Download - Soy tercermundista
Soy tercermundista
Soy ciudadana de un país
tercermundista, llamado así
por permanecer fuera de la
Guerra Fría y por no escoger a
ninguno de los dos bloques
que se enfrentan en esta
guerra: ni el capitalismo ni el
comunismo. Países del tercer
mundo. Pero ¿Por qué nos llaman de esta forma? Seguramente por no querer
elegir entre ambos, mantenerse neutral… sí, pero ¿Habrá algo más?
Los ciudadanos, estamos convencidos, de que muchos de los procedimientos de
Estados Unidos y Rusia, no son los adecuados. Al hablar sobre esto, quiero decir,
que no me refiero a ninguna de sus ideologías o doctrinas, sino específicamente de
sus procedimientos. Personalmente, soy de la idea de que las ideas de los demás,
por muy descabelladas o equivocadas que sean, se deben respetar. Lo que piense
mi pueblo o más bien cada uno de sus ciudadanos, es diferente, no todos piensan
de la misma manera, sin embargo, estas “potencias mundiales” creen que su forma
de pensar, es sin duda la mejor de todas, tratando de convencer de ello a los
demás.
Que excelente sería que todos pudiéramos vivir en paz, donde cada uno tenga sus
ideales bien definidos sin que nadie tenga que imponernos los suyos. El error de los
norteamericanos, al querer que todos pensemos igual que ellos, no se dan cuenta
que si eso sucede, ya no seríamos humanos, que razonan, piensan y luchan por lo
que quieren sino, solamente máquinas, programadas para pensar sólo de una
forma, sin quejarse, sin reclamar y obedecer.
¿Cuántas veces hemos oído a los estadounidenses hablar sobre libertad? Pues, si su
ideología se basa en la explotación del hombre, solamente para demostrar quién es
el más fuerte y logra más ganancias y poder, no quiero participar de esta doctrina.
Si no respetan los derechos de sus ciudadanos, si proclaman algo y no lo aplican en
sus propios países, me pregunto ¿Qué harían en nuestro país? Tal vez lo que hagan
sea igual que en sus gobiernos, pero también existe la posibilidad de que sea peor
en el nuestro.
Libertad de expresión, es lo que dicen, pero en sus cárceles podemos encontrar a
sus mejores escritores; valientes que se han atrevido a decir las cosas como las
piensan, a decir la verdad
sobre su gobierno.
También, proclaman sobre
la libre determinación de
los pueblos, pero desde
hace ya mucho tiempo que
oprimen a diversas
naciones, para imponerles
sus ideologías, en vez de
asesorarlos para que ese
país en vías de desarrollo,
se convierta en uno “desarrollado” como ellos llaman. Lo peor es que, quieren
hacernos creer, que nos están ayudando, sólo porque nos quieren dar dinero, a
cambio de que apoyemos su doctrina. Sin embargo, se han equivocado.
¿Cómo es esto posible? Tantos atropellos cometidos por este país y encima de eso,
tenemos que pensar igual que ellos… nuestros ciudadanos, piensan diferente a
ellos, tal vez no todos tengamos la misma ideología de gobierno pero sí sabemos lo
que es justo y no dejamos que Estados Unidos, imponga su ideología en todos los
países iguales a nosotros: tercermundistas.
Por otro lado, los comunistas, Rusia. Ellos, también hablan de libertad y
democracia, pero al igual que Estados Unidos oprimen a otros países para que
compartan su ideología, con la excusa de ayuda económica.
Si bien es cierto, debemos siempre estar luchando por los derechos y sobre todo el
bien colectivo, sin embargo esto no justifica que se tenga que imponer una
ideología ante un pueblo para resolver estos problemas que con un poco de
esfuerzo por parte del gobierno, se podrían resolver sin tener que sucumbir ante el
materialismo y pensar más en el pueblo que necesita de sus gobernantes.
Los países poderosos, Estados Unidos y Rusia, deberían ayudarnos, pero no
dándonos préstamos, sino pagando precios más justos por nuestras materias
primas, pero principalmente deberían respetar nuestras costumbres e ideas y dejar
se imponernos las suyas. Las potencias deben ser tolerantes con los que piensan
diferente a ellos y dejar de disputarse el apoyo de los países mal llamados
tercermundistas.