MINUTOS

3 de diciembreSAN FRANCISCO JAVIER (1506-1552)Confesor

Francisco nace en el Castillo de Javier, en Navarra, España, el año de 1506. Cuando tenía 19 años se va a Paris para continuar sus estudios en donde más tarde se gradúa como maestro de Artes y se dedica a enseñar Filosofía. Es ahí en donde junto con otros compañeros encuentra a Ignacio de Loyola quien le repite una frase del Evangelio: “De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si luego se pierde…”

Francisco fue uno de los primeros siete religiosos con los cuales san Ignacio funda la Compañía de Jesús, o Jesuitas, en 1534, y después de 6 años, en 1540 es enviado como misionero a la India; de ahí viajó a Goa y a Japón en donde predicó ardorosamente el Evangelio. Su labor misionera es acompañada por una vida austera, de grandes milagros y de innumerables conversiones.

Se ganaba la buena voluntad de la gente con su gran amabilidad; enseñó catecismo a los niños y adultos y popularizó la costumbre de confesarse y comulgar, enseñaba la religión a través de hermosos cantos que la gente apreciaba y repetía con verdadero gusto. Hizo larguísimos viajes a pesar de las dificultades en los transportes y en las comunicaciones.

Tenía un grande anhelo: evangelizar la gran China, pero estaba prohibida la entrada a los hombres blancos. Finalmente se encontró con el capitán de un barco que lo llevó a la Isla desierta de san Cian, en donde lo dejaron abandonado, enfermo y consumido por la fiebre. Murió el 3 de diciembre de 1552, pronunciando el nombre de Jesús. Cuando quisieron llevar su cuerpo a Goa lo encontraron incorrupto, y así se conserva.

Francisco Javier fue declarado Santo el año de 1662 y como el más grande misionero del tiempo moderno y es patrono de las misiones junto con santa Teresa de Lisieux.

6 de diciembreSAN NICOLÁS (Siglo IV)Obispo

Nicolás nació en Licia, Turquía, de familia muy rica. Desde pequeño se caracterizó por su gran generosidad, pues todo lo que obtenía lo daba a los pobres. Nicolás tenía un tío que era obispo quien lo ordenará sacerdote más tarde.

Cuando murieron sus padres, quedó heredero de una gran fortuna, misma que repartió entre los pobres para luego irse de monje a un monasterio. Después quiso visitar Tierra Santa, pero cuando regresaba llegó a la ciudad de Mira donde los obispos y sacerdotes estaban discutiendo a quién elegir como obispo, pues el anterior había muerto, decidieron elegir al próximo sacerdote que entrara en el templo, y en ese momento,

sin saber esto, entró Nicolás al templo, y por aclamación de todos, fue elegido obispo de Mira.

Siendo ya obispo, Nicolás obtuvo numerosos milagros de Dios y la gente comenzó a llamarlo Santa Claus. Fue también muy amigo de los niños a quienes solía darles dulces y regalos en tiempo de Navidad. Lo suelen pintar como un anciano vestido de rojo, de barba larga y muy blanca y repartiendo juguetes de casa en casa. Sus biógrafos son san Juan Crisóstomo y san Metodio, además de otros santos.

También es patrono de los marineros por haber salvado de la muerte a tres marineros amigos suyos que lo invocaron. Este santo fue perseguido por el emperador Licinio que lo encarceló y azotó, pero Nicolás aprovechaba todas estas situaciones para seguir predicando a quienes trataban con él. Más tarde llegó el emperador Constantino y lo liberó junto con sus compañeros prisioneros. San Nicolás llegó a se muy popular en la antigüedad. Se le invoca en las situaciones económicas difíciles y la gente consigue por su intercesión admirables favores.

12 de diciembreNUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE Reina de México y Emperatriz de América

El sábado 9 de diciembre de 1531, en la Ciudad de México, la Virgen se apareció a Juan Diego, un nativo de tierras mexicanas que se había convertido al cristianismo hacía poco, y cada mañana muy temprano iba a la Ciudad de México para asistir al catecismo y oír la Santa Misa. Al acercarse al cerro del Tepeyac, una voz dulce le llamó por su nombre diciendo: “Juanito, Juan Dieguito”. Antes de llegar a la cumbre de donde venía la voz, Juan Diego encontró a una hermosa Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido brillaba como el sol la cual le dijo: “Juanito el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María Madre del Verdadero Dios por quien se vive. Deseo que se me construya un templo para prodigar todo mi amor, compasión y auxilio…”. Después de haber escuchado a la Señora y de que ella lo mandara a ver al obispo para comunicarle su petición, Juan Diego se fue presuroso a cumplir el mandato de la Virgen, pero el obispo no dio crédito a las palabras del mensajero. Se regresó triste ante la Señora para comunicarle lo que había sucedido. Cuando apareció la Virgen, le dijo: “Señora, la más pequeña de mis hijas, niña mía, expuse tu mensaje al obispo, pero parece que no lo tuvo por cierto, por lo cual te ruego le encargues a uno de los principales que lleve tu mensaje, para que le crean, porque yo soy un pobre hombrecillo, el último de todos”. Ella le respondió: “Oye hijo mío, el más pequeñito, es preciso que tú mismo solicites y ayudes, para que con tu mediación se cumpla mi voluntad”. Nuevamente Juan Diego trató de explicarle al obispo lo que la Señora le había encargado, pero el obispo no le creyó y le dijo que era necesaria una señal milagrosa para poder creerle.

Al día siguiente, Juan Diego no volvió por donde se le aparecía Nuestra Señora, porque su tío Juan Bernardino estaba muy grave y se fue a buscar un sacerdote que lo auxiliara; de repente la Señora le salió al encuentro y le dijo: “Ten entendido hijo mío, el más pequeño, no es importante lo que te asusta y aflige, no se entristezca tu corazón ni te llene de angustia, ¿Acaso no soy tu ayuda y protección? No te aflijas por la enfermedad de tu tío, ya que en este momento ha quedado sano. Sube a la cumbre del cerro y hallarás distintas clases de flores, córtalas y tráelas”. Y así lo hizo, llenó su ayate con aquellas hermosas rosas y las llevó ante la Señora. Ella le dijo: “Hijo mío, esta es la prueba que llevarás de parte mía al obispo. Contarás lo que viste y admiraste”. Al llegar a la presencia del obispo, Juan Diego le dijo: Señor, la Señora envía la señal que pides y así cumplas su voluntad de construirle un templo. Desplegó su ayate, se esparcieron diferentes rosas de castilla por el suelo y apareció la hermosa imagen de la Virgen María, Nuestra Madre, estampada en el ayate que portaba Juan Diego. Fue así cómo el obispo decidió cumplir la petición de la Santísima Virgen María de Guadalupe.

13 de diciembreSANTA LUCÍA (Siglo IV)Virgen y Mártir

Esta santa nació en Siracusa, Italia, y perteneció a una familia patricia de Roma, y fue educada en el cristianismo. Muy pronto perdió a su padre y desde muy joven consagró a Dios su vida y se lo comunicó a su madre quien, agradecida por un milagro que Dios le había concedido, aceptó que Lucía se consagrara a Dios y repartiera su fortuna entre los pobres. Entonces el pretendiente de Lucía se indignó profundamente y la denunció por ser cristiana.

Lucía es llamada a juicio y tratan de hacerla renunciar a su fe, pero ella responde: “Jamás podrán apartarme de mi Señor Jesucristo”. Y el juez le pregunta: “¿Y si te sometemos a torturas serías capaz de resistir?” Ella le contestó: “Sí, porque los que creemos en Cristo y llevamos una vida pura, tenemos al Espíritu Santo que vive en nosotros, nos da fuerza, inteligencia y valor”. Entonces el juez la amenazó con llevarla a una casa de prostitución para ser irrespetada. Ella respondió: “Aunque mi cuerpo llegue a ser irrespetado, mi alma no se manchará porque no aceptaré conscientemente hacer el mal”.

Al tratar de moverla para llevarla al prostíbulo entre varios hombres, fue imposible moverla del lugar en donde estaba; entonces la sometieron a torturas para hacerla desistir de permanecer virgen y pura, pero no lo lograron. Finalmente tuvieron que asestarle un golpe de espada en el cuello para cortarle la cabeza.

Durante siglos santa Lucía ha sido invocada para curarse de los ojos, por eso la pintan con una bandeja en la mano portando dos ojos, porque la tradición narra que entre las torturas que sufrió le arrancaron los ojos por proclamar su fe en Cristo.

14 de diciembreSAN JUAN DE LA CRUZ (Siglo 1542-1591)Presbítero y Doctor de la Iglesia

Juan nació de una humilde familia en Fontiveros, España el año 1542. Al morir su padre, la mamá tuvo que realizar trabajos domésticos para mantener a su familia. Poco después se trasladaron a Medina de Campo, y ahí Juan comenzó a aprender el oficio de tejedor, pero como no tenía aptitudes para los trabajos manuales, entró a trabajar como mandadero y después como enfermero de un hospital en donde permaneció siete años.

Cuando cumplió los 21 años, ingresó como religioso en la comunidad de los padres Carmelitas, dedicándose a observar con exactitud los reglamentos. El día de su ordenación pidió a Dios la gracia de conservarse siempre sin pecado y sufrir con valor y paciencia toda clase de penas y dolores por los que tuviera que pasar en vida.

En una ocasión se encontró con Santa Teresa de Jesús, quien había fundado a las Carmelitas Descalzas y deseaba fundar una comunidad de Carmelitas varones que quisieran ser fieles a los reglamentos de la vida religiosa y actuaran con la mayor exactitud posible conforme a ella. Fue entonces que Santa Teresa descubrió en el fraile llamado Juan de la Cruz la persona indicada para iniciar el convento de los Carmelitas Descalzos. A Juan le pareció muy buena la idea porque él también deseaba ser más observante de la regla religiosa.

San Juan de la Cruz sufrió terribles tentaciones diabólicas y ataques de mucha gente contra su persona. También fue director espiritual de Santa Teresa y de la comunidad en Ávila.

Una parte de sus hermanos Carmelitas no estaban de acuerdo con la nueva fundación así que lo llevaron a una pieza que le sirvió de cárcel en donde sufrió todo tipo de dolores físicos y morales que él mismo narra en sus escritos: “Cuando estuve preso en Toledo, aprendí a sufrir”. Ahí permaneció en una celda oscura y sin contacto con otras personas. Fue durante este período cuando escribió “La Noche oscura del alma” y otros escritos que lo dan a conocer como un gran místico. Aprovechó este tiempo también para componer una de sus más famosas poesías que lo han hecho célebre en todo el mundo: “…A dónde te escondiste amado - y me dejaste con gemido…” Después de nueve meses de cárcel logra escapar. Más tarde san Juan dirá que fue ayudado por Dios y la Virgen porque le concedieron encontrar y seguir el camino de la santidad, por ello fue escribiendo lo que Dios le inspiraba y de sus escritos resultaron algunos libros importantes como los siguientes: Subida al Monte Carmelo y la Noche Oscura del Alma. Después de mucho sufrimiento que soporto en silencio por amor a Dios, muere el 14 de diciembre de 1591 diciendo: “En tus manos encomiendo mi espíritu”. El Papa lo nombra Doctor de la Iglesia.

26 de diciembreSAN ESTEBAN (Siglo I)Protomártir

El libro de Los Hechos de los Apóstoles menciona por primera vez a Esteban cuando los Apóstoles nombraron a los primeros siete diáconos para que sirvieran en las mesas a las viudas y pobres que acudían diariamente a la asamblea (Hechos, 6, 1-5). Esteban es el primero en ser nombrado y el más conocido, según nos lo describe el evangelista Lucas en los capítulos 6 y 7 de los Hechos de los Apóstoles que dedica a este personaje que debió ser un gran testimonio para los cristianos de la Iglesia primitiva y por ello se narra el motivo de su muerte.

Esteban llegó a ser uno de los hombres de más confianza para los Apóstoles quizá no sólo por su bondad, sino también porque veían que era un hombre inspirado por el Espíritu Santo para predicar y defender sin temor la doctrina de Jesucristo. Su elocuencia y sabiduría despertó pronto la envidia entre los judíos tanto de Jerusalén como de otros lugares, porque hablaba con inspiración y convencimiento de lo que predicaba. A partir de entonces sus enemigos buscaban de cacharlo en algún error para poderlo condenar a muerte, pero no era fácil y por ello tuvieron que recurrir a la calumnia y falso testimonio en contra de Esteban.

A este santo se le conoce como el “protomártir del cristianismo”, es decir, que fue el primer cristiano en recibir la muerte por defender su fe y dar testimonio de Jesucristo ante el mundo. Precisamente en el capítulo 7 de los Hechos de los Apóstoles podemos leer el discurso de Esteban ante el sanedrín cuando fue llevado a juicio por acusaciones falsas. Él aprovechó la oportunidad para exhortar a los judíos a reconocer a Jesús de Nazaret como el Hijo de Dios que ellos mismos, el sanedrín, habían condenado a la muerte hacía poco. Ante tal acusación, llenos de ira los judíos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta darle muerte.

De los últimos momentos de vida del diácono Esteban, Lucas nos narra lo siguiente: “Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo que aprobaba aquel delito. Pero mientras lo apedreaban, Esteban decía: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Y de rodillas dijo con fuerte voz: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y diciendo esto, murió. Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura” (Hechos 7, 59-60).

27 de diciembreSAN JUAN EVANGELISTA (Siglo I)Apóstol y evangelista

Según lo narra a tradición, este apóstol tuvo la dicha de ser el discípulo más amado por Jesús y por ello se le suele representar inclinado y reposando su cabeza en el costado de Jesús en la Última Cena.

De la vida de este apóstol se sabe que nació en Galilea, era hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el mayor, que también fue apóstol de los más cercanos a Jesús durante su vida pública. De profesión era pescador como su padre y su hermano Santiago. Al parecer, Juan fue uno de los primeros discípulos de Juan el Bautista que siguieron a Jesús (Jn 1, 35-40); pero el evangelista Mateo nos dice que la primera vez que Juan conoció a Jesús fue cuando estaba con su hermano Santiago remendando las redes a la orilla del lago: “El Señor pasó cerca y les dijo: “Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres”. En seguida ellos dejaron las redes y a su padre y lo siguieron” (Mt 6, 21-22). Sea cual haya sido el momento del llamado, para el apóstol Juan fue algo que lo marcó y le impulsó a seguir sin obstáculo alguno a Jesús de Nazaret no sólo hasta su muerte en la cruz, sino muchos años después de que el Maestro ascendiera a los cielos ante los ojos de sus apóstoles (Hech 1, 9).

Juan evangelista fue, junto con su hermano Santiago y con Pedro, del grupo preferido que Jesús solía llevar a todas partes y quienes presenciaron algunos de los más grandes milagros de Jesús: Los tres presenciaron la Transfiguración de Jesús en el monte Tabor, fueron testigos de la resurrección de la hija de Jairo y presenciaron la agonía de Jesús en el Huerto de Getsemaní.

A este apóstol se le atribuye la autoría del cuarto Evangelio, de las cuatro epístolas que llevan su nombre y del libro del Apocalipsis. También se cree que fue él quien evangelizó el Asia Menor, motivo por el cual los romanos lo llevaron preso y recibió el castigo de mantenerlo preso. En su evangelio nos relata detalladamente varios aspectos de la vida de Jesús y, según la tradición, lo escribió entre los años 90 y 100. De este apóstol habrá que aprender y valorar su gran amor y fidelidad a Jesucristo, pues fue el único que permaneció al pié de la cruz de Jesús, junto a María, su madre, y junto a otras mujeres que también eran de las que seguían y acompañaban a Jesús a todas partes.

Desde la antigüedad, varias ciudades pelearon por obtener los restos del apóstol Juan. En el siglo II d. C. el obispo de Éfeso aseguró haber identificado su tumba. Irineo, obispo de Lyon en 180 d. C., respaldó dicha hipótesis, al tiempo que afirmó que su obra la había escrito en parte en Éfeso y en parte en Patmos, y, a partir del siglo VI, la iglesia de Éfeso aseguró también poseer el manuscrito original del cuarto Evangelio. La Iglesia Católica lo conmemora el 27 de diciembre.

El culto al apóstol Juan comenzó a darse en la ciudad de Éfeso, en donde según una antigua tradición, vivió muchos años hasta que murió en una edad avanzada, bajo el emperador Trajano. En Éfeso, el emperador Justiniano, en el siglo VI, construyó en su honor una gran basílica, de la que todavía quedan imponentes ruinas. En la Iglesia de Oriente goza de gran veneración, como lo muestran los iconos bizantinos en donde es representado muy anciano. A pesar de que sufrió la persecución y encarcelamiento, no sólo supo mantenerse fiel a su Maestro Jesucristo, el Cordero sin mancha, sino que animó desde la cárcel a las comunidades cristianas por él fundadas para que se mantuvieran formes ante las adversidades y persecuciones a muerte que estaban padeciendo las comunidades cristianas bajo órdenes de los emperadores romanos.

Tertuliano, el gran apologista (siglos II-III), es quien nos cuenta que San Juan sufrió en Roma la terrible prueba del aceite hirviente. Según una antigua tradición, el apóstol Juan murió cuando Trajano estaba como emperador de Roma,

© Copyright 2012 by Publicaciones Paulinas, S.A. de C.V. Derechos reservados.Se autoriza descargar archivo en PDF sólo para uso personal sin fines de lucro.