Relaciones de poder en un asentamiento urbano
de la ciudad de México*
Adriana Durazo IIMAS - UNAM
Introducción
El presente ensayo tiene por objeto analizar las relaciones de poder existentes en un asentamiento urbano de la ciudad de México: la colonia “Miguel Hidalgo”. Para ello utilizaré el modelo de Richard Adams, el cual me ha servido para mostrar la existencia de una red de interrelaciones grupales, así como para describir y ordenar el material. Este define el poder como “aquel aspecto de las relaciones sociales que marca la igualdad relativa de los actores o unidades operantes; se deriva del control relativo que ejerce cada actor o unidad sobre los elementos del medio ambiente que son de interés para los participantes” (Adams 1875a: 9 -10).
Las relaciones de poder existentes en dicho asentamiento se llevan a cabo entre diversos actores que se encuentran interactuando en un mismo campo de acción. Me refiero a los habitantes de la colonia “Miguel Hidalgo”, a los cuales llamaré colonos, al Comisario Ejidal integrado por los representantes del ejido de Tlalpan, lugar
* Este trabajo forma parte de la tesis presentada al Depto. de Antropología de la Universidad Iberoamericana en noviembre de 1980 para optar al título de Licenciada en Antropología Social.
donde se encuentra ubicado dicho asentamiento paracaidista, que en la actualidad es zona urbana, y a una agencia gubernamental, el “Instituto Mexicano para la Infancia y la Familia” (IMPI), ahora DIF, el cual es un organismo público descentralizado que tiene por objeto promover en el país el bienestar social. Uno de los medios para el alcance de sus fines consiste en promover el desarrollo de la comunidad. Es por eso que en dicha zona urbana existe un programa de desarrollo de la comunidad que se ha llevado a cabo a través de un centro construido para dicho fin. Al frente de éste se encuentra una coordinadora encargada de su funcionamiento y que actúa como la representante del IMPI en la zona. Dicho centro se encarga de prestar diversos servicios para los habitantes de la comunidad de escasos recursos, tales como desayunos escolares, servicio médico, guardería, tienda CONASUPO, lavaderos públicos y otros de los cuales carece la comunidad.
Entre estos tres actores: los colonos, el Comisario Ejidal y el IMPI, han surgido relaciones de poder con un intermediario que es la coordinadora del Centro de Desarrollo de la Comunidad. Dichas relaciones asimétricas y verticales han surgido debido a la desigualdad de recursos existente entre los diversos grupos, de tal manera que uno de los actores posee bienes y servicios que el otro necesita, pero que no tiene. Con el objeto de adquirirlos se establece una relación de poder entre ambos en la cual uno de ellos controla el acceso a los bienes y servicios y sólo los proporciona a cambio de recibir a su vez otros beneficios. El intermediario en dicha relación actúa vinculando los dos niveles de acción, de tal manera que el éxito que tenga en uno de los niveles depende de su actuación en el otro nivel. A través de él se distribuyen los recursos de un nivel a otro.
La presente investigación ha permitido comprobar la concentración del poder en pocas manos, la falta de movilidad hacia arriba de los individuos que integran la sociedad para tener acceso al poder, de tal manera que se requiere la existencia de los intermediarios, la existencia de una red de relaciones verticales, asimétricas, entre los diversos grupos que constituyen las relaciones patrón-cliente.
La importancia del tema radica en el hecho de que en la literatura antropológica existen pocas descripciones acerca de las relaciones existentes entre las instituciones nacionales y las comunidades con las cuales se articulan, así como también casi no existen proposiciones generales, hipótesis y modelos acerca de la naturaleza de dichas interrelaciones (Leeds 1973:19). Larelación de poder existente entre una agencia gubernamental como es el IMPI y un asentamiento urbano nos muestra la interacción existente entre el nivel macrosocial por un lado y el nivel microso- cial por el otro. Asimismo, el Comisariado Ejidal representa el nivel macrosocial en su relación de poder con la comunidad que representa el nivel microsocial.
El papel desempeñado por un antropólogo social en la presente investigación como empleado del IMPI permitió detectar de cerca la relación existente entre el nivel macrosocial y el nivel microsocial, es decir, entre el IMPI y los habitantes de la colonia “Miguel Hidalgo” y entre éstos y el Comisariado Ejidal. Dicho papel de coordinadora del Centro de Desarrollo de la Comunidad “Miguel Hidalgo” que abarcó el período de agosto de 1973 a diciembre de 1975 permitió la investigación del presente trabajo. Esta se realizó mediante el trabajo de campo efectuado durante el mismo período de tiempo en la colonia “Miguel
Hidalgo”. Además del levantamiento de encuestas para la obtención de datos demográficos, se realizaron entrevistas con líderes de la comunidad, así como con jefes de familia que habitan en dicha zona. La observación participante fue indispensable para la investigación del tema, tanto para la correcta interpretación de los datos obtenidos como para la descripción de las relaciones de poder existentes en la colonia.
Relación de poder entre el Comisariado Ejidal y los colonos
La relación de poder entre el Comisariado Ejidal y los colonos surgió a raíz de la distribución de los terrenos del Ejido de Tlalpan, fraccionados en lotes, a personas ajenas al ejido. Este reparto de lotes fue realizado por los integrantes del Comisariado Ejidal que son los representantes de los 235 ejidatarios que actualmente integran el Ejido de Tlalpan, constituidos en Asamblea General. El Comisariado está formado por un presidente, un secretario y un tesorero, propietarios y suplentes. Asimismo, cuenta con los secretarios auxiliares de crédito, comercialización y acción social. Todos ellos son electos por mayoría de votos en la Asamblea General Extraordinaria.
El presidente del Comisariado Ejidal, Sr. Juan Domínguez, empezó a repartir terrenos en lo que actualmente es la colonia “Miguel Hidalgo” a partir de 1934. Por lo tanto, desde entonces se ha venido poblando la colonia con personas ajenas al ejido provenientes ya sea del medio rural o de alguna otra colonia urbana de la ciudad de México. Cada presidente del Comisariado repartía lotes a sus parientes, amigos y a toda persona que lo solicitara. Esto trajo consigo la rela-
ción de poder entre el Comisariado Ejidal y los colonos, puesto que el interés principal de ejidata- rios y colonos es la tierra.
En el año de 1959, el Comisariado Ejidal decidió permutar las 794 has. del ejido deTlalpan por 791 has. en el Estado de Guanajuato*, puesto que se dio cuenta del valor comercial que habían adquirido los terrenos del ejido. El interés del Comisariado ya no era el cultivo de la tierra sino la urbanización de la zona con afán de lucro.
Por lo que respecta a los colonos, éstos fueron poblando la zona debido ala falta de un lugar donde vivir. Puesto que las áreas centrales de la Ciudad de México se encontraban ocupadas por gente de escasos recursos, los nuevos migrantes se dirigieron a la periferia. Más de la mitad de los habitantes de la colonia “Miguel Hidalgo” son migrantes procedentes de diversos Estados de la República. Sin embargo, esto no significa que solamente los migrantes se hayan desplazado hacia la periferia, sino que también los nativos del Distrito Federal lo hicieron. El interés de los colonos al establecerse en la zona consiste en la obtención de un pedazo de terreno donde puedan construir una vivienda y evitarse así el pago de renta en una vecindad y el vivir en condiciones de hacinamiento y promiscuidad. Asimismo, buscan obtener un patrimonio familiar que puedan heredar a sus hijos.
Empleando el modelo de Adams a esta relación entre el Comisariado Ejidal y los colonos, podemos decir que ésta surge del control relativo que tiene cada uno de ellos sobre la tierra que es de interés para ambos. Dicha relación se muestra en el siguiente esquema:
* Diario Oficial, 9 de mayo 1959: 4.
(A) 4r *(B )
Comisariado Ejidal
Cont
/ Colono
Control
(X)Tierra
Con respecto a la organización del Comisariado Ejidal podemos observar dos tipos de unidad: centralizada y corporada, según lo propone Adams (1975 a: 52). Cada tres años, cuando se celebran las elecciones de la Mesa Directiva del Comisariado Ejidal, los ejidatarios integrantes del ejido de Tlalpan, constituidos en Asamblea General Extraordinaria, asignan poder a las planillas postuladas para ocupar los diversos cargos dentro de la Mesa Directiva. En este caso, los ejidatarios constituyen una mayoría leal o unidad de consenso que dota al líder o líderes con un poder adicional. En este período de elecciones, el Comisariado y los ejidatarios se encuentran constituyendo una unidad centralizada o informal con poder asignado, como se muestra en el esquema siguiente:
Unidad centralizada (E) (E) (E) (E) Ejidatarios
Comisariado Ejidal
(A)
Poder asignado Asamblea General
Una vez que la Mesa Directiva del Comisa- riado Ejidal ha sido electa por la Asamblea General Extraordinaria de Ejidatarios, la unidad centralizada constituida por éstos se convierte en unidad corporada con poder delegado. Es decir, el poder queda concentrado en manos del Comisario cuyos integrantes reciben poder de fuera, tanto de la Delegación Agraria en el Distrito Federal, como de la Secretaría de la Reforma Agraria, reconociéndolos como autoridades dentro del ejido, y a su vez pueden delegar parte de este poder a los ejidatarios y a pesar de ello, mantener la relación en sus manos.
Esta situación se muestra en el esquema siguiente:
/Secretaría de la Reforma Agraria
Fuente externa de poder
(A) Comisariado Ejidal
(É) (É) (É) (É) Ejidatarios Asamblea General
Unidad corporada Poder delegado
Respecto a la organización de los colonos, éstos se encuentran agrupados en tres organizaciones distintas: la “Asociación Pro-Regulariza- ción de la colonia Miguel Hidalgo”, la “Asociación Civil de colonos de la colonia Miguel Hidalgo”. Todas ellas fueron constituidas con un mismo fin: luchar por resolver el problema de la tenencia de la tierra. Otra característica común que tienen estas organizaciones es el liderazgo a nivel local: las tres se encuentran encabezadas
por líderes de la comunidad, los cuales no son sustituidos en su puesto, sino que ocupan el cargo permanentemente. Esto se debe a que reciben el poder asignado de los integrantes de dichas organizaciones, los cuales constituyen una unidad mayoritaria, de consenso, otorgándoles a los líderes poder adicional. Las tres organizaciones constituyen unidades centralizadas con poder asignado. Al carecer de una fuente externa de poder que le delegue poder al líder de dicha organización, no se pueden convertir en unidades corpo- radas con poder delegado.
Poder asignado
Respecto a la base de poder y los intereses que persiguen tanto el Comisariado Ejidal como los colonos, podemos decir que la base de poder del Comisariado ejidal es el control absoluto sobre la distribución del terreno en el proceso de lo- tificación y más adelante en la regularización del asentamiento. El Comisariado tiene el poder suficiente para determinar qué familia va a ocupar un lote determinado, así como para despojar a una familia de un lote para dárselo a otra.
Además del control sobre la tierra, el Comisariado tiene el poder de decidir acerca de la introducción de los servicios urbanos básicos en la colonia “Miguel Hidalgo” como la luz eléctrica, el agua potable, la pavimentación de las calles, etc. En la ampliación de la colonia el Comisariado ha restringido la introducción de dichos servicios como medida para evitar el paracaidismo, pues
(A) Líderes de las asociaciones
Unidad centralizada (C) (C) (C) (C) Colonos
considera que la urbanización de dicha zona fomentaría la apropiación de los terrenos por parte de personas de fuera. Otra medida que ha tomado el Comisariado Ejidal para evitar el paracaidismo en dicha zona consiste en impedir la introducción de materiales de construcción y mobiliario. Es por ello que las viviendas de los colonos que habitan en esta parte de la colonia son de carácter provisional.
Por otro lado, el poder derivado que recibe el Comisariado Ejidal de autoridades políticas, externas a la comunidad, como el Delegado del Departamento del Distrito Federal, le han permitido mantener el control absoluto sobre la tierra en la colonia, a la vez que ha recibido el apoyo de dichas autoridades para evitar el paracaidismo en la ampliación.
La base de poder de los colonos en su relación con el Comisariado Ejidal es su participación en las faenas que éste ha organizado. Estas faenas consisten en un trabajo voluntario realizado sin remuneración, lo cual constituye un beneficio para su comunidad. En ellas participan los colonos que habitan en la ampliación, quienes esperan que mediante su colaboración, el Comisariado los reconozca como adjudicatarios. También participan los solicitantes de lotes que vienen de fuera de la colonia. Los colonos podrían rehusarse a participar en las faenas haciendo que el Comisario se quede sin mano de obra para realizar determinados trabajos; sin embargo no lo hacen, ya que el Comisariado toma muy en cuenta a los colonos que participan en este tipo de actividades para más adelante considerarlos legítimos propietarios del lote que ocupan. Estas faenas se llevan a cabo todos los domingos de las 7:00 a las 10:00 hrs. El Comisaria- do lleva un control de las personas que asisten,
pasando lista de asistencia al finalizar la faena, que consisten, algunas de ellas, en emparejar el terreno para la construcción de una obra determinada, ya sea una escuela primaria, secundaria, un campo de fútbol, la iglesia, el Centro de Desarrollo de la comunidad del IMPI y emparejar las calles de la ampliación que carecen de pavimentación, por donde transitan los vehículos. Todo esto es necesario debido a lo pedregoso del terreno donde se encuentra ubicada la colonia.
Además de las faenas, está la cooperación de los colonos y los solicitantes de lotes que vienen de fuera de la colonia al Comisariado para la compra de materiales de construcción, para pagar la máquina que se utiliza para abrir las calles y principalmente para que el colono asegure el lote que ocupa, puesto que los recibos que obtiene cuando paga su cuota le sirven para respaldar la posesión del lote en caso de que lo quieran despojar de éste para moverlo a otro. Al solicitante le sirven para que cuando le sea adjudicado un lote pueda comprobar mediante los recibos, que ha cooperado para el mejoramiento de la colonia.
Otra base de poder de los colonos son las asociaciones en que se encuentran agrupados y que tienen como fin principal defender sus derechos sobre la tierra. Dichas asociaciones han sido un medio para que los colonos se organicen y se unan en su confrontación con el Comisariado y se apoyen mutuamente, aunque han representado para el Comisariado Ejidal un obstáculo, puesto que en ocasiones no ha podido actuar con la rapidez con que hubiera deseado. Sin embargo, dichas asociaciones no han resultado lo suficientemente exitosas para contrarrestar el poder del Comisariado, ya que carecen de una fuente externa de poder delegado que las apoye.
Esta relación de poder también podría consi-
derarse una relación patrón-cliente en la cual existe un intercambio de bienes y servicios entre actores de status desigual. El patrón —que en este caso es el Comisariado— controla el acceso a los bienes y servicios, o sea los lotes que los clientes, es decir, los colonos necesitan para satisfacer su necesidad de vivienda. El comisariado depende del apoyo que recibe de las autoridades gubernamentales supralocales para controlar la distribución de los terrenos en la colonia. Mientras estas autoridades le otorguen el poder para continuar con dicho control, el Comisariado lo utiliza para negociar con los colonos.
7Sría. de la Reforma Agraria Fuente de bienes y/o servidos
// A Comisariado Ejidali y \ Posición de autoridad-control\ '\ I\ I\ , /
B Colonos
Diagrama de la relación patrón-cliente entre el Comisariado Ejidal y los colonos.
Los bienes y servicios que intercambian el Comisariado Ejidal y los colonos se muestran en el siguiente esquema:
Del Comisariado Ejidal derivan los siguientes bienes y servicios:
De los colonos irradian los siguientes bienes y servicios:
Relación de poder entre el IMPI y los colonos
Esta relación de poder surge cuando dicha institución inicia su programa de “Desarrollo de la Comunidad” en la colonia “Miguel Hidalgo” en el mes de agosto de 1973. Dicho asentamiento fue uno de los elegidos por el IMPI para llevar a cabo las actividades relacionadas con dicho programa por ser un asentamiento de escasos recursos. El contacto del IMPI con los colonos se realizó a través de la coordinadora del Centro, la cual ha venido actuando como intermediario de poder entre ambas partes y se encarga de coordinar las actividades de dicho Centro, haciendo que se cumplan los objetivos del programa. Del papel del intermediario hablaremos más adelante.
La relación de poder entre el IMPI y los colonos surge del control que tiene cada uno de ellos sobre el Centro. Por un lado el IMPI controla los servicios que presta el Centro y tiene el poder suficiente para retirarlos cuando desee. Por otro lado, los colonos hacen uso de dichos servicios puesto que contribuyen a satisfacer sus necesidades o carencias; sin embargo, tienen el poder para decidir si hacen uso de los servicios que presta el centro o no, puesto que pueden rehusarse a asistir a éste si así lo desean. Esto no les convendría al IM- PI, ya que la cantidad de dinero que gastó en la construcción, mobiliario y equipo del Centro, se hizo tomando en cuenta el uso y aprovechamiento que los habitantes de la zona harían délas instalaciones. Además, el éxito del programa de Desarrollo de la Comunidad depende de la asistencia de la comunidad a hacer uso de los servicios del Centro.
En el siguiente esquema podemos ver la relación de poder existente entre el IMPI y los colonos:
IMPI
I 4r
COLONOS
-> c
Centro de Desarrollo de la Comunidad
Como conclusión podemos decir que en la relación de poder entre el IMPI y los colonos, éste ofrece a los colonos los bienes y servicios que presta el Centro a través de su programa de Desarrollo de la Comunidad, el cual va encaminado al mejoramiento de sus condiciones de vida. Estos, a cambio, proporcionan al IMPI lealtad y apoyo político, a través de su asistencia a los actos políticos de apoyo a autoridades gubernamentales que organiza el IMPI como las reuniones de comités de promoción social que se han llevado a cabo en el Auditorio Nacional. Una de ellas fue la que se celebró el día 28 de agosto de 1975 con el objeto de demostrar a la Sra. Echeverría, entonces presidenta del Patronato del IMPI, que las comunidades organizadas en comités de promoción social por el Instituto se encuentran participando activamente en diversas actividades encaminadas al mejoramiento de sus condiciones de vida y que es mucha la gente que tiene organizada el IMPI en los diversos asentamientos de escasos recursos. Asimismo, se trataba de que la Sra. Echeverría sintiera el apoyo de dichas comunidades a la labor que ha venido realizando el Instituto.
Para poder llenar el Auditorio Nacional se requirió la asistencia de 18 000 personas, por lo que a cada uno de los coordinadores de los Centros se les pidió que llevaran un minino de mil personas. Para poder cumplir con este requisito, algunos coordinadores tuvieron que utilizar medidas coercitivas, pues no lograban reunir tal cantidad de gente. Entre dichas medidas están: suspenderles a los usuarios del Centro el servicio de lechería retirándoles la tarjeta que da derecho a dicho servicio; suspender al niño del Jardín de Niños si su madre se negaba a asistir a la reunión o tomar en cuenta a las familias que no asistieran para no darles obsequio con motivo de Navidad. (El IMPI envía despensas, cobertores y suéteres a los Centros para ser repartidos a la población con motivo de Navidad).
Con el objeto de que el Jefe del Departamento de Desarrollo de la Comunidad supiera que el coordinador había reunido a las mil personas, a cada uno de los coordinadores se les pidió una relación con el nombre de cada persona y su domicilio. Esto se hizo también con el fin de mandar hacer las invitaciones y los boletos para cada uno de los asistentes. Estos fueron trasladados al Auditorio en camiones de transporte escolar enviados por el Instituto.
A la reunión asistieron también el Lic. Jaime Araiza Velázquez, Director General del Instituto, el Dr. Octavio A. Hernández, Srio. General del Departamento del Distrito Federal, así como los 16 Delegados del DDF acompañados por sus esposas.
Además de las palabras pronunciadas por la Sra. Echeverría exhortando a los presentes a unirse solidariamente para satisfacer sus necesidades fomentando la buena vecindad y la colaboración de todos los núcleos urbanos, y felici
tando a los comités por haber llegado a constituir grupos organizados, se escucharon las palabras de una integrante de los comités de promoción social de la colonia “Miguel Hidalgo", en representación de todos los comités. Se refirió al hecho de que, aunque falta mucho por hacer, el primer paso está dado y es la organización de las comunidades en comités de promoción social. Esto constituye una respuesta al esfuerzo del Sr. Presidente y de su esposa por lograr un desarrollo integral de todos los mexicanos.
Por su parte, el Director General del IMPI elogió la labor que han venido realizando los comités de promoción social, exhortándolos a seguir adelante.
De los 18 000 asistentes a la reunión muy pocos tenían un verdadero interés en asistir, lo cual se pudo constatar observando su comportamiento. Muchas madres de familia tuvieron que llevar a sus niños recién nacidos por no tener con quien dejarlos y los tuvieron que alimentar y arrullar para que no lloraran. Otras señoras llevaron sus radios para escuchar las radionovelas; otras llevaron revistas para leer en el transcurso de la reunión y la mayoría no dejó de comer papas y cacahuates. Esto nos muestra el poco interés que tenían los integrantes de los comités de asistir a la reunión, de tal manera que su asistencia se convierte en movilización política. Dichas personas asistieron a la reunión no por el interés de escuchar los discursos de sus compañeras de comité o de los altos funcionarios públicos, sino por el temor de que su ausencia provocara la aplicación de alguna medida coercitiva de parte del coordinador del Centro.
La relación entre el IMPI y los colonos puede considerarse también como una relación patrón- cliente en la cual éstos proporcionan lealtad y
apoyo político al IMPI a cambio de los servicios que presta el Centro. El voto es otro de los bienes y servicios que forma parte de esta relación. Es así cómo con motivo de la candidatura del Lic. López Portillo a la Presidencia de la República, postulado por el PRI, la Sra. Echeverría se comprometió a apoyarlo con 2 millones de votos por parte del IMPI: un millón en el Distrito Federal y un millón en los Estados. Es por eso que el Jefe del Departamento de Desarrollo de la Comunidad pidió a cada coordinador de los Centros que se comprometiera a que cuando menos diez habitantes de su comunidad votaran por el PRI.
En el siguiente diagrama está representada la relación patrón-cliente entre el IMPI y los colonos, tomando en cuenta que la coordinadora del Centro puede ser patrón y cliente a la vez y actúa también como intermediario.
IMPIFuente de bienes y servicios --------------------------- ----------
“A” es el Jefe del Departamento de Desarrollo de la Comunidad que tiene acceso a los bienes y servicios que presta el IMPI y es el patrón. “B”, ‘C ” y “D” son sus clientes, es decir, los coordinadores de los Centros. Al proporcionarles el patrón acceso a los bienes y servicios, se convierten en patrones y sus clientes son los habitantes de los asentamientos de escasos recursos quienes necesitan dichos beneficios para el mejoramiento de sus condiciones de vida: “X”, “Y”, “Z”.
Si nos vamos más arriba del Jefe del Departamento de Desarrollo de la Comunidad, las relaciones patrón-cliente entre la burocracia tienen una estructura piramidal como podemos observar en el siguiente diagrama:
IMPI
(A)
(B) (C) (D)
(L) (M) (N) (O) (P) (Q) (R) (S) (T) (U) (V)
(X) (Y) (Z)
(H) (H) (H) (H) (H) (H) (H) (H) (H)
“A” es el Director General del IMPI que controla el acceso a los bienes y servicios y “B”, “C” y “D” son sus clientes que necesitan dichos bienes. “B” es el Subdirector General de Promoción y Desarrollo, “C” es el Subdirector General Administrativo, “D” es el Subdirector General Técnico. Al tener acceso a los bienes y servicios de la institución, “B” se convierte en patrón de “L”, “M”, “N”, “O” y “P”, pues los pone a disposición de sus clientes. Lo mismo sucede con “C” y “D”. A su vez, “N ” se convierte en patrón por adquirir acceso a los bienes y servicios, los cuales pone a disposición de “X”, “Y” y “Z” que se convierten en sus clientes. “N” es el Jefe del Depto. de Desarrollo de la Comunidad y “L”, “M”, “O” y “P” son Jefes de otros Departamentos del Instituto que dependen directamente del Subdirector General de Promociones y Desarrollo. “X”, “Y” y “Z” son los coordinadores de los Centros quienes, al adquirir acceso a los beneficios de la institución se convierten en patrones, poniéndolos a disposición de los habitantes de los asentamientos de escasos recursos (“H”) quienes se convierten en clientes estableciendo una relación de dependencia hacia el coordinador y constituyendo la base de la pirámide.
El intermediario de poder
Para poder entender la relación de poder existente entre el IMPI y los colonos es necesario tomar en cuenta el papel del intermediario, puesto que se trata de una relación patrón-cliente.
Según Adams (1975 a: 50), el intermediario consiste en una figura central a la cual se le asigna o delega poder de parte de uno o más actores. Dicho poder lo utiliza para negociar con un tercer actor que puede ser una o varias personas. El éxi
to de las negociación consiste en lograr que el tercer actor también le asigne o delegue poder al intermediario, de tal manera que éste pueda negociar con el primer actor. En esta relación, el intermediario también adquiere poder y persigue ciertos intereses. Es así como el intermediario de poder maneja el poder en cada uno de los dos niveles o dominios y su poder en uno de los dos niveles depende del éxito de sus operaciones en el otro. En el caso de la relación de poder entre el IMPI y los colonos, el intermediario que ocupa el puesto de coordinador en el Centro de Desarrollo de la Comunidad, maneja poder en los dos niveles, es decir, en el nivel local que es el de los colonos y en el nivel nacional que es el del IMPI. El poder que recibe del IMPI lo utiliza para tratar con los colonos quienes a su vez le asignan poder para mantener su relación con el IMPI. Esta situación está representada en el siguiente esquema:
(B) (C) (D) (E) (F) Colonos > nivel local
Relaciones de poder entre la coordinadora y el
El papel que ejerce la coordinadora del Centro como intermediario entre el IMPI y los colonos consiste en hacerles llegar a éstos los bienes y servi
IMPI Fuente externade poder > nivel nacional
(A) INTERMEDIARIO
IMPI
cios que les proporciona el IMPI a través del Centro. Una vez que éste ha sido inaugurado y equipado con el mobiliario e instalaciones necesarias para llevar a cabo sus actividades, la coordinadora es responsable de su funcionamiento, es decir, de que preste los servicios a la población que los solicita. Asimismo, éste cuenta con personal capacitado para proporcionar los diversos servicios, como por ejemplo, un administrador, un médico pasante, una enfermera, cuatro trabajadoras sociales, educadoras, etc. Estos, junto con la coordinadora, forman un equipo de trabajo que se encuentra en constante contacto con la comunidad.
La base de poder del intermediario en su relación con el IMPI es el puesto de coordinadora del Centro, ya que es la máxima autoridad, tanto para el personal que trabaja con ella como para los habitantes de la colonia. Asimismo, la coordinadora tiene el poder suficiente para hacer que se cumplan los programas que le dictan las autoridades superiores del Instituto y para no cumplir con dichos programas si considera que no están de acuerdo con las necesidades de la población; sin embargo, esto no lo lleva a la práctica, pues se vería en peligro de perder su empleo.
Los intereses de la coordinadora en su relación con el IMPI consisten en percibir un sueldo mensualmente, cumplir con el programa de “Desarrollo de la Comunidad” y de esta manera conservar su empleo. Como intermediario de poder, sus intereses consisten en conservar el poder que tiene en los dos niveles, es decir, continuar recibiendo poder derivado del IMPI para poder actuar en la colonia y continuar recibiendo el poder asignado de los colonos para seguir siendo aceptado por la institución.
Por otro lado, la base del poder del IMPI en
su relación con la coordinadora es el poder que tiene para sustituirlo por otro coordinador, es decir, por otro intermediario de poder, cuando considere que no está cumpliendo con el programa del Instituto. La evaluación del trabajo que desempeña la coordinadora en la comunidad está a cargo del Jefe del Departamento de Desarrollo de la Comunidad. Se trata de una evaluación cuantitativa, no cualitativa, lo cual significa que sus superiores toman en cuenta la cantidad y no la calidad del trabajo. Es por eso que el interés de la coordinadora consiste en tener organizadas al mayor número de personas posibles en comités de promoción social. Otra manera de evaluar el trabajo que realiza la coordinadora en su Centro, son las visitas esporádicas y poco frecuentes que recibe de las autoridades del Instituto, de tal manera que si éstas observan que asiste poca gente al Centro a hacer uso de los servicios, consideran que la coordinadora no está cumpliendo con su trabajo. Dichas autoridades consideran que los Centros deben estar continuamente llenos de gente que asiste a hacer uso de los servicios.
En relación a las sanciones que puede aplicar el Jefe del Departamento de Desarrollo de la Comunidad a la coordinadora cuando ésta no cumple satisfactoriamente con su trabajo está el descuento de determinada cantidad de dinero de su salario mensual.
Otra base de poder que tiene el IMPI en su relación con la coordinadora es el proporcionarle los recursos humanos y materiales necesarios para llevar a cabo el programa. Esto significa que el personal del Centro esté completo y que las instalaciones de mobiliario y equipo sean las adecuadas para su buen funcionamiento. Es el IMPI el que decide qué tipo de recursos humanos y materiales va a proporcionar a la coordinadora.
Los intereses del Instituto consisten en que funcione el Centro de tal manera que proporcione todos los servicios que se ha propuesto, satisfaciendo la demanda de la población para beneficio de ésta. Otro de sus intereses consiste en que la comunidad se encuentre organizada en comités de promoción social, lo cual hará que ésta participe activamente en.la solución de sus problemas y facilitará el control de la misma y su movilización en caso necesario. Asimismo, el IMPI busca obtener apoyo político de parte de los comités de promoción social.
Relación de poder entre la coordinadora y los colonos.
Otro aspecto del papel de intermediario es la relación de poder existente entre éste y el nivel local, entre la coordinadora y los colonos. La base de poder del intermediario en su relación con el nivel local es el puesto de coordinadora del Centro. Esto implica que es la máxima autoridad y está encargada de que se realicen las actividades encaminadas al mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Asimismo, tiene poder de tomar decisiones, de tal manera que puede decidir la suspensión temporal de un servicio determinado por falta de recursos humanos o materiales, como por ejemplo, la falta de agua en el Centro que trae como consecuencia la suspensión temporal de los servicios comunales como los lavaderos, las regaderas y la lavandería. El servicio de asesoría jurídica que presta el Centro constituye otra base de poder de la coordinadora en su relación con los colonos, puesto que mediante dicha asesoría se orienta a los habitantes de la colonia para la solución del problema de la tenencia de la tierra. Aunque el IMPI como patrón en su re
lación con los colonos tiene el poder para decidir la suspensión de los servicios que presta el Centro si así lo considera conveniente, la coordinadora puede intervenir para evitarlo utilizando el poder asignado de los colonos.
Por otro lado, la base de poder de los colonos en su relación con la coordinadora consiste en organizarse en comités de promoción social, ya que de ellos depende que se constituyan dichos comités. En efecto, si los colonos no están de acuerdo en constituirse en comités o no les interesa organizarse, no lo hacen y esto perjudicaría directamente a la coordinadora.
Otra base de poder de los colonos es su asistencia a los actos públicos que organiza el IMPI, ya que ellos mismos pueden decidir participar, la coordinadora se vería en peligro de perder su empleo, pues se suspendería el intercambio de bienes y servicios y perdería el poder derivado del IMPI.
A pesar de que el Centro de Desarrollo de la Comunidad constituye una base de poder del IMPI en su relación con los colonos, al hacer uso de los servicios que presta dicho Centro es una base de poder de los colonos en su relación con la coordinadora, ya que éstos pueden rehusarse a asistir al Centro, lo cual repercutiría en la relación de ésta con el IMPI puesto que, como habíamos mencionado anteriormente, una manera de evaluar el trabajo de la coordinadora consiste en observar la asistencia de la gente al Centro. Sin embargo, los colonos asisten al Centro por la necesidad que tienen de hacer uso de los servicios.
Relación de poder entre la coordinadora y el Co- misariado Ejidal.
Se trata de dos intermediarios que se encuentran actuando en el mismo nivel local que es la colonia
“Miguel Hidalgo”, es decir, en el mismo dominio de los colonos (Adam 1975 a: 68) y que se encuentran vinculados al nivel nacional representado por el IMPI y la Secretaría de la Reforma Agraria.
Lo que persiguen ambos intermediarios es no estorbarse para poder relacionarse con los dos niveles de los cuales reciben poder: el nivel nacional y el nivel local. El Comisario Ejidal, por ejemplo, se ha mostrado en contra de la organización de los colonos en comités de promoción social, pues éste les impide seguir especulando con los lotes. Por eso sus integrantes se han dirigido a la coordinadora para pedirle que deje de intervenir en lo relacionado con el problema de la tenencia de la tierra.
La base de poder de la coordinadora en su relación con el Comisariado es la organización de la población en comités, para así facilitar el control y la movilización de los colonos, uniéndolos para que participen en la solución de sus problemas, principalmente el de la tenencia de la tierra. Un caso concreto en el que se muestra que el Comisariado reconoce el poder del IMPI para organizar a la población es el siguiente: el 22 de agosto de 1975, cuando regresaba el presidente Echeverría de su gira por países de Europa, Asia y Africa, el Delegado del D.D.F. en Tlalpan, Dr. y Gral. José González Varela, le avisó al presidente del Comisariado que le mandaría diez camiones para transportar gente de la colonia al aeropuerto a darle la bienvenida al presidente. El presidente del Comisariado se dirigió inmediatamente a la coordinadora del Centro para pedirle que lo auxiliara con algunos comités de promoción social que pudieran asistir al aeropuerto. La coordinadora consideró que era muy precipitado invitar a la gente y además los comités se estaban
preparando para asistir a la Primera Reunión de Comités de Promoción Social que se llevaría a cabo el día 28 del mismo mes en el Auditorio Nacional. Finalmente el presidente del Comisariado le tuvo que pedir al Delegado que no le mandara los camiones, ya que no se había juntado la gente.
Los intereses de la coordinadora en su relación con el Comisariado consisten en que éste no cometa abusos con los colonos despojándolos de sus lotes y desconociéndolos como adjudicatarios, evitar los conflictos entre estos actores y proporcionar a los colonos la debida orientación para la solución del problema de la tenencia de la tierra.
Por otro lado, la base de poder del Comisaria- do Ejidal en su relación con la coordinadora del Centro es el poder delegado que recibe de la Sría. de la Reforma Agraria para ejercer el control absoluto sobre la distribución del terreno. Aunque los colonos reciben orientación para la solución del problema de la tenencia de la tierra, es el Comisariado el que tiene la última palabra.
El interés del Comisariado en su relación con la coordinadora consiste en obtener el apoyo de ésta en los conflictos que se suscitan entre el Comisariado y los colonos y evitar que se continúe orientando y organizando a la población para defender sus derechos de tenencia de la tierra.
Relación de poder entre el IMPIy el Comisariado Ejidal
La relación entre el IMPI y el Comisariado Ejidal surge en el momento en que éste cede al IMPI un terreno ubicado en la ampliación de la colonia “Miguel Hidalgo”, destinado a la construcción del Centro de Desarrollo de la Comunidad. La entrega oficial de la mencionada donación fue he
cha por el Delegado Agrario en el D.F., Lic. Oscar Delgado Arteaga y por las autoridades ejidales de Tlalpan en el año de 1973, al Director de dicha institución.
A partir de entonces el poder del IMPI y del Comisariado en la colonia “Miguel Hidalgo” se pone a prueba en la medida en que cada una de ías partes sea capaz de controlar a una tercera, que son los colonos. El control que persigue el Comisariado está relacionado, por un lado, con la tenencia de la tierra, y por otro, con las organizaciones de colonos que le oponen resistencia y le impiden actuar con libertad.
El IMPI, por otro lado, persigue como uno de sus objetivos principales el control de los colonos mediante su organización. Es así como los objetivos de ambas partes dentro de una misma zona son opuestos, ya que el Comisariado está en contra de la organización de los colonos para defender sus derechos de tenencia de la tierra, y el IMPI, en cambio, se ha propuesto la organización de los colonos con el fin de que trabajen juntos en la solución de sus problemas.
Siguiendo el modelo de Adams, la relación existente entre el IMPI y el Comisariado Ejidal la podríamos considerar como dos dominios independientes en un área de interés común (Adams 1975 a: 68). Esta relación se da cuando cada uno de los dominios controla parte del mismo ambiente de un tercero, lo cual trae consigo conflicto. Es decir, el Comisariado Ejidal se encuentra constituyendo un dominio de poder con los colonos, y el IMPI a su vez constituye un dominio de poder con los mismos. Cada uno de estos dominios se encuentra actuando en un área de interés común y controlan parte del medio ambiente de los colonos que es la colonia “Miguel Hidalgo”.
Los integrantes del Comisariado Ejidal
piensan que por hecho de haber donado al IMPI el terreno para la construcción del Centro, tienen poder sobre éste y pueden controlar las actividades que realiza dicha institución en la colonia. En algunas ocasiones, los integrantes del Comisa- riado Ejidal han acudido a las oficinas centrales del IMPI para entrevistarse con el Subdirector de Servicios y pedirle que el IMPI deje de intervenir en el problema de la tenencia de la tierra. Sin embargo, la respuesta de éste ha sido siempre que es una obligación del Instituto, como parte de su programa de Desarrollo de la Comunidad, orientar a los colonos en relación con dicho problema. El Comisariado, por su parte, considera ésto una traición, pues al ceder el terreno para la construcción del Centro esperan obtener el apoyo del IM- PI.
Conclusiones
Como resultado de la presente investigación podemos llegar a la conclusión de que dentro del ámbito de la colonia “Miguel Hidalgo” existen diversos grupos de actores que se relacionan entre sí a través de relaciones de poder. Así tenemos por un lado la relación de poder existente entre el Comisariado Ejidal y los colonos y por otro la relación de poder entre el IMPI y éstos con un intermediario que es la coordinadora del Centro de Desarrollo de la Comunidad. La centralización del poder en la sociedad mexicana ha hecho que el IMPI como parte del sector público tenga en sus manos el poder y la toma de decisiones y que los colonos permanezcan fuera del sistema y que carezcan de los controles necesarios para incorporarse a éste. Según Adams (1975:b), la sociedad al mismo tiempo que se va estructurando y organizando, va dejando a un lado individuos que care
cen de poder y de los controles necesarios para articularse al sistema. En este caso nos referimos a los habitantes de la colonia “Miguel Hidalgo” quienes, al igual que otros habitantes de asentamientos de escasos recursos, no han sido co-opta- dos para ocupar puestos públicos dentro de la burocracia estatal, sino que han sido articulados al sistema a través de un intermediario institucionalizado que se encarga de proporcionarles los recursos necesarios a cambio de lealtad y apoyo político.
El poder surge cuando un individuo les proporciona los beneficios que necesitan y que no pueden obtener en ninguna otra parte. Esto hace que se vuelvan dependientes de él y estén obligados a corresponder con otros beneficios, creando así interdependencias y haciéndolo igualmente dependiente de ellos. (Blau 1967:118). En el caso concreto de la relación existente entre el IMPI y la colonia “Miguel Hidalgo”, dicha institución es una organización del sector público que posee los recursos suficientes para establecer una relación de poder con los colonos, en la cual cada una de las partes realiza un intercambio no recíproco de recursos, lo cual conduce a la diferenciación del poder. Es así como el IMPI adquiere poder cuando controla los beneficios materiales que reciben los colonos a través del Centro de Desarrollo déla Comunidad, y el Comisariado Ejidal adquiere poder cuando ejerce el control sobre la distribución de los lotes en la colonia. Sin embargo, estas dos relaciones de poder que surgen por un lado entre el IMPI y los colonos y por el otro entre éstos y el Comisariado, se distinguen en que en la primera el IMPI ha creado una serie de necesidades en los colonos, que son los servicios que presta el Centro puesto que éstos nunca solicitaron dichos servicios, convirtiéndose en su patrón y ofreciéndo
les asimismo su apoyo en el problema de la tenencia de la tierra. En la segunda, los colonos tienen una necesidad: un pedazo de terreno donde construir una vivienda.
Al surgir las relaciones de poder, también aparecen los dominios de poder, los niveles de articulación y los intermediarios. (Adams 1975 a: 68). En este caso, los dominios de poder están constituidos por el Comisariado y los colonos por un lado y por éstos y el IMPI y por el otro, es decir, se trata de dos dominios de poder. Los niveles de articulación están integrados uno de ellos por los colonos, el otro por el Comisariado y el otro por el IMPI. El Comisariado juega el papel de intermediario, puesto que se encarga de articular a los colonos con el sector público representado por la Secretaría de Reforma Agraria, de la cual recibe poder externo para poder maniobrar y la coordinadora del Centro actúa también como vínculo entre el IMPI y los colonos y ocupa un puesto dentro de la burocracia; a diferencia del Comisariado, es un intermediario institucionalizado. En ambos casos, el papel de intermediario de poder es indispensable para vincular los diversos sectores de la sociedad.
Estas relaciones de poder que se dan entre diversos actores en el ámbito de la colonia “Miguel Hidalgo” pueden ser consideradas también como relaciones patrón-cliente, es decir, un intercambio de bienes y servicios entre individuos de status desigual en el cual los recursos son distribuidos de arriba a abajo a cambio de otros recursos que son canalizados hacia arriba. Es así como se establecen las relaciones verticales y asimétricas entre Comisariado Ejidal y los colonos y entre éstos y el IMPI.
Los colonos son clientes al formar parte de dos relaciones de poder, una de ellas con el IMPI
y la otra con el Comisariado. La coordinadora del Centro actúa como intermediario entre el IMPI y los colonos. El Comisariado Ejidal, al mismo tiempo que es patrón de los colonos, también es cliente de autoridades externas al ejido y de las cuales depende para la distribución de los recursos. Lo mismo sucede con la coordinadora, la cual al mismo tiempo que es patrón de los colonos también es cliente de las autoridades del IMPI de las cuales deriva poder para poder actuar en la colonia.
Por último podemos decir que toda esta red de relaciones asimétricas y verticales que existe en la colonia “Miguel Hidalgo” constituyen una serie de estructuras piramidales que no sólo se encuentran en el nivel microsocial sino también en el nivel macrosocial. Dichas redes de relaciones verticales de patrón a cliente constituyen junto con las redes horizontales de intercambio recíproco, la estructura de la sociedad urbana de México (Lomnitz 1982). En efecto, las estructuras piramidales, en las cuales los recursos se canalizan desde la cúspide hacia la base a cambio de otro tipo de recursos como la lealtad y el apoyo político que van de la base a la cúspide, existen en todas las estructuras sociales del México urbano. En este caso hemos podido comprobar su existencia en un asentamiento de escasos recursos como es la colonia “Miguel Hidalgo”.
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