duodécima estación

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DUODÉCIMA ESTACIÓN Jesús muere en la cruz V /. Te adoramos o Cristo y te bendecimos. R /. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. TEXTO Jesús, dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu (Mt 27, 50). Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos». Leyeron el letrero muchos judíos, estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego (Jn 19,19-20). MEDITACIÓN En el momento de la muerte Jesús exhala el espíritu. La promesa mesiánica del don del Espíritu Santo no procede sino del don que Cristo hace de sí mismo. Así, Jesús ha llevado a término la obra de redención y salvación. Su muerte redime el pecado y su elevación nos comunica el Espíritu que une al Padre y al Hijo, haciéndonos de este modo partícipes de la misma vida de Dios. Durante su ministerio público Jesús mantuvo muchas reservas con respecto al título de mesías. En la crucifixión, en cambio, el título de rey, escrito en hebreo, griego y latín, se alza sobre todo el mundo. Pilato, sin saberlo, con el motivo de la condenación que hizo inscribir en lo alto de la cruz, llevó a cabo un acto profético por el cual manifestó al verdadero rey de todos. Jesús, en efecto, ya no rechaza el título real, puesto que no existe peligro alguno de que lo confundan con un rey cualquiera, un rey a la manera mundana. Con el don de sí mismo en la cruz, Jesús revela que su reino no es de este mundo y que su poder real no es sino el amor y la misericordia. ORACIÓN Jesucristo, el verdadero Rey, tú que ejerciste tu poder en el amor y en el servicio, haz que los gobernantes ejerzan su función desde la verdad y el servicio. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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  • DUODCIMA ESTACIN

    Jess muere en la cruz

    V /. Te adoramos o Cristo y te bendecimos.

    R /. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

    TEXTO

    Jess, dio otro grito fuerte y exhal el espritu (Mt 27, 50). Pilato escribi un letrero y lo

    puso encima de la cruz; en l estaba escrito: Jess el Nazareno, el Rey de los judos.

    Leyeron el letrero muchos judos, estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jess y

    estaba escrito en hebreo, latn y griego (Jn 19,19-20).

    MEDITACIN

    En el momento de la muerte Jess exhala el espritu. La promesa mesinica del don del

    Espritu Santo no procede sino del don que Cristo hace de s mismo. As, Jess ha

    llevado a trmino la obra de redencin y salvacin. Su muerte redime el pecado y su

    elevacin nos comunica el Espritu que une al Padre y al Hijo, hacindonos de este

    modo partcipes de la misma vida de Dios.

    Durante su ministerio pblico Jess mantuvo muchas reservas con respecto al ttulo de

    mesas. En la crucifixin, en cambio, el ttulo de rey, escrito en hebreo, griego y latn, se

    alza sobre todo el mundo. Pilato, sin saberlo, con el motivo de la condenacin que hizo

    inscribir en lo alto de la cruz, llev a cabo un acto proftico por el cual manifest al

    verdadero rey de todos. Jess, en efecto, ya no rechaza el ttulo real, puesto que no

    existe peligro alguno de que lo confundan con un rey cualquiera, un rey a la manera

    mundana. Con el don de s mismo en la cruz, Jess revela que su reino no es de este

    mundo y que su poder real no es sino el amor y la misericordia.

    ORACIN

    Jesucristo, el verdadero Rey, t que ejerciste tu poder en el amor y en el servicio, haz

    que los gobernantes ejerzan su funcin desde la verdad y el servicio. T, que vives y

    reinas por los siglos de los siglos. Amn.