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había advert ido muchos días anterioresun notab le estrago de variedades dehombres despedazados, bueyes, gana­dos menores , de carneros , puercos , ca­ballo s, et c. . de los que pa staban enaquellos contornos medio conocidos,sin poderse averiguar cuál fuese la cau­sa, hasta que pasando un Caminante poraquel sit io a poca distancia de las mon­tañas , reparó Y vi ó, que otro que ibamás adelantado que él, fue acom etidopor un Animal monstruoso, el qual consus garras lo destrozó en un instante, ylleno de un temor igual a tan gran peli­gro, se separó del camino, huyendo parala pr imer pob lación, donde hab iendocontado el suceso, llenó de pavor y es­panto a todos los vecinos, conociendoentonces el ignorado mot ivo de tantosestrago s; y discurriendo mudos com o li­brarse de semejante fiera, avisaron a loscircunvecinos Pueblos, para que comointeresados en el logro de ext inguir y verel enemigo que tantos daños causaba,consultasen el modo de ponerl o en exe­cución. Concurrieron todos a hacer unamontería a fin de darle caza, ó quitarle lavida: convinieron todos en seguir con suintento : se juntó un gran número degente proveídos de todas clases de ar­mas, llevando por guía al que les habíadado la not icia, y estando próximo al si­tio dond e él mismo había visto despeda­zar al Pasagero, de cuyo cadáver aún ha­llaron los despojos , se fueron aposen ­tando en la circunfer encia de la mon ­taña, donde á pocas horas vieron repen­tinamente aparecerse el monst ruosoAnimal que buscaban. Este horrendomonstruo era la magnitud de un Caballo;pero su espantosa cabeza á espec ie dela de un León; en ella tiene dos astas ámodo de las de un Buey: la punta de lanariz como un gran pico de Aguila : lasdientes de un gran León: colmillos de Ja­valí de á palmo y medio de largo : lasorejas muy caídas: quatro tetas comoBaca: el pecho poblado de pelo , los piescon garras muy largas: la cola de un Ba­silisco sobre seis palmos de largo , y lapunta como flecha: del espinazo le salenseis espo lones de Gallo; pero muchosmayores sobre todo el anca abaxo: enmedio del lomo tiene dos alas nerviosas,y todo el cuerpo cubier to de conchastan juntas y tan unidas, que las balas nole hacían el menor daño. Avista de tanformidable monstruo desanimáronse losque le perseguían, y mucho más viendoque del primer ímpetu dexó veinte y doshombres mo rtales , pues con sola unauñarada los hacia pedazos. Desistieron de

GAZETAS DE MEXICOt

COMPENDlO DE NOTIClt\'i

DE NUEVA ESPAÑAQue comprehenden 101 alIoI de 17.9. t J 17.91.

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POR DON MA~'UeL Al>70N10 YALDES.

TOMO QUINTO.

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su empresa. Y dieron cuenta al Baxá,quien mandó a dicha expedición un Regi­miento de Caballería y otro de Infantería,que se situaron en el parage que seacostumbraba ver dicha Fiera, la que enefecto apareció la tarde del día 15 de No­viembre del año pasado de 1787, é inme­diatamente que vió los Caballos acome­t ió con tal ferocidad a ellos , que seespantaron dichos animales de manera,que sin obedecer al freno ni a la espuela,echaron por t ierra á la mayor parte delos Soldados, de los quales muchos aca­baron en las garras de este monstruosoAnimal , y los que lograron escapar y aco­gerse en un inmediato Bosque, desde éleran testigos del estrago que padecían suscompañeros. La Infantería, formada en lafigura que en las evoluciones militaresllaman puerco espín , procuraron mar­chando con singula ~ unión, aguantar elímpetu de este monstruo, que la vista delmovimiento tan igual de la Tropa , lo ti­midó, y le hizo retirarse poco á poco alBosque, con lo que animados los Solda­dos , dieron en perseguirlo hasta lograrponerlo en una precipitada fuga, dandounos horribles ahul/idos que atemoriza­ban. Los que al princip io del ataque sehabian retirado al bosque, se hallaron ennuevo peligro luego que se entró en él elMonstruo, que añadiendo a su bravezanatural el furor que le causó la persecu ­

ci6n, todo lo que encontraba lo hacía pe­dazos ; y viendo uno de los Soldadosque estaban allí acogidos, que la Fiera seencaminaba hacia él, echó pies atrás y ellibertar la vida le anim6 a aguardarle, y

enrist rar la lanza tan oportunamente,que se la meti6 por la garganta, y cayómortal en tierra. No puede explicarse elgozo general que este tr iunfo ocasionó átodos los soldados , que recobrando va­lor acudieron á emplear sus armas en lamoribunda bestia, no logrando herirla ásu satisfacc ión, porque con el violentomovimiento de las ansias de la muerte, ysacudidas de la cola, derribó a muchos,que algunos murieron, y otros quedaronmuy mal heridos. El júbilo que causó lamuerte de este Monstruo fué generalpor todos aquellos Pueblos circunveci­nos. que estaban en el mayor conflicto ,pues en un mes, ademas de los ganadosde todas especies, se echaron menosquarenta y nueve personas conocidas:concurrieron á la montaña infinitas gen­tes para ver la Fiera muerta, la que fué

conduc ida en un Carro á Jerusalén ,donde se han sacado retratos para to­das las partes del Mundo .\\

TEXTOS YSILENCIOS

Por Ruxandra Chisa/ita

Si Julio Torri decía que " Toda la histo­ria de la vida de un hombre está en suactitud", el libro de Beatriz Espejo sepropone indagar, a través de las actitu­des literarias y cotidianas o públicasevocadas, en la historia tanto compro­bable como supuesta de los escritos yde los silencios del escritor. Autor"cuentagotas" como lo llamaríaAntonioCaso, Torri opta por concentrar en susmicrotextos una visión del mundo coti­diano, bajo el sello de la frase limpia de

todo ripio y llena de humor...Julio Torri -voyeurista desencan­

tado" da cuatro puntos de partida paracomprender la personalidad del escritor:a través de la correspondencia con Al­fonso Reyes, dentro del contexto de sugeneración, en relación con las mujeresy finalmente como escritor-escrutadorcuyo quehacer se halla en ambas partes,en la vida y en la contemplación: en elacercamiento y d istanciam iento del

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Por Perla Schwanz

LOS DEMONIOS DE LAJ~ILENGUA ~ LOSNOMBRES DEL AIRE w

EL DESPERT ARDE LASENSU A LIDAD

o.Iranee

a Torri desde los años ateneístas : " so­mos desterrados de no sé qué época ypaís... Estamos hechos para un mundoen que las cosas fueran más perfectas,el ambiente menos resistente a nuestroesfuerzo." Es esta confesión una pruebade que Torri ha experim entado -interior­mente- d istanc iam iento fr ent e a laépoca en la cual vivía y a la cual se habíaadelantado. ¿Peroes este mismo distan­ciamiento el que provoca la ironía, y quees en el fondo nosta lgia del punto devista ingenuo, puro? El sentimiento dedescoloca ción pudo haber surgido de laconciencia de haber creado " una obradestinada a un país desarrollado, aunqueno fuera el nuestro" .

Las voces de personalidades de la cul­tura y la literatura que evocan a Torri sonlas que lo han acompañado desde lostiempos del Ate neo; el retrato vivo re­sulta de la manera como se complemen­tan, reiteran o contradicen: porque talhabla sido Julio Torri. Los testimoniosmarcan épocas, momentos, act itudes li­terarias o existenciales de Torri escritor,maestro , amigo travieso, autor de anéc­dotas y frase s brillantes, hombre de pa­siones con fesadas y en su mayor parte,silenciosas .<)

Han aparecido en fo rma simultáneados libros de Albe rto Ruy Sánchez(México , D. F., 195 1): Los demonios dela lengua y Los nombres del aire, ambosson diferentes del giro realista, periodís­tico que ha tomado la narrativa mexi­cana más reciente; pensemos en Moriren el golfo de Aguilar Carnín, Arráncame

la vida de Ángeles Mastretta , Pasabanen silencio nuestros dioses de HéctorManjarrez o incluso Sombra ella mismade Alinne Peterson , no obstante su tonointimista.

Los demonios de la lengua, en una edi­

ción bellamente ilustrada , bien pud ierasituarse en la línea de libros más exten-

abandona proyectos de libros; el dolorante la muerte de la madre es diluido enpalabras planas; el matrimonio se quedapara siempre como potencialidad; sub­vierte la solemnidad porque lo int imida,porque lo congela . Le atrae el fracasocomo visión futura porque le parece vi­virlo; escribe un epitafio " negro" en vidacomo premonición y exorc ismo. SegúnBeatr iz Espejo, Torr i "comparte recur­sos distintos: su erudición, su fantasíade fórmula eficaz al entrelazarse con locotidiano, inscribiéndose en lo real ma­ravilloso."

El libro recoge múltiples juegos litera­rios de Torri -juegos que paradójica­mente lo obligan al abandono, una vezdescubiertos; con voces que se comple ­mentan; el traductor Torri reescribe aHeine, con quien identifica su propio es­píritu irónico y fantasioso, el comenta­rista en materia de artes plásticas quienderrocha sus descubrimientos en con­versaciones eruditas y nunca por es­crito, el descubridor de modalidades detexto como el artículo-relato fantást icopseudo-testimon ial que Borges cultivaríacon fidelidad, y cuyo único ejemplo en­tre los escritos de Torr i es: "E l monu­mento nestoriano de Sian-Fu y el doctorFrits von Holrn."

Destaca en la caracterización literariadel " voyeurista descencantado" el sen­timiento de exilio interior que acompaña

mundo ; poniéndose la vida y la miradaen oposición , se sugiere el distancia­miento necesario que impone el actocreador, la reelaborac ión artística con­trastando con la participación directa.Un quinto capítulo reúne las voces quereviven al Julio Torri ateneísta , lo recuer­dan como amigo y lo evocan como ma­estro.

Sin proponerse un análisis de la obrade Torr i, el libro se ubica en la encruci­jada de las vías de acceso al autor , to­mando en cuenta la necesidad de eluci­dar las particularidades de la producciónliteraria y las propuestas estéticas . Enotras palabras, de ofrecer pistas, clavesy señas para comprender qué clase deelementos conforman la voz literaria deTorri . de qué manera han adquirido co­hesión y el modo en que los textos y lossilencios se interpenetran a lo largo desu carrera literaria; interesa la teoría lite­raria implícita o -a veces- explícita ensu obra hacia la cual se orienta -comométodo de conocimiento y de autocono­cimiento- la creación . Estos dos mo­mentos de la escritura son perseguidosa través de los capítulos del libro , bajodiferentes aspectos .

Aparte, interesan a la autora las auto­definiciones de Torri , tanto para referirsea su estilo como para caracterizar el gé­nero que pract ica: " Cada vez escribopeor " ... "Yo trabajo ahora géneros deesterilidad como poemas en prosa ,etcétera." Se comprenden, por mediode estas afirmaciones, las difíciles osci­laciones entre el silencio y la palabra, im­puestas por su perfeccionismo perotambién por su conciencia de la indife­rencia divina (" A los ojos de Dios todovale lo mismo , o mejor dicho todo ca­rece igualmente de valor ...") frente atodo acto cumplido, zona ambigua enque se sitúan los textos de Torri . A lavez, interesa descifrar la actitud del " vo­yeurista desencantado" «siempre para­dójica : la timidez y el papel magisterial.apertura y disfraz usándose de la palabraescrita , descubrimiento y abandono devetas literar ias, horror ante la grandilo­cuencia explicativa y nostalgia por lasprimicias de los grandes temas, la condi­ción secreta de " príncipe incógnito " ,pero quien prefiere enamorar a las cria­das, placer y deseo y las maneras máselaboradas de subvertirlos , donjuanismoy trasfondo edípico. Quizás detrás deeste espíritu lúdico (Serge Zaitseff ve enTorri a un precursor de Cortázar, a unMacedonio Fernández mexicano) se es­conda siempre el temor: a veces, Torri

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