Nota: La historia de las grandes revoluciones del siglo XX tanto
de carcter socialista como de nueva democracia- ofrece al
proletariado y a las masas populares del siglo XXI importantes
experiencias sobre la conformacin de las fuerzas armadas
revolucionarias que hicieron posible el triunfo de las
mismas.
Chu Teh [Zhu De] (1886-1976) fue un gran revolucionario y estratega
proletario, un destacado dirigente del Partido Comunista de China,
del Ejrcito Popular de China y de la Repblica Popular China. Junto
con Mao Tsetung, consagr su vida a la lucha por la causa del
comunismo y persever en la continuacin de la revolucin.
Reproducimos a continuacin el artculo escrito en 1933 por Chu Teh
Sobre algunos principios tcticos fundamentales, texto originalmente
insertado en la Antologa Campo de Batalla Rojo, editada en junio de
1933 por la Academia del Ejrcito Rojo de Obreros y Campesinos de
China. El texto ha sido extrado de Obras Escogidas de Zhu De,
Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekn [Beijing] 1986, pgs. 24-26,
y Gran Marcha Hacia el Comunismo lo hemos transcrito para nuestro
blog.SOBRE ALGUNOS PRINCIPIOS TACTICOS FUNDAMENTALES*
Chu Teh
Es prctica ciega aquella que se divorcie de la teora, y teora hueca
aquella que se aparte de la prctica. Esta es una consigna de las
academias militares de la Unin Sovitica, consigna que aconseja
combinar la teora con la prctica. El Ejrcito Rojo de Obreros y
Campesinos de China, creado en la Guerra Revolucionaria Agraria
antiimperialista y antifeudal, ha acumulado indiscutiblemente
muchas experiencias prcticas; sin embargo, debido a las
circunstancias que lo rodean, an le faltan, en trminos generales,
estudios tericos. Ante los ataques masivos que, al dictado y con la
ayuda de los imperialistas, han lanzado los caudillos militares del
Guomindang en sus cuatro campaas de cerco y aniquilamiento ** y en
vsperas de un choque directo entre el imperialismo y las fuerzas
armadas de los obreros y campesinos chinos, el Ejrcito Rojo,
encargado de la gran misin de llevar a cabo la Revolucin Agraria,
lograr la liberacin nacional, derribar el sistema feudal y
establecer el poder de los soviets*** a escala nacional, con mayor
razn debe mejorar sus habilidades militares tanto en la teora como
en la prctica, y sus mandos y comisarios polticos, sobre todo,
deben dar el ejemplo en este sentido. A continuacin, quisiera
formular, integrando las experiencias adquiridas en los combates
concretos con el estudio de la teora militar, los siguientes
principios tcticos fundamentales.
1. Los militares del Ejrcito Rojo deben aplicar la dialctica
materialista al estudio y empleo de las tcticas. Deben saber, antes
que nada, que todo est sujeto a cambios, que las circunstancias son
mutables y que, por consiguiente, es absolutamente inadmisible
seguir mtodos rutinarios e inmutables para mandar las tropas. En la
guerra, cada decisin la debemos tomar segn sean nuestras tareas, la
situacin del enemigo y las condiciones topogrficas. Puesto que
estos factores cambian a cada instante, deben variar en
consecuencia nuestras decisiones y, con mayor razn, los principios
que nos guen en el empleo de las tcticas. Por ejemplo, en los
encuentros inesperados hay que actuar con rapidez para adelantarse
al enemigo, mientras que en las ofensivas contra un enemigo en
actitud defensiva, es necesario dividir nuestras disposiciones en
varias etapas sucesivas: acercamiento, ataque, asalto, etc. Huelga
decir que tomar sopa y roer huesos son dos acciones
distintas.
2. Tanto las grandes agrupaciones de tropas como las pequeas
unidades militares deben, en cada accin ofensiva, elegir y
determinar una direccin principal de asalto y concentrar el mayor
nmero posible de efectivos en esa direccin para lograr un desenlace
decisivo. Y a las direcciones secundarias slo cabe destinar fuerzas
meramente suficientes para contener al enemigo; pero estas fuerzas
deben actuar activamente para atraer hacia s mismas la atencin del
enemigo y asegurar de este modo que sea ms fcil el ataque en la
direccin principal del asalto. Si se intenta atender bien a todas
las partes y distribuir por igual los efectivos, el resultado ser
la carencia de fuerzas por doquier, la inoperancia generalizada o
incluso el fracaso.
3. Por regla general, es necesario buscar, en lo estratgico, el
grueso de las fuerzas del enemigo y, en lo tctico, sus puntos
vulnerables. Si en la tctica se buscan exclusivamente sus puntos
fuertes para atacarlo, sus puntos dbiles se volvern fuertes. Una
vez que por ello resulte imposible conseguir la victoria en lo
tctico, ser difcil asimismo alcanzar el objetivo estratgico. Spase
que el triunfo total en un combate es la suma total de numerosos
xitos pequeos. Si uno no se molesta en conquistar pequeos xitos,
cmo podr alcanzar una gran victoria?
4. Para efectuar una accin coordinada entre grandes agrupaciones de
tropas, es indispensable conseguir que cada agrupacin o unidad, al
aceptar sus tareas, entienda con claridad lo esencial de las
decisiones de los superiores y la significacin que dentro de dichas
decisiones revisten las tareas que se le asignen. En el curso del
cumplimiento de sus tareas, las agrupaciones o unidades deben
mantener la comunicacin con los superiores para poder ejecutar
conjuntamente las decisiones de estos ltimos. En caso de que cambie
la situacin y la comunicacin quede interrumpida, deben saber obrar
con agilidad y resolucin en consonancia con las decisiones de los
superiores y las condiciones reales, sin que esto signifique que,
obrando con agilidad y resolucin, se pueda ir en sentido contrario
a las decisiones de los superiores.
5. La tarea principal del reconocimiento es esclarecer la situacin
del enemigo y las condiciones topogrficas para que los mandos tomen
una decisin adecuada. Por eso, los mandos de todos los niveles
deben, dentro del mbito de sus propias tareas, efectuar acciones de
reconocimiento. Sin embargo, semejantes acciones slo permiten
conocer hasta cierto punto la situacin del enemigo, y la falta de
informaciones completas se agrava sobre todo en los encuentros
inesperados. Por lo tanto, la necesidad del reconocimiento no debe
causar vacilacin e indecisin en los mandos, haciendo que
desperdicien una ocasin favorable. De este modo, es frecuente que
estos ltimos tengan que acudir a las avanzadas para anticipar el
reconocimiento a fin de poder tomar una decisin con prontitud y
dictar la orden adecuada sin dejar escapar la oportunidad.
6. Cuando las operaciones militares se efectan en zonas montaosas a
cargo de varias columnas paralelas, el hecho de que sean pocos y
estrechos los senderos y que difcilmente se encuentren caminos
paralelos adecuados obliga a alargar la formacin de las tropas en
marcha, retarda su despliegue, dificulta la coordinacin de unas con
otras y entorpece, en particular, todo cambio de lnea frontal. Una
fuerza inferior enfrentada en plena zona montaosa a un adversario
superior lograr paralizar indudablemente el movimiento de ste y
neutralizar sus refuerzos siempre que sepa aprovechar las
circunstancias antedichas y, recurriendo a medios tales como el
sigilo, la rapidez y el aplastamiento por partes, sea capaz de
concentrar, en el momento propicio para una accin decisiva, una
parte tan grande de sus efectivos que en el teatro de tal accin
decisiva resulte superior a una determinada columna enemiga, a fin
de poder aniquilarla resuelta y cabalmente para pasar luego a hacer
otro tanto con las dems columnas. En caso de que, hallndose en el
fuego cruzado entre varias columnas enemigas o encontrndose
asediada por ellas, nuestra fuerza tenga que asaltar a una de esas
columnas, debe tratar de mantener un arco interno relativamente
extenso como espacio de fcil maniobra y aprovechar los terrenos de
difcil acceso para contener las columnas enemigas restantes; si no
estn dadas estas condiciones, conviene asaltar a una determinada
columna enemiga por su flanco expuesto o por su retaguardia.
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(*) Texto originalmente insertado en la Antologa Campo de Batalla
Rojo, editada en junio de 1933 por la Academia del Ejrcito Rojo de
Obreros y Campesinos de China.
(**) Se refiere a la primera, segunda, tercera y cuarta campaas de
cerco y aniquilamiento, desencadenadas por el ejrcito guomindanista
contra las bases revolucionarias en el periodo de la Segunda Guerra
Civil Revolucionaria.
(***) Soviet, transcripcin fontica de la palabra rusa CoBeT,
significa consejo o consejo de representantes. Este fue el nombre
que se les dio a los rganos de poder creados en Rusia despus de la
Revolucin de Octubre. Durante la Segunda Guerra Civil
Revolucionaria, el poder establecido por el PC de China en diversas
partes del pas se denomin tambin poder de los soviets, y las zonas
bajo su control, zonas de los soviets.
Del gran estratega proletario y comunista chino Chu Teh y sobre la etapa de la guerra de guerrillas y el Ejrcito Rojo de Obreros y Campesinos de China (ms tarde denominado Ejrcito Popular de Liberacin) ver tambin en el blog de Gran Marcha Hacia el Comunismo:*Chu Teh: Cmo imprimir frrea solidez al Ejrcito Rojo (1931)*Guerra de Guerrillas VI Congreso del Partido Comunista de China (1928)*Cancin de los Soldados Rojos