ecos de cal

8
Pasiones desde el ring side > LA PRENSA DOMINGO 3 de junio de 2012 Año 13 No. 716

Upload: la-prensa-de-reynosa

Post on 25-Jan-2016

212 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Suplemento Cultural

TRANSCRIPT

Page 1: Ecos de Cal

Notas sobre Cortázar

Por Edipo escritor

El Cortázar de los cuentos ha creado escuela por sus propuestas sorprendentes, su aprovechamien-to de los recursos del lenguaje coloquial y sus atmósferas fantásticas e inquietantes que pueden emparentarse con las de los relatos de su com-patriota Jorge Luis Borges. El ritmo del lenguaje recuerda constantemente la oralidad y, por lo tanto, el origen del cuento: leídos en voz alta co-bran otro significado. Lo curioso de estos relatos es que el lector siempre queda atrapado, a pesar de la alteración de la sintaxis, de la disolución de la realidad, de lo insólito, del humor o del miste-

rio, y reconstruye o interioriza la historia como algo verosímil. Entre las colecciones de cuentos más conocidas se en-cuentran Bestiario (1951), Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, El perseguidor, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974), y Queremos tanto a Glenda (1981). Entre el relato y el ensayo imagi-nativo de difícil clasificación se encuentran His-torias de cronopios y de famas (1962), La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969). También escribió algunos poemarios como Presencia (1938), Pameos y meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo, 1985). Rayuela (1963), la obra que despertó la

curiosidad por su autor en todo el mundo, com-promete al lector para que él mismo pueda elegir el orden en el que leerá los capítulos: de manera sucesiva o siguiendo un esquema de saltos que el autor ofrece en el comienzo del libro, pero que no excluye -al menos hipotéticamente- otras alternancias posibles. Rompiendo de este modo con toda pauta convencional de linealidad narra-tiva y sugiriendo que el lector haga una incursión personal en el libro, Cortázar propone lo que la investigación lingüística y literaria ha llamado desconstrucción del texto.

Hará Cineteca Nacional homenaje fílmico al escritor

Carlos FuentesDe Notimex

La Cineteca Nacional realizará un homenaje al escritor mexicano Carlos Fuentes para recordar su incursión en la cinematografía

con el “Ciclo Fuentes en el cine”, debido a su sensible fallecimiento. La muestra incluirá adaptaciones de las obras del escritor, así como filmes en los que participó como guionista, ya que el autor de más de 50 novelas, relatos y ensayos, también dejó una importante huella en el Séptimo Arte. Carlos Fuentes, máxima figura de la literatura y la cultura mexi-cana, inició su contacto con el cine en 1964, cuando adaptó junto con Gabriel García Márquez una historia del escritor Juan Rulfo “El gallo de oro”, que llevó al cine Roberto Gavaldón. El también autor de clásicos como “La región más transparente” y “La muerte de Artemio Cruz”, escribió 22 guiones, participó como actor e incluso como director, mientras que en otras ocasiones fue pro-gramador y crítico. Su inmensa obra fue también llevada al cine numerosas veces, tal es el caso de “Aura”, una de sus novelas más importantes, inmor-talizada en celuloide en Italia en 1966, bajo el nombre de “La strega in amore”. En 2008, fue invitado a la Cineteca Nacional para festejar sus 80 años de vida, junto al también escritor Carlos Monsiváis, en el que se programó un ciclo de sus películas favoritas, mientras que al año siguiente seleccionó una serie de filmes para el ciclo “Cine y Literatura” en París. La muestra de la Cineteca honrará la trayectoria de Fuentes en la que incluirá sus obras y películas, durante julio en las sedes alternas de la Cineteca Nacional.

Pasiones desde el ring side

>LA PRENSA Domingo 3 de junio de 2012 / Reynosa, Tam.NotAS8 > LA PRENSA

Domingo 3 de junio de 2012

Año 13 No. 716

Proponen Museo de Ciudad de México lleve

nombre de Carlos FuentesEl jefe de Gobierno Marcelo Ebrard dijo que la Secretaría de Cultura será la encargada de hacer las gestiones nec-

esarias.

El Universal

El gobierno del Distrito Federal (capital) propuso hoy que el Museo de la Ciu-dad de México lleve el nombre del escritor Carlos Fuentes, quien murió el 15

de mayo a los 83 años. El jefe de Gobierno Marcelo Ebrard dijo que la Secretaría de Cultura será la encargada de hacer las gestiones necesarias. El anuncio se hizo en el marco de la inauguración de una muestra fotográ-fica de una de las máximas figuras del “boom” de la literatura latinoamericana. Al homenaje asistieron su viuda Silvia Lemus, personalidades de la cul-tura como la escritora Elena Poniatowska, quien leyó algunos breves textos, el dramaturgo Luis de Tavira y la actriz María Rojo, entre otros. Dos fotografías de gran formato del autor de “Aura” y “Terra Nostra” enmarcaron la ceremonia en el patio central del colonial museo. El tenor Fernando de la Mora interpretó, acompañado por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, un aria de la Ópera Santa Anna, escrita por Fuentes y musicalizada por José María Vitier. Rojo y De Tavira también leyeron fragmentos de las novelas “La silla del Águila” y “La muerte de Artemio Cruz”, respectivamente. El homenaje a Fuentes se produjo un día después de que autoridades de Puebla, en el centro del país, presentaron un documental sobre la Batalla de Puebla, el último que dirigió y relató el escritor semanas antes de su muerte, titu-

lado “5 de mayo”.

Page 2: Ecos de Cal

Profesora cierra la brecha entre la Latinidad y

la Cultura de EE.UU

“Nunca sentí conflicto de identi-dad,” afirma la Cubana, “porque soy las dos cosas, Latina y Americana.” Hace 50 años, la

Dra. Ana María Hernández llego a Nueva York de su país natal. En ese entonces, una niña brillante y curiosa, sabia que quería ser maestra.“A mi lo que mas feliz me hace, como yo fui inmigrante, es trabajar con estudiantes para encaminarlos, no solo ayudándolos a que encuentren trabajo, pero a que se sientan felices e integrados,” dice con entusi-asmo. Ahora celebra su medio siglo como “Latina Neoyorquina” junto a los 40 años de LaGuardia Community College como Profesora en el Depar-tamento de Educación y Adquisición de Lenguas y como Directora de Estudios Latino Americanos donde esta cerrando la brecha entre la cultura que muchos han dejado atrás en America Latina y la cultura en que viven ahora en los Estados Unidos. “Llegue aquí y había una estatua de José Marti en el Parque Central. Me fui a las cataratas del Niagra y ahí estaba el poema de Heredia, y entonces siem-pre sentí que la Latinidad es parte de la identidad Americana,” dice la erudita visionaria. Completo su Bacholor’s en Queens Col-lege y su Master’s en el Graduate Center de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Aprendió francés, italiano y alemán para comple-tar su Ph.D en Literatura Comparativa de New York University. “Si me hubiese quedado en Cuba, hubiese sido historiadora,” ella recuerda, “pero era un momento de apertura con America Latina. Eran tiempos muy distintos – Kennedy estaba en La Casa Blanca.” Entonces se acomodo a la situación de la sociedad. Llegó a La Guardia Community College como profesora adjunta en 1972, el colegio apenas iba a cumplir su primer año. “Necesitaban, lo que aquí llamamos, un Jack-of-all-trades, y yo encaje en la descripción para ese departamento en par-ticular,” dice ella. Desde entonces ha aplicado su pasión por la historia y su amor por literatura, arte y

música Latina de formas realmente innovadoras. Su multiplicidad se ve en su trabajo. Además de dar clases de español y francés, la Dr. Hernández desarrolló cursos en gramática española y de literatura y cultura Latinoamericana enseñadas en español e inglés – cursos que todavía se enseñan en LaGuardia hoy. Asimismo, cuando descubrieron información nueva sobre las civiliza-ciones Maya en 1973, la Dra. Hernández fervorosa-mente siguió el estudio por un lapso de cuatro años y recreó el curso de Civilizaciones Latino America-nas para que reflejara los nuevos hallazgos. También fue cátedra del Departamento

de lenguaje y cultura del 1983 al 1991, en donde ayudo a desarrollar el destacado programa de foto-grafía comercial en LaGuardia. En el 2003, recibió una beca de enfoque de la Fundación Nacional para las Humanidades (National Endowment for the Humanities) para explorar las raíces africanas de la música latina. Ella y sus colegas en LaGuardia han incorporado esta investigación en los cursos de historia, música y cultura que imparten en LaGuardia, agregando a la experiencia educativa de sus estudiantes, una oportunidad que a pocos estudiantes de colegios

comunitarios se les da. Publicó “Fantoches 1926”, en junio del 2011, en donde contextualizo la obra de once escritores asociados con el Grupo Minorista de la primera República de Cuba. “Lo hice con mil amores,” dice con una enorme sonrisa, mostrando su devoción al proyecto. La Librería Publica de Nueva York le concedió permiso especial para revisar una versión temprana, muy frágil de la novela para completar su trabajo. “Literalmente se estaba cayendo a pedazos. Tenía que pasar lo hoja con mucho cuidado porque sino me quedaba con un trozo.” Adicionalmente, ha publicado obras sobre el Uru-guayo Felisberto Hernández, un audaz escritor de ficción del siglo 18o cuya obra maestra es la histo-ria de un hombre obsesionado con su colección de muñecas. Asimismo ha escrito criticas en español sobre literatura fantástica como Carmilla por JS Le Fanu, la historia de vampiros que es anterior a Drácula. Ella es miembro de la Asociación Interna-cional de Eruditos de lo Fantástico (International Association of Scholars of the Fantastic) y del proyecto de Cuba en el Centro Bildner para Rela-ciones del Hemisferio Occidental en el CUNY Graduate Center. Ha sido parte del personal de re-visión de Literatura Mundial Hoy (World Literature Today) desde 1977. “Estoy muy agradecida con CUNY, el van-guardia”, dice emocionalmente. “En mis años en LaGuardia, he podido trabajar en lo q me gusta, he podido crecer y me he sentido apreciada”.Actualmente esta trabajando en una edición de la obra clásica cubana del siglo 19, Cecilia Valdés o La Loma del Ángel. “Estoy muy feliz de estar tra-bajando con esta novela porque tiene elementos de relaciones raciales y feministas,” confiesa Hernán-dez. Además, el autor original, Cirilio Villaverde, llego a Nueva York albergado por conspirar por la independencia de Cuba. Aquí vivió por 45 años, en donde publico y escribió la mayor parte de la obra, lo que hace que la profesora se identifique aun mas con su trabajo. “Es una de las obras maestra de la novela Latino Americana y se publica en Nueva York. Esa es la importancia de la cultura Hispana en la Ciudad de Nueva York desde siempre”, ella afirma.

Í n d i c e

>LA PRenSA Domingo 3 de junio de 2012 / Reynosa, Tam.

e d i t o R i A L2 7ARtÍcuLo>LA PRenSA Domingo 3

de junio de 2012 / Reynosa, Tam.

Fuerza común para dar acceso a la diversión y la

cultura en SaltilloPor Arturo Estrada

Con la finalidad de expandir la cultura y diversión a todos los espacios de Saltillo, el alcalde Jericó Abramo Masso ha logrado llevar las mani-festaciones artísticas a las colonias de la periferia y al área rural de la

capital. A través de la Dirección Municipal de Cultura y en coordinación con Turismo, se hace fuerza común para llevar diversión a todos los saltillenses y sobre todo, poner al alcance de los artistas locales los escenarios que hagan posible que tanto artistas como admiradores puedan tener la misma oportuni-dad. Esto ha sido posible gracias a una política en la que se privilegia la cultura y diversión como parte esencial del desarrollo y cuyas manifestacio-nes inician desde la escuela y en seguida se pone al alcance de los artistas los distintos escenarios que existen en la ciudad. El Gobierno Municipal ha logrado multiplicar las presentaciones teat-rales, encuentros musicales y demás manifestaciones gracias a la aplicación de recursos cuyo destino principal son los artistas locales, además de hacer del festival cultural de Saltillo una fiesta que se presente en distintas fechas y no en una sola como solía presentarse.Noches de MuseoA través de este programa en que se vinculan esfuerzos de Cultura y Turismo, a través de las Noches de Museo se logra fomentar la cultura y la historia que distingue a Saltillo a nivel nacional e internacional, además de ofrecer dis-tintas alternativas para conocer más sobre la historia de Saltillo y Coahuila. Saltillo es una ciudad con más de 434 años de historia y para festejar el aniversario de la ciudad, se diseñó un programa cultural que se lleva a cabo en varias etapas y de esta manera lograr que la fiesta dure todo el año y que los recursos que se destinan para ello se quede en manos de los artistas locales. Con esta iniciativa se hace posible que los promotores del arte y de la cultura sí sean profetas en su tierra porque tendrán la oportunidad y el apoyo de la autoridad municipal para que puedan dar a conocer su talento a su pú-blico.Saltillo es literatura, música, poesía y fotografíaEste nuevo esquema de multiplicar el arte en la ciudad ha hecho posible que escritores de Saltillo puedan encontrar más espacios y que se dinamice la literatura local, se han cedido espacios para artistas de las comunidades rurales y su música ahora está al alcance de todos, además de permitir que los exposi-tores de fotografía encuentren espacios en galerías del Congreso de la Unión e incluso en varias ciudades de Europa. Durante cada uno de los festivales, se pueden ofrecer más de 100 distintos eventos que se realizan en los distintos foros que la ciudad puede ofrecer y en las diferentes plazas de las comunidades rurales de la ciudad.

De nuestra portada

Dr. WagnerFoto:

Archivo

pag. 3

• DIRECTORIO •Lic. Felix Garza Elizondo

Director General

Mtra. Adriana Quintana CoordinaCión General

consejo eDitorial

MARTíN MENDO CANTÚ (†)OLGA FRESNILLO OLIVARES

GRACIELA RAMOS DOMÍNGUEZ

pag. 7

pag. 4

José Loschi“Divertirse es la pasión universal”,

sostuvo Mario Vargas LlosaGraziella Pogolotti

¿Qué es la literatura? ¿Para qué sirve?

NotimexPresentan el libro

Pasiones desde ring side: Literatura y lucha libre

Cumple medio siglo la novela mexicana “Aura”LGCC

Profesora cierra la brecha entre la Latinidad y la Cultura de EE.UU

pag. 6

Fuente: LGCC

Además de dar clases de español y francés, la Dr. Hernández

desarrolló cursos en gramática española y de literatura y cultura Latinoamericana enseñadas en

español e inglés – cursos que todavía se enseñan en LaGuardia hoy. Asimis-mo, cuando descubrieron información nueva sobre las civilizaciones Maya

en 1973, la Dra. Hernández fervorosamente siguió el estudio por

un lapso de cuatro años...

Page 3: Ecos de Cal

La historia de Felipe Montero, quien llega a una extraña casa donde viven la anci-

ana Consuelo y su sobrina, una bella joven, de quien se habrá de enamorar Montero, es nar-rada en la emblemática novela “Aura”, del escritor Carlos Fuentes (1928-2012), la cual cumple hoy 50 años de publi-cación. En memoria de uno de los escritores contemporáneos mexicanos más importantes de habla hispana del siglo, quien falleció el 15 de mayo pasado, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes celebra el aniversario de esta obra publi-cada por primera vez el 30 de mayo de 1962, por la Editorial Era. De acuerdo con el Con-sejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través de la relación entre los person-ajes son plasmados aspectos entre la vida y la muerte, en esta novela que recuerdan creadores e intelectuales de di-versas disciplinas artísticas por su complejidad y riqueza que resaltan la literatura mexicana Entre ellos se encuen-tra el poeta, ensayista y actor Hugo Gutiérrez Vega, quien ve la novela como una de las vertientes más especiales en la obra de Fuentes, que de cierta manera se relaciona con su texto “Las buenas conciencias” y algunos otros cuentos. Sin embargo, considera a “Aura” como una obra de “fina ficción”, que tiene que ver con el sueño, la imagi-

nación y la fantasía del ser humano, por ello, “debemos considerar a Fuentes, como uno de nuestros grandes clásicos y como un escritor universal”, señaló. Por su parte, el escritor Arturo Azuela definió “Aura” como una obra maestra, en la que existen diferentes planos que se entrelazan para dar lugar a un mundo fantástico con ciertos matices. Además, la describió como una novela breve que por medio de un lugar íntimo y tradicional recrea acontec-imientos fantásticos y simbóli-cos. El relato introduce nuevas técnicas narrativas, de-claró el investigador Juan José Escorza, quien considera la obra como estímulo para otros creadores que también incor-poraron nuevas técnicas en su arte. Otro de los artistas que recuerdan una de las novelas fundamentales de las letras mexicanas, es el músico Mario Lavista, quien presentó una ópera basada en ella, en 1988, en el Palacio de Bellas Artes, para rendirle un homenaje en el universo musical. También, la obra ha sido motivo de adaptación e inspiración para el teatro y la ópera, comentó el coreógrafo Guillermo Arriaga Fernán-dez, quien añadió que de ella también se han desprendido creaciones en danza y cine, por lo que tuvo un profundo impacto en las conciencias de los mexicanos.

>LA PRENSA Domingo 3 de junio de 2012 / Reynosa, Tam.NotA6 3ARtícuLo>LA PRENSA Domingo 3

de junio de 2012 / Reynosa, Tam.

El Centro de Creación Literaria “Xavier Villaurrutia” se convirtió esta noche en un coliseo, ante la

presencia de gladiadores, profesionales del mundo de la lucha libre y no pocos lit-eratos, reunidos para hablar de “Pasiones desde ring side: Literatura y lucha libre”, libro que se dio a conocer públicamente. Coordinado en su parte fotográfica por Daniel Téllez y Carlos Maldonado, y en las imágenes y diseño por Luis R. Hernández, el volumen es un homenaje a la lucha libre con imágenes coloridas y textos escritos en una rica narrativa que incluye trozos de poesía y mucha crónica. Son 13 autores mexicanos, quienes es-criben en esta obra. Daniel Téllez (Ciudad de México, 1972), poeta, ensayista y crítico literario, dijo que el libro es un “banquete visual y literario”, donde se confabulan luchadores villanos e impertinentes, cuyos actos son epifenómenos de nuestra lucha diaria, que componen “una pantomima inmediata: La lucha libre, más eficaz que la pantomima teatral”. Al hacer uso de la palabra, apuntó: “Si hay algo que considero realmente mexicano, es la lucha libre. Si hay un de-porte que no he dejado de mirar desde que tengo uso de razón, es la lucha libre. Son pocos los luchadores que, como los escri-tores, una vez perdida la máscara, pueden reconstruir ese dar la cara, que implica ya no tenerla”. Téllez, egresado de la Escuela Normal Superior de México, estudió la especialización en Literatura Mexicana del Siglo XX en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y la maestría en Letras en la Universidad Nacional Autóno-

ma de México (UNAM). Su amplia obra ha aparecido en numerosas publicaciones especializadas. A decir del compilador, los textos del libro son muy entretenidos para quien disfruta la lucha libre. “Hay anécdotas de rendiciones leg-endarias, nombres inolvidables y máscaras olvidadas. Además, las fotografías del archivo de Maldonado muestran ese lado que sólo se puede observar con la gran pasión que experimenta el aficionado”. De acuerdo con Téllez, este libro está ampliamente recomendado “para fanáticos de la tapatía, la de a caballo y el tirabuzón”. Luego apuntó que los 13 escritores de la obra, “transfieren sus temperamentos y sus propios rostros a luchadores cono-cidos y por conocer, y ofrecen al lector divertimentos que retratan el gesto del combatiente”. Durante el acto se informó que Carlos Maldonado (Ciudad de México, 1975) es artista visual egresado de la Uni-versidad de Guadalajara. Forma parte del Consejo Académico de la Licenciatura en Arte de la Secretaría de Cultura de Jalisco, donde actualmente es docente, y es miem-bro del consejo de la revista de poesía Metrópolis. De Luis R. Hernández (Ciudad de México, 1977) los asistentes se informa-ron que se trata de un diseñador e inves-tigador, quien trabaja como diseñador independiente principalmente dentro del ámbito editorial. Recientemente ha in-cursionado en la investigación en cultura visual, obteniendo hasta hoy resultados extraordinarios.

NTX/JCC/AQF

Presentan el libro Pasiones desde ring side: Literatura y lucha libre

Cumple medio siglo la novela mexicana

“Aura”

De Notimex

¿Internet nos arrastra hacia una decadencia cultural? En su más reciente libro, el pre-mio Nobel de Literatura reflexiona sobre las paradojas de la libertad, el enfria-

miento del sexo, la corrupción política, las novelas y el periodismo light. Luego de haber recibido el premio Nobel de Literatura en 2010, Mario Vargas Llosa está de vuelta en las librerías con un nuevo libro de ensayos. La civilización del espectáculo es el resultado de años de reflexión acerca de los acontecimientos culturales de las últimas décadas y fue tomando forma en sus columnas para el diario El País de España, probable-mente renovando su interés por publicarlo para con-jurar la repentina fama mundial que lo puso, al menos por unos momentos, en el mismo nivel que las figuras de la farándula.

Sin temor a enfrentar las opiniones políti-camente correctas, Vargas Llosa examina la pérdida de formas en los diferentes ámbitos de la cultura y se anima a dar sus propias impresiones: el fútbol y las barras bravas, el consumo de drogas, los juegos sexuales, la proliferación de iglesias y sectas, el fun-damentalismo religioso, la desaparición de la crítica intelectual y su relevo por la publicidad y la moda, las estrellas de cine y del rock como agentes de la opin-ión pública, la banalización de la política, el period-ismo sensacionalista, el cine de efectos especiales, el mercado del arte y la piratería, etc. ¿Cuál es la civilización del espectáculo?, se pregunta el lector. “La de un mundo donde el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupa el en-tretenimiento, y donde divertirse, escapar del abur-rimiento, es la pasión universal”, responde el autor de La ciudad y los perros. Esta nace con la pantalla y para entretenerse no es necesaria formación ni es-pecialización alguna. “Ahora todos somos cultos de alguna manera, aunque no hayamos leído nunca un li-bro, ni visitado una exposición de pintura, escuchado un concierto, ni adquirido algunas nociones básicas de los conocimientos humanísticos, científicos y tec-

nológicos del mundo en que vivimos”, ironiza Vargas Llosa. Como el mismo escritor reconoce, el tema de La civilización del espectáculo no es tan novedoso. Ya hace más de medio siglo Umberto Eco popularizó la reflexión sobre el nuevo fenómeno de la cultura de masas con la publicación de su libro Apocalípticos e integrados (1964). Desde entonces las transfor-maciones culturales y tecnológicas dieron un salto importante en nuestra vida moderna. Sin embargo, el consagrado novelista no investiga tanto dichos fenó-menos sino que se detiene a pensar en el significado moral de este cambio y en las consecuencias que la nueva cultura global tiene para el hombre ilustrado o para quien aspira a serlo, así como para una sociedad que aún privilegia los valores humanos. El libro remite en su título a la desencantada

obra del situacionista francés Guy Debord, La socie-dad del espectáculo, plasmada en celuloide y papel a fines de los 60. Aunque el análisis del pensador galo partía desde un ángulo muy distinto, llegando a con-clusiones también distintas, ambos autores extienden una mirada apocalíptica, en el sentido en que definió Eco a quienes no ven con tan buenos ojos los alcances de la cultura de masas. A lo largo de sus páginas, Vargas Llosa no oculta el lamento por el borramiento de los límites entre la alta cultura y la llamada cultura popular, que él prefiere entender como incultura. Ante una sociedad en la cual “lo que se espera de los artistas no es el talento ni la destreza sino la pose y el escándalo”, el premio Nobel se plantea una pregunta que hoy es difícil responder (en realidad, hoy y en cualquier tiempo): ¿cómo distinguir el tal-ento artístico? Ya no hay un sistema de valores claro que nos permita juzgar qué es bueno y qué es malo, “todo arte puede ser bello o feo, pero no hay manera de saberlo. Hoy todo puede ser excelente o execrable según el gusto del cliente”. El mercado es en la actualidad el que dicta su valor de acuerdo al precio. La cultura tradicional pretendía trascender el tiempo presente, durar, mientras que los productos culturales

de hoy son fabricados para ser consumidos al instante. Rastreando los orígenes de esta civilización del espectáculo, el autor tropieza con una paradoja que da que pensar. El bienestar posterior a la Segunda Guerra Mundial trajo consigo libertades sociales, económicas y sexuales que parecen haber asestado un golpe final a la tradición humanística cuyo pro-ducto máximo era justamente la libertad. La democ-ratización de la cultura resultó en una trivialización de sus contenidos; la permisividad en las escuelas, en una crisis de la enseñanza; la liberación sexual, en un enfriamiento del sexo. Al mismo tiempo, la especial-ización en todas las áreas del conocimiento ha llevado a una parcelación del saber, que ahora es custodiado por expertos y es de difícil acceso para el común de los mortales, por lo que, a pesar de los avances cientí-ficos y tecnológicos, hoy se ha hecho posible que la gente tenga una cultura menos sólida que ayer. La so-ciedad en que vivimos, lejos de ser individualista, es, según Vargas Llosa, un obstáculo para el desarrollo de individuos independientes y el cultivo de las formas que dan orientación y sentido al conocimiento. De todas maneras, cabe preguntarse si nece-sariamente estamos ante una decadencia de la cultura. El oficio de novelista se encuentra desde ya ante una difícil situación. “Nadie a mi alrededor cree ya que la literatura sirva de gran cosa, salvo para no aburrirse demasiado en el autobús o en el metro, y para que, adaptadas al cine o a la televisión, las ficciones literarias se vuel-van televisivas o cinematográficas. Para sobrevivir, la literatura se ha tornado light”, confiesa el hombre de letras. Pero, ¿qué pasa con fenómenos como las nuevas series norteamericanas, entre cuyos produc-tos se cuenta The Wire, a la cual el escritor peruano comparó recientemente con las grandes novelas deci-monónicas (que, por cierto, eran leídas como entre-tenimiento o género popular)? La noción de cultura va cambiando a lo largo del tiempo, y en tanto parece definitivo que ya no es posible escribir hoy una gran novela como los clási-cos del siglo XIX, quizás haya que esperar que las renovaciones provengan de otros lados. La obra may-or de nuestras letras, el Quijote, fue considerada en su aparición como perteneciente a un género secundario. Asimismo, recordemos que Vargas Llosa fue una de las figuras más importantes en nuestro continente en disolver, en novelas como Conversación en la cat-edral, los límites entre alta y baja cultura, integrando el lenguaje y las formas de la cultura popular dentro de la literatura, como también lo había hecho James Joyce en lengua inglesa hace casi un siglo.

Por José Loschi

Vargas Llosa examina la pérdida de formas en los diferentes ámbitos de la cultura

“Divertirse es la pasión universal”,

sostuvo Mario Vargas Llosa

Page 4: Ecos de Cal

irremediable grisura cotidiana. Madame Bovary se despeñará en el sui-cidio. En La educación sentimental, Frédéric Moreau se quedará con un triste mechón de cabellos grises. El autor omnisciente se sitúa en la conciencia de la heroína. Más que la voz, la mirada revela la degradación progresiva de lo ilusorio a lo real, patente en los objetos y en el comportamiento del hombre que la condujo al precipicio. El valor expresivo de la palabra se revela en el fluir de la prosa, en su desnudez ornamen-tal y en la eficaz precisión de los términos, tanto como en el ritmo interno ajustado a la implacable sucesión de los acontecimientos inscritos en la vida interior del personaje. Madame Bovary tiene biografía propia, cuidadosamente individualiza-da. Su tragedia transcurre en un rincón definido de Francia. Pero la razón esencial de su desam-paro se proyecta más allá de sus circunstancias geográficas y ambientales. “Madame Bovary soy yo”, la celebérrima frase del novelista, no es una boutade, es una posibilidad que habita en todos nosotros, apresados entre ilusión y realidad. Ella se aferró al deslumbramiento de un baile que le pareció fastuoso. Nosotros estamos sometidos a la imaginación de la crónica social, de las telenovelas y del cine. Porque la ilusión es también una necesidad para el género humano. La literatura, por tanto, se define por la distancia que separa lo documental del ejercicio creativo, de una incisión a fondo en la pátina de lo apar-ente para conjurar el vislumbre de una verdad. A pesar de su arraigado pesimismo, Gus-tave Flaubert había encontrado el sendero de la fe, ese poderoso alimento que induce al so-brepasamiento de sí, derribar muros, a explorar lo ignoto, al sacrilegio supremo en favor de una idea. Para hacer su obra, se sometió a la dura disciplina de un picapedrero y padeció lo inde-cible en procura de la palabra exacta. Reconocido por los happy few, tuvo que enfrentar el estúpido moralismo de los tribunales que no supieron leer el sentido profundo de Madame Bovary. La vida no puede desembocar en el sui-cidio o en un triste mechón de cabellos grises. Todos necesitamos forjar ilusiones y tomar la

medida de las realidades. En el mundo con-temporáneo, y en cierta medida en nuestro país también, el abandono de ciertas concepciones humanistas en virtud de la influencia avasalladora de un pragmatismo inconfeso o desembozado, ha restringido progresivamente la presencia de la literatura en la formación de las nuevas gen-eraciones. Los escolares de otrora disponían de manuales de lectura contentivos de un muestrario de textos escogidos. Más tarde, en el bachillerato, se sistematizaba la enseñanza de las literaturas española, latinoamericana y cubana. Era un modo de crear el hábito de leer desde las edades tem-pranas. Parece, entonces, indispensable plantear el tema desde una perspectiva utilitaria. Comenzando por lo más pedestre, el do-minio de la lengua es indispensable para el pleno ejercicio del pensar. Por la complejidad de la sintaxis y la riqueza del léxico, el español dispone de una excelente capacidad para expresar matices e ideas que sobrepasan los límites reduccionistas de la simpleza. Las nuevas tecnologías favorecen una comunicación rápida, extensa y eficiente, pero conducen a un progresivo empobrecimiento del idioma. El fenómeno ha sido comprobado de manera empírica por profesores en algunos países de nuestra América, quienes advierten la repercusión del estilo telegráfico con abundante empleo de fórmulas devenidas en clichés en los trabajos escritos por sus alumnos, todo lo cual re-sulta en extremo grave en los niveles universitari-os requeridos de alguna densidad de pensamiento. Esta mutilación involuntaria tiene serias conse-cuencias en el plano de la sociedad y la política de las naciones. Restringe a las elites (los tanques pensantes) la posibilidad de participar, subvierte la democracia al convertir el debate público en espectáculo para las masas, mientras las minorías tienden a reproducirse cerrando el acceso a otros sectores de la población. Al presentar su traducción latina de las fábulas de Esopo, Fedro se sintió obligado a defender el papel de la literatura. Afirmaba que su virtud es doble, que mueve a risa y aconseja una vida prudente. Pudiera añadirse, además, que la risa propicia un útil ejercicio crítico, sacude la

modorra mental, evidencia lo grotesco disimu-lado tras la rutina y desgarra muchas zonas de silencio. Por lo demás, mi profesor de Sicología, Alfonso Bernal del Riesgo, insistía en que la risa oxigena la sangre. En edades oscuras, se imponía la autoflagelación, aunque subsistía el carnaval como válvula de escape hasta que se abrieron las puertas para la reconciliación del hombre con la

vida terrenal. Enseñar divirtiendo fue la divisa de los clásicos. Pero se cometería un error de consecuencias irreparables al reducir su función a un mero instrumento pedagógico. La cultura y, en especial, la zona comprometida en el uso de la palabra, constituyen una vía privilegiada para la construcción del yo. Al nacer somos un mapa genético y, según algunos teóricos, guardamos memoria confusa de nuestra estancia en el útero materno. Todo lo demás, incluyendo lo que tradicionalmente se ha denominado alma, se incorpora a través de la

vida. Así, vamos llenando un inmenso catauro con saberes, costumbres, convicciones, sin desde-ñar un constante refinamiento de la sensibilidad. Ante nosotros se levanta paulatinamente la infini-ta complejidad del mundo. Los colores primarios se desdoblan en matices y se abren interrogantes siempre renovadas. La conciencia de la cultura propia objetivada en el poder de la palabra, per-mite ahondar el conocimiento del otro a través de la revelación de lo más profundo del yo con sus contradicciones y sus vericuetos más ocultos. Tal es lo esencial del “conócete a ti mismo” proc-lamado por los griegos. Ahora, en esta etapa crepuscular de la era Gutenberg, la preservación del contacto íntimo con el texto literario resulta más necesaria que nunca. El actual desarrollo de los medios audiovi-suales impone un mensaje unidireccional. A pesar de los esfuerzos por favorecer fórmulas interac-tivas, la persona humana se somete a un proceso homogeneizador conducente a la aniquilación de los rasgos que la particularizan. La uniformidad de gustos y criterios, el poder avasallador de al-gunas imágenes cercenan la iniciativa, la creativi-dad y el pensar independiente. El mercado que revitaliza la industria y procura evitar las crisis de superproducción generando nuevas necesidades, multiplica la apetencia de bienes materiales y desplaza los espacios conquistados por los va-lores espirituales. Algunos tienden a creer que las ideas reli-giosas pueden llenar ese vacío mediante el rescate de distintas formas de trascendentalismo. Sin embargo, en la cultura reside la mayor fuente de valores espirituales. Suelen confundirse individu-alidad e individualismo. El sufijo “ismo” señala el confluir de una tendencia (surrealismo, van-guardismo, marxismo) y, a veces, la exacerbación deformante de un fenómeno con el teoricismo. El crecimiento de la individualidad no implica necesariamente la asunción de actitudes ególatras. El fluir del yo, sus aguas profundas al-bergan la razón y los sentimientos, la memoria y los imaginarios. De ahí su resistencia, su sentido de pertenencia, su capacidad para comprometerse en una causa y de construir puentes solidarios para defenderla.

>LA PRENSA Domingo 3de junio de 2012 / Reynosa, Tam.NotA 5NotA>LA PRENSA Domingo 3

de junio de 2012 / Reynosa, Tam.4

Comenzando por lo más pedestre, el dominio de la lengua es

indispensable para el pleno ejercicio del pensar. Por la

complejidad de la sintaxis y la riqueza del léxico, el español

dispone de una excelente capacidad para expresar matices e ideas que sobrepasan los límites reduccionistas de la simpleza. Las nuevas tecnologías favorecen una comunicación rápida, extensa y

eficiente, pero conducen a un progresivo empobrecimiento del

idioma.

¿Qué es la literatura?

¿Para qué sirve?

por Graziella Pogolotti

Tomás Eloy Martínez fue un excelente narrador y periodista argentino. Como a tan-tos otros, las dictaduras le impusieron el exilio en Venezuela y México. Muy bien construida, inclusiva de pluralidad de voces, su novela sobre Perón provee un acer-camiento a las múltiples facetas que intervinieron en un fenómeno político de hon-

das repercusiones en la historia y la vida de su país y reveló las quebraduras sociales ocultas tras el maquillaje europeizante de Buenos Aires. A modo de homenaje póstumo, Alfaguara ha publicado en fecha reciente su libro Ficciones verdaderas. Para indagar acerca de los problemas de la novela histórica, el escritor acopió en este volumen un extenso número de textos documentales y literarios. Autor de relatos que as-piran a hurgar en lo más profundo del acontecer reciente, Tomás Eloy Martínez selecciona un muestrario antológico partiendo de una hipótesis de trabajo orientada a una indagación acerca de los modos de encaminar la sempiterna búsqueda de la verdad. Se trata de una reflexión ensayística que adopta, con acierto didáctico, la forma de an-tología. Pasajes de obras tan diversas como Macbeth, Los tres mosqueteros, Madame Bova-ry, El reino de este mundo o Crónica de una muerte anunciada se contraponen a las fuentes documentales que suministraron datos elementales de una anécdota transformada mediante una escritura creativa adentrada en ángulos específicos de la realidad según la orientación de cada proyecto literario. Los hechos cobran sentido una vez inscritos en una cosmovisión. Se desprenden de circunstanciales hechos baladíes para traspasar tiempos y contextos y sembrar en el lector in-terrogantes productivas en relación con su propia contemporaneidad. Aunque las intenciones fueran otras, el material resulta también útil herramienta para dilucidar en términos concretos la controvertida definición de lo literario. La respuesta parecía fácil cuando los textos estaban sometidos a estrictas normas aca-démicas. Sin embargo, la obediencia a las reglas no preservó del olvido a muchos escribien-tes respetuosos. En cambio, la gran herejía cervantina subvirtió el orden existente. Inventó un eclecticismo más transgresor que muchas innovaciones actuales. La literatura no consiste en un escribir bonito, aunque las cualidades expresivas de su modo de juntar palabras no sea desdeñable. Tampoco se reduce a la transcripción del inconsciente hablar en prosa descubierto por el burgués gentilhombre de Molière. Flaubert encontró la materia prima deseada en la crónica de un escándalo que sacudió la sociedad parisiense. La esposa de un escultor prestigioso en el mundo de la buena sociedad francesa, llenaba su ocio con sucesivos adulterios. Cubría a sus amantes de regalos para lo cual uti-lizaba su firma para empeñar los bienes del marido confiado. Llegado al punto de la confis-cación, desaparecidas las últimas coartadas, escapó corriendo por los techos de París, imagen anticipatoria de un filme surrealista. De esa historia, el novelista extrae unos pocos elementos: el marido abusado en su honra y en su bolsa, así como la consecuente ruina. Elimina los elementos costumbristas, la falsa objetividad, y modifica radicalmente el contexto social. Traslada las luces de la capi-tal a un reducto provinciano, acentúa la bondadosa mediocridad de Homais y construye una protagonista trágica, hecha de carne y sangre y, a la vez, representación tangible de las in-quietudes del autor, angustiado ante el abismo que separa irremediablemente el ideal de la

El abandono de ciertas concepciones humanistas en virtud de la influencia avasalladora de un pragmatismo inconfeso o desembozado, ha restringido progresivamente

la presencia de la literatura en la formación de las nuevas generaciones

Page 5: Ecos de Cal

irremediable grisura cotidiana. Madame Bovary se despeñará en el sui-cidio. En La educación sentimental, Frédéric Moreau se quedará con un triste mechón de cabellos grises. El autor omnisciente se sitúa en la conciencia de la heroína. Más que la voz, la mirada revela la degradación progresiva de lo ilusorio a lo real, patente en los objetos y en el comportamiento del hombre que la condujo al precipicio. El valor expresivo de la palabra se revela en el fluir de la prosa, en su desnudez ornamen-tal y en la eficaz precisión de los términos, tanto como en el ritmo interno ajustado a la implacable sucesión de los acontecimientos inscritos en la vida interior del personaje. Madame Bovary tiene biografía propia, cuidadosamente individualiza-da. Su tragedia transcurre en un rincón definido de Francia. Pero la razón esencial de su desam-paro se proyecta más allá de sus circunstancias geográficas y ambientales. “Madame Bovary soy yo”, la celebérrima frase del novelista, no es una boutade, es una posibilidad que habita en todos nosotros, apresados entre ilusión y realidad. Ella se aferró al deslumbramiento de un baile que le pareció fastuoso. Nosotros estamos sometidos a la imaginación de la crónica social, de las telenovelas y del cine. Porque la ilusión es también una necesidad para el género humano. La literatura, por tanto, se define por la distancia que separa lo documental del ejercicio creativo, de una incisión a fondo en la pátina de lo apar-ente para conjurar el vislumbre de una verdad. A pesar de su arraigado pesimismo, Gus-tave Flaubert había encontrado el sendero de la fe, ese poderoso alimento que induce al so-brepasamiento de sí, derribar muros, a explorar lo ignoto, al sacrilegio supremo en favor de una idea. Para hacer su obra, se sometió a la dura disciplina de un picapedrero y padeció lo inde-cible en procura de la palabra exacta. Reconocido por los happy few, tuvo que enfrentar el estúpido moralismo de los tribunales que no supieron leer el sentido profundo de Madame Bovary. La vida no puede desembocar en el sui-cidio o en un triste mechón de cabellos grises. Todos necesitamos forjar ilusiones y tomar la

medida de las realidades. En el mundo con-temporáneo, y en cierta medida en nuestro país también, el abandono de ciertas concepciones humanistas en virtud de la influencia avasalladora de un pragmatismo inconfeso o desembozado, ha restringido progresivamente la presencia de la literatura en la formación de las nuevas gen-eraciones. Los escolares de otrora disponían de manuales de lectura contentivos de un muestrario de textos escogidos. Más tarde, en el bachillerato, se sistematizaba la enseñanza de las literaturas española, latinoamericana y cubana. Era un modo de crear el hábito de leer desde las edades tem-pranas. Parece, entonces, indispensable plantear el tema desde una perspectiva utilitaria. Comenzando por lo más pedestre, el do-minio de la lengua es indispensable para el pleno ejercicio del pensar. Por la complejidad de la sintaxis y la riqueza del léxico, el español dispone de una excelente capacidad para expresar matices e ideas que sobrepasan los límites reduccionistas de la simpleza. Las nuevas tecnologías favorecen una comunicación rápida, extensa y eficiente, pero conducen a un progresivo empobrecimiento del idioma. El fenómeno ha sido comprobado de manera empírica por profesores en algunos países de nuestra América, quienes advierten la repercusión del estilo telegráfico con abundante empleo de fórmulas devenidas en clichés en los trabajos escritos por sus alumnos, todo lo cual re-sulta en extremo grave en los niveles universitari-os requeridos de alguna densidad de pensamiento. Esta mutilación involuntaria tiene serias conse-cuencias en el plano de la sociedad y la política de las naciones. Restringe a las elites (los tanques pensantes) la posibilidad de participar, subvierte la democracia al convertir el debate público en espectáculo para las masas, mientras las minorías tienden a reproducirse cerrando el acceso a otros sectores de la población. Al presentar su traducción latina de las fábulas de Esopo, Fedro se sintió obligado a defender el papel de la literatura. Afirmaba que su virtud es doble, que mueve a risa y aconseja una vida prudente. Pudiera añadirse, además, que la risa propicia un útil ejercicio crítico, sacude la

modorra mental, evidencia lo grotesco disimu-lado tras la rutina y desgarra muchas zonas de silencio. Por lo demás, mi profesor de Sicología, Alfonso Bernal del Riesgo, insistía en que la risa oxigena la sangre. En edades oscuras, se imponía la autoflagelación, aunque subsistía el carnaval como válvula de escape hasta que se abrieron las puertas para la reconciliación del hombre con la

vida terrenal. Enseñar divirtiendo fue la divisa de los clásicos. Pero se cometería un error de consecuencias irreparables al reducir su función a un mero instrumento pedagógico. La cultura y, en especial, la zona comprometida en el uso de la palabra, constituyen una vía privilegiada para la construcción del yo. Al nacer somos un mapa genético y, según algunos teóricos, guardamos memoria confusa de nuestra estancia en el útero materno. Todo lo demás, incluyendo lo que tradicionalmente se ha denominado alma, se incorpora a través de la

vida. Así, vamos llenando un inmenso catauro con saberes, costumbres, convicciones, sin desde-ñar un constante refinamiento de la sensibilidad. Ante nosotros se levanta paulatinamente la infini-ta complejidad del mundo. Los colores primarios se desdoblan en matices y se abren interrogantes siempre renovadas. La conciencia de la cultura propia objetivada en el poder de la palabra, per-mite ahondar el conocimiento del otro a través de la revelación de lo más profundo del yo con sus contradicciones y sus vericuetos más ocultos. Tal es lo esencial del “conócete a ti mismo” proc-lamado por los griegos. Ahora, en esta etapa crepuscular de la era Gutenberg, la preservación del contacto íntimo con el texto literario resulta más necesaria que nunca. El actual desarrollo de los medios audiovi-suales impone un mensaje unidireccional. A pesar de los esfuerzos por favorecer fórmulas interac-tivas, la persona humana se somete a un proceso homogeneizador conducente a la aniquilación de los rasgos que la particularizan. La uniformidad de gustos y criterios, el poder avasallador de al-gunas imágenes cercenan la iniciativa, la creativi-dad y el pensar independiente. El mercado que revitaliza la industria y procura evitar las crisis de superproducción generando nuevas necesidades, multiplica la apetencia de bienes materiales y desplaza los espacios conquistados por los va-lores espirituales. Algunos tienden a creer que las ideas reli-giosas pueden llenar ese vacío mediante el rescate de distintas formas de trascendentalismo. Sin embargo, en la cultura reside la mayor fuente de valores espirituales. Suelen confundirse individu-alidad e individualismo. El sufijo “ismo” señala el confluir de una tendencia (surrealismo, van-guardismo, marxismo) y, a veces, la exacerbación deformante de un fenómeno con el teoricismo. El crecimiento de la individualidad no implica necesariamente la asunción de actitudes ególatras. El fluir del yo, sus aguas profundas al-bergan la razón y los sentimientos, la memoria y los imaginarios. De ahí su resistencia, su sentido de pertenencia, su capacidad para comprometerse en una causa y de construir puentes solidarios para defenderla.

>LA PRENSA Domingo 3de junio de 2012 / Reynosa, Tam.NotA 5NotA>LA PRENSA Domingo 3

de junio de 2012 / Reynosa, Tam.4

Comenzando por lo más pedestre, el dominio de la lengua es

indispensable para el pleno ejercicio del pensar. Por la

complejidad de la sintaxis y la riqueza del léxico, el español

dispone de una excelente capacidad para expresar matices e ideas que sobrepasan los límites reduccionistas de la simpleza. Las nuevas tecnologías favorecen una comunicación rápida, extensa y

eficiente, pero conducen a un progresivo empobrecimiento del

idioma.

¿Qué es la literatura?

¿Para qué sirve?

por Graziella Pogolotti

Tomás Eloy Martínez fue un excelente narrador y periodista argentino. Como a tan-tos otros, las dictaduras le impusieron el exilio en Venezuela y México. Muy bien construida, inclusiva de pluralidad de voces, su novela sobre Perón provee un acer-camiento a las múltiples facetas que intervinieron en un fenómeno político de hon-

das repercusiones en la historia y la vida de su país y reveló las quebraduras sociales ocultas tras el maquillaje europeizante de Buenos Aires. A modo de homenaje póstumo, Alfaguara ha publicado en fecha reciente su libro Ficciones verdaderas. Para indagar acerca de los problemas de la novela histórica, el escritor acopió en este volumen un extenso número de textos documentales y literarios. Autor de relatos que as-piran a hurgar en lo más profundo del acontecer reciente, Tomás Eloy Martínez selecciona un muestrario antológico partiendo de una hipótesis de trabajo orientada a una indagación acerca de los modos de encaminar la sempiterna búsqueda de la verdad. Se trata de una reflexión ensayística que adopta, con acierto didáctico, la forma de an-tología. Pasajes de obras tan diversas como Macbeth, Los tres mosqueteros, Madame Bova-ry, El reino de este mundo o Crónica de una muerte anunciada se contraponen a las fuentes documentales que suministraron datos elementales de una anécdota transformada mediante una escritura creativa adentrada en ángulos específicos de la realidad según la orientación de cada proyecto literario. Los hechos cobran sentido una vez inscritos en una cosmovisión. Se desprenden de circunstanciales hechos baladíes para traspasar tiempos y contextos y sembrar en el lector in-terrogantes productivas en relación con su propia contemporaneidad. Aunque las intenciones fueran otras, el material resulta también útil herramienta para dilucidar en términos concretos la controvertida definición de lo literario. La respuesta parecía fácil cuando los textos estaban sometidos a estrictas normas aca-démicas. Sin embargo, la obediencia a las reglas no preservó del olvido a muchos escribien-tes respetuosos. En cambio, la gran herejía cervantina subvirtió el orden existente. Inventó un eclecticismo más transgresor que muchas innovaciones actuales. La literatura no consiste en un escribir bonito, aunque las cualidades expresivas de su modo de juntar palabras no sea desdeñable. Tampoco se reduce a la transcripción del inconsciente hablar en prosa descubierto por el burgués gentilhombre de Molière. Flaubert encontró la materia prima deseada en la crónica de un escándalo que sacudió la sociedad parisiense. La esposa de un escultor prestigioso en el mundo de la buena sociedad francesa, llenaba su ocio con sucesivos adulterios. Cubría a sus amantes de regalos para lo cual uti-lizaba su firma para empeñar los bienes del marido confiado. Llegado al punto de la confis-cación, desaparecidas las últimas coartadas, escapó corriendo por los techos de París, imagen anticipatoria de un filme surrealista. De esa historia, el novelista extrae unos pocos elementos: el marido abusado en su honra y en su bolsa, así como la consecuente ruina. Elimina los elementos costumbristas, la falsa objetividad, y modifica radicalmente el contexto social. Traslada las luces de la capi-tal a un reducto provinciano, acentúa la bondadosa mediocridad de Homais y construye una protagonista trágica, hecha de carne y sangre y, a la vez, representación tangible de las in-quietudes del autor, angustiado ante el abismo que separa irremediablemente el ideal de la

El abandono de ciertas concepciones humanistas en virtud de la influencia avasalladora de un pragmatismo inconfeso o desembozado, ha restringido progresivamente

la presencia de la literatura en la formación de las nuevas generaciones

Page 6: Ecos de Cal

La historia de Felipe Montero, quien llega a una extraña casa donde viven la anci-

ana Consuelo y su sobrina, una bella joven, de quien se habrá de enamorar Montero, es nar-rada en la emblemática novela “Aura”, del escritor Carlos Fuentes (1928-2012), la cual cumple hoy 50 años de publi-cación. En memoria de uno de los escritores contemporáneos mexicanos más importantes de habla hispana del siglo, quien falleció el 15 de mayo pasado, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes celebra el aniversario de esta obra publi-cada por primera vez el 30 de mayo de 1962, por la Editorial Era. De acuerdo con el Con-sejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través de la relación entre los person-ajes son plasmados aspectos entre la vida y la muerte, en esta novela que recuerdan creadores e intelectuales de di-versas disciplinas artísticas por su complejidad y riqueza que resaltan la literatura mexicana Entre ellos se encuen-tra el poeta, ensayista y actor Hugo Gutiérrez Vega, quien ve la novela como una de las vertientes más especiales en la obra de Fuentes, que de cierta manera se relaciona con su texto “Las buenas conciencias” y algunos otros cuentos. Sin embargo, considera a “Aura” como una obra de “fina ficción”, que tiene que ver con el sueño, la imagi-

nación y la fantasía del ser humano, por ello, “debemos considerar a Fuentes, como uno de nuestros grandes clásicos y como un escritor universal”, señaló. Por su parte, el escritor Arturo Azuela definió “Aura” como una obra maestra, en la que existen diferentes planos que se entrelazan para dar lugar a un mundo fantástico con ciertos matices. Además, la describió como una novela breve que por medio de un lugar íntimo y tradicional recrea acontec-imientos fantásticos y simbóli-cos. El relato introduce nuevas técnicas narrativas, de-claró el investigador Juan José Escorza, quien considera la obra como estímulo para otros creadores que también incor-poraron nuevas técnicas en su arte. Otro de los artistas que recuerdan una de las novelas fundamentales de las letras mexicanas, es el músico Mario Lavista, quien presentó una ópera basada en ella, en 1988, en el Palacio de Bellas Artes, para rendirle un homenaje en el universo musical. También, la obra ha sido motivo de adaptación e inspiración para el teatro y la ópera, comentó el coreógrafo Guillermo Arriaga Fernán-dez, quien añadió que de ella también se han desprendido creaciones en danza y cine, por lo que tuvo un profundo impacto en las conciencias de los mexicanos.

>LA PRENSA Domingo 3 de junio de 2012 / Reynosa, Tam.NotA6 3ARtícuLo>LA PRENSA Domingo 3

de junio de 2012 / Reynosa, Tam.

El Centro de Creación Literaria “Xavier Villaurrutia” se convirtió esta noche en un coliseo, ante la

presencia de gladiadores, profesionales del mundo de la lucha libre y no pocos lit-eratos, reunidos para hablar de “Pasiones desde ring side: Literatura y lucha libre”, libro que se dio a conocer públicamente. Coordinado en su parte fotográfica por Daniel Téllez y Carlos Maldonado, y en las imágenes y diseño por Luis R. Hernández, el volumen es un homenaje a la lucha libre con imágenes coloridas y textos escritos en una rica narrativa que incluye trozos de poesía y mucha crónica. Son 13 autores mexicanos, quienes es-criben en esta obra. Daniel Téllez (Ciudad de México, 1972), poeta, ensayista y crítico literario, dijo que el libro es un “banquete visual y literario”, donde se confabulan luchadores villanos e impertinentes, cuyos actos son epifenómenos de nuestra lucha diaria, que componen “una pantomima inmediata: La lucha libre, más eficaz que la pantomima teatral”. Al hacer uso de la palabra, apuntó: “Si hay algo que considero realmente mexicano, es la lucha libre. Si hay un de-porte que no he dejado de mirar desde que tengo uso de razón, es la lucha libre. Son pocos los luchadores que, como los escri-tores, una vez perdida la máscara, pueden reconstruir ese dar la cara, que implica ya no tenerla”. Téllez, egresado de la Escuela Normal Superior de México, estudió la especialización en Literatura Mexicana del Siglo XX en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y la maestría en Letras en la Universidad Nacional Autóno-

ma de México (UNAM). Su amplia obra ha aparecido en numerosas publicaciones especializadas. A decir del compilador, los textos del libro son muy entretenidos para quien disfruta la lucha libre. “Hay anécdotas de rendiciones leg-endarias, nombres inolvidables y máscaras olvidadas. Además, las fotografías del archivo de Maldonado muestran ese lado que sólo se puede observar con la gran pasión que experimenta el aficionado”. De acuerdo con Téllez, este libro está ampliamente recomendado “para fanáticos de la tapatía, la de a caballo y el tirabuzón”. Luego apuntó que los 13 escritores de la obra, “transfieren sus temperamentos y sus propios rostros a luchadores cono-cidos y por conocer, y ofrecen al lector divertimentos que retratan el gesto del combatiente”. Durante el acto se informó que Carlos Maldonado (Ciudad de México, 1975) es artista visual egresado de la Uni-versidad de Guadalajara. Forma parte del Consejo Académico de la Licenciatura en Arte de la Secretaría de Cultura de Jalisco, donde actualmente es docente, y es miem-bro del consejo de la revista de poesía Metrópolis. De Luis R. Hernández (Ciudad de México, 1977) los asistentes se informa-ron que se trata de un diseñador e inves-tigador, quien trabaja como diseñador independiente principalmente dentro del ámbito editorial. Recientemente ha in-cursionado en la investigación en cultura visual, obteniendo hasta hoy resultados extraordinarios.

NTX/JCC/AQF

Presentan el libro Pasiones desde ring side: Literatura y lucha libre

Cumple medio siglo la novela mexicana

“Aura”

De Notimex

¿Internet nos arrastra hacia una decadencia cultural? En su más reciente libro, el pre-mio Nobel de Literatura reflexiona sobre las paradojas de la libertad, el enfria-

miento del sexo, la corrupción política, las novelas y el periodismo light. Luego de haber recibido el premio Nobel de Literatura en 2010, Mario Vargas Llosa está de vuelta en las librerías con un nuevo libro de ensayos. La civilización del espectáculo es el resultado de años de reflexión acerca de los acontecimientos culturales de las últimas décadas y fue tomando forma en sus columnas para el diario El País de España, probable-mente renovando su interés por publicarlo para con-jurar la repentina fama mundial que lo puso, al menos por unos momentos, en el mismo nivel que las figuras de la farándula.

Sin temor a enfrentar las opiniones políti-camente correctas, Vargas Llosa examina la pérdida de formas en los diferentes ámbitos de la cultura y se anima a dar sus propias impresiones: el fútbol y las barras bravas, el consumo de drogas, los juegos sexuales, la proliferación de iglesias y sectas, el fun-damentalismo religioso, la desaparición de la crítica intelectual y su relevo por la publicidad y la moda, las estrellas de cine y del rock como agentes de la opin-ión pública, la banalización de la política, el period-ismo sensacionalista, el cine de efectos especiales, el mercado del arte y la piratería, etc. ¿Cuál es la civilización del espectáculo?, se pregunta el lector. “La de un mundo donde el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupa el en-tretenimiento, y donde divertirse, escapar del abur-rimiento, es la pasión universal”, responde el autor de La ciudad y los perros. Esta nace con la pantalla y para entretenerse no es necesaria formación ni es-pecialización alguna. “Ahora todos somos cultos de alguna manera, aunque no hayamos leído nunca un li-bro, ni visitado una exposición de pintura, escuchado un concierto, ni adquirido algunas nociones básicas de los conocimientos humanísticos, científicos y tec-

nológicos del mundo en que vivimos”, ironiza Vargas Llosa. Como el mismo escritor reconoce, el tema de La civilización del espectáculo no es tan novedoso. Ya hace más de medio siglo Umberto Eco popularizó la reflexión sobre el nuevo fenómeno de la cultura de masas con la publicación de su libro Apocalípticos e integrados (1964). Desde entonces las transfor-maciones culturales y tecnológicas dieron un salto importante en nuestra vida moderna. Sin embargo, el consagrado novelista no investiga tanto dichos fenó-menos sino que se detiene a pensar en el significado moral de este cambio y en las consecuencias que la nueva cultura global tiene para el hombre ilustrado o para quien aspira a serlo, así como para una sociedad que aún privilegia los valores humanos. El libro remite en su título a la desencantada

obra del situacionista francés Guy Debord, La socie-dad del espectáculo, plasmada en celuloide y papel a fines de los 60. Aunque el análisis del pensador galo partía desde un ángulo muy distinto, llegando a con-clusiones también distintas, ambos autores extienden una mirada apocalíptica, en el sentido en que definió Eco a quienes no ven con tan buenos ojos los alcances de la cultura de masas. A lo largo de sus páginas, Vargas Llosa no oculta el lamento por el borramiento de los límites entre la alta cultura y la llamada cultura popular, que él prefiere entender como incultura. Ante una sociedad en la cual “lo que se espera de los artistas no es el talento ni la destreza sino la pose y el escándalo”, el premio Nobel se plantea una pregunta que hoy es difícil responder (en realidad, hoy y en cualquier tiempo): ¿cómo distinguir el tal-ento artístico? Ya no hay un sistema de valores claro que nos permita juzgar qué es bueno y qué es malo, “todo arte puede ser bello o feo, pero no hay manera de saberlo. Hoy todo puede ser excelente o execrable según el gusto del cliente”. El mercado es en la actualidad el que dicta su valor de acuerdo al precio. La cultura tradicional pretendía trascender el tiempo presente, durar, mientras que los productos culturales

de hoy son fabricados para ser consumidos al instante. Rastreando los orígenes de esta civilización del espectáculo, el autor tropieza con una paradoja que da que pensar. El bienestar posterior a la Segunda Guerra Mundial trajo consigo libertades sociales, económicas y sexuales que parecen haber asestado un golpe final a la tradición humanística cuyo pro-ducto máximo era justamente la libertad. La democ-ratización de la cultura resultó en una trivialización de sus contenidos; la permisividad en las escuelas, en una crisis de la enseñanza; la liberación sexual, en un enfriamiento del sexo. Al mismo tiempo, la especial-ización en todas las áreas del conocimiento ha llevado a una parcelación del saber, que ahora es custodiado por expertos y es de difícil acceso para el común de los mortales, por lo que, a pesar de los avances cientí-ficos y tecnológicos, hoy se ha hecho posible que la gente tenga una cultura menos sólida que ayer. La so-ciedad en que vivimos, lejos de ser individualista, es, según Vargas Llosa, un obstáculo para el desarrollo de individuos independientes y el cultivo de las formas que dan orientación y sentido al conocimiento. De todas maneras, cabe preguntarse si nece-sariamente estamos ante una decadencia de la cultura. El oficio de novelista se encuentra desde ya ante una difícil situación. “Nadie a mi alrededor cree ya que la literatura sirva de gran cosa, salvo para no aburrirse demasiado en el autobús o en el metro, y para que, adaptadas al cine o a la televisión, las ficciones literarias se vuel-van televisivas o cinematográficas. Para sobrevivir, la literatura se ha tornado light”, confiesa el hombre de letras. Pero, ¿qué pasa con fenómenos como las nuevas series norteamericanas, entre cuyos produc-tos se cuenta The Wire, a la cual el escritor peruano comparó recientemente con las grandes novelas deci-monónicas (que, por cierto, eran leídas como entre-tenimiento o género popular)? La noción de cultura va cambiando a lo largo del tiempo, y en tanto parece definitivo que ya no es posible escribir hoy una gran novela como los clási-cos del siglo XIX, quizás haya que esperar que las renovaciones provengan de otros lados. La obra may-or de nuestras letras, el Quijote, fue considerada en su aparición como perteneciente a un género secundario. Asimismo, recordemos que Vargas Llosa fue una de las figuras más importantes en nuestro continente en disolver, en novelas como Conversación en la cat-edral, los límites entre alta y baja cultura, integrando el lenguaje y las formas de la cultura popular dentro de la literatura, como también lo había hecho James Joyce en lengua inglesa hace casi un siglo.

Por José Loschi

Vargas Llosa examina la pérdida de formas en los diferentes ámbitos de la cultura

“Divertirse es la pasión universal”,

sostuvo Mario Vargas Llosa

Page 7: Ecos de Cal

Profesora cierra la brecha entre la Latinidad y

la Cultura de EE.UU

“Nunca sentí conflicto de identi-dad,” afirma la Cubana, “porque soy las dos cosas, Latina y Americana.” Hace 50 años, la

Dra. Ana María Hernández llego a Nueva York de su país natal. En ese entonces, una niña brillante y curiosa, sabia que quería ser maestra.“A mi lo que mas feliz me hace, como yo fui inmigrante, es trabajar con estudiantes para encaminarlos, no solo ayudándolos a que encuentren trabajo, pero a que se sientan felices e integrados,” dice con entusi-asmo. Ahora celebra su medio siglo como “Latina Neoyorquina” junto a los 40 años de LaGuardia Community College como Profesora en el Depar-tamento de Educación y Adquisición de Lenguas y como Directora de Estudios Latino Americanos donde esta cerrando la brecha entre la cultura que muchos han dejado atrás en America Latina y la cultura en que viven ahora en los Estados Unidos. “Llegue aquí y había una estatua de José Marti en el Parque Central. Me fui a las cataratas del Niagra y ahí estaba el poema de Heredia, y entonces siem-pre sentí que la Latinidad es parte de la identidad Americana,” dice la erudita visionaria. Completo su Bacholor’s en Queens Col-lege y su Master’s en el Graduate Center de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Aprendió francés, italiano y alemán para comple-tar su Ph.D en Literatura Comparativa de New York University. “Si me hubiese quedado en Cuba, hubiese sido historiadora,” ella recuerda, “pero era un momento de apertura con America Latina. Eran tiempos muy distintos – Kennedy estaba en La Casa Blanca.” Entonces se acomodo a la situación de la sociedad. Llegó a La Guardia Community College como profesora adjunta en 1972, el colegio apenas iba a cumplir su primer año. “Necesitaban, lo que aquí llamamos, un Jack-of-all-trades, y yo encaje en la descripción para ese departamento en par-ticular,” dice ella. Desde entonces ha aplicado su pasión por la historia y su amor por literatura, arte y

música Latina de formas realmente innovadoras. Su multiplicidad se ve en su trabajo. Además de dar clases de español y francés, la Dr. Hernández desarrolló cursos en gramática española y de literatura y cultura Latinoamericana enseñadas en español e inglés – cursos que todavía se enseñan en LaGuardia hoy. Asimismo, cuando descubrieron información nueva sobre las civiliza-ciones Maya en 1973, la Dra. Hernández fervorosa-mente siguió el estudio por un lapso de cuatro años y recreó el curso de Civilizaciones Latino America-nas para que reflejara los nuevos hallazgos. También fue cátedra del Departamento

de lenguaje y cultura del 1983 al 1991, en donde ayudo a desarrollar el destacado programa de foto-grafía comercial en LaGuardia. En el 2003, recibió una beca de enfoque de la Fundación Nacional para las Humanidades (National Endowment for the Humanities) para explorar las raíces africanas de la música latina. Ella y sus colegas en LaGuardia han incorporado esta investigación en los cursos de historia, música y cultura que imparten en LaGuardia, agregando a la experiencia educativa de sus estudiantes, una oportunidad que a pocos estudiantes de colegios

comunitarios se les da. Publicó “Fantoches 1926”, en junio del 2011, en donde contextualizo la obra de once escritores asociados con el Grupo Minorista de la primera República de Cuba. “Lo hice con mil amores,” dice con una enorme sonrisa, mostrando su devoción al proyecto. La Librería Publica de Nueva York le concedió permiso especial para revisar una versión temprana, muy frágil de la novela para completar su trabajo. “Literalmente se estaba cayendo a pedazos. Tenía que pasar lo hoja con mucho cuidado porque sino me quedaba con un trozo.” Adicionalmente, ha publicado obras sobre el Uru-guayo Felisberto Hernández, un audaz escritor de ficción del siglo 18o cuya obra maestra es la histo-ria de un hombre obsesionado con su colección de muñecas. Asimismo ha escrito criticas en español sobre literatura fantástica como Carmilla por JS Le Fanu, la historia de vampiros que es anterior a Drácula. Ella es miembro de la Asociación Interna-cional de Eruditos de lo Fantástico (International Association of Scholars of the Fantastic) y del proyecto de Cuba en el Centro Bildner para Rela-ciones del Hemisferio Occidental en el CUNY Graduate Center. Ha sido parte del personal de re-visión de Literatura Mundial Hoy (World Literature Today) desde 1977. “Estoy muy agradecida con CUNY, el van-guardia”, dice emocionalmente. “En mis años en LaGuardia, he podido trabajar en lo q me gusta, he podido crecer y me he sentido apreciada”.Actualmente esta trabajando en una edición de la obra clásica cubana del siglo 19, Cecilia Valdés o La Loma del Ángel. “Estoy muy feliz de estar tra-bajando con esta novela porque tiene elementos de relaciones raciales y feministas,” confiesa Hernán-dez. Además, el autor original, Cirilio Villaverde, llego a Nueva York albergado por conspirar por la independencia de Cuba. Aquí vivió por 45 años, en donde publico y escribió la mayor parte de la obra, lo que hace que la profesora se identifique aun mas con su trabajo. “Es una de las obras maestra de la novela Latino Americana y se publica en Nueva York. Esa es la importancia de la cultura Hispana en la Ciudad de Nueva York desde siempre”, ella afirma.

Í n d i c e

>LA PRenSA Domingo 3 de junio de 2012 / Reynosa, Tam.

e d i t o R i A L2 7ARtÍcuLo>LA PRenSA Domingo 3

de junio de 2012 / Reynosa, Tam.

Fuerza común para dar acceso a la diversión y la

cultura en SaltilloPor Arturo Estrada

Con la finalidad de expandir la cultura y diversión a todos los espacios de Saltillo, el alcalde Jericó Abramo Masso ha logrado llevar las mani-festaciones artísticas a las colonias de la periferia y al área rural de la

capital. A través de la Dirección Municipal de Cultura y en coordinación con Turismo, se hace fuerza común para llevar diversión a todos los saltillenses y sobre todo, poner al alcance de los artistas locales los escenarios que hagan posible que tanto artistas como admiradores puedan tener la misma oportuni-dad. Esto ha sido posible gracias a una política en la que se privilegia la cultura y diversión como parte esencial del desarrollo y cuyas manifestacio-nes inician desde la escuela y en seguida se pone al alcance de los artistas los distintos escenarios que existen en la ciudad. El Gobierno Municipal ha logrado multiplicar las presentaciones teat-rales, encuentros musicales y demás manifestaciones gracias a la aplicación de recursos cuyo destino principal son los artistas locales, además de hacer del festival cultural de Saltillo una fiesta que se presente en distintas fechas y no en una sola como solía presentarse.Noches de MuseoA través de este programa en que se vinculan esfuerzos de Cultura y Turismo, a través de las Noches de Museo se logra fomentar la cultura y la historia que distingue a Saltillo a nivel nacional e internacional, además de ofrecer dis-tintas alternativas para conocer más sobre la historia de Saltillo y Coahuila. Saltillo es una ciudad con más de 434 años de historia y para festejar el aniversario de la ciudad, se diseñó un programa cultural que se lleva a cabo en varias etapas y de esta manera lograr que la fiesta dure todo el año y que los recursos que se destinan para ello se quede en manos de los artistas locales. Con esta iniciativa se hace posible que los promotores del arte y de la cultura sí sean profetas en su tierra porque tendrán la oportunidad y el apoyo de la autoridad municipal para que puedan dar a conocer su talento a su pú-blico.Saltillo es literatura, música, poesía y fotografíaEste nuevo esquema de multiplicar el arte en la ciudad ha hecho posible que escritores de Saltillo puedan encontrar más espacios y que se dinamice la literatura local, se han cedido espacios para artistas de las comunidades rurales y su música ahora está al alcance de todos, además de permitir que los exposi-tores de fotografía encuentren espacios en galerías del Congreso de la Unión e incluso en varias ciudades de Europa. Durante cada uno de los festivales, se pueden ofrecer más de 100 distintos eventos que se realizan en los distintos foros que la ciudad puede ofrecer y en las diferentes plazas de las comunidades rurales de la ciudad.

De nuestra portada

Dr. WagnerFoto:

Archivo

pag. 3

• DIRECTORIO •Lic. Felix Garza Elizondo

Director General

Mtra. Adriana Quintana CoordinaCión General

consejo eDitorial

MARTíN MENDO CANTÚ (†)OLGA FRESNILLO OLIVARES

GRACIELA RAMOS DOMÍNGUEZ

pag. 7

pag. 4

José Loschi“Divertirse es la pasión universal”,

sostuvo Mario Vargas LlosaGraziella Pogolotti

¿Qué es la literatura? ¿Para qué sirve?

NotimexPresentan el libro

Pasiones desde ring side: Literatura y lucha libre

Cumple medio siglo la novela mexicana “Aura”LGCC

Profesora cierra la brecha entre la Latinidad y la Cultura de EE.UU

pag. 6

Fuente: LGCC

Además de dar clases de español y francés, la Dr. Hernández

desarrolló cursos en gramática española y de literatura y cultura Latinoamericana enseñadas en

español e inglés – cursos que todavía se enseñan en LaGuardia hoy. Asimis-mo, cuando descubrieron información nueva sobre las civilizaciones Maya

en 1973, la Dra. Hernández fervorosamente siguió el estudio por

un lapso de cuatro años...

Page 8: Ecos de Cal

Notas sobre Cortázar

Por Edipo escritor

El Cortázar de los cuentos ha creado escuela por sus propuestas sorprendentes, su aprovechamien-to de los recursos del lenguaje coloquial y sus atmósferas fantásticas e inquietantes que pueden emparentarse con las de los relatos de su com-patriota Jorge Luis Borges. El ritmo del lenguaje recuerda constantemente la oralidad y, por lo tanto, el origen del cuento: leídos en voz alta co-bran otro significado. Lo curioso de estos relatos es que el lector siempre queda atrapado, a pesar de la alteración de la sintaxis, de la disolución de la realidad, de lo insólito, del humor o del miste-

rio, y reconstruye o interioriza la historia como algo verosímil. Entre las colecciones de cuentos más conocidas se en-cuentran Bestiario (1951), Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, El perseguidor, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974), y Queremos tanto a Glenda (1981). Entre el relato y el ensayo imagi-nativo de difícil clasificación se encuentran His-torias de cronopios y de famas (1962), La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969). También escribió algunos poemarios como Presencia (1938), Pameos y meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo, 1985). Rayuela (1963), la obra que despertó la

curiosidad por su autor en todo el mundo, com-promete al lector para que él mismo pueda elegir el orden en el que leerá los capítulos: de manera sucesiva o siguiendo un esquema de saltos que el autor ofrece en el comienzo del libro, pero que no excluye -al menos hipotéticamente- otras alternancias posibles. Rompiendo de este modo con toda pauta convencional de linealidad narra-tiva y sugiriendo que el lector haga una incursión personal en el libro, Cortázar propone lo que la investigación lingüística y literaria ha llamado desconstrucción del texto.

Hará Cineteca Nacional homenaje fílmico al escritor

Carlos FuentesDe Notimex

La Cineteca Nacional realizará un homenaje al escritor mexicano Carlos Fuentes para recordar su incursión en la cinematografía

con el “Ciclo Fuentes en el cine”, debido a su sensible fallecimiento. La muestra incluirá adaptaciones de las obras del escritor, así como filmes en los que participó como guionista, ya que el autor de más de 50 novelas, relatos y ensayos, también dejó una importante huella en el Séptimo Arte. Carlos Fuentes, máxima figura de la literatura y la cultura mexi-cana, inició su contacto con el cine en 1964, cuando adaptó junto con Gabriel García Márquez una historia del escritor Juan Rulfo “El gallo de oro”, que llevó al cine Roberto Gavaldón. El también autor de clásicos como “La región más transparente” y “La muerte de Artemio Cruz”, escribió 22 guiones, participó como actor e incluso como director, mientras que en otras ocasiones fue pro-gramador y crítico. Su inmensa obra fue también llevada al cine numerosas veces, tal es el caso de “Aura”, una de sus novelas más importantes, inmor-talizada en celuloide en Italia en 1966, bajo el nombre de “La strega in amore”. En 2008, fue invitado a la Cineteca Nacional para festejar sus 80 años de vida, junto al también escritor Carlos Monsiváis, en el que se programó un ciclo de sus películas favoritas, mientras que al año siguiente seleccionó una serie de filmes para el ciclo “Cine y Literatura” en París. La muestra de la Cineteca honrará la trayectoria de Fuentes en la que incluirá sus obras y películas, durante julio en las sedes alternas de la Cineteca Nacional.

Pasiones desde el ring side

>LA PRENSA Domingo 3 de junio de 2012 / Reynosa, Tam.NotAS8 > LA PRENSA

Domingo 3 de junio de 2012

Año 13 No. 716

Proponen Museo de Ciudad de México lleve

nombre de Carlos FuentesEl jefe de Gobierno Marcelo Ebrard dijo que la Secretaría de Cultura será la encargada de hacer las gestiones nec-

esarias.

El Universal

El gobierno del Distrito Federal (capital) propuso hoy que el Museo de la Ciu-dad de México lleve el nombre del escritor Carlos Fuentes, quien murió el 15

de mayo a los 83 años. El jefe de Gobierno Marcelo Ebrard dijo que la Secretaría de Cultura será la encargada de hacer las gestiones necesarias. El anuncio se hizo en el marco de la inauguración de una muestra fotográ-fica de una de las máximas figuras del “boom” de la literatura latinoamericana. Al homenaje asistieron su viuda Silvia Lemus, personalidades de la cul-tura como la escritora Elena Poniatowska, quien leyó algunos breves textos, el dramaturgo Luis de Tavira y la actriz María Rojo, entre otros. Dos fotografías de gran formato del autor de “Aura” y “Terra Nostra” enmarcaron la ceremonia en el patio central del colonial museo. El tenor Fernando de la Mora interpretó, acompañado por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, un aria de la Ópera Santa Anna, escrita por Fuentes y musicalizada por José María Vitier. Rojo y De Tavira también leyeron fragmentos de las novelas “La silla del Águila” y “La muerte de Artemio Cruz”, respectivamente. El homenaje a Fuentes se produjo un día después de que autoridades de Puebla, en el centro del país, presentaron un documental sobre la Batalla de Puebla, el último que dirigió y relató el escritor semanas antes de su muerte, titu-

lado “5 de mayo”.