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Introducción A la Macroeconomía - Metodología de la Macroeconomía - Contabilidad NacionalTRANSCRIPT
Módulo 1 Introducción a la Macroeconomía
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1. Introducción a la
Macroeconomía
1.1 Metodología de la Macroeconomía
Este primer módulo incluye la descripción y un
breve análisis de las principales variables
macroeconómicas, tales como el Producto Interno
Bruto (PBI), la inflación y el desempleo. Además,
realizaremos un análisis de la metodología de
estudio de la Macroeconomía.
1.1.1 Análisis y posterior agregación de las
decisiones individuales
La Macroeconomía es la parte de la Economía que estudia las variables
agregadas, es decir, aquellas que surgen de la agregación o suma de
decisiones individuales o particulares. El principal desafío supone estudiar
el crecimiento y las fluctuaciones económicas de un país, explicando
cómo se puede incrementar el ingreso de los habitantes de una
determinada nación. También el análisis del desempleo y la pobreza son
parte de su objeto de su estudio.
Como ejemplos de las variables macroeconómicas, se pueden mencionar
el Producto Bruto Interno (en términos más simples: el ingreso o
producción de un país), la pobreza, el desempleo, las exportaciones, la
distribución del ingreso, el consumo, el ahorro, la inversión, entre otras.
La Macroeconomía moderna se funda en la Microeconomía, esto quiere
decir que, para estudiar la Macroeconomía, es necesario estudiar las
decisiones individuales para luego agregarlas. Se considerarán las
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economías nacionales como grandes mercados donde existen individuos
que demandan bienes y, por otro lado, empresas que ofrecen dichos
bienes. El primer grupo formará lo que se denomina la demanda
agregada, mientras que el segundo grupo constituye la oferta agregada
(que no es otra cosa que el PBI).
Consecuentemente, se estudiará un agente representativo de cada
grupo; se comenzará estudiando las decisiones de un individuo particular
y representativo, sujeto a una restricción presupuestaria, cuyas
decisiones de consumo y ahorro surgen del propósito de maximizar su
utilidad. Luego de reconocer cómo es el comportamiento óptimo del
agente, el mismo se sumará tantas veces como individuos haya. Por otro
lado, se estudiará una empresa en particular cuyas decisiones de
inversión y producción surgen de su objetivo de maximización de
beneficios. Luego, al igual que en el caso del consumidor, se agregará el
comportamiento de la empresa representativa tantas veces como
empresas existan, obteniendo así una variable agregada.
Conociendo ambos casos -el del individuo o consumidor y el de la
empresa o productor- y visualizando la economía como si fuese un gran
mercado, se podrá identificar el equilibrio macroeconómico, el cual será
desarrollado en el módulo siguiente (Módulo 2).
1.1.2 Decisiones intertemporales
En esta materia se estudiarán modelos donde los individuos toman
decisiones intertemporales, es decir que para su estudio el agente
económico toma en cuenta tanto el período presente como el período
futuro. Es por ello que, para simplificar el análisis de los modelos
intertemporales, se supondrá que solamente existen dos períodos. Las
conclusiones se pueden ampliar para “n” períodos, pero el
comportamiento será el mismo, es decir, el agente económico toma en
cuenta un período presente y uno futuro para tomar sus decisiones.
Los modelos con decisiones intertemporales incluyen variables como la
tasa de interés. Ésta permitirá actualizar un valor futuro o capitalizar un
valor presente. Así, si uno tiene $1 en el presente y la tasa de interés es
del 10%, en el futuro ese peso vale $1,1 [$1 + 0,1 * $1 = $1 (1+0,1)],
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entonces, para capitalizar u obtener un valor futuro de una variable es
necesario multiplicar a la variable del presente por el factor (1+r).
La operación contraria es la actualización, es decir, si se tiene un valor
futuro, se determina cuánto vale en el presente, planteando el
mecanismo de manera inversa respecto del ejemplo anterior. Si $1,1 es el
valor futuro, el valor presente será $1; esto surge de quitar el 10% al valor
futuro [$1,1 /(1+0,1)]. Entonces, para actualizar una variable con un valor
futuro, se debe dividir por el factor (1+r). Estos ejemplos no son más que
las operaciones de capitalización y actualización de la matemática
financiera; en el módulo 2 las aplicaremos a los modelos
macroeconómicos que se van a desarrollar.
1.1.3 Concepto de modelo o teoría económica
La Macroeconomía, como toda parte de la Economía, elabora teorías en
base a modelos económicos, los cuales consisten en simplificaciones de la
realidad y se basan en supuestos de partida. Según Mochon y Beker, “un
modelo es una simplificación de la realidad y una abstracción de
supuestos que a través de supuestos, argumentos y conclusiones explica
una determinada proposición o un aspecto de un fenómeno más amplio”
(1997: 7).
Para comprender mejor esto, hagamos una analogía con la geografía: si
analizamos los mapas cartográficos veremos que no existe un grado de
detalle tan minucioso, sino que solamente se representan rutas que
conectan ciudades, pero dichas representaciones no nos dicen nada
acerca de si las rutas reales se encuentran en buen estado, si la banquina
es estrecha u otros detalles, es decir, se centran únicamente en lo
principal. De la misma manera intenta explicar la realidad un modelo
económico. Por ejemplo, una empresa siempre buscará maximizar
beneficios, sin importar si ésta actúa o no en un contexto inflacionario.
Una vez formulado el modelo se desarrolla la teoría económica. Las
teorías intentan explicar el porqué de ciertos acontecimientos o justificar
la relación entre dos o más eventos. Las conclusiones a las que se arriba
son, a su vez, contrastadas con la realidad con el fin de verificar la
relación teórica enunciada o bien para analizar cómo se verán afectadas
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determinadas acciones. Sin embargo, los modelos pueden fallar en su
capacidad predictiva, dado que la Economía es una ciencia social que
depende del comportamiento de los individuos, acciones que no siempre
responden a lo que el modelo predice. En este sentido, el uso del
instrumental matemático le brinda formalidad a las conclusiones, pero
ello no implica que se trate de una ciencia exacta.
En términos de Mochón y Beker:
La teoría económica provee una estructura lógica para
organizar y analizar datos económicos, por lo cual es lo que
se utiliza para poner en orden las observaciones de los
hechos económicos, con el fin de explicar de qué manera
están explicados (1997: 6).
En la macroeconomía existen dos posturas importantes que desarrollan
un debate continuo sobre cómo es el funcionamiento de la economía: por
un lado, una perspectiva clásica o liberal, considerada ortodoxa, y por el
otro, la postura keynesiana o intervencionista, considerada heterodoxa.
Hasta ahora, se entiende que ninguna es superadora de la otra, sino que
en determinadas ocasiones una postura es la que mejor explica la
realidad, mientras que en otros momentos es la restante la que mejor se
adecua para realizar el análisis.
Si bien en esta materia no corresponde explicar en profundidad las
diferencias entre ambas posturas, sí diremos que divergen
principalmente en el rol del Estado sobre la economía. Los liberales
sostienen que el mercado es el que mejor asigna los recursos y que, en
consecuencia, el Estado no debe intervenir en la economía; en tanto, los
intervencionistas alegan lo contrario, es decir, que es el Estado el actor
que mejor asigna los recursos escasos disponibles en un país. Este debate
lleva décadas sin poder superarse, por lo cual en esta materia se
mostrarán dos modelos sobre el rol del gobierno: el clásico y el
keynesiano.
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1.2 Presentación de las principales
variables macroeconómicas
En esta sección se estudiarán algunas de las
variables macroeconómicas. Nos limitaremos a
analizar su definición y los correspondientes valores
que presentan en Argentina, mientras que, a lo
largo de la materia, profundizaremos en los cálculos
más avanzados y sus análisis.
1.2.1 PBI
La principal magnitud económica de un país es el Producto Bruto Interno
(PBI), definido como:
“El valor de mercado de todos los bienes y servicios finales
producidos en un país durante un período de tiempo
determinado” (Larraín & Sachs, 2013: 5).
Es importante analizar en detalle los componentes de esta definición: “Valor de mercado de todos los bienes y servicios producidos”: el
PBI no sólo incluye la producción de tangibles (bienes) sino también
la de intangibles (servicios). Además, reúne los bienes y servicios de
toda índole. Aunque es sabido que una parte importante de la
producción de un país (conocida como economía subterránea) no
está contabilizada en el PBI por distintos motivos (actividades
informales, actividades ilegales, actividades de consumo doméstico,
entre otros). También es importante remarcar la palabra “Valor”,
que implica que la producción física de bienes y servicios se debe
valorar a un determinado precio para poder agregarse, es decir que
para sumar las cantidades éstas deben estar valuadas con un precio.
Un caso simple: no se puede sumar naranjas más manzanas, pero sí
el valor de las naranjas más el valor de las manzanas.
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“Finales”: para evitar la doble contabilización del valor de un bien o
servicio, el PBI sólo incluye la producción que tiene por destino al
consumidor final y no la que es utilizada como bien intermedio en
las distintas fases de un proceso de producción.
“En un país”: el PBI tiene en cuenta la producción obtenida dentro
de los límites geográficos de un país, sin importar el origen de los
factores de producción. Por la misma razón, no incluye la producción
obtenida por empresas argentinas ubicadas en el exterior.
“Durante un período de tiempo determinado”: normalmente, el PBI
se mide trimestral y anualmente. Existen indicadores que muestran
de modo aproximado la evolución de la producción en períodos más
cortos (por ejemplo, el Estimador Mensual de Actividad Económica –
EMAE – publicado por INDEC).
El PBI también es una medida del flujo de ingreso total y gasto total de
una economía. Posteriormente veremos que ambas magnitudes – ingreso
y gasto – deben ser iguales. Este tema será analizado junto a otras
variantes en el apartado de “Contabilidad Nacional” (Punto 1.3), presente
en esta misma lectura.
A modo de ejemplo, en la Figura 1 se observa la evolución del PBI de
Argentina desde el año 1993 hasta el 2012.
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0
50.000.000
100.000.000
150.000.000
200.000.000
250.000.000
300.000.000
350.000.000
400.000.000
450.000.000
500.000.000
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11
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PBI en Argentina(millones de U$S)
PIB real PIB nominal
Figura 1: evolución del PBI.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por el Ministerio de Economía de la Nación (s.f.).
Se observan dos series distintas, la del PBI real y la del PBI nominal; si bien
más adelante ahondaremos en esa diferencia, explicaremos aquí que el
PBI real es el que elimina el efecto distorsivo de la inflación, mientras que
el nominal no lo hace.
En los primeros periodos analizados, el PBI real y el PBI nominal casi no
difieren debido a la inexistencia de inflación en la década de los 90. Luego,
en el año 2001, se presenta una caída abrupta de ambos indicadores y, si
bien ambos encuentran luego un sendero de crecimiento, la brecha entre
el PBI nominal y el real comienza a hacerse más grande debido a la
existencia de inflación.
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En base a los movimientos del PBI, las variables macroeconómicas pueden
clasificarse en:
Procíciclas: aquellas que se mueven en la misma dirección que el
PBI; si éste aumenta, la otra variable se moverá en la misma
dirección. Son ejemplos de variables procíclicas el consumo, la
inversión y el ahorro, entre otras.
Contracíclicas: son las que se mueven en dirección contraria a los
movimientos del PBI; si éste aumenta, la otra variable se moverá en
dirección contraria. Ejemplos de estas variables: el desempleo, la
pobreza, entre otras.
Acíclicas: estas variables son las que no presentan una relación
clara con, o no se ven afectadas por, los movimientos del PBI.
Algunos ejemplos de variables acíclicas son el gasto público y la
oferta monetaria, entre otras.
El PBI per cápita (PBI / Población) es una medida del ingreso promedio de
cada habitante del país durante el período de un año. Es ampliamente
utilizada para realizar comparaciones de bienestar entre los países,
aunque, cabe aclarar, sólo luego de haber realizado los debidos ajustes en
el poder adquisitivo de la moneda de cada país, para garantizar que, en la
comparación, un dólar compre la misma cantidad de bienes en todos los
países. El PBI per cápita también sirve para estudiar la evolución del
bienestar en un país a lo largo del tiempo. Como todo promedio, dicha
medida no proporciona información sobre la variabilidad del ingreso
promedio dentro de la población.
Los datos del PBI per cápita para Argentina se muestran en la Figura 2, en
la cual se observa que en 2013 el PBI per cápita en términos corrientes o
nominales fue de $ 80.804. Esto significa que, en promedio, el ingreso
anual de Argentina es aproximadamente $81 mil pesos.
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Figura 2: PBI per cápita.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por el Ministerio de Economía de la Nación (s.f.).
1.2.2 Demanda Agregada. Componentes del PBI
La demanda total de un país (conocida como demanda agregada) en una
economía abierta y con sector público está formada básicamente por los
siguientes componentes: consumo privado, inversión, gasto público y
exportaciones netas (o balanza comercial).
Consumo (C): gasto de los hogares en bienes -durables y no
durables- y servicios.
Inversión (I): gasto de las empresas en bienes de capital (maquinaria
y equipo de producción, básicamente), estructuras e inventarios.
Gasto público (G): gasto en consumo corriente o inversión que
realiza el Estado.
Exportaciones netas (X – IM): también es conocida como balanza
comercial y equivale al resultado que surge de restarle, a la cantidad
total de exportaciones o ventas al exterior, la totalidad de
importaciones o compras al exterior.
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Debido a la igualdad entre ingreso y gasto a nivel macroeconómico, ya
que todo gasto genera un ingreso para otro agente, el PBI siendo el
ingreso de la economía es igual a la demanda agregada, por lo cual:
PBI = Y = DA = C + I + G + X – IM1
El consumo es uno de los componentes más estables, es decir, ante
variaciones en el PBI, el consumo se mueve en menor proporción debido a
que los individuos suavizan su consumo y sólo modifican sus patrones de
consumo cuando identifican que el cambio en el ingreso es permanente.
En Argentina, el consumo representa entre el 65% y 70% del PBI.
La inversión es uno de los determinantes clave del crecimiento económico
de un país: la adquisición de bienes de maquinaria y equipo, por ejemplo,
garantiza la disponibilidad de una mayor cantidad de capital por
trabajador, incentivando mayor productividad. La inversión se expresa
como porcentaje del PBI para evaluar si el gasto en inversión es adecuado
o no. La inversión oscila entre el 20% y el 25% del PBI en los últimos años.
Por otro lado, la inversión cae durante las recesiones y aumenta durante
las expansiones. En una eventual recesión, la demanda cae y se deteriora
la situación financiera de las empresas; al mismo tiempo, aumenta la
incertidumbre económica y las empresas postergan sus planes de
expansión. Lo contrario ocurre durante un período de crecimiento.
El gasto público son las erogaciones que realiza el Estado; muchas veces
es utilizado como política económica, es decir, como una acción para
modificar cierta cuestión en la economía. Es una variable exógena ya que
su valor es definido generalmente por cuestiones políticas. El gasto
público oscila entre el 10% y el 15% del PBI en los últimos años.
Las exportaciones netas reflejan los lazos comerciales de un país con el
resto del mundo y, al mismo tiempo, el grado de apertura de una
economía.
1 A lo largo de las cuatro lecturas la letra “Y” se utilizará para representar el ingreso de la
economía o, lo que es lo mismo, el PBI u oferta agregada.
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> 0 : Superávit comercial
Exportaciones – Importaciones = 0 : Equilibrio comercial
< 0 : Déficit comercial
La apertura comercial de un país es importante porque, por un lado,
ayuda a elevar el bienestar de los consumidores al permitirles adquirir
bienes del exterior y, por otro, amplía el destino de los bienes de origen
nacional más allá de las fronteras internas. Además, acelera los procesos
de transferencia de conocimientos y tecnologías entre países. Por
supuesto, el comercio puede tener efectos negativos sobre la economía
nacional, esto es: al ingresar una gran cantidad de bienes importados,
aunque el bienestar de los consumidores aumenta, se genera también un
aumento de competencia para el comercio e industria local. Muchas
veces, el empresario local no puede competir con bienes provenientes del
exterior y se ve obligado a cerrar, generando desempleo. Esto fue lo que
sucedió en la década del 90, cuando la Argentina tuvo una apertura
comercial importante; el desempleo se elevó a niveles nunca antes vistos.
De ahí que muchas veces es deseable la regulación del ingreso de bienes
al país.
El grado de apertura de un país en un año se mide calculando el cociente
entre la suma de las exportaciones con las importaciones sobre el PBI:
1.2.3 Inversión, ahorro y tasa de interés
La inversión está íntimamente ligada al ahorro. En el módulo siguiente
demostraremos formalmente que, cuando ambas variables son iguales, la
economía se encuentra en equilibrio macroeconómico. En este módulo nos
limitaremos a explicar que la inversión es financiada con ahorro (público,
privado, interno o externo) y que la tasa de interés juega un rol importante
para que el ahorro se canalice en inversión. Si la tasa de interés es alta, se
alentará el ahorro pero se desincentivará la inversión, mientras que, si es
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baja, sucederá lo contrario. Es por ello que la tasa de interés debe asumir
un valor que genere ahorro pero que, a su vez, no desincentive
mayormente la inversión. Tal como se mencionó anteriormente, el modelo
que explica estas relaciones será desarrollado en el siguiente módulo.
La tasa de interés puede tener distintas definiciones según el agente del
cual se trate, pero, en términos generales, representa el costo o la
ganancia (según sea deudor o acreedor respectivamente) de una unidad
monetaria del presente.
Existen distintas tasas de interés (plazo fijo, caja de ahorro, entre otras),
pero la más representativa para un país es la tasa de interés que fija el
Banco Central. En el caso de Argentina, dicha tasa se denomina Tasa
Badlar; en base a ella los bancos y demás entidades fijan sus respectivos
intereses.
En la Figura 3 se observa que la tasa de interés de Argentina tuvo su pico
en plena crisis del 2001 y disminuyó en los años posteriores, mientras que
últimamente se ha establecido alrededor del 20%.
Figura 3: tasa de interés Badlar.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por el Banco Central de la República Argentina (s.f.).
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1.2.4 Cantidad de dinero
La cantidad de dinero u oferta monetaria (M) de un país no sólo
comprende la emisión realizada por el Banco Central sino también el
dinero que se crea en el sistema bancario. El dinero que emite el Banco
Central se denomina Base Monetaria y dicha emisión debe estar
respaldada por tres activos del Banco Central: oro y divisas (reservas
internacionales), títulos públicos y redescuentos. En términos generales,
cuando un activo aumenta, el Banco Central tiene la obligación de emitir
moneda local. De esta manera, si ingresa un dólar a Argentina, el país tiene
que emitir pesos al tipo de cambio oficial.
Si el dinero que emite el Banco Central se canaliza al sistema financiero,
puede comenzar a crearse más dinero, ya que, cuando el banco comercial
recibe un depósito, éste puede prestar dicho dinero manteniendo una
reserva mínima. De esta manera se crea dinero adicional (este mecanismo
se profundizará en el módulo 3).
En términos generales, se considera dinero u oferta monetaria a la suma
del efectivo más los depósitos:
M = E + D
El dinero en circulación tiene una estrecha relación con la inflación, ya que,
cuando el crecimiento del dinero supera el crecimiento de la producción,
es probable que se produzca inflación.
En la Figura 4 se observa la evolución de la oferta monetaria (M2) y de la
base monetaria (BM). Ambas series muestran una tendencia creciente
desde 2003. Además, se puede apreciar un aumento en la emisión de
dinero por parte del Banco Central y una mayor bancarización de la
economía debido a la brecha que existe entre la oferta monetaria y la base
monetaria.
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Figura 4: base monetaria y oferta monetaria.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por el Ministerio de Economía de la Nación (s.f.).
1.2.5 Nivel general de precios
El nivel de precios de una economía se mide a través de índices de precios.
En este sentido, existen distintos índices: índice de precios al consumidor
(IPC), índice de precios mayoristas, índice a la construcción, índice de
precios implícitos, entre otros.
El cálculo utilizado para medir la inflación en Argentina es el IPC, ya que
éste mide la evolución del valor de una canasta de bienes que consume
una familia representativa, es decir que en su cómputo no se incluyen
todos los bienes producidos en una economía, sino sólo aquellos que
impactan en el bienestar de la familia promedio. El cómputo de cálculo de
este tipo lo desarrollaremos cuando veamos el tema de inflación.
El crecimiento del índice muestra la tasa de inflación (π) de una economía.
Por ejemplo, para un período t, la inflación se obtiene aplicando la
siguiente fórmula:
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Históricamente, Argentina ha tenido episodios de inflación e incluso ha
llegado a experimentar hiperinflaciones con una tasa anual que superaba el
5000%. Es decir, lo que hoy vale un $100, el año que viene vale $ 5100.
El fenómeno de la inflación es complejo ya que intervienen numerosos
agentes y, debido a ello, su control es difícil de resolver sin costo alguno.
Revisaremos este tema en el módulo 3.
En la figura 5 se muestran las tasas de inflación de los últimos años en
Argentina. Se observa que en algunos años la Argentina tuvo una tasa de
inflación negativa o lo que se conoce como deflación (los precios bajan),
pero luego de la crisis del 2001 los precios crecen alrededor de una tasa del
10% anual, según fuentes oficiales.
Figura 5: tasa de inflación anual.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por el INDEC (s.f.).
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1.2.6 Población económicamente activa y desempleo
En términos económicos, la población de una economía se puede dividir en
dos: por un lado, una población inactiva, donde se incluyen aquellas
personas que no trabajan ni buscan trabajar, por ejemplo, amas de casa,
niños, jubilados; por el otro, la población económicamente activa (PEA),
incluye a los ocupados y desocupados, es decir, todas las personas que
participan del mercado laboral.
Los desocupados son aquellos que buscan pero no encuentran trabajo. Es
importante destacar que “buscan trabajo”, ya que, de no hacerlo, se
consideran como “inactivos” y no como “desocupados”.
La tasa de desempleo (TD) se obtiene calculando el cociente entre los
desocupados y la PEA:
Otro indicador laboral importante es la tasa de actividad (TA), la cual
dimensiona el tamaño del mercado laboral calculando el cociente entre la
PEA y la población total. Cuando este indicador desciende, ello puede
implicar que las personas, desanimadas por las condiciones laborales,
dejan de buscar trabajo y se convierten en inactivos. Este puede ser el caso
de los estudiantes, ya que, mientras el mercado presente buenas
condiciones, éstos ingresan a la PEA, pero ante desmejoras vuelven a sus
estudios o la condición de inactividad.
En la Figura 6 se observa la evolución de la tasa de actividad y de
desempleo en Argentina desde el tercer trimestre de 2003 al primer
trimestre de 2014.
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Figura 6: tasa de actividad y de desempleo.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por el INDEC (s.f.).
Tal como podemos observar en el gráfico, la tasa de actividad se ha
mantenido relativamente constante a lo largo de los años, mientras que la
tasa de desempleo ha disminuido; esto significa que los indicadores
laborales han mejorado. En cambio, si la tasa de desempleo baja y la tasa
de actividad también disminuye, no podremos concluir ninguna mejora, ya
que el desempleo puede haber caído porque los individuos se desalentaron
y dejaron de buscar trabajo, pasando a formar parte de la población
inactiva.
1.2.7 Gasto público y deuda pública
El gasto del gobierno es una de las variables más controvertidas para los
macroeconomistas dado que existen posturas que sostienen que dicho
gasto debe reducirse al mínimo, mientras que otras alegan que debe
alentarse en pos de generar crecimiento. Este debate será abordado en los
módulos siguientes.
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El gasto público es una variable exógena para la economía, es decir, es
explicado por decisiones políticas y no corresponde a una variable
puramente económica.
Existen tres maneras de financiar el gasto público: con impuestos, con
emisión de deuda (préstamos internos o externos) o con emisión
monetaria.
Cuando el gasto público es financiado con emisión de dinero, es decir,
cuando el gobierno vende un título público o bono al Banco Central y
recibe dinero como contrapartida, la oferta monetaria del país crece
pudiendo generar aumento de precios.
Cuando los impuestos son superiores al gasto, existe un superávit fiscal o
ahorro del gobierno, mientras que, cuando es el gasto el que supera el
ingreso fiscal por impuestos, existe un déficit fiscal o desahorro del
gobierno.
> 0 : Superávit fiscal
Impuestos – Gasto Público = 0 : Equilibrio fiscal
< 0 : Déficit fiscal
El presupuesto es una estimación de recursos y gastos que el gobierno
realiza para un periodo futuro. Que el presupuesto esté equilibrado
significa que los ingresos son iguales a los gastos.
En la Figura 7 observamos el resultado de las cuentas del Estado argentino
entre 1993 y 2013. En la primera parte del gráfico, el ahorro o superávit del
Estado es pequeño, es decir que los ingresos apenas superan los gastos e
incluso en parte de dicho período existe déficit fiscal. Desde el año 2002
comienza a incrementarse el superávit fiscal en gran medida.
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Figura 7: Ahorro o Presupuesto del Gobierno.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por el Ministerio de Economía de la Nación (s.f.).
Cuando el presupuesto es ejecutado y queda desequilibrado, puede
suceder que haya más ingresos que gastos, entonces habrá superávit; en
caso contrario, surgirá una deuda.
La deuda pública es el conjunto de obligaciones que posee el Estado con los
particulares del país y del exterior. De esta distinción surge la deuda
pública interna, que es la deuda que el gobierno mantiene con los
particulares del país, mientras que la deuda pública externa representa lo
que el Estado debe a los particulares del extranjero.
La presión tributaria o presión fiscal2 es la proporción del PBI que es
recaudada por el gobierno en concepto de impuestos u otros recursos
tributarios. Por lo cual, representa una medida del sacrificio impuesto por
el gobierno sobre el producto o ingreso generado para contribuir a
financiar su actividad.
2 Se tomarán en este curso ambas expresiones como sinónimos.,
20
1.2.8 Tipo de cambio, balanza comercial y balanza de
pagos
Tipo de cambio
El tipo de cambio mide la cantidad de moneda local que debe entregarse
para adquirir una unidad de moneda extranjera. El Banco Central puede
dejar fluctuar el tipo de cambio en base a las fuerzas de demanda y oferta
de moneda extranjera, en cuyo caso nos encontramos ante un régimen de
tipo de cambio flexible o flotante, mientras que, si se decide intervenir en
el mercado de divisas asegurando un valor establecido, se estará ante un
régimen de tipo de cambio fijo. Suele ocurrir que, por más que no haya un
valor fijado por una ley (como fue la Convertibilidad en Argentina), el
Banco Central intervenga en el valor del tipo de cambio ofreciendo o
comprando divisas, en cuyo caso se estará ante un régimen de flotación
mixta, administrada o de flotación “sucia”.
Cuando el tipo de cambio aumenta, ello implica que se debe entregar más
cantidad de moneda local para adquirir una unidad de moneda extranjera.
En ese caso se está frente a una depreciación o devaluación de la moneda
local. Estrictamente, se denomina depreciación al incremento del tipo de
cambio en un régimen flexible y devaluación a dicho incremento bajo un
tipo de cambio fijo; actualmente, sin embargo, el uso cotidiano de ambos
términos los ha convertido en sinónimos. Si sucede lo contrario, es decir, si
baja el tipo de cambio, se produce una apreciación o revaluación de la
moneda local.
El valor del tipo de cambio suele impactar en la balanza comercial (la
diferencia existente entre las exportaciones y las importaciones) ya que,
por ejemplo, si el tipo de cambio sube o la moneda se deprecia, se
abaratan las exportaciones y se encarecen las importaciones, produciendo
un mayor saldo comercial.
En la Figura 8 podemos observar el tipo de cambio nominal peso/dólar,
que es el más relevante para nuestro país. En la primera parte del período
analizado, el tipo de cambio estaba fijado en $1 por U$S1, lo que se conoce
como convertibilidad. Luego se devaluó la moneda y desde ese momento
comenzó a fluctuar su valor hasta alcanzar un monto superior a $8 por
dólar.
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Figura 8: Ahorro o Presupuesto del Gobierno.
Fuente: elaboración propia a base de datos publicados por Ministerio de Economía de la Nación (s.f.).
Cuando desarrollemos, en apartados posteriores, el tema de la inflación,
veremos que el valor del tipo de cambio tiene un impacto en el nivel de
precios en una economía dolarizada como la argentina.
Balanza Comercial y Balanza de Pagos
Tal como se mencionó anteriormente, la balanza comercial representa la
diferencia entre las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios
(X-IM).
La balanza de pagos es la cuenta que registra todas las operaciones de un
país con el resto del mundo durante un período de tiempo determinado. Se
compone de dos grandes cuentas:
La cuenta corriente: es la cuenta que registra, además del comercio
de bienes y servicios (balanza comercial), los movimientos de rentas
y transferencias que realiza un país con otro. Por ejemplo, en la
cuenta “Renta” se incluyen los pagos de intereses de deuda que en
la balanza comercial no figuran.
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La cuenta capital: es aquella que registra todos los pagos entre
residentes del país y del exterior destinados a comprar activos, lo
que habitualmente se conoce como movimientos de capital.
1.2.9 Pobreza y distribución del ingreso
El umbral que determina si un hogar es pobre o no es la Canasta Básica
Total (CBT), la cual contiene un conjunto de bienes que satisfacen
necesidades alimentarias y no alimentarias. Si una familia no tiene el
ingreso necesario para adquirir esta canasta de bienes, se considera pobre.
Dentro de la CBT se encuentra la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que
incluye el conjunto de bienes que necesita un hogar para satisfacer sus
necesidades nutricionales. Si un hogar no tiene un ingreso para adquirir la
CBA, no sólo se la considera pobre sino que, además, se cataloga como
hogar indigente.
Otra manera de medir la pobreza es a través de las Necesidades Básicas
Insatisfechas (NBI), según el cual se considera como hogar pobre a aquel
que se encuadre en alguna de las siguientes necesidades no satisfechas:
Hacinamiento (más de tres personas por cuarto).
Calidad de la vivienda (hogar que no sea casa o departamento).
Sistema de eliminación de excretas (que no posea inodoro).
Capacidad de subsistencia (trabajan los jefes de hogar más los hijos).
Asistencia escolar de los niños (hijos en edad escolar pero no asisten).
La distribución del ingreso, al igual que la pobreza, se analiza a través de
distintos indicadores. Los más conocidos son la Curva de Lorenz y el
Coeficiente de Gini.
La Curva de Lorenz relaciona gráficamente en un eje el porcentaje
acumulado de ingresos y, en otro eje, el porcentaje acumulado de
población ordenado por ingreso. Entonces, si a la población se la divide en
diez estratos, el primer 10% de población representa el 10% más pobre. Si
hubiera equidad, ese 10% más pobre debería recibir el 10% del ingreso
23
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
% a
cum
ula
do
de
ingr
eso
% acumulado de población
Línea de equidistribución Curva de Lorenz
total, el 20% de la población debería recibir el 20% del ingreso y así
sucesivamente; mientras no se obtenga esa relación existirá desigualdad.
Figura 9: Curva de Lorenz
Fuente: Elaboración propia.
Cuanto más alejada se encuentre la Curva de Lorenz de la línea de
equisdistribución, más regresiva será la distribución del ingreso.
Por su parte, el Coeficiente de Gini es un indicador que varía entre 0 y 1. En
términos simples, se obtiene calculando el cociente entre las áreas del
gráfico que presenta la Figura 1: A/(A+B). Si A = 0, la Curva de Lorenz
coincide con la de equisdistribución, con lo cual se interpreta que existe
equidad perfecta, mientras que si B=0, la curva de Lorenz coincide con el
eje de las X, lo cual significa que existe una inequidad perfecta.
En la Tabla 1 analizaremos la distribución del ingreso en Argentina en el
tercer trimestre de 2014.
A
B
24
Tabla 1: Distribución del ingreso (Argentina, tercer trimestre de 2014).
Deciles % de hogares Ingresos en
miles de pesos
% de la suma
de ingresos
% Acumulado
de Población
% Acumulado
de Ingresos
1 10 6.990 2,1 10 2,1
2 10 13.507 4,1 20 6,2
3 10 17.692 5,4 30 11,6
4 10 20.955 6,4 40 18,0
5 10 25.727 7,8 50 25,8
6 10 30.049 9,1 60 35,0
7 10 37.543 11,4 70 46,4
8 10 42.820 13,0 80 59,4
9 10 54.101 16,5 90 75,9
10 10 79.324 24,1 100,0 100,0
Total 99 328.707 100,0 Fuente: adaptado a partir de los datos publicados por el INDEC (s.f.).
En esta tabla podemos observar que la población fue dividida en 10 grupos
iguales, denominados deciles. Luego, se ordenaron los hogares por ingreso
monetario: el primer decil contiene el 10% de los hogares más pobres (que
para el periodo analizado la suma de ingreso de ese decil es de 6.990 miles
de pesos y así sucesivamente hasta el último decil, el más rico, que suma
ingresos de 79.324 miles de pesos.
Estos datos se utilizan para elaborar la Curva de Lorenz y el Coeficiente de
Gini. Analizando las últimas dos columnas observamos que el 10% de la
población más pobre recibe el 2,1% del ingreso generado en el país,
mientras que el 20% más pobre recibe tan sólo el 6,2% y, si continuamos
con este criterio, la mitad de la población recibe un 25,8% del total de
ingreso del país. Si hubiera equidad, la mitad de la población recibiría la
mitad del ingreso, pero en estos datos se observa de manera clara una
distribución regresiva del ingreso.
25
1.3 Contabilidad Nacional
Para comprender las tendencias globales de una
economía, los países de todo el mundo recolectan
una vasta gama de datos. […] Los componentes más
importantes de esta información son las cuentas
nacionales que registran los niveles agregados de
producto, ingreso, ahorro, consumo e inversión de
la economía. […] Los datos de estas cuentas se
utilizan para calcular las dos medidas más
importantes de la actividad económica de un país:
el Producto Bruto Interno (PBI) y el Producto Bruto
Nacional (PBN). (Larraín & Sachs, 2013)
1.3.1 Cómputo del Producto Bruto Interno (PBI) y sus
alternativas
La producción de un país se mide a través del Producto Bruto Interno. Este
indicador representa el ingreso que generó la economía en un período
determinado. Tal como se mencionó en la sección anterior, el PBI es el
valor total de la producción de bienes y servicios finales dentro del
territorio nacional durante un período dado (un trimestre, un año, etc.).
Una economía produce millones de bienes diferentes (automóviles,
televisores, lavarropas, manzanas, soja, por nombrar solo unos pocos) y
servicios (operaciones médicas, servicios bancarios, asesoría legal, cortes
de pelo, entre otros). El PBI suma toda esa producción y la reúne en una
sola medida. Ahora bien, para sumar todos estos artículos los economistas
tienen que expresarlos en una unidad común; típicamente esa medida
común es la unidad monetaria local. El precio a utilizar para valorar estas
cantidades producidas dará una distinción entre PBI nominal y real que se
analizará más adelante.
La definición de PBI que ofrecimos en el punto 1.2.1 (página 4 de esta
lectura) captura la producción de bienes finales sin considerar la reventa de
bienes producidos en períodos anteriores ni la venta de productos
26
intermedios utilizados en la producción de un bien final; ello, para evitar la
doble contabilización. Por ejemplo, una casa nueva califica como
producción corriente al momento de la venta original, es decir, contribuye
al PBI en el período en que se construye y se vende por primera vez. Por
contraste, la venta de una casa existente de una familia a otra no
contribuye al PBI porque representa una transferencia de un activo
existente y no una forma de producción corriente; la venta de la casa se
tuvo en cuenta cuando se la vendió por primera vez. Lo mismo ocurre con
la venta de una obra de arte, un auto, una fábrica o cualquier otro bien
existente.
Muchos bienes se producen por etapas, por ello, contabilizar solamente los
bienes finales en la medición del PBI significa que no se considera el valor
de las materias primas y los bienes intermedios que se usan como insumos
en la producción de otros bienes, ya que el valor de ese tipo de bienes está
incorporado en el valor de los bienes finales.
El PBI sólo contempla el ingreso por actividades formales, mientras que las
que son desarrolladas por fuera de la economía o en la economía
“subterránea” no son tenidas en cuenta. Sin embargo, se realizan algunos
ajustes en el cálculo del PBI para tomar en cuenta esos ingresos. El motivo
principal para que la gente participe en la economía subterránea es la
evasión fiscal.
Si bien el PBI es un indicador de la riqueza o del ingreso que genera el país,
existen algunas contradicciones. Por ejemplo, ¿es correcto tomar el ingreso
de una empresa francesa que está instalada en Argentina como parte del
PBI de Argentina? Recordemos que su definición indica que todo lo
producido dentro de las fronteras nacionales se incluye dentro del PBI del
país. Por lo tanto, el ingreso de la empresa francesa radicada en Argentina
efectivamente cuenta en el cálculo del PBI.
Una parte de los ingresos generados en la producción interna remunera a
los factores productivos extranjeros y, bajo el mismo criterio, residentes
argentinos reciben ingresos originados en el proceso de producción de
otros países.
Por su parte, el Producto Bruto Nacional (PBN) representa el valor de
bienes y servicios finales producidos por factores productivos de la misma
nacionalidad en un período de tiempo. Es una alternativa al PBI ya que, en
vez de calcular el valor de la producción dentro de un país, calcula el valor
27
de la producción de los factores productivos que tienen la misma
nacionalidad sin importar dónde estén localizados.
En una economía cerrada (sin sector externo) el PBI y el PBN son iguales.
Sin embargo, en todas las economías reales, las dos medidas difieren,
debido a que parte de la producción interna es de propiedad de
extranjeros y parte de la producción externa constituye ingresos para los
residentes nacionales. Esto se hace aún más visible si en la economía
nacional se emplea a trabajadores extranjeros. También se aprecia en
aquellas ocasiones en las que personas de origen extranjero son dueñas de
una parte del stock de capital en la economía interna. Al mismo tiempo,
puede haber residentes nacionales que reciban parte de su ingreso del
exterior. Ellos mismos pueden trabajar en el extranjero o bien ser
propietarios de acciones de empresas extranjeras. Así, el PBI mide el
ingreso de los factores de producción al interior de los límites de la
frontera de un país sin importar quién percibe el ingreso, mientras que el
PBN mide el ingreso de los residentes de la economía, sin importar si el
ingreso proviene de la producción interna o del resto del mundo.
Supongamos, por ejemplo, que parte de la producción interna proviene de
un pozo petrolero que es propiedad de un inversionista extranjero no
residente. El ingreso obtenido por el pozo petrolero no fluye hacia los
residentes nacionales sino que lo percibe su propietario extranjero. Como
la producción de petróleo se realiza dentro del territorio nacional,
constituye parte del PBI. Sin embargo, el ingreso por concepto de ese
petróleo no se cuenta en el PBN del país, sino en el PBN del país donde
reside el inversionista petrolero.
Entonces, para pasar del PBI al PBN se deben restar los ingresos de la
producción interna por parte de extranjeros y, además, se debe sumar el
ingreso de la producción externa por parte de los locales. El flujo de
ingresos y egresos está constituido principalmente por intereses,
dividendos y utilidades derivados de inversiones, así como también por
patentes, regalías, derechos de autor, entre otros. Ese concepto suele
denominarse ingreso neto de factores o saldo de remesas (SR).
28
PBN = PBI + Ingresos de la producción externa recibidos –
Ingresos de la producción interna enviados
PBN = PBI + Saldo de Remesas
Ahora bien, la producción como medida económica de un país puede tener
varias alternativas de presentación. De hecho, los edificios, equipos y
propiedades residenciales se gastan con el paso del tiempo, proceso
conocido como depreciación del stock de capital (D). Así, a lo largo de la
medición de la producción de un país -generalmente es un año- debe
reinvertirse para compensar la depreciación. Por ejemplo, si un país al
inicio de un año cuenta con 1000 máquinas inyectoras, es probable que en
el transcurso del año algunas de esas 1000 máquinas dejen de servir o ya
sean obsoletas al finalizar el año, es decir, que se deprecien.
La producción bruta no tiene en cuenta esta situación, es decir, no
contempla la depreciación, sino que suma el valor de esa inversión en
máquinas sin importar que a lo largo del período de análisis algunas se
desgasten disminuyendo su valor de mercado. Si se quisiera obtener la
producción que contemple el desgaste del stock de capital a la producción
bruta, se le deben restar las depreciaciones y, de esa manera, se obtiene la
producción neta.
Producto Neto = Producto Bruto – Depreciaciones
Así, el PBI representa la producción interna que no se ajusta por la
depreciación, mientras que el Producto Neto Interno (PNI) será la
producción interna que sí contemple la depreciación del stock del capital a
lo largo de un período determinado.
Sin embargo, esta no es la única alternativa. El PBI se mide a precios de
mercado, es decir, a precios que incluyen impuestos a la producción netos
de los subsidios que reciben. Esos precios no representan el precio que
recibe el productor, ya que, partiendo del precio de mercado, se deben
pagar impuestos o bien se reciben subsidios. Por ello, otra de las
alternativas posibles de medición supone valuar la producción en vez de los
precios de mercado (pm), es decir, valuar lo que se denomina costo de
29
factores (cf), lo cual implica no contemplar los impuestos a la producción.
Éstos últimos suelen denominarse impuestos indirectos, porque no recaen
directamente en las personas. Por ejemplo, en Argentina se puede
mencionar el caso del impuesto al valor agregado (IVA).
Producto a costo de factores = Producto a precios de mercado –
Impuestos indirectos netos
De todo ello se deduce que existen distintas alternativas para medir el
ingreso de un país, pero, debido a la facilidad de cómputo, la más utilizada
es el PBI, que luego se ajusta para calcular los demás indicadores.
Realicemos una breve ejercitación
Partiendo del Producto Bruto Interno a precios de mercado (PBIpm), indica
cómo obtendrías las siguientes medidas:
PNIpm = PBIpm – Depreciaciones
PBNpm = PBIpm + Saldo de Remesas
PBIcf = PBIpm – Impuestos indirectos netos
PNNcf = PBIpm – Depreciaciones + Saldo de Remesas – Impuestos
indirectos netos.
Es hora de analizar cómo se calcula el PBI, ya que sabemos que una vez que
obtengamos dicho indicador es posible determinar sus alternativas.
Cuando una empresa vende productos a un cliente, el valor de la compra
para éste es igual al ingreso que percibe la empresa. A su vez, el ingreso
recibido por el negocio se distribuye en sus factores de producción: el pago
de los insumos a otras empresas, el pago de los salarios de los trabajadores
y el pago de intereses correspondientes a los créditos recibidos y las
utilidades.
30
Consideremos un modelo sencillo que explica el movimiento del ingreso a
lo largo de una economía cerrada3 y de allí surgirán los métodos de cálculo
del PBI. Se consideran dos sectores: las familias y las empresas. Las familias
son las propietarias de los factores de producción, mientras que las
empresas son las encargadas de la producción de bienes y servicios. Así,
todos los bienes producidos por las empresas son consumidos por las
familias.
Veamos la Figura 10: en la parte superior aparece el gasto monetario de las
familias por la adquisición de los bienes de consumo producidos por las
empresas. En la parte inferior, los pagos que las empresas realizan a los
titulares de los factores de producción (las familias) por los servicios
prestados en el proceso productivo: sueldos y salarios para los
trabajadores, rentas y alquileres para los propietarios de tierras y edificios
y ganancias para los dueños del capital.
En esta economía, los dos flujos dan el mismo resultado: la corriente
superior representa el valor monetario de la producción medido por el
gasto en bienes finales y la corriente inferior indica cuánto ha costado esa
producción. Al comportarse como clientes, las familias representan la
demanda de los productos de las empresas. Al mismo tiempo, las empresas
elaboran los productos que venden a las familias y utilizan los ingresos
obtenidos por sus ventas para pagar por el trabajo y capital que necesitan.
De esta manera, la producción de un país puede calcularse a través de tres
métodos: a) método del gasto, b) método del valor agregado o de la
producción y c) método del ingreso. Analizaremos cada uno en el apartado
desarrollado a continuación.
3 El mismo resultado se obtiene al plantear una economía abierta (con sector externo),
pero a modo de ejemplificación se explica el modelo más sencillo.
31
Figura 10: Modelo Flujo circular simple.
Fuente: elaboración propia.
Método del gasto
El PBI puede medirse sumando todas las demandas o gastos por bienes y
servicios finales en un período dado. El gasto lo realizan los distintos
agentes económicos: las familias, las empresas, el gobierno y el sector
externo. Así, las grandes áreas de gastos de una economía representan, tal
como vimos anteriormente, los componentes del PBI:
Consumo privado o de las familias (C): bienes producidos que son
usados por las personas.
Inversión en bienes y servicios (I): bienes que se acumulan de un
período a otro con el fin de que sirvan para producir otros bienes y
servicios (maquinarias, construcción).
Consumo e inversión del gobierno (G): bienes que son usados por
el gobierno para su consumo e inversión.
Balanza comercial (BC)4: consiste en la diferencia entre las
exportaciones (X) y las importaciones (IM), es decir: X - IM.
4 También suele conocerse con el nombre de exportaciones netas.
Empresas Familias
Mercado de bienes
Mercado de factores
32
El PBI es la suma de todas las demandas finales de la economía:
PBI = C + I + G + BC
Ejemplo:
Supongamos que la economía tiene un consumo de 400, inversión de 200,
gasto público de 50, exportaciones de 100 e importaciones de 70.
Entonces, el cálculo del PBI será:
PBI = C + I + G + X –IM = 400 + 200 + 50 + 100 – 70 = 680
Método del valor agregado
El valor agregado es el valor de mercado del producto en cada etapa de
producción, menos el valor de mercado de los insumos utilizados para
obtener dicho producto. Así, si una empresa produce $1 millón en
productos pero compra $600 mil en insumos, el valor agregado será de
$400 mil. Alternativamente, el valor agregado se calcula sumando el total
de los beneficios más los salarios que paga una empresa5. Por ejemplo, el
beneficio de una empresa es igual a la diferencia entre sus ingresos y sus
costos. Estos últimos pueden dividirse en costos salariales (CTw) y los
demás costos (CTi). Entonces:
Beneficios = Ingresos – salarios – otros costos
Es decir:
BT = IT – CTw – CTi
Como el valor agregado es la diferencia entre el ingreso o valor de mercado
de su producción menos el valor de mercado de sus insumos:
VA = IT – CTi
5 La suma de los salarios y beneficios nos dará el ingreso nacional (PNNcf) que para
obtener el PBI se deberá hacer los ajustes necesarios.
33
Reemplazando en la expresión anterior:
BT = VA – CTw
VA = BT + CTw = beneficios + salarios.
Queda demostrado, entonces, que el valor agregado es equivalente a la
suma de los beneficios más los salarios.
Así, el PBI será la suma del valor agregado de todos los sectores
económicos, es decir, la suma del valor agregado de la agricultura, de la
industria, del comercio y así sucesivamente.
Por ejemplo, supone una economía con tres sectores: un sector
agropecuario que le vende su producción al sector industrial que, a la vez,
le vende a un sector comercial. En la Tabla 2 se observan valores
hipotéticos de cada uno y en base a ello tendremos que obtener el PBIpm:
Tabla 2: ejemplo de cálculo del PBI mediante el método del Valor
Agregado.
Agropecuario Industria Comercio
Ingresos Ingresos Ingresos
Ventas 100 Ventas 250 Ventas 600
Costos Costos Costos
Semillas 10 Prod. Agrop. 100 Prod. Industrial 250
Otros insumos 15 Otros insumos 40 Otros insumos 100
Salarios 30 Salarios 50 Salarios 90
Beneficios 45 Beneficios 60 Beneficios 160
VA = Sal + Ben 75 VA = Sal + Ben 100 VA = Sal + Ben 250
Fuente: elaboración propia.
34
El PBI será igual a la suma de los valores agregados de cada uno de los
sectores. PBIpm = VA agropecuario + VA industrial + VA comercial = 75 +
100 + 250 = 425.
PBIpm = ∑ VAi ; i = distintos sectores económicos
Método del ingreso
El método del ingreso suma los ingresos de todos los factores de
producción (trabajo, capital y tierra) que contribuyan al proceso
productivo. El ingreso laboral o del trabajo son los salarios, el ingreso del
capital son los intereses y beneficios y, finalmente, los ingresos de la tierra
son las rentas y alquileres. Sumando todos estos conceptos se obtiene el
Producto Interno Neto a costo de factores.
Para llevar ese valor al PBIpm se debe agregar dos conceptos adicionales:
depreciación e impuestos indirectos netos de subsidios a la producción.
Entonces:
PBIpm = Remuneración Factor Trabajo + Remuneración Factor
Capital + Remuneración Factor Tierra + Depreciaciones +
Impuestos indirectos netos.
Para finalizar esta sección analizaremos la igualdad entre producto e
ingreso.
El ingreso de un país es la capacidad de adquisición de bienes obtenida
como resultado de la elaboración del producto. Ocurre que el ingreso tiene
que ser igual al producto, ya que se genera con la venta de la producción.
Por ejemplo, si un país produce 20 toneladas de madera a un precio de
$ 100 la tonelada, el ingreso de ese país es de $ 2.000 (100*20), que es,
justamente, el valor de la producción. No obstante, producto e ingreso no
son exactamente sinónimos, ya que el producto de un país es el valor de
los bienes resultantes de las actividades de producción, mientras que el
ingreso es lo que sus habitantes reciben por producir. Más allá del matiz
semántico, producto e ingreso determinan cuántos bienes tendrá
35
disponible una sociedad a lo largo de un período. De ahí que los
economistas tienen la idea tan incorporada de que el producto es igual al
ingreso.
Por ello, todo lo que se mencionó del PBI y sus alternativas puede aplicarse
al concepto de ingreso. Es decir, el Ingreso Bruto Interno es equivalente al
Producto Bruto Interno y el Producto per cápita es equivalente al Ingreso
per cápita.
En ese sentido, vale distinguir el concepto de ingreso nacional (YN) a partir
del cual y teniendo en cuenta ciertas consideraciones se desprenderán dos
nociones más: ingreso personal e ingreso disponible. El ingreso nacional es
un concepto similar al PBN pero no es exactamente igual a él: el ingreso
nacional indica el ingreso o el valor de la producción de los agentes
económicos de la misma nacionalidad, pero, a diferencia del PBN, es un
concepto neto de depreciaciones y valuado a costo de factores. Es decir, el
ingreso nacional es el equivalente al Producto Neto Nacional a costo de
factores, de ahí que para obtenerlo simplemente se suman los ingresos
(salarios, beneficios, rentas, alquileres y demás elementos) de todos los
factores productivos nacionales.
YN = Ingresos al factor trabajo + Ingresos al factor capital +
Ingresos factor tierra
Sin embargo, no todo el ingreso nacional es efectivamente recibido por las
personas. En primer lugar, los sueldos y salarios computados en el ingreso
nacional incluyen los aportes (patronales y personales) cuyo destinatario es
el gobierno. Además, las empresas pueden decidir no distribuir parte de
sus beneficios (beneficios no distribuidos) con el objeto de construir un
fondo de ahorro destinado para inversiones; dentro de ese sector existen
empresas estatales cuyas ganancias no van a las personas sino al gobierno.
Por otro lado, el gobierno realiza pagos de transferencias a las familias
(jubilaciones, pensiones, becas, seguros por desempleo, etc.) que, al no
derivarse de una contraprestación de servicios de factores, no están
computados en el ingreso nacional.
En consecuencia, deduciendo del ingreso nacional todas las
remuneraciones retenidas a las personas y sumando los pagos que reciben
las familias en concepto de transferencias, se obtiene el ingreso personal
(YP).
36
YP = YN - Ingresos no destinados a las personas +
Transferencias
A su vez, no todo el ingreso personal está disponible para el uso de las
familias, pues el gobierno percibe una parte en concepto de impuestos
directos personales (por ejemplo, el impuesto a las ganancias). Después del
pago de tales impuestos se obtiene el ingreso disponible (YD). En
definitiva, este ingreso es el que constituye la restricción presupuestaria
(que desarrollaremos más adelante) y representa el valor del ingreso que
puede destinarse al consumo o al ahorro:
YD = YP – Impuestos directos = C + S
1.3.2 El PBI per cápita como medida de bienestar de
la población
Dado que el PBI mide el ingreso generado en una economía, el PBI per
cápita indica el ingreso promedio de una persona en dicha economía.
Como la mayoría de las personas preferirían recibir un ingreso mayor y
disfrutar de un mayor gasto, el PBI per cápita parece un indicador lógico
del bienestar económico del individuo medio:
Cabe aclarar que el PBI per cápita debe medirse en términos reales para
aislar el efecto de la inflación (tema que trataremos posteriormente).
Además, este indicador permite realizar comparaciones entre países, ya
que la producción bruta no podría generar buenas conclusiones. Por
ejemplo, el PBI de China o de Brasil es muy superior al de Suiza o
Luxemburgo, sin embargo, estos últimos duplican el ingreso promedio por
habitante de los primeros.
Si bien el PBI real per cápita es la mejor medida para medir el bienestar de
un país, no deja de ser susceptible a críticas o limitaciones.
PBI per cápita = PBI
Población
37
El PBI per cápita suele estar subestimado, ya que no incluye actividades
ajenas que contribuyen a aumentar el bienestar. Por ejemplo: si, a medida
que la gente gana más, decide trabajar menos y dedicar más tiempo al
ocio, la satisfacción de ese incremento en el descanso no estaría incluida
en el PBI. Por otro lado, no tiene en cuenta, por mencionar sólo algunos
ejemplos más, el trabajo de amas de casa que tejen un abrigo para su hijo
en lugar de comprarlo en un comercio o que elaboran un plato de comida
para no tener que adquirirlo en un restaurant o que cuidan los niños en vez
de enviarlos a la guardería; tampoco contempla el trabajo de jardinería que
pueda hacer una familia en vez de contratar un jardinero o el trabajo de
plomería para evitar contratar a un plomero.
Además, el PBI per cápita no dice nada acerca de la distribución del ingreso
entre los individuos que conforman la sociedad, ya que presupone que
todos los individuos tienen ese ingreso promedio. Puede suceder que sean
pocas las personas que posean un gran poder adquisitivo y muchas las que
perciban pocos ingresos, entonces, el ingreso promedio no será
representativo de esa situación.
Otra crítica es que el PBI per cápita no contempla actividades ni variables
sociales que afectan el bienestar y que no son monetarias, como
instituciones eficientes, la contaminación del aire y del agua, accidentes
carreteros, el ruido de ciudades, la inseguridad, el estrés de vidas más
complejas que limita el logro de una mayor felicidad, etcétera.
Tampoco distingue el destino del gasto del gobierno, ya que, en términos
de bienestar, no es lo mismo que el gasto esté dirigido a la construcción de
una escuela o un hospital que a la compra de un misil o artículos de librería
para el personal.
Por último, el PBI per cápita es neutral respecto a los bienes que produce el
ingreso por venta de cigarrillos o de armas, y es igual para el indicador del
ingreso por actividades deportivas, científicas o educativas, ramas con
impactos claramente distintos en el bienestar de las personas.
A pesar de estas críticas, este PBI representa el indicador más utilizado
para comparar el bienestar entre las distintas naciones.
38
1.3.3 Otras medidas de bienestar
Debido a las críticas que fueron desarrolladas brevemente en el apartado
anterior, los economistas han comenzado a utilizar otros indicadores que
en la actualidad no están del todo difundidos pero que se acercan mejor a
una medida de bienestar.
Estos indicadores nuevos plantean un enfoque multidimensional, es decir,
se alejan del PBI per cápita -ya que éste mide el bienestar desde un
enfoque monetario y queda implícito que, mientras más ingreso tenga un
individuo, más bienestar gozará, situación que es fuertemente criticada-.
En este punto nos limitaremos a describir muy brevemente dos indicadores
de bienestar (sobre los cuales no profundizaremos en su fórmula de
cálculo, ya que esto trasciende los contenidos pautados para esta materia):
Índice de Desarrollo Humano (IDH);
Índice de Bienestar.
El IDH fue presentado por Naciones Unidas en el año 1990 como un
protocolo de medición del grado de desarrollo de los países. Estima el
desarrollo de un país tomando como referencia las capacidades más que
las realizaciones. El indicador identifica tres dimensiones como aspectos
del desarrollo: salud (acceso a los principales servicios básicos), educación
(acceso a los conocimientos) e ingreso (acceso al bienestar material).
El índice de bienestar engloba numerosos aspectos de la vida pero no les
da igual importancia a todos ellos. Considera un conjunto de 16
dimensiones agrupadas en tres grandes áreas: (i) condiciones de vida
material (ingreso, trabajo, vivienda); (ii) calidad de vida (salud, equilibrio en
el trabajo y en la vida, integración social, entre otros); y (iii) sostenibilidad.
Las dos primeras tratan de analizar el bienestar presente, mientras que la
tercera se preocupa del bienestar futuro.
39
1.3.4 PBI nominal y real
Al calcular el PBI se debe valuar la producción de bienes y servicios finales
con algún precio para, de esta manera, convertir la unidad física en
monetaria. Anteriormente se mencionó que el precio podría contemplar o
no los impuestos netos de subsidios a la producción; si los incluye
obtendríamos el PBI a precio de mercado, mientras que si se los excluye se
consigue el PBI a costo de factores. Sin embargo, la distinción entre PBI
nominal y real vendrá dada por el período del precio que se esté utilizando.
Así, si se utiliza o se valúa la producción a los precios corrientes o actuales
se obtendrá el PBI nominal, pero si se valúa la producción a precios de un
período base se obtendrá el PBI real. La distinción permite aislar el efecto
distorsivo que tiene la inflación a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en un
país con un contexto inflacionario importante, el PBI nominal y el PBI real
tendrán ciertas diferencias, ya que, como el PBI real valúa la producción a
un precio base o a precios constantes, aísla la distorsión del aumento de
precios. Por ejemplo, supongamos que un país produce sólo teléfonos y
naranjas y que en el año 2009 el país produjo 500 unidades de teléfonos y
5000kg de naranjas. Además, ese año cada teléfono costaba $ 150 y el kilo
de naranja $ 10. El PBI del año 2009 será la suma del valor de la producción
de teléfonos más la suma de producción de naranja valorada a los precios
del año 2009:
PBI = 150* 500 + 10 * 5000 = $ 125.000
Ahora bien, en el año 2010 la producción de ambos bienes permaneció
constante pero los precios subieron: el teléfono pasó a costar $175 y el kilo
de naranja $12. El PBI del año 2010 se calcula:
PBI = 175 * 500 + 12 * 5000 = $ 147.500
Ese aumento en el PBI no se debe a una mayor producción sino sólo al
efecto inflacionario, con lo cual, si el crecimiento del PBI mostrara el
crecimiento de un país, estaríamos cometiendo un error si éste no se
40
ajusta para eliminar el efecto de la inflación. Al valuar la producción a
precios del mismo año en que dicha producción se realizó, se estará
calculando el PBI nominal. Mientras que, para calcular el PBI real, se
deberá definir un año base y valuar la producción de los sucesivos años a
los precios determinados en dichos años. Siguiendo con el ejemplo, si se
fija el año 2009 como base, el PBI real de ese año será:
PBI = 150* 500 + 10 * 5000 = $ 125.000
Podemos observar que se valuó la producción del año 2009 con los precios
del año base, que no es otro que el propio año 2009. Esto implica que
siempre en el período base el PBI nominal coincidirá con el PBI real. En
cambio, el PBI real del año 2010 valorará las cantidades producidas del año
2010 con los precios del año base, que en el ejemplo descripto será igual al
PBI real del año anterior, ya que la producción es la misma en ambos años:
PBI = 150* 500 + 10 * 5000 = $ 125.000
Además, en términos reales la economía no creció, ya que su producción
fue igual en ambos períodos. En cambio, en términos nominales la
economía creció, pero ello se explica por el aumento en los precios.
Así, cuando el PBI real aumenta, significa que el país está creciendo, ya
que, al mantener constantes los precios, se puede afirmar con seguridad
que dicho crecimiento se debe a una mayor producción. Sin embargo, si el
PBI nominal crece, no se sabrá si crece debido a que aumentaron los
precios, a que aumentó la producción o ambos.
El deflactor del PBI
El deflactor del PBI representa una medida de precios y también es
conocido como el Índice de Precios Implícitos (IPI). Este indicador permite
deflactar el PBI nominal y eliminar el efecto de la inflación para así obtener
el PBI real.
Mide el nivel actual de precios en relación con el nivel de precios del año
base. En otras palabras, indica el aumento del PBI nominal que es
atribuible a una subida de los precios y no a un aumento de las cantidades
producidas. Se calcula de la siguiente manera:
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Esta fórmula muestra por qué el deflactor del PBI mide el nivel de precios
de la economía. Una variación del precio de un bien o servicio afecta al PBI
nominal pero no al real, sin que varíe la cantidad producida. Por lo tanto,
esta variación del precio se refleja en el deflactor del PBI.
1.3.5 Cálculo de la tasa de crecimiento del PBI
La tasa de crecimiento del PBI real (el PBI que sólo tiene en cuenta las
variaciones en la producción, dejando constantes los precios) es un
indicador importante para la política económica de un país, ya que es lo
que se conoce como el crecimiento del país o de la oferta agregada de esa
economía.
Si g es la tasa de crecimiento e Y es la producción o PBI, entonces la tasa de
crecimiento del PBI en el período t está dada por:
Por ejemplo, si el PBI real del año 2010 es de $ 340, mientras que en el
período anterior es $ 320, el crecimiento anual de esa economía es:
Es decir, la economía creció en 2010 un 6,25%.
La tasa de crecimiento puede calcularse también entre años no
consecutivos. Por ejemplo, si deseamos calcular el crecimiento durante los
años de la denominada “convertibilidad”, debemos realizar una cuenta
similar a la del ejemplo anterior. Supongamos que el PBI en el año 1990 era
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de $90, mientras que en el año 2001 fue de $112; el crecimiento entre
1990 y 2001 será, por lo tanto:
Entonces, entre 1990 y 2001 la economía creció un 24,4%.
Si ahora deseáramos saber cuánto creció en promedio cada año, se debe
realizar el siguiente cálculo, siendo n el número de períodos:
Para los datos del ejemplo anterior, el crecimiento promedio entre 1990 y
2001 fue:
Esto significa que la economía creció al 2% anual promedio entre 1990 y
2001.
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Referencias
Banco Central de la República Argentina. (s.f.). Estadísticas | Principales variables. Recuperado de http://www.bcra.gov.ar/Estadisticas/estprv010000.asp
Delajara, M. (2001), Notas de Macroeconomía, Publicaciones de la Universidad Siglo 21. Recuperado de http://www.uesiglo21.edu.ar/site/departamentos/departamentos/economia/Departamento_de_Economia_Economia_1.htm
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. (INDEC) (s.f.). Últimos indicadores. Recuperado de http://www.indec.gov.ar/nivel2_default.asp?seccion=E&id_tema=3
Larraín, F. y Sachs, J. (2013), Macroeconomía en la economía global, Chile: Pearson Education.
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. (s.f.). Información económica al día. Recuperado de http://www.mecon.gov.ar/peconomica/basehome/infoeco.html
Mochon, F. y Beker, V. (1997), Economía. Principios y Aplicaciones. Madrid, España: Mc Graw Hill.
www.21.edu.ar