Download - Síndrome metabólico. Ensayo
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA FACULTAD DE MEDICINA
SÍNDROME METABÓLICO
Samantha Ordoñez
Enrique Rafael Bonilla Macedo
Javier Girón López
Profra. BERTHA CASTILLO GONZALEZ
Lunes 23 de junio del 2014
1
ÍNDICE
1. Introducción………………………………………………………………….…….……….2
2. Historia y definición actual………………………………………….………….…………3
3. Criterios diagnósticos……………………………………………….………….………….4
4. Consideraciones epidemiológicas…………….…………………………………….…..6
5. Fisiopatología y manifestaciones clínicas..………………………………………….….7
6. Prevención……………………………………………………………………….………….8
6.1 Recomendaciones del aporte de macronutrientes en el tratamiento
nutricional de pacientes con Síndrome Metabólico………………….…………….9
6.2 Recomendaciones para el manejo de Síndrome Metabólico..………….…………9
7. Conclusión………………………………………………………………………….……....12
8. Referencias …………………………………………………………………………….….13
2
Introducción
Hasta en la medicina existen modas, actualmente la más sonada por los especialistas
es el Síndrome Metabólico, una enfermedad como afirman “compleja y en aumento”;
ésta ha llevado a la realización de una variedad de estudios piloto que llevan a pensar
en cómo desarrollar estrategias que impacten a la sociedad para su correcta
prevención. Se habla de la incidencia de cardiopatías y afecciones endócrinas
relacionadas con éste, de su relación directa con el sobrepeso y obesidad pero,
¿realmente conocemos al enemigo que amenaza nuestra salud? ¿sabemos cómo
hacerle frente?
Se utilizarán terminologías sencillas para presentar una recopilación de datos
relevantes en México que servirán en la creación del preámbulo necesario, enfocados a
la cultura de prevención y tratamiento; se busca divulgarla a personas interesadas en
aplicar las propuestas presentadas.
3
Historia y definición actual.
Desde hace casi un siglo se ha descrito la asociación entre varios factores de riesgo
cardiovascular, que hoy nombramos como síndrome metabólico. En 1923, Kylin
describió la asociación de hipertensión arterial, hiperglucemia y gota (hiperuricemia)1.
En 1947, Vague describió un tipo de obesidad androide asociada a hiperuricemia y
riesgo cardiovascular2. Estudios epidemiológicos, como el realizado por Framingham3,
han demostrado que los factores de riesgo cardiovascular en la mayoría de las
ocasiones se encuentran asociados. En 1988, Reaven4 describió a la agrupación de
intolerancia a la glucosa, hipertensión, hipertrigliceridemia y disminución del colesterol
HDL con el nombre de Síndrome X, destacando su asociación con la morbilidad y
mortalidad cardiovascular. A través del tiempo, el síndrome ha recibido diferentes
nombres, como: síndrome de resistencia a la insulina, síndrome plurimetabólico,
cuarteto de la muerte, síndrome dismetabólico cardiovascular, síndrome X, y más.
Varias instituciones han realizado estudios y consensos para realizar su propia
definición; entre ellas, la definición de la OMS es la más aceptada, agrupando como
componentes clínicos, antropométricos y bioquímicos: hipertensión arterial, dislipidemia,
microalbuminuria, obesidad, trastornos en la homeostasis de la glucosa y resistencia a
la insulina5. En contraste, la NOM-015-SSA2-2010 define Síndrome Metabólico como la
constelación de anormalidades bioquímicas, fisiológicas y antropométricas como
obesidad abdominal, intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión y
dislipidemia, que ocurren simultáneamente y pueden dar oportunidad o estar ligadas a
la resistencia a la insulina y, por ende, incrementar el riesgo de desarrollar diabetes
mellitus, enfermedad cardiovascular o ambas6.
Así, tenemos que el síndrome metabólico abarca un cuadro clínico amplio que asocia
varias enfermedades muy vinculadas entre sí, por lo que en todo momento ha
destacado por su complejidad e importancia preventiva por las complicaciones
metabólicas que conlleva.
4
Criterios diagnósticos.
La forma de presentación clínica del síndrome metabólico muestra una variación
fenotípica, es decir, no se manifiesta de la misma manera en todos los afectados; por
ejemplo, en un individuo puede manifestarse inicialmente con hipertensión u obesidad,
y en otro, como alteración de la regulación de la glucosa o de los lípidos u otros
trastornos7. Entonces, un individuo puede portar el síndrome sin presentar (aún) todos
los datos clínicos.
Por lo tanto, se debe reflexionar el hecho de que para diagnosticar tempranamente a
los individuos portadores de una triada metabólica se deben considerar primero los
factores de riesgo y los marcadores tempranos de la enfermedad que pudiera
presentar, y finalmente, elegir los criterios diagnósticos respaldados por alguna
institución –que realmente no difieren tanto entre sí-:
Medición
clínica
según el
criterio de
cada
institución:
OMS EGIR
ATP III
(tres de
los
siguientes)
AHA/NHBLBI
(tres de los
siguientes)
IDF
Insulino-
rresistencia
GAA, TGA, DM
tipo 2 o
disminución de
la sensibilidad a
la insulina más
dos de los
siguientes
Insulina
plasmática
> percentil
75 más
dos de los
siguientes
no no no
5
Obesidad
IMC > 30 y/o
relación
cintura/cadera >
0.9 en varones o
> 0.85 en
mujeres
Cintura ≥
94 cm en
varones y
≥ 80 cm
en
mujeres
Cintura ≥
102 cm en
varones y ≥
88 cm en
mujeres
Cintura ≥ 102
cm en
varones y ≥
88 cm en
mujeres
Cintura ≥
del umbral
definido
para dada
grupo
étnico
más dos
de los
siguientes
Dislipidemia
TG> 150 mg/dL
y/o HDL<35
mg/dl en
varones o <39
mg/dL en
mujeres
TG> 150
mg/dl y/o
HDL<35
mg/dl en
varones o
<39 mg/dl
en
mujeres
TG ≥ 150
mg/dL
TG ≥ 150
mg/dL*
TG ≥ 150
mg/dL*
O HDL <
40 mg/dl en
varones o <
50 mg/dl en
mujeres
O HDL* < 40
mg/dl en
varones o <
50 mg/dl en
mujeres
O HDL* <
40 mg/dl
en
varones o
< 50 mg/dl
en
mujeres
Presión
arterial ≥ 140/90 mmHg
≥ 140/90
mmHg
≥ 130/85
mmHg
≥ 130/85
mmHg*
≥ 130/85
mmHg*
Glucemia
GAA, TGA
o DM tipo
2
Glucemia
en ayuno
>110 mg/dl
Glucemia* en
ayuno >110
mg/dl
Glucemia*
en ayuno
>110
mg/dl
Otros Microalbuminuria
*O en tratamiento con fármacos. EGIR: Grupo Europeo para el Estudio de la Insulinorresistencia. ATPIII: tercer informe del Panel de Expertos del Programa Nacional de
Educación del Colesterol sobre Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipercolesterolemia en los Adultos. AHA/NHLBI: Asociación Americana del Corazón/ Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de los Estados Unidos. IDF: Federación Internacional de Diabetes. GAA: glucemia alterada en ayuno. TGA: tolerancia a la glucosa alterada. DM: diabetes mellitus. TG: triglicéridos. IMC: índice de masa corporal. 8
6
Finalmente, el conocimiento de lo anterior debe llevar a los lectores a reflexionar sobre
su propio estado de salud, comenzando con analizar si existen factores de riesgo en su
vida cotidiana relacionados con malos hábitos alimenticios, sedentarismo, tabaquismo o
antecedentes familiares, por citar algunos.
Consideraciones epidemiológicas.
La prevalencia del Síndrome metabólico puede variar de acuerdo con la definición
empleada, pero considerando la más común –la de la OMS- las estadísticas reflejan su
presencia en el 15% de los hombres y en el 10% de la mujeres que tienen metabolismo
de la glucosa normal, y en el 64% de los varones y el 42% de mujeres que presentan
alteración en la glucosa en ayuno o intolerancia a la glucosa. Hasta el 90% de los
pacientes con diabetes mellitus tipo 2 tienen síndrome metabólico. En algunas
revisiones se responsabiliza a la resistencia a la insulina del 6% de los casos de
enfermedad arterial coronaria no asociada a diabetes y hasta en un 45% en los casos
de diabetes. Además, al momento del diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 ya existen
anormalidades vasculares en 50% de los pacientes.9
Estos datos, aunados a las costumbres alimentarias de la población mexicana, llevan
inmerso un riesgo latente de complicaciones cardiovasculares para la población
mexicana, tomando en cuenta la prevalencia de factores desencadenantes como la
diabetes –que afecta a tantas familias- y el sobrepeso –sabiendo que México ocupa el
primer lugar mundial de sobrepeso en niños y el segundo lugar en adultos-.10
Fisiopatología y manifestaciones clínicas.
En la fisiopatología (patogenia) del síndrome metabólico están relacionadas
alteraciones en el metabolismo glucolipídico, estados proinflamatorios y protrombóticos;
como tal la patogenia es multifactorial11. La obesidad, la resistencia a la insulina y la
diabetes tipo 2 son las responsables de las principales anomalías presentes en el
síndrome, fundamentalmente la hiperglucemia, el aumento en la producción hepática de
VLDL, la hipertensión arterial, triglicéridos elevados y la estimulación de la proliferación
7
endotelial por acción en receptores endoteliales causante del inicio del proceso de
ateroesclerosis.
Otros factores que influyen en la generación del síndrome metabólico son12:
Las anomalías genéticas dirigidas a la sensibilidad a la insulina, lipólisis,
termogénesis, metabolismo de la glucosa, sustancias proinflamatorias, etc.
El sedentarismo dirigido al sobrepeso u obesidad, que puede condicionar el
aceleramiento de la aparición de la diabetes tipo 2 que provocará una
disminución de la sensibilidad a la insulina que conduce a un menor ingreso de
glucosa al músculo, tejido graso e hígado, y secundariamente a hiperglucemia;
con esto se estimulará un aumento en la producción de insulina que, finalmente,
dará la aparición de hiperglucemia con hiperinsulinemia.
Dieta hipercalórica o con alto contenido de grasas saturadas y colesterol.
Disfunciones endocrinas y hormonales.
Edad avanzada.
El consumo de fármacos del tipo de los corticoides, antidepresivos, y
antipsicóticos, puede dar lugar a la obesidad e intolerancia a la glucosa.
Así, las principales manifestaciones clínicas que presenta el síndrome metabólico son13:
Para ayudar a su entendimiento, todo lo anterior puede analizarse de la siguiente
manera:
Intolerancia a la glucosa Obesidad centroabdominal
Dislipidemia aterogénica Hipertensión arterial
Estados protrombogénicos Estados proinflamatorios
Arteriosclerosis Poliquistosis ovárica
Esteatohepatitis no alcohólica Lipodistrofias
8
Prevención
La prevención del Síndrome Metabólico es el eje que más énfasis ha tomado;
considerando todo el gasto en tratamiento, las autoridades han implementado mayor
cantidad de programas para evitar el aumento de la incidencia del mismo.
Acorde con ello, se resalta el aporte nutricional como parte de la prevención y se
proponen medidas sencillas que pueden implementarse, obteniendo buenos resultados;
esto queda constatado haciendo referencia al resultado obtenido por algunos
programas de investigación.14
A continuación se muestra una tabla que muestra porcentajes sobre el consumo
calórico diario que deben de tener los pacientes con Síndrome Metabólico; cabe
resaltar que cada paciente se trata con un perfil personalizado según la “anormalidad”
que se esté tratando.
9
*El ATPIII permite un incremento del total de grasa al 35% del total de calorías y una
disminución de los carbohidratos al 50%. Cualquier incremento en el aporte de grasa, debe ser a expensas de la grasa poliinsaturada o monoinsaturada.
Es de igual importancia proponer acciones referentes a la actividad física en personas con Síndrome Metabólico, por lo que también se muestra una tabla de recomendaciones en este ámbito:
Recomendaciones del aporte de macronutrientes en el tratamiento nutricional de
pacientes con síndrome metabólico (INCEP-ATPIII)15
NUTRIENTES CONSUMO RECOMENDADO
Grasa total* 25-35% del valor calórico total
Grasa polinsaturada >10% del valor calórico total
Grasa monoinsaturada >20% de valor calórico total
Grasa saturada <7% del valor calórico total
Colesterol total <200 mg/día
Carbohidratos** 50-60% del valor calórico total
Fibra diaria 20-30 gr/día
Proteínas Aproximadamente 15% del valor total
RECOMENDACIONES PARA EL MANEJO DEL SÍNDROME METABÓLICO15
ANORMALIDAD INTERVENCIONES DIETA Y
ACTIVIDAD FÍSICA
RECOMENDACIÓN
PRÁCTICA
Obesidad abdominal
Bajar de peso
Reducir el tamaño de las
porciones para una ingesta
baja en calorías
Incrementar la actividad física 30 min de ejercicio de
moderado a intenso diario
Hipertrigliceridemia
Bajar de peso Reducir el tamaño de las
porciones
Incrementar la actividad fisica 30 min de ejercicio de
moderado a intenso diario
Incrementar el consumo de
ácidos grasos omega- 3
Grasa de pescado por lo
menos una vez por semana
10
ANORMALIDAD INTERVENCIONES DIETA Y
ACTIVIDAD FISICA
RECOMENDACIÓN
PRACTICA
Hipertrigliceridemia
Incrementar la ingesta de
alimentos de bajo índice
glicémico
Reemplazar los
carbohidratos refinados por
legumbres, granos enteros, y
grasas monoinsaturadas
(nueces, aguacate, aceite de
oliva, aceite de canola)
Reducir la ingesta total de
carbohidratos
Reemplazar las gaseosas y
los jugos azucarados por
bebidas dietéticas
Limitar el consumo de alcohol
Limitar su consumo a no más
de 2 bebidas por día para
hombres y una bebida por
día para mujeres
Hipertension arterial
Incrementar el consumo de
frutas y verduras
Consuma más de 5
porciones de frutas y
verduras por día
Incrementar los productos
lácteos bajos en grasa
Consuma 3 porciones de
productos lácteos bajo en
grasa diariamente
Limitar el consumo de alcohol
Limitar su consumo a no más
de 2 bebidas por día para
hombres y una bebida por
día para mujeres
Bajar de peso
Reducir el tamaño de las
porciones para una ingesta
baja en calorías
Incrementar la actividad física 30 minutos de ejercicio de
moderado a intenso diario
11
Hipertensión Arterial
Reducir la ingesta de
carbohidratos totales;
reemplazarlos con grasa
monoinsaturada
Reemplazar los granos
refinados con granos enteros
(avena, arroz, integral, maíz,
y trigo entero) y grasas
monoinsaturadas (nueces,
aguacate, aceites de oliva o
canola).
Reducir la ingesta de sodio
Reducir la ingesta de sodio a
no más de 2.4 g por día o 6 g
de sal usando más especias
cuando cocina; leer en la
etiqueta el contenido de
sodio. Omitir el uso de salero
Nivel de glucosa en
ayuno, alto
Incremento de la fibra dietaría
(más de 30g/día)
Adicionar legumbres y gruta
por la fibra soluble
Bajar de peso
Reducir el tamaño de las
porciones para una ingesta
baja en calorías
Incrementar la actividad física 30 minutos de ejercicio de
moderado a intenso diario
Incrementar el consumo de
grasa monoinsaturada
Comer pescado, nueces y
aguacate. Use aceites de
oliva o canola en ensaladas y
para cocinar
Nivel de colesterol HDL
bajo
Parar de fumar Programa para dejar de
fumar
Incrementar la actividad física 30 min de ejercicio de
moderado a intenso diario
Reducir la ingesta de grasa
saturada
Reducir el consumo de
carnes rojas, mantequilla y
producto lácteos altos en
grasa
12
En cuanto a la actividad física, se refiere que actividades como ciclismo, natación y/o
actividades aeróbicas han mostrado beneficios; esto lo demuestra un estudio14 que
evaluó los cambios respecto a la sensibilidad a la insulina, reducción de triglicéridos,
IMC y los que se encuentran referidos a alteraciones metabólicas. (Para mayores
detalles e información, referirse al estudio).
Conclusión
El éxito depende de una eficiente y oportuna detección tanto en el debido tratamiento
integrado con las técnicas de población; el seguimiento e identificación de poblaciones
con factores de riego da la pauta para implementar los programas de prevención en
esos lugares poblacionales
Retomando lo que dice Restrepo, en general se requiere de una dieta balanceada que
cumpla con los requerimientos calóricos, sin incurrir en excesos, ni deficiencia de
ningún macro o micronutriente. Para generar una identificación de los factores de riesgo
es preciso motivar al paciente, para el desarrollo de estrategias que contribuyan a la
modificación de sus hábitos alimentarios y de su estilo de vida.
Concluyendo con los objetivos propuestos, se logró aportar una fuente de información
para los interesados en el tema expuesto, se constituyó una recopilación de información
básica -pero un tanto imprescindible- en cuanto al síndrome en general y en cuanto a la
prevención.
Finalmente, se deja en la conciencia que para la implementación de un programa eficaz
es imprescindible el uso de herramientas tanto de las ciencias sociales como de la
pedagogía para crear un impacto que logre un cambio positivo en los lectores,
contribuyendo así no sólo desde un punto de vista biológico y meramente científico,
sino también desde el ámbito social para dejar huella en la cultura de la población.
13
Referencias.
1 Kylin, E. (1923). Studien uber das Hypertonie-Hyperglyka „mie-Hyperurika‟
miesyndrom. Zentralbl Inn Med.
2 Vague, J. (1947). La differenciation sexuelle, facteur determinant des formes de
l'obesité. Presse Medl.
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Framinghan Study. J AM Med Association.
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http://dof.gob.mx/nota_detalle.php.
7 González Chávez, Antonio et-al. (2002). Consenso Mexicano sobre el Tratamiento
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2002/h021a.pdf
8 Carbajal, Horacio & R. Salazar, Martín. (2007). Síndrome metabólico: aspectos
clínicos. Su tratamiento. Federación Argentina de Cardiología. Recuperado el 15 de
junio de 2014, del sitio web: http://www.fac.org.ar/1/publicaciones/libros/tratfac/hta_0
1/metabolico.pdf
14
9 Rodríguez Porto, Ana Liz et-al. (2002). Síndrome metabólico. Recuperado el 03 de
Junio de 2014., de Revista Mexicana de Endocrinología. Sitio web:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-29532002000300008
10 Sobrepeso y obesidad. (2014). Secretaría de Salud del Distrito Federal. Recuperado
el 21 de junio de 2014, del sitio web:
http://www.salud.df.gob.mx/ssdf/index.php?option=com_content&task=view&id=4034
11 Reyes Toso, C., Delgado, A., & La porta, S. (2008). Síndrome metabólico origen,
fisiopatología y tratamiento. Argentina, Universidad de Buenos Aires. Recuperado del
sitio web: http://www.nutrinfo.com/biblioteca/monografias/sindrome_metabolico_fi
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12 Costa Fil, J. (2012). Síndrome metabólico. Fisiopatología. Argentina, Fundacion para
el estudio, la prevención y el tratamiento de la enfermedad vascular aterosclerotia,
institución afiliada a la Universidad de Buenos Aires. Recuperado del sitio web:
http://www.fepreva.org/curso/7_curso/material/ut3.pdf
13 Carrillo Esper, R, Sánchez Zúñiga, M; & Elizondo Argueta, S. (2004) Síndrome
metabólico. México. Universidad Autónoma de México, Academia Nacional de
medicina, Academia Mexicana de cirugía, Asociación Mexicana de medicina crítica y
terapia intensiva. Recuperado del sitio web: http://www.ejournal.unam.mx/rfm/no49-
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14 Márquez Arabia, J. J., Suárez, G. R., & Carolina Márquez Tróchez, C. M. T. (2013).
Intervenciones en el estilo de vida basadas en ejercicio en niños y adolescentes con
síndrome metabólico. Revista de la Facultad de Medicina, 33(2), 96-104.
15
15 Agudelo Ochoa, G. M., & Restrepo Mesa, S. L. (2014). Síndrome metabólico II: del
concepto a la acción en alimentación y nutrición. Perspectivas en Nutrición
Humana, 14(1), 97-116.