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UNIDAD 3: SISTEMA DE PRODUCCIÓN DE CARNE OVINA
Tema 1: Objetivo de producción en los sistemas carniceros.
Tema 2: Base animal y métodos de mejoramiento genético adecuados para la producción de
Carne. Tema 3: Manejo reproductivo, nutricional y bioseguridad en sistemas carniceros. Índices
de productividad.
Producción de Carne
Sumario:
I. Introducción.
a) Objetivo de sistema de producción de carne ovina.
b) Faena y oferta de carne ovina en el país.
II. Base animal.
1) Razas carniceras.
2) Razas doble propósito.
3) Razas compuestas.
4) Cruzas.
III. Mejoramiento Genético Ovino aplicado a producción de carne.
IV. Manejo reproductivo.
V. Manejo nutricional.
VI. Sanidad en sistemas de engorde a corral.
Sistema de producción de carne ovina.
I. Introducción.
a) Objetivos de producción de carne ovina:
Antes de mencionar los diferentes objetivos de producción en sistemas carniceros ovinos
debemos hacer la salvedad de que todas las razas ovinas, a excepción de las razas deslanadas,
son “doble propósito”, ya que nos proporcionan tanto lana, como carne. La raza Merino por más
seleccionada y especializada esté en la producción de lana, tiene músculos y por ende produce
carne. Una Hampshire Down es una de las razas más difundida por su producción de carne, pero
todos los años debe ser esquilada porque produce lana como cualquier oveja.
A partir de esto es que surge la necesidad de tomar ambos tipos de producto y analizar sus
pesos relativos. No podemos decir que un ovino nos produce 45 kg de carne y solo 3,5 kg de lana
y a partir de esto creer que nuestra producción principal es la carne. Necesitamos un
denominador común y éste es el dinero. En nuestro caso podemos tomar el peso u otra moneda
extranjera (dólar generalmente).
Pero acá surgirán nuevas variantes, con respecto a las características de los productos, ya
que es frecuente hablar del “precio de la lana”, aunque en realidad, los precios varían
sustancialmente según el diámetro; no es lo mismo el precio que se paga por una lana de 19
micras que una de 29. Varía también el precio de carne de cordero que la de oveja refugo.
De allí que debemos especificar a qué características hacemos referencia y sus pesos
relativos. Analizamos los ingresos netos del establecimiento ovino y luego averiguamos la
proporción de ese ingreso correspondiente a la lana y la correspondiente a la carne.
En dicho cálculo intervienen una serie de factores que tiene que ver con los precios de los
productos pero también con los niveles de producción que dichos sistemas de producción logran
(% de señalada, producción de lana, velocidad de crecimiento, etc.) y con la estructura de la
majada.
Es preciso entonces considerar los precios relativos de la lana y la carne ovina (corderos y
adultos). Por ejemplo:
Precios relativos:
Lana: http://www.programaovino.gba.gov.ar/sipym.htm
Carne: http://www.programaovino.gba.gov.ar/moba.htm
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(Lana de 29µ: u$s 2,19/kg o $12,86/kg; lana 22µ: u$s 4,47/kg o $26,24/kg y precio del cordero
en campo $21,9/kg vivo.) Valores a octubre de 2013. En base a estos valores surge:
¤ Relación precio lana de 29 micras / carne de cordero es de 0,6:1
¤ Relación precio lana de 22 micras / carne de cordero es de 1,2:1
En el primer ejemplo podemos decir que es un establecimiento doble propósito donde
predomina el ingreso por la producción de carne. Otra situación se presenta en el segundo
ejemplo, en donde se observa claramente que es un establecimiento productor de lana y como
producto secundario obtienen carne.
Podríamos utilizar un ejemplo más común, en zonas ovejeras no tan tradicionales, como
serían la provincia del Chaco o Formosa, productores con majadas de ovinos criollos criados en
sistemas de subsistencia y con un restante de venta de corderos livianos, en donde su lana vale
poco y es complicado venderla. Una excepción a éste tipo de majadas criollas puede ser en el
caso de productoras artesanas, las cuales trabajan su lana para realizar tejidos y demás artesanías,
en estos casos el ingreso por lana tendría un valor agregado y podría equiparar la balanza con
respecto a la venta de corderos.
El cuestionamiento de ovejeros acerca de la factibilidad de volcarse a la producción de
carne ovina surge cada vez que los precios de la lana descienden relativamente a la de la carne.
La manifestación de estos procesos está determinada por factores ambientales y genéticos,
y en los sistemas de producción más generalizados en el país, son los procesos biológicos que
están más lejos de su potencial. Son a su vez los más sensibles a las restricciones de tipo
nutricional y a condiciones de manejo inadecuadas (recuérdese lo visto en biotipos).
En general en el mundo, los sistemas de producción orientados a la producción de corderos
implican:
¤ Utilización de genotipos con alta fecundidad y tasas de crecimiento.
¤ Frecuentes esquemas de cruzamientos entre razas.
¤ Niveles nutricionales muy por encima de los laneros o doble propósito.
b) Faena y oferta de carne ovina en el país.
Tradicionalmente Argentina orientó la explotación del ganado ovino hacia la obtención de
lana, carne y cuero. La lana se desarrolló más que los otros productos, fundamentalmente en la
Patagonia, debido a la mayor facilidad de comercialización que le otorga ser un producto no
perecedero y no requerir la faena del plantel.
El gran desarrollo de razas doble propósito permite estimar que la tendencia a la obtención
de carne dependerá fuertemente de la relación de precios entre ambos productos (lana y carne),
así como de la zona de explotación, y de la composición de la majada.
A diferencia del sector vacuno, que cuenta con un mercado de referencia como lo es el
Mercado de Hacienda de Liniers, el sector ovino no cuenta en la actualidad con un mercado de
tales características. Hasta el año 1983 existía el Mercado de Avellaneda donde se
comercializaba hacienda ovina en pie, pasando luego la venta en pie al Mercado de Liniers
donde ingresaron ovinos hasta el año 1992.
Actualmente para la venta de ovinos en pie se continúa utilizando los canales de
comercialización tradicionales de remates regionales y venta directa en estancia.
Faena nacional
En los últimos años, la faena comercial de ovinos en establecimientos registrados y
habilitados por el SENASA para tráfico federal y exportación, superó en promedio, las 750 mil
cabezas anuales.
Se observa que el sector protagoniza un crecimiento variable, ya que sólo entre el año 2003
y 2004, los ovinos destinados a faena aumentaron un 30%, pero para el 2011 los valores
retomaron a los del 2003.
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Fuente: Anuario 2011 | GANADOS Y CARNES. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
El consumo de carne ovina en Argentina
El consumo de esta carne ha sido tradicionalmente más habitual en pueblos de origen
mediterráneo y en ciertas comunidades religiosas, sobre todo en aquellas pertenecientes a los
cultos judío e islámico. En Argentina, el consumo promedio anual 2,2 kg por habitante. En
cambio, el autoconsumo de los establecimientos agropecuarios de la región patagónica es
marcadamente superior, alcanzando valores de 15 a 26 kg/hab/año.
La demanda del producto varía en función del precio de las carnes sustitutas (vacuna,
porcina, aviar), del ingreso de los consumidores y de los hábitos alimenticios. La tendencia hacia
el consumo de alimentos con menor contenido de ácidos grasos, también contribuye a limitar la
demanda de carne ovina.
El mercado nacional se puede segmentar conforme al nivel socioeconómico del
consumidor. El capón y la oveja son categorías para la población de ingresos medios o bajos,
especialmente en el medio rural. El cordero constituye un alimento tipo “gourmet”, para nichos
de ingresos medios o altos.
El producto no resulta fácilmente accesible en tiempo y forma para el consumidor en el
mercado doméstico. Algunos maestros de cocina sostienen que no hay un adecuado desarrollo de
la logística y distribución, y por eso el canal de catering se abastece mayormente del mercado
externo.
Mercado externo
Argentina posee una cuota de importación, asignada por la Unión Europea, que le permite
colocar en ese bloque aproximadamente 23.000 toneladas de carne con hueso a tasa cero. Más
2.000 toneladas para los países árabes.
Sin embargo nuestro país no logra abastecerla, por faltante de oferta, a lo que se le sumó en
los últimos tiempos la reaparición de la barrera sanitaria para la aftosa. Es importante destacar
que desde abril de 2002, el Comité Veterinario Permanente de la Unión Europea aprobó el
ingreso de carne ovina con hueso procedente de las provincias patagónicas (Chubut, Santa Cruz,
Tierra del Fuego y al sur del paralelo 42 de la provincia de Río Negro), perjudicando con esta
barrera sanitaria a las provincias del norte. El mercado árabe no presenta exigencias de este tipo.
Los países mediterráneos nos exigen mayoritariamente carcasas livianas (menores de 13
kg), mientras los países de norte europeo prefieren las carcasas pesadas, de más de 13 kg.
A las carnes ovinas patagónicas se las llama “cordero patagónico”, en proceso de la
“denominación de origen”, lo cual daría un valor agregado a las canales, siendo esto un atractivo
rubro de exportación y de consumo por parte de turistas.
800.000
900.000
1.000.000
1.100.000
1.200.000
1.300.000
1.400.000
1.500.000
1.600.000
1.700.000
1.800.000
Faena nacional de ovinos 2002-2011
Cabezas
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En estos últimos tiempos también se habló del interés por parte de los productores de la
zona de insertar al mercado la denominación de “cordero mesopotámico”, pero recién está
comenzando.
Productos ofertados
Se evidencia una marcada estacionalidad de la faena ovina durante los meses de diciembre
y enero. Esto es resultado de la mayor proporción del servicio estacionado en otoño, con la
consecuente parición a mediados de la primavera, y una fuerte demanda en los meses de
diciembre y enero debido al período festivo.
Es de fundamental importancia comenzar a generar una oferta más desestacionalizada, a
fin de poder abastecer a distintos mercados, con calidad y continuidad de producción. Una
alternativa cada vez más viable es la faena de corderos pesados.
De esto se deduce que en el país existen dos principales productos, el tradicional cordero
liviano y la nueva tendencia de realizar también la producción de cordero pesado. Esto no quita
que se faenen otras categorías pero, como ya se mencionó, éstas suelen ser consumo de estancia
(capón, oveja refugo, etc.). La categoría “Cordero” hace referencia a “todo individuo ovino que
presente dentadura de leche”. Cabe recalcar que esta denominación es para la industria
frigorífica, y no debe confundirse con la definición de “cordero” zootécnicamente hablando, la
cual se describió en el capítulo de Manejo de la majada.
A continuación se detalla un cuadro con las principales características de ambos corderos.
Características Cordero liviano Cordero pesado
Peso vivo 20 – 25 kg 35 – 45 kg
Peso de la res 10 – 14 kg 15 – 20 kg
Edad 4 – 6 meses 7 – 11 meses
Período de oferta Reducido (4 meses) Amplio (8 meses)
Forma de venta Res Corte
Además el cordero pesado debe estar castrado y descolado, debe tener una CC mayor a 2,5,
recomendándose una de 3,5 (en la escala 1-5) y la lana debe encontrarse con 10 a 30 mm de
largo.
II. Base animal.
Para la producción de carne ovina existen razas especializadas para esto, aunque en nuestro
país no es común la producción con razas carniceras netas.
Las razas más utilizadas en Argentina para esta producción serán citadas a continuación y
se mencionarán solo algunas características carniceras, ya que el estándar racial ya fue descripto
en el capítulo de base animal.
1) Razas carniceras.
a) Hampshire Down:
Es la raza carnicera más difundida en el país. Los Hampshire Down son animales robustos,
de fuerte conformación ósea y gran resistencia a las variaciones climáticas, desarrollándose
adecuadamente sobre pasturas naturales. Se destacan por su gran precocidad, que es la facultad
de conseguir formas adultas en un tiempo menor a otras razas laneras o doble propósito. Esta
predisposición se transmite por herencia y se manifiesta por una correcta alimentación.
La raza permite sacar corderos pesados a temprana edad, así como encarnear a las borregas
antes del año, cualidades para destacar, porque de esta forma la rentabilidad de la inversión en
lanares adquiere una relevancia superlativa.
La oveja es buena madre, longeva y prolífica; es excelente productora de leche cuando está
bien alimentada. El crecimiento de los corderos a partir del parto es muy bueno, se pueden lograr
corderos de 35 kg a los 90 días. El rendimiento de la canal podría llegar al 60%.
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b) Southdown:
Las ovejas se caracterizan por ser fértiles, precoces, con una importante frecuencia de
melliceras y son excelentes madres.
Los corderos además de registrar buenos pesos al nacer, se caracterizan por tener un
excelente vigor inicial lo cual asegura una baja mortalidad neonatal, aún en condiciones
adversas, obteniendo así mejores niveles de señalada siendo la raza en estudios realizados en
Nueva Zelanda de mejor performance en los primeros días al nacer. No se han registrado
problemas de distocia ni en las majadas carniceras, ni en ovejas de razas laneras con sistemas de
cruza terminal.
Esta raza se caracteriza por lograr carcasas con una alta proporción de carne (superior al
55%) y de cortes valiosos, resultado de su excelente conformación carnicera: animales largos y
de lomo ancho, con grandes y profundos cuartos que van hasta el garrón, además de que logran
una correcta terminación aún en canales livianas.
c) Oxford Down:
Presentan una menor precocidad, es prolífica y rústica, y es la más corpulenta de las caras
negras. Buena productora de carne, especialmente de borregos pesados y capones. No es muy
utilizada en el país.
d) Dorset Horn y Poll Dorset:
Las ovejas se destacan por su alta fertilidad, gran capacidad maternal y abundante leche
para sus corderos. Tiene la particularidad de no tener un período fijo de celo (poliestrica anual),
lo que permite obtener corderos todo el año, esta temporada de cría larga, permite la producción
de corderos en diferentes épocas del año, (3 partos en 2 años) señaladas de hasta más del 130 %,
con altos porcentajes de pariciones múltiples, de 2 ó 3 corderos.
Su velocidad de crecimiento es sorprendente, logrando elevados rendimientos de la canal
(54 a 60%). Características de su clase, tales como tasa de crecimiento rápida, largo cuerpo, y
superior desarrollo muscular, las hacen ideales para el comercio de carne.
Sus carcasas de 20 a 25 kg, o aún más pesadas, son largas y se han destacado en las
competiciones australianas de carne ovina, por su muy buen ojo de bife y su buena carne magra,
y tierna, la cual posee, en sistemas productivos pastoriles, bajo contenido de colesterol y buena
relación de ácidos grasos Omega 6 / Omega 3.
Para situaciones donde el objetivo sea la producción de animales súper-pesados, pero
magros, la raza Poll Dorset aparece siempre como la primera opción, como así también se suele
utilizar en cruzamientos.
e) Texel:
Presenta gran interés por su fertilidad. Ya al año las corderas pueden tener corderos al pie.
Los mellizos son comunes después del primer parto, sin ser raros los trillizos.
El peso promedio a los 180 días pueden alcanzar los 50 kg. Su carne de excelente calidad
presenta aceptación por su sabor, su apropiado contenido de grasa, su color y fina textura.
Tienen una buena producción de leche, hasta 2 litros por día, lo que le da seguridad de
poder criar muy bien sus corderos en un mínimo de tiempo.
Su rusticidad permite la adaptación a cualquier tipo de campo en cualquier región del
mundo. Muy eficiente en la conversión de forraje a carne, incluso en periodos cortos de
crecimiento de forraje y de baja calidad del mismo. Presenta buena relación músculo/hueso y
grasa en esas condiciones, y puede transmitir esas características a la progenie. Se usa en
cruzamientos y en pureza.
f) Border Leicester:
Además de ser criada en pureza (no es común en nuestro país), es la raza más utilizada
para obtener hembras cruza F1 destinadas a la producción de corderos en sistemas de
cruzamientos de doble etapa (ver más adelante). En América del sur, Brasil y Chile poseen las
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mayores existencias. Hay buenos resultados con esta raza en esquemas de cruzamiento en el
INTA Mercedes.
Son animales de elevada fertilidad, prolificidad y habilidad materna y poseen además
buena conformación carnicera.
g) Ile de France:
Su formato corporal le permite producir animales de buena conformación, con un amplio
rendimiento en piezas nobles (pierna, chuletas), y bajo grado de engrasamiento. Su gran
velocidad de crecimiento es la más elevada de las denominadas razas precoces. El peso promedio
a los 70 días 32,5 a 35 kg para hembras y machos respectivamente.
Desde el punto de vista reproductivo, la raza presenta una prolificidad media de 140%, con
productores que han superado el 160%. Presenta amplia estación de cría. Las hembras poseen un
gran instinto maternal y una buena capacidad lechera, lo que le permite criar dos corderos sin
problemas. Sus excepcionales aptitudes para la producción de carne hacen que esta raza
produzca en cruzamiento con nuestras “razas base”, corderos de excelente calidad, tanto por su
rendimiento en piezas nobles como por la calidad de su carne, debido a su idónea infiltración
grasa. Se utiliza en cruzamientos terminales (industriales), probado en el INTA Mercedes, siendo
la cruza más conveniente en dichos experimentos sobre la raza Ideal.
2) Razas doble propósito.
Las razas doble propósito ya fueron descriptas en el capítulo de base animal y aquí solo las
mencionaremos. Dentro de estas encontramos a las razas base, a excepción del Merino. Dentro
de las razas doble propósito más comúnmente utilizadas en nuestro país encontramos las
siguientes:
ᘝ Corriedale (carne - lana cruza fina).
ᘝ Romney Marsh (carne -lana cruza mediana).
ᘝ Lincoln (carne - cruza gruesa).
ᘝ Ideal o Polwarth (carne - lana cruza fina/mediana).
ᘝ Criolla (carne - lana gruesa).
ᘝ Merino Dhone (lana fina- carne).
ᘝ Merino Multiproposito (lana fina- carne).
ᘝ Otras.
3) Razas compuestas.
Las razas compuestas no es una “categoría” considerada por todos los autores, pero se
mencionará. Aquí encontramos solo a la raza Pampinta, considerada como de triple propósito
(leche, lana, carne). Es cruza de Corriedale x Frisona y luego una retrocruza por Frisona (25%
Corriedale – 75% Frisona). En lo que interesa a producción cárnica, esta composición racial le da
mayor rusticidad, una buena prolificidad y una excelente producción láctea para la crianza de los
corderos.
4) Cruzas.
La producción de carne ovina a partir de producto de cruzamientos es muy común. Las
razas utilizadas para obtener los animales cruza, generalmente, afectan majadas locales, que
permiten un número considerable de vientres para los cruzamientos. Pueden ser Corriedale,
Ideal, Merino y Criollas por dar algunos ejemplos. Por lo usual, estas razas son los vientres,
mientras que los machos suelen comprender las ya mencionadas razas carniceras. Los sistemas
de cruzamiento se verán con mayor detalle a continuación.
III. Mejoramiento Genético Ovino aplicado a producción de carne.
Como todo plan de mejoramiento genético, para la producción de carne, el diseño implica tres
aspectos fundamentales:
1. Definir los objetivos.
2. Determinar los criterios de selección.
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3. Aparear los reproductores seleccionados.
Los objetivos a definir en un plan de mejoramiento genético para carne, es justamente una
buena producción de carne. Se podría afinar el objetivo, como por ejemplo podría ser, obtención
de corderos livianos para fin de año, o producción de corderos pesados durante todo el año, etc.
Estos caracteres a seleccionar, deben obviamente ser caracteres que generen ingresos. Así
tenemos caracteres:
1- Reproductivos: denominados caracteres maternos. Fertilidad, intervalo entre partos, habilidad
materna, corderos obtenidos/hembra/año, etc. Son de baja heredabilidad (5-20).
2- Productivos: denominados caracteres paternos. Ganancia de peso, eficiencia de conversión
alimenticia, peso al destete, peso al año, etc. De mediana a alta heredabilidad (25-40).
3- Calidad de los productos: denominados caracteres paternos. Calidad de la canal, rendimiento
de la res, rendimiento al despiece, etc. Alta heredabilidad (40-80).
Para determinar estos caracteres, en el caso de la eficiencia reproductiva, se observa la fertilidad
(% de ovejas servidas que paren corderos), la prolificidad (número de corderos nacidos por
oveja), la habilidad materna (se puede observar indirectamente de dos formas, la velocidad de
crecimiento del cordero y la sobrevivencia de éste).
Para los caracteres productivos, por ejemplo, se van pesando los corderos al nacimiento, al
destete, al año, etc., como así también la cantidad de alimento que consume cada cordero e ir
pesando día a día, para tener una idea aproximada de la eficiencia de conversión alimenticia y
ganancia diaria de peso. En el caso de la calidad de las canales, esto es necesariamente medible,
en este tipo de producción, pos-mortem, es decir en frigorífico.
Estos caracteres de selección se pueden determinar por tres métodos:
En tándem o escalonada, en donde se elige de un carácter a la vez.
El método de desecho independiente o simultánea con normas mínimas, en donde se
selecciona en forma simultánea, con respecto a cada uno de los caracteres, estableciendo
en cada uno de ellos, niveles de rechazo o de descarte, fuera de los cuales todos los
individuos son eliminados, no importando cuán buenos fueran en los otros caracteres.
Índice de selección, este método determina separadamente el valor para cada uno de los
caracteres seleccionados, y la suma de estos valores da la puntuación o índice total para
todos los caracteres. Los índices de selección combinan los caracteres importantes en un
valor o puntaje general.
Un sistema de apareamiento muy utilizado en la producción ovina de carne, como ya lo dijimos,
es el cruzamiento.
Con los cruzamientos se busca obtener vigor híbrido y complementariedad racial, para aumentar
la producción de carne. Hablamos de vigor hibrido o heterosis cuando el rendimiento promedio
de las cruzas recíprocas es superior al rendimiento promedio de los progenitores para ciertos
caracteres. Y la complementariedad se refiere al beneficio adicional que se obtiene al cruzar dos
poblaciones y que resulta, no de la heterosis sino, de la forma en que dos o más caracteres se
complementan entre sí. Los cruzamientos utilizados en estos casos son los “sistemáticos o con
fines comerciales”, y dentro de estos, los cruzamientos terminales o específicos.
En estos cruzamientos, se producen animales para faena, siendo la producción de los
reproductores realizada en otro sitio.
Cruzamientos terminales
a) Cruzamientos de dos vías.
b) Retrocruzamientos.
c) Cruzamientos de tres vías.
d) Cruzamientos de cuatro vías.
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De estos cuatro, los más utilizados para esta producción, son los cruzamientos a dos vías y a tres
vías o en doble etapa.
La primera, es la forma más simple de cruzamientos específicos, en el que animales de una
población A se cruzan de forma regular con animales de una segunda población B.
Generalmente, el progenitor macho del cruzamiento procede de una raza y el progenitor hembra
procede de otra, de modo que se obtenga el máximo beneficio de la complementariedad.
En ese caso, las dos razas parentales se denominan “línea paterna” y “línea materna”,
respectivamente. Evidentemente, para mantener las dos líneas como entidades separadas se han
de cruzar tanto machos como hembras dentro de cada una de ellas.
El cruzamiento específico de dos vías produce descendientes que son 100% heterocigotos en el
sentido de que tienen un gen de la población A y un gen de la población B en cada locus
(muestran 100 % de heterosis individual).
Los cruzamientos de dos vías no proporcionan ninguna oportunidad de que el criador se
beneficie de la heterosis materna o paterna, ya que los padres de un cruzamiento de dos vías no
son nunca cruzados ellos mismos, son siempre puros.
Ejemplos conocidos a nombrarse en la producción de carne ovina podrían ser:
Majada general criolla x Carneros Hampshire Down, de la cual las crías F1 se van, tanto machos
como hembras, a faena. Esta cruza podría ser Corriedale x Ile de France, Merino x Poll Dorset,
etc. Siempre con la misma metodología, la F1 a faena. Tener en cuenta que la mayor parte de la
majada base deberá ser encarnerada con machos de su propia raza, para mantener el número de
vientres puros; de lo contrario llegará un momento en donde no nos quedarán vientres para ser
cruzados. Y en el caso de los machos carniceros, generalmente se compran de cabañas, pero en
el caso de producirlos en el mismo establecimiento, deberá armarse una majada aparte de esta
otra raza.
Una forma mejor de explotar la heterosis tanto en los animales comerciales de la descendencia
como en la capacidad reproductiva de los progenitores es utilizar un cruzamiento de tres vías o
en doble etapa, en el que un animal del primer cruzamiento, AB, es apareado con un animal de
una tercera población, C.
Este cruzamiento permite una utilización total de la heterosis materna ya que la madre es 100%
heterocigótica. Permite también una utilización total de la heterosis individual ya que los
descendientes son también 100 % heterocigotos, siendo como promedio AC en la mitad de sus
loci y BC en la otra mitad.
Debido a su éxito en la explotación de la heterosis en el progenitor hembra y en los animales
comerciales, y debido también a que permite hacer uso de la complementariedad, este
cruzamiento se ha usado ampliamente por todo el mundo.
Para explicar este otro tipo de cruzamiento, lo dividiremos en dos etapas. 1°etapa:
Objetivo: obtener hembras cruza (F1): alta fecundidad y habilidad materna.
De esta primera cruza se obtiene la F1. Los machos F1 se destinan a faena y las hembras pasan
como vientres para la 2da etapa.
2° etapa:
Objetivo: corderos con alta velocidad de crecimiento y la calidad de la res. Aquí, todos los
corderos resultantes de la segunda etapa se destinan a faena.
Un ejemplo bastante interesante para este tipo de cruzamiento en la Mesopotamia sería:
Una majada madre Corriedale o Romney Marsh x Machos Border Leicester. Aquí los B.
Leicester aportan su ya conocida prolificidad y habilidad materna para las hembras F1 que serán
usadas en la segunda etapa. A esas hembras F1 se las cruza con machos bien carniceros como
puede ser Ile de France o Texel, obteniendo corderos F2 de buena conformación carnicera y
rápido crecimiento.
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De lo visto hasta aquí podemos mencionar cuatro alternativas para producir carne a partir de un
sistema productor de lana:
a) Cruzar y absorber por razas carniceras:
Ventajas: mayor producción de carne por cabeza; velocidad de crecimiento; calidad de carcasa
Condicionantes: disponibilidad de padres de razas carniceras probados y tecnología de manejo
de las mismas; necesidad de altos niveles nutricionales; deterioro de la producción de lana
b) Cruzar parte de la majada:
Es lo visto anteriormente en cruzamientos.
Ventajas: una parte de los corderos para la venta con mejor aptitud carnicera, y con otra se
mantiene la majada original
Condicionantes: deben tenerse altos porcentajes de señalada, para tener un número suficiente de
vientres para destinar a cruzamientos, para mantener la majada original.
Asegurar reemplazos para la reposición de la majada (con un margen de refugo adecuado),
destinando el resto a cruzamientos terminales.
En una majada Corriedale típica es necesario disponer unas 26 corderas cada 100 ovejas; para
permitir un margen mínimo del 10% de refugo, deberán nacer 29 corderas Corriedale puras.
Por lo tanto, la proporción que es factible utilizar en cruzamientos depende directamente del %
de señalada.
Disponibilidad de vientres para cruzamiento según el porcentaje de señalada
% de
señalada
% necesario para
reemplazos
% de
disponibilidad
55 100 0
60 92 8
70 79 21
80 69 31
90 61 39
100 55 45
120 45 54
Fuente: Adaptado de Cardellino (1992)
c) Cambio de estructura de la majada:
Ventajas: se mantiene la raza
Condicionantes: eliminar la categoría capones; mejorar índices de señalada; cambios en la
relaciones del precio lana/carne; tiempo necesario para el cambio.
Consiste en la eliminación de capones, manteniendo en el campo los vientres destinados a la cría
y borregas de reposición. En este esquema vamos a producir carne con dos categorías, con
corderos y ovejas de refugo.
Se podría plantear un esquema de producción de engorde de ovinos en pasturas de 9 meses al
año (marzo a diciembre), lo que equivaldría a 3 ciclos de invernada por año.
d) Cruzas terminales:
Es similar a los visto en cruzamientos, con la diferencia que aquí el productor adquiere animales
y solo se encarga de cruzar ambas razas y vender los corderos.
Ventajas: De los cruzamientos
Condicionantes: Abastecimiento de reemplazos y reproductores buenos niveles nutritivos.
Teniendo en cuenta las cuatro alternativas planteadas, en la situación actual, el cambio de
estructura de la majada y los cruzamientos terminales aparecen como las principales estrategias
que se pueden plantear a partir de los sistemas laneros de la Mesopotamia.
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Las cruzas terminales tienen la posibilidad de ser un negocio a corto plazo en la cual se puede
entrar y salir con cierta facilidad.
Las posibilidades que aporta a la producción de carne son: recibir los vientres de refugo de las
zonas extensivas como Patagonia o norte de la Mesopotamia; ampliar la oferta de carne ovina
durante todo el año (sistemas de producción más intensivos y controlados); producción de lana
en zonas no tradicionales (sacar dos vellones de lana de calidad, de los refugos por diente en
Patagonia); alternativa para la diversificación productiva y reconversión de productores de la
región del sur de la Mesopotamia.
IV. Manejo Reproductivo.
Todas las tareas anuales del establecimiento, incluida el manejo reproductivo, dependerán del
objetivo de producción.
En el caso de las ovejas, al ser poliéstricas estacionales, hay que tener en cuenta la estacionalidad
de cada raza. En el caso de las británicas como la Romney Marsh o la Lincoln son de muy corta
estación y por el contrario, la raza Dorset Horn y Poll Dorset son consideradas poliestricas
anuales, lo que nos da una mayor libertad para estacionar el servicio en diferentes épocas.
Para el caso de producción de corderos livianos para fin de año, tradicionalmente se utiliza, por
las ventajas descriptas en el capítulo de manejo reproductivo, el servicio de otoño (marzo y abril)
con una duración de entre 45 y 60 días, para que los corderos nazcan en agosto y septiembre y
poder destetar y mandar a faena los corderos con 90 o 120 días y alrededor de 20 a 25 kg de
peso, para las fiestas de diciembre y enero. Este tipo de servicio es el más utilizado en los
sistemas extensivos del país.
El otro caso sería en un sistema un poco más intensivo, en donde se puede apuntar a 3 servicios
en 2 años. Aquí se lograría la oferta de cordero en contra-estación. En este caso se acortan un
poco los días de servicio (30 a 40 días) y los animales deberán ser suplementados, los corderos
para llegar al peso de faena (liviano o pesado) ya que el destete se realiza tempranamente; y las
hembras para recuperar la CC para el siguiente servicio.
Un programa utilizado y probado en la zona mesopotámica y en la Patagonia es:
1º servicio en marzo; parición en agosto; y destete en septiembre. El 2º servicio es en noviembre,
con aproximadamente 30 días de descanso de las ovejas. La parición será en abril y con un
destete en mayo. El siguiente servicio (3º) sería en junio, antes de que caiga el porcentaje de
fertilidad (ver curva de fertilidad), por lo cual la hembra descansa muy poco. Aquí más que
nunca es fundamental el flushing. Los corderos de dicho servicio nacerían en noviembre y se
destetan en diciembre. Luego, la hembra descansa hasta el servicio de marzo (1º servicio), ya que
la hembra se encuentra en el bache de fertilidad de verano. Todos los corderos obtenidos por
estos servicios deben pasar a engorde hasta el peso de faena, sin importar si se venden como
livianos (20-25 kg) o pesados (35-45 kg), ya que se destetan con solo 10 a 12 kg. Según
experiencias realizadas con este tipo de manejo reproductivo, el servicio de junio presentó bajo
porcentaje de preñez, las causas más importantes se creen que fueron el clima, la calidad de las
pasturas y la gran disminución de la fertilidad.
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Para los que realizan un servicio al año, éste puede ser a campo, con la carga de carneros
correspondiente por categoría (borrega y oveja) y según región; aunque lo ideal sería realizar las
pruebas de capacidad de servicio, circunferencia escrotal y volumen testicular.
En el caso de realizar el método de 3 servicios en 2 años, es necesario realizar el servicio dirigido
o, lo ideal, sincronización de celo e inseminación artificial, ya que no contamos con suficiente
tiempo.
Para ambos caso se utilizarán retajos marcadores para detectar las hembras que no retuvieron y
de aquí realizar la tarea correspondiente, la cual puede ser eliminar éstas de la majada o darles
otra oportunidad. Para cualquier caso, principalmente el más intensivo, se recomienda la
confirmación con ecografía, que se realiza a los 26 días de gestación con una precisión mayor al
97%. Para determinar con certeza la gestación gemelar se recomienda hacerla a los 42 días. Esto
es importante para dar un manejo diferencial a las hembras melliceras.
V. Manejo Nutricional.
La alimentación juega un rol fundamental en cualquier tipo de producción, pero en la
producción de carne, es necesario un buen manejo para lograr niveles óptimos de producción.
Ésta, como dijimos, es otra de las tareas que se adaptan al objetivo de producción, ya que
en los sistemas tradicionales de producción de cordero liviano, lo común es la nutrición en
pastoreo extensivo, en pastizales naturales. Aquí es de gran importancia la carga animal asignada
a cada potrero, diferenciando en lo posible los distintos requerimientos nutricionales de las
diferentes categorías.
En los sistemas un poco más intensivos se suelen hacer pastoreos rotativos, con pastizales
naturales y muchas otras veces en pasturas implantadas. En otros casos se utiliza la combinación
de pastoreos (continuo y rotativo) para distintas etapas reproductivas.
Ya en sistemas intensivos, se realizan parte o la totalidad del engorde de los corderos con
alimentos concentrados y para los adultos pasturas implantadas y suplementaciones.
Nos vamos a centrar en la nutrición y alimentación de los corderos, que son los verdaderos
productos comerciales.
La alimentación de los corderos puede ser durante la lactancia, simplemente la pastura
natural en donde se encuentra junto a su madre, en la cual complementa con la leche a voluntad.
De este tipo de alimentación, sin manejo nutricional, solo puede pretenderse que el cordero
llegue para la fecha deseada (generalmente fin de año) con el peso mínimo de faena para cordero
liviano.
Una alternativa a esa crianza tradicional puede ser la suplementación al pie de la madre
(“creep feeding”). Siempre que se habla de suplementación, recordar que no debe superar la
mitad del consumo total por día.
Otra forma de alimentar a los corderos, en una forma semi-intensiva, sería la invernada de
los corderos, pudiendo ser básicamente de dos maneras: en praderas y en corral. Un experimento
realizado en la Mesopotamia por el INTA Mercedes, utilizaron como invernada praderas
compuestas por raigras tama, festuca, lotus rincón y trébol blanco, sembradas en abril,
fertilizándose con fosfato diamónico. Y en julio dieron comienzo al pastoreo con una carga
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animal de 14.4 corderos/ha. A la par la invernada en corral los corderos consumieron una ración
compuesta por 76% de pellet nutricional a base de trigo, 13% de maíz molido y 10% de paja
picada. En ambas invernadas se lograron cifras de 200g/día de GDP.
Ver trabajo completo en:
http://www.inta.gov.ar/mercedes/info/nyc/NyC%201997/N%20y%20C%20N%C3%B5%20322.
Estos son solo unos ejemplos. Esta modalidad es muy útil en corderos que no llegaron al
peso de faena de “corderos livianos” a fin de año (o sea que tenían menos de 20 kg de peso vivo)
y en lugar de venderlos antes del invierno como corderos livianos, en el mismo tiempo pueden, a
través de esto, sacarlos en 60 - 70 días con más de 35 kg de peso vivo, considerándose “corderos
pesados”, y con el consiguiente aumento de ingresos (más kg de carne por animal).
Otro sistema, también probado por el INTA es el que va acompañado de los “3 servicios en
2 años”, en el cual se realiza una nutrición diferenciada dependiendo del estado fisiológico de los
animales.
En este sistema intensificado, se realiza un pastoreo rotativo en pasturas naturales, rotando
las ovejas cada siete días y con encierre nocturno. Durante los 30 a 40 días de servicio se realizan
en un solo potrero pero con suplementación energética 15 días antes y hasta 15 días de
comenzado. En el último tercio de la gestación las ovejas son suplementadas. Desde la parición
hasta el destete (45 días aproximadamente) las ovejas permanecen en pastoreo continuo para
evitar el “aguachamiento” y con una carga adecuada para sus requerimientos (recordar que en
este momento son máximos).
Tanto la suplementación mencionada en el servicio, como la de la gestación se realizan con
200g de pellet de trigo/oveja/día. 15 días antes del destete (precoz) se puede realizar una
suplementación para que el cordero comience a habituarse al alimento (creep feeding).
Luego del destete las ovejas vuelven a pastoreo rotativo. Los corderos destetados pasan a
potreros naturales, reservados para ellos + suplementación con 50 g de pellet de trigo/animal/día,
y a los 30 días pasan a una pastura de Pangola y se suplementan ahora con 150 g/día.
Ejemplo de suplementación
Como dijimos, la suplementación no debe superar la mitad del consumo total de alimento
por animal por día. Si decimos que, como promedio una oveja de 50 kg consume el 3% de su
peso vivo, la suplementación no debería superar el 1,5% de ese peso vivo.
Si queremos suplementar debemos tener diferentes datos como ser: Requerimientos
nutricionales de la categoría a suplementar, composición de los alimentos a utilizar y la
combinación de ambos datos.
Por ejemplo:
Suplementar al 1% a corderos para engordar hasta los 50 kg que salen del destete con 30 kg.
Corderos en terminación (30 a 55 kg de peso) Composición de alimentos
Para este ejemplo utilizaremos el dato de proteína bruta, pero se puede realizar por ejemplo
con energía digestible, etc. Aquí trajimos el mismo cuadro de requerimientos de corderos en
terminación del capítulo de nutrición. Las cifras que nos interesan para el cálculo son ganancia
diaria de peso (GDP), porcentaje de proteína bruta (% PB) y los kg de peso corporal. Y en la
tabla de composición de algunos alimentos que colocamos más arriba, nos interesa en este
ejemplo el porcentaje de proteína bruta que contienen.
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Supongamos que vamos a suplementar con pellet de soja y con sorgo. Para ir de 30 kg a 50
kg que es nuestro objetivo, los corderos pasan por 2 tipos de requerimientos nutricionales, (el
que va de 30 a 40 kg y el que va de 40 a 50 kg), es decir que tenemos 2 GDP diferentes y 2
requerimientos de PB distintos. Por esto, en este ejemplo tendremos que hacer 2 raciones
diferentes, una para los animales desde que entran a engorde (30 kg) hasta los 39 kg y otra para
los que van de 40 hasta los 50 kg.
Luego de esto necesitaremos realizar un cuadrado de Pearson:
Aquí colocamos el % PB de cada alimento y el % PB de la categoría. Luego al porcentaje
mayor, le resto el menor en forma cruzada como se muestra en el gráfico. Después estos dos
resultados se suman y nos da el 100% de la mezcla (33). Los resultados obtenidos (28 y 5)
corresponden al porcentaje de cada alimento:
El siguiente paso es saber la cantidad ofrecida de esta mezcla.
La ganancia diaria para el cordero desde los 30 a los 40 kg es de 200g/día, entonces:
Para ir de 30 a 40 kg hay 10 kg de diferencia. Si estos animales ganan 200 gramos (igual a
0,2 kg) por día necesitaremos 50 días para ganar esos 10 kg.
40 – 30 kg = 10 kg 10kg/0,2 kg/día = 50 días
Hasta aquí logramos que los corderos en 50 días pasen de 30 a 40 kg con una mezcla de
alimento que contiene 84,4% de sorgo y 15,2% de pellet de soja para cumplir con el requisito de
PB para este peso corporal.
Ahora restaría sacar esa segunda ración de la misma manera que la recién descripta.
La ganancia diaria para el cordero desde los 40 a los 50 kg es de 250g/día, entonces:
Para ir de 40 a 50 kg hay 10 kg de diferencia. Si estos animales ganan 250 gramos (0,25
kg) por día necesitaremos:
50 – 40 kg = 10 kg 10kg/0,25 kg/día = 40 días
Para finalizar podemos decir que para engordar a estos animales desde los 30 kg hasta los
50 necesitamos 2 raciones diferentes, lo cual culminaremos en 90 días.
Recordemos que este fue un ejemplo de suplementación al 1%, por lo que el porcentaje
restante deberá ser aportado por la pastura.
Según la tabla de requerimientos, para la etapa de 30 a 40 kg el consumo diario es el 4,3%
del peso corporal y de 40 a 50 kg es el 4% del peso.
Un animal de 30 kg consume 1,3 kg/MS/día (que corresponde al 4,3% PV), por ende lo
correspondiente al 1% de suplemento sería 0,3 kg, o sea 300 gramos por día de suplemento en la
primera etapa y los restante lo obtiene de la pastura.
La segunda etapa (de 40 a 50 kg) será:
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Estos animales consumen 1,6 kg/MS/día (4% del PV). Si se suplementa con el 1%,
consumiría 0,4 (400 gramos)/día/animal, el restante 1,2 kg lo obtienen de la pastura.
VI. Sanidad en sistemas de engorde a corral.
El manejo sanitario que se realiza en los sistemas extensivos de carne, es similar a lo visto
en el capítulo de manejo sanitario, por lo que no lo trataremos. Nos enfocaremos más bien en las
patologías más frecuentes en la producción de carne en estabulación y semi-estabulación.
Acidosis ruminal. Es una afección producida por un desequilibrio en el pH del rumen.
Ocurre cuando los animales reciben bruscamente un cambio en la dieta, de una alimentación
pobre pasan a otra con gran cantidad de hidratos de carbono, fácilmente fermentables por las
bacterias del rumen. Esto genera un gran aumento de los ácidos producidos como productos de
esa fermentación bacteriana, lo que genera una acidez del ambiente ruminal, el cual afecta a
bacterias basófilas. De esta manera aumenta la flora acidófila generando un desequilibrio
bacteriano con síntomas a nivel digestivos. Esto es evitable mediante un buen manejo
alimenticio. Para lograrlo es necesario el acostumbramiento a los nuevos alimentos en forma
paulatina. Una forma probada es lograr este cambio en 15 días, en el cual, el 1º día se suministra.
Si la enfermedad ya se encuentra presente, es necesario suspender el nuevo alimento y recurrir a
forrajes de buena calidad, en conjunto con una antibioticoterapia.
Enterotoxemia (C. perfringens). Ya fue descripta en el capítulo de sanidad. Aquí se puede
evitar a través de la vacunación contra clostridiales y con el cambio paulatino de la alimentación.
Poliencefalomalacia. Es una patología producida por déficit de vitamina B1 (Tiamina).
No por deficiencia de vitamina B1 en la alimentación, sino por tiaminidasas que degradan esta
vitamina sin permitir el aprovechamiento de la misma por parte del animal. Estas sustancias
indeseadas suelen encontrarse en algunos alimentos en mala condición, en agua contaminada,
etc. se cree que por hongos. A través de un manejo adecuado de las fuentes de agua, y el buen
almacenamiento de los alimentos suele ser suficiente. Si ya está instalada la patología, es
necesario a la vez suplementar con vitamina B.
Coccidiosis. La coccidiosis (principalmente por Eimeria sp.) es una enfermedad
parasitaria por estos protozoarios, que afecta primariamente a animales jóvenes y adultos
inmunodeficientes o débiles. Es recomendable administrar junto con la ración de concentrado,
sulfamidas a dosis preventivas. Las mismas drogas son administradas (a dosis curativas) para
realizar el tratamiento de animales afectados previa coprología. Otra medida común en el
engorde a corral, es un coprológico antes de la entrada a la invernada y con una dosis de
antiparasitario de amplio espectro, como ser la ivermectina. Luego en recría se le realizan
coprológicos periódicos y cada 40 – 60 días desparasitación rotando el producto.
Pneumonías (P. hemolítica). Es una afección comúnmente observada en épocas frías. La
bacteria
Pasteurella frecuentemente está asociada al virus de la parainfluenza. Es necesario
realizar un manejo de las instalaciones, desifecciones en los corrales, almacenaje de alimentos en
lugares adecuados, etc.
Helmintosis G-I. Las parasitosis gastro-intestinales por los “gusanos redondos” son más
frecuentes en condiciones a campo, igualmente a través de los coprológicos y desparasitaciones
antes mencionadas evitamos la aparición de estas enfermedades en condiciones de estabulación.
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