Semana del 6 al 12 de Mayo
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jr cap. 9 párrs. 1-7
Capítulo 9 „No sigas buscando cosas grandes para ti‟
1, 2. a) ¿A qué conflicto personal se encaró Baruc en
el cuarto año de Jehoiaquim? b) ¿Cómo ayudó
Jehová a Baruc?
[ 1 ] [Textos] CORRÍA el cuarto año del reinado del
inicuo rey Jehoiaquim (alrededor del 625 antes de
nuestra era), y Baruc, el fiel secretario de Jeremías, se
sentía cansado. Jeremías le mandó escribir en un rollo
todas las palabras que Jehová le había hablado a él
contra Jerusalén y Judá durante los veintitrés años que
llevaba de profeta (Jer. 25:1-3; 36:1, 2). Baruc no leyó el
contenido del rollo a los judíos de inmediato, sino al año
siguiente (Jer. 36:9, 10). Pero algo lo afligía. ¿Qué era?
[ 2 ] [Textos] “¡Ay de mí, ahora —se lamentó Baruc—, porque Jehová ha añadido desconsuelo a mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar.” También nosotros hemos expresado sentimientos de cansancio alguna vez en la vida, bien de manera audible, o silenciosamente en el corazón. Sea como sea que se haya quejado Baruc, Jehová estaba oyendo. Aquel que sondea los corazones conocía el motivo de su desaliento y, valiéndose de Jeremías, lo corrigió con bondad (léase Jeremías 45:1-5). ¿A qué obedecía el cansancio de Baruc? ¿Acaso era la misión que se le
había encomendado o las circunstancias en las que debía cumplirla? En realidad, su estado emotivo se originaba en el corazón. Baruc andaba “buscando cosas grandes”. ¿Qué cosas? ¿Qué le prometió Jehová si aceptaba su consejo y su guía? ¿Y qué enseñanza provechosa nos deja su experiencia?
¿QUÉ ERAN LAS “COSAS GRANDES”?
3. ¿Cuál era la raíz del problema espiritual de Baruc?
[ 3 ] [Textos] Baruc conocía la naturaleza de las
“cosas grandes” que perseguía, y sabía también que
“los ojos de [Dios] están sobre los caminos del hombre,
y todos sus pasos él ve” (Job 34:21). La razón por la
que no hallaba “descanso” mientras transcribía los
mensajes proféticos de Jeremías no era su comisión,
sino su propio concepto de lo que consideraba grande,
lo que había en su corazón. Estaba tan absorto
buscando “cosas grandes” que había perdido de vista
las cosas más importantes: las que tienen que ver con
hacer la voluntad divina (Fili. 1:10). La Traducción del
Nuevo Mundo transmite todo el sabor del verbo usado
aquí al verterlo “sigues buscando”. De modo que no se
trataba de una idea pasajera; Baruc llevaba tiempo
yendo detrás de “cosas grandes” cuando Jehová le
advirtió que dejara de hacerlo. Aunque el fiel secretario
de Jeremías estaba cumpliendo con la voluntad de Dios,
al mismo tiempo ansiaba “cosas grandes”.
4, 5. ¿Por qué podemos decir que las “cosas
grandes” de Baruc tal vez tuvieran que ver con la
fama y el prestigio, y por qué era pertinente la
advertencia de Jehová?
[ 4 ] [Textos] Una posibilidad es que a Baruc le
preocuparan la fama y el prestigio. Si bien le servía de
escriba a Jeremías, es muy probable que fuera más que
un simple secretario personal del profeta. En Jeremías
36:32 se lo llama “el secretario”. Las pruebas
arqueológicas apuntan a que desempeñaba un alto
cargo en el palacio real. De hecho, el mismo título se le
aplica a “Elisamá el secretario”, quien figura en la lista
de los príncipes de Judá. Esto da a entender que Baruc
también tuvo acceso al “comedor del secretario” en “la
casa del rey” como colega de Elisamá (Jer. 36:11,
12, 14). De lo anterior se deduce que Baruc debió de ser
un funcionario muy ilustrado del palacio. Su hermano
Seraya ocupaba el cargo de “comisario ordenador” del
rey Sedequías, a quien acompañó a Babilonia en una
importante misión (léase Jeremías 51:59). Al parecer,
Seraya se encargaba de los víveres y el hospedaje del
soberano cuando este salía de viaje. Ciertamente un
cargo muy importante.
[ 5 ] [Textos] Es comprensible que alguien que
perteneciera a las altas esferas se cansara de escribir
mensajes condenatorios contra Judá, uno detrás de
otro. Más aún, el apoyo que Baruc le brindó al profeta
de Dios de seguro hizo peligrar su posición y su carrera.
Ahora, pensemos en lo que pasaría cuando Jehová
demoliera lo que había edificado, según lo anunciado en
Jeremías 45:4. Cuando llegara esa hora, las “cosas
grandes” que anhelaba Baruc —ya fuera mayor honra
en la corte o prosperidad material— carecerían de valor.
Si lo que pretendía era asegurarse una posición en el
sistema judío condenado a muerte, Dios estaba
justificado para corregir su inclinación.
6, 7. En el caso de que las “cosas grandes” de Baruc
fueran los bienes materiales, ¿el ejemplo de qué
naciones estaría copiando?
[ 6 ] [Textos] Por otro lado, las “cosas grandes” de
Baruc quizás incluyeran la prosperidad material. Las
naciones vecinas de Judá cifraban toda su confianza en
las riquezas. Moab confiaba en sus „obras y tesoros‟,
igual que Ammón. En cuanto a Babilonia, Jehová dijo
mediante Jeremías que „abundaba en tesoros‟ (Jer.
48:1, 7; 49:1, 4; 51:1, 13). Pero aquellas naciones
fueron condenadas por Dios.
[ 7 ] [Textos] Si la aspiración de Baruc era acumular bienes y riquezas, entonces se entiende el porqué de la admonición divina. Cuando Jehová „extendiera su mano contra‟ los judíos, sus casas y campos pasarían a ser de sus enemigos (Jer. 6:12; 20:5). Supongamos que hubiéramos vivido en Jerusalén en aquella época. La mayoría de la gente —con inclusión de los príncipes, los sacerdotes y el rey mismo— cree que debe combatir a los invasores babilonios. Pero oímos decir a Jeremías: “Sirvan al rey de Babilonia y sigan viviendo” (Jer. 27:12, 17). ¿Nos habría facilitado acatar la orden divina el tener muchas posesiones en la ciudad? ¿Nos habría inclinado el amor a nuestras pertenencias a actuar conforme a la exhortación de Jeremías, o a seguir a la mayoría? Un hecho es innegable: todos los objetos de valor de Judá y Jerusalén, entre ellos los que estaban en el templo, fueron saqueados por los babilonios. Así que el afán de adquirir y atesorar riquezas habría sido inútil (Jer. 27:21, 22). ¿Captamos la lección?
¿Con qué consejo bondadoso corrigió Jehová la inclinación de Baruc a buscar “cosas grandes”? ¿Por qué es sensato aceptar la corrección divina?
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[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] Lectura de la Biblia: Juan 1, 2, 3, 4 | Puntos sobresalientes
Respuestas a preguntas bíblicas:
1:4; 3:1; 4:5; 5:6. ¿Qué significa la expresión “los siete espíritus”? El número siete representa lo completo desde el punto de vista de Dios. De modo que el mensaje que originalmente fue dirigido a “las siete congregaciones” se hace extensivo a las más de cien mil congregaciones del pueblo de Dios hoy día (Rev. 1:11, 20). Puesto que Jehová otorga su espíritu santo conforme a lo que desea lograr, la expresión “los siete espíritus” significa que el espíritu santo opera a plenitud para que quienes prestan atención a la profecía puedan comprenderla y así reciban bendiciones. El libro de Revelación parece seguir un patrón basado en grupos de siete elementos. En este libro, dicho número representa lo completo; y en efecto, Revelación habla de la forma en que “queda terminado”, o se completa, “el secreto sagrado de Dios” (Rev. 10:7).
1:8, 17. ¿A quién se le llama “el Alfa y la Omega” y “el Primero y el Último”? Es a Jehová a quien se le llama “el Alfa y la Omega”. Este título destaca el hecho de que ni antes ni después de él hay dios que pueda comparársele. Él es “el principio y el fin” (Rev. 21:6; 22:13). Ahora bien, aunque Revelación 22:13 llama a Jehová “el primero y el último” —pues no hay nadie antes ni después de él—, el título “el Primero y el Último” que aparece en el capítulo 1 se refiere a Jesucristo, tal como lo demuestra el contexto. Él fue el primero y el último ser humano a quien Jehová resucitó personalmente para vivir como espíritu inmortal (Col. 1:18).
2:7. ¿Qué es “el paraíso de Dios”? Puesto que estas palabras fueron dirigidas a cristianos ungidos, el paraíso del que aquí se habla debe referirse al cielo, a la mismísima presencia de Jehová. Este es, sin duda, un lugar paradisíaco. Los ungidos que permanezcan fieles podrán comer “del árbol de la vida”, es decir, recibirán inmortalidad (1 Cor. 15:53).
3:7. ¿Cuándo recibió Jesús “la llave de David”? ¿Cómo la ha usado? Jesús fue escogido para llegar a ocupar el trono de David, su antepasado, cuando se bautizó, en el año 29. Sin embargo, no recibió “la llave de David” sino hasta el año 33, cuando se sentó a la diestra de Dios en el cielo. Se le confirió pleno derecho sobre el Reino davídico y desde entonces ha estado empleando dicha llave para “abrir” u ofrecer oportunidades de servicio relacionadas con el Reino. En 1919, Jesús entregó “la llave de la casa de David” al
“esclavo fiel y discreto”, es decir, lo nombró “sobre todos sus bienes” (Isa. 22:22; Mat. 24:45, 47).
3:12. ¿Cuál es el “nuevo nombre” de Jesús? Ese nombre está relacionado con la nueva posición que ocupa Jesús y con sus recién adquiridas responsabilidades (Fili. 2:9-11). Aunque nadie más llega a conocer ese nombre tan bien como él, Jesús lo escribe sobre sus fieles hermanos que resucitan en el cielo, con lo que se estrecha aún más su relación con ellos (Rev. 19:12). De hecho, él comparte sus responsabilidades con ellos.
Lecciones para nosotros:
1:3. En vista de que está tan cerca “el tiempo señalado” para que Dios ejecute su sentencia contra el mundo de Satanás, es urgente que nos esforcemos por comprender el mensaje del libro de Revelación y que actuemos en conformidad con él.
3:17, 18. Para ser ricos en sentido espiritual, debemos comprar el “oro acrisolado por fuego” que ofrece Jesús, o sea, debemos ser “ricos en obras excelentes” (1 Tim. 6:17-19). Hemos de ponernos “prendas de vestir exteriores blancas” que nos identifiquen como discípulos de Jesús. Y debemos usar “pomada para los ojos” —los consejos que recibimos en La Atalaya y otras publicaciones— para mejorar nuestra visión espiritual (Rev. 19:8).
[Nº1] Núm. 1: Juan 3:22-36
22 Después de estas cosas, Jesús y sus discípulos
entraron en el país de Judea, y allí pasó algún tiempo con ellos, y bautizaba.
23 Pero Juan también estaba
bautizando en Enón cerca de Salim, porque allí había una gran cantidad de agua, y la gente seguía viniendo y bautizándose;
24 porque Juan todavía no había sido
echado en la prisión.
25 Por consiguiente, se suscitó una disputa de parte
de los discípulos de Juan con un judío acerca de la purificación.
26 De modo que vinieron a Juan y le dijeron:
“Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, fíjate, este está bautizando, y todos están yendo a él”.
27 En respuesta,
Juan dijo: “El hombre no puede recibir una sola cosa a menos que se le haya dado del cielo.
28 Ustedes mismos
me dan testimonio de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de aquel.
29 El que tiene la
novia es el novio. Sin embargo, el amigo del novio, cuando está de pie y lo oye, tiene mucho gozo a causa de la voz del novio. Por eso, este gozo mío se ha hecho pleno.
30 Aquel tiene que seguir aumentando, pero yo
tengo que seguir menguando”.
31 El que viene de arriba está sobre todos los demás.
El que es de la tierra, de la tierra es y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está sobre todos los demás.
32 Lo que ha visto y oído, de esto da testimonio,
pero ningún hombre acepta su testimonio. 33
El que ha aceptado su testimonio ha puesto su sello a esto: que Dios es veraz.
34 Porque aquel a quien Dios envió habla
los dichos de Dios, porque él no da el espíritu por medida.
35 El Padre ama al Hijo y ha entregado en su
mano todas las cosas. 36
El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
[Nº2] Núm. 2: ¿Qué significa seguir “andando por espíritu”? (Gál. 5:16)
16 Pero digo: Sigan andando por espíritu y no llevarán a
cabo ningún deseo carnal
w10 15/3 15-18; w07 15/7 21-25; w92 15/3 20
[Nº3] Núm. 3: ¿En qué sentido fue diferente la muerte de Jesucristo de la de otros que han llegado a ser mártires? (rs pág. 320 párrs. 1-4)
¿En qué sentido fue diferente la muerte de Jesucristo de la de otros que han llegado a ser mártires?
Jesús era un humano perfecto. Nació sin mancha del pecado y mantuvo tal perfección durante toda su vida. “Él no cometió pecado.” Era “incontaminado, separado de los pecadores”. (1 Ped. 2:22; Heb. 7:26.)
Era de modo singular el Hijo de Dios. Dios mismo testificó de esto audiblemente desde los cielos (Mat. 3:17; 17:5). Este Hijo había vivido anteriormente en el cielo; mediante él Dios dio existencia a todas las demás personas y cosas creadas de todo el universo. Para llevar a cabo Su voluntad, Dios transfirió milagrosamente la vida de su Hijo a la matriz de una joven virgen de manera que su Hijo naciera como humano. Para enfatizar que verdaderamente había llegado a ser humano, Jesús se refirió a sí mismo como el Hijo del hombre. (Col. 1:15-20; Juan 1:14; Luc. 5:24.)
No estaba impotente ante sus ejecutores. Dijo: “Entrego mi alma [...] Nadie me la ha quitado, sino que la entrego de mi propia iniciativa” (Juan 10:17, 18). Él rehusó apelar a las fuerzas angelicales para que intervinieran en su favor (Mat. 26:53, 54). Aunque se permitió que los inicuos llevaran a cabo sus planes de matarlo, Su muerte fue verdaderamente en sacrificio.
Su sangre derramada tiene valor para proveer liberación a otros. “El Hijo del hombre no vino para que se le sirviese, sino para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos” (Mar. 10:45). Así que tras su muerte había mucho más que un caso de alguien que sufriera martirio por negarse a transigir en cuanto a sus creencias.
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Cántico 57
10 min. Ideas para ofrecer las revistas en mayo.
Análisis con el auditorio. En treinta o sesenta
segundos explique por qué las revistas le
interesarán a la gente del territorio. A
continuación, pida a los presentes que digan qué
preguntas y qué textos podrían usarse al
presentar el tema de portada de La Atalaya. Haga
lo mismo con el tema de portada de ¡Despertad! y,
si hay tiempo, hágalo también con otro artículo
de cualquiera de las dos revistas. Incluya una
demostración para cada revista.
ATALAYA 1 de mayo “Nos gustaría saber su opinión
sobre lo que dice aquí [lea 1 Juan 4:8]. Muchos
concuerdan con estas palabras, pero hay quienes
dicen que Dios es cruel por causar —o si no,
permitir— los desastres naturales. ¿Qué cree usted?
[Permita que la persona responda.] Esta revista nos
da buenas razones para no juzgar a Dios culpándolo
de crueldad.”
(1 Juan 4:8) El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.
¡Despertad! Mayo “Nos gustaría hablarle hoy de un
problema que nos preocupa: la delincuencia. Algunos
piensan que la solución es que haya más policías.
¿Qué opina usted? [Permita que la persona
responda.] ¿Sabía que la Biblia promete que la
delincuencia llegará a su fin? [Lea Salmo 37:10, 11.]
Esta revista explica cómo se cumplirá esta promesa y
nos da algunas sugerencias para protegernos de la
delincuencia.”
(Salmo 37:10, 11) Y solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar, y él no será.
11 Pero los mansos mismos poseerán
la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.
10 min. Necesidades de la Congregación.
10 min. A menos que Jehová mismo edifique la
casa, de nada vale que sus edificadores hayan
trabajado duro en ella (Sal. 127:1). Análisis con el
auditorio basado en el Anuario 2013, página 149,
párrafo 1, a página 151, párrafo 1. Pida a los
presentes que hagan comentarios sobre las
lecciones aprendidas.
yb1: 149-150
Para entonces, los hermanos habían trasladado la
sucursal de la calle 39 a una casa de dos plantas con
bastante terreno alrededor, ubicada en la avenida
Inya, en un barrio de gente adinerada al norte de la
ciudad. Sin embargo, el edificio había llegado al límite
de su capacidad. El hermano Viv Mouritz, quien por
ese tiempo visitó Myanmar como superintendente de
zona, recuerda: “Los 25 miembros de la familia Betel
trabajaban en condiciones difíciles. No tenían cocina
(estufa), así que una hermana hacía las comidas en un
hornillo eléctrico. Otra hermana lavaba en un hoyo
excavado en el suelo y conectado a un desagüe, ya
que tampoco tenían lavadora. Hacía falta comprar
estos aparatos, el problema era que sencillamente no
se podían importar”.
[El edificio de Betel había llegado al límite de su
capacidad. Una hermana planchaba la ropa en el
suelo]
Estaba claro que se necesitaban unas instalaciones
más grandes. Así que el Cuerpo Gobernante aprobó la
propuesta de demoler la casa y levantar en el mismo
sitio un edificio de viviendas y oficinas de cuatro
plantas. No obstante, para que los hermanos
pudieran materializar el proyecto, antes había que
superar varios obstáculos enormes. Primero, se
necesitaba la aprobación de seis funcionarios del
gobierno, cada uno de mayor rango que el anterior.
Segundo, los contratistas del país no sabían trabajar
con estructuras de acero, así que no podían
encargarse de la obra. Tercero, no se permitía la
entrada a Myanmar de voluntarios extranjeros. Y por
último, los materiales de construcción no se podían
obtener localmente ni se podían importar. De más
está decir que el proyecto parecía condenado al
fracaso. Con todo, los hermanos confiaban en Jehová.
Si era su voluntad, la sucursal se construiría (Sal.
127:1).
Cántico 47 y oración
[Cántico 62 ][Atalaya] [Inicio]
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¿Está su corazón dispuesto a conocer a
Jehová?
“Les daré un corazón para que me conozcan, que
yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi
pueblo.” (JER. 24:7)
Cántico 60
¿QUÉ RESPONDERÍA? ¿En qué sentido fueron “incircuncisos de corazón” muchos judíos en tiempos de Jeremías? Párrafos 7 y 8 ¿Por qué debemos todos examinar nuestro corazón simbólico? Párrafos 10 y 11 ¿Qué podemos hacer para tener un corazón dispuesto a conocer a Jehová? Párrafo 18 1, 2. ¿Qué interesante comparación hizo Jehová, y
por qué debe interesarnos?
[ 1 ] [Textos] ¿LE GUSTAN los higos? A muchas
personas les encantan, ya sean frescos o secos, y por
eso las higueras abundan en numerosos países. Los
judíos de tiempos bíblicos eran amantes de los higos
(Nah. 3:12; Luc. 13:6-9). Este fruto es rico en fibra,
antioxidantes y minerales. De ahí que algunos
aseguren que es bueno para el corazón.
[ 2 ] [] En una ocasión, Jehová habló de los higos, pero
no para explicar sus ventajas nutricionales. Más bien,
los comparó a personas. Lo que dijo mediante el
profeta Jeremías tiene mucho que ver con nuestro
corazón y el de nuestros seres queridos. Mientras
analizamos sus palabras, pensemos en lo que
implican para los cristianos.
3. ¿Qué representan los higos del capítulo 24 de
Jeremías?
[ 3 ] [Textos] Para empezar, veamos lo que Dios le
dijo a Jeremías. Corría el año 617 antes de nuestra
era; los habitantes de Judá estaban muy enfermos en
sentido espiritual. Dios le informó al profeta en una
visión lo que ocurriría más adelante y lo ilustró con
dos clases de higos: los muy buenos y los muy malos
(lea Jeremías 24:1-3). Los malos representaban al
rey Sedequías y a otras personas parecidas a él que
sufrirían a manos del rey Nabucodonosor y sus
ejércitos. ¿Qué puede decirse de Ezequiel, Daniel y
sus tres compañeros, quienes ya estaban en
Babilonia? ¿Y qué hay de algunos judíos que pronto
serían desterrados allí? Ellos eran como higos
buenos. Con el tiempo, algunos regresarían para
reconstruir Jerusalén y su templo. Y eso fue lo que
sucedió (Jer. 24:8-10; 25:11, 12; 29:10).
4. ¿Cómo nos anima lo que Dios dijo respecto a los
higos buenos?
[ 4 ] [Textos] Jehová declaró respecto a los israelitas
simbolizados por los higos buenos: “De veras les daré
un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová;
y tendrán que llegar a ser mi pueblo” (Jer. 24:7). Este
es el animador texto temático del artículo que
estamos estudiando. ¡Dios quiere darnos un corazón
para que lo conozcamos! Aquí el corazón se relaciona
con nuestra inclinación. Sin duda, queremos ser
personas dispuestas a conocer a Dios, así como ser
parte de su pueblo. Para lograrlo, hace falta estudiar y
obedecer su Palabra, arrepentirse y convertirse,
dedicar la vida a Dios y ser bautizado en el nombre
del Padre, del Hijo y del espíritu santo (Mat. 28:19,
20; Hech. 3:19). Algunos ya han dado estos pasos, y
otros los están dando y asisten a nuestras reuniones.
5. Cuando Jeremías habló del corazón, ¿a quiénes
se refirió principalmente?
[ 5 ] [Textos] Sin importar cuántos de esos pasos
hayamos dado, todos necesitamos seguir vigilando
nuestra actitud y conducta. ¿Por qué? La razón la
hallamos en lo que Jeremías escribió sobre el
corazón. Aunque algunos capítulos tratan sobre las
naciones vecinas, su libro se centra en Judá durante el
reinado de cinco de sus reyes (Jer. 1:15, 16). El
profeta habló principalmente de hombres, mujeres y
niños que ya estaban dedicados a Jehová. Sus
antepasados habían aceptado voluntariamente ser el
pueblo de Dios (Éx. 19:3-8). Y los israelitas del
tiempo de Jeremías confirmaron que estaban
dedicados a Dios al decir: “¡Aquí estamos! Hemos
venido a ti, porque tú, oh Jehová, eres nuestro Dios”
(Jer. 3:22). Sin embargo, ¿qué cree usted que tenían
en su corazón?
¿NECESITABAN OPERARSE DEL CORAZÓN?
6. ¿Por qué debe interesarnos mucho lo que Dios
dijo sobre el corazón?
[ 6 ] [] Hoy día, los médicos utilizan la tecnología más
moderna para examinar el corazón y comprobar su
estado. No obstante, Jehová va mucho más allá, como
hizo en tiempos de Jeremías. Está especialmente
capacitado para ello, según indican sus palabras: “El
corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y
es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? Yo, Jehová,
estoy escudriñando el corazón, [...] para dar a cada
uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus
tratos” (Jer. 17:9, 10). Escudriñar el corazón no exige
un examen médico del órgano literal, que en setenta
u ochenta años puede latir unos 3.000 millones de
veces. Más bien, Jehová se refirió al corazón
simbólico, que representa lo que la persona es en su
interior y engloba sus deseos, pensamientos,
inclinaciones, actitudes y metas. Ese “corazón” está
en todos nosotros. Dios puede examinarlo, y, hasta
cierto grado, nosotros también.
7. ¿Qué dijo Jeremías sobre el corazón de la
mayoría de los judíos de su época?
[ 7 ] [] A fin de prepararnos para tal examen,
podemos hacernos esta pregunta: “¿Cuál era la
condición de corazón de la mayoría de los judíos
contemporáneos de Jeremías?”. Y para contestarla,
veamos una frase un tanto extraña que Jeremías
empleó: “Todos los de la casa de Israel son
incircuncisos de corazón”. Con ello no se refirió a la
circuncisión normal que se practicaba a los judíos
varones, pues ya había dicho: “¡Mira! Vienen días —
es la expresión de Jehová?—, y ciertamente pediré
cuentas a todos los circuncisos que, sin embargo,
todavía están en incircuncisión”. Por tanto, incluso
los judíos circuncidados eran “incircuncisos de
corazón” (Jer. 9:25, 26). ¿Qué significaba eso?
8, 9. ¿Qué debía hacer con su corazón la mayoría
de los judíos?
[ 8 ] [Textos] Hallamos una clave para entender lo
que significa “incircuncisos de corazón” en lo que
Dios animó a su pueblo a hacer: “Quiten los prepucios
de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de
Jerusalén; para que no salga mi furia [...] a causa de la
maldad de sus tratos”. ¿Dónde se originaba esa
maldad? En su interior, en su corazón (lea Marcos
7:20-23). A través de Jeremías, Dios hizo un acertado
diagnóstico sobre la fuente de la maldad de los judíos.
Sus corazones insistían en rebelarse, y sus motivos y
pensamientos desagradaban a Jehová (lea Jeremías
5:23, 24 y 7:24-26). Por eso les dijo: “Circuncídense
a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones”
(Jer. 4:4; 18:11, 12).
[ 9 ] [Textos] En efecto, aquellos judíos necesitaban
someterse a una operación de corazón simbólica, tal
como hicieron sus antepasados en tiempos de Moisés
(Deut. 10:16; 30:6). Quitarse “los prepucios de sus
corazones” significaba librarse de todo lo que los
hacía insensibles: los pensamientos, deseos o motivos
que estuvieran en conflicto con las normas divinas
(Hech. 7:51).
UN CORAZÓN DISPUESTO A CONOCER A JEHOVÁ
HOY DÍA
10. Siguiendo el ejemplo de David, ¿qué debemos
hacer?
[ 10 ] [Textos] Debemos sentirnos muy agradecidos
de que Dios nos permita entender lo que puede
pasarle al corazón simbólico. Ahora bien, ¿por qué
debe interesarnos este asunto a los testigos de
Jehová? No es que muchos cristianos estén
practicando la maldad o convirtiéndose en “higos
malos”, como les sucedió a muchos judíos de la
antigüedad. Al contrario, los siervos de Dios de hoy
forman un pueblo puro y fiel. Con todo, reflexione en
el ruego que David, un hombre justo, elevó a Jehová:
“Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi
corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos
inquietantes, y ve si hay en mí algún camino
doloroso” (Sal. 17:3; 139:23, 24).
11, 12. a)?¿Por qué debe cada uno de nosotros
examinar su corazón? b)?¿Qué es lo que Dios no
hará?
[ 11 ] [Textos] Jehová desea que todos alcancemos y
conservemos una buena posición ante él. Jeremías
declaró: “Tú, oh Jehová de los ejércitos, estás
examinando al justo; estás viendo los riñones y el
corazón” (Jer. 20:12). Si el Todopoderoso examina
hasta el corazón del justo, ¿no deberíamos nosotros
hacernos un examen honrado? (Lea Salmo 11:5.) Tal
vez descubramos una actitud, una meta o un
sentimiento arraigado que requiera atención. O
quizás encontremos algo que esté endureciendo
nuestro corazón, algo que tengamos que extirpar. Así
nos someteríamos a una operación del corazón
simbólico. ¿Qué podríamos buscar en tal examen? ¿Y
cómo podríamos hacer los cambios necesarios? (Jer.
4:4.)
[ 12 ] [] Una cosa es cierta: Jehová no va a obligarnos
a cambiar. De “los higos buenos”, él dijo: “Les daré un
corazón para que me conozcan”. No indicó que los
forzaría a cambiar su corazón. Más bien, ellos debían
desear un corazón dispuesto a conocer a Dios. ¿Y
verdad que nosotros deberíamos desear lo mismo?
13, 14. ¿Cómo podría causarle daño a un cristiano
su propio corazón?
[ 13 ] [Textos] Jesús afirmó: “Del corazón salen
razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios,
fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias”
(Mat. 15:19). Por supuesto, un hermano con un
corazón insensible podría cometer adulterio o
fornicación, y si no se arrepintiera, perder para
siempre el favor divino. Pero incluso un cristiano que
no ha cometido tales pecados podría estar
alimentando un mal deseo en su corazón (lea Mateo
5:27, 28). Ahí es donde un buen autoexamen puede
ser de mucha ayuda. Si lo lleváramos a cabo,
¿encontraríamos algún sentimiento impropio hacia
alguien del sexo opuesto, algún anhelo secreto que
Dios no aprobaría y que deberíamos arrancar?
[ 14 ] [Textos] ¿Y qué hay de aquel que no ha llegado
a cometer un asesinato pero deja que el rencor crezca
en su interior hasta el punto de odiar a un hermano
en la fe? (Lev. 19:17.) ¿Luchará por desarraigar esos
sentimientos que podrían endurecerle el corazón?
(Mat. 5:21, 22.)
15, 16. a)?¿Cómo podría un cristiano ser
“incircunciso de corazón”? b)?¿Por qué cree usted
que Jehová detesta “un corazón incircunciso”?
[ 15 ] [Textos] Felizmente, la mayoría de los
cristianos no tienen esa “enfermedad del corazón”.
Pero Jesús también habló de “razonamientos inicuos”,
es decir, puntos de vista o actitudes perjudiciales que
influyen en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo,
alguien podría tener un concepto equivocado de la
lealtad a los familiares. Claro está, los cristianos
deben amar a sus parientes, no como muchas
personas que carecen de “cariño natural” en estos
“últimos días” (2 Tim. 3:1, 3). Sin embargo, hay
quienes piensan que “la familia es la familia” y se van
al extremo de defender o apoyar a sus parientes a
toda costa. Si estos sufren una ofensa, ellos se sienten
ofendidos también. Piense en lo que hicieron los
hermanos de Dina por abrigar esos sentimientos tan
intensos (Gén. 34:13, 25-30). O imagínese cuánto
odio tendría Absalón en su corazón para llegar a
matar a su medio hermano Amnón (2 Sam. 13:1-30).
¿Acaso no hubo “razonamientos inicuos” tras estos
horribles actos?
[ 16 ] [Textos] Por supuesto, los cristianos
verdaderos no cometen ningún asesinato. Ahora bien,
podría suceder que un hermano le abrigara
resentimiento a otro porque creyera que ha tratado
mal a un pariente suyo, sea esto cierto o no. Tal vez
rechace sus invitaciones o nunca le muestre
hospitalidad (Heb. 13:1, 2). Esos sentimientos tan
negativos y esa frialdad no pueden tomarse a la
ligera, pues revelan falta de amor. De hecho, Aquel
que examina los corazones quizás diagnostique que
ese hermano es “incircunciso de corazón” (Jer. 9:25,
26). Y recuerde lo que Jehová les dijo a los judíos:
“Quiten los prepucios de sus corazones” (Jer. 4:4).
ADQUIERA Y CONSERVE UN CORAZÓN DISPUESTO
A CONOCER A JEHOVÁ
17. ¿Cómo nos ayuda el temor de Dios a tener un
corazón más receptivo?
[ 17 ] [Textos] Es posible que, tras examinar su
corazón simbólico, descubra que no sigue la dirección
de Jehová como debería y que, hasta cierto punto, es
un corazón “incircunciso”. Puede que detecte temor
al hombre, anhelo de prominencia o de lujos o hasta
una inclinación a la terquedad o la independencia. En
tal caso, usted no es el único (Jer. 7:24; 11:8).
Jeremías escribió que los judíos infieles de su época
tenían “un corazón terco y rebelde”, y añadió: “No
han dicho en su corazón: ‘Temamos, ahora, a Jehová
nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la
lluvia del otoño’” (Jer. 5:23, 24). ¿No indica eso que
cultivar un mayor temor de Dios y una mayor
gratitud hacia él nos ayudará a “circuncidar el
corazón”? Ese temor saludable nos permitirá tener
un corazón más receptivo a lo que él desea que
seamos.
18. ¿Qué prometió Jehová a aquellos con quienes
estableció un nuevo pacto?
[ 18 ] [Textos] Y podemos colaborar con Jehová si él
nos da un corazón dispuesto a conocerlo. De hecho,
eso es lo que él prometió en el caso de los ungidos,
con quienes estableció un nuevo pacto: “Pondré mi
ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y
ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos
llegarán a ser mi pueblo”. * En cuanto a conocerlo de
verdad, añadió: “Ya no enseñarán cada uno a su
compañero y cada uno a su hermano, diciendo:
‘¡Conozcan a Jehová!’, porque todos ellos me
conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el
mayor de ellos [...]. Porque perdonaré su error, y no
me acordaré más de su pecado” (Jer. 31:31-34).
19. ¿Qué maravillosa perspectiva tienen los
cristianos verdaderos?
[ 19 ] [Textos] Sea que usted anhele beneficiarse
para siempre de ese nuevo pacto en el cielo o en la
Tierra, debe mantener el deseo de conocer a Jehová y
ser parte de su pueblo. Para que usted reciba tales
beneficios, él tiene que perdonarle sus pecados sobre
la base del rescate de Cristo. El mismo hecho de que
Dios pueda perdonarlo debe impulsarlo a perdonar a
los demás, incluso a aquellos a quienes quizás guarde
algún rencor. Librarse de cualquier mal sentimiento
de ese tipo le hará bien a su corazón. No solo
demostrará que desea servir a Jehová, sino también
que lo conoce cada vez más. Será como las personas
de las que Jehová dijo mediante Jeremías: “Ustedes
realmente me buscarán y me hallarán, porque me
buscarán con todo su corazón. Y yo mismo
ciertamente me dejaré hallar por ustedes” (Jer. 29:13,
14).
Volver al repaso y cántico.
Textos del Libro
Párrafo 1
(Jeremías 25:1-3) La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia;
2 la
cual Jeremías el profeta habló acerca de todo el pueblo de Judá y acerca de todos los habitantes de Jerusalén, diciendo:
3 “Desde el año decimotercero de Josías hijo
de Amón, el rey de Judá, y hasta el día de hoy, estos veintitrés años me ha ocurrido la palabra de Jehová, y seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero ustedes no escucharon.
(Jeremías 36:1, 2) Ahora bien, en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, aconteció que a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, que dijo:
2 “Toma para ti un rollo de un libro, y tienes que
escribir en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá y contra todas las naciones, desde el día en que te hablé, desde los días de Josías, hasta el mismo día de hoy.
(Jeremías 36:9, 10) Ahora bien, en el año quinto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, en el mes noveno, aconteció que toda la gente de Jerusalén y toda la gente que estaba entrando en Jerusalén de las ciudades de Judá proclamaron un ayuno delante de Jehová.
10 Y Baruc empezó a leer del libro en voz alta
las palabras de Jeremías, en la casa de Jehová, en el comedor de Guemarías hijo de Safán el copista, en el patio superior, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, a oídos de todo el pueblo.
Párrafo 2
(Jeremías 45:1-5) La palabra que Jeremías el profeta
habló a Baruc hijo de Nerías cuando este escribió en un
libro estas palabras procedentes de la boca de Jeremías
en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de
Judá, diciendo: 2 “Esto es lo que Jehová el Dios de
Israel ha dicho respecto a ti, oh Baruc: 3 „Has dicho: “¡Ay
de mí, ahora, porque Jehová ha añadido desconsuelo a
mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar, y no he
hallado lugar de descanso”‟. 4 ”Esto es lo que debes
decirle: „Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Lo que
he edificado lo estoy demoliendo, y lo que he plantado lo
estoy desarraigando, aun todo el país mismo. 5 Pero en
cuanto a ti, tú sigues buscando cosas grandes para ti.
No sigas buscando”‟. ”„Porque, mira, voy a traer una
calamidad sobre toda carne —es la expresión de
Jehová—, y ciertamente te daré tu alma como despojo
en todos los lugares adonde vayas‟”.
Párrafo 3
(Job 34:21) Porque los ojos de él están sobre los caminos del hombre, y todos sus pasos él ve.
(Filipenses 1:10) para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo,
Párrafo 4
(Jeremías 36:32) Y Jeremías mismo tomó otro rollo y entonces lo dio a Baruc hijo de Nerías, el secretario, quien procedió a escribir en él, de boca de Jeremías, todas las palabras del libro que Jehoiaquim el rey de Judá había quemado en el fuego; y se añadieron a ellas muchas otras palabras como aquellas.
(Jeremías 36:11, 12) Y Micaya hijo de Guemarías hijo de Safán llegó a oír todas las palabras de Jehová, del libro.
12 Por lo cual bajó a la casa del rey, al comedor del
secretario, y, ¡mire!, allí estaban sentados todos los príncipes: Elisamá el secretario, y Delayá hijo de Semaya, y Elnatán hijo de Acbor, y Guemarías hijo de Safán, y Sedequías hijo de Hananías, y todos los demás príncipes.
(Jeremías 36:14) Entonces todos los príncipes enviaron a Jehudí hijo de Netanías hijo de Selemías hijo de Cusí a Baruc, para decir: “El rollo del cual leíste en voz alta a oídos del pueblo... tómalo en tu mano y ven”. Por consiguiente, Baruc hijo de Nerías tomó el rollo en su mano y entró a donde ellos.
(Jeremías 51:59) La palabra que Jeremías el profeta ordenó a Seraya hijo de Nerías hijo de Mahseya cuando este fue con Sedequías el rey de Judá a Babilonia en el año cuarto de ser rey; y Seraya era el comisario ordenador.
Párrafo 5
(Jeremías 45:4) ”Esto es lo que debes decirle: „Esto es
lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Lo que he edificado lo
estoy demoliendo, y lo que he plantado lo estoy
desarraigando, aun todo el país mismo.
Párrafo 6
(Jeremías 48:1) Para Moab esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “¡Ay de Nebo, porque con violencia ha sido despojada! Quiryataim ha
quedado avergonzada, ha sido tomada. La altura segura ha quedado avergonzada, y se le ha puesto en terror.
(Jeremías 48:7) Porque tu confianza está cifrada en tus obras y en tus tesoros, tú misma también serás tomada. Y Kemós ciertamente saldrá al destierro, sus sacerdotes y sus príncipes al mismo tiempo.
(Jeremías 49:1) Para los hijos de Ammón esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Acaso no hay hijos que tenga Israel, o no hay heredero que tenga él? ¿Por qué ha tomado posesión Malcam de Gad, y su propio pueblo se ha puesto a morar en las mismísimas ciudades [de Israel]?”.
(Jeremías 49:4) ¿Por qué te glorías de las llanuras bajas, tu ondulante llanura baja, oh hija infiel, tú la que confía en sus tesoros, [que dice:] “¿Quién vendrá a mí?”.‟”
(Jeremías 51:1) Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a suscitar contra Babilonia y contra los habitantes de Leb-qamai un viento arruinador;
(Jeremías 51:13) “Oh mujer que resides sobre aguas caudalosas, abundante en tesoros, ha llegado tu fin, la medida de tu lucrosa actividad.
Párrafo 7
(Jeremías 6:12) Y sus casas ciertamente serán transferidas a otros para posesión, los campos y las esposas al mismo tiempo. Porque extenderé mi mano contra los habitantes del país”, es la expresión de Jehová.
(Jeremías 20:5) Y ciertamente daré todas las cosas almacenadas de esta ciudad y todo su producto y todas sus cosas preciosas; y todos los tesoros de los reyes de Judá voy a dar en la mano de sus enemigos. Y ellos ciertamente los saquearán y los tomarán y los llevarán a Babilonia.
(Jeremías 27:12) Aun a Sedequías el rey de Judá hablé conforme a todas estas palabras, y dije: “Pongan sus cuellos bajo el yugo del rey de Babilonia y sírvanles a él y a su pueblo y sigan viviendo.
(Jeremías 27:17) No les escuchen. Sirvan al rey de Babilonia y sigan viviendo. ¿Por qué debe llegar a ser esta ciudad un lugar devastado?
(Jeremías 27:21, 22) porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén:
22 „“A Babilonia es
adonde serán llevados, y allí permanecerán hasta el día en que yo les dirija mi atención a ellos”, es la expresión de Jehová. “Y ciertamente los haré subir y los restauraré en este lugar”‟”.
Textos Atalaya
Párrafo 1
Nahúm 3:12 Todos tus lugares fortificados son como
higueras con los primeros frutos maduros, los cuales, si
los menean, ciertamente caen en la boca del que come.
Lucas 13:6-9 Entonces pasó a decirles esta ilustración:
“Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña, y
vino buscando fruto en ella, pero no lo halló. 7 Luego
dijo al viñador: ‘Mira que ya van tres años que he
venido buscando fruto en esta higuera, pero no lo he
hallado. ¡Córtala! ¿Por qué, realmente, debe hacer que
la tierra permanezca inútil?’. 8 En respuesta él le dijo:
‘Amo, déjala también este año, hasta que cave
alrededor de ella y le eche estiércol; 9 y si entonces
produce fruto en el futuro, [bien está]; pero si no, la
cortarás’”.
Párrafo 3
Jeremías 24:1-3 Y Jehová me mostró, y, ¡mire!, dos
cestas de higos colocadas delante del templo de Jehová,
después que Nabucodorosor el rey de Babilonia se hubo
llevado al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey
de Judá, y a los príncipes de Judá y a los artífices y a los
constructores de baluartes, de Jerusalén para
transportarlos a Babilonia. 2 En cuanto a la primera
cesta, los higos eran muy buenos, como brevas; y en
cuanto a la otra cesta, los higos eran muy malos, de
modo que no se podían comer de malos que eran. 3 Y
Jehová procedió a decirme: “¿Qué estás viendo,
Jeremías?”. De modo que dije: “Higos, los higos buenos
muy buenos, y los malos muy malos, de modo que no
pueden comerse de malos que son”.
Jeremías 24:8-10 ”’Y como los higos malos que no
pueden comerse de malos que son, esto de hecho es lo
que ha dicho Jehová: “Así daré a Sedequías el rey de
Judá y a sus príncipes y al resto de Jerusalén que se
están quedando en este país y a los que están morando
en la tierra de Egipto... 9 yo también ciertamente los
daré para trepidación, para calamidad, en todos los
reinos de la tierra, para oprobio y para un dicho
proverbial, para un escarnio y para una invocación de
mal, en todos los lugares a los cuales los dispersaré.
10 Y ciertamente enviaré contra ellos la espada, el
hambre y la peste, hasta que se acaben de sobre el
suelo que les di a ellos y a sus antepasados”’”.
Jeremías 25:11, 12 Y toda esta tierra tiene que llegar a
ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas
naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta
años”’. 12 ”‘Y tiene que ocurrir que, cuando se hayan
cumplido setenta años, pediré cuentas al rey de
Babilonia y a aquella nación —es la expresión de
Jehová— por su error, aun a la tierra de los caldeos, y
ciertamente haré de ella yermos desolados hasta
tiempo indefinido.
Jeremías 29:10 “Porque esto es lo que ha dicho Jehová:
‘Conforme se cumplan setenta años en Babilonia yo
dirigiré mi atención a ustedes, y ciertamente
estableceré para con ustedes mi buena palabra
trayéndolos de vuelta a este lugar’.
Párrafo 4
Mateo 28:19, 20 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos
de gente de todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,
20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les
he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los
días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
Hechos 3:19 ”Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse
para que sean borrados sus pecados, para que vengan
tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová
Párrafo 5
Jeremías 1:15, 16 Porque ‘¡mira!, voy a mandar a llamar
a todas las familias de los reinos del norte —es la
expresión de Jehová—; y ciertamente vendrán y
colocarán cada cual su trono a la entrada de las puertas
de Jerusalén, y contra todos sus muros en derredor y
contra todas las ciudades de Judá. 16 Y ciertamente
hablaré con ellos mis juicios por toda su maldad, puesto
que me han dejado y siguen haciendo humo de
sacrificio a otros dioses e inclinándose ante las obras de
sus propias manos’.
Éxodo 19:3-8 Y Moisés subió al Dios [verdadero], y
Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo:
“Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y
anunciar a los hijos de Israel: 4 ‘Ustedes mismos han
visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes
sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. 5 Y ahora si
ustedes obedecen estrictamente mi voz y
verdaderamente guardan mi pacto, entonces
ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de
entre todos los [demás] pueblos, porque toda la tierra
me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser
para mí un reino de sacerdotes y una nación santa’.
Estas son las palabras que has de decir a los hijos de
Israel”. 7 De modo que Moisés vino y llamó a los
ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas
palabras que Jehová le había mandado. 8 Después de
eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo:
“Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a
hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las
palabras del pueblo.
Párrafo 8
Marcos 7:20-23 Además dijo: “Lo que procede del
hombre es lo que contamina al hombre; 21 porque de
dentro, del corazón de los hombres, proceden
razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos,
asesinatos, 22 adulterios, codicias, actos de iniquidad,
engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia,
altanería, irracionalidad. 23 Todas estas cosas inicuas
proceden de dentro y contaminan al hombre”.
Jeremías 5:23, 24 Pero este pueblo mismo ha llegado a
tener un corazón terco y rebelde; se han desviado y
siguen andando en su proceder. 24 Pero no han dicho
en su corazón: “Temamos, ahora, a Jehová nuestro
Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del
otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel
que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas
de la cosecha”.
Jeremías 7:24-26 Pero ellos no escucharon, ni inclinaron
su oído, sino que se pusieron a andar en los consejos en
la terquedad de su corazón malo, de modo que se
hicieron retrógrados en dirección, y no adelantadores,
25 desde el día en que los antepasados de ustedes
salieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy; y yo
seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas,
madrugando diariamente y enviándo[los]. 26 Pero ellos
no me escucharon, y no inclinaron su oído, sino que
siguieron endureciendo su cerviz. ¡Obraron peor que
sus antepasados!
Jeremías 4:4 Circuncídense a Jehová, y quiten los
prepucios de sus corazones, hombres de Judá y
habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia
justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que
haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus
tratos”.
Jeremías 18:11, 12 ”Y ahora di, por favor, a los hombres
de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que
ha dicho Jehová: “Aquí voy a formar contra ustedes una
calamidad y pensar contra ustedes un pensamiento.
Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y
hagan buenos sus caminos y sus tratos”’”. 12 Y ellos
dijeron: “¡Es inútil! Porque tras nuestros propios
pensamientos andaremos, y vamos a llevar a cabo cada
cual la terquedad de su corazón malo”.
Párrafo 9
Deuteronomio 10:16 Y ustedes tienen que circuncidar
el prepucio de sus corazones y no endurecer más su
cerviz.
Deuteronomio 30:6 Y Jehová tu Dios tendrá que
circuncidar tu corazón y el corazón de tu prole, para que
ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu
alma en el interés de tu vida.
Hechos 7:51 ”Hombres obstinados e incircuncisos de
corazón y de oídos, siempre están ustedes resistiendo el
espíritu santo; como hicieron sus antepasados, así
hacen ustedes.
Párrafo 10
Salmo 17:3 Tú has examinado mi corazón, has hecho
inspección de noche, me has refinado; descubrirás [que]
no he tramado. Mi boca no transgredirá.
Salmo 139:23, 24 Escudríñame completamente, oh
Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis
pensamientos inquietantes, 24 y ve si hay en mí algún
camino doloroso, Y guíame en el camino de tiempo
indefinido.
Párrafo 11
Salmo 11:5 Jehová mismo examina al justo así como al
inicuo, y Su alma ciertamente odia a cualquiera que
ama la violencia.
Jeremías 4:4 Circuncídense a Jehová, y quiten los
prepucios de sus corazones, hombres de Judá y
habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia
justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que
haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus
tratos”.
Párrafo 13
Mateo 5:27, 28 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes
cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que
sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por
ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Párrafo 14
Levítico 19:17 ”’No debes odiar a tu hermano en tu
corazón. Debes sin falta censurar a tu asociado, para
que no cargues pecado junto con él.
Mateo 5:21, 22 ”Oyeron que se dijo a los de la
antigüedad: ‘No debes asesinar; pero quienquiera que
cometa un asesinato será responsable al tribunal de
justicia’. 22 Sin embargo, yo les digo que todo el que
continúe airado con su hermano será responsable al
tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su
hermano con una palabra execrable de desdén será
responsable al Tribunal Supremo; mientras que
quienquiera que diga: ‘¡Despreciable necio!’, estará
expuesto al Gehena de fuego.
Párrafo 15
2 Timoteo 3:1 Mas sabe esto, que en los últimos días se
presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar.
2 Timoteo 3:3 sin tener cariño natural, no dispuestos a
ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio,
feroces, sin amor del bien,
Génesis 34:13 Y los hijos de Jacob empezaron a
contestar a Siquem y a Hamor su padre con engaño, y a
hablar así porque él había contaminado a Dina su
hermana.
Génesis 34:25-30 Sin embargo, aconteció que al tercer
día, cuando se hallaban adoloridos, los dos hijos de
Jacob: Simeón y Leví, hermanos de Dina, procedieron a
tomar cada uno su espada y a ir insospechadamente a la
ciudad y a matar a todo varón. 26 Y a Hamor y a Siquem
su hijo mataron a filo de espada. Entonces tomaron a
Dina de la casa de Siquem y se salieron. 27 Los otros
hijos de Jacob atacaron a los hombres mortalmente
heridos y se pusieron a saquear la ciudad, porque
habían contaminado a su hermana. 28 Tomaron sus
rebaños y sus vacadas y sus asnos y lo que había en la
ciudad y lo que había en el campo. 29 Y todos sus
medios de mantenimiento y todos sus niñitos y sus
esposas se los llevaron cautivos, de modo que
saquearon todo lo que había en las casas. 30 Ante
aquello, Jacob dijo a Simeón y a Leví: “Me han
acarreado extrañamiento, haciendo de mí un hedor a
los habitantes del país, para los cananeos y los perizitas;
mientras que yo soy pocos en número, y ellos
ciertamente se reunirán contra mí y me asaltarán y
tendré que ser aniquilado, yo y mi casa”.
Párrafo 16
Hebreos 13:1, 2 Que su amor fraternal continúe. 2 No
olviden la hospitalidad, porque por ella algunos, sin
saberlo, hospedaron a ángeles.
Jeremías 9:25, 26 “¡Mira! Vienen días —es la expresión
de Jehová—, y ciertamente pediré cuentas a todos los
circuncisos [que, sin embargo, todavía están] en
incircuncisión, 26 a Egipto y a Judá y a Edom y a los hijos
de Ammón y a Moab y a todos los de cabello cortado en
las sienes que están morando en el desierto; porque
todas las naciones son incircuncisas, y todos [los de] la
casa de Israel son incircuncisos de corazón.”
Cántico 26
Camina con Dios (Miqueas 6:8)
1. Con Dios camina en humildad,
evita la altivez;
mantén total integridad,
demuestra madurez.
Si te complaces en su ley
y amas la bondad,
si aprendes a confiar en él,
su mano te guiará.
2. Con Dios camina en santidad,
ten puro el corazón;
conseguirás su amistad,
verás su protección.
En lo que es limpio y veraz,
la mente has de poner;
a lo que es bueno y fraternal,
amor le has de tener.
3. Con Dios camina en lealtad
confiando en su poder.
Confórmate con obtener
abrigo y qué comer.
Camina siempre con Jehová
y entónale canción.
Su Reino al justo colmará
de dicha y bendición.
(Véanse también Gén. 5:24; 6:9; Fili. 4:8; 1 Tim. 6:6-8.)
Volver
Cántico 57
“La meditación de mi corazón” (Salmo 19:14)
1. Las puertas de mi corazón
te abro, Dios, de par en par.
Deseo que mi reflexión
te sea grata, oh Jehová.
A veces veo amanecer
tras largas horas sin dormir,
mas calma logro mantener
al meditar con fe en ti.
2. Mi mente quiero concentrar
en la bondad y la virtud,
en la justicia y la verdad;
así podré hallar quietud.
Tus pensamientos, mi Señor,
¡qué bellos y valiosos son!
En tu Palabra de amor
meditará mi corazón.
(Véanse también Sal. 49:3; 63:6; 139:17, 23; Fili. 4:7, 8;
1 Tim. 4:15.) Volver
Cántico 47
Anunciemos las buenas nuevas (Revelación 14:6, 7)
1. Por mucho tiempo, el Reino un secreto fue,
mas a nosotros Dios lo ha dado a conocer.
¡Qué gran misericordia demostró Jehová
saliendo en auxilio de la humanidad!
Él se propuso designar a su Hijo Rey,
que su reinado fuera fuente de todo bien.
Y una esposa pura y casta le eligió,
compuesta de cristianos que él glorificó.
2. Dios quiere que anunciemos buenas nuevas hoy
a todo pueblo, tribu, lengua y nación.
Los ángeles del cielo a nuestro lado van,
llevándonos a quienes buscan la verdad.
Santificar el nombre del Señor Jehová
es un deber y un honor que no tiene igual.
Eternas buenas nuevas proclamemos, pues.
Es muy urgente: no hay tiempo que perder.
(Véanse también Mar. 4:11; Hech. 5:31; 1 Cor. 2:1, 7.)
Volver
Cántico 62
¿A quién servirás? (Romanos 14:8)
1. ¿A qué dios servirás?
¿A quién vas a obedecer?
Aquel a quien rindas devoción
será tu amo y señor.
Jamás podrás servir
a dos amos a la vez:
a uno odiarás y al otro amarás;
no caigas, pues, en la red.
2. ¿A qué dios servirás?
¿A quién quieres tú ser fiel?
¿Al dios que no lo es, o al Dios veraz?
Elige hoy, no esperes más.
¿Al César servirás
con ciega fidelidad,
o al Dios de verdad obedecerás
y le darás tu lealtad?
3. ¿A qué dios sirvo yo?
¡Al único Dios, Jehová!
Él es dueño de mi entero ser,
a él mis votos pagaré.
A Cristo dio por mí,
que solo soy un mortal.
Es mi decisión dar gloria y honor
al nombre del Dios Jehová.
(Véanse también Jos. 24:15; Sal. 116:14, 18; 2 Tim.
2:19.) Volver
Cántico 60
Jehová te dará fuerzas (1 Pedro 5:10)
1. ¡Con cuánto amor Jehová te atrajo a la verdad!
Libró tu mente de la oscuridad.
En tu interior, él vio tu gran sinceridad,
tu anhelo por cumplir su voluntad.
Juraste dedicar tu vida a Dios,
y él siempre te dará su protección.
(ESTRIBILLO)
Por ti pagó un gran precio
tu Padre celestial,
él fuerzas te dará;
Jehová te cuidará.
Dios nunca te ha dejado:
¡eres su propiedad!
Él fuerzas te dará...
Jehová te cuidará.
2. Por ti murió Jesús aunque eras pecador.
¡Qué clara prueba del amor de Dios!
Si tu Creador cedió a su Hijo en tu favor,
¿acaso no te infundirá valor?
Él no es injusto y nunca olvidará
tus años de completa lealtad.
(ESTRIBILLO)
Por ti pagó un gran precio
tu Padre celestial,
él fuerzas te dará;
Jehová te cuidará.
Dios nunca te ha dejado:
¡eres su propiedad!
Él fuerzas te dará...
Jehová te cuidará.
(Véanse también Rom. 8:32; 14:8, 9; Heb. 6:10; 1 Ped.
2:9.) Volver
(Juan 1:1-4:54)
1 En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba
con Dios, y la Palabra era un dios. 2 Este estaba en [el]
principio con Dios. 3 Todas las cosas vinieron a existir
por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a existir.
Lo que ha venido a existir 4 por medio de él era vida,
y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz
resplandece en la oscuridad, mas la oscuridad no la ha subyugado.
6 Se levantó un hombre que fue enviado como
representante de Dios: su nombre era Juan. 7 Este
[hombre] vino para testimonio, a fin de dar testimonio acerca de la luz, para que gente de toda clase creyera por medio de él.
8 Él no era aquella luz, sino que había
de dar testimonio acerca de aquella luz.
9 La luz verdadera que da luz a toda clase de hombre
estaba para venir al mundo. 10
Estaba en el mundo, y el mundo vino a existir por medio de él, pero el mundo no lo conoció.
11 Vino a su propia casa, pero los suyos no lo
recibieron. 12
No obstante, a cuantos sí lo recibieron, a ellos les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre;
13 y ellos nacieron, no
de sangre, ni de voluntad carnal, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
14 De modo que la Palabra vino a ser carne y residió
entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y verdad.
15 (Juan dio testimonio acerca de él, sí,
realmente clamó —este fue el que [lo] dijo— diciendo: “El que viene detrás de mí se me ha adelantado, porque existió antes que yo”.)
16 Porque todos nosotros
recibimos de su plenitud, sí, bondad inmerecida sobre bondad inmerecida.
17 Porque la Ley fue dada por medio
de Moisés, la bondad inmerecida y la verdad vinieron a ser por medio de Jesucristo.
18 A Dios ningún hombre lo
ha visto jamás; el dios unigénito que está en [la posición del] seno para con el Padre es el que lo ha explicado.
19 Ahora bien, este es el testimonio de Juan cuando
los judíos le enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén para preguntarle: “Tú, ¿quién eres?”.
20 Y él
confesó y no negó, sino confesó: “Yo no soy el Cristo”. 21
Y le preguntaron: “¿Qué, entonces? ¿Eres Elías?”. Y dijo: “No lo soy”. “¿Eres El Profeta?” Y contestó: “¡No!”. 22
Por lo tanto le dijeron: “¿Quién eres?, para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices acerca de ti mismo?”.
23 Dijo: “Yo soy la voz de alguien que clama
en el desierto: „Hagan recto el camino de Jehová‟, así como dijo el profeta Isaías”.
24 Ahora bien, aquellos
enviados venían de los fariseos. 25
De modo que le interrogaron y le dijeron: “¿Por qué bautizas, pues, si tú mismo no eres el Cristo, ni Elías, ni El Profeta?”.
26 Juan
les contestó, diciendo: “Yo bautizo en agua. En medio de ustedes está de pie uno a quien ustedes no conocen, 27
el que viene detrás de mí, pero a quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia”.
28 Estas cosas
sucedieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
29 Al día siguiente contempló a Jesús que venía
hacia él, y dijo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!
30 Este es aquel de quien dije:
Detrás de mí viene un varón que se me ha adelantado,
porque existió antes que yo. 31
Ni siquiera yo lo conocía, pero la razón por la cual yo vine bautizando en agua fue para que él fuera puesto de manifiesto a Israel”.
32 Juan
también dio testimonio, y dijo: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo, y permaneció sobre él.
33 Ni siquiera
yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: „Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo‟.
34 Y yo [lo] he visto, y he dado testimonio
de que este es el Hijo de Dios”.
35 De nuevo, al día siguiente, Juan estaba de pie con
dos de sus discípulos, 36
y al mirar a Jesús que iba andando, dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios!”.
37 Y los dos
discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38
Entonces Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dijo: “¿Qué buscan?”. Ellos le dijeron: “Rabí (que, traducido, significa Maestro), ¿dónde estás alojado?”. 39
Les dijo: “Vengan, y verán”. Por lo tanto, fueron y vieron dónde estaba alojado, y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
40 Andrés el hermano de
Simón Pedro era uno de los dos que oyeron lo que Juan dijo y siguieron a [Jesús].
41 Primero halló este a su
propio hermano, Simón, y le dijo: “Hemos hallado al Mesías” (que, traducido, significa Cristo).
42 Lo condujo a
Jesús. Cuando Jesús lo miró, dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas” (que se traduce Pedro).
43 Al día siguiente, deseó partir para Galilea. De
modo que Jesús halló a Felipe y le dijo: “Sé mi seguidor”.
44 Ahora bien, Felipe era de Betsaida, de la
ciudad de Andrés y Pedro. 45
Felipe halló a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret”.
46 Pero Natanael le dijo: “¿De Nazaret puede
salir algo bueno?”. Felipe le dijo: “Ven y ve”. 47
Jesús vio a Natanael venir hacia él y dijo de él: “Mira, un israelita de seguro, en quien no hay engaño”.
48 Le dijo Natanael:
“¿Cómo es que me conoces?”. En respuesta, Jesús le dijo: “Antes que Felipe te llamara, mientras estabas debajo de la higuera, te vi”.
49 Natanael le contestó:
“Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. 50
En respuesta, Jesús le dijo: “¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores que estas verás”.
51 Le dijo además: “Muy verdaderamente les
digo: Verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo al Hijo del hombre”.
2 Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete
de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús.
2 Jesús y sus discípulos también fueron invitados
al banquete de bodas.
3 Cuando faltó el vino, la madre de Jesús le dijo: “No
tienen vino”. 4 Pero Jesús le dijo: “¿Qué tengo que ver
contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. 5 Su
madre dijo a los que ministraban: “Todo cuanto les diga, háganlo”.
6 Sucedió que había puestas allí seis tinajas
de piedra para agua según lo exigido por los reglamentos de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres medidas de líquido. 7 Jesús les dijo: “Llenen de agua las tinajas de agua”. Y
las llenaron hasta el borde. 8 Y les dijo: “Saquen un poco
ahora y llévenlo al director del banquete”. De modo que ellos lo llevaron.
9 Pues bien, cuando el director del
banquete probó el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía de dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían sacado el agua, el director del banquete llamó al novio
10 y le dijo: “Todo
otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta ahora”.
11 Jesús ejecutó esto en
Caná de Galilea como principio de sus señales, y puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él.
12 Después de esto, él y su madre y hermanos y sus
discípulos bajaron a Capernaum, pero no se quedaron allí muchos días.
13 Pues bien, se acercaba la pascua de los judíos, y
Jesús subió a Jerusalén. 14
Y halló en el templo a los que vendían ganado vacuno y ovejas y palomas, y a los corredores de cambios en sus asientos.
15 Por
consiguiente, después de hacer un látigo de cuerdas, expulsó del templo a todos aquellos junto con las ovejas y el ganado vacuno, y desparramó las monedas de los cambistas y volcó sus mesas.
16 Y dijo a los que vendían
las palomas: “¡Quiten estas cosas de aquí! ¡Dejen de hacer de la casa de mi Padre una casa de mercancías!”. 17
Sus discípulos recordaron que está escrito: “El celo por tu casa me consumirá”.
18 Por lo tanto, en respuesta, los judíos le dijeron:
“¿Qué señal tienes para mostrarnos, ya que haces estas cosas?”.
19 En respuesta, Jesús les dijo: “Derriben este
templo, y en tres días lo levantaré”. 20
Por eso dijeron los judíos: “Este templo fue edificado en cuarenta y seis años, ¿y tú en tres días lo levantarás?”.
21 Pero él
hablaba acerca del templo de su cuerpo. 22
Sin embargo, cuando fue levantado de entre los muertos, sus discípulos recordaron que él solía decir esto; y creyeron la Escritura y el dicho que Jesús dijo.
23 Sin embargo, cuando estuvo en Jerusalén en la
pascua, en la fiesta de esta, muchos pusieron su fe en el nombre de él al ver las señales que él ejecutaba. 24
Pero Jesús mismo no se confiaba a ellos, porque los conocía a todos
25 y porque no tenía necesidad de que
nadie diera testimonio acerca del hombre, porque él mismo conocía lo que había en el hombre.
3 Ahora bien, había un hombre de los fariseos, Nicodemo era su nombre, un gobernante de los judíos. 2 Este vino a él de noche y le dijo: “Rabí, sabemos que
tú como maestro has venido de Dios; porque nadie puede ejecutar estas señales que tú ejecutas a menos que Dios esté con él”.
3 En respuesta, Jesús le dijo:
“Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
4 Nicodemo le
dijo: “¿Cómo puede nacer el hombre cuando es viejo? No puede entrar en la matriz de su madre por segunda vez y nacer, ¿verdad?”.
5 Jesús contestó: “Muy
verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que ha nacido de la carne, carne es, y lo que ha
nacido del espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles a
causa de que te dije: Ustedes tienen que nacer otra vez.
8 El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no
sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del espíritu”.
9 En respuesta, Nicodemo le dijo: “¿Cómo pueden
suceder estas cosas?”. 10
En respuesta, Jesús le dijo: “¿Eres tú maestro de Israel, y sin embargo no sabes estas cosas?
11 Muy verdaderamente te digo: Lo que
sabemos hablamos, y de lo que hemos visto damos testimonio, pero ustedes no reciben el testimonio que damos.
12 Si les he dicho cosas terrenales y sin
embargo no creen, ¿cómo creerán si les digo cosas celestiales?
13 Además, ningún hombre ha ascendido al
cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre. 14
Y así como Moisés alzó la serpiente en el desierto, así tiene que ser alzado el Hijo del hombre,
15 para que todo
el que cree en él tenga vida eterna.
16 ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo
unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.
17 Porque Dios no
envió a su Hijo al mundo para que juzgara al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de él.
18 El
que ejerce fe en él no ha de ser juzgado. El que no ejerce fe ya ha sido juzgado, porque no ha ejercido fe en el nombre del Hijo unigénito de Dios.
19 Ahora bien, esta
es la base para el juicio, que la luz ha venido al mundo, pero los hombres han amado la oscuridad más bien que la luz, porque sus obras eran inicuas.
20 Porque el que
practica cosas viles odia la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean censuradas.
21 Pero el que hace
lo que es verdad viene a la luz, para que sus obras sean puestas de manifiesto como obradas en armonía con Dios”.
22 Después de estas cosas, Jesús y sus discípulos
entraron en el país de Judea, y allí pasó algún tiempo con ellos, y bautizaba.
23 Pero Juan también estaba
bautizando en Enón cerca de Salim, porque allí había una gran cantidad de agua, y la gente seguía viniendo y bautizándose;
24 porque Juan todavía no había sido
echado en la prisión.
25 Por consiguiente, se suscitó una disputa de parte
de los discípulos de Juan con un judío acerca de la purificación.
26 De modo que vinieron a Juan y le dijeron:
“Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, fíjate, este está bautizando, y todos están yendo a él”.
27 En respuesta,
Juan dijo: “El hombre no puede recibir una sola cosa a menos que se le haya dado del cielo.
28 Ustedes mismos
me dan testimonio de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de aquel.
29 El que tiene la
novia es el novio. Sin embargo, el amigo del novio, cuando está de pie y lo oye, tiene mucho gozo a causa de la voz del novio. Por eso, este gozo mío se ha hecho pleno.
30 Aquel tiene que seguir aumentando, pero yo
tengo que seguir menguando”.
31 El que viene de arriba está sobre todos los demás.
El que es de la tierra, de la tierra es y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está sobre todos los demás.
32 Lo que ha visto y oído, de esto da testimonio,
pero ningún hombre acepta su testimonio. 33
El que ha aceptado su testimonio ha puesto su sello a esto: que
Dios es veraz. 34
Porque aquel a quien Dios envió habla los dichos de Dios, porque él no da el espíritu por medida.
35 El Padre ama al Hijo y ha entregado en su
mano todas las cosas. 36
El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
4 Ahora bien, cuando el Señor se dio cuenta de que
los fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan
2 —aunque, en realidad, Jesús
mismo en ningún caso bautizaba, sino sus discípulos— 3 salió de Judea y partió otra vez para Galilea.
4 Pero era
necesario que pasara por Samaria. 5 Por consiguiente,
vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo que Jacob había dado a José su hijo.
6 De
hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como estaba. La hora era a eso de la sexta.
7 Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le
dijo: “Dame de beber”. 8 (Pues sus discípulos se habían
ido a la ciudad a comprar víveres.) 9 Por lo tanto, la
mujer, la samaritana, le dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.)
10 En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras
conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: „Dame de beber‟, tú le habrías pedido, y él te habría dado agua viva”.
11 Ella le dijo: “Señor, ni
siquiera tienes un cubo para sacar agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes esta agua viva?
12 Tú
no eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebió de él él mismo junto con sus hijos y su ganado vacuno, ¿verdad?”.
13 En respuesta,
Jesús le dijo: “A todo el que bebe de esta agua le dará sed otra vez.
14 A cualquiera que beba del agua que yo
le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”.
15 La mujer le dijo:
“Señor, dame esta agua, para que ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar a sacar agua”.
16 Él le dijo: “Ve, llama a tu esposo y ven a este
lugar”. 17
En respuesta, la mujer dijo: “No tengo esposo”. Jesús le dijo: “Bien dijiste: „No tengo esposo‟.
18 Porque
has tenido cinco esposos, y el que ahora tienes no es tu esposo. Esto lo has dicho verazmente”.
19 Le dijo la
mujer: “Señor, percibo que eres profeta. 20
Nuestros antepasados adoraron en esta montaña; pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”.
21 Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene
cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre.
22 Ustedes adoran lo que no conocen;
nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos.
23 No obstante, la
hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren.
24 Dios es un Espíritu, y los que lo
adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. 25
La mujer le dijo: “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas
las cosas abiertamente”. 26
Jesús le dijo: “Yo, el que habla contigo, soy ese”.
27 En esto, pues, llegaron sus discípulos, y se
admiraban de que hablara con una mujer. Por supuesto, nadie dijo: “¿Qué buscas?”, o: “¿Por qué hablas con ella?”.
28 La mujer, por lo tanto, dejó su cántaro de agua
y se fue a la ciudad y dijo a los hombres: 29
“Vengan acá, vean a un hombre que me ha dicho todas las cosas que hice. ¿Acaso no es este el Cristo?”.
30 Ellos salieron
de la ciudad y empezaron a venir a él.
31 Entretanto, los discípulos estaban instándole,
diciendo: “Rabí, come”. 32
Pero él les dijo: “Yo tengo alimento para comer del cual ustedes no saben”.
33 Por
lo tanto, los discípulos empezaron a decirse unos a otros: “Nadie le ha traído de comer, ¿verdad?”.
34 Jesús
les dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.
35 ¿No dicen ustedes que
todavía hay cuatro meses antes que venga la siega? ¡Miren! Les digo: Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega. Ya
36 el segador está
recibiendo salario y recogiendo fruto para vida eterna, a fin de que el sembrador y el segador se regocijen juntos. 37
En este sentido, realmente, es verdadero el dicho: Uno es el sembrador y otro el segador.
38 Yo los
despaché a segar aquello en que ustedes no han hecho labor. Otros han labrado, y ustedes han entrado en el provecho de la labor de ellos”.
39 Ahora bien, muchos de los samaritanos de aquella
ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer que había dicho en testimonio: “Me dijo todas las cosas que hice”.
40 Por eso, cuando los samaritanos
vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días.
41 Por consiguiente,
muchos más creyeron a causa de lo que él dijo, 42
y empezaron a decir a la mujer: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”.
43 Después de los dos días, partió de allí para
Galilea. 44
Jesús mismo, sin embargo, dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
45 Por
lo tanto, cuando llegó a Galilea, lo recibieron los galileos, porque habían visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén en la fiesta, porque ellos también habían ido a la fiesta.
46 Así que fue otra vez a Caná de Galilea, donde
había convertido el agua en vino. Ahora bien, había cierto servidor del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaum.
47 Cuando este hombre oyó que Jesús
había venido de Judea a Galilea, se fue a donde él y se puso a pedirle que bajara y sanara a su hijo, porque este estaba a punto de morir.
48 Sin embargo, Jesús le
dijo: “A menos que ustedes vean señales y prodigios, de ninguna manera creerán”.
49 El servidor del rey le dijo:
“Señor, baja antes que mi niñito muera”. 50
Jesús le dijo: “Ponte en camino; tu hijo vive”. El hombre creyó la palabra que Jesús le habló, y se fue.
51 Pero ya mientras
iba bajando sus esclavos lo encontraron para decirle que su muchachito vivía.
52 De modo que él se puso a
inquirir de ellos la hora en que mejoró de salud. Por