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XIV International Economic History Congress
Helsinki, Finland, 21 to 25 August 2006
Session 56
The economics of Latin American Labor
Organizer: James P. Brennan
Industria, trabajadores y empresarios en un espacio en transformación: el Gran Rosario,
Argentina (1958-1976): problemas y procesos1.
Mgs. Silvia Simonassi
(Centro de Estudios Sociales Regionales (CESOR) - Facultad de Humanidades y
Artes - Universidad Nacional de Rosario - Argentina)
El objetivo de la ponencia es analizar el proceso de transformación social y económica así como
reflexionar sobre las principales investigaciones que se han centrado en el proceso de transformación
industrial y la estructuración de las clases en uno de los más importantes cordones industriales de
Argentina, el que se extiende por la ribera del río Paraná y que tiene a la ciudad de Rosario como
núcleo urbano fundamental, entre los años 1958 y 1976. La elección del período obedece a que fue el
proyecto desarrollista de Arturo Frondizi el que abrió la región a las inversiones extranjeras, las cuales
complejizaron una trama social y económica de corte industrial previamente establecida. Durante el
período se produjo una importante reformulación de las relaciones de clase, al compás de la aparición
de un sindicalismo combativo con una fuerte presencia en las nuevas industrias de capital extranjero,
mientras persistía la antigua "burocracia sindical" en ramas de corte más tradicional. El empresariado
regional, por su parte, incrementó su presencia pública, expresada en Cámaras, Asociaciones y
periódicos a los fines de hacer frente al nuevo escenario industrial y social. No obstante la
heterogeneidad en las identidades políticas de los gobiernos nacionales y provinciales (desarrollistas,
1 Este trabajo forma parte de un proyecto denominado: "Cultura, poder y vida cotidiana en la estructuración delas relaciones sociales en el sector siderúrgico y metalúrgico del cordón industrial San Lorenzo-Rosario-SanNicolás, 1958-1976". En esta etapa las investigaciones están centradas en el denominado Cordón Industrial delGran Rosario y no se incluyen sino referencias parciales a los emplazamientos más al sur (especialmente SanNicolás y Villa Constitución).
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radicales, militares, peronistas) que se sucedieron a lo largo del período, pretendemos destacar la
continuidad de las políticas industriales y el crescendo de movilización social y política que
protagonizara la región. El análisis finaliza en marzo de 1976, cuando se inicia la dictadura más
sangrienta de la historia argentina y del Cono Sur y que en términos sociales y económicos significó la
aplicación de una política de desindustrialización y una traumática reformulación de las relaciones de
clase.
Si bien habremos de resaltar las heterogeneidades del proceso de industrialización (potenciadas
por las historias empresarias, las particulares culturas de fábrica y las singularidades de las experiencias
sindicales por sector) consideramos en este lugar a la región como un universo en sí mismo en términos
de estrategias patronales, obreras y estatales. Los congresos, reuniones y declaraciones empresarias
regionales, el tipo de movilidad de la fuerza de trabajo -que conforma un nutrido flujo de intercambios
cotidianos entre Rosario y las localidades circundantes-, las tendencias hacia la acción obrera conjunta
por parte de las corrientes clasistas de la región, configuran los fundamentos centrales de la
visualización de la región como un universo a ser explorado en su complejidad.
Por la importancia de la región en el contexto nacional, así como de los procesos que en ella
tuvieron lugar en el período, consideramos necesario establecer un balance provisorio -a los fines de
abrir una discusión más que de cerrarla - acerca de la producción académica existente sobre el
particular y las líneas posibles de investigación para el futuro.
Sobre el contexto regional: los procesos
La ciudad de Rosario constituía en el año 1960, una de las ciudades más densamente pobladas de
Argentina y allí se situaba uno de los núcleos industriales más significativos del interior del país. Las
profundas transformaciones producidas en la estructura productiva de la región tras el impacto de las
políticas desarrollistas, recién comenzaban a mostrar sus efectos. Grandes empresas de capital
extranjero complejizaban un panorama industrial de vieja data, especialmente centrado en la ciudad
misma. Como en Brasil, México y Chile, el proceso sustitutivo de importaciones se había edificado en
Argentina - especialmente tras la crisis de 1930- sobre una base industrial previa, producto de la
diversificación de actividades de una burguesía terrateniente que invertía en otros rubros con criterios
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claramente capitalistas2. La industria que emergió tras la crisis de 1930 en Argentina tuvo
características particulares: se trataba de una industria liviana destinada a suplir los productos que
requería el mercado interno, apoyada por políticas estatales - particularmente durante el denominado
peronismo clásico de 1943-1955 - tales como aranceles a la importación, supresión de barreras para la
compra de insumos, política crediticia beneficiosa, etc. Pero lo que sin duda marcó un sesgo distintivo
de la experiencia peronista (en relación con experiencias latinoamericanas contemporáneas) fue su
política redistributiva de ingresos a favor de los trabajadores urbanos, destinada a crear condiciones
propicias para el consumo de la producción industrial nacional. El incremento de salarios, los
beneficios en salud, vivienda y educación que recibieron los trabajadores formales y el propio
crecimiento de la cantidad de obreros industriales contribuyeron en este sentido. Este diseño funcionó
al menos hasta 1949, cuando el gobierno se vio obligado a tomar medidas destinadas a producir un
cambio de rumbo que atenuara los efectos de la crisis económica sin modificar sustancialmente las
condiciones de vida de los trabajadores urbanos, alrededor de los cuales Perón había construido su
movimiento político. La fórmula implicó una "vuelta al campo" a través de la total inversión de la
política del IAPI (Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio) de comprar barato a los
productores rurales para vender a mayores precios y así obtener divisas destinadas a la promoción
industrial. Esa modificación en el rumbo de la política económica estuvo destinada al estímulo de las
actividades agrícolas y su mecanización, de lo cual se derivaron las políticas de promoción a la
industria de maquinarias para el campo3. En la provincia de Santa Fe, para 1946 el sureño
departamento Rosario concentraba ya el 53% del total de obreros ocupados y el 32 % de los
establecimientos industriales de una provincia que contribuía con aproximadamente el 9% del total
nacional. La historia previa de la ciudad de Rosario como centro comercial de la pampa húmeda, con
una buena red de caminos y disponibilidad de servicios, la existencia de mano de obra abundante y su
disposición en los márgenes de un importante curso de agua, el Río Paraná, fueron factores todos que
contribuyeron a dicha concentración. El censo de 1946 mostraba que una abrumadora mayoría de
2 Sábato, Jorge: La clase dominante en la Argentina moderna, formación y características, CISEA-GEL, Buenos Aires, 1988.Para el debate acerca de la industrialización sustitutiva y la existencia de una base industrial previa: Lewis, Colin: "La industriaen América Latina antes de 1930", en Leslie Bethell (ed.): Historia de América Latina, Vol.7, Cambridge-Crítica, Barcelona,1991; Guillén, Diana: "América Latina frente a la crisis de 1929", en Revista Secuencia, Nº16, Instituto Mora, México, Nuevaépoca, enero-abril de 1990.3 Brennan, James: "El empresariado: la política de cohabitación y oposición" y Gerchunoff, Pablo y Damián Antúnez De labonanza peronista a la crisis de desarrollo, en Nueva Historia Argentina Vol VIII Los años peronistas (1943-1955),Sudamericana, Buenos Aires, 2002, Girbal-Blacha, N.: Mitos, paradojas y realidades en la Argentina peronista (1946-1955), Universidad Nacional de Quilmes Editorial, Bs. As., 2003 y Schvarzer, Jorge: La industria que supimos conseguir,Buenos Aires, Planeta, 1996.
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establecimientos pequeños predominaba sobre el total, aunque unos pocos concentraban algo así como
el 30% del total de los trabajadores. Las ramas características del período eran las destinadas al
consumo interno, particularmente alimenticias, metalúrgica, textil, madera y vidrio4.
Este contexto de crecimiento de la industria, sumado al clima predominante que subrayaba la
importancia de la industria nacional para el desarrollo económico, condujo a la proliferación de centros,
asociaciones y cámaras que en todo el ámbito provincial surgían reflejando en algunos casos la
existencia de específicos intereses por rama o sector industrial y en otras una todavía marcada
indiferenciación, amalgamando en una misma organización empresarios del campo, el comercio y la
industria. De los documentos producidos por el empresariado provincial entre 1947 y 1953 se
desprenden algunos acuerdos básicos, el más significativo de los cuales era la necesidad de articular
esfuerzos de unidad con el objetivo de posicionarse frente al Estado. Demandaban a las autoridades
participación en comisiones y organismos destinados a debatir tópicos vinculados a la industria tales
como la política impositiva y las tarifas de servicios. La crítica al excesivo centralismo ejercido por la
Capital Federal en el marco de la defensa de criterios federalistas era frecuente entre los empresarios
industriales y del comercio. A través de esas páginas se descubren también las divisiones políticas y las
lealtades enfrentadas que despertó el peronismo: mientras algunos empresarios clamaban por la
prescindencia política, un grupo significativo -en el cual no faltaban antiguos "prescindentes" y aún
iniciales opositores- , terminaron conformando la Federación Económica de la Provincia de Santa Fe
alineada con la CGE (Confederación General Económica), de inocultables buenas relaciones con el
gobierno. Justamente en virtud de ese postulado unificador que constituía el federalismo -construido
alrededor de la percepción de postergación y desamparo que vivir y hacer negocios en Rosario parecía
haber generado- reputados dirigentes empresarios de la provincia -pertenecientes a la rosarina
Federación Gremial del Comercio y la Industria, a la Unión Industrial de Santa Fe y a su Centro
Comercial y al Centro Comercial e Industrial del Departamento Castellanos, entre otros- , participaron
de las reuniones que confluyeron en la conformación de la CAPIC (Confederación Argentina de la
Producción, la Industria y el Comercio) primero y de la CGE después. No obstante, este proceso no
hablaba precisamente de lealtades políticas sino de la necesidad de incrementar su capacidad de
organización al compás del crecimiento de la industria y azuzados por el incremento de la presión
4 Presidencia de la Nación. Ministerio de Asuntos Técnicos, IV Censo Nacional de la Nación. Censo Industrial de 1946,Buenos Aires, 1952; Simonassi, Silvia: Historias de metal. Industria e industriales metalúrgicos de Rosario, 1943-1983,tesis de maestría inédita, 2004 y "Perfil industrial y dinámica social en la provincia de Santa Fe (1943-1976)", En Aguila,Gabriela (comp.): De los cordones industriales al eje de integración Mercosur (1940-2005), Tomo 11 de Barriera, Darío(dir.) Nueva Historia de Santa Fe, La Capital & Prohistoria Ediciones, Rosario, 2006.
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obrera que ahora contaba con el aval estatal5. En este sentido, en 1943 el gobierno nacional había
decretado la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión. El efecto directo que esta decisión
promovió en las provincias fue la creación de delegaciones regionales de la nueva secretaría en lo que
significaba la centralización de la política laboral. La política desplegada por el Secretario de Trabajo,
Juan Perón hacia las organizaciones sindicales impactó en la ciudad al compás de lo que acontecía a
nivel nacional. En Rosario, la voluntad de acercamiento a sectores del movimiento sindical quedó
expresada en la presencia del propio Perón en la asamblea ferroviaria de diciembre de 1943, tras lo cual
los trabajadores del riel fueron beneficiados con una serie de mejoras que consolidaron el vínculo con
Perón. Pero Rosario participó también de un proceso paralelo de desconocimiento de viejas
organizaciones especialmente dirigidas por comunistas, hacia las cuales Perón aplicó la política de
conformar sindicatos paralelos. Tal fue el caso de la creación de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM),
que vino así a disputar con éxito su lugar de representación del pujante movimiento obrero metalúrgico
al Sindicato Obrero de la Industria Metalúrgica (SOIM)6.
Un espacio en transformación. El cordón industrial del Gran Rosario
A principios de la década de 1950 se replanteó el proceso de desarrollo industrial: la insuficiencia de
los capitales nacionales, la obsolescencia técnica, etc., tendieron a generar cierto convencimiento de que
las empresas extranjeras serían portadoras del dinamismo que requería la industria. Por cierto tampoco
estos eran planteos aislados, se daban en un contexto en el cual las empresas extranjeras ampliaban su
radio de inversiones y encontraban receptividad en más de un país latinoamericano. Si bien durante los
últimos años del gobierno peronista se reformuló la relación con los capitales extranjeros para recuperar
los índices industriales fue durante el período frondicista (1958/62) cuando se produjo la más importante
"apuesta al capital extranjero": el estímulo a las industrias de base como presupuesto de la independencia
económica (sector energético, industria siderúrgica y petroquímica), la modernización agrícola y la
atracción de capitales extranjeros para su radicación en el sector industrial, produjeron un fuerte estímulo
a ramas como petroquímica, metalmecánica, siderúrgica. Crecían las fábricas autopartistas, las de
5 Logrippo, Adelaida: Las fuerzas económicas argentinas: antecedentes y desarrollo actual, Ediciones Proinco, Rosario,1954.6 Badaloni, Laura: Políticas de bienestar y control de la movilización social, 1943-1955", en Oscar Videla (comp.): El sigloXX. Problemas sociales, políticas de Estado y economías regionales (1912-1976), en Tomo IX de Darío Barriera (dir.)Nueva historia de Santa Fe, op.cit.; Badaloni, Laura y Simonassi, Silvia: "...Por lo menos hemos salvado el honor". Los
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maquinaria agrícola, las de química fina y farmacéutica, y esa expansión se extendía a algunos pueblos de
Santa Fe, Córdoba y Mendoza, además de Buenos Aires. Aproximadamente el 24% del total de las
inversiones del período se radicaron en la provincia de Santa Fe, configurando un proceso de
intensificación del desarrollo industrial en la provincia, continuado hacia fines de los '60, cuando un
segundo impulso al ingreso de capital extranjero se produzca tras el golpe de Estado de Onganía en 1966.
Ya sin Onganía y con Aldo Ferrer al frente del Ministerio de Economía, se retomó la apuesta al capital
nacional7.
El mapa de la distribución industrial nacional y provincial se había modificado, aunque exhibía
algunas continuidades. Uno de los procesos más característicos fue la conformación de un importante
cinturón industrial en las márgenes del Paraná, en el sur de la provincia, con eje en la ciudad de Rosario
pero cuya principal novedad era que desbordaba sus límites para extenderse a las localidades hacia el
norte incluyendo el vecino departamento San Lorenzo (donde en 1937 se había instalado una destilería de
petróleo). Es hacia fines de los ‘50 cuando el mayor dinamismo industrial se trasladó del departamento
Rosario al vecino San Lorenzo, conformándose lo que se conoció como el cordón industrial Gran
Rosario, por las márgenes del Río Paraná desde la localidad de Puerto San Martín en el norte hasta Villa
Gobernador Gálvez al sur. Las razones para la elección de este espacio por parte del capital extranjero
residieron en la disponibilidad de agua, gas, petróleo y fuerza de trabajo: el área constituía el punto
terminal del oleoducto Campo Durán-San Lorenzo, disponía de espacios libres sobre el río Paraná con
acceso ilimitado a un recurso fundamental -el agua- y existía una infraestructura administrativa
disponible. Así, en 1963 el ritmo de crecimiento anual del departamento Rosario fue del 5,4%, y el del
departamento vecino del 15,5%. Este último mostraba un predominio de las ramas petróleo, papel y
productos químicos. Allí, entre 1954/1963 se produjo un rápido crecimiento en el número de trabajadores
industriales -aproximadamente el 27%-, mientras en Rosario decrecía y en la provincia se incrementaba
pero a un nivel mucho menor (Ver cuadros I y II). En virtud del dinamismo de la industria en la zona del
cordón industrial, la provincia de Santa Fe expandió el empleo a un ritmo mayor que el total nacional8.
industriales metalúrgicos en un contexto de conflictividad laboral. Rosario, 1947-1948", Avances del Cesor, Rosario,Vol.V, primer semestre de 2005.7 Schvarzer, Jorge: La industria que supimos conseguir, op.cit.8 Rofman, Alejandro, Carlos Cristiá y ot: Prediagnóstico de la estructura productiva del Area Gran Rosario, Municipalidadde Rosario, Comisión Coordinadora Urbanística, Ferroviaria, Vial y Portuaria para la ciudad de Rosario, Rosario, 1971 (lainvestigación había sido realizada en el año 1969) y Cristiá, Carlos y Rofman, Alejandro: "Formación y desarrollo del aestructura productiva del área metropolitana del Gran Rosario e hipótesis acerca de su comportamiento reciente", en Revistade la Sociedad Argentina de Planificación, Rosario, Año I Nº1, setiembre de 1970; "Rofman, Alejandro: Notas acerca de laconcentración en el crecimiento industrial actual del Area metropolitana de Rosario, Centro de Estudios Urbanos yRegionales, Instituto di Tella, Buenos Aires, 1974.
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El cambio de fisonomía de la región fue notable: al compás de la instalación de fábricas de maquinaria
agrícola como John Deere y Massey Ferguson o petroquímicas como PASA y Duperial, todas
pertenecientes a las ramas dinámicas de la industria, con una tecnología más compleja, con elevados
índices de productividad, empleadoras de trabajadores calificados y mejor pagos, se modificaba el
panorama social de la región. Concentrados fuera de los límites de Buenos Aires, en provincias como
Córdoba o Santa Fe, los trabajadores de estas nuevas industrias no demoraron en organizarse y pasar a
dibujar un proceso de movilización social novedoso, combativo y antiburocrático9. El dinamismo de la
región se multiplicó por la instalación y puesta en producción definitiva de la acería estatal SOMISA, en
la ciudad bonaerense de San Nicolás. Nuevos planes de modernización fueron encarados por el Estado a
partir de 1966, aún beneficiando a empresas privadas como Acindar y Siderca, fundamentalmente
proveyendo infraestructura. Esto amplió aún más el área de instalación de industrias, hacia el sur
incluyendo el departamento y la ciudad de Villa Constitución, donde Acindar había generado
encadenamientos productivos que habían convertido a la ciudad en un importante núcleo industrial. Más
al sur, ya en territorio bonaerense, SOMISA había dado sentido a un proceso de similares características.
Al mismo tiempo, subsistía particularmente en la ciudad de Rosario, la antigua industria de gestión más
tradicional, de menor tamaño y de capitales nacionales, con claros índices de obsolescencia técnica. Junto
a ellas una cantidad de empresas medianas de capital nacional y regional se tecnificaba y ampliaba la
escala de producción, especialmente las fábricas de maquinaria agrícola y autopartes.
Según el censo provincial de 1960, más del 60 % de los establecimientos industriales estaba
concentrado en los departamentos del sur. Rosario, San Lorenzo y Villa Constitución representaban a
fines de 1960 el 11% de la superficie territorial, el 60% de la población y del empleo industrial y el
70% del producto industrial de la provincia. Santa Fe participaba hacia mediados de los 60 de un 12%
de los establecimientos manufactureros y casi el 10% de la producción y del personal ocupado del total
nacional.
Una sociedad en transformación
La resistencia a los planes de estabilización -encabezada por una dirigencia alternativa a la
anquilosada dirección sindical peronista y con base en las industrias de reciente instalación- produjo
9 Viano, Cristina: "Una ciudad movilizada, 1966-1976", en A.Pla (coord.): Rosario en la historia (de 1930 a nuestros días),Tomo II, Rosario, UNR Editora, 2000.
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sobre el final de la década de 1960, intensos procesos de movilización social y laboral que pusieron en
cuestión al gobierno de Onganía y que sacudieron otros núcleos dinámicos del interior, notoriamente
Córdoba. Tras las jornadas del Rosariazo de 1969 se incrementa notablemente la intensidad del proceso
de conflictividad social, complejizado por el incremento en la región del accionar de las organizaciones
guerrilleras.
En términos de políticas estatales el proceso característico de la década fue la creación y organización
de una amplia red de organismos, instituciones y personal técnico destinada a brindar apoyo y estímulo a
la industria. Convencidos de que la industria constituía el motor del desarrollo nacional, funcionarios,
técnicos y profesionales contribuyeron a crear y difundir un pensamiento técnico que se tradujo en la
realización de diagnósticos a partir de los cuales modificar la realidad instrumentando políticas de
desarrollo. La provincia de Santa Fe se destacó particularmente en este aspecto a través de la existencia
de un aparato técnico-profesional10. Volveremos sobre el particular. El gobierno provincial - inspirado en
su contraparte nacional -, adquirió un particular dinamismo desde la perspectiva de las políticas
industriales, en especial durante las gestiones del gobernador desarrollista Carlos Sylvestre Begnis
(1958/1962 y 1973/1976). Durante su primer período al frente del gobierno provincial se propició la
atracción de recursos hacia ramas específicas de la economía, la creación de incentivos para instalación
de nuevas industrias y el desplazamiento de la inversión hacia zonas menos desarrolladas de la provincia.
Las vías elegidas, como en el resto del país, fueron las exenciones impositivas, el impulso a las obras de
infraestructura, concesión de créditos de fomento, ayuda técnica, etc. La continuidad con el posterior
período militar en la provincia (1966-1973) es notable, aunque las herramientas institucionales no sean
las mismas. Durante la dictadura de Onganía, a partir de 1966 se dio impulso a nivel nacional a la
planificación económica, a través de la creación del Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE). La
provincia de Santa Fe participó de este proceso mediante el Consejo Provincial de Desarrollo
(COPRODE), presidido por el gobernador de la provincia y destinado a estudiar los antecedentes y
recabar la información necesaria a los fines de la planificación provincial. La preocupación por el
desarrollo económico estaba sólidamente vinculada a la creciente inquietud por la seguridad interna
potenciada en el continente a partir de la Revolución cubana de 1959.
10 Schvarzer, Jorge: La industria que supimos conseguir, op.cit.; Sgrazzutti, Jorge: "Industria y desarrollo: el caso del AreaMetropolitana del Gran Rosario (1958-1974)", Rosario, 1991, mimeo; Calgaro - Prémoli: La organización jurídicoinstitucional y la Prefectura del Gran Rosario, Cuadernos de Trabajo Prefectura del Gran Rosario Nº8, Rosario, noviembre de1971.
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La política de estímulo a la producción industrial contó con el apoyo de sectores importantes del
empresariado provincial, expresadas en la participación -de carácter consultivo- en distintas instancias
de gestión estatal (Instituto de Fomento Industrial, Comisión de Parques Industriales, directorios de
bancos, etc.). Durante la gestión desarrollista empresarios santafesinos fueron convocados para ocupar
cargos en la banca estatal nacional. Las principales tensiones surgidas durante el período obedecían a
las diferencias surgidas a partir de la instalación de industrias de capitales extranjeros en la provincia,
lo cual despertó airadas críticas y reparos en aquellos casos en los cuales se temía la competencia
desventajosa con el capital nacional. Durante el período los metalúrgicos de la provincia adquirieron
particular protagonismo: la conversión de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rosario en
Asociación (1967) así como la edición de un periódico propio, Ideario Metalúrgico (1969) se enmarcó
en este proceso de fortalecimiento de la identidad frente al Estado, los trabajadores y las fracciones
concentradas del capital extranjero. Los dirigentes de las cámaras de maquinaria agrícola y
autopartistas se convirtieron en importantes grupos de presión.
Estas características: concentración de la población y la actividad industrial en el sur de la provincia,
presencia de industrias de vieja instalación con grandes plantas de capital extranjero, elevado grado de
conflictividad social, radicalización social y política, configuran el panorama que heredaron las nuevas
gestiones peronistas de 1973-1976. Si bien la puja distributiva disminuyó para más tarde reaparecer con
toda su fuerza, otros fueron los ejes de demanda de los trabajadores en el agitado panorama socio-político
del período. A la lucha por el control de las condiciones de trabajo dentro de las fábricas y contra los
despidos, se sumaron las pugnas entre la dirigencia sindical tradicional y las corrientes antiburocráticas y
combativas que actuaban en el mundo del trabajo. El crescendo de movilización social y laboral fue
respondido en diversas ocasiones de forma represiva: tal fue el caso de un proceso de escala regional que -
con epicentro en la vecina ciudad de Villa Constitución - derivó en las detenciones de activistas y
dirigentes obreros del cordón norte de la ciudad11.
11 En marzo de 1975 se desató una "acción antisubversiva en Rosario y zonas cercanas" a cargo de fuerzas conjuntas de laPolicía Federal y Provincial y la Prefectura Naval, tras el supuesto desbaratamiento de un "complot extremista" destinado aparalizar, "mediante formas guerrilleras", la industria pesada de los márgenes del Paraná, entre Rosario y San Nicolás. Lascalles de la ciudad de Rosario se vieron súbitamente inundadas de efectivos policiales, las rutas que conectan ambasciudades y las principales arterias de Rosario sometidas a exhaustivos controles y la zona ribereña poblada de agitadosagentes de Prefectura. El comunicado oficial aludía a un "complot de características inusuales en la Argentina", queconsistía en una "vasta operación subversiva terrorista puesta en marcha por una deleznable minoría antinacional". Elapartado 2 del comunicado oficial desnudaba las verdaderas intenciones. Allí se advertía que parte del supuesto planconsistía en "copar y usurpar las delegaciones gremiales de la zona para instalar direcciones ilegítimas con el fin dedominar las reacciones de los trabajadores e intimidar por cualquier medio a empresarios y dirigentes". En el mes denoviembre de 1974, una dirección sindical combativa, antiburocrática y opositora al líder metalúrgico Lorenzo Miguel,había triunfado en las elecciones sindicales de la Seccional Villa Constitución de la UOM. La lista Marrón, liderada por
10
Problemas, preguntas y estado de la cuestión
1.- Industria y espacio
¿Cómo han abordado la historiografía y las ciencias sociales en general el proceso de
transformación industrial? Las investigaciones sobre la estructura productiva de la región justamente
nacieron de las preocupaciones de funcionarios y profesionales por la planificación, el "desarrollo" y la
descentralización regional. Tal como adelantamos, la creación y difusión de un pensamiento técnico
produjo una importante profusión de investigaciones y publicaciones orientadas a cumplir estos
objetivos tanto en la capital provincial -Santa Fe- como en la ciudad de Rosario. Para solo pasar revista
de algunas expresiones: en 1956 se creó un organismo técnico consultivo: el Instituto de Fomento
Industrial, destinado a estudiar y promover la radicación de capitales industriales. Desde el Ministerio de
Hacienda, Economía e Industria, se dictaban conferencias y se encargaba la realización de una serie de
estudios para reflejar y planificar el desarrollo industrial provincial, a cargo de un organismo específico,
la Dirección General de Industrias. La creación del Consejo Federal de Inversiones (CFI) se inscribe en
este proceso: el CFI estaba integrado por las provincias y se proponía orientar las inversiones en la
perspectiva del "desarrollo armónico e integral de las regiones". Se fundó en 1970 -también en el ámbito
provincial- el Banco Santafesino de Inversión y Desarrollo, con características de banco de fomento,
que prestaría asistencia financiera a mediano y largo plazo, con bajo interés, especialmente para
emprendimientos industriales. El ya citado COPRODE se inscribe en este proceso12. Desde la
Universidad se firmaron convenios con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y su
par en la industria (INTI). El Instituto de Planeamiento Rural y Urbano (IPRUL) es también un
ejemplo de preocupaciones que cruzaban el ámbito de la gestión estatal y las universidades. Los
intercambios y los espacios de concurrencia de universitarios y técnicos parecieron haber constituido
un rasgo característico del período, interrumpido abruptamente tras el golpe de estado de marzo de
1976. De este breve relevamiento se desprende también la existencia de una red de carácter provincial
Alberto Piccinini y compuesta mayoritariamente por trabajadores de las fábricas Acindar y Metcon, triunfó con el 64% delos votos y pudo ejercer su mandato por tres meses y veinte días. La huelga, que se extendió hasta el 19 de mayo, fue larespuesta inmediata de los trabajadores de la seccional Villa Constitución de la UOM a la detención de sus dirigentes y a laintervención de la organización sindical
11
que refleja claramente las preocupaciones propias del período, al tiempo que observamos un proceso de
circulación durante la totalidad del período de especialistas -expertos- en temas relacionados con el
desarrollo industrial. No obstante, las investigaciones no han puesto de relieve aún las tramas personales
y sociales que se tejieron durante estos años - mucho menos el papel del empresariado y los sindicatos - y
el grado de aplicación de las políticas diseñadas. Ya los contemporáneos advertían insistentemente en las
superposiciones de jurisdicciones y la ausencia de control parlamentario que con frecuencia deslizaba las
políticas estatales hacia el burocratismo.
Este panorama se complejiza aún más cuando se analiza similar proceso a nivel regional y
municipal. Así, en el Área Metropolitana Gran Rosario13 se creó en 1969 la Prefectura Gran Rosario, un
organismo técnico asesor y coordinador sobre cuestiones de desarrollo regional. Este fue el más claro
reconocimiento de la existencia de una trama urbana y productiva con eje en la actividad fabril que debía
encontrar una expresión institucionalizada orientada a crear conocimiento a los fines de resolver los
distintos problemas surgidos de la reconfiguración del espacio. Allí encontraron cabida investigadores de
instituciones académicas públicas y privadas que legaron las más importantes investigaciones sobre la
estructura productiva de la región14. A diferencia de las publicaciones anteriores, la producción de los
investigadores de Prefectura estaba orientada a la creación de conocimientos nuevos a través de
exhaustivas investigaciones producidas por equipos interdisciplinarios - que incluyeron la confección de
encuestas- y que dan cuenta de la producción del mundo académico de fines de los '60 y principios de los
'70 y su orientación a la planificación y el "desarrollo". Hay en estos trabajos vertientes de inspiración
vinculadas al pensamiento cepalino y en algunos trabajos una clara influencia del marxismo, en
particular de la teoría de la dependencia.
12 El Ministerio de Hacienda, Economía e Industria de la provincia publicaban textos de conferencias y tuvo a su cargo larealización del censo industrial provincial de 1960, que ha permitido mensurar las dimensiones de la industria provincial. ElCOPRODE publicaba relevamientos de distintos aspectos tales como demografía, industria, etc. en sucesivos cuadernos.13 A los fines del planeamiento y la acción para el desarrollo la provincia quedó dividida en siete zonasLa zona 6º o AreaMetropolitana Gran Rosario comprende del departamento Rosario: Rosario, Ibarlucea, Granadero Baigorria, Funes, Zavalla,Pérez, Soldini, Piñero, Alvarez, Villa Gobernador Gálvez, Villa Amelia, General Lagos, Arroyo Seco, Fighiera y Alvear ydel departamento San Lorenzo: San Lorenzo, Puerto General San Martín, Fray Luis Beltrán, Capitán Bermúdez, Ricardoney Roldán. La Prefectura Gran Rosario se constituía en el "ente responsable del planeamiento del Area MetropolitanaRosario": Calgaro - Prémoli, op.cit., p. 40. En la ciudad de Rosario la planificación y el reordenamiento urbano fue objetode políticas específicas. El Plan Regulador y el Código Urbano fueron expresiones de dicha preocupación.14 A principios de la década de 1970 se publicaron los Cuadernos de Trabajo Prefectura del Gran Rosario, entre los cualesse encuentran: Ferrer, Edgardo, Carlos Cristiá y Ciafardini: "Algunas hipótesis sobre el comportamiento futuro de laeconomía del Area Gran Rosario", Cuadernos de Trabajo Nº4, Rosario, 1971; Klotzman, Enrique: "Complejo RegionalRosario Victoria", Cuandernos de Trabajo Nº5, setiembre de 1971 (nótese que el proyectado puente que une a Rosario conla vecina provincia de Entre Ríos se inauguró en el año 2004). Desde la Comisión Coordinadora Urbanística, ferroviaria, vialy portuaria para la ciudad de Rosario, surgió el ya citado Prediagnóstico... Este trabajo constituye el acercamiento más
12
Más recientemente, un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad Nacional de Rosario ha producido distintos documentos de trabajo orientados a completar
las indagaciones sobre la estructura productiva de la región allí donde se habían detenido las
investigaciones citadas. La primera parte de la década de 1970 aparecía - con fundamentos- como un
punto de inflexión para explicar las transformaciones producidas en los trágicos años de la dictadura
militar y la devastadora década menemista, cuando el cordón industrial quedó reducido a su mínima
expresión y los índices de desocupación y subempleo treparon a niveles desconocidos hasta entonces.
En ese marco, Rosario aparecía como un centro nodal para los vínculos con el Mercosur y la Comisión
Económica para América Latina (Cepal) y otros organismos demandaban diagnósticos certeros a los
fines de pensar la incorporación de Rosario en esa macro-región15.
Resulta notable la ausencia por un lado, de investigaciones centradas en los procesos de trabajo
y la organización de la producción y por el otro, la inexistencia de trabajos que integren variables
sociales y culturales que logren complejizar las explicaciones sobre el perfil productivo regional y su
diagnóstico futuro. Los trabajos que han articulado el análisis de las políticas patronales sobre el control
de los procesos de trabajo con la movilización obrera han aportado claves significativas para comprender
los procesos sociales contemporáneos16. El camino trazado por la producción académica considerada
debe ser continuado atendiendo a las particularidades de los estudios de caso y articulando variables
económicas y tecnológicas con aspectos sociales y culturales. Los hasta aquí reseñados, constituyen las
investigaciones académicas más relevantes y han resultado importantes puntos de partida para las
investigaciones del período17.
completo a la estructura productiva regional, tal como lo indican los autores: "el primer trabajo integral sobre la economía delArea que se realiza en los últimos ocho años", completado por Formación y desarrollo... poco después. Ver cita 7.15 Castagna, Alicia, Pellegrini, José Luis y Woelflin, María Lidia: Desarrollo de la actividad industrial, Rosario, Edicionesde aquí a la vuelta, 1990; Castagna, Alicia y Navarro, Ana Inés: Localización industrial manufacturera de la ciudad deRosario, Instituto de Investigaciones, Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas, UNR, Rosario, marzo 1990;Castagna, Alicia, Isabel Raposo y María L.Woelflin: Dinámica de las Pymes metalmecánicas del Gran Rosario, Instituto deInvestigaciones, Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas, UNR, Rosario, octubre 1992; Quintar, Aida y Castagna,Alicia: Historia de las pequeñas y medianas empresas metalmecánicas de Rosario, Cuaderno Nº10, UNR, Escuela deEconomía de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística, Rosario, setiembre de 199216 Brennan, James: El cordobazo. Las guerras obreras en Córdoba, 1955-1976, Buenos Aires, Sudamericana, 1996.17 Para las conclusiones vertidas en esta sección resultaron imprescindibles las importantes observaciones realizadas porElida Sonzogni a la versión original, aunque tal vez en la redacción final persistan tercamente algunas imprecisiones.
13
2.- Sobre los trabajadores y sus experiencias
Para quienes entrábamos en la Universidad post dictadura el "descubrimiento" del marxismo
anglosajón - y entre algunos jóvenes también de Annales - resultó una experiencia rica y compleja. La
preocupación por "los de abajo" condujo a la elección de sujetos variados para llevar adelante las
investigaciones: los esclavos, los trabajadores, las mujeres, etc. concentraban la atención, aunque en
períodos históricos diversos. Estas elecciones obedecían a cierta toma de posición política - visibilizar a
los grupos subalternos- que aparecía articulado con el compromiso social de lucha contra la dictadura,
que tan duramente había castigado a estos sectores. Los variados temas de investigación denotaban una
opción por la historia social en el sentido de historia total, aquella - que como afirmaba Hobsbawm- no
puede aislar su objeto como si era posible hacerlo con la historia económica o la historia política18. La
preocupación por estudiar los grupos subalternos no se contraponía sino que se articulaba con la
investigación sobre las estructuras sociales y económicas, que se consideraban claves para comprender
la agencia humana. Estas preocupaciones más tarde o más temprano devinieron en investigaciones
personales en formato de seminarios o tesis y que -a pesar de continuar inéditas.- hoy constituyen
puntos de partida imprescindibles para comprender los procesos regionales. El período aquí
considerado fue abordado desde distintas perspectivas. Uno de los trabajos de investigación sistematiza
de manera notable las investigaciones económicas sobre el proceso de inversión de capital extranjero
en el Area Metropolitana Gran Rosario entre 1958 y 197419. El Rosariazo fue objeto de reflexión en un
trabajo de investigación claramente orientado por preocupaciones teóricas y que se interrogaba acerca
del papel desempeñado por el espontaneísmo de las masas en las jornadas de mayo y el Rosariazo de
setiembre de 1969 en la ciudad20. Otro trabajo se proponía establecer "avances" hacia una historia de la
clase obrera de la zona norte del Gran Rosario, necesaria según el autor, en tanto ésta había constituido
el escenario de un proceso de intensas luchas en los 60 y los 70 que no habían sido estudiadas hasta el
momento. Existe aquí, tanto en la elección del tema como en la construcción del trabajo, una
18 Hobsbawm, Eric: "De la historia social a la historia de la sociedad", en Marxismo e historia social, UniversidadAutónoma de Puebla, 1983. era leído y discutido con pasión entre los jóvenes estudiantes que optábamos por el marxismoinglés como modo de expresar el repudio contra la oscuridad y el horror de la dictadura militar de 1976-1983 pero tambiéncomo una expresión de optimismo por la etapa que se abría.19 Sgrazzutti, Jorge. Industria y desarrollo, op.cit.20 Bou, Luis César: El espontaneísmo en los movimientos de masas: el caso de Rosario en 1969, Rosario, 1987, mimeo. Esnotable la escasez de investigaciones que dan cuenta de las particularidades del Rosariazo en relación con el más conocidoCordobazo. Otro aporte lo constituye Pérez, José y María Cristina Viano: "El 69: del mayo rosarino al Rosariazo", enPatricia Berrotarán y Pablo Pozzi (comp.): Estudios inconformistas sobre la clase obrera argentina, 1955-1989, LetraBuena, Buenos Aires, 1994.
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preocupación por discutir cuestiones teóricas vinculadas a la práctica y la conciencia obrera.21 Por fuera
del período considerado, destacamos una investigación que aborda la conflictividad obrera en la
industria gráfica durante el período de la última dictadura militar. A través del análisis de un conflicto
suscitado en el principal diario local - La Capital- en 1980 frente a la política patronal de modificar los
procesos de trabajo, esta investigación muestra las potencialidades de la articulación de variables
estructurales con la acción humana a partir de un estudio de caso22.
De modo más general, la influencia de E. Thompson y E. Hobsbawm se hizo particularmente
notoria hacia mediados de los '80 - a nivel nacional- en trabajos de historia de los trabajadores que
abordaban un período anterior al aquí considerado: fines del siglo XIX y principios del XX. Como
parte de ese proceso, un conjunto de historiadores de la Universidad de Rosario comenzaban a
investigar las particularidades del mundo del trabajo local23. Juan Carlos Torre reconocía en 1990 que
las novedades de la historia social "desde abajo" se encontraba en los estudios sobre este período - y en
el de los inicios del peronismo- , aunque lo consideraba aún un campo en formación. Torre destacaba
que la recuperación de la experiencia obrera como multiforme y diversa condujo a negar cualquier
privilegio causal a una dimensión particular de la realidad y la exploración de las dimensiones
culturales a complejizar la mirada sobre los procesos de conformación identitaria. Gutiérrez y Romero
poco más tarde señalaban la notable preocupación de la historiografía sobre los trabajadores por los
actores sociales y sus experiencias, el predominio de la óptica microsocial, la definición más amplia del
sujeto de estudio - entendidos bajo el rótulo de sectores populares- y la consideración de un abanico
más amplio de experiencias que desbordara el lugar de trabajo para incluir los conflictos propios del
acceso diferencial a los bienes materiales (vivienda, salud) o relativos a la apropiación o imposición de
formas culturales. En ambos trabajos se ponía de manifiesto la ruptura con la historiografía militante y
el proceso de conformación de un campo historiográfico que no superaba los inicios del peronismo
como límite temporal. La opción teórica por la denominación de sectores populares inspiró la respuesta
de Alberto Plá fundada en una defensa de la categoría marxista de clase obrera. No obstante, lo que
podría haber sido una polémica devino en el trazado de líneas de investigación diferentes24.
21 Guevara, Gustavo: Avances para una historia de la clase obrera en la zona norte del Gran Rosario (desde fines de 1950 a1976), Rosario, 1987, mimeo.22 Lamboglia, Rodolfo: Reconversión industrial y disciplinamiento laboral. Los trabajadores del oficio gráfico frente a lasnuevas tecnologías. El caso de los linotipistas del diario “La Capital” de Rosario, mimeo, 2000.23 Falcón, Ricardo: El mundo del trabajo urbano, CEAL, Buenos Aires, 1986 se destacan además los trabajos de AgustinaPrieto sobre los trabajadores de la Refinería Argentina de Azúcar, de Alejandra Monserrat sobre el anarquismo, entre otros.24 Torre, Juan Carlos: "Acerca de los estudios sobre la historia de los trabajadores en Argentina", en Anuario del IEHS NºV,Tandil, 1990; Gutiérrez, Leandro y Luis Alberto Romero: "Los sectores populares y el movimiento obrero en Argentina: un
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Es recién hacia mediados de la década de 1990 cuando se reaviva la preocupación por la historia
obrera del cordón industrial del Gran Rosario en el período post '5525. El interés despertado por la
experiencia cordobesa se plasmó en importantes investigaciones26 que contrastaban notablemente con
la escasez de trabajos que abordaran el complejo campo de las experiencias de los trabajadores y su
expresión en las jornadas de protesta de 1969 en Rosario. Ahora bien, la atención que han merecido los
sindicatos líderes, las experiencias del sindicalismo combativo, las expresiones de movilización obrera
y protesta social en el caso cordobés tiene su contraparte en el Gran Rosario: la experiencia del
sindicalismo antiburocrático ha sido la que más atención ha suscitado, especialmente el Sindicato de
Obreros Petroquímicos Unidos (SOEPU) desde 1967. PASA Petroquímica Argentina Sociedad
Anónima, instalada en la ciudad de San Lorenzo, representaba el complejo petroquímico más
importante de América Latina productor de caucho sintético y una gran variedad de productos
petroquímicos y empleaba entre 800 y 1000 obreros en dos secciones: operaciones y mantenimiento.
La organización de la producción daba cuenta de la existencia de cierto control del proceso de trabajo,
alta calificación de los trabajadores, bajo promedio de edad, salarios comparativamente altos. El
sindicato tuvo un carácter pro patronal hasta 1967, cuando tras el triunfo de la lista Verde, cambió su
carácter convirtiéndose en un gremio antiburocrático (toma de decisiones en asamblea y por cuerpo de
delegados, sin dirigentes rentados) que encabezó distintas experiencias de coordinación de gremios y
corrientes antiburocráticas y combativas. La primera de ellas consistió en la conformación de la
Intersindical de gremios de San Lorenzo (1969-1973), integrada además por el sindicato Quimicos
Papeleros, Quimicos de San Lorenzo, Ceramistas, Aceiteros y la comisión interna de Sulfacid. Tuvo su
origen en las jornadas de mayo de 1969 y se creó tras la reunificación regional de las dos CGT,
proponiéndose la búsqueda de una herramienta adecuada para afrontar los particulares problemas de la
industria de la región. Revelaba también la decisión de acompañar las experiencias nacionales más
combativas con una organización propia, tal como quedó reflejado en las acciones de solidaridad frente
a los conflictos locales y nacionales y la participación en el Plenario Nacional de Gremios Combativos
de Cordoba en 1971. La segunda experiencia de coordinación fue la creación de la Coordinadora de
estado de la cuestión", en Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, Nº 3, primersemestre de 1991. Para una crítica de los presupuestos de la historiografía sobre los sectores populares, consultar Roldán,Diego: La Historiografía de los Sectores Populares en la “Historia Social” Argentina, mimeo, 2004.25 Es destacable el impacto que para las investigaciones sobre este período tuvo el libro de Daniel James: Resistencia eintegración. El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976, Buenos Aires, Sudamericana, 1990.26 Las más logradas de las cuales son: Brennan, James: El cordobazo.... op.cit. y Gordillo, Mónica: Córdoba en los '60. Laexperiencia del sindicalismo combativo, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 1999.
16
Gremios combativos (1975-1976), surgida en la coyuntura de luchas contra el "rodrigazo"27. La
consigna "Si los patrones coordinan para explotar, los trabajadores coordinamos para erradicar la
explotación", da cuenta de la percepción de la coordinación regional como herramienta para el
cumplimiento de las reivindicaciones inmediatas y del objetivo último, la lucha por la liberación
nacional.
Este proceso ha sido abordado desde distintas perspectivas: en primer lugar, una producción
militante resalta el carácter de gesta heroica de la experiencia de PASA-SOEPU28 y tiene su expresión
académica en un trabajo29 que tiene el mérito de tomar la experiencia de los trabajadores del SOEPU en
el contexto de las particularidades de la producción petroquímica y de la empresa en particular. No
obstante, si bien formulado como la experiencia de los trabajadores, el análisis se limita a un intento de
recuperación de la experiencia de los dirigentes sindicales (predominantemente militantes de una de las
organizaciones de la izquierda peronista, el Peronismo de Base -PB- y del Socialismo Revolucionario -
SR- escisión del Partido Comunista Argentino) a través de los documentos de la organización sindical
y entrevistas a ex miembros de las comisiones directivas. En el trabajo son destacadas las experiencias
más sobresalientes llevadas adelante, las luchas por la capacitación y la rotación en el proceso de
trabajo, la toma con control obrero de casi un mes en 1974, la Asamblea Obrero Popular de 1971,
además de las señaladas más arriba. Esta selección conduce a la exaltación de la experiencia en
términos de "un hito de la lucha de la clase obrera"30. Los autores visualizan que "este desbordamiento
por los organismos de fábrica fue posiblemente el índice más determinante en la decisión del ejército
de tomar en sus manos el Estado para reprimir y tratar de destruir al movimiento sindical"31. No hay
evaluación de los límites y contradicciones propios de estas experiencias, no se consideran los alcances
de las demandas por el control del proceso de trabajo y la efectividad/limitaciones de las acciones
destinadas a incidir en dicho proceso, entre otros aspectos.
27 A mediados de 1975 el ministro de Economía Celestino Rodrigo adoptó una serie de medidas consistentes en unadevaluación monetaria del 100%, un aumento de los combustibles y los servicios públicos de hasta un 200% y unapropuesta de aumentos de salarios no mayor al 40%, negándose a homologar los convenios colectivos de trabajo que seestaban discutiendo. Esto despertó una oleada de paros y movilizaciones que culminaron con la caída de buena parte delgabinete de Isabel Perón, incluido Rodrigo.28 Iturraspe, Francisco y Poles, José Luis: "Movimiento sindical y autogestion. El caso del control obrero en PASA", enParticipación, Cogestión y Autogestión en América Latina, Nueva Sociedad, 1986 y Dowling, Juan: "Petroquímicos. Laintersindical y la democracia. Una experiencia de lucha de los trabajadores en la zona industrial de San Lorenzo", enAAVV: Nuevas tendencias en el sindicalismo: Argentina - Brasil, Biblos, Buenos Aires, 1992.29 Ceruti, Leónidas y Mariano Resels: Los obreros petroquímicos (Pasa-San Lorenzo) sus experiencias: 1964-1976, mimeo,Rosario, 1997.30 Ibidem, pp 78.31 Ibidem, pp.79.
17
Más recientemente, una producción académica que se sitúa en la intersección entre historia
desde abajo e historia oral, es decir, que procura recuperar la experiencia de los trabajadores a partir de
la memoria sobre el pasado, da cuenta de las reformulaciones que se han operado en el campo
historiográfico y en particular los tópicos privilegiados por la historia obrera y configuran importantes
aportes en el camino de la complejización de la lectura del pasado regional. Algunos de estos trabajos
están centrados en la experiencia de PASA32 y apuntan a producir una ampliación del concepto de
trabajadores, proponiendo una lectura más compleja de sus experiencias a partir de la incorporación de
las voces de los trabajadores de base33 y un intento por incorporar las heterogeneidades de género34.
Hay en estos trabajos una novedad metodológica: el tratamiento del testimonio oral da cuenta del
"ingreso" de la historia oral en las investigaciones del período, pero esta vez, alejada de la concepción
ingenua de "dar voz a los que no tienen voz" y enmarcada en una ampliación del campo historiográfico
que abreva especialmente en la corriente hermenéutica de Portelli, y Passerini35, donde la memoria es
considerada un proceso activo de creación de significados pero que también habilita la articulación con
fuentes escritas para "poder medir la distancia entre lo dicho y lo no dicho o lo expresado de manera
diferente36. Estos trabajos contienen también una cierta actitud militante, de defensa de algunos
componentes de la renovación historiográfica como la historia oral37 y los estudios sobre la memoria,
que - frente a ciertos criterios anquilosados en la academia argentina- se extendió a una revalorización
de la especialización en la historia reciente como un campo novedoso y que justamente remite a la
incorporación del pasado más inmediato, a nuevas fuentes, a nuevos sujetos y nuevos problemas38. En
estrecha vinculación con esta ampliación del campo, otra vertiente de investigaciones tomó cuerpo: la
32 Aguila, Gabriela y Viano, María Cristina: "Algunas reflexiones en torno a los trabajadores de la zona norte del GranRosario en la primera mitad de los setenta. Un estudio de caso", en Anuario Nº17, Rosario, 1995/6; Cerio, Débora:"Perspectivas en torno al sindicalismo antiburocrático. Experiencia y memoria de sus protagonistas en el cordón industrialdel Gran Rosario", mimeo, 2005.33 Aguila-Viano, op.cit. y Cerio, op.cit.34 Cerio, op.cit.35 Fraser, Ronald, "La historia oral como historia desde abajo" en Revista Ayer, Nº 12, Marcial Pons Editor, España, 1993;Passerini, Luisa: Torino operaia e fascismo. Una storia orale, Laterza, 1984, Portelli, Alessandro: "Historia y memoria: lamuerte de Luigi Trastulli", en Historia y Fuente oral Nº 1, Barcelona, Editorial de la Universidad de Barcelona, 1989; "Loque hace diferente a la historia oral", en Dora Schwarstein (comp.): La historia oral, CEAL, Buenos Aires, 1991 y La ordenya fue ejecutada. Roma, las fosas Ardeatinas, la memoria. FCE, Buenos Aires, 2003, entre otros.36 Cerio, pp 437 Aguila,Gabriela y María Cristina Viano: "Las voces del conflicto: en defensa de la historia oral", en Godoy, Cristina(comp.) Historiografía y memoria colectiva. Tiempos y territorios, Miño y Dávila, Rosario, 2002.38 Esto ha dado lugar a la realización de Jornadas de historia reciente, las segundas de las cuales se realizaron en laUniversidad Nacional de Rosario, donde, junto a Buenos Aires y la Plata encontramos los centros universitarios en los quemás se ha profundizado la discusión acerca de este campo.
18
que posaba su mirada sobre las organizaciones de la izquierda armada que actuaron en la región39.
Estas investigaciones -aunque con inquietudes particulares- se interrogaban también acerca de las bases
sociales de las organizaciones guerrilleras: en una de ellas se afirma que "una significativa proporción
de los y las militantes de las organizaciones armadas de la región, tenía un origen obrero (fabriles,
textiles, de empresas de alimentos, metalúrgicos) y asalariado en general", incluyendo en esta
caracterización a estudiantes proletarizados, teniendo en cuenta que parte de estos entraron a la
Universidad por los mecanismos de movilidad social siendo hijos de obreros40. Este trabajo se inscribe
en una línea de investigación que cuenta como uno de sus propósitos analizar la base social de las
organizaciones guerrilleras resaltando sus vinculaciones con la clase obrera41.
Un balance provisorio de la producción en historia de los trabajadores y sus experiencias,
muestra importantes vacíos historiográficos que representan posibles líneas de investigación para el
futuro. Consideramos que las pugnas -recientes y en curso- en el interior del campo historiográfico
argentino condujeron a "librar batallas" en defensa de la historia oral, la memoria, el género, la historia
reciente alineando las investigaciones sobre el período por senderos que procuran resaltar la/s
memoria/s de estas experiencias -que hablan más del presente que del pasado- y en este sentido han
contribuido a instalar problemas, períodos y metodologías de trabajo en el campo académico nacional.
Mientras tanto, no se han encarado investigaciones que exploren los aspectos económicos,
tecnológicos, productivos de las historias fabriles y sus actores. Es así como poco se sabe acerca de los
procesos productivos y sus modificaciones, de las relaciones que existieron entre las demandas
centradas en los lugares de trabajo y las experiencias sindicales y políticas. No se han explorado los
archivos de fábrica a los fines de dar cuenta de las políticas patronales de control de la mano de obra y
de la composición de la misma. Las preguntas a los entrevistados han estado escasamente orientadas a
arrojar luz sobre estos problemas. Lejos estamos de una síntesis que permita evaluar la incidencia de
las distintas expresiones del sindicalismo de corte tradicional, que - no resulta excesivo recordar-
continuó controlando gremios significativos en Rosario y todo el cordón industrial. Una mirada
excesivamente centrada en los conflictos no nos debe hacer perder de vista la importancia de la vida
39 Oliva, Antonio y Oliva, Angel: Malena, tu canción.... los avatares de una organización política de la Nueva Izquierda enlos sesenta 1956-1970, Rosario, s/f.; Pasquali, Laura: Experiencias cargadas de sentido. Historia oral de la guerrillasocialista en el Gran Rosario, 1968-1973, mimeo, 2005; Seminara, Luciana: De la autocrítica a la organización: unaaproximación a los orígenes de la Sabino Navarro, Rosario, julio 2005.40 Pasquali, Laura, op.cit, p.8.41 Pozzi, Pablo y Alejandro Schneider: Los setentistas. Izquierda y clase obrera 1969-1976, Eudeba - UBA, 2000. Aunqueno es el único objetivo, consideramos que en este aspecto la citada producción contribuye a reflexionar sobre la historia dela clase obrera en la región.
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cotidiana en planta, las expresiones de consenso y acomodación. Posibles investigaciones que integren
el análisis de la concepción y ejecución de las políticas patronales (miradas desde sus archivos de
fábrica o de asociaciones) en su interacción con los trabajadores, puede contribuir a superar la
dicotomía de los campos de la historia de la empresa y la historia del trabajo (volveremos sobre el
particular).
3.- El empresariado y las relaciones obrero-patronales
Acerca del empresariado local y regional, pocas son las investigaciones con las que contamos42.
Existen trabajos que refieren lateralmente al empresariado, aunque es notable la ausencia de trabajos
específicos para el período. Partiendo de la caracterización de que la burguesía no puede ser
considerada como un todo homogéneo y que la misma aparece fragmentada en múltiples grupos
atendiendo a la concentración de recursos, la rama de actividad, etc., hemos analizado las prácticas y
representaciones de una fracción de la burguesía industrial metalúrgica de Rosario entre los años de 1943
y 198343. Se trata de los industriales metalúrgicos de Rosario, grupo numeroso, heterogéneo,
predominantemente nutrido de pequeños y medianos empresarios, provisto de un fuerte anclaje regional y
de una relevante capacidad de organización expresada en la actuación de la Cámara y posterior
Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario. Si bien se dieron intentos previos de organización, la
historia institucional, la narrativa oral y las memorias escritas consideran que el nacimiento de una
corporación capaz de hablar en nombre de esta fracción empresaria se remonta a 1943, momento en el
cual su antecesora, la Cámara, nació respondiendo a la iniciativa de un pequeño grupo de industriales
42 Esta afirmación no cuenta para períodos previos: para solo citar algunas contribuciones: Bonaudo, Marta y Godoy,Cristina, “Una corporación y su inserción en el proyecto agroexportador: La Federación Agraria Argentina (1912-1933)”,en: Anuario Nº 11, Escuela de Historia. Fac. de Humanidades y Artes. UNR, Rosario, 1985; Bonaudo, Marta y Sonzogni,Elida “Empresarios y poder político en el espacio santafesino (1860-1890). Carlos Casado y su estrategia de acumulación”en: Historia y Grafía. Departamento de Historia. Universidad Iberoamericana, México, Nº 11, año 6, 1998; Fernández,Sandra; Pons, Adriana y Videla, Oscar; “Las burguesías regionales”, en: Bonaudo, Marta (comp.); Liberalismo, Estado yorden burgués (1852-1880). Tomo IV de Suriano, Juan (ed.); Nueva Historia Argentina, Ed. Sudamericana, Bs. As., 1999;Videla, Oscar: La burguesía rosarina ante las transformaciones y límites del modelo agroexportador. La Bolsa deComercio de Rosario. Corporación y regulación del mercado entre fines del siglo XIX y los comienzos del siglo XX, tesisde doctorado inédita.43 El corpus documental para esta investigación fue provisto por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario yconsiste en: Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario, Actas de reuniones del Consejo Directivo, Tomos 1 a 9,Acta Nº 1 del 7 de mayo de 1943 hasta Acta Nº 726 del 30 de marzo de 1984; Actas de asambleas ordinarias yextraordinarias, Tomos 1 a 3, desde el 18 de junio de 1943 hasta 15 de octubre de 1984; Memoria y Balance General, de1947 y desde 1953 hasta 1984, Ideario Metalúrgico desde el Nº1 de julio de 1969 al Nº 93 de julio-agosto de 1981, revistas,libros, correspondencia, etc. Además se realizaron entrevistas a ex dirigentes, empresarios sin participación gremial,
20
organizados en la más antigua y menos específica Federación Gremial del Comercio y la Industria de
Rosario. A pesar de la relevancia de la ciudad santafesina de Rosario en su disputado -con la vecina
Córdoba- carácter de segundo centro industrial del país y de la importancia de la industria metalúrgica en
el contexto productivo local, no se registran investigaciones históricas que enfoquen el proceso desde los
actores sociales -tanto empresarios como trabajadores-. Esta constatación no deja de sorprender debido al
"perfil metalúrgico" que aún en la actualidad, y a pesar de las transformaciones ocurridas desde la década
de 1970, posee la ciudad. En 1994 Alejandro Rofman señalaba que el 50% del total de establecimientos
industriales del Gran Rosario, pertenecían al sector metalúrgico44.
Los estudios sobre la historia de empresarios y empresas han centrado usualmente su atención
en los grandes establecimientos y en sus directivos. Influidos más o menos directamente por los
postulados chandlerianos, la historia económica ha privilegiado la investigación de estos objetos,
basados en estimaciones de participación en el producto bruto, en el empleo de trabajadores y fuerza
motriz instalada. Sus análisis han procurado demostrar la incidencia de los grandes establecimientos en
la marcha de la economía de los países donde se encontraran instalados. Solo más recientemente en el
mundo europeo se ha detenido la mirada sobre la historia social y cultural de los pequeños
establecimientos en las respectivas realidades nacionales. Actuales análisis acerca de los distritos
industriales italianos -y en menor medida latinoamericanos- aún desde la historia económica, han
resaltado la importancia de los elementos culturales -confianza, solidaridad y vecindad- en la
conformación de tales realidades45. Para el cordón industrial del Gran Rosario - y más en general para
Argentina - la historia de los pequeños establecimientos industriales y sus actores ofrece un territorio
que está aún por explorarse. De manera similar, los estudios históricos han resaltado el rol
desempeñado por los sectores obreros y ciertos fragmentos de las clases medias en las acciones
colectivas. Cuanto más contemporáneos son los períodos trabajados, menos visibilizadas aparecen las
fracciones burguesas pequeñas y medianas. De este modo resulta escasamente conocida la
movilización con fines propios del empresariado del interior, la cual produjo importantes efectos,
especialmente hacia el final de la dictadura militar, cuando el descontento del empresariado del interior
personal jerárquico y ex trabajadores: Simonassi, Silvia: Historias de metal. Industria e industriales metalúrgicos deRosario (1973-1983), tesis inédita, 2004. La tesis fue dirigida por Marta Bonaudo.44 Rofman, Alejandro: Convertibilidad y desocupación en la Argentina de los 90. Análisis de una relación inseparable,Buenos Aires, CEUR-CEA-CBC-UBA, 1997.45 Barbero, María Inés y Fernando Rocchi, “Empresas, empresarios y organizaciones empresarias”, en Academia Nacionalde la Historia, Nueva Historia de la Nación Argentina, Tomo IX, Buenos Aires, Planeta, 2002 ; Barbero, María Inés yFernando Rocchi: "Cultura, sociedad, economía y nuevos sujetos de la historia: empresas y consumidores", en Bragoni,
21
por los efectos de la política económica confluyó con los reclamos de otros sectores sociales
configurando un inédito proceso de lucha que culminó en la apertura democrática46.
Más usualmente de lo deseado, se ha mirado con mayor insistencia al empresariado de Buenos
Aires - aún con el objetivo explícito de analizar el "empresariado nacional"-, en tanto allí se han
ubicado históricamente los "grandes empresarios" que sin dudas poseyeron una mayor incidencia y
capacidad de decisión en el poder político. Tal vez como ha indicado Jorge Schvarzer47, sea necesario
referirnos a grados relativos de poder político que ubican a ciertas fracciones del empresariado del
interior -grandes, pequeños o medianos- en condiciones de aportar su cuota en la construcción de los
proyectos de poder. Otorgar visibilidad a las prácticas de fracciones particulares de las burguesías del
interior resulta fundamental en este sentido.
A lo largo de nuestro trabajo hemos demostrado que esta fracción -los industriales metalúrgicos
de Rosario- se constituyó como clase al compás de un contexto económico, social y cultural que
favoreció su despliegue. En ese proceso, constituyeron su organización -la Cámara de Industriales
Metalúrgicos de Rosario en el seno de la más amplia Federación Gremial del Comercio y la Industria
local-, determinaron las reglas de juego con las que se habrían de regir y se dotaron de voceros propios
que hubieron de legitimar su capacidad para hablar en nombre de un sector que cada vez más adquiría
perfiles definidos. Hemos resaltado la importancia del momento fundacional, mientras incorporamos la
historicidad del proceso que condujo a los industriales metalúrgicos de Rosario a enfrentarse -munidos
de un conjunto de representaciones y acudiendo a un variado repertorio de acciones colectivas- a
situaciones nuevas tales como las que se desplegaron en los conflictivos años de 1973-1983. Estas
acciones colectivas estuvieron motorizadas por una identidad conformada por una serie de ingredientes
tales como la exhaltación de su carácter de pequeños o medianos empresarios -más allá de haber
experimentado algunos de ellos la gestión de una gran empresa-, self made men que hubieron de
Beatriz (ed.): Microanálisis. Ensayos de historiografía argentina, Buenos Aires, Prometeo libros, 2004; Simonassi, Silvia:Historias de metal...46 Simonassi, Silvia: Empresariado y acción colectiva. Los industriales metalúrgicos de Rosario y la dictadura militar: 1976-1983, entregado para su publicación, 2006. La importancia de este aspecto ha sido demostrada por James Brennan en sustrabajos acerca de la conformación de la Confederación General Económica en el trabajo ya citado (cita 3) y en “Industrialesy ‘bolicheros’: la actividad económica yla alianza populista peronista, 1943-1976”, en Boletín del Instituto de HistoriaArgentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, 3 serie, Nº15, Buenos Aires, 1er. semestre de 1997..47 Intervención de Jorge Schvarzer en el simposio "Estado, mercado y empresarios en versión argentina. Obstáculos,transformaciones y desafíos", coordinado por Eduardo Bajo y Hernán Ramírez en el marco de las XVII JORNADAS DEHISTORIA ECONOMICA realizadas en Tucumán en Setiembre del 2000.
22
transitar por un cursus honorum desde el aprendizaje del oficio, la actuación como peones, oficiales,
capataces y cuentapropistas hasta adquirir su condición de empresarios. Esta fracción empresaria se
pensó a si misma y se proyectó colectivamente como ingrediente fundamental de un proyecto nacional
que contenía al desarrollo industrial nacional como principio fundamental. Más allá de los avatares
políticos, a partir de los años cuarenta y hasta que el cambio de modelo se hizo más explícito, este
presupuesto estuvo en la base de sus representaciones y acciones. Paralelamente, aparecieron dotados
de una poderosa identidad regional que adoptó ciertos sesgos federalistas con expresiones diferenciadas
a lo largo del período. De un federalismo teñido de antiperonismo, transitaron por la lucha por la
obtención y posterior defensa de espacios de diálogo y negociación en el centro político del país -
Buenos Aires- hasta desembocar en la movilización empresaria del interior cuando el contexto político
y económico nacional resultó propicio (1980). Hemos intentado tensar la contradicción entre el
federalismo como discurso y como ingrediente de la identidad. Aparecieron los elementos de orgullo
por el oficio del metal, la exhaltación del aprendizaje informal -que se corresponde con los escasos
ingenieros que desfilaron por la Cámara luego convertida en Asociación- La generación posterior, por
el contrario, hizo de la renovación tecnológica y organizativa su 'caballo de batalla'. Pero el recambio
generacional, en las industrias y en la corporación, y sus efectos prácticos, deberá ser sometido a una
cuidadosa investigación en el futuro.
Los industriales metalúrgicos de Rosario se posicionaron como interlocutores frente al Estado
intentando, más allá de los avatares políticos, imponer una agenda multifacética mediante la apelación
a modos de acción colectiva rutinarios, mientras en determinados momentos hicieron valer su poder
para generar acciones de tipo contencioso48. En el período de dictadura militar, hubieron de permanecer
agremiados, nucleados, debatiendo, "haciendo política" -aunque depurados sus ingredientes populistas-
, construyendo nuevos repertorios de acción y modelando una dirigencia con un perfil acorde a las
nuevas realidades políticas. Más allá de los avatares políticos nacionales y locales, el pragmatismo
resultó un rasgo identitario fundamental. Esta fracción estuvo representada por una corporación que
mostró a las claras una inmensa capacidad de supervivencia y que resultó un instrumento eficaz en la
construcción y fortalecimiento de una particular identidad expresada en una determinada autodefinición
de si mismos como constructores de la industria nacional. Para ello contaron con claras "reglas de
juego", expresadas en mecanismos formales e informales que desplegaron para obtener la legitimidad
48 Tilly, Charles: "Acción colectiva", en Revista Apuntes de Investigación del CECYP, Buenos Aires, Nº 6, noviembre de2000.
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necesaria para hablar en nombre de una fracción empresaria que -paralelamente al desarrollo de la
industria metalúrgica regional- adquiría notoriedad regional y local. Apartándonos de las historias
institucionales tradicionales, hemos recuperado la voz de los actores, tensando el modo en que las
individualidades juegan en la construcción de los colectivos, las maneras en que se distribuye el
conflicto, las tensiones, el consenso y las solidaridades en el interior de la corporación.
En el año 1973 el retorno de un proyecto estatal que entrelazaba a las fracciones nacionales de la
burguesía con los trabajadores organizados pareció brindar una "oportunidad histórica" al actor social
aquí analizado. La ilusión se mostró efímera, mientras profundas y definitivas fisuras se desnudaron en
el interior de las organizaciones empresarias vinculadas al proyecto populista. En su calidad de tal,
AIM Rosario se fragmentó, se resintió severamente su estabilidad interna y se pusieron en cuestión los
modos tradicionales de funcionamiento. No obstante, nuevos principios de legitimación, mixturados
cuidadosamente con las antiguas reglas de juego y la "prudente" disposición de los jugadores, evitaron
una crisis final y mostraron la inquebrantable capacidad de supervivencia de una corporación que hubo
de cumplir un rol protagónico en la historia social local y regional.
Poco después, mientras el gabinete económico de la última dictadura militar argentina liderado
por Martínez de Hoz adoptaba medidas tendientes a modificar de raíz las relaciones de fuerza sociales
y políticas, los industriales analizados continuaron por varios años acudiendo a las prácticas rutinarias
de acercamiento al poder político, sin apenas advertir que las intenciones del nuevo proyecto los
excluía irremediablemente. Sin disimulo, hubieron de recibir aliviados las diversas medidas de
disciplinamiento social y laboral, en tanto otros items aparecían ensanchando su agenda de reclamos.
Presenciamos además durante este período en las plantas y como producto de medidas puramente
empresarias, el retorno de viejos principios tayloristas aunque reducidos a la vieja idea de control y
disciplina en el lugar de trabajo. Así, el imperativo de control social hacía su doble entrada en las
plantas.
El agotamiento de los principios de legitimación de la dictadura, el deterioro de la situación de
muchos industriales del sector y el creciente malestar obrero y de los sectores medios fueron factores
que potenciaron la decisión de las fracciones pequeñas y medianas del empresariado del interior a
sumar esfuerzos para conformar un agrupamiento -CONAE- que se reveló capaz de canalizar esta
porción del descontento social. De esta manera, mediante el contundente protagonismo de los
industriales metalúrgicos rosarinos, se presentó una coyuntura de movilización empresaria tal vez sólo
parangonable a los recursos contenciosos que pusieron en práctica contra la política laboral del primer
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peronismo. Tal vez alrededor de 1980 debamos hallar un verdadero punto de inflexión en la historia de
la industria y los industriales rosarinos de Rosario. A nivel "micro" una nueva generación se abrió paso
en las empresas y en la corporación, mientras profundas reformulaciones en la sociedad y la economía
argentina desplazaba históricamente a esta fracción de los proyectos políticos y económicos
hegemónicos.
Lo hasta aquí anotado, da cuenta de las potencialidades de la indagación de fracciones
particulares y archivos inexplorados pero desnuda un claro vacío historiográfico que tiene una
dimensión regional y otra más general. La indagación de las particularidades de las distintas fracciones
burguesas de la región, expresada en Asociaciones y Cámaras específicas con importante peso local y
regional no han sido trabajadas. Pero nuestra propia producción no permaneció ajena a los avatares de
las discusiones en el campo historiográfico nacional. La opción por la historia socio-cultural y los
procesos de construcción identitaria, el énfasis en los estudios regionales y la importancia de la
reducción de escala, daba cuenta de las principales novedades y se dibujaba como reacción a lo que
aparecía como una excesiva propensión - explícita o implícita- de extender las conclusiones emanadas
de las investigaciones centradas en Buenos Aires al resto del país49 y un rechazo a los intentos por
reservar la historia de empresas y la historia empresaria al campo de la historia económica. En segundo
lugar resta inscribir esta producción sobre el caso rosarino - presente y futura- en un contexto más
general de la economía nacional y de las estrategias concretas de las varias fracciones de la burguesía
argentina50.
Hacia una posible articulación de perspectivas
Es posible marchar hacia un programa de investigaciones regionales que tienda a ir ocupando
estos vacíos y paralelamente procure una articulación de perspectivas provenientes de disciplinas como
la historia del trabajo, la historia empresaria y de empresas, la/s sociología/s del trabajo?
Tal como hemos señalado, la preferencia en historia de empresas y empresarios por la vertiente
más "económica" ha descuidado las relaciones que estos actores entablaron con los trabajadores en las
49 Este "movimiento" forma parte de una tendencia más general de la historiografía latinoamericana que ha sidodenominado por Alan Knight como "de la periferia al centro": Knight, Alan, “Latinoamérica: un balance historiográfico”,en Revista Historia y Grafía, México, enero-junio 1998. En nuestro país el campo de la historia regional ha adquirido ungran importancia, reflejada en los centros, las publicaciones, los proyectos de investigación y las jornadas y simposios.
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plantas. Si bien una vasta literatura ha reconocido la importancia del accionar de las organizaciones
obreras como impulso para la conformación de sus contrapartes en el terreno empresario, pocos
estudios han continuado esta línea argumental en el interior de las empresas (en la región y para el
período considerado). Para el caso de las plantas metalúrgicas, hemos mostrado que mientras se
construía una particular cultura del trabajo metalúrgica, las prácticas de tipo paternalistas aparecieron
como una manera apropiada de resolver las contradicciones de clase sin que ello implicara la
eliminación de los modos contenciosos de resolución de conflictos51. El análisis de las políticas
patronales de control de la mano de obra dio cuenta del agotamiento, entre los años 1973-1976, de
dichas prácticas. Enfrentadas a un crescendo de conflictos laborales y a una importante radicalización
política entre sectores de trabajadores, las viejas prácticas patronales hubieron de ser puestas
severamente en cuestión iniciándose un proceso de modificaciones en la vida cotidiana y en las
relaciones sociales en el interior de las plantas.
Lejos de configurar un proceso homogéneo, los estudios de caso nos permiten visualizar la
heterogeneidad de respuestas individuales y colectivas adoptadas por empresarios y trabajadores y el
modo en que las particulares trayectorias históricas de las empresas y de las relaciones entabladas en su
interior en el pasado condicionarán las respuestas empresarias y obreras ante el nuevo contexto52.
Es necesario articular proyectos de trabajo interdisciplinarios que permitan conocer de modo
más integral los procesos de trabajo y los modos de organización de la producción en empresas
50 No puedo dejar de reconocer aquí que este balance provisorio es tributario de los intercambios de ideas que venimosrealizando con James Brennan. No obstante, la formulación de estas inquietudes no necesariamente reflejan con fidelidadsus posturas.51 Algunos trabajos que se detienen en este concepto son: Sierra Alvarez, José: El obrero soñado. Ensayo sobre elpaternalismo industrial (Asturias, 1860-1917), Madrid, Siglo XXI, 1990; Babiano Mora, José: Paternalismo industrial ydisciplina fabril en España (1938-1958), CES, Madrid, 1998. Para Argentina: Neiburg, Federico: Fábrica y villa obrera:historia social y antropología de los obreros del cemento, Buenos Aires, CEAL, 1988, 2 vol.; Barbero, María Inés yMariela Ceva: "La vida obrera en una empresa paternalista", en F.Devoto y M. Madero (dir.): Historia de la vida privada enla Argentina. La Argentina entre multitudes y soledades. De los años treinta a la actualidad, T.3, Taurus, Buenos Aires,1999.52 Las prácticas paternalistas se impusieron en virtud de ciertas particularidades del sector industrial estudiado, algunas yaseñaladas: proliferación de pequeñas y medianas plantas distribuidas en diversos barrios de la ciudad, valores culturales queexaltaban el gusto, el conocimiento y el orgullo por el oficio compartido entre obreros y empresarios, trayectoria personal debuena parte de los industriales metalúrgicos de la ciudad que comenzaban como aprendices para culminar siendo empresarios;clima de ideas imperante en la Argentina de los años cuarenta, que acentuaba el rol de la industria en el desarrollo nacional, laimportancia del capital nacional en el desarrollo económico y la armonía de clases como modo de relación entre patrones ytrabajadores, etc. Dichas prácticas fueron duraderas y eficaces, tal como lo demuestra el hecho de que, como modo predominantede relación obrero patronal, las prácticas paternalistas se desgastaron recién en los setenta. Aún antes los conflictos, el desafío,las luchas abiertas o las "actitudes de indisciplina", estuvieron presentes en el mundo de las fábricas metalúrgicas, aunque sinmodificar radicalmente el modo de gestión de la fuerza de trabajo. Simonassi, Silvia: Conflictos laborales y políticasdisciplinarias en la industria metalúrgica de la ciudad de Rosario 1973-1976, X Jornadas Interescuelas Departamentos deHistoria, Rosario, ponencia, 2005.
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tradicionales y dinámicas, articulando variables sociales y culturales que permitan reconocer
trayectorias individuales e historias fabriles. Es preciso paralelamente vencer los obstáculos al ingreso
de archivos hasta ahora olvidados a través de convenios entre universidad y organizaciones obreras y
empresarias, que apunten además a superar la fragmentación de los ya abiertos al público. Por último,
aunque no menos importante y como intento de vencer el "provincianismo", es deseable marchar hacia
la realización de proyectos interuniversitarios que habiliten la posibilidad de realización de estudios
comparados53.
53 Martínez Ruiz, José Ignacio: "Historia empresarial e historia del trabajo: del aislamiento a la colaboración", en Revista deHistoria Económica, Nº2, primavera-verano 1995; Viotti da Costa, Emilia: "Nuevos públicos, nuevas políticas, nuevashistorias. Del reduccionismo económico al reduccionismo cultural: en busca de la dialéctica", en Entrepasados, Nº16,principios de 1999; French, John: "El auge de los estudios sobre el trabajo en Latinoamérica", en Historia Social Nº39,2001; Brennan, James: "Industrial Worlds: The Past and Future of Latin American Labor History", 2005, mimeo.
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CUADRO IESTRUCTURA OCUPACIONAL DEL SECTOR MANUFACTURERO AÑO 1960
Ramas Rosario % San Lorenzo % Total área % % Area
s/total S.Fe
Alimentos y bebidas 11.526 16,9 2.413 21,6 13.939 17,6 40,2
Tabaco 469 0,7 ----- --- 469 0,6 86,2
Textiles 2.563 3,7 37 0,3 2.600 3,3 56,5
Confecciones 3.877 5,7 78 0,7 3.965 5,0 58,8
Madera 3.132 4,6 311 2,8 3.443 4,3 28,3
Papel y cartón 498 0,7 2.474 22,2 2.972 3,7 75,3
Imprenta y publicidad 1.144 1,7 16 0,1 1.160 1,5 50,4
Productos químicos 1.855 2,7 2.613 23,5 4.468 5,6 71,0
Derivados petróleo 57 0,1 584 5,2 641 0,8 96,6
Caucho 482 0,7 1 --- 483 0,6 87,3
Cuero 1.767 2,6 97 0,9 1.864 2,3 58,1
Piedras, vidrios, etc. 2.874 4,2 1.295 11,6 4.169 5,3 45,7
Metales exc.maquin. 14.062 20,6 490 4,5 14.552 18,3 62,2
Vehiculos y maquin. 19.955 29,2 660 5,9 20.615 20,6 54,9
Maquin.y apar.eléctr. 1.991 2,9 38 0,3 2.029 2,6 52,7
Varios 1.963 2,9 30 0,3 1.993 2,5 55,5
Totales 68.215 100 11.137 100 79.352 100 51,1
Fuente: Dirección General de Estadísticas y Censos Provincia de Santa Fe. Censo Industrial de 1960 (Sta.Fe
1962). Extraído de: Rofman y ot. Prediagnóstico...., op.cit.p.43
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CUADRO IIPERSONAL OCUPADO INDUSTRIA MANUFACTURERA POR DEPARTAMENTO
Departamento 1935 1946 1954 1960 1963
Rosario 23.754 50.042 54.033 54.095 52.964
San Lorenzo 751 2.998 6.883 9.981 9.488
Región 24.505 53.040 60.916 64.076 62.452
Provincia 44.187 94.673 109.368 118.353 126.996
País 460.367 1.107.829 (x) 1.222.476 (x) ------------ 1.320.120
(x) corresponde al total de industrias
Nota: para los años 1935, 1946 y 1954, como no se dispuso de información a nivel departamental, se calculó el
porcentaje correspondiente al personal ocupado en la industria manufacturera respecto al total del sector
industria en la provincia, este porcentaje aplicado al total de personal ocupado en la industria en cada
departamento, permitió obtener el personal ocupado en la industria manufacturera para cada departamento. Los
porcentajes utilizados fueron: año 1935=87%, año 1946=97,32% y año 1953=97,17%.
Fuentes: Censos Nacionales de 1935, 1946, 1954, 1963. Censo Provincial de 1960
Extraído de: Rofman y ot. Prediagnóstico..., op.cit., p.43.