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#Unincivil, un tema de igualdad
Por Diego Alarcn Donayre
Defender la unin civil es de por s una cuestin compleja, y lo es porque quienes se oponen
a ella lo hacen, en el mayor de los casos, no slo desde la ignorancia, sino desde la homofobia
pura y dura. Pueden, incluso, negar su homofobia (o decir, como Martha Chvez, que no
odian a los homosexuales porque les atienden en las peluqueras). Despus de todo,
reconocer los prejuicios no es del todo fcil (y en un pas como ste, casi imposible).
Pero suponiendo que debatimos con una persona no tan fantica, no tan religiosa y no tan
homofbica (o sea, no tan estpida), el peor error que podemos cometer es limitarnos a
responder los argumentos contrarios, sin presentar una sola razn que escape a la retrica de
quienes se oponen.
Se dice, por ejemplo, que el Estado no debe (no puede) legislar sobre instituciones que han
existido por centenares de aos, slo por atender las demandas (o caprichos, dicen tambin)
de ciertas minoras. Este argumento slo podra ser sostenido por alguien que tiene una
concepcin extremadamente conservadora (y acadmicamente intil) de la Historia. En la
prctica, este razonamiento hace incomprensible, por ejemplo, la abolicin de la esclavitud,
o los derechos de las mujeres, o, incluso, la aprobacin del matrimonio interracial. La
inutilidad de este argumento radica en que supone que el Derecho se genera solamente desde
la tradicin, ignorando cualquier fuente axiolgica. Lo nico que puede explicar este
razonamiento es la pre-modernidad. Porque, se imaginan qu pasara si el Estado slo
reconociera el Derecho que va de acuerdo con la tradicin religiosa dominante? No, no es
necesario imaginarlo; pero, claro, en ese caso los fieles catlicos hablaran de las barbaridades
de Medio Oriente. Tmese en cuenta, sin embargo, que an no hemos dicho nada sobre por
qu la unin civil (como la abolicin de la esclavitud, por ejemplo) es una demanda justa.
Se dice tambin que la unin civil no debe aprobarse porque contradice el matrimonio
natural. Aqu hay varias falacias. La primera, sostener que el matrimonio puede ser natural,
cuando, en realidad, es una construccin social. (Slo por curiosidad, qu ms consideraba
la iglesia como natural o antinatural durante, no s, el medioevo?) Ahora bien, si lo que se
quiere decir es que la homosexualidad es una eleccin (una eleccin inmoral, dirn), tambin
hay un error ah. Desde inicios de la dcada de 1990 el consenso cientfico seala que la
homosexualidad tiene causas genticas. Pero hay que tener cuidado con esto. Si decimos que
ser homosexual est determinado genticamente y no se puede hacer nada, entonces
podemos estar, involutariamente, dejando el camino abierto a la antigua creencia de que la
homosexualidad es una enfermedad psiquitrica. En la prctica, decir que los homosexuales
son homosexuales y no pueden hacer nada por cambiarlo (por qu tendran que hacerlo?)
podra tomarse como que los homosexuales seran heterosexuales si pudieran, es decir, que
estn incmodos con lo que son, pero que no les queda de otra, y ello, por cierto, lo firmara
hasta el homofbico ms despreciable. Como dice un artculo de Scientific American, no
deberas defender una accin controversial argumentando que no tienes control sobre esa
accin. De hecho, cuando lo haces, refuerzas la creencia de que ese comportamiento no es
deseable. Un defensor de la unin civil debera serlo incluso si la homosexualidad no fuera
genticamente determinada, porque existen muchas ms razones para defenderla.
Por ltimo, se puede decir tambin que la unin civil no debe aprobarse porque el
matrimonio est para procrear. Confieso que cada vez que escucho esto imagino a Cipriani
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diciendo que la mujer est para lavar la ropa, armar las fiestas de cumpleaos y poner adornos
en los cuartos. Y es que en ambos casos hay una presuposicin de finalidad, y como dira
Spinoza, sa es slo una forma de querer interpretar la voluntad de Dios, ese asilo de la ignorancia.
Para desbaratar este argumento no tenemos que decir que hay matrimonios que no pueden
(o no quieren) tener hijos, simplemente hay que mirar la realidad. Cada vez hay menos
personas que se casan para tener hijos. La procreacin (y la existencia de la sociedad) no se
va a perjudicar porque se apruebe la unin civil. Podran, sin embargo, decir los opositores
que la unin civil va a cambiar el sentido del matrimonio. Y si ese sentido es el sentido que la
tradicin catlica le ha impregnado, qu hay de malo?
En todos los casos antes mencionados nos hemos limitado a responder, y no hemos llevado
el tema por donde realmente debe ser llevado, es decir, hacia los principios, especficamente,
hacia la igualdad. Lo que est en debate no es si la homosexualidad es gentica, o si la unin
civil afectar la tasa de natalidad, lo que realmente est en juego es si el Estado peruano
seguir siendo un anacronismo, un lugar donde, en realidad, lo nico que parece ser natural
es la complacencia con la injusticia.