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8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
1/51
EDICIÓN CHILENA
revista
NTERNACIONAL
NUESTRA
ÉPOCA
N 3
MARZO 1986
E N T R A R A L
T E R C E R
M I L E N I O
S IN A R M A S
N U C L E A R E S
L A DEM O C RAC IA
C O N T R A
E L
M I L I T A R I S M O
T E O L O G Í A D E L A
L I B E R A C I Ó N :
¿ U N A N U E V A
H E R E J Í A ?
L A
R E P R E S I Ó N
E N
P A R A G U A Y
«HAGAMOS DE 1986 EL
AÑO DE LA VICTORIA»
MANIFIESTO
DEL
PARTIDO COMUNISTA
AL
PUEBLO
DE
CHILE
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8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
2/51
«HAGAMOS
D E 1986 EL
A N O D E L A
VICTORIA»
MANIFIESTO DEL PARTIDO
COMUNISTA
AL
PUEBLO
DE CHILE
C o mpa t r i o t a s :
Podemos terminar con la t i ranía en el curso de 1986.
Ello es posible si todos asumimos un a posición de
combate. Es te objetiv o corresponde a un deseo ardien-
te del pueblo chi leno y a una neces idad apremiante
que im pone el desarrol lo económico, social , pol í t ico y
c u l t u ra l de la nación.
Lo s
t r aba j ad o r es
de la
ciudad
y del
cam p o ,
los po-
bladores , los es tudiantes y la j uve n t ud en general , los
profes ionales
y técnicos, los escritores y artistas, los
artesanos y la mayoría de los empresarios de la in-
dus t r i a , de la agr icul tura, de la miner ía, de la cons-
trucción, del comercio, del transpor te y de la locomo-
ción colectiva, v inculan la solución de sus problemas
y
de los
problemas
del
país
con el fin de la
d i c t ad u r a .
El
anhelo del pueblo de terminar con la t i ranía se
mani f iesta
de mi l maneras , p ar t icu larm ente en las
mul t i t ud i n a r i a s jornadas de protes ta, y se r e f l e j a , en
una u otra med ida, en el comport amie nto de los
par-
t idos pol í t icos .
Gabriel Valdés , en nombre de su par tido y de la
A l ia nz a
Dem ocrátic a, ha expresado el deseo de recibir
al Papa en d em ocr ac i a y l i be r t ad . El M ov im ie n t o De -
mo c rá t i c o
P op u l a r r es p a l d a es t e p l an t eam i en to ,
y su-
braya que é l «const i tuye para todos un com p r om i s o
de
h onor
que la
opos ición unida
es
i nd u d ab l em en te
capaz de lograr» . La Mesa de I zq uierda , que integran
los par t idos del M D P , del Bloque Social is ta y la Iz-
qu i e rda
Cr is t ia na, han l lam ado a hacer de
1986
el año
del derrocamient o de la d ictadu ra, mediant e la más
a mpl i a
u n i d ad
y una
intensa movi li zación social.
La s
personal idades que se agrupan en torno a la Intrans i -
g enc i a Dem ocr á t i ca y las que en nov i em br e p as ad o
suscr ibieron
el
d ocu m en to
«N O A L 89»,
e s t á n t am b i é n
por una pronta solución al conf l icto entre el pueblo
de Chi le y la t i ranía que lo opr ime. Has ta en los círcu-
los reaccionarios de la burgues ía abundan los que esti-
ma n
que e l país ha
l l egado
a una
s i tuación cr ítica ,
qu e
debe tener una salida sin m ayor t a r d anz a . Se ha
general izado
la
convicción
de que 1986 será un año
decisivo.
El rég imen de P inochet está agotado. Su base de
sustentación es feble y precaria . Ha perdido casi todo
apoyo civil,
y en las
Fu er z as Ar m ad as au m en tan cada
día
los que
disienten
del
ti rano
y están por el
tras-
paso
del poder a los civiles. Tal s i tuación agrava la
crisis
de la
d ictadura, demues tra
qu e ésta se
hal la
en
un es tado de ais lamiento y debi l i tamiento extremos y
revela cambios s igni f icativos en la correlación de
fuerzas.
Pinochet posa de patr iota y nacional is ta y hasta
pro-
c l am a
que no es
vasal lo
de
nadie. Pero
los
hechos
de-
mues tran lo contrar io. Es tá al serv icio del capi tal f i -
nanciero internacional
y no de
Chi le
y los
chilenos.
Hace lo que le ordenan el Fondo Monetar io y el Banco
Mun di a l ,
organismos controlados por el imper ial ismo.
En razón
de
estas órdenes , reduce
el
ingreso real
de
los trabajadores activos y pas ivos , somete a un mi l lón
de
personas
a la
cesantía,
se
niega
a dar
solución
co-
l ectiva al drama de los 600 mi l deudores pequeños y
medianos , enajena
la s
empresas es tatales patr imonio
de todos los chilenos y
persis te
en una pol í t ica
eco-
nómica en favor de las mul t inaciona les imper ial is tas y
de un reducido grupo de magnates nativos . Una de
sus pr incipales preocupaciones es d isponer de recur-
sos para pagar la deuda externa y f i na nc ia r su aparato
repres ivo. En cambio, la salud, la educación, la cons-
trucción de v iv iendas , la invers ión para activ idades
productivas , son es feras que desprecia y abandona.
La
crisis económica no tiene salida posible con la
ti ranía. Mientras és ta permanezca, las condiciones de
vida
de la mayor ía — t ra b a ja do re s , capas medias , pro-
pietar ios pequeños
y
m ed i anos
y
has ta algunos gran-
des— no harán más que agravarse.
El
país tiene ya conciencia de la necesidad de er -
minar con
este
es tado de
cosas.
Q u i e r e t r aba j a r p a r a
s í y contar con un gobierno > q u e le dé pr ior idad a las
invers iones productivas
y a la
s a t i s f acc i ó n
de las ne-
ces idades del pueblo.
Lo s
trabajadores quieren recuperar sus conquis tas y
disponer de derechos reales para
fo r m a r
s indicatos ,
f o rmu la r peticiones
y
r ecu r r i r
a la
h u e l g a .
El
p u eb l o
exige
l i be r t ad
de
r eu n i ó n ,
de
opinión
y de
prensa,
reclama jus ticia
y t r a ba jo ,
acceso
a la
salud
y a la
vivienda.
La d ictadura de P inochet surg ió manchada de sangre
y
se ha impues to has ta hoy por medio del cr imen y
del
terror . El horroroso deg üel lo de José Manuel Para-
da ,
M anu e l Gu er r e r o
y
San t i ag o Na t t i no , m os t r ó
a los
ojos de todos el grado de corru pción, pervers ión e
insania a que ha l legado. Los ases inatos d ispues tos por
el
t i r ano
y
l l evados
a
cabo durante
la
f a t í d i c a
g i ra
d'el
g ener a l Ar e l l ano i t a r k por La Serena, Copiapó, A n t o -
fagas ta
y
C a l a m a
— de los que
tenían antecedentes só lo
una par te de los chi lenos— son hoy de conocimiento
del
país entero, comprendidos
los
h om br es
de
armas .
Mientras la
r eu n i ó n
de
Gi neb r a en t r e Gor bach ov
y
Reagan es saludada por la humanidad progres is ta como
un paso que ayuda a crear una me jor atmósfera inter -
nacional y a f a c i l i t a r
acuerdos u l ter iores
en
favor
de
la paz, el mes iánico dictador ocu pante de La Mon eda
/sigue en el reverso de la contraporta da/
¡Proletarios de todos los países,
u
R E V I S T A
I N T E R N A C I O N A L
Problemas
de
la Paz y del Socialismo/
P U B L I C A C I Ó N
TEÓRICA
E
I N F O R M A T I V A
DE LOS PARTIDOS
COMU NISTAS
Y
O B R E R O S
A P A R E C E D E S D E
1 958
(331
M A
FORMAN
P A R T E DEL
COLEGIO
Y DEL
CONSEJO
DE
REDACCI
« R E V I S T A INTERNACIONAL» REPRESENTANTES DE LOS PAR
D E ARABIA SAUDITA. ARGELIA, ARGENTINA, AUSTRIA, BÉ
BOLIVIA, BRASIL, BULGARIA, CANADÁ, COLOMBIA, COSTA
CUBA, CHECOSLOVAQUIA, CHILE, CHIPRE, DINAMARCA,
DOR, EGIPTO,
EL SALVADOR,
ESPAÑA, EE.UU., FILIPINAS. F
DIA, FRANCIA, GRAN BRETAÑA, GRECIA, GUATEMALA, GU
HONDURAS, HUNGRÍA, INDIA, INDONESIA, IRAK,
IRÁN,
IRL
I S R A E L ,
ITALIA, JAMAICA, JAPÓN, JORDANIA, LESOTHO, L
LUXEMBURGO, MÉXICO, MONGOLIA, PALESTINA, PANAMÁ,
GUAY, PERÚ, POLONIA, PORTUGAL,
RDA
REPÚBLICA
CANA, RDPY,
RFA,
RSA
RUMANIA, SENEGAL, SIRIA
LANKA, SUDAN, SUECIA, SUIZA, TURQUÍA, URSS, URUGUA
NEZUELA Y VIETNAM.
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S U M A R I O
L O S
O R Í G E N E S D E N U E S T R O
OPTIMISMO
M. B A L E V (Bulgaria).
Los
orígenes
de nuestro optimismo 3
R . P A D I L L A R U S H ( H o n d u r a s ) .
La dominación imperialista
como f r e n o
del
desarrollo social 9
I. N Ü R L U N D (Dinamarca). ¿La conciencia de clase o el pantano de la «colabo-
ración
de
clases»?
16
J.
M.
L A N A O ,
W.
S O M M E R S E T . Papel
internacional de los
constructores
de un
mundo nuevo. Comentario 21
A Ñ O I N T E R N A C I O N A L D E L A P A Z . R .
C H A N D R A
( C o n s e j o M u n d i a l d e l a P a z ) .
La voz de las
masas
en la balanza de la
historia
25
VIDA PARTIDARIA
K . F R I T S C H ( R F A ) .
La
vía para
multiplicar
nuestras f u e r z a s
30
I N F O R M A C I Ó N S O B R E
N U E V A S
E X P E R I E N C I A S .
F . A .
I B R A H I M
( S u d á n ) . Lo s
prejuicios seculares
retroceden. E.
C A N T E K I N ( T u r q u í a ) . O r g a n i z a n d o
la resis-
tencia del
pueblo
«D e los documentos • En el
espejo
de la prensa • D.
D Ü R I N G
( R D A ) . Los
comunistas
en la
empresa: premisas
del éxito • Notas breves 35
NUESTRA
ÉPOCA
•
ACONTECIMIENTOS
• APRECIACIONES
I N I C I A T I V A
EN F A V O R D E L A
P A Z .
R .
S AG D E E V ( U R S S ) . Entrar
en el
tercer
milenio sin armas nucleares 41
F.
B R O W N
(Federación
Democrática
Internacional
de
M u j e r e s ) . Prioridades
del
movimiento
f e m e n i n o
44
A.
B O F F I , A. M O N T I . Los italianos rechazan la «guerra de las galaxias» 49
R . S A M H O U N , W . S T E W A R T , B . ) O L O P O V . Hitos de la renovación. R e p o r t a j e
político
de Polonia 52
J. D R A G A S A K I S ( G r e c i a ) . En las tenazas de los monopolios 58
A . O V I E D O , S. M A M O N T O V .
Teología
de la liberación: ¿una n u e v a herejía? 62
C O N T R A
L A R E P R E S I Ó N Y L A S P E R S E C U C I O N E S . R .
G O N Z Á L E Z ( P a r a g u a y ) .
Inquisidores
del
siglo
XX. M.
AZAD
(Irán). Salvar
la
v ida
de los
patriotas
68
INTERCAMBIO
DE
OPINIONES
•
DEBATES
EL D E S A R R O L L O DE L M A R X I S M O Y S U S « C R ÍT I C O S » M O D E R N O S . Entrevista
colectiva 70
W . B A I E R ( A u s t r i a ) .
El
atraso económico, problema global
77
PANORAMA
BIBLIOGRÁFICO
V. A F A N A S I E V .
Estrategia
de la aceleración, estrategia de la paz 83
R. C O L L U R E . En aquellos años inolvidables 85
M . S I L V E N .
Un a
experiencia
personal 87
ENSAYOS
CORRESPONDENCIA
INFORMACIÓN
A.
M A L K I .
Al servicio de la clase obrera y del pueblo de
Argel ia
J U V E N T U D E S C O M U N I S T A S . Notas breves
A.
A S H U R
(Israel). Instrumento
de la
reacción mundial
Dirección de la Redacción y la Editorial: Thákurova 3, Praga 6, Checoslovaquia.
Telé fonos
335-111
311-14-14, 311-14-16
télex 123 542
W M R .
F i r m a d o
para la edición el 3 de febrer o de 1986.
Tal leres g ráf icos de la Ed i tor ial
Rudé pravo.
Toda rep roducción de los mater iales de es t a publ icación debe hacerse señalándose como
f ue nte Revista Internacional.
90
92
94
MILKO
B A L E V ,
miembro del Buró Político y secretario d
del Partido
Comunista
Búlgaro
E L M O V I M I E N T O comunista, que se abrió a
la vida por necesidades objetivas del desarrol lo
social y cuyos fundadores eran hombres ani-
mados por una profunda fe en el progreso de
la
civilización,
es por su
propia esencia vehícu-
lo del optimismo histórico y la convicción de
quienes lo integran de que han elegido un ca-
mino j us to
y f ruct í fero,
vehícul o
de su fe en
el triunfo de la nueva sociedad y en el f u t u r o
luminoso de la humanidad . El m u n d o v ie jo
nunca ce j ó
en sus
intentos
de
apagar
la
l l ama
del optimismo de los comunistas, pero la histo-
ria, arbitro imparcial de todos los tiempos, ha
demos t rado y s i gue demos t rando i r re futab l e -
m e n t e
q ue son
intentos vanos, pues nuestro
op t im ismo t i ene fundamentos hi s tór i cos , vive
ho y
y
vivirá
en los
siglos venideros.
Él
optim ismo histórico y la fe en el
f u t u r o
siempre
ha n
sido inherentes
a la
creación
so -
cial . Ahora esta verdad
es
conc ien t i zada
más a
fondo, ya que los
comp l e j os
y
mul t i facé t i cos
problemas de nuestros días req uieren nuevas
soluciones, iniciativa, voluntad, actividad y
participación
consciente de los
comunistas
y
todos los trabajadores en la construcción so-
cial.
Esta exigencia se debe en gran medida al
h e c h o
de que los
países
de la
c o m u n i d a d
so-
cial ista, incluida la Repú blica Popu lar de Bu l-
garia, están entrando en una
nueva
etapa de
su
desarrol lo.
En la
de te rminac ión
y
solución
de la s ta reas cua l i ta t i vamente nuevas qu e plan-
te a esta etapa desempeñan un papel impor-
tante los congresos de los partidos comunistas
y
obreros.
En
algunos países social istas, estos
congresos se han realizado recientemente, en
otros están
en
m a r c h a
lo s
preparativos para
su celebración. El Pleno del CC del P C B , re-
unido en febrero del año pasado, decidió con-
vocar el
X I I I
Congreso del partido para el pró-
xi mo mes de abril . El Congreso hará un balan-
ce del camino recorrido en los años del octavo
quinquenio, discutirá y aprobará las tareas de l
desarrol lo socio-económico y cul tural de la
RP B para el noveno quinquenio y, en algunas
vertientes principales, para un período que va
hasta
el año 2000.
Durante los más de 40 años de cons
social ista,
e l P ar t ido Comunis ta Búl garo
grado mucho. Esto no significa que el
qu e
no s espera po r
de l an te vaya
a se
complicado. Sabemos
que en todas las
subsiguientes tendremos que real izar un
considerable y de gran responsabil id
fraternos partidos
de los
países
de l
nuevo procuran que el hombre se de
c o mo creador y revele cada vez en ma
dida
sus potencialidades creativas. Esta
guros de que este objetivo será a l canzad
das de el lo son la capacidad del pu eblo
para trabajar con iniciativa propia, la e
cia
atesorada
por el
par t ido ,
el
acrec
tencial de la R PB y toda la sociedad s
y
el apoyo del movimiento obrero intern
Lo s partidos y pueblos de la comun
cialista
comparten el mismo ideal co
De
ahí q ue p l an i f i q uen j un tos su
f u t u r o
si f iquen
el
in te rcambio
de
experienci
cooperación. Prestamos especial atenció
iniciativas del P C U S y la Unión Soviét
su experiencia de alcance histórico u
Ho y día,
esta
ac t i tud se mani f i es ta con
lar
f ue r za porq ue
el
orden
del día de
Congreso
de l P C U S incluye la aproba
do c ume n to s
fundamentales de la etapa
da, que son la nueva redacción del P
de l
PCU S ,
las enmiendas a los Es ta t
partido y las Orientaciones Fundament
desarrol lo económico
y
social
de la
U R
1986-1990,
y hasta el año 2000.
El propio hecho
de que
los
partido
dos fraternos, compa ñeros
de
lucha
causa
común,
planifiquen
hoy en
form
certada,
segura y
concreta
el futuro de
pectivos pueblos hasta el
tercer
mile
por sí un claro testimonio del optimis
tórico,
propio de los
comunistas.
O P T I M I S M O H I S T Ó R I C O . . . Lamentab
no
pocas personas
en el
m u n d o
se
p
co n
amargura : ¿cómo
es
posible espe
bios a mejor cuando el mundo atrav
momento
cruc ia l
en el que se
decide
-
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
4/51
o no ser? Basta pulsar un solo botón de una
rampa de lanzamiento de misiles
nucleares
— y
su número en la actual idad se cifra en mil la-
res— para
qu e
emp iece
un a
irreversible reac-
ción
en
cadena
de
autoexterminio
de la
h u m a -
nidad y de toda la vida en la Tierra. ¿Acaso
q ueda l ugar
para el
op t im ismo
en tal
con tex to?
Otro
íactor qu e viene a acrecentar las du-
das es la existencia de no pocos pregoneros
de l
l lamado pesimismo ecológico, quienes con-
sideran que el enfrentamiento del hombre con
la na tura l eza
hará,
en definitiva, que l a propia
humanidad des t ruya
su s
condiciones
de
vida
en la
Tierra
y,
quizás, también
en el
cosmos.
Según el los estamos
ya en los
umbra l es
de l
apocal ipsis, de la noche escatológica.
Estos cri terios poco se diferencian de los
qu e
sostienen
los
par t idar ios
de l
op t im ismo
rel igioso, según
los
cuales
el
hombre, desde
su
nacimiento,
está
condenado inexorablemen-
te a sufri r , pero, en cambio, tiene opción al
reino de los cielos donde su alma disfrutará la
vida de
u l t ra tumba .
También hay quienes defienden el l lamado
optimismo tecnológico, cifrando desmesuradas
esperanzas en la incidencia de la tecnol ogía .
Nues t ra
f ilosof ía
nada tiene
que ver con ta-
les concepciones. Los comunistas tenemos nues-
tros mot ivos para estar p rofundamente conven-
cidos
de que
/podemos ser optimistas, debemos
ser
optimistas
y
somos
optimistas «¡La
h u m a -
nidad no debe ni puede desaparecer y no desa-
parecerá
¡Nuestra Tierra girará
en su
órbita
solar, haciéndose cada
vez más
hermosa ,
y la
pa z se instaurará para siempre en ella»
1
, a es-
ta s palabras de l
camarada
Todor Zh i vko v se
adhieren po r entero lo s comunistas búlgaros
y
el
pueblo
de
Bul gar i a .
¿Cuá l es son las
raíces
de
esta mund ivi s i ón ,
en qué se basa el optimismo histórico de los
comunistas?
En primer lugar,
en la
convicción
de que el
m u n d o
se ha
desarrol lado
y
sigue desarrol lán-
dose sobre su propia base material ista y de
acuerdo
con sus
propias leyes. Esta convicción
es confirmada por toda la historia humana,
siempre que se la considere con e n fo que im -
parcial.
Es ,
ante todo, mediante
el trabajo crea-
dor como puede el hombre real izar su propia
naturaleza, afirmar su personal idad. Esta auto-
a f i rmación será tan to m ás p l ena cuan to m ás
l ibre y, por consiguiente, más consciente, pro-
ductivo y fructífero sea el t r a b a jo h u m a n o . E n
el proceso de
liberación del trabajo,
le corres-
ponde
un
papel clave
al
proletariado,
a la
clase
obrera. Así lo demostró
Mar x
en El
Capital .
Los hombres y los partidos que han asumido
la m is ión histórico-universal de emancipar a la
clase obrera la consideran como un a potente
fuente de f o r m a c i ó n y p rofund i zac ión de la
acti tud optimista ante la vida, de fe en el fu-
turo feliz de l a humanidad .
Nuestro
optimismo, nuestra convicción
de que
1
T.
Zh iv kov . Obras
escogidas.
Sofía, 1984,
t. 32, p.
244.
el
camino escogido es
correcto
y fructífero
descansa sobre un a sól ida base: el conocimien-
to
científico
de las leyes objetivas de la histo-
ria y del desarrollo de la sociedad
humana,
leyes
descubiertas por el
marxismo-leninismo;
el
análisis
científico de la realidad , las posibi-
l idades y
perspectivas
del progreso social va-
liéndose
de estas
leyes,
y, por
fin,
la
praxis
y la
experiencia
históricas qu e
confirman
en
los hechos
la validez de la teoría comunista.
Sabemos que la bandera de la primera revo-
lución social ista del mu ndo, la bandera del
Gra n
Oc tubre
de
1917,
fu e
izada
en un
solo
pa ís . E l mundo vie jo lo sometió a pruebas mons-
truosas. La peste fascista se l levó 20 mil lones
de
vidas soviéticas. P ero la Unió n Soviética
t r i un fó . En torno suyo surgió y comenzó a cre-
cer r áp idamente
el
sistema social ista mundial ,
se
cohesionó
la
comunidad social ista.
De las ruinas del colonial ismo, cuyo hundi-
miento había predicho Lenin, emergieron jóve-
ne s
Estados independientes. Varios
de
el los
op taron por la vía de orientación social ista.
Aho ra ,
nuestro optimismo histórico es el de
los más de 80 mil lones de comunistas que in-
f luye n con t remenda f ue r za en el proceso his-
tórico.
El
social ismo real
se ha
a f i rmado como
un a
a l te rna t i va
al
capital ismo comprobada
por la
vida. A
pesar
de la gran complej idad y diversi-
dad de los fenómenos y procesos en curso, el
m u n d o
se desarrol la y se desarrol lará confor-
me a las previsiones de
Mar x ,
Engels y Lenin.
Esta es la fuente primera del optimismo comu-
nista, optimismo que, además, tiene raíces con-
cretas en cada país.
EL
M O V I M I E N T O
SOC IALISTA surgió
en
nuestro país hace
m á s d e
noventa años,
en un
período en que aún no hab ían madurado la s
condiciones económicas para
que l a
clase obre-
ra
búl gara
se
convi r t i e ra
en una
f ue r za
nu -
merosa. Pero Di mi t r Blagoev, fundador del so-
cial ismo científico en Bulgaria, primer artífice
y
maestro de nuestro partido, dem ostró con
ayuda de un bri l lante
análisis
marx i s ta -de l de -
sarrol lo social que,
también
en nuestro caso,
el incipiente proletariado era la f ue r za qu e
había
de
conducir
al
país hacia
el
socialismo.
Esta convicción es un bri l lante ejemplo de fe
en e l fu turo .
Fiel a sus principios, el Partido Comunista
Búlga ro
demos t ró su op t im ismo en momentos
en extremo duros para el partido y para el
movimiento obrero revolucionario. Una vez em-
prendido el camino leninista, el PCB supo con-
servar
su s
fuerzas después
de la
der ro ta
de la
Insurrecció n Antifascista de Septiembre de
1923, consolidarse
en
tan to
qu e
partido
de
tipo
nuevo, leninista, conducir a nuestro pueblo ha -
cia el triunfo de la revolución social ista y en-
cabezar
la
construcción
de la
nueva sociedad.
Las generaciones actuales
y
venideras leen
y leerán
con
emoción , asombro
y
admi rac ión
las cartas de revolucionarios y combatientes,
escri tas en el infierno de las cárceles y los
campos de concentración fascistas, las pala-
bras p ronunciadas
ba jo
la horca y segundos
antes de l
fus i l amien to .
So n
palabras
en las que
no
se percibe temor ni desesperación, sino que
i r rad ian p rofunda fe comunis ta en el f u t u r o y
un humanismo e j emp l ar .
La
época de la lucha antifascista y la tran-
sición al régimen social social ista fue un pe-
r íodo de prueba pa ra nuestro optimism o y, a la
vez, de enriquecimiento y plasmación del mis-
m o en real izaciones prácticas. Aqu el período
ha q uedado vincul ado para s i empre a l nombre
y
la obra de Jorge
D im i t r ov ,
h i jo i lustre de
Bul gar i a
y de la clase obrera búlgara, destaca-
da persona l idad de l movimien to comunis ta y
obrero
internacional .
Al echar una mirada retrospectiva al camino
recorrido,
los comunistas
búlgaros
ven
clara-
mente lo que han logrado y lo que todavía les
queda por lograr. La historia ha querido que,
hasta el presente, las revoluciones social istas
hayan t r i unfado
no en los
Estados capital istas
m ás
desarrol lados, sino
en
países
de
desarrol lo
me di o
y
subdesarrol lados,
uno de los
cuales
era nuestra P atria. De ahí que el camino búl-
garo hacia la nueva sociedad haya sido dif ícil
y
acc iden tado . Además
de las
d i f i cul tades
ob-
jetivas, se hicieron sentir los efectos de erro-
res de
carácter subjetivo. P ero toda persona
honesta e imparcial no puede menos de apre-
ciar
l a envergadura y p rofund idad de l as t rans -
fo rma c i o n e s
revolucionarias real izadas en nues-
tr o país.
El P l eno de
Abri l
( 1956) del CC del PCB
m a r c ó u n
v i r a je
en la material ización de las
previsiones del partido. La l ínea general del
par t ido
t razada
en el
P l eno
y que ha
venido
plasmándose a lo largo de tres decenios ba jo
la dirección de Todor Zh iv k ov , Secre ta r io G e-
neral del CC del P C B , f iel
h i jo
del pueblo búl-
garo , des tacado revol uc ionar io y persona l idad
de l
movimien to comunis ta in te rnac iona l , mar -
xista-leninista con espíri tu creador, es la base
teór i ca
y
p rác t i ca
de
nues t ros l ogros . Es ta
lí-
nea permi t i ó cul minar con éx i to l a t rans ic ión
del capital ismo al social ismo, aseguró la vic-
toria
de l
régimen soc ia l i s ta , ayudó
a
elaborar
un nuevo P rograma de l par t ido y acometer en
gran escala la construcción de una sociedad so-
cial ista madura. Al caracterizar la l ínea general
leninista,
que en nuestro país es conocida con
el
nombre
de
l ínea
de
Abril,
e l X I I
Congreso
de l
PC B (1981) seña l ó : «L a l ínea de
Abril
del PCB
es el marxism o-leninis mo en acción en las con-
diciones específicas de nuestro país, la viva un i -
dad e interacción de la teoría del social ismo
científ ico en constante desarrol lo y la p rác t i ca
social histórica concreta de la clase obrera y
las vastas masas populares en la lucha por la
cons t rucc ión
y
desar ro l l o
de l
soc ia l i smo
en
nuestro país»
2
.
2
XII
Congreso
del Partido
Comunista Búlgaro. Pro to -
c o l o t a q u i g r á f i c o ,
1
parte. S of í a , 1981
p. 482 (en
bú l -
g a r o ) .
Lo s comunis tas búl garos sienten l egí
gul l o
por los resul tados alcanzados en
de
rea l i zac ión
de
esta l ínea . Hemos cu
la colectivización de la agricul tura, co
do
la
p roducc ión agropecuar i a coopera t
f or m ado
modernos comp l e j os agro indu
H e m o s creado
un a
industria potente
país como
el
nues t ro . Bul gar i a
se ha
co
en
un
moderno pa ís agro indus t r i a l
que
sarrol la a ri tmos rápidos y estables. E
los fondos f i j o s se cifraban en 11.500
de
levs, mientras
que en
1986 ascen
112.500 millones, o sea que se habrán
c a do . Durante el mismo período, la r
cional
se habrá mul t ip l i cado ap rox ima
por ocho y la producción industrial , po
la rama de construcciones mecánicas, 6
l a indus t r i a q uímica , 45) . E l aumento
producción agropecuaria
se
cifrará
en u
Se
ha elevado mucho el nivel de vid
población, se desarrol lan vertiginosam
enseñanza, la ciencia y la cul tu ra.
pueblo está cohes ionado en to rno al
En t re
el PCB y su
al iado
— la
U nión
Agr íc o la Bú lg ar a— se han establecido
nes basadas en la unidad de acción y
laboración fraternal . Al evaluar los re
del decenio transcurrido entre los Cong
y
X I I de l P CB , podemos dec i r qu e h e
grado
crear
u na
segunda Bul gar i a .
H e
que significa la l ínea leninista de A
PC B
en acción.
En la etapa actual , la l ínea de Abril
enr iq uec ida y concre tada por el XII C
del PCB y por investigaciones y decisio
teriores del
par t ido .
Se ha
e l aborado
t ra tegia económica ,
que es en
esencia
t ra tegia de t rans ic ión dec id ida a l os
pre fe re n te me n te
intensivos de desarrol l
e c o n o mía nac iona l .
La
pol ítica
de
in tens i f i cac ión
de la
e
y
aceleración del desarro l lo socio-econ
que se atiene el partido presenta múl ti
cetas
y
de te rmina ,
en
par t i cul a r ,
la
e
de la cal idad del t r a b a jo y de la pro
el ahorro riguroso y la uti l ización raci
la s
materias primas
y
mater i al es . Se
que en 1984 se celebró una conf erenc i
nal del partido sobre cuestiones de la
q ue ha t razado l os lineamien tos de
pol ítica a largo plazo para
este
sector
En
l a e tapa ac tua l , e l op t im ism o h
de
los comunistas búlgaros se expresa
conc ien t i zac ión revo l uc ionar i a
y
cread
los problemas del desarrol lo social . Es
que elaborado y bri l lantemente apl icado
Pleno
de
Febrero ( 1985)
del CC del P
mi t ió de f in i r l a revo l uc ión c ien t íüco
c o mo
la « l la ve
maes t ra»
de l
p rogreso
La s decisiones del Pleno pueden resum
la
s iguien te f ó r m u la : cons t rui r
el
so
desarrol lado significa real izar la re
científ ico-técnica. Estas ideas han sid
r ro l l adas en el P l eno de Enero (1986)
de l PC B y
cons t i tuyen
la
base
del
m u l t i
-
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
5/51
trabajo
de
preparación para nuestro X I I I Con-
greso.
Ho y día el partido centra su s esfuerzos en
la
tarea
de
introducir cambios esenciales
en
la
p lani f icación
y la
gestión
de la
economía
nacional. Procuramos crear condiciones econó-
micas, organizativas, sociales y políticas ade-
cuadas, para revelar con mayor plenitud las
fuerzas y potencialidades creadoras de los tra-
bajadores
en el marco de la construcción crea-
dora basada en el progreso científico-técnico.
Esta
es la
l ínea
en que se
inscribe
la
constante
labor investigadora de la dirección del partido
y del Estado y en la que se concentra todo el
potencial intelectual
de l
país. Ello permite
do -
minar mejor las leyes objetivas del desarrollo
económico
de la sociedad y mejorar los meca-
nismos de aplicación de estas leyes.
Par t iendo del pr incip io fundamental de que
el
dueño
de la
propiedad socialista
es el
Esta-
do
que actúa en nombre y por encargo del
pueblo,
mientras que el amo de la misma es
la colectividad laboral, procuramos perfeccio-
nar la
médu la misma
de las
relaciones socia-
les socialistas. A este efecto estamos creando
las
condiciones necesarias para
un
d iá logo
m ás
constructivo entre las organiza ciones económ i-
cas
socialistas
y los
organismos estatales
en
el
marco
de la
elaboración
de l
plan,
lo
cual
nos permi te garant i zar una conjug ación más
armoniosa
de los
intereses individuales
y co-
lectivos con los intereses de la sociedad.
Tal es la óptica a que se atienen nuestras
búsquedas
de los
mecanismos para dominar
en
m a y o r
medida
la s
relaciones
mercanc ía—dinero
y util izarlas mejor, viendo en ello una ley ob-
jetiva que sigue en vigor en las condiciones
actuales
de la
construcción socialista.
Se
rea-
liza un ingente trabajo para elaborar y aplicar
un nuevo enfoque de la economía y un nuevo
mecanismo económico: es tamos implantando en
la práctica un sistema integral de medios de
intervención en los procesos económicos. Lo
fundamenta l ahora es asegurar con ayuda de
este sistema una nueva relación económica en-
tre los diversos productores socialistas (orga-
nizaciones, empresas
y
br igadas) , volver los
de
cara al progreso científico-técnico, a la reno-
vación tecnológica de la producción, la reduc-
ción del costo y el logro de una alta calidad
de los artículos, crear un nuevo clima econó-
mico, político e ideológico en la economía y en
toda
la
sociedad. Otra preocupación nuestra
en
estos momentos es elevar el papel y las fun-
ciones de la planificación estatal , l iberarla de
tareas que no entran en su esfera de incum-
bencias, para
qu e
garantice
un a
aplicación con-
secuente de la política económica del partido
y del Estado, y convertir las empresas, combi-
nados y agrupaciones económicas en eslabones
productivos autogestionarios.
Conforme
a las crecientes y legítimas deman-
das que plantean el desarrollo de la democra-
cia socialista y el perfeccionamiento del siste-
m a
político,
el
par t ido
y el
Estado
ha n
adop-
tado últimamente una serie de medidas con-
cretas para elevar el papel de los eslabones
inferiores
y hacer que millones de trabajadores
se conviertan paulatinamente de objeto en su-
jeto de la gestión económica y social . Toca a
su fin el trabajo de redacción de un nuevo
Código Laboral que contribuirá a dinamizar el
fac tor humano en la producción y acelerará
lo que se ha dado en l lamar progreso personal.
Se trata, ante todo, de propiciar el desarrollo
y protagonismo polifacético de la persona en
el puesto de trabajo y en la colectividad la-
boral.
Todo lo dicho no significa ni mucho menos
que el enfoque optimista de la vida nos im-
pida ver las contradicciones que intervienen en
el
desarrollo
de l
socialismo.
La
dialéctica mar-
xista-leninista enseña, coincidiendo en ello con
Hegel,
que el desarrollo «avanza con contra-
dicciones, y las contradicciones vivas son mu-
cho más ricas, variadas, m ás llenas de conte-
nido,
que lo que a
primera vista puede percibir
la
mente»
3
. Estas contradicciones
no
deben
quedar descontroladas, esperando
a que
m a d u -
ren
hasta
adquirir casi dimensiones de
crisis.
Ha y que detectarlas y resolverlas oportunamen-
te , tarea esta
en que le corresponde un papel
muy importante al factor subjetivo, al propio
partido.
La
existencia
de contradicciones no es ni mu-
cho menos indicio de una «crisis del socialis-
mo » inventada por algunos de sus detractores y
cuyas manifestaciones, según ellos,
se
observan
ahora también
en
Bulgaria.
N o
ocu l tamos nuestras
dificultades. Por ejemplo, escribimos sin rodeos
que, en
1981-1985,
a una
serie
de
d i f icu l tades
originadas por la situación internacional y las
medidas económicas discriminatorias adoptadas
por los Estados imperialistas contra los países
socialistas, incluida Bulgaria, se les ag regó el
daño material provocado por tres años de se-
qu ía
sin
precedente
en el
úl timo siglo. Dismi-
nuyó la producción de cereales y otros pro-
ductos agropecuarios. Pararon
de
hecho
la s
centrales hidroeléctricas. En la Bulgaria de an-
tes de la revolución, todo ello hubiera provo-
cado el hambre, la pauper ización de los t raba-
jadores y una deuda exterior insoportable. Nada
semejante ocurrió
en la
Bulgaria socialista.
En efecto, tenemos dificultades, pero hemos
mantenido el nivel alcanzado de abastecimiento
de la población con artículos de pr imera ne-
cesidad, aunque nos vimos obligados a aumen-
tar los precios de algunas
otras
mercancías. El
consumo de electricidad en general no dismi-
nuyó .
En 1985, el volumen de la producción
industrial creció un 3,5% en comparación con
1984, ascendiendo este índice hasta
un
11.6%
en la
rama
de
construcciones mecánicas,
qu e
constituye la médula del progreso tecnológico.
3
V. I. Lenin. Obras
Completas,
2a
ed.,
Ca rta go, Bue nos
Aires, t.
X X X V I I I ,
p.
263.
En
el
mismo período,
los
ingresos reales
de la
población aumentaron,
po r
té rmino medio
en
un 2,5%.
De acuerdo con el plan de desarrollo de la
economía nacional, estamos creando las con-
diciones necesarias para lograr, ya este año,
un fuer te incremento de la renta
nacional,
el
aumento
de la
productividad social
del
trabajo,
la
elevación
de los
ingresos reales
y la
amplia-
ción de las conquistas sociales de los trabaja-
dores.
|
La experiencia
nos
enseña
que la
instaura-
ción del régimen socialista, por sí sola, no per-
mite organizar de inmediato la vida de la so-
ciedad humana
de
manera
qu e
todos
sus as-
pectos respondan a los ideales supremos de la
igualdad y la justicia social comunista. Nues-
tro optimismo no dimana de la opinión de que
hayamos alcanzado ya el ideal que Marx, En-
gels
y
Lenin asociaban
al
comunismo como
meta determinante del progreso social. Se basa
en
el
hecho
de
que,
en la
práctica, avanzamos
paso a paso hacia ese ideal, y cada victoria
nuestra significa
un
nuevo peldaño
en el in-
contenible ascenso hacia
el
mismo. Hace mucho
qu e en nuestro país se puso fin a la explota-
ción del hombre por el hombre y se plasma
en la práctica el principio «d e cada cual se-
gú n
su
capacidad,
a
cada cual según
su
tra-
bajo».
El nuestro no es un optimism o triun fa-
l ista, pero los éxitos alcanzados en la
edif ica-
ción de la nueva sociedad son una realidad y
el pueblo búlgaro tiene buenos motivos para
enorgullecerse
de
ellos.
Ho y
sabemos mejor que antes que cada etapa
en el
progreso
del
socialismo,
a más de
nuevas
realizaciones, supone dificultades desconocidas.
Así es la vida, y esto es algo que conviene te-
ner en
cuenta. Somos optimistas, pero ello
no
nos impide desarrollar la crítica y la autocrí-
tica. El
estilo
leninista de trabajo, el
estilo
de
la l ínea de Abril implica intolerancia hacia la
palabrería, la aparatosidad, el formalismo y el
burocratismo. Cabe decir que somos optimistas
y, a la vez, realistas.
NUESTR O
O P T I M I S M O toma ra íz
en el he-
roísmo y el ejemplo de los comuneros de París,
de
los
participantes
en la
pr imera mani fes ta-
ción de Primero de Mayo en Chicago, de los
militantes de la organización alemana Esparta-
co,
en él se
reflejan
la fe y los
ideales
de los
trabajadores de todos los confines del planeta,artífices de las realizaciones más bril lantes del
siglo XX. A finales de
este
siglo, en nuestra
época de la revolución científico-técnica, los
fra ternos
partidos de los países socialistas y
capitalistas actúan en un nuevo contex to qu e
requiere soluciones audaces y creadoras. Nues-
tr o
op t imismo
será
tanto
m ás
justificado histó-
ricamente cuanto
má s
exitosa
sea
nuestra bús-
queda de tales soluciones hoy y mañana. Esta
concepción del mundo es inseparable del desa-
rrollo
y
for ta lecimiento
de la
amis tad
y la co-
operación con los herm anos países socialistas y
su s
partidos.
En
este plano,
un
papel
portante corresponde
a la
unidad dialé
los principios del internacionalismo y
triotismo socialistas.
Para nosotros
t iene
-particular import
l ínea de Abri l que nos orienta a la a
ción y la cooperación en todos los
con la Unión Soviética, que siempre h
y siguen siendo un importante factor
cumpl imiento de las
tareas
principales
las etapas de la construcción socialista
garia y el fortalecimiento de nuestro
El
que el PCB
esté
pertrechado con l
leninistas asegura
su
crecimiento
y su
históricos.
La s
realizaciones
de l
país
contr ibuyeron
a que los
comunistas
se
ganaran
a las
masas.
Ya en los
añ
proyección de películas soviéticas en
pantallas
y la
aparición
de
libros
constituían verdaderos acontecimientos
miembros de l partido, para todos los
progresistas y el pueblo trabajador. P
mente, el ejemplo de la colectivizació
t ica ayudó
al
par t ido
a
crear
50
coo
antes aún de que
t r iunfara
la
revolució
lista en Bu lgar ia y preparar así en
ideológico
y sicológico a los campesi
la cooperativización. La revolución s
se
consumó
en
nuestro país
en un
relacionado con las victorias decisivas
cito Soviético sobre los opresores fasci
posteriores transformaciones socialist
dan también relación indisoluble con l
nal ayuda de la UR SS y la cooperació
ral mu tuamente venta josa .
En los úl timos años, la tradicional
cante ayuda búlgaro-soviética y el refo
to de
nuestra
cohesión sobre la base
tivos y tareas comunes han recibido n
poderosos impulsos.
En este
plano des
su importancia la visita a Bulgaria d
Gorbachov, Secretar io General del CC d
en octubr e de 1985. A l regr esar a l
Mijaíl Gorbachov dijo: «L a cooperació
U nión
Soviética
co n
Bu lgar ia
es... un
importante factor de consolidación de
munidad
socialista, la cooperación in
nal y las posiciones de las fuerzas de
Estas palabras
nos
alientan
en
nuestro
zo. E l Par t ido Comunis ta Búl garo segu
tando
su
actividad
en la
esfera
de las
nes
internacionales sobre
la
premisa b
que la actitud hacia el PC US y la Unió
t ica es la
piedra
de
toque
del
internaci
proletario y socialista.
Concedemos gran importancia al nu
cumento programático
de l
partido
d
documento qu e
sintetiza
la
riquísima e
cia de la construcción socialista, cuyo
cado histórico-universal
es impereceder
pli f ica
como, al determinar los objetiv
tareas, debe conjugarse el optimismo
realismo en la evaluación de lo alcan
continuidad en política con la innova
4
Frauda 26 de octubre de
1985.
-
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
6/51
entusiasmo, con la exigencia, la cri tica y la
autocrítica.
Las amplias perspectivas de integración eco-
nómica social ista
de los
países hermanos sus-
citan en
nosotros
un
pro fun do sentimiento
de
satisfacción. El p rograma
pac i f ico
y creador
de progreso
científico-técnico
para un periodo
q ue va
hasta
el año 2000, documento ap robado
por la 41
a
sesión
extraordinaria del C AME ( d i -
ciembre
de 1985) cons t i tuye una nueva fuen te
de op t im ismo mot ivado , pues to q ue su objetivo
es acelerar el progreso socio-económico de los
f ra te rnos
Es tados
y
m e j o r a r
el
bienestar
y la
cal idad de vida de los trabajadores. Es un pro-
grama
en el que no se
percibe
el
menor asomo
de egoísmo socio-pol ítico: lo s países f i rmantes
subrayan su propósito de participar activamente
en la división internacional del t r aba jo , pro-
pugnan
la
a y u d a
a los
Estados
en
desarrol lo
y
l a más amplia cooperación co n miras a un
ap rovechamien to
exclusivamente pacifico de los
adelantos revolucionarios
de la
ciencia
y la
tecnol ogía . E l mundo socialista se preocupa no
sólo
de su
propio bien, sino también
de la
prosperidad
de
toda
la
humanidad . Mien t ras
el
imperial ismo procura agrandar
la
brecha entre
los niveles de desarrol lo de las principales po -
tencias del sistema capital ista y la mayoría de
las
naciones
en
con t inuo empobrec imien to
qu e
lo
integran,
nuestra
comunidad
se
es fuerza
po r
lograr la concordia, fomentar la cooperación y
a f i rma r la igualdad de derechos entre los pue-
blos.
EL S O C I A L I S M O
aspira
a la paz; los partidos
y
pueblos hermanos concentran sus esfuerzos
en la tarea de preservarla. C o n jura r la amena-
za
de una ca tá s t ro fe te rmonuc l ear es el obje-
tivo en que se en t recruzan los hi los de toda la
problemática del desarrol lo social . Es el pro-
blema número uno y la preocupación central
de las fuerzas progresistas y de todos los pue-
blos del mundo.
P az y
op t im ismo
son dos
conceptos
que se
entrelazan íntimamente en la conciencia hu-
mana, en la vida y la pol ítica. No puede haber
e n fo que optimista
del f u tu ro si no
existe
la
cer t idumbre de que la amenaza bél ica será
con j urada .
En nuestra época nuclear, la alter-
na t i va
de paz o
guer ra
es una alternativa ab -
surda.
Vivimos
un momento in te rnac iona l muy com-
plejo. Por culpa del imperial ismo continúa la
carrera
nuclear.
La s
fuerzas imperial istas
se
obstinan en propugnar y apl icar su
política
de
creación de nuevos sistemas de armas de ex-
terminio
en masa y la implementación de la
l lamada Iniciativa de Defensa Estratégica con
la que se quiere extender la carrera a rmamen-
tista al espacio.
P ero también en
este
comp l icado contex to ,
los comunistas estamos convencidos de que la
correlación de fuerzas en el ámbito internacio-
na l
conf i rma p l enamente
la
conclusión
de que
la guer ra mund ia l no es fa ta l mente inevi tab l e .
Se
ha establecido la paridad estratégico-mil i tar
entre el
Tra tado
de
Varsovia
y el
P ac to
del
At lán t i c o
Nor te ,
al
imper ia l i smo
se le
opone
la
poderosa comunidad de Estados socialistas. La
pol ítica
de
gran par te
de los
países
en
desa-
rrollo
está dirigida contra el rumbo pel igroso
de los sectores imperial istas. Un grupo de Esta-
do s
capitalistas
neutrales m antienen posiciones
sensatas y no respaldan al mil i tarismo.
Hoy, el enfoque optimista de la si tuación in-
te rnac iona l in funde fuerza, inspira nuevas ini-
ciativas de paz y ayuda a intensificar la lucha
antibél ica. Durante varios decenios se ha lo-
grado imped i r
que la
amenaza nuc l ear
se
trans-
fo rma se en guerra nuclear. E l mu ndo supo
vencer los pel igros de la guerra fría. Se logró
superar un a serie de graves crisis internacio-
nales.
El
méri to de estos éxitos le corresponde prin-
cipalmente a la activa pol ítica de paz de los
países social istas, especialmente
a la
pol ítica
consecuente, flexible y constructiva de la Unión
Soviética. Las numerosas iniciativas de la U R S S
y sus al iados tienden a garantizar la coexisten-
cia pacifica de Estados con diferente sistema
socio-pol ítico y conjurar el pel igro de una ca-
tá s t ro fe
nuclear. Baste recordar la Declaración
de Mi ja í l
Gorbachov, Secre ta rio Genera l
del CC
de l P C U S , q ue con t i ene un p rograma ex haus t i -
vo, cuyo
objetivo es
l iberar
el
planeta,
en lo
que queda de siglo, de los armamentos nuclea-
res, destruir por completo las armas químicas
y
la base industrial de su fabricación y salvar
a la humanidad de los horrores de guerra. Re-
firiéndose
a
este
documento de ex cepc iona l im-
portancia, el camarada Zhivkov ha d icho : «P ara
nosotros,
lo s
ciudadanos
de la
Bul gar i a soc ia -
l ista, es motivo de orgul lo el que
este
p rogra -
ma alentador haya sido trazado por nuestros
compañeros, por comunistas, y que revele una
vez más y con
enorme f u er za
la
grandeza
del
leninismo, el humanismo de nuestras ideas y
nuestra moral comunistas,
la
f i rme un idad
de
las
palabras
y los
hechos»
5
.
L os
c iudadanos
de
Bulga r i a compar ten por en te ro este p royec to
y p rocuran
hacer
su contribución a la defensa
de
la paz . Seña l aré en este p l ano la iniciativa
búlgara de convertir los Balcanes en zona des-
nuc l ear i zada
y la
p ropues ta con j un ta búl garo-
r u m a n a de t rans formar
nuestra
región en zona
libre
de
a rmas q uímicas .
En la Conferencia del Comité Pol ítico Con-
sul tivo
de los Estados signatarios del Tratado
de Varsovia, celebrada en
S of í a
el pasado mes
de octubre, los máximos dirigentes de nuestros
países declararon:
«E s
necesaria
y
posible
la
activa cooperación
de Estados,
incluidos
los
qu e
pertenecen a diferentes sistemas sociales,
en la
lucha contra
la
agres ión
y la
guer ra ,
po r
la paz y la seguridad universal . Hay que pro-
curarlo antes
de que sea
tarde,
antes de que
comiencen a caer bombas y volar
misi les»
6
.
s
Rabotnichesko Délo,
28 de
enero
de
1986
(en
búl -
g a r o ) .
6
Pravda, 24 de octubre de 1985.
8
El encuen t ro de G inebra de Mi ja l l Gorbachov,
Secretario General del CC del PCU S , y Rona l d
Reagan, Preside nte de Estados Unido s, ha apor-
tado
un a p rueba i rrefutable y reconocida po r
to do
el mundo de la sincera voluntad de paz
de nues tra com unidad . P odem os eva l u ar con
satisfacción este
encuen t ro como un impor tan te
éx i to
de la pol ítica concertada de nuestros paí-
ses hermanos en f av or de la paz. Hay que des-
tacar
la
con t r ibuc ión ex cepc iona l
q ue ha
h e c h o
la U R S S al logro de los resul tados positivos
que se han visto r e f le jados en la declaración
c o n jun ta
soviético-norteamericana, la cual de
po r
si
cons t i tuye un gran éx i to .
A
nues t ro
juicio,
la f u er za del f ren te de lu-
cha por la paz reside en la
amp l i tud
con q ue
abarca
a los más
d iversos movimien tos
y
orga-
nizaciones
sociales, partidos, gobiernos, perso-
nal idades y Estados. Co nsideram os que tiene
un gran f u t u r o la idea de crear un frente más
a mpl i o posible
de
todas
las
f u e r z a s
de la paz
al
ob je t o
de impedir el estal l ido de una guerra
te rmonuc l ear .
En este contexto, son signif ica-
t i vos
los
procesos
q ue se
operan
en una
serie
de partidos democráticos, incluida gran parte
de
la
soc ia l democrac ia ,
y en
o t ras organi zac io-
nes, asi como los pujantes movimientos anti-
bél icos que actúan en varios países capital istas.
Siguen
consolidándose y mul t ip l i cándose las
f u er zas
q ue hacen una impor tan te con t r ibuc ión
a la
causa
de la
paz .
A
q uienes
en
esta época angus t iosa compren-
den su responsabil idad personal por los desti-
nos de la paz, a quienes procuran plasmar en
acción su s
sentimientos pacifistas per
nen
miedo
a la
propia palabra «com
les decimos: de todos modos, vean más
lo
qu e proponen los comunis tas . Ref l e
comprenderán
q ue es más f ác i l
ha l l a r
gua je común con l os comunis tas q ue
principales adv ersarios, los cuales, in
continuamente la moral cristiana, es
pues tos a ex te rminar a l a humanidad
« cr u zada» nuc l ear .
En
cuan to
a
nosotro
pre acogemos con atención y respeto c
p ropues ta
sensata,
cua l q uie r i dea cons
vengan de donde vengan, con la únic
ción de que sean propuestas e ideas al
de
la
paz.
EL I N A G O T A BLE O P T I M I S M O H I S T Ó
l os comunis tas búl garos , de todos l os
dores de Bul gar i a ha s ido ex p resado e
nos muy precisos po r
T odor Zh iv k ov :
blo búl garo nunca le f a l t ó fe . T a n t o
t i empos
de poder ío y de mayor auge es
c o mo en los duros
periodos
de esclavitu
tro puebl o o pr i mi do , m a r t i r i z a d o y a b a
po r
e l res to de l a hum anidad nunca p
en sus
f u er zas c readoras
y en su f u t u
fe,
qu e e m a n a de la p r o f u n d i d a d de lo
es hoy
nues t ra
f u er t e y
vibran te
fe
c o
anidada en el pecho de los hombres»
7
.
Estas palab ras sintet izan los oríg
nues t ro
p r of u ndo
y
v iv i f ican t e
op t im i
tórico.
7
T.
Zh ivkov . Obras escogidas, Sof ía , 1984,
t.
L A DOMINACIÓN IM P E R I A L I S T A
COMO F R E N O
D E L D E S A R R O L L
S O C I A L
R I G O B E R T O
P A D IL L A R U S H ,
Secretario
Genera l
del
Partido Comunista
de Honduras
(PCH)
V I V I M O S
una época que se caracteriza por
la transición de una formación económica y
social caduca a una nueva sociedad. La teoría
marxista-leninista de construcción de la socie-
dad social ista ha sido com probad a en la prác-
tica a nivel mundial . El social ismo ha arraiga-
do en inmensas ex tens iones geográ f i
incuestionables ventajas se han visto
madas en e l e j emp l o de todo un grupo
ses y,
po r in f l uenc ia
del
m ismo, muc
blos hacen suya la aspiración al tipo
men social y relaciones sociales que h
-
8/20/2019 Revista Internacional - Nuestra Epoca N°3 - Edición Chilena - Marzo 1986
7/51
'talizado ya en 'la comunidad socialista. El so-
cialismo real es hoy un importante factor in -
ternacional del prog reso de la hum anidad .
Pero también existe otro factor de signo con-
t rario. Nos referimos al imperialismo, a su cre-
ciente papel reaccionario y esencia agresiva.
El imperial i smo qu e t ra ta — no po r medio de l
ejemplo, sino por la
f ue r za
de las armas, me-
diante la presión económica y el chan ta j e po -
lí t ico—
de
af ianzar
su s
posiciones
en los
paí-
ses que compone-n el área per i fé r ica del mundo
capitalista.
El
m a n t e n i m i e n t o
de la
dominación
imperial i s ta actúa como
freno
del desarrollo
social.
Par t iendo de l a compleja problemát ica del
m u n d o actu al y de una valora ción de la reali-
dad hondurena en el contexto del contenido
fundamenta l
de nuestra época, nos proponemos
abordar en el presente artículo tres cuestiones
qu e
revisten particular importancia para nos-
otros. Prime ro, la continua agu dizació n de la
crisis de las estructuras económicas, sociales
y
políticas, fenómeno que se ha generalizado
en casi toda América Latina y cuyos respon-
sables
son el imperialismo y las oligarquías
domésticas. Por regla general, fracasan los in-
tentos de superar la crisis por la vía del re-
formismo burgués, lo cual interviene como cau-
sa principal de la intensificación de la lucha
antiimperialista y de l iberación. Segundo, nos
detendremos a analizar algunas peculiaridades
del momento hondureno ínt imamente entrela-
zado con la situación general de confl icto m i-
l itar en Centroamérica y el Caribe, situación
qu e
en t r aña
un a
amenaza para
la paz
univer-
sal . Y finalm ente, trataremos el tema de las
alternativas
de
desarrollo social
en las
condi-
ciones concretas de nuestro
país
y algunas cues-
tiones de la lucha de l iberación, que es parte
integrante
de l
proceso revolucionario regional
y mundial .
Lo s atolladeros de la crisis
La situación económica
y
social
en
América
Lat ina
nunca había sido
ta n
aguda como
en
estos momentos, y nunca tampoco se había en-
sanchado tan ráp idamente la brecha entre los
niveles
de
desarrollo
de los
países capitalistas
industrializados y los Estados latinoamericanos
situados en su órbita. En la región latinoameri-
cana sigue habiendo inmensas
áreas de
atraso,
miseria y hambre. El imperialismo, valiéndose
de
la
s i tuación
de
desigualdad
de
dichos paí-
ses en la
economía capitalista mundial,
los ex-
plota implacablemente imponiéndoles un t r ibu -
to que esquilma sus economías. La impagable
deuda externa se ha conver t ido en una de las
principales palancas de domina ción imperia -
lista.
En el
caso
de
América Lat ina, este
fardo
supera los 360.000 millones de dólares. Lo s
exorbitantes pagos
po r
amort i zación
e
intereses
de la deuda y la evasión de los bene ficios ob-
10
'tenidos por las
trañsnacioifales
desangran a
nuestros países. D e problema económ ico, el
endeudamiento
se ha convertido en un proble-
ma político, una de las premisas para la for-
mación y extensión del frente de nuestra re-
sistencia antiimperialista
qu e
obje t ivamente
c o n f luye
con la lucha común de los pueblos
po r
la l ibertad, la paz y el progreso social .
¿A qué se debe y en qué se manifiesta la
profundización de la crisis de las estructuras
económicas
y
sociales
que les fueron
impues-
tas a
nuestros países
en el
siglo pasado?
En
términos generales se explica por el hecho de
que en muchos Estados de la región puede de-
cirse que el capitalismo ha empezado a decli-
nar cuando apenas había alcanzado un nivel
medio
de desarrollo. Sin haber logrado liberar-
se de las cadenas de l pasado f e uda l , del lati-
fundismo, cayó en las redes de la dependencia
de los monopolios norteamericanos. En varios
países, el timón del Estado está en manos de
venales ol igarqu ías terra teniente-burguesas y
camaril las burocrático-militares corruptas, siem-
pre atentas al dictado de los mono polios y la
Emb a ja da
de
Estados Unidos . Su fr imos pues
una doble opresión
— p o r parte
del imperialis-
mo
y por
par te
de la
ol igarquía—
y una
doble
crisis es t ructu ral en la que se proyecta la cri-
sis
general
del
sistema capitalista mundial .
En
el
caso
de
Honduras,
la
crisis
se ha
agra-
vado par t icu larmente bajo
el
m a n d a t o
del ex
presidente Suazo Córdova. He aquí algunos da-
tos que avalan esta af i rmación. La tasa de cre-
cimiento
del P I B , que en el período de 1976 a
1980 había sido de 7,3% por término medio,
se r e du jo a cero en 1980/83 y denota actual-
mente
un a
clara tendencia
al
decrecimiento
pronunciado de la economía nacional. Ha au-
mentado bruscamente
el défici t
fiscal .
El go-
bierno ha intentado reducir
esta
brecha recu-
rriendo a la emisión de papel moneda y bonos,
así como a la util ización de los
fondos
de re-
serva del Banco Central y los entes autónomos.
Pero estas medidas no hicieron sino espolear
la inflación. Nuestro signo monetario, el lem-
pira, que durante largos años tuvo una relación
de 2 a 1 con el
dólar,
ha
sufrido
un a
notable
depreciación como resultado de la cual su re-
lación real respecto
al
dólar
es
actualmente
de 2,7 a 1.
El défici t
de la balanza de pagos ha aumen-
tado en flecha. Esto se ha debido al aumento
del precio de los energéticos y de los produc-
tos industr ia les , que importamos pr incipalmen-
te de EE.UU., y a la baja de los precios en los
rubros de exportación tradicional del país —b a -
nanos, café, madera
y
carne
r e f r i ge rada — , así
como al desmesurado incremento de los gastos
mi l i tares , par t icu larmente a partir de 1980; el
presupuesto de «defensa» se ha triplicado. Con-
tinúa también
la
evasión
de
capitales
al ex-
tranjero. Desde 1979 hasta el presente, cerca
de 1.200 millones de dólares han sido transfe-
ridos
po r
sectores acaudalados
de la
burguesía,
terratenientes, al tos funcionarios
de los
últi-
mos gobiernos y jefes militares a bancos forá-
neos. Esto ha hecho qu e se produjer a una caída
en el nivel de las reservas de divisas interna-
cionales.
Lo s úl timos gobiernos han recurrido invaria-
blemente a la contratación de empréstitos fuera
del país, lo cual se ha t raducido en un verti-
ginoso incremento de la deuda externa. Los
saldos
de la
misma pasaron
de 538
m i l lones
de
dólares en 1977 a 1.736 millones en 1983. Se
calcula que actualmente la deuda externa de
Honduras anda ya rondando los 3.000 millones
de dólares. En cuanto a las transferencias se-
cretas
hechas por la
C Í A
y e l Pentágono
para
apuntalar l a infraestructu ra mi l i tar , as í como
el f inanc iamien to de los grupos paramilitares,
de asesoría y de «contras» somocistas, sólo los
«acreedores»
co nocen sus dimensiones y los
demás nos enteraremos de ellas cuando se pase
la factura al gobierno.
Entre tanto,
unas
60 0
empresas pequeñas
y
medianas han dejado de existir por fal ta de
divisas para adqu i r i r maqu inar ia y mater ias
primas. Co mo quiera que no se genera empleo
y
que el gobierno de Suazo C órdo va ha reali-
zado una política de despidos, el número de
desempleados ha ascendido en los úl timos tiem-
pos a unas 450.000 personas. A lgun as fuen tes
calcu lan
que el
desempleo ( absolu to
y
parcial )
afecta a 2/3 de nuestra población económ ica-
mente activa.
El proceso inf l acionar io provoca una baja
sensible
en el
poder adquisitivo
de la
clase
obrera y de todos los trabajadores, una pola-
rización de la miseria y la riqueza
'.
Las rei-
vindicaciones de aumento salarial tropiezan con
la negativa de la patronal y la represión gu-
bernamental .
La
paralización
de la R e fo rma
Agrar i a ha causado una elevación de las ac-
ciones del campesinado
para
proseguir con su
programa de recuperación de t ierras ociosas
en
manos
de
terratenientes, pero éstas también
son reprimidas por el ejército.
No
se
puede decir
que los
sectores gobernan-
tes no hayan intentado salir de la crisis en que
sumió al país el «tradicio nal» mode lo agroex -
portador impuesto por el imperialism o, con
preponderancia absoluta del «enclave banane-
ro».
A partir de la década de los 50 se inició
un proceso de modernización orientado a am-
pliar el surtido de exportación y romper el
monocul t i vo
del banano, lo que concedía unasituación
de
privilegio económico
y de influen-
cia política a los grandes monopolios norte-
americanos.
L os
nuevos cultivos —c a f é , caña
de azúcar, cacao, algodón— y el fomento de
la ganadería produ jeron cierta reanimació n de
nuestra economía, pero ésta siguió presa en la
m a r a ñ a
de la
dependencia, vulnerable
a las
1
Así, la renta per c áp i ta de la pob lac ión de l c a mpo
ha caído ya al
n i v e l I n f r a h u m a n o
de 120 l empiras o , en
el m e j o r de los
casos,
20 0
lempiras
anua les, o sea, unos
60 ó 100 dólares al curso oficial.
oscilaciones del mercado
internacional
tida a la política imperialista de «cuot
En
el
curso
de las
tres úl timas década
duras
ha
conocido tres nuevos modelos
rrollo. Primero, el «desarrol l ismo», ba
la teoría nacional reformista- burgu esa
adeptos
R.
Prebish,
F .
Herrera
y
otro
nentes consideraban posible impulsar e
rrollo de nuestros países y alcanzar
pendencia económica en el marco del
capitalista mediante la R e fo rma Agraria
tenciación del sector público en base a
l ización del capital ex tranj ero pero l i
la dependencia con respecto al mism
teoría a lcanzó su máx ima propagación
reg ional
en los
años
50 y 60
bajo
los
a
de la Com isión Econó mica de la O N
Amér ica Lat ina y el Car ibe ( C E P A L ) .
su
aplicación práctica tropezó con la
imperialista de sub yuga ción y la resiste
la oligarquía terrateniente.
Luego
apareció otro proyecto — t a m
signo reformis ta-burgués , pero m ás r
patrocinado, en 1972-75, por un sector
Fuerzas Armadas
bajo
la
j e f a t u r a
de
Ló
llano
en un intento de modernizar y de
el aparato productivo del país y darle
dad competitiva. Este proyecto fue ec
pique
por la
presión
de los
monopol ios
safío
de la oligarquía y la descarada
sión del ex dictador nicaragüense Som
fracaso
de los
reformistas militares
en
ras, igual que en otros países del áre
por mucho t iempo ante l a burguesía n
la posibil idad de encontrar una salida i
diente
a la
crisis.
En lugar
de
ello
se nos
impuso
un
proyecto « neoliberal», basado en los po
de la
escuela
de
Chicago,
del
FM I
y
o
tes financieros imperialistas: economía
cado, apertura de la economía naciona
inversiones de capital priva do norteam
una brusca contracción del sector esta
corte de los gastos sociales, despido
pleados de la administració n pública y f
de
obras de infraestructura por medio
versiones de capital público norteam
Este modelo, que ya fracasó en otros
latinoamericanos, también ha dem ostr
incapacidad para solucionar nuestros
mas de desarrollo y frenar la crisis. La
dencia de Honduras se ha reforzado h
punto de que el año pasado un 43% d
supuesto público fu e cubier to a expensa
«a yuda »
norteamericana. La imposición
modelo ha tenido efectos ta n funesto
nerado
ta l
malestar
en la
población t raba
qu e ésta — a pesar de la verdadera sa
qu e
fuera
sometido nuestro pueblo
en el
de participación de la camaril la militar
neral Alvarez Mart ínez en el gobierno
2
—
fió
la Ley antiterrorista y los escuadro
2
El genera l A lv a re z Ma rt íne z y sus c ola
má s p róx imos gobe rna ron de he c ho el
país de
hasta
m a r z o
de
1984, e mple a ndo métodos f a sc i s
re primi r
el
de sc onte nto
de l as masas .
11
-
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la muerte y ha retomado las calles para vol-
carse en manifestaciones con exigencias no
sólo económicas, sino también políticas.
La
hora de la l iberación del dominio del im-
perialismo
y la ol igarquía no
está lejana.
En
el
seno de la sociedad hondurena y de toda
la región están madurando las premisas obje-
t ivas de la revolución, ya que ésta, como di jera
M a rx ,
se halla sujeta a determinadas condicio-
nes históricas de desarrollo
económico
3
.
Pero
no basta con ello para l levar a cabo transfor-
maciones radicales.
Es
necesario
que se dé una
situación como, por
e je mplo ,
la que surgió en
Chile en 1970, cuando a
raíz
de las elecciones
m ás
democrá t icas
en la
historia
de
Sudaméri -
ca asumió el poder la Unidad Popular, o en
Nicaragua en 1979, cuando el pueblo
derrocó
por la fuerza de las armas la odiosa dictadura
somocis ta . Un importante e lemento de cuantos
determinan
el
desarrollo
de la
explosiva situa-
ción política en Honduras y algunos otros paí-
ses es la
presencia militar
del
imperial i smo
de
EE.UU., qu e
obstaculiza
el
avance hacia
la li-
bertad y el progreso social.
Un foco de guerra
La
experiencia muestra que cuanto más
f ue r t e
es la resistencia qu e oponen los pueblos a los
mane j os del im perialismo y las oligarqu ías,
t anto más agresiva se torna la
política
de las
fuerzas m ás reaccionarias. Estas se niegan a
tomar en consideración las realidades de nues-
tro tiempo, nuestra voluntad soberana y hasta
pretenden arrebatarnos el derecho a au todeter-
minarnos, amenazando nuestra seguridad y
nuestra existencia como naciones.
En
ello
ra -
dica la causa principa l de los conflic tos mili-
tares
en Centroamérica. El gobierno de
EE.U U .
ha
declarado
nuestra
región «zona vital» para
sus intereses, impone relaciones de desigual-
dad,
apoya a los regímenes represivos y somete
a ostracismo a los gobiernos «no gratos», lo
cual
se
t raduce
en una
desorganización
de las
relaciones
económicas
y
políticas entre
dife-
rentes naciones, como es el caso, po r ejemplo,
entre Honduras y Nicaragua.
Poco después del triunfo de la Rev olución
Sandinista, el Pentágono emprendió la moder-
nización
de las
F F .AA. hondurenas
y la
C Í A
acometió la creación de una red de apoyo para
la realización de operaciones subversivas, prin-
cipalmente contra Nicaragua.
Po c o
a poco el
país
se ha ido
conv i r t iendo
en una
base mili-
tar extranjera, en la principal plaza de armas
del Pentágono para reprimir los movimientos
de
liberación.
A
partir
de
1981,
se
vienen rea-
lizando con creciente frecuencia y duración di-
versas maniobras militares en el curso de las
cuales el
país
ha sido práct icamente
ocupado.
No
sólo crece la presencia permanente de tro-
pas de
EE.U U .
[de 1.500 a 2.000 soldados y of i -