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Page 1: Socavones en los ojos del guadiana

LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL SÁBADO 27 DE FEBRERO DE 2010

DAIMIEL20MEDIO AMBIENTE HUNDIMIENTOS DE TIERRA EN LAS VEGAS DE LOS RÍOS DAIMIELEÑOS

NIEVES SÁNCHEZ / CIUDAD REALAl menos siete socavones de entreseis y veinte metros de profundi-dad y unos diez de diámetro demedia en mitad del campo es lanueva imagen que está dejando lanaturaleza en la provincia. Con-cretamente en las vegas de los ríosGuadiana y Azuer a su paso por eltérmino municipal de Daimiel.Son fenómemos completamentenaturales que sorprenden por suespectacularidad, aunque a ojosde científicos y responsables mu-nicipales se trate de episodios«normales» en periodos de granhumedad. La Guardia Civil haacordonado por seguridad en elintervalo de una semana dos deestas ingentes cavidades detecta-das principalmente en fincas pri-vadas. Sin embargo, el alcalde dai-mieleño confirmó ayer a La Tribu-na que ya son siete los grandesagujeros en la tierra que han teni-do que señalizar a lo largo de es-tos días para evitar accidentes.

Precisamente, Ayuntamiento,científicos y Guardia Civil alertande la peligrosidad de caminar oentrar con cualquier vehículo enlos terrenos de las riberas, «ya queen cualquier sitio se puede abrirun agujero», apunta el regidor mu-nicipal, que advierte que el peligrono se reduce a los metros próxi-mos a las cavidades. «El riesgo seextiende entre 20 y 25 kilómetrosde vega en todo el término muni-cipal», delimitó.

Hace una semana el propieta-rio de una explotación agraria cer-cana a la N-420 (Daimiel-PuertoLápice), en pleno terreno de losOjos del Guadiana, informó a laGuardia Civil de un hundimiento,que los agentes procedieron in-mediatamente a acordonar por se-guridad. Fuentes de la Subdelega-ción del Gobierno en la provinciaexplicaron que este hueco cuentacon veinte metros de profundidad.Diez metros menos son los quetiene el segundo gran hoyo del quetiene conocimiento la Guardia Ci-vil. La alerta llegó el jueves y se tra-ta de un gran agujero que se haabierto a escasos metros de la la-guna Albuera, en el camino que vade Daimiel al Parque Nacional deLas Tablas.

Desde un todoterreno delAyuntamiento, recorriendo los ca-minos entre los molinos de Gri-ñón y Molemocho, el regidor deDaimiel atendió ayer por la tardela llamada de este medio. «Veni-mos de señalizar otro hundimien-to que se ha producido hoy. Vansurgiendo en cuestión de horas,de un día para otro y por el mo-

mento tenemos controlados siete,pero eso no quiere decir que ma-ñana (hoy) no nos avisen de más»,confirmó José Díaz del Campo. Latotalidad de los socavones se está

produciendo en fincas privadas, apesar de ser terreno de dominiode los ríos. Por lo tanto, según ex-puso el alcalde, lo único que pue-de hacer el Consistorio es señali-

zar la zona con el fin de que no seproduzcan incidentes. «Los due-ños del terreno saben perfecta-mente dónde deben pisar y metertractores y dónde no, la señaliza-

ción es para los curiosos, por esoel Consistorio siempre aconseja ala gente que no se salga de los ca-minos y carreteras, especialmenteen zonas de turberas».

La apariencia de los hundi-mientos es impresionante, a tenorde las imágenes. La tierra se man-tiene usualmente intacta por cier-to tiempo hasta que los espaciossubterráneos del acuífero (hay queimaginar un gran queso gruyere)se hacen demasiado grandes paraseguir dando suficiente apoyo a latierra de la superficie, que soportauna gran presión debido al gradode humedad que posee como con-secuencia de las intensas lluviasde las últimas semanas. «Por lotanto si no se cuenta con suficien-te apoyo para la tierra que está so-bre las cavernas subterráneas, en-tonces se produce el hundimien-to», apuntó el alcalde, que señalóque esta circunstancia se está pro-duciendo en zonas como las lagu-nas de Navaseca o Albuera.

Santos Cirujano, investigadorque desde 1992 dirige el equipodel CSIC encargado de estudiar laevolución de Las Tablas, aportauna definición ligada a la anteriorpara explicar hundimientos de tie-rra como los que han aparecido al-rededor de los doce kilómetros de

Imagen tomada ayer del socavón de diez metros de profundidad que la Guardia Civil acordonó el jueves en el camino de Daimiel a Las Tablas. / FOTOS: CARLOS SENDARRUBIAS

El hundimiento (socavón cercano a Albuera) se produce en mitad de la siembra y se hunde hasta alcanzar el acuífero.

Aparecen socavones en el campode hasta 20 metros de profundidadPeligrosidad. ElConsistorio señalizapor suelevadapeligrosidadhasta sietehundimientosen las riberasdelAzuer y elGuadiana yaconsejanosalirsedecaminos y vías

Causas. La excesiva humedad de la superficie por lasintensas lluvias presiona las turbas, que son desplazadassubterráneamente por el agua provocando aberturas.

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puede hundir meramente por pa-sear, romperse una pierna o hastamatarse, y no digamos si cayerauna máquina», sostiene el científi-co. Recuerda que un hombre tuvoque ser rescatado hace años deuna de estas cavidades que pue-den surgir en cualquier lugar.

DESLINDE. Pero no fue sólo en elpunto de la seguridad y la peligro-sidad en el que Santos Cirujano hi-zo especial hincapié. Fue muchomás allá y se refirió a que no es re-comendable que en esa zona sepractique actividad agrícola algu-na: «Lo que debería hacer ahora laConfederación Hidrográfica delGuadiana es deslindar el dominiopúblico hidráulico del Azuer y el

Guadiana para que los agriculto-res dejen de meterse en terrenoque le pertenece al río». Subrayópor un lado el cauce (porque el ríolo toma cuando crece su caudal),y la vega (porque tiene unas espe-ciales características naturales co-mo las que en estos momentos seestán produciendo).

La diferencia, matiza el investi-gador del CSIC, es que hace siglosel pueblo no estaba tan cerca delAzuer y la ribera era de la propie-dad del río. Sin embargo, arguye,«en la actualidad no se están res-petando los límites hidráulicos ypasa lo que pasa».

Aunque en un tono más vela-do, el alcalde José Díaz del Campomantiene la misma opinión. «Soy

extensión de los Ojos del Guadia-na (cuevas naturales que se ase-mejan a manantiales).

«Todo el terreno que rodea losOjos está repleto de turbas (mate-rial orgánico compacto). Cuandoéstas entran en combustión, en pe-riodos de excesiva sequía comoocurrió en agosto, su consistenciase mantiene. El problema es quecuando llueve con intensidad co-mo ha pasado estos meses la tierrasuperficial presiona a los vegetalesde las turbas que al mismo tiemposon arrastrados por el agua subte-rránea, dejando el hueco libre parael hundimiento de la tierra».

Sin embargo, en el caso del so-cavón que se ha abierto a 70 me-tros del camino al parque nacio-nal, cercano a la laguna, el investi-gador alude a que su origen es pordisolución de los yesos del terre-no, dependiente del nivel que ten-ga la laguna, que a su vez dependedel que lleve el Guadiana.

Sea como sea, Cirujano apuntaa que no es un hecho aislado yocurre en épocas de excesivasinundaciones. Llamó la atenciónde que históricamente éstas sehan producido asociadas al ríoAzuer. En concreto, la última(1997) dejó también socavones enel campo y hay constancia de epi-sodios similares en la vega de eserío y el Cigüela en el 1700 y 1800.

«El caso es que andar o circularpor esos terrenos es muy peligro-so, ya que cualquier persona se

un ferviente defensor de que la ri-bera de los ríos debe estar perfec-tamente delimitada, pero no aho-ra porque ha llovido, sino quecuando había sequía ya se debióhacer en las propiedades públicasy privadas». Al hilo de esto, rom-pió una lanza a favor de los agri-cultores de los que dijo que sonperfectamente conscientes y res-ponsables de dónde están. Aseve-ró: «Estoy convencido de que nin-gún hombre de campo pondría al-guna objeción si sabe que está enun sitio que no les corresponde».

FUENTE ARTIFICIAL. ManuelMartín Chacón es un agricultor dela zona, de 48 años. Posee tierraspor los Ojos y comparte la opiniónde que muchos «compañeros seestán apropiando de lo que perte-nece a la naturaleza». «Luego queno se lamenten», añade tajante.Explicó a La Tribuna, desde supuesto de melones en la N-420,que está ocurriendo lo nunca vis-to: «En mi vida he visto socavonescomo estos y tampoco que el aguacircule al revés. En vez de los Ojosa Las Tablas, que venga de Las Ta-blas aquí. Increíble. Están hacien-do del acuífero una fuente artifi-cial que mana de arriba a abajo. Elmundo al revés».

Este agricultor no anda muydesencaminado. Santos Cirujanoconfirma la misma línea: «Las Ta-blas están inundadas, no recupe-radas. Tiempo al tiempo».

Socavón en la zona de los Ojos sin señalizar y con unos diez metros de diámetro.

José Díaz del CampoAlcalde de Daimiel

”[ ]Loshoyosseabrenencuestióndehorasyencualquier lugar,deahíqueseseñalicenporsupeligrosidad

Santos CirujanoInvestigador del CSIC

”[ ]La CHG deberíadeslindar loslímites de dominiopúblico hidráulicodel río para quetodos lo respeten

Los socavones en el terreno son perfectamente visibles.

Detalle de uno de los Ojos del Guadiana, que se extienden por doce kilómetros.

LT / DAIMIELDaimiel sigue en alerta pese aque ayer el riesgo bajaba osten-siblemente al tiempo que retor-naba buena parte de las aguasal cauce del Azuer a su paso porDaimiel, según informaronfuentes municipales. A primerahora de la tarde la cota habíadescendido una media de 25centímetros, gracias a la treguameteorológica. Una de las deci-siones fue reabrir al tráfico elcamino que une el casco urba-no con el molino de La Máqui-na. Sí se mantendrá cerrada, encambio, la entrada a Daimieldesde Manzanares y Puerto Lá-pice por el paseo del Carmen.

El Ayuntamiento insiste ensu recomendación de evitardesplazamientos por estas zo-nas, sobre todo aproximarse alas riberas del río Azuer y elGuadiiana, según apuntó elconcejal de Agricultura, Ra-món Ruiz de la Hermosa.

No obstante, el fin de sema-na, en principio, no se daránlas condiciones idóneas paraplantear desplazamientos o vi-sitas rurales ya que el InstitutoNacional de Meteorología ad-vierte de rachas de viento queoscilarán entre los 100 y 120 ki-lómetros por hora en la provin-cia. De igual modo, se prevénlluvias en los próximos días,aunque no abundantes.

Los servicios municipalessiguen pendientes de las noti-cias que lleguen de los arroyosde la Alambra y Campanarioque desembocan en el Azueren La Solana y San Carlos delValle, respectivamente. El avisode lo que allí sucede se advier-te en el camino del Carrerón, aocho kilómetros del casco ur-bano. Por tanto, la crecida nosólo depende de la apertura delas compuertas del pantanoPuente de Vallehermoso, sinode que «las lluvias nos conce-dan una tregua», apuntabaRuiz de la Hermosa.

NIVEL DE AGUA Y ACUÍFERO.De continuar sin chubascos, elnivel de los desbordamientosseguiría descendiendo. A elloayuda la actuación en el moli-no de La Máquina donde seamplió el cauce procedente deZuacorta para que las aguas delAzuer corran río atrás ganandoterreno al Guadiana. Curso,que se sitúa a kilómetro y me-dio, es decir, a mitad de cami-no. Desde Aquagest, empresaencargada del servicio de aguasen Daimiel y de la medición delacuífero en los Ojos del Gua-diana se tiene cuantificada lasubida del nivel freático. Si enel mes de enero se fijaba en 30metros y 40 centímetros deprofundidad, en febrero ya seha notado una subida hasta los28 metros, por lo que los nive-les freáticos se han recuperadocasi dos metros en un mes.

Los serviciosmunicipalesmantienen laalerta ante nuevascrecidas de los ríos


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