Dios no se equivocó al
crear al hombre y la
mujer tan diferentes.
Nosotros somos los
que nos equivocamos
cuando en vez de
disfrutar las
diferencias y
relacionarnos
sabiamente,
intentamos cambiar a
Fuimos creados por
un Dios perfecto,
para ser a su imagen,
y para vivir en un
mundo excelente,
pero el pecado
trajo la
imperfección
Dios no nos manda solo a
sentir amor, sino actuar
constantemente con amor.
Los cónyuges tienen el
gran desafío de amar y
respetar en todacircunstancia
y en todo
momento
El Intento de muchos hombres no es destruir su familia, ni preferir la oficina ni rechazar a los que aman sino que motivados por cumplir con eficiencia el trabajo que les ha sido dado, quedan atrapados lentamente en un involucramiento exagerado.
Es erróneo y no logra ningún objetivo, la esposa que con gritos o maltratos constantes, trata de motivar a su esposo para que le ayude sabia y equilibradamente en las labores del hogar
El Creador puso una gran necesidad en ellos saludable de mantener una relación de
interdependencia con una persona del sexo opuesto
con la cual determinan amarse y apoyarse
mutuamente.
No es fácil convertirse
en un hombre con
convicciones
apropiadas , y
fundamentales firmes,
Con integridad a
prueba de tentaciones
y sabiduría envidiable .
No es natural para él
ser atento, cariñoso,
preocupado de las
necesidades de su
Dios nos creó para vivir en un mundo perfecto, pero el pecado nos convirtió en seres imperfectos que viven en un mundo defectuoso, por eso es difícil la relación
entre dos personas que se aman.
Nunca estéis enfadados los dos a la vez.2. No os gritéis jamás, a no ser que la casa se incendie.3. Si uno de los dos debe ganar una discusión, deja que sea el otro.4. Si tienes que criticar, hazlo con amor y delicadeza.5. Nunca menciones errores del pasado.7. Nunca os vayáis a dormir sin haber hecho las paces por una discusión.8. Al menos una vez al día, hazle un comentario amable o ten un gesto de amor.9. Cuando te hayas equivocado, admítelo y pide perdón. Si se equivoca, perdónale.10. Se necesitan dos para una pelea, y quien no tiene la razón es normalmente el que más habla