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El sector pesquero espa-ñol con intereses en elMediterráneo no ceja ensu empeño de que laburocracia de Bruselas

entienda que también exis-te. Comprometido con sumar y con el recurso queda sentido a su actividad,el sector, reunido en

Tarragona, puso de mani-fiesto la necesidad de apli-car normas racionalespara tener un proyecto defuturo.

Regulación y respetopara el MediterraneoAntonio Marzoa. Patrón Mayor de la Cofradía de Are yns de Mar y presidente de Unacomar.

efender la necesidadde una Política Pes-quera Común para elMediterráneo, no espretender un trato

diferente en el sentido "ventajis-ta" para los profesionales queejercen su actividad en este mar.Precisamente, al menos en loque a España se refiere, nadiepuede negar la evidencia de quedesde hace muchos lustros,tanto pescadores como armado-res de este litoral han ido pordelante en la implantación demedidas restrictivas que permi-tiesen garantizar la sostenibili-dad de los recursos. La reduc-ción de la actividad a cinco díassemanales, fue un planteamientohecho desde el propio sector,como también lo fueron el esta-blecimiento de horarios máxi-mos, las paradas biológicas y lafijación de una longitud máximaen las redes de cerco, (que porcierto, después de los esfuerzosque costó llegar a fijar unamisma longitud de arte de cercopara todo el Mediterráneo espa-ñol, ahora vuelve a pretendersepor la Administración ésta, Cabode Gata arriba o Cabo de Gataabajo, y no queremos decir conesto que estemos ni a favor ni encontra de los 450 ms. o de los330 ms. de longitud; lo que sícreemos es que no nos parecesensato volver a establecer dife-rentes longitudes en función delos criterios de los representan-tes sectoriales de turno, dandopasos adelante y atrás, estable-ciendo nuevamente diferenciasentre barcos de un flota quecomparte caladeros, (Golfo deLeón), varios meses al año).Otras, como la anchura de lasmallas, el límite de la potencia delos motores o la contingentaciónde caladeros, se asumieron

desde el principio por el propiosector como necesarias y benefi-ciosas en ese esfuerzo perma-nente por mantener esa sosteni-bilidad necesaria para que esebien común que es la mar, sigasoportando el mayor númeroposible de puestos de trabajo.Cierto que todo ello no fue fácilde lograr y que detrás de cadaobjetivo conseguido, se queda-ron muchas horas de largas dis-cusiones entre los propios repre-sentantes del sector y tambiénentre estos y los respectivos res-ponsables de la Administración,renovados en los cargos a veces

antes de conseguir reflejar ennormativa lo acordado. Otrasveces, el cambio de responsa-bles políticos ha significado lavuelta a empezar para evitardesandar lo andado o al menospara intentarlo, ya que no siem-pre se conseguía el objetivo.La integración de nuestro paísen la UE, nos hizo concebir laesperanza de que esta actitudtan positiva de nuestros armado-res y pescadores podría teneruna influencia importante en lasdecisiones que se llevasen aefecto en las tomas de decisio-nes para establecer una políticapesquera Común para el Medi-terráneo. La constitución de la D.Gral. XIV del grupo de trabajo"Ad-hoc", para este mar confirmó

estas esperanzas. Pero sóloduró un par de años. En cuantoel grupo empezaba a tener cohe-xión, incomprensiblemente y sinmás explicaciones, fue disueltopor el sistema de dejar de convo-carlo. Hoy desde la perspectivade este mar, se mira a Bruselassin fe y sin esperanza, con laconvicción de que no existevoluntad política de profundizaren la verdadera casuística pes-quera de este mar, condición"sine quanom", para plantearsesoluciones de futuro.El sector no entiende cómohabiéndose publicado un regla-

mento (CF) como es el num.2792/1999 del Consejo, queprevé en su artículo 16 (relativo ala paralización temporal de lasactividades y otras compesacio-nes financieras), la posibilidad deestablecimiento de PlanesPesqueros de vedas, como lasque se están llevando a cabo porlas flotas de todo este mar, no hasido capaz la Administración decoordinar estos planes con lasAdministraciones autonómicas,de manera que las tripulacionespuedan beneficiarse de las sub-venciones previstas, sin tenerque acudir al subsidio de paro,con salarios insuficientes paraatender a sus necesidades fami-liares, desincentivando así elestímulo del propio sector hacia

los paros biológicos necesarios.Problemas como pueden ser, elllevar a cabo de una vez un estu-dio científico serio del estado delos stocks, que permita estable-cer medidas congruentes capa-ces de asegurar su permanen-cia, pero también la de los pes-cadores que viven de su captura:o también la reordenación delesfuerzo pesquero por zonas enfunción de las posibilidades decaptura, evitando la concentra-ción excesiva de las flotas enzonas y épocas determinadas,que no permiten soportar elesfuerzo que sobre ellas se ejer-ce. El seguimiento del cumpli-miento de las normas de contin-gentación establecidas desdehace años para el Mediterráneo,que nunca se han cumplido; elcontrol de las potencias de losmotores en función de las posibi-lidades de los caladeros y acor-de con las normas promulgadasy nunca respetadas, y por su-puesto, muchas otras cosas másque como lista interminablesiguen estando sobre la mesapendientes de solución desdehace demasiado tiempo y que deafrontarse con decisión y ener-gía, nos permitirían avanzarmucho más rápidamente en ellogro de una explotación másracional de este mar, están aúnpor resolver y, si queremos serrealistas, tampoco tenemos es-peranza de que vayan a resol-verse en los próximos años. Poreso desde aquí, no nos quedasino hacer votos para desear fir-memente, que ¡ojalá seamos no-sotros los que nos equivoque-mos al pensar que los que tienenhoy la responsabilidad de resol-verlas a nivel europeo, no tienenvoluntad de hacerlo! Europa tam-bién tiene "Norte" y "Sur" en eltema pesquero mediterráneo. .j,

"Desde este mar, se miraa Bruselas sin fe y sin

esperanza, con laconvicción de que no

existevoluntad política"

PESCA internacional [26]

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