizek señala que en el Estado-nación el proceso de identificación secundaria ha sido socavadotanto por la internacionalización del mercado cuanto por los procesos de identificación primordial quelejos de constituir una “regresión” son la confirmación de que “la pérdida de la unidad orgánico-con-sustancial se ha confirmado plenamente”, Slavoj Zizek, “Multiculturalismo o la lógica cultural del capi-talismo multinacional” en Friedric Jameson y Slavoj Zizek, Estudios culturales. Reflexiones sobre el mul-ticulturalismo, p. 169. Sin embargo, por procesos de “identificación primordial”, Zizek entiende las

Ecuador o Perú u Honduras para darnosno el mundo sino una soberanía de 20kilómetros cuadrados…

El enfoque o ángulo de visión delpensamiento social aun se encuentradominado por la esfera nacional, por elámbito del país, esa categoría políticacentral de la modernidad. Ha sido en elinterior de ese horizonte de visibilidadsocial que se gestó el desvanecimientode las categorías de capital, dominacióny poder estatal.

Más, la esfera de lo político-estatalno ha desaparecido ni mucho menos.Solo ha cambiado de escenario, aban-donando parcialmente el proscenionacional para volcarse a la escena mun-dial en la que, al contrario de la refle-xión de Arditi, lejos de “la abolición-disolución de la forma Estado, o cuandomenos una cierta “des-formalización”de éste a través de reabsorción de ámbi-tos de decisión dentro de la sociedad”,reina de manera absoluta, vertical y des-pótica

III. Críticas fronterizas

La crítica es una condición del pen-samiento humano. Mas aún, en condi-

ciones de un proceso como el de la glo-balización neoliberal que ha acentuadola explotación y la opresión de la mayo-ría de los habitantes del planeta por unpuñado de grandes corporaciones. En elmarco de la invisibilización general, sur-gieron los llamados nuevos movimientossociales que lograron escapar a procesosde invisibilización anteriores y cuestio-naron otros niveles de la opresión.

Durante las décadas de los 80 y delos 90 florecieron los denominados eco-logistas y ambientalistas, el feminismo,los grupos GLBT, y, en especial, los pue-blos indios y la llamada diáspora africa-na-, asentados en la compleja proble-mática del reconocimiento y de la iden-tidad étnica, de género, de orientaciónsexual, y abrieron el horizonte de unaimportante teorización.

El conjunto de los nuevos movi-mientos sociales representan una críticaradical al logos de Occidente, a partirde una nueva concepción del hombrecomo nodo de pulsiones y flujos ener-géticos, que privilegia a los chamanes, alas viejas diosas ctónicas, a Dionisiofrente a Apolo, a lenguajes distintos deaquellos en los que impera la unidadsujeto-predicado56, a la cora…; y en el

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 73

“comunidades nuevas, “mediadas”, por ejemplo “las comunidades de estilo de vida” (op. cit. p. 170).Es decir, aquellas que se forman en los países desarrollados, en los EE.UU. en especial, y que expresanformas de vida posmodernas. Las guerras de hutus y tutsis en varios países africanos, efecto del debili-tamiento de los Estados nacionales, son una declinación efectiva a identidades primarias.

56 Los lenguajes de origen indoeuropeo y su estructura sujeto-predicado-cópula se funda en la identidadde las estructuras sintácticas, lógicas y ontológicas. En los lenguajes matriarcales como el vasco o elquechua, en cambio, el objeto y el verbo están en el centro. Dichos lenguajes no parten del yo –el suje-to trascendental- que conquista el mundo sino del acontecer del mundo como tal. De allí el predomi-nio de la voz pasiva. Actitud receptiva, rica en formas concretas; abierta por ser aglutinativa a la reali-dad en devenir. En el quechua, según José María Arguedas, las palabras suenan como las cosas; los sin-tagmas, estructuras aglutinantes, identifican la cualidad con el objeto, la acción con la persona y, comoel euskera o las palabras-valija de Joyce, forman una totalidad de sentido con una sola palabra. VerMoreano, Alejandro, op. cit.

nivel político como implosión de lasidentidades secundarias –el Estado país-en tanto efecto de la globalización.

Pero, además han sido y son unafuerza concreta contra la globalizaciónneoliberal, pues, tal como lo señalanDiane Matte y Lorraine Guay “la mun-dialización amenaza hoy con socavartodo el trabajo realizado por el movi-miento de mujeres en el curso de losúltimos veinticinco años…”57 La Mar-cha Mundial de las Mujeres y las movi-lizaciones y acciones de los ambien-talistas y de los Grupos GLBT son uncomponente cardinal de la coaliciónantineoliberal que se ha concentradoen las protestas del movimiento alter-globalización y en los Foros socialesmundiales.

En el Foro Social de las Américas,Guatemala 2008, los movimientos femi-nistas allí reunidos declararon:

Para imponerse y sostenerse, recurre a lamilitarización y al armamentismo, in-venta confrontaciones genocidas quetoman a las mujeres como botín deguerra, las expulsa obligándolas al exi-lio y a vivir en condiciones de refu-giadas políticas; deja en la impunidad elfeminicidio y otros hechos criminalescontra la humanidad que suceden dia-riamente.

Las feministas proponemos transforma-ciones profundas y radicales de las rela-ciones entre los seres humanos y con lanaturaleza, para garantizar el buen vivir.

El buen vivir consiste en reconocernuestros aportes en las dimensionesproductivas y reproductivas, así comonuestra participación política, tanto enla sociedad civil como en el Estado.

El movimiento de los pueblos indiosde América Latina tiene una importan-cia cardinal. Surgidos en una atmósferade izquierda, fuertemente influidos porel marxismo y el socialismo, el EZLN,58

los pueblos indios de Ecuador y Boliviahan escapado a toda reificación de laidentidad, promoviendo alianzas políti-cas y una inteligente combinación de lolocal, nacional y mundial. En la actuali-dad, son la columna vertebral delGobierno de Bolivia, han promovido lacaracterización de nuestras sociedadesy Estado como plurinacionales y pluri-culturales…

En el mencionado Foro de lasAméricas, con el epígrafe “ Volveré yseré millones”, Túpac Amaru, 1780,aprobaron una Declaración de losPueblos y Nacionalidades Indígenas deAbya Yala.

“Las lideresas, líderes y representantesde los pueblos y nacionalidades indíge-nas de Abya Yala nos hemos reunido enel territorio de Iximulew (Guatemala)para coordinar nuestras luchas, fortale-cer nuestras organizaciones y reconsti-tuir nuestras Cosmovisiones milenariascomo alternativa frente al sistema capi-talista que amenaza el futuro de nuestramadre tierra.

74 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

57 Diane Matte y Lorraine Guay, “La Marcha Mundial de las Mujeres: por un mundo solidario e igualita-rio” en José Seoane y Emilio Taddei, Resistencias Mundiales. De Seattle a Porto Alegre, CLACSO,Buenos Aires, 2001.

58 El socialismo y el marxismo le dieron también a los insurgentes chiapanecos el sentido de la rebeliónarmada y de la vinculación a la lucha nacional y mundial.

Durante el encuentro hemos consensua-do que el enemigo número uno paratodas las especies que habitamos elplaneta y el cosmos es el capitalismo,ahora con el nombre de Neoliberalismoque se convierte en neocolonialismopara nuestros pueblos y nacionali-dades”.

En la perspectiva abierta por losnuevos movimientos sociales, se handesplegado desarrollo teóricos significa-tivos. La teorización fue muy rica y di-versa, en el feminismo primero, y luegoen la corriente de la diferencia colonial–Castro Gómez, Lander, Quijano-. Porotra parte, el fin de los movimientos deliberación nacional y el fracaso de lasburguesías nacionales abrieron unaimportante línea de reflexión en aque-llas regiones donde fue mas vivo elmovimiento anticolonial: la India, elorbe árabe, el África subsahariana -laescuela de los “estudios poscoloniales”y de los “estudios subalternos”, EdwardSaid, Homi K. Bhabha, Gayatri Spivak,Ranahit Guha, Partha Chatterjee, KwasiWiredu, africano, y otros-.

El pensamiento de los nuevos movi-mientos sociales fue un importanteespacio de resistencia a la hegemoníaabsoluta del pensamiento hegemónico.

IV. Crítica de facto de la invisibilidad

La invasión a Irak y la guerra contrael terrorismo, la emergencia de China ylos mercados emergentes y la caída dela Bolsa de New York y la crisis subya-cente han dado un golpe de muerte alolvido.

La invasión de Irak… Toda la estruc-tura del poder militar mundial de los

EE.UU. se ha revelado en su faz másdesenfadada y siniestra. La (re)coloniza-ción del mundo ha avanzado de mane-ra desembozada y la lucha por el petró-leo y los negocios de la reconstrucciónde Irak ha vuelto aun más visible elpoder detrás del trono: el capital multi-nacional que, gracias a la derrota delnacionalismo tercermundista y del lla-mado “socialismo real”, y, protegido porel poder imperial y el discurso único,desplegó en estas dos últimas décadasla más grande, rápida y violenta centra-lización de capitales de la historia delcapitalismo mundial.

La tesis de la quiebra de la totalidadde lo real ya estaba cuestionada por lapropia unificación mundial del poder ydel capital multinacional -llamada glo-balización-. La revitalización y prestigioque han asumido las tesis de la escuelade la economía mundo y los análisis deWallerstein son una muestra de ello.Pero, la mayor crítica práctica ha veni-do, sin duda, de la creciente unidad porabajo de los excluidos, la globalizaciónde los pueblos y los movimientos socia-les, las grandes movilizaciones mundia-les contra el neoliberalismo y la guerraimperial. Hemos señalado que en lamovilización del 15 de Febrero del2003 en contra de la invasión nortea-mericana a Irak, decidida por el ForoMundial de Porto Alegre, y en la que semanifestaron entre 30 y 40 millones depersonas, se inició la construcción de lahumanidad como el sujeto político de lamundialización.

Por otra parte, la visibilidad deChina, la India y los mercados emer-gentes cuestionó severamente las tesisde sociedades posindustriales y de la

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 75

devaluación de la producción y del tra-bajo como categorías fundamentales dela vida del planeta. La presencia chinaya no podía ser soslayada. Su participa-ción en el comercio mundial es cadavez mayor. En 2004 las exportacionesaumentaron un impresionante 35%.China importa buena parte de materiasprimas y alimentos del mundo, razónque evitó una crisis de la producciónagrícola de grandes magnitudes. Porotra parte, la inversión directa en elextranjero por parte de empresas chinasha aumentado de 830 millones de dóla-res en 1990 a 11.300 millones en 2005.Algunas estimaciones predicen que lasinversiones chinas alcanzarán a unos60.000 millones hacia 2010. Además,China es una suerte de nuevo imperia-lismo que torna evidentes las caracterís-ticas del imperialismo en general.

Pero quizá lo que cuestionó la tesisde la “esquizofrenia del valor de cam-bio” fue la evidente relación existenteen el crecimiento productivo y comer-cial chino y la “financiarización” delcapital mundial, en especial norteame-ricano.

La expansión comercial China y susuperávit con casi todos los países delmundo la han convertido en un enormeposeedor de reservas en divisas. A

mediados de 2007, tales reservas ronda-ban 1,4 billones de dólares. China dis-pone de casi la cuarta parte de las reser-vas mundiales.59

El déficit comercial de los EEUU ensu intercambio con China es descomu-nal -en 2008 llegó a 266.300 millonesde dólares- pero China invierte el supe-rávit en bonos del tesoro norteamerica-no, evitando así el derrumbe financierode los EEUU. China es el mayor acree-dor de EE.UU. con 801.500 millones enbonos del Tesoro. Washington necesitaque China siga comprando los bonos delTesoro para financiar un déficit que lle-gará a 1,8 billones este año contra “sólo”455.000 millones del año pasado.

La caída de la bolsa de New York yla crisis subyacente le dieron el golpe degracia a la estrategia de invisibilización.

La hipertrofia del capital financieroque ha gobernado el mundo pareciósepultar a Marx y al pensamiento críti-co. Su tesis de que la escisión entre laesfera monetaria y la mercantil es unacondición para el funcionamiento delcapital pero que a la postre precipita sucrisis, no se cumplía. Más aun todoparecía señalar que la relación entremercancía y dinero se había roto y quela esfera monetaria vivía una suerte depoder ilimitado.

76 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

59 Tabla. Principales poseedores de reservas en divisas (sin contar el oro), millones de dólares

Junio 2002 Junio 2006 Último dato 2007 %

China 246.400 943.600 1.349.300 Marzo 22,5Japón 438.000 849.800 913.600 Junio 15,2Rusia 39.900 243.200 406.000 Junio 6,8Taiwán 148.000 262.000 266.050 Junio 4,4Corea del Sur 112.200 225.600 250.700 Junio 4,2India 98.600 156.800 213.500 Junio 3,6MUNDO 6.005.400 Mayo 100,0

La crisis actual, ajuste brutal querestablece la relación entre dinero ymercancía, le da la razón a Marx. Másaun parece seguir su libreto, pues no essolo una crisis financiera sino una crisisacumulada de sobreproducción, talcomo la de 1929.60 Y, dada la fragilidadde la hegemonía política de EE.UU.,una crisis histórica.

La crisis financiera ha provocado unsalvataje descomunal: doce millones demillones de dólares de fondospúblicos61 en desmedro de otras nece-sidades.62

A partir de la crisis del 73, el capita-lismo transformó a la pareja crédito-deuda en el eje del dinamismo del siste-ma, y sometió al capital productivo aldespotismo de la aristocracia financiera.La decisión de Nixon de dar por termi-nado el patrón oro del dólar, inició elproceso.

Fue entonces que cobró brío elendeudamiento agresivo de las gran-des corporaciones y de todos los nego-cios en general, y de nuestros países.

La deuda global creció varios cientosde veces. También los países desarro-llados entraron en esa espiral. Hayquienes creen que, para el próximoaño, se producirá una cesación depagos (default) de la gigantesca deudade los EE.UU, incrementada con el sal-vataje bancario.

La llamada financiarización de laeconomía, en suma. El crédito mueve alcapital y la deuda se convierte en el ins-trumento del poder financiero. La otracara de la moneda fue el deterioro delos salarios mediante la quiebra delpoder sindical y la sobreacumulaciónpor la vía de la sobreexplotación denuestros países.

Los manejos fraudulentos con losflujos financieros –deudas, seguros yreaseguros convertidas en valores nego-ciables, los famosos derivados, la espe-culación con los Commodities– permi-tieron contrarrestar las tendencias a lacrisis, manteniendo la demanda solven-te por la vía de la deuda y no de mayo-res ingresos.63

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 77

60 “La certeza de que efectivamente el movimiento financiero nunca estuvo desconectado de la “econo-mía real”; y, el veloz contagio de una crisis que de hipotecaria al inicio, se transformó en financiera,productiva, comercial y global; y, finalmente, que dichas crisis se articulan con las de carácter energé-tico, alimentario y ambiental, dando forma a la peor crisis desde la de 1929”. Marco Romero, “La cri-sis global”, El Telégrafo, 19 de marzo 2009.

61 Un nuevo cálculo de la agencia de noticias Bloomberg indica que el costo del rescate financiero,teniendo en cuenta los gastos directos, los préstamos y las garantías de ayuda, llegó a 12,8 billones dedólares. Esta cifra representa más de 42.000 dólares por cada persona que vive en Estados Unidos y seacerca a la producción económica total del país durante el año pasado.

62 ¿Qué significa este gasto frente a otras necesidades agudas de la humanidad? Según la ONU, para daragua potable a todo el planeta serían necesarios 32.000 millones de dólares. Según la FAO, para aca-bar con el drama de las 925 millones de personas que pasan hambre en el mundo serían precisos30.000 millones de dólares. Cantidades ínfimas comparadas con la fortuna destinada a salvar a los ban-cos que fueron los protagonistas de la crisis financiera.

63 La pareja crédito-deuda ha impregnado el cuerpo social. El crédito de consumo es el instrumento idealpara sujetar la vida de los hombres. Explotados en el trabajo y endeudados hasta el cogote, los indivi-duos retornan, como en el Siglo XIX, a vivir para pagar sus deudas. Hay una correlación entre la deudaexterna de nuestros pueblos y la privada de cada ciudadano.

La crisis, siempre latente, contenidapor los arbitrios financieros, se inició enel 2000. Según Augusto Sención, endicho año la pérdida de las empresasnorteamericanas fue del 4% y del 6% enel 2001. La respuesta –no el único moti-vo, por supuesto- fueron las invasiones aAfganistán e Irak. La primera gestó, en el2002, un alza de la ganancia del15.5%; la invasión a Irak un alza de24% en el año 2003. La hipertrofia delcapital financiero y la baja de la tasa deinterés jugaron en el mismo sentido.

El remedio duró poco y a partir del2005 se presentaron problemas de infla-ción, alza del interés, duplicación de lascuotas de pago- las de las casas subie-ron de 1.200 a 2.400-, paulatina bajadel consumo. La crisis hipotecaria des-tapó la crisis que estalló en la gigantes-ca burbuja financiera que la especula-ción había creado y que significó “lapérdida de 50 billones de dólares en elvalor de los activos financieros mundia-les, en el 2008”.64

La industria de la construcción entróen crisis: caída del 50%, 7 mil casasdiarias embargadas. Siguió la automo-triz y de materias primas, y luego undescenso de las compras al menudeo.Era obvio que las industrias de la cons-trucción y la automotriz fueran las pri-meras en entrar en problemas, e inclusoen quiebra, en tanto siempre la crisis seinicia en las ramas de productos nonecesarios.

El masivo salvataje de los grandesbancos fue hecho con la justificacióndel llamado riesgo estructural, claro

reconocimiento de que la financiariza-ción ya es orgánica al capitalismo, y nohay posibilidades de un programa key-nesiano global. De alguna manera, porlo menos provisionalmente, la crisisfinanciera parece controlada; no así laproductiva que sigue con tasas de con-tracción, y sobre todo, de altos nivelesde desempleo.

Desde que comenzó la crisis endiciembre de 2007, la economía esta-dounidense perdió 6,5 millones depuestos de trabajo, 4,7% del total deempleos en el país. La tasa de desem-pleo subió cinco puntos porcentualesmientras que la economía se ha contraí-do alrededor del 2,5%. En Europa yJapón las cifras también son muy altas.“La OIT estima que el desempleo podríaincrementarse en 52 millones de perso-nas en el mundo.”

“El mercado laboral de EstadosUnidos tiene un desempeño aún peorque el de la economía en general, seña-la The Wall Street Journal, lo que causatemores dentro y fuera del gobierno deque el resultado podría ser el de unarecuperación sin empleos incluso cuan-do termine la recesión.”

La afirmación de The Wall StreetJournal, sugiere que los programasgenerados por Barack Obama y losgobiernos de Europa y Japón, lejos deser un proyecto neo-keynesiano ten-diente a aumentar al empleo y los sala-rios, se orientan al esquema neoliberalde dictadura del capital financiero ycapitalismo salvaje.

78 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

64 “Calculada por un estudio del Banco Asiático de Desarrollo y casi equivalente al PIB mundial” MarcoRomero, op. cit.

Más allá del curso que siga la crisis,es evidente que la misma desnudó elcarácter de la dictadura financiera.

El paradigma neoliberal parecióenterrar al pensamiento crítico. La inva-sión a Irak marcó su parcial regreso concategorías cardinales como la de impe-rialismo. Más, otras como contradic-ción, explotación, opresión, lucha declases siguen condenadas al ostracismo.Creo que la presente crisis marcará suretorno.

En la historia real y en el pensa-miento.

III. Crisis del pensamiento único y(re)surgimiento de nuevos paradigmas

La tesis del final de la historia -en suversión desenfadada, la de Fukuyama yel discurso único, o aquella que confinala vida política y los cambios en el inte-rior del actual sistema económico ypolítico mundial-, tan cara el posmoder-nismo, parece gravemente cuestionadapor los procesos de coordinación de lasluchas sociales y políticas y de gesta-ción de aquello que hemos llamado lahumanidad como sujeto político. Es hoyprecisamente cuando se han abierto lascondiciones para una historia realmenteuniversal. Las redes mundiales de losmovimientos sociales, la emergencia deun superproletariado mundial, tal comolo sostiene Jameson, la migración y sutendencia a precipitar cambios y mesti-zajes culturales, la lucha universal con-tra la guerra y el poder imperial reflejanese proceso.

El discurso único ha entrado en unaprofunda crisis. En un texto escrito enlos 90, señalábamos:

“Si en los 70 fue la problemática delcambio y el desarrollo -en cuyo hori-zonte teórico convergía y divergía laproblemática de la revolución, domi-nante en los 60 - la que organizó lainvestigación social y política, en los 80fue la democracia y, ahora, la gober-nabilidad. Detrás de esos cambios hay,desde luego, modificaciones en los pro-cesos políticos y en las realidadesmundiales, en especial a partir delderrumbe de los regímenes autodenom-inados socialistas. Pero, sobre todo haymodificaciones teóricas y políticas. Eldesarrollo de esas tres categorías evi-dencia un paso continuo del saberacadémico de las profundidades de lavida social a las exigencias del orden ydel poder. Me temo que pronto la cate-goría central sea algo así como la “poli-ciabilidad”, esto es las técnicas puniti-vas de las fuerzas del orden.”65

Aquélla ironía se cumplió a cabali-dad. La categoría dominante en el dis-curso único y en el de las cienciassociales oficiales de hoy es la de laseguridad. Se trata de un discurso ins-crito en la llamada guerra contra elterrorismo impuesto por el poder impe-rial de EE.UU. y del gobierno de Bush.

La hegemonía de la categoría deseguridad tanto en la política mundialdel poder imperial cuanto en el discur-so de las ciencias sociales oficiales,revela no solo la función de las mismassino la profunda crisis del pensamiento

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 79

65 Alejandro Moreano, “Democracia y contradicciones sociales”, en Democracia en condiciones depobreza, ILDIS, Quito, 2002.

único, coherente con la decadencia delimperio norteamericano. No solo en elterreno político sino en el filosófico, lasustitución del imaginario de la libertadpor el de la seguridad, representa la des-composición histórica del (neo) libera-lismo, la muerte de toda vitalidad y decualquier grandeza moral que ayer seafirmó precisamente en la exaltacióndel individuo y su libertad.

La decadencia del Imperio y ladegradación del pensamiento hegemó-nico abren el horizonte de posibilidadpara la emergencia de un nuevo pensa-miento.

No se trata, por supuesto, de unaresurrección sin más de aquellas cate-gorías del pensamiento crítico que fue-ron escamoteadas en las últimas déca-das. Las nuevas categorías que surgie-ron -modernidad, irradiación de lo polí-tico y de las relaciones de poder, masallá del aparato estatal, a todo el cuerposocial, diferencia y diversidad sociales ydemocracia- posibilitaron nuevos ima-ginarios y dimensiones simbólicas yexpresaron a diversos movimientossociales. Los problemas surgieron cuan-do se convirtieron en sustitutos y cate-gorías únicas y excluyentes.

Uno de los ejes de la reconstruccióndel pensamiento crítico tenderá a surgir-está surgiendo- del diálogo fecundo ydel intenso debate entre esos dos ámbi-tos teóricos. Capitalismo y modernidad,dominación encarnada en el poder esta-tal y relaciones de poder en todos losámbitos de la vida social, contradiccióny diferencia, democracia y revolución,tal la dialéctica del nuevo pensamientocrítico-revolucionario.

Así, la centralidad de la categoríade poder, dominación y aparato de

Estado- la descomunal estructura mili-tar y administrativa del imperio- norecusa ni mucho menos la gran riquezade la tesis de la irradiación de lo políti-co y las relaciones de poder a todo elámbito social, la sexualidad, la moral,la vida cotidiana.

La importancia decisiva de la cate-goría de capitalismo no sustituye nimucho menos a la de modernidad quetantas ricas ideas produjo, en especial laformulación de la tesis de crisis y cam-bio de civilización. La muerte de laideología del progreso es ciertamentedefinitiva, a la par que la de los meta-lenguajes y las utopías emancipatorias.No hay teleología de la historia. Marx losabía muy bien, por eso señaló suadvertencia angustiada sobre la disyun-tiva de socialismo o barbarie. La visibi-lización de las categorías de capitalismoe imperialismo no vino de un metalen-guaje teórico sino de los lenguajes con-cretos, las prácticas y luchas sociales ysus discursos precisos. El curso de loque llamamos historia es el resultado delas luchas concretas de los hombres yno de un sentido inexorable inscrito enel origen.

La significación determinante de lacategoría de contradicción y antagonis-mo no excluye ni mucho menos lascategorías de diferencia y diversidadque le son más bien complementarias.Quizá haya sido Aníbal Quijano quienmejor haya formulado la imbricaciónhistórica de las relaciones de explota-ción y dominación capitalista con lascategorías de género y raza. Después detodo, dice Quijano, desde 500 añosatrás el capital explota a millones demujeres y hombres que mayoritaria-mente son negros, indios, mestizos,

80 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

mulatos, árabes, hindúes, chinos…,muchos de ellos hoy migrantes pobresen los países de la Tríada.

Tampoco democracia y revoluciónson categorías excluyentes, no sólo enreferencia a la democracia directa queconstituye la participación popular en laestructura del poder estatal sino aquellade la competencia de partidos, autono-mía irrestricta de las organizacionessociales, derechos humanos y libertadincondicional e ilimitada de los sujetosy los ciudadanos.

Quizá la mayor importancia políticay creativa sea generada en el diálogocon el pensamiento de los nuevos movi-mientos sociales, los ecologistas yambientalistas, el feminismo, los gruposGLBT, y, sobre todo, el de los pueblosindios y la diáspora africana.

El marxismo como eje del pensa-miento crítico tiene una fuerte contra-dicción interna en tanto por un lado, elfundamental, es la crítica del capital; y,por otro, es un pensamiento políticoque se funda en el análisis de los proce-sos históricos concretos.

El Capital, la obra fundamental deMarx, no es un análisis histórico delcapitalismo sino la deconstrucción delcapital como forma pura. Tal caracterís-tica le permite fundar la oposición irre-ductible al capitalismo y devenir en eldiscurso anticapitalista por excelencia.

En un ahora célebre artículo66,Lacan reconoció a Marx como el inven-tor del síntoma, al construir la categoría

de plusvalía, matriz de la crítica delorden social.

Lo dice Zizek con mucha perti-nencia:

“Esto ya lo sabía Marx (razón por lacual, según Lacan, el origen de lanoción de síntoma debe buscarse enMarx): la “democracia formal” del mer-cado, su intercambio equivalente, impli-ca “la explotación”, la apropiación de laplusvalía, pero este desequilibrio no esuna indicación de una realización“imperfecta” del principio de intercam-bio equivalente, sino que el intercambioequivalente en el mercado es la formamisma de explotación o de apropiaciónde plusvalía”.

Es decir que la equivalencia formal esuna no equivalencia de los contenidos.En esto reside la conexión entre el obje-to a, el goce excedente, y la nociónmarxista de plusvalía (el propio Lacanacuñó la expresión “goce excedente”,plus de jour, tomando como modelo eltérmino plusvalía, plus-value);67

Galvano della Golpe dijo en algunaocasión que la categoría de plusvalíaera el golpe teórico de muerte que Marxle dio al capital. Gracias a dicha cate-goría, Marx muestra que la explotaciónes consustancial al capital y a la realiza-ción plena de la justicia, de la igualdad,del amor y de la democracia modernas,valores todos fundados en la ley delintercambio de equivalentes. Allí resideel antagonismo que desgarra lo social,

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 81

66 J. Lacan: “El señor A” (18 de Marzo de 1980), Escansión Nueva Serie No.1, Buenos Aires, Manantial,1989.

67 Slavoj Zizek, “El Malestar de la democracia formal” en Mirar al sesgo, Paidós, Buenos Aires, 2000, p.273.

que impide, como dice Pablo Friedman,establecer el lazo social,68 que hayasociedad. En el mismo momento en quela ley del valor cierra el círculo delorden justo de la sociedad, la plusvalía(la matriz y el origen del síntoma laca-niano) desgarra ese orden y lo precipitaen el vacío de sentido.69

Las luchas sociales se mueven en elterreno de las violaciones a la ley delvalor, y por eso, pueden ser tendencial-mente absorbidas por el capital. O, ensu defecto, están animadas por la utopíade modos de vida fundados en el valorde uso, pero que en cualquier momentoson arrasados por la valorización mun-dial capitalista. De allí que todas ellastienden a confluir en Marx, el discursoanticapitalista por excelencia, inclusocuando han emergido con fuertes críti-cas a los movimientos o partidos auto-bautizados de marxistas.

A la vez, empero, el carácter no his-tórico de El Capital, deja fuera procesoshistóricos reales del capitalismo: laopresión racial-colonial, la problemáti-ca campesina, la opresión a las mujeresy a la diferencia sexual, por mencionarlos principales.

Y es allí donde se han desplegadolos mayores errores de los movimientosmarxistas y, en consecuencia, las másfuertes críticas.

Pero, es allí precisamente donde eldiálogo puede ser y es extremadamentefecundo.

La problemática es enorme y abarcamúltiples campos, zonas vulnerables enconflicto -la relación entre lo universal ylo particular (lo local), trabajo y deseo,la dimensión festiva de la lucha social.

El camino empero está abierto.

82 ALEJANDRO MOREANO/ Desvanecimiento y (re) construcción del pensamiento crítico

68 Pablo Friedman, ”De la invención del síntoma a la solución ideológica” (Marx por Lacan), enRealidades y artificios, EOL-PAIDOS, Buenos Aires, 1997, p. 127.

69 El carácter actual de la acumulación capitalista, en la que el peso creciente de la plusvalía extraordi-naria convertida en estructural y permanente, y que absorbe el valor creado por el trabajo de todo elplaneta torna absoluto tal desgarramiento de lo social.

a reconstitución del pensamien-to crítico no significa hacerlocompletamente de nuevo o

inventar algo completamente diferente.Reconstitución es solamente posible encontinuidad. Pero rompe con elemen-tos de este pensamiento crítico, quehan sido considerados como centraleso esenciales y saca de eso sus conse-cuencias.

Una reconstitución del pensamientocrítico implica por tanto una crítica delpensamiento crítico, como se lo haentendido hasta ahora. Pero no puedeser una ruptura con este pensamientocrítico, sino la elaboración de elemen-tos de éste, que han sido dejados delado y que fueron marginados por otros.Por eso tiene que ser una crítica desdeadentro, no crítica externa. Por eso,también se trata necesariamente tam-bién de una autocrítica.

Esta crítica como punto de partidade una reconstitución del pensamientocrítico tiene, como yo lo veo, dos direc-ciones principales.

Primero, la reconstitución de la eco-nomía política. Pero esta reconstitucióntiene que tener como punto de partidala economía política burguesa de hoy,no la clásica. Por eso tiene que partir delas teorías económicas neoclásicas yneoliberales, para efectuar su crítica dela economía política desde allí. Con esono se sustituye simplemente la crítica dela economía política de Marx. Pero setransforma en “clásica”, no directamen-te presente. Hay que hacerla presenteen el mismo sentido como eso vale paratodos los autores clásicos. Hay queapropiarla de nuevo desde hoy. Eso valeespecialmente para el centro de la críti-ca de la economía política, que es lateoría del valor trabajo. No es una teo-

Sobre la reconstitución del pensamiento críticoFranz J. Hinkelammert*

La reconstitución del pensamiento crítico pasa por una nueva lectura de los textos clásicos deMarx de crítica a la economía política. No se trata solamente de cuestionar aquellos vínculosentre economía y política sino de enjuiciar el mito del progreso, proponiendo una nueva pers-pectiva que asuma alternativas de carácter abierto y no concluidas ni cerradas, reconsideran-do la dimensión de los proyectos utópicos.

L

* Grupo de Pensamiento Crítico.

ría de las cantidades de trabajo, sinouna teoría del tiempo de trabajo. Comotal es una teoría del tiempo, que partede un desdoblamiento del tiempo quees expresado como desdoblamiento detrabajo concreto y trabajo abstracto. Laeconomía política burguesa de hoy hareducido todo el tiempo a tiempo abs-tracto. El tiempo de la vida para ella estiempo perdido. Esta economía políticaburguesa presente obliga de partir de larecuperación del tiempo de vida con-creto, que no se puede reducir al tiem-po de trabajo. Entonces se hace visibleque el tiempo de trabajo, del trabajoabstracto como parte del tiempo con-creto de vida, transformado. En cambioel tiempo concreto del trabajo concretoatraviesa todo el tiempo de vida, lo quehace surgir un conflicto entre tiempo detrabajo abstracto y tiempo de vida. Nose trata de ser y tiempo ni de tiempo yser, sino de tiempo abstracto y tiempode vida como tiempo concreto. Para esoMarx desarrolla los elementos decisivos.Pero hay que desarrollarlos desde nues-tro presente, porque su sentido sola-mente se hace comprensible desde allí.

Eso nos lleva a la otra direcciónprincipal de nuestra argumentaciónsobre una reconstitución del pensa-miento crítico. Se trata de aquello, quetradicionalmente ha sido denominadomaterialismo histórico. Formula elpunto de partida del pensamiento críti-co y por tanto también de la crítica de laeconomía política. Por eso, quiero con-centrarme en las reflexiones que siguenen este punto.

El materialismo histórico en su formu-lación clásica

En la tradición marxista se concibeal materialismo histórico más biendesde un texto clásico de Marx, que casisiempre aparece. Se trata del prólogodel libro Contribución a la crítica de laeconomía política del año 1859. Aquíse desarrolla la teoría de base y superes-tructura, en la cual existe una estructuraeconómica, la tal llamada base, a lacual corresponde una superestructura,cuya dinámica está condicionada por labase. Esta base se puede describir con“la fiabilidad de las ciencias naturales”y a ella corresponden las “formas ideo-lógicas”, a través de las cuales los sereshumanos toman conciencia del conflic-to existente en la base entre fuerzas pro-ductivas y relaciones de producción y através de las cuales hacen sus conflictos:formas jurídicas, políticas, religiosas, dearte y filosóficas. Estas formas ideológi-cas reflejan en cierto sentido la base. Setrata de un análisis más bien de objeti-vización de esta relación, que ha tenidouna influencia extraordinaria en casitodos los análisis posteriores sobre elmaterialismo histórico.

Se mostraba sumamente adecuadapara el pensamiento más bien burocrá-tico de organizaciones políticas y parti-dos. Tiene como su fondo una imagina-ción abstracta del tiempo histórico.

Marx posteriormente no ha desarro-llado más este análisis. Precisamente sudesarrollo de la teoría del fetichismo haido más allá de este análisis en su pró-logo. A pesar de eso en los análisis

84 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

sobre Marx y después de Marx las tesisdel prólogo han sido tratadas como laformulación clásica del materialismohistórico.

I. El paso de Marx hacia una fenomeno-logía de la vida real

En El Capital (I. Tomo) Marx cambiaeste punto de vista del prólogo demanera fundamental. Quisiera presen-tar precisamente esta formulaciónnueva, porque me parece necesariapara reconstituir hoy el materialismohistórico.

Quisiera partir de un texto tomadodel Capital, en el cual esta relación debase y superestructura y de las formasinstitucionales e ideológicas correspon-dientes son vistas de una manera radi-calmente diferente. Se trata efectiva-mente del paso hacia una fenomenolo-gía de la vida real:

“Las mercancías no pueden acudir ellassolas al mercado, ni cambiarse por símismas. Debemos, pues, volver la vistaa sus guardianes, a los poseedores demercancías. Las mercancías son cosas, yse hallan, por tanto, inermes frente alhombre. Si no se le someten de grado, elhombre puede emplear la fuerza o,dicho de otro modo, apoderarse deellas. Para que estas cosas se relacionenlas unas con las otras como mercancías,es necesario que sus guardianes se rela-cionen entre sí como personas cuyasvoluntades moran en aquellos objetos,de tal modo que cada poseedor de unamercancía sólo puede apoderarse de lade otro por voluntad de éste ydesprendiéndose de la suya propia; esdecir, por medio de un acto de voluntadcomún a ambos. Es necesario, por con-siguiente, que ambas personas se

reconozcan como propietarios privados.Esta relación jurídica, que tiene comoforma de expresión el contrato, es,hállese o no legalmente reglamentada,una relación de voluntad en que serefleja la relación económica. El con-tenido de esta relación jurídica o devoluntad lo da la relación económicamisma. Aquí, las personas sólo existenlas unas para las otras como represen-tantes de sus mercancías, o lo que es lomismo, como poseedores de mer-cancías.” (Karl Marx: El Capital. FCE.México, 1966. I, p.48)

Creo, que esta cita es de importan-cia central para la posterior compren-sión del materialismo histórico de partede Marx. Marx no habla aquí de un con-dicionamiento de la superestructura porla base. Ni habla de una base en rela-ción con una superestructura. En vez deeso, hay ahora relaciones entre cosas,que son mercancías (o pueden serlopotencialmente) y constituyen la rela-ción económica (que indica a la vezrelaciones de Propiedad y de produc-ción) y que corresponde a la relaciónjurídica. Esta correspondencia la expre-sa como reflejo (en un espejo). Pero estarelación de reflejo tiene una direcciónsorprendente: La relación económica –por tanto, la realidad vivida – tiene larelación jurídica como espejo y, portanto, se refleja en la relación jurídica.La relación jurídica es el espejo, en elcual se ve y se refleja la relación econó-mica. El prólogo de 1859 no habla deespejos o reflejos. Pero se refiere a unadirección del condicionamiento: la basecondiciona a la superestructura. Peroahora la relación es al revés y descritocomo reflejo y en la cual el concepto decondicionamiento pierde su sentido: la

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 85

relación jurídica es el espejo, en el cualse refleja la relación económica. Estaimplica la realidad de la vida y da con-tenido material a las relaciones jurídi-cas.

Esta inversión de la relación, sinembargo, se nota ya en el propio año1859. Marx no escribe solamente elprólogo sobre la crítica de la economíapolítica, sino también una introducción,que no publicó y que se conoció reciénmuchos años después. En esta introduc-ción ya se encuentran muchas tenden-cias hacia esta otra forma de concebir elmaterialismo histórico. Eso ocurre espe-cialmente en la discusión de la relaciónentre producción y consumo.

En su análisis en el Capital esta teo-ría del reflejo es el resultado de su aná-lisis de la forma mercancía en el ante-rior análisis de la teoría del valor. Perono efectúa una simple abolición de lateoría del condicionamiento de lasuperestructura por la base, sino em-prende un camino diferente: toma ahoracomo punto de partida la realidad de lavida. Por eso, desarrolla la relación apartir del sujeto humano concreto. Poreso se trata del resultado de su teoría delfetichismo.

Cuando posteriormente en el análi-sis marxista aparece la palabra reflejo,no mantiene el significado que Marx leda. Es interpretado en el sentido de uncondicionamiento o hasta de una deter-minación de la superestructura por labase, lo que ocurre especialmente enLenin. La teoría del reflejo de Marxprácticamente desaparece de la tradi-ción marxista. Pero es ésta la teoría quecontinúa el humanismo de Marx.

El texto arriba citado normalmentees leído de una manera tal como si fuera

una simple repetición del prólogo de1859. Eso puede mostrar una cita delmarxista francés Bidet, cuyo libro sobrela teoría de la modernidad ha sido dis-cutido mucho en América Latina y quese refiere a este mismo texto:

“Este paradigma del ‘reflejo’, plantea,evidentemente, algunos problemas.Remite a dos representaciones conexasque quisiera analizar sucesivamente. Lade efecto, según la cual lo jurídicoparece predeterminado por lo económi-co. La de apariencia, que encontramosen la imagen de la máscara y de modomás general en la metáfora de la super-ficie”.

“El efecto teórico de este procedimientoes evidente. Pone en primer plano larelación denominada aquí ‘económica’,definida por las formas categoriales dela mercancía. Permite presentar las rela-ciones entre personas, y en todos loscasos las relaciones jurídicas, como ele-mentos subsecuentes, como ‘reflejos’ delas relaciones económicas entre cosas”.(p. 143)

Pero Marx en el texto citado nodetermina lo jurídico por lo económico.Marx dice expresamente, que se ve larelación económica en el espejo dederecho, de lo jurídico. Eso es lo con-trario de lo que sostiene Bidet. Tampocola superficie o la máscara, cuando Marxse refiere a éstos, no significan, comocree Bidet, “pura” superficie. No ve,que Marx parte del sujeto vivo que evi-dentemente puede ver solamente estasuperficie de los fenómenos. Pero que elmundo es subjetivo, también para Marxes un hecho objetivo y no una simpleimaginación. La lectura de Bidet notoma siquiera el texto de Marx en serio,

86 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

sino le impone a la fuerza las categoríasdel prólogo de 1859, que Marx precisa-mente rompe. Eso, sin embargo, no essolamente un problema de Bidet, sinovale en general para la lectura de estetexto en la tradición marxista.

Esta presencia objetivada de las rela-ciones jurídicas en el objeto-mercancíaMarx la llama fetichismo. Lo analiza ensus etapas como fetichismo de la mer-cancía, del dinero y del capital. Pero lallave es su teoría del espejo, que es locontrario de aquello, que el marxismoortodoxo se había imaginado con suteoría del reflejo, que sigue siendo unateoría de la superestructura.

Pero Marx dice exactamente lo con-trario de lo que se le imputa en tal teo-ría del reflejo. Marx de ninguna mane-ra afirma que las relaciones jurídicasson el simple reflejo de las relacioneseconómicas. Incluso sostiene lo contra-rio, es decir, que las relaciones econó-micas son el reflejo (la imagen especu-lar) de las relaciones jurídicas, en elsentido de que sólo resultan visibles entanto imagen especular reflejada/con-formado por las relaciones jurídicas.Pero lo dice con la palabra “wieders-piegeln”, lo que significa, reflejarse enel espejo o, si se quiere “espejar”. Portanto, la tesis de Marx es que vemos lasrelaciones económicas en un espejo yno directamente. Las vemos en el espe-jo constituido por la relación jurídica,que de su parte está constituida por loshombres en cuanto hacen morar suvoluntad en los objetos. Eso ocurre encuanto se hacen propietarios al recono-cerse mutuamente como tales y consi-deran el objeto de propiedad suya.Dice en el texto citado:

“Esta relación jurídica… [en forma deun espejo] es,… una relación de volun-tad en que se refleja la relacióneconómica.” (subrayado nuestro).

Sin duda, la relación jurídica es vistacomo el espejo, en el cual la relacióneconómica se refleja. Ya antes, en elcapítulo primero de El Capital, ha desa-rrollado la tesis de que la relación eco-nómica, reflejada en el espejo de larelación jurídica, es vista – como siem-pre ocurre con la imagen en un espejo –de manera invertida, de lo cual se deri-va su teoría del fetichismo mercantil. Eneste sentido, la relación económica es elreflejo de la relación jurídica. Lo escomo forma del contrato de compra-venta. Solamente el contenido del con-trato viene de la relación económicamisma, ésto es, el valor de uso tambiénenvuelto en la forma mercantil. El con-tenido se refiere a las mercancías espe-cíficas, que se compran y se venden. Nopuede resultar de la forma del contrato,es decir, de la forma jurídica. Sigue elmismo texto citado:

“El contenido de esta relación jurídica ode voluntad lo da la relación económi-ca misma”

Marx además ha dicho en el mismotexto citado, como él entiende el surgi-miento de las relaciones económicascomo reflejo de las relaciones jurídicas:

“Para que estas cosas se relacionen lasunas con las otras como mercancías, esnecesario que sus guardianes se rela-cionen entre sí como personas cuyasvoluntades moran en aquellos objetos,de tal modo que cada poseedor de una

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 87

mercancía sólo puede apoderarse de lade otro por voluntad de éste y des-prendiéndose de la suya propia; esdecir, por medio de un acto de volun-tad común a ambos. Es necesario, porconsiguiente, que ambas personas sereconozcan como propietarios priva-dos.”

Esta parte es básica para entender larelación económica como el reflejo dela relación jurídica. Debe haber unapenetración del mundo de los objetospor la relación jurídica. Esta se da encuanto los poseedores de los objetoshacen morar su voluntad en ellos. Coneso constituyen su esfera privada, con elresultado de que “cada poseedor de unamercancía sólo puede apoderarse de lade otro por voluntad de éste y despren-diéndose de la suya propia; es decir, pormedio de un acto de voluntad común aambos.” Este acto de voluntad es el con-trato.

Ahora los objetos son mercancías ysus poseedores se reconocen mutua-mente como propietarios. Cuando elmundo de los objetos es propiedad pri-vada, porque cada objeto tiene un pro-pietario, cuya voluntad mora en él,entonces la relación jurídica está objeti-vamente presente en el objeto. Hacermorar la voluntad en los objetos es unacto subjetivo. Pero se trata de una sub-jetividad que constituye hechos objeti-vos. La propia subjetividad resulta seralgo objetivo. El objeto en su existenciaobjetiva de mercancía refleja ahora estarelación jurídica. Por tanto, los propieta-rios no se pueden relacionar en cuantopropietarios sino relacionando los obje-tos, sobre los cuales tienen propiedad.Esta relación entre los objetos-mercan-

cías también llega a tener objetividad.Evidencia objetivamente, cómo los ob-jetos se intercambian, es decir, quéequivalencias de intercambio tienen. Lamercancía es constituida objetivamente,en cuanto la voluntad de los poseedoresmora en ella, y ocurre un reconoci-miento entre los hombres, en el cual sereconocen como propietarios.

Es ahora obvio, que el contenido delas relaciones jurídicas no puede venirde las mismas relaciones jurídicas. Encuanto se trata de objetos, en los cualesmora la voluntad del propietario, estosobjetos dan los contenidos. Pero encuanto objeto ahora son mercancías, olo son por lo menos en potencia.

Un objeto, en el cual no mora nin-guna voluntad de ningún propietario, esun objeto abandonado, tirado. No esmercancía, sino objeto botado, porejemplo, la basura. En este estado cual-quier persona puede apropiarse de él.Sin embargo, si alguien se apropia deeste objeto, hace morar su voluntad enél, y se vuelve a presentar como unamercancía, que es propiedad de aquélque se adueñó del objeto. En este senti-do, la diferencia entre un objeto aban-donado, del cual cualquiera puedeapropiarse, y un objeto mercancía, esen última instancia jurídica. Pero losobjetos reflejan esta relación jurídica deuna manera tal, que nosotros con nues-tros sentidos podemos distinguir entreobjetos abandonados y objetos que sonpropiedad de alguien. Además, la dis-tinción es peligroso no hacerla, porquela policía vigila cualquier violación a lapropiedad privada. Por eso, el objetoabandonado lo es objetiva y visible-mente, aunque ningún carácter corporal

88 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

del objeto permite discernirlo. El objetorefleja para nosotros su condición jurí-dica.

Sin embargo, esta objetividad con lacual las cosas-mercancías se reflejan enel espejo de la relación jurídica, ahorase devuelve a los ojos del hombre,quien las mira. Al verlas, las vemosreflejadas como mercancías a partir delas cuales constituimos nuestra visióndel mundo. No vemos nunca directa-mente el objeto, sino solamente a unobjeto reflejado en el espejo de la rela-ción jurídica.

“La conducta puramente atomística delos hombres en su proceso social de pro-ducción, y, por tanto, la forma material(sachlich - forma-cosa) que revisten suspropias relaciones de producción, sus-traídas a su control y a sus actos individ-uales conscientes, se revelan ante todoen el hecho de que los productos de sutrabajo revisten, con carácter general,forma de mercancías.” (Marx, Karl: ElCapital. FCE. México, 1966. I, p.55)

De esta manera vuelve el reflejo. Elreflejo es reflejado: “El carácter miste-rioso de la forma mercancía estriba, portanto, pura y simplemente, en que pro-yecta [zurückspiegelt; en este caso, laforma mercantil es el espejo] ante loshombres el carácter social del trabajode éstos como si fuese un carácter mate-rial de los propios productos de su tra-bajo, un don natural social de estosobjetos y como si, por tanto, la relaciónsocial que media entre los productores yel trabajo colectivo de la sociedad fueseuna relación social establecida entre losmismos objetos, al margen de los pro-ductores.” (Marx, op.cit. I, p.37)

El objeto deja de ser perceptiblecomo un producto del trabajo colectivo.Lo social pasa a las mercancías, queahora es intercambiabilidad. Sin embar-go, las personas, al reconocerse comopropietarios, establecen relaciones entreellas, que son dominadas por la rela-ción-cosa (sachlich-material). Las “rela-ciones de producción” - cuya forma esla relación jurídica misma - están en lascosas, en cuanto que son mercancías.Pero la mercancía no las revela comotales, sino en forma sustraída a sus actosindividuales conscientes.

El mundo está ahora al revés:

“Lo que aquí reviste, a los ojos de loshombres, la forma fantasmagórica deuna relación entre objetos materiales noes más que una relación social concretaestablecida entre los mismos hombres.”(Marx, op.cit. I, p.38)

Subyace a todo este análisis el tipode reconocimiento humano implicadoen las relaciones jurídicas de la socie-dad mercantil. Las personas se recono-cen mutuamente como propietarios, ycomo tales establecen entre sí relacio-nes contractuales. El contrato es laforma más visible de este reconocimien-to. Pero este reconocimiento de las per-sonas como propietarios -que es la rela-ción jurídica misma- está como reflejoya en las mercancías, que reflejan, alhacerse mercancías, esta relación jurídi-ca, que es el espejo. Una vez constitui-do el mundo como mundo de mercan-cías, el reflejo de este mundo en lamente refleja a la persona como propie-tario. Lo es ahora, porque la realidad delmundo mercantil lo confirma. Pero elmundo mercantil lo confirma porque ya

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 89

objetivamente ha reflejado este recono-cimiento mutuo entre las personascomo propietarios. Se hace individuo. Yel mundo de las mercancías lo confirmaal reflejar objetivamente el reconoci-miento entre las personas como propie-tarios. El ser humano se hace individuopor esta razón. Lo que reflejan las cosasen el espejo de las relaciones jurídicas,el individuo lo internaliza y reproduce.

El reflejo del reflejo

Eso es, lo que refleja este espejo delas relaciones jurídicas. Vemos en ellasla forma mercancía como lo que es. Enel espejo de las relaciones jurídicas apa-recen entonces las formas imaginariasde la producción de mercancías, queMarx llama el verdadero Edén de losderechos humanos. Son el reflejo delreflejo, la forma fantasmagórica de laproducción mercantil:

La órbita de la circulación o delcambio de mercancías, dentro de cuyasfronteras se desarrolla la compra y laventa de la fuerza de trabajo, era, enrealidad, el verdadero paraíso de losderechos del hombre. Dentro de estoslinderos, solo reinan la libertad, la igual-dad, la propiedad, y Bentham. La liber-tad, pues el comprador y el vendedor deuna mercancía, v. gr. de la fuerza de tra-bajo, no obedecen a mas ley que la desu libre voluntad. Contratan como hom-bres libres e iguales ante la ley. El con-trato es el resultado final en que susvoluntades cobran una expresión jurídi-ca común. La igualdad, pues comprado-res y vendedores sólo contratan comoposeedores de mercancías, cambiandoequivalente por equivalente. La propie-dad, pues cada cual dispone y solamen-

te puede disponer de lo que es suyo. YBentham, pues a cuantos intervienen enestos actos sólo los mueve su interés. Laúnica fuerza que los une y los pone enrelación es la fuerza de su egoísmo, desu provecho personal, de su interés pri-vado. Precisamente por eso, porquecada cual cuida solamente de sí y nin-guno vela por los demás, contribuyentodos ellos, gracias a una armonía pre-establecida de las cosas o bajo los aus-picios de una providencia omniastuta, arealizar la obra de su provecho mutuo,de su conveniencia colectiva, de suinterés general.

Lo que Marx no menciona todavíaes la construcción formalizada de estasrelaciones mercantiles en el tal llamadomodelo de la competencia perfecta. Ellaaparece recién hacia el final del sigloXIX. Por eso Marx no la podía conocertodavía.

Eso es, lo que se ve en un espejo yeste espejo son las relaciones jurídicas.Lo imaginario es dimensión de lo queefectivamente es. Por eso no es superes-tructura. Es el reflejo del reflejo, sudimensión imaginaria.

La presencia de una ausencia

Eso implica una inversión delmundo, que produce precisamente elespejo mismo:

“…las relaciones sociales que seestablecen entre sus trabajos privadosaparecen como lo que son: es decir, nocomo relaciones directamente socialesde las personas en sus trabajos, sinocomo relaciones materiales [sachliche!e.d. con carácter de cosas] entre per-sonas y relaciones sociales entre cosas.”(Marx, op.cit. I, p.38, subrayado nuestro)

90 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

Aparecen como lo que son! La reali-dad aparece en la empiria inmediatacomo lo que es. Se ha establecido uncírculo. Lo que aparece como lo que es,es él mismo, un reflejo hecho objetivoen la mercancía. Resulta, que la rela-ción jurídica coincide con la realidad,porque la realidad refleja objetivamenteesta misma relación jurídica. Interpretaresta realidad como realidad última,resultará necesariamente en la confir-mación de su supuesto constituyente: elreconocimiento mutuo de las personascomo propietarios. Se trata de un quidpro quo, un círculo vicioso. La realidadconfirma las relaciones jurídicas preci-samente porque las refleja objetivamen-te y realmente.

Pero en cuanto las personas se reco-nocen como propietarios, no se recono-cen como sujetos en cuanto que sujetosde necesidades (como relaciones direc-tamente sociales de las personas en sustrabajos). Al aparecer las relacionessociales como lo que son, son “relacio-nes materiales (sachliche! e.d. concarácter de cosas) entre personas y rela-ciones sociales entre cosas.”.

Pero no aparece, cuando las relacio-nes sociales aparecen como lo que son,lo que estas relaciones sociales no son,es decir “relaciones directamente socia-les de las personas en sus trabajos”. Loque esta realidad no es, es una ausenciapresente, una ausencia que grita y quecada uno de los participantes en el mer-cado vive..

Aquí resulta el punto de vista, bajoel cual Marx juzga: ciencia tiene queescuchar este grito, que le viene de laausencia presente de lo que está escon-dido, condicionando todo. En “relacio-nes directamente sociales de las perso-

nas en sus trabajos “ la producción devalores de uso sería visiblemente lo querealmente es y dejaría de ser una ausen-cia presente:

“… la asimilación de las materias natu-rales al servicio de las necesidadeshumanas, la condición general del inter-cambio de materias entre la naturalezay el hombre, la condición natural eternade la vida humana” (Marx, op cit. I,p.136)

Las personas se reconocerían comosujetos de necesidades. La sociedadmercantil abstrae de esta dimensiónhumana (por eso es, según Marx, anti-humana), precisamente en nombre delo que es. Sin embargo, la teoría del feti-chismo demuestra precisamente, queesta referencia a lo que es, es una sim-ple tautología. Se extrae de la realidadlo que previamente se ha introducido enella. Pero esta dimensión humana pre-sente por ausencia es objetiva y portanto su reconocimiento es necesario.No puede haber ciencia más allá de laciencia ideologizada sin este reconoci-miento.

Marx supone siempre que este pasohacia relaciones sociales directas “como relaciones directamente socialesde las personas en sus trabajos” es algoposible. Yo supongo, en cambio, que setrata de algo imposible y que eso hacever un límite de la misma condiciónhumana. Pero eso no es decisivo. Si noes un paso posible, resulta un conflictopermanente con continuamente necesa-rias mediaciones en pos de una huma-nización de las relaciones humanas.

Lo decisivo es el punto de vista bajoel cual Marx analiza. Posibilita juicioscríticos sobre lo que es y su posible

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 91

cambio. Se trata de este punto de vistaque recién hace posible un pensamien-to crítico. Pero no se trata de valorescualesquiera, que se introduce desdeafuera a la realidad, sino de la ausenciapresente de otro mundo, que hace faltahacer presente y que tiene que atravesarel mundo dado.

Se trata de una dialéctica de la pre-sencia de una ausencia, que no es hege-liano. De hecho se trata de una dialécti-ca trascendental, para la cual las rela-ciones sociales directas - como relacio-nes directamente sociales de las perso-nas en sus trabajos – son la referenciatrascendental. Resulta una ética, que noes ética de normas, sino que formula unpunto de vista bajo el cual cualquierética de normas es criticable y desarro-llable. Trascendental significa aquí loimposible, que hace posible ver lo posi-ble. Para Kant lo trascendental sería algono empírico que es condición de posi-bilidad de lo empírico. Es el punto devista del observador y por tanto estático.Aquí se trata del punto de vista del serhumano actuante y de la praxis. Portanto, lo trascendental es lo imposible.La trascendentalidad es subjetiva. En lafísica esta trascendentalidad es el perpe-tuum mobile (en la economía neoclási-ca la “competencia perfecta”), en elpensamiento crítico es “relacionesdirectamente sociales de las personasen sus trabajos”. Lo primero se expresaen conceptos trascendentales, lo segun-do son referencias trascendentales, queno se pueden conceptualizar. Eso esnecesario, porque trascienden el propiomundo de los conceptos, del argumen-to discursivo y de la razón instrumentalmedio-fin.

Marx llega de esta manera a unpunto de vista que ya había formuladocomo joven Marx. Habló del “el impe-rativo categórico de echar por tierratodas las relaciones en que el hombresea un ser humillado, sojuzgado, aban-donado y despreciable.” Erich Fromm:Marx y su concepto del hombre.” Estepunto de vista sigue el mismo, peroahora es desarrollado con otras palabrasdesde el interior de la crítica de la pro-ducción de mercancías. El joven Marxhabló en el mismo contexto del serhumano como “el ser supremo para elser humano”. Ahora el paso a relacionessociales directas es la condición paraque el ser humano pueda realizar suhumanidad. El ser humano sigue siendo“el ser supremo para el ser humano”.

Lo que está presente por su ausenciaes precisamente eso el ser humanocomo “el ser supremo para el ser huma-no”. Marx le puede dar otros nombrescomo “relaciones directamente socialesde las personas en sus trabajos” o “reinode la libertad”

Pero esta referencia trascendentales también presente de una maneranegativa.

Libertad e igualdad son, en cuantoson definidas en el marco de las rela-ciones jurídicas, en el mismo acto, en elcual hacen presente libertad e igualdad,mecanismos de la explotación y domi-nación. Tienen eso como el otro ladosencillamente porque no son “relacio-nes directamente sociales de las perso-nas en sus trabajos”. Por eso, su ausen-cia está presente en las relaciones jurí-dicas y en la realidad que se refleja enellas. Son igualmente presentes en laexplotación y la dominación, en las

92 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

cuales su ausencia grita al cielo. Eso esel grito del sujeto. El cielo, al cual grita,es precisamente esta ausencia de “rela-ciones directamente sociales de las per-sonas en sus trabajos”.

Por tanto, después del texto citadoen el cual Marx habla de “libertad,igualdad y Bentham” puede hablar deldrama resultante:

“Al abandonar esta órbita de la circu-lación simple o cambio de mercancías,donde el librecambista vulgaris va abuscar las ideas, los conceptos y los cri-terios para enjuiciar la sociedad delcapital y del trabajo asalariado, parececomo si cambiase algo la fisónoma delos personajes de nuestro drama. Elantiguo poseedor de dinero abre la mar-cha convertido en capitalista, y tras élviene el poseedor de la fuerza de traba-jo, transformado en obrero suyo; aquél,pisando recio y sonriendo desdeñoso,todo ajetreado; éste, tímido y receloso,de mala gana, como quien va a vendersu propia pelleja y sabe la suerte que leaguarda: que se la curtan”. (CarlosMarx: El Capital. FCE, México.p.128/129)

Eso es la presencia de lo contrariode aquello, que es presente por suausencia, es decir, de las relacionesdirectas entre las personas. Pero tampo-co esta realidad es visible en el espejoformado por las relaciones jurídicas: eneste espejo solamente aparecen liber-tad, igualdad y Bentham.

Pero, ¿cómo llegan a ser visibles?Llegan a ser visibles, en cuanto se formael juicio a partir de la ausencia presen-te. Si solamente se ve lo que es, no se veeste contrario tampoco.

Si se hace invisible esta presencia dela ausencia, para ver solamente lo que

es y no lo que no es, entonces, no sehace visible cómo y de qué manera locontrario de libertad, igualdad yBentham está realmente presente. En elespejo de las relaciones jurídicas noaparece esta realidad invertida. Todoparece ser natural.

Desde el punto de vista de aquello,que es presente por su ausencia reciénse hace visible

Libertad, igualdad y Bentham sonpresentes siempre también por su con-trario. La presencia de la ausencia,desde la cual todo eso se hace visible,resulta de la negación de libertad eigualdad por su contrario, es decir, porexplotación y dominación, que está pre-sente en su interior e inseparable deellas. Por eso, esta ausencia es el funda-mento.

Libertad, igualdad y Bentham siem-pre están presentes también por su con-trario y en este sentido ausentes. Peroesta ausencia no se puede hacer presen-te solamente, en cuanto se hace presen-te la ausencia fundamental. De otramanera resulta una ilusión. Se quieredecir, que se trata de “echar por tierratodas las relaciones en que el hombresea un ser humillado, sojuzgado, aban-donado y despreciable.” Eso es el signi-ficado del imperativo categórico deMarx. Es una ruptura con el humanismoburgués que cree, poder humanizar lasrelaciones humanas por una simpleampliación de libertad, igualdad yBentham.

Lo humano y su presencia

La presencia de una ausencia, lo queno es, pero que está presente, eso es lallave. Esta ausencia es lo humano, que

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 93

siempre, aunque sea como ausencia,está presente. En las mismas estructurasde dominación ocurre esta presencia. Sepuede tratar a un ser humano inhuma-namente, pero no se lo puede tratarcomo un animal. Deshumanizar a sereshumanos, es algo específicamentehumano. Si se tratara a un ser humanocomo un animal, no se lo puede esclavi-zar. Porque se escaparía o se defendería.

Deshumanizar, sojuzgar, abandonary despreciar a un ser humano, presupo-ne mecanismos de dominación, quehacen presente lo que no es, es decir sureconocimiento como ser humano. Deuna manera no-intencional tienen quereconocer que es un ser humano y noun esclavo, para poder esclavizarlo. Sinsaber que el ser humano no es esclavo,no puede funcionar la estructura dedominación del esclavismo. Eso es lacontradicción interna que atraviesatodas las estructuras de dominación.Tampoco se puede odiar a un animaltanto como se puede odiar a un serhumano. Para eso tendría que suponer-se que sea un ser humano.

Se puede deshumanizar al serhumano, pero no se lo puede tratarcomo animal o hacerlo un animal.También en el extremo más deshumani-zante sigue siendo un ser humano des-humanizado, y las formas de deshuma-nizarlo revelan, que hasta el que lo opri-me sabe muy bien que es un ser huma-no, cuya humanidad está negando.También un animal o la naturaleza sepuede solamente deshumanizar y no“desanimalizar” o “desnaturalizar”. Lasformas de la deshumanización mues-tran, que el deshumanizado es un serhumano deshumanizado, y el mismoopresor lo sabe y tiene que saberlo, para

poderlo oprimir. Por eso la recuperaciónde lo humano es y tiene que incluir lahumanización de la relación humanacon la naturaleza. No se puede derivarnada de la naturaleza como tal, nopuede haber derechos naturales o de lanaturaleza de por sí. La exigencia de lahumanización resulta de las relacionesentre los seres humanos y de ellos conla naturaleza externa, es la exigencia dehacer presente aquello, que está presen-te por ausencia en estas relaciones. Apartir de eso, por supuesto, se puedeadjudicar también a la naturaleza dere-chos. Análisis de este tipo los encontra-mos especialmente en Sartre.

Eso se refiere al ser humano entero.Marx lo tiene presente, cuando dice porejemplo, que el hambre que se satisfacecon tenedor y cuchillo, es un hambremuy distinta del hambre que se satisfa-ce devorando la comida. El ser humanono es un animal vocal o un animal inte-lectual. En todas sus expresiones corpo-rales, en la manera de comer, de beber,de vestirse, de tener casa, de tener rela-ciones sexuales, de caminar, de bailares un ser humano, no un animal. Poreso puede ser deshumanizado en todaslas expresiones de su vida y es deshu-manizado de esta manera. Y siempre lasformas de esta deshumanización reve-lan, que se trata de un ser humano y queaquél, que lo deshumaniza, sabe que esun ser humano y no un animal. Sinsaber eso, no podría negar su humani-dad. Y siempre está presente la humani-dad negada en su forma de ausenciaque grita. El ser humano no tiene la cor-poreidad en común con el animal, paradistinguirse del animal por su alma, suhablar o por su intelecto. Precisamentese distingue por su corporeidad del ani-

94 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

mal. Esta corporeidad humana porsupuesto incluye su hablar, su pensar ysu alma.

Lo que es, son los mecanismos dedominación. Lo que no es, es aquellonegado por los mecanismos de domi-nación, es decir, su libertad como reco-nocimiento positivo de “relacionesdirectamente sociales de las personasen sus trabajos” y del hecho, de que “elser humano es el ser supremo para elser humano”. En su forma negada,como presencia de su ausencia, siem-pre están porque su negación revela loque está negado. Lo negado no está enel exterior, sino está en el interior de lasrelaciones de dominación. Estas son loque es, y de ellas se puede derivar, loque no es, porque es negado. Negationposition est.

Resulta un humanismo, que nosurge en nombre de alguna llamada de“esencia” humana, sino que surgedesde el interior de las propias relacio-nes humanas. Está dado objetivamente,no es una ética que irrumpe desde afue-ra en las relaciones humanas. La éticaque surge no tiene un Sinai externo,sino está dada con la misma realidad.Su Sinai es lo interior de la realidad.

Creo que aquí se trata de la últimainstancia de lo que Marx llama el mate-rialismo histórico. Engels lo reducecuando dice:

“Según la concepción materialista de lahistoria el momento determinante de lahistoria es en última instancia la pro-ducción y reproducción de la vida real.Más no hemos sostenido nunca ni Marxni yo.” (Brief Engels an J.Bloch ‘[21./22.Sept. 1890])

Marx dijo más. En Engels desapare-ce la presencia de la ausencia de rela-ciones sociales directas entre las perso-nas, que recién fundamenta el papel dela “producción y reproducción de lavida real”.

Solamente a partir de la presenciade una ausencia se puede entender por-que Marx se concentra cada vez más enel análisis de las estructuras de domina-ción del capitalismo. Estas relaciones dedominación como lo que es revelan loque no es, es decir, que el ser humanono es reconocido como ser humano,sino que es deshumanizado.

No aparece ninguna ruptura entre elhumanismo del joven Marx y del Marxdel Capital, como lo creía Althusser. Elpropio joven Marx rompe con el huma-nismo burgués. La consecuencia es, queposteriormente se concentra en el análi-sis de las estructuras de dominacióncapitalistas y hacer visible de estamanera la presencia de la ausencia delreconocimiento positivo de la humani-dad del ser humano. El joven Marx yadestaca lo que también está presente entodo el Capital: “echar por tierra todaslas relaciones en que el hombre sea unser humillado, sojuzgado, abandonadoy despreciable.”

Aquí no hay nada del humanismoburgués sea de Feuerbach o sea de laeconomía política clásica burguesa. Esel llamado de indicar y, por consiguien-te, cambiar todas las relaciones – setrata de las relaciones de dominación -,en las cuales el ser humano es “un serhumillado, sojuzgado, abandonado ydespreciable.” Eso es precisamente loque Marx hace en El Capital. Si se ve allíuna ruptura, significa solamente que no

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 95

se ha entendido nada y se descubre enel Marx del Capital solamente restos dehumanismo que hay que superar. Marxes transformado en un estructuralista sinperspectiva y sin visión. Es ahora unortodoxo.

Considero, que una reconstitucióntendría que partir de una tal compren-sión del materialismo histórico de partede Marx. Tiene que tener como su puntode partida precisamente la presencia deuna ausencia de relaciones humanasdirectas, la cual se hace patente comouna deshumanización del ser humanoen las estructuras de las relaciones dedominación capitalistas presentes. Estasestructuras son el espejo, en el cual estaausencia se revela. Partiendo de esopuede efectuar la crítica de la economíapolítica burguesa actual, que tiene quepartir de esta economía política actual –es decir, de la teoría económica neoclá-sica y neoliberal – para demostrar estanegación de lo humano, como apareceen este pensamiento económico. Cadapensamiento económico muestra estaausencia, aunque sea solamente paraesconderla. Se trata de aquello queMarx realizó con la economía políticaclásica, cuya simple repetición desem-bocaría solamente en una escolásticavacía.

La teoría del fetichismo de Marx sos-tiene que para una ciencia en la cual lasrelaciones de dominación – las institu-ciones – aparecen simplemente como loque son, la misma realidad llega a serinvisible. No tiene más que una empi-ría. De esta manera se le escapa preci-samente todo lo que es condición de lavida. Se trata de la condición, que sola-mente puede ser derivada a partir de la

presencia de una ausencia, que en lavida de todos y de cada uno es vivida.Sin embargo, la teoría la excluye. Laexcluye al decir solamente lo que es.Eso le permite ser útil en las prácticas dela vida normal para entender la manerade actuar de aquellos, que se muevenen una sociedad mercantil adaptándosesimplemente a ella.

De esta manera la teoría del fetichis-mo es una teoría científica y no una teo-ría en el “orden ideológico”. Como teo-ría científica puede explicar precisa-mente la producción social de ideologí-as específicas en relación con la pro-ducción de mercancías.

De esta manera resulta, que se ve la“relación económica” siempre en unespejo, que es la relación jurídica (y coneso la estructura de propiedad y las rela-ciones de dominación en general). Poreso se las ve de manera invertida. Estarealidad esconde la realidad de la vidareal, que grita que condiciona todo yque solamente puede ser comprendidadesde la presencia de una ausencia. Poreso demuestra Marx como el resultadode su crítica de la economía que, si nose hace positivamente presente esta rea-lidad de la vida real, para que atraviesepor lo menos la realidad vista en elespejo, resulta un proceso autodestruc-tivo que amenaza la vida misma:

“Por tanto, la producción capitalistasólo sabe desarrollar la técnica y lacombinación del proceso social de pro-ducción socavando al mismo tiempo lasdos fuentes originales de toda riqueza:la tierra y el trabajador”. Carlos Marx: ElCapital, p. 424 [no el hombre, sino eltrabajador!])

96 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

La parábola de la caverna y la teoría delespejo

Esta teoría del espejo es visiblemen-te un desarrollo de la parábola de lacaverna de Platón. Pero no es igual. Enla parábola de la caverna los sereshumanos ven al mundo como la sombraal sol de las ideas. No aparecen comose ven uno al otro. En Marx, en cambio,la relación entre los seres humanos estal, que se transforma por la relaciónjurídica en el espejo en el cual se venmutuamente y el mundo exterior de lascosas. El obstáculo para el conocimien-to se ha hecho subjetivo a pesar de queesta subjetividad es objetivamente váli-da y presumiblemente inevitable. Queel mundo es subjetivo se descubrecomo un hecho objetivo. La relaciónjurídica y, por tanto, la forma mercantilhacen como espejo un mundo en esteespejo, cuya realidad es falsa y que hayque trascender para percibir la realidadmisma como realidad de la vida real.

El paso de la parábola de la cavernahacia esta visión subjetiva del mundocomo reflejo en un espejo, detrás delcual se puede percibir la realidad de lavida, aparece ya anteriormente en SanPablo cuando dice:

“Ahora vemos en un espejo, en enigma.Entonces veremos cara a cara. Ahoraconozco de un modo parcial, peroentonces conoceré como soy conoci-do.” (1 Cor 13,12)

Este conocimiento es un conoci-miento entre uno y otro, por tantomutuo, y también para San Pablo elespejo, que hace enigmático el conoci-miento, es la ley. Si para Platón el cuer-po es la cárcel del alma, ya para San

Pablo la ley es la cárcel del cuerpo.Marx desarrolla esta subjetivizaciónhacia la ley del valor, que para Marx esla cárcel del cuerpo. Se puede ampliareste punto de vista de Marx y me pare-ce necesario hacerlo. No solamente larelación jurídica, que da la forma a lasrelaciones mercantiles, es un espejo enel cual se refleja la relación económica.Parece que se trata de mucho más. Todoel sistema institucional es un tal espejo,en el cual se refleja el mundo entero yno podemos ver el mundo sin verlocomo un mundo, que se refleja en elespejo del sistema institucional, en totalo parcialmente. Lo que no es visible esla presencia de la ausencia de otromundo que está como ausencia y escomo tal pensada, soñada, desarrolladacomo mito y que también es hecha pre-sente positivamente como trato humanoentre seres humanos. Pero siempre esválida la conclusión que, si no se lograhacer presente aunque sea en huellaseste otro mundo en el mundo quevemos en el espejo, este mundo es des-truido. De esta manera aparece unatrascendencia en el interior de la inma-nencia cuyo reconocimiento es condi-ción de la posibilidad de la vida en elmundo visto como espejo. Marx noefectúa esta generalización, pero estáen la lógica de su pensamiento.

Como lo dijeron ya los surrealistas:hay otro mundo, pero está en estemundo.

Esta fenomenología de la vida realde Marx no hay que confundirla con lasfenomenologías de Husserl o Hei-degger. También estas parten de lascosas que vemos. Pero no de las cosascon las cuales vivimos. Al vivir, nopodemos ver las cosas solamente en el

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 97

espejo de las relaciones jurídicas comolas podemos solamente vivir en estemarco. No se puede ver un cerco, queestá alrededor de un terreno sin ver quelo vemos en el espejo de las relacionesjurídicas. Es la expresión corporal deuna voluntad que mora en aquella pro-piedad privada. Solamente por eso tienesentido. En cuanto las cosas son vistas,se las ve en una relación jurídica, quecontienen y reflejan corporalmente, nocomo exterritorialidad formal. En laforma de esta superficie corporal seexpresa el reflejo. Tiene una expresióncorporal. (ver Kafka: la colonia peniten-ciaria o Foucault: Vigilar y castigar)También la obra de los pasajes deWalter Benjamín parte de eso: en estecaso se trata de los productos del pasa-do impregnados por lo presente delpasado.

Tampoco hay que confundir con elmundo de la vida de Habermas, queexiste al lado de las estructuras y esabsorbida por ellas. Se trata de eso: laley está inscrita en el mundo corporal,pero no con letras. El mundo corporalestá marcado e impregnado por la ley.

Eso es ciertamente algo diferenteque la teoría de base y superestructuradel prólogo de 1859. Pero es el funda-mento, a partir del cual también estateoría puede ser interpretada.

La teoría de base y superestructuraes una abstracción teórica como todaslas teorías. Su aplicación es el trasladode sus resultados al mundo de la vidareal. Una teoría jamás puede reflejaresta realidad, aunque sea útil en refe-rencia a ella. El mundo de la vida real esun drama, como también Marx lo ve, yno la sombra de teorías. Por eso tambiénlas artes y los mitos son parte de la feno-

menología de la vida real. La teoría esexterna a este mundo.

II. Lo imposible que mueve a lo posible

Lo imposible mueve lo posible, encuanto que es traducido y hecho pre-sente.

Se puede hacer posible lo imposibleen el grado en el cual se tiene la con-ciencia que no se puede realizarlo.

Imposibilidades abren posibilida-des. Lo imposible mueve lo posible. Esel famoso “motor inmóvil” (un motor,que mueve sin estar en movimiento él).Pero ya no tiene la forma aristotélica.No es algo fuera del mundo, en el cualel ser humano actúa, sino está en elinterior del mundo.

Lo imposible es objeto de la acciónhumana siendo un imposible en rela-ción a esta acción.

Por eso no es algo lógicamenteimposible (es lógicamente imposibleque 2 + 2 sea 5), sino en el sentido de laconditio humana (como el perpetuummobile es imposible en sentido de laconditio humana, sin ser lógicamenteimposible). Sin embargo, el perpetuummobile como imposibilidad abrió laposibilidad del reloj del péndulo. Sincomprender la imposibilidad del perpe-tuum mobile no se habría podido des-cubrir la posibilidad del reloj del pén-dulo. Lo imposible abre los caminos delo posible.

Estas imposibilidades mueven lasposibilidades y hacen que sea posibledescubrir posibilidades. Imposibili-dades. En el sentido de la parábola de lacaverna esta traducción del imposibleen posible la sombra de la luz – o de laluz fatua –que vemos desde la caverna.

98 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

Que este imposible sea efectivamen-te imposible, constituye la inquietudhumana y con eso se transforma enaquello, que mueve lo posible.Constituye la posibilidad para descubrirlo que es posible. De esta inquietudresulta la dimensión de lo posible comotraducción y hacer presente de lo impo-sible en lo posible. Pero esta traducciónno es una aproximación en el tiempo ymenos una aproximación asintótica a loimposible. Eso solamente trasladaría elproblema hacia un tiempo abstracto ylineal de aproximación, que al finalresulta completamente vacío. Se trata depasos de traducción y del hacer presen-te posibilidades, a los cuales en lo pre-sente de mañana siguen otros pasos,que hoy no se puede ni prever ni deter-minar.

La presencia de la ausencia de “rela-ciones directamente sociales de las per-sonas en sus trabajos” es lo que muevetodo el pensamiento crítico y la praxisque le corresponde. Marx usa diferentesexpresiones: el trabajo como juego librede las fuerzas corporales y espirituales;el Robinson social; el reino de la liber-tad; la emancipación de cada uno comocondición de la emancipación de todos;la naturaleza como amiga del ser huma-no. En forma más bien irónica los des-cribe:

“…al paso que en la sociedad comu-nista, donde cada individuo no tieneacotado un círculo exclusivo de activi-dades, sino que puede desarrollar susaptitudes en la rama que mejor le parez-ca, la sociedad se encarga de regular laproducción general, con lo que hacecabalmente posible que yo pueda dedi-

carme hoy a esto y mañana a aquello,que pueda por la mañana cazar, por latarde pescar y por la noche apacentar elganado, y después de comer, si meplace, dedicarme a criticar, sin necesi-dad de ser exclusivamente cazador,pescador, pastor o crítico, según loscasos.” (Karl Marx: Manuscritos econó-micos filosóficos. Brevarios. FCE.México, 1964.

Marx tiene cierta conciencia delproblema de posibilidad e imposibili-dad, pero aparece solamente al mar-gen. Eso ocurre, por ejemplo, cuandoinsiste, que el reino de la libertad jamáspodrá realizarse sustituyendo el reinode la necesidad y que, por tanto, surealización será siempre limitada. Perono transforma eso en el fundamento desu reflexión. Concibe, por tanto, elreino de la libertad como algo, quepuede surgir solamente al lado delreino de la necesidad. Engels es muchomenos cauteloso cuando habla delsocialismo como el salto hacia el reinode la libertad.

De eso se desarrolló la idea de laabolición de la producción mercantil y,por tanto, del mercado y del Estado.Hoy no puede haber duda, que tambiénen este caso se trata de imposibilidades,del las cuales solamente se puede deri-var la transformación de la producciónmercantil y del Estado y su democrati-zación por una intervención sistemáticaen los mercados, pero jamás la realiza-ción directa de esta imposibilidad.

Hablando en general, se trata de laimaginación de lo que es la idea delcomunismo en Marx y en buen grado enla tradición marxista.

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 99

Me parece, que hoy no puede haberduda de que esta imaginación desarro-lla una imposibilidad. Pero no se tratade una imposibilidad cualquiera, sinode ausencias presentes en las relacionesde dominación como aquello, que noes, pero que está presente por negacióny que, por tanto, puede ser derivado eellas. Eso explica el lugar central, de lacrítica de la economía política para elpensamiento crítico. De otra manera setransforma en “utópico” en el sentidocrítico en el cual Marx habla del socia-lismo utópico.

Este comunismo como relaciónsocial directa no puede ser la meta. Unaimposibilidad nunca puede ser unameta posible. Pero es lo que indica uncamino, que tiene su meta en si mismo.No es la promesa de un futuro definiti-vo, sino el indicador en el presentedesde el cual resultan los próximospasos posibles. En este sentido muestraun futuro, pero cualquier futuro es unnuevo presente, en el cual la imposibili-dad de nuevo indica el camino o lasnecesarias correcciones del camino. Elfuturo no muestra un camino, sino uncamino solamente muestra el presente yen el futuro el presente de este futuro.Se trata de un camino que tiene su metaen su propio interior y que y en la impo-sibilidad su sindicador del camino. “Sehace camino al andar”. CuandoBernstein dice: “La meta no es nada, elcamino es todo”, se pierde toda orienta-ción. El camino tiene que ser descubier-to desde lo presente y tiene como orien-tación la imposibilidad, que está pre-sente como ausencia en las estructurasde dominación presentes. La meta estodo, el camino hay que hacerlo alandar.

El presente y el tiempo lineal

Mañana es el presente de mañana.Pero lo presente de mañana tiene unfuturo diferente del futuro de nuestropresente. Cada presente tiene su propiofuturo y el presente futuro es algo, queen el mejor de los casos podemos con-dicionar. Cada generación hace su pre-sente. Viendo desde su presente, tienesu propio futuro y su propio pasado.Como cada presente tiene su propia his-toria, también tiene su propio pasado.Al cambiar con el presente el futuro,cambia igualmente el pasado. No sola-mente cada generación escribe su pro-pia historia, tiene también su propiopasado. Precisamente por eso tiene supropio futuro. Nuestro presente es elfuturo de un pasado, que ha sido el pre-sente antes y que ha tenido su futuro.Nuestro presente a la vez es el pasadode un presente que habrá en el futuro,como nuestro presente es el presente enel futuro de nuestro pasado. Cuandonuestro presente ha llegado a ser pasa-do, es algo distinto de lo que es este pre-sente para nosotros. En la historia nohay hechos desnudos. La historia es elpaso de un presente hacia otro presentepor venir. Por eso no hay ningún futurodefinitivo, el futuro nunca es. Lo quepensamos como futuro es nuestra refle-xión sobre el desarrollo de nuestro pre-sente al presente que le sigue.Solamente lo que en el presente dado espresente por ausencia, hace posible laorientación del paso hacia el presentefuturo. Se hace el camino al andar. Elfuturo de cada presente es la reflexiónsobre este paso. Eso es la imaginacióndel tiempo como un tiempo de vidaconcreto con su futuro concreto y su

100 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

pasado concreto. Cualquier otro sentidodel tiempo – y del futuro – es pura meta-física y por eso una imaginación abs-tracta, que solamente podría realizar unser omnisciente.

La imaginación del tiempo de la teo-ría crítica clásica es la imaginación deun tiempo lineal, que es prolongado yproyectado hacia un tiempo infinito. Eltiempo concreto no tiene fin, pero estetiempo proyectado al infinito es infinito.El tiempo concreto es el tiempo, en elcual sigue a nuestro presente el presen-te de mañana y de pasado mañana. Es elpresente de mañana en el cual viviránnuestros hijos y los hijos de sus hijos.Los presentes del pasado y del futuroestán conectados en este tiempo con-creto por el hecho de que de un presen-te a otro presente que le sigue los sereshumanos tienen que vivir y deben vivir,para que siga el presente hacia el pre-sente del futuro. En el tiempo abstractoaparecen puros futuros milagros o des-gracias. Es también el tiempo de la ima-ginación soviética del paso al comunis-mo, que está ya en parte en Marx – aun-que Marx sea muy cauteloso el respec-to. Aparece también en Engels y está encasi todo el siguiente pensamiento mar-xista, muchas veces hasta hoy. Esta ima-ginación del tiempo también prevaleceen la escuela de Frankfurt, por lo menosen lo que se llama hoy su primeraépoca, a pesar de que Walter Benjamínrompe con ella. Es también la imagina-ción del tiempo que domina todo elpensamiento de la modernidad con sumito del progreso. Se trata, por tanto,también de la imaginación del tiempoen lo que se llama el progreso técnico yque hoy muy prosaicamente expresa-mos por las tasas de crecimiento del

producto social, que también contienenuna perspectiva - aunque vacía – delfuturo.

A la luz de este tiempo abstracto einfinito no aparecen límites de lo posi-ble. Nada es imposible frente a un pro-greso concebido como infinito en eltiempo infinito futuro. Todo lo imposiblese transforma en un “todavía no” posi-ble. Por el mito del progreso se transfor-ma lo imposible en un – frente a untiempo futuro arbitrariamente largo delprogreso – en un aparentemente “toda-vía no” posible. El tiempo concreto con-tiene en sí imposibilidades obvias, eltiempo abstracto infinito del futuro encambio transforma todo lo imposible enalgo aparentemente posible. Con eso loimposible es transformado en algo téc-nico y por eso cuantificado. En unmanual soviético entonces el comunis-mo se ve así:

“Preciso es: prolongar la vida del hom-bre hasta los 150 ó 200 años términomedio, eliminar las enfermedades infec-ciosas, reducir las no infecciosas a unmínimo. Superar la vejez y el cansancioy aprender a devolver la vida a aquellosque mueren en forma prematura o poraccidente… Producir todas las materiasconocidas de la tierra hasta las máscomplicadas —las albúminas— asícomo también producir aquellas mate-rias desconocidas por la naturaleza,materias más duras que el diamante,más resistentes al calor que la tierramaterias con mayor temperatura defusión que el osmio y el wólfram, másflexibles que la seda, más elásticas quela goma; criar nuevas razas de animalesy cultivar nuevos tipos de plantas conun crecimiento más rápido para proveermás carne, leche, lana, cereales, fruta,fibras, madera para las necesidades de

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 101

la economía del pueblo… aprender adominar el tiempo, regular de tal modolos vientos y el calor como ahorapueden regularse los ríos, ahuyentar lasnubes y llamar a voluntad a la lluviacomo al buen tiempo, a la nieve y alcalor” [Traducción nuestra].( Grundla-gen des Marxismus-Leninismus.Lehrbuch, Berlín 1960, 825-826).

Si eso son las metas, el presente dehoy y de mañana es secundario. Se tratadel mito del progreso de la modernidadque igual como hoy, subyace a la estra-tegia de la globa-lización. Hoy se aña-den otras metas infinitamente distantescomo por ejemplo, máquinas inteligen-tes y la transformación del ser humanoen una máquina inteligente y otras más.La promesa del mito del progreso setransforma en magia.

Se trata de una imaginación del pro-greso en la cual, toda modernidad entodas sus corrientes - incluido el socia-lismo soviético - orientada por el mitodel progreso desemboca en la mitad delsiglo XX.

Al transformarse en la UniónSoviética este mito del progreso en elmito que todo dominaba, se le adaptó laimaginación del comunismo, que sepropiciaba. Perdió los contenidos hu-manos, que tenía en Marx, y se transfor-mó en una imaginación de un futurotecnificado de una planificación perfec-ta que podía aparentemente renunciar alas propias relaciones mercantiles. Lasrazones de la crítica que se habíanhecho a las relaciones mercantiles des-aparecieron. El comunismo fue transfor-mado – eso se hizo visible en la discu-sión sobre el comunismo, a la cualKrushev había llamado en los años 60 –

en una sociedad planificada del creci-miento económico infinito cuyo sentidoes seguir con un crecimiento todavíamayor. De hecho desembocó en elmismo nihilismo que subyace hoy a laestrategia de globalización. El comunis-mo se transformó en una meta que estáen el mismo grado más lejos en el cualse lo acerca. Con eso se desvanecíacomo meta. Por eso se podía despuéstambién renunciar a él y preferir el sin-sentido abierto al sinsentido solapado.

La contradicción contenida en laimagen del comunismo, si se lo inter-preta como un “todavía no” de su futu-ra realización positiva, es ya reconoci-ble en Engels: “La propia socializaciónde los hombres, que hasta ahora se lesenfrentó como impuesta por la naturale-za y la historia, ahora llega a ser su libreacción. Los poderes objetivos y extrañosque hasta ahora dominaron la historia,pasan al control de los hombres mis-mos. Recién desde entonces los hom-bres mismos harán su historia con plenaconsciencia; recién desde entonces lascausas movidas por ellos tendrán pre-ponderantemente y en un grado siem-pre mayor, los efectos queridos porellos. Se trata del salto de la humanidaddel imperio de la necesidad al imperiode la libertad.” (Friedrich Engels: Anti-Dühring. Madrid, 1968. p. 307)

Lo que Engels reivindica aquí es elsalto hacia una situación, en la cual seidentifican el futuro de hoy con lo pre-sente de mañana. La razón de la impo-sibilidad, sin embargo, es, que comoconsecuencia de los efectos indirectos –muchas veces no intencionales – denuestra acción aparece la diferencia.Engels desemboca en la exigencia de

102 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

una identificación de tiempo concreto ytiempo abstracto.

Pero un salto no se puede hacer“preponderantemente y en un gradosiempre mayor”, cuando se trata de unsalto cualitativo. Al reivindicar algoimposible, tiene que interpretar pasosfinitos como una aproximación a unameta infinitamente lejana. Pero eso esuna contradicción, en la cual desembo-có el socialismo soviético y por lo cualse rompió.

El intento soviético de realizar lohumano por medio de su tecnificacióny con eso en el interior del mito delprogreso, probablemente ha sido elintento más serio en la historia, llevar auna solución desde el interior de lamodernidad por una continuación line-ar los problemas de la modernidad.Llevó a la modernidad hacia aquélpunto, a partir del cual se hace obvio lanecesidad de su propia reconstitución.Es el brillo y la miseria de este socialis-mo, del cual la actual estrategia de glo-balización no es más que una copiabarata. Pero una copia: peor y posible-mente más peligrosa.

A partir de este punto se puede reco-nocer al mito del progreso como unacatástrofe. No a donde lleva el mito delprogreso o que pueda llevar a una catás-trofe, es la catástrofe. Eso sería una purainversión de este mito del progreso.Como lo hacen hoy en día los movi-mientos apocalípticos, sobre todo en laforma del fundamentalismo cristiano-apocalíptico, que hoy domina precisa-mente en los EEUU. No cambia el tiem-po del propio mito del progreso, sinopone a su final la catástrofe. Proyecta lacatástrofe en el tiempo lineal por venir.Al contrario la catástrofe es nuestro pre-

sente. El hecho de que sigue dominandoel mito del progreso, eso es la catástro-fe, como ya lo dijo Walter Benjamin. Lacatástrofe más bien es nuestro presente.Se trata de la catástrofe que ocurre ennuestro presente. No nos amenaza sim-plemente una catástrofe en el futuro.Nos amenaza la catástrofe que hoy estáen curso en nuestra presencia. Estacatástrofe que proyectamos en el futuronos subvierte desde adentro ya hoy. Novamos a la catástrofe, estamos de llenoen ella. Al proyectar la catástrofe en elfuturo, estamos proyectando la catástro-fe que vivimos en nuestro presente. Elfundamentalismo apocalíptico fija lacatástrofe en el futuro y con eso vacía elpresente. La catástrofe se transforma enesperanza (Cristo viene!). Hablando enforma secular: hemos pasado el puntodel no retorno y por eso podemosseguir, porque ya no se puede cambiarnada. La política actual del gobierno deEE.UU. está impregnada por estos doselementos. Con eso desaparece la res-ponsabilidad por lo presente de maña-na. El mito del progreso se da vuelta y setransforma en el mito del suicidio colec-tivo de la humanidad. Llega a ser el mitode la decadencia de la modernidad. Elmito del progreso aparece como unasupernova, que se está transformandoen un hoyo negro.

La praxis de la traducción y del hacerpresente lo que es imposible

En la crítica de la tecnificación y delvaciamiento de la imagen del comunis-mo surgió la filosofía de la esperanza deErnst Bloch. Recuperó la utopía humanadel comunismo y la mostró en sus másamplias ramificaciones. Con eso no vol-

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 103

vió a aquella utopía que Marx había cri-ticado en los tal llamados socialistasutópicos, sino la concibe en el sentidode una presencia de una ausencia, apesar de que, como lo sé, no une estaexpresión. Pero no vincula directamen-te este su análisis de la ausencia y de supresencia no con un análisis de lasestructuras de dominación como esoaparece en Marx.

La filosofía de Bloch, sin embargo,resultó incapaz de fundar una praxis.Eso a mi entender resulta del hecho deque no deriva la utopía como algo, queestá presente por ausencia y negaciónen las propias estructuras de la domina-ción, cuando se lleva este análisis de laausencia hasta el punto de ver, quepuede leerse en las estructuras de domi-nación como presencia negada. Sinembargo, el análisis de las estructurasde dominación es la base de toda pra-xis. Pero a eso hay que añadir otrarazón. A pesar de que Bloch recupera lautopía de Marx en sus dimensioneshumanas, la sigue interpretando comoun “todavía no” de la acción humanahacia el futuro.

Con eso sigue comprometido con elparadigma del tiempo de la modernidaddentro del cual no existen hacia el futu-ro límites de la posibilidad. Pero preci-samente este paradigma del tiempo haimpuesto a la modernidad al vaciamien-to del futuro, llevó igualmente al vacia-miento de la imagen del comunismo enel socialismo soviético. Además es inte-resante el hecho de que también las filo-sofías de Nietzsche y de Heidegger hanconstatado este vaciamiento, aunque nosupieron contestar a este problema.

Por el hecho de que Bloch se siguemoviendo en el marco de este paradig-

ma del tiempo, su pensamiento nopuede desarrollar una praxis. Su filoso-fía revela algo, pero no puede decirmucho sobre los caminos a donde ir.

Pero precisamente el redescubri-miento de la utopía de Marx por partede Bloch tendría que llevar a la convic-ción que no se trata solamente de unautopía (lo que no hay en ningún lugar),sino también de una ucronía (lo que nohay en ningún momento del tiempo).Como tal se trata de una imposibilidadpara la acción humana que es un límiteinfranqueable. Por eso, esta utopía no esla de un tiempo concreto. Es la utopíade una fluidez infinita de espacio ytiempo, desde la cual recién se constitu-ye y se fundamenta el tiempo concretoen conflicto con el tiempo abstracto.Esta utopía-ucronía se encuentra en unadimensión casi mítica, que entoncesexige una crítica de la razón mítica.

Esta constitución del tiempo concre-to desde la utopía imposible ocurre encuanto lo imposible es traducido yhecho presente en este tiempo concretoen conflicto con el tiempo abstracto. Setrata de camino que se hace al andar.

La pregunta por la imposibilidad deaquello, que está presente por ausencia,es la pregunta por la libertad de decidirnuestra forma de vivir. Se trata de ladimensión del sentido de vivir. En cuan-to esta ausencia se cuantifica y tecnifi-ca, entonces es proyectada como mitodel progreso en la infinitud del tiempoabstracto y no quedan límites de lo posi-ble. Lo posible es entonces ilimitada-mente infinito y determina desde elfuturo abstracto lo que hay que hacer.Se transforma en valor absoluto, quesacraliza todos los medios absoluta-mente: bueno es, lo que sirve al progre-

104 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

so o bueno es, lo que promueve lastasas de crecimiento. En nombre de lameta absoluta: bueno es lo que sirve alprogreso, se pierde la libertad, el mismoser humano se transforma en un mediopara la realización de esta meta y, porconsiguiente, en capital humano – en elnazismo se habló de material humano –y en yo-S.A. El ser humano ya no puededecidir o elegir, lo que debería ser lopresente de hoy o de mañana. El tiempoabsoluto determina y lo presente seesfuma. La meta se transforma en unlátigo que empuja adelante. Todo esdeterminado por relaciones medio-fin ysolamente “tontos o traidores” se pue-den oponer. Todo parece ser fuerzacompulsiva de los hechos (Sachzwang).En relación con este contexto MaxWeber habla de una “jaula de acero”.La ideología de la actual estrategia deglobalización lo expresa por la nega-ción a cualquier intervención en el mer-cado. Se trata de la negación de la liber-tad a la autodeterminación humana. Encuanto se mantiene intacto el mito delprogreso, constituye las flores que deco-ran el látigo. En cuanto pierde su fuerzade convicción, como ocurre hoy engran medida, el látigo es desnudo. Siguefuncionando y llega a ser la pura volun-tad del poder. Nos encontramos hoy eneste proceso. En nombre de un futurofalso es oprimido el presente y con esolos seres humanos, que viven en estepresente. El mito utópico del progresose transforma en mito catastrófico y coneso al capitalismo utópico en capitalis-mo cínico.

En cambio, el reconocimiento de laimposibilidad de lo ausente, que estápresente en las estructuras de domina-ción, libera para la libertad como auto-

determinación social. Lo imposible nopuede ser transformado en nombre del“todavía no” en un fin por alcanzar, sinopor el cambio de estructuras tiene queser traducido y hecho presente. Con esose abre un espacio de posibilidades y nouna sola posibilidad sin alternativas. Setrata de posibilidades entre las cualeshay que elegir y que no son predetermi-nadas a priori. Lo imposible se transfor-ma en el “motor inmóvil” (que muevesin estar en movimiento él) para laacción humana, en orientación para lasposibilidades, que hace ver. Con eso esposible la libertad de autodetermina-ción para la formación del presente dehoy y de mañana. Se trata de una liber-tad conflictiva, pero no se trata de con-flictos absolutos, en cuanto se logra,subordinar el tiempo abstracto a lasdecisiones de autorrealización en eltiempo concreto.

Resulta un proyecto, que puede sin-tetizar la totalidad de estas posibilida-des: una sociedad en la cual quepantodos los seres humanos y que da espa-cio igualmente a la naturaleza y queproduce la riqueza de una manera talque no sean amenazadas las fuentes detoda riqueza: la tierra y los seres huma-nos en cuanto trabajadores. Se trata deun proyecto democrático, porque noresponde a una estrategia única y sinalternativa, sino a un conjunto de estra-tegias por descubrir. Lo posible como“todavía no: cierra el futuro, en cambiolo imposible que se traduce en posibili-dad, lo abre. No puede abolir ni el mer-cado ni el Estado. Sin embargo, para serrealista, tiene que partir de una inter-vención sistemática en los mercados,que pone a éste al servicio de la vidareal y concreta. Con eso el ser humano

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 105

no se reduce a ser individuo-propieta-rio, sino que puede llegar a ser sujeto dela vida real. En caso contrario, el huma-nismo sigue siendo lo que hoy es en lascelebraciones públicas cuando se escu-cha el himno de la Alegría de Beetho-ven: pura palabrería. De esta manera, la

autorrealización de cada uno puedecorresponder a la autorrealización detodos. Como praxis este camino de lareconstitución del pensamiento críticollevaría inclusive a una reconstituciónde la propia modernidad y no a ningu-na postmodernidad.

106 FRANZ J. HINKELAMMERT / Sobre la reconstitución del pensamiento crítico

Estos asuntos sólo pueden recobrar urgenciapara nosotros si se los vuelve a contar dentrode la unidad de un gran relato colectivo; sola-mente si se los ve, aunque sea de forma dis-frazada o simbólica, compartiendo un solotema fundamental, que para el marxismo es lalucha colectiva por arrancar al reino de laNecesidad un reino de la Libertad; sólo si selos comprende como episodios vitales de unasola trama vasta e inacabada (FrederickJameson).

A contrapelo, la historia, como economía,como política y como mito, se ofrece comoalgo concentrado en la crisis (René ZavaletaMercado).

Crisis, 1795, ‘mutación grave que sobrevieneen una enfermedad para mejoría o empeo-ramiento’, ‘momento decisivo en un asuntode importancia’; lat. crisis. Tom. del griegokrísis ‘decisión’, deriv. de krinõ ‘yo decido,separo, juzgo’ (Joan Corominas).

ara empezar, desplacemos eti-mología de “crisis” citada en elepígrafe hacia el tema que nos

ocupa. Salvo, tal vez, el sentido fuertede “separo,” los significados griegos de

esta palabra –y, por supuesto, el caste-llano de “momento decisivo en unasunto de importancia”– podría servirperfectamente para presentar la crisiscomo método de conocimiento en elpensamiento de René Zavaleta Mercado(1937-1984). Desde ya, destacaría que,entre esos significados, también entraen juego algún tipo de “decisión.” ParaZavaleta Mercado (ZM), los momentosrealmente críticos en/de una sociedadsuponen no sólo una renovación de lamanera de entender la sociedad encuestión sino también la libre decisiónde encarar o encauzar la o las historia(s)local(es) manifiesta(s) y rearticulada(s)en ese “momento decisivo.” Al pasar,maticé el sentido de “separo” –en rigor,afín a “distingo”–porque, en la crisispolítica boliviana tratada por ZM, elconocimiento y decisión adquiridos enella implican una renovación intersub-jetiva que, creo, es mejor asumir comoreunión que como separación. Para el

La crisis como método en René Zavaleta MercadoLuis H. Antezana J.

El pensamiento de René Zabaleta Mercado (1947-1984) estuvo signado siempre por la inten-ción de comprender la dinámica de las multitudes en la historia y la política bolivianas. Susconceptos de abigarramiento, crisis, democracia y poder, permitieron una lectura vigorosa dela acción política popular en la historia y la escena política.

P

resto, krísis y krinõ nos sirven perfecta-mente como índices camino a los alcan-ces de la crisis según Zavaleta Mercado.

En lo que sigue, he de ocuparme desólo un acápite del ensayo “Las masasen noviembre” (1983) de ZM, el relativoa ‘la crisis como método’ para el cono-cimiento de una sociedad abigarrada.“Las masas en noviembre” es, dicho seade partida, uno de los ensayos más den-sos de ZM y no siempre es posible ais-lar una determinada propuesta –la delconocimiento crítico, en este caso– delapretado conjunto de conceptos y argu-mentos que la entornan. Entre otros, porejemplo, este ensayo conjuga variosotros convergentes como “Forma clase yforma multitud en el proletariado mine-ro en Bolivia” o “Cuatro conceptos de lademocracia” (cf. infra) y supone líneastendidas de y hacia su Work in progress,Lo nacional-popular en Bolivia (1986,edición póstuma). Con todo, salvo losimprescindibles, intentaré no forzartodas las islas de este archipiélago; peroantes, un ejemplo de la mencionadadensidad. A primera vista, su tema másevidente es el de la democracia enBolivia y su caso el de la defensa popu-lar del proceso democrático en noviem-bre de 1979; pero, en manos del “últi-mo Zavaleta,”1 ese tema y ese caso nopueden evitar un muy complejo recorri-

do –tanto factual como conceptual–para capturar sus alcances. Al presentartema y caso, por ejemplo, señala –yadvierte– ZM:

Intentaremos […] un razonamientoacerca de la crisis de fines de 1979 enBolivia, que es en verdad el tema centralpor cuanto se refiere a un momento cru-cial de la autodeterminación nacional-popular; acerca de la crisis misma comonúcleo preeminente del conocimientode una sociedad atrasada; de la hege-monía no socialista o hegemonía pobrede la clase obrera; de la transformacióndel instinto clásico de la autodetermi-nación en democracia representativaconvertida en ambición de masa; en fin,de las dificultades de la representaciónde la democracia en una formación abi-garrada, de las etapas dentro del estadonacionalista revolucionario o de 1952 yde la inserción de lo que hemos llama-do mediación prebendal en el procesode constitución de un estado nacional.Es necesario todo esto todavía para con-tradecir la reaccionaria teoría que aspi-ra a segregar países inteligibles y paísesno inteligibles”.2

Como señalé, no trataré de explici-tar todo ese complejo conceptual y fac-tual, y, nos limitaremos, reitero, a “lacrisis como método,” pero conviene noperder de vista el más amplio horizonte

108 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

1 En la cronología del pensamiento de ZM, recordemos, hay, por lo menos, tres matices sucesivos quepodemos indicar por medio de sus libros más conocidos: el teórico de “la formación de la conciencianacional” (en grueso, 1956-1969), el marxista de “el poder dual” (en torno a 1970-1979) y el crítico de“lo nacional-popular” (en torno a 1980-1983). A éste se lo denomina “el último Zavaleta” y es el quemás explícitamente propone una perspectiva crítica para conocer una sociedad abigarrada. Además,Mauricio Gil nos recomendaría no olvidar al “joven Zavaleta,” previo a sus reflexiones sobre 1952 (cf.2000: 93-97).

2 René Zavaleta Mercado, “Las masas en noviembre,” Bolivia Hoy, Siglo XXI, México, 1983, pp.12-13(cursivas del autor).

que persigue ZM: el de demostrar lainteligibilidad de un país supuestamen-te no inteligible. La crisis política comométodo de conocimiento social es unode los instrumentos que permitiría dichainteligibilidad.

En “Las masas en noviembre,” el tra-tamiento del proceso democrático enBolivia tiene, por lo menos, dos alcan-ces. Por un lado, se trata de entender loque sucedió en Bolivia en torno anoviembre de 1979 y la defensa civil dela democracia, y, por otro, también setrata de proponer un aparato teóricocapaz de tratar esas circunstancias –yotras análogas. Si algo caracteriza alpensamiento de ZM es precisamenteese permanente ir y venir del objeto deestudio al aparato teórico que lo trata.Nótese –y ya vamos entrando en mate-ria– que, aunque aprovecha (“secues-tra”) otros aportes conceptuales, no setrata de la aplicación deductiva de unadeterminada propuesta teórica, tampo-co se trata de una generalización induc-tiva porque sólo le ocupa un caso, el dela recuperación de la democracia enBolivia en noviembre de 1979. Con Ch.S. Peirce, diría que la suya es una pro-puesta abductiva, de esas que tratandoun caso particular o excepcionalmenteirreductible propone una nueva pers-pectiva teórica.3 Desde ya, en lo quenos ocupa, ZM suscribiría esta posibili-dad epistemológica ya que, para él:

El conocimiento crítico […] es una con-secuencia de la manera en la que suce-den las cosas. Esto debería ocurrir siem-pre; la naturaleza de la materia deberíadeterminar la índole de su conocimien-to. La manera de la sociedad define lalínea de su conocimiento.”[Y, comosubrayando el tipo de sociedad que leinteresa, añade:] “Entretanto, la preten-sión de una gramática universal aplica-ble a formaciones diversas suele no sermás que una dogmatización. Cadasociedad produce un conocimiento (yuna técnica) que se refiere a sí misma”.4

Por deformación profesional, cuan-do leo lo de una dogmática (imposible)“gramática universal” para entender las“formaciones diversas,” tiendo a pensaren el segundo Wittgenstein y su pro-puesta de entender cada “juego de len-guaje” según sus propias reglas para,así, a la larga, poder pensar mejor –estoúltimo sólo quiere ser una analogía por-que, bueno, si la asumimos literal uoperativamente, quizá nos perderíamosen el análisis de lo diverso contenido enla diversidad. Por otra parte, como selee en la cita, supongo que queda clarala directa relación que, según ZM, exis-tiría entre el objeto de estudio y el cono-cimiento ahí implicado. Ahora bien, esaintimidad no es simplemente refleja,como en la tradición empirista o positi-vista, aquella en la que los hechos suce-den y el pensamiento no tiene másremedio que seguirlos o, como se dice,

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 109

3 Sobre la abducción distinta de tanto la deducción como la inducción, cf. la clara y sencilla explicaciónde Umberto Eco, “La abducción en Uqbar”, en: De los espejos y otros ensayos, Editorial Lumen, BuenosAires, 1988, pp. 173-184.

4 René Zavaleta Mercado, “Las masas en noviembre”, p. 19.

“obedecerlos.” Esa tradicional imagenespecular –arraigada en la representa-ción de las ciencias naturales– suponeun acaecer material ajeno a las inter-venciones humanas, o sea, tiene enmente el acaecer material gobernadopor las llamadas “leyes naturales” (o“científicas”). Cuando ZM intima elobjeto de estudio y su conocimiento noes tan mecánico, supone una interven-ción humana capaz de alterar loshechos sociales, de tal manera que nosólo se trataría de “descubrir” lo sucedi-do sino de acompañar la producciónsocial de los hechos y conocimientosafines, acordes, por supuesto, a la socie-dad objeto de estudio. En su ensayo“Cuatro conceptos de la democracia,”ZM propone una fórmula que, creo,explica muy bien esa posibilidad huma-na de intervenir en los hechos sociales;al respecto dice: “No se necesita repe-tirlo: el hombre no acepta la proposi-ción de lo externo o sea su inercia sinocuando ha intervenido en ello”.5 Aquí,ZM tiene en mente los actos de autode-terminación de las masas que, precisa-mente, reconoce en la crisis política quetrata en “Las masas en noviembre” (cf.infra). Por último, como ya menciona-mos, también queda claro que las posi-bles deducciones, desde una cualquiera“gramática universal,” no son aplicableso se demuestran insuficientes en el caso

de las “formaciones diversas.” Ergo, anteun objeto de estudio particularmenteesquivo, la necesidad de encontrar oproponer sus correspondientes concep-tos es todo un desafío no sólo al inte-lecto, diría, sino a la imaginación teóri-ca.6 Y, ahora bien, antes de una crisis,¿qué es esto de “formaciones diversas”?

Acortando caminos, una “formacióndiversa” es una “formación social abiga-rrada” –como Bolivia:

Si se dice que Bolivia es una formaciónsocial abigarrada es porque en ella nosólo se han superpuesto las épocaseconómicas (las de uso taxonómicocomún) sin combinarse demasiado,como si el feudalismo perteneciera auna cultura y el capitalismo a otra yocurrieran sin embargo en el mismoescenario o como si hubiera un país enel feudalismo y otro en el capitalismo,superpuestos y no combinados sino enpoco. Tenemos, por ejemplo, un estrato,el neurálgico, que es el que proviene dela construcción de la agricultura andinao sea de la formación del espacio; tene-mos por otra parte (aun si dejamos delado la forma mitimae7) el que resultadel epicentro potosino, que es el mayorcaso de descampesinización colonial;verdaderas densidades temporales mez-cladas no obstante no sólo entre sí delmodo más variado, sino que tambiéncon el particularismo de cada regiónporque aquí cada valle es una patria, esun compuesto en el que cada pueblo

110 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

5 René Zabaleta Mercado, “Cuatro conceptos de la democracia,” El estado en América Latina, Colección“Obras completas”, Los Amigos del Libro, La Paz-Cochabamba, 1990, p. 86 (cursivas mías).

6 Luis Tapia Mealla ha explicitado como ZM ha enfrentado este desafío en su propia obra; al respecto,cf. su libro La producción del conocimiento local. Historia y política en la obra de René Zavaleta (2002)y su ensayo “La producción teórica para pensar América Latina” (2006).

7 “Desplazamiento forzoso de poblaciones que hacían los incas con fines de dispersión cultural e impo-sición lingüística o quechuización forzosa” (nota de ZM).

viste, canta, come y produce de unmodo particular y hablan lenguas yacentos diferentes sin que unos y otrospuedan llamarse por un instante lalengua universal de todos.8

Como es fácil ver, esta descripción–llamémosla así– supone criterios con-ceptuales que, aunque sean del “usotaxonómico común,” aluden a una pers-pectiva teórica –como, por ejemplo, elconcepto de “modo de producción”marxista, aquí también entendido como“época económica”; también, menosevidente quizá, ahí está la noción de“estrato neurálgico” que supone lanoción zavaletiana de “momento cons-titutivo” (cf. infra). Destaco esto paraseñalar, una vez más, la manera comoen ZM los hechos y los conceptos quelos tratan siempre andan –tratan deandar– juntos, sobre todo, cuando elobjeto de estudio se resiste a las reduc-ciones taxonómicas de “uso común.”

Después de presentar una formaciónsocial abigarrada, ZM se pregunta: “Enmedio tal cosa, ¿quién podría atreversea sostener que esa formación tan hete-rogénea pudiera concluir en el ejerciciode una cuantificación verificable delpoder?”. Y añade, “De tal manera deque no hay duda de que no es sólo laescasez de estadísticas confiables lo quedificulta el análisis de Bolivia sino lapropia falta de unidad convencional delobjeto a estudiar”.9 Ahora bien, eseesquivo objeto de estudio puede serconocido, analizado, en una crisis polí-tica. Creo que ZM insistiría que sólo así

y ahí se lo puede conocer y, siguiendosu propuesta, tornar así inteligible lo nointeligible. Más aún, en este caso, eseconocimiento crítico también seríaempírico-cotejable, es decir, el ejerciciodel poder vigente sería susceptible deuna cuantificación socialmente verifica-ble (cf. infra).

Desde ya, no se trata de una cual-quier crisis. A lo largo del texto,Zavaleta repasa golpes de estado y vera-nos democráticos sucedidos en Boliviaque, pese a las apariencias, no son cri-sis políticas que permitirían conoceresta sociedad porque, en el fondo, nosuponen una decisiva intervenciónsocial (cf.: 13-16). En su caminar, eserepaso diseña las condiciones que debetener una crisis política para producirconocimiento, y, ahí, sobresale la con-junción de los fragmentos diversos yhasta ajenos característicos de una for-mación social abigarrada. Junto a laGuerra del Chaco (1932-1935) y laRevolución de 1952, entre los másinmediatos, ZM reconoce en la crisispolítica de noviembre de 1979 uno deesos momentos, donde, como él diría,lo diverso adquiere una nueva “inter-subjetividad.” Antes de examinar –unpoco– los alcances cognoscitivos de esacrisis, recordemos algunos hechos afi-nes a noviembre de 1979.

Poco antes de su fin, la dictaduramilitar encabezada por Hugo BánzerSuárez (1971-1978) fue matizada porun conflictivo período de transiciónhacia la democracia: amago de aperturademocrática con restricciones políticas

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 111

8 René Zabaleta Mercado, “Las masas en noviembre”, p. 17.9 Ibid, p. 17.

(1977), huelga de hambre de las muje-res mineras contra las restricciones polí-ticas (12.1977-01.1978), éxito de lahuelga y elecciones anuladas por fraude(1978); poco después: golpe de estado ygobierno del general Juan Pereda Asbún(07-11.1978), también interrumpido,seguido por el interinado militar delgeneral David Padilla Arancibia(11.1978-08.1979). En enero de 1979,bajo el gobierno de Padilla Arancibia, serealizaron otras (“nuevas”) eleccionesgenerales. Los resultados no fueron pro-blematizados y, esta vez, el fraude nofue objeto de las escaramuzas postelec-torales. Como ningún partido político–y su consecuente candidato presiden-cial– había logrado la necesaria mayoríaabsoluta en las urnas (50% +1), elCongreso debía elegir al presidente dela República. El Congreso fue instaura-do en agosto de 1979. Después devarios días de debates y reiteradas vota-ciones, debido al bloqueo mutuo entrelos partidos en liza y como solución decompromiso, el senador Walter Gue-vara Arze, presidente del Congreso, fuenombrado presidente interino de laRepública con la tarea primordial deconvocar a nuevas elecciones. En no-viembre ese mismo año, el coronelAlberto Natusch Busch encabeza ungolpe de estado que derroca a GuevaraArze. Su argumento: prevenir un inmi-nente y radical golpe de estado en mar-cha que intentaba restaurar la previaforma de dictadura militar; NatuschBusch proponía fortalecer el (débil)gobierno de Guevara Arze para asegurarla continuidad democrática en el país.En efecto, el gobierno de Guevara Arzeera muy débil: debía gobernar práctica-mente sin ningún apoyo parlamentario,

enfrentar una crisis económica y prepa-rar el terreno para nuevas elecciones.Como posible medida preventiva, elgolpe de Natush Busch contaba conexplícito apoyo partidario –del Movi-miento Nacionalista Revolucionario,notablemente; partido, por otra parte,involucrado en la previa y empantanadacontienda electoral. Pero, la sociedadcivil no quiso saber nada del golpe y susargumentos; desde el primer hasta elúltimo día y pese a los actos represivos,la sociedad en pleno se opuso pacíficapero frontalmente al golpe (huelgageneral obrera, bloqueo campesino decaminos, resistencia urbana). A la larga,Natusch Busch se vio obligado a pasarencerrado en el Palacio Quemado de lasede de gobierno (La Paz) durante losefímeros 16 días (01-l6.11.1979) queduró su arbitrario mandato. Después delgolpe fallido, Lidia Gueiler de Tejada,presidenta de la Cámara de Diputados y,por tanto, nueva presidenta del Con-greso, heredaría la Presidencia y lasinterrumpidas tareas encargadas aGuevara Arze. En las elecciones de1980, otra vez, ningún candidato obtu-vo la suficiente mayoría absoluta; pero,antes de que el nuevo Congreso elija alfuturo presidente, el general Luis GarcíaMeza protagonizó un (nuevo) golpe deestado e instauró uno de los gobiernos(07.1980-08.1981) más cruentos de lasúltimas décadas.

“Las masas en noviembre” llega atratar el gobierno de García Meza, perosu núcleo está volcado, como adelanta-mos y como indica el título, hacia laresistencia popular ante el golpe deNatusch Busch en noviembre de 1979.En píldora, se trata de saber cómo “[l]ademocracia, en cualquier forma, se

112 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

convierte en una bandera de las masas,de las masas que se habían educado enel vilipendio de ella”.10 ¿Cómo es posi-ble, se puede uno preguntar, que lademocracia representativa, instrumentode la burguesía y del coloniaje que lasustenta local e internacionalmente,pueda convertirse en “bandera de lasmasas” bolivianas? Un “clásico” sóloconstataría una contradicción insupera-ble o, quizá, repasaría las posibilidadesde algún tipo de “poder dual.” De parti-da, ZM advierte que para entender esetipo de hechos inéditos, es necesariodejar a un lado presupuestos previos,aunque no les falten motivos, porque,como dice, “el rencor sirve de poco”;“[e]n realidad, no sirve de nada, o sea:el rencor no conoce aunque él mismosea legítimo” 11. La crisis política queZM tiene en mente obliga, pues, arepensar lo supuestamente conocido yno ignorar lo que sucede. En noviembrede 1979, suceden muchas cosas: elEstado del 52, verticalmente prebenda-lizado desde –sobre todo– 1964, tocasus límites institucionales, ideológicos yeconómicos, la clase obrera se ve obli-gada a salir de su “soledad corporativa,”el movimiento campesino e indígena,liderado por la reciente ConfederaciónSindical Única de Trabajadores Cam-pesinos de Bolivia (CSUTCB) y el kata-rismo, también quería “poner su coloren ésta que se dice es la fiesta de todoslos colores” (ZM) y, en todo ello, lademocracia representativa se reclamabacomo una válida (auténtica) cuantifica-

ción del poder social. Creo que los dosúltimos aspectos son los neurálgicos,porque se manifiestan y asumen demanera prácticamente inédita; así lostrata, y, además los articula con los otrosfactores en juego durante esa coyuntura.Como ya indicamos, en una formaciónabigarrada, ese tipo de articulación sólose podría producir y reconocer en unaexcepcional crisis política. Subraya ZM:

La historia, como economía, comopolítica y como mito se ofrece comoalgo concentrado en la crisis. Es en lacrisis que es algo actual porque la crisises un resultado y no una preparación.La crisis es la forma de la unidad patéti-ca de lo diverso así como el mercado esla concurrencia rutinaria de lo diverso.El tiempo mismo de los factores (y laprincipal diferencia entre un modo deproducción y otro es la calidad del tiem-po humano) no actúa de un modo con-tinuo y confluyente sino en su mani-festación crítica. La producción comu-naria o parcelaria en la Bolivia alta, porejemplo, es distinta en su premisa tem-poral agrícola a la oriental no sólo por elnúmero de cosechas y las consecuen-cias organizativas del trabajo, sino tam-bién a la minera que ya es la supedi-tación o subsunción formal en acción.El único tiempo común a todas estas for-mas es la crisis que las cubre o sea lapolítica.12

Nótese, dicho sea de paso, la ima-gen que ZM utiliza para indicar elalcance de una crisis política: es untiempo común que “cubre” los diversos

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 113

10 Ibid, p. 44.11 Ibid, p. 11.12 Ibid, pp. 18-19.

tiempos implícitos en los diversosmodos de producción presentes pero noarticulados en una sociedad abigarrada.Aquí, “cubrir” –abarcar, cobijar– impli-ca una manifestación “superficial” de lono evidente o, si se prefiere, de lo des-conocido o escondido; en otras pala-bras, lo paradigmático se torna sintag-mático. Volvamos a noviembre de 1979.

Aunque todos los factores mencio-nados –Estado del 52, clase obrera,campesinado indígena, movilizaciónurbana, defensa de la democracia repre-sentativa–se implican mutuamente, ais-lemos los relativamente “inéditos”: ladefensa popular de la democraciarepresentativa –que, a su manera, invo-lucra a todos los protagonistas– y ahí, enparticular, la decisiva participacióncampesina e indígena. Para ZM, estadefensa de la democracia representativa–convertida en “bandera de los educa-dos en vilipendiarla”– supone un(nuevo) conocimiento social, que, depronto, hasta reconoce (acepta, asume)el poder de autodeterminación de lasmasas manifiesto (cuantificado) en losresultados electorales de los partidos enliza. Esa defensa popular no implica unmero recurso táctico sino un razonadoreconocimiento de los alcances de laintersubjetividad social constituida ymanifiesta durante la crisis. En un paísdonde “los pueblos miran como sulibertad a lo que suele no ser sino unadisputa entre las estirpes de sus amos”13, esa apropiación popular de la demo-cracia representativa implica, sin duda,

un salto cualitativo en la manera deentender, asumir y encauzar los proce-sos históricos que caracterizaron a unasociedad como la boliviana. Se diríaque, en noviembre de 1979, la acciónde las masas decide que el camino aseguir es el de la democracia represen-tativa, no como táctica, reitero, sinocomo conocimiento de la realidadlocal. En breve, dicho sea zavaletiana-mente, las masas aceptan esta democra-cia representativa porque han interveni-do en su producción.

Desde ya, aquí, las masas no son las“clases” o, como en el nacionalismorevolucionario (NR), el “pueblo.” Lasmasas son la multitud o, más precisa-mente, la “forma multitud” (ZM). Menosontológico que Paolo Virno, para quienla multitud es Una antes de diversificar-se en los múltiples sujetos posibles en elpost-fordismo,14 ZM caracteriza a laforma multitud como una intersubjetivi-dad, en el sentido pragmático de JürgenHabermas, construida históricamenteen las experiencias sociales de autode-terminación (vía una “acumulación enel seno de la clase” o “acumulación enel seno de la multitud”), siempre, segúnlos avatares de la historia local. Porquesupone un reconocimiento social(común) de la capacidad de autodeter-minación, ZM califica de “nacionaliza-dora” a ese tipo de intersubjetividad crí-tica. En ZM, la autodeterminación y laintersubjetividad siempre van juntas, labúsqueda de una implica el encuentro ola producción de la otra. Aunque la

114 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

13 Ibid, p. 50.14 Paolo Virno, Gramática de la multitud, Editorial Malatesta, La Paz, 2004.

construcción de esa intersubjetividadpodría remontarse a “la apropiación delhábitat o el papel mercantil de Potosí odel convulso destino vivido a lo largo yancho del tiempo”,15 (:18), ZM privile-gia dos momentos relativamente recien-tes –lo mencionamos–para indicar susmomentos claves: la Guerra del Chaco(1932-1935) y la Revolución Naciona-lista de 1952.

En lo que a la Guerra del Chaco serefiere, por connotación, podríamosdestacar el ejemplo que escoge paracaracterizar, precisamente, “el principiode la intersubjetividad”; evocando unade las batallas de esa guerra (la deNanawa), ZM dice: “La crisis por tantono sólo revela lo que hay de nacional enBolivia sino que es en sí misma un actonacionalizador: los tiempos diversos sealteran con su irrupción. Tú pertenecesa un modo de producción y yo a otropero ni tú ni yo somos los mismos des-pués de la batalla de Nanawa; Nanawaes lo que hay de común entre tú y yo.Tal es el principio de la intersubjetivi-dad” (:19).16 Esa intersubjetividadpodría representarse con la imagen dedos conjuntos distintos que van hacia lacrisis y ahí encuentran o generan sucampo de intersección. Cada conjuntono necesariamente cambia las caracte-rísticas que lo distinguen, pero, ahora,comparte u ocupa un nuevo espacio

político. Una nota más al respecto: paraZM, esa intersubjetividad no es arbitra-ria, no cae del cielo; como dice, “[e]lproblema radica en esto, en que la inter-subjetividad existe antes de las premisasmateriales (supuestas premisas) de laintersubjetividad”.17 Esa intersubjetivi-dad formal previa a las “supuestas pre-misas” materiales, es como una reformaintelectual que, si las condiciones lopermiten, puede llegar a concretizarse.En ZM, la clásica oposición entre“forma” y “materia” no restringe el atri-buto de existencia a la sola materia,también las formas tienen su forma–valga la redundancia– de existir.18

Volviendo a los conjuntos menciona-dos, añadiríamos, entonces, que éstosno sólo van hacia sino que “buscan” laintersección común porque “saben”que así lograrían grados crecientes deautodeterminación, esta vez, necesaria-mente compartida.

Por su parte, la Revolución de 1952es considerada como el momento en elque las masas bolivianas, lideradas porel proletariado minero, alcanzan su másalto grado de autodeterminación: “Lahistoria del estado de 1952 es la historiade las mutilaciones a la autodetermina-ción popular aunque es verdad que elmomento más alto de toda la autodeter-minación del país es el momento cons-titutivo del estado de 1952”.19 Poco a

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 115

15 René Zabaleta, “Las masas en noviembre”, p. 18.16 Ibid, p. 19.17 Ibid, p. 18.18 Ante simplificaciones semejantes, se suele señalar que, aunque “la palabra ‘perro’ no muerde,” no por

ello es válido negar la existencia de dicha palabra: su audición o su lectura es tan “material” como lapercepción de cosas y hechos.

19 René Zabaleta, “Las masas en noviembre”, p. 43.

poco, en la medida que cede su poderal Estado del 52, cada vez más restringi-do a su aparato represivo, la autodeter-minación popular alcanzada en abril de1952 perderá su papel protagónico ydeberá limitarse a crecientes esfuerzosde resistencia y oposición. Ahí, el prole-tariado minero que, en su momento,habría sido la “síntesis connotativa”20

de la sociedad civil, se verá corporativa-mente cada vez más aislado aunque, almismo tiempo, en complicidad con laresistencia obrera, civil y política haciala(s) dictadura(s) militar(es), irradiará suadquirido grado de autodeterminación–también grado de conocimiento de esacapacidad– hacia la multitud. ZM,dicho sea de paso, ha escrito el ensayo“Forma clase y forma multitud en el pro-letariado minero en Bolivia” (1983b)para precisamente entender cómo unproletariado tan “pequeño” como elminero en Bolivia podía tener tanamplios efectos en su sociedad: por irra-diación hacia la multitud. En “Las masasen noviembre” resume apretadamenteesa propuesta cuando la utiliza parasubrayar la importancia de la claseobrera en la historia reciente de Bolivia.Aunque la clase obrera posee e irradiasu “propia democracia interior de laclase como condición de toda la lógicademocrática en general” (: 43),21 alempezar la apertura democrática,habría que destacar la huelga de ham-bre de las mujeres mineras (12.1977-01.1978) como la puerta –valga la ima-

gen– por la que el movimiento obrerosale al encuentro de la “nueva” multituddemocrático representativa. Recla-mando el derecho de los parientes pre-sos y exiliados políticos para poder par-ticipar en el nuevo proceso democráti-co, la huelga de hambre de las mujeresmineras se transformó en una casi totalhuelga nacional que, finalmente, logrósu cometido, ampliando así, para todala ciudadanía, el derecho a participar endicho proceso.22 Con éste y otroshechos convergentes, empieza el arrai-go de la democracia representativa en lamultitud y, consecuentemente, abre yreformula –concretiza históricamente–la previa tradición obrera. Durante laapertura democrática y, notablemente,en noviembre de 1979, la clase obrerase articula con un actor hasta entoncesprácticamente ajeno a una debida parti-cipación en cualquiera de las formas dela “democracia criolla”: el movimientocampesino indígena, que será un prota-gonista fundamental en la nueva inter-subjetividad.

Aunque asume la histórica articula-ción indígena, – recordando, por ejem-plo, la decisiva “apropiación [origina-ria] del hábitat” o sus luchas por la auto-determinación, tales como la rebeliónde Túpac Katari (1780-1781) o la parti-cipación de Zárate Willka en la escenapolítica durante la Guerra Federal de1899–, ZM se ocupa, por un lado, demarcar las distancias existentes entreobreros y campesinos después de 1952,

116 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

20 Sobre los alcances del concepto político de “síntesis connotativa,” Ibid, pp. 11-12.21 Ibid, p. 43.22 Sobre la huelga de hambre de las mujeres mineras, sus avatares y alcances, cf. Jean Pierre Lavaud, La

dictature empêchée (1999).

y otro, más problemático, de motivar elpor qué de su participación en un pro-ceso democrático marcadamente repre-sentativo, más allá de la tradicionaldemocracia comunitaria arraigada,“desde siempre,” digamos, en su vidacotidiana. En el primer caso, la distanciaentre obreros campesinos estuvo marca-da, primero, por el apoyo sindical cam-pesino al Estado del 52 después de laReforma Agraria (1953), y, segundo, másnotablemente, debido al “pacto militarcampesino” ejercido desde 1964(gobierno del general Barrientos, 1964-1965 y 1966-1969) hasta fines delgobierno de Banzer (1978); tanto que,cuando a principios de los 1970, duran-te el gobierno del general Juan JoséTorres (1970-1971), la AsambleaPopular, liderada por los mineros y laCentral Obrera Bolivia, se instala y ejer-ce como un Congreso alternativoen/ante el Estado vigente, los represen-tantes del sindicalismo campesino fue-ron excluidos de dicha Asamblea, preci-samente, por haber suscrito y ejercido el“pacto militar campesino.” En breve,después de 1952, obreros y campesinosrecorrieron caminos no sólo distintossino hasta antagónicos; pero, se articu-lan en noviembre de 1979. Para seguirlas huellas del movimiento campesino,ZM vuelve a tratar la democracia, pero,desde otra de sus facetas.

Como detalló en su ensayo “Cuatroconceptos de democracia” (1982; cf.,en apretado resumen, 1983: 42), unacondición para la construcción de la

democracia representativa es la forma-ción y existencia del individuo comosujeto, ciudadano y, de ahí, como votocuantificable. Con la Reforma Agrariade 1953, los campesinos, desde enton-ces propietarios de sus parcelas, habríanaccedido a esa posibilidad, es decir, a lade convertirse en sujetos-ciudadanos.Complementariamente, la Revoluciónde 1952 había decretado el VotoUniversal, ejercido por primera vez enlas elecciones de 1956 –voto que, desdelos orígenes de la República, era cualifi-cado para sólo alfabetos y propietarios.Además, algo muy significativo paraZM, con la Reforma Agraria el campesi-nado no sólo se habría convertido enpropietario y productor independientesino, sobre todo, se habría apropiadodel mercado relativo, con la consecuen-te organización social y económica queimplica dicha apropiación. Ahí, estaríael germen que, después de todo tipo deavatares –como la organización del sin-dicalismo campesino que, luego, permi-tiría el “pacto militar campesino”–,haría posible el entronque con el movi-miento obrero en noviembre de 1979.Si la “memoria larga” –como diría SilviaRivera Cusicanqui– del movimientocampesino e indígena en Bolivia acu-mula, desde tiempos coloniales, variasmuestras de sus capacidades de autode-terminación –y de intentos fallidos(reprimidos) para ejercer ese poder–, apartir de 1952, la “memoria corta”habría incorporado el élan democráticoen su intersubjetividad originaria.23

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 117

23 Silvia Rivera Cusicanqui, Oprimidos pero no vencidos. Luchas del campesinado aymara y qhechwa,1900-1980, Ediciones Yachaywasi-Aruwiyiri, La Paz, 2003, 2ª. Ed.

Como resume ZM: “La sayaña es elrequisito de la independencia personal.El voto verificable es el resultado diferi-do del derecho perfecto sobre la parce-la, su posesión real y la consagracióndel hombre en estado de organización.El yeoman destruye al fellah; el yeomanes la escuela del citoyen”.24 Habría querecordar que, a partir de 1974, despuésde las “masacres de Tolata y Epizana” enel Departamento de Cochabamba, elsindicalismo campesino se independizadel Estado militarizado, creando su pro-pia Confederación Sindical Única deTrabajadores Campesinos de Boliviaque, luego, deviene parte orgánica de laCentral Obrera Boliviana. En suma y entorno a noviembre de 1979, se podríadecir que si, por un lado, el movimien-to obrero se ve entonces “obligado” aincorporar la voluntad democráticorepresentativa en su seno corporativo,por el otro, el movimiento campesino eindígena encuentra ahí la posibilidad demanifestar su relativamente recienteadquisición. Así, la antes vilipendiadademocracia representativa sería como lacondición coyuntural que no sólo esuna “alianza” sino una nueva intersub-jetividad social. Desde ya, como todaintersubjetividad, ésta implica un nuevoconocimiento social –hay que destacar-lo– de las capacidades de los actoresinvolucrados; capacidades de autode-terminación que, además, a partir deentonces serían cuantificables.

Esto de posibles capacidades “cuan-tificables” es lo que, por otra parte,

mejor explica las posibilidades de auto-determinación social logradas –o,mejor, evidenciadas–en noviembre de1979. Recordemos que el conocimientocuantitativo de una sociedad diversa(“la verificación cuantificable delpoder”) es poco o nada confiable puesahí, como en el caso boliviano, no sóloentra en juego “la falta de unidad con-vencional del objeto estudiado” sinotambién “la escasez de estadísticas con-fiables” (cf. supra). Además, “[n]o sepuede llevar cuentas allá donde loshombres no se consideran iguales unosde otros, o sea, donde no prima es pre-juicio capitalista de la igualdad sino elprejuicio precapitalista de la desigual-dad”).25 Sin embargo, esta crisis políticaen particular rendiría inteligible la for-mación social sociedad abigarrada boli-viana, por un lado, y, por otro, dados lostérminos del problema, debería rendirverificable el poder (o poderes) en liza oejercicio. Porque se trata de la produc-ción de una nueva intersubjetividad, lademocracia representativa haría posibleesa cuantificación o, mejor dicho, laapropiación multitudinaria del prejuiciodemocrático –manifiesta durante la cri-sis– se acumula en el seno de la multi-tud y, por tanto, a través de los partidosinvolucrados en las contiendas electora-les, se podría cuantificar el grado de esaapropiación y su consecuente acumula-ción multitudinaria. Parte ahora de loslogros de clase y multitud en Bolivia, lademocracia representativa no es sólouna forma de gobierno sino, en rigor, un

118 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

24 René Zabaleta, “Las masas en noviembre”, p. 40.25 Ibid, p. 15.

paso más–ahora cuantificable–en unproceso de autodeterminación social;subraya ZM:

La integración de la democracia repre-sentativa a este brillantísimo acervo dela memoria de clase es quizá el mayorlogro de la república. De la mismamanera en el que el mero movimientosocial sumado al sindicalismo en suforma espontaneísta (esto es una ide-ología, no sólo lo espontáneo) y pri-maria eran suficientes para la acumu-lación en 1952, ahora en 1978, la formapartidaria adquiría una relativa vali-dación. [Aquí viene su ya mencionadapropuesta:] La democracia, en cualquierforma, se convierte en una bandera delas masas, de masas que se habían edu-cado en el vilipendio de ella.26

O sea, la resistencia popular ennoviembre de 1979, defiende comosuya la democracia representativa ejerci-da en las elecciones de 1978. A la larga,la suma de la fórmula “un ciudadano, unvoto” –donde había que destacar lapalabra “ciudadano”– podría cuantificarel grado de democratización social y,también, el grado de autodeterminaciónde las masas. En el límite de esa posibi-lidad está lo que ZM denomina la (direc-ta) “democracia de masas,” o sea, aque-lla en la que “los pueblos […] no fundansu mito en el orden” sino “en las masasy su autodeterminación”; autodetermi-

nación que implica el ejercicio delpoder, por un lado, pero, sobre todo, “lafundación de la libertad, es decir, laimplantación de la autodeterminacióncomo una costumbre cotidiana,” donde“la masa enseña el aspecto crítico de supropia grandeza”.27 La coyuntura de1979 y sus resultados no implican nece-sariamente esa directa “democracia demasas,” notablemente, porque ahí sigueel Estado –todavía informe, amorfo– y suadministración subordinada a la repre-sentación lograda por los partidos políti-cos en liza; pero, aunque enmascarado,por principio, el Estado estaría ahoramás cuantitativamente determinado porlos actos de autodeterminación popula-res que por las decisiones verticales delas dictaduras o las ya obsoletas estirpesde los amos.

Dado el período que le ocupa, conel golpe de García Mesa (1980) comoúltima referencia, ZM no quiere extra-polar y deja en suspenso el posiblealcance de esa democratización: no hayaún manera de saber, dice, “si lo que seprepara en Bolivia es un pacto demo-crático o una revolución social” pero,insiste en que “[l]a forma igualdad pre-cede a la condición igualdad. Es su pre-clusión. En otros términos, el amor porformas determinadas es ya el anunciode la existencia subterránea de losacontecimientos sociales”. Ese “amor”formal por la democracia y su prejuicio

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 119

26 Ibid, pp. 43-44.27 René Zabaleta Mercado, “Cuatro conceptos de la democracia”, pp. 86-87. Dicho sea de paso, aunque

ciertamente la valora pues, mal que bien, supone el ejercicio del grado de libertad social vigente enuna sociedad, ZM subraya que la democracia de masas “no conlleva una tendencia progresista en símisma” y, como ejemplo, recuerda la voluntad social de Alemania que llevaría al nazismo. La direc-ción, progresista o reaccionaria, de una democracia de masas depende de las historias locales en juego(Ibid, pp. 87-88).

igualitario es el que, precisamente, sehabría revelado en la crisis de noviem-bre de 1979. ZM siempre insiste en quealgún tipo de reforma intelectual –lossuele llamar nuevos, otros “prejuicios”–precede o acompaña los acontecimien-tos sociales, pero, claro, nada ciertopodemos saber acerca de ellos si no semanifiestan en una crisis política, esdecir, cuando los “prejuicios” se trans-forman activamente –performativamen-te– en “juicios” que, a la vez, son“hechos.” La pareja potencia/acto–alguna vez utilizada por ZM–tambiénsirve para pensar ese salto, siempre ycuando el acto sea uno de autodetermi-nación social. Como moraleja, sepodría agregar que, con el correr deltiempo se verá si la autodeterminaciónde la multitud alcanzada en esa crisis setraduce (o no) en una “mayoría [popu-lar] de “efecto estatal” (ZM: 45).

Desde la “revolución einsteniana”vis-á-vis la física newtoniana, es fre-cuente, no sólo en la epistemología sinoen el pensamiento analítico o teórico engeneral, reconocer una progresión nolineal sino discontinua en los procesosdiacrónicos; las falsificaciones dePopper, las rupturas epistemológicas deBachelard, los cambios paradigmáticosde Khun, las epistemes de Foucault, lavida y muerte de las metáforas de Rortyo las revoluciones “no soñadas” deMires,” entre tantos otros, han frecuen-tado esa perspectiva que suele asociarsecon el llamado pensamiento de la AltaModernidad. Algo parecido sucede conla crisis zavaletiana, que marca el pasode una articulación social a otra, de unaintersubjetividad a otra; pero, en estecaso, más que sólo contrastar una arti-culación con otra, se diría que ZM se

interesa por el momento en el que suce-de la transición. Por supuesto, le intere-sa el agua, digámoslo á la René Thom, ysu transformación en vapor, pero, sobretodo, le interesa el “momento o saltocatastrófico” (“crítico”) en el que el pri-mer término se convierte en el segundo.Puesto que él denomina “asunción sin-tética” al conocimiento producido en lacrisis (cf. supra) se podría pensar en unmomento crítico “dialéctico,” pero, enrigor, los elementos que convergen ennoviembre de 1979 –obreros e indíge-nas, digamos– más que opuestos son, enrigor, simplemente distintos, pues, enúltima instancia, no han recorrido unamisma historia, han recorrido, en rigor,historias diferentes inmersas en una for-mación social abigarrada. En todo caso,lo que le interesa es discernir la cuali-dad de la transformación. Dicho sea depaso, siempre que ZM trata o indica losprocesos históricos utiliza la noción de“momento constitutivo” o “estrato neu-rálgico” (cf. supra, la presentación deuna sociedad abigarrada) que re-trazalas historias como series continuas, escierto, pero marcadas por articulacionesproducidas, precisamente, en susmomentos críticos o, en sus términos,“momentos constitutivos.” Esos momen-tos constitutivos implican otras tantascrisis productoras de (nuevas) intersub-jetividades. También es cierto que suexamen de la crisis es analítico, por unlado, pero, por otro, no deja de ser tam-bién histórico. Su análisis re-traza la his-toria de los elementos que intervienenen la crisis para así, si sucede, entenderel por qué de su convergencia. Debidoa ese recorrido, es tentador utilizar elcriterio subrayado por Perry Anderson

120 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

para caracterizar el aporte de FrederickJameson a la comprensión de la posmo-dernidad, aporte propuesto en su ThePolitical Unconscious (1981), en el cualse considera al marxismo más como unrelato que, simplemente, una analítica,es decir, un relato sobre los avatares dela libertad humana y social.28No quierodetallar las posibilidades de esta postu-ra narrativa pero es sugerente evocarlaal releer “Las masas en noviembre”donde ZM, sin duda, no sólo analiza loacaecido sino también nos cuenta cómosucedieron los hechos hasta llegar anoviembre de 1979, indicando, aquí yallá, hasta sus más lejanos “estratos neu-rálgicos.”

El momento crítico, obviamente, sereconoce por el antes y el después.Pero, ¿cuáles serían los índices de ladiferencia? Por lo expuesto, podríamosreconocer dos. En primer lugar, el tipo ogrado de intersubjetividad vigente antesy después de la crisis. Por lo adelantado,desde ya, no se trataría de un simplepacto o alianza –subordinado a los finesde las partes ya en ejercicio– sino de unconocimiento social compartido. En lanueva intersubjetividad, se diría, los aje-nos conocen más y mejor de las posibi-lidades políticas de y para la sociedadque, por cosas de la(s) historia(s), com-parten; más aún, en el caso de noviem-bre de 1979, uno de los actores (el cam-pesinado indígena) “surge,” sumamenteactivo, en el nuevo y ahora común hori-zonte político. En segundo lugar, otroíndice sería el grado o tipo de autode-terminación logrado por los ajenos.

Habría que subrayar que ese grado otipo de autodeterminación sólo es váli-do –también medible– para el “nuevo”actor intersubjetivo; caso contrario, sicada uno por su lado gana más(¿poder?) en la coyuntura, estaríamosvolviendo al tema de las alianzas o pac-tos de actores en ejercicio, tipo los pac-tos por una x o z “gobernabilidad.”También, habría que subrayar que lasnuevas capacidades de autodetermina-ción social –pese a la palabra “capaci-dades”– no son una mera posibilidad,porque la crisis, precisamente, hademostrado –de hecho, en acto, in situ–sus alcances. Otra cosa será que, con elcorrer del tiempo y sus avatares, esegrado de autodeterminación, por ejem-plo, disminuya hasta la “soledad clasis-ta,” como sucedió, según ZM, con elgrado de autodeterminación logradopor los obreros en 1952(cf.: 49) –oaumente (?) o cambie en otro tipo (pos-terior) de intersubjetividad. Dados estosíndices, en ZM, es imposible separarlos,es decir, el conocimiento y la autodeter-minación se implican mutuamente. Sediría que, para él, una sociedad seconoce más y mejor (“a sí misma”) en lamedida en que más y mejor ejerce susposibilidades de autodeterminación.Producir conocimiento (social) implicaejercer libertad (social). El desafío delinvestigador, dicho sea de paso, seríareconocer la producción social, por unlado, y, por otro, proponer los concep-tos que permitan entenderla. Dada laperspectiva epistemológica de ZM, esaque intima la relación entre el objeto de

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 121

28 Perry Anderson, Los orígenes de la posmodernidad, Editorial Anagrama, Barcelona, 2000, pp.75-76 ysupra, epígrafe.

estudio y la teoría que lo piensa, esclaro que la propuesta teórica debe tam-bién enfrentar una propuesta de nove-dad, caso contrario, valga la aparenteparadoja, no habría “nuevos” hechosque tratar.

En todo esto, la democracia repre-sentativa parece funcionar –valga laanalogía– como un campo magnéticodonde no sólo convergen las historiaspresentes en la crisis sino, notablemen-te, los protagonistas de esas historiasasumen para sí la forma que los atrae, esdecir, en este caso, la antes vilipendiadademocracia representativa que se con-vierte en la “bandera de las masas.”Aunque quizá no es coherente con elresto de este trabajo –y, menos, con elperíodo tratado por ZM–, no puedo evi-tar destacar el peso de ese arraigo en lasociedad boliviana, desde entonceshasta nuestros días. Por lo visto, no setrató de una táctica o concesión coyun-tural y, a la larga, el golpe de GarcíaMesa, por ejemplo, no alteró los logrosde 1978 y 1979 y la forma democrático-representativa siguió con el impulsoadquirido, zigzagueando a veces, escierto, pero siempre de acuerdo alcampo adquirido o asumido. Señalo esacontinuidad para evitar una lecturadirectamente contextual. En general, lascondiciones políticas institucionalestienden a tratarse como contextos, porejemplo, el período dictatorial que pre-cede a la apertura democrática o, luego,la defensa y recuperación de la demo-cracia, como si, dicho sea en otras pala-bras, el Estado –la forma o institucionesdel Estado– fuera el contexto de lasociedad. Aunque –cuando motivada–ese tipo de reducciones metonímicas

(parte/todo, continente/contenido) sueleser útil para entender alguna que otrarelación entre hechos, no sirve paraentender la asunción masiva de lademocracia representativa tratada en“Las masas en noviembre,” como si lamultitud (contenido) se apropiara delcontinente (Estado) que la contextuali-za. La razón es sencilla: en ese momen-to, no había “Estado democrático” delque fuera posible apropiarse, el Estadovigente era, aunque decadente, el pre-bendal fruto de 1952 y extremado porlas sucesivas dictaduras. La democraciarepresentativa era sólo una forma alter-nativa de intersubjetividad, un prejuicioen camino a convertirse, gracias a la cri-sis, en juicio. En tal caso, parece másapropiado asumir que, en la crisis, lamultitud produce el nuevo (posible)convenio social democrático-represen-tativo, donde, si se quiere, “el contenidoreformula el continente,” dicho sea retó-ricamente. ZM insistiría en que, para él,el Estado es –debería ser– la manifesta-ción de la sociedad; añadiría que, parano desaparecer, el Estado no puede sinomanifestarla parcialmente, en sus pala-bras, “debe enmascararla.” Dichoenmascaramiento es extremo en lassociedades abigarradas porque, en elfondo, salvo en los momentos críticos,tales sociedades no se conocen sinofragmentariamente. El conocimiento crí-tico de la sociedad, entonces, no sóloproduce un nuevo conocimiento, unanueva intersubjetividad sino, también,desenmascara –sea parcialmente, segúnlas coyunturas– las instituciones quemanifiestan a la sociedad, tal el Estado.En esa posible ecuación, el Estado sereformula en grados de autodetermina-

122 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

ción social en la medida que la socie-dad en cuestión más y mejor se conocea sí misma.

A lo largo de su argumento, es claroque ZM reconoce varios momentos crí-ticos en la historia social boliviana, talesla apropiación de la naturaleza o la cen-tralidad potosina, la Guerra del Chaco ola Revolución de 1952, o sea, momen-tos de “síntesis cognitiva” y reconoci-miento intersubjetivo de las capacida-des sociales de autodeterminación;pero, la asunción popular de la demo-cracia representativa en noviembre de1979 poseería un plus no tan evidenteen los otros momentos críticos. Ese plus,en esa diferencia, sería el posible cono-cimiento cuantitativo implícito en unademocracia representativa. ZM no igno-ra su horizonte de visibilidad, es decir,el modo de producción capitalistadonde aunque prime “el prejuicio capi-talista de la igualdad” ésta no necesaria-mente se realiza. De hecho, lo que ZMdestaca es algo más inmediato, es loque denomina una “mayoría [popular]de efecto estatal,” medible en los resul-tados electorales. Por un lado, se trataríade una lectura verificable del poder deautodeterminación alcanzado por lasmasas quienes podrían valga el condi-cional– decidir quién gobierna, es decir,quién manda. Por otro lado, quizá tanimportante, también se trataría de medirel grado de ciudadanía (soberanía indi-vidual) alcanzado por las masas en lasociedad boliviana. Los datos empírico-cotejables que ZM valora son evidente-mente políticos. Al mismo tiempo no

parece necesario asumir que otros datosestadísticos o denotativos podrían odeberían subordinarse o reducirse aéstos, en otras palabras, la asunciónsocial de la democracia representativano necesariamente implica un saltocualitativo en otros mecanismos deconocimiento o cuantificación social;ciertamente, sería arbitrario asumir queel nuevo conocimiento social alcanza-do y producido por la nueva intersubje-tividad implique, a su vez, un directosalto cualitativo en las ciencias socialeso en la objetividad de los medios decomunicación social. Al respecto, meparece apropiada una reciente observa-ción de Antonio Mitre en su libroNosotros que nos queremos tanto; des-tacando las limitaciones aún vigentespara conocer apropiadamente enBolivia, donde todavía prima la “urdim-bre de ‘pueblo chico’” (”no he vistonada,” “así me han dicho”); en una fór-mula muy sugerente, dice Mitre: “Hoylo más difícil en Bolivia es conocer laverdad de los hechos, tener acceso ainformación confiable, saber cual lamagnitud de los arcani imperi. Y comopara salir del aprieto poco ayuda laprensa militante igualmente engancha-da a la cuerda de los chismes, vamosrebotando de los poderes mediúnicos[su neologismo] a los poderes mediáti-cos”.29 Pero, en lo político, si la historiade la autodeterminación nacional es laque está en juego, la democracia repre-sentativa sería también un instrumentocapaz de indicar nacional y distrital-mente los alcances verificables de la

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 123

29 Antonio Mitre, Nosotros que nos queremos tanto. Estado, modernización y separatismo: una interpre-tación del proceso boliviano, El País, Santa Cruz de la Sierra, 2008, p. 81.

autodeterminación social. En suma,para René Zavaleta Mercado, la inteligi-bilidad de una sociedad no suponenecesariamente una especie de “revolu-ción científica,” sino, lo más cerca posi-ble del objeto de estudio, supone el cre-ciente conocimiento empírico cotejablede las libertades ciudadanas existentes ylos grados de autodeterminación alcan-zados por sus masas en dicha sociedad,aquí, Bolivia.

Bibliografía

Aguiluz Ibargüen, Maya y Norma De los Ríos(comps.)

2006 René Zavaleta Mercado. Ensayos, testi-monios y revisiones, Miño y Dávila-UNAM-FLACSO-CIDES-CESU, BuenosAires.

Anderson, Perry2000 Los orígenes de la posmodernidad,

Editorial Anagrama, Barcelona.Eco, Umberto

1988 “La abducción en Uqbar,” en De losespejos y otros ensayos, Editorial Lumen,Buenos Aires, pp. 173-184.

Gil, Mauricio2006 “Zavaleta Mercado. Ensayo de biografía

intelectual.” En: Aguiluz y De los Ríos(comps.) 93-109.

Lavaud, Jean Pierre1999 La dictature empêchée. La gréve de la

faim des femmes mineurs, Bolivie 1977-1978, CNRS Éditions, Paris.

Mitre, Antonio2008 Nosotros que nos queremos tanto.

Estado, modernización y separatismo:una interpretación del proceso boliviano,El País, Santa Cruz de la Sierra.

Rivera Cusicanqui, Silvia2003 Oprimidos pero no vencidos. Luchas del

campesinado aymara y qhechwa, 1900-1980, Ediciones Yachaywasi-Aruwiyiri, LaPaz, 2ª. ed.

Tapia Mealla, Luis 2002 La producción del conocimiento local.

Historia y política en la obra de RenéZavaleta, Muela del Diablo Editores-CIDES-UMSA, La Paz.

–––.“La producción teórica para pensar AméricaLatina.” En: Aguiluz y De los Ríos(comps.) 2006: 213-223.

Virno, Paolo2004 Gramática de la multitud, Editorial

Malatesta, La Paz.Zavaleta Mercado, René

1983 “Las masas en noviembre,” Bolivia Hoy,Siglo XXI, México, pp. 11-59.

–––.“Forma clase y forma multitud en el proletaria-do minero en Bolivia,” Bolivia Hoy, SigloXXI, México, 1983, pp. 219-240.

–––.“Cuatro conceptos de la democracia”, en Elestado en América Latina. Colección“Obras completas”, Los Amigos del Libro,La Paz-Cochabamba, 1990, pp. 61-89.

–––.Lo nacional-popular en Bolivia, Siglo XXI,México, 1986.

124 LUIS H. ANTEZANA J. / La crisis como método en René Zavaleta Mercado

“La crítica de la historia es única y exclusi-vamente crítica del presente.”

Martín Heidegger

“…El desarrollo y el triunfo del capitalismo nohabrían sido posible […] sin el control disci-plinario llevado a cabo por el nuevo biopoderque ha creado, por así decirlo, a través de unaserie de tecnologías adecuadas, los <cuerposdóciles> que le eran necesario”

Giorgio Agamben

I

nvestigar lo sociohistórico no esencaminarse a la búsqueda deuna “verdad esencial” que seencuentra detrás de las cosas y

de los procesos, sino llevar a cabo pro-blematizaciones del presente y de susmodos de inteligibilidad, es decir, colo-car en “entre dicho” el mundo de lasprecomprensiones que tienen los agen-

tes sociales sobre su historia, su vidacotidiana. Colocar en “entre-dicho” nosignifica una burda desestimación de lasnociones y representaciones ordinariassino plantear su necesidad, es decir,reconstruir las condiciones de posibili-dad históricas y las “lógicas” sociales einstitucionales de subjetivación por lascuales aquellas se encarnan en prácti-cas, lenguajes como también en pers-pectivas de acción política y cultural.Por lo tanto, problematizar las precom-prensiones es restituir al terreno de lohistórico aquello que fue naturalizado yque se encarnó en prácticas e institucio-nes donde permanecen “invisibiliza-das”.

Las investigaciones desde la pers-pectiva del biopoder en el campo de lasciencias sociales ecuatorianas aún estánpor llevarse a efecto. Los textos recien-tes de Andrés Guerrero nos dan cuentade la riqueza, de la complejidad comode la necesidad de llevar a cabo esta

Ciudadanía y biopoder(Las sugerencias de Andrés Guerrero)Rafael Polo Bonilla

La contribución de Andrés Guerrero a la comprensión de la sociedad rural y étnica del Ecuadorha sido fundamental desde sus originales interpretaciones en los años setenta sobre la trans-formación de la hacienda. Sus estudios más recientes han problematizado la constitución dela ciudadanía, la administración de poblaciones, los mundos de sentido común en los agentessociales. Son aportes que abren nuevos horizontes para la crítica histórica y la investigaciónsociológica.

I

empresa. En estos realiza una nueva lec-tura, más rica en matices y en herra-mientas hermenéuticas, del “mundo dela hacienda”, desde la perspectiva deuna problematización de la ciudadanía,de la “administración de poblaciones”,de los mundos de sentido común en losagentes sociales. En esta perspectiva susaportes se constituyen en una propuestaque abre nuevos derroteros para la críti-ca histórica y la investigación sociológi-ca; nos abren pistas para dar una res-puesta a esta problemática.

En el Ecuador las relaciones que setejen entre ciudadanía y el biopoder esuna problemática aún por explorarse.Los procesos de individuación e indivi-dualización constituye el centro de miinterés investigativo: si el individuo esun constructo social y un punto de arti-culación conflictiva donde convergen lahistoria, los dispositivos de poder y elesfuerzo de inventarse a uno mismo, nopueden ser estudiados al margen de losdispositivos de poder y de los procesosde subjetivación/desubjetivación socia-les. En este sentido, la propuesta deGuerrero de una lectura biopolítica delproceso de exclusión/inclusión de losindígenas en la construcción de la ciu-dadanía por parte del estado-nacional,me parece de una riqueza y finura ana-lítica. Nos invita a investigar “ese puntooculto en que confluyen el modelo jurí-

dico-institucional y el modelo biopolíti-co del poder”1 en la dominación social.

II

Los últimos ensayos de AndrésGuerrero parecen ubicarse en una pers-pectiva biopolítica2. Problemática quese va configurando en los escritos poste-riores a La Semántica de la Domina-ción3, donde realiza una lectura políticadel sistema de hacienda en el Ecuador;considera que la hacienda es un espaciomicrofísico de relaciones de poder basa-do en la ideología de la reciprocidaddesigual entre indios, conciertos, huasi-pungos, yanapas, etc., con el “señor”-patrón de la hacienda. Estas relacionesde poder no se reducen a la esfera eco-nómica, la renta de la tierra, sino queabarca un mundo de significacionesimaginarias, prácticas rituales y discur-sos de poder que movilizan imágenesesencializadas de los agentes sociales.Sin embargo, este libro puede ser consi-derado un “libro de transición” hacia laproblematización de la noción de ciu-dadanía elaborada por el Estado posco-lonial. En este texto Guerrero combinavarias entradas de la antropología, de lasociología y de la historia, que hoy lla-maríamos rápidamente como un enfo-que “interdisciplinario”, superando lasoposiciones que han caracterizado a la

126 RAFAEL POLO BONILLA / Ciudadanía y biopoder (Las sugerencias de Andrés Guerrero)

1 Giorgio Agamben, Homo Sacer, El poder soberano y la nuda vida, Valencia, Pretextos, 2003, p. 15.2 Según Javier Ugarte Pérez, “desde la reflexión biopolítica ni se afirma ni se niega la libertad, lo que se

intenta es estudiar los mecanismos por los que el Estado, administrando la vida, acrecienta su potenciay recursos y los utiliza para fortalecer la población que gobierna. La vida ha dejado de ser un resulta-do del azar [… ]para convertirse en una consecuencia de intervención política, y por ello es puesta enjuego en la práctica cotidiana del poder”. Javier Ugarte Pérez, La administración de la vida, estudiosbiopolíticos, Barcelona, Anthropos, 2005, pp. 9-10.

3 Andrés Guerrero, La semántica de la dominación: el concertaje de indios, Quito, Ediciones LibriMundi-Enrique Grosse-Luermen, 1991.

ciencia social, y atendiendo a la com-plejidad del “objeto social” investigado.Cabe anotar la riqueza empírica y docu-mental de la obra.

Podemos decir que sus trabajosanteriores se ocuparon del “mundo dela hacienda” desde una clave interpreta-tiva del marxismo estructural. En losaños sesenta y setenta se debate sobre elcarácter capitalista o precapitalista (feu-dal, para algunos autores) de la hacien-da, para emprender los caminos deldesarrollo o de la revolución. Guerreronos propuso una respuesta a partir de ladescripción estructural de la hacienda,como una estructura interna precapita-lista en proceso de subsunción formal alcapital, por una parte, y en su relaciónhacia fuera, basada en la mercantiliza-ción el excedente productivo, se inscri-be en las relaciones de produccióncapitalistas,

“…los hacendados serranos no sola-mente participan sino colaboran direc-tamente en la reproducción ampliadade las relaciones capitalistas […] perosiempre sin entrar en un proceso dedisolución y de transformación de lasrelaciones de producción precapitalistasdel sector agrario”4.

Es decir, la forma de la hacienda,nos dice Guerrero, es impensable sinconsiderar su forma de inserción al inte-rior del modo de producción capitalistadependiente ecuatoriano5. Para decirlocon otras palabras, el sistema de hacien-

da es la forma de dominación económi-ca, política y social que se estructura enel Ecuador en el proceso de configura-ción e inserción en el sistema mundocapitalista.

Esta respuesta a la problemáticahacendataria puso en evidencia elcarácter extraeconómico de la domina-ción social al interior del sistema políti-co de la hacienda, que como modalidadfuertemente institucionalizada es un sis-tema de control, de explotación y deviolencia simbólica, pero también,recalca, un sistema de poder local, hete-rogéneo, subordinado a la estructuraestatal. Sin embargo, en estos trabajosno encontramos una analítica de la“administración de las poblaciones” quese constituirá en uno de los ejes de susescritos posteriores, junto con la rela-ción entre discurso y poder, y la consti-tución de mentalidades sociohistóricas.

III

La construcción de la noción de ciu-dadanía del Estado en el Ecuador es unode los tópicos de investigación históri-co-antropológica que lleva a caboGuerrero. La noción jurídica de ciuda-danía, igualdad ante la ley, encubre unproceso de dominación étnica que solopuede ser rastreada por la investigaciónhistórica. Sin embargo, esta noción seha convertido en el campo políticoactual en un foco de enfrentamiento yde disputa en la búsqueda de una nuevahegemonía política en el Estado.

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 127

4 Andrés Guerrero, De la economía a las mentalidades (cambio social y conflicto agrario en el Ecuador),Quito, El Conejo, 1991, p. 74.

5 Ídem, p. 73.

La emergencia de categorías socialescomo supuesta en crisis solo era posiblepor acontecimientos capaces de rees-tructurar las relaciones de poder al inte-rior de los campos. La noción histórica-estatal de ciudadanía que se construyeen el Ecuador poscolonial, fue cuestio-nada por el levantamiento indígena de1990. Este suceso puso en evidencia a lanoción de ciudadanía como un concep-to juridicista capaz de encubrir la domi-nación étnica; acontecimiento queseñala el proceso de desintegración dela administración étnica en el país yposibilita resquebrajar las significacio-nes imaginarias blanco-mestizos deautoidentificación e identificación delos indios. Los indígenas “afirmaron[con el levantamiento de 1990] su con-dición de agentes sociales que exigenno solamente pleno acceso a los dere-chos ciudadanos, sino reconocimientode derechos colectivos como pueblos”6.Las preguntas que se plantean a las cien-cias sociales ecuatorianas: ¿qué tipo deciudadanía construyó el Estado y el sis-tema político ecuatoriano? ¿por qué losIndios no se reconocieron como ciuda-danos del Estado ecuatoriano?, final-mente, ¿Cómo se construyó la ciudada-nía en el Ecuador poscolonial? ¿es posi-ble construir una ciudadanía distinta?

Es importante indicar que los esfuer-zos estatales de construcción de la ciu-dadanía se enfrentaron con la represen-tación de ciudadanía que se hicieron losagentes sociales, especialmente los delgrupo blanco mestizo. El modelo jurídi-

co-institucional plantea una noción deciudadanía universal de matriz ilustradaque no se corresponde a las relacionessociales entre indígenas y no-indígenas.Este no-reconocimiento por parte delEstado contribuye al encubrimiento dela dominación étnica, cuyo soportematerial y simbólico lo constituyen lassignificaciones imaginarias heredadasdesde la colonia. La contraposiciónentre el discurso ciudadano estatal,regulado por los códigos jurídico políti-co y las intervenciones institucionalesdel Estado, se yuxtapone con unanoción de ciudadanía surgida desde losmundos de sentido común que compar-ten los agentes sociales. Mundos de sen-tido común, que hace posible el conoci-miento y el reconocimiento, es tambiénel escenario donde la sedimentación delos procesos históricos anteriores se pre-senta en forma de disposiciones prácti-cas, de prácticas cotidianas, de rituales yde retóricas sociales que los agentescomparten en sus intercambios cotidia-nos y en sus procesos de reproducciónsocial. La noción de ciudadanía estatal yla noción “espontánea” que se hacen losagentes sociales se complementan, seenfrentan y les permite darse a sí mis-mos una posición social determinada, esdecir, se reconocen a sí mismos.

La noción de “ciudadanos de senti-do común” propuesta por Guerrero paraobjetivar las maneras de hacer cotidianade los agentes pone a la mira del análi-sis crítico las formas de “resistencia” yde violencia simbólica, como las prácti-

128 RAFAEL POLO BONILLA / Ciudadanía y biopoder (Las sugerencias de Andrés Guerrero)

6 Andrés Guerrero, “Una imagen ventrílocua: el discurso liberal de la “desgraciada raza indígena” a finesdel siglo XIX”, en Blanca Muratorio, Imágenes e imagineros, representaciones de los Indígenas ecuato-rianos, siglos XIX y XX, Quito, FLACSO, 1994, p. 242.

cas de distinción y de reconocimiento,que emergen al “margen” de la regula-ción estatal. Se produce una confronta-ción entre el sistema de clasificaciónestatal y la “ciudadanía de sentidocomún”,

“…una contradicción entre, por unaparte, el ordenamiento de las clases yestatuto de poblaciones por el Estado y,por otra, las estrategias de catalogaciónurdida por el sentido común en losintercambios cotidianos. Son dos princi-pios de funcionamiento en cuanto a laciudadanía. […] El principio estatalestablece (y requiere) escalas fijas y téc-nicas reiterativas de identificación conel propósito de reconocer identidadesque son concebidas como inmutables;el sentido común, en cambio, juega conuna relatividad en las identidades quevarían según las situaciones de poder: lavalidez de la identificación prácticaqueda delimitado a los contextos coti-dianos del intercambio social, al aquí yahora del trato cotidiano”7.

La contraposición se da entre unconcepto jurídico-político y una nocióncotidiana, “espontánea”, de ciudadanía.Para captar esta confrontación, Gue-rrero propone indistintamente la nociónde “ciudadanía de sentido común” o“ciudadanía de facto”, entendiéndolacomo la disposición práctica para losintercambios cotidianos entre los agen-tes sociales. Esta “ciudadanía de facto”,

hace posible la articulación y la objeti-vación en los encuentros entre los agen-tes sociales el despliegue de disposicio-nes y sistema de clasificación interiori-zados y naturalizados heredados desdela colonia, este despliegue adquiere lamodalidad de prácticas de distinción ydistintivas. Es importante recalcar que eltempo social de estos sistemas de clasi-ficación son de mediana y larga dura-ción, es decir, no se reducen a coyuntu-ras políticas sino que las trascienden.

La “ciudadanía de facto” que heredala situación poscolonial percibe a los“otros”, los indígenas, desde una posi-ción jerárquica dominante, mientraséstos se reconocen a sí mismos comoblanco-mestizos e hispano parlantes. Lapresión social de esta “ciudadanía desentido común” afirma un imaginariode castas sociales y hace posible el des-pliegue de estrategias de desindianiza-ción. Desindianizarse consistió entreotras prácticas el dejar de vestirse comoindio, llevar a cabo una “purificación”de la modalidad de la voz, imaginargenealogías hispánicas, etc. Posible-mente uno de los motivos de esta urgen-cia de “dejar de ser indio” fue evitar elcobro del tributo estatal, que pagabanlos indígenas o no formar parte como“peones” de las haciendas. Estas estrate-gias son llevadas a cabo por pequeñosgrupos sociales emergentes en peque-ños poblados y pueblos8. “Ciudadanía

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 129

7 Andrés Guerrero, “El proceso de identificación: sentido común ciudadano, ventriloquía y transescritu-ra”, en Etnicidades, FLACSO, 2000, p. 22.

8 “Aludo aquellas franjas de familias ubicadas en una cercanía no discernible a la condición de indio queaprovechan la transformación del sistema colonial y optan por una estrategia sigilosa de desclasifica-ción étnica”. “El proceso de identificación: sentido común ciudadano, ventriloquía y transescritura”,pp. 20-21.

de facto” que se afirma, construye y re-actualiza las fronteras étnicas9, modode violencia simbólica que instituye unadivisión esencializada entre los distintosgrupos sociales enmarcadas en jerar-quías racialistas donde el “blanco-mes-tizo” ocupa la “cima”. ¿Cómo es posiblela existencia de una “ciudadanía defacto”? Por una parte, es la prolongacióndel sistema de clasificación colonialque existe como disposición práctica enlos agentes sociales, y por otro, la auto-afirmación como parte de la elite domi-nante posterior a la fundación de laRepública en la construcción de lospoderes locales y regionales.

La “ciudadanía de facto” se verá for-talecida por el encubrimiento de ladominación étnica con la supresión dela “contribución personal” indígena, en1857, y más tarde, con la supresión jurí-dica del “Concertaje de Indios” porparte del Estado. Por lo tanto, las funda-ciones jurídicas estatales discurren a unritmo distinto al de los habitus social y alas significaciones imaginarias. Ambassupresiones suceden en el campo de las

leyes jurídicas universales del Estado-nacional10, pero no sucede de igualmodo, ni al mismo ritmo en el mundoagrario, ni urbano, es decir, en las rela-ciones sociales, como relaciones depoder/sentido, donde predomina la “leyde la costumbre”. Los sistemas de clasi-ficación racialista y las fronteras étnicaspermanecen como sentido común enlos intercambios cotidianos. Esta separa-ción y tensión permanente entre la prác-tica estatal y la “ciudadanía de sentidocomún” encubrió (y encubre) la violen-cia cotidiana hacia los indígenas, comohacia las mujeres11, y legitima las fron-teras étnicas. Por lo tanto, detrás de lanoción de ciudadanía se encubre unproceso de “administración de la domi-nación étnica”. ¿Cuáles son los meca-nismos de esta dominación? Por unaparte, se hereda el cuerpo institucionalde la administración de los “Indígenas”de la colonia y se lo mantiene comoparte del Estado, “Se prolongan las ins-tituciones del pasado, vinculadas con elcontrol, dominación y explotación étni-cos, pero al mismo tiempo, en cierta

130 RAFAEL POLO BONILLA / Ciudadanía y biopoder (Las sugerencias de Andrés Guerrero)

9 La noción de frontera étnica, nos dice Guerrero, es “invisible pero real, la frontera esconde la arbitra-riedad de su institución imaginaria (el acto fundador de la dominación, perpetuamente reproducido porla violencia cotidiana) bajo la sombra de un efecto de naturalización: ‘racializa’ a los habitantes nacio-nales en términos de un supuesto sistema genético. En la vida cotidiana, la frontera engendra la dife-rencia como inferioridad y, por consiguiente, legitima la dominación de la población indígena por laciudadana blanco mestiza. Andrés Guerrero, “Ciudadanía, frontera étnica y compulsión binaria”,Quito, Iconos, p. 115.

10 “Porque el Estado moderno funciona, me parece, como una especie de máquina de desubjetivar, esdecir como una máquina que mezcla todas las identidades clásicas y, al mismo tiempo, Foucault lomuestra muy bien, como una máquina de recodificación, sobre todo jurídica, de las identidades disuel-tas: hay siempre una resubjetivación, una reidentificación de estos sujetos destruidos, vacíos de todaidentidad”. Giorgio Agamben, “Una biopolítica menor”, entrevista con Giorgio Agamben. En: JavierUgarte Pérez, La administración de la vida, estudios biopolíticos, Barcelona, Anthropos, 2005, p. 174.

11 “…las leyes que otorgaban plenos derechos a los ciudadanos (activos) se referían exclusivamente a loshombres y ratificaban una doble exclusión: de las mujeres y de los indígenas (hombres y mujeres)”.Etnicidades, p. 19

manera se las niega puesto que contra-dicen los principios básicos de su cons-titución [se refiere a la idea de igualdaddecretada por el Estado]”12, para llevara efecto el cobro del tributo indígena; ypor otra, por la “costumbre”. Se da unacontinuidad en las formas de domina-ción entre la colonia y el Estado repu-blicano, prolongación que será garanti-zada, más tarde, por la delegación de lasoberanía al mundo de la hacienda.

IV

La contraposición analítica llevada acabo por Guerrero entre la atención quepresta a la práctica institucional y dis-curso estatal, frente a las disposicionesprácticas y los sistemas de percepción yapreciación cotidiana por parte de losagentes sociales, va acompañado demodo implícito a una crítica a la divi-sión de las ciencias sociales, siguiendoa Bourdieu, entre subjetivistas y objeti-vistas, y plantea la importancia de con-siderar ambas perspectivas como partecomponente de la investigación social.

Hace uso de las nociones formuladaspor Bourdieu como campo, capital yhabitus para desentrañar los procesosde dominación social encubiertos en lanoción estatal de ciudadanía, especial-mente en el “mundo de la vida”. Desdeesta perspectiva realiza el análisis de laconstrucción de una de las imágenessociales sobre el “indio”, o acerca de la“desgraciada raza indígena”.

La construcción de las representa-ciones e imágenes forman parte de losprocesos de legitimación social delpoder establecido, además que se afir-man como vehículos de dominaciónsimbólica que instituye un estado decosas. Según Bourdieu, “instituir es con-sagrar, es decir, sancionar y santificar unestado de cosas, un orden estableci-do”13, pero no es un acto solo de repre-sentación sino de disposición práctica-perceptiva14 con la cual se construye ellugar del “otro” y de sí mismo,

“La institución de una identidad […] esla imposición de un nombre, es decir,de una esencia social. Instituir, asignar

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 131

12 Andrés Guerrero, Curagas y tenientes políticos, la Ley de la costumbre y la Ley del Estado (Otavalo1830-1875), Quito, El Conejo, 1990, p. 10. Más adelante, en el mismo texto, “La continuidad entreEstado colonial y republicano se enraizaba en una necesidad imperiosa, de orden estructural. ¿Cómoprescindir de intermediarios étnicos, de gente que hablara el idioma, manejara los códigos simbólicos,comprendiera las “racionalidades” indígenas y hasta conociera, de primera mano, gentes y lugares enlas parcialidades? En efecto,…el proyecto del nuevo Estado-nación pertenecía a la población étnica his-pano parlante…a una de las vertientes de la cultura andina: la minoría dominante”( p. 12).

13 Pierre Bourdieu, ¿Qué significa hablar? Economía de los intercambios lingüísticos, Akal, Madrid, 1999,p. 80.

14 Otra referencia: “Génesis 2.25: ‘y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaron”.Génesis 3.7: ‘entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos’. En unabrir y cerrar de ojos, los tenemos transformados. ¿qué vieron Adán y Eva que ya no hubieran vistoantes? Vieron lo que los ojos no pueden ver por sí solos, se representaron su desnudez. Pensaron en loque veían, lo interpretaron, captaron la diferencia, la diferencia de los sexos. Vieron surgir un aspectode sus cuerpos, lo desnudo, y en lo desnudo, lo diferente”, Corine Enaudeau, La paradoja de la repre-sentación, Paidós, Buenos Aires, 1999, p. 233.

una esencia, una competencia, esimponer un derecho de ser que es undeber de ser (o un deber ser). Es sig-nificar a alguien lo que es y significarleque tiene que conducirse consecuente-mente a como se le ha significado […]instituir, es dar una definición social,una identidad, es también imponerlímites”15.

Las representaciones, por lo tanto,no surgen de “manera espontánea” sinoque se encuentran inmersas en camposde poder al interior de los cualesadquieren sentido y eficacia sociales.Las representaciones son, al decir deBourdieu, ficciones sociales que poseeneficacia.

La construcción de una representa-ción correlativa al encubrimiento de ladominación étnica se produce en elEcuador poscolonial del siglo XIX, losindígenas pasan a ser una preocupacióndel Estado, se convierten en un “hechopúblico”, que debe ser administrado. Laforma de su administración, ya lo diji-mos, da continuidad a la dominaciónétnica; los indígenas se convierten ensujetos-indios del Estado, englobadosbajo el nombre del “contribución indí-gena”. La segunda forma, se conviertenen un “asunto privado” pasan de suje-tos-indios del Estado a ser sujetos-indiosde la hacienda.

En este proceso la producción deuna imagen del indio es sustantiva paralos propósitos de la dominación. En laprimera etapa (1830-1857), los indiosson preocupación directa del Estado,

que deben ser identificados para poderllevar a cabo el cobro bajo la denomi-nación eufemística de “contribuciónpersonal de indígenas”. Su inserción alEstado está ligado a un hecho fiscal,“significan una renta fiscal importante”,pero además existe, un cuerpo de fun-cionarios “que desciende desde losministerios en la capital a los caciquesen las lejanas parroquias, cuyas funcio-nes consisten en contabilizar y recau-dar, ubicar, cobrar, perseguir y defendera cada indígena, valle por valle, comu-nidad por comunidad y casa porcasa”16, al mismo tiempo que el Estadose “hacía cargo” de proteger a los indí-genas, en vista de su incapacidad dedefenderse a sí mismos. Su presencia estematizada en forma de discusiones,decretos, escrituras, por parte del Estadoy de grupo “blanco-mestizo”.

Discutir sobre el “indio” fue inscri-birse en una posición al interior delcampo de fuerzas –fundamentalmentede terratenientes-, sin embargo, todosellos comparten una imagen generaliza-da sobre los indígenas: se los representócomo “’personas miserables’, gente queno está en condiciones de ejercer suderecho”17, ignorantes e infelices. Sureconocimiento fue como tributarios,no como ciudadanos. En el campo deproblematización acerca de los indíge-nas existen dos posiciones, quienesdefienden la “libertad de movilidad” delos indígenas, el derecho a que abando-nen las haciendas; y quienes, defiendenla adscripción de los indígenas a las

132 RAFAEL POLO BONILLA / Ciudadanía y biopoder (Las sugerencias de Andrés Guerrero)

15 Bourdieu, op. cit., p. 81.16 Andrés Guerrero, Una imagen ventrílocua…, p. 203.17 Ídem, p. 206.

haciendas. Ambas posiciones, sinembargo, comparten el mismo “mundode sentido común” sobre los indígenas:son seres incapaces, niños-adultos,

“los vocablos exhiben esquemas men-tales de representación del otro, unacervo blanco-mestizo de disposicionesde comportamientos comunes. Sinduda, estas estructuras se generan y sereproducen en el fluir de la dominaciónétnica cotidiana”18.

El segundo momento, señalado porGuerrero, de ocultación del Indígena seproduce con la discusión y abolicióndel concertaje indígena, período que seextiende desde 1857 al 20 de octubrede 1918, cuando el Congreso Nacionalsuprime la prisión por deudas de lalegislación. Oficializar su supresiónjurídica no significó la eliminación de ladominación étnica, sino la invisibilidadde los indígenas en la esfera estatal.Contradicción que pone de relieve lostrabajos de Guerrero desde la perspecti-va biopolítica. Este ocultamiento afirmaa la hacienda como un micropoder. ElEstado al suprimir el estatuto de “indí-gena tributario”, en 1857, extiende lanoción de soberanía a todas las perso-nas que habitan el territorio ecuatoria-no. Esta abolición, sin embargo, signifi-có para los indígenas el traslado de la“gestión estatal” a una “gestión priva-

da”; a una modalidad más instituciona-lizada basada en los predicamentos delsentido común ciudadano, del habituscolonial19. Este habitus se forma duran-te más de dos centenas por lo que apa-rece naturalizado, y por naturalizado, sehace invisible y atematizado, se con-vierte en algo que “simplemente es”. Eneste traslado las imágenes de los indíge-nas se afirman y las estrategias de desin-dianización se multiplican; llegar a serindividuo moderno, ciudadano en elcampo político, no solo significó no“pertenecer” a ninguna hacienda sino,además, “expurgar” todo lo indio, enideas que hoy nos parecen bárbaras(pero que todavía podemos escucharesgrimir a muchos “blancos mestizos”)como “mejorar la raza”, el no tener“rabo verde”, etc.

V

Guerrero reconstruye el campo defuerzas atendiendo a los discursos quese hacen y que circulan en la sociedad“blanco mestiza”. No olvidemos que eldiscurso no es caótico sino que existeun orden del discurso, según la hipóte-sis de Foucault “en toda sociedad laproducción del discurso está a la vezcontrolada, seleccionada y redistribuidapor cierto número de procedimientosque tienen por función conjurar suspoderes y peligros, dominar el aconteci-

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 133

18 Ídem, p. 213.19 “las formaciones de poder no institucionalizadas habitan un ‘mundo’ (el contexto del sentido común)

delimitado por los parámetros de una inmediatez brumosa y evanescente; sus dimensiones son fijadaspor la temporalidad efímera de los intercambios orales y gestuales… […] Se originan en la delegaciónde soberanía que efectúa el Estado hacia la esfera de lo particular”, A. Guerrero, “El proceso de identi-ficación: sentido común ciudadano, ventriloquía y transescritura”, en Etnicidades, FLACSO, 2000, pp.35-36.

miento y esquivar su pesada y temiblematerialidad”20. Por medio del discurso,por lo tanto, se expresa, se significa, seregula, se direcciona la vida social, es elvehículo por medio del cual una institu-ción se repliega como “razón subjeti-va”. Por lo que presta atención a los dis-cursos pronunciados en el Congreso, ala literatura escrita por historiadores,periodistas y polemistas, especialmenteliberales, para sacar las nociones másfrecuentes que se despliegan en el deba-te acerca de los indios.

La abolición del Concertaje deIndios fue entendida como parte delprograma civilizatorio del Progreso. Enesta perspectiva la idea de que la “razaindia” tiene esencias que son contrariasa su consecución, se presentó como unobstáculo que debe ser eliminado. La“raza india” y los indígenas son mira-dos, desde los estereotipos heredadosde la colonia, como seres indolentes,insensibles21, brutales, tímidos, descon-fiados, eternos niños, llenos de supersti-ción, ausencia de conciencia y devoluntad, pasivos y serviles. Para losliberales los culpables de la “degrada-ción del indio” son los curas, los terra-tenientes, quienes les han llevado a ser“seres desgraciados”. Para lo cual sepropone una serie de medidas para salir

de la “barbarie”: entre otras, ampliar lasredes de comunicación, permitir la emi-gración, blanquear la raza, etc. es decir,medidas viales, políticas y “médicas”.Por lo tanto, se plantea claramente, parael liberalismo, una vía biopolítica deacrecentamiento productivo de lapoblación. Es necesario recordar que elpoder no actúa solo reprimiendo o per-siguiendo, sino ante todo, por una víaproductiva: tiene como tarea incremen-tar la eficacia, la productividad, crearaptitudes, “su fin no [es] decir “nodebes”, sino esencialmente obtener unmejor rendimiento, una mejor produc-ción, una mejor productividad…”22.

El Estado vuelve a hacerse cargo delos indios con el fin de convertirlos enciudadanos, sin embargo, el poder realrecae en la heterogeneidad de los pode-res locales, es decir, en jurisdiccionescomo las alcaldías, las municipalidades,el mundo de la hacienda. Poderes loca-les donde es posible percibir la conti-nuidad de la colonia, “las continuidadescoloniales no son lo único que se perci-be en el horizonte del nuevo Estado anivel local. Entran en escena políticapueblerina nuevos personajes a compe-tir y compartir: los tenientes parroquia-les y políticos”23, quienes se disputaránentre mediados y finales del siglo XIX, la

134 RAFAEL POLO BONILLA / Ciudadanía y biopoder (Las sugerencias de Andrés Guerrero)

20 Michel Foucault, El orden del discurso, Barcelona, Tusquets, 1973, p. 10.21 En el año 2000 al revisar el archivo del antiguo Hospital San Juan de Dios, me encontré con una clasi-

ficación médica de una mujer indígena de entre 25 a 27 años de edad. En el ítem sobre “raza” se podíaleer: Plebeya. Ella había sufrido una ruptura del peroné al trasladar una piedra en su oficio de pica-pedrera. Según el parte médico, ella se escapa a los tres días del hospital, pero lo que llamaba la aten-ción al médico era su ausencia y la falta de queja de dolor, que para él tenía que ver directamente consu “raza”. Menciono esta historia de memoria.

22 Michel Foucault, “Las mallas del poder”, en: Estética, ética y hermeneútica, Obras esenciales volumen3, Barcelona, Paidós, 1999. p. 241.

23 Andrés Guerrero, Curagas y tenientes políticos.., p. 17

legitimidad como autoridades frente alos caciques locales. Estos nuevos per-sonajes constituyen las “ramificacionesmás periféricas” del nuevo aparato deadministración del Estado-nacional enconstrucción. Se aprovecha la antiguanomenclatura de “gobernación deindios” por la “sabiduría” acumuladapor sus funcionarios. Sabiduría que sig-nificaba compartir un mundo de sentidocomún con los indígenas, además deque la vigilancia y control adquieren lafigura de la personalización.

El paso de los indígenas a la admi-nistración privada significó afirmar elmicropoder hacendatario prevalecientedesde finales del siglo XVI, sin embargo,como nuevos tipos de autoridadespúblicas, como el teniente político. Lafigura del teniente político mereceríauna investigación histórica en sí misma.Es el eje articulador de la nueva formabiopolítica del poder estatal, conoce loscódigos de los miembros de la comuni-dad, comparte el mismo habitus socio-histórico, participa de la dominacióndirecta en las haciendas, decide y san-ciona pleitos cotidianos; es un “articula-dor”24 del Estado, la hacienda y lascomunidades indígenas. Esta nuevafigura política será regentada principal-mente por blanco-mestizos, en algunasocasiones por “hombres notables”. La

llegada del teniente político supuso eldesplazamiento de los caciques en elcobro del tributo, poco a poco a lo largodel siglo XIX se irán menoscabando suimportancia. Cito extensamente aGuerrero:

“Como encargados de la recauda-ción para la municipalidad, gobernado-res y caciques prolongaron, sin duda,las funciones que venían cumpliendodurante el período del tributo. Comoantes, se establecieron padrones para lacontribución subsidiaria bajo el mismosistema de seguir “el orden antiguo deparcialidades”; o sea de responsabilizara los caciques de reconocer, ubicar ycobrar a los comuneros bajo su depen-dencia. Las similitudes entre el tributo yla contribución subsidiaria sin dudafacilitaron la amalgama de funcionespasadas y presentes. Sin embargo elreconocimiento del rango de estas auto-ridades se tornó más ambiguo y, en todocaso, quedó definitivamente menosca-bado” 25.

El Estado transfiere “soberanía”hacia las haciendas, “propone la moda-lidad más institucionalizada y, sin duda,sofisticada de gobierno particular depoblaciones”26. Esta administración depoblaciones no es ni pública ni privada,como los aparatos ideológicos delEstado según Althusser, al decir de

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 135

24 Los “articuladores u operadores” según Michel de Certeau son: ”…traductores que decodifican y reco-difican fragmentos de saber, los eslabonan, los transforman mediante una generalización, los transpor-tan de un caso a otro por analogía o extrapolación, abordan semejante conjunción de acontecimientosmediante una comparación con una experiencia anterior y componen, en una práctica de lo ordinario,una lógica jurídica de lo general y de lo particular, de la norma, de la acción y del tiempo”, en La Tomade la palabra y otros escritos, México, Universidad Iberoamericana, 1986, p. 163 (cursivas del autor).

25 Andrés Guerrero, Curagas y tenientes políticos…, p. 54 (cursivas del autor).26 Andrés Guerrero, “El proceso de identificación: sentido común ciudadano…”, en Etnicidades, pp. 42-

43.

Guerrero, sin embargo, la virulencia delpoder institucional y del poder simbóli-co se impone con mayor fuerza. Se res-tituyen habitus coloniales de acerca-miento hacia el “otro”, por medio denociones jerárquicas y jerarquizantes,se dialoga en la asimetría en los inter-cambios cotidianos, etc. Los procesosde desindianización se multiplican parano caer al interior de los poderes hacen-datarios, en algunos casos los blancos-mestizos pobres migran a las ciudadesimaginando un pasado “aristocrático”,modo de ver de estos migrantes el poderhacendatario que no se tuvo pero que sedeseo tener y ser. Deseo que generaráun tipo de violencia simbólica e institu-cional –el contratar empleadas e impo-nerles el trato de “señor”, “señorita”,etc.- al interior de los intercambios coti-dianos en las ciudades.

VI

Las estrategias de desindianizaciónaún continúan en la actualidad, a pesardel resquebrajamiento y de la desinte-gración de la dominación étnica desdela emergencia del movimiento indígenay del reconocimiento por parte delEstado de la pluriculturalidad del país,sin duda, con otros rasgos y con otro sis-tema de expectativas. Se ha dejado deser “indígenas de la administración pri-vada” y se busca ser ciudadanos e indi-viduos (La conquista de la individuali-dad es un camino trágico), sin embargo,las fronteras étnicas no se desvanecen nise retiran, es un habitus que se lleva

como una carga. Los indígenas quesalen de sus comunidades, o que salie-ron de las antiguas haciendas, hacia lasgrandes ciudades (Quito o Guayaquil),desplega(ro)n estrategias de inmersiónen el mundo de la urbe. Las estrategiasque se despliegan buscan evitar, en loposible, formas de discriminación yexclusión sociales. Imponen a loscomuneros inmigrantes un “travestismofísico” para “lograr una mimetizaciónen las sombras del modelo ciudadano.De esta manera consigue mitigar la vio-lencia ciudadana en los espacios públi-cos.”27, pero permanece como indígenaa la sombra de sí mismo. Estrategia deinmersión: vestirse como mestizos,urbanizarse, modificar las tonalidadesde la voz, incluirse en alguna asocia-ción, estudiar en universidades,

“la estrategia de mutación se expresa enaspiración de progreso, aventura de viday ascenso social: lo que implica unarelativa individualización que provocaun rechazo del pasado como épocasombría: de la vida y de la cultura degeneraciones anteriores, del yo colecti-vo indígena pre-moderno; impulsa labúsqueda de una nueva imagen de sivalorizante en la comunidad y lasociedad nacional”28.

También, aunque no se encuentraregistrado por Guerrero, se puedeadvertir en algunas capas “blanco-mes-tizas” una nueva puesta en escena dedesindianización insertas en la nuevaproblemática del “desarrollo local”.¿Desarrollo local para quién, si conside-

136 RAFAEL POLO BONILLA / Ciudadanía y biopoder (Las sugerencias de Andrés Guerrero)

27 Andrés Guerrero, “Ciudadanía, frontera…, p. 120.28 Ibid, p. 121.

ramos que la globalización como pro-ceso solo puede realizarse en formaslocales?

Se ha pasado de ser sujetos-indios aciudadanos étnicos29 como efecto polí-tico del levantamiento indígena, estaafirmación de Guerrero deja de lado, apesar de su fineza analítica de los meca-nismos biopolíticos, la participación delas ONG’s y de las fundaciones en lagestación de una “conciencia étnica” yen la nueva “gestión multinacional” delas nacionalidades indígenas. LasONG’s establecen un programa civiliza-torio por medio de la imposición, “suge-rencia”, de técnicas productivas, de usode tecnologías, de nuevas nociones yproblemáticas, etc., es decir, asignannuevas prácticas, lenguajes, nuevosescenarios –“la sociedad civil global”- yotras formas de inserción tecnocráticaen el campo político. Lo que sugiero,las poblaciones indígenas han pasadopor varias formas de gestión biopolítica:de “indios tributarios” a sujetos-indiosdel Estado, sujetos-indios de las hacien-das a ciudadanos-étnicos, de ciudada-nos-étnicos a sujetos-actores institucio-nales de los organismos multilaterales yde las ONG’s.

Bibliografía

AGAMBEN, Giorgio2003 Homo Sacer, El poder soberano y la nuda

vida, Valencia, Pretextos.BOURDIEU, Pierre

1999 ¿Qué significa hablar? Economía de losintercambios lingüísticos, Madrid, Akal.

CERTEAU, Michel de1986 La toma de la palabra y otros escritos,

México, Universidad Iberoamericana.ENAUDEAU, Corine

1999 La paradoja de la representación, BuenosAires, Paidós.

FOUCAULT, Michel1973 El orden del discurso, Barcelona,

Tusquets.___. 1999, “Las mallas del poder” en: Estética, ética

y hermeneútica, Obras esenciales. vol. 3,Barcelona, Paidós.

GUERRERO Andrés1991 La semántica de la dominación: el con-

certaje de indios, Quito, Ediciones LibriMundi-Enrique Grosse-Luermen.

___. 1994, “Una imagen ventrílocua: el discursoliberal de la “desgraciada raza indígena”a fines del siglo XIX”, en: BlancaMuratorio, Imágenes e imagineros, repre-sentaciones de los Indígenas ecuatoria-nos, siglos XIX y XX, Quito, FLACSO.

___. (Compilador), 2000, Etnicidades, Quito, FLAC-SO.

___. 1991, De la economía a las mentalidades(cambio social y conflicto agrario en elEcuador), Quito, El Conejo.

___. 1990, Curagas y tenientes políticos, la Ley dela costumbre y la Ley del Estado (Otavalo1830-1875), Quito, El Conejo.

___. 1998, “Ciudadanía, Frontera étnica y compul-sión binaria”, Iconos, No. 4, Quito.

___. 1993, “La desintegración de la administraciónétnica en el Ecuador, De sujetos-indios aciudadanos-étnicos: de la manifestaciónde 1961 al levantamiento indígena de1990”, en: Almeida, J., y otros, Sismoétnico en el Ecuador, CEDIME/EdicionesABYA-YALA, Quito.

UGARTE Pérez, Javier2005 La administración de la vida, estudios

biopolíticos, Barcelona, Anthropos.

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 137

29 Andrés Guerrero, “La desintegración de la administración étnica en el Ecuador, De sujetos-indios a ciu-dadanos-étnicos: de la manifestación de 1961 al levantamiento indígena de 1990”. En: Almeida, J., yotros, Sismo étnico en el Ecuador, CEDIME/Ediciones ABYA-YALA, Quito, 1993.

eer a Agustín Cueva: ¿cómohacerlo ahora? Aunque es posi-ble –e incluso necesario- re-

construir su pensamiento a fin de deba-tir las relaciones entre su discurso y larealidad que analizaba, ésta no es latarea aquí. Ciertamente se podría discu-tir el grado de validez de sus investiga-ciones sobre el populismo, los modelosde desarrollo, la literatura ecuatoriana,su aparente o efectiva “incomprensión”de Pablo Palacio.

Sin embargo, leer a Cueva ahoratiene que estar iluminado precisamentepor este hic et nunc. Desde el momentoen que fueron escritos hasta hoy, huboun cambio de época. Y entonces, la pre-gunta que cabe es: ¿Qué aspectos nosson útiles en este nuevo período? ¿Dequé manera Agustín Cueva puede hablar-nos como nuestro contemporáneo?

Retomo en este trabajo el título deuno de sus artículos: En pos de la histo-

ricidad perdida, incluido en la selecciónde sus obras realizada por CLACSO1

porque creo que éste sería un buendiagnóstico para lo que le sucede a unabuena parte de las ciencias sociales.Este es un trabajo que Cueva realizapara encontrar una línea de interpreta-ción de la literatura indigenista confron-tándola con la realidad de su tiempo,para analizar tanto sus respuestas ade-cuadas como sus equívocos.

Extiendo esta idea de la “historici-dad perdida” a la época en la que vivi-mos y, por lo tanto, a lo que se escribesobre nuestra realidad social y política.

No es cuestión de que haya una dis-torsión en la comprensión de la historia,sino que simplemente ésta no está más.Es como si el conjunto, con muy pocasexcepciones, de los intelectuales sehubiera vuelto de golpe posmodernos.Así que aunque se coloquen en posi-ciones diferentes, como en el debate

Agustín Cueva y la historicidad perdidaCarlos Rojas Reyes

Agustín Cueva (1937-1992), fue seguramente el sociólogo ecuatoriano más influyente en suépoca. Esta apreciación sobre su pensamiento establece algunas claves en sus interpretacio-nes de la literatura y el populismo, confrontándolas con miradas actuales de las cienciassociales.

L

1 Agustín Cueva, Entre la ira y la esperanza y otros ensayos de crítica latinoamericana, CLACSO-Siglo delHombre Editores, Bogotá, 2007.

sobre el populismo en América Latinaen los gobiernos actuales, en realidadpertenecen a una misma matriz que secaracteriza por su falta de profundidadtemporal.

Intento a continuación una recons-trucción rápida de la metodología utili-zada por Cueva para dar cuenta de larealidad desde una perspectiva históri-ca, en donde se trata de conjugar losanálisis centrados en la dinámica de larealidad con los planos discursivos,mientras los enfoques pragmáticosactuales se reducen al efecto lingüísticodel ejercicio del poder. Paradójicamentela introducción de la pragmática lin-güística como eje interpretativo deja delado el conjunto de acciones de losactores sociales en una coyuntura deter-minada.

Se pueden establecer tres planos enel orden analítico de Cueva:

1. La dinámica del movimiento demasas:

Agustín Cueva parte de una perspec-tiva de clase. Es su formación, su marcoideológico, su definición política quejamás dejará. Desde esta mirada le esindispensable reconstruir lo más fiel-mente posible aquello que sucede en larelación de fuerzas entre las clases fun-damentales.

Así hablando del populismo señala:

“Aquel contexto se caracteriza por loque denominaremos situación demasas, sobre la cual disponemos ya deciertos datos… la composición social delas urbes se alteró de tal suerte en esosaños que se volvió obsoleta la tradi-cional política de elites, con los viejospartidos notables, y fue necesario acep-tar una forma política inédita…”2

Esas masas tienen unas aspiracionesinmediatas a las que el líder populistaresponde de la manera más directa:

“…las aspiraciones inmediatas de subase social. En efecto, qué puede sermás atractivo y palpable para el subpro-letariado el Desarrollo Económico, conmayúsculas, o la promesa de construirobras y ampliar servicios tales como lavivienda, la educación o la atenciónmédica.”3

De este modo puede incluir a lasmasas dentro de su proyecto de domi-nación y hegemonía4:

“…sino un marco de relaciones dedominación-subordinación, de acuerdocon el proyecto hegemónico…”5

No solo en la movilización activa oen la política, más allá de la participa-ción en las elecciones, las masas son las

140 CARLOS ROJAS REYES / Agustín Cueva y la historicidad perdida

2 Ibid, pp. 51-52. Las citas en itálicas corresponden al autor de este artículo.3 Ibid, p. 6.4 Nótese que a pesar de su crítica a las posiciones gramscianas de muchos intelectuales en América

Latina, él mismo las recuperaba aunque insertándolas en otro marco. Haría falta un estudio mucho másdetallado para dar cuenta de sus relaciones con esta matriz del pensamiento marxista, que indudable-mente le sirve para enriquecer sus análisis de lo que se llamaba entonces la “superestructura”, concre-tamente la literatura.

5 Agustín Cueva, Literatura y concienca histórica en América Latina, Planeta, Quito, 1993, p. 62.

grandes ausentes del análisis político.Apenas si merecen una brevísima cita,como si fuera algo sin importancia,pasajero, marginal.

Hablando de la caída de Bucaram seafirma:

“Bucaram es forzado a abandonar lapresidencia en febrero de 1997, cuandola oposición de la elite converge con elamplio descontento público”.6

O en el caso de Lucio Gutiérrez, endonde se olvida que fue llevado alpoder por encabezar una revuelta popu-lar para derrocar al presidente de turno:

“…el candidato de Sociedad Patrióticaganó las elecciones en un contexto deruptura anímica del electorado respectodel sistema de representación en elpaís”.7

Prácticamente no se encuentra enningún sitio un estudio a fondo de ladinámica del movimiento de masas quese inicia en los levantamientos indíge-nas de la última década del siglo pasa-do y que quizás concluye con la caídade Gutiérrez. Más allá de los factoresque sostienen a Correa, valdría conside-rar que este es el resultado del agota-miento de grandes movilizaciones demasas que finalmente no condujeron

sino a la caída de un gobierno para serreemplazado por otro peor.

Y la relación de estas masas y secto-res con su contenido de clase todavía esuna ausencia mucho más grande que ladel propio Gran Ausente.

2. La transición del movimiento demasas al plano discursivo:

A la luz y desde las exigencias deesa situación de masas, el poder elabo-ra un orden discursivo, que se expresaen un repertorio semántico; esto es, enla elección de un campo lingüísticodeterminado que le sea funcional a susintereses y que produzca la realidadsocial y los sujetos –y subjetividades-acordes con su proyecto hegemónico:

“Del catolicismo ha tomado los mode-los y la percepción de los símbolos, queha devenido, respectivamente, la matrizideológica y el repertorio semánticofundamental de su mensaje político…”8

Este repertorio está lejos de consti-tuir una mera agrupación de términosque salen al azar. Por el contrario for-man una unidad, se convierten en ununiverso simbólico, que expresa nosolo esa voluntad de dominación sinouna forma de vida específica, una cos-movisión como se decía en aquellaépoca:

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 141

6 Catherine Conaghan, “Bucaram en Panamá. Las secuelas del populismo en Ecuador”, en: Carlos de laTorre y Enrique Peruzzotti (eds.), El retorno del pueblo. Populismo y nuevas democracias en AméricaLatina, FLACSO, Quito, 2008, p. 242.

7 César Montúfar, “El populismo intermitente de Lucio Gutiérrez”, en: Carlos de la Torre y EnriquePeruzzotti (eds.), El retorno del pueblo. Populismo y nuevas democracias en América Latina, FLACSO,Quito, 2008, p. 267.

8 Agustín Cueva, Entre la ira y la esperanza y otros ensayos de crítica latinoamericana, p. 73.

Hablando de la literatura indigenistamuestra cómo se conforman en oposi-ción esos universos simbólicos, endonde batalla la nación y el indio:

“…esa sobredeterminación culturalespecífica que levanta una verdaderabarrera entre dos ánimas, es decir, dosuniversos simbólicos: el del indio, y eldel resto de la nación. Siendo la litera-tura una representación simbólica de larealidad, tal barrera se convierte nece-sariamente en uno de los problemascentrales de la donación de la formaartística”.9

Provista la sociedad de unos univer-sos simbólicos, con sus correspondien-tes repertorios semánticos, se producedentro de la sociedad la apertura a cier-tos temas. En términos fenomenológi-cos, se abre un espacio de nuevas tema-tizaciones que en otros contextos hubie-ran sido imposibles.

Aparición de nuevos debates, deotra literatura que hasta ese momentono se produjo, quizás porque faltaba elespacio de verosimilitud que le permi-tiera existir. Esta verosimilitud se con-vierte inmediatamente en condición deposibilidad, que desemboca efectiva-mente en la literatura indigenista de laépoca:

“Lo que me interesa poner de relieve esque tales procesos históricos generabanun espacio de verosimilitud para unaliteratura que se mostrara, como en larealidad, la trama infraestructural de lasociedad, con sus mecanismos básicos

de explotación y opresión, al descubier-to como una llaga viva”.10

Todos estos órdenes discursivos quese desprenden del poder como confor-mador del orden social, se caracterizanpor su opacidad. Solo en esa medidason eficaces social y políticamente, solode ese modo son vehículos del proyec-to dominador y hegemónico.

Cueva no cita ni se refiere al menosen estos textos a Foucault. Sin embargo,hay al menos elementos comunes en laforma de tratamiento de los órdenes dis-cursivos. Según mi conocimiento, no seha investigado hasta qué punto pudiéra-mos hallar en Cueva algo así como unaarqueología del saber vinculada a laperspectiva de clase y referida de mane-ra preferencial a la literatura. Al parecerhabría suficientes elementos para con-firmar esta hipótesis.

Citaré rápidamente a Foucault paracolocar una frase que empata muy biencon la tarea que se propuso Cueva:

“El rol de la teoría hoy día parece serpara mi justo este: no el formular lateoría sistemática global que colocatodo en su sitio, sino analizar la especi-ficidad del poder, para colocar lasconexiones y las implicaciones, paraconstruir paso a paso un conocimientoestratégico, un sabe”.11

Cueva propuso una relación quedesgraciadamente solo quedó enuncia-da, pero que contiene una gran capaci-dad heurística: liga el fetichismo típicode la economía con el plano discursivo,

142 CARLOS ROJAS REYES / Agustín Cueva y la historicidad perdida

9 Ibid, p. 167.10 Ibid, p. 160.11 Michel Foucault, Power/knowledge. Pantheon Books, New York, 1980, p. 145.

concretamente con la crítica literaria.Sería interesante en otro lugar y comootra tarea seguir este rastro; esto es, conla flexibilidad necesaria, mostrar cómoen el plano lingüístico se desarrolla elfetichismo siguiendo los pasos de lamercancía: M-D-M (Mercancía-Dinero-Mercancía) y mostrar como también eneste plano los discursos esconden rela-ciones sociales de dominación en suinterior, escondidas ya no en los objetossino en las palabras.

“Después de todo, el fetichismo del sig-nificante no es más que la prolon-gación, en el terreno de la crítica litera-ria, de un fetichismo mayor y bien cono-cido: el fetichismo de la mercancía.”12

Este programa que une la dinámicadel capital, de su reproducción, con losórdenes semánticos producidos espe-cialmente por la literatura y el cine hasido largamente desarrollado por Zizek.Es un programa de investigación similaren el que con seguridad Cueva hubieraencontrado una gran afinidad. Véasepor ejemplo el estudio de Zizek sobreHitchcok.13

Con estos elementos: universos sim-bólicos, repertorios simbólicos, espa-cios de verosimilitud, fetichismo discur-sivo, Cueva desemboca en un conceptoque los sintetiza, que une tanto el pri-mer aspecto, el de la dinámica demasas, con la transición hacia el planoespecíficamente discursivo.

Este concepto es el de campo devisibilidad histórica: en estas condicio-nes que vivimos cómo se presentan yrepresentan las masas a sí mismas y quédiscursos posibilitan, tanto de domina-ción como de resistencia:

“El campo de visibilidad histórica es porende más vasto que el que las solascondiciones internas del Ecuadorhabrían podido generar, aunque conrespecto a este nivel también hay quehacer una precisión: internamenteexiste un espacio muy amplio para larecepción de influencias en la medidaen que la crisis de hegemonía deentonces no es solo política sinoademás profundamente ideológica.”14

Igualmente podemos decir que lasteorías y técnicas del análisis del discur-so, especialmente aquellas denomina-das Frame Analysis, hubieran tenido unagran resonancia en su trabajo, porqueprecisamente intentan articular tanto lasformas de movilización de los movi-mientos sociales con los símbolos utili-zados en el marco de discursos ideoló-gicos específicos, ciertamente con todolo que se ha aprendido en estas décadasacerca de la retórica.15

3. El plano discursivo ideológico

En este momento se hace posible elpaso de la lógica de clases del movi-miento de masas al plano discursivo.Los elementos de transición de un

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 143

12 Agustín Cueva, Entre la ira y la esperanza y otros ensayos de crítica latinoamericana, p. 157.13 Zizek, Slavoj, Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Lacan y nunca se atrevió a preguntarle a

Hitchcock, Manantial, Buenos Aires, 1994.14 Agustín Cueva, Entre la ira y la esperanza y otros ensayos de crítica latinoamericana, p. 161.15 Fleur y Ball-Rokeach, Teorías de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona, 1993.

plano a otro evitan una interpretaciónmecánica y esquemática de los proce-sos sociales, que era típico del marxis-mo ortodoxo.

Solo de esta manera se puede hacerun análisis específico de las coyunturaspolíticas específicas o de las produccio-nes literarias de la época.

Se establece una estructura de corre-latos, en donde los elementos del ordentransicional se corresponden con los delplano discursivo:

Universos simbólicos ––––––– Universos discursivos

Repertorios semánticos ––––––– Series discursivas

Fetichismo del lenguaje ––––––– Imágenes distorsionadas

Desde luego que de un plano alsiguiente hay una continuidad y enmuchos casos, un borramiento de loslímites. Sin embargo, en la mayoría decasos es posible establecer la diferencia,por ejemplo entre el conjunto de tema-tizaciones que son posibles en unaépoca y los discursos que efectivamentese emiten.

Se muestra, por ejemplo, cómo através de estos universos discursivos elpueblo fue absorbido por el populismo,porque apelaba a su conciencia y nece-sidades más básicas:

“El velasquismo fue, entre otras cosas,un universo discursivo que permitió avastos contingentes de campesinos emi-grados y desamparados, convertidos ensubproletarios en un ambiguo espacio

urbano, ingresarán en la modernidadpolítica, pero de espaldas, con su mira-da y, lo que es más, su corazón, puestosen el pasado.”16

Nada de esto sin embargo fueesquemático. O, de otra manera, jamásse trataba únicamente de un orden dis-cursivo sino que confluían diversos pla-nos complementarios o contradictorios,formando en términos actuales, una red.

“Como se diría en la jerga de hoy, esacorriente no se origina cabalmente en laserie discursiva llamada literatura, sinoque se constituye en la encrucijada devarias series, entre las que destacan lasdel nuevo discurso sociológico y sobretodo político.”17

El orden discursivo de la época sehace evidente a través de estos concep-tos. Cueva, con ellos, caracteriza laideología del momento: ruptura de lacohesión interna de las ideologías, diso-lución de las doctrinas políticas, encu-brimientos, imágenes distorsionadas,violencia léxica.

Las ideologías se relajan, pierden suidentidad, rompen con sus matrices his-tóricas, se vuelven auto-referenciales ydejan de decir lo que sus términosenuncian:

“Ello determina, en primer término, unrelajamiento de la cohesión interna delas ideologías teóricas (o una redefini-ción, a veces total, de los elementos delas ideologías prácticas), así como lapérdida de muchas de las implicaciones

144 CARLOS ROJAS REYES / Agustín Cueva y la historicidad perdida

16 Agustín Cueva, Entre la ira y la esperanza y otros ensayos de crítica latinoamericana, p. 112.17 Ibid, p. 123.

o connotaciones que originariamentetuvieron en la formación social que lasprodujo.”18

Las doctrinas políticas estallan; loscampos de confrontación entre izquier-da y derecha se disuelven. Se pasa deuna doctrina a otra con toda facilidad yse regresa a la anterior, aunque no dejande ser eficaces para la construcción dela hegemonía:

“Una cosa similar sucede con las doctri-nas políticas. Carentes de arraigo socialsuficiente en la sociedad concreta,devienen entidades equívocas, conresonancias existenciales sumamentevagas. Debilitadas en su rigor teórico,sin embargo, adquieren una impronta aveces importante en la poblaciónlocal.”19

La realidad social se ve sometida noa una reconstrucción de su historia y desus condiciones objetivas y subjetivas,sino que son diversos tipos de lecturasque intentan probar aquello que ya hanafirmado desde el inicio, como es elcaso de los análisis actuales sobre elpopulismo.

Por eso se torna indispensable:

“Desbrozar esa maraña mediante unestudio objetivo de las condicioneshistóricas de producción y reproduc-ción (difusión) de su obra, así como lasvarias lecturas que lo encubren.”20

(Cueva, 1993 pág. 90)

Antes que una idea clara de lo quenos sucede, de los procesos a los queestamos sometidos, de las dinámicassociales, políticas, ideológicas que seexpresan en el orden discursivo, tene-mos nuestra propia imagen distorsiona-da acorde con nuestra época. Siguesiendo cierto tanto para Bartolomé deLas Casas como para nosotros:

“…el Las Casas que aparece a través deestas lecturas nunca es el auténtico yatormentado dominico, sino la imagendistorsionada que conviene a cadaperíodo.”21

4. La historicidad perdida

Justamente lo que es la principalfuerza de Cueva en el análisis de la polí-tica y de la literatura, es lo que se haperdido en este cambio de siglo, en estetránsito de nuestra ciencia política a laposmodernidad.

Hay un giro lingüístico, en donde elplano discursivo se toma de lleno lasociología política, de una manera hartodescriptiva, en donde predomina elminimalismo en la articulación de crite-rios para definir los fenómenos sociales.

La serie de nexos entre la dinámicade la realidad social y el orden discursi-vo se pierden, las mediaciones entre elorden discursivo y las estrategias efecti-vamente utilizadas desaparecen y sonreemplazadas por una concepción que

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 145

18 Ibid, p.71.19 Ibid, p. 73.20 A. Cueva, Literatura y concienca histórica en América Latina, 1993, p. 90.21 Ibid.

define, por ejemplo, el populismo sobretodo por el estilo de liderazgo. Losdemás elementos se quedan comomeros descriptores que no requieren demayor indagación.

Podemos mencionar aquí las dimen-siones utilizadas para calificar ungobierno de populista: contexto delliderazgo, características del líder y vín-culo líder-seguidor, estrategias de movi-lización de líder, expectativas y creen-cias de la base social de apoyo, apela-ciones y contenido discursivo dellíder.22

Como si aquellos procesos quesufrieron los discursivos políticos tam-bién hubieran contagiado a la propiasociología y a la política; podemos decirque hay una ruptura de la cohesióninterna de la sociología política, disolu-ción de los marcos de análisis, un encu-brimiento de los efectivos fenómenossociales que se dieron, imágenes quedistorsionan nuestra realidad y que seconvierten en una violencia léxica.

¿De qué otra manera se puede asu-mir un estudio que parte del presupues-to de que Bucaram, Noboa y Correa sonpopulistas y que las diferencias entreellos son casi nulas y quizás apenasreferidas a cuestiones de matices en elestilo?

Si se revisa el esquema construido alefecto, se puede ver cómo todos ellos, ycon facilidad se puede incluir aGutiérrez, coinciden en un 99% en las

dimensiones mencionadas del populis-mo. Cualquiera que haya vivido enEcuador sabe que simplemente es insos-tenible manejar una sola categoría, ladel populismo, para entender cada unode esos gobiernos. Un éxito analíticodemasiado grande y por eso mismo alta-mente sospechoso.23

En la medida en que una categoríase generaliza abusivamente tiende aperder su capacidad explicativa. Poreso, el lento, delicado, lleno de matices,fuertemente discriminador análisis deCueva nos vendría muy bien en estaépoca.

La coyuntura pierde profundidad yse torna un puro efecto de superficie. Lamirada sobre el gobierno de Correa sehace sin ninguna referencia a esa diná-mica poderosa del movimiento demasas desorganizado que la precede yque fracasa, justamente en el momentoen que triunfa, paradójicamente, larevolución ciudadana.

Y si bien es cierto que se reconoceque “…las organizaciones formales delos sectores populares, se alejan signifi-cativamente del gobierno”, no seentiende claramente por qué, al estartoda la historia acumulada, recortada yperdida.

“Es muy difícil decirlo con precisiónpero es claro que ni este gobierno niningún otro puede funcionar exclusiva-mente con el peso político de los son-deos de opinión o la votación de un

146 CARLOS ROJAS REYES / Agustín Cueva y la historicidad perdida

22 Flavia Freidemberg, “El flautista de Hamelin. Liderazgo y populismo en la democracia ecuatoriana”, en:Carlos de la Torre y Enrique Peruzzotti (eds.), El retorno del pueblo. Populismo y nuevas democraciasen América Latina, FLACSO, Quito, 2008, p. 194.

23 Ibid, p. 232.

electorado difuso. Un proyecto necesitaactores y no solo electores.”24

Se falla en entender que este desen-cuentro no solo es coyuntural sino queexpresa una dinámica de fondo que ter-mina por desembocar en este gobierno,como su conclusión, como su cierre einevitablemente como la crisis que lehace tocar fondo.

Para concluir

Por muchas razones, que incluyen lavivencia de esa la época en que vivióAgustín Cueva, podemos concluir ubi-cando tanto a la persona como a supensamiento, en el contexto del estudiode Althusser sobre Maquiavelo.

El hilo de Ariadna de su reflexión seencuentra en esa particular articulaciónde la teoría con el compromiso político:

“La posición del problema de la prácti-ca política está en el corazón de todo:todos los elementos teóricos están dis-puestos… en función del problemapolítico fundamental… Pero, sobretodo, lo que hace es poner en evidenciaun dispositivo teórico que rompe conlos hábitos de la retórica clásica, dondelo universal reina sobre lo singular.”25

(Althusser, 2004 pág. 54)

Y aún hay que ir mucho más a fondopara señalar la plena validez de laspalabras sobre Maquiavelo que, a travésde las corrientes marxistas, llegan hastaCueva:

“Por relación política entiendo no unarelación de teoría política, sino unarelación de práctica política… Pero essolo el punto de vista de la prácticapolítica lo que fija la modalidad y el dis-positivo de los elementos de la propiateoría política.”26

Lo que significa que la plena com-prensión del pensamiento de Cuevatiene que analizar a la luz de su prácti-ca política, incluida dentro de la prácti-ca política de los movimientos socialesde la época y de la batalla de concep-ciones estratégicas que despedazan alos partidos revolucionarios de tradiciónmarxista.

Bibliografía

Althusser, Louis2004 Maquiavelo y nosotros. Akal, Madrid.

Cueva, Agustín2008 Entre la ira y la esperanza. Campaña

Nacional de Lectura, Quito.–––. 1986. Lecturas y rupturas, Planeta, Quito.–––. 1993. Literatura y concienca histórica en

América Latina. Planeta, Quito.–––. 2007. Entre la ira y la esperanza y otros ensa-

yos de crítica latinoamericana. Bogotá:CLACSO-Siglo del Hombre Editores.

De la Torre, Carlos y Enrique Peruzzotti (eds.). 2008 El retorno del pueblo. Populismo y nue-

vas democracias en América Latina,FLACSO, Quito.

Fleur y Ball-Rokeach1993 Teorías de la comunicación de masas.

Paidós, Barcelona.Foucault, Michel

1980 Power/knowledge. Pantheon Books, NewYork.

ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 147

24 Pablo Ospina, “El gobierno de la revolución ciudadana”, La Tendencia, No. 9, marzo-abril 2009, p. 51. 25 Louis Althusser, Maquiavelo y nosotros, Akal, Madrid, 2004, p. 54.26 Ibid, p. 55.

Ospina, Pablo2009 “El gobierno de la revolución ciudada-

na”, La Tendencia, No. 9, marzo-abril,Quito.

Quintero, Rafael2008 La constitución del 2008. Un análisis

político, Abya-Yala, Quito.

Zizek, Slavo1994 Todo lo que usted siempre quiso saber

sobre Lacan y nunca se atrevió a pregun-tarle a Hitchcock, Manantial. BuenosAires.

148 CARLOS ROJAS REYES / Agustín Cueva y la historicidad perdida

a crisis climática así como laenergética han invitado a losinvestigadores y políticos a

encontrar soluciones, y entre las previs-tas por el momento los agrocarburantesocupan un lugar de elección. El primerprocedimiento consiste en abordar eltema en sí mismo; ¿de qué se trata?¿Cuáles son las características propiasde los agrocarburantres desde el puntode vista agronómico y energético? En unsegundo momento abordaremos el con-texto socio-económico de su produc-ción, pues hay en efecto una gran bre-cha entre sus potencialidades supuestasy la manera social y ecológica de suproducción.

Las características de los agrocarburantes

Como se ha hablado de “hulla blan-ca” a propósito de la energía hidráulica,también se podría llamar “hulla verde”a la energía procedente de los vegetales.Se trata ya sea de los agrocarburantespara los vehículos, sea de agrocombus-tibles que son quemados en las calderaso en los aparatos de cocción. “Los agro-carburantes son combustibles derivadosde la biomasa, en principio renovablesen permanencia por la captación de laradiación solar, gracias a la fotosíntesisde los vegetales”, escribe el profesorJosé Walter Bautista Vidal, de la

DEBATE AGRARIO-RURAL

Los agrocarburantes o la agroenergía*

François Houtart*

A pesar de las expectativas pero sobre todo de los poderosos intereses económicos y políticoscifrados en los agrocarburantes, éstos no parecen ser ni una solución a la crisis energética, nimucho menos a la climática; más bien se revelan como una seria amenaza para el medioambiente, en particular de los países del Sur, un peligroso factor del agravamiento de la crisisalimentaria, pero sobre todo una salida muy rentable para la crisis del capital y con unos colos-ales costos sociales y políticos concretamente en los países subdesarrollados. Esta es enresumen la tesis y denuncia planteada por el estudio de François Houtart.

L

* Agradecemos a Francois Houtart la autorización, que nos ha concedido para traducir y publicar estetexto, tomado de uno de los capítulos de su reciente libro La Agroenergía ¿Solución para el clima o sali-da de la crisis para el capital?, Couleur Livris, Bruselas, 2009. Esperamos que este artículo sirva para ladifusión de su libro y el interés por su lectura, cuya edición en español ha aparecido este verano en LaHabana.

Universidad de Brasilia y padre del eta-nol en Brasil. Añade que el sol tiene11.000 millones de años de vida y cadadía la radiación solar produce lo equiva-lente en potencial de energía de la tota-lidad de las reservas de petróleo de lahistoria1. Se puede comprender que lospaíses del Sur, cuyo soleamiento es par-ticularmente abundante, y que dispo-nen de grandes extensiones de tierrascon una densidad débil de población yque poseen grandes reservas de agua,estén atraídos por esta solución.

Esta misma es la opinión de JosepBorrel, a la sazón presidente de la Co-misión de Desarrollo del Parlamentoeuropeo, cuando afirmaba que los agro-carburantes eran una oportunidad parael Sur. En África un lobby de agrocarbu-rantes destacaba que 379 millones dehectáreas estarían disponibles con estafinalidad en quince países del continen-te (Grain, www.grain.org). En Brasil,según el Banco Interamericano deDesarrollo se trataría de 120 millonesde hectáreas. Esto permite decir al pro-fesor J.W.B. Vidal, ya citado, que Brasiltiene la vocación de convertirse en elproveedor de la humanidad en energíapropia y renovable, idea que el presi-dente Lula puso en práctica, aumentan-do la producción de etanol a partir de lacaña de azúcar.

Por definición, de hecho, los agro-carburantes son neutros en términos deproducción de CO2, pues al consumir-se envían a la atmósfera la cantidad degas carbónico que habían atrapado en

el curso de su crecimiento. Si se compa-ra su combustión en el motor con la delas energías fósiles los agrocarburantesemiten menos de GES: 60% de CO2menos para el agrodiesel y el 70%menos para el etanol.

Sin embargo, esta constatación notoma en cuenta más que la combustiónpropiamente dicha. Además de otrosaspectos sociales, de los que hablare-mos más adelante, es obligado para lle-gar a conclusiones realistas introduciren el cálculo el conjunto del ciclo,desde la producción a la distribución,de los agrocarburantes. En efecto, éstospueden producir en realidad más deGES que los carburantes tradicionales,si se incluyen las emisiones de una agri-cultura que utiliza fertilizantes y herbi-cidas químicos, los procedimientos defabricación y los transportes. Esto obli-gaba a sostener al doctor BernardPisehesmier, entonces presidente deWolkswagen, que algunos de los agro-carburantes corresponden más al “lobodisfrazado de cordero, ya que su equili-brio en términos de CO2 es todavíapeor que los carburantes tradicionales”.De otro lado, añade, “reciben incenti-vos fiscales de recursos presupuestarioslimitados y representan pues malasinversiones. Lo cual no se puede consi-derar como durable en el sentido ecoló-gico o económico del término”2.

A pesar de ello, la producción deagrocarburantes se ha vuelto una preo-cupación mundial. En los EstadosUnidos se producían 5 mil millones de

150 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

1 J.W.B. Vidal, Brazil-Civilizacao suicido, Brasilia, 2002, 25-28.2 Ecoactif, 17.06.07.

litros en 1995, 26.5 mil millones en2007 y las previsiones para el 2015 sonde 56.8 mil millones de litros. RichardGreenwald, escribía en el Time del14.04.08 : “Gracias a Richard Branson,George Soros, General Electric y BritishPetroleum, Ford y Shell, Cargill y elgrupo Carlyle, la idea de la energíarenovable se ha vuelto uno de los con-ceptos tan evidentes como la materni-dad o la tarta de manzanas (applepie)”.El profesor Vidal añadía por su parte quela utilización de una tal fuente de ener-gía debe ser compatible con la produc-ción de alimentos y respetuosa de lacapa freática. Y propone a este efecto laconstitución de una Agencia internacio-nal de energías renovables, que vigilaríala aplicación de estas condiciones deproducción.

Los diversos tipos de agroenergía

Hay muchos tipos de agroenergía. Elprimero es el etanol (substituto de lagasolina), que es un alcohol producidopor fermentación de azucares simples(remolacha, topinamburo, caña de azú-car…), procedentes sea de plantas ricasen almidón (papas, cereales…), sea deplantas leñosas (árboles, paja…). Sepuede también producir un éter (pro-ducto de la reacción entre un alcohol yun ácido) derivado del etanol, el ETBE(éthel-tertio-butyl-éther).

El segundo tipo está condicionadopor el ester (compuesto químico frutode la reacción entre un alcohol y unaceite) de aceite vegetal o agrodiesel

(substituto del gasol)3. A fin de mejorcomprender estos procesos pasemosahora a examinar las fuentes vegetalesde los agrocarburantes de diversas gene-raciones4.

Los agrocarburantes de primera genera-ción

Los agrocarburantes llamados deprimera generación y cuya lista serádada más adelante son los productosdel alcohol (etanol) o del aceite vegetal(agrodiesel), destinados a convertirse enequivalentes de los carburantes fósiles,la gasolina de un lado y el diesel delotro. Proceden generalmente de cerea-les o de plantas utilizadas ya para la ali-mentación de humanos y animales, opara empleos industriales (farmacia ycosméticos). El etanol es mucho másempleado que los EMHV (ester metílicode aceite vegetal) o agrodiesel; el con-sumo de los segundos vale aproximada-mente una décima parte del primero.

Mientras que el etanol es esencial-mente producido y consumido en losEstados Unidos y Brasil, los agrodieselsiguen siendo por el momento unaespecificidad europea. Estados Unidos,Brasil y Europa aseguran así lo esencialde la producción y del consumo deagrocarburantes en el mundo. Su pro-ducción ha conocido un crecimientoconsiderable en el curso de estos últi-mos años, en particular desde el 2002, yse puede prever una fuerte progresiónen los años venideros. De hecho, des-pués de esta fecha el crecimiento anual

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 151

3 Agrawal, 2005.4 www.wikipedia.org

de la producción mundial de agrocar-burantes ha sido de alrededor de un15%. Numerosos países en desarrollolazan actualmente vastos programas deagrocarburantes fundados en la caña deazúcar o en plantas ricas en aceite, talescomo la palma oleaginosa, la Jatropha yla Pongamia, y al mismo tiempo laUnión europea reduce sus barbechos.Echemos una mirada a las dos filialesdel alcohol y del aceite.

La filial alcohol o etanol

Entre las plantas alcoholígenas másutilizadas se encuentran la remolacha,la caña de azúcar, el maíz, el trigo, lacebada, la papa, el tupinambo y elsorgo azucarado. En los Estados Unidosel maíz es utilizado a gran escala para laproducción de etanol, pero con un ren-dimiento mucho menor que la caña deazúcar, que por el contrario ha sido uti-lizada en Brasil sobre todo después delos años sesenta.

De manera mucho más marginalotras plantas entran en línea de cuenta.La caña de Provenza cuya producciónmedia es del orden de 20 toneladas dematerias secas/ha/año es también utili-zada para producir energía térmica. Esel caso igualmente del cáñamo, delmeliloto, del jacinto de agua dulce.Ciertas plantas de praderas podrían serespecialmente desarrolladas con finesenergéticos y se prosiguen los estudiosen esta vía. Así, la alfalfa, cuyas hojasproporcionan proteína puede producirenergía a partir de sus tallos. Pero elproblema de desecamiento sigue siendo

para este caso un obstáculo, ya que noseca en pié5.

El jacinto de agua dulce presentaciertas ventajas. Es una planta cuyo cre-cimiento es óptimo entre 25 y 30° C, loque ha conducido a estudiar su cultivoen piscinas de aguas calientes y en par-ticular en aguas desechadas por las cen-trales térmicas eléctricas. En Ile-de-France en invernaderos y en agua calien-te produce 140 a 230kg de biomasa porhectárea y por día. Su alimentación porefluvios líquidos urbanos industriales oagrícolas combina descontaminación yla producción de energía.

El euforbio (principalmente laJatropha) por su parte, susceptible dedesarrollarse en medios secos y pobrescontiene un látex, del que sería posibleextraer hidrocarburos y sus granos sonricos en aceite. Finalmente, los hele-chos, los juncos y las retamas se adap-tan fácilmente a los suelos pobres y a lascondiciones climáticas difíciles, y per-miten alcanzar también rendimientosbastante elevados. Se requiere sinembargo constatar que frente a la enor-me demanda energética actual y futura,la mayor parte de estas fuentes energéti-cas no tienen evidentemente un pesocomparable al de las energías fósiles.

La filial aceite o agrodiesel

El aceite vegetal-carburante (HVC),también conocido bajo los nombres deaceite vegetal pro (HVP) o aceite vege-tal bruto (HVB) puede ser utilizado(hasta en un 100%) como carburantepara todos los motores diesel (inventa-

152 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

5 Maurice Luneau, La documentation francaise, Paris, 1982.

dos en su origen para este tipo de carbu-rante), bajo reserva de modificacionesmenores tendientes a calentar el carbu-rante en cuestión o sin modificación,mezclado con gasol ordinario (30%sobre todos los vehículos, y hasta el50% según los casos). Pero el aceite esigualmente una materia prima bruta,que sirve a la fabricación del agrodieselpropiamente dicho, el cual es un esteralcohólico empleado como carburanteincorporado en el gasol6.

El agrodiesel es pues el segundo car-burante vegetal utilizado en el mundodespués del etanol, pero su contribu-ción es todavía modesta, con una pro-ducción mundial destinada a 3.7 millo-nes de toneladas al año; es decir apenas10% de la producción total de etanol.Su consumo no está menos aseguradoen el futuro, esencialmente en Europa,en razón de la dieselización importantedel parque automotriz: alrededor de 2/3de los nuevos automóviles matriculadosen Europa son equipados de un motordiesel.

Se puede utilizar en un motor acombustión sea de aceite vegetal (colza,girasol, palma, soya, maní…) sea de losester de aceite7. El ester presenta dosventajas sobre los aceites brutos: menorviscosidad y mejor aptitud para auto-inflamarse en el motor. Algunos cons-tructores de tractores agrícolas propo-nen motores que permiten la utilizaciónde aceites no esterificados, pero el car-burante más utilizado en Europa hoy esel ester metílico de aceite de colza.

Ensayos efectuados con 30% de ester enlos vehículos de transporte en común demuchas decenas de ciudades han mos-trado que no hay problema alguno paralos motores.

En 2003 y 2004 Daimler-Chrysler,en colaboración con el Instituto Centralde Investigaciones sobre los productosquímicos salados y marinos de la Indiay con la Universidad de Hohenheim enAlemania, ha probado el agrodieselobtenido a partir del aceite de granos deJatropha curcas en tres Mercedes adap-tados que en el 2005 han recorrido30.000 kilómetros en condiciones difí-ciles, franqueando sin problema puertosde más de 5.000 m de altura. Aunque elprofesor Rudolf Maly, jefe del proyectoen Daimler-Chrysler precisa que estecarburante no ha alcanzado todavía suóptima calidad. Sin embargo satisfaceya la norma europea y se caracterizapor su simplicidad de fabricación.

Las materias primas utilizadas parala obtención de agrodiesel son denumerosas especies vegetales oleóferascon rendimientos en aceite que varíande una especie a otra. Provienen dealgas verdes, de la pepa de las almen-dras, del maní, de la colza, del lino, dela oliva, de la palma, de las pepitas de lauva, del sésamo, del girasol, de la mos-taza, de la soya, de la mandioca, de lasarvejas proteoginosas, etc.

Son evidentemente los cultivos noalimentarios los que presentan la mejoralternativa en la producción de agrocar-burantes, ya que permiten limitar un uso

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 153

6 Ibidem.7 La esterificación es una reacción química entre un aceite y un alcohol, que produce el ester, la gliceri-

na y ácidos grasos.

de suelos destinados a este fin. Se pue-den citar entre otros: la Jatropha curcas,el cophra, el Pongamia pinnata (okarank), la Madhuca longifoia (Mahua),la Moringa oleífera (saijan o nerverdier),la Cleome vicosa, el lino, el eucalipto,el árbol de mantequilla (honey tree omahua), etc.

Los agrocarburantes de la segundageneración

Con el fin de paliar la utilización decultivos alimentarios para la producciónde carburante en un contexto mundialcrítico, las investigaciones se orientanhacia nuevas filiales, por ejemplo trans-formar la lignina y la celulosa de losvegetales (paja, madera, leña, desechos)en lugar del azúcar y del almidón, o uti-lizar micro-algas que viven en el mar yque permiten obtener rendimientos deaceite de 30 a 100 veces superiores alos de los vegetales terrestres.

Así más de 100.000 especies demicro-algas son conocidas en el mundoy cada año cerca de 400 nuevas taxono-mías son descubiertas. Respecto de laprimera generación, la segunda presen-ta ventajas, ya que entra en competicióncon la producción alimentaria y necesi-ta menos insumos fósiles. De otro lado,tiene la intención de utilizar la totalidadde la planta, lo que hace siempre a lahora actual objeto de investigaciones(en concreto por medio de los procedi-mientos por pirolisis y por gasifica-ción)8.

Es la filial de la madera o lignocelu-losa que es objeto de atención. El pro-

yecto es desarrollar la producción deárboles de crecimiento rápido y utilizarla materia ígnea misma para producircarburante. Eso supone técnicas nuevas,que no son todavía de punta, pues nobasta solamente transformar la biomasaen alcohol o extraer el aceite de ciertasplantas, sino de servirse del tronco y delas mismas ramas, materias duras que espreciso triturar para transformarlas.Hasta ahora, las plantaciones de euca-liptos, de álamos o de pinos sirven sobretodo para producir la pasta del papel opara ser transformados en carbón deleña. Se pretende sin embargo transfor-marlos en carburantes. Con la finalidadde acelerar el proceso de crecimiento ypor consiguiente la productividad estánen curso ensayos de producción de leñagenéticamente modificados.

Recordemos ante todo que la leñaha sido utilizada en todos los tiemposcomo combustible sólido. E inclusodurante milenios ha sido el único utili-zado para usos domésticos o industria-les. Siendo un carburante sólido obteni-do por pirolisis de la madera, no estágeneralmente clasificado en la categoríade los agrocarburantes, que remite másbien a productos líquidos. A veces seutiliza directamente la madera, otrasveces el carbón de leña. En los conti-nentes del Sur es principalmente comoleña de cocción y de calefacción que seexplotan los bosques (más del 75% delbosque es destinado al uso energético ymenos del 25% al uso de las obras enmadera). Por el contrario en los paísesindustrializados estas proporciones soninversas.

154 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

8 www.naturvox.fr/article.php3?id_article=2923.

Al lado de los bosques naturales hanaparecido desde los años sesenta plan-taciones destinadas especialmente aproducir un máximo de energía (y nonecesariamente para obras de madera):los eucaliptos en Brasil, los álamos y lossauces en Europa. Una mejor seleccióngenética de las especies de árboles,otros modos de cultivo y de cosechapermiten rendimientos mejores: porejemplo en Europa, bosquecillos decorta revolución (cosechados al cabo decinco a siete años) de sauces o álamospermiten producir de diez a trece tone-ladas de madera seca por hectárea (con-tra tres a cinco en el caso de un bosqueclásico).

Por el contrario la energía-maderaacentúa la polución atmosférica. Es ver-dad que la madera no contiene prácti-camente azufre y su combustión noemite gas sulfúrico SO2, pero en cam-bio arroja tasas importantes de partícu-las en sus humos. También emite hidro-carburos y compuestos orgánicos, quese condensan en estado líquido (alqui-trán), y sobre los cuales se disponenactualmente de pocos datos cuantifica-dos. Una combustión más completa, auna temperatura más elevada permitesin embargo disminuir estos desechosindeseables.

Los otros gases resultantes de lacombustión de la madera (óxido de car-bón CO, óxidos de azote NOx, metanoCH2) son muy variables según los apa-ratos de combustión. Pero hay progresosen curso. Así en Austria, “reino” de lacalefacción de leña, las emisiones con-

taminantes de los aparatos han sido divi-didas por diez en diez años. En cuantoal CO2 emitido por la combustión deleña, éste es absorbido por las plantas ylos árboles para su crecimiento y porconsiguiente, en suma, reciclado. Desdeeste punto de vista la filial de la madera,para una misma cantidad de energíaproducida, contribuye de doce a quinceveces menos que el carbón al efectoinvernadero y de siete a doce vecesmenos que el fuel o el gas natural9.

Sin embargo además de la contami-nación atmosférica es preciso igualmen-te citar las contaminaciones químicasdebidas a la explotación forestal y ladeforestación, fruto del uso de la made-ra como fuente de energía. Otros facto-res hay que tener también en considera-ción: la desertificación de los suelos porla absorción de grandes cantidades deagua y la utilización de fertilizantes ypesticidas químicos, sin mencionar losefectos del monocultivo, del que sehablará más adelante.

Todo esto constituye el contexto dela filial lignocelulósica. En efecto, elmetanol o “alcohol de madera” obteni-do a partir del metano por transforma-ción de la madera es un carburante quepuede reemplazar parcialmente la gaso-lina, o puede ser utilizado como aditivodel gasoil y en ciertas pilas de combus-tible. La celulosa que puede ser consi-derada como una de las moléculas másextendidas sobre la tierra puede sertransformada gracias a la degradaciónenzimática o la gasificación, en alcoholo en gas, con la finalidad de servir de

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 155

9 Sobre la contaminación atmosférica y el efecto invernadero referirse a Que sais-je?, n. 2667 sobre “Elmedio ambiente”.

carburantes. Esta nueva filial encuentraun inicio de aplicación en Canadá, enlos Estados Unidos y en Suecia, pero sudisposición requerirá muchos añostodavía y las condiciones generales desu producción no ofrecen apenas garan-tías sobre sus efectos ecológicos y socia-les.

El contexto ecológico y socio-económi-co de la producción de los agrocarbu-rantes

No basta conocer las característicasde los diversos tipos de agrocarburantesy lo que pueden aportar teóricamentecomo solución a las crisis climáticas yenergéticas. Se requiere también colo-carlos en su contexto concreto, es deciranalizar cómo son producidos y cuálesson las consecuencias ecológicas, eco-nómicas y sociales de su producción,transformación y distribución. Con esteobjetivo estudiaremos algunos casosconcretos, pertenecientes tanto a la filialdel etanol (Brasil) como a la del agrodie-sel (Colombia, Indonesia, Malasia yÁfrica).

El etanol a partir de la caña de azúcar:el caso de Brasil

Recordemos que el etanol es resulta-do de la transformación del azúcar o delalmidón en alcohol, lo que puede obien volverse un carburante en su totali-dad o bien ser mezclado con la gasoli-na. En la combustión de los motores eletanol emite de 70 a 75% menos deCO2. Pero su eficacia real en relación ala energía fósil es discutible, cuando setiene en cuenta el conjunto del ciclo desu producción y de su distribución. Un

artículo de la revista Sciences afirmaque si se considera la deforestación pro-ducida, el etanol de maíz y el diesel desoya duplican la producción de GES.Según el profesor David Tilma, de laUniversidad de Minnesota, se requeri-rán 39 años para que el etanol recupereel carbono emitido por la limpieza delas tierras utilizadas para su producción.

Brasil es un caso particularmenteejemplar de la producción de etanol, yaque después de los Estados Unidos es elmás grande productor mundial. La pri-mera crisis petrolera a inicios de losaños setenta obligó, a las grandes exten-siones de caña de azúcar del país, a uti-lizar esta fuente de energía. El retornodel petróleo barato puso fin a un primerperíodo de entusiasmo, hasta el puntoque el Banco Mundial y el FMI hicieronpresión sobre el gobierno para quesuprimiera los créditos a los agrocarbu-rantes. La empresa petrolera nacional,Petrobras, también estaba muy lejos deanimar este sector. Con la nueva crisispetrolera (explosión de los precios), laproducción fue retomada. Desde 2004,la mitad de los vehículos ruedan conalcohol puro o con mezcla y en el 2007la proporción había pasado al 80%. Estemismo año, según la Menevral FuelAssociation, 19 mil millones de litroshabían sido producidos y las previsionespara el 2010 eran de 70 mil millones.

El objetivo sería llegar a una produc-ción de 100 mil millones de litros poraño, utilizando para este fin 30 millonesde hectáreas de tierra (cinco veces másque en el 2007). Tal cifra no rebasa laspotencialidades teóricas, puesto quesólo la Amazonía podría proporcionar,según los partidarios de la fórmula,hasta 70 millones de hectáreas. Hay

156 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

pues reservas de extensión. Es lo queafirma el ingeniero Expedito Parenti, lle-gando incluso más lejos: “Tenemos 80millones de hectáreas en la Amazoníaque se convertirán en la Arabia Sauditadel biocarburante. En efecto, no haysolamente la caña de azúcar que está enjuego Otros cultivos (girasol, soya)podría ocupar también unos 60 millo-nes de hectáreas”10.

Con la finalidad de animar el proce-so, la ley 693 de 2001 preveía la utiliza-ción del 10% de etanol en el consumode carburante para el 2009, y si fueraposible de 25% hacia el 2025. El culti-vo de la caña de azúcar progresa rápi-damente. En 2007 – 2008, 6.6 millonesde hectáreas estaban dedicadas a ello,es decir 7.4% más que el año preceden-te. Se produjeron 528 millones de tone-ladas de caña de azúcar, de las cualesmás del 80% fueron destinadas al eta-nol11. De aquí al 2014, 114 fábricas detransformación de la caña de azúcar sonprevistas. En 2005, 2.5 mil millones delitros han sido exportados hacia losEstados Unidos, Japón y Suecia y estascifras están destinadas a aumentar.

Como se ve, el Brasil está fuerte-mente comprometido con la produc-ción de etanol. En 2006 un acuerdo fueconcluido con los Estados Unidos parti-cularmente interesados en disminuir sudependencia respecto de la energía fósilproducida en el Medio Oriente o en paí-ses juzgados poco seguros, tales comoVenezuela. En 2005 los Estados Unidos

importan 58% de su consumo de etanoldel Brasil y si quieren responder a losobjetivos fijados por el presidenteGeorge W. Bush para 2017, el paísdebería procurarse más de 135 milmillones de litros de etanol a partir delmaíz, lo que da 3.037 litros por hectá-rea, mientras que en Brasil una hectáreade caña de azúcar produce 6.879 litros.Algunos han hablado de una OPEP delos agrocarburantes. Petrobras está ade-más asociado al proyecto. En 2007 elpresidente Lula emprende una giraeuropea y establece contactos con laComisión a fin de presentar las ventajasde su política energética.

Con motivo de la Cumbre europeo-latino-americana de Lima, en 2008,cuando algunas dudas habían sido emi-tidas en Europa respecto de los agrocar-burantes, la delegación brasileña semostró particularmente preocupada pordefender sus posiciones. El presidenteLula desea que se llegue a un acuerdopara asentar las negociaciones de los“acuerdos de Doha” en el seno de laOMC. Y afirma que la política brasileñaen la materia consiste en querer contri-buir al bien de la humanidad. En julio2008 firma un acuerdo con el presiden-te Uribe de Colombia para el desarrollode los agrocarburantes y su declaraciónconjunta afirmaba que estos últimos noafectarían el precio de los productos ali-mentarios y juntos tuvieron palabrasmuy duras con los movimientos y orga-nizaciones que se oponen a estos pro-yectos.

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 157

10 Edivon Pinto & Marleen Melot, O mito do biocombustibles, Comission de la Pastorales de la Terre,CNBB, Brasilia, 2007.

11 Oracio Martins de Calvalho, La expansión de la oferta de etanol, www.alainet.org/active;19020.

La acción del Brasil se extiende alÁfrica donde una quincena de paíseshan pasado acuerdos para la utilizaciónde la tecnología brasileña, entre los cua-les Benin, Burkina Faso, Cabo Verde,Costa de Marfil, Gambia, Gana, Gui-nea, Guinea Bisseau, Liberia, Mail,Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona yTogo. En noviembre 2008 una conferen-cia internacional fue organizada por elpresidente Lula. Este anunció unaumento del 200% de los agrocarburan-tes de aquí al 2014. La iniciativa reuniómás de 2.000 personas, de las cualescerca de 80 ministros. El presidente Lulaencargo a la Agencia de Promoción deExportaciones y de Inversiones (APEX-Brasil) de organizar la PrimeraExposición Internacional sobre los bio-combustibles.

Ahora bien, es preciso recordar queel razonamiento no puede detenerseúnicamente a las consideraciones deproductividad por hectárea y de mejora-miento de las condiciones de combus-tión de los agrocarburantes. Es impor-tante detenerse en cambio sobre losefectos ecológicos y sociales de su pro-ducción y sobre el tipo de modelo eco-nómico que define el contexto.

Sobre el plan del medio ambiente,los efectos no son diferentes de los quehan sido señalados por todo el mundo apropósito de los monocultivos; es decirla utilización de fertilizantes y de pesti-cidas peligrosos para la biodiversidad,para la calidad de los suelos y del aguay para la salud de los seres humanos. Seseñala también en la región de SaoPaulo, zona de gran extensión de lacaña de azúcar, que la acidez de lossuelos ha aumentado considerablemen-

te, lo que tiende a hacer desaparecerotros cultivos, por ejemplo los frutales.Se requiere añadir que en la mismaregión, el 60% del bagazo es quemado,con la finalidad de facilitar la limpiezade las tierras, lo que ha sido particular-mente dañino para el medio ambiente.De ello resulta en efecto una destruc-ción de los microorganismos de los sue-los y una contaminación del aire, quefavorecen las enfermedades respirato-rias. Esto provoca también una disminu-ción del grado de humedad, del 13 al15% según el Centro Nacional Brasi-leño de Estudios del Espacio.

Los cultivos de caña de azúcar enBrasil perjudican apenas directamentelas selvas y en particular la selva amazó-nica, que no es una región azucarera.De hecho en muchos Estados producto-res hoy de azúcar la selva original hasido destruida desde hace mucho tiem-po. Sin embargo de manera indirecta laextensión actual de la caña de azúcarprovoca un desplazamiento sobre todode los pastos y de la soya hacia regionesactualmente forestales, en particular enla Amazonía. La destrucción de lapequeña agricultura por la concentra-ción de tierras tiene también el efectode expulsar los campesinos, parte de loscuales se transforman en colonizadoreslegales o ilegales de las zonas forestalesy otra parte se incorpora a las favelasurbanas.

El Cerrado, en el centro norte delpaís, es particularmente vulnerable aldesplazamiento de ganado por las plan-taciones de eucaliptos, pero tambiénpor la caña de azúcar. Se trata de una delas zonas más ricas en biodiversidad delBrasil. Han sido censadas más de

158 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

10.000 plantas, numerosas de las cualesson únicas en el continente y el númerode especies de mamíferos sería más ele-vado que el de África. El Cerrado haperdido la mitad de su superficie en 40años y en el país 162.000 hectáreas delo que se llama en Brasil “la zona deconservación” habrían sido ya transfor-madas en cultivo de caña de azúcar.

Los desplazamientos de la pobla-ción son también una consecuencia dela extensión de los monocultivos, yentre ellos de los agrocarburantes. En elconjunto del Brasil y evidentemente porrazones que no son debidas únicamen-te a este sector agrícola, entre 1985 y1996, es decir en diez años, 5.3 millo-nes de personas ha sido desalojadas desus tierras, lo que significa la desapari-ción de 940.000 granjas campesinas.

Todo esto plantea en fin una cues-tión más fundamental todavía: la delmodelo de desarrollo rural que acarreaaun tal impulso de los agrocarburantes ydel etanol en particular, en un paíscomo Brasil. El modelo tal como apare-ce en la práctica reviste aspectos a lavez económicos, sociales y políticos.

La dimensión económica y social delmodelo brasileño

El crecimiento de la producción deagrocarburantes con la finalidad deaumentar los ingresos del país formaparte de la lógica de decisiones guber-namentales. Se trata en particular, enesta perspectiva, de aumentar las posibi-lidades de una redistribución de lariqueza, en especial para los programasde “cero hambre” y “de asistencia fami-liar”, que ya han dado prueba al nivel

de la eficacia de la gestión y de la dis-minución de la miseria y del hambre.

Los planes de la producción deagrocarburantes en Brasil se apoyan acorto y mediano plazo sobre numerosasinvestigaciones. Para el largo plazo, lostrabajos tienen por objeto el etanolcelulósico (árbol), es decir el carburantede última generación, y que podríadesembocar en resultados hacia losaños 2015. Esto no hará más que animarlos monocultivos de eucaliptos, porejemplo, con todas sus consecuenciassobre la desertificación de los suelos, asícomo el desarrollo de los OGM’s paraaumentar la productividad. Para el con-junto de estos proyectos, sumas consi-derables deben ser comprometidas. Así,durante los tres primeros meses de2007, 6.5 mil millones de dólares hansido invertidos en este sector, es decir66% más que durante el período en2006.

La fuente de estas inversiones es a lavez local e internacional. En el primercaso, son importantes empresas queestán en juego. Así, Odebrecht, especia-lizada en la petroquímica, ha decididoinvertir 5.3 mil millones de dólares en laproducción de etanol hasta 2013. Endiez años la firma espera producir de 30a 40 millones de toneladas. Pero otrasgrandes empresas siguen también elmovimiento, ya sea para la producción,ya sea para la transformación y la distri-bución de los agrocarburantes. Se trataen concreto de Cosan, Bonfim, CDCBioenergía, Guaraní y por supuestoPetrobras.

El recurso a las inversiones extranje-ras es igualmente requerido para reali-zar los objetivos de la producción. No

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 159

sólo las grandes firmas ya citadas eneste trabajo, tal como Cargill, Bunge,ADM, Syngenta y otras, compran gran-des extensiones de tierras para poderestablecer el monocultivo de la caña deazúcar (o de soya y de la palma para elagrodiesel), sino también el capitalfinanciero de los Estados Unidos y deJapón se interesa igualmente en el sec-tor. Así, George Soros ha decidido inver-tir 200 millones de USD para la produc-ción de alcohol en Minas Gerais y BillGates aporta 86 millones de dólarespara financiar la empresa PacificEthanol, con la finalidad de garantizar elaprovisionamiento de los EstadosUnidos. Procedimientos similares pue-den señalarse por parte de P.Wolfersohn, antiguo director del BancoMundial, de Vinod Khosla de SunMicrosystem. Del lado japonés unacuerdo ha sido firmado entre Petrobrasy el Nipon Alcool Banki, para crear laJapan Ethanol Co. La SumitomoCorporation, Mitsui y la Japan BankInternational Corporate (JBIC) estánigualmente activos en el ámbito, sinhablar de intereses europeos en especialsuecos.

El modelo económico en juego estáclaramente orientado hacia la exporta-ción, que debería concernir en los añosvenideros a las tres cuartas partes de laproducción brasileña, a fin de alimentar50% del mercado mundial. Pero hayobstáculos a un tal proyecto. Las infraes-tructuras del país son insuficientes encarreteras, puertos fluviales y medios detransporte. Esta debilidad podría consti-tuir un freno. A este efecto está previstoconstruir un alcoducto de 1.150 km delargo entre la región de Goyás y Sao

Paulo, capaz de transportar 6 mil millo-nes de litros de etanol anuales, lo quepermitiría multiplicar por dos la produc-ción de Goyás de aquí al 2013, y seríadieciséis veces menos costoso que eltransporte por carretera. Esto exigiríauna inversión de 500 millones de reales(más de 200 millones de dólares).

El modelo centrado sobre el mono-cultivo tiene también consecuenciassociales. De hecho, supone en primerlugar una eliminación notable de manode obra, en particular por el desplaza-miento de los pequeños campesinos. En2005 se ha registrado una pérdida de300.000 empleos en la agricultura. Estoaumenta la migración interior, la urbani-zación incontrolada y la presión sobrela frontera agrícola.

De otro lado, el trabajo en las plan-taciones de azúcar es particularmenteduro. Según un estudio realizado porFontana de Laat y publicado por elMovimiento de los campesinos sin tie-rra, en 2008 los cortadores de caña aba-ten cada diez minutos 400 kg de caña,procediendo con 131 golpes de mache-te y exigiendo 138 flexiones del tórax.De ello resulta una sobrecarga cardíaca.En una jornada esto totaliza el trata-miento de 11.54 toneladas de caña,3.792 machetazos y 3.994 flexiones.Como la pausa, prevista cada 30 minu-tos, no es respetada en la mayoría de loscasos, se generan graves riesgos para lasalud y la esperanza de vida de los tra-bajadores se encuentra seriamente com-prometida. Hay que añadir a ello sala-rios muy bajos, al límite de la subsisten-cia, lo que hace decir a algunos que setrata realmente de una nueva esclavitud,y el trabajo de los niños.

160 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

No cabe duda que una tal explota-ción de la mano de obra sea el origende importantes beneficios realizadospor los propietarios de tierras agro-ex-portadores y por las sociedades anóni-mas nacionales y extranjeras. Todo estorefuerza una estructura social atravesa-da de desigualdades, ya una de las másseveras del mundo y no es muy cohe-rente con los proyectos de reducción delas diferencias prometidas por el Partidode los Trabajadores.

En el plano político en fin, la estruc-tura de dependencia Norte – Sur salereforzada. Ella tiende a construir unaintegración al interior de una economíadominante internacionalmente y quecontradice los esfuerzos realizadosactualmente por un acercamiento entrelos países latinoamericanos, en particu-lar en el marco de Alternativa Boliva-riana (ALBA). Una tal orientación estáen conexión con la visión del presiden-te Lula: un crecimiento económico fuer-te, que permita conseguir los mediospara llevar a cabo una política social afavor de los más pobres. Pero estomismo pone también en cuestión la filo-sofía de base de esta política, es decir sucosto ecológico y social y la ausenciade reformas estructurales, que permitie-ran hacer de los grupos desfavorecidoslos verdaderos actores y evitar así laconstante reproducción, incluso muypoco atenuada, de la brecha entre ricosy pobres.

No se puede afirmar que el gobiernobrasileño haya sido indiferente al pro-blema. Joao Pedro Stedile, fundador delMovimiento de los campesinos sin tie-rra, el mismo economista, publicaba ainicios del 2007 un artículo sobre la

cuestión en Monthly Review (febrero2007). Allí decía que las medidas afavor de la agricultura campesina toma-das por el gobierno de Lula eran impre-sionantes. Y señalaba en concreto unmejor acceso al crédito y a las segurida-des, un esfuerzo importante para laelectrificación de las zonas rurales, laconstrucción de casas, una asistenciatécnica creciente, la delimitación deterritorios indígenas y menos represiónpolítica (federal).

Por el contrario, escribe dicho autor,las políticas macro-económicas favore-cen el aro-negocio, sobre todo para elcomercio internacional inspirándose enlas políticas neoliberales de la OMC ydel Banco Mundial, y oponiéndose, porejemplo, al etiquetaje de los productostransgénicos. En efecto, el gobierno Lulaha mantenido la exención de tasas paralos productos agrícolas destinados a laexportación y legalizado las soyas trans-génicas, mientras que los Bancos públi-cos aumentaban su apoyo al agronego-cio (12 mil millones de dólares para lacosecha de 2006-2007), de loa cuales 4mil millones fueron para las más impor-tantes empresas agroalimentarias trans-nacionales. De otro lado, muchas pro-mesas electorales no han sido manteni-das: en particular una reforma agrariaauténtica, revisión del índice de pro-ductividad, expropiación de las planta-ciones que utilizan trabajo esclavo, elcontrol de los monocultivos de soya yde algodón, la creación de cooperativasagroindustriales para los campesinos.

Sin embargo, un modelo alternativobasado sobre la iniciativa campesinaexiste en Brasil. El ejemplo más conoci-do es la cooperativa Bindozana en

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 161

Alagoas, descrita por Ignacio Sachs, enun documento titulado: Biocombustiveso alimentos concurrencia o comple-mentaridade12. Hay también la coope-rativa organizada conjuntamente por elMST (campesinos sin tierra) y el MPA(campesinos de Rio Grande do Sul). Losmovimientos sociales y la Pastoral de latierra, órgano de la Conferencia Epis-copal brasileña (CNBB) proponen preci-samente privilegiar la agricultura cam-pesina. La Conferencia de Curitibasobre los agrocarburantes había reunidoen 2007 diversos movimientos sociales,especialistas del sector y ardientesdefensores de la agroenergía, que hací-an prueba de orgullo y de nacionalismobrasileño, aunque todos preocupadospor la justicia social.

De ello resultó una declaraciónfechada el 31 de octubre 2007 titulada:“Para una soberanía alimentaria y ener-gética”. Ésta afirma la necesidad de unarelación armoniosa entre la humanidady la naturaleza, significando el respetode la biodiversidad, de los suelos, delagua, lo que excluye el monocultivo yla extensión de la frontera agrícola. Laproducción de energía no puede ocuparel lugar de los alimentos, ni estar deter-minada por las leyes del mercado. Ladeclaración exigía también una reformaagraria y estimaba que las iniciativas enel dominio de los agrocarburantes debí-an responder en orden prioritario a lasnecesidades locales y regionales, másque a la exportación y que la produc-ción debe ser descentralizada, sobre labase de la agricultura campesina. Como

se ve, no se trataba de un rechazo abso-luto de los agrocarburantes, sino másbien de la enumeración de las condicio-nes ecológicas, económicas y socialesde su producción y de su control.

La conclusión de Joao Pedro Stedilees que el gobierno de Lula ha sidoambiguo, pues mientras que los ministe-rios de la reforma agraria y del medioambiente defendían el modelo familiar,los de economía, de industria, y delcomercio y de la agricultura promovíanel agronegocio. El peso ha jugado afavor de este último modelo, mientrasque la reforma agraria era prácticamen-te paralizada o reducida a medidas decompensación social.

El etanol en otros países del Sur

Otros países se lanzan sobre lamisma vía. En el Caribe hay que citarJamaica. En América central es el casode Guatemala, Honduras y Salvador. Eneste último país trabajadores hondure-ños y nicaragüenses vienen a participaren el corte de la caña. Los acuerdosentre los presidentes Bush y Lula hanconducido en concreto al desarrollo derefinerías en Salvador, en conexión conlas plantaciones de Honduras y deNicaragua, reforzando así el poder delcapitalismo local (los Pella en Nica-ragua, los Maduro en Honduras, losCalderón en el Salvador).

En otros lugares de América latina,el etanol está en pleno despegue. Es elcaso del Ecuador, donde más de 50.000hectáreas están dedicadas a este cultivo

162 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

12 Conferencia nacional popular sobre Agroenergia, Curitiba, 28-31.10.07, Sao Paulo, MST et al.

y que recibe para su desarrollo ayuda dela China. En México, vista la importan-cia del maíz en la alimentación local,una ley ha sido adoptada en diciembrede 2002, limitando a los excedentes delmaíz blanco la producción de etanol13.Por el contrario, en Venezuela el esfuer-zo cumplido para aumentar la produc-ción de maíz en el marco del plan de2007, excluye toda transformación enetanol14.

En Asia los productores tradicionalesde azúcar aumentan su rendimientopara ubicarse en el mercado del etanol.Se trata por ejemplo de las Filipinas, enparticular en la isla de Negros, donde seseñala que las plantaciones invaden lastierras del Estado15. Sin embargo, la cri-sis alimentaria (las Filipinas debenimportar millones de toneladas de arrozcada año) pone un serio freno a estaexpansión. En Hawai el gobierno localadopta en 2006 una ley que exige elconsumo del 20% de agrocarburantesen 2020. También allí los inversionistasextranjeros se interesan y entre ellos seencuentra el nombre de Vinod Khosla,el patrón de Sun Microsystem que hainvertido en Hawai Bioenergy. En cuan-to a los tres grandes propietarios queposeen 10% de las tierras de la isla,también ellos se han embarcado en unadirección similar.

El etanol en los países del Norte

El Sur no tiene el monopolio del eta-nol Así en Italia existen proyectos para

producirlo a partir del maíz. En Bélgicala producción de etanol está estimuladapor los gobiernos federales y regionales.Es producido principalmente a partir dela remolacha azucarera. La fábrica deWanze en Walonie dependiente deempresas alemanas Südsücker está con-siderada para producir 300 millones delitros anuales. En Flandes se trata deAcco en Gante y de Amylum en Alost.Al no ser rentable una tal producciónexige una participación del Estado, enparticular por medio de una desfiscali-zación del sector.

En los Estados Unidos, 15% de lastierras disponibles fueron utilizadas en2007 por los agrocarburantes (seríanecesario el 121% de ellas para respon-der a las necesidades definidas por lapolítica). De ahí el deseo de maximizarla producción y de utilizar las transfor-maciones genéticas, lo que los granjerosnorteamericanos llaman el Montsantomoonshine. En Louisiana donde lasaguas de las costas están contaminadaspor nitrato, la Academia nacional de lasCiencias lanzó un grito de alarma. Enefecto, el senado de los Estados Unidosprevé en el horizonte de 2022 hacerpasar de 28 mil millones a 136 mil mi-llones de litros la producción de agro-carburantes, de los cuales 57 mil millo-nes a partir del almidón de maíz. Lacantidad de nitrato vertido por elMisisipi en el golfo de México engorda-ría durante este período de 10 a 34%.Pues bien, esto es lo que provoca lafamosa “zona muerta”, que hoy se

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 163

13 La Jornada, 13.12.07.14 Argenpress, 19.04.07.15 Brempunkt, 237, septiembre 2002, 23.

extiende sobre numerosas costas, com-prendidas las de Brasil, es decir laausencia de toda vida marina fuera delas algas, y que en el golfo de México enel verano del 2007 ha alcanzado20.000 km216.

El agrodiesel a partir de la palmaoleaginosa: el caso de Colombia y delSudeste de Asia

El aceite de palma fue desde hacemucho tiempo utilizado por las pobla-ciones de África tropical. Desde el año1583 se señala incluso su exportaciónen pequeñas cantidades. A partir del findel siglo XVIII se vuelve un verdaderoproducto de exportación y reemplazó elcomercio de esclavos17. En 1840Inglaterra traía de Níger 15.000 tonela-das de aceite. En el Congo belga Levercreó en 1911 plantaciones y fábricas,pasando entonces de la recolección depalmeras salvajes a la producción in-dustrial. En 1913 las importaciones deFrancia alcanzan 200.000 toneladas deaceite procedentes del mesocarpio (par-te carnosa de la nuez de palma) y300.000 toneladas de palmitos (proce-dentes de la almendra). Con el régimende plantaciones la producción de pal-mitos ha disminuido en provecho de laprimera18.

Desde los años noventa la demandaeuropea de productos derivados de lapalma de aceite ha permanecido relati-

vamente estable, mientras que la de laIndia, Pakistán y de la China y delMedio Oriente ha explotado. Este nuevomercado, como el de Europa oriental, sedesarrollará más por el hecho de laadopción por una parte de la poblaciónde hábitos de consumo occidentales19.Indonesia y Malasia comienzan a pro-ducir agrodiesel con esta misma materiaprima. La filial es únicamente rentablehoy en los países de bajos salarios. Elaceite del palmito para los agrocarbu-rantes fue masivamente desarrollado enAsia del Sud-Este (sobre todo enMalasia), pero esto se hizo al precio deuna nueva aceleración de la deforesta-ción, para proveer las tierras necesarias.No olvidemos que el rendimiento delaceite de palmito es de 5.000 litros porhectárea y por año.

África detentaba la mayoría de laproducción hasta los años sesenta,razón por la cual en América Latina sehabla de palma africana. En esta época,este continente proveía el 74% del acei-te de palma y el 50% de aceite de pal-mito. En 1989 las proporciones se redu-cen a 14% por el primero contra 78%para Asia y a 21% para el palmito. Latendencia se refuerza con los años y en2000-2001 sobre un total mundial de23.361 millones de toneladas de aceitede palma, Malasia e Indonesia produ-cen el 82.6%, África el 6.5% y Américadel Sur, alrededor del 5%.

164 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

16 Alexandre Koos, Le Monde, 13.03.08.17 Martin Lyll, Commerce and Economic change in West Africa – The Palm Oil Trade in the Ninetheen

Century, Cambridge University Press, 1997.18 M. Kindela, Congo Vision, 17.04.07.19 www.laconscience.com/article

La utilización del aceite de palma esmúltiple. Es en primer lugar un produc-to de base para la alimentación: marga-rina, aceite de mesa, cremas heladas,chocolate, comidas precocinadas, ali-mentación para animales, etc.; perotambién es abundantemente empleadaen la producción de pintura y de barniz.Finalmente la industria farmacéutica estambién una fuerte consumidora. Esnecesario añadir la existencia de unaveintena de sub-productos interesantes,tales como el furfural, bactericidaantihongo e insecticida natural, lomismo que la lignina procedente de lamadera y que sirve para hacer contra-plaqueados. No es más que últimamen-te que el aceite de palma ha sido trans-formado masivamente en agrodiesel,sobre todo después que los preciospetroleros han explosionado. De ahí laenorme extensión de las explotacionesen todo el mundo tropical y semi-tropi-cal. Al inicio del siglo XXI 20 millonesde hectáreas le han sido consagradas.

Para acelerar el proceso en Indonesiase lleva a cabo un desbrozamiento de lasselvas por medio del fuego, lo que desen-cadenó incendios gigantescos en 1997 y1998, sobre una zona más vasta que losPaíses Bajos expandiendo un humo quellegó hasta Tailandia y las Filipinas, y ver-tió en la atmósfera millones de toneladasde CO2. En este país 6 millones de hec-táreas estaban consagradas en el 2007 alos palmares, con planes de crecimientosobre las selvas antiguas.

A fines de los años cincuenta setransformaron en Malasia las plantacio-

nes de caucho en palmares bajo elimpulso de la Federal Land Develop-ment Authority (FELDA). Este organismogubernamental asegura en 2005 el 20%de la producción nacional20. La Papua-sia-Nueva-Guinea se ha convertido enel tercer exportador mundial con380.000 toneladas, muy lejos sin em-bargo de Malasia y de Indonesia. Otrospaíses asiáticos están igualmente invo-lucrados. Tailandia producía en 20078.5 millones de litros de aceite de palmapor año sobre 400.000 hectáreas, quese estimaban llegarían a 800.000 en2009 y 1.600 en 2029. Camboya, laIndia, las islas Salomón son tambiénproductores. En China el consumo deaceite vegetal se ha duplicado entre1996 y 2006, para alcanzar 24 millonesde toneladas en 2007, con una previ-sión al alza de 500.000 a 600.000 tone-ladas anuales. El aceite de palma inter-venía con un 24% en el total en 2000.Hay que añadir una importación de casi5.1 millones de toneladas en 2006 -200721.

En África, Nigeria que ha pasado de160.000 hectáreas de cultivo de palmaen 2003 a 300.000 en 2007, se preparapara dedicarle 3 millones de hectáreasen un futuro próximo. En Costa deMarfil se producía en 2007, 250.000toneladas de aceite de palma. Se señalatambién a la RD Congo, que consagra214.000 hectáreas a este cultivo y prevéaumentar la cifra en un futuro cercanocon la ayuda de inversiones europeas,japonesas, chinas y americanas, hasta 3millones de hectáreas en las provincias

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 165

20 International Herald Tribune, 31.08.06.21 Agriculture and Agrifood, Canada, 17.04.07.

de Ecuador, de Bandundu y Kasaï occi-dental. Camerún producía en 2007250.000 toneladas de aceite por año,con la ayuda de Francia, del BancoMundial y del FMI. En América Latina,Colombia ocupa el primer lugar, peroEcuador, Brasil, México y AméricaCentral están también involucrados.

Para mostrar mejor que el temaabordado nada tiene de puramente teó-rico y se inscribe en la vida cotidiana delos seres humanos, el texto que sigue,extraído de las notas de viajes persona-les tomadas en Colombia en julio yagosto 2007, revela la dimensión huma-na del “gran proyecto” de la energíaverde, y hace revivir Las uvas de la irade John Steinbeck.

Los efectos colaterales de los agro-carburantes

Los agrocarburantes son percibidoscada vez más como una solución muyparticular al agotamiento de las reservasmundiales de energías fósiles y a la cri-sis climática que sufre el planeta. Suexplotación a escala planetaria presen-ta efectos perversos que reducen su efi-cacia o su posibilidad real de aplica-ción, a la vez en el plano ecológico ysobre todo social como lo hemos podi-do constatar en el curso de estas pági-nas. Recordemos brevemente en quéconsisten.

Los efectos ecológicos de los agrocar-burantes

La destrucción de los bosques pri-marios y en general la implantación de

monocultivos tiene consecuencias eco-lógicas importantes sobre los sistemasde lluvias y de las capas freáticas, sobrelos suelos y sobre el medio ambiente.Esta situación se ha agravado estos últi-mos años con la emergencia de nuevasfuentes agrícolas de aprovisionamientoen carburantes.

Los efectos sobre las aguas

La conversión de los bosques prima-rios (la cuenca del Congo, la Amazoníay la selva del Sud-Este asiático) en plan-taciones perturba los ecosistemas y porconsiguiente el ciclo del agua, alteran-do por la misma situación el nivel depluviometría en las regiones concerni-das e incluso en aquellas que están másalejadas. El recurso al monocultivoinduce igualmente una utilización masi-va e intensiva de fitosanitarios (pestici-das, fungicidas, etc.) y de fertilizantes,minerales en su mayor parte. Se trata enparticular de la utilización de diuro, demetasulfuro, de glifosfato, de cyperme-trin, etc.

Los fertilizantes y pesticidas utiliza-dos en los monocultivos (palma de acei-te, por ejemplo) se encuentran tambiéna la base de la contaminación de lasaguas tanto de superficie como subte-rráneas, lo que se ha constatado enIndonesia y Malasia22. La reducción dela capa freática es también una conse-cuencia señalada en numerosos lugares,en Brasil y en Indonesia, en función delmonocultivo de la palma de aceite o dela caña de azúcar.

166 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

22 Sarojeni V. Rengam, Pan Asia, [email protected] y [email protected], www.panap.net

Los efectos sobre los suelos

La sustitución del bosque primariopor el bosque secundario (el palmar deaceite, el eucalipto) o por otros cultivos(caña de azúcar, maíz) para las necesi-dades de la producción de agrocarbu-rantes induce una ruptura del equilibriosuelo – agua. Estos dos elementos de lanaturaleza viven en simbiosis. En efecto,el suelo se encuentra protegido por losárboles de una caída brutal de las gotasde lluvia. Esta ruptura tiene como con-secuencia la aparición de cabezas deerosión sobre los suelos dejados desnu-dos o incompletamente cubiertos por elmonocultivo23.

Ahora bien, la presencia del bosquecontribuye a la estabilización de lossuelos y por consiguiente a la reducciónde los efectos erosivos del agua de llu-via, que provoca más erosión que cual-quier otro cultivo. Los granjeros en elMidwest, tras haber abandonado larotación de cultivos en beneficio de lasoya y del maíz exclusivamente, hanvisto aumentar la erosión de los suelos.La falta de rotación de los cultivos haprovocado la vulnerabilidad de los cul-tivos a las diferentes enfermedades y porconsiguiente necesitan una utilizaciónsiempre creciente de pesticidas más queen cualquier otro cultivo. En los EstadosUnidos 41% de herbicidas y 17% deinsecticidas son aplicados al cultivo delmaíz.

La puesta en cultivo de ciertas tierrasacarrea su salinización y su acidifica-

ción. Se desprende de un informe publi-cado en la revista Science en 2005 porRobert Jackson et al., que explica cómola sustitución de los bosques en laPampa en Argentina por eucaliptosgenera la salinización del suelo. Lasplantas absorben el agua en profundi-dad y traen así las sales mineralesdisueltas a la superficie. Las consecuen-cias son todavía más dramáticas en esta-ción seca, cuando se nota una reduc-ción substancial de la corriente y delnivel en los cursos de agua vecinos a lasparcelas cultivadas.

Es el caso igualmente en Brasil enMinas Gerais. De esto resulta, segúneste autor, un desequilibrio en mineralesnutrientes del suelo, que conduce de unlado a un agotamiento del calcio, delmagnesio así como del potasio, ya quedemasiado utilizados por las plantas, yde otro lado a un enriquecimiento ensodio, lo que conduce a la aparición desuelos cada vez más salinos y por con-siguiente impropios para la agricultura.

Finalmente, numerosas medidasefectuadas sobre diferentes suelos enÁfrica, en Asia y en América Latina hanmostrado que la utilización intensiva depesticidas y de fertilizantes en las plan-taciones de palma de aceite, del maízasí como de otros monocultivos para laproducción de agrocarburantes, condu-ce realmente a la acidificación de lossuelos, haciéndolos por mucho tiempotodavía impropios a toda otra utiliza-ción ulterior.

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 167

23 Alejandra Parra, Rada, Network for Environment Rights Action.

Los efectos sobre el medio ambienteglobal

Estos efectos se traducen en un cam-bio climático a escala del planeta, quecausa una destrucción masiva de losecosistemas tropicales24. La puesta encultivo de bosques tropicales induce amediano y largo plazo cambios climáti-cos no despreciables a escala del plane-ta. Hay en efecto una interacción entrelos tres elementos: el agua, el bosque, elclima. Su simbiosis es delicada, tantoque una manipulación poco juiciosa deuno de ellos acarrea un desequilibriodel sistema en su conjunto y en ocasio-nes con consecuencias incomensura-bles.

La interacción de estos componen-tes puede tener implicaciones a granescala. Así, según un estudio llevado acabo en la Universidad de Oxford resul-ta que la deforestación salvaje de lacuenca del Congo acarrea reduccionesde la pluviometría hasta en la región delos Grandes Lagos en los Estados Uni-dos (aproximadamente de 5 a 15%), enUkrania y en el norte del Mar NegroRusia)25. El cambio climático afectaseriamente a su vez todos los bosquestropicales donde se observan estos últi-mos años un descenso de precipitación.

De un estudio realizado en Suiza sedesprende que la producción y fabrica-ción de agrocarburantes corren el riesgo

de ser más dañinos que la gasolina y eldiesel de origen fósil. Sus consecuen-cias sobre el medio ambiente son tribu-tarias de la hiper fertilización de los cul-tivos y de la acidificación de los suelosagrícolas con la consecuente pérdida dela biodiversidad de las especies26.Señalemos igualmente que según elmismo estudio uno de los atentados delos agrocarburantes contra el medioambiente se sitúa al nivel de la produc-ción de la misma materia prima. Enefecto, en África tropical, por ejemplo,uno de los métodos utilizados para laextensión del cultivo de la palma olea-ginosa es la práctica de la agriculturasobre quemado, cuya consecuenciainmediata es la emisión de una impor-tante cantidad de CO2 y de hollín, queaumentan la contaminación del aire.

En Minas Gerais, en Brasil, un fenó-meno similar ha sido señalado a propó-sito de la transformación de los eucalip-tos en carbón de leña para la industriasiderúrgica. Esta práctica agrícola indu-ce una reducción de la fauna del suelo,importante para su estructura comotambién para la fijación del azoteatmosférico, desnuda el suelo y lo vuel-ve susceptible de erosión, y finalmenteprovoca la reducción de la fertilidad eincluso la desertificación, en caso deuna aplicación intensiva y prolongada.

En Indonesia el ordenamiento delbosque primario en plantaciones de pal-

168 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

24 Georges Monbiot, The Guardian, 08.12.05.25 Ecosystem services of the Congo Basin Forest, S. Danae, M. Maniatis, Oxford University Press, 2007,

htt://globally canopy.org/themedia/Ecosystem%20Services%20CB.pdf26 Ökobilanz von Energieproduktion: Ökologische Bewertung von Biotreibstoffen. Rapport final, abril

2007. Estudio encomendado por el Oficio Federal del Medio Ambiente y el Oficio Federal de laAgricultura. Empa, departamente Tecnologia y sociedad, St. Gall: R. Zah, H. Böni, M. Gauch, R.HIschier, M. Lehmann, P. Wäger, descarga: www.bfe.admin.ch

mas de aceite es una fuente importantede liberación de CO2 en la naturaleza.Como hemos visto, dos zonas son utili-zadas, las zonas secas y los pantanos.En efecto, después de haberse desarro-llado en las zonas más secas que queda-ron del derribo del bosque, las planta-ciones se desplazan hacia las zonaspantanosas sobre áreas turbosas. Alsecarse, estas últimas liberan más óxidode carbono en la atmósfera que elabsorbido por los árboles.

En el reino animal una reducciónimportante de la población de oranguta-nes ha sido identificada en Indonesia.Estimados inicialmente en unos300.000 individuos, no quedan másque 50.000. En un tiempo de 20 años80% de su hábitat ha sido transformadoen plantación de palma de aceite. Losrinocerontes de Sumatra, los tigres, losgibones, los tapires y miles de otrasespecies animales de África y AméricaLatina podrían seguir el mismo camino.

Recordemos que según un informepublicado por los Amigos de la Tierra enseptiembre 2008 se estima que entre1985 y 2000 el desarrollo de las planta-ciones de palma de aceite ha sido res-ponsable del 87% de la desforestaciónen Malasia. En Sumatra y Borneo unos 4millones de hectáreas de bosque hansido convertidas en plantaciones depalma de aceite. Incluso el famoso par-que Nacional de Tan Jung Puting enKalimantan ha sido despedazado porlos plantadores. Desgraciadamentenada parece detener el proceso y losefectos a largo plazo corren el riesgo deafectar duramente la situación climáticade estos pozos de carbón a los bosquestropicales.

Los efectos sociales de los carburantes

Hemos constatado igualmente quelos efectos sociales de la producción deagrocarburantes son particularmentegraves. Como las situaciones son muyvariadas de una región a otra, los abor-daremos bajo dos ángulos diferentes: elde los países del Sur y el de los paísesdel Norte.

De manera general los agrocarbu-rantes son bien recibidos por los agri-cultores y responsables políticos de lospaíses del Norte, pues son generadoresde empleos y considerados como unaoportunidad para los agricultores fami-liares, y sobre todo como un medio dereducir su dependencia de un barril depetróleo cada vez más caro y por añadi-dura producido en el extranjero. Algu-nos agricultores del Norte están satisfe-chos, pues los agrocarburantes constitu-yen uno de los factores que generaaumento del precio de las materias pri-mas agrícolas para la producción (maízen Estados Unidos) después de muchosaños de congelación de los precios. Deotro lado, los agrocarburantes permitentambién la utilización de tierras arablesdejadas en barbecho según las cuotasde producción impuestas por la PolíticaAgrícola Común (PAC) de la UniónEuropea.

Pero otros agricultores constatantambién que eso provoca un estado dedependencia cada vez más fuerte res-pecto de las grandes empresas, que con-trolan los precios y los mecanismos delmercado. Hay pues una doble reacción,cuya medida exacta no está todavíaestablecida. Es sin embargo en el Surque los efectos serán más dañinos, pues

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 169

es allí donde la principal produccióntendrá lugar, ya que “de los 16 millonesde hectáreas que Europa necesita paraproveer sus fábricas de agrocarburantesy alimentar el ganado consumido por supoblación, sólo 13% de estas superfi-cies se sitúan sobre su territorio (losAmigos de la Tierra)27.

En efecto, la demanda en constantecrecimiento de agrocarburantes a escalaplanetaria en un plazo determinadoentrará en conflicto con el ordenamien-to general del planeta. La Unión Euro-pea con sus objetivos de 10% de ago-carburantes para ser incorporados aldiesel de aquí al 2010, y 20% de ener-gía renovable en 2020, necesitará sem-brar más extensiones agrícolas, paraalcanzar este objetivo. Sin embargo nodispone de suficientes espacios, recurri-rá a los países del Sur, proveedoresactualmente de más del 50% de losagrocarburantes en el plano mundial.Esta ambigüedad plantea la cuestión delos espacios arables suplementariospara dedicar a los cultivos destinados alos agrocarburantes, sabiendo que lospaíses del Sur se encuentran siempreconfrontados al espinoso problema dela seguridad alimentaria.

De otro lado, esta situación es el ori-gen de expulsiones y/o de expropiacio-nes de numerosos campesinos y en par-ticular de las poblaciones autóctonas,de las tierras de sus antepasados. Todaresistencia a las expulsiones o a laexpropiación se salda con la represión ya veces con la muerte de personas, amanos por lo general de paramilitares.

Todo esto, como ya ha sido constatado,acarrea movilizaciones masivas depoblación hacia los grandes centrosurbanos, donde los campesinos van aengrosar el número de parados en lossuburbios y viven con mucha frecuenciaen la más absoluta precariedad.

Según el Forum Permanente de lasNaciones Unidas sobre las cuestionesautóctonas, alrededor de 60 millones deindividuos en el mundo corren el riesgode expulsión de sus tierras para dejarsitio a los cultivos necesarios a los agro-carburantes. Es el caso de 5 millones depersonas de la región indonesia deKalimantan Oeste. Otros deberán traba-jar en las plantaciones en condicionesinfrahumanas y deplorables, que no res-petan los derechos fundamentales delos trabajadores. Las trabajadoras estánaquí particularmente más discriminadasy todavía peor pagadas que los hom-bres.

Las expulsiones de campesinos hancomenzado evidentemente antes de laexpansión de los agrocarburantes. Fueel caso, por ejemplo, en los años seten-ta en Paraná (Brasil), donde 2.5 millonesde personas fueron desplazadas por elcultivo de la soya utilizada como fuentede aceite alimentario o también en RioGrande do Sul, donde 3000.000 perso-nas debieron dejar sus tierras por lamisma razón.

En todos los continentes del Sur ysobre todo en América Latina y en Asiadel Sud-Este se destacan casos precisosrepertoriados por los informes delMovimiento para los Bosques tropica-

170 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

27 Le Monde, 29.11.08.

les, cuya sede está en Paraguay (www.wrm.org.uy). Es el caso en KalimantanOccidental en Indonesia de la destruc-ción de los jardines de Dayaks. Estosúltimos producían madera, miel, plan-tas medicinales, frutas y deben desdeahora cultivar la palma. Las poblacionesvieron primero disminuir sus ingresos ydespués fluctuar con los precios delmercado internacional. En el mismopaís, al este de Sumatra, fueron 10.800familias forzadas a emigrar por laempresa PT Citra Mandiri Vidya Nusa,propiedad del antiguo ministro de laagricultura.

En Camerún poblaciones enterasfueron expoliadas de sus tierras, sinconsulta y reinstaladas en nuevas zonas,con promesas de indemnización porparte de las compañías, pero que nuncafueron mantenidas. El derecho consue-tudinario no fue respetado y una partede los jefes tradicionales fueron o com-prados o engañados. En Camboya dosaños después del inicio de la palma, laspoblaciones desplazadas por la compa-ñía Mong Rethiby Investment CambodiaOil Palm todavía no habían recibido tie-rras.

Este tipo de prácticas provocanumerosos conflictos. En Camboya en2004 los campesinos afectados por elcaso mencionado más arriba quemaron500 palmeras, causando a la compañíauna pérdida de 70.000 USD. En Indo-nesia, en 1998 en Kuala Batu, los cam-pesinos incendiaron un campamento detrabajadores y 49 de ellos fueron deteni-dos. Cuatro empleados de la compañíaSrawak Oil Palm (en los hechos miem-bros de las compañías privadas de segu-ridad) fueron muertos y los Dayaks acu-

sados han sido entregados a la justicia.En el mismo país, son los militares queintervienen para echar a las personas desus tierras en provecho de las compañí-as Tanjung Kaltung Sejaktera y DasaAnugeran Sejati. Casos similares semencionan en Malasia, en las Filipinas,en India, en Nigeria, en Gana, enPapuasia-Nueva- Guinea. En Colombia,en la región de Curvarado, descrita pre-cedentemente incluso han tenido lugarmatanzas.

Entre las poblaciones más vulnera-bles se encuentran los pueblos aboríge-nes. Ya hemos hablado de los Dayaksen Sumatra, pero también en la mismaisla, en la zona del parque nacional deBukit Tiga Pulik, los indígenas perdie-ron 3.000 hectáreas, lo que desembocóen un serio conflicto todavía no resuel-to. En Paraguay la desforestación ilegaldel Aroyelo se lleva a cabo a costa delos territorios indígenas. En el SurBolívar en Colombia las comunidadesafro-descendientes son objeto de ex-pulsiones. En Myanmar, en 2006, lacompañía Yan Maing Myint expulsó lasminorías étnicas con la ayuda del ejér-cito y la preparación de las tierras paralas plantaciones se realizó con recluta-miento forzado.

Es preciso señalar también las con-diciones de trabajo punibles en las plan-taciones y los efectos sobre la salud. Enprimer lugar el ritmo y la duración delas jornadas de trabajo. En Salvador lostrabajadores cortan entre 5 y 12 tonela-das de caña por día. En Brasil las cifrasson con frecuencia superiores. En el pri-mer caso el trabajo se extiende durantesiete días sobre siete, por un salarioequivalente a 2.5 dólares al día.

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 171

En Malasia las mujeres proveen el50% de la mano de obra bajo la formade trabajo temporal en el esparcimien-to de los fertilizantes y de los fitosanita-rios, lo cual es tóxico. Se han registradonumerosos accidentes y enfermedades.Los tallos de la caña o las hojas de laspalmeras son muy cortantes y el traba-jo resulta muy peligroso para los ojos.Hay muy poco control médico. Conmucha frecuencia se registran enferme-dades de la piel, quemaduras genitales,fatigas, dolores de cabeza, todas ellasresultantes de los productos químicosutilizados tales como fertilizantes y pes-ticidas y largas jornadas de trabajo sinreposo.

Los sindicatos están con frecuenciaprohibidos, tanto en Asia como enAmérica Latina o cuando existen estánsometidos a medidas represivas, impi-diéndoles realizar sus tareas de defensade los intereses de los trabajadores. EnColombia numerosos dirigentes sindica-les de estos sectores han sido asesina-dos. En el Estado de Sao Paulo en juniode 2007 una huelga de cortadores decaña fue organizada para reclamar lasemana de 30 horas y el pago al metroen lugar de la tonelada. En septiembre2008 más de 200.000 trabajadores de lacaña de azúcar se declararon en huelgaen el Valle del Cauca en Colombia, con

la finalidad de obtener condiciones detrabajo más humanas y para protestarcontra la extensión del monocultivo dela caña de azúcar, el cual invade laszonas de producción del arroz y delbosque tropical.

Como se ha visto, las consecuenciassociales de la extensión de los agrocar-burantes son muy serias. El procesosigue la lógica de la explotación de lamano de obra, en cuanto factor de pro-ducción de costo reducido. De lamisma manera que la destrucción eco-lógica, los efectos sociales pertenecen alas externalidades del cálculo económi-co y no otras son las exigencias de laacumulación del capital que dominanen las tomas de decisiones.

Finalmente, es necesario añadir queen los países del Sur, la puesta en culti-vo de diversas formas de agrocarburan-tes (palma de aceite, eucalipto, etc.)constituye una fuente de ingresos acorto y mediano plazo no despreciablespara los Estados, que no dudan en pro-moverlos a despecho de sus consecuen-cias sociales. De ello resulta un reforza-miento de las desigualdades sociales yuna fuente adicional de corrupción.Antes de sacar lecciones de estas cons-tataciones, abordaremos las dimensio-nes socio-económicas de la agroener-gía.

172 FRANÇOIS HOUTART / Los agrocarburantes o la agroenergía

Introducción

n los últimos años, el tema de laemigración ha tomado una di-mensión espectacular en el

debate académico en el Ecuador. La fre-cuencia y el número de publicacionesque tratan de esta dinámica ponen derelieve su importancia en los estudiosuniversitarios. Sin embargo, la mayoríade estos trabajos pertenecen al campo

de la sociología1 o de la economía.2Así, las cuestiones abordadas son fre-cuentemente las mismas (“redes migra-torias”, “recomposiciones sociales”,“impacto socioeconómico de las reme-sas”) y, por tanto, no permiten conside-rar las transformaciones actuales delmedio rural ecuatoriano desde un puntode vista “puramente” geográfico. Poreso, nuestro propósito aquí es estudiarlos efectos espaciales de la migración,

Diversidad de las estrategias campesinas en la provincia del Azuay: un punto de vista geográficoNasser Rebaï*

En los Andes ecuatorianos, la migración constituye actualmente la dinámica más importanteen el origen de las recomposiciones del medio rural. Si en primer lugar participa en la deses-tructuración de los hogares campesinos, en retorno, provoca nuevas dinámicas agrarias en losespacios de salida. Se propone mostrar los efectos concretos de la migración en la parroquiaOctavio Cordero Palacios, ubicada en la provincia del Azuay, con una mirada más orientadasobre la reorganización del trabajo agrícola y los conflictos campesinos respecto a la tenenciade la tierra.

E

* Doctorante en geografía, Universidad Paris I – Panthéon-Sorbonne (Francia). Laboratorio PRODIG-CNRS/UMR 8586. [email protected]

1 F. Ramírez Gallegos y J.P. Ramírez, La estampida migratoria ecuatoriana. Crisis, redes transnacionalesy repertorios de acción migratoria, UNESCO/Abya Yala, Quito, 2005; G.Herrera, M.C. Carrillo, A.Torres, (eds.), La migración ecuatoriana: transnacionalismo, redes e identidades, FLACSO-Ecuador,Quito, 2006; G. Herrera y J. Ramírez, (eds.), América Latina migrante: estado, familia, identidades,FLACSO-Ecuador, Quito. 2008.

2 M. Quezada Carrión, “La migración internacional de la población urbana de la provincia del Azuay”,en: Economía y Política: Revista de la facultad de ciencias económicas de la Universidad de Cuenca,No. 3, 1998, Cuenca; A. Acosta, Impacto de la migración: una lectura desde la experiencia ecuatoria-na. Remesas de la emigración y su impacto socioeconómico, UNICEF Ecuador, Quito, 2006.

analizando especialmente las transfor-maciones agrarias y los nuevos conflic-tos asociados a la tenencia de la tierraque surgen actualmente en las parro-quias rurales.

El presente texto es el balance par-cial de un trabajo de campo realizadoentre los meses de mayo y de diciembrede 2008 en la parroquia OctavioCordero Palacios (Provincia del Azuay),en el marco de una investigación engeografía en la Universidad de la Sor-bona (Paris). La zona de estudio se ubicaen los Andes australes del Ecuador, auna distancia de 24 Km. de la ciudad deCuenca, con la que mantiene varias for-mas de relación (agricultura comercial,artesanía, empleos urbanos), y es parteconstitutiva del corazón de una regiónde antigua migración internacional.3Así, los grupos campesinos de esta loca-lidad no se limitan a actividades de sub-sistencia sino que viven bajo varias“influencias exteriores”, cuyos roles enlas recomposiciones agrarias locales nosproponemos estudiar.

Hipótesis. La emigración, un factordeterminante de las recomposicionesagrarias

La migración es un factor de trans-formación multidimensional del mediorural. Por un lado, provoca la disminu-ción de la mano de obra y una reorgani-zación de las tareas agrícolas, y por otro

lado, participa en la transformación dela estructura socioeconómica delcampo.4 En el marco de este artículo,vamos a focalizar nuestra atenciónsobre el tema agrario para mostrar cómolas estrategias campesinas, en funciónde la migración, provocan un cambioprofundo en el espacio agrícola. Así,organizaremos nuestra reflexión alrede-dor de una pregunta simple: ¿en quémedida la migración participa en latransformación de las dinámicas agra-rias en los espacios de salida?

Para responder a esta pregunta,organizaremos nuestro trabajo en dospartes. Primero, vamos a presentar lasdinámicas campesinas generales en laparroquia Octavio Cordero Palacios.Analizaremos como las familias valori-zan el espacio agrícola en función de lafalta de la mano de obra disponible delas oportunidades del mercado. Luego,focalizaremos nuestra atención sobrelas dos comunas de la parroquia,Illapamba y San Luis, cuyas dinámicas yevoluciones recientes son muy distintasa pesar de que sean vecinas. Pero antetodo, tenemos que justificar la elecciónde nuestro lugar de estudio.

Metodología

Una primera experiencia instructiva

El primer objetivo era encontrar unalocalidad de tamaño racional pero con

174 NASSER REBAÏ / Diversidad de las estrategias campesinas en la provincia del Azuay: un punto de vista geográfico

3 H. Rodas, “La migración campesina en el Azuay”, en: Ecuador Debate, No.8, 1985, pp. 155-193. 4 L. Martínez, “Migración internacional y mercado de trabajo rural en Ecuador”, et. al., La migración

ecuatoriana: transnacionalismo, redes e identidades, FLACSO-Ecuador, Quito 2006; M.Vaillant, “Másallá del campo: migración internacional y metamorfosis campesinas en la era globalizada. Reflexionesdesde el caso rural de Hatun Cañar (Andes ecuatorianos)”, en: Territorios en mutación: repensando eldesarrollo desde lo local, FLACSO-Ecuador, Quito, 2008. pp. 229-251.

una amplia gama de dinámicas paraconsiderarla como un “laboratorio” delas transformaciones agrarias del mediorural ecuatoriano.

En 2007, un primer trabajo de inves-tigación en la parroquia Juncal, ubicadaen la provincia de Cañar, nos permitióidentificar las causas de una crisis rural:

- una estructura agraria “saturada”,5resultado de una presión demográfi-ca y de un mercado de la tierraintensivo desde hace cuarentaaños;6

- una situación geográfica desventajo-sa por el aislamiento de la localidadrespecto a los centros urbanos ma-yores, que impide cualquier inser-ción comercial;

- un contexto socioeconómico difícilpara los grupos campesinos desdehace casi treinta años (apertura libe-ral al inicio de los años 1980, Ley deDesarrollo Agrario de 1994) y, sobretodo, desde la dolarización en 2000.

En este contexto, habíamos conclui-do que la fuerte emigración campesina– desde hace diez años, principalmentecon destino a Estados-Unidos – era alorigen de cambios importantes en lasprácticas agrícolas, como el aumento delas superficies dedicadas al pastoreo y lareducción de las parcelas de tubérculos.Además, habíamos constatado que laemigración se había vuelto un factor dediferenciación en el acceso a la tierra –al mostrar que las familias con emigran-

tes tenían más facilidades para ahorrar ycomprar nuevas parcelas – y que habíadado lugar a un nuevo criterio de seg-mentación social a nivel local.

Octavio Cordero Palacios, una zonapertinente para estudiar las mutacionesdel medio rural

A través de nuestra investigaciónactual, pretendemos proponer otravisión del campo ecuatoriano, basadasobre un nuevo estudio. La hipótesisasumida es que “en circunstancias dife-rentes, aparecen fenómenos originales”.Así, después de nuestra experiencia enel Cañar, tuvimos que elegir otra locali-dad con dinámicas propias para reunirdos ejemplos pertinentes del mosaicoagrario ecuatoriano. En este contexto, lomás lógico fue orientarnos hacia unazona totalmente opuesta, caracterizadapor dos condiciones fundamentales:

- una emigración mas antigua paraanalizar sus efectos concretos enuna escala temporal mas larga;

- una situación peri-urbana para ca-racterizar las relaciones campo-ciu-dad y ver su influencia en los siste-mas de producción.

La parroquia Octavio CorderoPalacios reunía justamente estos dos cri-terios:

- los primeros migrantes salieron apartir de los años 1960 hacia

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 175

5 J.P. Deler, “Equateur bipolaire”, en : C. Bataillon, J-P. Deler, H.Thery, Amérique Latine, GéographieUniverselle, tome 3, Hachette/Reclus, Paris. 1991, pp. 264-277.

6 N. Rebai, “Juncal de Cañar: la progresiva transformación territorial de una parroquia de la sierra ecua-toriana”. In: Ecuador Debate, No.75, 2008, pp.107-116.

Estados-Unidos, Canadá y Vene-zuela;

- los campesinos de la zona se vanregularmente a Cuenca para venderproductos agrícolas y trabajar.

En este contexto, podíamos, pues,analizar la doble influencia de la migra-ción y de la proximidad urbana en lasestrategias campesinas, y entender endefinitiva sus consecuencias en el paisa-je agrario.

Fuentes de información

En primer lugar, tuvimos que consti-tuir un conjunto de datos demográficospara determinar el tipo de localidad enla que trabajábamos. La primera infor-mación importante era que en un perío-do de casi cuarenta años, la poblaciónde la parroquia Octavio CorderoPalacios disminuyó de 33,4%:

Luego, hemos constatado el creci-miento de las superficies dedicadas al

pasto en tres sectores poblados de laparroquia:

176 NASSER REBAÏ / Diversidad de las estrategias campesinas en la provincia del Azuay: un punto de vista geográfico

Cuadro No.1. Evolución poblacional en la parroquia Octavio Cordero Palacios: 1974 - 2001

Censo Población parroquial

1974 32741982 31341990 27672001 2178

Cuadro No.2. Evolución del uso del suelo en tres sectores poblados de la parroquiaOctavio Cordero Palacios: 1991-2001

Sectores Superficies, en hectáreas

Bosque leñoso Pasto Bosque leñoso Pastoen 1991 en 1991 en 2001 en 2001

Adobepamba 24,95 8,29 10,41 23,38La Dolorosa 46,23 20,80 35,63 28,68Santa Rosa 20,51 14,04 8,79 23,01

Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Fuente: Dirección de Conservación Ambiental ETAPA – Cuenca.

A partir de esta información, nossurgió una pregunta: ¿en qué medida lamigración incide en un cambio profun-do en el uso del suelo? Para encontrar larespuesta, tuvimos que analizar lasestrategias campesinas locales y anali-zar cómo las familias adaptaron susactividades agropecuarias a la falta demano de obra. Por eso, tuvimos queentrar en la dimensión práctica de nues-tra investigación y definir nuestra meto-dología de trabajo de campo.

Lectura del paisaje y entrevistas

Así, debimos combinar dos méto-dos:

- la lectura de paisaje para distinguirlos rasgos importantes del paisajeagrario local;

- las entrevistas con la población paraentender las lógicas campesinas enun contexto familiar y en el contex-to de la parroquia.

Acerca de las entrevistas, tuvimosque articularlas alrededor de dos puntosestrechamente vinculados:

- la historia migratoria familiar:¿quién migró?, ¿cuándo?, ¿durantecuanto tiempo?;

- la organización del trabajo agrícolay la utilización de la tierra, respectoa la historia migratoria familiar:mano de obra disponible, tipo decultivos, compra/venta de tierra,etc.

A partir de este marco metodológi-co, pudimos reunir las informacionespara entender las estrategias campesinasy las recomposiciones agrarias actuales.

Migración, trabajo agrícola y dinámicasagrarias originales

Para poner en práctica nuestra meto-dología, hemos realizado primero 27entrevistas: 21 a familias con emigrantesinternacionales y 6 sin emigrantes, perocon miembros insertados en el mercadolaboral urbano cuencano7.

Inserción comercial, inserción laboral:el vínculo capital con la ciudad

Con la lectura de paisaje, los dosprimeros elementos que nos llamaron laatención eran, pues, los amplios espa-cios dedicados al pasto, y sobre todo, lamultitud de huertos. Durante nuestrasentrevistas, preguntamos el origen deeste paisaje agrario.

De parte de las familias con emi-grantes, las repuestas fueron simples eidénticas. Para ellas, el objetivo es vin-cularse al mercado urbano de Cuencapara sacar ingresos regulares; entonces,los cultivos de ciclo largo como el maíz,el haba o el fréjol desaparecen progresi-vamente. Con la falta de mano de obra,las personas que se quedan (mujeres,viejos y niños) prefieren aumentar porun lado las superficies de pasto paravender la leche y criar cuyes, y por otrolado, intensificar el trabajo sobre microhuertos para vender hortalizas. Así, asis-

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 177

7 Está información nos permite entender la importancia de la emigración local. Concretamente, fue muydifícil para nosotros encontrar a familias sin emigrantes.

tamos a un cambio profundo en lasprácticas agrícolas: las superficies decultivos de ciclo largo se reducen cadavez más porque no aseguran la supervi-vencia diaria de los hogares, mientrasque la venta de leche, de quesillos y dehortalizas forma la parte más importan-te de la economía familiar, excepto lasremesas por supuesto.

De parte de las familias sin emigran-tes, el esquema es lógicamente diferen-te. Las superficies dedicadas al pastoson reducidas porque cultivan todavíael maíz, el haba y el fréjol para el auto-consumo. No tienen ingresos con laventa de leche (o muy pocos) y algunosmiembros (padres e hijos en general)deben ir a trabajar a Cuenca en otrossectores de empleo (como obreros enparticular). En estos casos, la mayorparte de los ingresos familiares provie-nen de los salarios urbanos mientrasque la venta de frutales, de hortalizas ode quesos constituye una parte reducidade la economía del hogar.

Así, la migración provoca una pri-mera forma de diferenciación, tanto enla utilización de la tierra como al niveldel desarrollo de la economía familiar.Pero en ambos casos, la migraciónimplica una nueva gestión del tiempo,implicando la priorización del trabajoagrícola en el marco familiar.

Hacia una transformación de las tierrascomunales

Por consecuencia, la mayoría de lasfamilias ya no van a trabajar a las tierras

comunales. Primero, con la falta demano de obra, la gente ya no tiene eltiempo de subir hasta las tierras masaltas de la zona8 y entonces, prefiereabandonar su derecho de acceso a lascomunas. Es lo que hemos visto princi-palmente en el caso de Illapamba, cuyonúmero de comuneros es actualmentemuy bajo, 13 exactamente, mientrasque al fin de la década de 1960, al ini-cio de la ola migratoria, la comunaconstaba de 87 comuneros. Segundo,con la ausencia de una parte de lapoblación, los hombres en particular,surgen nuevos tipos de conflictos a pro-pósito del uso de las tierras comunales.En el caso de San Luis, hubo una divi-sión de la tierra en 2004 por la iniciati-va de un dirigente y de un grupo deindividuos que actuaron sin consultar alas familias que tenían miembros emi-grados. Así, aprovecharon de un contex-to que les era favorable para volverse ennuevos poseedores de la tierra.

Desde un punto de vista metodoló-gico, tuvimos pues que seguir nuestrasentrevistas para entender las lógicascampesinas respecto al uso de las tierrascomunales en los dos sectores evoca-dos. Así, en el caso de Illapamba, entre-vistamos a 10 de los comuneros, y en elde San Luis, hablamos con el presiden-te de la comuna y otros representantesde la parroquia para oponer los diferen-tes discursos y entender cual era el ver-dadero motivo de división de la tierra.De costumbre, las comunas constituyen

178 NASSER REBAÏ / Diversidad de las estrategias campesinas en la provincia del Azuay: un punto de vista geográfico

8 Las comunas de Illapamba y San Luis se ubican entre 3.200 y 3.400 msnm. mientras que los sectorespoblados de la parroquia están entre 2.600 y 3.200 msnm.

un espacio estratégico como bien públi-co y colectivo en el que las familiascampesinas pueden aprovechar del bos-que leñoso, de áreas colectivas de pastopara los animales y de parcelas colecti-vas de cultivos para el consumo. Peroahora, con la “hemorragia demográfica”local, el uso del suelo ha cambiadomucho.

Nuevas prácticas campesinas, nuevouso del suelo

Las tierras de Illapamba representan184 ha, y actualmente, el 36,4% delárea comunal está dedicado al pasto. Elsiguiente cuadro pone de relieve la evo-lución del uso del suelo en la comunaIllapamba entre 1991 y 2001. Al leerlo,nos enteramos de que el incremento dela superficie de pasto se hizo en perjui-cio de los bosques y de los páramos.

¿Que significa eso? Según los testi-monios de los comuneros, hace tresdécadas, la superficie cultivada eramucho más importante: había maíz ytubérculos mientras que el área de pastoera reducido. El sector comunal permi-tía a las familias campesinas de la zonaasegurarse de volúmenes más importan-tes de cultivos de autoconsumo. Hoydía, esta lógica ha desaparecido y loscomuneros prefieren dedicarse única-mente a la cría de ganado y de cuyes.De hecho, pasa en la comuna lo que

ocurre al nivel de las fincas en las partesbajas: la falta de mano de obra conducea una desaparición progresiva de loscultivos de ciclo largo y obliga a loscomuneros dedicarse a la ganaderíapara sacar ingresos con la venta deleche. Por eso, la superficie de pastodentro del área comunal ha aumentadode 165% entre 1991 y 2001, hasta con-quistar una parte del espacio de lospáramos (8%). Eso, con el corte de leñapara el consumo doméstico, provocótambién una importante reducción de la

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 179

Cuadro No. 3. Evolución del uso del suelo en la comuna Illapamba: 1991-2001

Uso del suelo Superficies, en hectáreas

1991 2001 Evolucióndecenal

Bosque (vegetación leñosa) 109 75 - 31%

Pasto 25,3 67 + 165%

Páramo 51,2 47,1 - 8%

Cultivos asociados(maíz, fréjol, haba, alverja, papa) 2,5 1,4 - 44%

Fuente: Dirección de Conservación Ambiental ETAPA – Cuenca.

superficie de bosque (-31%) dentro delespacio comunal. Así, progresivamente,la frontera agrícola (o más bien pecua-ria) reculó, a medida de la bajada delnúmero de comuneros y del crecimien-to de la migración en la parroquia.Actualmente, los 13 comuneros cultivancolectivamente una hectárea y mediode papas, maíz y hortalizas. La mitad delas cosechas se distribuye entre loscomuneros mientras que la otra mitadse vende en Cuenca y los ingresos sir-ven a la caja comunal para la comprade semillas y de material. Ahora, lasúltimas familias que pertenecen a laorganización se encuentran en situacio-nes sociales diferentes, pero todas nece-sitan ir a trabajar a la comuna por variasrazones. Por un lado, se encuentranfamilias con muchos miembros y quededican sus propias tierras a los cultivosde autoconsumo, por eso siguen yendoa la comuna para dejar pastar los ani-males (7 familias); y por otro lado, vie-nen familias muy vulnerables con pocosmedios de supervivencia, como lasmujeres viudas sin tierra, las madres sol-teras y las parejas viejas (6 familias).

Conflictos y cambios en el acceso a latierra

En el caso de la comuna San Luis, eltrabajo fue más complicado porque noestuvimos en contacto directo con losdueños de las nuevas parcelas. Pero,

pudimos hablar con varios actoresimportantes de la parroquia para con-frontar los discursos respecto al procesode privatización de la tierra.

En el discurso oficial de la juntaparroquial, la división de las tierras deSan Luis se hizo porque la gente que nohabía migrado quería aprovechar de latierra9, mientras que el resto de lacomunidad10 recibe remesas. A conti-nuación, hicimos una entrevista con elpresidente de la comuna San Luis yaprendimos que él migro cuatro veces aEstados-Unidos en el pasado y quedesde su vuelta definitiva en 1999 habíatenido un rol político importante, y quegracias a sus propios ahorros, habíacomprado tierras en la parroquia.Entonces el argumento de la pobreza yano podía ser legítimo. Por eso, hable-mos con los técnicos del Ministerio deAgricultura (MAGAP), para enterarnosdel marco jurídico de este proceso. Ellosnos explicaron la situación así:

- el proceso de privatización es ilegalporque el presidente de la comunano consultó a todas las familias de lacomunidad, sino que se apoyó sobreunos compañeros fieles (antiguosmigrantes por la mayoría) con quie-nes hizo el trámite;

- los títulos expedidos por el InstitutoNacional de Desarrollo Agrario(INDA) no pueden ser legales por-que la Constitución ecuatoriana de

180 NASSER REBAÏ / Diversidad de las estrategias campesinas en la provincia del Azuay: un punto de vista geográfico

9 Luego, durante una entrevista privada, el presidente de la comuna nos declaró que “la tierra perteneceal que la trabaja”, como si la privatización de las tierras de San Luis fuera un proceso de reforma agra-ria autónomo.

10 Los comuneros de la comuna San Luis pertenecen la mayoría a la comunidad Parcoloma.

1998 definía las tierras comunalescomo “indivisibles”11.

Sin embargo, los ingenieros delINDA tuvieron otro argumento. Segúnellos, la privatización de la comuna SanLuis fue posible porque nunca existióescritura del área comunal. Eso, por elmomento, no se lo puede verificar y porconsecuencia, no se puede actuar parainvertir el proceso. Entonces, para losingenieros del INDA, no fue una privati-zación de tierras colectivas sino másbien una titulación de “tierras baldías”.

Entonces, nos encontramos actual-mente frente a un embrollo jurídico sinreal poder de retroacción porque solo elINDA publica las escrituras. Los testi-monios de varios campesinos nos die-ron a conocer que la privatización delas tierras se hizo en secreto, conmedios de presión y de intimidacióncontra los que se oponían al proceso.De hecho, el presidente de la comuna ysus compañeros aprovecharon de laausencia de la mayoría de los jefes dehogares para dividir la tierra y distribuirlos títulos de manera arbitraria. En estecontexto, las mujeres y los viejos fueronvíctimas de un grupo de interés nueva-mente constituido que usó de todos losmedios posibles (con la probablecorrupción de los técnicos del INDA)para apropiarse de los bienes colectivos.Hoy día, sobre los 221 ha. de la comu-na San Luis, 67,5 ha. están compartidasen 90 lotes de 7500 m_ promedio, y elresto se quedó como zona de protec-ción. Ahora, los “nuevos propietarios”dejan las parcelas con pasto para su

propio ganado o para vender la hierba alos que ya no tienen acceso a las tierrascomunales.

En definitiva, la privatización delsector comunal de San Luis creó unaruptura profunda dentro de la comuni-dad. Los antiguos migrantes que forma-ron un grupo de interés fuerte se torna-ron en propietarios de más tierra, perosobre todo se volvieron los dueños deuna nueva forma de poder local que pri-vilegia los intereses individuales antesque el interés colectivo. Concretamente,observamos que las tierras comunalestomaron un valor mercantil y que per-dieron su interés principal, el de ser unespacio de uso colectivo al servicio dela comunidad campesina. Aquí, tene-mos la prueba de que la migración,como estrategia individual, participa enla eclosión de nuevos actores en elmedio rural que actúan ahora en fun-ción de su propia ambición, y ya nodentro de un marco colectivo. El acapa-ramiento y el uso intensivo del suelopara criar ganado podrían provocardaños ambientales importantes a largoplazo, con fenómenos de erosión y unapresión cada vez más importante sobrelos recursos hídricos. Pero sobre todo, lamigración, como fenómeno banalizadoen el medio rural, podría ocasionar lageneralización de este tipo de conflictoy fragilizar cada vez más los gruposcampesinos.

A modo de conclusión

Con este artículo, hemos intentadomostrar la variedad de dinámicas que

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 181

11 Constitución de la República del Ecuador (1998): Título I, Capítulo V, Sección primera, Párrafo 2.

existen localmente en el medio rural. Enla parroquia Octavio Cordero Palacios,esta variedad resulta principalmente dela emigración que, a lo largo de losaños, se ha vuelto un criterio de análisisfundamental de las estrategias campesi-nas. Tanto a nivel de los usos del suelocomo en las vías de acceso a la tierra, lamigración provoca transformacionesprofundas y obliga a los campesinosadaptarse a nuevas condiciones de tra-bajo. En el caso de la parroquia OctavioCordero Palacios, la cercanía de la ciu-dad de Cuenca constituye sin embargouna ventaja para las familias que pue-den orientarse hacia una agriculturacomercial. Eso nos indica la alta capaci-dad de los grupos campesinos a organi-zarse y a responder a la demanda urba-na a pesar de dificultades como la faltade mano de obra. No obstante, la trans-formación actual del medio rural por lamigración no favorece obligatoriamenteel desarrollo de la agricultura campesi-na. El pragmatismo de la mayoría de loscampesinos encontrados que siguen tra-bajando sobre microespacios no nospermite olvidar a los que se quedanmarginalizados, sin recursos y sin posi-bilidades de vincularse a la ciudad. Si lamigración participa actualmente delmejoramiento de las condiciones devida de muchas familias campesinas,solo lo hace en un plano material y noconstituye un eje viable de desarrollo.Peor, asistimos en ciertas situaciones ala degradación de las relaciones socia-les y a una pérdida de la conscienciacolectiva. Sin hablar del “fin de los cam-pesinos”, la salida cada vez más impor-tante de los jóvenes y los abandonos detierras comunales nos deben llamar la

atención para actuar a favor del renaci-miento de la agricultura campesina. Poreso, serían necesarias políticas agrariasfuertes que garanticen la producción yla venta de cultivos locales, y en defini-tiva, que permitan el mantenimiento delos empleos rurales.

Bibliografía

ACOSTA A.2006 Impacto de la migración: una lectura

desde la experiencia ecuatoriana. Reme-sas de la emigración y su impacto socio-económico, UNICEF Ecuador, Quito.

DELER, J-P.1991 “Equateur bipolaire”. In: BATAILLON C.,

DELER J-P., THERY H., Amérique Latine,Géographie Universelle, tome 3, pp.264-277, Hachette/Reclus, Paris.

Dirección de Conservación Ambiental ETAPA-Cuenca

2008 Memoria del taller “Planificación opera-tiva anual 2008 en las áreas de aporte alas captaciones de agua en la microcuen-ca del río Sidcay”, Cuenca.

HERRERA, G., CARRILLO, M.C., TORRES, A. (eds.)2006 La migración ecuatoriana: transnaciona-

lismo, redes e identidades, FLACSO-Ecuador, Quito.

HERRERA, G., RAMIREZ, J. (eds.)2008 América Latina migrante: estado, familia,

identidades, FLACSO-Ecuador, Quito. MARTINEZ, L.

2006 “Migración internacional y mercado detrabajo rural en Ecuador”. In: HERRERAG., CARRILLO, M.C, TORRES, A. (eds.),La migración ecuatoriana: transnaciona-lismo, redes e identidades, FLACSO-Ecuador, Quito.

QUEZADA CARRIÓN, M.1998 “La migración internacional de la pobla-

ción urbana de la provincia del Azuay”.In: Economía y Política: Revista de laFacultad de Ciencias Económicas de laUniversidad de Cuenca, No.3, Cuenca.

RAMIREZ GALLEGOS, F., RAMIREZ, J.P.2005 La estampida migratoria ecuatoriana.

Crisis, redes transnacionales y repertorios

182 NASSER REBAÏ / Diversidad de las estrategias campesinas en la provincia del Azuay: un punto de vista geográfico

de acción migratoria, UNESCO/AbyaYala, Quito.

REBAI, N.2008 “Juncal de Cañar: la progresiva transfor-

mación territorial de una parroquia de lasierra ecuatoriana”. In: Ecuador Debate,No.75, pp.107-116, CAAP, Quito.

RODAS, H.1985 “La migración campesina en el Azuay”.

In: Ecuador Debate, No.8, pp. 155-193,CAAP, Quito.

VAILLANT, M.2008 “Más allá del campo: migración interna-

cional y metamorfosis campesinas en laera globalizada. Reflexiones desde elcaso rural de Hatun Cañar (Andes ecua-torianos)». In: Territorios en mutación:repensando el desarrollo desde lo local,pp. 229-251. FLACSO-Ecuador, Quito.

ECUADOR DEBATE / DEBATE AGRARIO-RURAL 183

Introducción

os cantones Cotacachi y Otavaloen la provincia de Imbabura enla Sierra Norte del Ecuador han

constituido una fortaleza del movimien-to indígena del país y desde su forma-ción en 1995 de su organización políti-co-electoral; Pachakutik.3 En Cotacachi,

el economista Auki Tituaña fue electoalcalde en 1996 y en Otavalo el soció-logo Mario Conejo en el 2000, ambosrepresentantes de Pachakutik y comoprimeros alcaldes indígenas en su res-pectivo cantón. En este artículo se ofre-ce un análisis del impacto que ha teni-do el movimiento político del presiden-te Rafael Correa en el movimiento indí-

ANÁLISIS

Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo1

Rickard Lalander2

Las victorias de Rafael Correa y su Movimiento PAIS (Patria Altiva y Soberana), en las eleccio-nes presidencialesde 2006 y 2009, han afectado duramente tanto al movimiento indígenaecuatoriano como a sus principales organizaciones. Se analiza el “efecto” Correa en Otavaloy Cotacachi poniendo atención en los actores políticos locales sus estrategias, alianzas y rup-turas organizativas. Los procesos políticos locales tienen su propia dinámica, existen raíces yrelaciones históricas entre los diferentes actores sociales y políticos que incluyen antiguos vín-culos con la izquierda.

L

1 El estudio es un avance del proyecto ”From Exclusion to Government in Ecuador: Indigenous MovementStrategies and Political Power Structures in Otavalo and Cotacachi” (De la exclusión al gobierno enEcuador: Estrategias del movimiento indígena y las estructuras políticas de poder en Otavalo yCotacachi), apoyado institucionalmente por el Instituto de Estudios Latinoamericanos, Universidad deEstocolmo, Suecia y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales/FLACSO, sede Quito, Ecuador yeconómicamente por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo/ASDI-SAREC(2007-2009). Una versión anterior (pre-electoral) del artículo se ha publicado en la Revista CienciasSociales, No. 31, 2009, Quito. El autor quiere expresar un agradecimiento especial a todos los infor-mantes en Imbabura y Quito, asimismo a mi asistente de investigación Janneth Terán.

2 Politólogo. Investigador y profesor en el Instituto de Estudios Latinoamericanos, Universidad deEstocolmo. Doctor y catedrático en Estudios Latinoamericanos, Universidad de Helsinki, Finlandia.Investigador asociado a la Universidad Andina Simón Bolívar, Quito. Editor y co-autor de Política ysociedad en la Venezuela del Chavismo (2006), autor del libro Suicide of the Elephants? VenezuelanDecentralization between Partyarchy and Chavismo (2004) y de varios artículos sobre el movimientoindígena ecuatoriano y la democracia en los países andinos. http://www.ispla.su.se/[email protected]

3 Nombre completo de la organización: Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik – NuevoPaís/MUPP-NP.

gena de Cotacachi y Otavalo. Las victo-rias de Rafael Correa y su MovimientoPAIS (Patria Altiva y Soberana), en laselecciones presidenciales de 2006 y2009, han afectado duramente tanto almovimiento indígena ecuatoriano comoa sus principales organizaciones. Lascondiciones iniciales de lucha y anti-política contra el neoliberalismo se ventransformadas con un presidente de eti-queta izquierdista. Se estudiará el efec-to Correa a nivel cantonal desde dife-rentes perspectivas, con el enfoque prin-cipal en los actores políticos locales ysus percepciones sobre las estrategias,alianzas y rupturas organizativas dentrode las organizaciones indígenas. Noobstante, los recientes procesos políti-cos locales tienen su propia dinámica,existen raíces y relaciones históricasentre los diferentes actores sociales ypolíticos que deben ser considerados enel análisis. El aspecto del dilema inter-cultural en los gobiernos locales admi-nistrados por indígenas constituye unfactor importante en el análisis de alian-zas políticas locales. Vale subrayar quelos aspectos de democracia deliberativao administración municipal no son cen-trales en este artículo, si bien es ciertoque forman parte de la estructura local.

Para comprender mejor el procesopolítico más reciente es importantereconsiderar el papel histórico de losindígenas así como su crisis organizati-va, que ha abierto las puertas para otrostipos de alianzas sociales y movimien-tos políticos. Desde los primeros añosdel siglo 21, el movimiento indígena

ecuatoriano, reconocido como el actorpolítico emergente más impactante delpaís desde 1990, se encuentra en crisis,sus principales organizaciones marca-das por tensiones, conflictos y divisio-nes internas. Desde el enfoque políticode bases locales, el movimiento indíge-na ecuatoriano puede clasificarse comoel más fuerte del continente. A partir dela institucionalización política de laConfederación de NacionalidadesIndígenas del Ecuador (CONAIE), amediados de los 1980s, los triunfoselectorales municipales de Pachakutik apartir de 1996, hasta el aporte indígenaen el proceso constituyente de 1997-98,han significado un reconocimiento polí-tico-social-cultural de la población indí-gena ecuatoriana. El movimiento indí-gena no solamente ha sido un actorpolítico decisivo en temas de educaciónbilingüe, desarrollo rural y diseño insti-tucional, también ha contribuido alderrocamiento de dos presidentes;Abdalá Bucaram en 1997 y JamilMahuad en el 2000. Asimismo hayinvestigadores que enfatizan el papel delos partidos indígenas en el campo defortalecimiento de la democracia, a tra-vés de la inclusión de un grupo social yétnico tradicionalmente marginalizado,así como un modelo posiblemente mássaludable de conexiones partido-socie-dad y las relaciones interétnicas.4 En laselecciones presidenciales de 2002 elmovimiento indígena se alió con elcoronel y ex-golpista Lucio Gutiérrez.Sin embargo, la alianza duró poco y elmovimiento indígena llegó a ser parte

186 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

4 Por ejemplo: Rice, 2009, Van Cott, 2008.

de los críticos opositores del gobierno.5A partir de la alianza pasajera con elPresidente Gutiérrez el movimientoindígena ha experimentado una crisispolítica, social y de representación polí-tica, sobre todo a nivel organizativonacional. Las organizaciones indígenashan experimentado rupturas, e igual-mente se han formado nuevas alianzaspolíticas a partir de entonces, si bien escierto que Pachakutik ha mantenido sufuerza a nivel local. En las eleccionesmunicipales de 2004, Pachakutik ganóla alcaldía en 17 municipios, entre otrosen Otavalo y Cotacachi.

En el contexto del auge de RafaelCorrea, la politóloga Tanya Korovkinestablece dos factores explicativos delrelativo fracaso electoral del movimien-to indígena y el apoyo por parte delmismo electorado según su definición.Primero, la relación históricamente cer-cana entre los indígenas y la izquierdaecuatoriana. Con razón Korovkin enfati-za que la gran mayoría de los investiga-dores ha ignorado este aspecto de rela-ciones históricas. Segundo, se destaca lacrisis interna del mismo movimientoindígena.6 Generalmente, el movimien-to indígena ecuatoriano está identifica-do a nivel de las comunidades, y se hacaracterizado por un alto grado de des-confianza hacia los liderazgos naciona-les, incluso dentro de las mismas orga-nizaciones indígenas. En este artículo seenfatiza la importancia de analizar lasrelaciones entre actores políticos/socia-les a nivel local, para poder visibilizar

mejor las tensiones históricas y los cam-bios de las mismas. A nivel cantonalPachakutik ha logrado mantener su for-taleza, con distintos tipos de alianzaspolíticas locales. Sin embargo, en laselecciones de 2009 Pachakutik perdiósus alcaldías en Imbabura, pero viotriunfos en otras partes de la Sierra y laAmazonía.

En el escenario electoral del 2009 elmovimiento indígena se encuentra divi-dido en Cotacachi y Otavalo y hayconexiones directas con los avances delMovimiento PAIS de Correa. El desarro-llo del movimiento indígena deCotacachi es un caso muy particular yaque allí la alianza del alcalde Tituaña seestableció en 1996 con el movimientocampesino asociado al Partido Socia-lista-Frente Amplio, la UNORCAC(Unión de Organizaciones CampesinasIndígenas de Cotacachi). En las eleccio-nes cantonales del 26 de abril de 2009,hubo dos candidatos indígenas quecompitieron por la alcaldía, Tituaña porPachakutik, ahora sin alianza con elmovimiento campesino indígena, yAlberto Andrango, co-fundador de laUNORCAC y candidato oficial deMovimiento PAIS para el cargo de alcal-de. En Otavalo Mario Conejo se presen-tó para su re-elección como candidatopor la lista 35 del Movimiento PAIS. Yaen enero de 2006, Conejo había oficia-lizado su desafiliación de Pachakutik ymás tarde el mismo año se presentó conun movimiento político nuevo; la MingaIntercultural. Fue el punto culminante

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 187

5 Para un análisis profundo del proceso político de 2002 y el triunfo de Gutiérrez, véase: Quintero López,2005. Para reflexiones de los protagonistas indígenas de la alianza, véase: VVAA, 2004.

6 Korovkin, 2007.

de una relación que había sido conflic-tiva desde su inicio, entre el grupo alre-dedor de Conejo y el movimiento indí-gena nacional, provincial y local. Ya apartir del mismo año 2006, comenzó aestablecerse un diálogo y acercamientoal movimiento de Correa, una alianzaque finalmente se concretizó en el pro-ceso electoral de 2009. En los dos muni-cipios los candidatos indígenas de PAIS;-Andrango y Conejo-, fueron electosalcaldes. En este artículo se resalta laimportancia de alianzas entre actoresindígenas y de otras organizacionesizquierdistas, tanto las más históricas,como el Partido Socialista, y el movi-miento más reciente alrededor del presi-dente Correa.

Por un lado el proceso político dealianzas sociales podría entendersecomo un tipo de cooptación desde arri-ba de movimientos sociales que seencontraban en crisis de militancia ycredibilidad. Pero con una perspectivadesde abajo, el mismo proceso puedeinterpretarse en términos de unificaciónde las fuerzas sociales, como el caso dela FENOCIN y otras organizaciones quese han aliado con Correa. La estructuraorganizativa del Movimiento PAIS sepuede clasificar como muy abstractahasta la actualidad, especialmente anivel cantonal. Sólo a partir del procesoelectoral de 2009 se puede percibiresfuerzos de unificar la organización,pero entre sus representantes PAIS hasufrido igualmente de oportunismo indi-vidualista en todos los niveles político-territoriales. En las teorías del populis-mo un criterio para su definición tratadel contacto directo entre el líder y lasmasas. Los rasgos personalistas y popu-listas del movimiento se destacan con la

concentración del poder en su máximodirigente. Igualmente, entre los populis-tas es habitual la creación de un granproyecto nacional, por ejemplo un pro-ceso constituyente muy asociado al pre-sidente, como en el caso de Correa. Noobstante, en este artículo no habrá unesclarecimiento más profundo y analíti-co de la estructura organizativa delMovimiento PAIS, o de cuáles de losactores políticos son más de izquierda,o cuán izquierdista o populista es el pre-sidente Correa, sino que el objetivo esmás bien reflexionar analíticamentesobre los procesos políticos a nivel can-tonal. En este contexto el MovimientoPAIS aparece más bien como una arenaestructural, mientras el enfoque centralse concentra en los actores indígenas.De forma igual se presentan las particu-laridades contextuales relacionadas almovimiento indígena de los dos munici-pios, para poder comprender mejor losescenarios políticos actuales. Se enfati-za la necesidad de considerar analítica-mente aspectos de procesos políticoslocales, estructuras sociales y compleji-dades organizativas a nivel local, y nosólo enfocar el posible carácter populis-ta del mandatario nacional. En el pre-sente estudio las interpretaciones porparte de los actores políticos a nivellocal son fundamentales y se ha realiza-do entrevistas semi-estructuradas entre2004 y 2009 con una gran cantidad delos protagonistas políticos.

Al estudiar los éxitos y/o los fracasosde distintos grupos sociales y políticosorganizados, el ambiente político es degran importancia. Las ideas de estructu-ras de oportunidades políticas han sidoutilizadas en el análisis de movimientossociales y las posibilidades de los acto-

188 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

res sociales para movilizarse. Los cam-bios institucionales, estatales y políticosson fundamentales para la posición rela-tiva de la organización y sus expectati-vas de alcanzar influencia política.Diferentes factores influyen sobre lasorganizaciones ciudadanas y políticas,como la estructura del estado, el esque-leto legal, el grado de apertura (o cierre)del sistema político, y el concurso entrelos diferentes actores políticos. Para elpresente estudio es importante ademássubrayar los aspectos de la presencia/ausencia de aliados políticos, es deciralianzas de actores locales con un fuertemovimiento político nacional, así comolas posibles divisiones entre las élitespolíticas del país.7 Deborah Yashar hautilizado un modelo metódico inspiradopor la aproximación de estructuras deoportunidades políticas, para analizarlos avances de movilización de losmovimientos indígenas en AméricaLatina, y enfatiza las tensiones entre laetnicidad y el contexto democrático, asícomo la importancia del espacio políti-co para comprender mejor las variacio-nes entre diferentes organizaciones ypueblos indígenas.8 Las oportunidadespolíticas pueden existir en las estructurasinstitucionales, pero asimismo puedenconstruirse por los mismos actores, porejemplo a través de alianzas políticas. Enmunicipios con una muy fuerte repre-

sentación poblacional indígena y forta-leza organizativa del partido y movi-miento social indígena las expectativasdel electorado indígena tienden a sermuy agudas, luego de siglos de exclu-sión. En tales espacios territoriales depoblación indígena fuerte normalmenteresulta más fácil para un alcalde radicalindígena concentrarse en las prioridadesy demandas de origen étnico, mientrasque en aquellos con una poblaciónmezclada e intercultural, el alcaldedependerá más de alianzas y/o compro-misos con los sectores no-indígenas.9

Pachakutik ha sido clasificado comoun partido político orgánico, es decircon relaciones vivas y flexibles a nivellocal. En un reciente libro, Donna LeeVan Cott presenta un análisis compara-tivo de diez gobiernos municipales indí-genas en Bolivia y Ecuador, entre estoscasos Otavalo y Cotacachi. Según VanCott los partidos orgánicos, comoPachakutik, son vehículos electoralesformados como brazos políticos deorganizaciones y redes sociales, y enfa-tiza que éstas son organizaciones idea-les para alcaldes innovadores y radica-les. Una ventaja en comparación conlos partidos tradicionales, puede ser quelos partidos orgánicos son menos rígi-dos y más aptos para realizar cambiosinstitucionales. No obstante, al mismotiempo tienden a ser más débiles en

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 189

7 Tarrow, 1994; Lalander, 2004: 50-53.8 Yashar, 2005. Yashar argumenta que el movimiento indígena ecuatoriano desde la perspectiva organi-

zativa es el movimiento indígena más fuerte del continente. Por supuesto, el libro de Yashar se publicójustamente antes de la victoria de Evo Morales en las elecciones presidenciales de Bolivia, pero lo queYashar quiere mostrar es la fortaleza organizativa del movimiento indígena ecuatoriano y la existenciade una confederación indígena (la CONAIE) de cobertura nacional, con una fuerte base a nivel de lascomunidades. Ver también: Zamosc, 2007; Rice, 2009.

9 Rice, 2009: 18.

cuanto al grado de institucionaliza-ción,10 un aspecto muy importante aconsiderar en este artículo. Esta lógicapuede también analizarse al revés, esdecir examinando cuán orgánica es laorganización social o la red social alre-dedor de un alcalde indígena radical oinnovador, incluso en su relación al par-tido o movimiento político.

El contexto histórico de los Kichwa-Otavalos

Para poder comprender mejor lasestrategias más recientes de las organi-zaciones indígenas y las condicioneslocales del establecimiento de alianzaspolíticas, vale considerar el contextohistórico desde la perspectiva del movi-miento indígena en los dos municipios.Igualmente es importante enfatizar lasdiferencias y semejanzas entre los dos.La población indígena de Cotacachi yOtavalo pertenece, étnica y cultural-mente, a la misma nacionalidad indíge-na, los Kichwa-Otavalos. Ambos canto-nes se identifican como la cuna intelec-tual del movimiento indígena nacional.Las ubicaciones geográficas cercanas(15 kilómetros), nexos familiares, proce-sos migratorios históricos, así comoactividades comerciales y culturalesentre los dos cantones han contribuido

a una sensación de compartir un pasadocomún. No obstante, hay importantesdiferencias entre los dos cantones.

Otavalo es popularmente conocidopor su mercado de artesanía y textiles(el mercado indígena más grande delmundo), mientras que la actividad eco-nómica de Cotacachi es la agricultura yla producción de cuero. Según el censopoblacional de 2001, Otavalo tiene laproporción más grande de poblaciónindígena de toda la provincia deImbabura, un 55.35% de una poblaciónde 90,188 se auto-identifican comoindígena. En Cotacachi, de los 37.254habitantes el nivel de auto-identifica-ción indígena es de 37.30% según lamisma fuente.11 No obstante, el Muni-cipio de Cotacachi presenta otras cifras,un 60% de población indígena, un 35%mestiza y el restante 5% de origen afro-ecuatoriano.12 Otra diferencia marcadaen términos de carácter geográfico ysocio-cultural es la diversidad que pre-senta Cotacachi en sus tres zonas; lazona urbana con una población mayori-tariamente blanco-mestiza, la zona ruralandina de las comunidades indígenas, yfinalmente la zona subtropical de Intag,con un perfil poblacional variado sien-do la unidad territorial más grande delcantón, tanto en habitantes como enextensión territorial.13

190 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

10 Van Cott, 2008: 215-216.11 Censo citado en Torres, 2004.12 http://www.cotacachi.gov.ec/htms/esp/ciudad/canton.htm 13 Intag tiene 12.087 habitantes (32,4%), mientras que las zonas urbana y andina en total asciende a

25.167 (67,6%), según el censo utilizado por el Municipio. http://www.cotacachi.gov.ec/. Es oportunoclarificar que por motivos de delimitaciones del enfoque, en el presente artículo no se incluirá en elanálisis los aspectos relacionados al conflicto sobre la minoría en el Intag, un problema que sin dudaha polarizado la sociedad y que es un punto clave en la agenda del movimiento indígena. Aquel temamerecería un propio estudio más profundo.

Otavalo ha sido destacado comouna sociedad excepcional en la que losciudadanos indígenas han logradomejoras económicas y sociales, sin per-der sus valores culturales fundamenta-les. A través de su artesanía y comercioy procesos migratorios, lograron superarlos obstáculos tradicionales de la discri-minación tradicional, y convertir a lazona urbana en indígena, en vez deblanco-mestiza.14 Vale enfatizar asimis-mo el aspecto de la educación. Unacantidad creciente de viajeros otavale-ños regresaron a la ciudad, no sólo for-talecidos económicamente, sino tam-bién con títulos universitarios. Algunosautores15 mencionan la existencia deuna posible “burguesía indígena” enOtavalo, con su núcleo en la comuni-dad de Quinchuquí, lo que le permitiríacomprender mejor los posteriores avan-ces políticos del movimiento indígena.Es interesante resaltar que las familiasde los dos alcaldes protagonistas delestudio, Auki Tituaña y Mario Conejo,son de Quinchuquí.16 Igualmente queel economista Tituaña y el sociólogoConejo representan la nueva generaciónde indígenas intelectuales.

En cuanto a las actividades de luchacampesina indígena más organizada, la

Federación Indígena y Campesina deImbabura (FICI), se fundó en 1975 conparticipación de dirigentes campesinosindígenas jóvenes de ambos cantones yapoyo de la nueva generación de indí-genas intelectuales de Otavalo. Las acti-vidades de estos intelectuales indígenasse caracterizaban más por el fortaleci-miento de la identidad indígena que porla expansión comercial local.17 Pocotiempo antes de realizarse la transicióna la democracia en 1979, la FICI fueprotagonista de movilizaciones indíge-nas contra las autoridades blanco-mesti-zas.18 Asimismo, la FICI colaboró confederaciones indígenas de Chimborazoy Pastaza en la formación de laCONAIE, y a partir de 1986 la FICI hamantenido su papel como principal or-ganización local y provincial de larepresentación indígena, así como lafilial provincial de la CONAIE.19

Si el caso otavaleño presenta unescenario significativamente urbano,Cotacachi provee un contexto muchomás rural de la lucha campesina indíge-na. Los dirigentes indígenas que habíanparticipado en la formación de la FICI,entre otros Alberto Andrango, decidie-ron separarse de la federación basadaen Otavalo y crear su propia organiza-

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 191

14 Meisch, 2002.15 P.ej. Korovkin et.al, 2002: 90-91.16 No obstante, el autor del presente artículo es crítico ante el uso del concepto de burguesía para clasi-

ficar a los indígenas comerciantes que lograron fortalecer su situación socio-económica. Indígenas rela-tivamente privilegiados sería una mejor definición.

17 Korovkin et al., 2002: 115-126. Ver también: UNORCAC, http://www.unorcac.org 18 Korovkin et al., 2002: 140.19 Korovkin, 1999: 10. A partir de 1989 la Unión de Artesanos Indígenas del Mercado Centenario de

Otavalo (UNAIMCO) es el principal vocero gremial de los artesanos y comerciantes de Otavalo. Es prin-cipalmente una organización urbana y desde los finales de los años noventa es una fuerza faccional dePachakutik-Otavalo. No obstante, en la práctica algunos artesanos y comerciantes indígenas estánafiliados tanto a la UNAIMCO como a la FICI.

ción, inicialmente llamada la Federa-ción de Comunas de Cotacachi, peromuy pronto tuvo su nombre actual, laUNORCAC.20 Desde su formación en1976, la UNORCAC se ha identificadopolíticamente con el Partido Socialista yel Frente Amplio de Izquierda (FADI),partidos que se han caracterizado porsus discursos clasistas e incluso étnicosen comparación con los otros partidospolíticos.21 Con respecto a la organiza-ción político-territorial del movimientocampesino indígena, la UNORCACtiene su base en 44 comunidades indí-genas rurales, y es la organización localcotacacheña (de segundo grado) de laFENOCIN.22 Ya en las primeras eleccio-nes municipales después del retorno dela democracia, en 1979 AlbertoAndrango fue electo por la lista delFADI como el primer concejal munici-pal indígena de Cotacachi.

Es oportuno clarificar que ECUARU-NARI (es decir la representación de laSierra ecuatoriana dentro de laCONAIE)23 sí ha estado presente enCotacachi, incluso antes de la forma-ción de la CONAIE y en sus momentosoperando paralelamente al liderazgo dela UNORCAC.24 Asimismo, es impor-tante declarar que la FENOCIN sí estu-vo operando en Otavalo.25 Con laspalabras de Korovkin, la FENOCIN tuvouna presencia breve pero significativaen Otavalo en las décadas sesenta ysetenta. Sin embargo, los intelectualesindígenas otavaleños cuestionaron lasdemandas de la FENOCIN y su mensajemístico de una revolución del proleta-riado, y por eso colaboraron en la crea-ción de la FICI, que en comparación seha enfocado más en el tema de la etni-cidad.26 Los dos casos igualmente sedistinguen en términos de participación

192 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

20 A. Andrango, entrevista, Cotacachi, 5 de enero, 2009. Ver también: http://www.unorcac.org21 En 1996, el Partido Socialista Ecuatoriano y el Frente Amplio de Izquierda se fusionaron y formaron el

Partido Socialista-Frente Amplio que mantuvo la Lista 17. Para una reflexión analítica de la fusión,véase: Quintero López, 2006.

22 Federación Nacional de Organizaciones Campesinas Indígenas y Negras. Vale enfatizar que histórica-mente la FENOCIN ha cambiado de carácter ideológico y político. Su trayectoria comenzó con el sindi-calismo católico, bajo el nombre de Federación de Trabajadores Agropecuarios/FETAP en 1965. Ya en1968 se transforma en Federación de Organizaciones Campesinas/FENOC, se auto-proclamó socialistay a partir de entonces se identifica con el Partido Socialista. En los años 80 la federación oficialmentereconoció las demandas indígenas dentro de la organización (FENOC-I) y en la década de los 90 tienesu nombre actual, la FENOCIN (FENOCIN, 1999; 11-14, 62-66). El presidente actual de la UNORCAC,Rumiñahui Andrango y el ex-presidente de la FENOCIN Pedro de la Cruz argumentan que sí hay plu-ralismo partidista dentro de FENOCIN y la UNORCAC, pero con una inclinación hacia partidos ymovimientos de izquierda (entrevistas en Cotacachi, 23 de enero de 2008 y 31 de diciembre de 2007respectivamente).

23 En Imbabura a veces ha sido difícil percibir una frontera clara entre la organización de la FICI y la deECUARUNARI.

24 A. Andrango, Cotacachi, 5 de enero, 2009.25 Asimismo, entre los años 40 y 60 la Federación Ecuatoriana de Indios/FEI estuvo presente en Imbabura,

pero sin un mayor impacto. Korovkin, 1999: 10.26 Korovkin et.al, 2002:115-126. Recientemente la abreviación de la FICI ha cambiado de significado, hoy

día representa la Federación de los pueblos Kichwa de la Sierra Norte del Ecuador.

electoral indígena. Mientras que laUNORCAC se presenta con décadas departicipación sistemática electoral a tra-vés del Partido Socialista y el FADI, laFICI ha rechazado categóricamente laselecciones. Aún así, los activistas políti-cos indígenas de Otavalo sí han partici-pado en elecciones, no sólo por laizquierda, sino también por tendenciasde centro-derecha. No obstante, valgaanotar que antes de la formación dePachakutik, el grupo social alrededor deMario Conejo en Otavalo estuvo vincu-lado al Partido Socialista.

En resumen, la diferencia entre losdos cantones está relacionada a unarepresentación indígena urbana enprácticamente todos los sectores, mien-tras que la lucha indígena y clasista enCotacachi se ha integrado en la organi-zación indígena campesina. Los facto-res mencionados son diferencias crucia-les, particularmente el carácter másurbano de la lucha indígena en Otavaloy las mejoras socio-económicas gradua-les de los indígenas otavaleños, mien-tras que el caso de Cotacachi con superfil rural ilustra una monopolizaciónde la organización indígena campesinapor la UNORCAC.

Cotacachi

En 1996 Auki Tituaña Males llegó alpoder municipal de Cotacachi por unaalianza entre la organización campesi-

na indígena de Cotacachi, la UNOR-CAC y Pachakutik. El gobierno munici-pal de Tituaña se ha destacado por sucarácter innovador y democratizador, yel alcalde ha contribuido fuertementepara colocar al pueblo de Cotacachi enel mapa internacional. Su labor ha sidoreconocida con múltiples premios na-cionales e internacionales por sus pro-cesos de democracia participativa, des-centralización, municipio transparente,mecanismos de inclusión de las mujeresindígenas, lucha contra el analfabetis-mo, cantón ecológico, etc. Igualmente,Tituaña se ha destacado como un cam-peón en la atracción de organismosinternacionales de cooperación parainvertir en el desarrollo local. Las re-elecciones de Tituaña como alcalde enel año 2000, con más del doble de losvotos (78,03%) que logró en 1996, y en2004 con el 55,49% de las preferenciaselectorales, indican un reconocimientode su labor y un creciente apoyo electo-ral por parte de los mestizos cotacache-ños, por lo menos en la re-elección enel 2000.27

La particularidad política del casode Cotacachi es que la principal confe-deración indígena –CONAIE- (en la cualmilita el alcalde Tituaña) no tiene pre-sencia organizativa en el cantón, pero almismo tiempo una mayoría de los mili-tantes de la UNORCAC (que pertenecea FENOCIN)28 se ha identificado con elmovimiento Pachakutik. Electoralmente,

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 193

27 Lalander, 2007; Tribunal Supremo Electoral.28 En retrospectiva, la directiva de la FENOCIN subraya su propio aporte tras la formación de Pachakutik

en los años 90 y su solidaridad en las movilizaciones sociales con la CONAIE, y arguye que laFENOCIN fue ignorada y no reconocida como aliado en estos procesos, por parte de CONAIE(FENOCIN, 1999: 150-152).

fue por propuesta de la misma UNOR-CAC que se concluyó la alianza acepta-da por Tituaña.29 De hecho, la UNOR-CAC ya tenía un candidato propio paralas elecciones de 1996, Segundo An-drango, pero decidieron formar la alian-za con Pachakutik a través de Tituaña. Lafortaleza organizativa de la UNORCACen las comunidades indígenas fue elarmazón político de Tituaña en 1996.Pero, es importante enfatizar que laUNORCAC está concentrada en la zonarural andina de Cotacachi, que en tér-minos de población representa alrede-dor del 40% del cantón. Otra peculiari-dad de la alianza es que Tituaña no esun indígena rural, sino de la zona urba-na. Un factor que le sirvió para ser elec-to alcalde fue su formación académica(economista graduado en Cuba) y sulabor dentro de la CONAIE en otras par-tes de Ecuador. En palabras del mismoalcalde se puede comprender mejor lasituación del momento en términos deuna alianza más abierta y con flexibili-dad por parte de las organizaciones:

“En el caso de Cotacachi hay una parti-cularidad, el movimiento indígenamunicipal, cantonal, no pertenece a laCONAIE, pertenece a la FENOCIN. Sinembargo hay una suerte de construc-ción entre el movimiento indígena anivel nacional y la construcción delmovimiento político que es Pachakutik,con una participación de varios actoressociales y no solo indígenas, sino mesti-zos, urbanizados, y se construyó la pla-taforma de Pachakutik aquí enCotacachi.”30

Al considerar el proceso político deCotacachi desde 1996, es imprescindi-ble mencionar a la Asamblea de UnidadCantonal de Cotacachi (AUCC), comoel eje institucional del proyecto demo-crático y representativo de Tituaña. Conlos objetivos de la capacitación y el for-talecimiento de los ciudadanos, mejora-miento de las condiciones de vida y elacceso a la participación política, laAsamblea fue instalada a tan solo unmes después de la posesión de Tituañacomo alcalde. Desde cierta perspectivaparece evidente que el funcionamientode la asamblea ha conllevado implica-ciones también para la UNORCAC (y surelación con el gobierno municipal) eigualmente se colige que hay más com-petencia por la representación popular.En la Asamblea la UNORCAC es uno devarios actores sociales representados enel modelo de participación y represen-tación social. Las implicaciones políti-cas de la Asamblea se han mostrado asi-mismo en la función del ConcejoMunicipal y las percepciones comunesindican que en la práctica cotacacheñala AUCC ha demostrado ser más diná-mica y protagónica que el Concejo. Eneste contexto vale subrayar que elmismo alcalde se ha dedicado más a lacolaboración con la Asamblea, e inclu-so ha aprovechado su vinculación orga-nizativa y participativa con la AUCCpara legitimar decisiones que hubieranpodido tener más resistencia en elConcejo Municipal. Desde esta pers-pectiva se puede constatar un debilita-miento del Concejo a través de la rela-

194 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

29 Lalander, 2007. 30 Tituaña, Cotacachi 26 de junio 2007.

ción entre la Asamblea y el alcalde. Eneste contexto Tituaña reflexiona sobre ladimensión de su persona:

“Sí, posiblemente sea yo el eje articula-dor, pero no hay un documento firmado,un acuerdo. Hay coincidencias, perohay más voluntad de trabajo entreCONAIE, UNORCAC, FENOCIN, másbien nos une… Hay una sumatoriaespontánea de ciudadanas y ciudada-nos, hay independientes que no están enningún partido que creyeron en la pro-puesta de ahí a nivel urbano. Es mi figu-ra que une los esfuerzos, de igual formacomo es propio a nivel rural tropical,también se suma a nuestra propuesta yobviamente las comunidades indígenasdesde la UNORCAC han resuelto respal-dar mi tesis, mi propuesta.”31

No obstante, en el 2007 comenza-ron a recalentarse las relaciones entrela UNORCAC y el municipio y almismo tiempo emergió una nuevageneración de líderes del movimientoindígena-campesino en Cotacachi.Desde 2007 Rumiñahui Andrango (hijode Alberto Andrango) es el presidentede la UNORCAC y desde 2008 LuísAndrango (hijo de Segundo Andrango)es presidente de la FENOCIN a nivelnacional, lo que asimismo ilustra la for-taleza del liderazgo del pequeño can-tón de Cotacachi en la organizacióncampesina.32 El recién-instalado presi-

dente de la UNORCAC resume el pano-rama:

La UNORCAC tiene 30 años de vida ytiene muy clara su posición que iba atener frente al proceso político, organi-zativo, y también electoral. Por eso esque no ha sido muy difícil aliarse y luegoromper la alianza esa con el FADI, conel Partido Socialista Ecuatoriano. Y ahoracon el Pachakutik es que estamosteniendo un problema. Dentro de laUNORCAC hay todavía gente delPartido Socialista que no se ha desafilia-do, porque muchos se afiliaron al socia-lismo. ¿Cierto? Otro grupo de la alianzanueva, de Alianza País, piensan que seríauna buena estrategia que pudiéramoscoordinar el proceso político y partidis-ta. Y otra gente que se identifica con elmovimiento Pachakutik. El movimientoPachakutik acá…es el movimiento indí-gena…Pero este movimiento indígena,considerado como una cuestión dealianza entre todos los indígenas… Noestán diciendo: “Ay, qué pena que elmovimiento Pachakutik sea el brazopolítico de la CONAIE. ¿Y nosotros quehacemos, estamos mal, sintiéndonosparte de la FENOCIN? ¿O estamos sien-do parte de Pachakutik y estamos traicio-nando a la FENOCIN?” Es un sentimien-to muy interior de los compañeros y delas compañeras. Pero hay otra gente quese define muy claramente: “Yo respaldoal movimiento Pachakutik porque meidentifico con Pachakutik, pero yo séque soy parte de la UNORCAC y eso esparte de la FENOCIN”.33

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 195

31 Tituaña, Cotacachi 26 de junio 2007.32 Es sin embargo importante enfatizar que Rumiñahui Andrango se ha identificado con Pachakutik e ini-

cialmente durante su presidencia en la UNORCAC hubo intentos de armonizar la relación con elalcalde Tituaña. R. Andrango, Cotacachi, 23 de enero, 2008.

33 R. Andrango, Cotacachi, 23 de enero, 2008.

Otavalo

Mario Conejo Maldonado fue electocomo primer indígena alcalde deOtavalo en el año 2000. Conejo es sinduda uno de los alcaldes más exitosos yreconocidos de Ecuador, y bajo la ban-dera de la interculturalidad ha introdu-cido cambios institucionales, políticos,económicos, sociales y culturales, in-cluso se ha esforzado por asumir unatarea tan difícil como es la de unir a losgrupos étnicos de su cantón.34 La estra-tegia de Mario Conejo para enfrentar elclientelismo y el paternalismo ha sido através de la participación ciudadana enlos procesos de toma de decisiones, lacontribución económica y la implemen-tación de los proyectos de desarrollo.Un pilar fundamental de desarrollo delcantón Otavalo es la fórmula del 60/40.El funcionamiento de la fórmula consis-te en la colaboración económica entrelos vecinos y el gobierno local, los ciu-dadanos urbanos contribuyen con el60% del costo de cada obra de priori-dad y el municipio cumple con el40%.35 Según el alcalde el modelo60/40 ha creado un sentido de respon-sabilidad en los ciudadanos al mismotiempo que la legitimidad del municipio

ha aumentado.36 No obstante, hay opi-niones muy críticas dentro del movi-miento indígena respecto al modelo60/40 en Otavalo que según estas vocesfavorecería más que todo los sectoresprivilegiados de la sociedad y que nofunciona en las zonas más pobres yrurales, como lo han expresado variosinformantes indígenas críticos.37

Sin embargo, el proceso de integra-ción étnica en Otavalo no se ha desarro-llado sin complicaciones. Hay factoresque indican división social y política enla población indígena. En Otavalo larepresentación indígena local se haexpresado a través de la FICI, la filialprovincial de la CONAIE. Pero, Conejollegó al poder municipal con Pachakutik(y el apoyo del movimiento indígenaevangélico), sin tener una estrechaconexión a la FICI o la CONAIE.38 Dehecho, en las elecciones cantonales de2000, Conejo confrontó a CarmenYamberla, una rival dentro del mismoPachakutik que representaba la FICI yuna fracción más dura dentro de laCONAIE. Yamberla tenía apoyo de sec-tores de la CONAIE a nivel nacional asícomo de Pachakutik.39 Desde esteángulo se puede percibir un intento porparte de la CONAIE de intervenir y apo-

196 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

34 Lalander, 2008. Como un reconocimiento de estos esfuerzos de integración étnico-social, Otavalo fuedeclarada capital intercultural de Ecuador por el Congreso de la República en octubre de 2003.

35 Conejo, Otavalo, 9 de diciembre de 2004. En las zonas rurales los vecinos contribuyen con el 25% delcosto y el gobierno municipal con el 75%.

36 Conejo, Otavalo, 9 de diciembre de 2004.37 Lalander, 2008.38 No obstante, a partir de finales de los años 70 hasta inicio de los 90, el grupo alrededor de Conejo sí

estuvo colaborando íntimamente con la FICI, entre otros con actividades culturales e incluso con con-tribuciones económicas (Carlosama, Ibarra, 27 de junio, 2007).

39 Entre otros de Nina Pacari, influyente líder de la CONAIE quien fue cancillera en el gobierno deGutiérrez por Pachakutik. Asimismo, Auki Tituaña de Cotacachi fue uno de los evaluadores de la pre-campaña de Pachakutik que defendía y promovía a Carmen Yamberla en estas elecciones.

yar con el proceso organizativo a unactor (Yamberla) en vez de reconocer elproceso social, es decir la opción deConejo en Otavalo. En este proceso,Yamberla salió del movimiento y partici-pó con una organización temporal lla-mada Valle del Amanecer. El resultadofinal de las elecciones le dio el triunfo aConejo con el 45,95% de los votos,mientras que Yamberla terminó en el ter-cer lugar con un respaldo de 16,51%.40

Yamberla sugiere que varios factores seconjugaron tras su pérdida electoral: elhecho de ser mujer, pobre, sin títulouniversitario y representante de laszonas rurales. Igualmente enfatiza quelas denuncias verbales por parte de laIglesia evangélica contra su candidaturainfluyeron, y el movimiento político delos indígenas evangélicos apoyó aConejo.41 Desde lo expuesto, en el con-flicto de Pachakutik en el 2000, apare-cen elementos relacionados con divisio-nes clasistas, el aspecto urbano-rural, degénero y otras estructuras sociales,como la iglesia. En el 2004, Conejo fue

re-electo con el 54% de los votos, esdecir obtuvo un fortalecido apoyopopular en comparación con el 46% del2000, a pesar del hecho de que los indí-genas evangélicos decidieron salir de laalianza con Conejo para estas eleccio-nes, participando con su propio movi-miento Amauta Jatari.

En retrospectiva, el liderazgo localde Conejo a través de Pachakutik fue unproyecto político de alianzas localesque desde su inicio fue marcado portensiones y conflictos internos y que ter-minó con su salida de Pachakutik en el2006. En la práctica otavaleña,Pachakutik funcionó y estuvo presenteentre 2000 y 2005 tanto como oposi-ción y gobierno local. En términos poli-tológicos se puede ilustrar la posiciónde Pachakutik-Otavalo como actor degobierno (el alcalde Conejo y los conce-jales de Pachakutik) dentro de la socie-dad política, así como de oposicióndesde la sociedad civil (FICI, UNAIM-CO y otras facciones y actores dePachakutik).

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 197

40 http://www.tse.gov.ec/Mayo2000/resul_alcaldes.htm Luego Yamberla ha regresado a Pachakutik.41 Yamberla, Otavalo, 11 de junio, 2007.42 La flecha grande significa el proceso electoral de la democracia representativa. Las estrellas ilustran las

organizaciones sociales que pueden interactuar con el estado y el gobierno local.

La sociedad política de Otavalo (2000-2005)42

Ya durante una entrevista conConejo en 2004 se podía percibir undistanciamiento respecto a la relacióncon la CONAIE y Pachakutik, como si elalcalde Conejo prefiriera ver a Pacha-kutik más que nada como un aparatoelectoral y a la confederación indígenamás como un movimiento a nivel nacio-nal y no como un actor relevante a nivelcantonal.43 Luego de su salida dePachakutik Conejo resumió sus razones:

El espacio de Pachakutik es muy reduci-do para dar cabida a todos los aspiran-tes. Pachakutik en un 99% es un movi-miento indígena.* Comenzó con unavisión para todos, luego poco a poco sefue cerrando para ser un movimientobastante indígena, eso no necesitaOtavalo. Otavalo requiere espaciosamplios, más participativos, democráti-cos. Ante la oposición que había dentrode Pachakutik, yo tomé la decisión solo,de separarme sin haber conversado midecisión con algún compañero delequipo de trabajo.44

De hecho, Otavalo no es cualquiermunicipio para Pachakutik, pues a nivelcantonal es uno de los bastiones másgrandes del movimiento en todoEcuador. Es decir, muchas otras fortale-

zas del movimiento, a nivel de alcal-días, constituyen los casos de cantonesrelativamente pequeños en población.La votación por el alcalde en Otavalo en2004 correspondía a la totalidad devotos en catorce otras alcaldías dePachakutik. Desde lo expuesto, la divi-sión de Pachakutik en Otavalo y la desa-filiación de Conejo y otros militantes yrepresentantes de la organización enenero de 2006 acentuó la ya existentecrisis del movimiento.45 Luego de unosmeses de confusión sobre el vacío derepresentación política por parte de losseguidores del alcalde se presentó enjunio del mismo año el nuevo movi-miento Minga Intercultural.46 DesdePachakutik Conejo fue llamado traidor yoportunista.47 María Castañeda confir-ma la distancia entre el liderazgo deConejo y el movimiento indígena:

Como líder del movimiento indígena nole vería. Es un personaje, un líder bas-tante rescatable, hay que decir que tienemuy buena intención. Ha hecho muybuenas cosas. Pero, yo creo como líderdel movimiento indígena: ¡No!48

Al mismo tiempo hay otavaleñosindígenas que aunque se identifiquen

198 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

43 Lalander, 2008.* Según la estimación de Auki Tituaña (Cotacachi, 26 de junio, 2007), el porcentaje de indígenas en

Pachakutik sería de un 20 a 25%, hablando del número de autoridades en el movimiento.44 Conejo, Otavalo, 12 de junio, 2007. Asimismo a nivel nacional existe la misma crítica de un creciente

etno-centrismo dentro de Pachakutik. En 2005 un grupo de mestizos de los liderazgos de Pachakutik(entre ellos Virgilio Hernández y Augusto Barrera) se desafilió como protesta contra esta tendencia.

45 Ver por ejemplo: Jijón, 2006.46 En Kichwa la palabra Minga significa “trabajo colectivo en ayuda comunitaria” y es un concepto lleno

de simbología indígena desde las perspectivas de identificación, solidaridad y ética.47 Entrevistas en Otavalo con: Conejo, 22 de enero, Campos y de la Torre, 24 de enero y Quimbo, 26 de

enero, 2008.48 Castañeda, Otavalo, 8 de junio, 2007.

todavía con Pachakutik, muestran apoyoy aprobación a Mario Conejo comolíder municipal, asimismo como conse-cuencia de la crisis de liderazgo que hatenido Pachakutik. Otros han expresadoque Conejo probablemente no tendrá suapoyo electoral. Igualmente hay indíge-nas en las comunidades que expresanconfusión por la situación y se pregun-tan cómo podría ser que el alcaldeConejo ya no representaba a la banderaindígena de Pachakutik. Se sentían iden-tificados con Pachakutik y que paraellos sería muy difícil dar su voto a uncandidato fuera de Pachakutik.49 Ex-miembros mestizos de Pachakutik enOtavalo han expresado que allí se sen-tían excluidos. Se los llamaban Pacha-kutik lights, es decir no verdaderos mili-tantes (indígenas). Ariruma Kowii, abo-gado, lingüista y poeta kichwa (herma-no de Mario Conejo), sugiere que losconflictos en Otavalo claramente ilustralos riesgos del etnocentrismo e igual-mente lamenta que haya compañeroskichwas que lo utilizan como arma polí-tica y para maniobrar contra Conejodesde el ángulo étnico. Confirma queincluso a Conejo le pusieron el epítetoPachakutik Light, reclamando que eramás bien el líder de los mestizos otava-leños.50

El tejido social alrededor de Conejo,especialmente a partir de 2004 se haconstituido por diferentes actores de lasociedad, mestizos e indígenas, comopor ejemplo empresarios y profesiona-

les locales, la Federación de Barrios,organizaciones culturales e inclusoalgunos cabildos indígenas rurales ycomerciantes de artesanía.51 Reto-mando el conflicto con Pachakutik y laFICI, según uno de los colaboradoresmás cercanos de Conejo en la alianzaentre Minga Intercultural y MovimientoPAIS, Aníbal Fernando Bonilla, quién enlas elecciones de 2009 llegaría a serelecto concejal urbano en el gobiernomunicipal de Otavalo por PAIS, lasubordinación de Pachakutik a laCONAIE, y en el contexto otavaleño a laFICI, en la práctica fue destructiva paraPachakutik:

En el momento en que la FICI sostieneuna ruptura frontal con la Munici-palidad de Otavalo y en la medida deaquello el movimiento Pachakutik refle-ja la misma posición, si bien existe unadecisión política del alcalde de separar-se de Pachakutik no es menos cierto queen ese momento ya era imperativo queel movimiento Pachakutik reflexionesobre esa decisión y las implicacionesque significaba puertas adentro; un des-gaste, una debilidad, la salida, la renun-cia de su militancia del alcalde MarioConejo, concejalas y concejales. Signi-fica un golpe duro para el movimientoPachakutik, pero yo que conozca, jamáshubo esa reflexión puertas adentro, ymás bien hubo un discurso que fuehomogenizado desde la FICI, es decir, eltildar de traidor a una decisión, sin tenerun sustento autocrítico y una argumen-tación objetiva. [La subordinación en su

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 199

49 Lalander, 2008.50 Kowii, Quito, 15 de enero, 2008.51 Entrevistas en Otavalo con: Zambrano, 7 de enero y 22 de junio, Maldonado, 14 de enero, y Bonilla,

23 de junio, 2009.

relación con la CONAIE y la FICI enOtavalo] es un problema grave, porqueconsiderando las fuerzas políticas, quelas agrupaciones políticas tengan supropia agenda, que se planteen propósi-tos, se planteen planes y trabajo, se dis-cuta su ideario y su propuesta políticaetc. Pero el tema es que una agrupaciónpolítica en esa línea debe tener unavisión amplia del componente de sugrupo humano de su militancia.Entonces, si Pachakutik Nuevo País tienea sus filas a sectores como la FICI, tam-bién debe pensarse que debe tener otrossectores gremiales. ¿Porque no de traba-jadores, porque no insertarse en secto-res juveniles? Pero, resulta que el traba-jo político del movimiento indígena selimita única y exclusivamente a sus pro-pias organizaciones, ahí dejando unagran brecha y una inquietud y una seriaduda y hasta qué punto se maneja undiscurso etno-céntrico al interior de susfilas, porque la pregunta es desde el sec-tor mestizo y creo que es válida endonde está la representación mestiza enese componente de una búsqueda de unpaís plurinacional.52

El efecto Correa y el dilema intercultu-ral en Cotacachi y Otavalo

El politólogo Felipe Burbano deLara, durante la campaña electoral de2006 puntualizó el dilema dePachakutik frente a una posible alianzacon Correa, señalando que el movi-miento indígena arriesgaba un aisla-miento al no aceptar la alianza y almismo tiempo sugirió que se vería muydifícil imaginar una izquierda renovada

sin la participación de los indígenas.Para Burbano el dilema de Pachakutik seconstituía entre las opciones de conver-tirse en un partido exclusivamente indí-gena, o, como era la idea inicial, desa-rrollarse en un movimiento político plu-riétnico.53

En Otavalo, la presencia de laCONAIE a través de la organizaciónindígena campesina provincial (FICI) esmás palpable, aunque en oposición alalcalde Conejo, mientras que enCotacachi la CONAIE brilla por su pro-pia ausencia, ya que allí el acuerdoentre el alcalde Tituaña y la organiza-ción campesina es entre Pachakutik y laUNORCAC, es decir la filial de FENO-CIN. La combinación de estrategiasextra-institucionales de la CONAIE y lasacciones institucionales de Pachakutikcomo un actor reconocido dentro delsistema político formal requiere unareconsideración de la identidad indíge-na. Desde el ángulo étnico el dilemapor ende consiste en el perfil oficial-mente intercultural y pluriétnico dePachakutik, mientras que la CONAIE esuna organización pluricultural exclusi-vamente indígena. Es decir, hay unadiferencia clara entre el movimientosocial y político. No obstante, paracomplicar un poco el análisis, la visiónde sociedad de la CONAIE incluye lainterculturalidad, pero la identidadcomo organización es indígena.

Las experiencias de Cotacachi yOtavalo demuestran distintas relacionesestructurales y organizativas del movi-

200 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

52 Bonilla, Otavalo, 6 de enero, 2009.53 Burbano de Lara, 2006. Ver también: García Serrano, 2005; Lalander, 2009; Jijón, 2006.

miento indígena. En los dos casos sepuede percibir la debilidad y la ausen-cia del aparato institucional dePachakutik. Hay una dependencia delas organizaciones que constituye elmovimiento político. Es particularmenteevidente en el caso de Cotacachi,donde el apoyo de la UNORCAC hasido decisivo en el proceso electoral ysocial de Pachakutik. En el caso deOtavalo es la estructura organizativa dela FICI (como representante principal dela CONAIE) que ha fortalecido el movi-miento político Pachakutik a nivel can-tonal, pero al mismo tiempo en oposi-ción a Conejo. Para el alcalde Conejo,la función de Pachakutik ha sido máscomo un aparato electoral en 2000 y2004. A pesar del hecho de ser co-fun-dador de Pachakutik, Conejo carece deuna trayectoria sólida dentro del movi-miento indígena y su participaciónadopta más la forma de una militanciaindividual y un proyecto local de alian-zas. Este factor fue decisivo para com-prender mejor la emergencia de tensio-nes y conflictos directos con las militan-cias organizativas de la CONAIE y dePachakutik. Con relación al gobierno deRafael Correa, hubo muy temprano unacercamiento por parte de Conejo y elmovimiento Minga, e incluso un apoyodirecto y abierto al presidente.

Según José Antonio Lema, presiden-te de los comerciantes de artesanía de laUNAIMCO, lo que se destaca del fenó-meno Correa sería la ambición de debi-litar al movimiento indígena, inclusiveen Otavalo. Al mismo tiempo Lema

subraya que desde su perspectiva MarioConejo realmente se había distanciadode Pachakutik y el movimiento indígenade Otavalo desde su primer períodocomo alcalde. Lema considera queConejo decidió rodearse de asesorespolíticos asociados con otros partidospolíticos, como la Izquierda Demo-crática, el PSE y Democracia Popular, eigualmente acusa al gobierno local deConejo de prácticas clientelistas.54

En Cotacachi, en cambio, las direc-tivas nacionales de Pachakutik yCONAIE han tenido roles más discretos,y hasta 2008 han respetado las alianzasestablecidas a nivel local, como la de laUNORCAC. Estas diferencias entre losdos casos están relacionadas con elcarácter más urbano del movimientoindígena en Otavalo, mientras que enCotacachi se presenta como más rural, apesar del contradictorio hecho de queTituaña es un indígena cotacacheñourbano proveniente de las filas naciona-les de la CONAIE. En Otavalo los avan-ces del movimiento político se debenmás bien a mejoras graduales en el pro-ceso socio-económico de los ciudada-nos indígenas y la integración del movi-miento con los mestizos otavaleños,mientras que en Cotacachi la llegada deun indígena al gobierno local se debíamás bien al resultado de una más típicalucha campesina.

A pesar de poseer una poblaciónindígena proporcionalmente más gran-de, Pachakutik-Otavalo nunca logróestablecer un movimiento político sóli-do alrededor del alcalde. En compara-

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 201

54 Lema, Otavalo, 15 de enero, 2009.

ción con el caso de Cotacachi, enOtavalo hay más organizaciones quecompiten por la representación indíge-na y los indios otavaleños están presen-tes en prácticamente todos los sectoressociales. Hasta 2008 la alianza local dePachakutik funcionó más armónicamen-te en Cotacachi, gracias a la relaciónrelativamente más unida entre los alia-dos, principalmente Pachakutik y laUNORCAC, y de forma igual la Asam-blea de Unidad Cantonal. Al mismotiempo siempre hubo cierta resistenciaen cuanto a la alianza entre ciertos diri-gentes de la UNORCAC, así que gene-ralmente se puede definir al caso cota-cacheño como un movimiento indígenamás sólido que en Otavalo.

Existe una esfera política paralelapara Pachakutik, más allá del espacioinstitucional donde formalmente operacomo autoridad electa, en la que laCONAIE incluso puede movilizarsecontra las políticas del movimientopolítico. La contradicción consiste ensu co-existencia dentro del mismomovimiento indígena, con demandasmás radicales en la calle que dentro delas instituciones formales. Desde laperspectiva del movimiento indígena anivel nacional, el movimiento políticode Conejo en Otavalo se presenta comomás autónomo que el de Tituaña enCotacachi, a pesar del hecho contradic-torio de la ausencia organizativa de laCONAIE en Cotacachi. Aún más, desdeel inicio Tituaña siempre tuvo un mayorgrado de reconocimiento y apoyo de

Pachakutik y la CONAIE hacia sugobierno local, mientras que Conejo hasido criticado y atacado por la dirigen-cia del movimiento.

Como ya se mencionó, dentro dePachakutik y la CONAIE a nivel nacio-nal hay repercusiones del efecto Correa,en el hecho de que partes del movi-miento prefieren desarrollar un proyec-to político opositor, mientras que otroshan integrado la alianza de Correa. Esilustrativo reconsiderar el ejemplo delpropio Luís Macas, en aquel momentopresidente de la CONAIE, candidato ala elección presidencial por Pachakutiken el 2006. Si consideremos el resulta-do de la primera vuelta del proceso y elapoyo indígena a Pachakutik en lascomunidades, incluso en las comunida-des y cantones donde Pachakutik estáen el gobierno municipal, se puedeconstatar una crisis de representatividaden el movimiento indígena, notándosepreferencias electorales por otras opcio-nes a nivel nacional, no sólo por Correay Alianza País, sino también por candi-datos como Gilmar Gutiérrez (hermanode Lucio) del Partido Sociedad Patriótica(PSP) y por Álvaro Noboa del PartidoRenovador Institucional de AcciónNacional (PRIAN).55 En la provincia deImbabura, la candidatura de Macas sólocapturó el 2,19% de las preferenciaselectorales.56 Vale mencionar que antesde la candidatura de Macas, AukiTituaña había presentado su candidatu-ra presidencial, pero al final no fueaprobado por el proceso organizativo

202 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

55 Báez Rivera & Bretón Solo de Zaldívar, 2006; Freidenberg, 2008: 74; Lucas, 2007: 102-108.56 Tribunal Supremo Electoral.

de la CONAIE y de Pachakutik. Tituañase distanció de la facción de Macas enla CONAIE. Durante la campaña electo-ral Correa ofreció la vice-presidenciatanto a Tituaña como a Macas, peroambos rechazaron la oferta de alianza.Dentro de las dirigencias de CONAIE yPachakutik, algunos han criticado elhaber perdido una oportunidad dealcanzar el poder nacional a través deuna alianza con Correa. En la campañade 2006 sectores relevantes del movi-miento indígena apoyaban a Correa,pero como destaca el ex-coordinadornacional de Pachakutik, GilbertoTalahua: ECUARUNARI se opuso ydecidió hacer campaña con Macas:“Fue impuesta por la dirigencia delmovimiento indígena, desconectada delsentir de las bases que pedían la alianzay que se reflejó en los resultados electo-rales”.57 Otro dirigente nacional dePachakutik y la CONAIE, José MaríaCabascango, presenta una posiciónopositora más fuerte en relación aCorrea:

Ahora en la actualidad, el gobierno deCorrea cogió alguna gente, hasta querobó todos los discursos del movimien-to indígena, el tema de la AsambleaConstituyente, el tema de la lucha con-tra la corrupción, algunas políticas anivel internacional, el tema de la basede Manta, el TLC. Todo eso que el movi-miento indígena tenía. El movimientode Correa cogió todas las reivindicacio-nes como la nueva lucha de su partido.Por eso el movimiento político, princi-palmente como la nueva lucha personal

de él, dentro del liderazgo que mantie-ne como gobierno, aquí en nuestro paíshasta ahora es un poco complicado.Más que todo cómo oponernos, cómohacer fuerza, digamos, alguna oposi-ción a pesar que últimamente hay pro-blemas. El movimiento indígena estáclaro, no está con el gobierno, desde elinicio, inclusive cuando el gobiernorecién fue electo, en favor de que va aser un gobierno de izquierda, gobiernode la Revolución Ciudadana, todo eso.Entonces el movimiento indígena noestá, no se hizo presente, nunca estába-mos. Algunos líderes se prestaron paraese juego con el actual gobierno. Elmovimiento indígena siempre ha estadoal margen. No hemos hecho oposiciónasí con fuerza, pero ahora creo que esteaño va a ser con fuerza. Es complicadoel asunto, ahora hay muchas razonespara salir a las calles para decir que estegobierno no está llevando bien el desti-no del país hacia delante.58

Una interpretación del efecto Correapodría ser que él se ha aprovechado deun vacío de poder, movilizando un tipode cooptación de las organizacionessociales que estaban experimentandocrisis de representación, por ejemplo laFENOCIN. Generalmente ha sido difícilidentificar las posibles fronteras entre loque debería clasificarse como movi-miento sindical, campesino, indígena oafro-ecuatoriano respectivamente. Re-trospectivamente en el tiempo, esimportante destacar la relativa ausenciade un movimiento sindical en elEcuador democrático.59 En los años 90los indígenas se encargaron de este

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 203

57 El Universo, 26 de octubre, 2007, artículo: “Salvador Quishpe es el nuevo coordinador de Pachakutik”.58 Cabascango, Otavalo, 8 de enero, 2009.59 Ver por ejemplo Ibarra, 2006.

papel protagonista de lucha social. Elejemplo de la FENOCIN es ilustrativo,ya que la federación oficialmente tieneun perfil clasista, pero con un reconoci-miento de los indígenas, incluso en sussiglas. Y a nivel cantonal, como enCotacachi, la UNORCAC es una organi-zación de carácter indígena. Así que,dependiendo de la definición de movi-miento indígena, desde el horizonte dela UNORCAC, el movimiento se ha for-talecido con la alianza con Correa,mientras que la perspectiva de Pacha-kutik-Cotacachi presenta una divisiónde la organización y la alianza cantonal.

Constituyente y rupturas de la alianzaindígena en Cotacachi

Con respecto al efecto Correa enCotacachi, el referéndum popular de laaprobación de la nueva Constitución dela República el 28 de septiembre de2008 provocó una ruptura dramática dela alianza política cantonal alrededor deTituaña. El alcalde se había posicionadomuy claramente en contra del conteni-do de la reforma constitucional. Pero,luego de haber realizado foros popula-res de debate sobre la propuesta consti-tucional, tanto la UNORCAC como laAsamblea de Unidad Cantonal defen-dieron la nueva Carta Magna en el refe-réndum, lo que conllevó a la ruptura deldiálogo entre la AUCC y el alcalde. Apartir de entonces Tituaña decidió frenarla transferencia de fondos económicos ala asamblea, la UNORCAC organizóuna asamblea extraordinaria para re-

evaluar el apoyo y la alianza con elAlcalde, acordando concluir el apoyo aTituaña, y lanzar un candidato propio.En la asamblea de la UNORCAC resultóelecto como pre-candidato para laalcaldía el co-fundador de la organiza-ción, Alberto Andrango, y se establecie-ron los planes y las negociaciones parauna alianza electoral con elMovimiento PAIS.

Un indicador de la popularidad deCorrea a nivel cantonal es que la opciónpor el SI en el referéndum constitucio-nal ganó con el 77,65% de los votos.60

En el contexto de confrontaciones polí-ticas locales y el proceso constituyente,hubo sectores dentro de Pachakutik quequisieron expulsar a Tituaña del movi-miento por no haberse sometido a ladisciplina partidaria de apoyar la pro-puesta de Nueva Constitución. No obs-tante, como clarifica Alberto Arotingo,coordinador cantonal de Pachakutik enCotacachi, frente a esta amenaza deexpulsión una cantidad de militantesreclamaron a las instancias superioresdel movimiento, clarificando que en elcaso de expulsarlo a Tituaña del movi-miento tendrían que expulsarles a todosellos.61 Lo que se veía como más graveen esta situación fue el hecho de queTituaña se reuniera con el alcalde deGuayaquil, Jaime Nebot, un líder princi-pal de la oposición a Correa, es decirhabía indígenas que percibían el con-tacto de Tituaña con Nebot como unainfiltración de la derecha. JorgeGuamán, coordinador nacional dePachakutik, finalmente clarificó que no

204 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

60 Consejo Nacional Electoral, 2009. En Otavalo la opción SI tuvo el 76,12%.61 Arotingo, Cotacachi, 16 de enero, 2009.

iba a ser expulsado y “El mejor castigoya lo recibió con los resultados [delreferéndum]”.62 Es oportuno considerarlas reflexiones históricas de Pedro de laCruz sobre la relación entre Tituaña y laUNORCAC/FENOCIN:

Entonces, es un poco medio-raro eso,porque a nivel nacional siempre hemossido socialistas y aquí a nivel local unpoco para acceder al poder local, se hapodido apoyar a uno que no es de laFENOCIN. Uno que no es de laUNORCAC, uno que es como prestado,porque incluso Auki no es…–por suspadres– él es cotacacheño, pero suspadres vienen de Otavalo, deQuinchuqui. Entonces también allí haydiferencias, y nosotros somos auténticosde Cotacachi, desde abuelos, bisabuelos,entonces hay esta diferencia también. Ytambién la diferencia entre lo urbano ylo rural, porque nosotros somos rurales,defendemos los temas agrícolas. Histó-ricamente, Cotacachi ha sido agrícola yen esto también hay diferencias, diferen-cias conceptuales, diferencias inclusodesde el punto de vista político y almenos Auki se ha identificado con laderecha, o sea con Nebot [sic.].* Allítotalmente se rompe con nosotros.Nosotros somos socialistas de izquierda,creemos en el socialismo, un cambio depaís, entonces trabajamos por eso.63

Retrospectivamente, la UNORCACse alió con Pachakutik a partir del lide-

razgo de Tituaña en 1996 en un contex-to de crisis de la relación entre la unióncampesina y el Partido Socialista. Lapopularidad de Pachakutik y el movi-miento indígena significó la oportuni-dad para la UNORCAC de alcanzar unamayor representación en el ConcejoMunicipal, por encima de su tradicionaluno o dos cupos. En la actualidad, porotra parte, considerando la crisis delmovimiento indígena y la emergencia deuna nueva opción de la izquierda alre-dedor de Correa y PAIS, la UNORCACdecidió retirarse de su alianza coyuntu-ral con Tituaña. Según la interpretaciónde Alberto Andrango, desde finales de2008 tanto la UNORCAC como laAsamblea de Unidad Cantonal se opu-sieron y protestaron contra su posiciónsubordinada en la alianza con Tituaña:

Auki ha querido controlar, controló laUNORCAC…Ya tuvo su gente propiaahí, controló a la UNORCAC. El creótambién la Asamblea de Unidad Can-tonal, que también estaba controlandopara sus intereses. Y últimamente cuan-do la asamblea no hace lo que quiere,Auki le deja a un lado, ya no está apo-yando a la Asamblea de UnidadCantonal.64

Si bien es cierto que no es la prime-ra vez que la UNORCAC se ha opuesto

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 205

62 El Universo, 2 de octubre, 2008. Artículo “Indígenas piden salida de Auki Tituaña”. Oficialmente laposición de Pachakutik y CONAIE fue de un SÍ crítico a la nueva constitución, crítico en el sentido deno interpretarse como un apoyo al presidente Correa, sino sólo a la Carta Magna.

* El autor no está de acuerdo con la clasificación de Tituaña como políticamente de derecha. Tituañarepresenta otra tendencia dentro de la izquierda.

63 De la Cruz, Cotacachi, 31 de enero, 2007. En este momento de la Cruz era diputado de la AsambleaConstituyente.

64 A. Andrango, Cotacachi, 5 de enero, 2009.

a Tituaña, particularmente por parte delos dirigentes de la organización, elefecto Correa y sus implicaciones cons-tituyen una diferencia importante.Tituaña por su parte subraya el aspectode la cooptación y el oportunismo entresus rivales:

La cooptación es muy clara, pero soncálculos personalistas de ocupar car-gos públicos y de tener un espacio depoder económico y político. EntoncesFENOCIN, y Pedro de la Cruz concreta-mente, inclusive tuvo un acercamientoluego de la ruptura de Lucio Gutiérrezpor Pachakutik. El cubrió el espaciodejado por el movimiento indígena yobviamente calculando con un benefi-cio económico y la participación enespacios de poder y cargos públicos.Entonces hay una práctica desde losnuevos grupos de gobierno y desde estosactores viejos de la política va a tenerestas prácticas tradicionales de acerca-mientos, de afinidad, de simpatías muycoyunturales, hasta cuando les dura,digamos, la luna de miel, y luego –pues-empiezan a buscar otros rumbos.65

Desde la perspectiva de la FENO-CIN, Segundo Andrango enfatiza que laposible cooptación debe definirse másallá del corporatismo tradicional delEstado:

…El término de cooptación bien traído,pero para mostrarte que no se da lacooptación en este gobierno; ¿Por qué?Porque este gobierno tiene un principio

de no llegar a acuerdos con gremiossino con movimientos sociales concre-tamente, entendiéndose por movimien-to social, puede ser un grupo que emer-ge en ese momento, personas de fuerteopinión y con los ciudadanos. O sea,prácticamente ellos no tienen el princi-pio de abrir una fuerte relación con lossindicatos, con los gremios. Entonces,por ejemplo hablemos de la FENOCIN.La FENOCIN está con el gobierno, perolas relaciones no son las de cooptaciónporque entiendo yo que la cooptaciónes cuando el poder te da algo y a cam-bio tú te sometes a la lealtad más omenos…Entonces es una relación másde acuerdos sobre temas muy concre-tos. Y con la FENOCIN, todo lo que laFENOCIN ha solicitado no ha sido aten-dido por este principio.66

Movimiento PAIS y Pachakutik frente alas elecciones de 2009

En la turbulencia pre-electoral del2008 y 200967 los dos alcaldes del pre-sente estudio se encontraron con desa-fíos severos e incertidumbre en cuantoal apoyo popular, e igualmentePachakutik confrontaba su más agudacrisis electoral desde la llegada de losalcaldes indígenas en los dos cantones.La crisis a nivel nacional del movimien-to indígena se ha reflejado claramenteen Cotacachi y Otavalo. Pachakutik-Otavalo ha sufrido por las disputas fac-cionales no solo relacionadas a la desa-filiación de Conejo, sino también con

206 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

65 Tituaña, Cotacachi, 4 de enero, 2009.66 Andrango, Cotacachi, 5 de enero, 2009.67 Las elecciones hubieran sido realizadas en octubre de 2008, pero se postergó el proceso para el 26 de

abril de 2009 como consecuencia del referéndum constitucional de 2008.

respecto a la evolución del proyectopolítico de Correa, así como tambiénrelativo a las divergencias entre la FICIy la UNAIMCO. Comparativamente, lahistoria muestra que la FICI se ha abier-to a posibles alianzas sociales, mientrasque la facción concentrada en laUNAIMCO lleva a cabo un discursopolítico más radical desde los ángulosétnico y clasista. Igualmente hay un sec-tor que aún incluye ciudadanos otavale-ños mestizos en Pachakutik, parcial-mente inter-relacionado con la FICI. Elalcalde Conejo opina que luego de susalida la FICI ha monopolizado aPachakutik en Otavalo.68 La federaciónasimismo funciona como sede provin-cial de Pachakutik, y la coordinadora dePachakutik-Imbabura, Fanny Campos,es colaboradora mestiza de la FICI pormás de una década.

Ya en 2007, voceros de Pachakutik-Otavalo temían que sería difícil ganarlea Conejo en el caso de realizarse unaalianza entre el alcalde y el MovimientoPAIS, lo que confirma el poder delmovimiento político del presidente

Correa, también a nivel local. Un obje-tivo principal de Pachakutik-Otavalo enlas elecciones de 2009 sería tumbar alalcalde Conejo y con este motivo seargumentaba dentro de la FICI, la posi-bilidad de hacer una alianza con el pre-fecto de Imbabura, Gustavo Pareja,69 elúnico que a su juicio podría ganarle aMario Conejo. Igualmente se enfatizabala buena relación histórica entre la FICIy el prefecto Pareja, que según los diri-gentes campesinos había atendidomejor a la FICI en comparación con elalcalde indígena.70 Pareja fue lanzadocomo candidato a la alcaldía de Ota-valo por el movimiento político PoderCiudadano, 71 del cual era coordinadorprovincial. María Ercilia Castañeda ofre-ce otro aspecto auto-crítico de los esce-narios electorales de Pachakutik y lascontradictorias tensiones de carácterlocal-nacional: los sectores rurales indí-genas podrían ser un blanco relativa-mente fácil para líderes y movimientospopulistas y paternalistas, un tipo desentimiento de “ir con los ganadores”.72

Luego de un prolongado período de

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 207

68 Conejo, Otavalo, 7 de enero, 2009.69 Anteriormente Pareja (mestizo) estuvo asociado con los partidos PRIAN y el PRE (Partido Roldosista

Ecuatoriano), pero en el 2000 fue electo prefecto de Imbabura por Pachakutik en alianza con IzquierdaDemocrática/ID.

70 Entrevistas en Otavalo con; Yamberla, 16 de enero y Campos, 9 de enero, 2009. Sin embargo, podríaconsiderarse como contradictorio el reacercamiento entre Pachakutik y Pareja en Otavalo, ya que Parejatambién fue electo prefecto por Pachakutik en el 2000, luego dejó el movimiento y fue re-electo porPRIAN en el 2004, sin ser acusado de traidor. No obstante, como argumentaban varios informantesindígenas anónimos; “De los políticos mestizos se puede esperar cualquier traición pero sin necesidadde condenarlos”, mientras que cuando Conejo llegó a la alcaldía las expectativas en las bases indíge-nas eran tan grandes, asimismo considerando el valor simbólico de tener un indio en el máximo poderpolítico municipal.

71 Poder Ciudadano es una alianza de diferentes fuerzas políticas que apoyan a Rafael Correa, pero sinaliarse a PAIS.

72 Entrevista por Internet con María Castañeda, 11 de octubre, 2008.

negociaciones en Pachakutik, principal-mente entre la FICI y la UNAIMCO, lle-garon a un consenso sobre la candidatu-ra oficial de José Manuel Quimbo, ex-presidente de la UNAIMCO.73 En unaconversación reciente con el autor,Quimbo reconoció que el momentocoyuntural y electoral realmente no erael mejor para Pachakutik, y asimismoenfatizaba algunos desafíos del movi-miento:

En el movimiento indígena, en lasestructuras especialmente a nivel canto-nal, hay una sequía de formación políti-ca e ideológica, a tal punto (que) encuatro congresos de Pachakutik, nuncahemos hablado de los principios, la filo-sofía y el proyecto político que tienePachakutik como una fuerza alternativaque puede emerger para plasmar lo quees este encuentro de los valores y lascosas positivas que tiene el mundo occi-dental y la cultura andina. No es que lapropuesta de Pachakutik es entrar enuna democracia comunitaria, no, no,no. Queremos buscar una tercera vía endonde se nutran y donde entren los ver-daderos valores de la interculturali-dad.74

El domingo 25 de enero de 2009 serealizaron elecciones primarias dentrode Movimiento PAIS, invitando a ellas alos ciudadanos, y no solamente a losmilitantes del movimiento. Fue unaelección abierta, para que decidieran

cuáles de los pre-candidatos iban a serlos representantes oficiales de PAIS enlas elecciones. En el caso de la candida-tura de alcalde de Otavalo, inicialmenteel Movimiento PAIS había lanzado aMarcelo Valdospinos, director de laCasa de Cultura en Ibarra, pero luego seinvitó también a Mario Conejo a partici-par como candidato por la Lista 35 delmovimiento. Valdospinos se retiró delconcurso y al final Conejo fue aprobadocon 4.104 votos.75 Sin embargo, la par-ticipación oficial de Conejo por PAIS noha implicado hasta la fecha la disolu-ción del movimiento Minga, si bien escierto que en su seno se ha debatido laposibilidad de abandonar la organiza-ción cantonal para entrar al MovimientoPAIS. Según el alcalde y candidatoConejo, se trataba de una alianza localy la coyuntura política del futuro decidi-rá sobre la posible disolución de Minga.Es decir, éste aún existe, pero los candi-datos participan como Movimiento PAISy el nombre de Minga no aparece enningún material de la campaña electo-ral. Conejo asimismo reflexiona sobre laalianza en términos históricos y deoportunidades políticas:

Bueno, aquí tenemos el tema de que apesar de que la alianza [entre Minga yPAIS] que fracasó para la constituyente,hemos seguido manteniendo un diálogocon ellos, nosotros hemos definidodesde que se conformó el Movimiento

208 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

73 Gustavo Pareja participó en una cantidad de estas reuniones con la FICI y la UNAIMCO. Pareja decidióseguir con su candidatura de alcalde de Otavalo por el movimiento político Poder Ciudadano.

74 Quimbo, Otavalo, 17 de enero, 2009. Quimbo estuvo un período por Pachakutik en el ConsejoProvincial de Imbabura.

75 Movimiento PAIS-Imbabura, 2009. Hubo un número de 3.647 papeletas en blanco y 122 votos anula-dos.

Minga de que las alianzas tienen que seruna política del movimiento, porque enel país lo que hay que hacer precisa-mente es unir fuerzas de las tendencias.La derecha que ha estado más biensiempre unida y la izquierda siempredividida. El fenómeno Correa de algunamanera es visto por nosotros como unaoportunidad para generar procesos deunidad al interior de la tendencia, perocon un propósito y en una perspectivade renovación. Pero también la izquier-da peca mucho de radicalismo, a vecesmuy ortodoxa, muy radical y con posi-ciones muy extremas. Pues hacen quese pierda la perspectiva de la realidad yen función de proyectos revolucionariosse posterga cualquier acción o decisión.Yo por lo menos creo que la izquierdatiene que aprender a tener una lecturade la realidad local, nacional, interna-cional, para también saber dar respues-tas ahora a la problemática que vive lasociedad.76

En Cotacachi el proceso de las elec-ciones primarias fue más dramático queen Otavalo e incluía el concurso de dospre-candidatos de Movimiento PAIS;Alberto Andrango, dirigente histórico dela UNORCAC y el Concejal Municipalmestizo, Peter Ubidia, del nuevo movi-miento Cotacachi Libre.77 Andrango fuepropuesto por la UNORCAC en alianzacon la Federación de Barrios, otro ex-

aliado organizativo clave de Tituaña. Ladelegación provincial electoral deImbabura proclamó el triunfo deAndrango con 1.596 votos y por enderepresentante oficial de PAIS para laalcaldía de Cotacachi.78 La idea inicialera que debería respetarse la votaciónen la elección primaria y el perdedordebería unirse al equipo de campaña dequien resultase ganador de los dos pre-candidatos a alcalde. No obstante,Ubidia reconoció la votación y la victo-ria de Andrango, pero luego de una reu-nión entre los dos el 1 de febrero,durante la cual no llegaron a consensos,decidió retirarse junto con todos loscandidatos de Cotacachi Libre de laalianza de PAIS en el cantón.79 Por con-siguiente, no había unidad en la oposi-ción política del cantón. Un candidatomestizo, Patricio Coba del partidoIzquierda Democrática (ID) en alianzacon Poder Ciudadano, en la elecciónparticipó para alcalde. Al oficializarse laruptura entre los dos pre-candidatos dePAIS, Ubidia recibió ofertas de otrosmovimientos políticos, incluso comoposible candidato de alcalde por elPRIAN o el MPD (Movimiento PopularDemocrático), y el candidato Coba lepidió que participara como primer con-cejal de su lista.80 Ya que Ubidia tieneexperiencias laborales de los dos

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 209

76 Conejo, Otavalo, 7 de enero de 2009.77 Desde 2007 Ubidia se ha destacado como el principal opositor al alcalde Tituaña en el Concejo

Municipal. Ubidia fue electo por el movimiento político RED (Movimiento Red Ética y Democracia).Anteriormente estuvo vinculado al gobierno municipal de Conejo en Otavalo y fue jefe de diálogo inter-cultural y participación popular del municipio.

78 Movimiento PAIS-Imbabura, 2009. Ubidia obtuvo 786 votos y el número de votos en blanco fue de1.098 y hubo 466 votos anulados.

79 Ubidia, 2009.80 Al final el Movimiento Cotacachi Libre decidió aliarse con el movimiento de Coba; Poder Ciudadano.

gobiernos locales de Tituaña, es valiosoconsiderar una reflexión comparativaque hizo en el 2007, reconociendo laimportancia política de la UNORCACen Cotacachi:

Lo que hay que diferenciar en los dosprocesos es que en Cotacachi el proce-so depende más de las organizaciones,más que de la ciudadanía, mientras queen Otavalo es al revés, el proceso esmás ciudadano antes que de las organi-zaciones. Si la FICI está o no está, siapoya al proceso o no, no pasa nada, elproceso sigue y avanza, y como Mariodice; ellos se van quedando. En cambioen Cotacachi es distinto, la UNORCACdesempeña un papel fundamental, qui-zás el más importante, luego están laAsamblea Cantonal, la Federación deBarrios, las Coordinadoras de Mujeres ydemás. Sin ellos el proceso muere, y elciudadano común y corriente de laesquina, de la tienda, no participa y noes parte de ese proceso activo.81

Luís Román Chávez, socialista y fun-dador de Cotacachi Libre, sugiere quetanto el Partido Socialista como laUNORCAC en momentos determinan-tes han utilizado prácticas oportunistasen sus alianzas electorales.82 Por consi-guiente, Pachakutik-Cotacachi ha expe-rimentado una crisis relacionada a lacambiante situación entre Tituaña y la

UNORCAC; una creciente cantidad deex–simpatizantes de Pachakutik en lascomunidades indígenas llegaron a apo-yar al Movimiento PAIS y a la candida-tura de Andrango. No obstante, a partirde enero de 2009 y del comienzo de lacampaña electoral, la organización can-tonal de Pachakutik incrementó sus acti-vidades estratégicas con frecuentes reu-niones y Tituaña fue lanzado como can-didato a alcalde para un cuarto período,apoyado asimismo por Pachakutik; y anivel provincial por la FICI. En cuanto ala ruptura entre la Alcaldía y la Asam-blea de Unidad Cantonal varios críticosinternos y externos opinan que comen-zó a deteriorarse las relaciones cuandolos actores de la AUCC expresaron críti-cas y cuestionamientos al alcalde alsentirse ignorados y sin posibilidad deinfluir en las tomas de decisiones colec-tivas, señalando una actitud más autori-taria y cerrada por parte del alcalde.83

No obstante, en este contexto de ruptu-ra inter-institucional cabe destacar queel presidente de la AUCC, LeonardoAlvear, quien se identifica con Pacha-kutik (como la gran mayoría de losrepresentantes de la Asamblea), esclare-ce que la confrontación entre las dosinstituciones no implica que él esté con-siderando cambiar de preferencia parti-dista en las elecciones.84

210 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

81 Ubidia, Cotacachi, 4 de junio, 2007. Igualmente es importante destacar que desde 2007 y con el obje-tivo de ganar la alcaldía, Ubidia realizó una serie de reuniones estratégicas con diferentes actores de laoposición izquierdista en Cotacachi, incluso con Pedro de la Cruz, Segundo Andrango y representantesde Movimiento PAIS y el PS-FA.

82 Román Chávez, Cotacachi, 26 de junio, 2009.83 Entrevistas en Cotacachi, con, por ejemplo: Cevallos, 6 de enero y Cabascango, 9 de enero, 2009.84 Alvear, Cotacachi, 6 de enero, 2009. No obstante, al oficializarse la victoria de Alberto Andrango en la

noche del 26 de abril de 2009, Alvear celebró el triunfo junto con el grupo de Andrango y PAIS.

Las elecciones cantonales de 2009

El domingo 26 de abril se realizaronlas elecciones municipales y ya en lanoche del mismo día quedaba claro queAlberto Andrango había triunfado en

Cotacachi. En Otavalo el conteo devotos tardó más tiempo, pero luego devarios días de espera el ConsejoElectoral oficializó la victoria de MarioConejo en Otavalo.

Al oficializarse los resultados, niGustavo Pareja ni Auki Tituaña recono-cieron los resultados e incluso denun-ciaron el proceso electoral como frau-dulento. Pareja y el Movimiento PoderCiudadano iniciaron protestas callejerase intentaron invadir las instalaciones delmunicipio, donde funcionaba la JuntaProvincial Electoral.86 En relación conla votación rural en Otavalo convieneseñalar algunos hechos sobre la situa-ción de los indígenas rurales y la divi-sión en preferencias electorales. El pre-fecto Pareja había invertido mucho ensu campaña en las comunidades, ycomo se menciona anteriormente, en lacampaña de Pachakutik parecía ser muyprobable que se realizara la alianzaentre el movimiento indígena y el pre-fecto. Luego al acercarse la fecha elec-toral, Pachakutik y CONAIE a nivel

nacional habían instruido a sus militan-tes no votar fuera de la Lista 18 deMUPP-NP, una instrucción que no fueobedecida. La incertidumbre y la“pugna” interna de Pachakutik-Otavalosin lugar a dudas contribuyeron a laconfusión entre los indígenas rurales delpartido indígena. Otros optaron por laopción de Mario Conejo, muchos deellos como un reconocimiento de suobra como alcalde, mientras que otrosestaban más influidos por el efectoCorrea y la popularidad de MovimientoPAIS. El autor del presente estudio argu-ye que hubiera sido muy difícil paraConejo triunfar electoralmente sin laalianza estratégica con PAIS.

En el contexto de importantesconexiones anteriores entre los dirigen-tes indígenas locales y los partidos deizquierda, tanto Alberto Andrango como

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 211

85 Consejo Nacional Electoral, 2009. Documento “Boletín parcial de alcaldes municipales. Provincia deImbabura”, fecha de consulta: 5 de mayo de 2009.

86 Voceros (anónimos) de PAIS en Otavalo enfatizan que sin irregularidades electorales la victoria deConejo hubiera sido más grande, y que el fraude electoral fue obra de Pareja.

Otavalo Cotacachi

Mario Conejo/PAIS 42,49% Alberto Andrango /PAIS 45,95%Gustavo Pareja/MPC 40,78% Auki Tituaña /PK 27,89%José Manuel Quimbo/PK 11,96% Patricio Coba/MPC-CL-ID 26,15%

Elecciones cantonales de 2009(Votación obtenida por los candidatos de alcalde)85

Mario Conejo tienen experiencias histó-ricas de militancia en el socialismo mástradicional (PSE y el FADI), y los dostuvieron el apoyo tanto de MovimientoPAIS como el PS-FA en los procesoselectorales de alcalde en su respectivocantón. Curiosamente, hay vinculacio-nes íntimas de amistad desde variasdécadas entre los Andrangos enCotacachi y los Conejo Maldonados enOtavalo con la máxima dirigencia delPartido Socialista, sobre todo con el ide-ólogo Enrique Ayala Mora.87 Así quehay una trayectoria de vínculos indivi-duales y organizacionales en los doscasos y las relaciones históricas entrelos actores sin lugar a dudas facilitaronlas alianzas en el contexto de Movi-miento PAIS. Pachakutik perdió en susdos fortalezas tradicionales, y como seha argumentado anteriormente, hayexplicaciones relacionadas tanto con elefecto Correa, como desde las divisio-nes internas del movimiento indígena.Una conversación pre-electoral conCarmen Yamberla, la representante delos sectores rurales indígenas confirmaque existe un efecto Correa en el movi-miento indígena de Otavalo, pero igual-mente observa algunos aspectos de lacomplejidad de la relación:

Existe. ¿No? Eso no se puede negar, peroyo no diría que Correa en sí, que estéimpulsado por Correa, es una cuestióndistinta. Pero, toda la cuestión de la pro-puesta misma en sí, el plan de gobierno,todo en su mayoría ha sido con pro-puestas desde el movimiento indígena.

Lo que si es que logró entender [estaspropuestas] y utilizó estratégicamentedesde su espacio, entonces, está convir-tiéndose en realidad. Yo al menos, estoes un criterio muy personal, yo nopuedo decir que es el gobierno másmalo. No. Tampoco puedo decir es ungobierno perfecto ¿no?, de ningunamanera o sea, es importante. Es intere-sante lo que se está realizando, perotambién pasan muchas cosas que nonos agrada, no solo como movimientoindígena, sino como país. No nos agra-da lo que nos está haciendo. Sin embar-go, hay cosas que se deben rescatar y talvez un poco como logró penetrar, diga-mos, en la conciencia indígena tam-bién, en el sector indígena sobre susacciones y poniendo el caso, por ejem-plo, las acciones que se han realizado anivel de la salud, a nivel de la educa-ción. Es interesante. ¿No? Como quealgunos roles sociales, la vivienda, losbonos, todas estas cosas, como que a lagente le llega, entra por los ojos, estáviendo entonces como que de prontono se está migrando los otros temas defondo para el país. Son cosas que sí tie-nen un impacto y eso a nivel ya de lacoyuntura misma política electoral va ainfluir mucho. Va a haber divisiones, esoya está dado ¿no? Es un hecho… Si algu-nos sectores indígenas estarán con elgobierno, otros sectores indígenas esta-rán con otros partidos. Igualmente anivel del movimiento Pachakutik estarántambién entonces. En este caso es unpoquito dificultosa la coyuntura, peropasadas las elecciones por otro lado esmuy fuerte lo que es la identidad en sipor ser indígena. Ya empieza nuevamen-te a buscar lo que es la unidad. Y al

212 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

87 Enrique Ayala Mora es un influyente líder del PS-FA y académicamente es Doctor en Ciencias de laEducación y en Historia moderna. Actualmente es Rector de la Universidad Andina Simón Bolívar enQuito.

menos cuando hay un golpe político,una crisis económica social, todo esoentonces ya hay una agrupación másfuerte. ¿No? Pero en el momento electo-ral como que todo el mundo tambiénaspira y está en su derecho.88

Parcialmente, y como tantos otrosdirigentes del movimiento indígena,Yamberla culpa al oportunismo de algu-nos actores indígenas por la debilidadactual de la organización y el fortaleci-miento de Correa. Cotacachi y Otavalono son casos aislados en este procesode nuevas alianzas entre actores indíge-nas y organizaciones políticas de laizquierda. En la provincia de ImbaburaPachakutik no logró triunfar en ningunaalcaldía, pero a nivel nacional el partidoindígena salió victorioso (sin o conalianzas) en aproximadamente 26 alcal-días, cinco prefecturas provinciales ycinco asambleístas nacionales, sobretodo de las provincias amazónicas yotras partes de la Sierra. Por ejemplo enla provincia de Chimborazo, MarianoCuricama, ex-alcalde por Pachakutik89

en Guamote, fue electo prefecto conuna alianza entre PAIS, Pachakutik y elMovimiento Municipalista. Igualmentea nivel municipal Pachakutik tuvo dece-

nas de concejales electos,90 inclusopuso dos concejales en Cotacachi,Patricia Espinoza y Fabiola Guevara, ydos en Otavalo; Marcia Sánchez yManuel Díaz.91 En Otavalo, del total denueve concejales municipales, cincoson de PAIS, y los restantes dos de PoderCiudadano. En Cotacachi, tres de lossiete puestos en el Concejo Municipalfueron ganados por PAIS, mientras quedos candidatos llegaron por PoderCiudadano.92

Redondeando, para percibir mejorla derrota de Auki Tituaña y el triunfo deAlberto Andrango, hay varios factores aconsiderar. Primero, la ruptura entre elalcalde y sus principales aliados, sobretodo la UNORCAC, pero también laAsamblea de Unidad Cantonal quemuchos cotacacheños veían como “suespacio” de participación y representa-ción. Segundo, el efecto Correa y laesperanza que generaba en partes rele-vantes de la población. Tercero, consi-derando el hecho de que el candidatomestizo Coba no logró ganar a pesar dela competencia de dos indígenas com-batiendo por, en parte, los mismo votos,puede haber explicaciones psicológicasen que la imagen que Cotacachi ha

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 213

88 Yamberla, Otavalo, 16 de enero, 2009.89 En 1992 Curicama fue electo alcalde de Guamote por el partido Izquierda Democrática/ID y en 1996

fue re-electo, pero en representación de Pachakutik.90 Pachakutik, 2009. En varios de estos casos la victoria de Pachakutik se realizó a través de alianzas

locales o provinciales.91 Espinoza y Sánchez son representantes mestizas urbanas de Pachakutik mientras que Guevara y Díaz

son representantes rurales indígenas de la organización.92 Por PAIS llegaron: Manuel Narváez (presidente de la Federación de Barrios y el concejal más votado

del cantón), Marcelo Cevallos y Pedro Sánchez, y por Poder Ciudadano: Angel Paul Proaño y SantiagoLozano. En Otavalo los concejales electos por PAIS son: Aníbal Fernando Bonilla (el más votado), MelvaGuarderas, Elmer Carvajal, Mariana Perugachi y Mersy Yaselga. Por Poder Ciudadano llegaron RubénBuitrón y Harold Espín.

logrado obtener con el gobierno localliderado por un indígena hiciera que loselectores no querían un cambio tan dra-mático, es decir un liderazgo mestizo.Coba asimismo había fracasado en elec-ciones anteriores, y su perfil de empre-sario que vive en Quito y regresa paracandidatear a la alcaldía también sonaspectos que influyeron.93 No obstante,el efecto Correa de hecho influyó direc-ta e indirectamente también en la pri-mera y tercera explicación ya que losfactores presentados están íntimamenteinterrelacionados. El carácter orgánicode la UNORCAC en sus decisiones dealiados partidistas electorales se mostródeterminante en este proceso, una con-dición que igualmente funcionó en elcaso de la red social alrededor deConejo y la Minga en Otavalo.

Conclusiones

En este artículo se ha analizado elllamado efecto Correa en el movimien-to indígena a nivel local y los casoscantonales de Cotacachi y Otavalo, for-talezas tradicionales del movimientopolítico Pachakutik en la provincia deImbabura, y particularmente se ha con-siderado los aspectos de nuevas alian-zas locales y rupturas organizativasentre 2006 y el inicio de 2009. Se haconstatado que hay un efecto Correa enOtavalo y Cotacachi e igualmente se haenfatizado la importancia de alianzas

estratégicas a nivel municipal. Muyprobablemente, los candidatos victorio-sos de Movimiento PAIS en los dos can-tones, Alberto Andrango y MarioConejo, no hubieran logrado apoyoelectoral suficiente sin la alianza con elmovimiento político de Rafael Correa.Desde la perspectiva indígena hay acto-res indígenas críticos que arguyen queel presidente Correa ha usurpado laagenda del movimiento indígena ycooptado una cantidad relevante de susdirigentes y militantes. Sin embargo, elefecto Correa en el movimiento indíge-na en Cotacachi y Otavalo no se expli-ca simple o exclusivamente desde con-ceptualizaciones acerca del populismoy carácter personalista del primer man-datario. Es necesario considerar proce-sos políticos locales, estructuras socia-les, la complejidad organizativa de losactores indígenas principales, inclusolas relaciones históricas entre los indí-genas y organizaciones políticas de laizquierda.

Desde la perspectiva teórica de lasestructuras de oportunidades políticas,tanto el movimiento Minga en Otavalocomo la UNORCAC en Cotacachi esta-blecieron alianzas locales con el pro-gresivo Movimiento PAIS, igualmenteen un contexto de debilitamiento y/odivisiones de otras organizaciones polí-ticas, inclusive Pachakutik. Se han enfa-tizado las particularidades en la estruc-tura política local como decisiva para

214 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

93 Esta hipótesis mía sobre Coba fue confirmada en una entrevista con Ubidia, Cotacachi, 20 de junio,2009 y Román Chávez, Cotacachi, 26 de junio, 2009. Ubidia igualmente reconoce que PoderCiudadano, tanto en Cotacachi como en Otavalo, fue un movimiento electoral más superficial y coyun-tural sin raíces en la sociedad. En la actualidad no se identifica con Poder Ciudadano, sino conCotacachi Libre.

comprender las condiciones inicialespara lograr establecer alianzas socialespor parte del Movimiento PAIS. Lasconexiones históricas entre el PartidoSocialista, el FADI y el movimiento deCorrea deben enfatizarse como un fac-tor importante para la comprensión delas alianzas políticas actuales, y al nivelcantonal de Cotacachi y Otavalo igual-mente las conexiones entre los socialis-tas y los dirigentes indígenas, incluso loscasos de Alberto Andrango y MarioConejo. El conflicto de Pachakutik enOtavalo ilustra bien que el dilema inter-cultural fue crucial tras la división delmovimiento indígena del cantón. Desdesu primer momento la relación entre elgrupo alrededor de Conejo y las faccio-nes opositoras del “partido indígena”fue caracterizada por conflictos y ten-siones internas, frecuentemente mani-fiestas en términos de interculturalidad,etnicidad y clase en los discursos de losactores. En Cotacachi, por lo contrario,el dilema intercultural no ha sido untema fuertemente presente en la agendapolítica. La ruralidad del perfil del movi-miento indígena en Cotacachi es un fac-tor muy fuerte para interpretar esta dife-rencia entre los dos cantones. La pre-sencia de los indígenas en las zonasurbanas de Otavalo, así como la relativafortaleza económica de algunos actoresindígenas fueron aspectos que hicieronel dilema intercultural más delicado enOtavalo. De la misma manera se haconsiderado el carácter orgánico de lared social alrededor de Conejo enOtavalo y de la UNORCAC en Cota-cachi en el contexto de las relacionespartido-sociedad civil y las alianzaspolíticas.

La crisis interna del movimiento indí-gena a nivel más general asimismo haafectado las perspectivas por parte delMovimiento PAIS de atraer ciudadanosindígenas desilusionados con su lideraz-go tradicional. En las bases de Pacha-kutik y la CONAIE existen acercamien-tos al movimiento de Correa, pero másque todo en forma de involucramientoindividual y militancia de líderes indíge-nas ex Pachakutik en PAIS. Por otraparte, como se ha mencionado, comoorganizaciones colectivas, tanto Pacha-kutik como la CONAIE se ha colocadoen oposición al gobierno de Correa. Conla llegada de Correa a la Presidencia, laCONAIE y Pachakutik se encuentranpresionados para reconsiderar sus priori-dades políticas e incluso su rol e identi-dad como organizaciones. En el contex-to político nacional, considerando lasposiciones de izquierda de la adminis-tración de Correa, si bien la dimensiónanti-neoliberal podrá continuar auncomo la mayor preocupación del movi-miento indígena, pero éstas no constitui-rán tan fácilmente el enfoque de movili-zación de políticas opositoras de lasmasas, por lo menos mientras Correalogre mantener su apoyo popular.

La popularidad de Correa luego demás de dos años como presidente con-lleva a mejores perspectivas de gober-nabilidad y al mismo tiempo se han difi-cultado las circunstancias para la oposi-ción dentro de la izquierda y del movi-miento indígena más tradicional(CONAIE-Pachakutik). A nivel provin-cial de Imbabura, los seis alcaldes can-tonales son de PAIS, así como el prefec-to, la vice-prefecta y la mayoría de losconcejales municipales, así que las con-

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 215

diciones están establecidas para posibi-litar estrategias inter-institucionales decolaboración entre los diferentes nivelespolítico-territoriales y entre los munici-pios. Sin lugar a dudas, más investiga-ción será necesario realizar sobre lacomplejidad organizativa y los procesospolíticos a nivel local, particularmenteen este nuevo contexto con el gobiernoizquierdista de Rafael Correa y los nue-vos retos para el movimiento indígena.En cuanto a la experiencia de la alianzacon Gutiérrez, es oportuno subrayar queel Partido Sociedad Patriótica aún cuen-ta con soporte de una porción de lapoblación indígena, especialmente enotras partes de la Sierra, aunque no tuvoapoyo significante en los cantonesimbabureños. Por ello investigacionesposteriores deben considerarse el signi-ficado del efecto Gutiérrez en el movi-miento indígena y como contraste alfenómeno Correa.

Bibliografía

Báez Rivera, Sara & Bretón Solo de Zaldívar, Víctor 2006 “El enigma del voto étnico o las tribula-

ciones del movimiento indígena: Re-flexiones sobre los resultados de la prime-ra vuelta electoral (2006)”, en: EcuadorDebate, No. 69, CAAP, Quito.

Burbano de Lara, Felipe 2006 “Los dilemas de Pachakutik”, en: Diario

Hoy, 6 de junio de 2006.Consejo Nacional Electoral, República de Ecuador,

http://www.cne.gov.ecEl Universo (varios años),

http://www.eluniverso.comFENOCIN

1999 Hacia el nuevo Milenio, FENOCIN, Agri-terra/Holanda, Taller Gráfico Nuevo Día,Quito.

Freidenberg, Flavia 2008 El sueño frustrado de la gobernabilidad:

Instituciones, actores y política informal

en Ecuador, Documentos CIDOB Amé-rica Latina; 24, Barcelona.

García Serrano, Fernando 2005 De movimiento social a partido político:

el caso del movimiento de unidad pluri-nacional Pachakutik-Ecuador, disponibleen: http://www.rls.org.br/publique/media/PartAL_Garcia.pdf

Ibarra, Hernán 2006 “La victoria de Rafael Correa y la ola pro-

gresista en América del Sur”, en: EcuadorDebate, No. 69, CAAP, Quito.

Jijón, Víctor Hugo 2006 Pachakutik 2006: Los riesgos del etnicis-

mo y del electoralismo, mimeo, Quito.Korovkin, Tanya

2007 “The indigenous movement and left-wingpolitics in Ecuador”, ponencia en la con-ferencia Left Turn in Latin America,University of British Columbia/SimonFraser University.

Korovkin, Tanya (con Vidal Sánchez y José Isama)2002 Comunidades Indígenas. Economía de

Mercado y Democracia en Los AndesEcuatorianos, CEDIME, IFEA, Abya-Yala,Quito, 2002.

Korovkin, Tanya 1999 Weak Weapons, Strong Weapons?

Hidden Resistance and Political Protest inHighland Ecuador, CERLAC WorkingPaper.

Lalander, Rickard 2009 “Between Interculturalism and Ethno-

centrism: Local Government and Indige-nous Movement in Otavalo-Ecuador”,ponencia, 45a Conferencia de SLAS/Society for Latin American Studies,University of Leeds.

Lalander, Rickard 2008 ‘Crónica de un divorcio anunciado:

Pachakutik y la Minga Intercultural enOtavalo’, en: Ecuador Debate, No. 74,CAAP, Quito.

Lalander, Rickard 2007 “El matrimonio entre Pachakutik y la

UNORCAC en Cotacachi: ¿Una alianzarara?”, en: Ecuador Debate, No. 72,CAAP, Quito.

Lalander, Rickard 2004 Suicide of the Elephants. Venezuelan

Decentralization between Partyarchy andChavismo. Renvall Institute, University of

216 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

Helsinki & Institute of Latin AmericanStudies, Stockholm University, Helsinki.

Lucas, Kintto 2007 Rafael Correa. Un extraño en Carondelet,

Planeta, Quito.Meisch, Lynn A.

2002 Andean Entrepreneurs. Otavalo Mer-chants & Musicians in the Global Arena,Texas University Press.

Movimiento PAIS-Imbabura 2009 Elecciones primarias de Movimiento

PAIS. Resumen de candidatos por vota-ción obtenida. http://www.mpaisimba-bura.com/images/mpais/primariaspais.pdf Municipio de Cotacachi: http://www.cotacachi.gov.ec/htms/esp/ciudad/can-ton.htm

Pachakutik 2009 “Exitosa participación de los candidatos

del MUPP-NP”, accesible en: http://www.pachakutik.org.ec/home/conteni-dos.php?id=34&identificaArticulo=314

Quintero López, Rafael 2006 “Testimonio de una experiencia unitaria”,

en: Entre voces, La construcción de lasizquierdas, número especial de mayo2006.

Quintero López, Rafael 2005 Electores contra partidos en un sistema

político de mandos, Abya-Yala, Quito.Rice, Roberta

2009 “From the Ground Up: The Consolidationof Indigenous Peoples´Parties in LatinAmerica”, manuscrito, Universidad deToronto, Scarborough.

Tarrow, Sidney 1994 Power in Movement. Social Movements,

Collective Action and Politics, CambridgeUniversity Press.

Torres, Alicia 2004 El “espejismo de la igualación”: comuni-

dad, clase y etnia en la emigración de loskichwa Otavalo, mimeo, FLACSO, Quito.

Tribunal Supremo Electoral (varios años),http://www.tse.gov.ec

Ubidia, Peter 2009 Carta a Jorge Almeida, Presidente del

Tribunal Electoral de PAIS Imbabura, 3 defebrero, 2009.

UNORCAC, http://www.unorcac.orgVan Cott, Donna Lee

2008 Radical Democracy in the Andes,Cambridge University.

VVAA 2004 Entre la utopia y el desencanto. Pacha-

kutik en el gobierno de Gutiérrez, Abya-Yala, Quito.

Yashar, Deborah J. 2005 Contesting Citizenship in Latin America:

The Rise of Indigenous Movements andthe Postliberal Challenge. CambridgeUniversity.

Zamosc, Leon 2007 ‘The Indian Movement and Political

Democracy in Ecuador’, en: LatinAmerican Politics & Society, # 49:3.

Entrevistas (selección)

Alvear, Leonardo (Pachakutik), presidente de laAsamblea de Unidad Cantonal deCotacachi, Cotacachi, 6 de enero, 2009.

Andrango, Segundo,94 ex-dirigente de la UNOR-CAC, miembro de FENOCIN, ex-directornacional de PRODEPINE,95 Cotacachi, 5de enero y 22 de junio, 2009.

Andrango, Alberto (Movimiento PAIS), co-fundadorde UNORCAC, defensor del pueblo indí-gena de la provincia Imbabura, alcaldede Cotacachi desde agosto 2009, Cota-cachi, 5 de enero y 21 de junio, 2009.

Andrango, Rumiñahui, presidente de la UNOR-CAC, Cotacachi, 23 de enero, 2008, 5 y18 de enero, 2009.

Arotingo, Alberto (Pachakutik), coordinador dePachakutik-Cotacachi, Cotacachi, 16 deenero, 2009.

Bonilla, Aníbal Fernando (Movimiento PAIS/PS-FA),periodista y poeta, concejal urbano delGobierno local de Otavalo desde 2009,Otavalo, 6 de enero y 23 de junio, 2009.

ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 217

94 Simpatizante de Movimiento PAIS.95 PRODEPINE es el Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Negros del Ecuador.

Cabascango Joel (Cotacachi Libre/Poder Ciuda-dano), dirigente político vecinal de Intag,Cotacachi. Otavalo, 9 de enero, 2009.

Cabascango, José María (Pachakutik), líder históricode Pachakutik y CONAIE, ex presidentede la FICI, Otavalo, 8 de enero, 2009.

Campos, Fanny (Pachakutik), colaboradora de laFICI, coordinadora provincial dePachakutik-Imbabura, Otavalo, 24 deenero, 2008 y 8 de enero, 2009.

Carlosama, Miguel Ángel,* ex-Presidente de la FICI,ex-colaborador de ECUARUNARI y laCONAIE, Ibarra, 27 de junio, 2007.

Castañeda, Maria Ercilia (Pachakutik), candidata demaestría en desarrollo local/FLACSO,Otavalo, 8 de junio y 4 de julio, 2007, yentrevista por internet: 11 de octubre,2008.

Cevallos, Jomar, técnico en la Asamblea de UnidadCantonal de Cotacachi, Cotacachi, 6 deenero de 2009.

Conejo Maldonado, Mario (Minga Intercultural/Movimiento PAIS), sociólogo, Alcalde deOtavalo, Otavalo, 9 de diciembre, 2004,12 de junio y 4 de julio, 2007, 22 deenero, 2008, 7 y 15 de enero, 2009.

De la Cruz, Pedro (Movimiento PAIS/PS-FA), ex-pre-sidente de FENOCIN, ex-presidente deUNORCAC, Cotacachi, 31 de diciembre,2007.

De la Torre, Manuel (Pachakutik), presidente de laFICI, Otavalo, 24 de enero, 2008.

Kowii Maldonado, Ariruma, abogado, lingüista,poeta, Subsecretario de educación para eldiálogo intercultural, Ministerio de

Educación, Quito, 7 de junio, 2007 y 15de enero, 2008.

Lema, José Antonio (Pachakutik), presidente de laUNAIMCO, Otavalo, 15 de enero, 2009.

Maldonado, Washo (Minga Intercultural/ Movi-miento PAIS), ex-coordinador del Con-sejo de Integración del Pueblo Kichwa deOtavalo, ex-coordinador de Pachakutik-Otavalo, Otavalo, 14 de enero, 2009.

Quimbo, José Manuel (Pachakutik), abogado, ex-presidente de la UNAIMCO, Otavalo, 26de enero, 2008, 17 de enero y 21 dejunio, 2009.

Román Chávez, Luís (Cotacachi Libre96), artesanode cuero, fundador de Cotacachi Libre,Cotacachi, 26 de junio, 2009.

Tituaña Males, Auki (Pachakutik), economista,Alcalde de Cotacachi, Cotacachi, 26 dejunio, 2007, 23 de enero, 2008 y 5 y 19de enero, 2009.

Ubidia Gavilanes, Peter (Cotacachi Libre/PoderCiudadano), periodista, Concejal munici-pal de Cotacachi hasta 2009, Otavalo, 9de Diciembre, 2004 y Cotacachi, 4 y 14de junio, 4 y 9 de julio, 2007, 4 de eneroy 20 de junio, 2009.

Yamberla, Carmen (Pachakutik), ex-Presidenta de laFICI, Otavalo, 11 de junio, 2007, 16 deenero, 2009.

Zambrano, Luzmila (Minga Intercultural/Movi-miento PAIS), asesora del alcalde deOtavalo, profesora e interlocutora deKichwa, 7 y 14 de enero, 19 y 22 dejunio, 2009.

218 RICKARD LALANDER / Los Indígenas y la Revolución Ciudadana. Rupturas y alianzas en Cotacachi y Otavalo

* Simpatizante, pero no militante de Pachakutik.96 Anteriormente fue militante del Partido Socialista y hasta las elecciones primarias de enero de 2009 de

Movimiento PAIS en Cotacachi.

ste libro es tal vez el esfuerzomás sistemático para analizarlos impactos de las Políticas de

Ajuste Estructural (PAE) sobre el desarro-llo rural, muy especialmente en la sierrade Ecuador. La versión que comentamoses una actualización del libro publicadopor los autores bajo el título RuralProgress, Rural Decay; Neoliberaladjustment Policies, publicada porKumarian el año 2003. En esta ediciónse incluye un trabajo sugerente deCarlos Larrea sobre Cambios en laTenencia de la Tierra, no incluido en laversión inglesa y actualizaciones de lostextos de Cameron sobre todo, perotambién de Liisa North.

El libro cuenta con tres secciones,una teórica con textos de Louis Lefebery Ricardo Grinspun; una segunda sobreImpactos de las Políticas, en una pers-pectiva comparativa y una tercera sec-ción de estudios de caso en la sierraecuatoriana, además de una pertinentey bien lograda introducción de LiisaNorth.

El enfoque desarrollado por losautores Luciano Martínez Valle, LiisaNorth, Louis Lefeber, Víctor Bretón Solode Zaldívar, Ricardo Grinspun, TanyaKorovkin, John Cameron y CarlosLarrea, tiene como eje central de refle-xión la necesidad de políticas estatalesmacro, favorables al desarrollo de lapequeña producción agropecuaria yrural en general y la existencia de orga-nizaciones asociativas que puedansocializar las ganancias y representarsus intereses, frente a los tomadores dedecisiones. Como señala claramenteLiisa North en su introducción al libro,al referirse a los autores y que constitu-yen el núcleo central de este enfoque:”ellos comparten tradiciones académi-cas que investigan las posibilidades dedesarrollo, prestando especial atencióna las formas en las que las relaciones depoder estructuradas históricamente anivel local, nacional e internacional,facilitan o impiden las mejoras en lascondiciones sociales y en las oportuni-dades de los sectores desfavorecidos”(p. 13).

RESEÑAS

DESARROLLO RURAL Y NEOLIBERALISMO. ECUADOR DESDE UNA PERSPECTIVA COMPARATIVA

Liisa North y John Cameron, (Editores), UASB/CEN, Quito, 2008, 310 pp.Manuel Chiriboga

E

En cuanto a las políticas imprescin-dibles para promover el desarrollo agrí-cola incluyen fundamentalmente aque-llas de redistribución de la tierra, las deprotección e inserción inteligente en losmercados laborales y un fortalecimientodel Estado como regulador de la econo-mía. Un punto muy importante a resal-tar en este enfoque radica en que la pro-ducción rural no se reduce a lo agríco-la, sino que incluye también la industriarural. La referencia principal es el casode los países del sudeste asiático: Coreay Taiwán. La referencia histórica concre-ta para el caso ecuatoriano es el perío-do de los 80, donde simultáneamente seaplicaron las políticas de ajuste estruc-tural y Ecuador pasó por un períodograve de crisis económica y política.

Con este marco de referencia anali-zan la experiencia ecuatoriana dondeno se cumplen ninguna de las condicio-nes macro definidas como necesarias,especialmente a partir de la aplicaciónde los PAE y la entrada de Ecuador a laOMC y por lo tanto la interiorización delas reglas de comercio, caracterizadascomo desfavorables a la poblaciónrural. A ello se agrega la ausencia deuna real reforma agraria que hubieseredistribuido la tierra que Carlos Larreacomprueba sobre la base del análisisinter censal.

¿Cuáles son a juicio de los autoreslos efectos de las políticas neo-liberalesy ausencia de reforma agraria? Como loseñala muy bien Lefeber, el efectomayor es que: “ante la ausencia depoder adquisitivo local, existe solamen-te una demanda limitada para los bienesde producción doméstica; por tanto losinversionistas se orientan hacia los mer-cados de exportación… frecuentemente

controlados por intereses extranjeros”.Aún más las políticas de apertura eco-nómica desplazan la producción agrí-cola e industrial. (p. 52). También elautor señala que las poblaciones ruralesmarginales pueden aumentar su deman-da si hay políticas proactivas del estado,incluyendo de tierras y obras públicas yque los sectores comerciales tambiéndeben avanzar, cuidando sin embargo,de no ser capital intensivo y dependien-tes en el uso de insumos importados. Lointeresante es que la propuesta simultá-neamente no defiende políticas tipo ISI,ni un proteccionismo general ni perma-nente, encuadrándose en la perspectivade autores como Ha Joon Chang.

Desde este enfoque, los autores ana-lizan un conjunto de casos microregio-nales, donde encuentran que el contex-to macro limita las posibilidades dediversificación productiva y mejora enel bienestar rural. En el caso de los pro-gramas públicos Luciano Martínez Valleconstata que no hubo mejoras en losingresos en las familias beneficiariascomo resultado de las acciones empren-didas por el programa público PRONA-DER financiado por el Banco Mundialpero; a mi juicio no se compara dichosdatos con la evolución de sus ingresosde la población rural en su conjuntopara el mismo período. ¿Les fue igual?O ¿peor? Hubiese sido necesario paraconfirmar la hipótesis presentada, sobrecomo los resultados de los PAE afecta-ron la efectividad de los programas dedesarrollo rural.

En el caso de los talleres textiles dePelileo, en Tungurahua no se presentanevidencias de importaciones de ropausada (Ecuador a pesar de haberse com-prometido el país a la importación de

220 MANUEL CHIRIBOGA / Desarrollo rural y neoliberalismo. Ecuador desde una perspectiva comparativa

ropa usada en su protocolo de adhesióna la OMC, nunca la ha abierto en lapráctica), pero si del impacto de la crisisfinanciera (no se pagaban los cheques);cabe entonces preguntarse qué tipo depolíticas macro afectaron esa experien-cia. La entrada de bienes confecciona-dos de la China ha sido casi siemprelimitada por políticas de control deimportaciones, así que tampoco meparece una variable explicativa. Fue lacrisis financiera, resultado de la desregu-lación bancaria, impulsada ella si por losPAE los que afectaron tales experiencias.Un contraste con un caso como AntonioAnte en la provincia de Imbabura,pudiese a mi juicio evidenciar si hay adi-cionalmente, factores de funcionamien-to de los clústeres en la durabilidad de ladiversificación productiva, que en ciertaforma pueden contrarrestar el impactode las políticas macro.

En el caso de Salinas, que trabaja-mos en forma cercana con Liisa North,ella explica el éxito por las acciones dereforma agraria realizadas por la iglesiaen esa zona y los programas de apoyorealizados por ONG como FEPP. Suhipótesis básica es que la realización dela reforma agraria por parte de la iglesia,en un espacio micro explica esta expe-riencia. Sin embargo, no se analiza elpapel que jugaron las limitaciones a laimportación de leche en polvo durantetodo este período. Se trata de otro pro-ducto, donde a pesar de los compromi-sos en la OMC, no se abrieron lasimportaciones. Sin embargo y LiisaNorth lo demuestra bien, mejoras en elbienestar fueron limitadas en ausenciade una política seria de inversiones enlo social, como educación y salud.

Sería importante analizar otros casosterritoriales para probar la fortaleza delenfoque y extenderlo a un período mar-cado por crecimiento económico, en elcontexto de la aplicación de los PAE.Casos como los de Antonio Ante yOtavalo en Imbabura, la parte nororien-tal de Cayambe en Pichincha o laszonas cafetaleras de Loja, pueden even-tualmente producir otros resultados, siobservamos períodos más largos o almenos el tipo de causalidad entre polí-ticas macro y los resultados locales,pueden leerse diferentemente. Ellopodría señalar que hay factores territo-riales de nivel meso que pueden modifi-car las tendencias de impacto de políti-cas y por lo tanto establecer ordenes decausalidad más complejos.

Un ejemplo de esto son los estudiossobre desarrollo rural territorial promo-vidos recientemente por RIMISP y quese trabajan en Ecuador conjuntamentecon la UASB y el IEE. En una primerafase un equipo liderado por CarlosLarrea utilizando las bases de datos delos censos de población de 1990 y del2000 y las encuestas de hogares de1996 y del 2006 logró identificar con-glomerados parroquiales con comporta-miento inter censal similar en cuanto amejoras de ingreso familiar, reducciónde pobreza y de desigualdad. Ello des-cubrió modalidades diversas en cuantoa resultados de desarrollo, medidos porestas tres variables. En otras palabras yal menos respecto a estos indicadoresde desempeño, no hay una respuestahomogénea a los PAE y la apertura.

Paralelamente un trabajo lideradopor el mismo Carlos Larrea, RenatoLandín y Manuel Chiriboga y apoyado

ECUADOR DEBATE / RESEÑAS 221

por PRODER y el MIES, encontró a nivelcantonal combinaciones particulares devariables de empleo, pobreza, producti-vidad, género y otros. El cruce de estosdos trabajos permite precisar hipótesissobre diversas dinámicas territoriales.En una segunda fase que estamos ini-ciando bajo el liderazgo de PabloOspina, analizaremos en profundidad elcaso de Tungurahua, donde justamenteel ingreso crece y la pobreza se reduce.Aquí lo que nos interesa es saber cómocoaliciones sociales localizadas en elterritorio imprimen sellos particulares ala evolución del desarrollo rural.

Este enfoque busca en definitivaanalizar simultáneamente condicionesde transformación productiva a partir deteorías parciales sobre aglomeracióneconómica, industrialización flexible,economía de la cultura y aprendizajepara la innovación, con teorías más cer-canas a la transformación institucional,que incluyen desde teorías originadasen la economía institucional a lo North,pasando por las de capital social dePutnam, hasta las de campo inspiradasen Bourdieu, incluyendo la sociologíaeconómica de Fligstein y Granovetter.

Es necesario a mi juicio incluir en elanálisis propuesto por los autores dellibro que comentamos, un enfoque de

economía y ciencia política a los temasmás generales de formulación de políti-cas públicas agropecuarias y de desa-rrollo rural, sean de tipo nacional, terri-torial o local (como lo hace a mi juicioJohn Cameron para las municipalidadesque estudia). Para las políticas naciona-les sería necesario retomar trabajoscomo los realizados por Conaghan,Brownrigg, Hanson y Rosero y la mismaLiisa North en los 80.

Una hipótesis posible es que laspolíticas de ajuste estructural de los 90y de apertura comercial, impulsadasactivamente por el Banco Mundial y susgrupos afines en el país, sin embargofueron materia de intensa negociación,produciendo unas políticas adaptadas alos grupos de influencia en el sectoragropecuario. Ciertamente las políticasde protección arancelaria reflejan aque-llo y las políticas que seguramentesufrieron el recorte mayor fueron aque-llas sin defensa corporativa fuerte comolas de extensión, sanidad agropecuariao investigación. Es este un vacío en elanálisis macro que propone el libro.

Lo expuesto, tiene como objetivo elpromover el debate sobre los trabajospublicados en el libro, que sin duda,constituyen un hito en la investigaciónagraria y rural del país.

222 MANUEL CHIRIBOGA / Desarrollo rural y neoliberalismo. Ecuador desde una perspectiva comparativa

os estudios sobre historia políti-ca latinoamericana han experi-mentado desde la década de los

ochenta del siglo pasado una ampliarevisión, sobre todo en lo que respecta alas interpretaciones sobre cultura políti-ca, decolonización y los fundamentosde la democracia en las Américas. Estarevisión historiográfica fue en gran parteel resultado de los cambios políticos enel mundo; y, en América Latina se ali-mentó además de los aportes que hicie-ra la historia cultural con motivo de los200 años de la Revolución Francesa yha recibido especial atención al cele-brarse ahora el bicentenario del iniciode las guerras de independencia de laAmérica española.

Dos son las interpretaciones princi-pales en la nueva historia de la inde-pendencia. De un lado, una corrienteque explica el acontecer revolucionariodesde los procesos al interior de lassociedades coloniales y que postula laexistencia de una identidad criolladesde mediados del siglo XVIII, que

confluyó en proyectos nacionales y lacreación de repúblicas independientes.La otra línea de interpretación sitúa alas campañas independentistas en elcontexto de las revoluciones atlánticasy de la crisis del Antiguo Régimen enEuropa. La invasión francesa a la penín-sula ibérica y el colapso de laMonarquía española en 1808 obligó alas elites americanas a repensar su rela-ción con la Metrópoli, provocando conello un movimiento que nació comoautonomista, pero que derivó en laemancipación.

Rodríguez -historiador ecuatorianoresidente en los Estados Unidos desde1953- propone con este libro una relec-tura de los acontecimientos entre 1808y 1822. Desea corregir lo que él llamalos “mitos de la independencia“ difun-didos en gran parte por los estudios deinvestigadores ecuatorianos y relatadosdesde la perspectiva de las historiaspatrias. El libro empieza con el año de1808, cuando “el Reino de Quito –como los demás miembros de la

LA REVOLUCIÓN POLÍTICA DURANTE LA ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA. EL REINO DE QUITO 1808-1822

Jaime E. RodríguezUASB/CEN, Quito, 2006, 238 pp.Galaxis Borja González

L

Monarquía – salió en defensa de su rey,su religión y su patria“. Propone – por elcontrario – concentrar la atención en“los aspectos políticos y constituciona-les“ hispánicos a inicios del siglo XIX,que dieron lugar a una revolución polí-tica y permitieron el nacimiento de losestados-nación en España y América.

El estudio de Rodríguez empiezasubrayando la complejidad durante elmomento de crisis y ruptura del AntiguoRégimen. En el mundo hispánico coe-xistían y competían tres propuestas polí-ticas sobre el futuro del imperio espa-ñol: la primera, que insistía en la per-manencia del sistema colonial; lasegunda, que aspiraba a la separaciónde la Metrópoli; y la última posición,que consistía en el intento por transfor-mar a la Monarquía en un commonwealth, es decir, en una confederaciónde reinos y territorios dispares peroiguales. La expresión política de estapropuesta fue la Constitución de 1812.El argumento principal de Rodríguezconsiste en demostrar que la revoluciónpolítica en Quito no nació como unmovimiento insurgente ni anticolonial.Los quiteños – de igual manera que elresto de los americanos – sostenían porel contrario que sus tierras no eran colo-nias, sino reinos integrales e igualesdentro del Imperio y perseguían en rea-lidad la autonomía y la representación.De ahí que la Independencia significaratambién el fracaso del proyecto autono-mista de lo que Rodríguez denomina el“Reino de Quito“, que pasó en 1822 aser un territorio subordinado dentro dela República de Colombia y que reciénen 1830 alcanzó su verdadera emanci-pación. Según el autor, la disolución de

la Monarquía derivó a largo plazo en elnacimiento de estados débiles tanto enHispanoamérica como en la Península,incapaces de competir con EstadosUnidos, cuyo poder económico y cohe-sión política se habían fortalecido justa-mente gracias a las guerras en Europa yAmérica durante las primeras décadasdel siglo XIX.

El primer capítulo La revoluciónpolítica en el mundo hispánico ofreceuna visión panorámica de los aconteci-mientos políticos y las experienciasconstitucionales en Hispanoaméricadespués del colapso de la Monarquía.La creación de la Junta Suprema CentralGubernativa del Reino en septiembre de1808 y la convocatoria a elecciones enAmérica comprendían prácticas políti-cas completamente nuevas, que recu-rrían al principio jurídico según el cual,en ausencia del rey la soberanía recaíaen el pueblo. Esta transformación políti-ca no significó sin embargo una rupturaabrupta con el pasado. Por el contrario“el Antiguo Régimen y el nuevo libera-lismo se fundieron a lo largo del proce-so“ (p.41) y al hacerlo, plantearon pro-blemas sobre la legitimidad de las auto-ridades reales en América, el derecho ygrado de representación americana enlas Juntas regionales y las Cortes, y final-mente la división territorial y las respec-tivas modalidades de representación,tanto en España como en las Américas.La expresión máxima del proceso detransformación fue la Constitución deCádiz, que instauró el sufragio paratodos los hombres (excepto para losafrodescendientes), la abolición de laInquisición, la libertad de prensa y laanulación del trabajo forzado. Para

224 GALAXIS BORJA GONZÁLEZ / La revolución política durante la época de la independencia. El Reino de Quito 1808-1822

Rodríguez, la Carta Magna de 1812 fueno solo la más moderna de su época,sino además un documento tanto ame-ricano como español, que dio lugar auna revolución política que fue “a todasluces más profunda y más amplia que lainsurgencia, la cual ha recibido el grue-so de la atención académica.“ (p.59)

En qué medida influyó esa transfor-mación política en los acontecimientosde 1809-1812 es objeto de análisis delsegundo capítulo De la ’revolución’ a lafidelidad: el proceso de independenciaen el Reino de Quito. La Junta Revolu-cionaria de Quito no solo que recono-ció la soberanía de la Junta SupremaCentral, sino que además ejecutó laconvocatoria llegada desde Madrid aelecciones para representantes al go-bierno nacional. La Junta de Quitoactuó no obstante sin el apoyo de lasotras provincias de la Audiencia, que noaceptaron las pretensiones de liderazgode esta ciudad. Esta fragmentación alinterior de la Audiencia derivó en unaguerra civil que duró hasta finales de1812. Un nuevo intento de la segundaJunta de Quito por mantener la unidadpolítica, y que cristalizó en el PactoSolemne de Sociedad y Unión que for-man el Estado de Quito, tampoco reci-bió el apoyo de las otras ciudades ypueblos. La Constitución de Quito esta-blecía un gobierno mixto clásico y reco-nocía la autoridad del Rey Fernando VII,era de otra parte mucho menos liberalque la Constitución de Cádiz, razón porla cual no logró convocar a todos lossectores de la sociedad colonial.

Los años entre 1810 y 1814 fueronfundamentales en el proceso de trans-formación política dentro del mundo

hispánico. Aun cuando las nuevas expe-riencias constitucionales fueron com-plejas y distintas, estuvieron ademásatravesadas por los conflictos étnicos yentre las elites, el nuevo sistema políticopermitió la participación de grupos mar-ginados, que ahora optaban por ejercersus derechos como nuevos ciudadanosde la Monarquía española, con lo cual“cambió sin duda la relación de poderentre las clases y [se] desató una pro-funda revolución política y social en elantiguo Reino de Quito“(p. 193). Elacceso de sectores subordinados a lasnuevas instituciones y prácticas políti-cas se estudia en el tercer capítulo dellibro Los indígenas y la nueva política.Rodríguez nos ofrece aquí un estudiodetallado y sugestivo sobre la participa-ción de los indígenas realistas en Loja yCuenca en las elecciones de 1812. Laconclusión a la que llega es que susvotos fueron decisivos y por lo tantoobjeto de manipulación tanto paraaumentar el número de representantes alas diputaciones provinciales y lasCortes, como para reducir el de los elec-tores indios y debilitar con ello su nivelde influencia en los gobiernos locales.

Esta estrategia electoral – que ponede manifiesto en qué medida la etnici-dad es además un recurso (político)negociable – se puede observar tambiénen el caso de las elecciones del ayunta-miento en Guayaquil y la participaciónde los pardos y descendientes de escla-vos africanos. En ambos casos es evi-dente que aun a pesar del acceso de losnuevos ciudadanos a las institucionespolíticas, son los candidatos de las eliteslos que triunfan y con ellos, sus proyec-tos políticos. Vale además recordar que

ECUADOR DEBATE / RESEÑAS 225

el voto a inicios del siglo XIX no eraindividual, sino corporativo, y que porlo tanto permitía la continuidad de losgrupos de interés organizados. Rodrí-guez presta sin embargo poca atencióna estas limitaciones de la experienciaconstitucional indígena, así como tam-poco ahonda en el por qué de su parti-cipación, ni en los contenidos de susproyectos políticos. El relato del pueblocañari que exige el cumplimiento de lasdisposiciones gaditanas y se niega porlo tanto a pagar el tributo indígena es –en todo caso – una invitación para con-frontar a nivel local los alcances realesdel nuevo sistema político con la esferade los imaginarios y los conceptos deciudadanía, representación y autoridadde los grupos subordinados.

El retorno de Fernando VII en 1814 yla abolición de las Cortes y de laConstitución de Cádiz significaron lainterrupción de la revolución política enel mundo hispánico. Después de habervivido las experiencias constitucionalesde los últimos años, muchos america-nos vieron frustrarse sus deseos de refor-ma política, autonomía y representa-ción. Tampoco la restauración del régi-men constitucional en 1820 resolvió elproblema americano. Por el contrario,en la segunda década la insurgencia enAmérica era un proceso irrevocable, sibien inconcluso. Esta complejidad semanifestaba también en el territorio dela antigua Audiencia. Mientras en laProvincia de Quito (así se denominabaa la Audiencia en el texto constituyentede 1812) las autoridades reales restable-cieron los ayuntamientos constituciona-les elegidos en 1814 y convocaron anuevas elecciones, el ayuntamiento de

Guayaquil en cambio proclamaba suIndependencia el 9 de octubre de 1820.

La disyuntiva entre el llamado deGuayaquil a formar el “ Estado deQuito“ y la respuesta dividida de la ciu-dad de Quito, es motivo de estudio en elcapítulo cuarto De la fidelidad a la revo-lución: el proceso de la independenciade la Antigua Provincia de Guayaquil.Mientras que la ambigüedad de Quito sedebía – según Rodríguez – al temor porel desplazamiento del centro político yla pérdida de su autonomía regional,aumentaba en la Provincia de Guayaquil– que “por desgracia […] no dependíaentonces de Quito, sino del Perú“(p.163)– el descontento con la autoridadreal, especialmente con la del goberna-dor provincial y del Virrey Abascal. Laambivalencia del ayuntamiento quiteñoimpidió el establecimiento de un estadoindependiente, gracias al cual “el Reinode Quito podría haber mantenido suintegridad, en calidad de Estado deQuito, en lugar de convertirse en unafracción de Colombia“(p.96). Rodríguezno especifica sin embargo, quiénes eranlos muchos quiteños, que apoyaban alrégimen monárquico constitucional, niexplica tampoco por qué razón el pro-yecto insurgente de Guayaquil, queentre noviembre y diciembre de 1820 seexpandió rápidamente por la Sierra yCosta del territorio de la antiguaAudiencia, logró imponerse frente alesfuerzo autónomo del Quito constitu-cionalista.

Quizás sea ésta la razón por la queRodríguez en el último capítulo LaIndependencia, se limita a un relatomilitar sobre los avances de los ejércitosrepublicanos, mientras que las relacio-

226 GALAXIS BORJA GONZÁLEZ / La revolución política durante la época de la independencia. El Reino de Quito 1808-1822

nes de poder, las alianzas y los conflic-tos al interior de la sociedad quiteña yentre las regiones, así como también losmomentos claves en el proceso insur-gente – por ejemplo el año 1794 – ape-nas si se mencionan. Si en 1809 el pue-blo de Quito había sido leal al rey, y en1820 debió optar entre el régimen cons-titucional o la creación de una repúbli-ca independiente, en 1822 no era sinoun ente pasivo, cuyo destino estaba enmanos de militares extranjeros. ¿Cómose explica esta transformación? ¿Y aquiénes se denominaba extranjeros, sihasta ese momento los quiteños comoel resto de americanos, se habían senti-do parte integral de una sola naciónespañola?

De manera general y a modo deconclusión, me permito afirmar que elautor descuida la diversidad de pro-puestas políticas durante el procesoindependentista – a la que hace men-ción al inicio de su estudio – y lo redu-ce a un análisis de las diferentes expe-riencias constitucionales, para argu-

mentar en favor de su postura prohispa-nista, según la cual los habitantes del“Reino de Quito“ no solo preferían laConstitución de Cádiz a la de laIndependencia, sino que además fueronobligados a ello por la fuerza de lasarmas. Según Rodríguez, cualquiermodelo político habría sido más acepta-ble que la integración a la República deColombia. O para decirlo de otra mane-ra: desde la perspectiva del “Reino deQuito“ el “costo de la Independencia“resultó mayor al que hubiera tenido quesostener, si habría continuado en sucalidad de colonia española. Resultafinalmente problemático el uso que elautor hace del concepto Reino deQuito, al tratarse éste no de una reali-dad territorial, sino de un imaginariopolítico formulado por un sector de lasociedad colonial. Rodríguez no obs-tante utiliza esta categoría para referirserespectivamente al territorio de laAudiencia de Quito o la Provincia deQuito, provocando con ello cierta con-fusión analítica.

ECUADOR DEBATE / RESEÑAS 227

un país de limitada produccióncinematográfica parece cohe-rente que le corresponda una

igualmente limitada profusión teórica.Será por ello que así como celebramosla aparición de una nueva películaecuatoriana así mismo festejemos laedición de un libro sobre cine fruto delpensamiento nacional. Cine de la mar-ginalidad, realismo sucio y violenciaurbana de Christian León (1974), vienea aliviar el desierto. Y es que a la críticay teoría cinematográfica ecuatoriana sele ha hecho difícil dar el paso y saltarde las páginas de los diarios al libro.Cine en vivo, 70 directores hablan decine de Diego Tapia Figueroa y BeatrizTedeschi (1987), Cine Silente enEcuador de Wilma Granda (1995), Elojo del siglo de Rafael Barriga (1995),Adivina quién cumplió 100 años deMarcelo Báez (1996), El nacimiento deuna noción de Jorge Luis Serrano(2001), cuentan entre los antecedentesdel libro que reseñamos.

Este libro es una elaborada argu-mentación a favor de la tesis de que “el

discurso visual de la marginalidad es laconstrucción de una huella cinemato-gráfica que pone en escena la dificultadde la representación de las culturasintraducibles”. Centrándose en las pelí-culas surgidas en Latinoamérica a prin-cipios de los noventa con temáticaurbana y que se dieron a retratar eldesencanto de unos personajes margi-nados de toda institucionalidad, cuyasvidas las rigen las leyes de la calle, lapobreza y la violencia, el autor, a la parque apuntala su tesis –la paradoja deque el Cine de la Marginalidad visibili-za la imagen del marginal al tiempo quepropone la imposibilidad de tal opera-ción- va estableciendo hilos conducto-res y cortocircuitos entre este cine derealismo sucio de los noventa y lo quehabían sido las poéticas y postuladosdel Nuevo Cine Latinoamericano de lossetenta. No faltan además certeras solu-ciones sobre los vínculos del realismosucio con el cinèma verité y el cine pos-moderno.

A la luz de la metodología interdis-ciplinaria postulada por los Estudios de

EL CINE DE LA MARGINALIDAD. REALISMO SUCIO Y VIOLENCIA URBANA

Christian LeónUASB/CEN/Abya-Yala, Quito, 2005, 106pp.Galo Alfredo Torres

A

la Cultura Visual, León indaga filmescomo “La vendedora de Rosas”, “Pizza,birra y faso”, “Ratas, rateros y ratones”,“Amores Perros”, “Ciudad de Dios”, y“María llena eres de gracia”. Basándoseen este corpus, el autor encuentra que elCine de la Marginalidad construye per-sonajes a la deriva y desprovistos de“finalidad”, y que para retratarlos des-borda los modelos clásicos de dramati-zar actantes y acciones, modelos quebasan su narrativa en un super-objetivoque hace crecer y transforma a sus per-sonajes. Al contrario, el personaje mar-ginal habitaría la incertidumbre, estaríaguiado por motivaciones irracionales,carecería de objetivos y de sentido. Aeste no-sentido le correspondería unacomposición visual propia, en la que se

disuelven los límites documental-fic-ción, que echa mano de las convencio-nes narrativas del cine negro y el thriller,del cine de acción y de pandillas; de allíque su discurso fotográfico se caracteri-zaría por el contraste, la granulación, lasaturación cromática y inestabilidad dela cámara. El uso de escenarios reales yactores no profesionales terminarían porconfigurar a este cine.

Varios son los filones por los queavanza este conjunto de argumentacio-nes que el autor pone en juego paralevantar un texto ajustado a sus hipóte-sis. Un libro estimulante y provocador,que invita al intercambio; y que ademáspone luces sobre aspectos claves paracomprender no solamente el realismosucio sino la imagen y el cine.

230 GALO ALFREDO TORRES / El cine de la marginalidad. Realismo sucio y violencia urbana