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La interpretación de la noción tomasiana de justicia por parte del Cardenal Cayetano en la Suma Teológica II-II, qq. 57-62 Nicolás A. Lázaro

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Page 1: Dr. en Derecho Político - Dr. en Filosofía Suma Teológica

La interpretacioacuten de la nocioacuten

tomasiana de justicia por parte

del Cardenal Cayetano en

la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62

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Llevado por una perspicacia hermeneacuteutica poco comuacuten el autor descubre en los repliegues del patrimonio de la Escuela (ie del tomismo histoacuterico cultivado ante todo en el seno de la orden dominicana) un problema mayor en la interpretacioacuten y comprensioacuten de la doctrina de la justicia del Aquinate Se trata en efecto nada menos que de uno de los principales ejes del orden praacutectico en siacute mismo considerado la justicia y de una inteligencia de las formas de esa virtud la cayetaniense que habriacutea desconocido la respectiva posicioacuten de Santo Tomaacutes Y que habriacutea dado carta de ciudadaniacutea e irradiado a la tradicioacuten posterior como si fuera tomista una doctrina cuyo Geist es por el contrario ajeno al Aquinate

Sergio Rauacutel CastantildeoDr en Derecho Poliacutetico - Dr en Filosofiacutea

Investigador Principal del CONICETCatedraacutetico de Teoriacutea del Estado

(Fac de Derecho y CC SS - U N del Comahue)Director del Centro de Estudios Poliacuteticos (UNSTA)

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La interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte

del Cardenal Cayetano en la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62

mdash Nicolaacutes A Laacutezaro mdash

Παιδεία ΠαιδείαPublicaciones

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

copy 2021 Nicolaacutes A Laacutezaro

ISBN 978-987-25387-3-6

Queda hecho el depoacutesito que establece la ley 11723

Ninguna parte de esta publicacioacuten incluiacutedo el disentildeo de cubierta puede ser reproducida almacenada o transmitida en manera alguna y por ninguacuten medio ya sea electroacutenico quiacutemico mecaacutenico oacuteptico de grabacioacuten en Internet o de fotocopia sin permiso previo del editor o del autor

Todos los derechos reservados

Impreso en Argentina

Laacutezaro Nicolaacutes ArielLa interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte del Cardenal Cayetano en la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62 Nicolaacutes Ariel Laacutezaro- 1a ed- Rosario Paideia Publicaciones 2021352 p 25 x 17 cm

ISBN 978-987-25387-3-6

1 Filosofiacutea 2 Filosofiacutea Medieval I Tiacutetulo CDD 1809

3

A mi papaacute Eduardo ejemplo de sacrificio lucha y perseverancia

A mi mamaacute Marita espejo de humildad y testigo silente de mis esfuerzos

A mi esposa Mariacutea Laura amor miacuteo compantildeera dulce y paciente

A mis familiares y amigos

Sobre todos y sobre todas las cosas a Dios Padre Eterno y Misericordioso y a la Virgen Santiacutesima

AMDG

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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IacuteNDICE SINOacutePTICO

PREFACIO 7

PALABRAS PREVIAS 9

PROacuteLOGO 11

INTRODUCCIOacuteNITER MENTIS 15

PRIMERA PARTE LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

Capiacutetulo ISanto Tomaacutes el Cardenal Cayetano y los estudios tomistas 53

Capiacutetulo II Status Quaestionis 93

SEGUNDA PARTEDOS VISIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

Capiacutetulo III Anaacutelisis de la justicia en Tomaacutes de Aquino y en los comentarios del Cayetano 119

Capiacutetulo IVLa virtud de la justicia tomasiana y la interpretacioacuten del Cayetano 213

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

TERCERA PARTEANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO

DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

Capiacutetulo V La analogiacutea de la nocioacuten de justicia 241

Capiacutetulo VIDistintas definiciones diversa moral 279

CONCLUSIONESUN TOMISMO CAYETANO 321

OBRAS CONSULTADAS 333

IacuteNDICE ANALIacuteTICO 347

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PREFACIO

Este libro es la primera edicioacuten de mi tesis resultante del Doctorado en Humanidades y Artes mencioacuten Filosofiacutea y escrita bajo la direccioacuten del Dr Sergio Castantildeo y la Dra Silvana Filippi a quienes reconozco y agradezco por su apoyo

Tambieacuten va mi agradecimiento a CONICET pues dicha investigacioacuten no hubiese sido posible sin el auxilio econoacutemico que nos proveen regularmente y sin demoras a todos los becarios Y por supuesto al ISPI 9232 ldquoDon Boscordquo de la ciudad de Rosario (Argentina) donde realiceacute mis estudios de base en Filosofiacutea El Profesorado merece una doble mencioacuten La primera porque alliacute recibiacute la formacioacuten que me permitioacute desempentildearme como docente de Filosofiacutea en diferentes niveles educativos La segunda porque a traveacutes de su colabora-cioacuten y sello editorial Paideia han facilitado y propiciado que se lleve a cabo esta impresioacuten

Defendiacute mi tesis coram el diacutea 3 de junio de 2019 en la Facultad de Huma-nidades y Artes Escuela de Filosofiacutea de la Universidad Nacional de Rosario Luego de varias horas de preguntas y respuestas accediacute finalmente al tiacutetulo y nombramiento de Doctor en Filosofiacutea Fue un diacutea de inmensa alegriacutea pues alliacute estaban presentes familiares y amigos que me acompantildearon durante todos esos antildeos de intenso trabajo y por momentos de incomunicable soledad Los que han pasado por esto saben a queacute me refiero es necesario asiacute parece transitar estos y otros lugares Fue un diacutea pleno deciacutea porque se coronaron mis muchos esfuerzos privaciones dificultades y sacrificios con el tiacutetulo maacuteximo y supremo que otorga la vida acadeacutemica y la carrera universitaria

El manuscrito es esencialmente el mismo que ha sido entregado a mi direc-tor a mi codirectora al consejo acadeacutemico de la UNR (que lo juzgoacute digno de ser enviado a los revisores) y a los tres jurados que dictaminaron favorablemente Y que finalmente lo aprobaron en aquella feliz jornada

Algunas modificaciones sin embargo han sido realizadas he corregido errores de tipeo de ortografiacutea he acomodado algunas citas y tambieacuten algunas mejoras estiliacutesticas Pero no mucho maacutes Por supuesto todo lo hecho es siempre susceptible de ser mejorado Lo que hoy se publica lo que he dado a imprenta

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

lo que aquiacute puede leerse es mi thesis mi dissertatio ad lauream Philosophiae doctoralem impetrandam confecta atque edita

Nicolaacutes Laacutezaro PhDDoctor en Filosofiacutea

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PALABRAS PREVIAS

Es un honor acadeacutemico y una satisfaccioacuten personal introducir brevemente el libro del Doctor Nicolaacutes Laacutezaro Un honor porque como diremos esta obra reviste un intereacutes teoreacutetico poco comuacuten tanto desde la perspectiva sistemaacutetica de los saberes praacutecticos cuanto desde la del decurso y los grandes hitos principales que jalonan la historia de la reflexioacuten sobre el obrar del hombre Una satisfac-cioacuten porque el libro constituye el resultado de brillantes estudios de Doctorado ‒que pude acompantildear‒ y surge de una tesis particularmente valiosa defendida en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario el 3 de junio de 2019

El libro se inscribe dentro de la tradicioacuten del tomismo Alliacute reside un aacutem-bito cientiacutefico que ha sido estudiado profusamente en los uacuteltimos 150 antildeos y en el que a pesar de la riqueza del pensamiento del Aquinate no resulta faacutecil detectar cuestiones de fondo que no hayan sido transitadas Ahora bien en la investigacioacuten concretada en esta obra Laacutezaro no se deja llevar por el afaacuten de hallar problemas cuya nimiedad explique la novedad en su tratamiento Lo guiacutea por el contrario la buacutesqueda del tomismo esencial tomasiano en el plano de la praacutexis Y llevado por una perspicacia hermeneacuteutica poco comuacuten el autor des-cubre en los repliegues del patrimonio de la Escuela (ie del tomismo histoacuterico cultivado ante todo en el seno de la orden dominicana) un problema mayor en la interpretacioacuten y comprensioacuten de la doctrina de la justicia del Aquinate Se trata en efecto nada menos que de uno de los principales ejes del orden praacutectico en siacute mismo considerado la justicia y de una inteligencia de las formas de esa virtud la cayetaniense que habriacutea desconocido la respectiva posicioacuten de Santo Tomaacutes Y que habriacutea dado carta de ciudadaniacutea e irradiado a la tradicioacuten posterior como si fuera tomista una doctrina cuyo Geist es por el contrario ajeno al Aquinate

Corresponde aquiacute poner expliacutecitamente de relieve un hecho que no es tan usual para los formadores de investigadores Pues en esa tarea lo maacutes habitual

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

para nosotros es sugerir a los tesistas y becarios un tema autor o problema como digno de ser abordado y consensuar con ellos las concretas alternativas de su tratamiento Pero en este caso no ocurrioacute tal cosa El Dr Laacutezaro une al logro cientiacutefico de haber desarrollado con solvencia y rigor el tema de su investigacioacuten el meacuterito especial de haber advertido el problema radicado en la interpretacioacuten que el Cardenal Cayetano ofrece de la teoriacutea de la justicia de Santo Tomaacutes de Aquino Un problema exegeacutetico y sistemaacutetico de repercusiones teoacutericas claves no soacutelo para la concepcioacuten de la justicia sino asimismo para la visioacuten del entero orden praacutectico

El presente es formalmente un estudio de Moral Fundamental y maacutes es-peciacuteficamente aun de Filosofiacutea del Derecho Se propone como cometido final analizar dos nociones diversas de justicia y deslindar las consecuencias que se siguen para el Derecho y la Poliacutetica a partir de cada una de ellas asiacute como an-ticipar las divergentes liacuteneas de fuerza doctrinales que ‒pivotando en la forma mentis de cada una de esas nociones‒ se delinearaacuten en la ulterior evolucioacuten del pensamiento poliacutetico Soacutelo una consideracioacuten clausurada en los convencionales espacios curriculares de la docencia podriacutea exigir a esta investigacioacuten desarrollos propios de disciplinas ajenas

Estas liacuteneas no se proponiacutean hacer una siacutentesis del libro que se presenta Soacutelo reiteraremos que la obra representa un esfuerzo original por adentrarse en el quicio del orden eacutetico-juriacutedico a partir de una lectura minuciosa y aguda de uno de los autores centrales de la tradicioacuten occidental Tomaacutes de Aquino Y para llevar a cabo una lectura auteacutentica de la nocioacuten tomasiana de la justicia el Doctor Laacutezaro deberaacute liberar a la doctrina del Aquinate y a su universal irradiacioacuten en la modernidad de cuestionables e infieles incrustaciones exegeacuteticas

Sergio Rauacutel CastantildeoDr en Derecho Poliacutetico - Dr en Filosofiacutea

Investigador Principal del CONICETCatedraacutetico de Teoriacutea del Estado

(Fac de Derecho y CC SS - U N del Comahue)Director del Centro de Estudios Poliacuteticos (UNSTA)

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PROacuteLOGO

Es harto conocido el hecho de que el extenso periacuteodo dentro del cual queda incluida la temaacutetica de este libro fue designado como Edad Media en sentido despectivo Durante mucho tiempo se ha pensado que desde el punto de vista filosoacutefico no ha habido ninguacuten aporte valioso producido en aquella eacutepoca Soacutelo se tratariacutea de la recepcioacuten y adopcioacuten parcial de la filosofiacutea pagana a la cual se adosoacute la teologiacutea religiosa en una combinacioacuten no siempre feliz Esta con-cepcioacuten prejuiciosa y por lo demaacutes completamente injustificada ha cambiado mucho en la actualidad

No obstante quizaacutes no se ha observado suficientemente que el calificativo ldquomediordquo puede encerrar una virtud insospechada de ese riquiacutesimo periacuteodo Y es que el hecho de ser ldquomediardquo le otorga a esta Edad una capacidad increiacuteblemente potente para lograr comprender tanto la filosofiacutea pagana que fue repensada bajo otro horizonte conceptual como la geacutenesis de aquellas tesis que paulatinamen-te condujeron a la transformacioacuten que dio lugar a la filosofiacutea moderna Para quien quiera verlo entonces el poder exegeacutetico del pensamiento medieval es francamente medular No existe una auteacutentica comprensioacuten de la historia de la filosofiacutea occidental si se pretende desdentildear la Edad Media

Lo primero que se observa es que la adopcioacuten de ciertas nociones de la filosofiacutea pagana no fue una simple adicioacuten Esas nociones fueron reelaboradas profundamente bajo una concepcioacuten monoteiacutesta creacionista y personalista que modificoacute notoriamente su sentido en todos los planos especialmente en el me-tafiacutesico el gnoseoloacutegico y el eacutetico En ocasiones resulta penoso que algunos es-tudiosos incluso bienintencionados refieran a la recepcioacuten de la filosofiacutea pagana en el pensamiento medieval como si hubiese permanecido inalterada Nada maacutes errado El enriquecimiento que experimentaron las viejas nociones filosoacuteficas fue en muchos casos realmente asombrosa

Del mismo modo sorprende bastante que en algunos manuales o apuntes escolares se ensentildee auacuten que Descartes fue ldquoel padre del pensamiento modernordquo Se dice que una noche habieacutendose sentido abrumado por la duda tratoacute de con-ciliar el suentildeo tras lo cual despertoacute y de pronto descubrioacute que el ego cogito era el fundamento de la filosofiacutea rompiendo asiacute de un solo golpe con el teologismo

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caracteriacutestico del Medioevo Y si bien semejante dislate ya no se esgrime en los aacutembitos acadeacutemicos mejor formados casi no se encuentra un profesor de filo-sofiacutea moderna que tenga a bien recordar el origen de tales ideas durante la Edad Media en buena medida en conexioacuten con problemas no exclusivamente filosoacute-ficos sino tambieacuten teoloacutegicos Porque el fin de la Edad Media y el traacutensito hacia el Renacimiento y la temprana Modernidad han tenido que ver con profundos conflictos teoloacutegicos que en buena medida subsisten hasta el diacutea de hoy y no tanto con una revolucioacuten liberadora respecto de la hegemoniacutea eclesiaacutestica como frecuentemente se ha pretendido hacer ver

En tal sentido y para aproximarme al tema del presente libro resulta claro que despueacutes de la muerte de Tomaacutes de Aquino se dieron algunos acontecimien-tos relevantes ndashde los que la condenacioacuten de 1277 dirigida contra el averroiacutes-mo imperante en aquel momento es tan soacutelo un siacutentomandash que muestran una profunda transformacioacuten De hecho no es casual que Duns Escoto el gran maestro medieval posterior al Aquinate haya encontrado un verdadero desafiacuteo en hallar una base epistemoloacutegica para la metafiacutesica intentando asiacute reparar el hiato entre la ciencia fiacutesica y la teologiacutea que ya pareciacutea imposible El precio que se debioacute pagar no obstante fue la creciente logicizacioacuten del pensar El objeto de la metafiacutesica ya no seraacute para Escoto como lo habiacutea sido para Tomaacutes de Aquino el ente en tanto que tiene el ser recibido en el acto creador por par-ticipacioacuten Desde entonces el objeto de la metafiacutesica seraacute el concepto de ente entendido seguacuten lo explica Escoto como concepto uniacutevoco que en su radi-cal neutralidad y extensioacuten puede abarcar tanto el ente finito esto es creado como el ente infinito que es Dios El ser por tanto deja de resultar compren-dido como aquel acto y principio metafiacutesico que analoacutegicamente vincula a los entes singulares con su Causa Primera y se convierte en un concepto om-nicomprensivo y loacutegicamente uniacutevoco bajo el cual ldquocaerdquo tal como maacutes tarde diraacute brutalmente Francisco Suaacuterez incluso el mismo Dios De ahiacute en maacutes el ser resultaraacute cada vez maacutes entendido en teacuterminos conceptuales y no existen-ciales El pensar iraacute sustituyendo al existir que no puede ser comprendido sino analoacutegicamente y la loacutegica seraacute la base cierta para toda la filosofiacutea moderna cuyo problema principal naturalmente ya no se centraraacute en una metafiacutesica del ente existente sino en una gnoseologiacutea constituida mediante principios a priori completamente independientes de la realidad circundante y ligada exclusiva-mente a la estructura cognitiva del sujeto cognoscente

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Es sobre el trasfondo de este periacuteodo de crisis y transformacioacuten acontecido hacia finales de la Edad Media que puede comprenderse plenamente el sentido de esta tesis Tomaacutes de Viacuteo el Cardenal Cayetano que vivioacute entre la segunda mitad del siglo XV y la primera del XVI es decir en la temprana modernidad comenta la obra de Tomaacutes de Aquino y durante siglos fue considerado un alter Thomas un Aquinatis quasi vivens Sus comentarios fueron aceptados sin discu-sioacuten como una verdadera prolongacioacuten del pensamiento del Aquinate y sobre su base se constituyoacute la escuela aristoteacutelico-tomista de vasta tradicioacuten e influencia No obstante en la actualidad son muchos los estudios serios en los que se revela que el Cardenal Cayetano pese a su indudable intencioacuten de honrar el pensamien-to de su maestro medieval metamorfoseoacute sus principios Esto ha sido observado claramente en el plano de la metafiacutesica y de la gnoseologiacutea donde el ente exis-tente resulta crecientemente sustituido por el objeto y el ser por el pensar Y es que el tiempo transcurrido entre el momento en que Tomaacutes de Aquino elaboroacute sus tesis capitales y aquel en que Cayetano comenta su obra habiacutea acarreado con-secuencias demasiado pronunciadas aun si para los hombres de aquel tiempo no resultara del todo evidente

En tal sentido el escrito de Nicolaacutes Laacutezaro que hoy nos toca presentar en-cierra un doble meacuterito en primer lugar ha tenido la sagacidad de apuntar a un momento especialmente crucial en la historia del pensar occidental tal como creemos haber sentildealado Pero en segundo teacutermino aborda una temaacutetica que incluso entre los estudios que estaacuten trayendo a luz la profunda diferencia entre la escuela tomista y el pensamiento original de Tomaacutes en aspectos fundamentales todaviacutea no ha sido suficientemente trabajada o al menos por ahora no lo ha sido con ideacutentica intensidad que aquella con la que han sido abordadas otras cuestio-nes relativas a la metafiacutesica y la gnoseologiacutea Y es que el tema de la justicia no es menor Atraviesa el aacutembito de la eacutetica pero tambieacuten el del derecho y la poliacutetica Atantildee a lo maacutes esencial de la vida personal y social

Queda pues en manos de los lectores acometer la lectura de este libro y valorar los avances que aporta a la comprensioacuten no soacutelo historiograacutefica de dos figuras sumamente conocidas de la historia de la filosofiacutea tales como Tomaacutes de Aquino y su comentador el Cardenal Cayetano sino en particular al esclarecimiento de las transformaciones de fondo que han conducido desde una interpretacioacuten de la justicia incardinada en una concepcioacuten metafiacutesica en la que el existente es su centro a otra idea de la justicia que se impondraacute en la modernidad donde campea la formalizacioacuten sobre la consideracioacuten de lo real

PROacuteLOGO

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y la sustitucioacuten del bien por el deber y de la virtud por la obligatoriedad In-sistir sobre la importancia de esta cuestioacuten seriacutea por evidente completamente innecesario

Silvana FilippiRosario 9 de mayo de 2021

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INTRODUCCIOacuteNITER MENTIS

1 DE LA CONCEPCIOacuteN A LA CONCRECIOacuteN DE ESTE TRABAJO

Debido a nuestro intereacutes por los estudios de Filosofiacutea Moral y Poliacutetica es que optamos por estudiar el tema de la justicia a la luz de las ensentildeanzas de Santo Tomaacutes de Aquino

Esto casi inexorablemente nos llevoacute tambieacuten a leer a sus glosadores Ob-viamente el recorte epistemoloacutegico que supone un trabajo de Tesis Doctoral nos condujo a centrarnos en sus comentadores maacutes relevantes Y es asiacute entonces como dimos con el Cardenal Tomaacutes de Vio el Priacutencipe de los Comentadores de sobrenombre Cayetano uno de los maacutes reconocidos

Inmersos ya en la lectura de los comentarios de este sobre la cuestioacuten de la justicia advertimos ciertas diferencias entre lo sostenido por el de Aquino y el de Gaeta Y tras indagar acerca de la existencia de trabajos que nos ayudasen a corroborar nuestra primera impresioacuten sobre este distanciamiento nos encon-tramos con que tales no la resaltaban suficientemente Soacutelo nos topaacutebamos con estudios sobre cuestiones de iacutendole metafiacutesica y gnoseoloacutegica que mostraban el alejamiento de Cayetano respecto de Santo Tomaacutes Esta carencia de estudios ri-gurosos que nos ayudasen a verificar nuestra impresioacuten liminar sobre la distancia entre los dos autores no pudo dejar de significar una novedad

Varias razones pudieron motivar tal ausencia de trabajos sobre estas mate-rias (filosofiacutea moral y poliacutetica) Una de ellas podriacutea haber sido la falta de meacuterito para realizar dicho estudio por no encontrarse distinciones marcadas

Pero no sucedioacute de este modo Una lectura maacutes detenida nos llevoacute en primer lugar a advertir que el Cayetano realizoacute comentarios a dichas cuestiones para elucidar pasajes que consideraba dudosos y en segundo a ver con maacutes claridad las fisuras y hasta fracturas entre el pensamiento del Aquinate y su comentador

Asiacute fue adquiriendo contornos maacutes niacutetidos nuestra hipoacutetesis de trabajo en concreto que el Cardenal se aparta de Tomaacutes de Aquino en lo relativo a la cues-

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tioacuten de la justicia Sobre la cual vislumbramos una sub-hipoacutetesis que tal dife-renciacioacuten radica en la forma mentis del Cayetano maacutes cercana ndashen algunos principiosndash a una concepcioacuten moderna de la Eacutetica

Llegados a este punto nos preguntamos iquestPor queacute el Cayetano se aparta de Santo Tomaacutes Fue asiacute como consideramos la posibilidad de que tal escisioacuten en-contrase su fundamento en por ejemplo dos modos diversamente radicales de concebir queacute cosa es una virtud y no soacutelo la virtud de la justicia

El desafiacuteo de esta Tesis junto con su novedad estaacute no tan soacutelo en sentildealar las diferencias entre las nociones de justicia de uno y otro autor sino tambieacuten en el intento de reconstruir y exponer algunos de los principios que llevaron al de Gaeta por senderos diversos del de Aquino Y al enunciarlos no aisladamente sino tambieacuten proponiendo una definicioacuten de ldquojusticia cayetanardquo nos encontra-mos con la oportunidad de mostrar los alcances que estas conclusiones tienen en la esfera de las reflexiones eacuteticas poliacuteticas y del derecho

A rengloacuten seguido nos ocuparemos de una serie de temas que sirven ade-maacutes para comprender mejor el capiacutetulo que sucede a esta Introduccioacuten

2 ESQUEMA DEL TRABAJO

Nos dedicamos ahora a la exposicioacuten de las secciones y partes que confor-man nuestro trabajo Por un lado para respetar los estaacutendares maacutes difundidos y comunes de escritos acadeacutemicos donde siempre se muestran y detallan cada una de las partes que lo integran Y por otro para traer orden y claridad a nuestra exposicioacuten

En esta Introduccioacuten sorteadas las precedentes cuestiones se ponen la hi-poacutetesis de trabajo y la metodologiacutea con la que pretendemos demostrarla los objetivos que perseguimos con nuestra investigacioacuten y los aportes que resultan de la misma

Nuestro trabajo se articula en tres partes de dos capiacutetulos cada una la pre-sente introduccioacuten y un capiacutetulo final destinado a las conclusiones Obviamente incluimos la bibliografiacutea que hemos consultado y dos iacutendices el sinoacuteptico (al principio) y el analiacutetico o de contenidos (al final) Poner ambos responde a nuestro intereacutes de mostrar al lector el recorrido que realizaremos conjuntamente

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al leer este trabajo mostraacutendole la puerta de ingreso y la concatenacioacuten de argu-mentos que erticulan en el escrito Al final por supuesto encontraraacute el detalle de cada uno de los pasos que hemos dado

En la primera parte responderemos por queacute hemos elegido a Santo Tomaacutes y al Cardenal Tomaacutes de Vio Tambieacuten daremos explicaciones de los porqueacutes que estuvieron en la geacutenesis de esta investigacioacuten Dichas causas forman parte fun-damental del recorte epistemoloacutegico que debimos operar

Al responder el interrogante planteado en torno a la figura del Angeacutelico buscamos por un lado poner de manifiesto coacutemo todaviacutea hoy tal eleccioacuten debe ser justificada ante algunos sectores de la Comunidad Cientiacutefica A tal efecto ex-pondremos la importancia que representaron los estudios del Aquinate respecto de la Edad Antigua y de la Moderna

Para reflejar lo que acabamos de afirmar hemos recurrido siempre y en todo momento a los autores de mayor relevancia ya porque sus argumentos repre-sentan mejor y maacutes acabadamente lo que nosotros querriacuteamos decir ya porque con su contundente y pormenorizada documentacioacuten bibliograacutefica no dejan lu-gar a dudas de la actualidad de nuestra opcioacuten

La segunda pregunta que responderemos es la relativa a nuestra eleccioacuten de Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano como autor a confrontar con Santo Tomaacutes Bajo el interrogante iquestPor queacute el Cayetano explicaremos no soacutelo su importan-cia en tanto que Comentador reconocidiacutesimo a los textos del Aquinate tambieacuten dejaremos planteada la clara necesidad de recurrir a sus escritos para descubrir toda una interpretacioacuten que le resulta propia

Junto a lo uacuteltimo y debido a su notoriedad podremos aventurar que muchos de los filoacutesofos neoescolaacutesticos o modernos que se alejan de Santo Tomaacutes (en alguacuten sentido) lo hacen manteniendo cierta fidelidad a los comentarios del Caye-tano Es el capiacutetulo primero

A lo largo del segundo capiacutetulo expondremos el estado actual de la cuestioacuten y algunos de sus antecedentes

La segunda parte estaacute centrada en las dos visiones en torno a las formas de la justicia que nos ofrecen ambos autores El capiacutetulo tercero luego de contextua-lizar el tratado de la virtud de la justicia lo hemos consagrado al anaacutelisis y a la confrontacioacuten del texto tomista y la glosa cayetana El cuarto capiacutetulo es el de la siacutentesis alliacute reconstruimos la interpretacioacuten que realiza el Cardenal de la nocioacuten expuesta por Santo Tomaacutes

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Reconducimos estas conclusiones a la tercera parte para ponerlas en sinto-niacutea con los principios que dominaron las respectivas eacutepocas en que vivieron cada uno de los dominicos Consideracioacuten realizada sobre el ldquopunto de vista moralrdquo seguacuten el cual es dable analizar los diversos sistemas eacutetico-filosoacuteficos en los estu-dios de la maacutes reciente actualidad

Con ello nos referiremos a una moral ldquoen primera personardquo al hablar de todas aquellas teoriacuteas eacuteticas denominadas claacutesicas y de las que Santo Tomaacutes de Aquino se ofrece como uno de sus principales exponentes Contrariamente diremos que hay una eacutetica ldquoen tercera personardquo presente en muchos de los pen-sadores modernos

Todo esto estaacute articulado en la tercera parte intitulada Analogado y alcance teoacuterico-praacutectico de la definicioacuten de justicia centrada en los distintos sistemas morales que diversas formas de entender concebir y predicar la virtud de la jus-ticia implican

Esto una vez introducido nos permitiraacute ver cada vez con mayor claridad que aquellas diferencias que mencionaacutebamos entre el de Aquino y el de Gaeta estaacuten finalmente fundadas en dos formas opuestas de abordar el argumento eacutetico Y que tal se decide en una previa hipoteca teoacuterica de iacutendole loacutegico-ontoloacutegico que le juega al Cardenal una inevitable mala pasada al momento de veacuterselas con la filosofiacutea praacutectica

En la seccioacuten que dedicamos a la enunciacioacuten de nuestros Objetivos hemos planteado en modo concreto nuestra hipoacutetesis Para esto mismo hemos buscado responder la pregunta iquestQueacute queremos demostrar con nuestra Investigacioacuten y tambieacuten iquestCuaacuteles son los alcances de esta en caso de probarla

Luego de todo eso hemos podido llegar a demostrar cada una de nuestras proposiciones que resumieacutendola en una maacutes general diriacuteamos es la siguiente

ldquoEncontramos en los comentarios del Cardenal Cayetano To-maacutes de Vio una interpretacioacuten propia de la doctrina tomista antes que una reproduccioacuten fiel (y por queacute no acriacutetica) de su maestro inte-lectual Santo Tomaacutes de Aquinordquo

Las preguntas que pusimos supra y las proposiciones con las que dimos respuesta nos sirvieron para elaborar por un lado los Aportes de Nuestra Tesis y nuestras Conclusiones finales sobre las que volveremos maacutes adelante

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En Metodologiacutea exponemos el modo en el que condujimos nuestra investi-gacioacuten Primeramente mediante la comparacioacuten textual y literal asiacute como se-maacutentica y en algunos casos hasta morfoloacutegica y linguumliacutestica de los dos autores en cuestioacuten Y ademaacutes exponemos los principios que nos guiaron los pertene-cientes al realismo metoacutedico de tradicioacuten aristoteacutelico-tomista

Los Aportes de Nuestra Tesis reflejan de modo sucinto las novedades que se encontraraacuten en este escrito

Manifestaacutebamos que el nuestro se presentoacute por momentos como un trabajo de tipo linguumliacutestico ya que el latiacuten que utilizoacute Santo Tomaacutes de Aquino no es deci-didamente el mismo con el que fue comentado por el Cardenal de Gaeta

Y nos hemos visto por ejemplo maacutes de una vez en la situacioacuten de determi-nar si pese a la distancia morfoloacutegica o semaacutentica de uno con respecto al otro no estaraacuten acaso ambos diciendo y expresando las mismas ideas

Resumidamente el comparar por primera vez y en este modo tales escritos no puede dejar de ser un aporte novedoso para quien quiera continuar por este camino investigativo

Otro de los aportes consideramos que no menor es el de haber logrado confeccionar una pormenorizada Bibliografiacutea sobre el tema que nos ocupa De hecho no resultoacute faacutecil para nosotros dar con resentildea alguna lista o iacutendice de los estudios que se abocasen al estudio de los comentarios del Cardenal Cayetano

Finalmente nuestra Tesis tiene la valiacutea de ser el primer escrito que recons-truye ndashpor primera vezndash la interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia ofre-cida por el Priacutencipe del Comentadores

Hemos realizado ademaacutes algunas puntualizaciones de tipo terminoloacutegicas en la misma como por ejemplo al decir que es mejor entender la nocioacuten del Ca-yetano en tal o cual modo ya que es eacutel mismo quien en sus escritos se expresa de esta u otra manera Pero entendemos que esto reguarda tambieacuten a la reconstruc-cioacuten de la interpretacioacuten que el Cardenal Tomaacutes de Vio realizoacute en Santo Tomaacutes de Aquino que brindaremos acabadamente en la seccioacuten especiacuteficamente a eso dedicada en este trabajo acadeacutemico

Hemos referido alliacute todos los estudios actuales que encontramos tanto en lo tocante al tema de la justicia en Santo Tomaacutes cuanto a las investigaciones rea-lizadas sobre el Cardenal Tomaacutes de Vio sus obras y sus comentarios asiacute como tuvimos en consideracioacuten las publicaciones que mejor comprenden la diferencia

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

ya mencionada en torno al discurso eacutetico-filosoacutefico Para concluir tambieacuten que son pocas aquellas dedicadas a la profundizacioacuten de los comentarios realizados por el Cayetano a la nocioacuten de justicia en Santo Tomaacutes particulariacutesimamente en los textos por nosotros elegidos

Tras esta breve exposicioacuten prosigamos con nuestro trabajo

3 OBJETIVOS

Nuestros objetivos emergieron entonces tras considerar los argumentos que hasta aquiacute hemos expuesto

Luego de ver la ausencia de estudios que pongan su atencioacuten sobre los temas que son de nuestro intereacutes junto con las grandes diferencias que encontramos evidenciadas entre el Aquinatense y el Gaetano en los campos que hemos enu-merado llegamos en consecuencia a la formulacioacuten clara y precisa de queacute es lo queremos con nuestra investigacioacuten queacute queremos probar Resultado que se traduce en la redaccioacuten de esta misma Tesis

El coacutemo lo haremos tambieacuten formoacute parte de estos momentos iniciales Pero su respuesta la hemos reservado para el siguiente apartado que pondremos aquiacute debajo ndashMetodologiacuteandash una vez que hayamos sorteado lo tocante al punto que nos ocupa

Asiacute entonces nuestra Tesis pretende estudiar los comentarios que el Car-denal Tomaacutes de Vio realizoacute a algunas cuestiones del Tratado sobre la justicia contenido en la segunda seccioacuten de la segunda parte de la Suma de Teologiacutea compuesta por Santo Tomaacutes de Aquino y que llegan a hasta nuestros diacuteas en la llamada Edicioacuten Leonina

Este estudio buscaraacute cotejar y sentildealar la concordancia o diferencia que pue-dan llegar a existir entre uno y otro de los autores mencionados Y asiacute propo-ner nuevamente el sentido de los textos tomistas para concluir que esta misma lectura sin el filtro de la ldquointerpretacioacuten cayetanardquo previene definitivamente de incurrir en aquellas conclusiones que otros siguiendo a Santo Tomaacutes con el espiacuteritu del Cayetano realizaron Asiacute como tambieacuten la de brindar una clara ex-posicioacuten sobre la interpretacioacuten del Cardenal de la nocioacuten tomasiana de justicia

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Nuestro aporte se traduce en la reconstruccioacuten de la nocioacuten cayetana de jus-ticia puesta al final del estudio y al cual hemos llegado tras la comparacioacuten de los textos y autores seleccionados Sobre todo y principalmente al sentildealar entre las muchas diferencias la razoacuten por la cual el Cayetano obra la ldquotriparticioacutenrdquo (o tambieacuten ldquotriespecificacioacutenrdquo) de la justicia hasta ahora ignota

Ademaacutes luego de estudiar el tema de la justicia general (y las diferencias entre los dos autores) nuestra investigacioacuten y su resultado ayudaraacuten a clarificar los actuales debates en torno a los diversos modos en que los filoacutesofos poliacuteticos y del derecho posteriores al Cardenal han comprendido y desarrollado la divi-sioacuten de la virtud de la justicia en sus partes subjetivas Asiacute como tambieacuten seraacute de utilidad para encontrar semejanzas entre Cayetano y ciertos autores actuales o modernos y contemporaacuteneos o neotomistas y postconciliares En esto se ve sin dudas la actualidad de nuestro tema

Las conclusiones profundizaraacuten aquella reflexioacuten filosoacutefico-teoloacutegica que tiende a ldquofundar y clarificar la praxis cristiana en el aacutembito de la construccioacuten de la ciudad terrenardquo como sostiene R Cambareri

1

Resumidamente el centro de nuestra Tesis estaraacute en comparar dos conceptos de justicia y encontrar en uno con referencia al otro diferencias

Por lo dicho hasta aquiacute el tiacutetulo de nuestro proyecto de investigacioacuten fue ldquoLa justicia general en Santo Tomaacutes y su interpretacioacuten en el Cayetanordquo y el tiacutetulo de nuestro trabajo de Tesis es ldquoLa interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte del Cardenal Cayetano en la S Th II-II qq 57-62rdquo

A rengloacuten seguido ponemos claramente nuestra hipoacutetesis y sub-hipoacutetesis (o hipoacutetesis secundaria y coadyuvante) de trabajo que resultaraacuten demostradas en la segunda y tercera parte de este escrito seguacuten dijimos

31 Hipoacutetesis de trabajo

El Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano se aparta con sus comentarios a S Th II-II qq 57-62 de la nocioacuten de justicia ofrecida por Santo Tomaacutes de Aquino

1 Cfr R CAMBARERI Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo PDUL- Edizioni Studio Domenicano Bologna 1995 p 82

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32 Sub-hipoacutetesis de trabajo

El Cardenal interpreta la justicia a partir de principios maacutes cercanos a la doctrina eacutetica moderna que a la forma en que la doctrina medieval comprende las virtudes morales y toda la Eacutetica

4 RECORTE TEMAacuteTICO

Aclaramos antes de proseguir los motivos que nos han llevado a realizar un determinado recorte de los temas las cuestiones los artiacuteculos de la S Th con la glosa cayetana que trataremos Este trabajo lo amerita si consideramos que el Tratado de la Justicia se inicia en la cuestioacuten 57 y concluye en la 122 de la secunda secundae Summae Theologiae

Asiacute pues nosotros hemos decidido analizar soacutelo estas cuestiones ndashjunto con sus artiacuteculos y los comentarios del Cardenal (S Th II-II qq 57-62)ndash puesto que en ellas Santo Tomaacutes trata la virtud de la justicia en siacute misma (S Th II qq 57-60) y las partes subjetivas de la justicia tambieacuten en siacute misma considerada (S Th II-II qq 61-62)

Mientras que en el resto de las cuestiones (S Th II-II qq 64-122) el Aqui-nate estudia temas que no interesan directamente a nuestra investigacioacuten el acto la forma la estructura y la definicioacuten de la justicia

Asiacute se veraacute que a partir de la cuestioacuten 64 y hasta la 122 el Angeacutelico se ocuparaacute de los vicios que se oponen a esta virtud (qq 64-78) sus partes inte-grales o potenciales (las virtudes adjuntas qq 79-120) el don que le corres-ponde (q 121) y los preceptos de la justicia (q 122) Todas estas cuestiones exceden naturalmente los liacutemites que nos hemos puesto para nuestro trabajo investigativo

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5 METODOLOGIacuteA

laquoPara un filoacutesofo realista el pensamiento no tiene maacutes conte-nido que aquel que sus facultades le permiten abstraer de las cosas y que el pensamiento elabora gracias a sus principios Nada anor-mal hay para dicho filoacutesofo en proceder de esta suerte sobre todo teniendo en cuenta que viviendo en la Edad Media es cristiano y que siendo el mundo cristiano creacioacuten de Dios no del hombre la filosofiacutea cristiana enfoca espontaacuteneamente los problemas desde el punto de vista del objetoraquo2

Habiendo respondido en el precedente apartado las preguntas planteadas en torno al queacute por queacute y para queacute emprendimos este estudio tratamos ahora la referida al coacutemo lo haremos

Asiacute entonces para llevar adelante nuestra investigacioacuten cotejaremos los textos de S Th II-II qq 57-62 del Angeacutelico y los comentarios realizados por el Cardenal Tomaacutes de Vio con el fin de mostrar la distancia entre lo que Santo Tomaacutes dijo y el Cayetano interpretoacute nuestra hipoacutetesis

51 Anaacutelisis y siacutentesis

El cotejo entre el texto tomista y la glosa cayetana constaraacute de dos momen-tos el del anaacutelisis y el de la siacutentesis Precisemos un poco maacutes en queacute consistiraacuten tales puesto que hoy diacutea existe tambieacuten mucha confusioacuten con respecto a lo que se entiende cuando se utilizan estas nociones Por nuestra parte las tomamos en el sentido propuesto por Leopoldo Eulogio Palacios gran autoridad en el campo de la Epistemologiacutea proveniente del aacutembito de la filosofiacutea tomista

En el capiacutetulo deacutecimo de su libro Filosofiacutea del Saber3 al definir los ldquoCa-

racteres generales del anaacutelisis y la siacutentesisrdquo nos propone una interesantiacutesima metaacutefora de queacute cosa es el anaacutelisis y queacute cosa es la siacutentesis

4

2 Eacute GILSON El realismo metoacutedico Ediciones Encuentro Madrid 1997 p 1373 L E PALACIOS Filosofiacutea del Saber Editorial Gredos Madrid 19624 Cfr Ibidem sobre todo el deacutecimo capiacutetulo dedicado especialmente a la profundizacioacuten sobre El anaacutelisis y la siacutentesis

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Para comenzar a precisar tales nociones deciacuteamos nos brinda la imagen del ldquoascensordquo y del ldquodescensordquo Veamos a tal efecto queacute opinioacuten le merece la prime-ra de las imaacutegenes ndashel ascensondash aplicada al anaacutelisis

laquoParte el anaacutelisis de cosas que son obvias y familiares pero oscuras y confusas y nos lleva por sendero trabajoso hasta las co-sas recoacutenditas alejadas de los sentidos en las que late la claridad y distincioacutenraquo5

Este pasaje ilustra perfectamente lo sucedido entre nuestras intuiciones y los textos del Cardenal de Gaeta Nada hay ldquoneutralrdquo o desprovisto de valoraciones personales en el mundo de la literatura menos auacuten en la filosofiacutea y o teologiacutea Nuestros primeros pensamientos estuvieron iacutentimamente relacionados a la con-viccioacuten de que si algo se comenta ndashy maacutes en el caso del Cayetanondash es porque reina cierta necesidad ndashpor parte del mismo comentador o por parte de otrosndash de que ciertos pasajes de la monumental obra de Santo Tomaacutes sean aclarados

Ciertamente que las grandes e innumerables dudas con respecto al modo en que se podriacutean entender los textos del Doctor Comuacuten continuacutean siendo el centro de reflexioacuten entre tomistas y generando interesantiacutesimos debates actuales que se traducen en la organizacioacuten de congresos y seminarios internacionales

Esta imagen del anaacutelisis en cuanto ldquoascensordquo la aplicamos nosotros al Ca-yetano puesto que hemos partido de ldquocosas obvias y familiaresrdquo para buscar en ellas ldquoclaridad y distincioacutenrdquo

iquestCuaacuteles son pues estas ldquocosas obvias y familiaresrdquo a las que hacemos re-ferencia Aquellas mismas que la comunidad cientiacutefica debate hoy diacutea que el Cayetano ha sido ldquoel mejor inteacuterprete el Priacutencipe de los Comentadores de Santo Tomaacutes de Aquinordquo Las investigaciones actuales estaacuten tratando precisamente el tema pero en diversos campos Todos estos estudios y autores sobre los que vol-veremos en nuestro capiacutetulo primero giran en derredor de la siguiente hipoacutetesis de trabajo la interpretacioacuten del Cardenal Tomaacutes de Vio el Cayetano no condice no es coherente con la doctrina tomasiana

5 Ibidem p 115

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Y ya inmersos en el campo de la siacutentesis es esta misma premisa inicial lo que se prueba O mejor decir se logra demostrar que justamente con sus afirma-ciones deslizadas bajo el inocente nombre de ldquocomentariosrdquo terminan no siendo precisamente una ldquonota a pie de paacuteginardquo sino una interpretacioacuten propia La suya es una completa y personaliacutesima postura o forma de leer entender y explicar la doctrina del Angeacutelico Por eso volvemos sobre las palabras de Palacios que de alguacuten modo cierran y explican todaviacutea mejor esto que decimos

laquoEl anaacutelisis es el ascenso desde las cosas obvias a las recoacutendi-tas la siacutentesis es el descenso desde las cosas recoacutenditas a las cosas obvias No habriacutea anaacutelisis si no supieacuteramos por adivinanza que lo mejor de las cosas estaacute oculto a los ojos y a las manos y debe ser des-cubierto por un tenaz esfuerzo de la mente [] Ni habriacutea siacutentesis si no lograacuteramos iluminar desde la orilla recoacutendita donde nos condujo el anaacutelisis el mundo de las apariencias rehacieacutendolo y explicaacutendolo desde la realidad profunda de sus elementosraquo6

Esta siacutentesis iluminadora y explicativa vendraacute en consecuencia en todos los momentos posteriores a nuestro anaacutelisis Alliacute mismo brindaremos las definicio-nes que hubieacuteremos podido rehacer mostrando que bajo la apariencia de fide-lidad del Cayetano para con Santo Tomaacutes hoy fuertemente discutida (vid pp 56-58) y cada vez menos aceptada se esconde la irreconciliable postura eacutetica y filosoacutefica del Cardenal Tomaacutes de Vio

Hemos dejado en claro entonces de queacute modo llevaremos esta comparacioacuten o cotejo entre los textos del de Aquino y los comentarios del de Gaeta Estos dos momentos seraacuten claves en todo nuestro trabajo

A tal efecto nos valdremos de los textos publicados por la Edicioacuten Leonina bajo el tiacutetulo ldquoSancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici Opera Omnia Iussu impensamque Leonis XIII P M edita tomus nonus Secunda Secundae Summae Theologiae a quaestione LVII ad quaestionem CXXII ad codices manuscriptos vaticanos exacta Cum commentariis Thomae de Vio Caietani Ordinis Praedica-torum S E R Cardenalis Cura et Studio Fratrum Eiusdem Ordinis Romae ex typographia polyglotta s c de Propaganda Fide MDCCXCVIIrdquo

6 Ibidem pp 116-117

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A esta misma fuente siempre hemos recurrido ya para nuestras referencias ya para nuestras citas textuales

52 Realismo metoacutedico

Un paso obligado en toda investigacioacuten doctoral es la referida al marco teoacute-rico y conceptual en el que se inscribe y en virtud del cual debe ser leiacutedo Asiacute pues enmarcamos nuestro anaacutelisis y siacutentesis dentro de los principios de la filo-sofiacutea realista aristoteacutelico-tomista

Uno de los principios de este modo de hacer filosofiacutea radica en que el co-nocimiento se inicia en las cosas que experimentamos a traveacutes de los sentidos principio seguacuten el cual laquoel objeto del entendimiento no es la cosa material en su individualidad concreta sino la quididad inmaterial que en cuanto tal puede constituir una unidad real con el intelectoraquo

7 Pero no debe confundirse esto con

una identificacioacuten entre lo pensado y el objeto del conocimiento en cuanto per-cibido Seriacutea esta la postura de un realismo ingenuo

El realismo en el que inscribimos nuestra investigacioacuten es el metoacutedico en donde lo real se tiene como laquodistinto del pensamiento el esse se pone aquiacute como distinto del percepi debido a una idea determinada de lo que es la filosofiacutea y como una condicioacuten de su posibilidad mismaraquo

8 Y por ello es un realismo me-

diato que se funda en otro principio el de causalidad hay un mundo sensible extramental que podemos conocer y al que accedemos a traveacutes de los datos que nos proporciona la sensibilidad

9

Asiacute para nosotros el principio de causalidad aporta un hecho que debe ser asumido e interpretado Aceptado este principio se sortea ndashcon mayor o menor dificultadndash el problema de la certeza del conocimiento pues le hemos dado creacute-dito a los sentidos ellos son el puente entre lo que hay en el mundo exterior y el intelecto Son el puente pero no son el fundamento de las cosas por el contrario en el meacutetodo tomista

7 Eacute GILSON El realismo metoacutedico p 518 Ibidem p 57 9 Cfr esto y lo que sigue ibidem pp 69-87

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laquoEl mundo no existe maacutes que por un decreto libre de Dios por consiguiente es imposible deducirlo del concepto de Dios Hasta tal punto esto es imposible que la verdad se encuentra precisamente en lo contrario No soacutelo no se puede deducir el mundo de Dios sino que incluso precisamente porque nosotros mismos formamos parte del mundo nuestro conocimiento tropieza con el mismo obstaacuteculo metafiacutesico que nuestro ser El entendimiento humano no puede tener a Dios como objeto natural y propio habiendo sido creado soacutelo estaacute directamente proporcionado al ser creado hasta tal punto que en lugar de poder deducir de Dios la existencia de las cosas se ve por el contrario necesariamente obligado a apoyarse en las cosas para subir hasta Diosraquo10

Se pasa de aquiacute a la consideracioacuten del meacutetodo en que tal cosa percibida seraacute estudiada ab esse ad posse valet consequentia De donde se sigue pues que si hay posibilidad de conocer el objeto que se presenta a la inteligencia analizarlo descomponerlo y reconstruirlo es porque una vez aprehendido muestra una ldquoestructurardquo propia El meacutetodo es el modo en que el intelecto se adecua a la cosa en virtud de la cosa y la forma en que ha sido objetivamente captada y el sujeto encuentra el conocimiento de siacute mismo y el del objeto en el anaacutelisis del uacuteltimo En consecuencia otro de los principios aceptados por el realismo metoacutedico es el de la aceptacioacuten de la existencia del mundo exterior en cuanto ldquoevidenciardquo

El hecho de que el realismo necesite de muchos principios para explicar su filosofiacutea radica en la exigencia misma del meacutetodo el cual consiste en ir de las cosas a los conceptos y en conocer una realidad que nos resulta desconocida laquoporque es una cosa distinta de la suma de conceptos que nosotros sacamos de ellaraquo

11 Maacutes adelante aclara Gilson el sentido del meacutetodo realista laquotodo lo real

dado implica el pensamiento que lo aprehende por consiguiente es el ser la condicioacuten del conocer y no el conocer la condicioacuten del serraquo

12 en otras palabras

laquoes lo real lo que dicta el meacutetodo y no el meacutetodo lo que define lo realraquo13

Veamos algunos otros principios de la filosofiacutea realista a la que adscribimos

De esta realidad educimos el principio de finalidad que consiste en recono-cer que todo lo que se realiza se hace en vistas a un fin Por esto se caracteriza

10 Ibidem p 10311 Ibidem p 12312 Ibidem p 15913 Ibidem p 161

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al realismo como una filosofiacutea teleoloacutegica todo ente tiende naturalmente a un fin que lo ordena y perfecciona es decir un bien que lo completa En el caso de los entes racionales dicho obrar seraacute ldquoconociendo la cosa misma en cuanto finrdquo y con relacioacuten a la cual se ordenan los medios del obrar

14 El valor de dicho

principio radica en que laquo1ordm a posteriori el examen de la naturaleza nos permite admitir con certeza la finalidad 2ordm a priori el principio de finalidad se impone como evidencia inmediataraquo

15 De tal principio dependen otros que G Lagrange

asiacute detalla

laquo1ordm el principio de induccioacuten 2ordm el de interdependencia desde los puntos de vista distintos del agente y del fin y por con-secuencia de la materia y la forma 3ordm el de la subordinacioacuten de los agentes y de los fines 4ordm el de las relaciones de la coordina-cioacuten con la subordinacioacuten 5ordm el de la dependencia del orden de los medios y del fin con respecto a una inteligencia ordenadora 6ordm por fin el principio de la ley natural hay que obrar el bien y evitar el malraquo16

Nos contentamos aquiacute soacutelo con resentildearlos y recomendamos su lectura a quien desee profundizar en dicho marco conceptual para entender mejor nuestro marco teoacuterico

17

Resumidamente nuestro meacutetodo consistiraacute en pensar las cosas que son se-guacuten los principios que hemos indicado y otros que maacutes adelante desarrollare-mos Y reflexionar sobre el modo en que determinados conceptos se ajustan o no al orden de la realidad18

14 Cfr G LAGRANGE El realismo del principio de finalidad Ediciones Descleacutee Bs As 1949 p 8515 Ibidem p 8716 Cfr Ibidem p 9917 Ibidem vid especialmente sectIV laquoPrincipios subordinados al de finalidadraquo pp 99-114 y toda la parte segunda sectII laquoAplicaciones primordiales del principio de finalidadraquo pp 115-28118 Dejemos en claro que aquiacute las ldquocosasrdquo a las que nos referimos no seraacuten realidades del mundo exterior sino conceptos argumentos Desde una perspectiva ontoloacutegica entes de razoacuten laquoque soacutelo existen en cuanto pensadosraquo y que tienen laquoalguacuten fundamento en la realidad maacutes o menos proacuteximo o remotoraquo (Cfr J J SAN-GUINETI Loacutegica Eunsa Pamplona 1994 pp 37-39)

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6 APORTES DE NUESTRA TESIS

Llegados a este punto sintetizamos cuaacuteles seraacuten las novedades que aporte nuestro trabajo a los que estudian y profundizan en el conocimiento de la doc-trina tomista y en modo general a los interesados en las teoriacuteas corrientes y pensadores relacionados al tema de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

Esta Tesis como se ha dicho se dedica a comparar exclusivamente los escri-tos de Santo Tomaacutes de la STh II-II qq 57-62 con los respectivos comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio Es decir es la primera vez que se cotejan en sede cientiacutefica estos dos autores y en estos argumentos el de la nocioacuten de justicia general y particular junto con las partes subjetivas de la uacuteltima

Y esto seguacuten el modo que recieacuten acabamos de expresar el del anaacutelisis y la siacutentesis el del ascenso que parte considerando la obscuridad de algunas nocio-nes hasta el descenso que viene a deshacer aquellas tinieblas del entendimiento iluminaacutendola con definiciones y precisiones cientiacuteficamente probadas

Brindamos ademaacutes una posible fundamentacioacuten del motivo del distancia-miento del de Gaeta como un moralista moderno poseedor de un punto de vista moral ldquoen tercera personardquo inimaginablemente reductible a la postura ldquoen pri-mera personardquo asumida por el mismo Santo Tomaacutes en todos sus escritos pero particularmente en los que aquiacute consideraremos objeto de estudio

Ademaacutes nos saldremos de los ya conocidos y transitados argumentos de las diferencias entre el de Aquino y el de Gaeta en temas de Metafiacutesica Loacutegica y Biblia por poner algunos ejemplos Ya que nuestro aporte reside en clarificar la interpretacioacuten sobre el tema de la justicia dar precisiones en torno a la estructura de la glosa cayetana proponer una tipificacioacuten de los comentarios del Cardenal e identificar los motivos y la intencioacuten con los cuales eacutel mismo dirige su empre-sa A esto sumamos que es la primera vez que se propone expositivamente la nocioacuten cayetana de justicia y cuaacutel es su esquema En siacutentesis hemos logrado la reconstruccioacuten de la definicioacuten de justicia del Cayetano cuaacutel es su ldquoformardquo el nuacutemero y las partes que la componen

Finalmente demostrando coacutemo el Cardenal Tomaacutes de Vio se separa de San-to Tomaacutes de Aquino ndashgenerando una interpretacioacuten propia de la nocioacuten tomasia-na de la virtud de la justiciandash lo sentildealamos tambieacuten como el posible precursor de las corrientes filosoacutefico-poliacuteticas (principalmente neotomistas) que lo sucederaacuten en el tiempo

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Sentildealamos a la vez todo el extenso campo que nos ha ocupado como un posible argumento de intereacutes para las sucesivas investigaciones y estudios de profundizacioacuten

Queremos decir y dejar en claro que no hay absolutamente ninguna traduc-cioacuten disponible de la glosa del Cardenal a las cuestiones que nos ocupamos en las lenguas por nosotros conocidas (castellano italiano ingleacutes franceacutes portu-gueacutes o alemaacuten) sino que soacutelo se encuentran tales textos en latiacuten Estamos traba-jando para poder ofrecer prontamente nuestras propias traducciones

Con el proacuteximo apartado llegaremos al final de la primera parte de nuestro trabajo la Introduccioacuten

En la misma hemos dejado en claro cuaacutel es el esquema del presente escrito pasando por los puntos medulares en los que expusimos los motivos que nos lle-varon a decidirnos por tal argumento Por otra parte quedaron fijados nuestros Objetivos generales y el modo ndashMetodologiacuteandash con que los demostraremos Final-mente este apartado ndashque sirve de anticipo y prolegoacutemeno a las partes y secciones que continuaraacutenndash estuvo centrado en enumerar brevemente la cantidad y cualidad de los aportes que estamos en condiciones de ofrecer al aacutembito acadeacutemico

7 EL PROBLEMA DE LOS COMENTARIOS Y LOS COMENTADORES19

Como este trabajo profundiza en el tema de los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio a la Summa Theologiae de Santo Tomaacutes de Aquino resulta im-portante resolver dos controversias que fueron objeto de nuestras reflexiones en torno a la figura del Cayetano (1) si es maacutes propio llamar ldquocomentadorrdquo o ldquoco-mentaristardquo a quien se pone a comentar Y luego (2) analizamos la problemaacutetica que representan los comentarios como fuentes o no de la actividad filosoacutefica Puesto que como veremos existe todaviacutea una tradicioacuten que continuacutea restando valor filosoacutefico al comentador y sus comentarios

En efecto con nuestro trabajo pretendemos trabajar algunos puntos en torno al tema de los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano En virtud de ello debemos primero abordar una especie de objecioacuten contra la utilizacioacuten del

19 Hemos desarrollado este tema en ldquoEl Cayetano y sus comentariosrdquo en el laquoXVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval 2017 ldquoCorporeidad poliacutetica y espiritualidad pervivencia y actualidad del me-dioevordquoraquo Centro de Estudios MedievalesndashUniversidad Gabriela Mistral Providencia Santiago de Chile Chile durante los diacuteas 24 al 26 de mayo de 2017

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teacutermino ldquocomentadorrdquo obrada por Joseacute Martorell Capoacute traductor de la Suma editada por la BAC

Alliacute el traductor propone que el teacutermino ldquocomentaristardquo debe ser la traduc-cioacuten obligada del ldquocommentator -orisrdquo latino Tras mostrar que tal sugerencia resulta inconducente puesto que no hay ni hemos encontrado razones etimo-loacutegicas histoacutericas o linguumliacutesticas para preferir la utilizacioacuten de un teacutermino sobre otro concluiremos que para nosotros ndashen este trabajo y en otrosndash ambos teacutermi-nos podriacutean resultar intercambiables

Aventuramos que tal vez su opcioacuten tenga maacutes que ver con el sentido local geograacuteficamente hablando que con una fineza del lenguaje

Otro punto que abordamos respecto de los comentarios del Cardenal refiere a coacutemo deben ser considerados iquestson un geacutenero discursivo iquestSon escritos filosoacute-ficos Alliacute retomamos el planteamiento que sobre el mismo tema (pero diverso periacuteodo histoacuterico) han formulado dos autoras Miira Tuominen y Viviana Suntildeol centraacutendonos especialmente en la segunda

Vamos pues a tratar estas cuestiones

71 iquestComentador o comentarista

Esta pregunta que en principio pareceriacutea infecunda surge a partir de una distincioacuten sobre una traduccioacuten de la Suma de Teologiacutea En efecto leyendo S Th I q 3 a 5 (BAC 5 Tomos precisamente en la paacutegina 118 del primer vo-lumen de esta cuarta edicioacuten dirigida por los Regentes de Estudios de las Pro-vincias Dominicanas en Espantildea) nos encontramos con la siguiente nota a pie de paacutegina del traductor de la obra

laquoLa palabra latina Commentator en espantildeol tiene doble equi-valencia comentador y entonces indica aquella persona que comen-ta conversa sobre algo pudiendo incluso fabular Y Comentarista indicando aquella persona que analiza cientiacuteficamente algo y pone sus resultados por escrito Consecuentemente y por tratarse de esta segunda equivalencia hay que traducir Comentaristaraquo20

20 J MARTORELL CAPOacute en TOMAacuteS de Aquino Suma de Teologiacutea I q 3 a 5 vol 1 BAC Madrid

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Es cierto como bien refiere Joseacute Martorell Capoacute21 ndashel traductor de esta parte

de la obra y autor de la citandash que aquiacute Santo Tomaacutes se refiere a Averroes

Esta distincioacuten a muchos podriacutea parecer una mera sutileza del lenguaje y la dejariacutean pasar como si se tratase de un hecho curioso o hasta anecdoacutetico Pero para nosotros reviste cierta importancia puesto que aquiacute nos ocupamos del Cayetano quien fue considerado el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo por su glosa a la Summa Theologiae Por lo tanto llamaremos al Cardenal Cayetano iquestcomentador o comentarista

Como hemos visto esta cuestioacuten surge a partir de una nota de la traduccioacuten de la Suma Teoloacutegica y resulta pertinente dilucidarla por varios motivos

En primer lugar porque no es lo mismo llamar a un inteacuterprete ldquofabuladorrdquo que ldquoexegetardquo En segundo lugar porque urge clarificar el uso indistinto que se le da como refiriendo al mismo concepto mental Y finalmente como acabamos de decir porque en nuestra Tesis escribimos sobre alguien que ha glosado la obra de Santo Tomaacutes y evaluamos su condicioacuten de inteacuterprete

Para dar respuesta a esta consideracioacuten fuimos a revisar en primer lugar algunos diccionarios Asiacute recurrimos al Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola de Eduardo de Echegaray y al Diccionario de la Real Academia Espantildeola Tambieacuten enviamos nuestra consulta al Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo de la RAE

Del Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola consultamos las siguientes entradas

laquoComentador ra Sustantivo y adjetivo El que comenta Metaacute-fora Inventor de falsedades oacute ficcionesEtimologiacutea Del latiacuten commentator catalaacuten comentador a fran-ceacutes commentateur italiano commentatore

Comentar Activo Explicar glosar declarar alguna obra literaria para que se entienda maacutes faacutecilmente su contenidoEtimologiacutea Del latiacuten commentari de cum con y mentari mentar catalaacuten comentar franceacutes commenter italiano commentare

2001 (4ed-reimpr) p 11821 Ibidem en la nota 5e a pie de paacutegina p 118

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Comentario Masculino Escrito que sirve de explicacioacuten y comen-to de alguna obra para que se entienda maacutes faacutecilmente Plural Tiacutetulo que se da a algunas historias escritas con brevedad como los Co-mentarios de Ceacutesar los Comentarios del marqueacutes de San Felipe etcEtimologiacutea De comentar latiacuten commentarium catalaacuten commenta-ri franceacutes commentaire italiano commentario

Comento Masculino Explicacioacuten o exposicioacuten declaracioacuten de al-guacuten libro u obra literariaEtimologiacutea De comentar latiacuten commentum ficcioacuten faacutebula enti-mema entre gramaacuteticos simeacutetrico de commentus fingido participio pasivo de comminisci imaginar cataacutelaacuten antiguo comentraquo22

Y del Diccionario de la Real Academia Espantildeola

laquocomentador raDel lat commentātor -ōris1 m y f Persona que comenta2 m y f p us Persona inventora de falsedades o ficcionesraquo23

laquocomentarista1 m y f Persona que escribe comentarios2 m y f Persona que comenta regularmente noticias por lo gene-ral de actualidad en los medios de comunicacioacutenraquo24

Como vemos E de Echegaray al componer su diccionario etimoloacutegico omi-te la entrada ldquocomentaristardquo y la referida a ldquocomentadorrdquo concuerda esencial-mente con la propuesta por el Diccionario de la Real Academia Por su lado la RAE al introducir la voz ldquocomentadorrdquo recurre a la etimologiacutea y no asiacute para ldquocomentaristardquo

Por otra parte investigando acerca del origen del teacutermino ldquocomentaristardquo consultamos tambieacuten el Breve diccionario etimoloacutegico de la lengua castellana de Joan Corominas Habiendo encontrado lo que ponemos aquiacute

22 E de ECHEGARAY Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola t II Madrid 1887 p 32323 httpdleraeesid=9v89aRr24 httpdleraeesid=9vFPrOJ

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laquoCOMENTAR 1495 Tom del lat commentari id propiamente lsquomeditarrsquo lsquoejercitarsersquo (de la raiacutez de mens mentis lsquomente pensa-mientorsquo)DERIV Comentador 1438 Comentario h 1440 lat commenta-rium comentarista Comento 1438raquo25

Asiacute ninguna entrada nos ofrece una pista etimoloacutegica linguumliacutestica o morfoloacute-gica de la entrada ldquocomentaristardquo Nos queda entonces recurrir al sentido comuacuten y argumentar que ldquocomentaristardquo comparte con ldquocomentadorrdquo la misma raiacutez y pertenecen ambas a la misma familia de palabras ldquocomentarrdquo

Es conveniente ver tambieacuten el sufijo ldquo-istardquo Puesto que podriacutea servirnos para aclarar el uso ndashsi indistinto o nondash de ambos teacuterminos y ayudarnos en la argumentacioacuten sobre la preferencia de un teacutermino sobre otro La explicacioacuten que el DRAE da

laquo-istaDel lat -ista suf que designa oficio o profesioacuten y este del gr -ιστής -istḗs1 suf Forma adjetivos que habitualmente se sustantivan y suelen significar lsquopartidario dersquo o lsquoinclinado arsquo lo que expresa la misma raiacutez con el sufijo -ismo Comunista europeiacutesta optimista2 suf Forma sustantivos que designan generalmente a la persona que tiene determinada ocupacioacuten profesioacuten u oficio Almacenista periodista taxistaraquo26

Como vemos el sufijo ldquo-istardquo en ldquocomentar-rdquo es un recurso que utilizamos los hispanohablantes para formar adjetivos y sustantivos En el caso que trata-mos con ldquocomentaristardquo nos referimos al adjetivo o sustantivo que designa a la persona que tiene determinada ocupacioacuten profesioacuten u oficio

Reflexionemos al pasar sobre la conveniencia ndasho nondash de utilizar el teacutermi-no ldquocomentaristardquo De una parte pareceriacutea innecesario formar un adjetivo o un sustantivo a partir de ldquocomentarrdquo para designar a una persona con una profesioacuten

25 J COROMINAS Breve Diccionario Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola Ed Gredos Madrid 1987 3ed

y 4reimp p 16126 httpdleraeesid=MD0bnQg

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particular la de ldquocomentaristardquo Esto asiacute porque la lengua espantildeola ya nos ofrece un teacutermino propio ldquocomentadorrdquo No obstante los teacuterminos en cuestioacuten parece-riacutean intercambiables sinoacutenimos sin alguna diferencia especiacutefica

Asiacute las cosas tomamos toda esta informacioacuten y le transmitimos nuestra incertidumbre al Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo de la Real Academia Es-pantildeola Le escribimos un correo electroacutenico solicitando nos indiquen por queacute mientras para la palabra ldquocomentadorrdquo siacute referiacutean a la etimologiacutea la omitiacutean para ldquocomentadorrdquo Recibimos la siguiente respuesta

laquoLa etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que procede En el segundo caso se trata de un derivado re-gular de comentar al que se antildeade el sufijo -ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Comentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua ac-tual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted con-sultar las sucesivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las correspondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Academia Por otra parte en nues-tros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminosraquo27

Fuimos al banco de datos y a las diversas ediciones del diccionario en busca de la evolucioacuten histoacuterica de ambas acepciones y algunos ejemplos

Gracias al ldquoMapa de diccionarios acadeacutemicosrdquo pudimos realizar una buacutes-queda conjunta en seis diccionarios correspondientes a las ediciones de la Aca-demia de los antildeos 1780 1817 1884 1925 1992 y 2001 Aquiacute los resultados de la consulta en dos figuras

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27 En el Apeacutendice anexo encontraraacute una copia de los sucesivos intercambios de correos electroacutenicos con el Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo donde consta ademaacutes nuestro pedido de utilizar puacuteblicamente las comunicaciones y la autorizacioacuten expresa por parte de los responsables del mencionado Departamento28 Instituto de Investigacioacuten Rafael Lapesa de la Real Academia Espantildeola (2013) Mapa de diccionarios [en liacutenea] lthttpwebfrlesntlletgt [Consulta comentador comentarista] (Ambas figuras son capturas de pan-tallas del ldquoMapa de diccionarios acadeacutemicosrdquo)

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Figura 1

Figura 2

Se desprende claramente que la nocioacuten de ldquocomentaristardquo surge en el diccio-nario de la academia recieacuten en 1925 y que se le atribuye una segunda acepcioacuten recieacuten en 1992 Mientras que ldquocomentadorrdquo viene desde 1780 con dos acepcio-nes La primera en registrarse nos emparenta ldquocomentadorrdquo a ldquoinventorrdquo En el diccionario de 1870 ldquocomentadorrdquo deviene en ldquoinventor de falsedades o ficcio-nesrdquo con una pequentildea aclaracioacuten ldquocommentorrdquo

En primer lugar podemos decir que lamentablemente nos resultariacutea difiacute-cil saber si la aclaracioacuten debe ser tomada como un sustantivo masculino de la tercera declinacioacuten o como un verbo (transitivo e intransitivo) deponente de la primera conjugacioacuten

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laquoCOMMENTOR aris atus sum ari dep Cic Pensar me-ditar considerar reflexionar contemplar revolver en el entendi-miento || Comentar explicar glosar exponer hacer comentarios || Fingir forjar || Inventar Commentari aliquid ndash de aliqua re cum aliquo inter se Cic Tratar algo o de algo con alguno entre siacute || Commentari orationem in reum Cic Preparar un discurso contra un reo ndash de militari disciplina Plin Escribir sobre la disciplina militar

COMMENTOR oris m Ov Ficcioacuten falsedad invencioacuten mentira faacutebula cuento (Entre gramaacuteticos entimema)raquo29

Aun asiacute consideramos que la referencia a ldquocommentor -orisrdquo es clara Ya que en las sucesivas ediciones del Diccionario de la Real Academia Espantildeola (1884 1925 1992 2001) la segunda acepcioacuten del teacutermino ldquocomentadorrdquo se aleja cada vez maacutes de la nocioacuten de ldquocommentator -orisrdquo acercaacutendose a la de ldquocommentor -orisrdquo

Ahora bien preguntarnos sobre la validez de esta ligazoacuten entre ldquocommen-tatorrdquo y ldquocommentorrdquo resulta obligado puesto que no son la misma palabra ni significan lo mismo De hecho ambas nociones parecen referir a diferentes conceptos y a su traveacutes a diferentes cosas

Otra cuestioacuten que cabe plantear en este punto es la siguiente iquestEs por esta confusioacuten entonces que surge el teacutermino ldquocomentaristardquo como desambiguacioacuten entre el sentido peyorativo que pareceriacutea haber adquirido ldquocomentadorrdquo a cau-sa de su relacioacuten con el vocablo latino ldquocommentor -orisrdquo Destaquemos que ldquocomentaristardquo aparece en 1925 y solamente con una acepcioacuten La precisioacuten alliacute obrada (i e ldquoque escribe comentariosrdquo) no nos parece diferir substancialmente de las definiciones propuestas para ldquocomentadorrdquo En 1780 y 1817 ldquointerpres explanatorrdquo Todaviacutea maacutes pareceriacutea guardar mejor relacioacuten con la actividad de quienes se pusieron a escribir comentarios puesto que la tarea de todos ellos fue la de interpretar y explicar para mejor inteleccioacuten un autor o una obra

Retomemos nuestra primera pregunta iquestresulta vaacutelida la relacioacuten y unioacuten obrada entre ldquocommentator -orisrdquo y ldquocommentor -orisrdquo al interno de la defi-nicioacuten de ldquocomentadorrdquo Debemos decir rotundamente que no Si en la lengua latina se encontraba obrada tal distincioacuten y escisioacuten de teacuterminos y cosas reales

29 VALBUENA Diccionario Latino-Espantildeol Libreriacutea de la Vda de Ch Bouret Pariacutes 1939 paacuteg 190 2da

columna

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iquestpor queacute re-unirlas en la lengua espantildeola Son cosas bien diferenciables un in-teacuterprete o explicador de un inventor

Otra cosa que advertimos es que la entrada ldquocommentorrdquo que acabamos de mentar denota antes una cosa (ficcioacuten falsedad invencioacuten mentira faacutebula etc) que una persona (fabulador mentiroso inventor falsario etc) Esto es se iden-tifica mejor con la obra antes que con el agente Por lo tanto la asimilacioacuten en el interior de la definicioacuten de ldquocomentadorrdquo entre ldquocommentorrdquo y ldquocommentatorrdquo pasa a mayor oscuridad y nos resulta todaviacutea maacutes confusa

Ahondar en todas estas cuestiones seriacutea encauzar nuestro trabajo hacia el campo de la linguumliacutestica Objetivo que no perseguimos aquiacute y por lo que ahora dejamos estas reflexiones para ulteriores investigaciones

Volvamos a nuestro argumento

Si tomamos enteramente todas las acepciones propuestas y explicaciones que traemos para ambos vocablos y las contrastamos con la nota del traductor de la BAC eacutesta resulta (a nuestro entender) un tanto impropia

Una razoacuten es porque al hablar de la doble equivalencia J Martorell Capoacute ataca la primera acepcioacuten al manifestar ldquopudiendo incluso fabularrdquo Decimos solamente que es impropia al quedar por fuera de nuestro trabajo juzgar la in-tencioacuten del traductor (y de alliacute concluir la malicia de tal comentario o cierta manipulacioacuten)

Es impropia porque le atribuye in recto una acepcioacuten que la RAE da in obliquo claramente para la segunda acepcioacuten de ldquocomentadorrdquo el DRAE aclara ldquopoco usadordquo Y el traductor de la Summa para justificar su opcioacuten por ldquocomen-taristardquo omite esta vez la segunda acepcioacuten de periodista o noticiario que la RAE siacute le atribuye y valga la aclaracioacuten no in obliquo porque no la refiere como un sentido ldquopoco usadordquo del teacutermino Es hora de exponer nuestra opinioacuten Y hemos de decir que estamos en desacuerdo ya con J Martorell Capoacute ya con la respuesta del Departamento laquoEspantildeol al diacutearaquo de la Real Academia Espantildeola

De una parte pensamos que hemos impugnado fehacientemente las razones que expone el traductor de la BAC

De otra la argumentacioacuten traiacuteda por la RAE resulta contradictoria no soacutelo con su misma base de datos sino tambieacuten con la tradicioacuten filosoacutefica linguumliacutestica y acadeacutemica (sobre todo de habla espantildeola) que llama indistintamente ldquocomenta-dorrdquo y ldquocomentaristardquo a toda aquella persona puesta a comentar

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Queremos salvar el uso de ambos teacuterminos y vemos (por ahora) infecundo legislar sobre el modo de traducir un teacutermino sobre otro Tambieacuten considera-mos contraproducente el hecho de preferir o inducir a preferencia el uso de tal o cual

Dejamos abierta esta reflexioacuten ndashy deseariacuteamos abordarla proacuteximamente tambieacutenndash al modo en que se suelen llamar a todos aquellos estudiosos puestos a comentar las obras de Platoacuten y de Aristoacuteteles al derecho romano a las Sagradas Escrituras a las Sentencias de Pedro Lombardo a los escolaacutesticos o a las noti-cias que sacuden el mundo de la economiacutea y del deporte

Resolvemos por ahora y para nosotros ndashy para quien desee secundarnosndash utilizar los teacuterminos ldquocomentadorrdquo y ldquocomentaristardquo a fin de referirnos indistin-tamente a la persona puesta a comentar un autor o una obra y asiacute explicarlo o tornarlo asequible a determinados lectores o puacuteblico en general Para conceder al lenguaje ademaacutes un sinoacutenimo contribuyendo con su objetivo esteacutetico y con un medio para que la expresioacuten no caiga en innecesarias y molestas repeticiones Varietas delectat

Sobre si son los comentarios un geacutenero filosoacutefico o si el filosofar puede proceder de hecho de comentar hemos de hablar en el apartado que reservamos maacutes adelante

En nuestro caso bien concreto el del Cardenal Tomaacutes de Vio apelamos al sobrenombre con que ha logrado pasar a traveacutes de casi cinco siglos de historia hasta hoy para justificar nuestra eleccioacuten el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo Puesto que la sancioacuten del uso inveterado de lsquocomentadorrsquo es una razoacuten de peso para insistir en el teacutermino Y es que si fue el Priacutencipe entendemos que habraacuten existido tambieacuten otros ldquocomentadoresrdquo que en sus respectivos intentos no al-canzaron tal nobleza30

30 Al final de esta Introduccioacuten colocamos un anexo Apeacutendice I donde se contienen las consultas junto que las respuestas que hemos efectuado a diversos departamentos de la Real Academia Espantildeola ndashRAEndash sobre el sentido y uso de ambos teacuterminos comentador y comentarista

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72 El comentario filosoacutefico

Plantear el tema de los comentarios como geacutenero filosoacutefico y rescatarlos del lugar al que han sido relegados resulta hoy diacutea un tema que concierne a muchos investigadores En efecto hay quienes niegan el valor filosoacutefico de los mismos Pero tambieacuten estaacuten los que muestran un renovado intereacutes en este tipo de obras atribuyeacutendoles ndashcontra lo que se ha sostenido tradicionalmentendash un caraacutecter netamente filosoacutefico

31 La uacuteltima es la cuestioacuten sobre la que posaremos

nuestra atencioacuten

De entre los que postulan a los comentarios como fuentes genuinas de filo-sofiacutea dos autoras resultan muy actuales Viviana Suntildeol y Miira Tuominen La uacuteltima a su vez recibe y trabaja sobre la tradicioacuten iniciada por Richard Sorajbi Suntildeol remite constantemente a ambos

Mientras que R Sorajbi y M Tuominen se destacan por su dedicacioacuten a los antiguos comentadores de Platoacuten y Aristoacuteteles V Suntildeol realiza un recorrido des-de la geacutenesis de los comentarios hasta el aristotelismo y desde alliacute a la patriacutestica que nos resulta uacutetil puesto que nos dedicamos al tema de los comentarios del Cardenal Cayetano a la Suma Teoloacutegica de Santo Tomaacutes de Aquino

En su trabajo ldquoEl comentario como praacutectica de la filosofiacutea Desde el aristo-telismo a la patriacutesticardquo V Suntildeol muestra coacutemo los sucesivos escritores poetas filoacutesofos e intelectuales en general ejercieron una notable influencia en los periacuteo-dos que les siguieron Y lo hicieron principalmente a traveacutes de los comentarios Siendo estos en algunas ocasiones una praacutectica filosoacutefica tendiente a la armo-nizacioacuten de las diferencias entre los pensadores que les antecedieron la mayoriacutea de las veces contrapuestos entre siacute Otras una actividad hostil con respecto al pensamiento de sus adversarios

32 Tambieacuten postula un tipo de comentarios que

son maacutes bien de iacutendole informativa Es decir cuando alguien ldquocita y parafrasea las obras de sus predecesoresrdquo

33

31 Asiacute lo afirma Viviana SUNtildeOL en su resentildea de ldquoMiira TUOMINEN The Ancient Commentators on Plato and Aristotlerdquo en CIRCE Nordm XIV (2010) p 235 ldquoEn la investigacioacuten erudita los comentarios fue-ron tradicionalmente considerados como fuentes secundarias de la obra de Platoacuten y Aristoacuteteles y en virtud de ello no se les reconociacutea valor propiordquo32 Cfr V SUNtildeOL ldquoEl comentario como praacutectica de la filosofiacutea Desde el aristotelismo a la patriacutesticardquo en M ALESSO (editora) Hermeneacuteutica de los geacuteneros literarios de la Antiguumledad al cristianismo Ed de la Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA Bs As 2013 p 12933 Ibidem p 119

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La misma autora en su aporte a la obra colectiva dirigida por Marta Alesso refuerza su tesis al decir que ldquolos comentarios fueron el principal medio de pro-duccioacuten filosoacutefica desde fines del helenismo hasta la Antiguumledad tardiacuteardquo34 y que ldquola investigacioacuten erudita tradicionalmente ha desatendido su riqueza al resaltar el valor de los comentarios como meras fuentes secundarias de la obra de los grandes filoacutesofosrdquo

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Hoy en diacutea deciacuteamos el tema de los comentarios y los comentadores ha tomado un renovado intereacutes en los diferentes aacutembitos acadeacutemicos

Nosotros asumimos la postura de V Suntildeol seguacuten la cual los comentarios filosoacuteficos podriacutean ser presentados como el resultado del filosofar encuadrados en determinadas corrientes filosoacuteficas y que funcionaron tambieacuten como criterio de seleccioacuten y apropiacioacuten de textos

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En este sentido la autora nos ofrece una tipologiacutea de los comentarios que ella ha estudiado

En primer lugar aquellos pedagoacutegicos ldquofruto de las notas de clases tomadas por los alumnosrdquo

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Luego los que fueron ldquoel resultado de la labor de composicioacuten por parte del maestro como es el caso de los comentarios de Proclo y Simpliciordquo

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Y finalmente aquellas producciones tambieacuten de los maestros que ldquoconsti-tuiacutean su investigacioacuten personal y que en algunos casos eran publicados como obras independientesrdquo

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De este modo concluye los comentarios ldquoconstituyeron el medio a traveacutes del cual los intelectuales exponiacutean sus propias ideasrdquo Y por todo ello claro estaacute el caraacutecter eminentemente filosoacutefico Hasta aquiacute hemos hablado del valor filosoacute-fico de los comentarios Destaquemos antes de proseguir la importancia que han tenido dentro de la Escolaacutestica hecho que salta a la vista nada maacutes al pensar en

34 Ibidem p 11835 Ibidem p 11836 Cfr Ibidem pp 186-187 ldquoLos textos fueron la ocasioacuten para exponer el punto de vista del comentador- filosoacutefico Precisamente este lsquointereacutesrsquo filosoacutefico es el que determinoacute la seleccioacuten de las obras que fueron objeto de los comentarios cuaacuteles eran relevantes y cuaacuteles no queacute disciplinas filosoacuteficas se estudiaban en queacute orden y coacutemo influyendo incluso en la forma de apropiacioacuten de los textosrdquo37 Ibidem p 19438 Ibidem p 19439 Ibidem p 194

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los siglos de comentarios a las Sentencias Naturalmente este meacutetodo de estu-dio de investigacioacuten y de divulgacioacuten se consolidoacute luego de un largo proceso madurativo

En este sentido C Leacutertora Mendoza sentildeala que laquola estandarizacioacuten de los comentarios latinos fue un proceso complejo incluso por la interseccioacuten con el meacutetodo de los comentarios teoloacutegicos que teniacutea una historia larga y a su vez compleja incluso anterior al caso tiacutepico que son los comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardoraquo

40 Tesis que comparte A Martiacutenez Lorca

laquoLos geacuteneros literarios evolucionaron en paralelo a la meto-dologiacutea de la ensentildeanza En ellos se pasoacute de la anotacioacuten del texto bien entre liacuteneas o en los maacutergenes al comentario de una obra lla-mado expositio Su culminacioacuten se produjo con las Sumas en las que se pretendiacutea ofrecer a los universitarios la elaboracioacuten sistemaacute-tica de un campo cientiacutefico concreto Modelo en su geacutenero fue la Suma teoloacutegica de Tomaacutes de Aquinoraquo41

En efecto la organizacioacuten del saber teoloacutegico (y por extensioacuten el filosoacutefico) tuvo su inicio con las primeras escuelas de catequesis hacia finales del siglo II que se fueron transformaron ndashpaulatinamentendash en otro tipo de geacuteneros (homiliacuteas sermones cuestiones sentencias exposiciones disputas sumas) hasta consti-tuirse en comentarios sistemaacuteticos a partir del siglo XIII

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laquoLa disputatio fue sin duda el meacutetodo baacutesico de la produc-cioacuten ensentildeanza y transmisioacuten usada tanto en las Facultades de Ar-tes como en las de Teologiacutea Derecho y Medicina Este meacutetodo o mejor este conjunto de opciones metodoloacutegicas estaacute complementa-do por otro geacutenero igualmente extendido e importante el comenta-rio En realidad es precisamente a partir de los elementos teoacutericos de las fuentes comentadas que se organizan las cuestiones disputa-

40 Cfr C LEacuteRTORA MENDOZA laquoLos geacuteneros de produccioacuten escolaacutestica algunas cuestiones histoacuterico- criacuteticasraquo en Revista Espantildeola de Filosofiacutea Medieval 19 (2012) p 2141 A MARTIacuteNEZ LORCA La Filosofiacutea Medieval De al-Farabi a Ockham Ed Bonalletra Alcompas Buenos Aires 201542 Cfr C LEacuteRTORA MENDOZA laquoEscolaacutestica y filosofiacutea praacutectica Dos aspectos en Tomaacutes de Aquinoraquo en Nuevo Pensamiento IV 4 (2014) pp 373-374

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das Por eso aunque tanto comentarios como cuestiones las hubo antes de este siglo es en este momento que estos geacuteneros adquieren una dimensioacuten constitutiva del meacutetodo escolaacutesticoraquo43

El comentario entonces es el modo predilecto de los escolaacutesticos para or-denar la exposicioacuten de los textos sentildealar su argumento principal resaltar sus conclusiones y por ende para analizar y discutir las tesis que en dichos escritos resultaban de difiacutecil comprensioacuten o requeriacutean una clarificacioacuten

laquoLa caracteriacutestica propia de los primeros comentarios esco-laacutesticos es que la exposicioacuten predomina sobre la justificacioacuten o la criacutetica Soacutelo posteriormente y en especial en la segunda escolaacutesti-ca los ldquocomentariosrdquo (que ya eran algo maacutes que eso) incluiraacuten las disputas entre las escuelas pero salvando siempre la auctoritas del maestro ya que nadie escribiacutea un ldquocomentariordquo para criticar o refu-tar doctrinas centrales del comentadoraquo44

Esto uacuteltimo bastaraacute entonces para insistir en la importancia que los comen-tarios ndashcomo praacutectica teoloacutegica y filosoacutefica (y por extensioacuten al resto de las cien-cias)ndash tuvieron en la Escolaacutestica Repasar los tipos de comentarios y el nuacutemero de los comentadores es una tarea cicloacutepea cuya dificultad y extensioacuten refleja otra vez la preeminencia que tuvo este geacutenero en particular sobre otros Repare-mos por ejemplo en el periacuteodo signado por la produccioacuten de manuales y trata-dos centrados en el De Legibus De Iure o tambieacuten De Iure et Iustitia Pensemos en aquellos que se han dedicado a comentar nada maacutes que las obras de Santo Tomaacutes entre tantos podriacuteamos nombrar a Juan Capreolo Francisco Silvestre de Ferrara (el Ferrariense) Melchor Cano Francisco de Vitoria Francisco Suaacuterez Domingo de Soto Juan de Santo Tomaacutes Luis de Molina ademaacutes de Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano por supuesto

De todo lo expuesto queda clara nuestra posicioacuten frente a la consideracioacuten de los comentarios y el valor que han tenido a lo largo de toda la historia espe-cialmente en el periacuteodo que nos ocupa la Escolaacutestica Ellos fueron el terreno de disputa de diaacutelogo de refutacioacuten etc El comentario es para nosotros el resulta-

43 Cfr IDEM laquoDos modos del meacutetodo escolaacutestico raquo p 9444 Cfr Ibidem pp 95-96

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do del filosofar dentro de una especie de marco conceptual o marco referencial (textos corrientes filosoacuteficas autores etc) en y a partir del cual se hizo ndashy se continuacutea haciendondash filosofiacutea

Habiendo tratado brevemente los fundamentos por los cuales consideramos al comentario como fuente de filosofiacutea y como geacutenero filosoacutefico y su impor-tancia pasemos ponemos un punto final a esta introduccioacuten para avanzar hacia nuestro primer capiacutetulo en el cual traemos pormenorizadamente el Estado de la Cuestioacuten o del Arte de nuestro tema

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APEacuteNDICEINTERCAMBIO DE CORREOS ELECTROacuteNICOS

1 CONSULTA ORIGINADA A TRAVEacuteS DEL FORMULARIO PROPUES-TO POR EL SITIO WEB DE LA RAE

Nombre y apellidos Nicolaacutes Ariel Laacutezaro Nivel de estudios Superiores

Profesioacuten Becario CONICET Doctorando en Filosofiacutea Universidad Nacional de Rosario Argentina

Correo electroacutenico nicolasalazarogmailcom

Repetir correo electroacutenico nicolasalazarogmailcom

Direccioacuten de contacto

Paiacutes de origen Argentina Consulta

Estimados

Debido a la investigacioacuten que estoy realizando para obtener mi PhD en Filo-sofiacutea en la Universidad Nacional de Rosario (Argentina) me topeacute con esta nota a pie de paacutegina presentada por el traductor de la Suma de Teologiacutea para la BAC (t I STh I q 3 a 5 paacutegina 118 dirigida por los Regentes de Estudios de las Provincias Dominicanas en Espantildea Madrid 1994 4ta edicioacuten)

ldquoLa palabra lsquoCommentatorrsquo en espantildeol tiene doble equivalencia lsquoComen-tadorrsquo y entonces indica aquella persona que comenta conversa sobre algo pu-diendo incluso fabular Y lsquoComentaristarsquo indicando aquella persona que analiza cientiacuteficamente algo y pone sus resultados por escrito Consecuentemente y por tratarse de esta segunda equivalencia hay que traducir lsquoComentaristarsquordquo

Al ser mi Tesis sobre el Cardenal Cayetano Tomaacutes de Vio quien fue con-siderado el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo de Santo Tomaacutes de Aquino esta sutileza resulta crucial para mi investigacioacuten En cuanto a las distinciones que alliacute realiza el traductor me parecen un tanto impropias pues ambas pueden ser tomadas del Diccionario de la Real Academia Espantildeola

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La RAE al introducir la voz lsquocomentadorrsquo recurre a la etimologiacutea y no asiacute para lsquocomentaristarsquo Por otra parte la nota del traductor al hablar de la doble equivalencia ataca a la primera diciendo ldquopudiendo incluso fabularrdquo Digo que es impropia puesto que no puedo juzgar y concluir la malicia de tal comentario pero siacute lo siguiente le atribuye in recto una acepcioacuten que la RAE da in obliquo ya que claramente para la segunda acepcioacuten de lsquocomentadorrsquo aclara poco usa-do Y para justificar su opcioacuten por lsquocomentaristarsquo omite la segunda acepcioacuten de periodista o noticiario que la RAE le atribuye y valga la aclaracioacuten no in obli-cuohellip no dice ldquopoco usadordquo

Ademaacutes he consultado el ldquoDiccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeolardquo Eduardo de Echegaray t II Madrid 1887 p 323 y ss y nada dice sobre la voz ldquocomentaristardquo

Por todo lo cual necesito ndashpor favorndash que me indiquen las fuentes y todo lo referido a la etimologiacutea de la voz ldquocomentaristardquo Si es que existe algo o ustedes se han fundado en algo maacutes allaacute del sufijo ldquo-istardquo para introducir la voz ldquocomen-taristardquo en el DRAE Y en tal caso cuaacutel de entre ambos teacuterminos es maacutes propio utilizar si comentador o comentarista

Como veraacuten la utilizacioacuten correcta de uno (comentador=fabulador) u otro (comentarista=cientiacutefico) es de soberana importancia para la correcta redaccioacuten de mi Tesis asiacute como tambieacuten me podraacute brindar argumentos probatorios del mejor y maacutes adecuado uso de la lengua en sede cientiacutefica

Me disculpo por la extensioacuten de mi correo pero estimo que la cuestioacuten ame-rita una debida justificacioacuten

A la espera de una respuesta los saludo cordialmente Nicolaacutes A Laacutezaro-

2 PRIMER CORREO RESPUESTA DE LA CONSULTA

El 16 feb 2017 a las 1208 consu2 ltconsu2raeesgt escribioacute

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

En primer lugar debemos comentarle que nuestro servicio se limita a resol-ver dudas concretas sobre el uso normativo del espantildeol por lo que quedan fuera de los liacutemites para eacutel establecidos las investigaciones de tipo histoacuterico No obs-

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tante lo anterior podemos indicarle que las definiciones actuales de los teacuterminos de su intereacutes son las siguientes

comentador ra (Del lat commentātor -ōris) m y f 1 Persona que co-menta 2 p us Persona inventora de falsedades o ficciones

comentarista m y f 1 Persona que escribe comentarios 2 Persona que comenta regularmente noticias por lo general de actualidad en los medios de comunicacioacuten

La etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que pro-cede En el segundo caso se trata de un derivado regular de comentar al que se antildeade el sufijo

-ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Comentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua actual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted consultar las suce-sivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las corres-pondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Aca-demia Por otra parte en nuestros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminos

Reciba un cordial saludo

Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo Real Academia Espantildeola

AVISO LEGAL El contenido de este mensaje de correo electroacutenico incluidos los ficheros adjuntos es confidencial y estaacute protegido por el artiacuteculo 183 de la Constitucioacuten Espantildeola que garantiza el secreto de las comunicaciones Si usted recibe este mensaje por error por favor poacutengase en contacto con el remitente para informarle de este hecho y no difunda su contenido ni haga copias

APEacuteNDICE - INTERCAMBIODE CORREOS ELECTROacuteNICOS

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Los datos personales que en esta comunicacioacuten aparecen asiacute como los que nues-tra empresa mantiene de Vd y de su empresa son tratados con la finalidad de mantener el contacto asiacute como realizar las gestiones que en esta aparecen (Ley Orgaacutenica 151999 de 13 de diciembre de Proteccioacuten de Datos de Caraacutecter Per-sonal) Puede ejercer sus derechos de acceso rectificacioacuten cancelacioacuten y oposi-cioacuten dirigieacutendose a proteccion_de_datosraees

3 SEGUNDO CORREO SOLICITUD PARA AUTORIZAR EL INTER-CAMBIO

De Nico [nicolasalazarogmailcom] Enviado el jueves 16 de febrero de 2017 1647 Para consu2

CC Proteccioacuten de datos

Asunto Re consulta RAE

Estimados

Muchas gracias por su respuesta Ha resultado de gran utilidad para mi in-vestigacioacuten

En vistas a la leyenda ldquoAVISO LEGALrdquo in fine les solicito ndashpor favorndash au-torizacioacuten para incluir su respuesta junto al contenido de nuestra comunicacioacuten en mis escritos a modo de cita o referencia Esto por dos motivos primero para conservar la honestidad intelectual y no tomar ni usurpar para miacute laacuteureas impro-pias segundo a fin de permanecer dentro de lo establecido por la ley

Les agradezco nuevamente por su generosa contribucioacuten Cordialmente

Nicolaacutes A Laacutezaro-

PD Pongo en copia al correo que brinda dicho ldquoAVISO LEGALrdquo

49

4 TERCER CORREO AUTORIZACIOacuteN

De consu2 ltconsu2raeesgt Asunto RE consulta RAE

Fecha 17 de febrero de 2017 50705 GMT-3 Para Nico ltnicolasalazarogmailcomgt

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

No hay ninguacuten problema puede usted citar nuestra respuesta Si lo hace uti-lice la versioacuten que figura al final de este mensaje pues hemos corregido alguna errata Muchas gracias

Reciba un cordial saludo

Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo Real Academia Espantildeola

AVISO LEGAL El contenido de este mensaje de correo electroacutenico incluidos los ficheros adjuntos es confidencial y estaacute protegido por el artiacuteculo 183 de la Constitucioacuten Espantildeola que garantiza el secreto de las comunicaciones Si usted recibe este mensaje por error por favor poacutengase en contacto con el remitente para informarle de este hecho y no difunda su contenido ni haga copias

Los datos personales que en esta comunicacioacuten aparecen asiacute como los que nues-tra empresa mantiene de Vd y de su empresa son tratados con la finalidad de mantener el contacto asiacute como realizar las gestiones que en esta aparecen (Ley Orgaacutenica 151999 de 13 de diciembre de Proteccioacuten de Datos de Caraacutecter Per-sonal) Puede ejercer sus derechos de acceso rectificacioacuten cancelacioacuten y oposi-cioacuten dirigieacutendose a proteccion_de_datosraees

5 VERSIOacuteN CORREGIDA

El 16 feb 2017 a las 1208 consu2 ltconsu2raeesgt escribioacute

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

APEacuteNDICE - INTERCAMBIODE CORREOS ELECTROacuteNICOS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En primer lugar debemos comentarle que nuestro servicio se limita a resol-ver dudas concretas sobre el uso normativo del espantildeol por lo que quedan fuera de los liacutemites para eacutel establecidos las investigaciones de tipo histoacuterico No obs-tante lo anterior podemos indicarle que las definiciones actuales de los teacuterminos de su intereacutes son las siguientes

comentador ra (Del lat commentātor -ōris) m y f 1 Persona que co-menta 2 p us Persona inventora de falsedades o ficciones

comentarista m y f 1 Persona que escribe comentarios 2 Persona que comenta regularmente noticias por lo general de actualidad en los medios de comunicacioacuten

La etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que pro-cede En el segundo caso se trata de un derivado regular de comentar al que se antildeade el sufijo -ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Co-mentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua actual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted consultar las suce-sivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las corres-pondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Aca-demia Por otra parte en nuestros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminos

Reciba un cordial saludo

Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo

Real Academia Espantildeola

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PRIMERA PARTE

LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO I SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO

Y LOS ESTUDIOS TOMISTAS

I1 EL MENOSPRECIO DE LA EDAD MEDIA Y LA ESCOLAacuteSTICA

laquoLas tinieblas de la Edad Media no son sino las de nuestra ignorancia Una claridad de aurora bantildea las edades lejanas de nues-tra geacutenesis para quien sabe elevar hasta ellas la antorcha del cono-cimiento del amor y de la confianza en los destinos de la patriaraquo45

Nuestra investigacioacuten se inscribe en la situacioacuten generalizada en la que los estudios enmarcados en la Edad Media y la tradicioacuten escolaacutestica no gozan del mejor de los prestigios

iquestCuaacutel es el origen de esto Difiacutecil precisarlo pese a poder contar los nume-rosos ejemplos con los que estaacute plagada la historia de los uacuteltimos siglos

En el proacuteximo inciso pondremos ejemplos de las experiencias cotidianas de reconocidos medievalistas provenientes del aacutembito de la Filosofiacutea o de las cien-cias en general Aquiacute anticipamos esas vivencias con algunas notas relevantes

Asiacute por ejemplo evidencia esta actitud Augusto Comte en su ceacutelebre Dis-curso sobre el espiacuteritu positivo ndashen dos sentenciasndash a consecuencia del anaacutelisis que hace respecto de las perniciosas ensentildeanzas que desde fines de la Edad Media continuacutean siendo todaviacutea en su eacutepoca el punto de apoyo del sistema es-colar general Que impiden una buena disposicioacuten de las personas asiacute educadas al estado positivo No puede decirse lo mismo de los que gozan de la ventaja de no haber sido alfabetizados

46

45 G COHEN La gran claridad p 17546 Cfr A COMTE Discurso sobre el espiacuteritu positivo Alianza Editorial Madrid 1980 p 106 sect62 pp 108- 110 sect63

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Obviamente que no entraremos en la discusioacuten que plantea el autor ni ana-lizaremos su diagnoacutestico Tan soacutelo subrayamos el modo en que desacredita la Edad Media la Escolaacutestica y todo lo relacionado a la teologiacutea y filosofiacutea catoacute-lica

Comte no es ni el primero ni el uacutenico que toma esta actitud En efecto hay una especie de consciencia de eacutepoca de no pertenecer maacutes a la generacioacuten que les antecedioacute

Deciacuteamos que rastrearlo es faacutecil Deberiacuteamos recurrir a Descartes Spinoza Leibniz Kant y a todos los filoacutesofos y cientiacuteficos que ndashde un modo u otrondashaban-donan paulatinamente toda la tradicioacuten aristoteacutelica y cristiana Asiacute lo resume Raimondo Spiazzi

laquoAbbiamo giagrave detto che nellrsquoinsieme di fattori di vario ordine che costituiscono il carattere originale profondamente innovatore e addirittura rivoluzionario dellrsquoetagrave moderna ciograve che prevale e tu-tto caratterizza egrave lrsquoindividualismo che si afferma in contrasto col senso medioevale del bene comune e dellrsquooggettivitagrave come pure col senso rinascimentale dello Stato e del potere assoluto Senza poter approfondire qui questo punto neacute seguire tutto il suo sviluppo sto-rico osserviamo perograve che giagrave sul piano religioso lrsquoindividualismo si afferma con Lutero e il protestantesimo (libero esame ispirazione privata valore determinante della coscienza personale) sul piano filosofico lrsquointerioritagrave anticomunitaria sul piano politico come abbiamo detto col liberalismo che nasce dallrsquoilluminismo e dal po-sitivismo e viene tenuto a battesimo dal volontarismo rousseaunia-no che sostituisce la cosiddetta ldquovolontagrave generalerdquo al posto della ragione oggettiva sul piano economico col individualismo di Smi-th che sostiene il non-intervento dello Stato in campo economico dove domina la legge dellrsquointeresse e dellrsquoegoismoraquo

47

Esta consciencia de ser ldquomodernosrdquo de la que hablaacutebamos estaacute signada por el abandono de la cosmovisioacuten cristiana en pos de otra y por el creciente indivi-dualismo que Hugo Emilio Costarelli Brandi pone en estos teacuterminos

47 R SPIAZZI Principi di Etica Sociale Edizioni Studio Domenicano Bologna 1990 pp 9-10

55

laquoEsta visioacuten orgaacutenica del hombre del universo y de Dios es la que ha sido descuartizada por la modernidad Ella se ha quedado con una parte (a eleccioacuten) que absolutizada ocupoacute todo su hori-zonteraquo48

Otra nota que identifica a los modernos es su concepto de Estado que laquovie-ne teorizzato per la prima volta da Jean Bodin che lo caratterizza mediante lrsquoatributo della ldquosovranitagraverdquo precedentemente riconosciuto soltanto a Dioraquo

49 A

nuestro juicio la descripcioacuten maacutes clara sobre el asunto es la que realiza Romano Guardini en sus clases de Eacutetica en Muacutenich

laquoEl Estado contemporaacuteneo es ante todo libre pensador y es-ceacuteptico maacutes tarde ha pasado a ser ateo Pero aunque dicte leyes y eacutestas sean recibidas por el pueblo como obligatorias se alimentan praacutecticamente de convicciones y sentimientos obligatorios que por principio rechaza Lo cual significa que el Estado vive en una rela-cioacuten parasitaria

Empero esta relacioacuten tiene que deteriorarse y por eso la vida del Estado se desarrolla en una crisis cada vez maacutes profunda pues cada vez se hace maacutes necesario ejercer la fuerza alliacute donde debiacutea responderse seguacuten puras obligaciones de conciencia moral se res-ponde seguacuten el miedo De este modo las cosas relativas al Estado van adoptando una configuracioacuten torcida y terminaraacute vieacutendose que el asunto no marcha lejosraquo50

Tampoco interesa la problemaacutetica del ldquoEstado Modernordquo sino mostrar que la Modernidad se ha configurado a siacute misma bajo ciertas coordenadas que la distinguen de la Edad Media sin atribuirse las notas que caracterizaron al Me-dioevo

Pues bien frente a esta herencia cultural que nos legoacute la Modernidad y en respuesta a ella podemos ver que los estudios tomistas no soacutelo cuentan con una sucesioacuten de disciacutepulos (que reciben de otros a veces despectivamente y se dan a siacute mismos siempre con orgullo el nombre de ldquotomistasrdquo) casi ininterrumpida

48 H E COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 149 E BERTI laquoIl concetto di ldquobene comunerdquo raquo p 14750 R GUARDINI Eacutetica Lecciones en la Universidad de Muacutenich BAC Madrid 1999 p 648

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

a lo largo de los siglos sino que ademaacutes se las ingenian constantemente para sacudirse el polvo del olvido e instalarse ndashdeshaciendo prejuiciosndash en los maacutes actuales y rentildeidos debates acadeacutemicos

I2 SANTO TOMAacuteS DE AQUINO

I21 iquestPor queacute Santo Tomaacutes de Aquino

Hoy diacutea es un paso obligado para todos los que se dedican al estudio de Santo Tomaacutes de Aquino o a cualquier tema relacionado a la Filosofiacutea Medie-val comenzar planteaacutendose esta pregunta Para luego responder y justificar tal eleccioacuten basaacutendose en la importancia y actualidad de sus trabajos y escritos ameacuten de las implicancias e intriacutensecas relaciones que tienen con nuestra vida cotidiana

Asiacute por ejemplo Mary M Keys comienza preguntaacutendose sobre cuaacutel es el sentido de elegir a Santo Tomaacutes para el estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en el primero de sus capiacutetulos que lleva por tiacutetulo laquoWhy Aquinasraquo Si bien pone este interrogante bajo otro aspecto del que nosotros mismos lo haremos notamos que es siempre dentro del campo de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral el gran marco conceptual que la circunda Su respuesta

laquoThe argument I advance in this book finds Aquinasrsquos thought a very useful and perhaps even essential resource for political theo-rists today precisely because it delves deeply into the philosophical anthropological and ethical foundations of social and civic life and so better enables us to envision the purposes of politicsraquo

51

Tambieacuten J L Widow Lira se cuestiona laquoiquestPor queacute estudiar la verdad poliacutetica atendiendo a la ensentildeanza de Santo Tomaacutesraquo

52 y Cornelio Fabro comienza su

51 M M KEYS Aquinas Aristotle and the promise of the common good Cambridge University Press New York (NY) USA 2007 p 452 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica de la moral RIL Editores Santiago 2004 p 12

57

Introduzione al tomismo planteaacutendose si no seraacute tal vez soacutelo una curiosidad erudita retornar a Santo Tomaacutes e indaga sobre el sentido y utilidad para el hom-bre moderno que se pone a estudiar la doctrina del Angeacutelico

53

iquestPor queacute esto es asiacute iquestPor queacute tambieacuten nosotros tenemos que dar respuesta a este interrogante iquestPor queacute no sucede lo mismo cuando se mencionan autores de otro periacuteodo de la Historia de la Filosofiacutea

Insistimos pieacutensese en cualquier otro pensador ya de la Edad Antigua ya de la Moderna o Contemporaacutenea Difiacutecilmente requieran una justificacioacuten pues pareceriacutean auto-justificarse con tan soacutelo nombrarlos

iquestNo habraacute llegado el momento en que debiera suceder lo mismo cuando nombramos a Santo Tomaacutes de Aquino

Lamentablemente no Todaviacutea hoy advertimos una suerte de ldquomedioevofo-biardquo en muchos claustros acadeacutemicos pese al esfuerzo los aportes la larga y probada trayectoria de los medievalistas especial ndashmaacutes no exclusivamentendash en Argentina

Pero claro someterse una y otra vez a tal justificacioacuten frente a la comunidad cientiacutefica implicariacutea de suyo la redaccioacuten de extensos voluacutemenes que entorpece-riacutean el decurso argumentativo normal y esperado para un escrito de Tesis

Imaginemos la extensioacuten de paacuteginas por ejemplo si debieacuteramos explayar-nos sobre el tiempo histoacuterico en el que se encuadra nuestra investigacioacuten pe-riacuteodo caracterizado tanto por su extensioacuten territorial cuanto temporal por la di-versidad de culturas tradiciones lenguas religiones y costumbres que cobijoacute y los movimientos poliacuteticos filosoacuteficos y teoloacutegicos que proliferaron en su seno Seriacutea naturalmente un despropoacutesito

Autores historiadores filoacutesofos y profesores que se dedican a los estudios en Filosofiacutea Medieval deben constantemente luchar contra estos prejuicios De-ben justificar a cada paso la importancia de circunscribirse con sus estudios y en sus oficios a la Edad Media Asiacute lo testimonia Francisco Carpintero pues cuando plantea esto en sus clases laquoel ambiente parece sacudido por un halo entre tenebroso y de color negro que son las sensaciones a las que parece ir unida la Escolaacutestica en nuestra cultura de masasraquo54

53 Cfr C FABRO Introduzione al tomismo La metafisica tomista amp il pensiero moderno Edizione ARES Milano 1997 sect Avvertenza p 954 F CARPINTERO laquoFacultas proprietas dominium tres antropologiacuteas en la base de la justiciaraquo en Perso-

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Algo parecido relata Reacutegine Pernoud con tres aneacutecdotas de este tipo55

El maacutes ilustrativo es el tercero de los episodios referido al pedido de una documen-talista especializada en programas histoacutericos de televisioacuten Le solicita a la autora algunas diapositivas que ldquoden una idea de la Edad Media en general matanzas degollaciones escenas de violencia de hambrunas de epidemiasrdquo

56

Por su parte Alfredo Saacuteenz parafraseando a la citada medievalista plantea maacutes o menos lo mismo al introducir las nociones de ldquoCristiandad y Edad Me-diardquo en el primer capiacutetulo de su obra

laquoBien deciacutea Reacutegine Pernoud una de las medievalistas maacutes caracterizadas de la actualidad que no hay casi diacutea en el que no se tenga ocasioacuten de escuchar frases tales como ldquoya no estamos en la Edad Mediardquo ldquoeso es volver a la Edad Mediardquo o ldquono tengas menta-lidad medievalrdquo Y ello en cualquier circunstancia ya se quiera sos-tener las banderas de la liberacioacuten femenina como defender ideas ecoloacutegicas o luchar contra el analfabetismoraquo57

Hablaacutebamos de este tipo de lugares comunes que sin asidero forman parte del acervo cultural transmitido hasta nuestros diacuteas tal vez a partir del Renaci-miento y la Modernidad Asiacute lo concibe tambieacuten Gustave Cohen

na y derecho Revista de fundamentacioacuten de las Instituciones Juriacutedicas y de Derechos Humanos 52 (2005) p 14355 R PERNOUD Para acabar con la Edad Media Medievalia (ed Joseacute J de Olantildeeta) Barcelona 2003 pp 8-9 laquoLa cosa empieza pronto recuerdo haber tenido la ocasioacuten de acompantildear a un sobrino miacuteo a uno de esos cursos en que se admite a los padres para que eacutestos despueacutes puedan hacer trabajar a sus hijos El nintildeo debiacutea de tener siete u ocho antildeos Cuando llegoacute el momento de la recitacioacuten de historia he aquiacute textualmente lo que oiacute La maestra iquestCoacutemo se llamaba a los campesinos en la Edad Media Coro de la clase Se les llamaba siervos Maestra iquestY queacute haciacutean iquestqueacute teniacutean La clase Teniacutean enfermedades Maestra iquestQueacute enfermeda-des Jeacuterocircme Jeacuterocircme (grave) La peste Maestra iquestY queacute maacutes Emmanuel Emmanuel (entusiasta) El coacutelera Sabeacuteis muy bien la leccioacuten de historia concluyoacute plaacutecidamente la maestra Pasemos a la geografiacutearaquoUna segunda narracioacuten estaacute referida maacutes o menos a lo mismo Pernoud cuenta que mientras paseaba con Ameacutelie (nieta de una amiga suya una nintildea de unos siete antildeos aproximadamente) la misma le cuenta lo que aprendiacutea sobre la Edad Media En este tiempo habiacutea sentildeores feudales que ldquose haciacutean la guerra todo el tiempo y con sus caballos iban por los campos de los campesinos y lo destrozaban todordquo Agrega ldquome hizo comprender que en 1975 se ensentildea historia exactamente como me la habiacutean ensentildeado a miacute hace medio siglo o maacutesrdquo56 Ibidem p 957 A SAacuteENZ La Cristiandad y su cosmovisioacuten ed Gladius Bs As 2007 p 25 Para una profundizacioacuten del tema recomendamos la lectura del libro sobre lo que tratamos aquiacute especialmente del capiacutetulo primero (ldquoCristiandad y Edad Mediardquo)

59

laquoEl teacutermino Edad Media es el maacutes impropio que pueda darse y yo quisiera verlo substituido sobre en todo en cuanto se relaciona con Francia por el de Primera Edad Nos ha sido impuesto por los humanistas del Renacimiento que han mirado esa eacutepoca como la transicioacuten entre la Antiguumledad claacutesica grecorromana y la eacutepoca que pretendiacutea haberla resucitadoraquo58

Y ejemplifica lo que ha dicho

laquoLe vilain Monstre Ignorance la llamaraacute Ronsard Post li-tteras renatas despueacutes del renacimiento de las letras escribiraacute el holandeacutes Daniel Heinsius en 1611 en su De Tragoediae Constitu-tioneraquo59

En este contexto plantear un tema de investigacioacuten como el nuestro parece-riacutea a todos los efectos un retorno a la Edad Media replanteando la utilidad de una ldquomentalidad medievalrdquo

Aquiacute queremos esbozar contrariamente a lo que se piensa que la Edad Me-dia no fue un bloque monocromaacutetico y monoliacutetico rodeado de obscurantismo e inmerso en una atmoacutesfera en la que soacutelo era posible respirar ignorancia y exhalar ndashobligadamentendash jaculatorias Huelga decir que no es nuestro objetivo rebatir una a una las inapropiadas acusaciones con las que es tildado el periacuteodo que nos ocupa

Tan soacutelo queremos presentar otra percepcioacuten basada en la idea que acaba-mos de exponer que el Medioevo dista mucho de ser un obstaacuteculo entre el ser humano y la ciencia y la libertad y la grandeza de la inteligencia y la geniali-dad

Y por ello por la admiracioacuten que transmite a todo aqueacutel que sinceramente busca estudiarlo libre de todo prejuicio lo hemos elegido Y hemos preferido de entre tantos otros de este periacuteodo la monumental figura y obra de Santo Tomaacutes de Aquino puesto que

58 G COHEN La gran claridad de la Edad Media Editorial Huemul Buenos Aires 1965 p 1259 Ibidem p 12

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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laquoCuando uno se enfrenta con la personalidad cientiacutefica de Santo Tomaacutes lo primero que llama la atencioacuten es la extensioacuten y variedad de sus obras y mucho maacutes si se considera que escribioacute en poco maacutes de veinte antildeos ndashfinales de 1252 a finales de 1273ndash Haciendo un caacutelculo aproximado sobre una de las ediciones de sus obras completas (la de Fretteacute 34 voluacutemenes en cuarto mayor a dos columnas) Tomaacutes de Aquino escribioacute maacutes de 20000 paacuteginas de las caracteriacutesticas sentildealadas unas mil de esas paacuteginas por antildeoraquo60

Esto no lo esgrimimos en forma anecdoacutetica El dato adquiere todaviacutea mayor relevancia cuando contemplamos la profundidad y la calidad de sus escritos asiacute como la originalidad con la que recibe a Aristoacuteteles a San Agustiacuten a Boecio al Pseudo-Dionisio a Avicena a Averroes a Maimoacutenides a Ciceroacuten a Seacuteneca a los juristas romanos y asiacute podriacuteamos continuar con una larga lista

Elegimos a Santo Tomaacutes entonces porque su doctrina se educe de princi-pios que auacuten hoy son vaacutelidos y merecen la pena ser estudiados en atencioacuten a los problemas que se ciernen sobre la vida poliacutetica de nuestra sociedad actual

Porque ante la gran crisis de la inteligencia contemporaacutenea que menosprecia el aporte del tomismo (y que Carlos A Sacheri enmarca tambieacuten en el plano de la reflexioacuten poliacutetica

61) toda nueva propuesta y rememoracioacuten clara de tales prin-

cipios ndashy del contenido de la filosofiacutea tomistandash es no soacutelo necesaria sino urgente y pertinente

Porque la reflexioacuten sobre la filosofiacutea poliacutetica tomista comienza a ser el cen-tro de estudios que resurgen a finales del siglo XX y porque el auge de tales investigaciones centradas en la profundizacioacuten del tomismo en sus muchas va-riantes continuacutea y continuaraacute

Porque aporta claridad a la reflexioacuten sobre el problema que laquoatraviesa la maacutes importante de las conquistas sociales de la modernidad ldquonuestrordquo Estado liberal- democraacutetico liberal-social asistencial del welfare o como se quiera decirraquo Puesto que laquotambieacuten esta forma de organizacioacuten poliacutetica como tantas

60 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino maestro del orden ed Cincel-Kapeluz Bogotaacute 1989 p 2461 Cfr C A SACHERI laquoSanto Tomaacutes y el orden socialraquo en Verbo 152 (1975) p 18 En esta obra el autor presenta sinoacutepticamente los principios establecidos por el Aquinate en el desarrollo de su doctrina filosoacutefi-co-moral Estos principios baacutesicos de la doctrina tomista aquiacute tratados son El primero los referidos

61

otras realidades tiacutepicas de la modernidad parece que ha llegado a la parada de la posmodernidad aunque con un poco de retraso respecto de todas las demaacutesraquo

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Porque en definitiva (adherimos a la opinioacuten de J L Widow Lira) estudiar la doctrina del Angeacutelico redunda en beneficios para todos aquellos que se dedi-can a la reflexioacuten sobre el sentido los objetivos y los modos de la praxis poliacutetica de todos los tiempos

laquoNo seriacutea raro que alguien se preguntara por queacute seguir es-tudiando a Santo Tomaacutes maacutes aun si el objeto de intereacutes es la po-liacutetica que se ha desarrollado por cauces tan distintos de los que el Aquinate pudo siguiera sospechar La breve respuesta que intentareacute dibujar atiende a dos factores uno Santo Tomaacutes educa la mirada de quien lo estudia conducieacutendola suavemente a la realidad estudiada y dos dado que en poliacutetica maacutes allaacute de los cambios a los que estaacute sujeta esta actividad subyace una misma realidad que tiene aspectos que permanecen por lo que quien los ensentildea permanece siempre actualraquo63

I22 La importancia del estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo Tomaacutes

Naturalmente no todos compartiraacuten la expresioacuten que ponemos en el tiacutetulo del apartado que nos ocupa En efecto hay posiciones encontradas y valoracio-nes disiacutemiles

A pesar de lo que hemos dicho algunos autores manifiestan alguacuten rechazo ndasho cuanto menos antipatiacuteandash respecto de la importancia de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo a los Fundamentos Antropoloacutegicos El segundo el del Orden Natural donde hallaremos la cuestioacuten centrada en dichos principios baacutesicos del orden social el de la primaciacutea del bien comuacuten el de solidaridad y el principio de sub-sidiaridad Y en tercer lugar el de la jerarquiacutea de las funciones sociales

62 G CHALMETA La Justicia Poliacutetica en Tomaacutes de Aquino Una interpretacioacuten del Bien Comuacuten Poliacutetico EUNSA Pamplona 2002 pp 13-1463 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 12

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tomaacutes Otros por el contrario reivindican con sus publicaciones la actuali-dad del pensamiento eacutetico-poliacutetico del Angeacutelico

En este sentido por la novedad que representoacute la siacutentesis del Doctor Co-muacuten respecto del mundo que le antecedioacute y del que le sucedioacute estaacuten quienes sostienen que en el Medioevo hay algo propiamente distintivo en lo referido a la Filosofiacutea Poliacutetica y que gran parte de esta novedad habriacutea sido encriptada en las obras poliacuteticas y morales de Santo Tomaacutes de Aquino (De Regno S Th etc)

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entre otros autores medievales claro estaacute

Como dijimos no todas las opiniones ni todos los escritores actuales van por el sendero de reconocer en el Aquinate noticia alguna respecto de la Antiguumledad (del Estagirita por ejemplo) o la posibilidad de encontrar alguna obra acabada de filosofiacutea poliacutetica en la doctrina del Angeacutelico

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Refirieacutendonos a la novedad que representoacute la siacutentesis de Santo Tomaacutes sobre el mundo que le antecedioacute y el que le sucedioacute encontramos diversos estudios

F Bertelloni explica claramente sus intenciones al concluir que el objetivo de su trabajo laquono ha sido mostrar el mayor o menor aristotelismo presente en los textos poliacuteticos medievales sino mostrar el paulatino traacutensito que se produce desde el modelo claacutesico hacia el modelo protomoderno de la poliacuteticaraquo

66 Y que al

mismo tiempo ha querido laquoponer de manifiesto una consecuente tendencia hacia el paulatino abandono de la explicacioacuten metafiacutesica del Estado y su sustitucioacuten por una explicacioacuten fisicalistaraquo

67

F Carpintero expone el modo y la geacutenesis de coacutemo es tratado comuacutenmente al argumento juriacutedico o del derecho Haraacute un recorrido desde Aristoacuteteles pa-sando por las diversas escolaacutesticas hasta la Neo-escolaacutestica para arribar a los modernos especialmente de la mano de Molina y Suaacuterez

68

M Aacute Belmonte busca demostrar que Santo Tomaacutes no recibioacute acriacuteticamente las obras filosoacuteficas poliacuteticas de Aristoacuteteles Sino que por el contrario manifiesta

64 Cfr Todo el estudio de F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medieval entre la Tradicioacuten claacutesica y la mo-dernidadraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El Pensamiento Poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 17-4065 Cfr M Aacute BELMONTE laquoLa recepcioacuten de la prudencia poliacutetica aristoteacutelica en la siacutentesis de Santo Tomaacutesraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Ma-drid 2010 pp 275-28566 F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4067 Ibidem p 4068 F CARPINTERO laquoFacultas propietas dominiumraquo cfr especialmente las pp 166-173

63

novedades auacuten en los comentarios que a ojos inexpertos podriacutean parecer mera-mente expositivos A estos efectos ademaacutes una muy buena siacutentesis documentada bibliograacuteficamente de las diversas opiniones sobre el tema

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Con relacioacuten a quienes sostienen alguna repeticioacuten de la doctrina del Esta-girita por parte del Angeacutelico encontramos entre otros a E Berti con un trabajo que se articula en tres pasos

En el primero discurriraacute sobre el tema de la crisis del Estado Moderno su geacutenesis y caracteriacutesticas

En el segundo explicaraacute el concepto de ldquobien comuacutenrdquo tal como eacutel entiende que es teorizado por Santo Tomaacutes de Aquino y cuaacuteles son consecuentemente las ventajas que de esto se siguen al poner nuevamente en juego el mismo con-cepto en el corazoacuten de los debates e investigaciones referidas a la vida poliacutetica contemporaacutenea

Finalmente y en tercer lugar muestra coacutemo el concepto tomista del bien comuacuten ha sido ldquogenialmenterdquo (cfr p 160) entendido y desarrollado por Jacques Maritain (a su juicio el filoacutesofo que maacutes ha ldquomaduradordquo los senderos propuestos por las liacuteneas del CV II) (cfr p 160)

Deciacuteamos que Berti sostiene la repeticioacuten de Aristoacutetoeles por parte de Santo Tomaacutes cuando afirma laquoSiamo in presenza della nota dottrina aristotelica che Tommaso si limita a ripetere con consenso anche nellrsquoaspetto per cui lrsquouomo egrave ldquoparterdquo della societagrave politica il quale da un punto di vista cristiano puograve creare qualche difficoltagraveraquo

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Por otra parte Mary M Keys analiza a Santo Tomaacutes cotejaacutendolo con Aristoacute-teles para mostrar la novedad del primero respecto del segundo Con este estudio la autora argumenta en favor de la importancia y actualidad del Aquinate junto con la novedad que puede resultar del estudio de sus obras para quienes se ponen a filosofar en el aacutembito de la Poliacutetica y la Moral

71

Lo mismo encontramos en Francisco Carpintero cuando recorre las fuentes y la historia del ordenamiento juriacutedico desde lo que eacutel mismo sentildeala como los ldquotiempos desconocidosrdquo hasta nuestros mismos diacuteas Su tesis es la de demostrar

69 M Aacute BELMONTE laquoLa recepcioacuten de la prudencia poliacuteticaraquo pp 275-28570 Cfr E BERTI laquoIl concetto di ldquobene comunerdquoraquo pp 152-15371 M M KEYS Aquinas Aristotle

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

por queacute laquoTomaacutes de Aquino ha sido el mejor teoacuterico tanto por su extensioacuten como por su profundidad de la jurisprudentia romanistaraquo

72

La novedad y originalidad del Aquinatense la explica Francisco Bertelloni al exponer laquoel paulatino traacutensito que se produce desde el modelo claacutesico hacia el modelo protomoderno de la poliacuteticaraquo

73

A nuestro juicio tal diferencia entre el Medioevo y los tiempos que le ante-cedieron y sucedieron las encontramos en el mismo Santo Tomaacutes

Para reforzar nuestra posicioacuten ndashque el Aquinate no se limita a comentar al Estagirita sino que estamos frente a la ldquoformulacioacuten de un nuevo paradigmardquo

74ndash

reenviamos a la lectura de Matthias Lutz-Bachmann En todas sus liacuteneas el au-tor haraacute un esfuerzo para elaborar la comprensioacuten de la diferencia fundamental obrada por el Angeacutelico respecto del Estagirita basaacutendose en la premisa con la que inauguroacute su ensayo

laquoAristotle earns the distinction of having put forward the first comprehensive philosophical theory of justice After the end of the antique world St Thomas Aquinas was the first philosopher and theologian to return to Aristotlersquos theory of the just Not only did he do so with the requisite systematic precision he also developed a new philosophical interpretation of justiceraquo75

A fortiori Aacute Rodriacuteguez Luntildeo tratando cierta historicidad del concepto re-ferido a la virtud de la justicia sentildeala tambieacuten esta ldquonueva teoriacuteardquo al estudiar la virtud de la epiqueya

76 Destacamos del mismo autor su opinioacuten sobre la realiza-

72 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural Tomaacutes de Aquino y los otros escolaacutesticos Universidad Com-plutense-Facultad de Derecho servicio de publicaciones Madrid 2004 p 4373 F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4074 M LUTZ-BACHMANN laquoThe discover of a Normative Theory of Justice in Medieval Philosophy On the Reception and Further Development of Aristotlersquos Theory of Justice by St Thomas Aquinasraquo en Medie-val Philosophy and Theology 9 (2000) pp 1-1475 Ibidem p 176 Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO laquoLa virtugrave dellrsquoepicheia Teoria storia e applicazione (I) Dalla Grecia classica fino a F Suaacuterezraquo en Acta Filosofica 6 2 (1997) p 201 Esta obra revistioacute para nosotros especial intereacutes por el tema que el autor aborda Tras el anaacutelisis expositivo de la significacioacuten de la virtud de la Epiqueya tanto en Platoacuten como en Aristoacuteteles y detenieacutendose un poco maacutes en el uacuteltimo (dato que se evidencia en la mayor extensioacuten de palabras con que lo trata) ndashy tras afirmar que el estudio realizado por el Estagirita ademaacutes de ser el maacutes orgaacutenico es el maacutes importante (en teacuterminos de clasicidad) ya que laquoil suo influsso sulla tradizione

65

cioacuten plena del pensamiento tomista en el campo de la reflexioacuten eacutetica77

Y esto por pertinente al argumento que sostenemos seguacuten el cual Aristoacuteteles no es sencilla-mente retomado por Santo Tomaacutes quien no imita simplemente las afirmaciones del Estagirita

Sobre el segundo punto ndashsi en Santo Tomaacutes hay una obra acabada de Filoso-fiacutea Poliacuteticandash encontramos dos tipos de opiniones favorables Estaacuten por supuesto quienes tambieacuten la niegan

El primer grupo pertenece a aquellas un tanto moderadas como la de Fran-cesco Viola cuando trata el tema de la Filosofiacutea Poliacutetica en la Suma Teoloacutegica de Santo Tomaacutes de Aquino y dice

laquoLa Summa Theologiae no es ciertamente una obra en la que Santo Tomaacutes se ocupe de la poliacutetica Es sabido que la filosofiacutea poliacutetica de Santo Tomaacutes estaacute expuesta en el comentario a la Poliacutetica de Aristoacuteteles Las alusiones que se encuentran en la Summa (porque se trata solamente de alusiones) tienen sin embargo su caraacutecter especiacutefico que puede considerarse como una contribucioacuten uacutetil a la reflexioacuten poliacutetica Aquiacute Santo Tomaacutes no estaacute interesado en la defi-nicioacuten de la poliacutetica en la individualizacioacuten de los problemas y de los cometidos de la ldquoCiencia Poliacuteticardquo en la exacta delimitacioacuten de los aacutembitos y del alcance de los problemas poliacuteticos En la Summa la presencia de la poliacutetica tiene una dimensioacuten totalmente distintaraquo78

En segundo lugar y decididamente a favor de que siacute encontramos en Santo Tomaacutes de Aquino una Filosofiacutea Poliacutetica se colocan ndashentre otrosndash Mariacutea Celesti-na Donadiacuteo Maggi de Gandolfi y E Esteacutebanez

La primera al referirnos sobriamente en queacute consiste la tarea del hombre que se pone a reflexionar en el campo de la Filosofiacutea Poliacutetica

79 De hecho las tres

razones por las que seguacuten la autora encontramos una ldquoexpliacutecita y sistemaacuteticardquo

morale cattolica egrave stato determinanteraquondash se aboca profundamente a la recepcioacuten de eacutesta por Santo Tomaacutes de Aquino Previo anaacutelisis de otro personaje no menos importante como es San Alberto Magno77 Cfr Ibidem p 21878 F VIOLA laquoLa poliacutetica en la Suma Teoloacutegicaraquo en BALLESTEROS et al (a cura di) Justicia Solidari-dad Paz vol I Valencia 1995 p 47979 M C DONADIacuteO MAGGI DE GANDOLFI laquoNaturaleza e historia en la determinacioacuten de la moralidad socialraquo en Doctor Comunis (2012) pp 122-136

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

filosofiacutea poliacutetica en Santo Tomaacutes son las siguientes (1) En primer lugar por ldquosu conocimiento y preocupacioacuten por las comunidades de su tiempordquo (cfr p 122) (2) En segundo porque ldquola vida social estaacute exigida por la ley naturalrdquo (cfr p 123) (3) Y en tercer teacutermino por el fundamento metafiacutesico (y aristoteacutelico) de su Eacutetica es al fin una reflexioacuten sociopoliacutetica (cfr p 124)

El segundo ndashE Esteacutebanezndash tambieacuten argumenta una tesis totalmente favo-rable a la presencia de una obra de Filosofiacutea Poliacutetica en los escritos de Santo Tomaacutes de Aquino

laquoEn su conjunto el tratado de la justicia de la Suma el maacutes extenso de los consagrados a las virtudes es un alarde de organizacioacuten y siacutentesis de toda la temaacutetica vinculada a esta virtud la conocida en los estudios tradicionales y la recieacuten descubierta del Estagiritaraquo

80

Finalmente traemos la opinioacuten de otros tres autores que vienen a aseverar lo exponemos

Primero la postura conciliadora y medida que sostiene E Forment en ldquoPrin-cipios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica de Santo Tomaacutesrdquo

81 El autor desa-

rrolla ocho principios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica del Angeacutelico que serviraacuten para comprender el pensamiento del Doctor Comuacuten en lo referido a la filosofiacutea claacutesicamente llamada ldquoMoralrdquo asiacute como su ordenamiento intriacutenseco y su relacioacuten con otros campos de la misma Filosofiacutea y con otras ciencias

De los ocho apartados en los que se articula su escrito a nosotros interesa principalmente el primero intitulado ldquoFilosofiacutea poliacutetica tomistardquo

Alliacute E Forment tras exponer brevemente cuaacuteles son las obras que incom-pletamente poseemos sobre el pensamiento filosoacutefico poliacutetico de Santo Tomaacutes (de autoriacutea propia) y a la vez que detalla los pormenores y las vicisitudes que el Aquinate atravesoacute mientras los componiacutea concluye diciendo que tomando todos y cada uno de sus numerosos laquotextos eacuteticos e incluso juriacutedicosraquo (cfr sect1 p 93) ndashy esto debido a la obligada relacioacuten entre la reflexioacuten sobre la poliacutetica y la re-flexioacuten sobre la eacuteticandash podemos laquoreconstruir un tratado poliacutetico tomistaraquo (cfr sect1 p 93) Si bien la cita es extensa vale la pena traerla puesto que ilustra sinteacutetica

80 Cfr E G ESTEacuteBANEZ laquoLa virtud de la justicia Introduccioacuten a las cuestiones 57 a 60raquo en TOMAacuteS de Aquino Obras Completas t III B A C Madrid (1990) p 45781 E FORMENT laquoPrincipios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica de Santo Tomaacutesraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 93-112

67

y claramente ndasha nuestro juiciondash una postura comedida y acorde a la realidad de los hechos que como hemos dicho compartimos Leaacutemosla

laquoNo se encuentra entre la numerosa y variada obra de Santo Tomaacutes de Aquino ni una obra completa dedicada a la filosofiacutea poliacute-tica ni tampoco un tratado en la Suma Teoloacutegica El opuacutesculo Sobre el Reino al Rey de Chipre o Sobre el gobierno de los priacutencipes preparado en Roma y en Viterbo en 1267 dedicado a explicar su concepcioacuten de la poliacutetica no estaacute terminado El Aquinate se quedoacute en el capiacutetulo cuarto del libro segundo El otro opuacutesculo titulado Sobre el gobierno de los judiacuteos o Carta a la duquesa de Brabante escrito entre 1270 y 1271 trata ocho cuestiones poliacuteticas concretas como la legitimidad de los impuestos

Tampoco se encuentra una filosofiacutea poliacutetica completa y siste-maacutetica en otra obra directamente dedicada al pensamiento poliacutetico y de mucha mayor extensioacuten la Exposicioacuten a los libros de la Poliacutetica preparada tambieacuten durante estos uacuteltimos antildeos de su vida Ademaacutes de ser un comentario a la Poliacutetica de Aristoacuteteles Santo Tomaacutes no la pudo terminar La dejoacute en la leccioacuten 6 del libro III

Sin embargo teniendo en cuenta estos escritos y otros disper-sos o relacionados con la poliacutetica en toda su obra desde el Escrito sobre los cuatro libros de las sentencias del Maestro Lombardo ter-minado en 1257 hasta la Suma Teoloacutegica que preparoacute hasta el 6 de diciembre de 1273 tres meses antes de su muerte se puede recons-truir un tratado poliacutetico tomista Ademaacutes como el Aquinate sostiene que la poliacutetica guarda una relacioacuten necesaria con la eacutetica son de gran utilidad sus numerosos textos eacuteticos e incluso juriacutedicosraquo82

82 Ibidem p 93 Rescatamos el elenco propuesto por el Eudaldo Forment de aquellos autores que han hecho el esfuerzo de ordenar el pensamiento filosoacutefico poliacutetico de Santo Tomaacutes estudios a los que hemos recurrido y de cuya lectura hemos tomado la posicioacuten que aquiacute expusimos A MALAGOLA La teoria politica di San Tommaso U Berti Bologna 1912 V BOUILLON La politique de S Thommas Letouzey Pariacutes 1927 E GALAacuteN Y GUTIEacuteRREZ La filosofiacutea poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino Edit Revista de Derecho Pri-vado Madrid 1945 B ROLAND-GROSSELIN La doctrine politique de Saint Thomas drsquoAquin Riviegravere Pariacutes 1928 G ROCCA La politica in S Tommaso Editrice Rispoli Anonima Napoli 1934 S RAMIacuteREZ Pueblo y gobernantes al servicio del Bien Comuacuten Errameacuterica Madrid 1956 L LACHANCE Lrsquohumanis-me politique de Saint Thomas drsquoAquin Individu et Etat Sirey-Leacutevrier Pariacutes 1964 Del uacuteltimo accedimos a la traduccioacuten espantildeola Individuo y Estado en Santo Tomaacutes de Aquino EUNSA Pamplona 2001 que nos resultoacute particularmente interesante puesto que el autor ofrece una visioacuten completa de la poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino discutiendo con las tesis personalistas sostenidas por J MARITAIN en su afamado Humanismo integral

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

La segunda es la opinioacuten que el dominico L Lachance expone en su obra Lrsquohumanisme politique de Saint Thomas drsquoAquin Aprovecharemos aquiacute enton-ces sus argumentos en favor de atribuir peso a la posicioacuten de una filosofiacutea poliacute-tica y juriacutedica tomista

Alliacute el profesor de la Universidad de Montreacuteal comienza preguntaacutendose sobre las causas por las cuales la doctrina poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino no haya sido debidamente valorada Tras asumir que laquola miseria de nuestro espiacuteritu consiste en permanecer a veces indigente en el seno de las maacutes suntuosas pose-sionesraquo

83 por el hecho de no poder representaacuternoslas con una laquofoacutermula clara y

concisaraquo84

se pregunta

laquoiquestNo habraacute sido este defecto de representacioacuten adecuada y de formulacioacuten clara la causa de que la doctrina tan profunda y matiza-da de Santo Tomaacutes de Aquino sobre las relaciones del individuo y el Estado no haya gozado jamaacutes del creacutedito y la eficacia que mereciacutea No se ha sabido comprender toda la significacioacuten que encierra el hecho de que eacutel siguiendo a Aristoacuteteles haya sostenido que el hom-bre es por naturaleza un animal social No se ha comprendido ni el alcance de esta postura incial ni los liacutemites que conllevaraquo85

A juicio del autor la doctrina tomista es la de un humanismo poliacutetico86

laquoNos parecioacute que la idea de humanismo era maacutes adecuada qe cualquier otra para caracterizar la perspectiva de conjunto del sistema poliacutetico del gran filoacutesofo iquestNo es la sociedad poliacutetica en el plano natural la uacutenica capaz de realizar con cierta plenitud los fines de la naturaleza humana iquestNo es ante las muacuteltiples necesidades del hombre la uacutenica dotada de suficiencia Percibida y representada bajo esta luz su concepcioacuten de la organizacioacuten poliacutetica resulta de un realismo y de una universalidad uacutenicos Se revela saturada de vir-

83 L LACHANCE Individuo y Estado en Santo Tomaacutes de Aquino EUNSA Pamplona 2001 p 1184 Ibidem p 1185 Ibidem pp 11-1286 Cfr Ibidem p 12

69

tualidades Uno tiene la imprensioacuten de que anticipa la interrogacioacuten de todos los tiemposraquo87

Y a efectos de explicar este humanismo poliacutetico y de presentar en forma adecuada la doctrina tomista sobre las relaciones entre individuo y Estado Louis Lachance divide su escrito en cuatro partes

La primera intitulada ldquoReflexiones dialeacutecticas Oacuterdenes y Perspectivasrdquo la dedica a sentar las bases sobre las cuales se desarrollaraacuten los capiacutetuos subsiguien-tes Aquiacute procede explicando algunos principios necesarios para comprender la poliacutetica tomista como por ejemplo el concepto de naturaleza ndashfundamento de la poliacuteticandash y la teoriacutea de la subordinacioacuten (cap I) la buacutesqueda de un principio primero y el fundamento psicoloacutegico de una fiacutesica social (cap II) la relacioacuten entre el orden de la naturaleza y la Gracia (cap III)

La segunda ndashldquoLa persona humana y su insercioacuten en el Estadordquondash la dedica a estudiar entre otros temas al sujeto del orden poliacutetico (cap V) la estructura metafiacutesica de la persona humana (cap VI) el rol de la sabiduriacutea y del gobierno de siacute mismo y de la ciudad (cap IX-X)

La tercera parte que consta de cuatro capiacutetulos la dedica enteramente al Estado el fenoacutemeno del Estado (cap XIV) la sociabilidad (cap XV) el bien comuacuten (cap XVI) y la ldquoformardquo del Estado (cap XVII)

Finalmente la cuarta parte ahonda en la vinculacioacuten entre ldquoIndividuo y Es-tadordquo ocupaacutendose de los servicios (o responsabilidades o misioacuten) del Estado (cap XVIII) de su relacioacuten en tanto ldquoparterdquo y ldquotodordquo (cap XIX) de las respon-sabilidades del individuo en su obrar moral (cap XX) y de las virtudes necesa-rias para una vida poliacutetica justa y socialmente humana (cap XXI)

Tercero y como corolario de todo puede resultar de intereacutes el elogio que hace Alf Ross (el gran positivista del s XX junto con Kelsen) del realismo juriacute-dico tomista de aristoteacutelica raigambre en Sobre el Derecho y la Justicia recono-cieacutendole al Aquinate la novedad de su doctrina iusfilosoacutefica frente a la tracicioacuten claacutesica del derecho natural En efecto escribe

87 Ibidem p 12

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoEl derecho natural catoacutelico alcanzoacute su formulacioacuten defini-tiva en Tomaacutes de Aquino (1266-74) quien con admirable energiacutea y capacidad creadora construyoacute el sistema medieval-filosoacutefico en su poderosa Summa Theologica cuyas ensentildeanzas sin modificaciones o agregados particulares son aceptados auacuten hoy por la filosofiacutea ju-riacutedica catoacutelicaraquo88

Tras resaltar la gran importancia que tuvo respecto de las concepciones que le antecedieron remarca ndashde este modondash tambieacuten cuaacutento y coacutemo se separa de las que perteneceraacuten a periacuteodos histoacutericos que le sucedieron y el modo en que tal doctrina podriacutea resultar todaviacutea hoy valedera

laquoResultaraacute claro que aunque Aquino dio al derecho natural un contenido maacutes firme al incorporar los dogmas fundamentales de la moral cristiana (por ejemplo la indisolubilidad del matrimonio) estaacute lejos de un racionalismo abstracto que busca deducir mediante la razoacuten una solucioacuten para cada cuestioacuten especiacutefica concreta Hay asiacute mucho lugar en su construccioacuten para una forma socioloacutegico-realista de la poliacutetica juriacutedica Lo mismo ocurre con el tomismo de hoy Si dejamos lo metafiacutesico y lo dogmaacutetico por lo tanto hay posibili-dades favorables para un entendimiento entre esta tendencia y un estudio realista del derechoraquo89

Asiacute las cosas es manifiesto coacutemo el tema de los estudios centrados en la Fi-losofiacutea Poliacutetica y Moral de Santo Tomaacutes de Aquino genera debates entre autores provenientes de diversas partes del mundo De aquiacute su evidente importancia discusiones simposios publicaciones y un sinnuacutemero de actividades acadeacutemi-cas reflejan antildeo tras antildeo su actualidad

Veamos todo esto en algunos de los trabajos que utilizan la doctrina de San-to Tomaacutes y la comparan oponen y hasta concatenan a ciertos teacuterminos ideas o concepciones propios de la Edad Moderna

88 A Ross Sobre el Derecho y la Justicia Eudeba Buenos Aires 1963 p 23789 Ibidem p 238

71

I23 Santo Tomaacutes y los modernos en algunos de los estudios comparativos hodiernos

Del mismo modo en que hay trabajos que cotejan a Santo Tomaacutes con la herencia de algunos conceptos de la Edad Antigua y sobre todo con relacioacuten a Aristoacuteteles estaacuten tambieacuten aquellos que realizan comparaciones entre el de Aqui-no y algunos de los modernos o que se esfuerzan por mostrar el complejo siste-ma eacutetico del Angeacutelico en consonancia con algunas posturas y tesis de los moder-nos Detendremos nuestra atencioacuten en otro apartado cuando tal confrontacioacuten o relacioacuten sea efectuada entre el Angeacutelico y el Cayetano

Sobre la diferencia entre el espiacuteritu filosoacutefico de Santo Tomas y el de los mo-dernos damos con la muy luacutecida siacutentesis de F Carpintero Nos dice que laquoSanto Tomaacutes no era un moralista moderno que habla continuamente de leyes y pe-cados eacutel soliacutea referirse maacutes bien a las virtudesraquo

90 (Como demostraremos por

ejemplo que siacute lo hace el Cayetano)

En esta misma liacutenea escribe el reconocido dominico Servais-Th Pinckaers que en la eacutepoca moderna ndashcon los manuales de Teologiacutea Moralndash se pondraacute cada vez maacutes el acento laquoen torno a la relacioacuten entre la ley y la libertad bajo la forma de la obligacioacutenraquo Y pone de manifiesto lo que venimos sosteniendo en paacuterrafos anteriores respecto de esta diferencia entre la moral de las virtudes y ldquolas mora-les de la obligacioacutenrdquo (como el mismo profesor de Friburgo las denomina)

laquoComo los Santos Padres santo Tomaacutes conociacutea evidente-mente la existencia de unas obligaciones morales pero las subordi-naba a las virtudes En la nueva concepcioacuten las relaciones se invier-ten la obligacioacuten domina e invade el campo de la moral Se trata del nacimiento de lo que podemos llamar con toda exactitud la ldquomoral de la obligacioacutenrdquo que maacutes tarde tomaraacute la forma del deber o de los imperativos cuyo modelo filosoacutefico enunciaraacute Emmanuel Kantraquo91

90 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural p 5691 S-Th PINCKAERS La moral catoacutelica Rialp Madrid 2001 p 44 Para el abordaje que realizamos sobre este tema resulta tambieacuten esclarecedor el modo en que el autor describe las diferencias entre la moral me-dieval y la moderna Continuando la cita explica sinteacuteticamente en un paacuterrafo laquoA finales de la Edad Media este concepto de la moral se extenderaacute con el nominalismo por las universidades Formaba parte de lo que se llamaba ldquola viacutea modernardquo adoptada en general a pesar de las diferencias entre las escuelas Tambieacuten inspiraraacute en el siglo XVII la redaccioacuten de los manueales de teologiacutea moral destinados tras el Concilio de

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

El mismo autor en otra de sus obras tambieacuten profundiza este aspecto anali-zando la doctrina de Ockham para quien la ley adquiriraacute cada vez mayor impor-tancia en la reflexioacuten moral

laquoEl dominio de la moral coincidiraacute con el de las leyes y se dividiraacute pronto no ya seguacuten las virtudes sino de acuerdo con las di-ferentes leyes y maacutes precismante de acuerdo con los mandamientos de la principal ley moral el Decaacutelogo

No cabe duda de que Ockham afirmoacute con firmeza la libertad de Dios respecto de la ley moral y cargoacute a eacutesta con una fuerte dosis de relatividad Soacutelo admite la validez de las leyes morales seguacuten el curso normal de las cosas que conocemos Los moralistas pos-teriores con miras maacutes praacutecticas y menos audaces se contentaron con considerar la ley y los mandamientos como la expresioacuten pura y simple de la voluntad divina la fuente precisa de las obligaciones la base firme de la moralidad Su moral seraacute equivalente a una moral de la obligacioacuten y a una moral de la leyraquo92

En estos teacuterminos muchos argumentan que la Edad Media tomariacutea algo de la herencia claacutesica pero distanciaacutendose de ella para generar ideas propias que tambieacuten podriacutean ser llamadas laquoprotomodernasraquo (al decir de F Bertelloni) ndashtal vez por su caraacutecter de propedeacuteuticas a la posterior etapa histoacuterica (la Edad Mo-derna)ndash pero alejaacutendose asimismo de la Modernidad

93

Sobre esto proponemos nuevamente la lectura de F Carpintero94

Alliacute encon-tramos un razonamiento sobre el traspaso de las ideas tomistas de la Edad Media a los filoacutesofos modernos sobre todo a partir de la ldquopeacuterdidardquo de ciertos conceptos

Trento a la ensentildeanza en los seminarios y especialmente a la pastoral del sacramento de la Penitencia Los autores de estos manuales promovidos por los jesuitas ndashel primer modelo del geacutenero seraacute Las instituciones morales del jesuita espantildeol Juan Azor (1536-1603)ndash manifestaraacuten ciertamente la intencioacuten de seguir a santo Tomaacutes pero animados por el afaacuten de impartir una ensentildeanza moral simplificada accesible a sacerdotes y fieles elaboraraacuten una nueva presentacioacuten de la moral recogida en un plan general que todos los manuales reproduciraacuten con algunas variaciones Seguacuten este plan la moral se divide en dos partes la moral fundamen-tal expone los elementos baacutesicos la moral especial estudia con detalle las reglas que determinan lo que estaacute prohibido o permitido y que rigen en la solucioacuten de los casos de concienciaraquo (p 45)92 IDEM Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 pp 302-30393 Cfr F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4094 Cfr especialmente las paacuteginas 55-59 de F CARPINTERO Justicia y Ley Natural

73

que articulan el pensamiento filosoacutefico poliacutetico y evidentemente moral en el mundo griego romano y cristiano medieval ademaacutes de interesantes referencias bibliograacuteficas que sirven de fundamento a estas afirmaciones

Ejemplos elocuentes que intentan relacionar al de Aquino con la Moderni-dad son las obras de dos acadeacutemicos angloacutefonos La de Alasdair MacIntyre Af-ter virtue

95 y el (poleacutemico) Aquinas de John Finnis

96 Decimos poleacutemico por-

que esta obra generoacute entre muchos tomistas una acalorada respuesta de entre las cuales pensamos que la maacutes contundente es la de Sergio R Castantildeo a la sazoacuten nuestro Director de Tesis Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis

97

Un autor que se inscribe en el intento de sentildealar las escisiones que marca-riacutean las diferencias entre un tiempo y otro es Hugo Costarelli Brandi

98 En todo

su escrito el investigador pone ante la peacuterdida de armoniacutea y unidad que se obroacute en la modernidad laquola oacuteptica que el Aquinate tiene sobre el particular tema de la justicia y el derecho las relaciones que guardan tanto entre siacute como con otras virtudes para ver en ello esa luminosa armoniosidad de la que hablamos maacutes arribaraquo

99

Otra constatacioacuten de esto la vemos en la obra de J L Widow Lira quien se explaya sobre el tema citando a Cruz Prados

100

Recordemos ahora el esfuerzo de aquellos autores para afirmar que siacute hay cierta mutacioacuten en el traspaso de algunas nociones tomistas a la modernidad como la hubo en aquellas que pasaron de la antiguumledad al medioevo y que siacute encontramos en Santo Tomaacutes no soacutelo textos de Filosofiacutea Poliacutetica sino maacutes auacuten una ldquonuevardquo Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

95 A MACINTYRE After virtue A study in moral theory University of Notre Dame Press Notre Dame (IN) 198196 J FINNIS Aquinas Moral Political and Legal Theory Oxford University Press New York 200497 S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis ed UCALP La Plata 201198 Cfr H E COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justicia en Tomaacutes de Aquinoraquo in Congresso Tomista Internazionale ldquoLrsquoumanesimo cristiano nel III millennio Prospettiva di Tommaso drsquoAquinordquo Roma 21- 25 settembre 2003 Pontificia Academia di San Tommaso-Societagrave Internazionale Tommaso drsquoAquino Institu-to Universitario Virtual Santo Tomaacutes Fundacioacuten Balmesiana-Universitat Abat Oliba CEU 200399 Cfr Ibidem p 4100 Cfr J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 13

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En este sentido se encuentran los estudios de Giuseppe Abbagrave101

Aldo Ven-demiati

102 Martin Rhonheimer

103 y Wolfgang Kluxen104

quienes se dedican a exponer los principios y la autonomiacutea del ldquosistema eacuteticordquo de Santo Tomaacutes En-trecomillamos ldquosistemardquo puesto que entendemos el esfuerzo que tuvieron que hacer los escritores para presentar la validez ndashy repetimos autonomiacuteandash de la Eacuteti-ca tomista ante los modos de concebir la Filosofiacutea por parte de los modernos

105

Bastan ellos para poner de manifiesto no soacutelo la actualidad e importancia del Doctor Comuacuten sino tambieacuten los debates en torno al traspaso de nociones tomistas a la modernidad

De todas las posiciones nosotros nos apoyamos en aquellas que demuestran que en Santo Tomaacutes encontramos ademaacutes de textos de Filosofiacutea Poliacutetica una nueva Filosofiacutea Poliacutetica o Moral De la que se distanciaraacute el Cardenal Cayetano con sus comentarios

Hasta aquiacute pusimos las motivaciones que nos llevaron a elegir la obra de Santo Tomaacutes de Aquino como uno de los epicentros de nuestra investigacioacuten a su vez fundada en la importancia de la doctrina tomista en materia de Filosofiacutea Poliacutetica o Moral y su actualidad y relacioacuten con algunas expresiones del mundo moderno

Siguiendo el plan trazado pasemos ahora a la consideracioacuten del Cayetano como personaje histoacuterico plenamente imbuido del tiempo en que vivioacute expo-niendo los motivos principales y fundamentales de nuestra eleccioacuten

101 G ABBAgrave Felicitagrave vita buona e virtugrave Saggio di filosofia morale LAS Roma 1995 Quale impostazione per la filosofia morale Ricerche di filosofia morale LAS Roma 1996102 A VENDEMIATI In prima persona Lineamenti di Etica generale Urbaniana University Press Roma 2008 (3ra edicioacuten)103 M RHONHEIMER La prospettiva della morale fondamenti dellrsquoetica filosofica Armando ed Roma 1994 Tambieacuten accedimos a la versioacuten alemana Die Perspektive der Moral Philosophische Grundlagen der Tugendethik Akademie Verlag GmbH Berlin 2001104 W KLUXEN Philosophische Ethik bei Thomas von Aquin Felix Meiner Verlag Hamburg 1998 (3ra

edicioacuten) Y la edicioacuten italiana Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino Vita e Pensiero Milano 2005105 Esta idea de que la nocioacuten de ldquosistemardquo es ajena al pensamiento medieval en tanto que ldquosistema de pensamientordquo autosuficiente e independiente de otros ldquosistemasrdquo la hemos madurado al escucharla en una clase de nuestra codirectora de tesis la Dra Silvana Filippi durante una de sus clases de Historia de Filo-sofiacutea Medieval y del Renacimiento en la Facultad de Filosofiacutea de la UNR ciclo lectivo 2017

75

I3 TOMAacuteS DE VIO EL CARDENAL CAYETANO

I31 iquestPor queacute el Cayetano

Durante largo tiempo el Cardenal Tomaacutes de Vio fue considerado el divulga-dor maacutes fiel al pensamiento de Santo Tomaacutes de Aquino Tal es asiacute que Cayetano ha pasado a la historia como ldquoel Priacutencipe de los Comentadoresrdquo del Aquinate

Pero la concordancia o discordancia entre Santo Tomaacutes y el Cardenal depen-de de queacute autores o queacute corrientes tomemos en preferencia

Pareciera asiacute que para algunos de los seguidores del Aquinate el Cayetano fuese un fiel exponente de su ensentildeanza Y esto porque sostienen que sus comen-tarios estaacuten en perfecta armoniacutea con la doctrina del Angeacutelico

Otros han dicho que los mismos no concuerdan con lo expuesto por Santo Tomaacutes en sus obras sino que muy por el contrario son cuanto menos desvia-ciones de su doctrina

En la actualidad muchas investigaciones buscan demostrar que los comen-tarios del Cardenal influenciaron enormemente los siglos venideros en que se intentoacute favorecer el renacimiento de la doctrina tomista Coacutemo lo hicieron en los posteriores seguidores de la doctrina tomista y cuaacuten grande ha sido la diferencia entre el Angeacutelico y su comentador es tema de discusioacuten y de actualidad

Por ejemplo Aacute Rodriacuteguez Luntildeo afirma en esta liacutenea que

laquolrsquoautorevolezza del Cardinale Gaetano alla Summa Theolo-giae egrave da tutti riconosciuta A tale commento faragrave riferimento spesso Francisco Suaacuterez Egrave da tener presente tuttavia che tra S Tommaso e il Gaetano la teologia scolastica ha vissuto la complicata vicenda del nominalismo e in morale del volontarismo del XIV secolo Ciograve ha lasciato delle tracce anche come reazione polemica nellrsquoopera del Gaetanoraquo

106

106 Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO laquoLa virtugrave dellrsquoepicheia (I)raquo p 222

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F Carpintero Beniacutetez afirma al inicio de su estudio107

que auacuten la rehabilita-cioacuten de la Doctrina Tomista por parte del Papa Juan XXII soacutelo resurgiriacutea porque laquoa finales del siglo XV fue adoptada y comentada por Tomaacutes de Vio maacutes cono-cido como el Cardenal Cayetanoraquo (paacuteg 143)

Y en otra investigacioacuten108

Carpintero impugna al Cayetano (en sect12 ldquoLey y derechordquo) cuando dice que laquoesta opinioacuten es falsa aunque la exponga el Carde-nal Cayetanoraquo (paacuteg 144) Mientras que maacutes adelante reconoce su importancia laquoEl Papa Juan XXII habiacutea canonizado a Tomaacutes levantando las cadenas de la Inquisicioacuten sobre su obra y a finales del siglo XV el Cardenal Cayetano ndashfigura especialmente importante porque ademaacutes de Cardenal fue General de los Domi-nicosndash comentoacute extensa y favorablemente la obra tomistaraquo (p 181)

Hemos encontrado tres referencias significativas sobre toda esta cuestioacuten

La primera la realiza el gran medievalista franceacutes Eacutetienne Gilson en una carta dirigida al P Henri de Lubac el 8 de julio de 1956

laquoMon Reacuteveacuterend Pegravere [hellip]

Le seul salut est dans le retour agrave Saint Thomas lui-mecircme au-delagrave de Jean de Saint Thomas au-delagrave de Cajetan lui-mecircme dont le ceacutelegravebre commentaire est un corruptorium Thomae parfaitement regraveussiraquo

109

En la edicioacuten que citamos el mismo de Lubac comenta este pasaje y en la extensa nota sect4 termina diciendo laquoIl nrsquoest pas douteux que le ldquocommentateurrdquo ait donneacute une autre orientation agrave lrsquoouvre de son maicirctreraquo

110

107 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeoles en los inicios del liberalismo poliacutetico y ju-riacutedicoraquo en Revista de Estudios Histoacuterico-Juriacutedicos [Seccioacuten Historia del Pensamiento] XXV (2003) pp 341-373108 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural109 Eacute GILSON ndash H DE LUBAC Lettres de monsieur Eacutetienne Gilson au pegravere de Lubac Les Eacuteditions du Cerf Pariacutes 1986 p 19110 Eacute GILSON ndash H DE LUBAC Lettres de monsieur Eacutetienne Gilson au pegravere de Lubac Les Eacuteditions du Cerf Pariacutes 1986 p 19 nota 4

77

La segunda (que viene con una detallada bibliografiacutea y argumentacioacuten) es de C P Muntildeoz

111 Todo su trabajo se ejecuta para dar lugar a lo que afirma en las

primeras paacuteginas del escrito

laquoSin embargo y a partir de mediados del siglo pasado apare-cieron importantes autores que vieron diferencias no soacutelo de orden terminoloacutegicas sino doctrinales entre ambos dominicos Se destaca entre ellos Eacutetienne Gilson quien ha llegado a decir que algunos comentarios de Cayetano son una corruptiorum Sancti Thomaeraquo112

Tambieacuten en otro estudio de Ceferino Pablo Muntildeoz113

encontramos que laquola hipoacutetesis de trabajo que se maneja en dicha investigacioacuten es que Tomaacutes de Vio habriacutea antildeadido muchos temas a la especulacioacuten tomasiana que no son propios del pensamiento del Aquinate pero que gran parte de los tomistas posteriores ndashentre ellos Poinsot (que se refiere a Juan de Sto Tomaacutes) y Maritainndash habriacutean recibido como doctrina del Angeacutelicoraquo (pp 124-125)

Insistimos en que los estudios hodiernos tienen por objeto cuestiones muy diversas a la que nosotros nos proponemos investigar Ya que o se centran en los comentarios del Cardenal referidos a los conceptos de lsquoEntersquo lsquoExistenciarsquo y lsquoAnalogiacutearsquo entre otros o toman en consideracioacuten los escritos de autoriacutea propia relacionados a temas de Biblia y Sacramentos

Algunas otras publicaciones basan sus estudios y reflexiones en los escritos de autoriacutea propia del Cayetano

En sintoniacutea con lo que venimos argumentando ponemos ahora algunos inte-rrogantes que serviraacuten a nuestra exposicioacuten

Cuando comenzamos con nuestra investigacioacuten nos planteamos Si hay ac-tualmente un debate sobre la fidelidad de la glosa del Cayetano respecto de lo expuesto por el santo de Aquino pero soacutelo y casi exclusivamente en los temas dichos iquestpor queacute no aventurar una investigacioacuten que tenga por finalidad cotejar

111 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetano iquestcontinuidad o divergencia con la doctrina de Santo Tomaacutesraquo en Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina Universidad Catoacutelica Argentina Biblioteca digital de la UCA112 Ibidem pp 2-3113 IDEM laquoEn torno a dos lecturas posibles sobre el conocimiento de las esencias en Tomaacutes de Aquinoraquo en Toacutepicos 43 (2012) pp 123-151

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

los comentarios del Cayetano con otros textos del Angeacutelico Es decir con textos que presenten el tratamiento de temas en todo diversos a los ya mencionados

Si gran parte de los estudiosos actuales de santo Tomaacutes de Aquino sostienen que los comentarios del Cayetano son maacutes bien una interpretacioacuten propia que una repeticioacuten sistemaacutetica y ordenada de los conceptos de su maestro intelectual iquestpor queacute no adentrarnos en campos que auacuten no han sido explorados como se puede ver por la escasa literatura publicada

Antes de responder estos planteos que ndashinsistimosndash estuvieron en la geacutenesis de nuestro trabajo siendo las preguntas motoras que condujeron nuestras lectu-ras y en las cuales logramos encauzar nuestras motivaciones queremos detener-nos brevemente en la reflexioacuten sobre Tomaacutes de Vio el Cayetano

A tal efecto escribimos los apartados que siguen considerando la importan-cia del Cardenal de Gaeta

I32 La importancia del Cayetano

laquoHic ille est alter Thomas ingeniorum extrema linea Doc-torum virorum miraculum hereticae pravitatis terror sacrarum Scriptarum lumen ac fax scholastici pulveris athleta invictus Tho-misticae doctrinae galeatus defensor sincerioris doctrinae propug-naculum arx ac promptuarium subtilium argumentorum cathedrae demum splendor ac decus cujus adeo inmortalia scripta sunt ut tan-diu videatur perduratura quamdiu divinam sapientiam scholastica subsellia personabunt Ejusetiam cum laude meminimus in nostris ad Ciaconium additionibus ubi ejusdem in Germaniam legationem glorioseque pro Catholica fide exantlatos labores contra impium Haeresiarcam Lutherum diffuse narravimusraquo

114

114 F UGHELLI Italia Sacra sive De Episcopis Italiae et insularum adjacentium rebusque ab iis praeclare gestis deducta ferie ad nostram usque aetatem t I Venetiis apund Sebastianum Coleti 1716 pp 543 sectD- 544 sectB

79

Para ilustrar la importancia genio y figura del Cayetano deberiacutean bastar estas palabras con que Ferdinando Ughelli retrata al Cardenal

115 iexcl120 antildeos des-

pueacutes de su muerte

En efecto su relevancia es tal que ha sido eacutel la figura preeminente de la reimplantacioacuten en el aacutembito intelectual de la doctrina tomista

116 Y esto en dos

momentos en su propia eacutepoca y en la reimpresioacuten de sus comentarios a la Sum-ma Theologiae en la Edicioacuten Leonina

117

Asiacute tambieacuten lo atestigua un texto que si bien un tanto posterior a la impre-sioacuten de la edicioacuten leonina de la Summa es un elocuente testimonio de la reputa-cioacuten del Cardenal a lo largo de la historia

laquoLe ceacutelegravebre commentaire que S S Leacuteon XIII a incorporeacute agrave lrsquoeacutedition Leacuteonine de la Somme Theacuteologique preacutesente donc une pen-seacutee de la plus rigoureuse preacutecision drsquoougrave preacutecegravede la liberteacute drsquoesprit la plus surprenante Cette physionomie de lrsquoœuvre reflegravete bien le caractegravere mecircme de lrsquoauteur si bien traceacute de sa main ldquoNecessitas immutabilitatis est firmitas quae stat cum libertate et perficit opera-tionem liberamrdquo On srsquoexplique degraves lors le visage mecircme de Cajeacutetan rudes traits qursquohumanise le franche peacuteneacutetration du regardraquo

118

Ademaacutes con sus comentarios habriacutea influido al menos en parte en la forma de leer a Santo Tomaacutes De hecho pareciera que su interpretacioacuten habriacutea genera-do en aquellos que adoptaron los textos de Santo Tomaacutes para sus clases (sobre todo la Suma de Teologiacutea) una nueva filosofiacutea poliacutetica un nuevo modo de com-

115 Y que tambieacuten recoge Aluigi COSSIO laquoIn mezzo alla pace ed al silenzio del monastero egli fece subito concepire di segrave le piugrave belle speranze di che alcuni ammirandone la bellrsquoindole ldquodicevano che sarebbe di-ventato un altro San Tommaso altri un Alberto Magno o almeno un uomo insigne per santitagrave e dottrinardquoraquo Il Cardenale Gaetano e la Riforma vol I Tipografia Giovanni Fulvio Cividale del Friuli 1902 p 22116 Cfr F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoFacultas propietas dominiumraquo p 159117 Sancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici Opera Omnia Iussu impensamque Leonis XIII P M edita tomus nonus Secunda Secundae Summae Theologiae a quaestione LVII ad quaestionem CXXII ad codices manuscriptos vaticanos exacta Cum commentariis Thomae de Vio Caietani Ordinis Praedicatorum S E R Cardenalis Cura et Studio Fratrum Eiusdem Ordinis Romae ex typographia polyglotta s c de Propaganda Fide MDCCXCVII118 A-Fr CLAVERIE laquoLe commentaire de la Somme Theacuteologiqueraquo en Cajetan Revue Thomiste 39egraveme an-neacutee Nouvelle Seacuterie t XVII nordm 86-87 Novembre 1934 - Feacutevrier 1935 p 296

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prender la moral y consecuentemente de presentar los argumentos referidos al campo de la Eacutetica

119 diferente claro estaacute a la del Doctor Angeacutelico

Su importancia proviene tambieacuten de algunos de sus comentarios que antes de ser reproduccioacuten sistemaacutetica de las ideas de Santo Tomaacutes son una interpre-tacioacuten del todo adaptada a su tiempo ndashal de Cayetanondash que encontraron en este hombre una especie de ldquofundadorrdquo o ldquocimentadorrdquo de los siglos que vendraacuten

laquoCuantos han leiacutedo sus obras filosoacuteficas teoloacutegicas y mora-les dice el Cardenal Ceferino Gonzaacutelez le han citado con elogio sin excluir a aquellos de los filoacutesofos modernos que en su imparcialidad y amor a los estudios soacutelidos han sido conducidos a consultar sus obras Sabido es que Balmes le cita y le alaba Bayle hace lo mismo transcribiendo varios pasajes de sus obras y Leibniz despueacutes de citar uno de estos pasajes antildeade ldquoEste pasaje de Cayetano es tanto maacutes digno de ser tomado en consideracioacuten cuanto que es autor ca-paz de profundizar la materiardquoraquo120

Aunque su notoriedad no se limita a haber comentado los textos del Aqui-nate Como hemos dicho el Cayetano fue un personaje relevante de la eacutepoca histoacuterica que le tocoacute vivir En otro trabajo

121 hemos expuesto nuestra percepcioacuten respecto del Cardenal de Gaeta que a fin de cuentas resulta ser un gran desco-nocido Alliacute resumimos que con nuestro estudio

laquocentrado en la persona del Cardenal Cayetano Tomaacutes de Vio pretendemos mostrar coacutemo eacuteste se apartoacute con sus comentarios del texto tomista habiendo pasado aun asiacute a la historia como un ldquoalter Thomasrdquo como un ldquoAquinatis quasi vivensrdquo

Durante siglos el dominico de Gaeta fue considerado auto-ridad indiscutible respecto de la interpretacioacuten de los textos del de Aquino Tambieacuten hoy muchos continuacutean citando casi proverbial-

119 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeolesraquo p 342120 Vid nota sect1 a final de paacutegina en laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas t II Imprenta Domenech Editor Valencia 1885 pp 673-674121 N A LAacuteZARO ldquoTomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano un gran desconocidordquo en Actas de la X Jornada de Filosofiacutea Medieval Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires ndash CONICET ISBN 978-987-537- 134-7 Bs As 2015

81

mente frases como ldquosi vis Thomam intelligere lege Cajetanumrdquo o tratan al Cardenal presbiacutetero de la Basiacutelica Santa Prassede como el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Tras el desarrollo de nuestro escrito buscaremos concluir que si bien estamos viviendo un auge de los ldquoestudios cayetanosrdquo auacuten hoy el Cardenal Gaetano continuacutea siendo un gran desconocido en temas de Filosofiacutea Poliacutetica Moral del Derecho y hasta en la misma Eacutetica para los estudiosos de la Filosofiacutea Medieval sobre todo dentro de los ciacuterculos tomistasraquo122

Agregamos que ademaacutes su vida puacuteblica resulta tambieacuten ignota aunque po-seemos un extensiacutesimo anecdotario Sabemos que fue perseguido por sus opi-niones que sus obras fueron censuradas en la Universidad de Pariacutes y que todos ndash amigos y enemigosndash lo reconociacutean por su laquopiedad y sus irreprochables cos-tumbres su sencillez y su tierna devocioacuten a la Santiacutesima Virgenraquo

123 Tanto es asiacute

que laquoal morir dejoacute todos sus bienes a los pobresraquo124

Ilustremos este apartado con algunos datos biograacuteficos del Cardenal para poner de relieve la influencia y el poder ndashpoliacutetico y religiosondash que blandioacute Tomaacutes de Vio

El 20 de febrero de 1469 nacioacute en Gaeta Naacutepoles Giacomo de Vio de fami-lia noble A los 15 antildeos ingresa en la Orden de Santo Domingo contra la voluntad de sus padres Tomaacutes es su nombre religioso haacutebito comuacuten entre aquellos que deponiacutean su vida seglar al ingresar a la conventual (nombre de pila incluido) to-mando nuevos haacutebitos y nuevo nombre

125 Estudia en Naacutepoles Bolonia y Padua

adquiriendo buena fama y prestigio entre sus compantildeeros y superiores debido a su estudiosidad piedad y observancia

122 Ibidem p 1123 laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas pp 673-674124 Ibidem pp 673-674125 Asiacute lo confirma A COSSIO Il Cardenale Gaetano p 21 laquoCome si ricava dai documento il convento di Gaeta apparteneva allora alla Congregazione di Lombardia ed il suo ingresso nellrsquoOrdine Domenicano quasi segnasse un fatto nuovo nella vita di Giacomo de Vio e negli annali delrsquoOrdine ci venne narrato diffusamente da tutti i cronisti Il Contarini scrisse ldquocompiutu appena gli anni 15 della sua etagrave affine di sottrarsi con piugrave sicurezza alle loro lusinghe chiese e vesti lrsquoabito di San Domenico correndo lrsquoanno del Signore 1484 nel convento di Gaeta sua patria che spettava alla celebre Congregazione di Lombardia e prese il nome di Fra Tommasordquoraquo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Durante el capiacutetulo general de 1494 Cayetano fue elegido para defender su Tesis seguacuten la tradicioacuten enfrentaacutendose a otros estudiantes y maestros entre quienes se contaba a Pico della Mirandola Para 1495 ya habiacutea sido nombrado Maestro en Teologiacutea y explica la Summa en Brescia y Pavia Repasemos el he-cho tal como lo trae Aluigi Cossio en Il Cardinale Gaetano e la Riforma

laquoEra intanto il maggio dellrsquoanno 1494 e nei giorni delle Pen-tecoste si raccolsero a Ferrara i comizi generali dellrsquoOrdine dei Predicatori Vi andograve da Padova anche il Gaetano e in quellrsquoadu-nanza fu tanta la gloria che egli si acquistograve che tutti i cronisti ne tennero nota e la narrarono diffusamente ldquoAveva appena 22 anni di etagrave scrisse il Flavio quando andossene a Ferrara nobilissima cittagrave drsquoItalia Tenevasi ivi in quel tempo il comizio generale dellrsquoOr-dine domenicano e come una volta nersquo giuchi olimpici gli uomini dellrsquoetagrave antica gareggiavano insieme per la forza del corpo cosigrave a quel tempo gli uomini religiosi solevano in tali adunanze esercitare i loro animi ed emularsi nei buoni costumi nelle lettere e enelle scienze Ed in tale comizio invitato a disputare come un cursore ve-locissimo ed un forte atleta combattegrave cosigrave strenuamente nelle lotte e publiche e private che cattivatosi gli animi di tutti guadagnossi lode di ingegno e dottrina e sapienza Ed un giorno essendoglisi proposte alcune ardue e difficilissime questioni e disputandone lui alla presenza di uomini dottissime risplendette tanta forza di ingeg-no e di sapienza che tutti lo dicevano non un uomo mortale ma un uomo disceso dal Cielo Ammiravano il suo ingegno ammiravano la sua sapienza ma sopratutto stupivano della sua etagrave E stimavana-no cosa piugrave divina che umana che un giovinetto della sua etagrave sapes-se tanto ed essendo egli disceso dalla cattedra dopo aver finita la disputa non lo lasciarono neppure toccare la terra ma sollevatolo improvvisamente sulle loro mani lo portarono innanzi allrsquoIllustris-simo Duca di Ferrara ed al maestro general dellrsquoOrdine i quali as-sistevano alla disputa Dai quali Fra Tommaso ricevuto con grande onore e lodato assai per approvazione di tutti fu nominato maestro E questo nome era specialmente a quel tempo importantissimo e santissimo fra gli uomini religiosi perchegrave si chiamavano cosigrave sola-mente gli uomini dottissimirdquoraquo

126

126 Ibidem pp 33-34

83

Respecto de la presencia de Giovanni Pico della Mirandola en tal evento como su opositor primero y como promotor de su nombramiento luego Cossio recoge la siguiente narracioacuten

laquoEssendosi dunque raccolti a Ferrara i comizi generali de-llrsquoOrdine nel giorno 18 maggio dellrsquoanno 1494 vi fu mandato an-che il giovane Fra Tommaso a difendere delle conclusioni a nome di tutta la provincia di Lombardia ed egli sostenne il suo ufficio con tanta ammirazione di tutti e trovato come il suo oppositore il giovane principe Giovanni Pico della Mirandola la Fenice di tutti gli ingegni di allora seppe ripetere le sue cento obbiezioni che pa-revano a tutti gli altri dei fulmini con tale felice memoria e appo-ggiare le sue risposte con tanta erudizione che finita la disputa fra gli applausi di quel numerosissimo congresso fu portato Fra Tom-maso nelle braccia come in trionfo innanzi al Duca di Ferrara e a Fra Gioacchino Torriani maestro dellrsquoOrdine e per le istanze del conte della Mirandola fu coronato di laura dal maestro dellrsquoOrdine e quantunque avesse appena 25 anni di etagrave fu nominato maestro di sacra teologia cosa affatto inusitata nellrsquoOrdine se si eccettua San Tommaso di Aquinoraquo

127

Terminados los comicios el Cardenal retornoacute a Padua donde fue inmediata-mente nombrado profesor ordinario en la Universidad

128 Estas dos narraciones

del episodio en que fue elevado a Maestro en Teologiacutea muestran claramente la buena fama y alta reputacioacuten que teniacutea que lo acompantildearon durante toda su vida y que se extienden hasta nuestros diacuteas

En 1500 el Cardenal Caraffa traslada al Cayetano a Roma donde las cosas se suceden vertiginosamente para el de Gaeta En gran medida debido a su buena reputacioacuten

En 1501 es nombrado Procurador General de los dominicos y profesor de Filosofiacutea y Exeacutegesis en La Sapienza En 1507 pasa a ser Vicario General en 1508 General (con 39 antildeos)

127 Ibidem p 34128 Cfr Ibidem p 35

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

El de Gaeta se encontraba asiacute al mando de altos encargos y responsabilida-des religiosas

En 1511 Tomaacutes de Vio abandona Roma dirigieacutendose a Pisa donde inter-vendraacute en favor del Papa en el pseudo-concilio de Pisa Luego de esto el hecho maacutes importante fue el encuentro que el Cardenal tuvo en Augsburgo con Martiacuten Lutero por entonces fraile agustino

Ameacuten de todo lo dicho adentreacutemonos un poco en este suceso tal como lo relata el Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas

laquoLeoacuten X le nombroacute Cardenal en 1517 y le envioacute como le-gado a Alemania para inducir al Emperador Maximiliano a formar una alianza contra los turcos A la sazoacuten Lutero habiacutea empezado a publicar sus errores el Cardenal Cayetano le habiacutea refutado en un libro que escribioacute acerca de las indulgencias pero con su caraacutecter de Cardenal no olvidoacute el intereacutes de su orden cuando Lutero fue citado para que retractase sus posiciones erroacuteneas el heresiarca queriacutea una discusioacuten que de ninguacuten modo le fue concedida El Cardenal no procedioacute en este negocio con aquel acierto que era de esperar de sus condiciones e ingenio pues sabido es que el motivo que dio pretexto a Lutero para sus errores fue que la predicacioacuten de las indulgencias habiacutea sido confiada a la orden de Santo Domingo y no a los agus-tinosraquo129

Recordemos que son muchas las cuestiones que debemos atender al poner nuestro anaacutelisis en la disputa de Augsburgo Sobre algunas ya hemos hablado pero repaseacutemoslas raacutepidamente los crecientes impuestos e imposicioacuten de diez-mos la relajacioacuten de las costumbres dentro de la Curia romana la liviandad con que se practicaban las excomuniones la bula papal sobre la predicacioacuten de las Indulgencias (Papas Julio II y Leoacuten X) la remodelacioacuten de la Basiacutelica de San Pedro in Vaticano la situacioacuten econoacutemica del Arzobispado de Maguncia etceacute-tera

En este contexto el 31 de octubre de 1517 Lutero clava las 95 Tesis en Wittemberg En 1518 en la Universidad de Frankfurt el P Juan Teztel OP responde a Lutero Fray Martiacuten pronuncia en contrapunto un ldquoSermoacuten sobre

129 laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas pp 673-674

85

la indulgencia y la graciardquo Contesta inmediatamente el dominico Teztel con un escrito llamado ldquoExposicioacuten contra un sermoacuten temerario de veinte artiacuteculos erroacuteneos tocantes a las indulgencias papales y a la graciardquo

Son varias ndashhemos dichondash las aristas de este problemaacutetico poliedro los Pa-pas el abuso de las indulgencias con fines demasiado ldquomundanosrdquo la corrup-cioacuten de las costumbres de la Curia Romana (y de los sacerdotes en general) la necesidad de una reforma moral el Renacimiento entendido como un proceso ldquomundanizanterdquo de la Iglesia el abuso y el demeacuterito de los procesos de excomu-nioacuten el asedio de los turcos y la nueva amenaza del Islam sobre Europa y un largo etceacutetera

Ocasioacuten de otro trabajo seraacute el anaacutelisis de las muchas figuras y los temas que rodearon a nuestros interlocutores como por ejemplo Cisneros (franciscano ob-servante) la Complutense (Universidad situada en Alcalaacute de Henares donde se debiacutea ensentildear seguacuten las ldquotres veredasrdquo la tomista la escotista y la nominalista de G Ockham franciscano) y la Biblia los Reyes Catoacutelicos Francisco de Vitoria llegado a Salamanca en 1526 el Concilio de Trento Domingo de Soto San Ig-nacio la Compantildeiacutea de Jesuacutes y la Ratio studiorumVemos que nuestro personaje fue importante entre importantes

Volvamos a Cayetano y a Lutero Al agustino (Lutero) no bastaron las res-puestas del dominico (Teztel) Asiacute las cosas fray Martiacuten fue recibido por otro dominico ndashahora Cardenal Tomaacutes de Viondash para poner fin a la contienda

Debatieron ambos el dominico y el agustino entre los diacuteas 12 y 20 de oc-tubre Luego de tanto el Cardenal argumenta que tal doctrina ndashreflejada en la Bulandash procede de la autoridad papal Lutero responde que los documentos pon-tificios no son infalibles Y asiacute terminoacute todo Una vez finalizada la disputa de Augsburgo continuaron ambos sus caminos El fraile hacia Wittemberg el Car-denal hacia Roma

En 1518 al volver de Alemania Tomaacutes de Vio es nombrado Cardenal de Gaeta En 1519 Cayetano continuacutea desempentildeaacutendose en su cargo con toda la confianza de la corte pontificia y del mismo Papa Leoacuten X por entonces mien-tras que Lutero tiene una nueva contienda ahora en Leipzig con el profesor Eck (Ingolstadt)

El 15 de junio de 1520 aparecioacute la bula Exsurge Domine Alliacute el Papa conmi-na a Lutero a la retractacioacuten dentro de los sesenta diacuteas so pena de excomunioacuten El 10 de diciembre en Wittemberg Fray Martiacuten la quema puacuteblicamente aban-

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

dona la regla monaacutestica (pero no la capucha ni su celda) y anuncia la quema de libros de derecho canoacutenico

En 1523 tras la muerte de Leoacuten X el Cardenal es enviado a Hungriacutea por Adriano IV para animar a los cristianos en su resistencia contra los turcos y en 1524 es nombrado consejero por Clemente VII Tambieacuten Cayetano permanece recluido hasta pagar su libertad al ser tomado preso en Roma cuando el duque de Borboacuten se apodera de la ciudad y la entrega al saqueo

En 1534 el 23 de marzo fue uno de los 19 cardenales que se pronuncia por la validez del matrimonio de Enrique VIII con Catalina de Aragoacuten El 9 de agos-to del mismo antildeo muere el Cardenal en Roma

Fue un hombre que hizo filosofiacutea teologiacutea y poliacutetica es decir gobernoacute concertoacute voluntades combatioacute herejiacuteas y debatioacute con filoacutesofos tradujo textos biacuteblicos y se dedicoacute a la docencia

Con todo esto queremos decir que con su particular y decidida influencia en el aacutembito acadeacutemico religioso y poliacutetico el de Gaeta indicoacute el sendero y el sentido que habriacutea de seguir la reflexioacuten moral filosoacutefica y teoloacutegica y la praxis poliacutetica

laquoCayetano ha desarrollado una increiacuteble actividad literaria y esto se intensificoacute porque desde el 1500 hubo de cumplir tareas importantes en su Orden y en la Iglesia Sus escritos se dividen en obras filosoacuteficas teoloacutegicas y exegeacuteticas Era considerado el teoacutelogo maacutes importante de su tiempo Una particularidad habiacutea en Padova una caacutetedra de los Escotistas Esto determinoacute que Cayetano discu-tiera sin fin con ellos y que entrara en el juego de innumerables distincionesraquo130

Elegimos al Cayetano por todo esto y porque ademaacutes se opone abiertamente al Aquinate ndashtal vez por las razones que acabamos de tomar de L Eldersndash cuan-

130 L ELDERS laquoCayetano comentador de la Suma de Teologiacutea de Santo Tomaacutesraquo en Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina Universidad Catoacutelica Argentina Biblioteca digital de la UCA p 1

87

do comenta la divisioacuten que eacuteste hace de la justicia El Angeacutelico dice laquoduae sunt iustititia species scilicet commutativa et distributivaraquo

131 El Cayetano comenta

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iusti-tiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex lega-lis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

132

Es decir para Santo Tomaacutes la justicia tiene dos partes general y particular y dos son las especies de la particular conmutativa y distributiva Para el Caye-tano tres son las especies de la justicia que no tiene dos partes sino que es una con tres especies

iquestEs lo mismo afirmar una cosa o la otra iquestCuaacuteles son las implicancias teoacute-ricas de concebir distintamente la forma y las especies de la justicia iquestY cuaacuteles los alcances praacutecticos en relacioacuten al bien comuacuten poliacutetico Para que quede claro el texto del Angeacutelico y la glosa del Cardenal iquestson una y la misma doctrina An-ticipamos asiacute nuestra hipoacutetesis y el objeto de esta investigacioacuten

Nos queda por tratar el motivo principal por el cual el Cayetano seraacute conoci-do como el Priacutencipe de los Comentadores Veamos a rengloacuten seguido un poco maacutes detenidamente sus obras que no se reducen a los comentarios a la Suma de Teologiacutea

I33 La obra literaria del Cayetano

Como hemos insinuado el Cardenal desarrolla una intensa actividad lite-raria en el campo de la loacutegica la filosofiacutea la teologiacutea y la exeacutegesis biacuteblica Sus trabajos no se circunscriben exclusivamente a los comentarios a la Suma de

131 S Th II-II q 61 a 1 r d132 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1 Volveremos maacutes adelante sobre esta misma cita

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Teologiacutea de Santo Tomaacutes de Aquino aunque siacute son estos el gran hecho al que el Priacutencipe de los Comentadores debe su renombre

133

Denis Janz puntualiza sobre cuaacuten grandemente ha sido ignorado el Cayetano en tal vez uno de sus temas maacutes importantes y que por motivos personales maacutes le ha preocupado el de la interpretacioacuten biacuteblica

laquoThe importance of the biblical commentaries within Caje-tanrsquos corpus has rarely been given its due among Cajetan scholars Cajetan is the first major representative of the Thomist school to write extensive commentaries on Scripture In fact the range of this Scripture commentaries rivals that of Thomas himself Cajetanrsquos commentaries reflect an interest in Scripture and an emphasis on its importance that make him stand out in the late medieval Thomist school In this respect at least one can say Cajetan was more true to the spirit of St Thomas contemporaries in their struggle with a foe that look the sola scriptura principle as its watchword It is per-haps this emphasis on the importance of Scripture that makes Caje-tan the greatest Thomist of the Reformation eraraquo

134

En efecto argumenta el autor que luego de 1518 (la disputa de Augsburgo) el uacutenico cometido de Tomaacutes de Vio fue laquoto ldquotake awayrdquo the Scripture from Luther and put it back into the hands of the Roman Churchraquo

135 Y que esto lo convertiriacutea

como hemos visto recieacuten en el ldquomayor tomista de la era de la Reformacioacutenrdquo

Para seguir con el anaacutelisis de la obra literaria del Priacutencipe de los Comenta-dores volvamos al texto que hemos citado de L Elders donde nos presenta las obras del Cardenal en tres grupos o categoriacuteas

136

El primer grupo es el de los comentarios a las obras de caraacutecter filosoacutefico De ente et essentiae De conceptu entis De nominum analogia y De anima contra Pedro Pomponazzi

133 Lo que sigue en este apartado es parte de un trabajo presentado en el XVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval en Chile (antildeo 2017) con el nombre de ldquoEl Cayetano y sus comentariosrdquo y se encuentra en prensa para la publicacioacuten de las Actas del XVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval134 D JANZ laquoCajetan a Thomist Reformerraquo en Renaissance and Reformation Renaissance et Reacuteforme New Series Nouvelle Seacuterie vol 6 nordm 2 (May mai 1982) pp 95-96135 Ibidem p 95136 L ELDERS ldquoCayetano comentadorrdquo pp 2-7

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El segundo es el concerniente a la doctrina sobre la eacutetica y la moral Aquiacute hace un recorrido por los comentarios que el Cardenal realizoacute a otras obras del Aquinate a saber las cuestiones disputadas sobre la verdad los comentarios a la Eacutetica Nicomaquea etc

El tercer grupo es ldquoel gran comentario de Cayetano sobre la Suma de Teolo-giacutea que merecidamente es la causa principal de su famardquo

137

Ademaacutes hay tambieacuten otros comentarios del Cardenal que el autor no consi-dera y los podriacuteamos agrupar en torno a la temaacutetica Biacuteblica o Biacuteblico-exegeacutetica y temas relacionados a la Eclesiologiacutea y la jerarquiacutea eclesiaacutestica y el Derecho Canoacutenico

Si bien L Elders nota ldquoefectivamente una cierta distancia una deacutecalage como dice en franceacutes entre la teoriacutea de Cayetano y los datos que encontramos en la obra de Santo Tomaacutesrdquo

138 aun asiacute rescata ldquocuaacuten profundo es el texto apa-

rentemente simple de Tomaacutes al leer las numerosas distinciones introducidas en los comentarios del Cardenalrdquo

139

Como vemos los comentarios del Cayetano no soacutelo se centraron en la Suma Teoloacutegica sino que tambieacuten se destacaron en torno a otros textos Evidentemen-te los referidos a la Summa son los que comportan una riqueza mayor Ya por la extensioacuten ya por la cantidad de temas de la obra

Pero para que no quede la impresioacuten de que la actividad literaria del Priacutencipe de los Comentadores ha sido breve recordamos el estudio histoacuterico de R P Con-gar OP ldquoBio-biliographie de Cajeacutetanrdquo (publicado en la misma Revue Tomiste en conmemoracioacuten por los cuatrocientos antildeos de la muerte del Cardenal que debajo citaremos) donde pone un listado de todos los escritos del Cayetano 148 en total

Sabemos que los comentarios del Cardenal a la Suma de Teologiacutea no fueron publicados por primera vez en la Edicioacuten Leonina De hecho indagar sobre las primeras ediciones de este comentario es entrar en un campo poco estudiado y muy confuso

Es realizar una arqueologiacutea bibliograacutefica-editorial yendo a la buacutesqueda de muchas precisiones confirmaciones y corroboraciones que se inscriben dentro del campo de los estudios linguumliacutesticos de textos raros y manuscritos Cosa que

137 Ibidem p 7138 Ibidem p 6139 Ibidem p 8

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se infiere de la lectura del mismo trabajo introductorio de la Edicioacuten Leonina que en su praefatio nos indica ndashal hablar de otras ediciones de la Summa que ldquoentre otras merece ser mencionada por su presentacioacuten y elegancia tipograacutefica la edicioacuten Romana del antildeo 1773 con los comentarios del Cayetanordquo

140 Y maacutes

adelante anota en pie paacutegina que la edicioacuten parisina de 1514 fue publicada ldquosine textu s Thomaerdquo

141 Todaviacutea no habiacutea finalizado sus comentarios a la secunda

secundae Es decir existiacutean (y existen todaviacutea hoy) otras ediciones de los co-mentarios del de Gaeta

Como vemos los comentarios adjuntos a la Leonina fueron el fruto de una investigacioacuten criacutetica de los textos del Cardenal Asiacute lo exponen ndashy hemos citadondash los curadores de la tal edicioacuten al explicar el proceso que llevaron adelante sobre los comentarios del Cayetano

Nos dicen que alliacute donde el texto aparece deteriorado o incomprensible bus-caron recomponerlo Ademaacutes donde encontraron comentarios diversos sobre el mismo punto intentaron determinar cuaacutel de ellos concordaba mejor con el pen-samiento del autor para ponerlo debajo de cada artiacuteculo En cambio aquellos que fueron desestimados para el texto criacutetico-canoacutenico han sido reproducidos en maacutergenes laterales

Asiacute tambieacuten donde encontrasen soacutelo un comentario que pareciera no ade-cuarse a los sostenido previamente o en otros lugares por el Cayetano optaron por sentildealarlo con un signo de interrogacioacuten en el margen Queriendo asiacute signifi-car cierta inadmisibilidad de la autoriacutea de tal comentario

Del mismo modo aclaran los editores distribuyeron los comentarios seguacuten se refiriesen a cada parte cuestioacuten y artiacuteculo de la Suma enumerando seguacuten fuese conveniente

Finalmente los responsables de la Edicioacuten Leonina indicaron convenien-temente con notas marginales a queacute otros lugares obras autores el Cardenal se referiacutea al comentar142

140 Vid Praefatio en S Th I qq 1-49 t IV Romae 1888 p XII nota 1 ldquoInter alias mentionem meretur etiam ob chartae praestantiam et elegantiam typorum Romana editio anni 1773 cum Commentariis Caie-tani in X tomos in folio distributa et ad Patavina an 1698 ad amussim exactardquo141 Ibidem p XV nota 2142 Cfr ibidem p XV La nota es larga pero pensamos que vale la pena traerla ldquoAd hanc ergo Venetam Commentariorum Caietani editionem quae prima procul dubio est quaque operam suam prastantibus peritissimis viris Alberto de Castello et Augustino Natali in lucem prodiit nostram in omnibus examussim exegimus At quoniam nec illa ob imperitiam et oscitandam typothetarum a mendis vacat idcirco nun-

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Todo esto lo hemos planteado para mostrar la amplitud del tema y llamar la atencioacuten sobre la urgencia de un estudio criacutetico en torno a los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio

Con esto queremos puntualizar la necesidad de atender a los comentarios del Cardenal Primero por la complejidad que revisten Ademaacutes porque han sido objeto de sucesivas ediciones correcciones selecciones publicaciones etc Tal vez emprender una tarea seria de criacutetica externa e interna para determinar y sacar a la luz ulteriores precisiones sobre los mismos descubre otro cofre en la inmensa riqueza de los estudios medievales y en este particular caso renacen-tistas y tomistas

El Cayetano comenta a fin de ldquoprecisarrdquo los liacutemites del sentido del texto to-mista Eacutel es ndashpara la historiandash el inteacuterprete vaacutelido de Santo Tomaacutes de su doctrina y los alcances de esta el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Sus comentarios son pedagoacutegicos a la vez que exegeacutetico-hermeneacuteuticos La idea de que nadie mejor que el Cardenal para entender a Santo Tomaacutes fue la que se impuso en su tiempo y que llegoacute hasta nosotros Felizmente discutida en los uacuteltimos antildeos

quam omisimus alias in consultatione vocare Parisiensem nempe anni 1514 posterioresque praestantiores ediotionesHac autem via et ratione textum ubicumque vitiatus appareret reformare quantum licuit curavimus Primo animum et mentem serio applicuimus ad genuinam intelligentiam assequendam eorum quae in his comentariis continetur in quem finem non piguit alios etiam adire auctores quorum vel doctrinam assumit Caietanus in suum commentarium vel opiniones refutat vel argumenta contra s Thommam diluit Deinda loca vitiata in una editione ex aliis restituimos Ubi vero duae lectiones occurrebant quarum utraque contextui et menti Auctoris consona quoquo modo videbatur alterutram in margine laterali apposuimos Indubios errores omnibus editionibus communes proprio marte emendavimus Ubi vero editionum lectio non plene respondere contextui videbatur poterat tamen alicua ratione sustineri in ipso margine cum signo interrogationis tu fieri solet notavimus quomodo nobis videretur legendumPraeter haec aliud in hac nostra editione praestare curavimus in commodum eorum quin in horum Com-mentarium lectione nondum satis versati sunt Commentaria nenpe in suas quaeque partes distribuimus partesque singulas propriis numeris distinximus Deinc loca omnia ad quae in eodem commentario remittit Auctor quaeque menti oportet esse presentia ad intelligentiam eorum quae in praesenti dicuntur ut nullo negotio statim ab omnibus inveniri possint signato in margine numero indicavimus Hoc autem quanto adiumento futurum sit novitiis in longioribus praesertim commentariis experimento constabitQuam demum in textu s Thomae posuimus operam et diligentiam in restituendis et supplendis cuiusvis generis indicibus eandem prorsus et in Commentariis Caietani adhibuimusrdquo

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II1 ANTECEDENTES DE LA CUESTIOacuteN

II11 El resurgimiento de los estudios tomistas

El resurgimiento de los estudios tomistas es una de las caracteriacutesticas que signa nuestra cuestioacuten Y en principio resulta paradoacutejico debido a la cantidad de aristas que tiene De una parte el menosprecio de un sector de la comunidad acadeacutemica y el creciente intereacutes de otro

Ademaacutes es posible establecer diferentes eacutepocas en el resurgimiento de los estudios tomistas Nosotros ponemos tres

La primera tras la rehabilitacioacuten del Papa Juan XXII de la doctrina tomasia-na en el siglo XV Asiacute lo relata F Carpintero Beniacutetez

laquoAlgo maacutes tarde en el siglo XV los doctores que ensentildean en Pariacutes y cuyos libros se desparraman por toda Europa estaacuten tocados por el espiacuteritu de San Francisco y buscan establecer una nocioacuten de jus y del dominium que sirve a los fines de los Franciscanos Tal cosa sucedioacute con Juan de Gerson Conrado de Summerhart Ga-briel Biel o Jacobo Almain Sus doctrinas se vieron momentaacutenea-mente frenadas por el auge creciente del tomismo pues la obra de Santo Tomaacutes tras sufrir varias condenas eclesiaacutesticas habiacutea sido rehabilitada por el Papa Juan XXII y a finales del siglo XV fue adoptada y comentada por Tomaacutes de Vio maacutes conocido como el cardenal Cayetanoraquo143

143 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeolesraquo p 342

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Pero agrega el autor que laquola ensentildeanza tomista fue minoritaria hasta que en el siglo XVI la propagoacute Francisco de Vitoria coincidiendo con el auge de la monarquiacutea castellano-aragonesaraquo

144 Vitoria al retornar de Pariacutes utilizaraacute la

Summa Theologiae en sus lecciones (en lugar de explicar las sentencias de Pedro Lombardo) dando origen a los ldquoestudios tomistas que conocemos con el nombre de salamanticensesrdquo y que domina la primera mitad del siglo XVI

145

Luego de este periacuteodo y especialmente durante el siglo XVII la reflexioacuten filosoacutefica comienza el paulatino distanciamiento con la tradicioacuten del realismo claacutesico

El abandono de las fuentes y de la lectura directa de los textos (por ejem-plo de Santo Tomaacutes) fue una constante hasta el segundo renacimiento del tomismo

La segunda era la ubicamos bajo el auspicio del Papa Leoacuten XIII con una serie de hechos muy significativos

En primer lugar la promulgacioacuten de la carta enciacuteclica Aeterni patris (4 de agosto de 1879) destinada a promover los estudios filosoacuteficos en la Iglesia dan-do como ejemplo a Santo Tomaacutes de Aquino

Luego la fundacioacuten de la Pontificia Academia de Santo Tomaacutes de Aquino en Roma (15 de octubre de 1879) con un fuerte deseo de publicar laquoune nou-velle eacutedition complegravete des œuvres de saint Thomas qui preacutevoit une reacutevision de lrsquoeacutedition Piana (Rome 1570) agrave partir de ldquonouveaux manuscrits reacutecemment deacutecouverts et rendus utilisablesrdquo ainsi que la recherche drsquoouvrages ineacutedits du Docteur angeacutelique dans les manuscrits des grandes bibliothegraveques europeacuteennes afin de compleacuteter la Pianaraquo

146 Y la creacioacuten de la Comisioacuten Leonina (1880)

Todo lo relata notablemente Fernand Van Steenberghen

laquoLeacuteon XIII avait promulgueacute lrsquoencyclique Aeterni Patris le 4 aoucirct 1879 Le 15 octobre de la mecircme anneacutee dans une lettre au car-dinal De Luca il annonccedilait son intention de promouvoir une nou-velle eacutedition des eacutecrits de S Thomas Le 8 janvier 1880 il passait agrave la reacutealisation de son projet en en confiant lrsquoexeacutecution agrave une com-

144 Ibidem p 342145 Ibidem p 342146 Vid la paacutegina consultada el 30112017 httpwwwcommissio-leoninaorg201408chronologie- es-sentielle

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mission composeacutee de trois cardinaux de curie il leur demandait une eacutedition qui reacuteponde aux requecirctes de la critique moderne et qui agrave cette fin devrait recourir agrave lrsquoaide des manuscrits Membre de la commission cardinalice le cardinal Zigliara de lrsquoordre des Precirc-cheurs srsquointeacuteressa tregraves activement agrave lrsquoentreprise et mit au travail une eacutequipe de dominicains

On deacutecida de commencer par les commentaires aristoteacuteli-ciens Les manuscrits conserveacutes de cette cateacutegorie drsquoeacutecrits sont relativement peu nombreux il eacutetait donc possible en ce domaine drsquoarriver assez vite agrave des reacutesultats valables en exploitant aussi complegravetement que possible la tradition manuscrite en vue de re-constituer le texte sorti de la plume de lrsquoauteur Mais les premiers eacutediteurs adoptegraverent une autre meacutethode ils prirent comme texte de base celui de la Piana la premiegravere eacutedition complegravete des œuvres de S Thomas publieacutee agrave Rome en 1570 agrave lrsquoinitiative de S Pie V les variantes des manuscrits furent releacutegueacutees dans lrsquoapparat mecircme lorsqursquoelles permettaient drsquoameacuteliorer le texte seules les fautes manifestes de la Piana furent corrigeacutees La preacutefeacuterence donneacutee agrave la Piana nous paraicirct surprenante aujourdrsquohui en reacutealiteacute ce choix eacutetait dicteacute par la prudence le texte de cette eacutedition est drsquoordinaire fort bon et conscients de ne pas encore dominer pleinement la tradition manuscrite les eacutediteurs preacutefeacuteregraverent srsquoen tenir agrave un texte sucircrraquo

147

Estos eventos coinciden con el surgimiento de numerosas revistas dedicadas al estudio la difusioacuten y la profundizacioacuten del tomismo pero que raacutepida y nueva-mente caeraacuten ndasha juicio de J L Widow Lirandash en el olvido

laquoEn particular el estudio de la filosofiacutea poliacutetica de Santo To-maacutes tuvo un impulsor importante en el Papa Leoacuten XIII Entre eacutel y 1930 aproximadamente existen muchas obras que entran en esta materia Despueacutes de eso y durante un par de deacutecadas no existe nin-guna obra importante y de caraacutecter general sobre la doctrina poliacutetica de Santo Tomaacutesraquo148

147 F VAN STEENBERGHEN laquoLrsquoeacutedition leacuteonine des œuvres de saint Thomasraquo en Revue Philosophique de Louvain 4egraveme seacuterie t 72 nordm 13 1974 p 5148 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 13

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Aquiacute ndashveremos en el proacuteximo incisondash se destacaraacuten figuras de notoria rele-vancia como el Card Deacutesireacute Mercier Maurice De Wulf Yves Simon y Garri-gou-Lagrange entre otros y cuadernos de publicaciones prestigiosiacutesimos como la Revue neacuteo-escolastique de philosophie la Divus Thomas la revista Angeli-cum y los Studi Tomistici Esta segunda etapa es conocida oficialmente con el nombre de Neo-escolaacutestica

Finalmente luego de este olvido habraacute un tercer resurgimiento que todaviacutea hoy presenciamos Podriacuteamos decir revitalizacioacuten que se inicia a mediados del s XX y que continuacutea

laquoParalelamente a los estudios sobre el Doctor Angeacutelico a par-tir de los antildeos sesenta muchos temas propios de la filosofiacutea poliacutetica comienzan a ser desarrollados por la sociologiacutea con una metodo-logiacutea que podriacutea llamarse aunque resulte algo oscuro el teacutermino cuantitativamente objetivistaraquo149

Asiacute entonces la tercera etapa se enmarca en otra nueva era signada por el renovado intereacutes por la filosofiacutea poliacutetica

laquoEntre las disciplinas filosoacuteficas la filosofiacutea poliacutetica ha sido considerada durante mucho tiempo la ldquocenicientardquo de la casa tanto por el escaso nuacutemero de estudios dedicados a este campo como por el tipo de problemas de los que se debe ocupar

[] Pero esta situacioacuten se ha invertido en los decenios que han marcado el fin del segundo milenio ya que a partir de los antildeos setenta las publicaciones de filosofiacutea poliacutetica se han multiplicado alcanzoacute en alguacuten caso tiradas soacutelo imaginables para libros de narra-tivaraquo150

Reafirma esta opinioacuten Stefano Zamagni

149 Ibidem p 13150 G CHALMETA La justicia poliacutetica p 13

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laquoUn segno dei tempi tipico dellrsquoattuale fase storica che me-riterebbe una lettura piugrave attenta di quanto stia ricevendo egrave quellrsquoin-sistente appello allrsquoetica come se tutto fosse etica che egrave andato sos-tituendo quellrsquoaltrettanto insistente appello alla politica tipico degli anni lsquo60 del secolo scorso secondo cui ldquotutto era politicardquoraquo

151

Y tambieacuten Jeroacutenimo Corral Genicio quien resulta todaviacutea maacutes preciso al asignarle nombre y fecha a este resurgimiento

laquoEstrechamente ligada al orbe de la moralidad desde sus oriacutegenes puede hoy decirse que la preocupacioacuten por la justicia y su realizacioacuten en el mundo del Derecho es una realidad palpitante y para cuya reflexioacuten ha sido de gran utilidad la revitalizacioacuten de la discusioacuten sobre este valor a partir de la conocida monografiacutea A theory of Justice de John Rawls aparecida en 1971raquo152

Joseacute Luis Widow Lira tambieacuten cree que laquoen las uacuteltimas deacutecadas se han ido despertando de manera cada vez maacutes espontaacutenea y abierta ciertas preocupa-ciones en torno a la viacutea elegida para transitar poliacuteticamente que se refieren desde luego y de modo particular al quiebre producido entre el orden moral y el poliacuteticoraquo

153 Y agrega maacutes adelante que si bien en otros laquotiempos la filosofiacutea

poliacutetica ha sido muy desatendidaraquo hoy por el contrario estamos en presencia de una laquorevitalizacioacutenraquo de los estudios sobre esta temaacutetica

154 que no encuentra

respuestas para los problemas poliacuteticos actuales

laquoEl gran problema si se trata de una verdad o una mentira po-liacutetica es el fin de la comunidad tambieacuten poliacutetica Hoy si se sigue el debate contemporaacuteneo se podraacute descubrir que el gran tema de fondo es el de la buacutesqueda de aquellos principios que otorgan legitimidad al orden poliacutetico que las sociedades se dan a siacute mismas Y el proble-

151 S ZAMAGNI ldquoLrsquoeconomia del bene comunerdquo en Ideeconomia 3 Cittagrave Nuova Roma 2007 p 211152 J CORRAL GENICIO ldquoLa nocioacuten de Justicia en la Retoacuterica de Aristoacutetelesrdquo en Revista Telemaacutetica de Filosofiacutea del Derecho 6 (20022003) p 137153 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 7154 Cfr Ibidem pp 13-15

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ma de la legitimidad es principalmente el problema del fin o ndashsi se quiere en pluralndash de los fines de la sociedad poliacuteticaraquo155

Como resulta evidente los estudios tomistas resurgieron cada vez que no se pudo dar respuestas a determinados planteos de la vida cotidiana del hombre y de las naciones Vista la situacioacuten actual de los estados modernos de la poliacutetica internacional de la crisis de la justicia y de tantas otras cosas resurge ndashuna vez maacutesndash la figura y la doctrina de Santo Tomaacutes de Aquino como piedra de toque y auxilio en la reflexioacuten filosoacutefico-poliacutetica De aquiacute su importancia nuestro intereacutes y eleccioacuten

II12 Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Fue el Cardenal nacido en Gaeta uno de los responsables de esta restaura-cioacuten de los estudios tomasianos durante el primer y segundo resurgimiento del tomismo

laquoEs manifiestamente conocido el esfuerzo de Tomaacutes de Vio Cayetano por difundir y defender en todas sus partes el pensamien-to de Tomaacutes de Aquino Su labor de difusioacuten (v gr lograr que la Summa Theologiae reemplace a las Sentencias de Pedro Lombardo como libro de texto a comentar) sus comentarios a la misma Suma y sus numerosos opuacutesculos que exponen defienden y desarrollan las tesis tomistas fueron importantes y conocidos ya en su eacutepoca

De ahiacute que por siglos se haya sostenido una identidad fun-damental de pensamiento entre Tomaacutes de Aquino y Cayetano Este seriacutea el gran sistematizador y expositor de los temas primordiales tanto teoloacutegicos como filosoacuteficos del Aquinate Cayetano es el poacuterti-co que facilita el acceso a su maestro

Hasta tal punto esto es asiacute que en la llamada filosofiacutea perenne o filosofiacutea aristoteacutelico-tomista tan extendida hasta mitad del siglo pasado con frecuencia no se distingue en las citas al disciacutepulo del

155 Ibidem p 15

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maestro Es que ambos participariacutean de una doctrina comuacuten De alliacute que los comentarios de Cayetano al Aquinate son tan apreciados en la interpretacioacuten de la letra tomistaraquo156

Como tambieacuten atestigua L Elders

laquoSe sabe que el Papa Leoacuten XIII ordenoacute que en la edicioacuten criacute-tica de la Suma de Teologiacutea de Santo Tomaacutes de Aquino el texto de cada artiacuteculo debiacutea estar acompantildeado del comentario del gran domi-nico Tomaacutes de Vio llamado Cayetano que era considerado el mejor comentador de la obra maestra de Tomaacutesraquo157

Y es cierto que las intenciones del Cayetano fueron las que menciona C P Muntildeoz difundir la doctrina del Angeacutelico

En el Praefatio al t IV (que dedica el Cardenal Tomaacutes de Vio al Cardenal Caraffa de Naacutepoles) y con que la edicioacuten del Papa Leoacuten XIII (en adelante ldquoleo-ninardquo) inicioacute la publicacioacuten de la Opera Omnia Sancti Thomae Aquinatis el Cayetano realiza esta declaracioacuten

laquoNostrae vero huius susceptae expositionis hinc exorta ratio est quia formalis sermo Doctoris nostri magnam recondit sensuum altitudinem cum tamen verborum collocatio ac delectus perplexi nihil habens prima fronte lectorem videatur allicere ac facilitatem sensuum polliceri Verum multo aliter evenire sibi lector intellegit atque ab initio existimarat repetita enim lectio Auctoris huius vi-detur augere potius quam decerpere sensus percipiendi difficulta-temraquo158

Asiacute es la exposicioacuten es para facilitar al lector el sentido de las ensentildeanzas de Santo Tomaacutes y de secundarlas Pero consciente de posibles yerros doctrinales pide ndashen el Proacutelogo a la primera parte de la Suma que ademaacutes de adherir a la in-

156 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetanoraquo p 1157 L ELDERS laquoCayetano comentadorraquo p 1158 S Th I sect Praefatio

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tencioacuten y a la obra del Angeacutelicondash ser corregido alliacute donde se distancie de su prin-cipal cometido ser entendido como un defensor y desarrollador del Aquinate

laquoSed eatenus dico hic et ubique quatenus reddita ratio testa-tur Propterea ubi defecero correctori ut adiutori gratias ago Verba quoque erroris falsitatis deceptionis ignorantiae et aliorum huius-modi non contra personas sed contra opiniones et hoc etiam quae-tenus minus solidae sunt vel apparent interpretanda esse volo quo-niam personis nullo pacto opinionibus vero non nisi ut dissonant adversari intendoraquo159

Tomaacutes de Aquino deja en claro sus intenciones laquopropositum nostrae inten-tionis in hoc opere est ea quae ad Christianam religionem pertinent eo modo tradere secundum quod congruit ad eruditionem incipientiumraquo

160 Que Tomaacutes

de Vio apropia

laquoNovitiis namque opus hoc convenir dicitur non rationi faci-litatis aut superficialis aut epilogalis aut introductorii tratatus sed rationem sectarum superfluitatum omissae repetitionis et pulcherri-mi ordinis ab ipso inventi ut enim in precessu apparet omnes theo-logales difficultates et ex propriis hic distincte tractanturraquo161

Como vemos el Priacutencipe de los Comentadores hace suyas las intenciones de Santo Tomaacutes de instruir no soacutelo a los maacutes avanzados ldquosed etiam incipientes erudirerdquo Ademaacutes explica comentaraacute la litterae Thomae para repetirla y defen-derla de los errores y falsedades con que otros la exponen A este respecto deja en claro que sus comentarios son contra las opiniones y no contra las personas que las profesan Pide asimismo a quienes hallen yerro de su parte lo corrijan ut adiutori No se propondraacute ni poner ni quitar nada soacutelo exponer la doctrina tomista apoyaacutendose en la ayuda de tantos otros fratres ordini Praedicatorum

159 Comm Card Caie en S Th I sect Prologus160 S Th I sect Prologus161 Comm Card Caie en S Th I sect Prologus

101

Una primera diferencia que encontramos y sobre la que maacutes adelante nos explayaremos es respecto del modo en que Santo Tomaacutes se ocupa de la justicia y el modo en que el Cardenal comenta

laquoEl meacutetodo que sigue el Aquinatense en su Suma Teoloacutegica es el aristoteacutelico es decir es filosoacuteficamente realista moderado y es metodoloacutegicamente realista pues como tal asciende de las cosas a las ideas

Propedeacuteuticamente hablando estaacute ndashcomo ha explicado Mi-chel Villeyndash dirigido a la ensentildeanza (doctrina) y al acto de aprender (disciplina) en busca de la verdad ndashde su ciencia en el grado ase-quible al hombrendash invitando para ello al lector a rehacer el mismo camino que la razoacuten del maestro ha debido recorrerraquo162

Es decir en la glosa cayetana podremos evidenciar una posicioacuten metodoloacute-gica diversa si bien fines u objetivos comunes Y es cierto como lo demuestran muchos estudiosos que el Cardenal se aparta con su interpretacioacuten y comen-tarios de la doctrina tomista Pero auacuten hoy permanecemos en una situacioacuten de confusioacuten generalizada debido a la reputacioacuten e influencia del de Gaeta

En nuestro trabajo apoyaacutendonos en estos antecedentes desarrollaremos la tesis de que el Cayetano tambieacuten se aparta de la nocioacuten de justicia propuesta por Santo Tomaacutes de Aquino en S Th II-II qq 57-62 Y que a la base de este distan-ciamiento no hay solamente una cuestioacuten metodoloacutegica ndashque acabamos de es-bozarndash sino algo todaviacutea maacutes profundo dos modos distintos de concebir el tema moral dos perspectivas eacuteticas Una es la del Aquinatense otra la del Gaetano

Asiacute como las investigaciones que mencionamos y mencionaremos tratan de escindir la figura del Cayetano del tomismo o de un tomismo ldquoortodoxordquo cuanto menos tambieacuten nosotros nos introduciremos en esta problemaacutetica Claro que es difiacutecil puesto que debemos derogar el mote de ldquoPriacutenciperdquo al comentador que nos ocupa tarea nada sencilla Hemos pensado que quizaacutes resignificarlo o precisarlo es un modo de quitarlo proponiendo un viraje tal vez el Cayetano no sea un ldquoPriacutenciperdquo al estilo de las monarquiacuteas medievales

162 J VALLET DE GOYTISOLO laquoLa justicia seguacuten Santo Tomaacutes de Aquinoraquo en Arbor CLXXV 691 (2003) p 1143

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Quede claro pues otro antecedente de vital importancia para comprender maacutes cabalmente la cuestioacuten Para entender la nocioacuten de justicia en los comenta-rios de Tomaacutes de Vio debemos atender al hecho de que

laquoEl comentario de un texto filosoacutefico consiste en la emisioacuten de un juicio o consideracioacuten sobre el lugar que ocupan las ideas defendidas en el texto en el conjunto del conocimiento y en la expo-sicioacuten de nuestro punto de vista al respecto (no confundaacuteis esto con lo que vosotros llamaacuteis ldquoopinioacuten personalrdquo) Esto quiere decir que comentar es ante todo relacionar Relacionar las ideas del texto con nuestros conocimientos Y relacionar las ideas del texto con nuestras propias ideas sobre el temaraquo163

Entonces si hemos dicho que Santo Tomaacutes ldquocristianizardquo toda la herencia que recibe del mundo griego romano judiacuteo y aacuterabe iquestNo podremos concluir con este trabajo que el Cayetano ldquomodernizardquo al Aquinate

Un priacutencipe moderno que relaciona ideas de un texto y una doctrina del pasado con las suyas propias que es el primero entre los comentadores de los tiempos modernos que le sucederaacuten El Priacutencipe de los Comentadores

Hemos querido tratar estos temas como Antecedentes de la Cuestioacuten para que mejor se entendiese lo que sigue el Estado de la Cuestioacuten propiamente

Estamos realmente convencidos y pensamos que asiacute lo hemos demostrado de que muchas veces el ldquooficiordquo de medievalista estaacute transido del tipo de prejui-cios que hemos relatado (p ej vid supra sectI1 pp 40-42 y sectI21 pp 42-47) asiacute como tambieacuten del profundo desconocimiento de la actualidad de los estudios y actividades que se producen en referencia a la Edad Media

Pero es cierto que se ignoren tales empresas no significa que no sean actua-les ni mucho menos acadeacutemica y metodoloacutegicamente fructiacuteferas

163 httpswwwwebdianoiacomestudiarcomentariohtm Consultado el diacutea 01122017

103

De hecho hasta aquiacute hemos visto coacutemo los estudios tomistas se suceden en el tiempo La figura clave es Santo Tomaacutes quien obra ndasha nuestro juicio y por ello nuestra posturandash una genial siacutentesis del espiacuteritu de los antiguos tanto griegos como romanos sin olvidar la tradicioacuten judiacutea y aacuterabe En efecto nada le resulta ajeno

De alliacute que pertenecer a esta tradicioacuten tomar sus principios rever sus ar-gumentos proponer nuevamente conclusiones es siempre y en todo momento renovador Renueva al sujeto y al objeto a la persona y a la doctrina La filosofiacutea perenne es aquella exenta de intermisioacuten es la que ni cesa ni interrumpe su labor

Antes de comenzar el proacuteximo apartado quisimos dejar en claro y mostrar que dedicarse a estos temas es una forma maacutes de pertenecer a un geacutenero que lleva iacutensito el gran tesoro de todo lo humano a pesar del desprestigio y los pre-juicios que injustamente se endilgan a los medievalistas y la falta de actualidad fundamentalmente a los tomistas

II2 ESTADO DE LA CUESTIOacuteN

II21 Los estudios actuales en torno a la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes

Tal como adelantamos el Estado de la Cuestioacuten sobre nuestro tema y sobre los estudios centrados en la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes es por diversos motivos un tanto particular

En primer lugar muchos son una exposicioacuten e interpretacioacuten de los textos tomistas y pertenecen al geacutenero de los artiacuteculos y ensayos monograacuteficos Como por ejemplo resultaraacute de la lectura ndashentre otrosndash de G Saacutenchez G-H o de M Lutz- Bachmann

164

164 G SAacuteNCHEZ G-H laquoAcerca de la Justicia en Santo Tomaacutes de Aquinoraquo en Estudios Puacuteblicos 18 (1985) 77-92 R SPIAZZI Principi di Etica Sociale Edizione Studio Domenicano Bologna 1990 M LUTZ- BACHMANN laquoThe Discover of a Normative Theory of Justice in Medieval Philosophy On the Reception and further Development of Aristotlersquos Theory of Justice by St Thomas Aquinasraquo en Medieval Philosophy and Theology 9 (2000) 1-14

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Por otro lado son muy pocos los estudios especiacuteficos acabados y sistemaacute-ticos sobre nuestro tema y los comentarios del Cayetano Pero los que siacute se centran soacutelo en la consideracioacuten de la justicia en Santo Tomaacutes ndashque repetimos no abundanndash rastrean la geacutenesis del liberalismo contemporaacuteneo en la mal com-prensioacuten o desatencioacuten de la doctrina tomista Asiacute lo refleja C A Sacheri en su estudio laquoLa Justicia Conmutativa y la reciprocidad en los cambiosraquo tras afirmar que luego de Aristoacuteteles es el Doctor Comuacuten quien mejor ha entendido esta re-lacioacuten afirma

laquoEl liberalismo capitalista ha negado sistemaacuteticamente el principio de reciprocidad en los cambios con su desmesurado afaacuten de lucro invocando absurdamente la utopiacutea de que los egoiacutesmos in-dividuales se armonizan espontaacuteneamente lo cual traducido en buen romance equivale a sostener que cien mil injusticias individuales engendran automaacuteticamente un orden social justoraquo165

Queremos destacar aquiacute ademaacutes lo que pareciera ser un pensamiento domi-nante (al menos para quienes provienen de aacutembitos de habla inglesa) de que es posible concebir la fundacioacuten del liberalismo poliacutetico en el mismo Santo Tomaacutes de Aquino y su doctrina poliacutetica particularmente en lo tocante al tema de la vir-tud de la justicia

Como sostiene por ejemplo F R Hittinger en laquoJohn Rawls The basis of Social Justice and intercultural dialogue in globalized worldraquo Es interesante coacutemo el autor analiza el origen del liberalismo y cuaacutel fue su papel en el surgi-miento de los Estados Modernos que atribuye tal a las Monarquiacuteas Cristianas Ademaacutes de esto se ve coacutemo tambieacuten afirma que el liberalismo no ha surgido esto es no ha comenzado junto con el nacimiento de los Estados Modernos

laquoThe transformation of polities or realms into states is neither liberal nor nonliberal but lsquomodernrsquo Liberalism did not begin as a special theory or family of theories geared to answer the question lsquoshall there be a territorial nation-statesrsquo Christian manarchs and

165 C A SACHERI laquoLa Justicia Conmutativa y la reciprocidad en los cambiosraquo en Verbo 126 7 (1974) p 856

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their courts settled this question without guidance from liberalism Rather liberals sought to answer the question lsquocan such a state be justrsquo It is possible (in theory and practice) to achieve something more than a mere modus vivendi between competing nation states along with a weak system of toleration at home

Liberalism answers yes to both parts of the question It does so by unfolding a normative ontology of the moral capacities and liberties of the individual

[] There are indeed many kinds of liberalism But we will not err greatly if we make the following generalization liberalisms orient themselves in terms of the moral capacities and inherent va-lue of individual libertyraquo

166

Su razonamiento es el que el Estado Moderno surge precisamente con la Modernidad y que el liberalismo nace dentro de la defeccioacuten de aquella anterior edad dando asiacute respuestas a las cosas que la anterior organizacioacuten poliacutetica ndashleacutea-se monarquiacuteasndash no podiacutean ni pudieron ndashni habriacutean podido pues a este punto ya no existiacuteanndash dar

167

Sentildealemos al pasar que de esto se seguiriacutean al menos dos consecuencias La primera la de atribuir a la Doctrina de la Iglesia Catoacutelica en Santo Tomaacutes de Aquino la fundacioacuten ndashen la reflexioacuten filosoacutefica poliacuteticandash de las teoriacuteas de cuntildeo liberal Antildeaacutedanse a esto las repercusiones en el campo de la moral La segunda la de compeler a todos los fieles catoacutelicos a su puesta en praacutectica

Ademaacutes se utiliza este argumento ndashel de la justicia tomistandash como un puente para llegar al debate sobre otros conceptos tales como ldquoJusticia Socialrdquo y ldquoDere-chos Humanosrdquo entre tantos

Asiacute R Cambareri en Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo hace referencia expliacutecita a esta nocioacuten de que la justicia entendida estrictamente hace referencia al ldquoreconocimiento al respeto y a la realizacioacuten de los derechos del hombrerdquo

168

166 F R HITTINGER en laquoJohn Rawls The basis of Social Justice and intercultural dialogue in globalized worldraquo en Doctor Comunis (2007) pp 142-143167 Cfr F R HITTINGER en laquoJohn Rawlsraquo pp 142-164168 Cfr R CAMBARERI Il cristiano in politicaraquo p 25

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Por otra parte encontramos a P Saacutenchez Garrido quien argumenta laquoque existe una correlacioacuten entre la responsabilidad de la comunidad poliacutetica y de la autoridad en el bien comuacuten de todos sus ciudadanos la dignidad de la per-sona humana el decoro y bienestar humanos la autosuficiencia o autarquiacutea y la vida feliz virtuosa y contemplativa del ciudadano en orden a la verdad y el bienraquo

169

Finalmente J Vallet de Goytisolo aporta una gran cantidad de referencias comentarios acotaciones disensiones y reflexiones Este ensayo representa un esfuerzo por parte del autor para ilustrar el pensamiento de Santo Tomaacutes de Aquino recurriendo a los ldquoTratadosrdquo (quaestiones) ldquoDe iurerdquo ldquoDe iudiciordquo y a los comentarios que el Aquinatense realizase a los libros aristoteacutelicos Por todo lo cual a eacutel remitimos

170

Tambieacuten vemos coacutemo se analizan los textos tomistas en referencia a otros comentaristas maacutes recientes Asiacute lo muestra J M Ayala Martiacutenez en su impor-tante artiacuteculo El mismo resulta muy interesante porque ademaacutes aporta claridad sobre la importancia e influencia que ha podido tener el Cayetano en el desarro-llo de la filosofiacutea poliacutetica moderna Particularmente podriacuteamos descubrir esto en la huella que ndashtal vezndash haya dejado en dos grandes personajes de la filosofiacutea juriacutedica que tuvieron lugar en el contexto del descubrimiento la colonizacioacuten y la conquista de Ameacuterica Fray Bartolomeacute de las Casas y Francisco de Vitoria y que el mismo autor trata

171

Esto muestra que si bien el estudio de Santo Tomaacutes se ha ido imponien-do paulatinamente en los uacuteltimos antildeos hay todaviacutea una urgencia de volver a la lectura de sus textos Explica mucho mejor todo lo que decimos Joseacute Luis Widow Lira Ponemos aquiacute una cita en la que manifiesta su opinioacuten que ade-maacutes de pertinente resulta conveniente por la siacutentesis y el elenco que trae de autores

laquoPues bien junto a estos intentos de entender lo poliacutetico se han venido sucediendo algunos otros que rescatan la oacuteptica del San-

169 P SAacuteNCHEZ GARRIDO laquoConsideraciones sobre la Justicia distributivaraquo p 15170 J VALLET DE GOYTISOLO laquoLa justicia seguacuten Santo Tomaacutes raquo pp 1143-1162171 J M AYALA MARTIacuteNEZ laquoImportancia de los teoacutelogos juristas de Salamanca en el desarrollo de los derechos humanosraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 253-262

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to Doctor volviendo a poner la poliacutetica en el carril que le correspon-de Maacutes allaacute de innumerables artiacuteculos sobre el caraacutecter del saber poliacutetico existen algunos autores que se han afanado para abarcar globalmente el pensamiento poliacutetico de Santo Tomaacutes Por ejemplo Giovanni Invitto en La cittagrave dellrsquouomo Il pensiero politico di San Tommaso o John Finnis en Aquinas Moral Political and Legal Theory o Jorge Martiacutenez Barrera en Reconsideraciones sobre el pensamiento poliacutetico de Santo Tomaacutes de Aquino Digno de mencioacuten es Alfredo Cruz Prados Ethos y polis Bases para una reconstruc-cioacuten de la filosofiacutea poliacutetica que aunque no pretende ser una explica-cioacuten de la poliacutetica seguacuten Santo Tomaacutes me parece que recoge muy de cerca el espiacuteritu del pensamiento poliacutetico del Aquinateraquo172

Queda claro entonces visto el actual Estado del Arte referido a las publica-ciones concernientes a Santo Tomaacutes de Aquino y su doctrina la gran necesidad de secundar todos estos movimientos acadeacutemicos que buscan y proponen conti-nuar profundizando no soacutelo las obras del Angeacutelico sino tambieacuten aquellas posi-bles interpretaciones de otros pensadores como por ejemplo el Cayetano y por queacute no la influencia que ha tenido en su tiempo y en los antildeos y siglos venideros Influencia que se prolonga hasta nuestros diacuteas

Con fines ilustrativos y para continuar demostrando la carencia de estudios orientados hacia el argumento que hemos elegido es que nos introduciremos en la escasa bibliografiacutea acerca de los estudios actuales y aquellos de maacutes rele-vancia sobre el Cardenal Tomaacutes de Vio Esto es algunas de sus obras y lo que maacutes interesa a nosotros sus comentarios a la obra de Santo Tomaacutes de Aquino Especialmente a los textos de la S Th II-II y a los referidos a las cuestiones en que se trata la virtud de la justicia (cuestiones 57-62)

Expondremos tambieacuten cuaacuteles son a nuestro parecer los porqueacutes de este no muy numeroso repertorio bibliograacutefico

Y luego discurriremos sobre las publicaciones que han tratado el tema de la justicia y su interpretacioacuten en el Cayetano

Algo hemos adelantamos cuando hablamos sobre la confusioacuten generalizada sobre este tipo de estudios algunas veces sin precisioacuten en las citas y referencias

172 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 14

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y lo que es peor basaacutendose en obras que con el correr del tiempo el autor de estas ha modificado

Siendo no menor esto que acabamos de exponer pasemos entonces a los dos momentos de los que hablaacutebamos para presentar las publicaciones actuales relacionadas a nuestro tema

II22 Investigaciones sobre el Cayetano sus obras y comentarios

Adentraacutendonos ahora en los estudios que profundizan sobre las obras de autoriacutea personal del Cayetano o sobre los comentarios que el Cardenal realizoacute a algunas de las obras de Santo Tomaacutes estamos en condiciones de proponer las siguientes apreciaciones

En primer lugar podemos ver que el mayor nuacutemero de los estudios sobre el Cayetano se centran en sus comentarios y escritos sobre los conceptos de ente analogiacutea esencia y abstraccioacuten

173

Pero tambieacuten hay otros estudios que versan sobre temas auacuten maacutes variados174

ndashincluyendo algunas biografiacuteas o semblanzas

175ndash asiacute como tambieacuten estaacuten aque-

173 A GOERGEN laquoDie Lehre von der Analogie nach Kardinal Cajetan und ihr Verhaumlltnis zu Thomas von Aquinraquo en Divus Thomas XLIII (1940) p 523 L FERRARI laquoA Thomistic Appraisal of Thomas de Vio Cajetanrsquos ldquoabstractio totalisrdquoraquo en Angelicum XLXI (1965) pp 441-462 MUNtildeOZ CEFERINO PABLO laquoEn torno a dos lecturas posibles sobre el conocimiento de las esencias en Tomaacutes de Aquinoraquo en Toacutepicos 43 (2012) pp 123-151 Este uacuteltimo con una destacada bibliografiacutea de referencia sobre estos temas174 G DE HOLTUM laquoSpecimem commentarium Caietani usui scholarum accomodatorumraquo en Divus Thomas (1901) pp 563-573 R P LEHU laquoLa penseacutee de Sylvestre de Ferrare et de Cajegravetan sur la Justice originelleraquo en Revue Thomiste 33e anneacutee XI (1928) pp 430-511 V POLLET laquoLa doctrine du Cajetan sur lrsquoEacutegliseraquo en Angelicum XII (1935) pp 223-244 R GARRIGOU-LAGRANGE laquoLe sens du mystegravere chez Cajetanraquo en Angelicum XII (1935) pp 3-18 S BERSANI laquoDe mente Cardinalis Caietani circa vim conclusionum quinque viarumraquo en Divus Thomas 4-5 (1938) pp 429-434 V DEGLrsquoINNOCENTI laquoLrsquoopinione giovanile del Gaetano sulla costituzione ontologica della personaraquo en Divus Thomas (1941) pp 154-166 laquoAnimadv In Caietani doctrinam de corporum individuationeraquo en Divus Thomas (1948) pp 19-45 laquoDel Gaetano e del principio drsquoindividuazioneraquo en Divus Thomas XLIII (1949) pp 207-208 E QUARELLO laquoIl problema scolastico della persona nel Gaetano e nel Capreoloraquo en Divus Thomas (1952) pp 34-63 A GIORDA-NO laquoIl sacrificio della Messa nel pensiero del Gaetanoraquo en Divus Thomas (1956) p 97 D DOHERTY laquoThe sexual doctrine of Cardinal Cajetanraquo en Divus Thomas (1969) p 231 M F MANZANEDO laquoLa inmortalidad del alma humana seguacuten Cayetanoraquo en Angelicum 76 (1999) pp 309-340175 Por ejemplo la de A COSSIO e intitulada laquoIl Cardenale Gaetano e la riformaraquo del antildeo 1902 en 1936 J M VOSTEacute escribe literalmente una paacutegina laquoThomas de Vio O P cardinalis Caietanus Sacrae paginae

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llas obras realizadas en homenaje al Cardenal (como por ejemplo la de la revista Angelicum en la conmemoracioacuten de los cuatrocientos antildeos de la muerte del Ca-yetano)

176

Con respecto a esto encontramos dos estudios que resultan muy interesan-tes aunque no tan actuales Pese a esto son una referencia y lectura obligada en cuanto al de Gaeta se refiere

En las dos publicaciones maacutes recientes () dedicadas a la persona del Carde-nal Cayetano (la que ya citamos perteneciente a la revista Angelicum laquoIubilaris Commemoratio Cardinalis Caietaniraquo de 1934 y aquella de la Revue Thomiste de los antildeos 1934-1935) no encontramos maacutes de cinco escritos relacionados a nuestro tema

Tales estudios tal vez los maacutes abarcadores de la persona y las obras que existan del Cayetano vieron la luz en un obvio clima de rememoracioacuten y con-memoracioacuten del Cardenal pero que no ha suscitado mayor intereacutes en los antildeos sucesivos

177

Por otra parte indirectamente relacionados a nuestro tema son pocos los escritos que hay

178

En lo tocante a las publicaciones referidas a las obras de Cayetano la Divus Thomas publica entre 1936 y 1965 seis textos del Cayetano de las cuales dos son traducciones al ingleacutes Cabe decir que se publican soacutelo los textos Siacute claro estaacute con alguna nota preliminar o proacutelogo de quien condujo o cuidoacute la edicioacuten pero no mucho maacutes

Ahora cambiando un poco la oacuteptica pero siguiendo en nuestra liacutenea inves-tigativa diremos algo de los trabajos que versan sobre los textos de Santo Tomaacutes y sus comentadores

Magisterraquo y en 1952 laquoUn gigante dello spiritu Il card Gaetanoraquo de E FEI176 Como por ejemplo la laquoIubilaris Commemoratio Cardinalis Caietaniraquo Angelicum 1934 (fasciacuteculo cuarto antildeo XI correspondiente a la publicacioacuten trimestral octubre-diciembre de 1934)177 En 1936 P CASTAGNOLI bajo el tiacutetulo laquoDe Thoma de Vio O P Card Caietanoraquo hace una recensioacuten a la publicacioacuten de la Rivista di filosofia neo-scolastica di Milano nuacutemero entero dedicado al Gaetano en el cuarto centenario de su muerte178 A FERNAacuteNDEZ laquoIustitia originalis et gratia santificans iuxta D Thomam et Cajetanumraquo y su conti-nuacioacuten Las dos en el antildeo 1931 En 1973 C VANSTEENKISTE O P escribe laquoLrsquoedizione Leonina delle opere di San Tommasoraquo

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En este campo la actividad de mayor actualidad e importancia es la Semana Tomista Argentina realizada en 2011 bajo el lema ldquoInteacuterpretes de Santo Tomaacutesrdquo

De las publicaciones de las Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina realizadas por la Uni-versidad Catoacutelica Argentina es sin duda aquella de Pablo Ceferino Muntildeoz la que maacutes se acerca a nuestro tema laquoLos comentarios del Cayetano iquestcontinuidad o divergencia con la doctrina de Santo Tomaacutesraquo

En la misma obra P C Muntildeoz confecciona una lista de los autores que sentildealan coincidencia y diferencias entre el pensamiento de Santo Tomaacutes y los comentarios del Cayetano Por ser eacuteste el estudio de maacutes actualidad y presentar una muy buena siacutentesis de esos argumentos reenviamos a su lectura

179

En otros de sus escritos C P Muntildeoz brinda citas y referencias sobre los autores que sentildealan la fundamental diferencia entre la doctrina del de Aquino y el del Gaeta a la vez que muestra coacutemo otros autores entre ellos J Maritain se apoyan en el Cayetano para cimentar y desarrollar su pensamiento y exposicio-nes filosoacuteficas

180

Pero sobre el tema de la justicia no se dice todaviacutea mucho De aquiacute que investigar dicho argumento representa el principal objetivo de este trabajo Y esto porque ademaacutes jutificar la realizacioacuten de un estudio pormenorizado entre los textos de uno y los comentarios del otro Abriendo asiacute un nuevo campo de discusioacuten e investigacioacuten filosoacutefica cual es el de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral en el pensamiento de Cayetano

Habiendo dicho lo precedente proponemos las liacuteneas que aquiacute continuacutean para ilustrar el pensamiento reinante en este tema Luego traeremos un anaacutelisis exhaus-tivo y pormenorizado de la bibliografiacutea existente sobre el mismo

179 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetanoraquo Aprovechamos aquiacute para mencionar que hemos tenido un grato intercambio con el autor a traveacutes de algunos mensajes que nos enviaacutesemos por correo electroacutenico De hecho fue el mismo autor el que en un primer momento nos brindoacute en formato digital esta y la otra obra que a continuacioacuten citamos y a la que ya hemos hecho referencia Ademaacutes eacutel mismo nos proveyoacute con las instrucciones necesarias para acceder a las consultas de la Biblioteca Digital de la UCA en soporte electroacute-nico Y como si no fuera poco y asiacute dando gestos de su caballerosidad nos envioacute ndashsiempre mediante correo electroacutenicondash los archivos oficiales de las tales publicaciones tambieacuten en el mismo formato digital180 Cfr IDEM laquoEn torno a dos lecturas posiblesraquo pp 1-5 y p 9

111

Pasemos al uacuteltimo de los puntos que hemos querido para la exposicioacuten de nuestro Status Quaestionis

II23 La nocioacuten de justicia tomasiana y su referencia al Cayetano

Como hemos adelantado el estudio de la justicia en Santo Tomaacutes de Aquino y los comentarios realizados por el Cayetano a los textos de la Suma Teoloacutegica es por muchos desconocidos

Tanto es asiacute que en las disputas actuales no se conoce cuaacutel es la causa por la que el Cayetano da origen a la ldquotriparticioacutenrdquo entre las partes subjetivas de la justicia

Sobre el tema de la justicia uno de los que goza de de mayor actualidad es el estudio de Rodriacuteguez Luntildeo Alliacute su autor nos habla del objeto de la misma virtud de su tipologiacutea y de las virtudes adjuntas a ella

181

Exponiendo sus argumentos y luego de decir que Santo Tomaacutes recibe y mantiene sustancialmente igual la definicioacuten de la virtud de la justicia de los juristas romanos ndashy tras establecer con el Aquinate cuaacutel sea su objetondash llegamos al lugar de nuestro intereacutes al leer sobre las diversas opiniones en torno al nuacutemero de sus partes subjetivas en Tipologia della Giustizia

A este punto nos llama la atencioacuten que Aacute Rodriacuteguez Luntildeo cite a Anselm Guumlnthoumlr ya que no solamente eacutel lo haraacute sino tambieacuten otros Lo que aquiacute sentildea-lamos es para que lo tengamos presente en el desarrollo de este apartado sin ser meramente algo que decimos al pasar o fruto de una vaga ocurrencia

Por otra parte y siempre tratando el tema de la justicia R Cambareri al introducir el tema de la Divisione della virtugrave della giustizia en el tercer capiacutetulo de Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo

182

lo hace parafraseando las palabras de Santo Tomaacutes correspondientes a S Th II-II q 58

181 Cfr Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO Scelti in Cristo per essere santi Morale Speciale t III Edusc Roma 20132182 R CAMBARERI Il cristiano in politica pp 34-39

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Queremos volver a notar algo Y es lo siguiente que la citacioacuten que hace de Guumlnthoumlr es a la misma obra volumen e inciso que tambieacuten realizoacute Rodriacuteguez Luntildeo

183

Y advirtamos tambieacuten coacutemo trata el tema de la divisioacuten de la justicia expo-niendo claramente las palabras de Santo Tomaacutes citando puntualmente los tex-tos

184

Ademaacutes tras presentar el tema de la ldquojusticia socialrdquo y en habiendo sentildea-lado tres ldquohechosrdquo por los cuales sostiene que la mencionada virtud de la justi-cia social y la virtud de la justicia (ldquocardinal-tradicionalrdquo) son una agrega laquoLa nozione di giustizia sociale comprende globalmente le tre forme classiche della giustiziza fondando perograve diritti e doveri sulla base delle esigenze naturaleraquo

185

Para contribuir a la claridad deseada de nuestro escrito traemos ahora la afirmacioacuten sobre la triparticioacuten de la justicia (realizada casi cuarenta paacuteginas despueacutes) atribuida al Cayetano laquoIl significato della bipartizione in giustizia generale e particolare e non tripartizione (cf Caietanus) va in questa direzio-neraquo

186

Esta referencia al Cayetano tiene su origen en la lectura de Guumlnthoumlr a la que arriba hicimos referencia pero no a ninguno de los textos de Cayetano ni mucho menos a sus comentarios realizados a la Suma de Teologiacutea

Por un lado entonces concordamos con Aacute Rodriacuteguez Luntildeo con que es A Guumlnthoumlr quien mejor expone y sintetiza las posiciones respecto de este tema

Pero estamos en desacuerdo con aquello de que ya fuese superada puesto que ninguno de los autores de los que hasta aquiacute hemos sentildealado cita exactamente

Por otro y a raiacutez de lo que acabamos de afirmar no encontramos precisiones ciertas en los textos de A Guumlnthoumlr ndashiexclal que todos hacen referenciandash para atri-buir al Cayetano la posible ldquotriparticioacuten de la virtud de la justiciardquo

183 Cfr Ibidem pp 34-39184 Cfr Ibidem pp 35-39185 Ibidem p 41186 Ibidem p 78

113

Ademaacutes de lo dicho al leer el sect76 de Chiamata e Risposta187

notamos coacutemo su metodologiacutea para presentar el estudio de la justicia ha influido en aquellos autores que hemos citado precedentemente y que se colocan bajo su tutela

Notemos tambieacuten que en la posterior edicioacuten alemana de A Guumlnthoumlr Anruf und Antwort Handbuch der katholischen Moraltheologie no encontramos esta misma precisioacuten que el autor siacute realizoacute en la anterior edicioacuten italiana (Chiamata e Risposta Una nuova teologia morale) Y que ademaacutes todos los autores que mencionamos anteriormente citan la edicioacuten italiana de A Guumlnthoumlr sin con-sultar la uacuteltima publicacioacuten alemana diez antildeos posterior Asiacute las cosas hemos decido dejar la citacioacuten en italiano para demostrar por un lado la evolucioacuten de nuestra investigacioacuten asiacute como tambieacuten la seriedad de eacutesta al recurrir a la uacuteltima bibliografiacutea actualizada sobre el tema Por otro para evidenciar cuaacuten confuso es el tema del que nos ocupamos y coacutemo estos autores de indiscutible autoridad ndashy tambieacuten otrosndash continuacutean fundamentando sus opiniones

Esta misma es la de suponer que al tratar la justicia y sus divisiones debemos necesariamente hablar de los derechos fundamentales (del hombre) puntual-mente de ldquolos derechos humanos fundamentales que tanto el individuo como la comunidad en su concurrencia ndasho encuentrondash deben reconocer con su compor-tamiento justordquo

188

Siguiendo con su exposicioacuten en sectd Le principali specie di giustizia (partes subiectivae) Guumlnthoumlr tras preguntarse 1) Quante sono le parti della giustizia contesta con Una treplice divisione usuale (sect93) Veamos en queacute consiste el ar-gumento de tal respuesta

Primeramente nos dice que los teoacutelogos moralistas no estaacuten de acuerdo en determinar las partes subjetivas de la justicia notando que este problema o des-acuerdo no es soacutelo de iacutendole teoreacutetica pero praacutectica

Agrega tambieacuten que estos mismos teoacutelogos moralistas interpretan diversa-mente a Santo Tomaacutes

En un segundo momento dentro de la misma liacutenea argumentativa mencio-na que es a partir del Cayetano donde encontramos frecuentemente esta triple

187 A GUumlNTHOumlR Anruf und Antwort Handbuch der katholischen Moraltheologie B III Vallendar Schoumlnstatt Patris-Verl 1994 Chiamata e Risposta Una nuova teologia morale t III Ed Paoline 19843188 Cfr IDEM Chiamata e risposta Una nuova teologia morale t III Ed Paoline 19843 p 83

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divisioacuten Pero tampoco en A Guumlnthoumlr encontramos referencias a los textos del Cayetano

iquestDe doacutende viene pues esta ldquoposible referenciardquo al Cayetano Debido a la expresa referencia de Guumlnthoumlr pensamos que de la lectura de A van Kol

laquoUno dei teologi moralisti contemporanei che propone ques-ta triplice divisione egrave p es A van Kol Theologia moralis Hereder Barcellona 1986 t I n 540raquo189

A mayor abundamiento anotamos tambieacuten coacutemo concluye en el apartado sect94 Il punto di vista di Tomaso drsquoAquino

laquoEgrave interesante notare come A van Kol (o c) respinga espres-samente questa suddivisione di Tomaso e dimostri quindi di essere pienamente cosciente della differenza che passa tra la sua triplice divisione e quella proposta dallrsquoAquinateraquo

190

Buscamos tambieacuten los textos de V Kohl citados por A Guumlnthoumlr y esto en-contramos

laquo540 Divisio Virtus cardinalis iustitiae quae per ius tan-quam obiectum suum proprium distinguitur a ceteris virtutibus car-dinalibus ipsa dividitur in tres partes subiectivas quae respondent divisioni tripartitae ipsius iuris quam supra n 522 statuimusraquo

191

Sobre este mismo tema Samuel Gregg tambieacuten tratando el tema de la justi-cia social siacute indica el lugar exacto en donde el Cayetano obra la triparticioacuten de la justicia

192 Y lo hace citando textualmente a John Finnis

193

189 Ibidem pp 106-107190 Ibidem pp 107-109191 A VAN KOL Theologia moralis t I Herder Barcinone 19683 sect540 pp 504-506192 S GREGG What is Social Justice httpwww libertylawsite orgliberty-forumwhat-is-social-justi-ce 24112017193 J FINNIS Natural Law p 185

115

Pero ninguno de los dos estaacute preocupado o se detienen en el motivo por el cual el Cayetano realiza tan novedosa interpretacioacuten

Vemos aquiacute coacutemo hemos logrado realizar una interseccioacuten entre dos planos ndasho senderosndash investigativos diversos confluyentes en el Cayetano y su interpre-tacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia

Es claro entonces que la divisioacuten de la justicia en tres partes subjetivas no es atribuible a Santo Tomaacutes de Aquino Y siendo auacuten esto asiacute son muchos los que la adoptan

Ahora bien toda la reflexioacuten sobre la triparticioacuten de justicia y las consecuen-cias que de ello se derivan son atribuibles al Cayetano

Ya en el Cardenal Cayetano vemos esta ldquotriparticioacutenrdquo de las partes subjeti-vas de la justicia y hemos encontrado su sentildealizacioacuten en J Finnis

iquestPero por queacute hace esto el Cayetano iquestEs correcto hablar de una ldquotriparti-cioacutenrdquo o deberemos hacer algunas otras precisiones iquestEs esta la uacutenica diferencia entre la nocioacuten de justicia de perteneciente a Santo Tomaacutes y a aquella del Carde-nal iquestSon los comentarios de Tomaacutes de Vio lisa y llanamente una exposicioacuten de la doctrina tomista

Para resolver estos interrogantes adentreacutemonos en la segunda parte de nues-tro trabajo

116

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

117

SEGUNDA PARTEDOS VISIONES EN TORNO A

LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

119

CAPIacuteTULO IIIANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO

Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

En nuestro apartado anterior nos ocupamos de las figuras y el estado actual de las investigaciones en torno a Santo Tomaacutes de Aquino y Tomaacutes de Vio Aho-ra nos adentraremos en la cuestioacuten de la justicia y para ello estableceremos el siguiente recorrido

El primer lugar nos centraremos en la monumental obra del Aquinate la Summa Theologiae cuya edicioacuten representa un objeto de estudio en siacute mismo para los investigadores Dentro de las publicaciones tomistas no son pocas las dedicadas a la criacutetica y a la revisioacuten de las asiacute llamadas ediciones criacuteticas Otro eje de discusioacuten es el plan que ha elegido y seguido el Angeacutelico para su compo-sicioacuten

Por ello el objetivo seraacute tambieacuten el de revisar queacute lugar ocupa el tratado sobre la justicia dentro del gran esquema de la Suma Y establecer algunas con-sideraciones en torno a este particular tratado su composicioacuten divisioacuten temas finalidad etc Puesto que una alteracioacuten en cualquiera de sus partes implicaraacute necesariamente un desequilibrio en la exposicioacuten que el Angeacutelico hace de su pensamiento

Luego el segundo apartado consagrado a la investigacioacuten del texto tomista y su confrontacioacuten con los comentarios del Cayetano La importancia de este uacuteltimo punto estaacute consonancia iacutentima con su extensioacuten puesto que ademaacutes de ser una de las partes neuraacutelgicas de nuestra investigacioacuten es la que nos permitiraacute ndashen los sucesivos capiacutetulosndash articular las diversas nociones de justicia corres-pondientes a uno y otro autor

Adoptaremos una metodologiacutea que nos permita registrar en forma descripti-va y analiacutetica el texto fuente y su glosa Luego realizaremos una lectura criacutetica de las interpretaciones del Cayetano que nos pondraacute en lugar para concluir que en la base de diversas concepciones de la virtud de la justicia hay presupuestos tambieacuten diferentes Asiacute quedaraacute todaviacutea maacutes claro el entredicho vigente entre el pensamiento del de Aquino y la interpretacioacuten del de Gaeta

120

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

III1 EL TRATADO DE LA VIRTUD DE LA JUSTICIA EN LA SUMA DE TEOLOGIacuteA

III11 Planteo del problema

Comprender el lugar que el tratado de la justicia ocupa en la obra de la Suma ayudaraacute a entender maacutes cabalmente la dinaacutemica de la misma virtud Eventual-mente serviraacute tambieacuten a reflexionar sobre las ulteriores consecuencias cuando se obre alguna interpretacioacuten diferente de la que supone la del Angeacutelico

Es decir que si concebimos a la Suma Teoloacutegica como la siacutentesis armonio-sa del pensamiento de Santo Tomaacutes deberemos concluir que una alteracioacuten en cualquiera de sus partes llevaraacute a un distanciamiento de su doctrina

Pero claro todaviacutea hoy el intento por esbozar cuaacutel fue el plan seguido por Santo Tomaacutes a la hora de componer la Summa representa un debate en el que no hay un consenso unaacutenime Esto querraacute decir que a diferentes esquemas de la Suma Teoloacutegica diverso seraacute el entendimiento de cada uno de los tratados el de las virtudes en lo que a nosotros respecta La relacioacuten de las virtudes con el fin de la obra estaraacute en consonancia con su misma estructura y esta misma definiraacute consecuentemente la relacioacuten de las virtudes entre siacute esto es unas con otras

Aldo Vendemiati194

refiere que son muchos los modelos propuestos que pueden ser reagrupados en dos

laquoNellrsquoampio panorama degli studi sul piano della Summa si sono determinati di fatto due schieramenti da una parte coloro che condividono ndashpur con mille distinzionindash lo schema exitus-reditus proposto da Chenu (1939 1950) e dallrsquoaltra coloro che propon-gono schemi alternativi Tra i primi oltre allo stesso Chenu vanno annoverati Audet (1962) Seckler (1964) e Pesch (1965 1988) El-ders (1991) Torrell (1993) Billy (1996) Speer (2005) Tra gli altri appaiono particolarmente significative le proposte di Hayen (1952)

194 Vendemiati A La struttura della Summa Theologiae di San Tommaso drsquoAquino en Salesianum 73 (2011) pp 237-280

121

Guindon (1956 1959) Persson (1957 1958) Lafont (1961) Pat-foort (1963) Corbin (1974) Abbagrave (1983) e Metz (1998)raquo

195

Veamos siguiendo al autor la explicacioacuten que brinda respecto de los diver-sos modelos propuestos Esto serviraacute a tomar partida y a que quede clara nues-tra posicioacuten al momento de efectuar el anaacutelisis de la virtud de la justicia

Asiacute entonces traemos en forma sinteacutetica las interpretaciones que nos pre-senta A Vendemiati en el estudio que hemos sentildealado

III12 Esquemas propuestos de la Suma Teoloacutegica

El primero de los esquemas ndashelaborado por M-D Chenundash estaacute basado en las categoriacuteas platoacutenicas exitus-reditus (salida-retorno) de todas las cosas a Dios como principio El problema dice Vendemiati consiste en la aplicacioacuten de un esquema bipartito a una obra tripartita

196 que llevaraacute al autor a afirmar que la

Tertia Pars es una especie de colofoacuten artefacto Es decir superpuesto a una obra ya concluida De este modo los inteacuterpretes que asumen esta posicioacuten como va-ledera estariacutean obrando una suerte de reduccioacuten en la intencioacuten del Doctor An-geacutelico

El segundo es el meacutetodo presentado por A Hayen consistente en establecer una relacioacuten entre el plan de la Suma con el Proacutelogo al Comentario al Evangelio de San Juan Vendemiati sentildeala las obras contemporaacuteneas compuestas en el segundo periodo parisino (1269-1272) de Santo Tomaacutes La relacioacuten explica se toma de la triple consideracioacuten que el Angeacutelico realiza sobre la contemplacioacuten de Jesucristo seguacuten la altura (o la profundidad) la amplitud (o la extensioacuten o el alcance) y la perfeccioacuten

197

Una vez esto reflexiona sobre la exigencia que A Hayen pone sobre los estudiosos tomistas ldquoson ellos los que deberaacuten ajustar nuevamente la Suma reuniendo en la tercera parte todas aquellas cuestiones referidas a la cristologiacutea y

195 Ibidem p 238196 Cfr Ibidem p 240197 Ibidem pp 246-247

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

122

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

a las cuestiones histoacutericas presentes en las dos partes anterioresrdquo198

Y concluye que este meacutetodo (y esta particular tarea) no le convence porque laquoegrave come dire per essere fedeli al piano di san Tommaso dobbiamo cambiare il piano di san Tommasoraquo

199

El tercero corresponde a E Persson que se opone a la postura sostenida por Bernard y Labourdette seguacuten la cual la Tertia Pars se reduce a una moral por un lado Por otro se opone tambieacuten al plan traiacutedo por Chenu aqueacutel del exitus-redi-tus Auacuten asiacute sentildeala A Vendemiati que Persson laquosostiene che lrsquointenzione di san Tommaso egrave di dare alla teologia la struttura di una scienza nel senso aristotelico del termine vale a dire la struttura di un sapere intorno a cose immutabili ma in questo egrave ostacolato dalla natura storica della rivelazioneraquo

200 Seguacuten este es-

quema la Prima Pars mostrariacutea la relacioacuten entre la realidad y Dios (como causa eficiente) y la Secunda Pars como causa final La Tertia Pars corresponderaacute entonces al modo en que aquel movimiento fue realizado en un caso concreto en la naturaleza humana de Cristo Aquiacute Vendemiati acusa a Persson de que si bien aquella relacioacuten (Dios como causa final y eficiente) es una verdad cognos-cible a traveacutes de la filosofiacutea estaacute tambieacuten presente en la divina revelacioacuten

201

Aun asiacute le reconoce el hecho de haber sentildealado que las tres partes de la Suma corresponden a tres formas de la presencia de Dios

202

La cuarta postura (R Guindon 1959) es contemporaacutenea a la de Persson (1956) Vendemiati se identifica con el problema o un aspecto de este planteado por Guindon sobre el que pocos han posado su atencioacuten

laquoSecondo san Tommaso la teologia ldquonon tende ad altro che a riprodurre in unrsquointelligenza creata la visione che Dio ha di Seacute stes-so e delle sue opere in Seacuterdquo Lrsquounitagrave della teologia deve precisamente ldquoriprodurre a suo modo lrsquounitagrave della scienza con cui Dio si conosce e conosce in seacute le opere della sua potenza e della sua bontagraverdquoraquo

203

198 Cfr Ibidem p 248199 Ibidem p 248200 Ibidem p 249201 Cfr Ibidem pp 249-250202 Ibidem p 250203 Cfr Ibidem p 251

123

Ahora la nocioacuten aristoteacutelica de ciencia seraacute el analogado secundario que intentaraacute expresar una realidad que la sobrepasa El orden de la teologiacutea seraacute la reproduccioacuten de la Sabiduriacutea Divina En justificar lo dicho radica la tarea de fundamentar convincentemente la cientificidad de la sacra doctrina

204

La quinta propuesta respecto de la estructura de la Suma de Teologiacutea perte-nece a G Lafont y Vendemiati la llama ldquola postura de Dios en siacute mismo la crea-cioacuten en Dios y la adhesioacuten de los hombres a Dios en Cristordquo En la Prima Pars se encuetra expresado un primer grado de la concepcioacuten tomista de la historia de la participacioacuten a todos los seres de la bondad divina La Pars Secunda explica A Vendemiati citando a Lafont laquoldquoegrave uno studio dellrsquoattivitagrave spirituale dellrsquouo-mo nella sua struttura dinamica di immagine di Dio nel suo condizionamento naturale e storico nella sua finalitagrave verso Diordquoraquo

205 En la Tertia Pars nos encon-

tramos ldquofrente al uacuteltimo grado y definitivo de la economiacutea histoacutericardquo Jesucristo como medio a traveacutes del cual cualquier hombre puede alcanzar la perfeccioacuten

206

A Vendemiati le parece que la propuesta de Patfoort (ldquola condicioacuten del hom-bre y su vocacioacuten en Cristordquo) es una especie de reedicioacuten corregida de Hayden

laquola contemplazione della veritagrave in astratto non abbraccere-bbe Prima e Secunda ma solo la Prima Pars ad essa seguirebbe un trattato sulla libertagrave cristiana e lrsquoaccesso degli uomini a Dio in Cristo non ristretto alla Tertia ma comprendente Secunda e Tertia Pars insieme A livello dei contenuti materiali della Summa questa proposta potrebbe anche calzare ma non rende fino in fondo ragio-ne della tripartizione rimanendo sostanzialmente in uno schema bipartitoraquo

207

Es M Corbin (1974) quien enriquece el debate acerca del plan de la Suma a mediados de los rsquo70 con su propuesta (Ejemplar-Imagen-Revelador) concluye que las tres partes de la Suma de Teologiacutea tienen la siguiente divisioacuten (1-Ejem-plar) Dios y su obra (Pars I) (2-Imagen) el hombre y su obra (Pars II) y (3-Re-velador) Cristo y su obra (Pars III) Vendemiati anota que esto pareceriacutea contra-

204 Ibidem p 251205 Ibidem p 253206 Cfr Ibidem p 253207 Cfr Ibidem p 254

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

124

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

decir lo dicho en S Th I q 1 a 7 y reafirmado en la q 2 (que la sagrada doctrina tiene como sujeto soacutelo a Dios y trata de todo en cuanto que son Dios o que a Eacutel se ordenan en cuanto a su principio o a su fin)

208 En este punto el autor endilga

a Corbin sostener que

laquoIn realtagrave non crsquoegrave alcuna contraddizione ndashsostiene Corbinndash giaccheacute la considerazione di Dio in quanto principio e fine di tutte le cose non determina la divisione della materia bensigrave offre la chiave formale per la trattazione teologica di ogni materia Il che significa che tutta la Summa effettivamente ha Dio come unico soggetto e tratta di tutte le altre cose solo in quanto hanno ordine a Dio come al loro principio o al loro fineraquo

209

La octava postura pertenece a G Abbagrave quien reflexiona sobre la evolucioacuten del pensamiento de Santo Tomaacutes proponiendo una tesis teoloacutegico-sistemaacutetica del plan sobre el cual el Aquinate habriacutea compuesto la Suma Teoloacutegica Dios principio fecundo ad intra es tambieacuten principio fecundo ad extra constituyendo en el hombre y en Cristo nuevos principios fecundos para alcanzar la perfeccioacuten y la plenitud final que le son propios en virtud de cumplir virtuosamente con el mandato y el gobierno divino

210

La novena tesis es la de W Metz quien reduce la estructura de la Summa en dos oacuterdenes orden formal y orden material Antes de anotar que Metz utiliza una terminologiacutea hegeliana fuera de lugar para explicar su posicioacuten en torno al plan seguido por Santo Tomaacutes de Aquino en la elaboracioacuten de la Summa Theologiae y de reconocerle haber puesto la atencioacuten en la perspectiva del objeto formal de la disciplina que nos convoca Vendemiati concluye

laquoDal punto di vista materiale il piano dellrsquointera Summa secondo Metz si puograve poi caratterizzare come lrsquoesplicazione della relazione tra Dio (lrsquoesemplare) e lrsquouomo fatto a sua immagine Tom-maso parlerebbe dapprima dei due soggetti poi della dinamica de-

208 Cfr Ibidem p 255209 Ibidem p 255210 Cfr Ibidem pp 256-257

125

lla relazione in quanto movimento dellrsquouomo verso Dio infine del compimento della relazione in Cristondash Prima Pars determinazione dei relata lrsquoexemplar e la sua imagondash Secunda Pars presentazione della relatio come movimento de-

llrsquoimago verso il suo exemplarndash Tertia Pars ldquoAufhebungrdquo della relatio nellrsquoidentitagrave di exemplar

ed imago nella ldquoconcrezionerdquo di Cristo la quale identitagrave offre compimento al movimento dellrsquoimago verso il suo fine ultimoraquo

211

Hasta aquiacute el elenco de las posiciones sobre el plan que siguioacute el Angeacutelico al componer la Suma de Teologiacutea Todas ellas vienen resumidas y expuestas por A Vendemiati Ahora en cambio haremos una siacutentesis de su misma propuesta la deacutecima para la que reclama mantener ndashentre otras cosasndash el beneficio del movi-miento conceacutentrico Veaacutemosla

En un tentativo de reconstruccioacuten sostiene que

laquoLa costruzione teologico-sistematica della maturitagrave tom-masiana ci appare paragonabile ad una cattedrale gotica in cui la ricchezza di particolari nulla toglie alla chiarezza o potenza drsquoin-sieme giaccheacute tutte le linee tutti i particolari sono gli uni in ra-pporto agli altri e conducono lrsquoosservatore ad un unico punto Nelle cattedrali gotiche il ldquopuntordquo egrave lrsquoaltare maggiore nella Summa egrave il Cristo risorto alla cui gloria noi siamo chiamati a partecipareraquo

212

Y rengloacuten seguido se propone ldquoencontrar una fuga prospectiva de arcadas que vistas a golpe de ojo dan una impresioacuten de tres niveles conceacutentricos dis-puestos en conformidad a las partes de la Sumardquo

213 Asiacute entonces eacuteste es para

Vendemiati el plan que Santo Tomaacutes de Aquino siguioacute para componer la Suma Teoloacutegica

211 Ibidem p 259212 Ibidem pp 267-268213 Cfr Ibidem p 268

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

PRIMER NIVEL

LA CIENCIA DE DIOS COMO PRINCIPIO DEL OPERAR DE DIOS

I De Deo

Primer arco la esencia divina su beatitud y la distincioacuten de las personas

qq 2-26 Ea quae ad essentiam divinam pertinent

q 2 An Deus sit

qq 3-13 Quomodo sit vel potius quomodo non sit

qq 14-25 De his quae ad operationem ipsius pertinent

qq 14-18 de scientia Dei

qq 19-24 de voluntate Dei

q 25 de potentia Dei

q 26 de divina beatitudine

qq 27-43 Ea quae pertinent ad distinctionem personarum

q 27 De processione divinarum personarum

q 28 De relationibus originis

qq 29-43 De personis divinis

qq 29-38 Secundum considerationem absolutam

qq 39-43 Secundum compartativam considerationem

q 39 In compartationem ad essentiam

q 40 In compartationem ad relationes

q 41 In comparationem ad actus notionales

qq 42-43 In compartationem personarum ad invicem

q 42 De aequalitate

q 43 De missione

Segundo arco la creacioacuten y la perfeccioacuten primera de las criaturas

qq 44-119 Ea quae pertinent ad processum creaturarum a Deo

127

qq 44-46 de productione creaturarum

qq 47-102 de distinctione creaturarum

q 47 de distinctione rerum in communi

qq 48-49 de distinctione boni et mali

qq 50-102 de distinctione spiritualis et corporalis creaturae

qq 50-64 de creatura pure spirituali

qq 65-74 de creatura pure corporali

qq 75-102 de creatura composita (de homine)

Tercer arco la perfeccioacuten segunda de las criaturas

qq 103-119 de conservatione et gubernatione creaturarum

q 103 de gubernatione rerum in communi

qq 104-119 de effectibus gubernationis

q 104 de conservatione creaturarum

qq 105-119 de mutatione creaturarum

q 105 de mutatione a Deo

qq 106-119 de mutatione unius creaturae ab alia

qq 106-114 quomodo angeli moveant

qq 115-116 quomodo corpora moveant

qq 117-119 quomodo homines moveant

SEGUNDO NIVEL

EL CONOCIMIENTO DE DIOS PARTICIPADO AL HOMBRE COMO PRINCIPIO DEL OPERAR DEL HOMBRE

II De motu rationalis creaturae in Deum

Cuarto arco la perfeccioacuten segunda de la criatura racional

I-II q 1-5 de ultimo fine humanae vitae

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

128

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

q 1 de ultimo fine in communi

qq 2-5 de beatitudine

Quinto arco los actos que conducen a la beatitud

I-II q 6 - II-II q 189 de his per quae homo potest ad hunc finem pervenire vel ab eo deviare

I-II qq 6-114 de actibus humanis in universali

qq 6-48 de ipsis actibus humanis

qq 6-21 de actibus qui sunt proprii hominis

qq 18-21 de distinctione humanorum actuum

qq 18-20 quomodo actio humana sit bona vel mala

q 21 de his quae consequuntur ad bonitatem et malitia actuum humanum

qq 22-48 de passionibus animae

Sexto arco los principios de los actos humanos

qq 49-114 de principiis actuum humanorum

qq 49-89 de principiis intrinsecis

qq 49-54 de habitibus in generali

qq 55-89 de habitibus in speciali

qq 55-70 de habitibus bonis

q 55-67 de virtutibus

q 68 de donis

q 69 de beatitudinibus

q 70 de fructibus Spiritus Sancti

qq 71-89 de habitibus malis

Seacuteptimo arco los principios extriacutensecos de los actos humanos

qq 90-114 de principiis extrinsecis [de Deo qui et nos instruit per legem et iuvat per gratiam]

129

qq 90-108 de lege

qq 109-114 de gratia

Octavo arco los actos humanos en particular

II-II de actibus humanis in particulari

qq 1-170 de his quae pertinent ad omnes status

qq 1-46 de virtutibus theologicis

qq 47-170 de virtutibus cardinalibus

qq 171-189 de his quae pertinent ad determinatos status

qq 171-178 secundum diversas gratias gratis data

qq 179-182 secundum diversas vitas activam et contemplativam

qq 183-189 secundum diversitatem officiorum et statuum

TERCER NIVEL

EL CONOCIMIENTO DE DIOS REVELADO EN CRISTO

III de Christo qui secundum quod homo via est nobis tendendi in Deum

qq 1-59 de ipso Salvatore

q 60 ndash Suppl q 68 de sacramentis eius Suppl

q 69-99 de fine immortalis vitae

Finalmente A Vendemiati concluye

laquoSi tratta perograve di un movimento tripartito e la tripartizione si giustifica in forza del principio del movimento al primo livello la scientia Dei come principio di tutto al secondo livello la stessa scienza in quanto comunicata allrsquouomo come principio dellrsquooperare dellrsquouomo al terzo livello la medesima scienza per come si rive-

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

130

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

la perfettamente in Cristo e come principio dellrsquoeconomia nuova La prospettiva formale che abbiamo ascritto alla I Pars quindi si conserva anche nella II e nella III la prospettiva ascritta alla II si conserva anche nella III La prospettiva propria della III rappre-senta il vertice che conserva tutte le acquisizioni precedenti e le sopravanza Per questo abbiamo parlato di fuga di arcate disposte su tre livelli successiviraquo

214

III13 Nuestra postura sobre el lugar particular del tratado de la justicia

Queda clara la complejidad y la importancia de la problemaacutetica que aquiacute trajimos No es una cuestioacuten menor puesto que dentro de esta gran composicioacuten ndashque es la Summa Theologiaendash se encuentran los tratados sobre las diferentes virtudes Sobre la base de lo que acabamos de poner consideremos pues queacute lugar ocupa el Tratado sobre la Justicia en el plan de la obra

El tratado sobre la justicia (S Th II-II qq 57-122) sucede al de la pruden-cia (S Th II-II qq 47-56) ndashposterior al de la caridad (S Th II-II qq 23-46)ndash y precede al de la fortaleza (S Th II-II qq 123-140)

Algunos autores suelen dividir el extenso tratado sobre la justicia en tres grandes partes

Por un lado el que corresponde a la justicia en siacute misma sus partes propias aquellas integrales y los vicios que se le oponen (qq 57-79)

Luego el tratado sobre la religioacuten (qq 80-100)

Finalmente el tratado de las virtudes sociales (qq 101-122)

A nuestro entender tal divisioacuten en (sub)tratados atiende a estudios con fines analiacuteticos Hecha esta salvedad y como se desprende de lo que venimos di-ciendo Santo Tomaacutes aborda el tema de la justicia en la Pars Secunda Secundae Summae Theologiae

Una buena manera de continuar con el apartado que acabamos de desarrollar seriacutea la de realizar una caracterizacioacuten de este inciso seguacuten cada una de las pos-

214 Ibidem p 276

131

turas de los autores resentildeados Obviamente que tal precisioacuten aportariacutea diferentes matices a la hora de comprender el conjunto de cuestiones que nos convoca

Por ahora este ejercicio quedaraacute en una mera declaracioacuten de intencioacuten y adoptaremos para nuestra exeacutegesis el plan propuesto por A Vendemiati en su artiacuteculo largamente citado

De este modo el de iure et iustitia quedariacutea dentro del nivel de la segunda arcada correspondiente a la ciencia teoloacutegica en cuanto comunicada al hombre como principio de su propio obrar Es decir por cuanto el hombre es considerado libre dotado de razoacuten y voluntad Y dentro de esta amplia serie de arcos con-ceacutentricos cuyo punto en fuga es el Cristo Resucitado el tratado sobre la justicia pertenece a la octava arcada la referida a los actos humanos en particular

Considerar cada acto humano en particular esto es la realidad singular es-pecial de cada uno de ellos ndashnos diraacute Vendemiati

215 y adherimosndash es el tema

de la Secunda Secundae Esta octava serie es la uacuteltima dentro del resto de la sucesioacuten de arcos pertenecientes al segundo nivel conceacutentrico en fuga Por lo tanto es la que da paso al tercer nivel sobre el conocimiento de Dios revelado en Cristo fin propio de la Summa

Para analizar la estructura en siacute misma del tratado partimos de la siguiente observacioacuten de A Vendemiati

laquoAncor piugrave del disegno dellrsquointera parte egrave significativa la struttura dei singoli trattati che si mantiene pressocheacute identica si tratta dapprima della singola virtugrave in se stessa poi dei doni ad essa corrispondenti quindi dei vizi ad essa opposti e infine dei precetti ad essa pertinentiraquo

216

Tanto el tratado de la justicia cuanto el del resto de las virtudes como acer-tadamente sentildeala A Vendemiati prosigue un plan uacutenico la virtud en siacute misma el don que le corresponde los vicios opuestos y los preceptos que exige Por esto mismo deciacuteamos antes que nos pareciacutea superflua cualquier otra divisioacuten diferente de la virtud

215 Ibidem pp 273 y ss216 Ibidem p 274

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

132

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Habiendo realizado este camino ya es hora de proceder a la lectura misma de las cuestiones contenidas en el tratado sobre la justicia y los comentarios del Cardenal

En el proacuteximo apartado entonces repasaremos pacientemente todos los ar-tiacuteculos de las cuestiones cincuenta y siete hasta la sesenta y dos y resaltaremos cada vez que surjan las diferencias anotaciones y apreciaciones contenidas en la glosa del Priacutencipe de los Comentadores Tras haberlas evidenciado las reco-geremos en las proacuteximas partes de nuestro escrito

Asiacute como hemos hecho una consideracioacuten sobre la estructura de la Summa como un todo corresponde con mayor razoacuten hacer una localizacioacuten sistemaacutetica del Tratado de la Justicia dentro de la Secunda Pars (S Th I-II y II-II) junto con una mencioacuten sobre la moral claacutesica y la tradicional (como moral del fin y de las virtudes) Tal el apartado que sigue aquiacute debajo

III14 El lugar del Tratado de la Justicia en la Pars Secunda Summae Theo-logiae

Como bien es sabido la S Th se divide en tres partes (Prima Secunda Tertia Pars) y la segunda se divide a su vez en dos secciones prima secundae (primera de la segunda) et secunda secundae (segunda de la segunda) Pinckaers presenta el plan de la moral de Santo Tomaacutes con esta estructura en S Th I-II se nos ofrece un estudio general mientras que la S Th II-II es un

laquoEstudio de las virtudes en particular agrupadas en torno a las tres virtudes teologales y a las cuatro virtudes cardinales Cada virtud se estudia con el don del Espiacuteritu Santo que le corresponde los pecados que se le oponen y los preceptos del Decaacutelogo que con ella se relacionan (maacutes las eventuales virtudes anexas)raquo217

De este modo entonces la prima secundae incluye

a) Un estudio general e introductorio

217 S-Th PINCKAERS La moral catoacutelica p 41

133

el Tratado sobre la Bienaventuranza (cuestiones 1-5)

el Tratado de los actos humanos (qq 6-21)

el Tratado de las pasiones del alma (qq 22-48)

b) Los principios interiores de los actos humanos

el Tratado de los haacutebitos en general (qq 49-54)

el Tratado de las virtudes en general (qq 55-67)

el Tratado de los dones del Espiacuteritu Santo (qq68-70)

el Tratado de los vicios y pecados (qq 71-89)

c) Los principios exteriores de los actos humanos

el Tratado de la ley en general (90-97)

el Tratado de la Ley Antogua y Nueva (qq 98-108)

y por uacuteltimo el Tratado de la Gracia (qq 109-114)

Mientras que en la secunda secundae encontramos

a) Un estudio especial (de las siete virtudes de las tres teologales y de las cuatro cardinales)

el Tratado de la Fe (qq 1-16)

el Tratado de la Esperanza (qq 17-22)

el Tratado de la Caridad (qq 23-46)

el tratado de la Prudencia (qq 47-56)

el Tratado de la Justicia (qq 57-122)

el Tratado de la Fortaleza (qq 123-140)

el Tratado de la Templanza (qq 141-170)

b) Y un apartado especial (consagrado a los carismas y a los estados especiales dentro de la Iglesia)

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

el Tratado de la Profeciacutea (qq 171-178)

el Tratado de los estados de vida cristiana (qq 179-189)

Como vemos ndashy ya hemos dichondash el tratado sobre la virtud de la justicia se extiende desde la cuestioacuten 57 y hasta la 122 inclusive de la secunda secundae y (siendo uno de los maacutes extensos de toda la obra) se introduce en la parte central de esta laquomoral de la bienaventuranza de las virtudes y de los donesraquo

218 asocian-

do la tradicioacuten cristiana (cuya fuente es el Evangelio) con la sabiduriacutea humana (recogida de Aristoacuteteles)

219

Puesto que habiacuteamos sugerido hacer una mencioacuten sobre la moral claacutesica presente en la Summa decidimos concluir este apartado con la reflexioacuten que el mismo S Pinckaers realiza sobre eacutesta como aquella del fin y de las virtudes

laquoLa doctrina de Santo Tomaacutes reuniacutea asiacute de un modo notable el poder racional y la penetracioacuten de la experiencia contemplativa seguacuten el conocimiento de la fe Esta obra se ha convertido ndashhasta nuestros diacuteas y con toda justiciandash en un claacute-sico en una base de referencia y en un modelo de teologiacutea e incluso filosofiacutea Sin embargo a partir del siglo XIV este edi-ficio moral tan cuidadosamente construido se veraacute trastocado y suplantado por una concepcioacuten profundamente distinta de la que auacuten dependemos estrechamenteraquo220

Asiacute las cosas esperamos que todo este recorrido resulte de provecho para un mejor entendimiento del tema que proponemos Sin maacutes introduzcaacutemonos en una de las partes medulares y maacutes extensas de nuestra investigacioacuten la confron-tacioacuten de los textos del Aquinate con los comentarios del Cayetano

218 Ibidem p 39219 Cfr Ibidem p 39220 Ibidem pp 39-41

135

III2 LA VIRTUD DE LA JUSTICIA Y LOS COMENTARIOS DEL CARDE-NAL EN S TH II-II QQ 57-62

Hemos llegado entonces al uacuteltimo apartado del presente capiacutetulo Recor-demos que aquiacute nos habiacuteamos propuesto mostrar las diferencias que emergieron de la confrontacioacuten que efectuamos entre los textos del Aquinate y la glosa del Cayetano

Recorreremos todas las cuestiones con sus correspondientes artiacuteculos y ex-pondremos el tema y el modo en que Santo Tomaacutes los plantea y resuelve Ha-remos lo mismo con cada uno de los comentarios que el Cardenal ponga al pie de cada artiacuteculo Consignaremos las similitudes diferencias curiosidades etc entre ambos textos Esta instancia la hemos reservado pues para anotar ordena-damente todas estas cosas recoger nuestras anotaciones interrogantes plantea-dos y reconstruir la nocioacuten de justicia interpretada por el Cayetano seraacute ocasioacuten del proacuteximo capiacutetulo

III21 Quaestio 57 ndash De Iure

Santo Tomaacutes coloca el tratado de la justicia inmediatamente despueacutes del de la prudencia Y comienza el estudio con la cuestioacuten 57 (De iure) que se extiende hasta la cuestioacuten 122 (sobre los preceptos de la justicia) Analizaraacute el tema del derecho planteando cuatro artiacuteculos

En el primero dilucidaraacute si el derecho es el objeto de la justicia en el segun-do si es conveniente distinguir el derecho natural del positivo en el tercero si son lo mismo el derecho de gentes con el derecho natural y en el cuarto si debemos distinguir especialmente entre derecho paterno y dominativo

El Cayetano por su parte comenta toda la cuestioacuten pero no todos los artiacutecu-los

221 Lo hace de la siguiente manera separadamente tanto el artiacuteculo primero

como el segundo Nos propone una escueta puntualizacioacuten del tercero y el cuar-

221 Sus omisiones pueden ser significativas por ejemplo desestima la distincioacuten entre intellectus et ratio Asiacute el significativo laquoomnia sunt clararaquo estampado por Cayetano en In Iam Partem c 68 a 3 en referencia a la cuestioacuten clave de si laquoAngelus cognoscat discurrendoraquo (cfr J PEacuteGHAIRE Intellectus et ratio selon Saint Thomas drsquoAquin Vrin-Institut drsquoEacutetudes Meacutedieacutevales Pariacutes-Ottawa 1936)

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

to insertada al principio del comentario al cuarto artiacuteculo que continuacutea luego comentaacutendolo

Profundicemos entonces la comprensioacuten de la justicia junto a los comenta-rios del Cardenal

S Th II-II q 57 a1 Utrum ius sit obiectum iustitiae

En el tratamiento de este artiacuteculo primero tras despejar las dudas planteadas sobre si el derecho es o no el objeto de la virtud de la justicia el Doctor Comuacuten responde afirmativamente apoyaacutendose en la diferencia existente entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

Sobre esto (respondeo dicendum) centraraacute el Cayetano su comentario to-mando la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes (de que existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales) y poniendo obje-ciones

El Aquinate dice que es propio de la justicia (entre el resto de las virtudes) ordenar al hombre en aquellas cosas que se refieren a otro a diferencia de las demaacutes virtudes que perfeccionan al hombre solamente en aquellas cosas que se refieren a eacutel mismo

222 El Angeacutelico explicaraacute esta afirmacioacuten en dos paacuterrafos y

luego responderaacute una a una las tres objeciones planteadas

En el primer paacuterrafo sostiene que lo recto en las operaciones de las demaacutes virtudes a lo cual tiende la intencioacuten de la virtud cuasi como a su propio objeto no se determina sino por comparacioacuten o en comparacioacuten con el agente En con-traparte lo recto que estaacute en la obra de la justicia ndashexceptuando la comparacioacuten al agentendash se constituye por comparacioacuten a otro Lo recto en la operacioacuten de la justicia afirma se dice justo porque corresponde seguacuten alguna igualdad a otro

En el segundo explica que ldquojustordquo se dice de algo cuasi teniendo rectitud de justicia en referencia de lo cual se determina la accioacuten misma de la justicia auacuten no considerando en queacute modo es obrada por el agente Pero en las demaacutes virtudes no se determina algo recto sino seguacuten en queacute modo sea hecho por el

222 Cfr S Th II-II q 57 a 1 r d

137

agente Y precisamente por esto la justicia se determina seguacuten su objeto ndashque es lo justondash a diferencia de las demaacutes virtudes

El Cayetano comienza este comentario postulando que la diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes pareciera ser falsa

laquoIn articulo primo quaestionis quinquagesimaeseptimae du-bium occurrit circa differentiam inter rectum secundum iustitiam et alias virtutes quoniam videtur undique falsa Nam aut intelligitur de ipsis operibus ut sunt a virtutibus aut absoluteraquo

223

Resumamos los argumentos puestos por el Cardenal

Si esta diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y las demaacutes virtudes se entiende ldquout sunt a virtutibusrdquo consta que lo comuacuten de toda obra virtuosa es laquoesse ab operante sicut describitur II Ethicraquo es decir por la elec-cioacuten y por el fin de la virtud y por su caraacutecter de inamovible Siendo asiacute eacutesta no es una diferencia sino algo que tienen en comuacuten todos los actos de todas las virtudes y no habriacutea consecuentemente estricta diferencia entre la virtud de la justicia y las demaacutes virtudes Y todaviacutea maacutes no estariacuteamos de ninguna manera frente a una virtud especial

Por otra parte si la entendemos ldquovero absoluterdquo nos dice el Cardenal que la obra puede hacerse por casualidad y sin embargo mal por el agente

224

Con esta segunda objecioacuten nos propone entender lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales en forma cabal acabadamente Y tomando lo dicho por Santo Tomaacutes ndashde que la obra de la justicia puede hacerse por comparacioacuten e igualdad a otro auacuten exceptuada la conmensuracioacuten al mismo agente que la realiza y sin importar el modo en que eacutel mismo realice tal obrandash el Cayetano objeta poniendo el ejemplo del acto de la virtud de la templanza reali-zado fortuitamente por un hipoacutecrita siguiendo cierta razoacuten de la templanza pero sin importar en queacute modo lo hace

223 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 57 a 1224 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 57 a 1

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esto vendriacutea a oponerse a la diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y las demaacutes virtudes ya que aquiacute (en el ejemplo del Cayetano) la obra de la templanza se realiza ldquode todos modosrdquo auacuten sin importar el modo en que el mismo agente lo realiza Por lo tanto tampoco hay ahora una diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

Estas son las dos objeciones que plantea el Cayetano contra la afirmacioacuten de que existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

A rengloacuten seguido introduce una especie de sed contra225

de donde se con-cluye que las dos objeciones planteadas a la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes (que siacute existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales) proviene de quien pudiese entender mal lo sostenido en el texto Y por lo tanto tal afirmacioacuten del Aquinate es completamente vaacutelida

Por consiguiente escribe el Cardenal que es propio de las virtudes morales recibir la nota de ldquorectasrdquo seguacuten se conmensuren al agente De donde se sigue que alguien no puede obrar la templanza o fortaleza movido por hipocresiacutea o vanagloria

Sobre lo mismo diraacute maacutes adelante que las objeciones (incluidas las suyas) se insertan en la distincioacuten de lo justo tomado en forma cabal y la exhibicioacuten o ejecucioacuten de lo justo A nuestro juicio las objeciones hablan en verdad sobre la ejecucioacuten de lo justo y no sobre lo justo en siacute mismo como objeto de la virtud de la justicia

Prosigue el Cayetano y sentildeala otras dos diferencias que se desprenden de aquella primera entre la obra recta seguacuten la justicia y las demaacutes virtudes

La primera de tales diferencias que la encuentra fundaacutendose en el mismo texto tomista

226 es que en la obra justa no se considera el modo en que obra el

agente y en la obra de la templanza siacute

Para la segunda recurre a un criterio de autoridad al decirnos laquoSecunda est quod doctores propter eandem rationem non dederunt aliis virtutibus obiectum

225 Cfr Comm Card Caie sectII en STh II-II q 57 a 1226 Cfr Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 1

139

secundum se sed solum iustitiaeraquo227

Y se apoya tambieacuten en palabras de Santo Tomaacutes

228

La diferencia que dio origen a estas dos que acabamos de poner la toma el Cayetano de aquiacute laquoRectum in operibus aliarum virtutum ad quod tendit intentio virtutis quasi in proprium obiectum non accipitur nisi per comparationem ad agentemraquo

229

Maacutes allaacute de que en este comentario no se advierten diferencias con las pa-labras del Aquinate ndashtodo lo contrario el Cardenal resuelve sus propias obje-ciones concluyendo juntamente con Santo Tomaacutesndash ha servido para poner de relieve la metodologiacutea del Cayetano toma una afirmacioacuten le pone objeciones responde y despeja las objeciones avanzando en distinciones y subdistinciones

S Th II-II q 57 a2 Utrum ius convenienter dividatur in ius naturale et ius positivum

Santo Tomaacutes enfrenta en este segundo artiacuteculo las objeciones por las que pareciera ser inconveniente la divisioacuten del derecho en natural y positivo

La primera plantea que al no encontrarse entre las cosas humanas las notas de inmutabilidad e igualdad y porque todas las reglas humanas fallan en algunos casos pareciera no existir algo natural sobre lo que pueda basarse el derecho natural Responde diciendo que al ser la naturaleza de los hombres mutable a veces puede fallar

En la segunda objeta que pareciera no haber nada con la nota de positivo Ya que lo positivo justo seriacutea aquello procedente de la voluntad del hombre y no siendo esto asiacute la voluntad humana seriacutea siempre justa A lo que responde que de comuacuten acuerdo la voluntad humana puede hacer de algo algo justo en aquellas cosas que no se oponen a la justicia natural Estas son las situaciones en las que el derecho positivo asume su lugar

227 Cfr Comm Card Caie sect III en STh II-II q 57 a 1 228 Cfr S Th II-II q 57 a 1 r d229 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 1

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En la tercera plantea que al no ser el derecho divino ni natural ni positivo es asimismo inconveniente la divisioacuten en natural y positivo del derecho humano

La base argumentativa de las tres objeciones junto con sus respuestas estaacute puesta en el principio seguacuten el cual ldquola obra de la justicia es alguna adecuacioacuten seguacuten cierta igualdadrdquo ldquoCierta igualdadrdquo proveniente de la misma naturaleza de la cosa para el derecho natural o de comuacuten acuerdo (privado o puacuteblico) para el derecho positivo

En este comentario el Cardenal solamente se dirige al lector y le advierte diciendo que debe notar tres cosas todas contenidas en la respuesta a la primera objecioacuten 1) el sentido de la expresioacuten (o maacutexima) Naturale est immutabile 2) la razoacuten por la cual algunas veces lo depositado no debe ser restituido 3) que la variacioacuten de lo justo a no justo en la devolucioacuten o restitucioacuten de lo depositado es asignado de la parte de uno de los dos a la cual se dice justo Y nos reenviacutea a la lectura de los ejemplos puestos en sus comentarios en S Th II-II q 57 a 1

Como vemos el Cayetano se detiene en las precisiones mencionadas para hacer notar al lector que ldquoen las ocurrentes dificultades de la justicia sepa discer-nir cuaacutendo se deacute lo justo en siacute mismo y cuaacutendo nordquo

230 En este artiacuteculo no realiza

ninguna interpretacioacuten sino que se limita a advertir un principio extraiacutedo del texto del Doctor Comuacuten y el modo en que el lector deberiacutea aplicarlo

S Th II-II q 57 a3 Utrum ius Gentium sit idem cum ius naturali

Santo Tomaacutes enfrentaraacute ahora el problema de la identificacioacuten del derecho de gentes con el derecho natural Advirtamos que Tomaacutes de Vio no se detiene particularmente en el presente artiacuteculo sino que comentando el cuarto le dedi-caraacute el primer y el segundo paacuterrafo de este a una precisioacuten conjunta de ambos artiacuteculos (tercero y cuarto)

De todos modos exponemos sucintamente el contenido del tercer artiacuteculo para mejor inteleccioacuten del comentario en el cuarto En consecuencia enumera-

230 Cfr Comm Card Caietanis en STh II-II q 57 a 2

141

remos las razones por las cuales parecieran que el ius gentium y el ius naturalis son uno y lo mismo

La primera es que todos los hombres estaacuten de acuerdo en aquellas cosas que les son naturales y todos los hombres estaacuten de acuerdo en el derecho de gentes que es donde todas las personas humanas se auacutenan

La segunda es analizada bajo la circunstancia de la esclavitud En este caso el derecho natural y el derecho de gentes son uno y lo mismo ya que la ser-vidumbre es natural (afirmacioacuten que realiza Santo Tomaacutes respaldaacutendose en la autoridad de Aristoacuteteles) y pertenece ella al derecho de gentes

La tercera razoacuten por la cual el derecho natural y el derecho de gentes son lo mismo es porque el derecho se divide en natural y positivo y el derecho de gentes no es positivo

Pero contra estos tres argumentos pone Santo Tomaacutes lo dicho por Isidoro al sostener que el derecho o es natural o civil o de gentes y asiacute entonces el dere-cho natural se distingue del de gentes

Establecida esta base el Aquinate pasa a explicar que el derecho (o lo justo) natural lo es tal porque es adecuado o conmensurado a otro Ahora bien esta conmensuracioacuten puede darse de dos modos El primero es si tomamos absoluta consideracioacuten de la cosa El segundo seguacuten aquello que de eacutel se sigue o con-sigue

El primero de los casos ndashcuando aprehendemos en forma absoluta la consi-deracioacuten de una cosandash conviene no soacutelo a los hombres sino tambieacuten a los anima-les Y por esto se llama derecho natural

Pero el derecho de gentes pertenece propiamente al segundo caso ya que con-siderar algo seguacuten aquello que de ello mismo se sigue es propio de la razoacuten natural esto es humana Y en este punto el derecho de gentes se aleja del derecho natural

Continuando con la respuesta a las objeciones nos dice que la servidumbre no tiene razoacuten natural sino maacutes bien de alguna utilidad que de ella se sigue y por esto pertenece al derecho de gentes y no al natural

Contra lo tercero dice que las cosas que los hombres estatuyeron como de-recho de gentes lo hicieron por ser ellas mismas dictaacutemenes de la razoacuten natural

Como ya hemos dicho el Cardenal no presenta ninguacuten comentario sino que realizaraacute alguna puntualizacioacuten en su glosa al siguiente artiacuteculo cuyo anaacutelisis nos introducimos

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 57 a4 Utrum debeat specialiter distingui ius paternum et domi-nativum

El uacuteltimo artiacuteculo de la cuestioacuten 57 Santo Tomaacutes lo dedica al problema de si debe o no distinguirse especialmente entre el ius paternum y el ius domina-tivum

La primera objecioacuten plantea que no debe distinguirse especialmente entre padre y sentildeor ya que perteneciendo a la justicia dar a cada uno lo que es suyo pertenece el derecho igualmente a cada uno padre y sentildeor

La segunda puesto que la ley mira al bien de la ciudad y del reino y no en cambio al bien privado de una persona o de una familia no debe distinguirse especialmente entre padre y sentildeor

Y como hay muchas otras diferencias de grados entre los hombres (mili-tares sacerdotes priacutencipes) de distinguirse especialmente entre padre y sentildeor deberiacutea asimismo determinarse especialmente lo justo para ellos

El argumento que opone el Doctor Comuacuten a estas tres es la afirmacioacuten de Aristoacuteteles en la que sostiene que se distingue especialmente de lo justo poliacutetico el dominativo y el paterno Continuaraacute entonces con el repondeo dicendum y las contestaciones a cada una de las tres objeciones

Por su parte el Cardenal plantea que en los artiacuteculos 3 y 4 se presenta una duda que la anunciaacutebamos renglones atraacutes

laquoIn articulo tertio et quarto simul dubium occurrit quomodo ius paternum dicitur iustum per defectum a iusto simpliciter ut in art 4 in resp ad ult dicitur et tamen inter patre et filium est ius naturale ut in art 3 dicitur ius enim naturale exigit quod pater nu-triat filium Quomodo stant haec simulraquo

231

Y responderaacute seguidamente que laquoquemadmodum ius distinguitur in ius sim-pliciter et secundum quid ita ius naturale distinguendum est in ius naturale ius simpliciter et secundum quidraquo

232

231 Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4232 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a4

143

En este sentido llama un poco la atencioacuten sobre coacutemo deberiacutea encontrarse enunciado en el texto Tomando lo dicho el Cayetano pone el ejemplo de comer y beber y conservar la propia vida Dice que tales acciones no pertenecen al derecho natural simpliciter sino secundum quid ya que lo que se provee a uno mismo no es propiamente hablando derecho Todo para manifestar que de un modo similar se presenta la cuestioacuten en el ejemplo propuesto del padre y del hijo Y que laquopro claritate sensus debet dici ius simpliciter vel secundum quid et postea addere naturaleraquo

233 Pero que aun asiacute laquonon obstant ergo articulii tertii

verba articulo quartoraquo234

Habiendo solucionado esto en lo que resta del comentario se dedicaraacute ex-clusivamente el de Gaeta al artiacuteculo cuarto

En sectII pone dos objeciones La primera plantea una duda sobre que lo justo paterno no sea dicho derecho simplemente sino por defecto Porque si entre el padre y el hijo estaacute lo injusto simplemente asiacute tambieacuten deberiacutea estar lo justo Dice refirieacutendose a V Ethic que en cuantos modos se dice lo uno en todos se dice lo restante

Responde contra esta objecioacuten ndashsiempre Tomaacutes de Viacuteondash que entre el padre y el hijo no existe lo simplemente justo sino algo mucho mayor ya que entre ellos hay unidad y por lo mismo entre ellos hay algo maacutes que lo injusto Y esto porque hay una violacioacuten de la unidad que es peor que la violacioacuten del derecho

La segunda objecioacuten seriacutea aquella que derivaacutendose de la primera nos condu-jese a sostener que siendo el hijo algo del padre y el siervo del sentildeor no asiacute en sentido contrario

Contra la misma responde que de sostenerse esto se seguiriacutea que ambos fue-sen algo totalmente distintos

En sectIII repara sobre la respuesta a la segunda objecioacuten para plantear una duda que sobreviene simpliciter et ad hominem Esta seriacutea que si lo justo sim-plemente pueda hallarse entre el padre y el hijo al ser ellos ldquoalguna especie de hombresrdquo Reforzado esto por la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes al decir sobre ellos que laquoinquantum uterque est homo aliquo modo est ad eos iustitiaraquo

235 Avan-

zaraacute entonces el comentarista sosteniendo que o en efecto el Doctor Comuacuten

233 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4 234 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4235 S Th II-II q 57 a 4 ad 2

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

entiende que entre ellos ndashen cuanto hombresndash estaacute la justicia secundum quid o simpliciter

En el primer caso coincide el segundo miembro con el primero porque tam-bieacuten entre ellos (en cuanto que son padre e hijo) estaacute la justicia secundum quid De no ser asiacute no encontrariacuteamos discurso alguno sobre lo justo paterno

En el segundo caso se entenderiacutea que entre ellos ndashen cuanto hombresndash hay justicia simpliciter laquoet sic male dicitur in littera quod aliquo modo ad eos est iustitia Si enim est iustitia simpliciter non est aliquo modo sed simpliciter et si aliquo modo no es simpliciterraquo

236 Esta misma afirmacioacuten nos llevaraacute a concluir

que entre el padre y el hijo estaacute lo justo simpliciter El argumento de base seguacuten el cual es salvada la alteridad entre ellos y la razoacuten de lo justo viene confirmado laquoquia filius habet aliquid quod non est patris secundum leges civiles ut pecu-lium castrensisraquo

237

En sectIV responderaacute las dudas e intentaraacute demostrar cuaacutel es la raiacutez por la que se explica que entre el padre y el hijo no estaacute el derecho simpliciter sino el pater-no Y el porqueacute no se obra la doble distincioacuten de lo justo que habriacutea entre ellos Esto es uno en tanto que de padre a hijo otro en tanto que hombres distintos A lo que responde el Cardenal

laquoEx eo namque quod sunt homines quidam est inter eos ius ex eo autem quod sunt pater et filius deficit illud ius ab absoluta iuris ratione et determinatur ad tale scilicet paternum Et hic est planus sensus litterae [hellip]

Unde patet quod nullum restat dubium ad hominem quod ex malo intellectu litterae oriebaturraquo

238

A la duda respecto si existe entre ellos el derecho simplemente responde el Cayetano que entre ellos estaacute la justicia secundum quid

Un rengloacuten luego dice refirieacutendose a la reciente contestacioacuten laquoSed haec responsio non consonat principiis conclusionis Neque oportet quod inter quos-

236 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 4237 Ibidem Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 4238 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 57 a 4

145

cumque est iustitia sit iustitita simpliciter secundum omniaraquo239

Y concluiraacute que no estaacute entre el padre y el hijo lo justo simplemente hablando

Otra cosa que destacamos son los ejemplos de la Sagrada Escritura que trae el Priacutencipe de los Comentadores para dar mayor solidez a su argumentacioacuten Hecho que se reiteraraacute

Hemos visto entonces que este comentario reuacutene en un principio los ar-tiacuteculos tres y cuatro Aquiacute el Cayetano pone objeciones planteando dudas Se valdraacute de las palabras de Santo Tomaacutes tanto para responderlas y despejarlas cuanto para proveer a la misma confirmacioacuten con nuevos ejemplos por eacutel mismo traiacutedos Y demostrar asiacute que auacuten en diversos casos los principios guiacuteas de la reflexioacuten tomista no pierden vigencia ni validez

En este comentario vimos reflejadas interesantes opiniones y puntualiza-ciones sobre los temas tratados Ademaacutes del modo realista en que Santo Tomaacutes trata la justicia primero abocaacutendase al objeto real de la justicia y luego de eacutesta

III22 Quaestio 58 ndash De Iustitia

Ahora Santo Tomaacutes se abocaraacute al tema de la justicia desarrollando doce ar-tiacuteculos Notaremos que nuevamente el Cardenal los comenta siguiendo el modo que hemos sentildealado

Los artiacuteculos que componen la cuestioacuten cincuenta y ocho representan una investigacioacuten pormenorizada y profunda de la justicia Estudio que introduce el Aquinate definiendo queacute es la justicia (a1) si siempre es hacia otro (a2) y por queacute es efectivamente una virtud (a3) Para luego decir queacute especie de virtud es (a4) y si es que siendo virtud general (a5) es igual esencialmente con el resto de las demaacutes virtudes (a6) Antes de determinar que su acto es el de dar a cada uno lo suyo (a11) en queacute modo se ajusta lo igual (a10) y antes de concluir que la justicia es la principal entre el resto de las virtudes morales (a12) mostraraacute la existencia de la virtud de la justicia particular (a7) su materia (a 8) y el modo en que versa sobre las operaciones del hombre (a 9)

239 Ibidem Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 57 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por su parte el Cardenal ndashno dicieacutendonos nada sobre el primero y el undeacute-cimo de los artiacuteculosndash comentaraacute cada uno y por separado el 2do 3ro 4to 8vo 9no 10mo y 12do Y analizaraacute conjuntamente los artiacuteculos 5to 6to y 7mo al final de este uacuteltimo

S Th II-II q 58 a1 Utrum convenienter definiatur quod iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum unicuique tribuens

En este artiacuteculo Santo Tomaacutes muestra por queacute se define convenientemen-te que la laquoiustitia est constans et perpetua voluntas ius suum unicuique tri-buensraquo

240

Presentadas las seis objeciones el Angeacutelico defiende la definicioacuten enuncia-da explicando primeramente en queacute modo debe ser entendida y respondiendo luego una a una las objeciones

Por estar puesto nuestro intereacutes en los comentarios del Cayetano a los textos del Doctor Comuacuten y al no realizar el Cardenal ninguno aquiacute pasamos raacutepida-mente al proacuteximo artiacuteculo

S Th II-II q 58 a2 Utrum iustitia semper sit ad alterum

Que ldquola justicia se refiere siempre hacia otrordquo es lo que responderaacute Santo Tomaacutes a las cuatro objeciones seguacuten las cuales pareciera lo contrario

De lo contenido en todo el artiacuteculo el de Gaeta se detiene soacutelo en la respues-ta ad 4 Analiceacutemoslo

En la cuarta objecioacuten Santo Tomaacutes plantea que la justicia es no soacutelo acerca de aquellas cosas que son hacia otro sino tambieacuten hacia siacute mismo seguacuten aquello de que ldquola justicia del sencillo dirige su vidardquo (cfr Pr 11 5) De aquiacute se seguiriacutea que asiacute como las operaciones que son hacia otro necesitan ser rectificadas asiacute

240 S Th II-II q 58 a 1

147

tambieacuten las que son hacia siacute mismo Por lo que la justicia no seriacutea solamente hacia otro sino tambieacuten hacia uno mismo

La respuesta apoyada en el sed contra muestra la necesidad de una virtud especial ndashque es la justiciandash por la cual sean rectificadas las acciones del hombre que son dirigidas hacia otro mientras que las acciones que realiza el hombre ndashen tanto que dirigidas hacia siacute mismondash son suficientemente rectificadas por las de-maacutes virtudes morales El Cardenal se detendraacute en esta distincioacuten a saber entre las acciones del hombre hacia siacute mismo y las acciones hacia otro

En su comentario nos advertiraacute que las acciones del hombre que son hacia otro carecen doblemente de especial rectificacioacuten en comparacioacuten al agente Y concluye ndashtras poner el ejemplo de quien distribuya con turbacioacuten e indignacioacuten lo suyo a cada unondash que el acto laquoin comparatione ad agentem ratione passionum erit inordinatus ex defectu mansuetudinis non ex defectu iustititaeraquo

241

Asiacute entonces tras detenerse soacutelo en la respuesta a una objecioacuten el Priacutencipe de los Comentadores se limitaraacute a sentildealar el modo en que el acto de la justicia se realiza sin importar la defeccioacuten de las demaacutes virtudes morales que en el mismo esteacuten involucradas Esto uacuteltimo resulta interesante puesto que nos conduce a plantear el siguiente interrogante iquestes considerado por lo tanto un acto justo soacutelo exteriormente O de este modo iquestes para el Cardenal el acto de la virtud de la justicia uno meramente externo que no rectifica al agente mismo y a todas sus restantes virtudes morales

A este propoacutesito pondraacute entre otros el ejemplo de coacutemo el acto de la justicia se realiza por parte de quien restituye auacuten eacuteste esteacute afectado por la indignacioacuten o lo haga molesto

En este comentario evidencia nuevamente un ejercicio de aplicacioacuten de los principios a casos concretos (iquestcasuismo)

242 los cuales no figuran en el texto del

Aquinate y confirma aquello que dijimos sobre su meacutetodo de comentar

241 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 2242 En esta sintoniacutea rescatemos dos pasajes de Josef PIEPER que sirven para apuntalar nuestra argumenta-cioacuten general de que Cayetano tergirversa a Santo Tomaacutes (a) en el sentido de ensentildear la moral y(b) la pretensioacuten de aplicar esquemas a los principios morales El primero (a) laquoHay una manera de ensentildear la moral que guarda estrecha relacioacuten de afinidad con el voluntarismo pero con frecuencia es tenida por tiacutepicamente ldquocristianardquo Esa manera falsea la conducta eacutetica del hombre viendo en ella una suma incohe-rente de ldquopraacutecticas de virtudrdquo y de obligaciones ldquopositivasrdquo y ldquonegativasrdquo aisladas con lo cual se despoja a la accioacuten moral de sus raiacuteces en el suelo nutricio del conocimiento de la realidad y de la existencia viva del hombre vivo Semejante ldquomoralismordquo no sabe o no quiere saber y sobre todo impide saber que soacutelo es

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 58 a3 Utrum iustitia sit virtus

En este artiacuteculo el Cardenal se detiene una vez maacutes en una distincioacuten Concretamente en la respuesta contra la tercera objecioacuten de las tres presentadas al tema

Veamos la estructura que presenta la tercera objecioacuten

En primer lugar se sostiene que toda virtud moral versa sobre las acciones (agibilia) Pero en cambio luego se nos dice que aquellas cosas que se produ-cen exteriormente son hechos (factibilia) Y como entonces la justicia realiza un acto exterior no es una virtud moral

Responde escuetamente Santo Tomaacutes que la justicia laquonon consistit circa exteriores res quantum ad facere quod pertinet ad artem sed quantum ad hoc quod utitur eius ad alterumraquo

243

Mencionaacutebamos que el Cayetano repara en una distincioacuten

laquoIn articulo tertio eiusdem quaestionis in responsione ad tertium diligenter distingue et perspice in actu exteriori agere et facere hoc est actum immanentem et transeutem Et intellige quod iustitia est circa actum immanentem ut proprium actum circa tran-seuntem vero ut materiamraquo

244

bueno lo que se adecua a la esencia del hombre y a la realidad que esta adecuacioacuten no muestra su fulgor en otro cielo que en el de la prudencia y que por consiguiente la realizacioacuten del bien es algo por completo diverso del cumplimiento meramente faacutectico de un precepto que se ldquoimponerdquo desde la oscuridad de un arbitrio poderosoraquo (p 61)Y el segundo (b) laquoDe la muy humana aspiracioacuten a la seguridad de lo cierto a la claridad de las visiones panoraacutemicas y a lo determinado y exacto en las demarcaciones no pudo menos de nacer el intento de ldquoorde-narrdquo el impreciso caos que representan las innumerables formas posibles de realizar el bien habilitaacutendolo para ser integrado en un sistema de conjunto determinado en longitud y latitud por los grados de una medi-cioacuten racional y abstracta Fruto de tal intento es la casuiacutestica ese capiacutetulo ndashno raras veces considerado el maacutes importantendash de la doctrina moral que tiene por objeto la construccioacuten anaacutelisis y valoracioacuten de ldquocasos concretosrdquoraquo (pp 63-64)Todo esto en J PIEPER laquoMoralismo y casuiacutesticaraquo en Las virtudes fundamentales Rialp Madrid 1980 pp 61-64243 S Th II-II q 58 a 2 ad 3244 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

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Notemos varias cosas En primer lugar que en la respuesta ad tertium no aparece ninguna referencia al agere et facere in actu exteriori Santo Tomaacutes solamente menciona que la justicia se ocupa de las cosas exteriores en tanto que usar de ellas para otros Siacute aparece en cambio alguna referencia en la tercera objecioacuten

En segundo lugar el Cayetano afirma que el acto propio de la justicia es el ldquoagere in actu exteriorirdquo o ldquoactum immanentemrdquo Y que su materia es el ldquoac-tum transeuntemrdquo o el ldquofacere in actu exteriorirdquo (cfr Comm Card Caei in STh II-II q 58 a3)

Veamos en tercer lugar el modo en que el Cayetano demuestra esto Lo hace poniendo un ejemplo lo explica clarificando y finalmente concluye

El ejemplo laquoVerbi gratia cum reddo pecuniam creditoriraquo245

La explicacioacuten

laquoExterior actus dandi peccuniam habet quod est actus tran-siens ut est quaedam exterior actio puta manus et habet quod est materia qua utor ad hoc ut ius suum creditori reddam Cum enim ad multa possim tali exteriore actione uti ex hoc spectat ad iustitiam quod est materia actus utendi quo applico illam ad satisfaciendum creditoriraquo

246

Y la conclusioacuten laquoIustitia ergo est circa electionem actus utendi exterioribus actionibus et rebus ad alterum Tam autem electio quam uti actus sunt voluntatis et manentes in eligente et utenteraquo

247

Volvamos sobre la distincioacuten obrada por Cayetano En la misma el Cardenal pareciera retomar el tratamiento del artiacuteculo primero y segundo en el que Santo Tomaacutes ya resolvioacute cuaacutel sea el acto y la materia de la justicia (Recordemos tam-bieacuten que el Cardenal no realizoacute ninguacuten comentario al primer artiacuteculo) Y ademaacutes se adelanta al artiacuteculo cuarto con su conclusioacuten ya que Santo Tomaacutes trataraacute en eacutel si la justicia se halla o no en la voluntad El Gaetano concluye que tanto la eleccioacuten cuanto el usar del acto son de la voluntad como ya hemos citado

245 Ibidem Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 3246 Ibidem Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3 247 Ibidem Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Planteemos dos preguntas para ahondar en nuestro anaacutelisis iquestQueacute habiacutea di-cho Santo Tomaacutes al respecto Y maacutes auacuten iquestcorresponde con lo comentado por el Cayetano en el presente artiacuteculo tercero

En el respondeo dicendum del artiacuteculo primero del Angeacutelico encontramos

laquoEst autem iustitia circa ea quae ad alterum sunt sicut circa propriam materiam ut infra patebit [a 2] Et ideo actus iustitiae per comparationem ad propriam materiam et obiectum tangitur cum di-citur ius suum unicuique tribuens quia ut Isidorus dicit in libro Etymol iustus dicitur quia ius custoditraquo

248

La materia propia de la justicia en estas palabras de Santo Tomaacutes son aquellas cosas que se refieren a otro Para el Cardenal aquellas cosas que se refieren a otro vienen calificadas como el ldquoactum transeuntemrdquo o el ldquofacere in actu exteriorirdquo

En la conclusioacuten repite el Priacutencipe de los Comentadores lo dicho por el Aquinatense pero agregando algo laquoIustitia ergo est circa electionem actus uten-di exterioribus actionibus et rebus ad alterumraquo

249

iquestCoacutemo modifica la interpretacioacuten de la justicia con esta nueva distincioacuten o aclaracioacuten iquestEnriquecen la letra tomista o por el contrario nos distancian de su sentido

iquestEs lo mismo decir que la materia de la justicia (son) laquoea quae ad alterum suntraquo a decir que la laquoiustitia ergo est circa electionem actus utendi exterioribus actionibus et rebus ad alterumraquo Maacutes auacuten iquestpuede elegirse en o para la justicia otro actus utendi que no sea el suyo propio

Primeramente la justicia no es sobre las cosas referidas hacia los otros sino tambieacuten sobre la eleccioacuten del acto a ser usado en o con las acciones exteriores y en las cosas hacia otro

Por otra parte las cosas que son hacia el otro ndashmateria iustitiaendash ahora son llamadas tambieacuten ldquoactum transeuntemrdquo o ldquofacere in actu exteriorirdquo Ademaacutes el acto propio de la justicia es para el Cayetano el ldquoactum immanentemrdquo o ldquoagere in actu exteriorirdquo Finalmente ya la eleccioacuten cuanto el uso del acto pertenecen a la voluntad y permanecen en quien elige y usa de ellos

248 S Th II-II q 58 a1 r d [El pareacutentesis es nuestro]249 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

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Al no haberse explayado demasiado el Cardenal sobre lo que entiende con los teacuterminos introducidos aquiacute de ldquoactum immanentemrdquo y ldquoactum transeutemrdquo no son muchas las conclusiones parciales que por ahora podemos esbozar

Tan soacutelo decimos que identificamos por parte del de Gaeta la introduccioacuten de una distincioacuten en la definicioacuten de justicia dada por el de Aquino

Que esta distincioacuten se apoya en una nueva clasificacioacuten de lo que son tanto la materia cuanto el acto propio de la justicia

Que maacutes allaacute del ejemplo puesto no es todaviacutea posible reconstruir los prin-cipios directrices con los cuales el Cardenal se guiacutea en sus comentarios

Que la referencia indicada al texto para introducir tal distincioacuten es erroacutenea Y esto porque no es in responsione ad tertium sino en la tercera objecioacuten donde Santo Tomaacutes hace una referencia a las agibilia y a las factibilia que podriacutean emparentarse con lo sentildealado por el Cardenal

Asiacute las cosas identificadas estas diferencias y en ponieacutendolas a la luz con-tinuamos con el anaacutelisis del artiacuteculo cuarto Del cual algo adelantamos por anti-ciparse el mismo Cayetano en su comentario

S Th II-II q 58 a4 Utrum iustitia sit in voluntate sicut in subiecto

En el cuarto artiacuteculo Santo Tomaacutes resolveraacute que la justicia se halla en la vo-luntad como en su sujeto tras responder las tres objeciones que presenta

Por su parte el Cayetano se detiene en una afirmacioacuten del respondeo dicen-dum a la cual pondraacute una objecioacuten luego responderaacute y buscaraacute concluir con las mismas palabras que objetoacute del Angeacutelico

La afirmacioacuten que resulta dudosa para el Cardenal es aquella que media ndashen el texto tomistandash entre la razoacuten por la cual somos llamados justos y la necesi-dad de que la justicia se encuentre en una facultad apetitiva como en su sujeto laquoProximum [autem] principium est vis appetititvaraquo

250 La objecioacuten o la razoacuten

por la cual podriacutea producirse una mal inteleccioacuten del texto

250 S Th II-II q 58 a 4 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoNam proximum principium actus iudicii qui est intus iudi-ci iustitiam dicenti non appetitus sed intellectus est Et exteriorum operum in quibus iustum ponitur proprium principium est executi-va potentia ut patet in restitutionibus commutationibus et distribu-tionibus fiunt enim haec manibus et linguaraquo

251

De ser verdadera esta objecioacuten se desarticulariacutea la necesidad de que la jus-ticia esteacute en la voluntad como en su sujeto para pasar a estar en el intelecto Notemos que eacutesta presenta dos momentos (1) El referido al principio proacuteximo del acto de juicio que estaacute en el intelecto y seriacutea el referido a conocer queacute es lo justo En el segundo momento traslada la objecioacuten a otro punto (2) el del acto exterior por el cual se pone que lo justo es de la potencia ejecutiva

iquestQueacute dice Cayetano a su propia objecioacuten Responderaacute ordenadamente a es-tos aspectos Sobre el primero comenta que aquiacute el acto u obrar fue tomado no solamente para distinguir del hacer sino tambieacuten del conocer

Y sobre la objecioacuten de la potencia ejecutiva responde que se excluye por dos cosas La primera que esta misma seraacute tratada maacutes adelante en la q 60 La segunda que eacutel mismo ya tratoacute ndashen su comentario a la S Th I-II q 74 a 1ndash al hablar que soacutelo los actos inmanentes son actos eliacutecitos de las virtudes aunque las acciones transeuacutentes puedan ser actos imperados por ellas Asiacute entonces conclu-ye que la justicia estaacute en la fuerza apetitiva

Vemos nuevamente coacutemo el Cardenal pone una sutil objecioacuten a lo que es el centro del argumento del presente artiacuteculo A saber que la justicia estaacute en la voluntad como en su sujeto Y lo hace proponiendo un ejemplo que hariacutea tras-tabillar el eje sobre el cual se apoya el discurso para girar hacia su conclusioacuten

Asiacute tambieacuten el comentario resulta de intereacutes porque confirma aquello de que el Cardenal conoce en profundidad la obra de Tomaacutes de Aquino Hecho que se ve reflejado en la respuesta a la segunda objecioacuten planteada por Tomaacutes de Viacuteo

Sin embargo este comentario despunta otra liacutenea investigativa que ya pun-tualizamos Y es la que hemos referido en nuestro anaacutelisis del comentario al ter-cer artiacuteculo asiacute como tambieacuten a la conclusioacuten que sentildealamos al mismo referida a los teacuterminos de ldquoactus immanentesrdquo y ldquoactus transeuntesrdquo tambieacuten ahora como ldquoactiones transeuntesrdquo

251 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 4

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Maacutes allaacute de esto no advertimos otras diferencias que puedan aportar intereacutes alguno nuestro tema Pasemos al proacuteximo comentario

S Th II-II q 58 a5 Utrum iustitia sit virtus generalis

Aquiacute Santo Tomaacutes responderaacute que la justicia es una virtud general en tanto que ordena al hombre y al acto de cualquier virtud hacia el bien comuacuten

Contra la primera de las objeciones ndashque reteniacutea que la justicia no es una virtud general porque es contada entre las demaacutes virtudesndash el Angeacutelico diraacute que eacutesta se cuenta entre las otras virtudes en tanto que es (una virtud) especial Tema que seraacute tratado maacutes adelante (aa 6 y 12)

Contra la segunda que sostiene que no es general ya que es puesta como virtud cardinal junto a la templanza y a la fortaleza (y ninguna de estas dos es general) responde que la justicia puede ser virtud general ya que a diferencia de las otras dos ndashque se encuentran en el apetito sensitivo (en lo concupiscible e irascible)ndash eacutesta estaacute en el apetito intelectivo como en su sujeto

A la tercera de las objeciones seguacuten la cual la justicia no es virtud general porque no hay un ldquopecado generalrdquo sino que eacuteste (el pecado) se refiere siempre a otro responde con dos argumentos El primero puesto que en tanto las cosas que dirigidas a uno mismo son ordenables a otro y mayormente en cuanto referidas al bien comuacuten El segundo que por la misma razoacuten que la justicia legal puede llamarse virtud general la injusticia puede llamarse pecado comuacuten

Continuamos ahora con una breve exposicioacuten del artiacuteculo sexto recordando que el Cardenal comentoacute conjuntamente los artiacuteculos quinto sexto y seacuteptimo

S Th II-II q 58 a6 Utrum iustitia secundum quod est generalis sit idem per essentiam cum omni virtute

Ahora toca ver si la justicia por ser general resulta igual en esencia a toda virtud Contras las cuatro objeciones que parecen demostrar que esto es verda-

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dero responde el Doctor Comuacuten que la virtud de la justicia es general porque ordena el acto de las demaacutes virtudes a sus fines laquoquod es movere per imperium omnes alias virtutesraquo

252 Y no lo es en tanto que se denomina ldquogeneralrdquo mediante

la predicacioacuten sino en cuanto su virtud laquosicut causa universalis est generalis ad omnes effectusraquo

253

Vamos al artiacuteculo seacuteptimo junto con la glosa del Cayetano a eacuteste y a los dos precedentes

S Th II-II q 58 a7 Utrum sit aliqua iustitia particularis praeter iustitiam generalem

Aquiacute pareciera que no hay una justicia particular maacutes allaacute de la virtud gene-ral por tres motivos

(1) Porque la justicia general ya ordena suficientemente al hombre acerca de las cosas que son hacia otro Y por ende no habriacutea necesidad de una justicia particular ya que en las virtudes como en la naturaleza no hay nada de super-fluo

Ademaacutes (2) porque lo uno o lo mucho no diversifica la especie de la virtud Y como la justicia general ordena al hombre a otro en aquellas cosas que perte-necen a la multitud no hay en consecuencia otra especie de virtud que ordene al hombre en aquellas cosas que pertenecen a una persona singular

Finalmente (3) porque asiacute como entre una persona singular y la multitud de la ciudad estaacute la multitud domeacutestica ndashy si por lo tanto hay una justicia particular por la comparacioacuten a una personandash de la misma manera deberiacutea haber una justi-cia econoacutemica que ordene al hombre al bien comuacuten de la familia Y no es dable afirmar esto uacuteltimo

Contra las tres objeciones el Angeacutelico responderaacute que es necesario que exis-ta una virtud que ordene inmediatamente al hombre a las cosas que se refieren a otro Y como la virtud de la justicia general ordena en tanto que mediatamente

252 S Th II-II q 58 a 6 r d253 Ibidem

155

de aquiacute la necesidad de que haya una virtud particular de la justicia Con este argumento se resuelve suficientemente la primera objecioacuten

A la segunda responde que el bien comuacuten de la ciudad y el bien singular de una persona no difieren solamente seguacuten lo mucho y lo poco sino que hay entre ellos una diferencia formal

Y a la tercera dice que la comunidad domeacutestica es distinguida por tres unio-nes (mujer y marido padre e hijo sentildeor y esclavo) y como en estas tres las personas son como una cosa del otro no hay para ellos justicia propiamente hablando sino maacutes un ldquotipo de justiciardquo llamada econoacutemica

El Cayetano como hemos dicho comenta de una vez los artiacuteculos quinto sexto y seacuteptimo que trataron ndashrespectivamentendash sobre si la justicia es una virtud general (a5) si siendo general es igual en esencia con las demaacutes virtudes (a 6) y finalmente sobre si hay alguna justicia particular ademaacutes de la general (a7)

La intencioacuten del comentario es a primera vista la de llamarnos la atencioacuten sobre estos temas para dejar en claro ademaacutes una posible mal comprensioacuten de los teacuterminos utilizados por Santo Tomaacutes y los que habiacutean florecido en los tiem-pos del comentador

laquoquod cum dicitur iustitia legalis virtus specialis quidem in essentia generalis autem in esse non intelligitur de esse quod vocatur actualis existentia sed intelligitur de esse rela-tivo quo obsequentibus virtutibus uniturraquo

254 Da tambieacuten un

paso maacutes laquoHabet enim iustitia legalis suam essentiam cum sua existencia in voluntate solaraquo

255

Luego de estas dos afirmaciones el Cardenal prosigue explicando en queacute modo la justicia legal tiene su esencia con su existencia en la voluntad porque impera a las demaacutes virtudes ordenando sus actos al bien comuacuten estableciendo una relacioacuten entre cualquier virtud y el bien comuacuten Por lo mismo la virtud im-perante se dice estar en la virtud imperada

254 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 7255 Ibidem

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Ademaacutes nos dice el de Gaeta que como la relacioacuten constituye el ser relati-vo asiacute la justicia legal se dice ser general seguacuten el ser relativo y seguacuten este ser relativo identificarse con toda virtud y cualquier virtud identificarse con la justi-cia legal Y que por esta misma razoacuten ndashagrega el Cayetanondash en el artiacuteculo sexto Santo Tomaacutes afirmariacutea que lo imperado y lo imperante son de alguacuten modo uno

Finalmente concluye el Priacutencipe de los Comentadores que todo lo explicado vale tambieacuten para la caridad y las demaacutes virtudes

En el presente comentario el Cayetano agrupa los artiacuteculos que tratan pun-tualmente el tema de la virtud de la justicia y su distincioacuten en general y particu-lar Vemos aquiacute coacutemo el Cardenal intenta advertirnos de la diferencia fundamen-tal entre esse y existentia Sin explayarse demasiado en estos teacuterminos continuacutea el llamado de atencioacuten dicieacutendonos que la justicia legal tiene su esencia con su existencia solamente en la voluntad

Otra diferencia que es de anotar es la que pone el Cayetano en la letra to-mista al decirnos que la laquoiustitia legalis dicitur esse generalis secundum esse relativumraquo

256 Cosa que no aparece en Santo Tomaacutes en ninguno de estos tres

artiacuteculos Y que tampoco eacutel mismo ndashel de Gaetandash hace referencia a otros textos como tantas veces lo ha hecho

Pensamos que esta es una referencia al respondeo dicendum del artiacuteculo sexto que es a la vez respuesta a sus dos primeras objeciones Y esto por dos razones

La segunda de las razones (que exponemos primero por cuestiones de con-veniencia para el desarrollo) es porque una vez obrada las diferencias de los modos en que una virtud puede decirse general Santo Tomaacutes prosigue hablando de la virtud de la caridad Con esto mismo finaliza el Cayetano su comentario Es decir hemos pensado que el Cardenal estaacute siguiendo la estructura o el esquema del Aquinate de esa parte del artiacuteculo sexto

La primera de las razones es porque obrada la diferenciacioacuten entre los dos modos en que algo puede llamarse general y refirieacutendose concretamente a la se-gunda el Angeacutelico afirma que la justicia legal se dice especial laquosecundum suam essentiamraquo

257 ya que mira al bien comuacuten como a su propio objeto Santo Tomaacutes

soacutelo concluye entonces que la virtud de la justicia es general laquosecundum vir-

256 Ibidem257 S Th II-II q 58 a 6 r d

157

tutemraquo258

y no laquosecundum esse relativumraquo259

tal como lo hace el Cayetano Aquiacute hay una diferencia importante mientras para Santo Tomaacutes la virtud de la justicia es general por la causacioacuten en el Priacutencipe de los Comentadores pareciera identi-ficarse esa generalidad con una generalidad predicamental esto es loacutegica

De lo dicho varias cosas

En primer lugar si bien el comentario estaacute puesto al final del artiacuteculo seacutep-timo no hace ninguna referencia al mismo sino que se detiene solamente en el modo en que la justicia legal es general

En este comentario ndashmaacutes cercano a los artiacuteculos quinto y sexto (y casi ex-clusivamente al sexto)ndash notemos otras dos diferencias entre lo dicho por Santo Tomaacutes y lo expuesto por Tomaacutes de Vio

La primera que donde el Aquinatense habla de que la virtud de la justicia se halla en la voluntad el Gaetano afirma que alliacute se halla eacutesta con su esencia y su existencia

Y la segunda que donde Santo Tomaacutes afirma que la virtud de la justicia legal es general seguacuten su virtud o como causa de sus efectos el Cardenal dice que es general laquosecundum esse relativumraquo

260

Continuemos entonces con el propoacutesito de nuestra Tesis de mostrar la dis-tancia entre el de Aquino y el de Gaeta

S Th II-II q 58 a8 Utrum iustitia particularis habeat materiam specialem

En este artiacuteculo encontramos el porqueacute la justicia particular tiene materia especial frente a las tres objeciones que postulariacutean lo contrario A todas res-ponde el Aquinate que la justicia particular siacute tiene una materia especial ya que ella misma al tratar acerca de las cosas que estaacuten referidas a otro laquonon est circa totam materiam virtutis moralis sed solum circa exteriores actiones et res se-

258 Ibidem259 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 7260 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cundum quandam rationem obiecti specialem prout scilicet secundum eas unus homo alteri coordinaturraquo

261

En su comentario el Cardenal nos hace reparar en la distincioacuten entre materia moral y acto moral que desarrollaraacute explicando ejemplificando y precisando

Nos dice en efecto que es la materia en donde estaacute puesto el medio y que aquella misma ndashla materiandash comprehende las laquopassiones et operationes et res quodammodoraquo

262 siendo las uacuteltimas la materia de las operaciones humanas ha-

cia otro

La otra parte de la distincioacuten son los laquoactus moralesraquo que el Cardenal iden-tifica como laquoelectiones eliciti essentialiter vel participativeraquo

263 Y explica que en

esto estriba precisamente la diferencia entre la justicia y la templanza (o tam-bieacuten la fortaleza) en que si bien toda virtud moral es un haacutebito electivo el acto de la justicia es laquoessentialiter electioraquo por estar en la voluntad mientras que los de la templanza o la fortaleza ndashal situarse en el apetito sensitivondash son laquoelectiones participativeraquo Afirma entonces el Gaetano que la justicia elige el medio en las operaciones exteriores con las cuales nos ordenamos hacia otro y no siendo estas de un soacutelo modo las divide en dos (1) Algunas son justas o injustas en siacute mismas (agresiones asesinatos etc) (2) Otras seguacuten su materia (compra ven-ta restitucioacuten etc)

Y concluye retomando esta uacuteltima distincioacuten laquoEt propter hanc diversitatem in littera ponuntur duae materiae iustitiae scilicet secundum actiones et res exterioresraquo

264

iquestPero es en verdad por la distincioacuten sentildealada por el Cayetano y aquiacute refe-rida la razoacuten por la cual Santo Tomaacutes pone una materia especial para la justicia particular

Retomando el interrogante respondemos que no es realmente por la diversi-dad que sentildeala el Cayetano (en su conclusioacuten) la causa seguacuten la cual el Angeacuteli-co pone dos materias de la justicia

261 STh II-II q 58 a 8 r d262 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 8263 Ibidem264 Ibidem

159

En primer lugar porque el artiacuteculo dilucida la cuestioacuten de si la justicia parti-cular tenga o no materia especial Y esto para distinguir la materia de la justicia particular de aquella perteneciente a la justicia general

Santo Tomaacutes sentildeala una diferencia entre el acto de la virtud moral y la ma-teria de toda la virtud moral para decir que la justicia ordena al otro soacutelo seguacuten las acciones exteriores y las cosas seguacuten (con ellas) el hombre se ajuste a otro Y aquiacute siacute estaacute hablando de la materia especial de la justicia particular distinta de la general

Mientras que el Doctor Comuacuten sentildeala dos materias de la justicia una para la particular y otra para la general el Cayetano coloca dentro de la justicia par-ticular dos materias al decir que algunas operaciones son justas o injustas en siacute mismas o por su materia

Pero noacutetese bien que los ejemplos que pone pertenecen ambos a la materia de la justicia particular Por ende cuando concluye que por esta razoacuten (laquohanc diversitatemraquo) son puestas en el texto dos materias de la justicia lo que hace es ndashseguacuten dijimosndash incluir en la justicia particular dos especies de materia

Por otro lado que Santo Tomaacutes pone dos materias de justicia pero referidas a las dos formas de la virtud a saber general y particular Y no refirieacutendose a los actos particulares de la justicia particular como podriacuteamos colegir de lo expuesto por el Cardenal Maacutes auacuten podriacuteamos sentildealar que el Cayetano concluye que en-contramos en la justicia particular dos materias especiales Y nuevamente no es esto lo que dice el Aquinate Quien ademaacutes afirma que hallar dos materias de la virtud moral de la justicia responde a la distincioacuten entre las acciones y las cosas exteriores Y no en cambio como sostiene el Cayetano al decir que laquoiustitia au-tem eligit medium in operationibus exterioribus quibus ad alium ordinamurraquo265

Porque no es toda la justicia la que pone el medio en las operaciones exteriores con las cuales nos ordenamos a los otros sino soacutelo la justicia particular Si esto fuese asiacute se estariacutea estableciendo una nota comuacuten a todo el geacutenero

Este resultado es de capital importancia para nuestro trabajo ya que con esto seguimos viendo distanciamientos entre lo que expone el Doctor Angeacutelico y las interpretaciones por parte del Priacutencipe de los Comentadores

Para dar mayor comprensioacuten al alejamiento obrado por el Cayetano recor-demos la situacioacuten con la que avanza en el tratamiento de la cuestioacuten En el a7

265 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Santo Tomaacutes planteoacute si existiacutea o no una justicia particular En el a8 el actual establecioacute que siacute tiene una materia especial Y en el siguiente a9 determinaraacute si la misma versa solamente sobre las operaciones o tambieacuten sobre las pasiones Veaacutemoslo

S Th II-II q 58 a9 Utrum iustitia sit circa passiones

Ahora entonces el Aquinate explicaraacute por queacute la justicia no es acerca de las pasiones respondiendo a las tres objeciones que afirmariacutean lo contrario Y lo demostraraacute con dos argumentos El uno proveniente del mismo sujeto de la justicia el otro de su materia

Que la justicia esteacute en la voluntad como en su sujeto y cuyo acto o mo-vimiento no son las pasiones como ya fuese demostrado es el primero de los argumentos

El segundo sobreviene como acabamos de mencionar de parte de la materia de la justicia Puesto que por las pasiones interiores no somos ordenados hacia el otro ndashy sobre esto uacuteltimo trata la justiciandash es claro en consecuencia que la misma no es acerca de las pasiones

Comentando el artiacuteculo noveno el Cayetano se detiene en una precisioacuten sobre la respuesta ad 1 laquoCum legis quod delectatio est finis principalis etc non intelligas quod est finis principalis ipsius virtutis iam enim dictum vides in littera quod est finis consequensraquo

266 Y sin ser demasiado extenso nos indica

en queacute forma la debemos entender laquoSed quod est principalis quoad nostrum iudicium discretivum boni et maliraquo

267 Finalmente concluye tambieacuten poniendo

ejemplos que alguien estaacute bien o mal habituado seguacuten su delectacioacuten sea en el bien o en el mal

En el presente artiacuteculo el Cardenal sentildeala que el fin principal de la virtud no es la delectacioacuten o la tristeza sino que eacutestas son el fin principal en lo que respec-

266 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 9 La cita que aquiacute realiza el Cardenal es a otra que Santo Tomaacutes trae de Aristoacuteteles laquoDelectatio et tristitia est finis principalis ad quem respicientes unumquodque hoc quidem malum hoc quidem bonum dicimusraquo (STh II-II q 58 a 9 ad 1)267 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 9

161

ta a nuestro juicio del bien y del mal Maacutes allaacute de lo que sentildealamos no hay otras cosas para anotar

S Th II-II q 58 a10 Utrum medium iustitiae sit medium rei

Tratados entonces los temas precedentes restan determinar si el medio de la justicia es un medio real (a10) cuaacutel es su acto (a11) y si sobresale de entre las demaacutes virtudes morales (a12)

Nuevamente responderaacute una a una las tres objeciones que se plantean en contra de que el medio de la justicia sea un medio real diciendo que precisa-mente el medio de la justicia consiste en alguna proporcioacuten de igualdad entre la cosa exterior y la persona exterior entre la cosa que se usa y su debida propor-cioacuten a la (otra) persona

Comienza el Cardenal advirtieacutendonos que recordemos al leer el tiacutetulo del presente artiacuteculo deacutecimo que en laquoin praecedenti Libro conclusum est virtutem consistere in medio Et propter ea hic supponitur iustitiam consistere in medio et quaeritur de qualitate medii quale scilicet sit medium eius an rei an ratio-nisraquo

268 A lo que agrega es motivo de especial duda ya que entre todas las vir-

tudes morales soacutelo la justicia atiende a un medio real

Pero tras sentildealar la respuesta que Santo Tomaacutes diese in corpore articuli (respecto a la explicacioacuten en torno al medio real de la justicia) termina diciendo que seraacute ulteriormente tratado inferius (aquiacute las notas marginales de la leonina sentildealan la q 61)

Comentando este artiacuteculo el Cayetano nuevamente nos deja entrever en dos momentos su profundo conocimiento de toda la Suma El primero bien al princi-pio del comentario porque nos recuerda lo dicho en S Th I-II q 64 a 1 sobre el tema de la virtud El segundo al final donde nos indica que la duda presenta-da y otra vez ejemplificada en y con su comentario seraacute aclarada maacutes adelante por Santo Tomaacutes (cfr S Th II-II q 61 a 2)

268 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 10

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

La duda a la que nos referimos es aquella sobre la razoacuten por la cual soacutelo la justicia entre las demaacutes virtudes morales atiende al medio real Y maacutes auacuten en queacute cosa consiste este mismo medio que aparece ahora ndashy asiacute lo muestra el Car-denalndash como incierto

Demos todaviacutea un paso maacutes analizando brevemente el contenido del a 11 (que no tiene comentarios del Gaetano) para introducirnos en el uacuteltimo artiacuteculo junto con las palabras finales del Priacutencipe de los Comentadores

S Th II-II q 58 a 11 Utrum actus iustitiae sit reddere unicuique quod suum est

En este artiacuteculo esperaacutebamos encontrar alguacuten tipo de comentario por parte del Cayetano O al menos alguna precisioacuten puntualizacioacuten o cualquier otra re-ferencia a temas glosados anteriormente Como por ejemplo y principalmente a lo expuesto en el a 9 Pero sin embargo no es asiacute Vemos que Santo Tomaacutes responde las objeciones por las que el acto de la justicia no parece ser dar a cada quien aquello que es suyo

El sed contra ndashtomado de San Ambrosiondash es tan contundente como escueto

laquoIustitia est quae unicuique quod suum est tribuit alienum non vindicat utilitatem propriam negligit ut communem aequitatem custodiatraquo

269 Que remata

con el respondeo dicendum al retomar lo que ya fue dicho respecto de la materia de la justicia y para concluir que propiamente su acto es dar a cada uno aquello que es suyo

Pasemos ahora siacute a la trama final de la presente cuestioacuten sobre la justicia

269 S Th II-II q 58 a 11 s c

163

S Th II-II q 58 a 12 Utrum iustitia praeemineat inter omnes virtutes morales

En el uacuteltimo de los artiacuteculos referidos a la justicia el Aquinatense nos trae la discusioacuten sobre la preeminencia de la justicia respecto del resto de las demaacutes virtudes morales

Contra las objeciones que sostienen lo contrario el Angeacutelico responde do-blemente Por un lado explicando en queacute sentido la justicia general es preclara entre todas las virtudes morales por otro en lo tocante a la justicia particular

Sobre la justicia general porque su objeto ndashel bien comuacutenndash es preeminente sobre el bien singular de una persona Tambieacuten nos da dos razones por las cuales la justicia particular sobresale de entre las demaacutes virtudes morales (1) Ya por estar en una parte maacutes noble del alma (en el apetito racional) a diferencia de las demaacutes virtudes morales (en el apetito sensitivo) (2) Ya por su objeto y esto porque por la justicia nos ordenamos al bien de otra persona mientras que las demaacutes virtudes se ordenan al bien de uno mismo

El Cardenal presenta en este comentario una posible contradiccioacuten por parte del autor Ya que aquiacute Santo Tomaacutes pone a la justicia como las maacutes noble entre todas las virtudes morales y sin embargo ndashsubraya Cayetanondash en S Th q 30 aa 3-4 puso a la misericordia como la mejor Se pregunta en consecuencia laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

270

Responderaacute comenzando por la distincioacuten seguacuten la cual podemos considerar doblemente a la virtud de la misericordia Primero como tratando acerca de las pasiones Entonces no habriacutea contradiccioacuten alguna

Segundo si se toma a la virtud de la misericordia en cuanto nombra el acto del apetito intelectivo queriendo quitar del mal al otro o deseando eficazmente a eacutel auxiliar en tal circunstancia Asiacute entonces para el Cardenal laquomisericordia videtur plus quam humana virtus participatio scilicet proprietatis divinaeraquo

271

siendo sin embargo una virtud Lo cual prueba de una parte Ciceroacuten y de otra el mismo Santo Tomaacutes al poner a la misericordia por encima de todas las virtudes que se refieren otro Cuestioacuten que en palabras del Cayetano el Angeacutelico ya pro-boacute al demostrar que es superior en cuanto quita al otro un defecto En consonan-

270 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 12271 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cia con esta segunda objecioacuten concluye el de Gaeta laquoEt sic sumpta misericordia supra iustitiam etiam legalem est ut actus utriusque comparando patetraquo

272

Aquiacute claramente el Cardenal contradice lo afirmado por Santo Tomaacutes Re-sulta importantiacutesima su conclusioacuten al descomprimir la presioacuten que introdujo en el artiacuteculo y que parece haber invalidado al sentildealar como contradiccioacuten con el otro texto citado

laquoNec auctor propter eas contradixit sibi hic et ibi Quoniam sermo de misericordia sic sumpta est singularis nec intendebat Auctor comparare hic iustitiam misericordiae sic sumptae sed solis virtutibus quae inter virtutes morales communiter numerantur qua-lis no est misericordia sic sumptaraquo

273

Mencionaacutebamos que el Cardenal sentildeala una contradiccioacuten Y en efecto la ldquodemuestrardquo al contraponer lo que el Angeacutelico dice ahora con lo dicho en otra parte Pero he aquiacute que la objecioacuten presentada por el Cayetano a Santo Tomaacutes no es otra que la que el mismo Angeacutelico explicase en laquoUtrum misericordia sit maxima virtusraquo

274 Por lo cual tanto su objecioacuten cuanto su conclusioacuten no son

otra cosa que una repeticioacuten de las mismas palabras del Aquinate

III23 Quaestio 59 ndash De Iniustitia

Luego de la consideracioacuten de la justicia en la cuestioacuten 58 que acabamos de exponer el Priacutencipe de los Comentadores continuacutea glosando los cuatro artiacuteculos pertenecientes al estudio de la injusticia

Santo Tomaacutes se preguntaraacute en primer lugar si la injusticia es un vicio espe-cial (a1) si obrar conforme a ella sea propio del hombre injusto (a2) para luego determinar si alguien puede sufrir voluntariamente o no alguna cosa injusta (a3) y si la injusticia sea por su geacutenero pecado mortal (a4)

272 Ibidem273 Ibidem274 Concretamente es en S Th II-II q 30 a 4 r d el lugar exacto donde se encuentra esto que decimos

165

De estos mismos cuatro artiacuteculos el Cardenal comenta el segundo y el cuar-to pero en el uacuteltimo parece realizar una precisioacuten abarcadora de todos los te-mas discurridos

Digamos entonces algunas cosas sobre eacutestos y la glosa de Cayetano

S Th II-II q 59 a1 Utrum iniustitia sit vitium speciale

A las tres objeciones que se oponen a que la injusticia sea un vicio especial el Aquinate argumenta ndashen el sed contrandash que siacute lo es porque se opone a la justi-cia y eacutesta es una virtud especial Responde tambieacuten que la injusticia contrariacutea tanto a la justicia general cuanto a la particular El respondeo dicendum junto con las tres respuestas a las objeciones no son otra cosa que una explicacioacuten de este mismo principio

Como dijimos el Cardenal no comenta este artiacuteculo Por lo tanto continuamos

S Th II-II q 59 a 2 Utrum aliquis dicatur iniustus ex hoc quod facit iniustum

El Angeacutelico trataraacute ahora sobre si puede llamarse o no injusto a quien obra alguna cosa injusta Y responderaacute apoyado en Aristoacuteteles laquoquod aliquis facit iniustum et iniustum non estraquo

275 A rengloacuten seguido explica los dos modos por

los que alguien no es injusto obrando lo injusto El primero es el caso de quien obra por ignorancia o sin intencioacuten El segundo de los casos es cuando la injus-ticia procede de alguna pasioacuten pero sin eleccioacuten (laquoabsque habitu iniustitiaraquo

276)

En este comentario el Cardenal repara en la respuesta ad tertium ponieacutendo-le una objecioacuten y siguiendo el modo de glosar que venimos sentildealando Siendo siempre la misma estructura tras la objecioacuten habraacute dos ejemplos que pueden

275 S Th II-II q 59 a 1 s c276 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

o no seguirse de la duda por eacutel planteada para finalmente concluir refutaacutendola Veamos todo esto puntualmente

Las palabras sobre las que el Cayetano se detiene para sentildealar dudas son laquoEt ideo quod est per accidens et praeter intentionem non potest dici tempera-tum nec formaliter nec materialiter et similiter neque intemperatumraquo

277 Sobre

lo que postula dos dudas La primera es si puede imputaacutersele ebriedad a quien ignorando la potencia del vino ndashpone el ejemplo de Noeacutendash se emborracha Y esto argumenta porque no puede ser materialmente ebriedad lo que es materialmen-te indeseado Y la segunda similarmente de la comida en el caso de quienes por ignorancia toman desproporcionadamente alimentos contra la salud del cuerpo ya que constariacutea en efecto alliacute ser intemperado materialmente

278 A lo que res-

ponde

laquoAd hoc dicitur quod dubium procedit ex malo intellectu di-fferentiae positae in littera inter iniustum et intemperatum Ad cuius evidentiam scito quod magna differentia est inter comparare inius-tum et intemperatum penes formaliter vel materialiter et compara-re iniustum facere et intemperatum facere penes formaliter et mate-rialiterraquo

279

Por lo tanto en la primera comparacioacuten no hay materialmente diferencia alguna entre cualquiera de las dos sino la que dista cuanto de materia a materia En la segunda sentildeala el Cardenal que materialmente la diferencia es grande ya que el sentido de eacutesta es que el hacer puede tener accidentalmente por materia lo injusto mientras que no puede tener del mismo modo (accidentalmente) por materia lo intemperado Es asiacute como se manifiesta que lo injusto formalmente puede concurrir materialmente para hacer lo injusto Y en cambio lo intempe-rado formalmente no puede concurrir materialmente a hacer lo intemperado ya que o concurre formalmente o no concurre en ninguacuten modo

Respondiendo a las dos dudas dice el comentarista que la intencioacuten del texto es hablar de la segunda comparacioacuten Por todo lo cual no puede provenir sino de una mal comprensioacuten las objeciones presentadas

277 Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 59 a 2278 Ibidem279 Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 59 a 2

167

Mostramos una vez maacutes el modo seguacuten el cual el Cayetano glosa los textos y el conocimiento de los temas tratados en toda la obra del Aquinate Junto a lo dicho notemos que las objeciones puestas son para seguir sentildealando distincio-nes al interno de la doctrina tomista Y esto porque el Cardenal no hace aquiacute otra cosa maacutes que indicar las distancias entre lo injusto y lo intemperado entre el obrar injusta e intemperadamente

Sin maacutes que decir resentildeemos los artiacuteculos tercero y cuarto asuntando la prosa final de Tomaacutes de Vio

S Th II-II q 59 a 3 Utrum aliquis possit pati iniusto volens

El tema del presente artiacuteculo es averiguar si alguien puede padecer volunta-riamente lo injusto Contrariando las tres objeciones por las que pareciera apro-barse tal afirmacioacuten Santo Tomaacutes dice laquoquod iniustum pati oppositum est ei quod est iniustum facere Sed nullus facit iniustum nisi volens Ergo per oppo-situm nullus patitur iniustum nisi volensraquo

280

Si bien en este tercer artiacuteculo el Cardenal no realiza ninguna precisioacuten o llamado de atencioacuten y siguiendo nuestro meacutetodo de exponer brevemente el con-tenido del artiacuteculo traemos aquiacute el modo en que es demostrado porqueacute nadie puede padecer voluntariamente lo injusto Habieacutendolo hecho damos un paso maacutes esta vez hacia el uacuteltimo de los temas de esta cuestioacuten sobre la injusticia

S Th II-II q 59 a 4 Utrum quicumque facit iniustum peccet mortaliter

A las tres objeciones presentadas en contra de que peque mortalmente quien realice lo injusto responde Santo Tomaacutes que al consistir la justicia siempre en un dantildeo a otro ndashy por contrariar la Ley de Dios e ir contra la caridadndash es mani-

280 S Th II-II q 59 a 3 s c

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

fiesto que hacer lo injusto es de suyo pecado mortal laquoquod facere iniustum ex genere suo est peccatum mortaleraquo

281

El Cardenal nos diraacute sobre esto mismo que la precedente afirmacioacuten de Santo Tomaacutes laquointelligendum est de facere iniustum formaliterraquo

282 Y proseguiraacute

su comentario precisando cuaacutendo ndashy cuaacutendo nondash hacer lo injusto materialmente seraacute pecado mortal A tal efecto nos sentildeala que por parte del que lo hace debe-mos pensar en la causa De parte de quien lo padece en el dantildeo

Afirma el Cayetano que asiacute y todo a veces puede excusarse a quien obre por ignorancia pero otras no (seguacuten la magnitud del dantildeo que haga) Y algunas ve-ces es necesario como el caso de las injurias verbales sentildealar tal injusticia ndashpor la pequentildeez de su malndash como cierta culpa imperfecta o venial

283 Todo lo cual

se desprenderiacutea de lo dicho por Santo Tomaacutes en otros lugares a los cuales hace referencia como son el anterior tratado sobre la ignorancia y las posteriores cuestiones sobre las especies de los pecados

Si bien la brevedad del comentario y notando otra vez la amplitud del co-nocimiento del Cayetano sobre la obra completa de su cofrade sentildealamos que no conforme con lo establecido por el Aquinate en el respondeo dicendum el de Gaeta persiste en precisiones y distinciones

Habla el Angeacutelico sobre si quien hace lo injusto peca mortalmente Comenta el Cardenal que tal afirmacioacuten de Santo Tomaacutes es aplicable siempre y en todos los casos si es formalmente entendida Pero ahonda en los modos en que un pe-cado de injusticia puede reputaacutersele a su autor como materialmente mortal o al menos materialmente venial

Si bien estas preocupaciones no aparecen en la consideracioacuten del presente artiacuteculo por parte del Doctor Comuacuten resultaron en cambio tema de intereacutes en la glosa del Cayetano quien estaacute siempre pendiente de orientar el modo en que debemos interpretar el sentido el texto valieacutendose de precisiones o distinciones de objeciones o planteando dudas Completando asimismo lo dicho con refe-rencias a otros textos de Santo Tomaacutes ya anteriores al presente ya posteriores

281 S Th II-II q 59 a 4 r d282 Ibidem283 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 59 a 4

169

III24 Quaestio 60 ndash De Iudicio

En la cuestioacuten nuacutemero sesenta seraacute estudiado el juicio (en tanto que acto de la virtud de la justicia) en seis artiacuteculos El plan trazado entonces comenzaraacute por dilucidar si seraacute precisamente eacuteste ndashel juiciondash el acto de la justicia (a1) si siendo liacutecito juzgar (a2) lo sea hacerlo por sospechas (a3) y si eacutestas deban interpretarse en forma favorable (a4) Luego el Angeacutelico se preguntaraacute si el juicio debe siempre dictarse seguacuten las leyes escritas (a5) y finalmente si eacuteste se pervierte por usurpacioacuten del poder de juzgar (a6)

El Cardenal Cayetano glosaraacute cuatro de estos seis artiacuteculos no comentando ni el primero ni el quinto

Veremos seguidamente lo expuesto por Tomaacutes de Aquino y las anotaciones que realizoacute Tomaacutes de Viacuteo

S Th II-II q 60 a 1 Utrum iudicium sit actus iustitiae

Son cuatro las objeciones que se presentan en el primero de los artiacuteculos tendiente a determinar si seraacute o no el juicio el acto de la justicia A todas ellas Santo Tomaacutes trayendo a colacioacuten palabras de la Sagrada Escritura responde diciendo laquoquod iudicium proprie nominat actum iudicis inquantum est iudex Iudex autem dicitur quasi ius dicens Ius autem est obiectum iustitiae ut supra dictum est Et ideo iudicium importat secundum primam nominis impositionem definitionem vel determinationem iusti sive iurisraquo

284

Establecido entonces el juicio como acto de la justicia y sin comentarios del Cardenal avanzamos al a 2

284 S Th II-II q 60 a 1 r d

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 60 a 2 Utrum sit licitum iudicare

En este artiacuteculo se presentan tres objeciones contra la licitud del acto de juzgar Las cuales seraacuten rebatidas por el Aquinate explicando en queacute modo debe sostenerse el acto de juzgar como acto liacutecito de la justicia y exponiendo ademaacutes las tres condiciones para que esto se deacute y las tres perversiones que lo vician

Contra las tres objeciones por las que pareciera no ser liacutecito juzgar Santo Tomaacutes contesta laquoquod iudicium intantum est licitum inquantum est iustitiae ac-tusraquo

285 y explica entonces las tres caracteriacutesticas requeridas A saber (1) Que

proceda de una inclinacioacuten a la justicia (2) Que proceda de la autoridad compe-tente (3) Que sea proferido seguacuten el ordenamiento de la prudencia

Contrariamente seraacute iliacutecito el juicio cuando falte alguna de estas tres con-diciones Perverso cuando vaya contra la primera Usurpado al ir contra la se-gunda (cuando quien juzga no tiene potestad para hacerlo) Y yendo contra la tercera seraacute un juicio temerario si es que falta la certeza de la razoacuten

Con su glosa el Cardenal repara en la respuesta ad tertium poniendo dos objeciones que podriacutean proceder de una probable contradiccioacuten entre el presente texto de Santo Tomaacutes y otra afirmacioacuten suya perteneciente a In IV Sent dist XIX q II a2 (Q2) la primera

286

En la segunda duda en cambio se pregunta si estando el juez o prelado es-piritual en pecado mortal y usando de su oficio en aquellas cosas que no son de su orden sino de su jurisdiccioacuten no proceda al acto moral en modo indebido ya que fue probado en otros textos lo contrario

287

Contra la primera responde que el oficio se utiliza indignamente de dos mo-dos en nombre propio y en nombre de los demaacutes

288

laquoEt quod existens in peccato mortali utitur officio indigne privative non autem contrarie quia silicet est privatus conditione quam natus est habere ut condigne iudicis officium ageret non habet

285 S Th II-II q 60 a 2 r d286 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 2a287 Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 2288 Cfr Ibidem

171

autem aliquid contrarium iusto iudici ut sic Et propter ea non opor-tet quod peccetraquo

289

A la segunda en cambio responde que debido a la gran diferencia entre el uso de la potestad de la jurisdiccioacuten y la del orden ndashporque en aqueacutel no hay consagracioacutenndash es suficiente que el ministro sea justo en obrar el acto justo y no santo

290

El intereacutes del Cayetano sobre este artiacuteculo estaacute centrado evidentemente en cuaacutendo puede un prelado juzgar liacutecitamente sin incurrir en pecado mortal como hemos visto

A este respecto pone dos objeciones ndashutilizando otros textos del Aquinatendash y las responde despejando las dudas y volviendo a Santo Tomaacutes

Hay que advertir lo que el Cardenal sentildeala el Angeacutelico equivocaacutendose alliacute se corrige aquiacute y dice que eacutel mismo ndashel comentaristandash sentildealoacute oportunamente (en aquella cuestioacuten) la correccioacuten del Aquinate

291

En el anaacutelisis de este comentario nuevamente vemos reflejada la metodo-logiacutea con la que el Tomaacutes de Vio resuelve sus postulaciones siempre a traveacutes de nuevas distinciones Continuemos ahora con el tercer artiacuteculo cuya respuesta fuese anticipada en este segundo

S Th II-II q 60 a 3 Utrum iudicium ex suspicione procedens sit illicitum

En relacioacuten con lo ya expuesto supra el Doctor Comuacuten se explayaraacute sobre lo modos en que el juicio procedente de la sospecha torna iliacutecito el acto de la justicia

Por un lado puesto que ella misma es perversa cuando proviene de leves iacuten-dices seguacuten tres maneras (1) cuando quien es conocedor de su malicia reputa a todos por igual a siacute (2) cuando proviene de un cierto desprecio hacia el otro (3)

289 Ibidem290 Cfr Ibidem291 Cfr Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

o de la larga experiencia Santo Tomaacutes hace la salvedad que el uacuteltimo disminuye la razoacuten de la sospecha mientras que los dos primeros pertenecen directamente a la perversidad del afecto

A continuacioacuten sentildealaraacute los tres grados existentes de la sospecha para reba-tir finalmente una a una las objeciones planteadas por las que pareciera que no es iliacutecito el juicio conducido por la sospecha

De aquellos tres grados dos son calificados como pecado mortal y uno como leve y venial El primer grado de la sospecha es el de aqueacutel que comienza a du-dar por leves indicios El segundo grado es sentildealado como el de quien por leves indicios toma por cierta la malicia del otro siendo ya pecado mortal El tercero ndashtambieacuten calificado como pecado mortalndash pertenece directamente a la injusticia y es cuando un juez procede a la condena de alguien movido por sospechas

Como es evidente el tercero de los grados es el que se refiere concretamente al tema del artiacuteculo puesto que en esta cuestioacuten se habla del juicio en tanto que acto de la justicia y aquiacute se trata la ilicitud de quien juzga sobre la base de sus elucubraciones

En su comentario comienza el Cardenal advirtieacutendonos de no inducirnos en el segundo nivel de sospecha cuidaacutendonos de aquel que laquopro certo malitiam al-terius aestimat ex levibus indiciisraquo

292 Posteriormente nos diraacute coacutemo podriacuteamos

caer en ellas Y concluye en sectI glosando los restantes grados Anaacutelisis que dista de nuestro intereacutes y del tema de nuestra investigacioacuten y que por ello reenviamos a los interesados a su lectura

293

En la segunda seccioacuten de su nota el Cayetano realiza una interesante distin-cioacuten advirtieacutendonos que en la respuesta ad primum la certeza de los actos huma-nos no es la evidencia seguacuten la cual el juez realiza su juicio sino que proviene ya de la certeza de la fe fundada ya de la idoneidad de los testigos y de la confesioacuten de las causas ya de nuestro intelecto que determina no haber contradiccioacuten en las partes reportadas

294 Y concluye tras algunas otras ejemplificaciones que el

modo en que el juez debe obrar laquoin humanis siquidem oportet uti pro certo eo quod communiter creditur quamvis vere certum non sitraquo

295

292 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 3293 Vid Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 3294 Cfr Ibidem295 Comm Ibidem

173

En sectIII y sectIV posa su atencioacuten en la respuesta ad tertium procediendo como detallamos

En sectIII nos explicaraacute los modos en que alguien incurriendo en una opinioacuten o juicio por motivos leves comete pecado venial y no mortal y la razoacuten de por queacute siacute peca mortalmente quien juzga temerariamente por leves indicios

296

En sectIV la duda ocurre ndashsiempre sobre la misma respuesta ad 3ndash es en queacute modo los efectos o consecuencias del juicio interno pueden ser reducidos o reconducidos al juicio exterior en el sentido de que quien muchas veces juzga interiormente lo hace sin aacutenimo de hacerlo exteriormente A esta nueva objecioacuten responde el Cayetano poniendo el ejemplo de quien aun no llevando a cabo un homicidio tiene la intencioacuten de que ese otro muera A la que concluye laquoEius-dem enim rationis est iniuria temerarii iudicii intus et extra quamvis non sit aequale nocumentumraquo

297

Es para destacar el modo en que el Cardenal sentildeala en sectII la manera en que se distancian el juicio sobre los actos humanos del juicio obrado por el juez Recordemos que el Cayetano estaacute comentando la respuesta ad primum de Santo Tomaacutes en la que el Aquinate ndashlejos de plantearse lo glosado por el Cardenalndash estaacute hablando de la certeza que podemos encontrar en los actos humanos en su calidad de singulares y contingentes y el modo en que estos adquieren validez

S Th II-II q 60 a 4 Utrum dubia sint in meliorem partem interpretanda

La respuesta a este planteo y a sus objeciones (ya anticipada en el cuerpo del segundo artiacuteculo) seraacute que laquoubi non apparent manifesta indicia de malitia alicuius debemos eum ut bonum habere in meliorem partem interpretando quod dubium estraquo

298

Por parte del Cardenal nos posicionamos frente a un extenso comentario se desenvuelve en nueve puntos

296 Cfr Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 60 a 3297 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 60 a 3298 S Th II-II q 60 a 4 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En el primero plantea que se presentan algunas dudas respecto de las res-puestas a la primera objecioacuten y a la conclusioacuten junto con su razoacuten

El Cayetano toma las palabras de la respuesta ad 1 y su argumento y las confronta directamente con la respuesta ad 2 colocando asiacute la primera de sus objeciones y desarrollando algunos puntos de vista poniendo nuevos ejemplos

La conclusioacuten a la que se refiere es laquomelius est quod aliquis frequenter fallatur habens bonam opinionem de aliquo malo homine quam quod rarius fa-llatur habens malam opinionem de aliquo bonoraquo

299 Duda del motivo de esta

conclusioacuten laquoquia ex hoc fit iniuria alicui non autem ex primoraquo300

Su objecioacuten es falso que en nada dantildee que alguien que frecuentemente engantildea sea reputado con buena opinioacuten Ya que se dantildea a siacute mismo llenaacutendose de falsas opiniones y no hay peor dantildeo cuanto el proferido hacia uno mismo

301

Prosigue entonces su comentario con distingos entre aquello que pertenece conocer al intelecto en tanto que especulativo o praacutectico Para asiacute concluir que todo lo expuesto por Santo Tomaacutes pertenece al discurso sobre el intelecto praacutec-tico y no al especulativo

302

En el segundo punto de su glosa precisa los dos modos en que las dudas deben ser interpretadas favorablemente en forma negativa y en forma positiva Aquiacute se referiraacute soacutelo a la primera de las formas la negativa reservando el tercer apartado para la segunda la positiva

El modo negativo en que puede ser recibida tal afirmacioacuten es que ldquono deben ser interpretadas las dudas en la peor parte o en modo desfavorablerdquo

303 Lo que

resulta para el Cayetano que laquosic intellecta haec propositio est verissima ac certissimaraquo

304 Pone luego algunos ejemplos tomados de la Sagrada Escritura

o de la vida cotidiana donde se confirmariacutea que de este modo todas las ob-jeciones puestas en sectI no tienen lugar y se conservariacutea el sentido recto de las palabras del Aquinate

305

299 S Th II-II q 60 a 4 ad 1300 Ibidem301 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 4302 Cfr Ibidem303 Cfr Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 4304 Ibidem305 Cfr Ibidem

175

En sectIII explicaraacute el modo positivo de entender la premisa propuesta laquosci-licet quod dubiis occurrentibus de proximo fiat interpretatio in partem melio-remraquo

306 Siendo el caso de que cuando tengamos alguna duda respecto al aacutenimo

con el cual algo fue realizado por el proacutejimo deberemos hacer un nuevo juicio suponiendo que lo ha hecho con buen aacutenimo Entonces el sentido de esta forma puede ser recibido doblemente El primero lo trataraacute en sectIII y el segundo en sectIV

En el primer modo esta regla nos ensentildearaacute que generalmente tenemos que transformar nuestro juicio dudoso en buena opinioacuten sobre el aacutenimo seguacuten el cual actuacutea el proacutejimo excusaacutendolo cuando auacuten tengamos tales dudas Y de este modo piensa el Cardenal esta regla seraacute acorde a la recta razoacuten Concluye que laquonon est igitur sensus iste positivus sumendus absolute et simpliciterraquo

307

Sin embargo este sentido positivo puede asumirse seguacuten si algo debe ser juzgado Esta regla ensentildearaacute pues que las dudas deben ser interpretadas en for-ma favorable si debe juzgarse o si es necesario que sea haga laquoEt hic est verus sensus huiuis regulae prout hic disputatur et intenditur in littera et habet motas difficultatesraquo

308 Este es en consecuencia el tema del inciso sectIV que junto con

la explicacioacuten de aquellas dificultades-objeciones se extenderaacute hasta el nuacutemero sectVII

Retomando el discurso del punto cuarto decimos que el Cayetano traslada otra vez el centro de la cuestioacuten hacia otro campo Ahora al modo en que el inte-lecto praacutectico concurre en el conocimiento de los actos morales

Estas puntualizaciones no nos dicen nada sobre el tema de nuestra investi-gacioacuten pero sentildealan que tambieacuten en este tipo de comentarios el Cardenal hace extensivos sus intereses metafiacutesicos y gnoseoloacutegicos Haraacute lo mismo para el inciso quinto

En el sexto por el contrario vuelve al argumento de sectI y despeja de otro modo aquella objecioacuten El argumento es que siendo la justicia hacia otro ndashy siendo imposible practicar la injusticia contra uno mismondash es abusiva la compa-racioacuten allaacute propuesta y las aquiacute traiacutedas

Reasumiendo todo lo dicho en los apartados que van desde el primero hasta el sexto hace el Cardenal una especie de conclusioacuten que tras algunos vaivenes

306 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 60 a 4307 Ibidem Y confroacutentese tambieacuten este pasaje para todo lo expuesto en el presente paacuterrafo308 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 60 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

ndashsiempre discurriendo por caminos tangenciales al tema propio del artiacuteculondash coinciden con la letra del Aquinate

Trascurridos los precedentes incisos se detendraacute en el octavo notando una nueva distincioacuten en la respuesta a la segunda objecioacuten laquoNota novitie illius dis-tinctionis exercitium scilicet Aliud est iudicium de rebus aliud de hominibus Nam ad iudicium de rebus spectat rem de re dicere ad iudicium de hominibus seu personis spectat malum vel bonum de persona dicereraquo

309 Poniendo sendos

ejemplos sobre los modos en que estos dos juicios se dan y pueden darse en la vida cotidiana declara en queacute manera son o no son eacutestos y aqueacutellos pecado mortal Ya por emanar de juicios temerarios ya por injurias

310

Se detiene finalmente en sectIX en otra distincioacuten Pero esta vez en la res-puesta ad tertium laquodiligenter nota distinctionem litterae de duplici modo inter-pretandi in peiorem partem scilicit per modum definitionis et per modum supo-sitionisraquo

311 La explicacioacuten de esta sentencia por parte de Cayetano estaacute dirigida

al modo en que los prelados deben comportarse para con sus suacutebditos (al seguir esta regla de interpretar en la peor parte)

Debido a la extensioacuten del comentario y a la pluralidad de sus argumentos no resulta nada sencillo extraer una conclusioacuten uniforme del mismo Por lo cual puntualizaremos algunas cosas

Huelga notar nuevamente el modo en que el Cardenal comenta distingue explica

Advertimos asimismo que no es la primera vez que el Priacutencipe de los Co-mentadores se dirige a los ldquoprelados espiritualesrdquo Pareciera ser que son eacutestos en algunas cuestiones sus destinatarios predilectos Casi siempre en lo referido al gobierno a los modos de proceder y a los pecados en que incurririacutean en no hacerlo de una u otra forma Le dice a los ldquogobernantesrdquo coacutemo deben hacerlo le da consejos praacutecticos y le sugiere que de no obrar en tal o cual modo incurririacutean en pecado mortal o venial

Evidentemente la primera seccioacuten del comentario no aporta queacute decir sobre nuestro argumento Y esto porque el Cardenal traslada el tema central del artiacute-culo ndashsi las dudas deben ser interpretadas o no en sentido favorablendash al discurso

309 Comm Card Caie sect VIII en S Th II-II q 60 a 4310 Cfr Ibidem311 Comm Card Caie sect IX en S Th II-II q 60 a 4

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sobre el intelecto praacutectico y especulativo y los modos de conocer que a cada uno corresponden

Vimos tambieacuten las formas establecidas por el comentador en que puede ser tomada la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes seguacuten la cual las dudas deben ser inter-pretadas en sentido favorable El Cayetano establece entonces dos una negativa y otra positiva Para la uacuteltima propone una nueva distincioacuten en la comprensioacuten de su sentido que se extenderaacute a todo lo largo de cuatro apartados Es decir que la precisioacuten del modo en que debe ser entendida la sentencia del Angeacutelico le valieron al Cardenal seis de los nueve incisos que componen el comentario

En todos ellos siempre y repetidamente encontramos el ejercicio del co-mentador de poner ejemplos Ellos mismos seriacutean casos de los cuales se despren-den objeciones que luego seraacuten resueltas o nuevas distinciones y precisiones para comprender mejor las afirmaciones contendidas en los artiacuteculos

Por otra parte el aquiacute notorio desplazamiento por parte del Priacutencipe de los Comentadores del centro del tema hacia los modos de conocer o el objeto del intelecto praacutectico y especulativo nos permiten sentildealar la fecundidad de este campo de investigacioacuten que son los comentaros del de Gaeta sobre temas meta-fiacutesicos loacutegicos y gnoseoloacutegicos tambieacuten esparcidos en el terreno de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

Finalmente en sectVIII y sectIX repara en otras dos distinciones Dirigidas am-bas a los prelados o eclesiaacutesticos encargados de alguacuten tipo de gobierno Al menos es seguro en el uacuteltimo de los incisos donde puntualmente habla a quienes deben juzgar a sus suacutebditos

Tras todas estas interesantes novedades emergentes y aquiacute sentildealadas prose-guimos nuestro trabajo abocaacutendonos con brevedad al artiacuteculo quinto (carente de comentarios) para introducirnos en el sexto y uacuteltimo siacute glosado por el Cardenal

S Th II-II q 60 a 5 Utrum sit semper secundum leges scriptas iudicandum

A las tres objeciones que sostienen que no debe juzgarse siempre seguacuten las leyes escritas Santo Tomaacutes responde en primer lugar que el juicio no es otra cosa que la determinacioacuten de aquello que es justo Y que esto mismo (lo justo) puede ser de dos formas (1) ex ipsa natura rei por el derecho natural (2) ex

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

condicto inter homines seguacuten el derecho positivo312

Y puesto que la ley con-tiene el derecho natural ndashsin instituirlondash y el derecho positivo ndashque tambieacuten contiene y siacute instituyendash concluye laquoquod necesse est quod iudicium deficeret vel a iusto naturali vel a iusto positivoraquo

313

Al no haber glosa del Cardenal analicemos el sexto artiacuteculo y su interpre-tacioacuten

S Th II-II q 60 a 6 Utrum iudicium per usurptionem reddatur perversum

El a 6 el uacuteltimo estaacute destinado a dilucidar si el juicio por usurpacioacuten puede tornarse perverso Respuesta que fue anticipada en el a 2

Esta vez la contestacioacuten de las cuatro objeciones presentadas seraacute que el juicio debe ser realizado seguacuten las leyes escritas ndashcomo se sostuvo en a 4ndash por quien tiene la autoridad para juzgar Habla aquiacute Santo Tomaacutes de quien tiene la autoridad puacuteblica para legislar o para dictar sentencia Puesto que seriacutea injusto que alguien ndashsin puacuteblica autoridadndash obligue a otro a cumplir una ley sancionada con puacuteblica autoridad

314

En este comentario el Cardenal se detiene en la respuesta dirigida a la ter-cera objecioacuten Y explica luego de rastrear las fuentes de su afirmacioacuten principal (laquopotestas saecularis subditur spirituali sicut corpus animaeraquo

315) los dos modos

en que esto puede darse

Asiacute introducido el tema continuaraacute reflexionando y justificando las situa-ciones y circunstancias en las que le es liacutecito al prelado espiritual actuar con autoridad sobre los aspectos seculares

316

Por el tenor de la glosa del de Gaeta (las circunstancias en las que un prelado espiritual puede obrar con potestad sobre las circunstancias seculares) el presen-

312 Cfr S Th II-II q 60 a 5 r d313 S Th II-II q 60 a 5 r d314 Cfr S Th II-II q 60 a 6 r d315 S Th II-II q 60 a 6 ad 3316 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 60 a 6

179

te comentario no reviste para nosotros relevancia alguna a no ser el intereacutes de remarcar siempre su metodologiacutea con precisiones y ejemplificaciones

III25 Quaestio 61 ndash De Partibus Iustitiae

Esta cuestioacuten sexageacutesima primera ndashsobre las partes subjetivas de la justiciandash la divide Santo Tomaacutes en cuatro artiacuteculos Antes de enumerarlos reparemos en los dos paacuterrafos que sirven de introduccioacuten a toda la q 61 ya que en ellos encon-tramos un pequentildeo esquema del trabajo a seguir

Tras decir que debemos considerar las partes de la justicia expondraacute el or-den y el modo en que toca hacerlo En primer lugar sus partes subjetivas que son ldquospecies iustitiaerdquo En segundo lugar las partes integrantes dichas ldquoquasi integralesrdquo Por uacuteltimo en tercer lugar seraacuten consideradas las partes ldquoquasi potentialesrdquo que son las virtudes adjuntas a la virtud de la justicia

Sobre la primera de las precisiones que es de nuestro mayor intereacutes encon-traremos una doble consideracioacuten Esto es las partes de la justicia seraacuten estudia-das en siacute mismas y en los vicios que se les oponen

Asiacute las cosas y habiendo estudiado el acto propio de la justicia legal inclui-remos tambieacuten en nuestro estudio el anaacutelisis de la cuestioacuten sexageacutesima segunda donde hallamos tratado el acto propio de la justicia conmutativa

Volviendo ahora al tema de la cuestioacuten sesenta y uno veremos que la dis-tincioacuten de la justicia conmutativa y distributiva se trata en cuatro artiacuteculos si hallamos o no dos especies de justicia (a1) si su teacutermino medio se determina en ellas del mismo modo (a2) si su materia es uniforme o muacuteltiple (a3) y (a4) si en alguna de sus especies lo justo sea lo mismo que lo ldquocontrapassumrdquo (ldquolo padecido en reciprocidadrdquo)

Continuemos pues confrontando la glosa del Gaetano con los textos del Aquinatense

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 61 a 1 Utrum convenienter ponantur duae species iustitiae ius-titiae distributiva et commutativa

Ya en el primer artiacuteculo (laquoUtrum convenienter ponantur duae species ius-titiae iustitiae distributiva et commutativaraquo) diraacute claramente Santo Tomaacutes tras responder las objeciones por las cuales pareciera inconveniente poner dos espe-cies de justicia que laquoduae sunt iustitiae species scilicet commutativa et distribu-tivaraquo

317 Sobre esto mismo el Cardenal comentaraacute (ya pusimos la cita)

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species ius-titiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia tri-plex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit par-tes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

318

Entre pareacutentesis notemos al pasar la sugestiva nota a pie de paacutegina que realiza Ismael Quiles al comentar S Th II-II q 61 a 1 ad 4

laquoDe lo dicho aquiacute se desprende claramente que seguacuten el tri-ple orden de la justicia hay tres especies de justicia pues hay orden de las partes entre siacute orden del todo a las partes y orden de las partes al todo y por semejanza hay tres clases de justicia legal distribu-tiva y conmutativa la legal dirige las partes al todo la distributiva el todo a las partes y la conmutativa las partes entre siacute Estas dos uacuteltimas llaacutemanse justicia particulares y la primera generalraquo319

Vemos aquiacute coacutemo el renombrado tomista argentino toma ndashcasi textualmen-tendash la glosa del Priacutencipe de los Comentadores y la pone en la respuesta a la

317 S Th II-II q 61 a 1 r d318 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1319 I QUILES Nota sect(1) en S Th II-II q 61 a 2 ad 4 en TOMAacuteS Aquino Suma Teoloacutegica t XI Club de Lectores Buenos Aires 1948 p 159

181

cuarta objecioacuten del mismo artiacuteculo de la cuestioacuten 61 Esto para notar primero la influencia que el Cardenal ha tenido hasta nuestros diacuteas y auacuten entre nuestros intelectuales Segundo para mostrar coacutemo Quiles continuacutea explicando a Tomaacutes de Aquino seguacuten Tomaacutes de Viacuteo

Cerramos el pareacutentesis y volvamos al Cardenal quien continuaraacute luego glo-sando las respuestas a las objeciones segunda y quinta detenieacutendose en la pre-cisioacuten de coacutemo se distinguen ldquolo suyordquo y ldquolo debidordquo en la justicia distributiva y en la conmutativa con la intencioacuten de llamarnos la atencioacuten sobre la materia de las restituciones en aquellos casos en los que la distributiva resulta violada

En primer lugar sentildeala que en la conmutativa se da a cada quien simplemen-te lo que es suyo mientras que en la distributiva se da a cada quien ldquolo que es suyo de alguacuten modordquo

320

Por otra parte indica el Cayetano que en tanto en la conmutativa le es de-bido a alguien porque le es propio en la distributiva porque es comuacuten Las dos difieren formalmente porque si no se le restituyese lo propio a quien se le debe permaneceriacutea en dantildeo En cambio de lo comuacuten se debe a alguien solamente por ser parte del todo y tanto se le debe cuanto mayor sea la dignidad de la parte

321

Sentildealemos dos cosas La primera y maacutes importante en este comentario es el modo en que el comentarista interpreta la divisioacuten de las partes subjetivas de la justicia poniendo en lugar de dos tres

En segundo lugar el modo en que se detiene en las respuestas a las objecio-nes nuacutemero dos y cinco Lo hace seguacuten su estilo abundando en precisiones En este caso en la distincioacuten formal entre lo ldquosuyordquo ndashen el sentido de lo propiondash y lo ldquodebidordquo ya en la distributiva ya en la conmutativa

Esta segunda nota la realiza el Cardenal obviamente para prevenir o acon-sejar a aquellos que deben ocuparse de la materia de la restitucioacuten cuando la justicia resulta ultrajada como eacutel mismo dice sobre el final

Tanto de la primera como de la segunda observacioacuten se desprende cada vez con maacutes evidencias la distancia entre la nocioacuten de justicia en Santo Tomaacutes y la interpretacioacuten del Cayetano Prosigamos por lo tanto por esta viacutea con nuestro trabajo

320 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1321 Ibidem

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S Th II-II q 61 a 2 Utrum medium eodem modo accipiatur in iustitia distri-butiva et commutativa

En Angeacutelico citando a Aristoacuteteles responde laquoquod in iustitia distributiva accipitur medium secundum geometricam proportionalitatem in commutativa autem secundum arithmeticamraquo

322 contra las objeciones que sosteniacutean que el

medio de la justicia distributiva y de la conmutativa se determina del mismo modo

Es uacutetil analizar el contenido del comentario del Cardenal separadamente siguiendo la presentacioacuten en dos paraacutegrafos

Por un lado entonces resulta interesante la forma en que comienza la glosa laquoIn articulo secundo eiusdem quaestionis scito quod morali proposito non vi-detur expedire ut res claras involvamusraquo

323 Dicho esto explica los motivos evi-

dentes por los cuales no es necesario disputar nada y remite cualquier discusioacuten a la lectura de Aristoacuteteles

Por otro notemos la objecioacuten que el Priacutencipe de los Comentadores plantea in responsione ad tertium trayendo a colacioacuten lo dicho por Santo Tomaacutes en Sent III dist XXXIII q1 a3 qa2 ad2 Pareciera que lo expuesto en la Suma y lo sostenido en Sent III se contradicen u oponen y por esto mismo se pre-gunta ndashuna vez maacutesndash laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

324 Sin embargo afirma

a rengloacuten seguido que es faacutecil responder tal objecioacuten ya que puede decirse que aquella sentencia fue corregida aquiacute y que todaviacutea laquosalvari tamen utraque affir-matio potestraquo

325

De las proposiciones en conflicto la perteneciente al Libro de las Sentencias sostendriacutea que en cualquiera de las dos especies de justicia se atiende a la con-dicioacuten de la persona como redunda en la diversidad de la cosa Contrariamente aquiacute en la Suma de Teologiacutea el Aquinate sostiene que la justicia distributiva considera la condicioacuten de la persona secundum se mientras que en la conmuta-tiva se atiende laquosecundum quod per eam diversificatur resraquo

326

322 STh II-II q 61 a 2 s c323 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 2324 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 2325 Cfr Ibidem326 Cfr Ibidem

183

Aquiacute la respuesta que muestra porqueacute estas afirmaciones pueden sostenerse simultaacuteneamente (sin caer en contradiccioacuten) laquoquod conditio personae in iustitia distributiva attenditur secundum se et secundum quod in diversitatem rei redun-datraquo

327

De lo expuesto en sectI estamos en condiciones de sentildealar uno de los intereses principales de Tomaacutes de Vio a la hora de comentar los textos de Santo Tomaacutes esclarecer los pasajes dudosos o con alguacuten nivel de dificultad relacionados al campo moral En sus propias palabras el Cayetano estaacute indicando en queacute modo deben ser interpretados y obrados los principios tomistas

En sectII sin embargo no hay ninguna aplicacioacuten moral pero asiacute y todo nos encontramos con el planteo de una duda Que si bien sostiene en un primer momento que aquella afirmacioacuten del Libro de las Sentencias fue corregida aquiacute finalmente demuestra que no es necesariamente asiacute e indica la forma en que ambos pasajes se complementan

De este artiacuteculo vemos por un lado (en sectI) lo que pareciera ser el motivo fundamental por el que el Cardenal comenta Y como no estaacute representado este intereacutes en todo el artiacuteculo segundo no realiza ninguna apreciacioacuten

Pero encontramos tambieacuten (en sectII) que auacuten no habiendo relacioacuten con el propoacutesito moral el Cayetano siacute glosa el texto ad tertium Lo cual nos hace pen-sar en la siguiente alternativa O hay otros ademaacutes del intereacutes manifiestamente sentildealado como el motivo por el cual glosa o tal vez podamos tambieacuten suponer que sencillamente estos son comentarios maacutes bien ldquolibresrdquo

A este punto nuestra impresioacuten es que no hay un plan trazado pero siacute una metodologiacutea Y que ademaacutes el de Gaeta comentoacute libremente otros tantos artiacutecu-los que sin ser todaviacutea centrales en su plan tienen alguna importancia o relacioacuten con su propio pensar filosoacutefico y teoloacutegico

Cumpliendo el objetivo del presente capiacutetulo en el plan de nuestra tesis vamos a la confrontacioacuten del proacuteximo artiacuteculo con el comentario del Cayetano

327 Cfr Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 61 a 3 Utrum materia utriusque iustitiae sit diversa

Contra las tres objeciones que sostienen que no es diversa la materia de la justicia distributiva y conmutativa el Angeacutelico responde recurriendo a Aristoacutete-les laquoquod una species iustitiae est directiva in distributionibus alia in commu-tationibusraquo

328 Aclarando posteriormente que laquosi igitur accipiamus ut materiam

utriusque iustitiae ea quorum operationes sunt usus eadem est materia distri-butivae et commutativae iustitiaeraquo

329 pero laquosi autem accipiamus ut materiam

utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo

330

Asiacute las cosas el Cardenal comentaraacute el artiacuteculo en dos apartados En el pri-mero nos haraacute reparar la atencioacuten en cinco puntos En el segundo plantearaacute una objecioacuten a las uacuteltimas liacuteneas con las que Santo Tomaacutes cierra el artiacuteculo

Las cinco precisiones presentadas en sectI sobre las cuales el Cayetano quiere que nos detengamos son

331 (1) los motivos o causas de por queacute las conmuta-

ciones se dicen voluntarias e involuntarias y cuaacutel es la diferencia entre ellas (2) Que lo voluntario e involuntario distinguen las conmutaciones porque diversi-fican la razoacuten de lo justo (3) que las conmutaciones involuntarias se distinguen entre ocultas y manifiestas ya que una es la razoacuten de lo involuntario cuando se padece ocultamente de cuando manifiestamente

(4) Que in littera no son computadas entre las involuntarias ni el exilio ni la usura (5) Que el nuacutemero de las conmutaciones tanto in littera et in V Ethic no es uniforme Y esto se deberiacutea a que ninguno de los dos (ni Aristoacuteteles ni Santo Tomaacutes) parecen tener la intencioacuten de enumerar integralmente las especies de las conmutaciones sino de distinguirlas para que puedan otros faacutecilmente identifi-car el resto de los casos

En sectII como dijimos pone una duda laquocirca calcem articuliraquo maacutes precisa-mente laquode qua specie Auctor loquitur cum dicit omnes commutationes volun-tarias et involuntarias ad una iustitiae speciem pertinere an scilicet de specie specialissima an de subalternaraquo

332

328 S Th II-II q 61 a 3 s c329 S Th II-II q 61 a 3 r d330 Ibidem331 Todo el presente paacuterrafo cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 3332 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3

185

La razoacuten de la duda para el comentador viene porque Aristoacuteteles distingue la justicia particular en distributiva y conmutativa y eacutesta uacuteltima en dos puesto que las conmutaciones pueden ser voluntarias e involuntarias Tal cosa lo prueban la multitud de los vicios que se les oponen Y es contra esto mismo que el Cayetano dice laquoIn oppositum autem videtur haec litteraraquo

333 refirieacutendose claramente al

texto tomista

A esta objecioacuten responde el mismo comentarista que ldquoconsistiendo lo justo conmutativo en la igualdad de la cosa a la cosa y siendo su acto dar o devolver lo equivalente ndashno cambiando nada sino materialmentendash consecuentemente no es por la diversidad de la materia la causa por la cual se multiplica la especie de la justicia conmutativardquo

334

En los paacuterrafos que continuacutean al que hemos parafraseado sentildeala el Priacutencipe de los Comentadores que ldquopudiera parecer que la especie de justicia variacutea seguacuten el devolver lo igual sea hecho voluntaria u obligadamente ya que en la uacuteltima hay diferencia formal de la conmutacioacutenrdquo

335 Y esto porque ldquosi quien considera

que sea necesario que de la diferencia de divisioacuten de geacutenero y de la constitutiva de la especie sean diferencias per se y no per accidens ndashsiendo que las diferen-cias per se son las que diversifican los geacutenerosndash y que la adecuacioacuten de la cosa a la cosa no es diversificada porque resulta devuelta voluntaria o involuntariamen-te (ya que en igual cantidad y seguacuten la misma forma de igualdad se devuelve vo-luntaria o involuntariamente) se veraacute entonces y en cambio que esta diferencia per accidens ndashpuesta en el textondash contradice todo estordquo

336

Es importante ver coacutemo el Cardenal sale de esta situacioacuten contradictoria al decir que laquoAristotelis dicitur quod ipse non dixit esse duas species sed duas partes non propter differentiam formalem sed propter notabilem diversita-tem materialem quia scilicet in una concurrunt duo recompensanda in altera unumraquo

337 Y que como adecuar uno o dos no variacutea la especie de las conmutacio-

nes siempre que se opere la misma razoacuten o forma de igualdad es evidente que tampoco la multitud de los vicios es signo de la multitud de las virtudes a las que se oponen

333 Ibidem334 Cfr Ibidem335 Cfr Ibidem336 Cfr Ibidem337 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Siguiendo el razonamiento del Cayetano resulta auacuten maacutes interesante (y por eso deciacuteamos antes que era importante) ver su misma conclusioacuten

laquoEst ergo iustitia commutativa una species specialissima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam opera-tur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex supradictisraquo

338

Hasta aquiacute llega la glosa del de Gaeta al a 3 y representa para nosotros otra novedad fundamental Como ya hemos visto el Cardenal realiza la mentada divisioacuten de las partes subjetivas de la justicia Como lo sentildealase John Finnis y citaacutendolo a eacutel Samuel Gregg Quienes nada dicen sobre las causas ni los moti-vos por los cuales el Cayetano parece realizar esta divisioacuten

La novedad de la que hablamos la encontramos en esta calificacioacuten de ldquoes-pecie especialiacutesimardquo de la justicia conmutativa y en la causa por las cuales ldquoes multiplicada la especie de la justicia conmutativardquo (seguacuten indicamos)

En primer lugar el Cayetano sentildeala que en V Ethic Aristoacuteteles distingue la justicia particular en distributiva y conmutativa y la uacuteltima en ldquoin duas partesrdquo Luego salva a Aristoacuteteles sentildealando que el Estagirita no dijo haber dos especies sino dos partes de la justicia

Finalmente en su conclusioacuten remarca que tanto la justicia distributiva cuan-to la conmutativa son ldquoespecies especialiacutesimasrdquo que se diversifican formalmen-te por el modo en las que se opera la adecuacioacuten

Junto con esto y retomando aquella divisioacuten obrada en el comentario al a1 pareciera bastante confusa la nocioacuten de justicia en el Cayetano

Por un lado (Comm a1) dice textualmente que encontramos tres especies de justicia legal distributiva y conmutativa Y que la primera es llamada ldquojusti-cia generalrdquo y las dos sucesivas son llamadas ndashtextualmente en pluralndash ldquojusticias particularesrdquo

339 Por otro (Comm a2) indica que en una de las ldquojusticias particu-

338 Ibidem339 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1

187

laresrdquo ndashla conmutativandash encontramos ldquodos partesrdquo Y que son esas dos justicias particulares ldquoespecies especialiacutesimasrdquo

340

Asiacute las cosas mientras para Santo Tomaacutes la virtud de la justicia se divide en dos partes general y particular ndashy la uacuteltima consta de dos especies subjetivasndash para el Cardenal la justicia se divide en tres especies subjetivas una general y dos particulares De las cuales uacuteltimas son las distributiva y la conmutativa ldquoes-pecies especialiacutesimasrdquo teniendo a su vez la conmutativa dos partes

Y mientras para el Doctor Comuacuten la forma en que se opera la adecuacioacuten es causa de la diversificacioacuten de las especies de justicia particular en sus partes subjetivas seriacutea para el Cayetano la razoacuten de la divisioacuten de la justicia en tres especies ndashy no partesndash subjetivas de la virtud de la justicia

Por lo tanto es auacuten mayor la distancia entre Santo Tomaacutes y el Tomaacutes de Vio porque en definitiva este uacuteltimo traslada la causa de la diversificacioacuten de las es-pecies de las partes subjetivas de la justicia a todas sus partes Haciendo asiacute de cada parte un todo diversos y ndasha este puntondash irreductibles entre siacute

S Th II-II q 61 a 4 Utrum iustum sit simpliciter idem quod contrapassum

Contra las tres objeciones que sostienen que lo justo es simplemente lo con-trapassum el Aquinatense responde por un lado laquoquod Philosophus in V Ethic probat non quodlibet iustum esse contrapassumraquo

341 ya que lo recibido en reci-

procidad es lo justo conmutativo y que laquoin distributiva autem iustitia locum non habetraquo

342 Esto uacuteltimo ldquoporque en la justicia distributiva no se mira la igualdad

seguacuten la adecuacioacuten de la cosa a la cosa o de la pasioacuten a la accioacuten sino seguacuten la proporcioacuten de las cosas a las personasrdquo

343

Tras explicar en el primer paacuterrafo el sentido del teacutermino lsquocontrapas-sumrsquo

344 y advertirnos las fuentes de la proveniencia u origen del presente ar-

340 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3341 S Th II-II q 61 a 4 s c342 S Th II-II q 61 a 4 r d343 Cfr ibidem344 Vid Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

tiacuteculo ya identificable a partir de su tiacutetulo el Cardenal glosaraacute el artiacuteculo en dos paraacutegrafos

En el primero realiza dos notas En primer lugar laquoquod contrapassum po-test dupliciter intellegiraquo

345 En segundo que servirse ndasho usarndash con igualdad pro-

porcional puede ocurrir tambieacuten doblemente Veamos detenidamente sus dos puntualizaciones

La primera consideracioacuten seguacuten la cual es doble la acepcioacuten de lo recibido en reciprocidad es que esto sea laquosecundum identitatem speciei ut scilicet patia-tur quis idem specie quod egit puta animam pro animam oculum pro oculoraquo

346

Y de este modo lo justo conmutativo no es lo contrapassum La segunda es seguacuten las igualdades de la cantidad para lo cual pone el ejemplo de quien hubie-se golpeado a alguien pague por la lesioacuten realizada concluyendo tambieacuten con Santo Tomaacutes laquoEt sic extenso contrapassi et passionis nomine ad omnes commu-tationes contrapassum est idem quod iustum commutativumraquo

347

La segunda de las notas como anticipamos es que laquouti aequalitate pro-portionali contingit dupliciterraquo

348 La primera consideracioacuten como forma de lo

justo Es decir que donde lo mismo justo consista en este modo de igualdad pro-porcional seraacute propio de la justicia distributiva a diferencia de la conmutativa que se vale de la igualdad cuantitativa como forma de lo justo La segunda laquout modo perveniendi ad quantitatem rei ut sit aequalis alteri reiraquo

349 Y de este modo

la justicia conmutativa siacute utiliza la igualdad proporcional en la conmutacioacuten de las cosas

En sectII contrapone dos referencias de diversas obras del Angeacutelico en que se sostiene lo mismo y estando ellas dos en sintoniacutea sin embargo parecen oponer-se a lo que aquiacute se sostiene in responsione ad primum

La duda planteada viene porque ya en la primera parte de la Suma como en el cuarto libro de las Sentencias Santo Tomaacutes laquonegat in Deo iustitiam com-mutativam in hoc vero loco dicit ad rationem commutativae iustitiae spectare

345 Esto y lo que sigue cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 4346 Cfr Ibidem347 Ibidem348 Ibidem349 Ibidem

189

recompensare premia meritis et supplicia peccatisraquo350

Tras lo que vuelve a pre-guntarse laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

351

Luego procede a responder su objecioacuten diciendo que sin lugar a dudas entre Dios y las criaturas no puede haber justicia conmutativa ya que Dios no puede recibir lo suyo de parte nuestra ni tampoco nosotros podemos retribuirle en forma equivalente Ademaacutes explica el Cayetano que el castigo de los pecados corresponde a la justicia distributiva de Dios a la cual sin embargo concurre al-guacuten modo de lo justo conmutativo laquopro quanto res pro re datur puta praemium pro merito et poena pro offensaraquo

352 Por lo cual en las dos citas propuestas

Santo Tomaacutes niega la justicia conmutativa propiamente dicha y aquiacute en cambio pone que Dios en sus operaciones observa de alguacuten modo lo justo conmutativo Cierra su argumento el Cardenal diciendo que en la distribucioacuten se mezcla de alguacuten modo alguna conmutacioacuten y que precisamente por esto aquiacute no hay con-tradiccioacuten

353

De la confrontacioacuten de los textos de Santo Tomaacutes con el comentario vemos otra vez el intereacutes del comentarista de precisar y ayudar a quien deba aplicar es-tos principios Tras exponer los dos modos en que podemos entender lo contra-passum claramente indica al legislador o juez en cuaacuteles de los dos casos es justo hacerlo laquoEt ex hac distinctione habes unde diversa negantium vel affirmantium iustum de contrapasso salvare poterisraquo

354 Esta distincioacuten es la que obra en todo

el primer paraacutegrafo

En el segundo en cambio vuelve a utilizar aquel meacutetodo de presentar dudas y objeciones Ahora lo hace contraponiendo dos pasajes de dos obras diversas al sentido de lo que se contiene en el artiacuteculo Y lo realiza nuevamente detenieacuten-dose en una de las respuestas del Angeacutelico concretamente a la tercera objecioacuten

Vemos que esta constante preocupacioacuten por precisar e indicar el rumbo de las interpretaciones es la que ha conducido al comentador a cierto enredo por el cual obroacute no pocos distanciamientos con el Aquinate

350 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 4 Veacuteanse tambieacuten aquiacute las dos referencias dadas en contraposicioacuten por el Cardenal351 Ibidem352 Ibidem353 Cfr Ibidem354 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por otra parte tambieacuten pensamos que este modo de comentar es parte de una forma mentis a partir de la cual el mismo Cayetano concibioacute un esquema de la virtud de la justicia diverso del de Santo Tomaacutes

Sumerjaacutemonos en el anaacutelisis de la cuestioacuten nuacutemero sesenta y dos la uacuteltima que consideraremos en nuestra investigacioacuten

III26 Quaestio 62 ndash De Restitutione

Al estudio de esta cuestioacuten seraacuten dedicados ocho artiacuteculos En el anaacutelisis de la restitucioacuten Santo Tomaacutes identificaraacute de queacute virtud es acto (a1) Luego inves-tigaraacute sobre la necesidad de restituir lo sustraiacutedo simplemente (a2) o en forma multiplicada (a3) Posteriormente analizaraacute si debe restituirse de aquello que no ha sido sustraiacutedo (a4) y si debe hacerse la restitucioacuten a quien se sustrajo (a5) Por parte de quien sustrajo si estaacute eacutel mismo obligado a la restitucioacuten (a6) u otros (a7) Y finalmente sobre el tiempo oportuno para la restitucioacuten (a8) Recorda-mos que el tema de la restitucioacuten ya habiacutea merecido la atencioacuten del Cardenal al comentar el artiacuteculo sobre el derecho natural en S Th II-II q 57 a 2

El Cayetano por su parte comentaraacute todos los artiacuteculos Digamos ademaacutes que de todas las cuestiones que hemos analizado la actual se presenta como la maacutes extensa glosa del Priacutencipe de los Comentadores

Pensamos que esto es asiacute debido al tenor de la misma cuestioacuten ndashla restitucioacuten como acto de la justicia conmutativandash y a que todos sus artiacuteculos implican cierto alcance moral cuya praacutectica debe ser precisada para garantizar un correcto ejer-cicio de la virtud

Tal extensioacuten entonces la vemos fundada en el intereacutes del Cardenal en in-dicar los modos de interpretar los principios que expondraacute Santo Tomaacutes Pre-tensioacuten que hemos sentildealado a lo largo de toda esta exposicioacuten y que se vieron ejemplarmente remarcados en el tratamiento de la cuestioacuten anterior

Veamos ahora uno a uno los artiacuteculos junto con sus comentarios

191

S Th II-II q 62 a1 Utrum restitutio sit actus iustitiae commutativae

A las tres objeciones que sostienen que la restitucioacuten no es acto de la justicia conmutativa el Doctor Comuacuten responde que laquorestitutio ablationi opponitur Sed ablatio rei alienae est actus iniustitia circa commutationes Ergo restitutio eius actus est iustitiae quae est in commutationibus directivaraquo

355

El Cardenal pone algunas preguntas a la respuesta a la tercera objecioacuten La cual aparece en realidad engantildeosa ya que el Cayetano mismo elabora todo un razonamiento sobre algo que Santo Tomaacutes no dijo y la respuesta de su precisioacuten viene de retomar las palabras mismas del Aquinate donde el de Gaeta demuestra que el Angeacutelico siacute realizoacute tal precisioacuten y no hay ninguna omisioacuten

356

Como dijimos el comentarista repara in responsione ad tertium poniendo una ldquoobjecioacutenrdquo a la que dedica todo el primer paraacutegrafo En sectII y sectIII la precisa auacuten maacutes con algunos casos y ejemplos y finalmente le da una respuesta En sectIV conti-nuacutea clarificando todaviacutea la decisioacuten que debe ser tomada en tal caso y nos anuncia que en el proacuteximo comentario ndashal que nos introducimos inmediatamentendash trataraacute maacutes extensamente sobre la obligacioacuten y los motivos de restituir lo sustraiacutedo

357

S Th II-II q 62 a2 Utrum sit necessarium ad salutem quod fiat restitutio eius quod ablatum est

En contra de las cuatro objeciones que niegan que sea necesario para la sal-vacioacuten la restitucioacuten de lo sustraiacutedo Santo Tomaacutes ndashtras citar en el sed contra a San Agustiacuten quien sostiene que ldquono se borra el pecado a no ser que se restituya lo sustraiacutedordquo

358ndash concluye diciendo que laquocum igitur servare iustitiam sit de neces-

sitate salutis consequens est quod restituere id quod iniuste ablatum est alicui sit de necessitate salutisraquo

359

355 S Th II-II q 62 a 1 s c356 Cfr Comm Card Caie sectI-III en S Th II-II q 62 a 1 357 Vid Comm Card Caie sectIV en S Th II-II q 62 a 1358 Cfr STh II-II q 62 a 2 s c359 Cfr S Th II-II q 62 a 2 r d

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En su comentario el maacutes extenso de todos los que hemos analizado el Car-denal glosa todo el artiacuteculo en iexcldieciseacuteis paraacutegrafos Los cuales podemos agru-par del siguiente modo

En el primero de ellos (sectI) nos hace notar que tanto en el a1 como en el a2 de esta cuestioacuten 62 los coacutedices estaacuten ldquocorrompidosrdquo Y que por esta misma causa es dudoso el tema que aquiacute se debate Pero debido a su contenido ndashrazona Cayetanondash ldquodebemos entender que este artiacuteculo trata de la restitucioacuten de lo sus-traiacutedo y no de la restitucioacuten simplemente hablandordquo

360

Luego en sectII-V el Cardenal se detiene sobre los tres casos y ejemplos en los que una persona puede quitar a otro su fama

En los paraacutegrafos sectII-IV presenta dos dudas in responsione ad secundum La primera de las cuales responde en sectIII con una interesante referencia a ldquoScoto et Richardordquo En sectIV hallamos la respuesta a la segunda de las dudas

En sectV volviendo sobre la misma respuesta ad secundum se ocupa del se-gundo y tercer ejemplo puesto por Santo Tomaacutes sobre los tres modos en que una persona puede quitar la fama a otro

En sectVI tratando el tema presentado in responsione ad quartum pone seis dudas que comenzaraacute a contestar en sectVII tras advertirnos que no responderaacute en el mismo orden en que las objeciones fueron planteadas Las respuestas tendraacuten lugar hasta sectXVI el uacuteltimo de los paraacutegrafos

Por lo contenido en el primero de ellos podemos entrever una vez maacutes la laboriosidad con la que el de Gaeta se dedicoacute al estudio de los textos tomistas asiacute tambieacuten como su diligencia

En todos los precedentes incisos Tomaacutes de Viacuteo contrapondraacute ejemplos du-dosos que parecen escapar a los principios propuestos por el Angeacutelico y brinda-raacute posteriormente una respuesta a cada uno de ellos

Una nota interesante son las referencias que hace a algunos de sus interlo-cutores (Scoto y Richardo) Esto mismo porque nos hace comprender otro de los intereses del Cayetano a la hora de comentar los textos de Santo Tomaacutes Es decir que en estos contrapuntos se evidencia el contexto y los destinatarios a los que el Cardenal parece dirigirse No soacutelo a quienes estaacuten obligados por su oficio

360 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 2

193

a la puesta en praacutectica de los principios que aquiacute se contienen sino tambieacuten a quienes ndasha su entenderndash yerran en la interpretacioacuten y aplicacioacuten de estos

En este sentido no son estos incisos otra cosa que un ejercicio donde se re-suelven los casos propuestos Siempre dentro del discurso de la restitucioacuten de lo sustraiacutedo del modo de hacerlo y de quieacutenes estaacuten obligados a ello

Por no ir maacutes allaacute del acto de la justicia distributiva ni representar alguacuten elemento que nos permita profundizar en la comprensioacuten de la nocioacuten de justicia por parte del Cayetano pasamos al estudio del proacuteximo artiacuteculo

S Th II-II q 62 a3 Utrum sufficiat restituere simplum quod iniuste abla-tum est

Tres parecen ser las razones por las cuales devolver simplemente lo que se sustrajo no alcanza para restituir A todas las cuales Santo Tomaacutes responde que laquorestitutio reducit ad aequalitatem quod inaequaliter ablatum est Sed aliquis reddendo quod accepit simplum reducit ad aequalitatem Ergo solum tenetur tantum restituere quantum accepitraquo

361

Glosando el artiacuteculo el Cardenal pondraacute dos objeciones a una de las afirma-ciones del Angeacutelico y las responderaacute Veamos separadamente el planteo del Ca-yetano y la sentencia del Aquinate En primer lugar entonces lo que cuestiona el comentador

laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo antequam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo

362

361 S Th II-II q 62 a 3 s c362 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Pero no es lo que Santo Tomaacutes dice sus palabras son laquoEt ideo antequam sit condemnatus per iudicium non tenetur plus restituere quam accepit sed post-quam condemnatus est tenetur poenam solvereraquo

363

Es decir que mientras el de Aquino deja ver que debe devolverse exacta-mente lo que ha sido quitado de no haber una sentencia que obligue a devolver maacutes de lo sustraiacutedo para el de Gaeta soacutelo debe restituirse ndashauacuten lo simplemente quitadondash en caso de contar con la sentencia del juez Luego de esto procede el Cardenal a explicar el modo en que debe entenderse la afirmacioacuten del Aquinate

Apoyaacutendose en su interpretacioacuten prosigue el Priacutencipe de los Comentadores diciendo que como las penas no son soacutelo incumbencia del juez maacutes tambieacuten de las leyes (cuyo acto es castigar) es evidente que algunos caen bajo las penas de la ley sin ser necesario ninguacuten acto del juez Como sucede por ejemplo y entre otros casos en las excomuniones

364

Auacuten reconociendo posteriormente en sectII que Santo Tomaacutes estaacute hablando soacutelo de la pena que mira a la restitucioacuten en forma multiplicada de lo sustraiacutedo plantea ndashretomando su argumentacioacutenndash la necesidad de distinguir que la pena establecida por la ley es doble la cual para cuya ejecucioacuten se requiere alguna accioacuten y aquella pena para la cual ninguna accioacuten es requerida Ejemplos de la primera distincioacuten son los casos de las mutilaciones los castigos corporales la caacutercel el exilio etc La excomunioacuten la suspensioacuten y otros similares son ejem-plos del segundo365

De estas dos continuacutea el Cardenal se siguen otras dos diferencias En pri-mer lugar que la imposicioacuten de algunas penas es propia del juez algunas otras pertenecen al juez y a la ley De los ejemplos puestos por el Cayetano y traiacutedos en el precedente paacuterrafo los primeros corresponden a la primera de las diferen-cias aquiacute sentildealadas Y los segundos a la segunda

366

En el tercero y uacuteltimo de los paraacutegrafos el comentarista indica que

laquoAd dubium ergo dicitur quod doctrina Auctoris universalis est de poena cuius inflictio pertinet ad iudicem ut propria de tali

363 S Th II-II q 62 a 3 r d364 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3365 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 3 366 Cfr ibidem

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enim optime sequitur redditio causae Et ideo antequam sit condem-natus per iudicem non tenetur ad executionem Et quod haec sit vera intentio Auctoris patet ex quod loquitur de iudice ut distingui-tur a lege loquendo enim de iudice ut distinguitur a lege oportet loqui de propriis iudici et non de communibus iudici et legiraquo

367

De esto saca sus respuestas a sus dos objeciones A la primera dice que es-tablecer una punicioacuten ejecutiva pertenece a la ley auacuten cuando la pena no exija una ejecucioacuten La segunda habla de aquellas penas que son comunes a la ley y al juez siendo que Santo Tomaacutes se refiere solamente a aquellas penas que pertene-cen establecer soacutelo al juez

368

Cabe notar que al culminar su glosa el Cayetano se dirige en forma directa y personal al lector dicieacutendole que en estos modos ndashtanto en el fuero civil cuando en el canoacutenicondash debe entender y aplicar lo aquiacute expuesto

369

Vemos entonces coacutemo el Cardenal realiza toda una interpretacioacuten propia de lo que aquiacute expone Santo Tomaacutes

La diferencia es grande puesto que el Aquinate estaacute hablando de la resti-tucioacuten en tanto que acto de la virtud por lo cual dice que alguien debe restituir simplemente lo que sustrajo de no haber sentencia o juicio para que eso mismo sea devuelto en forma multiplicada Repetimos es un acto de la virtud y de vir-tud personal como son todas las virtudes

Contrariamente el Priacutencipe de los Comentadores sostiene que auacuten para aquello de devolver simplemente lo sustraiacutedo debe haber sentencia del juez como hemos demostrado De esto se siguen varias cosas

En primer lugar se continuacutea viendo el modo de proceder por parte del Car-denal abundando en distinciones Esta vez partiendo de una erroacutenea citacioacuten de los textos del Angeacutelico y conducieacutendonos por diversos senderos sin obrar alguna siacutentesis o recapitulacioacuten conclusiva de lo que se expone

Por otra parte vuelve a ser manifiesta su intencioacuten de indicar el sentido del texto tomista seguacuten sus propias interpretaciones

367 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 3368 Cfr ibidem369 Cfr ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Finalmente se ve claramente que en Santo Tomaacutes la virtud es un haacutebito personal mientras que para Tomaacutes de Vio el acto de la virtud de la justicia con-mutativa viene impuesto desde fuera por la ley y el juez positivamente Son en efecto dos concepciones diversas de virtud dos ldquodoctrinas eacuteticasrdquo diferentes Ademaacutes hemos resaltado mientras que para el Cardenal el acto de la justicia se identifica con el acto exterior que se sigue del dictamen del juez para el Doctor Comuacuten el acto de la virtud se entiende a partir del fin uacuteltimo de la vida del hombre la felicidad A la cual difiacutecilmente podriacutea llegar la persona si no se esforzase por alcanzarla a fuerza de obrar virtuosamente Asiacute pues de ninguacuten modo podriacutea constituir para el Aquinate el acto de la justicia en la ejecucioacuten de un acto exterior mera obediencia impuesto coercitivamente

Luego de haber sentildealado estas grandes diferencias nos proponemos conti-nuar en la buacutesqueda de otras en los subsiguientes comentarios ahora el cuarto

S Th II-II q 62 a 4 Utrum aliquis debeat restituere quod non abstulit

Contra las tres objeciones por las cuales parece ser que deba restituirse lo que no se quitoacute el Aquinatense responde que como la restitucioacuten pertenece a la justicia en tanto que obra alguna igualdad laquosi aliquis restitueret quod non accepit hoc non esset aequale Ergo talis restitutio non est iustum quod fiatraquo370

Ademaacutes continuacutea respondiendo Santo Tomaacutes el hombre soacutelo debe restituir en aquello que ha dantildeado a alguien ya en lo que eacuteste teniacutea en acto ya impidieacuten-dole recibir algo que estaba en viacuteas de hacer

371

Por su parte el Cardenal se detendraacute en las respuestas a la primera y segun-da objecioacuten planteando una duda que haraacute derivar al tratamiento del tema de la usura poniendo ejemplos que responderaacute en su comentario a S Th II-II q 78 a 2 y no aquiacute

Puesto que ni el ejemplo ni el argumento corresponden al tema del que trata la presente cuestioacuten anotamos algunas pocas cosas antes de proseguir

370 S Th II-II q 62 a 4 s c371 S Th II-II q 62 a 4 r d

197

El Cayetano soacutelo se limita a poner un caso diverso al planteado por el Angeacute-lico para trasladar su interpretacioacuten a otro campo diverso del actual

Es decir que mientras el Aquinate estaacute debatiendo sobre si deba recom-pensarse por aquello que no se tomoacute el Cardenal sugiere un caso cuya materia respecta a la usura como eacutel mismo sentildeala

372

A mayor abundamiento el comentarista ni siquiera responderaacute la duda sino que deja en claro que maacutes adelante (seguacuten indicamos) seraacute resuelto Por todo lo cual avanzamos hacia el estudio del proacuteximo artiacuteculo y comentario

S Th II-II q 62 a5 Utrum oporteat restitutionem facere semper ei a quo ac-ceptum est aliquid

Contra las cinco objeciones que sostienen que no siempre se deba restituir algo a aquel de quien fue tomado Santo Tomaacutes responde

laquoQuod per restitutionem fit reductio ad aequalitatem commu-tativae iustitiae quae consistit in rerum adaequatione sicut dictum est Huius modi autem rerum adaequatio fieri non posset nisi ei qui minus habet quam quod suum est suppleretur quod deest Et ad hanc suppletionem faciendam necesse est ut ei fiat restitutio a quo acceptum estraquo

373

En todo su comentario el Cardenal se referiraacute (en siete paraacutegrafos) al res-pondeo dicendum y a cada una de las respuestas del Angeacutelico a las cinco obje-ciones

Ya hemos visto el r d tratemos ahora las precisiones que realizoacute el Cayeta-no y posteriormente una a una las objeciones junto con sus respuestas con las correspondientes notas del comentador

372 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 62 a 4373 S Th II-II q 62 a 5 r d

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En sectI repara sobre las siguientes palabras del Doctor Comuacuten laquonisi ei qui minus habet quam quod suum est supplereturraquo

374 Ya que seguacuten el Priacutencipe de

los Comentadores de esta misma provienen dos conclusiones

La primera si alguien tiene algo por manos de otro que este mismo consi-guioacute por hurto o usura no debe el primero restituir al uacuteltimo sino que debe hacer cuanto pueda para que la cosa llegue a su duentildeo

La segunda si alguien debe restituir bienes de la Iglesia o de alguna congre-gacioacuten religiosa debe ciertamente hacerlo Pero si el prelado o abad a cargo de la administracioacuten es un dilapidador ndashafirma el glosadorndash no deben ser aquellos bienes restituidos a ellos

laquoQuia non minus habent de suo sed de alieno eis credito ad dispen-sandum non ad dissipandum Et ideo tenetur reddere ecclesiae quae est rerum domina in rebus quae non possunt dilapidari et similiter reddi debent abbatiae ser conventui cuius sunt Et idem est de similibus iudiciumraquo

375

Sobre esto uacuteltimo declara el de Gaeta que tal cosa (obrando en secreto) puede hacerse si tenemos en cuenta el juicio de la consciencia pero no asiacute si se presenta el caso en el foro judicial

En el primero de ellos el Cardenal parece justificarse puesto que quien obre asiacute lo haraacute en beneficio por ejemplo de la Iglesia y del prelado previniendo que no se dilapiden tales bienes

En el segundo de los casos pareciera defeccionar la fuerza de la justicia Porque si el juez ordenase que tal cosa sea restituida a un dilapidador por ejem-plo la justicia estariacutea obrando en contra de siacute misma Ya que razona el Priacutencipe de los Comentadores se estariacutea devolviendo un bien a alguien que se valdraacute de eacutel injustamente en este caso dilapidaacutendolo

376

Continuando con su glosa en el segundo de los paraacutegrafos analiza la res-puesta ad primum Veamos primero la objecioacuten y luego la respuesta por parte de Santo Tomaacutes y detengaacutemonos ulteriormente en la glosa de Tomaacutes de Vio

374 Ibidem375 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 5376 Cfr Comm Card Caie sectI in STh II-II q 62 a5

199

La primera de las objeciones si algunas veces restituyeacutesemos a quien se le quitoacute le causaremos dantildeo a eacutel mismo o a otros El ejemplo es el caso de devol-ver la espada a alguien estando furioso Y como es evidente que a nadie debemos perjudicar y del dantildeo que en este caso se seguiriacutea concluye que no siempre debe restituiacutersele la cosa sustraiacuteda a la persona

377

Contra eacutesta responderaacute sencillamente Santo Tomaacutes que la restitucioacuten no debe hacerse cuando la misma produzca mayor dantildeo que bien Pero quien retie-ne la cosa tampoco debe apropiaacutersela Sino esperar el tiempo oportuno para ha-cer la restitucioacuten o bien consignarla en otro lugar para su mejor conservacioacuten

378

El comentador remarca que en esta misma respuesta hallamos la razoacuten de porqueacute en tiempos de guerra injusta no debemos restituir las deudas a un priacuten-cipe injusto sino esperar a un tiempo oportuno Ya que eacuteste con tales bienes favoreceraacute el crecimiento o la mejor provisioacuten de su ejeacutercito Y sobre lo mismo trae la situacioacuten de cuando alguna restitucioacuten no pueda hacerse sin exponer a dantildeo al duentildeo de tal deacutebito o mutuo como es el caso ndashentre otrosndash de quien ha comprado el cardenalato

379

La segunda objecioacuten tiene como base el pecado de la simoniacutea y muestra Santo Tomaacutes coacutemo no debe restituirse de quien se ha recibido que en este caso ya que alguien da y otro recibe algo iliacutecitamente

380

Contra esta misma procede el Angeacutelico distinguiendo los dos modos en que alguien da algo iliacutecitamente El primero es el caso del ejemplo propuesto la si-moniacutea donde la misma accioacuten de dar es iliacutecita y contra la ley y por esto quien lo recibioacute debe dejarlo y quien lo dio debe retenerlo para siacute o utilizarlo piacuteamente El segundo caso es cuando se da iliacutecitamente por causa iliacutecita Y aquiacute pone el Aquinate el ejemplo de la meretriz que recibe pago a cambio de fornicacioacuten Soacutelo que esta vez la mujer puede retener para siacute lo que le fuese dado excluyeacuten-dose el caso de que hubiese recibido algo maacutes por dolo o fraude en donde estariacutea obligada a restituir al dador

381

En su comentario a la respuesta a la segunda objecioacuten el Cayetano se vale de dos palabras de Santo Tomaacutes para indicar una nueva distincioacuten El de Gaeta

377 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 1378 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 1379 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 5380 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 2381 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 2

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

primero plantea la necesidad de laquodiscernere inter dationem illicitam et propter causam illicitam respiciendo ad id quod lege divina vel humana prohibitum estraquo

382 Y sostiene que tal vez el Angeacutelico hace esta distincioacuten entre laquoillicita et

contra legem referendo illicitum ad ius naturae vel divinum et contra legem ad ius humanumraquo

383

Al inicio de sectIII el Cardenal sostiene que cuando el mismo dar es pecado o prohibido la accioacuten de dar es iliacutecita Pero cuando en cambio no estaacute prohibido dar sino la causa por la cual se da (como por ejemplo en el caso de la forni-cacioacuten adulterio etc) ndashy entonces la accioacuten de dar no estaacute prohibida sino su misma causandash quien acepte tales servicios auacuten nefastos estaacute obligado a dar a cambio lo que prometioacute o lo que se acostumbra Y piensa Cayetano que tal vez por esto Tomaacutes de Aquino haya obrado tal distincioacuten entre aquellas palabras que acabamos de citar

384

Transitada esta tesis el Priacutencipe de los Comentadores observa un segundo punto de la misma respuesta el de la licitud de que tal mujer puede retener para siacute lo que consiguioacute sin dolo ni fraude por el acto meretricio pero que deberaacute restituir lo adquirido por mentiras simulaciones o extorsioacuten

385

En la tercera objecioacuten Santo Tomaacutes expone que a veces es imposible res-tituir a alguien por varios motivos o porque esteacute muerto o porque dista dema-siado o porque nos es desconocido Y como nadie estaacute obligado a lo imposible de esto se sigue que no siempre debe hacerse la restitucioacuten a aquel de quien fue tomado

386

A eacutesta responderaacute contrariando cada uno de los tres ejemplos puestos Si es del todo desconocido previa diligente averiguacioacuten sobre tal persona debe res-tituirse seguacuten cuanto se pueda dando limosnas por su salud esteacute vivo o muerto En cambio si la persona a la cual debe restituirse estaacute muerta debe hacerlo a sus herederos (que son contados casi una persona con ella) Finalmente si dista mu-cho y es mucho lo que se le debe se tiene que transmitirle la deuda y si no es po-sible transmitiacuterselo se pondraacute lo adeudado en custodia e indicaraacute a su duentildeo

387

382 Cfr Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 5383 Cfr Ibidem384 Cfr ibidem385 Cfr ibidem386 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 3387 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 3

201

La razoacuten por la cual el Cayetano glosaraacute tal respuesta es laquoquia tria tractantur scilicet de omnino ignoto domino rei de mortuo de multum distante de extre-mis singillatim oportet aliquid dicereraquo

388

Pero no es solamente eacutesta la razoacuten que motiva al Cardenal a glosar los tex-tos sino que se veraacute que a partir del presente sectIV y hasta sectVI el Priacutencipe de los Comentadores entraraacute en discusioacuten con Scotus et Richardus sobre los modos en que deben interpretarse tales principios al momento de obrar la restitucioacuten

Sobre lo primero (si es del todo desconocido el duentildeo de la cosa) nos ad-vierte tres notas La primera la viacutea por la cual diligentemente se debe investigar quieacuten es el duentildeo de la cosa Y soacutelo luego de no encontrarse tal puede proceder-se a darse la cosa a los pobres Porque de lo contrario quien habiendo dado a los pobres la cosa sin haber realizado una diligente investigacioacuten deberaacute restituir a su duentildeo (en caso de que eacuteste presentase reclamo)

Vemos que aquiacute el Cardenal parece olvidar la funcioacuten del juez y los modos en que este debe juzgar asiacute como tambieacuten los alcances de la ley y el juicio o la sentencia Pues si nosotros en el fuero de nuestra consciencia contravenimos el dictamen puacuteblico no lo hacemos debido a ninguna autoridad puacuteblica u oficio sino maacutes bien en razoacuten de cierto juicio propio Este mismo vemos claramente no seriacutea entonces un juicio usurpado Sobre los efectos que se sigue de que obe-dezcamos tal dictamen tambieacuten tratoacute el Angeacutelico en otras cuestiones

389

En nuestro anaacutelisis de los puntos IV-VI dejamos entrever coacutemo el Cardenal debate con dos interlocutores contemporaacuteneos Esto no es menor ya que se tras-luce la preocupacioacuten del Cayetano por marcar el sentido que deben tomar tales textos cosa que tambieacuten expusimos

De todo lo cual se sigue (iexclnuevamente) que este intereacutes suyo de indicar los modos de interpretacioacuten (que es maacutes bien la suya propia) sumado a su notable influencia tanto en sus antildeos como en los que vendraacuten son dos de las causas principales por las cuales pensamos que el tomismo a partir del Gaetano se apartoacute de Santo Tomaacutes

388 Comm Card Caie sectIV en S Th II-II q 62 a 5389 Principalmente S Th II-II q 60

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 62 a6 Utrum teneatur semper restituere ille qui accepit

Contra las tres objeciones por las que pareciera que aquel que tomoacute algo no esteacute obligado a su restitucioacuten responde Santo Tomaacutes que laquoille qui peccavit tene-tur satisfacere Sed restitutio ad satisfactionem pertinetraquo

390 y que a este respecto

dos cosas deben ser consideradas Por un lado lo substraiacutedo Por otro la misma substraccioacuten

El Doctor Comuacuten precisa que deben considerarse ademaacutes tres aspectos con respecto a quien tomoacute algo de otro El acto de la sustraccioacuten puede tratarse de un robo de un mutuo o de un depoacutesito Soacutelo en la primera de las tres enumeradas la accioacuten es injuriosa ya que se realiza contra la voluntad del duentildeo de la cosa En el segundo de los casos no hay injuria sino que se recibe algo en beneficio o utilidad propia con el consentimiento del duentildeo de la cosa En el uacuteltimo de los casos el de los depoacutesitos puede uno recibir alguacuten objeto de otro sin injuria y sin beneficio propio y estariacutea obligado a su restitucioacuten soacutelo laquosi cum magna sua culpa rem depositam amitteretraquo

391

Asiacute aclarada la principal afirmacioacuten el Aquinate procederaacute a responder cada una de las tres objeciones planteadas

Por su parte el Cardenal glosaraacute el artiacuteculo en iexclonce apartados dando a su comentario una dimensioacuten comparable al que realizase al a 2 de esta misma cuestioacuten Extensioacuten poco comuacuten a todos los demaacutes comentarios contenidos entre las qq 57-62 Analicemos detenidamente el contenido de cada uno de ellos

En el primero de estos paraacutegrafos el Cayetano se detiene en el respondeo dicendum para hacernos notar la

laquoUniversalem radicem unde omnes restitutiones in quacum-que materia et quomodolibet oriuntur ut in casibus non scriptis scias resolvere usque ad principia an teneatur quis ad restitutio-nem Duae ergo sunt radices ad quarum alteram restitutionem om-nem oportet reduci prima est acceptio secunda est res accepta Et extenditur in proposito acceptionis nomen ad omnem actum quo proximus minus habet de suo quam habere debeat incendium enim

390 S Th II-II q 62 a 6 r d391 Ibidem

203

contumelia iniqua distributio et alia huiusmodi sub acceptione comprehenduntur Oportet igitur primo inspicere an ille de quo qua-ritur teneatur ad restituendum ratione acceptionis vel ratione rei acceptae an ratione utriusque oportet namque inter ista tria com-prehendi restitutionemraquo

392

Encontramos en el segundo y tercer paraacutegrafo una continuidad en los temas tratados En sectII el Cardenal presenta una duda sobre el modo en que deba enten-derse el que una cosa esteacute en posesioacuten de otro laquovel intelligendum est quando vel res ipsa salvam vel aliquid loco eius extatraquo

393 ya que laquoest ratio dubii quia varia

dicuntur de possessore bonae fideiraquo394 Y en sectIII resuelve dicha duda diciendo

que laquoAd evidentiam huis rei praesupponendum est quod sermo totus est de possessore bonae fidei qui tamen post factum comperit se alienum possedisse et paratus est uniquicue suum reddereraquo

395

Tambieacuten en sectIV sectV sectVI y sectVII hay una correlacioacuten con respecto a la temaacute-tica contenida En los primeros tres (sectsectIV-VI) el comentador se detiene en las tres distinciones realizadas por Santo Tomaacutes en el respondeo dicendum sobre los modos en que algo puede recibirse En sectVII volvieacutendose a ocupar de los tres apartados anteriores plantea y resuelve una duda a esta ldquodistincioacuten trimem-brerdquo

396

En sectsectIV-VI el Cayetano soacutelo se explaya reescribiendo lo que ya fue dicho por Santo Tomaacutes sin realizar aporte alguno o distinciones397

Por el contrario en sectVII siacute plantea una duda diciendo que el Angeacutelico dis-tinguioacute insuficientemente los modos en que una cosa ajena pueda recibirse ya que parece haber obviado un cuarto caso en el que la acepcioacuten de la cosa ajena se realiza en favor de ambos Y para despejar tal cuestionamiento responderaacute que el Aquinate asiacute lo ha hecho laquoquia tractabat de iustititae commutativae actu a qua acceptiones gratuitae longe sunt et acceptiones ad iustum aut iniustum spec-tantes mixtae post simplices tractandae sunt aut ex simplicibus iudicandaeraquo

398

392 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 6393 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 6394 Ibidem395 Ibidem396 Cfr Comm Card Caie sectVII en S Th II-II q 62 a 6 397 Cfr Comm Card Caie sectIV-VI en S Th II-II q 62 a 6398 Comm Card Caie sectVII en S Th II-II q 62 a 6

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Continuando con la glosa el Priacutencipe de los Comentadores realiza en sectVIII algunas advertencias y precisiones en referencia a las respuestas ad 1 y plantea una duda en relacioacuten a la respuesta ad 2

Sobre la respuesta a la primera objecioacuten nos dice solamente que pongamos atencioacuten a su conclusioacuten respecto de cuaacutendo debemos realizar la restitucioacuten y esto laquout scias decernere in casibusraquo

399

Siempre dentro del octavo inciso plantea una pregunta sobre el argumento de la respuesta contra la segunda objecioacuten laquoan si restituendo per confessorem eandem rem sequeretur criminis detectio teneatur aliquis ad restituendam rem acceptam an sufficiat restituere illius aestimationemraquo

400 Y dada la complejidad

del caso responde el mismo Cardenal dando su opinioacuten laquoSi tamen casus accide-ret videtur mihi quod non teneatur ad restitutionem illius rei sed aestimationis eiusdemraquo

401 Las liacuteneas y paacuterrafos que siguen a esta afirmacioacuten son una explica-

cioacuten de los motivos y causas que llevaron al Cayetano a dar su respuesta que no representan para nosotros relevancia alguna

Los sucesivos apartados (sectsectIX-XI) los dedica el comentarista al anaacutelisis de la respuesta contra la tercera objecioacuten proponiendo nuevamente ejemplos de tipo casuiacutesticos procediendo en distincionesy subdistinciones

Esto uacuteltimo lo encontramos en sectIX donde la duda propuesta es si laquouno inte-gtre restituente alii qui etiam in solidum tenebantur ad restituendum teneantur de necessitate salutis ad refundendum illi qui restituit et ad quantum quisque teneatur si teneturraquo

402 Y para alcarar esta duda el Cardenal diraacute que este caso

puede darse en tres diversas maneras laquoPrimo rebus acceptis extensibus apud eos qui acceperunt secundo rebus acceptis consumptis ab eisdem tertio quod nulla fuerit acceptio lucrosa alicui sed solum damnificatoriaraquo

403

Nunca dejemos de vista que Santo Tomaacutes no plantea en este artiacuteculo el ter-cero de los casos ya que estaacute hablando siempre de la restitucioacuten ndashen tanto que acto de la justicia conmutativandash y de los modos en que alguna cosa ajena pueda sustraerse o ser tenida Pero vemos aquiacute coacutemo el Cardenal plantea nuevamente una duda que estaacute por fuera de la argumentacioacuten del Aquinate casi forzando el

399 Comm Card Caie sectVIII en S Th II-II q 62 a 6400 Ibidem401 Ibidem402 Comm Card Caie sectIX en S Th II-II q 62 a 6403 Ibidem

205

toacutepico Esto mismo dice el Cayetano ndashal final del paraacutegrafo404

ndash luego de resolver el caso que seguidamente analizamos

A tal efecto veamos en queacute modo resuelve el de Gaeta laquoEt in primo et secundo casu calrum est quod alii tenentur refundere ei qui restituit tanquam sustituto domino illarum rerumraquo

405 Pero no es asiacute de sencilla la resolucioacuten del

tercero de los casos laquoquando ad nullum portio aliqua devenit obscurum est an alii teneantur refundureraquo

406

Y partiendo de aquiacute precisaraacute algunas circunstancias posibles del mismo caso que a su vez daraacuten lugar a nuevas subdistinciones para su conclusioacuten

Deberemos entonces distinguir y considerar lo que para el Cardenal podriacutea aclarar el asunto Asiacute lo formula eacutel mismo laquoVidetur autem mihi considerandum et distinguendum esse an ille unus qui integre restituit succedat damnificatio in damnu tantum an etiam in damnum pati ab eisdemraquo Ya que soacutelo se debe suplir el dantildeo que alguien inflige a otro y no aqueacutel en que alguien incurre o cae por cualquier causa Tambieacuten debemos considerar si aqueacutel que produjo el dantildeo fue inducido a tal o fue eacutel mismo quien indujo a otros asiacute como tambieacuten si realizoacute el dantildeo espontaacuteneamente Y esto porque si hubiese sido inducido tambieacuten quie-nes obraron tal induccioacuten estaacuten obligados a restituir Por el contrario ndashafirma el Cayetanondash que laquosi vero fuit inductor aliorum ad maleficium ille qui integre resti-tuit non tenentur inducti ad refundendum eidem Quia isti non damnificaverunt deducendo ipsum ad statum in quo teneturad restituendum in solidum sed e contra Unde isti non succedit nisi damnoraquo

407

Pero si espontaacuteneamente aquella persona hubiese realizado tal dantildeo ndashno ha-biendo sido inducido ni inductorndash propone el Cardenal una nueva subdistincioacuten para la resolucioacuten del caso Y entonces debemos considerar por un lado si tal dantildeo fue perpetuado solitariamente o por otro acompantildeado en sociedad Y con esto deberiacutea alcanzar para resolver definitivamente la duda planteada que sabe el de Gaeta que excede la preocupacioacuten del Aquinate

408

Todaviacutea en el deacutecimo y undeacutecimo de los apartados continuacutea el Cayetano ocupaacutendose de la respuesta contra la tercera objecioacuten en la que Santo Tomaacutes

404 Cfr ibidem405 Ibidem406 Ibidem407 Ibidem408 Cfr ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

resuelve que llegado el caso de que uno restituya la cosa por muchos sustraiacuteda no es necesario que los otros vuelvan a satisfacer puesto que la misma cosa ndasho su valorndash ya fue restituiacuteda

409

En sectX el Cardenal no centrado ahora sobre alguacuten aspecto ajeno a la cues-tioacuten sino en el sentido de la uacuteltima sentencia con la que Santo Tomaacutes concluye el artiacuteculo (laquoqui tamen potest condonareraquo

410 ndashy que se refiere a que quien ha reali-zado la restitucioacuten puede perdonar la deuda a los otros que con eacutel han sustraiacutedo la cosandash) se pregunta si laquoan is qui ad restituendum tenetur absolutus sit coram Deo a debito restitutionis ex hoc quod petiit ab eo cui tenetur remissionem et habuit ab eo gratiam an requiratur quod offerat pecuniam vel rem in prompturaquo

411 A lo

que responderaacute que mientras se llegue a la satisfaccioacuten de la restitucioacuten todo lo demaacutes no importa caraacutecter de obligatoriedad y que de realizarse se hace abso-lutamente ldquocoram Deordquo

412

Asiacute aclarada tal duda Tomaacutes de Vio presenta ndashen relacioacuten a la antedichandash una nueva en sectX laquoan pluribus in solidum obligatis ad restitutionem possit dominus gratiam remissionis quibusdam facere et totum ab uno exigere in foro conscientiaeraquo

413 Su respuesta seraacute que soacutelo podraacute exigir a uno la misma canti-

dad que perdonoacute a cada uno de los otros ya que de otro modo se incurririacutea en injusticia o iniquidad

414

Con esta uacuteltima respuesta concluye el Cardenal toda la extensa glosa al sexto artiacuteculo de la cuestioacuten sexageacutesima segunda

A lo largo de nuestra exposicioacuten hemos visto como el principal intereacutes del Cayetano ha sido el de ejercitar los principios expuestos por Santo Tomaacutes pro-poniendo siempre nuevos casos y ejemplos

De la mano de eacutestos el Cardenal se ha visto forzado muchas veces a ahondar su resolucioacuten con precisiones que dan lugar a nuevas distinciones Y al menos en uno de los casos lo hemos visto prolongar y aumentar las mismas precisiones obradas por el Aquinate en sus textos

409 STh II-II q 62 a 6 ad 3410 Ibidem411 Ibidem412 Cfr ibidem413 Comm Card Caie sectXI en S Th II-II q 62 a 6414 Cfr ibidem

207

Auacuten considerada la extensioacuten del comentario al sexto artiacuteculo no son mu-chas las novedades o aportes que podemos sentildealar ademaacutes de las que continua-mente venimos haciendo

Recalcamos nuevamente el modo en que el Cayetano transita de un argu-mento a otro presente o no en esta segunda parte de la Suma de Teologiacutea asiacute como tambieacuten el caraacutecter decididamente espontaacuteneo de la articulacioacuten de sus co-mentarios unas veces agrupando sus incisos con cierto caraacutecter de continuidad otras interrumpiendo abruptamente su tratamiento para pasar a otro no necesa-riamente contiguo

Asiacute las cosas nos introducimos en el anteuacuteltimo de nuestros anaacutelisis el del comentario al artiacuteculo seacuteptimo esta vez no tan extenso

S Th II-II q 62 a 7 Utrum illi qui non acceperunt teneantur restituere

Contra los tres argumentos que objetan que no estaacuten obligados a restituir quienes nada recibieron de la accioacuten injuriosa Santo Tomaacutes responde apoyado en la Sagrada Escritura que auacuten aquellos que han consentido ndashpermitiendo o no evitandondash tal hecho siacute estaacuten obligados a la restitucioacuten

415

Y esto es asiacute porque cualquier persona estaacute obligada restituir no soacutelo en razoacuten de la cosa ajena que fue tomada sino tambieacuten por razoacuten de la misma sustraccioacuten injuriosa Justamente por ello cualquiera que sea causa de injusta sustraccioacuten estaacute obligado a restituir

Ahora bien ser causa de dicha injusta sustraccioacuten explica Santo Tomaacutes puede suceder de dos modos directa e indirectamente La primera de ellas se da cuando se induce a alguien a sustraer cuando se le ayuda al sustractor de alguacuten modo o cuando se es partiacutecipe en cierta manera de la rapintildea o hurto La segunda de las formas en las que se es causa de injusta sustraccioacuten es la que se realiza indirectamente forma que puede darse en cinco modos diversos o bien por mandato o consenso o recurso o ayuda con participacioacuten y cuando quien estaacute obligado a impedir tal hecho no lo hace

416

415 Cfr S Th II-II q 62 a 7 s c416 Cfr S Th II-II q 62 a 7 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esta vez el comentario del Cardenal se desarrolla en tres incisos En el pri-mero de ellos sentildeala que debemos aclarar el sentido de una de las maacuteximas contenidas en el respondeo dicendum de Santo Tomaacutes Y esto para que evitemos seguir el camino de quienes han realizado una incorrecta interpretacioacuten de tal principio y podamos nosotros mismos discernir diligentemente en cada uno de los casos que se nos presenten

417

Luego se detiene sobre el modo indirecto de la injusta substraccioacuten (sectII) remarcando que el Doctor Comuacuten ldquosin apartarse del libro precedenterdquo

418 exige

dos condiciones para que algo sea precisamente causa de injusta substraccioacuten que deba y pueda impedirlo Todo esto para que podamos nosotros los lectores saber cuaacutendo estamos obligados a restituir y cuaacutendo no

419

Y finalmente en el tercero de los paraacutegrafos nos sentildeala dos puntos a con-siderar contenidos en la respuesta ad 2 El primero quieacutenes estaacuten obligados a restituir ya por ser autores del hecho ya por haber recibido la cosa ajena En el segundo nos indica que el

Aquinatense pone como obligados a la restitucioacuten en segundo lugar a quie-nes ejecutaron tal sustraccioacuten injuriosa

420

El presente comentario del Cardenal estaacute claramente dirigido al lector de la Suma de Teologiacutea y nuevamente vemos que su intereacutes es el de advertirnos y sentildealarnos el modo correcto de interpretar los principios expuestos por Santo Tomaacutes y elaborar un manual de casos praacutecticos para aplicar Pues esto se echa de ver en todo el anaacutelisis que hemos realizado de los comentarios a las cuestiones respectivas

Ademaacutes de esto no hay maacutes nada que destacar de los tres apartados con los que el Cayetano glosa el texto tomasiano Dejaacutendolos entonces de lado damos un paso maacutes para introducirnos en el anaacutelisis del uacuteltimo de los artiacuteculos sentildeala-dos para nuestro trabajo

417 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 7 418 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 7419 Cfr ibidem420 Cfr Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 7

209

S Th II-II q 62 a8 Utrum teneatur aliquis statim restituere an licite possit restituitionem diferre

Contra las tres objeciones por las que pareciera que alguien no estaacute obligado a restituir inmediatamente la cosa ajena ndashinjuriosamente sustraiacutedandash Santo Tomaacutes responde laquoquod sicut accipere rem alienam est peccatum contra iustitiam ita etiam detinere eamraquo

421

El Cardenal glosa el artiacuteculo en cinco apartados Analicemos cada uno de eacutestos

En el primero de ellos realiza simplemente un repaso de todos los artiacuteculos de la cuestioacuten 62 tratados precedentemente para asiacute dejar clara la necesidad de la investigacioacuten del tema que se nos presenta ahora

422

En sectII dirigieacutendose al lector le dice laquoAdverte quod in praecepto restitu-tionis clauduntur duo primum est quod animo non detineatur alienum invito domino secundum est quod secundum actum exteriorem non detineatur alienum invito dominoraquo

423 Para continuar explicando que el segundo nace del primero

como el acto exterior nace del haacutebito de la virtud y que por esto mismo el tiem-po de efectuar la restitucioacuten no viene determinado por la virtud de la prudencia (como en las demaacutes virtudes) sino que es ldquoad statimrdquo

424

Habiendo dicho esto realiza la siguiente aclaracioacuten sobre el modo en que debemos entender que la restitucioacuten debe efectuarse inmediatamente laquosed sta-tim dicimus fieri quod non differtur sed hora negotio congrua executioni man-daturraquo

425 y no precisamente en medio de la Misa o a media noche o etc

426

Pero auacuten asiacute vuelve en sectIII sobre el tema del tiempo idoacuteneo para la restitu-cioacuten ya que es causa de duda de muchos escritores o doctores laquonam quidam so-lius extremae necessitatis rationem habendam in restitutionibus docuerunt qui-dam autem magnum detrimentum considerando quoque esse dixeruntraquo

427 Con

la intencioacuten de aclarar definitivamente la duda propone el Cardenal su propia

421 S Th II-II q 62 a 8 r d422 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 8423 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 8424 Cfr ibidem425 Ibidem426 Cfr ibidem427 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

opinioacuten laquoMihi autem videtur et dicendum quod citra extremam necessitatem semper loquendo tripliciter intelligi potest restitutionem non posse fieri statim sine magno detrimentoraquo

428

El primero de los casos es cuando la cosa a ser restituiacuteda cause gran dantildeo por su gran dimensioacuten Y afirma Cayetano que no obstante tal detrimento quien posee lo ajeno estaacute obligado inmediatamente a su restitucioacuten puesto que nada de lo que es suyo estariacutea perdiendo

429

El segundo caso es cuando el detrimento sea grande en razoacuten del lucro ces-santis de alguna actividad econoacutemica que impida al comerciante y detentor de la cosa continuar con su regular estado de vida En esta misma distincioacuten estaacute contenido un encomio a Richardus (de San Viacutector) et Scotus quienes sostienen que no es liacutecito a nadie retener la cosa ajena con el pretexto de conservar ndasho mantenerndash su actual estado de vida

430

El tercero de los casos es cuando la restitucioacuten cause alguacuten tipo de detri-mento o dantildeo en los bienes que le son propios a quien posee la cosa ajena y su tratamiento ocuparaacute el resto de este inciso y se extenderaacute hasta el proacuteximo y anteuacuteltimo (sectIV)

Para su resolucioacuten el comentarista propone que laquooportet subdistinguere quia vel talis dilatio esset cum multo damno creditoris seu domini aut cum par-vulo seu nulloraquo

431

En el primero de los casos el duentildeo de la cosa ndashque padeciendo gran dantildeo en sus bienes propios a causa de la demora en la restitucioacutenndash puede o debe im-putar para su inmediata restitucioacuten a quien la retiene auacuten sufriendo este uacuteltimo dantildeo en los bienes de su propiedad

432

En el segundo de los casos (laquosi vero talis dilatio in modicum aut nullum damnum creditoris essetraquo

433) presenta esta vez el Cardenal una criacutetica a la razoacuten

sostenida por Scoto seguacuten la cual afirma que quien retiene la cosa ajena no estaacute obligado a su inmediata restitucioacuten

434 La criacutetica del de Gaeta no es entonces a la

428 Ibidem429 Cfr ibidem430 Cfr ibidem431 Cfr ibidem432 Cfr ibidem433 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8434 Cfr ibidem

211

conclusioacuten de Scoto ndashcon la que concuerda el Cayetanondash sino a la razoacuten por la cual arriba a tal Compareacutemoslas

La razoacuten de Scoto (en palabras del comentador) laquoQuia dominus debet ma-gis velle quod videtur magnum incommodum proximi restituentis quam modi-cum vel nullum suum incommodum in illa sua modica dilatione restituentisraquo

435

Y he aquiacute el porqueacute el Cardenal sostiene que estaacute razoacuten no es vaacutelida laquoQuia sicut nullus damnum alteri facit qui utitur iure suo ita nullus damnum alteri vult qui vult uti iure suoraquo

436

Ahora la opinioacuten del Cayetano laquoVidetur autem mihi quod in tali casu licite possit differri restitutio ratione impotentiae restitutionisraquo

437 Ya que impotencia

se dice no soacutelo de quien no puede algo sino tambieacuten de quien difiacutecilmente pue-da hacerlo Y a esta causa se reduce tambieacuten el hecho de que alguien no pueda restituir inmediatamente sin dantildeo de su fama

438

Si bien todo esto se pregunta ahora el Cardenal si tambieacuten estaacute obligado quien retiene la cosa ndashacusada la causa de impotenciandash a restituir tambieacuten el moacutedico dantildeo que el duentildeo de la cosa padece en sus bienes por tal dilacioacuten A lo que responde que pareciese que no Pero que tambieacuten por otra parte el evitar el dantildeo del deudor no debe realizarse con dantildeo del acreedor

439

A la primera objecioacuten responde que no estaacute obligado a restituir con intereses ya que estuvo en mora porque no tuvo los medios para tal restitucioacuten En esta liacutenea responde tambieacuten a la segunda cuestioacuten ya que este deudor no se encuen-tra simplemente en mora sino que su causa alcanza a justificar el hecho de tal dilacioacuten

440

Finalmente en sectV analizando el respondeo dicendum y la respuesta ad 2 nos hace advertir que si quien detiene la cosa es autorizado para su devolucioacuten con demora asiacute tambieacuten no estaacute obligado a solventar con intereses Y esto soacutelo para el caso en el que tal beneficio le fuese otorgado libremente y no de otro modo

441

435 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8436 Ibidem437 Ibidem438 Cfr ibidem439 Cfr ibidem440 Cfr ibidem441 Cfr Comm Card Caie sectV en S Th II-II q 62 a 8

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

212

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Hemos visto coacutemo nuevamente el Priacutencipe de los Comentadores aprovecha la ocasioacuten de tal comentario para entablar cierto diaacutelogo con los doctores de su eacutepoca que tambieacuten han utilizado los textos de Santo Tomaacutes para ensentildear

En este comentario vuelve el Cayetano a indicar sendos modos de interpre-tacioacuten de cierta terminologiacutea tomista descalificando algunas veces a unos para que nos apartemos de ellos o felicitaacutendolos para que en este o aquel punto los sigamos

Ademaacutes de estos apoacutestrofes o encomios resulta tambieacuten evidente luego de la lectura del comentario el modo en que procede siempre en nuevas distincio-nes y subdistinciones Por lo demaacutes la glosa de Tomaacutes de Vio se cintildee algunas veces a un soacutelo punto y otras a tan soacutelo una afirmacioacuten

Hemos llegado pues al final de esta seccioacuten exponiendo los resultados que emergieron de haber confrontado los textos del Aquinate con la glosa del Car-denal

No habiendo nada maacutes que decir en este punto sobre las diferencias o cerca-niacuteas entre el Angeacutelico y el Cayetano pasemos ahora al proacuteximo capiacutetulo En el mismo como adelantamos recogeremos todas estas notas y las organizaremos para poder reconstruir las dos visiones en pugna en torno a la virtud de la justicia

213

CAPIacuteTULO IV LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

IV1 LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA EN S TH II-II QQ 57-62

Luego del anaacutelisis que hemos realizado cabe aquiacute clarificar queacute es lo que en-tiende el Aquinatense por justicia De hecho tras la lectura del capiacutetulo anterior podriacutean emerger algunas preguntas confusas como por ejemplo iquestcuaacutentas son pues las partes de la justicia seguacuten Santo Tomaacutes iquestCuaacutentas justicias concibe iquestUna dos tres iquestY con cuaacutentas partes

iquestCoacutemo se divide Intentaremos entonces echar luz sobre este tema

Antes de proseguir resultaraacute provechoso recordar brevemente la doctrina tomista sobre los haacutebitos en general y sobre las virtudes y los vicios en parti-cular Esto asiacute porque en cada uno de los tratados sobre las diferentes virtudes teologales y cardinales el Doctor Comuacuten se aboca a los vicios opuestos a cada una de ellas que dicho sea de paso generalmente son maacutes los vicios que las virtudes puesto que a una virtud se oponen al menos dos vicios o pecados uno por exceso y otro por defecto

En efecto el Angeacutelico estudia en la primera parte de la Suma el tema de los actos humanos en siacute mismos (S Th I-II qq 6-48) y en la segunda el de los haacutebitos en general (S Th II-II qq 49-54) Luego discurriraacute sobre cada haacutebito en particular llaacutemense virtudes o vicios

Seguacuten resaltamos en sectIII12 y en sectIII13 todos estos temas (i e los actos humanos los haacutebitos en general los actos humanos en particular y el de las vir-tudes cardinales) pertenecen al plan que Santo Tomaacutes establecioacute para estudiar el modo en que el conocimiento participado de Dios a los hombres le sirve a eacutestos para obrar es decir conducir su vida a la beatitud eterna Asiacute lo afirma tambieacuten el Prof Hugo Costarelli Brandi

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoEl tratado de las virtudes el maacutes extenso dentro de la Sum-ma pretende presentar precisamente el camino maacutes humano y por lo mismo maacutes divino de retorno a la casa del Padre Puesta la mira en la visioacuten beatiacutefica el obrar virtuoso se llena de sentido al ser coronado por la gracia y los donesraquo 442

Un pareacutentesis merece la consideracioacuten sobre los motivos que llevaron al Doctor Comuacuten a tratar primero sobre los actos humanos y luego sobre los haacutebi-tos siendo que estos uacuteltimos son principios de aquellos A nosotros basta la cer-tera respuesta de Victorino Rodriacuteguez Rodriacuteguez OP quien brinda dos razones fundamentales

laquoPrimera porque la teologiacutea moral en la concepcioacuten tomista (cf proacutelogo a la cuestioacuten 6) trata principalmente de lo que conduce inmediata y formalmente al hombre a la bienaventuranza que son los actos humanos de lo demaacutes y en concreto de sus principios tra-ta en cuanto tiene relacioacuten con ellos Segunda porque los haacutebitos di-cen orden esencial o transcendental a sus actos de los que dependen en cuanto a su especificacioacuten e inteligibilidad y consiguientemente en cuanto al tratamiento cientiacuteficoraquo443

El Aquinate tras definir queacute son los haacutebitos procederaacute a su distincioacuten Por supuesto que no pretendemos entrar en el debate en torno a la distincioacuten esen-cial entre haacutebitos y virtudes ya que tal tema escapa al intereacutes central de nuestra investigacioacuten y que ademaacutes pensamos seriacutea maacutes acorde a estudios centrados en Suaacuterez o en el Capreolo Nos contentamos pues con decir que las virtudes morales son haacutebitos operativos buenos que se distinguen de los haacutebitos malos (vicios) y de las virtudes intelectuales (S Th I-II qq 57-58) asiacute como tambieacuten de las virtudes teologales

444

442 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 5443 V RODRIacuteGUEZ RODRIacuteGUEZ ldquoTratado de los haacutebitos en general Introduccioacuten a las cuestiones 49-54rdquo en Santo Tomaacutes de Aquino Suma Teoloacutegica t II BAC Madrid 1989 p 375444 Las cuales tampoco pertenecen en rigor al encuadre de nuestra Tesis Para profundizar vid S Th I-II q 57 a 2 laquoUtrum virtutes theologicae distinguantur ab intellectualibus et moralibusraquo especialmente el sed contra y el respondeo Mencionemos aquiacute como un hecho anecdoacutetico otro grupo de virtudes antiguamente llamadas ldquocatoacutelicasrdquo y que hoy han sido praacutecticamente olvidadas y son objeto de pocos por no decir nin-guacuten estudio En este sentido escribe V RODRIacuteGUEZ RODRIacuteGUEZ ldquoTratado de las virtudes en general

215

Deciacuteamos que los haacutebitos operativos se dividen en dos grupos virtudes y vicios seguacuten el fin al que se ordene cada uno de ellos Si se dirige hacia el bien que le es propio el haacutebito seraacute llamado virtud

445 vicio en sentido contrario

446

Para completar la nocioacuten debemos agregar la siguiente precisioacuten estamos ante una virtud moral propiamente hablando cuando es buena la obra que se opera a traveacutes del haacutebito y cuando se perfecciona el mismo operante

Con lo anterior hemos repasado la nota doctrina tomista sobre el tema de los haacutebitos las virtudes y los vicios que sirve a fines de presentar mejor la defini-cioacuten de la justicia tomasiana y el modo en que es abordada por el Doctor Comuacuten la Suma

laquoEl meacutetodo que sigue el Aquintense en su Suma Teoloacutegica es el aristoteacutelico es decir es filosoacuteficamente realista moderado y es metodoloacutegicamente realista pues como tal asciende de las cosas a las ideas Propedeacuteuticamente hablando estaacute ndashcomo ha explica-do Michel Villeyndash dirigido a la ensentildeanza (doctrina) y al acto de aprender (disciplina) en busca de la verdad ndashde su ciencia en el grado asequible al hombrendash invitando para ello al lector a rehacer el mismo camino que la razoacuten del maestro ha debido recorrer emplea

Introduccioacuten a las cuestiones 55-67rdquo en Santo Tomaacutes de AQUINO Suma Teoloacutegica t II BAC Madrid 1989 pp 415-420 ldquosectg Las virtudes morales infusas de los hijos de Diosrdquo p 420 laquoAl tratar el origen o causa eficiente de las virtudes en la cuestioacuten 63 no soacutelo se presente el problema de la existencia de virtudes morales infusas causadas inmediatamente por Dios a la vez que las virtudes teologales sino tambieacuten el de su diferenciacioacuten ultrageneacuterica de las virtudes naturales y de sus peculiares leyes de crecimiento y desapa-ricioacuten Santo Tomaacutes da por buena la conviccioacuten de los Doctores de la Iglesia y de los maestros escolaacutesticos que le precedieron con buena base biacuteblica (aunque no sea tan definitiva como respecto de las virtudes teo-logales) sobre la existencia de las virtudes morales infusas que en el siglo XII llamaban virtudes catoacutelicas ldquoque Dios obra en nosotros sin nosotrosrdquo seguacuten deciacutea la definicioacuten generalizada de virtud Nuestro autor aplicoacute su talento teoloacutegico a manifestar coacutemo los hijos de Dios renacidos en la gracia y orientados por las virtudes teologales hacia Dios necesitan ser revestidos interiormente con virtudes de ese mismo orden para comportarse como talesraquo Para quien desee rastrear las laquoincidencias histoacuterico-doctrinales del tema antes de Santo Tomaacutesraquo el autor de la cita reeviacutea a la lectura de las obras de Odon LOTTIN OSB especialmente el tercer tomo (ldquoProblegravemes de moralerdquo pp 100-150) de su monumental obra Psychologie et morale aux XIIe et XIIIe sieacutecles445 S Th I-II q 55 a 5 r d (in fine) laquoUnde virtus humana quae est habitus operativus est bonus habitus et boni operativusraquo446 S Th I-II q 71 a 1 r d Luego de explicar que laquoId autem ad quod virtus ordinatur est actus bonusraquo concluye laquosed secundum id quod est de ratione virtutis opponitur virtuti vitium vitium enim uniuscuisque rei esse videtur quod non sit disposita secundum quod convenit suae naturaraquo esto es el fin que es un bien y que le es propio

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

el arte de trivium ndashgramaacutetica (relacionando mens y verba) retoacuterica y dialeacutecticaraquo447

Bajo todas estas consideraciones pretendemos en lo sucesivo sistematizar la virtud de la justicia lo maacutes armoacutenica y ajustadamente que podamos a la expo-sicioacuten presentada por el Doctor Angeacutelico en S Th II-II qq 57-62

Como hemos visto Santo Tomaacutes dedica a la virtud de la justicia un extensiacute-simo tratado que abarca desde la cuestioacuten 57 hasta la 122 inclusive Nosotros como dijimos nos interesamos solamente hasta la 62 puesto que nuestra Tesis radica en demostrar que una cosa es la definicioacuten de la justicia que brinda el An-geacutelico y otra la que interpreta el Cardenal Tomaacutes de Vio Esta definicioacuten incluye como es debido la forma que el Doctor Comuacuten concibe para la virtud y coacutemo su estructura interna dice relacioacuten con el resto de las virtudes morales

Pues bien lo primero que debemos decir para evitar cualquier tipo de con-fusioacuten (que recogimos en las posibles preguntas planteadas al inicio de este apar-tado) es que la virtud de la justicia tiene dos formas de las cuales una posee dos partes subjetivas La justicia ademaacutes es una virtud moral cuyo tratamiento lo encontramos ndashrepetimosndash en S Th II-II qq 57-122 Este tratado incluye el estudio de la justicia en siacute misma (qq 57-60) el de sus partes (qq 61- 120) el don correspondiente (q 121) y sus preceptos (q 122) Tal como hemos notado este tratado sucede al de la prudencia (S Th II-II qq 47-56) y antecede al resto de las virtudes cardinales la fortaleza (S Th II-II qq 123-140) y templanza

Introduzcaacutemonos de una vez y con la siguiente nota en el tratado y la no-cioacuten de justicia presente en las cuestiones que hemos sentildealado

laquoEntre los siete bloques gruesos de las virtudes que se de-sarrollan en la II-II el tratado de la justicia tiene una peculiaridad inicial Efectivamente no deja de llamar la atencioacuten el hecho de que comience tratando acerca de lo justo Generalmente cada bloque se inicia con una referencia a la virtud en siacute para luego desarrollar el objeto acto propio vicio opuesto etceacutetera Pero en el caso de la justicia iquestpor queacute inicia con lo justoraquo448

447 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1143448 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6

217

En efecto Santo Tomaacutes define a la virtud de la justicia como laquohabitus se-cundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tribui-traquo

449

La respuesta a esta pregunta del mismo autor la preferimos sobre otra que seguidamente veremos Argumenta H Costarelli Brandi ndashrecurriendo Josef Pieperndash que laquola justicia es algo segundoraquo y que la misma laquopresupone el dere-choraquo

450 De hecho la explicacioacuten de que solamente un suum es posible con un

acto primero que la anteceda es a nuestro juicio la que mejor condice con el sentido de la obra y del pensamiento del Aquinate laquoEste acto fundante primi-genio es para el Angeacutelico el siguiente ldquoPor la creacioacuten empieza primeramente el ser creado a tener algo suyordquoraquo451 Esta reconduccioacuten del orden natural al sobrenatural es otro signo manifiesto de la intencioacuten del santo de enmarcar metafiacutesicamente los conceptos que recibe de Aristoacuteteles

452 Que condice como

hemos sostenido con la visioacuten integral con la que debemos atender a la Suma Teoloacutegica considerando siempre el sentido uacuteltimo cual es el de la instruccioacuten para la salvacioacuten de las almas

Preferimos esta explicacioacuten deciacuteamos por sobre la de Juan Vallet de Goyti-solo cuando se propone ldquoexponer sintetizar (en modo general y breve) y sis-tematizar del modo maacutes adecuado posible la visioacuten que desgranoacute de la justicia de Santo Tomaacutesrdquo453 Para lo cual recurriraacute a las observaciones que Bartolo de Sassoferrato realizoacute sobre algunas definiciones del Digesto de Justiniano en las que tambieacuten se basoacute el Angeacutelico

Bartolo anota que la justicia puede hallarse antes durante (al mismo tiempo) y despueacutes del derecho Y Goytisolo reconduce esta tri-distincioacuten acerca de la justicia a Santo Tomaacutes arguyendo (el primero) que tales precisiones son refle-

449 S Th II-II q 58 a 1 r d450 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6451 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6 El entrecomillado en la cita pertenece a su vez a una frase que el autor trae de Santo Tomaacutes452 Cfr J MARTIacuteNEZ BARRERA laquoSanto Tomaacutes de Aquino y la Teoriacutea de la Justiciaraquo en Derecho y Humanidades nordm 12 (2006) p 109 Alliacute el autor hace notar laquouno de los aspectos que maacutes llaman la atencioacuten cuando se lee a Santo Tomaacutes en su trabajo de comentador de Aristoacuteteles es su intento por hallar un marco teoacuterico por lo general metafiacutesico para los conceptos eventualmente analizados Sin embargo por lo menos en lo que nos ha llegado de Aristoacuteteles no existe este meacutetodo de abordar ciertos temas especialmente los vinculados con la filosofiacutea moral la filosofiacutea poliacutetica o la filosofiacutea del derecho delimitando previamente un campo metafiacutesicoraquo453 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1144

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

jadas (por el segundo) en las cuestiones referidas al tratado de la virtud que nos ocupamos

454

laquoAsiacute intentareacute mostrar coacutemo eacutel [Santo Tomaacutes] observaba la justicia antes del derecho ndasha modo de una luz que lo guiacuteandash al mismo tiempo que eacuteste ndashes decir acompantildeaacutendolendash y despueacutes del derecho ndashcomo realizacioacuten concreta del mismo en una cosa justa ndashrex (sic) iustandash en tanto buena y equitativa ndashquod bonum et aequum estraquo455

Sorteada la singularidad con la que se inicia el tratado de la virtud de la justicia retomemos la definicioacuten que nos da el Aquinate laquoiustitia est habitus secundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tri-buitraquo

456 Definicioacuten que acepta luego de realizar algunas precisiones que es un

haacutebito operativo (moral) voluntario (es decir que radica en la voluntad y no en los apetitos) que requiere de quien lo realiza conocimiento y rectitud de inten-cioacuten (para que sea pleno) y que se ajuste seguacuten la nota de alteridad a la que se refiera (con esto queremos indicar el o lo ldquootrordquo a lo que deba ordenarse otra persona otras personas)

Toda la cuestioacuten 58 es la que sirve a Santo Tomaacutes para exponer acabada-mente algunas de las notas axiales de la virtud que siempre se refiere a otro que radica en la voluntad que se distingue la virtud de la justicia en general (o legal) y particular y que es la principal entre el resto de las virtudes morales

Las cuestiones que se suceden estaacuten dedicadas al vicio que se opone a la justicia (q 59 la injusticia) al acto de la misma (q 60 el juicio) a sus partes (q 61) y finalmente al acto de la justicia conmutativa (q 62 la restitucioacuten)

En esta virtud ademaacutes se distinguen dos formas anaacutelogas llamadas justicia general o legal y justicia particular La uacuteltima se compone de dos partes subjeti-vas que son la justicia distributiva y conmutativa

Digamos entre pareacutentesis que el tema de la analogiacutea y sus formas y cuaacutel consideramos que es la maacutes propia de las formas de la justicia lo considerara-

454 Cfr todo lo dicho con J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1143455 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1144 [La aclaracioacuten es nuestra]456 S Th II-II q 58 a 1 r d

219

mos en un capiacutetulo de la proacutexima seccioacuten de nuestra Tesis la Parte III Cerrado el pareacutentesis prosigamos

La justicia legal entonces es aquella virtud a traveacutes de la cual los miembros de una comunidad poliacutetica ordenan sus obras al fin propio de la sociedad a la que pertenecen El fin propio al que la justicia general tiende es el bien comuacuten que perfecciona dicha sociedad poliacutetica Pero ademaacutes en cuanto virtud general es tambieacuten especial respecto del resto de las virtudes morales en modo anaacutelogo a lo que representa la virtud de la caridad para las teologales y en uacuteltima instancia a todas las virtudes Esto quiere decir que la justicia legal rectifica el comporta-miento de los hombres en la consecucioacuten del bien comuacuten al mismo tiempo que anima al resto de las virtudes morales a que se ordenen al fin que les es debido y por ende perfeccionando al hombre mismo

No es nuestro cometido entrar en el arduo tema de la intriacutenseca relacioacuten entre justicia y bien comuacuten Pero llegados a este punto no podemos tampoco obviarlo Expongamos algunas notas del bien comuacuten para la mejor inteleccioacuten de la definicioacuten de justicia que intentamos sintetizar

El bien comuacuten como dijimos es el fin al que se ordena la sociedad civil y de cuya consecucioacuten pende la perfeccioacuten de tal De esto se sigue pues que la perfeccioacuten del todo de orden social redunda en el bien de cada una de las partes que conforman tal sociedad esto es todos y cada uno de los hombres Justicia legal y bien comuacuten se reclaman mutuamente en el sentido de que a su traveacutes conquistamos el priacutestino y arduo bien perfectivo y es mirando a este uacuteltimo el modelo ndashla rationdash en que los hombres descubren el modo seguacuten el cual deben ajustar sus conductas Por lo cual la justicia general es el haacutebito operativo direc-tivo y el bien comuacuten el fin que actuacutea ndashen la vida de cada una de las personas o grupo de personas (cuerpos intermedios organismos instituciones etc)ndash como principio rector de los actos humanos

Asiacute las cosas podriacuteamos precipitarnos en concebir que la justicia general sea identificada con toda virtud moral puesto que cada una de las virtudes morales en cuanto que perfeccionan al hombre que actuacutea y vive en comunidad con otros hombres estariacutea perfeccionando tambieacuten a dicha sociedad Y asiacute la justicia ge-neral podriacutea ser confundida con cualquier otra virtud

Santo Tomaacutes enfrenta este problema y resuelve que la justicia legal es virtud general laquoinquantum scilicet ordinat actus aliarum virtutum ad suum finem quod

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

est movere per imperium omnes alias virtutesraquo457

y agrega que asiacute como la cari-dad ordena el acto de todas las virtudes al bien divino laquoita etiam iustitia legalis inquantum ordinat actus omnium virtutum ad bonum communeraquo

458

Ahora bien la justicia general iquestordena suficientemente al hombre respecto de aquellas cosas que son hacia otro Recordemos la definicioacuten que habiacuteamos traiacutedo de justicia laquohabitus secundum quem aliquis constanti et perpetua volun-tate ius suum unicuique tribuitraquo

459 El Aquinatense responde que la justicia ge-

neral no es esencialmente toda virtud y que debido a su materia propia (el bien comuacuten al que ordena inmediatamente) no debe confundirse con el resto de las virtudes que ordenan inmediatamente al bien propio (el cual es a veces respec-to de uno mismo y otras respecto de otras personas) y mediatamente al bien comuacuten Cuando las conductas deban ser rectificadas en vistas al bien de otras personas estamos en consecuencia frente a otro modo de llamarse de la virtud la justicia particular

laquoOportet praeter iustitiam legalem quae ordinat hominem immediate ad bonum commune esse alias virtutes quae immediate ordinant hominem circa particularia bona Quae quidem possunt esse vel ad seipsum vel ad alteram singularem personam Sicut ergo praeter iustitiam legalem oportet esse aliquas virtutes particulares quae ordinant hominem in seipso puta temperantiam et fortitudi-nem ita etiam praeter iustitiam legalem oportet esse particularem quandam iustitiam quae ordinet hominem circa ea quae sunt ad alteram singularem personamraquo

460

Mientras que la justicia general ordena inmediatamente al hombre al bien comuacuten la justicia particular lo ordena inmediatamente en sus acciones exterio-res hacia aquellas cosas que pertenecen a otras personas singulares El modo en que esto uacuteltimo se deacute lo trataraacute Santo Tomaacutes maacutes adelante precisamente en la q 62 sobre las partes de la justicia

457 S Th II-II q 58 a 7 r d458 S Th II-II q 58 a 1 r d459 Ibidem460 S Th II-II q 58 a 7 r d

221

Vista la definicioacuten de la justicia y obrada la distincioacuten en general y particu-lar analicemos ahora la precisioacuten que el Angeacutelico realiza de la uacuteltima conside-rando a su vez las partes subjetivas que la integran

laquoIustitia particularis ordinatur ad aliquam privatam personam quae comparatur ad communitatem sicut pars ad totum Potest au-tem ad aliquam partem duplex ordo attendi Unus quidem partis ad partem cui similis est ordo unius privatae personae ad aliam Et hunc ordinem dirigit commutativa iustitia quae consistit in his quae mutuo fiunt inter duas personas ad invicem Alius ordo attenditur totius ad partes et huic ordini assimilatur ordo eius quod est com-mune ad singulas personas Quem quidem ordinem dirigit iustitia distributiva quae est distributiva communium secundum proportio-nalitatem Et ideo duae sunt iustitiae species scilicet commutativa et distributivaraquo

461

Tras esto el Aquinatense procederaacute a resolver que la materia de cada una de estas justicias resulta diversa ya que la laquodistributiva iustitia est directiva distri-butionis commutativa vero iustitia est directiva commutationum quae attendi possunt inter duas personasraquo

462 Consecuentemente y conforme a su materia la

justicia distributiva distribuye proporcionalmente los bienes que son comunes mientras que en la conmutativa ndashtambieacuten proporcionalmentendash laquoredditur aliquid alicui singulari personae propter rem eius quae accepta est ut maxime patet in emptione et venditione in quibus prime invenitur ratio commutationisraquo463 La di-ferencia de esta proporcionalidad estaacute en el modo en que la misma se determina que seraacute geomeacutetrica en la distributiva y aritmeacutetica en la conmutativa Muy bien y brevemente explica esta distincioacuten el Prof Pablo Saacutenchez Garrido

laquoRespecto a coacutemo calcular la igualdad que hace de justo me-dio dentro de ambas justicias Santo Tomaacutes habla de una igualdad de proporcionalidad geomeacutetrica en la justicia distributiva y de una igualdad de proporcionalidad aritmeacutetica en el caso de la conmutati-va Es aritmeacutetica la conmutativa puesto [que] la igualdad requerida

461 S Th II-II q 62 a 1 r d462 S Th II-II q 62 a 3 r d463 S Th II-II q 62 a 2 r d

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

para el deacutebito se da cuantitativamente entre cosas mientras que en la distributiva es una igualdad geomeacutetrica puesto que se establece de cosas a personas de ahiacute la necesidad de una proporcioacuten basada en una igualdad de relacioacuten (en este caso de proporcionalidad discreta es decir entre proporciones totalmente dispares en sus teacuterminos)raquo464

Una cosa maacutes sobre la que queremos insistir antes de proseguir es en el ca-raacutecter armoacutenico de la doctrina tomista y el modo en las virtudes cooperan unas con otras Esto asiacute porque hay un principio directivo y unitivo que es el bien comuacuten En efecto Santo Tomaacutes no sugiere que para la realizacioacuten de una virtud moral cualquiera otra deba enfrentaacutersele ni mucho menos oponeacutersele Deci-mos esto porque muchas veces encontramos algunas posiciones que sugieren lo contrario Asiacute por ejemplo cuando Gonzalo Saacutenchez se propone explicar la relacioacuten entre la justicia particular y la general escribe

laquoJunto con referirse a la Justicia general o legal que tiene por funcioacuten ordenar ldquoal hombre inmediatamente al bien comuacutenrdquo Santo Tomaacutes consigna la existencia de una justicia particular que en oposicioacuten a la anterior ordena por una parte la relacioacuten entre las personas consideradas individualmente y por la otra aquella de la comunidad y de la personaraquo465

Resaltamos en negrita laquoen oposicioacuten a la anteriorraquo puesto que entendemos que la justicia particular no opera oponieacutendose a la general sino completando el acto de toda la virtud Lo cual si sucediese devendriacutea en un desorden de la mis-ma virtud de la justicia y de toda la moral Ahora bien es posible aventurar que tal expresioacuten sea heredera de aquella triparticioacuten de la virtud que hemos referido y que seguidamente veremos

Pues bien llegando al final de este apartado ensayemos una siacutentesis de todo lo que hemos expuesto para esclarecer la definicioacuten de justicia presente en la Summa Theologiae que puso Santo Tomaacutes de Aquino en el tratado dedicado a la virtud

464 P SAacuteNCHEZ GARRIDO laquoConsideraciones sobre la justicia distributivaraquo p 3465 G SAacuteNCHEZ G-H laquoEstudio acerca de la justicia en Santo Tomaacutesraquo p 83 La negrita es nuestra

223

La justicia es una virtud moral que tiene por objeto el derecho y que radica en la voluntad como en su sujeto Debido a que es un haacutebito operativo que en-tiende dar o retribuir a cada quien lo suyo se dice anaacutelogamente justicia general y particular Es general cuando rectifica las acciones de las personas hacia el bien comuacuten fin propio de la sociedad poliacutetica y cuando dirige tambieacuten a su propio fin a cada una de las virtudes morales Se dice particular cuando se consideran los actos de las personas singulares en referencia a otras personas Lo cual puede acontecer en dos modos de persona (parte) a persona (parte) o del todo (co-munidad) a la parte (persona) De tal consideracioacuten resulta la divisioacuten en partes subjetivas de la virtud de la justicia dicha particular la primera es la justicia (particular) conmutativa y la segunda es la justicia (particular) distributiva Es decir que la nota de alteridad es la que sirve de fundamento a la distincioacuten de la virtud de la justicia en sus dos formas anaacutelogas ndashnuevamente general (o legal) y particularndash y a la divisioacuten de la uacuteltima en sus partes subjetivas (distributiva y conmutativa)

Confrontemos todo lo que hemos dicho con la nocioacuten de justicia presente en los comentarios del Cardenal de Gaeta A tal efecto recogeremos las anotaciones del precedente capiacutetulo para reconstruir su definicioacuten de justicia Adentreacutemonos pues en el proacuteximo apartado

IV2 LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETA-NO A LA S TH II-II QQ 57-62

iquestQueacute es entonces la justicia para el Cardenal Tomaacutes de Vio iquestSe separa con sus comentarios de Santo Tomaacutes de Aquino Si es asiacute iquestpor queacute lo hace iquestEs la consecuencia de un cambio de perspectiva iquestDe cierta forma mentis seguacuten la cual el de Aquino fue leiacutedo por el de Gaeta iquestPodremos encontrar las razones ndashsi es que las hubondash de tal distanciacioacuten en su glosa

Llegamos por consiguiente al inciso en que daremos respuestas a estos interrogantes valieacutendonos de las exposiciones de tipo analiacuteticas que trajimos en los precedentes apartados

Los tres puntos aacutelgidos que sirven de apoyo para elaborar una nocioacuten ca-yetana de justicia son los comentarios al artiacuteculo octavo de la cuestioacuten nuacutemero

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cincuenta y ocho la glosa al primer artiacuteculo de la sexageacutesima primera cuestioacuten y las apreciaciones contenidas en el tercer artiacuteculo tambieacuten perteneciente a la cuestioacuten nuacutemero sesenta y uno Los indicios recogidos en el resto de sus comen-tarios serviraacuten precisamente a fin de confirmar lo que infiramos tras el anaacutelisis de todos los artiacuteculos glosados

A esto sumemos la consideracioacuten sobre la virtud en tanto que ldquoobligacioacutenrdquo claramente sostenida en el artiacuteculo tercero de la cuestioacuten sexageacutesima segunda

Retomando todas estas notas estamos en condiciones de ofrecer una defi-nicioacuten sinteacutetica de lo que entiende por justicia el Cardenal Tomaacutes de Vio cu-yos principios caracteres esenciales y precisiones encontramos esparcidas en su extensa glosa desde la cuestioacuten 57 hasta la 62 Tal nocioacuten que sostuvimos eacutel mismo presupone como una e ideacutentica con la de Santo Tomaacutes estaacute no solamente distanciada en cuanto a su forma maacutes tambieacuten en lo referido a su contenido

Lo decimos sin maacutes la nocioacuten de justicia del Cardenal Cayetano es diversa en su contenido y en su estructuracioacuten interna de aquella ofrecida por el Aqui-nate

Como hemos dejado en claro cuando el Angeacutelico habla de la virtud de la justicia nos dice que se presenta en dos formas Una es la denominada justicia general o legal y otra es la llamada justicia particular Cada una ellas tiene una materia especial distintas y correspondientes a su forma Mientras la justicia ge-neral anima al resto de las virtudes morales hacia el fin que le es propio y dirige hacia el bien comuacuten la justicia particular con sus dos partes subjetivas se ocupa de ordenar inmediatamente al hombre a las cosas que se refieren a otro llamadas justicia distributiva y conmutativa Las mismas son diversificadas seguacuten deba producirse la adecuacioacuten de la cosa al derecho es decir a la igualdad ndasho al modo de igualdad en que deba conmensurarse lo justondash ya en forma aritmeacutetica (para la conmutativa) ya en forma geomeacutetrica (para la distributiva) de parte a parte del todo a la parte

Hasta aquiacute Santo Tomaacutes de Aquino Veamos ahora al Cayetano

Para intentar una reconstruccioacuten de la nocioacuten cayetana de justicia y pro-poner asiacute una definicioacuten por las viacuteas de la siacutentesis fueron utiliacutesimas todas las observaciones y resultados finales expuestos en las precedentes partes de este trabajo

225

A modo de inicio tomaremos loacutegicamente aquellas primeras palabras con las que el Cayetano comenta el primer artiacuteculo de la cuestioacuten sexageacutesima prime-ra y la iremos completando con las restantes consideraciones

Si tuvieacutesemos que responder a la pregunta iquestqueacute es la justicia para el Caye-tano O iquestqueacute entiende Tomaacutes de Vio cuando comenta el tema de la justicia en las cuestiones que hemos sentildealado Diriacuteamos que

Para el Cardenal la justicia es una uacutenica virtud un todo compuesto de tres partes o especies subjetivas Una llamada justicia general y dos especies espe-cialiacutesimas llamadas justicias particulares

466 De estas ldquoespecies especialiacutesimas

de justicias particularesrdquo467

una es la distributiva y otra es la conmutativa468 En la uacuteltima ndashconmutativandash encontramos dos partes que se diferencian entre siacute ya sea porque el intercambio que se da sea voluntario de un lado involuntario del otro Estas tres especies de una misma justicia se especifican seguacuten la forma en que adecuacutean o igualan lo justo o el derecho que debe ser hallado

469 La restitu-

cioacuten en cuanto acto de la justicia conmutativa debe efectuarse soacutelo cuando haya sentencia firme de juez idoacuteneo y competente

470

Hasta aquiacute entonces una primera aproximacioacuten a la definicioacuten de justicia que pudimos extraer de las notas del Cayetano para poder ofrecer en forma de siacutentesis Confronteacutemosla con la del Aquinate y maticemos sus diferencias

466 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo467 Cfr Comm Card Caie en STh II-II q 61 a 1468 Comm Card Caie sectII en STh II-II q 61 a 3 laquoEst ergo iustitia commutativa una species specialis-sima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam operatur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex su-pradictisraquo469 Cfr Comm Card Caie en STh II-II q 61 a 3 r d laquosi autem accipiamus ut materiam utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo470 Comm Card Caie sectI en STh II-II q 62 a 3 laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo ante-quam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Para el Aquinate hay dos formas de justicia Una general o legal y otra particular Mientras que para el Cayetano la justicia tiene tres formas o partes Como hemos visto en su glosa a S Th II-II q 61 a 1 el Cardenal concibe una ldquotriparticioacutenrdquo o ldquotriespecificacioacutenrdquo de la virtud es decir que la misma presenta tres especies una justicia legal y dos justicias particulares A su vez las justi-cias particulares son especies especialiacutesimas llamada justicia distributiva una justicia conmutativa la otra La especie especialiacutesima de la justicia particular nombrada justicia conmutativa tiene dos partes que se diferencian seguacuten la in-tencionalidad o modo en que se deacute la conmutacioacuten seraacute una entonces ldquovolun-tariardquo e ldquoinvoluntariardquo la segunda Para el Cardenal Tomaacutes de Vio la justicia se constituye en geacutenero de acuerdo al modo en que se opera la adecuacioacuten de lo justo o el justo medio con el derecho a retribuir Una nota final es la referida al acto de la justicia conmutativa Para el Angeacutelico el acto de la restitucioacuten es un haacutebito personal que el sujeto debe buscar completar antes de ser compelido por juicio a restituir maacutes de lo que eventualmente sustrajese Para el Cayetano la misma restitucioacuten debe ser obrada tan soacutelo si existe sentencia firme de alguacuten juez En este uacuteltimo sentido quedoacute demostrado en nuestro anaacutelisis de S Th II-II q 62 a 3 que alliacute donde Santo Tomaacutes comprendiacutea que el acto de la restitucioacuten debiera efecto de la virtud personal del que sustrajo algo (y que soacutelo debe ser restituido en forma multiplicada en el caso de que un juez asiacute lo dictamine) el Cardenal indica que cualquier tipo de restitucioacuten debe hacerse exclusivamente cuando alguna sentencia asiacute lo mande y por ende obligue

Tenemos entonces hasta aquiacute que la forma de la virtud de la justicia del Aquinate es distinta a la del Cardenal Cayetano tanto en su nocioacuten cuanto en sus formas o partes Profundicemos los matices apreciados en el paacuterrafo anterior

En la interpretacioacuten del Cardenal Tomaacutes de Vio hemos visto dos aspectos bien diferenciados presentes en sus comentarios De un lado la forma seguacuten dijimos Del otro el concepto de justicia conmutativa en cuanto ldquoalgo que debe ser hecho seguacuten dictamen del juezrdquo471

El Cardenal interpreta todo el artiacuteculo siempre en este sentido y no repara en que Santo Tomaacutes dice que cuando alguien toma algo ajeno injustamente pero sin injusticia (como en un mutuo) debe reparar la inequidad que se ha seguido laquoad quod sufficit quod restituat tantum quantum habuit de alienoraquo

472

471 Comm Card Caie sectI en STh II-II q 62 a 3472 S Th II-II q 62 a 3 r d

227

Dicho artiacuteculo que se pregunta si alguien deba restituir soacutelo lo que ha to-mado injustamente el Angeacutelico lo resuelve indicando los dos modos en que esto pueda suceder laquoinaequalitas ex parte reiraquo e laquoiniustitiae culparaquo En el primer caso debe restituirse soacutelo lo que ha sido tomado en el segundo lo que dictamine el juez para solventar la pena Y concluye laquoEt ideo antequam sit condemnatus per iudicium non tenetur plus restituere quam accepit sed postquam condem-natus est tenetur poenam solvereraquo

473 en el caso de que la pena indique restituir

maacutes de lo que se ha tomado Hemos subrayado el plus para indicar el sentido que alguien antes de ser condenado no estaacute obligado a restituir maacutes de lo que tomoacute De donde se sigue pensamos que movidos por la virtud de la justicia la persona puede obrar precisamente en forma virtuosa y reparar la injusticia sin necesidad de la obligacioacuten que implica ndashe imponendash el juez y la ley

Obrada tal diferencia ahondemos todaviacutea en algunos conceptos subsidia-rios que serviraacuten para comprender mejor la distancia entre ambos frailes domi-nicos Sigamos a tal efecto el ejemplo del maestro Alfredo Casaubon que al escribir Justicia y Derecho se ve compelido a aclarar el sentido de los teacuterminos en relacioacuten a otros Asiacute tambieacuten nosotros lo haremos con ldquoanalogiacuteardquo ldquogeacutenerordquo ldquoespecierdquo ldquotodordquo ldquoparterdquo ldquopartes subjetivasrdquo ldquoequiacutevocordquo ldquosubalternacioacutenrdquo en obvia correspondencia con las definiciones de justicia colocadas

En efecto Casaubon tras aclarar que laquollamamos teacuterminos ldquouniacutevocosrdquo aque-llos en que el sonido es el mismo uno mismo tambieacuten el concepto o definicioacuten expresado por ese sonido y muchos los entes a los que se aplicaraquo

474 mientras

que en el extremo opuesto encontramos los teacuterminos equiacutevocos laquoen los que el sonido es uno pero los conceptos significados son varios y sin orden ni relacioacuten entre siacuteraquo

475 Los teacuterminos anaacutelogos por su parte se ubican en medio de ambos

laquoen los que el sonido es uno las significaciones o conceptos varios pero relacio-nados y eventualmente jerarquizados entre siacuteraquo

476

Esta distincioacuten entre teacuterminos anaacutelogos equiacutevocos y uniacutevocos sirve a efec-tos de poner de relieve una de las primeras notas que destacamos sobre la defini-cioacuten de las partes de la justicia tomista Puesto que si la justicia legal es aquella

473 Ibidem474 A CASAUBON laquoJusticia y Derechoraquo en El derecho natural en la realidad social y juriacutedica S R CASTANtildeO ndash E SOTO KLOSS (eds) ed Universidad de Santo Tomaacutes Santiago de Chile Chile 2005 p 103475 Ibidem p 103476 Ibidem p 103

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

parte anaacuteloga de la justicia cuando esta virtud se dice en relacioacuten al bien comuacuten mirado como fin propio de las acciones humanas y del resto de las virtudes mo-rales (mediatamente) y la justicia particular es por ende el analogado seguacuten el cual entendemos a la virtud cuando mira las adecuaciones de las partes entre siacute o del todo a las partes estaremos en condiciones de concluir que entre uno y otro concepto hay una relacioacuten de analogiacutea de proporcionalidad Y debido a la primaciacutea del bien comuacuten sobre el resto de los bienes (por caso particulares) la forma de la justicia particular concurriendo sus partes subjetivas se ordena a la justicia general como el bien particular al bien comuacuten Es decir hay una jerarquiacutea entre estos conceptos o formas o partes anaacutelogas Aquiacute no vinculamos la analogiacutea de proporcionalidad con la de atribucioacuten intriacutenseca que es la que permite expresar la jerarquiacutea y que desarrollaremos con mayor exhaustividad en los capiacutetulos IV y especialmente en V4 y VI

Cuando el Cayetano dice que laquoiuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativaraquo477

estaacute igualando las partes subjetivas de la justicia particular a la justicia general Puesto que al ponerlas en el mismo orden suprime el sentido anaacutelogo con el cual el Aquinate las ha definido Esto quiere decir que ademaacutes de obrada la triparticioacuten de la justicia hay una deformacioacuten de la justicia Una de-generacioacuten de esta Para Santo Tomaacutes repetimos las formas de la justicia son dos para el Cardenal tres Antes de detenernos en los teacuterminos ldquoespecierdquo y ldquogeacutenerordquo ldquoparterdquo y ldquotodordquo traiacutedos en esta misma cita reflexionemos un poco sobre el concepto ldquoformardquo

Sirvaacutemonos pues del Leacutexico teacutecnico de Filosofiacutea Medieval de la prestigiosa investigadora Silvia Magnavacca

En la voz ldquoformardquo tras explicar que el teacutermino debe rastrear sus oriacutegenes en el sentido platoacutenico del eiacutedos y que los escolaacutesticos lo asumieron conjuntamente con el de la ratio agustiniana tal debemos entenderlo diversamente seguacuten el as-pecto que contemplemos como forma substantialis forma accidentalis forma corporeitatis forma metaphysica entre las maacutes destacadas y concluye laquoAsiacute

477 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

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pues el teacutermino que nos ocupa recogioacute en la Edad Media las tres acepciones aristoteacutelicas la de principio del ser de algo (morfeacute) la de principio de inteli-gibilidad (eiacutedos) y la de principio del movimiento (physis)raquo

478 Claramente en

nuestro anaacutelisis descartamos la primera y tercera acepcioacuten Puesto que cuando hablamos de las ldquoformas de la justiciardquo nos referimos al principio de inteligibili-dad que nos permite conocer su determinacioacuten y aquellas razones por las cuales opera en una u otra forma

479 Anotemos que la forma asiacute comprendida es enten-

dida tambieacuten como modelo (ratio) de la misma virtud Ratio en pos de la cual la verdadera inteleccioacuten de la justicia exige para siacute una determinada asimilacioacuten del sujeto que la conoce

480 De donde se sigue que la expresioacuten que tengamos del

objeto que conocemos y el modo de conocerlo ndashexpresado en palabrasndash ponen de manifiesto la adecuacioacuten o inadecuacioacuten del intelecto y la cosa En rigor de verdad el Cayetano no estariacutea distanciaacutendose de Santo Tomaacutes (que seriacutea lo de menos) sino de la cosa misma

Por lo tanto decir que la justicia tiene una cantidad de formas ndashdos y no tres (Sto Tomaacutes) o al reveacutes (Cayetano)ndash manifiesta el modo en que concebimos sus operaciones dos o tres La triparticioacuten cayetana de la justicia pone tres opera-ciones para la misma virtud distanciaacutendose asiacute de la biparticioacuten obrada por el Aquinatense En este sentido el Cardenal estaacute diferenciando tres especies de justicia cuya implicancia es la de reconocer tres diferencias especiacuteficas Seguacuten aquello que pertenece a la tradicional doctrina loacutegica y que sentildeala S Magnavac-ca laquoDesde el punto de vista estrictamente loacutegico Aristoacuteteles presenta la species como resultante del geacutenero y la diferencia especiacuteficaraquo

481

Tambieacuten el Cayetano nos habla de ldquoespecies especialiacutesimasrdquo que son las justicias particulares la distributiva y la conmutativa Precisemos y echemos luz sobre estos conceptos aristoteacutelicos los intermediarios y el sentido en que fueron recibidos en la Edad Media

laquoLas liacuteneas generales de esta doctrina pasan a la Edad Me-dia especialmente a traveacutes de Profirio quien define en general la s en cuanto tal o s specialis (veacutease) como lo que estaacute ordenado o

478 S MAGNAVACCA laquoFormaraquo en Leacutexico teacutecnico de Filosofiacutea Medieval pp 298-299479 Cfr laquoFormaraquo en Ibidem p 299480 Cfr laquoSpeciesraquo en Ibidem p 649 sect2481 Ibidem pp 648-650

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

situado inmediatamente bajo el geacutenero En cambio la species spe-cialissima es el atributo esencial que se predica de una multiplicidad de teacuterminos y que precede inmediatamente al individuo por ejem-plo la especie ldquohombrerdquo (cf Isag IV 10 y ss) La primera defini-cioacuten porfiriana indicada se aplicaba pues a cualquier especie en la medida en que eacutesta resulta del elemento indeterminado ndashque es el geacutenerondash y el determinante ndashque es la diferencia especiacuteficandash Sin embargo y seguacuten tal definicioacuten una s puede constituir un geacutenero bajo ulteriores diferencias como se puede ver en el ceacutelebre aacuterbol De esto se deduce que toda s cualquiera sea el lugar que en dicho esquema ocupe es un teacutermino universal Y aquiacute se vuelve al aspecto ontoloacutegico del concepto de especie puesto que precisamente de la cuestioacuten planteada por Porfirio acerca del valor loacutegico y ontoloacutegico de las especies deriva la famosa querella medieval de los universa-les (veacutease universale) Tal como fue elaborada por el pensamiento antiguo y medieval la s presenta pues una nota fundamental la de ser el concepto universal que traduce la esencia de un conjunto de entes individuales y el modo de ser propio de dicho conjunto Por consiguiente designa tambieacuten a la misma comunidad que participa de esa esencia de ahiacute el pasaje que se produce en la Modernidad del significado loacutegico-ontoloacutegico al bioloacutegicoraquo 482

Cuando el Gaetano nos dice que son especies especialiacutesimas confirma una vez maacutes la concepcioacuten que tiene de la justicia su estructura y la relacioacuten de sus partes el geacutenero es uno las especies son tres las especies especialiacutesimas son tambieacuten tres Es faacutecil concluir que entonces la justicia legal es una especie especialiacutesima maacutes Pues esta inferencia se ajusta en todo al razonamiento del Cardenal Puede ser como ha sentildealado L Elders que la caacutetedra que los Esco-tistas teniacutean en Padova laquodeterminoacute que Cayetano discutiera sin fin con ellos y que entrara en el juego de innumerables distincionesraquo

483 Distinciones que indu-

dablemente han marcado sus escritos como concluye el autor484

y tambieacuten su modo de comprender las cosas

482 Ibidem pp 648483 L ELDERS laquoCayetano comentadorraquo p 1484 Cfr Ibidem p 1

231

Respecto del ldquotodordquo485

y la ldquoparterdquo486

el Priacutencipe de los Comentadores se-ntildeala que seguacuten el triple orden que encontramos en alguacuten todo asiacute vemos tres partes de la justicia en el ldquotodo justiciardquo y que por ello la justicia es un ldquotodo triplerdquo o lo que es lo mismo un todo compuesto de tres partes llamadas cada una de ellas parte (justicia) legal parte (justicia) distributiva y parte (justicia) conmutativa

487

Retomemos otra nota de este ldquotodordquo que nos trae Magnavacca y que resulta de especial intereacutes es el modo en que fue entendido por los autores medieva-les no como algo que sea sencillamente reductible a partes laquosino en su propia ratioraquo

488 Que en el plano loacutegico (analogado con el metafiacutesico) tal ratio im-

plica una serie de apreciaciones de las que destacamos algunas Por un lado el totum universale laquouna estructura esencial especiacutefica o geneacuterica expresada en un concepto universalraquo (i e geacuteneros y especies) Por otro el totum integrale laquoaquel cuyas partes son cuantificables y que no se debe confundir con el [] t in quantitate que es lo tomado universalmente como ldquotodo hombrerdquo o ldquoninguacuten hombrerdquoraquo

489

Cuando hablamos de la virtud de la justicia como un todo nos referimos entonces a ldquouna estructura determinada de geacuteneros y especies cuyas partes son cuantificablesrdquo Y cuando leemos la expresioacuten cayatena laquoquod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae inveniturraquo

490 nos pa-

rece ver una predeterminacioacuten de las partes que deban ser encontradas en alguacuten

485 Vid S MAGNAVACCA laquoTotumraquo en Leacutexico teacutecnico pp 694 y ss laquoEn cuanto teacutermino teacutecnico como caracterizacioacuten general se puede decir que esta voz denota cualquier conjunto de partes indepen-dientemente del orden o disposicioacuten de estas En este sentido presenta un matiz de diferencia respecto de la totalitas (veacutease) En la Edad Media el concepto de t fue elaborado a partir de las consideraciones que hace Aristoacuteteles en su Met V 26 1023 b 25 y se entendioacute en correlacioacuten con el de pars (veacutease) un todo es fundamentalmente ldquoquod constat partibusrdquo seguacuten sentildeala Tomaacutes de Aquino en S Th I q 10 a 1 ad 3raquo486 Vid laquoParsraquo en Ibidem pp 502 El concepto de parte es correlativo al de totum (veacutease) al cual se opone en cuanto que el todo se caracteriza precisamente como una unidad divisible en partes Ambos teacuterminos pre-suponen la nocioacuten de unidad mientras que la relacioacuten que se establece entre ellos estaacute dada por el concepto de divisioacuten o descomposicioacuten se da una p si hay divisioacuten de una unidad primitiva487 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo488 S MAGNAVACCA laquoTotumraquo en Leacutexico teacutecnico pp 694489 Ibidem pp 694-695490 Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

todo tres Como si el ldquotodo justiciardquo perteneciese al totum integrale que debe ser siempre reductible a una triple ordenacioacuten o tri-especificacioacuten o tri-particioacuten Pero no hay razoacuten para pensar que a priori todo totum deba constar de tres partes A no ser claro estaacute que se haya optado tal preferencia como un modo de proceder que metodoloacutegicamente aporte mayor orden o adecuacioacuten a la ldquoper-feccioacutenrdquo Tal eleccioacuten es seguacuten nuestro parecer y a toda vista inconducente

Ahora bien iquestqueacute incidencias pudo haber tenido o de hecho tener todo esto en los campos de la eacutetica en la poliacutetica y en el derecho Es decir iquestmodifica en algo la conducta el tener dos o tres partes siempre y cuando la parte general de la virtud (la justicia legal) continuacutee operando iquestEs sencillamente un dato anec-doacutetico iquestUna mera curiosidad iquestUn prurito acadeacutemico Sigamos reflexionando todaviacutea a partir de esta definicioacuten o mejor a partir de estas definiciones bien contrapuestas en sus diferenciaciones y los alcances praacutecticos que de aquiacute se podriacutean desprender

Por el lado de la eacutetica de su sistema eacutetico ndasho mejor partiendo desde su punto de vista moralndash las virtudes no son ya entendidas en el sentido de haacutebito personal Sino por el contrario vienen ahora a ser ldquoactos tipificados y normati-vizadosrdquo que deben ser cumplidos bajo el pretexto del deber

Se supondraacute aquiacute que con el soacutelo hecho de ldquocumplir objetivamenterdquo con los ldquoactos prescriptosrdquo por tal o cual virtud el hombre alcanzariacutea asiacute la felicidad Que es el objetivo de toda vida forjada en las virtudes y de las leyes tambieacuten

Se correriacutea el riesgo ademaacutes que desapareciese todo el argumento sobre la racionabilidad y la ldquoautonomiacuteardquo moral Puesto que si en cada caso disponemos de un moralista perito en casuiacutestica que nos brinde o nos diga a cada momento queacute es lo que debemos hacer y coacutemo se espera que lo hagamos iquestDoacutende queda pues el comportamiento voluntario491

iquestQueacute hacer con las pasiones y los senti-mientos con toda la vida afectiva

Una eacutetica que esteacute alliacute solamente para legislar las acciones justas castigan-do a quienes no cumplen con las normas externamente dadas tiene ndasha nuestro entenderndash muy poco que ver con la perspectiva eacutetica tomista que concebimos como una doctrina de la virtud en cuanto acto humano libre y voluntario que se ordena a un fin en tanto que lo reconoce como bueno y lo conduce a la felicidad

491 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 67

233

Y para apreciar algo como bueno es necesaria no soacutelo la experiencia moral maacutes tambieacuten y por sobre todo la razoacuten que se pone a reflexionar sobre tal y asiacute educir principios ciertos universales y vaacutelidos que guiacuteen nuestra vida hacia la felicidad

La eacutetica presente en los comentarios del Cardenal quien prescribe e indica a cada paso y a cada momento queacute es lo que debe hacerse deja ya de ser la propia virtud tomasiana de la justicia A este respecto nos dice M Rhonheimer que

laquoLa virtugrave della giustizia egrave il perfezionamento della volontagrave ri-guardo allrsquoaspirazione al ldquobene per lrsquoaltrordquo Essa egrave la volontagrave ferma e costante di dare a ldquociascuno il suordquo di dargli ciograve che gli spetta e precisamente [] nei vari ambiti dei rapporti interumani che con-tituiscono le varie parti della giustizia come virtugrave speciali giustizia dello scambio della distribuzione e della legalitagraveraquo

492

Esto no es la virtud de la justicia para Cayetano

De un lado la virtud desde el punto de vista cayetano es algo que deber ser realizado en cuanto deber y para evitar por ejemplo una pena o un castigo Recordemos que siempre estaacute indicando con sus comentarios queacute hacer para evitar tal o cual pecado Ademaacutes de que siempre manifiesta que pecariacutea mortal o venialmente quien obre de esta u otra forma

Del otro la virtud de la justicia ya no seriacutea aquella que mira ldquoal bien del otrordquo como afirmamos con Rhonheimer siguiendo ambos a Santo Tomaacutes de Aquino Nunca nada maacutes lejos de esto en la interpretacioacuten del Cardenal de Gae-ta para quien la virtud de la justicia seriacutea entonces aquel conjunto de actos prescripciones e indicaciones que el sujeto debe seguir no en vistas del bien del otro iexclSino preocupaacutendose por el suyo propio

iquestY queacute tipo de justicia es aquella que busca el bien propio en primera me-dida para que los demaacutes sujetos ndashque tambieacuten buscan obrar la misma virtudndash no me dantildeen a miacute mismo en mis propios bienes Pues esta justicia tal vez tenga maacutes que ver con ciertas notas del paradigma eacutetico del liberalismo individual En este sentido A Vendemiati glosa a G Abbagrave tras haber puesto a Hobbes como maacuteximo representante moderno de la eacutetica en tercera persona laquoLa tipica appli-

492 M RHONHEIMER La prospettiva della morale p 207

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cazione di questo paradigma si riscontra nellrsquoimpostazione dellrsquoindividualismo liberale in cui lrsquounico dovere consiste nel rispetare lrsquoautonomia degli altriraquo

493

Hemos insinuado anteriormente que el Cardenal es un moralista moderno por todo esto iquestSeraacute acaso el pionero o inaugurador de este dicho paradigma iquestPodemos sentildealarlo como el primero de los moralistas modernos como el filoacute-sofo eacutetico que fundoacute e influyoacute todos los discursos eacuteticos que le sucedieron En sede cientiacutefica pues seriacutea muy temerario afirmarlo Podemos decir que debido a su importancia el Cayetano ha tenido influencia en la reflexioacuten sobre la filoso-fiacutea poliacutetica y la eacutetica moderna

Para el Cayetano la virtud de la justicia es una con tres especies subjetivas una general y dos particulares las cuales son especies especialiacutesimas El pro-blema de esta forma de la virtud en el Cardenal es que se ha perdido la justicia general porque ya no es maacutes ldquogeneralrdquo No dirige ni anima al resto de las virtu-des morales hacia el fin que les es propio ni mucho menos hacia el bien comuacuten

Cabe la pregunta iquestQueacute haraacuten pues las demaacutes virtudes sin un principio que las guiacutee Lo mismo que una nave sin gobierno en medio de una feroz tempes-tad entregarse a la deriva y al vaiveacuten de los vientos circunstanciales

El Cayetano ha ldquointroyectadordquo la forma de la justicia general conjuntamen-te a las ldquodos particularesrdquo en una nueva forma Hay una ldquodeformacioacutenrdquo de una o mejor de las dos formas de la justicia puesto que equipara las partes subjetivas de la justicia particular con la forma de la general De un lado podriacuteamos decir que ldquode-generardquo la justicia general del otro que diversifica en dos geacuteneros aque-llas partes subjetivas

Hemos adelantado un alcance praacutectico de esto no hay virtud general que ldquoanimerdquo que de unioacuten y cohesioacuten a todo el resto de las virtudes morales No es ya aquel ldquolucerordquo que con su brillo dirige las restantes virtudes morales No seraacute tampoco aquella virtud que halle complementariedad en la caridad otra de las virtudes generales Puesto que al ser una maacutes de entre el resto de las virtudes morales no podraacute guiarlas al bien comuacuten que se ordena al bien comuacuten sobrena-tural Ademaacutes faltaraacute cohesioacuten interna a la Suma del Aquinate que fue escrita para la instruccioacuten y la salvacioacuten de las almas de sus alumnos

Asiacute comenzaraacute a deshacerse paulatinamente todo el armoacutenico edificio en torno a las iacutentimas relaciones entre las virtudes morales y teologales Resumida-

493 A VENDEMIATI In prima persona pp 66-67

235

mente y por lo tanto lo que ha obrado aquiacute el Cardenal Tomaacutes de Vio con esta deformacioacuten (peacuterdida de las formas) de la justicia es una especie de ldquocisurardquo que vaciaraacute todo el cuerpo doctrinal moral del Aquinate a partir del desangrado del lucero de todas las virtudes le ha quitado el alma a la eacutetica filosoacutefica tomista

Y esto porque ahora ya no hay un sentido de analogiacutea entre las formas de las virtudes ndashque si bien ldquoel sonido es uno sus partes pueden ser jerarquizadasrdquo

494ndash

sino que dicha triparticioacuten expresa cierta equivocidad laquoen los que el sonido es uno pero los conceptos significados son varios y sin orden ni relacioacuten entre siacuteraquo

495

Asiacute todas las virtudes morales quedaron liberadas a la propia suerte en una especie de ipsismo teleoloacutegico e inmanente Todas miraraacuten a su bien propio bien y lo conseguiraacuten siacute Pero iquesty luego queacute iquestA doacutende dirigirse iquestHacia doacutende mi-rar iquestQueacute ldquofin uacuteltimordquo ndashverdaderamente uacuteltimondash perseguir No habraacute respues-tas Al menos no aquellas que se puedan educir natural y filosoacuteficamente del espiacuteritu del realismo tomista Estamos en consecuencia frente a un pleno mo-ralismo que conduciraacute a un formalismo y a un voluntarismo Pues al desequi-librar la inteleccioacuten sobre lo moral se corromperaacute consecuentemente la moral misma y por ello seraacute necesario indicar a cada paso queacute hacer y coacutemo hacerlo

iquestY queacute decir respecto del derecho Las palabras de A Vendemieti son per-fectamente aplicables en este sentido al Cardenal Cayetano

laquoQuando le etiche della terza persona vogliono garantire al soggetto la possibilitagrave di realizzare i propri desideri senza danneg-giare gli altri esse ndashdi fattondash riconoscono lrsquoimportanza delle perso-ne della loro libertagrave e dei loro desideri Ma paradossalmente non si occupano del senso della vita delle persone linertagrave e desideri sono lasciate senza meta in balia della ldquovolontagrave di volontagraverdquo o dei capricci del momento Lrsquoetica della terza persona intende limitarse a fornire un quadro di regole utilitarie di giustizia che sono presen-tate come ldquodoverirdquoraquo

496

494 Cfr A CASAUBON laquoJusticia y Derechoraquo p 103495 Ibidem p 103496 A VENDEMIATI In prima persona p 67

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

iquestCoacutemo se sale de esta situacioacuten eacutetica poliacutetica y del derecho Seguimos aho-ra tambieacuten la reflexioacuten de Vendemiati se sale pues virando la perspectiva moral Debemos obrar un cambio del punto de vista eacutetico

Hemos llegado hasta aquiacute matizando las diferencias entre las nociones de justicia de Santo Tomaacutes de Aquino y el Cardenal Tomaacutes de Vio Retomando estas reflexiones transitemos a la tercera parte de nuestro trabajo para responder la pregunta que acabamos de plantear y demostrar que el Cayetano adopta prin-cipios propios de un moralista moderno apartaacutendose del Aquinatense y de los principios de la moral que caracterizaron la Escolaacutestica Medieval

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TERCERA PARTEANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO

DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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En los dos capiacutetulos de la seccioacuten anterior ndashParte IIndash tras el anaacutelisis puntual de cada uno de los artiacuteculos de S Th qq 57-62 y de los respectivos comen-tarios del Cardenal ensayamos primero una reconstruccioacuten de la nocioacuten de justicia de ambos dominicos para luego contraponerlas

Ahora en esta Parte III profundizaremos todaviacutea un poco maacutes nuestro anaacute-lisis El problema que queremos tratar aquiacute es el del tipo de analogiacutea que corres-ponde a la definicioacuten de virtud particularmente ahondaremos en el tema de la analogiacutea de la nocioacuten de justicia en tanto virtud general y particular

A tales efectos comenzaremos por considerar queacute es la analogiacutea queacute tipos hay cuaacutel es su fundamento de doacutende proviene y cuaacutel es la que ndasha nuestro juiciondash mejor se ajusta a la nocioacuten de virtud (y de virtud tomasiana) En este sentido es importante reparar en que Cayetano desestimoacute la analogiacutea de atribucioacuten intriacuten-seca (rescatada luego por Suaacuterez) e insistioacute en la analogiacutea de la proporcionalidad propia Pero no nos adelantemos

Ha llegado entonces el momento de plantear en profundidad el problema del tipo de analogiacutea que corresponde a la nocioacuten de virtud especialmente en la definicioacuten de justicia y lo haremos respondiendo a la siguiente pregunta iquestQueacute tipo de analogiacutea es la que realiza la nocioacuten de virtud y la definicioacuten de justicia

Luego retomaremos las dos nociones que hemos reconstruido en la Segunda Parte (a saber la nocioacuten de virtud y de justicia brindadas por Tomaacutes de Aquino de una parte y Tomaacutes de Vio de otra) cotejando ambas con el fin de mostrar finalmente que las diferencias expresadas en las definiciones responden a diver-sos modos de inteleccioacuten de esta Las cuales tendraacuten alcances praacutecticos

Analizaremos nuestro tema desde dos oacuterdenes Desde el orden Loacutegico y mostraremos las diferencias existentes (capiacutetulo 5) Desde el orden Moral y descenderemos hasta las implicancias praacutecticas (capiacutetulo 6)

Es decir desde el punto de vista Loacutegico abarcaremos el modo en que cada uno de los autores seguacuten el modo en que definioacute la virtud de la justicia Mostran-do que no soacutelo hay definiciones diversas sino formas distintas de comprender lo mismo para definirlo en modo diferente

Desde el punto de vista Moral nos adentraremos en las consecuencias que ambas definiciones contrapuestas implican para el ordenamiento de las per-sonas y de la vida poliacutetica esto es de la vida de las personas en el fuero de su conciencia y en el ordenamiento puacuteblico el de la comunidad poliacutetica

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CAPIacuteTULO V LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

V1 LA ABSTRACCIOacuteN Y LA ANALOGIacuteA Y SUS TIPOS

Habiacuteamos dejado planteado que interesaba el tema de la analogiacutea y la ra-zoacuten es que en ella encontramos una forma para expresar un concepto esto es un modo de predicacioacuten de decir algo que es Respecto de la analogiacutea existen asimismo un sinnuacutemero de confusiones y otros tantos debates que trataremos a medida que nuestra argumentacioacuten lo exija

En primer lugar sentildealemos que en lo que a nosotros respecta someteremos a consideracioacuten el modo en que definen y predican la justicia tanto el Angeacutelico cuanto el Cayetano

En este sentido y en segundo lugar tambieacuten asumimos que laquolos categore-mas o predicables pertenecen por entero al campo de la loacutegicaraquo

497y procuraremos

evitar en nuestro recorrido el error de sostener laquoque los conceptos se predican designando ya el geacutenero la diferencia especiacutefica la especie la propiedad o el ac-cidente sin distinguir previamente que los conceptos se predican uniacutevocamente y analoacutegicamenteraquo

498 Y que

laquono hay predicacioacuten equiacutevoca de los conceptosraquo499

puesto laquoque lo que se predica equiacutevocamente es el teacutermino o signo Los conceptos designados por un teacutermino equiacutevoco son en siacute mismos uniacutevocos o anaacutelogosraquo

500

497 A CAacuteRDENAS Breve tratado sobre la analogiacutea Club de Lectores Buenos Aires 1970 p 58 Tam-bieacuten en este sentido la postura final de Santiago RAMIacuteREZ laquoA propoacutesito de la pertenencia cientiacutefica de la analogiacutea a la metafiacutesica o a la loacutegica el Editor P Victorino Rodriacuteguez nos trasmite la uacuteltima decisioacuten del Padre Ramiacuterez No obstante el largo alegato que escribe en el volumen primero (pp 18-42) en favor de la metafiacutesica como lugar propio para el estudio de la analogiacutea ya enfermo pidioacute al Padre Victorino que corrigiera esta afirmacioacuten Su uacuteltimo parecer era que perteneciacutea a la loacutegica el estudio de la analogiacutearaquo DEL CURA Alejandro ldquoSobre la analogiacutea Siacutentesis del pensamiento del padre Ramiacuterezrdquo en Estudios Filosoacuteficos nordm 22 vol 133 (1983) vid nota a pie de paacutegina en p 79498 Ibidem p 58499 Ibidem p 58500 Ibidem p 58

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Esta distincioacuten resultaraacute gravitante puesto que al situarnos frente a la de-finicioacuten de la nocioacuten de justicia admitiremos una de entre dos posibilidades o estamos frente a un concepto uniacutevoco o ante un concepto anaacutelogo

Asiacute pues repasemos un poco queacute es la analogiacutea y cuaacuteles son sus tipos cuaacutel es su fundamento y en queacute se diferencia del concepto uniacutevoco

La definicioacuten es la expresioacuten de la nocioacuten o del concepto de una cosa y hemos dicho tal concepto puede ser de dos tipos uniacutevoco o anaacutelogo La defini-cioacuten por su parte puede ser de dos clases nominal y real Pero esto no interesa por ahora Pongamos de relieve que nuestra principal preocupacioacuten es la de real-zar que tal definicioacuten responde a un concepto que predica el modo en que algo es conocido

Ya hemos advertido que aquiacute y para nosotros las ldquocosasrdquo no seraacuten realidades del mundo exterior sino conceptos argumentos y que ademaacutes los trataremos en lo sucesivo en tanto que son ndashentes de razoacutenndash desde una perspectiva loacutegica (en cuanto a la definicioacuten de virtud y de justicia) y ontoloacutegica y moral (en cuanto a la virtud y a la justicia misma) Puesto que laquoel conocimiento intelectual hu-mano no es posible sin que los contenidos de la sensibilidad donde comienza todo nuestro saber sean elevados o hechos inteligibles por la accioacuten del inte-lecto agenteraquo501

y que tal accioacuten laquoconsiste en una especie de iluminacioacuten de los datos sensibles y aun maacutes propiamente en un despojamiento de la materia y de las condiciones de la materiaraquo

502 la nocioacuten de justicia ndashy la de acto y virtud de

la cual se predicandash debe todaviacutea atravesar un largo camino antes de arribar a su conceptualizacioacuten ya anaacuteloga ya uniacutevoca

Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu viene a decir que el conocimiento comienza a traveacutes de los sentidos siendo uno de los principios gnoseoloacutegicos que funda el realismo que asumimos en los momentos liminares de este trabajo Comenzaraacute en los sentidos siacute pero nada maacutes ni nada menos que a fuerza de abstracciones llegaraacute a ser concepto

Claro estaacute que la nuestra no es una tesis sobre la analogiacutea pero no podemos dejarla de lado si pretendemos abarcar maacutes plenamente el sentido de las defi-niciones que hemos logrado educir Y este objetivo postula que realicemos el siguiente excursus

501 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa abstraccioacuten seguacuten Santo Tomaacutesrdquo en Anuario Filosoacutefico 8 (1995) p 208502 Ibidem p 208

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La abstraccioacuten es el primer acto necesario de nuestra psiquis una vez reci-bidos los datos a traveacutes de los sentidos para conocer algo el color de una fruta sin que esto implique conocer su sabor Es la llamada abstraccioacuten sensitiva cuya referencia aquiacute sirve solamente como peldantildeo hacia la analogiacutea

Pero no es en la sensitiva donde el conocimiento intelectual se halle maacutes plenamente sino en la abstraccioacuten intelectual

laquoAhora bien en este plano intelectual hay que distinguir to-daviacutea a) la abstraccioacuten del entendimiento agente b) la abstraccioacuten del entendimiento posible que puede ser por simple aprehensioacuten (considerativa) o por el juicio negativo (judicativa o divisiva) y c) el fundamento de esta abstraccioacuten del entendimiento posible que daraacute lugar a la abstraccioacuten formal y a la total por una parte y a la abstraccioacuten real y a la loacutegica por otraraquo503

El intelecto agente seraacute el encargado de separar el nuacutecleo inteligible de los contenidos sensibles las species inteligibiles sobre los cuales el entendimien-to posible operaraacute su propia abstraccioacuten ndashabstraccioacuten formalmente dichandash que laquoconsiste en considerar determinado aspecto objetivo sin considerar alguacuten otro con el que se encuentre unido o incluso identificado en la realidad y tambieacuten en juzgar que un aspecto objetivo no es otro en realidad separaacutendolos o excluyeacuten-dolos entre siacute mediante un juicio negativoraquo

504

Esta abstraccioacuten formal se divide en dos La primera es aquella que no im-plica una separacioacuten ni siquiera una distincioacuten entre lo que ha sido abstraiacutedo y aquello de lo que se abstrae y se denomina abstraccioacuten por modo de simplici-dad o abstraccioacuten por simple aprehensioacuten La segunda recibe el nombre de abs-traccioacuten por modo de divisioacuten o por modo de juicio negativo laquosi ha de ajustarse a la realidad exige que lo que mediante ella se separa se encuentre asimismo separado fuera de la menteraquo

505

503 Ibidem p 208504 Ibidem p 211505 Ibidem p 211 Tambieacuten de aquiacute hemos tomado todas las distinciones de este paacuterrafo

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Pero si consideramos ahora la abstraccioacuten desde su fundamento es decir la abstraccioacuten fundamentalmente tomada nos encontraremos con que tal es doble laquoa) el que proporciona la composicioacuten de las realidades o de los objetos abstraiacute-bles y b) el que presta la distinguibilidad de las mismas realidades u objetosraquo

506

Y respecto del primer fundamento (la composicioacuten) la abstraccioacuten se divide en total y formal

laquoTotal la que se funda en la composicioacuten del todo con las partes y que consiste en separar el todo universal de sus partes sub-jetivas y formal la que se funda en la composicioacuten de la forma con la materia o del acto con la potencia y que consiste en separar lo formal o actual de lo material o potencialraquo507

Pero para comprender mejor todo esto conviene que traigamos a considera-cioacuten algunas notas respecto del ldquotodordquo y sus tipos asiacute como tambieacuten el tipo de partes que le corresponde a cada todo siendo que las partes son correlativas al todo debe haber tantas clases de partes como de todos Y esto porque la abstrac-cioacuten seraacute realizada de alguacuten todo del que hay tres tipos

1 Todo esencial o universal como el geacutenero respecto de sus especies

2 Todo cuantitativo o integral como el compuesto respecto de sus com-ponentes o la suma respecto de los sumandos

3 Todo virtual o potencial o potestativo o cualitativo como el poder completo y principal respecto de los poderes parciales y secundarios

Luego tiene que haber tres tipos de partes

506 Ibidem p 213507 Ibidem p 213

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1rsquo Partes esenciales como las especies contenidas debajo de un geacutenero que por eso mismo se llaman subjetivas seguacuten la etimologiacutea de la pala-bra -sub debajo -jetivas de iectatas arrojadas distribuidas colocadas debajo de un geacutenero como efectivamente son sus especies que abarcan cada cual una parte de su extensioacuten o universalidad

2rsquo Partes integrales (integrantes) como las porciones de un compuesto Por ejemplo los cimientos las paredes y la techumbre son partes inte-grales de una casa en cuanto que todas hacen falta para el ser completo de ellas

3rsquo Partes potenciales como las que participan algo del poder o virtud del todo para ciertos menesteres secundarios v gr los ayudantes y orde-nanzas de un jefe militar los oficiales y servidores de un obispo y en general las autoridades subalternas respecto de la principal e igualmen-te las funciones vegetativas y sensitivas respecto del alma racional

No terminamos el tema de la abstraccioacuten aquiacute sino que debemos remontar-nos todaviacutea maacutes si es que deseamos esclarecer la relacioacuten entre eacutesta y la analo-giacutea Y es que precisamente la abstraccioacuten continuaraacute ascendiendo por grados especificando y distinguiendo entre siacute los distintos tipos de conocimientos o ciencias seguacuten sean considerados sus objetos es decir los objetos de los cuales se abstrae o se conoce

De los tres grados de abstraccioacuten formal reparemos en el que nos implica directamente el tercero que procede laquopor una depuracioacuten completa del objeto de nuestro entendimiento respecto a toda corporeidad y de sus condicionesraquo508

obteniendo una serie de laquoconceptos o determinaciones inteligibles que prescin-den enteramente de toda materia (tanto de la singular como de la sensible y de la inteligible)raquo

509

Algunos ejemplos de este tipo de conceptos entre otros son el de substan-cia accidente causa efecto acto potencia y etc Anticipamos (pues lo tratare-

508 Ibidem p 217509 Vid J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquosect6 Precisioacuten real y precisioacuten mentalrdquo en Ibidem pp 219-221

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mos con mayor extensioacuten en V3) que nos interesaraacute sobremanera el concepto de acto en tanto que la virtud viene definida por un lado como haacutebito operativo y por ende rastrearemos queacute tipo de concepto le conviene maacutes si el anaacutelogo o el uniacutevoco Y por otro la virtud se define precisamente por su acto

El segundo fundamento de la abstraccioacuten de los dos que sentildealamos es el de la distinguibilidad de los objetos abstraiacutebles y que dividen a la abstraccioacuten en real y loacutegica seguacuten su precisioacuten sea real o mental Describamos someramente ambas

La primera precisioacuten real es la que se da entre objetos que se distinguen realmente entre siacute estando ndasho pudiendo estarndash separados o uno no siendo el otro en la realidad

Se da la segunda la precisioacuten mental laquoque siempre es precisioacuten propia-mente dicha entre aquellos objetos que no se distinguen realmente o sea que no estaacuten separados en la realidad ni pueden estarlo porque no son realidades distintasraquo

510

Para conocer maacutes sobre los grados que a su vez estas dos precisiones ad-miten seguacuten los conceptos en que se den recomendamos la lectura del sect6 del trabajo de J Garciacutea Loacutepez que estamos siguiendo

511

Pues bien hemos partido de la experiencia de la cosa sensible y a razoacuten de anaacutelisis y distinciones vimos coacutemo el intelecto se remonta de aquellos primeros datos hasta las precisiones mentales a fuerza de abstracciones

Una vez abstraiacutedo algo de la cosa procederemos intelectualmente a su defi-nicioacuten Y es precisamente aquiacute donde se encuentran ldquoabstraccioacutenrdquo y ldquoanalogiacuteardquo puesto que la definicioacuten seraacute la predicacioacuten uniacutevoca o anaacuteloga de la cosa enten-didahellip Definicioacuten uniacutevoca o anaacuteloga del concepto

Hemos encontrado en el trabajo de A Caacuterdenas una oacuteptima explicacioacuten de esta distincioacuten entre concepto uniacutevoco y anaacutelogo Nos permitimos poner aquiacute la cita cuya utilidad es doblemente atinada en el presente curso de nuestra argu-mentacioacuten Por un lado porque trata ya un tema sobre el que nosotros volvere-mos (el de la analogiacutea de atribucioacuten) y por otro porque ndasha nuestro juiciondash ex-

510 Ibidem p 220511 Ibidem p 213

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presa manifiestamente las diferencias entre un modo de predicar (uniacutevocamente) y otro (anaacutelogamente) Leaacutemosla

laquoLa diferencia con el anaacutelogo estriba en que mientras que en el uniacutevoco captamos una ideacutentica parte esencial realizada de mane-ra absolutamente ideacutentica en los inferiores en el anaacutelogo conoce-mos en la esencia de uno la esencia del otro no en el nuacutecleo de su propia inteligibilidad sino en cuanto que es nuacutecleo de inteligibilidad se refleja en la naturaleza del primer analogadoraquo512

Consideremos ahora el lugar y las propiedades distintivas de la analogiacutea concepto medio entre los nombres equiacutevocos y los uniacutevocos Asiacute la define el catedraacutetico Jesuacutes Garciacutea Loacutepez

laquoEs la propiedad que tienen ciertas palabras y nociones de ser atribuidas o predicadas en diferentes sentidos pero que tienen algo de comuacuten entre siacute De esta suerte los sentidos de ellas ni son ente-ramente ideacutenticos (esto seriacutea univocidad) ni son tampoco completa-mente diversos (esto seriacutea referido en este caso soacutelo a las palabras equivocidad) sino que son sentidos semejantesraquo513

La predicabilidad por semejanza de las nociones de la que nos habla el autor se fundamenta en la trascendentalidad del ser que significa adecuadamente toda la realidad todo lo que es o existe en todos sus modos y en todas sus diferencias laquode manera que nada de lo que es o existe es ajeno al ser o estaacute fuera de eacutelraquo

514 Tal

modo de realizacioacuten del ser ndashque si bien implica cierta distincioacuten o desemejanza de los objetos diversos y asimismo se dice de todosndash postula un modo de predica-cioacuten Por consiguiente el modo de predicar sigue al modo de ser

Por ello mismo el ser es predicable seguacuten alguna semejanza o desemejanza que se mueve entre la equivocidad y la univocidad no implicando ni total igual-

512 A CAacuteRDENAS Breve tratado sobre la analogiacutea pp 78513 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino maestro del orden Cincel-Kapeluz Bogotaacute Colombia 1989 p 214514 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacutea Siacutentesis del pensamiento del padre Santiago Ramiacuterezrdquo en Estudios filosoacuteficos nordm 22 vol 133 (1983) p 79

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dad ni total desigualdad Dicha predicacioacuten hemos dicho seraacute expresada en una definicioacuten anaacuteloga o nombre anaacutelogo que laquose dice de varias cosas al menos de dos ya que la comparacioacuten y proporcioacuten no puede jamaacutes ser de una cosa consigo misma Es por lo mismo universal respecto de esas cosas de las que se dice las cuales se llaman analogadosraquo

515

Ahora bien sabemos que en la definicioacuten se pone el geacutenero proacuteximo que manifiesta lo comuacuten y la diferencia especiacutefica que pone lo propio de algo Pero esto es respecto de los nombres uniacutevocos y no de la analogiacutea en la que no cabe ni geacutenero ni diferencia sino que es preferible hablar de ldquoquasi geacutenerosrdquo y ldquoquasi diferenciasrdquo

516

laquoLo comuacuten de la analogiacutea con los otros conceptos universales es tener como ellos un mismo nombre para significar a todos sus in-feriores Pero lo propio de la analogiacutea es el que la ldquorazoacutenrdquo significa-da por ese nombre comuacuten su contenido objetivo exprese al mismo tiempo diversidad y semejanza en esa misma razoacutenraquo517

Y puesto que laquoel fundamento de la analogiacutea es la semejanza objetiva de las cosas diversasraquo

518 la uacutenica unidad loacutegica que es dable encontrar por encima

del geacutenero es la analogiacutea519

De aquiacute en maacutes esta afirmacioacuten vigorizaraacute nuestros posteriores razonamientos sobre todo al momento de confrontar la definicioacuten de la nocioacuten justicia de Tomaacutes de Aquino con la de Tomaacutes de Vio sobre la que nos preguntaremos un poco maacutes adelante iquestes la suya una nocioacuten anaacuteloga o uniacutevoca Si es uniacutevoca iquestsus partes son meras especies antes que analogados O si anaacutelo-ga iquestde queacute tipo

En orden a responder todo esto para cerrar este apartado y para situar maacutes cabalmente los que siguen retomemos y explayemos lo que hemos dicho sobre los posibles tipos analogiacutea

Establecimos siguiendo a Jesuacutes Garciacutea Loacutepez que la analogiacutea podiacutea ser de dos clases de atribucioacuten y de proporcionalidad Alejandro del Cura subsume

515 Ibidem p 88516 Cfr Ibidem p 91517 Ibidem p 91 518 Ibidem p 93519 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del ente en Aristoacutetelesrdquo en Anales de Filosofiacutea 2 (1984) p 69

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estas dos en un esquema un tanto maacutes abarcador indicando que la divisioacuten de la analogiacutea debe ser efectuada (1) en sentido amplio (analogiacutea de desigualdad) y (2) en sentido riguroso y ofrece el esquema que ponemos a continuacioacuten en la Figura 3

520

Figura 3

Como vemos la analogiacutea es de atribucioacuten (o proporcioacuten simple) y de pro-porcionalidad (o proporcioacuten compuesta) cuando es tomada en sentido riguroso Con esto queremos remarcar que esta no es la uacutenica divisioacuten posible y que cuan-do hagamos referencia a la analogiacutea ya de atribucioacuten ya de proporcionalidad debe ser leiacuteda en este marco referencial Por ello tambieacuten quisimos ofrecer aquiacute este esquema que serviraacute de mapa conceptual indicando las coordenadas de nuestra posicioacuten y los liacutemites en los que debe ser leiacutedo nuestro discurso

Asiacute pues completemos la caracterizacioacuten de la analogiacutea tomada en el senti-do riguroso

520 Tomamos la Figura 3 de A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 97

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laquoLa analogiacutea es de dos clases a) de atribucioacuten que supone un primer analogado que realiza plena y principalmente la nocioacuten anaacuteloga y unos analogados secundarios que realizan dicha nocioacuten de manera deficiente e impropia b) de proporcionalidad que im-plica semejanza de relaciones por lo que supone al menos cuatro teacuterminos enlazados dos a dosraquo521

Finalmente la analogiacutea de la que nos valdremos al hablar de la definicioacuten de la nocioacuten de la virtud de la justicia es la de atribucioacuten Descartamos la de propor-cionalidad puesto que no nos ocuparemos de ninguna semejanza entre ninguacuten tipo relaciones ni supondremos ldquoal menos cuatro teacuterminosrdquo sino del modo en que las formas de la virtud realizan en sentido primario y secundario la nocioacuten misma de justicia

Hasta aquiacute entonces las bases sobre las que analizaremos las definiciones que hemos reconstruido en el acaacutepite anterior Tal como hemos dicho amplia-remos algunos conceptos a medida que sean necesarios y funcionales a nuestra argumentacioacuten

V2 EL TEMA DE LA ANALOGIacuteA EN TOMAacuteS DE VIO

En la Introduccioacuten y en la Parte I de este escrito manifestamos que el tema de la analogiacutea era de particular intereacutes para los estudiosos de la doctrina del Ca-yetano Y mostramos tambieacuten coacutemo eacuteste se inscribe en una situacioacuten generaliza-da la de cuestionar la fidelidad del Cardenal respecto de la ensentildeanza de Santo Tomaacutes de Aquino su mentor intelectual

Nos situamos con esta tesis en la liacutenea de aquellos que postulan en pri-mer lugar la distancia entre el de Aquino y el de Gaeta y en segundo lugar la influencia que el uacuteltimo ha tenido en el tomismo laquoen diversos e importantes nuacutecleos especulativos que en muchas ocasiones habiacutean llevado al tomismo por senderos ajenos a la mens tomasianaraquo522

Compartimos con el autor que nos pre-

521 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino p 214522 C MUNtildeOZ ldquoCiencia y objetividad en Cayetanordquo en Scripta 7 (2014) p 57

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cede en el aacutembito nacional la intencioacuten de laquoponer de relieve la actualidad que continuacutea teniendo el pensamiento de Cayetano y el de ahondar en los motivos que lo han conducido a diferenciarse de su maestroraquo

523 eacutel (C Muntildeoz) en la con-

cepcioacuten de la ciencia y de la objetividad de Cayetano nosotros en la nocioacuten y la definicioacuten de la justicia en cuanto virtud

Pues bien apoyaacutendonos en las conclusiones de Muntildeoz y de todos los auto-res que resentildea

524 y en los aportes que hasta aquiacute hemos realizado tomamos por

un hecho que con sus comentarios el Cardenal expone una doctrina propia antes que repetir la del Angeacutelico De aquiacute venimos entonces a considerar el tema de la analogiacutea cuya nocioacuten seraacute solidaria con todo su pensamiento y posteriores formulaciones en los diversos campos nos interesaraacute la relacioacuten de tal nocioacuten aplicada a la ciencia Moral

Para el Cardenal la uacutenica verdadera y plenamente analogiacutea es la de propor-cionalidad Opinioacuten que ha acompantildeado a todo el tomismo habiendo desesti-mado ndashiquestu olvidadondash los otros tipos especialmente la de atribucioacuten intriacutenseca Asiacute lo relata A Del Cura

laquoHistoacutericamente consta que esta forma de analogiacutea en su ser especiacutefico de atribucioacuten intriacutenseca ha sido ignorada por toda la tradicioacuten tomista desde Cayetano hasta nuestros diacuteas concre-tamente hasta el P SANTIAGO RAMIacuteREZ Es maacutes la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca defendida como uacutenica y exclusiva analogiacutea metafiacutesica por FRANCISCO SUAacuteREZ ha sido siempre combatida por todos los tomistas posteriores al Doctor Eximio Con la particu-laridad de que SUAacuteREZ cercena la analogiacutea al suprimir la de pro-porcionalidad propia mientras que Cayetano y los otros tomistas la conservaron iacutentegra al incluir todo el contenido de la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca en la que ARAUJO y los tomistas del XVII la llamaron ANALOGIacuteA MIXTAraquo525

En consecuencia (y por esto mismo) Cayetano tambieacuten niega el primer tipo de analogiacutea ndashexpuesta en el cuadro que pusimos del trabajo con el que Del Cura homenajea a Santiago Ramiacuterezndash nos referimos a la analogiacutea tomada en

523 Ibidem p 57524 Vid Ibidem pp 55-64525 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 104

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ldquosentido ampliordquo o analogiacutea de desigualdad (secundum esse et non secundum intentionem)

laquoEsta analogiacutea es caracterizada por SANTO TOMAacuteS como ldquoseguacuten el ser y no seguacuten la intencioacutenrdquo es decir seguacuten la esencia real y no seguacuten la esencia pensada Por eso es una analogiacutea real (fiacutesica o metafiacutesica) pero no loacutegica No obstante no se puede suscribir la opinioacuten de CAYETANO quien dice que este tipo de analogiacutea nada tiene que ver con la analogiacutea (ldquoalienus ab analogia omnino sitrdquo)raquo 526

Tesis reforzada por Del Cura que al hablarnos de la analogiacutea de desigualdad (secta) hace resaltar que laquoel nombre se lo puso Cayetano para quien no es analo-giacutea maacutes que de modo ldquoabusivordquo ldquoalienus ab analogia omnino estrdquo

527 Mientras

que laquoSanto Tomaacutes deciacutea que era analogiacutea ldquosecundum esse et non secundum in-tentionemrdquo De aquiacute que se la llame tambieacuten analogiacutea fiacutesica Y como las cosas asiacute anaacutelogas estaacuten comprendidas dentro del mismo ldquogeacutenero loacutegicordquo se la llama tambieacuten analogiacutea prope genusraquo

528

En efecto laquotoda analogiacutea intriacutenseca queda englobada en Cayetano en la analogiacutea de proporcionalidadraquo

529 La explicacioacuten que da Ramiacuterez sintetizada en

el trabajado de Del Cura se articula en los siguientes puntos530

a Santo Tomaacutes reconoce tres modos de analogiacuteas (1) secundum esse et non secundum intentionem (analogiacutea de desigualdad) (2) secundum in-tentionem et non secundum esse (analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca) (3) secundum esse et secundum intentionem (analogiacutea de atribucioacuten intriacuten-seca y analogiacutea de proporcionalidad)

526 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 203 El autor reenviacutea a corroborar lo que dice con el opuacutesculo del Tomaacutes de Vio De nominum analogia cap 1 n 3 [El resaltado es nuestro]527 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 98 El autor se funda en la misma obra de Cayetano De nominum analogia c 1 p 6 Ed Zammit Roma 1934528 Ibidem p 98529 Ibidem p 104530 Cfr Ibidem pp104-106

253

b En un texto (I Sent 1 19 q 5 a 2 ad 1) laquoSanto Tomaacutes habla solamente de los tres primeros modos de analogiacutea sin mencionar para nada la pro-porcionalidadraquo

531

c Cayetano identifica laquola ldquotrilogiacuteardquo de Santo Tomaacutes con las analogiacuteas de desigualdad de atribucioacuten y de proporcionalidad Por lo tanto la de atribucioacuten es ldquosec intentionem et non sec esserdquo y por ello mismo ex-triacutensecaraquo

532

Esto uacuteltimo (sectc) tambieacuten lo sostiene Garciacutea Loacutepez

laquoCAYETANO en su celebrada obra De nominum analogia establece apoyaacutendose en un texto de Santo TOMAacuteS tres especies de analogiacutea la de desigualdad (que se acerca a la univocacioacuten) la de atribucioacuten ndashsiempre extriacutensecandash (que se acerca a la equivocacioacuten) y la de proporcionalidad ya propia ya metafoacuterica (que es analogiacutea verdaderaraquo533

Y luego de citar I Sent dist 19 q 5 a 2 ad 1 concluye

laquoPues bien CAYETANO creyoacute ver en esa divisioacuten tomista de la analogiacutea tres tipos fundamentales de ella a los cuales se reducen todos los demaacutes analogia secundum esse tantum et non secundum intentionaem que eacutel llamoacute analogiacutea inaequalitatis analogiacutea secun-dum intentionem tantum et non secundum esse que identifica con la analogiacutea de atribucioacuten y la analogiacutea secundum intentionem et se-cundum esse que dice ser la analogiacutea de proporcionalidadraquo534

laquoDejando a un lado la analogiacutea de desigualdad modo de analogiacutea que seguacuten CAYETANO alienus ab analogia omnino sit (De nominum analogia cap I n

531 Ibidem p 104 sectbrsquo532 Ibidem p 104 sectcrsquo533 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del enterdquo en Convivium 21 (1966) p 162534 Ibidem p 163

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

3)raquo535

veamos las definiciones que pone para las dos restantes a saber la analo-giacutea de atribucioacuten y la de proporcionalidad

laquoldquoAnaacutelogos por atribucioacuten son aquellos cuyo nombre es comuacuten y la razoacuten significada por ese nombre es la misma seguacuten un teacutermino y diversa seguacuten las relaciones a eacutel (Ibiacuted [De nominum analogia] cap II n 8) en cambio ldquoanaacutelogos por proporcionalidad son aquellos cuyo nombre es comuacuten y la razoacuten significada por ese nombre es la misma proporcionalmenterdquo o tambieacuten ldquoes semejante proporcionalmenterdquo (Ibiacuted cap III n 23)raquo536

Pero el anaacutelisis no termina aquiacute puesto que el Cardenal ahonda su razona-miento aportando notas verdaderamente relevantes para primero mostrar el modo en que se distancia del Doctor Comuacuten y segundo hacer resaltar la in-fluencia que ha tenido en el tomismo que le sucedioacute Veaacutemoslo

laquoPor lo demaacutes al descender a la explicacioacuten maacutes amplia de estas definiciones CAYETANO deja firmemente asentado que ldquoel nombre anaacutelogo por atribucioacuten en cuanto tal o en cuanto realiza esta analogiacutea es comuacuten a los analogados de tal modo que al primero con-viene formalmente pero a los restantes por denominacioacuten extriacutense-cardquo (Ibiacuted [De nominum analogia] cap II n 11) mientras que la analogiacutea de proporcionalidad se realiza ldquoseguacuten la causalidad formal inherente (Ibiacuted cap III n 27) o intriacutenseca Maacutes claro la analo-giacutea de atribucioacuten formalmente considerada siempre es extriacutenseca y en cambio la de proporcionalidad es intriacutenseca De aquiacute es llevado inevitablemente a afirmar que la analogiacutea que corresponde formal-mente al ente es la de proporcionalidad propia y que la analogiacutea de atribucioacuten soacutelo le puede corresponder de una manera material Y seguacuten lo establecioacute CAYETANO asiacute lo han venido repitiendo todos o casi todos los tomistasraquo537

535 Ibidem p 163536 Ibidem p 163537 Ibidem p 163

255

Por todo lo cual llegamos por diversos caminos a la conclusioacuten de que laquoCAYETANO restringioacute demasiado el aacutembito y la virtualidad de la analogiacutea de atribucioacuten a expensas de la analogiacutea de proporcionalidad propiaraquo

538

Tenemos hasta aquiacute que (1) el Cardenal niega el primer tipo de analogiacutea ndashauacuten ldquorebautizaacutendolardquo como se desprende de lo dicho por Del Curandash (2) deses-tima la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca subsumieacutendola en la de proporciona-lidad siendo eacutesta (3) la uacutenica verdadera y plenamente analogiacutea

A partir de todo esto hemos confeccionado un nuevo cuadro sobre la divi-sioacuten de la analogiacutea ahora con respecto a la que realiza el Cayetano A modo de siacutentesis lo ofrecemos aquiacute debajo en la Figura 4

Figura 4

Un golpe de vista sobre el mismo revela coacutemo el Cardenal ha ldquosimplificadordquo la estructura misma de la analogiacutea empobrecieacutendola en sus clases Pero este es soacutelo un anaacutelisis primario y superficial Porque adentraacutendonos en el mismo

538 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 104 sectirsquo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

hemos de descubrir que la nocioacuten de analogiacutea es en siacute misma otra que de la del Aquinate

Habiacuteamos dicho que la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca veniacutea subsumida por el Cayetano dentro de la analogiacutea de proporcionalidad A este respecto Je-suacutes Garciacutea Loacutepez tambieacuten siguiendo la monumental obra de Santiago Ramiacuterez sobre la analogiacutea va un poco maacutes allaacute con sus conclusiones al comprar las in-terpretaciones del Cardenal con respecto a las de Suaacuterez en torno a las analogiacuteas que se realizan en el concepto de ente

laquoSi CAYETANO y sus seguidores pecan de exclusivismo al negar la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca en el mismo pecado incurren SUAacuteREZ y los suaristas al descalificar toda analogiacutea de proporcionalidad hacieacutendola simplemente metafoacuterica Aquiacute como en otras muchas cuestiones la verdad estaacute en el justo medio Ni sola atribucioacuten ni sola proporcionalidad Ambas analogiacuteas (y ciertamen-te intriacutensecas) se realizan en el concepto de enteraquo539

Tesis que retoma y justifica en otro trabajo540

emparentando en alguacuten punto la posicioacuten de Tomaacutes de Vio con la de Aristoacuteteles Alliacute expone claramente coacutemo el Cardenal dejando de lado la analogiacutea de desigualdad afirma que la analogiacutea de atribucioacuten es siempre extriacutenseca mientras que la de proporcionalidad laquoes la uacutenica analogiacutea intriacutenseca y por ello en cuanto propia la verdadera analogiacutea me-tafiacutesica una analogiacutea secundum intentionem et secundum esseraquo

541 Decimos ldquoen

alguacuten puntordquo porque no nos consta que el Estagirita haya admitido ndashal menos defendidondash la analogiacutea de proporcionalidad para el ente como afirma J Garciacutea Loacutepez que siacute lo haraacute el Gaetano

542

539 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del enterdquo p 166540 IDEM ldquoLa analogiacutea del ente en Aristoacutetelesrdquo pp 61-73541 Ibidem p 67542 IDEM ldquoLa analogiacutea del enterdquo p 163 laquoCAYETANO deja firmemente asentado que el ldquonombre anaacute-logo por atribucioacuten en cuanto tal o en cuanto realiza esta analogiacutea es comuacuten a los analogados de tal modo que al primero conviene formalmente pero a los restantes por denominacioacuten extriacutensecardquo mientras que la analogiacutea de proporcionalidad se realiza ldquoseguacuten la causalidad formal inherenterdquo o intriacutenseca Maacutes claro la analogiacutea de atribucioacuten formalmente considerada siempre es extriacutenseca y en cambio la de proporcionalidad es intriacutenseca De aquiacute es llevado inevitablemente a afirmar que la analogiacutea que corresponde formalmen-te al ente es la de proporcionalidad propria y que la analogiacutea de atribucioacuten soacutelo le puede corresponder de una manera material Y seguacuten lo establecioacute CAYETANO asiacute lo han venido repitiendo todos o casi todos los tomistasraquo [El resaltado es nuestro]

257

Consideremos a continuacioacuten queacute tipo de analogiacutea corresponde a la defini-cioacuten de justicia seguacuten Tomaacutes de Aquino y Tomaacutes de Vio

V3 LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN DE ACTO

Seraacute necesario reparar primero en la analogiacutea que corresponde a la nocioacuten de acto para luego desembarcar en el tipo de analogiacutea propio de la virtud de la justicia Y esto puesto que al hablar de virtud ndashen la doctrina tomistandash hacemos referencia al haacutebito operativo adquirido mediante la repeticioacuten de actos laquocuya nocioacuten generaliacutesima [] es el fruto de sucesivas abstracciones que comienzan a partir de uno de los datos sensibles maacutes obvios el movimiento o cambio de las cosasraquo

543

Siguiendo al Aquinate en algunos de sus escritos544

J Garciacutea Loacutepez ofrece una muy peculiar siacutentesis del tema que aquiacute nos interesa y al que por ello mismo recurrimos Partiendo como hemos dicho de la percepcioacuten del maacutes inmediato de los actos deberemos considerar toda una serie de disquisiciones a partir del origen y del teacutermino del movimiento mismo

laquoEn efecto todo movimiento tiene un origen y un teacutermino El origen del movimiento por su parte es doble hay un origen pasivo o material y un origen activo o eficiente En cuanto al teacutermino el movimiento apunta a una cierta perfeccioacuten que trata de alcanzarse y que es la forma o el fin

Pues bien el teacutermino del movimiento es tambieacuten un cierto acto un acto completo al menos relativamente pues no es otra cosa que la consumacioacuten del acto incompleto en que el movimiento con-siste y por eso a la forma y al fin (que son el teacutermino del movimien-to) se les aplica tambieacuten con toda razoacuten el nombre de acto

Por otro lado el origen activo del movimiento (aunque no ciertamente el origen pasivo) es tambieacuten un acto pues toda la actua-

543 IDEM ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de acto seguacuten Santo Tomaacutesrdquo en Anuario Filosoacutefico 6 (1973) pp 145- 176 p147544 Principalmente De potentia De veritate De ente et essentia los comentarios a la Fiacutesica y a la Metafiacute-sica aristoteacutelica varios loci de la S Th y de la Suma contra gentiles

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

lidad del movimiento y del teacutermino del mismo tiene que encontrarse contendida de alguna manera en su causa y por eso tambieacuten se lla-ma acto a la accioacuten y al principio de la accioacuten es decir al agente Por donde la palabra acto si bien tomada del movimiento se extiende luego a significar al agente a la accioacuten a la forma y al finraquo545

Tenemos entonces que acto viene a significar primero el movimiento lue-go la causa del movimiento (la accioacuten) y finalmente el teacutermino del movimiento y de la accioacuten (la forma) Dicha forma puede ser considerada bajo otro respecto del que acabamos de poner (el fin del movimiento y de la accioacuten) el ser principio de ambos puesto que laquolo que ha alcanzado alguna actualidad o forma puede a su vez comunicar a otros esa actualidad suya constituyeacutendose en principio de una nueva accioacuten y un nuevo movimientoraquo

546

A partir de esto Garciacutea Loacutepez expone las posibles significaciones del acto el movimiento la accioacuten la operacioacuten la forma y el ser

Aquiacute no interesa el movimiento en tanto algo que estaacute en una situacioacuten me-dia entre la potencia pura y el acto perfecto pero siacute la consideracioacuten del acto en cuanto ldquoaccioacutenrdquo de la cual hay dos tipos la accioacuten transitiva y la operacioacuten

La transitiva o simplemente accioacuten es la que procede del agente hacia algo exterior cambiaacutendolo y comunicaacutendole sus efectos La operacioacuten cambio es la accioacuten que procediendo del agente no se comporta como viacutea hacia un teacutermino exterior sino que permanece en eacutel mismo De aquiacute entonces doble calificacioacuten de la accioacuten en transitiva o inmanente

laquoLa accioacuten inmanente llamada propiamente operacioacuten se di-ferencia esencialmente de la accioacuten transitiva La operacioacuten en efec-to no pasa fuera del agente lo que es esencial para la accioacuten Esta es sin duda la diferencia fundamental y la que autoriza a llamar a la operacioacuten ldquoaccioacuten inmanenterdquo Todas las otras diferencias provienen de eacutestaraquo547

545 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de actordquo pp 147-148546 Ibidem p 149547 Ibidem pp 154

259

Sentildealemos de paso que a la transitiva se contrapone la pasioacuten laquoque es aquello por lo cual un sujeto se constituye en receptor del efecto producido por el agente en eacutel con alguna transmutacioacutenraquo

548 Por esto mismo dicho sujeto ndashsobre

el cual recaen el efecto de la accioacuten de otro agentendash es denominado paciente laquoAsiacute como la accioacuten es el ejercicio de la causalidad del agente asiacute la pasioacuten es el ejercicio de la pasividad del pacienteraquo

549

Volviendo al tema de la operacioacuten resulta capital la diferencia que esta-blece Santo Tomaacutes entre ciertas potencias activas cuyo fin es el mero uso de la potencia y aquellas en la que algo es producido es decir cuyo fin es una obra A este respecto Santo Tomaacutes explica uno y otro caso poniendo como ejemplos la visioacuten como fin uacuteltimo de la potencia visiva y el de la edificacioacuten por la cual algo se hace Y a este respecto abunda

laquoTalis autem differentia inter praedictas potentias est consi-deranda quod quando praeter actum ipsum potentiae qui est actio sit aliquod operatum actio talium potentiarum est in facto et actus facti ut aedificatio in aedificato et contextio in contexto et univer-saliter motus in moto Et hoc ideo quia quando per actionem po-tentiae constituitur aliquod operatum illa actio perficit operatum et non operantem Unde est in operato sicut actio et perfectio eius non autem in operante

Sed quando non est aliquod opus operatum praeter actionem potentiae tunc actio existit in agente et ut perfectio eius et non transit in aliquid exterius perficiendum sicut visio est in vidente ut perfectio eius et speculatio in speculante et vita in anima ut per vitam intelligamus opera vitaeraquo

550

Comentando este pasaje J Garciacutea Loacutepez sentildeala

548 Ibidem p 152549 Ibidem p 152550 Tomaacutes DE AQUINO Sententia libri Metaphysicae liber IX Textum Taurini 1950 editum ac automato translatum a Roberto Busa SJ in taenias magneticas denuo recognovit Enrique Alarcoacuten atque instruxit [83435] Sententia Metaphysicae lib 9 l 8 n 9 [83436] Sententia Metaphysicae lib 9 l 8 n 10 Consul-tado httpwwwcorpusthomisticumorgcmp09html83427

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoSeguacuten esto en la accioacuten transitiva hay que distinguir tres ele-mentos el agente la accioacuten misma que pasa al paciente y el efecto exterior producido en el paciente mientras que en la operacioacuten soacutelo hay que distinguir dos el agente y la operacioacuten que no pasa al pa-ciente sino que permanece en el agente si aquiacute hay produccioacuten de un efecto no seraacute exterior sino interior al propio agenteraquo551

Asiacute pues queda establecido que hay en algunos casos una obra ademaacutes del acto mismo de la potencia (accioacuten) y que precisamente la accioacuten de eacutestas estaacute en lo hecho y es acto de lo hecho (laquoactio talium potentiarum est in facto et actus factiraquo) ldquocomo la edificacioacuten en lo edificado la construccioacuten en lo construido y en modo maacutes general el movimiento en lo movido Tal acotacioacuten resulta capital puesto que en este sentido hablamos de la virtud en tanto que ldquohaacutebito operativordquo Sentido que nos ayudaraacute a comprender cabalmente la nocioacuten misma de virtud y de la estructura interna de la justicia que el Aquinate nos propone al ofrecernos dos formas

Ademaacutes de la ldquooperacioacutenrdquo dijimos otra de las posibles significaciones de ldquoactordquo que nos interesa es la de ldquoformardquo laquoLa forma es lo mismo que la determi-nacioacutenraquo

552 y puede ser intriacutenseca o extriacutenseca Si bien esta uacuteltima no es propia-

mente hablando ni ejemplar ni causa tambieacuten es llamada ejemplar porque dice relacioacuten por un lado con la causa final puesto que a ella tiende para su propia perfeccioacuten y toma de alliacute la razoacuten de su obrar Dicha intencionalidad la pone en tensioacuten por otro con la causa formal puesto que se conforma a ella

La primera (forma intriacutenseca) se divide a su vez en sustancial y accidental laquoLa forma sustancial estaacute en el geacutenero de la sustancia la accidental en el geacutenero de la cualidadraquo

553 En relacioacuten con nuestro tema son las formas intriacutensecas ac-

cidentales las que comportan maacutexima preocupacioacuten por encontrarse entre ellas las potencias o facultades operativas y los haacutebitos operativos como forma de sus actos siendo la forma el teacutermino por el cual se designa la firmeza y la fina-lizacioacuten del acto

551 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de actordquo pp 154552 Ibidem p 160553 Ibidem p 160

261

Si bien todo esto laquola fecundidad del concepto de acto no se agota en los tipos hasta ahora descritosraquo 554 (esto es acto en cuanto movimiento accioacuten ope-racioacuten y forma) sino que laquohay que dar un paso maacutes y llegar hasta el acto de ser o hasta el ser entendido como actoraquo

555 Para lo cual seraacute necesaria la consideracioacuten

del origen de todo ente para nosotros a partir de la Creacioacuten de Dios ex nihilo

laquoEsta produccioacuten de las cosas en cuanto son entes es precisa-mente la creacioacuten que es descrita por Santo Tomaacutes como ldquoemana-cioacuten de todo el ente en virtud de la causa universal que es Diosrdquo y tambieacuten como ldquoemanacioacuten de todo el ser a partir del no ente que es la nadardquo

Pero antes de pasar adelante hay que advertir que el ser se dice fundamentalmente de dos maneras el ser real o natural y el ser mental o intencionalraquo556

Por pertinente a nuestra tesis nos detendremos en la consideracioacuten del ser mental en cuanto acto del entendimiento y no como ldquoser algo subsistente en la realidadrdquo si bien ambos coinciden en algo laquolos dos son actos sin maacutes sin res-triccioacuten algunaraquo

557

Pero antes reparemos en los tipos de analogiacuteas propios para la considera-cioacuten del ser real puesto que cuando hablamos de acto y de virtud como acto o del acto de la virtud lo haremos en referencia a un concepto anaacutelogo y no uniacutevoco de un ser mental

En siacute mismo tomado el concepto de acto (del ser real) dice una relacioacuten di-recta con el ser y para su expresioacuten requiere la postulacioacuten como el acto de ser siendo el ser su primer analogado en una analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca Pero cuando nos referimos a otros tipos de actos deberemos recurrir a otros tipos de analogiacuteas que expresen de otro modo las semejanzas ndashy o desemejanzasndash laquoen-tre las relaciones que cada tipo de acto tiene con su correspondiente potenciaraquo

558

554 Ibidem p 162555 Ibidem p 162556 Ibidem p 163557 Ibidem p 166558 Ibidem p 172

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tomada la virtud como haacutebito operativo ndashaccioacuten inmanentendash entramos en la consideracioacuten de la analogiacutea de proporcionalidad propia

laquoLa accioacuten inmanente guarda con el agente una relacioacuten de originado a origen y eacutesta es la que propiamente le compete Sin embargo la operacioacuten es un accidente del agente y asiacute debe guardar con eacutel una relacioacuten de acto a potencia Como esta accioacuten no pasa a un paciente produciendo un efecto exterior no se dan por este lado nuevas relacionesraquo559

En el caso de que la accioacuten de un agente siacute afecte a un paciente estamos pues frente al otro tipo de acto ndashaccioacuten transitivandash aunque tambieacuten viene ex-presada con una analogiacutea de proporcionalidad propia lo es para manifestar otro tipo de relaciones

laquoPor un lado se relaciona con el agente con una relacioacuten de originado a origen y tambieacuten con el paciente con una relacioacuten de origen a originado Asimismo entrantildea relaciones de potencia y acto En efecto en cuanto la accioacuten se considera en el agente como ac-cidente suyo que es guarda con eacutel una relacioacuten de acto a potencia pues todo accidente es acto y toda sustancia es potencia en orden a sus accidentes Pero en cuanto la accioacuten se considera en el paciente se identifica con el movimiento y asiacute dice relacioacuten de acto a poten-cia con respecto al paciente y de potencia a acto con respecto al teacutermino del movimiento es decir a la formaraquo560

Ahora bien si tomamos la nocioacuten de forma como analogiacutea de la nocioacuten de acto tambieacuten nos tendremos que valer de la analogiacutea de proporcionalidad pro-pia puesto que laquola forma tiene con la materia una relacioacuten de acto a potencia Y asiacute como la forma puede ser substancial y accidental asiacute tambieacuten la materia puede ser primera y segundaraquo

561

559 Ibidem p 174560 Ibidem p 173-174561 Ibidem p 175

263

Hasta aquiacute las analogiacuteas propias de la nocioacuten de acto de ser real Considere-mos las del ser mental Cualquiera de las formas de analogiacutea que utilicemos para la definicioacuten de virtud fundadas en el caraacutecter anaacutelogo de la nocioacuten de acto de-beraacuten ser de atribucioacuten o de proporcioacuten simple No de proporcionalidad porque como anticipamos no nos ocuparemos de ninguna semejanza entre ninguacuten tipo relaciones ni supondremos ldquoal menos cuatro teacuterminosrdquo (proportionalitas) sino del modo en que las formas de la virtud realizan en sentido primario y secunda-rio la nocioacuten misma de justicia Aunque las notas que acabamos de anotar para este tipo de analogiacutea serviraacuten para explicar a continuacioacuten la analogiacutea propia de la nocioacuten de virtud de la justicia

Digamos para finalizar este apartado que la nocioacuten de virtud se funda en la nocioacuten anaacuteloga de acto

V4 LA ANALOGIacuteA DE LA JUSTICIA

El tipo de analogiacutea correspondiente a la nocioacuten de justicia se funda en el modo en que ella misma en cuanto virtud es concebida y cuya definicioacuten seraacute la resultante de la nocioacuten abstraiacuteda Hemos establecido que tal concepto es la expresioacuten de la abstraccioacuten realizada seguacuten un tipo de todo Por esto mismo no podemos perder de vista la relacioacuten existente entre ldquotodo-abstraccioacutenrdquo y ldquocon-cepto-definicioacutenrdquo puesto que la nocioacuten expresada en un concepto y predicada en una definicioacuten deberaacute ser acorde al todo en que se funda para su abstraccioacuten

De aquiacute que el todo sea la base de la cual la abstraccioacuten extraiga la ldquomate-riardquo para que luego una nocioacuten sea conceptualizada y predicada

Resumidamente la definicioacuten responde al modo en que algo ha sido abs-traiacutedo y predicado de un tipo de todo De lo cual se desprenden las siguientes posibilidades

Opcioacuten 1 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan distintas nociones abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Opcioacuten 2 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan distintas nociones abstraiacutedas de diversos tipos de todo

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Y no podraacuten seguirse por ser sencillamente contradictorias

Opcioacuten 3 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan iguales nociones abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Opcioacuten 4 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan iguales nociones abstraiacutedas de diversos tipos de todo

Opcioacuten 5 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de diversos tipos de todo

Opcioacuten 6 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de un mismo tipo de todo y predicadas en modos diferentes

Ni tampoco por ser tautoloacutegicas o simplemente lo mismo

Opcioacuten 7 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Nos encontramos nosotros frente a las dos primeras opciones

En el caso de que nuestra situacioacuten (la definicioacuten justicia tomasiana por un lado la cayetana por otro) responda a la primera situacioacuten estaremos pues frente a dos modos diversos de predicar lo mismo (uniacutevoca o anaacutelogamente)

Pero si fuese el caso que estemos frente a la segunda de las opciones enton-ces podriacuteamos estar ante dos modos diversos o el mismo de predicar cosas dis-tintas Existe asiacute la posibilidad de que sea el mismo modo de predicar ndashuniacutevoca o anaacutelogamentendash nociones diversas Es decir que ldquoPrdquo podriacutea predicarse de ldquoSrdquo anaacuteloga o uniacutevocamente del mismo modo que ldquoQrdquo podriacutea (uniacutevoca o anaacuteloga-mente) predicarse de ldquoRrdquo

Cualquiera sea el caso estaremos siempre frente a diferentes definiciones Consideremos a la luz de lo dicho las que respecto de la virtud de la justicia nos traen el Doctor Comuacuten y el Priacutencipe de los Comentadores

265

V41 La analogiacutea de la justicia en Santo Tomaacutes

En (sectIV1) La definicioacuten de justicia en S Th II-II qq 57-62 escribimos

laquoLa justicia es una virtud moral que tiene por objeto el de-recho y que radica en la voluntad como en su sujeto Debido a que es un haacutebito operativo que entiende dar o retribuir a cada quien lo suyo se dice anaacutelogamente justicia general y particular Es general cuando rectifica las acciones de las personas hacia el bien comuacuten fin propio de la sociedad poliacutetica y cuando dirige tambieacuten a su propio fin a cada una de las virtudes morales Se dice particular cuando se consideran los actos de las personas singulares en referencia a otras personas Lo cual puede acontecer en dos modos de persona (parte) a persona (parte) o del todo (comunidad) a la parte (persona) De tal consideracioacuten resulta la divisioacuten en partes subjetivas de la virtud de la justicia dicha particular la primera es la justicia (particular) con-mutativa y la segunda es la justicia (particular) distributiva Es decir que la nota de alteridad es la que sirve de fundamento a la distincioacuten de la virtud de la justicia en sus dos formas anaacutelogas ndashnuevamente general (o legal) y particularndash y a la divisioacuten de la uacuteltima en sus par-tes subjetivas (distributiva y conmutativa)raquo562

En esta definicioacuten de justicia hay una analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca fun-dada en la distinta jerarquiacutea de sus objetos entre los cuales uno (el bien comuacuten) es fuente y origen del analogado secundario (el bien particular) que es bien por participacioacuten y en sentido derivado Sin perjuicio de que esta analogiacutea funde otra (por ejemplo de proporcionalidad propia) Justifiquemos esta asercioacuten

Decimos que es analogiacutea de atribucioacuten por dos razones

Por un lado puesto que en la definicioacuten que hemos dado el analogado prin-cipal es fuente y origen del segundo cumpliendo asiacute una de las notas que A Caacuterdenas sentildeala para la analogiacutea de atribucioacuten la cual laquotiene como fundamento a la causalidadraquo

563

562 Vid Parte II Cap IV sect 1 La definicioacuten de justicia en S Th II-II qq 57-62 de este mismo escrito563 A CAacuteRDENAS Breve tratado p 30

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por otro porque la misma supone laquotanto un teacutermino oral o escrito como un verbo mental o concepto que son comunes a los analogados a aquellas entidades a las que el concepto y el nombre son referidosraquo

564

En nuestro caso el ldquopunto de vistardquo desde el cual contemplamos ambos analogados es el fin propio de la justicia el bien comuacuten Y es en virtud de eacuteste la razoacuten por la cual decimos que la forma general o legal es el analogado princi-pal en el cual la justicia se realiza plenamente La forma particular de la justicia entonces viene a ser el analogado secundario que se origina en la relacioacuten del bien particular con el bien comuacuten Se dice pues anaacutelogamente justicia tanto a aquella virtud ndashforma generalndash que es directiva en la relacioacuten bien comuacuten-comu-nidad poliacutetica cuanto a aquella ndashforma particularndash que lo hace respecto del bien particular-persona particular

Ademaacutes porque ambos analogados como sentildealamos comparten un mismo concepto y nombre para ellos mismos y para las cosas que refieren justicia acto justo Seguacuten aquella definicioacuten laquoquod iustitia est habitus secundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tribuitraquo

565

Asiacute pues queda demostrado que el Doctor Comuacuten predica anaacutelogamente la virtud de la justicia Y que tal es una analogiacutea de atribucioacuten Consideremos ahora si es de atribucioacuten intriacutenseca o extriacutenseca Para esto reparemos en lo si-guiente

laquoLa analogiacutea de atribucioacuten sin dejar de ser la misma mues-tra dos modalidades La primera en la que el teacutermino significa la relacioacuten entre dos analogados secundarios En este caso lo que maacutes inmediatamente significa el teacutermino es la relacioacuten entre esos analo-gados pero lo que maacutes principalmente significa es la relacioacuten subya-cente a la manera como subyace un cimiento entre los analogados secundarios y el analogado principal La otra cuando comparamos uno o varios de los analogados secundarios con el analogado prin-cipal en este caso lo que primero y ante todo expresa el concepto y lo que inmediatamente expresa tambieacuten el concepto es el analogado principal por llevar iacutencita la formalidad en la que tal analogiacutea tiene su hontanarraquo

566

564 Ibidem p 29565 S Th II-II q 58 a 1 resp566 A CAacuteRDENAS Breve tratado p 35

267

En consecuencia ndashe independientemente de estas dos modalidadesndash en la analogiacutea de proporcioacuten se da siempre un primer analogado que es el primer sujeto de atribucioacuten y de cuya comparacioacuten se aplica el nombre anaacutelogo a los restantes analogados (secundarios)

Y antes de determinar si la analogiacutea de la justicia es de proporcionalidad intriacutenseca o extriacutenseca advirtamos que tal divisioacuten responde sola y exclusiva-mente al modo en que los analogados secundarios participan en la forma del primero En efecto hay otras determinaciones posibles de dicha analogiacutea de pro-porcionalidad

laquoEsta analogiacutea se divide de varias maneras a) por parte de la razoacuten o de la causa con arreglo a la cual se hace la atribucioacuten b) por parte del nuacutemero de los analogados secundarios c) por parte del modo de comunicacioacuten o participacioacuten de la forma del primer analogado en los analogados secundarios a) por parte del modo de proporcioacuten entre el primer analogado y las analogiacuteas restantesraquo567

Plantear el tema de la analogiacutea de atribucioacuten en meros teacuterminos de ldquoan sit extriacutenseca sive intriacutensecardquo es tomar el tema en forma acotada La cuestioacuten exige que despejemos una a una las cuatro posibilidades traiacutedas por J Garciacutea Loacutepez

El inciso secta postula que la significacioacuten realizada plenamente en el analoga-do primario y aplicado a los secundarios puede basarse en la ldquocausa final en la eficiente en la ejemplar o en la materialrdquo

568

Respecto de la justicia la forma legal es analogado principal puesto que su fin propio es el bien comuacuten poliacutetico fin de la comunidad poliacutetica y a su traveacutes de la persona humana hablando en teacuterminos meramente poliacuteticos o naturales Es ademaacutes analogado principal puesto que en tanto virtud general anima a cada una de las virtudes a su fin propio es decir a que cada haacutebito sea operativo alcanzando su teacutermino Es ejemplar puesto que al mismo tiempo que se ordena al bien comuacuten modela al resto de las virtudes dirigieacutendolas eficazmente Es

567 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 207568 Cfr Ibidem p 207 Aclara el autor que tal basamento puede darse en la causa material siempre y cuando entendamos dicha causa laquoen el sentido de materia in qua o de sujeto de inhesioacuten y de predicacioacutenraquo

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

tambieacuten principal puesto que el bien particular ndashobjeto de la forma particular de la justiciandash se funda deriva participa y colabora mediatamente al bien comuacuten

laquoOportet praeter iustitiam legalem quae ordinat hominem immediate ad bonum commune esse alias virtutes quae immedia-te ordinant hominen circa particularia bona Quae quidem possunt esse vel ad seipsm vel ad alteram personam Sicut ergo praeter ius-titiam legalem oportet esse aliquas virtutes particulares quae or-dinant hominem in seipso puta temperantiam et fortitudinem ita etiam praeter iustitiam legalem oportet esse particularem quandam iustitiam quae ordinet hominem circa ea quae sunt ad alteram sin-gularem personamraquo

569

Razoacuten suficiente para que sea causa material del analogado secundario

El inciso sectb presentaba la divisioacuten de la analogiacutea seguacuten el nuacutemero de los analogados secundarios Tal puede ser unius ad unum seu plurium ad unum

laquoEste uno es el primer analogado que realiza de una manera plena lo significado por el nombre anaacutelogo Por eso si en la analogiacutea de varios a uno hay entre aquellos varios un orden de unos a otros este orden tiene que fundarse en uacuteltimo teacutermino en el orden maacutes radical de todos ellos al primer analogadoraquo570

La forma de la justicia particular es un analogado secundario puesto que se ordena a la general como lo inferior a lo superior como el bien particular al bien comuacuten Asiacute lo manifesta Santo Tomaacutes de Aquino cuando resuelve la controversia en torno a si la justicia praemineat entre todas las virtudes morales

laquoRespondeo dicendum quod si loquamur de iustitia legali manifestum est quod ipsa est praeclarior inter omnes virtutes mo-rales inquantum bonum commune praeminet bono singulari unius personae Et secundum hoc Philosophus in V Ethic dicit quod

569 S Th II-II q 58 a 8 resp570 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 208

269

praeclarissima virtutum videtur esse iustitia et neque est Hesperus neque Lucifer ita admirabilis

Sed etiam si loquamur de iustitia particulari praecellit inter alias virtutes morales duplici ratione Quarum prima potest sumi ex parte subiecti quia scilicet est in nobiliori parte animae idest in appetitu rationali scilicet voluntate aliis virtutibus moralibus existentibus in appetitu sensitivo ad quem pertinet passiones quae sunt materia aliarum virtutum moralium ndash Secunda ratio sumitur ex parte obiecti Nam aliae virtutes laudantur secundum bonum ipsius virtuosi Iustitia autem laudatur secundum quod virtuosus ad alium bene se habet et sic iustitia quodammodo est bonum alterius ut dicitur in V Ethic Et propter hoc Philosophus dicit in I Rhet Ne-cesse est maximas esse virtutes eas quae sunt aliis honestissimae siquidem est virtus potentia benefactiva Propter hoc fortes et iustos maxime honorant quoniam fortitudo est utilis aliis in bello iustitia autem in bello et in paceraquo

571

Nuevamente la forma legal de la virtud de la justicia es el analogado prin-cipal puesto que por su fin propio ordena al hombre hacia el bien comuacuten lo ordena hacia el bien particular y ordena a todas las virtudes morales hacia su fin propio perfeccionando asimismo al hombre

ldquoExtriacutensecardquo o ldquointriacutensecardquo es la divisioacuten que le cabe a la analogiacutea de pro-porcioacuten simple seguacuten consideremos el modo de participacioacuten de la forma del primer analogado en los secundarios (sectc) La analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca laquoentrantildea que el concepto anaacutelogo se aplique a los distintos analogados con orden de prioridad y posterioridad en dependencia siempre del analogado principal que el uacutenico que realiza el concepto en cuestioacutenraquo

572

Seguacuten esto entonces la analogiacutea de atribucioacuten por predicacioacuten extriacutenseca no es la que propiamente se ajusta con la nocioacuten de justicia propuesta por el Doctor Comuacuten puesto que eacutel mismo reconoce que la forma particular de la virtud ldquoes alguna justiciardquo concedieacutendole asiacute la realizacioacuten ndashseguacuten medidandash del concepto en cuestioacuten laquoIustitia est quae unicuique quod suum est tribuit alienum non vin-dicat utilitatem propriam negligit ut communem aequitatem custodiatraquo

573

571 S Th II-II q 58 a 12 resp572 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 209573 S Th II-II q 58 a 11 s c

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Aquiacute la razoacuten por la cual la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca es la que mejor se corresponde con la definicioacuten de justicia traiacuteda por el Angeacutelico

laquoLa analogiacutea de atribucioacuten por realizacioacuten intriacutenseca del con-cepto anaacutelogo en todos los analogados entrantildea solamente que dicho concepto se realice con orden de prioridad y posteridad de suerte que en el primer analogado esteacute de una manera plena y principal mientras que en los analogados secundarios esteacute de una manera de-ficiente y derivada Por esto se trata no solamente de una analogiacutea seguacuten el concepto sino tambieacuten seguacuten la realidad Porque esta es la manera como hay que entender la foacutermula tomista secundum in-tentionem et secundum esse la ldquointencioacutenrdquo se refiere a la misma esencia conocida en tanto que conocida es decir connotando las condiciones que le advierten por estar en el entendimiento y el ldquoserrdquo se refiere a la esencia real o en tanto que existe en la realidad o sea connotando las condiciones existenciales que tiene fuera del enten-dimientoraquo574

La definicioacuten tomista entrantildea el concepto de justicia en sus dos formas anaacute-logas legal y particular puesto que ambas realizan el acto de la virtud Por ello mismo es la analogiacutea propia para predicar la nocioacuten de justicia

Ademaacutes se diferencia de la analogiacutea de atribucioacuten por predicacioacuten extriacutense-ca puesto que en eacutesta la realizacioacuten del concepto compete sola y exclusivamente al analogado principal tal como hemos sentildealado Luego si fuese extriacutenseca la analogiacutea propia de la definicioacuten de justicia la uacutenica forma que realizariacutea tal con-cepto seriacutea la legal Lo que contradice claramente a lo sostenido por el Aquina-tense en los textos que hemos citado

Finalmente A Caacuterdenas siguiendo a Santo Tomaacutes en un texto (Quodlibet X q 8 a 1 ad 1) establece en sectd la uacuteltima divisioacuten para la analogiacutea seguacuten mi-remos el modo de proporcioacuten entre sus analogados La misma puede resultar de dos maneras La primera propia y estrictamente dicha o con distancia determi-nada La segunda extensiva y latamente tomada o con distancia indeterminada o infinita

575

574 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 210575 Ibidem p 210

271

La diferencia entre el primer modo de proporcioacuten y el segundo radica en que cuando tal es tomado propiamente el concepto es realizado y conocido comprensivamente en todos sus analogados mientras que es extensivamente dicha cuando la relacioacuten entrantildea alguna perfeccioacuten del segundo respecto del primer analogado siendo eacuteste el teacutermino en que solamente se comprende el concepto

laquoProportio dupliciter dicitur Uno modo proprie secundum quod importat quemdam determinatum excessum et sic proportio requiritur inter intellectum et intelligibile ad hoc quod sit cognitio cum comprehensione qualiter divina essentia nunquam videbitur ab intellectu creato Alio modo dicitur communiter pro qualibet habi-tudine et sic infinitum potest habere proportionem ad finitum si sit perfectio eius vel aliquam huiusmodi habitudinem habeat ad ipsum Et talis proportio sufficit ad hoc quod intellectus noster videat di-vinam essentiam attingendo non comprehendendoraquo

576

En consecuencia la analogiacutea seguacuten la cual es definida la justicia por el Aqui-nate es la de atribucioacuten intriacutenseca en la cual el analogado principal es fuente y fundamento del secundario Es una analogiacutea estricta y propiamente dicha por comprender ambos analogados la realizacioacuten del concepto cuya distancia viene determinada por el acto propio de cada una de ellas Por esto mismo las formas de la analogiacutea constituyen los analogados principal y secundario del concepto mismo de dicha virtud predicados intriacutensecamente uno del otro

Hasta aquiacute la definicioacuten de justicia realizada por Tomaacutes de Aquino sirvieacuten-dose de la analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca estrictamente dicha Introduzcaacutemo-nos seguidamente en el modo en que Tomaacutes de Vio definioacute en sus comentarios la misma virtud

576 Tomaacutes DE AQUINO Quodlibet X Textum Taurini 1956 editum ac automato translatum a Roberto Busa SJ in taenias magneticas denuo recognovit Enrique Alarcoacuten atque instruxit [68936] Quodlibet X q 8 ad 1 Consultado httpwwwcorpusthomisticumorgq10html

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

V42 La univocidad de la justicia en Tomaacutes de Vio

En sectIV2 La nocioacuten de justicia en los comentarios del Cayetano a la S Th II-II qq 57-62 sintetizamos

laquoPara el Cardenal la justicia es una uacutenica virtud un todo compuesto de tres partes o especies subjetivas Una llamada justicia general y dos especies especialiacutesimas llamadas justicias particula-res577 De estas ldquoespecies especialiacutesimas de justicias particularesrdquo578 una es la distributiva y otra es la conmutativa579 En la uacuteltima ndashcon-mutativandash encontramos dos partes que se diferencian entre siacute ya sea porque el intercambio que se da sea voluntario de un lado involun-tario del otro Estas tres especies de una misma justicia se especi-fican seguacuten la forma en que adecuacutean o igualan lo justo o el derecho que debe ser hallado580 La restitucioacuten en cuanto acto de la justicia conmutativa debe efectuarse soacutelo cuando haya sentencia firme de juez idoacuteneo y competente581raquo582

La primera gran incoacutegnita que debemos resolver es si el Cayetano predica uniacutevoca o anaacutelogamente la nocioacuten de justicia Hemos dejado asentado que Santo Tomaacutes lo hace anaacutelogamente Veamos en queacute radica la diferencia entre uno y otro

577 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo578 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1579 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3 laquoEst ergo iustitia commutativa una species spe-cialissima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam operatur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex supradictisraquo580 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 3 r d laquosi autem accipiamus ut materiam utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo581 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3 laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo ante-quam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo582 Vid Parte II Cap IV sectIV2 La nocioacuten de justicia en los comentarios del Cayetano a la S Th II-II qq 57-62 de este mismo escrito

273

laquoLa distincioacuten esencial entre el concepto uniacutevoco y el con-cepto anaacutelogo con analogiacutea de atribucioacuten consiste en que la defi-nicioacuten del analogado principal estaacute incluiacuteda en la definicioacuten de los analogados secundarios y estos quedan incluiacutedos en el concepto en cuanto estaacuten subordinados al analogado principal Por eso la salud del animal estaacute incluiacuteda en la definicioacuten de la medicina o de la dieta en cuanto sanas

El concepto anaacutelogo con analogiacutea de atribucioacuten no contiene una sola formalidad como el uniacutevoco que conviene total y absoluta-mente a sus inferiores univocados En la analogiacutea de atribucioacuten te-nemos un teacutermino un concepto objetivo que contiene la formalidad bajo la cual la analogiacutea se da y que se realiza intriacutensecamente en el analogado principal pero contiene tambieacuten las diversas relaciones existentes entre el analogado principal y los analogados secunda-rios La formalidad bajo la cual se da la analogiacutea de atribucioacuten estaacute contenida en el concepto in actu signato en tanto que las relacio-nes que con ella guardan los analogados secundarios estaacuten conteni-das in actu excercito El teacutermino anaacutelogo no puede sin dejar de ser anaacutelogo designar a los analogados secundarios despojados de toda relacioacuten con el analogado principal pues lo que funda o amarra a las relaciones analoacutegicas es la cualidad que este realiza intriacutenseca-menteraquo

583

Cotejando esto con la definicioacuten de justicia que hemos traiacutedo del Cardenal salta a la vista que ha predicado uniacutevocamente la nocioacuten de la virtud en cuestioacuten El fundamento principal lo hemos expuesto en sectV2 El tema de la analogiacutea en Tomaacutes de Vio Alliacute mostramos coacutemo el de Gaeta desestima la atribucioacuten intriacutense-ca afirmando que la uacutenica analogiacutea de atribucioacuten posible es la extriacutenseca

Pero supongamos que no ha predicado uniacutevocamente tal nocioacuten sino que lo ha hecho efectivamente seguacuten la uacutenica forma de atribucioacuten que concibe la extriacutenseca Esto tampoco se corresponderiacutea con el tipo de analogiacutea utilizada por el Angeacutelico Aquiacute la diferencia estribariacutea que mientras para el Priacutencipe de los Comentadores el analogado principal seriacutea el uacutenico que realizariacutea plenamente el concepto de justicia seguacuten establecimos supra para el Aquinate ndashpor predicar intriacutensecamente un analogado de otrondash son ambos los que realizan el acto de la virtud

583 A CAacuteRDENAS Breve tratado pp 34-35

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Pero al margen no podemos conceder dicha suposicioacuten puesto que ndasha nues-tro juiciondash el Cardenal ha trasmutado la nocioacuten misma de la justicia conceptua-lizaacutendola predicaacutendola y definieacutendola en modo muy distinto al de Santo Tomaacutes uniacutevocamente

Nuevamente asiacute habla Tomaacutes de Vio

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species ius-titiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia tri-plex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit par-tes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

584

Digaacutemoslo claramente Tomaacutes de Vio ha concebido uniacutevocamente una no-cioacuten y la ha predicado habieacutendola abstraiacutedo de un tipo de todo distinto al que Santo Tomaacutes ha recurrido El de Aquino lo hizo a partir de concebir a la virtud como un todo potestativo y anaacutelogo El de Gaeta a partir de un todo subjetivo La razoacuten podraacute haber sido lo que resentildea A Caacuterdenas

laquoEn el tiempo en que el Cardenal Tomaacutes de Viacuteo escribioacute su tratado sobre la analogiacutea de los nombres esta soliacutea confundirse con una unidad de indisyuncioacuten con una unidad de orden o con una desigual participacioacuten de un concepto absolutamente ideacutentico

No se trata de una unidad de indisyuncioacuten pues tal unidad de indisyuncioacuten se da cuando en una proposicioacuten un teacutermino suple por sujetos esencialmente diversos que han sido designados confu-samente en la unidad de su geacutenero proacuteximo como cuando decimos ldquoalgunos instrumentos son necesarios para tocar muacutesicardquo En este caso no hay descenso posible a los inferiores del concepto sujeto ya que no podemos decir legiacutetimamente queacute especie de instrumentos se necesiten para tocar muacutesica No puede haber descenso disyuntivo por tener el sujeto un valor de suplencia indeterminado y no puede

584 Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a1

275

haber descenso copulativo por tener el sujeto un valor de suplencia particular

Soacutelo pueden ser designados confusamente en la unidad de geacute-nero aquellos objetos que pueden subordinarse en la liacutenea de geacutene-ros y especies y cuyo geacutenero contiene en potencia y solo en potencia a sus ldquoinferioresrdquo en tanto que los conceptos anaacutelogos contienen actual pero confusamente a sus ldquoinferioresrdquoraquo585

Es decir que seriacutea esta la causa por la cual el Cardenal al glosar esgrime la comparacioacuten entre ldquotriplicem ordinem inventum in aliquo totordquo y ldquotriplex species iustitia inveniturrdquo Corroborando estas relaciones con el ldquosiquidemrdquo y el ldquosimiliterrdquo del comentario que supra trajimos Tenemos asiacute una asimilacioacuten de la virtud a un todo meramente de orden

Hemos escrito ya acerca del tipo de todo del cual se abstrae y en el cual se fundamenta la definicioacuten de justicia tomista Asiacute hemos dicho que existe un todo anaacutelogo que se da por ejemplo en el bien de la multitud reunida en comunidad poliacutetica En este sentido el bien de la ciudad se dice principalmente del bien co-muacuten poliacutetico y secundaria derivada y anaacutelogamente del bien de las partes De hecho se cumple bien una de las condiciones de la analogiacutea de atribucioacuten (que hemos establecido) los analogados secundarios son causados por el analogado principal (princeps) Asiacute el bien particular es causado por el bien comuacuten

El alma humana es un todo potestativo tambieacuten con una significacioacuten pri-maria (el alma racional) y partes anaacutelogas que se ordenan a y dependen de ese primer principio y son partes correspondientes de ese todo

Cuando hay ordenacioacuten de una forma de virtud al bien comuacuten las otras formas de virtud ya no pueden ser llamadas estrictamente ldquoespeciesrdquo sin agre-garles por ejemplo un ldquoquasirdquo El todo potestativo que es la prudencia en tanto engloba distintas funciones que se ordenan al acto de prudencia propiamente tomado (que es imperar) comprende las virtudes secundarias (euboliacutea syne-sis gnome) Pero eacutestas son como sostiene Aristoacuteteles en el libro V de la Eacutetica Nicomaquea partes que se dicen de un todo que las comprende y las causa La operacioacuten del prudente no es deliberar ni juzgar sino preceptuar

585 A CAacuteRDENAS Breve tratado pp 23-24 sect2

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Asiacute pues el todo en el que se funda la definicioacuten de la justicia es anaacutelogo y potestativo Esto no es lo que se desprende de la glosa cayetana

En su definicioacuten el Cardenal de Gaeta sostiene que ldquoseguacuten el triple orden encontrado en alguacuten tipo de todo encontramos tres especies de justiciardquo Redu-ciendo el todo potestativo a un todo subjetivo compuesto de partes especiacuteficas en las que lo comuacuten se dice ideacutenticamente Como ldquoanimalrdquo se dice ideacutenticamen-te de ldquoperrordquo y de ldquocaballordquo asiacute ldquojusticiardquo se dice ideacutenticamente de ldquolegalrdquo de ldquodistributivardquo y de ldquoconmutativardquo Hacer esto desjerarquiza y aplana la superior dignidad ontoloacutegica la primaciacutea axioloacutegica de la forma anaacuteloga superior La jus-ticia general es una forma superior y causalmente directiva de la otra forma la particular Como especies de un geacutenero ya ninguna de las dos formas seriacutea maacutes plena justicia que la otra

laquoMientras que el concepto uniacutevoco se refiere a una naturaleza conceptualmente una que tiene muacuteltiples realizaciones ideacutenticas en sus univocados y que pudo haber obtenido indistintamente de uno o de otro de sus inferiores En el anaacutelogo no sucede lo mismo pues no son absolutamente ideacutenticos el cimiento el corazoacuten y la ley y el con-cepto de fundamento no se ha abstraiacutedo de hecho indistintamente uno de otroraquo586

La nocioacuten de justicia no es un puro nombre equiacutevoco por expresar algo co-muacuten ndash y a la vezndash a la justicia general y a la particular y en ella a sus partes sub-jetivas a la conmutativa y a la distributiva Pero tampoco es uniacutevoco al significar con diversidad y distincioacuten puesto que por esto mismo penetra en aquello en que justicia general y particular convienen y se identifican

La expresioacuten intelectual de la nocioacuten de justicia es decir su definicioacuten nos brinda una unidad conceptual imperfecta en el sentido de que no llega a des-pojarse de las notas diversificantes y distintivas Y es precisamente por esto una analogiacutea porque tales notas son sus actos son formalmente un modo de ser de la justicia

587 De donde se sigue que la unidad que queda en la nocioacuten de justicia

es el de la relacioacuten de sus formas y se ordenaraacuten seguacuten el modo en que el acto

586 Cfr Ibidem p 44587 Cfr Ibidem p 44

277

de cada una de ellas realice maacutes ndasho menosndash plenamente el concepto de justicia siendo uno el analogado principal y la otra el secundario

Pero nuevamente no es lo que leemos en la glosa del Priacutencipe de los Co-mentadores quien parece haber obrado una ldquocapitis deminutiordquo al reducir a un geacutenero uniacutevoco el concepto de justicia cuyas preteacuteritas formas (tomistas) son ahora simplemente especies Repararemos en todo esto y en la indirecta mas inevitable minusvaloracioacuten del objeto de la justicia legal ndashel bien comuacuten poliacuteti-condash en el proacuteximo capiacutetulo Alliacute trataremos tambieacuten las consecuencias praacutecticas que importa la definicioacuten de justicia cayetana

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO VIDISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

VI1 JUSTICIA BIEN COMUacuteN Y MORAL TOMISTA

En el capiacutetulo anterior quedoacute planteada la forma de analogiacutea seguacuten la cual el Aquinate predica la virtud de la justicia la (analogiacutea) de atribucioacuten intriacutenseca

La justicia asiacute es una virtud moral que consta de dos formas anaacutelogas las cuales realizan ndashambas maacutes no ideacutenticamentendash el concepto radical al que refie-ren Una de estas formas anaacutelogas ndashla que recibe el nombre de ldquojusticia legalrdquo o ldquogeneralrdquondash es el analogado principal fuente y fundamento del segundo analoga-do llamado ldquojusticia particularrdquo

Es decir que la virtud de la justicia es soacutelo una que se dice anaacutelogamente seguacuten sea directiva en las operaciones del hombre en referencia al bien comuacuten o al bien particular Al reconocer para eacutesta dos formas anaacutelogas el Aquinate establece un orden de prioridad o jerarquiacutea entre los objetos de ambas formas y respecto de las formas mismas entre siacute Y por ello entiende que el analogado principal ndashprincepsndash tiene supremaciacutea sobre el secundario que depende y es derivado de aqueacutel

De esta forma de comprender tal virtud se sigue toda una moral Puesto que al ser la legal una virtud general seraacute la encargada de dirigir inmediatamente a la comunidad poliacutetica hacia el fin que le es propio (el bien comuacuten) asiacute como tambieacuten seraacute la que anime a que cada una de las virtudes morales encuentre su realizacioacuten

588

Dicha virtud pues no consta en la mente del Angeacutelico de ldquopartesrdquo o ldquoespe-ciesrdquo como las que encontraremos en la nocioacuten del Cardenal tema sobre el que volveremos maacutes adelante

588 Cfr S Th I-II q 61 a 5 ad 4 laquoSola iustitia legalis directe respicit bonum commune sed per imperium omnes alias virtutes ad bonum commune trahitraquo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Deciacuteamos que para el de Aquino la justicia es una virtud moral que consta de dos formas que se predican seguacuten el fin que realizan Cuando sea el bien comuacuten seraacute llamada ldquojusticia legalrdquo o ldquogeneralrdquo Recibiraacute el nombre de ldquopar-ticularrdquo en cambio cuando su operacioacuten ordene las acciones exteriores de los hombres en vistas al bien particular

589

Asiacute pues la justicia particular se compone de dos partes subjetivas Se re-serva el nombre de ldquoconmutativardquo para el caso de los intercambios voluntarios o involuntarios entre partes es decir entre particulares Se dice ldquodistributivardquo cuando el acto de la justicia de dar a cada uno lo suyo sea realizado del todo a la parte por ejemplo de la autoridad de la sociedad poliacutetica a las personas de esta

La justicia ndashpor versar sobre lo dichondash ocupa un lugar de preminencia res-pecto del resto de las virtudes morales y en este sentido no es solamente ldquocardi-nalrdquo sino tambieacuten ldquogeneralrdquo comparable a lo que resulta la caridad para el resto de las virtudes teologales

En tanto virtud moral quedoacute demostrado es un acto libre y voluntario que emana de aquella persona que reconoce el bien de tal conducta y lo desea por esto mismo

La relacioacuten que cabe ademaacutes entre la virtud de la justicia (dicha ldquolegalrdquo) y el bien comuacuten es de capital importancia en este momento Justicia General y Bien Comuacuten son claves en la articulacioacuten de la moral tomista La absoluta primaciacutea pues del bien comuacuten por sobre el bien particular y entre otras cosas sobre la dignidad de la persona humana son las notas caracteriacutesticas de la doc-trina tomista

En efecto el bien particular depende del bien comuacuten En la moral del An-geacutelico todo el orden natural es articulado en virtud de la justicia puesto que es la que realiza en modo supremo la naturaleza humana Debido al principio de politicidad natural es la realidad misma de la substancia humana la que postula que su perfeccioacuten radique en dicho fin El bien comuacuten es no soacutelo la perfeccioacuten de una persona humana sino la realizacioacuten plena de tal en su maacutexima expresioacuten que es la de un ser de naturaleza poliacutetica pues es la perfeccioacuten del hombre or-denado a su fin natural maacutes alto (de toda su naturaleza) y no soacutelo a un fin indi-

589 Cfr S Th I-II q 60 a 3 ad 2 laquoIustitia quae intendit bonum commune est alia virtus a iustitia quae or-dinatur ad bonum privatum alicuius [] Sed iustitia ordinans hominem ad bonum commune est generalis per imperium quia omnes actus virtutum ordinat ad finem suum scilicet ad Bonum communeraquo

281

vidual ndashy por tanto imperfectondash (la perfeccioacuten de una nota de un individuo de esa naturaleza)

590

La temaacutetica del bien comuacuten impele siempre a considerar otros principios o aspectos de la doctrina moral tomista que de alguacuten modo u otro conllevan a ulteriores desviaciones e imprecisiones a juicio de otro pensador la mayoriacutea de las veces tambieacuten tomista Pero de entre todas ameacuten de su definicioacuten misma hay una que resalta

laquoUno de los aspectos de la problemaacutetica del bien comuacuten que de hecho han sido tratados con la maacutes perniciosa ambiguumledad es el de la primaciacutea de este bien y ello en virtud de su aparente anta-gonismo con el principio de la dignidad de la persona humanaraquo591

No puede el bien particular realizar maacutes y mejor a un individuo que el bien comuacuten Puesto que alcanzariacutea tal persona soacutelo una perfeccioacuten parcial que se dice en relacioacuten con el sujeto poseedor de dicho bien maacutes no en la realizacioacuten que el mismo alcanzariacutea en la plenificacioacuten de toda su naturaleza Es decir no podriacutea un hombre alcanzar la felicidad en la perfeccioacuten de algunos aspectos de su naturaleza y en desmedro de otros

laquoLa dignidad de la persona humana no es un bien poseiacutedo en exclusiva por un hombre determinado o por alguacuten tipo determinado de hombres sino al contrario un bien que todos los hombres tienen ni maacutes ni menos que porque son personas Por consiguiente el res-peto a la dignidad de la persona humana es en siacute mismo y sin nece-sidad de ninguna otra cosa respeto a un bien comuacuten concretamente a un bien que de un modo esencial es poseiacutedo por todos y cada uno de los miembros de la sociedad civilraquo592

590 Cfr S Th II-II q 47 a 10 ad 2 laquoIlle qui quaerit bonum commune multitudinis ex consequenti etiam quaerit bonum suum propter duo primo quidem quia bonum proprium non potest esse sine bono communi vel familiae vel civitatis aut regni [] Secundo quia cum homo sit pars domus vel civitatis oportet quod homo consideret quid sit sibi bonum ex hoc quod est prudens circa bonum multitudinis Bona enim dispo-sitio partium accipitur secundum habitudinem ad totum quia ut Augustinus dicit ldquoturpis est omnis pars suo toti non conveniens vel non congruensrdquoraquo591 A MILLAacuteN PUELLES laquoLa primaciacutea del bien comuacuten y la dignidad de la persona humanaraquo en SR CASTANtildeO ndash E SOTO KLOSS (eds) El derecho natural en la realidad social y juriacutedica p 999592 Ibidem p 999

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Es que de hecho no alcanzariacutean las paacuteginas estimadas para una tesis con el fin de asuntar la cantidad de investigaciones opiniones precisiones disputas debates y enfrentamientos que ha generado el tema del bien comuacuten poliacutetico (Y las diversas corrientes o escuelas en que se ha subdividido el tomismo) Obvia-mente que tal intencioacuten queda por fuera del fin propio de nuestro escrito Auacuten asiacute algo debemos decir puesto que es uno de los asuntos salientes de la filosofiacutea moral realista y un fundamento que permite dirimir la distancia entre los autores aquiacute cotejados ndashSanto Tomaacutes y Cayetanondash toda vez que la superioridad del bien comuacuten sobre el bien particular sentildeala la superioridad de la justicia legal sobre la justicia particular debido a los fines de cada una de esas formas anaacutelogas (y por ende impugnan la interpretacioacuten del Cardenal)

Apresureacutemonos entonces a considerar primeramente una aproximacioacuten a la nocioacuten de bien comuacuten para despejar algunas dudas y otras posibles confusiones

Partamos de su consideracioacuten en cuanto objeto propio de la virtud de la justi-cia legal o general aclaremos queacute es queacute no es en queacute consiste y veamos otros temas de suma utilidad para nuestra investigacioacuten

La primera aclaracioacuten la tomamos del iusfiloacutesofo argentino Guido Soaje Ra-mos quien nos recuerda que laquopor la eacutepoca que escribe sus obras el Aquinate no habla de ldquoEstadordquo sino de ldquocomunidad poliacuteticardquoraquo593

Para exponer mejor el pensamiento del Angeacutelico laquosupuesta la sinonimia de ambas expresiones cabe distinguir entre la comunidad poliacutetica como un todo que incluye sus oacuterganos de poder poliacutetico y estos oacuterganos que seriacutean para eacutel parte de ese todoraquo y asiacute enten-der

laquoLa comunidad poliacutetica como grupo social complejo especiacute-fico distinta de todos los grupos infrapoliacuteticos es un a) todo real b) todo de orden (por lo tanto no sustantivo) c) todo praacutectico d) todo relacional e) todo no artificial sino natural en congruencia con el caraacutecter del hombre como animal poliacutetico por su naturaleza (lo dicho se opone a toda interpretacioacuten del Estado como surgida de un contrato o de una convencioacuten que explicariacutean el origen de la comunidad poliacuteticaraquo594

593 G SOAJE RAMOS 8 Tesis sobre el Bien Comuacuten Poliacutetico InFiP Ensayos Buenos Aires SD p 2594 Ibidem p 2

283

El autor ofrece ocho tesis para comprender mejor el tema del bien comuacuten

laquoI El fin de la comunidad poliacutetica es el bien comuacuten poliacutetico II El bien comuacuten poliacutetico es fin ldquoquirdquo de la comunidad poliacutetica III El fin ldquoquordquo implica exigitivamente una causacioacuten colectiva recta bajo la direccioacuten arquitectoacutenica de la autoridad poliacutetica IV El bien comuacuten poliacutetico es el mejor de los bienes temporales de las personas individuales (miembros de la comunidad poliacutetica) ndashy de los grupos intermedios o infrapoliacuteticos legiacutetimos V El bien comuacuten poliacutetico es el principio regulativo del orden poliacutetico interno VI El bien comuacuten poliacutetico es el fin del orden juriacutedico interno del Estado VII El bien comuacuten poliacutetico es principio regulativo del orden econoacutemico VIII El bien comuacuten poliacutetico se subordina a Dios Bien Comuacuten sagrado y trascendenteraquo595

El fin ldquoquordquo debe ser entendido como el fin con el cual o a traveacutes del cual la comunidad poliacutetica alcanza su perfeccioacuten Y el fin ldquoquirdquo es el mismiacutesimo fin al que la sociedad poliacutetica tiende Deberiacuteamos agregar un tercer distingo el del fin ldquocuirdquo Tras recordar que la primera vez en que estas distinciones fueron desarrolladas por P Philippe y por Louis Lachance S Castantildeo apunta que eacuteste uacuteltimo apoyaacutendose en Santo Tomaacutes nos dice y explica que el fin ldquocuirdquo

laquodesigna el sujeto privado de la bondad del fin y que cuando lo alcanza se convierte en beneficiario de sus enriquecimientos Va de suyo que no puede haber finalidad sin que haya un sujeto al que conviene un bien cualquiera El bien es fin y el sujeto que sufre su atraccioacuten se ordena a eacutel De modo que no es eacutel quien es el fin sino el objeto que lo atrae Eacutel quiere para siacute el objeto que le conviene pero la causa el motivo por el cual lo quiere para siacute reside en la bondad encarnada del objetoraquo596

Hasta aquiacute entonces el bien comuacuten tal como lo concibe una parte de la filo-sofiacutea moral cristiana En esta concepcioacuten el bien comuacuten tambieacuten dice relacioacuten

595 Ibidem p 9596 S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos pp 87-88 ver la nota a pie de paacutegina sect115

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con otras nociones como por ejemplo la dignidad de la persona humana la virtud moral en general la ley (moral) natural y positiva entre otras

Deciacuteamos que cuando la nocioacuten de ldquobien comuacutenrdquo entra en relacioacuten con la de ldquodignidad de la persona humanardquo genera numerosos malentendidos El pro-blema sobreviene explica A Millaacuten Puelles cuando se relativiza la primaciacutea del bien comuacuten oponieacutendolo en nombre de la dignidad de la persona

597 Dicha

problemaacutetica ha suscitado tal vez dos de los maacutes grandes debates ndasha nuestro juiciondash en torno al tema del bien comuacuten poliacutetico El primero tiene como figura central a Jacques Maritain y el segundo a John Finnis

598

Santo Tomaacutes muestra en varios lugares el modo en que ambos principios deben articularse

599

Al reconocer la absoluta primaciacutea de la dignidad de la persona humana in-cluso por sobre el bien comuacuten podriacuteamos incurrir en el peligro de atribuir un ca-raacutecter instrumental al mismo bien comuacuten poliacutetico que es lo mismo que definirlo como aquel conjunto de condiciones que posibilitan la realizacioacuten del hombre esto es su felicidad Asiacute lo explica S Castantildeo

laquoSi se acepta que el bien comuacuten poliacutetico es la causa final de la comunidad poliacutetica luego no se puede afirmar que la causa es condicioacuten pues como leemos hasta en los manuales mismos ldquola condicioacuten es el requisito o la disposicioacuten necesaria para el ejerci-cio de la causalidad algo meramente auxiliar que hace posible o impide la accioacuten de una causa la condicioacuten en cuanto tal no posee causalidad La existencia de adecuadas condiciones climaacuteticas por

597 A MILLAacuteN PUELLES laquoLa primaciacutea del bien comuacutenraquo p 999598 Una buena siacutentesis se encontraraacute en S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis ed UCLP La Plata 2011 pp 84 y ss Alliacute el autor ofrece ademaacutes una detallada bibliografiacutea que podraacute servir al interesado para reconstruir ambos debates Reenvia-mos tambieacuten a su lectura en todo lo referido al presente apartado puesto que con ella el intelectual argentino logra una verdadera siacutentesis y pensamos una muy acomodada explicacioacuten de los principios poliacuteticos del Doctor Angeacutelico599 Vid S Th II-II q 58 a 7 ad 2 laquoBonum commune civitatis et bonum singulare unius personae non differunt solum secundum multum et pacum sed secundum formalem differentiam Alia enim est ratio boni cummunis et boni singularis sicut alia est ratio totius et partisraquo S Th II-II q 58 a 9 ad 3 laquoBonum com-mune est finis singularium personarum in communitate existentium sicut bonum totius finis est cuiuslibet partium Bonum unius personae singularis non est finis alteriusraquo S Th II-II q 64 a 5 laquoQuaelibet pars id quod est est communitatis unde in hoc quod seipsum interficit iniuriam communitati facitraquo

285

ejemplo es condicioacuten para que se desarrolle una prueba deportiva pero no es su causardquo (subr orig)

Por otra parte la concepcioacuten del bien comuacuten como condi-cioacuten implicariacutea la afirmacioacuten de los bienes particulares como causas Respecto de eacutestos el bien comuacuten representariacutea una suerte de medio

En funcioacuten de lo antes dicho puede afirmarse en siacutentesis si el bien comuacuten es condicioacuten para la consecucioacuten del bien particular entonces el bien comuacuten ni es causa (pues es condicioacuten) ni es final (porque tiene razoacuten de medio) Y la causa final se identificariacutea tam-bieacuten aquiacute con el conjunto de los fines particularesraquo600

Por todo lo cual al definir la virtud de la justicia con analogiacutea de atribu-cioacuten intriacutenseca el Angeacutelico establece un orden de jerarquiacutea y prioridad entre los analogados fundados en el fin propio de cada uno de ellos A su vez los fines respectivos de cada uno de los analogados constituye una forma de la (misma) virtud de las cuales una ndashla particularndash consta de partes subjetivas Cada una de estas formas realiza el concepto ndashya dichondash de justicia pero no lo hacen en forma ideacutentica Sino en modo primario o principal o secundario y derivado se-guacuten la relacioacuten que exista entre su acto propio y el fin propio de la virtud misma

Consideremos seguidamente los principios en los que se inscribe y la mo-ral que se deriva de tal nocioacuten de virtud

VI2 PERSPECTIVA DE LA MORAL TOMISTA E IMPLICANCIAS DE LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA

La moral de Santo Tomaacutes se inscribe en un preciso modo de concebir la rea-lidad de la naturaleza humana Por ello y por su nota de politicidad natural toda la conducta del hombre estaacute signada por el deseo de perfeccioacuten bien asequible incompletamente en la interaccioacuten virtuosa con el resto de las personas en lo que consiste precisamente la vida buena Cuya fundamental realizacioacuten radica

600 S CASTANtildeO laquoiquestEs el bien comuacuten un conjunto de condicionesraquo en Ius Publicum 28 (2012) pp 23-24

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en que la vida social halle basamento en una determinada nocioacuten ndashy praacutecticandash de la virtud de la justicia

601

En este sentido la perfeccioacuten a la que tiende el hombre mediante la vida poliacutetica es de orden natural En este bien redunda la perfeccioacuten de la sociedad poliacutetica que el hombre integra pero no es la perfeccioacuten definitiva del mismo ni de la sociedad sino que se ordena a otra de orden espiritual a la que estaacute llamado por vocacioacuten divina En la doctrina tomista este orden superior (al orden poliacutetico y en cuyo seno el hombre se ordena al bien comuacuten sobrenatural) es la Iglesia

Pues en efecto aun logrando la completa satisfaccioacuten de todas las necesida-des de orden natural todaviacutea quedariacutea en el hombre un deseo maacutes profundo de realizacioacuten Tal tendencia reclama a toda voz un fundamento metafiacutesico que es a la vez fin uacuteltimo perfectivo del hombre particular de la sociedad poliacutetica y de la Iglesia que se encamina a Dios

Asiacute con su obrar moral el hombre perfecciona su naturaleza afirmaacutendolo en el bien o por el contrario defecciona alejaacutendosele A los primeros actos se los denomina hemos dicho virtudes vicios a los segundos

En sintoniacutea con las cuestiones planteadas sumemos ahora el tema de los principios de la Eacutetica tal como fue entendida por el Doctor Comuacuten atendiendo a dos ejes complementarios El primero es el que considera el ldquopunto de vista eacuteticordquo en relacioacuten con las diferentes concepciones de la virtud de la justicia Que nos daraacute pie para el segundo principio que ya hemos referido el de la politicidad natural de la persona humana

Recordemos que auacuten hoy quien se ponga a investigar y profundizar el argu-mento de la Filosofiacutea Moral en Santo Tomaacutes de Aquino se encontraraacute tambieacuten con muchas dificultades y lugares comunes que ya hemos resentildeado Otro de los puntos aacutelgidos de los actuales estudios es volver sobre el modo en que el Angeacute-lico desarrolla su pensamiento eacutetico Hecho que resalta A Vendemiati

laquoEacute abbastanza usuale intendere lrsquoetica come una ldquoricer-ca di normerdquo di ldquoregole di comportamentordquo di ldquoleggi mo-

601 Cfr S Th II-II q 109 a 3 ad 1 laquoQuia homo est animal sociale naturaliter unus homo debet alteri id sine quo societas humana servari non posset Non autem possent homines ad invicem convivere nisi sibi invicem crederent tamquam sibi invicem veritatem manifestantibus Et ideo virtus veritatis aliquomodo attendit rationem debitiraquo

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ralirdquo rispondenti alla questione kantiana ldquoChe cosa debbo farerdquo Siamo totalmente assuefatti ad unrsquoetica che assume come suo tema principale il dovere e la correttezza dei sin-goli atti morali che quasi non ci accorgiamo della differenza drsquoimpostazione che si separa dalla prospettiva di Tommaso e di Aristoteleraquo

602

Los autores a los que haremos referencia ndashentre otros por ejemplo M Rhonheimer

603ndash explican que podemos situarnos desde dos ldquoperspectivas mora-

lesrdquo respecto de la virtud

Antes de entrar en la consideracioacuten de ldquocuaacutentosrdquo pregunteacutemonos mejor iquestQueacute quiere decir esto de la ldquoperspectiva moralrdquo En concreto iquesta queacute se hace referencia cuando asiacute se habla

Angelo Campodonico en la introduccioacuten a la edicioacuten italiana de la obra de W Kluxen adjetiva este enfrentamiento entre dos posturas al hablarnos de una ldquoeacutetica de la conviccioacutenrdquo frente a una ldquoeacutetica de la responsabilidadrdquo

604 Siendo tal

contienda un hiato tiacutepico en la eacutetica del periacuteodo moderno605

Tambieacuten insinua-mos algo cuando recurrimos a los aportes de Vendemiati sobre la diferencia entre una eacutetica de la primera persona y una eacutetica de la tercera persona

Para explicar lo sostenido por el autor proponemos ndashcomo el mismo Ven-demiati lo hacendash el ejercicio de pensar una eacutetica en primera persona mejor que de una eacutetica de la primera persona Resaltamos las preposiciones puesto que la partiacutecula lsquoenrsquo laquodenota en queacute lugar tiempo o modo se realiza lo expresado por el verbo a que se refiereraquo

606 mientras que lsquodersquo laquodenota posesioacuten o pertenenciaraquo

algunas veces y otras laquodenota de doacutende es viene o sale alguien o algoraquo607

602 A VENDEMIATI laquoDio come fondamento dellrsquoetica nel pensiero di San Tommaso drsquoAquinoraquo in Sale-sianum 68 (2006) p 657603 Como veremos en la La prospettiva della morale M RHONHEIMER604 A CAPODONICO laquoIntroduzioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XIX-XX Advertimos que estas son categoriacuteas de Max Weber y que ponemos alguacuten reparo con el ldquoconsecuencia-lismordquo que tales nociones podriacutean postular Aquiacute interesa solamente y con prescindencia de las implicancias de tales categoriacuteas traer a consideracioacuten el contrapunto que sentildeala A Campodonico605 Cfr C VIGNA laquoPresentazioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XVIII- XIX606 Dicionario en liacutenea de la Lengua Espantildeola de la RAE laquoEnraquo httplemaraeesdraeval=en consultado el 17102017607 Ibidem laquoDeraquo httplemaraeesdraeval=de consultado el 17102017

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Tal distincioacuten ayuda ya que la preposicioacuten lsquoenrsquo es por un lado menos am-bigua y por lo tanto no tan equiacutevoca como la preposicioacuten lsquodersquo Por otro expresa mejor la relacioacuten entre lo que se predica del sujeto al manifestar ndashprecisamentendash el ldquomodordquo en que se cumple tal o cual accioacuten en primera persona esto es libre y voluntariamente movidos por la propia razoacuten y ldquoconviccioacutenrdquo

El contrapunto entre estos dos modos de concebir la virtud moral no radica en las preposiciones que utilicemos para hablar de ellos claro estaacute sino precisa-mente en las nociones de virtud que no soacutelo se diferencian sino que se oponen en lo referido a la vida praacutectica y cotidiana de todas las personas Lo confirma A Vendemiati al concluir que

laquolrsquoopzione per unrsquoetica in prima persona egrave dunque giusti-ficata in prima istanza dallrsquoesigenza stessa del discorso morale che costituisce la sua essenza E questo ha conseguenze non solo teoriche (nel senso della scienza morale che egrave teorico-pratica) ma esistenziali pedagogiche didattiche e socialeraquo

608

Estas precisiones sirven para comprender mejor las ldquoesferas de aplicabilidadrdquo de tal o cual postura eacutetica o preferencia respecto del discurso moral Entonces para dejar en claro posiciones y preposiciones la mayoriacutea de los medievalistas contraponen la eacutetica de Santo Tomaacutes a la eacutetica de la Modernidad Y como de comuacuten acuerdo reconocen es particularmente G Abbagrave quien manifiesta estas di-ferencias Vendemiati tras reenviar a su lectura sintetiza que los estudios de Giu-seppe Abbagrave son de tamantildea importancia y auacuten actualidad porque sin lugar a duda

laquoEsse hanno mostrato come lrsquoetica classica e lrsquoetica mo-derna sono separate da un tratto discriminante lo spostamento del punto di vista principale da cui viene elaborata la riflessio-ne Nellrsquoetica classica [] il punto di vista egrave quello del sogget-to agente del quale si ricerca la ldquovita buonardquo o ldquovirtuosardquo in

608 Cfr A VENDEMIATI laquoProspettive tomiste per lrsquoetica del XXI secoloraquo in Congresso Tomista interna-zionale ldquoLrsquoumanesimo cristiano nel III millennio prospettiva di Tomasso drsquoAquino Roma 21-25 settem-bre 2003 Pontificia Accademia di San Tommaso ndash Societagrave Internazionale Tommaso drsquoAquino Instituto Universitario Virtual Santo Tomaacutes Fundacioacuten Balmesiana-Universitat Abat Oliba CEU 2003 p 4

289

cui consiste la felicitagrave vera Nellrsquoetica moderna [] il punto di vista si sposta in un osservatore esterno legislatore o giudice che ricerca i criteri i principi e le norme per lrsquoazione giusta Lrsquoetica moderna egrave pertanto unrsquoetica della terza persona men-tre lrsquoetica classica egrave unrsquoetica della prima personaraquo

609

El citado autor sentildeala como paradigmas para la Eacutetica claacutesica a Santo Tomaacutes de Aquino para la moderna a Thomas Hobbes Para refuerzo de esto resulta muy importante recurrir a la posicioacuten de Ockham que describe el dominico Ser-vais Pinckaers

laquoOckham no puede ya concebir otras relaciones entre el hombre y Dios como con otras libertades que las que pro-ceden de la voluntad y del poder tal es la ley expresioacuten de la voluntad divina que actuacutea con la fuerza de la obligacioacuten De esta forma la ley y la obligacioacuten ocupan el centro de la moral de Ockham se convierten en su nuacutecleo y en su fuerza Para eacutel la obligacioacuten va a formar el elemento constitutivo y la esencia misma de la moralidad [hellip] El concepto de moralidad no implica ninguna otra cosa maacutes que la obligacioacuten en que se encuentra aquel que actuacutea de llevar a cabo una accioacuten determi-nada El hecho de la obligacioacuten y no ya la observacioacuten de un orden real determina la distincioacuten entre la bondad y la maldad morales [hellip] Hacer el bien seraacute hacer aquello a lo que se estaacute obligado a hacer hacer el mal seraacute hacer lo contrario de lo que se estaacute obligado a hacerraquo610

Maacutes adelante el profesor de Friburgo remata que tal postura moral es la ldquoprimera moral de la obligacioacutenrdquo y que no seraacute sino hasta iniciado el s XIV que las virtudes centradas en la caridad cesaraacuten de ser el centro de reflexioacuten moral Es decir que se correraacute el eje desde una perspectiva eacutetica en primera persona

609 IDEM In prima persona p 66610 S-Th PINCKAERS Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 p 301

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(eacutetica de las virtudes para llegar a la felicidad) a una moral de la obligacioacuten (eacutetica del deber esto es de lo que tengo que hacer que viene impuesto por un observador-legislador-sancionador externo para evitar el castigo y conseguir ndashluegondash la bienaventuranza)

laquoLa moral de Ockham es la primera moral de la obligacioacuten Hasta ese momento tanto en los filoacutesofos como en los Padres y en los teoacutelogos la primera cuestioacuten moral era la felicidad la buacutesqueda de la verdadera felicidad La respuesta se organizaba en torno a las virtudes morales con la caridad como centro para los teoacutelogos Cier-temente la cuestioacuten de la obligacioacuten moral no estaba ausente de la teologiacutea claacutesica pero era de orden secundario y no se concebiacutea en absoluto con el mismo rigor En santo Tomaacutes lo hemos visto cada tratado de las virtudes termina con una cuestioacuten sobre el precepto que se relaciona con la virtud estudiada El precepto y la obligacioacuten estaacuten puestos al servicio de las virtudes y reciben un papel educati-vo especialmente en la primera etapa del progreso moral [hellip] En pocas palabras se puede decir que la teologiacutea moral hasta el co-mienzo del siglo XIV era una moral de la felicidad y de las virtudes ordenadas en torno de la caridadraquo611

Referiacuteamos una eacutetica en primera persona versus una en tercera persona Sin ambages estamos hablando en definitiva de aquellos principios eacutetico-morales que distinguen la reflexioacuten tomista de otras de cuntildeo moderno Veamos aquiacute los primeros y dejemos para el maacutes adelante los segundos

Respecto de uno de los maacutes importantes de estos axiomas rescatemos lo que apunta Sergio R Castantildeo al hablar de la politicidad natural como principio de lo real y la vida poliacutetica

laquoLa afirmacioacuten de esa tesis no pende de posiciones confe-sionales como asiacute tampoco de paradigmas epocales (por lo menos con pretensioacuten de excluyentes) Maacutes concretamente la tesis no es ni

611 S-Th PINCKAERS Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 p 305

291

cristiana ni pagana ni agnoacutestica como tampoco antigua medieval o moderna Y lo propio vale para su negacioacutenraquo612

La afirmacioacuten de Castantildeo sugiere que la tesis de la politicidad natural tiene maacutes que ver con la realidad de las cosas o con lo real mismo (en lo referido a la naturaleza de la persona humana) De alliacute que cualquier negacioacuten de este prin-cipio conllevaraacute inescindiblemente notas de ldquoirrealidadrdquo o ldquoanti-realismordquo an-tropoloacutegico-filosoacutefico- poliacutetico-teoloacutegico Y es de hecho que no se trata aquiacute de ser ldquomedievalistasrdquo o ldquomodernosrdquo o ldquocristianosrdquo o ldquopaganosrdquo o ldquoateosrdquo sino de ser ldquorealistasrdquo o ldquoirrealistasrdquo (en cuanto falto de realidad) o ldquoanti-realistasrdquo (en todo opuestos a lo real)

613

No es entonces aquel ldquocambio de perspectiva moralrdquo ndashen el cual los italia-nos que hemos referido basan su reflexioacutenndash la piedra de toque para explicar el cambio de fondo

Sino que este mismo giro se debe a una posicioacuten antropoloacutegico-filosoacutefica anterior negar o no reconocer en plenitud la naturaleza creada de la cual deriva el principio de la politicidad natural Deciacuteamos que no los tenemos en menos sino que le reconocemos el altiacutesimo valor que nos proporciona el enfoque de las ldquoperspectivas moralesrdquo pues tal tesis es subsidiaria con nuestro anaacutelisis (como quedaraacute evidenciado a medida que avancen las paacuteginas de este trabajo)

Volvamos al principio aristoteacutelico de la politicidad natural El mismo una vez reconocido postula ndashpor un ladondash un determinado estilo de vida para los hombres y conlleva iacutensita ndashpor otrondash la nota de alteridad La vida humana seraacute entonces una vida poliacutetica puesto que el hombre mismo es poliacutetico Y no soacutelo un hombre o un determinado grupo de hombres nacidos en tal comarca griega sino todos los hombres Conjuntamente a estas particularidades la naturaleza humana debe ser reconocida como una y universal en el tiempo histoacuterico y en la extensioacuten geograacutefica Es decir que la misma naturaleza es la de Aristoacuteteles la de Santo Tomaacutes y la nuestra hoy diacutea

612 S R CASTANtildeO laquoLa politicidad natural como clave de interpretacioacuten de la historia de la filosofiacutea po-liacuteticaraquo en SR Castantildeo ndash E Soto Kloss (eds) El derecho natural en la realidad social y juriacutedica p 279613 Cfr Ibidem p 283 laquoLa tesis de la politicidad natural responde y es fiel a los principios radicales de lo realraquo

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El realismo filosoacutefico postura en la que enfocamos nuestro trabajo recono-ce en la naturaleza humana una tensioacuten hacia la perfeccioacuten en cuanto realizacioacuten plena de la misma Esta tensioacuten no es meramente pasiva sino que exige de cada ser humano un esfuerzo vital que consiste en la realizacioacuten de todos aquellos actos conducentes a la perfeccioacuten

La perfeccioacuten entonces debe ser entendida como aquel principio que torna plena la vida es decir que otorga al hombre cierta ldquosaciedadrdquo Permiacutetasenos esta analogiacutea de inferioridad claro estaacute lo que es el alimento al hambre es la perfeccioacuten a la vida humana Y lo que el instinto de supervivencia que moviliza al hombre a conseguir su alimento (para no morir) es el principio de politicidad natural a la vida (poliacutetica) humana Y finalmente lo que la saciedad es al ham-bre lo es la felicidad a la vida humana

Ahora bien el modo en que el hombre viva su vida merece una especial consideracioacuten Puesto que toda persona debe valerse de un determinado tipo de actos para conseguir un determinado fin el acto moral en el caso de la vida poliacute-tica eacuteste es el que dice relacioacuten con las costumbres humanas

Dicho acto moral repercutiraacute indefectiblemente en el resto de las personas que rodean a un agente El conjunto de los efectos de un determinado grupo de personas convergeraacute en un particular modo de vivir de esa sociedad que son pre-cisamente las costumbres Naturalmente el hombre partiendo de su experiencia podraacute descubrir que con sus obras ayuda o perjudica al resto de sus coterraacuteneos independientemente de alcanzar ndasho nondash los fines que se proponiacutea

Asiacute en nuestro ejemplo del hambre y el alimento podriacuteamos notar que auacuten fameacutelicos no es lo mismo conseguir de un modo u otro algo para comer Esa luz de advertencia que nos dice que yo dejareacute de tener hambre quitando a otro su pan por caso pero que ese otro no tardaraacute en pasar hambre debido a que ya no tiene su alimento es lo que se denomina conciencia moral y tambieacuten corresponde a la naturaleza humana A partir de esta experiencia y otras las per-sonas descubren que ciertos modos de conseguir un alimento que satisfaga sus necesidades (llaacutemese ldquoun bienrdquo) no son honestas es decir buenas en siacute mismas Puesto que de tales acciones se sigue siacute la saciedad pero tambieacuten el hambre La satisfaccioacuten individual la necesidad del otro

Resulta obvio que no toda la vida de los hombres se reduce a conseguir alimentos Y a partir de sus experiencias colegiraacute que seraacute necesario hacer el bien y evitar el mal Descubriraacute ademaacutes un modo de obrar que siempre mire al

293

bien del otro y rectificaraacute sus conductas cuando eacutestas lo lesionen Estamos pues frente a las virtudes morales y a la justicia en sus dos formas general y particu-lar Cuando las complicaciones sobrevengan sobre este entramado de conductas seraacute necesaria la presencia de alguien que pueda poner fin a los conflictos por su vasta experiencia (por haber visto incontablemente las mismas situaciones) o por su especial percepcioacuten del bien comuacuten

La natural politicidad del hombre postula como insinuamos otros princi-pios el de la vida virtuosa el de la conciencia moral y la posibilidad (y el modo) de conocer las cosas el de la teleologiacutea de la naturaleza el del bien comuacuten poliacute-tico el de la autoridad y el poder poliacutetico y el de la ley natural

No hacemos aquiacute maacutes que seguir lo sostenido por S Castantildeo cuando dice que laquoporque hay fin comuacuten (bien poliacutetico) hay sociedad poliacutetica o Estado por-que hay sociedad poliacutetica hay autoridad poliacutetica y porque hay autoridad poliacuteti-ca hay derecho positivoraquo

614

Para un realista estos principios no pueden quedar sencillamente en el plano de la vida intramundana sino que se ordenan a una realidad sobrenatural Lo que A Royo Mariacuten nos deciacutea respecto de los actos morales ndashque son estudiados en relacioacuten laquocon las costumbres humanas y en su anaacutelisis interno y externo entran elementos filosoacuteficos y teoloacutegicosraquondash

615 adquiere ahora mayor relevancia

La nota de ldquoelementos teoloacutegicosrdquo indica el orden metafiacutesico que serviraacute de fun-damento uacuteltimo y el principio primero ndashque es fin uacuteltimo de accioacutenndash que guiaraacute al hombre en sus acciones hacia realizacioacuten plena (bien comuacuten divino)

616

La moral tomista por ende se concibe en la armonizacioacuten de dos oacuterdenes el natural y el sobrenatural que no admiten incongruencias y lo que es mejor ni siquiera las generan El bien comuacuten poliacutetico se ordena al bien comuacuten divino las virtudes morales a las teologales la naturaleza a la Gracia el poder poliacutetico al espiritual y asiacute sucesivamente

617 Y esta subalternacioacuten y subordinacioacuten se

debe al giro que introduce la concepcioacuten creacionista cristiana Asiacute lo resalta S

614 Ibidem p 290615 A ROYO MARIacuteN Teologiacutea Moral p 34616 Vid S Th II-II q 124 a 5 ad 3 laquoBonum reipublicae est praecipuum inter bona humana Sed bonum divinum quod est propria causa martyrii est potius quam humanumraquo617 Cfr S Th II-II q 117 a 6 laquoOmnibus [virtutibus] praeferuntur virtutes quae ordinantur in bonum divinum nam bonum divinum praeeminet cuilibet bonum humano Et in bonis humanis bonum publicum praeeminet bono privatoraquo [El pareacutentesis es nuestro]

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Filippi cuando explica la diferencia entre ley moral natural tal como la enten-dieron los griegos y la recepcioacuten obrada por el espiacuteritu de los cristianos

laquoLa concepcioacuten creacionista en vez entiende que Dios es el fin uacuteltimo y supremo de toda realidad y cuaacutento maacutes de los seres racionales y libres que son capaces de buscarlo con plena concien-cia Por ello las virtudes como toda perfeccioacuten adquirida por los hombres no tienen sentido sino en cuanto acercan a la criatura ra-cional tanto como estaacute en su poder hacerlo a quien es su origen y fin uacuteltimoraquo618

En efecto esta es la loacutegica presente en la estructura de la Suma de Teologiacutea y por ello el Angeacutelico es un escolaacutestico aristoteacutelico o lo que es lo mismo un etoacutelogo cristiano- medieval

Otras de las caracteriacutesticas que signan la naturaleza humana ademaacutes de su politicidad es la de racionalidad Con ella la persona puede encontrar en la crea-cioacuten vestigios de la razoacuten divina es decir rastrear las causas y los modos de ser de lo real creado y a su traveacutes de lo real increado Este orden que se manifiesta a la inteligencia recibe el nombre de ley natural y se llama ley puesto que ndashcomo toda leyndash su fin es el de suscitar la virtud en los hombres La virtud por lo tanto encuentra basamento en la ley natural que es participacioacuten de la ley divina y de alliacute que ldquoobliguerdquo a un determinado modo de obrar Puesto que cuando no se cumpla el hombre se aleja doblemente de un bien natural y sobrenatural

La justicia porque es virtud y porque es moral ordenaraacute al hombre hacia el bien de los otros Dicha nota de alteridad es la que la hace merecedora entende-mos entre otras cosas de calificativos tales como ldquolucero del albardquo Es que tal virtud sencillamente saca al hombre de la consideracioacuten egoiacutesta e individualista de la consecucioacuten de un bien para siacute mismo a la que induce toda concepcioacuten inmanentista de la realidad y la vida humana619

Es maacutes es la que posibilitaraacute cierto deseo natural de ldquoretribuirrdquo a un ser superior el honor que le corresponde lo cual pertenece a la virtud natural de la religioacuten Asiacute pues la justicia en la Suma

618 S FILIPPI laquoLa conformacioacuten de la ley moral natural de los griegos al pensamiento medievalraquo en Enfoques vol XIX nuacutem 1-2 (2007) p 125619 Vid S Th II-II q 188 a 8 laquoVita socialis necessaria est ad exercitium perfectionisraquo

295

ensentildea al hombre el modo en que debe obrar en relacioacuten con el bien comuacuten a los otros a siacute mismo y ndashmediatamentendash a Dios

Ahora bien la nota de alteridad viene a completar el merecimiento a ser considerada como la maacutes importante entre las virtudes morales Si quisieacuteramos reducir solamente a una la razoacuten deberiacuteamos decir que lo es en virtud del fin que persigue el bien comuacuten y que el mismo tiene primaciacutea sobre el resto de los bienes (naturales y poliacuteticos) que el hombre pueda alcanzar

La virtud de la justicia en la moral de Santo Tomaacutes debe entenderse pues dentro del reconocimiento de la supremaciacutea del bien comuacuten poliacutetico asumiendo todas las notas y caracteriacutesticas que hemos apuntado Cualquier teoriacutea que me-noscabe en su importancia atenta ndashdirectamentendash contra la justiciahellip Y produ-ciraacute por ende un desequilibrio entre el resto de las virtudes morales

Asiacute por ejemplo cuando se conceda primaciacutea al bien particular o a la digni-dad de la persona humana en abierta contraposicioacuten con el bien comuacuten todo el conjunto de las virtudes morales entraraacute en un desorden pujante por la consecu-cioacuten de tal o cual bien particular que corresponderaacute seguacuten el caso a una virtud u otras

En dicha teoriacutea el gobernante y el legislador se valen de la ley positiva no para castigar ni amenazar Sino para educar a los hombres y valieacutendose de la ley para formar mejores ciudadanos

620 La poliacutetica ndashcon la ley como herramien-

tandash seraacute entonces el arte educar las voluntades y de dirigir a las personas hacia el bien comuacuten (que por naturaleza les es propio) y al bien particular (que es partici-pacioacuten del primero)

621 Si bien esta virtud radica principalmente en los gobernan-

tes tambieacuten pertenece a los ciudadanos particulares que viven en la sociedad

620 Vid S Th I-II q 92 a 1 laquoUnde manifestum est quod hoc sit proprium legis inducere subiectos ad pro-priam ipsorum virtutem Cum igitur virtus sitquae bonum facit habentem sequitur quod proprius effectus leges sit bonos facere eos quibus datur vel simpliciter vel secundum quid Si enim intentio ferentis legem tendat in verum bonum quod est bonum commune secundum iustitiam divinam regulatum sequitur quod per legem homines fiant boni simpliciterraquo621 Vid S Th I-II q 90 a 2 laquoLex pertinet ad id quod est principium humanorum actuum ex eo quod est regula et mensura Sicut autem ratio est principium humanorum actuum ita etiam in ipsa ratione est aliquid quod est principium respectu omnium aliorum unde ad hoc oportet quod principaliter et maxime pertineat lex Primum autem principium in operativis quorum est ratio practica est finis ultimus Est autem ultimus finis humanae vitae felicitas vel beatitudoraquo

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por otra parte asiacute como lo inferior se ordena a lo superior y como el bien particular al bien comuacuten poliacutetico asiacute eacuteste al bien divino Tambieacuten asiacute la vida poliacutetica o moral a la vida de Gracia

Tenemos entonces que las virtudes cardinales (que son morales) se ordena-raacuten pues a las teologales La justicia por lo tanto resultariacutea imperfecta si no se dirigiese a la virtud teologal de la caridad que es la maacutes importante entre el resto Y asiacute como la preponderancia de la justicia le viene por el bien al que mira asiacute la caridad que es movida por el deseo de Dios es en uacuteltima instancia la que anima al resto de todas las virtudes Seraacute la caritas la virtud que en sentido es-tricto perfeccione al hombre interesado en alcanzar la perfeccioacuten de la sociedad poliacutetica a traveacutes del bien comuacuten no por el mero hecho de desear la realizacioacuten de la misma sino porque entiende que tal bien lleva maacutes pronta y eficazmente a la unioacuten con Dios bien divino

laquoAun derivado de una sensacioacuten particular el conocimiento estaacute inmediatamente integrado dentro de un conjunto jerarquizado que va desde Dios hasta los hombres pasando por los aacutengeles y esto es visible tanto en la catedral como en la Suma y como en la Divina Comedia que no es sino una Suma poeacuteticaraquo622

Aquiacute las virtudes morales deben ser comprendidas en la perspectiva de la ldquoprimera personardquo Es decir en cuanto corresponden a una eacutetica de la conviccioacuten (seguacuten se ha sostenido supra) en oposicioacuten de una eacutetica casuiacutestica o del deber como sentildeala A Capodonico laquoQuella di Tommaso egrave unrsquoetica del bene della virtugrave e non del dovereraquo

623 y tambieacuten laquoLrsquoetica della virtugrave costituisce cosigrave una

sorta di via di mezzo tra gli opposti atteggiamenti rappresentati dalla casuistica da un lato e dallrsquoetica della situazione dellrsquoaltroraquo

624

Habiendo tratado los principios fundamentales de la moral tomista y las im-plicancias que se siguen de ellos con respecto a las implicancias de la nocioacuten de justicia adentreacutemonos ahora en el apartado proacuteximo

622 G COHEN La gran claridad pp 115-116623 A CAPODONICO laquoIntroduzioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XIX624 Ibidem pp XX

297

VI3 PERSPECTIVA DE UNA EacuteTICA MODERNA

V Camps describe acertadamente la perspectiva moderna resultante de ndashen-tre otras causasndash un proceso en el que se echa de ver un distanciamiento con los principios tomistas que hemos resentildeado

laquoCualquier visioacuten muy panoraacutemica de la filosofiacutea moral se refiere a la gran divisioacuten sobre todo desde la modernidad en los dos paradigmas que constituyen las eacuteticas de los principios y las eacuteticas de las consecuencias o para decirlo con la denominacioacuten maacutes teacutecni-ca las eacuteticas deontoloacutegicas y las eacuteticas teleoloacutegicas o tambieacuten las eacuteticas del deber y las eacuteticas del bienraquo625

En la Modernidad entonces advertimos una eacutetica principialista laquobasada en el deber y en los principios formalesraquo

626 (a priori) complementaria con una eacutetica de las consecuencias es decir de los resultados o de lo uacutetil que viene a posteriori Estas dos ademaacutes de complementarse entre siacute reciben para la autora el complemento de una eacutetica de las virtudes que tambieacuten la llama ldquoaristoteacutelicardquo

Camps sostiene que laquono hay una teoriacutea eacutetica mejor construida que la kan-tiana que las foacutermulas del imperativo categoacuterico son realmente los criterios uacutel-timos de la moralidad y que como tales son inmejorablesraquo

627 Y agrega que laquola

exigencia de universalidad y el valor absoluto de la persona son criterios incon-testables de moralidad y seguiraacuten sieacutendolo a menos que queramos ver subvertida la idea misma de moralraquo

628 A la vez que reconoce la criacutetica que tal eacutetica ha re-

cibido por su formalismo la cual consiste en decir que sus principios abstractos poca incidencia tienen en el orden de la praacutectica arguye que un sistema eacutetico basado en ldquolo empiacutericordquo tambieacuten tiene su lado flaco laquoel de caer en la ingenuidad

625 V CAMPS laquoPrincipios consecuencias y virtudesraquo en Daiacutemon Revista de Filosofiacutea nordm 27 (2002) p 63 A nuestro juicio la autora sentildeala una dicotomiacutea que soacutelo tiene sentido en el horizonte moderno kantismo o utilitarismo p ej626 Ibidem p 64627 Ibidem p 64628 Ibidem p 64

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

de pensar que las preferencias humanas son sumables y equiparables y que la suma de ellas coincide con eso tan poco objetivable que es la felicidadraquo

629

El que viene a subsanar esta aparente incompatibilidad entre la eacutetica de los principios y la de las consecuencias es a juicio de la autora Max Weber quien pide al hombre encargado de gobernar que laquotenga en cuenta las exigencias tanto de los principios como de la responsabilidad por las consecuenciasraquo

630 y agrega

laquoEl poliacutetico ha de tener en cuenta las contradicciones fundamentalistas a que puede llevarle una adhesioacuten riacutegida a los principios Al poliacutetico no le estaacute permitido lo que hariacutea el cristiano que es obrar bien ldquoy dejar el resultado en manos de Diosrdquo sino que debe aceptar ldquotodos los defectos del hombre mediordquo darse cuenta de que el mundo es el que es y de que si hay que actuar es imposible hacerlo teniendo soacutelo en cuenta la pureza de los principiosraquo631

Recuperemos de estas notas algunas nociones que nos dan idea de los prin-cipios que rigen la eacutetica moderna en su versioacuten kantiana

El primero es el referido al fundamento de la moral los imperativos categoacute-ricos y su universalidad Y el segundo el del valor absoluto de la persona Juntos conforman el orden o la normalidad de la moral En este uacuteltimo sentido vemos pues coacutemo la autora advierte que de poner otros principios incurririacuteamos en el grave hecho de subvertir la ldquomisma idea de la moralrdquo

Estamos claramente en oposicioacuten a la postura tomista sobre la que discurriacutea-mos renglones atraacutes la de la supremaciacutea del bien comuacuten sobre la dignidad de la persona humana y la de Dios como fundamento metafiacutesico de la moral

Otra distancia es la desarticulacioacuten o el desmembramiento del orden natu-ral y sobrenatural

Pues bien aquiacute al poliacutetico ldquono le estaacute permitido hacer lo que el (poliacutetico) cristianordquo hariacutea Es decir que la vida poliacutetica ya no se ordena mediante el bien

629 Ibidem p 64630 Ibidem p 64631 Ibidem pp 64-65

299

comuacuten poliacutetico a un bien divino que le resulta superior Mucho menos la auto-ridad poliacutetica debe gobernar en miras a un orden superior sino que una vez que ha actuado responsablemente debe repetirse laquono puedo hacer otra cosa hasta aquiacute he llegadoraquo

632

De todo lo anterior se desprende tambieacuten ademaacutes de la escisioacuten entre la so-ciedad natural y la sobrenatural un divorcio entre las virtudes morales y las teo-logales por cuanto la caridad la esperanza y la fe no tienen mayor efecto sobre la vida de las personas El poliacutetico hasta ahiacute ha llegado la caridad no anima su espiacuteritu pudiendo dejar las cosas sus actos en manos de Dios y su Providencia ni la esperanza le hace confiar en que todos sus actos virtuosos redundaraacuten en un bien espiritual y material ni la fe le hace estar seguro de que su mismo obrar es conforme a la voluntad de Dios ratio seguacuten la que se ordena

El rol que cumplen las virtudes en esta perspectiva es simplemente la de ser buenas disposiciones a obrar la de ser ldquomediadoras entre la teoriacutea y la praacutectica para que la eacutetica sea una realidadrdquo

633 La virtud es entonces laquouna cuestioacuten de

actitudes y de sentimientos maacutes que normasraquo634

No ya aquel haacutebito operativo bueno ni aquella fuerza vital que se dispone a conseguir un bien arduo la per-feccioacuten misma

Camps avanza hacia una siacutentesis entre los tres paradigmas eacuteticos que analiza (de los principios de las consecuencias y de las virtudes) y una serie de nociones tales como libertad ley derechos y deberes

laquoEntiendo que la eacutetica de las virtudes es un complemen-to imprescindible de una eacutetica de derechos y deberes tengan eacutestos su base en una eacutetica principialista o cosecuencialista Los derechos y los deberes acaban materializaacutendose en leyes sien-do eacutestas condicioacuten necesaria pero no suficiente del buen fun-cionamiento de una sociedad democraacuteticaraquo635

632 Ibidem p 65633 Ibidem p 65634 Ibidem p 65635 Ibidem pp 64-67

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Otra nota con que la autora caracteriza esta perspectiva eacutetica es esta identifi-cacioacuten de los derechos y consecuentes deberes con todo aquello que se encuen-tra promulgado por la ley ameacuten de la definicioacuten misma que ndashrecurriendo Philip Pettitndash nos ofrece (de la ley) laquored de normas que imperen de modo efectivo y con independencia de la coercioacuten estatal en el reino de la sociedad civilraquo

636

Se manifiesta pues otra diferencia con los principios de la moral tomista La ley positiva no es ya una emanacioacuten de la ley natural que se ajusta a la ley divina o una determinacioacuten de cuestiones que no contenidas en la ley natural tampoco la contrariacutean La ley ahora es la materializacioacuten de los derechos y los deberes de caraacutecter instrumental para el buen funcionamiento de la democra-cia Es decir que la ley no mira ya la promocioacuten de la virtud y del bien comuacuten poliacutetico sino a un particular modo de gobernar la sociedad poliacutetica De lo cual podemos concluir con toda razoacuten que el fin de la sociedad consiste en alcanzar la democracia

Se desprende claramente la primaciacutea de la forma de gobierno la cual coad-yuva a los hombres en la consecucioacuten de su realizacioacuten plena la libertad Asiacute en-tonces la libertad deja de ser como para Santo Tomaacutes una facultad para alcanzar un bien arduo la perfeccioacuten Ahora la libertad es el fin de la persona humana De esto resulta loacutegica la expresioacuten con la que autora remata su argumentacioacuten paacuteginas maacutes adelante

laquoAristoacuteteles Tomaacutes de Aquino Benjamin Franklin pudieron hablar de las virtudes porque conociacutean cuaacutel era el fin de la vida hu-mana Hoy no lo sabemos el valor maacuteximo que caracteriza a la per-sona humana es la libertad precisamente para hacer con su vida lo que quiera eso siacute dentro de un orden el prescrito por la democracia y los derechos fundamentalesraquo637

Nuevamente aquiacute otra nota de la ley salvaguardar los derechos fundamenta-les personales para que la democracia no pierda su delicado equilibrio Nueva-mente los hombres no viven en sociedad para alcanzar un bien comuacuten sino para que garantizados sus derechos de ldquohacer con su vida lo que quieranrdquo su bien

636 Ibidem pp 67-68637 Ibidem pp 64-69

301

particular no sea afectado por otras personas que tienen igual derecho de hacer con sus vidas lo que quieran

Consideremos seguidamente los comentarios de Cayetano en esta perspec-tiva

VI4 LA PERSPECTIVA EacuteTICA EN LOS COMENTARIOS DEL CARDE-NAL TOMAacuteS DE VIacuteO

En los momentos liminares de nuestra investigacioacuten nos preguntaacutebamos iquestes el Cayetano un comentador moderno iquestQueacute implica calificar de este modo al Cardenal Esto es iquestqueacute entendemos cuando decimos que el de Gaeta estaacute im-buido de una forma mentis maacutes cercana a la eacutetica moderna que a la eacutetica claacutesica

En los paacuterrafos que siguen como hemos dicho queremos centrarnos en las vinculaciones de puntos mostrados en el Cardenal con posicionamientos que trasuntan cierto formalismo y una perspectiva de la ldquotercera personardquo

Asiacute por ejemplo como hemos advertido el Cayetano glosa con el afaacuten por determinar e indicar el modo en que se debe actuar Esta misma caracteriacutestica o este ejercicio casi permanente de poner casos y ejemplos de tipificar y de nor-mativizar los principios expuestos por Santo Tomaacutes nos recuerdan a aquellas palabras de A Vendemiati cuando describe el punto de vista adquirido por un moralista moderno Recordeacutemoslo nos deciacutea que el moderno puesto a filosofar en sede eacutetica no lo hace ya desde el punto de vista del sujeto sino de un ldquoobser-vador externo que haciendo las veces de legislador o juez busca los principios los criterios y las normas para llevar a cabo una accioacuten justardquo638

Hemos resaltado tambieacuten coacutemo el Cayetano ndashen cuanto comentador de la obra del Aquinatendash asume la posicioacuten descripta por Vendemiati de observador externo e indicador de las formas rectas de obrar Como cuando por ejemplo debe restituirse algo solamente luego de la orden del juez seguacuten su Comentario sect1 en S Th II-II q 62 a 3

638 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 66

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

A lo largo de su glosa a las cuestiones 57-62 de S Th II-II vimos reiteradas veces este vehemente anhelo de legislar juzgar y normativizar los modos en que una accioacuten debe ser cumplida para ganarse el rango de justa

Deciacuteamos no es otra cosa la que emergioacute de nuestro anaacutelisis Repasemos tan soacutelo algunos casos presentes en los comentarios que hemos analizado en el capiacutetulo III

(a) Comm en S Th II-II q 57 a 2 Su intencioacuten es tan soacutelo la de sentildealar el modo en se deberaacute obrar si se le llegase a presentar alguna situacioacuten con este tipo de dificultades y la forma en que el lector deberiacutea aplicarlo

(b) Comm en S Th II-II q 58 a 2 Vemos al Cardenal ejerciendo el pa-pel de tipificador de la virtud de la justicia tomista distinguiendo entre las ac-ciones del hombre hacia siacute mismo y las acciones hacia otro y sentildealando coacutemo se realiza el acto de la justicia

(c) Comm en S Th II-II q 59 a 2 Aquiacute lo contemplamos normativizan-do el texto del Aquinate

(d) Comm en S Th II-II q 59 a 4 Precisando cuaacutendo y cuaacutendo no ha-cer lo injusto materialmente es pecado mortal

(e) Comm en S Th II-II q 60 a 2 Establece cuaacutendo puede juzgar liacutecita-mente un prelado sin peligro de incurrir en pecado mortal

(f) Comm en S Th II-II q 60 a 4 Esboza su posicioacuten de ldquoobservador externordquo ldquotipificadorrdquo y ldquonormativizadorrdquo de la accioacuten justa indicando los mo-dos en que los superiores religiosos deben comportarse con sus subalternos

(g) Comm en S Th II-II q 60 a 6 Repara en cuaacutendo se cometeriacutea peca-do mortal o venial dando precisiones a los prelados espirituales

303

(h) Comm en S Th II-II q 61 a 2 Intereacutes del Cardenal por ldquoaclararrdquo cuestiones morales

(i) Comm en S Th II-II q 61 a 4 Intenta marcar coacutemo debe aplicarse la ensentildeanza del Angeacutelico

(j) Comm en S Th II-II q 62 a 4 Desviacutea el tema de discusioacuten con un ejemplo

(k) Comm en S Th II-II q 62 a 7 Se dirige al lector para indicarle el sentido de interpretar los principios de Santo Tomaacutes

(l) Comm en S Th II-II q 62 a 8 Aclara el modo en que debemos en-tender que ldquola restitucioacuten debe efectuarse inmediatamenterdquo y propone su pro-pia opinioacuten

iquestPor queacute decimos entonces que hay en el Cayetano algunos rasgos que lo acercariacutean a un ldquomoralista modernordquo iquestEn queacute nos hemos basado

Como anticipamos el trabajo que mejor explica en forma sinteacutetica ndasha nues-tro juiciondash esto de tomar una postura ldquoen primera personardquo es aquel segundo excursus que

A Vendemiati coloca al final del segundo capiacutetulo de su obra En el mismo (recurriendo a M Rhonheimer y G Abbaacute) nos deciacutea que un moralista moderno se centra maacutes en la virtud como ldquoacto de obedienciardquo que en cuanto a la misma entendida como ldquohaacutebitordquo

Ahora bien iquestcuaacuteles son los indicios seguacuten los cuales podemos decir de un moralista que es ldquomodernordquo y no ldquoclaacutesicordquo W Kluxen hablando de la eacutetica como una doctrina de la virtud nos recuerda que laquoPer un siffatto modo di pensa-re la dottrina delle virtugrave non descrive il mezzo o il percorso o un mero ldquoiniziordquo della felicitagrave ma il modo del compimento della felicitagrave stessaraquo

639

639 W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino p 313

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Y notemos que es ciertas veces hemos encontrado lo opuesto en algunos de los comentarios del Cayetano Hemos sentildealado por ejemplo que eacutel mismo no habla de la virtud en cuanto modo de alcanzar completamente la vida feliz Sino que en algunas ocasiones su glosa tiene por fin sentildealar las ldquocosasrdquo que hay que hacer las ldquodificultadesrdquo a las que hay que atender y los ldquocasosrdquo en que podriacuteamos alejarnos de tal virtud suponiendo que con esta virtud en cuanto acto externo y tan soacutelo con su cumplimiento alcanzaremos la felicidad

Es cierto que podemos cumplir ldquoobjetivamenterdquo con tal o cual acto es de-cir que nuestro comportamiento exterior venga identificado con alguna virtud pero iquestes mera voluntad iquestqueacute pasa ademaacutes con la consciencia de conocer tal acto y obrarlo Surge asiacute el problema de la libertad

Y todaviacutea maacutes iquestqueacute pasa con el resto de las virtudes Tengamos presente que anteriormente indicamos que Santo Tomaacutes postula la necesidad de que exista una virtud especial que ordene los actos de un hombre hacia otro

640 A esto agregue-

mos sucitamente dos cosas La primera que el concepto de virtud para Santo Tomaacutes es aquel del habitus por el cual nos disponemos a alcanzar la vida feliz La segunda que la nocioacuten tomasiana de justicia en tanto que legal o general es aquella que ordena y dirige a todas las demaacutes virtudes hacia el Bien Comuacuten

iquestPero es esto posible Pues bien lo seraacute si tanto una virtud ndashdigamos la generalndash no tiene maacutes relacioacuten con la otra ndashla particularndash como la relacioacuten que tienen ldquodos ndasho tresndash partes ndasho especiesndash dentro de un todo maacutes generalrdquo Nueva-mente iquestesto es posible O maacutes auacuten iquestse da o se daraacute en el Cayetano Como hemos demostrado pues la respuesta es ldquosiacuterdquo Siacute ya que en la interpretacioacuten del Cardenal la justicia general ha devenido en una mera especie una entre tres

A este punto resulta evidente que es menester analizar el resto de los comen-tarios para profundizar en el sistema eacutetico cayetano que aquiacute vemos emergente

Tal doctrina de la virtud cayetana es entonces diversa a la doctrina de la virtud tomasiana Tambieacuten en este sentido da su opinioacuten W Kluxen

laquoLa dottrina della virtugrave nella filosofia ancor piugrave che nella teo-logia egrave allora la parte centrale della trattazione morale e lo egrave tanto da poter dire - forse con un poco di esagerazione- che cosigrave come la intende Tommaso lrsquoetica in generale ldquoegraverdquo dottrina della virtugraveraquo

641

640 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 2641 W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino p 314

305

Nuevamente iquestpor queacute el Cardenal de Gaeta se distancia del santo de Aqui-no Porque su eacutetica no es una eacutetica de la virtud al menos no de la virtud en cuanto haacutebito Y iquestpor queacute decimos que el Cayetano es un filoacutesofo que se ocupa de la moral acercaacutendose en parte y antes bien a un paradigma moderno que a uno claacutesico Porque su doctrina de la virtud no es una tal que entienda lo mismo que Santo Tomaacutes de Aquino

La moral cayetana concibe a la virtud como una doctrina del ldquoacto externordquo y de la ldquoobligacioacutenrdquo que viene utilitariamente mensurada gracias a la gran can-tidad de precisiones e indicaciones por eacutel mismo tipificadas en sus comentarios Y es precisamente aquiacute donde la eacutetica en tercera persona muestra toda su fuerza ldquonormativardquo

Si asumimos una eacutetica de esta iacutendole la felicidad (fin uacuteltimo del hombre) no radicariacutea en un esfuerzo personal por conocer y obrar el bien (haacutebito operativo) y evitar el mal moral sino en el cumplimiento (voluntarista) de los mandatos prescritos y ordenados

Por supuesto que no estamos relativizando el valor altamente pedagoacutegico de la ley ni su fuerza eficaz para conducir las voluntades hacia el bien juriacutedicamen-te requerido Sencillamente queremos advertir las consecuencias de concebir en tal modo la nocioacuten de virtud voluntarismo y formalismo Si bien seriacutea erroacuteneo decir que esto se debioacute a un escenario doctrinal general hay que reconocer necesariamente que podemos establecer vinculaciones entre ciertos postulados propios de la era Moderna con algunos principios generales presentes en el de Gaeta (que hemos recogido y compilado a lo largo de toda la Parte Segunda de este trabajo especialmente en el Capiacutetulo III2 y el Capiacutetulo IV2)

Disociar del hombre sus capacidades para adquirir la ciencia moral no que-daraacute impune Vendemiati reflexiona sobre los alcances bien praacutecticos de una tal postura eacutetica Por un lado la prefiguracioacuten de un individualismo liberal por otro el de la cuestioacuten del mero deber Recordemos nuevamente la nota

laquoLrsquoetica della terza persona intende limitarsi a fornire un qua-dro di regole utilitarie di giustizia che sono presentate come ldquodo-verirdquo ma con quale forza questi doveri vengono imposti Con la coazione giuridica Con la minaccia dellrsquoostracismoraquo

642

642 A VENDEMIATI In prima persona p 67

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Entonces si el uacutenico poder es el de la ley positiva es porque la ley natural ha perdido su fuerza Y si la naturaleza no obliga a determinado comportamiento seraacute necesario que otra fuerza lo haga so pena de alguacuten castigo y con el fin de mantener cierto orden Que recalquemos no se reconoce ya natural y debido

En definitiva lo que hay debajo de esta forma de discurso moral de este punto de vista eacutetico es no soacutelo una diferente concepcioacuten de lo que es la virtud maacutes tambieacuten dos antropologiacuteas filosoacuteficamente opuestas

laquoLacuteaspirare intenzionale delle singole virtugrave morali egrave principio affettivo per la prudenza e per il giudizio drsquoazione La virtugrave morale perograve non egrave solo una struttura affettiva ma anche la giustezza (Aris-totele orthotes) dellrsquoaspirare Questa affermazione presuppone che la virtugrave morale egrave formata da strutture della ragionevolezzaraquo

643

Lo que estaacute en juego aquiacute no es tan soacutelo un ldquoconcepto de hombrerdquo un deter-minado discurso antropoloacutegico filosoacutefico sino que de este emergente tambieacuten lo estaraacute todo el tema de la ldquoracionabilidad de la moralrdquo Puesto que esta ldquonatural aspiracioacutenrdquo de la virtud moral se trocaraacute ahora en algo irracional y artificial Externo y extrantildeo a la natura humana Peligros que son perceptibles en los co-mentarios del Cayetano

iquestPor queacute entonces podemos ver incipientes principios maacutes propios de un ldquomodernordquo en los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Viacuteo Por varios motivos

En primer lugar porque su modo de comentar se asemeja al modo en coacutemo un moderno se posiciona frente al tema moral Sus comentarios son tipificacio-nes normativizaciones indicaciones sentildealizaciones y advertencias de los mo-dos en que se debe ldquocumplirrdquo y ldquoobedecerrdquo los dictaacutemenes contenidos en las ldquoexigencias objetivas de la virtud moralrdquo en nuestro caso puntual referidas a la justicia

Porque la impronta normativa o coaccioacuten juriacutedica de los legisladores junto con sus juicios son la fuerza suficiente o motora y agente para compeler a los sujetos al cumplimiento de tal o cual mandato Distinguieacutendose claramente aquiacute dos funciones Una de parte del ldquosuperior religiosordquo o ldquoprelado espiritualrdquo (por

643 M RHONHEIMER La prospettiva della morale p 225

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ejemplo) que es la de comandar e indicar el modo en que los suacutebditos deben comportarse coacutemo y en queacute modos deben ser tratados Otra por parte de los mismos subalternos seguacuten la cual ellos deben obedecer cumplidamente las oacuter-denes que se reciban

En esta verticalidad obediencial ndashen la que la voluntad de seguir el mandato del superior no estaacute ya presente (y por lo tanto desaparece tambieacuten la virtud de la obediencia)ndash los mismos sujetos a obediencia disponen de un extenso y detalla-do nuacutemero de casos circunstancias y situaciones (minuciosamente tipificados) a consultar de cuaacutendo y cuaacutendo no deben obedecer asiacute como tambieacuten a quieacuten y a quieacuten no

Ademaacutes como se desprende de lo que demos dicho tiene la pretensioacuten de matematizar la virtud moral Por otra parte su forma mentis nos dejoacute entrever una concepcioacuten distinta del hombre respecto de aquella que estaacute en la base de la eacutetica entendida en sentido claacutesico

Finalmente porque su perspectiva moral es maacutes proacutexima a una de la ldquotercera personardquo asumida en lugar de la que expusimos como de la ldquoprimera personardquo alguien (una tercera persona) dice lo que debo hacer para alcanzar la felicidad No soy yo (primera persona) quien lo descubre y practica actuando todas mis facultades y capacidades humanas

Aclaremos que no estamos diciendo que el Cayetano sea un moderno pro-prie loquendo Nos referimos a la perspectiva moral del Priacutencipe de los Comen-tadores De hecho el Cardenal siacute reconoce a Dios la Creacioacuten y un sinnuacutemero de principios propios del hombre cristiano

Por ello hemos querido aquiacute (y tambieacuten lo haremos en el proacuteximo apartado) resaltar las posibles vinculaciones de los puntos sentildealados del Gaetano con la perspectiva eacutetica moderna tal como la expusimos en sectVI3 Hemos dicho que no pretendemos atribuir en bloque el calificativo de ldquomodernordquo a Cayetano para evitar una posible e ilegiacutetima extrapolacioacuten de su glosa

El problema reiteramos es el modo en que concibe la virtud el ordena-miento de la sociedad y coacutemo eacutesta debe ser gobernada Luego de sus comenta-rios cuando el mundo haya avanzado en el abandono paulatino de los principios cristianos el modo formalista y voluntarista en que ha entendido a Santo Tomaacutes serviraacuten de cimiento para una modernizacioacuten de la moral cristiana

En la parte que sigue resaltaremos la importancia y las implicancias ndashteoacute-ricas y praacutecticasndash del modo en que el Cardenal entiende y define la nocioacuten de

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

justicia puesto que aquiacute se dirime una auteacutentica divisoria de aguas entre las concepciones poliacuteticas de la eacutepoca claacutesica y medieval y aquella moderna preci-samente el reconocimiento del bien comuacuten y la supraordenacioacuten de la virtud que a eacutel mira la justicia general

VI5 LA CAPITIS DEMINUTIO O EL ALCANCE TEOacuteRICO Y PRAacuteCTICO DE UNA DEFINICIOacuteN UNIacuteVOCA

El valor teoreacutetico y exegeacutetico del principio de politicidad natural puede ser explotado sin negar que no es algo especiacutefico tiacutepico de la Edad Media En tanto que tal principio viene asumido desde los claacutesicos por ejemplo desde Aristoacutete-les y que la Modernidad no lo niega en bloque

Pero iquestcoacutemo explotarlo en este sentido Reconocieacutendolo y afirmaacutendolo como troncal en Santo Tomaacutes Con lo cual la capitis deminutio de la justicia legal ndashy por ende de su objetondash conllevaraacute una contradiccioacuten con el tomismo genuino

Antes de adentrarnos en todo esto consideremos la proveniencia y el signi-ficado de la locucioacuten ldquocapitis deminutiordquo

laquoExpresioacuten latina equivalente a ldquodisminucioacuten de capacidadrdquo Podiacutea en Roma ser total o parcial ldquoo maacuteximardquo ldquomiacutenimardquo y ldquome-diardquo Por ejemplo caer en esclavitud o servidumbre importaba una ldquocapitis diminutio maacuteximardquo perder la ciudadaniacutea importaba una ldquocapitis diminutio mediardquo y cuando se operaba un cambio en la capacidad soacutelo relativamente al derecho de familia trataacutebase de una ldquocapitis diminutio miacutenimardquoraquo644

Lo que queremos establecer aquiacute con esta expresioacuten es el prioris status permutatio que el Cardenal obroacute al predicar uniacutevocamente la nocioacuten de justicia al definirla seguacuten el modo que hemos resentildeado

644 A ORGAZ Diccionario de Derecho y Ciencias Sociales Ed Assandri Coacuterdoba 1961 p 47

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Como hemos visto la figura de la capitis deminutio viene del derecho civil romano e implicaba un rebajamiento de las capacidades juriacutedicas de una perso-na debido a una condena Traslaticia y figuradamente se emplea como achica-miento desjerarquizacioacuten etc

La idea es si se opera una capitis deminutio a la justicia legal nada menos cuya primaciacutea como forma de justicia le viene de su objeto entonces asiacute se estaacute echando por la borda impliacutecitamente toda la politicidad natural la primaciacutea del bien comuacuten etc Y allanando el paso al liberalismo individualista

En efecto el uniacutevoco es un concepto que consta de especies cada una de las cuales realiza ideacutenticamente el geacutenero del cual se predican Y al decir que la justicia consta de tres especies el de Gaeta viene a igualar impliacutecitamente el bien comuacuten con el particular atribuyeacutendoles igual jerarquiacutea o razoacuten respecto del geacutenero que realizan Queda asiacute la justicia general disminuida en su facultad directiva Pues al pertenecer al mismo orden loacutegico nada hay que le otorgue primaciacutea y capacidad para ordenar

Ademaacutes de esto queremos hacer notar ndashen consecuenciandash la desjerarqui-zacioacuten del fin poliacutetico a traveacutes de la desjerarquizacioacuten de la virtud que lo tiene como objeto Es decir que obrar una disminucioacuten en la facultad general de la forma de la justicia redunda en una relativizacioacuten del bien comuacuten al igualarlo ndashen dignidadndash al bien comuacuten Bien comuacuten y bienes particulares realizan ahora plenamente el sentido de la justicia Cada uno de ellos sin orden de relacioacuten entre primero y segundo entre primario y secundario entre original y derivado se predican de y realizan igualmente el concepto al que refieren

Como efecto la capitis deminutio maxima implicaba para el ciudadano so-bre el cual recaiacutea la peacuterdida de su libertad de su ciudadaniacutea y la correspon-diente a su familia Por haberse visto afectada la personalidad juriacutedica el capite minutus perdiacutea todos sus derechos patrimoniales que veniacutean adquiridos por el Estado por acreedores o por otras personas

Asiacute pues cuando la justicia viene capite minuta pierde la facultad de ani-mar al resto de las virtudes morales hacia su fin propio incluida la forma parti-cular y a todas hacia el bien comuacuten Por ende la vida moral queda sin agente que ordene y dirija al bien comuacuten y por consiguiente perfeccione al hombre en el sentido maacutes pleno de su naturaleza poliacutetica

Tal escisioacuten relativiza el bien comuacuten al igualarlo al resto de las virtudes mo-rales Es la cisura por la cual se perderaacute toda la vida virtuosa la abertura por la

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cual seraacute vaciada la nocioacuten misma de virtud en tanto que acto libre y voluntario de las personas

Al despojar a la justicia de su facultad general el Cayetano abriraacute la posibi-lidad al planteamiento de la inexistencia de un ldquobien comuacutenrdquo acotada y propia-mente dicho Pues no es ya ldquocomuacutenrdquo a nada ni nada se le ordena El bien comuacuten es en esta forma de predicar la nocioacuten de justicia la diferencia especiacutefica que realiza un mismo geacutenero una especie maacutes entre otras dos particulares El bien comuacuten es en esta moral un tipo maacutes de bien como el bien particular o el bien que corresponde a cada una de las restantes virtudes morales

Reducir asiacute la justicia legal y negar el valor supremo del bien comuacuten no puede llevar sino a una contradiccioacuten con el genuino planteo de Santo Tomaacutes

En este sentido corresponde y compete aquiacute una mencioacuten filosoacutefico-poliacutetica entre lo que comporta la capitis deminutio de la justicia general ndashy de su objetondash y una deriva de lo que podriacutea entroncar con posiciones individualistas

Esto para establecer otra vinculacioacuten entre lo que hemos demostrado de la cercaniacutea de algunos postulados de Cayetano y ciertas doctrinas modernas en los principios proacuteximos tratados y no en sus virtualidades uacuteltimas o contexto general

Como quedoacute asentado Tomaacutes de Vio reduce por un lado ambas formas de justicia a especies de un mismo geacutenero al predicarla uniacutevocamente y no con analogiacutea de atribucioacuten Por otro quedan ahora igualadas entre siacute las que antes eran cuasi especies o partes subjetivas de una de las formas y eacutestas respecto de la anterior forma general de la virtud ldquotriespecificacioacutenrdquo

El bien comuacuten ndashfin propio de la justicia legalndash hemos dicho queda igualado a cualquier otro tipo de bien o fin de cada una de las restantes virtudes Tampoco es superior a todos los bienes a los que se ordenan cada una de ellas

Por poner un ejemplo ldquobien comuacutenrdquo y ldquobien particularrdquo se diferencian (aho-ra) sola y exclusivamente por la especie de virtud que realizan pero no hay entre ellos otra relacioacuten distinta que la existente entre la justicia particular conmutati-va y la fortaleza o la legal y la prudencia o la distributiva y la templanza

Todas las virtudes y todos los bienes que eacutestas persiguen gozan de la misma jerarquiacutea Tampoco hay por lo tanto un orden natural que los valore rectifique y justiprecie Todos los bienes valen absolutamente lo mismo y asiacute esta nueva forma de comprender la virtud de la justicia ndashabajaacutendolandash conlleva iacutensita una ldquohorizontalizacioacutenrdquo (o inmanencia) de toda la moral

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Deciacuteamos que es posible vincular estas reflexiones con algunas posturas in-dividualistas Tomemos a tal efecto y a modo ilustrativo soacutelo un caso el de John Locke

No vendremos ahora a introducir al autor ni presentar en modo detallado todo su pensamiento Nos valdremos aquiacute sencillamente de determinadas notas de su filosofiacutea y de algunas reflexiones que nos traen algunos acadeacutemicos actua-les a partir de sus escritos Por ejemplo una moral aplanada ndashcomo la que hemos descritondash no solamente quedaraacute a la deriva sino que tambieacuten habraacute perdido su anclaje maacutes inmediato y el criterio de su validez la experiencia moral Ambos autores dejando de lado el iusnaturalismo del que fueron conocedores enlazan directamente su pensamiento filosoacutefico-poliacutetico en la metafiacutesica Asiacute explica Ja-vier Bonilla Saus el fundamento de la ley natural en Locke

laquoLa moral no se basa en los sentimientos de placer o dolor en lo uacutetil o en lo inuacutetil en el intereacutes propio o en el colectivo en el mie-do o la voluntad de poder sino simplemente en la voluntad de Dios que frente al anaacutelisis de la razoacuten resulta impenetrableraquo645

Es decir que en lugar de recurrir a los principios propios de la Filosofiacutea de la Antropologiacutea Filosoacutefica de la Eacutetica y del Derecho Cayetano y Locke fundan sus reflexiones en la voluntad de Dios Obran el mismo salto y hacen que pre-varique la Fe entrometieacutendola importuna e injustamente en aacutembitos propios e incumbencias inmediatas de otras disciplinas

Por otra parte Francisco Corteacutes Rodas apunta que John Locke es uno de los fundadores del liberalismo porque laquoafirma la prioridad de los derechos in-dividuales y de la divisioacuten constitucional de poderes frente a la voluntad del legislador democraacuteticoraquo

646 Aquiacute el gobernante no tiene la potestad de legislar

sobre cualquiera de los derechos individuales (bienes particulares) en aras de un bien comuacuten precisamente porque no hay supremaciacutea de unos bienes respecto de otros del bien comuacuten respecto del particular Lo dicho se pone de relieve en la cita que sigue que sirve ademaacutes para realizar otras consideraciones

645 J BONILLA SAUS laquoLa ley natural en Lockeraquo en Revista Uruguaya de Ciencia Poliacutetica 20 1 (2011) p 162646 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberal John Lockeraquo en Revista Co-herencia 7 13 (2010) p 101

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laquoLa libertad natural del hombre consiste en estar libre de cualquier poder superior sobre la tierra y en no hallarse sometido a la voluntad o a la autoridad legislativa de hombre alguno sino de adoptar como norma exclusivamente la ley de la naturaleza La libertad del hombre en sociedad es la de no estar bajo maacutes poder legislativo que el que haya sido establecido por consentimiento en el seno del Estado ni bajo el dominio de lo que mande o prohiacuteba ley alguna excepto aquellas leyes que hayan sido dictadas por el poder legislativo de acuerdo con la misioacuten que le hemos confiadoraquo647

A partir de este planteo se pueden apreciar dos cosas

Primero es claro la negacioacuten del principio de politicidad natural La cual se niega expliacutecitamente haciendo depender la vida poliacutetica de la maldad humana Las nociones de natural politicidad bien comuacuten y autoridad poliacutetica se implican mutuamente Sostener que ninguacuten hombre estaacute naturalmente sujeto a otro es un efecto de la licuacioacuten del bien comuacuten y de la capitis deminutio obrada respecto de la forma legal de la justicia La cual capite minuta no tiene ya la potestad de dirigir y ordenar lo que naturalmente pertenece a todo hombre debido no a su particularidad sino precisamente a su naturaleza poliacutetica Su libertad la del hombre no consiste en abrirse a la comunidad poliacutetica sino que se realiza ce-rraacutendose sobre siacute mismo y sus bienes personales La vida comunitaria es enton-ces el resultado de un temor hacia el otro que se descubre como una amenaza Puesto que puede despojarme de mis bienes que puede cercenar mis derechos y que puede ndashlo peorndash matarme es necesaria una autoridad que se lo impida

648

La vida poliacutetica entonces se funda en el miedo de un individuo de muchos mas

647 J LOCKE Segundo tratado sobre el gobierno civil Ed Tecnos Madrid 2006 p 16 sect29648 Cfr Ibidem pp 88-89 sect89 laquoPor lo tanto siempre que cualquier nuacutemero de hombres esteacute asiacute unido en sociedad de tal modo que cada uno de ellos haya renunciado a su poder ejecutivo de ley natural y lo haya cedido al poder puacuteblico entonces y soacutelo entonces tendremos una sociedad poliacutetica o civil Y esto se logra siempre que un grupo de hombres en estado natural entra en sociedad para formar un pueblo un cuerpo poliacutetico bajo un gobierno supremo o si no cuando alguno se une a un gobierno ya establecido y que se incorpora a eacutel pues mediante ese acto autoriza a la sociedad o lo que es lo mismo a la legistura de la misma a hacer leyes para eacutel seguacuten el bien puacuteblico de la sociedad lo requiera comprometieacutendose en el grado que le sea posible a prestar su asistencia en la ejecucioacuten de las mismas Esto es lo que saca a los hombres del estado de naturaleza y los pone en un Estado el establecimiento de un juez terrenal con autoridad para decidir todas las controversias y para castigar las injurias que puedan afectar a cualquier miembro del Es-tado y dicho juez es la legislatura o el magistrado nombrado por ella Sin embargo siempre que haya una agrupacioacuten de hombres aunque esteacuten asociados que carezcan de un poder decisorio al que apelar seguiraacuten permaneciendo en el estado de naturalezaraquo

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no en naturaleza social del geacutenero humano649

El bien comuacuten que postulaba tal perfeccioacuten ndashy que se educe de tal naturalezandash queda sin fuerza impotente y sin capacidad de actualizacioacuten pues ha sido deformada la forma que lo informaba

En segundo lugar podemos ver coacutemo la potestad del gobernante ha sido ademaacutes capite minuta tambieacuten la del legislador pues ya no velan por el bien comuacuten de la comunidad poliacutetica sino por el bien particular de cada uno de los individuos cuya garantiacutea es la ley natural que es independiente y anterior a la comunidad poliacutetica

laquoLa ley natural es entonces una ley normativa y rectora Sir-ve para ayudar a personas libres y racionales hacia la consecucioacuten de su propio bien La ley natural le permite conocer al agente libre y racional hasta donde puede extender su libertad coacutemo puede dispo-ner y ordenar seguacuten lo considere su persona acciones posesiones y su propiedad toda dentro de lo que permiten las leyes bajo las que hemos acordado vivirraquo650

Ya no auacutenan voluntades en pos de un bien comuacuten sino que se cintildeen a alejar aquellas posibles conductas que se cometan contra los derechos (bienes parti-culares) de cualquier otro sujeto fundaacutendose en la ley natural seguacuten su propia utilidad

laquoSirve para preservar garantizar y posibilitar la vida humana es normativa y rectora Sirve para ayudar a personas libres y racio-nales hacia la consecucioacuten de su propio bien La ley natural hace po-sible conocer el alcance y liacutemite de la libertad De este modo Locke situacutea en el estado de naturaleza un conjunto de deberes y derechos que definidos por las leyes naturales regulan la misma institucioacuten del poder poliacuteticoraquo651

649 Cfr Ibidem pp 87-88 sect88 laquoAsiacute el Estado se origina mediante un poder que establece cuaacutel es el castigo que corresponde a las diferentes trnasgresiones de aquellos que entre los miembros de una sociedad pien-san que merece la pena cometerlas eacuteste es el poder de hacer leyes y a eacutel debe antildeadirse el poder de castigar cualquier dantildeo que se le haga a un miembro de la sociedad cometido por alguien que no pertenece a ella Este segundo poder es el de hacer la guerra y la pazraquo650 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberal John Lockeraquo en Revista Co-herencia 7 13 (2010) p 105651 Ibidem pp 105-106

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De la triespecificacioacuten de la justicia cayetana emerge con fuerza la nocioacuten de que la uacutenica especie de la virtud capaz de realizar con toda propiedad su acto sea uacutenicamente la conmutativa No cabriacutea otra posibilidad puesto que al quedar todos los bienes igualados en jerarquiacutea y dignidad y al estar relegado el Estado a la proteccioacuten de los bienes particulares de los individuos la forma que mejor ldquoajustardquo es la que retribuye ldquoa cada uno su derechordquo o los bienes sus-traidos Y como lo sostiene el Priacutencipe de los Comentadores tal ajuste se haraacute solamente cuando la autoridad competente ndashel juezndash asiacute lo dictamine cuya tarea seraacute la de justipreciar los teacuterminos de tal ajuste Asiacute explica Locke el origen de tal competencia

laquoDe estos dos distintos derechos ndashel de castigar el crimen a fin de contenerlo y de impedir que vuelva a cometerse derecho que tiene todo el mundo y el de buscar reparacioacuten que soacutelo pertenece a quien ha sido injuriadondash proviene el que el magistrado quien por ser tal tiene el derecho comuacuten de castigar pueda en muchas ocasiones cuando el bien puacuteblico no exige que la ley se ejecute remitir el cas-tigo por su propia autoridad correspondiente a ofensas criminales cometidas sin embargo no podraacute perdonar la satisfaccioacuten que se le debe a la persona privada que haya recibido el dantildeoraquo652

El filoacutesofo ingleacutes laquopresupone la institucionalizacioacuten juriacutedica de iguales li-bertades y establece que eacutestas deben ser protegidas y garantizadas por el Estado Asiacute afirma la prioridad de los derechos individuales frente a la voluntad del legislador supremoraquo

653 Se ve pues que este legislador supremo siacute tiene una

suprema potestas aunque tal no estriba en la custodia de un bien comuacuten sino y por el contrario en la garantiacutea de los bienes particulares Que como explica Diego Alejandro Fernaacutendez Peychaux no siempre se implican mutuamente

laquoLas ambiguumledades a las que podriacutea dar lugar el modo en que Locke relaciona la defensa de los derechosdeberes individuales y los colectivos podriacutea resolverse si se admite como conclusioacuten a los argumentos presentados que la relacioacuten entre el bien comuacuten y el

652 J LOCKE Segundo tratado p 16 sect11653 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberalraquo p 106

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individual conlleva aspectos positivos y negativos ya que ambos teacuterminos no se implican mutuamente de forma necesariaraquo654

De este modo el posible enfrentamiento entre el bien comuacuten y el bien indi-vidual es soacutelo concebible tras haber admitido que uno no rige ni ordena ni es fuente del segundo Esto tambieacuten se vincula nocionalmente con aquella iguala-cioacuten de la jerarquiacutea del bien comuacuten y los bienes que pertenecen al resto de las virtudes morales

Seraacute cuestioacuten de tiempo mas no solamente para que el fundamento metafiacute-sico sea advertido como impropio e improcedente en tal sistema de pensamiento y desestimado en nombre de la ldquorazoacutenrdquo Se descubriraacute que el anclaje de esta moral no responde en verdad a un rigor loacutegico o a una concatenacioacuten articulada y no contradictoria de argumentos sino a un principio foraacuteneo arbitrariamente colocado El non sequitur de tal fundamentacioacuten metafiacutesica de las costumbres no tardaraacute en hacerse oiacuter De hecho ya se habiacutea desestimado en Locke para quien este bien puacuteblico es la suma de los bienes particulares maacutes precisamente es la seguridad colectiva como bien instrumental y subordinado a los bienes particu-lares que resaltaremos en la cita a continuacioacuten

Vale decir que dicha ldquohorizontalizacioacutenrdquo de la moral ndashvinculada en ambos pensadores y que podriacutea calificarse (maacutes propiamente tal vez) como un ldquoin-manentismo moralrdquo en el sentido en que toda la reflexioacuten se desarrolla en el mismo plano sin tensioacuten hacia lo trascendentendash conserva todaviacutea un sesgo de bien comuacuten Cuya negacioacuten en sentido estricto no es atribuible in recto a estos pensadores aunque siacute resulte colindante Asiacute por ejemplo se pronuncia Locke en relacioacuten con el poder poliacutetico

laquoConsidero pues que el poder poliacutetico es el derecho de dic-tar leyes bajo pena de muerte y en consecuencia de dictar tambieacuten otras bajo penas menos graves a fin de regular y preservar la propie-dad y emplear la fuerza de la comunidad en la ejecucioacuten de dichas leyes y en la defensa del Estado frente a injurias extranjeras Y todo ello con la uacutenica intencioacuten de lograr el bien puacuteblicoraquo655

654 D A FERNAacuteNDEZ PEYCHAUX laquoEl concepto de derecho en Lockeraquo en Araucaria Revista Ibe-roamericana de Filosofiacutea Poliacutetica y Humanidades 13 26 (2011) p 44655 J LOCKE Segundo tratado p 9 sect3

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Aquiacute aparece para nosotros un punto central de las teoriacuteas individualistas para las que la que la sociedad es suma de partes yuxtapuestas persiguiendo sus bienes particulares (incomunicables) la poliacutetica se resolveraacute entonces en la existencia de un poder cuya funcioacuten propia especiacutefica y principal ya no seraacute la de dirigir y ordenar al bien comuacuten sino la organizacioacuten de la coaccioacuten en aras de la preservacioacuten de ese bien instrumental que es la seguridad Asiacute en Hobbes y luego en Locke la poliacutetica misma deviene allanamiento de obstaacutecu-los a los individuos consistiendo el poder ndashnuevamentendash en la organizacioacuten de la coaccioacuten

Reparemos en que Locke pregona este bien comuacuten del mismo modo en que lo hace el Cardenal eacuteste tambieacuten refirieacutendose a la Salvacioacuten y amenzando con penas eternas Se deja ver con mayor claridad el cambio de la perspectiva al que nos hemos referido en

sectVI4 Ambos pensadores atribuyen a la ley en primera instancia el dere-cho de regular y preservar la propiedad El deber del poder poliacutetico queda asiacute manifiesto espantar a los hombres de praacutecticas que menoscaben la consecucioacuten del bien comuacuten Veremos seguidamente queacute alcances tendraacute eacuteste Pero perma-nezcamos todaviacutea un poco en esta consideracioacuten la tarea de poliacuteticos y legis-ladores

No decimos que sea reprochable que eacutestos intenten disuadir las conduc-tas moralmente deleznables por atentar contra el bien comuacuten Muy por el contrario esta tesis es reconducible al propio Santo Tomaacutes El problema estaacute sostener que tal sea el sentido propio y primero de la funcioacuten de la ley puesto que le corresponde pero en un sentido derivado y secundario El fin propio de la ley y del poder poliacutetico no es para el Angeacutelico el de amenazar o castigar sino el de formar hombres virtuosos que a traveacutes de las normas alcanzan la virtud

Con todo esto hemos querido poner de relieve coacutemo la negacioacuten o licuacioacuten del bien comuacuten ndasho de su supraordenacioacutenndash y su posible enfrentamiento con el bien o mejor decir con los bienes particulares y junto con esto la reduccioacuten de la justicia a la forma conmutativa o a lo maacutes a la retribucioacuten penal pueden ser manifestaciones de posiciones individualistas que se vinculen nocionalmente con lo que despunta en el Cardenal

Asiacute afectada pues la nocioacuten de justicia es que deben leerse los comentarios del Cardenal a la Summa Theologiae

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Con esto profundicemos todaviacutea maacutes los alcances que la nocioacuten cayetana de justicia en la perspectiva de la ldquotercera personardquo implican en toda una teoriacutea moral

Una filosofiacutea moral que ya se encuentra herida de muerte por haber sido de-formada ndashcapite diminutiondash que es entendida ndashy propuestandash como una buacutesqueda de normas y leyes y laquoche assume come suo tema principale il dovere e la corret-tezza dei singoli atti moraliraquo

656 se distanciaraacute necesariamente de lo que acabamos

de decir Y con razoacuten podriacuteamos afirmar que nos encontramos frente a una nueva moral que en su camino ha olvidado algo el concepto mismo de virtud

En el esquema tomista toda virtud moral natural iraacute perfeccionando al mis-mo hombre Pero tambieacuten en tal se nos presenta al hombre en relacioacuten agre-gando la nota de alteridad De donde se seguiraacute que asiacute como hay virtudes que ordenaacutendose a su fin propio perfeccionan al hombre en relacioacuten consigo mismo seraacute necesaria pues otra virtud que lo ordene con relacioacuten a otro Es decir que se requeriraacute una virtud que ajuste la conducta de un hombre determinado al bien de otro hombre determinado o de un grupo de hombres No es otra que la virtud de la justicia tal como la entiende Santo Tomaacutes

Ahora bien una virtud que sea concebida como un acto voluntario de obe-decer lo que ha sido prescrito y que no halle su fuerza en el bien y la belleza que representa actuar de tal o cual modo exige un nuevo sistema moral

Por un lado porque hay un corrimiento de la perspectiva que se desplaza a lo que el hombre descubre como bueno a lo que le dicen que es bueno Una virtud la justicia por ejemplo se reduciraacute solamente al acto debido e indicado por el legislador y no a la concatenacioacuten de ordenamientos por la cual obra el agente Obrar virtuosamente querraacute decir ldquocumplir con este o aquel precepto de la leyrdquo Una virtud asumida como una obligacioacuten derivaraacute en una moral de las obligaciones en un formalismo

Es que verdaderamente el modo en que el Cardenal comenta trasluce su intereacutes por indicar coacutemo debe ser realizado cada acto moral singular sin recon-ducirlo o ponerlo en la perspectiva del bien comuacuten poliacutetico o divino Y cuando lo hace es advirtiendo la peacuterdida de este y la pena eterna que de no obrar como se debe recibiraacute

656 A VENDEMIATI laquoDio come fondamento dellrsquoeticaraquo p 657

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En este sentido la Eacutetica del Cayetano merece el apelativo de ldquoformalrdquo pues-to que no muestra intereacutes por el contenido mismo del acto y de su objeto sino que sentildeala rigoristamente coacutemo debe ser leiacuteda la virtud tomasiana y coacutemo debe ser aplicada

Volvamos sobre la nueva moral que la nocioacuten cayetana de justicia supone Habiacuteamos emparentado a Tomaacutes de Vio con aquel observador externo que legis-la y juzga en base a criterios que ya posee para realizar una accioacuten justa En su esquema eacutetico pues tal funcioacuten resulta ineludible Si la virtud no encuentra su fundamento en la experiencia en descubrir el bien su belleza y su honestidad sino que se obra virtuosamente porque se cumple en determinada forma una ley o un mandato entonces alguien deberaacute indicar los modos de obrar Premiar y castigar cuando una accioacuten se ajuste o aleje del mandato

De esto nos gustariacutea hacer derivar algunas preguntas

Si el hombre no descubre ya el bien del acto a traveacutes de su experiencia sino en la experiencia que tenga de la ley y el meacuterito o castigo que sobrevengan iquestes la ley el fundamento de la moralidad Se sigue que siacute Y por ende otra ca-racteriacutestica de esta nueva moral es el legalismo es bueno o malo lo que la ley dice No lo que educe la razoacuten humana y en virtud de su concordancia con la ley (moral) natural constituye legiacutetimo y positivo

Si la justicia es dar a cada uno su derecho iquestel derecho lo es tal porque asiacute lo dice la ley Noacutetese la peligrosa cercaniacutea de concebir soacutelo como derecho lo que prescribe el legislador De un lado derecho es lo que la ley constituya como tal Del otro soacutelo lo que la ley constituya como tal

Por todo lo dicho la doctrina de la justicia tal como la entiende el Cayetano supone o provocaraacute el advenimiento de una nueva moral de una nueva Eacutetica Una eacutetica de la tercera persona hemos dicho por limitarse a confeccionar ldquoun cuadro de reglas utilitarias de justicia que son presentadas ndashen sus comenta-riosndash como deberesrdquo657

y que suponemos haraacute extensiva al resto de las virtudes morales y teologales En este sentido modifica el sentido de la virtud y conse-cuentemente de la moral queriendo matematizarla

Ahora siacute pasemos a nuestras consideraciones finales en las que recoge-remos con mayor amplitud lo que hemos expuesto a lo largo de todo nuestro escrito y particularmente aquiacute la deriva individualista en Filosofiacutea Poliacutetica de

657 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 67

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haber ldquoaplanadordquo la virtud de la justicia y con ello al bien comuacuten Por lo demaacutes y como ya hemos sentildealado ndashaunque su demostracioacuten exceda nuestra tarea en esta Tesisndash no queremos dejar de reiterar que en un individualismo consecuente (fundado en bienes exclusivamente particulares) esa deriva implicaraacute que la poliacutetica misma se resuelva en coaccioacuten organizada

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CONCLUSIONESUN TOMISMO CAYETANO

Hemos llegado al momento de poner las conclusiones

A esta seccioacuten hemos decidido nombrarla ldquoUn tomismo cayetanordquo puesto que pensamos que es la sentencia que mejor expresa el conjunto de nuestras reflexiones Con ella nos referimos a la doctrina de raiacutez tomista presente en la interpretacioacuten del Cardenal de Gaeta el modo en que eacuteste recibioacute las nociones tomasianas y que tras eacutel ha sido replicado por muchos incluso hasta nuestros diacuteas Calificando esta modalidad de tomismo como ldquocayetanordquo pretendemos dis-tinguir la originaria doctrina del Aquinate respecto de aquella y otras formas de comprenderla en las que el sentido de algunas tesis tomasianas fundamentales ha sido transmutado

Mientras que uacuteltimamente la comunidad acadeacutemica se interesoacute en la glosa del Cardenal en lo relativo a la gnoseologiacutea la loacutegica la metafiacutesica y los co-mentarios biacuteblicos se ha descuidado el estudio riguroso y sistemaacutetico de aquello referido a las cuestiones de Filosofiacutea Moral

En este sentido guiados por nuestra intuicioacuten y por el apoyo activo de nues-tros moderadores aventuramos una pregunta que tomoacute las dimensiones de un trabajo de tesis doctoral Tal fue sencilla mas no ingenua

Si hay diferencia como vemos que la hay entre los textos del Aquinate en las cuestiones que acabamos de mencionar iquestno las habraacute tambieacuten en aquellas referidas a las cuestiones de filosofiacutea poliacutetica o moral

Frente a este interrogante tuvimos que tomar algunas determinaciones y rea-lizar los recortes propios exigidos para un trabajo de tesis Fue asiacute entonces que reparamos nuestra atencioacuten en un lugar comuacuten pensando que tal nos llevariacutea por senderos muy diversos a los que hemos transitado Dijimos

ldquondashVeamos y comencemos con el tema de la triparticioacuten de la justicia co-muacutenmente atribuida al Cayetano De alliacute partiendo identificaremos otros posi-bles temas de investigacioacutenrdquo

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Pero debemos decir que no fue precisamente esto lo que sucedioacute sino todo lo contrario Vimos que tal lugar comuacuten era grandemente desconocido por mu-chos de los que se dedican al estudio de nuestro argumento en las obras de Santo Tomaacutes de Aquino

Notamos tambieacuten que si bien existen unas pocas referencias concretas a tal tema de la triparticioacuten de la justicia a manos del Cayetano el resto son por lo general vagas e inciertas Apoyaacutendose unas veces en la obra de un autor que con el paso del tiempo y su reedicioacuten cambioacute su contenido Es decir toman por cierto algo que dan por supuesto como si ya hubiese sido efectiva y cientiacutefica-mente demostrado Pero no resultoacute ser tan asiacute Fuimos pues y le pedimos a ese supuesto que se muestre

Investigamos y buscamos argumentos y publicaciones de cualquier tipo Pero a fin de cuentas este supuesto no pudo explicarse no pudo demostrarse ni hacerse evidente

Encontramos no soacutelo un vaciacuteo de bibliografiacutea sino tambieacuten una ausencia de intereacutes por el tema a pesar de que los trabajos actuales en otros campos son cada vez mayores Confirmamos asiacute que el presupuesto que se daba en estos aacutembitos y en esta situacioacuten actual de la cuestioacutenhellip iexclera el peor de los supuestos

En este sentido entonces nuestra Tesis es la primera que confronta los tex-tos de Santo Tomaacutes de Aquino con los comentarios del Cardenal Y explica aquel presupuesto exponiendo cada uno de los resultados que emergiacutean del anaacutelisis de cada una de las cuestiones que hemos estudiado del Tratado de la justicia

Eacuteste comienza en la cuestioacuten 57 y se extiende hasta la 122 65 cuestiones

iexclsesenta y cinco Y el Cardenal las comenta todas Mejor decir comenta iexcltoda la Summa Nosotros por cuestiones metodoloacutegicas decidimos obrar un recorte y dedicarnos ndashcon exclusividadndash a la glosa de las cuestiones sentildealadas porque abarcan lo central de los temas que interesan aquiacute respecto de la opinioacuten del Aquinatense y de la interpretacioacuten del Cayetano al ocuparse de la virtud moral de la justicia de su forma su definicioacuten sus partes y su acto

Asiacute vimos por ejemplo que el Aquinate comienza el tratado ocupaacutendose del derecho (q 57) de la justicia (q 58) y luego considera el vicio que se le opone la injusticia (q 59) La cuestioacuten 60 versa sobre el juicio acto propio de la jus-ticia en la 61 expone sobre las partes subjetivas de la virtud y finalmente para

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nosotros en la sexageacutesima segunda analiza el acto de la justicia conmutativa la restitucioacuten (q 62)

En estas cuestiones tenemos condensadas no soacutelo la definicioacuten de la iustitia mas tambieacuten su estructura y el acto que le corresponde La virtud en tanto haacutebito operativo y en cuanto moralmente bueno se define por ndashvalga maacutes que nunca la redundanciandash el fin que le resulta propio que es el que informa al acto y de don-de recibe su nombre Precisamente por ser lo justo o el derecho ndashel ius (cfr De iure q 57 a 1 r d y ad 1)ndash su objeto es lo que la de-fine es el objeto del cual la virtud tomaraacute su forma Habiendo sorteado eacuteste y otros incordios el Doctor Angeacutelico procede a definir la justicia

Sabido es que toda definicioacuten es la predicacioacuten de un concepto y que tal puede realizarse en dos maneras uniacutevoca o analoacutegicamente (Cap V y VI) Dejamos por loacutegicas razones el tema de la equivocidad aunque decimos ndashal pasarndash que tal no es un modo de predicar los conceptos sino una cierta ambi-guumledad que radica en la significacioacuten de los nombres con los cuales se refieren conceptos distintos fundada en la similitud semejanza o exactitud del nombre mismo

El Aquinatense entonces se vale en la cuestioacuten 58 y ndashsobre todondash en la 61 para predicar la nocioacuten de la justicia analoacutegicamente Hecho que se ve reflejado en su definicioacuten al atribuir dos formas para la misma virtud hablamos de la (forma) general y de la (forma) particular Cada una de ellas realiza la definicioacuten de la virtud de la justicia pero en diversos sentidos La forma general analogado principal lo hace en modo maacutes completo y acabado y es causante de la segunda forma la particular que tambieacuten obra la misma definicioacuten en la que se encuentra contenida

Precisamente en la q 61 Santo Tomaacutes abunda en las partes subjetivas de la forma particular de la justicia esto es en la (particular) conmutativa y en la (par-ticular) distributiva Estos pasajes dieron lugar a la famosa malinterpretacioacuten de las ldquotres formasrdquo o ldquotriparticioacutenrdquo de la justicia sobre todo a partir del comentario de Tomaacutes de Viacuteo (cfr su comentario a S Th II-II q 61 a 1)

La radical diferencia entre una definicioacuten y otra ndashbiparticioacuten (dos for-mas justicia general y particular) vs triparticioacuten (tres formas justicia legal conmutativa y distributiva)ndash radica a nuestro juicio en el modo en que am-bos predican un concepto es decir definen la virtud Pasaacutendolo en limpio

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mientras el de Aquino define la virtud analoacutegicamente el de Gaeta lo hace uniacutevocamente

Tenemos entonces que para el Angeacutelico la justicia es una virtud que se dice anaacutelogamente general y particular Para el Cayetano es un concepto uniacutevoco que se predica igual e ideacutenticamente en tres especies interpretando que son las partes a la justicia lo que las especies al geacutenero definido (uniacutevoco) Mientras que para el Doctor Comuacuten son las partes a la justicia lo que los analogados al concepto (anaacutelogo)

Las implicancias de esta interpretacioacuten son muchas Nosotros hemos sentildea-lado algunas en el apartado dedicado al alcance teoacuterico y praacutectico en que tal puede derivar (sectVI5) Alliacute nos referimos a la resolucioacuten que el ldquoaplanamientordquo de la justicia general y por ende su objeto (el bien comuacuten) pueden tener en un individualismo para la vida social y en la poliacutetica como coaccioacuten organizada para el ejercicio del poder

Hemos dicho que Santo Tomaacutes concibe a la justicia como una virtud que es a la vez general y particular La define diciendo que es ldquoconstante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo o el derecho que le corresponderdquo Cuyo acto es precisamente juzgar lo que viene a significar la recta determinacioacuten de lo justo (laquoEt ideo iudicium quod importat rectat determinationem eius quod est iustum proprie pertinet ad iustitiamraquo S Th II-II q 60 a 1 r d)

Pues bien cuando lo justo se actuacutea mirando al bien comuacuten ndashobjeto propio de la justiciandash la virtud seraacute llamada ldquolegal o generalrdquo Cuando lo hace respecto al bien particular seraacute nombrada ldquojusticia particularrdquo Seguacuten el modo en que el bien particular sea obrado tal forma de la virtud seraacute ldquocuasirdquo especificada denominaacutendose ldquo(justicia particular) distributivardquo cuando el bien particular sea otorgado del todo a la parte Se llamaraacute ldquo(justicia particular) conmutativardquo cuando tal se obre entre partes Dejemos de lado por ahora los modos en que se haraacute la distribucioacuten (forma geomeacutetrica o aritmeacutetica) o la conmutacioacuten (res-titucioacuten)

El acto de la justicia particular realiza plenamente el concepto definido en este caso nos referimos a la nocioacuten de justicia pues cada uno recibe lo suyo ya sea en forma aritmeacutetica o geomeacutetrica ya sea cuando se le restituye algo Pero tal bien particular encuentra su basamento en la realizacioacuten del bien comuacuten objeto propio de la forma general o legal de la virtud en cuestioacuten y fin y per-feccioacuten de la sociedad poliacutetica Pues en efecto nadie podriacutea recibir justamente

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lo que le corresponde si esto le ha sido quitado ndashinjustamentendash a otro u otro se lo retiene de igual modo Tanto es asiacute que la realizacioacuten del bien comuacuten por ser comuacuten a todos entrantildea que cada individuo alcance su bien particular De esta manera no soacutelo lo origina ndashal bien particularndash sino que tambieacuten lo rige y ordena

Pero si predicamos uniacutevocamente la nocioacuten de la justicia estaremos obran-do ademaacutes de un rebajamiento de la forma general y su objeto propio (el bien comuacuten) un igualamiento entre cada una de las (tres) partes especificadas Lo cual es el resultado de concebir a cada una de estas formas general y particular y a las cuasi especies de la uacuteltima (distributiva y conmutativa) como partes espe-ciacuteficas ndashespeciesndash de un mismo geacutenero

Tambieacuten pudimos ofrecer otras consideraciones como resultado de nuestro estudio que refuerzan complementan o ayudan a comprender mejor lo que aca-bamos de mencionar

La primera es coacutemo Tomaacutes de Vio estaacute preocupado en decir en queacute modos se debe practicar la virtud la justicia suponiendo que su comprensioacuten es tal cual la del Aquinate Y que por esto mismo su idea es la de desplegar a traveacutes de una mejor ejemplificacioacuten y fundamentacioacuten lo que eacutel mismo consideraba estaba en germen en Santo Tomaacutes

Hemos demostrado tambieacuten coacutemo esta empresa lo termina llevando por ca-minos diversos Ya que la nocioacuten tomasiana de justicia dista por diversos moti-vos de la interpretacioacuten propuesta por el Cayetano

Sostuvimos que para el Cayetano hay tres especies de la virtud de la justicia y no dos formas como en Santo Tomaacutes Como hemos dicho pensamos que el Cardenal incurre en este desviacuteo porque traslada la causa de la diversificacioacuten de las especies de la justicia particular a las dos formas de la justicia del esquema de Santo Tomaacutes Pero sobre todo la razoacuten capital estriba en el modo en que el Priacutencipe de los Comentadores predica tal nocioacuten uniacutevocamente

Tratando a la virtud de la justicia legal no como una virtud general sino como una virtud maacutes como una especie maacutes (entre tres) que realiza ideacutentica-mente un mismo geacutenero (y por esto la degrada o ldquodeformardquo) obra una ldquotriparti-cioacutenrdquo una ldquotriespecificacioacutenrdquo de la justicia Recordemos que textualmente dice el Cayetano laquotriplex species iustitiae inveniturraquo658

658 Comm Card Caie en S Th q 61 a 1

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Tenemos asiacute tres especies diversas a este punto irreductibles e incomu-nicables entre siacute debido a que no hay una virtud general de la justicia sino tan solo una especie legal que integra un todo junto con otras dos especies particulares

La forma de la justicia general ha desaparecido ha sido abajada en la inter-pretacioacuten obrada por Cayetano y ya no hay entonces una ldquoformardquo que comu-nique entre siacute a todas las restantes virtudes morales incluyendo obviamente a la forma de la justicia particular y sus partes subjetivas

El Cardenal demostramos desestima la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca y afirma que la uacutenica analogiacutea de atribucioacuten posible es la extriacutenseca Esto lo lle-varaacute ineludiblemente a concebir ndashconceptualizarndash la nocioacuten de justicia en un modo determinado y a predicarla en forma uniacutevoca

La radical diferencia existente entre un modo de predicar uniacutevocamente yo anaacutelogamente lo tratamos en el Capiacutetulo V Alliacute expusimos coacutemo precisamen-te en la base de dos definiciones distintas hay modos diversos de concebir la nocioacuten de la virtud de la justicia Y pone en perspectiva adoacutende puede llevar la tergiversacioacuten del pensar analoacutegico y el univocismo Asiacute tambieacuten coacutemo esta hipoteca teoacuterica (loacutegico-metafiacutesica) le juega una (inevitable) mala pasada al Co-mentador cuando se encara con la filosofiacutea praacutectica

En efecto insistimos mientras para el Angeacutelico la nocioacuten de justicia se dice analoacutegicamente para el Gaetano uniacutevocamente Tal predicacioacuten supone para el primero la realizacioacuten del concepto en dos formas anaacutelogas que constituyen un orden de jerarquiacutea entre el analogado principal ndashprincepsndash y el secundario El primer analogado es fuente y fundamento origen del segundo

Diversamente el Cardenal define a la justicia uniacutevocamente Esto es con-sidera a la virtud misma como un geacutenero compuesto de tres partes especiacuteficas Tal entendimiento conlleva impliacutecita la idea de equidad entre las especies de un mismo geacutenero por cuanto lo realizan ndashiexclideacutenticamentendash cada una de ellas

La implicancia praacutectica de tal definicioacuten es la siguiente al equiparar la for-ma de la justicia legal con las partes subjetivas de la forma particular de la justi-cia ha consumado ndashnada maacutes ni nada menosndash que una deformacioacuten de la virtud misma La general ya no praeminet inter alias virtutes Todo lo contrario es una maacutes El bien comuacuten ya no seraacute rector pues iquestde doacutende sacaraacute su fuerza directi-va La virtus ha sido desvirtuada

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Obrada tal igualdad estamos ahora ante una horizontalizacioacuten (de la jerar-quiacutea) de las virtudes La forma general de la justicia ha sido disminuida en sus capacidades Hemos dicho que en los comentarios de Tomaacutes de Vio la justicia general viene capite minuta Tal capitis deminutio importaraacute ademaacutes una lesioacuten entre la relacioacuten bien comuacuten poliacutetico (por ser el fin propio de la virtud de la justicia) y el principio de politicidad natural de la persona humana Recordemos que el bien comuacuten poliacutetico es en la doctrina tomista aquel fin en que consiste la perfeccioacuten de la comunidad poliacutetica natural Y que la persona humana por su nota de ldquonaturalmente socialrdquo hallaraacute realizacioacuten (poliacuteticamente hablando) en la plena participacioacuten de la sociedad poliacutetica de la que es parte De donde se sigue que una capitis diminutio en la virtud que debiera animarlo y animar tambieacuten a todo el cuerpo social hacia el fin que le es propio redundaraacute en la incapacidad de la consecucioacuten del bien comuacuten

Dicho planteo de Cayetano entonces permitiraacute columbrar dos consecuen-cias directas De un lado la trasmutacioacuten de la nocioacuten de sociedad en ldquosuma de individuosrdquo (por la capitis deminutio de la justicia ya no hay nada que los ldquoor-denerdquo) Del otro la inexistencia de un bien comuacuten asequible

A este respecto vimos tambieacuten coacutemo mientras para el Angeacutelico la virtud de la justicia es un haacutebito personal para el de Gaeta es un deber u obligacioacuten En el caso de la conmutativa el acto de la restitucioacuten adquiere el sentido de obe-decer la sentencia de quien tenga la potestad de dictarla como hemos resaltado de aquel primer inciso de su comentario a S Th II-II q 62 a 3 laquoVidetur quod antequam sit condemnatus non teneatur [restituere]raquo 659

Este nuevo aporte sumado a la consideracioacuten que acabamos de hacer sobre la extincioacuten del viacutenculo de las demaacutes virtudes morales de la doctrina tomista y aquellas dos consecuencias directas de su forma de definir y concebir la justi-cia nos trae una nueva caracteriacutestica con la que podemos connotar el esquema cayetano no soacutelo de la virtud en cuestioacuten maacutes de todas las virtudes morales el de cierto ldquoformalismordquo Nota presente en muchos de los posteriores filoacutesofos tomistas que sucedieron al Priacutencipe de los Comentadores

En esta liacutenea hemos anotado coacutemo la vida social ndashconsecuente y transitiva-mentendash se transformaraacute en un individualismo fundado en la consecucioacuten de bie-

659 Comm Card Caie sect1 en S Th q 62 a 3 [El pareacutentesis es nuestro]

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nes exclusivamente particulares y la poliacutetica misma se resolveraacute en una suerte de ldquocoaccioacuten organizadardquo a tales efectos claro estaacute

Propusimos tambieacuten una tipificacioacuten del modo de comentar del Cayetano Estimamos que esto responde a una forma mentis del Cardenal y que la distan-cia entre el de Aquino y el de Gaeta no es meramente en lo referido a lo doctrinal sino maacutes tambieacuten a cuestiones de formas de trabajo y exposicioacuten de argumen-tar y concluir En el caso del Cayetano a diferencia del Angeacutelico estaacute en todo momento la intencioacuten de orientar el modo o la praxis de lo expuesto por Santo Tomaacutes

Ademaacutes debido a la importancia del Cardenal y al contexto en que viviacutea su distanciamiento ayudaraacute a la geacutenesis de una reflexioacuten de corte liberal en el aacutembito de la filosofiacutea poliacutetica

En este sentido demostramos coacutemo ya hay un cambio de perspectiva mo-ral por parte del Cayetano abandonando consecuentemente el punto de vista del ldquosujeto responsablerdquo de sus propios actos (haacutebitos) para asumir aquel del ldquosujeto obedienterdquo de las prescripciones dadas y establecidas en cuanto normas objetivas de comportamiento

Tras el anaacutelisis comparativo entre los textos del Angeacutelico y los comentarios del de Gaeta ofrecimos una clara definicioacuten de justicia obrada por este uacuteltimo que soacutelo fue posible tras el momento analiacutetico de nuestra investigacioacuten

De tales cotejos emergieron grandiacutesimas diferencias que nos dieron la posi-bilidad de elaborar no soacutelo tal definicioacuten mas tambieacuten de aventurar reflexiones tocantes a los alcances filosoacuteficos y praacutecticos que se desprenderiacutean ndashy que de hecho se siguieronndash de tal nocioacuten aplicada a los campos de la eacutetica general de la filosofiacutea poliacutetica y de la filosofiacutea del derecho

El panorama por nosotros expuesto brindoacute cierta visioacuten comprensiva de las circunstancias y situaciones que estuvieron presentes y fueron fundantes de todo el modo de reflexionar en torno a la moral que se dio a partir de los modernos y neoescolaacutesticos evidente y paradojalmente y si bien leyendo a Santo Tomaacutes de Aquino alejaacutendose de eacutel el Cayetano en el tema que hemos tratado

Queremos decir que ademaacutes de la notable distancia respecto del Aquinate el Cardenal con su interpretacioacuten termina generando o al menos pone los fun-damentos para un marco teoacuterico funcional a una filosofiacutea poliacutetica liberal del Estado pese a que no se lo haya propuesto

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Marco teoacuterico que debido al constante llamamiento por parte del Cayetano a seguir su interpretacioacuten y sus comentarios ndashjunto con su gran importancia en todas las esferas de la sociedadndash influyoacute enormemente en su eacutepoca y en la pos-teridad

Y que por esto mismo estaacute en la base de todos aquellos autores y filoacuteso-fos que cimentaron o sistematizaron la Filosofiacutea Poliacutetica y del Derecho de los nacientes y nuevos Estados Modernos Por poner tan soacutelo algunos ejemplos hacen referencia al Cardenal Fray Luis de Granada Fray Pedro de Ledesma y lo citan G W Leibnitz y P Bayle asiacute como tambieacuten J Maritain y hasta el mismo R Garrigou-Lagrange hace referencia al Cayetano en sus trabajos sobre Mariologiacutea

Con esto queremos indicar que no importa el campo sobre el que haya escri-to el Cardenal Tomaacutes de Vio puesto que hasta en los maacutes diversos ha sido toma-do como punto de referencia por intelectuales provenientes de las maacutes disiacutemiles corrientes de pensamiento

Hemos venido a la conclusioacuten de nuestro Trabajo habiendo demostrado en todo momento la certeza de nuestra Hipoacutetesishellip

Que la nocioacuten tomasiana de justicia no es la reflejada en la glosa del Carde-nal Tomaacutes de Vio el Cayetano

Que en la interpretacioacuten del Cardenal es posible hallar principios propios de un filoacutesofo de la eacutetica ldquoen tercera personardquo

Que sus comentarios antes que una reproduccioacuten fiel y sistemaacutetica de las nociones definiciones y contenidos propuestos por Santo Tomaacutes de Aquino son una interpretacioacuten suya propia que depende de toda una filosofiacutea que nos atrevi-mos a llamar ldquoCayetanardquo ldquoTomismo Cayetanordquo

Y con todo esto dimos por demostrada la hipoacutetesis de trabajo que planteamos

laquoEl Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano se aparta con sus comentarios a S Th II- II qq 57-62 de la nocioacuten de justicia ofrecida por Santo Tomaacutes de Aquinoraquo (vid supra Introduc-cioacuten sect31)

Asiacute como tambieacuten la sub-hipoacutetesis

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laquoEl Cardenal interpreta la justicia a partir de principios maacutes cercanos a la doctrina eacutetica moderna que a la forma en que la doctrina medieval comprende las virtudes morales y toda la Eacuteticaraquo (vid supra Introduccioacuten sect32)

Pero no todo nuestro trabajo nos ha llevado a conclusiones de este tipo Tam-bieacuten nos ha generado muchos interrogantes que pedimos licencia quisieacuteramos llamar ldquopreguntas conclusivasrdquo puesto que reflejan nuestra sensacioacuten actual la de no haber agotado el tema

En este sentido nos cuestionamos iquestCuaacutel seraacute la opinioacuten del Cardenal res-pecto de la virtud de la prudencia iquestdel bien comuacuten poliacutetico iquestDe la relacioacuten Iglesia y Estado iquestdel poder poliacutetico y espiritual iquestPodremos rastrear tambieacuten en el Cayetano una interpretacioacuten ldquoformalistardquo de la praacutectica de la Fe

Es decir su glosa a cuestiones de este tipo iquestseraacuten una expresioacuten de aquel conocido proverbio del deber de los suacutebditos en la vida religiosa ldquoel que obede-ce no se equivocardquo

iquestY queacute decir respecto de la formacioacuten de la conciencia de su juicio que mande no obedecer la orden de un superior que tenemos por injusta

En fin estas preguntas que hemos apuntado y muchas que vendraacuten segura-mente luego de que pongamos un punto final se enmarcan en esta otra iquesten queacute consiste total y acabadamente el ldquotomismo cayetanordquo

Aquiacute pues soacutelo sentildealamos una puerta de ingreso La primera en torno a la filosofiacutea moral pero una maacutes en relacioacuten con otros temas que muchos de nues-tros colegas ya vienen trabajando

Rescatamos asiacute el hecho de brindar una acabada Bibliografiacutea sobre el tema que investigamos expuesta al final de nuestro trabajo en la que hacemos referencia no soacutelo a los estudios de mayor actualidad sino tambieacuten a aquellos que tuvieron una importancia significativa en los antildeos que nos preceden La consideramos un aporte puesto que resulta un compendio de todos los tiacutetulos que podriacutea consultar quien quisiera sumergirse en el estudio y profundizacioacuten de la interpretacioacuten obrada por el Cardenal de Gaeta de la nocioacuten tomasiana de justicia

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Sentildealamos que nos ocupamos tan soacutelo de 6 (seis) cuestiones Considerando que el Tratado de la justicia se compone de muchas maacutes ndash65 (sesenta y cinco)ndash queda abierto pues nuestro compromiso y deseo de continuar profundizando en la sentildealada y otras plausibles diferencias

Digamos para concluir que aventuramos un posible giro en la significacioacuten del apodo de Tomaacutes de Viacuteo Tal vez convenga decir que el Princeps Comenta-torum lo seraacute a partir de ahora no por ser un alter Thomas o un Aquinatis quasi vivens sino por ser el uacutenico que ha comentado iacutentegramente y por siacute solo toda la Summa Theologiae Doctoris Angelici

Con esta liacutenea llegamos entonces al punto final de nuestra Tesis

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OBRAS CONSULTADASTEXTOS FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA

TEXTOS FUENTES

Sancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici Opera Omnia Iussu impensam-que Leonis XIII P M edita tomus nonus Secunda Secundae Summae Theolo-giae a quaestione LVII ad quaestionem CXXII ad codices manuscriptos vatica-nos exacta Cum commentariis Thomae de Vio Caietani Ordinis Praedicatorum S E R Cardenalis Cura et Studio Fratrum Eiusdem Ordinis Romae ex typo-graphia polyglotta s c de Propaganda Fide MDCCXCVII

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347

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

IacuteNDICE SINOacutePTICO 5

PREFACIO 7

PALABRAS PREVIAS 9

PROacuteLOGO 11

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS 15

1 DE LA CONCEPCIOacuteN A LA CONCRECIOacuteN DE ESTE TRABAJO 15

2 ESQUEMA DEL TRABAJO 16

3 OBJETIVOS 20

31 Hipoacutetesis de trabajo 22

32 Sub-hipoacutetesis de trabajo 22

4 RECORTE TEMAacuteTICO 22

5 METODOLOGIacuteA 23

51 Anaacutelisis y siacutentesis 23

52 Realismo metoacutedico 26

6 APORTES DE NUESTRA TESIS 29

7 EL PROBLEMA DE LOS COMENTARIOS Y LOS COMENTADORES 30

71 iquestComentador o comentarista 31

72 El comentario filosoacutefico 39

APEacuteNDICE 45

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

1 CONSULTA ORIGINADA A TRAVEacuteS DEL FORMULARIO PROPUESTO POR EL SITIO WEB DE LA RAE 45

2 PRIMER CORREO RESPUESTA DE LA CONSULTA 46

3 SEGUNDO CORREO SOLICITUD PARA AUTORIZAR EL INTERCAMBIO 48

4 TERCER CORREO AUTORIZACIOacuteN 49

5 VERSIOacuteN CORREGIDA 49

PRIMERA PARTE

LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

CAPIacuteTULO I ndash SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMISTAS 53

I1 EL MENOSPRECIO DE LA EDAD MEDIA Y LA ESCOLAacuteSTICA 53

I2 SANTO TOMAacuteS DE AQUINO 56

I21 iquestPor queacute Santo Tomaacutes de Aquino 56

I22 La importancia del estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo Tomaacutes 61

I23 Santo Tomaacutes y los modernos en algunos de los estudios comparativos hodiernos 71

I3 TOMAacuteS DE VIO EL CARDENAL CAYETANO 75

I31 iquestPor queacute el Cayetano 75

I32 La importancia del Cayetano 78

I33 La obra literaria del Cayetano 87

CAPIacuteTULO II ndash STATUS QUAESTIONIS 93

II1 ANTECEDENTES DE LA CUESTIOacuteN 93

II11 El resurgimiento de los estudios tomistas 93

349

II12 Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo 98

II2 ESTADO DE LA CUESTIOacuteN 103

II21 Los estudios actuales en torno a la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes 103

II22 Investigaciones sobre el Cayetano sus obras y comentarios 108

II23 La nocioacuten de justicia tomasiana y su referencia al Cayetano 111

SEGUNDA PARTE

DOS VISIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

CAPIacuteTULO III ndash ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO 119

III1 EL TRATADO DE LA VIRTUD DE LA JUSTICIA EN LA SUMA DE TEOLOGIacuteA 120

III11 Planteo del problema 120

III12 Esquemas propuestos de la Suma Teoloacutegica 121

III13 Nuestra postura sobre el lugar particular del tratado de la justicia 130

III14 El lugar del Tratado de la Justicia en la Pars Secunda Summae Theologiae 132

III2 LA VIRTUD DE LA JUSTICIA Y LOS COMENTARIOS DEL CARDENAL EN S TH II-II QQ 57-62 135

III21 Quaestio 57 ndash De Iure 135

III22 Quaestio 58 ndash De Iustitia 145

III23 Quaestio 59 ndash De Iniustitia 164

III24 Quaestio 60 ndash De Iudicio 169

III25 Quaestio 61 ndash De Partibus Iustitiae 179

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

350

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

III26 Quaestio 62 ndash De Restitutione 190

CAPIacuteTULO IV ndash LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO 213

IV1 LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA EN S TH II-II QQ 57-62 213

IV2 LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO A LA S TH II-II QQ 57-62 223

TERCERA PARTE

ANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

CAPIacuteTULO V ndash LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA 241

V1 LA ABSTRACCIOacuteN Y LA ANALOGIacuteA Y SUS TIPOS 241

V2 EL TEMA DE LA ANALOGIacuteA EN TOMAacuteS DE VIO 250

V3 LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN DE ACTO 257

V4 LA ANALOGIacuteA DE LA JUSTICIA 263

V41 La analogiacutea de la justicia en Santo Tomaacutes 265

V42 La univocidad de la justicia en Tomaacutes de Vio 272

CAPIacuteTULO VI ndash DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL 279

VI1 JUSTICIA BIEN COMUacuteN Y MORAL TOMISTA 279

VI2 PERSPECTIVA DE LA MORAL TOMISTA E IMPLICANCIAS DE LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA 285

VI3 PERSPECTIVA DE UNA EacuteTICA MODERNA 297

VI 4 LA PERSPECTIVA EacuteTICA EN LOS COMENTARIOS DEL CARDENAL TOMAacuteS DE VIacuteO 301

351

VI5 LA CAPITIS DEMINUTIO O EL ALCANCE TEOacuteRICO Y PRAacuteCTICO DE UNA DEFINICIOacuteN UNIacuteVOCA 308

CONCLUSIONES 321

OBRAS CONSULTADAS 333

TEXTOS FUENTES 333

BIBLIOGRAFIacuteA 333

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

352

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Se imprimioacute en el mes de junio de 2021en Graacutefica Amalevi SRL

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La interpretacioacuten de la nocioacuten

tomasiana de justicia por parte

del Cardenal Cayetano en

la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62

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q 57

-62

Llevado por una perspicacia hermeneacuteutica poco comuacuten el autor descubre en los repliegues del patrimonio de la Escuela (ie del tomismo histoacuterico cultivado ante todo en el seno de la orden dominicana) un problema mayor en la interpretacioacuten y comprensioacuten de la doctrina de la justicia del Aquinate Se trata en efecto nada menos que de uno de los principales ejes del orden praacutectico en siacute mismo considerado la justicia y de una inteligencia de las formas de esa virtud la cayetaniense que habriacutea desconocido la respectiva posicioacuten de Santo Tomaacutes Y que habriacutea dado carta de ciudadaniacutea e irradiado a la tradicioacuten posterior como si fuera tomista una doctrina cuyo Geist es por el contrario ajeno al Aquinate

Sergio Rauacutel CastantildeoDr en Derecho Poliacutetico - Dr en Filosofiacutea

Investigador Principal del CONICETCatedraacutetico de Teoriacutea del Estado

(Fac de Derecho y CC SS - U N del Comahue)Director del Centro de Estudios Poliacuteticos (UNSTA)

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Page 2: Dr. en Derecho Político - Dr. en Filosofía Suma Teológica

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La interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte

del Cardenal Cayetano en la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62

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2

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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ISBN 978-987-25387-3-6

Queda hecho el depoacutesito que establece la ley 11723

Ninguna parte de esta publicacioacuten incluiacutedo el disentildeo de cubierta puede ser reproducida almacenada o transmitida en manera alguna y por ninguacuten medio ya sea electroacutenico quiacutemico mecaacutenico oacuteptico de grabacioacuten en Internet o de fotocopia sin permiso previo del editor o del autor

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Impreso en Argentina

Laacutezaro Nicolaacutes ArielLa interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte del Cardenal Cayetano en la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62 Nicolaacutes Ariel Laacutezaro- 1a ed- Rosario Paideia Publicaciones 2021352 p 25 x 17 cm

ISBN 978-987-25387-3-6

1 Filosofiacutea 2 Filosofiacutea Medieval I Tiacutetulo CDD 1809

3

A mi papaacute Eduardo ejemplo de sacrificio lucha y perseverancia

A mi mamaacute Marita espejo de humildad y testigo silente de mis esfuerzos

A mi esposa Mariacutea Laura amor miacuteo compantildeera dulce y paciente

A mis familiares y amigos

Sobre todos y sobre todas las cosas a Dios Padre Eterno y Misericordioso y a la Virgen Santiacutesima

AMDG

4

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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IacuteNDICE SINOacutePTICO

PREFACIO 7

PALABRAS PREVIAS 9

PROacuteLOGO 11

INTRODUCCIOacuteNITER MENTIS 15

PRIMERA PARTE LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

Capiacutetulo ISanto Tomaacutes el Cardenal Cayetano y los estudios tomistas 53

Capiacutetulo II Status Quaestionis 93

SEGUNDA PARTEDOS VISIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

Capiacutetulo III Anaacutelisis de la justicia en Tomaacutes de Aquino y en los comentarios del Cayetano 119

Capiacutetulo IVLa virtud de la justicia tomasiana y la interpretacioacuten del Cayetano 213

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

TERCERA PARTEANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO

DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

Capiacutetulo V La analogiacutea de la nocioacuten de justicia 241

Capiacutetulo VIDistintas definiciones diversa moral 279

CONCLUSIONESUN TOMISMO CAYETANO 321

OBRAS CONSULTADAS 333

IacuteNDICE ANALIacuteTICO 347

7

PREFACIO

Este libro es la primera edicioacuten de mi tesis resultante del Doctorado en Humanidades y Artes mencioacuten Filosofiacutea y escrita bajo la direccioacuten del Dr Sergio Castantildeo y la Dra Silvana Filippi a quienes reconozco y agradezco por su apoyo

Tambieacuten va mi agradecimiento a CONICET pues dicha investigacioacuten no hubiese sido posible sin el auxilio econoacutemico que nos proveen regularmente y sin demoras a todos los becarios Y por supuesto al ISPI 9232 ldquoDon Boscordquo de la ciudad de Rosario (Argentina) donde realiceacute mis estudios de base en Filosofiacutea El Profesorado merece una doble mencioacuten La primera porque alliacute recibiacute la formacioacuten que me permitioacute desempentildearme como docente de Filosofiacutea en diferentes niveles educativos La segunda porque a traveacutes de su colabora-cioacuten y sello editorial Paideia han facilitado y propiciado que se lleve a cabo esta impresioacuten

Defendiacute mi tesis coram el diacutea 3 de junio de 2019 en la Facultad de Huma-nidades y Artes Escuela de Filosofiacutea de la Universidad Nacional de Rosario Luego de varias horas de preguntas y respuestas accediacute finalmente al tiacutetulo y nombramiento de Doctor en Filosofiacutea Fue un diacutea de inmensa alegriacutea pues alliacute estaban presentes familiares y amigos que me acompantildearon durante todos esos antildeos de intenso trabajo y por momentos de incomunicable soledad Los que han pasado por esto saben a queacute me refiero es necesario asiacute parece transitar estos y otros lugares Fue un diacutea pleno deciacutea porque se coronaron mis muchos esfuerzos privaciones dificultades y sacrificios con el tiacutetulo maacuteximo y supremo que otorga la vida acadeacutemica y la carrera universitaria

El manuscrito es esencialmente el mismo que ha sido entregado a mi direc-tor a mi codirectora al consejo acadeacutemico de la UNR (que lo juzgoacute digno de ser enviado a los revisores) y a los tres jurados que dictaminaron favorablemente Y que finalmente lo aprobaron en aquella feliz jornada

Algunas modificaciones sin embargo han sido realizadas he corregido errores de tipeo de ortografiacutea he acomodado algunas citas y tambieacuten algunas mejoras estiliacutesticas Pero no mucho maacutes Por supuesto todo lo hecho es siempre susceptible de ser mejorado Lo que hoy se publica lo que he dado a imprenta

8

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

lo que aquiacute puede leerse es mi thesis mi dissertatio ad lauream Philosophiae doctoralem impetrandam confecta atque edita

Nicolaacutes Laacutezaro PhDDoctor en Filosofiacutea

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PALABRAS PREVIAS

Es un honor acadeacutemico y una satisfaccioacuten personal introducir brevemente el libro del Doctor Nicolaacutes Laacutezaro Un honor porque como diremos esta obra reviste un intereacutes teoreacutetico poco comuacuten tanto desde la perspectiva sistemaacutetica de los saberes praacutecticos cuanto desde la del decurso y los grandes hitos principales que jalonan la historia de la reflexioacuten sobre el obrar del hombre Una satisfac-cioacuten porque el libro constituye el resultado de brillantes estudios de Doctorado ‒que pude acompantildear‒ y surge de una tesis particularmente valiosa defendida en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario el 3 de junio de 2019

El libro se inscribe dentro de la tradicioacuten del tomismo Alliacute reside un aacutem-bito cientiacutefico que ha sido estudiado profusamente en los uacuteltimos 150 antildeos y en el que a pesar de la riqueza del pensamiento del Aquinate no resulta faacutecil detectar cuestiones de fondo que no hayan sido transitadas Ahora bien en la investigacioacuten concretada en esta obra Laacutezaro no se deja llevar por el afaacuten de hallar problemas cuya nimiedad explique la novedad en su tratamiento Lo guiacutea por el contrario la buacutesqueda del tomismo esencial tomasiano en el plano de la praacutexis Y llevado por una perspicacia hermeneacuteutica poco comuacuten el autor des-cubre en los repliegues del patrimonio de la Escuela (ie del tomismo histoacuterico cultivado ante todo en el seno de la orden dominicana) un problema mayor en la interpretacioacuten y comprensioacuten de la doctrina de la justicia del Aquinate Se trata en efecto nada menos que de uno de los principales ejes del orden praacutectico en siacute mismo considerado la justicia y de una inteligencia de las formas de esa virtud la cayetaniense que habriacutea desconocido la respectiva posicioacuten de Santo Tomaacutes Y que habriacutea dado carta de ciudadaniacutea e irradiado a la tradicioacuten posterior como si fuera tomista una doctrina cuyo Geist es por el contrario ajeno al Aquinate

Corresponde aquiacute poner expliacutecitamente de relieve un hecho que no es tan usual para los formadores de investigadores Pues en esa tarea lo maacutes habitual

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

para nosotros es sugerir a los tesistas y becarios un tema autor o problema como digno de ser abordado y consensuar con ellos las concretas alternativas de su tratamiento Pero en este caso no ocurrioacute tal cosa El Dr Laacutezaro une al logro cientiacutefico de haber desarrollado con solvencia y rigor el tema de su investigacioacuten el meacuterito especial de haber advertido el problema radicado en la interpretacioacuten que el Cardenal Cayetano ofrece de la teoriacutea de la justicia de Santo Tomaacutes de Aquino Un problema exegeacutetico y sistemaacutetico de repercusiones teoacutericas claves no soacutelo para la concepcioacuten de la justicia sino asimismo para la visioacuten del entero orden praacutectico

El presente es formalmente un estudio de Moral Fundamental y maacutes es-peciacuteficamente aun de Filosofiacutea del Derecho Se propone como cometido final analizar dos nociones diversas de justicia y deslindar las consecuencias que se siguen para el Derecho y la Poliacutetica a partir de cada una de ellas asiacute como an-ticipar las divergentes liacuteneas de fuerza doctrinales que ‒pivotando en la forma mentis de cada una de esas nociones‒ se delinearaacuten en la ulterior evolucioacuten del pensamiento poliacutetico Soacutelo una consideracioacuten clausurada en los convencionales espacios curriculares de la docencia podriacutea exigir a esta investigacioacuten desarrollos propios de disciplinas ajenas

Estas liacuteneas no se proponiacutean hacer una siacutentesis del libro que se presenta Soacutelo reiteraremos que la obra representa un esfuerzo original por adentrarse en el quicio del orden eacutetico-juriacutedico a partir de una lectura minuciosa y aguda de uno de los autores centrales de la tradicioacuten occidental Tomaacutes de Aquino Y para llevar a cabo una lectura auteacutentica de la nocioacuten tomasiana de la justicia el Doctor Laacutezaro deberaacute liberar a la doctrina del Aquinate y a su universal irradiacioacuten en la modernidad de cuestionables e infieles incrustaciones exegeacuteticas

Sergio Rauacutel CastantildeoDr en Derecho Poliacutetico - Dr en Filosofiacutea

Investigador Principal del CONICETCatedraacutetico de Teoriacutea del Estado

(Fac de Derecho y CC SS - U N del Comahue)Director del Centro de Estudios Poliacuteticos (UNSTA)

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PROacuteLOGO

Es harto conocido el hecho de que el extenso periacuteodo dentro del cual queda incluida la temaacutetica de este libro fue designado como Edad Media en sentido despectivo Durante mucho tiempo se ha pensado que desde el punto de vista filosoacutefico no ha habido ninguacuten aporte valioso producido en aquella eacutepoca Soacutelo se tratariacutea de la recepcioacuten y adopcioacuten parcial de la filosofiacutea pagana a la cual se adosoacute la teologiacutea religiosa en una combinacioacuten no siempre feliz Esta con-cepcioacuten prejuiciosa y por lo demaacutes completamente injustificada ha cambiado mucho en la actualidad

No obstante quizaacutes no se ha observado suficientemente que el calificativo ldquomediordquo puede encerrar una virtud insospechada de ese riquiacutesimo periacuteodo Y es que el hecho de ser ldquomediardquo le otorga a esta Edad una capacidad increiacuteblemente potente para lograr comprender tanto la filosofiacutea pagana que fue repensada bajo otro horizonte conceptual como la geacutenesis de aquellas tesis que paulatinamen-te condujeron a la transformacioacuten que dio lugar a la filosofiacutea moderna Para quien quiera verlo entonces el poder exegeacutetico del pensamiento medieval es francamente medular No existe una auteacutentica comprensioacuten de la historia de la filosofiacutea occidental si se pretende desdentildear la Edad Media

Lo primero que se observa es que la adopcioacuten de ciertas nociones de la filosofiacutea pagana no fue una simple adicioacuten Esas nociones fueron reelaboradas profundamente bajo una concepcioacuten monoteiacutesta creacionista y personalista que modificoacute notoriamente su sentido en todos los planos especialmente en el me-tafiacutesico el gnoseoloacutegico y el eacutetico En ocasiones resulta penoso que algunos es-tudiosos incluso bienintencionados refieran a la recepcioacuten de la filosofiacutea pagana en el pensamiento medieval como si hubiese permanecido inalterada Nada maacutes errado El enriquecimiento que experimentaron las viejas nociones filosoacuteficas fue en muchos casos realmente asombrosa

Del mismo modo sorprende bastante que en algunos manuales o apuntes escolares se ensentildee auacuten que Descartes fue ldquoel padre del pensamiento modernordquo Se dice que una noche habieacutendose sentido abrumado por la duda tratoacute de con-ciliar el suentildeo tras lo cual despertoacute y de pronto descubrioacute que el ego cogito era el fundamento de la filosofiacutea rompiendo asiacute de un solo golpe con el teologismo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

caracteriacutestico del Medioevo Y si bien semejante dislate ya no se esgrime en los aacutembitos acadeacutemicos mejor formados casi no se encuentra un profesor de filo-sofiacutea moderna que tenga a bien recordar el origen de tales ideas durante la Edad Media en buena medida en conexioacuten con problemas no exclusivamente filosoacute-ficos sino tambieacuten teoloacutegicos Porque el fin de la Edad Media y el traacutensito hacia el Renacimiento y la temprana Modernidad han tenido que ver con profundos conflictos teoloacutegicos que en buena medida subsisten hasta el diacutea de hoy y no tanto con una revolucioacuten liberadora respecto de la hegemoniacutea eclesiaacutestica como frecuentemente se ha pretendido hacer ver

En tal sentido y para aproximarme al tema del presente libro resulta claro que despueacutes de la muerte de Tomaacutes de Aquino se dieron algunos acontecimien-tos relevantes ndashde los que la condenacioacuten de 1277 dirigida contra el averroiacutes-mo imperante en aquel momento es tan soacutelo un siacutentomandash que muestran una profunda transformacioacuten De hecho no es casual que Duns Escoto el gran maestro medieval posterior al Aquinate haya encontrado un verdadero desafiacuteo en hallar una base epistemoloacutegica para la metafiacutesica intentando asiacute reparar el hiato entre la ciencia fiacutesica y la teologiacutea que ya pareciacutea imposible El precio que se debioacute pagar no obstante fue la creciente logicizacioacuten del pensar El objeto de la metafiacutesica ya no seraacute para Escoto como lo habiacutea sido para Tomaacutes de Aquino el ente en tanto que tiene el ser recibido en el acto creador por par-ticipacioacuten Desde entonces el objeto de la metafiacutesica seraacute el concepto de ente entendido seguacuten lo explica Escoto como concepto uniacutevoco que en su radi-cal neutralidad y extensioacuten puede abarcar tanto el ente finito esto es creado como el ente infinito que es Dios El ser por tanto deja de resultar compren-dido como aquel acto y principio metafiacutesico que analoacutegicamente vincula a los entes singulares con su Causa Primera y se convierte en un concepto om-nicomprensivo y loacutegicamente uniacutevoco bajo el cual ldquocaerdquo tal como maacutes tarde diraacute brutalmente Francisco Suaacuterez incluso el mismo Dios De ahiacute en maacutes el ser resultaraacute cada vez maacutes entendido en teacuterminos conceptuales y no existen-ciales El pensar iraacute sustituyendo al existir que no puede ser comprendido sino analoacutegicamente y la loacutegica seraacute la base cierta para toda la filosofiacutea moderna cuyo problema principal naturalmente ya no se centraraacute en una metafiacutesica del ente existente sino en una gnoseologiacutea constituida mediante principios a priori completamente independientes de la realidad circundante y ligada exclusiva-mente a la estructura cognitiva del sujeto cognoscente

13

Es sobre el trasfondo de este periacuteodo de crisis y transformacioacuten acontecido hacia finales de la Edad Media que puede comprenderse plenamente el sentido de esta tesis Tomaacutes de Viacuteo el Cardenal Cayetano que vivioacute entre la segunda mitad del siglo XV y la primera del XVI es decir en la temprana modernidad comenta la obra de Tomaacutes de Aquino y durante siglos fue considerado un alter Thomas un Aquinatis quasi vivens Sus comentarios fueron aceptados sin discu-sioacuten como una verdadera prolongacioacuten del pensamiento del Aquinate y sobre su base se constituyoacute la escuela aristoteacutelico-tomista de vasta tradicioacuten e influencia No obstante en la actualidad son muchos los estudios serios en los que se revela que el Cardenal Cayetano pese a su indudable intencioacuten de honrar el pensamien-to de su maestro medieval metamorfoseoacute sus principios Esto ha sido observado claramente en el plano de la metafiacutesica y de la gnoseologiacutea donde el ente exis-tente resulta crecientemente sustituido por el objeto y el ser por el pensar Y es que el tiempo transcurrido entre el momento en que Tomaacutes de Aquino elaboroacute sus tesis capitales y aquel en que Cayetano comenta su obra habiacutea acarreado con-secuencias demasiado pronunciadas aun si para los hombres de aquel tiempo no resultara del todo evidente

En tal sentido el escrito de Nicolaacutes Laacutezaro que hoy nos toca presentar en-cierra un doble meacuterito en primer lugar ha tenido la sagacidad de apuntar a un momento especialmente crucial en la historia del pensar occidental tal como creemos haber sentildealado Pero en segundo teacutermino aborda una temaacutetica que incluso entre los estudios que estaacuten trayendo a luz la profunda diferencia entre la escuela tomista y el pensamiento original de Tomaacutes en aspectos fundamentales todaviacutea no ha sido suficientemente trabajada o al menos por ahora no lo ha sido con ideacutentica intensidad que aquella con la que han sido abordadas otras cuestio-nes relativas a la metafiacutesica y la gnoseologiacutea Y es que el tema de la justicia no es menor Atraviesa el aacutembito de la eacutetica pero tambieacuten el del derecho y la poliacutetica Atantildee a lo maacutes esencial de la vida personal y social

Queda pues en manos de los lectores acometer la lectura de este libro y valorar los avances que aporta a la comprensioacuten no soacutelo historiograacutefica de dos figuras sumamente conocidas de la historia de la filosofiacutea tales como Tomaacutes de Aquino y su comentador el Cardenal Cayetano sino en particular al esclarecimiento de las transformaciones de fondo que han conducido desde una interpretacioacuten de la justicia incardinada en una concepcioacuten metafiacutesica en la que el existente es su centro a otra idea de la justicia que se impondraacute en la modernidad donde campea la formalizacioacuten sobre la consideracioacuten de lo real

PROacuteLOGO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

y la sustitucioacuten del bien por el deber y de la virtud por la obligatoriedad In-sistir sobre la importancia de esta cuestioacuten seriacutea por evidente completamente innecesario

Silvana FilippiRosario 9 de mayo de 2021

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INTRODUCCIOacuteNITER MENTIS

1 DE LA CONCEPCIOacuteN A LA CONCRECIOacuteN DE ESTE TRABAJO

Debido a nuestro intereacutes por los estudios de Filosofiacutea Moral y Poliacutetica es que optamos por estudiar el tema de la justicia a la luz de las ensentildeanzas de Santo Tomaacutes de Aquino

Esto casi inexorablemente nos llevoacute tambieacuten a leer a sus glosadores Ob-viamente el recorte epistemoloacutegico que supone un trabajo de Tesis Doctoral nos condujo a centrarnos en sus comentadores maacutes relevantes Y es asiacute entonces como dimos con el Cardenal Tomaacutes de Vio el Priacutencipe de los Comentadores de sobrenombre Cayetano uno de los maacutes reconocidos

Inmersos ya en la lectura de los comentarios de este sobre la cuestioacuten de la justicia advertimos ciertas diferencias entre lo sostenido por el de Aquino y el de Gaeta Y tras indagar acerca de la existencia de trabajos que nos ayudasen a corroborar nuestra primera impresioacuten sobre este distanciamiento nos encon-tramos con que tales no la resaltaban suficientemente Soacutelo nos topaacutebamos con estudios sobre cuestiones de iacutendole metafiacutesica y gnoseoloacutegica que mostraban el alejamiento de Cayetano respecto de Santo Tomaacutes Esta carencia de estudios ri-gurosos que nos ayudasen a verificar nuestra impresioacuten liminar sobre la distancia entre los dos autores no pudo dejar de significar una novedad

Varias razones pudieron motivar tal ausencia de trabajos sobre estas mate-rias (filosofiacutea moral y poliacutetica) Una de ellas podriacutea haber sido la falta de meacuterito para realizar dicho estudio por no encontrarse distinciones marcadas

Pero no sucedioacute de este modo Una lectura maacutes detenida nos llevoacute en primer lugar a advertir que el Cayetano realizoacute comentarios a dichas cuestiones para elucidar pasajes que consideraba dudosos y en segundo a ver con maacutes claridad las fisuras y hasta fracturas entre el pensamiento del Aquinate y su comentador

Asiacute fue adquiriendo contornos maacutes niacutetidos nuestra hipoacutetesis de trabajo en concreto que el Cardenal se aparta de Tomaacutes de Aquino en lo relativo a la cues-

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

tioacuten de la justicia Sobre la cual vislumbramos una sub-hipoacutetesis que tal dife-renciacioacuten radica en la forma mentis del Cayetano maacutes cercana ndashen algunos principiosndash a una concepcioacuten moderna de la Eacutetica

Llegados a este punto nos preguntamos iquestPor queacute el Cayetano se aparta de Santo Tomaacutes Fue asiacute como consideramos la posibilidad de que tal escisioacuten en-contrase su fundamento en por ejemplo dos modos diversamente radicales de concebir queacute cosa es una virtud y no soacutelo la virtud de la justicia

El desafiacuteo de esta Tesis junto con su novedad estaacute no tan soacutelo en sentildealar las diferencias entre las nociones de justicia de uno y otro autor sino tambieacuten en el intento de reconstruir y exponer algunos de los principios que llevaron al de Gaeta por senderos diversos del de Aquino Y al enunciarlos no aisladamente sino tambieacuten proponiendo una definicioacuten de ldquojusticia cayetanardquo nos encontra-mos con la oportunidad de mostrar los alcances que estas conclusiones tienen en la esfera de las reflexiones eacuteticas poliacuteticas y del derecho

A rengloacuten seguido nos ocuparemos de una serie de temas que sirven ade-maacutes para comprender mejor el capiacutetulo que sucede a esta Introduccioacuten

2 ESQUEMA DEL TRABAJO

Nos dedicamos ahora a la exposicioacuten de las secciones y partes que confor-man nuestro trabajo Por un lado para respetar los estaacutendares maacutes difundidos y comunes de escritos acadeacutemicos donde siempre se muestran y detallan cada una de las partes que lo integran Y por otro para traer orden y claridad a nuestra exposicioacuten

En esta Introduccioacuten sorteadas las precedentes cuestiones se ponen la hi-poacutetesis de trabajo y la metodologiacutea con la que pretendemos demostrarla los objetivos que perseguimos con nuestra investigacioacuten y los aportes que resultan de la misma

Nuestro trabajo se articula en tres partes de dos capiacutetulos cada una la pre-sente introduccioacuten y un capiacutetulo final destinado a las conclusiones Obviamente incluimos la bibliografiacutea que hemos consultado y dos iacutendices el sinoacuteptico (al principio) y el analiacutetico o de contenidos (al final) Poner ambos responde a nuestro intereacutes de mostrar al lector el recorrido que realizaremos conjuntamente

17

al leer este trabajo mostraacutendole la puerta de ingreso y la concatenacioacuten de argu-mentos que erticulan en el escrito Al final por supuesto encontraraacute el detalle de cada uno de los pasos que hemos dado

En la primera parte responderemos por queacute hemos elegido a Santo Tomaacutes y al Cardenal Tomaacutes de Vio Tambieacuten daremos explicaciones de los porqueacutes que estuvieron en la geacutenesis de esta investigacioacuten Dichas causas forman parte fun-damental del recorte epistemoloacutegico que debimos operar

Al responder el interrogante planteado en torno a la figura del Angeacutelico buscamos por un lado poner de manifiesto coacutemo todaviacutea hoy tal eleccioacuten debe ser justificada ante algunos sectores de la Comunidad Cientiacutefica A tal efecto ex-pondremos la importancia que representaron los estudios del Aquinate respecto de la Edad Antigua y de la Moderna

Para reflejar lo que acabamos de afirmar hemos recurrido siempre y en todo momento a los autores de mayor relevancia ya porque sus argumentos repre-sentan mejor y maacutes acabadamente lo que nosotros querriacuteamos decir ya porque con su contundente y pormenorizada documentacioacuten bibliograacutefica no dejan lu-gar a dudas de la actualidad de nuestra opcioacuten

La segunda pregunta que responderemos es la relativa a nuestra eleccioacuten de Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano como autor a confrontar con Santo Tomaacutes Bajo el interrogante iquestPor queacute el Cayetano explicaremos no soacutelo su importan-cia en tanto que Comentador reconocidiacutesimo a los textos del Aquinate tambieacuten dejaremos planteada la clara necesidad de recurrir a sus escritos para descubrir toda una interpretacioacuten que le resulta propia

Junto a lo uacuteltimo y debido a su notoriedad podremos aventurar que muchos de los filoacutesofos neoescolaacutesticos o modernos que se alejan de Santo Tomaacutes (en alguacuten sentido) lo hacen manteniendo cierta fidelidad a los comentarios del Caye-tano Es el capiacutetulo primero

A lo largo del segundo capiacutetulo expondremos el estado actual de la cuestioacuten y algunos de sus antecedentes

La segunda parte estaacute centrada en las dos visiones en torno a las formas de la justicia que nos ofrecen ambos autores El capiacutetulo tercero luego de contextua-lizar el tratado de la virtud de la justicia lo hemos consagrado al anaacutelisis y a la confrontacioacuten del texto tomista y la glosa cayetana El cuarto capiacutetulo es el de la siacutentesis alliacute reconstruimos la interpretacioacuten que realiza el Cardenal de la nocioacuten expuesta por Santo Tomaacutes

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Reconducimos estas conclusiones a la tercera parte para ponerlas en sinto-niacutea con los principios que dominaron las respectivas eacutepocas en que vivieron cada uno de los dominicos Consideracioacuten realizada sobre el ldquopunto de vista moralrdquo seguacuten el cual es dable analizar los diversos sistemas eacutetico-filosoacuteficos en los estu-dios de la maacutes reciente actualidad

Con ello nos referiremos a una moral ldquoen primera personardquo al hablar de todas aquellas teoriacuteas eacuteticas denominadas claacutesicas y de las que Santo Tomaacutes de Aquino se ofrece como uno de sus principales exponentes Contrariamente diremos que hay una eacutetica ldquoen tercera personardquo presente en muchos de los pen-sadores modernos

Todo esto estaacute articulado en la tercera parte intitulada Analogado y alcance teoacuterico-praacutectico de la definicioacuten de justicia centrada en los distintos sistemas morales que diversas formas de entender concebir y predicar la virtud de la jus-ticia implican

Esto una vez introducido nos permitiraacute ver cada vez con mayor claridad que aquellas diferencias que mencionaacutebamos entre el de Aquino y el de Gaeta estaacuten finalmente fundadas en dos formas opuestas de abordar el argumento eacutetico Y que tal se decide en una previa hipoteca teoacuterica de iacutendole loacutegico-ontoloacutegico que le juega al Cardenal una inevitable mala pasada al momento de veacuterselas con la filosofiacutea praacutectica

En la seccioacuten que dedicamos a la enunciacioacuten de nuestros Objetivos hemos planteado en modo concreto nuestra hipoacutetesis Para esto mismo hemos buscado responder la pregunta iquestQueacute queremos demostrar con nuestra Investigacioacuten y tambieacuten iquestCuaacuteles son los alcances de esta en caso de probarla

Luego de todo eso hemos podido llegar a demostrar cada una de nuestras proposiciones que resumieacutendola en una maacutes general diriacuteamos es la siguiente

ldquoEncontramos en los comentarios del Cardenal Cayetano To-maacutes de Vio una interpretacioacuten propia de la doctrina tomista antes que una reproduccioacuten fiel (y por queacute no acriacutetica) de su maestro inte-lectual Santo Tomaacutes de Aquinordquo

Las preguntas que pusimos supra y las proposiciones con las que dimos respuesta nos sirvieron para elaborar por un lado los Aportes de Nuestra Tesis y nuestras Conclusiones finales sobre las que volveremos maacutes adelante

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En Metodologiacutea exponemos el modo en el que condujimos nuestra investi-gacioacuten Primeramente mediante la comparacioacuten textual y literal asiacute como se-maacutentica y en algunos casos hasta morfoloacutegica y linguumliacutestica de los dos autores en cuestioacuten Y ademaacutes exponemos los principios que nos guiaron los pertene-cientes al realismo metoacutedico de tradicioacuten aristoteacutelico-tomista

Los Aportes de Nuestra Tesis reflejan de modo sucinto las novedades que se encontraraacuten en este escrito

Manifestaacutebamos que el nuestro se presentoacute por momentos como un trabajo de tipo linguumliacutestico ya que el latiacuten que utilizoacute Santo Tomaacutes de Aquino no es deci-didamente el mismo con el que fue comentado por el Cardenal de Gaeta

Y nos hemos visto por ejemplo maacutes de una vez en la situacioacuten de determi-nar si pese a la distancia morfoloacutegica o semaacutentica de uno con respecto al otro no estaraacuten acaso ambos diciendo y expresando las mismas ideas

Resumidamente el comparar por primera vez y en este modo tales escritos no puede dejar de ser un aporte novedoso para quien quiera continuar por este camino investigativo

Otro de los aportes consideramos que no menor es el de haber logrado confeccionar una pormenorizada Bibliografiacutea sobre el tema que nos ocupa De hecho no resultoacute faacutecil para nosotros dar con resentildea alguna lista o iacutendice de los estudios que se abocasen al estudio de los comentarios del Cardenal Cayetano

Finalmente nuestra Tesis tiene la valiacutea de ser el primer escrito que recons-truye ndashpor primera vezndash la interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia ofre-cida por el Priacutencipe del Comentadores

Hemos realizado ademaacutes algunas puntualizaciones de tipo terminoloacutegicas en la misma como por ejemplo al decir que es mejor entender la nocioacuten del Ca-yetano en tal o cual modo ya que es eacutel mismo quien en sus escritos se expresa de esta u otra manera Pero entendemos que esto reguarda tambieacuten a la reconstruc-cioacuten de la interpretacioacuten que el Cardenal Tomaacutes de Vio realizoacute en Santo Tomaacutes de Aquino que brindaremos acabadamente en la seccioacuten especiacuteficamente a eso dedicada en este trabajo acadeacutemico

Hemos referido alliacute todos los estudios actuales que encontramos tanto en lo tocante al tema de la justicia en Santo Tomaacutes cuanto a las investigaciones rea-lizadas sobre el Cardenal Tomaacutes de Vio sus obras y sus comentarios asiacute como tuvimos en consideracioacuten las publicaciones que mejor comprenden la diferencia

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

ya mencionada en torno al discurso eacutetico-filosoacutefico Para concluir tambieacuten que son pocas aquellas dedicadas a la profundizacioacuten de los comentarios realizados por el Cayetano a la nocioacuten de justicia en Santo Tomaacutes particulariacutesimamente en los textos por nosotros elegidos

Tras esta breve exposicioacuten prosigamos con nuestro trabajo

3 OBJETIVOS

Nuestros objetivos emergieron entonces tras considerar los argumentos que hasta aquiacute hemos expuesto

Luego de ver la ausencia de estudios que pongan su atencioacuten sobre los temas que son de nuestro intereacutes junto con las grandes diferencias que encontramos evidenciadas entre el Aquinatense y el Gaetano en los campos que hemos enu-merado llegamos en consecuencia a la formulacioacuten clara y precisa de queacute es lo queremos con nuestra investigacioacuten queacute queremos probar Resultado que se traduce en la redaccioacuten de esta misma Tesis

El coacutemo lo haremos tambieacuten formoacute parte de estos momentos iniciales Pero su respuesta la hemos reservado para el siguiente apartado que pondremos aquiacute debajo ndashMetodologiacuteandash una vez que hayamos sorteado lo tocante al punto que nos ocupa

Asiacute entonces nuestra Tesis pretende estudiar los comentarios que el Car-denal Tomaacutes de Vio realizoacute a algunas cuestiones del Tratado sobre la justicia contenido en la segunda seccioacuten de la segunda parte de la Suma de Teologiacutea compuesta por Santo Tomaacutes de Aquino y que llegan a hasta nuestros diacuteas en la llamada Edicioacuten Leonina

Este estudio buscaraacute cotejar y sentildealar la concordancia o diferencia que pue-dan llegar a existir entre uno y otro de los autores mencionados Y asiacute propo-ner nuevamente el sentido de los textos tomistas para concluir que esta misma lectura sin el filtro de la ldquointerpretacioacuten cayetanardquo previene definitivamente de incurrir en aquellas conclusiones que otros siguiendo a Santo Tomaacutes con el espiacuteritu del Cayetano realizaron Asiacute como tambieacuten la de brindar una clara ex-posicioacuten sobre la interpretacioacuten del Cardenal de la nocioacuten tomasiana de justicia

21

Nuestro aporte se traduce en la reconstruccioacuten de la nocioacuten cayetana de jus-ticia puesta al final del estudio y al cual hemos llegado tras la comparacioacuten de los textos y autores seleccionados Sobre todo y principalmente al sentildealar entre las muchas diferencias la razoacuten por la cual el Cayetano obra la ldquotriparticioacutenrdquo (o tambieacuten ldquotriespecificacioacutenrdquo) de la justicia hasta ahora ignota

Ademaacutes luego de estudiar el tema de la justicia general (y las diferencias entre los dos autores) nuestra investigacioacuten y su resultado ayudaraacuten a clarificar los actuales debates en torno a los diversos modos en que los filoacutesofos poliacuteticos y del derecho posteriores al Cardenal han comprendido y desarrollado la divi-sioacuten de la virtud de la justicia en sus partes subjetivas Asiacute como tambieacuten seraacute de utilidad para encontrar semejanzas entre Cayetano y ciertos autores actuales o modernos y contemporaacuteneos o neotomistas y postconciliares En esto se ve sin dudas la actualidad de nuestro tema

Las conclusiones profundizaraacuten aquella reflexioacuten filosoacutefico-teoloacutegica que tiende a ldquofundar y clarificar la praxis cristiana en el aacutembito de la construccioacuten de la ciudad terrenardquo como sostiene R Cambareri

1

Resumidamente el centro de nuestra Tesis estaraacute en comparar dos conceptos de justicia y encontrar en uno con referencia al otro diferencias

Por lo dicho hasta aquiacute el tiacutetulo de nuestro proyecto de investigacioacuten fue ldquoLa justicia general en Santo Tomaacutes y su interpretacioacuten en el Cayetanordquo y el tiacutetulo de nuestro trabajo de Tesis es ldquoLa interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte del Cardenal Cayetano en la S Th II-II qq 57-62rdquo

A rengloacuten seguido ponemos claramente nuestra hipoacutetesis y sub-hipoacutetesis (o hipoacutetesis secundaria y coadyuvante) de trabajo que resultaraacuten demostradas en la segunda y tercera parte de este escrito seguacuten dijimos

31 Hipoacutetesis de trabajo

El Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano se aparta con sus comentarios a S Th II-II qq 57-62 de la nocioacuten de justicia ofrecida por Santo Tomaacutes de Aquino

1 Cfr R CAMBARERI Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo PDUL- Edizioni Studio Domenicano Bologna 1995 p 82

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

32 Sub-hipoacutetesis de trabajo

El Cardenal interpreta la justicia a partir de principios maacutes cercanos a la doctrina eacutetica moderna que a la forma en que la doctrina medieval comprende las virtudes morales y toda la Eacutetica

4 RECORTE TEMAacuteTICO

Aclaramos antes de proseguir los motivos que nos han llevado a realizar un determinado recorte de los temas las cuestiones los artiacuteculos de la S Th con la glosa cayetana que trataremos Este trabajo lo amerita si consideramos que el Tratado de la Justicia se inicia en la cuestioacuten 57 y concluye en la 122 de la secunda secundae Summae Theologiae

Asiacute pues nosotros hemos decidido analizar soacutelo estas cuestiones ndashjunto con sus artiacuteculos y los comentarios del Cardenal (S Th II-II qq 57-62)ndash puesto que en ellas Santo Tomaacutes trata la virtud de la justicia en siacute misma (S Th II qq 57-60) y las partes subjetivas de la justicia tambieacuten en siacute misma considerada (S Th II-II qq 61-62)

Mientras que en el resto de las cuestiones (S Th II-II qq 64-122) el Aqui-nate estudia temas que no interesan directamente a nuestra investigacioacuten el acto la forma la estructura y la definicioacuten de la justicia

Asiacute se veraacute que a partir de la cuestioacuten 64 y hasta la 122 el Angeacutelico se ocuparaacute de los vicios que se oponen a esta virtud (qq 64-78) sus partes inte-grales o potenciales (las virtudes adjuntas qq 79-120) el don que le corres-ponde (q 121) y los preceptos de la justicia (q 122) Todas estas cuestiones exceden naturalmente los liacutemites que nos hemos puesto para nuestro trabajo investigativo

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5 METODOLOGIacuteA

laquoPara un filoacutesofo realista el pensamiento no tiene maacutes conte-nido que aquel que sus facultades le permiten abstraer de las cosas y que el pensamiento elabora gracias a sus principios Nada anor-mal hay para dicho filoacutesofo en proceder de esta suerte sobre todo teniendo en cuenta que viviendo en la Edad Media es cristiano y que siendo el mundo cristiano creacioacuten de Dios no del hombre la filosofiacutea cristiana enfoca espontaacuteneamente los problemas desde el punto de vista del objetoraquo2

Habiendo respondido en el precedente apartado las preguntas planteadas en torno al queacute por queacute y para queacute emprendimos este estudio tratamos ahora la referida al coacutemo lo haremos

Asiacute entonces para llevar adelante nuestra investigacioacuten cotejaremos los textos de S Th II-II qq 57-62 del Angeacutelico y los comentarios realizados por el Cardenal Tomaacutes de Vio con el fin de mostrar la distancia entre lo que Santo Tomaacutes dijo y el Cayetano interpretoacute nuestra hipoacutetesis

51 Anaacutelisis y siacutentesis

El cotejo entre el texto tomista y la glosa cayetana constaraacute de dos momen-tos el del anaacutelisis y el de la siacutentesis Precisemos un poco maacutes en queacute consistiraacuten tales puesto que hoy diacutea existe tambieacuten mucha confusioacuten con respecto a lo que se entiende cuando se utilizan estas nociones Por nuestra parte las tomamos en el sentido propuesto por Leopoldo Eulogio Palacios gran autoridad en el campo de la Epistemologiacutea proveniente del aacutembito de la filosofiacutea tomista

En el capiacutetulo deacutecimo de su libro Filosofiacutea del Saber3 al definir los ldquoCa-

racteres generales del anaacutelisis y la siacutentesisrdquo nos propone una interesantiacutesima metaacutefora de queacute cosa es el anaacutelisis y queacute cosa es la siacutentesis

4

2 Eacute GILSON El realismo metoacutedico Ediciones Encuentro Madrid 1997 p 1373 L E PALACIOS Filosofiacutea del Saber Editorial Gredos Madrid 19624 Cfr Ibidem sobre todo el deacutecimo capiacutetulo dedicado especialmente a la profundizacioacuten sobre El anaacutelisis y la siacutentesis

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Para comenzar a precisar tales nociones deciacuteamos nos brinda la imagen del ldquoascensordquo y del ldquodescensordquo Veamos a tal efecto queacute opinioacuten le merece la prime-ra de las imaacutegenes ndashel ascensondash aplicada al anaacutelisis

laquoParte el anaacutelisis de cosas que son obvias y familiares pero oscuras y confusas y nos lleva por sendero trabajoso hasta las co-sas recoacutenditas alejadas de los sentidos en las que late la claridad y distincioacutenraquo5

Este pasaje ilustra perfectamente lo sucedido entre nuestras intuiciones y los textos del Cardenal de Gaeta Nada hay ldquoneutralrdquo o desprovisto de valoraciones personales en el mundo de la literatura menos auacuten en la filosofiacutea y o teologiacutea Nuestros primeros pensamientos estuvieron iacutentimamente relacionados a la con-viccioacuten de que si algo se comenta ndashy maacutes en el caso del Cayetanondash es porque reina cierta necesidad ndashpor parte del mismo comentador o por parte de otrosndash de que ciertos pasajes de la monumental obra de Santo Tomaacutes sean aclarados

Ciertamente que las grandes e innumerables dudas con respecto al modo en que se podriacutean entender los textos del Doctor Comuacuten continuacutean siendo el centro de reflexioacuten entre tomistas y generando interesantiacutesimos debates actuales que se traducen en la organizacioacuten de congresos y seminarios internacionales

Esta imagen del anaacutelisis en cuanto ldquoascensordquo la aplicamos nosotros al Ca-yetano puesto que hemos partido de ldquocosas obvias y familiaresrdquo para buscar en ellas ldquoclaridad y distincioacutenrdquo

iquestCuaacuteles son pues estas ldquocosas obvias y familiaresrdquo a las que hacemos re-ferencia Aquellas mismas que la comunidad cientiacutefica debate hoy diacutea que el Cayetano ha sido ldquoel mejor inteacuterprete el Priacutencipe de los Comentadores de Santo Tomaacutes de Aquinordquo Las investigaciones actuales estaacuten tratando precisamente el tema pero en diversos campos Todos estos estudios y autores sobre los que vol-veremos en nuestro capiacutetulo primero giran en derredor de la siguiente hipoacutetesis de trabajo la interpretacioacuten del Cardenal Tomaacutes de Vio el Cayetano no condice no es coherente con la doctrina tomasiana

5 Ibidem p 115

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Y ya inmersos en el campo de la siacutentesis es esta misma premisa inicial lo que se prueba O mejor decir se logra demostrar que justamente con sus afirma-ciones deslizadas bajo el inocente nombre de ldquocomentariosrdquo terminan no siendo precisamente una ldquonota a pie de paacuteginardquo sino una interpretacioacuten propia La suya es una completa y personaliacutesima postura o forma de leer entender y explicar la doctrina del Angeacutelico Por eso volvemos sobre las palabras de Palacios que de alguacuten modo cierran y explican todaviacutea mejor esto que decimos

laquoEl anaacutelisis es el ascenso desde las cosas obvias a las recoacutendi-tas la siacutentesis es el descenso desde las cosas recoacutenditas a las cosas obvias No habriacutea anaacutelisis si no supieacuteramos por adivinanza que lo mejor de las cosas estaacute oculto a los ojos y a las manos y debe ser des-cubierto por un tenaz esfuerzo de la mente [] Ni habriacutea siacutentesis si no lograacuteramos iluminar desde la orilla recoacutendita donde nos condujo el anaacutelisis el mundo de las apariencias rehacieacutendolo y explicaacutendolo desde la realidad profunda de sus elementosraquo6

Esta siacutentesis iluminadora y explicativa vendraacute en consecuencia en todos los momentos posteriores a nuestro anaacutelisis Alliacute mismo brindaremos las definicio-nes que hubieacuteremos podido rehacer mostrando que bajo la apariencia de fide-lidad del Cayetano para con Santo Tomaacutes hoy fuertemente discutida (vid pp 56-58) y cada vez menos aceptada se esconde la irreconciliable postura eacutetica y filosoacutefica del Cardenal Tomaacutes de Vio

Hemos dejado en claro entonces de queacute modo llevaremos esta comparacioacuten o cotejo entre los textos del de Aquino y los comentarios del de Gaeta Estos dos momentos seraacuten claves en todo nuestro trabajo

A tal efecto nos valdremos de los textos publicados por la Edicioacuten Leonina bajo el tiacutetulo ldquoSancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici Opera Omnia Iussu impensamque Leonis XIII P M edita tomus nonus Secunda Secundae Summae Theologiae a quaestione LVII ad quaestionem CXXII ad codices manuscriptos vaticanos exacta Cum commentariis Thomae de Vio Caietani Ordinis Praedica-torum S E R Cardenalis Cura et Studio Fratrum Eiusdem Ordinis Romae ex typographia polyglotta s c de Propaganda Fide MDCCXCVIIrdquo

6 Ibidem pp 116-117

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

A esta misma fuente siempre hemos recurrido ya para nuestras referencias ya para nuestras citas textuales

52 Realismo metoacutedico

Un paso obligado en toda investigacioacuten doctoral es la referida al marco teoacute-rico y conceptual en el que se inscribe y en virtud del cual debe ser leiacutedo Asiacute pues enmarcamos nuestro anaacutelisis y siacutentesis dentro de los principios de la filo-sofiacutea realista aristoteacutelico-tomista

Uno de los principios de este modo de hacer filosofiacutea radica en que el co-nocimiento se inicia en las cosas que experimentamos a traveacutes de los sentidos principio seguacuten el cual laquoel objeto del entendimiento no es la cosa material en su individualidad concreta sino la quididad inmaterial que en cuanto tal puede constituir una unidad real con el intelectoraquo

7 Pero no debe confundirse esto con

una identificacioacuten entre lo pensado y el objeto del conocimiento en cuanto per-cibido Seriacutea esta la postura de un realismo ingenuo

El realismo en el que inscribimos nuestra investigacioacuten es el metoacutedico en donde lo real se tiene como laquodistinto del pensamiento el esse se pone aquiacute como distinto del percepi debido a una idea determinada de lo que es la filosofiacutea y como una condicioacuten de su posibilidad mismaraquo

8 Y por ello es un realismo me-

diato que se funda en otro principio el de causalidad hay un mundo sensible extramental que podemos conocer y al que accedemos a traveacutes de los datos que nos proporciona la sensibilidad

9

Asiacute para nosotros el principio de causalidad aporta un hecho que debe ser asumido e interpretado Aceptado este principio se sortea ndashcon mayor o menor dificultadndash el problema de la certeza del conocimiento pues le hemos dado creacute-dito a los sentidos ellos son el puente entre lo que hay en el mundo exterior y el intelecto Son el puente pero no son el fundamento de las cosas por el contrario en el meacutetodo tomista

7 Eacute GILSON El realismo metoacutedico p 518 Ibidem p 57 9 Cfr esto y lo que sigue ibidem pp 69-87

27

laquoEl mundo no existe maacutes que por un decreto libre de Dios por consiguiente es imposible deducirlo del concepto de Dios Hasta tal punto esto es imposible que la verdad se encuentra precisamente en lo contrario No soacutelo no se puede deducir el mundo de Dios sino que incluso precisamente porque nosotros mismos formamos parte del mundo nuestro conocimiento tropieza con el mismo obstaacuteculo metafiacutesico que nuestro ser El entendimiento humano no puede tener a Dios como objeto natural y propio habiendo sido creado soacutelo estaacute directamente proporcionado al ser creado hasta tal punto que en lugar de poder deducir de Dios la existencia de las cosas se ve por el contrario necesariamente obligado a apoyarse en las cosas para subir hasta Diosraquo10

Se pasa de aquiacute a la consideracioacuten del meacutetodo en que tal cosa percibida seraacute estudiada ab esse ad posse valet consequentia De donde se sigue pues que si hay posibilidad de conocer el objeto que se presenta a la inteligencia analizarlo descomponerlo y reconstruirlo es porque una vez aprehendido muestra una ldquoestructurardquo propia El meacutetodo es el modo en que el intelecto se adecua a la cosa en virtud de la cosa y la forma en que ha sido objetivamente captada y el sujeto encuentra el conocimiento de siacute mismo y el del objeto en el anaacutelisis del uacuteltimo En consecuencia otro de los principios aceptados por el realismo metoacutedico es el de la aceptacioacuten de la existencia del mundo exterior en cuanto ldquoevidenciardquo

El hecho de que el realismo necesite de muchos principios para explicar su filosofiacutea radica en la exigencia misma del meacutetodo el cual consiste en ir de las cosas a los conceptos y en conocer una realidad que nos resulta desconocida laquoporque es una cosa distinta de la suma de conceptos que nosotros sacamos de ellaraquo

11 Maacutes adelante aclara Gilson el sentido del meacutetodo realista laquotodo lo real

dado implica el pensamiento que lo aprehende por consiguiente es el ser la condicioacuten del conocer y no el conocer la condicioacuten del serraquo

12 en otras palabras

laquoes lo real lo que dicta el meacutetodo y no el meacutetodo lo que define lo realraquo13

Veamos algunos otros principios de la filosofiacutea realista a la que adscribimos

De esta realidad educimos el principio de finalidad que consiste en recono-cer que todo lo que se realiza se hace en vistas a un fin Por esto se caracteriza

10 Ibidem p 10311 Ibidem p 12312 Ibidem p 15913 Ibidem p 161

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

al realismo como una filosofiacutea teleoloacutegica todo ente tiende naturalmente a un fin que lo ordena y perfecciona es decir un bien que lo completa En el caso de los entes racionales dicho obrar seraacute ldquoconociendo la cosa misma en cuanto finrdquo y con relacioacuten a la cual se ordenan los medios del obrar

14 El valor de dicho

principio radica en que laquo1ordm a posteriori el examen de la naturaleza nos permite admitir con certeza la finalidad 2ordm a priori el principio de finalidad se impone como evidencia inmediataraquo

15 De tal principio dependen otros que G Lagrange

asiacute detalla

laquo1ordm el principio de induccioacuten 2ordm el de interdependencia desde los puntos de vista distintos del agente y del fin y por con-secuencia de la materia y la forma 3ordm el de la subordinacioacuten de los agentes y de los fines 4ordm el de las relaciones de la coordina-cioacuten con la subordinacioacuten 5ordm el de la dependencia del orden de los medios y del fin con respecto a una inteligencia ordenadora 6ordm por fin el principio de la ley natural hay que obrar el bien y evitar el malraquo16

Nos contentamos aquiacute soacutelo con resentildearlos y recomendamos su lectura a quien desee profundizar en dicho marco conceptual para entender mejor nuestro marco teoacuterico

17

Resumidamente nuestro meacutetodo consistiraacute en pensar las cosas que son se-guacuten los principios que hemos indicado y otros que maacutes adelante desarrollare-mos Y reflexionar sobre el modo en que determinados conceptos se ajustan o no al orden de la realidad18

14 Cfr G LAGRANGE El realismo del principio de finalidad Ediciones Descleacutee Bs As 1949 p 8515 Ibidem p 8716 Cfr Ibidem p 9917 Ibidem vid especialmente sectIV laquoPrincipios subordinados al de finalidadraquo pp 99-114 y toda la parte segunda sectII laquoAplicaciones primordiales del principio de finalidadraquo pp 115-28118 Dejemos en claro que aquiacute las ldquocosasrdquo a las que nos referimos no seraacuten realidades del mundo exterior sino conceptos argumentos Desde una perspectiva ontoloacutegica entes de razoacuten laquoque soacutelo existen en cuanto pensadosraquo y que tienen laquoalguacuten fundamento en la realidad maacutes o menos proacuteximo o remotoraquo (Cfr J J SAN-GUINETI Loacutegica Eunsa Pamplona 1994 pp 37-39)

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6 APORTES DE NUESTRA TESIS

Llegados a este punto sintetizamos cuaacuteles seraacuten las novedades que aporte nuestro trabajo a los que estudian y profundizan en el conocimiento de la doc-trina tomista y en modo general a los interesados en las teoriacuteas corrientes y pensadores relacionados al tema de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

Esta Tesis como se ha dicho se dedica a comparar exclusivamente los escri-tos de Santo Tomaacutes de la STh II-II qq 57-62 con los respectivos comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio Es decir es la primera vez que se cotejan en sede cientiacutefica estos dos autores y en estos argumentos el de la nocioacuten de justicia general y particular junto con las partes subjetivas de la uacuteltima

Y esto seguacuten el modo que recieacuten acabamos de expresar el del anaacutelisis y la siacutentesis el del ascenso que parte considerando la obscuridad de algunas nocio-nes hasta el descenso que viene a deshacer aquellas tinieblas del entendimiento iluminaacutendola con definiciones y precisiones cientiacuteficamente probadas

Brindamos ademaacutes una posible fundamentacioacuten del motivo del distancia-miento del de Gaeta como un moralista moderno poseedor de un punto de vista moral ldquoen tercera personardquo inimaginablemente reductible a la postura ldquoen pri-mera personardquo asumida por el mismo Santo Tomaacutes en todos sus escritos pero particularmente en los que aquiacute consideraremos objeto de estudio

Ademaacutes nos saldremos de los ya conocidos y transitados argumentos de las diferencias entre el de Aquino y el de Gaeta en temas de Metafiacutesica Loacutegica y Biblia por poner algunos ejemplos Ya que nuestro aporte reside en clarificar la interpretacioacuten sobre el tema de la justicia dar precisiones en torno a la estructura de la glosa cayetana proponer una tipificacioacuten de los comentarios del Cardenal e identificar los motivos y la intencioacuten con los cuales eacutel mismo dirige su empre-sa A esto sumamos que es la primera vez que se propone expositivamente la nocioacuten cayetana de justicia y cuaacutel es su esquema En siacutentesis hemos logrado la reconstruccioacuten de la definicioacuten de justicia del Cayetano cuaacutel es su ldquoformardquo el nuacutemero y las partes que la componen

Finalmente demostrando coacutemo el Cardenal Tomaacutes de Vio se separa de San-to Tomaacutes de Aquino ndashgenerando una interpretacioacuten propia de la nocioacuten tomasia-na de la virtud de la justiciandash lo sentildealamos tambieacuten como el posible precursor de las corrientes filosoacutefico-poliacuteticas (principalmente neotomistas) que lo sucederaacuten en el tiempo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Sentildealamos a la vez todo el extenso campo que nos ha ocupado como un posible argumento de intereacutes para las sucesivas investigaciones y estudios de profundizacioacuten

Queremos decir y dejar en claro que no hay absolutamente ninguna traduc-cioacuten disponible de la glosa del Cardenal a las cuestiones que nos ocupamos en las lenguas por nosotros conocidas (castellano italiano ingleacutes franceacutes portu-gueacutes o alemaacuten) sino que soacutelo se encuentran tales textos en latiacuten Estamos traba-jando para poder ofrecer prontamente nuestras propias traducciones

Con el proacuteximo apartado llegaremos al final de la primera parte de nuestro trabajo la Introduccioacuten

En la misma hemos dejado en claro cuaacutel es el esquema del presente escrito pasando por los puntos medulares en los que expusimos los motivos que nos lle-varon a decidirnos por tal argumento Por otra parte quedaron fijados nuestros Objetivos generales y el modo ndashMetodologiacuteandash con que los demostraremos Final-mente este apartado ndashque sirve de anticipo y prolegoacutemeno a las partes y secciones que continuaraacutenndash estuvo centrado en enumerar brevemente la cantidad y cualidad de los aportes que estamos en condiciones de ofrecer al aacutembito acadeacutemico

7 EL PROBLEMA DE LOS COMENTARIOS Y LOS COMENTADORES19

Como este trabajo profundiza en el tema de los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio a la Summa Theologiae de Santo Tomaacutes de Aquino resulta im-portante resolver dos controversias que fueron objeto de nuestras reflexiones en torno a la figura del Cayetano (1) si es maacutes propio llamar ldquocomentadorrdquo o ldquoco-mentaristardquo a quien se pone a comentar Y luego (2) analizamos la problemaacutetica que representan los comentarios como fuentes o no de la actividad filosoacutefica Puesto que como veremos existe todaviacutea una tradicioacuten que continuacutea restando valor filosoacutefico al comentador y sus comentarios

En efecto con nuestro trabajo pretendemos trabajar algunos puntos en torno al tema de los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano En virtud de ello debemos primero abordar una especie de objecioacuten contra la utilizacioacuten del

19 Hemos desarrollado este tema en ldquoEl Cayetano y sus comentariosrdquo en el laquoXVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval 2017 ldquoCorporeidad poliacutetica y espiritualidad pervivencia y actualidad del me-dioevordquoraquo Centro de Estudios MedievalesndashUniversidad Gabriela Mistral Providencia Santiago de Chile Chile durante los diacuteas 24 al 26 de mayo de 2017

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teacutermino ldquocomentadorrdquo obrada por Joseacute Martorell Capoacute traductor de la Suma editada por la BAC

Alliacute el traductor propone que el teacutermino ldquocomentaristardquo debe ser la traduc-cioacuten obligada del ldquocommentator -orisrdquo latino Tras mostrar que tal sugerencia resulta inconducente puesto que no hay ni hemos encontrado razones etimo-loacutegicas histoacutericas o linguumliacutesticas para preferir la utilizacioacuten de un teacutermino sobre otro concluiremos que para nosotros ndashen este trabajo y en otrosndash ambos teacutermi-nos podriacutean resultar intercambiables

Aventuramos que tal vez su opcioacuten tenga maacutes que ver con el sentido local geograacuteficamente hablando que con una fineza del lenguaje

Otro punto que abordamos respecto de los comentarios del Cardenal refiere a coacutemo deben ser considerados iquestson un geacutenero discursivo iquestSon escritos filosoacute-ficos Alliacute retomamos el planteamiento que sobre el mismo tema (pero diverso periacuteodo histoacuterico) han formulado dos autoras Miira Tuominen y Viviana Suntildeol centraacutendonos especialmente en la segunda

Vamos pues a tratar estas cuestiones

71 iquestComentador o comentarista

Esta pregunta que en principio pareceriacutea infecunda surge a partir de una distincioacuten sobre una traduccioacuten de la Suma de Teologiacutea En efecto leyendo S Th I q 3 a 5 (BAC 5 Tomos precisamente en la paacutegina 118 del primer vo-lumen de esta cuarta edicioacuten dirigida por los Regentes de Estudios de las Pro-vincias Dominicanas en Espantildea) nos encontramos con la siguiente nota a pie de paacutegina del traductor de la obra

laquoLa palabra latina Commentator en espantildeol tiene doble equi-valencia comentador y entonces indica aquella persona que comen-ta conversa sobre algo pudiendo incluso fabular Y Comentarista indicando aquella persona que analiza cientiacuteficamente algo y pone sus resultados por escrito Consecuentemente y por tratarse de esta segunda equivalencia hay que traducir Comentaristaraquo20

20 J MARTORELL CAPOacute en TOMAacuteS de Aquino Suma de Teologiacutea I q 3 a 5 vol 1 BAC Madrid

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Es cierto como bien refiere Joseacute Martorell Capoacute21 ndashel traductor de esta parte

de la obra y autor de la citandash que aquiacute Santo Tomaacutes se refiere a Averroes

Esta distincioacuten a muchos podriacutea parecer una mera sutileza del lenguaje y la dejariacutean pasar como si se tratase de un hecho curioso o hasta anecdoacutetico Pero para nosotros reviste cierta importancia puesto que aquiacute nos ocupamos del Cayetano quien fue considerado el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo por su glosa a la Summa Theologiae Por lo tanto llamaremos al Cardenal Cayetano iquestcomentador o comentarista

Como hemos visto esta cuestioacuten surge a partir de una nota de la traduccioacuten de la Suma Teoloacutegica y resulta pertinente dilucidarla por varios motivos

En primer lugar porque no es lo mismo llamar a un inteacuterprete ldquofabuladorrdquo que ldquoexegetardquo En segundo lugar porque urge clarificar el uso indistinto que se le da como refiriendo al mismo concepto mental Y finalmente como acabamos de decir porque en nuestra Tesis escribimos sobre alguien que ha glosado la obra de Santo Tomaacutes y evaluamos su condicioacuten de inteacuterprete

Para dar respuesta a esta consideracioacuten fuimos a revisar en primer lugar algunos diccionarios Asiacute recurrimos al Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola de Eduardo de Echegaray y al Diccionario de la Real Academia Espantildeola Tambieacuten enviamos nuestra consulta al Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo de la RAE

Del Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola consultamos las siguientes entradas

laquoComentador ra Sustantivo y adjetivo El que comenta Metaacute-fora Inventor de falsedades oacute ficcionesEtimologiacutea Del latiacuten commentator catalaacuten comentador a fran-ceacutes commentateur italiano commentatore

Comentar Activo Explicar glosar declarar alguna obra literaria para que se entienda maacutes faacutecilmente su contenidoEtimologiacutea Del latiacuten commentari de cum con y mentari mentar catalaacuten comentar franceacutes commenter italiano commentare

2001 (4ed-reimpr) p 11821 Ibidem en la nota 5e a pie de paacutegina p 118

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Comentario Masculino Escrito que sirve de explicacioacuten y comen-to de alguna obra para que se entienda maacutes faacutecilmente Plural Tiacutetulo que se da a algunas historias escritas con brevedad como los Co-mentarios de Ceacutesar los Comentarios del marqueacutes de San Felipe etcEtimologiacutea De comentar latiacuten commentarium catalaacuten commenta-ri franceacutes commentaire italiano commentario

Comento Masculino Explicacioacuten o exposicioacuten declaracioacuten de al-guacuten libro u obra literariaEtimologiacutea De comentar latiacuten commentum ficcioacuten faacutebula enti-mema entre gramaacuteticos simeacutetrico de commentus fingido participio pasivo de comminisci imaginar cataacutelaacuten antiguo comentraquo22

Y del Diccionario de la Real Academia Espantildeola

laquocomentador raDel lat commentātor -ōris1 m y f Persona que comenta2 m y f p us Persona inventora de falsedades o ficcionesraquo23

laquocomentarista1 m y f Persona que escribe comentarios2 m y f Persona que comenta regularmente noticias por lo gene-ral de actualidad en los medios de comunicacioacutenraquo24

Como vemos E de Echegaray al componer su diccionario etimoloacutegico omi-te la entrada ldquocomentaristardquo y la referida a ldquocomentadorrdquo concuerda esencial-mente con la propuesta por el Diccionario de la Real Academia Por su lado la RAE al introducir la voz ldquocomentadorrdquo recurre a la etimologiacutea y no asiacute para ldquocomentaristardquo

Por otra parte investigando acerca del origen del teacutermino ldquocomentaristardquo consultamos tambieacuten el Breve diccionario etimoloacutegico de la lengua castellana de Joan Corominas Habiendo encontrado lo que ponemos aquiacute

22 E de ECHEGARAY Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola t II Madrid 1887 p 32323 httpdleraeesid=9v89aRr24 httpdleraeesid=9vFPrOJ

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoCOMENTAR 1495 Tom del lat commentari id propiamente lsquomeditarrsquo lsquoejercitarsersquo (de la raiacutez de mens mentis lsquomente pensa-mientorsquo)DERIV Comentador 1438 Comentario h 1440 lat commenta-rium comentarista Comento 1438raquo25

Asiacute ninguna entrada nos ofrece una pista etimoloacutegica linguumliacutestica o morfoloacute-gica de la entrada ldquocomentaristardquo Nos queda entonces recurrir al sentido comuacuten y argumentar que ldquocomentaristardquo comparte con ldquocomentadorrdquo la misma raiacutez y pertenecen ambas a la misma familia de palabras ldquocomentarrdquo

Es conveniente ver tambieacuten el sufijo ldquo-istardquo Puesto que podriacutea servirnos para aclarar el uso ndashsi indistinto o nondash de ambos teacuterminos y ayudarnos en la argumentacioacuten sobre la preferencia de un teacutermino sobre otro La explicacioacuten que el DRAE da

laquo-istaDel lat -ista suf que designa oficio o profesioacuten y este del gr -ιστής -istḗs1 suf Forma adjetivos que habitualmente se sustantivan y suelen significar lsquopartidario dersquo o lsquoinclinado arsquo lo que expresa la misma raiacutez con el sufijo -ismo Comunista europeiacutesta optimista2 suf Forma sustantivos que designan generalmente a la persona que tiene determinada ocupacioacuten profesioacuten u oficio Almacenista periodista taxistaraquo26

Como vemos el sufijo ldquo-istardquo en ldquocomentar-rdquo es un recurso que utilizamos los hispanohablantes para formar adjetivos y sustantivos En el caso que trata-mos con ldquocomentaristardquo nos referimos al adjetivo o sustantivo que designa a la persona que tiene determinada ocupacioacuten profesioacuten u oficio

Reflexionemos al pasar sobre la conveniencia ndasho nondash de utilizar el teacutermi-no ldquocomentaristardquo De una parte pareceriacutea innecesario formar un adjetivo o un sustantivo a partir de ldquocomentarrdquo para designar a una persona con una profesioacuten

25 J COROMINAS Breve Diccionario Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola Ed Gredos Madrid 1987 3ed

y 4reimp p 16126 httpdleraeesid=MD0bnQg

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particular la de ldquocomentaristardquo Esto asiacute porque la lengua espantildeola ya nos ofrece un teacutermino propio ldquocomentadorrdquo No obstante los teacuterminos en cuestioacuten parece-riacutean intercambiables sinoacutenimos sin alguna diferencia especiacutefica

Asiacute las cosas tomamos toda esta informacioacuten y le transmitimos nuestra incertidumbre al Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo de la Real Academia Es-pantildeola Le escribimos un correo electroacutenico solicitando nos indiquen por queacute mientras para la palabra ldquocomentadorrdquo siacute referiacutean a la etimologiacutea la omitiacutean para ldquocomentadorrdquo Recibimos la siguiente respuesta

laquoLa etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que procede En el segundo caso se trata de un derivado re-gular de comentar al que se antildeade el sufijo -ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Comentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua ac-tual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted con-sultar las sucesivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las correspondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Academia Por otra parte en nues-tros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminosraquo27

Fuimos al banco de datos y a las diversas ediciones del diccionario en busca de la evolucioacuten histoacuterica de ambas acepciones y algunos ejemplos

Gracias al ldquoMapa de diccionarios acadeacutemicosrdquo pudimos realizar una buacutes-queda conjunta en seis diccionarios correspondientes a las ediciones de la Aca-demia de los antildeos 1780 1817 1884 1925 1992 y 2001 Aquiacute los resultados de la consulta en dos figuras

28

27 En el Apeacutendice anexo encontraraacute una copia de los sucesivos intercambios de correos electroacutenicos con el Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo donde consta ademaacutes nuestro pedido de utilizar puacuteblicamente las comunicaciones y la autorizacioacuten expresa por parte de los responsables del mencionado Departamento28 Instituto de Investigacioacuten Rafael Lapesa de la Real Academia Espantildeola (2013) Mapa de diccionarios [en liacutenea] lthttpwebfrlesntlletgt [Consulta comentador comentarista] (Ambas figuras son capturas de pan-tallas del ldquoMapa de diccionarios acadeacutemicosrdquo)

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Figura 1

Figura 2

Se desprende claramente que la nocioacuten de ldquocomentaristardquo surge en el diccio-nario de la academia recieacuten en 1925 y que se le atribuye una segunda acepcioacuten recieacuten en 1992 Mientras que ldquocomentadorrdquo viene desde 1780 con dos acepcio-nes La primera en registrarse nos emparenta ldquocomentadorrdquo a ldquoinventorrdquo En el diccionario de 1870 ldquocomentadorrdquo deviene en ldquoinventor de falsedades o ficcio-nesrdquo con una pequentildea aclaracioacuten ldquocommentorrdquo

En primer lugar podemos decir que lamentablemente nos resultariacutea difiacute-cil saber si la aclaracioacuten debe ser tomada como un sustantivo masculino de la tercera declinacioacuten o como un verbo (transitivo e intransitivo) deponente de la primera conjugacioacuten

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laquoCOMMENTOR aris atus sum ari dep Cic Pensar me-ditar considerar reflexionar contemplar revolver en el entendi-miento || Comentar explicar glosar exponer hacer comentarios || Fingir forjar || Inventar Commentari aliquid ndash de aliqua re cum aliquo inter se Cic Tratar algo o de algo con alguno entre siacute || Commentari orationem in reum Cic Preparar un discurso contra un reo ndash de militari disciplina Plin Escribir sobre la disciplina militar

COMMENTOR oris m Ov Ficcioacuten falsedad invencioacuten mentira faacutebula cuento (Entre gramaacuteticos entimema)raquo29

Aun asiacute consideramos que la referencia a ldquocommentor -orisrdquo es clara Ya que en las sucesivas ediciones del Diccionario de la Real Academia Espantildeola (1884 1925 1992 2001) la segunda acepcioacuten del teacutermino ldquocomentadorrdquo se aleja cada vez maacutes de la nocioacuten de ldquocommentator -orisrdquo acercaacutendose a la de ldquocommentor -orisrdquo

Ahora bien preguntarnos sobre la validez de esta ligazoacuten entre ldquocommen-tatorrdquo y ldquocommentorrdquo resulta obligado puesto que no son la misma palabra ni significan lo mismo De hecho ambas nociones parecen referir a diferentes conceptos y a su traveacutes a diferentes cosas

Otra cuestioacuten que cabe plantear en este punto es la siguiente iquestEs por esta confusioacuten entonces que surge el teacutermino ldquocomentaristardquo como desambiguacioacuten entre el sentido peyorativo que pareceriacutea haber adquirido ldquocomentadorrdquo a cau-sa de su relacioacuten con el vocablo latino ldquocommentor -orisrdquo Destaquemos que ldquocomentaristardquo aparece en 1925 y solamente con una acepcioacuten La precisioacuten alliacute obrada (i e ldquoque escribe comentariosrdquo) no nos parece diferir substancialmente de las definiciones propuestas para ldquocomentadorrdquo En 1780 y 1817 ldquointerpres explanatorrdquo Todaviacutea maacutes pareceriacutea guardar mejor relacioacuten con la actividad de quienes se pusieron a escribir comentarios puesto que la tarea de todos ellos fue la de interpretar y explicar para mejor inteleccioacuten un autor o una obra

Retomemos nuestra primera pregunta iquestresulta vaacutelida la relacioacuten y unioacuten obrada entre ldquocommentator -orisrdquo y ldquocommentor -orisrdquo al interno de la defi-nicioacuten de ldquocomentadorrdquo Debemos decir rotundamente que no Si en la lengua latina se encontraba obrada tal distincioacuten y escisioacuten de teacuterminos y cosas reales

29 VALBUENA Diccionario Latino-Espantildeol Libreriacutea de la Vda de Ch Bouret Pariacutes 1939 paacuteg 190 2da

columna

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iquestpor queacute re-unirlas en la lengua espantildeola Son cosas bien diferenciables un in-teacuterprete o explicador de un inventor

Otra cosa que advertimos es que la entrada ldquocommentorrdquo que acabamos de mentar denota antes una cosa (ficcioacuten falsedad invencioacuten mentira faacutebula etc) que una persona (fabulador mentiroso inventor falsario etc) Esto es se iden-tifica mejor con la obra antes que con el agente Por lo tanto la asimilacioacuten en el interior de la definicioacuten de ldquocomentadorrdquo entre ldquocommentorrdquo y ldquocommentatorrdquo pasa a mayor oscuridad y nos resulta todaviacutea maacutes confusa

Ahondar en todas estas cuestiones seriacutea encauzar nuestro trabajo hacia el campo de la linguumliacutestica Objetivo que no perseguimos aquiacute y por lo que ahora dejamos estas reflexiones para ulteriores investigaciones

Volvamos a nuestro argumento

Si tomamos enteramente todas las acepciones propuestas y explicaciones que traemos para ambos vocablos y las contrastamos con la nota del traductor de la BAC eacutesta resulta (a nuestro entender) un tanto impropia

Una razoacuten es porque al hablar de la doble equivalencia J Martorell Capoacute ataca la primera acepcioacuten al manifestar ldquopudiendo incluso fabularrdquo Decimos solamente que es impropia al quedar por fuera de nuestro trabajo juzgar la in-tencioacuten del traductor (y de alliacute concluir la malicia de tal comentario o cierta manipulacioacuten)

Es impropia porque le atribuye in recto una acepcioacuten que la RAE da in obliquo claramente para la segunda acepcioacuten de ldquocomentadorrdquo el DRAE aclara ldquopoco usadordquo Y el traductor de la Summa para justificar su opcioacuten por ldquocomen-taristardquo omite esta vez la segunda acepcioacuten de periodista o noticiario que la RAE siacute le atribuye y valga la aclaracioacuten no in obliquo porque no la refiere como un sentido ldquopoco usadordquo del teacutermino Es hora de exponer nuestra opinioacuten Y hemos de decir que estamos en desacuerdo ya con J Martorell Capoacute ya con la respuesta del Departamento laquoEspantildeol al diacutearaquo de la Real Academia Espantildeola

De una parte pensamos que hemos impugnado fehacientemente las razones que expone el traductor de la BAC

De otra la argumentacioacuten traiacuteda por la RAE resulta contradictoria no soacutelo con su misma base de datos sino tambieacuten con la tradicioacuten filosoacutefica linguumliacutestica y acadeacutemica (sobre todo de habla espantildeola) que llama indistintamente ldquocomenta-dorrdquo y ldquocomentaristardquo a toda aquella persona puesta a comentar

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Queremos salvar el uso de ambos teacuterminos y vemos (por ahora) infecundo legislar sobre el modo de traducir un teacutermino sobre otro Tambieacuten considera-mos contraproducente el hecho de preferir o inducir a preferencia el uso de tal o cual

Dejamos abierta esta reflexioacuten ndashy deseariacuteamos abordarla proacuteximamente tambieacutenndash al modo en que se suelen llamar a todos aquellos estudiosos puestos a comentar las obras de Platoacuten y de Aristoacuteteles al derecho romano a las Sagradas Escrituras a las Sentencias de Pedro Lombardo a los escolaacutesticos o a las noti-cias que sacuden el mundo de la economiacutea y del deporte

Resolvemos por ahora y para nosotros ndashy para quien desee secundarnosndash utilizar los teacuterminos ldquocomentadorrdquo y ldquocomentaristardquo a fin de referirnos indistin-tamente a la persona puesta a comentar un autor o una obra y asiacute explicarlo o tornarlo asequible a determinados lectores o puacuteblico en general Para conceder al lenguaje ademaacutes un sinoacutenimo contribuyendo con su objetivo esteacutetico y con un medio para que la expresioacuten no caiga en innecesarias y molestas repeticiones Varietas delectat

Sobre si son los comentarios un geacutenero filosoacutefico o si el filosofar puede proceder de hecho de comentar hemos de hablar en el apartado que reservamos maacutes adelante

En nuestro caso bien concreto el del Cardenal Tomaacutes de Vio apelamos al sobrenombre con que ha logrado pasar a traveacutes de casi cinco siglos de historia hasta hoy para justificar nuestra eleccioacuten el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo Puesto que la sancioacuten del uso inveterado de lsquocomentadorrsquo es una razoacuten de peso para insistir en el teacutermino Y es que si fue el Priacutencipe entendemos que habraacuten existido tambieacuten otros ldquocomentadoresrdquo que en sus respectivos intentos no al-canzaron tal nobleza30

30 Al final de esta Introduccioacuten colocamos un anexo Apeacutendice I donde se contienen las consultas junto que las respuestas que hemos efectuado a diversos departamentos de la Real Academia Espantildeola ndashRAEndash sobre el sentido y uso de ambos teacuterminos comentador y comentarista

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72 El comentario filosoacutefico

Plantear el tema de los comentarios como geacutenero filosoacutefico y rescatarlos del lugar al que han sido relegados resulta hoy diacutea un tema que concierne a muchos investigadores En efecto hay quienes niegan el valor filosoacutefico de los mismos Pero tambieacuten estaacuten los que muestran un renovado intereacutes en este tipo de obras atribuyeacutendoles ndashcontra lo que se ha sostenido tradicionalmentendash un caraacutecter netamente filosoacutefico

31 La uacuteltima es la cuestioacuten sobre la que posaremos

nuestra atencioacuten

De entre los que postulan a los comentarios como fuentes genuinas de filo-sofiacutea dos autoras resultan muy actuales Viviana Suntildeol y Miira Tuominen La uacuteltima a su vez recibe y trabaja sobre la tradicioacuten iniciada por Richard Sorajbi Suntildeol remite constantemente a ambos

Mientras que R Sorajbi y M Tuominen se destacan por su dedicacioacuten a los antiguos comentadores de Platoacuten y Aristoacuteteles V Suntildeol realiza un recorrido des-de la geacutenesis de los comentarios hasta el aristotelismo y desde alliacute a la patriacutestica que nos resulta uacutetil puesto que nos dedicamos al tema de los comentarios del Cardenal Cayetano a la Suma Teoloacutegica de Santo Tomaacutes de Aquino

En su trabajo ldquoEl comentario como praacutectica de la filosofiacutea Desde el aristo-telismo a la patriacutesticardquo V Suntildeol muestra coacutemo los sucesivos escritores poetas filoacutesofos e intelectuales en general ejercieron una notable influencia en los periacuteo-dos que les siguieron Y lo hicieron principalmente a traveacutes de los comentarios Siendo estos en algunas ocasiones una praacutectica filosoacutefica tendiente a la armo-nizacioacuten de las diferencias entre los pensadores que les antecedieron la mayoriacutea de las veces contrapuestos entre siacute Otras una actividad hostil con respecto al pensamiento de sus adversarios

32 Tambieacuten postula un tipo de comentarios que

son maacutes bien de iacutendole informativa Es decir cuando alguien ldquocita y parafrasea las obras de sus predecesoresrdquo

33

31 Asiacute lo afirma Viviana SUNtildeOL en su resentildea de ldquoMiira TUOMINEN The Ancient Commentators on Plato and Aristotlerdquo en CIRCE Nordm XIV (2010) p 235 ldquoEn la investigacioacuten erudita los comentarios fue-ron tradicionalmente considerados como fuentes secundarias de la obra de Platoacuten y Aristoacuteteles y en virtud de ello no se les reconociacutea valor propiordquo32 Cfr V SUNtildeOL ldquoEl comentario como praacutectica de la filosofiacutea Desde el aristotelismo a la patriacutesticardquo en M ALESSO (editora) Hermeneacuteutica de los geacuteneros literarios de la Antiguumledad al cristianismo Ed de la Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA Bs As 2013 p 12933 Ibidem p 119

41

La misma autora en su aporte a la obra colectiva dirigida por Marta Alesso refuerza su tesis al decir que ldquolos comentarios fueron el principal medio de pro-duccioacuten filosoacutefica desde fines del helenismo hasta la Antiguumledad tardiacuteardquo34 y que ldquola investigacioacuten erudita tradicionalmente ha desatendido su riqueza al resaltar el valor de los comentarios como meras fuentes secundarias de la obra de los grandes filoacutesofosrdquo

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Hoy en diacutea deciacuteamos el tema de los comentarios y los comentadores ha tomado un renovado intereacutes en los diferentes aacutembitos acadeacutemicos

Nosotros asumimos la postura de V Suntildeol seguacuten la cual los comentarios filosoacuteficos podriacutean ser presentados como el resultado del filosofar encuadrados en determinadas corrientes filosoacuteficas y que funcionaron tambieacuten como criterio de seleccioacuten y apropiacioacuten de textos

36

En este sentido la autora nos ofrece una tipologiacutea de los comentarios que ella ha estudiado

En primer lugar aquellos pedagoacutegicos ldquofruto de las notas de clases tomadas por los alumnosrdquo

37

Luego los que fueron ldquoel resultado de la labor de composicioacuten por parte del maestro como es el caso de los comentarios de Proclo y Simpliciordquo

38

Y finalmente aquellas producciones tambieacuten de los maestros que ldquoconsti-tuiacutean su investigacioacuten personal y que en algunos casos eran publicados como obras independientesrdquo

39

De este modo concluye los comentarios ldquoconstituyeron el medio a traveacutes del cual los intelectuales exponiacutean sus propias ideasrdquo Y por todo ello claro estaacute el caraacutecter eminentemente filosoacutefico Hasta aquiacute hemos hablado del valor filosoacute-fico de los comentarios Destaquemos antes de proseguir la importancia que han tenido dentro de la Escolaacutestica hecho que salta a la vista nada maacutes al pensar en

34 Ibidem p 11835 Ibidem p 11836 Cfr Ibidem pp 186-187 ldquoLos textos fueron la ocasioacuten para exponer el punto de vista del comentador- filosoacutefico Precisamente este lsquointereacutesrsquo filosoacutefico es el que determinoacute la seleccioacuten de las obras que fueron objeto de los comentarios cuaacuteles eran relevantes y cuaacuteles no queacute disciplinas filosoacuteficas se estudiaban en queacute orden y coacutemo influyendo incluso en la forma de apropiacioacuten de los textosrdquo37 Ibidem p 19438 Ibidem p 19439 Ibidem p 194

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los siglos de comentarios a las Sentencias Naturalmente este meacutetodo de estu-dio de investigacioacuten y de divulgacioacuten se consolidoacute luego de un largo proceso madurativo

En este sentido C Leacutertora Mendoza sentildeala que laquola estandarizacioacuten de los comentarios latinos fue un proceso complejo incluso por la interseccioacuten con el meacutetodo de los comentarios teoloacutegicos que teniacutea una historia larga y a su vez compleja incluso anterior al caso tiacutepico que son los comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardoraquo

40 Tesis que comparte A Martiacutenez Lorca

laquoLos geacuteneros literarios evolucionaron en paralelo a la meto-dologiacutea de la ensentildeanza En ellos se pasoacute de la anotacioacuten del texto bien entre liacuteneas o en los maacutergenes al comentario de una obra lla-mado expositio Su culminacioacuten se produjo con las Sumas en las que se pretendiacutea ofrecer a los universitarios la elaboracioacuten sistemaacute-tica de un campo cientiacutefico concreto Modelo en su geacutenero fue la Suma teoloacutegica de Tomaacutes de Aquinoraquo41

En efecto la organizacioacuten del saber teoloacutegico (y por extensioacuten el filosoacutefico) tuvo su inicio con las primeras escuelas de catequesis hacia finales del siglo II que se fueron transformaron ndashpaulatinamentendash en otro tipo de geacuteneros (homiliacuteas sermones cuestiones sentencias exposiciones disputas sumas) hasta consti-tuirse en comentarios sistemaacuteticos a partir del siglo XIII

42

laquoLa disputatio fue sin duda el meacutetodo baacutesico de la produc-cioacuten ensentildeanza y transmisioacuten usada tanto en las Facultades de Ar-tes como en las de Teologiacutea Derecho y Medicina Este meacutetodo o mejor este conjunto de opciones metodoloacutegicas estaacute complementa-do por otro geacutenero igualmente extendido e importante el comenta-rio En realidad es precisamente a partir de los elementos teoacutericos de las fuentes comentadas que se organizan las cuestiones disputa-

40 Cfr C LEacuteRTORA MENDOZA laquoLos geacuteneros de produccioacuten escolaacutestica algunas cuestiones histoacuterico- criacuteticasraquo en Revista Espantildeola de Filosofiacutea Medieval 19 (2012) p 2141 A MARTIacuteNEZ LORCA La Filosofiacutea Medieval De al-Farabi a Ockham Ed Bonalletra Alcompas Buenos Aires 201542 Cfr C LEacuteRTORA MENDOZA laquoEscolaacutestica y filosofiacutea praacutectica Dos aspectos en Tomaacutes de Aquinoraquo en Nuevo Pensamiento IV 4 (2014) pp 373-374

43

das Por eso aunque tanto comentarios como cuestiones las hubo antes de este siglo es en este momento que estos geacuteneros adquieren una dimensioacuten constitutiva del meacutetodo escolaacutesticoraquo43

El comentario entonces es el modo predilecto de los escolaacutesticos para or-denar la exposicioacuten de los textos sentildealar su argumento principal resaltar sus conclusiones y por ende para analizar y discutir las tesis que en dichos escritos resultaban de difiacutecil comprensioacuten o requeriacutean una clarificacioacuten

laquoLa caracteriacutestica propia de los primeros comentarios esco-laacutesticos es que la exposicioacuten predomina sobre la justificacioacuten o la criacutetica Soacutelo posteriormente y en especial en la segunda escolaacutesti-ca los ldquocomentariosrdquo (que ya eran algo maacutes que eso) incluiraacuten las disputas entre las escuelas pero salvando siempre la auctoritas del maestro ya que nadie escribiacutea un ldquocomentariordquo para criticar o refu-tar doctrinas centrales del comentadoraquo44

Esto uacuteltimo bastaraacute entonces para insistir en la importancia que los comen-tarios ndashcomo praacutectica teoloacutegica y filosoacutefica (y por extensioacuten al resto de las cien-cias)ndash tuvieron en la Escolaacutestica Repasar los tipos de comentarios y el nuacutemero de los comentadores es una tarea cicloacutepea cuya dificultad y extensioacuten refleja otra vez la preeminencia que tuvo este geacutenero en particular sobre otros Repare-mos por ejemplo en el periacuteodo signado por la produccioacuten de manuales y trata-dos centrados en el De Legibus De Iure o tambieacuten De Iure et Iustitia Pensemos en aquellos que se han dedicado a comentar nada maacutes que las obras de Santo Tomaacutes entre tantos podriacuteamos nombrar a Juan Capreolo Francisco Silvestre de Ferrara (el Ferrariense) Melchor Cano Francisco de Vitoria Francisco Suaacuterez Domingo de Soto Juan de Santo Tomaacutes Luis de Molina ademaacutes de Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano por supuesto

De todo lo expuesto queda clara nuestra posicioacuten frente a la consideracioacuten de los comentarios y el valor que han tenido a lo largo de toda la historia espe-cialmente en el periacuteodo que nos ocupa la Escolaacutestica Ellos fueron el terreno de disputa de diaacutelogo de refutacioacuten etc El comentario es para nosotros el resulta-

43 Cfr IDEM laquoDos modos del meacutetodo escolaacutestico raquo p 9444 Cfr Ibidem pp 95-96

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do del filosofar dentro de una especie de marco conceptual o marco referencial (textos corrientes filosoacuteficas autores etc) en y a partir del cual se hizo ndashy se continuacutea haciendondash filosofiacutea

Habiendo tratado brevemente los fundamentos por los cuales consideramos al comentario como fuente de filosofiacutea y como geacutenero filosoacutefico y su impor-tancia pasemos ponemos un punto final a esta introduccioacuten para avanzar hacia nuestro primer capiacutetulo en el cual traemos pormenorizadamente el Estado de la Cuestioacuten o del Arte de nuestro tema

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APEacuteNDICEINTERCAMBIO DE CORREOS ELECTROacuteNICOS

1 CONSULTA ORIGINADA A TRAVEacuteS DEL FORMULARIO PROPUES-TO POR EL SITIO WEB DE LA RAE

Nombre y apellidos Nicolaacutes Ariel Laacutezaro Nivel de estudios Superiores

Profesioacuten Becario CONICET Doctorando en Filosofiacutea Universidad Nacional de Rosario Argentina

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Repetir correo electroacutenico nicolasalazarogmailcom

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Paiacutes de origen Argentina Consulta

Estimados

Debido a la investigacioacuten que estoy realizando para obtener mi PhD en Filo-sofiacutea en la Universidad Nacional de Rosario (Argentina) me topeacute con esta nota a pie de paacutegina presentada por el traductor de la Suma de Teologiacutea para la BAC (t I STh I q 3 a 5 paacutegina 118 dirigida por los Regentes de Estudios de las Provincias Dominicanas en Espantildea Madrid 1994 4ta edicioacuten)

ldquoLa palabra lsquoCommentatorrsquo en espantildeol tiene doble equivalencia lsquoComen-tadorrsquo y entonces indica aquella persona que comenta conversa sobre algo pu-diendo incluso fabular Y lsquoComentaristarsquo indicando aquella persona que analiza cientiacuteficamente algo y pone sus resultados por escrito Consecuentemente y por tratarse de esta segunda equivalencia hay que traducir lsquoComentaristarsquordquo

Al ser mi Tesis sobre el Cardenal Cayetano Tomaacutes de Vio quien fue con-siderado el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo de Santo Tomaacutes de Aquino esta sutileza resulta crucial para mi investigacioacuten En cuanto a las distinciones que alliacute realiza el traductor me parecen un tanto impropias pues ambas pueden ser tomadas del Diccionario de la Real Academia Espantildeola

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

La RAE al introducir la voz lsquocomentadorrsquo recurre a la etimologiacutea y no asiacute para lsquocomentaristarsquo Por otra parte la nota del traductor al hablar de la doble equivalencia ataca a la primera diciendo ldquopudiendo incluso fabularrdquo Digo que es impropia puesto que no puedo juzgar y concluir la malicia de tal comentario pero siacute lo siguiente le atribuye in recto una acepcioacuten que la RAE da in obliquo ya que claramente para la segunda acepcioacuten de lsquocomentadorrsquo aclara poco usa-do Y para justificar su opcioacuten por lsquocomentaristarsquo omite la segunda acepcioacuten de periodista o noticiario que la RAE le atribuye y valga la aclaracioacuten no in obli-cuohellip no dice ldquopoco usadordquo

Ademaacutes he consultado el ldquoDiccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeolardquo Eduardo de Echegaray t II Madrid 1887 p 323 y ss y nada dice sobre la voz ldquocomentaristardquo

Por todo lo cual necesito ndashpor favorndash que me indiquen las fuentes y todo lo referido a la etimologiacutea de la voz ldquocomentaristardquo Si es que existe algo o ustedes se han fundado en algo maacutes allaacute del sufijo ldquo-istardquo para introducir la voz ldquocomen-taristardquo en el DRAE Y en tal caso cuaacutel de entre ambos teacuterminos es maacutes propio utilizar si comentador o comentarista

Como veraacuten la utilizacioacuten correcta de uno (comentador=fabulador) u otro (comentarista=cientiacutefico) es de soberana importancia para la correcta redaccioacuten de mi Tesis asiacute como tambieacuten me podraacute brindar argumentos probatorios del mejor y maacutes adecuado uso de la lengua en sede cientiacutefica

Me disculpo por la extensioacuten de mi correo pero estimo que la cuestioacuten ame-rita una debida justificacioacuten

A la espera de una respuesta los saludo cordialmente Nicolaacutes A Laacutezaro-

2 PRIMER CORREO RESPUESTA DE LA CONSULTA

El 16 feb 2017 a las 1208 consu2 ltconsu2raeesgt escribioacute

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

En primer lugar debemos comentarle que nuestro servicio se limita a resol-ver dudas concretas sobre el uso normativo del espantildeol por lo que quedan fuera de los liacutemites para eacutel establecidos las investigaciones de tipo histoacuterico No obs-

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tante lo anterior podemos indicarle que las definiciones actuales de los teacuterminos de su intereacutes son las siguientes

comentador ra (Del lat commentātor -ōris) m y f 1 Persona que co-menta 2 p us Persona inventora de falsedades o ficciones

comentarista m y f 1 Persona que escribe comentarios 2 Persona que comenta regularmente noticias por lo general de actualidad en los medios de comunicacioacuten

La etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que pro-cede En el segundo caso se trata de un derivado regular de comentar al que se antildeade el sufijo

-ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Comentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua actual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted consultar las suce-sivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las corres-pondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Aca-demia Por otra parte en nuestros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminos

Reciba un cordial saludo

Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo Real Academia Espantildeola

AVISO LEGAL El contenido de este mensaje de correo electroacutenico incluidos los ficheros adjuntos es confidencial y estaacute protegido por el artiacuteculo 183 de la Constitucioacuten Espantildeola que garantiza el secreto de las comunicaciones Si usted recibe este mensaje por error por favor poacutengase en contacto con el remitente para informarle de este hecho y no difunda su contenido ni haga copias

APEacuteNDICE - INTERCAMBIODE CORREOS ELECTROacuteNICOS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Los datos personales que en esta comunicacioacuten aparecen asiacute como los que nues-tra empresa mantiene de Vd y de su empresa son tratados con la finalidad de mantener el contacto asiacute como realizar las gestiones que en esta aparecen (Ley Orgaacutenica 151999 de 13 de diciembre de Proteccioacuten de Datos de Caraacutecter Per-sonal) Puede ejercer sus derechos de acceso rectificacioacuten cancelacioacuten y oposi-cioacuten dirigieacutendose a proteccion_de_datosraees

3 SEGUNDO CORREO SOLICITUD PARA AUTORIZAR EL INTER-CAMBIO

De Nico [nicolasalazarogmailcom] Enviado el jueves 16 de febrero de 2017 1647 Para consu2

CC Proteccioacuten de datos

Asunto Re consulta RAE

Estimados

Muchas gracias por su respuesta Ha resultado de gran utilidad para mi in-vestigacioacuten

En vistas a la leyenda ldquoAVISO LEGALrdquo in fine les solicito ndashpor favorndash au-torizacioacuten para incluir su respuesta junto al contenido de nuestra comunicacioacuten en mis escritos a modo de cita o referencia Esto por dos motivos primero para conservar la honestidad intelectual y no tomar ni usurpar para miacute laacuteureas impro-pias segundo a fin de permanecer dentro de lo establecido por la ley

Les agradezco nuevamente por su generosa contribucioacuten Cordialmente

Nicolaacutes A Laacutezaro-

PD Pongo en copia al correo que brinda dicho ldquoAVISO LEGALrdquo

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4 TERCER CORREO AUTORIZACIOacuteN

De consu2 ltconsu2raeesgt Asunto RE consulta RAE

Fecha 17 de febrero de 2017 50705 GMT-3 Para Nico ltnicolasalazarogmailcomgt

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

No hay ninguacuten problema puede usted citar nuestra respuesta Si lo hace uti-lice la versioacuten que figura al final de este mensaje pues hemos corregido alguna errata Muchas gracias

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Los datos personales que en esta comunicacioacuten aparecen asiacute como los que nues-tra empresa mantiene de Vd y de su empresa son tratados con la finalidad de mantener el contacto asiacute como realizar las gestiones que en esta aparecen (Ley Orgaacutenica 151999 de 13 de diciembre de Proteccioacuten de Datos de Caraacutecter Per-sonal) Puede ejercer sus derechos de acceso rectificacioacuten cancelacioacuten y oposi-cioacuten dirigieacutendose a proteccion_de_datosraees

5 VERSIOacuteN CORREGIDA

El 16 feb 2017 a las 1208 consu2 ltconsu2raeesgt escribioacute

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

APEacuteNDICE - INTERCAMBIODE CORREOS ELECTROacuteNICOS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En primer lugar debemos comentarle que nuestro servicio se limita a resol-ver dudas concretas sobre el uso normativo del espantildeol por lo que quedan fuera de los liacutemites para eacutel establecidos las investigaciones de tipo histoacuterico No obs-tante lo anterior podemos indicarle que las definiciones actuales de los teacuterminos de su intereacutes son las siguientes

comentador ra (Del lat commentātor -ōris) m y f 1 Persona que co-menta 2 p us Persona inventora de falsedades o ficciones

comentarista m y f 1 Persona que escribe comentarios 2 Persona que comenta regularmente noticias por lo general de actualidad en los medios de comunicacioacuten

La etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que pro-cede En el segundo caso se trata de un derivado regular de comentar al que se antildeade el sufijo -ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Co-mentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua actual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted consultar las suce-sivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las corres-pondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Aca-demia Por otra parte en nuestros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminos

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PRIMERA PARTE

LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO I SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO

Y LOS ESTUDIOS TOMISTAS

I1 EL MENOSPRECIO DE LA EDAD MEDIA Y LA ESCOLAacuteSTICA

laquoLas tinieblas de la Edad Media no son sino las de nuestra ignorancia Una claridad de aurora bantildea las edades lejanas de nues-tra geacutenesis para quien sabe elevar hasta ellas la antorcha del cono-cimiento del amor y de la confianza en los destinos de la patriaraquo45

Nuestra investigacioacuten se inscribe en la situacioacuten generalizada en la que los estudios enmarcados en la Edad Media y la tradicioacuten escolaacutestica no gozan del mejor de los prestigios

iquestCuaacutel es el origen de esto Difiacutecil precisarlo pese a poder contar los nume-rosos ejemplos con los que estaacute plagada la historia de los uacuteltimos siglos

En el proacuteximo inciso pondremos ejemplos de las experiencias cotidianas de reconocidos medievalistas provenientes del aacutembito de la Filosofiacutea o de las cien-cias en general Aquiacute anticipamos esas vivencias con algunas notas relevantes

Asiacute por ejemplo evidencia esta actitud Augusto Comte en su ceacutelebre Dis-curso sobre el espiacuteritu positivo ndashen dos sentenciasndash a consecuencia del anaacutelisis que hace respecto de las perniciosas ensentildeanzas que desde fines de la Edad Media continuacutean siendo todaviacutea en su eacutepoca el punto de apoyo del sistema es-colar general Que impiden una buena disposicioacuten de las personas asiacute educadas al estado positivo No puede decirse lo mismo de los que gozan de la ventaja de no haber sido alfabetizados

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45 G COHEN La gran claridad p 17546 Cfr A COMTE Discurso sobre el espiacuteritu positivo Alianza Editorial Madrid 1980 p 106 sect62 pp 108- 110 sect63

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Obviamente que no entraremos en la discusioacuten que plantea el autor ni ana-lizaremos su diagnoacutestico Tan soacutelo subrayamos el modo en que desacredita la Edad Media la Escolaacutestica y todo lo relacionado a la teologiacutea y filosofiacutea catoacute-lica

Comte no es ni el primero ni el uacutenico que toma esta actitud En efecto hay una especie de consciencia de eacutepoca de no pertenecer maacutes a la generacioacuten que les antecedioacute

Deciacuteamos que rastrearlo es faacutecil Deberiacuteamos recurrir a Descartes Spinoza Leibniz Kant y a todos los filoacutesofos y cientiacuteficos que ndashde un modo u otrondashaban-donan paulatinamente toda la tradicioacuten aristoteacutelica y cristiana Asiacute lo resume Raimondo Spiazzi

laquoAbbiamo giagrave detto che nellrsquoinsieme di fattori di vario ordine che costituiscono il carattere originale profondamente innovatore e addirittura rivoluzionario dellrsquoetagrave moderna ciograve che prevale e tu-tto caratterizza egrave lrsquoindividualismo che si afferma in contrasto col senso medioevale del bene comune e dellrsquooggettivitagrave come pure col senso rinascimentale dello Stato e del potere assoluto Senza poter approfondire qui questo punto neacute seguire tutto il suo sviluppo sto-rico osserviamo perograve che giagrave sul piano religioso lrsquoindividualismo si afferma con Lutero e il protestantesimo (libero esame ispirazione privata valore determinante della coscienza personale) sul piano filosofico lrsquointerioritagrave anticomunitaria sul piano politico come abbiamo detto col liberalismo che nasce dallrsquoilluminismo e dal po-sitivismo e viene tenuto a battesimo dal volontarismo rousseaunia-no che sostituisce la cosiddetta ldquovolontagrave generalerdquo al posto della ragione oggettiva sul piano economico col individualismo di Smi-th che sostiene il non-intervento dello Stato in campo economico dove domina la legge dellrsquointeresse e dellrsquoegoismoraquo

47

Esta consciencia de ser ldquomodernosrdquo de la que hablaacutebamos estaacute signada por el abandono de la cosmovisioacuten cristiana en pos de otra y por el creciente indivi-dualismo que Hugo Emilio Costarelli Brandi pone en estos teacuterminos

47 R SPIAZZI Principi di Etica Sociale Edizioni Studio Domenicano Bologna 1990 pp 9-10

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laquoEsta visioacuten orgaacutenica del hombre del universo y de Dios es la que ha sido descuartizada por la modernidad Ella se ha quedado con una parte (a eleccioacuten) que absolutizada ocupoacute todo su hori-zonteraquo48

Otra nota que identifica a los modernos es su concepto de Estado que laquovie-ne teorizzato per la prima volta da Jean Bodin che lo caratterizza mediante lrsquoatributo della ldquosovranitagraverdquo precedentemente riconosciuto soltanto a Dioraquo

49 A

nuestro juicio la descripcioacuten maacutes clara sobre el asunto es la que realiza Romano Guardini en sus clases de Eacutetica en Muacutenich

laquoEl Estado contemporaacuteneo es ante todo libre pensador y es-ceacuteptico maacutes tarde ha pasado a ser ateo Pero aunque dicte leyes y eacutestas sean recibidas por el pueblo como obligatorias se alimentan praacutecticamente de convicciones y sentimientos obligatorios que por principio rechaza Lo cual significa que el Estado vive en una rela-cioacuten parasitaria

Empero esta relacioacuten tiene que deteriorarse y por eso la vida del Estado se desarrolla en una crisis cada vez maacutes profunda pues cada vez se hace maacutes necesario ejercer la fuerza alliacute donde debiacutea responderse seguacuten puras obligaciones de conciencia moral se res-ponde seguacuten el miedo De este modo las cosas relativas al Estado van adoptando una configuracioacuten torcida y terminaraacute vieacutendose que el asunto no marcha lejosraquo50

Tampoco interesa la problemaacutetica del ldquoEstado Modernordquo sino mostrar que la Modernidad se ha configurado a siacute misma bajo ciertas coordenadas que la distinguen de la Edad Media sin atribuirse las notas que caracterizaron al Me-dioevo

Pues bien frente a esta herencia cultural que nos legoacute la Modernidad y en respuesta a ella podemos ver que los estudios tomistas no soacutelo cuentan con una sucesioacuten de disciacutepulos (que reciben de otros a veces despectivamente y se dan a siacute mismos siempre con orgullo el nombre de ldquotomistasrdquo) casi ininterrumpida

48 H E COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 149 E BERTI laquoIl concetto di ldquobene comunerdquo raquo p 14750 R GUARDINI Eacutetica Lecciones en la Universidad de Muacutenich BAC Madrid 1999 p 648

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

a lo largo de los siglos sino que ademaacutes se las ingenian constantemente para sacudirse el polvo del olvido e instalarse ndashdeshaciendo prejuiciosndash en los maacutes actuales y rentildeidos debates acadeacutemicos

I2 SANTO TOMAacuteS DE AQUINO

I21 iquestPor queacute Santo Tomaacutes de Aquino

Hoy diacutea es un paso obligado para todos los que se dedican al estudio de Santo Tomaacutes de Aquino o a cualquier tema relacionado a la Filosofiacutea Medie-val comenzar planteaacutendose esta pregunta Para luego responder y justificar tal eleccioacuten basaacutendose en la importancia y actualidad de sus trabajos y escritos ameacuten de las implicancias e intriacutensecas relaciones que tienen con nuestra vida cotidiana

Asiacute por ejemplo Mary M Keys comienza preguntaacutendose sobre cuaacutel es el sentido de elegir a Santo Tomaacutes para el estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en el primero de sus capiacutetulos que lleva por tiacutetulo laquoWhy Aquinasraquo Si bien pone este interrogante bajo otro aspecto del que nosotros mismos lo haremos notamos que es siempre dentro del campo de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral el gran marco conceptual que la circunda Su respuesta

laquoThe argument I advance in this book finds Aquinasrsquos thought a very useful and perhaps even essential resource for political theo-rists today precisely because it delves deeply into the philosophical anthropological and ethical foundations of social and civic life and so better enables us to envision the purposes of politicsraquo

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Tambieacuten J L Widow Lira se cuestiona laquoiquestPor queacute estudiar la verdad poliacutetica atendiendo a la ensentildeanza de Santo Tomaacutesraquo

52 y Cornelio Fabro comienza su

51 M M KEYS Aquinas Aristotle and the promise of the common good Cambridge University Press New York (NY) USA 2007 p 452 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica de la moral RIL Editores Santiago 2004 p 12

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Introduzione al tomismo planteaacutendose si no seraacute tal vez soacutelo una curiosidad erudita retornar a Santo Tomaacutes e indaga sobre el sentido y utilidad para el hom-bre moderno que se pone a estudiar la doctrina del Angeacutelico

53

iquestPor queacute esto es asiacute iquestPor queacute tambieacuten nosotros tenemos que dar respuesta a este interrogante iquestPor queacute no sucede lo mismo cuando se mencionan autores de otro periacuteodo de la Historia de la Filosofiacutea

Insistimos pieacutensese en cualquier otro pensador ya de la Edad Antigua ya de la Moderna o Contemporaacutenea Difiacutecilmente requieran una justificacioacuten pues pareceriacutean auto-justificarse con tan soacutelo nombrarlos

iquestNo habraacute llegado el momento en que debiera suceder lo mismo cuando nombramos a Santo Tomaacutes de Aquino

Lamentablemente no Todaviacutea hoy advertimos una suerte de ldquomedioevofo-biardquo en muchos claustros acadeacutemicos pese al esfuerzo los aportes la larga y probada trayectoria de los medievalistas especial ndashmaacutes no exclusivamentendash en Argentina

Pero claro someterse una y otra vez a tal justificacioacuten frente a la comunidad cientiacutefica implicariacutea de suyo la redaccioacuten de extensos voluacutemenes que entorpece-riacutean el decurso argumentativo normal y esperado para un escrito de Tesis

Imaginemos la extensioacuten de paacuteginas por ejemplo si debieacuteramos explayar-nos sobre el tiempo histoacuterico en el que se encuadra nuestra investigacioacuten pe-riacuteodo caracterizado tanto por su extensioacuten territorial cuanto temporal por la di-versidad de culturas tradiciones lenguas religiones y costumbres que cobijoacute y los movimientos poliacuteticos filosoacuteficos y teoloacutegicos que proliferaron en su seno Seriacutea naturalmente un despropoacutesito

Autores historiadores filoacutesofos y profesores que se dedican a los estudios en Filosofiacutea Medieval deben constantemente luchar contra estos prejuicios De-ben justificar a cada paso la importancia de circunscribirse con sus estudios y en sus oficios a la Edad Media Asiacute lo testimonia Francisco Carpintero pues cuando plantea esto en sus clases laquoel ambiente parece sacudido por un halo entre tenebroso y de color negro que son las sensaciones a las que parece ir unida la Escolaacutestica en nuestra cultura de masasraquo54

53 Cfr C FABRO Introduzione al tomismo La metafisica tomista amp il pensiero moderno Edizione ARES Milano 1997 sect Avvertenza p 954 F CARPINTERO laquoFacultas proprietas dominium tres antropologiacuteas en la base de la justiciaraquo en Perso-

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Algo parecido relata Reacutegine Pernoud con tres aneacutecdotas de este tipo55

El maacutes ilustrativo es el tercero de los episodios referido al pedido de una documen-talista especializada en programas histoacutericos de televisioacuten Le solicita a la autora algunas diapositivas que ldquoden una idea de la Edad Media en general matanzas degollaciones escenas de violencia de hambrunas de epidemiasrdquo

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Por su parte Alfredo Saacuteenz parafraseando a la citada medievalista plantea maacutes o menos lo mismo al introducir las nociones de ldquoCristiandad y Edad Me-diardquo en el primer capiacutetulo de su obra

laquoBien deciacutea Reacutegine Pernoud una de las medievalistas maacutes caracterizadas de la actualidad que no hay casi diacutea en el que no se tenga ocasioacuten de escuchar frases tales como ldquoya no estamos en la Edad Mediardquo ldquoeso es volver a la Edad Mediardquo o ldquono tengas menta-lidad medievalrdquo Y ello en cualquier circunstancia ya se quiera sos-tener las banderas de la liberacioacuten femenina como defender ideas ecoloacutegicas o luchar contra el analfabetismoraquo57

Hablaacutebamos de este tipo de lugares comunes que sin asidero forman parte del acervo cultural transmitido hasta nuestros diacuteas tal vez a partir del Renaci-miento y la Modernidad Asiacute lo concibe tambieacuten Gustave Cohen

na y derecho Revista de fundamentacioacuten de las Instituciones Juriacutedicas y de Derechos Humanos 52 (2005) p 14355 R PERNOUD Para acabar con la Edad Media Medievalia (ed Joseacute J de Olantildeeta) Barcelona 2003 pp 8-9 laquoLa cosa empieza pronto recuerdo haber tenido la ocasioacuten de acompantildear a un sobrino miacuteo a uno de esos cursos en que se admite a los padres para que eacutestos despueacutes puedan hacer trabajar a sus hijos El nintildeo debiacutea de tener siete u ocho antildeos Cuando llegoacute el momento de la recitacioacuten de historia he aquiacute textualmente lo que oiacute La maestra iquestCoacutemo se llamaba a los campesinos en la Edad Media Coro de la clase Se les llamaba siervos Maestra iquestY queacute haciacutean iquestqueacute teniacutean La clase Teniacutean enfermedades Maestra iquestQueacute enfermeda-des Jeacuterocircme Jeacuterocircme (grave) La peste Maestra iquestY queacute maacutes Emmanuel Emmanuel (entusiasta) El coacutelera Sabeacuteis muy bien la leccioacuten de historia concluyoacute plaacutecidamente la maestra Pasemos a la geografiacutearaquoUna segunda narracioacuten estaacute referida maacutes o menos a lo mismo Pernoud cuenta que mientras paseaba con Ameacutelie (nieta de una amiga suya una nintildea de unos siete antildeos aproximadamente) la misma le cuenta lo que aprendiacutea sobre la Edad Media En este tiempo habiacutea sentildeores feudales que ldquose haciacutean la guerra todo el tiempo y con sus caballos iban por los campos de los campesinos y lo destrozaban todordquo Agrega ldquome hizo comprender que en 1975 se ensentildea historia exactamente como me la habiacutean ensentildeado a miacute hace medio siglo o maacutesrdquo56 Ibidem p 957 A SAacuteENZ La Cristiandad y su cosmovisioacuten ed Gladius Bs As 2007 p 25 Para una profundizacioacuten del tema recomendamos la lectura del libro sobre lo que tratamos aquiacute especialmente del capiacutetulo primero (ldquoCristiandad y Edad Mediardquo)

59

laquoEl teacutermino Edad Media es el maacutes impropio que pueda darse y yo quisiera verlo substituido sobre en todo en cuanto se relaciona con Francia por el de Primera Edad Nos ha sido impuesto por los humanistas del Renacimiento que han mirado esa eacutepoca como la transicioacuten entre la Antiguumledad claacutesica grecorromana y la eacutepoca que pretendiacutea haberla resucitadoraquo58

Y ejemplifica lo que ha dicho

laquoLe vilain Monstre Ignorance la llamaraacute Ronsard Post li-tteras renatas despueacutes del renacimiento de las letras escribiraacute el holandeacutes Daniel Heinsius en 1611 en su De Tragoediae Constitu-tioneraquo59

En este contexto plantear un tema de investigacioacuten como el nuestro parece-riacutea a todos los efectos un retorno a la Edad Media replanteando la utilidad de una ldquomentalidad medievalrdquo

Aquiacute queremos esbozar contrariamente a lo que se piensa que la Edad Me-dia no fue un bloque monocromaacutetico y monoliacutetico rodeado de obscurantismo e inmerso en una atmoacutesfera en la que soacutelo era posible respirar ignorancia y exhalar ndashobligadamentendash jaculatorias Huelga decir que no es nuestro objetivo rebatir una a una las inapropiadas acusaciones con las que es tildado el periacuteodo que nos ocupa

Tan soacutelo queremos presentar otra percepcioacuten basada en la idea que acaba-mos de exponer que el Medioevo dista mucho de ser un obstaacuteculo entre el ser humano y la ciencia y la libertad y la grandeza de la inteligencia y la geniali-dad

Y por ello por la admiracioacuten que transmite a todo aqueacutel que sinceramente busca estudiarlo libre de todo prejuicio lo hemos elegido Y hemos preferido de entre tantos otros de este periacuteodo la monumental figura y obra de Santo Tomaacutes de Aquino puesto que

58 G COHEN La gran claridad de la Edad Media Editorial Huemul Buenos Aires 1965 p 1259 Ibidem p 12

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoCuando uno se enfrenta con la personalidad cientiacutefica de Santo Tomaacutes lo primero que llama la atencioacuten es la extensioacuten y variedad de sus obras y mucho maacutes si se considera que escribioacute en poco maacutes de veinte antildeos ndashfinales de 1252 a finales de 1273ndash Haciendo un caacutelculo aproximado sobre una de las ediciones de sus obras completas (la de Fretteacute 34 voluacutemenes en cuarto mayor a dos columnas) Tomaacutes de Aquino escribioacute maacutes de 20000 paacuteginas de las caracteriacutesticas sentildealadas unas mil de esas paacuteginas por antildeoraquo60

Esto no lo esgrimimos en forma anecdoacutetica El dato adquiere todaviacutea mayor relevancia cuando contemplamos la profundidad y la calidad de sus escritos asiacute como la originalidad con la que recibe a Aristoacuteteles a San Agustiacuten a Boecio al Pseudo-Dionisio a Avicena a Averroes a Maimoacutenides a Ciceroacuten a Seacuteneca a los juristas romanos y asiacute podriacuteamos continuar con una larga lista

Elegimos a Santo Tomaacutes entonces porque su doctrina se educe de princi-pios que auacuten hoy son vaacutelidos y merecen la pena ser estudiados en atencioacuten a los problemas que se ciernen sobre la vida poliacutetica de nuestra sociedad actual

Porque ante la gran crisis de la inteligencia contemporaacutenea que menosprecia el aporte del tomismo (y que Carlos A Sacheri enmarca tambieacuten en el plano de la reflexioacuten poliacutetica

61) toda nueva propuesta y rememoracioacuten clara de tales prin-

cipios ndashy del contenido de la filosofiacutea tomistandash es no soacutelo necesaria sino urgente y pertinente

Porque la reflexioacuten sobre la filosofiacutea poliacutetica tomista comienza a ser el cen-tro de estudios que resurgen a finales del siglo XX y porque el auge de tales investigaciones centradas en la profundizacioacuten del tomismo en sus muchas va-riantes continuacutea y continuaraacute

Porque aporta claridad a la reflexioacuten sobre el problema que laquoatraviesa la maacutes importante de las conquistas sociales de la modernidad ldquonuestrordquo Estado liberal- democraacutetico liberal-social asistencial del welfare o como se quiera decirraquo Puesto que laquotambieacuten esta forma de organizacioacuten poliacutetica como tantas

60 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino maestro del orden ed Cincel-Kapeluz Bogotaacute 1989 p 2461 Cfr C A SACHERI laquoSanto Tomaacutes y el orden socialraquo en Verbo 152 (1975) p 18 En esta obra el autor presenta sinoacutepticamente los principios establecidos por el Aquinate en el desarrollo de su doctrina filosoacutefi-co-moral Estos principios baacutesicos de la doctrina tomista aquiacute tratados son El primero los referidos

61

otras realidades tiacutepicas de la modernidad parece que ha llegado a la parada de la posmodernidad aunque con un poco de retraso respecto de todas las demaacutesraquo

62

Porque en definitiva (adherimos a la opinioacuten de J L Widow Lira) estudiar la doctrina del Angeacutelico redunda en beneficios para todos aquellos que se dedi-can a la reflexioacuten sobre el sentido los objetivos y los modos de la praxis poliacutetica de todos los tiempos

laquoNo seriacutea raro que alguien se preguntara por queacute seguir es-tudiando a Santo Tomaacutes maacutes aun si el objeto de intereacutes es la po-liacutetica que se ha desarrollado por cauces tan distintos de los que el Aquinate pudo siguiera sospechar La breve respuesta que intentareacute dibujar atiende a dos factores uno Santo Tomaacutes educa la mirada de quien lo estudia conducieacutendola suavemente a la realidad estudiada y dos dado que en poliacutetica maacutes allaacute de los cambios a los que estaacute sujeta esta actividad subyace una misma realidad que tiene aspectos que permanecen por lo que quien los ensentildea permanece siempre actualraquo63

I22 La importancia del estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo Tomaacutes

Naturalmente no todos compartiraacuten la expresioacuten que ponemos en el tiacutetulo del apartado que nos ocupa En efecto hay posiciones encontradas y valoracio-nes disiacutemiles

A pesar de lo que hemos dicho algunos autores manifiestan alguacuten rechazo ndasho cuanto menos antipatiacuteandash respecto de la importancia de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo a los Fundamentos Antropoloacutegicos El segundo el del Orden Natural donde hallaremos la cuestioacuten centrada en dichos principios baacutesicos del orden social el de la primaciacutea del bien comuacuten el de solidaridad y el principio de sub-sidiaridad Y en tercer lugar el de la jerarquiacutea de las funciones sociales

62 G CHALMETA La Justicia Poliacutetica en Tomaacutes de Aquino Una interpretacioacuten del Bien Comuacuten Poliacutetico EUNSA Pamplona 2002 pp 13-1463 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 12

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Tomaacutes Otros por el contrario reivindican con sus publicaciones la actuali-dad del pensamiento eacutetico-poliacutetico del Angeacutelico

En este sentido por la novedad que representoacute la siacutentesis del Doctor Co-muacuten respecto del mundo que le antecedioacute y del que le sucedioacute estaacuten quienes sostienen que en el Medioevo hay algo propiamente distintivo en lo referido a la Filosofiacutea Poliacutetica y que gran parte de esta novedad habriacutea sido encriptada en las obras poliacuteticas y morales de Santo Tomaacutes de Aquino (De Regno S Th etc)

64

entre otros autores medievales claro estaacute

Como dijimos no todas las opiniones ni todos los escritores actuales van por el sendero de reconocer en el Aquinate noticia alguna respecto de la Antiguumledad (del Estagirita por ejemplo) o la posibilidad de encontrar alguna obra acabada de filosofiacutea poliacutetica en la doctrina del Angeacutelico

65

Refirieacutendonos a la novedad que representoacute la siacutentesis de Santo Tomaacutes sobre el mundo que le antecedioacute y el que le sucedioacute encontramos diversos estudios

F Bertelloni explica claramente sus intenciones al concluir que el objetivo de su trabajo laquono ha sido mostrar el mayor o menor aristotelismo presente en los textos poliacuteticos medievales sino mostrar el paulatino traacutensito que se produce desde el modelo claacutesico hacia el modelo protomoderno de la poliacuteticaraquo

66 Y que al

mismo tiempo ha querido laquoponer de manifiesto una consecuente tendencia hacia el paulatino abandono de la explicacioacuten metafiacutesica del Estado y su sustitucioacuten por una explicacioacuten fisicalistaraquo

67

F Carpintero expone el modo y la geacutenesis de coacutemo es tratado comuacutenmente al argumento juriacutedico o del derecho Haraacute un recorrido desde Aristoacuteteles pa-sando por las diversas escolaacutesticas hasta la Neo-escolaacutestica para arribar a los modernos especialmente de la mano de Molina y Suaacuterez

68

M Aacute Belmonte busca demostrar que Santo Tomaacutes no recibioacute acriacuteticamente las obras filosoacuteficas poliacuteticas de Aristoacuteteles Sino que por el contrario manifiesta

64 Cfr Todo el estudio de F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medieval entre la Tradicioacuten claacutesica y la mo-dernidadraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El Pensamiento Poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 17-4065 Cfr M Aacute BELMONTE laquoLa recepcioacuten de la prudencia poliacutetica aristoteacutelica en la siacutentesis de Santo Tomaacutesraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Ma-drid 2010 pp 275-28566 F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4067 Ibidem p 4068 F CARPINTERO laquoFacultas propietas dominiumraquo cfr especialmente las pp 166-173

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novedades auacuten en los comentarios que a ojos inexpertos podriacutean parecer mera-mente expositivos A estos efectos ademaacutes una muy buena siacutentesis documentada bibliograacuteficamente de las diversas opiniones sobre el tema

69

Con relacioacuten a quienes sostienen alguna repeticioacuten de la doctrina del Esta-girita por parte del Angeacutelico encontramos entre otros a E Berti con un trabajo que se articula en tres pasos

En el primero discurriraacute sobre el tema de la crisis del Estado Moderno su geacutenesis y caracteriacutesticas

En el segundo explicaraacute el concepto de ldquobien comuacutenrdquo tal como eacutel entiende que es teorizado por Santo Tomaacutes de Aquino y cuaacuteles son consecuentemente las ventajas que de esto se siguen al poner nuevamente en juego el mismo con-cepto en el corazoacuten de los debates e investigaciones referidas a la vida poliacutetica contemporaacutenea

Finalmente y en tercer lugar muestra coacutemo el concepto tomista del bien comuacuten ha sido ldquogenialmenterdquo (cfr p 160) entendido y desarrollado por Jacques Maritain (a su juicio el filoacutesofo que maacutes ha ldquomaduradordquo los senderos propuestos por las liacuteneas del CV II) (cfr p 160)

Deciacuteamos que Berti sostiene la repeticioacuten de Aristoacutetoeles por parte de Santo Tomaacutes cuando afirma laquoSiamo in presenza della nota dottrina aristotelica che Tommaso si limita a ripetere con consenso anche nellrsquoaspetto per cui lrsquouomo egrave ldquoparterdquo della societagrave politica il quale da un punto di vista cristiano puograve creare qualche difficoltagraveraquo

70

Por otra parte Mary M Keys analiza a Santo Tomaacutes cotejaacutendolo con Aristoacute-teles para mostrar la novedad del primero respecto del segundo Con este estudio la autora argumenta en favor de la importancia y actualidad del Aquinate junto con la novedad que puede resultar del estudio de sus obras para quienes se ponen a filosofar en el aacutembito de la Poliacutetica y la Moral

71

Lo mismo encontramos en Francisco Carpintero cuando recorre las fuentes y la historia del ordenamiento juriacutedico desde lo que eacutel mismo sentildeala como los ldquotiempos desconocidosrdquo hasta nuestros mismos diacuteas Su tesis es la de demostrar

69 M Aacute BELMONTE laquoLa recepcioacuten de la prudencia poliacuteticaraquo pp 275-28570 Cfr E BERTI laquoIl concetto di ldquobene comunerdquoraquo pp 152-15371 M M KEYS Aquinas Aristotle

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

por queacute laquoTomaacutes de Aquino ha sido el mejor teoacuterico tanto por su extensioacuten como por su profundidad de la jurisprudentia romanistaraquo

72

La novedad y originalidad del Aquinatense la explica Francisco Bertelloni al exponer laquoel paulatino traacutensito que se produce desde el modelo claacutesico hacia el modelo protomoderno de la poliacuteticaraquo

73

A nuestro juicio tal diferencia entre el Medioevo y los tiempos que le ante-cedieron y sucedieron las encontramos en el mismo Santo Tomaacutes

Para reforzar nuestra posicioacuten ndashque el Aquinate no se limita a comentar al Estagirita sino que estamos frente a la ldquoformulacioacuten de un nuevo paradigmardquo

74ndash

reenviamos a la lectura de Matthias Lutz-Bachmann En todas sus liacuteneas el au-tor haraacute un esfuerzo para elaborar la comprensioacuten de la diferencia fundamental obrada por el Angeacutelico respecto del Estagirita basaacutendose en la premisa con la que inauguroacute su ensayo

laquoAristotle earns the distinction of having put forward the first comprehensive philosophical theory of justice After the end of the antique world St Thomas Aquinas was the first philosopher and theologian to return to Aristotlersquos theory of the just Not only did he do so with the requisite systematic precision he also developed a new philosophical interpretation of justiceraquo75

A fortiori Aacute Rodriacuteguez Luntildeo tratando cierta historicidad del concepto re-ferido a la virtud de la justicia sentildeala tambieacuten esta ldquonueva teoriacuteardquo al estudiar la virtud de la epiqueya

76 Destacamos del mismo autor su opinioacuten sobre la realiza-

72 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural Tomaacutes de Aquino y los otros escolaacutesticos Universidad Com-plutense-Facultad de Derecho servicio de publicaciones Madrid 2004 p 4373 F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4074 M LUTZ-BACHMANN laquoThe discover of a Normative Theory of Justice in Medieval Philosophy On the Reception and Further Development of Aristotlersquos Theory of Justice by St Thomas Aquinasraquo en Medie-val Philosophy and Theology 9 (2000) pp 1-1475 Ibidem p 176 Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO laquoLa virtugrave dellrsquoepicheia Teoria storia e applicazione (I) Dalla Grecia classica fino a F Suaacuterezraquo en Acta Filosofica 6 2 (1997) p 201 Esta obra revistioacute para nosotros especial intereacutes por el tema que el autor aborda Tras el anaacutelisis expositivo de la significacioacuten de la virtud de la Epiqueya tanto en Platoacuten como en Aristoacuteteles y detenieacutendose un poco maacutes en el uacuteltimo (dato que se evidencia en la mayor extensioacuten de palabras con que lo trata) ndashy tras afirmar que el estudio realizado por el Estagirita ademaacutes de ser el maacutes orgaacutenico es el maacutes importante (en teacuterminos de clasicidad) ya que laquoil suo influsso sulla tradizione

65

cioacuten plena del pensamiento tomista en el campo de la reflexioacuten eacutetica77

Y esto por pertinente al argumento que sostenemos seguacuten el cual Aristoacuteteles no es sencilla-mente retomado por Santo Tomaacutes quien no imita simplemente las afirmaciones del Estagirita

Sobre el segundo punto ndashsi en Santo Tomaacutes hay una obra acabada de Filoso-fiacutea Poliacuteticandash encontramos dos tipos de opiniones favorables Estaacuten por supuesto quienes tambieacuten la niegan

El primer grupo pertenece a aquellas un tanto moderadas como la de Fran-cesco Viola cuando trata el tema de la Filosofiacutea Poliacutetica en la Suma Teoloacutegica de Santo Tomaacutes de Aquino y dice

laquoLa Summa Theologiae no es ciertamente una obra en la que Santo Tomaacutes se ocupe de la poliacutetica Es sabido que la filosofiacutea poliacutetica de Santo Tomaacutes estaacute expuesta en el comentario a la Poliacutetica de Aristoacuteteles Las alusiones que se encuentran en la Summa (porque se trata solamente de alusiones) tienen sin embargo su caraacutecter especiacutefico que puede considerarse como una contribucioacuten uacutetil a la reflexioacuten poliacutetica Aquiacute Santo Tomaacutes no estaacute interesado en la defi-nicioacuten de la poliacutetica en la individualizacioacuten de los problemas y de los cometidos de la ldquoCiencia Poliacuteticardquo en la exacta delimitacioacuten de los aacutembitos y del alcance de los problemas poliacuteticos En la Summa la presencia de la poliacutetica tiene una dimensioacuten totalmente distintaraquo78

En segundo lugar y decididamente a favor de que siacute encontramos en Santo Tomaacutes de Aquino una Filosofiacutea Poliacutetica se colocan ndashentre otrosndash Mariacutea Celesti-na Donadiacuteo Maggi de Gandolfi y E Esteacutebanez

La primera al referirnos sobriamente en queacute consiste la tarea del hombre que se pone a reflexionar en el campo de la Filosofiacutea Poliacutetica

79 De hecho las tres

razones por las que seguacuten la autora encontramos una ldquoexpliacutecita y sistemaacuteticardquo

morale cattolica egrave stato determinanteraquondash se aboca profundamente a la recepcioacuten de eacutesta por Santo Tomaacutes de Aquino Previo anaacutelisis de otro personaje no menos importante como es San Alberto Magno77 Cfr Ibidem p 21878 F VIOLA laquoLa poliacutetica en la Suma Teoloacutegicaraquo en BALLESTEROS et al (a cura di) Justicia Solidari-dad Paz vol I Valencia 1995 p 47979 M C DONADIacuteO MAGGI DE GANDOLFI laquoNaturaleza e historia en la determinacioacuten de la moralidad socialraquo en Doctor Comunis (2012) pp 122-136

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filosofiacutea poliacutetica en Santo Tomaacutes son las siguientes (1) En primer lugar por ldquosu conocimiento y preocupacioacuten por las comunidades de su tiempordquo (cfr p 122) (2) En segundo porque ldquola vida social estaacute exigida por la ley naturalrdquo (cfr p 123) (3) Y en tercer teacutermino por el fundamento metafiacutesico (y aristoteacutelico) de su Eacutetica es al fin una reflexioacuten sociopoliacutetica (cfr p 124)

El segundo ndashE Esteacutebanezndash tambieacuten argumenta una tesis totalmente favo-rable a la presencia de una obra de Filosofiacutea Poliacutetica en los escritos de Santo Tomaacutes de Aquino

laquoEn su conjunto el tratado de la justicia de la Suma el maacutes extenso de los consagrados a las virtudes es un alarde de organizacioacuten y siacutentesis de toda la temaacutetica vinculada a esta virtud la conocida en los estudios tradicionales y la recieacuten descubierta del Estagiritaraquo

80

Finalmente traemos la opinioacuten de otros tres autores que vienen a aseverar lo exponemos

Primero la postura conciliadora y medida que sostiene E Forment en ldquoPrin-cipios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica de Santo Tomaacutesrdquo

81 El autor desa-

rrolla ocho principios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica del Angeacutelico que serviraacuten para comprender el pensamiento del Doctor Comuacuten en lo referido a la filosofiacutea claacutesicamente llamada ldquoMoralrdquo asiacute como su ordenamiento intriacutenseco y su relacioacuten con otros campos de la misma Filosofiacutea y con otras ciencias

De los ocho apartados en los que se articula su escrito a nosotros interesa principalmente el primero intitulado ldquoFilosofiacutea poliacutetica tomistardquo

Alliacute E Forment tras exponer brevemente cuaacuteles son las obras que incom-pletamente poseemos sobre el pensamiento filosoacutefico poliacutetico de Santo Tomaacutes (de autoriacutea propia) y a la vez que detalla los pormenores y las vicisitudes que el Aquinate atravesoacute mientras los componiacutea concluye diciendo que tomando todos y cada uno de sus numerosos laquotextos eacuteticos e incluso juriacutedicosraquo (cfr sect1 p 93) ndashy esto debido a la obligada relacioacuten entre la reflexioacuten sobre la poliacutetica y la re-flexioacuten sobre la eacuteticandash podemos laquoreconstruir un tratado poliacutetico tomistaraquo (cfr sect1 p 93) Si bien la cita es extensa vale la pena traerla puesto que ilustra sinteacutetica

80 Cfr E G ESTEacuteBANEZ laquoLa virtud de la justicia Introduccioacuten a las cuestiones 57 a 60raquo en TOMAacuteS de Aquino Obras Completas t III B A C Madrid (1990) p 45781 E FORMENT laquoPrincipios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica de Santo Tomaacutesraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 93-112

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y claramente ndasha nuestro juiciondash una postura comedida y acorde a la realidad de los hechos que como hemos dicho compartimos Leaacutemosla

laquoNo se encuentra entre la numerosa y variada obra de Santo Tomaacutes de Aquino ni una obra completa dedicada a la filosofiacutea poliacute-tica ni tampoco un tratado en la Suma Teoloacutegica El opuacutesculo Sobre el Reino al Rey de Chipre o Sobre el gobierno de los priacutencipes preparado en Roma y en Viterbo en 1267 dedicado a explicar su concepcioacuten de la poliacutetica no estaacute terminado El Aquinate se quedoacute en el capiacutetulo cuarto del libro segundo El otro opuacutesculo titulado Sobre el gobierno de los judiacuteos o Carta a la duquesa de Brabante escrito entre 1270 y 1271 trata ocho cuestiones poliacuteticas concretas como la legitimidad de los impuestos

Tampoco se encuentra una filosofiacutea poliacutetica completa y siste-maacutetica en otra obra directamente dedicada al pensamiento poliacutetico y de mucha mayor extensioacuten la Exposicioacuten a los libros de la Poliacutetica preparada tambieacuten durante estos uacuteltimos antildeos de su vida Ademaacutes de ser un comentario a la Poliacutetica de Aristoacuteteles Santo Tomaacutes no la pudo terminar La dejoacute en la leccioacuten 6 del libro III

Sin embargo teniendo en cuenta estos escritos y otros disper-sos o relacionados con la poliacutetica en toda su obra desde el Escrito sobre los cuatro libros de las sentencias del Maestro Lombardo ter-minado en 1257 hasta la Suma Teoloacutegica que preparoacute hasta el 6 de diciembre de 1273 tres meses antes de su muerte se puede recons-truir un tratado poliacutetico tomista Ademaacutes como el Aquinate sostiene que la poliacutetica guarda una relacioacuten necesaria con la eacutetica son de gran utilidad sus numerosos textos eacuteticos e incluso juriacutedicosraquo82

82 Ibidem p 93 Rescatamos el elenco propuesto por el Eudaldo Forment de aquellos autores que han hecho el esfuerzo de ordenar el pensamiento filosoacutefico poliacutetico de Santo Tomaacutes estudios a los que hemos recurrido y de cuya lectura hemos tomado la posicioacuten que aquiacute expusimos A MALAGOLA La teoria politica di San Tommaso U Berti Bologna 1912 V BOUILLON La politique de S Thommas Letouzey Pariacutes 1927 E GALAacuteN Y GUTIEacuteRREZ La filosofiacutea poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino Edit Revista de Derecho Pri-vado Madrid 1945 B ROLAND-GROSSELIN La doctrine politique de Saint Thomas drsquoAquin Riviegravere Pariacutes 1928 G ROCCA La politica in S Tommaso Editrice Rispoli Anonima Napoli 1934 S RAMIacuteREZ Pueblo y gobernantes al servicio del Bien Comuacuten Errameacuterica Madrid 1956 L LACHANCE Lrsquohumanis-me politique de Saint Thomas drsquoAquin Individu et Etat Sirey-Leacutevrier Pariacutes 1964 Del uacuteltimo accedimos a la traduccioacuten espantildeola Individuo y Estado en Santo Tomaacutes de Aquino EUNSA Pamplona 2001 que nos resultoacute particularmente interesante puesto que el autor ofrece una visioacuten completa de la poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino discutiendo con las tesis personalistas sostenidas por J MARITAIN en su afamado Humanismo integral

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La segunda es la opinioacuten que el dominico L Lachance expone en su obra Lrsquohumanisme politique de Saint Thomas drsquoAquin Aprovecharemos aquiacute enton-ces sus argumentos en favor de atribuir peso a la posicioacuten de una filosofiacutea poliacute-tica y juriacutedica tomista

Alliacute el profesor de la Universidad de Montreacuteal comienza preguntaacutendose sobre las causas por las cuales la doctrina poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino no haya sido debidamente valorada Tras asumir que laquola miseria de nuestro espiacuteritu consiste en permanecer a veces indigente en el seno de las maacutes suntuosas pose-sionesraquo

83 por el hecho de no poder representaacuternoslas con una laquofoacutermula clara y

concisaraquo84

se pregunta

laquoiquestNo habraacute sido este defecto de representacioacuten adecuada y de formulacioacuten clara la causa de que la doctrina tan profunda y matiza-da de Santo Tomaacutes de Aquino sobre las relaciones del individuo y el Estado no haya gozado jamaacutes del creacutedito y la eficacia que mereciacutea No se ha sabido comprender toda la significacioacuten que encierra el hecho de que eacutel siguiendo a Aristoacuteteles haya sostenido que el hom-bre es por naturaleza un animal social No se ha comprendido ni el alcance de esta postura incial ni los liacutemites que conllevaraquo85

A juicio del autor la doctrina tomista es la de un humanismo poliacutetico86

laquoNos parecioacute que la idea de humanismo era maacutes adecuada qe cualquier otra para caracterizar la perspectiva de conjunto del sistema poliacutetico del gran filoacutesofo iquestNo es la sociedad poliacutetica en el plano natural la uacutenica capaz de realizar con cierta plenitud los fines de la naturaleza humana iquestNo es ante las muacuteltiples necesidades del hombre la uacutenica dotada de suficiencia Percibida y representada bajo esta luz su concepcioacuten de la organizacioacuten poliacutetica resulta de un realismo y de una universalidad uacutenicos Se revela saturada de vir-

83 L LACHANCE Individuo y Estado en Santo Tomaacutes de Aquino EUNSA Pamplona 2001 p 1184 Ibidem p 1185 Ibidem pp 11-1286 Cfr Ibidem p 12

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tualidades Uno tiene la imprensioacuten de que anticipa la interrogacioacuten de todos los tiemposraquo87

Y a efectos de explicar este humanismo poliacutetico y de presentar en forma adecuada la doctrina tomista sobre las relaciones entre individuo y Estado Louis Lachance divide su escrito en cuatro partes

La primera intitulada ldquoReflexiones dialeacutecticas Oacuterdenes y Perspectivasrdquo la dedica a sentar las bases sobre las cuales se desarrollaraacuten los capiacutetuos subsiguien-tes Aquiacute procede explicando algunos principios necesarios para comprender la poliacutetica tomista como por ejemplo el concepto de naturaleza ndashfundamento de la poliacuteticandash y la teoriacutea de la subordinacioacuten (cap I) la buacutesqueda de un principio primero y el fundamento psicoloacutegico de una fiacutesica social (cap II) la relacioacuten entre el orden de la naturaleza y la Gracia (cap III)

La segunda ndashldquoLa persona humana y su insercioacuten en el Estadordquondash la dedica a estudiar entre otros temas al sujeto del orden poliacutetico (cap V) la estructura metafiacutesica de la persona humana (cap VI) el rol de la sabiduriacutea y del gobierno de siacute mismo y de la ciudad (cap IX-X)

La tercera parte que consta de cuatro capiacutetulos la dedica enteramente al Estado el fenoacutemeno del Estado (cap XIV) la sociabilidad (cap XV) el bien comuacuten (cap XVI) y la ldquoformardquo del Estado (cap XVII)

Finalmente la cuarta parte ahonda en la vinculacioacuten entre ldquoIndividuo y Es-tadordquo ocupaacutendose de los servicios (o responsabilidades o misioacuten) del Estado (cap XVIII) de su relacioacuten en tanto ldquoparterdquo y ldquotodordquo (cap XIX) de las respon-sabilidades del individuo en su obrar moral (cap XX) y de las virtudes necesa-rias para una vida poliacutetica justa y socialmente humana (cap XXI)

Tercero y como corolario de todo puede resultar de intereacutes el elogio que hace Alf Ross (el gran positivista del s XX junto con Kelsen) del realismo juriacute-dico tomista de aristoteacutelica raigambre en Sobre el Derecho y la Justicia recono-cieacutendole al Aquinate la novedad de su doctrina iusfilosoacutefica frente a la tracicioacuten claacutesica del derecho natural En efecto escribe

87 Ibidem p 12

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laquoEl derecho natural catoacutelico alcanzoacute su formulacioacuten defini-tiva en Tomaacutes de Aquino (1266-74) quien con admirable energiacutea y capacidad creadora construyoacute el sistema medieval-filosoacutefico en su poderosa Summa Theologica cuyas ensentildeanzas sin modificaciones o agregados particulares son aceptados auacuten hoy por la filosofiacutea ju-riacutedica catoacutelicaraquo88

Tras resaltar la gran importancia que tuvo respecto de las concepciones que le antecedieron remarca ndashde este modondash tambieacuten cuaacutento y coacutemo se separa de las que perteneceraacuten a periacuteodos histoacutericos que le sucedieron y el modo en que tal doctrina podriacutea resultar todaviacutea hoy valedera

laquoResultaraacute claro que aunque Aquino dio al derecho natural un contenido maacutes firme al incorporar los dogmas fundamentales de la moral cristiana (por ejemplo la indisolubilidad del matrimonio) estaacute lejos de un racionalismo abstracto que busca deducir mediante la razoacuten una solucioacuten para cada cuestioacuten especiacutefica concreta Hay asiacute mucho lugar en su construccioacuten para una forma socioloacutegico-realista de la poliacutetica juriacutedica Lo mismo ocurre con el tomismo de hoy Si dejamos lo metafiacutesico y lo dogmaacutetico por lo tanto hay posibili-dades favorables para un entendimiento entre esta tendencia y un estudio realista del derechoraquo89

Asiacute las cosas es manifiesto coacutemo el tema de los estudios centrados en la Fi-losofiacutea Poliacutetica y Moral de Santo Tomaacutes de Aquino genera debates entre autores provenientes de diversas partes del mundo De aquiacute su evidente importancia discusiones simposios publicaciones y un sinnuacutemero de actividades acadeacutemi-cas reflejan antildeo tras antildeo su actualidad

Veamos todo esto en algunos de los trabajos que utilizan la doctrina de San-to Tomaacutes y la comparan oponen y hasta concatenan a ciertos teacuterminos ideas o concepciones propios de la Edad Moderna

88 A Ross Sobre el Derecho y la Justicia Eudeba Buenos Aires 1963 p 23789 Ibidem p 238

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I23 Santo Tomaacutes y los modernos en algunos de los estudios comparativos hodiernos

Del mismo modo en que hay trabajos que cotejan a Santo Tomaacutes con la herencia de algunos conceptos de la Edad Antigua y sobre todo con relacioacuten a Aristoacuteteles estaacuten tambieacuten aquellos que realizan comparaciones entre el de Aqui-no y algunos de los modernos o que se esfuerzan por mostrar el complejo siste-ma eacutetico del Angeacutelico en consonancia con algunas posturas y tesis de los moder-nos Detendremos nuestra atencioacuten en otro apartado cuando tal confrontacioacuten o relacioacuten sea efectuada entre el Angeacutelico y el Cayetano

Sobre la diferencia entre el espiacuteritu filosoacutefico de Santo Tomas y el de los mo-dernos damos con la muy luacutecida siacutentesis de F Carpintero Nos dice que laquoSanto Tomaacutes no era un moralista moderno que habla continuamente de leyes y pe-cados eacutel soliacutea referirse maacutes bien a las virtudesraquo

90 (Como demostraremos por

ejemplo que siacute lo hace el Cayetano)

En esta misma liacutenea escribe el reconocido dominico Servais-Th Pinckaers que en la eacutepoca moderna ndashcon los manuales de Teologiacutea Moralndash se pondraacute cada vez maacutes el acento laquoen torno a la relacioacuten entre la ley y la libertad bajo la forma de la obligacioacutenraquo Y pone de manifiesto lo que venimos sosteniendo en paacuterrafos anteriores respecto de esta diferencia entre la moral de las virtudes y ldquolas mora-les de la obligacioacutenrdquo (como el mismo profesor de Friburgo las denomina)

laquoComo los Santos Padres santo Tomaacutes conociacutea evidente-mente la existencia de unas obligaciones morales pero las subordi-naba a las virtudes En la nueva concepcioacuten las relaciones se invier-ten la obligacioacuten domina e invade el campo de la moral Se trata del nacimiento de lo que podemos llamar con toda exactitud la ldquomoral de la obligacioacutenrdquo que maacutes tarde tomaraacute la forma del deber o de los imperativos cuyo modelo filosoacutefico enunciaraacute Emmanuel Kantraquo91

90 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural p 5691 S-Th PINCKAERS La moral catoacutelica Rialp Madrid 2001 p 44 Para el abordaje que realizamos sobre este tema resulta tambieacuten esclarecedor el modo en que el autor describe las diferencias entre la moral me-dieval y la moderna Continuando la cita explica sinteacuteticamente en un paacuterrafo laquoA finales de la Edad Media este concepto de la moral se extenderaacute con el nominalismo por las universidades Formaba parte de lo que se llamaba ldquola viacutea modernardquo adoptada en general a pesar de las diferencias entre las escuelas Tambieacuten inspiraraacute en el siglo XVII la redaccioacuten de los manueales de teologiacutea moral destinados tras el Concilio de

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El mismo autor en otra de sus obras tambieacuten profundiza este aspecto anali-zando la doctrina de Ockham para quien la ley adquiriraacute cada vez mayor impor-tancia en la reflexioacuten moral

laquoEl dominio de la moral coincidiraacute con el de las leyes y se dividiraacute pronto no ya seguacuten las virtudes sino de acuerdo con las di-ferentes leyes y maacutes precismante de acuerdo con los mandamientos de la principal ley moral el Decaacutelogo

No cabe duda de que Ockham afirmoacute con firmeza la libertad de Dios respecto de la ley moral y cargoacute a eacutesta con una fuerte dosis de relatividad Soacutelo admite la validez de las leyes morales seguacuten el curso normal de las cosas que conocemos Los moralistas pos-teriores con miras maacutes praacutecticas y menos audaces se contentaron con considerar la ley y los mandamientos como la expresioacuten pura y simple de la voluntad divina la fuente precisa de las obligaciones la base firme de la moralidad Su moral seraacute equivalente a una moral de la obligacioacuten y a una moral de la leyraquo92

En estos teacuterminos muchos argumentan que la Edad Media tomariacutea algo de la herencia claacutesica pero distanciaacutendose de ella para generar ideas propias que tambieacuten podriacutean ser llamadas laquoprotomodernasraquo (al decir de F Bertelloni) ndashtal vez por su caraacutecter de propedeacuteuticas a la posterior etapa histoacuterica (la Edad Mo-derna)ndash pero alejaacutendose asimismo de la Modernidad

93

Sobre esto proponemos nuevamente la lectura de F Carpintero94

Alliacute encon-tramos un razonamiento sobre el traspaso de las ideas tomistas de la Edad Media a los filoacutesofos modernos sobre todo a partir de la ldquopeacuterdidardquo de ciertos conceptos

Trento a la ensentildeanza en los seminarios y especialmente a la pastoral del sacramento de la Penitencia Los autores de estos manuales promovidos por los jesuitas ndashel primer modelo del geacutenero seraacute Las instituciones morales del jesuita espantildeol Juan Azor (1536-1603)ndash manifestaraacuten ciertamente la intencioacuten de seguir a santo Tomaacutes pero animados por el afaacuten de impartir una ensentildeanza moral simplificada accesible a sacerdotes y fieles elaboraraacuten una nueva presentacioacuten de la moral recogida en un plan general que todos los manuales reproduciraacuten con algunas variaciones Seguacuten este plan la moral se divide en dos partes la moral fundamen-tal expone los elementos baacutesicos la moral especial estudia con detalle las reglas que determinan lo que estaacute prohibido o permitido y que rigen en la solucioacuten de los casos de concienciaraquo (p 45)92 IDEM Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 pp 302-30393 Cfr F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4094 Cfr especialmente las paacuteginas 55-59 de F CARPINTERO Justicia y Ley Natural

73

que articulan el pensamiento filosoacutefico poliacutetico y evidentemente moral en el mundo griego romano y cristiano medieval ademaacutes de interesantes referencias bibliograacuteficas que sirven de fundamento a estas afirmaciones

Ejemplos elocuentes que intentan relacionar al de Aquino con la Moderni-dad son las obras de dos acadeacutemicos angloacutefonos La de Alasdair MacIntyre Af-ter virtue

95 y el (poleacutemico) Aquinas de John Finnis

96 Decimos poleacutemico por-

que esta obra generoacute entre muchos tomistas una acalorada respuesta de entre las cuales pensamos que la maacutes contundente es la de Sergio R Castantildeo a la sazoacuten nuestro Director de Tesis Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis

97

Un autor que se inscribe en el intento de sentildealar las escisiones que marca-riacutean las diferencias entre un tiempo y otro es Hugo Costarelli Brandi

98 En todo

su escrito el investigador pone ante la peacuterdida de armoniacutea y unidad que se obroacute en la modernidad laquola oacuteptica que el Aquinate tiene sobre el particular tema de la justicia y el derecho las relaciones que guardan tanto entre siacute como con otras virtudes para ver en ello esa luminosa armoniosidad de la que hablamos maacutes arribaraquo

99

Otra constatacioacuten de esto la vemos en la obra de J L Widow Lira quien se explaya sobre el tema citando a Cruz Prados

100

Recordemos ahora el esfuerzo de aquellos autores para afirmar que siacute hay cierta mutacioacuten en el traspaso de algunas nociones tomistas a la modernidad como la hubo en aquellas que pasaron de la antiguumledad al medioevo y que siacute encontramos en Santo Tomaacutes no soacutelo textos de Filosofiacutea Poliacutetica sino maacutes auacuten una ldquonuevardquo Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

95 A MACINTYRE After virtue A study in moral theory University of Notre Dame Press Notre Dame (IN) 198196 J FINNIS Aquinas Moral Political and Legal Theory Oxford University Press New York 200497 S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis ed UCALP La Plata 201198 Cfr H E COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justicia en Tomaacutes de Aquinoraquo in Congresso Tomista Internazionale ldquoLrsquoumanesimo cristiano nel III millennio Prospettiva di Tommaso drsquoAquinordquo Roma 21- 25 settembre 2003 Pontificia Academia di San Tommaso-Societagrave Internazionale Tommaso drsquoAquino Institu-to Universitario Virtual Santo Tomaacutes Fundacioacuten Balmesiana-Universitat Abat Oliba CEU 200399 Cfr Ibidem p 4100 Cfr J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 13

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En este sentido se encuentran los estudios de Giuseppe Abbagrave101

Aldo Ven-demiati

102 Martin Rhonheimer

103 y Wolfgang Kluxen104

quienes se dedican a exponer los principios y la autonomiacutea del ldquosistema eacuteticordquo de Santo Tomaacutes En-trecomillamos ldquosistemardquo puesto que entendemos el esfuerzo que tuvieron que hacer los escritores para presentar la validez ndashy repetimos autonomiacuteandash de la Eacuteti-ca tomista ante los modos de concebir la Filosofiacutea por parte de los modernos

105

Bastan ellos para poner de manifiesto no soacutelo la actualidad e importancia del Doctor Comuacuten sino tambieacuten los debates en torno al traspaso de nociones tomistas a la modernidad

De todas las posiciones nosotros nos apoyamos en aquellas que demuestran que en Santo Tomaacutes encontramos ademaacutes de textos de Filosofiacutea Poliacutetica una nueva Filosofiacutea Poliacutetica o Moral De la que se distanciaraacute el Cardenal Cayetano con sus comentarios

Hasta aquiacute pusimos las motivaciones que nos llevaron a elegir la obra de Santo Tomaacutes de Aquino como uno de los epicentros de nuestra investigacioacuten a su vez fundada en la importancia de la doctrina tomista en materia de Filosofiacutea Poliacutetica o Moral y su actualidad y relacioacuten con algunas expresiones del mundo moderno

Siguiendo el plan trazado pasemos ahora a la consideracioacuten del Cayetano como personaje histoacuterico plenamente imbuido del tiempo en que vivioacute expo-niendo los motivos principales y fundamentales de nuestra eleccioacuten

101 G ABBAgrave Felicitagrave vita buona e virtugrave Saggio di filosofia morale LAS Roma 1995 Quale impostazione per la filosofia morale Ricerche di filosofia morale LAS Roma 1996102 A VENDEMIATI In prima persona Lineamenti di Etica generale Urbaniana University Press Roma 2008 (3ra edicioacuten)103 M RHONHEIMER La prospettiva della morale fondamenti dellrsquoetica filosofica Armando ed Roma 1994 Tambieacuten accedimos a la versioacuten alemana Die Perspektive der Moral Philosophische Grundlagen der Tugendethik Akademie Verlag GmbH Berlin 2001104 W KLUXEN Philosophische Ethik bei Thomas von Aquin Felix Meiner Verlag Hamburg 1998 (3ra

edicioacuten) Y la edicioacuten italiana Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino Vita e Pensiero Milano 2005105 Esta idea de que la nocioacuten de ldquosistemardquo es ajena al pensamiento medieval en tanto que ldquosistema de pensamientordquo autosuficiente e independiente de otros ldquosistemasrdquo la hemos madurado al escucharla en una clase de nuestra codirectora de tesis la Dra Silvana Filippi durante una de sus clases de Historia de Filo-sofiacutea Medieval y del Renacimiento en la Facultad de Filosofiacutea de la UNR ciclo lectivo 2017

75

I3 TOMAacuteS DE VIO EL CARDENAL CAYETANO

I31 iquestPor queacute el Cayetano

Durante largo tiempo el Cardenal Tomaacutes de Vio fue considerado el divulga-dor maacutes fiel al pensamiento de Santo Tomaacutes de Aquino Tal es asiacute que Cayetano ha pasado a la historia como ldquoel Priacutencipe de los Comentadoresrdquo del Aquinate

Pero la concordancia o discordancia entre Santo Tomaacutes y el Cardenal depen-de de queacute autores o queacute corrientes tomemos en preferencia

Pareciera asiacute que para algunos de los seguidores del Aquinate el Cayetano fuese un fiel exponente de su ensentildeanza Y esto porque sostienen que sus comen-tarios estaacuten en perfecta armoniacutea con la doctrina del Angeacutelico

Otros han dicho que los mismos no concuerdan con lo expuesto por Santo Tomaacutes en sus obras sino que muy por el contrario son cuanto menos desvia-ciones de su doctrina

En la actualidad muchas investigaciones buscan demostrar que los comen-tarios del Cardenal influenciaron enormemente los siglos venideros en que se intentoacute favorecer el renacimiento de la doctrina tomista Coacutemo lo hicieron en los posteriores seguidores de la doctrina tomista y cuaacuten grande ha sido la diferencia entre el Angeacutelico y su comentador es tema de discusioacuten y de actualidad

Por ejemplo Aacute Rodriacuteguez Luntildeo afirma en esta liacutenea que

laquolrsquoautorevolezza del Cardinale Gaetano alla Summa Theolo-giae egrave da tutti riconosciuta A tale commento faragrave riferimento spesso Francisco Suaacuterez Egrave da tener presente tuttavia che tra S Tommaso e il Gaetano la teologia scolastica ha vissuto la complicata vicenda del nominalismo e in morale del volontarismo del XIV secolo Ciograve ha lasciato delle tracce anche come reazione polemica nellrsquoopera del Gaetanoraquo

106

106 Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO laquoLa virtugrave dellrsquoepicheia (I)raquo p 222

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

F Carpintero Beniacutetez afirma al inicio de su estudio107

que auacuten la rehabilita-cioacuten de la Doctrina Tomista por parte del Papa Juan XXII soacutelo resurgiriacutea porque laquoa finales del siglo XV fue adoptada y comentada por Tomaacutes de Vio maacutes cono-cido como el Cardenal Cayetanoraquo (paacuteg 143)

Y en otra investigacioacuten108

Carpintero impugna al Cayetano (en sect12 ldquoLey y derechordquo) cuando dice que laquoesta opinioacuten es falsa aunque la exponga el Carde-nal Cayetanoraquo (paacuteg 144) Mientras que maacutes adelante reconoce su importancia laquoEl Papa Juan XXII habiacutea canonizado a Tomaacutes levantando las cadenas de la Inquisicioacuten sobre su obra y a finales del siglo XV el Cardenal Cayetano ndashfigura especialmente importante porque ademaacutes de Cardenal fue General de los Domi-nicosndash comentoacute extensa y favorablemente la obra tomistaraquo (p 181)

Hemos encontrado tres referencias significativas sobre toda esta cuestioacuten

La primera la realiza el gran medievalista franceacutes Eacutetienne Gilson en una carta dirigida al P Henri de Lubac el 8 de julio de 1956

laquoMon Reacuteveacuterend Pegravere [hellip]

Le seul salut est dans le retour agrave Saint Thomas lui-mecircme au-delagrave de Jean de Saint Thomas au-delagrave de Cajetan lui-mecircme dont le ceacutelegravebre commentaire est un corruptorium Thomae parfaitement regraveussiraquo

109

En la edicioacuten que citamos el mismo de Lubac comenta este pasaje y en la extensa nota sect4 termina diciendo laquoIl nrsquoest pas douteux que le ldquocommentateurrdquo ait donneacute une autre orientation agrave lrsquoouvre de son maicirctreraquo

110

107 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeoles en los inicios del liberalismo poliacutetico y ju-riacutedicoraquo en Revista de Estudios Histoacuterico-Juriacutedicos [Seccioacuten Historia del Pensamiento] XXV (2003) pp 341-373108 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural109 Eacute GILSON ndash H DE LUBAC Lettres de monsieur Eacutetienne Gilson au pegravere de Lubac Les Eacuteditions du Cerf Pariacutes 1986 p 19110 Eacute GILSON ndash H DE LUBAC Lettres de monsieur Eacutetienne Gilson au pegravere de Lubac Les Eacuteditions du Cerf Pariacutes 1986 p 19 nota 4

77

La segunda (que viene con una detallada bibliografiacutea y argumentacioacuten) es de C P Muntildeoz

111 Todo su trabajo se ejecuta para dar lugar a lo que afirma en las

primeras paacuteginas del escrito

laquoSin embargo y a partir de mediados del siglo pasado apare-cieron importantes autores que vieron diferencias no soacutelo de orden terminoloacutegicas sino doctrinales entre ambos dominicos Se destaca entre ellos Eacutetienne Gilson quien ha llegado a decir que algunos comentarios de Cayetano son una corruptiorum Sancti Thomaeraquo112

Tambieacuten en otro estudio de Ceferino Pablo Muntildeoz113

encontramos que laquola hipoacutetesis de trabajo que se maneja en dicha investigacioacuten es que Tomaacutes de Vio habriacutea antildeadido muchos temas a la especulacioacuten tomasiana que no son propios del pensamiento del Aquinate pero que gran parte de los tomistas posteriores ndashentre ellos Poinsot (que se refiere a Juan de Sto Tomaacutes) y Maritainndash habriacutean recibido como doctrina del Angeacutelicoraquo (pp 124-125)

Insistimos en que los estudios hodiernos tienen por objeto cuestiones muy diversas a la que nosotros nos proponemos investigar Ya que o se centran en los comentarios del Cardenal referidos a los conceptos de lsquoEntersquo lsquoExistenciarsquo y lsquoAnalogiacutearsquo entre otros o toman en consideracioacuten los escritos de autoriacutea propia relacionados a temas de Biblia y Sacramentos

Algunas otras publicaciones basan sus estudios y reflexiones en los escritos de autoriacutea propia del Cayetano

En sintoniacutea con lo que venimos argumentando ponemos ahora algunos inte-rrogantes que serviraacuten a nuestra exposicioacuten

Cuando comenzamos con nuestra investigacioacuten nos planteamos Si hay ac-tualmente un debate sobre la fidelidad de la glosa del Cayetano respecto de lo expuesto por el santo de Aquino pero soacutelo y casi exclusivamente en los temas dichos iquestpor queacute no aventurar una investigacioacuten que tenga por finalidad cotejar

111 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetano iquestcontinuidad o divergencia con la doctrina de Santo Tomaacutesraquo en Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina Universidad Catoacutelica Argentina Biblioteca digital de la UCA112 Ibidem pp 2-3113 IDEM laquoEn torno a dos lecturas posibles sobre el conocimiento de las esencias en Tomaacutes de Aquinoraquo en Toacutepicos 43 (2012) pp 123-151

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los comentarios del Cayetano con otros textos del Angeacutelico Es decir con textos que presenten el tratamiento de temas en todo diversos a los ya mencionados

Si gran parte de los estudiosos actuales de santo Tomaacutes de Aquino sostienen que los comentarios del Cayetano son maacutes bien una interpretacioacuten propia que una repeticioacuten sistemaacutetica y ordenada de los conceptos de su maestro intelectual iquestpor queacute no adentrarnos en campos que auacuten no han sido explorados como se puede ver por la escasa literatura publicada

Antes de responder estos planteos que ndashinsistimosndash estuvieron en la geacutenesis de nuestro trabajo siendo las preguntas motoras que condujeron nuestras lectu-ras y en las cuales logramos encauzar nuestras motivaciones queremos detener-nos brevemente en la reflexioacuten sobre Tomaacutes de Vio el Cayetano

A tal efecto escribimos los apartados que siguen considerando la importan-cia del Cardenal de Gaeta

I32 La importancia del Cayetano

laquoHic ille est alter Thomas ingeniorum extrema linea Doc-torum virorum miraculum hereticae pravitatis terror sacrarum Scriptarum lumen ac fax scholastici pulveris athleta invictus Tho-misticae doctrinae galeatus defensor sincerioris doctrinae propug-naculum arx ac promptuarium subtilium argumentorum cathedrae demum splendor ac decus cujus adeo inmortalia scripta sunt ut tan-diu videatur perduratura quamdiu divinam sapientiam scholastica subsellia personabunt Ejusetiam cum laude meminimus in nostris ad Ciaconium additionibus ubi ejusdem in Germaniam legationem glorioseque pro Catholica fide exantlatos labores contra impium Haeresiarcam Lutherum diffuse narravimusraquo

114

114 F UGHELLI Italia Sacra sive De Episcopis Italiae et insularum adjacentium rebusque ab iis praeclare gestis deducta ferie ad nostram usque aetatem t I Venetiis apund Sebastianum Coleti 1716 pp 543 sectD- 544 sectB

79

Para ilustrar la importancia genio y figura del Cayetano deberiacutean bastar estas palabras con que Ferdinando Ughelli retrata al Cardenal

115 iexcl120 antildeos des-

pueacutes de su muerte

En efecto su relevancia es tal que ha sido eacutel la figura preeminente de la reimplantacioacuten en el aacutembito intelectual de la doctrina tomista

116 Y esto en dos

momentos en su propia eacutepoca y en la reimpresioacuten de sus comentarios a la Sum-ma Theologiae en la Edicioacuten Leonina

117

Asiacute tambieacuten lo atestigua un texto que si bien un tanto posterior a la impre-sioacuten de la edicioacuten leonina de la Summa es un elocuente testimonio de la reputa-cioacuten del Cardenal a lo largo de la historia

laquoLe ceacutelegravebre commentaire que S S Leacuteon XIII a incorporeacute agrave lrsquoeacutedition Leacuteonine de la Somme Theacuteologique preacutesente donc une pen-seacutee de la plus rigoureuse preacutecision drsquoougrave preacutecegravede la liberteacute drsquoesprit la plus surprenante Cette physionomie de lrsquoœuvre reflegravete bien le caractegravere mecircme de lrsquoauteur si bien traceacute de sa main ldquoNecessitas immutabilitatis est firmitas quae stat cum libertate et perficit opera-tionem liberamrdquo On srsquoexplique degraves lors le visage mecircme de Cajeacutetan rudes traits qursquohumanise le franche peacuteneacutetration du regardraquo

118

Ademaacutes con sus comentarios habriacutea influido al menos en parte en la forma de leer a Santo Tomaacutes De hecho pareciera que su interpretacioacuten habriacutea genera-do en aquellos que adoptaron los textos de Santo Tomaacutes para sus clases (sobre todo la Suma de Teologiacutea) una nueva filosofiacutea poliacutetica un nuevo modo de com-

115 Y que tambieacuten recoge Aluigi COSSIO laquoIn mezzo alla pace ed al silenzio del monastero egli fece subito concepire di segrave le piugrave belle speranze di che alcuni ammirandone la bellrsquoindole ldquodicevano che sarebbe di-ventato un altro San Tommaso altri un Alberto Magno o almeno un uomo insigne per santitagrave e dottrinardquoraquo Il Cardenale Gaetano e la Riforma vol I Tipografia Giovanni Fulvio Cividale del Friuli 1902 p 22116 Cfr F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoFacultas propietas dominiumraquo p 159117 Sancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici Opera Omnia Iussu impensamque Leonis XIII P M edita tomus nonus Secunda Secundae Summae Theologiae a quaestione LVII ad quaestionem CXXII ad codices manuscriptos vaticanos exacta Cum commentariis Thomae de Vio Caietani Ordinis Praedicatorum S E R Cardenalis Cura et Studio Fratrum Eiusdem Ordinis Romae ex typographia polyglotta s c de Propaganda Fide MDCCXCVII118 A-Fr CLAVERIE laquoLe commentaire de la Somme Theacuteologiqueraquo en Cajetan Revue Thomiste 39egraveme an-neacutee Nouvelle Seacuterie t XVII nordm 86-87 Novembre 1934 - Feacutevrier 1935 p 296

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

prender la moral y consecuentemente de presentar los argumentos referidos al campo de la Eacutetica

119 diferente claro estaacute a la del Doctor Angeacutelico

Su importancia proviene tambieacuten de algunos de sus comentarios que antes de ser reproduccioacuten sistemaacutetica de las ideas de Santo Tomaacutes son una interpre-tacioacuten del todo adaptada a su tiempo ndashal de Cayetanondash que encontraron en este hombre una especie de ldquofundadorrdquo o ldquocimentadorrdquo de los siglos que vendraacuten

laquoCuantos han leiacutedo sus obras filosoacuteficas teoloacutegicas y mora-les dice el Cardenal Ceferino Gonzaacutelez le han citado con elogio sin excluir a aquellos de los filoacutesofos modernos que en su imparcialidad y amor a los estudios soacutelidos han sido conducidos a consultar sus obras Sabido es que Balmes le cita y le alaba Bayle hace lo mismo transcribiendo varios pasajes de sus obras y Leibniz despueacutes de citar uno de estos pasajes antildeade ldquoEste pasaje de Cayetano es tanto maacutes digno de ser tomado en consideracioacuten cuanto que es autor ca-paz de profundizar la materiardquoraquo120

Aunque su notoriedad no se limita a haber comentado los textos del Aqui-nate Como hemos dicho el Cayetano fue un personaje relevante de la eacutepoca histoacuterica que le tocoacute vivir En otro trabajo

121 hemos expuesto nuestra percepcioacuten respecto del Cardenal de Gaeta que a fin de cuentas resulta ser un gran desco-nocido Alliacute resumimos que con nuestro estudio

laquocentrado en la persona del Cardenal Cayetano Tomaacutes de Vio pretendemos mostrar coacutemo eacuteste se apartoacute con sus comentarios del texto tomista habiendo pasado aun asiacute a la historia como un ldquoalter Thomasrdquo como un ldquoAquinatis quasi vivensrdquo

Durante siglos el dominico de Gaeta fue considerado auto-ridad indiscutible respecto de la interpretacioacuten de los textos del de Aquino Tambieacuten hoy muchos continuacutean citando casi proverbial-

119 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeolesraquo p 342120 Vid nota sect1 a final de paacutegina en laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas t II Imprenta Domenech Editor Valencia 1885 pp 673-674121 N A LAacuteZARO ldquoTomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano un gran desconocidordquo en Actas de la X Jornada de Filosofiacutea Medieval Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires ndash CONICET ISBN 978-987-537- 134-7 Bs As 2015

81

mente frases como ldquosi vis Thomam intelligere lege Cajetanumrdquo o tratan al Cardenal presbiacutetero de la Basiacutelica Santa Prassede como el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Tras el desarrollo de nuestro escrito buscaremos concluir que si bien estamos viviendo un auge de los ldquoestudios cayetanosrdquo auacuten hoy el Cardenal Gaetano continuacutea siendo un gran desconocido en temas de Filosofiacutea Poliacutetica Moral del Derecho y hasta en la misma Eacutetica para los estudiosos de la Filosofiacutea Medieval sobre todo dentro de los ciacuterculos tomistasraquo122

Agregamos que ademaacutes su vida puacuteblica resulta tambieacuten ignota aunque po-seemos un extensiacutesimo anecdotario Sabemos que fue perseguido por sus opi-niones que sus obras fueron censuradas en la Universidad de Pariacutes y que todos ndash amigos y enemigosndash lo reconociacutean por su laquopiedad y sus irreprochables cos-tumbres su sencillez y su tierna devocioacuten a la Santiacutesima Virgenraquo

123 Tanto es asiacute

que laquoal morir dejoacute todos sus bienes a los pobresraquo124

Ilustremos este apartado con algunos datos biograacuteficos del Cardenal para poner de relieve la influencia y el poder ndashpoliacutetico y religiosondash que blandioacute Tomaacutes de Vio

El 20 de febrero de 1469 nacioacute en Gaeta Naacutepoles Giacomo de Vio de fami-lia noble A los 15 antildeos ingresa en la Orden de Santo Domingo contra la voluntad de sus padres Tomaacutes es su nombre religioso haacutebito comuacuten entre aquellos que deponiacutean su vida seglar al ingresar a la conventual (nombre de pila incluido) to-mando nuevos haacutebitos y nuevo nombre

125 Estudia en Naacutepoles Bolonia y Padua

adquiriendo buena fama y prestigio entre sus compantildeeros y superiores debido a su estudiosidad piedad y observancia

122 Ibidem p 1123 laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas pp 673-674124 Ibidem pp 673-674125 Asiacute lo confirma A COSSIO Il Cardenale Gaetano p 21 laquoCome si ricava dai documento il convento di Gaeta apparteneva allora alla Congregazione di Lombardia ed il suo ingresso nellrsquoOrdine Domenicano quasi segnasse un fatto nuovo nella vita di Giacomo de Vio e negli annali delrsquoOrdine ci venne narrato diffusamente da tutti i cronisti Il Contarini scrisse ldquocompiutu appena gli anni 15 della sua etagrave affine di sottrarsi con piugrave sicurezza alle loro lusinghe chiese e vesti lrsquoabito di San Domenico correndo lrsquoanno del Signore 1484 nel convento di Gaeta sua patria che spettava alla celebre Congregazione di Lombardia e prese il nome di Fra Tommasordquoraquo

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Durante el capiacutetulo general de 1494 Cayetano fue elegido para defender su Tesis seguacuten la tradicioacuten enfrentaacutendose a otros estudiantes y maestros entre quienes se contaba a Pico della Mirandola Para 1495 ya habiacutea sido nombrado Maestro en Teologiacutea y explica la Summa en Brescia y Pavia Repasemos el he-cho tal como lo trae Aluigi Cossio en Il Cardinale Gaetano e la Riforma

laquoEra intanto il maggio dellrsquoanno 1494 e nei giorni delle Pen-tecoste si raccolsero a Ferrara i comizi generali dellrsquoOrdine dei Predicatori Vi andograve da Padova anche il Gaetano e in quellrsquoadu-nanza fu tanta la gloria che egli si acquistograve che tutti i cronisti ne tennero nota e la narrarono diffusamente ldquoAveva appena 22 anni di etagrave scrisse il Flavio quando andossene a Ferrara nobilissima cittagrave drsquoItalia Tenevasi ivi in quel tempo il comizio generale dellrsquoOr-dine domenicano e come una volta nersquo giuchi olimpici gli uomini dellrsquoetagrave antica gareggiavano insieme per la forza del corpo cosigrave a quel tempo gli uomini religiosi solevano in tali adunanze esercitare i loro animi ed emularsi nei buoni costumi nelle lettere e enelle scienze Ed in tale comizio invitato a disputare come un cursore ve-locissimo ed un forte atleta combattegrave cosigrave strenuamente nelle lotte e publiche e private che cattivatosi gli animi di tutti guadagnossi lode di ingegno e dottrina e sapienza Ed un giorno essendoglisi proposte alcune ardue e difficilissime questioni e disputandone lui alla presenza di uomini dottissime risplendette tanta forza di ingeg-no e di sapienza che tutti lo dicevano non un uomo mortale ma un uomo disceso dal Cielo Ammiravano il suo ingegno ammiravano la sua sapienza ma sopratutto stupivano della sua etagrave E stimavana-no cosa piugrave divina che umana che un giovinetto della sua etagrave sapes-se tanto ed essendo egli disceso dalla cattedra dopo aver finita la disputa non lo lasciarono neppure toccare la terra ma sollevatolo improvvisamente sulle loro mani lo portarono innanzi allrsquoIllustris-simo Duca di Ferrara ed al maestro general dellrsquoOrdine i quali as-sistevano alla disputa Dai quali Fra Tommaso ricevuto con grande onore e lodato assai per approvazione di tutti fu nominato maestro E questo nome era specialmente a quel tempo importantissimo e santissimo fra gli uomini religiosi perchegrave si chiamavano cosigrave sola-mente gli uomini dottissimirdquoraquo

126

126 Ibidem pp 33-34

83

Respecto de la presencia de Giovanni Pico della Mirandola en tal evento como su opositor primero y como promotor de su nombramiento luego Cossio recoge la siguiente narracioacuten

laquoEssendosi dunque raccolti a Ferrara i comizi generali de-llrsquoOrdine nel giorno 18 maggio dellrsquoanno 1494 vi fu mandato an-che il giovane Fra Tommaso a difendere delle conclusioni a nome di tutta la provincia di Lombardia ed egli sostenne il suo ufficio con tanta ammirazione di tutti e trovato come il suo oppositore il giovane principe Giovanni Pico della Mirandola la Fenice di tutti gli ingegni di allora seppe ripetere le sue cento obbiezioni che pa-revano a tutti gli altri dei fulmini con tale felice memoria e appo-ggiare le sue risposte con tanta erudizione che finita la disputa fra gli applausi di quel numerosissimo congresso fu portato Fra Tom-maso nelle braccia come in trionfo innanzi al Duca di Ferrara e a Fra Gioacchino Torriani maestro dellrsquoOrdine e per le istanze del conte della Mirandola fu coronato di laura dal maestro dellrsquoOrdine e quantunque avesse appena 25 anni di etagrave fu nominato maestro di sacra teologia cosa affatto inusitata nellrsquoOrdine se si eccettua San Tommaso di Aquinoraquo

127

Terminados los comicios el Cardenal retornoacute a Padua donde fue inmediata-mente nombrado profesor ordinario en la Universidad

128 Estas dos narraciones

del episodio en que fue elevado a Maestro en Teologiacutea muestran claramente la buena fama y alta reputacioacuten que teniacutea que lo acompantildearon durante toda su vida y que se extienden hasta nuestros diacuteas

En 1500 el Cardenal Caraffa traslada al Cayetano a Roma donde las cosas se suceden vertiginosamente para el de Gaeta En gran medida debido a su buena reputacioacuten

En 1501 es nombrado Procurador General de los dominicos y profesor de Filosofiacutea y Exeacutegesis en La Sapienza En 1507 pasa a ser Vicario General en 1508 General (con 39 antildeos)

127 Ibidem p 34128 Cfr Ibidem p 35

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

El de Gaeta se encontraba asiacute al mando de altos encargos y responsabilida-des religiosas

En 1511 Tomaacutes de Vio abandona Roma dirigieacutendose a Pisa donde inter-vendraacute en favor del Papa en el pseudo-concilio de Pisa Luego de esto el hecho maacutes importante fue el encuentro que el Cardenal tuvo en Augsburgo con Martiacuten Lutero por entonces fraile agustino

Ameacuten de todo lo dicho adentreacutemonos un poco en este suceso tal como lo relata el Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas

laquoLeoacuten X le nombroacute Cardenal en 1517 y le envioacute como le-gado a Alemania para inducir al Emperador Maximiliano a formar una alianza contra los turcos A la sazoacuten Lutero habiacutea empezado a publicar sus errores el Cardenal Cayetano le habiacutea refutado en un libro que escribioacute acerca de las indulgencias pero con su caraacutecter de Cardenal no olvidoacute el intereacutes de su orden cuando Lutero fue citado para que retractase sus posiciones erroacuteneas el heresiarca queriacutea una discusioacuten que de ninguacuten modo le fue concedida El Cardenal no procedioacute en este negocio con aquel acierto que era de esperar de sus condiciones e ingenio pues sabido es que el motivo que dio pretexto a Lutero para sus errores fue que la predicacioacuten de las indulgencias habiacutea sido confiada a la orden de Santo Domingo y no a los agus-tinosraquo129

Recordemos que son muchas las cuestiones que debemos atender al poner nuestro anaacutelisis en la disputa de Augsburgo Sobre algunas ya hemos hablado pero repaseacutemoslas raacutepidamente los crecientes impuestos e imposicioacuten de diez-mos la relajacioacuten de las costumbres dentro de la Curia romana la liviandad con que se practicaban las excomuniones la bula papal sobre la predicacioacuten de las Indulgencias (Papas Julio II y Leoacuten X) la remodelacioacuten de la Basiacutelica de San Pedro in Vaticano la situacioacuten econoacutemica del Arzobispado de Maguncia etceacute-tera

En este contexto el 31 de octubre de 1517 Lutero clava las 95 Tesis en Wittemberg En 1518 en la Universidad de Frankfurt el P Juan Teztel OP responde a Lutero Fray Martiacuten pronuncia en contrapunto un ldquoSermoacuten sobre

129 laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas pp 673-674

85

la indulgencia y la graciardquo Contesta inmediatamente el dominico Teztel con un escrito llamado ldquoExposicioacuten contra un sermoacuten temerario de veinte artiacuteculos erroacuteneos tocantes a las indulgencias papales y a la graciardquo

Son varias ndashhemos dichondash las aristas de este problemaacutetico poliedro los Pa-pas el abuso de las indulgencias con fines demasiado ldquomundanosrdquo la corrup-cioacuten de las costumbres de la Curia Romana (y de los sacerdotes en general) la necesidad de una reforma moral el Renacimiento entendido como un proceso ldquomundanizanterdquo de la Iglesia el abuso y el demeacuterito de los procesos de excomu-nioacuten el asedio de los turcos y la nueva amenaza del Islam sobre Europa y un largo etceacutetera

Ocasioacuten de otro trabajo seraacute el anaacutelisis de las muchas figuras y los temas que rodearon a nuestros interlocutores como por ejemplo Cisneros (franciscano ob-servante) la Complutense (Universidad situada en Alcalaacute de Henares donde se debiacutea ensentildear seguacuten las ldquotres veredasrdquo la tomista la escotista y la nominalista de G Ockham franciscano) y la Biblia los Reyes Catoacutelicos Francisco de Vitoria llegado a Salamanca en 1526 el Concilio de Trento Domingo de Soto San Ig-nacio la Compantildeiacutea de Jesuacutes y la Ratio studiorumVemos que nuestro personaje fue importante entre importantes

Volvamos a Cayetano y a Lutero Al agustino (Lutero) no bastaron las res-puestas del dominico (Teztel) Asiacute las cosas fray Martiacuten fue recibido por otro dominico ndashahora Cardenal Tomaacutes de Viondash para poner fin a la contienda

Debatieron ambos el dominico y el agustino entre los diacuteas 12 y 20 de oc-tubre Luego de tanto el Cardenal argumenta que tal doctrina ndashreflejada en la Bulandash procede de la autoridad papal Lutero responde que los documentos pon-tificios no son infalibles Y asiacute terminoacute todo Una vez finalizada la disputa de Augsburgo continuaron ambos sus caminos El fraile hacia Wittemberg el Car-denal hacia Roma

En 1518 al volver de Alemania Tomaacutes de Vio es nombrado Cardenal de Gaeta En 1519 Cayetano continuacutea desempentildeaacutendose en su cargo con toda la confianza de la corte pontificia y del mismo Papa Leoacuten X por entonces mien-tras que Lutero tiene una nueva contienda ahora en Leipzig con el profesor Eck (Ingolstadt)

El 15 de junio de 1520 aparecioacute la bula Exsurge Domine Alliacute el Papa conmi-na a Lutero a la retractacioacuten dentro de los sesenta diacuteas so pena de excomunioacuten El 10 de diciembre en Wittemberg Fray Martiacuten la quema puacuteblicamente aban-

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dona la regla monaacutestica (pero no la capucha ni su celda) y anuncia la quema de libros de derecho canoacutenico

En 1523 tras la muerte de Leoacuten X el Cardenal es enviado a Hungriacutea por Adriano IV para animar a los cristianos en su resistencia contra los turcos y en 1524 es nombrado consejero por Clemente VII Tambieacuten Cayetano permanece recluido hasta pagar su libertad al ser tomado preso en Roma cuando el duque de Borboacuten se apodera de la ciudad y la entrega al saqueo

En 1534 el 23 de marzo fue uno de los 19 cardenales que se pronuncia por la validez del matrimonio de Enrique VIII con Catalina de Aragoacuten El 9 de agos-to del mismo antildeo muere el Cardenal en Roma

Fue un hombre que hizo filosofiacutea teologiacutea y poliacutetica es decir gobernoacute concertoacute voluntades combatioacute herejiacuteas y debatioacute con filoacutesofos tradujo textos biacuteblicos y se dedicoacute a la docencia

Con todo esto queremos decir que con su particular y decidida influencia en el aacutembito acadeacutemico religioso y poliacutetico el de Gaeta indicoacute el sendero y el sentido que habriacutea de seguir la reflexioacuten moral filosoacutefica y teoloacutegica y la praxis poliacutetica

laquoCayetano ha desarrollado una increiacuteble actividad literaria y esto se intensificoacute porque desde el 1500 hubo de cumplir tareas importantes en su Orden y en la Iglesia Sus escritos se dividen en obras filosoacuteficas teoloacutegicas y exegeacuteticas Era considerado el teoacutelogo maacutes importante de su tiempo Una particularidad habiacutea en Padova una caacutetedra de los Escotistas Esto determinoacute que Cayetano discu-tiera sin fin con ellos y que entrara en el juego de innumerables distincionesraquo130

Elegimos al Cayetano por todo esto y porque ademaacutes se opone abiertamente al Aquinate ndashtal vez por las razones que acabamos de tomar de L Eldersndash cuan-

130 L ELDERS laquoCayetano comentador de la Suma de Teologiacutea de Santo Tomaacutesraquo en Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina Universidad Catoacutelica Argentina Biblioteca digital de la UCA p 1

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do comenta la divisioacuten que eacuteste hace de la justicia El Angeacutelico dice laquoduae sunt iustititia species scilicet commutativa et distributivaraquo

131 El Cayetano comenta

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iusti-tiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex lega-lis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

132

Es decir para Santo Tomaacutes la justicia tiene dos partes general y particular y dos son las especies de la particular conmutativa y distributiva Para el Caye-tano tres son las especies de la justicia que no tiene dos partes sino que es una con tres especies

iquestEs lo mismo afirmar una cosa o la otra iquestCuaacuteles son las implicancias teoacute-ricas de concebir distintamente la forma y las especies de la justicia iquestY cuaacuteles los alcances praacutecticos en relacioacuten al bien comuacuten poliacutetico Para que quede claro el texto del Angeacutelico y la glosa del Cardenal iquestson una y la misma doctrina An-ticipamos asiacute nuestra hipoacutetesis y el objeto de esta investigacioacuten

Nos queda por tratar el motivo principal por el cual el Cayetano seraacute conoci-do como el Priacutencipe de los Comentadores Veamos a rengloacuten seguido un poco maacutes detenidamente sus obras que no se reducen a los comentarios a la Suma de Teologiacutea

I33 La obra literaria del Cayetano

Como hemos insinuado el Cardenal desarrolla una intensa actividad lite-raria en el campo de la loacutegica la filosofiacutea la teologiacutea y la exeacutegesis biacuteblica Sus trabajos no se circunscriben exclusivamente a los comentarios a la Suma de

131 S Th II-II q 61 a 1 r d132 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1 Volveremos maacutes adelante sobre esta misma cita

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Teologiacutea de Santo Tomaacutes de Aquino aunque siacute son estos el gran hecho al que el Priacutencipe de los Comentadores debe su renombre

133

Denis Janz puntualiza sobre cuaacuten grandemente ha sido ignorado el Cayetano en tal vez uno de sus temas maacutes importantes y que por motivos personales maacutes le ha preocupado el de la interpretacioacuten biacuteblica

laquoThe importance of the biblical commentaries within Caje-tanrsquos corpus has rarely been given its due among Cajetan scholars Cajetan is the first major representative of the Thomist school to write extensive commentaries on Scripture In fact the range of this Scripture commentaries rivals that of Thomas himself Cajetanrsquos commentaries reflect an interest in Scripture and an emphasis on its importance that make him stand out in the late medieval Thomist school In this respect at least one can say Cajetan was more true to the spirit of St Thomas contemporaries in their struggle with a foe that look the sola scriptura principle as its watchword It is per-haps this emphasis on the importance of Scripture that makes Caje-tan the greatest Thomist of the Reformation eraraquo

134

En efecto argumenta el autor que luego de 1518 (la disputa de Augsburgo) el uacutenico cometido de Tomaacutes de Vio fue laquoto ldquotake awayrdquo the Scripture from Luther and put it back into the hands of the Roman Churchraquo

135 Y que esto lo convertiriacutea

como hemos visto recieacuten en el ldquomayor tomista de la era de la Reformacioacutenrdquo

Para seguir con el anaacutelisis de la obra literaria del Priacutencipe de los Comenta-dores volvamos al texto que hemos citado de L Elders donde nos presenta las obras del Cardenal en tres grupos o categoriacuteas

136

El primer grupo es el de los comentarios a las obras de caraacutecter filosoacutefico De ente et essentiae De conceptu entis De nominum analogia y De anima contra Pedro Pomponazzi

133 Lo que sigue en este apartado es parte de un trabajo presentado en el XVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval en Chile (antildeo 2017) con el nombre de ldquoEl Cayetano y sus comentariosrdquo y se encuentra en prensa para la publicacioacuten de las Actas del XVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval134 D JANZ laquoCajetan a Thomist Reformerraquo en Renaissance and Reformation Renaissance et Reacuteforme New Series Nouvelle Seacuterie vol 6 nordm 2 (May mai 1982) pp 95-96135 Ibidem p 95136 L ELDERS ldquoCayetano comentadorrdquo pp 2-7

89

El segundo es el concerniente a la doctrina sobre la eacutetica y la moral Aquiacute hace un recorrido por los comentarios que el Cardenal realizoacute a otras obras del Aquinate a saber las cuestiones disputadas sobre la verdad los comentarios a la Eacutetica Nicomaquea etc

El tercer grupo es ldquoel gran comentario de Cayetano sobre la Suma de Teolo-giacutea que merecidamente es la causa principal de su famardquo

137

Ademaacutes hay tambieacuten otros comentarios del Cardenal que el autor no consi-dera y los podriacuteamos agrupar en torno a la temaacutetica Biacuteblica o Biacuteblico-exegeacutetica y temas relacionados a la Eclesiologiacutea y la jerarquiacutea eclesiaacutestica y el Derecho Canoacutenico

Si bien L Elders nota ldquoefectivamente una cierta distancia una deacutecalage como dice en franceacutes entre la teoriacutea de Cayetano y los datos que encontramos en la obra de Santo Tomaacutesrdquo

138 aun asiacute rescata ldquocuaacuten profundo es el texto apa-

rentemente simple de Tomaacutes al leer las numerosas distinciones introducidas en los comentarios del Cardenalrdquo

139

Como vemos los comentarios del Cayetano no soacutelo se centraron en la Suma Teoloacutegica sino que tambieacuten se destacaron en torno a otros textos Evidentemen-te los referidos a la Summa son los que comportan una riqueza mayor Ya por la extensioacuten ya por la cantidad de temas de la obra

Pero para que no quede la impresioacuten de que la actividad literaria del Priacutencipe de los Comentadores ha sido breve recordamos el estudio histoacuterico de R P Con-gar OP ldquoBio-biliographie de Cajeacutetanrdquo (publicado en la misma Revue Tomiste en conmemoracioacuten por los cuatrocientos antildeos de la muerte del Cardenal que debajo citaremos) donde pone un listado de todos los escritos del Cayetano 148 en total

Sabemos que los comentarios del Cardenal a la Suma de Teologiacutea no fueron publicados por primera vez en la Edicioacuten Leonina De hecho indagar sobre las primeras ediciones de este comentario es entrar en un campo poco estudiado y muy confuso

Es realizar una arqueologiacutea bibliograacutefica-editorial yendo a la buacutesqueda de muchas precisiones confirmaciones y corroboraciones que se inscriben dentro del campo de los estudios linguumliacutesticos de textos raros y manuscritos Cosa que

137 Ibidem p 7138 Ibidem p 6139 Ibidem p 8

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se infiere de la lectura del mismo trabajo introductorio de la Edicioacuten Leonina que en su praefatio nos indica ndashal hablar de otras ediciones de la Summa que ldquoentre otras merece ser mencionada por su presentacioacuten y elegancia tipograacutefica la edicioacuten Romana del antildeo 1773 con los comentarios del Cayetanordquo

140 Y maacutes

adelante anota en pie paacutegina que la edicioacuten parisina de 1514 fue publicada ldquosine textu s Thomaerdquo

141 Todaviacutea no habiacutea finalizado sus comentarios a la secunda

secundae Es decir existiacutean (y existen todaviacutea hoy) otras ediciones de los co-mentarios del de Gaeta

Como vemos los comentarios adjuntos a la Leonina fueron el fruto de una investigacioacuten criacutetica de los textos del Cardenal Asiacute lo exponen ndashy hemos citadondash los curadores de la tal edicioacuten al explicar el proceso que llevaron adelante sobre los comentarios del Cayetano

Nos dicen que alliacute donde el texto aparece deteriorado o incomprensible bus-caron recomponerlo Ademaacutes donde encontraron comentarios diversos sobre el mismo punto intentaron determinar cuaacutel de ellos concordaba mejor con el pen-samiento del autor para ponerlo debajo de cada artiacuteculo En cambio aquellos que fueron desestimados para el texto criacutetico-canoacutenico han sido reproducidos en maacutergenes laterales

Asiacute tambieacuten donde encontrasen soacutelo un comentario que pareciera no ade-cuarse a los sostenido previamente o en otros lugares por el Cayetano optaron por sentildealarlo con un signo de interrogacioacuten en el margen Queriendo asiacute signifi-car cierta inadmisibilidad de la autoriacutea de tal comentario

Del mismo modo aclaran los editores distribuyeron los comentarios seguacuten se refiriesen a cada parte cuestioacuten y artiacuteculo de la Suma enumerando seguacuten fuese conveniente

Finalmente los responsables de la Edicioacuten Leonina indicaron convenien-temente con notas marginales a queacute otros lugares obras autores el Cardenal se referiacutea al comentar142

140 Vid Praefatio en S Th I qq 1-49 t IV Romae 1888 p XII nota 1 ldquoInter alias mentionem meretur etiam ob chartae praestantiam et elegantiam typorum Romana editio anni 1773 cum Commentariis Caie-tani in X tomos in folio distributa et ad Patavina an 1698 ad amussim exactardquo141 Ibidem p XV nota 2142 Cfr ibidem p XV La nota es larga pero pensamos que vale la pena traerla ldquoAd hanc ergo Venetam Commentariorum Caietani editionem quae prima procul dubio est quaque operam suam prastantibus peritissimis viris Alberto de Castello et Augustino Natali in lucem prodiit nostram in omnibus examussim exegimus At quoniam nec illa ob imperitiam et oscitandam typothetarum a mendis vacat idcirco nun-

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Todo esto lo hemos planteado para mostrar la amplitud del tema y llamar la atencioacuten sobre la urgencia de un estudio criacutetico en torno a los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio

Con esto queremos puntualizar la necesidad de atender a los comentarios del Cardenal Primero por la complejidad que revisten Ademaacutes porque han sido objeto de sucesivas ediciones correcciones selecciones publicaciones etc Tal vez emprender una tarea seria de criacutetica externa e interna para determinar y sacar a la luz ulteriores precisiones sobre los mismos descubre otro cofre en la inmensa riqueza de los estudios medievales y en este particular caso renacen-tistas y tomistas

El Cayetano comenta a fin de ldquoprecisarrdquo los liacutemites del sentido del texto to-mista Eacutel es ndashpara la historiandash el inteacuterprete vaacutelido de Santo Tomaacutes de su doctrina y los alcances de esta el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Sus comentarios son pedagoacutegicos a la vez que exegeacutetico-hermeneacuteuticos La idea de que nadie mejor que el Cardenal para entender a Santo Tomaacutes fue la que se impuso en su tiempo y que llegoacute hasta nosotros Felizmente discutida en los uacuteltimos antildeos

quam omisimus alias in consultatione vocare Parisiensem nempe anni 1514 posterioresque praestantiores ediotionesHac autem via et ratione textum ubicumque vitiatus appareret reformare quantum licuit curavimus Primo animum et mentem serio applicuimus ad genuinam intelligentiam assequendam eorum quae in his comentariis continetur in quem finem non piguit alios etiam adire auctores quorum vel doctrinam assumit Caietanus in suum commentarium vel opiniones refutat vel argumenta contra s Thommam diluit Deinda loca vitiata in una editione ex aliis restituimos Ubi vero duae lectiones occurrebant quarum utraque contextui et menti Auctoris consona quoquo modo videbatur alterutram in margine laterali apposuimos Indubios errores omnibus editionibus communes proprio marte emendavimus Ubi vero editionum lectio non plene respondere contextui videbatur poterat tamen alicua ratione sustineri in ipso margine cum signo interrogationis tu fieri solet notavimus quomodo nobis videretur legendumPraeter haec aliud in hac nostra editione praestare curavimus in commodum eorum quin in horum Com-mentarium lectione nondum satis versati sunt Commentaria nenpe in suas quaeque partes distribuimus partesque singulas propriis numeris distinximus Deinc loca omnia ad quae in eodem commentario remittit Auctor quaeque menti oportet esse presentia ad intelligentiam eorum quae in praesenti dicuntur ut nullo negotio statim ab omnibus inveniri possint signato in margine numero indicavimus Hoc autem quanto adiumento futurum sit novitiis in longioribus praesertim commentariis experimento constabitQuam demum in textu s Thomae posuimus operam et diligentiam in restituendis et supplendis cuiusvis generis indicibus eandem prorsus et in Commentariis Caietani adhibuimusrdquo

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CAPIacuteTULO II STATUS QUAESTIONIS

II1 ANTECEDENTES DE LA CUESTIOacuteN

II11 El resurgimiento de los estudios tomistas

El resurgimiento de los estudios tomistas es una de las caracteriacutesticas que signa nuestra cuestioacuten Y en principio resulta paradoacutejico debido a la cantidad de aristas que tiene De una parte el menosprecio de un sector de la comunidad acadeacutemica y el creciente intereacutes de otro

Ademaacutes es posible establecer diferentes eacutepocas en el resurgimiento de los estudios tomistas Nosotros ponemos tres

La primera tras la rehabilitacioacuten del Papa Juan XXII de la doctrina tomasia-na en el siglo XV Asiacute lo relata F Carpintero Beniacutetez

laquoAlgo maacutes tarde en el siglo XV los doctores que ensentildean en Pariacutes y cuyos libros se desparraman por toda Europa estaacuten tocados por el espiacuteritu de San Francisco y buscan establecer una nocioacuten de jus y del dominium que sirve a los fines de los Franciscanos Tal cosa sucedioacute con Juan de Gerson Conrado de Summerhart Ga-briel Biel o Jacobo Almain Sus doctrinas se vieron momentaacutenea-mente frenadas por el auge creciente del tomismo pues la obra de Santo Tomaacutes tras sufrir varias condenas eclesiaacutesticas habiacutea sido rehabilitada por el Papa Juan XXII y a finales del siglo XV fue adoptada y comentada por Tomaacutes de Vio maacutes conocido como el cardenal Cayetanoraquo143

143 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeolesraquo p 342

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Pero agrega el autor que laquola ensentildeanza tomista fue minoritaria hasta que en el siglo XVI la propagoacute Francisco de Vitoria coincidiendo con el auge de la monarquiacutea castellano-aragonesaraquo

144 Vitoria al retornar de Pariacutes utilizaraacute la

Summa Theologiae en sus lecciones (en lugar de explicar las sentencias de Pedro Lombardo) dando origen a los ldquoestudios tomistas que conocemos con el nombre de salamanticensesrdquo y que domina la primera mitad del siglo XVI

145

Luego de este periacuteodo y especialmente durante el siglo XVII la reflexioacuten filosoacutefica comienza el paulatino distanciamiento con la tradicioacuten del realismo claacutesico

El abandono de las fuentes y de la lectura directa de los textos (por ejem-plo de Santo Tomaacutes) fue una constante hasta el segundo renacimiento del tomismo

La segunda era la ubicamos bajo el auspicio del Papa Leoacuten XIII con una serie de hechos muy significativos

En primer lugar la promulgacioacuten de la carta enciacuteclica Aeterni patris (4 de agosto de 1879) destinada a promover los estudios filosoacuteficos en la Iglesia dan-do como ejemplo a Santo Tomaacutes de Aquino

Luego la fundacioacuten de la Pontificia Academia de Santo Tomaacutes de Aquino en Roma (15 de octubre de 1879) con un fuerte deseo de publicar laquoune nou-velle eacutedition complegravete des œuvres de saint Thomas qui preacutevoit une reacutevision de lrsquoeacutedition Piana (Rome 1570) agrave partir de ldquonouveaux manuscrits reacutecemment deacutecouverts et rendus utilisablesrdquo ainsi que la recherche drsquoouvrages ineacutedits du Docteur angeacutelique dans les manuscrits des grandes bibliothegraveques europeacuteennes afin de compleacuteter la Pianaraquo

146 Y la creacioacuten de la Comisioacuten Leonina (1880)

Todo lo relata notablemente Fernand Van Steenberghen

laquoLeacuteon XIII avait promulgueacute lrsquoencyclique Aeterni Patris le 4 aoucirct 1879 Le 15 octobre de la mecircme anneacutee dans une lettre au car-dinal De Luca il annonccedilait son intention de promouvoir une nou-velle eacutedition des eacutecrits de S Thomas Le 8 janvier 1880 il passait agrave la reacutealisation de son projet en en confiant lrsquoexeacutecution agrave une com-

144 Ibidem p 342145 Ibidem p 342146 Vid la paacutegina consultada el 30112017 httpwwwcommissio-leoninaorg201408chronologie- es-sentielle

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mission composeacutee de trois cardinaux de curie il leur demandait une eacutedition qui reacuteponde aux requecirctes de la critique moderne et qui agrave cette fin devrait recourir agrave lrsquoaide des manuscrits Membre de la commission cardinalice le cardinal Zigliara de lrsquoordre des Precirc-cheurs srsquointeacuteressa tregraves activement agrave lrsquoentreprise et mit au travail une eacutequipe de dominicains

On deacutecida de commencer par les commentaires aristoteacuteli-ciens Les manuscrits conserveacutes de cette cateacutegorie drsquoeacutecrits sont relativement peu nombreux il eacutetait donc possible en ce domaine drsquoarriver assez vite agrave des reacutesultats valables en exploitant aussi complegravetement que possible la tradition manuscrite en vue de re-constituer le texte sorti de la plume de lrsquoauteur Mais les premiers eacutediteurs adoptegraverent une autre meacutethode ils prirent comme texte de base celui de la Piana la premiegravere eacutedition complegravete des œuvres de S Thomas publieacutee agrave Rome en 1570 agrave lrsquoinitiative de S Pie V les variantes des manuscrits furent releacutegueacutees dans lrsquoapparat mecircme lorsqursquoelles permettaient drsquoameacuteliorer le texte seules les fautes manifestes de la Piana furent corrigeacutees La preacutefeacuterence donneacutee agrave la Piana nous paraicirct surprenante aujourdrsquohui en reacutealiteacute ce choix eacutetait dicteacute par la prudence le texte de cette eacutedition est drsquoordinaire fort bon et conscients de ne pas encore dominer pleinement la tradition manuscrite les eacutediteurs preacutefeacuteregraverent srsquoen tenir agrave un texte sucircrraquo

147

Estos eventos coinciden con el surgimiento de numerosas revistas dedicadas al estudio la difusioacuten y la profundizacioacuten del tomismo pero que raacutepida y nueva-mente caeraacuten ndasha juicio de J L Widow Lirandash en el olvido

laquoEn particular el estudio de la filosofiacutea poliacutetica de Santo To-maacutes tuvo un impulsor importante en el Papa Leoacuten XIII Entre eacutel y 1930 aproximadamente existen muchas obras que entran en esta materia Despueacutes de eso y durante un par de deacutecadas no existe nin-guna obra importante y de caraacutecter general sobre la doctrina poliacutetica de Santo Tomaacutesraquo148

147 F VAN STEENBERGHEN laquoLrsquoeacutedition leacuteonine des œuvres de saint Thomasraquo en Revue Philosophique de Louvain 4egraveme seacuterie t 72 nordm 13 1974 p 5148 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 13

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Aquiacute ndashveremos en el proacuteximo incisondash se destacaraacuten figuras de notoria rele-vancia como el Card Deacutesireacute Mercier Maurice De Wulf Yves Simon y Garri-gou-Lagrange entre otros y cuadernos de publicaciones prestigiosiacutesimos como la Revue neacuteo-escolastique de philosophie la Divus Thomas la revista Angeli-cum y los Studi Tomistici Esta segunda etapa es conocida oficialmente con el nombre de Neo-escolaacutestica

Finalmente luego de este olvido habraacute un tercer resurgimiento que todaviacutea hoy presenciamos Podriacuteamos decir revitalizacioacuten que se inicia a mediados del s XX y que continuacutea

laquoParalelamente a los estudios sobre el Doctor Angeacutelico a par-tir de los antildeos sesenta muchos temas propios de la filosofiacutea poliacutetica comienzan a ser desarrollados por la sociologiacutea con una metodo-logiacutea que podriacutea llamarse aunque resulte algo oscuro el teacutermino cuantitativamente objetivistaraquo149

Asiacute entonces la tercera etapa se enmarca en otra nueva era signada por el renovado intereacutes por la filosofiacutea poliacutetica

laquoEntre las disciplinas filosoacuteficas la filosofiacutea poliacutetica ha sido considerada durante mucho tiempo la ldquocenicientardquo de la casa tanto por el escaso nuacutemero de estudios dedicados a este campo como por el tipo de problemas de los que se debe ocupar

[] Pero esta situacioacuten se ha invertido en los decenios que han marcado el fin del segundo milenio ya que a partir de los antildeos setenta las publicaciones de filosofiacutea poliacutetica se han multiplicado alcanzoacute en alguacuten caso tiradas soacutelo imaginables para libros de narra-tivaraquo150

Reafirma esta opinioacuten Stefano Zamagni

149 Ibidem p 13150 G CHALMETA La justicia poliacutetica p 13

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laquoUn segno dei tempi tipico dellrsquoattuale fase storica che me-riterebbe una lettura piugrave attenta di quanto stia ricevendo egrave quellrsquoin-sistente appello allrsquoetica come se tutto fosse etica che egrave andato sos-tituendo quellrsquoaltrettanto insistente appello alla politica tipico degli anni lsquo60 del secolo scorso secondo cui ldquotutto era politicardquoraquo

151

Y tambieacuten Jeroacutenimo Corral Genicio quien resulta todaviacutea maacutes preciso al asignarle nombre y fecha a este resurgimiento

laquoEstrechamente ligada al orbe de la moralidad desde sus oriacutegenes puede hoy decirse que la preocupacioacuten por la justicia y su realizacioacuten en el mundo del Derecho es una realidad palpitante y para cuya reflexioacuten ha sido de gran utilidad la revitalizacioacuten de la discusioacuten sobre este valor a partir de la conocida monografiacutea A theory of Justice de John Rawls aparecida en 1971raquo152

Joseacute Luis Widow Lira tambieacuten cree que laquoen las uacuteltimas deacutecadas se han ido despertando de manera cada vez maacutes espontaacutenea y abierta ciertas preocupa-ciones en torno a la viacutea elegida para transitar poliacuteticamente que se refieren desde luego y de modo particular al quiebre producido entre el orden moral y el poliacuteticoraquo

153 Y agrega maacutes adelante que si bien en otros laquotiempos la filosofiacutea

poliacutetica ha sido muy desatendidaraquo hoy por el contrario estamos en presencia de una laquorevitalizacioacutenraquo de los estudios sobre esta temaacutetica

154 que no encuentra

respuestas para los problemas poliacuteticos actuales

laquoEl gran problema si se trata de una verdad o una mentira po-liacutetica es el fin de la comunidad tambieacuten poliacutetica Hoy si se sigue el debate contemporaacuteneo se podraacute descubrir que el gran tema de fondo es el de la buacutesqueda de aquellos principios que otorgan legitimidad al orden poliacutetico que las sociedades se dan a siacute mismas Y el proble-

151 S ZAMAGNI ldquoLrsquoeconomia del bene comunerdquo en Ideeconomia 3 Cittagrave Nuova Roma 2007 p 211152 J CORRAL GENICIO ldquoLa nocioacuten de Justicia en la Retoacuterica de Aristoacutetelesrdquo en Revista Telemaacutetica de Filosofiacutea del Derecho 6 (20022003) p 137153 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 7154 Cfr Ibidem pp 13-15

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ma de la legitimidad es principalmente el problema del fin o ndashsi se quiere en pluralndash de los fines de la sociedad poliacuteticaraquo155

Como resulta evidente los estudios tomistas resurgieron cada vez que no se pudo dar respuestas a determinados planteos de la vida cotidiana del hombre y de las naciones Vista la situacioacuten actual de los estados modernos de la poliacutetica internacional de la crisis de la justicia y de tantas otras cosas resurge ndashuna vez maacutesndash la figura y la doctrina de Santo Tomaacutes de Aquino como piedra de toque y auxilio en la reflexioacuten filosoacutefico-poliacutetica De aquiacute su importancia nuestro intereacutes y eleccioacuten

II12 Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Fue el Cardenal nacido en Gaeta uno de los responsables de esta restaura-cioacuten de los estudios tomasianos durante el primer y segundo resurgimiento del tomismo

laquoEs manifiestamente conocido el esfuerzo de Tomaacutes de Vio Cayetano por difundir y defender en todas sus partes el pensamien-to de Tomaacutes de Aquino Su labor de difusioacuten (v gr lograr que la Summa Theologiae reemplace a las Sentencias de Pedro Lombardo como libro de texto a comentar) sus comentarios a la misma Suma y sus numerosos opuacutesculos que exponen defienden y desarrollan las tesis tomistas fueron importantes y conocidos ya en su eacutepoca

De ahiacute que por siglos se haya sostenido una identidad fun-damental de pensamiento entre Tomaacutes de Aquino y Cayetano Este seriacutea el gran sistematizador y expositor de los temas primordiales tanto teoloacutegicos como filosoacuteficos del Aquinate Cayetano es el poacuterti-co que facilita el acceso a su maestro

Hasta tal punto esto es asiacute que en la llamada filosofiacutea perenne o filosofiacutea aristoteacutelico-tomista tan extendida hasta mitad del siglo pasado con frecuencia no se distingue en las citas al disciacutepulo del

155 Ibidem p 15

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maestro Es que ambos participariacutean de una doctrina comuacuten De alliacute que los comentarios de Cayetano al Aquinate son tan apreciados en la interpretacioacuten de la letra tomistaraquo156

Como tambieacuten atestigua L Elders

laquoSe sabe que el Papa Leoacuten XIII ordenoacute que en la edicioacuten criacute-tica de la Suma de Teologiacutea de Santo Tomaacutes de Aquino el texto de cada artiacuteculo debiacutea estar acompantildeado del comentario del gran domi-nico Tomaacutes de Vio llamado Cayetano que era considerado el mejor comentador de la obra maestra de Tomaacutesraquo157

Y es cierto que las intenciones del Cayetano fueron las que menciona C P Muntildeoz difundir la doctrina del Angeacutelico

En el Praefatio al t IV (que dedica el Cardenal Tomaacutes de Vio al Cardenal Caraffa de Naacutepoles) y con que la edicioacuten del Papa Leoacuten XIII (en adelante ldquoleo-ninardquo) inicioacute la publicacioacuten de la Opera Omnia Sancti Thomae Aquinatis el Cayetano realiza esta declaracioacuten

laquoNostrae vero huius susceptae expositionis hinc exorta ratio est quia formalis sermo Doctoris nostri magnam recondit sensuum altitudinem cum tamen verborum collocatio ac delectus perplexi nihil habens prima fronte lectorem videatur allicere ac facilitatem sensuum polliceri Verum multo aliter evenire sibi lector intellegit atque ab initio existimarat repetita enim lectio Auctoris huius vi-detur augere potius quam decerpere sensus percipiendi difficulta-temraquo158

Asiacute es la exposicioacuten es para facilitar al lector el sentido de las ensentildeanzas de Santo Tomaacutes y de secundarlas Pero consciente de posibles yerros doctrinales pide ndashen el Proacutelogo a la primera parte de la Suma que ademaacutes de adherir a la in-

156 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetanoraquo p 1157 L ELDERS laquoCayetano comentadorraquo p 1158 S Th I sect Praefatio

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

tencioacuten y a la obra del Angeacutelicondash ser corregido alliacute donde se distancie de su prin-cipal cometido ser entendido como un defensor y desarrollador del Aquinate

laquoSed eatenus dico hic et ubique quatenus reddita ratio testa-tur Propterea ubi defecero correctori ut adiutori gratias ago Verba quoque erroris falsitatis deceptionis ignorantiae et aliorum huius-modi non contra personas sed contra opiniones et hoc etiam quae-tenus minus solidae sunt vel apparent interpretanda esse volo quo-niam personis nullo pacto opinionibus vero non nisi ut dissonant adversari intendoraquo159

Tomaacutes de Aquino deja en claro sus intenciones laquopropositum nostrae inten-tionis in hoc opere est ea quae ad Christianam religionem pertinent eo modo tradere secundum quod congruit ad eruditionem incipientiumraquo

160 Que Tomaacutes

de Vio apropia

laquoNovitiis namque opus hoc convenir dicitur non rationi faci-litatis aut superficialis aut epilogalis aut introductorii tratatus sed rationem sectarum superfluitatum omissae repetitionis et pulcherri-mi ordinis ab ipso inventi ut enim in precessu apparet omnes theo-logales difficultates et ex propriis hic distincte tractanturraquo161

Como vemos el Priacutencipe de los Comentadores hace suyas las intenciones de Santo Tomaacutes de instruir no soacutelo a los maacutes avanzados ldquosed etiam incipientes erudirerdquo Ademaacutes explica comentaraacute la litterae Thomae para repetirla y defen-derla de los errores y falsedades con que otros la exponen A este respecto deja en claro que sus comentarios son contra las opiniones y no contra las personas que las profesan Pide asimismo a quienes hallen yerro de su parte lo corrijan ut adiutori No se propondraacute ni poner ni quitar nada soacutelo exponer la doctrina tomista apoyaacutendose en la ayuda de tantos otros fratres ordini Praedicatorum

159 Comm Card Caie en S Th I sect Prologus160 S Th I sect Prologus161 Comm Card Caie en S Th I sect Prologus

101

Una primera diferencia que encontramos y sobre la que maacutes adelante nos explayaremos es respecto del modo en que Santo Tomaacutes se ocupa de la justicia y el modo en que el Cardenal comenta

laquoEl meacutetodo que sigue el Aquinatense en su Suma Teoloacutegica es el aristoteacutelico es decir es filosoacuteficamente realista moderado y es metodoloacutegicamente realista pues como tal asciende de las cosas a las ideas

Propedeacuteuticamente hablando estaacute ndashcomo ha explicado Mi-chel Villeyndash dirigido a la ensentildeanza (doctrina) y al acto de aprender (disciplina) en busca de la verdad ndashde su ciencia en el grado ase-quible al hombrendash invitando para ello al lector a rehacer el mismo camino que la razoacuten del maestro ha debido recorrerraquo162

Es decir en la glosa cayetana podremos evidenciar una posicioacuten metodoloacute-gica diversa si bien fines u objetivos comunes Y es cierto como lo demuestran muchos estudiosos que el Cardenal se aparta con su interpretacioacuten y comen-tarios de la doctrina tomista Pero auacuten hoy permanecemos en una situacioacuten de confusioacuten generalizada debido a la reputacioacuten e influencia del de Gaeta

En nuestro trabajo apoyaacutendonos en estos antecedentes desarrollaremos la tesis de que el Cayetano tambieacuten se aparta de la nocioacuten de justicia propuesta por Santo Tomaacutes de Aquino en S Th II-II qq 57-62 Y que a la base de este distan-ciamiento no hay solamente una cuestioacuten metodoloacutegica ndashque acabamos de es-bozarndash sino algo todaviacutea maacutes profundo dos modos distintos de concebir el tema moral dos perspectivas eacuteticas Una es la del Aquinatense otra la del Gaetano

Asiacute como las investigaciones que mencionamos y mencionaremos tratan de escindir la figura del Cayetano del tomismo o de un tomismo ldquoortodoxordquo cuanto menos tambieacuten nosotros nos introduciremos en esta problemaacutetica Claro que es difiacutecil puesto que debemos derogar el mote de ldquoPriacutenciperdquo al comentador que nos ocupa tarea nada sencilla Hemos pensado que quizaacutes resignificarlo o precisarlo es un modo de quitarlo proponiendo un viraje tal vez el Cayetano no sea un ldquoPriacutenciperdquo al estilo de las monarquiacuteas medievales

162 J VALLET DE GOYTISOLO laquoLa justicia seguacuten Santo Tomaacutes de Aquinoraquo en Arbor CLXXV 691 (2003) p 1143

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Quede claro pues otro antecedente de vital importancia para comprender maacutes cabalmente la cuestioacuten Para entender la nocioacuten de justicia en los comenta-rios de Tomaacutes de Vio debemos atender al hecho de que

laquoEl comentario de un texto filosoacutefico consiste en la emisioacuten de un juicio o consideracioacuten sobre el lugar que ocupan las ideas defendidas en el texto en el conjunto del conocimiento y en la expo-sicioacuten de nuestro punto de vista al respecto (no confundaacuteis esto con lo que vosotros llamaacuteis ldquoopinioacuten personalrdquo) Esto quiere decir que comentar es ante todo relacionar Relacionar las ideas del texto con nuestros conocimientos Y relacionar las ideas del texto con nuestras propias ideas sobre el temaraquo163

Entonces si hemos dicho que Santo Tomaacutes ldquocristianizardquo toda la herencia que recibe del mundo griego romano judiacuteo y aacuterabe iquestNo podremos concluir con este trabajo que el Cayetano ldquomodernizardquo al Aquinate

Un priacutencipe moderno que relaciona ideas de un texto y una doctrina del pasado con las suyas propias que es el primero entre los comentadores de los tiempos modernos que le sucederaacuten El Priacutencipe de los Comentadores

Hemos querido tratar estos temas como Antecedentes de la Cuestioacuten para que mejor se entendiese lo que sigue el Estado de la Cuestioacuten propiamente

Estamos realmente convencidos y pensamos que asiacute lo hemos demostrado de que muchas veces el ldquooficiordquo de medievalista estaacute transido del tipo de prejui-cios que hemos relatado (p ej vid supra sectI1 pp 40-42 y sectI21 pp 42-47) asiacute como tambieacuten del profundo desconocimiento de la actualidad de los estudios y actividades que se producen en referencia a la Edad Media

Pero es cierto que se ignoren tales empresas no significa que no sean actua-les ni mucho menos acadeacutemica y metodoloacutegicamente fructiacuteferas

163 httpswwwwebdianoiacomestudiarcomentariohtm Consultado el diacutea 01122017

103

De hecho hasta aquiacute hemos visto coacutemo los estudios tomistas se suceden en el tiempo La figura clave es Santo Tomaacutes quien obra ndasha nuestro juicio y por ello nuestra posturandash una genial siacutentesis del espiacuteritu de los antiguos tanto griegos como romanos sin olvidar la tradicioacuten judiacutea y aacuterabe En efecto nada le resulta ajeno

De alliacute que pertenecer a esta tradicioacuten tomar sus principios rever sus ar-gumentos proponer nuevamente conclusiones es siempre y en todo momento renovador Renueva al sujeto y al objeto a la persona y a la doctrina La filosofiacutea perenne es aquella exenta de intermisioacuten es la que ni cesa ni interrumpe su labor

Antes de comenzar el proacuteximo apartado quisimos dejar en claro y mostrar que dedicarse a estos temas es una forma maacutes de pertenecer a un geacutenero que lleva iacutensito el gran tesoro de todo lo humano a pesar del desprestigio y los pre-juicios que injustamente se endilgan a los medievalistas y la falta de actualidad fundamentalmente a los tomistas

II2 ESTADO DE LA CUESTIOacuteN

II21 Los estudios actuales en torno a la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes

Tal como adelantamos el Estado de la Cuestioacuten sobre nuestro tema y sobre los estudios centrados en la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes es por diversos motivos un tanto particular

En primer lugar muchos son una exposicioacuten e interpretacioacuten de los textos tomistas y pertenecen al geacutenero de los artiacuteculos y ensayos monograacuteficos Como por ejemplo resultaraacute de la lectura ndashentre otrosndash de G Saacutenchez G-H o de M Lutz- Bachmann

164

164 G SAacuteNCHEZ G-H laquoAcerca de la Justicia en Santo Tomaacutes de Aquinoraquo en Estudios Puacuteblicos 18 (1985) 77-92 R SPIAZZI Principi di Etica Sociale Edizione Studio Domenicano Bologna 1990 M LUTZ- BACHMANN laquoThe Discover of a Normative Theory of Justice in Medieval Philosophy On the Reception and further Development of Aristotlersquos Theory of Justice by St Thomas Aquinasraquo en Medieval Philosophy and Theology 9 (2000) 1-14

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Por otro lado son muy pocos los estudios especiacuteficos acabados y sistemaacute-ticos sobre nuestro tema y los comentarios del Cayetano Pero los que siacute se centran soacutelo en la consideracioacuten de la justicia en Santo Tomaacutes ndashque repetimos no abundanndash rastrean la geacutenesis del liberalismo contemporaacuteneo en la mal com-prensioacuten o desatencioacuten de la doctrina tomista Asiacute lo refleja C A Sacheri en su estudio laquoLa Justicia Conmutativa y la reciprocidad en los cambiosraquo tras afirmar que luego de Aristoacuteteles es el Doctor Comuacuten quien mejor ha entendido esta re-lacioacuten afirma

laquoEl liberalismo capitalista ha negado sistemaacuteticamente el principio de reciprocidad en los cambios con su desmesurado afaacuten de lucro invocando absurdamente la utopiacutea de que los egoiacutesmos in-dividuales se armonizan espontaacuteneamente lo cual traducido en buen romance equivale a sostener que cien mil injusticias individuales engendran automaacuteticamente un orden social justoraquo165

Queremos destacar aquiacute ademaacutes lo que pareciera ser un pensamiento domi-nante (al menos para quienes provienen de aacutembitos de habla inglesa) de que es posible concebir la fundacioacuten del liberalismo poliacutetico en el mismo Santo Tomaacutes de Aquino y su doctrina poliacutetica particularmente en lo tocante al tema de la vir-tud de la justicia

Como sostiene por ejemplo F R Hittinger en laquoJohn Rawls The basis of Social Justice and intercultural dialogue in globalized worldraquo Es interesante coacutemo el autor analiza el origen del liberalismo y cuaacutel fue su papel en el surgi-miento de los Estados Modernos que atribuye tal a las Monarquiacuteas Cristianas Ademaacutes de esto se ve coacutemo tambieacuten afirma que el liberalismo no ha surgido esto es no ha comenzado junto con el nacimiento de los Estados Modernos

laquoThe transformation of polities or realms into states is neither liberal nor nonliberal but lsquomodernrsquo Liberalism did not begin as a special theory or family of theories geared to answer the question lsquoshall there be a territorial nation-statesrsquo Christian manarchs and

165 C A SACHERI laquoLa Justicia Conmutativa y la reciprocidad en los cambiosraquo en Verbo 126 7 (1974) p 856

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their courts settled this question without guidance from liberalism Rather liberals sought to answer the question lsquocan such a state be justrsquo It is possible (in theory and practice) to achieve something more than a mere modus vivendi between competing nation states along with a weak system of toleration at home

Liberalism answers yes to both parts of the question It does so by unfolding a normative ontology of the moral capacities and liberties of the individual

[] There are indeed many kinds of liberalism But we will not err greatly if we make the following generalization liberalisms orient themselves in terms of the moral capacities and inherent va-lue of individual libertyraquo

166

Su razonamiento es el que el Estado Moderno surge precisamente con la Modernidad y que el liberalismo nace dentro de la defeccioacuten de aquella anterior edad dando asiacute respuestas a las cosas que la anterior organizacioacuten poliacutetica ndashleacutea-se monarquiacuteasndash no podiacutean ni pudieron ndashni habriacutean podido pues a este punto ya no existiacuteanndash dar

167

Sentildealemos al pasar que de esto se seguiriacutean al menos dos consecuencias La primera la de atribuir a la Doctrina de la Iglesia Catoacutelica en Santo Tomaacutes de Aquino la fundacioacuten ndashen la reflexioacuten filosoacutefica poliacuteticandash de las teoriacuteas de cuntildeo liberal Antildeaacutedanse a esto las repercusiones en el campo de la moral La segunda la de compeler a todos los fieles catoacutelicos a su puesta en praacutectica

Ademaacutes se utiliza este argumento ndashel de la justicia tomistandash como un puente para llegar al debate sobre otros conceptos tales como ldquoJusticia Socialrdquo y ldquoDere-chos Humanosrdquo entre tantos

Asiacute R Cambareri en Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo hace referencia expliacutecita a esta nocioacuten de que la justicia entendida estrictamente hace referencia al ldquoreconocimiento al respeto y a la realizacioacuten de los derechos del hombrerdquo

168

166 F R HITTINGER en laquoJohn Rawls The basis of Social Justice and intercultural dialogue in globalized worldraquo en Doctor Comunis (2007) pp 142-143167 Cfr F R HITTINGER en laquoJohn Rawlsraquo pp 142-164168 Cfr R CAMBARERI Il cristiano in politicaraquo p 25

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Por otra parte encontramos a P Saacutenchez Garrido quien argumenta laquoque existe una correlacioacuten entre la responsabilidad de la comunidad poliacutetica y de la autoridad en el bien comuacuten de todos sus ciudadanos la dignidad de la per-sona humana el decoro y bienestar humanos la autosuficiencia o autarquiacutea y la vida feliz virtuosa y contemplativa del ciudadano en orden a la verdad y el bienraquo

169

Finalmente J Vallet de Goytisolo aporta una gran cantidad de referencias comentarios acotaciones disensiones y reflexiones Este ensayo representa un esfuerzo por parte del autor para ilustrar el pensamiento de Santo Tomaacutes de Aquino recurriendo a los ldquoTratadosrdquo (quaestiones) ldquoDe iurerdquo ldquoDe iudiciordquo y a los comentarios que el Aquinatense realizase a los libros aristoteacutelicos Por todo lo cual a eacutel remitimos

170

Tambieacuten vemos coacutemo se analizan los textos tomistas en referencia a otros comentaristas maacutes recientes Asiacute lo muestra J M Ayala Martiacutenez en su impor-tante artiacuteculo El mismo resulta muy interesante porque ademaacutes aporta claridad sobre la importancia e influencia que ha podido tener el Cayetano en el desarro-llo de la filosofiacutea poliacutetica moderna Particularmente podriacuteamos descubrir esto en la huella que ndashtal vezndash haya dejado en dos grandes personajes de la filosofiacutea juriacutedica que tuvieron lugar en el contexto del descubrimiento la colonizacioacuten y la conquista de Ameacuterica Fray Bartolomeacute de las Casas y Francisco de Vitoria y que el mismo autor trata

171

Esto muestra que si bien el estudio de Santo Tomaacutes se ha ido imponien-do paulatinamente en los uacuteltimos antildeos hay todaviacutea una urgencia de volver a la lectura de sus textos Explica mucho mejor todo lo que decimos Joseacute Luis Widow Lira Ponemos aquiacute una cita en la que manifiesta su opinioacuten que ade-maacutes de pertinente resulta conveniente por la siacutentesis y el elenco que trae de autores

laquoPues bien junto a estos intentos de entender lo poliacutetico se han venido sucediendo algunos otros que rescatan la oacuteptica del San-

169 P SAacuteNCHEZ GARRIDO laquoConsideraciones sobre la Justicia distributivaraquo p 15170 J VALLET DE GOYTISOLO laquoLa justicia seguacuten Santo Tomaacutes raquo pp 1143-1162171 J M AYALA MARTIacuteNEZ laquoImportancia de los teoacutelogos juristas de Salamanca en el desarrollo de los derechos humanosraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 253-262

107

to Doctor volviendo a poner la poliacutetica en el carril que le correspon-de Maacutes allaacute de innumerables artiacuteculos sobre el caraacutecter del saber poliacutetico existen algunos autores que se han afanado para abarcar globalmente el pensamiento poliacutetico de Santo Tomaacutes Por ejemplo Giovanni Invitto en La cittagrave dellrsquouomo Il pensiero politico di San Tommaso o John Finnis en Aquinas Moral Political and Legal Theory o Jorge Martiacutenez Barrera en Reconsideraciones sobre el pensamiento poliacutetico de Santo Tomaacutes de Aquino Digno de mencioacuten es Alfredo Cruz Prados Ethos y polis Bases para una reconstruc-cioacuten de la filosofiacutea poliacutetica que aunque no pretende ser una explica-cioacuten de la poliacutetica seguacuten Santo Tomaacutes me parece que recoge muy de cerca el espiacuteritu del pensamiento poliacutetico del Aquinateraquo172

Queda claro entonces visto el actual Estado del Arte referido a las publica-ciones concernientes a Santo Tomaacutes de Aquino y su doctrina la gran necesidad de secundar todos estos movimientos acadeacutemicos que buscan y proponen conti-nuar profundizando no soacutelo las obras del Angeacutelico sino tambieacuten aquellas posi-bles interpretaciones de otros pensadores como por ejemplo el Cayetano y por queacute no la influencia que ha tenido en su tiempo y en los antildeos y siglos venideros Influencia que se prolonga hasta nuestros diacuteas

Con fines ilustrativos y para continuar demostrando la carencia de estudios orientados hacia el argumento que hemos elegido es que nos introduciremos en la escasa bibliografiacutea acerca de los estudios actuales y aquellos de maacutes rele-vancia sobre el Cardenal Tomaacutes de Vio Esto es algunas de sus obras y lo que maacutes interesa a nosotros sus comentarios a la obra de Santo Tomaacutes de Aquino Especialmente a los textos de la S Th II-II y a los referidos a las cuestiones en que se trata la virtud de la justicia (cuestiones 57-62)

Expondremos tambieacuten cuaacuteles son a nuestro parecer los porqueacutes de este no muy numeroso repertorio bibliograacutefico

Y luego discurriremos sobre las publicaciones que han tratado el tema de la justicia y su interpretacioacuten en el Cayetano

Algo hemos adelantamos cuando hablamos sobre la confusioacuten generalizada sobre este tipo de estudios algunas veces sin precisioacuten en las citas y referencias

172 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 14

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y lo que es peor basaacutendose en obras que con el correr del tiempo el autor de estas ha modificado

Siendo no menor esto que acabamos de exponer pasemos entonces a los dos momentos de los que hablaacutebamos para presentar las publicaciones actuales relacionadas a nuestro tema

II22 Investigaciones sobre el Cayetano sus obras y comentarios

Adentraacutendonos ahora en los estudios que profundizan sobre las obras de autoriacutea personal del Cayetano o sobre los comentarios que el Cardenal realizoacute a algunas de las obras de Santo Tomaacutes estamos en condiciones de proponer las siguientes apreciaciones

En primer lugar podemos ver que el mayor nuacutemero de los estudios sobre el Cayetano se centran en sus comentarios y escritos sobre los conceptos de ente analogiacutea esencia y abstraccioacuten

173

Pero tambieacuten hay otros estudios que versan sobre temas auacuten maacutes variados174

ndashincluyendo algunas biografiacuteas o semblanzas

175ndash asiacute como tambieacuten estaacuten aque-

173 A GOERGEN laquoDie Lehre von der Analogie nach Kardinal Cajetan und ihr Verhaumlltnis zu Thomas von Aquinraquo en Divus Thomas XLIII (1940) p 523 L FERRARI laquoA Thomistic Appraisal of Thomas de Vio Cajetanrsquos ldquoabstractio totalisrdquoraquo en Angelicum XLXI (1965) pp 441-462 MUNtildeOZ CEFERINO PABLO laquoEn torno a dos lecturas posibles sobre el conocimiento de las esencias en Tomaacutes de Aquinoraquo en Toacutepicos 43 (2012) pp 123-151 Este uacuteltimo con una destacada bibliografiacutea de referencia sobre estos temas174 G DE HOLTUM laquoSpecimem commentarium Caietani usui scholarum accomodatorumraquo en Divus Thomas (1901) pp 563-573 R P LEHU laquoLa penseacutee de Sylvestre de Ferrare et de Cajegravetan sur la Justice originelleraquo en Revue Thomiste 33e anneacutee XI (1928) pp 430-511 V POLLET laquoLa doctrine du Cajetan sur lrsquoEacutegliseraquo en Angelicum XII (1935) pp 223-244 R GARRIGOU-LAGRANGE laquoLe sens du mystegravere chez Cajetanraquo en Angelicum XII (1935) pp 3-18 S BERSANI laquoDe mente Cardinalis Caietani circa vim conclusionum quinque viarumraquo en Divus Thomas 4-5 (1938) pp 429-434 V DEGLrsquoINNOCENTI laquoLrsquoopinione giovanile del Gaetano sulla costituzione ontologica della personaraquo en Divus Thomas (1941) pp 154-166 laquoAnimadv In Caietani doctrinam de corporum individuationeraquo en Divus Thomas (1948) pp 19-45 laquoDel Gaetano e del principio drsquoindividuazioneraquo en Divus Thomas XLIII (1949) pp 207-208 E QUARELLO laquoIl problema scolastico della persona nel Gaetano e nel Capreoloraquo en Divus Thomas (1952) pp 34-63 A GIORDA-NO laquoIl sacrificio della Messa nel pensiero del Gaetanoraquo en Divus Thomas (1956) p 97 D DOHERTY laquoThe sexual doctrine of Cardinal Cajetanraquo en Divus Thomas (1969) p 231 M F MANZANEDO laquoLa inmortalidad del alma humana seguacuten Cayetanoraquo en Angelicum 76 (1999) pp 309-340175 Por ejemplo la de A COSSIO e intitulada laquoIl Cardenale Gaetano e la riformaraquo del antildeo 1902 en 1936 J M VOSTEacute escribe literalmente una paacutegina laquoThomas de Vio O P cardinalis Caietanus Sacrae paginae

109

llas obras realizadas en homenaje al Cardenal (como por ejemplo la de la revista Angelicum en la conmemoracioacuten de los cuatrocientos antildeos de la muerte del Ca-yetano)

176

Con respecto a esto encontramos dos estudios que resultan muy interesan-tes aunque no tan actuales Pese a esto son una referencia y lectura obligada en cuanto al de Gaeta se refiere

En las dos publicaciones maacutes recientes () dedicadas a la persona del Carde-nal Cayetano (la que ya citamos perteneciente a la revista Angelicum laquoIubilaris Commemoratio Cardinalis Caietaniraquo de 1934 y aquella de la Revue Thomiste de los antildeos 1934-1935) no encontramos maacutes de cinco escritos relacionados a nuestro tema

Tales estudios tal vez los maacutes abarcadores de la persona y las obras que existan del Cayetano vieron la luz en un obvio clima de rememoracioacuten y con-memoracioacuten del Cardenal pero que no ha suscitado mayor intereacutes en los antildeos sucesivos

177

Por otra parte indirectamente relacionados a nuestro tema son pocos los escritos que hay

178

En lo tocante a las publicaciones referidas a las obras de Cayetano la Divus Thomas publica entre 1936 y 1965 seis textos del Cayetano de las cuales dos son traducciones al ingleacutes Cabe decir que se publican soacutelo los textos Siacute claro estaacute con alguna nota preliminar o proacutelogo de quien condujo o cuidoacute la edicioacuten pero no mucho maacutes

Ahora cambiando un poco la oacuteptica pero siguiendo en nuestra liacutenea inves-tigativa diremos algo de los trabajos que versan sobre los textos de Santo Tomaacutes y sus comentadores

Magisterraquo y en 1952 laquoUn gigante dello spiritu Il card Gaetanoraquo de E FEI176 Como por ejemplo la laquoIubilaris Commemoratio Cardinalis Caietaniraquo Angelicum 1934 (fasciacuteculo cuarto antildeo XI correspondiente a la publicacioacuten trimestral octubre-diciembre de 1934)177 En 1936 P CASTAGNOLI bajo el tiacutetulo laquoDe Thoma de Vio O P Card Caietanoraquo hace una recensioacuten a la publicacioacuten de la Rivista di filosofia neo-scolastica di Milano nuacutemero entero dedicado al Gaetano en el cuarto centenario de su muerte178 A FERNAacuteNDEZ laquoIustitia originalis et gratia santificans iuxta D Thomam et Cajetanumraquo y su conti-nuacioacuten Las dos en el antildeo 1931 En 1973 C VANSTEENKISTE O P escribe laquoLrsquoedizione Leonina delle opere di San Tommasoraquo

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En este campo la actividad de mayor actualidad e importancia es la Semana Tomista Argentina realizada en 2011 bajo el lema ldquoInteacuterpretes de Santo Tomaacutesrdquo

De las publicaciones de las Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina realizadas por la Uni-versidad Catoacutelica Argentina es sin duda aquella de Pablo Ceferino Muntildeoz la que maacutes se acerca a nuestro tema laquoLos comentarios del Cayetano iquestcontinuidad o divergencia con la doctrina de Santo Tomaacutesraquo

En la misma obra P C Muntildeoz confecciona una lista de los autores que sentildealan coincidencia y diferencias entre el pensamiento de Santo Tomaacutes y los comentarios del Cayetano Por ser eacuteste el estudio de maacutes actualidad y presentar una muy buena siacutentesis de esos argumentos reenviamos a su lectura

179

En otros de sus escritos C P Muntildeoz brinda citas y referencias sobre los autores que sentildealan la fundamental diferencia entre la doctrina del de Aquino y el del Gaeta a la vez que muestra coacutemo otros autores entre ellos J Maritain se apoyan en el Cayetano para cimentar y desarrollar su pensamiento y exposicio-nes filosoacuteficas

180

Pero sobre el tema de la justicia no se dice todaviacutea mucho De aquiacute que investigar dicho argumento representa el principal objetivo de este trabajo Y esto porque ademaacutes jutificar la realizacioacuten de un estudio pormenorizado entre los textos de uno y los comentarios del otro Abriendo asiacute un nuevo campo de discusioacuten e investigacioacuten filosoacutefica cual es el de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral en el pensamiento de Cayetano

Habiendo dicho lo precedente proponemos las liacuteneas que aquiacute continuacutean para ilustrar el pensamiento reinante en este tema Luego traeremos un anaacutelisis exhaus-tivo y pormenorizado de la bibliografiacutea existente sobre el mismo

179 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetanoraquo Aprovechamos aquiacute para mencionar que hemos tenido un grato intercambio con el autor a traveacutes de algunos mensajes que nos enviaacutesemos por correo electroacutenico De hecho fue el mismo autor el que en un primer momento nos brindoacute en formato digital esta y la otra obra que a continuacioacuten citamos y a la que ya hemos hecho referencia Ademaacutes eacutel mismo nos proveyoacute con las instrucciones necesarias para acceder a las consultas de la Biblioteca Digital de la UCA en soporte electroacute-nico Y como si no fuera poco y asiacute dando gestos de su caballerosidad nos envioacute ndashsiempre mediante correo electroacutenicondash los archivos oficiales de las tales publicaciones tambieacuten en el mismo formato digital180 Cfr IDEM laquoEn torno a dos lecturas posiblesraquo pp 1-5 y p 9

111

Pasemos al uacuteltimo de los puntos que hemos querido para la exposicioacuten de nuestro Status Quaestionis

II23 La nocioacuten de justicia tomasiana y su referencia al Cayetano

Como hemos adelantado el estudio de la justicia en Santo Tomaacutes de Aquino y los comentarios realizados por el Cayetano a los textos de la Suma Teoloacutegica es por muchos desconocidos

Tanto es asiacute que en las disputas actuales no se conoce cuaacutel es la causa por la que el Cayetano da origen a la ldquotriparticioacutenrdquo entre las partes subjetivas de la justicia

Sobre el tema de la justicia uno de los que goza de de mayor actualidad es el estudio de Rodriacuteguez Luntildeo Alliacute su autor nos habla del objeto de la misma virtud de su tipologiacutea y de las virtudes adjuntas a ella

181

Exponiendo sus argumentos y luego de decir que Santo Tomaacutes recibe y mantiene sustancialmente igual la definicioacuten de la virtud de la justicia de los juristas romanos ndashy tras establecer con el Aquinate cuaacutel sea su objetondash llegamos al lugar de nuestro intereacutes al leer sobre las diversas opiniones en torno al nuacutemero de sus partes subjetivas en Tipologia della Giustizia

A este punto nos llama la atencioacuten que Aacute Rodriacuteguez Luntildeo cite a Anselm Guumlnthoumlr ya que no solamente eacutel lo haraacute sino tambieacuten otros Lo que aquiacute sentildea-lamos es para que lo tengamos presente en el desarrollo de este apartado sin ser meramente algo que decimos al pasar o fruto de una vaga ocurrencia

Por otra parte y siempre tratando el tema de la justicia R Cambareri al introducir el tema de la Divisione della virtugrave della giustizia en el tercer capiacutetulo de Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo

182

lo hace parafraseando las palabras de Santo Tomaacutes correspondientes a S Th II-II q 58

181 Cfr Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO Scelti in Cristo per essere santi Morale Speciale t III Edusc Roma 20132182 R CAMBARERI Il cristiano in politica pp 34-39

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Queremos volver a notar algo Y es lo siguiente que la citacioacuten que hace de Guumlnthoumlr es a la misma obra volumen e inciso que tambieacuten realizoacute Rodriacuteguez Luntildeo

183

Y advirtamos tambieacuten coacutemo trata el tema de la divisioacuten de la justicia expo-niendo claramente las palabras de Santo Tomaacutes citando puntualmente los tex-tos

184

Ademaacutes tras presentar el tema de la ldquojusticia socialrdquo y en habiendo sentildea-lado tres ldquohechosrdquo por los cuales sostiene que la mencionada virtud de la justi-cia social y la virtud de la justicia (ldquocardinal-tradicionalrdquo) son una agrega laquoLa nozione di giustizia sociale comprende globalmente le tre forme classiche della giustiziza fondando perograve diritti e doveri sulla base delle esigenze naturaleraquo

185

Para contribuir a la claridad deseada de nuestro escrito traemos ahora la afirmacioacuten sobre la triparticioacuten de la justicia (realizada casi cuarenta paacuteginas despueacutes) atribuida al Cayetano laquoIl significato della bipartizione in giustizia generale e particolare e non tripartizione (cf Caietanus) va in questa direzio-neraquo

186

Esta referencia al Cayetano tiene su origen en la lectura de Guumlnthoumlr a la que arriba hicimos referencia pero no a ninguno de los textos de Cayetano ni mucho menos a sus comentarios realizados a la Suma de Teologiacutea

Por un lado entonces concordamos con Aacute Rodriacuteguez Luntildeo con que es A Guumlnthoumlr quien mejor expone y sintetiza las posiciones respecto de este tema

Pero estamos en desacuerdo con aquello de que ya fuese superada puesto que ninguno de los autores de los que hasta aquiacute hemos sentildealado cita exactamente

Por otro y a raiacutez de lo que acabamos de afirmar no encontramos precisiones ciertas en los textos de A Guumlnthoumlr ndashiexclal que todos hacen referenciandash para atri-buir al Cayetano la posible ldquotriparticioacuten de la virtud de la justiciardquo

183 Cfr Ibidem pp 34-39184 Cfr Ibidem pp 35-39185 Ibidem p 41186 Ibidem p 78

113

Ademaacutes de lo dicho al leer el sect76 de Chiamata e Risposta187

notamos coacutemo su metodologiacutea para presentar el estudio de la justicia ha influido en aquellos autores que hemos citado precedentemente y que se colocan bajo su tutela

Notemos tambieacuten que en la posterior edicioacuten alemana de A Guumlnthoumlr Anruf und Antwort Handbuch der katholischen Moraltheologie no encontramos esta misma precisioacuten que el autor siacute realizoacute en la anterior edicioacuten italiana (Chiamata e Risposta Una nuova teologia morale) Y que ademaacutes todos los autores que mencionamos anteriormente citan la edicioacuten italiana de A Guumlnthoumlr sin con-sultar la uacuteltima publicacioacuten alemana diez antildeos posterior Asiacute las cosas hemos decido dejar la citacioacuten en italiano para demostrar por un lado la evolucioacuten de nuestra investigacioacuten asiacute como tambieacuten la seriedad de eacutesta al recurrir a la uacuteltima bibliografiacutea actualizada sobre el tema Por otro para evidenciar cuaacuten confuso es el tema del que nos ocupamos y coacutemo estos autores de indiscutible autoridad ndashy tambieacuten otrosndash continuacutean fundamentando sus opiniones

Esta misma es la de suponer que al tratar la justicia y sus divisiones debemos necesariamente hablar de los derechos fundamentales (del hombre) puntual-mente de ldquolos derechos humanos fundamentales que tanto el individuo como la comunidad en su concurrencia ndasho encuentrondash deben reconocer con su compor-tamiento justordquo

188

Siguiendo con su exposicioacuten en sectd Le principali specie di giustizia (partes subiectivae) Guumlnthoumlr tras preguntarse 1) Quante sono le parti della giustizia contesta con Una treplice divisione usuale (sect93) Veamos en queacute consiste el ar-gumento de tal respuesta

Primeramente nos dice que los teoacutelogos moralistas no estaacuten de acuerdo en determinar las partes subjetivas de la justicia notando que este problema o des-acuerdo no es soacutelo de iacutendole teoreacutetica pero praacutectica

Agrega tambieacuten que estos mismos teoacutelogos moralistas interpretan diversa-mente a Santo Tomaacutes

En un segundo momento dentro de la misma liacutenea argumentativa mencio-na que es a partir del Cayetano donde encontramos frecuentemente esta triple

187 A GUumlNTHOumlR Anruf und Antwort Handbuch der katholischen Moraltheologie B III Vallendar Schoumlnstatt Patris-Verl 1994 Chiamata e Risposta Una nuova teologia morale t III Ed Paoline 19843188 Cfr IDEM Chiamata e risposta Una nuova teologia morale t III Ed Paoline 19843 p 83

CAPIacuteTULO II - STATUS QUAESTIONIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

divisioacuten Pero tampoco en A Guumlnthoumlr encontramos referencias a los textos del Cayetano

iquestDe doacutende viene pues esta ldquoposible referenciardquo al Cayetano Debido a la expresa referencia de Guumlnthoumlr pensamos que de la lectura de A van Kol

laquoUno dei teologi moralisti contemporanei che propone ques-ta triplice divisione egrave p es A van Kol Theologia moralis Hereder Barcellona 1986 t I n 540raquo189

A mayor abundamiento anotamos tambieacuten coacutemo concluye en el apartado sect94 Il punto di vista di Tomaso drsquoAquino

laquoEgrave interesante notare come A van Kol (o c) respinga espres-samente questa suddivisione di Tomaso e dimostri quindi di essere pienamente cosciente della differenza che passa tra la sua triplice divisione e quella proposta dallrsquoAquinateraquo

190

Buscamos tambieacuten los textos de V Kohl citados por A Guumlnthoumlr y esto en-contramos

laquo540 Divisio Virtus cardinalis iustitiae quae per ius tan-quam obiectum suum proprium distinguitur a ceteris virtutibus car-dinalibus ipsa dividitur in tres partes subiectivas quae respondent divisioni tripartitae ipsius iuris quam supra n 522 statuimusraquo

191

Sobre este mismo tema Samuel Gregg tambieacuten tratando el tema de la justi-cia social siacute indica el lugar exacto en donde el Cayetano obra la triparticioacuten de la justicia

192 Y lo hace citando textualmente a John Finnis

193

189 Ibidem pp 106-107190 Ibidem pp 107-109191 A VAN KOL Theologia moralis t I Herder Barcinone 19683 sect540 pp 504-506192 S GREGG What is Social Justice httpwww libertylawsite orgliberty-forumwhat-is-social-justi-ce 24112017193 J FINNIS Natural Law p 185

115

Pero ninguno de los dos estaacute preocupado o se detienen en el motivo por el cual el Cayetano realiza tan novedosa interpretacioacuten

Vemos aquiacute coacutemo hemos logrado realizar una interseccioacuten entre dos planos ndasho senderosndash investigativos diversos confluyentes en el Cayetano y su interpre-tacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia

Es claro entonces que la divisioacuten de la justicia en tres partes subjetivas no es atribuible a Santo Tomaacutes de Aquino Y siendo auacuten esto asiacute son muchos los que la adoptan

Ahora bien toda la reflexioacuten sobre la triparticioacuten de justicia y las consecuen-cias que de ello se derivan son atribuibles al Cayetano

Ya en el Cardenal Cayetano vemos esta ldquotriparticioacutenrdquo de las partes subjeti-vas de la justicia y hemos encontrado su sentildealizacioacuten en J Finnis

iquestPero por queacute hace esto el Cayetano iquestEs correcto hablar de una ldquotriparti-cioacutenrdquo o deberemos hacer algunas otras precisiones iquestEs esta la uacutenica diferencia entre la nocioacuten de justicia de perteneciente a Santo Tomaacutes y a aquella del Carde-nal iquestSon los comentarios de Tomaacutes de Vio lisa y llanamente una exposicioacuten de la doctrina tomista

Para resolver estos interrogantes adentreacutemonos en la segunda parte de nues-tro trabajo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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SEGUNDA PARTEDOS VISIONES EN TORNO A

LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO IIIANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO

Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

En nuestro apartado anterior nos ocupamos de las figuras y el estado actual de las investigaciones en torno a Santo Tomaacutes de Aquino y Tomaacutes de Vio Aho-ra nos adentraremos en la cuestioacuten de la justicia y para ello estableceremos el siguiente recorrido

El primer lugar nos centraremos en la monumental obra del Aquinate la Summa Theologiae cuya edicioacuten representa un objeto de estudio en siacute mismo para los investigadores Dentro de las publicaciones tomistas no son pocas las dedicadas a la criacutetica y a la revisioacuten de las asiacute llamadas ediciones criacuteticas Otro eje de discusioacuten es el plan que ha elegido y seguido el Angeacutelico para su compo-sicioacuten

Por ello el objetivo seraacute tambieacuten el de revisar queacute lugar ocupa el tratado sobre la justicia dentro del gran esquema de la Suma Y establecer algunas con-sideraciones en torno a este particular tratado su composicioacuten divisioacuten temas finalidad etc Puesto que una alteracioacuten en cualquiera de sus partes implicaraacute necesariamente un desequilibrio en la exposicioacuten que el Angeacutelico hace de su pensamiento

Luego el segundo apartado consagrado a la investigacioacuten del texto tomista y su confrontacioacuten con los comentarios del Cayetano La importancia de este uacuteltimo punto estaacute consonancia iacutentima con su extensioacuten puesto que ademaacutes de ser una de las partes neuraacutelgicas de nuestra investigacioacuten es la que nos permitiraacute ndashen los sucesivos capiacutetulosndash articular las diversas nociones de justicia corres-pondientes a uno y otro autor

Adoptaremos una metodologiacutea que nos permita registrar en forma descripti-va y analiacutetica el texto fuente y su glosa Luego realizaremos una lectura criacutetica de las interpretaciones del Cayetano que nos pondraacute en lugar para concluir que en la base de diversas concepciones de la virtud de la justicia hay presupuestos tambieacuten diferentes Asiacute quedaraacute todaviacutea maacutes claro el entredicho vigente entre el pensamiento del de Aquino y la interpretacioacuten del de Gaeta

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

III1 EL TRATADO DE LA VIRTUD DE LA JUSTICIA EN LA SUMA DE TEOLOGIacuteA

III11 Planteo del problema

Comprender el lugar que el tratado de la justicia ocupa en la obra de la Suma ayudaraacute a entender maacutes cabalmente la dinaacutemica de la misma virtud Eventual-mente serviraacute tambieacuten a reflexionar sobre las ulteriores consecuencias cuando se obre alguna interpretacioacuten diferente de la que supone la del Angeacutelico

Es decir que si concebimos a la Suma Teoloacutegica como la siacutentesis armonio-sa del pensamiento de Santo Tomaacutes deberemos concluir que una alteracioacuten en cualquiera de sus partes llevaraacute a un distanciamiento de su doctrina

Pero claro todaviacutea hoy el intento por esbozar cuaacutel fue el plan seguido por Santo Tomaacutes a la hora de componer la Summa representa un debate en el que no hay un consenso unaacutenime Esto querraacute decir que a diferentes esquemas de la Suma Teoloacutegica diverso seraacute el entendimiento de cada uno de los tratados el de las virtudes en lo que a nosotros respecta La relacioacuten de las virtudes con el fin de la obra estaraacute en consonancia con su misma estructura y esta misma definiraacute consecuentemente la relacioacuten de las virtudes entre siacute esto es unas con otras

Aldo Vendemiati194

refiere que son muchos los modelos propuestos que pueden ser reagrupados en dos

laquoNellrsquoampio panorama degli studi sul piano della Summa si sono determinati di fatto due schieramenti da una parte coloro che condividono ndashpur con mille distinzionindash lo schema exitus-reditus proposto da Chenu (1939 1950) e dallrsquoaltra coloro che propon-gono schemi alternativi Tra i primi oltre allo stesso Chenu vanno annoverati Audet (1962) Seckler (1964) e Pesch (1965 1988) El-ders (1991) Torrell (1993) Billy (1996) Speer (2005) Tra gli altri appaiono particolarmente significative le proposte di Hayen (1952)

194 Vendemiati A La struttura della Summa Theologiae di San Tommaso drsquoAquino en Salesianum 73 (2011) pp 237-280

121

Guindon (1956 1959) Persson (1957 1958) Lafont (1961) Pat-foort (1963) Corbin (1974) Abbagrave (1983) e Metz (1998)raquo

195

Veamos siguiendo al autor la explicacioacuten que brinda respecto de los diver-sos modelos propuestos Esto serviraacute a tomar partida y a que quede clara nues-tra posicioacuten al momento de efectuar el anaacutelisis de la virtud de la justicia

Asiacute entonces traemos en forma sinteacutetica las interpretaciones que nos pre-senta A Vendemiati en el estudio que hemos sentildealado

III12 Esquemas propuestos de la Suma Teoloacutegica

El primero de los esquemas ndashelaborado por M-D Chenundash estaacute basado en las categoriacuteas platoacutenicas exitus-reditus (salida-retorno) de todas las cosas a Dios como principio El problema dice Vendemiati consiste en la aplicacioacuten de un esquema bipartito a una obra tripartita

196 que llevaraacute al autor a afirmar que la

Tertia Pars es una especie de colofoacuten artefacto Es decir superpuesto a una obra ya concluida De este modo los inteacuterpretes que asumen esta posicioacuten como va-ledera estariacutean obrando una suerte de reduccioacuten en la intencioacuten del Doctor An-geacutelico

El segundo es el meacutetodo presentado por A Hayen consistente en establecer una relacioacuten entre el plan de la Suma con el Proacutelogo al Comentario al Evangelio de San Juan Vendemiati sentildeala las obras contemporaacuteneas compuestas en el segundo periodo parisino (1269-1272) de Santo Tomaacutes La relacioacuten explica se toma de la triple consideracioacuten que el Angeacutelico realiza sobre la contemplacioacuten de Jesucristo seguacuten la altura (o la profundidad) la amplitud (o la extensioacuten o el alcance) y la perfeccioacuten

197

Una vez esto reflexiona sobre la exigencia que A Hayen pone sobre los estudiosos tomistas ldquoson ellos los que deberaacuten ajustar nuevamente la Suma reuniendo en la tercera parte todas aquellas cuestiones referidas a la cristologiacutea y

195 Ibidem p 238196 Cfr Ibidem p 240197 Ibidem pp 246-247

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

a las cuestiones histoacutericas presentes en las dos partes anterioresrdquo198

Y concluye que este meacutetodo (y esta particular tarea) no le convence porque laquoegrave come dire per essere fedeli al piano di san Tommaso dobbiamo cambiare il piano di san Tommasoraquo

199

El tercero corresponde a E Persson que se opone a la postura sostenida por Bernard y Labourdette seguacuten la cual la Tertia Pars se reduce a una moral por un lado Por otro se opone tambieacuten al plan traiacutedo por Chenu aqueacutel del exitus-redi-tus Auacuten asiacute sentildeala A Vendemiati que Persson laquosostiene che lrsquointenzione di san Tommaso egrave di dare alla teologia la struttura di una scienza nel senso aristotelico del termine vale a dire la struttura di un sapere intorno a cose immutabili ma in questo egrave ostacolato dalla natura storica della rivelazioneraquo

200 Seguacuten este es-

quema la Prima Pars mostrariacutea la relacioacuten entre la realidad y Dios (como causa eficiente) y la Secunda Pars como causa final La Tertia Pars corresponderaacute entonces al modo en que aquel movimiento fue realizado en un caso concreto en la naturaleza humana de Cristo Aquiacute Vendemiati acusa a Persson de que si bien aquella relacioacuten (Dios como causa final y eficiente) es una verdad cognos-cible a traveacutes de la filosofiacutea estaacute tambieacuten presente en la divina revelacioacuten

201

Aun asiacute le reconoce el hecho de haber sentildealado que las tres partes de la Suma corresponden a tres formas de la presencia de Dios

202

La cuarta postura (R Guindon 1959) es contemporaacutenea a la de Persson (1956) Vendemiati se identifica con el problema o un aspecto de este planteado por Guindon sobre el que pocos han posado su atencioacuten

laquoSecondo san Tommaso la teologia ldquonon tende ad altro che a riprodurre in unrsquointelligenza creata la visione che Dio ha di Seacute stes-so e delle sue opere in Seacuterdquo Lrsquounitagrave della teologia deve precisamente ldquoriprodurre a suo modo lrsquounitagrave della scienza con cui Dio si conosce e conosce in seacute le opere della sua potenza e della sua bontagraverdquoraquo

203

198 Cfr Ibidem p 248199 Ibidem p 248200 Ibidem p 249201 Cfr Ibidem pp 249-250202 Ibidem p 250203 Cfr Ibidem p 251

123

Ahora la nocioacuten aristoteacutelica de ciencia seraacute el analogado secundario que intentaraacute expresar una realidad que la sobrepasa El orden de la teologiacutea seraacute la reproduccioacuten de la Sabiduriacutea Divina En justificar lo dicho radica la tarea de fundamentar convincentemente la cientificidad de la sacra doctrina

204

La quinta propuesta respecto de la estructura de la Suma de Teologiacutea perte-nece a G Lafont y Vendemiati la llama ldquola postura de Dios en siacute mismo la crea-cioacuten en Dios y la adhesioacuten de los hombres a Dios en Cristordquo En la Prima Pars se encuetra expresado un primer grado de la concepcioacuten tomista de la historia de la participacioacuten a todos los seres de la bondad divina La Pars Secunda explica A Vendemiati citando a Lafont laquoldquoegrave uno studio dellrsquoattivitagrave spirituale dellrsquouo-mo nella sua struttura dinamica di immagine di Dio nel suo condizionamento naturale e storico nella sua finalitagrave verso Diordquoraquo

205 En la Tertia Pars nos encon-

tramos ldquofrente al uacuteltimo grado y definitivo de la economiacutea histoacutericardquo Jesucristo como medio a traveacutes del cual cualquier hombre puede alcanzar la perfeccioacuten

206

A Vendemiati le parece que la propuesta de Patfoort (ldquola condicioacuten del hom-bre y su vocacioacuten en Cristordquo) es una especie de reedicioacuten corregida de Hayden

laquola contemplazione della veritagrave in astratto non abbraccere-bbe Prima e Secunda ma solo la Prima Pars ad essa seguirebbe un trattato sulla libertagrave cristiana e lrsquoaccesso degli uomini a Dio in Cristo non ristretto alla Tertia ma comprendente Secunda e Tertia Pars insieme A livello dei contenuti materiali della Summa questa proposta potrebbe anche calzare ma non rende fino in fondo ragio-ne della tripartizione rimanendo sostanzialmente in uno schema bipartitoraquo

207

Es M Corbin (1974) quien enriquece el debate acerca del plan de la Suma a mediados de los rsquo70 con su propuesta (Ejemplar-Imagen-Revelador) concluye que las tres partes de la Suma de Teologiacutea tienen la siguiente divisioacuten (1-Ejem-plar) Dios y su obra (Pars I) (2-Imagen) el hombre y su obra (Pars II) y (3-Re-velador) Cristo y su obra (Pars III) Vendemiati anota que esto pareceriacutea contra-

204 Ibidem p 251205 Ibidem p 253206 Cfr Ibidem p 253207 Cfr Ibidem p 254

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

decir lo dicho en S Th I q 1 a 7 y reafirmado en la q 2 (que la sagrada doctrina tiene como sujeto soacutelo a Dios y trata de todo en cuanto que son Dios o que a Eacutel se ordenan en cuanto a su principio o a su fin)

208 En este punto el autor endilga

a Corbin sostener que

laquoIn realtagrave non crsquoegrave alcuna contraddizione ndashsostiene Corbinndash giaccheacute la considerazione di Dio in quanto principio e fine di tutte le cose non determina la divisione della materia bensigrave offre la chiave formale per la trattazione teologica di ogni materia Il che significa che tutta la Summa effettivamente ha Dio come unico soggetto e tratta di tutte le altre cose solo in quanto hanno ordine a Dio come al loro principio o al loro fineraquo

209

La octava postura pertenece a G Abbagrave quien reflexiona sobre la evolucioacuten del pensamiento de Santo Tomaacutes proponiendo una tesis teoloacutegico-sistemaacutetica del plan sobre el cual el Aquinate habriacutea compuesto la Suma Teoloacutegica Dios principio fecundo ad intra es tambieacuten principio fecundo ad extra constituyendo en el hombre y en Cristo nuevos principios fecundos para alcanzar la perfeccioacuten y la plenitud final que le son propios en virtud de cumplir virtuosamente con el mandato y el gobierno divino

210

La novena tesis es la de W Metz quien reduce la estructura de la Summa en dos oacuterdenes orden formal y orden material Antes de anotar que Metz utiliza una terminologiacutea hegeliana fuera de lugar para explicar su posicioacuten en torno al plan seguido por Santo Tomaacutes de Aquino en la elaboracioacuten de la Summa Theologiae y de reconocerle haber puesto la atencioacuten en la perspectiva del objeto formal de la disciplina que nos convoca Vendemiati concluye

laquoDal punto di vista materiale il piano dellrsquointera Summa secondo Metz si puograve poi caratterizzare come lrsquoesplicazione della relazione tra Dio (lrsquoesemplare) e lrsquouomo fatto a sua immagine Tom-maso parlerebbe dapprima dei due soggetti poi della dinamica de-

208 Cfr Ibidem p 255209 Ibidem p 255210 Cfr Ibidem pp 256-257

125

lla relazione in quanto movimento dellrsquouomo verso Dio infine del compimento della relazione in Cristondash Prima Pars determinazione dei relata lrsquoexemplar e la sua imagondash Secunda Pars presentazione della relatio come movimento de-

llrsquoimago verso il suo exemplarndash Tertia Pars ldquoAufhebungrdquo della relatio nellrsquoidentitagrave di exemplar

ed imago nella ldquoconcrezionerdquo di Cristo la quale identitagrave offre compimento al movimento dellrsquoimago verso il suo fine ultimoraquo

211

Hasta aquiacute el elenco de las posiciones sobre el plan que siguioacute el Angeacutelico al componer la Suma de Teologiacutea Todas ellas vienen resumidas y expuestas por A Vendemiati Ahora en cambio haremos una siacutentesis de su misma propuesta la deacutecima para la que reclama mantener ndashentre otras cosasndash el beneficio del movi-miento conceacutentrico Veaacutemosla

En un tentativo de reconstruccioacuten sostiene que

laquoLa costruzione teologico-sistematica della maturitagrave tom-masiana ci appare paragonabile ad una cattedrale gotica in cui la ricchezza di particolari nulla toglie alla chiarezza o potenza drsquoin-sieme giaccheacute tutte le linee tutti i particolari sono gli uni in ra-pporto agli altri e conducono lrsquoosservatore ad un unico punto Nelle cattedrali gotiche il ldquopuntordquo egrave lrsquoaltare maggiore nella Summa egrave il Cristo risorto alla cui gloria noi siamo chiamati a partecipareraquo

212

Y rengloacuten seguido se propone ldquoencontrar una fuga prospectiva de arcadas que vistas a golpe de ojo dan una impresioacuten de tres niveles conceacutentricos dis-puestos en conformidad a las partes de la Sumardquo

213 Asiacute entonces eacuteste es para

Vendemiati el plan que Santo Tomaacutes de Aquino siguioacute para componer la Suma Teoloacutegica

211 Ibidem p 259212 Ibidem pp 267-268213 Cfr Ibidem p 268

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

PRIMER NIVEL

LA CIENCIA DE DIOS COMO PRINCIPIO DEL OPERAR DE DIOS

I De Deo

Primer arco la esencia divina su beatitud y la distincioacuten de las personas

qq 2-26 Ea quae ad essentiam divinam pertinent

q 2 An Deus sit

qq 3-13 Quomodo sit vel potius quomodo non sit

qq 14-25 De his quae ad operationem ipsius pertinent

qq 14-18 de scientia Dei

qq 19-24 de voluntate Dei

q 25 de potentia Dei

q 26 de divina beatitudine

qq 27-43 Ea quae pertinent ad distinctionem personarum

q 27 De processione divinarum personarum

q 28 De relationibus originis

qq 29-43 De personis divinis

qq 29-38 Secundum considerationem absolutam

qq 39-43 Secundum compartativam considerationem

q 39 In compartationem ad essentiam

q 40 In compartationem ad relationes

q 41 In comparationem ad actus notionales

qq 42-43 In compartationem personarum ad invicem

q 42 De aequalitate

q 43 De missione

Segundo arco la creacioacuten y la perfeccioacuten primera de las criaturas

qq 44-119 Ea quae pertinent ad processum creaturarum a Deo

127

qq 44-46 de productione creaturarum

qq 47-102 de distinctione creaturarum

q 47 de distinctione rerum in communi

qq 48-49 de distinctione boni et mali

qq 50-102 de distinctione spiritualis et corporalis creaturae

qq 50-64 de creatura pure spirituali

qq 65-74 de creatura pure corporali

qq 75-102 de creatura composita (de homine)

Tercer arco la perfeccioacuten segunda de las criaturas

qq 103-119 de conservatione et gubernatione creaturarum

q 103 de gubernatione rerum in communi

qq 104-119 de effectibus gubernationis

q 104 de conservatione creaturarum

qq 105-119 de mutatione creaturarum

q 105 de mutatione a Deo

qq 106-119 de mutatione unius creaturae ab alia

qq 106-114 quomodo angeli moveant

qq 115-116 quomodo corpora moveant

qq 117-119 quomodo homines moveant

SEGUNDO NIVEL

EL CONOCIMIENTO DE DIOS PARTICIPADO AL HOMBRE COMO PRINCIPIO DEL OPERAR DEL HOMBRE

II De motu rationalis creaturae in Deum

Cuarto arco la perfeccioacuten segunda de la criatura racional

I-II q 1-5 de ultimo fine humanae vitae

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

q 1 de ultimo fine in communi

qq 2-5 de beatitudine

Quinto arco los actos que conducen a la beatitud

I-II q 6 - II-II q 189 de his per quae homo potest ad hunc finem pervenire vel ab eo deviare

I-II qq 6-114 de actibus humanis in universali

qq 6-48 de ipsis actibus humanis

qq 6-21 de actibus qui sunt proprii hominis

qq 18-21 de distinctione humanorum actuum

qq 18-20 quomodo actio humana sit bona vel mala

q 21 de his quae consequuntur ad bonitatem et malitia actuum humanum

qq 22-48 de passionibus animae

Sexto arco los principios de los actos humanos

qq 49-114 de principiis actuum humanorum

qq 49-89 de principiis intrinsecis

qq 49-54 de habitibus in generali

qq 55-89 de habitibus in speciali

qq 55-70 de habitibus bonis

q 55-67 de virtutibus

q 68 de donis

q 69 de beatitudinibus

q 70 de fructibus Spiritus Sancti

qq 71-89 de habitibus malis

Seacuteptimo arco los principios extriacutensecos de los actos humanos

qq 90-114 de principiis extrinsecis [de Deo qui et nos instruit per legem et iuvat per gratiam]

129

qq 90-108 de lege

qq 109-114 de gratia

Octavo arco los actos humanos en particular

II-II de actibus humanis in particulari

qq 1-170 de his quae pertinent ad omnes status

qq 1-46 de virtutibus theologicis

qq 47-170 de virtutibus cardinalibus

qq 171-189 de his quae pertinent ad determinatos status

qq 171-178 secundum diversas gratias gratis data

qq 179-182 secundum diversas vitas activam et contemplativam

qq 183-189 secundum diversitatem officiorum et statuum

TERCER NIVEL

EL CONOCIMIENTO DE DIOS REVELADO EN CRISTO

III de Christo qui secundum quod homo via est nobis tendendi in Deum

qq 1-59 de ipso Salvatore

q 60 ndash Suppl q 68 de sacramentis eius Suppl

q 69-99 de fine immortalis vitae

Finalmente A Vendemiati concluye

laquoSi tratta perograve di un movimento tripartito e la tripartizione si giustifica in forza del principio del movimento al primo livello la scientia Dei come principio di tutto al secondo livello la stessa scienza in quanto comunicata allrsquouomo come principio dellrsquooperare dellrsquouomo al terzo livello la medesima scienza per come si rive-

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

la perfettamente in Cristo e come principio dellrsquoeconomia nuova La prospettiva formale che abbiamo ascritto alla I Pars quindi si conserva anche nella II e nella III la prospettiva ascritta alla II si conserva anche nella III La prospettiva propria della III rappre-senta il vertice che conserva tutte le acquisizioni precedenti e le sopravanza Per questo abbiamo parlato di fuga di arcate disposte su tre livelli successiviraquo

214

III13 Nuestra postura sobre el lugar particular del tratado de la justicia

Queda clara la complejidad y la importancia de la problemaacutetica que aquiacute trajimos No es una cuestioacuten menor puesto que dentro de esta gran composicioacuten ndashque es la Summa Theologiaendash se encuentran los tratados sobre las diferentes virtudes Sobre la base de lo que acabamos de poner consideremos pues queacute lugar ocupa el Tratado sobre la Justicia en el plan de la obra

El tratado sobre la justicia (S Th II-II qq 57-122) sucede al de la pruden-cia (S Th II-II qq 47-56) ndashposterior al de la caridad (S Th II-II qq 23-46)ndash y precede al de la fortaleza (S Th II-II qq 123-140)

Algunos autores suelen dividir el extenso tratado sobre la justicia en tres grandes partes

Por un lado el que corresponde a la justicia en siacute misma sus partes propias aquellas integrales y los vicios que se le oponen (qq 57-79)

Luego el tratado sobre la religioacuten (qq 80-100)

Finalmente el tratado de las virtudes sociales (qq 101-122)

A nuestro entender tal divisioacuten en (sub)tratados atiende a estudios con fines analiacuteticos Hecha esta salvedad y como se desprende de lo que venimos di-ciendo Santo Tomaacutes aborda el tema de la justicia en la Pars Secunda Secundae Summae Theologiae

Una buena manera de continuar con el apartado que acabamos de desarrollar seriacutea la de realizar una caracterizacioacuten de este inciso seguacuten cada una de las pos-

214 Ibidem p 276

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turas de los autores resentildeados Obviamente que tal precisioacuten aportariacutea diferentes matices a la hora de comprender el conjunto de cuestiones que nos convoca

Por ahora este ejercicio quedaraacute en una mera declaracioacuten de intencioacuten y adoptaremos para nuestra exeacutegesis el plan propuesto por A Vendemiati en su artiacuteculo largamente citado

De este modo el de iure et iustitia quedariacutea dentro del nivel de la segunda arcada correspondiente a la ciencia teoloacutegica en cuanto comunicada al hombre como principio de su propio obrar Es decir por cuanto el hombre es considerado libre dotado de razoacuten y voluntad Y dentro de esta amplia serie de arcos con-ceacutentricos cuyo punto en fuga es el Cristo Resucitado el tratado sobre la justicia pertenece a la octava arcada la referida a los actos humanos en particular

Considerar cada acto humano en particular esto es la realidad singular es-pecial de cada uno de ellos ndashnos diraacute Vendemiati

215 y adherimosndash es el tema

de la Secunda Secundae Esta octava serie es la uacuteltima dentro del resto de la sucesioacuten de arcos pertenecientes al segundo nivel conceacutentrico en fuga Por lo tanto es la que da paso al tercer nivel sobre el conocimiento de Dios revelado en Cristo fin propio de la Summa

Para analizar la estructura en siacute misma del tratado partimos de la siguiente observacioacuten de A Vendemiati

laquoAncor piugrave del disegno dellrsquointera parte egrave significativa la struttura dei singoli trattati che si mantiene pressocheacute identica si tratta dapprima della singola virtugrave in se stessa poi dei doni ad essa corrispondenti quindi dei vizi ad essa opposti e infine dei precetti ad essa pertinentiraquo

216

Tanto el tratado de la justicia cuanto el del resto de las virtudes como acer-tadamente sentildeala A Vendemiati prosigue un plan uacutenico la virtud en siacute misma el don que le corresponde los vicios opuestos y los preceptos que exige Por esto mismo deciacuteamos antes que nos pareciacutea superflua cualquier otra divisioacuten diferente de la virtud

215 Ibidem pp 273 y ss216 Ibidem p 274

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Habiendo realizado este camino ya es hora de proceder a la lectura misma de las cuestiones contenidas en el tratado sobre la justicia y los comentarios del Cardenal

En el proacuteximo apartado entonces repasaremos pacientemente todos los ar-tiacuteculos de las cuestiones cincuenta y siete hasta la sesenta y dos y resaltaremos cada vez que surjan las diferencias anotaciones y apreciaciones contenidas en la glosa del Priacutencipe de los Comentadores Tras haberlas evidenciado las reco-geremos en las proacuteximas partes de nuestro escrito

Asiacute como hemos hecho una consideracioacuten sobre la estructura de la Summa como un todo corresponde con mayor razoacuten hacer una localizacioacuten sistemaacutetica del Tratado de la Justicia dentro de la Secunda Pars (S Th I-II y II-II) junto con una mencioacuten sobre la moral claacutesica y la tradicional (como moral del fin y de las virtudes) Tal el apartado que sigue aquiacute debajo

III14 El lugar del Tratado de la Justicia en la Pars Secunda Summae Theo-logiae

Como bien es sabido la S Th se divide en tres partes (Prima Secunda Tertia Pars) y la segunda se divide a su vez en dos secciones prima secundae (primera de la segunda) et secunda secundae (segunda de la segunda) Pinckaers presenta el plan de la moral de Santo Tomaacutes con esta estructura en S Th I-II se nos ofrece un estudio general mientras que la S Th II-II es un

laquoEstudio de las virtudes en particular agrupadas en torno a las tres virtudes teologales y a las cuatro virtudes cardinales Cada virtud se estudia con el don del Espiacuteritu Santo que le corresponde los pecados que se le oponen y los preceptos del Decaacutelogo que con ella se relacionan (maacutes las eventuales virtudes anexas)raquo217

De este modo entonces la prima secundae incluye

a) Un estudio general e introductorio

217 S-Th PINCKAERS La moral catoacutelica p 41

133

el Tratado sobre la Bienaventuranza (cuestiones 1-5)

el Tratado de los actos humanos (qq 6-21)

el Tratado de las pasiones del alma (qq 22-48)

b) Los principios interiores de los actos humanos

el Tratado de los haacutebitos en general (qq 49-54)

el Tratado de las virtudes en general (qq 55-67)

el Tratado de los dones del Espiacuteritu Santo (qq68-70)

el Tratado de los vicios y pecados (qq 71-89)

c) Los principios exteriores de los actos humanos

el Tratado de la ley en general (90-97)

el Tratado de la Ley Antogua y Nueva (qq 98-108)

y por uacuteltimo el Tratado de la Gracia (qq 109-114)

Mientras que en la secunda secundae encontramos

a) Un estudio especial (de las siete virtudes de las tres teologales y de las cuatro cardinales)

el Tratado de la Fe (qq 1-16)

el Tratado de la Esperanza (qq 17-22)

el Tratado de la Caridad (qq 23-46)

el tratado de la Prudencia (qq 47-56)

el Tratado de la Justicia (qq 57-122)

el Tratado de la Fortaleza (qq 123-140)

el Tratado de la Templanza (qq 141-170)

b) Y un apartado especial (consagrado a los carismas y a los estados especiales dentro de la Iglesia)

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

el Tratado de la Profeciacutea (qq 171-178)

el Tratado de los estados de vida cristiana (qq 179-189)

Como vemos ndashy ya hemos dichondash el tratado sobre la virtud de la justicia se extiende desde la cuestioacuten 57 y hasta la 122 inclusive de la secunda secundae y (siendo uno de los maacutes extensos de toda la obra) se introduce en la parte central de esta laquomoral de la bienaventuranza de las virtudes y de los donesraquo

218 asocian-

do la tradicioacuten cristiana (cuya fuente es el Evangelio) con la sabiduriacutea humana (recogida de Aristoacuteteles)

219

Puesto que habiacuteamos sugerido hacer una mencioacuten sobre la moral claacutesica presente en la Summa decidimos concluir este apartado con la reflexioacuten que el mismo S Pinckaers realiza sobre eacutesta como aquella del fin y de las virtudes

laquoLa doctrina de Santo Tomaacutes reuniacutea asiacute de un modo notable el poder racional y la penetracioacuten de la experiencia contemplativa seguacuten el conocimiento de la fe Esta obra se ha convertido ndashhasta nuestros diacuteas y con toda justiciandash en un claacute-sico en una base de referencia y en un modelo de teologiacutea e incluso filosofiacutea Sin embargo a partir del siglo XIV este edi-ficio moral tan cuidadosamente construido se veraacute trastocado y suplantado por una concepcioacuten profundamente distinta de la que auacuten dependemos estrechamenteraquo220

Asiacute las cosas esperamos que todo este recorrido resulte de provecho para un mejor entendimiento del tema que proponemos Sin maacutes introduzcaacutemonos en una de las partes medulares y maacutes extensas de nuestra investigacioacuten la confron-tacioacuten de los textos del Aquinate con los comentarios del Cayetano

218 Ibidem p 39219 Cfr Ibidem p 39220 Ibidem pp 39-41

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III2 LA VIRTUD DE LA JUSTICIA Y LOS COMENTARIOS DEL CARDE-NAL EN S TH II-II QQ 57-62

Hemos llegado entonces al uacuteltimo apartado del presente capiacutetulo Recor-demos que aquiacute nos habiacuteamos propuesto mostrar las diferencias que emergieron de la confrontacioacuten que efectuamos entre los textos del Aquinate y la glosa del Cayetano

Recorreremos todas las cuestiones con sus correspondientes artiacuteculos y ex-pondremos el tema y el modo en que Santo Tomaacutes los plantea y resuelve Ha-remos lo mismo con cada uno de los comentarios que el Cardenal ponga al pie de cada artiacuteculo Consignaremos las similitudes diferencias curiosidades etc entre ambos textos Esta instancia la hemos reservado pues para anotar ordena-damente todas estas cosas recoger nuestras anotaciones interrogantes plantea-dos y reconstruir la nocioacuten de justicia interpretada por el Cayetano seraacute ocasioacuten del proacuteximo capiacutetulo

III21 Quaestio 57 ndash De Iure

Santo Tomaacutes coloca el tratado de la justicia inmediatamente despueacutes del de la prudencia Y comienza el estudio con la cuestioacuten 57 (De iure) que se extiende hasta la cuestioacuten 122 (sobre los preceptos de la justicia) Analizaraacute el tema del derecho planteando cuatro artiacuteculos

En el primero dilucidaraacute si el derecho es el objeto de la justicia en el segun-do si es conveniente distinguir el derecho natural del positivo en el tercero si son lo mismo el derecho de gentes con el derecho natural y en el cuarto si debemos distinguir especialmente entre derecho paterno y dominativo

El Cayetano por su parte comenta toda la cuestioacuten pero no todos los artiacutecu-los

221 Lo hace de la siguiente manera separadamente tanto el artiacuteculo primero

como el segundo Nos propone una escueta puntualizacioacuten del tercero y el cuar-

221 Sus omisiones pueden ser significativas por ejemplo desestima la distincioacuten entre intellectus et ratio Asiacute el significativo laquoomnia sunt clararaquo estampado por Cayetano en In Iam Partem c 68 a 3 en referencia a la cuestioacuten clave de si laquoAngelus cognoscat discurrendoraquo (cfr J PEacuteGHAIRE Intellectus et ratio selon Saint Thomas drsquoAquin Vrin-Institut drsquoEacutetudes Meacutedieacutevales Pariacutes-Ottawa 1936)

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

to insertada al principio del comentario al cuarto artiacuteculo que continuacutea luego comentaacutendolo

Profundicemos entonces la comprensioacuten de la justicia junto a los comenta-rios del Cardenal

S Th II-II q 57 a1 Utrum ius sit obiectum iustitiae

En el tratamiento de este artiacuteculo primero tras despejar las dudas planteadas sobre si el derecho es o no el objeto de la virtud de la justicia el Doctor Comuacuten responde afirmativamente apoyaacutendose en la diferencia existente entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

Sobre esto (respondeo dicendum) centraraacute el Cayetano su comentario to-mando la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes (de que existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales) y poniendo obje-ciones

El Aquinate dice que es propio de la justicia (entre el resto de las virtudes) ordenar al hombre en aquellas cosas que se refieren a otro a diferencia de las demaacutes virtudes que perfeccionan al hombre solamente en aquellas cosas que se refieren a eacutel mismo

222 El Angeacutelico explicaraacute esta afirmacioacuten en dos paacuterrafos y

luego responderaacute una a una las tres objeciones planteadas

En el primer paacuterrafo sostiene que lo recto en las operaciones de las demaacutes virtudes a lo cual tiende la intencioacuten de la virtud cuasi como a su propio objeto no se determina sino por comparacioacuten o en comparacioacuten con el agente En con-traparte lo recto que estaacute en la obra de la justicia ndashexceptuando la comparacioacuten al agentendash se constituye por comparacioacuten a otro Lo recto en la operacioacuten de la justicia afirma se dice justo porque corresponde seguacuten alguna igualdad a otro

En el segundo explica que ldquojustordquo se dice de algo cuasi teniendo rectitud de justicia en referencia de lo cual se determina la accioacuten misma de la justicia auacuten no considerando en queacute modo es obrada por el agente Pero en las demaacutes virtudes no se determina algo recto sino seguacuten en queacute modo sea hecho por el

222 Cfr S Th II-II q 57 a 1 r d

137

agente Y precisamente por esto la justicia se determina seguacuten su objeto ndashque es lo justondash a diferencia de las demaacutes virtudes

El Cayetano comienza este comentario postulando que la diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes pareciera ser falsa

laquoIn articulo primo quaestionis quinquagesimaeseptimae du-bium occurrit circa differentiam inter rectum secundum iustitiam et alias virtutes quoniam videtur undique falsa Nam aut intelligitur de ipsis operibus ut sunt a virtutibus aut absoluteraquo

223

Resumamos los argumentos puestos por el Cardenal

Si esta diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y las demaacutes virtudes se entiende ldquout sunt a virtutibusrdquo consta que lo comuacuten de toda obra virtuosa es laquoesse ab operante sicut describitur II Ethicraquo es decir por la elec-cioacuten y por el fin de la virtud y por su caraacutecter de inamovible Siendo asiacute eacutesta no es una diferencia sino algo que tienen en comuacuten todos los actos de todas las virtudes y no habriacutea consecuentemente estricta diferencia entre la virtud de la justicia y las demaacutes virtudes Y todaviacutea maacutes no estariacuteamos de ninguna manera frente a una virtud especial

Por otra parte si la entendemos ldquovero absoluterdquo nos dice el Cardenal que la obra puede hacerse por casualidad y sin embargo mal por el agente

224

Con esta segunda objecioacuten nos propone entender lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales en forma cabal acabadamente Y tomando lo dicho por Santo Tomaacutes ndashde que la obra de la justicia puede hacerse por comparacioacuten e igualdad a otro auacuten exceptuada la conmensuracioacuten al mismo agente que la realiza y sin importar el modo en que eacutel mismo realice tal obrandash el Cayetano objeta poniendo el ejemplo del acto de la virtud de la templanza reali-zado fortuitamente por un hipoacutecrita siguiendo cierta razoacuten de la templanza pero sin importar en queacute modo lo hace

223 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 57 a 1224 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 57 a 1

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esto vendriacutea a oponerse a la diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y las demaacutes virtudes ya que aquiacute (en el ejemplo del Cayetano) la obra de la templanza se realiza ldquode todos modosrdquo auacuten sin importar el modo en que el mismo agente lo realiza Por lo tanto tampoco hay ahora una diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

Estas son las dos objeciones que plantea el Cayetano contra la afirmacioacuten de que existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

A rengloacuten seguido introduce una especie de sed contra225

de donde se con-cluye que las dos objeciones planteadas a la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes (que siacute existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales) proviene de quien pudiese entender mal lo sostenido en el texto Y por lo tanto tal afirmacioacuten del Aquinate es completamente vaacutelida

Por consiguiente escribe el Cardenal que es propio de las virtudes morales recibir la nota de ldquorectasrdquo seguacuten se conmensuren al agente De donde se sigue que alguien no puede obrar la templanza o fortaleza movido por hipocresiacutea o vanagloria

Sobre lo mismo diraacute maacutes adelante que las objeciones (incluidas las suyas) se insertan en la distincioacuten de lo justo tomado en forma cabal y la exhibicioacuten o ejecucioacuten de lo justo A nuestro juicio las objeciones hablan en verdad sobre la ejecucioacuten de lo justo y no sobre lo justo en siacute mismo como objeto de la virtud de la justicia

Prosigue el Cayetano y sentildeala otras dos diferencias que se desprenden de aquella primera entre la obra recta seguacuten la justicia y las demaacutes virtudes

La primera de tales diferencias que la encuentra fundaacutendose en el mismo texto tomista

226 es que en la obra justa no se considera el modo en que obra el

agente y en la obra de la templanza siacute

Para la segunda recurre a un criterio de autoridad al decirnos laquoSecunda est quod doctores propter eandem rationem non dederunt aliis virtutibus obiectum

225 Cfr Comm Card Caie sectII en STh II-II q 57 a 1226 Cfr Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 1

139

secundum se sed solum iustitiaeraquo227

Y se apoya tambieacuten en palabras de Santo Tomaacutes

228

La diferencia que dio origen a estas dos que acabamos de poner la toma el Cayetano de aquiacute laquoRectum in operibus aliarum virtutum ad quod tendit intentio virtutis quasi in proprium obiectum non accipitur nisi per comparationem ad agentemraquo

229

Maacutes allaacute de que en este comentario no se advierten diferencias con las pa-labras del Aquinate ndashtodo lo contrario el Cardenal resuelve sus propias obje-ciones concluyendo juntamente con Santo Tomaacutesndash ha servido para poner de relieve la metodologiacutea del Cayetano toma una afirmacioacuten le pone objeciones responde y despeja las objeciones avanzando en distinciones y subdistinciones

S Th II-II q 57 a2 Utrum ius convenienter dividatur in ius naturale et ius positivum

Santo Tomaacutes enfrenta en este segundo artiacuteculo las objeciones por las que pareciera ser inconveniente la divisioacuten del derecho en natural y positivo

La primera plantea que al no encontrarse entre las cosas humanas las notas de inmutabilidad e igualdad y porque todas las reglas humanas fallan en algunos casos pareciera no existir algo natural sobre lo que pueda basarse el derecho natural Responde diciendo que al ser la naturaleza de los hombres mutable a veces puede fallar

En la segunda objeta que pareciera no haber nada con la nota de positivo Ya que lo positivo justo seriacutea aquello procedente de la voluntad del hombre y no siendo esto asiacute la voluntad humana seriacutea siempre justa A lo que responde que de comuacuten acuerdo la voluntad humana puede hacer de algo algo justo en aquellas cosas que no se oponen a la justicia natural Estas son las situaciones en las que el derecho positivo asume su lugar

227 Cfr Comm Card Caie sect III en STh II-II q 57 a 1 228 Cfr S Th II-II q 57 a 1 r d229 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 1

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En la tercera plantea que al no ser el derecho divino ni natural ni positivo es asimismo inconveniente la divisioacuten en natural y positivo del derecho humano

La base argumentativa de las tres objeciones junto con sus respuestas estaacute puesta en el principio seguacuten el cual ldquola obra de la justicia es alguna adecuacioacuten seguacuten cierta igualdadrdquo ldquoCierta igualdadrdquo proveniente de la misma naturaleza de la cosa para el derecho natural o de comuacuten acuerdo (privado o puacuteblico) para el derecho positivo

En este comentario el Cardenal solamente se dirige al lector y le advierte diciendo que debe notar tres cosas todas contenidas en la respuesta a la primera objecioacuten 1) el sentido de la expresioacuten (o maacutexima) Naturale est immutabile 2) la razoacuten por la cual algunas veces lo depositado no debe ser restituido 3) que la variacioacuten de lo justo a no justo en la devolucioacuten o restitucioacuten de lo depositado es asignado de la parte de uno de los dos a la cual se dice justo Y nos reenviacutea a la lectura de los ejemplos puestos en sus comentarios en S Th II-II q 57 a 1

Como vemos el Cayetano se detiene en las precisiones mencionadas para hacer notar al lector que ldquoen las ocurrentes dificultades de la justicia sepa discer-nir cuaacutendo se deacute lo justo en siacute mismo y cuaacutendo nordquo

230 En este artiacuteculo no realiza

ninguna interpretacioacuten sino que se limita a advertir un principio extraiacutedo del texto del Doctor Comuacuten y el modo en que el lector deberiacutea aplicarlo

S Th II-II q 57 a3 Utrum ius Gentium sit idem cum ius naturali

Santo Tomaacutes enfrentaraacute ahora el problema de la identificacioacuten del derecho de gentes con el derecho natural Advirtamos que Tomaacutes de Vio no se detiene particularmente en el presente artiacuteculo sino que comentando el cuarto le dedi-caraacute el primer y el segundo paacuterrafo de este a una precisioacuten conjunta de ambos artiacuteculos (tercero y cuarto)

De todos modos exponemos sucintamente el contenido del tercer artiacuteculo para mejor inteleccioacuten del comentario en el cuarto En consecuencia enumera-

230 Cfr Comm Card Caietanis en STh II-II q 57 a 2

141

remos las razones por las cuales parecieran que el ius gentium y el ius naturalis son uno y lo mismo

La primera es que todos los hombres estaacuten de acuerdo en aquellas cosas que les son naturales y todos los hombres estaacuten de acuerdo en el derecho de gentes que es donde todas las personas humanas se auacutenan

La segunda es analizada bajo la circunstancia de la esclavitud En este caso el derecho natural y el derecho de gentes son uno y lo mismo ya que la ser-vidumbre es natural (afirmacioacuten que realiza Santo Tomaacutes respaldaacutendose en la autoridad de Aristoacuteteles) y pertenece ella al derecho de gentes

La tercera razoacuten por la cual el derecho natural y el derecho de gentes son lo mismo es porque el derecho se divide en natural y positivo y el derecho de gentes no es positivo

Pero contra estos tres argumentos pone Santo Tomaacutes lo dicho por Isidoro al sostener que el derecho o es natural o civil o de gentes y asiacute entonces el dere-cho natural se distingue del de gentes

Establecida esta base el Aquinate pasa a explicar que el derecho (o lo justo) natural lo es tal porque es adecuado o conmensurado a otro Ahora bien esta conmensuracioacuten puede darse de dos modos El primero es si tomamos absoluta consideracioacuten de la cosa El segundo seguacuten aquello que de eacutel se sigue o con-sigue

El primero de los casos ndashcuando aprehendemos en forma absoluta la consi-deracioacuten de una cosandash conviene no soacutelo a los hombres sino tambieacuten a los anima-les Y por esto se llama derecho natural

Pero el derecho de gentes pertenece propiamente al segundo caso ya que con-siderar algo seguacuten aquello que de ello mismo se sigue es propio de la razoacuten natural esto es humana Y en este punto el derecho de gentes se aleja del derecho natural

Continuando con la respuesta a las objeciones nos dice que la servidumbre no tiene razoacuten natural sino maacutes bien de alguna utilidad que de ella se sigue y por esto pertenece al derecho de gentes y no al natural

Contra lo tercero dice que las cosas que los hombres estatuyeron como de-recho de gentes lo hicieron por ser ellas mismas dictaacutemenes de la razoacuten natural

Como ya hemos dicho el Cardenal no presenta ninguacuten comentario sino que realizaraacute alguna puntualizacioacuten en su glosa al siguiente artiacuteculo cuyo anaacutelisis nos introducimos

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 57 a4 Utrum debeat specialiter distingui ius paternum et domi-nativum

El uacuteltimo artiacuteculo de la cuestioacuten 57 Santo Tomaacutes lo dedica al problema de si debe o no distinguirse especialmente entre el ius paternum y el ius domina-tivum

La primera objecioacuten plantea que no debe distinguirse especialmente entre padre y sentildeor ya que perteneciendo a la justicia dar a cada uno lo que es suyo pertenece el derecho igualmente a cada uno padre y sentildeor

La segunda puesto que la ley mira al bien de la ciudad y del reino y no en cambio al bien privado de una persona o de una familia no debe distinguirse especialmente entre padre y sentildeor

Y como hay muchas otras diferencias de grados entre los hombres (mili-tares sacerdotes priacutencipes) de distinguirse especialmente entre padre y sentildeor deberiacutea asimismo determinarse especialmente lo justo para ellos

El argumento que opone el Doctor Comuacuten a estas tres es la afirmacioacuten de Aristoacuteteles en la que sostiene que se distingue especialmente de lo justo poliacutetico el dominativo y el paterno Continuaraacute entonces con el repondeo dicendum y las contestaciones a cada una de las tres objeciones

Por su parte el Cardenal plantea que en los artiacuteculos 3 y 4 se presenta una duda que la anunciaacutebamos renglones atraacutes

laquoIn articulo tertio et quarto simul dubium occurrit quomodo ius paternum dicitur iustum per defectum a iusto simpliciter ut in art 4 in resp ad ult dicitur et tamen inter patre et filium est ius naturale ut in art 3 dicitur ius enim naturale exigit quod pater nu-triat filium Quomodo stant haec simulraquo

231

Y responderaacute seguidamente que laquoquemadmodum ius distinguitur in ius sim-pliciter et secundum quid ita ius naturale distinguendum est in ius naturale ius simpliciter et secundum quidraquo

232

231 Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4232 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a4

143

En este sentido llama un poco la atencioacuten sobre coacutemo deberiacutea encontrarse enunciado en el texto Tomando lo dicho el Cayetano pone el ejemplo de comer y beber y conservar la propia vida Dice que tales acciones no pertenecen al derecho natural simpliciter sino secundum quid ya que lo que se provee a uno mismo no es propiamente hablando derecho Todo para manifestar que de un modo similar se presenta la cuestioacuten en el ejemplo propuesto del padre y del hijo Y que laquopro claritate sensus debet dici ius simpliciter vel secundum quid et postea addere naturaleraquo

233 Pero que aun asiacute laquonon obstant ergo articulii tertii

verba articulo quartoraquo234

Habiendo solucionado esto en lo que resta del comentario se dedicaraacute ex-clusivamente el de Gaeta al artiacuteculo cuarto

En sectII pone dos objeciones La primera plantea una duda sobre que lo justo paterno no sea dicho derecho simplemente sino por defecto Porque si entre el padre y el hijo estaacute lo injusto simplemente asiacute tambieacuten deberiacutea estar lo justo Dice refirieacutendose a V Ethic que en cuantos modos se dice lo uno en todos se dice lo restante

Responde contra esta objecioacuten ndashsiempre Tomaacutes de Viacuteondash que entre el padre y el hijo no existe lo simplemente justo sino algo mucho mayor ya que entre ellos hay unidad y por lo mismo entre ellos hay algo maacutes que lo injusto Y esto porque hay una violacioacuten de la unidad que es peor que la violacioacuten del derecho

La segunda objecioacuten seriacutea aquella que derivaacutendose de la primera nos condu-jese a sostener que siendo el hijo algo del padre y el siervo del sentildeor no asiacute en sentido contrario

Contra la misma responde que de sostenerse esto se seguiriacutea que ambos fue-sen algo totalmente distintos

En sectIII repara sobre la respuesta a la segunda objecioacuten para plantear una duda que sobreviene simpliciter et ad hominem Esta seriacutea que si lo justo sim-plemente pueda hallarse entre el padre y el hijo al ser ellos ldquoalguna especie de hombresrdquo Reforzado esto por la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes al decir sobre ellos que laquoinquantum uterque est homo aliquo modo est ad eos iustitiaraquo

235 Avan-

zaraacute entonces el comentarista sosteniendo que o en efecto el Doctor Comuacuten

233 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4 234 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4235 S Th II-II q 57 a 4 ad 2

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

entiende que entre ellos ndashen cuanto hombresndash estaacute la justicia secundum quid o simpliciter

En el primer caso coincide el segundo miembro con el primero porque tam-bieacuten entre ellos (en cuanto que son padre e hijo) estaacute la justicia secundum quid De no ser asiacute no encontrariacuteamos discurso alguno sobre lo justo paterno

En el segundo caso se entenderiacutea que entre ellos ndashen cuanto hombresndash hay justicia simpliciter laquoet sic male dicitur in littera quod aliquo modo ad eos est iustitia Si enim est iustitia simpliciter non est aliquo modo sed simpliciter et si aliquo modo no es simpliciterraquo

236 Esta misma afirmacioacuten nos llevaraacute a concluir

que entre el padre y el hijo estaacute lo justo simpliciter El argumento de base seguacuten el cual es salvada la alteridad entre ellos y la razoacuten de lo justo viene confirmado laquoquia filius habet aliquid quod non est patris secundum leges civiles ut pecu-lium castrensisraquo

237

En sectIV responderaacute las dudas e intentaraacute demostrar cuaacutel es la raiacutez por la que se explica que entre el padre y el hijo no estaacute el derecho simpliciter sino el pater-no Y el porqueacute no se obra la doble distincioacuten de lo justo que habriacutea entre ellos Esto es uno en tanto que de padre a hijo otro en tanto que hombres distintos A lo que responde el Cardenal

laquoEx eo namque quod sunt homines quidam est inter eos ius ex eo autem quod sunt pater et filius deficit illud ius ab absoluta iuris ratione et determinatur ad tale scilicet paternum Et hic est planus sensus litterae [hellip]

Unde patet quod nullum restat dubium ad hominem quod ex malo intellectu litterae oriebaturraquo

238

A la duda respecto si existe entre ellos el derecho simplemente responde el Cayetano que entre ellos estaacute la justicia secundum quid

Un rengloacuten luego dice refirieacutendose a la reciente contestacioacuten laquoSed haec responsio non consonat principiis conclusionis Neque oportet quod inter quos-

236 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 4237 Ibidem Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 4238 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 57 a 4

145

cumque est iustitia sit iustitita simpliciter secundum omniaraquo239

Y concluiraacute que no estaacute entre el padre y el hijo lo justo simplemente hablando

Otra cosa que destacamos son los ejemplos de la Sagrada Escritura que trae el Priacutencipe de los Comentadores para dar mayor solidez a su argumentacioacuten Hecho que se reiteraraacute

Hemos visto entonces que este comentario reuacutene en un principio los ar-tiacuteculos tres y cuatro Aquiacute el Cayetano pone objeciones planteando dudas Se valdraacute de las palabras de Santo Tomaacutes tanto para responderlas y despejarlas cuanto para proveer a la misma confirmacioacuten con nuevos ejemplos por eacutel mismo traiacutedos Y demostrar asiacute que auacuten en diversos casos los principios guiacuteas de la reflexioacuten tomista no pierden vigencia ni validez

En este comentario vimos reflejadas interesantes opiniones y puntualiza-ciones sobre los temas tratados Ademaacutes del modo realista en que Santo Tomaacutes trata la justicia primero abocaacutendase al objeto real de la justicia y luego de eacutesta

III22 Quaestio 58 ndash De Iustitia

Ahora Santo Tomaacutes se abocaraacute al tema de la justicia desarrollando doce ar-tiacuteculos Notaremos que nuevamente el Cardenal los comenta siguiendo el modo que hemos sentildealado

Los artiacuteculos que componen la cuestioacuten cincuenta y ocho representan una investigacioacuten pormenorizada y profunda de la justicia Estudio que introduce el Aquinate definiendo queacute es la justicia (a1) si siempre es hacia otro (a2) y por queacute es efectivamente una virtud (a3) Para luego decir queacute especie de virtud es (a4) y si es que siendo virtud general (a5) es igual esencialmente con el resto de las demaacutes virtudes (a6) Antes de determinar que su acto es el de dar a cada uno lo suyo (a11) en queacute modo se ajusta lo igual (a10) y antes de concluir que la justicia es la principal entre el resto de las virtudes morales (a12) mostraraacute la existencia de la virtud de la justicia particular (a7) su materia (a 8) y el modo en que versa sobre las operaciones del hombre (a 9)

239 Ibidem Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 57 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por su parte el Cardenal ndashno dicieacutendonos nada sobre el primero y el undeacute-cimo de los artiacuteculosndash comentaraacute cada uno y por separado el 2do 3ro 4to 8vo 9no 10mo y 12do Y analizaraacute conjuntamente los artiacuteculos 5to 6to y 7mo al final de este uacuteltimo

S Th II-II q 58 a1 Utrum convenienter definiatur quod iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum unicuique tribuens

En este artiacuteculo Santo Tomaacutes muestra por queacute se define convenientemen-te que la laquoiustitia est constans et perpetua voluntas ius suum unicuique tri-buensraquo

240

Presentadas las seis objeciones el Angeacutelico defiende la definicioacuten enuncia-da explicando primeramente en queacute modo debe ser entendida y respondiendo luego una a una las objeciones

Por estar puesto nuestro intereacutes en los comentarios del Cayetano a los textos del Doctor Comuacuten y al no realizar el Cardenal ninguno aquiacute pasamos raacutepida-mente al proacuteximo artiacuteculo

S Th II-II q 58 a2 Utrum iustitia semper sit ad alterum

Que ldquola justicia se refiere siempre hacia otrordquo es lo que responderaacute Santo Tomaacutes a las cuatro objeciones seguacuten las cuales pareciera lo contrario

De lo contenido en todo el artiacuteculo el de Gaeta se detiene soacutelo en la respues-ta ad 4 Analiceacutemoslo

En la cuarta objecioacuten Santo Tomaacutes plantea que la justicia es no soacutelo acerca de aquellas cosas que son hacia otro sino tambieacuten hacia siacute mismo seguacuten aquello de que ldquola justicia del sencillo dirige su vidardquo (cfr Pr 11 5) De aquiacute se seguiriacutea que asiacute como las operaciones que son hacia otro necesitan ser rectificadas asiacute

240 S Th II-II q 58 a 1

147

tambieacuten las que son hacia siacute mismo Por lo que la justicia no seriacutea solamente hacia otro sino tambieacuten hacia uno mismo

La respuesta apoyada en el sed contra muestra la necesidad de una virtud especial ndashque es la justiciandash por la cual sean rectificadas las acciones del hombre que son dirigidas hacia otro mientras que las acciones que realiza el hombre ndashen tanto que dirigidas hacia siacute mismondash son suficientemente rectificadas por las de-maacutes virtudes morales El Cardenal se detendraacute en esta distincioacuten a saber entre las acciones del hombre hacia siacute mismo y las acciones hacia otro

En su comentario nos advertiraacute que las acciones del hombre que son hacia otro carecen doblemente de especial rectificacioacuten en comparacioacuten al agente Y concluye ndashtras poner el ejemplo de quien distribuya con turbacioacuten e indignacioacuten lo suyo a cada unondash que el acto laquoin comparatione ad agentem ratione passionum erit inordinatus ex defectu mansuetudinis non ex defectu iustititaeraquo

241

Asiacute entonces tras detenerse soacutelo en la respuesta a una objecioacuten el Priacutencipe de los Comentadores se limitaraacute a sentildealar el modo en que el acto de la justicia se realiza sin importar la defeccioacuten de las demaacutes virtudes morales que en el mismo esteacuten involucradas Esto uacuteltimo resulta interesante puesto que nos conduce a plantear el siguiente interrogante iquestes considerado por lo tanto un acto justo soacutelo exteriormente O de este modo iquestes para el Cardenal el acto de la virtud de la justicia uno meramente externo que no rectifica al agente mismo y a todas sus restantes virtudes morales

A este propoacutesito pondraacute entre otros el ejemplo de coacutemo el acto de la justicia se realiza por parte de quien restituye auacuten eacuteste esteacute afectado por la indignacioacuten o lo haga molesto

En este comentario evidencia nuevamente un ejercicio de aplicacioacuten de los principios a casos concretos (iquestcasuismo)

242 los cuales no figuran en el texto del

Aquinate y confirma aquello que dijimos sobre su meacutetodo de comentar

241 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 2242 En esta sintoniacutea rescatemos dos pasajes de Josef PIEPER que sirven para apuntalar nuestra argumenta-cioacuten general de que Cayetano tergirversa a Santo Tomaacutes (a) en el sentido de ensentildear la moral y(b) la pretensioacuten de aplicar esquemas a los principios morales El primero (a) laquoHay una manera de ensentildear la moral que guarda estrecha relacioacuten de afinidad con el voluntarismo pero con frecuencia es tenida por tiacutepicamente ldquocristianardquo Esa manera falsea la conducta eacutetica del hombre viendo en ella una suma incohe-rente de ldquopraacutecticas de virtudrdquo y de obligaciones ldquopositivasrdquo y ldquonegativasrdquo aisladas con lo cual se despoja a la accioacuten moral de sus raiacuteces en el suelo nutricio del conocimiento de la realidad y de la existencia viva del hombre vivo Semejante ldquomoralismordquo no sabe o no quiere saber y sobre todo impide saber que soacutelo es

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 58 a3 Utrum iustitia sit virtus

En este artiacuteculo el Cardenal se detiene una vez maacutes en una distincioacuten Concretamente en la respuesta contra la tercera objecioacuten de las tres presentadas al tema

Veamos la estructura que presenta la tercera objecioacuten

En primer lugar se sostiene que toda virtud moral versa sobre las acciones (agibilia) Pero en cambio luego se nos dice que aquellas cosas que se produ-cen exteriormente son hechos (factibilia) Y como entonces la justicia realiza un acto exterior no es una virtud moral

Responde escuetamente Santo Tomaacutes que la justicia laquonon consistit circa exteriores res quantum ad facere quod pertinet ad artem sed quantum ad hoc quod utitur eius ad alterumraquo

243

Mencionaacutebamos que el Cayetano repara en una distincioacuten

laquoIn articulo tertio eiusdem quaestionis in responsione ad tertium diligenter distingue et perspice in actu exteriori agere et facere hoc est actum immanentem et transeutem Et intellige quod iustitia est circa actum immanentem ut proprium actum circa tran-seuntem vero ut materiamraquo

244

bueno lo que se adecua a la esencia del hombre y a la realidad que esta adecuacioacuten no muestra su fulgor en otro cielo que en el de la prudencia y que por consiguiente la realizacioacuten del bien es algo por completo diverso del cumplimiento meramente faacutectico de un precepto que se ldquoimponerdquo desde la oscuridad de un arbitrio poderosoraquo (p 61)Y el segundo (b) laquoDe la muy humana aspiracioacuten a la seguridad de lo cierto a la claridad de las visiones panoraacutemicas y a lo determinado y exacto en las demarcaciones no pudo menos de nacer el intento de ldquoorde-narrdquo el impreciso caos que representan las innumerables formas posibles de realizar el bien habilitaacutendolo para ser integrado en un sistema de conjunto determinado en longitud y latitud por los grados de una medi-cioacuten racional y abstracta Fruto de tal intento es la casuiacutestica ese capiacutetulo ndashno raras veces considerado el maacutes importantendash de la doctrina moral que tiene por objeto la construccioacuten anaacutelisis y valoracioacuten de ldquocasos concretosrdquoraquo (pp 63-64)Todo esto en J PIEPER laquoMoralismo y casuiacutesticaraquo en Las virtudes fundamentales Rialp Madrid 1980 pp 61-64243 S Th II-II q 58 a 2 ad 3244 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

149

Notemos varias cosas En primer lugar que en la respuesta ad tertium no aparece ninguna referencia al agere et facere in actu exteriori Santo Tomaacutes solamente menciona que la justicia se ocupa de las cosas exteriores en tanto que usar de ellas para otros Siacute aparece en cambio alguna referencia en la tercera objecioacuten

En segundo lugar el Cayetano afirma que el acto propio de la justicia es el ldquoagere in actu exteriorirdquo o ldquoactum immanentemrdquo Y que su materia es el ldquoac-tum transeuntemrdquo o el ldquofacere in actu exteriorirdquo (cfr Comm Card Caei in STh II-II q 58 a3)

Veamos en tercer lugar el modo en que el Cayetano demuestra esto Lo hace poniendo un ejemplo lo explica clarificando y finalmente concluye

El ejemplo laquoVerbi gratia cum reddo pecuniam creditoriraquo245

La explicacioacuten

laquoExterior actus dandi peccuniam habet quod est actus tran-siens ut est quaedam exterior actio puta manus et habet quod est materia qua utor ad hoc ut ius suum creditori reddam Cum enim ad multa possim tali exteriore actione uti ex hoc spectat ad iustitiam quod est materia actus utendi quo applico illam ad satisfaciendum creditoriraquo

246

Y la conclusioacuten laquoIustitia ergo est circa electionem actus utendi exterioribus actionibus et rebus ad alterum Tam autem electio quam uti actus sunt voluntatis et manentes in eligente et utenteraquo

247

Volvamos sobre la distincioacuten obrada por Cayetano En la misma el Cardenal pareciera retomar el tratamiento del artiacuteculo primero y segundo en el que Santo Tomaacutes ya resolvioacute cuaacutel sea el acto y la materia de la justicia (Recordemos tam-bieacuten que el Cardenal no realizoacute ninguacuten comentario al primer artiacuteculo) Y ademaacutes se adelanta al artiacuteculo cuarto con su conclusioacuten ya que Santo Tomaacutes trataraacute en eacutel si la justicia se halla o no en la voluntad El Gaetano concluye que tanto la eleccioacuten cuanto el usar del acto son de la voluntad como ya hemos citado

245 Ibidem Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 3246 Ibidem Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3 247 Ibidem Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Planteemos dos preguntas para ahondar en nuestro anaacutelisis iquestQueacute habiacutea di-cho Santo Tomaacutes al respecto Y maacutes auacuten iquestcorresponde con lo comentado por el Cayetano en el presente artiacuteculo tercero

En el respondeo dicendum del artiacuteculo primero del Angeacutelico encontramos

laquoEst autem iustitia circa ea quae ad alterum sunt sicut circa propriam materiam ut infra patebit [a 2] Et ideo actus iustitiae per comparationem ad propriam materiam et obiectum tangitur cum di-citur ius suum unicuique tribuens quia ut Isidorus dicit in libro Etymol iustus dicitur quia ius custoditraquo

248

La materia propia de la justicia en estas palabras de Santo Tomaacutes son aquellas cosas que se refieren a otro Para el Cardenal aquellas cosas que se refieren a otro vienen calificadas como el ldquoactum transeuntemrdquo o el ldquofacere in actu exteriorirdquo

En la conclusioacuten repite el Priacutencipe de los Comentadores lo dicho por el Aquinatense pero agregando algo laquoIustitia ergo est circa electionem actus uten-di exterioribus actionibus et rebus ad alterumraquo

249

iquestCoacutemo modifica la interpretacioacuten de la justicia con esta nueva distincioacuten o aclaracioacuten iquestEnriquecen la letra tomista o por el contrario nos distancian de su sentido

iquestEs lo mismo decir que la materia de la justicia (son) laquoea quae ad alterum suntraquo a decir que la laquoiustitia ergo est circa electionem actus utendi exterioribus actionibus et rebus ad alterumraquo Maacutes auacuten iquestpuede elegirse en o para la justicia otro actus utendi que no sea el suyo propio

Primeramente la justicia no es sobre las cosas referidas hacia los otros sino tambieacuten sobre la eleccioacuten del acto a ser usado en o con las acciones exteriores y en las cosas hacia otro

Por otra parte las cosas que son hacia el otro ndashmateria iustitiaendash ahora son llamadas tambieacuten ldquoactum transeuntemrdquo o ldquofacere in actu exteriorirdquo Ademaacutes el acto propio de la justicia es para el Cayetano el ldquoactum immanentemrdquo o ldquoagere in actu exteriorirdquo Finalmente ya la eleccioacuten cuanto el uso del acto pertenecen a la voluntad y permanecen en quien elige y usa de ellos

248 S Th II-II q 58 a1 r d [El pareacutentesis es nuestro]249 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

151

Al no haberse explayado demasiado el Cardenal sobre lo que entiende con los teacuterminos introducidos aquiacute de ldquoactum immanentemrdquo y ldquoactum transeutemrdquo no son muchas las conclusiones parciales que por ahora podemos esbozar

Tan soacutelo decimos que identificamos por parte del de Gaeta la introduccioacuten de una distincioacuten en la definicioacuten de justicia dada por el de Aquino

Que esta distincioacuten se apoya en una nueva clasificacioacuten de lo que son tanto la materia cuanto el acto propio de la justicia

Que maacutes allaacute del ejemplo puesto no es todaviacutea posible reconstruir los prin-cipios directrices con los cuales el Cardenal se guiacutea en sus comentarios

Que la referencia indicada al texto para introducir tal distincioacuten es erroacutenea Y esto porque no es in responsione ad tertium sino en la tercera objecioacuten donde Santo Tomaacutes hace una referencia a las agibilia y a las factibilia que podriacutean emparentarse con lo sentildealado por el Cardenal

Asiacute las cosas identificadas estas diferencias y en ponieacutendolas a la luz con-tinuamos con el anaacutelisis del artiacuteculo cuarto Del cual algo adelantamos por anti-ciparse el mismo Cayetano en su comentario

S Th II-II q 58 a4 Utrum iustitia sit in voluntate sicut in subiecto

En el cuarto artiacuteculo Santo Tomaacutes resolveraacute que la justicia se halla en la vo-luntad como en su sujeto tras responder las tres objeciones que presenta

Por su parte el Cayetano se detiene en una afirmacioacuten del respondeo dicen-dum a la cual pondraacute una objecioacuten luego responderaacute y buscaraacute concluir con las mismas palabras que objetoacute del Angeacutelico

La afirmacioacuten que resulta dudosa para el Cardenal es aquella que media ndashen el texto tomistandash entre la razoacuten por la cual somos llamados justos y la necesi-dad de que la justicia se encuentre en una facultad apetitiva como en su sujeto laquoProximum [autem] principium est vis appetititvaraquo

250 La objecioacuten o la razoacuten

por la cual podriacutea producirse una mal inteleccioacuten del texto

250 S Th II-II q 58 a 4 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoNam proximum principium actus iudicii qui est intus iudi-ci iustitiam dicenti non appetitus sed intellectus est Et exteriorum operum in quibus iustum ponitur proprium principium est executi-va potentia ut patet in restitutionibus commutationibus et distribu-tionibus fiunt enim haec manibus et linguaraquo

251

De ser verdadera esta objecioacuten se desarticulariacutea la necesidad de que la jus-ticia esteacute en la voluntad como en su sujeto para pasar a estar en el intelecto Notemos que eacutesta presenta dos momentos (1) El referido al principio proacuteximo del acto de juicio que estaacute en el intelecto y seriacutea el referido a conocer queacute es lo justo En el segundo momento traslada la objecioacuten a otro punto (2) el del acto exterior por el cual se pone que lo justo es de la potencia ejecutiva

iquestQueacute dice Cayetano a su propia objecioacuten Responderaacute ordenadamente a es-tos aspectos Sobre el primero comenta que aquiacute el acto u obrar fue tomado no solamente para distinguir del hacer sino tambieacuten del conocer

Y sobre la objecioacuten de la potencia ejecutiva responde que se excluye por dos cosas La primera que esta misma seraacute tratada maacutes adelante en la q 60 La segunda que eacutel mismo ya tratoacute ndashen su comentario a la S Th I-II q 74 a 1ndash al hablar que soacutelo los actos inmanentes son actos eliacutecitos de las virtudes aunque las acciones transeuacutentes puedan ser actos imperados por ellas Asiacute entonces conclu-ye que la justicia estaacute en la fuerza apetitiva

Vemos nuevamente coacutemo el Cardenal pone una sutil objecioacuten a lo que es el centro del argumento del presente artiacuteculo A saber que la justicia estaacute en la voluntad como en su sujeto Y lo hace proponiendo un ejemplo que hariacutea tras-tabillar el eje sobre el cual se apoya el discurso para girar hacia su conclusioacuten

Asiacute tambieacuten el comentario resulta de intereacutes porque confirma aquello de que el Cardenal conoce en profundidad la obra de Tomaacutes de Aquino Hecho que se ve reflejado en la respuesta a la segunda objecioacuten planteada por Tomaacutes de Viacuteo

Sin embargo este comentario despunta otra liacutenea investigativa que ya pun-tualizamos Y es la que hemos referido en nuestro anaacutelisis del comentario al ter-cer artiacuteculo asiacute como tambieacuten a la conclusioacuten que sentildealamos al mismo referida a los teacuterminos de ldquoactus immanentesrdquo y ldquoactus transeuntesrdquo tambieacuten ahora como ldquoactiones transeuntesrdquo

251 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 4

153

Maacutes allaacute de esto no advertimos otras diferencias que puedan aportar intereacutes alguno nuestro tema Pasemos al proacuteximo comentario

S Th II-II q 58 a5 Utrum iustitia sit virtus generalis

Aquiacute Santo Tomaacutes responderaacute que la justicia es una virtud general en tanto que ordena al hombre y al acto de cualquier virtud hacia el bien comuacuten

Contra la primera de las objeciones ndashque reteniacutea que la justicia no es una virtud general porque es contada entre las demaacutes virtudesndash el Angeacutelico diraacute que eacutesta se cuenta entre las otras virtudes en tanto que es (una virtud) especial Tema que seraacute tratado maacutes adelante (aa 6 y 12)

Contra la segunda que sostiene que no es general ya que es puesta como virtud cardinal junto a la templanza y a la fortaleza (y ninguna de estas dos es general) responde que la justicia puede ser virtud general ya que a diferencia de las otras dos ndashque se encuentran en el apetito sensitivo (en lo concupiscible e irascible)ndash eacutesta estaacute en el apetito intelectivo como en su sujeto

A la tercera de las objeciones seguacuten la cual la justicia no es virtud general porque no hay un ldquopecado generalrdquo sino que eacuteste (el pecado) se refiere siempre a otro responde con dos argumentos El primero puesto que en tanto las cosas que dirigidas a uno mismo son ordenables a otro y mayormente en cuanto referidas al bien comuacuten El segundo que por la misma razoacuten que la justicia legal puede llamarse virtud general la injusticia puede llamarse pecado comuacuten

Continuamos ahora con una breve exposicioacuten del artiacuteculo sexto recordando que el Cardenal comentoacute conjuntamente los artiacuteculos quinto sexto y seacuteptimo

S Th II-II q 58 a6 Utrum iustitia secundum quod est generalis sit idem per essentiam cum omni virtute

Ahora toca ver si la justicia por ser general resulta igual en esencia a toda virtud Contras las cuatro objeciones que parecen demostrar que esto es verda-

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

dero responde el Doctor Comuacuten que la virtud de la justicia es general porque ordena el acto de las demaacutes virtudes a sus fines laquoquod es movere per imperium omnes alias virtutesraquo

252 Y no lo es en tanto que se denomina ldquogeneralrdquo mediante

la predicacioacuten sino en cuanto su virtud laquosicut causa universalis est generalis ad omnes effectusraquo

253

Vamos al artiacuteculo seacuteptimo junto con la glosa del Cayetano a eacuteste y a los dos precedentes

S Th II-II q 58 a7 Utrum sit aliqua iustitia particularis praeter iustitiam generalem

Aquiacute pareciera que no hay una justicia particular maacutes allaacute de la virtud gene-ral por tres motivos

(1) Porque la justicia general ya ordena suficientemente al hombre acerca de las cosas que son hacia otro Y por ende no habriacutea necesidad de una justicia particular ya que en las virtudes como en la naturaleza no hay nada de super-fluo

Ademaacutes (2) porque lo uno o lo mucho no diversifica la especie de la virtud Y como la justicia general ordena al hombre a otro en aquellas cosas que perte-necen a la multitud no hay en consecuencia otra especie de virtud que ordene al hombre en aquellas cosas que pertenecen a una persona singular

Finalmente (3) porque asiacute como entre una persona singular y la multitud de la ciudad estaacute la multitud domeacutestica ndashy si por lo tanto hay una justicia particular por la comparacioacuten a una personandash de la misma manera deberiacutea haber una justi-cia econoacutemica que ordene al hombre al bien comuacuten de la familia Y no es dable afirmar esto uacuteltimo

Contra las tres objeciones el Angeacutelico responderaacute que es necesario que exis-ta una virtud que ordene inmediatamente al hombre a las cosas que se refieren a otro Y como la virtud de la justicia general ordena en tanto que mediatamente

252 S Th II-II q 58 a 6 r d253 Ibidem

155

de aquiacute la necesidad de que haya una virtud particular de la justicia Con este argumento se resuelve suficientemente la primera objecioacuten

A la segunda responde que el bien comuacuten de la ciudad y el bien singular de una persona no difieren solamente seguacuten lo mucho y lo poco sino que hay entre ellos una diferencia formal

Y a la tercera dice que la comunidad domeacutestica es distinguida por tres unio-nes (mujer y marido padre e hijo sentildeor y esclavo) y como en estas tres las personas son como una cosa del otro no hay para ellos justicia propiamente hablando sino maacutes un ldquotipo de justiciardquo llamada econoacutemica

El Cayetano como hemos dicho comenta de una vez los artiacuteculos quinto sexto y seacuteptimo que trataron ndashrespectivamentendash sobre si la justicia es una virtud general (a5) si siendo general es igual en esencia con las demaacutes virtudes (a 6) y finalmente sobre si hay alguna justicia particular ademaacutes de la general (a7)

La intencioacuten del comentario es a primera vista la de llamarnos la atencioacuten sobre estos temas para dejar en claro ademaacutes una posible mal comprensioacuten de los teacuterminos utilizados por Santo Tomaacutes y los que habiacutean florecido en los tiem-pos del comentador

laquoquod cum dicitur iustitia legalis virtus specialis quidem in essentia generalis autem in esse non intelligitur de esse quod vocatur actualis existentia sed intelligitur de esse rela-tivo quo obsequentibus virtutibus uniturraquo

254 Da tambieacuten un

paso maacutes laquoHabet enim iustitia legalis suam essentiam cum sua existencia in voluntate solaraquo

255

Luego de estas dos afirmaciones el Cardenal prosigue explicando en queacute modo la justicia legal tiene su esencia con su existencia en la voluntad porque impera a las demaacutes virtudes ordenando sus actos al bien comuacuten estableciendo una relacioacuten entre cualquier virtud y el bien comuacuten Por lo mismo la virtud im-perante se dice estar en la virtud imperada

254 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 7255 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Ademaacutes nos dice el de Gaeta que como la relacioacuten constituye el ser relati-vo asiacute la justicia legal se dice ser general seguacuten el ser relativo y seguacuten este ser relativo identificarse con toda virtud y cualquier virtud identificarse con la justi-cia legal Y que por esta misma razoacuten ndashagrega el Cayetanondash en el artiacuteculo sexto Santo Tomaacutes afirmariacutea que lo imperado y lo imperante son de alguacuten modo uno

Finalmente concluye el Priacutencipe de los Comentadores que todo lo explicado vale tambieacuten para la caridad y las demaacutes virtudes

En el presente comentario el Cayetano agrupa los artiacuteculos que tratan pun-tualmente el tema de la virtud de la justicia y su distincioacuten en general y particu-lar Vemos aquiacute coacutemo el Cardenal intenta advertirnos de la diferencia fundamen-tal entre esse y existentia Sin explayarse demasiado en estos teacuterminos continuacutea el llamado de atencioacuten dicieacutendonos que la justicia legal tiene su esencia con su existencia solamente en la voluntad

Otra diferencia que es de anotar es la que pone el Cayetano en la letra to-mista al decirnos que la laquoiustitia legalis dicitur esse generalis secundum esse relativumraquo

256 Cosa que no aparece en Santo Tomaacutes en ninguno de estos tres

artiacuteculos Y que tampoco eacutel mismo ndashel de Gaetandash hace referencia a otros textos como tantas veces lo ha hecho

Pensamos que esta es una referencia al respondeo dicendum del artiacuteculo sexto que es a la vez respuesta a sus dos primeras objeciones Y esto por dos razones

La segunda de las razones (que exponemos primero por cuestiones de con-veniencia para el desarrollo) es porque una vez obrada las diferencias de los modos en que una virtud puede decirse general Santo Tomaacutes prosigue hablando de la virtud de la caridad Con esto mismo finaliza el Cayetano su comentario Es decir hemos pensado que el Cardenal estaacute siguiendo la estructura o el esquema del Aquinate de esa parte del artiacuteculo sexto

La primera de las razones es porque obrada la diferenciacioacuten entre los dos modos en que algo puede llamarse general y refirieacutendose concretamente a la se-gunda el Angeacutelico afirma que la justicia legal se dice especial laquosecundum suam essentiamraquo

257 ya que mira al bien comuacuten como a su propio objeto Santo Tomaacutes

soacutelo concluye entonces que la virtud de la justicia es general laquosecundum vir-

256 Ibidem257 S Th II-II q 58 a 6 r d

157

tutemraquo258

y no laquosecundum esse relativumraquo259

tal como lo hace el Cayetano Aquiacute hay una diferencia importante mientras para Santo Tomaacutes la virtud de la justicia es general por la causacioacuten en el Priacutencipe de los Comentadores pareciera identi-ficarse esa generalidad con una generalidad predicamental esto es loacutegica

De lo dicho varias cosas

En primer lugar si bien el comentario estaacute puesto al final del artiacuteculo seacutep-timo no hace ninguna referencia al mismo sino que se detiene solamente en el modo en que la justicia legal es general

En este comentario ndashmaacutes cercano a los artiacuteculos quinto y sexto (y casi ex-clusivamente al sexto)ndash notemos otras dos diferencias entre lo dicho por Santo Tomaacutes y lo expuesto por Tomaacutes de Vio

La primera que donde el Aquinatense habla de que la virtud de la justicia se halla en la voluntad el Gaetano afirma que alliacute se halla eacutesta con su esencia y su existencia

Y la segunda que donde Santo Tomaacutes afirma que la virtud de la justicia legal es general seguacuten su virtud o como causa de sus efectos el Cardenal dice que es general laquosecundum esse relativumraquo

260

Continuemos entonces con el propoacutesito de nuestra Tesis de mostrar la dis-tancia entre el de Aquino y el de Gaeta

S Th II-II q 58 a8 Utrum iustitia particularis habeat materiam specialem

En este artiacuteculo encontramos el porqueacute la justicia particular tiene materia especial frente a las tres objeciones que postulariacutean lo contrario A todas res-ponde el Aquinate que la justicia particular siacute tiene una materia especial ya que ella misma al tratar acerca de las cosas que estaacuten referidas a otro laquonon est circa totam materiam virtutis moralis sed solum circa exteriores actiones et res se-

258 Ibidem259 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 7260 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cundum quandam rationem obiecti specialem prout scilicet secundum eas unus homo alteri coordinaturraquo

261

En su comentario el Cardenal nos hace reparar en la distincioacuten entre materia moral y acto moral que desarrollaraacute explicando ejemplificando y precisando

Nos dice en efecto que es la materia en donde estaacute puesto el medio y que aquella misma ndashla materiandash comprehende las laquopassiones et operationes et res quodammodoraquo

262 siendo las uacuteltimas la materia de las operaciones humanas ha-

cia otro

La otra parte de la distincioacuten son los laquoactus moralesraquo que el Cardenal iden-tifica como laquoelectiones eliciti essentialiter vel participativeraquo

263 Y explica que en

esto estriba precisamente la diferencia entre la justicia y la templanza (o tam-bieacuten la fortaleza) en que si bien toda virtud moral es un haacutebito electivo el acto de la justicia es laquoessentialiter electioraquo por estar en la voluntad mientras que los de la templanza o la fortaleza ndashal situarse en el apetito sensitivondash son laquoelectiones participativeraquo Afirma entonces el Gaetano que la justicia elige el medio en las operaciones exteriores con las cuales nos ordenamos hacia otro y no siendo estas de un soacutelo modo las divide en dos (1) Algunas son justas o injustas en siacute mismas (agresiones asesinatos etc) (2) Otras seguacuten su materia (compra ven-ta restitucioacuten etc)

Y concluye retomando esta uacuteltima distincioacuten laquoEt propter hanc diversitatem in littera ponuntur duae materiae iustitiae scilicet secundum actiones et res exterioresraquo

264

iquestPero es en verdad por la distincioacuten sentildealada por el Cayetano y aquiacute refe-rida la razoacuten por la cual Santo Tomaacutes pone una materia especial para la justicia particular

Retomando el interrogante respondemos que no es realmente por la diversi-dad que sentildeala el Cayetano (en su conclusioacuten) la causa seguacuten la cual el Angeacuteli-co pone dos materias de la justicia

261 STh II-II q 58 a 8 r d262 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 8263 Ibidem264 Ibidem

159

En primer lugar porque el artiacuteculo dilucida la cuestioacuten de si la justicia parti-cular tenga o no materia especial Y esto para distinguir la materia de la justicia particular de aquella perteneciente a la justicia general

Santo Tomaacutes sentildeala una diferencia entre el acto de la virtud moral y la ma-teria de toda la virtud moral para decir que la justicia ordena al otro soacutelo seguacuten las acciones exteriores y las cosas seguacuten (con ellas) el hombre se ajuste a otro Y aquiacute siacute estaacute hablando de la materia especial de la justicia particular distinta de la general

Mientras que el Doctor Comuacuten sentildeala dos materias de la justicia una para la particular y otra para la general el Cayetano coloca dentro de la justicia par-ticular dos materias al decir que algunas operaciones son justas o injustas en siacute mismas o por su materia

Pero noacutetese bien que los ejemplos que pone pertenecen ambos a la materia de la justicia particular Por ende cuando concluye que por esta razoacuten (laquohanc diversitatemraquo) son puestas en el texto dos materias de la justicia lo que hace es ndashseguacuten dijimosndash incluir en la justicia particular dos especies de materia

Por otro lado que Santo Tomaacutes pone dos materias de justicia pero referidas a las dos formas de la virtud a saber general y particular Y no refirieacutendose a los actos particulares de la justicia particular como podriacuteamos colegir de lo expuesto por el Cardenal Maacutes auacuten podriacuteamos sentildealar que el Cayetano concluye que en-contramos en la justicia particular dos materias especiales Y nuevamente no es esto lo que dice el Aquinate Quien ademaacutes afirma que hallar dos materias de la virtud moral de la justicia responde a la distincioacuten entre las acciones y las cosas exteriores Y no en cambio como sostiene el Cayetano al decir que laquoiustitia au-tem eligit medium in operationibus exterioribus quibus ad alium ordinamurraquo265

Porque no es toda la justicia la que pone el medio en las operaciones exteriores con las cuales nos ordenamos a los otros sino soacutelo la justicia particular Si esto fuese asiacute se estariacutea estableciendo una nota comuacuten a todo el geacutenero

Este resultado es de capital importancia para nuestro trabajo ya que con esto seguimos viendo distanciamientos entre lo que expone el Doctor Angeacutelico y las interpretaciones por parte del Priacutencipe de los Comentadores

Para dar mayor comprensioacuten al alejamiento obrado por el Cayetano recor-demos la situacioacuten con la que avanza en el tratamiento de la cuestioacuten En el a7

265 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Santo Tomaacutes planteoacute si existiacutea o no una justicia particular En el a8 el actual establecioacute que siacute tiene una materia especial Y en el siguiente a9 determinaraacute si la misma versa solamente sobre las operaciones o tambieacuten sobre las pasiones Veaacutemoslo

S Th II-II q 58 a9 Utrum iustitia sit circa passiones

Ahora entonces el Aquinate explicaraacute por queacute la justicia no es acerca de las pasiones respondiendo a las tres objeciones que afirmariacutean lo contrario Y lo demostraraacute con dos argumentos El uno proveniente del mismo sujeto de la justicia el otro de su materia

Que la justicia esteacute en la voluntad como en su sujeto y cuyo acto o mo-vimiento no son las pasiones como ya fuese demostrado es el primero de los argumentos

El segundo sobreviene como acabamos de mencionar de parte de la materia de la justicia Puesto que por las pasiones interiores no somos ordenados hacia el otro ndashy sobre esto uacuteltimo trata la justiciandash es claro en consecuencia que la misma no es acerca de las pasiones

Comentando el artiacuteculo noveno el Cayetano se detiene en una precisioacuten sobre la respuesta ad 1 laquoCum legis quod delectatio est finis principalis etc non intelligas quod est finis principalis ipsius virtutis iam enim dictum vides in littera quod est finis consequensraquo

266 Y sin ser demasiado extenso nos indica

en queacute forma la debemos entender laquoSed quod est principalis quoad nostrum iudicium discretivum boni et maliraquo

267 Finalmente concluye tambieacuten poniendo

ejemplos que alguien estaacute bien o mal habituado seguacuten su delectacioacuten sea en el bien o en el mal

En el presente artiacuteculo el Cardenal sentildeala que el fin principal de la virtud no es la delectacioacuten o la tristeza sino que eacutestas son el fin principal en lo que respec-

266 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 9 La cita que aquiacute realiza el Cardenal es a otra que Santo Tomaacutes trae de Aristoacuteteles laquoDelectatio et tristitia est finis principalis ad quem respicientes unumquodque hoc quidem malum hoc quidem bonum dicimusraquo (STh II-II q 58 a 9 ad 1)267 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 9

161

ta a nuestro juicio del bien y del mal Maacutes allaacute de lo que sentildealamos no hay otras cosas para anotar

S Th II-II q 58 a10 Utrum medium iustitiae sit medium rei

Tratados entonces los temas precedentes restan determinar si el medio de la justicia es un medio real (a10) cuaacutel es su acto (a11) y si sobresale de entre las demaacutes virtudes morales (a12)

Nuevamente responderaacute una a una las tres objeciones que se plantean en contra de que el medio de la justicia sea un medio real diciendo que precisa-mente el medio de la justicia consiste en alguna proporcioacuten de igualdad entre la cosa exterior y la persona exterior entre la cosa que se usa y su debida propor-cioacuten a la (otra) persona

Comienza el Cardenal advirtieacutendonos que recordemos al leer el tiacutetulo del presente artiacuteculo deacutecimo que en laquoin praecedenti Libro conclusum est virtutem consistere in medio Et propter ea hic supponitur iustitiam consistere in medio et quaeritur de qualitate medii quale scilicet sit medium eius an rei an ratio-nisraquo

268 A lo que agrega es motivo de especial duda ya que entre todas las vir-

tudes morales soacutelo la justicia atiende a un medio real

Pero tras sentildealar la respuesta que Santo Tomaacutes diese in corpore articuli (respecto a la explicacioacuten en torno al medio real de la justicia) termina diciendo que seraacute ulteriormente tratado inferius (aquiacute las notas marginales de la leonina sentildealan la q 61)

Comentando este artiacuteculo el Cayetano nuevamente nos deja entrever en dos momentos su profundo conocimiento de toda la Suma El primero bien al princi-pio del comentario porque nos recuerda lo dicho en S Th I-II q 64 a 1 sobre el tema de la virtud El segundo al final donde nos indica que la duda presenta-da y otra vez ejemplificada en y con su comentario seraacute aclarada maacutes adelante por Santo Tomaacutes (cfr S Th II-II q 61 a 2)

268 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 10

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

La duda a la que nos referimos es aquella sobre la razoacuten por la cual soacutelo la justicia entre las demaacutes virtudes morales atiende al medio real Y maacutes auacuten en queacute cosa consiste este mismo medio que aparece ahora ndashy asiacute lo muestra el Car-denalndash como incierto

Demos todaviacutea un paso maacutes analizando brevemente el contenido del a 11 (que no tiene comentarios del Gaetano) para introducirnos en el uacuteltimo artiacuteculo junto con las palabras finales del Priacutencipe de los Comentadores

S Th II-II q 58 a 11 Utrum actus iustitiae sit reddere unicuique quod suum est

En este artiacuteculo esperaacutebamos encontrar alguacuten tipo de comentario por parte del Cayetano O al menos alguna precisioacuten puntualizacioacuten o cualquier otra re-ferencia a temas glosados anteriormente Como por ejemplo y principalmente a lo expuesto en el a 9 Pero sin embargo no es asiacute Vemos que Santo Tomaacutes responde las objeciones por las que el acto de la justicia no parece ser dar a cada quien aquello que es suyo

El sed contra ndashtomado de San Ambrosiondash es tan contundente como escueto

laquoIustitia est quae unicuique quod suum est tribuit alienum non vindicat utilitatem propriam negligit ut communem aequitatem custodiatraquo

269 Que remata

con el respondeo dicendum al retomar lo que ya fue dicho respecto de la materia de la justicia y para concluir que propiamente su acto es dar a cada uno aquello que es suyo

Pasemos ahora siacute a la trama final de la presente cuestioacuten sobre la justicia

269 S Th II-II q 58 a 11 s c

163

S Th II-II q 58 a 12 Utrum iustitia praeemineat inter omnes virtutes morales

En el uacuteltimo de los artiacuteculos referidos a la justicia el Aquinatense nos trae la discusioacuten sobre la preeminencia de la justicia respecto del resto de las demaacutes virtudes morales

Contra las objeciones que sostienen lo contrario el Angeacutelico responde do-blemente Por un lado explicando en queacute sentido la justicia general es preclara entre todas las virtudes morales por otro en lo tocante a la justicia particular

Sobre la justicia general porque su objeto ndashel bien comuacutenndash es preeminente sobre el bien singular de una persona Tambieacuten nos da dos razones por las cuales la justicia particular sobresale de entre las demaacutes virtudes morales (1) Ya por estar en una parte maacutes noble del alma (en el apetito racional) a diferencia de las demaacutes virtudes morales (en el apetito sensitivo) (2) Ya por su objeto y esto porque por la justicia nos ordenamos al bien de otra persona mientras que las demaacutes virtudes se ordenan al bien de uno mismo

El Cardenal presenta en este comentario una posible contradiccioacuten por parte del autor Ya que aquiacute Santo Tomaacutes pone a la justicia como las maacutes noble entre todas las virtudes morales y sin embargo ndashsubraya Cayetanondash en S Th q 30 aa 3-4 puso a la misericordia como la mejor Se pregunta en consecuencia laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

270

Responderaacute comenzando por la distincioacuten seguacuten la cual podemos considerar doblemente a la virtud de la misericordia Primero como tratando acerca de las pasiones Entonces no habriacutea contradiccioacuten alguna

Segundo si se toma a la virtud de la misericordia en cuanto nombra el acto del apetito intelectivo queriendo quitar del mal al otro o deseando eficazmente a eacutel auxiliar en tal circunstancia Asiacute entonces para el Cardenal laquomisericordia videtur plus quam humana virtus participatio scilicet proprietatis divinaeraquo

271

siendo sin embargo una virtud Lo cual prueba de una parte Ciceroacuten y de otra el mismo Santo Tomaacutes al poner a la misericordia por encima de todas las virtudes que se refieren otro Cuestioacuten que en palabras del Cayetano el Angeacutelico ya pro-boacute al demostrar que es superior en cuanto quita al otro un defecto En consonan-

270 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 12271 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cia con esta segunda objecioacuten concluye el de Gaeta laquoEt sic sumpta misericordia supra iustitiam etiam legalem est ut actus utriusque comparando patetraquo

272

Aquiacute claramente el Cardenal contradice lo afirmado por Santo Tomaacutes Re-sulta importantiacutesima su conclusioacuten al descomprimir la presioacuten que introdujo en el artiacuteculo y que parece haber invalidado al sentildealar como contradiccioacuten con el otro texto citado

laquoNec auctor propter eas contradixit sibi hic et ibi Quoniam sermo de misericordia sic sumpta est singularis nec intendebat Auctor comparare hic iustitiam misericordiae sic sumptae sed solis virtutibus quae inter virtutes morales communiter numerantur qua-lis no est misericordia sic sumptaraquo

273

Mencionaacutebamos que el Cardenal sentildeala una contradiccioacuten Y en efecto la ldquodemuestrardquo al contraponer lo que el Angeacutelico dice ahora con lo dicho en otra parte Pero he aquiacute que la objecioacuten presentada por el Cayetano a Santo Tomaacutes no es otra que la que el mismo Angeacutelico explicase en laquoUtrum misericordia sit maxima virtusraquo

274 Por lo cual tanto su objecioacuten cuanto su conclusioacuten no son

otra cosa que una repeticioacuten de las mismas palabras del Aquinate

III23 Quaestio 59 ndash De Iniustitia

Luego de la consideracioacuten de la justicia en la cuestioacuten 58 que acabamos de exponer el Priacutencipe de los Comentadores continuacutea glosando los cuatro artiacuteculos pertenecientes al estudio de la injusticia

Santo Tomaacutes se preguntaraacute en primer lugar si la injusticia es un vicio espe-cial (a1) si obrar conforme a ella sea propio del hombre injusto (a2) para luego determinar si alguien puede sufrir voluntariamente o no alguna cosa injusta (a3) y si la injusticia sea por su geacutenero pecado mortal (a4)

272 Ibidem273 Ibidem274 Concretamente es en S Th II-II q 30 a 4 r d el lugar exacto donde se encuentra esto que decimos

165

De estos mismos cuatro artiacuteculos el Cardenal comenta el segundo y el cuar-to pero en el uacuteltimo parece realizar una precisioacuten abarcadora de todos los te-mas discurridos

Digamos entonces algunas cosas sobre eacutestos y la glosa de Cayetano

S Th II-II q 59 a1 Utrum iniustitia sit vitium speciale

A las tres objeciones que se oponen a que la injusticia sea un vicio especial el Aquinate argumenta ndashen el sed contrandash que siacute lo es porque se opone a la justi-cia y eacutesta es una virtud especial Responde tambieacuten que la injusticia contrariacutea tanto a la justicia general cuanto a la particular El respondeo dicendum junto con las tres respuestas a las objeciones no son otra cosa que una explicacioacuten de este mismo principio

Como dijimos el Cardenal no comenta este artiacuteculo Por lo tanto continuamos

S Th II-II q 59 a 2 Utrum aliquis dicatur iniustus ex hoc quod facit iniustum

El Angeacutelico trataraacute ahora sobre si puede llamarse o no injusto a quien obra alguna cosa injusta Y responderaacute apoyado en Aristoacuteteles laquoquod aliquis facit iniustum et iniustum non estraquo

275 A rengloacuten seguido explica los dos modos por

los que alguien no es injusto obrando lo injusto El primero es el caso de quien obra por ignorancia o sin intencioacuten El segundo de los casos es cuando la injus-ticia procede de alguna pasioacuten pero sin eleccioacuten (laquoabsque habitu iniustitiaraquo

276)

En este comentario el Cardenal repara en la respuesta ad tertium ponieacutendo-le una objecioacuten y siguiendo el modo de glosar que venimos sentildealando Siendo siempre la misma estructura tras la objecioacuten habraacute dos ejemplos que pueden

275 S Th II-II q 59 a 1 s c276 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

o no seguirse de la duda por eacutel planteada para finalmente concluir refutaacutendola Veamos todo esto puntualmente

Las palabras sobre las que el Cayetano se detiene para sentildealar dudas son laquoEt ideo quod est per accidens et praeter intentionem non potest dici tempera-tum nec formaliter nec materialiter et similiter neque intemperatumraquo

277 Sobre

lo que postula dos dudas La primera es si puede imputaacutersele ebriedad a quien ignorando la potencia del vino ndashpone el ejemplo de Noeacutendash se emborracha Y esto argumenta porque no puede ser materialmente ebriedad lo que es materialmen-te indeseado Y la segunda similarmente de la comida en el caso de quienes por ignorancia toman desproporcionadamente alimentos contra la salud del cuerpo ya que constariacutea en efecto alliacute ser intemperado materialmente

278 A lo que res-

ponde

laquoAd hoc dicitur quod dubium procedit ex malo intellectu di-fferentiae positae in littera inter iniustum et intemperatum Ad cuius evidentiam scito quod magna differentia est inter comparare inius-tum et intemperatum penes formaliter vel materialiter et compara-re iniustum facere et intemperatum facere penes formaliter et mate-rialiterraquo

279

Por lo tanto en la primera comparacioacuten no hay materialmente diferencia alguna entre cualquiera de las dos sino la que dista cuanto de materia a materia En la segunda sentildeala el Cardenal que materialmente la diferencia es grande ya que el sentido de eacutesta es que el hacer puede tener accidentalmente por materia lo injusto mientras que no puede tener del mismo modo (accidentalmente) por materia lo intemperado Es asiacute como se manifiesta que lo injusto formalmente puede concurrir materialmente para hacer lo injusto Y en cambio lo intempe-rado formalmente no puede concurrir materialmente a hacer lo intemperado ya que o concurre formalmente o no concurre en ninguacuten modo

Respondiendo a las dos dudas dice el comentarista que la intencioacuten del texto es hablar de la segunda comparacioacuten Por todo lo cual no puede provenir sino de una mal comprensioacuten las objeciones presentadas

277 Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 59 a 2278 Ibidem279 Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 59 a 2

167

Mostramos una vez maacutes el modo seguacuten el cual el Cayetano glosa los textos y el conocimiento de los temas tratados en toda la obra del Aquinate Junto a lo dicho notemos que las objeciones puestas son para seguir sentildealando distincio-nes al interno de la doctrina tomista Y esto porque el Cardenal no hace aquiacute otra cosa maacutes que indicar las distancias entre lo injusto y lo intemperado entre el obrar injusta e intemperadamente

Sin maacutes que decir resentildeemos los artiacuteculos tercero y cuarto asuntando la prosa final de Tomaacutes de Vio

S Th II-II q 59 a 3 Utrum aliquis possit pati iniusto volens

El tema del presente artiacuteculo es averiguar si alguien puede padecer volunta-riamente lo injusto Contrariando las tres objeciones por las que pareciera apro-barse tal afirmacioacuten Santo Tomaacutes dice laquoquod iniustum pati oppositum est ei quod est iniustum facere Sed nullus facit iniustum nisi volens Ergo per oppo-situm nullus patitur iniustum nisi volensraquo

280

Si bien en este tercer artiacuteculo el Cardenal no realiza ninguna precisioacuten o llamado de atencioacuten y siguiendo nuestro meacutetodo de exponer brevemente el con-tenido del artiacuteculo traemos aquiacute el modo en que es demostrado porqueacute nadie puede padecer voluntariamente lo injusto Habieacutendolo hecho damos un paso maacutes esta vez hacia el uacuteltimo de los temas de esta cuestioacuten sobre la injusticia

S Th II-II q 59 a 4 Utrum quicumque facit iniustum peccet mortaliter

A las tres objeciones presentadas en contra de que peque mortalmente quien realice lo injusto responde Santo Tomaacutes que al consistir la justicia siempre en un dantildeo a otro ndashy por contrariar la Ley de Dios e ir contra la caridadndash es mani-

280 S Th II-II q 59 a 3 s c

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

fiesto que hacer lo injusto es de suyo pecado mortal laquoquod facere iniustum ex genere suo est peccatum mortaleraquo

281

El Cardenal nos diraacute sobre esto mismo que la precedente afirmacioacuten de Santo Tomaacutes laquointelligendum est de facere iniustum formaliterraquo

282 Y proseguiraacute

su comentario precisando cuaacutendo ndashy cuaacutendo nondash hacer lo injusto materialmente seraacute pecado mortal A tal efecto nos sentildeala que por parte del que lo hace debe-mos pensar en la causa De parte de quien lo padece en el dantildeo

Afirma el Cayetano que asiacute y todo a veces puede excusarse a quien obre por ignorancia pero otras no (seguacuten la magnitud del dantildeo que haga) Y algunas ve-ces es necesario como el caso de las injurias verbales sentildealar tal injusticia ndashpor la pequentildeez de su malndash como cierta culpa imperfecta o venial

283 Todo lo cual

se desprenderiacutea de lo dicho por Santo Tomaacutes en otros lugares a los cuales hace referencia como son el anterior tratado sobre la ignorancia y las posteriores cuestiones sobre las especies de los pecados

Si bien la brevedad del comentario y notando otra vez la amplitud del co-nocimiento del Cayetano sobre la obra completa de su cofrade sentildealamos que no conforme con lo establecido por el Aquinate en el respondeo dicendum el de Gaeta persiste en precisiones y distinciones

Habla el Angeacutelico sobre si quien hace lo injusto peca mortalmente Comenta el Cardenal que tal afirmacioacuten de Santo Tomaacutes es aplicable siempre y en todos los casos si es formalmente entendida Pero ahonda en los modos en que un pe-cado de injusticia puede reputaacutersele a su autor como materialmente mortal o al menos materialmente venial

Si bien estas preocupaciones no aparecen en la consideracioacuten del presente artiacuteculo por parte del Doctor Comuacuten resultaron en cambio tema de intereacutes en la glosa del Cayetano quien estaacute siempre pendiente de orientar el modo en que debemos interpretar el sentido el texto valieacutendose de precisiones o distinciones de objeciones o planteando dudas Completando asimismo lo dicho con refe-rencias a otros textos de Santo Tomaacutes ya anteriores al presente ya posteriores

281 S Th II-II q 59 a 4 r d282 Ibidem283 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 59 a 4

169

III24 Quaestio 60 ndash De Iudicio

En la cuestioacuten nuacutemero sesenta seraacute estudiado el juicio (en tanto que acto de la virtud de la justicia) en seis artiacuteculos El plan trazado entonces comenzaraacute por dilucidar si seraacute precisamente eacuteste ndashel juiciondash el acto de la justicia (a1) si siendo liacutecito juzgar (a2) lo sea hacerlo por sospechas (a3) y si eacutestas deban interpretarse en forma favorable (a4) Luego el Angeacutelico se preguntaraacute si el juicio debe siempre dictarse seguacuten las leyes escritas (a5) y finalmente si eacuteste se pervierte por usurpacioacuten del poder de juzgar (a6)

El Cardenal Cayetano glosaraacute cuatro de estos seis artiacuteculos no comentando ni el primero ni el quinto

Veremos seguidamente lo expuesto por Tomaacutes de Aquino y las anotaciones que realizoacute Tomaacutes de Viacuteo

S Th II-II q 60 a 1 Utrum iudicium sit actus iustitiae

Son cuatro las objeciones que se presentan en el primero de los artiacuteculos tendiente a determinar si seraacute o no el juicio el acto de la justicia A todas ellas Santo Tomaacutes trayendo a colacioacuten palabras de la Sagrada Escritura responde diciendo laquoquod iudicium proprie nominat actum iudicis inquantum est iudex Iudex autem dicitur quasi ius dicens Ius autem est obiectum iustitiae ut supra dictum est Et ideo iudicium importat secundum primam nominis impositionem definitionem vel determinationem iusti sive iurisraquo

284

Establecido entonces el juicio como acto de la justicia y sin comentarios del Cardenal avanzamos al a 2

284 S Th II-II q 60 a 1 r d

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 60 a 2 Utrum sit licitum iudicare

En este artiacuteculo se presentan tres objeciones contra la licitud del acto de juzgar Las cuales seraacuten rebatidas por el Aquinate explicando en queacute modo debe sostenerse el acto de juzgar como acto liacutecito de la justicia y exponiendo ademaacutes las tres condiciones para que esto se deacute y las tres perversiones que lo vician

Contra las tres objeciones por las que pareciera no ser liacutecito juzgar Santo Tomaacutes contesta laquoquod iudicium intantum est licitum inquantum est iustitiae ac-tusraquo

285 y explica entonces las tres caracteriacutesticas requeridas A saber (1) Que

proceda de una inclinacioacuten a la justicia (2) Que proceda de la autoridad compe-tente (3) Que sea proferido seguacuten el ordenamiento de la prudencia

Contrariamente seraacute iliacutecito el juicio cuando falte alguna de estas tres con-diciones Perverso cuando vaya contra la primera Usurpado al ir contra la se-gunda (cuando quien juzga no tiene potestad para hacerlo) Y yendo contra la tercera seraacute un juicio temerario si es que falta la certeza de la razoacuten

Con su glosa el Cardenal repara en la respuesta ad tertium poniendo dos objeciones que podriacutean proceder de una probable contradiccioacuten entre el presente texto de Santo Tomaacutes y otra afirmacioacuten suya perteneciente a In IV Sent dist XIX q II a2 (Q2) la primera

286

En la segunda duda en cambio se pregunta si estando el juez o prelado es-piritual en pecado mortal y usando de su oficio en aquellas cosas que no son de su orden sino de su jurisdiccioacuten no proceda al acto moral en modo indebido ya que fue probado en otros textos lo contrario

287

Contra la primera responde que el oficio se utiliza indignamente de dos mo-dos en nombre propio y en nombre de los demaacutes

288

laquoEt quod existens in peccato mortali utitur officio indigne privative non autem contrarie quia silicet est privatus conditione quam natus est habere ut condigne iudicis officium ageret non habet

285 S Th II-II q 60 a 2 r d286 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 2a287 Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 2288 Cfr Ibidem

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autem aliquid contrarium iusto iudici ut sic Et propter ea non opor-tet quod peccetraquo

289

A la segunda en cambio responde que debido a la gran diferencia entre el uso de la potestad de la jurisdiccioacuten y la del orden ndashporque en aqueacutel no hay consagracioacutenndash es suficiente que el ministro sea justo en obrar el acto justo y no santo

290

El intereacutes del Cayetano sobre este artiacuteculo estaacute centrado evidentemente en cuaacutendo puede un prelado juzgar liacutecitamente sin incurrir en pecado mortal como hemos visto

A este respecto pone dos objeciones ndashutilizando otros textos del Aquinatendash y las responde despejando las dudas y volviendo a Santo Tomaacutes

Hay que advertir lo que el Cardenal sentildeala el Angeacutelico equivocaacutendose alliacute se corrige aquiacute y dice que eacutel mismo ndashel comentaristandash sentildealoacute oportunamente (en aquella cuestioacuten) la correccioacuten del Aquinate

291

En el anaacutelisis de este comentario nuevamente vemos reflejada la metodo-logiacutea con la que el Tomaacutes de Vio resuelve sus postulaciones siempre a traveacutes de nuevas distinciones Continuemos ahora con el tercer artiacuteculo cuya respuesta fuese anticipada en este segundo

S Th II-II q 60 a 3 Utrum iudicium ex suspicione procedens sit illicitum

En relacioacuten con lo ya expuesto supra el Doctor Comuacuten se explayaraacute sobre lo modos en que el juicio procedente de la sospecha torna iliacutecito el acto de la justicia

Por un lado puesto que ella misma es perversa cuando proviene de leves iacuten-dices seguacuten tres maneras (1) cuando quien es conocedor de su malicia reputa a todos por igual a siacute (2) cuando proviene de un cierto desprecio hacia el otro (3)

289 Ibidem290 Cfr Ibidem291 Cfr Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

o de la larga experiencia Santo Tomaacutes hace la salvedad que el uacuteltimo disminuye la razoacuten de la sospecha mientras que los dos primeros pertenecen directamente a la perversidad del afecto

A continuacioacuten sentildealaraacute los tres grados existentes de la sospecha para reba-tir finalmente una a una las objeciones planteadas por las que pareciera que no es iliacutecito el juicio conducido por la sospecha

De aquellos tres grados dos son calificados como pecado mortal y uno como leve y venial El primer grado de la sospecha es el de aqueacutel que comienza a du-dar por leves indicios El segundo grado es sentildealado como el de quien por leves indicios toma por cierta la malicia del otro siendo ya pecado mortal El tercero ndashtambieacuten calificado como pecado mortalndash pertenece directamente a la injusticia y es cuando un juez procede a la condena de alguien movido por sospechas

Como es evidente el tercero de los grados es el que se refiere concretamente al tema del artiacuteculo puesto que en esta cuestioacuten se habla del juicio en tanto que acto de la justicia y aquiacute se trata la ilicitud de quien juzga sobre la base de sus elucubraciones

En su comentario comienza el Cardenal advirtieacutendonos de no inducirnos en el segundo nivel de sospecha cuidaacutendonos de aquel que laquopro certo malitiam al-terius aestimat ex levibus indiciisraquo

292 Posteriormente nos diraacute coacutemo podriacuteamos

caer en ellas Y concluye en sectI glosando los restantes grados Anaacutelisis que dista de nuestro intereacutes y del tema de nuestra investigacioacuten y que por ello reenviamos a los interesados a su lectura

293

En la segunda seccioacuten de su nota el Cayetano realiza una interesante distin-cioacuten advirtieacutendonos que en la respuesta ad primum la certeza de los actos huma-nos no es la evidencia seguacuten la cual el juez realiza su juicio sino que proviene ya de la certeza de la fe fundada ya de la idoneidad de los testigos y de la confesioacuten de las causas ya de nuestro intelecto que determina no haber contradiccioacuten en las partes reportadas

294 Y concluye tras algunas otras ejemplificaciones que el

modo en que el juez debe obrar laquoin humanis siquidem oportet uti pro certo eo quod communiter creditur quamvis vere certum non sitraquo

295

292 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 3293 Vid Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 3294 Cfr Ibidem295 Comm Ibidem

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En sectIII y sectIV posa su atencioacuten en la respuesta ad tertium procediendo como detallamos

En sectIII nos explicaraacute los modos en que alguien incurriendo en una opinioacuten o juicio por motivos leves comete pecado venial y no mortal y la razoacuten de por queacute siacute peca mortalmente quien juzga temerariamente por leves indicios

296

En sectIV la duda ocurre ndashsiempre sobre la misma respuesta ad 3ndash es en queacute modo los efectos o consecuencias del juicio interno pueden ser reducidos o reconducidos al juicio exterior en el sentido de que quien muchas veces juzga interiormente lo hace sin aacutenimo de hacerlo exteriormente A esta nueva objecioacuten responde el Cayetano poniendo el ejemplo de quien aun no llevando a cabo un homicidio tiene la intencioacuten de que ese otro muera A la que concluye laquoEius-dem enim rationis est iniuria temerarii iudicii intus et extra quamvis non sit aequale nocumentumraquo

297

Es para destacar el modo en que el Cardenal sentildeala en sectII la manera en que se distancian el juicio sobre los actos humanos del juicio obrado por el juez Recordemos que el Cayetano estaacute comentando la respuesta ad primum de Santo Tomaacutes en la que el Aquinate ndashlejos de plantearse lo glosado por el Cardenalndash estaacute hablando de la certeza que podemos encontrar en los actos humanos en su calidad de singulares y contingentes y el modo en que estos adquieren validez

S Th II-II q 60 a 4 Utrum dubia sint in meliorem partem interpretanda

La respuesta a este planteo y a sus objeciones (ya anticipada en el cuerpo del segundo artiacuteculo) seraacute que laquoubi non apparent manifesta indicia de malitia alicuius debemos eum ut bonum habere in meliorem partem interpretando quod dubium estraquo

298

Por parte del Cardenal nos posicionamos frente a un extenso comentario se desenvuelve en nueve puntos

296 Cfr Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 60 a 3297 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 60 a 3298 S Th II-II q 60 a 4 r d

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En el primero plantea que se presentan algunas dudas respecto de las res-puestas a la primera objecioacuten y a la conclusioacuten junto con su razoacuten

El Cayetano toma las palabras de la respuesta ad 1 y su argumento y las confronta directamente con la respuesta ad 2 colocando asiacute la primera de sus objeciones y desarrollando algunos puntos de vista poniendo nuevos ejemplos

La conclusioacuten a la que se refiere es laquomelius est quod aliquis frequenter fallatur habens bonam opinionem de aliquo malo homine quam quod rarius fa-llatur habens malam opinionem de aliquo bonoraquo

299 Duda del motivo de esta

conclusioacuten laquoquia ex hoc fit iniuria alicui non autem ex primoraquo300

Su objecioacuten es falso que en nada dantildee que alguien que frecuentemente engantildea sea reputado con buena opinioacuten Ya que se dantildea a siacute mismo llenaacutendose de falsas opiniones y no hay peor dantildeo cuanto el proferido hacia uno mismo

301

Prosigue entonces su comentario con distingos entre aquello que pertenece conocer al intelecto en tanto que especulativo o praacutectico Para asiacute concluir que todo lo expuesto por Santo Tomaacutes pertenece al discurso sobre el intelecto praacutec-tico y no al especulativo

302

En el segundo punto de su glosa precisa los dos modos en que las dudas deben ser interpretadas favorablemente en forma negativa y en forma positiva Aquiacute se referiraacute soacutelo a la primera de las formas la negativa reservando el tercer apartado para la segunda la positiva

El modo negativo en que puede ser recibida tal afirmacioacuten es que ldquono deben ser interpretadas las dudas en la peor parte o en modo desfavorablerdquo

303 Lo que

resulta para el Cayetano que laquosic intellecta haec propositio est verissima ac certissimaraquo

304 Pone luego algunos ejemplos tomados de la Sagrada Escritura

o de la vida cotidiana donde se confirmariacutea que de este modo todas las ob-jeciones puestas en sectI no tienen lugar y se conservariacutea el sentido recto de las palabras del Aquinate

305

299 S Th II-II q 60 a 4 ad 1300 Ibidem301 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 4302 Cfr Ibidem303 Cfr Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 4304 Ibidem305 Cfr Ibidem

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En sectIII explicaraacute el modo positivo de entender la premisa propuesta laquosci-licet quod dubiis occurrentibus de proximo fiat interpretatio in partem melio-remraquo

306 Siendo el caso de que cuando tengamos alguna duda respecto al aacutenimo

con el cual algo fue realizado por el proacutejimo deberemos hacer un nuevo juicio suponiendo que lo ha hecho con buen aacutenimo Entonces el sentido de esta forma puede ser recibido doblemente El primero lo trataraacute en sectIII y el segundo en sectIV

En el primer modo esta regla nos ensentildearaacute que generalmente tenemos que transformar nuestro juicio dudoso en buena opinioacuten sobre el aacutenimo seguacuten el cual actuacutea el proacutejimo excusaacutendolo cuando auacuten tengamos tales dudas Y de este modo piensa el Cardenal esta regla seraacute acorde a la recta razoacuten Concluye que laquonon est igitur sensus iste positivus sumendus absolute et simpliciterraquo

307

Sin embargo este sentido positivo puede asumirse seguacuten si algo debe ser juzgado Esta regla ensentildearaacute pues que las dudas deben ser interpretadas en for-ma favorable si debe juzgarse o si es necesario que sea haga laquoEt hic est verus sensus huiuis regulae prout hic disputatur et intenditur in littera et habet motas difficultatesraquo

308 Este es en consecuencia el tema del inciso sectIV que junto con

la explicacioacuten de aquellas dificultades-objeciones se extenderaacute hasta el nuacutemero sectVII

Retomando el discurso del punto cuarto decimos que el Cayetano traslada otra vez el centro de la cuestioacuten hacia otro campo Ahora al modo en que el inte-lecto praacutectico concurre en el conocimiento de los actos morales

Estas puntualizaciones no nos dicen nada sobre el tema de nuestra investi-gacioacuten pero sentildealan que tambieacuten en este tipo de comentarios el Cardenal hace extensivos sus intereses metafiacutesicos y gnoseoloacutegicos Haraacute lo mismo para el inciso quinto

En el sexto por el contrario vuelve al argumento de sectI y despeja de otro modo aquella objecioacuten El argumento es que siendo la justicia hacia otro ndashy siendo imposible practicar la injusticia contra uno mismondash es abusiva la compa-racioacuten allaacute propuesta y las aquiacute traiacutedas

Reasumiendo todo lo dicho en los apartados que van desde el primero hasta el sexto hace el Cardenal una especie de conclusioacuten que tras algunos vaivenes

306 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 60 a 4307 Ibidem Y confroacutentese tambieacuten este pasaje para todo lo expuesto en el presente paacuterrafo308 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 60 a 4

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

ndashsiempre discurriendo por caminos tangenciales al tema propio del artiacuteculondash coinciden con la letra del Aquinate

Trascurridos los precedentes incisos se detendraacute en el octavo notando una nueva distincioacuten en la respuesta a la segunda objecioacuten laquoNota novitie illius dis-tinctionis exercitium scilicet Aliud est iudicium de rebus aliud de hominibus Nam ad iudicium de rebus spectat rem de re dicere ad iudicium de hominibus seu personis spectat malum vel bonum de persona dicereraquo

309 Poniendo sendos

ejemplos sobre los modos en que estos dos juicios se dan y pueden darse en la vida cotidiana declara en queacute manera son o no son eacutestos y aqueacutellos pecado mortal Ya por emanar de juicios temerarios ya por injurias

310

Se detiene finalmente en sectIX en otra distincioacuten Pero esta vez en la res-puesta ad tertium laquodiligenter nota distinctionem litterae de duplici modo inter-pretandi in peiorem partem scilicit per modum definitionis et per modum supo-sitionisraquo

311 La explicacioacuten de esta sentencia por parte de Cayetano estaacute dirigida

al modo en que los prelados deben comportarse para con sus suacutebditos (al seguir esta regla de interpretar en la peor parte)

Debido a la extensioacuten del comentario y a la pluralidad de sus argumentos no resulta nada sencillo extraer una conclusioacuten uniforme del mismo Por lo cual puntualizaremos algunas cosas

Huelga notar nuevamente el modo en que el Cardenal comenta distingue explica

Advertimos asimismo que no es la primera vez que el Priacutencipe de los Co-mentadores se dirige a los ldquoprelados espiritualesrdquo Pareciera ser que son eacutestos en algunas cuestiones sus destinatarios predilectos Casi siempre en lo referido al gobierno a los modos de proceder y a los pecados en que incurririacutean en no hacerlo de una u otra forma Le dice a los ldquogobernantesrdquo coacutemo deben hacerlo le da consejos praacutecticos y le sugiere que de no obrar en tal o cual modo incurririacutean en pecado mortal o venial

Evidentemente la primera seccioacuten del comentario no aporta queacute decir sobre nuestro argumento Y esto porque el Cardenal traslada el tema central del artiacute-culo ndashsi las dudas deben ser interpretadas o no en sentido favorablendash al discurso

309 Comm Card Caie sect VIII en S Th II-II q 60 a 4310 Cfr Ibidem311 Comm Card Caie sect IX en S Th II-II q 60 a 4

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sobre el intelecto praacutectico y especulativo y los modos de conocer que a cada uno corresponden

Vimos tambieacuten las formas establecidas por el comentador en que puede ser tomada la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes seguacuten la cual las dudas deben ser inter-pretadas en sentido favorable El Cayetano establece entonces dos una negativa y otra positiva Para la uacuteltima propone una nueva distincioacuten en la comprensioacuten de su sentido que se extenderaacute a todo lo largo de cuatro apartados Es decir que la precisioacuten del modo en que debe ser entendida la sentencia del Angeacutelico le valieron al Cardenal seis de los nueve incisos que componen el comentario

En todos ellos siempre y repetidamente encontramos el ejercicio del co-mentador de poner ejemplos Ellos mismos seriacutean casos de los cuales se despren-den objeciones que luego seraacuten resueltas o nuevas distinciones y precisiones para comprender mejor las afirmaciones contendidas en los artiacuteculos

Por otra parte el aquiacute notorio desplazamiento por parte del Priacutencipe de los Comentadores del centro del tema hacia los modos de conocer o el objeto del intelecto praacutectico y especulativo nos permiten sentildealar la fecundidad de este campo de investigacioacuten que son los comentaros del de Gaeta sobre temas meta-fiacutesicos loacutegicos y gnoseoloacutegicos tambieacuten esparcidos en el terreno de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

Finalmente en sectVIII y sectIX repara en otras dos distinciones Dirigidas am-bas a los prelados o eclesiaacutesticos encargados de alguacuten tipo de gobierno Al menos es seguro en el uacuteltimo de los incisos donde puntualmente habla a quienes deben juzgar a sus suacutebditos

Tras todas estas interesantes novedades emergentes y aquiacute sentildealadas prose-guimos nuestro trabajo abocaacutendonos con brevedad al artiacuteculo quinto (carente de comentarios) para introducirnos en el sexto y uacuteltimo siacute glosado por el Cardenal

S Th II-II q 60 a 5 Utrum sit semper secundum leges scriptas iudicandum

A las tres objeciones que sostienen que no debe juzgarse siempre seguacuten las leyes escritas Santo Tomaacutes responde en primer lugar que el juicio no es otra cosa que la determinacioacuten de aquello que es justo Y que esto mismo (lo justo) puede ser de dos formas (1) ex ipsa natura rei por el derecho natural (2) ex

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condicto inter homines seguacuten el derecho positivo312

Y puesto que la ley con-tiene el derecho natural ndashsin instituirlondash y el derecho positivo ndashque tambieacuten contiene y siacute instituyendash concluye laquoquod necesse est quod iudicium deficeret vel a iusto naturali vel a iusto positivoraquo

313

Al no haber glosa del Cardenal analicemos el sexto artiacuteculo y su interpre-tacioacuten

S Th II-II q 60 a 6 Utrum iudicium per usurptionem reddatur perversum

El a 6 el uacuteltimo estaacute destinado a dilucidar si el juicio por usurpacioacuten puede tornarse perverso Respuesta que fue anticipada en el a 2

Esta vez la contestacioacuten de las cuatro objeciones presentadas seraacute que el juicio debe ser realizado seguacuten las leyes escritas ndashcomo se sostuvo en a 4ndash por quien tiene la autoridad para juzgar Habla aquiacute Santo Tomaacutes de quien tiene la autoridad puacuteblica para legislar o para dictar sentencia Puesto que seriacutea injusto que alguien ndashsin puacuteblica autoridadndash obligue a otro a cumplir una ley sancionada con puacuteblica autoridad

314

En este comentario el Cardenal se detiene en la respuesta dirigida a la ter-cera objecioacuten Y explica luego de rastrear las fuentes de su afirmacioacuten principal (laquopotestas saecularis subditur spirituali sicut corpus animaeraquo

315) los dos modos

en que esto puede darse

Asiacute introducido el tema continuaraacute reflexionando y justificando las situa-ciones y circunstancias en las que le es liacutecito al prelado espiritual actuar con autoridad sobre los aspectos seculares

316

Por el tenor de la glosa del de Gaeta (las circunstancias en las que un prelado espiritual puede obrar con potestad sobre las circunstancias seculares) el presen-

312 Cfr S Th II-II q 60 a 5 r d313 S Th II-II q 60 a 5 r d314 Cfr S Th II-II q 60 a 6 r d315 S Th II-II q 60 a 6 ad 3316 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 60 a 6

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te comentario no reviste para nosotros relevancia alguna a no ser el intereacutes de remarcar siempre su metodologiacutea con precisiones y ejemplificaciones

III25 Quaestio 61 ndash De Partibus Iustitiae

Esta cuestioacuten sexageacutesima primera ndashsobre las partes subjetivas de la justiciandash la divide Santo Tomaacutes en cuatro artiacuteculos Antes de enumerarlos reparemos en los dos paacuterrafos que sirven de introduccioacuten a toda la q 61 ya que en ellos encon-tramos un pequentildeo esquema del trabajo a seguir

Tras decir que debemos considerar las partes de la justicia expondraacute el or-den y el modo en que toca hacerlo En primer lugar sus partes subjetivas que son ldquospecies iustitiaerdquo En segundo lugar las partes integrantes dichas ldquoquasi integralesrdquo Por uacuteltimo en tercer lugar seraacuten consideradas las partes ldquoquasi potentialesrdquo que son las virtudes adjuntas a la virtud de la justicia

Sobre la primera de las precisiones que es de nuestro mayor intereacutes encon-traremos una doble consideracioacuten Esto es las partes de la justicia seraacuten estudia-das en siacute mismas y en los vicios que se les oponen

Asiacute las cosas y habiendo estudiado el acto propio de la justicia legal inclui-remos tambieacuten en nuestro estudio el anaacutelisis de la cuestioacuten sexageacutesima segunda donde hallamos tratado el acto propio de la justicia conmutativa

Volviendo ahora al tema de la cuestioacuten sesenta y uno veremos que la dis-tincioacuten de la justicia conmutativa y distributiva se trata en cuatro artiacuteculos si hallamos o no dos especies de justicia (a1) si su teacutermino medio se determina en ellas del mismo modo (a2) si su materia es uniforme o muacuteltiple (a3) y (a4) si en alguna de sus especies lo justo sea lo mismo que lo ldquocontrapassumrdquo (ldquolo padecido en reciprocidadrdquo)

Continuemos pues confrontando la glosa del Gaetano con los textos del Aquinatense

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S Th II-II q 61 a 1 Utrum convenienter ponantur duae species iustitiae ius-titiae distributiva et commutativa

Ya en el primer artiacuteculo (laquoUtrum convenienter ponantur duae species ius-titiae iustitiae distributiva et commutativaraquo) diraacute claramente Santo Tomaacutes tras responder las objeciones por las cuales pareciera inconveniente poner dos espe-cies de justicia que laquoduae sunt iustitiae species scilicet commutativa et distribu-tivaraquo

317 Sobre esto mismo el Cardenal comentaraacute (ya pusimos la cita)

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species ius-titiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia tri-plex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit par-tes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

318

Entre pareacutentesis notemos al pasar la sugestiva nota a pie de paacutegina que realiza Ismael Quiles al comentar S Th II-II q 61 a 1 ad 4

laquoDe lo dicho aquiacute se desprende claramente que seguacuten el tri-ple orden de la justicia hay tres especies de justicia pues hay orden de las partes entre siacute orden del todo a las partes y orden de las partes al todo y por semejanza hay tres clases de justicia legal distribu-tiva y conmutativa la legal dirige las partes al todo la distributiva el todo a las partes y la conmutativa las partes entre siacute Estas dos uacuteltimas llaacutemanse justicia particulares y la primera generalraquo319

Vemos aquiacute coacutemo el renombrado tomista argentino toma ndashcasi textualmen-tendash la glosa del Priacutencipe de los Comentadores y la pone en la respuesta a la

317 S Th II-II q 61 a 1 r d318 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1319 I QUILES Nota sect(1) en S Th II-II q 61 a 2 ad 4 en TOMAacuteS Aquino Suma Teoloacutegica t XI Club de Lectores Buenos Aires 1948 p 159

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cuarta objecioacuten del mismo artiacuteculo de la cuestioacuten 61 Esto para notar primero la influencia que el Cardenal ha tenido hasta nuestros diacuteas y auacuten entre nuestros intelectuales Segundo para mostrar coacutemo Quiles continuacutea explicando a Tomaacutes de Aquino seguacuten Tomaacutes de Viacuteo

Cerramos el pareacutentesis y volvamos al Cardenal quien continuaraacute luego glo-sando las respuestas a las objeciones segunda y quinta detenieacutendose en la pre-cisioacuten de coacutemo se distinguen ldquolo suyordquo y ldquolo debidordquo en la justicia distributiva y en la conmutativa con la intencioacuten de llamarnos la atencioacuten sobre la materia de las restituciones en aquellos casos en los que la distributiva resulta violada

En primer lugar sentildeala que en la conmutativa se da a cada quien simplemen-te lo que es suyo mientras que en la distributiva se da a cada quien ldquolo que es suyo de alguacuten modordquo

320

Por otra parte indica el Cayetano que en tanto en la conmutativa le es de-bido a alguien porque le es propio en la distributiva porque es comuacuten Las dos difieren formalmente porque si no se le restituyese lo propio a quien se le debe permaneceriacutea en dantildeo En cambio de lo comuacuten se debe a alguien solamente por ser parte del todo y tanto se le debe cuanto mayor sea la dignidad de la parte

321

Sentildealemos dos cosas La primera y maacutes importante en este comentario es el modo en que el comentarista interpreta la divisioacuten de las partes subjetivas de la justicia poniendo en lugar de dos tres

En segundo lugar el modo en que se detiene en las respuestas a las objecio-nes nuacutemero dos y cinco Lo hace seguacuten su estilo abundando en precisiones En este caso en la distincioacuten formal entre lo ldquosuyordquo ndashen el sentido de lo propiondash y lo ldquodebidordquo ya en la distributiva ya en la conmutativa

Esta segunda nota la realiza el Cardenal obviamente para prevenir o acon-sejar a aquellos que deben ocuparse de la materia de la restitucioacuten cuando la justicia resulta ultrajada como eacutel mismo dice sobre el final

Tanto de la primera como de la segunda observacioacuten se desprende cada vez con maacutes evidencias la distancia entre la nocioacuten de justicia en Santo Tomaacutes y la interpretacioacuten del Cayetano Prosigamos por lo tanto por esta viacutea con nuestro trabajo

320 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1321 Ibidem

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S Th II-II q 61 a 2 Utrum medium eodem modo accipiatur in iustitia distri-butiva et commutativa

En Angeacutelico citando a Aristoacuteteles responde laquoquod in iustitia distributiva accipitur medium secundum geometricam proportionalitatem in commutativa autem secundum arithmeticamraquo

322 contra las objeciones que sosteniacutean que el

medio de la justicia distributiva y de la conmutativa se determina del mismo modo

Es uacutetil analizar el contenido del comentario del Cardenal separadamente siguiendo la presentacioacuten en dos paraacutegrafos

Por un lado entonces resulta interesante la forma en que comienza la glosa laquoIn articulo secundo eiusdem quaestionis scito quod morali proposito non vi-detur expedire ut res claras involvamusraquo

323 Dicho esto explica los motivos evi-

dentes por los cuales no es necesario disputar nada y remite cualquier discusioacuten a la lectura de Aristoacuteteles

Por otro notemos la objecioacuten que el Priacutencipe de los Comentadores plantea in responsione ad tertium trayendo a colacioacuten lo dicho por Santo Tomaacutes en Sent III dist XXXIII q1 a3 qa2 ad2 Pareciera que lo expuesto en la Suma y lo sostenido en Sent III se contradicen u oponen y por esto mismo se pre-gunta ndashuna vez maacutesndash laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

324 Sin embargo afirma

a rengloacuten seguido que es faacutecil responder tal objecioacuten ya que puede decirse que aquella sentencia fue corregida aquiacute y que todaviacutea laquosalvari tamen utraque affir-matio potestraquo

325

De las proposiciones en conflicto la perteneciente al Libro de las Sentencias sostendriacutea que en cualquiera de las dos especies de justicia se atiende a la con-dicioacuten de la persona como redunda en la diversidad de la cosa Contrariamente aquiacute en la Suma de Teologiacutea el Aquinate sostiene que la justicia distributiva considera la condicioacuten de la persona secundum se mientras que en la conmuta-tiva se atiende laquosecundum quod per eam diversificatur resraquo

326

322 STh II-II q 61 a 2 s c323 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 2324 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 2325 Cfr Ibidem326 Cfr Ibidem

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Aquiacute la respuesta que muestra porqueacute estas afirmaciones pueden sostenerse simultaacuteneamente (sin caer en contradiccioacuten) laquoquod conditio personae in iustitia distributiva attenditur secundum se et secundum quod in diversitatem rei redun-datraquo

327

De lo expuesto en sectI estamos en condiciones de sentildealar uno de los intereses principales de Tomaacutes de Vio a la hora de comentar los textos de Santo Tomaacutes esclarecer los pasajes dudosos o con alguacuten nivel de dificultad relacionados al campo moral En sus propias palabras el Cayetano estaacute indicando en queacute modo deben ser interpretados y obrados los principios tomistas

En sectII sin embargo no hay ninguna aplicacioacuten moral pero asiacute y todo nos encontramos con el planteo de una duda Que si bien sostiene en un primer momento que aquella afirmacioacuten del Libro de las Sentencias fue corregida aquiacute finalmente demuestra que no es necesariamente asiacute e indica la forma en que ambos pasajes se complementan

De este artiacuteculo vemos por un lado (en sectI) lo que pareciera ser el motivo fundamental por el que el Cardenal comenta Y como no estaacute representado este intereacutes en todo el artiacuteculo segundo no realiza ninguna apreciacioacuten

Pero encontramos tambieacuten (en sectII) que auacuten no habiendo relacioacuten con el propoacutesito moral el Cayetano siacute glosa el texto ad tertium Lo cual nos hace pen-sar en la siguiente alternativa O hay otros ademaacutes del intereacutes manifiestamente sentildealado como el motivo por el cual glosa o tal vez podamos tambieacuten suponer que sencillamente estos son comentarios maacutes bien ldquolibresrdquo

A este punto nuestra impresioacuten es que no hay un plan trazado pero siacute una metodologiacutea Y que ademaacutes el de Gaeta comentoacute libremente otros tantos artiacutecu-los que sin ser todaviacutea centrales en su plan tienen alguna importancia o relacioacuten con su propio pensar filosoacutefico y teoloacutegico

Cumpliendo el objetivo del presente capiacutetulo en el plan de nuestra tesis vamos a la confrontacioacuten del proacuteximo artiacuteculo con el comentario del Cayetano

327 Cfr Ibidem

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S Th II-II q 61 a 3 Utrum materia utriusque iustitiae sit diversa

Contra las tres objeciones que sostienen que no es diversa la materia de la justicia distributiva y conmutativa el Angeacutelico responde recurriendo a Aristoacutete-les laquoquod una species iustitiae est directiva in distributionibus alia in commu-tationibusraquo

328 Aclarando posteriormente que laquosi igitur accipiamus ut materiam

utriusque iustitiae ea quorum operationes sunt usus eadem est materia distri-butivae et commutativae iustitiaeraquo

329 pero laquosi autem accipiamus ut materiam

utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo

330

Asiacute las cosas el Cardenal comentaraacute el artiacuteculo en dos apartados En el pri-mero nos haraacute reparar la atencioacuten en cinco puntos En el segundo plantearaacute una objecioacuten a las uacuteltimas liacuteneas con las que Santo Tomaacutes cierra el artiacuteculo

Las cinco precisiones presentadas en sectI sobre las cuales el Cayetano quiere que nos detengamos son

331 (1) los motivos o causas de por queacute las conmuta-

ciones se dicen voluntarias e involuntarias y cuaacutel es la diferencia entre ellas (2) Que lo voluntario e involuntario distinguen las conmutaciones porque diversi-fican la razoacuten de lo justo (3) que las conmutaciones involuntarias se distinguen entre ocultas y manifiestas ya que una es la razoacuten de lo involuntario cuando se padece ocultamente de cuando manifiestamente

(4) Que in littera no son computadas entre las involuntarias ni el exilio ni la usura (5) Que el nuacutemero de las conmutaciones tanto in littera et in V Ethic no es uniforme Y esto se deberiacutea a que ninguno de los dos (ni Aristoacuteteles ni Santo Tomaacutes) parecen tener la intencioacuten de enumerar integralmente las especies de las conmutaciones sino de distinguirlas para que puedan otros faacutecilmente identifi-car el resto de los casos

En sectII como dijimos pone una duda laquocirca calcem articuliraquo maacutes precisa-mente laquode qua specie Auctor loquitur cum dicit omnes commutationes volun-tarias et involuntarias ad una iustitiae speciem pertinere an scilicet de specie specialissima an de subalternaraquo

332

328 S Th II-II q 61 a 3 s c329 S Th II-II q 61 a 3 r d330 Ibidem331 Todo el presente paacuterrafo cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 3332 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3

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La razoacuten de la duda para el comentador viene porque Aristoacuteteles distingue la justicia particular en distributiva y conmutativa y eacutesta uacuteltima en dos puesto que las conmutaciones pueden ser voluntarias e involuntarias Tal cosa lo prueban la multitud de los vicios que se les oponen Y es contra esto mismo que el Cayetano dice laquoIn oppositum autem videtur haec litteraraquo

333 refirieacutendose claramente al

texto tomista

A esta objecioacuten responde el mismo comentarista que ldquoconsistiendo lo justo conmutativo en la igualdad de la cosa a la cosa y siendo su acto dar o devolver lo equivalente ndashno cambiando nada sino materialmentendash consecuentemente no es por la diversidad de la materia la causa por la cual se multiplica la especie de la justicia conmutativardquo

334

En los paacuterrafos que continuacutean al que hemos parafraseado sentildeala el Priacutencipe de los Comentadores que ldquopudiera parecer que la especie de justicia variacutea seguacuten el devolver lo igual sea hecho voluntaria u obligadamente ya que en la uacuteltima hay diferencia formal de la conmutacioacutenrdquo

335 Y esto porque ldquosi quien considera

que sea necesario que de la diferencia de divisioacuten de geacutenero y de la constitutiva de la especie sean diferencias per se y no per accidens ndashsiendo que las diferen-cias per se son las que diversifican los geacutenerosndash y que la adecuacioacuten de la cosa a la cosa no es diversificada porque resulta devuelta voluntaria o involuntariamen-te (ya que en igual cantidad y seguacuten la misma forma de igualdad se devuelve vo-luntaria o involuntariamente) se veraacute entonces y en cambio que esta diferencia per accidens ndashpuesta en el textondash contradice todo estordquo

336

Es importante ver coacutemo el Cardenal sale de esta situacioacuten contradictoria al decir que laquoAristotelis dicitur quod ipse non dixit esse duas species sed duas partes non propter differentiam formalem sed propter notabilem diversita-tem materialem quia scilicet in una concurrunt duo recompensanda in altera unumraquo

337 Y que como adecuar uno o dos no variacutea la especie de las conmutacio-

nes siempre que se opere la misma razoacuten o forma de igualdad es evidente que tampoco la multitud de los vicios es signo de la multitud de las virtudes a las que se oponen

333 Ibidem334 Cfr Ibidem335 Cfr Ibidem336 Cfr Ibidem337 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Siguiendo el razonamiento del Cayetano resulta auacuten maacutes interesante (y por eso deciacuteamos antes que era importante) ver su misma conclusioacuten

laquoEst ergo iustitia commutativa una species specialissima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam opera-tur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex supradictisraquo

338

Hasta aquiacute llega la glosa del de Gaeta al a 3 y representa para nosotros otra novedad fundamental Como ya hemos visto el Cardenal realiza la mentada divisioacuten de las partes subjetivas de la justicia Como lo sentildealase John Finnis y citaacutendolo a eacutel Samuel Gregg Quienes nada dicen sobre las causas ni los moti-vos por los cuales el Cayetano parece realizar esta divisioacuten

La novedad de la que hablamos la encontramos en esta calificacioacuten de ldquoes-pecie especialiacutesimardquo de la justicia conmutativa y en la causa por las cuales ldquoes multiplicada la especie de la justicia conmutativardquo (seguacuten indicamos)

En primer lugar el Cayetano sentildeala que en V Ethic Aristoacuteteles distingue la justicia particular en distributiva y conmutativa y la uacuteltima en ldquoin duas partesrdquo Luego salva a Aristoacuteteles sentildealando que el Estagirita no dijo haber dos especies sino dos partes de la justicia

Finalmente en su conclusioacuten remarca que tanto la justicia distributiva cuan-to la conmutativa son ldquoespecies especialiacutesimasrdquo que se diversifican formalmen-te por el modo en las que se opera la adecuacioacuten

Junto con esto y retomando aquella divisioacuten obrada en el comentario al a1 pareciera bastante confusa la nocioacuten de justicia en el Cayetano

Por un lado (Comm a1) dice textualmente que encontramos tres especies de justicia legal distributiva y conmutativa Y que la primera es llamada ldquojusti-cia generalrdquo y las dos sucesivas son llamadas ndashtextualmente en pluralndash ldquojusticias particularesrdquo

339 Por otro (Comm a2) indica que en una de las ldquojusticias particu-

338 Ibidem339 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1

187

laresrdquo ndashla conmutativandash encontramos ldquodos partesrdquo Y que son esas dos justicias particulares ldquoespecies especialiacutesimasrdquo

340

Asiacute las cosas mientras para Santo Tomaacutes la virtud de la justicia se divide en dos partes general y particular ndashy la uacuteltima consta de dos especies subjetivasndash para el Cardenal la justicia se divide en tres especies subjetivas una general y dos particulares De las cuales uacuteltimas son las distributiva y la conmutativa ldquoes-pecies especialiacutesimasrdquo teniendo a su vez la conmutativa dos partes

Y mientras para el Doctor Comuacuten la forma en que se opera la adecuacioacuten es causa de la diversificacioacuten de las especies de justicia particular en sus partes subjetivas seriacutea para el Cayetano la razoacuten de la divisioacuten de la justicia en tres especies ndashy no partesndash subjetivas de la virtud de la justicia

Por lo tanto es auacuten mayor la distancia entre Santo Tomaacutes y el Tomaacutes de Vio porque en definitiva este uacuteltimo traslada la causa de la diversificacioacuten de las es-pecies de las partes subjetivas de la justicia a todas sus partes Haciendo asiacute de cada parte un todo diversos y ndasha este puntondash irreductibles entre siacute

S Th II-II q 61 a 4 Utrum iustum sit simpliciter idem quod contrapassum

Contra las tres objeciones que sostienen que lo justo es simplemente lo con-trapassum el Aquinatense responde por un lado laquoquod Philosophus in V Ethic probat non quodlibet iustum esse contrapassumraquo

341 ya que lo recibido en reci-

procidad es lo justo conmutativo y que laquoin distributiva autem iustitia locum non habetraquo

342 Esto uacuteltimo ldquoporque en la justicia distributiva no se mira la igualdad

seguacuten la adecuacioacuten de la cosa a la cosa o de la pasioacuten a la accioacuten sino seguacuten la proporcioacuten de las cosas a las personasrdquo

343

Tras explicar en el primer paacuterrafo el sentido del teacutermino lsquocontrapas-sumrsquo

344 y advertirnos las fuentes de la proveniencia u origen del presente ar-

340 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3341 S Th II-II q 61 a 4 s c342 S Th II-II q 61 a 4 r d343 Cfr ibidem344 Vid Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

tiacuteculo ya identificable a partir de su tiacutetulo el Cardenal glosaraacute el artiacuteculo en dos paraacutegrafos

En el primero realiza dos notas En primer lugar laquoquod contrapassum po-test dupliciter intellegiraquo

345 En segundo que servirse ndasho usarndash con igualdad pro-

porcional puede ocurrir tambieacuten doblemente Veamos detenidamente sus dos puntualizaciones

La primera consideracioacuten seguacuten la cual es doble la acepcioacuten de lo recibido en reciprocidad es que esto sea laquosecundum identitatem speciei ut scilicet patia-tur quis idem specie quod egit puta animam pro animam oculum pro oculoraquo

346

Y de este modo lo justo conmutativo no es lo contrapassum La segunda es seguacuten las igualdades de la cantidad para lo cual pone el ejemplo de quien hubie-se golpeado a alguien pague por la lesioacuten realizada concluyendo tambieacuten con Santo Tomaacutes laquoEt sic extenso contrapassi et passionis nomine ad omnes commu-tationes contrapassum est idem quod iustum commutativumraquo

347

La segunda de las notas como anticipamos es que laquouti aequalitate pro-portionali contingit dupliciterraquo

348 La primera consideracioacuten como forma de lo

justo Es decir que donde lo mismo justo consista en este modo de igualdad pro-porcional seraacute propio de la justicia distributiva a diferencia de la conmutativa que se vale de la igualdad cuantitativa como forma de lo justo La segunda laquout modo perveniendi ad quantitatem rei ut sit aequalis alteri reiraquo

349 Y de este modo

la justicia conmutativa siacute utiliza la igualdad proporcional en la conmutacioacuten de las cosas

En sectII contrapone dos referencias de diversas obras del Angeacutelico en que se sostiene lo mismo y estando ellas dos en sintoniacutea sin embargo parecen oponer-se a lo que aquiacute se sostiene in responsione ad primum

La duda planteada viene porque ya en la primera parte de la Suma como en el cuarto libro de las Sentencias Santo Tomaacutes laquonegat in Deo iustitiam com-mutativam in hoc vero loco dicit ad rationem commutativae iustitiae spectare

345 Esto y lo que sigue cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 4346 Cfr Ibidem347 Ibidem348 Ibidem349 Ibidem

189

recompensare premia meritis et supplicia peccatisraquo350

Tras lo que vuelve a pre-guntarse laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

351

Luego procede a responder su objecioacuten diciendo que sin lugar a dudas entre Dios y las criaturas no puede haber justicia conmutativa ya que Dios no puede recibir lo suyo de parte nuestra ni tampoco nosotros podemos retribuirle en forma equivalente Ademaacutes explica el Cayetano que el castigo de los pecados corresponde a la justicia distributiva de Dios a la cual sin embargo concurre al-guacuten modo de lo justo conmutativo laquopro quanto res pro re datur puta praemium pro merito et poena pro offensaraquo

352 Por lo cual en las dos citas propuestas

Santo Tomaacutes niega la justicia conmutativa propiamente dicha y aquiacute en cambio pone que Dios en sus operaciones observa de alguacuten modo lo justo conmutativo Cierra su argumento el Cardenal diciendo que en la distribucioacuten se mezcla de alguacuten modo alguna conmutacioacuten y que precisamente por esto aquiacute no hay con-tradiccioacuten

353

De la confrontacioacuten de los textos de Santo Tomaacutes con el comentario vemos otra vez el intereacutes del comentarista de precisar y ayudar a quien deba aplicar es-tos principios Tras exponer los dos modos en que podemos entender lo contra-passum claramente indica al legislador o juez en cuaacuteles de los dos casos es justo hacerlo laquoEt ex hac distinctione habes unde diversa negantium vel affirmantium iustum de contrapasso salvare poterisraquo

354 Esta distincioacuten es la que obra en todo

el primer paraacutegrafo

En el segundo en cambio vuelve a utilizar aquel meacutetodo de presentar dudas y objeciones Ahora lo hace contraponiendo dos pasajes de dos obras diversas al sentido de lo que se contiene en el artiacuteculo Y lo realiza nuevamente detenieacuten-dose en una de las respuestas del Angeacutelico concretamente a la tercera objecioacuten

Vemos que esta constante preocupacioacuten por precisar e indicar el rumbo de las interpretaciones es la que ha conducido al comentador a cierto enredo por el cual obroacute no pocos distanciamientos con el Aquinate

350 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 4 Veacuteanse tambieacuten aquiacute las dos referencias dadas en contraposicioacuten por el Cardenal351 Ibidem352 Ibidem353 Cfr Ibidem354 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por otra parte tambieacuten pensamos que este modo de comentar es parte de una forma mentis a partir de la cual el mismo Cayetano concibioacute un esquema de la virtud de la justicia diverso del de Santo Tomaacutes

Sumerjaacutemonos en el anaacutelisis de la cuestioacuten nuacutemero sesenta y dos la uacuteltima que consideraremos en nuestra investigacioacuten

III26 Quaestio 62 ndash De Restitutione

Al estudio de esta cuestioacuten seraacuten dedicados ocho artiacuteculos En el anaacutelisis de la restitucioacuten Santo Tomaacutes identificaraacute de queacute virtud es acto (a1) Luego inves-tigaraacute sobre la necesidad de restituir lo sustraiacutedo simplemente (a2) o en forma multiplicada (a3) Posteriormente analizaraacute si debe restituirse de aquello que no ha sido sustraiacutedo (a4) y si debe hacerse la restitucioacuten a quien se sustrajo (a5) Por parte de quien sustrajo si estaacute eacutel mismo obligado a la restitucioacuten (a6) u otros (a7) Y finalmente sobre el tiempo oportuno para la restitucioacuten (a8) Recorda-mos que el tema de la restitucioacuten ya habiacutea merecido la atencioacuten del Cardenal al comentar el artiacuteculo sobre el derecho natural en S Th II-II q 57 a 2

El Cayetano por su parte comentaraacute todos los artiacuteculos Digamos ademaacutes que de todas las cuestiones que hemos analizado la actual se presenta como la maacutes extensa glosa del Priacutencipe de los Comentadores

Pensamos que esto es asiacute debido al tenor de la misma cuestioacuten ndashla restitucioacuten como acto de la justicia conmutativandash y a que todos sus artiacuteculos implican cierto alcance moral cuya praacutectica debe ser precisada para garantizar un correcto ejer-cicio de la virtud

Tal extensioacuten entonces la vemos fundada en el intereacutes del Cardenal en in-dicar los modos de interpretar los principios que expondraacute Santo Tomaacutes Pre-tensioacuten que hemos sentildealado a lo largo de toda esta exposicioacuten y que se vieron ejemplarmente remarcados en el tratamiento de la cuestioacuten anterior

Veamos ahora uno a uno los artiacuteculos junto con sus comentarios

191

S Th II-II q 62 a1 Utrum restitutio sit actus iustitiae commutativae

A las tres objeciones que sostienen que la restitucioacuten no es acto de la justicia conmutativa el Doctor Comuacuten responde que laquorestitutio ablationi opponitur Sed ablatio rei alienae est actus iniustitia circa commutationes Ergo restitutio eius actus est iustitiae quae est in commutationibus directivaraquo

355

El Cardenal pone algunas preguntas a la respuesta a la tercera objecioacuten La cual aparece en realidad engantildeosa ya que el Cayetano mismo elabora todo un razonamiento sobre algo que Santo Tomaacutes no dijo y la respuesta de su precisioacuten viene de retomar las palabras mismas del Aquinate donde el de Gaeta demuestra que el Angeacutelico siacute realizoacute tal precisioacuten y no hay ninguna omisioacuten

356

Como dijimos el comentarista repara in responsione ad tertium poniendo una ldquoobjecioacutenrdquo a la que dedica todo el primer paraacutegrafo En sectII y sectIII la precisa auacuten maacutes con algunos casos y ejemplos y finalmente le da una respuesta En sectIV conti-nuacutea clarificando todaviacutea la decisioacuten que debe ser tomada en tal caso y nos anuncia que en el proacuteximo comentario ndashal que nos introducimos inmediatamentendash trataraacute maacutes extensamente sobre la obligacioacuten y los motivos de restituir lo sustraiacutedo

357

S Th II-II q 62 a2 Utrum sit necessarium ad salutem quod fiat restitutio eius quod ablatum est

En contra de las cuatro objeciones que niegan que sea necesario para la sal-vacioacuten la restitucioacuten de lo sustraiacutedo Santo Tomaacutes ndashtras citar en el sed contra a San Agustiacuten quien sostiene que ldquono se borra el pecado a no ser que se restituya lo sustraiacutedordquo

358ndash concluye diciendo que laquocum igitur servare iustitiam sit de neces-

sitate salutis consequens est quod restituere id quod iniuste ablatum est alicui sit de necessitate salutisraquo

359

355 S Th II-II q 62 a 1 s c356 Cfr Comm Card Caie sectI-III en S Th II-II q 62 a 1 357 Vid Comm Card Caie sectIV en S Th II-II q 62 a 1358 Cfr STh II-II q 62 a 2 s c359 Cfr S Th II-II q 62 a 2 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En su comentario el maacutes extenso de todos los que hemos analizado el Car-denal glosa todo el artiacuteculo en iexcldieciseacuteis paraacutegrafos Los cuales podemos agru-par del siguiente modo

En el primero de ellos (sectI) nos hace notar que tanto en el a1 como en el a2 de esta cuestioacuten 62 los coacutedices estaacuten ldquocorrompidosrdquo Y que por esta misma causa es dudoso el tema que aquiacute se debate Pero debido a su contenido ndashrazona Cayetanondash ldquodebemos entender que este artiacuteculo trata de la restitucioacuten de lo sus-traiacutedo y no de la restitucioacuten simplemente hablandordquo

360

Luego en sectII-V el Cardenal se detiene sobre los tres casos y ejemplos en los que una persona puede quitar a otro su fama

En los paraacutegrafos sectII-IV presenta dos dudas in responsione ad secundum La primera de las cuales responde en sectIII con una interesante referencia a ldquoScoto et Richardordquo En sectIV hallamos la respuesta a la segunda de las dudas

En sectV volviendo sobre la misma respuesta ad secundum se ocupa del se-gundo y tercer ejemplo puesto por Santo Tomaacutes sobre los tres modos en que una persona puede quitar la fama a otro

En sectVI tratando el tema presentado in responsione ad quartum pone seis dudas que comenzaraacute a contestar en sectVII tras advertirnos que no responderaacute en el mismo orden en que las objeciones fueron planteadas Las respuestas tendraacuten lugar hasta sectXVI el uacuteltimo de los paraacutegrafos

Por lo contenido en el primero de ellos podemos entrever una vez maacutes la laboriosidad con la que el de Gaeta se dedicoacute al estudio de los textos tomistas asiacute tambieacuten como su diligencia

En todos los precedentes incisos Tomaacutes de Viacuteo contrapondraacute ejemplos du-dosos que parecen escapar a los principios propuestos por el Angeacutelico y brinda-raacute posteriormente una respuesta a cada uno de ellos

Una nota interesante son las referencias que hace a algunos de sus interlo-cutores (Scoto y Richardo) Esto mismo porque nos hace comprender otro de los intereses del Cayetano a la hora de comentar los textos de Santo Tomaacutes Es decir que en estos contrapuntos se evidencia el contexto y los destinatarios a los que el Cardenal parece dirigirse No soacutelo a quienes estaacuten obligados por su oficio

360 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 2

193

a la puesta en praacutectica de los principios que aquiacute se contienen sino tambieacuten a quienes ndasha su entenderndash yerran en la interpretacioacuten y aplicacioacuten de estos

En este sentido no son estos incisos otra cosa que un ejercicio donde se re-suelven los casos propuestos Siempre dentro del discurso de la restitucioacuten de lo sustraiacutedo del modo de hacerlo y de quieacutenes estaacuten obligados a ello

Por no ir maacutes allaacute del acto de la justicia distributiva ni representar alguacuten elemento que nos permita profundizar en la comprensioacuten de la nocioacuten de justicia por parte del Cayetano pasamos al estudio del proacuteximo artiacuteculo

S Th II-II q 62 a3 Utrum sufficiat restituere simplum quod iniuste abla-tum est

Tres parecen ser las razones por las cuales devolver simplemente lo que se sustrajo no alcanza para restituir A todas las cuales Santo Tomaacutes responde que laquorestitutio reducit ad aequalitatem quod inaequaliter ablatum est Sed aliquis reddendo quod accepit simplum reducit ad aequalitatem Ergo solum tenetur tantum restituere quantum accepitraquo

361

Glosando el artiacuteculo el Cardenal pondraacute dos objeciones a una de las afirma-ciones del Angeacutelico y las responderaacute Veamos separadamente el planteo del Ca-yetano y la sentencia del Aquinate En primer lugar entonces lo que cuestiona el comentador

laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo antequam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo

362

361 S Th II-II q 62 a 3 s c362 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Pero no es lo que Santo Tomaacutes dice sus palabras son laquoEt ideo antequam sit condemnatus per iudicium non tenetur plus restituere quam accepit sed post-quam condemnatus est tenetur poenam solvereraquo

363

Es decir que mientras el de Aquino deja ver que debe devolverse exacta-mente lo que ha sido quitado de no haber una sentencia que obligue a devolver maacutes de lo sustraiacutedo para el de Gaeta soacutelo debe restituirse ndashauacuten lo simplemente quitadondash en caso de contar con la sentencia del juez Luego de esto procede el Cardenal a explicar el modo en que debe entenderse la afirmacioacuten del Aquinate

Apoyaacutendose en su interpretacioacuten prosigue el Priacutencipe de los Comentadores diciendo que como las penas no son soacutelo incumbencia del juez maacutes tambieacuten de las leyes (cuyo acto es castigar) es evidente que algunos caen bajo las penas de la ley sin ser necesario ninguacuten acto del juez Como sucede por ejemplo y entre otros casos en las excomuniones

364

Auacuten reconociendo posteriormente en sectII que Santo Tomaacutes estaacute hablando soacutelo de la pena que mira a la restitucioacuten en forma multiplicada de lo sustraiacutedo plantea ndashretomando su argumentacioacutenndash la necesidad de distinguir que la pena establecida por la ley es doble la cual para cuya ejecucioacuten se requiere alguna accioacuten y aquella pena para la cual ninguna accioacuten es requerida Ejemplos de la primera distincioacuten son los casos de las mutilaciones los castigos corporales la caacutercel el exilio etc La excomunioacuten la suspensioacuten y otros similares son ejem-plos del segundo365

De estas dos continuacutea el Cardenal se siguen otras dos diferencias En pri-mer lugar que la imposicioacuten de algunas penas es propia del juez algunas otras pertenecen al juez y a la ley De los ejemplos puestos por el Cayetano y traiacutedos en el precedente paacuterrafo los primeros corresponden a la primera de las diferen-cias aquiacute sentildealadas Y los segundos a la segunda

366

En el tercero y uacuteltimo de los paraacutegrafos el comentarista indica que

laquoAd dubium ergo dicitur quod doctrina Auctoris universalis est de poena cuius inflictio pertinet ad iudicem ut propria de tali

363 S Th II-II q 62 a 3 r d364 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3365 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 3 366 Cfr ibidem

195

enim optime sequitur redditio causae Et ideo antequam sit condem-natus per iudicem non tenetur ad executionem Et quod haec sit vera intentio Auctoris patet ex quod loquitur de iudice ut distingui-tur a lege loquendo enim de iudice ut distinguitur a lege oportet loqui de propriis iudici et non de communibus iudici et legiraquo

367

De esto saca sus respuestas a sus dos objeciones A la primera dice que es-tablecer una punicioacuten ejecutiva pertenece a la ley auacuten cuando la pena no exija una ejecucioacuten La segunda habla de aquellas penas que son comunes a la ley y al juez siendo que Santo Tomaacutes se refiere solamente a aquellas penas que pertene-cen establecer soacutelo al juez

368

Cabe notar que al culminar su glosa el Cayetano se dirige en forma directa y personal al lector dicieacutendole que en estos modos ndashtanto en el fuero civil cuando en el canoacutenicondash debe entender y aplicar lo aquiacute expuesto

369

Vemos entonces coacutemo el Cardenal realiza toda una interpretacioacuten propia de lo que aquiacute expone Santo Tomaacutes

La diferencia es grande puesto que el Aquinate estaacute hablando de la resti-tucioacuten en tanto que acto de la virtud por lo cual dice que alguien debe restituir simplemente lo que sustrajo de no haber sentencia o juicio para que eso mismo sea devuelto en forma multiplicada Repetimos es un acto de la virtud y de vir-tud personal como son todas las virtudes

Contrariamente el Priacutencipe de los Comentadores sostiene que auacuten para aquello de devolver simplemente lo sustraiacutedo debe haber sentencia del juez como hemos demostrado De esto se siguen varias cosas

En primer lugar se continuacutea viendo el modo de proceder por parte del Car-denal abundando en distinciones Esta vez partiendo de una erroacutenea citacioacuten de los textos del Angeacutelico y conducieacutendonos por diversos senderos sin obrar alguna siacutentesis o recapitulacioacuten conclusiva de lo que se expone

Por otra parte vuelve a ser manifiesta su intencioacuten de indicar el sentido del texto tomista seguacuten sus propias interpretaciones

367 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 3368 Cfr ibidem369 Cfr ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Finalmente se ve claramente que en Santo Tomaacutes la virtud es un haacutebito personal mientras que para Tomaacutes de Vio el acto de la virtud de la justicia con-mutativa viene impuesto desde fuera por la ley y el juez positivamente Son en efecto dos concepciones diversas de virtud dos ldquodoctrinas eacuteticasrdquo diferentes Ademaacutes hemos resaltado mientras que para el Cardenal el acto de la justicia se identifica con el acto exterior que se sigue del dictamen del juez para el Doctor Comuacuten el acto de la virtud se entiende a partir del fin uacuteltimo de la vida del hombre la felicidad A la cual difiacutecilmente podriacutea llegar la persona si no se esforzase por alcanzarla a fuerza de obrar virtuosamente Asiacute pues de ninguacuten modo podriacutea constituir para el Aquinate el acto de la justicia en la ejecucioacuten de un acto exterior mera obediencia impuesto coercitivamente

Luego de haber sentildealado estas grandes diferencias nos proponemos conti-nuar en la buacutesqueda de otras en los subsiguientes comentarios ahora el cuarto

S Th II-II q 62 a 4 Utrum aliquis debeat restituere quod non abstulit

Contra las tres objeciones por las cuales parece ser que deba restituirse lo que no se quitoacute el Aquinatense responde que como la restitucioacuten pertenece a la justicia en tanto que obra alguna igualdad laquosi aliquis restitueret quod non accepit hoc non esset aequale Ergo talis restitutio non est iustum quod fiatraquo370

Ademaacutes continuacutea respondiendo Santo Tomaacutes el hombre soacutelo debe restituir en aquello que ha dantildeado a alguien ya en lo que eacuteste teniacutea en acto ya impidieacuten-dole recibir algo que estaba en viacuteas de hacer

371

Por su parte el Cardenal se detendraacute en las respuestas a la primera y segun-da objecioacuten planteando una duda que haraacute derivar al tratamiento del tema de la usura poniendo ejemplos que responderaacute en su comentario a S Th II-II q 78 a 2 y no aquiacute

Puesto que ni el ejemplo ni el argumento corresponden al tema del que trata la presente cuestioacuten anotamos algunas pocas cosas antes de proseguir

370 S Th II-II q 62 a 4 s c371 S Th II-II q 62 a 4 r d

197

El Cayetano soacutelo se limita a poner un caso diverso al planteado por el Angeacute-lico para trasladar su interpretacioacuten a otro campo diverso del actual

Es decir que mientras el Aquinate estaacute debatiendo sobre si deba recom-pensarse por aquello que no se tomoacute el Cardenal sugiere un caso cuya materia respecta a la usura como eacutel mismo sentildeala

372

A mayor abundamiento el comentarista ni siquiera responderaacute la duda sino que deja en claro que maacutes adelante (seguacuten indicamos) seraacute resuelto Por todo lo cual avanzamos hacia el estudio del proacuteximo artiacuteculo y comentario

S Th II-II q 62 a5 Utrum oporteat restitutionem facere semper ei a quo ac-ceptum est aliquid

Contra las cinco objeciones que sostienen que no siempre se deba restituir algo a aquel de quien fue tomado Santo Tomaacutes responde

laquoQuod per restitutionem fit reductio ad aequalitatem commu-tativae iustitiae quae consistit in rerum adaequatione sicut dictum est Huius modi autem rerum adaequatio fieri non posset nisi ei qui minus habet quam quod suum est suppleretur quod deest Et ad hanc suppletionem faciendam necesse est ut ei fiat restitutio a quo acceptum estraquo

373

En todo su comentario el Cardenal se referiraacute (en siete paraacutegrafos) al res-pondeo dicendum y a cada una de las respuestas del Angeacutelico a las cinco obje-ciones

Ya hemos visto el r d tratemos ahora las precisiones que realizoacute el Cayeta-no y posteriormente una a una las objeciones junto con sus respuestas con las correspondientes notas del comentador

372 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 62 a 4373 S Th II-II q 62 a 5 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En sectI repara sobre las siguientes palabras del Doctor Comuacuten laquonisi ei qui minus habet quam quod suum est supplereturraquo

374 Ya que seguacuten el Priacutencipe de

los Comentadores de esta misma provienen dos conclusiones

La primera si alguien tiene algo por manos de otro que este mismo consi-guioacute por hurto o usura no debe el primero restituir al uacuteltimo sino que debe hacer cuanto pueda para que la cosa llegue a su duentildeo

La segunda si alguien debe restituir bienes de la Iglesia o de alguna congre-gacioacuten religiosa debe ciertamente hacerlo Pero si el prelado o abad a cargo de la administracioacuten es un dilapidador ndashafirma el glosadorndash no deben ser aquellos bienes restituidos a ellos

laquoQuia non minus habent de suo sed de alieno eis credito ad dispen-sandum non ad dissipandum Et ideo tenetur reddere ecclesiae quae est rerum domina in rebus quae non possunt dilapidari et similiter reddi debent abbatiae ser conventui cuius sunt Et idem est de similibus iudiciumraquo

375

Sobre esto uacuteltimo declara el de Gaeta que tal cosa (obrando en secreto) puede hacerse si tenemos en cuenta el juicio de la consciencia pero no asiacute si se presenta el caso en el foro judicial

En el primero de ellos el Cardenal parece justificarse puesto que quien obre asiacute lo haraacute en beneficio por ejemplo de la Iglesia y del prelado previniendo que no se dilapiden tales bienes

En el segundo de los casos pareciera defeccionar la fuerza de la justicia Porque si el juez ordenase que tal cosa sea restituida a un dilapidador por ejem-plo la justicia estariacutea obrando en contra de siacute misma Ya que razona el Priacutencipe de los Comentadores se estariacutea devolviendo un bien a alguien que se valdraacute de eacutel injustamente en este caso dilapidaacutendolo

376

Continuando con su glosa en el segundo de los paraacutegrafos analiza la res-puesta ad primum Veamos primero la objecioacuten y luego la respuesta por parte de Santo Tomaacutes y detengaacutemonos ulteriormente en la glosa de Tomaacutes de Vio

374 Ibidem375 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 5376 Cfr Comm Card Caie sectI in STh II-II q 62 a5

199

La primera de las objeciones si algunas veces restituyeacutesemos a quien se le quitoacute le causaremos dantildeo a eacutel mismo o a otros El ejemplo es el caso de devol-ver la espada a alguien estando furioso Y como es evidente que a nadie debemos perjudicar y del dantildeo que en este caso se seguiriacutea concluye que no siempre debe restituiacutersele la cosa sustraiacuteda a la persona

377

Contra eacutesta responderaacute sencillamente Santo Tomaacutes que la restitucioacuten no debe hacerse cuando la misma produzca mayor dantildeo que bien Pero quien retie-ne la cosa tampoco debe apropiaacutersela Sino esperar el tiempo oportuno para ha-cer la restitucioacuten o bien consignarla en otro lugar para su mejor conservacioacuten

378

El comentador remarca que en esta misma respuesta hallamos la razoacuten de porqueacute en tiempos de guerra injusta no debemos restituir las deudas a un priacuten-cipe injusto sino esperar a un tiempo oportuno Ya que eacuteste con tales bienes favoreceraacute el crecimiento o la mejor provisioacuten de su ejeacutercito Y sobre lo mismo trae la situacioacuten de cuando alguna restitucioacuten no pueda hacerse sin exponer a dantildeo al duentildeo de tal deacutebito o mutuo como es el caso ndashentre otrosndash de quien ha comprado el cardenalato

379

La segunda objecioacuten tiene como base el pecado de la simoniacutea y muestra Santo Tomaacutes coacutemo no debe restituirse de quien se ha recibido que en este caso ya que alguien da y otro recibe algo iliacutecitamente

380

Contra esta misma procede el Angeacutelico distinguiendo los dos modos en que alguien da algo iliacutecitamente El primero es el caso del ejemplo propuesto la si-moniacutea donde la misma accioacuten de dar es iliacutecita y contra la ley y por esto quien lo recibioacute debe dejarlo y quien lo dio debe retenerlo para siacute o utilizarlo piacuteamente El segundo caso es cuando se da iliacutecitamente por causa iliacutecita Y aquiacute pone el Aquinate el ejemplo de la meretriz que recibe pago a cambio de fornicacioacuten Soacutelo que esta vez la mujer puede retener para siacute lo que le fuese dado excluyeacuten-dose el caso de que hubiese recibido algo maacutes por dolo o fraude en donde estariacutea obligada a restituir al dador

381

En su comentario a la respuesta a la segunda objecioacuten el Cayetano se vale de dos palabras de Santo Tomaacutes para indicar una nueva distincioacuten El de Gaeta

377 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 1378 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 1379 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 5380 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 2381 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 2

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

200

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

primero plantea la necesidad de laquodiscernere inter dationem illicitam et propter causam illicitam respiciendo ad id quod lege divina vel humana prohibitum estraquo

382 Y sostiene que tal vez el Angeacutelico hace esta distincioacuten entre laquoillicita et

contra legem referendo illicitum ad ius naturae vel divinum et contra legem ad ius humanumraquo

383

Al inicio de sectIII el Cardenal sostiene que cuando el mismo dar es pecado o prohibido la accioacuten de dar es iliacutecita Pero cuando en cambio no estaacute prohibido dar sino la causa por la cual se da (como por ejemplo en el caso de la forni-cacioacuten adulterio etc) ndashy entonces la accioacuten de dar no estaacute prohibida sino su misma causandash quien acepte tales servicios auacuten nefastos estaacute obligado a dar a cambio lo que prometioacute o lo que se acostumbra Y piensa Cayetano que tal vez por esto Tomaacutes de Aquino haya obrado tal distincioacuten entre aquellas palabras que acabamos de citar

384

Transitada esta tesis el Priacutencipe de los Comentadores observa un segundo punto de la misma respuesta el de la licitud de que tal mujer puede retener para siacute lo que consiguioacute sin dolo ni fraude por el acto meretricio pero que deberaacute restituir lo adquirido por mentiras simulaciones o extorsioacuten

385

En la tercera objecioacuten Santo Tomaacutes expone que a veces es imposible res-tituir a alguien por varios motivos o porque esteacute muerto o porque dista dema-siado o porque nos es desconocido Y como nadie estaacute obligado a lo imposible de esto se sigue que no siempre debe hacerse la restitucioacuten a aquel de quien fue tomado

386

A eacutesta responderaacute contrariando cada uno de los tres ejemplos puestos Si es del todo desconocido previa diligente averiguacioacuten sobre tal persona debe res-tituirse seguacuten cuanto se pueda dando limosnas por su salud esteacute vivo o muerto En cambio si la persona a la cual debe restituirse estaacute muerta debe hacerlo a sus herederos (que son contados casi una persona con ella) Finalmente si dista mu-cho y es mucho lo que se le debe se tiene que transmitirle la deuda y si no es po-sible transmitiacuterselo se pondraacute lo adeudado en custodia e indicaraacute a su duentildeo

387

382 Cfr Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 5383 Cfr Ibidem384 Cfr ibidem385 Cfr ibidem386 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 3387 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 3

201

La razoacuten por la cual el Cayetano glosaraacute tal respuesta es laquoquia tria tractantur scilicet de omnino ignoto domino rei de mortuo de multum distante de extre-mis singillatim oportet aliquid dicereraquo

388

Pero no es solamente eacutesta la razoacuten que motiva al Cardenal a glosar los tex-tos sino que se veraacute que a partir del presente sectIV y hasta sectVI el Priacutencipe de los Comentadores entraraacute en discusioacuten con Scotus et Richardus sobre los modos en que deben interpretarse tales principios al momento de obrar la restitucioacuten

Sobre lo primero (si es del todo desconocido el duentildeo de la cosa) nos ad-vierte tres notas La primera la viacutea por la cual diligentemente se debe investigar quieacuten es el duentildeo de la cosa Y soacutelo luego de no encontrarse tal puede proceder-se a darse la cosa a los pobres Porque de lo contrario quien habiendo dado a los pobres la cosa sin haber realizado una diligente investigacioacuten deberaacute restituir a su duentildeo (en caso de que eacuteste presentase reclamo)

Vemos que aquiacute el Cardenal parece olvidar la funcioacuten del juez y los modos en que este debe juzgar asiacute como tambieacuten los alcances de la ley y el juicio o la sentencia Pues si nosotros en el fuero de nuestra consciencia contravenimos el dictamen puacuteblico no lo hacemos debido a ninguna autoridad puacuteblica u oficio sino maacutes bien en razoacuten de cierto juicio propio Este mismo vemos claramente no seriacutea entonces un juicio usurpado Sobre los efectos que se sigue de que obe-dezcamos tal dictamen tambieacuten tratoacute el Angeacutelico en otras cuestiones

389

En nuestro anaacutelisis de los puntos IV-VI dejamos entrever coacutemo el Cardenal debate con dos interlocutores contemporaacuteneos Esto no es menor ya que se tras-luce la preocupacioacuten del Cayetano por marcar el sentido que deben tomar tales textos cosa que tambieacuten expusimos

De todo lo cual se sigue (iexclnuevamente) que este intereacutes suyo de indicar los modos de interpretacioacuten (que es maacutes bien la suya propia) sumado a su notable influencia tanto en sus antildeos como en los que vendraacuten son dos de las causas principales por las cuales pensamos que el tomismo a partir del Gaetano se apartoacute de Santo Tomaacutes

388 Comm Card Caie sectIV en S Th II-II q 62 a 5389 Principalmente S Th II-II q 60

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 62 a6 Utrum teneatur semper restituere ille qui accepit

Contra las tres objeciones por las que pareciera que aquel que tomoacute algo no esteacute obligado a su restitucioacuten responde Santo Tomaacutes que laquoille qui peccavit tene-tur satisfacere Sed restitutio ad satisfactionem pertinetraquo

390 y que a este respecto

dos cosas deben ser consideradas Por un lado lo substraiacutedo Por otro la misma substraccioacuten

El Doctor Comuacuten precisa que deben considerarse ademaacutes tres aspectos con respecto a quien tomoacute algo de otro El acto de la sustraccioacuten puede tratarse de un robo de un mutuo o de un depoacutesito Soacutelo en la primera de las tres enumeradas la accioacuten es injuriosa ya que se realiza contra la voluntad del duentildeo de la cosa En el segundo de los casos no hay injuria sino que se recibe algo en beneficio o utilidad propia con el consentimiento del duentildeo de la cosa En el uacuteltimo de los casos el de los depoacutesitos puede uno recibir alguacuten objeto de otro sin injuria y sin beneficio propio y estariacutea obligado a su restitucioacuten soacutelo laquosi cum magna sua culpa rem depositam amitteretraquo

391

Asiacute aclarada la principal afirmacioacuten el Aquinate procederaacute a responder cada una de las tres objeciones planteadas

Por su parte el Cardenal glosaraacute el artiacuteculo en iexclonce apartados dando a su comentario una dimensioacuten comparable al que realizase al a 2 de esta misma cuestioacuten Extensioacuten poco comuacuten a todos los demaacutes comentarios contenidos entre las qq 57-62 Analicemos detenidamente el contenido de cada uno de ellos

En el primero de estos paraacutegrafos el Cayetano se detiene en el respondeo dicendum para hacernos notar la

laquoUniversalem radicem unde omnes restitutiones in quacum-que materia et quomodolibet oriuntur ut in casibus non scriptis scias resolvere usque ad principia an teneatur quis ad restitutio-nem Duae ergo sunt radices ad quarum alteram restitutionem om-nem oportet reduci prima est acceptio secunda est res accepta Et extenditur in proposito acceptionis nomen ad omnem actum quo proximus minus habet de suo quam habere debeat incendium enim

390 S Th II-II q 62 a 6 r d391 Ibidem

203

contumelia iniqua distributio et alia huiusmodi sub acceptione comprehenduntur Oportet igitur primo inspicere an ille de quo qua-ritur teneatur ad restituendum ratione acceptionis vel ratione rei acceptae an ratione utriusque oportet namque inter ista tria com-prehendi restitutionemraquo

392

Encontramos en el segundo y tercer paraacutegrafo una continuidad en los temas tratados En sectII el Cardenal presenta una duda sobre el modo en que deba enten-derse el que una cosa esteacute en posesioacuten de otro laquovel intelligendum est quando vel res ipsa salvam vel aliquid loco eius extatraquo

393 ya que laquoest ratio dubii quia varia

dicuntur de possessore bonae fideiraquo394 Y en sectIII resuelve dicha duda diciendo

que laquoAd evidentiam huis rei praesupponendum est quod sermo totus est de possessore bonae fidei qui tamen post factum comperit se alienum possedisse et paratus est uniquicue suum reddereraquo

395

Tambieacuten en sectIV sectV sectVI y sectVII hay una correlacioacuten con respecto a la temaacute-tica contenida En los primeros tres (sectsectIV-VI) el comentador se detiene en las tres distinciones realizadas por Santo Tomaacutes en el respondeo dicendum sobre los modos en que algo puede recibirse En sectVII volvieacutendose a ocupar de los tres apartados anteriores plantea y resuelve una duda a esta ldquodistincioacuten trimem-brerdquo

396

En sectsectIV-VI el Cayetano soacutelo se explaya reescribiendo lo que ya fue dicho por Santo Tomaacutes sin realizar aporte alguno o distinciones397

Por el contrario en sectVII siacute plantea una duda diciendo que el Angeacutelico dis-tinguioacute insuficientemente los modos en que una cosa ajena pueda recibirse ya que parece haber obviado un cuarto caso en el que la acepcioacuten de la cosa ajena se realiza en favor de ambos Y para despejar tal cuestionamiento responderaacute que el Aquinate asiacute lo ha hecho laquoquia tractabat de iustititae commutativae actu a qua acceptiones gratuitae longe sunt et acceptiones ad iustum aut iniustum spec-tantes mixtae post simplices tractandae sunt aut ex simplicibus iudicandaeraquo

398

392 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 6393 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 6394 Ibidem395 Ibidem396 Cfr Comm Card Caie sectVII en S Th II-II q 62 a 6 397 Cfr Comm Card Caie sectIV-VI en S Th II-II q 62 a 6398 Comm Card Caie sectVII en S Th II-II q 62 a 6

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Continuando con la glosa el Priacutencipe de los Comentadores realiza en sectVIII algunas advertencias y precisiones en referencia a las respuestas ad 1 y plantea una duda en relacioacuten a la respuesta ad 2

Sobre la respuesta a la primera objecioacuten nos dice solamente que pongamos atencioacuten a su conclusioacuten respecto de cuaacutendo debemos realizar la restitucioacuten y esto laquout scias decernere in casibusraquo

399

Siempre dentro del octavo inciso plantea una pregunta sobre el argumento de la respuesta contra la segunda objecioacuten laquoan si restituendo per confessorem eandem rem sequeretur criminis detectio teneatur aliquis ad restituendam rem acceptam an sufficiat restituere illius aestimationemraquo

400 Y dada la complejidad

del caso responde el mismo Cardenal dando su opinioacuten laquoSi tamen casus accide-ret videtur mihi quod non teneatur ad restitutionem illius rei sed aestimationis eiusdemraquo

401 Las liacuteneas y paacuterrafos que siguen a esta afirmacioacuten son una explica-

cioacuten de los motivos y causas que llevaron al Cayetano a dar su respuesta que no representan para nosotros relevancia alguna

Los sucesivos apartados (sectsectIX-XI) los dedica el comentarista al anaacutelisis de la respuesta contra la tercera objecioacuten proponiendo nuevamente ejemplos de tipo casuiacutesticos procediendo en distincionesy subdistinciones

Esto uacuteltimo lo encontramos en sectIX donde la duda propuesta es si laquouno inte-gtre restituente alii qui etiam in solidum tenebantur ad restituendum teneantur de necessitate salutis ad refundendum illi qui restituit et ad quantum quisque teneatur si teneturraquo

402 Y para alcarar esta duda el Cardenal diraacute que este caso

puede darse en tres diversas maneras laquoPrimo rebus acceptis extensibus apud eos qui acceperunt secundo rebus acceptis consumptis ab eisdem tertio quod nulla fuerit acceptio lucrosa alicui sed solum damnificatoriaraquo

403

Nunca dejemos de vista que Santo Tomaacutes no plantea en este artiacuteculo el ter-cero de los casos ya que estaacute hablando siempre de la restitucioacuten ndashen tanto que acto de la justicia conmutativandash y de los modos en que alguna cosa ajena pueda sustraerse o ser tenida Pero vemos aquiacute coacutemo el Cardenal plantea nuevamente una duda que estaacute por fuera de la argumentacioacuten del Aquinate casi forzando el

399 Comm Card Caie sectVIII en S Th II-II q 62 a 6400 Ibidem401 Ibidem402 Comm Card Caie sectIX en S Th II-II q 62 a 6403 Ibidem

205

toacutepico Esto mismo dice el Cayetano ndashal final del paraacutegrafo404

ndash luego de resolver el caso que seguidamente analizamos

A tal efecto veamos en queacute modo resuelve el de Gaeta laquoEt in primo et secundo casu calrum est quod alii tenentur refundere ei qui restituit tanquam sustituto domino illarum rerumraquo

405 Pero no es asiacute de sencilla la resolucioacuten del

tercero de los casos laquoquando ad nullum portio aliqua devenit obscurum est an alii teneantur refundureraquo

406

Y partiendo de aquiacute precisaraacute algunas circunstancias posibles del mismo caso que a su vez daraacuten lugar a nuevas subdistinciones para su conclusioacuten

Deberemos entonces distinguir y considerar lo que para el Cardenal podriacutea aclarar el asunto Asiacute lo formula eacutel mismo laquoVidetur autem mihi considerandum et distinguendum esse an ille unus qui integre restituit succedat damnificatio in damnu tantum an etiam in damnum pati ab eisdemraquo Ya que soacutelo se debe suplir el dantildeo que alguien inflige a otro y no aqueacutel en que alguien incurre o cae por cualquier causa Tambieacuten debemos considerar si aqueacutel que produjo el dantildeo fue inducido a tal o fue eacutel mismo quien indujo a otros asiacute como tambieacuten si realizoacute el dantildeo espontaacuteneamente Y esto porque si hubiese sido inducido tambieacuten quie-nes obraron tal induccioacuten estaacuten obligados a restituir Por el contrario ndashafirma el Cayetanondash que laquosi vero fuit inductor aliorum ad maleficium ille qui integre resti-tuit non tenentur inducti ad refundendum eidem Quia isti non damnificaverunt deducendo ipsum ad statum in quo teneturad restituendum in solidum sed e contra Unde isti non succedit nisi damnoraquo

407

Pero si espontaacuteneamente aquella persona hubiese realizado tal dantildeo ndashno ha-biendo sido inducido ni inductorndash propone el Cardenal una nueva subdistincioacuten para la resolucioacuten del caso Y entonces debemos considerar por un lado si tal dantildeo fue perpetuado solitariamente o por otro acompantildeado en sociedad Y con esto deberiacutea alcanzar para resolver definitivamente la duda planteada que sabe el de Gaeta que excede la preocupacioacuten del Aquinate

408

Todaviacutea en el deacutecimo y undeacutecimo de los apartados continuacutea el Cayetano ocupaacutendose de la respuesta contra la tercera objecioacuten en la que Santo Tomaacutes

404 Cfr ibidem405 Ibidem406 Ibidem407 Ibidem408 Cfr ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

resuelve que llegado el caso de que uno restituya la cosa por muchos sustraiacuteda no es necesario que los otros vuelvan a satisfacer puesto que la misma cosa ndasho su valorndash ya fue restituiacuteda

409

En sectX el Cardenal no centrado ahora sobre alguacuten aspecto ajeno a la cues-tioacuten sino en el sentido de la uacuteltima sentencia con la que Santo Tomaacutes concluye el artiacuteculo (laquoqui tamen potest condonareraquo

410 ndashy que se refiere a que quien ha reali-zado la restitucioacuten puede perdonar la deuda a los otros que con eacutel han sustraiacutedo la cosandash) se pregunta si laquoan is qui ad restituendum tenetur absolutus sit coram Deo a debito restitutionis ex hoc quod petiit ab eo cui tenetur remissionem et habuit ab eo gratiam an requiratur quod offerat pecuniam vel rem in prompturaquo

411 A lo

que responderaacute que mientras se llegue a la satisfaccioacuten de la restitucioacuten todo lo demaacutes no importa caraacutecter de obligatoriedad y que de realizarse se hace abso-lutamente ldquocoram Deordquo

412

Asiacute aclarada tal duda Tomaacutes de Vio presenta ndashen relacioacuten a la antedichandash una nueva en sectX laquoan pluribus in solidum obligatis ad restitutionem possit dominus gratiam remissionis quibusdam facere et totum ab uno exigere in foro conscientiaeraquo

413 Su respuesta seraacute que soacutelo podraacute exigir a uno la misma canti-

dad que perdonoacute a cada uno de los otros ya que de otro modo se incurririacutea en injusticia o iniquidad

414

Con esta uacuteltima respuesta concluye el Cardenal toda la extensa glosa al sexto artiacuteculo de la cuestioacuten sexageacutesima segunda

A lo largo de nuestra exposicioacuten hemos visto como el principal intereacutes del Cayetano ha sido el de ejercitar los principios expuestos por Santo Tomaacutes pro-poniendo siempre nuevos casos y ejemplos

De la mano de eacutestos el Cardenal se ha visto forzado muchas veces a ahondar su resolucioacuten con precisiones que dan lugar a nuevas distinciones Y al menos en uno de los casos lo hemos visto prolongar y aumentar las mismas precisiones obradas por el Aquinate en sus textos

409 STh II-II q 62 a 6 ad 3410 Ibidem411 Ibidem412 Cfr ibidem413 Comm Card Caie sectXI en S Th II-II q 62 a 6414 Cfr ibidem

207

Auacuten considerada la extensioacuten del comentario al sexto artiacuteculo no son mu-chas las novedades o aportes que podemos sentildealar ademaacutes de las que continua-mente venimos haciendo

Recalcamos nuevamente el modo en que el Cayetano transita de un argu-mento a otro presente o no en esta segunda parte de la Suma de Teologiacutea asiacute como tambieacuten el caraacutecter decididamente espontaacuteneo de la articulacioacuten de sus co-mentarios unas veces agrupando sus incisos con cierto caraacutecter de continuidad otras interrumpiendo abruptamente su tratamiento para pasar a otro no necesa-riamente contiguo

Asiacute las cosas nos introducimos en el anteuacuteltimo de nuestros anaacutelisis el del comentario al artiacuteculo seacuteptimo esta vez no tan extenso

S Th II-II q 62 a 7 Utrum illi qui non acceperunt teneantur restituere

Contra los tres argumentos que objetan que no estaacuten obligados a restituir quienes nada recibieron de la accioacuten injuriosa Santo Tomaacutes responde apoyado en la Sagrada Escritura que auacuten aquellos que han consentido ndashpermitiendo o no evitandondash tal hecho siacute estaacuten obligados a la restitucioacuten

415

Y esto es asiacute porque cualquier persona estaacute obligada restituir no soacutelo en razoacuten de la cosa ajena que fue tomada sino tambieacuten por razoacuten de la misma sustraccioacuten injuriosa Justamente por ello cualquiera que sea causa de injusta sustraccioacuten estaacute obligado a restituir

Ahora bien ser causa de dicha injusta sustraccioacuten explica Santo Tomaacutes puede suceder de dos modos directa e indirectamente La primera de ellas se da cuando se induce a alguien a sustraer cuando se le ayuda al sustractor de alguacuten modo o cuando se es partiacutecipe en cierta manera de la rapintildea o hurto La segunda de las formas en las que se es causa de injusta sustraccioacuten es la que se realiza indirectamente forma que puede darse en cinco modos diversos o bien por mandato o consenso o recurso o ayuda con participacioacuten y cuando quien estaacute obligado a impedir tal hecho no lo hace

416

415 Cfr S Th II-II q 62 a 7 s c416 Cfr S Th II-II q 62 a 7 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esta vez el comentario del Cardenal se desarrolla en tres incisos En el pri-mero de ellos sentildeala que debemos aclarar el sentido de una de las maacuteximas contenidas en el respondeo dicendum de Santo Tomaacutes Y esto para que evitemos seguir el camino de quienes han realizado una incorrecta interpretacioacuten de tal principio y podamos nosotros mismos discernir diligentemente en cada uno de los casos que se nos presenten

417

Luego se detiene sobre el modo indirecto de la injusta substraccioacuten (sectII) remarcando que el Doctor Comuacuten ldquosin apartarse del libro precedenterdquo

418 exige

dos condiciones para que algo sea precisamente causa de injusta substraccioacuten que deba y pueda impedirlo Todo esto para que podamos nosotros los lectores saber cuaacutendo estamos obligados a restituir y cuaacutendo no

419

Y finalmente en el tercero de los paraacutegrafos nos sentildeala dos puntos a con-siderar contenidos en la respuesta ad 2 El primero quieacutenes estaacuten obligados a restituir ya por ser autores del hecho ya por haber recibido la cosa ajena En el segundo nos indica que el

Aquinatense pone como obligados a la restitucioacuten en segundo lugar a quie-nes ejecutaron tal sustraccioacuten injuriosa

420

El presente comentario del Cardenal estaacute claramente dirigido al lector de la Suma de Teologiacutea y nuevamente vemos que su intereacutes es el de advertirnos y sentildealarnos el modo correcto de interpretar los principios expuestos por Santo Tomaacutes y elaborar un manual de casos praacutecticos para aplicar Pues esto se echa de ver en todo el anaacutelisis que hemos realizado de los comentarios a las cuestiones respectivas

Ademaacutes de esto no hay maacutes nada que destacar de los tres apartados con los que el Cayetano glosa el texto tomasiano Dejaacutendolos entonces de lado damos un paso maacutes para introducirnos en el anaacutelisis del uacuteltimo de los artiacuteculos sentildeala-dos para nuestro trabajo

417 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 7 418 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 7419 Cfr ibidem420 Cfr Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 7

209

S Th II-II q 62 a8 Utrum teneatur aliquis statim restituere an licite possit restituitionem diferre

Contra las tres objeciones por las que pareciera que alguien no estaacute obligado a restituir inmediatamente la cosa ajena ndashinjuriosamente sustraiacutedandash Santo Tomaacutes responde laquoquod sicut accipere rem alienam est peccatum contra iustitiam ita etiam detinere eamraquo

421

El Cardenal glosa el artiacuteculo en cinco apartados Analicemos cada uno de eacutestos

En el primero de ellos realiza simplemente un repaso de todos los artiacuteculos de la cuestioacuten 62 tratados precedentemente para asiacute dejar clara la necesidad de la investigacioacuten del tema que se nos presenta ahora

422

En sectII dirigieacutendose al lector le dice laquoAdverte quod in praecepto restitu-tionis clauduntur duo primum est quod animo non detineatur alienum invito domino secundum est quod secundum actum exteriorem non detineatur alienum invito dominoraquo

423 Para continuar explicando que el segundo nace del primero

como el acto exterior nace del haacutebito de la virtud y que por esto mismo el tiem-po de efectuar la restitucioacuten no viene determinado por la virtud de la prudencia (como en las demaacutes virtudes) sino que es ldquoad statimrdquo

424

Habiendo dicho esto realiza la siguiente aclaracioacuten sobre el modo en que debemos entender que la restitucioacuten debe efectuarse inmediatamente laquosed sta-tim dicimus fieri quod non differtur sed hora negotio congrua executioni man-daturraquo

425 y no precisamente en medio de la Misa o a media noche o etc

426

Pero auacuten asiacute vuelve en sectIII sobre el tema del tiempo idoacuteneo para la restitu-cioacuten ya que es causa de duda de muchos escritores o doctores laquonam quidam so-lius extremae necessitatis rationem habendam in restitutionibus docuerunt qui-dam autem magnum detrimentum considerando quoque esse dixeruntraquo

427 Con

la intencioacuten de aclarar definitivamente la duda propone el Cardenal su propia

421 S Th II-II q 62 a 8 r d422 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 8423 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 8424 Cfr ibidem425 Ibidem426 Cfr ibidem427 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

opinioacuten laquoMihi autem videtur et dicendum quod citra extremam necessitatem semper loquendo tripliciter intelligi potest restitutionem non posse fieri statim sine magno detrimentoraquo

428

El primero de los casos es cuando la cosa a ser restituiacuteda cause gran dantildeo por su gran dimensioacuten Y afirma Cayetano que no obstante tal detrimento quien posee lo ajeno estaacute obligado inmediatamente a su restitucioacuten puesto que nada de lo que es suyo estariacutea perdiendo

429

El segundo caso es cuando el detrimento sea grande en razoacuten del lucro ces-santis de alguna actividad econoacutemica que impida al comerciante y detentor de la cosa continuar con su regular estado de vida En esta misma distincioacuten estaacute contenido un encomio a Richardus (de San Viacutector) et Scotus quienes sostienen que no es liacutecito a nadie retener la cosa ajena con el pretexto de conservar ndasho mantenerndash su actual estado de vida

430

El tercero de los casos es cuando la restitucioacuten cause alguacuten tipo de detri-mento o dantildeo en los bienes que le son propios a quien posee la cosa ajena y su tratamiento ocuparaacute el resto de este inciso y se extenderaacute hasta el proacuteximo y anteuacuteltimo (sectIV)

Para su resolucioacuten el comentarista propone que laquooportet subdistinguere quia vel talis dilatio esset cum multo damno creditoris seu domini aut cum par-vulo seu nulloraquo

431

En el primero de los casos el duentildeo de la cosa ndashque padeciendo gran dantildeo en sus bienes propios a causa de la demora en la restitucioacutenndash puede o debe im-putar para su inmediata restitucioacuten a quien la retiene auacuten sufriendo este uacuteltimo dantildeo en los bienes de su propiedad

432

En el segundo de los casos (laquosi vero talis dilatio in modicum aut nullum damnum creditoris essetraquo

433) presenta esta vez el Cardenal una criacutetica a la razoacuten

sostenida por Scoto seguacuten la cual afirma que quien retiene la cosa ajena no estaacute obligado a su inmediata restitucioacuten

434 La criacutetica del de Gaeta no es entonces a la

428 Ibidem429 Cfr ibidem430 Cfr ibidem431 Cfr ibidem432 Cfr ibidem433 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8434 Cfr ibidem

211

conclusioacuten de Scoto ndashcon la que concuerda el Cayetanondash sino a la razoacuten por la cual arriba a tal Compareacutemoslas

La razoacuten de Scoto (en palabras del comentador) laquoQuia dominus debet ma-gis velle quod videtur magnum incommodum proximi restituentis quam modi-cum vel nullum suum incommodum in illa sua modica dilatione restituentisraquo

435

Y he aquiacute el porqueacute el Cardenal sostiene que estaacute razoacuten no es vaacutelida laquoQuia sicut nullus damnum alteri facit qui utitur iure suo ita nullus damnum alteri vult qui vult uti iure suoraquo

436

Ahora la opinioacuten del Cayetano laquoVidetur autem mihi quod in tali casu licite possit differri restitutio ratione impotentiae restitutionisraquo

437 Ya que impotencia

se dice no soacutelo de quien no puede algo sino tambieacuten de quien difiacutecilmente pue-da hacerlo Y a esta causa se reduce tambieacuten el hecho de que alguien no pueda restituir inmediatamente sin dantildeo de su fama

438

Si bien todo esto se pregunta ahora el Cardenal si tambieacuten estaacute obligado quien retiene la cosa ndashacusada la causa de impotenciandash a restituir tambieacuten el moacutedico dantildeo que el duentildeo de la cosa padece en sus bienes por tal dilacioacuten A lo que responde que pareciese que no Pero que tambieacuten por otra parte el evitar el dantildeo del deudor no debe realizarse con dantildeo del acreedor

439

A la primera objecioacuten responde que no estaacute obligado a restituir con intereses ya que estuvo en mora porque no tuvo los medios para tal restitucioacuten En esta liacutenea responde tambieacuten a la segunda cuestioacuten ya que este deudor no se encuen-tra simplemente en mora sino que su causa alcanza a justificar el hecho de tal dilacioacuten

440

Finalmente en sectV analizando el respondeo dicendum y la respuesta ad 2 nos hace advertir que si quien detiene la cosa es autorizado para su devolucioacuten con demora asiacute tambieacuten no estaacute obligado a solventar con intereses Y esto soacutelo para el caso en el que tal beneficio le fuese otorgado libremente y no de otro modo

441

435 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8436 Ibidem437 Ibidem438 Cfr ibidem439 Cfr ibidem440 Cfr ibidem441 Cfr Comm Card Caie sectV en S Th II-II q 62 a 8

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Hemos visto coacutemo nuevamente el Priacutencipe de los Comentadores aprovecha la ocasioacuten de tal comentario para entablar cierto diaacutelogo con los doctores de su eacutepoca que tambieacuten han utilizado los textos de Santo Tomaacutes para ensentildear

En este comentario vuelve el Cayetano a indicar sendos modos de interpre-tacioacuten de cierta terminologiacutea tomista descalificando algunas veces a unos para que nos apartemos de ellos o felicitaacutendolos para que en este o aquel punto los sigamos

Ademaacutes de estos apoacutestrofes o encomios resulta tambieacuten evidente luego de la lectura del comentario el modo en que procede siempre en nuevas distincio-nes y subdistinciones Por lo demaacutes la glosa de Tomaacutes de Vio se cintildee algunas veces a un soacutelo punto y otras a tan soacutelo una afirmacioacuten

Hemos llegado pues al final de esta seccioacuten exponiendo los resultados que emergieron de haber confrontado los textos del Aquinate con la glosa del Car-denal

No habiendo nada maacutes que decir en este punto sobre las diferencias o cerca-niacuteas entre el Angeacutelico y el Cayetano pasemos ahora al proacuteximo capiacutetulo En el mismo como adelantamos recogeremos todas estas notas y las organizaremos para poder reconstruir las dos visiones en pugna en torno a la virtud de la justicia

213

CAPIacuteTULO IV LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

IV1 LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA EN S TH II-II QQ 57-62

Luego del anaacutelisis que hemos realizado cabe aquiacute clarificar queacute es lo que en-tiende el Aquinatense por justicia De hecho tras la lectura del capiacutetulo anterior podriacutean emerger algunas preguntas confusas como por ejemplo iquestcuaacutentas son pues las partes de la justicia seguacuten Santo Tomaacutes iquestCuaacutentas justicias concibe iquestUna dos tres iquestY con cuaacutentas partes

iquestCoacutemo se divide Intentaremos entonces echar luz sobre este tema

Antes de proseguir resultaraacute provechoso recordar brevemente la doctrina tomista sobre los haacutebitos en general y sobre las virtudes y los vicios en parti-cular Esto asiacute porque en cada uno de los tratados sobre las diferentes virtudes teologales y cardinales el Doctor Comuacuten se aboca a los vicios opuestos a cada una de ellas que dicho sea de paso generalmente son maacutes los vicios que las virtudes puesto que a una virtud se oponen al menos dos vicios o pecados uno por exceso y otro por defecto

En efecto el Angeacutelico estudia en la primera parte de la Suma el tema de los actos humanos en siacute mismos (S Th I-II qq 6-48) y en la segunda el de los haacutebitos en general (S Th II-II qq 49-54) Luego discurriraacute sobre cada haacutebito en particular llaacutemense virtudes o vicios

Seguacuten resaltamos en sectIII12 y en sectIII13 todos estos temas (i e los actos humanos los haacutebitos en general los actos humanos en particular y el de las vir-tudes cardinales) pertenecen al plan que Santo Tomaacutes establecioacute para estudiar el modo en que el conocimiento participado de Dios a los hombres le sirve a eacutestos para obrar es decir conducir su vida a la beatitud eterna Asiacute lo afirma tambieacuten el Prof Hugo Costarelli Brandi

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoEl tratado de las virtudes el maacutes extenso dentro de la Sum-ma pretende presentar precisamente el camino maacutes humano y por lo mismo maacutes divino de retorno a la casa del Padre Puesta la mira en la visioacuten beatiacutefica el obrar virtuoso se llena de sentido al ser coronado por la gracia y los donesraquo 442

Un pareacutentesis merece la consideracioacuten sobre los motivos que llevaron al Doctor Comuacuten a tratar primero sobre los actos humanos y luego sobre los haacutebi-tos siendo que estos uacuteltimos son principios de aquellos A nosotros basta la cer-tera respuesta de Victorino Rodriacuteguez Rodriacuteguez OP quien brinda dos razones fundamentales

laquoPrimera porque la teologiacutea moral en la concepcioacuten tomista (cf proacutelogo a la cuestioacuten 6) trata principalmente de lo que conduce inmediata y formalmente al hombre a la bienaventuranza que son los actos humanos de lo demaacutes y en concreto de sus principios tra-ta en cuanto tiene relacioacuten con ellos Segunda porque los haacutebitos di-cen orden esencial o transcendental a sus actos de los que dependen en cuanto a su especificacioacuten e inteligibilidad y consiguientemente en cuanto al tratamiento cientiacuteficoraquo443

El Aquinate tras definir queacute son los haacutebitos procederaacute a su distincioacuten Por supuesto que no pretendemos entrar en el debate en torno a la distincioacuten esen-cial entre haacutebitos y virtudes ya que tal tema escapa al intereacutes central de nuestra investigacioacuten y que ademaacutes pensamos seriacutea maacutes acorde a estudios centrados en Suaacuterez o en el Capreolo Nos contentamos pues con decir que las virtudes morales son haacutebitos operativos buenos que se distinguen de los haacutebitos malos (vicios) y de las virtudes intelectuales (S Th I-II qq 57-58) asiacute como tambieacuten de las virtudes teologales

444

442 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 5443 V RODRIacuteGUEZ RODRIacuteGUEZ ldquoTratado de los haacutebitos en general Introduccioacuten a las cuestiones 49-54rdquo en Santo Tomaacutes de Aquino Suma Teoloacutegica t II BAC Madrid 1989 p 375444 Las cuales tampoco pertenecen en rigor al encuadre de nuestra Tesis Para profundizar vid S Th I-II q 57 a 2 laquoUtrum virtutes theologicae distinguantur ab intellectualibus et moralibusraquo especialmente el sed contra y el respondeo Mencionemos aquiacute como un hecho anecdoacutetico otro grupo de virtudes antiguamente llamadas ldquocatoacutelicasrdquo y que hoy han sido praacutecticamente olvidadas y son objeto de pocos por no decir nin-guacuten estudio En este sentido escribe V RODRIacuteGUEZ RODRIacuteGUEZ ldquoTratado de las virtudes en general

215

Deciacuteamos que los haacutebitos operativos se dividen en dos grupos virtudes y vicios seguacuten el fin al que se ordene cada uno de ellos Si se dirige hacia el bien que le es propio el haacutebito seraacute llamado virtud

445 vicio en sentido contrario

446

Para completar la nocioacuten debemos agregar la siguiente precisioacuten estamos ante una virtud moral propiamente hablando cuando es buena la obra que se opera a traveacutes del haacutebito y cuando se perfecciona el mismo operante

Con lo anterior hemos repasado la nota doctrina tomista sobre el tema de los haacutebitos las virtudes y los vicios que sirve a fines de presentar mejor la defini-cioacuten de la justicia tomasiana y el modo en que es abordada por el Doctor Comuacuten la Suma

laquoEl meacutetodo que sigue el Aquintense en su Suma Teoloacutegica es el aristoteacutelico es decir es filosoacuteficamente realista moderado y es metodoloacutegicamente realista pues como tal asciende de las cosas a las ideas Propedeacuteuticamente hablando estaacute ndashcomo ha explica-do Michel Villeyndash dirigido a la ensentildeanza (doctrina) y al acto de aprender (disciplina) en busca de la verdad ndashde su ciencia en el grado asequible al hombrendash invitando para ello al lector a rehacer el mismo camino que la razoacuten del maestro ha debido recorrer emplea

Introduccioacuten a las cuestiones 55-67rdquo en Santo Tomaacutes de AQUINO Suma Teoloacutegica t II BAC Madrid 1989 pp 415-420 ldquosectg Las virtudes morales infusas de los hijos de Diosrdquo p 420 laquoAl tratar el origen o causa eficiente de las virtudes en la cuestioacuten 63 no soacutelo se presente el problema de la existencia de virtudes morales infusas causadas inmediatamente por Dios a la vez que las virtudes teologales sino tambieacuten el de su diferenciacioacuten ultrageneacuterica de las virtudes naturales y de sus peculiares leyes de crecimiento y desapa-ricioacuten Santo Tomaacutes da por buena la conviccioacuten de los Doctores de la Iglesia y de los maestros escolaacutesticos que le precedieron con buena base biacuteblica (aunque no sea tan definitiva como respecto de las virtudes teo-logales) sobre la existencia de las virtudes morales infusas que en el siglo XII llamaban virtudes catoacutelicas ldquoque Dios obra en nosotros sin nosotrosrdquo seguacuten deciacutea la definicioacuten generalizada de virtud Nuestro autor aplicoacute su talento teoloacutegico a manifestar coacutemo los hijos de Dios renacidos en la gracia y orientados por las virtudes teologales hacia Dios necesitan ser revestidos interiormente con virtudes de ese mismo orden para comportarse como talesraquo Para quien desee rastrear las laquoincidencias histoacuterico-doctrinales del tema antes de Santo Tomaacutesraquo el autor de la cita reeviacutea a la lectura de las obras de Odon LOTTIN OSB especialmente el tercer tomo (ldquoProblegravemes de moralerdquo pp 100-150) de su monumental obra Psychologie et morale aux XIIe et XIIIe sieacutecles445 S Th I-II q 55 a 5 r d (in fine) laquoUnde virtus humana quae est habitus operativus est bonus habitus et boni operativusraquo446 S Th I-II q 71 a 1 r d Luego de explicar que laquoId autem ad quod virtus ordinatur est actus bonusraquo concluye laquosed secundum id quod est de ratione virtutis opponitur virtuti vitium vitium enim uniuscuisque rei esse videtur quod non sit disposita secundum quod convenit suae naturaraquo esto es el fin que es un bien y que le es propio

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

el arte de trivium ndashgramaacutetica (relacionando mens y verba) retoacuterica y dialeacutecticaraquo447

Bajo todas estas consideraciones pretendemos en lo sucesivo sistematizar la virtud de la justicia lo maacutes armoacutenica y ajustadamente que podamos a la expo-sicioacuten presentada por el Doctor Angeacutelico en S Th II-II qq 57-62

Como hemos visto Santo Tomaacutes dedica a la virtud de la justicia un extensiacute-simo tratado que abarca desde la cuestioacuten 57 hasta la 122 inclusive Nosotros como dijimos nos interesamos solamente hasta la 62 puesto que nuestra Tesis radica en demostrar que una cosa es la definicioacuten de la justicia que brinda el An-geacutelico y otra la que interpreta el Cardenal Tomaacutes de Vio Esta definicioacuten incluye como es debido la forma que el Doctor Comuacuten concibe para la virtud y coacutemo su estructura interna dice relacioacuten con el resto de las virtudes morales

Pues bien lo primero que debemos decir para evitar cualquier tipo de con-fusioacuten (que recogimos en las posibles preguntas planteadas al inicio de este apar-tado) es que la virtud de la justicia tiene dos formas de las cuales una posee dos partes subjetivas La justicia ademaacutes es una virtud moral cuyo tratamiento lo encontramos ndashrepetimosndash en S Th II-II qq 57-122 Este tratado incluye el estudio de la justicia en siacute misma (qq 57-60) el de sus partes (qq 61- 120) el don correspondiente (q 121) y sus preceptos (q 122) Tal como hemos notado este tratado sucede al de la prudencia (S Th II-II qq 47-56) y antecede al resto de las virtudes cardinales la fortaleza (S Th II-II qq 123-140) y templanza

Introduzcaacutemonos de una vez y con la siguiente nota en el tratado y la no-cioacuten de justicia presente en las cuestiones que hemos sentildealado

laquoEntre los siete bloques gruesos de las virtudes que se de-sarrollan en la II-II el tratado de la justicia tiene una peculiaridad inicial Efectivamente no deja de llamar la atencioacuten el hecho de que comience tratando acerca de lo justo Generalmente cada bloque se inicia con una referencia a la virtud en siacute para luego desarrollar el objeto acto propio vicio opuesto etceacutetera Pero en el caso de la justicia iquestpor queacute inicia con lo justoraquo448

447 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1143448 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6

217

En efecto Santo Tomaacutes define a la virtud de la justicia como laquohabitus se-cundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tribui-traquo

449

La respuesta a esta pregunta del mismo autor la preferimos sobre otra que seguidamente veremos Argumenta H Costarelli Brandi ndashrecurriendo Josef Pieperndash que laquola justicia es algo segundoraquo y que la misma laquopresupone el dere-choraquo

450 De hecho la explicacioacuten de que solamente un suum es posible con un

acto primero que la anteceda es a nuestro juicio la que mejor condice con el sentido de la obra y del pensamiento del Aquinate laquoEste acto fundante primi-genio es para el Angeacutelico el siguiente ldquoPor la creacioacuten empieza primeramente el ser creado a tener algo suyordquoraquo451 Esta reconduccioacuten del orden natural al sobrenatural es otro signo manifiesto de la intencioacuten del santo de enmarcar metafiacutesicamente los conceptos que recibe de Aristoacuteteles

452 Que condice como

hemos sostenido con la visioacuten integral con la que debemos atender a la Suma Teoloacutegica considerando siempre el sentido uacuteltimo cual es el de la instruccioacuten para la salvacioacuten de las almas

Preferimos esta explicacioacuten deciacuteamos por sobre la de Juan Vallet de Goyti-solo cuando se propone ldquoexponer sintetizar (en modo general y breve) y sis-tematizar del modo maacutes adecuado posible la visioacuten que desgranoacute de la justicia de Santo Tomaacutesrdquo453 Para lo cual recurriraacute a las observaciones que Bartolo de Sassoferrato realizoacute sobre algunas definiciones del Digesto de Justiniano en las que tambieacuten se basoacute el Angeacutelico

Bartolo anota que la justicia puede hallarse antes durante (al mismo tiempo) y despueacutes del derecho Y Goytisolo reconduce esta tri-distincioacuten acerca de la justicia a Santo Tomaacutes arguyendo (el primero) que tales precisiones son refle-

449 S Th II-II q 58 a 1 r d450 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6451 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6 El entrecomillado en la cita pertenece a su vez a una frase que el autor trae de Santo Tomaacutes452 Cfr J MARTIacuteNEZ BARRERA laquoSanto Tomaacutes de Aquino y la Teoriacutea de la Justiciaraquo en Derecho y Humanidades nordm 12 (2006) p 109 Alliacute el autor hace notar laquouno de los aspectos que maacutes llaman la atencioacuten cuando se lee a Santo Tomaacutes en su trabajo de comentador de Aristoacuteteles es su intento por hallar un marco teoacuterico por lo general metafiacutesico para los conceptos eventualmente analizados Sin embargo por lo menos en lo que nos ha llegado de Aristoacuteteles no existe este meacutetodo de abordar ciertos temas especialmente los vinculados con la filosofiacutea moral la filosofiacutea poliacutetica o la filosofiacutea del derecho delimitando previamente un campo metafiacutesicoraquo453 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1144

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

jadas (por el segundo) en las cuestiones referidas al tratado de la virtud que nos ocupamos

454

laquoAsiacute intentareacute mostrar coacutemo eacutel [Santo Tomaacutes] observaba la justicia antes del derecho ndasha modo de una luz que lo guiacuteandash al mismo tiempo que eacuteste ndashes decir acompantildeaacutendolendash y despueacutes del derecho ndashcomo realizacioacuten concreta del mismo en una cosa justa ndashrex (sic) iustandash en tanto buena y equitativa ndashquod bonum et aequum estraquo455

Sorteada la singularidad con la que se inicia el tratado de la virtud de la justicia retomemos la definicioacuten que nos da el Aquinate laquoiustitia est habitus secundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tri-buitraquo

456 Definicioacuten que acepta luego de realizar algunas precisiones que es un

haacutebito operativo (moral) voluntario (es decir que radica en la voluntad y no en los apetitos) que requiere de quien lo realiza conocimiento y rectitud de inten-cioacuten (para que sea pleno) y que se ajuste seguacuten la nota de alteridad a la que se refiera (con esto queremos indicar el o lo ldquootrordquo a lo que deba ordenarse otra persona otras personas)

Toda la cuestioacuten 58 es la que sirve a Santo Tomaacutes para exponer acabada-mente algunas de las notas axiales de la virtud que siempre se refiere a otro que radica en la voluntad que se distingue la virtud de la justicia en general (o legal) y particular y que es la principal entre el resto de las virtudes morales

Las cuestiones que se suceden estaacuten dedicadas al vicio que se opone a la justicia (q 59 la injusticia) al acto de la misma (q 60 el juicio) a sus partes (q 61) y finalmente al acto de la justicia conmutativa (q 62 la restitucioacuten)

En esta virtud ademaacutes se distinguen dos formas anaacutelogas llamadas justicia general o legal y justicia particular La uacuteltima se compone de dos partes subjeti-vas que son la justicia distributiva y conmutativa

Digamos entre pareacutentesis que el tema de la analogiacutea y sus formas y cuaacutel consideramos que es la maacutes propia de las formas de la justicia lo considerara-

454 Cfr todo lo dicho con J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1143455 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1144 [La aclaracioacuten es nuestra]456 S Th II-II q 58 a 1 r d

219

mos en un capiacutetulo de la proacutexima seccioacuten de nuestra Tesis la Parte III Cerrado el pareacutentesis prosigamos

La justicia legal entonces es aquella virtud a traveacutes de la cual los miembros de una comunidad poliacutetica ordenan sus obras al fin propio de la sociedad a la que pertenecen El fin propio al que la justicia general tiende es el bien comuacuten que perfecciona dicha sociedad poliacutetica Pero ademaacutes en cuanto virtud general es tambieacuten especial respecto del resto de las virtudes morales en modo anaacutelogo a lo que representa la virtud de la caridad para las teologales y en uacuteltima instancia a todas las virtudes Esto quiere decir que la justicia legal rectifica el comporta-miento de los hombres en la consecucioacuten del bien comuacuten al mismo tiempo que anima al resto de las virtudes morales a que se ordenen al fin que les es debido y por ende perfeccionando al hombre mismo

No es nuestro cometido entrar en el arduo tema de la intriacutenseca relacioacuten entre justicia y bien comuacuten Pero llegados a este punto no podemos tampoco obviarlo Expongamos algunas notas del bien comuacuten para la mejor inteleccioacuten de la definicioacuten de justicia que intentamos sintetizar

El bien comuacuten como dijimos es el fin al que se ordena la sociedad civil y de cuya consecucioacuten pende la perfeccioacuten de tal De esto se sigue pues que la perfeccioacuten del todo de orden social redunda en el bien de cada una de las partes que conforman tal sociedad esto es todos y cada uno de los hombres Justicia legal y bien comuacuten se reclaman mutuamente en el sentido de que a su traveacutes conquistamos el priacutestino y arduo bien perfectivo y es mirando a este uacuteltimo el modelo ndashla rationdash en que los hombres descubren el modo seguacuten el cual deben ajustar sus conductas Por lo cual la justicia general es el haacutebito operativo direc-tivo y el bien comuacuten el fin que actuacutea ndashen la vida de cada una de las personas o grupo de personas (cuerpos intermedios organismos instituciones etc)ndash como principio rector de los actos humanos

Asiacute las cosas podriacuteamos precipitarnos en concebir que la justicia general sea identificada con toda virtud moral puesto que cada una de las virtudes morales en cuanto que perfeccionan al hombre que actuacutea y vive en comunidad con otros hombres estariacutea perfeccionando tambieacuten a dicha sociedad Y asiacute la justicia ge-neral podriacutea ser confundida con cualquier otra virtud

Santo Tomaacutes enfrenta este problema y resuelve que la justicia legal es virtud general laquoinquantum scilicet ordinat actus aliarum virtutum ad suum finem quod

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

est movere per imperium omnes alias virtutesraquo457

y agrega que asiacute como la cari-dad ordena el acto de todas las virtudes al bien divino laquoita etiam iustitia legalis inquantum ordinat actus omnium virtutum ad bonum communeraquo

458

Ahora bien la justicia general iquestordena suficientemente al hombre respecto de aquellas cosas que son hacia otro Recordemos la definicioacuten que habiacuteamos traiacutedo de justicia laquohabitus secundum quem aliquis constanti et perpetua volun-tate ius suum unicuique tribuitraquo

459 El Aquinatense responde que la justicia ge-

neral no es esencialmente toda virtud y que debido a su materia propia (el bien comuacuten al que ordena inmediatamente) no debe confundirse con el resto de las virtudes que ordenan inmediatamente al bien propio (el cual es a veces respec-to de uno mismo y otras respecto de otras personas) y mediatamente al bien comuacuten Cuando las conductas deban ser rectificadas en vistas al bien de otras personas estamos en consecuencia frente a otro modo de llamarse de la virtud la justicia particular

laquoOportet praeter iustitiam legalem quae ordinat hominem immediate ad bonum commune esse alias virtutes quae immediate ordinant hominem circa particularia bona Quae quidem possunt esse vel ad seipsum vel ad alteram singularem personam Sicut ergo praeter iustitiam legalem oportet esse aliquas virtutes particulares quae ordinant hominem in seipso puta temperantiam et fortitudi-nem ita etiam praeter iustitiam legalem oportet esse particularem quandam iustitiam quae ordinet hominem circa ea quae sunt ad alteram singularem personamraquo

460

Mientras que la justicia general ordena inmediatamente al hombre al bien comuacuten la justicia particular lo ordena inmediatamente en sus acciones exterio-res hacia aquellas cosas que pertenecen a otras personas singulares El modo en que esto uacuteltimo se deacute lo trataraacute Santo Tomaacutes maacutes adelante precisamente en la q 62 sobre las partes de la justicia

457 S Th II-II q 58 a 7 r d458 S Th II-II q 58 a 1 r d459 Ibidem460 S Th II-II q 58 a 7 r d

221

Vista la definicioacuten de la justicia y obrada la distincioacuten en general y particu-lar analicemos ahora la precisioacuten que el Angeacutelico realiza de la uacuteltima conside-rando a su vez las partes subjetivas que la integran

laquoIustitia particularis ordinatur ad aliquam privatam personam quae comparatur ad communitatem sicut pars ad totum Potest au-tem ad aliquam partem duplex ordo attendi Unus quidem partis ad partem cui similis est ordo unius privatae personae ad aliam Et hunc ordinem dirigit commutativa iustitia quae consistit in his quae mutuo fiunt inter duas personas ad invicem Alius ordo attenditur totius ad partes et huic ordini assimilatur ordo eius quod est com-mune ad singulas personas Quem quidem ordinem dirigit iustitia distributiva quae est distributiva communium secundum proportio-nalitatem Et ideo duae sunt iustitiae species scilicet commutativa et distributivaraquo

461

Tras esto el Aquinatense procederaacute a resolver que la materia de cada una de estas justicias resulta diversa ya que la laquodistributiva iustitia est directiva distri-butionis commutativa vero iustitia est directiva commutationum quae attendi possunt inter duas personasraquo

462 Consecuentemente y conforme a su materia la

justicia distributiva distribuye proporcionalmente los bienes que son comunes mientras que en la conmutativa ndashtambieacuten proporcionalmentendash laquoredditur aliquid alicui singulari personae propter rem eius quae accepta est ut maxime patet in emptione et venditione in quibus prime invenitur ratio commutationisraquo463 La di-ferencia de esta proporcionalidad estaacute en el modo en que la misma se determina que seraacute geomeacutetrica en la distributiva y aritmeacutetica en la conmutativa Muy bien y brevemente explica esta distincioacuten el Prof Pablo Saacutenchez Garrido

laquoRespecto a coacutemo calcular la igualdad que hace de justo me-dio dentro de ambas justicias Santo Tomaacutes habla de una igualdad de proporcionalidad geomeacutetrica en la justicia distributiva y de una igualdad de proporcionalidad aritmeacutetica en el caso de la conmutati-va Es aritmeacutetica la conmutativa puesto [que] la igualdad requerida

461 S Th II-II q 62 a 1 r d462 S Th II-II q 62 a 3 r d463 S Th II-II q 62 a 2 r d

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

para el deacutebito se da cuantitativamente entre cosas mientras que en la distributiva es una igualdad geomeacutetrica puesto que se establece de cosas a personas de ahiacute la necesidad de una proporcioacuten basada en una igualdad de relacioacuten (en este caso de proporcionalidad discreta es decir entre proporciones totalmente dispares en sus teacuterminos)raquo464

Una cosa maacutes sobre la que queremos insistir antes de proseguir es en el ca-raacutecter armoacutenico de la doctrina tomista y el modo en las virtudes cooperan unas con otras Esto asiacute porque hay un principio directivo y unitivo que es el bien comuacuten En efecto Santo Tomaacutes no sugiere que para la realizacioacuten de una virtud moral cualquiera otra deba enfrentaacutersele ni mucho menos oponeacutersele Deci-mos esto porque muchas veces encontramos algunas posiciones que sugieren lo contrario Asiacute por ejemplo cuando Gonzalo Saacutenchez se propone explicar la relacioacuten entre la justicia particular y la general escribe

laquoJunto con referirse a la Justicia general o legal que tiene por funcioacuten ordenar ldquoal hombre inmediatamente al bien comuacutenrdquo Santo Tomaacutes consigna la existencia de una justicia particular que en oposicioacuten a la anterior ordena por una parte la relacioacuten entre las personas consideradas individualmente y por la otra aquella de la comunidad y de la personaraquo465

Resaltamos en negrita laquoen oposicioacuten a la anteriorraquo puesto que entendemos que la justicia particular no opera oponieacutendose a la general sino completando el acto de toda la virtud Lo cual si sucediese devendriacutea en un desorden de la mis-ma virtud de la justicia y de toda la moral Ahora bien es posible aventurar que tal expresioacuten sea heredera de aquella triparticioacuten de la virtud que hemos referido y que seguidamente veremos

Pues bien llegando al final de este apartado ensayemos una siacutentesis de todo lo que hemos expuesto para esclarecer la definicioacuten de justicia presente en la Summa Theologiae que puso Santo Tomaacutes de Aquino en el tratado dedicado a la virtud

464 P SAacuteNCHEZ GARRIDO laquoConsideraciones sobre la justicia distributivaraquo p 3465 G SAacuteNCHEZ G-H laquoEstudio acerca de la justicia en Santo Tomaacutesraquo p 83 La negrita es nuestra

223

La justicia es una virtud moral que tiene por objeto el derecho y que radica en la voluntad como en su sujeto Debido a que es un haacutebito operativo que en-tiende dar o retribuir a cada quien lo suyo se dice anaacutelogamente justicia general y particular Es general cuando rectifica las acciones de las personas hacia el bien comuacuten fin propio de la sociedad poliacutetica y cuando dirige tambieacuten a su propio fin a cada una de las virtudes morales Se dice particular cuando se consideran los actos de las personas singulares en referencia a otras personas Lo cual puede acontecer en dos modos de persona (parte) a persona (parte) o del todo (co-munidad) a la parte (persona) De tal consideracioacuten resulta la divisioacuten en partes subjetivas de la virtud de la justicia dicha particular la primera es la justicia (particular) conmutativa y la segunda es la justicia (particular) distributiva Es decir que la nota de alteridad es la que sirve de fundamento a la distincioacuten de la virtud de la justicia en sus dos formas anaacutelogas ndashnuevamente general (o legal) y particularndash y a la divisioacuten de la uacuteltima en sus partes subjetivas (distributiva y conmutativa)

Confrontemos todo lo que hemos dicho con la nocioacuten de justicia presente en los comentarios del Cardenal de Gaeta A tal efecto recogeremos las anotaciones del precedente capiacutetulo para reconstruir su definicioacuten de justicia Adentreacutemonos pues en el proacuteximo apartado

IV2 LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETA-NO A LA S TH II-II QQ 57-62

iquestQueacute es entonces la justicia para el Cardenal Tomaacutes de Vio iquestSe separa con sus comentarios de Santo Tomaacutes de Aquino Si es asiacute iquestpor queacute lo hace iquestEs la consecuencia de un cambio de perspectiva iquestDe cierta forma mentis seguacuten la cual el de Aquino fue leiacutedo por el de Gaeta iquestPodremos encontrar las razones ndashsi es que las hubondash de tal distanciacioacuten en su glosa

Llegamos por consiguiente al inciso en que daremos respuestas a estos interrogantes valieacutendonos de las exposiciones de tipo analiacuteticas que trajimos en los precedentes apartados

Los tres puntos aacutelgidos que sirven de apoyo para elaborar una nocioacuten ca-yetana de justicia son los comentarios al artiacuteculo octavo de la cuestioacuten nuacutemero

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cincuenta y ocho la glosa al primer artiacuteculo de la sexageacutesima primera cuestioacuten y las apreciaciones contenidas en el tercer artiacuteculo tambieacuten perteneciente a la cuestioacuten nuacutemero sesenta y uno Los indicios recogidos en el resto de sus comen-tarios serviraacuten precisamente a fin de confirmar lo que infiramos tras el anaacutelisis de todos los artiacuteculos glosados

A esto sumemos la consideracioacuten sobre la virtud en tanto que ldquoobligacioacutenrdquo claramente sostenida en el artiacuteculo tercero de la cuestioacuten sexageacutesima segunda

Retomando todas estas notas estamos en condiciones de ofrecer una defi-nicioacuten sinteacutetica de lo que entiende por justicia el Cardenal Tomaacutes de Vio cu-yos principios caracteres esenciales y precisiones encontramos esparcidas en su extensa glosa desde la cuestioacuten 57 hasta la 62 Tal nocioacuten que sostuvimos eacutel mismo presupone como una e ideacutentica con la de Santo Tomaacutes estaacute no solamente distanciada en cuanto a su forma maacutes tambieacuten en lo referido a su contenido

Lo decimos sin maacutes la nocioacuten de justicia del Cardenal Cayetano es diversa en su contenido y en su estructuracioacuten interna de aquella ofrecida por el Aqui-nate

Como hemos dejado en claro cuando el Angeacutelico habla de la virtud de la justicia nos dice que se presenta en dos formas Una es la denominada justicia general o legal y otra es la llamada justicia particular Cada una ellas tiene una materia especial distintas y correspondientes a su forma Mientras la justicia ge-neral anima al resto de las virtudes morales hacia el fin que le es propio y dirige hacia el bien comuacuten la justicia particular con sus dos partes subjetivas se ocupa de ordenar inmediatamente al hombre a las cosas que se refieren a otro llamadas justicia distributiva y conmutativa Las mismas son diversificadas seguacuten deba producirse la adecuacioacuten de la cosa al derecho es decir a la igualdad ndasho al modo de igualdad en que deba conmensurarse lo justondash ya en forma aritmeacutetica (para la conmutativa) ya en forma geomeacutetrica (para la distributiva) de parte a parte del todo a la parte

Hasta aquiacute Santo Tomaacutes de Aquino Veamos ahora al Cayetano

Para intentar una reconstruccioacuten de la nocioacuten cayetana de justicia y pro-poner asiacute una definicioacuten por las viacuteas de la siacutentesis fueron utiliacutesimas todas las observaciones y resultados finales expuestos en las precedentes partes de este trabajo

225

A modo de inicio tomaremos loacutegicamente aquellas primeras palabras con las que el Cayetano comenta el primer artiacuteculo de la cuestioacuten sexageacutesima prime-ra y la iremos completando con las restantes consideraciones

Si tuvieacutesemos que responder a la pregunta iquestqueacute es la justicia para el Caye-tano O iquestqueacute entiende Tomaacutes de Vio cuando comenta el tema de la justicia en las cuestiones que hemos sentildealado Diriacuteamos que

Para el Cardenal la justicia es una uacutenica virtud un todo compuesto de tres partes o especies subjetivas Una llamada justicia general y dos especies espe-cialiacutesimas llamadas justicias particulares

466 De estas ldquoespecies especialiacutesimas

de justicias particularesrdquo467

una es la distributiva y otra es la conmutativa468 En la uacuteltima ndashconmutativandash encontramos dos partes que se diferencian entre siacute ya sea porque el intercambio que se da sea voluntario de un lado involuntario del otro Estas tres especies de una misma justicia se especifican seguacuten la forma en que adecuacutean o igualan lo justo o el derecho que debe ser hallado

469 La restitu-

cioacuten en cuanto acto de la justicia conmutativa debe efectuarse soacutelo cuando haya sentencia firme de juez idoacuteneo y competente

470

Hasta aquiacute entonces una primera aproximacioacuten a la definicioacuten de justicia que pudimos extraer de las notas del Cayetano para poder ofrecer en forma de siacutentesis Confronteacutemosla con la del Aquinate y maticemos sus diferencias

466 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo467 Cfr Comm Card Caie en STh II-II q 61 a 1468 Comm Card Caie sectII en STh II-II q 61 a 3 laquoEst ergo iustitia commutativa una species specialis-sima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam operatur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex su-pradictisraquo469 Cfr Comm Card Caie en STh II-II q 61 a 3 r d laquosi autem accipiamus ut materiam utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo470 Comm Card Caie sectI en STh II-II q 62 a 3 laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo ante-quam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Para el Aquinate hay dos formas de justicia Una general o legal y otra particular Mientras que para el Cayetano la justicia tiene tres formas o partes Como hemos visto en su glosa a S Th II-II q 61 a 1 el Cardenal concibe una ldquotriparticioacutenrdquo o ldquotriespecificacioacutenrdquo de la virtud es decir que la misma presenta tres especies una justicia legal y dos justicias particulares A su vez las justi-cias particulares son especies especialiacutesimas llamada justicia distributiva una justicia conmutativa la otra La especie especialiacutesima de la justicia particular nombrada justicia conmutativa tiene dos partes que se diferencian seguacuten la in-tencionalidad o modo en que se deacute la conmutacioacuten seraacute una entonces ldquovolun-tariardquo e ldquoinvoluntariardquo la segunda Para el Cardenal Tomaacutes de Vio la justicia se constituye en geacutenero de acuerdo al modo en que se opera la adecuacioacuten de lo justo o el justo medio con el derecho a retribuir Una nota final es la referida al acto de la justicia conmutativa Para el Angeacutelico el acto de la restitucioacuten es un haacutebito personal que el sujeto debe buscar completar antes de ser compelido por juicio a restituir maacutes de lo que eventualmente sustrajese Para el Cayetano la misma restitucioacuten debe ser obrada tan soacutelo si existe sentencia firme de alguacuten juez En este uacuteltimo sentido quedoacute demostrado en nuestro anaacutelisis de S Th II-II q 62 a 3 que alliacute donde Santo Tomaacutes comprendiacutea que el acto de la restitucioacuten debiera efecto de la virtud personal del que sustrajo algo (y que soacutelo debe ser restituido en forma multiplicada en el caso de que un juez asiacute lo dictamine) el Cardenal indica que cualquier tipo de restitucioacuten debe hacerse exclusivamente cuando alguna sentencia asiacute lo mande y por ende obligue

Tenemos entonces hasta aquiacute que la forma de la virtud de la justicia del Aquinate es distinta a la del Cardenal Cayetano tanto en su nocioacuten cuanto en sus formas o partes Profundicemos los matices apreciados en el paacuterrafo anterior

En la interpretacioacuten del Cardenal Tomaacutes de Vio hemos visto dos aspectos bien diferenciados presentes en sus comentarios De un lado la forma seguacuten dijimos Del otro el concepto de justicia conmutativa en cuanto ldquoalgo que debe ser hecho seguacuten dictamen del juezrdquo471

El Cardenal interpreta todo el artiacuteculo siempre en este sentido y no repara en que Santo Tomaacutes dice que cuando alguien toma algo ajeno injustamente pero sin injusticia (como en un mutuo) debe reparar la inequidad que se ha seguido laquoad quod sufficit quod restituat tantum quantum habuit de alienoraquo

472

471 Comm Card Caie sectI en STh II-II q 62 a 3472 S Th II-II q 62 a 3 r d

227

Dicho artiacuteculo que se pregunta si alguien deba restituir soacutelo lo que ha to-mado injustamente el Angeacutelico lo resuelve indicando los dos modos en que esto pueda suceder laquoinaequalitas ex parte reiraquo e laquoiniustitiae culparaquo En el primer caso debe restituirse soacutelo lo que ha sido tomado en el segundo lo que dictamine el juez para solventar la pena Y concluye laquoEt ideo antequam sit condemnatus per iudicium non tenetur plus restituere quam accepit sed postquam condem-natus est tenetur poenam solvereraquo

473 en el caso de que la pena indique restituir

maacutes de lo que se ha tomado Hemos subrayado el plus para indicar el sentido que alguien antes de ser condenado no estaacute obligado a restituir maacutes de lo que tomoacute De donde se sigue pensamos que movidos por la virtud de la justicia la persona puede obrar precisamente en forma virtuosa y reparar la injusticia sin necesidad de la obligacioacuten que implica ndashe imponendash el juez y la ley

Obrada tal diferencia ahondemos todaviacutea en algunos conceptos subsidia-rios que serviraacuten para comprender mejor la distancia entre ambos frailes domi-nicos Sigamos a tal efecto el ejemplo del maestro Alfredo Casaubon que al escribir Justicia y Derecho se ve compelido a aclarar el sentido de los teacuterminos en relacioacuten a otros Asiacute tambieacuten nosotros lo haremos con ldquoanalogiacuteardquo ldquogeacutenerordquo ldquoespecierdquo ldquotodordquo ldquoparterdquo ldquopartes subjetivasrdquo ldquoequiacutevocordquo ldquosubalternacioacutenrdquo en obvia correspondencia con las definiciones de justicia colocadas

En efecto Casaubon tras aclarar que laquollamamos teacuterminos ldquouniacutevocosrdquo aque-llos en que el sonido es el mismo uno mismo tambieacuten el concepto o definicioacuten expresado por ese sonido y muchos los entes a los que se aplicaraquo

474 mientras

que en el extremo opuesto encontramos los teacuterminos equiacutevocos laquoen los que el sonido es uno pero los conceptos significados son varios y sin orden ni relacioacuten entre siacuteraquo

475 Los teacuterminos anaacutelogos por su parte se ubican en medio de ambos

laquoen los que el sonido es uno las significaciones o conceptos varios pero relacio-nados y eventualmente jerarquizados entre siacuteraquo

476

Esta distincioacuten entre teacuterminos anaacutelogos equiacutevocos y uniacutevocos sirve a efec-tos de poner de relieve una de las primeras notas que destacamos sobre la defini-cioacuten de las partes de la justicia tomista Puesto que si la justicia legal es aquella

473 Ibidem474 A CASAUBON laquoJusticia y Derechoraquo en El derecho natural en la realidad social y juriacutedica S R CASTANtildeO ndash E SOTO KLOSS (eds) ed Universidad de Santo Tomaacutes Santiago de Chile Chile 2005 p 103475 Ibidem p 103476 Ibidem p 103

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

parte anaacuteloga de la justicia cuando esta virtud se dice en relacioacuten al bien comuacuten mirado como fin propio de las acciones humanas y del resto de las virtudes mo-rales (mediatamente) y la justicia particular es por ende el analogado seguacuten el cual entendemos a la virtud cuando mira las adecuaciones de las partes entre siacute o del todo a las partes estaremos en condiciones de concluir que entre uno y otro concepto hay una relacioacuten de analogiacutea de proporcionalidad Y debido a la primaciacutea del bien comuacuten sobre el resto de los bienes (por caso particulares) la forma de la justicia particular concurriendo sus partes subjetivas se ordena a la justicia general como el bien particular al bien comuacuten Es decir hay una jerarquiacutea entre estos conceptos o formas o partes anaacutelogas Aquiacute no vinculamos la analogiacutea de proporcionalidad con la de atribucioacuten intriacutenseca que es la que permite expresar la jerarquiacutea y que desarrollaremos con mayor exhaustividad en los capiacutetulos IV y especialmente en V4 y VI

Cuando el Cayetano dice que laquoiuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativaraquo477

estaacute igualando las partes subjetivas de la justicia particular a la justicia general Puesto que al ponerlas en el mismo orden suprime el sentido anaacutelogo con el cual el Aquinate las ha definido Esto quiere decir que ademaacutes de obrada la triparticioacuten de la justicia hay una deformacioacuten de la justicia Una de-generacioacuten de esta Para Santo Tomaacutes repetimos las formas de la justicia son dos para el Cardenal tres Antes de detenernos en los teacuterminos ldquoespecierdquo y ldquogeacutenerordquo ldquoparterdquo y ldquotodordquo traiacutedos en esta misma cita reflexionemos un poco sobre el concepto ldquoformardquo

Sirvaacutemonos pues del Leacutexico teacutecnico de Filosofiacutea Medieval de la prestigiosa investigadora Silvia Magnavacca

En la voz ldquoformardquo tras explicar que el teacutermino debe rastrear sus oriacutegenes en el sentido platoacutenico del eiacutedos y que los escolaacutesticos lo asumieron conjuntamente con el de la ratio agustiniana tal debemos entenderlo diversamente seguacuten el as-pecto que contemplemos como forma substantialis forma accidentalis forma corporeitatis forma metaphysica entre las maacutes destacadas y concluye laquoAsiacute

477 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

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pues el teacutermino que nos ocupa recogioacute en la Edad Media las tres acepciones aristoteacutelicas la de principio del ser de algo (morfeacute) la de principio de inteli-gibilidad (eiacutedos) y la de principio del movimiento (physis)raquo

478 Claramente en

nuestro anaacutelisis descartamos la primera y tercera acepcioacuten Puesto que cuando hablamos de las ldquoformas de la justiciardquo nos referimos al principio de inteligibili-dad que nos permite conocer su determinacioacuten y aquellas razones por las cuales opera en una u otra forma

479 Anotemos que la forma asiacute comprendida es enten-

dida tambieacuten como modelo (ratio) de la misma virtud Ratio en pos de la cual la verdadera inteleccioacuten de la justicia exige para siacute una determinada asimilacioacuten del sujeto que la conoce

480 De donde se sigue que la expresioacuten que tengamos del

objeto que conocemos y el modo de conocerlo ndashexpresado en palabrasndash ponen de manifiesto la adecuacioacuten o inadecuacioacuten del intelecto y la cosa En rigor de verdad el Cayetano no estariacutea distanciaacutendose de Santo Tomaacutes (que seriacutea lo de menos) sino de la cosa misma

Por lo tanto decir que la justicia tiene una cantidad de formas ndashdos y no tres (Sto Tomaacutes) o al reveacutes (Cayetano)ndash manifiesta el modo en que concebimos sus operaciones dos o tres La triparticioacuten cayetana de la justicia pone tres opera-ciones para la misma virtud distanciaacutendose asiacute de la biparticioacuten obrada por el Aquinatense En este sentido el Cardenal estaacute diferenciando tres especies de justicia cuya implicancia es la de reconocer tres diferencias especiacuteficas Seguacuten aquello que pertenece a la tradicional doctrina loacutegica y que sentildeala S Magnavac-ca laquoDesde el punto de vista estrictamente loacutegico Aristoacuteteles presenta la species como resultante del geacutenero y la diferencia especiacuteficaraquo

481

Tambieacuten el Cayetano nos habla de ldquoespecies especialiacutesimasrdquo que son las justicias particulares la distributiva y la conmutativa Precisemos y echemos luz sobre estos conceptos aristoteacutelicos los intermediarios y el sentido en que fueron recibidos en la Edad Media

laquoLas liacuteneas generales de esta doctrina pasan a la Edad Me-dia especialmente a traveacutes de Profirio quien define en general la s en cuanto tal o s specialis (veacutease) como lo que estaacute ordenado o

478 S MAGNAVACCA laquoFormaraquo en Leacutexico teacutecnico de Filosofiacutea Medieval pp 298-299479 Cfr laquoFormaraquo en Ibidem p 299480 Cfr laquoSpeciesraquo en Ibidem p 649 sect2481 Ibidem pp 648-650

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

situado inmediatamente bajo el geacutenero En cambio la species spe-cialissima es el atributo esencial que se predica de una multiplicidad de teacuterminos y que precede inmediatamente al individuo por ejem-plo la especie ldquohombrerdquo (cf Isag IV 10 y ss) La primera defini-cioacuten porfiriana indicada se aplicaba pues a cualquier especie en la medida en que eacutesta resulta del elemento indeterminado ndashque es el geacutenerondash y el determinante ndashque es la diferencia especiacuteficandash Sin embargo y seguacuten tal definicioacuten una s puede constituir un geacutenero bajo ulteriores diferencias como se puede ver en el ceacutelebre aacuterbol De esto se deduce que toda s cualquiera sea el lugar que en dicho esquema ocupe es un teacutermino universal Y aquiacute se vuelve al aspecto ontoloacutegico del concepto de especie puesto que precisamente de la cuestioacuten planteada por Porfirio acerca del valor loacutegico y ontoloacutegico de las especies deriva la famosa querella medieval de los universa-les (veacutease universale) Tal como fue elaborada por el pensamiento antiguo y medieval la s presenta pues una nota fundamental la de ser el concepto universal que traduce la esencia de un conjunto de entes individuales y el modo de ser propio de dicho conjunto Por consiguiente designa tambieacuten a la misma comunidad que participa de esa esencia de ahiacute el pasaje que se produce en la Modernidad del significado loacutegico-ontoloacutegico al bioloacutegicoraquo 482

Cuando el Gaetano nos dice que son especies especialiacutesimas confirma una vez maacutes la concepcioacuten que tiene de la justicia su estructura y la relacioacuten de sus partes el geacutenero es uno las especies son tres las especies especialiacutesimas son tambieacuten tres Es faacutecil concluir que entonces la justicia legal es una especie especialiacutesima maacutes Pues esta inferencia se ajusta en todo al razonamiento del Cardenal Puede ser como ha sentildealado L Elders que la caacutetedra que los Esco-tistas teniacutean en Padova laquodeterminoacute que Cayetano discutiera sin fin con ellos y que entrara en el juego de innumerables distincionesraquo

483 Distinciones que indu-

dablemente han marcado sus escritos como concluye el autor484

y tambieacuten su modo de comprender las cosas

482 Ibidem pp 648483 L ELDERS laquoCayetano comentadorraquo p 1484 Cfr Ibidem p 1

231

Respecto del ldquotodordquo485

y la ldquoparterdquo486

el Priacutencipe de los Comentadores se-ntildeala que seguacuten el triple orden que encontramos en alguacuten todo asiacute vemos tres partes de la justicia en el ldquotodo justiciardquo y que por ello la justicia es un ldquotodo triplerdquo o lo que es lo mismo un todo compuesto de tres partes llamadas cada una de ellas parte (justicia) legal parte (justicia) distributiva y parte (justicia) conmutativa

487

Retomemos otra nota de este ldquotodordquo que nos trae Magnavacca y que resulta de especial intereacutes es el modo en que fue entendido por los autores medieva-les no como algo que sea sencillamente reductible a partes laquosino en su propia ratioraquo

488 Que en el plano loacutegico (analogado con el metafiacutesico) tal ratio im-

plica una serie de apreciaciones de las que destacamos algunas Por un lado el totum universale laquouna estructura esencial especiacutefica o geneacuterica expresada en un concepto universalraquo (i e geacuteneros y especies) Por otro el totum integrale laquoaquel cuyas partes son cuantificables y que no se debe confundir con el [] t in quantitate que es lo tomado universalmente como ldquotodo hombrerdquo o ldquoninguacuten hombrerdquoraquo

489

Cuando hablamos de la virtud de la justicia como un todo nos referimos entonces a ldquouna estructura determinada de geacuteneros y especies cuyas partes son cuantificablesrdquo Y cuando leemos la expresioacuten cayatena laquoquod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae inveniturraquo

490 nos pa-

rece ver una predeterminacioacuten de las partes que deban ser encontradas en alguacuten

485 Vid S MAGNAVACCA laquoTotumraquo en Leacutexico teacutecnico pp 694 y ss laquoEn cuanto teacutermino teacutecnico como caracterizacioacuten general se puede decir que esta voz denota cualquier conjunto de partes indepen-dientemente del orden o disposicioacuten de estas En este sentido presenta un matiz de diferencia respecto de la totalitas (veacutease) En la Edad Media el concepto de t fue elaborado a partir de las consideraciones que hace Aristoacuteteles en su Met V 26 1023 b 25 y se entendioacute en correlacioacuten con el de pars (veacutease) un todo es fundamentalmente ldquoquod constat partibusrdquo seguacuten sentildeala Tomaacutes de Aquino en S Th I q 10 a 1 ad 3raquo486 Vid laquoParsraquo en Ibidem pp 502 El concepto de parte es correlativo al de totum (veacutease) al cual se opone en cuanto que el todo se caracteriza precisamente como una unidad divisible en partes Ambos teacuterminos pre-suponen la nocioacuten de unidad mientras que la relacioacuten que se establece entre ellos estaacute dada por el concepto de divisioacuten o descomposicioacuten se da una p si hay divisioacuten de una unidad primitiva487 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo488 S MAGNAVACCA laquoTotumraquo en Leacutexico teacutecnico pp 694489 Ibidem pp 694-695490 Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

todo tres Como si el ldquotodo justiciardquo perteneciese al totum integrale que debe ser siempre reductible a una triple ordenacioacuten o tri-especificacioacuten o tri-particioacuten Pero no hay razoacuten para pensar que a priori todo totum deba constar de tres partes A no ser claro estaacute que se haya optado tal preferencia como un modo de proceder que metodoloacutegicamente aporte mayor orden o adecuacioacuten a la ldquoper-feccioacutenrdquo Tal eleccioacuten es seguacuten nuestro parecer y a toda vista inconducente

Ahora bien iquestqueacute incidencias pudo haber tenido o de hecho tener todo esto en los campos de la eacutetica en la poliacutetica y en el derecho Es decir iquestmodifica en algo la conducta el tener dos o tres partes siempre y cuando la parte general de la virtud (la justicia legal) continuacutee operando iquestEs sencillamente un dato anec-doacutetico iquestUna mera curiosidad iquestUn prurito acadeacutemico Sigamos reflexionando todaviacutea a partir de esta definicioacuten o mejor a partir de estas definiciones bien contrapuestas en sus diferenciaciones y los alcances praacutecticos que de aquiacute se podriacutean desprender

Por el lado de la eacutetica de su sistema eacutetico ndasho mejor partiendo desde su punto de vista moralndash las virtudes no son ya entendidas en el sentido de haacutebito personal Sino por el contrario vienen ahora a ser ldquoactos tipificados y normati-vizadosrdquo que deben ser cumplidos bajo el pretexto del deber

Se supondraacute aquiacute que con el soacutelo hecho de ldquocumplir objetivamenterdquo con los ldquoactos prescriptosrdquo por tal o cual virtud el hombre alcanzariacutea asiacute la felicidad Que es el objetivo de toda vida forjada en las virtudes y de las leyes tambieacuten

Se correriacutea el riesgo ademaacutes que desapareciese todo el argumento sobre la racionabilidad y la ldquoautonomiacuteardquo moral Puesto que si en cada caso disponemos de un moralista perito en casuiacutestica que nos brinde o nos diga a cada momento queacute es lo que debemos hacer y coacutemo se espera que lo hagamos iquestDoacutende queda pues el comportamiento voluntario491

iquestQueacute hacer con las pasiones y los senti-mientos con toda la vida afectiva

Una eacutetica que esteacute alliacute solamente para legislar las acciones justas castigan-do a quienes no cumplen con las normas externamente dadas tiene ndasha nuestro entenderndash muy poco que ver con la perspectiva eacutetica tomista que concebimos como una doctrina de la virtud en cuanto acto humano libre y voluntario que se ordena a un fin en tanto que lo reconoce como bueno y lo conduce a la felicidad

491 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 67

233

Y para apreciar algo como bueno es necesaria no soacutelo la experiencia moral maacutes tambieacuten y por sobre todo la razoacuten que se pone a reflexionar sobre tal y asiacute educir principios ciertos universales y vaacutelidos que guiacuteen nuestra vida hacia la felicidad

La eacutetica presente en los comentarios del Cardenal quien prescribe e indica a cada paso y a cada momento queacute es lo que debe hacerse deja ya de ser la propia virtud tomasiana de la justicia A este respecto nos dice M Rhonheimer que

laquoLa virtugrave della giustizia egrave il perfezionamento della volontagrave ri-guardo allrsquoaspirazione al ldquobene per lrsquoaltrordquo Essa egrave la volontagrave ferma e costante di dare a ldquociascuno il suordquo di dargli ciograve che gli spetta e precisamente [] nei vari ambiti dei rapporti interumani che con-tituiscono le varie parti della giustizia come virtugrave speciali giustizia dello scambio della distribuzione e della legalitagraveraquo

492

Esto no es la virtud de la justicia para Cayetano

De un lado la virtud desde el punto de vista cayetano es algo que deber ser realizado en cuanto deber y para evitar por ejemplo una pena o un castigo Recordemos que siempre estaacute indicando con sus comentarios queacute hacer para evitar tal o cual pecado Ademaacutes de que siempre manifiesta que pecariacutea mortal o venialmente quien obre de esta u otra forma

Del otro la virtud de la justicia ya no seriacutea aquella que mira ldquoal bien del otrordquo como afirmamos con Rhonheimer siguiendo ambos a Santo Tomaacutes de Aquino Nunca nada maacutes lejos de esto en la interpretacioacuten del Cardenal de Gae-ta para quien la virtud de la justicia seriacutea entonces aquel conjunto de actos prescripciones e indicaciones que el sujeto debe seguir no en vistas del bien del otro iexclSino preocupaacutendose por el suyo propio

iquestY queacute tipo de justicia es aquella que busca el bien propio en primera me-dida para que los demaacutes sujetos ndashque tambieacuten buscan obrar la misma virtudndash no me dantildeen a miacute mismo en mis propios bienes Pues esta justicia tal vez tenga maacutes que ver con ciertas notas del paradigma eacutetico del liberalismo individual En este sentido A Vendemiati glosa a G Abbagrave tras haber puesto a Hobbes como maacuteximo representante moderno de la eacutetica en tercera persona laquoLa tipica appli-

492 M RHONHEIMER La prospettiva della morale p 207

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cazione di questo paradigma si riscontra nellrsquoimpostazione dellrsquoindividualismo liberale in cui lrsquounico dovere consiste nel rispetare lrsquoautonomia degli altriraquo

493

Hemos insinuado anteriormente que el Cardenal es un moralista moderno por todo esto iquestSeraacute acaso el pionero o inaugurador de este dicho paradigma iquestPodemos sentildealarlo como el primero de los moralistas modernos como el filoacute-sofo eacutetico que fundoacute e influyoacute todos los discursos eacuteticos que le sucedieron En sede cientiacutefica pues seriacutea muy temerario afirmarlo Podemos decir que debido a su importancia el Cayetano ha tenido influencia en la reflexioacuten sobre la filoso-fiacutea poliacutetica y la eacutetica moderna

Para el Cayetano la virtud de la justicia es una con tres especies subjetivas una general y dos particulares las cuales son especies especialiacutesimas El pro-blema de esta forma de la virtud en el Cardenal es que se ha perdido la justicia general porque ya no es maacutes ldquogeneralrdquo No dirige ni anima al resto de las virtu-des morales hacia el fin que les es propio ni mucho menos hacia el bien comuacuten

Cabe la pregunta iquestQueacute haraacuten pues las demaacutes virtudes sin un principio que las guiacutee Lo mismo que una nave sin gobierno en medio de una feroz tempes-tad entregarse a la deriva y al vaiveacuten de los vientos circunstanciales

El Cayetano ha ldquointroyectadordquo la forma de la justicia general conjuntamen-te a las ldquodos particularesrdquo en una nueva forma Hay una ldquodeformacioacutenrdquo de una o mejor de las dos formas de la justicia puesto que equipara las partes subjetivas de la justicia particular con la forma de la general De un lado podriacuteamos decir que ldquode-generardquo la justicia general del otro que diversifica en dos geacuteneros aque-llas partes subjetivas

Hemos adelantado un alcance praacutectico de esto no hay virtud general que ldquoanimerdquo que de unioacuten y cohesioacuten a todo el resto de las virtudes morales No es ya aquel ldquolucerordquo que con su brillo dirige las restantes virtudes morales No seraacute tampoco aquella virtud que halle complementariedad en la caridad otra de las virtudes generales Puesto que al ser una maacutes de entre el resto de las virtudes morales no podraacute guiarlas al bien comuacuten que se ordena al bien comuacuten sobrena-tural Ademaacutes faltaraacute cohesioacuten interna a la Suma del Aquinate que fue escrita para la instruccioacuten y la salvacioacuten de las almas de sus alumnos

Asiacute comenzaraacute a deshacerse paulatinamente todo el armoacutenico edificio en torno a las iacutentimas relaciones entre las virtudes morales y teologales Resumida-

493 A VENDEMIATI In prima persona pp 66-67

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mente y por lo tanto lo que ha obrado aquiacute el Cardenal Tomaacutes de Vio con esta deformacioacuten (peacuterdida de las formas) de la justicia es una especie de ldquocisurardquo que vaciaraacute todo el cuerpo doctrinal moral del Aquinate a partir del desangrado del lucero de todas las virtudes le ha quitado el alma a la eacutetica filosoacutefica tomista

Y esto porque ahora ya no hay un sentido de analogiacutea entre las formas de las virtudes ndashque si bien ldquoel sonido es uno sus partes pueden ser jerarquizadasrdquo

494ndash

sino que dicha triparticioacuten expresa cierta equivocidad laquoen los que el sonido es uno pero los conceptos significados son varios y sin orden ni relacioacuten entre siacuteraquo

495

Asiacute todas las virtudes morales quedaron liberadas a la propia suerte en una especie de ipsismo teleoloacutegico e inmanente Todas miraraacuten a su bien propio bien y lo conseguiraacuten siacute Pero iquesty luego queacute iquestA doacutende dirigirse iquestHacia doacutende mi-rar iquestQueacute ldquofin uacuteltimordquo ndashverdaderamente uacuteltimondash perseguir No habraacute respues-tas Al menos no aquellas que se puedan educir natural y filosoacuteficamente del espiacuteritu del realismo tomista Estamos en consecuencia frente a un pleno mo-ralismo que conduciraacute a un formalismo y a un voluntarismo Pues al desequi-librar la inteleccioacuten sobre lo moral se corromperaacute consecuentemente la moral misma y por ello seraacute necesario indicar a cada paso queacute hacer y coacutemo hacerlo

iquestY queacute decir respecto del derecho Las palabras de A Vendemieti son per-fectamente aplicables en este sentido al Cardenal Cayetano

laquoQuando le etiche della terza persona vogliono garantire al soggetto la possibilitagrave di realizzare i propri desideri senza danneg-giare gli altri esse ndashdi fattondash riconoscono lrsquoimportanza delle perso-ne della loro libertagrave e dei loro desideri Ma paradossalmente non si occupano del senso della vita delle persone linertagrave e desideri sono lasciate senza meta in balia della ldquovolontagrave di volontagraverdquo o dei capricci del momento Lrsquoetica della terza persona intende limitarse a fornire un quadro di regole utilitarie di giustizia che sono presen-tate come ldquodoverirdquoraquo

496

494 Cfr A CASAUBON laquoJusticia y Derechoraquo p 103495 Ibidem p 103496 A VENDEMIATI In prima persona p 67

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

iquestCoacutemo se sale de esta situacioacuten eacutetica poliacutetica y del derecho Seguimos aho-ra tambieacuten la reflexioacuten de Vendemiati se sale pues virando la perspectiva moral Debemos obrar un cambio del punto de vista eacutetico

Hemos llegado hasta aquiacute matizando las diferencias entre las nociones de justicia de Santo Tomaacutes de Aquino y el Cardenal Tomaacutes de Vio Retomando estas reflexiones transitemos a la tercera parte de nuestro trabajo para responder la pregunta que acabamos de plantear y demostrar que el Cayetano adopta prin-cipios propios de un moralista moderno apartaacutendose del Aquinatense y de los principios de la moral que caracterizaron la Escolaacutestica Medieval

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TERCERA PARTEANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO

DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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En los dos capiacutetulos de la seccioacuten anterior ndashParte IIndash tras el anaacutelisis puntual de cada uno de los artiacuteculos de S Th qq 57-62 y de los respectivos comen-tarios del Cardenal ensayamos primero una reconstruccioacuten de la nocioacuten de justicia de ambos dominicos para luego contraponerlas

Ahora en esta Parte III profundizaremos todaviacutea un poco maacutes nuestro anaacute-lisis El problema que queremos tratar aquiacute es el del tipo de analogiacutea que corres-ponde a la definicioacuten de virtud particularmente ahondaremos en el tema de la analogiacutea de la nocioacuten de justicia en tanto virtud general y particular

A tales efectos comenzaremos por considerar queacute es la analogiacutea queacute tipos hay cuaacutel es su fundamento de doacutende proviene y cuaacutel es la que ndasha nuestro juiciondash mejor se ajusta a la nocioacuten de virtud (y de virtud tomasiana) En este sentido es importante reparar en que Cayetano desestimoacute la analogiacutea de atribucioacuten intriacuten-seca (rescatada luego por Suaacuterez) e insistioacute en la analogiacutea de la proporcionalidad propia Pero no nos adelantemos

Ha llegado entonces el momento de plantear en profundidad el problema del tipo de analogiacutea que corresponde a la nocioacuten de virtud especialmente en la definicioacuten de justicia y lo haremos respondiendo a la siguiente pregunta iquestQueacute tipo de analogiacutea es la que realiza la nocioacuten de virtud y la definicioacuten de justicia

Luego retomaremos las dos nociones que hemos reconstruido en la Segunda Parte (a saber la nocioacuten de virtud y de justicia brindadas por Tomaacutes de Aquino de una parte y Tomaacutes de Vio de otra) cotejando ambas con el fin de mostrar finalmente que las diferencias expresadas en las definiciones responden a diver-sos modos de inteleccioacuten de esta Las cuales tendraacuten alcances praacutecticos

Analizaremos nuestro tema desde dos oacuterdenes Desde el orden Loacutegico y mostraremos las diferencias existentes (capiacutetulo 5) Desde el orden Moral y descenderemos hasta las implicancias praacutecticas (capiacutetulo 6)

Es decir desde el punto de vista Loacutegico abarcaremos el modo en que cada uno de los autores seguacuten el modo en que definioacute la virtud de la justicia Mostran-do que no soacutelo hay definiciones diversas sino formas distintas de comprender lo mismo para definirlo en modo diferente

Desde el punto de vista Moral nos adentraremos en las consecuencias que ambas definiciones contrapuestas implican para el ordenamiento de las per-sonas y de la vida poliacutetica esto es de la vida de las personas en el fuero de su conciencia y en el ordenamiento puacuteblico el de la comunidad poliacutetica

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO V LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

V1 LA ABSTRACCIOacuteN Y LA ANALOGIacuteA Y SUS TIPOS

Habiacuteamos dejado planteado que interesaba el tema de la analogiacutea y la ra-zoacuten es que en ella encontramos una forma para expresar un concepto esto es un modo de predicacioacuten de decir algo que es Respecto de la analogiacutea existen asimismo un sinnuacutemero de confusiones y otros tantos debates que trataremos a medida que nuestra argumentacioacuten lo exija

En primer lugar sentildealemos que en lo que a nosotros respecta someteremos a consideracioacuten el modo en que definen y predican la justicia tanto el Angeacutelico cuanto el Cayetano

En este sentido y en segundo lugar tambieacuten asumimos que laquolos categore-mas o predicables pertenecen por entero al campo de la loacutegicaraquo

497y procuraremos

evitar en nuestro recorrido el error de sostener laquoque los conceptos se predican designando ya el geacutenero la diferencia especiacutefica la especie la propiedad o el ac-cidente sin distinguir previamente que los conceptos se predican uniacutevocamente y analoacutegicamenteraquo

498 Y que

laquono hay predicacioacuten equiacutevoca de los conceptosraquo499

puesto laquoque lo que se predica equiacutevocamente es el teacutermino o signo Los conceptos designados por un teacutermino equiacutevoco son en siacute mismos uniacutevocos o anaacutelogosraquo

500

497 A CAacuteRDENAS Breve tratado sobre la analogiacutea Club de Lectores Buenos Aires 1970 p 58 Tam-bieacuten en este sentido la postura final de Santiago RAMIacuteREZ laquoA propoacutesito de la pertenencia cientiacutefica de la analogiacutea a la metafiacutesica o a la loacutegica el Editor P Victorino Rodriacuteguez nos trasmite la uacuteltima decisioacuten del Padre Ramiacuterez No obstante el largo alegato que escribe en el volumen primero (pp 18-42) en favor de la metafiacutesica como lugar propio para el estudio de la analogiacutea ya enfermo pidioacute al Padre Victorino que corrigiera esta afirmacioacuten Su uacuteltimo parecer era que perteneciacutea a la loacutegica el estudio de la analogiacutearaquo DEL CURA Alejandro ldquoSobre la analogiacutea Siacutentesis del pensamiento del padre Ramiacuterezrdquo en Estudios Filosoacuteficos nordm 22 vol 133 (1983) vid nota a pie de paacutegina en p 79498 Ibidem p 58499 Ibidem p 58500 Ibidem p 58

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esta distincioacuten resultaraacute gravitante puesto que al situarnos frente a la de-finicioacuten de la nocioacuten de justicia admitiremos una de entre dos posibilidades o estamos frente a un concepto uniacutevoco o ante un concepto anaacutelogo

Asiacute pues repasemos un poco queacute es la analogiacutea y cuaacuteles son sus tipos cuaacutel es su fundamento y en queacute se diferencia del concepto uniacutevoco

La definicioacuten es la expresioacuten de la nocioacuten o del concepto de una cosa y hemos dicho tal concepto puede ser de dos tipos uniacutevoco o anaacutelogo La defini-cioacuten por su parte puede ser de dos clases nominal y real Pero esto no interesa por ahora Pongamos de relieve que nuestra principal preocupacioacuten es la de real-zar que tal definicioacuten responde a un concepto que predica el modo en que algo es conocido

Ya hemos advertido que aquiacute y para nosotros las ldquocosasrdquo no seraacuten realidades del mundo exterior sino conceptos argumentos y que ademaacutes los trataremos en lo sucesivo en tanto que son ndashentes de razoacutenndash desde una perspectiva loacutegica (en cuanto a la definicioacuten de virtud y de justicia) y ontoloacutegica y moral (en cuanto a la virtud y a la justicia misma) Puesto que laquoel conocimiento intelectual hu-mano no es posible sin que los contenidos de la sensibilidad donde comienza todo nuestro saber sean elevados o hechos inteligibles por la accioacuten del inte-lecto agenteraquo501

y que tal accioacuten laquoconsiste en una especie de iluminacioacuten de los datos sensibles y aun maacutes propiamente en un despojamiento de la materia y de las condiciones de la materiaraquo

502 la nocioacuten de justicia ndashy la de acto y virtud de

la cual se predicandash debe todaviacutea atravesar un largo camino antes de arribar a su conceptualizacioacuten ya anaacuteloga ya uniacutevoca

Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu viene a decir que el conocimiento comienza a traveacutes de los sentidos siendo uno de los principios gnoseoloacutegicos que funda el realismo que asumimos en los momentos liminares de este trabajo Comenzaraacute en los sentidos siacute pero nada maacutes ni nada menos que a fuerza de abstracciones llegaraacute a ser concepto

Claro estaacute que la nuestra no es una tesis sobre la analogiacutea pero no podemos dejarla de lado si pretendemos abarcar maacutes plenamente el sentido de las defi-niciones que hemos logrado educir Y este objetivo postula que realicemos el siguiente excursus

501 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa abstraccioacuten seguacuten Santo Tomaacutesrdquo en Anuario Filosoacutefico 8 (1995) p 208502 Ibidem p 208

243

La abstraccioacuten es el primer acto necesario de nuestra psiquis una vez reci-bidos los datos a traveacutes de los sentidos para conocer algo el color de una fruta sin que esto implique conocer su sabor Es la llamada abstraccioacuten sensitiva cuya referencia aquiacute sirve solamente como peldantildeo hacia la analogiacutea

Pero no es en la sensitiva donde el conocimiento intelectual se halle maacutes plenamente sino en la abstraccioacuten intelectual

laquoAhora bien en este plano intelectual hay que distinguir to-daviacutea a) la abstraccioacuten del entendimiento agente b) la abstraccioacuten del entendimiento posible que puede ser por simple aprehensioacuten (considerativa) o por el juicio negativo (judicativa o divisiva) y c) el fundamento de esta abstraccioacuten del entendimiento posible que daraacute lugar a la abstraccioacuten formal y a la total por una parte y a la abstraccioacuten real y a la loacutegica por otraraquo503

El intelecto agente seraacute el encargado de separar el nuacutecleo inteligible de los contenidos sensibles las species inteligibiles sobre los cuales el entendimien-to posible operaraacute su propia abstraccioacuten ndashabstraccioacuten formalmente dichandash que laquoconsiste en considerar determinado aspecto objetivo sin considerar alguacuten otro con el que se encuentre unido o incluso identificado en la realidad y tambieacuten en juzgar que un aspecto objetivo no es otro en realidad separaacutendolos o excluyeacuten-dolos entre siacute mediante un juicio negativoraquo

504

Esta abstraccioacuten formal se divide en dos La primera es aquella que no im-plica una separacioacuten ni siquiera una distincioacuten entre lo que ha sido abstraiacutedo y aquello de lo que se abstrae y se denomina abstraccioacuten por modo de simplici-dad o abstraccioacuten por simple aprehensioacuten La segunda recibe el nombre de abs-traccioacuten por modo de divisioacuten o por modo de juicio negativo laquosi ha de ajustarse a la realidad exige que lo que mediante ella se separa se encuentre asimismo separado fuera de la menteraquo

505

503 Ibidem p 208504 Ibidem p 211505 Ibidem p 211 Tambieacuten de aquiacute hemos tomado todas las distinciones de este paacuterrafo

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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Pero si consideramos ahora la abstraccioacuten desde su fundamento es decir la abstraccioacuten fundamentalmente tomada nos encontraremos con que tal es doble laquoa) el que proporciona la composicioacuten de las realidades o de los objetos abstraiacute-bles y b) el que presta la distinguibilidad de las mismas realidades u objetosraquo

506

Y respecto del primer fundamento (la composicioacuten) la abstraccioacuten se divide en total y formal

laquoTotal la que se funda en la composicioacuten del todo con las partes y que consiste en separar el todo universal de sus partes sub-jetivas y formal la que se funda en la composicioacuten de la forma con la materia o del acto con la potencia y que consiste en separar lo formal o actual de lo material o potencialraquo507

Pero para comprender mejor todo esto conviene que traigamos a considera-cioacuten algunas notas respecto del ldquotodordquo y sus tipos asiacute como tambieacuten el tipo de partes que le corresponde a cada todo siendo que las partes son correlativas al todo debe haber tantas clases de partes como de todos Y esto porque la abstrac-cioacuten seraacute realizada de alguacuten todo del que hay tres tipos

1 Todo esencial o universal como el geacutenero respecto de sus especies

2 Todo cuantitativo o integral como el compuesto respecto de sus com-ponentes o la suma respecto de los sumandos

3 Todo virtual o potencial o potestativo o cualitativo como el poder completo y principal respecto de los poderes parciales y secundarios

Luego tiene que haber tres tipos de partes

506 Ibidem p 213507 Ibidem p 213

245

1rsquo Partes esenciales como las especies contenidas debajo de un geacutenero que por eso mismo se llaman subjetivas seguacuten la etimologiacutea de la pala-bra -sub debajo -jetivas de iectatas arrojadas distribuidas colocadas debajo de un geacutenero como efectivamente son sus especies que abarcan cada cual una parte de su extensioacuten o universalidad

2rsquo Partes integrales (integrantes) como las porciones de un compuesto Por ejemplo los cimientos las paredes y la techumbre son partes inte-grales de una casa en cuanto que todas hacen falta para el ser completo de ellas

3rsquo Partes potenciales como las que participan algo del poder o virtud del todo para ciertos menesteres secundarios v gr los ayudantes y orde-nanzas de un jefe militar los oficiales y servidores de un obispo y en general las autoridades subalternas respecto de la principal e igualmen-te las funciones vegetativas y sensitivas respecto del alma racional

No terminamos el tema de la abstraccioacuten aquiacute sino que debemos remontar-nos todaviacutea maacutes si es que deseamos esclarecer la relacioacuten entre eacutesta y la analo-giacutea Y es que precisamente la abstraccioacuten continuaraacute ascendiendo por grados especificando y distinguiendo entre siacute los distintos tipos de conocimientos o ciencias seguacuten sean considerados sus objetos es decir los objetos de los cuales se abstrae o se conoce

De los tres grados de abstraccioacuten formal reparemos en el que nos implica directamente el tercero que procede laquopor una depuracioacuten completa del objeto de nuestro entendimiento respecto a toda corporeidad y de sus condicionesraquo508

obteniendo una serie de laquoconceptos o determinaciones inteligibles que prescin-den enteramente de toda materia (tanto de la singular como de la sensible y de la inteligible)raquo

509

Algunos ejemplos de este tipo de conceptos entre otros son el de substan-cia accidente causa efecto acto potencia y etc Anticipamos (pues lo tratare-

508 Ibidem p 217509 Vid J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquosect6 Precisioacuten real y precisioacuten mentalrdquo en Ibidem pp 219-221

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

mos con mayor extensioacuten en V3) que nos interesaraacute sobremanera el concepto de acto en tanto que la virtud viene definida por un lado como haacutebito operativo y por ende rastrearemos queacute tipo de concepto le conviene maacutes si el anaacutelogo o el uniacutevoco Y por otro la virtud se define precisamente por su acto

El segundo fundamento de la abstraccioacuten de los dos que sentildealamos es el de la distinguibilidad de los objetos abstraiacutebles y que dividen a la abstraccioacuten en real y loacutegica seguacuten su precisioacuten sea real o mental Describamos someramente ambas

La primera precisioacuten real es la que se da entre objetos que se distinguen realmente entre siacute estando ndasho pudiendo estarndash separados o uno no siendo el otro en la realidad

Se da la segunda la precisioacuten mental laquoque siempre es precisioacuten propia-mente dicha entre aquellos objetos que no se distinguen realmente o sea que no estaacuten separados en la realidad ni pueden estarlo porque no son realidades distintasraquo

510

Para conocer maacutes sobre los grados que a su vez estas dos precisiones ad-miten seguacuten los conceptos en que se den recomendamos la lectura del sect6 del trabajo de J Garciacutea Loacutepez que estamos siguiendo

511

Pues bien hemos partido de la experiencia de la cosa sensible y a razoacuten de anaacutelisis y distinciones vimos coacutemo el intelecto se remonta de aquellos primeros datos hasta las precisiones mentales a fuerza de abstracciones

Una vez abstraiacutedo algo de la cosa procederemos intelectualmente a su defi-nicioacuten Y es precisamente aquiacute donde se encuentran ldquoabstraccioacutenrdquo y ldquoanalogiacuteardquo puesto que la definicioacuten seraacute la predicacioacuten uniacutevoca o anaacuteloga de la cosa enten-didahellip Definicioacuten uniacutevoca o anaacuteloga del concepto

Hemos encontrado en el trabajo de A Caacuterdenas una oacuteptima explicacioacuten de esta distincioacuten entre concepto uniacutevoco y anaacutelogo Nos permitimos poner aquiacute la cita cuya utilidad es doblemente atinada en el presente curso de nuestra argu-mentacioacuten Por un lado porque trata ya un tema sobre el que nosotros volvere-mos (el de la analogiacutea de atribucioacuten) y por otro porque ndasha nuestro juiciondash ex-

510 Ibidem p 220511 Ibidem p 213

247

presa manifiestamente las diferencias entre un modo de predicar (uniacutevocamente) y otro (anaacutelogamente) Leaacutemosla

laquoLa diferencia con el anaacutelogo estriba en que mientras que en el uniacutevoco captamos una ideacutentica parte esencial realizada de mane-ra absolutamente ideacutentica en los inferiores en el anaacutelogo conoce-mos en la esencia de uno la esencia del otro no en el nuacutecleo de su propia inteligibilidad sino en cuanto que es nuacutecleo de inteligibilidad se refleja en la naturaleza del primer analogadoraquo512

Consideremos ahora el lugar y las propiedades distintivas de la analogiacutea concepto medio entre los nombres equiacutevocos y los uniacutevocos Asiacute la define el catedraacutetico Jesuacutes Garciacutea Loacutepez

laquoEs la propiedad que tienen ciertas palabras y nociones de ser atribuidas o predicadas en diferentes sentidos pero que tienen algo de comuacuten entre siacute De esta suerte los sentidos de ellas ni son ente-ramente ideacutenticos (esto seriacutea univocidad) ni son tampoco completa-mente diversos (esto seriacutea referido en este caso soacutelo a las palabras equivocidad) sino que son sentidos semejantesraquo513

La predicabilidad por semejanza de las nociones de la que nos habla el autor se fundamenta en la trascendentalidad del ser que significa adecuadamente toda la realidad todo lo que es o existe en todos sus modos y en todas sus diferencias laquode manera que nada de lo que es o existe es ajeno al ser o estaacute fuera de eacutelraquo

514 Tal

modo de realizacioacuten del ser ndashque si bien implica cierta distincioacuten o desemejanza de los objetos diversos y asimismo se dice de todosndash postula un modo de predica-cioacuten Por consiguiente el modo de predicar sigue al modo de ser

Por ello mismo el ser es predicable seguacuten alguna semejanza o desemejanza que se mueve entre la equivocidad y la univocidad no implicando ni total igual-

512 A CAacuteRDENAS Breve tratado sobre la analogiacutea pp 78513 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino maestro del orden Cincel-Kapeluz Bogotaacute Colombia 1989 p 214514 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacutea Siacutentesis del pensamiento del padre Santiago Ramiacuterezrdquo en Estudios filosoacuteficos nordm 22 vol 133 (1983) p 79

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

dad ni total desigualdad Dicha predicacioacuten hemos dicho seraacute expresada en una definicioacuten anaacuteloga o nombre anaacutelogo que laquose dice de varias cosas al menos de dos ya que la comparacioacuten y proporcioacuten no puede jamaacutes ser de una cosa consigo misma Es por lo mismo universal respecto de esas cosas de las que se dice las cuales se llaman analogadosraquo

515

Ahora bien sabemos que en la definicioacuten se pone el geacutenero proacuteximo que manifiesta lo comuacuten y la diferencia especiacutefica que pone lo propio de algo Pero esto es respecto de los nombres uniacutevocos y no de la analogiacutea en la que no cabe ni geacutenero ni diferencia sino que es preferible hablar de ldquoquasi geacutenerosrdquo y ldquoquasi diferenciasrdquo

516

laquoLo comuacuten de la analogiacutea con los otros conceptos universales es tener como ellos un mismo nombre para significar a todos sus in-feriores Pero lo propio de la analogiacutea es el que la ldquorazoacutenrdquo significa-da por ese nombre comuacuten su contenido objetivo exprese al mismo tiempo diversidad y semejanza en esa misma razoacutenraquo517

Y puesto que laquoel fundamento de la analogiacutea es la semejanza objetiva de las cosas diversasraquo

518 la uacutenica unidad loacutegica que es dable encontrar por encima

del geacutenero es la analogiacutea519

De aquiacute en maacutes esta afirmacioacuten vigorizaraacute nuestros posteriores razonamientos sobre todo al momento de confrontar la definicioacuten de la nocioacuten justicia de Tomaacutes de Aquino con la de Tomaacutes de Vio sobre la que nos preguntaremos un poco maacutes adelante iquestes la suya una nocioacuten anaacuteloga o uniacutevoca Si es uniacutevoca iquestsus partes son meras especies antes que analogados O si anaacutelo-ga iquestde queacute tipo

En orden a responder todo esto para cerrar este apartado y para situar maacutes cabalmente los que siguen retomemos y explayemos lo que hemos dicho sobre los posibles tipos analogiacutea

Establecimos siguiendo a Jesuacutes Garciacutea Loacutepez que la analogiacutea podiacutea ser de dos clases de atribucioacuten y de proporcionalidad Alejandro del Cura subsume

515 Ibidem p 88516 Cfr Ibidem p 91517 Ibidem p 91 518 Ibidem p 93519 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del ente en Aristoacutetelesrdquo en Anales de Filosofiacutea 2 (1984) p 69

249

estas dos en un esquema un tanto maacutes abarcador indicando que la divisioacuten de la analogiacutea debe ser efectuada (1) en sentido amplio (analogiacutea de desigualdad) y (2) en sentido riguroso y ofrece el esquema que ponemos a continuacioacuten en la Figura 3

520

Figura 3

Como vemos la analogiacutea es de atribucioacuten (o proporcioacuten simple) y de pro-porcionalidad (o proporcioacuten compuesta) cuando es tomada en sentido riguroso Con esto queremos remarcar que esta no es la uacutenica divisioacuten posible y que cuan-do hagamos referencia a la analogiacutea ya de atribucioacuten ya de proporcionalidad debe ser leiacuteda en este marco referencial Por ello tambieacuten quisimos ofrecer aquiacute este esquema que serviraacute de mapa conceptual indicando las coordenadas de nuestra posicioacuten y los liacutemites en los que debe ser leiacutedo nuestro discurso

Asiacute pues completemos la caracterizacioacuten de la analogiacutea tomada en el senti-do riguroso

520 Tomamos la Figura 3 de A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 97

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoLa analogiacutea es de dos clases a) de atribucioacuten que supone un primer analogado que realiza plena y principalmente la nocioacuten anaacuteloga y unos analogados secundarios que realizan dicha nocioacuten de manera deficiente e impropia b) de proporcionalidad que im-plica semejanza de relaciones por lo que supone al menos cuatro teacuterminos enlazados dos a dosraquo521

Finalmente la analogiacutea de la que nos valdremos al hablar de la definicioacuten de la nocioacuten de la virtud de la justicia es la de atribucioacuten Descartamos la de propor-cionalidad puesto que no nos ocuparemos de ninguna semejanza entre ninguacuten tipo relaciones ni supondremos ldquoal menos cuatro teacuterminosrdquo sino del modo en que las formas de la virtud realizan en sentido primario y secundario la nocioacuten misma de justicia

Hasta aquiacute entonces las bases sobre las que analizaremos las definiciones que hemos reconstruido en el acaacutepite anterior Tal como hemos dicho amplia-remos algunos conceptos a medida que sean necesarios y funcionales a nuestra argumentacioacuten

V2 EL TEMA DE LA ANALOGIacuteA EN TOMAacuteS DE VIO

En la Introduccioacuten y en la Parte I de este escrito manifestamos que el tema de la analogiacutea era de particular intereacutes para los estudiosos de la doctrina del Ca-yetano Y mostramos tambieacuten coacutemo eacuteste se inscribe en una situacioacuten generaliza-da la de cuestionar la fidelidad del Cardenal respecto de la ensentildeanza de Santo Tomaacutes de Aquino su mentor intelectual

Nos situamos con esta tesis en la liacutenea de aquellos que postulan en pri-mer lugar la distancia entre el de Aquino y el de Gaeta y en segundo lugar la influencia que el uacuteltimo ha tenido en el tomismo laquoen diversos e importantes nuacutecleos especulativos que en muchas ocasiones habiacutean llevado al tomismo por senderos ajenos a la mens tomasianaraquo522

Compartimos con el autor que nos pre-

521 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino p 214522 C MUNtildeOZ ldquoCiencia y objetividad en Cayetanordquo en Scripta 7 (2014) p 57

251

cede en el aacutembito nacional la intencioacuten de laquoponer de relieve la actualidad que continuacutea teniendo el pensamiento de Cayetano y el de ahondar en los motivos que lo han conducido a diferenciarse de su maestroraquo

523 eacutel (C Muntildeoz) en la con-

cepcioacuten de la ciencia y de la objetividad de Cayetano nosotros en la nocioacuten y la definicioacuten de la justicia en cuanto virtud

Pues bien apoyaacutendonos en las conclusiones de Muntildeoz y de todos los auto-res que resentildea

524 y en los aportes que hasta aquiacute hemos realizado tomamos por

un hecho que con sus comentarios el Cardenal expone una doctrina propia antes que repetir la del Angeacutelico De aquiacute venimos entonces a considerar el tema de la analogiacutea cuya nocioacuten seraacute solidaria con todo su pensamiento y posteriores formulaciones en los diversos campos nos interesaraacute la relacioacuten de tal nocioacuten aplicada a la ciencia Moral

Para el Cardenal la uacutenica verdadera y plenamente analogiacutea es la de propor-cionalidad Opinioacuten que ha acompantildeado a todo el tomismo habiendo desesti-mado ndashiquestu olvidadondash los otros tipos especialmente la de atribucioacuten intriacutenseca Asiacute lo relata A Del Cura

laquoHistoacutericamente consta que esta forma de analogiacutea en su ser especiacutefico de atribucioacuten intriacutenseca ha sido ignorada por toda la tradicioacuten tomista desde Cayetano hasta nuestros diacuteas concre-tamente hasta el P SANTIAGO RAMIacuteREZ Es maacutes la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca defendida como uacutenica y exclusiva analogiacutea metafiacutesica por FRANCISCO SUAacuteREZ ha sido siempre combatida por todos los tomistas posteriores al Doctor Eximio Con la particu-laridad de que SUAacuteREZ cercena la analogiacutea al suprimir la de pro-porcionalidad propia mientras que Cayetano y los otros tomistas la conservaron iacutentegra al incluir todo el contenido de la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca en la que ARAUJO y los tomistas del XVII la llamaron ANALOGIacuteA MIXTAraquo525

En consecuencia (y por esto mismo) Cayetano tambieacuten niega el primer tipo de analogiacutea ndashexpuesta en el cuadro que pusimos del trabajo con el que Del Cura homenajea a Santiago Ramiacuterezndash nos referimos a la analogiacutea tomada en

523 Ibidem p 57524 Vid Ibidem pp 55-64525 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 104

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

ldquosentido ampliordquo o analogiacutea de desigualdad (secundum esse et non secundum intentionem)

laquoEsta analogiacutea es caracterizada por SANTO TOMAacuteS como ldquoseguacuten el ser y no seguacuten la intencioacutenrdquo es decir seguacuten la esencia real y no seguacuten la esencia pensada Por eso es una analogiacutea real (fiacutesica o metafiacutesica) pero no loacutegica No obstante no se puede suscribir la opinioacuten de CAYETANO quien dice que este tipo de analogiacutea nada tiene que ver con la analogiacutea (ldquoalienus ab analogia omnino sitrdquo)raquo 526

Tesis reforzada por Del Cura que al hablarnos de la analogiacutea de desigualdad (secta) hace resaltar que laquoel nombre se lo puso Cayetano para quien no es analo-giacutea maacutes que de modo ldquoabusivordquo ldquoalienus ab analogia omnino estrdquo

527 Mientras

que laquoSanto Tomaacutes deciacutea que era analogiacutea ldquosecundum esse et non secundum in-tentionemrdquo De aquiacute que se la llame tambieacuten analogiacutea fiacutesica Y como las cosas asiacute anaacutelogas estaacuten comprendidas dentro del mismo ldquogeacutenero loacutegicordquo se la llama tambieacuten analogiacutea prope genusraquo

528

En efecto laquotoda analogiacutea intriacutenseca queda englobada en Cayetano en la analogiacutea de proporcionalidadraquo

529 La explicacioacuten que da Ramiacuterez sintetizada en

el trabajado de Del Cura se articula en los siguientes puntos530

a Santo Tomaacutes reconoce tres modos de analogiacuteas (1) secundum esse et non secundum intentionem (analogiacutea de desigualdad) (2) secundum in-tentionem et non secundum esse (analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca) (3) secundum esse et secundum intentionem (analogiacutea de atribucioacuten intriacuten-seca y analogiacutea de proporcionalidad)

526 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 203 El autor reenviacutea a corroborar lo que dice con el opuacutesculo del Tomaacutes de Vio De nominum analogia cap 1 n 3 [El resaltado es nuestro]527 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 98 El autor se funda en la misma obra de Cayetano De nominum analogia c 1 p 6 Ed Zammit Roma 1934528 Ibidem p 98529 Ibidem p 104530 Cfr Ibidem pp104-106

253

b En un texto (I Sent 1 19 q 5 a 2 ad 1) laquoSanto Tomaacutes habla solamente de los tres primeros modos de analogiacutea sin mencionar para nada la pro-porcionalidadraquo

531

c Cayetano identifica laquola ldquotrilogiacuteardquo de Santo Tomaacutes con las analogiacuteas de desigualdad de atribucioacuten y de proporcionalidad Por lo tanto la de atribucioacuten es ldquosec intentionem et non sec esserdquo y por ello mismo ex-triacutensecaraquo

532

Esto uacuteltimo (sectc) tambieacuten lo sostiene Garciacutea Loacutepez

laquoCAYETANO en su celebrada obra De nominum analogia establece apoyaacutendose en un texto de Santo TOMAacuteS tres especies de analogiacutea la de desigualdad (que se acerca a la univocacioacuten) la de atribucioacuten ndashsiempre extriacutensecandash (que se acerca a la equivocacioacuten) y la de proporcionalidad ya propia ya metafoacuterica (que es analogiacutea verdaderaraquo533

Y luego de citar I Sent dist 19 q 5 a 2 ad 1 concluye

laquoPues bien CAYETANO creyoacute ver en esa divisioacuten tomista de la analogiacutea tres tipos fundamentales de ella a los cuales se reducen todos los demaacutes analogia secundum esse tantum et non secundum intentionaem que eacutel llamoacute analogiacutea inaequalitatis analogiacutea secun-dum intentionem tantum et non secundum esse que identifica con la analogiacutea de atribucioacuten y la analogiacutea secundum intentionem et se-cundum esse que dice ser la analogiacutea de proporcionalidadraquo534

laquoDejando a un lado la analogiacutea de desigualdad modo de analogiacutea que seguacuten CAYETANO alienus ab analogia omnino sit (De nominum analogia cap I n

531 Ibidem p 104 sectbrsquo532 Ibidem p 104 sectcrsquo533 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del enterdquo en Convivium 21 (1966) p 162534 Ibidem p 163

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

3)raquo535

veamos las definiciones que pone para las dos restantes a saber la analo-giacutea de atribucioacuten y la de proporcionalidad

laquoldquoAnaacutelogos por atribucioacuten son aquellos cuyo nombre es comuacuten y la razoacuten significada por ese nombre es la misma seguacuten un teacutermino y diversa seguacuten las relaciones a eacutel (Ibiacuted [De nominum analogia] cap II n 8) en cambio ldquoanaacutelogos por proporcionalidad son aquellos cuyo nombre es comuacuten y la razoacuten significada por ese nombre es la misma proporcionalmenterdquo o tambieacuten ldquoes semejante proporcionalmenterdquo (Ibiacuted cap III n 23)raquo536

Pero el anaacutelisis no termina aquiacute puesto que el Cardenal ahonda su razona-miento aportando notas verdaderamente relevantes para primero mostrar el modo en que se distancia del Doctor Comuacuten y segundo hacer resaltar la in-fluencia que ha tenido en el tomismo que le sucedioacute Veaacutemoslo

laquoPor lo demaacutes al descender a la explicacioacuten maacutes amplia de estas definiciones CAYETANO deja firmemente asentado que ldquoel nombre anaacutelogo por atribucioacuten en cuanto tal o en cuanto realiza esta analogiacutea es comuacuten a los analogados de tal modo que al primero con-viene formalmente pero a los restantes por denominacioacuten extriacutense-cardquo (Ibiacuted [De nominum analogia] cap II n 11) mientras que la analogiacutea de proporcionalidad se realiza ldquoseguacuten la causalidad formal inherente (Ibiacuted cap III n 27) o intriacutenseca Maacutes claro la analo-giacutea de atribucioacuten formalmente considerada siempre es extriacutenseca y en cambio la de proporcionalidad es intriacutenseca De aquiacute es llevado inevitablemente a afirmar que la analogiacutea que corresponde formal-mente al ente es la de proporcionalidad propia y que la analogiacutea de atribucioacuten soacutelo le puede corresponder de una manera material Y seguacuten lo establecioacute CAYETANO asiacute lo han venido repitiendo todos o casi todos los tomistasraquo537

535 Ibidem p 163536 Ibidem p 163537 Ibidem p 163

255

Por todo lo cual llegamos por diversos caminos a la conclusioacuten de que laquoCAYETANO restringioacute demasiado el aacutembito y la virtualidad de la analogiacutea de atribucioacuten a expensas de la analogiacutea de proporcionalidad propiaraquo

538

Tenemos hasta aquiacute que (1) el Cardenal niega el primer tipo de analogiacutea ndashauacuten ldquorebautizaacutendolardquo como se desprende de lo dicho por Del Curandash (2) deses-tima la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca subsumieacutendola en la de proporciona-lidad siendo eacutesta (3) la uacutenica verdadera y plenamente analogiacutea

A partir de todo esto hemos confeccionado un nuevo cuadro sobre la divi-sioacuten de la analogiacutea ahora con respecto a la que realiza el Cayetano A modo de siacutentesis lo ofrecemos aquiacute debajo en la Figura 4

Figura 4

Un golpe de vista sobre el mismo revela coacutemo el Cardenal ha ldquosimplificadordquo la estructura misma de la analogiacutea empobrecieacutendola en sus clases Pero este es soacutelo un anaacutelisis primario y superficial Porque adentraacutendonos en el mismo

538 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 104 sectirsquo

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hemos de descubrir que la nocioacuten de analogiacutea es en siacute misma otra que de la del Aquinate

Habiacuteamos dicho que la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca veniacutea subsumida por el Cayetano dentro de la analogiacutea de proporcionalidad A este respecto Je-suacutes Garciacutea Loacutepez tambieacuten siguiendo la monumental obra de Santiago Ramiacuterez sobre la analogiacutea va un poco maacutes allaacute con sus conclusiones al comprar las in-terpretaciones del Cardenal con respecto a las de Suaacuterez en torno a las analogiacuteas que se realizan en el concepto de ente

laquoSi CAYETANO y sus seguidores pecan de exclusivismo al negar la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca en el mismo pecado incurren SUAacuteREZ y los suaristas al descalificar toda analogiacutea de proporcionalidad hacieacutendola simplemente metafoacuterica Aquiacute como en otras muchas cuestiones la verdad estaacute en el justo medio Ni sola atribucioacuten ni sola proporcionalidad Ambas analogiacuteas (y ciertamen-te intriacutensecas) se realizan en el concepto de enteraquo539

Tesis que retoma y justifica en otro trabajo540

emparentando en alguacuten punto la posicioacuten de Tomaacutes de Vio con la de Aristoacuteteles Alliacute expone claramente coacutemo el Cardenal dejando de lado la analogiacutea de desigualdad afirma que la analogiacutea de atribucioacuten es siempre extriacutenseca mientras que la de proporcionalidad laquoes la uacutenica analogiacutea intriacutenseca y por ello en cuanto propia la verdadera analogiacutea me-tafiacutesica una analogiacutea secundum intentionem et secundum esseraquo

541 Decimos ldquoen

alguacuten puntordquo porque no nos consta que el Estagirita haya admitido ndashal menos defendidondash la analogiacutea de proporcionalidad para el ente como afirma J Garciacutea Loacutepez que siacute lo haraacute el Gaetano

542

539 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del enterdquo p 166540 IDEM ldquoLa analogiacutea del ente en Aristoacutetelesrdquo pp 61-73541 Ibidem p 67542 IDEM ldquoLa analogiacutea del enterdquo p 163 laquoCAYETANO deja firmemente asentado que el ldquonombre anaacute-logo por atribucioacuten en cuanto tal o en cuanto realiza esta analogiacutea es comuacuten a los analogados de tal modo que al primero conviene formalmente pero a los restantes por denominacioacuten extriacutensecardquo mientras que la analogiacutea de proporcionalidad se realiza ldquoseguacuten la causalidad formal inherenterdquo o intriacutenseca Maacutes claro la analogiacutea de atribucioacuten formalmente considerada siempre es extriacutenseca y en cambio la de proporcionalidad es intriacutenseca De aquiacute es llevado inevitablemente a afirmar que la analogiacutea que corresponde formalmen-te al ente es la de proporcionalidad propria y que la analogiacutea de atribucioacuten soacutelo le puede corresponder de una manera material Y seguacuten lo establecioacute CAYETANO asiacute lo han venido repitiendo todos o casi todos los tomistasraquo [El resaltado es nuestro]

257

Consideremos a continuacioacuten queacute tipo de analogiacutea corresponde a la defini-cioacuten de justicia seguacuten Tomaacutes de Aquino y Tomaacutes de Vio

V3 LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN DE ACTO

Seraacute necesario reparar primero en la analogiacutea que corresponde a la nocioacuten de acto para luego desembarcar en el tipo de analogiacutea propio de la virtud de la justicia Y esto puesto que al hablar de virtud ndashen la doctrina tomistandash hacemos referencia al haacutebito operativo adquirido mediante la repeticioacuten de actos laquocuya nocioacuten generaliacutesima [] es el fruto de sucesivas abstracciones que comienzan a partir de uno de los datos sensibles maacutes obvios el movimiento o cambio de las cosasraquo

543

Siguiendo al Aquinate en algunos de sus escritos544

J Garciacutea Loacutepez ofrece una muy peculiar siacutentesis del tema que aquiacute nos interesa y al que por ello mismo recurrimos Partiendo como hemos dicho de la percepcioacuten del maacutes inmediato de los actos deberemos considerar toda una serie de disquisiciones a partir del origen y del teacutermino del movimiento mismo

laquoEn efecto todo movimiento tiene un origen y un teacutermino El origen del movimiento por su parte es doble hay un origen pasivo o material y un origen activo o eficiente En cuanto al teacutermino el movimiento apunta a una cierta perfeccioacuten que trata de alcanzarse y que es la forma o el fin

Pues bien el teacutermino del movimiento es tambieacuten un cierto acto un acto completo al menos relativamente pues no es otra cosa que la consumacioacuten del acto incompleto en que el movimiento con-siste y por eso a la forma y al fin (que son el teacutermino del movimien-to) se les aplica tambieacuten con toda razoacuten el nombre de acto

Por otro lado el origen activo del movimiento (aunque no ciertamente el origen pasivo) es tambieacuten un acto pues toda la actua-

543 IDEM ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de acto seguacuten Santo Tomaacutesrdquo en Anuario Filosoacutefico 6 (1973) pp 145- 176 p147544 Principalmente De potentia De veritate De ente et essentia los comentarios a la Fiacutesica y a la Metafiacute-sica aristoteacutelica varios loci de la S Th y de la Suma contra gentiles

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lidad del movimiento y del teacutermino del mismo tiene que encontrarse contendida de alguna manera en su causa y por eso tambieacuten se lla-ma acto a la accioacuten y al principio de la accioacuten es decir al agente Por donde la palabra acto si bien tomada del movimiento se extiende luego a significar al agente a la accioacuten a la forma y al finraquo545

Tenemos entonces que acto viene a significar primero el movimiento lue-go la causa del movimiento (la accioacuten) y finalmente el teacutermino del movimiento y de la accioacuten (la forma) Dicha forma puede ser considerada bajo otro respecto del que acabamos de poner (el fin del movimiento y de la accioacuten) el ser principio de ambos puesto que laquolo que ha alcanzado alguna actualidad o forma puede a su vez comunicar a otros esa actualidad suya constituyeacutendose en principio de una nueva accioacuten y un nuevo movimientoraquo

546

A partir de esto Garciacutea Loacutepez expone las posibles significaciones del acto el movimiento la accioacuten la operacioacuten la forma y el ser

Aquiacute no interesa el movimiento en tanto algo que estaacute en una situacioacuten me-dia entre la potencia pura y el acto perfecto pero siacute la consideracioacuten del acto en cuanto ldquoaccioacutenrdquo de la cual hay dos tipos la accioacuten transitiva y la operacioacuten

La transitiva o simplemente accioacuten es la que procede del agente hacia algo exterior cambiaacutendolo y comunicaacutendole sus efectos La operacioacuten cambio es la accioacuten que procediendo del agente no se comporta como viacutea hacia un teacutermino exterior sino que permanece en eacutel mismo De aquiacute entonces doble calificacioacuten de la accioacuten en transitiva o inmanente

laquoLa accioacuten inmanente llamada propiamente operacioacuten se di-ferencia esencialmente de la accioacuten transitiva La operacioacuten en efec-to no pasa fuera del agente lo que es esencial para la accioacuten Esta es sin duda la diferencia fundamental y la que autoriza a llamar a la operacioacuten ldquoaccioacuten inmanenterdquo Todas las otras diferencias provienen de eacutestaraquo547

545 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de actordquo pp 147-148546 Ibidem p 149547 Ibidem pp 154

259

Sentildealemos de paso que a la transitiva se contrapone la pasioacuten laquoque es aquello por lo cual un sujeto se constituye en receptor del efecto producido por el agente en eacutel con alguna transmutacioacutenraquo

548 Por esto mismo dicho sujeto ndashsobre

el cual recaen el efecto de la accioacuten de otro agentendash es denominado paciente laquoAsiacute como la accioacuten es el ejercicio de la causalidad del agente asiacute la pasioacuten es el ejercicio de la pasividad del pacienteraquo

549

Volviendo al tema de la operacioacuten resulta capital la diferencia que esta-blece Santo Tomaacutes entre ciertas potencias activas cuyo fin es el mero uso de la potencia y aquellas en la que algo es producido es decir cuyo fin es una obra A este respecto Santo Tomaacutes explica uno y otro caso poniendo como ejemplos la visioacuten como fin uacuteltimo de la potencia visiva y el de la edificacioacuten por la cual algo se hace Y a este respecto abunda

laquoTalis autem differentia inter praedictas potentias est consi-deranda quod quando praeter actum ipsum potentiae qui est actio sit aliquod operatum actio talium potentiarum est in facto et actus facti ut aedificatio in aedificato et contextio in contexto et univer-saliter motus in moto Et hoc ideo quia quando per actionem po-tentiae constituitur aliquod operatum illa actio perficit operatum et non operantem Unde est in operato sicut actio et perfectio eius non autem in operante

Sed quando non est aliquod opus operatum praeter actionem potentiae tunc actio existit in agente et ut perfectio eius et non transit in aliquid exterius perficiendum sicut visio est in vidente ut perfectio eius et speculatio in speculante et vita in anima ut per vitam intelligamus opera vitaeraquo

550

Comentando este pasaje J Garciacutea Loacutepez sentildeala

548 Ibidem p 152549 Ibidem p 152550 Tomaacutes DE AQUINO Sententia libri Metaphysicae liber IX Textum Taurini 1950 editum ac automato translatum a Roberto Busa SJ in taenias magneticas denuo recognovit Enrique Alarcoacuten atque instruxit [83435] Sententia Metaphysicae lib 9 l 8 n 9 [83436] Sententia Metaphysicae lib 9 l 8 n 10 Consul-tado httpwwwcorpusthomisticumorgcmp09html83427

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoSeguacuten esto en la accioacuten transitiva hay que distinguir tres ele-mentos el agente la accioacuten misma que pasa al paciente y el efecto exterior producido en el paciente mientras que en la operacioacuten soacutelo hay que distinguir dos el agente y la operacioacuten que no pasa al pa-ciente sino que permanece en el agente si aquiacute hay produccioacuten de un efecto no seraacute exterior sino interior al propio agenteraquo551

Asiacute pues queda establecido que hay en algunos casos una obra ademaacutes del acto mismo de la potencia (accioacuten) y que precisamente la accioacuten de eacutestas estaacute en lo hecho y es acto de lo hecho (laquoactio talium potentiarum est in facto et actus factiraquo) ldquocomo la edificacioacuten en lo edificado la construccioacuten en lo construido y en modo maacutes general el movimiento en lo movido Tal acotacioacuten resulta capital puesto que en este sentido hablamos de la virtud en tanto que ldquohaacutebito operativordquo Sentido que nos ayudaraacute a comprender cabalmente la nocioacuten misma de virtud y de la estructura interna de la justicia que el Aquinate nos propone al ofrecernos dos formas

Ademaacutes de la ldquooperacioacutenrdquo dijimos otra de las posibles significaciones de ldquoactordquo que nos interesa es la de ldquoformardquo laquoLa forma es lo mismo que la determi-nacioacutenraquo

552 y puede ser intriacutenseca o extriacutenseca Si bien esta uacuteltima no es propia-

mente hablando ni ejemplar ni causa tambieacuten es llamada ejemplar porque dice relacioacuten por un lado con la causa final puesto que a ella tiende para su propia perfeccioacuten y toma de alliacute la razoacuten de su obrar Dicha intencionalidad la pone en tensioacuten por otro con la causa formal puesto que se conforma a ella

La primera (forma intriacutenseca) se divide a su vez en sustancial y accidental laquoLa forma sustancial estaacute en el geacutenero de la sustancia la accidental en el geacutenero de la cualidadraquo

553 En relacioacuten con nuestro tema son las formas intriacutensecas ac-

cidentales las que comportan maacutexima preocupacioacuten por encontrarse entre ellas las potencias o facultades operativas y los haacutebitos operativos como forma de sus actos siendo la forma el teacutermino por el cual se designa la firmeza y la fina-lizacioacuten del acto

551 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de actordquo pp 154552 Ibidem p 160553 Ibidem p 160

261

Si bien todo esto laquola fecundidad del concepto de acto no se agota en los tipos hasta ahora descritosraquo 554 (esto es acto en cuanto movimiento accioacuten ope-racioacuten y forma) sino que laquohay que dar un paso maacutes y llegar hasta el acto de ser o hasta el ser entendido como actoraquo

555 Para lo cual seraacute necesaria la consideracioacuten

del origen de todo ente para nosotros a partir de la Creacioacuten de Dios ex nihilo

laquoEsta produccioacuten de las cosas en cuanto son entes es precisa-mente la creacioacuten que es descrita por Santo Tomaacutes como ldquoemana-cioacuten de todo el ente en virtud de la causa universal que es Diosrdquo y tambieacuten como ldquoemanacioacuten de todo el ser a partir del no ente que es la nadardquo

Pero antes de pasar adelante hay que advertir que el ser se dice fundamentalmente de dos maneras el ser real o natural y el ser mental o intencionalraquo556

Por pertinente a nuestra tesis nos detendremos en la consideracioacuten del ser mental en cuanto acto del entendimiento y no como ldquoser algo subsistente en la realidadrdquo si bien ambos coinciden en algo laquolos dos son actos sin maacutes sin res-triccioacuten algunaraquo

557

Pero antes reparemos en los tipos de analogiacuteas propios para la considera-cioacuten del ser real puesto que cuando hablamos de acto y de virtud como acto o del acto de la virtud lo haremos en referencia a un concepto anaacutelogo y no uniacutevoco de un ser mental

En siacute mismo tomado el concepto de acto (del ser real) dice una relacioacuten di-recta con el ser y para su expresioacuten requiere la postulacioacuten como el acto de ser siendo el ser su primer analogado en una analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca Pero cuando nos referimos a otros tipos de actos deberemos recurrir a otros tipos de analogiacuteas que expresen de otro modo las semejanzas ndashy o desemejanzasndash laquoen-tre las relaciones que cada tipo de acto tiene con su correspondiente potenciaraquo

558

554 Ibidem p 162555 Ibidem p 162556 Ibidem p 163557 Ibidem p 166558 Ibidem p 172

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tomada la virtud como haacutebito operativo ndashaccioacuten inmanentendash entramos en la consideracioacuten de la analogiacutea de proporcionalidad propia

laquoLa accioacuten inmanente guarda con el agente una relacioacuten de originado a origen y eacutesta es la que propiamente le compete Sin embargo la operacioacuten es un accidente del agente y asiacute debe guardar con eacutel una relacioacuten de acto a potencia Como esta accioacuten no pasa a un paciente produciendo un efecto exterior no se dan por este lado nuevas relacionesraquo559

En el caso de que la accioacuten de un agente siacute afecte a un paciente estamos pues frente al otro tipo de acto ndashaccioacuten transitivandash aunque tambieacuten viene ex-presada con una analogiacutea de proporcionalidad propia lo es para manifestar otro tipo de relaciones

laquoPor un lado se relaciona con el agente con una relacioacuten de originado a origen y tambieacuten con el paciente con una relacioacuten de origen a originado Asimismo entrantildea relaciones de potencia y acto En efecto en cuanto la accioacuten se considera en el agente como ac-cidente suyo que es guarda con eacutel una relacioacuten de acto a potencia pues todo accidente es acto y toda sustancia es potencia en orden a sus accidentes Pero en cuanto la accioacuten se considera en el paciente se identifica con el movimiento y asiacute dice relacioacuten de acto a poten-cia con respecto al paciente y de potencia a acto con respecto al teacutermino del movimiento es decir a la formaraquo560

Ahora bien si tomamos la nocioacuten de forma como analogiacutea de la nocioacuten de acto tambieacuten nos tendremos que valer de la analogiacutea de proporcionalidad pro-pia puesto que laquola forma tiene con la materia una relacioacuten de acto a potencia Y asiacute como la forma puede ser substancial y accidental asiacute tambieacuten la materia puede ser primera y segundaraquo

561

559 Ibidem p 174560 Ibidem p 173-174561 Ibidem p 175

263

Hasta aquiacute las analogiacuteas propias de la nocioacuten de acto de ser real Considere-mos las del ser mental Cualquiera de las formas de analogiacutea que utilicemos para la definicioacuten de virtud fundadas en el caraacutecter anaacutelogo de la nocioacuten de acto de-beraacuten ser de atribucioacuten o de proporcioacuten simple No de proporcionalidad porque como anticipamos no nos ocuparemos de ninguna semejanza entre ninguacuten tipo relaciones ni supondremos ldquoal menos cuatro teacuterminosrdquo (proportionalitas) sino del modo en que las formas de la virtud realizan en sentido primario y secunda-rio la nocioacuten misma de justicia Aunque las notas que acabamos de anotar para este tipo de analogiacutea serviraacuten para explicar a continuacioacuten la analogiacutea propia de la nocioacuten de virtud de la justicia

Digamos para finalizar este apartado que la nocioacuten de virtud se funda en la nocioacuten anaacuteloga de acto

V4 LA ANALOGIacuteA DE LA JUSTICIA

El tipo de analogiacutea correspondiente a la nocioacuten de justicia se funda en el modo en que ella misma en cuanto virtud es concebida y cuya definicioacuten seraacute la resultante de la nocioacuten abstraiacuteda Hemos establecido que tal concepto es la expresioacuten de la abstraccioacuten realizada seguacuten un tipo de todo Por esto mismo no podemos perder de vista la relacioacuten existente entre ldquotodo-abstraccioacutenrdquo y ldquocon-cepto-definicioacutenrdquo puesto que la nocioacuten expresada en un concepto y predicada en una definicioacuten deberaacute ser acorde al todo en que se funda para su abstraccioacuten

De aquiacute que el todo sea la base de la cual la abstraccioacuten extraiga la ldquomate-riardquo para que luego una nocioacuten sea conceptualizada y predicada

Resumidamente la definicioacuten responde al modo en que algo ha sido abs-traiacutedo y predicado de un tipo de todo De lo cual se desprenden las siguientes posibilidades

Opcioacuten 1 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan distintas nociones abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Opcioacuten 2 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan distintas nociones abstraiacutedas de diversos tipos de todo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Y no podraacuten seguirse por ser sencillamente contradictorias

Opcioacuten 3 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan iguales nociones abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Opcioacuten 4 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan iguales nociones abstraiacutedas de diversos tipos de todo

Opcioacuten 5 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de diversos tipos de todo

Opcioacuten 6 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de un mismo tipo de todo y predicadas en modos diferentes

Ni tampoco por ser tautoloacutegicas o simplemente lo mismo

Opcioacuten 7 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Nos encontramos nosotros frente a las dos primeras opciones

En el caso de que nuestra situacioacuten (la definicioacuten justicia tomasiana por un lado la cayetana por otro) responda a la primera situacioacuten estaremos pues frente a dos modos diversos de predicar lo mismo (uniacutevoca o anaacutelogamente)

Pero si fuese el caso que estemos frente a la segunda de las opciones enton-ces podriacuteamos estar ante dos modos diversos o el mismo de predicar cosas dis-tintas Existe asiacute la posibilidad de que sea el mismo modo de predicar ndashuniacutevoca o anaacutelogamentendash nociones diversas Es decir que ldquoPrdquo podriacutea predicarse de ldquoSrdquo anaacuteloga o uniacutevocamente del mismo modo que ldquoQrdquo podriacutea (uniacutevoca o anaacuteloga-mente) predicarse de ldquoRrdquo

Cualquiera sea el caso estaremos siempre frente a diferentes definiciones Consideremos a la luz de lo dicho las que respecto de la virtud de la justicia nos traen el Doctor Comuacuten y el Priacutencipe de los Comentadores

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V41 La analogiacutea de la justicia en Santo Tomaacutes

En (sectIV1) La definicioacuten de justicia en S Th II-II qq 57-62 escribimos

laquoLa justicia es una virtud moral que tiene por objeto el de-recho y que radica en la voluntad como en su sujeto Debido a que es un haacutebito operativo que entiende dar o retribuir a cada quien lo suyo se dice anaacutelogamente justicia general y particular Es general cuando rectifica las acciones de las personas hacia el bien comuacuten fin propio de la sociedad poliacutetica y cuando dirige tambieacuten a su propio fin a cada una de las virtudes morales Se dice particular cuando se consideran los actos de las personas singulares en referencia a otras personas Lo cual puede acontecer en dos modos de persona (parte) a persona (parte) o del todo (comunidad) a la parte (persona) De tal consideracioacuten resulta la divisioacuten en partes subjetivas de la virtud de la justicia dicha particular la primera es la justicia (particular) con-mutativa y la segunda es la justicia (particular) distributiva Es decir que la nota de alteridad es la que sirve de fundamento a la distincioacuten de la virtud de la justicia en sus dos formas anaacutelogas ndashnuevamente general (o legal) y particularndash y a la divisioacuten de la uacuteltima en sus par-tes subjetivas (distributiva y conmutativa)raquo562

En esta definicioacuten de justicia hay una analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca fun-dada en la distinta jerarquiacutea de sus objetos entre los cuales uno (el bien comuacuten) es fuente y origen del analogado secundario (el bien particular) que es bien por participacioacuten y en sentido derivado Sin perjuicio de que esta analogiacutea funde otra (por ejemplo de proporcionalidad propia) Justifiquemos esta asercioacuten

Decimos que es analogiacutea de atribucioacuten por dos razones

Por un lado puesto que en la definicioacuten que hemos dado el analogado prin-cipal es fuente y origen del segundo cumpliendo asiacute una de las notas que A Caacuterdenas sentildeala para la analogiacutea de atribucioacuten la cual laquotiene como fundamento a la causalidadraquo

563

562 Vid Parte II Cap IV sect 1 La definicioacuten de justicia en S Th II-II qq 57-62 de este mismo escrito563 A CAacuteRDENAS Breve tratado p 30

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Por otro porque la misma supone laquotanto un teacutermino oral o escrito como un verbo mental o concepto que son comunes a los analogados a aquellas entidades a las que el concepto y el nombre son referidosraquo

564

En nuestro caso el ldquopunto de vistardquo desde el cual contemplamos ambos analogados es el fin propio de la justicia el bien comuacuten Y es en virtud de eacuteste la razoacuten por la cual decimos que la forma general o legal es el analogado princi-pal en el cual la justicia se realiza plenamente La forma particular de la justicia entonces viene a ser el analogado secundario que se origina en la relacioacuten del bien particular con el bien comuacuten Se dice pues anaacutelogamente justicia tanto a aquella virtud ndashforma generalndash que es directiva en la relacioacuten bien comuacuten-comu-nidad poliacutetica cuanto a aquella ndashforma particularndash que lo hace respecto del bien particular-persona particular

Ademaacutes porque ambos analogados como sentildealamos comparten un mismo concepto y nombre para ellos mismos y para las cosas que refieren justicia acto justo Seguacuten aquella definicioacuten laquoquod iustitia est habitus secundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tribuitraquo

565

Asiacute pues queda demostrado que el Doctor Comuacuten predica anaacutelogamente la virtud de la justicia Y que tal es una analogiacutea de atribucioacuten Consideremos ahora si es de atribucioacuten intriacutenseca o extriacutenseca Para esto reparemos en lo si-guiente

laquoLa analogiacutea de atribucioacuten sin dejar de ser la misma mues-tra dos modalidades La primera en la que el teacutermino significa la relacioacuten entre dos analogados secundarios En este caso lo que maacutes inmediatamente significa el teacutermino es la relacioacuten entre esos analo-gados pero lo que maacutes principalmente significa es la relacioacuten subya-cente a la manera como subyace un cimiento entre los analogados secundarios y el analogado principal La otra cuando comparamos uno o varios de los analogados secundarios con el analogado prin-cipal en este caso lo que primero y ante todo expresa el concepto y lo que inmediatamente expresa tambieacuten el concepto es el analogado principal por llevar iacutencita la formalidad en la que tal analogiacutea tiene su hontanarraquo

566

564 Ibidem p 29565 S Th II-II q 58 a 1 resp566 A CAacuteRDENAS Breve tratado p 35

267

En consecuencia ndashe independientemente de estas dos modalidadesndash en la analogiacutea de proporcioacuten se da siempre un primer analogado que es el primer sujeto de atribucioacuten y de cuya comparacioacuten se aplica el nombre anaacutelogo a los restantes analogados (secundarios)

Y antes de determinar si la analogiacutea de la justicia es de proporcionalidad intriacutenseca o extriacutenseca advirtamos que tal divisioacuten responde sola y exclusiva-mente al modo en que los analogados secundarios participan en la forma del primero En efecto hay otras determinaciones posibles de dicha analogiacutea de pro-porcionalidad

laquoEsta analogiacutea se divide de varias maneras a) por parte de la razoacuten o de la causa con arreglo a la cual se hace la atribucioacuten b) por parte del nuacutemero de los analogados secundarios c) por parte del modo de comunicacioacuten o participacioacuten de la forma del primer analogado en los analogados secundarios a) por parte del modo de proporcioacuten entre el primer analogado y las analogiacuteas restantesraquo567

Plantear el tema de la analogiacutea de atribucioacuten en meros teacuterminos de ldquoan sit extriacutenseca sive intriacutensecardquo es tomar el tema en forma acotada La cuestioacuten exige que despejemos una a una las cuatro posibilidades traiacutedas por J Garciacutea Loacutepez

El inciso secta postula que la significacioacuten realizada plenamente en el analoga-do primario y aplicado a los secundarios puede basarse en la ldquocausa final en la eficiente en la ejemplar o en la materialrdquo

568

Respecto de la justicia la forma legal es analogado principal puesto que su fin propio es el bien comuacuten poliacutetico fin de la comunidad poliacutetica y a su traveacutes de la persona humana hablando en teacuterminos meramente poliacuteticos o naturales Es ademaacutes analogado principal puesto que en tanto virtud general anima a cada una de las virtudes a su fin propio es decir a que cada haacutebito sea operativo alcanzando su teacutermino Es ejemplar puesto que al mismo tiempo que se ordena al bien comuacuten modela al resto de las virtudes dirigieacutendolas eficazmente Es

567 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 207568 Cfr Ibidem p 207 Aclara el autor que tal basamento puede darse en la causa material siempre y cuando entendamos dicha causa laquoen el sentido de materia in qua o de sujeto de inhesioacuten y de predicacioacutenraquo

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tambieacuten principal puesto que el bien particular ndashobjeto de la forma particular de la justiciandash se funda deriva participa y colabora mediatamente al bien comuacuten

laquoOportet praeter iustitiam legalem quae ordinat hominem immediate ad bonum commune esse alias virtutes quae immedia-te ordinant hominen circa particularia bona Quae quidem possunt esse vel ad seipsm vel ad alteram personam Sicut ergo praeter ius-titiam legalem oportet esse aliquas virtutes particulares quae or-dinant hominem in seipso puta temperantiam et fortitudinem ita etiam praeter iustitiam legalem oportet esse particularem quandam iustitiam quae ordinet hominem circa ea quae sunt ad alteram sin-gularem personamraquo

569

Razoacuten suficiente para que sea causa material del analogado secundario

El inciso sectb presentaba la divisioacuten de la analogiacutea seguacuten el nuacutemero de los analogados secundarios Tal puede ser unius ad unum seu plurium ad unum

laquoEste uno es el primer analogado que realiza de una manera plena lo significado por el nombre anaacutelogo Por eso si en la analogiacutea de varios a uno hay entre aquellos varios un orden de unos a otros este orden tiene que fundarse en uacuteltimo teacutermino en el orden maacutes radical de todos ellos al primer analogadoraquo570

La forma de la justicia particular es un analogado secundario puesto que se ordena a la general como lo inferior a lo superior como el bien particular al bien comuacuten Asiacute lo manifesta Santo Tomaacutes de Aquino cuando resuelve la controversia en torno a si la justicia praemineat entre todas las virtudes morales

laquoRespondeo dicendum quod si loquamur de iustitia legali manifestum est quod ipsa est praeclarior inter omnes virtutes mo-rales inquantum bonum commune praeminet bono singulari unius personae Et secundum hoc Philosophus in V Ethic dicit quod

569 S Th II-II q 58 a 8 resp570 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 208

269

praeclarissima virtutum videtur esse iustitia et neque est Hesperus neque Lucifer ita admirabilis

Sed etiam si loquamur de iustitia particulari praecellit inter alias virtutes morales duplici ratione Quarum prima potest sumi ex parte subiecti quia scilicet est in nobiliori parte animae idest in appetitu rationali scilicet voluntate aliis virtutibus moralibus existentibus in appetitu sensitivo ad quem pertinet passiones quae sunt materia aliarum virtutum moralium ndash Secunda ratio sumitur ex parte obiecti Nam aliae virtutes laudantur secundum bonum ipsius virtuosi Iustitia autem laudatur secundum quod virtuosus ad alium bene se habet et sic iustitia quodammodo est bonum alterius ut dicitur in V Ethic Et propter hoc Philosophus dicit in I Rhet Ne-cesse est maximas esse virtutes eas quae sunt aliis honestissimae siquidem est virtus potentia benefactiva Propter hoc fortes et iustos maxime honorant quoniam fortitudo est utilis aliis in bello iustitia autem in bello et in paceraquo

571

Nuevamente la forma legal de la virtud de la justicia es el analogado prin-cipal puesto que por su fin propio ordena al hombre hacia el bien comuacuten lo ordena hacia el bien particular y ordena a todas las virtudes morales hacia su fin propio perfeccionando asimismo al hombre

ldquoExtriacutensecardquo o ldquointriacutensecardquo es la divisioacuten que le cabe a la analogiacutea de pro-porcioacuten simple seguacuten consideremos el modo de participacioacuten de la forma del primer analogado en los secundarios (sectc) La analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca laquoentrantildea que el concepto anaacutelogo se aplique a los distintos analogados con orden de prioridad y posterioridad en dependencia siempre del analogado principal que el uacutenico que realiza el concepto en cuestioacutenraquo

572

Seguacuten esto entonces la analogiacutea de atribucioacuten por predicacioacuten extriacutenseca no es la que propiamente se ajusta con la nocioacuten de justicia propuesta por el Doctor Comuacuten puesto que eacutel mismo reconoce que la forma particular de la virtud ldquoes alguna justiciardquo concedieacutendole asiacute la realizacioacuten ndashseguacuten medidandash del concepto en cuestioacuten laquoIustitia est quae unicuique quod suum est tribuit alienum non vin-dicat utilitatem propriam negligit ut communem aequitatem custodiatraquo

573

571 S Th II-II q 58 a 12 resp572 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 209573 S Th II-II q 58 a 11 s c

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Aquiacute la razoacuten por la cual la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca es la que mejor se corresponde con la definicioacuten de justicia traiacuteda por el Angeacutelico

laquoLa analogiacutea de atribucioacuten por realizacioacuten intriacutenseca del con-cepto anaacutelogo en todos los analogados entrantildea solamente que dicho concepto se realice con orden de prioridad y posteridad de suerte que en el primer analogado esteacute de una manera plena y principal mientras que en los analogados secundarios esteacute de una manera de-ficiente y derivada Por esto se trata no solamente de una analogiacutea seguacuten el concepto sino tambieacuten seguacuten la realidad Porque esta es la manera como hay que entender la foacutermula tomista secundum in-tentionem et secundum esse la ldquointencioacutenrdquo se refiere a la misma esencia conocida en tanto que conocida es decir connotando las condiciones que le advierten por estar en el entendimiento y el ldquoserrdquo se refiere a la esencia real o en tanto que existe en la realidad o sea connotando las condiciones existenciales que tiene fuera del enten-dimientoraquo574

La definicioacuten tomista entrantildea el concepto de justicia en sus dos formas anaacute-logas legal y particular puesto que ambas realizan el acto de la virtud Por ello mismo es la analogiacutea propia para predicar la nocioacuten de justicia

Ademaacutes se diferencia de la analogiacutea de atribucioacuten por predicacioacuten extriacutense-ca puesto que en eacutesta la realizacioacuten del concepto compete sola y exclusivamente al analogado principal tal como hemos sentildealado Luego si fuese extriacutenseca la analogiacutea propia de la definicioacuten de justicia la uacutenica forma que realizariacutea tal con-cepto seriacutea la legal Lo que contradice claramente a lo sostenido por el Aquina-tense en los textos que hemos citado

Finalmente A Caacuterdenas siguiendo a Santo Tomaacutes en un texto (Quodlibet X q 8 a 1 ad 1) establece en sectd la uacuteltima divisioacuten para la analogiacutea seguacuten mi-remos el modo de proporcioacuten entre sus analogados La misma puede resultar de dos maneras La primera propia y estrictamente dicha o con distancia determi-nada La segunda extensiva y latamente tomada o con distancia indeterminada o infinita

575

574 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 210575 Ibidem p 210

271

La diferencia entre el primer modo de proporcioacuten y el segundo radica en que cuando tal es tomado propiamente el concepto es realizado y conocido comprensivamente en todos sus analogados mientras que es extensivamente dicha cuando la relacioacuten entrantildea alguna perfeccioacuten del segundo respecto del primer analogado siendo eacuteste el teacutermino en que solamente se comprende el concepto

laquoProportio dupliciter dicitur Uno modo proprie secundum quod importat quemdam determinatum excessum et sic proportio requiritur inter intellectum et intelligibile ad hoc quod sit cognitio cum comprehensione qualiter divina essentia nunquam videbitur ab intellectu creato Alio modo dicitur communiter pro qualibet habi-tudine et sic infinitum potest habere proportionem ad finitum si sit perfectio eius vel aliquam huiusmodi habitudinem habeat ad ipsum Et talis proportio sufficit ad hoc quod intellectus noster videat di-vinam essentiam attingendo non comprehendendoraquo

576

En consecuencia la analogiacutea seguacuten la cual es definida la justicia por el Aqui-nate es la de atribucioacuten intriacutenseca en la cual el analogado principal es fuente y fundamento del secundario Es una analogiacutea estricta y propiamente dicha por comprender ambos analogados la realizacioacuten del concepto cuya distancia viene determinada por el acto propio de cada una de ellas Por esto mismo las formas de la analogiacutea constituyen los analogados principal y secundario del concepto mismo de dicha virtud predicados intriacutensecamente uno del otro

Hasta aquiacute la definicioacuten de justicia realizada por Tomaacutes de Aquino sirvieacuten-dose de la analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca estrictamente dicha Introduzcaacutemo-nos seguidamente en el modo en que Tomaacutes de Vio definioacute en sus comentarios la misma virtud

576 Tomaacutes DE AQUINO Quodlibet X Textum Taurini 1956 editum ac automato translatum a Roberto Busa SJ in taenias magneticas denuo recognovit Enrique Alarcoacuten atque instruxit [68936] Quodlibet X q 8 ad 1 Consultado httpwwwcorpusthomisticumorgq10html

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V42 La univocidad de la justicia en Tomaacutes de Vio

En sectIV2 La nocioacuten de justicia en los comentarios del Cayetano a la S Th II-II qq 57-62 sintetizamos

laquoPara el Cardenal la justicia es una uacutenica virtud un todo compuesto de tres partes o especies subjetivas Una llamada justicia general y dos especies especialiacutesimas llamadas justicias particula-res577 De estas ldquoespecies especialiacutesimas de justicias particularesrdquo578 una es la distributiva y otra es la conmutativa579 En la uacuteltima ndashcon-mutativandash encontramos dos partes que se diferencian entre siacute ya sea porque el intercambio que se da sea voluntario de un lado involun-tario del otro Estas tres especies de una misma justicia se especi-fican seguacuten la forma en que adecuacutean o igualan lo justo o el derecho que debe ser hallado580 La restitucioacuten en cuanto acto de la justicia conmutativa debe efectuarse soacutelo cuando haya sentencia firme de juez idoacuteneo y competente581raquo582

La primera gran incoacutegnita que debemos resolver es si el Cayetano predica uniacutevoca o anaacutelogamente la nocioacuten de justicia Hemos dejado asentado que Santo Tomaacutes lo hace anaacutelogamente Veamos en queacute radica la diferencia entre uno y otro

577 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo578 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1579 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3 laquoEst ergo iustitia commutativa una species spe-cialissima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam operatur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex supradictisraquo580 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 3 r d laquosi autem accipiamus ut materiam utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo581 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3 laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo ante-quam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo582 Vid Parte II Cap IV sectIV2 La nocioacuten de justicia en los comentarios del Cayetano a la S Th II-II qq 57-62 de este mismo escrito

273

laquoLa distincioacuten esencial entre el concepto uniacutevoco y el con-cepto anaacutelogo con analogiacutea de atribucioacuten consiste en que la defi-nicioacuten del analogado principal estaacute incluiacuteda en la definicioacuten de los analogados secundarios y estos quedan incluiacutedos en el concepto en cuanto estaacuten subordinados al analogado principal Por eso la salud del animal estaacute incluiacuteda en la definicioacuten de la medicina o de la dieta en cuanto sanas

El concepto anaacutelogo con analogiacutea de atribucioacuten no contiene una sola formalidad como el uniacutevoco que conviene total y absoluta-mente a sus inferiores univocados En la analogiacutea de atribucioacuten te-nemos un teacutermino un concepto objetivo que contiene la formalidad bajo la cual la analogiacutea se da y que se realiza intriacutensecamente en el analogado principal pero contiene tambieacuten las diversas relaciones existentes entre el analogado principal y los analogados secunda-rios La formalidad bajo la cual se da la analogiacutea de atribucioacuten estaacute contenida en el concepto in actu signato en tanto que las relacio-nes que con ella guardan los analogados secundarios estaacuten conteni-das in actu excercito El teacutermino anaacutelogo no puede sin dejar de ser anaacutelogo designar a los analogados secundarios despojados de toda relacioacuten con el analogado principal pues lo que funda o amarra a las relaciones analoacutegicas es la cualidad que este realiza intriacutenseca-menteraquo

583

Cotejando esto con la definicioacuten de justicia que hemos traiacutedo del Cardenal salta a la vista que ha predicado uniacutevocamente la nocioacuten de la virtud en cuestioacuten El fundamento principal lo hemos expuesto en sectV2 El tema de la analogiacutea en Tomaacutes de Vio Alliacute mostramos coacutemo el de Gaeta desestima la atribucioacuten intriacutense-ca afirmando que la uacutenica analogiacutea de atribucioacuten posible es la extriacutenseca

Pero supongamos que no ha predicado uniacutevocamente tal nocioacuten sino que lo ha hecho efectivamente seguacuten la uacutenica forma de atribucioacuten que concibe la extriacutenseca Esto tampoco se corresponderiacutea con el tipo de analogiacutea utilizada por el Angeacutelico Aquiacute la diferencia estribariacutea que mientras para el Priacutencipe de los Comentadores el analogado principal seriacutea el uacutenico que realizariacutea plenamente el concepto de justicia seguacuten establecimos supra para el Aquinate ndashpor predicar intriacutensecamente un analogado de otrondash son ambos los que realizan el acto de la virtud

583 A CAacuteRDENAS Breve tratado pp 34-35

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Pero al margen no podemos conceder dicha suposicioacuten puesto que ndasha nues-tro juiciondash el Cardenal ha trasmutado la nocioacuten misma de la justicia conceptua-lizaacutendola predicaacutendola y definieacutendola en modo muy distinto al de Santo Tomaacutes uniacutevocamente

Nuevamente asiacute habla Tomaacutes de Vio

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species ius-titiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia tri-plex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit par-tes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

584

Digaacutemoslo claramente Tomaacutes de Vio ha concebido uniacutevocamente una no-cioacuten y la ha predicado habieacutendola abstraiacutedo de un tipo de todo distinto al que Santo Tomaacutes ha recurrido El de Aquino lo hizo a partir de concebir a la virtud como un todo potestativo y anaacutelogo El de Gaeta a partir de un todo subjetivo La razoacuten podraacute haber sido lo que resentildea A Caacuterdenas

laquoEn el tiempo en que el Cardenal Tomaacutes de Viacuteo escribioacute su tratado sobre la analogiacutea de los nombres esta soliacutea confundirse con una unidad de indisyuncioacuten con una unidad de orden o con una desigual participacioacuten de un concepto absolutamente ideacutentico

No se trata de una unidad de indisyuncioacuten pues tal unidad de indisyuncioacuten se da cuando en una proposicioacuten un teacutermino suple por sujetos esencialmente diversos que han sido designados confu-samente en la unidad de su geacutenero proacuteximo como cuando decimos ldquoalgunos instrumentos son necesarios para tocar muacutesicardquo En este caso no hay descenso posible a los inferiores del concepto sujeto ya que no podemos decir legiacutetimamente queacute especie de instrumentos se necesiten para tocar muacutesica No puede haber descenso disyuntivo por tener el sujeto un valor de suplencia indeterminado y no puede

584 Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a1

275

haber descenso copulativo por tener el sujeto un valor de suplencia particular

Soacutelo pueden ser designados confusamente en la unidad de geacute-nero aquellos objetos que pueden subordinarse en la liacutenea de geacutene-ros y especies y cuyo geacutenero contiene en potencia y solo en potencia a sus ldquoinferioresrdquo en tanto que los conceptos anaacutelogos contienen actual pero confusamente a sus ldquoinferioresrdquoraquo585

Es decir que seriacutea esta la causa por la cual el Cardenal al glosar esgrime la comparacioacuten entre ldquotriplicem ordinem inventum in aliquo totordquo y ldquotriplex species iustitia inveniturrdquo Corroborando estas relaciones con el ldquosiquidemrdquo y el ldquosimiliterrdquo del comentario que supra trajimos Tenemos asiacute una asimilacioacuten de la virtud a un todo meramente de orden

Hemos escrito ya acerca del tipo de todo del cual se abstrae y en el cual se fundamenta la definicioacuten de justicia tomista Asiacute hemos dicho que existe un todo anaacutelogo que se da por ejemplo en el bien de la multitud reunida en comunidad poliacutetica En este sentido el bien de la ciudad se dice principalmente del bien co-muacuten poliacutetico y secundaria derivada y anaacutelogamente del bien de las partes De hecho se cumple bien una de las condiciones de la analogiacutea de atribucioacuten (que hemos establecido) los analogados secundarios son causados por el analogado principal (princeps) Asiacute el bien particular es causado por el bien comuacuten

El alma humana es un todo potestativo tambieacuten con una significacioacuten pri-maria (el alma racional) y partes anaacutelogas que se ordenan a y dependen de ese primer principio y son partes correspondientes de ese todo

Cuando hay ordenacioacuten de una forma de virtud al bien comuacuten las otras formas de virtud ya no pueden ser llamadas estrictamente ldquoespeciesrdquo sin agre-garles por ejemplo un ldquoquasirdquo El todo potestativo que es la prudencia en tanto engloba distintas funciones que se ordenan al acto de prudencia propiamente tomado (que es imperar) comprende las virtudes secundarias (euboliacutea syne-sis gnome) Pero eacutestas son como sostiene Aristoacuteteles en el libro V de la Eacutetica Nicomaquea partes que se dicen de un todo que las comprende y las causa La operacioacuten del prudente no es deliberar ni juzgar sino preceptuar

585 A CAacuteRDENAS Breve tratado pp 23-24 sect2

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Asiacute pues el todo en el que se funda la definicioacuten de la justicia es anaacutelogo y potestativo Esto no es lo que se desprende de la glosa cayetana

En su definicioacuten el Cardenal de Gaeta sostiene que ldquoseguacuten el triple orden encontrado en alguacuten tipo de todo encontramos tres especies de justiciardquo Redu-ciendo el todo potestativo a un todo subjetivo compuesto de partes especiacuteficas en las que lo comuacuten se dice ideacutenticamente Como ldquoanimalrdquo se dice ideacutenticamen-te de ldquoperrordquo y de ldquocaballordquo asiacute ldquojusticiardquo se dice ideacutenticamente de ldquolegalrdquo de ldquodistributivardquo y de ldquoconmutativardquo Hacer esto desjerarquiza y aplana la superior dignidad ontoloacutegica la primaciacutea axioloacutegica de la forma anaacuteloga superior La jus-ticia general es una forma superior y causalmente directiva de la otra forma la particular Como especies de un geacutenero ya ninguna de las dos formas seriacutea maacutes plena justicia que la otra

laquoMientras que el concepto uniacutevoco se refiere a una naturaleza conceptualmente una que tiene muacuteltiples realizaciones ideacutenticas en sus univocados y que pudo haber obtenido indistintamente de uno o de otro de sus inferiores En el anaacutelogo no sucede lo mismo pues no son absolutamente ideacutenticos el cimiento el corazoacuten y la ley y el con-cepto de fundamento no se ha abstraiacutedo de hecho indistintamente uno de otroraquo586

La nocioacuten de justicia no es un puro nombre equiacutevoco por expresar algo co-muacuten ndash y a la vezndash a la justicia general y a la particular y en ella a sus partes sub-jetivas a la conmutativa y a la distributiva Pero tampoco es uniacutevoco al significar con diversidad y distincioacuten puesto que por esto mismo penetra en aquello en que justicia general y particular convienen y se identifican

La expresioacuten intelectual de la nocioacuten de justicia es decir su definicioacuten nos brinda una unidad conceptual imperfecta en el sentido de que no llega a des-pojarse de las notas diversificantes y distintivas Y es precisamente por esto una analogiacutea porque tales notas son sus actos son formalmente un modo de ser de la justicia

587 De donde se sigue que la unidad que queda en la nocioacuten de justicia

es el de la relacioacuten de sus formas y se ordenaraacuten seguacuten el modo en que el acto

586 Cfr Ibidem p 44587 Cfr Ibidem p 44

277

de cada una de ellas realice maacutes ndasho menosndash plenamente el concepto de justicia siendo uno el analogado principal y la otra el secundario

Pero nuevamente no es lo que leemos en la glosa del Priacutencipe de los Co-mentadores quien parece haber obrado una ldquocapitis deminutiordquo al reducir a un geacutenero uniacutevoco el concepto de justicia cuyas preteacuteritas formas (tomistas) son ahora simplemente especies Repararemos en todo esto y en la indirecta mas inevitable minusvaloracioacuten del objeto de la justicia legal ndashel bien comuacuten poliacuteti-condash en el proacuteximo capiacutetulo Alliacute trataremos tambieacuten las consecuencias praacutecticas que importa la definicioacuten de justicia cayetana

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO VIDISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

VI1 JUSTICIA BIEN COMUacuteN Y MORAL TOMISTA

En el capiacutetulo anterior quedoacute planteada la forma de analogiacutea seguacuten la cual el Aquinate predica la virtud de la justicia la (analogiacutea) de atribucioacuten intriacutenseca

La justicia asiacute es una virtud moral que consta de dos formas anaacutelogas las cuales realizan ndashambas maacutes no ideacutenticamentendash el concepto radical al que refie-ren Una de estas formas anaacutelogas ndashla que recibe el nombre de ldquojusticia legalrdquo o ldquogeneralrdquondash es el analogado principal fuente y fundamento del segundo analoga-do llamado ldquojusticia particularrdquo

Es decir que la virtud de la justicia es soacutelo una que se dice anaacutelogamente seguacuten sea directiva en las operaciones del hombre en referencia al bien comuacuten o al bien particular Al reconocer para eacutesta dos formas anaacutelogas el Aquinate establece un orden de prioridad o jerarquiacutea entre los objetos de ambas formas y respecto de las formas mismas entre siacute Y por ello entiende que el analogado principal ndashprincepsndash tiene supremaciacutea sobre el secundario que depende y es derivado de aqueacutel

De esta forma de comprender tal virtud se sigue toda una moral Puesto que al ser la legal una virtud general seraacute la encargada de dirigir inmediatamente a la comunidad poliacutetica hacia el fin que le es propio (el bien comuacuten) asiacute como tambieacuten seraacute la que anime a que cada una de las virtudes morales encuentre su realizacioacuten

588

Dicha virtud pues no consta en la mente del Angeacutelico de ldquopartesrdquo o ldquoespe-ciesrdquo como las que encontraremos en la nocioacuten del Cardenal tema sobre el que volveremos maacutes adelante

588 Cfr S Th I-II q 61 a 5 ad 4 laquoSola iustitia legalis directe respicit bonum commune sed per imperium omnes alias virtutes ad bonum commune trahitraquo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Deciacuteamos que para el de Aquino la justicia es una virtud moral que consta de dos formas que se predican seguacuten el fin que realizan Cuando sea el bien comuacuten seraacute llamada ldquojusticia legalrdquo o ldquogeneralrdquo Recibiraacute el nombre de ldquopar-ticularrdquo en cambio cuando su operacioacuten ordene las acciones exteriores de los hombres en vistas al bien particular

589

Asiacute pues la justicia particular se compone de dos partes subjetivas Se re-serva el nombre de ldquoconmutativardquo para el caso de los intercambios voluntarios o involuntarios entre partes es decir entre particulares Se dice ldquodistributivardquo cuando el acto de la justicia de dar a cada uno lo suyo sea realizado del todo a la parte por ejemplo de la autoridad de la sociedad poliacutetica a las personas de esta

La justicia ndashpor versar sobre lo dichondash ocupa un lugar de preminencia res-pecto del resto de las virtudes morales y en este sentido no es solamente ldquocardi-nalrdquo sino tambieacuten ldquogeneralrdquo comparable a lo que resulta la caridad para el resto de las virtudes teologales

En tanto virtud moral quedoacute demostrado es un acto libre y voluntario que emana de aquella persona que reconoce el bien de tal conducta y lo desea por esto mismo

La relacioacuten que cabe ademaacutes entre la virtud de la justicia (dicha ldquolegalrdquo) y el bien comuacuten es de capital importancia en este momento Justicia General y Bien Comuacuten son claves en la articulacioacuten de la moral tomista La absoluta primaciacutea pues del bien comuacuten por sobre el bien particular y entre otras cosas sobre la dignidad de la persona humana son las notas caracteriacutesticas de la doc-trina tomista

En efecto el bien particular depende del bien comuacuten En la moral del An-geacutelico todo el orden natural es articulado en virtud de la justicia puesto que es la que realiza en modo supremo la naturaleza humana Debido al principio de politicidad natural es la realidad misma de la substancia humana la que postula que su perfeccioacuten radique en dicho fin El bien comuacuten es no soacutelo la perfeccioacuten de una persona humana sino la realizacioacuten plena de tal en su maacutexima expresioacuten que es la de un ser de naturaleza poliacutetica pues es la perfeccioacuten del hombre or-denado a su fin natural maacutes alto (de toda su naturaleza) y no soacutelo a un fin indi-

589 Cfr S Th I-II q 60 a 3 ad 2 laquoIustitia quae intendit bonum commune est alia virtus a iustitia quae or-dinatur ad bonum privatum alicuius [] Sed iustitia ordinans hominem ad bonum commune est generalis per imperium quia omnes actus virtutum ordinat ad finem suum scilicet ad Bonum communeraquo

281

vidual ndashy por tanto imperfectondash (la perfeccioacuten de una nota de un individuo de esa naturaleza)

590

La temaacutetica del bien comuacuten impele siempre a considerar otros principios o aspectos de la doctrina moral tomista que de alguacuten modo u otro conllevan a ulteriores desviaciones e imprecisiones a juicio de otro pensador la mayoriacutea de las veces tambieacuten tomista Pero de entre todas ameacuten de su definicioacuten misma hay una que resalta

laquoUno de los aspectos de la problemaacutetica del bien comuacuten que de hecho han sido tratados con la maacutes perniciosa ambiguumledad es el de la primaciacutea de este bien y ello en virtud de su aparente anta-gonismo con el principio de la dignidad de la persona humanaraquo591

No puede el bien particular realizar maacutes y mejor a un individuo que el bien comuacuten Puesto que alcanzariacutea tal persona soacutelo una perfeccioacuten parcial que se dice en relacioacuten con el sujeto poseedor de dicho bien maacutes no en la realizacioacuten que el mismo alcanzariacutea en la plenificacioacuten de toda su naturaleza Es decir no podriacutea un hombre alcanzar la felicidad en la perfeccioacuten de algunos aspectos de su naturaleza y en desmedro de otros

laquoLa dignidad de la persona humana no es un bien poseiacutedo en exclusiva por un hombre determinado o por alguacuten tipo determinado de hombres sino al contrario un bien que todos los hombres tienen ni maacutes ni menos que porque son personas Por consiguiente el res-peto a la dignidad de la persona humana es en siacute mismo y sin nece-sidad de ninguna otra cosa respeto a un bien comuacuten concretamente a un bien que de un modo esencial es poseiacutedo por todos y cada uno de los miembros de la sociedad civilraquo592

590 Cfr S Th II-II q 47 a 10 ad 2 laquoIlle qui quaerit bonum commune multitudinis ex consequenti etiam quaerit bonum suum propter duo primo quidem quia bonum proprium non potest esse sine bono communi vel familiae vel civitatis aut regni [] Secundo quia cum homo sit pars domus vel civitatis oportet quod homo consideret quid sit sibi bonum ex hoc quod est prudens circa bonum multitudinis Bona enim dispo-sitio partium accipitur secundum habitudinem ad totum quia ut Augustinus dicit ldquoturpis est omnis pars suo toti non conveniens vel non congruensrdquoraquo591 A MILLAacuteN PUELLES laquoLa primaciacutea del bien comuacuten y la dignidad de la persona humanaraquo en SR CASTANtildeO ndash E SOTO KLOSS (eds) El derecho natural en la realidad social y juriacutedica p 999592 Ibidem p 999

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Es que de hecho no alcanzariacutean las paacuteginas estimadas para una tesis con el fin de asuntar la cantidad de investigaciones opiniones precisiones disputas debates y enfrentamientos que ha generado el tema del bien comuacuten poliacutetico (Y las diversas corrientes o escuelas en que se ha subdividido el tomismo) Obvia-mente que tal intencioacuten queda por fuera del fin propio de nuestro escrito Auacuten asiacute algo debemos decir puesto que es uno de los asuntos salientes de la filosofiacutea moral realista y un fundamento que permite dirimir la distancia entre los autores aquiacute cotejados ndashSanto Tomaacutes y Cayetanondash toda vez que la superioridad del bien comuacuten sobre el bien particular sentildeala la superioridad de la justicia legal sobre la justicia particular debido a los fines de cada una de esas formas anaacutelogas (y por ende impugnan la interpretacioacuten del Cardenal)

Apresureacutemonos entonces a considerar primeramente una aproximacioacuten a la nocioacuten de bien comuacuten para despejar algunas dudas y otras posibles confusiones

Partamos de su consideracioacuten en cuanto objeto propio de la virtud de la justi-cia legal o general aclaremos queacute es queacute no es en queacute consiste y veamos otros temas de suma utilidad para nuestra investigacioacuten

La primera aclaracioacuten la tomamos del iusfiloacutesofo argentino Guido Soaje Ra-mos quien nos recuerda que laquopor la eacutepoca que escribe sus obras el Aquinate no habla de ldquoEstadordquo sino de ldquocomunidad poliacuteticardquoraquo593

Para exponer mejor el pensamiento del Angeacutelico laquosupuesta la sinonimia de ambas expresiones cabe distinguir entre la comunidad poliacutetica como un todo que incluye sus oacuterganos de poder poliacutetico y estos oacuterganos que seriacutean para eacutel parte de ese todoraquo y asiacute enten-der

laquoLa comunidad poliacutetica como grupo social complejo especiacute-fico distinta de todos los grupos infrapoliacuteticos es un a) todo real b) todo de orden (por lo tanto no sustantivo) c) todo praacutectico d) todo relacional e) todo no artificial sino natural en congruencia con el caraacutecter del hombre como animal poliacutetico por su naturaleza (lo dicho se opone a toda interpretacioacuten del Estado como surgida de un contrato o de una convencioacuten que explicariacutean el origen de la comunidad poliacuteticaraquo594

593 G SOAJE RAMOS 8 Tesis sobre el Bien Comuacuten Poliacutetico InFiP Ensayos Buenos Aires SD p 2594 Ibidem p 2

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El autor ofrece ocho tesis para comprender mejor el tema del bien comuacuten

laquoI El fin de la comunidad poliacutetica es el bien comuacuten poliacutetico II El bien comuacuten poliacutetico es fin ldquoquirdquo de la comunidad poliacutetica III El fin ldquoquordquo implica exigitivamente una causacioacuten colectiva recta bajo la direccioacuten arquitectoacutenica de la autoridad poliacutetica IV El bien comuacuten poliacutetico es el mejor de los bienes temporales de las personas individuales (miembros de la comunidad poliacutetica) ndashy de los grupos intermedios o infrapoliacuteticos legiacutetimos V El bien comuacuten poliacutetico es el principio regulativo del orden poliacutetico interno VI El bien comuacuten poliacutetico es el fin del orden juriacutedico interno del Estado VII El bien comuacuten poliacutetico es principio regulativo del orden econoacutemico VIII El bien comuacuten poliacutetico se subordina a Dios Bien Comuacuten sagrado y trascendenteraquo595

El fin ldquoquordquo debe ser entendido como el fin con el cual o a traveacutes del cual la comunidad poliacutetica alcanza su perfeccioacuten Y el fin ldquoquirdquo es el mismiacutesimo fin al que la sociedad poliacutetica tiende Deberiacuteamos agregar un tercer distingo el del fin ldquocuirdquo Tras recordar que la primera vez en que estas distinciones fueron desarrolladas por P Philippe y por Louis Lachance S Castantildeo apunta que eacuteste uacuteltimo apoyaacutendose en Santo Tomaacutes nos dice y explica que el fin ldquocuirdquo

laquodesigna el sujeto privado de la bondad del fin y que cuando lo alcanza se convierte en beneficiario de sus enriquecimientos Va de suyo que no puede haber finalidad sin que haya un sujeto al que conviene un bien cualquiera El bien es fin y el sujeto que sufre su atraccioacuten se ordena a eacutel De modo que no es eacutel quien es el fin sino el objeto que lo atrae Eacutel quiere para siacute el objeto que le conviene pero la causa el motivo por el cual lo quiere para siacute reside en la bondad encarnada del objetoraquo596

Hasta aquiacute entonces el bien comuacuten tal como lo concibe una parte de la filo-sofiacutea moral cristiana En esta concepcioacuten el bien comuacuten tambieacuten dice relacioacuten

595 Ibidem p 9596 S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos pp 87-88 ver la nota a pie de paacutegina sect115

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

con otras nociones como por ejemplo la dignidad de la persona humana la virtud moral en general la ley (moral) natural y positiva entre otras

Deciacuteamos que cuando la nocioacuten de ldquobien comuacutenrdquo entra en relacioacuten con la de ldquodignidad de la persona humanardquo genera numerosos malentendidos El pro-blema sobreviene explica A Millaacuten Puelles cuando se relativiza la primaciacutea del bien comuacuten oponieacutendolo en nombre de la dignidad de la persona

597 Dicha

problemaacutetica ha suscitado tal vez dos de los maacutes grandes debates ndasha nuestro juiciondash en torno al tema del bien comuacuten poliacutetico El primero tiene como figura central a Jacques Maritain y el segundo a John Finnis

598

Santo Tomaacutes muestra en varios lugares el modo en que ambos principios deben articularse

599

Al reconocer la absoluta primaciacutea de la dignidad de la persona humana in-cluso por sobre el bien comuacuten podriacuteamos incurrir en el peligro de atribuir un ca-raacutecter instrumental al mismo bien comuacuten poliacutetico que es lo mismo que definirlo como aquel conjunto de condiciones que posibilitan la realizacioacuten del hombre esto es su felicidad Asiacute lo explica S Castantildeo

laquoSi se acepta que el bien comuacuten poliacutetico es la causa final de la comunidad poliacutetica luego no se puede afirmar que la causa es condicioacuten pues como leemos hasta en los manuales mismos ldquola condicioacuten es el requisito o la disposicioacuten necesaria para el ejerci-cio de la causalidad algo meramente auxiliar que hace posible o impide la accioacuten de una causa la condicioacuten en cuanto tal no posee causalidad La existencia de adecuadas condiciones climaacuteticas por

597 A MILLAacuteN PUELLES laquoLa primaciacutea del bien comuacutenraquo p 999598 Una buena siacutentesis se encontraraacute en S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis ed UCLP La Plata 2011 pp 84 y ss Alliacute el autor ofrece ademaacutes una detallada bibliografiacutea que podraacute servir al interesado para reconstruir ambos debates Reenvia-mos tambieacuten a su lectura en todo lo referido al presente apartado puesto que con ella el intelectual argentino logra una verdadera siacutentesis y pensamos una muy acomodada explicacioacuten de los principios poliacuteticos del Doctor Angeacutelico599 Vid S Th II-II q 58 a 7 ad 2 laquoBonum commune civitatis et bonum singulare unius personae non differunt solum secundum multum et pacum sed secundum formalem differentiam Alia enim est ratio boni cummunis et boni singularis sicut alia est ratio totius et partisraquo S Th II-II q 58 a 9 ad 3 laquoBonum com-mune est finis singularium personarum in communitate existentium sicut bonum totius finis est cuiuslibet partium Bonum unius personae singularis non est finis alteriusraquo S Th II-II q 64 a 5 laquoQuaelibet pars id quod est est communitatis unde in hoc quod seipsum interficit iniuriam communitati facitraquo

285

ejemplo es condicioacuten para que se desarrolle una prueba deportiva pero no es su causardquo (subr orig)

Por otra parte la concepcioacuten del bien comuacuten como condi-cioacuten implicariacutea la afirmacioacuten de los bienes particulares como causas Respecto de eacutestos el bien comuacuten representariacutea una suerte de medio

En funcioacuten de lo antes dicho puede afirmarse en siacutentesis si el bien comuacuten es condicioacuten para la consecucioacuten del bien particular entonces el bien comuacuten ni es causa (pues es condicioacuten) ni es final (porque tiene razoacuten de medio) Y la causa final se identificariacutea tam-bieacuten aquiacute con el conjunto de los fines particularesraquo600

Por todo lo cual al definir la virtud de la justicia con analogiacutea de atribu-cioacuten intriacutenseca el Angeacutelico establece un orden de jerarquiacutea y prioridad entre los analogados fundados en el fin propio de cada uno de ellos A su vez los fines respectivos de cada uno de los analogados constituye una forma de la (misma) virtud de las cuales una ndashla particularndash consta de partes subjetivas Cada una de estas formas realiza el concepto ndashya dichondash de justicia pero no lo hacen en forma ideacutentica Sino en modo primario o principal o secundario y derivado se-guacuten la relacioacuten que exista entre su acto propio y el fin propio de la virtud misma

Consideremos seguidamente los principios en los que se inscribe y la mo-ral que se deriva de tal nocioacuten de virtud

VI2 PERSPECTIVA DE LA MORAL TOMISTA E IMPLICANCIAS DE LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA

La moral de Santo Tomaacutes se inscribe en un preciso modo de concebir la rea-lidad de la naturaleza humana Por ello y por su nota de politicidad natural toda la conducta del hombre estaacute signada por el deseo de perfeccioacuten bien asequible incompletamente en la interaccioacuten virtuosa con el resto de las personas en lo que consiste precisamente la vida buena Cuya fundamental realizacioacuten radica

600 S CASTANtildeO laquoiquestEs el bien comuacuten un conjunto de condicionesraquo en Ius Publicum 28 (2012) pp 23-24

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

en que la vida social halle basamento en una determinada nocioacuten ndashy praacutecticandash de la virtud de la justicia

601

En este sentido la perfeccioacuten a la que tiende el hombre mediante la vida poliacutetica es de orden natural En este bien redunda la perfeccioacuten de la sociedad poliacutetica que el hombre integra pero no es la perfeccioacuten definitiva del mismo ni de la sociedad sino que se ordena a otra de orden espiritual a la que estaacute llamado por vocacioacuten divina En la doctrina tomista este orden superior (al orden poliacutetico y en cuyo seno el hombre se ordena al bien comuacuten sobrenatural) es la Iglesia

Pues en efecto aun logrando la completa satisfaccioacuten de todas las necesida-des de orden natural todaviacutea quedariacutea en el hombre un deseo maacutes profundo de realizacioacuten Tal tendencia reclama a toda voz un fundamento metafiacutesico que es a la vez fin uacuteltimo perfectivo del hombre particular de la sociedad poliacutetica y de la Iglesia que se encamina a Dios

Asiacute con su obrar moral el hombre perfecciona su naturaleza afirmaacutendolo en el bien o por el contrario defecciona alejaacutendosele A los primeros actos se los denomina hemos dicho virtudes vicios a los segundos

En sintoniacutea con las cuestiones planteadas sumemos ahora el tema de los principios de la Eacutetica tal como fue entendida por el Doctor Comuacuten atendiendo a dos ejes complementarios El primero es el que considera el ldquopunto de vista eacuteticordquo en relacioacuten con las diferentes concepciones de la virtud de la justicia Que nos daraacute pie para el segundo principio que ya hemos referido el de la politicidad natural de la persona humana

Recordemos que auacuten hoy quien se ponga a investigar y profundizar el argu-mento de la Filosofiacutea Moral en Santo Tomaacutes de Aquino se encontraraacute tambieacuten con muchas dificultades y lugares comunes que ya hemos resentildeado Otro de los puntos aacutelgidos de los actuales estudios es volver sobre el modo en que el Angeacute-lico desarrolla su pensamiento eacutetico Hecho que resalta A Vendemiati

laquoEacute abbastanza usuale intendere lrsquoetica come una ldquoricer-ca di normerdquo di ldquoregole di comportamentordquo di ldquoleggi mo-

601 Cfr S Th II-II q 109 a 3 ad 1 laquoQuia homo est animal sociale naturaliter unus homo debet alteri id sine quo societas humana servari non posset Non autem possent homines ad invicem convivere nisi sibi invicem crederent tamquam sibi invicem veritatem manifestantibus Et ideo virtus veritatis aliquomodo attendit rationem debitiraquo

287

ralirdquo rispondenti alla questione kantiana ldquoChe cosa debbo farerdquo Siamo totalmente assuefatti ad unrsquoetica che assume come suo tema principale il dovere e la correttezza dei sin-goli atti morali che quasi non ci accorgiamo della differenza drsquoimpostazione che si separa dalla prospettiva di Tommaso e di Aristoteleraquo

602

Los autores a los que haremos referencia ndashentre otros por ejemplo M Rhonheimer

603ndash explican que podemos situarnos desde dos ldquoperspectivas mora-

lesrdquo respecto de la virtud

Antes de entrar en la consideracioacuten de ldquocuaacutentosrdquo pregunteacutemonos mejor iquestQueacute quiere decir esto de la ldquoperspectiva moralrdquo En concreto iquesta queacute se hace referencia cuando asiacute se habla

Angelo Campodonico en la introduccioacuten a la edicioacuten italiana de la obra de W Kluxen adjetiva este enfrentamiento entre dos posturas al hablarnos de una ldquoeacutetica de la conviccioacutenrdquo frente a una ldquoeacutetica de la responsabilidadrdquo

604 Siendo tal

contienda un hiato tiacutepico en la eacutetica del periacuteodo moderno605

Tambieacuten insinua-mos algo cuando recurrimos a los aportes de Vendemiati sobre la diferencia entre una eacutetica de la primera persona y una eacutetica de la tercera persona

Para explicar lo sostenido por el autor proponemos ndashcomo el mismo Ven-demiati lo hacendash el ejercicio de pensar una eacutetica en primera persona mejor que de una eacutetica de la primera persona Resaltamos las preposiciones puesto que la partiacutecula lsquoenrsquo laquodenota en queacute lugar tiempo o modo se realiza lo expresado por el verbo a que se refiereraquo

606 mientras que lsquodersquo laquodenota posesioacuten o pertenenciaraquo

algunas veces y otras laquodenota de doacutende es viene o sale alguien o algoraquo607

602 A VENDEMIATI laquoDio come fondamento dellrsquoetica nel pensiero di San Tommaso drsquoAquinoraquo in Sale-sianum 68 (2006) p 657603 Como veremos en la La prospettiva della morale M RHONHEIMER604 A CAPODONICO laquoIntroduzioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XIX-XX Advertimos que estas son categoriacuteas de Max Weber y que ponemos alguacuten reparo con el ldquoconsecuencia-lismordquo que tales nociones podriacutean postular Aquiacute interesa solamente y con prescindencia de las implicancias de tales categoriacuteas traer a consideracioacuten el contrapunto que sentildeala A Campodonico605 Cfr C VIGNA laquoPresentazioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XVIII- XIX606 Dicionario en liacutenea de la Lengua Espantildeola de la RAE laquoEnraquo httplemaraeesdraeval=en consultado el 17102017607 Ibidem laquoDeraquo httplemaraeesdraeval=de consultado el 17102017

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tal distincioacuten ayuda ya que la preposicioacuten lsquoenrsquo es por un lado menos am-bigua y por lo tanto no tan equiacutevoca como la preposicioacuten lsquodersquo Por otro expresa mejor la relacioacuten entre lo que se predica del sujeto al manifestar ndashprecisamentendash el ldquomodordquo en que se cumple tal o cual accioacuten en primera persona esto es libre y voluntariamente movidos por la propia razoacuten y ldquoconviccioacutenrdquo

El contrapunto entre estos dos modos de concebir la virtud moral no radica en las preposiciones que utilicemos para hablar de ellos claro estaacute sino precisa-mente en las nociones de virtud que no soacutelo se diferencian sino que se oponen en lo referido a la vida praacutectica y cotidiana de todas las personas Lo confirma A Vendemiati al concluir que

laquolrsquoopzione per unrsquoetica in prima persona egrave dunque giusti-ficata in prima istanza dallrsquoesigenza stessa del discorso morale che costituisce la sua essenza E questo ha conseguenze non solo teoriche (nel senso della scienza morale che egrave teorico-pratica) ma esistenziali pedagogiche didattiche e socialeraquo

608

Estas precisiones sirven para comprender mejor las ldquoesferas de aplicabilidadrdquo de tal o cual postura eacutetica o preferencia respecto del discurso moral Entonces para dejar en claro posiciones y preposiciones la mayoriacutea de los medievalistas contraponen la eacutetica de Santo Tomaacutes a la eacutetica de la Modernidad Y como de comuacuten acuerdo reconocen es particularmente G Abbagrave quien manifiesta estas di-ferencias Vendemiati tras reenviar a su lectura sintetiza que los estudios de Giu-seppe Abbagrave son de tamantildea importancia y auacuten actualidad porque sin lugar a duda

laquoEsse hanno mostrato come lrsquoetica classica e lrsquoetica mo-derna sono separate da un tratto discriminante lo spostamento del punto di vista principale da cui viene elaborata la riflessio-ne Nellrsquoetica classica [] il punto di vista egrave quello del sogget-to agente del quale si ricerca la ldquovita buonardquo o ldquovirtuosardquo in

608 Cfr A VENDEMIATI laquoProspettive tomiste per lrsquoetica del XXI secoloraquo in Congresso Tomista interna-zionale ldquoLrsquoumanesimo cristiano nel III millennio prospettiva di Tomasso drsquoAquino Roma 21-25 settem-bre 2003 Pontificia Accademia di San Tommaso ndash Societagrave Internazionale Tommaso drsquoAquino Instituto Universitario Virtual Santo Tomaacutes Fundacioacuten Balmesiana-Universitat Abat Oliba CEU 2003 p 4

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cui consiste la felicitagrave vera Nellrsquoetica moderna [] il punto di vista si sposta in un osservatore esterno legislatore o giudice che ricerca i criteri i principi e le norme per lrsquoazione giusta Lrsquoetica moderna egrave pertanto unrsquoetica della terza persona men-tre lrsquoetica classica egrave unrsquoetica della prima personaraquo

609

El citado autor sentildeala como paradigmas para la Eacutetica claacutesica a Santo Tomaacutes de Aquino para la moderna a Thomas Hobbes Para refuerzo de esto resulta muy importante recurrir a la posicioacuten de Ockham que describe el dominico Ser-vais Pinckaers

laquoOckham no puede ya concebir otras relaciones entre el hombre y Dios como con otras libertades que las que pro-ceden de la voluntad y del poder tal es la ley expresioacuten de la voluntad divina que actuacutea con la fuerza de la obligacioacuten De esta forma la ley y la obligacioacuten ocupan el centro de la moral de Ockham se convierten en su nuacutecleo y en su fuerza Para eacutel la obligacioacuten va a formar el elemento constitutivo y la esencia misma de la moralidad [hellip] El concepto de moralidad no implica ninguna otra cosa maacutes que la obligacioacuten en que se encuentra aquel que actuacutea de llevar a cabo una accioacuten determi-nada El hecho de la obligacioacuten y no ya la observacioacuten de un orden real determina la distincioacuten entre la bondad y la maldad morales [hellip] Hacer el bien seraacute hacer aquello a lo que se estaacute obligado a hacer hacer el mal seraacute hacer lo contrario de lo que se estaacute obligado a hacerraquo610

Maacutes adelante el profesor de Friburgo remata que tal postura moral es la ldquoprimera moral de la obligacioacutenrdquo y que no seraacute sino hasta iniciado el s XIV que las virtudes centradas en la caridad cesaraacuten de ser el centro de reflexioacuten moral Es decir que se correraacute el eje desde una perspectiva eacutetica en primera persona

609 IDEM In prima persona p 66610 S-Th PINCKAERS Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 p 301

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

(eacutetica de las virtudes para llegar a la felicidad) a una moral de la obligacioacuten (eacutetica del deber esto es de lo que tengo que hacer que viene impuesto por un observador-legislador-sancionador externo para evitar el castigo y conseguir ndashluegondash la bienaventuranza)

laquoLa moral de Ockham es la primera moral de la obligacioacuten Hasta ese momento tanto en los filoacutesofos como en los Padres y en los teoacutelogos la primera cuestioacuten moral era la felicidad la buacutesqueda de la verdadera felicidad La respuesta se organizaba en torno a las virtudes morales con la caridad como centro para los teoacutelogos Cier-temente la cuestioacuten de la obligacioacuten moral no estaba ausente de la teologiacutea claacutesica pero era de orden secundario y no se concebiacutea en absoluto con el mismo rigor En santo Tomaacutes lo hemos visto cada tratado de las virtudes termina con una cuestioacuten sobre el precepto que se relaciona con la virtud estudiada El precepto y la obligacioacuten estaacuten puestos al servicio de las virtudes y reciben un papel educati-vo especialmente en la primera etapa del progreso moral [hellip] En pocas palabras se puede decir que la teologiacutea moral hasta el co-mienzo del siglo XIV era una moral de la felicidad y de las virtudes ordenadas en torno de la caridadraquo611

Referiacuteamos una eacutetica en primera persona versus una en tercera persona Sin ambages estamos hablando en definitiva de aquellos principios eacutetico-morales que distinguen la reflexioacuten tomista de otras de cuntildeo moderno Veamos aquiacute los primeros y dejemos para el maacutes adelante los segundos

Respecto de uno de los maacutes importantes de estos axiomas rescatemos lo que apunta Sergio R Castantildeo al hablar de la politicidad natural como principio de lo real y la vida poliacutetica

laquoLa afirmacioacuten de esa tesis no pende de posiciones confe-sionales como asiacute tampoco de paradigmas epocales (por lo menos con pretensioacuten de excluyentes) Maacutes concretamente la tesis no es ni

611 S-Th PINCKAERS Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 p 305

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cristiana ni pagana ni agnoacutestica como tampoco antigua medieval o moderna Y lo propio vale para su negacioacutenraquo612

La afirmacioacuten de Castantildeo sugiere que la tesis de la politicidad natural tiene maacutes que ver con la realidad de las cosas o con lo real mismo (en lo referido a la naturaleza de la persona humana) De alliacute que cualquier negacioacuten de este prin-cipio conllevaraacute inescindiblemente notas de ldquoirrealidadrdquo o ldquoanti-realismordquo an-tropoloacutegico-filosoacutefico- poliacutetico-teoloacutegico Y es de hecho que no se trata aquiacute de ser ldquomedievalistasrdquo o ldquomodernosrdquo o ldquocristianosrdquo o ldquopaganosrdquo o ldquoateosrdquo sino de ser ldquorealistasrdquo o ldquoirrealistasrdquo (en cuanto falto de realidad) o ldquoanti-realistasrdquo (en todo opuestos a lo real)

613

No es entonces aquel ldquocambio de perspectiva moralrdquo ndashen el cual los italia-nos que hemos referido basan su reflexioacutenndash la piedra de toque para explicar el cambio de fondo

Sino que este mismo giro se debe a una posicioacuten antropoloacutegico-filosoacutefica anterior negar o no reconocer en plenitud la naturaleza creada de la cual deriva el principio de la politicidad natural Deciacuteamos que no los tenemos en menos sino que le reconocemos el altiacutesimo valor que nos proporciona el enfoque de las ldquoperspectivas moralesrdquo pues tal tesis es subsidiaria con nuestro anaacutelisis (como quedaraacute evidenciado a medida que avancen las paacuteginas de este trabajo)

Volvamos al principio aristoteacutelico de la politicidad natural El mismo una vez reconocido postula ndashpor un ladondash un determinado estilo de vida para los hombres y conlleva iacutensita ndashpor otrondash la nota de alteridad La vida humana seraacute entonces una vida poliacutetica puesto que el hombre mismo es poliacutetico Y no soacutelo un hombre o un determinado grupo de hombres nacidos en tal comarca griega sino todos los hombres Conjuntamente a estas particularidades la naturaleza humana debe ser reconocida como una y universal en el tiempo histoacuterico y en la extensioacuten geograacutefica Es decir que la misma naturaleza es la de Aristoacuteteles la de Santo Tomaacutes y la nuestra hoy diacutea

612 S R CASTANtildeO laquoLa politicidad natural como clave de interpretacioacuten de la historia de la filosofiacutea po-liacuteticaraquo en SR Castantildeo ndash E Soto Kloss (eds) El derecho natural en la realidad social y juriacutedica p 279613 Cfr Ibidem p 283 laquoLa tesis de la politicidad natural responde y es fiel a los principios radicales de lo realraquo

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

El realismo filosoacutefico postura en la que enfocamos nuestro trabajo recono-ce en la naturaleza humana una tensioacuten hacia la perfeccioacuten en cuanto realizacioacuten plena de la misma Esta tensioacuten no es meramente pasiva sino que exige de cada ser humano un esfuerzo vital que consiste en la realizacioacuten de todos aquellos actos conducentes a la perfeccioacuten

La perfeccioacuten entonces debe ser entendida como aquel principio que torna plena la vida es decir que otorga al hombre cierta ldquosaciedadrdquo Permiacutetasenos esta analogiacutea de inferioridad claro estaacute lo que es el alimento al hambre es la perfeccioacuten a la vida humana Y lo que el instinto de supervivencia que moviliza al hombre a conseguir su alimento (para no morir) es el principio de politicidad natural a la vida (poliacutetica) humana Y finalmente lo que la saciedad es al ham-bre lo es la felicidad a la vida humana

Ahora bien el modo en que el hombre viva su vida merece una especial consideracioacuten Puesto que toda persona debe valerse de un determinado tipo de actos para conseguir un determinado fin el acto moral en el caso de la vida poliacute-tica eacuteste es el que dice relacioacuten con las costumbres humanas

Dicho acto moral repercutiraacute indefectiblemente en el resto de las personas que rodean a un agente El conjunto de los efectos de un determinado grupo de personas convergeraacute en un particular modo de vivir de esa sociedad que son pre-cisamente las costumbres Naturalmente el hombre partiendo de su experiencia podraacute descubrir que con sus obras ayuda o perjudica al resto de sus coterraacuteneos independientemente de alcanzar ndasho nondash los fines que se proponiacutea

Asiacute en nuestro ejemplo del hambre y el alimento podriacuteamos notar que auacuten fameacutelicos no es lo mismo conseguir de un modo u otro algo para comer Esa luz de advertencia que nos dice que yo dejareacute de tener hambre quitando a otro su pan por caso pero que ese otro no tardaraacute en pasar hambre debido a que ya no tiene su alimento es lo que se denomina conciencia moral y tambieacuten corresponde a la naturaleza humana A partir de esta experiencia y otras las per-sonas descubren que ciertos modos de conseguir un alimento que satisfaga sus necesidades (llaacutemese ldquoun bienrdquo) no son honestas es decir buenas en siacute mismas Puesto que de tales acciones se sigue siacute la saciedad pero tambieacuten el hambre La satisfaccioacuten individual la necesidad del otro

Resulta obvio que no toda la vida de los hombres se reduce a conseguir alimentos Y a partir de sus experiencias colegiraacute que seraacute necesario hacer el bien y evitar el mal Descubriraacute ademaacutes un modo de obrar que siempre mire al

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bien del otro y rectificaraacute sus conductas cuando eacutestas lo lesionen Estamos pues frente a las virtudes morales y a la justicia en sus dos formas general y particu-lar Cuando las complicaciones sobrevengan sobre este entramado de conductas seraacute necesaria la presencia de alguien que pueda poner fin a los conflictos por su vasta experiencia (por haber visto incontablemente las mismas situaciones) o por su especial percepcioacuten del bien comuacuten

La natural politicidad del hombre postula como insinuamos otros princi-pios el de la vida virtuosa el de la conciencia moral y la posibilidad (y el modo) de conocer las cosas el de la teleologiacutea de la naturaleza el del bien comuacuten poliacute-tico el de la autoridad y el poder poliacutetico y el de la ley natural

No hacemos aquiacute maacutes que seguir lo sostenido por S Castantildeo cuando dice que laquoporque hay fin comuacuten (bien poliacutetico) hay sociedad poliacutetica o Estado por-que hay sociedad poliacutetica hay autoridad poliacutetica y porque hay autoridad poliacuteti-ca hay derecho positivoraquo

614

Para un realista estos principios no pueden quedar sencillamente en el plano de la vida intramundana sino que se ordenan a una realidad sobrenatural Lo que A Royo Mariacuten nos deciacutea respecto de los actos morales ndashque son estudiados en relacioacuten laquocon las costumbres humanas y en su anaacutelisis interno y externo entran elementos filosoacuteficos y teoloacutegicosraquondash

615 adquiere ahora mayor relevancia

La nota de ldquoelementos teoloacutegicosrdquo indica el orden metafiacutesico que serviraacute de fun-damento uacuteltimo y el principio primero ndashque es fin uacuteltimo de accioacutenndash que guiaraacute al hombre en sus acciones hacia realizacioacuten plena (bien comuacuten divino)

616

La moral tomista por ende se concibe en la armonizacioacuten de dos oacuterdenes el natural y el sobrenatural que no admiten incongruencias y lo que es mejor ni siquiera las generan El bien comuacuten poliacutetico se ordena al bien comuacuten divino las virtudes morales a las teologales la naturaleza a la Gracia el poder poliacutetico al espiritual y asiacute sucesivamente

617 Y esta subalternacioacuten y subordinacioacuten se

debe al giro que introduce la concepcioacuten creacionista cristiana Asiacute lo resalta S

614 Ibidem p 290615 A ROYO MARIacuteN Teologiacutea Moral p 34616 Vid S Th II-II q 124 a 5 ad 3 laquoBonum reipublicae est praecipuum inter bona humana Sed bonum divinum quod est propria causa martyrii est potius quam humanumraquo617 Cfr S Th II-II q 117 a 6 laquoOmnibus [virtutibus] praeferuntur virtutes quae ordinantur in bonum divinum nam bonum divinum praeeminet cuilibet bonum humano Et in bonis humanis bonum publicum praeeminet bono privatoraquo [El pareacutentesis es nuestro]

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Filippi cuando explica la diferencia entre ley moral natural tal como la enten-dieron los griegos y la recepcioacuten obrada por el espiacuteritu de los cristianos

laquoLa concepcioacuten creacionista en vez entiende que Dios es el fin uacuteltimo y supremo de toda realidad y cuaacutento maacutes de los seres racionales y libres que son capaces de buscarlo con plena concien-cia Por ello las virtudes como toda perfeccioacuten adquirida por los hombres no tienen sentido sino en cuanto acercan a la criatura ra-cional tanto como estaacute en su poder hacerlo a quien es su origen y fin uacuteltimoraquo618

En efecto esta es la loacutegica presente en la estructura de la Suma de Teologiacutea y por ello el Angeacutelico es un escolaacutestico aristoteacutelico o lo que es lo mismo un etoacutelogo cristiano- medieval

Otras de las caracteriacutesticas que signan la naturaleza humana ademaacutes de su politicidad es la de racionalidad Con ella la persona puede encontrar en la crea-cioacuten vestigios de la razoacuten divina es decir rastrear las causas y los modos de ser de lo real creado y a su traveacutes de lo real increado Este orden que se manifiesta a la inteligencia recibe el nombre de ley natural y se llama ley puesto que ndashcomo toda leyndash su fin es el de suscitar la virtud en los hombres La virtud por lo tanto encuentra basamento en la ley natural que es participacioacuten de la ley divina y de alliacute que ldquoobliguerdquo a un determinado modo de obrar Puesto que cuando no se cumpla el hombre se aleja doblemente de un bien natural y sobrenatural

La justicia porque es virtud y porque es moral ordenaraacute al hombre hacia el bien de los otros Dicha nota de alteridad es la que la hace merecedora entende-mos entre otras cosas de calificativos tales como ldquolucero del albardquo Es que tal virtud sencillamente saca al hombre de la consideracioacuten egoiacutesta e individualista de la consecucioacuten de un bien para siacute mismo a la que induce toda concepcioacuten inmanentista de la realidad y la vida humana619

Es maacutes es la que posibilitaraacute cierto deseo natural de ldquoretribuirrdquo a un ser superior el honor que le corresponde lo cual pertenece a la virtud natural de la religioacuten Asiacute pues la justicia en la Suma

618 S FILIPPI laquoLa conformacioacuten de la ley moral natural de los griegos al pensamiento medievalraquo en Enfoques vol XIX nuacutem 1-2 (2007) p 125619 Vid S Th II-II q 188 a 8 laquoVita socialis necessaria est ad exercitium perfectionisraquo

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ensentildea al hombre el modo en que debe obrar en relacioacuten con el bien comuacuten a los otros a siacute mismo y ndashmediatamentendash a Dios

Ahora bien la nota de alteridad viene a completar el merecimiento a ser considerada como la maacutes importante entre las virtudes morales Si quisieacuteramos reducir solamente a una la razoacuten deberiacuteamos decir que lo es en virtud del fin que persigue el bien comuacuten y que el mismo tiene primaciacutea sobre el resto de los bienes (naturales y poliacuteticos) que el hombre pueda alcanzar

La virtud de la justicia en la moral de Santo Tomaacutes debe entenderse pues dentro del reconocimiento de la supremaciacutea del bien comuacuten poliacutetico asumiendo todas las notas y caracteriacutesticas que hemos apuntado Cualquier teoriacutea que me-noscabe en su importancia atenta ndashdirectamentendash contra la justiciahellip Y produ-ciraacute por ende un desequilibrio entre el resto de las virtudes morales

Asiacute por ejemplo cuando se conceda primaciacutea al bien particular o a la digni-dad de la persona humana en abierta contraposicioacuten con el bien comuacuten todo el conjunto de las virtudes morales entraraacute en un desorden pujante por la consecu-cioacuten de tal o cual bien particular que corresponderaacute seguacuten el caso a una virtud u otras

En dicha teoriacutea el gobernante y el legislador se valen de la ley positiva no para castigar ni amenazar Sino para educar a los hombres y valieacutendose de la ley para formar mejores ciudadanos

620 La poliacutetica ndashcon la ley como herramien-

tandash seraacute entonces el arte educar las voluntades y de dirigir a las personas hacia el bien comuacuten (que por naturaleza les es propio) y al bien particular (que es partici-pacioacuten del primero)

621 Si bien esta virtud radica principalmente en los gobernan-

tes tambieacuten pertenece a los ciudadanos particulares que viven en la sociedad

620 Vid S Th I-II q 92 a 1 laquoUnde manifestum est quod hoc sit proprium legis inducere subiectos ad pro-priam ipsorum virtutem Cum igitur virtus sitquae bonum facit habentem sequitur quod proprius effectus leges sit bonos facere eos quibus datur vel simpliciter vel secundum quid Si enim intentio ferentis legem tendat in verum bonum quod est bonum commune secundum iustitiam divinam regulatum sequitur quod per legem homines fiant boni simpliciterraquo621 Vid S Th I-II q 90 a 2 laquoLex pertinet ad id quod est principium humanorum actuum ex eo quod est regula et mensura Sicut autem ratio est principium humanorum actuum ita etiam in ipsa ratione est aliquid quod est principium respectu omnium aliorum unde ad hoc oportet quod principaliter et maxime pertineat lex Primum autem principium in operativis quorum est ratio practica est finis ultimus Est autem ultimus finis humanae vitae felicitas vel beatitudoraquo

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Por otra parte asiacute como lo inferior se ordena a lo superior y como el bien particular al bien comuacuten poliacutetico asiacute eacuteste al bien divino Tambieacuten asiacute la vida poliacutetica o moral a la vida de Gracia

Tenemos entonces que las virtudes cardinales (que son morales) se ordena-raacuten pues a las teologales La justicia por lo tanto resultariacutea imperfecta si no se dirigiese a la virtud teologal de la caridad que es la maacutes importante entre el resto Y asiacute como la preponderancia de la justicia le viene por el bien al que mira asiacute la caridad que es movida por el deseo de Dios es en uacuteltima instancia la que anima al resto de todas las virtudes Seraacute la caritas la virtud que en sentido es-tricto perfeccione al hombre interesado en alcanzar la perfeccioacuten de la sociedad poliacutetica a traveacutes del bien comuacuten no por el mero hecho de desear la realizacioacuten de la misma sino porque entiende que tal bien lleva maacutes pronta y eficazmente a la unioacuten con Dios bien divino

laquoAun derivado de una sensacioacuten particular el conocimiento estaacute inmediatamente integrado dentro de un conjunto jerarquizado que va desde Dios hasta los hombres pasando por los aacutengeles y esto es visible tanto en la catedral como en la Suma y como en la Divina Comedia que no es sino una Suma poeacuteticaraquo622

Aquiacute las virtudes morales deben ser comprendidas en la perspectiva de la ldquoprimera personardquo Es decir en cuanto corresponden a una eacutetica de la conviccioacuten (seguacuten se ha sostenido supra) en oposicioacuten de una eacutetica casuiacutestica o del deber como sentildeala A Capodonico laquoQuella di Tommaso egrave unrsquoetica del bene della virtugrave e non del dovereraquo

623 y tambieacuten laquoLrsquoetica della virtugrave costituisce cosigrave una

sorta di via di mezzo tra gli opposti atteggiamenti rappresentati dalla casuistica da un lato e dallrsquoetica della situazione dellrsquoaltroraquo

624

Habiendo tratado los principios fundamentales de la moral tomista y las im-plicancias que se siguen de ellos con respecto a las implicancias de la nocioacuten de justicia adentreacutemonos ahora en el apartado proacuteximo

622 G COHEN La gran claridad pp 115-116623 A CAPODONICO laquoIntroduzioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XIX624 Ibidem pp XX

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VI3 PERSPECTIVA DE UNA EacuteTICA MODERNA

V Camps describe acertadamente la perspectiva moderna resultante de ndashen-tre otras causasndash un proceso en el que se echa de ver un distanciamiento con los principios tomistas que hemos resentildeado

laquoCualquier visioacuten muy panoraacutemica de la filosofiacutea moral se refiere a la gran divisioacuten sobre todo desde la modernidad en los dos paradigmas que constituyen las eacuteticas de los principios y las eacuteticas de las consecuencias o para decirlo con la denominacioacuten maacutes teacutecni-ca las eacuteticas deontoloacutegicas y las eacuteticas teleoloacutegicas o tambieacuten las eacuteticas del deber y las eacuteticas del bienraquo625

En la Modernidad entonces advertimos una eacutetica principialista laquobasada en el deber y en los principios formalesraquo

626 (a priori) complementaria con una eacutetica de las consecuencias es decir de los resultados o de lo uacutetil que viene a posteriori Estas dos ademaacutes de complementarse entre siacute reciben para la autora el complemento de una eacutetica de las virtudes que tambieacuten la llama ldquoaristoteacutelicardquo

Camps sostiene que laquono hay una teoriacutea eacutetica mejor construida que la kan-tiana que las foacutermulas del imperativo categoacuterico son realmente los criterios uacutel-timos de la moralidad y que como tales son inmejorablesraquo

627 Y agrega que laquola

exigencia de universalidad y el valor absoluto de la persona son criterios incon-testables de moralidad y seguiraacuten sieacutendolo a menos que queramos ver subvertida la idea misma de moralraquo

628 A la vez que reconoce la criacutetica que tal eacutetica ha re-

cibido por su formalismo la cual consiste en decir que sus principios abstractos poca incidencia tienen en el orden de la praacutectica arguye que un sistema eacutetico basado en ldquolo empiacutericordquo tambieacuten tiene su lado flaco laquoel de caer en la ingenuidad

625 V CAMPS laquoPrincipios consecuencias y virtudesraquo en Daiacutemon Revista de Filosofiacutea nordm 27 (2002) p 63 A nuestro juicio la autora sentildeala una dicotomiacutea que soacutelo tiene sentido en el horizonte moderno kantismo o utilitarismo p ej626 Ibidem p 64627 Ibidem p 64628 Ibidem p 64

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de pensar que las preferencias humanas son sumables y equiparables y que la suma de ellas coincide con eso tan poco objetivable que es la felicidadraquo

629

El que viene a subsanar esta aparente incompatibilidad entre la eacutetica de los principios y la de las consecuencias es a juicio de la autora Max Weber quien pide al hombre encargado de gobernar que laquotenga en cuenta las exigencias tanto de los principios como de la responsabilidad por las consecuenciasraquo

630 y agrega

laquoEl poliacutetico ha de tener en cuenta las contradicciones fundamentalistas a que puede llevarle una adhesioacuten riacutegida a los principios Al poliacutetico no le estaacute permitido lo que hariacutea el cristiano que es obrar bien ldquoy dejar el resultado en manos de Diosrdquo sino que debe aceptar ldquotodos los defectos del hombre mediordquo darse cuenta de que el mundo es el que es y de que si hay que actuar es imposible hacerlo teniendo soacutelo en cuenta la pureza de los principiosraquo631

Recuperemos de estas notas algunas nociones que nos dan idea de los prin-cipios que rigen la eacutetica moderna en su versioacuten kantiana

El primero es el referido al fundamento de la moral los imperativos categoacute-ricos y su universalidad Y el segundo el del valor absoluto de la persona Juntos conforman el orden o la normalidad de la moral En este uacuteltimo sentido vemos pues coacutemo la autora advierte que de poner otros principios incurririacuteamos en el grave hecho de subvertir la ldquomisma idea de la moralrdquo

Estamos claramente en oposicioacuten a la postura tomista sobre la que discurriacutea-mos renglones atraacutes la de la supremaciacutea del bien comuacuten sobre la dignidad de la persona humana y la de Dios como fundamento metafiacutesico de la moral

Otra distancia es la desarticulacioacuten o el desmembramiento del orden natu-ral y sobrenatural

Pues bien aquiacute al poliacutetico ldquono le estaacute permitido hacer lo que el (poliacutetico) cristianordquo hariacutea Es decir que la vida poliacutetica ya no se ordena mediante el bien

629 Ibidem p 64630 Ibidem p 64631 Ibidem pp 64-65

299

comuacuten poliacutetico a un bien divino que le resulta superior Mucho menos la auto-ridad poliacutetica debe gobernar en miras a un orden superior sino que una vez que ha actuado responsablemente debe repetirse laquono puedo hacer otra cosa hasta aquiacute he llegadoraquo

632

De todo lo anterior se desprende tambieacuten ademaacutes de la escisioacuten entre la so-ciedad natural y la sobrenatural un divorcio entre las virtudes morales y las teo-logales por cuanto la caridad la esperanza y la fe no tienen mayor efecto sobre la vida de las personas El poliacutetico hasta ahiacute ha llegado la caridad no anima su espiacuteritu pudiendo dejar las cosas sus actos en manos de Dios y su Providencia ni la esperanza le hace confiar en que todos sus actos virtuosos redundaraacuten en un bien espiritual y material ni la fe le hace estar seguro de que su mismo obrar es conforme a la voluntad de Dios ratio seguacuten la que se ordena

El rol que cumplen las virtudes en esta perspectiva es simplemente la de ser buenas disposiciones a obrar la de ser ldquomediadoras entre la teoriacutea y la praacutectica para que la eacutetica sea una realidadrdquo

633 La virtud es entonces laquouna cuestioacuten de

actitudes y de sentimientos maacutes que normasraquo634

No ya aquel haacutebito operativo bueno ni aquella fuerza vital que se dispone a conseguir un bien arduo la per-feccioacuten misma

Camps avanza hacia una siacutentesis entre los tres paradigmas eacuteticos que analiza (de los principios de las consecuencias y de las virtudes) y una serie de nociones tales como libertad ley derechos y deberes

laquoEntiendo que la eacutetica de las virtudes es un complemen-to imprescindible de una eacutetica de derechos y deberes tengan eacutestos su base en una eacutetica principialista o cosecuencialista Los derechos y los deberes acaban materializaacutendose en leyes sien-do eacutestas condicioacuten necesaria pero no suficiente del buen fun-cionamiento de una sociedad democraacuteticaraquo635

632 Ibidem p 65633 Ibidem p 65634 Ibidem p 65635 Ibidem pp 64-67

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Otra nota con que la autora caracteriza esta perspectiva eacutetica es esta identifi-cacioacuten de los derechos y consecuentes deberes con todo aquello que se encuen-tra promulgado por la ley ameacuten de la definicioacuten misma que ndashrecurriendo Philip Pettitndash nos ofrece (de la ley) laquored de normas que imperen de modo efectivo y con independencia de la coercioacuten estatal en el reino de la sociedad civilraquo

636

Se manifiesta pues otra diferencia con los principios de la moral tomista La ley positiva no es ya una emanacioacuten de la ley natural que se ajusta a la ley divina o una determinacioacuten de cuestiones que no contenidas en la ley natural tampoco la contrariacutean La ley ahora es la materializacioacuten de los derechos y los deberes de caraacutecter instrumental para el buen funcionamiento de la democra-cia Es decir que la ley no mira ya la promocioacuten de la virtud y del bien comuacuten poliacutetico sino a un particular modo de gobernar la sociedad poliacutetica De lo cual podemos concluir con toda razoacuten que el fin de la sociedad consiste en alcanzar la democracia

Se desprende claramente la primaciacutea de la forma de gobierno la cual coad-yuva a los hombres en la consecucioacuten de su realizacioacuten plena la libertad Asiacute en-tonces la libertad deja de ser como para Santo Tomaacutes una facultad para alcanzar un bien arduo la perfeccioacuten Ahora la libertad es el fin de la persona humana De esto resulta loacutegica la expresioacuten con la que autora remata su argumentacioacuten paacuteginas maacutes adelante

laquoAristoacuteteles Tomaacutes de Aquino Benjamin Franklin pudieron hablar de las virtudes porque conociacutean cuaacutel era el fin de la vida hu-mana Hoy no lo sabemos el valor maacuteximo que caracteriza a la per-sona humana es la libertad precisamente para hacer con su vida lo que quiera eso siacute dentro de un orden el prescrito por la democracia y los derechos fundamentalesraquo637

Nuevamente aquiacute otra nota de la ley salvaguardar los derechos fundamenta-les personales para que la democracia no pierda su delicado equilibrio Nueva-mente los hombres no viven en sociedad para alcanzar un bien comuacuten sino para que garantizados sus derechos de ldquohacer con su vida lo que quieranrdquo su bien

636 Ibidem pp 67-68637 Ibidem pp 64-69

301

particular no sea afectado por otras personas que tienen igual derecho de hacer con sus vidas lo que quieran

Consideremos seguidamente los comentarios de Cayetano en esta perspec-tiva

VI4 LA PERSPECTIVA EacuteTICA EN LOS COMENTARIOS DEL CARDE-NAL TOMAacuteS DE VIacuteO

En los momentos liminares de nuestra investigacioacuten nos preguntaacutebamos iquestes el Cayetano un comentador moderno iquestQueacute implica calificar de este modo al Cardenal Esto es iquestqueacute entendemos cuando decimos que el de Gaeta estaacute im-buido de una forma mentis maacutes cercana a la eacutetica moderna que a la eacutetica claacutesica

En los paacuterrafos que siguen como hemos dicho queremos centrarnos en las vinculaciones de puntos mostrados en el Cardenal con posicionamientos que trasuntan cierto formalismo y una perspectiva de la ldquotercera personardquo

Asiacute por ejemplo como hemos advertido el Cayetano glosa con el afaacuten por determinar e indicar el modo en que se debe actuar Esta misma caracteriacutestica o este ejercicio casi permanente de poner casos y ejemplos de tipificar y de nor-mativizar los principios expuestos por Santo Tomaacutes nos recuerdan a aquellas palabras de A Vendemiati cuando describe el punto de vista adquirido por un moralista moderno Recordeacutemoslo nos deciacutea que el moderno puesto a filosofar en sede eacutetica no lo hace ya desde el punto de vista del sujeto sino de un ldquoobser-vador externo que haciendo las veces de legislador o juez busca los principios los criterios y las normas para llevar a cabo una accioacuten justardquo638

Hemos resaltado tambieacuten coacutemo el Cayetano ndashen cuanto comentador de la obra del Aquinatendash asume la posicioacuten descripta por Vendemiati de observador externo e indicador de las formas rectas de obrar Como cuando por ejemplo debe restituirse algo solamente luego de la orden del juez seguacuten su Comentario sect1 en S Th II-II q 62 a 3

638 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 66

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

A lo largo de su glosa a las cuestiones 57-62 de S Th II-II vimos reiteradas veces este vehemente anhelo de legislar juzgar y normativizar los modos en que una accioacuten debe ser cumplida para ganarse el rango de justa

Deciacuteamos no es otra cosa la que emergioacute de nuestro anaacutelisis Repasemos tan soacutelo algunos casos presentes en los comentarios que hemos analizado en el capiacutetulo III

(a) Comm en S Th II-II q 57 a 2 Su intencioacuten es tan soacutelo la de sentildealar el modo en se deberaacute obrar si se le llegase a presentar alguna situacioacuten con este tipo de dificultades y la forma en que el lector deberiacutea aplicarlo

(b) Comm en S Th II-II q 58 a 2 Vemos al Cardenal ejerciendo el pa-pel de tipificador de la virtud de la justicia tomista distinguiendo entre las ac-ciones del hombre hacia siacute mismo y las acciones hacia otro y sentildealando coacutemo se realiza el acto de la justicia

(c) Comm en S Th II-II q 59 a 2 Aquiacute lo contemplamos normativizan-do el texto del Aquinate

(d) Comm en S Th II-II q 59 a 4 Precisando cuaacutendo y cuaacutendo no ha-cer lo injusto materialmente es pecado mortal

(e) Comm en S Th II-II q 60 a 2 Establece cuaacutendo puede juzgar liacutecita-mente un prelado sin peligro de incurrir en pecado mortal

(f) Comm en S Th II-II q 60 a 4 Esboza su posicioacuten de ldquoobservador externordquo ldquotipificadorrdquo y ldquonormativizadorrdquo de la accioacuten justa indicando los mo-dos en que los superiores religiosos deben comportarse con sus subalternos

(g) Comm en S Th II-II q 60 a 6 Repara en cuaacutendo se cometeriacutea peca-do mortal o venial dando precisiones a los prelados espirituales

303

(h) Comm en S Th II-II q 61 a 2 Intereacutes del Cardenal por ldquoaclararrdquo cuestiones morales

(i) Comm en S Th II-II q 61 a 4 Intenta marcar coacutemo debe aplicarse la ensentildeanza del Angeacutelico

(j) Comm en S Th II-II q 62 a 4 Desviacutea el tema de discusioacuten con un ejemplo

(k) Comm en S Th II-II q 62 a 7 Se dirige al lector para indicarle el sentido de interpretar los principios de Santo Tomaacutes

(l) Comm en S Th II-II q 62 a 8 Aclara el modo en que debemos en-tender que ldquola restitucioacuten debe efectuarse inmediatamenterdquo y propone su pro-pia opinioacuten

iquestPor queacute decimos entonces que hay en el Cayetano algunos rasgos que lo acercariacutean a un ldquomoralista modernordquo iquestEn queacute nos hemos basado

Como anticipamos el trabajo que mejor explica en forma sinteacutetica ndasha nues-tro juiciondash esto de tomar una postura ldquoen primera personardquo es aquel segundo excursus que

A Vendemiati coloca al final del segundo capiacutetulo de su obra En el mismo (recurriendo a M Rhonheimer y G Abbaacute) nos deciacutea que un moralista moderno se centra maacutes en la virtud como ldquoacto de obedienciardquo que en cuanto a la misma entendida como ldquohaacutebitordquo

Ahora bien iquestcuaacuteles son los indicios seguacuten los cuales podemos decir de un moralista que es ldquomodernordquo y no ldquoclaacutesicordquo W Kluxen hablando de la eacutetica como una doctrina de la virtud nos recuerda que laquoPer un siffatto modo di pensa-re la dottrina delle virtugrave non descrive il mezzo o il percorso o un mero ldquoiniziordquo della felicitagrave ma il modo del compimento della felicitagrave stessaraquo

639

639 W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino p 313

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Y notemos que es ciertas veces hemos encontrado lo opuesto en algunos de los comentarios del Cayetano Hemos sentildealado por ejemplo que eacutel mismo no habla de la virtud en cuanto modo de alcanzar completamente la vida feliz Sino que en algunas ocasiones su glosa tiene por fin sentildealar las ldquocosasrdquo que hay que hacer las ldquodificultadesrdquo a las que hay que atender y los ldquocasosrdquo en que podriacuteamos alejarnos de tal virtud suponiendo que con esta virtud en cuanto acto externo y tan soacutelo con su cumplimiento alcanzaremos la felicidad

Es cierto que podemos cumplir ldquoobjetivamenterdquo con tal o cual acto es de-cir que nuestro comportamiento exterior venga identificado con alguna virtud pero iquestes mera voluntad iquestqueacute pasa ademaacutes con la consciencia de conocer tal acto y obrarlo Surge asiacute el problema de la libertad

Y todaviacutea maacutes iquestqueacute pasa con el resto de las virtudes Tengamos presente que anteriormente indicamos que Santo Tomaacutes postula la necesidad de que exista una virtud especial que ordene los actos de un hombre hacia otro

640 A esto agregue-

mos sucitamente dos cosas La primera que el concepto de virtud para Santo Tomaacutes es aquel del habitus por el cual nos disponemos a alcanzar la vida feliz La segunda que la nocioacuten tomasiana de justicia en tanto que legal o general es aquella que ordena y dirige a todas las demaacutes virtudes hacia el Bien Comuacuten

iquestPero es esto posible Pues bien lo seraacute si tanto una virtud ndashdigamos la generalndash no tiene maacutes relacioacuten con la otra ndashla particularndash como la relacioacuten que tienen ldquodos ndasho tresndash partes ndasho especiesndash dentro de un todo maacutes generalrdquo Nueva-mente iquestesto es posible O maacutes auacuten iquestse da o se daraacute en el Cayetano Como hemos demostrado pues la respuesta es ldquosiacuterdquo Siacute ya que en la interpretacioacuten del Cardenal la justicia general ha devenido en una mera especie una entre tres

A este punto resulta evidente que es menester analizar el resto de los comen-tarios para profundizar en el sistema eacutetico cayetano que aquiacute vemos emergente

Tal doctrina de la virtud cayetana es entonces diversa a la doctrina de la virtud tomasiana Tambieacuten en este sentido da su opinioacuten W Kluxen

laquoLa dottrina della virtugrave nella filosofia ancor piugrave che nella teo-logia egrave allora la parte centrale della trattazione morale e lo egrave tanto da poter dire - forse con un poco di esagerazione- che cosigrave come la intende Tommaso lrsquoetica in generale ldquoegraverdquo dottrina della virtugraveraquo

641

640 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 2641 W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino p 314

305

Nuevamente iquestpor queacute el Cardenal de Gaeta se distancia del santo de Aqui-no Porque su eacutetica no es una eacutetica de la virtud al menos no de la virtud en cuanto haacutebito Y iquestpor queacute decimos que el Cayetano es un filoacutesofo que se ocupa de la moral acercaacutendose en parte y antes bien a un paradigma moderno que a uno claacutesico Porque su doctrina de la virtud no es una tal que entienda lo mismo que Santo Tomaacutes de Aquino

La moral cayetana concibe a la virtud como una doctrina del ldquoacto externordquo y de la ldquoobligacioacutenrdquo que viene utilitariamente mensurada gracias a la gran can-tidad de precisiones e indicaciones por eacutel mismo tipificadas en sus comentarios Y es precisamente aquiacute donde la eacutetica en tercera persona muestra toda su fuerza ldquonormativardquo

Si asumimos una eacutetica de esta iacutendole la felicidad (fin uacuteltimo del hombre) no radicariacutea en un esfuerzo personal por conocer y obrar el bien (haacutebito operativo) y evitar el mal moral sino en el cumplimiento (voluntarista) de los mandatos prescritos y ordenados

Por supuesto que no estamos relativizando el valor altamente pedagoacutegico de la ley ni su fuerza eficaz para conducir las voluntades hacia el bien juriacutedicamen-te requerido Sencillamente queremos advertir las consecuencias de concebir en tal modo la nocioacuten de virtud voluntarismo y formalismo Si bien seriacutea erroacuteneo decir que esto se debioacute a un escenario doctrinal general hay que reconocer necesariamente que podemos establecer vinculaciones entre ciertos postulados propios de la era Moderna con algunos principios generales presentes en el de Gaeta (que hemos recogido y compilado a lo largo de toda la Parte Segunda de este trabajo especialmente en el Capiacutetulo III2 y el Capiacutetulo IV2)

Disociar del hombre sus capacidades para adquirir la ciencia moral no que-daraacute impune Vendemiati reflexiona sobre los alcances bien praacutecticos de una tal postura eacutetica Por un lado la prefiguracioacuten de un individualismo liberal por otro el de la cuestioacuten del mero deber Recordemos nuevamente la nota

laquoLrsquoetica della terza persona intende limitarsi a fornire un qua-dro di regole utilitarie di giustizia che sono presentate come ldquodo-verirdquo ma con quale forza questi doveri vengono imposti Con la coazione giuridica Con la minaccia dellrsquoostracismoraquo

642

642 A VENDEMIATI In prima persona p 67

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Entonces si el uacutenico poder es el de la ley positiva es porque la ley natural ha perdido su fuerza Y si la naturaleza no obliga a determinado comportamiento seraacute necesario que otra fuerza lo haga so pena de alguacuten castigo y con el fin de mantener cierto orden Que recalquemos no se reconoce ya natural y debido

En definitiva lo que hay debajo de esta forma de discurso moral de este punto de vista eacutetico es no soacutelo una diferente concepcioacuten de lo que es la virtud maacutes tambieacuten dos antropologiacuteas filosoacuteficamente opuestas

laquoLacuteaspirare intenzionale delle singole virtugrave morali egrave principio affettivo per la prudenza e per il giudizio drsquoazione La virtugrave morale perograve non egrave solo una struttura affettiva ma anche la giustezza (Aris-totele orthotes) dellrsquoaspirare Questa affermazione presuppone che la virtugrave morale egrave formata da strutture della ragionevolezzaraquo

643

Lo que estaacute en juego aquiacute no es tan soacutelo un ldquoconcepto de hombrerdquo un deter-minado discurso antropoloacutegico filosoacutefico sino que de este emergente tambieacuten lo estaraacute todo el tema de la ldquoracionabilidad de la moralrdquo Puesto que esta ldquonatural aspiracioacutenrdquo de la virtud moral se trocaraacute ahora en algo irracional y artificial Externo y extrantildeo a la natura humana Peligros que son perceptibles en los co-mentarios del Cayetano

iquestPor queacute entonces podemos ver incipientes principios maacutes propios de un ldquomodernordquo en los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Viacuteo Por varios motivos

En primer lugar porque su modo de comentar se asemeja al modo en coacutemo un moderno se posiciona frente al tema moral Sus comentarios son tipificacio-nes normativizaciones indicaciones sentildealizaciones y advertencias de los mo-dos en que se debe ldquocumplirrdquo y ldquoobedecerrdquo los dictaacutemenes contenidos en las ldquoexigencias objetivas de la virtud moralrdquo en nuestro caso puntual referidas a la justicia

Porque la impronta normativa o coaccioacuten juriacutedica de los legisladores junto con sus juicios son la fuerza suficiente o motora y agente para compeler a los sujetos al cumplimiento de tal o cual mandato Distinguieacutendose claramente aquiacute dos funciones Una de parte del ldquosuperior religiosordquo o ldquoprelado espiritualrdquo (por

643 M RHONHEIMER La prospettiva della morale p 225

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ejemplo) que es la de comandar e indicar el modo en que los suacutebditos deben comportarse coacutemo y en queacute modos deben ser tratados Otra por parte de los mismos subalternos seguacuten la cual ellos deben obedecer cumplidamente las oacuter-denes que se reciban

En esta verticalidad obediencial ndashen la que la voluntad de seguir el mandato del superior no estaacute ya presente (y por lo tanto desaparece tambieacuten la virtud de la obediencia)ndash los mismos sujetos a obediencia disponen de un extenso y detalla-do nuacutemero de casos circunstancias y situaciones (minuciosamente tipificados) a consultar de cuaacutendo y cuaacutendo no deben obedecer asiacute como tambieacuten a quieacuten y a quieacuten no

Ademaacutes como se desprende de lo que demos dicho tiene la pretensioacuten de matematizar la virtud moral Por otra parte su forma mentis nos dejoacute entrever una concepcioacuten distinta del hombre respecto de aquella que estaacute en la base de la eacutetica entendida en sentido claacutesico

Finalmente porque su perspectiva moral es maacutes proacutexima a una de la ldquotercera personardquo asumida en lugar de la que expusimos como de la ldquoprimera personardquo alguien (una tercera persona) dice lo que debo hacer para alcanzar la felicidad No soy yo (primera persona) quien lo descubre y practica actuando todas mis facultades y capacidades humanas

Aclaremos que no estamos diciendo que el Cayetano sea un moderno pro-prie loquendo Nos referimos a la perspectiva moral del Priacutencipe de los Comen-tadores De hecho el Cardenal siacute reconoce a Dios la Creacioacuten y un sinnuacutemero de principios propios del hombre cristiano

Por ello hemos querido aquiacute (y tambieacuten lo haremos en el proacuteximo apartado) resaltar las posibles vinculaciones de los puntos sentildealados del Gaetano con la perspectiva eacutetica moderna tal como la expusimos en sectVI3 Hemos dicho que no pretendemos atribuir en bloque el calificativo de ldquomodernordquo a Cayetano para evitar una posible e ilegiacutetima extrapolacioacuten de su glosa

El problema reiteramos es el modo en que concibe la virtud el ordena-miento de la sociedad y coacutemo eacutesta debe ser gobernada Luego de sus comenta-rios cuando el mundo haya avanzado en el abandono paulatino de los principios cristianos el modo formalista y voluntarista en que ha entendido a Santo Tomaacutes serviraacuten de cimiento para una modernizacioacuten de la moral cristiana

En la parte que sigue resaltaremos la importancia y las implicancias ndashteoacute-ricas y praacutecticasndash del modo en que el Cardenal entiende y define la nocioacuten de

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justicia puesto que aquiacute se dirime una auteacutentica divisoria de aguas entre las concepciones poliacuteticas de la eacutepoca claacutesica y medieval y aquella moderna preci-samente el reconocimiento del bien comuacuten y la supraordenacioacuten de la virtud que a eacutel mira la justicia general

VI5 LA CAPITIS DEMINUTIO O EL ALCANCE TEOacuteRICO Y PRAacuteCTICO DE UNA DEFINICIOacuteN UNIacuteVOCA

El valor teoreacutetico y exegeacutetico del principio de politicidad natural puede ser explotado sin negar que no es algo especiacutefico tiacutepico de la Edad Media En tanto que tal principio viene asumido desde los claacutesicos por ejemplo desde Aristoacutete-les y que la Modernidad no lo niega en bloque

Pero iquestcoacutemo explotarlo en este sentido Reconocieacutendolo y afirmaacutendolo como troncal en Santo Tomaacutes Con lo cual la capitis deminutio de la justicia legal ndashy por ende de su objetondash conllevaraacute una contradiccioacuten con el tomismo genuino

Antes de adentrarnos en todo esto consideremos la proveniencia y el signi-ficado de la locucioacuten ldquocapitis deminutiordquo

laquoExpresioacuten latina equivalente a ldquodisminucioacuten de capacidadrdquo Podiacutea en Roma ser total o parcial ldquoo maacuteximardquo ldquomiacutenimardquo y ldquome-diardquo Por ejemplo caer en esclavitud o servidumbre importaba una ldquocapitis diminutio maacuteximardquo perder la ciudadaniacutea importaba una ldquocapitis diminutio mediardquo y cuando se operaba un cambio en la capacidad soacutelo relativamente al derecho de familia trataacutebase de una ldquocapitis diminutio miacutenimardquoraquo644

Lo que queremos establecer aquiacute con esta expresioacuten es el prioris status permutatio que el Cardenal obroacute al predicar uniacutevocamente la nocioacuten de justicia al definirla seguacuten el modo que hemos resentildeado

644 A ORGAZ Diccionario de Derecho y Ciencias Sociales Ed Assandri Coacuterdoba 1961 p 47

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Como hemos visto la figura de la capitis deminutio viene del derecho civil romano e implicaba un rebajamiento de las capacidades juriacutedicas de una perso-na debido a una condena Traslaticia y figuradamente se emplea como achica-miento desjerarquizacioacuten etc

La idea es si se opera una capitis deminutio a la justicia legal nada menos cuya primaciacutea como forma de justicia le viene de su objeto entonces asiacute se estaacute echando por la borda impliacutecitamente toda la politicidad natural la primaciacutea del bien comuacuten etc Y allanando el paso al liberalismo individualista

En efecto el uniacutevoco es un concepto que consta de especies cada una de las cuales realiza ideacutenticamente el geacutenero del cual se predican Y al decir que la justicia consta de tres especies el de Gaeta viene a igualar impliacutecitamente el bien comuacuten con el particular atribuyeacutendoles igual jerarquiacutea o razoacuten respecto del geacutenero que realizan Queda asiacute la justicia general disminuida en su facultad directiva Pues al pertenecer al mismo orden loacutegico nada hay que le otorgue primaciacutea y capacidad para ordenar

Ademaacutes de esto queremos hacer notar ndashen consecuenciandash la desjerarqui-zacioacuten del fin poliacutetico a traveacutes de la desjerarquizacioacuten de la virtud que lo tiene como objeto Es decir que obrar una disminucioacuten en la facultad general de la forma de la justicia redunda en una relativizacioacuten del bien comuacuten al igualarlo ndashen dignidadndash al bien comuacuten Bien comuacuten y bienes particulares realizan ahora plenamente el sentido de la justicia Cada uno de ellos sin orden de relacioacuten entre primero y segundo entre primario y secundario entre original y derivado se predican de y realizan igualmente el concepto al que refieren

Como efecto la capitis deminutio maxima implicaba para el ciudadano so-bre el cual recaiacutea la peacuterdida de su libertad de su ciudadaniacutea y la correspon-diente a su familia Por haberse visto afectada la personalidad juriacutedica el capite minutus perdiacutea todos sus derechos patrimoniales que veniacutean adquiridos por el Estado por acreedores o por otras personas

Asiacute pues cuando la justicia viene capite minuta pierde la facultad de ani-mar al resto de las virtudes morales hacia su fin propio incluida la forma parti-cular y a todas hacia el bien comuacuten Por ende la vida moral queda sin agente que ordene y dirija al bien comuacuten y por consiguiente perfeccione al hombre en el sentido maacutes pleno de su naturaleza poliacutetica

Tal escisioacuten relativiza el bien comuacuten al igualarlo al resto de las virtudes mo-rales Es la cisura por la cual se perderaacute toda la vida virtuosa la abertura por la

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cual seraacute vaciada la nocioacuten misma de virtud en tanto que acto libre y voluntario de las personas

Al despojar a la justicia de su facultad general el Cayetano abriraacute la posibi-lidad al planteamiento de la inexistencia de un ldquobien comuacutenrdquo acotada y propia-mente dicho Pues no es ya ldquocomuacutenrdquo a nada ni nada se le ordena El bien comuacuten es en esta forma de predicar la nocioacuten de justicia la diferencia especiacutefica que realiza un mismo geacutenero una especie maacutes entre otras dos particulares El bien comuacuten es en esta moral un tipo maacutes de bien como el bien particular o el bien que corresponde a cada una de las restantes virtudes morales

Reducir asiacute la justicia legal y negar el valor supremo del bien comuacuten no puede llevar sino a una contradiccioacuten con el genuino planteo de Santo Tomaacutes

En este sentido corresponde y compete aquiacute una mencioacuten filosoacutefico-poliacutetica entre lo que comporta la capitis deminutio de la justicia general ndashy de su objetondash y una deriva de lo que podriacutea entroncar con posiciones individualistas

Esto para establecer otra vinculacioacuten entre lo que hemos demostrado de la cercaniacutea de algunos postulados de Cayetano y ciertas doctrinas modernas en los principios proacuteximos tratados y no en sus virtualidades uacuteltimas o contexto general

Como quedoacute asentado Tomaacutes de Vio reduce por un lado ambas formas de justicia a especies de un mismo geacutenero al predicarla uniacutevocamente y no con analogiacutea de atribucioacuten Por otro quedan ahora igualadas entre siacute las que antes eran cuasi especies o partes subjetivas de una de las formas y eacutestas respecto de la anterior forma general de la virtud ldquotriespecificacioacutenrdquo

El bien comuacuten ndashfin propio de la justicia legalndash hemos dicho queda igualado a cualquier otro tipo de bien o fin de cada una de las restantes virtudes Tampoco es superior a todos los bienes a los que se ordenan cada una de ellas

Por poner un ejemplo ldquobien comuacutenrdquo y ldquobien particularrdquo se diferencian (aho-ra) sola y exclusivamente por la especie de virtud que realizan pero no hay entre ellos otra relacioacuten distinta que la existente entre la justicia particular conmutati-va y la fortaleza o la legal y la prudencia o la distributiva y la templanza

Todas las virtudes y todos los bienes que eacutestas persiguen gozan de la misma jerarquiacutea Tampoco hay por lo tanto un orden natural que los valore rectifique y justiprecie Todos los bienes valen absolutamente lo mismo y asiacute esta nueva forma de comprender la virtud de la justicia ndashabajaacutendolandash conlleva iacutensita una ldquohorizontalizacioacutenrdquo (o inmanencia) de toda la moral

311

Deciacuteamos que es posible vincular estas reflexiones con algunas posturas in-dividualistas Tomemos a tal efecto y a modo ilustrativo soacutelo un caso el de John Locke

No vendremos ahora a introducir al autor ni presentar en modo detallado todo su pensamiento Nos valdremos aquiacute sencillamente de determinadas notas de su filosofiacutea y de algunas reflexiones que nos traen algunos acadeacutemicos actua-les a partir de sus escritos Por ejemplo una moral aplanada ndashcomo la que hemos descritondash no solamente quedaraacute a la deriva sino que tambieacuten habraacute perdido su anclaje maacutes inmediato y el criterio de su validez la experiencia moral Ambos autores dejando de lado el iusnaturalismo del que fueron conocedores enlazan directamente su pensamiento filosoacutefico-poliacutetico en la metafiacutesica Asiacute explica Ja-vier Bonilla Saus el fundamento de la ley natural en Locke

laquoLa moral no se basa en los sentimientos de placer o dolor en lo uacutetil o en lo inuacutetil en el intereacutes propio o en el colectivo en el mie-do o la voluntad de poder sino simplemente en la voluntad de Dios que frente al anaacutelisis de la razoacuten resulta impenetrableraquo645

Es decir que en lugar de recurrir a los principios propios de la Filosofiacutea de la Antropologiacutea Filosoacutefica de la Eacutetica y del Derecho Cayetano y Locke fundan sus reflexiones en la voluntad de Dios Obran el mismo salto y hacen que pre-varique la Fe entrometieacutendola importuna e injustamente en aacutembitos propios e incumbencias inmediatas de otras disciplinas

Por otra parte Francisco Corteacutes Rodas apunta que John Locke es uno de los fundadores del liberalismo porque laquoafirma la prioridad de los derechos in-dividuales y de la divisioacuten constitucional de poderes frente a la voluntad del legislador democraacuteticoraquo

646 Aquiacute el gobernante no tiene la potestad de legislar

sobre cualquiera de los derechos individuales (bienes particulares) en aras de un bien comuacuten precisamente porque no hay supremaciacutea de unos bienes respecto de otros del bien comuacuten respecto del particular Lo dicho se pone de relieve en la cita que sigue que sirve ademaacutes para realizar otras consideraciones

645 J BONILLA SAUS laquoLa ley natural en Lockeraquo en Revista Uruguaya de Ciencia Poliacutetica 20 1 (2011) p 162646 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberal John Lockeraquo en Revista Co-herencia 7 13 (2010) p 101

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laquoLa libertad natural del hombre consiste en estar libre de cualquier poder superior sobre la tierra y en no hallarse sometido a la voluntad o a la autoridad legislativa de hombre alguno sino de adoptar como norma exclusivamente la ley de la naturaleza La libertad del hombre en sociedad es la de no estar bajo maacutes poder legislativo que el que haya sido establecido por consentimiento en el seno del Estado ni bajo el dominio de lo que mande o prohiacuteba ley alguna excepto aquellas leyes que hayan sido dictadas por el poder legislativo de acuerdo con la misioacuten que le hemos confiadoraquo647

A partir de este planteo se pueden apreciar dos cosas

Primero es claro la negacioacuten del principio de politicidad natural La cual se niega expliacutecitamente haciendo depender la vida poliacutetica de la maldad humana Las nociones de natural politicidad bien comuacuten y autoridad poliacutetica se implican mutuamente Sostener que ninguacuten hombre estaacute naturalmente sujeto a otro es un efecto de la licuacioacuten del bien comuacuten y de la capitis deminutio obrada respecto de la forma legal de la justicia La cual capite minuta no tiene ya la potestad de dirigir y ordenar lo que naturalmente pertenece a todo hombre debido no a su particularidad sino precisamente a su naturaleza poliacutetica Su libertad la del hombre no consiste en abrirse a la comunidad poliacutetica sino que se realiza ce-rraacutendose sobre siacute mismo y sus bienes personales La vida comunitaria es enton-ces el resultado de un temor hacia el otro que se descubre como una amenaza Puesto que puede despojarme de mis bienes que puede cercenar mis derechos y que puede ndashlo peorndash matarme es necesaria una autoridad que se lo impida

648

La vida poliacutetica entonces se funda en el miedo de un individuo de muchos mas

647 J LOCKE Segundo tratado sobre el gobierno civil Ed Tecnos Madrid 2006 p 16 sect29648 Cfr Ibidem pp 88-89 sect89 laquoPor lo tanto siempre que cualquier nuacutemero de hombres esteacute asiacute unido en sociedad de tal modo que cada uno de ellos haya renunciado a su poder ejecutivo de ley natural y lo haya cedido al poder puacuteblico entonces y soacutelo entonces tendremos una sociedad poliacutetica o civil Y esto se logra siempre que un grupo de hombres en estado natural entra en sociedad para formar un pueblo un cuerpo poliacutetico bajo un gobierno supremo o si no cuando alguno se une a un gobierno ya establecido y que se incorpora a eacutel pues mediante ese acto autoriza a la sociedad o lo que es lo mismo a la legistura de la misma a hacer leyes para eacutel seguacuten el bien puacuteblico de la sociedad lo requiera comprometieacutendose en el grado que le sea posible a prestar su asistencia en la ejecucioacuten de las mismas Esto es lo que saca a los hombres del estado de naturaleza y los pone en un Estado el establecimiento de un juez terrenal con autoridad para decidir todas las controversias y para castigar las injurias que puedan afectar a cualquier miembro del Es-tado y dicho juez es la legislatura o el magistrado nombrado por ella Sin embargo siempre que haya una agrupacioacuten de hombres aunque esteacuten asociados que carezcan de un poder decisorio al que apelar seguiraacuten permaneciendo en el estado de naturalezaraquo

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no en naturaleza social del geacutenero humano649

El bien comuacuten que postulaba tal perfeccioacuten ndashy que se educe de tal naturalezandash queda sin fuerza impotente y sin capacidad de actualizacioacuten pues ha sido deformada la forma que lo informaba

En segundo lugar podemos ver coacutemo la potestad del gobernante ha sido ademaacutes capite minuta tambieacuten la del legislador pues ya no velan por el bien comuacuten de la comunidad poliacutetica sino por el bien particular de cada uno de los individuos cuya garantiacutea es la ley natural que es independiente y anterior a la comunidad poliacutetica

laquoLa ley natural es entonces una ley normativa y rectora Sir-ve para ayudar a personas libres y racionales hacia la consecucioacuten de su propio bien La ley natural le permite conocer al agente libre y racional hasta donde puede extender su libertad coacutemo puede dispo-ner y ordenar seguacuten lo considere su persona acciones posesiones y su propiedad toda dentro de lo que permiten las leyes bajo las que hemos acordado vivirraquo650

Ya no auacutenan voluntades en pos de un bien comuacuten sino que se cintildeen a alejar aquellas posibles conductas que se cometan contra los derechos (bienes parti-culares) de cualquier otro sujeto fundaacutendose en la ley natural seguacuten su propia utilidad

laquoSirve para preservar garantizar y posibilitar la vida humana es normativa y rectora Sirve para ayudar a personas libres y racio-nales hacia la consecucioacuten de su propio bien La ley natural hace po-sible conocer el alcance y liacutemite de la libertad De este modo Locke situacutea en el estado de naturaleza un conjunto de deberes y derechos que definidos por las leyes naturales regulan la misma institucioacuten del poder poliacuteticoraquo651

649 Cfr Ibidem pp 87-88 sect88 laquoAsiacute el Estado se origina mediante un poder que establece cuaacutel es el castigo que corresponde a las diferentes trnasgresiones de aquellos que entre los miembros de una sociedad pien-san que merece la pena cometerlas eacuteste es el poder de hacer leyes y a eacutel debe antildeadirse el poder de castigar cualquier dantildeo que se le haga a un miembro de la sociedad cometido por alguien que no pertenece a ella Este segundo poder es el de hacer la guerra y la pazraquo650 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberal John Lockeraquo en Revista Co-herencia 7 13 (2010) p 105651 Ibidem pp 105-106

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De la triespecificacioacuten de la justicia cayetana emerge con fuerza la nocioacuten de que la uacutenica especie de la virtud capaz de realizar con toda propiedad su acto sea uacutenicamente la conmutativa No cabriacutea otra posibilidad puesto que al quedar todos los bienes igualados en jerarquiacutea y dignidad y al estar relegado el Estado a la proteccioacuten de los bienes particulares de los individuos la forma que mejor ldquoajustardquo es la que retribuye ldquoa cada uno su derechordquo o los bienes sus-traidos Y como lo sostiene el Priacutencipe de los Comentadores tal ajuste se haraacute solamente cuando la autoridad competente ndashel juezndash asiacute lo dictamine cuya tarea seraacute la de justipreciar los teacuterminos de tal ajuste Asiacute explica Locke el origen de tal competencia

laquoDe estos dos distintos derechos ndashel de castigar el crimen a fin de contenerlo y de impedir que vuelva a cometerse derecho que tiene todo el mundo y el de buscar reparacioacuten que soacutelo pertenece a quien ha sido injuriadondash proviene el que el magistrado quien por ser tal tiene el derecho comuacuten de castigar pueda en muchas ocasiones cuando el bien puacuteblico no exige que la ley se ejecute remitir el cas-tigo por su propia autoridad correspondiente a ofensas criminales cometidas sin embargo no podraacute perdonar la satisfaccioacuten que se le debe a la persona privada que haya recibido el dantildeoraquo652

El filoacutesofo ingleacutes laquopresupone la institucionalizacioacuten juriacutedica de iguales li-bertades y establece que eacutestas deben ser protegidas y garantizadas por el Estado Asiacute afirma la prioridad de los derechos individuales frente a la voluntad del legislador supremoraquo

653 Se ve pues que este legislador supremo siacute tiene una

suprema potestas aunque tal no estriba en la custodia de un bien comuacuten sino y por el contrario en la garantiacutea de los bienes particulares Que como explica Diego Alejandro Fernaacutendez Peychaux no siempre se implican mutuamente

laquoLas ambiguumledades a las que podriacutea dar lugar el modo en que Locke relaciona la defensa de los derechosdeberes individuales y los colectivos podriacutea resolverse si se admite como conclusioacuten a los argumentos presentados que la relacioacuten entre el bien comuacuten y el

652 J LOCKE Segundo tratado p 16 sect11653 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberalraquo p 106

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individual conlleva aspectos positivos y negativos ya que ambos teacuterminos no se implican mutuamente de forma necesariaraquo654

De este modo el posible enfrentamiento entre el bien comuacuten y el bien indi-vidual es soacutelo concebible tras haber admitido que uno no rige ni ordena ni es fuente del segundo Esto tambieacuten se vincula nocionalmente con aquella iguala-cioacuten de la jerarquiacutea del bien comuacuten y los bienes que pertenecen al resto de las virtudes morales

Seraacute cuestioacuten de tiempo mas no solamente para que el fundamento metafiacute-sico sea advertido como impropio e improcedente en tal sistema de pensamiento y desestimado en nombre de la ldquorazoacutenrdquo Se descubriraacute que el anclaje de esta moral no responde en verdad a un rigor loacutegico o a una concatenacioacuten articulada y no contradictoria de argumentos sino a un principio foraacuteneo arbitrariamente colocado El non sequitur de tal fundamentacioacuten metafiacutesica de las costumbres no tardaraacute en hacerse oiacuter De hecho ya se habiacutea desestimado en Locke para quien este bien puacuteblico es la suma de los bienes particulares maacutes precisamente es la seguridad colectiva como bien instrumental y subordinado a los bienes particu-lares que resaltaremos en la cita a continuacioacuten

Vale decir que dicha ldquohorizontalizacioacutenrdquo de la moral ndashvinculada en ambos pensadores y que podriacutea calificarse (maacutes propiamente tal vez) como un ldquoin-manentismo moralrdquo en el sentido en que toda la reflexioacuten se desarrolla en el mismo plano sin tensioacuten hacia lo trascendentendash conserva todaviacutea un sesgo de bien comuacuten Cuya negacioacuten en sentido estricto no es atribuible in recto a estos pensadores aunque siacute resulte colindante Asiacute por ejemplo se pronuncia Locke en relacioacuten con el poder poliacutetico

laquoConsidero pues que el poder poliacutetico es el derecho de dic-tar leyes bajo pena de muerte y en consecuencia de dictar tambieacuten otras bajo penas menos graves a fin de regular y preservar la propie-dad y emplear la fuerza de la comunidad en la ejecucioacuten de dichas leyes y en la defensa del Estado frente a injurias extranjeras Y todo ello con la uacutenica intencioacuten de lograr el bien puacuteblicoraquo655

654 D A FERNAacuteNDEZ PEYCHAUX laquoEl concepto de derecho en Lockeraquo en Araucaria Revista Ibe-roamericana de Filosofiacutea Poliacutetica y Humanidades 13 26 (2011) p 44655 J LOCKE Segundo tratado p 9 sect3

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Aquiacute aparece para nosotros un punto central de las teoriacuteas individualistas para las que la que la sociedad es suma de partes yuxtapuestas persiguiendo sus bienes particulares (incomunicables) la poliacutetica se resolveraacute entonces en la existencia de un poder cuya funcioacuten propia especiacutefica y principal ya no seraacute la de dirigir y ordenar al bien comuacuten sino la organizacioacuten de la coaccioacuten en aras de la preservacioacuten de ese bien instrumental que es la seguridad Asiacute en Hobbes y luego en Locke la poliacutetica misma deviene allanamiento de obstaacutecu-los a los individuos consistiendo el poder ndashnuevamentendash en la organizacioacuten de la coaccioacuten

Reparemos en que Locke pregona este bien comuacuten del mismo modo en que lo hace el Cardenal eacuteste tambieacuten refirieacutendose a la Salvacioacuten y amenzando con penas eternas Se deja ver con mayor claridad el cambio de la perspectiva al que nos hemos referido en

sectVI4 Ambos pensadores atribuyen a la ley en primera instancia el dere-cho de regular y preservar la propiedad El deber del poder poliacutetico queda asiacute manifiesto espantar a los hombres de praacutecticas que menoscaben la consecucioacuten del bien comuacuten Veremos seguidamente queacute alcances tendraacute eacuteste Pero perma-nezcamos todaviacutea un poco en esta consideracioacuten la tarea de poliacuteticos y legis-ladores

No decimos que sea reprochable que eacutestos intenten disuadir las conduc-tas moralmente deleznables por atentar contra el bien comuacuten Muy por el contrario esta tesis es reconducible al propio Santo Tomaacutes El problema estaacute sostener que tal sea el sentido propio y primero de la funcioacuten de la ley puesto que le corresponde pero en un sentido derivado y secundario El fin propio de la ley y del poder poliacutetico no es para el Angeacutelico el de amenazar o castigar sino el de formar hombres virtuosos que a traveacutes de las normas alcanzan la virtud

Con todo esto hemos querido poner de relieve coacutemo la negacioacuten o licuacioacuten del bien comuacuten ndasho de su supraordenacioacutenndash y su posible enfrentamiento con el bien o mejor decir con los bienes particulares y junto con esto la reduccioacuten de la justicia a la forma conmutativa o a lo maacutes a la retribucioacuten penal pueden ser manifestaciones de posiciones individualistas que se vinculen nocionalmente con lo que despunta en el Cardenal

Asiacute afectada pues la nocioacuten de justicia es que deben leerse los comentarios del Cardenal a la Summa Theologiae

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Con esto profundicemos todaviacutea maacutes los alcances que la nocioacuten cayetana de justicia en la perspectiva de la ldquotercera personardquo implican en toda una teoriacutea moral

Una filosofiacutea moral que ya se encuentra herida de muerte por haber sido de-formada ndashcapite diminutiondash que es entendida ndashy propuestandash como una buacutesqueda de normas y leyes y laquoche assume come suo tema principale il dovere e la corret-tezza dei singoli atti moraliraquo

656 se distanciaraacute necesariamente de lo que acabamos

de decir Y con razoacuten podriacuteamos afirmar que nos encontramos frente a una nueva moral que en su camino ha olvidado algo el concepto mismo de virtud

En el esquema tomista toda virtud moral natural iraacute perfeccionando al mis-mo hombre Pero tambieacuten en tal se nos presenta al hombre en relacioacuten agre-gando la nota de alteridad De donde se seguiraacute que asiacute como hay virtudes que ordenaacutendose a su fin propio perfeccionan al hombre en relacioacuten consigo mismo seraacute necesaria pues otra virtud que lo ordene con relacioacuten a otro Es decir que se requeriraacute una virtud que ajuste la conducta de un hombre determinado al bien de otro hombre determinado o de un grupo de hombres No es otra que la virtud de la justicia tal como la entiende Santo Tomaacutes

Ahora bien una virtud que sea concebida como un acto voluntario de obe-decer lo que ha sido prescrito y que no halle su fuerza en el bien y la belleza que representa actuar de tal o cual modo exige un nuevo sistema moral

Por un lado porque hay un corrimiento de la perspectiva que se desplaza a lo que el hombre descubre como bueno a lo que le dicen que es bueno Una virtud la justicia por ejemplo se reduciraacute solamente al acto debido e indicado por el legislador y no a la concatenacioacuten de ordenamientos por la cual obra el agente Obrar virtuosamente querraacute decir ldquocumplir con este o aquel precepto de la leyrdquo Una virtud asumida como una obligacioacuten derivaraacute en una moral de las obligaciones en un formalismo

Es que verdaderamente el modo en que el Cardenal comenta trasluce su intereacutes por indicar coacutemo debe ser realizado cada acto moral singular sin recon-ducirlo o ponerlo en la perspectiva del bien comuacuten poliacutetico o divino Y cuando lo hace es advirtiendo la peacuterdida de este y la pena eterna que de no obrar como se debe recibiraacute

656 A VENDEMIATI laquoDio come fondamento dellrsquoeticaraquo p 657

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En este sentido la Eacutetica del Cayetano merece el apelativo de ldquoformalrdquo pues-to que no muestra intereacutes por el contenido mismo del acto y de su objeto sino que sentildeala rigoristamente coacutemo debe ser leiacuteda la virtud tomasiana y coacutemo debe ser aplicada

Volvamos sobre la nueva moral que la nocioacuten cayetana de justicia supone Habiacuteamos emparentado a Tomaacutes de Vio con aquel observador externo que legis-la y juzga en base a criterios que ya posee para realizar una accioacuten justa En su esquema eacutetico pues tal funcioacuten resulta ineludible Si la virtud no encuentra su fundamento en la experiencia en descubrir el bien su belleza y su honestidad sino que se obra virtuosamente porque se cumple en determinada forma una ley o un mandato entonces alguien deberaacute indicar los modos de obrar Premiar y castigar cuando una accioacuten se ajuste o aleje del mandato

De esto nos gustariacutea hacer derivar algunas preguntas

Si el hombre no descubre ya el bien del acto a traveacutes de su experiencia sino en la experiencia que tenga de la ley y el meacuterito o castigo que sobrevengan iquestes la ley el fundamento de la moralidad Se sigue que siacute Y por ende otra ca-racteriacutestica de esta nueva moral es el legalismo es bueno o malo lo que la ley dice No lo que educe la razoacuten humana y en virtud de su concordancia con la ley (moral) natural constituye legiacutetimo y positivo

Si la justicia es dar a cada uno su derecho iquestel derecho lo es tal porque asiacute lo dice la ley Noacutetese la peligrosa cercaniacutea de concebir soacutelo como derecho lo que prescribe el legislador De un lado derecho es lo que la ley constituya como tal Del otro soacutelo lo que la ley constituya como tal

Por todo lo dicho la doctrina de la justicia tal como la entiende el Cayetano supone o provocaraacute el advenimiento de una nueva moral de una nueva Eacutetica Una eacutetica de la tercera persona hemos dicho por limitarse a confeccionar ldquoun cuadro de reglas utilitarias de justicia que son presentadas ndashen sus comenta-riosndash como deberesrdquo657

y que suponemos haraacute extensiva al resto de las virtudes morales y teologales En este sentido modifica el sentido de la virtud y conse-cuentemente de la moral queriendo matematizarla

Ahora siacute pasemos a nuestras consideraciones finales en las que recoge-remos con mayor amplitud lo que hemos expuesto a lo largo de todo nuestro escrito y particularmente aquiacute la deriva individualista en Filosofiacutea Poliacutetica de

657 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 67

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haber ldquoaplanadordquo la virtud de la justicia y con ello al bien comuacuten Por lo demaacutes y como ya hemos sentildealado ndashaunque su demostracioacuten exceda nuestra tarea en esta Tesisndash no queremos dejar de reiterar que en un individualismo consecuente (fundado en bienes exclusivamente particulares) esa deriva implicaraacute que la poliacutetica misma se resuelva en coaccioacuten organizada

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CONCLUSIONESUN TOMISMO CAYETANO

Hemos llegado al momento de poner las conclusiones

A esta seccioacuten hemos decidido nombrarla ldquoUn tomismo cayetanordquo puesto que pensamos que es la sentencia que mejor expresa el conjunto de nuestras reflexiones Con ella nos referimos a la doctrina de raiacutez tomista presente en la interpretacioacuten del Cardenal de Gaeta el modo en que eacuteste recibioacute las nociones tomasianas y que tras eacutel ha sido replicado por muchos incluso hasta nuestros diacuteas Calificando esta modalidad de tomismo como ldquocayetanordquo pretendemos dis-tinguir la originaria doctrina del Aquinate respecto de aquella y otras formas de comprenderla en las que el sentido de algunas tesis tomasianas fundamentales ha sido transmutado

Mientras que uacuteltimamente la comunidad acadeacutemica se interesoacute en la glosa del Cardenal en lo relativo a la gnoseologiacutea la loacutegica la metafiacutesica y los co-mentarios biacuteblicos se ha descuidado el estudio riguroso y sistemaacutetico de aquello referido a las cuestiones de Filosofiacutea Moral

En este sentido guiados por nuestra intuicioacuten y por el apoyo activo de nues-tros moderadores aventuramos una pregunta que tomoacute las dimensiones de un trabajo de tesis doctoral Tal fue sencilla mas no ingenua

Si hay diferencia como vemos que la hay entre los textos del Aquinate en las cuestiones que acabamos de mencionar iquestno las habraacute tambieacuten en aquellas referidas a las cuestiones de filosofiacutea poliacutetica o moral

Frente a este interrogante tuvimos que tomar algunas determinaciones y rea-lizar los recortes propios exigidos para un trabajo de tesis Fue asiacute entonces que reparamos nuestra atencioacuten en un lugar comuacuten pensando que tal nos llevariacutea por senderos muy diversos a los que hemos transitado Dijimos

ldquondashVeamos y comencemos con el tema de la triparticioacuten de la justicia co-muacutenmente atribuida al Cayetano De alliacute partiendo identificaremos otros posi-bles temas de investigacioacutenrdquo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Pero debemos decir que no fue precisamente esto lo que sucedioacute sino todo lo contrario Vimos que tal lugar comuacuten era grandemente desconocido por mu-chos de los que se dedican al estudio de nuestro argumento en las obras de Santo Tomaacutes de Aquino

Notamos tambieacuten que si bien existen unas pocas referencias concretas a tal tema de la triparticioacuten de la justicia a manos del Cayetano el resto son por lo general vagas e inciertas Apoyaacutendose unas veces en la obra de un autor que con el paso del tiempo y su reedicioacuten cambioacute su contenido Es decir toman por cierto algo que dan por supuesto como si ya hubiese sido efectiva y cientiacutefica-mente demostrado Pero no resultoacute ser tan asiacute Fuimos pues y le pedimos a ese supuesto que se muestre

Investigamos y buscamos argumentos y publicaciones de cualquier tipo Pero a fin de cuentas este supuesto no pudo explicarse no pudo demostrarse ni hacerse evidente

Encontramos no soacutelo un vaciacuteo de bibliografiacutea sino tambieacuten una ausencia de intereacutes por el tema a pesar de que los trabajos actuales en otros campos son cada vez mayores Confirmamos asiacute que el presupuesto que se daba en estos aacutembitos y en esta situacioacuten actual de la cuestioacutenhellip iexclera el peor de los supuestos

En este sentido entonces nuestra Tesis es la primera que confronta los tex-tos de Santo Tomaacutes de Aquino con los comentarios del Cardenal Y explica aquel presupuesto exponiendo cada uno de los resultados que emergiacutean del anaacutelisis de cada una de las cuestiones que hemos estudiado del Tratado de la justicia

Eacuteste comienza en la cuestioacuten 57 y se extiende hasta la 122 65 cuestiones

iexclsesenta y cinco Y el Cardenal las comenta todas Mejor decir comenta iexcltoda la Summa Nosotros por cuestiones metodoloacutegicas decidimos obrar un recorte y dedicarnos ndashcon exclusividadndash a la glosa de las cuestiones sentildealadas porque abarcan lo central de los temas que interesan aquiacute respecto de la opinioacuten del Aquinatense y de la interpretacioacuten del Cayetano al ocuparse de la virtud moral de la justicia de su forma su definicioacuten sus partes y su acto

Asiacute vimos por ejemplo que el Aquinate comienza el tratado ocupaacutendose del derecho (q 57) de la justicia (q 58) y luego considera el vicio que se le opone la injusticia (q 59) La cuestioacuten 60 versa sobre el juicio acto propio de la jus-ticia en la 61 expone sobre las partes subjetivas de la virtud y finalmente para

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nosotros en la sexageacutesima segunda analiza el acto de la justicia conmutativa la restitucioacuten (q 62)

En estas cuestiones tenemos condensadas no soacutelo la definicioacuten de la iustitia mas tambieacuten su estructura y el acto que le corresponde La virtud en tanto haacutebito operativo y en cuanto moralmente bueno se define por ndashvalga maacutes que nunca la redundanciandash el fin que le resulta propio que es el que informa al acto y de don-de recibe su nombre Precisamente por ser lo justo o el derecho ndashel ius (cfr De iure q 57 a 1 r d y ad 1)ndash su objeto es lo que la de-fine es el objeto del cual la virtud tomaraacute su forma Habiendo sorteado eacuteste y otros incordios el Doctor Angeacutelico procede a definir la justicia

Sabido es que toda definicioacuten es la predicacioacuten de un concepto y que tal puede realizarse en dos maneras uniacutevoca o analoacutegicamente (Cap V y VI) Dejamos por loacutegicas razones el tema de la equivocidad aunque decimos ndashal pasarndash que tal no es un modo de predicar los conceptos sino una cierta ambi-guumledad que radica en la significacioacuten de los nombres con los cuales se refieren conceptos distintos fundada en la similitud semejanza o exactitud del nombre mismo

El Aquinatense entonces se vale en la cuestioacuten 58 y ndashsobre todondash en la 61 para predicar la nocioacuten de la justicia analoacutegicamente Hecho que se ve reflejado en su definicioacuten al atribuir dos formas para la misma virtud hablamos de la (forma) general y de la (forma) particular Cada una de ellas realiza la definicioacuten de la virtud de la justicia pero en diversos sentidos La forma general analogado principal lo hace en modo maacutes completo y acabado y es causante de la segunda forma la particular que tambieacuten obra la misma definicioacuten en la que se encuentra contenida

Precisamente en la q 61 Santo Tomaacutes abunda en las partes subjetivas de la forma particular de la justicia esto es en la (particular) conmutativa y en la (par-ticular) distributiva Estos pasajes dieron lugar a la famosa malinterpretacioacuten de las ldquotres formasrdquo o ldquotriparticioacutenrdquo de la justicia sobre todo a partir del comentario de Tomaacutes de Viacuteo (cfr su comentario a S Th II-II q 61 a 1)

La radical diferencia entre una definicioacuten y otra ndashbiparticioacuten (dos for-mas justicia general y particular) vs triparticioacuten (tres formas justicia legal conmutativa y distributiva)ndash radica a nuestro juicio en el modo en que am-bos predican un concepto es decir definen la virtud Pasaacutendolo en limpio

CONCLUSIONES - UN TOMISMO CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

mientras el de Aquino define la virtud analoacutegicamente el de Gaeta lo hace uniacutevocamente

Tenemos entonces que para el Angeacutelico la justicia es una virtud que se dice anaacutelogamente general y particular Para el Cayetano es un concepto uniacutevoco que se predica igual e ideacutenticamente en tres especies interpretando que son las partes a la justicia lo que las especies al geacutenero definido (uniacutevoco) Mientras que para el Doctor Comuacuten son las partes a la justicia lo que los analogados al concepto (anaacutelogo)

Las implicancias de esta interpretacioacuten son muchas Nosotros hemos sentildea-lado algunas en el apartado dedicado al alcance teoacuterico y praacutectico en que tal puede derivar (sectVI5) Alliacute nos referimos a la resolucioacuten que el ldquoaplanamientordquo de la justicia general y por ende su objeto (el bien comuacuten) pueden tener en un individualismo para la vida social y en la poliacutetica como coaccioacuten organizada para el ejercicio del poder

Hemos dicho que Santo Tomaacutes concibe a la justicia como una virtud que es a la vez general y particular La define diciendo que es ldquoconstante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo o el derecho que le corresponderdquo Cuyo acto es precisamente juzgar lo que viene a significar la recta determinacioacuten de lo justo (laquoEt ideo iudicium quod importat rectat determinationem eius quod est iustum proprie pertinet ad iustitiamraquo S Th II-II q 60 a 1 r d)

Pues bien cuando lo justo se actuacutea mirando al bien comuacuten ndashobjeto propio de la justiciandash la virtud seraacute llamada ldquolegal o generalrdquo Cuando lo hace respecto al bien particular seraacute nombrada ldquojusticia particularrdquo Seguacuten el modo en que el bien particular sea obrado tal forma de la virtud seraacute ldquocuasirdquo especificada denominaacutendose ldquo(justicia particular) distributivardquo cuando el bien particular sea otorgado del todo a la parte Se llamaraacute ldquo(justicia particular) conmutativardquo cuando tal se obre entre partes Dejemos de lado por ahora los modos en que se haraacute la distribucioacuten (forma geomeacutetrica o aritmeacutetica) o la conmutacioacuten (res-titucioacuten)

El acto de la justicia particular realiza plenamente el concepto definido en este caso nos referimos a la nocioacuten de justicia pues cada uno recibe lo suyo ya sea en forma aritmeacutetica o geomeacutetrica ya sea cuando se le restituye algo Pero tal bien particular encuentra su basamento en la realizacioacuten del bien comuacuten objeto propio de la forma general o legal de la virtud en cuestioacuten y fin y per-feccioacuten de la sociedad poliacutetica Pues en efecto nadie podriacutea recibir justamente

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lo que le corresponde si esto le ha sido quitado ndashinjustamentendash a otro u otro se lo retiene de igual modo Tanto es asiacute que la realizacioacuten del bien comuacuten por ser comuacuten a todos entrantildea que cada individuo alcance su bien particular De esta manera no soacutelo lo origina ndashal bien particularndash sino que tambieacuten lo rige y ordena

Pero si predicamos uniacutevocamente la nocioacuten de la justicia estaremos obran-do ademaacutes de un rebajamiento de la forma general y su objeto propio (el bien comuacuten) un igualamiento entre cada una de las (tres) partes especificadas Lo cual es el resultado de concebir a cada una de estas formas general y particular y a las cuasi especies de la uacuteltima (distributiva y conmutativa) como partes espe-ciacuteficas ndashespeciesndash de un mismo geacutenero

Tambieacuten pudimos ofrecer otras consideraciones como resultado de nuestro estudio que refuerzan complementan o ayudan a comprender mejor lo que aca-bamos de mencionar

La primera es coacutemo Tomaacutes de Vio estaacute preocupado en decir en queacute modos se debe practicar la virtud la justicia suponiendo que su comprensioacuten es tal cual la del Aquinate Y que por esto mismo su idea es la de desplegar a traveacutes de una mejor ejemplificacioacuten y fundamentacioacuten lo que eacutel mismo consideraba estaba en germen en Santo Tomaacutes

Hemos demostrado tambieacuten coacutemo esta empresa lo termina llevando por ca-minos diversos Ya que la nocioacuten tomasiana de justicia dista por diversos moti-vos de la interpretacioacuten propuesta por el Cayetano

Sostuvimos que para el Cayetano hay tres especies de la virtud de la justicia y no dos formas como en Santo Tomaacutes Como hemos dicho pensamos que el Cardenal incurre en este desviacuteo porque traslada la causa de la diversificacioacuten de las especies de la justicia particular a las dos formas de la justicia del esquema de Santo Tomaacutes Pero sobre todo la razoacuten capital estriba en el modo en que el Priacutencipe de los Comentadores predica tal nocioacuten uniacutevocamente

Tratando a la virtud de la justicia legal no como una virtud general sino como una virtud maacutes como una especie maacutes (entre tres) que realiza ideacutentica-mente un mismo geacutenero (y por esto la degrada o ldquodeformardquo) obra una ldquotriparti-cioacutenrdquo una ldquotriespecificacioacutenrdquo de la justicia Recordemos que textualmente dice el Cayetano laquotriplex species iustitiae inveniturraquo658

658 Comm Card Caie en S Th q 61 a 1

CONCLUSIONES - UN TOMISMO CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tenemos asiacute tres especies diversas a este punto irreductibles e incomu-nicables entre siacute debido a que no hay una virtud general de la justicia sino tan solo una especie legal que integra un todo junto con otras dos especies particulares

La forma de la justicia general ha desaparecido ha sido abajada en la inter-pretacioacuten obrada por Cayetano y ya no hay entonces una ldquoformardquo que comu-nique entre siacute a todas las restantes virtudes morales incluyendo obviamente a la forma de la justicia particular y sus partes subjetivas

El Cardenal demostramos desestima la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca y afirma que la uacutenica analogiacutea de atribucioacuten posible es la extriacutenseca Esto lo lle-varaacute ineludiblemente a concebir ndashconceptualizarndash la nocioacuten de justicia en un modo determinado y a predicarla en forma uniacutevoca

La radical diferencia existente entre un modo de predicar uniacutevocamente yo anaacutelogamente lo tratamos en el Capiacutetulo V Alliacute expusimos coacutemo precisamen-te en la base de dos definiciones distintas hay modos diversos de concebir la nocioacuten de la virtud de la justicia Y pone en perspectiva adoacutende puede llevar la tergiversacioacuten del pensar analoacutegico y el univocismo Asiacute tambieacuten coacutemo esta hipoteca teoacuterica (loacutegico-metafiacutesica) le juega una (inevitable) mala pasada al Co-mentador cuando se encara con la filosofiacutea praacutectica

En efecto insistimos mientras para el Angeacutelico la nocioacuten de justicia se dice analoacutegicamente para el Gaetano uniacutevocamente Tal predicacioacuten supone para el primero la realizacioacuten del concepto en dos formas anaacutelogas que constituyen un orden de jerarquiacutea entre el analogado principal ndashprincepsndash y el secundario El primer analogado es fuente y fundamento origen del segundo

Diversamente el Cardenal define a la justicia uniacutevocamente Esto es con-sidera a la virtud misma como un geacutenero compuesto de tres partes especiacuteficas Tal entendimiento conlleva impliacutecita la idea de equidad entre las especies de un mismo geacutenero por cuanto lo realizan ndashiexclideacutenticamentendash cada una de ellas

La implicancia praacutectica de tal definicioacuten es la siguiente al equiparar la for-ma de la justicia legal con las partes subjetivas de la forma particular de la justi-cia ha consumado ndashnada maacutes ni nada menosndash que una deformacioacuten de la virtud misma La general ya no praeminet inter alias virtutes Todo lo contrario es una maacutes El bien comuacuten ya no seraacute rector pues iquestde doacutende sacaraacute su fuerza directi-va La virtus ha sido desvirtuada

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Obrada tal igualdad estamos ahora ante una horizontalizacioacuten (de la jerar-quiacutea) de las virtudes La forma general de la justicia ha sido disminuida en sus capacidades Hemos dicho que en los comentarios de Tomaacutes de Vio la justicia general viene capite minuta Tal capitis deminutio importaraacute ademaacutes una lesioacuten entre la relacioacuten bien comuacuten poliacutetico (por ser el fin propio de la virtud de la justicia) y el principio de politicidad natural de la persona humana Recordemos que el bien comuacuten poliacutetico es en la doctrina tomista aquel fin en que consiste la perfeccioacuten de la comunidad poliacutetica natural Y que la persona humana por su nota de ldquonaturalmente socialrdquo hallaraacute realizacioacuten (poliacuteticamente hablando) en la plena participacioacuten de la sociedad poliacutetica de la que es parte De donde se sigue que una capitis diminutio en la virtud que debiera animarlo y animar tambieacuten a todo el cuerpo social hacia el fin que le es propio redundaraacute en la incapacidad de la consecucioacuten del bien comuacuten

Dicho planteo de Cayetano entonces permitiraacute columbrar dos consecuen-cias directas De un lado la trasmutacioacuten de la nocioacuten de sociedad en ldquosuma de individuosrdquo (por la capitis deminutio de la justicia ya no hay nada que los ldquoor-denerdquo) Del otro la inexistencia de un bien comuacuten asequible

A este respecto vimos tambieacuten coacutemo mientras para el Angeacutelico la virtud de la justicia es un haacutebito personal para el de Gaeta es un deber u obligacioacuten En el caso de la conmutativa el acto de la restitucioacuten adquiere el sentido de obe-decer la sentencia de quien tenga la potestad de dictarla como hemos resaltado de aquel primer inciso de su comentario a S Th II-II q 62 a 3 laquoVidetur quod antequam sit condemnatus non teneatur [restituere]raquo 659

Este nuevo aporte sumado a la consideracioacuten que acabamos de hacer sobre la extincioacuten del viacutenculo de las demaacutes virtudes morales de la doctrina tomista y aquellas dos consecuencias directas de su forma de definir y concebir la justi-cia nos trae una nueva caracteriacutestica con la que podemos connotar el esquema cayetano no soacutelo de la virtud en cuestioacuten maacutes de todas las virtudes morales el de cierto ldquoformalismordquo Nota presente en muchos de los posteriores filoacutesofos tomistas que sucedieron al Priacutencipe de los Comentadores

En esta liacutenea hemos anotado coacutemo la vida social ndashconsecuente y transitiva-mentendash se transformaraacute en un individualismo fundado en la consecucioacuten de bie-

659 Comm Card Caie sect1 en S Th q 62 a 3 [El pareacutentesis es nuestro]

CONCLUSIONES - UN TOMISMO CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

nes exclusivamente particulares y la poliacutetica misma se resolveraacute en una suerte de ldquocoaccioacuten organizadardquo a tales efectos claro estaacute

Propusimos tambieacuten una tipificacioacuten del modo de comentar del Cayetano Estimamos que esto responde a una forma mentis del Cardenal y que la distan-cia entre el de Aquino y el de Gaeta no es meramente en lo referido a lo doctrinal sino maacutes tambieacuten a cuestiones de formas de trabajo y exposicioacuten de argumen-tar y concluir En el caso del Cayetano a diferencia del Angeacutelico estaacute en todo momento la intencioacuten de orientar el modo o la praxis de lo expuesto por Santo Tomaacutes

Ademaacutes debido a la importancia del Cardenal y al contexto en que viviacutea su distanciamiento ayudaraacute a la geacutenesis de una reflexioacuten de corte liberal en el aacutembito de la filosofiacutea poliacutetica

En este sentido demostramos coacutemo ya hay un cambio de perspectiva mo-ral por parte del Cayetano abandonando consecuentemente el punto de vista del ldquosujeto responsablerdquo de sus propios actos (haacutebitos) para asumir aquel del ldquosujeto obedienterdquo de las prescripciones dadas y establecidas en cuanto normas objetivas de comportamiento

Tras el anaacutelisis comparativo entre los textos del Angeacutelico y los comentarios del de Gaeta ofrecimos una clara definicioacuten de justicia obrada por este uacuteltimo que soacutelo fue posible tras el momento analiacutetico de nuestra investigacioacuten

De tales cotejos emergieron grandiacutesimas diferencias que nos dieron la posi-bilidad de elaborar no soacutelo tal definicioacuten mas tambieacuten de aventurar reflexiones tocantes a los alcances filosoacuteficos y praacutecticos que se desprenderiacutean ndashy que de hecho se siguieronndash de tal nocioacuten aplicada a los campos de la eacutetica general de la filosofiacutea poliacutetica y de la filosofiacutea del derecho

El panorama por nosotros expuesto brindoacute cierta visioacuten comprensiva de las circunstancias y situaciones que estuvieron presentes y fueron fundantes de todo el modo de reflexionar en torno a la moral que se dio a partir de los modernos y neoescolaacutesticos evidente y paradojalmente y si bien leyendo a Santo Tomaacutes de Aquino alejaacutendose de eacutel el Cayetano en el tema que hemos tratado

Queremos decir que ademaacutes de la notable distancia respecto del Aquinate el Cardenal con su interpretacioacuten termina generando o al menos pone los fun-damentos para un marco teoacuterico funcional a una filosofiacutea poliacutetica liberal del Estado pese a que no se lo haya propuesto

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Marco teoacuterico que debido al constante llamamiento por parte del Cayetano a seguir su interpretacioacuten y sus comentarios ndashjunto con su gran importancia en todas las esferas de la sociedadndash influyoacute enormemente en su eacutepoca y en la pos-teridad

Y que por esto mismo estaacute en la base de todos aquellos autores y filoacuteso-fos que cimentaron o sistematizaron la Filosofiacutea Poliacutetica y del Derecho de los nacientes y nuevos Estados Modernos Por poner tan soacutelo algunos ejemplos hacen referencia al Cardenal Fray Luis de Granada Fray Pedro de Ledesma y lo citan G W Leibnitz y P Bayle asiacute como tambieacuten J Maritain y hasta el mismo R Garrigou-Lagrange hace referencia al Cayetano en sus trabajos sobre Mariologiacutea

Con esto queremos indicar que no importa el campo sobre el que haya escri-to el Cardenal Tomaacutes de Vio puesto que hasta en los maacutes diversos ha sido toma-do como punto de referencia por intelectuales provenientes de las maacutes disiacutemiles corrientes de pensamiento

Hemos venido a la conclusioacuten de nuestro Trabajo habiendo demostrado en todo momento la certeza de nuestra Hipoacutetesishellip

Que la nocioacuten tomasiana de justicia no es la reflejada en la glosa del Carde-nal Tomaacutes de Vio el Cayetano

Que en la interpretacioacuten del Cardenal es posible hallar principios propios de un filoacutesofo de la eacutetica ldquoen tercera personardquo

Que sus comentarios antes que una reproduccioacuten fiel y sistemaacutetica de las nociones definiciones y contenidos propuestos por Santo Tomaacutes de Aquino son una interpretacioacuten suya propia que depende de toda una filosofiacutea que nos atrevi-mos a llamar ldquoCayetanardquo ldquoTomismo Cayetanordquo

Y con todo esto dimos por demostrada la hipoacutetesis de trabajo que planteamos

laquoEl Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano se aparta con sus comentarios a S Th II- II qq 57-62 de la nocioacuten de justicia ofrecida por Santo Tomaacutes de Aquinoraquo (vid supra Introduc-cioacuten sect31)

Asiacute como tambieacuten la sub-hipoacutetesis

CONCLUSIONES - UN TOMISMO CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoEl Cardenal interpreta la justicia a partir de principios maacutes cercanos a la doctrina eacutetica moderna que a la forma en que la doctrina medieval comprende las virtudes morales y toda la Eacuteticaraquo (vid supra Introduccioacuten sect32)

Pero no todo nuestro trabajo nos ha llevado a conclusiones de este tipo Tam-bieacuten nos ha generado muchos interrogantes que pedimos licencia quisieacuteramos llamar ldquopreguntas conclusivasrdquo puesto que reflejan nuestra sensacioacuten actual la de no haber agotado el tema

En este sentido nos cuestionamos iquestCuaacutel seraacute la opinioacuten del Cardenal res-pecto de la virtud de la prudencia iquestdel bien comuacuten poliacutetico iquestDe la relacioacuten Iglesia y Estado iquestdel poder poliacutetico y espiritual iquestPodremos rastrear tambieacuten en el Cayetano una interpretacioacuten ldquoformalistardquo de la praacutectica de la Fe

Es decir su glosa a cuestiones de este tipo iquestseraacuten una expresioacuten de aquel conocido proverbio del deber de los suacutebditos en la vida religiosa ldquoel que obede-ce no se equivocardquo

iquestY queacute decir respecto de la formacioacuten de la conciencia de su juicio que mande no obedecer la orden de un superior que tenemos por injusta

En fin estas preguntas que hemos apuntado y muchas que vendraacuten segura-mente luego de que pongamos un punto final se enmarcan en esta otra iquesten queacute consiste total y acabadamente el ldquotomismo cayetanordquo

Aquiacute pues soacutelo sentildealamos una puerta de ingreso La primera en torno a la filosofiacutea moral pero una maacutes en relacioacuten con otros temas que muchos de nues-tros colegas ya vienen trabajando

Rescatamos asiacute el hecho de brindar una acabada Bibliografiacutea sobre el tema que investigamos expuesta al final de nuestro trabajo en la que hacemos referencia no soacutelo a los estudios de mayor actualidad sino tambieacuten a aquellos que tuvieron una importancia significativa en los antildeos que nos preceden La consideramos un aporte puesto que resulta un compendio de todos los tiacutetulos que podriacutea consultar quien quisiera sumergirse en el estudio y profundizacioacuten de la interpretacioacuten obrada por el Cardenal de Gaeta de la nocioacuten tomasiana de justicia

331

Sentildealamos que nos ocupamos tan soacutelo de 6 (seis) cuestiones Considerando que el Tratado de la justicia se compone de muchas maacutes ndash65 (sesenta y cinco)ndash queda abierto pues nuestro compromiso y deseo de continuar profundizando en la sentildealada y otras plausibles diferencias

Digamos para concluir que aventuramos un posible giro en la significacioacuten del apodo de Tomaacutes de Viacuteo Tal vez convenga decir que el Princeps Comenta-torum lo seraacute a partir de ahora no por ser un alter Thomas o un Aquinatis quasi vivens sino por ser el uacutenico que ha comentado iacutentegramente y por siacute solo toda la Summa Theologiae Doctoris Angelici

Con esta liacutenea llegamos entonces al punto final de nuestra Tesis

CONCLUSIONES - UN TOMISMO CAYETANO

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OBRAS CONSULTADASTEXTOS FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA

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SOAJE RAMOS Guido 8 Tesis sobre el Bien Comuacuten Poliacutetico IN FI P Ensayos Buenos Aires sa

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345

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TAVUZZI M laquoSome Renaissance Thomist Divisions of Analogyraquo en An-gelicum 70 (1993) 93-123

THIERY Armand laquoLa vue et les coleurs Quelques observations en reacuteponse aacute M Hallezraquo en Revue neacuteo-scolastique 15 (1897) pp 261-281

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VENDEMIATI Aldo laquoProspettive tomiste per lrsquoetica del XXI secoloraquo in Congresso Tomista internazionale ldquoLrsquoumanesimo cristiano nel III millennio prospettiva di Tomasso drsquoAquino Roma 21-25 settembre 2003 Pontificia Acca-demia di San Tommaso ndash Societagrave Internazionale Tommaso drsquoAquino Instituto Universitario Virtual Santo Tomaacutes Fundacioacuten Balmesiana-Universitat Abat Oli-ba CEU 2003

VENDEMIATI Aldo In prima persona Lineamenti di Etica generale Ur-baniana University Press Cittagrave del Vaticano 20123

VENDEMIATI Aldo La legge narutale nella Summa Theologiae di S Tommaso drsquoAquino Edizione Dehoniane Roma Roma 1995

OBRAS CONSULTADAS - TEXTOS FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA

346

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

VENDEMIATI Aldo La struttura della Summa Theologiae di San Tom-maso drsquoAquino en Salesianum 73 (2011) pp 237-280

VIOLA Francesco laquoLa poliacutetica en la Suma Teoloacutegicaraquo in BALLESTERO-Set al (a cura di) Justicia Solidaridad Paz vol I Valencia 1995 pp 469-479

VOSTEacute J M laquoThomas de Vio O P cardinalis Caietanus Sacrae paginae Magisterraquo in Divus Thomas (1936)

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WIDOW LIRA Joseacute La naturaleza poliacutetica de la moral R I L Editores Santiago de Chile Chile 2004

YVES Simone laquoLa science moderne de la nature et de la philosophieraquo en Revue neacuteo-scolastique 49 (1934) pp 64-77

347

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

IacuteNDICE SINOacutePTICO 5

PREFACIO 7

PALABRAS PREVIAS 9

PROacuteLOGO 11

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS 15

1 DE LA CONCEPCIOacuteN A LA CONCRECIOacuteN DE ESTE TRABAJO 15

2 ESQUEMA DEL TRABAJO 16

3 OBJETIVOS 20

31 Hipoacutetesis de trabajo 22

32 Sub-hipoacutetesis de trabajo 22

4 RECORTE TEMAacuteTICO 22

5 METODOLOGIacuteA 23

51 Anaacutelisis y siacutentesis 23

52 Realismo metoacutedico 26

6 APORTES DE NUESTRA TESIS 29

7 EL PROBLEMA DE LOS COMENTARIOS Y LOS COMENTADORES 30

71 iquestComentador o comentarista 31

72 El comentario filosoacutefico 39

APEacuteNDICE 45

348

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

1 CONSULTA ORIGINADA A TRAVEacuteS DEL FORMULARIO PROPUESTO POR EL SITIO WEB DE LA RAE 45

2 PRIMER CORREO RESPUESTA DE LA CONSULTA 46

3 SEGUNDO CORREO SOLICITUD PARA AUTORIZAR EL INTERCAMBIO 48

4 TERCER CORREO AUTORIZACIOacuteN 49

5 VERSIOacuteN CORREGIDA 49

PRIMERA PARTE

LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

CAPIacuteTULO I ndash SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMISTAS 53

I1 EL MENOSPRECIO DE LA EDAD MEDIA Y LA ESCOLAacuteSTICA 53

I2 SANTO TOMAacuteS DE AQUINO 56

I21 iquestPor queacute Santo Tomaacutes de Aquino 56

I22 La importancia del estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo Tomaacutes 61

I23 Santo Tomaacutes y los modernos en algunos de los estudios comparativos hodiernos 71

I3 TOMAacuteS DE VIO EL CARDENAL CAYETANO 75

I31 iquestPor queacute el Cayetano 75

I32 La importancia del Cayetano 78

I33 La obra literaria del Cayetano 87

CAPIacuteTULO II ndash STATUS QUAESTIONIS 93

II1 ANTECEDENTES DE LA CUESTIOacuteN 93

II11 El resurgimiento de los estudios tomistas 93

349

II12 Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo 98

II2 ESTADO DE LA CUESTIOacuteN 103

II21 Los estudios actuales en torno a la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes 103

II22 Investigaciones sobre el Cayetano sus obras y comentarios 108

II23 La nocioacuten de justicia tomasiana y su referencia al Cayetano 111

SEGUNDA PARTE

DOS VISIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

CAPIacuteTULO III ndash ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO 119

III1 EL TRATADO DE LA VIRTUD DE LA JUSTICIA EN LA SUMA DE TEOLOGIacuteA 120

III11 Planteo del problema 120

III12 Esquemas propuestos de la Suma Teoloacutegica 121

III13 Nuestra postura sobre el lugar particular del tratado de la justicia 130

III14 El lugar del Tratado de la Justicia en la Pars Secunda Summae Theologiae 132

III2 LA VIRTUD DE LA JUSTICIA Y LOS COMENTARIOS DEL CARDENAL EN S TH II-II QQ 57-62 135

III21 Quaestio 57 ndash De Iure 135

III22 Quaestio 58 ndash De Iustitia 145

III23 Quaestio 59 ndash De Iniustitia 164

III24 Quaestio 60 ndash De Iudicio 169

III25 Quaestio 61 ndash De Partibus Iustitiae 179

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

350

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

III26 Quaestio 62 ndash De Restitutione 190

CAPIacuteTULO IV ndash LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO 213

IV1 LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA EN S TH II-II QQ 57-62 213

IV2 LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO A LA S TH II-II QQ 57-62 223

TERCERA PARTE

ANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

CAPIacuteTULO V ndash LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA 241

V1 LA ABSTRACCIOacuteN Y LA ANALOGIacuteA Y SUS TIPOS 241

V2 EL TEMA DE LA ANALOGIacuteA EN TOMAacuteS DE VIO 250

V3 LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN DE ACTO 257

V4 LA ANALOGIacuteA DE LA JUSTICIA 263

V41 La analogiacutea de la justicia en Santo Tomaacutes 265

V42 La univocidad de la justicia en Tomaacutes de Vio 272

CAPIacuteTULO VI ndash DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL 279

VI1 JUSTICIA BIEN COMUacuteN Y MORAL TOMISTA 279

VI2 PERSPECTIVA DE LA MORAL TOMISTA E IMPLICANCIAS DE LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA 285

VI3 PERSPECTIVA DE UNA EacuteTICA MODERNA 297

VI 4 LA PERSPECTIVA EacuteTICA EN LOS COMENTARIOS DEL CARDENAL TOMAacuteS DE VIacuteO 301

351

VI5 LA CAPITIS DEMINUTIO O EL ALCANCE TEOacuteRICO Y PRAacuteCTICO DE UNA DEFINICIOacuteN UNIacuteVOCA 308

CONCLUSIONES 321

OBRAS CONSULTADAS 333

TEXTOS FUENTES 333

BIBLIOGRAFIacuteA 333

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

352

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Se imprimioacute en el mes de junio de 2021en Graacutefica Amalevi SRL

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La interpretacioacuten de la nocioacuten

tomasiana de justicia por parte

del Cardenal Cayetano en

la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62

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La in

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Sum

a Teo

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q 57

-62

Llevado por una perspicacia hermeneacuteutica poco comuacuten el autor descubre en los repliegues del patrimonio de la Escuela (ie del tomismo histoacuterico cultivado ante todo en el seno de la orden dominicana) un problema mayor en la interpretacioacuten y comprensioacuten de la doctrina de la justicia del Aquinate Se trata en efecto nada menos que de uno de los principales ejes del orden praacutectico en siacute mismo considerado la justicia y de una inteligencia de las formas de esa virtud la cayetaniense que habriacutea desconocido la respectiva posicioacuten de Santo Tomaacutes Y que habriacutea dado carta de ciudadaniacutea e irradiado a la tradicioacuten posterior como si fuera tomista una doctrina cuyo Geist es por el contrario ajeno al Aquinate

Sergio Rauacutel CastantildeoDr en Derecho Poliacutetico - Dr en Filosofiacutea

Investigador Principal del CONICETCatedraacutetico de Teoriacutea del Estado

(Fac de Derecho y CC SS - U N del Comahue)Director del Centro de Estudios Poliacuteticos (UNSTA)

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2

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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ISBN 978-987-25387-3-6

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Ninguna parte de esta publicacioacuten incluiacutedo el disentildeo de cubierta puede ser reproducida almacenada o transmitida en manera alguna y por ninguacuten medio ya sea electroacutenico quiacutemico mecaacutenico oacuteptico de grabacioacuten en Internet o de fotocopia sin permiso previo del editor o del autor

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Impreso en Argentina

Laacutezaro Nicolaacutes ArielLa interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte del Cardenal Cayetano en la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62 Nicolaacutes Ariel Laacutezaro- 1a ed- Rosario Paideia Publicaciones 2021352 p 25 x 17 cm

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1 Filosofiacutea 2 Filosofiacutea Medieval I Tiacutetulo CDD 1809

3

A mi papaacute Eduardo ejemplo de sacrificio lucha y perseverancia

A mi mamaacute Marita espejo de humildad y testigo silente de mis esfuerzos

A mi esposa Mariacutea Laura amor miacuteo compantildeera dulce y paciente

A mis familiares y amigos

Sobre todos y sobre todas las cosas a Dios Padre Eterno y Misericordioso y a la Virgen Santiacutesima

AMDG

4

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

5

IacuteNDICE SINOacutePTICO

PREFACIO 7

PALABRAS PREVIAS 9

PROacuteLOGO 11

INTRODUCCIOacuteNITER MENTIS 15

PRIMERA PARTE LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

Capiacutetulo ISanto Tomaacutes el Cardenal Cayetano y los estudios tomistas 53

Capiacutetulo II Status Quaestionis 93

SEGUNDA PARTEDOS VISIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

Capiacutetulo III Anaacutelisis de la justicia en Tomaacutes de Aquino y en los comentarios del Cayetano 119

Capiacutetulo IVLa virtud de la justicia tomasiana y la interpretacioacuten del Cayetano 213

6

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

TERCERA PARTEANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO

DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

Capiacutetulo V La analogiacutea de la nocioacuten de justicia 241

Capiacutetulo VIDistintas definiciones diversa moral 279

CONCLUSIONESUN TOMISMO CAYETANO 321

OBRAS CONSULTADAS 333

IacuteNDICE ANALIacuteTICO 347

7

PREFACIO

Este libro es la primera edicioacuten de mi tesis resultante del Doctorado en Humanidades y Artes mencioacuten Filosofiacutea y escrita bajo la direccioacuten del Dr Sergio Castantildeo y la Dra Silvana Filippi a quienes reconozco y agradezco por su apoyo

Tambieacuten va mi agradecimiento a CONICET pues dicha investigacioacuten no hubiese sido posible sin el auxilio econoacutemico que nos proveen regularmente y sin demoras a todos los becarios Y por supuesto al ISPI 9232 ldquoDon Boscordquo de la ciudad de Rosario (Argentina) donde realiceacute mis estudios de base en Filosofiacutea El Profesorado merece una doble mencioacuten La primera porque alliacute recibiacute la formacioacuten que me permitioacute desempentildearme como docente de Filosofiacutea en diferentes niveles educativos La segunda porque a traveacutes de su colabora-cioacuten y sello editorial Paideia han facilitado y propiciado que se lleve a cabo esta impresioacuten

Defendiacute mi tesis coram el diacutea 3 de junio de 2019 en la Facultad de Huma-nidades y Artes Escuela de Filosofiacutea de la Universidad Nacional de Rosario Luego de varias horas de preguntas y respuestas accediacute finalmente al tiacutetulo y nombramiento de Doctor en Filosofiacutea Fue un diacutea de inmensa alegriacutea pues alliacute estaban presentes familiares y amigos que me acompantildearon durante todos esos antildeos de intenso trabajo y por momentos de incomunicable soledad Los que han pasado por esto saben a queacute me refiero es necesario asiacute parece transitar estos y otros lugares Fue un diacutea pleno deciacutea porque se coronaron mis muchos esfuerzos privaciones dificultades y sacrificios con el tiacutetulo maacuteximo y supremo que otorga la vida acadeacutemica y la carrera universitaria

El manuscrito es esencialmente el mismo que ha sido entregado a mi direc-tor a mi codirectora al consejo acadeacutemico de la UNR (que lo juzgoacute digno de ser enviado a los revisores) y a los tres jurados que dictaminaron favorablemente Y que finalmente lo aprobaron en aquella feliz jornada

Algunas modificaciones sin embargo han sido realizadas he corregido errores de tipeo de ortografiacutea he acomodado algunas citas y tambieacuten algunas mejoras estiliacutesticas Pero no mucho maacutes Por supuesto todo lo hecho es siempre susceptible de ser mejorado Lo que hoy se publica lo que he dado a imprenta

8

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

lo que aquiacute puede leerse es mi thesis mi dissertatio ad lauream Philosophiae doctoralem impetrandam confecta atque edita

Nicolaacutes Laacutezaro PhDDoctor en Filosofiacutea

9

PALABRAS PREVIAS

Es un honor acadeacutemico y una satisfaccioacuten personal introducir brevemente el libro del Doctor Nicolaacutes Laacutezaro Un honor porque como diremos esta obra reviste un intereacutes teoreacutetico poco comuacuten tanto desde la perspectiva sistemaacutetica de los saberes praacutecticos cuanto desde la del decurso y los grandes hitos principales que jalonan la historia de la reflexioacuten sobre el obrar del hombre Una satisfac-cioacuten porque el libro constituye el resultado de brillantes estudios de Doctorado ‒que pude acompantildear‒ y surge de una tesis particularmente valiosa defendida en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario el 3 de junio de 2019

El libro se inscribe dentro de la tradicioacuten del tomismo Alliacute reside un aacutem-bito cientiacutefico que ha sido estudiado profusamente en los uacuteltimos 150 antildeos y en el que a pesar de la riqueza del pensamiento del Aquinate no resulta faacutecil detectar cuestiones de fondo que no hayan sido transitadas Ahora bien en la investigacioacuten concretada en esta obra Laacutezaro no se deja llevar por el afaacuten de hallar problemas cuya nimiedad explique la novedad en su tratamiento Lo guiacutea por el contrario la buacutesqueda del tomismo esencial tomasiano en el plano de la praacutexis Y llevado por una perspicacia hermeneacuteutica poco comuacuten el autor des-cubre en los repliegues del patrimonio de la Escuela (ie del tomismo histoacuterico cultivado ante todo en el seno de la orden dominicana) un problema mayor en la interpretacioacuten y comprensioacuten de la doctrina de la justicia del Aquinate Se trata en efecto nada menos que de uno de los principales ejes del orden praacutectico en siacute mismo considerado la justicia y de una inteligencia de las formas de esa virtud la cayetaniense que habriacutea desconocido la respectiva posicioacuten de Santo Tomaacutes Y que habriacutea dado carta de ciudadaniacutea e irradiado a la tradicioacuten posterior como si fuera tomista una doctrina cuyo Geist es por el contrario ajeno al Aquinate

Corresponde aquiacute poner expliacutecitamente de relieve un hecho que no es tan usual para los formadores de investigadores Pues en esa tarea lo maacutes habitual

10

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

para nosotros es sugerir a los tesistas y becarios un tema autor o problema como digno de ser abordado y consensuar con ellos las concretas alternativas de su tratamiento Pero en este caso no ocurrioacute tal cosa El Dr Laacutezaro une al logro cientiacutefico de haber desarrollado con solvencia y rigor el tema de su investigacioacuten el meacuterito especial de haber advertido el problema radicado en la interpretacioacuten que el Cardenal Cayetano ofrece de la teoriacutea de la justicia de Santo Tomaacutes de Aquino Un problema exegeacutetico y sistemaacutetico de repercusiones teoacutericas claves no soacutelo para la concepcioacuten de la justicia sino asimismo para la visioacuten del entero orden praacutectico

El presente es formalmente un estudio de Moral Fundamental y maacutes es-peciacuteficamente aun de Filosofiacutea del Derecho Se propone como cometido final analizar dos nociones diversas de justicia y deslindar las consecuencias que se siguen para el Derecho y la Poliacutetica a partir de cada una de ellas asiacute como an-ticipar las divergentes liacuteneas de fuerza doctrinales que ‒pivotando en la forma mentis de cada una de esas nociones‒ se delinearaacuten en la ulterior evolucioacuten del pensamiento poliacutetico Soacutelo una consideracioacuten clausurada en los convencionales espacios curriculares de la docencia podriacutea exigir a esta investigacioacuten desarrollos propios de disciplinas ajenas

Estas liacuteneas no se proponiacutean hacer una siacutentesis del libro que se presenta Soacutelo reiteraremos que la obra representa un esfuerzo original por adentrarse en el quicio del orden eacutetico-juriacutedico a partir de una lectura minuciosa y aguda de uno de los autores centrales de la tradicioacuten occidental Tomaacutes de Aquino Y para llevar a cabo una lectura auteacutentica de la nocioacuten tomasiana de la justicia el Doctor Laacutezaro deberaacute liberar a la doctrina del Aquinate y a su universal irradiacioacuten en la modernidad de cuestionables e infieles incrustaciones exegeacuteticas

Sergio Rauacutel CastantildeoDr en Derecho Poliacutetico - Dr en Filosofiacutea

Investigador Principal del CONICETCatedraacutetico de Teoriacutea del Estado

(Fac de Derecho y CC SS - U N del Comahue)Director del Centro de Estudios Poliacuteticos (UNSTA)

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PROacuteLOGO

Es harto conocido el hecho de que el extenso periacuteodo dentro del cual queda incluida la temaacutetica de este libro fue designado como Edad Media en sentido despectivo Durante mucho tiempo se ha pensado que desde el punto de vista filosoacutefico no ha habido ninguacuten aporte valioso producido en aquella eacutepoca Soacutelo se tratariacutea de la recepcioacuten y adopcioacuten parcial de la filosofiacutea pagana a la cual se adosoacute la teologiacutea religiosa en una combinacioacuten no siempre feliz Esta con-cepcioacuten prejuiciosa y por lo demaacutes completamente injustificada ha cambiado mucho en la actualidad

No obstante quizaacutes no se ha observado suficientemente que el calificativo ldquomediordquo puede encerrar una virtud insospechada de ese riquiacutesimo periacuteodo Y es que el hecho de ser ldquomediardquo le otorga a esta Edad una capacidad increiacuteblemente potente para lograr comprender tanto la filosofiacutea pagana que fue repensada bajo otro horizonte conceptual como la geacutenesis de aquellas tesis que paulatinamen-te condujeron a la transformacioacuten que dio lugar a la filosofiacutea moderna Para quien quiera verlo entonces el poder exegeacutetico del pensamiento medieval es francamente medular No existe una auteacutentica comprensioacuten de la historia de la filosofiacutea occidental si se pretende desdentildear la Edad Media

Lo primero que se observa es que la adopcioacuten de ciertas nociones de la filosofiacutea pagana no fue una simple adicioacuten Esas nociones fueron reelaboradas profundamente bajo una concepcioacuten monoteiacutesta creacionista y personalista que modificoacute notoriamente su sentido en todos los planos especialmente en el me-tafiacutesico el gnoseoloacutegico y el eacutetico En ocasiones resulta penoso que algunos es-tudiosos incluso bienintencionados refieran a la recepcioacuten de la filosofiacutea pagana en el pensamiento medieval como si hubiese permanecido inalterada Nada maacutes errado El enriquecimiento que experimentaron las viejas nociones filosoacuteficas fue en muchos casos realmente asombrosa

Del mismo modo sorprende bastante que en algunos manuales o apuntes escolares se ensentildee auacuten que Descartes fue ldquoel padre del pensamiento modernordquo Se dice que una noche habieacutendose sentido abrumado por la duda tratoacute de con-ciliar el suentildeo tras lo cual despertoacute y de pronto descubrioacute que el ego cogito era el fundamento de la filosofiacutea rompiendo asiacute de un solo golpe con el teologismo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

caracteriacutestico del Medioevo Y si bien semejante dislate ya no se esgrime en los aacutembitos acadeacutemicos mejor formados casi no se encuentra un profesor de filo-sofiacutea moderna que tenga a bien recordar el origen de tales ideas durante la Edad Media en buena medida en conexioacuten con problemas no exclusivamente filosoacute-ficos sino tambieacuten teoloacutegicos Porque el fin de la Edad Media y el traacutensito hacia el Renacimiento y la temprana Modernidad han tenido que ver con profundos conflictos teoloacutegicos que en buena medida subsisten hasta el diacutea de hoy y no tanto con una revolucioacuten liberadora respecto de la hegemoniacutea eclesiaacutestica como frecuentemente se ha pretendido hacer ver

En tal sentido y para aproximarme al tema del presente libro resulta claro que despueacutes de la muerte de Tomaacutes de Aquino se dieron algunos acontecimien-tos relevantes ndashde los que la condenacioacuten de 1277 dirigida contra el averroiacutes-mo imperante en aquel momento es tan soacutelo un siacutentomandash que muestran una profunda transformacioacuten De hecho no es casual que Duns Escoto el gran maestro medieval posterior al Aquinate haya encontrado un verdadero desafiacuteo en hallar una base epistemoloacutegica para la metafiacutesica intentando asiacute reparar el hiato entre la ciencia fiacutesica y la teologiacutea que ya pareciacutea imposible El precio que se debioacute pagar no obstante fue la creciente logicizacioacuten del pensar El objeto de la metafiacutesica ya no seraacute para Escoto como lo habiacutea sido para Tomaacutes de Aquino el ente en tanto que tiene el ser recibido en el acto creador por par-ticipacioacuten Desde entonces el objeto de la metafiacutesica seraacute el concepto de ente entendido seguacuten lo explica Escoto como concepto uniacutevoco que en su radi-cal neutralidad y extensioacuten puede abarcar tanto el ente finito esto es creado como el ente infinito que es Dios El ser por tanto deja de resultar compren-dido como aquel acto y principio metafiacutesico que analoacutegicamente vincula a los entes singulares con su Causa Primera y se convierte en un concepto om-nicomprensivo y loacutegicamente uniacutevoco bajo el cual ldquocaerdquo tal como maacutes tarde diraacute brutalmente Francisco Suaacuterez incluso el mismo Dios De ahiacute en maacutes el ser resultaraacute cada vez maacutes entendido en teacuterminos conceptuales y no existen-ciales El pensar iraacute sustituyendo al existir que no puede ser comprendido sino analoacutegicamente y la loacutegica seraacute la base cierta para toda la filosofiacutea moderna cuyo problema principal naturalmente ya no se centraraacute en una metafiacutesica del ente existente sino en una gnoseologiacutea constituida mediante principios a priori completamente independientes de la realidad circundante y ligada exclusiva-mente a la estructura cognitiva del sujeto cognoscente

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Es sobre el trasfondo de este periacuteodo de crisis y transformacioacuten acontecido hacia finales de la Edad Media que puede comprenderse plenamente el sentido de esta tesis Tomaacutes de Viacuteo el Cardenal Cayetano que vivioacute entre la segunda mitad del siglo XV y la primera del XVI es decir en la temprana modernidad comenta la obra de Tomaacutes de Aquino y durante siglos fue considerado un alter Thomas un Aquinatis quasi vivens Sus comentarios fueron aceptados sin discu-sioacuten como una verdadera prolongacioacuten del pensamiento del Aquinate y sobre su base se constituyoacute la escuela aristoteacutelico-tomista de vasta tradicioacuten e influencia No obstante en la actualidad son muchos los estudios serios en los que se revela que el Cardenal Cayetano pese a su indudable intencioacuten de honrar el pensamien-to de su maestro medieval metamorfoseoacute sus principios Esto ha sido observado claramente en el plano de la metafiacutesica y de la gnoseologiacutea donde el ente exis-tente resulta crecientemente sustituido por el objeto y el ser por el pensar Y es que el tiempo transcurrido entre el momento en que Tomaacutes de Aquino elaboroacute sus tesis capitales y aquel en que Cayetano comenta su obra habiacutea acarreado con-secuencias demasiado pronunciadas aun si para los hombres de aquel tiempo no resultara del todo evidente

En tal sentido el escrito de Nicolaacutes Laacutezaro que hoy nos toca presentar en-cierra un doble meacuterito en primer lugar ha tenido la sagacidad de apuntar a un momento especialmente crucial en la historia del pensar occidental tal como creemos haber sentildealado Pero en segundo teacutermino aborda una temaacutetica que incluso entre los estudios que estaacuten trayendo a luz la profunda diferencia entre la escuela tomista y el pensamiento original de Tomaacutes en aspectos fundamentales todaviacutea no ha sido suficientemente trabajada o al menos por ahora no lo ha sido con ideacutentica intensidad que aquella con la que han sido abordadas otras cuestio-nes relativas a la metafiacutesica y la gnoseologiacutea Y es que el tema de la justicia no es menor Atraviesa el aacutembito de la eacutetica pero tambieacuten el del derecho y la poliacutetica Atantildee a lo maacutes esencial de la vida personal y social

Queda pues en manos de los lectores acometer la lectura de este libro y valorar los avances que aporta a la comprensioacuten no soacutelo historiograacutefica de dos figuras sumamente conocidas de la historia de la filosofiacutea tales como Tomaacutes de Aquino y su comentador el Cardenal Cayetano sino en particular al esclarecimiento de las transformaciones de fondo que han conducido desde una interpretacioacuten de la justicia incardinada en una concepcioacuten metafiacutesica en la que el existente es su centro a otra idea de la justicia que se impondraacute en la modernidad donde campea la formalizacioacuten sobre la consideracioacuten de lo real

PROacuteLOGO

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y la sustitucioacuten del bien por el deber y de la virtud por la obligatoriedad In-sistir sobre la importancia de esta cuestioacuten seriacutea por evidente completamente innecesario

Silvana FilippiRosario 9 de mayo de 2021

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INTRODUCCIOacuteNITER MENTIS

1 DE LA CONCEPCIOacuteN A LA CONCRECIOacuteN DE ESTE TRABAJO

Debido a nuestro intereacutes por los estudios de Filosofiacutea Moral y Poliacutetica es que optamos por estudiar el tema de la justicia a la luz de las ensentildeanzas de Santo Tomaacutes de Aquino

Esto casi inexorablemente nos llevoacute tambieacuten a leer a sus glosadores Ob-viamente el recorte epistemoloacutegico que supone un trabajo de Tesis Doctoral nos condujo a centrarnos en sus comentadores maacutes relevantes Y es asiacute entonces como dimos con el Cardenal Tomaacutes de Vio el Priacutencipe de los Comentadores de sobrenombre Cayetano uno de los maacutes reconocidos

Inmersos ya en la lectura de los comentarios de este sobre la cuestioacuten de la justicia advertimos ciertas diferencias entre lo sostenido por el de Aquino y el de Gaeta Y tras indagar acerca de la existencia de trabajos que nos ayudasen a corroborar nuestra primera impresioacuten sobre este distanciamiento nos encon-tramos con que tales no la resaltaban suficientemente Soacutelo nos topaacutebamos con estudios sobre cuestiones de iacutendole metafiacutesica y gnoseoloacutegica que mostraban el alejamiento de Cayetano respecto de Santo Tomaacutes Esta carencia de estudios ri-gurosos que nos ayudasen a verificar nuestra impresioacuten liminar sobre la distancia entre los dos autores no pudo dejar de significar una novedad

Varias razones pudieron motivar tal ausencia de trabajos sobre estas mate-rias (filosofiacutea moral y poliacutetica) Una de ellas podriacutea haber sido la falta de meacuterito para realizar dicho estudio por no encontrarse distinciones marcadas

Pero no sucedioacute de este modo Una lectura maacutes detenida nos llevoacute en primer lugar a advertir que el Cayetano realizoacute comentarios a dichas cuestiones para elucidar pasajes que consideraba dudosos y en segundo a ver con maacutes claridad las fisuras y hasta fracturas entre el pensamiento del Aquinate y su comentador

Asiacute fue adquiriendo contornos maacutes niacutetidos nuestra hipoacutetesis de trabajo en concreto que el Cardenal se aparta de Tomaacutes de Aquino en lo relativo a la cues-

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tioacuten de la justicia Sobre la cual vislumbramos una sub-hipoacutetesis que tal dife-renciacioacuten radica en la forma mentis del Cayetano maacutes cercana ndashen algunos principiosndash a una concepcioacuten moderna de la Eacutetica

Llegados a este punto nos preguntamos iquestPor queacute el Cayetano se aparta de Santo Tomaacutes Fue asiacute como consideramos la posibilidad de que tal escisioacuten en-contrase su fundamento en por ejemplo dos modos diversamente radicales de concebir queacute cosa es una virtud y no soacutelo la virtud de la justicia

El desafiacuteo de esta Tesis junto con su novedad estaacute no tan soacutelo en sentildealar las diferencias entre las nociones de justicia de uno y otro autor sino tambieacuten en el intento de reconstruir y exponer algunos de los principios que llevaron al de Gaeta por senderos diversos del de Aquino Y al enunciarlos no aisladamente sino tambieacuten proponiendo una definicioacuten de ldquojusticia cayetanardquo nos encontra-mos con la oportunidad de mostrar los alcances que estas conclusiones tienen en la esfera de las reflexiones eacuteticas poliacuteticas y del derecho

A rengloacuten seguido nos ocuparemos de una serie de temas que sirven ade-maacutes para comprender mejor el capiacutetulo que sucede a esta Introduccioacuten

2 ESQUEMA DEL TRABAJO

Nos dedicamos ahora a la exposicioacuten de las secciones y partes que confor-man nuestro trabajo Por un lado para respetar los estaacutendares maacutes difundidos y comunes de escritos acadeacutemicos donde siempre se muestran y detallan cada una de las partes que lo integran Y por otro para traer orden y claridad a nuestra exposicioacuten

En esta Introduccioacuten sorteadas las precedentes cuestiones se ponen la hi-poacutetesis de trabajo y la metodologiacutea con la que pretendemos demostrarla los objetivos que perseguimos con nuestra investigacioacuten y los aportes que resultan de la misma

Nuestro trabajo se articula en tres partes de dos capiacutetulos cada una la pre-sente introduccioacuten y un capiacutetulo final destinado a las conclusiones Obviamente incluimos la bibliografiacutea que hemos consultado y dos iacutendices el sinoacuteptico (al principio) y el analiacutetico o de contenidos (al final) Poner ambos responde a nuestro intereacutes de mostrar al lector el recorrido que realizaremos conjuntamente

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al leer este trabajo mostraacutendole la puerta de ingreso y la concatenacioacuten de argu-mentos que erticulan en el escrito Al final por supuesto encontraraacute el detalle de cada uno de los pasos que hemos dado

En la primera parte responderemos por queacute hemos elegido a Santo Tomaacutes y al Cardenal Tomaacutes de Vio Tambieacuten daremos explicaciones de los porqueacutes que estuvieron en la geacutenesis de esta investigacioacuten Dichas causas forman parte fun-damental del recorte epistemoloacutegico que debimos operar

Al responder el interrogante planteado en torno a la figura del Angeacutelico buscamos por un lado poner de manifiesto coacutemo todaviacutea hoy tal eleccioacuten debe ser justificada ante algunos sectores de la Comunidad Cientiacutefica A tal efecto ex-pondremos la importancia que representaron los estudios del Aquinate respecto de la Edad Antigua y de la Moderna

Para reflejar lo que acabamos de afirmar hemos recurrido siempre y en todo momento a los autores de mayor relevancia ya porque sus argumentos repre-sentan mejor y maacutes acabadamente lo que nosotros querriacuteamos decir ya porque con su contundente y pormenorizada documentacioacuten bibliograacutefica no dejan lu-gar a dudas de la actualidad de nuestra opcioacuten

La segunda pregunta que responderemos es la relativa a nuestra eleccioacuten de Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano como autor a confrontar con Santo Tomaacutes Bajo el interrogante iquestPor queacute el Cayetano explicaremos no soacutelo su importan-cia en tanto que Comentador reconocidiacutesimo a los textos del Aquinate tambieacuten dejaremos planteada la clara necesidad de recurrir a sus escritos para descubrir toda una interpretacioacuten que le resulta propia

Junto a lo uacuteltimo y debido a su notoriedad podremos aventurar que muchos de los filoacutesofos neoescolaacutesticos o modernos que se alejan de Santo Tomaacutes (en alguacuten sentido) lo hacen manteniendo cierta fidelidad a los comentarios del Caye-tano Es el capiacutetulo primero

A lo largo del segundo capiacutetulo expondremos el estado actual de la cuestioacuten y algunos de sus antecedentes

La segunda parte estaacute centrada en las dos visiones en torno a las formas de la justicia que nos ofrecen ambos autores El capiacutetulo tercero luego de contextua-lizar el tratado de la virtud de la justicia lo hemos consagrado al anaacutelisis y a la confrontacioacuten del texto tomista y la glosa cayetana El cuarto capiacutetulo es el de la siacutentesis alliacute reconstruimos la interpretacioacuten que realiza el Cardenal de la nocioacuten expuesta por Santo Tomaacutes

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Reconducimos estas conclusiones a la tercera parte para ponerlas en sinto-niacutea con los principios que dominaron las respectivas eacutepocas en que vivieron cada uno de los dominicos Consideracioacuten realizada sobre el ldquopunto de vista moralrdquo seguacuten el cual es dable analizar los diversos sistemas eacutetico-filosoacuteficos en los estu-dios de la maacutes reciente actualidad

Con ello nos referiremos a una moral ldquoen primera personardquo al hablar de todas aquellas teoriacuteas eacuteticas denominadas claacutesicas y de las que Santo Tomaacutes de Aquino se ofrece como uno de sus principales exponentes Contrariamente diremos que hay una eacutetica ldquoen tercera personardquo presente en muchos de los pen-sadores modernos

Todo esto estaacute articulado en la tercera parte intitulada Analogado y alcance teoacuterico-praacutectico de la definicioacuten de justicia centrada en los distintos sistemas morales que diversas formas de entender concebir y predicar la virtud de la jus-ticia implican

Esto una vez introducido nos permitiraacute ver cada vez con mayor claridad que aquellas diferencias que mencionaacutebamos entre el de Aquino y el de Gaeta estaacuten finalmente fundadas en dos formas opuestas de abordar el argumento eacutetico Y que tal se decide en una previa hipoteca teoacuterica de iacutendole loacutegico-ontoloacutegico que le juega al Cardenal una inevitable mala pasada al momento de veacuterselas con la filosofiacutea praacutectica

En la seccioacuten que dedicamos a la enunciacioacuten de nuestros Objetivos hemos planteado en modo concreto nuestra hipoacutetesis Para esto mismo hemos buscado responder la pregunta iquestQueacute queremos demostrar con nuestra Investigacioacuten y tambieacuten iquestCuaacuteles son los alcances de esta en caso de probarla

Luego de todo eso hemos podido llegar a demostrar cada una de nuestras proposiciones que resumieacutendola en una maacutes general diriacuteamos es la siguiente

ldquoEncontramos en los comentarios del Cardenal Cayetano To-maacutes de Vio una interpretacioacuten propia de la doctrina tomista antes que una reproduccioacuten fiel (y por queacute no acriacutetica) de su maestro inte-lectual Santo Tomaacutes de Aquinordquo

Las preguntas que pusimos supra y las proposiciones con las que dimos respuesta nos sirvieron para elaborar por un lado los Aportes de Nuestra Tesis y nuestras Conclusiones finales sobre las que volveremos maacutes adelante

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En Metodologiacutea exponemos el modo en el que condujimos nuestra investi-gacioacuten Primeramente mediante la comparacioacuten textual y literal asiacute como se-maacutentica y en algunos casos hasta morfoloacutegica y linguumliacutestica de los dos autores en cuestioacuten Y ademaacutes exponemos los principios que nos guiaron los pertene-cientes al realismo metoacutedico de tradicioacuten aristoteacutelico-tomista

Los Aportes de Nuestra Tesis reflejan de modo sucinto las novedades que se encontraraacuten en este escrito

Manifestaacutebamos que el nuestro se presentoacute por momentos como un trabajo de tipo linguumliacutestico ya que el latiacuten que utilizoacute Santo Tomaacutes de Aquino no es deci-didamente el mismo con el que fue comentado por el Cardenal de Gaeta

Y nos hemos visto por ejemplo maacutes de una vez en la situacioacuten de determi-nar si pese a la distancia morfoloacutegica o semaacutentica de uno con respecto al otro no estaraacuten acaso ambos diciendo y expresando las mismas ideas

Resumidamente el comparar por primera vez y en este modo tales escritos no puede dejar de ser un aporte novedoso para quien quiera continuar por este camino investigativo

Otro de los aportes consideramos que no menor es el de haber logrado confeccionar una pormenorizada Bibliografiacutea sobre el tema que nos ocupa De hecho no resultoacute faacutecil para nosotros dar con resentildea alguna lista o iacutendice de los estudios que se abocasen al estudio de los comentarios del Cardenal Cayetano

Finalmente nuestra Tesis tiene la valiacutea de ser el primer escrito que recons-truye ndashpor primera vezndash la interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia ofre-cida por el Priacutencipe del Comentadores

Hemos realizado ademaacutes algunas puntualizaciones de tipo terminoloacutegicas en la misma como por ejemplo al decir que es mejor entender la nocioacuten del Ca-yetano en tal o cual modo ya que es eacutel mismo quien en sus escritos se expresa de esta u otra manera Pero entendemos que esto reguarda tambieacuten a la reconstruc-cioacuten de la interpretacioacuten que el Cardenal Tomaacutes de Vio realizoacute en Santo Tomaacutes de Aquino que brindaremos acabadamente en la seccioacuten especiacuteficamente a eso dedicada en este trabajo acadeacutemico

Hemos referido alliacute todos los estudios actuales que encontramos tanto en lo tocante al tema de la justicia en Santo Tomaacutes cuanto a las investigaciones rea-lizadas sobre el Cardenal Tomaacutes de Vio sus obras y sus comentarios asiacute como tuvimos en consideracioacuten las publicaciones que mejor comprenden la diferencia

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ya mencionada en torno al discurso eacutetico-filosoacutefico Para concluir tambieacuten que son pocas aquellas dedicadas a la profundizacioacuten de los comentarios realizados por el Cayetano a la nocioacuten de justicia en Santo Tomaacutes particulariacutesimamente en los textos por nosotros elegidos

Tras esta breve exposicioacuten prosigamos con nuestro trabajo

3 OBJETIVOS

Nuestros objetivos emergieron entonces tras considerar los argumentos que hasta aquiacute hemos expuesto

Luego de ver la ausencia de estudios que pongan su atencioacuten sobre los temas que son de nuestro intereacutes junto con las grandes diferencias que encontramos evidenciadas entre el Aquinatense y el Gaetano en los campos que hemos enu-merado llegamos en consecuencia a la formulacioacuten clara y precisa de queacute es lo queremos con nuestra investigacioacuten queacute queremos probar Resultado que se traduce en la redaccioacuten de esta misma Tesis

El coacutemo lo haremos tambieacuten formoacute parte de estos momentos iniciales Pero su respuesta la hemos reservado para el siguiente apartado que pondremos aquiacute debajo ndashMetodologiacuteandash una vez que hayamos sorteado lo tocante al punto que nos ocupa

Asiacute entonces nuestra Tesis pretende estudiar los comentarios que el Car-denal Tomaacutes de Vio realizoacute a algunas cuestiones del Tratado sobre la justicia contenido en la segunda seccioacuten de la segunda parte de la Suma de Teologiacutea compuesta por Santo Tomaacutes de Aquino y que llegan a hasta nuestros diacuteas en la llamada Edicioacuten Leonina

Este estudio buscaraacute cotejar y sentildealar la concordancia o diferencia que pue-dan llegar a existir entre uno y otro de los autores mencionados Y asiacute propo-ner nuevamente el sentido de los textos tomistas para concluir que esta misma lectura sin el filtro de la ldquointerpretacioacuten cayetanardquo previene definitivamente de incurrir en aquellas conclusiones que otros siguiendo a Santo Tomaacutes con el espiacuteritu del Cayetano realizaron Asiacute como tambieacuten la de brindar una clara ex-posicioacuten sobre la interpretacioacuten del Cardenal de la nocioacuten tomasiana de justicia

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Nuestro aporte se traduce en la reconstruccioacuten de la nocioacuten cayetana de jus-ticia puesta al final del estudio y al cual hemos llegado tras la comparacioacuten de los textos y autores seleccionados Sobre todo y principalmente al sentildealar entre las muchas diferencias la razoacuten por la cual el Cayetano obra la ldquotriparticioacutenrdquo (o tambieacuten ldquotriespecificacioacutenrdquo) de la justicia hasta ahora ignota

Ademaacutes luego de estudiar el tema de la justicia general (y las diferencias entre los dos autores) nuestra investigacioacuten y su resultado ayudaraacuten a clarificar los actuales debates en torno a los diversos modos en que los filoacutesofos poliacuteticos y del derecho posteriores al Cardenal han comprendido y desarrollado la divi-sioacuten de la virtud de la justicia en sus partes subjetivas Asiacute como tambieacuten seraacute de utilidad para encontrar semejanzas entre Cayetano y ciertos autores actuales o modernos y contemporaacuteneos o neotomistas y postconciliares En esto se ve sin dudas la actualidad de nuestro tema

Las conclusiones profundizaraacuten aquella reflexioacuten filosoacutefico-teoloacutegica que tiende a ldquofundar y clarificar la praxis cristiana en el aacutembito de la construccioacuten de la ciudad terrenardquo como sostiene R Cambareri

1

Resumidamente el centro de nuestra Tesis estaraacute en comparar dos conceptos de justicia y encontrar en uno con referencia al otro diferencias

Por lo dicho hasta aquiacute el tiacutetulo de nuestro proyecto de investigacioacuten fue ldquoLa justicia general en Santo Tomaacutes y su interpretacioacuten en el Cayetanordquo y el tiacutetulo de nuestro trabajo de Tesis es ldquoLa interpretacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia por parte del Cardenal Cayetano en la S Th II-II qq 57-62rdquo

A rengloacuten seguido ponemos claramente nuestra hipoacutetesis y sub-hipoacutetesis (o hipoacutetesis secundaria y coadyuvante) de trabajo que resultaraacuten demostradas en la segunda y tercera parte de este escrito seguacuten dijimos

31 Hipoacutetesis de trabajo

El Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano se aparta con sus comentarios a S Th II-II qq 57-62 de la nocioacuten de justicia ofrecida por Santo Tomaacutes de Aquino

1 Cfr R CAMBARERI Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo PDUL- Edizioni Studio Domenicano Bologna 1995 p 82

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32 Sub-hipoacutetesis de trabajo

El Cardenal interpreta la justicia a partir de principios maacutes cercanos a la doctrina eacutetica moderna que a la forma en que la doctrina medieval comprende las virtudes morales y toda la Eacutetica

4 RECORTE TEMAacuteTICO

Aclaramos antes de proseguir los motivos que nos han llevado a realizar un determinado recorte de los temas las cuestiones los artiacuteculos de la S Th con la glosa cayetana que trataremos Este trabajo lo amerita si consideramos que el Tratado de la Justicia se inicia en la cuestioacuten 57 y concluye en la 122 de la secunda secundae Summae Theologiae

Asiacute pues nosotros hemos decidido analizar soacutelo estas cuestiones ndashjunto con sus artiacuteculos y los comentarios del Cardenal (S Th II-II qq 57-62)ndash puesto que en ellas Santo Tomaacutes trata la virtud de la justicia en siacute misma (S Th II qq 57-60) y las partes subjetivas de la justicia tambieacuten en siacute misma considerada (S Th II-II qq 61-62)

Mientras que en el resto de las cuestiones (S Th II-II qq 64-122) el Aqui-nate estudia temas que no interesan directamente a nuestra investigacioacuten el acto la forma la estructura y la definicioacuten de la justicia

Asiacute se veraacute que a partir de la cuestioacuten 64 y hasta la 122 el Angeacutelico se ocuparaacute de los vicios que se oponen a esta virtud (qq 64-78) sus partes inte-grales o potenciales (las virtudes adjuntas qq 79-120) el don que le corres-ponde (q 121) y los preceptos de la justicia (q 122) Todas estas cuestiones exceden naturalmente los liacutemites que nos hemos puesto para nuestro trabajo investigativo

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5 METODOLOGIacuteA

laquoPara un filoacutesofo realista el pensamiento no tiene maacutes conte-nido que aquel que sus facultades le permiten abstraer de las cosas y que el pensamiento elabora gracias a sus principios Nada anor-mal hay para dicho filoacutesofo en proceder de esta suerte sobre todo teniendo en cuenta que viviendo en la Edad Media es cristiano y que siendo el mundo cristiano creacioacuten de Dios no del hombre la filosofiacutea cristiana enfoca espontaacuteneamente los problemas desde el punto de vista del objetoraquo2

Habiendo respondido en el precedente apartado las preguntas planteadas en torno al queacute por queacute y para queacute emprendimos este estudio tratamos ahora la referida al coacutemo lo haremos

Asiacute entonces para llevar adelante nuestra investigacioacuten cotejaremos los textos de S Th II-II qq 57-62 del Angeacutelico y los comentarios realizados por el Cardenal Tomaacutes de Vio con el fin de mostrar la distancia entre lo que Santo Tomaacutes dijo y el Cayetano interpretoacute nuestra hipoacutetesis

51 Anaacutelisis y siacutentesis

El cotejo entre el texto tomista y la glosa cayetana constaraacute de dos momen-tos el del anaacutelisis y el de la siacutentesis Precisemos un poco maacutes en queacute consistiraacuten tales puesto que hoy diacutea existe tambieacuten mucha confusioacuten con respecto a lo que se entiende cuando se utilizan estas nociones Por nuestra parte las tomamos en el sentido propuesto por Leopoldo Eulogio Palacios gran autoridad en el campo de la Epistemologiacutea proveniente del aacutembito de la filosofiacutea tomista

En el capiacutetulo deacutecimo de su libro Filosofiacutea del Saber3 al definir los ldquoCa-

racteres generales del anaacutelisis y la siacutentesisrdquo nos propone una interesantiacutesima metaacutefora de queacute cosa es el anaacutelisis y queacute cosa es la siacutentesis

4

2 Eacute GILSON El realismo metoacutedico Ediciones Encuentro Madrid 1997 p 1373 L E PALACIOS Filosofiacutea del Saber Editorial Gredos Madrid 19624 Cfr Ibidem sobre todo el deacutecimo capiacutetulo dedicado especialmente a la profundizacioacuten sobre El anaacutelisis y la siacutentesis

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Para comenzar a precisar tales nociones deciacuteamos nos brinda la imagen del ldquoascensordquo y del ldquodescensordquo Veamos a tal efecto queacute opinioacuten le merece la prime-ra de las imaacutegenes ndashel ascensondash aplicada al anaacutelisis

laquoParte el anaacutelisis de cosas que son obvias y familiares pero oscuras y confusas y nos lleva por sendero trabajoso hasta las co-sas recoacutenditas alejadas de los sentidos en las que late la claridad y distincioacutenraquo5

Este pasaje ilustra perfectamente lo sucedido entre nuestras intuiciones y los textos del Cardenal de Gaeta Nada hay ldquoneutralrdquo o desprovisto de valoraciones personales en el mundo de la literatura menos auacuten en la filosofiacutea y o teologiacutea Nuestros primeros pensamientos estuvieron iacutentimamente relacionados a la con-viccioacuten de que si algo se comenta ndashy maacutes en el caso del Cayetanondash es porque reina cierta necesidad ndashpor parte del mismo comentador o por parte de otrosndash de que ciertos pasajes de la monumental obra de Santo Tomaacutes sean aclarados

Ciertamente que las grandes e innumerables dudas con respecto al modo en que se podriacutean entender los textos del Doctor Comuacuten continuacutean siendo el centro de reflexioacuten entre tomistas y generando interesantiacutesimos debates actuales que se traducen en la organizacioacuten de congresos y seminarios internacionales

Esta imagen del anaacutelisis en cuanto ldquoascensordquo la aplicamos nosotros al Ca-yetano puesto que hemos partido de ldquocosas obvias y familiaresrdquo para buscar en ellas ldquoclaridad y distincioacutenrdquo

iquestCuaacuteles son pues estas ldquocosas obvias y familiaresrdquo a las que hacemos re-ferencia Aquellas mismas que la comunidad cientiacutefica debate hoy diacutea que el Cayetano ha sido ldquoel mejor inteacuterprete el Priacutencipe de los Comentadores de Santo Tomaacutes de Aquinordquo Las investigaciones actuales estaacuten tratando precisamente el tema pero en diversos campos Todos estos estudios y autores sobre los que vol-veremos en nuestro capiacutetulo primero giran en derredor de la siguiente hipoacutetesis de trabajo la interpretacioacuten del Cardenal Tomaacutes de Vio el Cayetano no condice no es coherente con la doctrina tomasiana

5 Ibidem p 115

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Y ya inmersos en el campo de la siacutentesis es esta misma premisa inicial lo que se prueba O mejor decir se logra demostrar que justamente con sus afirma-ciones deslizadas bajo el inocente nombre de ldquocomentariosrdquo terminan no siendo precisamente una ldquonota a pie de paacuteginardquo sino una interpretacioacuten propia La suya es una completa y personaliacutesima postura o forma de leer entender y explicar la doctrina del Angeacutelico Por eso volvemos sobre las palabras de Palacios que de alguacuten modo cierran y explican todaviacutea mejor esto que decimos

laquoEl anaacutelisis es el ascenso desde las cosas obvias a las recoacutendi-tas la siacutentesis es el descenso desde las cosas recoacutenditas a las cosas obvias No habriacutea anaacutelisis si no supieacuteramos por adivinanza que lo mejor de las cosas estaacute oculto a los ojos y a las manos y debe ser des-cubierto por un tenaz esfuerzo de la mente [] Ni habriacutea siacutentesis si no lograacuteramos iluminar desde la orilla recoacutendita donde nos condujo el anaacutelisis el mundo de las apariencias rehacieacutendolo y explicaacutendolo desde la realidad profunda de sus elementosraquo6

Esta siacutentesis iluminadora y explicativa vendraacute en consecuencia en todos los momentos posteriores a nuestro anaacutelisis Alliacute mismo brindaremos las definicio-nes que hubieacuteremos podido rehacer mostrando que bajo la apariencia de fide-lidad del Cayetano para con Santo Tomaacutes hoy fuertemente discutida (vid pp 56-58) y cada vez menos aceptada se esconde la irreconciliable postura eacutetica y filosoacutefica del Cardenal Tomaacutes de Vio

Hemos dejado en claro entonces de queacute modo llevaremos esta comparacioacuten o cotejo entre los textos del de Aquino y los comentarios del de Gaeta Estos dos momentos seraacuten claves en todo nuestro trabajo

A tal efecto nos valdremos de los textos publicados por la Edicioacuten Leonina bajo el tiacutetulo ldquoSancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici Opera Omnia Iussu impensamque Leonis XIII P M edita tomus nonus Secunda Secundae Summae Theologiae a quaestione LVII ad quaestionem CXXII ad codices manuscriptos vaticanos exacta Cum commentariis Thomae de Vio Caietani Ordinis Praedica-torum S E R Cardenalis Cura et Studio Fratrum Eiusdem Ordinis Romae ex typographia polyglotta s c de Propaganda Fide MDCCXCVIIrdquo

6 Ibidem pp 116-117

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A esta misma fuente siempre hemos recurrido ya para nuestras referencias ya para nuestras citas textuales

52 Realismo metoacutedico

Un paso obligado en toda investigacioacuten doctoral es la referida al marco teoacute-rico y conceptual en el que se inscribe y en virtud del cual debe ser leiacutedo Asiacute pues enmarcamos nuestro anaacutelisis y siacutentesis dentro de los principios de la filo-sofiacutea realista aristoteacutelico-tomista

Uno de los principios de este modo de hacer filosofiacutea radica en que el co-nocimiento se inicia en las cosas que experimentamos a traveacutes de los sentidos principio seguacuten el cual laquoel objeto del entendimiento no es la cosa material en su individualidad concreta sino la quididad inmaterial que en cuanto tal puede constituir una unidad real con el intelectoraquo

7 Pero no debe confundirse esto con

una identificacioacuten entre lo pensado y el objeto del conocimiento en cuanto per-cibido Seriacutea esta la postura de un realismo ingenuo

El realismo en el que inscribimos nuestra investigacioacuten es el metoacutedico en donde lo real se tiene como laquodistinto del pensamiento el esse se pone aquiacute como distinto del percepi debido a una idea determinada de lo que es la filosofiacutea y como una condicioacuten de su posibilidad mismaraquo

8 Y por ello es un realismo me-

diato que se funda en otro principio el de causalidad hay un mundo sensible extramental que podemos conocer y al que accedemos a traveacutes de los datos que nos proporciona la sensibilidad

9

Asiacute para nosotros el principio de causalidad aporta un hecho que debe ser asumido e interpretado Aceptado este principio se sortea ndashcon mayor o menor dificultadndash el problema de la certeza del conocimiento pues le hemos dado creacute-dito a los sentidos ellos son el puente entre lo que hay en el mundo exterior y el intelecto Son el puente pero no son el fundamento de las cosas por el contrario en el meacutetodo tomista

7 Eacute GILSON El realismo metoacutedico p 518 Ibidem p 57 9 Cfr esto y lo que sigue ibidem pp 69-87

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laquoEl mundo no existe maacutes que por un decreto libre de Dios por consiguiente es imposible deducirlo del concepto de Dios Hasta tal punto esto es imposible que la verdad se encuentra precisamente en lo contrario No soacutelo no se puede deducir el mundo de Dios sino que incluso precisamente porque nosotros mismos formamos parte del mundo nuestro conocimiento tropieza con el mismo obstaacuteculo metafiacutesico que nuestro ser El entendimiento humano no puede tener a Dios como objeto natural y propio habiendo sido creado soacutelo estaacute directamente proporcionado al ser creado hasta tal punto que en lugar de poder deducir de Dios la existencia de las cosas se ve por el contrario necesariamente obligado a apoyarse en las cosas para subir hasta Diosraquo10

Se pasa de aquiacute a la consideracioacuten del meacutetodo en que tal cosa percibida seraacute estudiada ab esse ad posse valet consequentia De donde se sigue pues que si hay posibilidad de conocer el objeto que se presenta a la inteligencia analizarlo descomponerlo y reconstruirlo es porque una vez aprehendido muestra una ldquoestructurardquo propia El meacutetodo es el modo en que el intelecto se adecua a la cosa en virtud de la cosa y la forma en que ha sido objetivamente captada y el sujeto encuentra el conocimiento de siacute mismo y el del objeto en el anaacutelisis del uacuteltimo En consecuencia otro de los principios aceptados por el realismo metoacutedico es el de la aceptacioacuten de la existencia del mundo exterior en cuanto ldquoevidenciardquo

El hecho de que el realismo necesite de muchos principios para explicar su filosofiacutea radica en la exigencia misma del meacutetodo el cual consiste en ir de las cosas a los conceptos y en conocer una realidad que nos resulta desconocida laquoporque es una cosa distinta de la suma de conceptos que nosotros sacamos de ellaraquo

11 Maacutes adelante aclara Gilson el sentido del meacutetodo realista laquotodo lo real

dado implica el pensamiento que lo aprehende por consiguiente es el ser la condicioacuten del conocer y no el conocer la condicioacuten del serraquo

12 en otras palabras

laquoes lo real lo que dicta el meacutetodo y no el meacutetodo lo que define lo realraquo13

Veamos algunos otros principios de la filosofiacutea realista a la que adscribimos

De esta realidad educimos el principio de finalidad que consiste en recono-cer que todo lo que se realiza se hace en vistas a un fin Por esto se caracteriza

10 Ibidem p 10311 Ibidem p 12312 Ibidem p 15913 Ibidem p 161

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

al realismo como una filosofiacutea teleoloacutegica todo ente tiende naturalmente a un fin que lo ordena y perfecciona es decir un bien que lo completa En el caso de los entes racionales dicho obrar seraacute ldquoconociendo la cosa misma en cuanto finrdquo y con relacioacuten a la cual se ordenan los medios del obrar

14 El valor de dicho

principio radica en que laquo1ordm a posteriori el examen de la naturaleza nos permite admitir con certeza la finalidad 2ordm a priori el principio de finalidad se impone como evidencia inmediataraquo

15 De tal principio dependen otros que G Lagrange

asiacute detalla

laquo1ordm el principio de induccioacuten 2ordm el de interdependencia desde los puntos de vista distintos del agente y del fin y por con-secuencia de la materia y la forma 3ordm el de la subordinacioacuten de los agentes y de los fines 4ordm el de las relaciones de la coordina-cioacuten con la subordinacioacuten 5ordm el de la dependencia del orden de los medios y del fin con respecto a una inteligencia ordenadora 6ordm por fin el principio de la ley natural hay que obrar el bien y evitar el malraquo16

Nos contentamos aquiacute soacutelo con resentildearlos y recomendamos su lectura a quien desee profundizar en dicho marco conceptual para entender mejor nuestro marco teoacuterico

17

Resumidamente nuestro meacutetodo consistiraacute en pensar las cosas que son se-guacuten los principios que hemos indicado y otros que maacutes adelante desarrollare-mos Y reflexionar sobre el modo en que determinados conceptos se ajustan o no al orden de la realidad18

14 Cfr G LAGRANGE El realismo del principio de finalidad Ediciones Descleacutee Bs As 1949 p 8515 Ibidem p 8716 Cfr Ibidem p 9917 Ibidem vid especialmente sectIV laquoPrincipios subordinados al de finalidadraquo pp 99-114 y toda la parte segunda sectII laquoAplicaciones primordiales del principio de finalidadraquo pp 115-28118 Dejemos en claro que aquiacute las ldquocosasrdquo a las que nos referimos no seraacuten realidades del mundo exterior sino conceptos argumentos Desde una perspectiva ontoloacutegica entes de razoacuten laquoque soacutelo existen en cuanto pensadosraquo y que tienen laquoalguacuten fundamento en la realidad maacutes o menos proacuteximo o remotoraquo (Cfr J J SAN-GUINETI Loacutegica Eunsa Pamplona 1994 pp 37-39)

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6 APORTES DE NUESTRA TESIS

Llegados a este punto sintetizamos cuaacuteles seraacuten las novedades que aporte nuestro trabajo a los que estudian y profundizan en el conocimiento de la doc-trina tomista y en modo general a los interesados en las teoriacuteas corrientes y pensadores relacionados al tema de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

Esta Tesis como se ha dicho se dedica a comparar exclusivamente los escri-tos de Santo Tomaacutes de la STh II-II qq 57-62 con los respectivos comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio Es decir es la primera vez que se cotejan en sede cientiacutefica estos dos autores y en estos argumentos el de la nocioacuten de justicia general y particular junto con las partes subjetivas de la uacuteltima

Y esto seguacuten el modo que recieacuten acabamos de expresar el del anaacutelisis y la siacutentesis el del ascenso que parte considerando la obscuridad de algunas nocio-nes hasta el descenso que viene a deshacer aquellas tinieblas del entendimiento iluminaacutendola con definiciones y precisiones cientiacuteficamente probadas

Brindamos ademaacutes una posible fundamentacioacuten del motivo del distancia-miento del de Gaeta como un moralista moderno poseedor de un punto de vista moral ldquoen tercera personardquo inimaginablemente reductible a la postura ldquoen pri-mera personardquo asumida por el mismo Santo Tomaacutes en todos sus escritos pero particularmente en los que aquiacute consideraremos objeto de estudio

Ademaacutes nos saldremos de los ya conocidos y transitados argumentos de las diferencias entre el de Aquino y el de Gaeta en temas de Metafiacutesica Loacutegica y Biblia por poner algunos ejemplos Ya que nuestro aporte reside en clarificar la interpretacioacuten sobre el tema de la justicia dar precisiones en torno a la estructura de la glosa cayetana proponer una tipificacioacuten de los comentarios del Cardenal e identificar los motivos y la intencioacuten con los cuales eacutel mismo dirige su empre-sa A esto sumamos que es la primera vez que se propone expositivamente la nocioacuten cayetana de justicia y cuaacutel es su esquema En siacutentesis hemos logrado la reconstruccioacuten de la definicioacuten de justicia del Cayetano cuaacutel es su ldquoformardquo el nuacutemero y las partes que la componen

Finalmente demostrando coacutemo el Cardenal Tomaacutes de Vio se separa de San-to Tomaacutes de Aquino ndashgenerando una interpretacioacuten propia de la nocioacuten tomasia-na de la virtud de la justiciandash lo sentildealamos tambieacuten como el posible precursor de las corrientes filosoacutefico-poliacuteticas (principalmente neotomistas) que lo sucederaacuten en el tiempo

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Sentildealamos a la vez todo el extenso campo que nos ha ocupado como un posible argumento de intereacutes para las sucesivas investigaciones y estudios de profundizacioacuten

Queremos decir y dejar en claro que no hay absolutamente ninguna traduc-cioacuten disponible de la glosa del Cardenal a las cuestiones que nos ocupamos en las lenguas por nosotros conocidas (castellano italiano ingleacutes franceacutes portu-gueacutes o alemaacuten) sino que soacutelo se encuentran tales textos en latiacuten Estamos traba-jando para poder ofrecer prontamente nuestras propias traducciones

Con el proacuteximo apartado llegaremos al final de la primera parte de nuestro trabajo la Introduccioacuten

En la misma hemos dejado en claro cuaacutel es el esquema del presente escrito pasando por los puntos medulares en los que expusimos los motivos que nos lle-varon a decidirnos por tal argumento Por otra parte quedaron fijados nuestros Objetivos generales y el modo ndashMetodologiacuteandash con que los demostraremos Final-mente este apartado ndashque sirve de anticipo y prolegoacutemeno a las partes y secciones que continuaraacutenndash estuvo centrado en enumerar brevemente la cantidad y cualidad de los aportes que estamos en condiciones de ofrecer al aacutembito acadeacutemico

7 EL PROBLEMA DE LOS COMENTARIOS Y LOS COMENTADORES19

Como este trabajo profundiza en el tema de los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio a la Summa Theologiae de Santo Tomaacutes de Aquino resulta im-portante resolver dos controversias que fueron objeto de nuestras reflexiones en torno a la figura del Cayetano (1) si es maacutes propio llamar ldquocomentadorrdquo o ldquoco-mentaristardquo a quien se pone a comentar Y luego (2) analizamos la problemaacutetica que representan los comentarios como fuentes o no de la actividad filosoacutefica Puesto que como veremos existe todaviacutea una tradicioacuten que continuacutea restando valor filosoacutefico al comentador y sus comentarios

En efecto con nuestro trabajo pretendemos trabajar algunos puntos en torno al tema de los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano En virtud de ello debemos primero abordar una especie de objecioacuten contra la utilizacioacuten del

19 Hemos desarrollado este tema en ldquoEl Cayetano y sus comentariosrdquo en el laquoXVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval 2017 ldquoCorporeidad poliacutetica y espiritualidad pervivencia y actualidad del me-dioevordquoraquo Centro de Estudios MedievalesndashUniversidad Gabriela Mistral Providencia Santiago de Chile Chile durante los diacuteas 24 al 26 de mayo de 2017

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teacutermino ldquocomentadorrdquo obrada por Joseacute Martorell Capoacute traductor de la Suma editada por la BAC

Alliacute el traductor propone que el teacutermino ldquocomentaristardquo debe ser la traduc-cioacuten obligada del ldquocommentator -orisrdquo latino Tras mostrar que tal sugerencia resulta inconducente puesto que no hay ni hemos encontrado razones etimo-loacutegicas histoacutericas o linguumliacutesticas para preferir la utilizacioacuten de un teacutermino sobre otro concluiremos que para nosotros ndashen este trabajo y en otrosndash ambos teacutermi-nos podriacutean resultar intercambiables

Aventuramos que tal vez su opcioacuten tenga maacutes que ver con el sentido local geograacuteficamente hablando que con una fineza del lenguaje

Otro punto que abordamos respecto de los comentarios del Cardenal refiere a coacutemo deben ser considerados iquestson un geacutenero discursivo iquestSon escritos filosoacute-ficos Alliacute retomamos el planteamiento que sobre el mismo tema (pero diverso periacuteodo histoacuterico) han formulado dos autoras Miira Tuominen y Viviana Suntildeol centraacutendonos especialmente en la segunda

Vamos pues a tratar estas cuestiones

71 iquestComentador o comentarista

Esta pregunta que en principio pareceriacutea infecunda surge a partir de una distincioacuten sobre una traduccioacuten de la Suma de Teologiacutea En efecto leyendo S Th I q 3 a 5 (BAC 5 Tomos precisamente en la paacutegina 118 del primer vo-lumen de esta cuarta edicioacuten dirigida por los Regentes de Estudios de las Pro-vincias Dominicanas en Espantildea) nos encontramos con la siguiente nota a pie de paacutegina del traductor de la obra

laquoLa palabra latina Commentator en espantildeol tiene doble equi-valencia comentador y entonces indica aquella persona que comen-ta conversa sobre algo pudiendo incluso fabular Y Comentarista indicando aquella persona que analiza cientiacuteficamente algo y pone sus resultados por escrito Consecuentemente y por tratarse de esta segunda equivalencia hay que traducir Comentaristaraquo20

20 J MARTORELL CAPOacute en TOMAacuteS de Aquino Suma de Teologiacutea I q 3 a 5 vol 1 BAC Madrid

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Es cierto como bien refiere Joseacute Martorell Capoacute21 ndashel traductor de esta parte

de la obra y autor de la citandash que aquiacute Santo Tomaacutes se refiere a Averroes

Esta distincioacuten a muchos podriacutea parecer una mera sutileza del lenguaje y la dejariacutean pasar como si se tratase de un hecho curioso o hasta anecdoacutetico Pero para nosotros reviste cierta importancia puesto que aquiacute nos ocupamos del Cayetano quien fue considerado el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo por su glosa a la Summa Theologiae Por lo tanto llamaremos al Cardenal Cayetano iquestcomentador o comentarista

Como hemos visto esta cuestioacuten surge a partir de una nota de la traduccioacuten de la Suma Teoloacutegica y resulta pertinente dilucidarla por varios motivos

En primer lugar porque no es lo mismo llamar a un inteacuterprete ldquofabuladorrdquo que ldquoexegetardquo En segundo lugar porque urge clarificar el uso indistinto que se le da como refiriendo al mismo concepto mental Y finalmente como acabamos de decir porque en nuestra Tesis escribimos sobre alguien que ha glosado la obra de Santo Tomaacutes y evaluamos su condicioacuten de inteacuterprete

Para dar respuesta a esta consideracioacuten fuimos a revisar en primer lugar algunos diccionarios Asiacute recurrimos al Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola de Eduardo de Echegaray y al Diccionario de la Real Academia Espantildeola Tambieacuten enviamos nuestra consulta al Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo de la RAE

Del Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola consultamos las siguientes entradas

laquoComentador ra Sustantivo y adjetivo El que comenta Metaacute-fora Inventor de falsedades oacute ficcionesEtimologiacutea Del latiacuten commentator catalaacuten comentador a fran-ceacutes commentateur italiano commentatore

Comentar Activo Explicar glosar declarar alguna obra literaria para que se entienda maacutes faacutecilmente su contenidoEtimologiacutea Del latiacuten commentari de cum con y mentari mentar catalaacuten comentar franceacutes commenter italiano commentare

2001 (4ed-reimpr) p 11821 Ibidem en la nota 5e a pie de paacutegina p 118

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Comentario Masculino Escrito que sirve de explicacioacuten y comen-to de alguna obra para que se entienda maacutes faacutecilmente Plural Tiacutetulo que se da a algunas historias escritas con brevedad como los Co-mentarios de Ceacutesar los Comentarios del marqueacutes de San Felipe etcEtimologiacutea De comentar latiacuten commentarium catalaacuten commenta-ri franceacutes commentaire italiano commentario

Comento Masculino Explicacioacuten o exposicioacuten declaracioacuten de al-guacuten libro u obra literariaEtimologiacutea De comentar latiacuten commentum ficcioacuten faacutebula enti-mema entre gramaacuteticos simeacutetrico de commentus fingido participio pasivo de comminisci imaginar cataacutelaacuten antiguo comentraquo22

Y del Diccionario de la Real Academia Espantildeola

laquocomentador raDel lat commentātor -ōris1 m y f Persona que comenta2 m y f p us Persona inventora de falsedades o ficcionesraquo23

laquocomentarista1 m y f Persona que escribe comentarios2 m y f Persona que comenta regularmente noticias por lo gene-ral de actualidad en los medios de comunicacioacutenraquo24

Como vemos E de Echegaray al componer su diccionario etimoloacutegico omi-te la entrada ldquocomentaristardquo y la referida a ldquocomentadorrdquo concuerda esencial-mente con la propuesta por el Diccionario de la Real Academia Por su lado la RAE al introducir la voz ldquocomentadorrdquo recurre a la etimologiacutea y no asiacute para ldquocomentaristardquo

Por otra parte investigando acerca del origen del teacutermino ldquocomentaristardquo consultamos tambieacuten el Breve diccionario etimoloacutegico de la lengua castellana de Joan Corominas Habiendo encontrado lo que ponemos aquiacute

22 E de ECHEGARAY Diccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola t II Madrid 1887 p 32323 httpdleraeesid=9v89aRr24 httpdleraeesid=9vFPrOJ

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoCOMENTAR 1495 Tom del lat commentari id propiamente lsquomeditarrsquo lsquoejercitarsersquo (de la raiacutez de mens mentis lsquomente pensa-mientorsquo)DERIV Comentador 1438 Comentario h 1440 lat commenta-rium comentarista Comento 1438raquo25

Asiacute ninguna entrada nos ofrece una pista etimoloacutegica linguumliacutestica o morfoloacute-gica de la entrada ldquocomentaristardquo Nos queda entonces recurrir al sentido comuacuten y argumentar que ldquocomentaristardquo comparte con ldquocomentadorrdquo la misma raiacutez y pertenecen ambas a la misma familia de palabras ldquocomentarrdquo

Es conveniente ver tambieacuten el sufijo ldquo-istardquo Puesto que podriacutea servirnos para aclarar el uso ndashsi indistinto o nondash de ambos teacuterminos y ayudarnos en la argumentacioacuten sobre la preferencia de un teacutermino sobre otro La explicacioacuten que el DRAE da

laquo-istaDel lat -ista suf que designa oficio o profesioacuten y este del gr -ιστής -istḗs1 suf Forma adjetivos que habitualmente se sustantivan y suelen significar lsquopartidario dersquo o lsquoinclinado arsquo lo que expresa la misma raiacutez con el sufijo -ismo Comunista europeiacutesta optimista2 suf Forma sustantivos que designan generalmente a la persona que tiene determinada ocupacioacuten profesioacuten u oficio Almacenista periodista taxistaraquo26

Como vemos el sufijo ldquo-istardquo en ldquocomentar-rdquo es un recurso que utilizamos los hispanohablantes para formar adjetivos y sustantivos En el caso que trata-mos con ldquocomentaristardquo nos referimos al adjetivo o sustantivo que designa a la persona que tiene determinada ocupacioacuten profesioacuten u oficio

Reflexionemos al pasar sobre la conveniencia ndasho nondash de utilizar el teacutermi-no ldquocomentaristardquo De una parte pareceriacutea innecesario formar un adjetivo o un sustantivo a partir de ldquocomentarrdquo para designar a una persona con una profesioacuten

25 J COROMINAS Breve Diccionario Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeola Ed Gredos Madrid 1987 3ed

y 4reimp p 16126 httpdleraeesid=MD0bnQg

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particular la de ldquocomentaristardquo Esto asiacute porque la lengua espantildeola ya nos ofrece un teacutermino propio ldquocomentadorrdquo No obstante los teacuterminos en cuestioacuten parece-riacutean intercambiables sinoacutenimos sin alguna diferencia especiacutefica

Asiacute las cosas tomamos toda esta informacioacuten y le transmitimos nuestra incertidumbre al Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo de la Real Academia Es-pantildeola Le escribimos un correo electroacutenico solicitando nos indiquen por queacute mientras para la palabra ldquocomentadorrdquo siacute referiacutean a la etimologiacutea la omitiacutean para ldquocomentadorrdquo Recibimos la siguiente respuesta

laquoLa etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que procede En el segundo caso se trata de un derivado re-gular de comentar al que se antildeade el sufijo -ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Comentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua ac-tual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted con-sultar las sucesivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las correspondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Academia Por otra parte en nues-tros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminosraquo27

Fuimos al banco de datos y a las diversas ediciones del diccionario en busca de la evolucioacuten histoacuterica de ambas acepciones y algunos ejemplos

Gracias al ldquoMapa de diccionarios acadeacutemicosrdquo pudimos realizar una buacutes-queda conjunta en seis diccionarios correspondientes a las ediciones de la Aca-demia de los antildeos 1780 1817 1884 1925 1992 y 2001 Aquiacute los resultados de la consulta en dos figuras

28

27 En el Apeacutendice anexo encontraraacute una copia de los sucesivos intercambios de correos electroacutenicos con el Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo donde consta ademaacutes nuestro pedido de utilizar puacuteblicamente las comunicaciones y la autorizacioacuten expresa por parte de los responsables del mencionado Departamento28 Instituto de Investigacioacuten Rafael Lapesa de la Real Academia Espantildeola (2013) Mapa de diccionarios [en liacutenea] lthttpwebfrlesntlletgt [Consulta comentador comentarista] (Ambas figuras son capturas de pan-tallas del ldquoMapa de diccionarios acadeacutemicosrdquo)

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Figura 1

Figura 2

Se desprende claramente que la nocioacuten de ldquocomentaristardquo surge en el diccio-nario de la academia recieacuten en 1925 y que se le atribuye una segunda acepcioacuten recieacuten en 1992 Mientras que ldquocomentadorrdquo viene desde 1780 con dos acepcio-nes La primera en registrarse nos emparenta ldquocomentadorrdquo a ldquoinventorrdquo En el diccionario de 1870 ldquocomentadorrdquo deviene en ldquoinventor de falsedades o ficcio-nesrdquo con una pequentildea aclaracioacuten ldquocommentorrdquo

En primer lugar podemos decir que lamentablemente nos resultariacutea difiacute-cil saber si la aclaracioacuten debe ser tomada como un sustantivo masculino de la tercera declinacioacuten o como un verbo (transitivo e intransitivo) deponente de la primera conjugacioacuten

37

laquoCOMMENTOR aris atus sum ari dep Cic Pensar me-ditar considerar reflexionar contemplar revolver en el entendi-miento || Comentar explicar glosar exponer hacer comentarios || Fingir forjar || Inventar Commentari aliquid ndash de aliqua re cum aliquo inter se Cic Tratar algo o de algo con alguno entre siacute || Commentari orationem in reum Cic Preparar un discurso contra un reo ndash de militari disciplina Plin Escribir sobre la disciplina militar

COMMENTOR oris m Ov Ficcioacuten falsedad invencioacuten mentira faacutebula cuento (Entre gramaacuteticos entimema)raquo29

Aun asiacute consideramos que la referencia a ldquocommentor -orisrdquo es clara Ya que en las sucesivas ediciones del Diccionario de la Real Academia Espantildeola (1884 1925 1992 2001) la segunda acepcioacuten del teacutermino ldquocomentadorrdquo se aleja cada vez maacutes de la nocioacuten de ldquocommentator -orisrdquo acercaacutendose a la de ldquocommentor -orisrdquo

Ahora bien preguntarnos sobre la validez de esta ligazoacuten entre ldquocommen-tatorrdquo y ldquocommentorrdquo resulta obligado puesto que no son la misma palabra ni significan lo mismo De hecho ambas nociones parecen referir a diferentes conceptos y a su traveacutes a diferentes cosas

Otra cuestioacuten que cabe plantear en este punto es la siguiente iquestEs por esta confusioacuten entonces que surge el teacutermino ldquocomentaristardquo como desambiguacioacuten entre el sentido peyorativo que pareceriacutea haber adquirido ldquocomentadorrdquo a cau-sa de su relacioacuten con el vocablo latino ldquocommentor -orisrdquo Destaquemos que ldquocomentaristardquo aparece en 1925 y solamente con una acepcioacuten La precisioacuten alliacute obrada (i e ldquoque escribe comentariosrdquo) no nos parece diferir substancialmente de las definiciones propuestas para ldquocomentadorrdquo En 1780 y 1817 ldquointerpres explanatorrdquo Todaviacutea maacutes pareceriacutea guardar mejor relacioacuten con la actividad de quienes se pusieron a escribir comentarios puesto que la tarea de todos ellos fue la de interpretar y explicar para mejor inteleccioacuten un autor o una obra

Retomemos nuestra primera pregunta iquestresulta vaacutelida la relacioacuten y unioacuten obrada entre ldquocommentator -orisrdquo y ldquocommentor -orisrdquo al interno de la defi-nicioacuten de ldquocomentadorrdquo Debemos decir rotundamente que no Si en la lengua latina se encontraba obrada tal distincioacuten y escisioacuten de teacuterminos y cosas reales

29 VALBUENA Diccionario Latino-Espantildeol Libreriacutea de la Vda de Ch Bouret Pariacutes 1939 paacuteg 190 2da

columna

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iquestpor queacute re-unirlas en la lengua espantildeola Son cosas bien diferenciables un in-teacuterprete o explicador de un inventor

Otra cosa que advertimos es que la entrada ldquocommentorrdquo que acabamos de mentar denota antes una cosa (ficcioacuten falsedad invencioacuten mentira faacutebula etc) que una persona (fabulador mentiroso inventor falsario etc) Esto es se iden-tifica mejor con la obra antes que con el agente Por lo tanto la asimilacioacuten en el interior de la definicioacuten de ldquocomentadorrdquo entre ldquocommentorrdquo y ldquocommentatorrdquo pasa a mayor oscuridad y nos resulta todaviacutea maacutes confusa

Ahondar en todas estas cuestiones seriacutea encauzar nuestro trabajo hacia el campo de la linguumliacutestica Objetivo que no perseguimos aquiacute y por lo que ahora dejamos estas reflexiones para ulteriores investigaciones

Volvamos a nuestro argumento

Si tomamos enteramente todas las acepciones propuestas y explicaciones que traemos para ambos vocablos y las contrastamos con la nota del traductor de la BAC eacutesta resulta (a nuestro entender) un tanto impropia

Una razoacuten es porque al hablar de la doble equivalencia J Martorell Capoacute ataca la primera acepcioacuten al manifestar ldquopudiendo incluso fabularrdquo Decimos solamente que es impropia al quedar por fuera de nuestro trabajo juzgar la in-tencioacuten del traductor (y de alliacute concluir la malicia de tal comentario o cierta manipulacioacuten)

Es impropia porque le atribuye in recto una acepcioacuten que la RAE da in obliquo claramente para la segunda acepcioacuten de ldquocomentadorrdquo el DRAE aclara ldquopoco usadordquo Y el traductor de la Summa para justificar su opcioacuten por ldquocomen-taristardquo omite esta vez la segunda acepcioacuten de periodista o noticiario que la RAE siacute le atribuye y valga la aclaracioacuten no in obliquo porque no la refiere como un sentido ldquopoco usadordquo del teacutermino Es hora de exponer nuestra opinioacuten Y hemos de decir que estamos en desacuerdo ya con J Martorell Capoacute ya con la respuesta del Departamento laquoEspantildeol al diacutearaquo de la Real Academia Espantildeola

De una parte pensamos que hemos impugnado fehacientemente las razones que expone el traductor de la BAC

De otra la argumentacioacuten traiacuteda por la RAE resulta contradictoria no soacutelo con su misma base de datos sino tambieacuten con la tradicioacuten filosoacutefica linguumliacutestica y acadeacutemica (sobre todo de habla espantildeola) que llama indistintamente ldquocomenta-dorrdquo y ldquocomentaristardquo a toda aquella persona puesta a comentar

39

Queremos salvar el uso de ambos teacuterminos y vemos (por ahora) infecundo legislar sobre el modo de traducir un teacutermino sobre otro Tambieacuten considera-mos contraproducente el hecho de preferir o inducir a preferencia el uso de tal o cual

Dejamos abierta esta reflexioacuten ndashy deseariacuteamos abordarla proacuteximamente tambieacutenndash al modo en que se suelen llamar a todos aquellos estudiosos puestos a comentar las obras de Platoacuten y de Aristoacuteteles al derecho romano a las Sagradas Escrituras a las Sentencias de Pedro Lombardo a los escolaacutesticos o a las noti-cias que sacuden el mundo de la economiacutea y del deporte

Resolvemos por ahora y para nosotros ndashy para quien desee secundarnosndash utilizar los teacuterminos ldquocomentadorrdquo y ldquocomentaristardquo a fin de referirnos indistin-tamente a la persona puesta a comentar un autor o una obra y asiacute explicarlo o tornarlo asequible a determinados lectores o puacuteblico en general Para conceder al lenguaje ademaacutes un sinoacutenimo contribuyendo con su objetivo esteacutetico y con un medio para que la expresioacuten no caiga en innecesarias y molestas repeticiones Varietas delectat

Sobre si son los comentarios un geacutenero filosoacutefico o si el filosofar puede proceder de hecho de comentar hemos de hablar en el apartado que reservamos maacutes adelante

En nuestro caso bien concreto el del Cardenal Tomaacutes de Vio apelamos al sobrenombre con que ha logrado pasar a traveacutes de casi cinco siglos de historia hasta hoy para justificar nuestra eleccioacuten el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo Puesto que la sancioacuten del uso inveterado de lsquocomentadorrsquo es una razoacuten de peso para insistir en el teacutermino Y es que si fue el Priacutencipe entendemos que habraacuten existido tambieacuten otros ldquocomentadoresrdquo que en sus respectivos intentos no al-canzaron tal nobleza30

30 Al final de esta Introduccioacuten colocamos un anexo Apeacutendice I donde se contienen las consultas junto que las respuestas que hemos efectuado a diversos departamentos de la Real Academia Espantildeola ndashRAEndash sobre el sentido y uso de ambos teacuterminos comentador y comentarista

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72 El comentario filosoacutefico

Plantear el tema de los comentarios como geacutenero filosoacutefico y rescatarlos del lugar al que han sido relegados resulta hoy diacutea un tema que concierne a muchos investigadores En efecto hay quienes niegan el valor filosoacutefico de los mismos Pero tambieacuten estaacuten los que muestran un renovado intereacutes en este tipo de obras atribuyeacutendoles ndashcontra lo que se ha sostenido tradicionalmentendash un caraacutecter netamente filosoacutefico

31 La uacuteltima es la cuestioacuten sobre la que posaremos

nuestra atencioacuten

De entre los que postulan a los comentarios como fuentes genuinas de filo-sofiacutea dos autoras resultan muy actuales Viviana Suntildeol y Miira Tuominen La uacuteltima a su vez recibe y trabaja sobre la tradicioacuten iniciada por Richard Sorajbi Suntildeol remite constantemente a ambos

Mientras que R Sorajbi y M Tuominen se destacan por su dedicacioacuten a los antiguos comentadores de Platoacuten y Aristoacuteteles V Suntildeol realiza un recorrido des-de la geacutenesis de los comentarios hasta el aristotelismo y desde alliacute a la patriacutestica que nos resulta uacutetil puesto que nos dedicamos al tema de los comentarios del Cardenal Cayetano a la Suma Teoloacutegica de Santo Tomaacutes de Aquino

En su trabajo ldquoEl comentario como praacutectica de la filosofiacutea Desde el aristo-telismo a la patriacutesticardquo V Suntildeol muestra coacutemo los sucesivos escritores poetas filoacutesofos e intelectuales en general ejercieron una notable influencia en los periacuteo-dos que les siguieron Y lo hicieron principalmente a traveacutes de los comentarios Siendo estos en algunas ocasiones una praacutectica filosoacutefica tendiente a la armo-nizacioacuten de las diferencias entre los pensadores que les antecedieron la mayoriacutea de las veces contrapuestos entre siacute Otras una actividad hostil con respecto al pensamiento de sus adversarios

32 Tambieacuten postula un tipo de comentarios que

son maacutes bien de iacutendole informativa Es decir cuando alguien ldquocita y parafrasea las obras de sus predecesoresrdquo

33

31 Asiacute lo afirma Viviana SUNtildeOL en su resentildea de ldquoMiira TUOMINEN The Ancient Commentators on Plato and Aristotlerdquo en CIRCE Nordm XIV (2010) p 235 ldquoEn la investigacioacuten erudita los comentarios fue-ron tradicionalmente considerados como fuentes secundarias de la obra de Platoacuten y Aristoacuteteles y en virtud de ello no se les reconociacutea valor propiordquo32 Cfr V SUNtildeOL ldquoEl comentario como praacutectica de la filosofiacutea Desde el aristotelismo a la patriacutesticardquo en M ALESSO (editora) Hermeneacuteutica de los geacuteneros literarios de la Antiguumledad al cristianismo Ed de la Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA Bs As 2013 p 12933 Ibidem p 119

41

La misma autora en su aporte a la obra colectiva dirigida por Marta Alesso refuerza su tesis al decir que ldquolos comentarios fueron el principal medio de pro-duccioacuten filosoacutefica desde fines del helenismo hasta la Antiguumledad tardiacuteardquo34 y que ldquola investigacioacuten erudita tradicionalmente ha desatendido su riqueza al resaltar el valor de los comentarios como meras fuentes secundarias de la obra de los grandes filoacutesofosrdquo

35

Hoy en diacutea deciacuteamos el tema de los comentarios y los comentadores ha tomado un renovado intereacutes en los diferentes aacutembitos acadeacutemicos

Nosotros asumimos la postura de V Suntildeol seguacuten la cual los comentarios filosoacuteficos podriacutean ser presentados como el resultado del filosofar encuadrados en determinadas corrientes filosoacuteficas y que funcionaron tambieacuten como criterio de seleccioacuten y apropiacioacuten de textos

36

En este sentido la autora nos ofrece una tipologiacutea de los comentarios que ella ha estudiado

En primer lugar aquellos pedagoacutegicos ldquofruto de las notas de clases tomadas por los alumnosrdquo

37

Luego los que fueron ldquoel resultado de la labor de composicioacuten por parte del maestro como es el caso de los comentarios de Proclo y Simpliciordquo

38

Y finalmente aquellas producciones tambieacuten de los maestros que ldquoconsti-tuiacutean su investigacioacuten personal y que en algunos casos eran publicados como obras independientesrdquo

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De este modo concluye los comentarios ldquoconstituyeron el medio a traveacutes del cual los intelectuales exponiacutean sus propias ideasrdquo Y por todo ello claro estaacute el caraacutecter eminentemente filosoacutefico Hasta aquiacute hemos hablado del valor filosoacute-fico de los comentarios Destaquemos antes de proseguir la importancia que han tenido dentro de la Escolaacutestica hecho que salta a la vista nada maacutes al pensar en

34 Ibidem p 11835 Ibidem p 11836 Cfr Ibidem pp 186-187 ldquoLos textos fueron la ocasioacuten para exponer el punto de vista del comentador- filosoacutefico Precisamente este lsquointereacutesrsquo filosoacutefico es el que determinoacute la seleccioacuten de las obras que fueron objeto de los comentarios cuaacuteles eran relevantes y cuaacuteles no queacute disciplinas filosoacuteficas se estudiaban en queacute orden y coacutemo influyendo incluso en la forma de apropiacioacuten de los textosrdquo37 Ibidem p 19438 Ibidem p 19439 Ibidem p 194

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

los siglos de comentarios a las Sentencias Naturalmente este meacutetodo de estu-dio de investigacioacuten y de divulgacioacuten se consolidoacute luego de un largo proceso madurativo

En este sentido C Leacutertora Mendoza sentildeala que laquola estandarizacioacuten de los comentarios latinos fue un proceso complejo incluso por la interseccioacuten con el meacutetodo de los comentarios teoloacutegicos que teniacutea una historia larga y a su vez compleja incluso anterior al caso tiacutepico que son los comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardoraquo

40 Tesis que comparte A Martiacutenez Lorca

laquoLos geacuteneros literarios evolucionaron en paralelo a la meto-dologiacutea de la ensentildeanza En ellos se pasoacute de la anotacioacuten del texto bien entre liacuteneas o en los maacutergenes al comentario de una obra lla-mado expositio Su culminacioacuten se produjo con las Sumas en las que se pretendiacutea ofrecer a los universitarios la elaboracioacuten sistemaacute-tica de un campo cientiacutefico concreto Modelo en su geacutenero fue la Suma teoloacutegica de Tomaacutes de Aquinoraquo41

En efecto la organizacioacuten del saber teoloacutegico (y por extensioacuten el filosoacutefico) tuvo su inicio con las primeras escuelas de catequesis hacia finales del siglo II que se fueron transformaron ndashpaulatinamentendash en otro tipo de geacuteneros (homiliacuteas sermones cuestiones sentencias exposiciones disputas sumas) hasta consti-tuirse en comentarios sistemaacuteticos a partir del siglo XIII

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laquoLa disputatio fue sin duda el meacutetodo baacutesico de la produc-cioacuten ensentildeanza y transmisioacuten usada tanto en las Facultades de Ar-tes como en las de Teologiacutea Derecho y Medicina Este meacutetodo o mejor este conjunto de opciones metodoloacutegicas estaacute complementa-do por otro geacutenero igualmente extendido e importante el comenta-rio En realidad es precisamente a partir de los elementos teoacutericos de las fuentes comentadas que se organizan las cuestiones disputa-

40 Cfr C LEacuteRTORA MENDOZA laquoLos geacuteneros de produccioacuten escolaacutestica algunas cuestiones histoacuterico- criacuteticasraquo en Revista Espantildeola de Filosofiacutea Medieval 19 (2012) p 2141 A MARTIacuteNEZ LORCA La Filosofiacutea Medieval De al-Farabi a Ockham Ed Bonalletra Alcompas Buenos Aires 201542 Cfr C LEacuteRTORA MENDOZA laquoEscolaacutestica y filosofiacutea praacutectica Dos aspectos en Tomaacutes de Aquinoraquo en Nuevo Pensamiento IV 4 (2014) pp 373-374

43

das Por eso aunque tanto comentarios como cuestiones las hubo antes de este siglo es en este momento que estos geacuteneros adquieren una dimensioacuten constitutiva del meacutetodo escolaacutesticoraquo43

El comentario entonces es el modo predilecto de los escolaacutesticos para or-denar la exposicioacuten de los textos sentildealar su argumento principal resaltar sus conclusiones y por ende para analizar y discutir las tesis que en dichos escritos resultaban de difiacutecil comprensioacuten o requeriacutean una clarificacioacuten

laquoLa caracteriacutestica propia de los primeros comentarios esco-laacutesticos es que la exposicioacuten predomina sobre la justificacioacuten o la criacutetica Soacutelo posteriormente y en especial en la segunda escolaacutesti-ca los ldquocomentariosrdquo (que ya eran algo maacutes que eso) incluiraacuten las disputas entre las escuelas pero salvando siempre la auctoritas del maestro ya que nadie escribiacutea un ldquocomentariordquo para criticar o refu-tar doctrinas centrales del comentadoraquo44

Esto uacuteltimo bastaraacute entonces para insistir en la importancia que los comen-tarios ndashcomo praacutectica teoloacutegica y filosoacutefica (y por extensioacuten al resto de las cien-cias)ndash tuvieron en la Escolaacutestica Repasar los tipos de comentarios y el nuacutemero de los comentadores es una tarea cicloacutepea cuya dificultad y extensioacuten refleja otra vez la preeminencia que tuvo este geacutenero en particular sobre otros Repare-mos por ejemplo en el periacuteodo signado por la produccioacuten de manuales y trata-dos centrados en el De Legibus De Iure o tambieacuten De Iure et Iustitia Pensemos en aquellos que se han dedicado a comentar nada maacutes que las obras de Santo Tomaacutes entre tantos podriacuteamos nombrar a Juan Capreolo Francisco Silvestre de Ferrara (el Ferrariense) Melchor Cano Francisco de Vitoria Francisco Suaacuterez Domingo de Soto Juan de Santo Tomaacutes Luis de Molina ademaacutes de Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano por supuesto

De todo lo expuesto queda clara nuestra posicioacuten frente a la consideracioacuten de los comentarios y el valor que han tenido a lo largo de toda la historia espe-cialmente en el periacuteodo que nos ocupa la Escolaacutestica Ellos fueron el terreno de disputa de diaacutelogo de refutacioacuten etc El comentario es para nosotros el resulta-

43 Cfr IDEM laquoDos modos del meacutetodo escolaacutestico raquo p 9444 Cfr Ibidem pp 95-96

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

do del filosofar dentro de una especie de marco conceptual o marco referencial (textos corrientes filosoacuteficas autores etc) en y a partir del cual se hizo ndashy se continuacutea haciendondash filosofiacutea

Habiendo tratado brevemente los fundamentos por los cuales consideramos al comentario como fuente de filosofiacutea y como geacutenero filosoacutefico y su impor-tancia pasemos ponemos un punto final a esta introduccioacuten para avanzar hacia nuestro primer capiacutetulo en el cual traemos pormenorizadamente el Estado de la Cuestioacuten o del Arte de nuestro tema

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APEacuteNDICEINTERCAMBIO DE CORREOS ELECTROacuteNICOS

1 CONSULTA ORIGINADA A TRAVEacuteS DEL FORMULARIO PROPUES-TO POR EL SITIO WEB DE LA RAE

Nombre y apellidos Nicolaacutes Ariel Laacutezaro Nivel de estudios Superiores

Profesioacuten Becario CONICET Doctorando en Filosofiacutea Universidad Nacional de Rosario Argentina

Correo electroacutenico nicolasalazarogmailcom

Repetir correo electroacutenico nicolasalazarogmailcom

Direccioacuten de contacto

Paiacutes de origen Argentina Consulta

Estimados

Debido a la investigacioacuten que estoy realizando para obtener mi PhD en Filo-sofiacutea en la Universidad Nacional de Rosario (Argentina) me topeacute con esta nota a pie de paacutegina presentada por el traductor de la Suma de Teologiacutea para la BAC (t I STh I q 3 a 5 paacutegina 118 dirigida por los Regentes de Estudios de las Provincias Dominicanas en Espantildea Madrid 1994 4ta edicioacuten)

ldquoLa palabra lsquoCommentatorrsquo en espantildeol tiene doble equivalencia lsquoComen-tadorrsquo y entonces indica aquella persona que comenta conversa sobre algo pu-diendo incluso fabular Y lsquoComentaristarsquo indicando aquella persona que analiza cientiacuteficamente algo y pone sus resultados por escrito Consecuentemente y por tratarse de esta segunda equivalencia hay que traducir lsquoComentaristarsquordquo

Al ser mi Tesis sobre el Cardenal Cayetano Tomaacutes de Vio quien fue con-siderado el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo de Santo Tomaacutes de Aquino esta sutileza resulta crucial para mi investigacioacuten En cuanto a las distinciones que alliacute realiza el traductor me parecen un tanto impropias pues ambas pueden ser tomadas del Diccionario de la Real Academia Espantildeola

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

La RAE al introducir la voz lsquocomentadorrsquo recurre a la etimologiacutea y no asiacute para lsquocomentaristarsquo Por otra parte la nota del traductor al hablar de la doble equivalencia ataca a la primera diciendo ldquopudiendo incluso fabularrdquo Digo que es impropia puesto que no puedo juzgar y concluir la malicia de tal comentario pero siacute lo siguiente le atribuye in recto una acepcioacuten que la RAE da in obliquo ya que claramente para la segunda acepcioacuten de lsquocomentadorrsquo aclara poco usa-do Y para justificar su opcioacuten por lsquocomentaristarsquo omite la segunda acepcioacuten de periodista o noticiario que la RAE le atribuye y valga la aclaracioacuten no in obli-cuohellip no dice ldquopoco usadordquo

Ademaacutes he consultado el ldquoDiccionario General Etimoloacutegico de la Lengua Espantildeolardquo Eduardo de Echegaray t II Madrid 1887 p 323 y ss y nada dice sobre la voz ldquocomentaristardquo

Por todo lo cual necesito ndashpor favorndash que me indiquen las fuentes y todo lo referido a la etimologiacutea de la voz ldquocomentaristardquo Si es que existe algo o ustedes se han fundado en algo maacutes allaacute del sufijo ldquo-istardquo para introducir la voz ldquocomen-taristardquo en el DRAE Y en tal caso cuaacutel de entre ambos teacuterminos es maacutes propio utilizar si comentador o comentarista

Como veraacuten la utilizacioacuten correcta de uno (comentador=fabulador) u otro (comentarista=cientiacutefico) es de soberana importancia para la correcta redaccioacuten de mi Tesis asiacute como tambieacuten me podraacute brindar argumentos probatorios del mejor y maacutes adecuado uso de la lengua en sede cientiacutefica

Me disculpo por la extensioacuten de mi correo pero estimo que la cuestioacuten ame-rita una debida justificacioacuten

A la espera de una respuesta los saludo cordialmente Nicolaacutes A Laacutezaro-

2 PRIMER CORREO RESPUESTA DE LA CONSULTA

El 16 feb 2017 a las 1208 consu2 ltconsu2raeesgt escribioacute

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

En primer lugar debemos comentarle que nuestro servicio se limita a resol-ver dudas concretas sobre el uso normativo del espantildeol por lo que quedan fuera de los liacutemites para eacutel establecidos las investigaciones de tipo histoacuterico No obs-

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tante lo anterior podemos indicarle que las definiciones actuales de los teacuterminos de su intereacutes son las siguientes

comentador ra (Del lat commentātor -ōris) m y f 1 Persona que co-menta 2 p us Persona inventora de falsedades o ficciones

comentarista m y f 1 Persona que escribe comentarios 2 Persona que comenta regularmente noticias por lo general de actualidad en los medios de comunicacioacuten

La etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que pro-cede En el segundo caso se trata de un derivado regular de comentar al que se antildeade el sufijo

-ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Comentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua actual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted consultar las suce-sivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las corres-pondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Aca-demia Por otra parte en nuestros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminos

Reciba un cordial saludo

Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo Real Academia Espantildeola

AVISO LEGAL El contenido de este mensaje de correo electroacutenico incluidos los ficheros adjuntos es confidencial y estaacute protegido por el artiacuteculo 183 de la Constitucioacuten Espantildeola que garantiza el secreto de las comunicaciones Si usted recibe este mensaje por error por favor poacutengase en contacto con el remitente para informarle de este hecho y no difunda su contenido ni haga copias

APEacuteNDICE - INTERCAMBIODE CORREOS ELECTROacuteNICOS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Los datos personales que en esta comunicacioacuten aparecen asiacute como los que nues-tra empresa mantiene de Vd y de su empresa son tratados con la finalidad de mantener el contacto asiacute como realizar las gestiones que en esta aparecen (Ley Orgaacutenica 151999 de 13 de diciembre de Proteccioacuten de Datos de Caraacutecter Per-sonal) Puede ejercer sus derechos de acceso rectificacioacuten cancelacioacuten y oposi-cioacuten dirigieacutendose a proteccion_de_datosraees

3 SEGUNDO CORREO SOLICITUD PARA AUTORIZAR EL INTER-CAMBIO

De Nico [nicolasalazarogmailcom] Enviado el jueves 16 de febrero de 2017 1647 Para consu2

CC Proteccioacuten de datos

Asunto Re consulta RAE

Estimados

Muchas gracias por su respuesta Ha resultado de gran utilidad para mi in-vestigacioacuten

En vistas a la leyenda ldquoAVISO LEGALrdquo in fine les solicito ndashpor favorndash au-torizacioacuten para incluir su respuesta junto al contenido de nuestra comunicacioacuten en mis escritos a modo de cita o referencia Esto por dos motivos primero para conservar la honestidad intelectual y no tomar ni usurpar para miacute laacuteureas impro-pias segundo a fin de permanecer dentro de lo establecido por la ley

Les agradezco nuevamente por su generosa contribucioacuten Cordialmente

Nicolaacutes A Laacutezaro-

PD Pongo en copia al correo que brinda dicho ldquoAVISO LEGALrdquo

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4 TERCER CORREO AUTORIZACIOacuteN

De consu2 ltconsu2raeesgt Asunto RE consulta RAE

Fecha 17 de febrero de 2017 50705 GMT-3 Para Nico ltnicolasalazarogmailcomgt

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

No hay ninguacuten problema puede usted citar nuestra respuesta Si lo hace uti-lice la versioacuten que figura al final de este mensaje pues hemos corregido alguna errata Muchas gracias

Reciba un cordial saludo

Departamento de laquoEspantildeol al diacutearaquo Real Academia Espantildeola

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Los datos personales que en esta comunicacioacuten aparecen asiacute como los que nues-tra empresa mantiene de Vd y de su empresa son tratados con la finalidad de mantener el contacto asiacute como realizar las gestiones que en esta aparecen (Ley Orgaacutenica 151999 de 13 de diciembre de Proteccioacuten de Datos de Caraacutecter Per-sonal) Puede ejercer sus derechos de acceso rectificacioacuten cancelacioacuten y oposi-cioacuten dirigieacutendose a proteccion_de_datosraees

5 VERSIOacuteN CORREGIDA

El 16 feb 2017 a las 1208 consu2 ltconsu2raeesgt escribioacute

En relacioacuten con su consulta le remitimos la siguiente informacioacuten

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En primer lugar debemos comentarle que nuestro servicio se limita a resol-ver dudas concretas sobre el uso normativo del espantildeol por lo que quedan fuera de los liacutemites para eacutel establecidos las investigaciones de tipo histoacuterico No obs-tante lo anterior podemos indicarle que las definiciones actuales de los teacuterminos de su intereacutes son las siguientes

comentador ra (Del lat commentātor -ōris) m y f 1 Persona que co-menta 2 p us Persona inventora de falsedades o ficciones

comentarista m y f 1 Persona que escribe comentarios 2 Persona que comenta regularmente noticias por lo general de actualidad en los medios de comunicacioacuten

La etimologiacutea de la primera se da porque existe la voz latina de la que pro-cede En el segundo caso se trata de un derivado regular de comentar al que se antildeade el sufijo -ista Comentador tiene un uso general y una acepcioacuten hoy desusada que lo hariacutea cercano a teacuterminos como murmurador o chismoso Co-mentarista en cambio se define con las que son sus acepciones comunes en la lengua actual la de quien escribe comentarios (por ejemplo del tipo que usted indica) y la del periodista especializado que comenta una noticia (econoacutemica deportiva etc) concreta o la actualidad en general

A todo lo anterior solo nos cabe antildeadir que puede usted consultar las suce-sivas ediciones de nuestro diccionario y comprobar la evolucioacuten de las corres-pondientes acepciones a lo largo del tiempo en la aplicacioacuten de la web de la Aca-demia Por otra parte en nuestros bancos de datos podraacute encontrar abundantes ejemplos reales de uso de ambos teacuterminos

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Real Academia Espantildeola

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PRIMERA PARTE

LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO I SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO

Y LOS ESTUDIOS TOMISTAS

I1 EL MENOSPRECIO DE LA EDAD MEDIA Y LA ESCOLAacuteSTICA

laquoLas tinieblas de la Edad Media no son sino las de nuestra ignorancia Una claridad de aurora bantildea las edades lejanas de nues-tra geacutenesis para quien sabe elevar hasta ellas la antorcha del cono-cimiento del amor y de la confianza en los destinos de la patriaraquo45

Nuestra investigacioacuten se inscribe en la situacioacuten generalizada en la que los estudios enmarcados en la Edad Media y la tradicioacuten escolaacutestica no gozan del mejor de los prestigios

iquestCuaacutel es el origen de esto Difiacutecil precisarlo pese a poder contar los nume-rosos ejemplos con los que estaacute plagada la historia de los uacuteltimos siglos

En el proacuteximo inciso pondremos ejemplos de las experiencias cotidianas de reconocidos medievalistas provenientes del aacutembito de la Filosofiacutea o de las cien-cias en general Aquiacute anticipamos esas vivencias con algunas notas relevantes

Asiacute por ejemplo evidencia esta actitud Augusto Comte en su ceacutelebre Dis-curso sobre el espiacuteritu positivo ndashen dos sentenciasndash a consecuencia del anaacutelisis que hace respecto de las perniciosas ensentildeanzas que desde fines de la Edad Media continuacutean siendo todaviacutea en su eacutepoca el punto de apoyo del sistema es-colar general Que impiden una buena disposicioacuten de las personas asiacute educadas al estado positivo No puede decirse lo mismo de los que gozan de la ventaja de no haber sido alfabetizados

46

45 G COHEN La gran claridad p 17546 Cfr A COMTE Discurso sobre el espiacuteritu positivo Alianza Editorial Madrid 1980 p 106 sect62 pp 108- 110 sect63

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Obviamente que no entraremos en la discusioacuten que plantea el autor ni ana-lizaremos su diagnoacutestico Tan soacutelo subrayamos el modo en que desacredita la Edad Media la Escolaacutestica y todo lo relacionado a la teologiacutea y filosofiacutea catoacute-lica

Comte no es ni el primero ni el uacutenico que toma esta actitud En efecto hay una especie de consciencia de eacutepoca de no pertenecer maacutes a la generacioacuten que les antecedioacute

Deciacuteamos que rastrearlo es faacutecil Deberiacuteamos recurrir a Descartes Spinoza Leibniz Kant y a todos los filoacutesofos y cientiacuteficos que ndashde un modo u otrondashaban-donan paulatinamente toda la tradicioacuten aristoteacutelica y cristiana Asiacute lo resume Raimondo Spiazzi

laquoAbbiamo giagrave detto che nellrsquoinsieme di fattori di vario ordine che costituiscono il carattere originale profondamente innovatore e addirittura rivoluzionario dellrsquoetagrave moderna ciograve che prevale e tu-tto caratterizza egrave lrsquoindividualismo che si afferma in contrasto col senso medioevale del bene comune e dellrsquooggettivitagrave come pure col senso rinascimentale dello Stato e del potere assoluto Senza poter approfondire qui questo punto neacute seguire tutto il suo sviluppo sto-rico osserviamo perograve che giagrave sul piano religioso lrsquoindividualismo si afferma con Lutero e il protestantesimo (libero esame ispirazione privata valore determinante della coscienza personale) sul piano filosofico lrsquointerioritagrave anticomunitaria sul piano politico come abbiamo detto col liberalismo che nasce dallrsquoilluminismo e dal po-sitivismo e viene tenuto a battesimo dal volontarismo rousseaunia-no che sostituisce la cosiddetta ldquovolontagrave generalerdquo al posto della ragione oggettiva sul piano economico col individualismo di Smi-th che sostiene il non-intervento dello Stato in campo economico dove domina la legge dellrsquointeresse e dellrsquoegoismoraquo

47

Esta consciencia de ser ldquomodernosrdquo de la que hablaacutebamos estaacute signada por el abandono de la cosmovisioacuten cristiana en pos de otra y por el creciente indivi-dualismo que Hugo Emilio Costarelli Brandi pone en estos teacuterminos

47 R SPIAZZI Principi di Etica Sociale Edizioni Studio Domenicano Bologna 1990 pp 9-10

55

laquoEsta visioacuten orgaacutenica del hombre del universo y de Dios es la que ha sido descuartizada por la modernidad Ella se ha quedado con una parte (a eleccioacuten) que absolutizada ocupoacute todo su hori-zonteraquo48

Otra nota que identifica a los modernos es su concepto de Estado que laquovie-ne teorizzato per la prima volta da Jean Bodin che lo caratterizza mediante lrsquoatributo della ldquosovranitagraverdquo precedentemente riconosciuto soltanto a Dioraquo

49 A

nuestro juicio la descripcioacuten maacutes clara sobre el asunto es la que realiza Romano Guardini en sus clases de Eacutetica en Muacutenich

laquoEl Estado contemporaacuteneo es ante todo libre pensador y es-ceacuteptico maacutes tarde ha pasado a ser ateo Pero aunque dicte leyes y eacutestas sean recibidas por el pueblo como obligatorias se alimentan praacutecticamente de convicciones y sentimientos obligatorios que por principio rechaza Lo cual significa que el Estado vive en una rela-cioacuten parasitaria

Empero esta relacioacuten tiene que deteriorarse y por eso la vida del Estado se desarrolla en una crisis cada vez maacutes profunda pues cada vez se hace maacutes necesario ejercer la fuerza alliacute donde debiacutea responderse seguacuten puras obligaciones de conciencia moral se res-ponde seguacuten el miedo De este modo las cosas relativas al Estado van adoptando una configuracioacuten torcida y terminaraacute vieacutendose que el asunto no marcha lejosraquo50

Tampoco interesa la problemaacutetica del ldquoEstado Modernordquo sino mostrar que la Modernidad se ha configurado a siacute misma bajo ciertas coordenadas que la distinguen de la Edad Media sin atribuirse las notas que caracterizaron al Me-dioevo

Pues bien frente a esta herencia cultural que nos legoacute la Modernidad y en respuesta a ella podemos ver que los estudios tomistas no soacutelo cuentan con una sucesioacuten de disciacutepulos (que reciben de otros a veces despectivamente y se dan a siacute mismos siempre con orgullo el nombre de ldquotomistasrdquo) casi ininterrumpida

48 H E COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 149 E BERTI laquoIl concetto di ldquobene comunerdquo raquo p 14750 R GUARDINI Eacutetica Lecciones en la Universidad de Muacutenich BAC Madrid 1999 p 648

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

a lo largo de los siglos sino que ademaacutes se las ingenian constantemente para sacudirse el polvo del olvido e instalarse ndashdeshaciendo prejuiciosndash en los maacutes actuales y rentildeidos debates acadeacutemicos

I2 SANTO TOMAacuteS DE AQUINO

I21 iquestPor queacute Santo Tomaacutes de Aquino

Hoy diacutea es un paso obligado para todos los que se dedican al estudio de Santo Tomaacutes de Aquino o a cualquier tema relacionado a la Filosofiacutea Medie-val comenzar planteaacutendose esta pregunta Para luego responder y justificar tal eleccioacuten basaacutendose en la importancia y actualidad de sus trabajos y escritos ameacuten de las implicancias e intriacutensecas relaciones que tienen con nuestra vida cotidiana

Asiacute por ejemplo Mary M Keys comienza preguntaacutendose sobre cuaacutel es el sentido de elegir a Santo Tomaacutes para el estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en el primero de sus capiacutetulos que lleva por tiacutetulo laquoWhy Aquinasraquo Si bien pone este interrogante bajo otro aspecto del que nosotros mismos lo haremos notamos que es siempre dentro del campo de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral el gran marco conceptual que la circunda Su respuesta

laquoThe argument I advance in this book finds Aquinasrsquos thought a very useful and perhaps even essential resource for political theo-rists today precisely because it delves deeply into the philosophical anthropological and ethical foundations of social and civic life and so better enables us to envision the purposes of politicsraquo

51

Tambieacuten J L Widow Lira se cuestiona laquoiquestPor queacute estudiar la verdad poliacutetica atendiendo a la ensentildeanza de Santo Tomaacutesraquo

52 y Cornelio Fabro comienza su

51 M M KEYS Aquinas Aristotle and the promise of the common good Cambridge University Press New York (NY) USA 2007 p 452 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica de la moral RIL Editores Santiago 2004 p 12

57

Introduzione al tomismo planteaacutendose si no seraacute tal vez soacutelo una curiosidad erudita retornar a Santo Tomaacutes e indaga sobre el sentido y utilidad para el hom-bre moderno que se pone a estudiar la doctrina del Angeacutelico

53

iquestPor queacute esto es asiacute iquestPor queacute tambieacuten nosotros tenemos que dar respuesta a este interrogante iquestPor queacute no sucede lo mismo cuando se mencionan autores de otro periacuteodo de la Historia de la Filosofiacutea

Insistimos pieacutensese en cualquier otro pensador ya de la Edad Antigua ya de la Moderna o Contemporaacutenea Difiacutecilmente requieran una justificacioacuten pues pareceriacutean auto-justificarse con tan soacutelo nombrarlos

iquestNo habraacute llegado el momento en que debiera suceder lo mismo cuando nombramos a Santo Tomaacutes de Aquino

Lamentablemente no Todaviacutea hoy advertimos una suerte de ldquomedioevofo-biardquo en muchos claustros acadeacutemicos pese al esfuerzo los aportes la larga y probada trayectoria de los medievalistas especial ndashmaacutes no exclusivamentendash en Argentina

Pero claro someterse una y otra vez a tal justificacioacuten frente a la comunidad cientiacutefica implicariacutea de suyo la redaccioacuten de extensos voluacutemenes que entorpece-riacutean el decurso argumentativo normal y esperado para un escrito de Tesis

Imaginemos la extensioacuten de paacuteginas por ejemplo si debieacuteramos explayar-nos sobre el tiempo histoacuterico en el que se encuadra nuestra investigacioacuten pe-riacuteodo caracterizado tanto por su extensioacuten territorial cuanto temporal por la di-versidad de culturas tradiciones lenguas religiones y costumbres que cobijoacute y los movimientos poliacuteticos filosoacuteficos y teoloacutegicos que proliferaron en su seno Seriacutea naturalmente un despropoacutesito

Autores historiadores filoacutesofos y profesores que se dedican a los estudios en Filosofiacutea Medieval deben constantemente luchar contra estos prejuicios De-ben justificar a cada paso la importancia de circunscribirse con sus estudios y en sus oficios a la Edad Media Asiacute lo testimonia Francisco Carpintero pues cuando plantea esto en sus clases laquoel ambiente parece sacudido por un halo entre tenebroso y de color negro que son las sensaciones a las que parece ir unida la Escolaacutestica en nuestra cultura de masasraquo54

53 Cfr C FABRO Introduzione al tomismo La metafisica tomista amp il pensiero moderno Edizione ARES Milano 1997 sect Avvertenza p 954 F CARPINTERO laquoFacultas proprietas dominium tres antropologiacuteas en la base de la justiciaraquo en Perso-

CAPIacuteTULO I - SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMATISTAS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Algo parecido relata Reacutegine Pernoud con tres aneacutecdotas de este tipo55

El maacutes ilustrativo es el tercero de los episodios referido al pedido de una documen-talista especializada en programas histoacutericos de televisioacuten Le solicita a la autora algunas diapositivas que ldquoden una idea de la Edad Media en general matanzas degollaciones escenas de violencia de hambrunas de epidemiasrdquo

56

Por su parte Alfredo Saacuteenz parafraseando a la citada medievalista plantea maacutes o menos lo mismo al introducir las nociones de ldquoCristiandad y Edad Me-diardquo en el primer capiacutetulo de su obra

laquoBien deciacutea Reacutegine Pernoud una de las medievalistas maacutes caracterizadas de la actualidad que no hay casi diacutea en el que no se tenga ocasioacuten de escuchar frases tales como ldquoya no estamos en la Edad Mediardquo ldquoeso es volver a la Edad Mediardquo o ldquono tengas menta-lidad medievalrdquo Y ello en cualquier circunstancia ya se quiera sos-tener las banderas de la liberacioacuten femenina como defender ideas ecoloacutegicas o luchar contra el analfabetismoraquo57

Hablaacutebamos de este tipo de lugares comunes que sin asidero forman parte del acervo cultural transmitido hasta nuestros diacuteas tal vez a partir del Renaci-miento y la Modernidad Asiacute lo concibe tambieacuten Gustave Cohen

na y derecho Revista de fundamentacioacuten de las Instituciones Juriacutedicas y de Derechos Humanos 52 (2005) p 14355 R PERNOUD Para acabar con la Edad Media Medievalia (ed Joseacute J de Olantildeeta) Barcelona 2003 pp 8-9 laquoLa cosa empieza pronto recuerdo haber tenido la ocasioacuten de acompantildear a un sobrino miacuteo a uno de esos cursos en que se admite a los padres para que eacutestos despueacutes puedan hacer trabajar a sus hijos El nintildeo debiacutea de tener siete u ocho antildeos Cuando llegoacute el momento de la recitacioacuten de historia he aquiacute textualmente lo que oiacute La maestra iquestCoacutemo se llamaba a los campesinos en la Edad Media Coro de la clase Se les llamaba siervos Maestra iquestY queacute haciacutean iquestqueacute teniacutean La clase Teniacutean enfermedades Maestra iquestQueacute enfermeda-des Jeacuterocircme Jeacuterocircme (grave) La peste Maestra iquestY queacute maacutes Emmanuel Emmanuel (entusiasta) El coacutelera Sabeacuteis muy bien la leccioacuten de historia concluyoacute plaacutecidamente la maestra Pasemos a la geografiacutearaquoUna segunda narracioacuten estaacute referida maacutes o menos a lo mismo Pernoud cuenta que mientras paseaba con Ameacutelie (nieta de una amiga suya una nintildea de unos siete antildeos aproximadamente) la misma le cuenta lo que aprendiacutea sobre la Edad Media En este tiempo habiacutea sentildeores feudales que ldquose haciacutean la guerra todo el tiempo y con sus caballos iban por los campos de los campesinos y lo destrozaban todordquo Agrega ldquome hizo comprender que en 1975 se ensentildea historia exactamente como me la habiacutean ensentildeado a miacute hace medio siglo o maacutesrdquo56 Ibidem p 957 A SAacuteENZ La Cristiandad y su cosmovisioacuten ed Gladius Bs As 2007 p 25 Para una profundizacioacuten del tema recomendamos la lectura del libro sobre lo que tratamos aquiacute especialmente del capiacutetulo primero (ldquoCristiandad y Edad Mediardquo)

59

laquoEl teacutermino Edad Media es el maacutes impropio que pueda darse y yo quisiera verlo substituido sobre en todo en cuanto se relaciona con Francia por el de Primera Edad Nos ha sido impuesto por los humanistas del Renacimiento que han mirado esa eacutepoca como la transicioacuten entre la Antiguumledad claacutesica grecorromana y la eacutepoca que pretendiacutea haberla resucitadoraquo58

Y ejemplifica lo que ha dicho

laquoLe vilain Monstre Ignorance la llamaraacute Ronsard Post li-tteras renatas despueacutes del renacimiento de las letras escribiraacute el holandeacutes Daniel Heinsius en 1611 en su De Tragoediae Constitu-tioneraquo59

En este contexto plantear un tema de investigacioacuten como el nuestro parece-riacutea a todos los efectos un retorno a la Edad Media replanteando la utilidad de una ldquomentalidad medievalrdquo

Aquiacute queremos esbozar contrariamente a lo que se piensa que la Edad Me-dia no fue un bloque monocromaacutetico y monoliacutetico rodeado de obscurantismo e inmerso en una atmoacutesfera en la que soacutelo era posible respirar ignorancia y exhalar ndashobligadamentendash jaculatorias Huelga decir que no es nuestro objetivo rebatir una a una las inapropiadas acusaciones con las que es tildado el periacuteodo que nos ocupa

Tan soacutelo queremos presentar otra percepcioacuten basada en la idea que acaba-mos de exponer que el Medioevo dista mucho de ser un obstaacuteculo entre el ser humano y la ciencia y la libertad y la grandeza de la inteligencia y la geniali-dad

Y por ello por la admiracioacuten que transmite a todo aqueacutel que sinceramente busca estudiarlo libre de todo prejuicio lo hemos elegido Y hemos preferido de entre tantos otros de este periacuteodo la monumental figura y obra de Santo Tomaacutes de Aquino puesto que

58 G COHEN La gran claridad de la Edad Media Editorial Huemul Buenos Aires 1965 p 1259 Ibidem p 12

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoCuando uno se enfrenta con la personalidad cientiacutefica de Santo Tomaacutes lo primero que llama la atencioacuten es la extensioacuten y variedad de sus obras y mucho maacutes si se considera que escribioacute en poco maacutes de veinte antildeos ndashfinales de 1252 a finales de 1273ndash Haciendo un caacutelculo aproximado sobre una de las ediciones de sus obras completas (la de Fretteacute 34 voluacutemenes en cuarto mayor a dos columnas) Tomaacutes de Aquino escribioacute maacutes de 20000 paacuteginas de las caracteriacutesticas sentildealadas unas mil de esas paacuteginas por antildeoraquo60

Esto no lo esgrimimos en forma anecdoacutetica El dato adquiere todaviacutea mayor relevancia cuando contemplamos la profundidad y la calidad de sus escritos asiacute como la originalidad con la que recibe a Aristoacuteteles a San Agustiacuten a Boecio al Pseudo-Dionisio a Avicena a Averroes a Maimoacutenides a Ciceroacuten a Seacuteneca a los juristas romanos y asiacute podriacuteamos continuar con una larga lista

Elegimos a Santo Tomaacutes entonces porque su doctrina se educe de princi-pios que auacuten hoy son vaacutelidos y merecen la pena ser estudiados en atencioacuten a los problemas que se ciernen sobre la vida poliacutetica de nuestra sociedad actual

Porque ante la gran crisis de la inteligencia contemporaacutenea que menosprecia el aporte del tomismo (y que Carlos A Sacheri enmarca tambieacuten en el plano de la reflexioacuten poliacutetica

61) toda nueva propuesta y rememoracioacuten clara de tales prin-

cipios ndashy del contenido de la filosofiacutea tomistandash es no soacutelo necesaria sino urgente y pertinente

Porque la reflexioacuten sobre la filosofiacutea poliacutetica tomista comienza a ser el cen-tro de estudios que resurgen a finales del siglo XX y porque el auge de tales investigaciones centradas en la profundizacioacuten del tomismo en sus muchas va-riantes continuacutea y continuaraacute

Porque aporta claridad a la reflexioacuten sobre el problema que laquoatraviesa la maacutes importante de las conquistas sociales de la modernidad ldquonuestrordquo Estado liberal- democraacutetico liberal-social asistencial del welfare o como se quiera decirraquo Puesto que laquotambieacuten esta forma de organizacioacuten poliacutetica como tantas

60 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino maestro del orden ed Cincel-Kapeluz Bogotaacute 1989 p 2461 Cfr C A SACHERI laquoSanto Tomaacutes y el orden socialraquo en Verbo 152 (1975) p 18 En esta obra el autor presenta sinoacutepticamente los principios establecidos por el Aquinate en el desarrollo de su doctrina filosoacutefi-co-moral Estos principios baacutesicos de la doctrina tomista aquiacute tratados son El primero los referidos

61

otras realidades tiacutepicas de la modernidad parece que ha llegado a la parada de la posmodernidad aunque con un poco de retraso respecto de todas las demaacutesraquo

62

Porque en definitiva (adherimos a la opinioacuten de J L Widow Lira) estudiar la doctrina del Angeacutelico redunda en beneficios para todos aquellos que se dedi-can a la reflexioacuten sobre el sentido los objetivos y los modos de la praxis poliacutetica de todos los tiempos

laquoNo seriacutea raro que alguien se preguntara por queacute seguir es-tudiando a Santo Tomaacutes maacutes aun si el objeto de intereacutes es la po-liacutetica que se ha desarrollado por cauces tan distintos de los que el Aquinate pudo siguiera sospechar La breve respuesta que intentareacute dibujar atiende a dos factores uno Santo Tomaacutes educa la mirada de quien lo estudia conducieacutendola suavemente a la realidad estudiada y dos dado que en poliacutetica maacutes allaacute de los cambios a los que estaacute sujeta esta actividad subyace una misma realidad que tiene aspectos que permanecen por lo que quien los ensentildea permanece siempre actualraquo63

I22 La importancia del estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo Tomaacutes

Naturalmente no todos compartiraacuten la expresioacuten que ponemos en el tiacutetulo del apartado que nos ocupa En efecto hay posiciones encontradas y valoracio-nes disiacutemiles

A pesar de lo que hemos dicho algunos autores manifiestan alguacuten rechazo ndasho cuanto menos antipatiacuteandash respecto de la importancia de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo a los Fundamentos Antropoloacutegicos El segundo el del Orden Natural donde hallaremos la cuestioacuten centrada en dichos principios baacutesicos del orden social el de la primaciacutea del bien comuacuten el de solidaridad y el principio de sub-sidiaridad Y en tercer lugar el de la jerarquiacutea de las funciones sociales

62 G CHALMETA La Justicia Poliacutetica en Tomaacutes de Aquino Una interpretacioacuten del Bien Comuacuten Poliacutetico EUNSA Pamplona 2002 pp 13-1463 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 12

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tomaacutes Otros por el contrario reivindican con sus publicaciones la actuali-dad del pensamiento eacutetico-poliacutetico del Angeacutelico

En este sentido por la novedad que representoacute la siacutentesis del Doctor Co-muacuten respecto del mundo que le antecedioacute y del que le sucedioacute estaacuten quienes sostienen que en el Medioevo hay algo propiamente distintivo en lo referido a la Filosofiacutea Poliacutetica y que gran parte de esta novedad habriacutea sido encriptada en las obras poliacuteticas y morales de Santo Tomaacutes de Aquino (De Regno S Th etc)

64

entre otros autores medievales claro estaacute

Como dijimos no todas las opiniones ni todos los escritores actuales van por el sendero de reconocer en el Aquinate noticia alguna respecto de la Antiguumledad (del Estagirita por ejemplo) o la posibilidad de encontrar alguna obra acabada de filosofiacutea poliacutetica en la doctrina del Angeacutelico

65

Refirieacutendonos a la novedad que representoacute la siacutentesis de Santo Tomaacutes sobre el mundo que le antecedioacute y el que le sucedioacute encontramos diversos estudios

F Bertelloni explica claramente sus intenciones al concluir que el objetivo de su trabajo laquono ha sido mostrar el mayor o menor aristotelismo presente en los textos poliacuteticos medievales sino mostrar el paulatino traacutensito que se produce desde el modelo claacutesico hacia el modelo protomoderno de la poliacuteticaraquo

66 Y que al

mismo tiempo ha querido laquoponer de manifiesto una consecuente tendencia hacia el paulatino abandono de la explicacioacuten metafiacutesica del Estado y su sustitucioacuten por una explicacioacuten fisicalistaraquo

67

F Carpintero expone el modo y la geacutenesis de coacutemo es tratado comuacutenmente al argumento juriacutedico o del derecho Haraacute un recorrido desde Aristoacuteteles pa-sando por las diversas escolaacutesticas hasta la Neo-escolaacutestica para arribar a los modernos especialmente de la mano de Molina y Suaacuterez

68

M Aacute Belmonte busca demostrar que Santo Tomaacutes no recibioacute acriacuteticamente las obras filosoacuteficas poliacuteticas de Aristoacuteteles Sino que por el contrario manifiesta

64 Cfr Todo el estudio de F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medieval entre la Tradicioacuten claacutesica y la mo-dernidadraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El Pensamiento Poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 17-4065 Cfr M Aacute BELMONTE laquoLa recepcioacuten de la prudencia poliacutetica aristoteacutelica en la siacutentesis de Santo Tomaacutesraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Ma-drid 2010 pp 275-28566 F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4067 Ibidem p 4068 F CARPINTERO laquoFacultas propietas dominiumraquo cfr especialmente las pp 166-173

63

novedades auacuten en los comentarios que a ojos inexpertos podriacutean parecer mera-mente expositivos A estos efectos ademaacutes una muy buena siacutentesis documentada bibliograacuteficamente de las diversas opiniones sobre el tema

69

Con relacioacuten a quienes sostienen alguna repeticioacuten de la doctrina del Esta-girita por parte del Angeacutelico encontramos entre otros a E Berti con un trabajo que se articula en tres pasos

En el primero discurriraacute sobre el tema de la crisis del Estado Moderno su geacutenesis y caracteriacutesticas

En el segundo explicaraacute el concepto de ldquobien comuacutenrdquo tal como eacutel entiende que es teorizado por Santo Tomaacutes de Aquino y cuaacuteles son consecuentemente las ventajas que de esto se siguen al poner nuevamente en juego el mismo con-cepto en el corazoacuten de los debates e investigaciones referidas a la vida poliacutetica contemporaacutenea

Finalmente y en tercer lugar muestra coacutemo el concepto tomista del bien comuacuten ha sido ldquogenialmenterdquo (cfr p 160) entendido y desarrollado por Jacques Maritain (a su juicio el filoacutesofo que maacutes ha ldquomaduradordquo los senderos propuestos por las liacuteneas del CV II) (cfr p 160)

Deciacuteamos que Berti sostiene la repeticioacuten de Aristoacutetoeles por parte de Santo Tomaacutes cuando afirma laquoSiamo in presenza della nota dottrina aristotelica che Tommaso si limita a ripetere con consenso anche nellrsquoaspetto per cui lrsquouomo egrave ldquoparterdquo della societagrave politica il quale da un punto di vista cristiano puograve creare qualche difficoltagraveraquo

70

Por otra parte Mary M Keys analiza a Santo Tomaacutes cotejaacutendolo con Aristoacute-teles para mostrar la novedad del primero respecto del segundo Con este estudio la autora argumenta en favor de la importancia y actualidad del Aquinate junto con la novedad que puede resultar del estudio de sus obras para quienes se ponen a filosofar en el aacutembito de la Poliacutetica y la Moral

71

Lo mismo encontramos en Francisco Carpintero cuando recorre las fuentes y la historia del ordenamiento juriacutedico desde lo que eacutel mismo sentildeala como los ldquotiempos desconocidosrdquo hasta nuestros mismos diacuteas Su tesis es la de demostrar

69 M Aacute BELMONTE laquoLa recepcioacuten de la prudencia poliacuteticaraquo pp 275-28570 Cfr E BERTI laquoIl concetto di ldquobene comunerdquoraquo pp 152-15371 M M KEYS Aquinas Aristotle

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

por queacute laquoTomaacutes de Aquino ha sido el mejor teoacuterico tanto por su extensioacuten como por su profundidad de la jurisprudentia romanistaraquo

72

La novedad y originalidad del Aquinatense la explica Francisco Bertelloni al exponer laquoel paulatino traacutensito que se produce desde el modelo claacutesico hacia el modelo protomoderno de la poliacuteticaraquo

73

A nuestro juicio tal diferencia entre el Medioevo y los tiempos que le ante-cedieron y sucedieron las encontramos en el mismo Santo Tomaacutes

Para reforzar nuestra posicioacuten ndashque el Aquinate no se limita a comentar al Estagirita sino que estamos frente a la ldquoformulacioacuten de un nuevo paradigmardquo

74ndash

reenviamos a la lectura de Matthias Lutz-Bachmann En todas sus liacuteneas el au-tor haraacute un esfuerzo para elaborar la comprensioacuten de la diferencia fundamental obrada por el Angeacutelico respecto del Estagirita basaacutendose en la premisa con la que inauguroacute su ensayo

laquoAristotle earns the distinction of having put forward the first comprehensive philosophical theory of justice After the end of the antique world St Thomas Aquinas was the first philosopher and theologian to return to Aristotlersquos theory of the just Not only did he do so with the requisite systematic precision he also developed a new philosophical interpretation of justiceraquo75

A fortiori Aacute Rodriacuteguez Luntildeo tratando cierta historicidad del concepto re-ferido a la virtud de la justicia sentildeala tambieacuten esta ldquonueva teoriacuteardquo al estudiar la virtud de la epiqueya

76 Destacamos del mismo autor su opinioacuten sobre la realiza-

72 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural Tomaacutes de Aquino y los otros escolaacutesticos Universidad Com-plutense-Facultad de Derecho servicio de publicaciones Madrid 2004 p 4373 F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4074 M LUTZ-BACHMANN laquoThe discover of a Normative Theory of Justice in Medieval Philosophy On the Reception and Further Development of Aristotlersquos Theory of Justice by St Thomas Aquinasraquo en Medie-val Philosophy and Theology 9 (2000) pp 1-1475 Ibidem p 176 Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO laquoLa virtugrave dellrsquoepicheia Teoria storia e applicazione (I) Dalla Grecia classica fino a F Suaacuterezraquo en Acta Filosofica 6 2 (1997) p 201 Esta obra revistioacute para nosotros especial intereacutes por el tema que el autor aborda Tras el anaacutelisis expositivo de la significacioacuten de la virtud de la Epiqueya tanto en Platoacuten como en Aristoacuteteles y detenieacutendose un poco maacutes en el uacuteltimo (dato que se evidencia en la mayor extensioacuten de palabras con que lo trata) ndashy tras afirmar que el estudio realizado por el Estagirita ademaacutes de ser el maacutes orgaacutenico es el maacutes importante (en teacuterminos de clasicidad) ya que laquoil suo influsso sulla tradizione

65

cioacuten plena del pensamiento tomista en el campo de la reflexioacuten eacutetica77

Y esto por pertinente al argumento que sostenemos seguacuten el cual Aristoacuteteles no es sencilla-mente retomado por Santo Tomaacutes quien no imita simplemente las afirmaciones del Estagirita

Sobre el segundo punto ndashsi en Santo Tomaacutes hay una obra acabada de Filoso-fiacutea Poliacuteticandash encontramos dos tipos de opiniones favorables Estaacuten por supuesto quienes tambieacuten la niegan

El primer grupo pertenece a aquellas un tanto moderadas como la de Fran-cesco Viola cuando trata el tema de la Filosofiacutea Poliacutetica en la Suma Teoloacutegica de Santo Tomaacutes de Aquino y dice

laquoLa Summa Theologiae no es ciertamente una obra en la que Santo Tomaacutes se ocupe de la poliacutetica Es sabido que la filosofiacutea poliacutetica de Santo Tomaacutes estaacute expuesta en el comentario a la Poliacutetica de Aristoacuteteles Las alusiones que se encuentran en la Summa (porque se trata solamente de alusiones) tienen sin embargo su caraacutecter especiacutefico que puede considerarse como una contribucioacuten uacutetil a la reflexioacuten poliacutetica Aquiacute Santo Tomaacutes no estaacute interesado en la defi-nicioacuten de la poliacutetica en la individualizacioacuten de los problemas y de los cometidos de la ldquoCiencia Poliacuteticardquo en la exacta delimitacioacuten de los aacutembitos y del alcance de los problemas poliacuteticos En la Summa la presencia de la poliacutetica tiene una dimensioacuten totalmente distintaraquo78

En segundo lugar y decididamente a favor de que siacute encontramos en Santo Tomaacutes de Aquino una Filosofiacutea Poliacutetica se colocan ndashentre otrosndash Mariacutea Celesti-na Donadiacuteo Maggi de Gandolfi y E Esteacutebanez

La primera al referirnos sobriamente en queacute consiste la tarea del hombre que se pone a reflexionar en el campo de la Filosofiacutea Poliacutetica

79 De hecho las tres

razones por las que seguacuten la autora encontramos una ldquoexpliacutecita y sistemaacuteticardquo

morale cattolica egrave stato determinanteraquondash se aboca profundamente a la recepcioacuten de eacutesta por Santo Tomaacutes de Aquino Previo anaacutelisis de otro personaje no menos importante como es San Alberto Magno77 Cfr Ibidem p 21878 F VIOLA laquoLa poliacutetica en la Suma Teoloacutegicaraquo en BALLESTEROS et al (a cura di) Justicia Solidari-dad Paz vol I Valencia 1995 p 47979 M C DONADIacuteO MAGGI DE GANDOLFI laquoNaturaleza e historia en la determinacioacuten de la moralidad socialraquo en Doctor Comunis (2012) pp 122-136

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

filosofiacutea poliacutetica en Santo Tomaacutes son las siguientes (1) En primer lugar por ldquosu conocimiento y preocupacioacuten por las comunidades de su tiempordquo (cfr p 122) (2) En segundo porque ldquola vida social estaacute exigida por la ley naturalrdquo (cfr p 123) (3) Y en tercer teacutermino por el fundamento metafiacutesico (y aristoteacutelico) de su Eacutetica es al fin una reflexioacuten sociopoliacutetica (cfr p 124)

El segundo ndashE Esteacutebanezndash tambieacuten argumenta una tesis totalmente favo-rable a la presencia de una obra de Filosofiacutea Poliacutetica en los escritos de Santo Tomaacutes de Aquino

laquoEn su conjunto el tratado de la justicia de la Suma el maacutes extenso de los consagrados a las virtudes es un alarde de organizacioacuten y siacutentesis de toda la temaacutetica vinculada a esta virtud la conocida en los estudios tradicionales y la recieacuten descubierta del Estagiritaraquo

80

Finalmente traemos la opinioacuten de otros tres autores que vienen a aseverar lo exponemos

Primero la postura conciliadora y medida que sostiene E Forment en ldquoPrin-cipios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica de Santo Tomaacutesrdquo

81 El autor desa-

rrolla ocho principios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica del Angeacutelico que serviraacuten para comprender el pensamiento del Doctor Comuacuten en lo referido a la filosofiacutea claacutesicamente llamada ldquoMoralrdquo asiacute como su ordenamiento intriacutenseco y su relacioacuten con otros campos de la misma Filosofiacutea y con otras ciencias

De los ocho apartados en los que se articula su escrito a nosotros interesa principalmente el primero intitulado ldquoFilosofiacutea poliacutetica tomistardquo

Alliacute E Forment tras exponer brevemente cuaacuteles son las obras que incom-pletamente poseemos sobre el pensamiento filosoacutefico poliacutetico de Santo Tomaacutes (de autoriacutea propia) y a la vez que detalla los pormenores y las vicisitudes que el Aquinate atravesoacute mientras los componiacutea concluye diciendo que tomando todos y cada uno de sus numerosos laquotextos eacuteticos e incluso juriacutedicosraquo (cfr sect1 p 93) ndashy esto debido a la obligada relacioacuten entre la reflexioacuten sobre la poliacutetica y la re-flexioacuten sobre la eacuteticandash podemos laquoreconstruir un tratado poliacutetico tomistaraquo (cfr sect1 p 93) Si bien la cita es extensa vale la pena traerla puesto que ilustra sinteacutetica

80 Cfr E G ESTEacuteBANEZ laquoLa virtud de la justicia Introduccioacuten a las cuestiones 57 a 60raquo en TOMAacuteS de Aquino Obras Completas t III B A C Madrid (1990) p 45781 E FORMENT laquoPrincipios fundamentales de la Filosofiacutea Poliacutetica de Santo Tomaacutesraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 93-112

67

y claramente ndasha nuestro juiciondash una postura comedida y acorde a la realidad de los hechos que como hemos dicho compartimos Leaacutemosla

laquoNo se encuentra entre la numerosa y variada obra de Santo Tomaacutes de Aquino ni una obra completa dedicada a la filosofiacutea poliacute-tica ni tampoco un tratado en la Suma Teoloacutegica El opuacutesculo Sobre el Reino al Rey de Chipre o Sobre el gobierno de los priacutencipes preparado en Roma y en Viterbo en 1267 dedicado a explicar su concepcioacuten de la poliacutetica no estaacute terminado El Aquinate se quedoacute en el capiacutetulo cuarto del libro segundo El otro opuacutesculo titulado Sobre el gobierno de los judiacuteos o Carta a la duquesa de Brabante escrito entre 1270 y 1271 trata ocho cuestiones poliacuteticas concretas como la legitimidad de los impuestos

Tampoco se encuentra una filosofiacutea poliacutetica completa y siste-maacutetica en otra obra directamente dedicada al pensamiento poliacutetico y de mucha mayor extensioacuten la Exposicioacuten a los libros de la Poliacutetica preparada tambieacuten durante estos uacuteltimos antildeos de su vida Ademaacutes de ser un comentario a la Poliacutetica de Aristoacuteteles Santo Tomaacutes no la pudo terminar La dejoacute en la leccioacuten 6 del libro III

Sin embargo teniendo en cuenta estos escritos y otros disper-sos o relacionados con la poliacutetica en toda su obra desde el Escrito sobre los cuatro libros de las sentencias del Maestro Lombardo ter-minado en 1257 hasta la Suma Teoloacutegica que preparoacute hasta el 6 de diciembre de 1273 tres meses antes de su muerte se puede recons-truir un tratado poliacutetico tomista Ademaacutes como el Aquinate sostiene que la poliacutetica guarda una relacioacuten necesaria con la eacutetica son de gran utilidad sus numerosos textos eacuteticos e incluso juriacutedicosraquo82

82 Ibidem p 93 Rescatamos el elenco propuesto por el Eudaldo Forment de aquellos autores que han hecho el esfuerzo de ordenar el pensamiento filosoacutefico poliacutetico de Santo Tomaacutes estudios a los que hemos recurrido y de cuya lectura hemos tomado la posicioacuten que aquiacute expusimos A MALAGOLA La teoria politica di San Tommaso U Berti Bologna 1912 V BOUILLON La politique de S Thommas Letouzey Pariacutes 1927 E GALAacuteN Y GUTIEacuteRREZ La filosofiacutea poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino Edit Revista de Derecho Pri-vado Madrid 1945 B ROLAND-GROSSELIN La doctrine politique de Saint Thomas drsquoAquin Riviegravere Pariacutes 1928 G ROCCA La politica in S Tommaso Editrice Rispoli Anonima Napoli 1934 S RAMIacuteREZ Pueblo y gobernantes al servicio del Bien Comuacuten Errameacuterica Madrid 1956 L LACHANCE Lrsquohumanis-me politique de Saint Thomas drsquoAquin Individu et Etat Sirey-Leacutevrier Pariacutes 1964 Del uacuteltimo accedimos a la traduccioacuten espantildeola Individuo y Estado en Santo Tomaacutes de Aquino EUNSA Pamplona 2001 que nos resultoacute particularmente interesante puesto que el autor ofrece una visioacuten completa de la poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino discutiendo con las tesis personalistas sostenidas por J MARITAIN en su afamado Humanismo integral

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

La segunda es la opinioacuten que el dominico L Lachance expone en su obra Lrsquohumanisme politique de Saint Thomas drsquoAquin Aprovecharemos aquiacute enton-ces sus argumentos en favor de atribuir peso a la posicioacuten de una filosofiacutea poliacute-tica y juriacutedica tomista

Alliacute el profesor de la Universidad de Montreacuteal comienza preguntaacutendose sobre las causas por las cuales la doctrina poliacutetica de Santo Tomaacutes de Aquino no haya sido debidamente valorada Tras asumir que laquola miseria de nuestro espiacuteritu consiste en permanecer a veces indigente en el seno de las maacutes suntuosas pose-sionesraquo

83 por el hecho de no poder representaacuternoslas con una laquofoacutermula clara y

concisaraquo84

se pregunta

laquoiquestNo habraacute sido este defecto de representacioacuten adecuada y de formulacioacuten clara la causa de que la doctrina tan profunda y matiza-da de Santo Tomaacutes de Aquino sobre las relaciones del individuo y el Estado no haya gozado jamaacutes del creacutedito y la eficacia que mereciacutea No se ha sabido comprender toda la significacioacuten que encierra el hecho de que eacutel siguiendo a Aristoacuteteles haya sostenido que el hom-bre es por naturaleza un animal social No se ha comprendido ni el alcance de esta postura incial ni los liacutemites que conllevaraquo85

A juicio del autor la doctrina tomista es la de un humanismo poliacutetico86

laquoNos parecioacute que la idea de humanismo era maacutes adecuada qe cualquier otra para caracterizar la perspectiva de conjunto del sistema poliacutetico del gran filoacutesofo iquestNo es la sociedad poliacutetica en el plano natural la uacutenica capaz de realizar con cierta plenitud los fines de la naturaleza humana iquestNo es ante las muacuteltiples necesidades del hombre la uacutenica dotada de suficiencia Percibida y representada bajo esta luz su concepcioacuten de la organizacioacuten poliacutetica resulta de un realismo y de una universalidad uacutenicos Se revela saturada de vir-

83 L LACHANCE Individuo y Estado en Santo Tomaacutes de Aquino EUNSA Pamplona 2001 p 1184 Ibidem p 1185 Ibidem pp 11-1286 Cfr Ibidem p 12

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tualidades Uno tiene la imprensioacuten de que anticipa la interrogacioacuten de todos los tiemposraquo87

Y a efectos de explicar este humanismo poliacutetico y de presentar en forma adecuada la doctrina tomista sobre las relaciones entre individuo y Estado Louis Lachance divide su escrito en cuatro partes

La primera intitulada ldquoReflexiones dialeacutecticas Oacuterdenes y Perspectivasrdquo la dedica a sentar las bases sobre las cuales se desarrollaraacuten los capiacutetuos subsiguien-tes Aquiacute procede explicando algunos principios necesarios para comprender la poliacutetica tomista como por ejemplo el concepto de naturaleza ndashfundamento de la poliacuteticandash y la teoriacutea de la subordinacioacuten (cap I) la buacutesqueda de un principio primero y el fundamento psicoloacutegico de una fiacutesica social (cap II) la relacioacuten entre el orden de la naturaleza y la Gracia (cap III)

La segunda ndashldquoLa persona humana y su insercioacuten en el Estadordquondash la dedica a estudiar entre otros temas al sujeto del orden poliacutetico (cap V) la estructura metafiacutesica de la persona humana (cap VI) el rol de la sabiduriacutea y del gobierno de siacute mismo y de la ciudad (cap IX-X)

La tercera parte que consta de cuatro capiacutetulos la dedica enteramente al Estado el fenoacutemeno del Estado (cap XIV) la sociabilidad (cap XV) el bien comuacuten (cap XVI) y la ldquoformardquo del Estado (cap XVII)

Finalmente la cuarta parte ahonda en la vinculacioacuten entre ldquoIndividuo y Es-tadordquo ocupaacutendose de los servicios (o responsabilidades o misioacuten) del Estado (cap XVIII) de su relacioacuten en tanto ldquoparterdquo y ldquotodordquo (cap XIX) de las respon-sabilidades del individuo en su obrar moral (cap XX) y de las virtudes necesa-rias para una vida poliacutetica justa y socialmente humana (cap XXI)

Tercero y como corolario de todo puede resultar de intereacutes el elogio que hace Alf Ross (el gran positivista del s XX junto con Kelsen) del realismo juriacute-dico tomista de aristoteacutelica raigambre en Sobre el Derecho y la Justicia recono-cieacutendole al Aquinate la novedad de su doctrina iusfilosoacutefica frente a la tracicioacuten claacutesica del derecho natural En efecto escribe

87 Ibidem p 12

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoEl derecho natural catoacutelico alcanzoacute su formulacioacuten defini-tiva en Tomaacutes de Aquino (1266-74) quien con admirable energiacutea y capacidad creadora construyoacute el sistema medieval-filosoacutefico en su poderosa Summa Theologica cuyas ensentildeanzas sin modificaciones o agregados particulares son aceptados auacuten hoy por la filosofiacutea ju-riacutedica catoacutelicaraquo88

Tras resaltar la gran importancia que tuvo respecto de las concepciones que le antecedieron remarca ndashde este modondash tambieacuten cuaacutento y coacutemo se separa de las que perteneceraacuten a periacuteodos histoacutericos que le sucedieron y el modo en que tal doctrina podriacutea resultar todaviacutea hoy valedera

laquoResultaraacute claro que aunque Aquino dio al derecho natural un contenido maacutes firme al incorporar los dogmas fundamentales de la moral cristiana (por ejemplo la indisolubilidad del matrimonio) estaacute lejos de un racionalismo abstracto que busca deducir mediante la razoacuten una solucioacuten para cada cuestioacuten especiacutefica concreta Hay asiacute mucho lugar en su construccioacuten para una forma socioloacutegico-realista de la poliacutetica juriacutedica Lo mismo ocurre con el tomismo de hoy Si dejamos lo metafiacutesico y lo dogmaacutetico por lo tanto hay posibili-dades favorables para un entendimiento entre esta tendencia y un estudio realista del derechoraquo89

Asiacute las cosas es manifiesto coacutemo el tema de los estudios centrados en la Fi-losofiacutea Poliacutetica y Moral de Santo Tomaacutes de Aquino genera debates entre autores provenientes de diversas partes del mundo De aquiacute su evidente importancia discusiones simposios publicaciones y un sinnuacutemero de actividades acadeacutemi-cas reflejan antildeo tras antildeo su actualidad

Veamos todo esto en algunos de los trabajos que utilizan la doctrina de San-to Tomaacutes y la comparan oponen y hasta concatenan a ciertos teacuterminos ideas o concepciones propios de la Edad Moderna

88 A Ross Sobre el Derecho y la Justicia Eudeba Buenos Aires 1963 p 23789 Ibidem p 238

71

I23 Santo Tomaacutes y los modernos en algunos de los estudios comparativos hodiernos

Del mismo modo en que hay trabajos que cotejan a Santo Tomaacutes con la herencia de algunos conceptos de la Edad Antigua y sobre todo con relacioacuten a Aristoacuteteles estaacuten tambieacuten aquellos que realizan comparaciones entre el de Aqui-no y algunos de los modernos o que se esfuerzan por mostrar el complejo siste-ma eacutetico del Angeacutelico en consonancia con algunas posturas y tesis de los moder-nos Detendremos nuestra atencioacuten en otro apartado cuando tal confrontacioacuten o relacioacuten sea efectuada entre el Angeacutelico y el Cayetano

Sobre la diferencia entre el espiacuteritu filosoacutefico de Santo Tomas y el de los mo-dernos damos con la muy luacutecida siacutentesis de F Carpintero Nos dice que laquoSanto Tomaacutes no era un moralista moderno que habla continuamente de leyes y pe-cados eacutel soliacutea referirse maacutes bien a las virtudesraquo

90 (Como demostraremos por

ejemplo que siacute lo hace el Cayetano)

En esta misma liacutenea escribe el reconocido dominico Servais-Th Pinckaers que en la eacutepoca moderna ndashcon los manuales de Teologiacutea Moralndash se pondraacute cada vez maacutes el acento laquoen torno a la relacioacuten entre la ley y la libertad bajo la forma de la obligacioacutenraquo Y pone de manifiesto lo que venimos sosteniendo en paacuterrafos anteriores respecto de esta diferencia entre la moral de las virtudes y ldquolas mora-les de la obligacioacutenrdquo (como el mismo profesor de Friburgo las denomina)

laquoComo los Santos Padres santo Tomaacutes conociacutea evidente-mente la existencia de unas obligaciones morales pero las subordi-naba a las virtudes En la nueva concepcioacuten las relaciones se invier-ten la obligacioacuten domina e invade el campo de la moral Se trata del nacimiento de lo que podemos llamar con toda exactitud la ldquomoral de la obligacioacutenrdquo que maacutes tarde tomaraacute la forma del deber o de los imperativos cuyo modelo filosoacutefico enunciaraacute Emmanuel Kantraquo91

90 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural p 5691 S-Th PINCKAERS La moral catoacutelica Rialp Madrid 2001 p 44 Para el abordaje que realizamos sobre este tema resulta tambieacuten esclarecedor el modo en que el autor describe las diferencias entre la moral me-dieval y la moderna Continuando la cita explica sinteacuteticamente en un paacuterrafo laquoA finales de la Edad Media este concepto de la moral se extenderaacute con el nominalismo por las universidades Formaba parte de lo que se llamaba ldquola viacutea modernardquo adoptada en general a pesar de las diferencias entre las escuelas Tambieacuten inspiraraacute en el siglo XVII la redaccioacuten de los manueales de teologiacutea moral destinados tras el Concilio de

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

El mismo autor en otra de sus obras tambieacuten profundiza este aspecto anali-zando la doctrina de Ockham para quien la ley adquiriraacute cada vez mayor impor-tancia en la reflexioacuten moral

laquoEl dominio de la moral coincidiraacute con el de las leyes y se dividiraacute pronto no ya seguacuten las virtudes sino de acuerdo con las di-ferentes leyes y maacutes precismante de acuerdo con los mandamientos de la principal ley moral el Decaacutelogo

No cabe duda de que Ockham afirmoacute con firmeza la libertad de Dios respecto de la ley moral y cargoacute a eacutesta con una fuerte dosis de relatividad Soacutelo admite la validez de las leyes morales seguacuten el curso normal de las cosas que conocemos Los moralistas pos-teriores con miras maacutes praacutecticas y menos audaces se contentaron con considerar la ley y los mandamientos como la expresioacuten pura y simple de la voluntad divina la fuente precisa de las obligaciones la base firme de la moralidad Su moral seraacute equivalente a una moral de la obligacioacuten y a una moral de la leyraquo92

En estos teacuterminos muchos argumentan que la Edad Media tomariacutea algo de la herencia claacutesica pero distanciaacutendose de ella para generar ideas propias que tambieacuten podriacutean ser llamadas laquoprotomodernasraquo (al decir de F Bertelloni) ndashtal vez por su caraacutecter de propedeacuteuticas a la posterior etapa histoacuterica (la Edad Mo-derna)ndash pero alejaacutendose asimismo de la Modernidad

93

Sobre esto proponemos nuevamente la lectura de F Carpintero94

Alliacute encon-tramos un razonamiento sobre el traspaso de las ideas tomistas de la Edad Media a los filoacutesofos modernos sobre todo a partir de la ldquopeacuterdidardquo de ciertos conceptos

Trento a la ensentildeanza en los seminarios y especialmente a la pastoral del sacramento de la Penitencia Los autores de estos manuales promovidos por los jesuitas ndashel primer modelo del geacutenero seraacute Las instituciones morales del jesuita espantildeol Juan Azor (1536-1603)ndash manifestaraacuten ciertamente la intencioacuten de seguir a santo Tomaacutes pero animados por el afaacuten de impartir una ensentildeanza moral simplificada accesible a sacerdotes y fieles elaboraraacuten una nueva presentacioacuten de la moral recogida en un plan general que todos los manuales reproduciraacuten con algunas variaciones Seguacuten este plan la moral se divide en dos partes la moral fundamen-tal expone los elementos baacutesicos la moral especial estudia con detalle las reglas que determinan lo que estaacute prohibido o permitido y que rigen en la solucioacuten de los casos de concienciaraquo (p 45)92 IDEM Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 pp 302-30393 Cfr F BERTELLONI laquoLa Teoriacutea poliacutetica medievalraquo p 4094 Cfr especialmente las paacuteginas 55-59 de F CARPINTERO Justicia y Ley Natural

73

que articulan el pensamiento filosoacutefico poliacutetico y evidentemente moral en el mundo griego romano y cristiano medieval ademaacutes de interesantes referencias bibliograacuteficas que sirven de fundamento a estas afirmaciones

Ejemplos elocuentes que intentan relacionar al de Aquino con la Moderni-dad son las obras de dos acadeacutemicos angloacutefonos La de Alasdair MacIntyre Af-ter virtue

95 y el (poleacutemico) Aquinas de John Finnis

96 Decimos poleacutemico por-

que esta obra generoacute entre muchos tomistas una acalorada respuesta de entre las cuales pensamos que la maacutes contundente es la de Sergio R Castantildeo a la sazoacuten nuestro Director de Tesis Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis

97

Un autor que se inscribe en el intento de sentildealar las escisiones que marca-riacutean las diferencias entre un tiempo y otro es Hugo Costarelli Brandi

98 En todo

su escrito el investigador pone ante la peacuterdida de armoniacutea y unidad que se obroacute en la modernidad laquola oacuteptica que el Aquinate tiene sobre el particular tema de la justicia y el derecho las relaciones que guardan tanto entre siacute como con otras virtudes para ver en ello esa luminosa armoniosidad de la que hablamos maacutes arribaraquo

99

Otra constatacioacuten de esto la vemos en la obra de J L Widow Lira quien se explaya sobre el tema citando a Cruz Prados

100

Recordemos ahora el esfuerzo de aquellos autores para afirmar que siacute hay cierta mutacioacuten en el traspaso de algunas nociones tomistas a la modernidad como la hubo en aquellas que pasaron de la antiguumledad al medioevo y que siacute encontramos en Santo Tomaacutes no soacutelo textos de Filosofiacutea Poliacutetica sino maacutes auacuten una ldquonuevardquo Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

95 A MACINTYRE After virtue A study in moral theory University of Notre Dame Press Notre Dame (IN) 198196 J FINNIS Aquinas Moral Political and Legal Theory Oxford University Press New York 200497 S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis ed UCALP La Plata 201198 Cfr H E COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justicia en Tomaacutes de Aquinoraquo in Congresso Tomista Internazionale ldquoLrsquoumanesimo cristiano nel III millennio Prospettiva di Tommaso drsquoAquinordquo Roma 21- 25 settembre 2003 Pontificia Academia di San Tommaso-Societagrave Internazionale Tommaso drsquoAquino Institu-to Universitario Virtual Santo Tomaacutes Fundacioacuten Balmesiana-Universitat Abat Oliba CEU 200399 Cfr Ibidem p 4100 Cfr J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 13

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En este sentido se encuentran los estudios de Giuseppe Abbagrave101

Aldo Ven-demiati

102 Martin Rhonheimer

103 y Wolfgang Kluxen104

quienes se dedican a exponer los principios y la autonomiacutea del ldquosistema eacuteticordquo de Santo Tomaacutes En-trecomillamos ldquosistemardquo puesto que entendemos el esfuerzo que tuvieron que hacer los escritores para presentar la validez ndashy repetimos autonomiacuteandash de la Eacuteti-ca tomista ante los modos de concebir la Filosofiacutea por parte de los modernos

105

Bastan ellos para poner de manifiesto no soacutelo la actualidad e importancia del Doctor Comuacuten sino tambieacuten los debates en torno al traspaso de nociones tomistas a la modernidad

De todas las posiciones nosotros nos apoyamos en aquellas que demuestran que en Santo Tomaacutes encontramos ademaacutes de textos de Filosofiacutea Poliacutetica una nueva Filosofiacutea Poliacutetica o Moral De la que se distanciaraacute el Cardenal Cayetano con sus comentarios

Hasta aquiacute pusimos las motivaciones que nos llevaron a elegir la obra de Santo Tomaacutes de Aquino como uno de los epicentros de nuestra investigacioacuten a su vez fundada en la importancia de la doctrina tomista en materia de Filosofiacutea Poliacutetica o Moral y su actualidad y relacioacuten con algunas expresiones del mundo moderno

Siguiendo el plan trazado pasemos ahora a la consideracioacuten del Cayetano como personaje histoacuterico plenamente imbuido del tiempo en que vivioacute expo-niendo los motivos principales y fundamentales de nuestra eleccioacuten

101 G ABBAgrave Felicitagrave vita buona e virtugrave Saggio di filosofia morale LAS Roma 1995 Quale impostazione per la filosofia morale Ricerche di filosofia morale LAS Roma 1996102 A VENDEMIATI In prima persona Lineamenti di Etica generale Urbaniana University Press Roma 2008 (3ra edicioacuten)103 M RHONHEIMER La prospettiva della morale fondamenti dellrsquoetica filosofica Armando ed Roma 1994 Tambieacuten accedimos a la versioacuten alemana Die Perspektive der Moral Philosophische Grundlagen der Tugendethik Akademie Verlag GmbH Berlin 2001104 W KLUXEN Philosophische Ethik bei Thomas von Aquin Felix Meiner Verlag Hamburg 1998 (3ra

edicioacuten) Y la edicioacuten italiana Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino Vita e Pensiero Milano 2005105 Esta idea de que la nocioacuten de ldquosistemardquo es ajena al pensamiento medieval en tanto que ldquosistema de pensamientordquo autosuficiente e independiente de otros ldquosistemasrdquo la hemos madurado al escucharla en una clase de nuestra codirectora de tesis la Dra Silvana Filippi durante una de sus clases de Historia de Filo-sofiacutea Medieval y del Renacimiento en la Facultad de Filosofiacutea de la UNR ciclo lectivo 2017

75

I3 TOMAacuteS DE VIO EL CARDENAL CAYETANO

I31 iquestPor queacute el Cayetano

Durante largo tiempo el Cardenal Tomaacutes de Vio fue considerado el divulga-dor maacutes fiel al pensamiento de Santo Tomaacutes de Aquino Tal es asiacute que Cayetano ha pasado a la historia como ldquoel Priacutencipe de los Comentadoresrdquo del Aquinate

Pero la concordancia o discordancia entre Santo Tomaacutes y el Cardenal depen-de de queacute autores o queacute corrientes tomemos en preferencia

Pareciera asiacute que para algunos de los seguidores del Aquinate el Cayetano fuese un fiel exponente de su ensentildeanza Y esto porque sostienen que sus comen-tarios estaacuten en perfecta armoniacutea con la doctrina del Angeacutelico

Otros han dicho que los mismos no concuerdan con lo expuesto por Santo Tomaacutes en sus obras sino que muy por el contrario son cuanto menos desvia-ciones de su doctrina

En la actualidad muchas investigaciones buscan demostrar que los comen-tarios del Cardenal influenciaron enormemente los siglos venideros en que se intentoacute favorecer el renacimiento de la doctrina tomista Coacutemo lo hicieron en los posteriores seguidores de la doctrina tomista y cuaacuten grande ha sido la diferencia entre el Angeacutelico y su comentador es tema de discusioacuten y de actualidad

Por ejemplo Aacute Rodriacuteguez Luntildeo afirma en esta liacutenea que

laquolrsquoautorevolezza del Cardinale Gaetano alla Summa Theolo-giae egrave da tutti riconosciuta A tale commento faragrave riferimento spesso Francisco Suaacuterez Egrave da tener presente tuttavia che tra S Tommaso e il Gaetano la teologia scolastica ha vissuto la complicata vicenda del nominalismo e in morale del volontarismo del XIV secolo Ciograve ha lasciato delle tracce anche come reazione polemica nellrsquoopera del Gaetanoraquo

106

106 Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO laquoLa virtugrave dellrsquoepicheia (I)raquo p 222

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F Carpintero Beniacutetez afirma al inicio de su estudio107

que auacuten la rehabilita-cioacuten de la Doctrina Tomista por parte del Papa Juan XXII soacutelo resurgiriacutea porque laquoa finales del siglo XV fue adoptada y comentada por Tomaacutes de Vio maacutes cono-cido como el Cardenal Cayetanoraquo (paacuteg 143)

Y en otra investigacioacuten108

Carpintero impugna al Cayetano (en sect12 ldquoLey y derechordquo) cuando dice que laquoesta opinioacuten es falsa aunque la exponga el Carde-nal Cayetanoraquo (paacuteg 144) Mientras que maacutes adelante reconoce su importancia laquoEl Papa Juan XXII habiacutea canonizado a Tomaacutes levantando las cadenas de la Inquisicioacuten sobre su obra y a finales del siglo XV el Cardenal Cayetano ndashfigura especialmente importante porque ademaacutes de Cardenal fue General de los Domi-nicosndash comentoacute extensa y favorablemente la obra tomistaraquo (p 181)

Hemos encontrado tres referencias significativas sobre toda esta cuestioacuten

La primera la realiza el gran medievalista franceacutes Eacutetienne Gilson en una carta dirigida al P Henri de Lubac el 8 de julio de 1956

laquoMon Reacuteveacuterend Pegravere [hellip]

Le seul salut est dans le retour agrave Saint Thomas lui-mecircme au-delagrave de Jean de Saint Thomas au-delagrave de Cajetan lui-mecircme dont le ceacutelegravebre commentaire est un corruptorium Thomae parfaitement regraveussiraquo

109

En la edicioacuten que citamos el mismo de Lubac comenta este pasaje y en la extensa nota sect4 termina diciendo laquoIl nrsquoest pas douteux que le ldquocommentateurrdquo ait donneacute une autre orientation agrave lrsquoouvre de son maicirctreraquo

110

107 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeoles en los inicios del liberalismo poliacutetico y ju-riacutedicoraquo en Revista de Estudios Histoacuterico-Juriacutedicos [Seccioacuten Historia del Pensamiento] XXV (2003) pp 341-373108 F CARPINTERO Justicia y Ley Natural109 Eacute GILSON ndash H DE LUBAC Lettres de monsieur Eacutetienne Gilson au pegravere de Lubac Les Eacuteditions du Cerf Pariacutes 1986 p 19110 Eacute GILSON ndash H DE LUBAC Lettres de monsieur Eacutetienne Gilson au pegravere de Lubac Les Eacuteditions du Cerf Pariacutes 1986 p 19 nota 4

77

La segunda (que viene con una detallada bibliografiacutea y argumentacioacuten) es de C P Muntildeoz

111 Todo su trabajo se ejecuta para dar lugar a lo que afirma en las

primeras paacuteginas del escrito

laquoSin embargo y a partir de mediados del siglo pasado apare-cieron importantes autores que vieron diferencias no soacutelo de orden terminoloacutegicas sino doctrinales entre ambos dominicos Se destaca entre ellos Eacutetienne Gilson quien ha llegado a decir que algunos comentarios de Cayetano son una corruptiorum Sancti Thomaeraquo112

Tambieacuten en otro estudio de Ceferino Pablo Muntildeoz113

encontramos que laquola hipoacutetesis de trabajo que se maneja en dicha investigacioacuten es que Tomaacutes de Vio habriacutea antildeadido muchos temas a la especulacioacuten tomasiana que no son propios del pensamiento del Aquinate pero que gran parte de los tomistas posteriores ndashentre ellos Poinsot (que se refiere a Juan de Sto Tomaacutes) y Maritainndash habriacutean recibido como doctrina del Angeacutelicoraquo (pp 124-125)

Insistimos en que los estudios hodiernos tienen por objeto cuestiones muy diversas a la que nosotros nos proponemos investigar Ya que o se centran en los comentarios del Cardenal referidos a los conceptos de lsquoEntersquo lsquoExistenciarsquo y lsquoAnalogiacutearsquo entre otros o toman en consideracioacuten los escritos de autoriacutea propia relacionados a temas de Biblia y Sacramentos

Algunas otras publicaciones basan sus estudios y reflexiones en los escritos de autoriacutea propia del Cayetano

En sintoniacutea con lo que venimos argumentando ponemos ahora algunos inte-rrogantes que serviraacuten a nuestra exposicioacuten

Cuando comenzamos con nuestra investigacioacuten nos planteamos Si hay ac-tualmente un debate sobre la fidelidad de la glosa del Cayetano respecto de lo expuesto por el santo de Aquino pero soacutelo y casi exclusivamente en los temas dichos iquestpor queacute no aventurar una investigacioacuten que tenga por finalidad cotejar

111 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetano iquestcontinuidad o divergencia con la doctrina de Santo Tomaacutesraquo en Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina Universidad Catoacutelica Argentina Biblioteca digital de la UCA112 Ibidem pp 2-3113 IDEM laquoEn torno a dos lecturas posibles sobre el conocimiento de las esencias en Tomaacutes de Aquinoraquo en Toacutepicos 43 (2012) pp 123-151

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los comentarios del Cayetano con otros textos del Angeacutelico Es decir con textos que presenten el tratamiento de temas en todo diversos a los ya mencionados

Si gran parte de los estudiosos actuales de santo Tomaacutes de Aquino sostienen que los comentarios del Cayetano son maacutes bien una interpretacioacuten propia que una repeticioacuten sistemaacutetica y ordenada de los conceptos de su maestro intelectual iquestpor queacute no adentrarnos en campos que auacuten no han sido explorados como se puede ver por la escasa literatura publicada

Antes de responder estos planteos que ndashinsistimosndash estuvieron en la geacutenesis de nuestro trabajo siendo las preguntas motoras que condujeron nuestras lectu-ras y en las cuales logramos encauzar nuestras motivaciones queremos detener-nos brevemente en la reflexioacuten sobre Tomaacutes de Vio el Cayetano

A tal efecto escribimos los apartados que siguen considerando la importan-cia del Cardenal de Gaeta

I32 La importancia del Cayetano

laquoHic ille est alter Thomas ingeniorum extrema linea Doc-torum virorum miraculum hereticae pravitatis terror sacrarum Scriptarum lumen ac fax scholastici pulveris athleta invictus Tho-misticae doctrinae galeatus defensor sincerioris doctrinae propug-naculum arx ac promptuarium subtilium argumentorum cathedrae demum splendor ac decus cujus adeo inmortalia scripta sunt ut tan-diu videatur perduratura quamdiu divinam sapientiam scholastica subsellia personabunt Ejusetiam cum laude meminimus in nostris ad Ciaconium additionibus ubi ejusdem in Germaniam legationem glorioseque pro Catholica fide exantlatos labores contra impium Haeresiarcam Lutherum diffuse narravimusraquo

114

114 F UGHELLI Italia Sacra sive De Episcopis Italiae et insularum adjacentium rebusque ab iis praeclare gestis deducta ferie ad nostram usque aetatem t I Venetiis apund Sebastianum Coleti 1716 pp 543 sectD- 544 sectB

79

Para ilustrar la importancia genio y figura del Cayetano deberiacutean bastar estas palabras con que Ferdinando Ughelli retrata al Cardenal

115 iexcl120 antildeos des-

pueacutes de su muerte

En efecto su relevancia es tal que ha sido eacutel la figura preeminente de la reimplantacioacuten en el aacutembito intelectual de la doctrina tomista

116 Y esto en dos

momentos en su propia eacutepoca y en la reimpresioacuten de sus comentarios a la Sum-ma Theologiae en la Edicioacuten Leonina

117

Asiacute tambieacuten lo atestigua un texto que si bien un tanto posterior a la impre-sioacuten de la edicioacuten leonina de la Summa es un elocuente testimonio de la reputa-cioacuten del Cardenal a lo largo de la historia

laquoLe ceacutelegravebre commentaire que S S Leacuteon XIII a incorporeacute agrave lrsquoeacutedition Leacuteonine de la Somme Theacuteologique preacutesente donc une pen-seacutee de la plus rigoureuse preacutecision drsquoougrave preacutecegravede la liberteacute drsquoesprit la plus surprenante Cette physionomie de lrsquoœuvre reflegravete bien le caractegravere mecircme de lrsquoauteur si bien traceacute de sa main ldquoNecessitas immutabilitatis est firmitas quae stat cum libertate et perficit opera-tionem liberamrdquo On srsquoexplique degraves lors le visage mecircme de Cajeacutetan rudes traits qursquohumanise le franche peacuteneacutetration du regardraquo

118

Ademaacutes con sus comentarios habriacutea influido al menos en parte en la forma de leer a Santo Tomaacutes De hecho pareciera que su interpretacioacuten habriacutea genera-do en aquellos que adoptaron los textos de Santo Tomaacutes para sus clases (sobre todo la Suma de Teologiacutea) una nueva filosofiacutea poliacutetica un nuevo modo de com-

115 Y que tambieacuten recoge Aluigi COSSIO laquoIn mezzo alla pace ed al silenzio del monastero egli fece subito concepire di segrave le piugrave belle speranze di che alcuni ammirandone la bellrsquoindole ldquodicevano che sarebbe di-ventato un altro San Tommaso altri un Alberto Magno o almeno un uomo insigne per santitagrave e dottrinardquoraquo Il Cardenale Gaetano e la Riforma vol I Tipografia Giovanni Fulvio Cividale del Friuli 1902 p 22116 Cfr F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoFacultas propietas dominiumraquo p 159117 Sancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici Opera Omnia Iussu impensamque Leonis XIII P M edita tomus nonus Secunda Secundae Summae Theologiae a quaestione LVII ad quaestionem CXXII ad codices manuscriptos vaticanos exacta Cum commentariis Thomae de Vio Caietani Ordinis Praedicatorum S E R Cardenalis Cura et Studio Fratrum Eiusdem Ordinis Romae ex typographia polyglotta s c de Propaganda Fide MDCCXCVII118 A-Fr CLAVERIE laquoLe commentaire de la Somme Theacuteologiqueraquo en Cajetan Revue Thomiste 39egraveme an-neacutee Nouvelle Seacuterie t XVII nordm 86-87 Novembre 1934 - Feacutevrier 1935 p 296

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prender la moral y consecuentemente de presentar los argumentos referidos al campo de la Eacutetica

119 diferente claro estaacute a la del Doctor Angeacutelico

Su importancia proviene tambieacuten de algunos de sus comentarios que antes de ser reproduccioacuten sistemaacutetica de las ideas de Santo Tomaacutes son una interpre-tacioacuten del todo adaptada a su tiempo ndashal de Cayetanondash que encontraron en este hombre una especie de ldquofundadorrdquo o ldquocimentadorrdquo de los siglos que vendraacuten

laquoCuantos han leiacutedo sus obras filosoacuteficas teoloacutegicas y mora-les dice el Cardenal Ceferino Gonzaacutelez le han citado con elogio sin excluir a aquellos de los filoacutesofos modernos que en su imparcialidad y amor a los estudios soacutelidos han sido conducidos a consultar sus obras Sabido es que Balmes le cita y le alaba Bayle hace lo mismo transcribiendo varios pasajes de sus obras y Leibniz despueacutes de citar uno de estos pasajes antildeade ldquoEste pasaje de Cayetano es tanto maacutes digno de ser tomado en consideracioacuten cuanto que es autor ca-paz de profundizar la materiardquoraquo120

Aunque su notoriedad no se limita a haber comentado los textos del Aqui-nate Como hemos dicho el Cayetano fue un personaje relevante de la eacutepoca histoacuterica que le tocoacute vivir En otro trabajo

121 hemos expuesto nuestra percepcioacuten respecto del Cardenal de Gaeta que a fin de cuentas resulta ser un gran desco-nocido Alliacute resumimos que con nuestro estudio

laquocentrado en la persona del Cardenal Cayetano Tomaacutes de Vio pretendemos mostrar coacutemo eacuteste se apartoacute con sus comentarios del texto tomista habiendo pasado aun asiacute a la historia como un ldquoalter Thomasrdquo como un ldquoAquinatis quasi vivensrdquo

Durante siglos el dominico de Gaeta fue considerado auto-ridad indiscutible respecto de la interpretacioacuten de los textos del de Aquino Tambieacuten hoy muchos continuacutean citando casi proverbial-

119 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeolesraquo p 342120 Vid nota sect1 a final de paacutegina en laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas t II Imprenta Domenech Editor Valencia 1885 pp 673-674121 N A LAacuteZARO ldquoTomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano un gran desconocidordquo en Actas de la X Jornada de Filosofiacutea Medieval Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires ndash CONICET ISBN 978-987-537- 134-7 Bs As 2015

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mente frases como ldquosi vis Thomam intelligere lege Cajetanumrdquo o tratan al Cardenal presbiacutetero de la Basiacutelica Santa Prassede como el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Tras el desarrollo de nuestro escrito buscaremos concluir que si bien estamos viviendo un auge de los ldquoestudios cayetanosrdquo auacuten hoy el Cardenal Gaetano continuacutea siendo un gran desconocido en temas de Filosofiacutea Poliacutetica Moral del Derecho y hasta en la misma Eacutetica para los estudiosos de la Filosofiacutea Medieval sobre todo dentro de los ciacuterculos tomistasraquo122

Agregamos que ademaacutes su vida puacuteblica resulta tambieacuten ignota aunque po-seemos un extensiacutesimo anecdotario Sabemos que fue perseguido por sus opi-niones que sus obras fueron censuradas en la Universidad de Pariacutes y que todos ndash amigos y enemigosndash lo reconociacutean por su laquopiedad y sus irreprochables cos-tumbres su sencillez y su tierna devocioacuten a la Santiacutesima Virgenraquo

123 Tanto es asiacute

que laquoal morir dejoacute todos sus bienes a los pobresraquo124

Ilustremos este apartado con algunos datos biograacuteficos del Cardenal para poner de relieve la influencia y el poder ndashpoliacutetico y religiosondash que blandioacute Tomaacutes de Vio

El 20 de febrero de 1469 nacioacute en Gaeta Naacutepoles Giacomo de Vio de fami-lia noble A los 15 antildeos ingresa en la Orden de Santo Domingo contra la voluntad de sus padres Tomaacutes es su nombre religioso haacutebito comuacuten entre aquellos que deponiacutean su vida seglar al ingresar a la conventual (nombre de pila incluido) to-mando nuevos haacutebitos y nuevo nombre

125 Estudia en Naacutepoles Bolonia y Padua

adquiriendo buena fama y prestigio entre sus compantildeeros y superiores debido a su estudiosidad piedad y observancia

122 Ibidem p 1123 laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas pp 673-674124 Ibidem pp 673-674125 Asiacute lo confirma A COSSIO Il Cardenale Gaetano p 21 laquoCome si ricava dai documento il convento di Gaeta apparteneva allora alla Congregazione di Lombardia ed il suo ingresso nellrsquoOrdine Domenicano quasi segnasse un fatto nuovo nella vita di Giacomo de Vio e negli annali delrsquoOrdine ci venne narrato diffusamente da tutti i cronisti Il Contarini scrisse ldquocompiutu appena gli anni 15 della sua etagrave affine di sottrarsi con piugrave sicurezza alle loro lusinghe chiese e vesti lrsquoabito di San Domenico correndo lrsquoanno del Signore 1484 nel convento di Gaeta sua patria che spettava alla celebre Congregazione di Lombardia e prese il nome di Fra Tommasordquoraquo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Durante el capiacutetulo general de 1494 Cayetano fue elegido para defender su Tesis seguacuten la tradicioacuten enfrentaacutendose a otros estudiantes y maestros entre quienes se contaba a Pico della Mirandola Para 1495 ya habiacutea sido nombrado Maestro en Teologiacutea y explica la Summa en Brescia y Pavia Repasemos el he-cho tal como lo trae Aluigi Cossio en Il Cardinale Gaetano e la Riforma

laquoEra intanto il maggio dellrsquoanno 1494 e nei giorni delle Pen-tecoste si raccolsero a Ferrara i comizi generali dellrsquoOrdine dei Predicatori Vi andograve da Padova anche il Gaetano e in quellrsquoadu-nanza fu tanta la gloria che egli si acquistograve che tutti i cronisti ne tennero nota e la narrarono diffusamente ldquoAveva appena 22 anni di etagrave scrisse il Flavio quando andossene a Ferrara nobilissima cittagrave drsquoItalia Tenevasi ivi in quel tempo il comizio generale dellrsquoOr-dine domenicano e come una volta nersquo giuchi olimpici gli uomini dellrsquoetagrave antica gareggiavano insieme per la forza del corpo cosigrave a quel tempo gli uomini religiosi solevano in tali adunanze esercitare i loro animi ed emularsi nei buoni costumi nelle lettere e enelle scienze Ed in tale comizio invitato a disputare come un cursore ve-locissimo ed un forte atleta combattegrave cosigrave strenuamente nelle lotte e publiche e private che cattivatosi gli animi di tutti guadagnossi lode di ingegno e dottrina e sapienza Ed un giorno essendoglisi proposte alcune ardue e difficilissime questioni e disputandone lui alla presenza di uomini dottissime risplendette tanta forza di ingeg-no e di sapienza che tutti lo dicevano non un uomo mortale ma un uomo disceso dal Cielo Ammiravano il suo ingegno ammiravano la sua sapienza ma sopratutto stupivano della sua etagrave E stimavana-no cosa piugrave divina che umana che un giovinetto della sua etagrave sapes-se tanto ed essendo egli disceso dalla cattedra dopo aver finita la disputa non lo lasciarono neppure toccare la terra ma sollevatolo improvvisamente sulle loro mani lo portarono innanzi allrsquoIllustris-simo Duca di Ferrara ed al maestro general dellrsquoOrdine i quali as-sistevano alla disputa Dai quali Fra Tommaso ricevuto con grande onore e lodato assai per approvazione di tutti fu nominato maestro E questo nome era specialmente a quel tempo importantissimo e santissimo fra gli uomini religiosi perchegrave si chiamavano cosigrave sola-mente gli uomini dottissimirdquoraquo

126

126 Ibidem pp 33-34

83

Respecto de la presencia de Giovanni Pico della Mirandola en tal evento como su opositor primero y como promotor de su nombramiento luego Cossio recoge la siguiente narracioacuten

laquoEssendosi dunque raccolti a Ferrara i comizi generali de-llrsquoOrdine nel giorno 18 maggio dellrsquoanno 1494 vi fu mandato an-che il giovane Fra Tommaso a difendere delle conclusioni a nome di tutta la provincia di Lombardia ed egli sostenne il suo ufficio con tanta ammirazione di tutti e trovato come il suo oppositore il giovane principe Giovanni Pico della Mirandola la Fenice di tutti gli ingegni di allora seppe ripetere le sue cento obbiezioni che pa-revano a tutti gli altri dei fulmini con tale felice memoria e appo-ggiare le sue risposte con tanta erudizione che finita la disputa fra gli applausi di quel numerosissimo congresso fu portato Fra Tom-maso nelle braccia come in trionfo innanzi al Duca di Ferrara e a Fra Gioacchino Torriani maestro dellrsquoOrdine e per le istanze del conte della Mirandola fu coronato di laura dal maestro dellrsquoOrdine e quantunque avesse appena 25 anni di etagrave fu nominato maestro di sacra teologia cosa affatto inusitata nellrsquoOrdine se si eccettua San Tommaso di Aquinoraquo

127

Terminados los comicios el Cardenal retornoacute a Padua donde fue inmediata-mente nombrado profesor ordinario en la Universidad

128 Estas dos narraciones

del episodio en que fue elevado a Maestro en Teologiacutea muestran claramente la buena fama y alta reputacioacuten que teniacutea que lo acompantildearon durante toda su vida y que se extienden hasta nuestros diacuteas

En 1500 el Cardenal Caraffa traslada al Cayetano a Roma donde las cosas se suceden vertiginosamente para el de Gaeta En gran medida debido a su buena reputacioacuten

En 1501 es nombrado Procurador General de los dominicos y profesor de Filosofiacutea y Exeacutegesis en La Sapienza En 1507 pasa a ser Vicario General en 1508 General (con 39 antildeos)

127 Ibidem p 34128 Cfr Ibidem p 35

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

El de Gaeta se encontraba asiacute al mando de altos encargos y responsabilida-des religiosas

En 1511 Tomaacutes de Vio abandona Roma dirigieacutendose a Pisa donde inter-vendraacute en favor del Papa en el pseudo-concilio de Pisa Luego de esto el hecho maacutes importante fue el encuentro que el Cardenal tuvo en Augsburgo con Martiacuten Lutero por entonces fraile agustino

Ameacuten de todo lo dicho adentreacutemonos un poco en este suceso tal como lo relata el Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas

laquoLeoacuten X le nombroacute Cardenal en 1517 y le envioacute como le-gado a Alemania para inducir al Emperador Maximiliano a formar una alianza contra los turcos A la sazoacuten Lutero habiacutea empezado a publicar sus errores el Cardenal Cayetano le habiacutea refutado en un libro que escribioacute acerca de las indulgencias pero con su caraacutecter de Cardenal no olvidoacute el intereacutes de su orden cuando Lutero fue citado para que retractase sus posiciones erroacuteneas el heresiarca queriacutea una discusioacuten que de ninguacuten modo le fue concedida El Cardenal no procedioacute en este negocio con aquel acierto que era de esperar de sus condiciones e ingenio pues sabido es que el motivo que dio pretexto a Lutero para sus errores fue que la predicacioacuten de las indulgencias habiacutea sido confiada a la orden de Santo Domingo y no a los agus-tinosraquo129

Recordemos que son muchas las cuestiones que debemos atender al poner nuestro anaacutelisis en la disputa de Augsburgo Sobre algunas ya hemos hablado pero repaseacutemoslas raacutepidamente los crecientes impuestos e imposicioacuten de diez-mos la relajacioacuten de las costumbres dentro de la Curia romana la liviandad con que se practicaban las excomuniones la bula papal sobre la predicacioacuten de las Indulgencias (Papas Julio II y Leoacuten X) la remodelacioacuten de la Basiacutelica de San Pedro in Vaticano la situacioacuten econoacutemica del Arzobispado de Maguncia etceacute-tera

En este contexto el 31 de octubre de 1517 Lutero clava las 95 Tesis en Wittemberg En 1518 en la Universidad de Frankfurt el P Juan Teztel OP responde a Lutero Fray Martiacuten pronuncia en contrapunto un ldquoSermoacuten sobre

129 laquoCayetano (Cardenal)raquo en Diccionario de Ciencias Eclesiaacutesticas pp 673-674

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la indulgencia y la graciardquo Contesta inmediatamente el dominico Teztel con un escrito llamado ldquoExposicioacuten contra un sermoacuten temerario de veinte artiacuteculos erroacuteneos tocantes a las indulgencias papales y a la graciardquo

Son varias ndashhemos dichondash las aristas de este problemaacutetico poliedro los Pa-pas el abuso de las indulgencias con fines demasiado ldquomundanosrdquo la corrup-cioacuten de las costumbres de la Curia Romana (y de los sacerdotes en general) la necesidad de una reforma moral el Renacimiento entendido como un proceso ldquomundanizanterdquo de la Iglesia el abuso y el demeacuterito de los procesos de excomu-nioacuten el asedio de los turcos y la nueva amenaza del Islam sobre Europa y un largo etceacutetera

Ocasioacuten de otro trabajo seraacute el anaacutelisis de las muchas figuras y los temas que rodearon a nuestros interlocutores como por ejemplo Cisneros (franciscano ob-servante) la Complutense (Universidad situada en Alcalaacute de Henares donde se debiacutea ensentildear seguacuten las ldquotres veredasrdquo la tomista la escotista y la nominalista de G Ockham franciscano) y la Biblia los Reyes Catoacutelicos Francisco de Vitoria llegado a Salamanca en 1526 el Concilio de Trento Domingo de Soto San Ig-nacio la Compantildeiacutea de Jesuacutes y la Ratio studiorumVemos que nuestro personaje fue importante entre importantes

Volvamos a Cayetano y a Lutero Al agustino (Lutero) no bastaron las res-puestas del dominico (Teztel) Asiacute las cosas fray Martiacuten fue recibido por otro dominico ndashahora Cardenal Tomaacutes de Viondash para poner fin a la contienda

Debatieron ambos el dominico y el agustino entre los diacuteas 12 y 20 de oc-tubre Luego de tanto el Cardenal argumenta que tal doctrina ndashreflejada en la Bulandash procede de la autoridad papal Lutero responde que los documentos pon-tificios no son infalibles Y asiacute terminoacute todo Una vez finalizada la disputa de Augsburgo continuaron ambos sus caminos El fraile hacia Wittemberg el Car-denal hacia Roma

En 1518 al volver de Alemania Tomaacutes de Vio es nombrado Cardenal de Gaeta En 1519 Cayetano continuacutea desempentildeaacutendose en su cargo con toda la confianza de la corte pontificia y del mismo Papa Leoacuten X por entonces mien-tras que Lutero tiene una nueva contienda ahora en Leipzig con el profesor Eck (Ingolstadt)

El 15 de junio de 1520 aparecioacute la bula Exsurge Domine Alliacute el Papa conmi-na a Lutero a la retractacioacuten dentro de los sesenta diacuteas so pena de excomunioacuten El 10 de diciembre en Wittemberg Fray Martiacuten la quema puacuteblicamente aban-

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dona la regla monaacutestica (pero no la capucha ni su celda) y anuncia la quema de libros de derecho canoacutenico

En 1523 tras la muerte de Leoacuten X el Cardenal es enviado a Hungriacutea por Adriano IV para animar a los cristianos en su resistencia contra los turcos y en 1524 es nombrado consejero por Clemente VII Tambieacuten Cayetano permanece recluido hasta pagar su libertad al ser tomado preso en Roma cuando el duque de Borboacuten se apodera de la ciudad y la entrega al saqueo

En 1534 el 23 de marzo fue uno de los 19 cardenales que se pronuncia por la validez del matrimonio de Enrique VIII con Catalina de Aragoacuten El 9 de agos-to del mismo antildeo muere el Cardenal en Roma

Fue un hombre que hizo filosofiacutea teologiacutea y poliacutetica es decir gobernoacute concertoacute voluntades combatioacute herejiacuteas y debatioacute con filoacutesofos tradujo textos biacuteblicos y se dedicoacute a la docencia

Con todo esto queremos decir que con su particular y decidida influencia en el aacutembito acadeacutemico religioso y poliacutetico el de Gaeta indicoacute el sendero y el sentido que habriacutea de seguir la reflexioacuten moral filosoacutefica y teoloacutegica y la praxis poliacutetica

laquoCayetano ha desarrollado una increiacuteble actividad literaria y esto se intensificoacute porque desde el 1500 hubo de cumplir tareas importantes en su Orden y en la Iglesia Sus escritos se dividen en obras filosoacuteficas teoloacutegicas y exegeacuteticas Era considerado el teoacutelogo maacutes importante de su tiempo Una particularidad habiacutea en Padova una caacutetedra de los Escotistas Esto determinoacute que Cayetano discu-tiera sin fin con ellos y que entrara en el juego de innumerables distincionesraquo130

Elegimos al Cayetano por todo esto y porque ademaacutes se opone abiertamente al Aquinate ndashtal vez por las razones que acabamos de tomar de L Eldersndash cuan-

130 L ELDERS laquoCayetano comentador de la Suma de Teologiacutea de Santo Tomaacutesraquo en Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina Universidad Catoacutelica Argentina Biblioteca digital de la UCA p 1

87

do comenta la divisioacuten que eacuteste hace de la justicia El Angeacutelico dice laquoduae sunt iustititia species scilicet commutativa et distributivaraquo

131 El Cayetano comenta

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iusti-tiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex lega-lis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

132

Es decir para Santo Tomaacutes la justicia tiene dos partes general y particular y dos son las especies de la particular conmutativa y distributiva Para el Caye-tano tres son las especies de la justicia que no tiene dos partes sino que es una con tres especies

iquestEs lo mismo afirmar una cosa o la otra iquestCuaacuteles son las implicancias teoacute-ricas de concebir distintamente la forma y las especies de la justicia iquestY cuaacuteles los alcances praacutecticos en relacioacuten al bien comuacuten poliacutetico Para que quede claro el texto del Angeacutelico y la glosa del Cardenal iquestson una y la misma doctrina An-ticipamos asiacute nuestra hipoacutetesis y el objeto de esta investigacioacuten

Nos queda por tratar el motivo principal por el cual el Cayetano seraacute conoci-do como el Priacutencipe de los Comentadores Veamos a rengloacuten seguido un poco maacutes detenidamente sus obras que no se reducen a los comentarios a la Suma de Teologiacutea

I33 La obra literaria del Cayetano

Como hemos insinuado el Cardenal desarrolla una intensa actividad lite-raria en el campo de la loacutegica la filosofiacutea la teologiacutea y la exeacutegesis biacuteblica Sus trabajos no se circunscriben exclusivamente a los comentarios a la Suma de

131 S Th II-II q 61 a 1 r d132 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1 Volveremos maacutes adelante sobre esta misma cita

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Teologiacutea de Santo Tomaacutes de Aquino aunque siacute son estos el gran hecho al que el Priacutencipe de los Comentadores debe su renombre

133

Denis Janz puntualiza sobre cuaacuten grandemente ha sido ignorado el Cayetano en tal vez uno de sus temas maacutes importantes y que por motivos personales maacutes le ha preocupado el de la interpretacioacuten biacuteblica

laquoThe importance of the biblical commentaries within Caje-tanrsquos corpus has rarely been given its due among Cajetan scholars Cajetan is the first major representative of the Thomist school to write extensive commentaries on Scripture In fact the range of this Scripture commentaries rivals that of Thomas himself Cajetanrsquos commentaries reflect an interest in Scripture and an emphasis on its importance that make him stand out in the late medieval Thomist school In this respect at least one can say Cajetan was more true to the spirit of St Thomas contemporaries in their struggle with a foe that look the sola scriptura principle as its watchword It is per-haps this emphasis on the importance of Scripture that makes Caje-tan the greatest Thomist of the Reformation eraraquo

134

En efecto argumenta el autor que luego de 1518 (la disputa de Augsburgo) el uacutenico cometido de Tomaacutes de Vio fue laquoto ldquotake awayrdquo the Scripture from Luther and put it back into the hands of the Roman Churchraquo

135 Y que esto lo convertiriacutea

como hemos visto recieacuten en el ldquomayor tomista de la era de la Reformacioacutenrdquo

Para seguir con el anaacutelisis de la obra literaria del Priacutencipe de los Comenta-dores volvamos al texto que hemos citado de L Elders donde nos presenta las obras del Cardenal en tres grupos o categoriacuteas

136

El primer grupo es el de los comentarios a las obras de caraacutecter filosoacutefico De ente et essentiae De conceptu entis De nominum analogia y De anima contra Pedro Pomponazzi

133 Lo que sigue en este apartado es parte de un trabajo presentado en el XVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval en Chile (antildeo 2017) con el nombre de ldquoEl Cayetano y sus comentariosrdquo y se encuentra en prensa para la publicacioacuten de las Actas del XVI Congreso Latinoamericano de Filosofiacutea Medieval134 D JANZ laquoCajetan a Thomist Reformerraquo en Renaissance and Reformation Renaissance et Reacuteforme New Series Nouvelle Seacuterie vol 6 nordm 2 (May mai 1982) pp 95-96135 Ibidem p 95136 L ELDERS ldquoCayetano comentadorrdquo pp 2-7

89

El segundo es el concerniente a la doctrina sobre la eacutetica y la moral Aquiacute hace un recorrido por los comentarios que el Cardenal realizoacute a otras obras del Aquinate a saber las cuestiones disputadas sobre la verdad los comentarios a la Eacutetica Nicomaquea etc

El tercer grupo es ldquoel gran comentario de Cayetano sobre la Suma de Teolo-giacutea que merecidamente es la causa principal de su famardquo

137

Ademaacutes hay tambieacuten otros comentarios del Cardenal que el autor no consi-dera y los podriacuteamos agrupar en torno a la temaacutetica Biacuteblica o Biacuteblico-exegeacutetica y temas relacionados a la Eclesiologiacutea y la jerarquiacutea eclesiaacutestica y el Derecho Canoacutenico

Si bien L Elders nota ldquoefectivamente una cierta distancia una deacutecalage como dice en franceacutes entre la teoriacutea de Cayetano y los datos que encontramos en la obra de Santo Tomaacutesrdquo

138 aun asiacute rescata ldquocuaacuten profundo es el texto apa-

rentemente simple de Tomaacutes al leer las numerosas distinciones introducidas en los comentarios del Cardenalrdquo

139

Como vemos los comentarios del Cayetano no soacutelo se centraron en la Suma Teoloacutegica sino que tambieacuten se destacaron en torno a otros textos Evidentemen-te los referidos a la Summa son los que comportan una riqueza mayor Ya por la extensioacuten ya por la cantidad de temas de la obra

Pero para que no quede la impresioacuten de que la actividad literaria del Priacutencipe de los Comentadores ha sido breve recordamos el estudio histoacuterico de R P Con-gar OP ldquoBio-biliographie de Cajeacutetanrdquo (publicado en la misma Revue Tomiste en conmemoracioacuten por los cuatrocientos antildeos de la muerte del Cardenal que debajo citaremos) donde pone un listado de todos los escritos del Cayetano 148 en total

Sabemos que los comentarios del Cardenal a la Suma de Teologiacutea no fueron publicados por primera vez en la Edicioacuten Leonina De hecho indagar sobre las primeras ediciones de este comentario es entrar en un campo poco estudiado y muy confuso

Es realizar una arqueologiacutea bibliograacutefica-editorial yendo a la buacutesqueda de muchas precisiones confirmaciones y corroboraciones que se inscriben dentro del campo de los estudios linguumliacutesticos de textos raros y manuscritos Cosa que

137 Ibidem p 7138 Ibidem p 6139 Ibidem p 8

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se infiere de la lectura del mismo trabajo introductorio de la Edicioacuten Leonina que en su praefatio nos indica ndashal hablar de otras ediciones de la Summa que ldquoentre otras merece ser mencionada por su presentacioacuten y elegancia tipograacutefica la edicioacuten Romana del antildeo 1773 con los comentarios del Cayetanordquo

140 Y maacutes

adelante anota en pie paacutegina que la edicioacuten parisina de 1514 fue publicada ldquosine textu s Thomaerdquo

141 Todaviacutea no habiacutea finalizado sus comentarios a la secunda

secundae Es decir existiacutean (y existen todaviacutea hoy) otras ediciones de los co-mentarios del de Gaeta

Como vemos los comentarios adjuntos a la Leonina fueron el fruto de una investigacioacuten criacutetica de los textos del Cardenal Asiacute lo exponen ndashy hemos citadondash los curadores de la tal edicioacuten al explicar el proceso que llevaron adelante sobre los comentarios del Cayetano

Nos dicen que alliacute donde el texto aparece deteriorado o incomprensible bus-caron recomponerlo Ademaacutes donde encontraron comentarios diversos sobre el mismo punto intentaron determinar cuaacutel de ellos concordaba mejor con el pen-samiento del autor para ponerlo debajo de cada artiacuteculo En cambio aquellos que fueron desestimados para el texto criacutetico-canoacutenico han sido reproducidos en maacutergenes laterales

Asiacute tambieacuten donde encontrasen soacutelo un comentario que pareciera no ade-cuarse a los sostenido previamente o en otros lugares por el Cayetano optaron por sentildealarlo con un signo de interrogacioacuten en el margen Queriendo asiacute signifi-car cierta inadmisibilidad de la autoriacutea de tal comentario

Del mismo modo aclaran los editores distribuyeron los comentarios seguacuten se refiriesen a cada parte cuestioacuten y artiacuteculo de la Suma enumerando seguacuten fuese conveniente

Finalmente los responsables de la Edicioacuten Leonina indicaron convenien-temente con notas marginales a queacute otros lugares obras autores el Cardenal se referiacutea al comentar142

140 Vid Praefatio en S Th I qq 1-49 t IV Romae 1888 p XII nota 1 ldquoInter alias mentionem meretur etiam ob chartae praestantiam et elegantiam typorum Romana editio anni 1773 cum Commentariis Caie-tani in X tomos in folio distributa et ad Patavina an 1698 ad amussim exactardquo141 Ibidem p XV nota 2142 Cfr ibidem p XV La nota es larga pero pensamos que vale la pena traerla ldquoAd hanc ergo Venetam Commentariorum Caietani editionem quae prima procul dubio est quaque operam suam prastantibus peritissimis viris Alberto de Castello et Augustino Natali in lucem prodiit nostram in omnibus examussim exegimus At quoniam nec illa ob imperitiam et oscitandam typothetarum a mendis vacat idcirco nun-

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Todo esto lo hemos planteado para mostrar la amplitud del tema y llamar la atencioacuten sobre la urgencia de un estudio criacutetico en torno a los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Vio

Con esto queremos puntualizar la necesidad de atender a los comentarios del Cardenal Primero por la complejidad que revisten Ademaacutes porque han sido objeto de sucesivas ediciones correcciones selecciones publicaciones etc Tal vez emprender una tarea seria de criacutetica externa e interna para determinar y sacar a la luz ulteriores precisiones sobre los mismos descubre otro cofre en la inmensa riqueza de los estudios medievales y en este particular caso renacen-tistas y tomistas

El Cayetano comenta a fin de ldquoprecisarrdquo los liacutemites del sentido del texto to-mista Eacutel es ndashpara la historiandash el inteacuterprete vaacutelido de Santo Tomaacutes de su doctrina y los alcances de esta el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Sus comentarios son pedagoacutegicos a la vez que exegeacutetico-hermeneacuteuticos La idea de que nadie mejor que el Cardenal para entender a Santo Tomaacutes fue la que se impuso en su tiempo y que llegoacute hasta nosotros Felizmente discutida en los uacuteltimos antildeos

quam omisimus alias in consultatione vocare Parisiensem nempe anni 1514 posterioresque praestantiores ediotionesHac autem via et ratione textum ubicumque vitiatus appareret reformare quantum licuit curavimus Primo animum et mentem serio applicuimus ad genuinam intelligentiam assequendam eorum quae in his comentariis continetur in quem finem non piguit alios etiam adire auctores quorum vel doctrinam assumit Caietanus in suum commentarium vel opiniones refutat vel argumenta contra s Thommam diluit Deinda loca vitiata in una editione ex aliis restituimos Ubi vero duae lectiones occurrebant quarum utraque contextui et menti Auctoris consona quoquo modo videbatur alterutram in margine laterali apposuimos Indubios errores omnibus editionibus communes proprio marte emendavimus Ubi vero editionum lectio non plene respondere contextui videbatur poterat tamen alicua ratione sustineri in ipso margine cum signo interrogationis tu fieri solet notavimus quomodo nobis videretur legendumPraeter haec aliud in hac nostra editione praestare curavimus in commodum eorum quin in horum Com-mentarium lectione nondum satis versati sunt Commentaria nenpe in suas quaeque partes distribuimus partesque singulas propriis numeris distinximus Deinc loca omnia ad quae in eodem commentario remittit Auctor quaeque menti oportet esse presentia ad intelligentiam eorum quae in praesenti dicuntur ut nullo negotio statim ab omnibus inveniri possint signato in margine numero indicavimus Hoc autem quanto adiumento futurum sit novitiis in longioribus praesertim commentariis experimento constabitQuam demum in textu s Thomae posuimus operam et diligentiam in restituendis et supplendis cuiusvis generis indicibus eandem prorsus et in Commentariis Caietani adhibuimusrdquo

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CAPIacuteTULO II STATUS QUAESTIONIS

II1 ANTECEDENTES DE LA CUESTIOacuteN

II11 El resurgimiento de los estudios tomistas

El resurgimiento de los estudios tomistas es una de las caracteriacutesticas que signa nuestra cuestioacuten Y en principio resulta paradoacutejico debido a la cantidad de aristas que tiene De una parte el menosprecio de un sector de la comunidad acadeacutemica y el creciente intereacutes de otro

Ademaacutes es posible establecer diferentes eacutepocas en el resurgimiento de los estudios tomistas Nosotros ponemos tres

La primera tras la rehabilitacioacuten del Papa Juan XXII de la doctrina tomasia-na en el siglo XV Asiacute lo relata F Carpintero Beniacutetez

laquoAlgo maacutes tarde en el siglo XV los doctores que ensentildean en Pariacutes y cuyos libros se desparraman por toda Europa estaacuten tocados por el espiacuteritu de San Francisco y buscan establecer una nocioacuten de jus y del dominium que sirve a los fines de los Franciscanos Tal cosa sucedioacute con Juan de Gerson Conrado de Summerhart Ga-briel Biel o Jacobo Almain Sus doctrinas se vieron momentaacutenea-mente frenadas por el auge creciente del tomismo pues la obra de Santo Tomaacutes tras sufrir varias condenas eclesiaacutesticas habiacutea sido rehabilitada por el Papa Juan XXII y a finales del siglo XV fue adoptada y comentada por Tomaacutes de Vio maacutes conocido como el cardenal Cayetanoraquo143

143 F CARPINTERO BENIacuteTEZ laquoLos escolaacutesticos espantildeolesraquo p 342

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Pero agrega el autor que laquola ensentildeanza tomista fue minoritaria hasta que en el siglo XVI la propagoacute Francisco de Vitoria coincidiendo con el auge de la monarquiacutea castellano-aragonesaraquo

144 Vitoria al retornar de Pariacutes utilizaraacute la

Summa Theologiae en sus lecciones (en lugar de explicar las sentencias de Pedro Lombardo) dando origen a los ldquoestudios tomistas que conocemos con el nombre de salamanticensesrdquo y que domina la primera mitad del siglo XVI

145

Luego de este periacuteodo y especialmente durante el siglo XVII la reflexioacuten filosoacutefica comienza el paulatino distanciamiento con la tradicioacuten del realismo claacutesico

El abandono de las fuentes y de la lectura directa de los textos (por ejem-plo de Santo Tomaacutes) fue una constante hasta el segundo renacimiento del tomismo

La segunda era la ubicamos bajo el auspicio del Papa Leoacuten XIII con una serie de hechos muy significativos

En primer lugar la promulgacioacuten de la carta enciacuteclica Aeterni patris (4 de agosto de 1879) destinada a promover los estudios filosoacuteficos en la Iglesia dan-do como ejemplo a Santo Tomaacutes de Aquino

Luego la fundacioacuten de la Pontificia Academia de Santo Tomaacutes de Aquino en Roma (15 de octubre de 1879) con un fuerte deseo de publicar laquoune nou-velle eacutedition complegravete des œuvres de saint Thomas qui preacutevoit une reacutevision de lrsquoeacutedition Piana (Rome 1570) agrave partir de ldquonouveaux manuscrits reacutecemment deacutecouverts et rendus utilisablesrdquo ainsi que la recherche drsquoouvrages ineacutedits du Docteur angeacutelique dans les manuscrits des grandes bibliothegraveques europeacuteennes afin de compleacuteter la Pianaraquo

146 Y la creacioacuten de la Comisioacuten Leonina (1880)

Todo lo relata notablemente Fernand Van Steenberghen

laquoLeacuteon XIII avait promulgueacute lrsquoencyclique Aeterni Patris le 4 aoucirct 1879 Le 15 octobre de la mecircme anneacutee dans une lettre au car-dinal De Luca il annonccedilait son intention de promouvoir une nou-velle eacutedition des eacutecrits de S Thomas Le 8 janvier 1880 il passait agrave la reacutealisation de son projet en en confiant lrsquoexeacutecution agrave une com-

144 Ibidem p 342145 Ibidem p 342146 Vid la paacutegina consultada el 30112017 httpwwwcommissio-leoninaorg201408chronologie- es-sentielle

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mission composeacutee de trois cardinaux de curie il leur demandait une eacutedition qui reacuteponde aux requecirctes de la critique moderne et qui agrave cette fin devrait recourir agrave lrsquoaide des manuscrits Membre de la commission cardinalice le cardinal Zigliara de lrsquoordre des Precirc-cheurs srsquointeacuteressa tregraves activement agrave lrsquoentreprise et mit au travail une eacutequipe de dominicains

On deacutecida de commencer par les commentaires aristoteacuteli-ciens Les manuscrits conserveacutes de cette cateacutegorie drsquoeacutecrits sont relativement peu nombreux il eacutetait donc possible en ce domaine drsquoarriver assez vite agrave des reacutesultats valables en exploitant aussi complegravetement que possible la tradition manuscrite en vue de re-constituer le texte sorti de la plume de lrsquoauteur Mais les premiers eacutediteurs adoptegraverent une autre meacutethode ils prirent comme texte de base celui de la Piana la premiegravere eacutedition complegravete des œuvres de S Thomas publieacutee agrave Rome en 1570 agrave lrsquoinitiative de S Pie V les variantes des manuscrits furent releacutegueacutees dans lrsquoapparat mecircme lorsqursquoelles permettaient drsquoameacuteliorer le texte seules les fautes manifestes de la Piana furent corrigeacutees La preacutefeacuterence donneacutee agrave la Piana nous paraicirct surprenante aujourdrsquohui en reacutealiteacute ce choix eacutetait dicteacute par la prudence le texte de cette eacutedition est drsquoordinaire fort bon et conscients de ne pas encore dominer pleinement la tradition manuscrite les eacutediteurs preacutefeacuteregraverent srsquoen tenir agrave un texte sucircrraquo

147

Estos eventos coinciden con el surgimiento de numerosas revistas dedicadas al estudio la difusioacuten y la profundizacioacuten del tomismo pero que raacutepida y nueva-mente caeraacuten ndasha juicio de J L Widow Lirandash en el olvido

laquoEn particular el estudio de la filosofiacutea poliacutetica de Santo To-maacutes tuvo un impulsor importante en el Papa Leoacuten XIII Entre eacutel y 1930 aproximadamente existen muchas obras que entran en esta materia Despueacutes de eso y durante un par de deacutecadas no existe nin-guna obra importante y de caraacutecter general sobre la doctrina poliacutetica de Santo Tomaacutesraquo148

147 F VAN STEENBERGHEN laquoLrsquoeacutedition leacuteonine des œuvres de saint Thomasraquo en Revue Philosophique de Louvain 4egraveme seacuterie t 72 nordm 13 1974 p 5148 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 13

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Aquiacute ndashveremos en el proacuteximo incisondash se destacaraacuten figuras de notoria rele-vancia como el Card Deacutesireacute Mercier Maurice De Wulf Yves Simon y Garri-gou-Lagrange entre otros y cuadernos de publicaciones prestigiosiacutesimos como la Revue neacuteo-escolastique de philosophie la Divus Thomas la revista Angeli-cum y los Studi Tomistici Esta segunda etapa es conocida oficialmente con el nombre de Neo-escolaacutestica

Finalmente luego de este olvido habraacute un tercer resurgimiento que todaviacutea hoy presenciamos Podriacuteamos decir revitalizacioacuten que se inicia a mediados del s XX y que continuacutea

laquoParalelamente a los estudios sobre el Doctor Angeacutelico a par-tir de los antildeos sesenta muchos temas propios de la filosofiacutea poliacutetica comienzan a ser desarrollados por la sociologiacutea con una metodo-logiacutea que podriacutea llamarse aunque resulte algo oscuro el teacutermino cuantitativamente objetivistaraquo149

Asiacute entonces la tercera etapa se enmarca en otra nueva era signada por el renovado intereacutes por la filosofiacutea poliacutetica

laquoEntre las disciplinas filosoacuteficas la filosofiacutea poliacutetica ha sido considerada durante mucho tiempo la ldquocenicientardquo de la casa tanto por el escaso nuacutemero de estudios dedicados a este campo como por el tipo de problemas de los que se debe ocupar

[] Pero esta situacioacuten se ha invertido en los decenios que han marcado el fin del segundo milenio ya que a partir de los antildeos setenta las publicaciones de filosofiacutea poliacutetica se han multiplicado alcanzoacute en alguacuten caso tiradas soacutelo imaginables para libros de narra-tivaraquo150

Reafirma esta opinioacuten Stefano Zamagni

149 Ibidem p 13150 G CHALMETA La justicia poliacutetica p 13

97

laquoUn segno dei tempi tipico dellrsquoattuale fase storica che me-riterebbe una lettura piugrave attenta di quanto stia ricevendo egrave quellrsquoin-sistente appello allrsquoetica come se tutto fosse etica che egrave andato sos-tituendo quellrsquoaltrettanto insistente appello alla politica tipico degli anni lsquo60 del secolo scorso secondo cui ldquotutto era politicardquoraquo

151

Y tambieacuten Jeroacutenimo Corral Genicio quien resulta todaviacutea maacutes preciso al asignarle nombre y fecha a este resurgimiento

laquoEstrechamente ligada al orbe de la moralidad desde sus oriacutegenes puede hoy decirse que la preocupacioacuten por la justicia y su realizacioacuten en el mundo del Derecho es una realidad palpitante y para cuya reflexioacuten ha sido de gran utilidad la revitalizacioacuten de la discusioacuten sobre este valor a partir de la conocida monografiacutea A theory of Justice de John Rawls aparecida en 1971raquo152

Joseacute Luis Widow Lira tambieacuten cree que laquoen las uacuteltimas deacutecadas se han ido despertando de manera cada vez maacutes espontaacutenea y abierta ciertas preocupa-ciones en torno a la viacutea elegida para transitar poliacuteticamente que se refieren desde luego y de modo particular al quiebre producido entre el orden moral y el poliacuteticoraquo

153 Y agrega maacutes adelante que si bien en otros laquotiempos la filosofiacutea

poliacutetica ha sido muy desatendidaraquo hoy por el contrario estamos en presencia de una laquorevitalizacioacutenraquo de los estudios sobre esta temaacutetica

154 que no encuentra

respuestas para los problemas poliacuteticos actuales

laquoEl gran problema si se trata de una verdad o una mentira po-liacutetica es el fin de la comunidad tambieacuten poliacutetica Hoy si se sigue el debate contemporaacuteneo se podraacute descubrir que el gran tema de fondo es el de la buacutesqueda de aquellos principios que otorgan legitimidad al orden poliacutetico que las sociedades se dan a siacute mismas Y el proble-

151 S ZAMAGNI ldquoLrsquoeconomia del bene comunerdquo en Ideeconomia 3 Cittagrave Nuova Roma 2007 p 211152 J CORRAL GENICIO ldquoLa nocioacuten de Justicia en la Retoacuterica de Aristoacutetelesrdquo en Revista Telemaacutetica de Filosofiacutea del Derecho 6 (20022003) p 137153 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 7154 Cfr Ibidem pp 13-15

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ma de la legitimidad es principalmente el problema del fin o ndashsi se quiere en pluralndash de los fines de la sociedad poliacuteticaraquo155

Como resulta evidente los estudios tomistas resurgieron cada vez que no se pudo dar respuestas a determinados planteos de la vida cotidiana del hombre y de las naciones Vista la situacioacuten actual de los estados modernos de la poliacutetica internacional de la crisis de la justicia y de tantas otras cosas resurge ndashuna vez maacutesndash la figura y la doctrina de Santo Tomaacutes de Aquino como piedra de toque y auxilio en la reflexioacuten filosoacutefico-poliacutetica De aquiacute su importancia nuestro intereacutes y eleccioacuten

II12 Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo

Fue el Cardenal nacido en Gaeta uno de los responsables de esta restaura-cioacuten de los estudios tomasianos durante el primer y segundo resurgimiento del tomismo

laquoEs manifiestamente conocido el esfuerzo de Tomaacutes de Vio Cayetano por difundir y defender en todas sus partes el pensamien-to de Tomaacutes de Aquino Su labor de difusioacuten (v gr lograr que la Summa Theologiae reemplace a las Sentencias de Pedro Lombardo como libro de texto a comentar) sus comentarios a la misma Suma y sus numerosos opuacutesculos que exponen defienden y desarrollan las tesis tomistas fueron importantes y conocidos ya en su eacutepoca

De ahiacute que por siglos se haya sostenido una identidad fun-damental de pensamiento entre Tomaacutes de Aquino y Cayetano Este seriacutea el gran sistematizador y expositor de los temas primordiales tanto teoloacutegicos como filosoacuteficos del Aquinate Cayetano es el poacuterti-co que facilita el acceso a su maestro

Hasta tal punto esto es asiacute que en la llamada filosofiacutea perenne o filosofiacutea aristoteacutelico-tomista tan extendida hasta mitad del siglo pasado con frecuencia no se distingue en las citas al disciacutepulo del

155 Ibidem p 15

99

maestro Es que ambos participariacutean de una doctrina comuacuten De alliacute que los comentarios de Cayetano al Aquinate son tan apreciados en la interpretacioacuten de la letra tomistaraquo156

Como tambieacuten atestigua L Elders

laquoSe sabe que el Papa Leoacuten XIII ordenoacute que en la edicioacuten criacute-tica de la Suma de Teologiacutea de Santo Tomaacutes de Aquino el texto de cada artiacuteculo debiacutea estar acompantildeado del comentario del gran domi-nico Tomaacutes de Vio llamado Cayetano que era considerado el mejor comentador de la obra maestra de Tomaacutesraquo157

Y es cierto que las intenciones del Cayetano fueron las que menciona C P Muntildeoz difundir la doctrina del Angeacutelico

En el Praefatio al t IV (que dedica el Cardenal Tomaacutes de Vio al Cardenal Caraffa de Naacutepoles) y con que la edicioacuten del Papa Leoacuten XIII (en adelante ldquoleo-ninardquo) inicioacute la publicacioacuten de la Opera Omnia Sancti Thomae Aquinatis el Cayetano realiza esta declaracioacuten

laquoNostrae vero huius susceptae expositionis hinc exorta ratio est quia formalis sermo Doctoris nostri magnam recondit sensuum altitudinem cum tamen verborum collocatio ac delectus perplexi nihil habens prima fronte lectorem videatur allicere ac facilitatem sensuum polliceri Verum multo aliter evenire sibi lector intellegit atque ab initio existimarat repetita enim lectio Auctoris huius vi-detur augere potius quam decerpere sensus percipiendi difficulta-temraquo158

Asiacute es la exposicioacuten es para facilitar al lector el sentido de las ensentildeanzas de Santo Tomaacutes y de secundarlas Pero consciente de posibles yerros doctrinales pide ndashen el Proacutelogo a la primera parte de la Suma que ademaacutes de adherir a la in-

156 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetanoraquo p 1157 L ELDERS laquoCayetano comentadorraquo p 1158 S Th I sect Praefatio

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tencioacuten y a la obra del Angeacutelicondash ser corregido alliacute donde se distancie de su prin-cipal cometido ser entendido como un defensor y desarrollador del Aquinate

laquoSed eatenus dico hic et ubique quatenus reddita ratio testa-tur Propterea ubi defecero correctori ut adiutori gratias ago Verba quoque erroris falsitatis deceptionis ignorantiae et aliorum huius-modi non contra personas sed contra opiniones et hoc etiam quae-tenus minus solidae sunt vel apparent interpretanda esse volo quo-niam personis nullo pacto opinionibus vero non nisi ut dissonant adversari intendoraquo159

Tomaacutes de Aquino deja en claro sus intenciones laquopropositum nostrae inten-tionis in hoc opere est ea quae ad Christianam religionem pertinent eo modo tradere secundum quod congruit ad eruditionem incipientiumraquo

160 Que Tomaacutes

de Vio apropia

laquoNovitiis namque opus hoc convenir dicitur non rationi faci-litatis aut superficialis aut epilogalis aut introductorii tratatus sed rationem sectarum superfluitatum omissae repetitionis et pulcherri-mi ordinis ab ipso inventi ut enim in precessu apparet omnes theo-logales difficultates et ex propriis hic distincte tractanturraquo161

Como vemos el Priacutencipe de los Comentadores hace suyas las intenciones de Santo Tomaacutes de instruir no soacutelo a los maacutes avanzados ldquosed etiam incipientes erudirerdquo Ademaacutes explica comentaraacute la litterae Thomae para repetirla y defen-derla de los errores y falsedades con que otros la exponen A este respecto deja en claro que sus comentarios son contra las opiniones y no contra las personas que las profesan Pide asimismo a quienes hallen yerro de su parte lo corrijan ut adiutori No se propondraacute ni poner ni quitar nada soacutelo exponer la doctrina tomista apoyaacutendose en la ayuda de tantos otros fratres ordini Praedicatorum

159 Comm Card Caie en S Th I sect Prologus160 S Th I sect Prologus161 Comm Card Caie en S Th I sect Prologus

101

Una primera diferencia que encontramos y sobre la que maacutes adelante nos explayaremos es respecto del modo en que Santo Tomaacutes se ocupa de la justicia y el modo en que el Cardenal comenta

laquoEl meacutetodo que sigue el Aquinatense en su Suma Teoloacutegica es el aristoteacutelico es decir es filosoacuteficamente realista moderado y es metodoloacutegicamente realista pues como tal asciende de las cosas a las ideas

Propedeacuteuticamente hablando estaacute ndashcomo ha explicado Mi-chel Villeyndash dirigido a la ensentildeanza (doctrina) y al acto de aprender (disciplina) en busca de la verdad ndashde su ciencia en el grado ase-quible al hombrendash invitando para ello al lector a rehacer el mismo camino que la razoacuten del maestro ha debido recorrerraquo162

Es decir en la glosa cayetana podremos evidenciar una posicioacuten metodoloacute-gica diversa si bien fines u objetivos comunes Y es cierto como lo demuestran muchos estudiosos que el Cardenal se aparta con su interpretacioacuten y comen-tarios de la doctrina tomista Pero auacuten hoy permanecemos en una situacioacuten de confusioacuten generalizada debido a la reputacioacuten e influencia del de Gaeta

En nuestro trabajo apoyaacutendonos en estos antecedentes desarrollaremos la tesis de que el Cayetano tambieacuten se aparta de la nocioacuten de justicia propuesta por Santo Tomaacutes de Aquino en S Th II-II qq 57-62 Y que a la base de este distan-ciamiento no hay solamente una cuestioacuten metodoloacutegica ndashque acabamos de es-bozarndash sino algo todaviacutea maacutes profundo dos modos distintos de concebir el tema moral dos perspectivas eacuteticas Una es la del Aquinatense otra la del Gaetano

Asiacute como las investigaciones que mencionamos y mencionaremos tratan de escindir la figura del Cayetano del tomismo o de un tomismo ldquoortodoxordquo cuanto menos tambieacuten nosotros nos introduciremos en esta problemaacutetica Claro que es difiacutecil puesto que debemos derogar el mote de ldquoPriacutenciperdquo al comentador que nos ocupa tarea nada sencilla Hemos pensado que quizaacutes resignificarlo o precisarlo es un modo de quitarlo proponiendo un viraje tal vez el Cayetano no sea un ldquoPriacutenciperdquo al estilo de las monarquiacuteas medievales

162 J VALLET DE GOYTISOLO laquoLa justicia seguacuten Santo Tomaacutes de Aquinoraquo en Arbor CLXXV 691 (2003) p 1143

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Quede claro pues otro antecedente de vital importancia para comprender maacutes cabalmente la cuestioacuten Para entender la nocioacuten de justicia en los comenta-rios de Tomaacutes de Vio debemos atender al hecho de que

laquoEl comentario de un texto filosoacutefico consiste en la emisioacuten de un juicio o consideracioacuten sobre el lugar que ocupan las ideas defendidas en el texto en el conjunto del conocimiento y en la expo-sicioacuten de nuestro punto de vista al respecto (no confundaacuteis esto con lo que vosotros llamaacuteis ldquoopinioacuten personalrdquo) Esto quiere decir que comentar es ante todo relacionar Relacionar las ideas del texto con nuestros conocimientos Y relacionar las ideas del texto con nuestras propias ideas sobre el temaraquo163

Entonces si hemos dicho que Santo Tomaacutes ldquocristianizardquo toda la herencia que recibe del mundo griego romano judiacuteo y aacuterabe iquestNo podremos concluir con este trabajo que el Cayetano ldquomodernizardquo al Aquinate

Un priacutencipe moderno que relaciona ideas de un texto y una doctrina del pasado con las suyas propias que es el primero entre los comentadores de los tiempos modernos que le sucederaacuten El Priacutencipe de los Comentadores

Hemos querido tratar estos temas como Antecedentes de la Cuestioacuten para que mejor se entendiese lo que sigue el Estado de la Cuestioacuten propiamente

Estamos realmente convencidos y pensamos que asiacute lo hemos demostrado de que muchas veces el ldquooficiordquo de medievalista estaacute transido del tipo de prejui-cios que hemos relatado (p ej vid supra sectI1 pp 40-42 y sectI21 pp 42-47) asiacute como tambieacuten del profundo desconocimiento de la actualidad de los estudios y actividades que se producen en referencia a la Edad Media

Pero es cierto que se ignoren tales empresas no significa que no sean actua-les ni mucho menos acadeacutemica y metodoloacutegicamente fructiacuteferas

163 httpswwwwebdianoiacomestudiarcomentariohtm Consultado el diacutea 01122017

103

De hecho hasta aquiacute hemos visto coacutemo los estudios tomistas se suceden en el tiempo La figura clave es Santo Tomaacutes quien obra ndasha nuestro juicio y por ello nuestra posturandash una genial siacutentesis del espiacuteritu de los antiguos tanto griegos como romanos sin olvidar la tradicioacuten judiacutea y aacuterabe En efecto nada le resulta ajeno

De alliacute que pertenecer a esta tradicioacuten tomar sus principios rever sus ar-gumentos proponer nuevamente conclusiones es siempre y en todo momento renovador Renueva al sujeto y al objeto a la persona y a la doctrina La filosofiacutea perenne es aquella exenta de intermisioacuten es la que ni cesa ni interrumpe su labor

Antes de comenzar el proacuteximo apartado quisimos dejar en claro y mostrar que dedicarse a estos temas es una forma maacutes de pertenecer a un geacutenero que lleva iacutensito el gran tesoro de todo lo humano a pesar del desprestigio y los pre-juicios que injustamente se endilgan a los medievalistas y la falta de actualidad fundamentalmente a los tomistas

II2 ESTADO DE LA CUESTIOacuteN

II21 Los estudios actuales en torno a la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes

Tal como adelantamos el Estado de la Cuestioacuten sobre nuestro tema y sobre los estudios centrados en la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes es por diversos motivos un tanto particular

En primer lugar muchos son una exposicioacuten e interpretacioacuten de los textos tomistas y pertenecen al geacutenero de los artiacuteculos y ensayos monograacuteficos Como por ejemplo resultaraacute de la lectura ndashentre otrosndash de G Saacutenchez G-H o de M Lutz- Bachmann

164

164 G SAacuteNCHEZ G-H laquoAcerca de la Justicia en Santo Tomaacutes de Aquinoraquo en Estudios Puacuteblicos 18 (1985) 77-92 R SPIAZZI Principi di Etica Sociale Edizione Studio Domenicano Bologna 1990 M LUTZ- BACHMANN laquoThe Discover of a Normative Theory of Justice in Medieval Philosophy On the Reception and further Development of Aristotlersquos Theory of Justice by St Thomas Aquinasraquo en Medieval Philosophy and Theology 9 (2000) 1-14

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Por otro lado son muy pocos los estudios especiacuteficos acabados y sistemaacute-ticos sobre nuestro tema y los comentarios del Cayetano Pero los que siacute se centran soacutelo en la consideracioacuten de la justicia en Santo Tomaacutes ndashque repetimos no abundanndash rastrean la geacutenesis del liberalismo contemporaacuteneo en la mal com-prensioacuten o desatencioacuten de la doctrina tomista Asiacute lo refleja C A Sacheri en su estudio laquoLa Justicia Conmutativa y la reciprocidad en los cambiosraquo tras afirmar que luego de Aristoacuteteles es el Doctor Comuacuten quien mejor ha entendido esta re-lacioacuten afirma

laquoEl liberalismo capitalista ha negado sistemaacuteticamente el principio de reciprocidad en los cambios con su desmesurado afaacuten de lucro invocando absurdamente la utopiacutea de que los egoiacutesmos in-dividuales se armonizan espontaacuteneamente lo cual traducido en buen romance equivale a sostener que cien mil injusticias individuales engendran automaacuteticamente un orden social justoraquo165

Queremos destacar aquiacute ademaacutes lo que pareciera ser un pensamiento domi-nante (al menos para quienes provienen de aacutembitos de habla inglesa) de que es posible concebir la fundacioacuten del liberalismo poliacutetico en el mismo Santo Tomaacutes de Aquino y su doctrina poliacutetica particularmente en lo tocante al tema de la vir-tud de la justicia

Como sostiene por ejemplo F R Hittinger en laquoJohn Rawls The basis of Social Justice and intercultural dialogue in globalized worldraquo Es interesante coacutemo el autor analiza el origen del liberalismo y cuaacutel fue su papel en el surgi-miento de los Estados Modernos que atribuye tal a las Monarquiacuteas Cristianas Ademaacutes de esto se ve coacutemo tambieacuten afirma que el liberalismo no ha surgido esto es no ha comenzado junto con el nacimiento de los Estados Modernos

laquoThe transformation of polities or realms into states is neither liberal nor nonliberal but lsquomodernrsquo Liberalism did not begin as a special theory or family of theories geared to answer the question lsquoshall there be a territorial nation-statesrsquo Christian manarchs and

165 C A SACHERI laquoLa Justicia Conmutativa y la reciprocidad en los cambiosraquo en Verbo 126 7 (1974) p 856

105

their courts settled this question without guidance from liberalism Rather liberals sought to answer the question lsquocan such a state be justrsquo It is possible (in theory and practice) to achieve something more than a mere modus vivendi between competing nation states along with a weak system of toleration at home

Liberalism answers yes to both parts of the question It does so by unfolding a normative ontology of the moral capacities and liberties of the individual

[] There are indeed many kinds of liberalism But we will not err greatly if we make the following generalization liberalisms orient themselves in terms of the moral capacities and inherent va-lue of individual libertyraquo

166

Su razonamiento es el que el Estado Moderno surge precisamente con la Modernidad y que el liberalismo nace dentro de la defeccioacuten de aquella anterior edad dando asiacute respuestas a las cosas que la anterior organizacioacuten poliacutetica ndashleacutea-se monarquiacuteasndash no podiacutean ni pudieron ndashni habriacutean podido pues a este punto ya no existiacuteanndash dar

167

Sentildealemos al pasar que de esto se seguiriacutean al menos dos consecuencias La primera la de atribuir a la Doctrina de la Iglesia Catoacutelica en Santo Tomaacutes de Aquino la fundacioacuten ndashen la reflexioacuten filosoacutefica poliacuteticandash de las teoriacuteas de cuntildeo liberal Antildeaacutedanse a esto las repercusiones en el campo de la moral La segunda la de compeler a todos los fieles catoacutelicos a su puesta en praacutectica

Ademaacutes se utiliza este argumento ndashel de la justicia tomistandash como un puente para llegar al debate sobre otros conceptos tales como ldquoJusticia Socialrdquo y ldquoDere-chos Humanosrdquo entre tantos

Asiacute R Cambareri en Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo hace referencia expliacutecita a esta nocioacuten de que la justicia entendida estrictamente hace referencia al ldquoreconocimiento al respeto y a la realizacioacuten de los derechos del hombrerdquo

168

166 F R HITTINGER en laquoJohn Rawls The basis of Social Justice and intercultural dialogue in globalized worldraquo en Doctor Comunis (2007) pp 142-143167 Cfr F R HITTINGER en laquoJohn Rawlsraquo pp 142-164168 Cfr R CAMBARERI Il cristiano in politicaraquo p 25

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Por otra parte encontramos a P Saacutenchez Garrido quien argumenta laquoque existe una correlacioacuten entre la responsabilidad de la comunidad poliacutetica y de la autoridad en el bien comuacuten de todos sus ciudadanos la dignidad de la per-sona humana el decoro y bienestar humanos la autosuficiencia o autarquiacutea y la vida feliz virtuosa y contemplativa del ciudadano en orden a la verdad y el bienraquo

169

Finalmente J Vallet de Goytisolo aporta una gran cantidad de referencias comentarios acotaciones disensiones y reflexiones Este ensayo representa un esfuerzo por parte del autor para ilustrar el pensamiento de Santo Tomaacutes de Aquino recurriendo a los ldquoTratadosrdquo (quaestiones) ldquoDe iurerdquo ldquoDe iudiciordquo y a los comentarios que el Aquinatense realizase a los libros aristoteacutelicos Por todo lo cual a eacutel remitimos

170

Tambieacuten vemos coacutemo se analizan los textos tomistas en referencia a otros comentaristas maacutes recientes Asiacute lo muestra J M Ayala Martiacutenez en su impor-tante artiacuteculo El mismo resulta muy interesante porque ademaacutes aporta claridad sobre la importancia e influencia que ha podido tener el Cayetano en el desarro-llo de la filosofiacutea poliacutetica moderna Particularmente podriacuteamos descubrir esto en la huella que ndashtal vezndash haya dejado en dos grandes personajes de la filosofiacutea juriacutedica que tuvieron lugar en el contexto del descubrimiento la colonizacioacuten y la conquista de Ameacuterica Fray Bartolomeacute de las Casas y Francisco de Vitoria y que el mismo autor trata

171

Esto muestra que si bien el estudio de Santo Tomaacutes se ha ido imponien-do paulatinamente en los uacuteltimos antildeos hay todaviacutea una urgencia de volver a la lectura de sus textos Explica mucho mejor todo lo que decimos Joseacute Luis Widow Lira Ponemos aquiacute una cita en la que manifiesta su opinioacuten que ade-maacutes de pertinente resulta conveniente por la siacutentesis y el elenco que trae de autores

laquoPues bien junto a estos intentos de entender lo poliacutetico se han venido sucediendo algunos otros que rescatan la oacuteptica del San-

169 P SAacuteNCHEZ GARRIDO laquoConsideraciones sobre la Justicia distributivaraquo p 15170 J VALLET DE GOYTISOLO laquoLa justicia seguacuten Santo Tomaacutes raquo pp 1143-1162171 J M AYALA MARTIacuteNEZ laquoImportancia de los teoacutelogos juristas de Salamanca en el desarrollo de los derechos humanosraquo en P ROCHE ARNAS (coord) El pensamiento poliacutetico en la Edad Media Fundacioacuten Ramoacuten Areces Madrid 2010 pp 253-262

107

to Doctor volviendo a poner la poliacutetica en el carril que le correspon-de Maacutes allaacute de innumerables artiacuteculos sobre el caraacutecter del saber poliacutetico existen algunos autores que se han afanado para abarcar globalmente el pensamiento poliacutetico de Santo Tomaacutes Por ejemplo Giovanni Invitto en La cittagrave dellrsquouomo Il pensiero politico di San Tommaso o John Finnis en Aquinas Moral Political and Legal Theory o Jorge Martiacutenez Barrera en Reconsideraciones sobre el pensamiento poliacutetico de Santo Tomaacutes de Aquino Digno de mencioacuten es Alfredo Cruz Prados Ethos y polis Bases para una reconstruc-cioacuten de la filosofiacutea poliacutetica que aunque no pretende ser una explica-cioacuten de la poliacutetica seguacuten Santo Tomaacutes me parece que recoge muy de cerca el espiacuteritu del pensamiento poliacutetico del Aquinateraquo172

Queda claro entonces visto el actual Estado del Arte referido a las publica-ciones concernientes a Santo Tomaacutes de Aquino y su doctrina la gran necesidad de secundar todos estos movimientos acadeacutemicos que buscan y proponen conti-nuar profundizando no soacutelo las obras del Angeacutelico sino tambieacuten aquellas posi-bles interpretaciones de otros pensadores como por ejemplo el Cayetano y por queacute no la influencia que ha tenido en su tiempo y en los antildeos y siglos venideros Influencia que se prolonga hasta nuestros diacuteas

Con fines ilustrativos y para continuar demostrando la carencia de estudios orientados hacia el argumento que hemos elegido es que nos introduciremos en la escasa bibliografiacutea acerca de los estudios actuales y aquellos de maacutes rele-vancia sobre el Cardenal Tomaacutes de Vio Esto es algunas de sus obras y lo que maacutes interesa a nosotros sus comentarios a la obra de Santo Tomaacutes de Aquino Especialmente a los textos de la S Th II-II y a los referidos a las cuestiones en que se trata la virtud de la justicia (cuestiones 57-62)

Expondremos tambieacuten cuaacuteles son a nuestro parecer los porqueacutes de este no muy numeroso repertorio bibliograacutefico

Y luego discurriremos sobre las publicaciones que han tratado el tema de la justicia y su interpretacioacuten en el Cayetano

Algo hemos adelantamos cuando hablamos sobre la confusioacuten generalizada sobre este tipo de estudios algunas veces sin precisioacuten en las citas y referencias

172 J L WIDOW LIRA La naturaleza poliacutetica p 14

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y lo que es peor basaacutendose en obras que con el correr del tiempo el autor de estas ha modificado

Siendo no menor esto que acabamos de exponer pasemos entonces a los dos momentos de los que hablaacutebamos para presentar las publicaciones actuales relacionadas a nuestro tema

II22 Investigaciones sobre el Cayetano sus obras y comentarios

Adentraacutendonos ahora en los estudios que profundizan sobre las obras de autoriacutea personal del Cayetano o sobre los comentarios que el Cardenal realizoacute a algunas de las obras de Santo Tomaacutes estamos en condiciones de proponer las siguientes apreciaciones

En primer lugar podemos ver que el mayor nuacutemero de los estudios sobre el Cayetano se centran en sus comentarios y escritos sobre los conceptos de ente analogiacutea esencia y abstraccioacuten

173

Pero tambieacuten hay otros estudios que versan sobre temas auacuten maacutes variados174

ndashincluyendo algunas biografiacuteas o semblanzas

175ndash asiacute como tambieacuten estaacuten aque-

173 A GOERGEN laquoDie Lehre von der Analogie nach Kardinal Cajetan und ihr Verhaumlltnis zu Thomas von Aquinraquo en Divus Thomas XLIII (1940) p 523 L FERRARI laquoA Thomistic Appraisal of Thomas de Vio Cajetanrsquos ldquoabstractio totalisrdquoraquo en Angelicum XLXI (1965) pp 441-462 MUNtildeOZ CEFERINO PABLO laquoEn torno a dos lecturas posibles sobre el conocimiento de las esencias en Tomaacutes de Aquinoraquo en Toacutepicos 43 (2012) pp 123-151 Este uacuteltimo con una destacada bibliografiacutea de referencia sobre estos temas174 G DE HOLTUM laquoSpecimem commentarium Caietani usui scholarum accomodatorumraquo en Divus Thomas (1901) pp 563-573 R P LEHU laquoLa penseacutee de Sylvestre de Ferrare et de Cajegravetan sur la Justice originelleraquo en Revue Thomiste 33e anneacutee XI (1928) pp 430-511 V POLLET laquoLa doctrine du Cajetan sur lrsquoEacutegliseraquo en Angelicum XII (1935) pp 223-244 R GARRIGOU-LAGRANGE laquoLe sens du mystegravere chez Cajetanraquo en Angelicum XII (1935) pp 3-18 S BERSANI laquoDe mente Cardinalis Caietani circa vim conclusionum quinque viarumraquo en Divus Thomas 4-5 (1938) pp 429-434 V DEGLrsquoINNOCENTI laquoLrsquoopinione giovanile del Gaetano sulla costituzione ontologica della personaraquo en Divus Thomas (1941) pp 154-166 laquoAnimadv In Caietani doctrinam de corporum individuationeraquo en Divus Thomas (1948) pp 19-45 laquoDel Gaetano e del principio drsquoindividuazioneraquo en Divus Thomas XLIII (1949) pp 207-208 E QUARELLO laquoIl problema scolastico della persona nel Gaetano e nel Capreoloraquo en Divus Thomas (1952) pp 34-63 A GIORDA-NO laquoIl sacrificio della Messa nel pensiero del Gaetanoraquo en Divus Thomas (1956) p 97 D DOHERTY laquoThe sexual doctrine of Cardinal Cajetanraquo en Divus Thomas (1969) p 231 M F MANZANEDO laquoLa inmortalidad del alma humana seguacuten Cayetanoraquo en Angelicum 76 (1999) pp 309-340175 Por ejemplo la de A COSSIO e intitulada laquoIl Cardenale Gaetano e la riformaraquo del antildeo 1902 en 1936 J M VOSTEacute escribe literalmente una paacutegina laquoThomas de Vio O P cardinalis Caietanus Sacrae paginae

109

llas obras realizadas en homenaje al Cardenal (como por ejemplo la de la revista Angelicum en la conmemoracioacuten de los cuatrocientos antildeos de la muerte del Ca-yetano)

176

Con respecto a esto encontramos dos estudios que resultan muy interesan-tes aunque no tan actuales Pese a esto son una referencia y lectura obligada en cuanto al de Gaeta se refiere

En las dos publicaciones maacutes recientes () dedicadas a la persona del Carde-nal Cayetano (la que ya citamos perteneciente a la revista Angelicum laquoIubilaris Commemoratio Cardinalis Caietaniraquo de 1934 y aquella de la Revue Thomiste de los antildeos 1934-1935) no encontramos maacutes de cinco escritos relacionados a nuestro tema

Tales estudios tal vez los maacutes abarcadores de la persona y las obras que existan del Cayetano vieron la luz en un obvio clima de rememoracioacuten y con-memoracioacuten del Cardenal pero que no ha suscitado mayor intereacutes en los antildeos sucesivos

177

Por otra parte indirectamente relacionados a nuestro tema son pocos los escritos que hay

178

En lo tocante a las publicaciones referidas a las obras de Cayetano la Divus Thomas publica entre 1936 y 1965 seis textos del Cayetano de las cuales dos son traducciones al ingleacutes Cabe decir que se publican soacutelo los textos Siacute claro estaacute con alguna nota preliminar o proacutelogo de quien condujo o cuidoacute la edicioacuten pero no mucho maacutes

Ahora cambiando un poco la oacuteptica pero siguiendo en nuestra liacutenea inves-tigativa diremos algo de los trabajos que versan sobre los textos de Santo Tomaacutes y sus comentadores

Magisterraquo y en 1952 laquoUn gigante dello spiritu Il card Gaetanoraquo de E FEI176 Como por ejemplo la laquoIubilaris Commemoratio Cardinalis Caietaniraquo Angelicum 1934 (fasciacuteculo cuarto antildeo XI correspondiente a la publicacioacuten trimestral octubre-diciembre de 1934)177 En 1936 P CASTAGNOLI bajo el tiacutetulo laquoDe Thoma de Vio O P Card Caietanoraquo hace una recensioacuten a la publicacioacuten de la Rivista di filosofia neo-scolastica di Milano nuacutemero entero dedicado al Gaetano en el cuarto centenario de su muerte178 A FERNAacuteNDEZ laquoIustitia originalis et gratia santificans iuxta D Thomam et Cajetanumraquo y su conti-nuacioacuten Las dos en el antildeo 1931 En 1973 C VANSTEENKISTE O P escribe laquoLrsquoedizione Leonina delle opere di San Tommasoraquo

CAPIacuteTULO II - STATUS QUAESTIONIS

110

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En este campo la actividad de mayor actualidad e importancia es la Semana Tomista Argentina realizada en 2011 bajo el lema ldquoInteacuterpretes de Santo Tomaacutesrdquo

De las publicaciones de las Actas del Congreso Internacional de la XXVI Semana Tomista 2011 de la Sociedad Tomista Argentina realizadas por la Uni-versidad Catoacutelica Argentina es sin duda aquella de Pablo Ceferino Muntildeoz la que maacutes se acerca a nuestro tema laquoLos comentarios del Cayetano iquestcontinuidad o divergencia con la doctrina de Santo Tomaacutesraquo

En la misma obra P C Muntildeoz confecciona una lista de los autores que sentildealan coincidencia y diferencias entre el pensamiento de Santo Tomaacutes y los comentarios del Cayetano Por ser eacuteste el estudio de maacutes actualidad y presentar una muy buena siacutentesis de esos argumentos reenviamos a su lectura

179

En otros de sus escritos C P Muntildeoz brinda citas y referencias sobre los autores que sentildealan la fundamental diferencia entre la doctrina del de Aquino y el del Gaeta a la vez que muestra coacutemo otros autores entre ellos J Maritain se apoyan en el Cayetano para cimentar y desarrollar su pensamiento y exposicio-nes filosoacuteficas

180

Pero sobre el tema de la justicia no se dice todaviacutea mucho De aquiacute que investigar dicho argumento representa el principal objetivo de este trabajo Y esto porque ademaacutes jutificar la realizacioacuten de un estudio pormenorizado entre los textos de uno y los comentarios del otro Abriendo asiacute un nuevo campo de discusioacuten e investigacioacuten filosoacutefica cual es el de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral en el pensamiento de Cayetano

Habiendo dicho lo precedente proponemos las liacuteneas que aquiacute continuacutean para ilustrar el pensamiento reinante en este tema Luego traeremos un anaacutelisis exhaus-tivo y pormenorizado de la bibliografiacutea existente sobre el mismo

179 C P MUNtildeOZ laquoLos comentarios del Cayetanoraquo Aprovechamos aquiacute para mencionar que hemos tenido un grato intercambio con el autor a traveacutes de algunos mensajes que nos enviaacutesemos por correo electroacutenico De hecho fue el mismo autor el que en un primer momento nos brindoacute en formato digital esta y la otra obra que a continuacioacuten citamos y a la que ya hemos hecho referencia Ademaacutes eacutel mismo nos proveyoacute con las instrucciones necesarias para acceder a las consultas de la Biblioteca Digital de la UCA en soporte electroacute-nico Y como si no fuera poco y asiacute dando gestos de su caballerosidad nos envioacute ndashsiempre mediante correo electroacutenicondash los archivos oficiales de las tales publicaciones tambieacuten en el mismo formato digital180 Cfr IDEM laquoEn torno a dos lecturas posiblesraquo pp 1-5 y p 9

111

Pasemos al uacuteltimo de los puntos que hemos querido para la exposicioacuten de nuestro Status Quaestionis

II23 La nocioacuten de justicia tomasiana y su referencia al Cayetano

Como hemos adelantado el estudio de la justicia en Santo Tomaacutes de Aquino y los comentarios realizados por el Cayetano a los textos de la Suma Teoloacutegica es por muchos desconocidos

Tanto es asiacute que en las disputas actuales no se conoce cuaacutel es la causa por la que el Cayetano da origen a la ldquotriparticioacutenrdquo entre las partes subjetivas de la justicia

Sobre el tema de la justicia uno de los que goza de de mayor actualidad es el estudio de Rodriacuteguez Luntildeo Alliacute su autor nos habla del objeto de la misma virtud de su tipologiacutea y de las virtudes adjuntas a ella

181

Exponiendo sus argumentos y luego de decir que Santo Tomaacutes recibe y mantiene sustancialmente igual la definicioacuten de la virtud de la justicia de los juristas romanos ndashy tras establecer con el Aquinate cuaacutel sea su objetondash llegamos al lugar de nuestro intereacutes al leer sobre las diversas opiniones en torno al nuacutemero de sus partes subjetivas en Tipologia della Giustizia

A este punto nos llama la atencioacuten que Aacute Rodriacuteguez Luntildeo cite a Anselm Guumlnthoumlr ya que no solamente eacutel lo haraacute sino tambieacuten otros Lo que aquiacute sentildea-lamos es para que lo tengamos presente en el desarrollo de este apartado sin ser meramente algo que decimos al pasar o fruto de una vaga ocurrencia

Por otra parte y siempre tratando el tema de la justicia R Cambareri al introducir el tema de la Divisione della virtugrave della giustizia en el tercer capiacutetulo de Il cristiano in politica La domanda di giustizia nel mondo contemporaneo

182

lo hace parafraseando las palabras de Santo Tomaacutes correspondientes a S Th II-II q 58

181 Cfr Aacute RODRIacuteGUEZ LUNtildeO Scelti in Cristo per essere santi Morale Speciale t III Edusc Roma 20132182 R CAMBARERI Il cristiano in politica pp 34-39

CAPIacuteTULO II - STATUS QUAESTIONIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Queremos volver a notar algo Y es lo siguiente que la citacioacuten que hace de Guumlnthoumlr es a la misma obra volumen e inciso que tambieacuten realizoacute Rodriacuteguez Luntildeo

183

Y advirtamos tambieacuten coacutemo trata el tema de la divisioacuten de la justicia expo-niendo claramente las palabras de Santo Tomaacutes citando puntualmente los tex-tos

184

Ademaacutes tras presentar el tema de la ldquojusticia socialrdquo y en habiendo sentildea-lado tres ldquohechosrdquo por los cuales sostiene que la mencionada virtud de la justi-cia social y la virtud de la justicia (ldquocardinal-tradicionalrdquo) son una agrega laquoLa nozione di giustizia sociale comprende globalmente le tre forme classiche della giustiziza fondando perograve diritti e doveri sulla base delle esigenze naturaleraquo

185

Para contribuir a la claridad deseada de nuestro escrito traemos ahora la afirmacioacuten sobre la triparticioacuten de la justicia (realizada casi cuarenta paacuteginas despueacutes) atribuida al Cayetano laquoIl significato della bipartizione in giustizia generale e particolare e non tripartizione (cf Caietanus) va in questa direzio-neraquo

186

Esta referencia al Cayetano tiene su origen en la lectura de Guumlnthoumlr a la que arriba hicimos referencia pero no a ninguno de los textos de Cayetano ni mucho menos a sus comentarios realizados a la Suma de Teologiacutea

Por un lado entonces concordamos con Aacute Rodriacuteguez Luntildeo con que es A Guumlnthoumlr quien mejor expone y sintetiza las posiciones respecto de este tema

Pero estamos en desacuerdo con aquello de que ya fuese superada puesto que ninguno de los autores de los que hasta aquiacute hemos sentildealado cita exactamente

Por otro y a raiacutez de lo que acabamos de afirmar no encontramos precisiones ciertas en los textos de A Guumlnthoumlr ndashiexclal que todos hacen referenciandash para atri-buir al Cayetano la posible ldquotriparticioacuten de la virtud de la justiciardquo

183 Cfr Ibidem pp 34-39184 Cfr Ibidem pp 35-39185 Ibidem p 41186 Ibidem p 78

113

Ademaacutes de lo dicho al leer el sect76 de Chiamata e Risposta187

notamos coacutemo su metodologiacutea para presentar el estudio de la justicia ha influido en aquellos autores que hemos citado precedentemente y que se colocan bajo su tutela

Notemos tambieacuten que en la posterior edicioacuten alemana de A Guumlnthoumlr Anruf und Antwort Handbuch der katholischen Moraltheologie no encontramos esta misma precisioacuten que el autor siacute realizoacute en la anterior edicioacuten italiana (Chiamata e Risposta Una nuova teologia morale) Y que ademaacutes todos los autores que mencionamos anteriormente citan la edicioacuten italiana de A Guumlnthoumlr sin con-sultar la uacuteltima publicacioacuten alemana diez antildeos posterior Asiacute las cosas hemos decido dejar la citacioacuten en italiano para demostrar por un lado la evolucioacuten de nuestra investigacioacuten asiacute como tambieacuten la seriedad de eacutesta al recurrir a la uacuteltima bibliografiacutea actualizada sobre el tema Por otro para evidenciar cuaacuten confuso es el tema del que nos ocupamos y coacutemo estos autores de indiscutible autoridad ndashy tambieacuten otrosndash continuacutean fundamentando sus opiniones

Esta misma es la de suponer que al tratar la justicia y sus divisiones debemos necesariamente hablar de los derechos fundamentales (del hombre) puntual-mente de ldquolos derechos humanos fundamentales que tanto el individuo como la comunidad en su concurrencia ndasho encuentrondash deben reconocer con su compor-tamiento justordquo

188

Siguiendo con su exposicioacuten en sectd Le principali specie di giustizia (partes subiectivae) Guumlnthoumlr tras preguntarse 1) Quante sono le parti della giustizia contesta con Una treplice divisione usuale (sect93) Veamos en queacute consiste el ar-gumento de tal respuesta

Primeramente nos dice que los teoacutelogos moralistas no estaacuten de acuerdo en determinar las partes subjetivas de la justicia notando que este problema o des-acuerdo no es soacutelo de iacutendole teoreacutetica pero praacutectica

Agrega tambieacuten que estos mismos teoacutelogos moralistas interpretan diversa-mente a Santo Tomaacutes

En un segundo momento dentro de la misma liacutenea argumentativa mencio-na que es a partir del Cayetano donde encontramos frecuentemente esta triple

187 A GUumlNTHOumlR Anruf und Antwort Handbuch der katholischen Moraltheologie B III Vallendar Schoumlnstatt Patris-Verl 1994 Chiamata e Risposta Una nuova teologia morale t III Ed Paoline 19843188 Cfr IDEM Chiamata e risposta Una nuova teologia morale t III Ed Paoline 19843 p 83

CAPIacuteTULO II - STATUS QUAESTIONIS

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

divisioacuten Pero tampoco en A Guumlnthoumlr encontramos referencias a los textos del Cayetano

iquestDe doacutende viene pues esta ldquoposible referenciardquo al Cayetano Debido a la expresa referencia de Guumlnthoumlr pensamos que de la lectura de A van Kol

laquoUno dei teologi moralisti contemporanei che propone ques-ta triplice divisione egrave p es A van Kol Theologia moralis Hereder Barcellona 1986 t I n 540raquo189

A mayor abundamiento anotamos tambieacuten coacutemo concluye en el apartado sect94 Il punto di vista di Tomaso drsquoAquino

laquoEgrave interesante notare come A van Kol (o c) respinga espres-samente questa suddivisione di Tomaso e dimostri quindi di essere pienamente cosciente della differenza che passa tra la sua triplice divisione e quella proposta dallrsquoAquinateraquo

190

Buscamos tambieacuten los textos de V Kohl citados por A Guumlnthoumlr y esto en-contramos

laquo540 Divisio Virtus cardinalis iustitiae quae per ius tan-quam obiectum suum proprium distinguitur a ceteris virtutibus car-dinalibus ipsa dividitur in tres partes subiectivas quae respondent divisioni tripartitae ipsius iuris quam supra n 522 statuimusraquo

191

Sobre este mismo tema Samuel Gregg tambieacuten tratando el tema de la justi-cia social siacute indica el lugar exacto en donde el Cayetano obra la triparticioacuten de la justicia

192 Y lo hace citando textualmente a John Finnis

193

189 Ibidem pp 106-107190 Ibidem pp 107-109191 A VAN KOL Theologia moralis t I Herder Barcinone 19683 sect540 pp 504-506192 S GREGG What is Social Justice httpwww libertylawsite orgliberty-forumwhat-is-social-justi-ce 24112017193 J FINNIS Natural Law p 185

115

Pero ninguno de los dos estaacute preocupado o se detienen en el motivo por el cual el Cayetano realiza tan novedosa interpretacioacuten

Vemos aquiacute coacutemo hemos logrado realizar una interseccioacuten entre dos planos ndasho senderosndash investigativos diversos confluyentes en el Cayetano y su interpre-tacioacuten de la nocioacuten tomasiana de justicia

Es claro entonces que la divisioacuten de la justicia en tres partes subjetivas no es atribuible a Santo Tomaacutes de Aquino Y siendo auacuten esto asiacute son muchos los que la adoptan

Ahora bien toda la reflexioacuten sobre la triparticioacuten de justicia y las consecuen-cias que de ello se derivan son atribuibles al Cayetano

Ya en el Cardenal Cayetano vemos esta ldquotriparticioacutenrdquo de las partes subjeti-vas de la justicia y hemos encontrado su sentildealizacioacuten en J Finnis

iquestPero por queacute hace esto el Cayetano iquestEs correcto hablar de una ldquotriparti-cioacutenrdquo o deberemos hacer algunas otras precisiones iquestEs esta la uacutenica diferencia entre la nocioacuten de justicia de perteneciente a Santo Tomaacutes y a aquella del Carde-nal iquestSon los comentarios de Tomaacutes de Vio lisa y llanamente una exposicioacuten de la doctrina tomista

Para resolver estos interrogantes adentreacutemonos en la segunda parte de nues-tro trabajo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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SEGUNDA PARTEDOS VISIONES EN TORNO A

LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO IIIANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO

Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

En nuestro apartado anterior nos ocupamos de las figuras y el estado actual de las investigaciones en torno a Santo Tomaacutes de Aquino y Tomaacutes de Vio Aho-ra nos adentraremos en la cuestioacuten de la justicia y para ello estableceremos el siguiente recorrido

El primer lugar nos centraremos en la monumental obra del Aquinate la Summa Theologiae cuya edicioacuten representa un objeto de estudio en siacute mismo para los investigadores Dentro de las publicaciones tomistas no son pocas las dedicadas a la criacutetica y a la revisioacuten de las asiacute llamadas ediciones criacuteticas Otro eje de discusioacuten es el plan que ha elegido y seguido el Angeacutelico para su compo-sicioacuten

Por ello el objetivo seraacute tambieacuten el de revisar queacute lugar ocupa el tratado sobre la justicia dentro del gran esquema de la Suma Y establecer algunas con-sideraciones en torno a este particular tratado su composicioacuten divisioacuten temas finalidad etc Puesto que una alteracioacuten en cualquiera de sus partes implicaraacute necesariamente un desequilibrio en la exposicioacuten que el Angeacutelico hace de su pensamiento

Luego el segundo apartado consagrado a la investigacioacuten del texto tomista y su confrontacioacuten con los comentarios del Cayetano La importancia de este uacuteltimo punto estaacute consonancia iacutentima con su extensioacuten puesto que ademaacutes de ser una de las partes neuraacutelgicas de nuestra investigacioacuten es la que nos permitiraacute ndashen los sucesivos capiacutetulosndash articular las diversas nociones de justicia corres-pondientes a uno y otro autor

Adoptaremos una metodologiacutea que nos permita registrar en forma descripti-va y analiacutetica el texto fuente y su glosa Luego realizaremos una lectura criacutetica de las interpretaciones del Cayetano que nos pondraacute en lugar para concluir que en la base de diversas concepciones de la virtud de la justicia hay presupuestos tambieacuten diferentes Asiacute quedaraacute todaviacutea maacutes claro el entredicho vigente entre el pensamiento del de Aquino y la interpretacioacuten del de Gaeta

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

III1 EL TRATADO DE LA VIRTUD DE LA JUSTICIA EN LA SUMA DE TEOLOGIacuteA

III11 Planteo del problema

Comprender el lugar que el tratado de la justicia ocupa en la obra de la Suma ayudaraacute a entender maacutes cabalmente la dinaacutemica de la misma virtud Eventual-mente serviraacute tambieacuten a reflexionar sobre las ulteriores consecuencias cuando se obre alguna interpretacioacuten diferente de la que supone la del Angeacutelico

Es decir que si concebimos a la Suma Teoloacutegica como la siacutentesis armonio-sa del pensamiento de Santo Tomaacutes deberemos concluir que una alteracioacuten en cualquiera de sus partes llevaraacute a un distanciamiento de su doctrina

Pero claro todaviacutea hoy el intento por esbozar cuaacutel fue el plan seguido por Santo Tomaacutes a la hora de componer la Summa representa un debate en el que no hay un consenso unaacutenime Esto querraacute decir que a diferentes esquemas de la Suma Teoloacutegica diverso seraacute el entendimiento de cada uno de los tratados el de las virtudes en lo que a nosotros respecta La relacioacuten de las virtudes con el fin de la obra estaraacute en consonancia con su misma estructura y esta misma definiraacute consecuentemente la relacioacuten de las virtudes entre siacute esto es unas con otras

Aldo Vendemiati194

refiere que son muchos los modelos propuestos que pueden ser reagrupados en dos

laquoNellrsquoampio panorama degli studi sul piano della Summa si sono determinati di fatto due schieramenti da una parte coloro che condividono ndashpur con mille distinzionindash lo schema exitus-reditus proposto da Chenu (1939 1950) e dallrsquoaltra coloro che propon-gono schemi alternativi Tra i primi oltre allo stesso Chenu vanno annoverati Audet (1962) Seckler (1964) e Pesch (1965 1988) El-ders (1991) Torrell (1993) Billy (1996) Speer (2005) Tra gli altri appaiono particolarmente significative le proposte di Hayen (1952)

194 Vendemiati A La struttura della Summa Theologiae di San Tommaso drsquoAquino en Salesianum 73 (2011) pp 237-280

121

Guindon (1956 1959) Persson (1957 1958) Lafont (1961) Pat-foort (1963) Corbin (1974) Abbagrave (1983) e Metz (1998)raquo

195

Veamos siguiendo al autor la explicacioacuten que brinda respecto de los diver-sos modelos propuestos Esto serviraacute a tomar partida y a que quede clara nues-tra posicioacuten al momento de efectuar el anaacutelisis de la virtud de la justicia

Asiacute entonces traemos en forma sinteacutetica las interpretaciones que nos pre-senta A Vendemiati en el estudio que hemos sentildealado

III12 Esquemas propuestos de la Suma Teoloacutegica

El primero de los esquemas ndashelaborado por M-D Chenundash estaacute basado en las categoriacuteas platoacutenicas exitus-reditus (salida-retorno) de todas las cosas a Dios como principio El problema dice Vendemiati consiste en la aplicacioacuten de un esquema bipartito a una obra tripartita

196 que llevaraacute al autor a afirmar que la

Tertia Pars es una especie de colofoacuten artefacto Es decir superpuesto a una obra ya concluida De este modo los inteacuterpretes que asumen esta posicioacuten como va-ledera estariacutean obrando una suerte de reduccioacuten en la intencioacuten del Doctor An-geacutelico

El segundo es el meacutetodo presentado por A Hayen consistente en establecer una relacioacuten entre el plan de la Suma con el Proacutelogo al Comentario al Evangelio de San Juan Vendemiati sentildeala las obras contemporaacuteneas compuestas en el segundo periodo parisino (1269-1272) de Santo Tomaacutes La relacioacuten explica se toma de la triple consideracioacuten que el Angeacutelico realiza sobre la contemplacioacuten de Jesucristo seguacuten la altura (o la profundidad) la amplitud (o la extensioacuten o el alcance) y la perfeccioacuten

197

Una vez esto reflexiona sobre la exigencia que A Hayen pone sobre los estudiosos tomistas ldquoson ellos los que deberaacuten ajustar nuevamente la Suma reuniendo en la tercera parte todas aquellas cuestiones referidas a la cristologiacutea y

195 Ibidem p 238196 Cfr Ibidem p 240197 Ibidem pp 246-247

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

122

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

a las cuestiones histoacutericas presentes en las dos partes anterioresrdquo198

Y concluye que este meacutetodo (y esta particular tarea) no le convence porque laquoegrave come dire per essere fedeli al piano di san Tommaso dobbiamo cambiare il piano di san Tommasoraquo

199

El tercero corresponde a E Persson que se opone a la postura sostenida por Bernard y Labourdette seguacuten la cual la Tertia Pars se reduce a una moral por un lado Por otro se opone tambieacuten al plan traiacutedo por Chenu aqueacutel del exitus-redi-tus Auacuten asiacute sentildeala A Vendemiati que Persson laquosostiene che lrsquointenzione di san Tommaso egrave di dare alla teologia la struttura di una scienza nel senso aristotelico del termine vale a dire la struttura di un sapere intorno a cose immutabili ma in questo egrave ostacolato dalla natura storica della rivelazioneraquo

200 Seguacuten este es-

quema la Prima Pars mostrariacutea la relacioacuten entre la realidad y Dios (como causa eficiente) y la Secunda Pars como causa final La Tertia Pars corresponderaacute entonces al modo en que aquel movimiento fue realizado en un caso concreto en la naturaleza humana de Cristo Aquiacute Vendemiati acusa a Persson de que si bien aquella relacioacuten (Dios como causa final y eficiente) es una verdad cognos-cible a traveacutes de la filosofiacutea estaacute tambieacuten presente en la divina revelacioacuten

201

Aun asiacute le reconoce el hecho de haber sentildealado que las tres partes de la Suma corresponden a tres formas de la presencia de Dios

202

La cuarta postura (R Guindon 1959) es contemporaacutenea a la de Persson (1956) Vendemiati se identifica con el problema o un aspecto de este planteado por Guindon sobre el que pocos han posado su atencioacuten

laquoSecondo san Tommaso la teologia ldquonon tende ad altro che a riprodurre in unrsquointelligenza creata la visione che Dio ha di Seacute stes-so e delle sue opere in Seacuterdquo Lrsquounitagrave della teologia deve precisamente ldquoriprodurre a suo modo lrsquounitagrave della scienza con cui Dio si conosce e conosce in seacute le opere della sua potenza e della sua bontagraverdquoraquo

203

198 Cfr Ibidem p 248199 Ibidem p 248200 Ibidem p 249201 Cfr Ibidem pp 249-250202 Ibidem p 250203 Cfr Ibidem p 251

123

Ahora la nocioacuten aristoteacutelica de ciencia seraacute el analogado secundario que intentaraacute expresar una realidad que la sobrepasa El orden de la teologiacutea seraacute la reproduccioacuten de la Sabiduriacutea Divina En justificar lo dicho radica la tarea de fundamentar convincentemente la cientificidad de la sacra doctrina

204

La quinta propuesta respecto de la estructura de la Suma de Teologiacutea perte-nece a G Lafont y Vendemiati la llama ldquola postura de Dios en siacute mismo la crea-cioacuten en Dios y la adhesioacuten de los hombres a Dios en Cristordquo En la Prima Pars se encuetra expresado un primer grado de la concepcioacuten tomista de la historia de la participacioacuten a todos los seres de la bondad divina La Pars Secunda explica A Vendemiati citando a Lafont laquoldquoegrave uno studio dellrsquoattivitagrave spirituale dellrsquouo-mo nella sua struttura dinamica di immagine di Dio nel suo condizionamento naturale e storico nella sua finalitagrave verso Diordquoraquo

205 En la Tertia Pars nos encon-

tramos ldquofrente al uacuteltimo grado y definitivo de la economiacutea histoacutericardquo Jesucristo como medio a traveacutes del cual cualquier hombre puede alcanzar la perfeccioacuten

206

A Vendemiati le parece que la propuesta de Patfoort (ldquola condicioacuten del hom-bre y su vocacioacuten en Cristordquo) es una especie de reedicioacuten corregida de Hayden

laquola contemplazione della veritagrave in astratto non abbraccere-bbe Prima e Secunda ma solo la Prima Pars ad essa seguirebbe un trattato sulla libertagrave cristiana e lrsquoaccesso degli uomini a Dio in Cristo non ristretto alla Tertia ma comprendente Secunda e Tertia Pars insieme A livello dei contenuti materiali della Summa questa proposta potrebbe anche calzare ma non rende fino in fondo ragio-ne della tripartizione rimanendo sostanzialmente in uno schema bipartitoraquo

207

Es M Corbin (1974) quien enriquece el debate acerca del plan de la Suma a mediados de los rsquo70 con su propuesta (Ejemplar-Imagen-Revelador) concluye que las tres partes de la Suma de Teologiacutea tienen la siguiente divisioacuten (1-Ejem-plar) Dios y su obra (Pars I) (2-Imagen) el hombre y su obra (Pars II) y (3-Re-velador) Cristo y su obra (Pars III) Vendemiati anota que esto pareceriacutea contra-

204 Ibidem p 251205 Ibidem p 253206 Cfr Ibidem p 253207 Cfr Ibidem p 254

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

124

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

decir lo dicho en S Th I q 1 a 7 y reafirmado en la q 2 (que la sagrada doctrina tiene como sujeto soacutelo a Dios y trata de todo en cuanto que son Dios o que a Eacutel se ordenan en cuanto a su principio o a su fin)

208 En este punto el autor endilga

a Corbin sostener que

laquoIn realtagrave non crsquoegrave alcuna contraddizione ndashsostiene Corbinndash giaccheacute la considerazione di Dio in quanto principio e fine di tutte le cose non determina la divisione della materia bensigrave offre la chiave formale per la trattazione teologica di ogni materia Il che significa che tutta la Summa effettivamente ha Dio come unico soggetto e tratta di tutte le altre cose solo in quanto hanno ordine a Dio come al loro principio o al loro fineraquo

209

La octava postura pertenece a G Abbagrave quien reflexiona sobre la evolucioacuten del pensamiento de Santo Tomaacutes proponiendo una tesis teoloacutegico-sistemaacutetica del plan sobre el cual el Aquinate habriacutea compuesto la Suma Teoloacutegica Dios principio fecundo ad intra es tambieacuten principio fecundo ad extra constituyendo en el hombre y en Cristo nuevos principios fecundos para alcanzar la perfeccioacuten y la plenitud final que le son propios en virtud de cumplir virtuosamente con el mandato y el gobierno divino

210

La novena tesis es la de W Metz quien reduce la estructura de la Summa en dos oacuterdenes orden formal y orden material Antes de anotar que Metz utiliza una terminologiacutea hegeliana fuera de lugar para explicar su posicioacuten en torno al plan seguido por Santo Tomaacutes de Aquino en la elaboracioacuten de la Summa Theologiae y de reconocerle haber puesto la atencioacuten en la perspectiva del objeto formal de la disciplina que nos convoca Vendemiati concluye

laquoDal punto di vista materiale il piano dellrsquointera Summa secondo Metz si puograve poi caratterizzare come lrsquoesplicazione della relazione tra Dio (lrsquoesemplare) e lrsquouomo fatto a sua immagine Tom-maso parlerebbe dapprima dei due soggetti poi della dinamica de-

208 Cfr Ibidem p 255209 Ibidem p 255210 Cfr Ibidem pp 256-257

125

lla relazione in quanto movimento dellrsquouomo verso Dio infine del compimento della relazione in Cristondash Prima Pars determinazione dei relata lrsquoexemplar e la sua imagondash Secunda Pars presentazione della relatio come movimento de-

llrsquoimago verso il suo exemplarndash Tertia Pars ldquoAufhebungrdquo della relatio nellrsquoidentitagrave di exemplar

ed imago nella ldquoconcrezionerdquo di Cristo la quale identitagrave offre compimento al movimento dellrsquoimago verso il suo fine ultimoraquo

211

Hasta aquiacute el elenco de las posiciones sobre el plan que siguioacute el Angeacutelico al componer la Suma de Teologiacutea Todas ellas vienen resumidas y expuestas por A Vendemiati Ahora en cambio haremos una siacutentesis de su misma propuesta la deacutecima para la que reclama mantener ndashentre otras cosasndash el beneficio del movi-miento conceacutentrico Veaacutemosla

En un tentativo de reconstruccioacuten sostiene que

laquoLa costruzione teologico-sistematica della maturitagrave tom-masiana ci appare paragonabile ad una cattedrale gotica in cui la ricchezza di particolari nulla toglie alla chiarezza o potenza drsquoin-sieme giaccheacute tutte le linee tutti i particolari sono gli uni in ra-pporto agli altri e conducono lrsquoosservatore ad un unico punto Nelle cattedrali gotiche il ldquopuntordquo egrave lrsquoaltare maggiore nella Summa egrave il Cristo risorto alla cui gloria noi siamo chiamati a partecipareraquo

212

Y rengloacuten seguido se propone ldquoencontrar una fuga prospectiva de arcadas que vistas a golpe de ojo dan una impresioacuten de tres niveles conceacutentricos dis-puestos en conformidad a las partes de la Sumardquo

213 Asiacute entonces eacuteste es para

Vendemiati el plan que Santo Tomaacutes de Aquino siguioacute para componer la Suma Teoloacutegica

211 Ibidem p 259212 Ibidem pp 267-268213 Cfr Ibidem p 268

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

126

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

PRIMER NIVEL

LA CIENCIA DE DIOS COMO PRINCIPIO DEL OPERAR DE DIOS

I De Deo

Primer arco la esencia divina su beatitud y la distincioacuten de las personas

qq 2-26 Ea quae ad essentiam divinam pertinent

q 2 An Deus sit

qq 3-13 Quomodo sit vel potius quomodo non sit

qq 14-25 De his quae ad operationem ipsius pertinent

qq 14-18 de scientia Dei

qq 19-24 de voluntate Dei

q 25 de potentia Dei

q 26 de divina beatitudine

qq 27-43 Ea quae pertinent ad distinctionem personarum

q 27 De processione divinarum personarum

q 28 De relationibus originis

qq 29-43 De personis divinis

qq 29-38 Secundum considerationem absolutam

qq 39-43 Secundum compartativam considerationem

q 39 In compartationem ad essentiam

q 40 In compartationem ad relationes

q 41 In comparationem ad actus notionales

qq 42-43 In compartationem personarum ad invicem

q 42 De aequalitate

q 43 De missione

Segundo arco la creacioacuten y la perfeccioacuten primera de las criaturas

qq 44-119 Ea quae pertinent ad processum creaturarum a Deo

127

qq 44-46 de productione creaturarum

qq 47-102 de distinctione creaturarum

q 47 de distinctione rerum in communi

qq 48-49 de distinctione boni et mali

qq 50-102 de distinctione spiritualis et corporalis creaturae

qq 50-64 de creatura pure spirituali

qq 65-74 de creatura pure corporali

qq 75-102 de creatura composita (de homine)

Tercer arco la perfeccioacuten segunda de las criaturas

qq 103-119 de conservatione et gubernatione creaturarum

q 103 de gubernatione rerum in communi

qq 104-119 de effectibus gubernationis

q 104 de conservatione creaturarum

qq 105-119 de mutatione creaturarum

q 105 de mutatione a Deo

qq 106-119 de mutatione unius creaturae ab alia

qq 106-114 quomodo angeli moveant

qq 115-116 quomodo corpora moveant

qq 117-119 quomodo homines moveant

SEGUNDO NIVEL

EL CONOCIMIENTO DE DIOS PARTICIPADO AL HOMBRE COMO PRINCIPIO DEL OPERAR DEL HOMBRE

II De motu rationalis creaturae in Deum

Cuarto arco la perfeccioacuten segunda de la criatura racional

I-II q 1-5 de ultimo fine humanae vitae

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

128

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

q 1 de ultimo fine in communi

qq 2-5 de beatitudine

Quinto arco los actos que conducen a la beatitud

I-II q 6 - II-II q 189 de his per quae homo potest ad hunc finem pervenire vel ab eo deviare

I-II qq 6-114 de actibus humanis in universali

qq 6-48 de ipsis actibus humanis

qq 6-21 de actibus qui sunt proprii hominis

qq 18-21 de distinctione humanorum actuum

qq 18-20 quomodo actio humana sit bona vel mala

q 21 de his quae consequuntur ad bonitatem et malitia actuum humanum

qq 22-48 de passionibus animae

Sexto arco los principios de los actos humanos

qq 49-114 de principiis actuum humanorum

qq 49-89 de principiis intrinsecis

qq 49-54 de habitibus in generali

qq 55-89 de habitibus in speciali

qq 55-70 de habitibus bonis

q 55-67 de virtutibus

q 68 de donis

q 69 de beatitudinibus

q 70 de fructibus Spiritus Sancti

qq 71-89 de habitibus malis

Seacuteptimo arco los principios extriacutensecos de los actos humanos

qq 90-114 de principiis extrinsecis [de Deo qui et nos instruit per legem et iuvat per gratiam]

129

qq 90-108 de lege

qq 109-114 de gratia

Octavo arco los actos humanos en particular

II-II de actibus humanis in particulari

qq 1-170 de his quae pertinent ad omnes status

qq 1-46 de virtutibus theologicis

qq 47-170 de virtutibus cardinalibus

qq 171-189 de his quae pertinent ad determinatos status

qq 171-178 secundum diversas gratias gratis data

qq 179-182 secundum diversas vitas activam et contemplativam

qq 183-189 secundum diversitatem officiorum et statuum

TERCER NIVEL

EL CONOCIMIENTO DE DIOS REVELADO EN CRISTO

III de Christo qui secundum quod homo via est nobis tendendi in Deum

qq 1-59 de ipso Salvatore

q 60 ndash Suppl q 68 de sacramentis eius Suppl

q 69-99 de fine immortalis vitae

Finalmente A Vendemiati concluye

laquoSi tratta perograve di un movimento tripartito e la tripartizione si giustifica in forza del principio del movimento al primo livello la scientia Dei come principio di tutto al secondo livello la stessa scienza in quanto comunicata allrsquouomo come principio dellrsquooperare dellrsquouomo al terzo livello la medesima scienza per come si rive-

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

130

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

la perfettamente in Cristo e come principio dellrsquoeconomia nuova La prospettiva formale che abbiamo ascritto alla I Pars quindi si conserva anche nella II e nella III la prospettiva ascritta alla II si conserva anche nella III La prospettiva propria della III rappre-senta il vertice che conserva tutte le acquisizioni precedenti e le sopravanza Per questo abbiamo parlato di fuga di arcate disposte su tre livelli successiviraquo

214

III13 Nuestra postura sobre el lugar particular del tratado de la justicia

Queda clara la complejidad y la importancia de la problemaacutetica que aquiacute trajimos No es una cuestioacuten menor puesto que dentro de esta gran composicioacuten ndashque es la Summa Theologiaendash se encuentran los tratados sobre las diferentes virtudes Sobre la base de lo que acabamos de poner consideremos pues queacute lugar ocupa el Tratado sobre la Justicia en el plan de la obra

El tratado sobre la justicia (S Th II-II qq 57-122) sucede al de la pruden-cia (S Th II-II qq 47-56) ndashposterior al de la caridad (S Th II-II qq 23-46)ndash y precede al de la fortaleza (S Th II-II qq 123-140)

Algunos autores suelen dividir el extenso tratado sobre la justicia en tres grandes partes

Por un lado el que corresponde a la justicia en siacute misma sus partes propias aquellas integrales y los vicios que se le oponen (qq 57-79)

Luego el tratado sobre la religioacuten (qq 80-100)

Finalmente el tratado de las virtudes sociales (qq 101-122)

A nuestro entender tal divisioacuten en (sub)tratados atiende a estudios con fines analiacuteticos Hecha esta salvedad y como se desprende de lo que venimos di-ciendo Santo Tomaacutes aborda el tema de la justicia en la Pars Secunda Secundae Summae Theologiae

Una buena manera de continuar con el apartado que acabamos de desarrollar seriacutea la de realizar una caracterizacioacuten de este inciso seguacuten cada una de las pos-

214 Ibidem p 276

131

turas de los autores resentildeados Obviamente que tal precisioacuten aportariacutea diferentes matices a la hora de comprender el conjunto de cuestiones que nos convoca

Por ahora este ejercicio quedaraacute en una mera declaracioacuten de intencioacuten y adoptaremos para nuestra exeacutegesis el plan propuesto por A Vendemiati en su artiacuteculo largamente citado

De este modo el de iure et iustitia quedariacutea dentro del nivel de la segunda arcada correspondiente a la ciencia teoloacutegica en cuanto comunicada al hombre como principio de su propio obrar Es decir por cuanto el hombre es considerado libre dotado de razoacuten y voluntad Y dentro de esta amplia serie de arcos con-ceacutentricos cuyo punto en fuga es el Cristo Resucitado el tratado sobre la justicia pertenece a la octava arcada la referida a los actos humanos en particular

Considerar cada acto humano en particular esto es la realidad singular es-pecial de cada uno de ellos ndashnos diraacute Vendemiati

215 y adherimosndash es el tema

de la Secunda Secundae Esta octava serie es la uacuteltima dentro del resto de la sucesioacuten de arcos pertenecientes al segundo nivel conceacutentrico en fuga Por lo tanto es la que da paso al tercer nivel sobre el conocimiento de Dios revelado en Cristo fin propio de la Summa

Para analizar la estructura en siacute misma del tratado partimos de la siguiente observacioacuten de A Vendemiati

laquoAncor piugrave del disegno dellrsquointera parte egrave significativa la struttura dei singoli trattati che si mantiene pressocheacute identica si tratta dapprima della singola virtugrave in se stessa poi dei doni ad essa corrispondenti quindi dei vizi ad essa opposti e infine dei precetti ad essa pertinentiraquo

216

Tanto el tratado de la justicia cuanto el del resto de las virtudes como acer-tadamente sentildeala A Vendemiati prosigue un plan uacutenico la virtud en siacute misma el don que le corresponde los vicios opuestos y los preceptos que exige Por esto mismo deciacuteamos antes que nos pareciacutea superflua cualquier otra divisioacuten diferente de la virtud

215 Ibidem pp 273 y ss216 Ibidem p 274

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Habiendo realizado este camino ya es hora de proceder a la lectura misma de las cuestiones contenidas en el tratado sobre la justicia y los comentarios del Cardenal

En el proacuteximo apartado entonces repasaremos pacientemente todos los ar-tiacuteculos de las cuestiones cincuenta y siete hasta la sesenta y dos y resaltaremos cada vez que surjan las diferencias anotaciones y apreciaciones contenidas en la glosa del Priacutencipe de los Comentadores Tras haberlas evidenciado las reco-geremos en las proacuteximas partes de nuestro escrito

Asiacute como hemos hecho una consideracioacuten sobre la estructura de la Summa como un todo corresponde con mayor razoacuten hacer una localizacioacuten sistemaacutetica del Tratado de la Justicia dentro de la Secunda Pars (S Th I-II y II-II) junto con una mencioacuten sobre la moral claacutesica y la tradicional (como moral del fin y de las virtudes) Tal el apartado que sigue aquiacute debajo

III14 El lugar del Tratado de la Justicia en la Pars Secunda Summae Theo-logiae

Como bien es sabido la S Th se divide en tres partes (Prima Secunda Tertia Pars) y la segunda se divide a su vez en dos secciones prima secundae (primera de la segunda) et secunda secundae (segunda de la segunda) Pinckaers presenta el plan de la moral de Santo Tomaacutes con esta estructura en S Th I-II se nos ofrece un estudio general mientras que la S Th II-II es un

laquoEstudio de las virtudes en particular agrupadas en torno a las tres virtudes teologales y a las cuatro virtudes cardinales Cada virtud se estudia con el don del Espiacuteritu Santo que le corresponde los pecados que se le oponen y los preceptos del Decaacutelogo que con ella se relacionan (maacutes las eventuales virtudes anexas)raquo217

De este modo entonces la prima secundae incluye

a) Un estudio general e introductorio

217 S-Th PINCKAERS La moral catoacutelica p 41

133

el Tratado sobre la Bienaventuranza (cuestiones 1-5)

el Tratado de los actos humanos (qq 6-21)

el Tratado de las pasiones del alma (qq 22-48)

b) Los principios interiores de los actos humanos

el Tratado de los haacutebitos en general (qq 49-54)

el Tratado de las virtudes en general (qq 55-67)

el Tratado de los dones del Espiacuteritu Santo (qq68-70)

el Tratado de los vicios y pecados (qq 71-89)

c) Los principios exteriores de los actos humanos

el Tratado de la ley en general (90-97)

el Tratado de la Ley Antogua y Nueva (qq 98-108)

y por uacuteltimo el Tratado de la Gracia (qq 109-114)

Mientras que en la secunda secundae encontramos

a) Un estudio especial (de las siete virtudes de las tres teologales y de las cuatro cardinales)

el Tratado de la Fe (qq 1-16)

el Tratado de la Esperanza (qq 17-22)

el Tratado de la Caridad (qq 23-46)

el tratado de la Prudencia (qq 47-56)

el Tratado de la Justicia (qq 57-122)

el Tratado de la Fortaleza (qq 123-140)

el Tratado de la Templanza (qq 141-170)

b) Y un apartado especial (consagrado a los carismas y a los estados especiales dentro de la Iglesia)

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

el Tratado de la Profeciacutea (qq 171-178)

el Tratado de los estados de vida cristiana (qq 179-189)

Como vemos ndashy ya hemos dichondash el tratado sobre la virtud de la justicia se extiende desde la cuestioacuten 57 y hasta la 122 inclusive de la secunda secundae y (siendo uno de los maacutes extensos de toda la obra) se introduce en la parte central de esta laquomoral de la bienaventuranza de las virtudes y de los donesraquo

218 asocian-

do la tradicioacuten cristiana (cuya fuente es el Evangelio) con la sabiduriacutea humana (recogida de Aristoacuteteles)

219

Puesto que habiacuteamos sugerido hacer una mencioacuten sobre la moral claacutesica presente en la Summa decidimos concluir este apartado con la reflexioacuten que el mismo S Pinckaers realiza sobre eacutesta como aquella del fin y de las virtudes

laquoLa doctrina de Santo Tomaacutes reuniacutea asiacute de un modo notable el poder racional y la penetracioacuten de la experiencia contemplativa seguacuten el conocimiento de la fe Esta obra se ha convertido ndashhasta nuestros diacuteas y con toda justiciandash en un claacute-sico en una base de referencia y en un modelo de teologiacutea e incluso filosofiacutea Sin embargo a partir del siglo XIV este edi-ficio moral tan cuidadosamente construido se veraacute trastocado y suplantado por una concepcioacuten profundamente distinta de la que auacuten dependemos estrechamenteraquo220

Asiacute las cosas esperamos que todo este recorrido resulte de provecho para un mejor entendimiento del tema que proponemos Sin maacutes introduzcaacutemonos en una de las partes medulares y maacutes extensas de nuestra investigacioacuten la confron-tacioacuten de los textos del Aquinate con los comentarios del Cayetano

218 Ibidem p 39219 Cfr Ibidem p 39220 Ibidem pp 39-41

135

III2 LA VIRTUD DE LA JUSTICIA Y LOS COMENTARIOS DEL CARDE-NAL EN S TH II-II QQ 57-62

Hemos llegado entonces al uacuteltimo apartado del presente capiacutetulo Recor-demos que aquiacute nos habiacuteamos propuesto mostrar las diferencias que emergieron de la confrontacioacuten que efectuamos entre los textos del Aquinate y la glosa del Cayetano

Recorreremos todas las cuestiones con sus correspondientes artiacuteculos y ex-pondremos el tema y el modo en que Santo Tomaacutes los plantea y resuelve Ha-remos lo mismo con cada uno de los comentarios que el Cardenal ponga al pie de cada artiacuteculo Consignaremos las similitudes diferencias curiosidades etc entre ambos textos Esta instancia la hemos reservado pues para anotar ordena-damente todas estas cosas recoger nuestras anotaciones interrogantes plantea-dos y reconstruir la nocioacuten de justicia interpretada por el Cayetano seraacute ocasioacuten del proacuteximo capiacutetulo

III21 Quaestio 57 ndash De Iure

Santo Tomaacutes coloca el tratado de la justicia inmediatamente despueacutes del de la prudencia Y comienza el estudio con la cuestioacuten 57 (De iure) que se extiende hasta la cuestioacuten 122 (sobre los preceptos de la justicia) Analizaraacute el tema del derecho planteando cuatro artiacuteculos

En el primero dilucidaraacute si el derecho es el objeto de la justicia en el segun-do si es conveniente distinguir el derecho natural del positivo en el tercero si son lo mismo el derecho de gentes con el derecho natural y en el cuarto si debemos distinguir especialmente entre derecho paterno y dominativo

El Cayetano por su parte comenta toda la cuestioacuten pero no todos los artiacutecu-los

221 Lo hace de la siguiente manera separadamente tanto el artiacuteculo primero

como el segundo Nos propone una escueta puntualizacioacuten del tercero y el cuar-

221 Sus omisiones pueden ser significativas por ejemplo desestima la distincioacuten entre intellectus et ratio Asiacute el significativo laquoomnia sunt clararaquo estampado por Cayetano en In Iam Partem c 68 a 3 en referencia a la cuestioacuten clave de si laquoAngelus cognoscat discurrendoraquo (cfr J PEacuteGHAIRE Intellectus et ratio selon Saint Thomas drsquoAquin Vrin-Institut drsquoEacutetudes Meacutedieacutevales Pariacutes-Ottawa 1936)

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

to insertada al principio del comentario al cuarto artiacuteculo que continuacutea luego comentaacutendolo

Profundicemos entonces la comprensioacuten de la justicia junto a los comenta-rios del Cardenal

S Th II-II q 57 a1 Utrum ius sit obiectum iustitiae

En el tratamiento de este artiacuteculo primero tras despejar las dudas planteadas sobre si el derecho es o no el objeto de la virtud de la justicia el Doctor Comuacuten responde afirmativamente apoyaacutendose en la diferencia existente entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

Sobre esto (respondeo dicendum) centraraacute el Cayetano su comentario to-mando la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes (de que existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales) y poniendo obje-ciones

El Aquinate dice que es propio de la justicia (entre el resto de las virtudes) ordenar al hombre en aquellas cosas que se refieren a otro a diferencia de las demaacutes virtudes que perfeccionan al hombre solamente en aquellas cosas que se refieren a eacutel mismo

222 El Angeacutelico explicaraacute esta afirmacioacuten en dos paacuterrafos y

luego responderaacute una a una las tres objeciones planteadas

En el primer paacuterrafo sostiene que lo recto en las operaciones de las demaacutes virtudes a lo cual tiende la intencioacuten de la virtud cuasi como a su propio objeto no se determina sino por comparacioacuten o en comparacioacuten con el agente En con-traparte lo recto que estaacute en la obra de la justicia ndashexceptuando la comparacioacuten al agentendash se constituye por comparacioacuten a otro Lo recto en la operacioacuten de la justicia afirma se dice justo porque corresponde seguacuten alguna igualdad a otro

En el segundo explica que ldquojustordquo se dice de algo cuasi teniendo rectitud de justicia en referencia de lo cual se determina la accioacuten misma de la justicia auacuten no considerando en queacute modo es obrada por el agente Pero en las demaacutes virtudes no se determina algo recto sino seguacuten en queacute modo sea hecho por el

222 Cfr S Th II-II q 57 a 1 r d

137

agente Y precisamente por esto la justicia se determina seguacuten su objeto ndashque es lo justondash a diferencia de las demaacutes virtudes

El Cayetano comienza este comentario postulando que la diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes pareciera ser falsa

laquoIn articulo primo quaestionis quinquagesimaeseptimae du-bium occurrit circa differentiam inter rectum secundum iustitiam et alias virtutes quoniam videtur undique falsa Nam aut intelligitur de ipsis operibus ut sunt a virtutibus aut absoluteraquo

223

Resumamos los argumentos puestos por el Cardenal

Si esta diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y las demaacutes virtudes se entiende ldquout sunt a virtutibusrdquo consta que lo comuacuten de toda obra virtuosa es laquoesse ab operante sicut describitur II Ethicraquo es decir por la elec-cioacuten y por el fin de la virtud y por su caraacutecter de inamovible Siendo asiacute eacutesta no es una diferencia sino algo que tienen en comuacuten todos los actos de todas las virtudes y no habriacutea consecuentemente estricta diferencia entre la virtud de la justicia y las demaacutes virtudes Y todaviacutea maacutes no estariacuteamos de ninguna manera frente a una virtud especial

Por otra parte si la entendemos ldquovero absoluterdquo nos dice el Cardenal que la obra puede hacerse por casualidad y sin embargo mal por el agente

224

Con esta segunda objecioacuten nos propone entender lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales en forma cabal acabadamente Y tomando lo dicho por Santo Tomaacutes ndashde que la obra de la justicia puede hacerse por comparacioacuten e igualdad a otro auacuten exceptuada la conmensuracioacuten al mismo agente que la realiza y sin importar el modo en que eacutel mismo realice tal obrandash el Cayetano objeta poniendo el ejemplo del acto de la virtud de la templanza reali-zado fortuitamente por un hipoacutecrita siguiendo cierta razoacuten de la templanza pero sin importar en queacute modo lo hace

223 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 57 a 1224 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 57 a 1

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esto vendriacutea a oponerse a la diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y las demaacutes virtudes ya que aquiacute (en el ejemplo del Cayetano) la obra de la templanza se realiza ldquode todos modosrdquo auacuten sin importar el modo en que el mismo agente lo realiza Por lo tanto tampoco hay ahora una diferencia entre lo recto seguacuten la virtud de la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

Estas son las dos objeciones que plantea el Cayetano contra la afirmacioacuten de que existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales

A rengloacuten seguido introduce una especie de sed contra225

de donde se con-cluye que las dos objeciones planteadas a la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes (que siacute existe una diferencia entre lo recto seguacuten la justicia y lo recto seguacuten las demaacutes virtudes morales) proviene de quien pudiese entender mal lo sostenido en el texto Y por lo tanto tal afirmacioacuten del Aquinate es completamente vaacutelida

Por consiguiente escribe el Cardenal que es propio de las virtudes morales recibir la nota de ldquorectasrdquo seguacuten se conmensuren al agente De donde se sigue que alguien no puede obrar la templanza o fortaleza movido por hipocresiacutea o vanagloria

Sobre lo mismo diraacute maacutes adelante que las objeciones (incluidas las suyas) se insertan en la distincioacuten de lo justo tomado en forma cabal y la exhibicioacuten o ejecucioacuten de lo justo A nuestro juicio las objeciones hablan en verdad sobre la ejecucioacuten de lo justo y no sobre lo justo en siacute mismo como objeto de la virtud de la justicia

Prosigue el Cayetano y sentildeala otras dos diferencias que se desprenden de aquella primera entre la obra recta seguacuten la justicia y las demaacutes virtudes

La primera de tales diferencias que la encuentra fundaacutendose en el mismo texto tomista

226 es que en la obra justa no se considera el modo en que obra el

agente y en la obra de la templanza siacute

Para la segunda recurre a un criterio de autoridad al decirnos laquoSecunda est quod doctores propter eandem rationem non dederunt aliis virtutibus obiectum

225 Cfr Comm Card Caie sectII en STh II-II q 57 a 1226 Cfr Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 1

139

secundum se sed solum iustitiaeraquo227

Y se apoya tambieacuten en palabras de Santo Tomaacutes

228

La diferencia que dio origen a estas dos que acabamos de poner la toma el Cayetano de aquiacute laquoRectum in operibus aliarum virtutum ad quod tendit intentio virtutis quasi in proprium obiectum non accipitur nisi per comparationem ad agentemraquo

229

Maacutes allaacute de que en este comentario no se advierten diferencias con las pa-labras del Aquinate ndashtodo lo contrario el Cardenal resuelve sus propias obje-ciones concluyendo juntamente con Santo Tomaacutesndash ha servido para poner de relieve la metodologiacutea del Cayetano toma una afirmacioacuten le pone objeciones responde y despeja las objeciones avanzando en distinciones y subdistinciones

S Th II-II q 57 a2 Utrum ius convenienter dividatur in ius naturale et ius positivum

Santo Tomaacutes enfrenta en este segundo artiacuteculo las objeciones por las que pareciera ser inconveniente la divisioacuten del derecho en natural y positivo

La primera plantea que al no encontrarse entre las cosas humanas las notas de inmutabilidad e igualdad y porque todas las reglas humanas fallan en algunos casos pareciera no existir algo natural sobre lo que pueda basarse el derecho natural Responde diciendo que al ser la naturaleza de los hombres mutable a veces puede fallar

En la segunda objeta que pareciera no haber nada con la nota de positivo Ya que lo positivo justo seriacutea aquello procedente de la voluntad del hombre y no siendo esto asiacute la voluntad humana seriacutea siempre justa A lo que responde que de comuacuten acuerdo la voluntad humana puede hacer de algo algo justo en aquellas cosas que no se oponen a la justicia natural Estas son las situaciones en las que el derecho positivo asume su lugar

227 Cfr Comm Card Caie sect III en STh II-II q 57 a 1 228 Cfr S Th II-II q 57 a 1 r d229 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 1

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En la tercera plantea que al no ser el derecho divino ni natural ni positivo es asimismo inconveniente la divisioacuten en natural y positivo del derecho humano

La base argumentativa de las tres objeciones junto con sus respuestas estaacute puesta en el principio seguacuten el cual ldquola obra de la justicia es alguna adecuacioacuten seguacuten cierta igualdadrdquo ldquoCierta igualdadrdquo proveniente de la misma naturaleza de la cosa para el derecho natural o de comuacuten acuerdo (privado o puacuteblico) para el derecho positivo

En este comentario el Cardenal solamente se dirige al lector y le advierte diciendo que debe notar tres cosas todas contenidas en la respuesta a la primera objecioacuten 1) el sentido de la expresioacuten (o maacutexima) Naturale est immutabile 2) la razoacuten por la cual algunas veces lo depositado no debe ser restituido 3) que la variacioacuten de lo justo a no justo en la devolucioacuten o restitucioacuten de lo depositado es asignado de la parte de uno de los dos a la cual se dice justo Y nos reenviacutea a la lectura de los ejemplos puestos en sus comentarios en S Th II-II q 57 a 1

Como vemos el Cayetano se detiene en las precisiones mencionadas para hacer notar al lector que ldquoen las ocurrentes dificultades de la justicia sepa discer-nir cuaacutendo se deacute lo justo en siacute mismo y cuaacutendo nordquo

230 En este artiacuteculo no realiza

ninguna interpretacioacuten sino que se limita a advertir un principio extraiacutedo del texto del Doctor Comuacuten y el modo en que el lector deberiacutea aplicarlo

S Th II-II q 57 a3 Utrum ius Gentium sit idem cum ius naturali

Santo Tomaacutes enfrentaraacute ahora el problema de la identificacioacuten del derecho de gentes con el derecho natural Advirtamos que Tomaacutes de Vio no se detiene particularmente en el presente artiacuteculo sino que comentando el cuarto le dedi-caraacute el primer y el segundo paacuterrafo de este a una precisioacuten conjunta de ambos artiacuteculos (tercero y cuarto)

De todos modos exponemos sucintamente el contenido del tercer artiacuteculo para mejor inteleccioacuten del comentario en el cuarto En consecuencia enumera-

230 Cfr Comm Card Caietanis en STh II-II q 57 a 2

141

remos las razones por las cuales parecieran que el ius gentium y el ius naturalis son uno y lo mismo

La primera es que todos los hombres estaacuten de acuerdo en aquellas cosas que les son naturales y todos los hombres estaacuten de acuerdo en el derecho de gentes que es donde todas las personas humanas se auacutenan

La segunda es analizada bajo la circunstancia de la esclavitud En este caso el derecho natural y el derecho de gentes son uno y lo mismo ya que la ser-vidumbre es natural (afirmacioacuten que realiza Santo Tomaacutes respaldaacutendose en la autoridad de Aristoacuteteles) y pertenece ella al derecho de gentes

La tercera razoacuten por la cual el derecho natural y el derecho de gentes son lo mismo es porque el derecho se divide en natural y positivo y el derecho de gentes no es positivo

Pero contra estos tres argumentos pone Santo Tomaacutes lo dicho por Isidoro al sostener que el derecho o es natural o civil o de gentes y asiacute entonces el dere-cho natural se distingue del de gentes

Establecida esta base el Aquinate pasa a explicar que el derecho (o lo justo) natural lo es tal porque es adecuado o conmensurado a otro Ahora bien esta conmensuracioacuten puede darse de dos modos El primero es si tomamos absoluta consideracioacuten de la cosa El segundo seguacuten aquello que de eacutel se sigue o con-sigue

El primero de los casos ndashcuando aprehendemos en forma absoluta la consi-deracioacuten de una cosandash conviene no soacutelo a los hombres sino tambieacuten a los anima-les Y por esto se llama derecho natural

Pero el derecho de gentes pertenece propiamente al segundo caso ya que con-siderar algo seguacuten aquello que de ello mismo se sigue es propio de la razoacuten natural esto es humana Y en este punto el derecho de gentes se aleja del derecho natural

Continuando con la respuesta a las objeciones nos dice que la servidumbre no tiene razoacuten natural sino maacutes bien de alguna utilidad que de ella se sigue y por esto pertenece al derecho de gentes y no al natural

Contra lo tercero dice que las cosas que los hombres estatuyeron como de-recho de gentes lo hicieron por ser ellas mismas dictaacutemenes de la razoacuten natural

Como ya hemos dicho el Cardenal no presenta ninguacuten comentario sino que realizaraacute alguna puntualizacioacuten en su glosa al siguiente artiacuteculo cuyo anaacutelisis nos introducimos

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 57 a4 Utrum debeat specialiter distingui ius paternum et domi-nativum

El uacuteltimo artiacuteculo de la cuestioacuten 57 Santo Tomaacutes lo dedica al problema de si debe o no distinguirse especialmente entre el ius paternum y el ius domina-tivum

La primera objecioacuten plantea que no debe distinguirse especialmente entre padre y sentildeor ya que perteneciendo a la justicia dar a cada uno lo que es suyo pertenece el derecho igualmente a cada uno padre y sentildeor

La segunda puesto que la ley mira al bien de la ciudad y del reino y no en cambio al bien privado de una persona o de una familia no debe distinguirse especialmente entre padre y sentildeor

Y como hay muchas otras diferencias de grados entre los hombres (mili-tares sacerdotes priacutencipes) de distinguirse especialmente entre padre y sentildeor deberiacutea asimismo determinarse especialmente lo justo para ellos

El argumento que opone el Doctor Comuacuten a estas tres es la afirmacioacuten de Aristoacuteteles en la que sostiene que se distingue especialmente de lo justo poliacutetico el dominativo y el paterno Continuaraacute entonces con el repondeo dicendum y las contestaciones a cada una de las tres objeciones

Por su parte el Cardenal plantea que en los artiacuteculos 3 y 4 se presenta una duda que la anunciaacutebamos renglones atraacutes

laquoIn articulo tertio et quarto simul dubium occurrit quomodo ius paternum dicitur iustum per defectum a iusto simpliciter ut in art 4 in resp ad ult dicitur et tamen inter patre et filium est ius naturale ut in art 3 dicitur ius enim naturale exigit quod pater nu-triat filium Quomodo stant haec simulraquo

231

Y responderaacute seguidamente que laquoquemadmodum ius distinguitur in ius sim-pliciter et secundum quid ita ius naturale distinguendum est in ius naturale ius simpliciter et secundum quidraquo

232

231 Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4232 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a4

143

En este sentido llama un poco la atencioacuten sobre coacutemo deberiacutea encontrarse enunciado en el texto Tomando lo dicho el Cayetano pone el ejemplo de comer y beber y conservar la propia vida Dice que tales acciones no pertenecen al derecho natural simpliciter sino secundum quid ya que lo que se provee a uno mismo no es propiamente hablando derecho Todo para manifestar que de un modo similar se presenta la cuestioacuten en el ejemplo propuesto del padre y del hijo Y que laquopro claritate sensus debet dici ius simpliciter vel secundum quid et postea addere naturaleraquo

233 Pero que aun asiacute laquonon obstant ergo articulii tertii

verba articulo quartoraquo234

Habiendo solucionado esto en lo que resta del comentario se dedicaraacute ex-clusivamente el de Gaeta al artiacuteculo cuarto

En sectII pone dos objeciones La primera plantea una duda sobre que lo justo paterno no sea dicho derecho simplemente sino por defecto Porque si entre el padre y el hijo estaacute lo injusto simplemente asiacute tambieacuten deberiacutea estar lo justo Dice refirieacutendose a V Ethic que en cuantos modos se dice lo uno en todos se dice lo restante

Responde contra esta objecioacuten ndashsiempre Tomaacutes de Viacuteondash que entre el padre y el hijo no existe lo simplemente justo sino algo mucho mayor ya que entre ellos hay unidad y por lo mismo entre ellos hay algo maacutes que lo injusto Y esto porque hay una violacioacuten de la unidad que es peor que la violacioacuten del derecho

La segunda objecioacuten seriacutea aquella que derivaacutendose de la primera nos condu-jese a sostener que siendo el hijo algo del padre y el siervo del sentildeor no asiacute en sentido contrario

Contra la misma responde que de sostenerse esto se seguiriacutea que ambos fue-sen algo totalmente distintos

En sectIII repara sobre la respuesta a la segunda objecioacuten para plantear una duda que sobreviene simpliciter et ad hominem Esta seriacutea que si lo justo sim-plemente pueda hallarse entre el padre y el hijo al ser ellos ldquoalguna especie de hombresrdquo Reforzado esto por la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes al decir sobre ellos que laquoinquantum uterque est homo aliquo modo est ad eos iustitiaraquo

235 Avan-

zaraacute entonces el comentarista sosteniendo que o en efecto el Doctor Comuacuten

233 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4 234 Ibidem Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 57 a 4235 S Th II-II q 57 a 4 ad 2

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

entiende que entre ellos ndashen cuanto hombresndash estaacute la justicia secundum quid o simpliciter

En el primer caso coincide el segundo miembro con el primero porque tam-bieacuten entre ellos (en cuanto que son padre e hijo) estaacute la justicia secundum quid De no ser asiacute no encontrariacuteamos discurso alguno sobre lo justo paterno

En el segundo caso se entenderiacutea que entre ellos ndashen cuanto hombresndash hay justicia simpliciter laquoet sic male dicitur in littera quod aliquo modo ad eos est iustitia Si enim est iustitia simpliciter non est aliquo modo sed simpliciter et si aliquo modo no es simpliciterraquo

236 Esta misma afirmacioacuten nos llevaraacute a concluir

que entre el padre y el hijo estaacute lo justo simpliciter El argumento de base seguacuten el cual es salvada la alteridad entre ellos y la razoacuten de lo justo viene confirmado laquoquia filius habet aliquid quod non est patris secundum leges civiles ut pecu-lium castrensisraquo

237

En sectIV responderaacute las dudas e intentaraacute demostrar cuaacutel es la raiacutez por la que se explica que entre el padre y el hijo no estaacute el derecho simpliciter sino el pater-no Y el porqueacute no se obra la doble distincioacuten de lo justo que habriacutea entre ellos Esto es uno en tanto que de padre a hijo otro en tanto que hombres distintos A lo que responde el Cardenal

laquoEx eo namque quod sunt homines quidam est inter eos ius ex eo autem quod sunt pater et filius deficit illud ius ab absoluta iuris ratione et determinatur ad tale scilicet paternum Et hic est planus sensus litterae [hellip]

Unde patet quod nullum restat dubium ad hominem quod ex malo intellectu litterae oriebaturraquo

238

A la duda respecto si existe entre ellos el derecho simplemente responde el Cayetano que entre ellos estaacute la justicia secundum quid

Un rengloacuten luego dice refirieacutendose a la reciente contestacioacuten laquoSed haec responsio non consonat principiis conclusionis Neque oportet quod inter quos-

236 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 4237 Ibidem Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 57 a 4238 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 57 a 4

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cumque est iustitia sit iustitita simpliciter secundum omniaraquo239

Y concluiraacute que no estaacute entre el padre y el hijo lo justo simplemente hablando

Otra cosa que destacamos son los ejemplos de la Sagrada Escritura que trae el Priacutencipe de los Comentadores para dar mayor solidez a su argumentacioacuten Hecho que se reiteraraacute

Hemos visto entonces que este comentario reuacutene en un principio los ar-tiacuteculos tres y cuatro Aquiacute el Cayetano pone objeciones planteando dudas Se valdraacute de las palabras de Santo Tomaacutes tanto para responderlas y despejarlas cuanto para proveer a la misma confirmacioacuten con nuevos ejemplos por eacutel mismo traiacutedos Y demostrar asiacute que auacuten en diversos casos los principios guiacuteas de la reflexioacuten tomista no pierden vigencia ni validez

En este comentario vimos reflejadas interesantes opiniones y puntualiza-ciones sobre los temas tratados Ademaacutes del modo realista en que Santo Tomaacutes trata la justicia primero abocaacutendase al objeto real de la justicia y luego de eacutesta

III22 Quaestio 58 ndash De Iustitia

Ahora Santo Tomaacutes se abocaraacute al tema de la justicia desarrollando doce ar-tiacuteculos Notaremos que nuevamente el Cardenal los comenta siguiendo el modo que hemos sentildealado

Los artiacuteculos que componen la cuestioacuten cincuenta y ocho representan una investigacioacuten pormenorizada y profunda de la justicia Estudio que introduce el Aquinate definiendo queacute es la justicia (a1) si siempre es hacia otro (a2) y por queacute es efectivamente una virtud (a3) Para luego decir queacute especie de virtud es (a4) y si es que siendo virtud general (a5) es igual esencialmente con el resto de las demaacutes virtudes (a6) Antes de determinar que su acto es el de dar a cada uno lo suyo (a11) en queacute modo se ajusta lo igual (a10) y antes de concluir que la justicia es la principal entre el resto de las virtudes morales (a12) mostraraacute la existencia de la virtud de la justicia particular (a7) su materia (a 8) y el modo en que versa sobre las operaciones del hombre (a 9)

239 Ibidem Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 57 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por su parte el Cardenal ndashno dicieacutendonos nada sobre el primero y el undeacute-cimo de los artiacuteculosndash comentaraacute cada uno y por separado el 2do 3ro 4to 8vo 9no 10mo y 12do Y analizaraacute conjuntamente los artiacuteculos 5to 6to y 7mo al final de este uacuteltimo

S Th II-II q 58 a1 Utrum convenienter definiatur quod iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum unicuique tribuens

En este artiacuteculo Santo Tomaacutes muestra por queacute se define convenientemen-te que la laquoiustitia est constans et perpetua voluntas ius suum unicuique tri-buensraquo

240

Presentadas las seis objeciones el Angeacutelico defiende la definicioacuten enuncia-da explicando primeramente en queacute modo debe ser entendida y respondiendo luego una a una las objeciones

Por estar puesto nuestro intereacutes en los comentarios del Cayetano a los textos del Doctor Comuacuten y al no realizar el Cardenal ninguno aquiacute pasamos raacutepida-mente al proacuteximo artiacuteculo

S Th II-II q 58 a2 Utrum iustitia semper sit ad alterum

Que ldquola justicia se refiere siempre hacia otrordquo es lo que responderaacute Santo Tomaacutes a las cuatro objeciones seguacuten las cuales pareciera lo contrario

De lo contenido en todo el artiacuteculo el de Gaeta se detiene soacutelo en la respues-ta ad 4 Analiceacutemoslo

En la cuarta objecioacuten Santo Tomaacutes plantea que la justicia es no soacutelo acerca de aquellas cosas que son hacia otro sino tambieacuten hacia siacute mismo seguacuten aquello de que ldquola justicia del sencillo dirige su vidardquo (cfr Pr 11 5) De aquiacute se seguiriacutea que asiacute como las operaciones que son hacia otro necesitan ser rectificadas asiacute

240 S Th II-II q 58 a 1

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tambieacuten las que son hacia siacute mismo Por lo que la justicia no seriacutea solamente hacia otro sino tambieacuten hacia uno mismo

La respuesta apoyada en el sed contra muestra la necesidad de una virtud especial ndashque es la justiciandash por la cual sean rectificadas las acciones del hombre que son dirigidas hacia otro mientras que las acciones que realiza el hombre ndashen tanto que dirigidas hacia siacute mismondash son suficientemente rectificadas por las de-maacutes virtudes morales El Cardenal se detendraacute en esta distincioacuten a saber entre las acciones del hombre hacia siacute mismo y las acciones hacia otro

En su comentario nos advertiraacute que las acciones del hombre que son hacia otro carecen doblemente de especial rectificacioacuten en comparacioacuten al agente Y concluye ndashtras poner el ejemplo de quien distribuya con turbacioacuten e indignacioacuten lo suyo a cada unondash que el acto laquoin comparatione ad agentem ratione passionum erit inordinatus ex defectu mansuetudinis non ex defectu iustititaeraquo

241

Asiacute entonces tras detenerse soacutelo en la respuesta a una objecioacuten el Priacutencipe de los Comentadores se limitaraacute a sentildealar el modo en que el acto de la justicia se realiza sin importar la defeccioacuten de las demaacutes virtudes morales que en el mismo esteacuten involucradas Esto uacuteltimo resulta interesante puesto que nos conduce a plantear el siguiente interrogante iquestes considerado por lo tanto un acto justo soacutelo exteriormente O de este modo iquestes para el Cardenal el acto de la virtud de la justicia uno meramente externo que no rectifica al agente mismo y a todas sus restantes virtudes morales

A este propoacutesito pondraacute entre otros el ejemplo de coacutemo el acto de la justicia se realiza por parte de quien restituye auacuten eacuteste esteacute afectado por la indignacioacuten o lo haga molesto

En este comentario evidencia nuevamente un ejercicio de aplicacioacuten de los principios a casos concretos (iquestcasuismo)

242 los cuales no figuran en el texto del

Aquinate y confirma aquello que dijimos sobre su meacutetodo de comentar

241 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 2242 En esta sintoniacutea rescatemos dos pasajes de Josef PIEPER que sirven para apuntalar nuestra argumenta-cioacuten general de que Cayetano tergirversa a Santo Tomaacutes (a) en el sentido de ensentildear la moral y(b) la pretensioacuten de aplicar esquemas a los principios morales El primero (a) laquoHay una manera de ensentildear la moral que guarda estrecha relacioacuten de afinidad con el voluntarismo pero con frecuencia es tenida por tiacutepicamente ldquocristianardquo Esa manera falsea la conducta eacutetica del hombre viendo en ella una suma incohe-rente de ldquopraacutecticas de virtudrdquo y de obligaciones ldquopositivasrdquo y ldquonegativasrdquo aisladas con lo cual se despoja a la accioacuten moral de sus raiacuteces en el suelo nutricio del conocimiento de la realidad y de la existencia viva del hombre vivo Semejante ldquomoralismordquo no sabe o no quiere saber y sobre todo impide saber que soacutelo es

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 58 a3 Utrum iustitia sit virtus

En este artiacuteculo el Cardenal se detiene una vez maacutes en una distincioacuten Concretamente en la respuesta contra la tercera objecioacuten de las tres presentadas al tema

Veamos la estructura que presenta la tercera objecioacuten

En primer lugar se sostiene que toda virtud moral versa sobre las acciones (agibilia) Pero en cambio luego se nos dice que aquellas cosas que se produ-cen exteriormente son hechos (factibilia) Y como entonces la justicia realiza un acto exterior no es una virtud moral

Responde escuetamente Santo Tomaacutes que la justicia laquonon consistit circa exteriores res quantum ad facere quod pertinet ad artem sed quantum ad hoc quod utitur eius ad alterumraquo

243

Mencionaacutebamos que el Cayetano repara en una distincioacuten

laquoIn articulo tertio eiusdem quaestionis in responsione ad tertium diligenter distingue et perspice in actu exteriori agere et facere hoc est actum immanentem et transeutem Et intellige quod iustitia est circa actum immanentem ut proprium actum circa tran-seuntem vero ut materiamraquo

244

bueno lo que se adecua a la esencia del hombre y a la realidad que esta adecuacioacuten no muestra su fulgor en otro cielo que en el de la prudencia y que por consiguiente la realizacioacuten del bien es algo por completo diverso del cumplimiento meramente faacutectico de un precepto que se ldquoimponerdquo desde la oscuridad de un arbitrio poderosoraquo (p 61)Y el segundo (b) laquoDe la muy humana aspiracioacuten a la seguridad de lo cierto a la claridad de las visiones panoraacutemicas y a lo determinado y exacto en las demarcaciones no pudo menos de nacer el intento de ldquoorde-narrdquo el impreciso caos que representan las innumerables formas posibles de realizar el bien habilitaacutendolo para ser integrado en un sistema de conjunto determinado en longitud y latitud por los grados de una medi-cioacuten racional y abstracta Fruto de tal intento es la casuiacutestica ese capiacutetulo ndashno raras veces considerado el maacutes importantendash de la doctrina moral que tiene por objeto la construccioacuten anaacutelisis y valoracioacuten de ldquocasos concretosrdquoraquo (pp 63-64)Todo esto en J PIEPER laquoMoralismo y casuiacutesticaraquo en Las virtudes fundamentales Rialp Madrid 1980 pp 61-64243 S Th II-II q 58 a 2 ad 3244 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

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Notemos varias cosas En primer lugar que en la respuesta ad tertium no aparece ninguna referencia al agere et facere in actu exteriori Santo Tomaacutes solamente menciona que la justicia se ocupa de las cosas exteriores en tanto que usar de ellas para otros Siacute aparece en cambio alguna referencia en la tercera objecioacuten

En segundo lugar el Cayetano afirma que el acto propio de la justicia es el ldquoagere in actu exteriorirdquo o ldquoactum immanentemrdquo Y que su materia es el ldquoac-tum transeuntemrdquo o el ldquofacere in actu exteriorirdquo (cfr Comm Card Caei in STh II-II q 58 a3)

Veamos en tercer lugar el modo en que el Cayetano demuestra esto Lo hace poniendo un ejemplo lo explica clarificando y finalmente concluye

El ejemplo laquoVerbi gratia cum reddo pecuniam creditoriraquo245

La explicacioacuten

laquoExterior actus dandi peccuniam habet quod est actus tran-siens ut est quaedam exterior actio puta manus et habet quod est materia qua utor ad hoc ut ius suum creditori reddam Cum enim ad multa possim tali exteriore actione uti ex hoc spectat ad iustitiam quod est materia actus utendi quo applico illam ad satisfaciendum creditoriraquo

246

Y la conclusioacuten laquoIustitia ergo est circa electionem actus utendi exterioribus actionibus et rebus ad alterum Tam autem electio quam uti actus sunt voluntatis et manentes in eligente et utenteraquo

247

Volvamos sobre la distincioacuten obrada por Cayetano En la misma el Cardenal pareciera retomar el tratamiento del artiacuteculo primero y segundo en el que Santo Tomaacutes ya resolvioacute cuaacutel sea el acto y la materia de la justicia (Recordemos tam-bieacuten que el Cardenal no realizoacute ninguacuten comentario al primer artiacuteculo) Y ademaacutes se adelanta al artiacuteculo cuarto con su conclusioacuten ya que Santo Tomaacutes trataraacute en eacutel si la justicia se halla o no en la voluntad El Gaetano concluye que tanto la eleccioacuten cuanto el usar del acto son de la voluntad como ya hemos citado

245 Ibidem Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 3246 Ibidem Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3 247 Ibidem Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Planteemos dos preguntas para ahondar en nuestro anaacutelisis iquestQueacute habiacutea di-cho Santo Tomaacutes al respecto Y maacutes auacuten iquestcorresponde con lo comentado por el Cayetano en el presente artiacuteculo tercero

En el respondeo dicendum del artiacuteculo primero del Angeacutelico encontramos

laquoEst autem iustitia circa ea quae ad alterum sunt sicut circa propriam materiam ut infra patebit [a 2] Et ideo actus iustitiae per comparationem ad propriam materiam et obiectum tangitur cum di-citur ius suum unicuique tribuens quia ut Isidorus dicit in libro Etymol iustus dicitur quia ius custoditraquo

248

La materia propia de la justicia en estas palabras de Santo Tomaacutes son aquellas cosas que se refieren a otro Para el Cardenal aquellas cosas que se refieren a otro vienen calificadas como el ldquoactum transeuntemrdquo o el ldquofacere in actu exteriorirdquo

En la conclusioacuten repite el Priacutencipe de los Comentadores lo dicho por el Aquinatense pero agregando algo laquoIustitia ergo est circa electionem actus uten-di exterioribus actionibus et rebus ad alterumraquo

249

iquestCoacutemo modifica la interpretacioacuten de la justicia con esta nueva distincioacuten o aclaracioacuten iquestEnriquecen la letra tomista o por el contrario nos distancian de su sentido

iquestEs lo mismo decir que la materia de la justicia (son) laquoea quae ad alterum suntraquo a decir que la laquoiustitia ergo est circa electionem actus utendi exterioribus actionibus et rebus ad alterumraquo Maacutes auacuten iquestpuede elegirse en o para la justicia otro actus utendi que no sea el suyo propio

Primeramente la justicia no es sobre las cosas referidas hacia los otros sino tambieacuten sobre la eleccioacuten del acto a ser usado en o con las acciones exteriores y en las cosas hacia otro

Por otra parte las cosas que son hacia el otro ndashmateria iustitiaendash ahora son llamadas tambieacuten ldquoactum transeuntemrdquo o ldquofacere in actu exteriorirdquo Ademaacutes el acto propio de la justicia es para el Cayetano el ldquoactum immanentemrdquo o ldquoagere in actu exteriorirdquo Finalmente ya la eleccioacuten cuanto el uso del acto pertenecen a la voluntad y permanecen en quien elige y usa de ellos

248 S Th II-II q 58 a1 r d [El pareacutentesis es nuestro]249 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 3

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Al no haberse explayado demasiado el Cardenal sobre lo que entiende con los teacuterminos introducidos aquiacute de ldquoactum immanentemrdquo y ldquoactum transeutemrdquo no son muchas las conclusiones parciales que por ahora podemos esbozar

Tan soacutelo decimos que identificamos por parte del de Gaeta la introduccioacuten de una distincioacuten en la definicioacuten de justicia dada por el de Aquino

Que esta distincioacuten se apoya en una nueva clasificacioacuten de lo que son tanto la materia cuanto el acto propio de la justicia

Que maacutes allaacute del ejemplo puesto no es todaviacutea posible reconstruir los prin-cipios directrices con los cuales el Cardenal se guiacutea en sus comentarios

Que la referencia indicada al texto para introducir tal distincioacuten es erroacutenea Y esto porque no es in responsione ad tertium sino en la tercera objecioacuten donde Santo Tomaacutes hace una referencia a las agibilia y a las factibilia que podriacutean emparentarse con lo sentildealado por el Cardenal

Asiacute las cosas identificadas estas diferencias y en ponieacutendolas a la luz con-tinuamos con el anaacutelisis del artiacuteculo cuarto Del cual algo adelantamos por anti-ciparse el mismo Cayetano en su comentario

S Th II-II q 58 a4 Utrum iustitia sit in voluntate sicut in subiecto

En el cuarto artiacuteculo Santo Tomaacutes resolveraacute que la justicia se halla en la vo-luntad como en su sujeto tras responder las tres objeciones que presenta

Por su parte el Cayetano se detiene en una afirmacioacuten del respondeo dicen-dum a la cual pondraacute una objecioacuten luego responderaacute y buscaraacute concluir con las mismas palabras que objetoacute del Angeacutelico

La afirmacioacuten que resulta dudosa para el Cardenal es aquella que media ndashen el texto tomistandash entre la razoacuten por la cual somos llamados justos y la necesi-dad de que la justicia se encuentre en una facultad apetitiva como en su sujeto laquoProximum [autem] principium est vis appetititvaraquo

250 La objecioacuten o la razoacuten

por la cual podriacutea producirse una mal inteleccioacuten del texto

250 S Th II-II q 58 a 4 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoNam proximum principium actus iudicii qui est intus iudi-ci iustitiam dicenti non appetitus sed intellectus est Et exteriorum operum in quibus iustum ponitur proprium principium est executi-va potentia ut patet in restitutionibus commutationibus et distribu-tionibus fiunt enim haec manibus et linguaraquo

251

De ser verdadera esta objecioacuten se desarticulariacutea la necesidad de que la jus-ticia esteacute en la voluntad como en su sujeto para pasar a estar en el intelecto Notemos que eacutesta presenta dos momentos (1) El referido al principio proacuteximo del acto de juicio que estaacute en el intelecto y seriacutea el referido a conocer queacute es lo justo En el segundo momento traslada la objecioacuten a otro punto (2) el del acto exterior por el cual se pone que lo justo es de la potencia ejecutiva

iquestQueacute dice Cayetano a su propia objecioacuten Responderaacute ordenadamente a es-tos aspectos Sobre el primero comenta que aquiacute el acto u obrar fue tomado no solamente para distinguir del hacer sino tambieacuten del conocer

Y sobre la objecioacuten de la potencia ejecutiva responde que se excluye por dos cosas La primera que esta misma seraacute tratada maacutes adelante en la q 60 La segunda que eacutel mismo ya tratoacute ndashen su comentario a la S Th I-II q 74 a 1ndash al hablar que soacutelo los actos inmanentes son actos eliacutecitos de las virtudes aunque las acciones transeuacutentes puedan ser actos imperados por ellas Asiacute entonces conclu-ye que la justicia estaacute en la fuerza apetitiva

Vemos nuevamente coacutemo el Cardenal pone una sutil objecioacuten a lo que es el centro del argumento del presente artiacuteculo A saber que la justicia estaacute en la voluntad como en su sujeto Y lo hace proponiendo un ejemplo que hariacutea tras-tabillar el eje sobre el cual se apoya el discurso para girar hacia su conclusioacuten

Asiacute tambieacuten el comentario resulta de intereacutes porque confirma aquello de que el Cardenal conoce en profundidad la obra de Tomaacutes de Aquino Hecho que se ve reflejado en la respuesta a la segunda objecioacuten planteada por Tomaacutes de Viacuteo

Sin embargo este comentario despunta otra liacutenea investigativa que ya pun-tualizamos Y es la que hemos referido en nuestro anaacutelisis del comentario al ter-cer artiacuteculo asiacute como tambieacuten a la conclusioacuten que sentildealamos al mismo referida a los teacuterminos de ldquoactus immanentesrdquo y ldquoactus transeuntesrdquo tambieacuten ahora como ldquoactiones transeuntesrdquo

251 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 4

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Maacutes allaacute de esto no advertimos otras diferencias que puedan aportar intereacutes alguno nuestro tema Pasemos al proacuteximo comentario

S Th II-II q 58 a5 Utrum iustitia sit virtus generalis

Aquiacute Santo Tomaacutes responderaacute que la justicia es una virtud general en tanto que ordena al hombre y al acto de cualquier virtud hacia el bien comuacuten

Contra la primera de las objeciones ndashque reteniacutea que la justicia no es una virtud general porque es contada entre las demaacutes virtudesndash el Angeacutelico diraacute que eacutesta se cuenta entre las otras virtudes en tanto que es (una virtud) especial Tema que seraacute tratado maacutes adelante (aa 6 y 12)

Contra la segunda que sostiene que no es general ya que es puesta como virtud cardinal junto a la templanza y a la fortaleza (y ninguna de estas dos es general) responde que la justicia puede ser virtud general ya que a diferencia de las otras dos ndashque se encuentran en el apetito sensitivo (en lo concupiscible e irascible)ndash eacutesta estaacute en el apetito intelectivo como en su sujeto

A la tercera de las objeciones seguacuten la cual la justicia no es virtud general porque no hay un ldquopecado generalrdquo sino que eacuteste (el pecado) se refiere siempre a otro responde con dos argumentos El primero puesto que en tanto las cosas que dirigidas a uno mismo son ordenables a otro y mayormente en cuanto referidas al bien comuacuten El segundo que por la misma razoacuten que la justicia legal puede llamarse virtud general la injusticia puede llamarse pecado comuacuten

Continuamos ahora con una breve exposicioacuten del artiacuteculo sexto recordando que el Cardenal comentoacute conjuntamente los artiacuteculos quinto sexto y seacuteptimo

S Th II-II q 58 a6 Utrum iustitia secundum quod est generalis sit idem per essentiam cum omni virtute

Ahora toca ver si la justicia por ser general resulta igual en esencia a toda virtud Contras las cuatro objeciones que parecen demostrar que esto es verda-

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

dero responde el Doctor Comuacuten que la virtud de la justicia es general porque ordena el acto de las demaacutes virtudes a sus fines laquoquod es movere per imperium omnes alias virtutesraquo

252 Y no lo es en tanto que se denomina ldquogeneralrdquo mediante

la predicacioacuten sino en cuanto su virtud laquosicut causa universalis est generalis ad omnes effectusraquo

253

Vamos al artiacuteculo seacuteptimo junto con la glosa del Cayetano a eacuteste y a los dos precedentes

S Th II-II q 58 a7 Utrum sit aliqua iustitia particularis praeter iustitiam generalem

Aquiacute pareciera que no hay una justicia particular maacutes allaacute de la virtud gene-ral por tres motivos

(1) Porque la justicia general ya ordena suficientemente al hombre acerca de las cosas que son hacia otro Y por ende no habriacutea necesidad de una justicia particular ya que en las virtudes como en la naturaleza no hay nada de super-fluo

Ademaacutes (2) porque lo uno o lo mucho no diversifica la especie de la virtud Y como la justicia general ordena al hombre a otro en aquellas cosas que perte-necen a la multitud no hay en consecuencia otra especie de virtud que ordene al hombre en aquellas cosas que pertenecen a una persona singular

Finalmente (3) porque asiacute como entre una persona singular y la multitud de la ciudad estaacute la multitud domeacutestica ndashy si por lo tanto hay una justicia particular por la comparacioacuten a una personandash de la misma manera deberiacutea haber una justi-cia econoacutemica que ordene al hombre al bien comuacuten de la familia Y no es dable afirmar esto uacuteltimo

Contra las tres objeciones el Angeacutelico responderaacute que es necesario que exis-ta una virtud que ordene inmediatamente al hombre a las cosas que se refieren a otro Y como la virtud de la justicia general ordena en tanto que mediatamente

252 S Th II-II q 58 a 6 r d253 Ibidem

155

de aquiacute la necesidad de que haya una virtud particular de la justicia Con este argumento se resuelve suficientemente la primera objecioacuten

A la segunda responde que el bien comuacuten de la ciudad y el bien singular de una persona no difieren solamente seguacuten lo mucho y lo poco sino que hay entre ellos una diferencia formal

Y a la tercera dice que la comunidad domeacutestica es distinguida por tres unio-nes (mujer y marido padre e hijo sentildeor y esclavo) y como en estas tres las personas son como una cosa del otro no hay para ellos justicia propiamente hablando sino maacutes un ldquotipo de justiciardquo llamada econoacutemica

El Cayetano como hemos dicho comenta de una vez los artiacuteculos quinto sexto y seacuteptimo que trataron ndashrespectivamentendash sobre si la justicia es una virtud general (a5) si siendo general es igual en esencia con las demaacutes virtudes (a 6) y finalmente sobre si hay alguna justicia particular ademaacutes de la general (a7)

La intencioacuten del comentario es a primera vista la de llamarnos la atencioacuten sobre estos temas para dejar en claro ademaacutes una posible mal comprensioacuten de los teacuterminos utilizados por Santo Tomaacutes y los que habiacutean florecido en los tiem-pos del comentador

laquoquod cum dicitur iustitia legalis virtus specialis quidem in essentia generalis autem in esse non intelligitur de esse quod vocatur actualis existentia sed intelligitur de esse rela-tivo quo obsequentibus virtutibus uniturraquo

254 Da tambieacuten un

paso maacutes laquoHabet enim iustitia legalis suam essentiam cum sua existencia in voluntate solaraquo

255

Luego de estas dos afirmaciones el Cardenal prosigue explicando en queacute modo la justicia legal tiene su esencia con su existencia en la voluntad porque impera a las demaacutes virtudes ordenando sus actos al bien comuacuten estableciendo una relacioacuten entre cualquier virtud y el bien comuacuten Por lo mismo la virtud im-perante se dice estar en la virtud imperada

254 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 7255 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Ademaacutes nos dice el de Gaeta que como la relacioacuten constituye el ser relati-vo asiacute la justicia legal se dice ser general seguacuten el ser relativo y seguacuten este ser relativo identificarse con toda virtud y cualquier virtud identificarse con la justi-cia legal Y que por esta misma razoacuten ndashagrega el Cayetanondash en el artiacuteculo sexto Santo Tomaacutes afirmariacutea que lo imperado y lo imperante son de alguacuten modo uno

Finalmente concluye el Priacutencipe de los Comentadores que todo lo explicado vale tambieacuten para la caridad y las demaacutes virtudes

En el presente comentario el Cayetano agrupa los artiacuteculos que tratan pun-tualmente el tema de la virtud de la justicia y su distincioacuten en general y particu-lar Vemos aquiacute coacutemo el Cardenal intenta advertirnos de la diferencia fundamen-tal entre esse y existentia Sin explayarse demasiado en estos teacuterminos continuacutea el llamado de atencioacuten dicieacutendonos que la justicia legal tiene su esencia con su existencia solamente en la voluntad

Otra diferencia que es de anotar es la que pone el Cayetano en la letra to-mista al decirnos que la laquoiustitia legalis dicitur esse generalis secundum esse relativumraquo

256 Cosa que no aparece en Santo Tomaacutes en ninguno de estos tres

artiacuteculos Y que tampoco eacutel mismo ndashel de Gaetandash hace referencia a otros textos como tantas veces lo ha hecho

Pensamos que esta es una referencia al respondeo dicendum del artiacuteculo sexto que es a la vez respuesta a sus dos primeras objeciones Y esto por dos razones

La segunda de las razones (que exponemos primero por cuestiones de con-veniencia para el desarrollo) es porque una vez obrada las diferencias de los modos en que una virtud puede decirse general Santo Tomaacutes prosigue hablando de la virtud de la caridad Con esto mismo finaliza el Cayetano su comentario Es decir hemos pensado que el Cardenal estaacute siguiendo la estructura o el esquema del Aquinate de esa parte del artiacuteculo sexto

La primera de las razones es porque obrada la diferenciacioacuten entre los dos modos en que algo puede llamarse general y refirieacutendose concretamente a la se-gunda el Angeacutelico afirma que la justicia legal se dice especial laquosecundum suam essentiamraquo

257 ya que mira al bien comuacuten como a su propio objeto Santo Tomaacutes

soacutelo concluye entonces que la virtud de la justicia es general laquosecundum vir-

256 Ibidem257 S Th II-II q 58 a 6 r d

157

tutemraquo258

y no laquosecundum esse relativumraquo259

tal como lo hace el Cayetano Aquiacute hay una diferencia importante mientras para Santo Tomaacutes la virtud de la justicia es general por la causacioacuten en el Priacutencipe de los Comentadores pareciera identi-ficarse esa generalidad con una generalidad predicamental esto es loacutegica

De lo dicho varias cosas

En primer lugar si bien el comentario estaacute puesto al final del artiacuteculo seacutep-timo no hace ninguna referencia al mismo sino que se detiene solamente en el modo en que la justicia legal es general

En este comentario ndashmaacutes cercano a los artiacuteculos quinto y sexto (y casi ex-clusivamente al sexto)ndash notemos otras dos diferencias entre lo dicho por Santo Tomaacutes y lo expuesto por Tomaacutes de Vio

La primera que donde el Aquinatense habla de que la virtud de la justicia se halla en la voluntad el Gaetano afirma que alliacute se halla eacutesta con su esencia y su existencia

Y la segunda que donde Santo Tomaacutes afirma que la virtud de la justicia legal es general seguacuten su virtud o como causa de sus efectos el Cardenal dice que es general laquosecundum esse relativumraquo

260

Continuemos entonces con el propoacutesito de nuestra Tesis de mostrar la dis-tancia entre el de Aquino y el de Gaeta

S Th II-II q 58 a8 Utrum iustitia particularis habeat materiam specialem

En este artiacuteculo encontramos el porqueacute la justicia particular tiene materia especial frente a las tres objeciones que postulariacutean lo contrario A todas res-ponde el Aquinate que la justicia particular siacute tiene una materia especial ya que ella misma al tratar acerca de las cosas que estaacuten referidas a otro laquonon est circa totam materiam virtutis moralis sed solum circa exteriores actiones et res se-

258 Ibidem259 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 7260 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cundum quandam rationem obiecti specialem prout scilicet secundum eas unus homo alteri coordinaturraquo

261

En su comentario el Cardenal nos hace reparar en la distincioacuten entre materia moral y acto moral que desarrollaraacute explicando ejemplificando y precisando

Nos dice en efecto que es la materia en donde estaacute puesto el medio y que aquella misma ndashla materiandash comprehende las laquopassiones et operationes et res quodammodoraquo

262 siendo las uacuteltimas la materia de las operaciones humanas ha-

cia otro

La otra parte de la distincioacuten son los laquoactus moralesraquo que el Cardenal iden-tifica como laquoelectiones eliciti essentialiter vel participativeraquo

263 Y explica que en

esto estriba precisamente la diferencia entre la justicia y la templanza (o tam-bieacuten la fortaleza) en que si bien toda virtud moral es un haacutebito electivo el acto de la justicia es laquoessentialiter electioraquo por estar en la voluntad mientras que los de la templanza o la fortaleza ndashal situarse en el apetito sensitivondash son laquoelectiones participativeraquo Afirma entonces el Gaetano que la justicia elige el medio en las operaciones exteriores con las cuales nos ordenamos hacia otro y no siendo estas de un soacutelo modo las divide en dos (1) Algunas son justas o injustas en siacute mismas (agresiones asesinatos etc) (2) Otras seguacuten su materia (compra ven-ta restitucioacuten etc)

Y concluye retomando esta uacuteltima distincioacuten laquoEt propter hanc diversitatem in littera ponuntur duae materiae iustitiae scilicet secundum actiones et res exterioresraquo

264

iquestPero es en verdad por la distincioacuten sentildealada por el Cayetano y aquiacute refe-rida la razoacuten por la cual Santo Tomaacutes pone una materia especial para la justicia particular

Retomando el interrogante respondemos que no es realmente por la diversi-dad que sentildeala el Cayetano (en su conclusioacuten) la causa seguacuten la cual el Angeacuteli-co pone dos materias de la justicia

261 STh II-II q 58 a 8 r d262 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 8263 Ibidem264 Ibidem

159

En primer lugar porque el artiacuteculo dilucida la cuestioacuten de si la justicia parti-cular tenga o no materia especial Y esto para distinguir la materia de la justicia particular de aquella perteneciente a la justicia general

Santo Tomaacutes sentildeala una diferencia entre el acto de la virtud moral y la ma-teria de toda la virtud moral para decir que la justicia ordena al otro soacutelo seguacuten las acciones exteriores y las cosas seguacuten (con ellas) el hombre se ajuste a otro Y aquiacute siacute estaacute hablando de la materia especial de la justicia particular distinta de la general

Mientras que el Doctor Comuacuten sentildeala dos materias de la justicia una para la particular y otra para la general el Cayetano coloca dentro de la justicia par-ticular dos materias al decir que algunas operaciones son justas o injustas en siacute mismas o por su materia

Pero noacutetese bien que los ejemplos que pone pertenecen ambos a la materia de la justicia particular Por ende cuando concluye que por esta razoacuten (laquohanc diversitatemraquo) son puestas en el texto dos materias de la justicia lo que hace es ndashseguacuten dijimosndash incluir en la justicia particular dos especies de materia

Por otro lado que Santo Tomaacutes pone dos materias de justicia pero referidas a las dos formas de la virtud a saber general y particular Y no refirieacutendose a los actos particulares de la justicia particular como podriacuteamos colegir de lo expuesto por el Cardenal Maacutes auacuten podriacuteamos sentildealar que el Cayetano concluye que en-contramos en la justicia particular dos materias especiales Y nuevamente no es esto lo que dice el Aquinate Quien ademaacutes afirma que hallar dos materias de la virtud moral de la justicia responde a la distincioacuten entre las acciones y las cosas exteriores Y no en cambio como sostiene el Cayetano al decir que laquoiustitia au-tem eligit medium in operationibus exterioribus quibus ad alium ordinamurraquo265

Porque no es toda la justicia la que pone el medio en las operaciones exteriores con las cuales nos ordenamos a los otros sino soacutelo la justicia particular Si esto fuese asiacute se estariacutea estableciendo una nota comuacuten a todo el geacutenero

Este resultado es de capital importancia para nuestro trabajo ya que con esto seguimos viendo distanciamientos entre lo que expone el Doctor Angeacutelico y las interpretaciones por parte del Priacutencipe de los Comentadores

Para dar mayor comprensioacuten al alejamiento obrado por el Cayetano recor-demos la situacioacuten con la que avanza en el tratamiento de la cuestioacuten En el a7

265 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Santo Tomaacutes planteoacute si existiacutea o no una justicia particular En el a8 el actual establecioacute que siacute tiene una materia especial Y en el siguiente a9 determinaraacute si la misma versa solamente sobre las operaciones o tambieacuten sobre las pasiones Veaacutemoslo

S Th II-II q 58 a9 Utrum iustitia sit circa passiones

Ahora entonces el Aquinate explicaraacute por queacute la justicia no es acerca de las pasiones respondiendo a las tres objeciones que afirmariacutean lo contrario Y lo demostraraacute con dos argumentos El uno proveniente del mismo sujeto de la justicia el otro de su materia

Que la justicia esteacute en la voluntad como en su sujeto y cuyo acto o mo-vimiento no son las pasiones como ya fuese demostrado es el primero de los argumentos

El segundo sobreviene como acabamos de mencionar de parte de la materia de la justicia Puesto que por las pasiones interiores no somos ordenados hacia el otro ndashy sobre esto uacuteltimo trata la justiciandash es claro en consecuencia que la misma no es acerca de las pasiones

Comentando el artiacuteculo noveno el Cayetano se detiene en una precisioacuten sobre la respuesta ad 1 laquoCum legis quod delectatio est finis principalis etc non intelligas quod est finis principalis ipsius virtutis iam enim dictum vides in littera quod est finis consequensraquo

266 Y sin ser demasiado extenso nos indica

en queacute forma la debemos entender laquoSed quod est principalis quoad nostrum iudicium discretivum boni et maliraquo

267 Finalmente concluye tambieacuten poniendo

ejemplos que alguien estaacute bien o mal habituado seguacuten su delectacioacuten sea en el bien o en el mal

En el presente artiacuteculo el Cardenal sentildeala que el fin principal de la virtud no es la delectacioacuten o la tristeza sino que eacutestas son el fin principal en lo que respec-

266 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 9 La cita que aquiacute realiza el Cardenal es a otra que Santo Tomaacutes trae de Aristoacuteteles laquoDelectatio et tristitia est finis principalis ad quem respicientes unumquodque hoc quidem malum hoc quidem bonum dicimusraquo (STh II-II q 58 a 9 ad 1)267 Comm Card Caie en STh II-II q 58 a 9

161

ta a nuestro juicio del bien y del mal Maacutes allaacute de lo que sentildealamos no hay otras cosas para anotar

S Th II-II q 58 a10 Utrum medium iustitiae sit medium rei

Tratados entonces los temas precedentes restan determinar si el medio de la justicia es un medio real (a10) cuaacutel es su acto (a11) y si sobresale de entre las demaacutes virtudes morales (a12)

Nuevamente responderaacute una a una las tres objeciones que se plantean en contra de que el medio de la justicia sea un medio real diciendo que precisa-mente el medio de la justicia consiste en alguna proporcioacuten de igualdad entre la cosa exterior y la persona exterior entre la cosa que se usa y su debida propor-cioacuten a la (otra) persona

Comienza el Cardenal advirtieacutendonos que recordemos al leer el tiacutetulo del presente artiacuteculo deacutecimo que en laquoin praecedenti Libro conclusum est virtutem consistere in medio Et propter ea hic supponitur iustitiam consistere in medio et quaeritur de qualitate medii quale scilicet sit medium eius an rei an ratio-nisraquo

268 A lo que agrega es motivo de especial duda ya que entre todas las vir-

tudes morales soacutelo la justicia atiende a un medio real

Pero tras sentildealar la respuesta que Santo Tomaacutes diese in corpore articuli (respecto a la explicacioacuten en torno al medio real de la justicia) termina diciendo que seraacute ulteriormente tratado inferius (aquiacute las notas marginales de la leonina sentildealan la q 61)

Comentando este artiacuteculo el Cayetano nuevamente nos deja entrever en dos momentos su profundo conocimiento de toda la Suma El primero bien al princi-pio del comentario porque nos recuerda lo dicho en S Th I-II q 64 a 1 sobre el tema de la virtud El segundo al final donde nos indica que la duda presenta-da y otra vez ejemplificada en y con su comentario seraacute aclarada maacutes adelante por Santo Tomaacutes (cfr S Th II-II q 61 a 2)

268 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 10

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

La duda a la que nos referimos es aquella sobre la razoacuten por la cual soacutelo la justicia entre las demaacutes virtudes morales atiende al medio real Y maacutes auacuten en queacute cosa consiste este mismo medio que aparece ahora ndashy asiacute lo muestra el Car-denalndash como incierto

Demos todaviacutea un paso maacutes analizando brevemente el contenido del a 11 (que no tiene comentarios del Gaetano) para introducirnos en el uacuteltimo artiacuteculo junto con las palabras finales del Priacutencipe de los Comentadores

S Th II-II q 58 a 11 Utrum actus iustitiae sit reddere unicuique quod suum est

En este artiacuteculo esperaacutebamos encontrar alguacuten tipo de comentario por parte del Cayetano O al menos alguna precisioacuten puntualizacioacuten o cualquier otra re-ferencia a temas glosados anteriormente Como por ejemplo y principalmente a lo expuesto en el a 9 Pero sin embargo no es asiacute Vemos que Santo Tomaacutes responde las objeciones por las que el acto de la justicia no parece ser dar a cada quien aquello que es suyo

El sed contra ndashtomado de San Ambrosiondash es tan contundente como escueto

laquoIustitia est quae unicuique quod suum est tribuit alienum non vindicat utilitatem propriam negligit ut communem aequitatem custodiatraquo

269 Que remata

con el respondeo dicendum al retomar lo que ya fue dicho respecto de la materia de la justicia y para concluir que propiamente su acto es dar a cada uno aquello que es suyo

Pasemos ahora siacute a la trama final de la presente cuestioacuten sobre la justicia

269 S Th II-II q 58 a 11 s c

163

S Th II-II q 58 a 12 Utrum iustitia praeemineat inter omnes virtutes morales

En el uacuteltimo de los artiacuteculos referidos a la justicia el Aquinatense nos trae la discusioacuten sobre la preeminencia de la justicia respecto del resto de las demaacutes virtudes morales

Contra las objeciones que sostienen lo contrario el Angeacutelico responde do-blemente Por un lado explicando en queacute sentido la justicia general es preclara entre todas las virtudes morales por otro en lo tocante a la justicia particular

Sobre la justicia general porque su objeto ndashel bien comuacutenndash es preeminente sobre el bien singular de una persona Tambieacuten nos da dos razones por las cuales la justicia particular sobresale de entre las demaacutes virtudes morales (1) Ya por estar en una parte maacutes noble del alma (en el apetito racional) a diferencia de las demaacutes virtudes morales (en el apetito sensitivo) (2) Ya por su objeto y esto porque por la justicia nos ordenamos al bien de otra persona mientras que las demaacutes virtudes se ordenan al bien de uno mismo

El Cardenal presenta en este comentario una posible contradiccioacuten por parte del autor Ya que aquiacute Santo Tomaacutes pone a la justicia como las maacutes noble entre todas las virtudes morales y sin embargo ndashsubraya Cayetanondash en S Th q 30 aa 3-4 puso a la misericordia como la mejor Se pregunta en consecuencia laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

270

Responderaacute comenzando por la distincioacuten seguacuten la cual podemos considerar doblemente a la virtud de la misericordia Primero como tratando acerca de las pasiones Entonces no habriacutea contradiccioacuten alguna

Segundo si se toma a la virtud de la misericordia en cuanto nombra el acto del apetito intelectivo queriendo quitar del mal al otro o deseando eficazmente a eacutel auxiliar en tal circunstancia Asiacute entonces para el Cardenal laquomisericordia videtur plus quam humana virtus participatio scilicet proprietatis divinaeraquo

271

siendo sin embargo una virtud Lo cual prueba de una parte Ciceroacuten y de otra el mismo Santo Tomaacutes al poner a la misericordia por encima de todas las virtudes que se refieren otro Cuestioacuten que en palabras del Cayetano el Angeacutelico ya pro-boacute al demostrar que es superior en cuanto quita al otro un defecto En consonan-

270 Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 12271 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cia con esta segunda objecioacuten concluye el de Gaeta laquoEt sic sumpta misericordia supra iustitiam etiam legalem est ut actus utriusque comparando patetraquo

272

Aquiacute claramente el Cardenal contradice lo afirmado por Santo Tomaacutes Re-sulta importantiacutesima su conclusioacuten al descomprimir la presioacuten que introdujo en el artiacuteculo y que parece haber invalidado al sentildealar como contradiccioacuten con el otro texto citado

laquoNec auctor propter eas contradixit sibi hic et ibi Quoniam sermo de misericordia sic sumpta est singularis nec intendebat Auctor comparare hic iustitiam misericordiae sic sumptae sed solis virtutibus quae inter virtutes morales communiter numerantur qua-lis no est misericordia sic sumptaraquo

273

Mencionaacutebamos que el Cardenal sentildeala una contradiccioacuten Y en efecto la ldquodemuestrardquo al contraponer lo que el Angeacutelico dice ahora con lo dicho en otra parte Pero he aquiacute que la objecioacuten presentada por el Cayetano a Santo Tomaacutes no es otra que la que el mismo Angeacutelico explicase en laquoUtrum misericordia sit maxima virtusraquo

274 Por lo cual tanto su objecioacuten cuanto su conclusioacuten no son

otra cosa que una repeticioacuten de las mismas palabras del Aquinate

III23 Quaestio 59 ndash De Iniustitia

Luego de la consideracioacuten de la justicia en la cuestioacuten 58 que acabamos de exponer el Priacutencipe de los Comentadores continuacutea glosando los cuatro artiacuteculos pertenecientes al estudio de la injusticia

Santo Tomaacutes se preguntaraacute en primer lugar si la injusticia es un vicio espe-cial (a1) si obrar conforme a ella sea propio del hombre injusto (a2) para luego determinar si alguien puede sufrir voluntariamente o no alguna cosa injusta (a3) y si la injusticia sea por su geacutenero pecado mortal (a4)

272 Ibidem273 Ibidem274 Concretamente es en S Th II-II q 30 a 4 r d el lugar exacto donde se encuentra esto que decimos

165

De estos mismos cuatro artiacuteculos el Cardenal comenta el segundo y el cuar-to pero en el uacuteltimo parece realizar una precisioacuten abarcadora de todos los te-mas discurridos

Digamos entonces algunas cosas sobre eacutestos y la glosa de Cayetano

S Th II-II q 59 a1 Utrum iniustitia sit vitium speciale

A las tres objeciones que se oponen a que la injusticia sea un vicio especial el Aquinate argumenta ndashen el sed contrandash que siacute lo es porque se opone a la justi-cia y eacutesta es una virtud especial Responde tambieacuten que la injusticia contrariacutea tanto a la justicia general cuanto a la particular El respondeo dicendum junto con las tres respuestas a las objeciones no son otra cosa que una explicacioacuten de este mismo principio

Como dijimos el Cardenal no comenta este artiacuteculo Por lo tanto continuamos

S Th II-II q 59 a 2 Utrum aliquis dicatur iniustus ex hoc quod facit iniustum

El Angeacutelico trataraacute ahora sobre si puede llamarse o no injusto a quien obra alguna cosa injusta Y responderaacute apoyado en Aristoacuteteles laquoquod aliquis facit iniustum et iniustum non estraquo

275 A rengloacuten seguido explica los dos modos por

los que alguien no es injusto obrando lo injusto El primero es el caso de quien obra por ignorancia o sin intencioacuten El segundo de los casos es cuando la injus-ticia procede de alguna pasioacuten pero sin eleccioacuten (laquoabsque habitu iniustitiaraquo

276)

En este comentario el Cardenal repara en la respuesta ad tertium ponieacutendo-le una objecioacuten y siguiendo el modo de glosar que venimos sentildealando Siendo siempre la misma estructura tras la objecioacuten habraacute dos ejemplos que pueden

275 S Th II-II q 59 a 1 s c276 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

o no seguirse de la duda por eacutel planteada para finalmente concluir refutaacutendola Veamos todo esto puntualmente

Las palabras sobre las que el Cayetano se detiene para sentildealar dudas son laquoEt ideo quod est per accidens et praeter intentionem non potest dici tempera-tum nec formaliter nec materialiter et similiter neque intemperatumraquo

277 Sobre

lo que postula dos dudas La primera es si puede imputaacutersele ebriedad a quien ignorando la potencia del vino ndashpone el ejemplo de Noeacutendash se emborracha Y esto argumenta porque no puede ser materialmente ebriedad lo que es materialmen-te indeseado Y la segunda similarmente de la comida en el caso de quienes por ignorancia toman desproporcionadamente alimentos contra la salud del cuerpo ya que constariacutea en efecto alliacute ser intemperado materialmente

278 A lo que res-

ponde

laquoAd hoc dicitur quod dubium procedit ex malo intellectu di-fferentiae positae in littera inter iniustum et intemperatum Ad cuius evidentiam scito quod magna differentia est inter comparare inius-tum et intemperatum penes formaliter vel materialiter et compara-re iniustum facere et intemperatum facere penes formaliter et mate-rialiterraquo

279

Por lo tanto en la primera comparacioacuten no hay materialmente diferencia alguna entre cualquiera de las dos sino la que dista cuanto de materia a materia En la segunda sentildeala el Cardenal que materialmente la diferencia es grande ya que el sentido de eacutesta es que el hacer puede tener accidentalmente por materia lo injusto mientras que no puede tener del mismo modo (accidentalmente) por materia lo intemperado Es asiacute como se manifiesta que lo injusto formalmente puede concurrir materialmente para hacer lo injusto Y en cambio lo intempe-rado formalmente no puede concurrir materialmente a hacer lo intemperado ya que o concurre formalmente o no concurre en ninguacuten modo

Respondiendo a las dos dudas dice el comentarista que la intencioacuten del texto es hablar de la segunda comparacioacuten Por todo lo cual no puede provenir sino de una mal comprensioacuten las objeciones presentadas

277 Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 59 a 2278 Ibidem279 Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 59 a 2

167

Mostramos una vez maacutes el modo seguacuten el cual el Cayetano glosa los textos y el conocimiento de los temas tratados en toda la obra del Aquinate Junto a lo dicho notemos que las objeciones puestas son para seguir sentildealando distincio-nes al interno de la doctrina tomista Y esto porque el Cardenal no hace aquiacute otra cosa maacutes que indicar las distancias entre lo injusto y lo intemperado entre el obrar injusta e intemperadamente

Sin maacutes que decir resentildeemos los artiacuteculos tercero y cuarto asuntando la prosa final de Tomaacutes de Vio

S Th II-II q 59 a 3 Utrum aliquis possit pati iniusto volens

El tema del presente artiacuteculo es averiguar si alguien puede padecer volunta-riamente lo injusto Contrariando las tres objeciones por las que pareciera apro-barse tal afirmacioacuten Santo Tomaacutes dice laquoquod iniustum pati oppositum est ei quod est iniustum facere Sed nullus facit iniustum nisi volens Ergo per oppo-situm nullus patitur iniustum nisi volensraquo

280

Si bien en este tercer artiacuteculo el Cardenal no realiza ninguna precisioacuten o llamado de atencioacuten y siguiendo nuestro meacutetodo de exponer brevemente el con-tenido del artiacuteculo traemos aquiacute el modo en que es demostrado porqueacute nadie puede padecer voluntariamente lo injusto Habieacutendolo hecho damos un paso maacutes esta vez hacia el uacuteltimo de los temas de esta cuestioacuten sobre la injusticia

S Th II-II q 59 a 4 Utrum quicumque facit iniustum peccet mortaliter

A las tres objeciones presentadas en contra de que peque mortalmente quien realice lo injusto responde Santo Tomaacutes que al consistir la justicia siempre en un dantildeo a otro ndashy por contrariar la Ley de Dios e ir contra la caridadndash es mani-

280 S Th II-II q 59 a 3 s c

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

fiesto que hacer lo injusto es de suyo pecado mortal laquoquod facere iniustum ex genere suo est peccatum mortaleraquo

281

El Cardenal nos diraacute sobre esto mismo que la precedente afirmacioacuten de Santo Tomaacutes laquointelligendum est de facere iniustum formaliterraquo

282 Y proseguiraacute

su comentario precisando cuaacutendo ndashy cuaacutendo nondash hacer lo injusto materialmente seraacute pecado mortal A tal efecto nos sentildeala que por parte del que lo hace debe-mos pensar en la causa De parte de quien lo padece en el dantildeo

Afirma el Cayetano que asiacute y todo a veces puede excusarse a quien obre por ignorancia pero otras no (seguacuten la magnitud del dantildeo que haga) Y algunas ve-ces es necesario como el caso de las injurias verbales sentildealar tal injusticia ndashpor la pequentildeez de su malndash como cierta culpa imperfecta o venial

283 Todo lo cual

se desprenderiacutea de lo dicho por Santo Tomaacutes en otros lugares a los cuales hace referencia como son el anterior tratado sobre la ignorancia y las posteriores cuestiones sobre las especies de los pecados

Si bien la brevedad del comentario y notando otra vez la amplitud del co-nocimiento del Cayetano sobre la obra completa de su cofrade sentildealamos que no conforme con lo establecido por el Aquinate en el respondeo dicendum el de Gaeta persiste en precisiones y distinciones

Habla el Angeacutelico sobre si quien hace lo injusto peca mortalmente Comenta el Cardenal que tal afirmacioacuten de Santo Tomaacutes es aplicable siempre y en todos los casos si es formalmente entendida Pero ahonda en los modos en que un pe-cado de injusticia puede reputaacutersele a su autor como materialmente mortal o al menos materialmente venial

Si bien estas preocupaciones no aparecen en la consideracioacuten del presente artiacuteculo por parte del Doctor Comuacuten resultaron en cambio tema de intereacutes en la glosa del Cayetano quien estaacute siempre pendiente de orientar el modo en que debemos interpretar el sentido el texto valieacutendose de precisiones o distinciones de objeciones o planteando dudas Completando asimismo lo dicho con refe-rencias a otros textos de Santo Tomaacutes ya anteriores al presente ya posteriores

281 S Th II-II q 59 a 4 r d282 Ibidem283 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 59 a 4

169

III24 Quaestio 60 ndash De Iudicio

En la cuestioacuten nuacutemero sesenta seraacute estudiado el juicio (en tanto que acto de la virtud de la justicia) en seis artiacuteculos El plan trazado entonces comenzaraacute por dilucidar si seraacute precisamente eacuteste ndashel juiciondash el acto de la justicia (a1) si siendo liacutecito juzgar (a2) lo sea hacerlo por sospechas (a3) y si eacutestas deban interpretarse en forma favorable (a4) Luego el Angeacutelico se preguntaraacute si el juicio debe siempre dictarse seguacuten las leyes escritas (a5) y finalmente si eacuteste se pervierte por usurpacioacuten del poder de juzgar (a6)

El Cardenal Cayetano glosaraacute cuatro de estos seis artiacuteculos no comentando ni el primero ni el quinto

Veremos seguidamente lo expuesto por Tomaacutes de Aquino y las anotaciones que realizoacute Tomaacutes de Viacuteo

S Th II-II q 60 a 1 Utrum iudicium sit actus iustitiae

Son cuatro las objeciones que se presentan en el primero de los artiacuteculos tendiente a determinar si seraacute o no el juicio el acto de la justicia A todas ellas Santo Tomaacutes trayendo a colacioacuten palabras de la Sagrada Escritura responde diciendo laquoquod iudicium proprie nominat actum iudicis inquantum est iudex Iudex autem dicitur quasi ius dicens Ius autem est obiectum iustitiae ut supra dictum est Et ideo iudicium importat secundum primam nominis impositionem definitionem vel determinationem iusti sive iurisraquo

284

Establecido entonces el juicio como acto de la justicia y sin comentarios del Cardenal avanzamos al a 2

284 S Th II-II q 60 a 1 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 60 a 2 Utrum sit licitum iudicare

En este artiacuteculo se presentan tres objeciones contra la licitud del acto de juzgar Las cuales seraacuten rebatidas por el Aquinate explicando en queacute modo debe sostenerse el acto de juzgar como acto liacutecito de la justicia y exponiendo ademaacutes las tres condiciones para que esto se deacute y las tres perversiones que lo vician

Contra las tres objeciones por las que pareciera no ser liacutecito juzgar Santo Tomaacutes contesta laquoquod iudicium intantum est licitum inquantum est iustitiae ac-tusraquo

285 y explica entonces las tres caracteriacutesticas requeridas A saber (1) Que

proceda de una inclinacioacuten a la justicia (2) Que proceda de la autoridad compe-tente (3) Que sea proferido seguacuten el ordenamiento de la prudencia

Contrariamente seraacute iliacutecito el juicio cuando falte alguna de estas tres con-diciones Perverso cuando vaya contra la primera Usurpado al ir contra la se-gunda (cuando quien juzga no tiene potestad para hacerlo) Y yendo contra la tercera seraacute un juicio temerario si es que falta la certeza de la razoacuten

Con su glosa el Cardenal repara en la respuesta ad tertium poniendo dos objeciones que podriacutean proceder de una probable contradiccioacuten entre el presente texto de Santo Tomaacutes y otra afirmacioacuten suya perteneciente a In IV Sent dist XIX q II a2 (Q2) la primera

286

En la segunda duda en cambio se pregunta si estando el juez o prelado es-piritual en pecado mortal y usando de su oficio en aquellas cosas que no son de su orden sino de su jurisdiccioacuten no proceda al acto moral en modo indebido ya que fue probado en otros textos lo contrario

287

Contra la primera responde que el oficio se utiliza indignamente de dos mo-dos en nombre propio y en nombre de los demaacutes

288

laquoEt quod existens in peccato mortali utitur officio indigne privative non autem contrarie quia silicet est privatus conditione quam natus est habere ut condigne iudicis officium ageret non habet

285 S Th II-II q 60 a 2 r d286 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 2a287 Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 2288 Cfr Ibidem

171

autem aliquid contrarium iusto iudici ut sic Et propter ea non opor-tet quod peccetraquo

289

A la segunda en cambio responde que debido a la gran diferencia entre el uso de la potestad de la jurisdiccioacuten y la del orden ndashporque en aqueacutel no hay consagracioacutenndash es suficiente que el ministro sea justo en obrar el acto justo y no santo

290

El intereacutes del Cayetano sobre este artiacuteculo estaacute centrado evidentemente en cuaacutendo puede un prelado juzgar liacutecitamente sin incurrir en pecado mortal como hemos visto

A este respecto pone dos objeciones ndashutilizando otros textos del Aquinatendash y las responde despejando las dudas y volviendo a Santo Tomaacutes

Hay que advertir lo que el Cardenal sentildeala el Angeacutelico equivocaacutendose alliacute se corrige aquiacute y dice que eacutel mismo ndashel comentaristandash sentildealoacute oportunamente (en aquella cuestioacuten) la correccioacuten del Aquinate

291

En el anaacutelisis de este comentario nuevamente vemos reflejada la metodo-logiacutea con la que el Tomaacutes de Vio resuelve sus postulaciones siempre a traveacutes de nuevas distinciones Continuemos ahora con el tercer artiacuteculo cuya respuesta fuese anticipada en este segundo

S Th II-II q 60 a 3 Utrum iudicium ex suspicione procedens sit illicitum

En relacioacuten con lo ya expuesto supra el Doctor Comuacuten se explayaraacute sobre lo modos en que el juicio procedente de la sospecha torna iliacutecito el acto de la justicia

Por un lado puesto que ella misma es perversa cuando proviene de leves iacuten-dices seguacuten tres maneras (1) cuando quien es conocedor de su malicia reputa a todos por igual a siacute (2) cuando proviene de un cierto desprecio hacia el otro (3)

289 Ibidem290 Cfr Ibidem291 Cfr Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

o de la larga experiencia Santo Tomaacutes hace la salvedad que el uacuteltimo disminuye la razoacuten de la sospecha mientras que los dos primeros pertenecen directamente a la perversidad del afecto

A continuacioacuten sentildealaraacute los tres grados existentes de la sospecha para reba-tir finalmente una a una las objeciones planteadas por las que pareciera que no es iliacutecito el juicio conducido por la sospecha

De aquellos tres grados dos son calificados como pecado mortal y uno como leve y venial El primer grado de la sospecha es el de aqueacutel que comienza a du-dar por leves indicios El segundo grado es sentildealado como el de quien por leves indicios toma por cierta la malicia del otro siendo ya pecado mortal El tercero ndashtambieacuten calificado como pecado mortalndash pertenece directamente a la injusticia y es cuando un juez procede a la condena de alguien movido por sospechas

Como es evidente el tercero de los grados es el que se refiere concretamente al tema del artiacuteculo puesto que en esta cuestioacuten se habla del juicio en tanto que acto de la justicia y aquiacute se trata la ilicitud de quien juzga sobre la base de sus elucubraciones

En su comentario comienza el Cardenal advirtieacutendonos de no inducirnos en el segundo nivel de sospecha cuidaacutendonos de aquel que laquopro certo malitiam al-terius aestimat ex levibus indiciisraquo

292 Posteriormente nos diraacute coacutemo podriacuteamos

caer en ellas Y concluye en sectI glosando los restantes grados Anaacutelisis que dista de nuestro intereacutes y del tema de nuestra investigacioacuten y que por ello reenviamos a los interesados a su lectura

293

En la segunda seccioacuten de su nota el Cayetano realiza una interesante distin-cioacuten advirtieacutendonos que en la respuesta ad primum la certeza de los actos huma-nos no es la evidencia seguacuten la cual el juez realiza su juicio sino que proviene ya de la certeza de la fe fundada ya de la idoneidad de los testigos y de la confesioacuten de las causas ya de nuestro intelecto que determina no haber contradiccioacuten en las partes reportadas

294 Y concluye tras algunas otras ejemplificaciones que el

modo en que el juez debe obrar laquoin humanis siquidem oportet uti pro certo eo quod communiter creditur quamvis vere certum non sitraquo

295

292 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 3293 Vid Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 3294 Cfr Ibidem295 Comm Ibidem

173

En sectIII y sectIV posa su atencioacuten en la respuesta ad tertium procediendo como detallamos

En sectIII nos explicaraacute los modos en que alguien incurriendo en una opinioacuten o juicio por motivos leves comete pecado venial y no mortal y la razoacuten de por queacute siacute peca mortalmente quien juzga temerariamente por leves indicios

296

En sectIV la duda ocurre ndashsiempre sobre la misma respuesta ad 3ndash es en queacute modo los efectos o consecuencias del juicio interno pueden ser reducidos o reconducidos al juicio exterior en el sentido de que quien muchas veces juzga interiormente lo hace sin aacutenimo de hacerlo exteriormente A esta nueva objecioacuten responde el Cayetano poniendo el ejemplo de quien aun no llevando a cabo un homicidio tiene la intencioacuten de que ese otro muera A la que concluye laquoEius-dem enim rationis est iniuria temerarii iudicii intus et extra quamvis non sit aequale nocumentumraquo

297

Es para destacar el modo en que el Cardenal sentildeala en sectII la manera en que se distancian el juicio sobre los actos humanos del juicio obrado por el juez Recordemos que el Cayetano estaacute comentando la respuesta ad primum de Santo Tomaacutes en la que el Aquinate ndashlejos de plantearse lo glosado por el Cardenalndash estaacute hablando de la certeza que podemos encontrar en los actos humanos en su calidad de singulares y contingentes y el modo en que estos adquieren validez

S Th II-II q 60 a 4 Utrum dubia sint in meliorem partem interpretanda

La respuesta a este planteo y a sus objeciones (ya anticipada en el cuerpo del segundo artiacuteculo) seraacute que laquoubi non apparent manifesta indicia de malitia alicuius debemos eum ut bonum habere in meliorem partem interpretando quod dubium estraquo

298

Por parte del Cardenal nos posicionamos frente a un extenso comentario se desenvuelve en nueve puntos

296 Cfr Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 60 a 3297 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 60 a 3298 S Th II-II q 60 a 4 r d

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En el primero plantea que se presentan algunas dudas respecto de las res-puestas a la primera objecioacuten y a la conclusioacuten junto con su razoacuten

El Cayetano toma las palabras de la respuesta ad 1 y su argumento y las confronta directamente con la respuesta ad 2 colocando asiacute la primera de sus objeciones y desarrollando algunos puntos de vista poniendo nuevos ejemplos

La conclusioacuten a la que se refiere es laquomelius est quod aliquis frequenter fallatur habens bonam opinionem de aliquo malo homine quam quod rarius fa-llatur habens malam opinionem de aliquo bonoraquo

299 Duda del motivo de esta

conclusioacuten laquoquia ex hoc fit iniuria alicui non autem ex primoraquo300

Su objecioacuten es falso que en nada dantildee que alguien que frecuentemente engantildea sea reputado con buena opinioacuten Ya que se dantildea a siacute mismo llenaacutendose de falsas opiniones y no hay peor dantildeo cuanto el proferido hacia uno mismo

301

Prosigue entonces su comentario con distingos entre aquello que pertenece conocer al intelecto en tanto que especulativo o praacutectico Para asiacute concluir que todo lo expuesto por Santo Tomaacutes pertenece al discurso sobre el intelecto praacutec-tico y no al especulativo

302

En el segundo punto de su glosa precisa los dos modos en que las dudas deben ser interpretadas favorablemente en forma negativa y en forma positiva Aquiacute se referiraacute soacutelo a la primera de las formas la negativa reservando el tercer apartado para la segunda la positiva

El modo negativo en que puede ser recibida tal afirmacioacuten es que ldquono deben ser interpretadas las dudas en la peor parte o en modo desfavorablerdquo

303 Lo que

resulta para el Cayetano que laquosic intellecta haec propositio est verissima ac certissimaraquo

304 Pone luego algunos ejemplos tomados de la Sagrada Escritura

o de la vida cotidiana donde se confirmariacutea que de este modo todas las ob-jeciones puestas en sectI no tienen lugar y se conservariacutea el sentido recto de las palabras del Aquinate

305

299 S Th II-II q 60 a 4 ad 1300 Ibidem301 Cfr Comm Card Caie sect I en S Th II-II q 60 a 4302 Cfr Ibidem303 Cfr Comm Card Caie sect II en S Th II-II q 60 a 4304 Ibidem305 Cfr Ibidem

175

En sectIII explicaraacute el modo positivo de entender la premisa propuesta laquosci-licet quod dubiis occurrentibus de proximo fiat interpretatio in partem melio-remraquo

306 Siendo el caso de que cuando tengamos alguna duda respecto al aacutenimo

con el cual algo fue realizado por el proacutejimo deberemos hacer un nuevo juicio suponiendo que lo ha hecho con buen aacutenimo Entonces el sentido de esta forma puede ser recibido doblemente El primero lo trataraacute en sectIII y el segundo en sectIV

En el primer modo esta regla nos ensentildearaacute que generalmente tenemos que transformar nuestro juicio dudoso en buena opinioacuten sobre el aacutenimo seguacuten el cual actuacutea el proacutejimo excusaacutendolo cuando auacuten tengamos tales dudas Y de este modo piensa el Cardenal esta regla seraacute acorde a la recta razoacuten Concluye que laquonon est igitur sensus iste positivus sumendus absolute et simpliciterraquo

307

Sin embargo este sentido positivo puede asumirse seguacuten si algo debe ser juzgado Esta regla ensentildearaacute pues que las dudas deben ser interpretadas en for-ma favorable si debe juzgarse o si es necesario que sea haga laquoEt hic est verus sensus huiuis regulae prout hic disputatur et intenditur in littera et habet motas difficultatesraquo

308 Este es en consecuencia el tema del inciso sectIV que junto con

la explicacioacuten de aquellas dificultades-objeciones se extenderaacute hasta el nuacutemero sectVII

Retomando el discurso del punto cuarto decimos que el Cayetano traslada otra vez el centro de la cuestioacuten hacia otro campo Ahora al modo en que el inte-lecto praacutectico concurre en el conocimiento de los actos morales

Estas puntualizaciones no nos dicen nada sobre el tema de nuestra investi-gacioacuten pero sentildealan que tambieacuten en este tipo de comentarios el Cardenal hace extensivos sus intereses metafiacutesicos y gnoseoloacutegicos Haraacute lo mismo para el inciso quinto

En el sexto por el contrario vuelve al argumento de sectI y despeja de otro modo aquella objecioacuten El argumento es que siendo la justicia hacia otro ndashy siendo imposible practicar la injusticia contra uno mismondash es abusiva la compa-racioacuten allaacute propuesta y las aquiacute traiacutedas

Reasumiendo todo lo dicho en los apartados que van desde el primero hasta el sexto hace el Cardenal una especie de conclusioacuten que tras algunos vaivenes

306 Comm Card Caie sect III en S Th II-II q 60 a 4307 Ibidem Y confroacutentese tambieacuten este pasaje para todo lo expuesto en el presente paacuterrafo308 Comm Card Caie sect IV en S Th II-II q 60 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

ndashsiempre discurriendo por caminos tangenciales al tema propio del artiacuteculondash coinciden con la letra del Aquinate

Trascurridos los precedentes incisos se detendraacute en el octavo notando una nueva distincioacuten en la respuesta a la segunda objecioacuten laquoNota novitie illius dis-tinctionis exercitium scilicet Aliud est iudicium de rebus aliud de hominibus Nam ad iudicium de rebus spectat rem de re dicere ad iudicium de hominibus seu personis spectat malum vel bonum de persona dicereraquo

309 Poniendo sendos

ejemplos sobre los modos en que estos dos juicios se dan y pueden darse en la vida cotidiana declara en queacute manera son o no son eacutestos y aqueacutellos pecado mortal Ya por emanar de juicios temerarios ya por injurias

310

Se detiene finalmente en sectIX en otra distincioacuten Pero esta vez en la res-puesta ad tertium laquodiligenter nota distinctionem litterae de duplici modo inter-pretandi in peiorem partem scilicit per modum definitionis et per modum supo-sitionisraquo

311 La explicacioacuten de esta sentencia por parte de Cayetano estaacute dirigida

al modo en que los prelados deben comportarse para con sus suacutebditos (al seguir esta regla de interpretar en la peor parte)

Debido a la extensioacuten del comentario y a la pluralidad de sus argumentos no resulta nada sencillo extraer una conclusioacuten uniforme del mismo Por lo cual puntualizaremos algunas cosas

Huelga notar nuevamente el modo en que el Cardenal comenta distingue explica

Advertimos asimismo que no es la primera vez que el Priacutencipe de los Co-mentadores se dirige a los ldquoprelados espiritualesrdquo Pareciera ser que son eacutestos en algunas cuestiones sus destinatarios predilectos Casi siempre en lo referido al gobierno a los modos de proceder y a los pecados en que incurririacutean en no hacerlo de una u otra forma Le dice a los ldquogobernantesrdquo coacutemo deben hacerlo le da consejos praacutecticos y le sugiere que de no obrar en tal o cual modo incurririacutean en pecado mortal o venial

Evidentemente la primera seccioacuten del comentario no aporta queacute decir sobre nuestro argumento Y esto porque el Cardenal traslada el tema central del artiacute-culo ndashsi las dudas deben ser interpretadas o no en sentido favorablendash al discurso

309 Comm Card Caie sect VIII en S Th II-II q 60 a 4310 Cfr Ibidem311 Comm Card Caie sect IX en S Th II-II q 60 a 4

177

sobre el intelecto praacutectico y especulativo y los modos de conocer que a cada uno corresponden

Vimos tambieacuten las formas establecidas por el comentador en que puede ser tomada la afirmacioacuten de Santo Tomaacutes seguacuten la cual las dudas deben ser inter-pretadas en sentido favorable El Cayetano establece entonces dos una negativa y otra positiva Para la uacuteltima propone una nueva distincioacuten en la comprensioacuten de su sentido que se extenderaacute a todo lo largo de cuatro apartados Es decir que la precisioacuten del modo en que debe ser entendida la sentencia del Angeacutelico le valieron al Cardenal seis de los nueve incisos que componen el comentario

En todos ellos siempre y repetidamente encontramos el ejercicio del co-mentador de poner ejemplos Ellos mismos seriacutean casos de los cuales se despren-den objeciones que luego seraacuten resueltas o nuevas distinciones y precisiones para comprender mejor las afirmaciones contendidas en los artiacuteculos

Por otra parte el aquiacute notorio desplazamiento por parte del Priacutencipe de los Comentadores del centro del tema hacia los modos de conocer o el objeto del intelecto praacutectico y especulativo nos permiten sentildealar la fecundidad de este campo de investigacioacuten que son los comentaros del de Gaeta sobre temas meta-fiacutesicos loacutegicos y gnoseoloacutegicos tambieacuten esparcidos en el terreno de la Filosofiacutea Poliacutetica o Moral

Finalmente en sectVIII y sectIX repara en otras dos distinciones Dirigidas am-bas a los prelados o eclesiaacutesticos encargados de alguacuten tipo de gobierno Al menos es seguro en el uacuteltimo de los incisos donde puntualmente habla a quienes deben juzgar a sus suacutebditos

Tras todas estas interesantes novedades emergentes y aquiacute sentildealadas prose-guimos nuestro trabajo abocaacutendonos con brevedad al artiacuteculo quinto (carente de comentarios) para introducirnos en el sexto y uacuteltimo siacute glosado por el Cardenal

S Th II-II q 60 a 5 Utrum sit semper secundum leges scriptas iudicandum

A las tres objeciones que sostienen que no debe juzgarse siempre seguacuten las leyes escritas Santo Tomaacutes responde en primer lugar que el juicio no es otra cosa que la determinacioacuten de aquello que es justo Y que esto mismo (lo justo) puede ser de dos formas (1) ex ipsa natura rei por el derecho natural (2) ex

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

condicto inter homines seguacuten el derecho positivo312

Y puesto que la ley con-tiene el derecho natural ndashsin instituirlondash y el derecho positivo ndashque tambieacuten contiene y siacute instituyendash concluye laquoquod necesse est quod iudicium deficeret vel a iusto naturali vel a iusto positivoraquo

313

Al no haber glosa del Cardenal analicemos el sexto artiacuteculo y su interpre-tacioacuten

S Th II-II q 60 a 6 Utrum iudicium per usurptionem reddatur perversum

El a 6 el uacuteltimo estaacute destinado a dilucidar si el juicio por usurpacioacuten puede tornarse perverso Respuesta que fue anticipada en el a 2

Esta vez la contestacioacuten de las cuatro objeciones presentadas seraacute que el juicio debe ser realizado seguacuten las leyes escritas ndashcomo se sostuvo en a 4ndash por quien tiene la autoridad para juzgar Habla aquiacute Santo Tomaacutes de quien tiene la autoridad puacuteblica para legislar o para dictar sentencia Puesto que seriacutea injusto que alguien ndashsin puacuteblica autoridadndash obligue a otro a cumplir una ley sancionada con puacuteblica autoridad

314

En este comentario el Cardenal se detiene en la respuesta dirigida a la ter-cera objecioacuten Y explica luego de rastrear las fuentes de su afirmacioacuten principal (laquopotestas saecularis subditur spirituali sicut corpus animaeraquo

315) los dos modos

en que esto puede darse

Asiacute introducido el tema continuaraacute reflexionando y justificando las situa-ciones y circunstancias en las que le es liacutecito al prelado espiritual actuar con autoridad sobre los aspectos seculares

316

Por el tenor de la glosa del de Gaeta (las circunstancias en las que un prelado espiritual puede obrar con potestad sobre las circunstancias seculares) el presen-

312 Cfr S Th II-II q 60 a 5 r d313 S Th II-II q 60 a 5 r d314 Cfr S Th II-II q 60 a 6 r d315 S Th II-II q 60 a 6 ad 3316 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 60 a 6

179

te comentario no reviste para nosotros relevancia alguna a no ser el intereacutes de remarcar siempre su metodologiacutea con precisiones y ejemplificaciones

III25 Quaestio 61 ndash De Partibus Iustitiae

Esta cuestioacuten sexageacutesima primera ndashsobre las partes subjetivas de la justiciandash la divide Santo Tomaacutes en cuatro artiacuteculos Antes de enumerarlos reparemos en los dos paacuterrafos que sirven de introduccioacuten a toda la q 61 ya que en ellos encon-tramos un pequentildeo esquema del trabajo a seguir

Tras decir que debemos considerar las partes de la justicia expondraacute el or-den y el modo en que toca hacerlo En primer lugar sus partes subjetivas que son ldquospecies iustitiaerdquo En segundo lugar las partes integrantes dichas ldquoquasi integralesrdquo Por uacuteltimo en tercer lugar seraacuten consideradas las partes ldquoquasi potentialesrdquo que son las virtudes adjuntas a la virtud de la justicia

Sobre la primera de las precisiones que es de nuestro mayor intereacutes encon-traremos una doble consideracioacuten Esto es las partes de la justicia seraacuten estudia-das en siacute mismas y en los vicios que se les oponen

Asiacute las cosas y habiendo estudiado el acto propio de la justicia legal inclui-remos tambieacuten en nuestro estudio el anaacutelisis de la cuestioacuten sexageacutesima segunda donde hallamos tratado el acto propio de la justicia conmutativa

Volviendo ahora al tema de la cuestioacuten sesenta y uno veremos que la dis-tincioacuten de la justicia conmutativa y distributiva se trata en cuatro artiacuteculos si hallamos o no dos especies de justicia (a1) si su teacutermino medio se determina en ellas del mismo modo (a2) si su materia es uniforme o muacuteltiple (a3) y (a4) si en alguna de sus especies lo justo sea lo mismo que lo ldquocontrapassumrdquo (ldquolo padecido en reciprocidadrdquo)

Continuemos pues confrontando la glosa del Gaetano con los textos del Aquinatense

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 61 a 1 Utrum convenienter ponantur duae species iustitiae ius-titiae distributiva et commutativa

Ya en el primer artiacuteculo (laquoUtrum convenienter ponantur duae species ius-titiae iustitiae distributiva et commutativaraquo) diraacute claramente Santo Tomaacutes tras responder las objeciones por las cuales pareciera inconveniente poner dos espe-cies de justicia que laquoduae sunt iustitiae species scilicet commutativa et distribu-tivaraquo

317 Sobre esto mismo el Cardenal comentaraacute (ya pusimos la cita)

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species ius-titiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia tri-plex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit par-tes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

318

Entre pareacutentesis notemos al pasar la sugestiva nota a pie de paacutegina que realiza Ismael Quiles al comentar S Th II-II q 61 a 1 ad 4

laquoDe lo dicho aquiacute se desprende claramente que seguacuten el tri-ple orden de la justicia hay tres especies de justicia pues hay orden de las partes entre siacute orden del todo a las partes y orden de las partes al todo y por semejanza hay tres clases de justicia legal distribu-tiva y conmutativa la legal dirige las partes al todo la distributiva el todo a las partes y la conmutativa las partes entre siacute Estas dos uacuteltimas llaacutemanse justicia particulares y la primera generalraquo319

Vemos aquiacute coacutemo el renombrado tomista argentino toma ndashcasi textualmen-tendash la glosa del Priacutencipe de los Comentadores y la pone en la respuesta a la

317 S Th II-II q 61 a 1 r d318 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1319 I QUILES Nota sect(1) en S Th II-II q 61 a 2 ad 4 en TOMAacuteS Aquino Suma Teoloacutegica t XI Club de Lectores Buenos Aires 1948 p 159

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cuarta objecioacuten del mismo artiacuteculo de la cuestioacuten 61 Esto para notar primero la influencia que el Cardenal ha tenido hasta nuestros diacuteas y auacuten entre nuestros intelectuales Segundo para mostrar coacutemo Quiles continuacutea explicando a Tomaacutes de Aquino seguacuten Tomaacutes de Viacuteo

Cerramos el pareacutentesis y volvamos al Cardenal quien continuaraacute luego glo-sando las respuestas a las objeciones segunda y quinta detenieacutendose en la pre-cisioacuten de coacutemo se distinguen ldquolo suyordquo y ldquolo debidordquo en la justicia distributiva y en la conmutativa con la intencioacuten de llamarnos la atencioacuten sobre la materia de las restituciones en aquellos casos en los que la distributiva resulta violada

En primer lugar sentildeala que en la conmutativa se da a cada quien simplemen-te lo que es suyo mientras que en la distributiva se da a cada quien ldquolo que es suyo de alguacuten modordquo

320

Por otra parte indica el Cayetano que en tanto en la conmutativa le es de-bido a alguien porque le es propio en la distributiva porque es comuacuten Las dos difieren formalmente porque si no se le restituyese lo propio a quien se le debe permaneceriacutea en dantildeo En cambio de lo comuacuten se debe a alguien solamente por ser parte del todo y tanto se le debe cuanto mayor sea la dignidad de la parte

321

Sentildealemos dos cosas La primera y maacutes importante en este comentario es el modo en que el comentarista interpreta la divisioacuten de las partes subjetivas de la justicia poniendo en lugar de dos tres

En segundo lugar el modo en que se detiene en las respuestas a las objecio-nes nuacutemero dos y cinco Lo hace seguacuten su estilo abundando en precisiones En este caso en la distincioacuten formal entre lo ldquosuyordquo ndashen el sentido de lo propiondash y lo ldquodebidordquo ya en la distributiva ya en la conmutativa

Esta segunda nota la realiza el Cardenal obviamente para prevenir o acon-sejar a aquellos que deben ocuparse de la materia de la restitucioacuten cuando la justicia resulta ultrajada como eacutel mismo dice sobre el final

Tanto de la primera como de la segunda observacioacuten se desprende cada vez con maacutes evidencias la distancia entre la nocioacuten de justicia en Santo Tomaacutes y la interpretacioacuten del Cayetano Prosigamos por lo tanto por esta viacutea con nuestro trabajo

320 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1321 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 61 a 2 Utrum medium eodem modo accipiatur in iustitia distri-butiva et commutativa

En Angeacutelico citando a Aristoacuteteles responde laquoquod in iustitia distributiva accipitur medium secundum geometricam proportionalitatem in commutativa autem secundum arithmeticamraquo

322 contra las objeciones que sosteniacutean que el

medio de la justicia distributiva y de la conmutativa se determina del mismo modo

Es uacutetil analizar el contenido del comentario del Cardenal separadamente siguiendo la presentacioacuten en dos paraacutegrafos

Por un lado entonces resulta interesante la forma en que comienza la glosa laquoIn articulo secundo eiusdem quaestionis scito quod morali proposito non vi-detur expedire ut res claras involvamusraquo

323 Dicho esto explica los motivos evi-

dentes por los cuales no es necesario disputar nada y remite cualquier discusioacuten a la lectura de Aristoacuteteles

Por otro notemos la objecioacuten que el Priacutencipe de los Comentadores plantea in responsione ad tertium trayendo a colacioacuten lo dicho por Santo Tomaacutes en Sent III dist XXXIII q1 a3 qa2 ad2 Pareciera que lo expuesto en la Suma y lo sostenido en Sent III se contradicen u oponen y por esto mismo se pre-gunta ndashuna vez maacutesndash laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

324 Sin embargo afirma

a rengloacuten seguido que es faacutecil responder tal objecioacuten ya que puede decirse que aquella sentencia fue corregida aquiacute y que todaviacutea laquosalvari tamen utraque affir-matio potestraquo

325

De las proposiciones en conflicto la perteneciente al Libro de las Sentencias sostendriacutea que en cualquiera de las dos especies de justicia se atiende a la con-dicioacuten de la persona como redunda en la diversidad de la cosa Contrariamente aquiacute en la Suma de Teologiacutea el Aquinate sostiene que la justicia distributiva considera la condicioacuten de la persona secundum se mientras que en la conmuta-tiva se atiende laquosecundum quod per eam diversificatur resraquo

326

322 STh II-II q 61 a 2 s c323 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 2324 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 2325 Cfr Ibidem326 Cfr Ibidem

183

Aquiacute la respuesta que muestra porqueacute estas afirmaciones pueden sostenerse simultaacuteneamente (sin caer en contradiccioacuten) laquoquod conditio personae in iustitia distributiva attenditur secundum se et secundum quod in diversitatem rei redun-datraquo

327

De lo expuesto en sectI estamos en condiciones de sentildealar uno de los intereses principales de Tomaacutes de Vio a la hora de comentar los textos de Santo Tomaacutes esclarecer los pasajes dudosos o con alguacuten nivel de dificultad relacionados al campo moral En sus propias palabras el Cayetano estaacute indicando en queacute modo deben ser interpretados y obrados los principios tomistas

En sectII sin embargo no hay ninguna aplicacioacuten moral pero asiacute y todo nos encontramos con el planteo de una duda Que si bien sostiene en un primer momento que aquella afirmacioacuten del Libro de las Sentencias fue corregida aquiacute finalmente demuestra que no es necesariamente asiacute e indica la forma en que ambos pasajes se complementan

De este artiacuteculo vemos por un lado (en sectI) lo que pareciera ser el motivo fundamental por el que el Cardenal comenta Y como no estaacute representado este intereacutes en todo el artiacuteculo segundo no realiza ninguna apreciacioacuten

Pero encontramos tambieacuten (en sectII) que auacuten no habiendo relacioacuten con el propoacutesito moral el Cayetano siacute glosa el texto ad tertium Lo cual nos hace pen-sar en la siguiente alternativa O hay otros ademaacutes del intereacutes manifiestamente sentildealado como el motivo por el cual glosa o tal vez podamos tambieacuten suponer que sencillamente estos son comentarios maacutes bien ldquolibresrdquo

A este punto nuestra impresioacuten es que no hay un plan trazado pero siacute una metodologiacutea Y que ademaacutes el de Gaeta comentoacute libremente otros tantos artiacutecu-los que sin ser todaviacutea centrales en su plan tienen alguna importancia o relacioacuten con su propio pensar filosoacutefico y teoloacutegico

Cumpliendo el objetivo del presente capiacutetulo en el plan de nuestra tesis vamos a la confrontacioacuten del proacuteximo artiacuteculo con el comentario del Cayetano

327 Cfr Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 61 a 3 Utrum materia utriusque iustitiae sit diversa

Contra las tres objeciones que sostienen que no es diversa la materia de la justicia distributiva y conmutativa el Angeacutelico responde recurriendo a Aristoacutete-les laquoquod una species iustitiae est directiva in distributionibus alia in commu-tationibusraquo

328 Aclarando posteriormente que laquosi igitur accipiamus ut materiam

utriusque iustitiae ea quorum operationes sunt usus eadem est materia distri-butivae et commutativae iustitiaeraquo

329 pero laquosi autem accipiamus ut materiam

utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo

330

Asiacute las cosas el Cardenal comentaraacute el artiacuteculo en dos apartados En el pri-mero nos haraacute reparar la atencioacuten en cinco puntos En el segundo plantearaacute una objecioacuten a las uacuteltimas liacuteneas con las que Santo Tomaacutes cierra el artiacuteculo

Las cinco precisiones presentadas en sectI sobre las cuales el Cayetano quiere que nos detengamos son

331 (1) los motivos o causas de por queacute las conmuta-

ciones se dicen voluntarias e involuntarias y cuaacutel es la diferencia entre ellas (2) Que lo voluntario e involuntario distinguen las conmutaciones porque diversi-fican la razoacuten de lo justo (3) que las conmutaciones involuntarias se distinguen entre ocultas y manifiestas ya que una es la razoacuten de lo involuntario cuando se padece ocultamente de cuando manifiestamente

(4) Que in littera no son computadas entre las involuntarias ni el exilio ni la usura (5) Que el nuacutemero de las conmutaciones tanto in littera et in V Ethic no es uniforme Y esto se deberiacutea a que ninguno de los dos (ni Aristoacuteteles ni Santo Tomaacutes) parecen tener la intencioacuten de enumerar integralmente las especies de las conmutaciones sino de distinguirlas para que puedan otros faacutecilmente identifi-car el resto de los casos

En sectII como dijimos pone una duda laquocirca calcem articuliraquo maacutes precisa-mente laquode qua specie Auctor loquitur cum dicit omnes commutationes volun-tarias et involuntarias ad una iustitiae speciem pertinere an scilicet de specie specialissima an de subalternaraquo

332

328 S Th II-II q 61 a 3 s c329 S Th II-II q 61 a 3 r d330 Ibidem331 Todo el presente paacuterrafo cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 3332 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3

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La razoacuten de la duda para el comentador viene porque Aristoacuteteles distingue la justicia particular en distributiva y conmutativa y eacutesta uacuteltima en dos puesto que las conmutaciones pueden ser voluntarias e involuntarias Tal cosa lo prueban la multitud de los vicios que se les oponen Y es contra esto mismo que el Cayetano dice laquoIn oppositum autem videtur haec litteraraquo

333 refirieacutendose claramente al

texto tomista

A esta objecioacuten responde el mismo comentarista que ldquoconsistiendo lo justo conmutativo en la igualdad de la cosa a la cosa y siendo su acto dar o devolver lo equivalente ndashno cambiando nada sino materialmentendash consecuentemente no es por la diversidad de la materia la causa por la cual se multiplica la especie de la justicia conmutativardquo

334

En los paacuterrafos que continuacutean al que hemos parafraseado sentildeala el Priacutencipe de los Comentadores que ldquopudiera parecer que la especie de justicia variacutea seguacuten el devolver lo igual sea hecho voluntaria u obligadamente ya que en la uacuteltima hay diferencia formal de la conmutacioacutenrdquo

335 Y esto porque ldquosi quien considera

que sea necesario que de la diferencia de divisioacuten de geacutenero y de la constitutiva de la especie sean diferencias per se y no per accidens ndashsiendo que las diferen-cias per se son las que diversifican los geacutenerosndash y que la adecuacioacuten de la cosa a la cosa no es diversificada porque resulta devuelta voluntaria o involuntariamen-te (ya que en igual cantidad y seguacuten la misma forma de igualdad se devuelve vo-luntaria o involuntariamente) se veraacute entonces y en cambio que esta diferencia per accidens ndashpuesta en el textondash contradice todo estordquo

336

Es importante ver coacutemo el Cardenal sale de esta situacioacuten contradictoria al decir que laquoAristotelis dicitur quod ipse non dixit esse duas species sed duas partes non propter differentiam formalem sed propter notabilem diversita-tem materialem quia scilicet in una concurrunt duo recompensanda in altera unumraquo

337 Y que como adecuar uno o dos no variacutea la especie de las conmutacio-

nes siempre que se opere la misma razoacuten o forma de igualdad es evidente que tampoco la multitud de los vicios es signo de la multitud de las virtudes a las que se oponen

333 Ibidem334 Cfr Ibidem335 Cfr Ibidem336 Cfr Ibidem337 Ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Siguiendo el razonamiento del Cayetano resulta auacuten maacutes interesante (y por eso deciacuteamos antes que era importante) ver su misma conclusioacuten

laquoEst ergo iustitia commutativa una species specialissima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam opera-tur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex supradictisraquo

338

Hasta aquiacute llega la glosa del de Gaeta al a 3 y representa para nosotros otra novedad fundamental Como ya hemos visto el Cardenal realiza la mentada divisioacuten de las partes subjetivas de la justicia Como lo sentildealase John Finnis y citaacutendolo a eacutel Samuel Gregg Quienes nada dicen sobre las causas ni los moti-vos por los cuales el Cayetano parece realizar esta divisioacuten

La novedad de la que hablamos la encontramos en esta calificacioacuten de ldquoes-pecie especialiacutesimardquo de la justicia conmutativa y en la causa por las cuales ldquoes multiplicada la especie de la justicia conmutativardquo (seguacuten indicamos)

En primer lugar el Cayetano sentildeala que en V Ethic Aristoacuteteles distingue la justicia particular en distributiva y conmutativa y la uacuteltima en ldquoin duas partesrdquo Luego salva a Aristoacuteteles sentildealando que el Estagirita no dijo haber dos especies sino dos partes de la justicia

Finalmente en su conclusioacuten remarca que tanto la justicia distributiva cuan-to la conmutativa son ldquoespecies especialiacutesimasrdquo que se diversifican formalmen-te por el modo en las que se opera la adecuacioacuten

Junto con esto y retomando aquella divisioacuten obrada en el comentario al a1 pareciera bastante confusa la nocioacuten de justicia en el Cayetano

Por un lado (Comm a1) dice textualmente que encontramos tres especies de justicia legal distributiva y conmutativa Y que la primera es llamada ldquojusti-cia generalrdquo y las dos sucesivas son llamadas ndashtextualmente en pluralndash ldquojusticias particularesrdquo

339 Por otro (Comm a2) indica que en una de las ldquojusticias particu-

338 Ibidem339 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1

187

laresrdquo ndashla conmutativandash encontramos ldquodos partesrdquo Y que son esas dos justicias particulares ldquoespecies especialiacutesimasrdquo

340

Asiacute las cosas mientras para Santo Tomaacutes la virtud de la justicia se divide en dos partes general y particular ndashy la uacuteltima consta de dos especies subjetivasndash para el Cardenal la justicia se divide en tres especies subjetivas una general y dos particulares De las cuales uacuteltimas son las distributiva y la conmutativa ldquoes-pecies especialiacutesimasrdquo teniendo a su vez la conmutativa dos partes

Y mientras para el Doctor Comuacuten la forma en que se opera la adecuacioacuten es causa de la diversificacioacuten de las especies de justicia particular en sus partes subjetivas seriacutea para el Cayetano la razoacuten de la divisioacuten de la justicia en tres especies ndashy no partesndash subjetivas de la virtud de la justicia

Por lo tanto es auacuten mayor la distancia entre Santo Tomaacutes y el Tomaacutes de Vio porque en definitiva este uacuteltimo traslada la causa de la diversificacioacuten de las es-pecies de las partes subjetivas de la justicia a todas sus partes Haciendo asiacute de cada parte un todo diversos y ndasha este puntondash irreductibles entre siacute

S Th II-II q 61 a 4 Utrum iustum sit simpliciter idem quod contrapassum

Contra las tres objeciones que sostienen que lo justo es simplemente lo con-trapassum el Aquinatense responde por un lado laquoquod Philosophus in V Ethic probat non quodlibet iustum esse contrapassumraquo

341 ya que lo recibido en reci-

procidad es lo justo conmutativo y que laquoin distributiva autem iustitia locum non habetraquo

342 Esto uacuteltimo ldquoporque en la justicia distributiva no se mira la igualdad

seguacuten la adecuacioacuten de la cosa a la cosa o de la pasioacuten a la accioacuten sino seguacuten la proporcioacuten de las cosas a las personasrdquo

343

Tras explicar en el primer paacuterrafo el sentido del teacutermino lsquocontrapas-sumrsquo

344 y advertirnos las fuentes de la proveniencia u origen del presente ar-

340 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3341 S Th II-II q 61 a 4 s c342 S Th II-II q 61 a 4 r d343 Cfr ibidem344 Vid Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 4

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

tiacuteculo ya identificable a partir de su tiacutetulo el Cardenal glosaraacute el artiacuteculo en dos paraacutegrafos

En el primero realiza dos notas En primer lugar laquoquod contrapassum po-test dupliciter intellegiraquo

345 En segundo que servirse ndasho usarndash con igualdad pro-

porcional puede ocurrir tambieacuten doblemente Veamos detenidamente sus dos puntualizaciones

La primera consideracioacuten seguacuten la cual es doble la acepcioacuten de lo recibido en reciprocidad es que esto sea laquosecundum identitatem speciei ut scilicet patia-tur quis idem specie quod egit puta animam pro animam oculum pro oculoraquo

346

Y de este modo lo justo conmutativo no es lo contrapassum La segunda es seguacuten las igualdades de la cantidad para lo cual pone el ejemplo de quien hubie-se golpeado a alguien pague por la lesioacuten realizada concluyendo tambieacuten con Santo Tomaacutes laquoEt sic extenso contrapassi et passionis nomine ad omnes commu-tationes contrapassum est idem quod iustum commutativumraquo

347

La segunda de las notas como anticipamos es que laquouti aequalitate pro-portionali contingit dupliciterraquo

348 La primera consideracioacuten como forma de lo

justo Es decir que donde lo mismo justo consista en este modo de igualdad pro-porcional seraacute propio de la justicia distributiva a diferencia de la conmutativa que se vale de la igualdad cuantitativa como forma de lo justo La segunda laquout modo perveniendi ad quantitatem rei ut sit aequalis alteri reiraquo

349 Y de este modo

la justicia conmutativa siacute utiliza la igualdad proporcional en la conmutacioacuten de las cosas

En sectII contrapone dos referencias de diversas obras del Angeacutelico en que se sostiene lo mismo y estando ellas dos en sintoniacutea sin embargo parecen oponer-se a lo que aquiacute se sostiene in responsione ad primum

La duda planteada viene porque ya en la primera parte de la Suma como en el cuarto libro de las Sentencias Santo Tomaacutes laquonegat in Deo iustitiam com-mutativam in hoc vero loco dicit ad rationem commutativae iustitiae spectare

345 Esto y lo que sigue cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 61 a 4346 Cfr Ibidem347 Ibidem348 Ibidem349 Ibidem

189

recompensare premia meritis et supplicia peccatisraquo350

Tras lo que vuelve a pre-guntarse laquoQuomodo stant haec duo simulraquo

351

Luego procede a responder su objecioacuten diciendo que sin lugar a dudas entre Dios y las criaturas no puede haber justicia conmutativa ya que Dios no puede recibir lo suyo de parte nuestra ni tampoco nosotros podemos retribuirle en forma equivalente Ademaacutes explica el Cayetano que el castigo de los pecados corresponde a la justicia distributiva de Dios a la cual sin embargo concurre al-guacuten modo de lo justo conmutativo laquopro quanto res pro re datur puta praemium pro merito et poena pro offensaraquo

352 Por lo cual en las dos citas propuestas

Santo Tomaacutes niega la justicia conmutativa propiamente dicha y aquiacute en cambio pone que Dios en sus operaciones observa de alguacuten modo lo justo conmutativo Cierra su argumento el Cardenal diciendo que en la distribucioacuten se mezcla de alguacuten modo alguna conmutacioacuten y que precisamente por esto aquiacute no hay con-tradiccioacuten

353

De la confrontacioacuten de los textos de Santo Tomaacutes con el comentario vemos otra vez el intereacutes del comentarista de precisar y ayudar a quien deba aplicar es-tos principios Tras exponer los dos modos en que podemos entender lo contra-passum claramente indica al legislador o juez en cuaacuteles de los dos casos es justo hacerlo laquoEt ex hac distinctione habes unde diversa negantium vel affirmantium iustum de contrapasso salvare poterisraquo

354 Esta distincioacuten es la que obra en todo

el primer paraacutegrafo

En el segundo en cambio vuelve a utilizar aquel meacutetodo de presentar dudas y objeciones Ahora lo hace contraponiendo dos pasajes de dos obras diversas al sentido de lo que se contiene en el artiacuteculo Y lo realiza nuevamente detenieacuten-dose en una de las respuestas del Angeacutelico concretamente a la tercera objecioacuten

Vemos que esta constante preocupacioacuten por precisar e indicar el rumbo de las interpretaciones es la que ha conducido al comentador a cierto enredo por el cual obroacute no pocos distanciamientos con el Aquinate

350 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 4 Veacuteanse tambieacuten aquiacute las dos referencias dadas en contraposicioacuten por el Cardenal351 Ibidem352 Ibidem353 Cfr Ibidem354 Ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por otra parte tambieacuten pensamos que este modo de comentar es parte de una forma mentis a partir de la cual el mismo Cayetano concibioacute un esquema de la virtud de la justicia diverso del de Santo Tomaacutes

Sumerjaacutemonos en el anaacutelisis de la cuestioacuten nuacutemero sesenta y dos la uacuteltima que consideraremos en nuestra investigacioacuten

III26 Quaestio 62 ndash De Restitutione

Al estudio de esta cuestioacuten seraacuten dedicados ocho artiacuteculos En el anaacutelisis de la restitucioacuten Santo Tomaacutes identificaraacute de queacute virtud es acto (a1) Luego inves-tigaraacute sobre la necesidad de restituir lo sustraiacutedo simplemente (a2) o en forma multiplicada (a3) Posteriormente analizaraacute si debe restituirse de aquello que no ha sido sustraiacutedo (a4) y si debe hacerse la restitucioacuten a quien se sustrajo (a5) Por parte de quien sustrajo si estaacute eacutel mismo obligado a la restitucioacuten (a6) u otros (a7) Y finalmente sobre el tiempo oportuno para la restitucioacuten (a8) Recorda-mos que el tema de la restitucioacuten ya habiacutea merecido la atencioacuten del Cardenal al comentar el artiacuteculo sobre el derecho natural en S Th II-II q 57 a 2

El Cayetano por su parte comentaraacute todos los artiacuteculos Digamos ademaacutes que de todas las cuestiones que hemos analizado la actual se presenta como la maacutes extensa glosa del Priacutencipe de los Comentadores

Pensamos que esto es asiacute debido al tenor de la misma cuestioacuten ndashla restitucioacuten como acto de la justicia conmutativandash y a que todos sus artiacuteculos implican cierto alcance moral cuya praacutectica debe ser precisada para garantizar un correcto ejer-cicio de la virtud

Tal extensioacuten entonces la vemos fundada en el intereacutes del Cardenal en in-dicar los modos de interpretar los principios que expondraacute Santo Tomaacutes Pre-tensioacuten que hemos sentildealado a lo largo de toda esta exposicioacuten y que se vieron ejemplarmente remarcados en el tratamiento de la cuestioacuten anterior

Veamos ahora uno a uno los artiacuteculos junto con sus comentarios

191

S Th II-II q 62 a1 Utrum restitutio sit actus iustitiae commutativae

A las tres objeciones que sostienen que la restitucioacuten no es acto de la justicia conmutativa el Doctor Comuacuten responde que laquorestitutio ablationi opponitur Sed ablatio rei alienae est actus iniustitia circa commutationes Ergo restitutio eius actus est iustitiae quae est in commutationibus directivaraquo

355

El Cardenal pone algunas preguntas a la respuesta a la tercera objecioacuten La cual aparece en realidad engantildeosa ya que el Cayetano mismo elabora todo un razonamiento sobre algo que Santo Tomaacutes no dijo y la respuesta de su precisioacuten viene de retomar las palabras mismas del Aquinate donde el de Gaeta demuestra que el Angeacutelico siacute realizoacute tal precisioacuten y no hay ninguna omisioacuten

356

Como dijimos el comentarista repara in responsione ad tertium poniendo una ldquoobjecioacutenrdquo a la que dedica todo el primer paraacutegrafo En sectII y sectIII la precisa auacuten maacutes con algunos casos y ejemplos y finalmente le da una respuesta En sectIV conti-nuacutea clarificando todaviacutea la decisioacuten que debe ser tomada en tal caso y nos anuncia que en el proacuteximo comentario ndashal que nos introducimos inmediatamentendash trataraacute maacutes extensamente sobre la obligacioacuten y los motivos de restituir lo sustraiacutedo

357

S Th II-II q 62 a2 Utrum sit necessarium ad salutem quod fiat restitutio eius quod ablatum est

En contra de las cuatro objeciones que niegan que sea necesario para la sal-vacioacuten la restitucioacuten de lo sustraiacutedo Santo Tomaacutes ndashtras citar en el sed contra a San Agustiacuten quien sostiene que ldquono se borra el pecado a no ser que se restituya lo sustraiacutedordquo

358ndash concluye diciendo que laquocum igitur servare iustitiam sit de neces-

sitate salutis consequens est quod restituere id quod iniuste ablatum est alicui sit de necessitate salutisraquo

359

355 S Th II-II q 62 a 1 s c356 Cfr Comm Card Caie sectI-III en S Th II-II q 62 a 1 357 Vid Comm Card Caie sectIV en S Th II-II q 62 a 1358 Cfr STh II-II q 62 a 2 s c359 Cfr S Th II-II q 62 a 2 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En su comentario el maacutes extenso de todos los que hemos analizado el Car-denal glosa todo el artiacuteculo en iexcldieciseacuteis paraacutegrafos Los cuales podemos agru-par del siguiente modo

En el primero de ellos (sectI) nos hace notar que tanto en el a1 como en el a2 de esta cuestioacuten 62 los coacutedices estaacuten ldquocorrompidosrdquo Y que por esta misma causa es dudoso el tema que aquiacute se debate Pero debido a su contenido ndashrazona Cayetanondash ldquodebemos entender que este artiacuteculo trata de la restitucioacuten de lo sus-traiacutedo y no de la restitucioacuten simplemente hablandordquo

360

Luego en sectII-V el Cardenal se detiene sobre los tres casos y ejemplos en los que una persona puede quitar a otro su fama

En los paraacutegrafos sectII-IV presenta dos dudas in responsione ad secundum La primera de las cuales responde en sectIII con una interesante referencia a ldquoScoto et Richardordquo En sectIV hallamos la respuesta a la segunda de las dudas

En sectV volviendo sobre la misma respuesta ad secundum se ocupa del se-gundo y tercer ejemplo puesto por Santo Tomaacutes sobre los tres modos en que una persona puede quitar la fama a otro

En sectVI tratando el tema presentado in responsione ad quartum pone seis dudas que comenzaraacute a contestar en sectVII tras advertirnos que no responderaacute en el mismo orden en que las objeciones fueron planteadas Las respuestas tendraacuten lugar hasta sectXVI el uacuteltimo de los paraacutegrafos

Por lo contenido en el primero de ellos podemos entrever una vez maacutes la laboriosidad con la que el de Gaeta se dedicoacute al estudio de los textos tomistas asiacute tambieacuten como su diligencia

En todos los precedentes incisos Tomaacutes de Viacuteo contrapondraacute ejemplos du-dosos que parecen escapar a los principios propuestos por el Angeacutelico y brinda-raacute posteriormente una respuesta a cada uno de ellos

Una nota interesante son las referencias que hace a algunos de sus interlo-cutores (Scoto y Richardo) Esto mismo porque nos hace comprender otro de los intereses del Cayetano a la hora de comentar los textos de Santo Tomaacutes Es decir que en estos contrapuntos se evidencia el contexto y los destinatarios a los que el Cardenal parece dirigirse No soacutelo a quienes estaacuten obligados por su oficio

360 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 2

193

a la puesta en praacutectica de los principios que aquiacute se contienen sino tambieacuten a quienes ndasha su entenderndash yerran en la interpretacioacuten y aplicacioacuten de estos

En este sentido no son estos incisos otra cosa que un ejercicio donde se re-suelven los casos propuestos Siempre dentro del discurso de la restitucioacuten de lo sustraiacutedo del modo de hacerlo y de quieacutenes estaacuten obligados a ello

Por no ir maacutes allaacute del acto de la justicia distributiva ni representar alguacuten elemento que nos permita profundizar en la comprensioacuten de la nocioacuten de justicia por parte del Cayetano pasamos al estudio del proacuteximo artiacuteculo

S Th II-II q 62 a3 Utrum sufficiat restituere simplum quod iniuste abla-tum est

Tres parecen ser las razones por las cuales devolver simplemente lo que se sustrajo no alcanza para restituir A todas las cuales Santo Tomaacutes responde que laquorestitutio reducit ad aequalitatem quod inaequaliter ablatum est Sed aliquis reddendo quod accepit simplum reducit ad aequalitatem Ergo solum tenetur tantum restituere quantum accepitraquo

361

Glosando el artiacuteculo el Cardenal pondraacute dos objeciones a una de las afirma-ciones del Angeacutelico y las responderaacute Veamos separadamente el planteo del Ca-yetano y la sentencia del Aquinate En primer lugar entonces lo que cuestiona el comentador

laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo antequam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo

362

361 S Th II-II q 62 a 3 s c362 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Pero no es lo que Santo Tomaacutes dice sus palabras son laquoEt ideo antequam sit condemnatus per iudicium non tenetur plus restituere quam accepit sed post-quam condemnatus est tenetur poenam solvereraquo

363

Es decir que mientras el de Aquino deja ver que debe devolverse exacta-mente lo que ha sido quitado de no haber una sentencia que obligue a devolver maacutes de lo sustraiacutedo para el de Gaeta soacutelo debe restituirse ndashauacuten lo simplemente quitadondash en caso de contar con la sentencia del juez Luego de esto procede el Cardenal a explicar el modo en que debe entenderse la afirmacioacuten del Aquinate

Apoyaacutendose en su interpretacioacuten prosigue el Priacutencipe de los Comentadores diciendo que como las penas no son soacutelo incumbencia del juez maacutes tambieacuten de las leyes (cuyo acto es castigar) es evidente que algunos caen bajo las penas de la ley sin ser necesario ninguacuten acto del juez Como sucede por ejemplo y entre otros casos en las excomuniones

364

Auacuten reconociendo posteriormente en sectII que Santo Tomaacutes estaacute hablando soacutelo de la pena que mira a la restitucioacuten en forma multiplicada de lo sustraiacutedo plantea ndashretomando su argumentacioacutenndash la necesidad de distinguir que la pena establecida por la ley es doble la cual para cuya ejecucioacuten se requiere alguna accioacuten y aquella pena para la cual ninguna accioacuten es requerida Ejemplos de la primera distincioacuten son los casos de las mutilaciones los castigos corporales la caacutercel el exilio etc La excomunioacuten la suspensioacuten y otros similares son ejem-plos del segundo365

De estas dos continuacutea el Cardenal se siguen otras dos diferencias En pri-mer lugar que la imposicioacuten de algunas penas es propia del juez algunas otras pertenecen al juez y a la ley De los ejemplos puestos por el Cayetano y traiacutedos en el precedente paacuterrafo los primeros corresponden a la primera de las diferen-cias aquiacute sentildealadas Y los segundos a la segunda

366

En el tercero y uacuteltimo de los paraacutegrafos el comentarista indica que

laquoAd dubium ergo dicitur quod doctrina Auctoris universalis est de poena cuius inflictio pertinet ad iudicem ut propria de tali

363 S Th II-II q 62 a 3 r d364 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3365 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 3 366 Cfr ibidem

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enim optime sequitur redditio causae Et ideo antequam sit condem-natus per iudicem non tenetur ad executionem Et quod haec sit vera intentio Auctoris patet ex quod loquitur de iudice ut distingui-tur a lege loquendo enim de iudice ut distinguitur a lege oportet loqui de propriis iudici et non de communibus iudici et legiraquo

367

De esto saca sus respuestas a sus dos objeciones A la primera dice que es-tablecer una punicioacuten ejecutiva pertenece a la ley auacuten cuando la pena no exija una ejecucioacuten La segunda habla de aquellas penas que son comunes a la ley y al juez siendo que Santo Tomaacutes se refiere solamente a aquellas penas que pertene-cen establecer soacutelo al juez

368

Cabe notar que al culminar su glosa el Cayetano se dirige en forma directa y personal al lector dicieacutendole que en estos modos ndashtanto en el fuero civil cuando en el canoacutenicondash debe entender y aplicar lo aquiacute expuesto

369

Vemos entonces coacutemo el Cardenal realiza toda una interpretacioacuten propia de lo que aquiacute expone Santo Tomaacutes

La diferencia es grande puesto que el Aquinate estaacute hablando de la resti-tucioacuten en tanto que acto de la virtud por lo cual dice que alguien debe restituir simplemente lo que sustrajo de no haber sentencia o juicio para que eso mismo sea devuelto en forma multiplicada Repetimos es un acto de la virtud y de vir-tud personal como son todas las virtudes

Contrariamente el Priacutencipe de los Comentadores sostiene que auacuten para aquello de devolver simplemente lo sustraiacutedo debe haber sentencia del juez como hemos demostrado De esto se siguen varias cosas

En primer lugar se continuacutea viendo el modo de proceder por parte del Car-denal abundando en distinciones Esta vez partiendo de una erroacutenea citacioacuten de los textos del Angeacutelico y conducieacutendonos por diversos senderos sin obrar alguna siacutentesis o recapitulacioacuten conclusiva de lo que se expone

Por otra parte vuelve a ser manifiesta su intencioacuten de indicar el sentido del texto tomista seguacuten sus propias interpretaciones

367 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 3368 Cfr ibidem369 Cfr ibidem

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Finalmente se ve claramente que en Santo Tomaacutes la virtud es un haacutebito personal mientras que para Tomaacutes de Vio el acto de la virtud de la justicia con-mutativa viene impuesto desde fuera por la ley y el juez positivamente Son en efecto dos concepciones diversas de virtud dos ldquodoctrinas eacuteticasrdquo diferentes Ademaacutes hemos resaltado mientras que para el Cardenal el acto de la justicia se identifica con el acto exterior que se sigue del dictamen del juez para el Doctor Comuacuten el acto de la virtud se entiende a partir del fin uacuteltimo de la vida del hombre la felicidad A la cual difiacutecilmente podriacutea llegar la persona si no se esforzase por alcanzarla a fuerza de obrar virtuosamente Asiacute pues de ninguacuten modo podriacutea constituir para el Aquinate el acto de la justicia en la ejecucioacuten de un acto exterior mera obediencia impuesto coercitivamente

Luego de haber sentildealado estas grandes diferencias nos proponemos conti-nuar en la buacutesqueda de otras en los subsiguientes comentarios ahora el cuarto

S Th II-II q 62 a 4 Utrum aliquis debeat restituere quod non abstulit

Contra las tres objeciones por las cuales parece ser que deba restituirse lo que no se quitoacute el Aquinatense responde que como la restitucioacuten pertenece a la justicia en tanto que obra alguna igualdad laquosi aliquis restitueret quod non accepit hoc non esset aequale Ergo talis restitutio non est iustum quod fiatraquo370

Ademaacutes continuacutea respondiendo Santo Tomaacutes el hombre soacutelo debe restituir en aquello que ha dantildeado a alguien ya en lo que eacuteste teniacutea en acto ya impidieacuten-dole recibir algo que estaba en viacuteas de hacer

371

Por su parte el Cardenal se detendraacute en las respuestas a la primera y segun-da objecioacuten planteando una duda que haraacute derivar al tratamiento del tema de la usura poniendo ejemplos que responderaacute en su comentario a S Th II-II q 78 a 2 y no aquiacute

Puesto que ni el ejemplo ni el argumento corresponden al tema del que trata la presente cuestioacuten anotamos algunas pocas cosas antes de proseguir

370 S Th II-II q 62 a 4 s c371 S Th II-II q 62 a 4 r d

197

El Cayetano soacutelo se limita a poner un caso diverso al planteado por el Angeacute-lico para trasladar su interpretacioacuten a otro campo diverso del actual

Es decir que mientras el Aquinate estaacute debatiendo sobre si deba recom-pensarse por aquello que no se tomoacute el Cardenal sugiere un caso cuya materia respecta a la usura como eacutel mismo sentildeala

372

A mayor abundamiento el comentarista ni siquiera responderaacute la duda sino que deja en claro que maacutes adelante (seguacuten indicamos) seraacute resuelto Por todo lo cual avanzamos hacia el estudio del proacuteximo artiacuteculo y comentario

S Th II-II q 62 a5 Utrum oporteat restitutionem facere semper ei a quo ac-ceptum est aliquid

Contra las cinco objeciones que sostienen que no siempre se deba restituir algo a aquel de quien fue tomado Santo Tomaacutes responde

laquoQuod per restitutionem fit reductio ad aequalitatem commu-tativae iustitiae quae consistit in rerum adaequatione sicut dictum est Huius modi autem rerum adaequatio fieri non posset nisi ei qui minus habet quam quod suum est suppleretur quod deest Et ad hanc suppletionem faciendam necesse est ut ei fiat restitutio a quo acceptum estraquo

373

En todo su comentario el Cardenal se referiraacute (en siete paraacutegrafos) al res-pondeo dicendum y a cada una de las respuestas del Angeacutelico a las cinco obje-ciones

Ya hemos visto el r d tratemos ahora las precisiones que realizoacute el Cayeta-no y posteriormente una a una las objeciones junto con sus respuestas con las correspondientes notas del comentador

372 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 62 a 4373 S Th II-II q 62 a 5 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

En sectI repara sobre las siguientes palabras del Doctor Comuacuten laquonisi ei qui minus habet quam quod suum est supplereturraquo

374 Ya que seguacuten el Priacutencipe de

los Comentadores de esta misma provienen dos conclusiones

La primera si alguien tiene algo por manos de otro que este mismo consi-guioacute por hurto o usura no debe el primero restituir al uacuteltimo sino que debe hacer cuanto pueda para que la cosa llegue a su duentildeo

La segunda si alguien debe restituir bienes de la Iglesia o de alguna congre-gacioacuten religiosa debe ciertamente hacerlo Pero si el prelado o abad a cargo de la administracioacuten es un dilapidador ndashafirma el glosadorndash no deben ser aquellos bienes restituidos a ellos

laquoQuia non minus habent de suo sed de alieno eis credito ad dispen-sandum non ad dissipandum Et ideo tenetur reddere ecclesiae quae est rerum domina in rebus quae non possunt dilapidari et similiter reddi debent abbatiae ser conventui cuius sunt Et idem est de similibus iudiciumraquo

375

Sobre esto uacuteltimo declara el de Gaeta que tal cosa (obrando en secreto) puede hacerse si tenemos en cuenta el juicio de la consciencia pero no asiacute si se presenta el caso en el foro judicial

En el primero de ellos el Cardenal parece justificarse puesto que quien obre asiacute lo haraacute en beneficio por ejemplo de la Iglesia y del prelado previniendo que no se dilapiden tales bienes

En el segundo de los casos pareciera defeccionar la fuerza de la justicia Porque si el juez ordenase que tal cosa sea restituida a un dilapidador por ejem-plo la justicia estariacutea obrando en contra de siacute misma Ya que razona el Priacutencipe de los Comentadores se estariacutea devolviendo un bien a alguien que se valdraacute de eacutel injustamente en este caso dilapidaacutendolo

376

Continuando con su glosa en el segundo de los paraacutegrafos analiza la res-puesta ad primum Veamos primero la objecioacuten y luego la respuesta por parte de Santo Tomaacutes y detengaacutemonos ulteriormente en la glosa de Tomaacutes de Vio

374 Ibidem375 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 5376 Cfr Comm Card Caie sectI in STh II-II q 62 a5

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La primera de las objeciones si algunas veces restituyeacutesemos a quien se le quitoacute le causaremos dantildeo a eacutel mismo o a otros El ejemplo es el caso de devol-ver la espada a alguien estando furioso Y como es evidente que a nadie debemos perjudicar y del dantildeo que en este caso se seguiriacutea concluye que no siempre debe restituiacutersele la cosa sustraiacuteda a la persona

377

Contra eacutesta responderaacute sencillamente Santo Tomaacutes que la restitucioacuten no debe hacerse cuando la misma produzca mayor dantildeo que bien Pero quien retie-ne la cosa tampoco debe apropiaacutersela Sino esperar el tiempo oportuno para ha-cer la restitucioacuten o bien consignarla en otro lugar para su mejor conservacioacuten

378

El comentador remarca que en esta misma respuesta hallamos la razoacuten de porqueacute en tiempos de guerra injusta no debemos restituir las deudas a un priacuten-cipe injusto sino esperar a un tiempo oportuno Ya que eacuteste con tales bienes favoreceraacute el crecimiento o la mejor provisioacuten de su ejeacutercito Y sobre lo mismo trae la situacioacuten de cuando alguna restitucioacuten no pueda hacerse sin exponer a dantildeo al duentildeo de tal deacutebito o mutuo como es el caso ndashentre otrosndash de quien ha comprado el cardenalato

379

La segunda objecioacuten tiene como base el pecado de la simoniacutea y muestra Santo Tomaacutes coacutemo no debe restituirse de quien se ha recibido que en este caso ya que alguien da y otro recibe algo iliacutecitamente

380

Contra esta misma procede el Angeacutelico distinguiendo los dos modos en que alguien da algo iliacutecitamente El primero es el caso del ejemplo propuesto la si-moniacutea donde la misma accioacuten de dar es iliacutecita y contra la ley y por esto quien lo recibioacute debe dejarlo y quien lo dio debe retenerlo para siacute o utilizarlo piacuteamente El segundo caso es cuando se da iliacutecitamente por causa iliacutecita Y aquiacute pone el Aquinate el ejemplo de la meretriz que recibe pago a cambio de fornicacioacuten Soacutelo que esta vez la mujer puede retener para siacute lo que le fuese dado excluyeacuten-dose el caso de que hubiese recibido algo maacutes por dolo o fraude en donde estariacutea obligada a restituir al dador

381

En su comentario a la respuesta a la segunda objecioacuten el Cayetano se vale de dos palabras de Santo Tomaacutes para indicar una nueva distincioacuten El de Gaeta

377 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 1378 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 1379 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 5380 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 2381 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 2

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

primero plantea la necesidad de laquodiscernere inter dationem illicitam et propter causam illicitam respiciendo ad id quod lege divina vel humana prohibitum estraquo

382 Y sostiene que tal vez el Angeacutelico hace esta distincioacuten entre laquoillicita et

contra legem referendo illicitum ad ius naturae vel divinum et contra legem ad ius humanumraquo

383

Al inicio de sectIII el Cardenal sostiene que cuando el mismo dar es pecado o prohibido la accioacuten de dar es iliacutecita Pero cuando en cambio no estaacute prohibido dar sino la causa por la cual se da (como por ejemplo en el caso de la forni-cacioacuten adulterio etc) ndashy entonces la accioacuten de dar no estaacute prohibida sino su misma causandash quien acepte tales servicios auacuten nefastos estaacute obligado a dar a cambio lo que prometioacute o lo que se acostumbra Y piensa Cayetano que tal vez por esto Tomaacutes de Aquino haya obrado tal distincioacuten entre aquellas palabras que acabamos de citar

384

Transitada esta tesis el Priacutencipe de los Comentadores observa un segundo punto de la misma respuesta el de la licitud de que tal mujer puede retener para siacute lo que consiguioacute sin dolo ni fraude por el acto meretricio pero que deberaacute restituir lo adquirido por mentiras simulaciones o extorsioacuten

385

En la tercera objecioacuten Santo Tomaacutes expone que a veces es imposible res-tituir a alguien por varios motivos o porque esteacute muerto o porque dista dema-siado o porque nos es desconocido Y como nadie estaacute obligado a lo imposible de esto se sigue que no siempre debe hacerse la restitucioacuten a aquel de quien fue tomado

386

A eacutesta responderaacute contrariando cada uno de los tres ejemplos puestos Si es del todo desconocido previa diligente averiguacioacuten sobre tal persona debe res-tituirse seguacuten cuanto se pueda dando limosnas por su salud esteacute vivo o muerto En cambio si la persona a la cual debe restituirse estaacute muerta debe hacerlo a sus herederos (que son contados casi una persona con ella) Finalmente si dista mu-cho y es mucho lo que se le debe se tiene que transmitirle la deuda y si no es po-sible transmitiacuterselo se pondraacute lo adeudado en custodia e indicaraacute a su duentildeo

387

382 Cfr Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 5383 Cfr Ibidem384 Cfr ibidem385 Cfr ibidem386 Cfr S Th II-II q 62 a 5 obj 3387 Cfr S Th II-II q 62 a 5 ad 3

201

La razoacuten por la cual el Cayetano glosaraacute tal respuesta es laquoquia tria tractantur scilicet de omnino ignoto domino rei de mortuo de multum distante de extre-mis singillatim oportet aliquid dicereraquo

388

Pero no es solamente eacutesta la razoacuten que motiva al Cardenal a glosar los tex-tos sino que se veraacute que a partir del presente sectIV y hasta sectVI el Priacutencipe de los Comentadores entraraacute en discusioacuten con Scotus et Richardus sobre los modos en que deben interpretarse tales principios al momento de obrar la restitucioacuten

Sobre lo primero (si es del todo desconocido el duentildeo de la cosa) nos ad-vierte tres notas La primera la viacutea por la cual diligentemente se debe investigar quieacuten es el duentildeo de la cosa Y soacutelo luego de no encontrarse tal puede proceder-se a darse la cosa a los pobres Porque de lo contrario quien habiendo dado a los pobres la cosa sin haber realizado una diligente investigacioacuten deberaacute restituir a su duentildeo (en caso de que eacuteste presentase reclamo)

Vemos que aquiacute el Cardenal parece olvidar la funcioacuten del juez y los modos en que este debe juzgar asiacute como tambieacuten los alcances de la ley y el juicio o la sentencia Pues si nosotros en el fuero de nuestra consciencia contravenimos el dictamen puacuteblico no lo hacemos debido a ninguna autoridad puacuteblica u oficio sino maacutes bien en razoacuten de cierto juicio propio Este mismo vemos claramente no seriacutea entonces un juicio usurpado Sobre los efectos que se sigue de que obe-dezcamos tal dictamen tambieacuten tratoacute el Angeacutelico en otras cuestiones

389

En nuestro anaacutelisis de los puntos IV-VI dejamos entrever coacutemo el Cardenal debate con dos interlocutores contemporaacuteneos Esto no es menor ya que se tras-luce la preocupacioacuten del Cayetano por marcar el sentido que deben tomar tales textos cosa que tambieacuten expusimos

De todo lo cual se sigue (iexclnuevamente) que este intereacutes suyo de indicar los modos de interpretacioacuten (que es maacutes bien la suya propia) sumado a su notable influencia tanto en sus antildeos como en los que vendraacuten son dos de las causas principales por las cuales pensamos que el tomismo a partir del Gaetano se apartoacute de Santo Tomaacutes

388 Comm Card Caie sectIV en S Th II-II q 62 a 5389 Principalmente S Th II-II q 60

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

S Th II-II q 62 a6 Utrum teneatur semper restituere ille qui accepit

Contra las tres objeciones por las que pareciera que aquel que tomoacute algo no esteacute obligado a su restitucioacuten responde Santo Tomaacutes que laquoille qui peccavit tene-tur satisfacere Sed restitutio ad satisfactionem pertinetraquo

390 y que a este respecto

dos cosas deben ser consideradas Por un lado lo substraiacutedo Por otro la misma substraccioacuten

El Doctor Comuacuten precisa que deben considerarse ademaacutes tres aspectos con respecto a quien tomoacute algo de otro El acto de la sustraccioacuten puede tratarse de un robo de un mutuo o de un depoacutesito Soacutelo en la primera de las tres enumeradas la accioacuten es injuriosa ya que se realiza contra la voluntad del duentildeo de la cosa En el segundo de los casos no hay injuria sino que se recibe algo en beneficio o utilidad propia con el consentimiento del duentildeo de la cosa En el uacuteltimo de los casos el de los depoacutesitos puede uno recibir alguacuten objeto de otro sin injuria y sin beneficio propio y estariacutea obligado a su restitucioacuten soacutelo laquosi cum magna sua culpa rem depositam amitteretraquo

391

Asiacute aclarada la principal afirmacioacuten el Aquinate procederaacute a responder cada una de las tres objeciones planteadas

Por su parte el Cardenal glosaraacute el artiacuteculo en iexclonce apartados dando a su comentario una dimensioacuten comparable al que realizase al a 2 de esta misma cuestioacuten Extensioacuten poco comuacuten a todos los demaacutes comentarios contenidos entre las qq 57-62 Analicemos detenidamente el contenido de cada uno de ellos

En el primero de estos paraacutegrafos el Cayetano se detiene en el respondeo dicendum para hacernos notar la

laquoUniversalem radicem unde omnes restitutiones in quacum-que materia et quomodolibet oriuntur ut in casibus non scriptis scias resolvere usque ad principia an teneatur quis ad restitutio-nem Duae ergo sunt radices ad quarum alteram restitutionem om-nem oportet reduci prima est acceptio secunda est res accepta Et extenditur in proposito acceptionis nomen ad omnem actum quo proximus minus habet de suo quam habere debeat incendium enim

390 S Th II-II q 62 a 6 r d391 Ibidem

203

contumelia iniqua distributio et alia huiusmodi sub acceptione comprehenduntur Oportet igitur primo inspicere an ille de quo qua-ritur teneatur ad restituendum ratione acceptionis vel ratione rei acceptae an ratione utriusque oportet namque inter ista tria com-prehendi restitutionemraquo

392

Encontramos en el segundo y tercer paraacutegrafo una continuidad en los temas tratados En sectII el Cardenal presenta una duda sobre el modo en que deba enten-derse el que una cosa esteacute en posesioacuten de otro laquovel intelligendum est quando vel res ipsa salvam vel aliquid loco eius extatraquo

393 ya que laquoest ratio dubii quia varia

dicuntur de possessore bonae fideiraquo394 Y en sectIII resuelve dicha duda diciendo

que laquoAd evidentiam huis rei praesupponendum est quod sermo totus est de possessore bonae fidei qui tamen post factum comperit se alienum possedisse et paratus est uniquicue suum reddereraquo

395

Tambieacuten en sectIV sectV sectVI y sectVII hay una correlacioacuten con respecto a la temaacute-tica contenida En los primeros tres (sectsectIV-VI) el comentador se detiene en las tres distinciones realizadas por Santo Tomaacutes en el respondeo dicendum sobre los modos en que algo puede recibirse En sectVII volvieacutendose a ocupar de los tres apartados anteriores plantea y resuelve una duda a esta ldquodistincioacuten trimem-brerdquo

396

En sectsectIV-VI el Cayetano soacutelo se explaya reescribiendo lo que ya fue dicho por Santo Tomaacutes sin realizar aporte alguno o distinciones397

Por el contrario en sectVII siacute plantea una duda diciendo que el Angeacutelico dis-tinguioacute insuficientemente los modos en que una cosa ajena pueda recibirse ya que parece haber obviado un cuarto caso en el que la acepcioacuten de la cosa ajena se realiza en favor de ambos Y para despejar tal cuestionamiento responderaacute que el Aquinate asiacute lo ha hecho laquoquia tractabat de iustititae commutativae actu a qua acceptiones gratuitae longe sunt et acceptiones ad iustum aut iniustum spec-tantes mixtae post simplices tractandae sunt aut ex simplicibus iudicandaeraquo

398

392 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 6393 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 6394 Ibidem395 Ibidem396 Cfr Comm Card Caie sectVII en S Th II-II q 62 a 6 397 Cfr Comm Card Caie sectIV-VI en S Th II-II q 62 a 6398 Comm Card Caie sectVII en S Th II-II q 62 a 6

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Continuando con la glosa el Priacutencipe de los Comentadores realiza en sectVIII algunas advertencias y precisiones en referencia a las respuestas ad 1 y plantea una duda en relacioacuten a la respuesta ad 2

Sobre la respuesta a la primera objecioacuten nos dice solamente que pongamos atencioacuten a su conclusioacuten respecto de cuaacutendo debemos realizar la restitucioacuten y esto laquout scias decernere in casibusraquo

399

Siempre dentro del octavo inciso plantea una pregunta sobre el argumento de la respuesta contra la segunda objecioacuten laquoan si restituendo per confessorem eandem rem sequeretur criminis detectio teneatur aliquis ad restituendam rem acceptam an sufficiat restituere illius aestimationemraquo

400 Y dada la complejidad

del caso responde el mismo Cardenal dando su opinioacuten laquoSi tamen casus accide-ret videtur mihi quod non teneatur ad restitutionem illius rei sed aestimationis eiusdemraquo

401 Las liacuteneas y paacuterrafos que siguen a esta afirmacioacuten son una explica-

cioacuten de los motivos y causas que llevaron al Cayetano a dar su respuesta que no representan para nosotros relevancia alguna

Los sucesivos apartados (sectsectIX-XI) los dedica el comentarista al anaacutelisis de la respuesta contra la tercera objecioacuten proponiendo nuevamente ejemplos de tipo casuiacutesticos procediendo en distincionesy subdistinciones

Esto uacuteltimo lo encontramos en sectIX donde la duda propuesta es si laquouno inte-gtre restituente alii qui etiam in solidum tenebantur ad restituendum teneantur de necessitate salutis ad refundendum illi qui restituit et ad quantum quisque teneatur si teneturraquo

402 Y para alcarar esta duda el Cardenal diraacute que este caso

puede darse en tres diversas maneras laquoPrimo rebus acceptis extensibus apud eos qui acceperunt secundo rebus acceptis consumptis ab eisdem tertio quod nulla fuerit acceptio lucrosa alicui sed solum damnificatoriaraquo

403

Nunca dejemos de vista que Santo Tomaacutes no plantea en este artiacuteculo el ter-cero de los casos ya que estaacute hablando siempre de la restitucioacuten ndashen tanto que acto de la justicia conmutativandash y de los modos en que alguna cosa ajena pueda sustraerse o ser tenida Pero vemos aquiacute coacutemo el Cardenal plantea nuevamente una duda que estaacute por fuera de la argumentacioacuten del Aquinate casi forzando el

399 Comm Card Caie sectVIII en S Th II-II q 62 a 6400 Ibidem401 Ibidem402 Comm Card Caie sectIX en S Th II-II q 62 a 6403 Ibidem

205

toacutepico Esto mismo dice el Cayetano ndashal final del paraacutegrafo404

ndash luego de resolver el caso que seguidamente analizamos

A tal efecto veamos en queacute modo resuelve el de Gaeta laquoEt in primo et secundo casu calrum est quod alii tenentur refundere ei qui restituit tanquam sustituto domino illarum rerumraquo

405 Pero no es asiacute de sencilla la resolucioacuten del

tercero de los casos laquoquando ad nullum portio aliqua devenit obscurum est an alii teneantur refundureraquo

406

Y partiendo de aquiacute precisaraacute algunas circunstancias posibles del mismo caso que a su vez daraacuten lugar a nuevas subdistinciones para su conclusioacuten

Deberemos entonces distinguir y considerar lo que para el Cardenal podriacutea aclarar el asunto Asiacute lo formula eacutel mismo laquoVidetur autem mihi considerandum et distinguendum esse an ille unus qui integre restituit succedat damnificatio in damnu tantum an etiam in damnum pati ab eisdemraquo Ya que soacutelo se debe suplir el dantildeo que alguien inflige a otro y no aqueacutel en que alguien incurre o cae por cualquier causa Tambieacuten debemos considerar si aqueacutel que produjo el dantildeo fue inducido a tal o fue eacutel mismo quien indujo a otros asiacute como tambieacuten si realizoacute el dantildeo espontaacuteneamente Y esto porque si hubiese sido inducido tambieacuten quie-nes obraron tal induccioacuten estaacuten obligados a restituir Por el contrario ndashafirma el Cayetanondash que laquosi vero fuit inductor aliorum ad maleficium ille qui integre resti-tuit non tenentur inducti ad refundendum eidem Quia isti non damnificaverunt deducendo ipsum ad statum in quo teneturad restituendum in solidum sed e contra Unde isti non succedit nisi damnoraquo

407

Pero si espontaacuteneamente aquella persona hubiese realizado tal dantildeo ndashno ha-biendo sido inducido ni inductorndash propone el Cardenal una nueva subdistincioacuten para la resolucioacuten del caso Y entonces debemos considerar por un lado si tal dantildeo fue perpetuado solitariamente o por otro acompantildeado en sociedad Y con esto deberiacutea alcanzar para resolver definitivamente la duda planteada que sabe el de Gaeta que excede la preocupacioacuten del Aquinate

408

Todaviacutea en el deacutecimo y undeacutecimo de los apartados continuacutea el Cayetano ocupaacutendose de la respuesta contra la tercera objecioacuten en la que Santo Tomaacutes

404 Cfr ibidem405 Ibidem406 Ibidem407 Ibidem408 Cfr ibidem

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

resuelve que llegado el caso de que uno restituya la cosa por muchos sustraiacuteda no es necesario que los otros vuelvan a satisfacer puesto que la misma cosa ndasho su valorndash ya fue restituiacuteda

409

En sectX el Cardenal no centrado ahora sobre alguacuten aspecto ajeno a la cues-tioacuten sino en el sentido de la uacuteltima sentencia con la que Santo Tomaacutes concluye el artiacuteculo (laquoqui tamen potest condonareraquo

410 ndashy que se refiere a que quien ha reali-zado la restitucioacuten puede perdonar la deuda a los otros que con eacutel han sustraiacutedo la cosandash) se pregunta si laquoan is qui ad restituendum tenetur absolutus sit coram Deo a debito restitutionis ex hoc quod petiit ab eo cui tenetur remissionem et habuit ab eo gratiam an requiratur quod offerat pecuniam vel rem in prompturaquo

411 A lo

que responderaacute que mientras se llegue a la satisfaccioacuten de la restitucioacuten todo lo demaacutes no importa caraacutecter de obligatoriedad y que de realizarse se hace abso-lutamente ldquocoram Deordquo

412

Asiacute aclarada tal duda Tomaacutes de Vio presenta ndashen relacioacuten a la antedichandash una nueva en sectX laquoan pluribus in solidum obligatis ad restitutionem possit dominus gratiam remissionis quibusdam facere et totum ab uno exigere in foro conscientiaeraquo

413 Su respuesta seraacute que soacutelo podraacute exigir a uno la misma canti-

dad que perdonoacute a cada uno de los otros ya que de otro modo se incurririacutea en injusticia o iniquidad

414

Con esta uacuteltima respuesta concluye el Cardenal toda la extensa glosa al sexto artiacuteculo de la cuestioacuten sexageacutesima segunda

A lo largo de nuestra exposicioacuten hemos visto como el principal intereacutes del Cayetano ha sido el de ejercitar los principios expuestos por Santo Tomaacutes pro-poniendo siempre nuevos casos y ejemplos

De la mano de eacutestos el Cardenal se ha visto forzado muchas veces a ahondar su resolucioacuten con precisiones que dan lugar a nuevas distinciones Y al menos en uno de los casos lo hemos visto prolongar y aumentar las mismas precisiones obradas por el Aquinate en sus textos

409 STh II-II q 62 a 6 ad 3410 Ibidem411 Ibidem412 Cfr ibidem413 Comm Card Caie sectXI en S Th II-II q 62 a 6414 Cfr ibidem

207

Auacuten considerada la extensioacuten del comentario al sexto artiacuteculo no son mu-chas las novedades o aportes que podemos sentildealar ademaacutes de las que continua-mente venimos haciendo

Recalcamos nuevamente el modo en que el Cayetano transita de un argu-mento a otro presente o no en esta segunda parte de la Suma de Teologiacutea asiacute como tambieacuten el caraacutecter decididamente espontaacuteneo de la articulacioacuten de sus co-mentarios unas veces agrupando sus incisos con cierto caraacutecter de continuidad otras interrumpiendo abruptamente su tratamiento para pasar a otro no necesa-riamente contiguo

Asiacute las cosas nos introducimos en el anteuacuteltimo de nuestros anaacutelisis el del comentario al artiacuteculo seacuteptimo esta vez no tan extenso

S Th II-II q 62 a 7 Utrum illi qui non acceperunt teneantur restituere

Contra los tres argumentos que objetan que no estaacuten obligados a restituir quienes nada recibieron de la accioacuten injuriosa Santo Tomaacutes responde apoyado en la Sagrada Escritura que auacuten aquellos que han consentido ndashpermitiendo o no evitandondash tal hecho siacute estaacuten obligados a la restitucioacuten

415

Y esto es asiacute porque cualquier persona estaacute obligada restituir no soacutelo en razoacuten de la cosa ajena que fue tomada sino tambieacuten por razoacuten de la misma sustraccioacuten injuriosa Justamente por ello cualquiera que sea causa de injusta sustraccioacuten estaacute obligado a restituir

Ahora bien ser causa de dicha injusta sustraccioacuten explica Santo Tomaacutes puede suceder de dos modos directa e indirectamente La primera de ellas se da cuando se induce a alguien a sustraer cuando se le ayuda al sustractor de alguacuten modo o cuando se es partiacutecipe en cierta manera de la rapintildea o hurto La segunda de las formas en las que se es causa de injusta sustraccioacuten es la que se realiza indirectamente forma que puede darse en cinco modos diversos o bien por mandato o consenso o recurso o ayuda con participacioacuten y cuando quien estaacute obligado a impedir tal hecho no lo hace

416

415 Cfr S Th II-II q 62 a 7 s c416 Cfr S Th II-II q 62 a 7 r d

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esta vez el comentario del Cardenal se desarrolla en tres incisos En el pri-mero de ellos sentildeala que debemos aclarar el sentido de una de las maacuteximas contenidas en el respondeo dicendum de Santo Tomaacutes Y esto para que evitemos seguir el camino de quienes han realizado una incorrecta interpretacioacuten de tal principio y podamos nosotros mismos discernir diligentemente en cada uno de los casos que se nos presenten

417

Luego se detiene sobre el modo indirecto de la injusta substraccioacuten (sectII) remarcando que el Doctor Comuacuten ldquosin apartarse del libro precedenterdquo

418 exige

dos condiciones para que algo sea precisamente causa de injusta substraccioacuten que deba y pueda impedirlo Todo esto para que podamos nosotros los lectores saber cuaacutendo estamos obligados a restituir y cuaacutendo no

419

Y finalmente en el tercero de los paraacutegrafos nos sentildeala dos puntos a con-siderar contenidos en la respuesta ad 2 El primero quieacutenes estaacuten obligados a restituir ya por ser autores del hecho ya por haber recibido la cosa ajena En el segundo nos indica que el

Aquinatense pone como obligados a la restitucioacuten en segundo lugar a quie-nes ejecutaron tal sustraccioacuten injuriosa

420

El presente comentario del Cardenal estaacute claramente dirigido al lector de la Suma de Teologiacutea y nuevamente vemos que su intereacutes es el de advertirnos y sentildealarnos el modo correcto de interpretar los principios expuestos por Santo Tomaacutes y elaborar un manual de casos praacutecticos para aplicar Pues esto se echa de ver en todo el anaacutelisis que hemos realizado de los comentarios a las cuestiones respectivas

Ademaacutes de esto no hay maacutes nada que destacar de los tres apartados con los que el Cayetano glosa el texto tomasiano Dejaacutendolos entonces de lado damos un paso maacutes para introducirnos en el anaacutelisis del uacuteltimo de los artiacuteculos sentildeala-dos para nuestro trabajo

417 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 7 418 Cfr Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 7419 Cfr ibidem420 Cfr Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 7

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S Th II-II q 62 a8 Utrum teneatur aliquis statim restituere an licite possit restituitionem diferre

Contra las tres objeciones por las que pareciera que alguien no estaacute obligado a restituir inmediatamente la cosa ajena ndashinjuriosamente sustraiacutedandash Santo Tomaacutes responde laquoquod sicut accipere rem alienam est peccatum contra iustitiam ita etiam detinere eamraquo

421

El Cardenal glosa el artiacuteculo en cinco apartados Analicemos cada uno de eacutestos

En el primero de ellos realiza simplemente un repaso de todos los artiacuteculos de la cuestioacuten 62 tratados precedentemente para asiacute dejar clara la necesidad de la investigacioacuten del tema que se nos presenta ahora

422

En sectII dirigieacutendose al lector le dice laquoAdverte quod in praecepto restitu-tionis clauduntur duo primum est quod animo non detineatur alienum invito domino secundum est quod secundum actum exteriorem non detineatur alienum invito dominoraquo

423 Para continuar explicando que el segundo nace del primero

como el acto exterior nace del haacutebito de la virtud y que por esto mismo el tiem-po de efectuar la restitucioacuten no viene determinado por la virtud de la prudencia (como en las demaacutes virtudes) sino que es ldquoad statimrdquo

424

Habiendo dicho esto realiza la siguiente aclaracioacuten sobre el modo en que debemos entender que la restitucioacuten debe efectuarse inmediatamente laquosed sta-tim dicimus fieri quod non differtur sed hora negotio congrua executioni man-daturraquo

425 y no precisamente en medio de la Misa o a media noche o etc

426

Pero auacuten asiacute vuelve en sectIII sobre el tema del tiempo idoacuteneo para la restitu-cioacuten ya que es causa de duda de muchos escritores o doctores laquonam quidam so-lius extremae necessitatis rationem habendam in restitutionibus docuerunt qui-dam autem magnum detrimentum considerando quoque esse dixeruntraquo

427 Con

la intencioacuten de aclarar definitivamente la duda propone el Cardenal su propia

421 S Th II-II q 62 a 8 r d422 Cfr Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 8423 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 62 a 8424 Cfr ibidem425 Ibidem426 Cfr ibidem427 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

opinioacuten laquoMihi autem videtur et dicendum quod citra extremam necessitatem semper loquendo tripliciter intelligi potest restitutionem non posse fieri statim sine magno detrimentoraquo

428

El primero de los casos es cuando la cosa a ser restituiacuteda cause gran dantildeo por su gran dimensioacuten Y afirma Cayetano que no obstante tal detrimento quien posee lo ajeno estaacute obligado inmediatamente a su restitucioacuten puesto que nada de lo que es suyo estariacutea perdiendo

429

El segundo caso es cuando el detrimento sea grande en razoacuten del lucro ces-santis de alguna actividad econoacutemica que impida al comerciante y detentor de la cosa continuar con su regular estado de vida En esta misma distincioacuten estaacute contenido un encomio a Richardus (de San Viacutector) et Scotus quienes sostienen que no es liacutecito a nadie retener la cosa ajena con el pretexto de conservar ndasho mantenerndash su actual estado de vida

430

El tercero de los casos es cuando la restitucioacuten cause alguacuten tipo de detri-mento o dantildeo en los bienes que le son propios a quien posee la cosa ajena y su tratamiento ocuparaacute el resto de este inciso y se extenderaacute hasta el proacuteximo y anteuacuteltimo (sectIV)

Para su resolucioacuten el comentarista propone que laquooportet subdistinguere quia vel talis dilatio esset cum multo damno creditoris seu domini aut cum par-vulo seu nulloraquo

431

En el primero de los casos el duentildeo de la cosa ndashque padeciendo gran dantildeo en sus bienes propios a causa de la demora en la restitucioacutenndash puede o debe im-putar para su inmediata restitucioacuten a quien la retiene auacuten sufriendo este uacuteltimo dantildeo en los bienes de su propiedad

432

En el segundo de los casos (laquosi vero talis dilatio in modicum aut nullum damnum creditoris essetraquo

433) presenta esta vez el Cardenal una criacutetica a la razoacuten

sostenida por Scoto seguacuten la cual afirma que quien retiene la cosa ajena no estaacute obligado a su inmediata restitucioacuten

434 La criacutetica del de Gaeta no es entonces a la

428 Ibidem429 Cfr ibidem430 Cfr ibidem431 Cfr ibidem432 Cfr ibidem433 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8434 Cfr ibidem

211

conclusioacuten de Scoto ndashcon la que concuerda el Cayetanondash sino a la razoacuten por la cual arriba a tal Compareacutemoslas

La razoacuten de Scoto (en palabras del comentador) laquoQuia dominus debet ma-gis velle quod videtur magnum incommodum proximi restituentis quam modi-cum vel nullum suum incommodum in illa sua modica dilatione restituentisraquo

435

Y he aquiacute el porqueacute el Cardenal sostiene que estaacute razoacuten no es vaacutelida laquoQuia sicut nullus damnum alteri facit qui utitur iure suo ita nullus damnum alteri vult qui vult uti iure suoraquo

436

Ahora la opinioacuten del Cayetano laquoVidetur autem mihi quod in tali casu licite possit differri restitutio ratione impotentiae restitutionisraquo

437 Ya que impotencia

se dice no soacutelo de quien no puede algo sino tambieacuten de quien difiacutecilmente pue-da hacerlo Y a esta causa se reduce tambieacuten el hecho de que alguien no pueda restituir inmediatamente sin dantildeo de su fama

438

Si bien todo esto se pregunta ahora el Cardenal si tambieacuten estaacute obligado quien retiene la cosa ndashacusada la causa de impotenciandash a restituir tambieacuten el moacutedico dantildeo que el duentildeo de la cosa padece en sus bienes por tal dilacioacuten A lo que responde que pareciese que no Pero que tambieacuten por otra parte el evitar el dantildeo del deudor no debe realizarse con dantildeo del acreedor

439

A la primera objecioacuten responde que no estaacute obligado a restituir con intereses ya que estuvo en mora porque no tuvo los medios para tal restitucioacuten En esta liacutenea responde tambieacuten a la segunda cuestioacuten ya que este deudor no se encuen-tra simplemente en mora sino que su causa alcanza a justificar el hecho de tal dilacioacuten

440

Finalmente en sectV analizando el respondeo dicendum y la respuesta ad 2 nos hace advertir que si quien detiene la cosa es autorizado para su devolucioacuten con demora asiacute tambieacuten no estaacute obligado a solventar con intereses Y esto soacutelo para el caso en el que tal beneficio le fuese otorgado libremente y no de otro modo

441

435 Comm Card Caie sectIII en S Th II-II q 62 a 8436 Ibidem437 Ibidem438 Cfr ibidem439 Cfr ibidem440 Cfr ibidem441 Cfr Comm Card Caie sectV en S Th II-II q 62 a 8

CAPIacuteTULO III - ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Hemos visto coacutemo nuevamente el Priacutencipe de los Comentadores aprovecha la ocasioacuten de tal comentario para entablar cierto diaacutelogo con los doctores de su eacutepoca que tambieacuten han utilizado los textos de Santo Tomaacutes para ensentildear

En este comentario vuelve el Cayetano a indicar sendos modos de interpre-tacioacuten de cierta terminologiacutea tomista descalificando algunas veces a unos para que nos apartemos de ellos o felicitaacutendolos para que en este o aquel punto los sigamos

Ademaacutes de estos apoacutestrofes o encomios resulta tambieacuten evidente luego de la lectura del comentario el modo en que procede siempre en nuevas distincio-nes y subdistinciones Por lo demaacutes la glosa de Tomaacutes de Vio se cintildee algunas veces a un soacutelo punto y otras a tan soacutelo una afirmacioacuten

Hemos llegado pues al final de esta seccioacuten exponiendo los resultados que emergieron de haber confrontado los textos del Aquinate con la glosa del Car-denal

No habiendo nada maacutes que decir en este punto sobre las diferencias o cerca-niacuteas entre el Angeacutelico y el Cayetano pasemos ahora al proacuteximo capiacutetulo En el mismo como adelantamos recogeremos todas estas notas y las organizaremos para poder reconstruir las dos visiones en pugna en torno a la virtud de la justicia

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CAPIacuteTULO IV LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

IV1 LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA EN S TH II-II QQ 57-62

Luego del anaacutelisis que hemos realizado cabe aquiacute clarificar queacute es lo que en-tiende el Aquinatense por justicia De hecho tras la lectura del capiacutetulo anterior podriacutean emerger algunas preguntas confusas como por ejemplo iquestcuaacutentas son pues las partes de la justicia seguacuten Santo Tomaacutes iquestCuaacutentas justicias concibe iquestUna dos tres iquestY con cuaacutentas partes

iquestCoacutemo se divide Intentaremos entonces echar luz sobre este tema

Antes de proseguir resultaraacute provechoso recordar brevemente la doctrina tomista sobre los haacutebitos en general y sobre las virtudes y los vicios en parti-cular Esto asiacute porque en cada uno de los tratados sobre las diferentes virtudes teologales y cardinales el Doctor Comuacuten se aboca a los vicios opuestos a cada una de ellas que dicho sea de paso generalmente son maacutes los vicios que las virtudes puesto que a una virtud se oponen al menos dos vicios o pecados uno por exceso y otro por defecto

En efecto el Angeacutelico estudia en la primera parte de la Suma el tema de los actos humanos en siacute mismos (S Th I-II qq 6-48) y en la segunda el de los haacutebitos en general (S Th II-II qq 49-54) Luego discurriraacute sobre cada haacutebito en particular llaacutemense virtudes o vicios

Seguacuten resaltamos en sectIII12 y en sectIII13 todos estos temas (i e los actos humanos los haacutebitos en general los actos humanos en particular y el de las vir-tudes cardinales) pertenecen al plan que Santo Tomaacutes establecioacute para estudiar el modo en que el conocimiento participado de Dios a los hombres le sirve a eacutestos para obrar es decir conducir su vida a la beatitud eterna Asiacute lo afirma tambieacuten el Prof Hugo Costarelli Brandi

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoEl tratado de las virtudes el maacutes extenso dentro de la Sum-ma pretende presentar precisamente el camino maacutes humano y por lo mismo maacutes divino de retorno a la casa del Padre Puesta la mira en la visioacuten beatiacutefica el obrar virtuoso se llena de sentido al ser coronado por la gracia y los donesraquo 442

Un pareacutentesis merece la consideracioacuten sobre los motivos que llevaron al Doctor Comuacuten a tratar primero sobre los actos humanos y luego sobre los haacutebi-tos siendo que estos uacuteltimos son principios de aquellos A nosotros basta la cer-tera respuesta de Victorino Rodriacuteguez Rodriacuteguez OP quien brinda dos razones fundamentales

laquoPrimera porque la teologiacutea moral en la concepcioacuten tomista (cf proacutelogo a la cuestioacuten 6) trata principalmente de lo que conduce inmediata y formalmente al hombre a la bienaventuranza que son los actos humanos de lo demaacutes y en concreto de sus principios tra-ta en cuanto tiene relacioacuten con ellos Segunda porque los haacutebitos di-cen orden esencial o transcendental a sus actos de los que dependen en cuanto a su especificacioacuten e inteligibilidad y consiguientemente en cuanto al tratamiento cientiacuteficoraquo443

El Aquinate tras definir queacute son los haacutebitos procederaacute a su distincioacuten Por supuesto que no pretendemos entrar en el debate en torno a la distincioacuten esen-cial entre haacutebitos y virtudes ya que tal tema escapa al intereacutes central de nuestra investigacioacuten y que ademaacutes pensamos seriacutea maacutes acorde a estudios centrados en Suaacuterez o en el Capreolo Nos contentamos pues con decir que las virtudes morales son haacutebitos operativos buenos que se distinguen de los haacutebitos malos (vicios) y de las virtudes intelectuales (S Th I-II qq 57-58) asiacute como tambieacuten de las virtudes teologales

444

442 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 5443 V RODRIacuteGUEZ RODRIacuteGUEZ ldquoTratado de los haacutebitos en general Introduccioacuten a las cuestiones 49-54rdquo en Santo Tomaacutes de Aquino Suma Teoloacutegica t II BAC Madrid 1989 p 375444 Las cuales tampoco pertenecen en rigor al encuadre de nuestra Tesis Para profundizar vid S Th I-II q 57 a 2 laquoUtrum virtutes theologicae distinguantur ab intellectualibus et moralibusraquo especialmente el sed contra y el respondeo Mencionemos aquiacute como un hecho anecdoacutetico otro grupo de virtudes antiguamente llamadas ldquocatoacutelicasrdquo y que hoy han sido praacutecticamente olvidadas y son objeto de pocos por no decir nin-guacuten estudio En este sentido escribe V RODRIacuteGUEZ RODRIacuteGUEZ ldquoTratado de las virtudes en general

215

Deciacuteamos que los haacutebitos operativos se dividen en dos grupos virtudes y vicios seguacuten el fin al que se ordene cada uno de ellos Si se dirige hacia el bien que le es propio el haacutebito seraacute llamado virtud

445 vicio en sentido contrario

446

Para completar la nocioacuten debemos agregar la siguiente precisioacuten estamos ante una virtud moral propiamente hablando cuando es buena la obra que se opera a traveacutes del haacutebito y cuando se perfecciona el mismo operante

Con lo anterior hemos repasado la nota doctrina tomista sobre el tema de los haacutebitos las virtudes y los vicios que sirve a fines de presentar mejor la defini-cioacuten de la justicia tomasiana y el modo en que es abordada por el Doctor Comuacuten la Suma

laquoEl meacutetodo que sigue el Aquintense en su Suma Teoloacutegica es el aristoteacutelico es decir es filosoacuteficamente realista moderado y es metodoloacutegicamente realista pues como tal asciende de las cosas a las ideas Propedeacuteuticamente hablando estaacute ndashcomo ha explica-do Michel Villeyndash dirigido a la ensentildeanza (doctrina) y al acto de aprender (disciplina) en busca de la verdad ndashde su ciencia en el grado asequible al hombrendash invitando para ello al lector a rehacer el mismo camino que la razoacuten del maestro ha debido recorrer emplea

Introduccioacuten a las cuestiones 55-67rdquo en Santo Tomaacutes de AQUINO Suma Teoloacutegica t II BAC Madrid 1989 pp 415-420 ldquosectg Las virtudes morales infusas de los hijos de Diosrdquo p 420 laquoAl tratar el origen o causa eficiente de las virtudes en la cuestioacuten 63 no soacutelo se presente el problema de la existencia de virtudes morales infusas causadas inmediatamente por Dios a la vez que las virtudes teologales sino tambieacuten el de su diferenciacioacuten ultrageneacuterica de las virtudes naturales y de sus peculiares leyes de crecimiento y desapa-ricioacuten Santo Tomaacutes da por buena la conviccioacuten de los Doctores de la Iglesia y de los maestros escolaacutesticos que le precedieron con buena base biacuteblica (aunque no sea tan definitiva como respecto de las virtudes teo-logales) sobre la existencia de las virtudes morales infusas que en el siglo XII llamaban virtudes catoacutelicas ldquoque Dios obra en nosotros sin nosotrosrdquo seguacuten deciacutea la definicioacuten generalizada de virtud Nuestro autor aplicoacute su talento teoloacutegico a manifestar coacutemo los hijos de Dios renacidos en la gracia y orientados por las virtudes teologales hacia Dios necesitan ser revestidos interiormente con virtudes de ese mismo orden para comportarse como talesraquo Para quien desee rastrear las laquoincidencias histoacuterico-doctrinales del tema antes de Santo Tomaacutesraquo el autor de la cita reeviacutea a la lectura de las obras de Odon LOTTIN OSB especialmente el tercer tomo (ldquoProblegravemes de moralerdquo pp 100-150) de su monumental obra Psychologie et morale aux XIIe et XIIIe sieacutecles445 S Th I-II q 55 a 5 r d (in fine) laquoUnde virtus humana quae est habitus operativus est bonus habitus et boni operativusraquo446 S Th I-II q 71 a 1 r d Luego de explicar que laquoId autem ad quod virtus ordinatur est actus bonusraquo concluye laquosed secundum id quod est de ratione virtutis opponitur virtuti vitium vitium enim uniuscuisque rei esse videtur quod non sit disposita secundum quod convenit suae naturaraquo esto es el fin que es un bien y que le es propio

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

el arte de trivium ndashgramaacutetica (relacionando mens y verba) retoacuterica y dialeacutecticaraquo447

Bajo todas estas consideraciones pretendemos en lo sucesivo sistematizar la virtud de la justicia lo maacutes armoacutenica y ajustadamente que podamos a la expo-sicioacuten presentada por el Doctor Angeacutelico en S Th II-II qq 57-62

Como hemos visto Santo Tomaacutes dedica a la virtud de la justicia un extensiacute-simo tratado que abarca desde la cuestioacuten 57 hasta la 122 inclusive Nosotros como dijimos nos interesamos solamente hasta la 62 puesto que nuestra Tesis radica en demostrar que una cosa es la definicioacuten de la justicia que brinda el An-geacutelico y otra la que interpreta el Cardenal Tomaacutes de Vio Esta definicioacuten incluye como es debido la forma que el Doctor Comuacuten concibe para la virtud y coacutemo su estructura interna dice relacioacuten con el resto de las virtudes morales

Pues bien lo primero que debemos decir para evitar cualquier tipo de con-fusioacuten (que recogimos en las posibles preguntas planteadas al inicio de este apar-tado) es que la virtud de la justicia tiene dos formas de las cuales una posee dos partes subjetivas La justicia ademaacutes es una virtud moral cuyo tratamiento lo encontramos ndashrepetimosndash en S Th II-II qq 57-122 Este tratado incluye el estudio de la justicia en siacute misma (qq 57-60) el de sus partes (qq 61- 120) el don correspondiente (q 121) y sus preceptos (q 122) Tal como hemos notado este tratado sucede al de la prudencia (S Th II-II qq 47-56) y antecede al resto de las virtudes cardinales la fortaleza (S Th II-II qq 123-140) y templanza

Introduzcaacutemonos de una vez y con la siguiente nota en el tratado y la no-cioacuten de justicia presente en las cuestiones que hemos sentildealado

laquoEntre los siete bloques gruesos de las virtudes que se de-sarrollan en la II-II el tratado de la justicia tiene una peculiaridad inicial Efectivamente no deja de llamar la atencioacuten el hecho de que comience tratando acerca de lo justo Generalmente cada bloque se inicia con una referencia a la virtud en siacute para luego desarrollar el objeto acto propio vicio opuesto etceacutetera Pero en el caso de la justicia iquestpor queacute inicia con lo justoraquo448

447 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1143448 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6

217

En efecto Santo Tomaacutes define a la virtud de la justicia como laquohabitus se-cundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tribui-traquo

449

La respuesta a esta pregunta del mismo autor la preferimos sobre otra que seguidamente veremos Argumenta H Costarelli Brandi ndashrecurriendo Josef Pieperndash que laquola justicia es algo segundoraquo y que la misma laquopresupone el dere-choraquo

450 De hecho la explicacioacuten de que solamente un suum es posible con un

acto primero que la anteceda es a nuestro juicio la que mejor condice con el sentido de la obra y del pensamiento del Aquinate laquoEste acto fundante primi-genio es para el Angeacutelico el siguiente ldquoPor la creacioacuten empieza primeramente el ser creado a tener algo suyordquoraquo451 Esta reconduccioacuten del orden natural al sobrenatural es otro signo manifiesto de la intencioacuten del santo de enmarcar metafiacutesicamente los conceptos que recibe de Aristoacuteteles

452 Que condice como

hemos sostenido con la visioacuten integral con la que debemos atender a la Suma Teoloacutegica considerando siempre el sentido uacuteltimo cual es el de la instruccioacuten para la salvacioacuten de las almas

Preferimos esta explicacioacuten deciacuteamos por sobre la de Juan Vallet de Goyti-solo cuando se propone ldquoexponer sintetizar (en modo general y breve) y sis-tematizar del modo maacutes adecuado posible la visioacuten que desgranoacute de la justicia de Santo Tomaacutesrdquo453 Para lo cual recurriraacute a las observaciones que Bartolo de Sassoferrato realizoacute sobre algunas definiciones del Digesto de Justiniano en las que tambieacuten se basoacute el Angeacutelico

Bartolo anota que la justicia puede hallarse antes durante (al mismo tiempo) y despueacutes del derecho Y Goytisolo reconduce esta tri-distincioacuten acerca de la justicia a Santo Tomaacutes arguyendo (el primero) que tales precisiones son refle-

449 S Th II-II q 58 a 1 r d450 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6451 H COSTARELLI BRANDI laquoEl derecho y la justiciaraquo p 6 El entrecomillado en la cita pertenece a su vez a una frase que el autor trae de Santo Tomaacutes452 Cfr J MARTIacuteNEZ BARRERA laquoSanto Tomaacutes de Aquino y la Teoriacutea de la Justiciaraquo en Derecho y Humanidades nordm 12 (2006) p 109 Alliacute el autor hace notar laquouno de los aspectos que maacutes llaman la atencioacuten cuando se lee a Santo Tomaacutes en su trabajo de comentador de Aristoacuteteles es su intento por hallar un marco teoacuterico por lo general metafiacutesico para los conceptos eventualmente analizados Sin embargo por lo menos en lo que nos ha llegado de Aristoacuteteles no existe este meacutetodo de abordar ciertos temas especialmente los vinculados con la filosofiacutea moral la filosofiacutea poliacutetica o la filosofiacutea del derecho delimitando previamente un campo metafiacutesicoraquo453 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1144

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

jadas (por el segundo) en las cuestiones referidas al tratado de la virtud que nos ocupamos

454

laquoAsiacute intentareacute mostrar coacutemo eacutel [Santo Tomaacutes] observaba la justicia antes del derecho ndasha modo de una luz que lo guiacuteandash al mismo tiempo que eacuteste ndashes decir acompantildeaacutendolendash y despueacutes del derecho ndashcomo realizacioacuten concreta del mismo en una cosa justa ndashrex (sic) iustandash en tanto buena y equitativa ndashquod bonum et aequum estraquo455

Sorteada la singularidad con la que se inicia el tratado de la virtud de la justicia retomemos la definicioacuten que nos da el Aquinate laquoiustitia est habitus secundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tri-buitraquo

456 Definicioacuten que acepta luego de realizar algunas precisiones que es un

haacutebito operativo (moral) voluntario (es decir que radica en la voluntad y no en los apetitos) que requiere de quien lo realiza conocimiento y rectitud de inten-cioacuten (para que sea pleno) y que se ajuste seguacuten la nota de alteridad a la que se refiera (con esto queremos indicar el o lo ldquootrordquo a lo que deba ordenarse otra persona otras personas)

Toda la cuestioacuten 58 es la que sirve a Santo Tomaacutes para exponer acabada-mente algunas de las notas axiales de la virtud que siempre se refiere a otro que radica en la voluntad que se distingue la virtud de la justicia en general (o legal) y particular y que es la principal entre el resto de las virtudes morales

Las cuestiones que se suceden estaacuten dedicadas al vicio que se opone a la justicia (q 59 la injusticia) al acto de la misma (q 60 el juicio) a sus partes (q 61) y finalmente al acto de la justicia conmutativa (q 62 la restitucioacuten)

En esta virtud ademaacutes se distinguen dos formas anaacutelogas llamadas justicia general o legal y justicia particular La uacuteltima se compone de dos partes subjeti-vas que son la justicia distributiva y conmutativa

Digamos entre pareacutentesis que el tema de la analogiacutea y sus formas y cuaacutel consideramos que es la maacutes propia de las formas de la justicia lo considerara-

454 Cfr todo lo dicho con J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1143455 J VALLET DE GOYTISOLO ldquoLa Justicia seguacuten Santo Tomaacutesrdquo p 1144 [La aclaracioacuten es nuestra]456 S Th II-II q 58 a 1 r d

219

mos en un capiacutetulo de la proacutexima seccioacuten de nuestra Tesis la Parte III Cerrado el pareacutentesis prosigamos

La justicia legal entonces es aquella virtud a traveacutes de la cual los miembros de una comunidad poliacutetica ordenan sus obras al fin propio de la sociedad a la que pertenecen El fin propio al que la justicia general tiende es el bien comuacuten que perfecciona dicha sociedad poliacutetica Pero ademaacutes en cuanto virtud general es tambieacuten especial respecto del resto de las virtudes morales en modo anaacutelogo a lo que representa la virtud de la caridad para las teologales y en uacuteltima instancia a todas las virtudes Esto quiere decir que la justicia legal rectifica el comporta-miento de los hombres en la consecucioacuten del bien comuacuten al mismo tiempo que anima al resto de las virtudes morales a que se ordenen al fin que les es debido y por ende perfeccionando al hombre mismo

No es nuestro cometido entrar en el arduo tema de la intriacutenseca relacioacuten entre justicia y bien comuacuten Pero llegados a este punto no podemos tampoco obviarlo Expongamos algunas notas del bien comuacuten para la mejor inteleccioacuten de la definicioacuten de justicia que intentamos sintetizar

El bien comuacuten como dijimos es el fin al que se ordena la sociedad civil y de cuya consecucioacuten pende la perfeccioacuten de tal De esto se sigue pues que la perfeccioacuten del todo de orden social redunda en el bien de cada una de las partes que conforman tal sociedad esto es todos y cada uno de los hombres Justicia legal y bien comuacuten se reclaman mutuamente en el sentido de que a su traveacutes conquistamos el priacutestino y arduo bien perfectivo y es mirando a este uacuteltimo el modelo ndashla rationdash en que los hombres descubren el modo seguacuten el cual deben ajustar sus conductas Por lo cual la justicia general es el haacutebito operativo direc-tivo y el bien comuacuten el fin que actuacutea ndashen la vida de cada una de las personas o grupo de personas (cuerpos intermedios organismos instituciones etc)ndash como principio rector de los actos humanos

Asiacute las cosas podriacuteamos precipitarnos en concebir que la justicia general sea identificada con toda virtud moral puesto que cada una de las virtudes morales en cuanto que perfeccionan al hombre que actuacutea y vive en comunidad con otros hombres estariacutea perfeccionando tambieacuten a dicha sociedad Y asiacute la justicia ge-neral podriacutea ser confundida con cualquier otra virtud

Santo Tomaacutes enfrenta este problema y resuelve que la justicia legal es virtud general laquoinquantum scilicet ordinat actus aliarum virtutum ad suum finem quod

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

est movere per imperium omnes alias virtutesraquo457

y agrega que asiacute como la cari-dad ordena el acto de todas las virtudes al bien divino laquoita etiam iustitia legalis inquantum ordinat actus omnium virtutum ad bonum communeraquo

458

Ahora bien la justicia general iquestordena suficientemente al hombre respecto de aquellas cosas que son hacia otro Recordemos la definicioacuten que habiacuteamos traiacutedo de justicia laquohabitus secundum quem aliquis constanti et perpetua volun-tate ius suum unicuique tribuitraquo

459 El Aquinatense responde que la justicia ge-

neral no es esencialmente toda virtud y que debido a su materia propia (el bien comuacuten al que ordena inmediatamente) no debe confundirse con el resto de las virtudes que ordenan inmediatamente al bien propio (el cual es a veces respec-to de uno mismo y otras respecto de otras personas) y mediatamente al bien comuacuten Cuando las conductas deban ser rectificadas en vistas al bien de otras personas estamos en consecuencia frente a otro modo de llamarse de la virtud la justicia particular

laquoOportet praeter iustitiam legalem quae ordinat hominem immediate ad bonum commune esse alias virtutes quae immediate ordinant hominem circa particularia bona Quae quidem possunt esse vel ad seipsum vel ad alteram singularem personam Sicut ergo praeter iustitiam legalem oportet esse aliquas virtutes particulares quae ordinant hominem in seipso puta temperantiam et fortitudi-nem ita etiam praeter iustitiam legalem oportet esse particularem quandam iustitiam quae ordinet hominem circa ea quae sunt ad alteram singularem personamraquo

460

Mientras que la justicia general ordena inmediatamente al hombre al bien comuacuten la justicia particular lo ordena inmediatamente en sus acciones exterio-res hacia aquellas cosas que pertenecen a otras personas singulares El modo en que esto uacuteltimo se deacute lo trataraacute Santo Tomaacutes maacutes adelante precisamente en la q 62 sobre las partes de la justicia

457 S Th II-II q 58 a 7 r d458 S Th II-II q 58 a 1 r d459 Ibidem460 S Th II-II q 58 a 7 r d

221

Vista la definicioacuten de la justicia y obrada la distincioacuten en general y particu-lar analicemos ahora la precisioacuten que el Angeacutelico realiza de la uacuteltima conside-rando a su vez las partes subjetivas que la integran

laquoIustitia particularis ordinatur ad aliquam privatam personam quae comparatur ad communitatem sicut pars ad totum Potest au-tem ad aliquam partem duplex ordo attendi Unus quidem partis ad partem cui similis est ordo unius privatae personae ad aliam Et hunc ordinem dirigit commutativa iustitia quae consistit in his quae mutuo fiunt inter duas personas ad invicem Alius ordo attenditur totius ad partes et huic ordini assimilatur ordo eius quod est com-mune ad singulas personas Quem quidem ordinem dirigit iustitia distributiva quae est distributiva communium secundum proportio-nalitatem Et ideo duae sunt iustitiae species scilicet commutativa et distributivaraquo

461

Tras esto el Aquinatense procederaacute a resolver que la materia de cada una de estas justicias resulta diversa ya que la laquodistributiva iustitia est directiva distri-butionis commutativa vero iustitia est directiva commutationum quae attendi possunt inter duas personasraquo

462 Consecuentemente y conforme a su materia la

justicia distributiva distribuye proporcionalmente los bienes que son comunes mientras que en la conmutativa ndashtambieacuten proporcionalmentendash laquoredditur aliquid alicui singulari personae propter rem eius quae accepta est ut maxime patet in emptione et venditione in quibus prime invenitur ratio commutationisraquo463 La di-ferencia de esta proporcionalidad estaacute en el modo en que la misma se determina que seraacute geomeacutetrica en la distributiva y aritmeacutetica en la conmutativa Muy bien y brevemente explica esta distincioacuten el Prof Pablo Saacutenchez Garrido

laquoRespecto a coacutemo calcular la igualdad que hace de justo me-dio dentro de ambas justicias Santo Tomaacutes habla de una igualdad de proporcionalidad geomeacutetrica en la justicia distributiva y de una igualdad de proporcionalidad aritmeacutetica en el caso de la conmutati-va Es aritmeacutetica la conmutativa puesto [que] la igualdad requerida

461 S Th II-II q 62 a 1 r d462 S Th II-II q 62 a 3 r d463 S Th II-II q 62 a 2 r d

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

para el deacutebito se da cuantitativamente entre cosas mientras que en la distributiva es una igualdad geomeacutetrica puesto que se establece de cosas a personas de ahiacute la necesidad de una proporcioacuten basada en una igualdad de relacioacuten (en este caso de proporcionalidad discreta es decir entre proporciones totalmente dispares en sus teacuterminos)raquo464

Una cosa maacutes sobre la que queremos insistir antes de proseguir es en el ca-raacutecter armoacutenico de la doctrina tomista y el modo en las virtudes cooperan unas con otras Esto asiacute porque hay un principio directivo y unitivo que es el bien comuacuten En efecto Santo Tomaacutes no sugiere que para la realizacioacuten de una virtud moral cualquiera otra deba enfrentaacutersele ni mucho menos oponeacutersele Deci-mos esto porque muchas veces encontramos algunas posiciones que sugieren lo contrario Asiacute por ejemplo cuando Gonzalo Saacutenchez se propone explicar la relacioacuten entre la justicia particular y la general escribe

laquoJunto con referirse a la Justicia general o legal que tiene por funcioacuten ordenar ldquoal hombre inmediatamente al bien comuacutenrdquo Santo Tomaacutes consigna la existencia de una justicia particular que en oposicioacuten a la anterior ordena por una parte la relacioacuten entre las personas consideradas individualmente y por la otra aquella de la comunidad y de la personaraquo465

Resaltamos en negrita laquoen oposicioacuten a la anteriorraquo puesto que entendemos que la justicia particular no opera oponieacutendose a la general sino completando el acto de toda la virtud Lo cual si sucediese devendriacutea en un desorden de la mis-ma virtud de la justicia y de toda la moral Ahora bien es posible aventurar que tal expresioacuten sea heredera de aquella triparticioacuten de la virtud que hemos referido y que seguidamente veremos

Pues bien llegando al final de este apartado ensayemos una siacutentesis de todo lo que hemos expuesto para esclarecer la definicioacuten de justicia presente en la Summa Theologiae que puso Santo Tomaacutes de Aquino en el tratado dedicado a la virtud

464 P SAacuteNCHEZ GARRIDO laquoConsideraciones sobre la justicia distributivaraquo p 3465 G SAacuteNCHEZ G-H laquoEstudio acerca de la justicia en Santo Tomaacutesraquo p 83 La negrita es nuestra

223

La justicia es una virtud moral que tiene por objeto el derecho y que radica en la voluntad como en su sujeto Debido a que es un haacutebito operativo que en-tiende dar o retribuir a cada quien lo suyo se dice anaacutelogamente justicia general y particular Es general cuando rectifica las acciones de las personas hacia el bien comuacuten fin propio de la sociedad poliacutetica y cuando dirige tambieacuten a su propio fin a cada una de las virtudes morales Se dice particular cuando se consideran los actos de las personas singulares en referencia a otras personas Lo cual puede acontecer en dos modos de persona (parte) a persona (parte) o del todo (co-munidad) a la parte (persona) De tal consideracioacuten resulta la divisioacuten en partes subjetivas de la virtud de la justicia dicha particular la primera es la justicia (particular) conmutativa y la segunda es la justicia (particular) distributiva Es decir que la nota de alteridad es la que sirve de fundamento a la distincioacuten de la virtud de la justicia en sus dos formas anaacutelogas ndashnuevamente general (o legal) y particularndash y a la divisioacuten de la uacuteltima en sus partes subjetivas (distributiva y conmutativa)

Confrontemos todo lo que hemos dicho con la nocioacuten de justicia presente en los comentarios del Cardenal de Gaeta A tal efecto recogeremos las anotaciones del precedente capiacutetulo para reconstruir su definicioacuten de justicia Adentreacutemonos pues en el proacuteximo apartado

IV2 LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETA-NO A LA S TH II-II QQ 57-62

iquestQueacute es entonces la justicia para el Cardenal Tomaacutes de Vio iquestSe separa con sus comentarios de Santo Tomaacutes de Aquino Si es asiacute iquestpor queacute lo hace iquestEs la consecuencia de un cambio de perspectiva iquestDe cierta forma mentis seguacuten la cual el de Aquino fue leiacutedo por el de Gaeta iquestPodremos encontrar las razones ndashsi es que las hubondash de tal distanciacioacuten en su glosa

Llegamos por consiguiente al inciso en que daremos respuestas a estos interrogantes valieacutendonos de las exposiciones de tipo analiacuteticas que trajimos en los precedentes apartados

Los tres puntos aacutelgidos que sirven de apoyo para elaborar una nocioacuten ca-yetana de justicia son los comentarios al artiacuteculo octavo de la cuestioacuten nuacutemero

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

cincuenta y ocho la glosa al primer artiacuteculo de la sexageacutesima primera cuestioacuten y las apreciaciones contenidas en el tercer artiacuteculo tambieacuten perteneciente a la cuestioacuten nuacutemero sesenta y uno Los indicios recogidos en el resto de sus comen-tarios serviraacuten precisamente a fin de confirmar lo que infiramos tras el anaacutelisis de todos los artiacuteculos glosados

A esto sumemos la consideracioacuten sobre la virtud en tanto que ldquoobligacioacutenrdquo claramente sostenida en el artiacuteculo tercero de la cuestioacuten sexageacutesima segunda

Retomando todas estas notas estamos en condiciones de ofrecer una defi-nicioacuten sinteacutetica de lo que entiende por justicia el Cardenal Tomaacutes de Vio cu-yos principios caracteres esenciales y precisiones encontramos esparcidas en su extensa glosa desde la cuestioacuten 57 hasta la 62 Tal nocioacuten que sostuvimos eacutel mismo presupone como una e ideacutentica con la de Santo Tomaacutes estaacute no solamente distanciada en cuanto a su forma maacutes tambieacuten en lo referido a su contenido

Lo decimos sin maacutes la nocioacuten de justicia del Cardenal Cayetano es diversa en su contenido y en su estructuracioacuten interna de aquella ofrecida por el Aqui-nate

Como hemos dejado en claro cuando el Angeacutelico habla de la virtud de la justicia nos dice que se presenta en dos formas Una es la denominada justicia general o legal y otra es la llamada justicia particular Cada una ellas tiene una materia especial distintas y correspondientes a su forma Mientras la justicia ge-neral anima al resto de las virtudes morales hacia el fin que le es propio y dirige hacia el bien comuacuten la justicia particular con sus dos partes subjetivas se ocupa de ordenar inmediatamente al hombre a las cosas que se refieren a otro llamadas justicia distributiva y conmutativa Las mismas son diversificadas seguacuten deba producirse la adecuacioacuten de la cosa al derecho es decir a la igualdad ndasho al modo de igualdad en que deba conmensurarse lo justondash ya en forma aritmeacutetica (para la conmutativa) ya en forma geomeacutetrica (para la distributiva) de parte a parte del todo a la parte

Hasta aquiacute Santo Tomaacutes de Aquino Veamos ahora al Cayetano

Para intentar una reconstruccioacuten de la nocioacuten cayetana de justicia y pro-poner asiacute una definicioacuten por las viacuteas de la siacutentesis fueron utiliacutesimas todas las observaciones y resultados finales expuestos en las precedentes partes de este trabajo

225

A modo de inicio tomaremos loacutegicamente aquellas primeras palabras con las que el Cayetano comenta el primer artiacuteculo de la cuestioacuten sexageacutesima prime-ra y la iremos completando con las restantes consideraciones

Si tuvieacutesemos que responder a la pregunta iquestqueacute es la justicia para el Caye-tano O iquestqueacute entiende Tomaacutes de Vio cuando comenta el tema de la justicia en las cuestiones que hemos sentildealado Diriacuteamos que

Para el Cardenal la justicia es una uacutenica virtud un todo compuesto de tres partes o especies subjetivas Una llamada justicia general y dos especies espe-cialiacutesimas llamadas justicias particulares

466 De estas ldquoespecies especialiacutesimas

de justicias particularesrdquo467

una es la distributiva y otra es la conmutativa468 En la uacuteltima ndashconmutativandash encontramos dos partes que se diferencian entre siacute ya sea porque el intercambio que se da sea voluntario de un lado involuntario del otro Estas tres especies de una misma justicia se especifican seguacuten la forma en que adecuacutean o igualan lo justo o el derecho que debe ser hallado

469 La restitu-

cioacuten en cuanto acto de la justicia conmutativa debe efectuarse soacutelo cuando haya sentencia firme de juez idoacuteneo y competente

470

Hasta aquiacute entonces una primera aproximacioacuten a la definicioacuten de justicia que pudimos extraer de las notas del Cayetano para poder ofrecer en forma de siacutentesis Confronteacutemosla con la del Aquinate y maticemos sus diferencias

466 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo467 Cfr Comm Card Caie en STh II-II q 61 a 1468 Comm Card Caie sectII en STh II-II q 61 a 3 laquoEst ergo iustitia commutativa una species specialis-sima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam operatur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex su-pradictisraquo469 Cfr Comm Card Caie en STh II-II q 61 a 3 r d laquosi autem accipiamus ut materiam utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo470 Comm Card Caie sectI en STh II-II q 62 a 3 laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo ante-quam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Para el Aquinate hay dos formas de justicia Una general o legal y otra particular Mientras que para el Cayetano la justicia tiene tres formas o partes Como hemos visto en su glosa a S Th II-II q 61 a 1 el Cardenal concibe una ldquotriparticioacutenrdquo o ldquotriespecificacioacutenrdquo de la virtud es decir que la misma presenta tres especies una justicia legal y dos justicias particulares A su vez las justi-cias particulares son especies especialiacutesimas llamada justicia distributiva una justicia conmutativa la otra La especie especialiacutesima de la justicia particular nombrada justicia conmutativa tiene dos partes que se diferencian seguacuten la in-tencionalidad o modo en que se deacute la conmutacioacuten seraacute una entonces ldquovolun-tariardquo e ldquoinvoluntariardquo la segunda Para el Cardenal Tomaacutes de Vio la justicia se constituye en geacutenero de acuerdo al modo en que se opera la adecuacioacuten de lo justo o el justo medio con el derecho a retribuir Una nota final es la referida al acto de la justicia conmutativa Para el Angeacutelico el acto de la restitucioacuten es un haacutebito personal que el sujeto debe buscar completar antes de ser compelido por juicio a restituir maacutes de lo que eventualmente sustrajese Para el Cayetano la misma restitucioacuten debe ser obrada tan soacutelo si existe sentencia firme de alguacuten juez En este uacuteltimo sentido quedoacute demostrado en nuestro anaacutelisis de S Th II-II q 62 a 3 que alliacute donde Santo Tomaacutes comprendiacutea que el acto de la restitucioacuten debiera efecto de la virtud personal del que sustrajo algo (y que soacutelo debe ser restituido en forma multiplicada en el caso de que un juez asiacute lo dictamine) el Cardenal indica que cualquier tipo de restitucioacuten debe hacerse exclusivamente cuando alguna sentencia asiacute lo mande y por ende obligue

Tenemos entonces hasta aquiacute que la forma de la virtud de la justicia del Aquinate es distinta a la del Cardenal Cayetano tanto en su nocioacuten cuanto en sus formas o partes Profundicemos los matices apreciados en el paacuterrafo anterior

En la interpretacioacuten del Cardenal Tomaacutes de Vio hemos visto dos aspectos bien diferenciados presentes en sus comentarios De un lado la forma seguacuten dijimos Del otro el concepto de justicia conmutativa en cuanto ldquoalgo que debe ser hecho seguacuten dictamen del juezrdquo471

El Cardenal interpreta todo el artiacuteculo siempre en este sentido y no repara en que Santo Tomaacutes dice que cuando alguien toma algo ajeno injustamente pero sin injusticia (como en un mutuo) debe reparar la inequidad que se ha seguido laquoad quod sufficit quod restituat tantum quantum habuit de alienoraquo

472

471 Comm Card Caie sectI en STh II-II q 62 a 3472 S Th II-II q 62 a 3 r d

227

Dicho artiacuteculo que se pregunta si alguien deba restituir soacutelo lo que ha to-mado injustamente el Angeacutelico lo resuelve indicando los dos modos en que esto pueda suceder laquoinaequalitas ex parte reiraquo e laquoiniustitiae culparaquo En el primer caso debe restituirse soacutelo lo que ha sido tomado en el segundo lo que dictamine el juez para solventar la pena Y concluye laquoEt ideo antequam sit condemnatus per iudicium non tenetur plus restituere quam accepit sed postquam condem-natus est tenetur poenam solvereraquo

473 en el caso de que la pena indique restituir

maacutes de lo que se ha tomado Hemos subrayado el plus para indicar el sentido que alguien antes de ser condenado no estaacute obligado a restituir maacutes de lo que tomoacute De donde se sigue pensamos que movidos por la virtud de la justicia la persona puede obrar precisamente en forma virtuosa y reparar la injusticia sin necesidad de la obligacioacuten que implica ndashe imponendash el juez y la ley

Obrada tal diferencia ahondemos todaviacutea en algunos conceptos subsidia-rios que serviraacuten para comprender mejor la distancia entre ambos frailes domi-nicos Sigamos a tal efecto el ejemplo del maestro Alfredo Casaubon que al escribir Justicia y Derecho se ve compelido a aclarar el sentido de los teacuterminos en relacioacuten a otros Asiacute tambieacuten nosotros lo haremos con ldquoanalogiacuteardquo ldquogeacutenerordquo ldquoespecierdquo ldquotodordquo ldquoparterdquo ldquopartes subjetivasrdquo ldquoequiacutevocordquo ldquosubalternacioacutenrdquo en obvia correspondencia con las definiciones de justicia colocadas

En efecto Casaubon tras aclarar que laquollamamos teacuterminos ldquouniacutevocosrdquo aque-llos en que el sonido es el mismo uno mismo tambieacuten el concepto o definicioacuten expresado por ese sonido y muchos los entes a los que se aplicaraquo

474 mientras

que en el extremo opuesto encontramos los teacuterminos equiacutevocos laquoen los que el sonido es uno pero los conceptos significados son varios y sin orden ni relacioacuten entre siacuteraquo

475 Los teacuterminos anaacutelogos por su parte se ubican en medio de ambos

laquoen los que el sonido es uno las significaciones o conceptos varios pero relacio-nados y eventualmente jerarquizados entre siacuteraquo

476

Esta distincioacuten entre teacuterminos anaacutelogos equiacutevocos y uniacutevocos sirve a efec-tos de poner de relieve una de las primeras notas que destacamos sobre la defini-cioacuten de las partes de la justicia tomista Puesto que si la justicia legal es aquella

473 Ibidem474 A CASAUBON laquoJusticia y Derechoraquo en El derecho natural en la realidad social y juriacutedica S R CASTANtildeO ndash E SOTO KLOSS (eds) ed Universidad de Santo Tomaacutes Santiago de Chile Chile 2005 p 103475 Ibidem p 103476 Ibidem p 103

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

parte anaacuteloga de la justicia cuando esta virtud se dice en relacioacuten al bien comuacuten mirado como fin propio de las acciones humanas y del resto de las virtudes mo-rales (mediatamente) y la justicia particular es por ende el analogado seguacuten el cual entendemos a la virtud cuando mira las adecuaciones de las partes entre siacute o del todo a las partes estaremos en condiciones de concluir que entre uno y otro concepto hay una relacioacuten de analogiacutea de proporcionalidad Y debido a la primaciacutea del bien comuacuten sobre el resto de los bienes (por caso particulares) la forma de la justicia particular concurriendo sus partes subjetivas se ordena a la justicia general como el bien particular al bien comuacuten Es decir hay una jerarquiacutea entre estos conceptos o formas o partes anaacutelogas Aquiacute no vinculamos la analogiacutea de proporcionalidad con la de atribucioacuten intriacutenseca que es la que permite expresar la jerarquiacutea y que desarrollaremos con mayor exhaustividad en los capiacutetulos IV y especialmente en V4 y VI

Cuando el Cayetano dice que laquoiuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativaraquo477

estaacute igualando las partes subjetivas de la justicia particular a la justicia general Puesto que al ponerlas en el mismo orden suprime el sentido anaacutelogo con el cual el Aquinate las ha definido Esto quiere decir que ademaacutes de obrada la triparticioacuten de la justicia hay una deformacioacuten de la justicia Una de-generacioacuten de esta Para Santo Tomaacutes repetimos las formas de la justicia son dos para el Cardenal tres Antes de detenernos en los teacuterminos ldquoespecierdquo y ldquogeacutenerordquo ldquoparterdquo y ldquotodordquo traiacutedos en esta misma cita reflexionemos un poco sobre el concepto ldquoformardquo

Sirvaacutemonos pues del Leacutexico teacutecnico de Filosofiacutea Medieval de la prestigiosa investigadora Silvia Magnavacca

En la voz ldquoformardquo tras explicar que el teacutermino debe rastrear sus oriacutegenes en el sentido platoacutenico del eiacutedos y que los escolaacutesticos lo asumieron conjuntamente con el de la ratio agustiniana tal debemos entenderlo diversamente seguacuten el as-pecto que contemplemos como forma substantialis forma accidentalis forma corporeitatis forma metaphysica entre las maacutes destacadas y concluye laquoAsiacute

477 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

229

pues el teacutermino que nos ocupa recogioacute en la Edad Media las tres acepciones aristoteacutelicas la de principio del ser de algo (morfeacute) la de principio de inteli-gibilidad (eiacutedos) y la de principio del movimiento (physis)raquo

478 Claramente en

nuestro anaacutelisis descartamos la primera y tercera acepcioacuten Puesto que cuando hablamos de las ldquoformas de la justiciardquo nos referimos al principio de inteligibili-dad que nos permite conocer su determinacioacuten y aquellas razones por las cuales opera en una u otra forma

479 Anotemos que la forma asiacute comprendida es enten-

dida tambieacuten como modelo (ratio) de la misma virtud Ratio en pos de la cual la verdadera inteleccioacuten de la justicia exige para siacute una determinada asimilacioacuten del sujeto que la conoce

480 De donde se sigue que la expresioacuten que tengamos del

objeto que conocemos y el modo de conocerlo ndashexpresado en palabrasndash ponen de manifiesto la adecuacioacuten o inadecuacioacuten del intelecto y la cosa En rigor de verdad el Cayetano no estariacutea distanciaacutendose de Santo Tomaacutes (que seriacutea lo de menos) sino de la cosa misma

Por lo tanto decir que la justicia tiene una cantidad de formas ndashdos y no tres (Sto Tomaacutes) o al reveacutes (Cayetano)ndash manifiesta el modo en que concebimos sus operaciones dos o tres La triparticioacuten cayetana de la justicia pone tres opera-ciones para la misma virtud distanciaacutendose asiacute de la biparticioacuten obrada por el Aquinatense En este sentido el Cardenal estaacute diferenciando tres especies de justicia cuya implicancia es la de reconocer tres diferencias especiacuteficas Seguacuten aquello que pertenece a la tradicional doctrina loacutegica y que sentildeala S Magnavac-ca laquoDesde el punto de vista estrictamente loacutegico Aristoacuteteles presenta la species como resultante del geacutenero y la diferencia especiacuteficaraquo

481

Tambieacuten el Cayetano nos habla de ldquoespecies especialiacutesimasrdquo que son las justicias particulares la distributiva y la conmutativa Precisemos y echemos luz sobre estos conceptos aristoteacutelicos los intermediarios y el sentido en que fueron recibidos en la Edad Media

laquoLas liacuteneas generales de esta doctrina pasan a la Edad Me-dia especialmente a traveacutes de Profirio quien define en general la s en cuanto tal o s specialis (veacutease) como lo que estaacute ordenado o

478 S MAGNAVACCA laquoFormaraquo en Leacutexico teacutecnico de Filosofiacutea Medieval pp 298-299479 Cfr laquoFormaraquo en Ibidem p 299480 Cfr laquoSpeciesraquo en Ibidem p 649 sect2481 Ibidem pp 648-650

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

situado inmediatamente bajo el geacutenero En cambio la species spe-cialissima es el atributo esencial que se predica de una multiplicidad de teacuterminos y que precede inmediatamente al individuo por ejem-plo la especie ldquohombrerdquo (cf Isag IV 10 y ss) La primera defini-cioacuten porfiriana indicada se aplicaba pues a cualquier especie en la medida en que eacutesta resulta del elemento indeterminado ndashque es el geacutenerondash y el determinante ndashque es la diferencia especiacuteficandash Sin embargo y seguacuten tal definicioacuten una s puede constituir un geacutenero bajo ulteriores diferencias como se puede ver en el ceacutelebre aacuterbol De esto se deduce que toda s cualquiera sea el lugar que en dicho esquema ocupe es un teacutermino universal Y aquiacute se vuelve al aspecto ontoloacutegico del concepto de especie puesto que precisamente de la cuestioacuten planteada por Porfirio acerca del valor loacutegico y ontoloacutegico de las especies deriva la famosa querella medieval de los universa-les (veacutease universale) Tal como fue elaborada por el pensamiento antiguo y medieval la s presenta pues una nota fundamental la de ser el concepto universal que traduce la esencia de un conjunto de entes individuales y el modo de ser propio de dicho conjunto Por consiguiente designa tambieacuten a la misma comunidad que participa de esa esencia de ahiacute el pasaje que se produce en la Modernidad del significado loacutegico-ontoloacutegico al bioloacutegicoraquo 482

Cuando el Gaetano nos dice que son especies especialiacutesimas confirma una vez maacutes la concepcioacuten que tiene de la justicia su estructura y la relacioacuten de sus partes el geacutenero es uno las especies son tres las especies especialiacutesimas son tambieacuten tres Es faacutecil concluir que entonces la justicia legal es una especie especialiacutesima maacutes Pues esta inferencia se ajusta en todo al razonamiento del Cardenal Puede ser como ha sentildealado L Elders que la caacutetedra que los Esco-tistas teniacutean en Padova laquodeterminoacute que Cayetano discutiera sin fin con ellos y que entrara en el juego de innumerables distincionesraquo

483 Distinciones que indu-

dablemente han marcado sus escritos como concluye el autor484

y tambieacuten su modo de comprender las cosas

482 Ibidem pp 648483 L ELDERS laquoCayetano comentadorraquo p 1484 Cfr Ibidem p 1

231

Respecto del ldquotodordquo485

y la ldquoparterdquo486

el Priacutencipe de los Comentadores se-ntildeala que seguacuten el triple orden que encontramos en alguacuten todo asiacute vemos tres partes de la justicia en el ldquotodo justiciardquo y que por ello la justicia es un ldquotodo triplerdquo o lo que es lo mismo un todo compuesto de tres partes llamadas cada una de ellas parte (justicia) legal parte (justicia) distributiva y parte (justicia) conmutativa

487

Retomemos otra nota de este ldquotodordquo que nos trae Magnavacca y que resulta de especial intereacutes es el modo en que fue entendido por los autores medieva-les no como algo que sea sencillamente reductible a partes laquosino en su propia ratioraquo

488 Que en el plano loacutegico (analogado con el metafiacutesico) tal ratio im-

plica una serie de apreciaciones de las que destacamos algunas Por un lado el totum universale laquouna estructura esencial especiacutefica o geneacuterica expresada en un concepto universalraquo (i e geacuteneros y especies) Por otro el totum integrale laquoaquel cuyas partes son cuantificables y que no se debe confundir con el [] t in quantitate que es lo tomado universalmente como ldquotodo hombrerdquo o ldquoninguacuten hombrerdquoraquo

489

Cuando hablamos de la virtud de la justicia como un todo nos referimos entonces a ldquouna estructura determinada de geacuteneros y especies cuyas partes son cuantificablesrdquo Y cuando leemos la expresioacuten cayatena laquoquod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae inveniturraquo

490 nos pa-

rece ver una predeterminacioacuten de las partes que deban ser encontradas en alguacuten

485 Vid S MAGNAVACCA laquoTotumraquo en Leacutexico teacutecnico pp 694 y ss laquoEn cuanto teacutermino teacutecnico como caracterizacioacuten general se puede decir que esta voz denota cualquier conjunto de partes indepen-dientemente del orden o disposicioacuten de estas En este sentido presenta un matiz de diferencia respecto de la totalitas (veacutease) En la Edad Media el concepto de t fue elaborado a partir de las consideraciones que hace Aristoacuteteles en su Met V 26 1023 b 25 y se entendioacute en correlacioacuten con el de pars (veacutease) un todo es fundamentalmente ldquoquod constat partibusrdquo seguacuten sentildeala Tomaacutes de Aquino en S Th I q 10 a 1 ad 3raquo486 Vid laquoParsraquo en Ibidem pp 502 El concepto de parte es correlativo al de totum (veacutease) al cual se opone en cuanto que el todo se caracteriza precisamente como una unidad divisible en partes Ambos teacuterminos pre-suponen la nocioacuten de unidad mientras que la relacioacuten que se establece entre ellos estaacute dada por el concepto de divisioacuten o descomposicioacuten se da una p si hay divisioacuten de una unidad primitiva487 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo488 S MAGNAVACCA laquoTotumraquo en Leacutexico teacutecnico pp 694489 Ibidem pp 694-695490 Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

todo tres Como si el ldquotodo justiciardquo perteneciese al totum integrale que debe ser siempre reductible a una triple ordenacioacuten o tri-especificacioacuten o tri-particioacuten Pero no hay razoacuten para pensar que a priori todo totum deba constar de tres partes A no ser claro estaacute que se haya optado tal preferencia como un modo de proceder que metodoloacutegicamente aporte mayor orden o adecuacioacuten a la ldquoper-feccioacutenrdquo Tal eleccioacuten es seguacuten nuestro parecer y a toda vista inconducente

Ahora bien iquestqueacute incidencias pudo haber tenido o de hecho tener todo esto en los campos de la eacutetica en la poliacutetica y en el derecho Es decir iquestmodifica en algo la conducta el tener dos o tres partes siempre y cuando la parte general de la virtud (la justicia legal) continuacutee operando iquestEs sencillamente un dato anec-doacutetico iquestUna mera curiosidad iquestUn prurito acadeacutemico Sigamos reflexionando todaviacutea a partir de esta definicioacuten o mejor a partir de estas definiciones bien contrapuestas en sus diferenciaciones y los alcances praacutecticos que de aquiacute se podriacutean desprender

Por el lado de la eacutetica de su sistema eacutetico ndasho mejor partiendo desde su punto de vista moralndash las virtudes no son ya entendidas en el sentido de haacutebito personal Sino por el contrario vienen ahora a ser ldquoactos tipificados y normati-vizadosrdquo que deben ser cumplidos bajo el pretexto del deber

Se supondraacute aquiacute que con el soacutelo hecho de ldquocumplir objetivamenterdquo con los ldquoactos prescriptosrdquo por tal o cual virtud el hombre alcanzariacutea asiacute la felicidad Que es el objetivo de toda vida forjada en las virtudes y de las leyes tambieacuten

Se correriacutea el riesgo ademaacutes que desapareciese todo el argumento sobre la racionabilidad y la ldquoautonomiacuteardquo moral Puesto que si en cada caso disponemos de un moralista perito en casuiacutestica que nos brinde o nos diga a cada momento queacute es lo que debemos hacer y coacutemo se espera que lo hagamos iquestDoacutende queda pues el comportamiento voluntario491

iquestQueacute hacer con las pasiones y los senti-mientos con toda la vida afectiva

Una eacutetica que esteacute alliacute solamente para legislar las acciones justas castigan-do a quienes no cumplen con las normas externamente dadas tiene ndasha nuestro entenderndash muy poco que ver con la perspectiva eacutetica tomista que concebimos como una doctrina de la virtud en cuanto acto humano libre y voluntario que se ordena a un fin en tanto que lo reconoce como bueno y lo conduce a la felicidad

491 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 67

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Y para apreciar algo como bueno es necesaria no soacutelo la experiencia moral maacutes tambieacuten y por sobre todo la razoacuten que se pone a reflexionar sobre tal y asiacute educir principios ciertos universales y vaacutelidos que guiacuteen nuestra vida hacia la felicidad

La eacutetica presente en los comentarios del Cardenal quien prescribe e indica a cada paso y a cada momento queacute es lo que debe hacerse deja ya de ser la propia virtud tomasiana de la justicia A este respecto nos dice M Rhonheimer que

laquoLa virtugrave della giustizia egrave il perfezionamento della volontagrave ri-guardo allrsquoaspirazione al ldquobene per lrsquoaltrordquo Essa egrave la volontagrave ferma e costante di dare a ldquociascuno il suordquo di dargli ciograve che gli spetta e precisamente [] nei vari ambiti dei rapporti interumani che con-tituiscono le varie parti della giustizia come virtugrave speciali giustizia dello scambio della distribuzione e della legalitagraveraquo

492

Esto no es la virtud de la justicia para Cayetano

De un lado la virtud desde el punto de vista cayetano es algo que deber ser realizado en cuanto deber y para evitar por ejemplo una pena o un castigo Recordemos que siempre estaacute indicando con sus comentarios queacute hacer para evitar tal o cual pecado Ademaacutes de que siempre manifiesta que pecariacutea mortal o venialmente quien obre de esta u otra forma

Del otro la virtud de la justicia ya no seriacutea aquella que mira ldquoal bien del otrordquo como afirmamos con Rhonheimer siguiendo ambos a Santo Tomaacutes de Aquino Nunca nada maacutes lejos de esto en la interpretacioacuten del Cardenal de Gae-ta para quien la virtud de la justicia seriacutea entonces aquel conjunto de actos prescripciones e indicaciones que el sujeto debe seguir no en vistas del bien del otro iexclSino preocupaacutendose por el suyo propio

iquestY queacute tipo de justicia es aquella que busca el bien propio en primera me-dida para que los demaacutes sujetos ndashque tambieacuten buscan obrar la misma virtudndash no me dantildeen a miacute mismo en mis propios bienes Pues esta justicia tal vez tenga maacutes que ver con ciertas notas del paradigma eacutetico del liberalismo individual En este sentido A Vendemiati glosa a G Abbagrave tras haber puesto a Hobbes como maacuteximo representante moderno de la eacutetica en tercera persona laquoLa tipica appli-

492 M RHONHEIMER La prospettiva della morale p 207

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cazione di questo paradigma si riscontra nellrsquoimpostazione dellrsquoindividualismo liberale in cui lrsquounico dovere consiste nel rispetare lrsquoautonomia degli altriraquo

493

Hemos insinuado anteriormente que el Cardenal es un moralista moderno por todo esto iquestSeraacute acaso el pionero o inaugurador de este dicho paradigma iquestPodemos sentildealarlo como el primero de los moralistas modernos como el filoacute-sofo eacutetico que fundoacute e influyoacute todos los discursos eacuteticos que le sucedieron En sede cientiacutefica pues seriacutea muy temerario afirmarlo Podemos decir que debido a su importancia el Cayetano ha tenido influencia en la reflexioacuten sobre la filoso-fiacutea poliacutetica y la eacutetica moderna

Para el Cayetano la virtud de la justicia es una con tres especies subjetivas una general y dos particulares las cuales son especies especialiacutesimas El pro-blema de esta forma de la virtud en el Cardenal es que se ha perdido la justicia general porque ya no es maacutes ldquogeneralrdquo No dirige ni anima al resto de las virtu-des morales hacia el fin que les es propio ni mucho menos hacia el bien comuacuten

Cabe la pregunta iquestQueacute haraacuten pues las demaacutes virtudes sin un principio que las guiacutee Lo mismo que una nave sin gobierno en medio de una feroz tempes-tad entregarse a la deriva y al vaiveacuten de los vientos circunstanciales

El Cayetano ha ldquointroyectadordquo la forma de la justicia general conjuntamen-te a las ldquodos particularesrdquo en una nueva forma Hay una ldquodeformacioacutenrdquo de una o mejor de las dos formas de la justicia puesto que equipara las partes subjetivas de la justicia particular con la forma de la general De un lado podriacuteamos decir que ldquode-generardquo la justicia general del otro que diversifica en dos geacuteneros aque-llas partes subjetivas

Hemos adelantado un alcance praacutectico de esto no hay virtud general que ldquoanimerdquo que de unioacuten y cohesioacuten a todo el resto de las virtudes morales No es ya aquel ldquolucerordquo que con su brillo dirige las restantes virtudes morales No seraacute tampoco aquella virtud que halle complementariedad en la caridad otra de las virtudes generales Puesto que al ser una maacutes de entre el resto de las virtudes morales no podraacute guiarlas al bien comuacuten que se ordena al bien comuacuten sobrena-tural Ademaacutes faltaraacute cohesioacuten interna a la Suma del Aquinate que fue escrita para la instruccioacuten y la salvacioacuten de las almas de sus alumnos

Asiacute comenzaraacute a deshacerse paulatinamente todo el armoacutenico edificio en torno a las iacutentimas relaciones entre las virtudes morales y teologales Resumida-

493 A VENDEMIATI In prima persona pp 66-67

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mente y por lo tanto lo que ha obrado aquiacute el Cardenal Tomaacutes de Vio con esta deformacioacuten (peacuterdida de las formas) de la justicia es una especie de ldquocisurardquo que vaciaraacute todo el cuerpo doctrinal moral del Aquinate a partir del desangrado del lucero de todas las virtudes le ha quitado el alma a la eacutetica filosoacutefica tomista

Y esto porque ahora ya no hay un sentido de analogiacutea entre las formas de las virtudes ndashque si bien ldquoel sonido es uno sus partes pueden ser jerarquizadasrdquo

494ndash

sino que dicha triparticioacuten expresa cierta equivocidad laquoen los que el sonido es uno pero los conceptos significados son varios y sin orden ni relacioacuten entre siacuteraquo

495

Asiacute todas las virtudes morales quedaron liberadas a la propia suerte en una especie de ipsismo teleoloacutegico e inmanente Todas miraraacuten a su bien propio bien y lo conseguiraacuten siacute Pero iquesty luego queacute iquestA doacutende dirigirse iquestHacia doacutende mi-rar iquestQueacute ldquofin uacuteltimordquo ndashverdaderamente uacuteltimondash perseguir No habraacute respues-tas Al menos no aquellas que se puedan educir natural y filosoacuteficamente del espiacuteritu del realismo tomista Estamos en consecuencia frente a un pleno mo-ralismo que conduciraacute a un formalismo y a un voluntarismo Pues al desequi-librar la inteleccioacuten sobre lo moral se corromperaacute consecuentemente la moral misma y por ello seraacute necesario indicar a cada paso queacute hacer y coacutemo hacerlo

iquestY queacute decir respecto del derecho Las palabras de A Vendemieti son per-fectamente aplicables en este sentido al Cardenal Cayetano

laquoQuando le etiche della terza persona vogliono garantire al soggetto la possibilitagrave di realizzare i propri desideri senza danneg-giare gli altri esse ndashdi fattondash riconoscono lrsquoimportanza delle perso-ne della loro libertagrave e dei loro desideri Ma paradossalmente non si occupano del senso della vita delle persone linertagrave e desideri sono lasciate senza meta in balia della ldquovolontagrave di volontagraverdquo o dei capricci del momento Lrsquoetica della terza persona intende limitarse a fornire un quadro di regole utilitarie di giustizia che sono presen-tate come ldquodoverirdquoraquo

496

494 Cfr A CASAUBON laquoJusticia y Derechoraquo p 103495 Ibidem p 103496 A VENDEMIATI In prima persona p 67

CAPIacuteTULO IV - LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO

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iquestCoacutemo se sale de esta situacioacuten eacutetica poliacutetica y del derecho Seguimos aho-ra tambieacuten la reflexioacuten de Vendemiati se sale pues virando la perspectiva moral Debemos obrar un cambio del punto de vista eacutetico

Hemos llegado hasta aquiacute matizando las diferencias entre las nociones de justicia de Santo Tomaacutes de Aquino y el Cardenal Tomaacutes de Vio Retomando estas reflexiones transitemos a la tercera parte de nuestro trabajo para responder la pregunta que acabamos de plantear y demostrar que el Cayetano adopta prin-cipios propios de un moralista moderno apartaacutendose del Aquinatense y de los principios de la moral que caracterizaron la Escolaacutestica Medieval

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TERCERA PARTEANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO

DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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En los dos capiacutetulos de la seccioacuten anterior ndashParte IIndash tras el anaacutelisis puntual de cada uno de los artiacuteculos de S Th qq 57-62 y de los respectivos comen-tarios del Cardenal ensayamos primero una reconstruccioacuten de la nocioacuten de justicia de ambos dominicos para luego contraponerlas

Ahora en esta Parte III profundizaremos todaviacutea un poco maacutes nuestro anaacute-lisis El problema que queremos tratar aquiacute es el del tipo de analogiacutea que corres-ponde a la definicioacuten de virtud particularmente ahondaremos en el tema de la analogiacutea de la nocioacuten de justicia en tanto virtud general y particular

A tales efectos comenzaremos por considerar queacute es la analogiacutea queacute tipos hay cuaacutel es su fundamento de doacutende proviene y cuaacutel es la que ndasha nuestro juiciondash mejor se ajusta a la nocioacuten de virtud (y de virtud tomasiana) En este sentido es importante reparar en que Cayetano desestimoacute la analogiacutea de atribucioacuten intriacuten-seca (rescatada luego por Suaacuterez) e insistioacute en la analogiacutea de la proporcionalidad propia Pero no nos adelantemos

Ha llegado entonces el momento de plantear en profundidad el problema del tipo de analogiacutea que corresponde a la nocioacuten de virtud especialmente en la definicioacuten de justicia y lo haremos respondiendo a la siguiente pregunta iquestQueacute tipo de analogiacutea es la que realiza la nocioacuten de virtud y la definicioacuten de justicia

Luego retomaremos las dos nociones que hemos reconstruido en la Segunda Parte (a saber la nocioacuten de virtud y de justicia brindadas por Tomaacutes de Aquino de una parte y Tomaacutes de Vio de otra) cotejando ambas con el fin de mostrar finalmente que las diferencias expresadas en las definiciones responden a diver-sos modos de inteleccioacuten de esta Las cuales tendraacuten alcances praacutecticos

Analizaremos nuestro tema desde dos oacuterdenes Desde el orden Loacutegico y mostraremos las diferencias existentes (capiacutetulo 5) Desde el orden Moral y descenderemos hasta las implicancias praacutecticas (capiacutetulo 6)

Es decir desde el punto de vista Loacutegico abarcaremos el modo en que cada uno de los autores seguacuten el modo en que definioacute la virtud de la justicia Mostran-do que no soacutelo hay definiciones diversas sino formas distintas de comprender lo mismo para definirlo en modo diferente

Desde el punto de vista Moral nos adentraremos en las consecuencias que ambas definiciones contrapuestas implican para el ordenamiento de las per-sonas y de la vida poliacutetica esto es de la vida de las personas en el fuero de su conciencia y en el ordenamiento puacuteblico el de la comunidad poliacutetica

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CAPIacuteTULO V LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

V1 LA ABSTRACCIOacuteN Y LA ANALOGIacuteA Y SUS TIPOS

Habiacuteamos dejado planteado que interesaba el tema de la analogiacutea y la ra-zoacuten es que en ella encontramos una forma para expresar un concepto esto es un modo de predicacioacuten de decir algo que es Respecto de la analogiacutea existen asimismo un sinnuacutemero de confusiones y otros tantos debates que trataremos a medida que nuestra argumentacioacuten lo exija

En primer lugar sentildealemos que en lo que a nosotros respecta someteremos a consideracioacuten el modo en que definen y predican la justicia tanto el Angeacutelico cuanto el Cayetano

En este sentido y en segundo lugar tambieacuten asumimos que laquolos categore-mas o predicables pertenecen por entero al campo de la loacutegicaraquo

497y procuraremos

evitar en nuestro recorrido el error de sostener laquoque los conceptos se predican designando ya el geacutenero la diferencia especiacutefica la especie la propiedad o el ac-cidente sin distinguir previamente que los conceptos se predican uniacutevocamente y analoacutegicamenteraquo

498 Y que

laquono hay predicacioacuten equiacutevoca de los conceptosraquo499

puesto laquoque lo que se predica equiacutevocamente es el teacutermino o signo Los conceptos designados por un teacutermino equiacutevoco son en siacute mismos uniacutevocos o anaacutelogosraquo

500

497 A CAacuteRDENAS Breve tratado sobre la analogiacutea Club de Lectores Buenos Aires 1970 p 58 Tam-bieacuten en este sentido la postura final de Santiago RAMIacuteREZ laquoA propoacutesito de la pertenencia cientiacutefica de la analogiacutea a la metafiacutesica o a la loacutegica el Editor P Victorino Rodriacuteguez nos trasmite la uacuteltima decisioacuten del Padre Ramiacuterez No obstante el largo alegato que escribe en el volumen primero (pp 18-42) en favor de la metafiacutesica como lugar propio para el estudio de la analogiacutea ya enfermo pidioacute al Padre Victorino que corrigiera esta afirmacioacuten Su uacuteltimo parecer era que perteneciacutea a la loacutegica el estudio de la analogiacutearaquo DEL CURA Alejandro ldquoSobre la analogiacutea Siacutentesis del pensamiento del padre Ramiacuterezrdquo en Estudios Filosoacuteficos nordm 22 vol 133 (1983) vid nota a pie de paacutegina en p 79498 Ibidem p 58499 Ibidem p 58500 Ibidem p 58

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Esta distincioacuten resultaraacute gravitante puesto que al situarnos frente a la de-finicioacuten de la nocioacuten de justicia admitiremos una de entre dos posibilidades o estamos frente a un concepto uniacutevoco o ante un concepto anaacutelogo

Asiacute pues repasemos un poco queacute es la analogiacutea y cuaacuteles son sus tipos cuaacutel es su fundamento y en queacute se diferencia del concepto uniacutevoco

La definicioacuten es la expresioacuten de la nocioacuten o del concepto de una cosa y hemos dicho tal concepto puede ser de dos tipos uniacutevoco o anaacutelogo La defini-cioacuten por su parte puede ser de dos clases nominal y real Pero esto no interesa por ahora Pongamos de relieve que nuestra principal preocupacioacuten es la de real-zar que tal definicioacuten responde a un concepto que predica el modo en que algo es conocido

Ya hemos advertido que aquiacute y para nosotros las ldquocosasrdquo no seraacuten realidades del mundo exterior sino conceptos argumentos y que ademaacutes los trataremos en lo sucesivo en tanto que son ndashentes de razoacutenndash desde una perspectiva loacutegica (en cuanto a la definicioacuten de virtud y de justicia) y ontoloacutegica y moral (en cuanto a la virtud y a la justicia misma) Puesto que laquoel conocimiento intelectual hu-mano no es posible sin que los contenidos de la sensibilidad donde comienza todo nuestro saber sean elevados o hechos inteligibles por la accioacuten del inte-lecto agenteraquo501

y que tal accioacuten laquoconsiste en una especie de iluminacioacuten de los datos sensibles y aun maacutes propiamente en un despojamiento de la materia y de las condiciones de la materiaraquo

502 la nocioacuten de justicia ndashy la de acto y virtud de

la cual se predicandash debe todaviacutea atravesar un largo camino antes de arribar a su conceptualizacioacuten ya anaacuteloga ya uniacutevoca

Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu viene a decir que el conocimiento comienza a traveacutes de los sentidos siendo uno de los principios gnoseoloacutegicos que funda el realismo que asumimos en los momentos liminares de este trabajo Comenzaraacute en los sentidos siacute pero nada maacutes ni nada menos que a fuerza de abstracciones llegaraacute a ser concepto

Claro estaacute que la nuestra no es una tesis sobre la analogiacutea pero no podemos dejarla de lado si pretendemos abarcar maacutes plenamente el sentido de las defi-niciones que hemos logrado educir Y este objetivo postula que realicemos el siguiente excursus

501 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa abstraccioacuten seguacuten Santo Tomaacutesrdquo en Anuario Filosoacutefico 8 (1995) p 208502 Ibidem p 208

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La abstraccioacuten es el primer acto necesario de nuestra psiquis una vez reci-bidos los datos a traveacutes de los sentidos para conocer algo el color de una fruta sin que esto implique conocer su sabor Es la llamada abstraccioacuten sensitiva cuya referencia aquiacute sirve solamente como peldantildeo hacia la analogiacutea

Pero no es en la sensitiva donde el conocimiento intelectual se halle maacutes plenamente sino en la abstraccioacuten intelectual

laquoAhora bien en este plano intelectual hay que distinguir to-daviacutea a) la abstraccioacuten del entendimiento agente b) la abstraccioacuten del entendimiento posible que puede ser por simple aprehensioacuten (considerativa) o por el juicio negativo (judicativa o divisiva) y c) el fundamento de esta abstraccioacuten del entendimiento posible que daraacute lugar a la abstraccioacuten formal y a la total por una parte y a la abstraccioacuten real y a la loacutegica por otraraquo503

El intelecto agente seraacute el encargado de separar el nuacutecleo inteligible de los contenidos sensibles las species inteligibiles sobre los cuales el entendimien-to posible operaraacute su propia abstraccioacuten ndashabstraccioacuten formalmente dichandash que laquoconsiste en considerar determinado aspecto objetivo sin considerar alguacuten otro con el que se encuentre unido o incluso identificado en la realidad y tambieacuten en juzgar que un aspecto objetivo no es otro en realidad separaacutendolos o excluyeacuten-dolos entre siacute mediante un juicio negativoraquo

504

Esta abstraccioacuten formal se divide en dos La primera es aquella que no im-plica una separacioacuten ni siquiera una distincioacuten entre lo que ha sido abstraiacutedo y aquello de lo que se abstrae y se denomina abstraccioacuten por modo de simplici-dad o abstraccioacuten por simple aprehensioacuten La segunda recibe el nombre de abs-traccioacuten por modo de divisioacuten o por modo de juicio negativo laquosi ha de ajustarse a la realidad exige que lo que mediante ella se separa se encuentre asimismo separado fuera de la menteraquo

505

503 Ibidem p 208504 Ibidem p 211505 Ibidem p 211 Tambieacuten de aquiacute hemos tomado todas las distinciones de este paacuterrafo

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Pero si consideramos ahora la abstraccioacuten desde su fundamento es decir la abstraccioacuten fundamentalmente tomada nos encontraremos con que tal es doble laquoa) el que proporciona la composicioacuten de las realidades o de los objetos abstraiacute-bles y b) el que presta la distinguibilidad de las mismas realidades u objetosraquo

506

Y respecto del primer fundamento (la composicioacuten) la abstraccioacuten se divide en total y formal

laquoTotal la que se funda en la composicioacuten del todo con las partes y que consiste en separar el todo universal de sus partes sub-jetivas y formal la que se funda en la composicioacuten de la forma con la materia o del acto con la potencia y que consiste en separar lo formal o actual de lo material o potencialraquo507

Pero para comprender mejor todo esto conviene que traigamos a considera-cioacuten algunas notas respecto del ldquotodordquo y sus tipos asiacute como tambieacuten el tipo de partes que le corresponde a cada todo siendo que las partes son correlativas al todo debe haber tantas clases de partes como de todos Y esto porque la abstrac-cioacuten seraacute realizada de alguacuten todo del que hay tres tipos

1 Todo esencial o universal como el geacutenero respecto de sus especies

2 Todo cuantitativo o integral como el compuesto respecto de sus com-ponentes o la suma respecto de los sumandos

3 Todo virtual o potencial o potestativo o cualitativo como el poder completo y principal respecto de los poderes parciales y secundarios

Luego tiene que haber tres tipos de partes

506 Ibidem p 213507 Ibidem p 213

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1rsquo Partes esenciales como las especies contenidas debajo de un geacutenero que por eso mismo se llaman subjetivas seguacuten la etimologiacutea de la pala-bra -sub debajo -jetivas de iectatas arrojadas distribuidas colocadas debajo de un geacutenero como efectivamente son sus especies que abarcan cada cual una parte de su extensioacuten o universalidad

2rsquo Partes integrales (integrantes) como las porciones de un compuesto Por ejemplo los cimientos las paredes y la techumbre son partes inte-grales de una casa en cuanto que todas hacen falta para el ser completo de ellas

3rsquo Partes potenciales como las que participan algo del poder o virtud del todo para ciertos menesteres secundarios v gr los ayudantes y orde-nanzas de un jefe militar los oficiales y servidores de un obispo y en general las autoridades subalternas respecto de la principal e igualmen-te las funciones vegetativas y sensitivas respecto del alma racional

No terminamos el tema de la abstraccioacuten aquiacute sino que debemos remontar-nos todaviacutea maacutes si es que deseamos esclarecer la relacioacuten entre eacutesta y la analo-giacutea Y es que precisamente la abstraccioacuten continuaraacute ascendiendo por grados especificando y distinguiendo entre siacute los distintos tipos de conocimientos o ciencias seguacuten sean considerados sus objetos es decir los objetos de los cuales se abstrae o se conoce

De los tres grados de abstraccioacuten formal reparemos en el que nos implica directamente el tercero que procede laquopor una depuracioacuten completa del objeto de nuestro entendimiento respecto a toda corporeidad y de sus condicionesraquo508

obteniendo una serie de laquoconceptos o determinaciones inteligibles que prescin-den enteramente de toda materia (tanto de la singular como de la sensible y de la inteligible)raquo

509

Algunos ejemplos de este tipo de conceptos entre otros son el de substan-cia accidente causa efecto acto potencia y etc Anticipamos (pues lo tratare-

508 Ibidem p 217509 Vid J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquosect6 Precisioacuten real y precisioacuten mentalrdquo en Ibidem pp 219-221

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mos con mayor extensioacuten en V3) que nos interesaraacute sobremanera el concepto de acto en tanto que la virtud viene definida por un lado como haacutebito operativo y por ende rastrearemos queacute tipo de concepto le conviene maacutes si el anaacutelogo o el uniacutevoco Y por otro la virtud se define precisamente por su acto

El segundo fundamento de la abstraccioacuten de los dos que sentildealamos es el de la distinguibilidad de los objetos abstraiacutebles y que dividen a la abstraccioacuten en real y loacutegica seguacuten su precisioacuten sea real o mental Describamos someramente ambas

La primera precisioacuten real es la que se da entre objetos que se distinguen realmente entre siacute estando ndasho pudiendo estarndash separados o uno no siendo el otro en la realidad

Se da la segunda la precisioacuten mental laquoque siempre es precisioacuten propia-mente dicha entre aquellos objetos que no se distinguen realmente o sea que no estaacuten separados en la realidad ni pueden estarlo porque no son realidades distintasraquo

510

Para conocer maacutes sobre los grados que a su vez estas dos precisiones ad-miten seguacuten los conceptos en que se den recomendamos la lectura del sect6 del trabajo de J Garciacutea Loacutepez que estamos siguiendo

511

Pues bien hemos partido de la experiencia de la cosa sensible y a razoacuten de anaacutelisis y distinciones vimos coacutemo el intelecto se remonta de aquellos primeros datos hasta las precisiones mentales a fuerza de abstracciones

Una vez abstraiacutedo algo de la cosa procederemos intelectualmente a su defi-nicioacuten Y es precisamente aquiacute donde se encuentran ldquoabstraccioacutenrdquo y ldquoanalogiacuteardquo puesto que la definicioacuten seraacute la predicacioacuten uniacutevoca o anaacuteloga de la cosa enten-didahellip Definicioacuten uniacutevoca o anaacuteloga del concepto

Hemos encontrado en el trabajo de A Caacuterdenas una oacuteptima explicacioacuten de esta distincioacuten entre concepto uniacutevoco y anaacutelogo Nos permitimos poner aquiacute la cita cuya utilidad es doblemente atinada en el presente curso de nuestra argu-mentacioacuten Por un lado porque trata ya un tema sobre el que nosotros volvere-mos (el de la analogiacutea de atribucioacuten) y por otro porque ndasha nuestro juiciondash ex-

510 Ibidem p 220511 Ibidem p 213

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presa manifiestamente las diferencias entre un modo de predicar (uniacutevocamente) y otro (anaacutelogamente) Leaacutemosla

laquoLa diferencia con el anaacutelogo estriba en que mientras que en el uniacutevoco captamos una ideacutentica parte esencial realizada de mane-ra absolutamente ideacutentica en los inferiores en el anaacutelogo conoce-mos en la esencia de uno la esencia del otro no en el nuacutecleo de su propia inteligibilidad sino en cuanto que es nuacutecleo de inteligibilidad se refleja en la naturaleza del primer analogadoraquo512

Consideremos ahora el lugar y las propiedades distintivas de la analogiacutea concepto medio entre los nombres equiacutevocos y los uniacutevocos Asiacute la define el catedraacutetico Jesuacutes Garciacutea Loacutepez

laquoEs la propiedad que tienen ciertas palabras y nociones de ser atribuidas o predicadas en diferentes sentidos pero que tienen algo de comuacuten entre siacute De esta suerte los sentidos de ellas ni son ente-ramente ideacutenticos (esto seriacutea univocidad) ni son tampoco completa-mente diversos (esto seriacutea referido en este caso soacutelo a las palabras equivocidad) sino que son sentidos semejantesraquo513

La predicabilidad por semejanza de las nociones de la que nos habla el autor se fundamenta en la trascendentalidad del ser que significa adecuadamente toda la realidad todo lo que es o existe en todos sus modos y en todas sus diferencias laquode manera que nada de lo que es o existe es ajeno al ser o estaacute fuera de eacutelraquo

514 Tal

modo de realizacioacuten del ser ndashque si bien implica cierta distincioacuten o desemejanza de los objetos diversos y asimismo se dice de todosndash postula un modo de predica-cioacuten Por consiguiente el modo de predicar sigue al modo de ser

Por ello mismo el ser es predicable seguacuten alguna semejanza o desemejanza que se mueve entre la equivocidad y la univocidad no implicando ni total igual-

512 A CAacuteRDENAS Breve tratado sobre la analogiacutea pp 78513 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino maestro del orden Cincel-Kapeluz Bogotaacute Colombia 1989 p 214514 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacutea Siacutentesis del pensamiento del padre Santiago Ramiacuterezrdquo en Estudios filosoacuteficos nordm 22 vol 133 (1983) p 79

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

dad ni total desigualdad Dicha predicacioacuten hemos dicho seraacute expresada en una definicioacuten anaacuteloga o nombre anaacutelogo que laquose dice de varias cosas al menos de dos ya que la comparacioacuten y proporcioacuten no puede jamaacutes ser de una cosa consigo misma Es por lo mismo universal respecto de esas cosas de las que se dice las cuales se llaman analogadosraquo

515

Ahora bien sabemos que en la definicioacuten se pone el geacutenero proacuteximo que manifiesta lo comuacuten y la diferencia especiacutefica que pone lo propio de algo Pero esto es respecto de los nombres uniacutevocos y no de la analogiacutea en la que no cabe ni geacutenero ni diferencia sino que es preferible hablar de ldquoquasi geacutenerosrdquo y ldquoquasi diferenciasrdquo

516

laquoLo comuacuten de la analogiacutea con los otros conceptos universales es tener como ellos un mismo nombre para significar a todos sus in-feriores Pero lo propio de la analogiacutea es el que la ldquorazoacutenrdquo significa-da por ese nombre comuacuten su contenido objetivo exprese al mismo tiempo diversidad y semejanza en esa misma razoacutenraquo517

Y puesto que laquoel fundamento de la analogiacutea es la semejanza objetiva de las cosas diversasraquo

518 la uacutenica unidad loacutegica que es dable encontrar por encima

del geacutenero es la analogiacutea519

De aquiacute en maacutes esta afirmacioacuten vigorizaraacute nuestros posteriores razonamientos sobre todo al momento de confrontar la definicioacuten de la nocioacuten justicia de Tomaacutes de Aquino con la de Tomaacutes de Vio sobre la que nos preguntaremos un poco maacutes adelante iquestes la suya una nocioacuten anaacuteloga o uniacutevoca Si es uniacutevoca iquestsus partes son meras especies antes que analogados O si anaacutelo-ga iquestde queacute tipo

En orden a responder todo esto para cerrar este apartado y para situar maacutes cabalmente los que siguen retomemos y explayemos lo que hemos dicho sobre los posibles tipos analogiacutea

Establecimos siguiendo a Jesuacutes Garciacutea Loacutepez que la analogiacutea podiacutea ser de dos clases de atribucioacuten y de proporcionalidad Alejandro del Cura subsume

515 Ibidem p 88516 Cfr Ibidem p 91517 Ibidem p 91 518 Ibidem p 93519 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del ente en Aristoacutetelesrdquo en Anales de Filosofiacutea 2 (1984) p 69

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estas dos en un esquema un tanto maacutes abarcador indicando que la divisioacuten de la analogiacutea debe ser efectuada (1) en sentido amplio (analogiacutea de desigualdad) y (2) en sentido riguroso y ofrece el esquema que ponemos a continuacioacuten en la Figura 3

520

Figura 3

Como vemos la analogiacutea es de atribucioacuten (o proporcioacuten simple) y de pro-porcionalidad (o proporcioacuten compuesta) cuando es tomada en sentido riguroso Con esto queremos remarcar que esta no es la uacutenica divisioacuten posible y que cuan-do hagamos referencia a la analogiacutea ya de atribucioacuten ya de proporcionalidad debe ser leiacuteda en este marco referencial Por ello tambieacuten quisimos ofrecer aquiacute este esquema que serviraacute de mapa conceptual indicando las coordenadas de nuestra posicioacuten y los liacutemites en los que debe ser leiacutedo nuestro discurso

Asiacute pues completemos la caracterizacioacuten de la analogiacutea tomada en el senti-do riguroso

520 Tomamos la Figura 3 de A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 97

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laquoLa analogiacutea es de dos clases a) de atribucioacuten que supone un primer analogado que realiza plena y principalmente la nocioacuten anaacuteloga y unos analogados secundarios que realizan dicha nocioacuten de manera deficiente e impropia b) de proporcionalidad que im-plica semejanza de relaciones por lo que supone al menos cuatro teacuterminos enlazados dos a dosraquo521

Finalmente la analogiacutea de la que nos valdremos al hablar de la definicioacuten de la nocioacuten de la virtud de la justicia es la de atribucioacuten Descartamos la de propor-cionalidad puesto que no nos ocuparemos de ninguna semejanza entre ninguacuten tipo relaciones ni supondremos ldquoal menos cuatro teacuterminosrdquo sino del modo en que las formas de la virtud realizan en sentido primario y secundario la nocioacuten misma de justicia

Hasta aquiacute entonces las bases sobre las que analizaremos las definiciones que hemos reconstruido en el acaacutepite anterior Tal como hemos dicho amplia-remos algunos conceptos a medida que sean necesarios y funcionales a nuestra argumentacioacuten

V2 EL TEMA DE LA ANALOGIacuteA EN TOMAacuteS DE VIO

En la Introduccioacuten y en la Parte I de este escrito manifestamos que el tema de la analogiacutea era de particular intereacutes para los estudiosos de la doctrina del Ca-yetano Y mostramos tambieacuten coacutemo eacuteste se inscribe en una situacioacuten generaliza-da la de cuestionar la fidelidad del Cardenal respecto de la ensentildeanza de Santo Tomaacutes de Aquino su mentor intelectual

Nos situamos con esta tesis en la liacutenea de aquellos que postulan en pri-mer lugar la distancia entre el de Aquino y el de Gaeta y en segundo lugar la influencia que el uacuteltimo ha tenido en el tomismo laquoen diversos e importantes nuacutecleos especulativos que en muchas ocasiones habiacutean llevado al tomismo por senderos ajenos a la mens tomasianaraquo522

Compartimos con el autor que nos pre-

521 J GARCIacuteA LOacutePEZ Tomaacutes de Aquino p 214522 C MUNtildeOZ ldquoCiencia y objetividad en Cayetanordquo en Scripta 7 (2014) p 57

251

cede en el aacutembito nacional la intencioacuten de laquoponer de relieve la actualidad que continuacutea teniendo el pensamiento de Cayetano y el de ahondar en los motivos que lo han conducido a diferenciarse de su maestroraquo

523 eacutel (C Muntildeoz) en la con-

cepcioacuten de la ciencia y de la objetividad de Cayetano nosotros en la nocioacuten y la definicioacuten de la justicia en cuanto virtud

Pues bien apoyaacutendonos en las conclusiones de Muntildeoz y de todos los auto-res que resentildea

524 y en los aportes que hasta aquiacute hemos realizado tomamos por

un hecho que con sus comentarios el Cardenal expone una doctrina propia antes que repetir la del Angeacutelico De aquiacute venimos entonces a considerar el tema de la analogiacutea cuya nocioacuten seraacute solidaria con todo su pensamiento y posteriores formulaciones en los diversos campos nos interesaraacute la relacioacuten de tal nocioacuten aplicada a la ciencia Moral

Para el Cardenal la uacutenica verdadera y plenamente analogiacutea es la de propor-cionalidad Opinioacuten que ha acompantildeado a todo el tomismo habiendo desesti-mado ndashiquestu olvidadondash los otros tipos especialmente la de atribucioacuten intriacutenseca Asiacute lo relata A Del Cura

laquoHistoacutericamente consta que esta forma de analogiacutea en su ser especiacutefico de atribucioacuten intriacutenseca ha sido ignorada por toda la tradicioacuten tomista desde Cayetano hasta nuestros diacuteas concre-tamente hasta el P SANTIAGO RAMIacuteREZ Es maacutes la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca defendida como uacutenica y exclusiva analogiacutea metafiacutesica por FRANCISCO SUAacuteREZ ha sido siempre combatida por todos los tomistas posteriores al Doctor Eximio Con la particu-laridad de que SUAacuteREZ cercena la analogiacutea al suprimir la de pro-porcionalidad propia mientras que Cayetano y los otros tomistas la conservaron iacutentegra al incluir todo el contenido de la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca en la que ARAUJO y los tomistas del XVII la llamaron ANALOGIacuteA MIXTAraquo525

En consecuencia (y por esto mismo) Cayetano tambieacuten niega el primer tipo de analogiacutea ndashexpuesta en el cuadro que pusimos del trabajo con el que Del Cura homenajea a Santiago Ramiacuterezndash nos referimos a la analogiacutea tomada en

523 Ibidem p 57524 Vid Ibidem pp 55-64525 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 104

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ldquosentido ampliordquo o analogiacutea de desigualdad (secundum esse et non secundum intentionem)

laquoEsta analogiacutea es caracterizada por SANTO TOMAacuteS como ldquoseguacuten el ser y no seguacuten la intencioacutenrdquo es decir seguacuten la esencia real y no seguacuten la esencia pensada Por eso es una analogiacutea real (fiacutesica o metafiacutesica) pero no loacutegica No obstante no se puede suscribir la opinioacuten de CAYETANO quien dice que este tipo de analogiacutea nada tiene que ver con la analogiacutea (ldquoalienus ab analogia omnino sitrdquo)raquo 526

Tesis reforzada por Del Cura que al hablarnos de la analogiacutea de desigualdad (secta) hace resaltar que laquoel nombre se lo puso Cayetano para quien no es analo-giacutea maacutes que de modo ldquoabusivordquo ldquoalienus ab analogia omnino estrdquo

527 Mientras

que laquoSanto Tomaacutes deciacutea que era analogiacutea ldquosecundum esse et non secundum in-tentionemrdquo De aquiacute que se la llame tambieacuten analogiacutea fiacutesica Y como las cosas asiacute anaacutelogas estaacuten comprendidas dentro del mismo ldquogeacutenero loacutegicordquo se la llama tambieacuten analogiacutea prope genusraquo

528

En efecto laquotoda analogiacutea intriacutenseca queda englobada en Cayetano en la analogiacutea de proporcionalidadraquo

529 La explicacioacuten que da Ramiacuterez sintetizada en

el trabajado de Del Cura se articula en los siguientes puntos530

a Santo Tomaacutes reconoce tres modos de analogiacuteas (1) secundum esse et non secundum intentionem (analogiacutea de desigualdad) (2) secundum in-tentionem et non secundum esse (analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca) (3) secundum esse et secundum intentionem (analogiacutea de atribucioacuten intriacuten-seca y analogiacutea de proporcionalidad)

526 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 203 El autor reenviacutea a corroborar lo que dice con el opuacutesculo del Tomaacutes de Vio De nominum analogia cap 1 n 3 [El resaltado es nuestro]527 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 98 El autor se funda en la misma obra de Cayetano De nominum analogia c 1 p 6 Ed Zammit Roma 1934528 Ibidem p 98529 Ibidem p 104530 Cfr Ibidem pp104-106

253

b En un texto (I Sent 1 19 q 5 a 2 ad 1) laquoSanto Tomaacutes habla solamente de los tres primeros modos de analogiacutea sin mencionar para nada la pro-porcionalidadraquo

531

c Cayetano identifica laquola ldquotrilogiacuteardquo de Santo Tomaacutes con las analogiacuteas de desigualdad de atribucioacuten y de proporcionalidad Por lo tanto la de atribucioacuten es ldquosec intentionem et non sec esserdquo y por ello mismo ex-triacutensecaraquo

532

Esto uacuteltimo (sectc) tambieacuten lo sostiene Garciacutea Loacutepez

laquoCAYETANO en su celebrada obra De nominum analogia establece apoyaacutendose en un texto de Santo TOMAacuteS tres especies de analogiacutea la de desigualdad (que se acerca a la univocacioacuten) la de atribucioacuten ndashsiempre extriacutensecandash (que se acerca a la equivocacioacuten) y la de proporcionalidad ya propia ya metafoacuterica (que es analogiacutea verdaderaraquo533

Y luego de citar I Sent dist 19 q 5 a 2 ad 1 concluye

laquoPues bien CAYETANO creyoacute ver en esa divisioacuten tomista de la analogiacutea tres tipos fundamentales de ella a los cuales se reducen todos los demaacutes analogia secundum esse tantum et non secundum intentionaem que eacutel llamoacute analogiacutea inaequalitatis analogiacutea secun-dum intentionem tantum et non secundum esse que identifica con la analogiacutea de atribucioacuten y la analogiacutea secundum intentionem et se-cundum esse que dice ser la analogiacutea de proporcionalidadraquo534

laquoDejando a un lado la analogiacutea de desigualdad modo de analogiacutea que seguacuten CAYETANO alienus ab analogia omnino sit (De nominum analogia cap I n

531 Ibidem p 104 sectbrsquo532 Ibidem p 104 sectcrsquo533 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del enterdquo en Convivium 21 (1966) p 162534 Ibidem p 163

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3)raquo535

veamos las definiciones que pone para las dos restantes a saber la analo-giacutea de atribucioacuten y la de proporcionalidad

laquoldquoAnaacutelogos por atribucioacuten son aquellos cuyo nombre es comuacuten y la razoacuten significada por ese nombre es la misma seguacuten un teacutermino y diversa seguacuten las relaciones a eacutel (Ibiacuted [De nominum analogia] cap II n 8) en cambio ldquoanaacutelogos por proporcionalidad son aquellos cuyo nombre es comuacuten y la razoacuten significada por ese nombre es la misma proporcionalmenterdquo o tambieacuten ldquoes semejante proporcionalmenterdquo (Ibiacuted cap III n 23)raquo536

Pero el anaacutelisis no termina aquiacute puesto que el Cardenal ahonda su razona-miento aportando notas verdaderamente relevantes para primero mostrar el modo en que se distancia del Doctor Comuacuten y segundo hacer resaltar la in-fluencia que ha tenido en el tomismo que le sucedioacute Veaacutemoslo

laquoPor lo demaacutes al descender a la explicacioacuten maacutes amplia de estas definiciones CAYETANO deja firmemente asentado que ldquoel nombre anaacutelogo por atribucioacuten en cuanto tal o en cuanto realiza esta analogiacutea es comuacuten a los analogados de tal modo que al primero con-viene formalmente pero a los restantes por denominacioacuten extriacutense-cardquo (Ibiacuted [De nominum analogia] cap II n 11) mientras que la analogiacutea de proporcionalidad se realiza ldquoseguacuten la causalidad formal inherente (Ibiacuted cap III n 27) o intriacutenseca Maacutes claro la analo-giacutea de atribucioacuten formalmente considerada siempre es extriacutenseca y en cambio la de proporcionalidad es intriacutenseca De aquiacute es llevado inevitablemente a afirmar que la analogiacutea que corresponde formal-mente al ente es la de proporcionalidad propia y que la analogiacutea de atribucioacuten soacutelo le puede corresponder de una manera material Y seguacuten lo establecioacute CAYETANO asiacute lo han venido repitiendo todos o casi todos los tomistasraquo537

535 Ibidem p 163536 Ibidem p 163537 Ibidem p 163

255

Por todo lo cual llegamos por diversos caminos a la conclusioacuten de que laquoCAYETANO restringioacute demasiado el aacutembito y la virtualidad de la analogiacutea de atribucioacuten a expensas de la analogiacutea de proporcionalidad propiaraquo

538

Tenemos hasta aquiacute que (1) el Cardenal niega el primer tipo de analogiacutea ndashauacuten ldquorebautizaacutendolardquo como se desprende de lo dicho por Del Curandash (2) deses-tima la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca subsumieacutendola en la de proporciona-lidad siendo eacutesta (3) la uacutenica verdadera y plenamente analogiacutea

A partir de todo esto hemos confeccionado un nuevo cuadro sobre la divi-sioacuten de la analogiacutea ahora con respecto a la que realiza el Cayetano A modo de siacutentesis lo ofrecemos aquiacute debajo en la Figura 4

Figura 4

Un golpe de vista sobre el mismo revela coacutemo el Cardenal ha ldquosimplificadordquo la estructura misma de la analogiacutea empobrecieacutendola en sus clases Pero este es soacutelo un anaacutelisis primario y superficial Porque adentraacutendonos en el mismo

538 A DEL CURA ldquoSobre la analogiacuteardquo p 104 sectirsquo

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hemos de descubrir que la nocioacuten de analogiacutea es en siacute misma otra que de la del Aquinate

Habiacuteamos dicho que la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca veniacutea subsumida por el Cayetano dentro de la analogiacutea de proporcionalidad A este respecto Je-suacutes Garciacutea Loacutepez tambieacuten siguiendo la monumental obra de Santiago Ramiacuterez sobre la analogiacutea va un poco maacutes allaacute con sus conclusiones al comprar las in-terpretaciones del Cardenal con respecto a las de Suaacuterez en torno a las analogiacuteas que se realizan en el concepto de ente

laquoSi CAYETANO y sus seguidores pecan de exclusivismo al negar la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca en el mismo pecado incurren SUAacuteREZ y los suaristas al descalificar toda analogiacutea de proporcionalidad hacieacutendola simplemente metafoacuterica Aquiacute como en otras muchas cuestiones la verdad estaacute en el justo medio Ni sola atribucioacuten ni sola proporcionalidad Ambas analogiacuteas (y ciertamen-te intriacutensecas) se realizan en el concepto de enteraquo539

Tesis que retoma y justifica en otro trabajo540

emparentando en alguacuten punto la posicioacuten de Tomaacutes de Vio con la de Aristoacuteteles Alliacute expone claramente coacutemo el Cardenal dejando de lado la analogiacutea de desigualdad afirma que la analogiacutea de atribucioacuten es siempre extriacutenseca mientras que la de proporcionalidad laquoes la uacutenica analogiacutea intriacutenseca y por ello en cuanto propia la verdadera analogiacutea me-tafiacutesica una analogiacutea secundum intentionem et secundum esseraquo

541 Decimos ldquoen

alguacuten puntordquo porque no nos consta que el Estagirita haya admitido ndashal menos defendidondash la analogiacutea de proporcionalidad para el ente como afirma J Garciacutea Loacutepez que siacute lo haraacute el Gaetano

542

539 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea del enterdquo p 166540 IDEM ldquoLa analogiacutea del ente en Aristoacutetelesrdquo pp 61-73541 Ibidem p 67542 IDEM ldquoLa analogiacutea del enterdquo p 163 laquoCAYETANO deja firmemente asentado que el ldquonombre anaacute-logo por atribucioacuten en cuanto tal o en cuanto realiza esta analogiacutea es comuacuten a los analogados de tal modo que al primero conviene formalmente pero a los restantes por denominacioacuten extriacutensecardquo mientras que la analogiacutea de proporcionalidad se realiza ldquoseguacuten la causalidad formal inherenterdquo o intriacutenseca Maacutes claro la analogiacutea de atribucioacuten formalmente considerada siempre es extriacutenseca y en cambio la de proporcionalidad es intriacutenseca De aquiacute es llevado inevitablemente a afirmar que la analogiacutea que corresponde formalmen-te al ente es la de proporcionalidad propria y que la analogiacutea de atribucioacuten soacutelo le puede corresponder de una manera material Y seguacuten lo establecioacute CAYETANO asiacute lo han venido repitiendo todos o casi todos los tomistasraquo [El resaltado es nuestro]

257

Consideremos a continuacioacuten queacute tipo de analogiacutea corresponde a la defini-cioacuten de justicia seguacuten Tomaacutes de Aquino y Tomaacutes de Vio

V3 LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN DE ACTO

Seraacute necesario reparar primero en la analogiacutea que corresponde a la nocioacuten de acto para luego desembarcar en el tipo de analogiacutea propio de la virtud de la justicia Y esto puesto que al hablar de virtud ndashen la doctrina tomistandash hacemos referencia al haacutebito operativo adquirido mediante la repeticioacuten de actos laquocuya nocioacuten generaliacutesima [] es el fruto de sucesivas abstracciones que comienzan a partir de uno de los datos sensibles maacutes obvios el movimiento o cambio de las cosasraquo

543

Siguiendo al Aquinate en algunos de sus escritos544

J Garciacutea Loacutepez ofrece una muy peculiar siacutentesis del tema que aquiacute nos interesa y al que por ello mismo recurrimos Partiendo como hemos dicho de la percepcioacuten del maacutes inmediato de los actos deberemos considerar toda una serie de disquisiciones a partir del origen y del teacutermino del movimiento mismo

laquoEn efecto todo movimiento tiene un origen y un teacutermino El origen del movimiento por su parte es doble hay un origen pasivo o material y un origen activo o eficiente En cuanto al teacutermino el movimiento apunta a una cierta perfeccioacuten que trata de alcanzarse y que es la forma o el fin

Pues bien el teacutermino del movimiento es tambieacuten un cierto acto un acto completo al menos relativamente pues no es otra cosa que la consumacioacuten del acto incompleto en que el movimiento con-siste y por eso a la forma y al fin (que son el teacutermino del movimien-to) se les aplica tambieacuten con toda razoacuten el nombre de acto

Por otro lado el origen activo del movimiento (aunque no ciertamente el origen pasivo) es tambieacuten un acto pues toda la actua-

543 IDEM ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de acto seguacuten Santo Tomaacutesrdquo en Anuario Filosoacutefico 6 (1973) pp 145- 176 p147544 Principalmente De potentia De veritate De ente et essentia los comentarios a la Fiacutesica y a la Metafiacute-sica aristoteacutelica varios loci de la S Th y de la Suma contra gentiles

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lidad del movimiento y del teacutermino del mismo tiene que encontrarse contendida de alguna manera en su causa y por eso tambieacuten se lla-ma acto a la accioacuten y al principio de la accioacuten es decir al agente Por donde la palabra acto si bien tomada del movimiento se extiende luego a significar al agente a la accioacuten a la forma y al finraquo545

Tenemos entonces que acto viene a significar primero el movimiento lue-go la causa del movimiento (la accioacuten) y finalmente el teacutermino del movimiento y de la accioacuten (la forma) Dicha forma puede ser considerada bajo otro respecto del que acabamos de poner (el fin del movimiento y de la accioacuten) el ser principio de ambos puesto que laquolo que ha alcanzado alguna actualidad o forma puede a su vez comunicar a otros esa actualidad suya constituyeacutendose en principio de una nueva accioacuten y un nuevo movimientoraquo

546

A partir de esto Garciacutea Loacutepez expone las posibles significaciones del acto el movimiento la accioacuten la operacioacuten la forma y el ser

Aquiacute no interesa el movimiento en tanto algo que estaacute en una situacioacuten me-dia entre la potencia pura y el acto perfecto pero siacute la consideracioacuten del acto en cuanto ldquoaccioacutenrdquo de la cual hay dos tipos la accioacuten transitiva y la operacioacuten

La transitiva o simplemente accioacuten es la que procede del agente hacia algo exterior cambiaacutendolo y comunicaacutendole sus efectos La operacioacuten cambio es la accioacuten que procediendo del agente no se comporta como viacutea hacia un teacutermino exterior sino que permanece en eacutel mismo De aquiacute entonces doble calificacioacuten de la accioacuten en transitiva o inmanente

laquoLa accioacuten inmanente llamada propiamente operacioacuten se di-ferencia esencialmente de la accioacuten transitiva La operacioacuten en efec-to no pasa fuera del agente lo que es esencial para la accioacuten Esta es sin duda la diferencia fundamental y la que autoriza a llamar a la operacioacuten ldquoaccioacuten inmanenterdquo Todas las otras diferencias provienen de eacutestaraquo547

545 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de actordquo pp 147-148546 Ibidem p 149547 Ibidem pp 154

259

Sentildealemos de paso que a la transitiva se contrapone la pasioacuten laquoque es aquello por lo cual un sujeto se constituye en receptor del efecto producido por el agente en eacutel con alguna transmutacioacutenraquo

548 Por esto mismo dicho sujeto ndashsobre

el cual recaen el efecto de la accioacuten de otro agentendash es denominado paciente laquoAsiacute como la accioacuten es el ejercicio de la causalidad del agente asiacute la pasioacuten es el ejercicio de la pasividad del pacienteraquo

549

Volviendo al tema de la operacioacuten resulta capital la diferencia que esta-blece Santo Tomaacutes entre ciertas potencias activas cuyo fin es el mero uso de la potencia y aquellas en la que algo es producido es decir cuyo fin es una obra A este respecto Santo Tomaacutes explica uno y otro caso poniendo como ejemplos la visioacuten como fin uacuteltimo de la potencia visiva y el de la edificacioacuten por la cual algo se hace Y a este respecto abunda

laquoTalis autem differentia inter praedictas potentias est consi-deranda quod quando praeter actum ipsum potentiae qui est actio sit aliquod operatum actio talium potentiarum est in facto et actus facti ut aedificatio in aedificato et contextio in contexto et univer-saliter motus in moto Et hoc ideo quia quando per actionem po-tentiae constituitur aliquod operatum illa actio perficit operatum et non operantem Unde est in operato sicut actio et perfectio eius non autem in operante

Sed quando non est aliquod opus operatum praeter actionem potentiae tunc actio existit in agente et ut perfectio eius et non transit in aliquid exterius perficiendum sicut visio est in vidente ut perfectio eius et speculatio in speculante et vita in anima ut per vitam intelligamus opera vitaeraquo

550

Comentando este pasaje J Garciacutea Loacutepez sentildeala

548 Ibidem p 152549 Ibidem p 152550 Tomaacutes DE AQUINO Sententia libri Metaphysicae liber IX Textum Taurini 1950 editum ac automato translatum a Roberto Busa SJ in taenias magneticas denuo recognovit Enrique Alarcoacuten atque instruxit [83435] Sententia Metaphysicae lib 9 l 8 n 9 [83436] Sententia Metaphysicae lib 9 l 8 n 10 Consul-tado httpwwwcorpusthomisticumorgcmp09html83427

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoSeguacuten esto en la accioacuten transitiva hay que distinguir tres ele-mentos el agente la accioacuten misma que pasa al paciente y el efecto exterior producido en el paciente mientras que en la operacioacuten soacutelo hay que distinguir dos el agente y la operacioacuten que no pasa al pa-ciente sino que permanece en el agente si aquiacute hay produccioacuten de un efecto no seraacute exterior sino interior al propio agenteraquo551

Asiacute pues queda establecido que hay en algunos casos una obra ademaacutes del acto mismo de la potencia (accioacuten) y que precisamente la accioacuten de eacutestas estaacute en lo hecho y es acto de lo hecho (laquoactio talium potentiarum est in facto et actus factiraquo) ldquocomo la edificacioacuten en lo edificado la construccioacuten en lo construido y en modo maacutes general el movimiento en lo movido Tal acotacioacuten resulta capital puesto que en este sentido hablamos de la virtud en tanto que ldquohaacutebito operativordquo Sentido que nos ayudaraacute a comprender cabalmente la nocioacuten misma de virtud y de la estructura interna de la justicia que el Aquinate nos propone al ofrecernos dos formas

Ademaacutes de la ldquooperacioacutenrdquo dijimos otra de las posibles significaciones de ldquoactordquo que nos interesa es la de ldquoformardquo laquoLa forma es lo mismo que la determi-nacioacutenraquo

552 y puede ser intriacutenseca o extriacutenseca Si bien esta uacuteltima no es propia-

mente hablando ni ejemplar ni causa tambieacuten es llamada ejemplar porque dice relacioacuten por un lado con la causa final puesto que a ella tiende para su propia perfeccioacuten y toma de alliacute la razoacuten de su obrar Dicha intencionalidad la pone en tensioacuten por otro con la causa formal puesto que se conforma a ella

La primera (forma intriacutenseca) se divide a su vez en sustancial y accidental laquoLa forma sustancial estaacute en el geacutenero de la sustancia la accidental en el geacutenero de la cualidadraquo

553 En relacioacuten con nuestro tema son las formas intriacutensecas ac-

cidentales las que comportan maacutexima preocupacioacuten por encontrarse entre ellas las potencias o facultades operativas y los haacutebitos operativos como forma de sus actos siendo la forma el teacutermino por el cual se designa la firmeza y la fina-lizacioacuten del acto

551 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea de la nocioacuten de actordquo pp 154552 Ibidem p 160553 Ibidem p 160

261

Si bien todo esto laquola fecundidad del concepto de acto no se agota en los tipos hasta ahora descritosraquo 554 (esto es acto en cuanto movimiento accioacuten ope-racioacuten y forma) sino que laquohay que dar un paso maacutes y llegar hasta el acto de ser o hasta el ser entendido como actoraquo

555 Para lo cual seraacute necesaria la consideracioacuten

del origen de todo ente para nosotros a partir de la Creacioacuten de Dios ex nihilo

laquoEsta produccioacuten de las cosas en cuanto son entes es precisa-mente la creacioacuten que es descrita por Santo Tomaacutes como ldquoemana-cioacuten de todo el ente en virtud de la causa universal que es Diosrdquo y tambieacuten como ldquoemanacioacuten de todo el ser a partir del no ente que es la nadardquo

Pero antes de pasar adelante hay que advertir que el ser se dice fundamentalmente de dos maneras el ser real o natural y el ser mental o intencionalraquo556

Por pertinente a nuestra tesis nos detendremos en la consideracioacuten del ser mental en cuanto acto del entendimiento y no como ldquoser algo subsistente en la realidadrdquo si bien ambos coinciden en algo laquolos dos son actos sin maacutes sin res-triccioacuten algunaraquo

557

Pero antes reparemos en los tipos de analogiacuteas propios para la considera-cioacuten del ser real puesto que cuando hablamos de acto y de virtud como acto o del acto de la virtud lo haremos en referencia a un concepto anaacutelogo y no uniacutevoco de un ser mental

En siacute mismo tomado el concepto de acto (del ser real) dice una relacioacuten di-recta con el ser y para su expresioacuten requiere la postulacioacuten como el acto de ser siendo el ser su primer analogado en una analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca Pero cuando nos referimos a otros tipos de actos deberemos recurrir a otros tipos de analogiacuteas que expresen de otro modo las semejanzas ndashy o desemejanzasndash laquoen-tre las relaciones que cada tipo de acto tiene con su correspondiente potenciaraquo

558

554 Ibidem p 162555 Ibidem p 162556 Ibidem p 163557 Ibidem p 166558 Ibidem p 172

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tomada la virtud como haacutebito operativo ndashaccioacuten inmanentendash entramos en la consideracioacuten de la analogiacutea de proporcionalidad propia

laquoLa accioacuten inmanente guarda con el agente una relacioacuten de originado a origen y eacutesta es la que propiamente le compete Sin embargo la operacioacuten es un accidente del agente y asiacute debe guardar con eacutel una relacioacuten de acto a potencia Como esta accioacuten no pasa a un paciente produciendo un efecto exterior no se dan por este lado nuevas relacionesraquo559

En el caso de que la accioacuten de un agente siacute afecte a un paciente estamos pues frente al otro tipo de acto ndashaccioacuten transitivandash aunque tambieacuten viene ex-presada con una analogiacutea de proporcionalidad propia lo es para manifestar otro tipo de relaciones

laquoPor un lado se relaciona con el agente con una relacioacuten de originado a origen y tambieacuten con el paciente con una relacioacuten de origen a originado Asimismo entrantildea relaciones de potencia y acto En efecto en cuanto la accioacuten se considera en el agente como ac-cidente suyo que es guarda con eacutel una relacioacuten de acto a potencia pues todo accidente es acto y toda sustancia es potencia en orden a sus accidentes Pero en cuanto la accioacuten se considera en el paciente se identifica con el movimiento y asiacute dice relacioacuten de acto a poten-cia con respecto al paciente y de potencia a acto con respecto al teacutermino del movimiento es decir a la formaraquo560

Ahora bien si tomamos la nocioacuten de forma como analogiacutea de la nocioacuten de acto tambieacuten nos tendremos que valer de la analogiacutea de proporcionalidad pro-pia puesto que laquola forma tiene con la materia una relacioacuten de acto a potencia Y asiacute como la forma puede ser substancial y accidental asiacute tambieacuten la materia puede ser primera y segundaraquo

561

559 Ibidem p 174560 Ibidem p 173-174561 Ibidem p 175

263

Hasta aquiacute las analogiacuteas propias de la nocioacuten de acto de ser real Considere-mos las del ser mental Cualquiera de las formas de analogiacutea que utilicemos para la definicioacuten de virtud fundadas en el caraacutecter anaacutelogo de la nocioacuten de acto de-beraacuten ser de atribucioacuten o de proporcioacuten simple No de proporcionalidad porque como anticipamos no nos ocuparemos de ninguna semejanza entre ninguacuten tipo relaciones ni supondremos ldquoal menos cuatro teacuterminosrdquo (proportionalitas) sino del modo en que las formas de la virtud realizan en sentido primario y secunda-rio la nocioacuten misma de justicia Aunque las notas que acabamos de anotar para este tipo de analogiacutea serviraacuten para explicar a continuacioacuten la analogiacutea propia de la nocioacuten de virtud de la justicia

Digamos para finalizar este apartado que la nocioacuten de virtud se funda en la nocioacuten anaacuteloga de acto

V4 LA ANALOGIacuteA DE LA JUSTICIA

El tipo de analogiacutea correspondiente a la nocioacuten de justicia se funda en el modo en que ella misma en cuanto virtud es concebida y cuya definicioacuten seraacute la resultante de la nocioacuten abstraiacuteda Hemos establecido que tal concepto es la expresioacuten de la abstraccioacuten realizada seguacuten un tipo de todo Por esto mismo no podemos perder de vista la relacioacuten existente entre ldquotodo-abstraccioacutenrdquo y ldquocon-cepto-definicioacutenrdquo puesto que la nocioacuten expresada en un concepto y predicada en una definicioacuten deberaacute ser acorde al todo en que se funda para su abstraccioacuten

De aquiacute que el todo sea la base de la cual la abstraccioacuten extraiga la ldquomate-riardquo para que luego una nocioacuten sea conceptualizada y predicada

Resumidamente la definicioacuten responde al modo en que algo ha sido abs-traiacutedo y predicado de un tipo de todo De lo cual se desprenden las siguientes posibilidades

Opcioacuten 1 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan distintas nociones abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Opcioacuten 2 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan distintas nociones abstraiacutedas de diversos tipos de todo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Y no podraacuten seguirse por ser sencillamente contradictorias

Opcioacuten 3 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan iguales nociones abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Opcioacuten 4 Que a diferentes definiciones de justicia correspondan iguales nociones abstraiacutedas de diversos tipos de todo

Opcioacuten 5 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de diversos tipos de todo

Opcioacuten 6 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de un mismo tipo de todo y predicadas en modos diferentes

Ni tampoco por ser tautoloacutegicas o simplemente lo mismo

Opcioacuten 7 Que a la misma definicioacuten de justicia correspondan iguales nocio-nes abstraiacutedas de un mismo tipo de todo

Nos encontramos nosotros frente a las dos primeras opciones

En el caso de que nuestra situacioacuten (la definicioacuten justicia tomasiana por un lado la cayetana por otro) responda a la primera situacioacuten estaremos pues frente a dos modos diversos de predicar lo mismo (uniacutevoca o anaacutelogamente)

Pero si fuese el caso que estemos frente a la segunda de las opciones enton-ces podriacuteamos estar ante dos modos diversos o el mismo de predicar cosas dis-tintas Existe asiacute la posibilidad de que sea el mismo modo de predicar ndashuniacutevoca o anaacutelogamentendash nociones diversas Es decir que ldquoPrdquo podriacutea predicarse de ldquoSrdquo anaacuteloga o uniacutevocamente del mismo modo que ldquoQrdquo podriacutea (uniacutevoca o anaacuteloga-mente) predicarse de ldquoRrdquo

Cualquiera sea el caso estaremos siempre frente a diferentes definiciones Consideremos a la luz de lo dicho las que respecto de la virtud de la justicia nos traen el Doctor Comuacuten y el Priacutencipe de los Comentadores

265

V41 La analogiacutea de la justicia en Santo Tomaacutes

En (sectIV1) La definicioacuten de justicia en S Th II-II qq 57-62 escribimos

laquoLa justicia es una virtud moral que tiene por objeto el de-recho y que radica en la voluntad como en su sujeto Debido a que es un haacutebito operativo que entiende dar o retribuir a cada quien lo suyo se dice anaacutelogamente justicia general y particular Es general cuando rectifica las acciones de las personas hacia el bien comuacuten fin propio de la sociedad poliacutetica y cuando dirige tambieacuten a su propio fin a cada una de las virtudes morales Se dice particular cuando se consideran los actos de las personas singulares en referencia a otras personas Lo cual puede acontecer en dos modos de persona (parte) a persona (parte) o del todo (comunidad) a la parte (persona) De tal consideracioacuten resulta la divisioacuten en partes subjetivas de la virtud de la justicia dicha particular la primera es la justicia (particular) con-mutativa y la segunda es la justicia (particular) distributiva Es decir que la nota de alteridad es la que sirve de fundamento a la distincioacuten de la virtud de la justicia en sus dos formas anaacutelogas ndashnuevamente general (o legal) y particularndash y a la divisioacuten de la uacuteltima en sus par-tes subjetivas (distributiva y conmutativa)raquo562

En esta definicioacuten de justicia hay una analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca fun-dada en la distinta jerarquiacutea de sus objetos entre los cuales uno (el bien comuacuten) es fuente y origen del analogado secundario (el bien particular) que es bien por participacioacuten y en sentido derivado Sin perjuicio de que esta analogiacutea funde otra (por ejemplo de proporcionalidad propia) Justifiquemos esta asercioacuten

Decimos que es analogiacutea de atribucioacuten por dos razones

Por un lado puesto que en la definicioacuten que hemos dado el analogado prin-cipal es fuente y origen del segundo cumpliendo asiacute una de las notas que A Caacuterdenas sentildeala para la analogiacutea de atribucioacuten la cual laquotiene como fundamento a la causalidadraquo

563

562 Vid Parte II Cap IV sect 1 La definicioacuten de justicia en S Th II-II qq 57-62 de este mismo escrito563 A CAacuteRDENAS Breve tratado p 30

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Por otro porque la misma supone laquotanto un teacutermino oral o escrito como un verbo mental o concepto que son comunes a los analogados a aquellas entidades a las que el concepto y el nombre son referidosraquo

564

En nuestro caso el ldquopunto de vistardquo desde el cual contemplamos ambos analogados es el fin propio de la justicia el bien comuacuten Y es en virtud de eacuteste la razoacuten por la cual decimos que la forma general o legal es el analogado princi-pal en el cual la justicia se realiza plenamente La forma particular de la justicia entonces viene a ser el analogado secundario que se origina en la relacioacuten del bien particular con el bien comuacuten Se dice pues anaacutelogamente justicia tanto a aquella virtud ndashforma generalndash que es directiva en la relacioacuten bien comuacuten-comu-nidad poliacutetica cuanto a aquella ndashforma particularndash que lo hace respecto del bien particular-persona particular

Ademaacutes porque ambos analogados como sentildealamos comparten un mismo concepto y nombre para ellos mismos y para las cosas que refieren justicia acto justo Seguacuten aquella definicioacuten laquoquod iustitia est habitus secundum quem aliquis constanti et perpetua voluntate ius suum unicuique tribuitraquo

565

Asiacute pues queda demostrado que el Doctor Comuacuten predica anaacutelogamente la virtud de la justicia Y que tal es una analogiacutea de atribucioacuten Consideremos ahora si es de atribucioacuten intriacutenseca o extriacutenseca Para esto reparemos en lo si-guiente

laquoLa analogiacutea de atribucioacuten sin dejar de ser la misma mues-tra dos modalidades La primera en la que el teacutermino significa la relacioacuten entre dos analogados secundarios En este caso lo que maacutes inmediatamente significa el teacutermino es la relacioacuten entre esos analo-gados pero lo que maacutes principalmente significa es la relacioacuten subya-cente a la manera como subyace un cimiento entre los analogados secundarios y el analogado principal La otra cuando comparamos uno o varios de los analogados secundarios con el analogado prin-cipal en este caso lo que primero y ante todo expresa el concepto y lo que inmediatamente expresa tambieacuten el concepto es el analogado principal por llevar iacutencita la formalidad en la que tal analogiacutea tiene su hontanarraquo

566

564 Ibidem p 29565 S Th II-II q 58 a 1 resp566 A CAacuteRDENAS Breve tratado p 35

267

En consecuencia ndashe independientemente de estas dos modalidadesndash en la analogiacutea de proporcioacuten se da siempre un primer analogado que es el primer sujeto de atribucioacuten y de cuya comparacioacuten se aplica el nombre anaacutelogo a los restantes analogados (secundarios)

Y antes de determinar si la analogiacutea de la justicia es de proporcionalidad intriacutenseca o extriacutenseca advirtamos que tal divisioacuten responde sola y exclusiva-mente al modo en que los analogados secundarios participan en la forma del primero En efecto hay otras determinaciones posibles de dicha analogiacutea de pro-porcionalidad

laquoEsta analogiacutea se divide de varias maneras a) por parte de la razoacuten o de la causa con arreglo a la cual se hace la atribucioacuten b) por parte del nuacutemero de los analogados secundarios c) por parte del modo de comunicacioacuten o participacioacuten de la forma del primer analogado en los analogados secundarios a) por parte del modo de proporcioacuten entre el primer analogado y las analogiacuteas restantesraquo567

Plantear el tema de la analogiacutea de atribucioacuten en meros teacuterminos de ldquoan sit extriacutenseca sive intriacutensecardquo es tomar el tema en forma acotada La cuestioacuten exige que despejemos una a una las cuatro posibilidades traiacutedas por J Garciacutea Loacutepez

El inciso secta postula que la significacioacuten realizada plenamente en el analoga-do primario y aplicado a los secundarios puede basarse en la ldquocausa final en la eficiente en la ejemplar o en la materialrdquo

568

Respecto de la justicia la forma legal es analogado principal puesto que su fin propio es el bien comuacuten poliacutetico fin de la comunidad poliacutetica y a su traveacutes de la persona humana hablando en teacuterminos meramente poliacuteticos o naturales Es ademaacutes analogado principal puesto que en tanto virtud general anima a cada una de las virtudes a su fin propio es decir a que cada haacutebito sea operativo alcanzando su teacutermino Es ejemplar puesto que al mismo tiempo que se ordena al bien comuacuten modela al resto de las virtudes dirigieacutendolas eficazmente Es

567 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 207568 Cfr Ibidem p 207 Aclara el autor que tal basamento puede darse en la causa material siempre y cuando entendamos dicha causa laquoen el sentido de materia in qua o de sujeto de inhesioacuten y de predicacioacutenraquo

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

tambieacuten principal puesto que el bien particular ndashobjeto de la forma particular de la justiciandash se funda deriva participa y colabora mediatamente al bien comuacuten

laquoOportet praeter iustitiam legalem quae ordinat hominem immediate ad bonum commune esse alias virtutes quae immedia-te ordinant hominen circa particularia bona Quae quidem possunt esse vel ad seipsm vel ad alteram personam Sicut ergo praeter ius-titiam legalem oportet esse aliquas virtutes particulares quae or-dinant hominem in seipso puta temperantiam et fortitudinem ita etiam praeter iustitiam legalem oportet esse particularem quandam iustitiam quae ordinet hominem circa ea quae sunt ad alteram sin-gularem personamraquo

569

Razoacuten suficiente para que sea causa material del analogado secundario

El inciso sectb presentaba la divisioacuten de la analogiacutea seguacuten el nuacutemero de los analogados secundarios Tal puede ser unius ad unum seu plurium ad unum

laquoEste uno es el primer analogado que realiza de una manera plena lo significado por el nombre anaacutelogo Por eso si en la analogiacutea de varios a uno hay entre aquellos varios un orden de unos a otros este orden tiene que fundarse en uacuteltimo teacutermino en el orden maacutes radical de todos ellos al primer analogadoraquo570

La forma de la justicia particular es un analogado secundario puesto que se ordena a la general como lo inferior a lo superior como el bien particular al bien comuacuten Asiacute lo manifesta Santo Tomaacutes de Aquino cuando resuelve la controversia en torno a si la justicia praemineat entre todas las virtudes morales

laquoRespondeo dicendum quod si loquamur de iustitia legali manifestum est quod ipsa est praeclarior inter omnes virtutes mo-rales inquantum bonum commune praeminet bono singulari unius personae Et secundum hoc Philosophus in V Ethic dicit quod

569 S Th II-II q 58 a 8 resp570 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 208

269

praeclarissima virtutum videtur esse iustitia et neque est Hesperus neque Lucifer ita admirabilis

Sed etiam si loquamur de iustitia particulari praecellit inter alias virtutes morales duplici ratione Quarum prima potest sumi ex parte subiecti quia scilicet est in nobiliori parte animae idest in appetitu rationali scilicet voluntate aliis virtutibus moralibus existentibus in appetitu sensitivo ad quem pertinet passiones quae sunt materia aliarum virtutum moralium ndash Secunda ratio sumitur ex parte obiecti Nam aliae virtutes laudantur secundum bonum ipsius virtuosi Iustitia autem laudatur secundum quod virtuosus ad alium bene se habet et sic iustitia quodammodo est bonum alterius ut dicitur in V Ethic Et propter hoc Philosophus dicit in I Rhet Ne-cesse est maximas esse virtutes eas quae sunt aliis honestissimae siquidem est virtus potentia benefactiva Propter hoc fortes et iustos maxime honorant quoniam fortitudo est utilis aliis in bello iustitia autem in bello et in paceraquo

571

Nuevamente la forma legal de la virtud de la justicia es el analogado prin-cipal puesto que por su fin propio ordena al hombre hacia el bien comuacuten lo ordena hacia el bien particular y ordena a todas las virtudes morales hacia su fin propio perfeccionando asimismo al hombre

ldquoExtriacutensecardquo o ldquointriacutensecardquo es la divisioacuten que le cabe a la analogiacutea de pro-porcioacuten simple seguacuten consideremos el modo de participacioacuten de la forma del primer analogado en los secundarios (sectc) La analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca laquoentrantildea que el concepto anaacutelogo se aplique a los distintos analogados con orden de prioridad y posterioridad en dependencia siempre del analogado principal que el uacutenico que realiza el concepto en cuestioacutenraquo

572

Seguacuten esto entonces la analogiacutea de atribucioacuten por predicacioacuten extriacutenseca no es la que propiamente se ajusta con la nocioacuten de justicia propuesta por el Doctor Comuacuten puesto que eacutel mismo reconoce que la forma particular de la virtud ldquoes alguna justiciardquo concedieacutendole asiacute la realizacioacuten ndashseguacuten medidandash del concepto en cuestioacuten laquoIustitia est quae unicuique quod suum est tribuit alienum non vin-dicat utilitatem propriam negligit ut communem aequitatem custodiatraquo

573

571 S Th II-II q 58 a 12 resp572 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 209573 S Th II-II q 58 a 11 s c

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Aquiacute la razoacuten por la cual la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca es la que mejor se corresponde con la definicioacuten de justicia traiacuteda por el Angeacutelico

laquoLa analogiacutea de atribucioacuten por realizacioacuten intriacutenseca del con-cepto anaacutelogo en todos los analogados entrantildea solamente que dicho concepto se realice con orden de prioridad y posteridad de suerte que en el primer analogado esteacute de una manera plena y principal mientras que en los analogados secundarios esteacute de una manera de-ficiente y derivada Por esto se trata no solamente de una analogiacutea seguacuten el concepto sino tambieacuten seguacuten la realidad Porque esta es la manera como hay que entender la foacutermula tomista secundum in-tentionem et secundum esse la ldquointencioacutenrdquo se refiere a la misma esencia conocida en tanto que conocida es decir connotando las condiciones que le advierten por estar en el entendimiento y el ldquoserrdquo se refiere a la esencia real o en tanto que existe en la realidad o sea connotando las condiciones existenciales que tiene fuera del enten-dimientoraquo574

La definicioacuten tomista entrantildea el concepto de justicia en sus dos formas anaacute-logas legal y particular puesto que ambas realizan el acto de la virtud Por ello mismo es la analogiacutea propia para predicar la nocioacuten de justicia

Ademaacutes se diferencia de la analogiacutea de atribucioacuten por predicacioacuten extriacutense-ca puesto que en eacutesta la realizacioacuten del concepto compete sola y exclusivamente al analogado principal tal como hemos sentildealado Luego si fuese extriacutenseca la analogiacutea propia de la definicioacuten de justicia la uacutenica forma que realizariacutea tal con-cepto seriacutea la legal Lo que contradice claramente a lo sostenido por el Aquina-tense en los textos que hemos citado

Finalmente A Caacuterdenas siguiendo a Santo Tomaacutes en un texto (Quodlibet X q 8 a 1 ad 1) establece en sectd la uacuteltima divisioacuten para la analogiacutea seguacuten mi-remos el modo de proporcioacuten entre sus analogados La misma puede resultar de dos maneras La primera propia y estrictamente dicha o con distancia determi-nada La segunda extensiva y latamente tomada o con distancia indeterminada o infinita

575

574 J GARCIacuteA LOacutePEZ ldquoLa analogiacutea en generalrdquo p 210575 Ibidem p 210

271

La diferencia entre el primer modo de proporcioacuten y el segundo radica en que cuando tal es tomado propiamente el concepto es realizado y conocido comprensivamente en todos sus analogados mientras que es extensivamente dicha cuando la relacioacuten entrantildea alguna perfeccioacuten del segundo respecto del primer analogado siendo eacuteste el teacutermino en que solamente se comprende el concepto

laquoProportio dupliciter dicitur Uno modo proprie secundum quod importat quemdam determinatum excessum et sic proportio requiritur inter intellectum et intelligibile ad hoc quod sit cognitio cum comprehensione qualiter divina essentia nunquam videbitur ab intellectu creato Alio modo dicitur communiter pro qualibet habi-tudine et sic infinitum potest habere proportionem ad finitum si sit perfectio eius vel aliquam huiusmodi habitudinem habeat ad ipsum Et talis proportio sufficit ad hoc quod intellectus noster videat di-vinam essentiam attingendo non comprehendendoraquo

576

En consecuencia la analogiacutea seguacuten la cual es definida la justicia por el Aqui-nate es la de atribucioacuten intriacutenseca en la cual el analogado principal es fuente y fundamento del secundario Es una analogiacutea estricta y propiamente dicha por comprender ambos analogados la realizacioacuten del concepto cuya distancia viene determinada por el acto propio de cada una de ellas Por esto mismo las formas de la analogiacutea constituyen los analogados principal y secundario del concepto mismo de dicha virtud predicados intriacutensecamente uno del otro

Hasta aquiacute la definicioacuten de justicia realizada por Tomaacutes de Aquino sirvieacuten-dose de la analogiacutea de atribucioacuten extriacutenseca estrictamente dicha Introduzcaacutemo-nos seguidamente en el modo en que Tomaacutes de Vio definioacute en sus comentarios la misma virtud

576 Tomaacutes DE AQUINO Quodlibet X Textum Taurini 1956 editum ac automato translatum a Roberto Busa SJ in taenias magneticas denuo recognovit Enrique Alarcoacuten atque instruxit [68936] Quodlibet X q 8 ad 1 Consultado httpwwwcorpusthomisticumorgq10html

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

V42 La univocidad de la justicia en Tomaacutes de Vio

En sectIV2 La nocioacuten de justicia en los comentarios del Cayetano a la S Th II-II qq 57-62 sintetizamos

laquoPara el Cardenal la justicia es una uacutenica virtud un todo compuesto de tres partes o especies subjetivas Una llamada justicia general y dos especies especialiacutesimas llamadas justicias particula-res577 De estas ldquoespecies especialiacutesimas de justicias particularesrdquo578 una es la distributiva y otra es la conmutativa579 En la uacuteltima ndashcon-mutativandash encontramos dos partes que se diferencian entre siacute ya sea porque el intercambio que se da sea voluntario de un lado involun-tario del otro Estas tres especies de una misma justicia se especi-fican seguacuten la forma en que adecuacutean o igualan lo justo o el derecho que debe ser hallado580 La restitucioacuten en cuanto acto de la justicia conmutativa debe efectuarse soacutelo cuando haya sentencia firme de juez idoacuteneo y competente581raquo582

La primera gran incoacutegnita que debemos resolver es si el Cayetano predica uniacutevoca o anaacutelogamente la nocioacuten de justicia Hemos dejado asentado que Santo Tomaacutes lo hace anaacutelogamente Veamos en queacute radica la diferencia entre uno y otro

577 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species iustitiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia triplex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit partes ad totum distributiva vero totum ad partes commu-tativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo578 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 1579 Comm Card Caie sectII en S Th II-II q 61 a 3 laquoEst ergo iustitia commutativa una species spe-cialissima Et similiter distributiva una alia species specialissima propter eandem rationem quia scilicet suam unicam adaequationes formam operatur diversam formaliter ab aequalitate commutativae ut patet ex supradictisraquo580 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a 3 r d laquosi autem accipiamus ut materiam utriusque iustitiae actiones ipsas principales quibus utimur personis rebus et operibus sic invenitur utrobique alia materiaraquo581 Comm Card Caie sectI en S Th II-II q 62 a 3 laquoIn articulo tertio eiusdem sexagesimaesecundae quaestionis dubium occurrit circa illam redditionem causae in corpore articuli cum dicitur Et ideo ante-quam sit condemnatus per iudicem non tenetur restituere Videtur enim quod ex hoc quod inflictio poenae pertinet ad iudicem non sequatur quod antequam sit condemnatus non teneaturraquo582 Vid Parte II Cap IV sectIV2 La nocioacuten de justicia en los comentarios del Cayetano a la S Th II-II qq 57-62 de este mismo escrito

273

laquoLa distincioacuten esencial entre el concepto uniacutevoco y el con-cepto anaacutelogo con analogiacutea de atribucioacuten consiste en que la defi-nicioacuten del analogado principal estaacute incluiacuteda en la definicioacuten de los analogados secundarios y estos quedan incluiacutedos en el concepto en cuanto estaacuten subordinados al analogado principal Por eso la salud del animal estaacute incluiacuteda en la definicioacuten de la medicina o de la dieta en cuanto sanas

El concepto anaacutelogo con analogiacutea de atribucioacuten no contiene una sola formalidad como el uniacutevoco que conviene total y absoluta-mente a sus inferiores univocados En la analogiacutea de atribucioacuten te-nemos un teacutermino un concepto objetivo que contiene la formalidad bajo la cual la analogiacutea se da y que se realiza intriacutensecamente en el analogado principal pero contiene tambieacuten las diversas relaciones existentes entre el analogado principal y los analogados secunda-rios La formalidad bajo la cual se da la analogiacutea de atribucioacuten estaacute contenida en el concepto in actu signato en tanto que las relacio-nes que con ella guardan los analogados secundarios estaacuten conteni-das in actu excercito El teacutermino anaacutelogo no puede sin dejar de ser anaacutelogo designar a los analogados secundarios despojados de toda relacioacuten con el analogado principal pues lo que funda o amarra a las relaciones analoacutegicas es la cualidad que este realiza intriacutenseca-menteraquo

583

Cotejando esto con la definicioacuten de justicia que hemos traiacutedo del Cardenal salta a la vista que ha predicado uniacutevocamente la nocioacuten de la virtud en cuestioacuten El fundamento principal lo hemos expuesto en sectV2 El tema de la analogiacutea en Tomaacutes de Vio Alliacute mostramos coacutemo el de Gaeta desestima la atribucioacuten intriacutense-ca afirmando que la uacutenica analogiacutea de atribucioacuten posible es la extriacutenseca

Pero supongamos que no ha predicado uniacutevocamente tal nocioacuten sino que lo ha hecho efectivamente seguacuten la uacutenica forma de atribucioacuten que concibe la extriacutenseca Esto tampoco se corresponderiacutea con el tipo de analogiacutea utilizada por el Angeacutelico Aquiacute la diferencia estribariacutea que mientras para el Priacutencipe de los Comentadores el analogado principal seriacutea el uacutenico que realizariacutea plenamente el concepto de justicia seguacuten establecimos supra para el Aquinate ndashpor predicar intriacutensecamente un analogado de otrondash son ambos los que realizan el acto de la virtud

583 A CAacuteRDENAS Breve tratado pp 34-35

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Pero al margen no podemos conceder dicha suposicioacuten puesto que ndasha nues-tro juiciondash el Cardenal ha trasmutado la nocioacuten misma de la justicia conceptua-lizaacutendola predicaacutendola y definieacutendola en modo muy distinto al de Santo Tomaacutes uniacutevocamente

Nuevamente asiacute habla Tomaacutes de Vio

laquoIn articulo primo quaestionis sexagesimaeprimae nota quod iuxta triplicem ordinem inventum in aliquo toto triplex species ius-titiae invenitur Invenitur siquidem ordo partium inter se et ordo totius ad partes et ordo partium ad totum Et similiter iustitia tri-plex legalis distributiva et commutativa Legalis enim dirigit par-tes ad totum distributiva vero totum ad partes commutativa demum partes inter se Sed hae duae vocantur iustitiae particulares illa generalisraquo

584

Digaacutemoslo claramente Tomaacutes de Vio ha concebido uniacutevocamente una no-cioacuten y la ha predicado habieacutendola abstraiacutedo de un tipo de todo distinto al que Santo Tomaacutes ha recurrido El de Aquino lo hizo a partir de concebir a la virtud como un todo potestativo y anaacutelogo El de Gaeta a partir de un todo subjetivo La razoacuten podraacute haber sido lo que resentildea A Caacuterdenas

laquoEn el tiempo en que el Cardenal Tomaacutes de Viacuteo escribioacute su tratado sobre la analogiacutea de los nombres esta soliacutea confundirse con una unidad de indisyuncioacuten con una unidad de orden o con una desigual participacioacuten de un concepto absolutamente ideacutentico

No se trata de una unidad de indisyuncioacuten pues tal unidad de indisyuncioacuten se da cuando en una proposicioacuten un teacutermino suple por sujetos esencialmente diversos que han sido designados confu-samente en la unidad de su geacutenero proacuteximo como cuando decimos ldquoalgunos instrumentos son necesarios para tocar muacutesicardquo En este caso no hay descenso posible a los inferiores del concepto sujeto ya que no podemos decir legiacutetimamente queacute especie de instrumentos se necesiten para tocar muacutesica No puede haber descenso disyuntivo por tener el sujeto un valor de suplencia indeterminado y no puede

584 Comm Card Caie en S Th II-II q 61 a1

275

haber descenso copulativo por tener el sujeto un valor de suplencia particular

Soacutelo pueden ser designados confusamente en la unidad de geacute-nero aquellos objetos que pueden subordinarse en la liacutenea de geacutene-ros y especies y cuyo geacutenero contiene en potencia y solo en potencia a sus ldquoinferioresrdquo en tanto que los conceptos anaacutelogos contienen actual pero confusamente a sus ldquoinferioresrdquoraquo585

Es decir que seriacutea esta la causa por la cual el Cardenal al glosar esgrime la comparacioacuten entre ldquotriplicem ordinem inventum in aliquo totordquo y ldquotriplex species iustitia inveniturrdquo Corroborando estas relaciones con el ldquosiquidemrdquo y el ldquosimiliterrdquo del comentario que supra trajimos Tenemos asiacute una asimilacioacuten de la virtud a un todo meramente de orden

Hemos escrito ya acerca del tipo de todo del cual se abstrae y en el cual se fundamenta la definicioacuten de justicia tomista Asiacute hemos dicho que existe un todo anaacutelogo que se da por ejemplo en el bien de la multitud reunida en comunidad poliacutetica En este sentido el bien de la ciudad se dice principalmente del bien co-muacuten poliacutetico y secundaria derivada y anaacutelogamente del bien de las partes De hecho se cumple bien una de las condiciones de la analogiacutea de atribucioacuten (que hemos establecido) los analogados secundarios son causados por el analogado principal (princeps) Asiacute el bien particular es causado por el bien comuacuten

El alma humana es un todo potestativo tambieacuten con una significacioacuten pri-maria (el alma racional) y partes anaacutelogas que se ordenan a y dependen de ese primer principio y son partes correspondientes de ese todo

Cuando hay ordenacioacuten de una forma de virtud al bien comuacuten las otras formas de virtud ya no pueden ser llamadas estrictamente ldquoespeciesrdquo sin agre-garles por ejemplo un ldquoquasirdquo El todo potestativo que es la prudencia en tanto engloba distintas funciones que se ordenan al acto de prudencia propiamente tomado (que es imperar) comprende las virtudes secundarias (euboliacutea syne-sis gnome) Pero eacutestas son como sostiene Aristoacuteteles en el libro V de la Eacutetica Nicomaquea partes que se dicen de un todo que las comprende y las causa La operacioacuten del prudente no es deliberar ni juzgar sino preceptuar

585 A CAacuteRDENAS Breve tratado pp 23-24 sect2

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Asiacute pues el todo en el que se funda la definicioacuten de la justicia es anaacutelogo y potestativo Esto no es lo que se desprende de la glosa cayetana

En su definicioacuten el Cardenal de Gaeta sostiene que ldquoseguacuten el triple orden encontrado en alguacuten tipo de todo encontramos tres especies de justiciardquo Redu-ciendo el todo potestativo a un todo subjetivo compuesto de partes especiacuteficas en las que lo comuacuten se dice ideacutenticamente Como ldquoanimalrdquo se dice ideacutenticamen-te de ldquoperrordquo y de ldquocaballordquo asiacute ldquojusticiardquo se dice ideacutenticamente de ldquolegalrdquo de ldquodistributivardquo y de ldquoconmutativardquo Hacer esto desjerarquiza y aplana la superior dignidad ontoloacutegica la primaciacutea axioloacutegica de la forma anaacuteloga superior La jus-ticia general es una forma superior y causalmente directiva de la otra forma la particular Como especies de un geacutenero ya ninguna de las dos formas seriacutea maacutes plena justicia que la otra

laquoMientras que el concepto uniacutevoco se refiere a una naturaleza conceptualmente una que tiene muacuteltiples realizaciones ideacutenticas en sus univocados y que pudo haber obtenido indistintamente de uno o de otro de sus inferiores En el anaacutelogo no sucede lo mismo pues no son absolutamente ideacutenticos el cimiento el corazoacuten y la ley y el con-cepto de fundamento no se ha abstraiacutedo de hecho indistintamente uno de otroraquo586

La nocioacuten de justicia no es un puro nombre equiacutevoco por expresar algo co-muacuten ndash y a la vezndash a la justicia general y a la particular y en ella a sus partes sub-jetivas a la conmutativa y a la distributiva Pero tampoco es uniacutevoco al significar con diversidad y distincioacuten puesto que por esto mismo penetra en aquello en que justicia general y particular convienen y se identifican

La expresioacuten intelectual de la nocioacuten de justicia es decir su definicioacuten nos brinda una unidad conceptual imperfecta en el sentido de que no llega a des-pojarse de las notas diversificantes y distintivas Y es precisamente por esto una analogiacutea porque tales notas son sus actos son formalmente un modo de ser de la justicia

587 De donde se sigue que la unidad que queda en la nocioacuten de justicia

es el de la relacioacuten de sus formas y se ordenaraacuten seguacuten el modo en que el acto

586 Cfr Ibidem p 44587 Cfr Ibidem p 44

277

de cada una de ellas realice maacutes ndasho menosndash plenamente el concepto de justicia siendo uno el analogado principal y la otra el secundario

Pero nuevamente no es lo que leemos en la glosa del Priacutencipe de los Co-mentadores quien parece haber obrado una ldquocapitis deminutiordquo al reducir a un geacutenero uniacutevoco el concepto de justicia cuyas preteacuteritas formas (tomistas) son ahora simplemente especies Repararemos en todo esto y en la indirecta mas inevitable minusvaloracioacuten del objeto de la justicia legal ndashel bien comuacuten poliacuteti-condash en el proacuteximo capiacutetulo Alliacute trataremos tambieacuten las consecuencias praacutecticas que importa la definicioacuten de justicia cayetana

CAPIacuteTULO V - LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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CAPIacuteTULO VIDISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

VI1 JUSTICIA BIEN COMUacuteN Y MORAL TOMISTA

En el capiacutetulo anterior quedoacute planteada la forma de analogiacutea seguacuten la cual el Aquinate predica la virtud de la justicia la (analogiacutea) de atribucioacuten intriacutenseca

La justicia asiacute es una virtud moral que consta de dos formas anaacutelogas las cuales realizan ndashambas maacutes no ideacutenticamentendash el concepto radical al que refie-ren Una de estas formas anaacutelogas ndashla que recibe el nombre de ldquojusticia legalrdquo o ldquogeneralrdquondash es el analogado principal fuente y fundamento del segundo analoga-do llamado ldquojusticia particularrdquo

Es decir que la virtud de la justicia es soacutelo una que se dice anaacutelogamente seguacuten sea directiva en las operaciones del hombre en referencia al bien comuacuten o al bien particular Al reconocer para eacutesta dos formas anaacutelogas el Aquinate establece un orden de prioridad o jerarquiacutea entre los objetos de ambas formas y respecto de las formas mismas entre siacute Y por ello entiende que el analogado principal ndashprincepsndash tiene supremaciacutea sobre el secundario que depende y es derivado de aqueacutel

De esta forma de comprender tal virtud se sigue toda una moral Puesto que al ser la legal una virtud general seraacute la encargada de dirigir inmediatamente a la comunidad poliacutetica hacia el fin que le es propio (el bien comuacuten) asiacute como tambieacuten seraacute la que anime a que cada una de las virtudes morales encuentre su realizacioacuten

588

Dicha virtud pues no consta en la mente del Angeacutelico de ldquopartesrdquo o ldquoespe-ciesrdquo como las que encontraremos en la nocioacuten del Cardenal tema sobre el que volveremos maacutes adelante

588 Cfr S Th I-II q 61 a 5 ad 4 laquoSola iustitia legalis directe respicit bonum commune sed per imperium omnes alias virtutes ad bonum commune trahitraquo

280

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Deciacuteamos que para el de Aquino la justicia es una virtud moral que consta de dos formas que se predican seguacuten el fin que realizan Cuando sea el bien comuacuten seraacute llamada ldquojusticia legalrdquo o ldquogeneralrdquo Recibiraacute el nombre de ldquopar-ticularrdquo en cambio cuando su operacioacuten ordene las acciones exteriores de los hombres en vistas al bien particular

589

Asiacute pues la justicia particular se compone de dos partes subjetivas Se re-serva el nombre de ldquoconmutativardquo para el caso de los intercambios voluntarios o involuntarios entre partes es decir entre particulares Se dice ldquodistributivardquo cuando el acto de la justicia de dar a cada uno lo suyo sea realizado del todo a la parte por ejemplo de la autoridad de la sociedad poliacutetica a las personas de esta

La justicia ndashpor versar sobre lo dichondash ocupa un lugar de preminencia res-pecto del resto de las virtudes morales y en este sentido no es solamente ldquocardi-nalrdquo sino tambieacuten ldquogeneralrdquo comparable a lo que resulta la caridad para el resto de las virtudes teologales

En tanto virtud moral quedoacute demostrado es un acto libre y voluntario que emana de aquella persona que reconoce el bien de tal conducta y lo desea por esto mismo

La relacioacuten que cabe ademaacutes entre la virtud de la justicia (dicha ldquolegalrdquo) y el bien comuacuten es de capital importancia en este momento Justicia General y Bien Comuacuten son claves en la articulacioacuten de la moral tomista La absoluta primaciacutea pues del bien comuacuten por sobre el bien particular y entre otras cosas sobre la dignidad de la persona humana son las notas caracteriacutesticas de la doc-trina tomista

En efecto el bien particular depende del bien comuacuten En la moral del An-geacutelico todo el orden natural es articulado en virtud de la justicia puesto que es la que realiza en modo supremo la naturaleza humana Debido al principio de politicidad natural es la realidad misma de la substancia humana la que postula que su perfeccioacuten radique en dicho fin El bien comuacuten es no soacutelo la perfeccioacuten de una persona humana sino la realizacioacuten plena de tal en su maacutexima expresioacuten que es la de un ser de naturaleza poliacutetica pues es la perfeccioacuten del hombre or-denado a su fin natural maacutes alto (de toda su naturaleza) y no soacutelo a un fin indi-

589 Cfr S Th I-II q 60 a 3 ad 2 laquoIustitia quae intendit bonum commune est alia virtus a iustitia quae or-dinatur ad bonum privatum alicuius [] Sed iustitia ordinans hominem ad bonum commune est generalis per imperium quia omnes actus virtutum ordinat ad finem suum scilicet ad Bonum communeraquo

281

vidual ndashy por tanto imperfectondash (la perfeccioacuten de una nota de un individuo de esa naturaleza)

590

La temaacutetica del bien comuacuten impele siempre a considerar otros principios o aspectos de la doctrina moral tomista que de alguacuten modo u otro conllevan a ulteriores desviaciones e imprecisiones a juicio de otro pensador la mayoriacutea de las veces tambieacuten tomista Pero de entre todas ameacuten de su definicioacuten misma hay una que resalta

laquoUno de los aspectos de la problemaacutetica del bien comuacuten que de hecho han sido tratados con la maacutes perniciosa ambiguumledad es el de la primaciacutea de este bien y ello en virtud de su aparente anta-gonismo con el principio de la dignidad de la persona humanaraquo591

No puede el bien particular realizar maacutes y mejor a un individuo que el bien comuacuten Puesto que alcanzariacutea tal persona soacutelo una perfeccioacuten parcial que se dice en relacioacuten con el sujeto poseedor de dicho bien maacutes no en la realizacioacuten que el mismo alcanzariacutea en la plenificacioacuten de toda su naturaleza Es decir no podriacutea un hombre alcanzar la felicidad en la perfeccioacuten de algunos aspectos de su naturaleza y en desmedro de otros

laquoLa dignidad de la persona humana no es un bien poseiacutedo en exclusiva por un hombre determinado o por alguacuten tipo determinado de hombres sino al contrario un bien que todos los hombres tienen ni maacutes ni menos que porque son personas Por consiguiente el res-peto a la dignidad de la persona humana es en siacute mismo y sin nece-sidad de ninguna otra cosa respeto a un bien comuacuten concretamente a un bien que de un modo esencial es poseiacutedo por todos y cada uno de los miembros de la sociedad civilraquo592

590 Cfr S Th II-II q 47 a 10 ad 2 laquoIlle qui quaerit bonum commune multitudinis ex consequenti etiam quaerit bonum suum propter duo primo quidem quia bonum proprium non potest esse sine bono communi vel familiae vel civitatis aut regni [] Secundo quia cum homo sit pars domus vel civitatis oportet quod homo consideret quid sit sibi bonum ex hoc quod est prudens circa bonum multitudinis Bona enim dispo-sitio partium accipitur secundum habitudinem ad totum quia ut Augustinus dicit ldquoturpis est omnis pars suo toti non conveniens vel non congruensrdquoraquo591 A MILLAacuteN PUELLES laquoLa primaciacutea del bien comuacuten y la dignidad de la persona humanaraquo en SR CASTANtildeO ndash E SOTO KLOSS (eds) El derecho natural en la realidad social y juriacutedica p 999592 Ibidem p 999

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Es que de hecho no alcanzariacutean las paacuteginas estimadas para una tesis con el fin de asuntar la cantidad de investigaciones opiniones precisiones disputas debates y enfrentamientos que ha generado el tema del bien comuacuten poliacutetico (Y las diversas corrientes o escuelas en que se ha subdividido el tomismo) Obvia-mente que tal intencioacuten queda por fuera del fin propio de nuestro escrito Auacuten asiacute algo debemos decir puesto que es uno de los asuntos salientes de la filosofiacutea moral realista y un fundamento que permite dirimir la distancia entre los autores aquiacute cotejados ndashSanto Tomaacutes y Cayetanondash toda vez que la superioridad del bien comuacuten sobre el bien particular sentildeala la superioridad de la justicia legal sobre la justicia particular debido a los fines de cada una de esas formas anaacutelogas (y por ende impugnan la interpretacioacuten del Cardenal)

Apresureacutemonos entonces a considerar primeramente una aproximacioacuten a la nocioacuten de bien comuacuten para despejar algunas dudas y otras posibles confusiones

Partamos de su consideracioacuten en cuanto objeto propio de la virtud de la justi-cia legal o general aclaremos queacute es queacute no es en queacute consiste y veamos otros temas de suma utilidad para nuestra investigacioacuten

La primera aclaracioacuten la tomamos del iusfiloacutesofo argentino Guido Soaje Ra-mos quien nos recuerda que laquopor la eacutepoca que escribe sus obras el Aquinate no habla de ldquoEstadordquo sino de ldquocomunidad poliacuteticardquoraquo593

Para exponer mejor el pensamiento del Angeacutelico laquosupuesta la sinonimia de ambas expresiones cabe distinguir entre la comunidad poliacutetica como un todo que incluye sus oacuterganos de poder poliacutetico y estos oacuterganos que seriacutean para eacutel parte de ese todoraquo y asiacute enten-der

laquoLa comunidad poliacutetica como grupo social complejo especiacute-fico distinta de todos los grupos infrapoliacuteticos es un a) todo real b) todo de orden (por lo tanto no sustantivo) c) todo praacutectico d) todo relacional e) todo no artificial sino natural en congruencia con el caraacutecter del hombre como animal poliacutetico por su naturaleza (lo dicho se opone a toda interpretacioacuten del Estado como surgida de un contrato o de una convencioacuten que explicariacutean el origen de la comunidad poliacuteticaraquo594

593 G SOAJE RAMOS 8 Tesis sobre el Bien Comuacuten Poliacutetico InFiP Ensayos Buenos Aires SD p 2594 Ibidem p 2

283

El autor ofrece ocho tesis para comprender mejor el tema del bien comuacuten

laquoI El fin de la comunidad poliacutetica es el bien comuacuten poliacutetico II El bien comuacuten poliacutetico es fin ldquoquirdquo de la comunidad poliacutetica III El fin ldquoquordquo implica exigitivamente una causacioacuten colectiva recta bajo la direccioacuten arquitectoacutenica de la autoridad poliacutetica IV El bien comuacuten poliacutetico es el mejor de los bienes temporales de las personas individuales (miembros de la comunidad poliacutetica) ndashy de los grupos intermedios o infrapoliacuteticos legiacutetimos V El bien comuacuten poliacutetico es el principio regulativo del orden poliacutetico interno VI El bien comuacuten poliacutetico es el fin del orden juriacutedico interno del Estado VII El bien comuacuten poliacutetico es principio regulativo del orden econoacutemico VIII El bien comuacuten poliacutetico se subordina a Dios Bien Comuacuten sagrado y trascendenteraquo595

El fin ldquoquordquo debe ser entendido como el fin con el cual o a traveacutes del cual la comunidad poliacutetica alcanza su perfeccioacuten Y el fin ldquoquirdquo es el mismiacutesimo fin al que la sociedad poliacutetica tiende Deberiacuteamos agregar un tercer distingo el del fin ldquocuirdquo Tras recordar que la primera vez en que estas distinciones fueron desarrolladas por P Philippe y por Louis Lachance S Castantildeo apunta que eacuteste uacuteltimo apoyaacutendose en Santo Tomaacutes nos dice y explica que el fin ldquocuirdquo

laquodesigna el sujeto privado de la bondad del fin y que cuando lo alcanza se convierte en beneficiario de sus enriquecimientos Va de suyo que no puede haber finalidad sin que haya un sujeto al que conviene un bien cualquiera El bien es fin y el sujeto que sufre su atraccioacuten se ordena a eacutel De modo que no es eacutel quien es el fin sino el objeto que lo atrae Eacutel quiere para siacute el objeto que le conviene pero la causa el motivo por el cual lo quiere para siacute reside en la bondad encarnada del objetoraquo596

Hasta aquiacute entonces el bien comuacuten tal como lo concibe una parte de la filo-sofiacutea moral cristiana En esta concepcioacuten el bien comuacuten tambieacuten dice relacioacuten

595 Ibidem p 9596 S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos pp 87-88 ver la nota a pie de paacutegina sect115

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

con otras nociones como por ejemplo la dignidad de la persona humana la virtud moral en general la ley (moral) natural y positiva entre otras

Deciacuteamos que cuando la nocioacuten de ldquobien comuacutenrdquo entra en relacioacuten con la de ldquodignidad de la persona humanardquo genera numerosos malentendidos El pro-blema sobreviene explica A Millaacuten Puelles cuando se relativiza la primaciacutea del bien comuacuten oponieacutendolo en nombre de la dignidad de la persona

597 Dicha

problemaacutetica ha suscitado tal vez dos de los maacutes grandes debates ndasha nuestro juiciondash en torno al tema del bien comuacuten poliacutetico El primero tiene como figura central a Jacques Maritain y el segundo a John Finnis

598

Santo Tomaacutes muestra en varios lugares el modo en que ambos principios deben articularse

599

Al reconocer la absoluta primaciacutea de la dignidad de la persona humana in-cluso por sobre el bien comuacuten podriacuteamos incurrir en el peligro de atribuir un ca-raacutecter instrumental al mismo bien comuacuten poliacutetico que es lo mismo que definirlo como aquel conjunto de condiciones que posibilitan la realizacioacuten del hombre esto es su felicidad Asiacute lo explica S Castantildeo

laquoSi se acepta que el bien comuacuten poliacutetico es la causa final de la comunidad poliacutetica luego no se puede afirmar que la causa es condicioacuten pues como leemos hasta en los manuales mismos ldquola condicioacuten es el requisito o la disposicioacuten necesaria para el ejerci-cio de la causalidad algo meramente auxiliar que hace posible o impide la accioacuten de una causa la condicioacuten en cuanto tal no posee causalidad La existencia de adecuadas condiciones climaacuteticas por

597 A MILLAacuteN PUELLES laquoLa primaciacutea del bien comuacutenraquo p 999598 Una buena siacutentesis se encontraraacute en S CASTANtildeO Los principios poliacuteticos de Sto Tomaacutes en entredicho Una confrontacioacuten con Aquinas de John Finnis ed UCLP La Plata 2011 pp 84 y ss Alliacute el autor ofrece ademaacutes una detallada bibliografiacutea que podraacute servir al interesado para reconstruir ambos debates Reenvia-mos tambieacuten a su lectura en todo lo referido al presente apartado puesto que con ella el intelectual argentino logra una verdadera siacutentesis y pensamos una muy acomodada explicacioacuten de los principios poliacuteticos del Doctor Angeacutelico599 Vid S Th II-II q 58 a 7 ad 2 laquoBonum commune civitatis et bonum singulare unius personae non differunt solum secundum multum et pacum sed secundum formalem differentiam Alia enim est ratio boni cummunis et boni singularis sicut alia est ratio totius et partisraquo S Th II-II q 58 a 9 ad 3 laquoBonum com-mune est finis singularium personarum in communitate existentium sicut bonum totius finis est cuiuslibet partium Bonum unius personae singularis non est finis alteriusraquo S Th II-II q 64 a 5 laquoQuaelibet pars id quod est est communitatis unde in hoc quod seipsum interficit iniuriam communitati facitraquo

285

ejemplo es condicioacuten para que se desarrolle una prueba deportiva pero no es su causardquo (subr orig)

Por otra parte la concepcioacuten del bien comuacuten como condi-cioacuten implicariacutea la afirmacioacuten de los bienes particulares como causas Respecto de eacutestos el bien comuacuten representariacutea una suerte de medio

En funcioacuten de lo antes dicho puede afirmarse en siacutentesis si el bien comuacuten es condicioacuten para la consecucioacuten del bien particular entonces el bien comuacuten ni es causa (pues es condicioacuten) ni es final (porque tiene razoacuten de medio) Y la causa final se identificariacutea tam-bieacuten aquiacute con el conjunto de los fines particularesraquo600

Por todo lo cual al definir la virtud de la justicia con analogiacutea de atribu-cioacuten intriacutenseca el Angeacutelico establece un orden de jerarquiacutea y prioridad entre los analogados fundados en el fin propio de cada uno de ellos A su vez los fines respectivos de cada uno de los analogados constituye una forma de la (misma) virtud de las cuales una ndashla particularndash consta de partes subjetivas Cada una de estas formas realiza el concepto ndashya dichondash de justicia pero no lo hacen en forma ideacutentica Sino en modo primario o principal o secundario y derivado se-guacuten la relacioacuten que exista entre su acto propio y el fin propio de la virtud misma

Consideremos seguidamente los principios en los que se inscribe y la mo-ral que se deriva de tal nocioacuten de virtud

VI2 PERSPECTIVA DE LA MORAL TOMISTA E IMPLICANCIAS DE LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA

La moral de Santo Tomaacutes se inscribe en un preciso modo de concebir la rea-lidad de la naturaleza humana Por ello y por su nota de politicidad natural toda la conducta del hombre estaacute signada por el deseo de perfeccioacuten bien asequible incompletamente en la interaccioacuten virtuosa con el resto de las personas en lo que consiste precisamente la vida buena Cuya fundamental realizacioacuten radica

600 S CASTANtildeO laquoiquestEs el bien comuacuten un conjunto de condicionesraquo en Ius Publicum 28 (2012) pp 23-24

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

en que la vida social halle basamento en una determinada nocioacuten ndashy praacutecticandash de la virtud de la justicia

601

En este sentido la perfeccioacuten a la que tiende el hombre mediante la vida poliacutetica es de orden natural En este bien redunda la perfeccioacuten de la sociedad poliacutetica que el hombre integra pero no es la perfeccioacuten definitiva del mismo ni de la sociedad sino que se ordena a otra de orden espiritual a la que estaacute llamado por vocacioacuten divina En la doctrina tomista este orden superior (al orden poliacutetico y en cuyo seno el hombre se ordena al bien comuacuten sobrenatural) es la Iglesia

Pues en efecto aun logrando la completa satisfaccioacuten de todas las necesida-des de orden natural todaviacutea quedariacutea en el hombre un deseo maacutes profundo de realizacioacuten Tal tendencia reclama a toda voz un fundamento metafiacutesico que es a la vez fin uacuteltimo perfectivo del hombre particular de la sociedad poliacutetica y de la Iglesia que se encamina a Dios

Asiacute con su obrar moral el hombre perfecciona su naturaleza afirmaacutendolo en el bien o por el contrario defecciona alejaacutendosele A los primeros actos se los denomina hemos dicho virtudes vicios a los segundos

En sintoniacutea con las cuestiones planteadas sumemos ahora el tema de los principios de la Eacutetica tal como fue entendida por el Doctor Comuacuten atendiendo a dos ejes complementarios El primero es el que considera el ldquopunto de vista eacuteticordquo en relacioacuten con las diferentes concepciones de la virtud de la justicia Que nos daraacute pie para el segundo principio que ya hemos referido el de la politicidad natural de la persona humana

Recordemos que auacuten hoy quien se ponga a investigar y profundizar el argu-mento de la Filosofiacutea Moral en Santo Tomaacutes de Aquino se encontraraacute tambieacuten con muchas dificultades y lugares comunes que ya hemos resentildeado Otro de los puntos aacutelgidos de los actuales estudios es volver sobre el modo en que el Angeacute-lico desarrolla su pensamiento eacutetico Hecho que resalta A Vendemiati

laquoEacute abbastanza usuale intendere lrsquoetica come una ldquoricer-ca di normerdquo di ldquoregole di comportamentordquo di ldquoleggi mo-

601 Cfr S Th II-II q 109 a 3 ad 1 laquoQuia homo est animal sociale naturaliter unus homo debet alteri id sine quo societas humana servari non posset Non autem possent homines ad invicem convivere nisi sibi invicem crederent tamquam sibi invicem veritatem manifestantibus Et ideo virtus veritatis aliquomodo attendit rationem debitiraquo

287

ralirdquo rispondenti alla questione kantiana ldquoChe cosa debbo farerdquo Siamo totalmente assuefatti ad unrsquoetica che assume come suo tema principale il dovere e la correttezza dei sin-goli atti morali che quasi non ci accorgiamo della differenza drsquoimpostazione che si separa dalla prospettiva di Tommaso e di Aristoteleraquo

602

Los autores a los que haremos referencia ndashentre otros por ejemplo M Rhonheimer

603ndash explican que podemos situarnos desde dos ldquoperspectivas mora-

lesrdquo respecto de la virtud

Antes de entrar en la consideracioacuten de ldquocuaacutentosrdquo pregunteacutemonos mejor iquestQueacute quiere decir esto de la ldquoperspectiva moralrdquo En concreto iquesta queacute se hace referencia cuando asiacute se habla

Angelo Campodonico en la introduccioacuten a la edicioacuten italiana de la obra de W Kluxen adjetiva este enfrentamiento entre dos posturas al hablarnos de una ldquoeacutetica de la conviccioacutenrdquo frente a una ldquoeacutetica de la responsabilidadrdquo

604 Siendo tal

contienda un hiato tiacutepico en la eacutetica del periacuteodo moderno605

Tambieacuten insinua-mos algo cuando recurrimos a los aportes de Vendemiati sobre la diferencia entre una eacutetica de la primera persona y una eacutetica de la tercera persona

Para explicar lo sostenido por el autor proponemos ndashcomo el mismo Ven-demiati lo hacendash el ejercicio de pensar una eacutetica en primera persona mejor que de una eacutetica de la primera persona Resaltamos las preposiciones puesto que la partiacutecula lsquoenrsquo laquodenota en queacute lugar tiempo o modo se realiza lo expresado por el verbo a que se refiereraquo

606 mientras que lsquodersquo laquodenota posesioacuten o pertenenciaraquo

algunas veces y otras laquodenota de doacutende es viene o sale alguien o algoraquo607

602 A VENDEMIATI laquoDio come fondamento dellrsquoetica nel pensiero di San Tommaso drsquoAquinoraquo in Sale-sianum 68 (2006) p 657603 Como veremos en la La prospettiva della morale M RHONHEIMER604 A CAPODONICO laquoIntroduzioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XIX-XX Advertimos que estas son categoriacuteas de Max Weber y que ponemos alguacuten reparo con el ldquoconsecuencia-lismordquo que tales nociones podriacutean postular Aquiacute interesa solamente y con prescindencia de las implicancias de tales categoriacuteas traer a consideracioacuten el contrapunto que sentildeala A Campodonico605 Cfr C VIGNA laquoPresentazioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XVIII- XIX606 Dicionario en liacutenea de la Lengua Espantildeola de la RAE laquoEnraquo httplemaraeesdraeval=en consultado el 17102017607 Ibidem laquoDeraquo httplemaraeesdraeval=de consultado el 17102017

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Tal distincioacuten ayuda ya que la preposicioacuten lsquoenrsquo es por un lado menos am-bigua y por lo tanto no tan equiacutevoca como la preposicioacuten lsquodersquo Por otro expresa mejor la relacioacuten entre lo que se predica del sujeto al manifestar ndashprecisamentendash el ldquomodordquo en que se cumple tal o cual accioacuten en primera persona esto es libre y voluntariamente movidos por la propia razoacuten y ldquoconviccioacutenrdquo

El contrapunto entre estos dos modos de concebir la virtud moral no radica en las preposiciones que utilicemos para hablar de ellos claro estaacute sino precisa-mente en las nociones de virtud que no soacutelo se diferencian sino que se oponen en lo referido a la vida praacutectica y cotidiana de todas las personas Lo confirma A Vendemiati al concluir que

laquolrsquoopzione per unrsquoetica in prima persona egrave dunque giusti-ficata in prima istanza dallrsquoesigenza stessa del discorso morale che costituisce la sua essenza E questo ha conseguenze non solo teoriche (nel senso della scienza morale che egrave teorico-pratica) ma esistenziali pedagogiche didattiche e socialeraquo

608

Estas precisiones sirven para comprender mejor las ldquoesferas de aplicabilidadrdquo de tal o cual postura eacutetica o preferencia respecto del discurso moral Entonces para dejar en claro posiciones y preposiciones la mayoriacutea de los medievalistas contraponen la eacutetica de Santo Tomaacutes a la eacutetica de la Modernidad Y como de comuacuten acuerdo reconocen es particularmente G Abbagrave quien manifiesta estas di-ferencias Vendemiati tras reenviar a su lectura sintetiza que los estudios de Giu-seppe Abbagrave son de tamantildea importancia y auacuten actualidad porque sin lugar a duda

laquoEsse hanno mostrato come lrsquoetica classica e lrsquoetica mo-derna sono separate da un tratto discriminante lo spostamento del punto di vista principale da cui viene elaborata la riflessio-ne Nellrsquoetica classica [] il punto di vista egrave quello del sogget-to agente del quale si ricerca la ldquovita buonardquo o ldquovirtuosardquo in

608 Cfr A VENDEMIATI laquoProspettive tomiste per lrsquoetica del XXI secoloraquo in Congresso Tomista interna-zionale ldquoLrsquoumanesimo cristiano nel III millennio prospettiva di Tomasso drsquoAquino Roma 21-25 settem-bre 2003 Pontificia Accademia di San Tommaso ndash Societagrave Internazionale Tommaso drsquoAquino Instituto Universitario Virtual Santo Tomaacutes Fundacioacuten Balmesiana-Universitat Abat Oliba CEU 2003 p 4

289

cui consiste la felicitagrave vera Nellrsquoetica moderna [] il punto di vista si sposta in un osservatore esterno legislatore o giudice che ricerca i criteri i principi e le norme per lrsquoazione giusta Lrsquoetica moderna egrave pertanto unrsquoetica della terza persona men-tre lrsquoetica classica egrave unrsquoetica della prima personaraquo

609

El citado autor sentildeala como paradigmas para la Eacutetica claacutesica a Santo Tomaacutes de Aquino para la moderna a Thomas Hobbes Para refuerzo de esto resulta muy importante recurrir a la posicioacuten de Ockham que describe el dominico Ser-vais Pinckaers

laquoOckham no puede ya concebir otras relaciones entre el hombre y Dios como con otras libertades que las que pro-ceden de la voluntad y del poder tal es la ley expresioacuten de la voluntad divina que actuacutea con la fuerza de la obligacioacuten De esta forma la ley y la obligacioacuten ocupan el centro de la moral de Ockham se convierten en su nuacutecleo y en su fuerza Para eacutel la obligacioacuten va a formar el elemento constitutivo y la esencia misma de la moralidad [hellip] El concepto de moralidad no implica ninguna otra cosa maacutes que la obligacioacuten en que se encuentra aquel que actuacutea de llevar a cabo una accioacuten determi-nada El hecho de la obligacioacuten y no ya la observacioacuten de un orden real determina la distincioacuten entre la bondad y la maldad morales [hellip] Hacer el bien seraacute hacer aquello a lo que se estaacute obligado a hacer hacer el mal seraacute hacer lo contrario de lo que se estaacute obligado a hacerraquo610

Maacutes adelante el profesor de Friburgo remata que tal postura moral es la ldquoprimera moral de la obligacioacutenrdquo y que no seraacute sino hasta iniciado el s XIV que las virtudes centradas en la caridad cesaraacuten de ser el centro de reflexioacuten moral Es decir que se correraacute el eje desde una perspectiva eacutetica en primera persona

609 IDEM In prima persona p 66610 S-Th PINCKAERS Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 p 301

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

(eacutetica de las virtudes para llegar a la felicidad) a una moral de la obligacioacuten (eacutetica del deber esto es de lo que tengo que hacer que viene impuesto por un observador-legislador-sancionador externo para evitar el castigo y conseguir ndashluegondash la bienaventuranza)

laquoLa moral de Ockham es la primera moral de la obligacioacuten Hasta ese momento tanto en los filoacutesofos como en los Padres y en los teoacutelogos la primera cuestioacuten moral era la felicidad la buacutesqueda de la verdadera felicidad La respuesta se organizaba en torno a las virtudes morales con la caridad como centro para los teoacutelogos Cier-temente la cuestioacuten de la obligacioacuten moral no estaba ausente de la teologiacutea claacutesica pero era de orden secundario y no se concebiacutea en absoluto con el mismo rigor En santo Tomaacutes lo hemos visto cada tratado de las virtudes termina con una cuestioacuten sobre el precepto que se relaciona con la virtud estudiada El precepto y la obligacioacuten estaacuten puestos al servicio de las virtudes y reciben un papel educati-vo especialmente en la primera etapa del progreso moral [hellip] En pocas palabras se puede decir que la teologiacutea moral hasta el co-mienzo del siglo XIV era una moral de la felicidad y de las virtudes ordenadas en torno de la caridadraquo611

Referiacuteamos una eacutetica en primera persona versus una en tercera persona Sin ambages estamos hablando en definitiva de aquellos principios eacutetico-morales que distinguen la reflexioacuten tomista de otras de cuntildeo moderno Veamos aquiacute los primeros y dejemos para el maacutes adelante los segundos

Respecto de uno de los maacutes importantes de estos axiomas rescatemos lo que apunta Sergio R Castantildeo al hablar de la politicidad natural como principio de lo real y la vida poliacutetica

laquoLa afirmacioacuten de esa tesis no pende de posiciones confe-sionales como asiacute tampoco de paradigmas epocales (por lo menos con pretensioacuten de excluyentes) Maacutes concretamente la tesis no es ni

611 S-Th PINCKAERS Las fuentes de la moral cristiana Su meacutetodo su contenido su historia Eunsa Pamplona 2007 p 305

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cristiana ni pagana ni agnoacutestica como tampoco antigua medieval o moderna Y lo propio vale para su negacioacutenraquo612

La afirmacioacuten de Castantildeo sugiere que la tesis de la politicidad natural tiene maacutes que ver con la realidad de las cosas o con lo real mismo (en lo referido a la naturaleza de la persona humana) De alliacute que cualquier negacioacuten de este prin-cipio conllevaraacute inescindiblemente notas de ldquoirrealidadrdquo o ldquoanti-realismordquo an-tropoloacutegico-filosoacutefico- poliacutetico-teoloacutegico Y es de hecho que no se trata aquiacute de ser ldquomedievalistasrdquo o ldquomodernosrdquo o ldquocristianosrdquo o ldquopaganosrdquo o ldquoateosrdquo sino de ser ldquorealistasrdquo o ldquoirrealistasrdquo (en cuanto falto de realidad) o ldquoanti-realistasrdquo (en todo opuestos a lo real)

613

No es entonces aquel ldquocambio de perspectiva moralrdquo ndashen el cual los italia-nos que hemos referido basan su reflexioacutenndash la piedra de toque para explicar el cambio de fondo

Sino que este mismo giro se debe a una posicioacuten antropoloacutegico-filosoacutefica anterior negar o no reconocer en plenitud la naturaleza creada de la cual deriva el principio de la politicidad natural Deciacuteamos que no los tenemos en menos sino que le reconocemos el altiacutesimo valor que nos proporciona el enfoque de las ldquoperspectivas moralesrdquo pues tal tesis es subsidiaria con nuestro anaacutelisis (como quedaraacute evidenciado a medida que avancen las paacuteginas de este trabajo)

Volvamos al principio aristoteacutelico de la politicidad natural El mismo una vez reconocido postula ndashpor un ladondash un determinado estilo de vida para los hombres y conlleva iacutensita ndashpor otrondash la nota de alteridad La vida humana seraacute entonces una vida poliacutetica puesto que el hombre mismo es poliacutetico Y no soacutelo un hombre o un determinado grupo de hombres nacidos en tal comarca griega sino todos los hombres Conjuntamente a estas particularidades la naturaleza humana debe ser reconocida como una y universal en el tiempo histoacuterico y en la extensioacuten geograacutefica Es decir que la misma naturaleza es la de Aristoacuteteles la de Santo Tomaacutes y la nuestra hoy diacutea

612 S R CASTANtildeO laquoLa politicidad natural como clave de interpretacioacuten de la historia de la filosofiacutea po-liacuteticaraquo en SR Castantildeo ndash E Soto Kloss (eds) El derecho natural en la realidad social y juriacutedica p 279613 Cfr Ibidem p 283 laquoLa tesis de la politicidad natural responde y es fiel a los principios radicales de lo realraquo

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

El realismo filosoacutefico postura en la que enfocamos nuestro trabajo recono-ce en la naturaleza humana una tensioacuten hacia la perfeccioacuten en cuanto realizacioacuten plena de la misma Esta tensioacuten no es meramente pasiva sino que exige de cada ser humano un esfuerzo vital que consiste en la realizacioacuten de todos aquellos actos conducentes a la perfeccioacuten

La perfeccioacuten entonces debe ser entendida como aquel principio que torna plena la vida es decir que otorga al hombre cierta ldquosaciedadrdquo Permiacutetasenos esta analogiacutea de inferioridad claro estaacute lo que es el alimento al hambre es la perfeccioacuten a la vida humana Y lo que el instinto de supervivencia que moviliza al hombre a conseguir su alimento (para no morir) es el principio de politicidad natural a la vida (poliacutetica) humana Y finalmente lo que la saciedad es al ham-bre lo es la felicidad a la vida humana

Ahora bien el modo en que el hombre viva su vida merece una especial consideracioacuten Puesto que toda persona debe valerse de un determinado tipo de actos para conseguir un determinado fin el acto moral en el caso de la vida poliacute-tica eacuteste es el que dice relacioacuten con las costumbres humanas

Dicho acto moral repercutiraacute indefectiblemente en el resto de las personas que rodean a un agente El conjunto de los efectos de un determinado grupo de personas convergeraacute en un particular modo de vivir de esa sociedad que son pre-cisamente las costumbres Naturalmente el hombre partiendo de su experiencia podraacute descubrir que con sus obras ayuda o perjudica al resto de sus coterraacuteneos independientemente de alcanzar ndasho nondash los fines que se proponiacutea

Asiacute en nuestro ejemplo del hambre y el alimento podriacuteamos notar que auacuten fameacutelicos no es lo mismo conseguir de un modo u otro algo para comer Esa luz de advertencia que nos dice que yo dejareacute de tener hambre quitando a otro su pan por caso pero que ese otro no tardaraacute en pasar hambre debido a que ya no tiene su alimento es lo que se denomina conciencia moral y tambieacuten corresponde a la naturaleza humana A partir de esta experiencia y otras las per-sonas descubren que ciertos modos de conseguir un alimento que satisfaga sus necesidades (llaacutemese ldquoun bienrdquo) no son honestas es decir buenas en siacute mismas Puesto que de tales acciones se sigue siacute la saciedad pero tambieacuten el hambre La satisfaccioacuten individual la necesidad del otro

Resulta obvio que no toda la vida de los hombres se reduce a conseguir alimentos Y a partir de sus experiencias colegiraacute que seraacute necesario hacer el bien y evitar el mal Descubriraacute ademaacutes un modo de obrar que siempre mire al

293

bien del otro y rectificaraacute sus conductas cuando eacutestas lo lesionen Estamos pues frente a las virtudes morales y a la justicia en sus dos formas general y particu-lar Cuando las complicaciones sobrevengan sobre este entramado de conductas seraacute necesaria la presencia de alguien que pueda poner fin a los conflictos por su vasta experiencia (por haber visto incontablemente las mismas situaciones) o por su especial percepcioacuten del bien comuacuten

La natural politicidad del hombre postula como insinuamos otros princi-pios el de la vida virtuosa el de la conciencia moral y la posibilidad (y el modo) de conocer las cosas el de la teleologiacutea de la naturaleza el del bien comuacuten poliacute-tico el de la autoridad y el poder poliacutetico y el de la ley natural

No hacemos aquiacute maacutes que seguir lo sostenido por S Castantildeo cuando dice que laquoporque hay fin comuacuten (bien poliacutetico) hay sociedad poliacutetica o Estado por-que hay sociedad poliacutetica hay autoridad poliacutetica y porque hay autoridad poliacuteti-ca hay derecho positivoraquo

614

Para un realista estos principios no pueden quedar sencillamente en el plano de la vida intramundana sino que se ordenan a una realidad sobrenatural Lo que A Royo Mariacuten nos deciacutea respecto de los actos morales ndashque son estudiados en relacioacuten laquocon las costumbres humanas y en su anaacutelisis interno y externo entran elementos filosoacuteficos y teoloacutegicosraquondash

615 adquiere ahora mayor relevancia

La nota de ldquoelementos teoloacutegicosrdquo indica el orden metafiacutesico que serviraacute de fun-damento uacuteltimo y el principio primero ndashque es fin uacuteltimo de accioacutenndash que guiaraacute al hombre en sus acciones hacia realizacioacuten plena (bien comuacuten divino)

616

La moral tomista por ende se concibe en la armonizacioacuten de dos oacuterdenes el natural y el sobrenatural que no admiten incongruencias y lo que es mejor ni siquiera las generan El bien comuacuten poliacutetico se ordena al bien comuacuten divino las virtudes morales a las teologales la naturaleza a la Gracia el poder poliacutetico al espiritual y asiacute sucesivamente

617 Y esta subalternacioacuten y subordinacioacuten se

debe al giro que introduce la concepcioacuten creacionista cristiana Asiacute lo resalta S

614 Ibidem p 290615 A ROYO MARIacuteN Teologiacutea Moral p 34616 Vid S Th II-II q 124 a 5 ad 3 laquoBonum reipublicae est praecipuum inter bona humana Sed bonum divinum quod est propria causa martyrii est potius quam humanumraquo617 Cfr S Th II-II q 117 a 6 laquoOmnibus [virtutibus] praeferuntur virtutes quae ordinantur in bonum divinum nam bonum divinum praeeminet cuilibet bonum humano Et in bonis humanis bonum publicum praeeminet bono privatoraquo [El pareacutentesis es nuestro]

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Filippi cuando explica la diferencia entre ley moral natural tal como la enten-dieron los griegos y la recepcioacuten obrada por el espiacuteritu de los cristianos

laquoLa concepcioacuten creacionista en vez entiende que Dios es el fin uacuteltimo y supremo de toda realidad y cuaacutento maacutes de los seres racionales y libres que son capaces de buscarlo con plena concien-cia Por ello las virtudes como toda perfeccioacuten adquirida por los hombres no tienen sentido sino en cuanto acercan a la criatura ra-cional tanto como estaacute en su poder hacerlo a quien es su origen y fin uacuteltimoraquo618

En efecto esta es la loacutegica presente en la estructura de la Suma de Teologiacutea y por ello el Angeacutelico es un escolaacutestico aristoteacutelico o lo que es lo mismo un etoacutelogo cristiano- medieval

Otras de las caracteriacutesticas que signan la naturaleza humana ademaacutes de su politicidad es la de racionalidad Con ella la persona puede encontrar en la crea-cioacuten vestigios de la razoacuten divina es decir rastrear las causas y los modos de ser de lo real creado y a su traveacutes de lo real increado Este orden que se manifiesta a la inteligencia recibe el nombre de ley natural y se llama ley puesto que ndashcomo toda leyndash su fin es el de suscitar la virtud en los hombres La virtud por lo tanto encuentra basamento en la ley natural que es participacioacuten de la ley divina y de alliacute que ldquoobliguerdquo a un determinado modo de obrar Puesto que cuando no se cumpla el hombre se aleja doblemente de un bien natural y sobrenatural

La justicia porque es virtud y porque es moral ordenaraacute al hombre hacia el bien de los otros Dicha nota de alteridad es la que la hace merecedora entende-mos entre otras cosas de calificativos tales como ldquolucero del albardquo Es que tal virtud sencillamente saca al hombre de la consideracioacuten egoiacutesta e individualista de la consecucioacuten de un bien para siacute mismo a la que induce toda concepcioacuten inmanentista de la realidad y la vida humana619

Es maacutes es la que posibilitaraacute cierto deseo natural de ldquoretribuirrdquo a un ser superior el honor que le corresponde lo cual pertenece a la virtud natural de la religioacuten Asiacute pues la justicia en la Suma

618 S FILIPPI laquoLa conformacioacuten de la ley moral natural de los griegos al pensamiento medievalraquo en Enfoques vol XIX nuacutem 1-2 (2007) p 125619 Vid S Th II-II q 188 a 8 laquoVita socialis necessaria est ad exercitium perfectionisraquo

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ensentildea al hombre el modo en que debe obrar en relacioacuten con el bien comuacuten a los otros a siacute mismo y ndashmediatamentendash a Dios

Ahora bien la nota de alteridad viene a completar el merecimiento a ser considerada como la maacutes importante entre las virtudes morales Si quisieacuteramos reducir solamente a una la razoacuten deberiacuteamos decir que lo es en virtud del fin que persigue el bien comuacuten y que el mismo tiene primaciacutea sobre el resto de los bienes (naturales y poliacuteticos) que el hombre pueda alcanzar

La virtud de la justicia en la moral de Santo Tomaacutes debe entenderse pues dentro del reconocimiento de la supremaciacutea del bien comuacuten poliacutetico asumiendo todas las notas y caracteriacutesticas que hemos apuntado Cualquier teoriacutea que me-noscabe en su importancia atenta ndashdirectamentendash contra la justiciahellip Y produ-ciraacute por ende un desequilibrio entre el resto de las virtudes morales

Asiacute por ejemplo cuando se conceda primaciacutea al bien particular o a la digni-dad de la persona humana en abierta contraposicioacuten con el bien comuacuten todo el conjunto de las virtudes morales entraraacute en un desorden pujante por la consecu-cioacuten de tal o cual bien particular que corresponderaacute seguacuten el caso a una virtud u otras

En dicha teoriacutea el gobernante y el legislador se valen de la ley positiva no para castigar ni amenazar Sino para educar a los hombres y valieacutendose de la ley para formar mejores ciudadanos

620 La poliacutetica ndashcon la ley como herramien-

tandash seraacute entonces el arte educar las voluntades y de dirigir a las personas hacia el bien comuacuten (que por naturaleza les es propio) y al bien particular (que es partici-pacioacuten del primero)

621 Si bien esta virtud radica principalmente en los gobernan-

tes tambieacuten pertenece a los ciudadanos particulares que viven en la sociedad

620 Vid S Th I-II q 92 a 1 laquoUnde manifestum est quod hoc sit proprium legis inducere subiectos ad pro-priam ipsorum virtutem Cum igitur virtus sitquae bonum facit habentem sequitur quod proprius effectus leges sit bonos facere eos quibus datur vel simpliciter vel secundum quid Si enim intentio ferentis legem tendat in verum bonum quod est bonum commune secundum iustitiam divinam regulatum sequitur quod per legem homines fiant boni simpliciterraquo621 Vid S Th I-II q 90 a 2 laquoLex pertinet ad id quod est principium humanorum actuum ex eo quod est regula et mensura Sicut autem ratio est principium humanorum actuum ita etiam in ipsa ratione est aliquid quod est principium respectu omnium aliorum unde ad hoc oportet quod principaliter et maxime pertineat lex Primum autem principium in operativis quorum est ratio practica est finis ultimus Est autem ultimus finis humanae vitae felicitas vel beatitudoraquo

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Por otra parte asiacute como lo inferior se ordena a lo superior y como el bien particular al bien comuacuten poliacutetico asiacute eacuteste al bien divino Tambieacuten asiacute la vida poliacutetica o moral a la vida de Gracia

Tenemos entonces que las virtudes cardinales (que son morales) se ordena-raacuten pues a las teologales La justicia por lo tanto resultariacutea imperfecta si no se dirigiese a la virtud teologal de la caridad que es la maacutes importante entre el resto Y asiacute como la preponderancia de la justicia le viene por el bien al que mira asiacute la caridad que es movida por el deseo de Dios es en uacuteltima instancia la que anima al resto de todas las virtudes Seraacute la caritas la virtud que en sentido es-tricto perfeccione al hombre interesado en alcanzar la perfeccioacuten de la sociedad poliacutetica a traveacutes del bien comuacuten no por el mero hecho de desear la realizacioacuten de la misma sino porque entiende que tal bien lleva maacutes pronta y eficazmente a la unioacuten con Dios bien divino

laquoAun derivado de una sensacioacuten particular el conocimiento estaacute inmediatamente integrado dentro de un conjunto jerarquizado que va desde Dios hasta los hombres pasando por los aacutengeles y esto es visible tanto en la catedral como en la Suma y como en la Divina Comedia que no es sino una Suma poeacuteticaraquo622

Aquiacute las virtudes morales deben ser comprendidas en la perspectiva de la ldquoprimera personardquo Es decir en cuanto corresponden a una eacutetica de la conviccioacuten (seguacuten se ha sostenido supra) en oposicioacuten de una eacutetica casuiacutestica o del deber como sentildeala A Capodonico laquoQuella di Tommaso egrave unrsquoetica del bene della virtugrave e non del dovereraquo

623 y tambieacuten laquoLrsquoetica della virtugrave costituisce cosigrave una

sorta di via di mezzo tra gli opposti atteggiamenti rappresentati dalla casuistica da un lato e dallrsquoetica della situazione dellrsquoaltroraquo

624

Habiendo tratado los principios fundamentales de la moral tomista y las im-plicancias que se siguen de ellos con respecto a las implicancias de la nocioacuten de justicia adentreacutemonos ahora en el apartado proacuteximo

622 G COHEN La gran claridad pp 115-116623 A CAPODONICO laquoIntroduzioneraquo en W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino pp XIX624 Ibidem pp XX

297

VI3 PERSPECTIVA DE UNA EacuteTICA MODERNA

V Camps describe acertadamente la perspectiva moderna resultante de ndashen-tre otras causasndash un proceso en el que se echa de ver un distanciamiento con los principios tomistas que hemos resentildeado

laquoCualquier visioacuten muy panoraacutemica de la filosofiacutea moral se refiere a la gran divisioacuten sobre todo desde la modernidad en los dos paradigmas que constituyen las eacuteticas de los principios y las eacuteticas de las consecuencias o para decirlo con la denominacioacuten maacutes teacutecni-ca las eacuteticas deontoloacutegicas y las eacuteticas teleoloacutegicas o tambieacuten las eacuteticas del deber y las eacuteticas del bienraquo625

En la Modernidad entonces advertimos una eacutetica principialista laquobasada en el deber y en los principios formalesraquo

626 (a priori) complementaria con una eacutetica de las consecuencias es decir de los resultados o de lo uacutetil que viene a posteriori Estas dos ademaacutes de complementarse entre siacute reciben para la autora el complemento de una eacutetica de las virtudes que tambieacuten la llama ldquoaristoteacutelicardquo

Camps sostiene que laquono hay una teoriacutea eacutetica mejor construida que la kan-tiana que las foacutermulas del imperativo categoacuterico son realmente los criterios uacutel-timos de la moralidad y que como tales son inmejorablesraquo

627 Y agrega que laquola

exigencia de universalidad y el valor absoluto de la persona son criterios incon-testables de moralidad y seguiraacuten sieacutendolo a menos que queramos ver subvertida la idea misma de moralraquo

628 A la vez que reconoce la criacutetica que tal eacutetica ha re-

cibido por su formalismo la cual consiste en decir que sus principios abstractos poca incidencia tienen en el orden de la praacutectica arguye que un sistema eacutetico basado en ldquolo empiacutericordquo tambieacuten tiene su lado flaco laquoel de caer en la ingenuidad

625 V CAMPS laquoPrincipios consecuencias y virtudesraquo en Daiacutemon Revista de Filosofiacutea nordm 27 (2002) p 63 A nuestro juicio la autora sentildeala una dicotomiacutea que soacutelo tiene sentido en el horizonte moderno kantismo o utilitarismo p ej626 Ibidem p 64627 Ibidem p 64628 Ibidem p 64

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de pensar que las preferencias humanas son sumables y equiparables y que la suma de ellas coincide con eso tan poco objetivable que es la felicidadraquo

629

El que viene a subsanar esta aparente incompatibilidad entre la eacutetica de los principios y la de las consecuencias es a juicio de la autora Max Weber quien pide al hombre encargado de gobernar que laquotenga en cuenta las exigencias tanto de los principios como de la responsabilidad por las consecuenciasraquo

630 y agrega

laquoEl poliacutetico ha de tener en cuenta las contradicciones fundamentalistas a que puede llevarle una adhesioacuten riacutegida a los principios Al poliacutetico no le estaacute permitido lo que hariacutea el cristiano que es obrar bien ldquoy dejar el resultado en manos de Diosrdquo sino que debe aceptar ldquotodos los defectos del hombre mediordquo darse cuenta de que el mundo es el que es y de que si hay que actuar es imposible hacerlo teniendo soacutelo en cuenta la pureza de los principiosraquo631

Recuperemos de estas notas algunas nociones que nos dan idea de los prin-cipios que rigen la eacutetica moderna en su versioacuten kantiana

El primero es el referido al fundamento de la moral los imperativos categoacute-ricos y su universalidad Y el segundo el del valor absoluto de la persona Juntos conforman el orden o la normalidad de la moral En este uacuteltimo sentido vemos pues coacutemo la autora advierte que de poner otros principios incurririacuteamos en el grave hecho de subvertir la ldquomisma idea de la moralrdquo

Estamos claramente en oposicioacuten a la postura tomista sobre la que discurriacutea-mos renglones atraacutes la de la supremaciacutea del bien comuacuten sobre la dignidad de la persona humana y la de Dios como fundamento metafiacutesico de la moral

Otra distancia es la desarticulacioacuten o el desmembramiento del orden natu-ral y sobrenatural

Pues bien aquiacute al poliacutetico ldquono le estaacute permitido hacer lo que el (poliacutetico) cristianordquo hariacutea Es decir que la vida poliacutetica ya no se ordena mediante el bien

629 Ibidem p 64630 Ibidem p 64631 Ibidem pp 64-65

299

comuacuten poliacutetico a un bien divino que le resulta superior Mucho menos la auto-ridad poliacutetica debe gobernar en miras a un orden superior sino que una vez que ha actuado responsablemente debe repetirse laquono puedo hacer otra cosa hasta aquiacute he llegadoraquo

632

De todo lo anterior se desprende tambieacuten ademaacutes de la escisioacuten entre la so-ciedad natural y la sobrenatural un divorcio entre las virtudes morales y las teo-logales por cuanto la caridad la esperanza y la fe no tienen mayor efecto sobre la vida de las personas El poliacutetico hasta ahiacute ha llegado la caridad no anima su espiacuteritu pudiendo dejar las cosas sus actos en manos de Dios y su Providencia ni la esperanza le hace confiar en que todos sus actos virtuosos redundaraacuten en un bien espiritual y material ni la fe le hace estar seguro de que su mismo obrar es conforme a la voluntad de Dios ratio seguacuten la que se ordena

El rol que cumplen las virtudes en esta perspectiva es simplemente la de ser buenas disposiciones a obrar la de ser ldquomediadoras entre la teoriacutea y la praacutectica para que la eacutetica sea una realidadrdquo

633 La virtud es entonces laquouna cuestioacuten de

actitudes y de sentimientos maacutes que normasraquo634

No ya aquel haacutebito operativo bueno ni aquella fuerza vital que se dispone a conseguir un bien arduo la per-feccioacuten misma

Camps avanza hacia una siacutentesis entre los tres paradigmas eacuteticos que analiza (de los principios de las consecuencias y de las virtudes) y una serie de nociones tales como libertad ley derechos y deberes

laquoEntiendo que la eacutetica de las virtudes es un complemen-to imprescindible de una eacutetica de derechos y deberes tengan eacutestos su base en una eacutetica principialista o cosecuencialista Los derechos y los deberes acaban materializaacutendose en leyes sien-do eacutestas condicioacuten necesaria pero no suficiente del buen fun-cionamiento de una sociedad democraacuteticaraquo635

632 Ibidem p 65633 Ibidem p 65634 Ibidem p 65635 Ibidem pp 64-67

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

300

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Otra nota con que la autora caracteriza esta perspectiva eacutetica es esta identifi-cacioacuten de los derechos y consecuentes deberes con todo aquello que se encuen-tra promulgado por la ley ameacuten de la definicioacuten misma que ndashrecurriendo Philip Pettitndash nos ofrece (de la ley) laquored de normas que imperen de modo efectivo y con independencia de la coercioacuten estatal en el reino de la sociedad civilraquo

636

Se manifiesta pues otra diferencia con los principios de la moral tomista La ley positiva no es ya una emanacioacuten de la ley natural que se ajusta a la ley divina o una determinacioacuten de cuestiones que no contenidas en la ley natural tampoco la contrariacutean La ley ahora es la materializacioacuten de los derechos y los deberes de caraacutecter instrumental para el buen funcionamiento de la democra-cia Es decir que la ley no mira ya la promocioacuten de la virtud y del bien comuacuten poliacutetico sino a un particular modo de gobernar la sociedad poliacutetica De lo cual podemos concluir con toda razoacuten que el fin de la sociedad consiste en alcanzar la democracia

Se desprende claramente la primaciacutea de la forma de gobierno la cual coad-yuva a los hombres en la consecucioacuten de su realizacioacuten plena la libertad Asiacute en-tonces la libertad deja de ser como para Santo Tomaacutes una facultad para alcanzar un bien arduo la perfeccioacuten Ahora la libertad es el fin de la persona humana De esto resulta loacutegica la expresioacuten con la que autora remata su argumentacioacuten paacuteginas maacutes adelante

laquoAristoacuteteles Tomaacutes de Aquino Benjamin Franklin pudieron hablar de las virtudes porque conociacutean cuaacutel era el fin de la vida hu-mana Hoy no lo sabemos el valor maacuteximo que caracteriza a la per-sona humana es la libertad precisamente para hacer con su vida lo que quiera eso siacute dentro de un orden el prescrito por la democracia y los derechos fundamentalesraquo637

Nuevamente aquiacute otra nota de la ley salvaguardar los derechos fundamenta-les personales para que la democracia no pierda su delicado equilibrio Nueva-mente los hombres no viven en sociedad para alcanzar un bien comuacuten sino para que garantizados sus derechos de ldquohacer con su vida lo que quieranrdquo su bien

636 Ibidem pp 67-68637 Ibidem pp 64-69

301

particular no sea afectado por otras personas que tienen igual derecho de hacer con sus vidas lo que quieran

Consideremos seguidamente los comentarios de Cayetano en esta perspec-tiva

VI4 LA PERSPECTIVA EacuteTICA EN LOS COMENTARIOS DEL CARDE-NAL TOMAacuteS DE VIacuteO

En los momentos liminares de nuestra investigacioacuten nos preguntaacutebamos iquestes el Cayetano un comentador moderno iquestQueacute implica calificar de este modo al Cardenal Esto es iquestqueacute entendemos cuando decimos que el de Gaeta estaacute im-buido de una forma mentis maacutes cercana a la eacutetica moderna que a la eacutetica claacutesica

En los paacuterrafos que siguen como hemos dicho queremos centrarnos en las vinculaciones de puntos mostrados en el Cardenal con posicionamientos que trasuntan cierto formalismo y una perspectiva de la ldquotercera personardquo

Asiacute por ejemplo como hemos advertido el Cayetano glosa con el afaacuten por determinar e indicar el modo en que se debe actuar Esta misma caracteriacutestica o este ejercicio casi permanente de poner casos y ejemplos de tipificar y de nor-mativizar los principios expuestos por Santo Tomaacutes nos recuerdan a aquellas palabras de A Vendemiati cuando describe el punto de vista adquirido por un moralista moderno Recordeacutemoslo nos deciacutea que el moderno puesto a filosofar en sede eacutetica no lo hace ya desde el punto de vista del sujeto sino de un ldquoobser-vador externo que haciendo las veces de legislador o juez busca los principios los criterios y las normas para llevar a cabo una accioacuten justardquo638

Hemos resaltado tambieacuten coacutemo el Cayetano ndashen cuanto comentador de la obra del Aquinatendash asume la posicioacuten descripta por Vendemiati de observador externo e indicador de las formas rectas de obrar Como cuando por ejemplo debe restituirse algo solamente luego de la orden del juez seguacuten su Comentario sect1 en S Th II-II q 62 a 3

638 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 66

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

A lo largo de su glosa a las cuestiones 57-62 de S Th II-II vimos reiteradas veces este vehemente anhelo de legislar juzgar y normativizar los modos en que una accioacuten debe ser cumplida para ganarse el rango de justa

Deciacuteamos no es otra cosa la que emergioacute de nuestro anaacutelisis Repasemos tan soacutelo algunos casos presentes en los comentarios que hemos analizado en el capiacutetulo III

(a) Comm en S Th II-II q 57 a 2 Su intencioacuten es tan soacutelo la de sentildealar el modo en se deberaacute obrar si se le llegase a presentar alguna situacioacuten con este tipo de dificultades y la forma en que el lector deberiacutea aplicarlo

(b) Comm en S Th II-II q 58 a 2 Vemos al Cardenal ejerciendo el pa-pel de tipificador de la virtud de la justicia tomista distinguiendo entre las ac-ciones del hombre hacia siacute mismo y las acciones hacia otro y sentildealando coacutemo se realiza el acto de la justicia

(c) Comm en S Th II-II q 59 a 2 Aquiacute lo contemplamos normativizan-do el texto del Aquinate

(d) Comm en S Th II-II q 59 a 4 Precisando cuaacutendo y cuaacutendo no ha-cer lo injusto materialmente es pecado mortal

(e) Comm en S Th II-II q 60 a 2 Establece cuaacutendo puede juzgar liacutecita-mente un prelado sin peligro de incurrir en pecado mortal

(f) Comm en S Th II-II q 60 a 4 Esboza su posicioacuten de ldquoobservador externordquo ldquotipificadorrdquo y ldquonormativizadorrdquo de la accioacuten justa indicando los mo-dos en que los superiores religiosos deben comportarse con sus subalternos

(g) Comm en S Th II-II q 60 a 6 Repara en cuaacutendo se cometeriacutea peca-do mortal o venial dando precisiones a los prelados espirituales

303

(h) Comm en S Th II-II q 61 a 2 Intereacutes del Cardenal por ldquoaclararrdquo cuestiones morales

(i) Comm en S Th II-II q 61 a 4 Intenta marcar coacutemo debe aplicarse la ensentildeanza del Angeacutelico

(j) Comm en S Th II-II q 62 a 4 Desviacutea el tema de discusioacuten con un ejemplo

(k) Comm en S Th II-II q 62 a 7 Se dirige al lector para indicarle el sentido de interpretar los principios de Santo Tomaacutes

(l) Comm en S Th II-II q 62 a 8 Aclara el modo en que debemos en-tender que ldquola restitucioacuten debe efectuarse inmediatamenterdquo y propone su pro-pia opinioacuten

iquestPor queacute decimos entonces que hay en el Cayetano algunos rasgos que lo acercariacutean a un ldquomoralista modernordquo iquestEn queacute nos hemos basado

Como anticipamos el trabajo que mejor explica en forma sinteacutetica ndasha nues-tro juiciondash esto de tomar una postura ldquoen primera personardquo es aquel segundo excursus que

A Vendemiati coloca al final del segundo capiacutetulo de su obra En el mismo (recurriendo a M Rhonheimer y G Abbaacute) nos deciacutea que un moralista moderno se centra maacutes en la virtud como ldquoacto de obedienciardquo que en cuanto a la misma entendida como ldquohaacutebitordquo

Ahora bien iquestcuaacuteles son los indicios seguacuten los cuales podemos decir de un moralista que es ldquomodernordquo y no ldquoclaacutesicordquo W Kluxen hablando de la eacutetica como una doctrina de la virtud nos recuerda que laquoPer un siffatto modo di pensa-re la dottrina delle virtugrave non descrive il mezzo o il percorso o un mero ldquoiniziordquo della felicitagrave ma il modo del compimento della felicitagrave stessaraquo

639

639 W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino p 313

CAPIacuteTULO VI - DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Y notemos que es ciertas veces hemos encontrado lo opuesto en algunos de los comentarios del Cayetano Hemos sentildealado por ejemplo que eacutel mismo no habla de la virtud en cuanto modo de alcanzar completamente la vida feliz Sino que en algunas ocasiones su glosa tiene por fin sentildealar las ldquocosasrdquo que hay que hacer las ldquodificultadesrdquo a las que hay que atender y los ldquocasosrdquo en que podriacuteamos alejarnos de tal virtud suponiendo que con esta virtud en cuanto acto externo y tan soacutelo con su cumplimiento alcanzaremos la felicidad

Es cierto que podemos cumplir ldquoobjetivamenterdquo con tal o cual acto es de-cir que nuestro comportamiento exterior venga identificado con alguna virtud pero iquestes mera voluntad iquestqueacute pasa ademaacutes con la consciencia de conocer tal acto y obrarlo Surge asiacute el problema de la libertad

Y todaviacutea maacutes iquestqueacute pasa con el resto de las virtudes Tengamos presente que anteriormente indicamos que Santo Tomaacutes postula la necesidad de que exista una virtud especial que ordene los actos de un hombre hacia otro

640 A esto agregue-

mos sucitamente dos cosas La primera que el concepto de virtud para Santo Tomaacutes es aquel del habitus por el cual nos disponemos a alcanzar la vida feliz La segunda que la nocioacuten tomasiana de justicia en tanto que legal o general es aquella que ordena y dirige a todas las demaacutes virtudes hacia el Bien Comuacuten

iquestPero es esto posible Pues bien lo seraacute si tanto una virtud ndashdigamos la generalndash no tiene maacutes relacioacuten con la otra ndashla particularndash como la relacioacuten que tienen ldquodos ndasho tresndash partes ndasho especiesndash dentro de un todo maacutes generalrdquo Nueva-mente iquestesto es posible O maacutes auacuten iquestse da o se daraacute en el Cayetano Como hemos demostrado pues la respuesta es ldquosiacuterdquo Siacute ya que en la interpretacioacuten del Cardenal la justicia general ha devenido en una mera especie una entre tres

A este punto resulta evidente que es menester analizar el resto de los comen-tarios para profundizar en el sistema eacutetico cayetano que aquiacute vemos emergente

Tal doctrina de la virtud cayetana es entonces diversa a la doctrina de la virtud tomasiana Tambieacuten en este sentido da su opinioacuten W Kluxen

laquoLa dottrina della virtugrave nella filosofia ancor piugrave che nella teo-logia egrave allora la parte centrale della trattazione morale e lo egrave tanto da poter dire - forse con un poco di esagerazione- che cosigrave come la intende Tommaso lrsquoetica in generale ldquoegraverdquo dottrina della virtugraveraquo

641

640 Cfr Comm Card Caie en S Th II-II q 58 a 2641 W KLUXEN Lrsquoetica filosofica di Tommaso drsquoAquino p 314

305

Nuevamente iquestpor queacute el Cardenal de Gaeta se distancia del santo de Aqui-no Porque su eacutetica no es una eacutetica de la virtud al menos no de la virtud en cuanto haacutebito Y iquestpor queacute decimos que el Cayetano es un filoacutesofo que se ocupa de la moral acercaacutendose en parte y antes bien a un paradigma moderno que a uno claacutesico Porque su doctrina de la virtud no es una tal que entienda lo mismo que Santo Tomaacutes de Aquino

La moral cayetana concibe a la virtud como una doctrina del ldquoacto externordquo y de la ldquoobligacioacutenrdquo que viene utilitariamente mensurada gracias a la gran can-tidad de precisiones e indicaciones por eacutel mismo tipificadas en sus comentarios Y es precisamente aquiacute donde la eacutetica en tercera persona muestra toda su fuerza ldquonormativardquo

Si asumimos una eacutetica de esta iacutendole la felicidad (fin uacuteltimo del hombre) no radicariacutea en un esfuerzo personal por conocer y obrar el bien (haacutebito operativo) y evitar el mal moral sino en el cumplimiento (voluntarista) de los mandatos prescritos y ordenados

Por supuesto que no estamos relativizando el valor altamente pedagoacutegico de la ley ni su fuerza eficaz para conducir las voluntades hacia el bien juriacutedicamen-te requerido Sencillamente queremos advertir las consecuencias de concebir en tal modo la nocioacuten de virtud voluntarismo y formalismo Si bien seriacutea erroacuteneo decir que esto se debioacute a un escenario doctrinal general hay que reconocer necesariamente que podemos establecer vinculaciones entre ciertos postulados propios de la era Moderna con algunos principios generales presentes en el de Gaeta (que hemos recogido y compilado a lo largo de toda la Parte Segunda de este trabajo especialmente en el Capiacutetulo III2 y el Capiacutetulo IV2)

Disociar del hombre sus capacidades para adquirir la ciencia moral no que-daraacute impune Vendemiati reflexiona sobre los alcances bien praacutecticos de una tal postura eacutetica Por un lado la prefiguracioacuten de un individualismo liberal por otro el de la cuestioacuten del mero deber Recordemos nuevamente la nota

laquoLrsquoetica della terza persona intende limitarsi a fornire un qua-dro di regole utilitarie di giustizia che sono presentate come ldquodo-verirdquo ma con quale forza questi doveri vengono imposti Con la coazione giuridica Con la minaccia dellrsquoostracismoraquo

642

642 A VENDEMIATI In prima persona p 67

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Entonces si el uacutenico poder es el de la ley positiva es porque la ley natural ha perdido su fuerza Y si la naturaleza no obliga a determinado comportamiento seraacute necesario que otra fuerza lo haga so pena de alguacuten castigo y con el fin de mantener cierto orden Que recalquemos no se reconoce ya natural y debido

En definitiva lo que hay debajo de esta forma de discurso moral de este punto de vista eacutetico es no soacutelo una diferente concepcioacuten de lo que es la virtud maacutes tambieacuten dos antropologiacuteas filosoacuteficamente opuestas

laquoLacuteaspirare intenzionale delle singole virtugrave morali egrave principio affettivo per la prudenza e per il giudizio drsquoazione La virtugrave morale perograve non egrave solo una struttura affettiva ma anche la giustezza (Aris-totele orthotes) dellrsquoaspirare Questa affermazione presuppone che la virtugrave morale egrave formata da strutture della ragionevolezzaraquo

643

Lo que estaacute en juego aquiacute no es tan soacutelo un ldquoconcepto de hombrerdquo un deter-minado discurso antropoloacutegico filosoacutefico sino que de este emergente tambieacuten lo estaraacute todo el tema de la ldquoracionabilidad de la moralrdquo Puesto que esta ldquonatural aspiracioacutenrdquo de la virtud moral se trocaraacute ahora en algo irracional y artificial Externo y extrantildeo a la natura humana Peligros que son perceptibles en los co-mentarios del Cayetano

iquestPor queacute entonces podemos ver incipientes principios maacutes propios de un ldquomodernordquo en los comentarios del Cardenal Tomaacutes de Viacuteo Por varios motivos

En primer lugar porque su modo de comentar se asemeja al modo en coacutemo un moderno se posiciona frente al tema moral Sus comentarios son tipificacio-nes normativizaciones indicaciones sentildealizaciones y advertencias de los mo-dos en que se debe ldquocumplirrdquo y ldquoobedecerrdquo los dictaacutemenes contenidos en las ldquoexigencias objetivas de la virtud moralrdquo en nuestro caso puntual referidas a la justicia

Porque la impronta normativa o coaccioacuten juriacutedica de los legisladores junto con sus juicios son la fuerza suficiente o motora y agente para compeler a los sujetos al cumplimiento de tal o cual mandato Distinguieacutendose claramente aquiacute dos funciones Una de parte del ldquosuperior religiosordquo o ldquoprelado espiritualrdquo (por

643 M RHONHEIMER La prospettiva della morale p 225

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ejemplo) que es la de comandar e indicar el modo en que los suacutebditos deben comportarse coacutemo y en queacute modos deben ser tratados Otra por parte de los mismos subalternos seguacuten la cual ellos deben obedecer cumplidamente las oacuter-denes que se reciban

En esta verticalidad obediencial ndashen la que la voluntad de seguir el mandato del superior no estaacute ya presente (y por lo tanto desaparece tambieacuten la virtud de la obediencia)ndash los mismos sujetos a obediencia disponen de un extenso y detalla-do nuacutemero de casos circunstancias y situaciones (minuciosamente tipificados) a consultar de cuaacutendo y cuaacutendo no deben obedecer asiacute como tambieacuten a quieacuten y a quieacuten no

Ademaacutes como se desprende de lo que demos dicho tiene la pretensioacuten de matematizar la virtud moral Por otra parte su forma mentis nos dejoacute entrever una concepcioacuten distinta del hombre respecto de aquella que estaacute en la base de la eacutetica entendida en sentido claacutesico

Finalmente porque su perspectiva moral es maacutes proacutexima a una de la ldquotercera personardquo asumida en lugar de la que expusimos como de la ldquoprimera personardquo alguien (una tercera persona) dice lo que debo hacer para alcanzar la felicidad No soy yo (primera persona) quien lo descubre y practica actuando todas mis facultades y capacidades humanas

Aclaremos que no estamos diciendo que el Cayetano sea un moderno pro-prie loquendo Nos referimos a la perspectiva moral del Priacutencipe de los Comen-tadores De hecho el Cardenal siacute reconoce a Dios la Creacioacuten y un sinnuacutemero de principios propios del hombre cristiano

Por ello hemos querido aquiacute (y tambieacuten lo haremos en el proacuteximo apartado) resaltar las posibles vinculaciones de los puntos sentildealados del Gaetano con la perspectiva eacutetica moderna tal como la expusimos en sectVI3 Hemos dicho que no pretendemos atribuir en bloque el calificativo de ldquomodernordquo a Cayetano para evitar una posible e ilegiacutetima extrapolacioacuten de su glosa

El problema reiteramos es el modo en que concibe la virtud el ordena-miento de la sociedad y coacutemo eacutesta debe ser gobernada Luego de sus comenta-rios cuando el mundo haya avanzado en el abandono paulatino de los principios cristianos el modo formalista y voluntarista en que ha entendido a Santo Tomaacutes serviraacuten de cimiento para una modernizacioacuten de la moral cristiana

En la parte que sigue resaltaremos la importancia y las implicancias ndashteoacute-ricas y praacutecticasndash del modo en que el Cardenal entiende y define la nocioacuten de

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

justicia puesto que aquiacute se dirime una auteacutentica divisoria de aguas entre las concepciones poliacuteticas de la eacutepoca claacutesica y medieval y aquella moderna preci-samente el reconocimiento del bien comuacuten y la supraordenacioacuten de la virtud que a eacutel mira la justicia general

VI5 LA CAPITIS DEMINUTIO O EL ALCANCE TEOacuteRICO Y PRAacuteCTICO DE UNA DEFINICIOacuteN UNIacuteVOCA

El valor teoreacutetico y exegeacutetico del principio de politicidad natural puede ser explotado sin negar que no es algo especiacutefico tiacutepico de la Edad Media En tanto que tal principio viene asumido desde los claacutesicos por ejemplo desde Aristoacutete-les y que la Modernidad no lo niega en bloque

Pero iquestcoacutemo explotarlo en este sentido Reconocieacutendolo y afirmaacutendolo como troncal en Santo Tomaacutes Con lo cual la capitis deminutio de la justicia legal ndashy por ende de su objetondash conllevaraacute una contradiccioacuten con el tomismo genuino

Antes de adentrarnos en todo esto consideremos la proveniencia y el signi-ficado de la locucioacuten ldquocapitis deminutiordquo

laquoExpresioacuten latina equivalente a ldquodisminucioacuten de capacidadrdquo Podiacutea en Roma ser total o parcial ldquoo maacuteximardquo ldquomiacutenimardquo y ldquome-diardquo Por ejemplo caer en esclavitud o servidumbre importaba una ldquocapitis diminutio maacuteximardquo perder la ciudadaniacutea importaba una ldquocapitis diminutio mediardquo y cuando se operaba un cambio en la capacidad soacutelo relativamente al derecho de familia trataacutebase de una ldquocapitis diminutio miacutenimardquoraquo644

Lo que queremos establecer aquiacute con esta expresioacuten es el prioris status permutatio que el Cardenal obroacute al predicar uniacutevocamente la nocioacuten de justicia al definirla seguacuten el modo que hemos resentildeado

644 A ORGAZ Diccionario de Derecho y Ciencias Sociales Ed Assandri Coacuterdoba 1961 p 47

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Como hemos visto la figura de la capitis deminutio viene del derecho civil romano e implicaba un rebajamiento de las capacidades juriacutedicas de una perso-na debido a una condena Traslaticia y figuradamente se emplea como achica-miento desjerarquizacioacuten etc

La idea es si se opera una capitis deminutio a la justicia legal nada menos cuya primaciacutea como forma de justicia le viene de su objeto entonces asiacute se estaacute echando por la borda impliacutecitamente toda la politicidad natural la primaciacutea del bien comuacuten etc Y allanando el paso al liberalismo individualista

En efecto el uniacutevoco es un concepto que consta de especies cada una de las cuales realiza ideacutenticamente el geacutenero del cual se predican Y al decir que la justicia consta de tres especies el de Gaeta viene a igualar impliacutecitamente el bien comuacuten con el particular atribuyeacutendoles igual jerarquiacutea o razoacuten respecto del geacutenero que realizan Queda asiacute la justicia general disminuida en su facultad directiva Pues al pertenecer al mismo orden loacutegico nada hay que le otorgue primaciacutea y capacidad para ordenar

Ademaacutes de esto queremos hacer notar ndashen consecuenciandash la desjerarqui-zacioacuten del fin poliacutetico a traveacutes de la desjerarquizacioacuten de la virtud que lo tiene como objeto Es decir que obrar una disminucioacuten en la facultad general de la forma de la justicia redunda en una relativizacioacuten del bien comuacuten al igualarlo ndashen dignidadndash al bien comuacuten Bien comuacuten y bienes particulares realizan ahora plenamente el sentido de la justicia Cada uno de ellos sin orden de relacioacuten entre primero y segundo entre primario y secundario entre original y derivado se predican de y realizan igualmente el concepto al que refieren

Como efecto la capitis deminutio maxima implicaba para el ciudadano so-bre el cual recaiacutea la peacuterdida de su libertad de su ciudadaniacutea y la correspon-diente a su familia Por haberse visto afectada la personalidad juriacutedica el capite minutus perdiacutea todos sus derechos patrimoniales que veniacutean adquiridos por el Estado por acreedores o por otras personas

Asiacute pues cuando la justicia viene capite minuta pierde la facultad de ani-mar al resto de las virtudes morales hacia su fin propio incluida la forma parti-cular y a todas hacia el bien comuacuten Por ende la vida moral queda sin agente que ordene y dirija al bien comuacuten y por consiguiente perfeccione al hombre en el sentido maacutes pleno de su naturaleza poliacutetica

Tal escisioacuten relativiza el bien comuacuten al igualarlo al resto de las virtudes mo-rales Es la cisura por la cual se perderaacute toda la vida virtuosa la abertura por la

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cual seraacute vaciada la nocioacuten misma de virtud en tanto que acto libre y voluntario de las personas

Al despojar a la justicia de su facultad general el Cayetano abriraacute la posibi-lidad al planteamiento de la inexistencia de un ldquobien comuacutenrdquo acotada y propia-mente dicho Pues no es ya ldquocomuacutenrdquo a nada ni nada se le ordena El bien comuacuten es en esta forma de predicar la nocioacuten de justicia la diferencia especiacutefica que realiza un mismo geacutenero una especie maacutes entre otras dos particulares El bien comuacuten es en esta moral un tipo maacutes de bien como el bien particular o el bien que corresponde a cada una de las restantes virtudes morales

Reducir asiacute la justicia legal y negar el valor supremo del bien comuacuten no puede llevar sino a una contradiccioacuten con el genuino planteo de Santo Tomaacutes

En este sentido corresponde y compete aquiacute una mencioacuten filosoacutefico-poliacutetica entre lo que comporta la capitis deminutio de la justicia general ndashy de su objetondash y una deriva de lo que podriacutea entroncar con posiciones individualistas

Esto para establecer otra vinculacioacuten entre lo que hemos demostrado de la cercaniacutea de algunos postulados de Cayetano y ciertas doctrinas modernas en los principios proacuteximos tratados y no en sus virtualidades uacuteltimas o contexto general

Como quedoacute asentado Tomaacutes de Vio reduce por un lado ambas formas de justicia a especies de un mismo geacutenero al predicarla uniacutevocamente y no con analogiacutea de atribucioacuten Por otro quedan ahora igualadas entre siacute las que antes eran cuasi especies o partes subjetivas de una de las formas y eacutestas respecto de la anterior forma general de la virtud ldquotriespecificacioacutenrdquo

El bien comuacuten ndashfin propio de la justicia legalndash hemos dicho queda igualado a cualquier otro tipo de bien o fin de cada una de las restantes virtudes Tampoco es superior a todos los bienes a los que se ordenan cada una de ellas

Por poner un ejemplo ldquobien comuacutenrdquo y ldquobien particularrdquo se diferencian (aho-ra) sola y exclusivamente por la especie de virtud que realizan pero no hay entre ellos otra relacioacuten distinta que la existente entre la justicia particular conmutati-va y la fortaleza o la legal y la prudencia o la distributiva y la templanza

Todas las virtudes y todos los bienes que eacutestas persiguen gozan de la misma jerarquiacutea Tampoco hay por lo tanto un orden natural que los valore rectifique y justiprecie Todos los bienes valen absolutamente lo mismo y asiacute esta nueva forma de comprender la virtud de la justicia ndashabajaacutendolandash conlleva iacutensita una ldquohorizontalizacioacutenrdquo (o inmanencia) de toda la moral

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Deciacuteamos que es posible vincular estas reflexiones con algunas posturas in-dividualistas Tomemos a tal efecto y a modo ilustrativo soacutelo un caso el de John Locke

No vendremos ahora a introducir al autor ni presentar en modo detallado todo su pensamiento Nos valdremos aquiacute sencillamente de determinadas notas de su filosofiacutea y de algunas reflexiones que nos traen algunos acadeacutemicos actua-les a partir de sus escritos Por ejemplo una moral aplanada ndashcomo la que hemos descritondash no solamente quedaraacute a la deriva sino que tambieacuten habraacute perdido su anclaje maacutes inmediato y el criterio de su validez la experiencia moral Ambos autores dejando de lado el iusnaturalismo del que fueron conocedores enlazan directamente su pensamiento filosoacutefico-poliacutetico en la metafiacutesica Asiacute explica Ja-vier Bonilla Saus el fundamento de la ley natural en Locke

laquoLa moral no se basa en los sentimientos de placer o dolor en lo uacutetil o en lo inuacutetil en el intereacutes propio o en el colectivo en el mie-do o la voluntad de poder sino simplemente en la voluntad de Dios que frente al anaacutelisis de la razoacuten resulta impenetrableraquo645

Es decir que en lugar de recurrir a los principios propios de la Filosofiacutea de la Antropologiacutea Filosoacutefica de la Eacutetica y del Derecho Cayetano y Locke fundan sus reflexiones en la voluntad de Dios Obran el mismo salto y hacen que pre-varique la Fe entrometieacutendola importuna e injustamente en aacutembitos propios e incumbencias inmediatas de otras disciplinas

Por otra parte Francisco Corteacutes Rodas apunta que John Locke es uno de los fundadores del liberalismo porque laquoafirma la prioridad de los derechos in-dividuales y de la divisioacuten constitucional de poderes frente a la voluntad del legislador democraacuteticoraquo

646 Aquiacute el gobernante no tiene la potestad de legislar

sobre cualquiera de los derechos individuales (bienes particulares) en aras de un bien comuacuten precisamente porque no hay supremaciacutea de unos bienes respecto de otros del bien comuacuten respecto del particular Lo dicho se pone de relieve en la cita que sigue que sirve ademaacutes para realizar otras consideraciones

645 J BONILLA SAUS laquoLa ley natural en Lockeraquo en Revista Uruguaya de Ciencia Poliacutetica 20 1 (2011) p 162646 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberal John Lockeraquo en Revista Co-herencia 7 13 (2010) p 101

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LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

laquoLa libertad natural del hombre consiste en estar libre de cualquier poder superior sobre la tierra y en no hallarse sometido a la voluntad o a la autoridad legislativa de hombre alguno sino de adoptar como norma exclusivamente la ley de la naturaleza La libertad del hombre en sociedad es la de no estar bajo maacutes poder legislativo que el que haya sido establecido por consentimiento en el seno del Estado ni bajo el dominio de lo que mande o prohiacuteba ley alguna excepto aquellas leyes que hayan sido dictadas por el poder legislativo de acuerdo con la misioacuten que le hemos confiadoraquo647

A partir de este planteo se pueden apreciar dos cosas

Primero es claro la negacioacuten del principio de politicidad natural La cual se niega expliacutecitamente haciendo depender la vida poliacutetica de la maldad humana Las nociones de natural politicidad bien comuacuten y autoridad poliacutetica se implican mutuamente Sostener que ninguacuten hombre estaacute naturalmente sujeto a otro es un efecto de la licuacioacuten del bien comuacuten y de la capitis deminutio obrada respecto de la forma legal de la justicia La cual capite minuta no tiene ya la potestad de dirigir y ordenar lo que naturalmente pertenece a todo hombre debido no a su particularidad sino precisamente a su naturaleza poliacutetica Su libertad la del hombre no consiste en abrirse a la comunidad poliacutetica sino que se realiza ce-rraacutendose sobre siacute mismo y sus bienes personales La vida comunitaria es enton-ces el resultado de un temor hacia el otro que se descubre como una amenaza Puesto que puede despojarme de mis bienes que puede cercenar mis derechos y que puede ndashlo peorndash matarme es necesaria una autoridad que se lo impida

648

La vida poliacutetica entonces se funda en el miedo de un individuo de muchos mas

647 J LOCKE Segundo tratado sobre el gobierno civil Ed Tecnos Madrid 2006 p 16 sect29648 Cfr Ibidem pp 88-89 sect89 laquoPor lo tanto siempre que cualquier nuacutemero de hombres esteacute asiacute unido en sociedad de tal modo que cada uno de ellos haya renunciado a su poder ejecutivo de ley natural y lo haya cedido al poder puacuteblico entonces y soacutelo entonces tendremos una sociedad poliacutetica o civil Y esto se logra siempre que un grupo de hombres en estado natural entra en sociedad para formar un pueblo un cuerpo poliacutetico bajo un gobierno supremo o si no cuando alguno se une a un gobierno ya establecido y que se incorpora a eacutel pues mediante ese acto autoriza a la sociedad o lo que es lo mismo a la legistura de la misma a hacer leyes para eacutel seguacuten el bien puacuteblico de la sociedad lo requiera comprometieacutendose en el grado que le sea posible a prestar su asistencia en la ejecucioacuten de las mismas Esto es lo que saca a los hombres del estado de naturaleza y los pone en un Estado el establecimiento de un juez terrenal con autoridad para decidir todas las controversias y para castigar las injurias que puedan afectar a cualquier miembro del Es-tado y dicho juez es la legislatura o el magistrado nombrado por ella Sin embargo siempre que haya una agrupacioacuten de hombres aunque esteacuten asociados que carezcan de un poder decisorio al que apelar seguiraacuten permaneciendo en el estado de naturalezaraquo

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no en naturaleza social del geacutenero humano649

El bien comuacuten que postulaba tal perfeccioacuten ndashy que se educe de tal naturalezandash queda sin fuerza impotente y sin capacidad de actualizacioacuten pues ha sido deformada la forma que lo informaba

En segundo lugar podemos ver coacutemo la potestad del gobernante ha sido ademaacutes capite minuta tambieacuten la del legislador pues ya no velan por el bien comuacuten de la comunidad poliacutetica sino por el bien particular de cada uno de los individuos cuya garantiacutea es la ley natural que es independiente y anterior a la comunidad poliacutetica

laquoLa ley natural es entonces una ley normativa y rectora Sir-ve para ayudar a personas libres y racionales hacia la consecucioacuten de su propio bien La ley natural le permite conocer al agente libre y racional hasta donde puede extender su libertad coacutemo puede dispo-ner y ordenar seguacuten lo considere su persona acciones posesiones y su propiedad toda dentro de lo que permiten las leyes bajo las que hemos acordado vivirraquo650

Ya no auacutenan voluntades en pos de un bien comuacuten sino que se cintildeen a alejar aquellas posibles conductas que se cometan contra los derechos (bienes parti-culares) de cualquier otro sujeto fundaacutendose en la ley natural seguacuten su propia utilidad

laquoSirve para preservar garantizar y posibilitar la vida humana es normativa y rectora Sirve para ayudar a personas libres y racio-nales hacia la consecucioacuten de su propio bien La ley natural hace po-sible conocer el alcance y liacutemite de la libertad De este modo Locke situacutea en el estado de naturaleza un conjunto de deberes y derechos que definidos por las leyes naturales regulan la misma institucioacuten del poder poliacuteticoraquo651

649 Cfr Ibidem pp 87-88 sect88 laquoAsiacute el Estado se origina mediante un poder que establece cuaacutel es el castigo que corresponde a las diferentes trnasgresiones de aquellos que entre los miembros de una sociedad pien-san que merece la pena cometerlas eacuteste es el poder de hacer leyes y a eacutel debe antildeadirse el poder de castigar cualquier dantildeo que se le haga a un miembro de la sociedad cometido por alguien que no pertenece a ella Este segundo poder es el de hacer la guerra y la pazraquo650 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberal John Lockeraquo en Revista Co-herencia 7 13 (2010) p 105651 Ibidem pp 105-106

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De la triespecificacioacuten de la justicia cayetana emerge con fuerza la nocioacuten de que la uacutenica especie de la virtud capaz de realizar con toda propiedad su acto sea uacutenicamente la conmutativa No cabriacutea otra posibilidad puesto que al quedar todos los bienes igualados en jerarquiacutea y dignidad y al estar relegado el Estado a la proteccioacuten de los bienes particulares de los individuos la forma que mejor ldquoajustardquo es la que retribuye ldquoa cada uno su derechordquo o los bienes sus-traidos Y como lo sostiene el Priacutencipe de los Comentadores tal ajuste se haraacute solamente cuando la autoridad competente ndashel juezndash asiacute lo dictamine cuya tarea seraacute la de justipreciar los teacuterminos de tal ajuste Asiacute explica Locke el origen de tal competencia

laquoDe estos dos distintos derechos ndashel de castigar el crimen a fin de contenerlo y de impedir que vuelva a cometerse derecho que tiene todo el mundo y el de buscar reparacioacuten que soacutelo pertenece a quien ha sido injuriadondash proviene el que el magistrado quien por ser tal tiene el derecho comuacuten de castigar pueda en muchas ocasiones cuando el bien puacuteblico no exige que la ley se ejecute remitir el cas-tigo por su propia autoridad correspondiente a ofensas criminales cometidas sin embargo no podraacute perdonar la satisfaccioacuten que se le debe a la persona privada que haya recibido el dantildeoraquo652

El filoacutesofo ingleacutes laquopresupone la institucionalizacioacuten juriacutedica de iguales li-bertades y establece que eacutestas deben ser protegidas y garantizadas por el Estado Asiacute afirma la prioridad de los derechos individuales frente a la voluntad del legislador supremoraquo

653 Se ve pues que este legislador supremo siacute tiene una

suprema potestas aunque tal no estriba en la custodia de un bien comuacuten sino y por el contrario en la garantiacutea de los bienes particulares Que como explica Diego Alejandro Fernaacutendez Peychaux no siempre se implican mutuamente

laquoLas ambiguumledades a las que podriacutea dar lugar el modo en que Locke relaciona la defensa de los derechosdeberes individuales y los colectivos podriacutea resolverse si se admite como conclusioacuten a los argumentos presentados que la relacioacuten entre el bien comuacuten y el

652 J LOCKE Segundo tratado p 16 sect11653 F CORTEacuteS RODAS laquoEl contrato social liberalraquo p 106

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individual conlleva aspectos positivos y negativos ya que ambos teacuterminos no se implican mutuamente de forma necesariaraquo654

De este modo el posible enfrentamiento entre el bien comuacuten y el bien indi-vidual es soacutelo concebible tras haber admitido que uno no rige ni ordena ni es fuente del segundo Esto tambieacuten se vincula nocionalmente con aquella iguala-cioacuten de la jerarquiacutea del bien comuacuten y los bienes que pertenecen al resto de las virtudes morales

Seraacute cuestioacuten de tiempo mas no solamente para que el fundamento metafiacute-sico sea advertido como impropio e improcedente en tal sistema de pensamiento y desestimado en nombre de la ldquorazoacutenrdquo Se descubriraacute que el anclaje de esta moral no responde en verdad a un rigor loacutegico o a una concatenacioacuten articulada y no contradictoria de argumentos sino a un principio foraacuteneo arbitrariamente colocado El non sequitur de tal fundamentacioacuten metafiacutesica de las costumbres no tardaraacute en hacerse oiacuter De hecho ya se habiacutea desestimado en Locke para quien este bien puacuteblico es la suma de los bienes particulares maacutes precisamente es la seguridad colectiva como bien instrumental y subordinado a los bienes particu-lares que resaltaremos en la cita a continuacioacuten

Vale decir que dicha ldquohorizontalizacioacutenrdquo de la moral ndashvinculada en ambos pensadores y que podriacutea calificarse (maacutes propiamente tal vez) como un ldquoin-manentismo moralrdquo en el sentido en que toda la reflexioacuten se desarrolla en el mismo plano sin tensioacuten hacia lo trascendentendash conserva todaviacutea un sesgo de bien comuacuten Cuya negacioacuten en sentido estricto no es atribuible in recto a estos pensadores aunque siacute resulte colindante Asiacute por ejemplo se pronuncia Locke en relacioacuten con el poder poliacutetico

laquoConsidero pues que el poder poliacutetico es el derecho de dic-tar leyes bajo pena de muerte y en consecuencia de dictar tambieacuten otras bajo penas menos graves a fin de regular y preservar la propie-dad y emplear la fuerza de la comunidad en la ejecucioacuten de dichas leyes y en la defensa del Estado frente a injurias extranjeras Y todo ello con la uacutenica intencioacuten de lograr el bien puacuteblicoraquo655

654 D A FERNAacuteNDEZ PEYCHAUX laquoEl concepto de derecho en Lockeraquo en Araucaria Revista Ibe-roamericana de Filosofiacutea Poliacutetica y Humanidades 13 26 (2011) p 44655 J LOCKE Segundo tratado p 9 sect3

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Aquiacute aparece para nosotros un punto central de las teoriacuteas individualistas para las que la que la sociedad es suma de partes yuxtapuestas persiguiendo sus bienes particulares (incomunicables) la poliacutetica se resolveraacute entonces en la existencia de un poder cuya funcioacuten propia especiacutefica y principal ya no seraacute la de dirigir y ordenar al bien comuacuten sino la organizacioacuten de la coaccioacuten en aras de la preservacioacuten de ese bien instrumental que es la seguridad Asiacute en Hobbes y luego en Locke la poliacutetica misma deviene allanamiento de obstaacutecu-los a los individuos consistiendo el poder ndashnuevamentendash en la organizacioacuten de la coaccioacuten

Reparemos en que Locke pregona este bien comuacuten del mismo modo en que lo hace el Cardenal eacuteste tambieacuten refirieacutendose a la Salvacioacuten y amenzando con penas eternas Se deja ver con mayor claridad el cambio de la perspectiva al que nos hemos referido en

sectVI4 Ambos pensadores atribuyen a la ley en primera instancia el dere-cho de regular y preservar la propiedad El deber del poder poliacutetico queda asiacute manifiesto espantar a los hombres de praacutecticas que menoscaben la consecucioacuten del bien comuacuten Veremos seguidamente queacute alcances tendraacute eacuteste Pero perma-nezcamos todaviacutea un poco en esta consideracioacuten la tarea de poliacuteticos y legis-ladores

No decimos que sea reprochable que eacutestos intenten disuadir las conduc-tas moralmente deleznables por atentar contra el bien comuacuten Muy por el contrario esta tesis es reconducible al propio Santo Tomaacutes El problema estaacute sostener que tal sea el sentido propio y primero de la funcioacuten de la ley puesto que le corresponde pero en un sentido derivado y secundario El fin propio de la ley y del poder poliacutetico no es para el Angeacutelico el de amenazar o castigar sino el de formar hombres virtuosos que a traveacutes de las normas alcanzan la virtud

Con todo esto hemos querido poner de relieve coacutemo la negacioacuten o licuacioacuten del bien comuacuten ndasho de su supraordenacioacutenndash y su posible enfrentamiento con el bien o mejor decir con los bienes particulares y junto con esto la reduccioacuten de la justicia a la forma conmutativa o a lo maacutes a la retribucioacuten penal pueden ser manifestaciones de posiciones individualistas que se vinculen nocionalmente con lo que despunta en el Cardenal

Asiacute afectada pues la nocioacuten de justicia es que deben leerse los comentarios del Cardenal a la Summa Theologiae

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Con esto profundicemos todaviacutea maacutes los alcances que la nocioacuten cayetana de justicia en la perspectiva de la ldquotercera personardquo implican en toda una teoriacutea moral

Una filosofiacutea moral que ya se encuentra herida de muerte por haber sido de-formada ndashcapite diminutiondash que es entendida ndashy propuestandash como una buacutesqueda de normas y leyes y laquoche assume come suo tema principale il dovere e la corret-tezza dei singoli atti moraliraquo

656 se distanciaraacute necesariamente de lo que acabamos

de decir Y con razoacuten podriacuteamos afirmar que nos encontramos frente a una nueva moral que en su camino ha olvidado algo el concepto mismo de virtud

En el esquema tomista toda virtud moral natural iraacute perfeccionando al mis-mo hombre Pero tambieacuten en tal se nos presenta al hombre en relacioacuten agre-gando la nota de alteridad De donde se seguiraacute que asiacute como hay virtudes que ordenaacutendose a su fin propio perfeccionan al hombre en relacioacuten consigo mismo seraacute necesaria pues otra virtud que lo ordene con relacioacuten a otro Es decir que se requeriraacute una virtud que ajuste la conducta de un hombre determinado al bien de otro hombre determinado o de un grupo de hombres No es otra que la virtud de la justicia tal como la entiende Santo Tomaacutes

Ahora bien una virtud que sea concebida como un acto voluntario de obe-decer lo que ha sido prescrito y que no halle su fuerza en el bien y la belleza que representa actuar de tal o cual modo exige un nuevo sistema moral

Por un lado porque hay un corrimiento de la perspectiva que se desplaza a lo que el hombre descubre como bueno a lo que le dicen que es bueno Una virtud la justicia por ejemplo se reduciraacute solamente al acto debido e indicado por el legislador y no a la concatenacioacuten de ordenamientos por la cual obra el agente Obrar virtuosamente querraacute decir ldquocumplir con este o aquel precepto de la leyrdquo Una virtud asumida como una obligacioacuten derivaraacute en una moral de las obligaciones en un formalismo

Es que verdaderamente el modo en que el Cardenal comenta trasluce su intereacutes por indicar coacutemo debe ser realizado cada acto moral singular sin recon-ducirlo o ponerlo en la perspectiva del bien comuacuten poliacutetico o divino Y cuando lo hace es advirtiendo la peacuterdida de este y la pena eterna que de no obrar como se debe recibiraacute

656 A VENDEMIATI laquoDio come fondamento dellrsquoeticaraquo p 657

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En este sentido la Eacutetica del Cayetano merece el apelativo de ldquoformalrdquo pues-to que no muestra intereacutes por el contenido mismo del acto y de su objeto sino que sentildeala rigoristamente coacutemo debe ser leiacuteda la virtud tomasiana y coacutemo debe ser aplicada

Volvamos sobre la nueva moral que la nocioacuten cayetana de justicia supone Habiacuteamos emparentado a Tomaacutes de Vio con aquel observador externo que legis-la y juzga en base a criterios que ya posee para realizar una accioacuten justa En su esquema eacutetico pues tal funcioacuten resulta ineludible Si la virtud no encuentra su fundamento en la experiencia en descubrir el bien su belleza y su honestidad sino que se obra virtuosamente porque se cumple en determinada forma una ley o un mandato entonces alguien deberaacute indicar los modos de obrar Premiar y castigar cuando una accioacuten se ajuste o aleje del mandato

De esto nos gustariacutea hacer derivar algunas preguntas

Si el hombre no descubre ya el bien del acto a traveacutes de su experiencia sino en la experiencia que tenga de la ley y el meacuterito o castigo que sobrevengan iquestes la ley el fundamento de la moralidad Se sigue que siacute Y por ende otra ca-racteriacutestica de esta nueva moral es el legalismo es bueno o malo lo que la ley dice No lo que educe la razoacuten humana y en virtud de su concordancia con la ley (moral) natural constituye legiacutetimo y positivo

Si la justicia es dar a cada uno su derecho iquestel derecho lo es tal porque asiacute lo dice la ley Noacutetese la peligrosa cercaniacutea de concebir soacutelo como derecho lo que prescribe el legislador De un lado derecho es lo que la ley constituya como tal Del otro soacutelo lo que la ley constituya como tal

Por todo lo dicho la doctrina de la justicia tal como la entiende el Cayetano supone o provocaraacute el advenimiento de una nueva moral de una nueva Eacutetica Una eacutetica de la tercera persona hemos dicho por limitarse a confeccionar ldquoun cuadro de reglas utilitarias de justicia que son presentadas ndashen sus comenta-riosndash como deberesrdquo657

y que suponemos haraacute extensiva al resto de las virtudes morales y teologales En este sentido modifica el sentido de la virtud y conse-cuentemente de la moral queriendo matematizarla

Ahora siacute pasemos a nuestras consideraciones finales en las que recoge-remos con mayor amplitud lo que hemos expuesto a lo largo de todo nuestro escrito y particularmente aquiacute la deriva individualista en Filosofiacutea Poliacutetica de

657 Cfr A VENDEMIATI In prima persona p 67

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haber ldquoaplanadordquo la virtud de la justicia y con ello al bien comuacuten Por lo demaacutes y como ya hemos sentildealado ndashaunque su demostracioacuten exceda nuestra tarea en esta Tesisndash no queremos dejar de reiterar que en un individualismo consecuente (fundado en bienes exclusivamente particulares) esa deriva implicaraacute que la poliacutetica misma se resuelva en coaccioacuten organizada

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CONCLUSIONESUN TOMISMO CAYETANO

Hemos llegado al momento de poner las conclusiones

A esta seccioacuten hemos decidido nombrarla ldquoUn tomismo cayetanordquo puesto que pensamos que es la sentencia que mejor expresa el conjunto de nuestras reflexiones Con ella nos referimos a la doctrina de raiacutez tomista presente en la interpretacioacuten del Cardenal de Gaeta el modo en que eacuteste recibioacute las nociones tomasianas y que tras eacutel ha sido replicado por muchos incluso hasta nuestros diacuteas Calificando esta modalidad de tomismo como ldquocayetanordquo pretendemos dis-tinguir la originaria doctrina del Aquinate respecto de aquella y otras formas de comprenderla en las que el sentido de algunas tesis tomasianas fundamentales ha sido transmutado

Mientras que uacuteltimamente la comunidad acadeacutemica se interesoacute en la glosa del Cardenal en lo relativo a la gnoseologiacutea la loacutegica la metafiacutesica y los co-mentarios biacuteblicos se ha descuidado el estudio riguroso y sistemaacutetico de aquello referido a las cuestiones de Filosofiacutea Moral

En este sentido guiados por nuestra intuicioacuten y por el apoyo activo de nues-tros moderadores aventuramos una pregunta que tomoacute las dimensiones de un trabajo de tesis doctoral Tal fue sencilla mas no ingenua

Si hay diferencia como vemos que la hay entre los textos del Aquinate en las cuestiones que acabamos de mencionar iquestno las habraacute tambieacuten en aquellas referidas a las cuestiones de filosofiacutea poliacutetica o moral

Frente a este interrogante tuvimos que tomar algunas determinaciones y rea-lizar los recortes propios exigidos para un trabajo de tesis Fue asiacute entonces que reparamos nuestra atencioacuten en un lugar comuacuten pensando que tal nos llevariacutea por senderos muy diversos a los que hemos transitado Dijimos

ldquondashVeamos y comencemos con el tema de la triparticioacuten de la justicia co-muacutenmente atribuida al Cayetano De alliacute partiendo identificaremos otros posi-bles temas de investigacioacutenrdquo

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Pero debemos decir que no fue precisamente esto lo que sucedioacute sino todo lo contrario Vimos que tal lugar comuacuten era grandemente desconocido por mu-chos de los que se dedican al estudio de nuestro argumento en las obras de Santo Tomaacutes de Aquino

Notamos tambieacuten que si bien existen unas pocas referencias concretas a tal tema de la triparticioacuten de la justicia a manos del Cayetano el resto son por lo general vagas e inciertas Apoyaacutendose unas veces en la obra de un autor que con el paso del tiempo y su reedicioacuten cambioacute su contenido Es decir toman por cierto algo que dan por supuesto como si ya hubiese sido efectiva y cientiacutefica-mente demostrado Pero no resultoacute ser tan asiacute Fuimos pues y le pedimos a ese supuesto que se muestre

Investigamos y buscamos argumentos y publicaciones de cualquier tipo Pero a fin de cuentas este supuesto no pudo explicarse no pudo demostrarse ni hacerse evidente

Encontramos no soacutelo un vaciacuteo de bibliografiacutea sino tambieacuten una ausencia de intereacutes por el tema a pesar de que los trabajos actuales en otros campos son cada vez mayores Confirmamos asiacute que el presupuesto que se daba en estos aacutembitos y en esta situacioacuten actual de la cuestioacutenhellip iexclera el peor de los supuestos

En este sentido entonces nuestra Tesis es la primera que confronta los tex-tos de Santo Tomaacutes de Aquino con los comentarios del Cardenal Y explica aquel presupuesto exponiendo cada uno de los resultados que emergiacutean del anaacutelisis de cada una de las cuestiones que hemos estudiado del Tratado de la justicia

Eacuteste comienza en la cuestioacuten 57 y se extiende hasta la 122 65 cuestiones

iexclsesenta y cinco Y el Cardenal las comenta todas Mejor decir comenta iexcltoda la Summa Nosotros por cuestiones metodoloacutegicas decidimos obrar un recorte y dedicarnos ndashcon exclusividadndash a la glosa de las cuestiones sentildealadas porque abarcan lo central de los temas que interesan aquiacute respecto de la opinioacuten del Aquinatense y de la interpretacioacuten del Cayetano al ocuparse de la virtud moral de la justicia de su forma su definicioacuten sus partes y su acto

Asiacute vimos por ejemplo que el Aquinate comienza el tratado ocupaacutendose del derecho (q 57) de la justicia (q 58) y luego considera el vicio que se le opone la injusticia (q 59) La cuestioacuten 60 versa sobre el juicio acto propio de la jus-ticia en la 61 expone sobre las partes subjetivas de la virtud y finalmente para

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nosotros en la sexageacutesima segunda analiza el acto de la justicia conmutativa la restitucioacuten (q 62)

En estas cuestiones tenemos condensadas no soacutelo la definicioacuten de la iustitia mas tambieacuten su estructura y el acto que le corresponde La virtud en tanto haacutebito operativo y en cuanto moralmente bueno se define por ndashvalga maacutes que nunca la redundanciandash el fin que le resulta propio que es el que informa al acto y de don-de recibe su nombre Precisamente por ser lo justo o el derecho ndashel ius (cfr De iure q 57 a 1 r d y ad 1)ndash su objeto es lo que la de-fine es el objeto del cual la virtud tomaraacute su forma Habiendo sorteado eacuteste y otros incordios el Doctor Angeacutelico procede a definir la justicia

Sabido es que toda definicioacuten es la predicacioacuten de un concepto y que tal puede realizarse en dos maneras uniacutevoca o analoacutegicamente (Cap V y VI) Dejamos por loacutegicas razones el tema de la equivocidad aunque decimos ndashal pasarndash que tal no es un modo de predicar los conceptos sino una cierta ambi-guumledad que radica en la significacioacuten de los nombres con los cuales se refieren conceptos distintos fundada en la similitud semejanza o exactitud del nombre mismo

El Aquinatense entonces se vale en la cuestioacuten 58 y ndashsobre todondash en la 61 para predicar la nocioacuten de la justicia analoacutegicamente Hecho que se ve reflejado en su definicioacuten al atribuir dos formas para la misma virtud hablamos de la (forma) general y de la (forma) particular Cada una de ellas realiza la definicioacuten de la virtud de la justicia pero en diversos sentidos La forma general analogado principal lo hace en modo maacutes completo y acabado y es causante de la segunda forma la particular que tambieacuten obra la misma definicioacuten en la que se encuentra contenida

Precisamente en la q 61 Santo Tomaacutes abunda en las partes subjetivas de la forma particular de la justicia esto es en la (particular) conmutativa y en la (par-ticular) distributiva Estos pasajes dieron lugar a la famosa malinterpretacioacuten de las ldquotres formasrdquo o ldquotriparticioacutenrdquo de la justicia sobre todo a partir del comentario de Tomaacutes de Viacuteo (cfr su comentario a S Th II-II q 61 a 1)

La radical diferencia entre una definicioacuten y otra ndashbiparticioacuten (dos for-mas justicia general y particular) vs triparticioacuten (tres formas justicia legal conmutativa y distributiva)ndash radica a nuestro juicio en el modo en que am-bos predican un concepto es decir definen la virtud Pasaacutendolo en limpio

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mientras el de Aquino define la virtud analoacutegicamente el de Gaeta lo hace uniacutevocamente

Tenemos entonces que para el Angeacutelico la justicia es una virtud que se dice anaacutelogamente general y particular Para el Cayetano es un concepto uniacutevoco que se predica igual e ideacutenticamente en tres especies interpretando que son las partes a la justicia lo que las especies al geacutenero definido (uniacutevoco) Mientras que para el Doctor Comuacuten son las partes a la justicia lo que los analogados al concepto (anaacutelogo)

Las implicancias de esta interpretacioacuten son muchas Nosotros hemos sentildea-lado algunas en el apartado dedicado al alcance teoacuterico y praacutectico en que tal puede derivar (sectVI5) Alliacute nos referimos a la resolucioacuten que el ldquoaplanamientordquo de la justicia general y por ende su objeto (el bien comuacuten) pueden tener en un individualismo para la vida social y en la poliacutetica como coaccioacuten organizada para el ejercicio del poder

Hemos dicho que Santo Tomaacutes concibe a la justicia como una virtud que es a la vez general y particular La define diciendo que es ldquoconstante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo o el derecho que le corresponderdquo Cuyo acto es precisamente juzgar lo que viene a significar la recta determinacioacuten de lo justo (laquoEt ideo iudicium quod importat rectat determinationem eius quod est iustum proprie pertinet ad iustitiamraquo S Th II-II q 60 a 1 r d)

Pues bien cuando lo justo se actuacutea mirando al bien comuacuten ndashobjeto propio de la justiciandash la virtud seraacute llamada ldquolegal o generalrdquo Cuando lo hace respecto al bien particular seraacute nombrada ldquojusticia particularrdquo Seguacuten el modo en que el bien particular sea obrado tal forma de la virtud seraacute ldquocuasirdquo especificada denominaacutendose ldquo(justicia particular) distributivardquo cuando el bien particular sea otorgado del todo a la parte Se llamaraacute ldquo(justicia particular) conmutativardquo cuando tal se obre entre partes Dejemos de lado por ahora los modos en que se haraacute la distribucioacuten (forma geomeacutetrica o aritmeacutetica) o la conmutacioacuten (res-titucioacuten)

El acto de la justicia particular realiza plenamente el concepto definido en este caso nos referimos a la nocioacuten de justicia pues cada uno recibe lo suyo ya sea en forma aritmeacutetica o geomeacutetrica ya sea cuando se le restituye algo Pero tal bien particular encuentra su basamento en la realizacioacuten del bien comuacuten objeto propio de la forma general o legal de la virtud en cuestioacuten y fin y per-feccioacuten de la sociedad poliacutetica Pues en efecto nadie podriacutea recibir justamente

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lo que le corresponde si esto le ha sido quitado ndashinjustamentendash a otro u otro se lo retiene de igual modo Tanto es asiacute que la realizacioacuten del bien comuacuten por ser comuacuten a todos entrantildea que cada individuo alcance su bien particular De esta manera no soacutelo lo origina ndashal bien particularndash sino que tambieacuten lo rige y ordena

Pero si predicamos uniacutevocamente la nocioacuten de la justicia estaremos obran-do ademaacutes de un rebajamiento de la forma general y su objeto propio (el bien comuacuten) un igualamiento entre cada una de las (tres) partes especificadas Lo cual es el resultado de concebir a cada una de estas formas general y particular y a las cuasi especies de la uacuteltima (distributiva y conmutativa) como partes espe-ciacuteficas ndashespeciesndash de un mismo geacutenero

Tambieacuten pudimos ofrecer otras consideraciones como resultado de nuestro estudio que refuerzan complementan o ayudan a comprender mejor lo que aca-bamos de mencionar

La primera es coacutemo Tomaacutes de Vio estaacute preocupado en decir en queacute modos se debe practicar la virtud la justicia suponiendo que su comprensioacuten es tal cual la del Aquinate Y que por esto mismo su idea es la de desplegar a traveacutes de una mejor ejemplificacioacuten y fundamentacioacuten lo que eacutel mismo consideraba estaba en germen en Santo Tomaacutes

Hemos demostrado tambieacuten coacutemo esta empresa lo termina llevando por ca-minos diversos Ya que la nocioacuten tomasiana de justicia dista por diversos moti-vos de la interpretacioacuten propuesta por el Cayetano

Sostuvimos que para el Cayetano hay tres especies de la virtud de la justicia y no dos formas como en Santo Tomaacutes Como hemos dicho pensamos que el Cardenal incurre en este desviacuteo porque traslada la causa de la diversificacioacuten de las especies de la justicia particular a las dos formas de la justicia del esquema de Santo Tomaacutes Pero sobre todo la razoacuten capital estriba en el modo en que el Priacutencipe de los Comentadores predica tal nocioacuten uniacutevocamente

Tratando a la virtud de la justicia legal no como una virtud general sino como una virtud maacutes como una especie maacutes (entre tres) que realiza ideacutentica-mente un mismo geacutenero (y por esto la degrada o ldquodeformardquo) obra una ldquotriparti-cioacutenrdquo una ldquotriespecificacioacutenrdquo de la justicia Recordemos que textualmente dice el Cayetano laquotriplex species iustitiae inveniturraquo658

658 Comm Card Caie en S Th q 61 a 1

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Tenemos asiacute tres especies diversas a este punto irreductibles e incomu-nicables entre siacute debido a que no hay una virtud general de la justicia sino tan solo una especie legal que integra un todo junto con otras dos especies particulares

La forma de la justicia general ha desaparecido ha sido abajada en la inter-pretacioacuten obrada por Cayetano y ya no hay entonces una ldquoformardquo que comu-nique entre siacute a todas las restantes virtudes morales incluyendo obviamente a la forma de la justicia particular y sus partes subjetivas

El Cardenal demostramos desestima la analogiacutea de atribucioacuten intriacutenseca y afirma que la uacutenica analogiacutea de atribucioacuten posible es la extriacutenseca Esto lo lle-varaacute ineludiblemente a concebir ndashconceptualizarndash la nocioacuten de justicia en un modo determinado y a predicarla en forma uniacutevoca

La radical diferencia existente entre un modo de predicar uniacutevocamente yo anaacutelogamente lo tratamos en el Capiacutetulo V Alliacute expusimos coacutemo precisamen-te en la base de dos definiciones distintas hay modos diversos de concebir la nocioacuten de la virtud de la justicia Y pone en perspectiva adoacutende puede llevar la tergiversacioacuten del pensar analoacutegico y el univocismo Asiacute tambieacuten coacutemo esta hipoteca teoacuterica (loacutegico-metafiacutesica) le juega una (inevitable) mala pasada al Co-mentador cuando se encara con la filosofiacutea praacutectica

En efecto insistimos mientras para el Angeacutelico la nocioacuten de justicia se dice analoacutegicamente para el Gaetano uniacutevocamente Tal predicacioacuten supone para el primero la realizacioacuten del concepto en dos formas anaacutelogas que constituyen un orden de jerarquiacutea entre el analogado principal ndashprincepsndash y el secundario El primer analogado es fuente y fundamento origen del segundo

Diversamente el Cardenal define a la justicia uniacutevocamente Esto es con-sidera a la virtud misma como un geacutenero compuesto de tres partes especiacuteficas Tal entendimiento conlleva impliacutecita la idea de equidad entre las especies de un mismo geacutenero por cuanto lo realizan ndashiexclideacutenticamentendash cada una de ellas

La implicancia praacutectica de tal definicioacuten es la siguiente al equiparar la for-ma de la justicia legal con las partes subjetivas de la forma particular de la justi-cia ha consumado ndashnada maacutes ni nada menosndash que una deformacioacuten de la virtud misma La general ya no praeminet inter alias virtutes Todo lo contrario es una maacutes El bien comuacuten ya no seraacute rector pues iquestde doacutende sacaraacute su fuerza directi-va La virtus ha sido desvirtuada

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Obrada tal igualdad estamos ahora ante una horizontalizacioacuten (de la jerar-quiacutea) de las virtudes La forma general de la justicia ha sido disminuida en sus capacidades Hemos dicho que en los comentarios de Tomaacutes de Vio la justicia general viene capite minuta Tal capitis deminutio importaraacute ademaacutes una lesioacuten entre la relacioacuten bien comuacuten poliacutetico (por ser el fin propio de la virtud de la justicia) y el principio de politicidad natural de la persona humana Recordemos que el bien comuacuten poliacutetico es en la doctrina tomista aquel fin en que consiste la perfeccioacuten de la comunidad poliacutetica natural Y que la persona humana por su nota de ldquonaturalmente socialrdquo hallaraacute realizacioacuten (poliacuteticamente hablando) en la plena participacioacuten de la sociedad poliacutetica de la que es parte De donde se sigue que una capitis diminutio en la virtud que debiera animarlo y animar tambieacuten a todo el cuerpo social hacia el fin que le es propio redundaraacute en la incapacidad de la consecucioacuten del bien comuacuten

Dicho planteo de Cayetano entonces permitiraacute columbrar dos consecuen-cias directas De un lado la trasmutacioacuten de la nocioacuten de sociedad en ldquosuma de individuosrdquo (por la capitis deminutio de la justicia ya no hay nada que los ldquoor-denerdquo) Del otro la inexistencia de un bien comuacuten asequible

A este respecto vimos tambieacuten coacutemo mientras para el Angeacutelico la virtud de la justicia es un haacutebito personal para el de Gaeta es un deber u obligacioacuten En el caso de la conmutativa el acto de la restitucioacuten adquiere el sentido de obe-decer la sentencia de quien tenga la potestad de dictarla como hemos resaltado de aquel primer inciso de su comentario a S Th II-II q 62 a 3 laquoVidetur quod antequam sit condemnatus non teneatur [restituere]raquo 659

Este nuevo aporte sumado a la consideracioacuten que acabamos de hacer sobre la extincioacuten del viacutenculo de las demaacutes virtudes morales de la doctrina tomista y aquellas dos consecuencias directas de su forma de definir y concebir la justi-cia nos trae una nueva caracteriacutestica con la que podemos connotar el esquema cayetano no soacutelo de la virtud en cuestioacuten maacutes de todas las virtudes morales el de cierto ldquoformalismordquo Nota presente en muchos de los posteriores filoacutesofos tomistas que sucedieron al Priacutencipe de los Comentadores

En esta liacutenea hemos anotado coacutemo la vida social ndashconsecuente y transitiva-mentendash se transformaraacute en un individualismo fundado en la consecucioacuten de bie-

659 Comm Card Caie sect1 en S Th q 62 a 3 [El pareacutentesis es nuestro]

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nes exclusivamente particulares y la poliacutetica misma se resolveraacute en una suerte de ldquocoaccioacuten organizadardquo a tales efectos claro estaacute

Propusimos tambieacuten una tipificacioacuten del modo de comentar del Cayetano Estimamos que esto responde a una forma mentis del Cardenal y que la distan-cia entre el de Aquino y el de Gaeta no es meramente en lo referido a lo doctrinal sino maacutes tambieacuten a cuestiones de formas de trabajo y exposicioacuten de argumen-tar y concluir En el caso del Cayetano a diferencia del Angeacutelico estaacute en todo momento la intencioacuten de orientar el modo o la praxis de lo expuesto por Santo Tomaacutes

Ademaacutes debido a la importancia del Cardenal y al contexto en que viviacutea su distanciamiento ayudaraacute a la geacutenesis de una reflexioacuten de corte liberal en el aacutembito de la filosofiacutea poliacutetica

En este sentido demostramos coacutemo ya hay un cambio de perspectiva mo-ral por parte del Cayetano abandonando consecuentemente el punto de vista del ldquosujeto responsablerdquo de sus propios actos (haacutebitos) para asumir aquel del ldquosujeto obedienterdquo de las prescripciones dadas y establecidas en cuanto normas objetivas de comportamiento

Tras el anaacutelisis comparativo entre los textos del Angeacutelico y los comentarios del de Gaeta ofrecimos una clara definicioacuten de justicia obrada por este uacuteltimo que soacutelo fue posible tras el momento analiacutetico de nuestra investigacioacuten

De tales cotejos emergieron grandiacutesimas diferencias que nos dieron la posi-bilidad de elaborar no soacutelo tal definicioacuten mas tambieacuten de aventurar reflexiones tocantes a los alcances filosoacuteficos y praacutecticos que se desprenderiacutean ndashy que de hecho se siguieronndash de tal nocioacuten aplicada a los campos de la eacutetica general de la filosofiacutea poliacutetica y de la filosofiacutea del derecho

El panorama por nosotros expuesto brindoacute cierta visioacuten comprensiva de las circunstancias y situaciones que estuvieron presentes y fueron fundantes de todo el modo de reflexionar en torno a la moral que se dio a partir de los modernos y neoescolaacutesticos evidente y paradojalmente y si bien leyendo a Santo Tomaacutes de Aquino alejaacutendose de eacutel el Cayetano en el tema que hemos tratado

Queremos decir que ademaacutes de la notable distancia respecto del Aquinate el Cardenal con su interpretacioacuten termina generando o al menos pone los fun-damentos para un marco teoacuterico funcional a una filosofiacutea poliacutetica liberal del Estado pese a que no se lo haya propuesto

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Marco teoacuterico que debido al constante llamamiento por parte del Cayetano a seguir su interpretacioacuten y sus comentarios ndashjunto con su gran importancia en todas las esferas de la sociedadndash influyoacute enormemente en su eacutepoca y en la pos-teridad

Y que por esto mismo estaacute en la base de todos aquellos autores y filoacuteso-fos que cimentaron o sistematizaron la Filosofiacutea Poliacutetica y del Derecho de los nacientes y nuevos Estados Modernos Por poner tan soacutelo algunos ejemplos hacen referencia al Cardenal Fray Luis de Granada Fray Pedro de Ledesma y lo citan G W Leibnitz y P Bayle asiacute como tambieacuten J Maritain y hasta el mismo R Garrigou-Lagrange hace referencia al Cayetano en sus trabajos sobre Mariologiacutea

Con esto queremos indicar que no importa el campo sobre el que haya escri-to el Cardenal Tomaacutes de Vio puesto que hasta en los maacutes diversos ha sido toma-do como punto de referencia por intelectuales provenientes de las maacutes disiacutemiles corrientes de pensamiento

Hemos venido a la conclusioacuten de nuestro Trabajo habiendo demostrado en todo momento la certeza de nuestra Hipoacutetesishellip

Que la nocioacuten tomasiana de justicia no es la reflejada en la glosa del Carde-nal Tomaacutes de Vio el Cayetano

Que en la interpretacioacuten del Cardenal es posible hallar principios propios de un filoacutesofo de la eacutetica ldquoen tercera personardquo

Que sus comentarios antes que una reproduccioacuten fiel y sistemaacutetica de las nociones definiciones y contenidos propuestos por Santo Tomaacutes de Aquino son una interpretacioacuten suya propia que depende de toda una filosofiacutea que nos atrevi-mos a llamar ldquoCayetanardquo ldquoTomismo Cayetanordquo

Y con todo esto dimos por demostrada la hipoacutetesis de trabajo que planteamos

laquoEl Cardenal Tomaacutes de Vio Cayetano se aparta con sus comentarios a S Th II- II qq 57-62 de la nocioacuten de justicia ofrecida por Santo Tomaacutes de Aquinoraquo (vid supra Introduc-cioacuten sect31)

Asiacute como tambieacuten la sub-hipoacutetesis

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laquoEl Cardenal interpreta la justicia a partir de principios maacutes cercanos a la doctrina eacutetica moderna que a la forma en que la doctrina medieval comprende las virtudes morales y toda la Eacuteticaraquo (vid supra Introduccioacuten sect32)

Pero no todo nuestro trabajo nos ha llevado a conclusiones de este tipo Tam-bieacuten nos ha generado muchos interrogantes que pedimos licencia quisieacuteramos llamar ldquopreguntas conclusivasrdquo puesto que reflejan nuestra sensacioacuten actual la de no haber agotado el tema

En este sentido nos cuestionamos iquestCuaacutel seraacute la opinioacuten del Cardenal res-pecto de la virtud de la prudencia iquestdel bien comuacuten poliacutetico iquestDe la relacioacuten Iglesia y Estado iquestdel poder poliacutetico y espiritual iquestPodremos rastrear tambieacuten en el Cayetano una interpretacioacuten ldquoformalistardquo de la praacutectica de la Fe

Es decir su glosa a cuestiones de este tipo iquestseraacuten una expresioacuten de aquel conocido proverbio del deber de los suacutebditos en la vida religiosa ldquoel que obede-ce no se equivocardquo

iquestY queacute decir respecto de la formacioacuten de la conciencia de su juicio que mande no obedecer la orden de un superior que tenemos por injusta

En fin estas preguntas que hemos apuntado y muchas que vendraacuten segura-mente luego de que pongamos un punto final se enmarcan en esta otra iquesten queacute consiste total y acabadamente el ldquotomismo cayetanordquo

Aquiacute pues soacutelo sentildealamos una puerta de ingreso La primera en torno a la filosofiacutea moral pero una maacutes en relacioacuten con otros temas que muchos de nues-tros colegas ya vienen trabajando

Rescatamos asiacute el hecho de brindar una acabada Bibliografiacutea sobre el tema que investigamos expuesta al final de nuestro trabajo en la que hacemos referencia no soacutelo a los estudios de mayor actualidad sino tambieacuten a aquellos que tuvieron una importancia significativa en los antildeos que nos preceden La consideramos un aporte puesto que resulta un compendio de todos los tiacutetulos que podriacutea consultar quien quisiera sumergirse en el estudio y profundizacioacuten de la interpretacioacuten obrada por el Cardenal de Gaeta de la nocioacuten tomasiana de justicia

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Sentildealamos que nos ocupamos tan soacutelo de 6 (seis) cuestiones Considerando que el Tratado de la justicia se compone de muchas maacutes ndash65 (sesenta y cinco)ndash queda abierto pues nuestro compromiso y deseo de continuar profundizando en la sentildealada y otras plausibles diferencias

Digamos para concluir que aventuramos un posible giro en la significacioacuten del apodo de Tomaacutes de Viacuteo Tal vez convenga decir que el Princeps Comenta-torum lo seraacute a partir de ahora no por ser un alter Thomas o un Aquinatis quasi vivens sino por ser el uacutenico que ha comentado iacutentegramente y por siacute solo toda la Summa Theologiae Doctoris Angelici

Con esta liacutenea llegamos entonces al punto final de nuestra Tesis

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OBRAS CONSULTADAS - TEXTOS FUENTES Y BIBLIOGRAFIacuteA

346

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

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347

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

IacuteNDICE SINOacutePTICO 5

PREFACIO 7

PALABRAS PREVIAS 9

PROacuteLOGO 11

INTRODUCCIOacuteN - ITER MENTIS 15

1 DE LA CONCEPCIOacuteN A LA CONCRECIOacuteN DE ESTE TRABAJO 15

2 ESQUEMA DEL TRABAJO 16

3 OBJETIVOS 20

31 Hipoacutetesis de trabajo 22

32 Sub-hipoacutetesis de trabajo 22

4 RECORTE TEMAacuteTICO 22

5 METODOLOGIacuteA 23

51 Anaacutelisis y siacutentesis 23

52 Realismo metoacutedico 26

6 APORTES DE NUESTRA TESIS 29

7 EL PROBLEMA DE LOS COMENTARIOS Y LOS COMENTADORES 30

71 iquestComentador o comentarista 31

72 El comentario filosoacutefico 39

APEacuteNDICE 45

348

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

1 CONSULTA ORIGINADA A TRAVEacuteS DEL FORMULARIO PROPUESTO POR EL SITIO WEB DE LA RAE 45

2 PRIMER CORREO RESPUESTA DE LA CONSULTA 46

3 SEGUNDO CORREO SOLICITUD PARA AUTORIZAR EL INTERCAMBIO 48

4 TERCER CORREO AUTORIZACIOacuteN 49

5 VERSIOacuteN CORREGIDA 49

PRIMERA PARTE

LOS ESTUDIOS TOMISTAS HOY

CAPIacuteTULO I ndash SANTO TOMAacuteS EL CARDENAL CAYETANO Y LOS ESTUDIOS TOMISTAS 53

I1 EL MENOSPRECIO DE LA EDAD MEDIA Y LA ESCOLAacuteSTICA 53

I2 SANTO TOMAacuteS DE AQUINO 56

I21 iquestPor queacute Santo Tomaacutes de Aquino 56

I22 La importancia del estudio de la Filosofiacutea Poliacutetica en Santo Tomaacutes 61

I23 Santo Tomaacutes y los modernos en algunos de los estudios comparativos hodiernos 71

I3 TOMAacuteS DE VIO EL CARDENAL CAYETANO 75

I31 iquestPor queacute el Cayetano 75

I32 La importancia del Cayetano 78

I33 La obra literaria del Cayetano 87

CAPIacuteTULO II ndash STATUS QUAESTIONIS 93

II1 ANTECEDENTES DE LA CUESTIOacuteN 93

II11 El resurgimiento de los estudios tomistas 93

349

II12 Tomaacutes de Vio el Cardenal Cayetano el ldquoPriacutencipe de los Comentadoresrdquo 98

II2 ESTADO DE LA CUESTIOacuteN 103

II21 Los estudios actuales en torno a la virtud de la justicia en Santo Tomaacutes 103

II22 Investigaciones sobre el Cayetano sus obras y comentarios 108

II23 La nocioacuten de justicia tomasiana y su referencia al Cayetano 111

SEGUNDA PARTE

DOS VISIONES EN TORNO A LAS FORMAS DE LA JUSTICIA

CAPIacuteTULO III ndash ANAacuteLISIS DE LA JUSTICIA EN TOMAacuteS DE AQUINO Y EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO 119

III1 EL TRATADO DE LA VIRTUD DE LA JUSTICIA EN LA SUMA DE TEOLOGIacuteA 120

III11 Planteo del problema 120

III12 Esquemas propuestos de la Suma Teoloacutegica 121

III13 Nuestra postura sobre el lugar particular del tratado de la justicia 130

III14 El lugar del Tratado de la Justicia en la Pars Secunda Summae Theologiae 132

III2 LA VIRTUD DE LA JUSTICIA Y LOS COMENTARIOS DEL CARDENAL EN S TH II-II QQ 57-62 135

III21 Quaestio 57 ndash De Iure 135

III22 Quaestio 58 ndash De Iustitia 145

III23 Quaestio 59 ndash De Iniustitia 164

III24 Quaestio 60 ndash De Iudicio 169

III25 Quaestio 61 ndash De Partibus Iustitiae 179

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

350

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

III26 Quaestio 62 ndash De Restitutione 190

CAPIacuteTULO IV ndash LA VIRTUD DE LA JUSTICIA TOMASIANA Y LA INTERPRETACIOacuteN DEL CAYETANO 213

IV1 LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA EN S TH II-II QQ 57-62 213

IV2 LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA EN LOS COMENTARIOS DEL CAYETANO A LA S TH II-II QQ 57-62 223

TERCERA PARTE

ANALOGIacuteA Y ALCANCE TEOacuteRICO-PRAacuteCTICO DE LA DEFINICIOacuteN DE JUSTICIA

CAPIacuteTULO V ndash LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN JUSTICIA 241

V1 LA ABSTRACCIOacuteN Y LA ANALOGIacuteA Y SUS TIPOS 241

V2 EL TEMA DE LA ANALOGIacuteA EN TOMAacuteS DE VIO 250

V3 LA ANALOGIacuteA DE LA NOCIOacuteN DE ACTO 257

V4 LA ANALOGIacuteA DE LA JUSTICIA 263

V41 La analogiacutea de la justicia en Santo Tomaacutes 265

V42 La univocidad de la justicia en Tomaacutes de Vio 272

CAPIacuteTULO VI ndash DISTINTAS DEFINICIONES DIVERSA MORAL 279

VI1 JUSTICIA BIEN COMUacuteN Y MORAL TOMISTA 279

VI2 PERSPECTIVA DE LA MORAL TOMISTA E IMPLICANCIAS DE LA NOCIOacuteN DE JUSTICIA 285

VI3 PERSPECTIVA DE UNA EacuteTICA MODERNA 297

VI 4 LA PERSPECTIVA EacuteTICA EN LOS COMENTARIOS DEL CARDENAL TOMAacuteS DE VIacuteO 301

351

VI5 LA CAPITIS DEMINUTIO O EL ALCANCE TEOacuteRICO Y PRAacuteCTICO DE UNA DEFINICIOacuteN UNIacuteVOCA 308

CONCLUSIONES 321

OBRAS CONSULTADAS 333

TEXTOS FUENTES 333

BIBLIOGRAFIacuteA 333

IacuteNDICE ANALIacuteTICO

352

LA INTERPRETACIOacuteN DE LA NOCIOacuteN TOMASIANA DE JUSTICIA POR PARTE DE CAYETANO EN S TH II-II QQ 57-62

Se imprimioacute en el mes de junio de 2021en Graacutefica Amalevi SRL

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La interpretacioacuten de la nocioacuten

tomasiana de justicia por parte

del Cardenal Cayetano en

la Suma Teoloacutegica II-II qq 57-62

mdash Nicolaacutes A Laacutezaro mdash

La in

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tom

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Sum

a Teo

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q 57

-62

Llevado por una perspicacia hermeneacuteutica poco comuacuten el autor descubre en los repliegues del patrimonio de la Escuela (ie del tomismo histoacuterico cultivado ante todo en el seno de la orden dominicana) un problema mayor en la interpretacioacuten y comprensioacuten de la doctrina de la justicia del Aquinate Se trata en efecto nada menos que de uno de los principales ejes del orden praacutectico en siacute mismo considerado la justicia y de una inteligencia de las formas de esa virtud la cayetaniense que habriacutea desconocido la respectiva posicioacuten de Santo Tomaacutes Y que habriacutea dado carta de ciudadaniacutea e irradiado a la tradicioacuten posterior como si fuera tomista una doctrina cuyo Geist es por el contrario ajeno al Aquinate

Sergio Rauacutel CastantildeoDr en Derecho Poliacutetico - Dr en Filosofiacutea

Investigador Principal del CONICETCatedraacutetico de Teoriacutea del Estado

(Fac de Derecho y CC SS - U N del Comahue)Director del Centro de Estudios Poliacuteticos (UNSTA)

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