183. Tributo al buen ronRon barato que dejas hedores sagrados

y te sumerges dentro de mi esófago pasando

por los valles de los duendes, dejando atrás

una estela de vicio intenso…

Llegaste ahora a mi estomago donde te recibo con fiesta,

son las cuatro y me hecho a reír hacia la otra dimensión,

bailo con una puta envuelta por fuego

y me decido a marcharme cuando tu vuelves a mi interior.

Te acercas con el suave cosquilleo de la mañana,

y te retraes dentro de un dolor que ya conociste

al filo de una navaja enterrada bajo tu almohada;

Tendrás que alzar vuelo en las horas de aun no entiendo,

salir afuera e irte como un perro sufriendo,

en cada esquina sin caer en el fondo del gris hermano,

dormir acompañado del sol que suda,

y te despiertas sin miedo sin haber desayunado.

Ron barato que dejas hedores sagrados

y te sumerges dentro de mi esófago pasando

por los valles de los duendes, dejando atrás

una estela de vicio intenso…

Déjate de pavadas ahora que te entiendooo.