La Interpretación de los
sueños.
Por: Laura Ruiz María.
LA CONCIENCIA
A efectos prácticos, la conciencia
se refiere a la capacidad que nos
indica qué está bien o mal.
Estas valoraciones del instante
que acontece, permiten al
individuo percibirse a sí mismo
como alguien capaz de modificar
su entorno o por el contrario como
alguien sujeto a unas
restricciones que le superan.
La conciencia presenta algunas
propiedades claramente
diferenciadas: dinamismo, unidad
o
totalidad, subjetividad, intencionali
dad y conocimiento certero.
DEFINICIÓN TÉCNICA.
La red no neural forma enlaces
especializados ante el estimulo
del medio, conformando una
realidad presente para el
individuo, tanto interior como
exterior, y de unas valorizaciones
asociadas a los elementos
constitutivos de esa realidad. La
capacidad de entender el papel
que jugamos en dicho
presente, nos permitirá adoptar un
papel en dicha dinámica; ello
conforma lo que se denomina
conciencia.
EL INCONSCIENTE
Con esta palabra podemos designar, en primer lugar, todo contenido mental que no se
encuentra en la conciencia y al que el sujeto únicamente puede acceder con dificultad.
Pero, en segundo lugar, este término también se usa para designar uno de los sistemas del
aparato psíquico: es la parte no consciente que sólo puede ser consciente con grandes
esfuerzos por parte del sujeto, y, en particular, gracias al trabajo de la terapia. En el
inconsciente se encuentran los deseos, instintos y recuerdos que el sujeto reprime por
resultarle inaceptables, fundamentalmente a causa de sus propias valoraciones morales; es
la capa más profunda de la mente y se identifica en gran medida con el ello. Con todo, parte
del super-yo también puede incluirse en el inconsciente en la medida en que no siempre el
sujeto es consciente de sus propias valoraciones morales y de la actuación de dichas
valoraciones en su vida psíquica y su conducta.
La mente no consciente puede dividirse en dos grandes regiones: lo no consciente pero
fácilmente consciente (como los recuerdos en el sentido ordinario), y lo no consciente y
difícilmente consciente por existir unas fuerzas mentales que lo impiden.
INCONSCIENTE
SIGMUND FREUD
Freud concibió el inconsciente sólo como inconsciente individual, en el que se
encuentran las vivencias reprimidas del sujeto individual..
Freud tuvo razones muy importantes para la defensa de la existencia de mente
inconsciente; las principales:
· Los fenómenos de hipnosis le mostraron que podemos saber algo sin saber que lo
sabemos, y que podemos desear algo sin saber la auténtica razón de ese deseo.
· La referencia a una motivación inconsciente permite comprender los actos fallidos
(acciones aparentemente desprovistas de sentido por ser contrarias a la intención de la
persona que las realiza) y las confusiones verbales o "lapsus lingue" que ocurren en la
vida cotidiana y a personas normales.
· El mundo simbólico de los mitos, novelas y en particular los sueños; el análisis de los
sueños era para Freud "el camino real" para acceder a la provincia de lo Inconsciente.
Los sueños sólo se pueden entender a partir de un significado profundo, no
consciente, distinto del significado explícito y superficial.
· Sus estudios sobre la histeria le hicieron ver que en la mente pueden existir experiencias
y motivaciones determinantes de la conducta y de la salud física sin que, por efecto de la
represión, se sea conscientes de ello.
· Los efectos de la terapia psicoanalítica sólo se comprenden a partir de la teoría de
la represión y de la descarga de una fuerza emocional inconsciente.
La interpretación de los
sueños.
El sueño como realización de deseos.
La regla de interpretación seguida por Freud no se aparta demasiado del sentido
común.
- Tenemos en primer lugar lo que podemos llamar sueños de comodidad, que
consisten en soñar que estamos haciendo ya precisamente lo que vamos a hacer una
vez que nos despertemos.
- Hay otra clase de sueños que no son nada difíciles de interpretar, y son los sueños
infantiles.
El niño pequeños (hasta los 4 años, más o menos) sueña realizar aquello que le
gustaría hacer despierto.
El Gran Masturbador.
El Guernica
Censura y Disfraz.
La segunda clave de la interpretación de
los sueños.
Cuando se trata de deseos que el
sujeto ( o una parte de él) prefiere
no reconocer, la satisfacción de
estos deseos aparece en el sueño
<<disfrazada>>.
Distinguimos dos niveles en el
contenido del sueño:
Lo que uno recuerda haber
soñado ( contenido manifiesto).
El verdadero significado
(contenido latente), que el
contenido manifiesto disfraza.
En relación con el segundo, Freud afirma que, cuanto más disfrazado aparece, mayor
es la presencia en él de contenidos reprimidos de naturaleza sexual, que evitan ser
reconocidos por medio de complicados mecanismos de transformación. Entre éstos
destacamos:
El desplazamiento
Los elementos realmente significativos del contenido latente desaparecen o
son apenas aludidos mientras que otros más o menos relacionados con los
primeros pasan a ocupar una posición central en el contenido manifiesto.
La simbolización.
Es el procedimiento por el que ciertos objetos o actividades son sustituidos por
imágenes o símbolos que los sugieren: el nacimiento por el agua, la muerte por un
viaje, el padre por el rey o alguien con autoridad, la madre por la casa donde uno sabe
que ha estado ya (también por un barco o un árbol, entre otros..) También aquí la
mayor parte de los símbolos se refieren a órganos o actividades sexuales.
Freud advierte que la interpretación simbólica carece de reglas aplicables por igual a
todos los casos, por lo que siempre debe desempeñar un papel secundario y
subordinado en el análisis.
Un
Ejemplo
de
Interpretación
de sueños.
Una mujer joven, pero que lleva varios años casada, recibe la noticia de que una
antigua amiga suya de la misma edad (Elisa L.) va a casarse y sueña lo siguiente:
<< Se halla en el teatro con su marido. Una parte del patio de butacas está desocupada. Su marido
le cuenta que Elisa L. y su marido habrían querido ir también al teatro, pero sólo consiguieron
malas localidades, tres por 1’50 florines, y no quisieron comprarlas. Ella contesta que el no haber
querido ir aquella noche al teatro no es ninguna desgracia>>
Contenido Manifiesto
Está en el teatro con
su marido
Elisa L. no
está, aunque
pensaba ir
Teatro medio vacío
3 entradas por 1’50
florines
<< No es ninguna
desgracia no haber
ido al tetro>>
Asociaciones
Casada
No casada
Hecho real
Regalo de su marido a
su cuñada
1’50 = 150/100
Absurdo
Contenido latente
Superioridad sobre su
amiga (deseo
frustrado)
Precipitación (idea
desplazada)
<< Cien veces
peor>> (Su marido)
Es absurdo que… ( me
casara tan pronto y
con este marido)
<< Más vale estar
soltera que tener este
marido>>
El Carnaval del ArlequínJoan Miró.
La necesidad de soñar
W. Dement llevó a cabo un experimento que demostró la necesidad que
todos tenemos de soñar. Eligió un grupo de personas a las que hizo dormir
conectadas a un electroencefalógrafo. Cada vez que las variaciones del
mismo indicaban el comienzo del sueño, los despertaba. Los sujetos podían
dormir lo que quisieran, pero se les impedía soñar. Al cabo de dos o tres
días comenzaron a sentir una gran ansiedad junto a un estado de malhumor
y otros síntomas físicos y psicológicos, por lo que hubo que dar por
finalizado el experimento.
Cuando se dejó a estos individuos dormir sin interrupción la duración de los
sueños aumentó notablemente, como si necesitaran resarcirse de los días
en los que no habían podido soñar.
Fin.