ARACELI DAMIAN
Profesora-Investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales
El Colegio de México
Primera Parte Evolución de la pobreza y las características sociodemo- gráficos en el DF, 1996, 2004 y 2008
1
Evolución de la pobreza y las características de la
ocupación en el DF, 1996, 2004 y 20081
Araceli Damián2
El Colegio de México
Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal
Abril, 2011
1 Agradezco el apoyo de Héctor Figueroa y Rosa María López Bustos para el
procesamiento y elaboración de los cuadros del anexo estadístico. 2 Profesora-Investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales, El
Colegio de México.
2
Contenido Presentación ................................................................................................. 3
Capítulo 1. La evolución de la pobreza multidimensional 1996, 2004 y 2008
................................................................................................................................ 7
I. La pobreza en México, en lo urbano y Distrito Federal en 2008 ............ 7
II. Carencias en los distintos componentes del MMIP, nacional, urbano y
Distrito Federal, 2008 ........................................................................................ 12
Pobreza por ingreso (LP) ..................................................................... 13
Pobreza de tiempo (ETT) .................................................................... 15
La pobreza de ingreso-tiempo (LPT) ................................................... 18
Pobreza por NBI y sus componentes .................................................. 22
III. Evolución 1996, 2004 y 2008 ............................................................. 27
Capítulo 2. Características sociodemográficas y de ocupación en los
hogares en el DF, 2008 ......................................................................................... 30
I Características sociodemográficas........................................................ 30
Tamaño de hogar y pobreza ................................................................ 30
Pobreza por sexo y edad del jefe del hogar ........................................ 31
Estructura por edades de la población según estrato del MMIP y tipo de
jefatura ........................................................................................................... 36
Pobreza y clase de hogar .................................................................... 39
Tasa de dependencia por estratos del MMIP y tipo de jefatura ........... 42
II Características de la ocupación de los jefes de hogar ......................... 43
Pobreza por grupos de edad ............................................................... 47
Condición de actividad de la población de 12 o más años de edad, por
tipo de jefatura y estrato de pobreza .............................................................. 48
III Fuentes de ingreso del hogar .............................................................. 61
IV Pobreza según estrato de delegación................................................. 64
Bibliografía .............................................................................................. 70
3
Presentación
El presente estudio constituye un nuevo producto diseñado por el Evalúa DF
(Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal) para dar a
conocer la situación de la pobreza en el Distrito Federal (DF). Además del trabajo
que presentamos ahora, se cuentan con otros dos ocasiones y proporcionan datos
de 1996 y 2004, basados éstos en las sobre muestras de la Encuesta Nacional de
Ingresos y Gastos de los Hogares, ENIGH, levantadas por el Instituto Nacional de
Estadística, INEGI (ver Boltvinik y Damián, 2006 y Damián 2009).
El enfoque adoptado desde un inicio reconoció que la pobreza es un
fenómeno multidimensional y, que por tanto, la forma de medirla debía tener esta
característica. Se eligió el Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP),
que incluye tres componentes: ingreso, necesidades básicas insatisfechas (NBI)3 y
tiempo (ver Boltvinik y Damián, 2006). El método adoptado constituye una
innovación a nivel internacional (ver Boltvinik, 1999 y 2005) y en los últimos años
se han desarrollado otras metodología multidimensionales a nivel internacional y
en México, no obstante, carecen de una visión de satisfacción de necesidades
muy bajos, además de que no incluyen el componente de tiempo en la mediación
(ver Boltvinik, 2010). Lo anterior a pesar de que la carencia de tiempo se ha
convertido en una características del estilo de vida en la sociedad actual, pero
sobre todo en espacios urbanos, como el del DF, debido a que las distancias y los
congestionamientos afectan la calidad de vida de sus habitantes.
A diferencia de los trabajos anteriores, en esta ocasión se presentan datos
con una nueva línea de pobreza por ingreso, calculada tomando en cuenta el
tamaño del hogar, las economías de escala y los gastos fijos que tienen los
hogares, indistintamente de su tamaño. Lo anterior es importante debido a que la
satisfacción de algunas necesidades, como la vivienda o la alimentación, presenta
3 En este componente se incluye la carencia de acceso a servicios de salud y seguridad
social; a los bienes durables básicos (lavadora, refrigerador, televisor, automóvil, etc.; a los servicios de teléfono, basura, electricidad, combustible, de agua, drenaje y servicios sanitarios; un componente de calidad y espacio de la vivienda; y el rezago educativo en el hogar (para una explicación sobre su cálculo véase anexo 1).
4
economías de escala, es decir, a medida que crece el número de personas, el
ingreso per cápita requerido para satisfacer la misma necesidad aumenta, pero no
en la misma proporción, o bien se mantiene constante, aspecto muy bien captado
en la frase “donde come uno, comen dos”. Así, para poder cocinar se requiere de
una estufa, ya sea que el hogar esté constituido por una o por cinco personas,
pero además, debido a las economías de escala, al cocinar para un mayor número
de personas se pueden realizar ahorros en gas, tiempo para adquirir los alimentos
y prepararlos, etc.
DE igual forma, una persona viviendo sola requiere un sólo cuarto para
dormir, mismo espacio que puede ser utilizado por dos personas, además no se
requiere más de una cocina, una sala-comedor y un baño, ya que estos espacios
pueden ser utilizados de manera más intensa. Algunos otros gastos sí dependen
del número de miembros en el hogar, tres cepillos de dientes no pueden ser
utilizados por cinco personas, por ejemplo. Tampoco dos personas pueden entrar
al cine con un sólo boleto.
Queda claro entonces que el ingreso necesario para evitar la pobreza no
aumenta en la misma proporción que el número de personas en el hogar, y los
métodos que utilizan líneas de pobreza (LP) per cápita y, en menor medida, los
que se basan en el número de adultos equivalentes4 no captan suficientemente
bien este fenómeno, ya que algunos gastos son fijos (refrigerador, por ejemplo),
otros varían dependiendo del número de personas (ropa, calzado) y unos más
dependen del número de adultos equivalentes en el hogar (alimentos). En un afán
de expresar de manera más correcta los requerimientos de ingreso de acuerdo al
tamaño y características del hogar (número de bebés, niños, adultos, etc.),
Alejandro Marín y Julio Boltvinik modificaron la línea de pobreza (LP) por ingreso
del MMIP, método que el Evalúa DF adoptó como oficial. En el cálculo de la nueva
LP se incorporan las tres variables de las que depende el nivel de ingreso
requerido: 1) gastos fijos, número de personas y número de adultos equivalentes
(ver anexo metodológico). En cambio, la LP anterior variaba básicamente en
4 Los cuales suelen calcularse con base en los requerimientos calóricos de acuerdo a la
edad y sexo o como la raíz cuadrada del tamaño del hogar.
5
función del número de adultos equivalentes en el hogar. Por esta razón los
resultados que se presentan en este trabajo no son comparables a los dos
estudios previos.
La nueva fórmula para calcular la LP queda expresada de la siguiente
manera:
LPEE=A+BP+CAE Donde
LPEE = Línea de pobreza con economías de escala A = Costos fijos para la satisfacción de necesidades BP = Costos que varían de acuerdo al número de personas y CAE = Costos que dependen del número de adultos equivalentes
en el hogar
Una de las caracterizan más sobresalientes del DF es que tiene un tamaño
de hogar más pequeño que el promedio a nivel nacional (3.63 y 3.99 personas por
hogar en 2008), además de que tiende a tener una estructura demográfica en la
que tienen mayor peso los adultos (71.3% de la población es mayor de edad frene
a 63.9% a nivel nacional),5 lo que impone a sus habitantes requerimientos de
ingreso más elevados que en localidades en donde el tamaño de hogar es mayor
y son más jóvenes sus habitantes en promedio.
Cuadro 1 Cambio en el nivel de pobreza por ingreso y en el MMIP, 2008
Al pasar de LPAEa a LPEE
b Método/ Componente
Anterior LPAE
a Nuevo LPEE
b Diferencia México Ingreso 62.3 69.1 11.0% MMIP 75.1 79.4 5.4% DF Ingreso 47.0 55.6 18.2% MMIP 59.4 64.6 8.9% a: LPAE Línea de pobreza por adulto equivalente b: LPEE Línea de pobreza con economías de escala Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH y metodología del MMIP
5 Cálculos propios con base en la ENIGH.
6
Aplicando la fórmula para calcular la nueva línea de pobreza tenemos que
los hogares del DF requerían 2,348 pesos en promedio por persona en 2008 para
satisfacer las necesidades que se verifican a través del nivel de ingreso (ver
anexo), mientras que en el ámbito nacional se requerían 2,245 pesos. Por otra
parte, como se observa en el cuadro I, al pasar de una metodología a otra, la
pobreza aumenta más en el DF que a nivel nacional, debido a que los
requerimientos de ingreso para no ser pobre estaban más subestimados en la
entidad con la anterior línea de pobreza por adulto equivalente (LPAE).
Además, como se aprecia en el cuadro, la modificación en el componente
de ingreso cambia el nivel de la pobreza del índice global del MMIP, ya que este
cambio no sólo afecta al componente de ingreso, sino también al de NBI, ya que la
LP se utiliza para determinar si los hogares sin acceso a los servicios de salud
podrían realizar el pago del seguro voluntario de salud del IMSS (Instituto
Mexicano del Seguro Social) y establecer si presentan carencia en el componente
de salud de NBI. Cabe aclarar que aunque en el DF existe la opción de tener
acceso a consultas y medicamentos gratuitos cuando la población no tiene acceso
a otros servicios públicos de salud, no hay forma de identificar en la ENIGH si la
población usa estos servicios, además de que la cobertura a través del servicio es
limitada (hasta segundo nivel). Por tanto, el cálculo de este componente se
mantuvo como se hace para el resto del país.
Como señalábamos ya, la información que se presenta a continuación ha
retomado las modificaciones a la línea de pobreza. En el primer capítulo se hace
una revisión de la situación del DF y se compara con la observada en el ámbito
urbano, urbano-metropolitano y nacional. Posteriormente se presenta las
principales características de los hogares y de los ocupados en el DF.
7
Capítulo 1. La evolución de la pobreza
multidimensional 1996, 2004 y 2008
I. La pobreza en México, en lo urbano y Distrito Federal en 2008
El Distrito Federal ha jugado un papel fundamental en el desarrollo económico de
México. Si bien es una de las entidades con un alto desarrollo económico, una
proporción importante de su población vive en la pobreza. En 2008, 64.6% de ésta
era pobre de acuerdo con los cálculos del MMIP, estando casi cinco puntos
porcentuales por debajo del porcentaje de pobreza que presentan las localidades
de cien mil y más habitantes (en adelante, metropolitanas), además de tener una
diferencia de casi 15 puntos con respecto al nivel nacional (ver cuadro 1.1).
De igual forma, la entidad presenta niveles relativamente bajos de
indigencia (16.6%),6 estrato que contiene el mayor porcentaje de población en el
ámbito nacional (34.4%). Las localidades metropolitanas presentan un porcentaje
ligeramente mayor al del DF (18.7%), mientras que en el total urbano una cuarta
parte de la población vive en esta situación. Lo anterior significa que la pobreza en
el DF es menos aguda en relación al resto del país, pero similar a las localidades
mayores de 100 mil habitantes.
En cuanto al estrato de los muy pobres,7 podemos ver que no existen
diferencias importantes en los distintos ámbitos territoriales (fluctúa de 16.33% en
el DF a 17.96 en el total urbano), como tampoco las hay en el estrato de los
pobres moderados8, cuyo porcentaje fluctúa de 27.5% a nivel nacional a 33.6% en
lo urbano metropolitano. Este estrato es el que predomina en lo urbano, en lo
metropolitano y DF, donde 31.7% de la población presenta esta condición,
6 El estrato de indigentes está compuesto por hogares que cumplen, en promedio, menos
de la mitad de las normas definidas de ingresos, de tiempo y de necesidades básicas. 7 Hogares que cubren entre 50% y 66% de la norma. 8 Hogares que cubren más del 66% y menos del 100% de las normas.
8
porcentaje similar al del total urbano (31.1%) y metropolitano (33.6%). Por tanto,
podemos decir que el perfil por estratos de pobreza por el MMIP en el DF es
similar al de las localidades metropolitanas.
Cuadro 1.1 Incidencia de pobreza por el MMIP, Nacional, Urbanoa, Metropolitano (sin DF)b y DF, 2008
(porcentaje de población)
Estrato del MMIP Nacional Urbanoa Metropolitano
(Sin D.F.) b D.F. 1. Indigentes 34.4 25.3 18.7 16.6
2.Muy pobres 17.3 18.0 17.4 16.3 3. Pobres moderados 27.5 31.1 33.6 31.7 Pobres no indigentes (2+3) 44.7 49.0 51.0 48.0 Total de pobres (1+2+3) 79.1 74.4 69.7 64.6
4. Vulnerables (SANBRIT) c 10.5 12.9 15.0 15.9
5. Clase media 8.2 10.1 12.3 14.1 6. Clase alta 2.1 2.6 3.0 5.5 No pobres (4+5+6) 20.9 25.6 30.3 35.4
Total 100.0 100.0 100.0 100.0 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
Aun así, la intensidad de la pobreza (I) es menor en la entidad (0.338) en
comparación con la que prevalece en las zonas metropolitanas (0.0.346, ver
cuadro 1.2). Se observa también que la intensidad de la pobreza aumenta de
manera importante en el conjunto de lo urbano (0.381), pero es mucho más
elevada a nivel nacional (0.431). Una situación similar pasa con la I de los
indigentes que pasa de 0.606 en el DF, a 0.615 en lo metropolitano y llega a 0.652
a nivel nacional. Se presentan menores diferencias en las intensidades de pobreza
en los estratos de muy pobres y pobres moderados en los distintos ámbitos
territoriales.
Por otra parte, en lo que se refiere a la población no pobre, el DF tiene el
mayor porcentaje (35.43%) en comparación con los otros ámbitos. A nivel nacional
sólo 21.9% de la población se clasifica como tal, es decir, que tiene todas sus
necesidades cubiertas. Este porcentaje es similar al 18.3% de población, que de
acuerdo con la metodología del CONEVAL (2010), no resulta pobre
9
multidimensional (es decir, población que tiene carencia tanto de ingreso como en
alguno de los indicadores de privación social9), ni tampoco vulnerable (es decir
que sólo presenta carencia de ingreso o en algún indicador de privación social).
De esta forma, de acuerdo con el organismo 44.2% la población es pobre
multidimensional, además de que otro 37.5% es vulnerable ya que no tiene
cubiertos sus requerimientos de ingreso o presenta alguna carencia en los
indicadores de privación.10
Cuadro 1.2 Intensidad de pobreza por el MMIP. Nacional, Urbanoa, Metropolitano (sin DF)b y DF, 2008
(porcentaje de población)
Estrato del MMIP Nacional Urbanoa Metropolitano
(Sin D.F.) b D.F. 1. Indigentes 0.652 0.627 0.615 0.606
2.Muy pobres 0.418 0.416 0.415 0.414
3. Pobres moderados 0.162 0.161 0.161 0.158
Pobres no indigentes (2+3) 0.261 0.255 0.248 0.245
Total de pobres (1+2+3) 0.431 0.381 0.346 0.338
4. Vulnerables (SANBRIT) c -0.046 -0.046 -0.045 -0.047
5. Clase media -0.215 -0.216 -0.215 -0.222
6. Clase alta -0.695 -0.696 -0.697 -0.713
No pobres (4+5+6) -0.179 -0.180 -0.179 -0.219
Total 0.304 0.238 0.187 0.140 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
Entre la población no pobre se presentan grandes diferencias, en su
composición por estratos. En primer lugar tenemos que el mayor porcentaje de la
población no pobre se concentra en el estrato que hemos llamado aquí vulnerable
(SANBRIT de acuerdo a la terminología del MMIP), es decir, que tiene cubiertas
9 Vivienda, servicios de la vivienda, acceso a la seguridad social, a los servicios de salud,
educación y seguridad alimentaria. 10 Para la identificación de los pobres multidimensionales el CONEVAL utiliza el principio
de intersección de los conjuntos, lo cual minimiza la pobreza, en comparación con la que resultaría al utilizar el criterio de la suma de los conjuntos, que consideraría como pobres a los que tienen carencia por ingreso (48.7%) y/o a los que tienen al menos una carencia en los indicadores de privación (77%). Nótese que ambos porcentajes son mayores que el de los pobres multidimensionales. Es absurdo que al ampliar el número de indicadores (ingreso y carencia) se reduzca el total de pobres. Pero al no poder ocultar las carencias, el CONEVAL denominó vulnerable a la población que presenta carencia sólo en ingreso o en los indicadores de privación.
10
sus necesidades, pero en no más de un 10% por arriba de las normas y, por tanto,
se encuentra en riesgo de pobreza.11 Esta población representa 15.9% del total
del DF, porcentaje similar al que encontramos en el total metropolitano (15.01%),
pero mayor que en el urbano (12.9%) y en el nacional (10.5%, ver cuadro 1.1).
La clase media, es decir, aquella que cubre sus necesidades en un rango
de 10% a 49% por arriba de las normas, concentra en el DF casi el mismo
porcentaje que el de los no pobres pero vulnerables (14.1%). En este estrato
también encontramos que la entidad tiene el mayor porcentaje en relación a los
distintos ámbitos territoriales, ubicándose a nivel nacional en tan sólo 8.2% del
total de la población.
La clase alta, aquella que tiene cubiertas sus normas en más de 50%,
constituye un grupo muy reducido, aunque el estrato en el DF es más del doble del
que se tiene a nivel nacional (5.5% frente a 2.1%). Además, la distancia entre la
entidad y el resto de las localidades metropolitanas es bastante amplia, ya que en
éstas sólo 3.01% de su población puede clasificarse como tal.
Es importante señalar que en lo que se refiere a la intensidad de la pobreza,
en los estratos que son no pobres los valores toman signos negativos, indicando el
grado en el que sobrepasan, en promedio, las normas. Aquí encontramos que
mientras que a nivel nacional, urbano y metropolitano el valor es casi el mismo
para el conjunto de no pobres (-0.179 y -0.180), en el DF la población no pobre las
sobrepasa las normas en mayor magnitud (-0.219), las diferencias se explican por
el grado en que sobrepasan las normas la clase media y la alta.
Al considerar la incidencia equivalente HI queda aún más claro que la
diferencia fundamental entre los distintos ámbitos territoriales está en el estrato de
los indigentes, cuya HI es de 22.5% a nivel nacional y baja de manera importante
en el total urbano a 15.9%; el nivel metropolitano y el DF tienen porcentajes
mucho más bajos (11.5% y 10%, respectivamente. En lo que se refiere a la HI de
11 Como veremos más adelante, el término de vulnerable no se utiliza en el componente de
NBI debido a que se trata de variables de “stock”, es decir, que dependen de la inversión pública y del patrimonio familiar (como las redes de agua y la vivienda, respectivamente) o del tiempo (como la educación) y, por tanto, es difícil que los hogares retrocedan padeciendo carencia. Por supuesto existen casos imprevistos (incendios, terremotos, inundaciones, etc.) o bien la norma puede elevarse para adecuarse a los cambios observados en la sociedad (por ejemplo, pasar de un mínimo educativo de secundaria a preparatoria), por lo que pueden presentarse retrocesos.
11
los muy pobres encontramos que es mayor a 7% en casi todos los ámbitos
territoriales, excepto en el DF que representa 6.8% (ver cuadro 1.3). El estrato con
una HI más baja es el de los pobres moderados, que fluctúa de 4.5% a nivel
nacional a 5.4% en el metropolitano, siendo de 5% en el DF.
Cuadro 1.3 Incidencia equivalente (HI) y masa carencia de pobreza, MMIP. Nacional, Urbanoa, Metropolitano
(sin DF)b y DF, 2008
Estrato del MMIP Nacional Urbanoa Metropolitano
(Sin D.F.) b D.F. Incidencia equivalente (HI) %
1. Indigentes 22.5 15.9 11.5 10.0
2.Muy pobres 7.2 7.5 7.2 6.8
3. Pobres moderados 4.5 5.0 5.4 5.0
Pobres no indigentes (2+3) 11.7 12.5 12.6 11.8
Total de pobres (1+2+3) 34.1 28.4 24.1 21.8
Masa carencial (qI) (en miles)
1. Indigentes 23,976 13,159 5,121 884
2.Muy pobres 7,699 6,185 3,212 595
3. Pobres moderados 4,751 4,150 2,402 439
Pobres no indigentes (2+3) 12,450 10,335 5,614 1,034
Total de pobres (1+2+3) 36,426 23,494 10,734 1,918 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
El volumen o masa carencial de la pobreza se expresa mediante el
indicador de qI, mediante éste nos puede ayudar a determinar la cantidad de
recursos que se requerirían para superar la pobreza debido a que equivale a la
cantidad de personas que carecerían por completo de los satisfactores para no ser
pobres. De esta forma, a nivel nacional la carencia global es de 36.4 millones de
pobres equivalentes, de los cuales 23.5 millones viven en el ámbito urbano, 10.7
en el metropolitano (sin considerar al DF) y 1.9 millones en el DF.
La gráfica 1.1 muestra cómo se distribuye la masa carencial entre los
estratos de pobreza. En cuanto a la indigencia equivalente tenemos que ésta
representa 65.8% a nivel nacional, baja de manera importante en lo urbano (56%)
continúa esta tendencia en lo metropolitano (47.7%) conservándose la similitud
12
entre este nivel y el DF (46.1%). Debido a que la indigencia es mayor a nivel
nacional, los estratos de muy pobres y pobres son menores que en lo urbano,
siendo el DF el que mayor porcentaje de este tipo de pobreza presenta en
comparación con el resto de los ámbitos territoriales analizados (ver gráfica).
Gráfica 1.1 Incidencia equivalente (qI) en México, lo urbano, metropolitano (sin DF) y DF, 2008
(porcentajes del total de qI).
Fuente: cálculos propios con base en las ENIGH, INEGI y metodología del MMIP, Evalúa DF
II. Carencias en los distintos componentes del MMIP, nacional, urbano y Distrito Federal, 2008
La pobreza es un fenómeno multidimensional que requiere de políticas diversas
para mejorar el nivel de vida de la población. Las particularidades en las carencias
de las distintas dimensiones del MMIP (ingreso, tiempo y necesidades básicas)
Nacional Urbano Metropolitano DF
Indigentes 65.8 56.0 47.7 46.1
Muy pobres 21.1 26.3 29.9 31.0
Pobres moderados 13.0 17.7 22.4 22.9
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
13
permiten tener una idea de las áreas en las que se requiere mayor atención en
términos de política social.
Pobreza por ingreso (LP)
En lo que respecta a la pobreza por ingreso tenemos que la carencia en el DF es
menor que en el resto del país, aunque la distancia no es muy grande con el resto
de las ciudades metropolitanas (ver cuadro 1.3). El 55% de la población del DF y
el 58.7% de las zonas metropolitanas son pobres por ingreso, 63.7% en el total
urbano y 69.2% a nivel nacional. Al igual que en el índice global del MMIP, la
pobreza por ingreso es menos intensa en la ciudad, ya que el 19.8% de su
población es indigentes frente a 22% en las zonas metropolitanas, la indigencia y,
por tanto, la intensidad de la pobreza siguen aumentando y llega a 27.4% en el
total urbano y a más de una tercera parte en lo nacional (35.3%).
Cuadro 1.3 Incidencia de pobreza por ingresos. Nacional, Urbano a, Metropolitano (sin DF)b, y DF, 2008
(porcentaje de población)
Estrato Nacional Urbano Metropolitano
(Sin D.F.) D.F.
1. Indigentes 35.3 27.4 22.0 19.8
2.Muy pobres 13.9 14.0 13.3 13.1
3. Pobres moderados 20.0 22.3 23.4 22.6
Pobres no indigentes (2+3) 33.8 36.3 36.7 35.7
Total de pobres (1+2+3) 69.2 63.7 58.7 55.5
4. Vulnerables (SRI)c 20.6 23.9 26.7 27.1
5. Clase media 9.1 11.0 13.1 14.0
6. Clase alta 1.2 1.5 1.6 3.4
No pobres (4+5+6) 30.8 36.3 41.3 44.5
Total 100.0 100.0 100.0 100.0 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechos sus requerimientos de ingreso, pero hasta en un 9.99%
por encima de la norma, por lo que se encuentran en riesgo de pobreza (ver anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
En cuanto al porcentaje de muy pobres y pobres moderados no
encontramos diferencias importantes en los distintos ámbitos territoriales, el primer
14
estrato fluctúa de 13.1% a 14% en el DF y Urbano, respectivamente y el segundo
de 20% a 23.4% en lo nacional y metropolitano, respectivamente (ver cuadro 1.3).
Lo anterior muestra que la diferencia entre ámbitos radica fundamentalmente en el
grado de indigencia que se padece.
El DF y las zonas metropolitanas tienen porcentajes similares de población
vulnerable en la dimensión de ingreso (27.1% y 26.7%, respectivamente), si bien
en el total urbano como en el nacional los porcentajes son más bajos (23.9% y
20.6%, respectivamente) ello se debe a que tienen una proporción mayor de
indigentes y menor de población no pobre. Finalmente tenemos que en materia de
ingreso el DF tienen la mayor proporción de población clasificada como clase
media y alta, aunque el porcentaje en este último grupo poblacional representa
más del doble en comparación con las zonas metropolitanas y casi tres veces el
del nacional (ver cuadro 1.3).
Cuadro 1.4 Intensidad de la pobreza por ingresos. Nacional, Urbano a, Metropolitano (sin DF)b, y DF, 2008
Estrato Nacional Urbano
Urbano Metropolitano
(Sin D.F.) D.F.
1. Indigentes 0.697 0.678 0.668 0.665
2.Muy pobres 0.421 0.420 0.418 0.417
3. Pobres moderados 0.181 0.178 0.177 0.173
Pobres no indigentes (2+3) 0.279 0.271 0.264 0.263
Total de pobres (1+2+3) 0.493 0.447 0.416 0.406
4. Vulnerables (SRI) c -0.038 -0.038 -0.039 -0.039
5. Clase media -0.202 -0.203 -0.202 -0.215
6. Clase alta -0.784 -0.781 -0.770 -0.787
No pobres (4+5+6) -0.114 -0.118 -0.118 -0.152
Total 0.305 0.242 0.195 0.158 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechos sus requerimientos de ingreso, pero hasta en un 9.99%
por encima de la norma, por lo que se encuentran en riesgo de pobreza (ver anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI.
En lo que respecta a la intensidad (I) de la pobreza por ingreso tenemos
que esta es mayor que la del indicador global del MMIP (ver cuadro 1.4 y 1.2,
respectivamente) debido a que la menor pobreza en el indicador de NBI12 tiene un
efecto compensador en la pobreza global. Así, en el DF la I del indicador del MMIP
12 Que veremos más adelante.
15
para el total de pobres es de 0.338 (cuadro 1.2), mientras que en la dimensión de
ingreso es de 0.406 (cuadro 1.4).
La cambios por ámbito territorial en la intensidad de la pobreza por ingreso
se presenta con un patrón similar al de la incidencia, es decir, en el DF y las zonas
metropolitanas es la I es parecida (0.406 y 0.416, respectivamente), da un salto
importante en el conjunto urbano (0.447) y llega a 0.493 en lo nacional, lo que
quiere decir que mientras en el DF en promedio los pobres están en un 40% por
debajo de la norma de la norma de ingreso, a nivel nacional la carencia es de
alrededor de 50% en promedio.
Ahora bien, en lo que respecta a la población que no es pobre por ingreso,
tenemos que éstos sobrepasan la norma, pero en menor grado que en el indicador
del MMIP. De igual forma es el DF en el que la norma se sobrepasa en mayor
medida, ya que su valor de I entre los no pobres es de -0.152 frente a -0.118 en el
ámbito metropolitano y urbano en general (ver cuadro 1.4).
Pobreza de tiempo (ETT)
La pobreza de tiempo constituye el indicador más novedoso del MMIP, su
incorporación respondió al reconocimiento de que los hogares requieren para
satisfacer sus necesidades de seis fuentes de bienestar, entre las que se
encuentra el tiempo (ver Boltvinik, 1999). Las otras fuentes de bienestar son el
ingreso, el acceso a bienes y servicios públicamente proveídos, los conocimientos
y habilidades, el patrimonio básico (vivienda y propiedades) y los activos no básico
(bienes muebles), incluyendo la capacidad de endeudamiento. Esta última no está
operacionalizada en el MMIP.
La importancia que tiene el tiempo en la satisfacción de necesidades ha
sido ampliamente reconocida en los estudios de la pobreza y el bienestar. Sin
embargo, pocas metodologías de medición lo incorporan en el cálculo de la
pobreza y, cuando está presente, se hace interactuar únicamente con el ingreso,
dejando de lado las otras fuentes de bienestar (ver Damián, 2010).
16
En el caso del MMIP, el índice de exceso de tiempo de trabajo (ETT) se
combina con el que mide la carencia de ingreso (LP) antes de comparar éste con
la línea de pobreza, formando así el componente de ingreso-tiempo (LPT), el cual
posteriormente sirve para combinar, mediante una suma ponderada, el indicador
con la carencia por NBI para formar el índice global de MMIP (ver anexo
metodológico).
La pobreza de tiempo depende del tiempo dedicado a trabajo
extradoméstico por los miembros del hogar de 12 años de edad o más, del
requerido por los hogares para trabajo doméstico (lo cual está en función del
número de miembros en el hogar, de la presencia de menores de hasta diez años
de edad y de la intensidad del trabajo doméstico, que a su vez depende del
acceso a servicios de cuidado de menores, de la disponibilidad de equipo
ahorrador de trabajo doméstico y de la necesidad de acarreo de agua).
En este indicador observamos que el DF es el que tiene el menor
porcentaje de pobres (47.8%), la mayoría de ellos ubicados en el estrato de
pobreza moderada (29.5%, ver cuadro 1.5). La indigencia afecta a 10.1% de la
población, lo cual es una cifra menor a la de este mismo estrato en la dimensión
de ingreso (19.8%).
Por otra parte, observamos que si bien la indigencia de tiempo es mayor en
los otros ámbitos territoriales las diferencias no son tan marcadas, ya que a nivel
nacional el estrato llega a 13% del total de la población. De igual forma la pobreza
moderada es la que predomina en todos los ámbitos territoriales, incluyendo el DF.
Esta situación puede deberse a que en el indicador de ETT no está contemplado
el tiempo que pierden las personas en los traslados, que suelen ser más extensos
en ciudades como el DF, además de que debido a la estructura demográfica en la
entidad, en donde tiende a haber un menor número de personas con necesidades
de cuidado, sobre todo menores de hasta 10 años de edad, los requerimientos de
trabajo doméstico disminuyen de manera notable.
En lo que corresponde a los estratos de no pobres de tiempo, tenemos que
la clase media es la más numerosa, sobre todo en el DF (33.6%), pero los
porcentajes en el resto de los ámbitos territoriales es muy similar (alrededor del
17
30%), como también lo es el porcentaje de la población vulnerable, que constituye
en todos alrededor de 10%. El porcentaje de la clase alta es mayor en el DF
(8.3%) siendo el más bajo el observado a nivel nacional (6%, ver cuadro 1.5).
Cuadro 1.5 Incidencia de pobreza por tiempo. Nacional, Urbano,a Urbano-Metropolitano (sin DF)b y DF,
2008 (porcentaje de población)
Estrato Nacional Urbano Metropolitano
(Sin D.F.) D.F.
1. Indigentes 13.0 12.7 12.2 10.1
2.Muy pobres 8.0 7.9 8.0 8.2
3. Pobres moderados 32.8 32.8 32.0 29.5
Pobres no indigentes (2+3) 40.8 40.7 40.0 37.7
Total de pobres (1+2+3) 53.8 53.4 52.2 47.8
4. Vulnerables (SRT) c 9.7 9.8 10.2 10.3
5. Clase media 30.5 30.4 30.7 33.6
6. Clase alta 6.0 6.4 7.0 8.3
No pobres (4+5+6) 46.2 46.6 47.9 52.2
Total 100.0 100.0 100.0 100.0 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechos sus requerimientos de tiempo, pero muy cerca de la
norma, por lo que se encuentran en riesgo de pobreza. (ver anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
La mayor parte de pobres de tiempo se concentra en la pobreza moderada
en todos los ámbitos territoriales, por tanto, la intensidad (I) de la carencia de
tiempo resulta ser menor que la de ingreso, aunque en el estrato de indigentes la I
es más alta en el primer indicador. Lo anterior muestra que existe una marcada
carencia de recursos humanos para solucionar las necesidades de trabajo
doméstico y/o extradoméstico en los hogares que se encuentran en la indigencia
de tiempo. De esta manera, mientras que la I de tiempo para los indigentes del DF
es de 0.762, para los pobres no indigentes es de 0.203 (ver cuadro 1.6).
En contraste, los no pobres de tiempo tienen cubiertas sus normas muy por
arriba de los requerimientos mínimos (con variaciones de la intensidad de la
pobreza de -0.312 en lo nacional a -0.334 en el DF). Además, es en este indicador
en el que la clase alta tiene la mayor disponibilidad relativa del recurso, en
comparación con los requerimientos, ya que en este indicador la I para este
estrato varía de -0.845 en el total urbano a -0.900 en el resto de los ámbitos
territoriales (ver cuadro 1.6), mientras que en el componente de ingreso el rango
18
de variación va de -0.770 en el urbano-metropolitano a -0787 en el DF (ver cuadro
1.4).
Cuadro 1.6 Intensidad de pobreza por tiempo. Nacional, Urbano,a Urbano-Metropolitano (sin DF)b y DF,
2008
Estrato Nacional Urbano
Urbano Metropolitano
(Sin D.F.) D.F.
1. Indigentes 0.760 0.754 0.747 0.762
2.Muy pobres 0.407 0.407 0.409 0.401
3. Pobres moderados 0.146 0.144 0.145 0.147
Pobres no indigentes (2+3) 0.197 0.195 0.198 0.203
Total de pobres (1+2+3) 0.333 0.328 0.326 0.320
4. Vulnerables (SRT) c -0.051 -0.042 -0.050 -0.050
5. Clase media -0.279 -0.210 -0.276 -0.281
6. Clase alta -0.900 -0.845 -0.900 -0.900
No pobres (4+5+6) -0.312 -0.316 -0.318 -0.334
Total 0.035 0.028 0.018 -0.021 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechos sus requerimientos de tiempo, pero muy cerca de la
norma, por lo que se encuentran en riesgo de pobreza. (ver anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
La pobreza de ingreso-tiempo (LPT)
Como queda explicado en el anexo metodológico, una vez obtenidos los
indicadores de ingreso (LP) y de tiempo (ETT) se procede a calcular la pobreza de
ingreso-tiempo (LPT), es decir, se ajusta el ingreso de acuerdo a la pobreza de
tiempo observada en cada hogar, antes de comparar éste con la línea de pobreza.
El ETT varía de 0 a 2, estableciéndose la norma en 1. Cuando el indicador de
tiempo es mayor que 1 significa que los hogares tienen exceso de tiempo de
trabajo (o insuficientes recursos para sus requerimientos de trabajo doméstico y
extradoméstico) y, cuando es menor a 1 tienen mayor disponibilidad de este
recurso, en comparación con sus necesidades. Implícitamente se asume que
cuando hay un exceso de tiempo, los hogares gozan de un mayor nivel de
bienestar que lo que su ingreso, por sí solo, refleja. En cambio, cuando existe
carencia de tiempo el supuesto es que los hogares no tienen el nivel de bienestar
que refleja su ingreso, debido a que incurren en un “sobre” uso de sus recursos
19
tiempo, quedando sin el disponible para trabajo doméstico, estudio, descanso,
recreo y ocio en general.
El ajuste no se realiza para los hogares que tienen exceso de tiempo libre,
pero ingreso menor a la LP, ya que si bien tienen recursos humanos disponibles
que podrían movilizar para obtener más ingreso, se asume que cuando se
presenta esta situación los hogares no pueden hacer efectiva esta opción debido a
fallas del mercado de trabajo, en lugar de suponer que los hogares prefieren tener
tiempo libre antes de padecer pobreza de tiempo, aunque ello signifique no
obtener los recursos necesarios para satisfacer las necesidades que dependen del
ingreso (ver Damián, 2003).
El cuadro 1.7 es una tabla de contingencia con los porcentajes de pobres y
no pobres de ingreso en las columnas y el de los de tiempo en los renglones. En la
parte superior se encuentran los datos a nivel nacional y en la inferior del DF. La
primera celda en cada conjunto de datos corresponde a los consistentemente no
pobres, es decir que no padecen pobreza en las dimensiones de ingreso-tiempo y
que agrupan al 14.6% de la población a nivel nacional y a 23.9% en el DF. Estos
hogares son los mejor situados en términos de los recursos tiempo e ingreso en la
escala social.
Cuadro 1.7 Pobreza de ingreso (LP) y tiempo (ETT) en México y el DF, 2008
Estratos/ Ingreso Tiempo No pobres Pobres Total
NACIONAL No pobres 14.6 31.6 46.2 Pobres 16.2 37.5 53.8 Total 30.9 69.1 100.0
DISTRITO FEDERAL No pobres 23.9 28.3 52.2 Pobres 20.5 27.3 47.8 Total 44.4 55.6 100.0 Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
La celda hacia la derecha corresponde a los no pobres de tiempo, pero sí
de ingreso, siendo este grupo al que no se ajusta su ingreso y representa 31.6% y
20
28.3%, a nivel nacional y DF, respectivamente (ver cuadro). Al movernos hacia
abajo tenemos en primer lugar a los que son pobres de tiempo, pero no de
ingreso, cuyos porcentajes son 16.2% y 20.5%, en el total nacional y DF. Estos
son hogares que tienen que realizar un sobre uso de su tiempo para alcanzar el
ingreso necesario para obtener el nivel de vida alcanzado.
Finalmente tenemos a los consistentemente pobres que representan 37.5%
a nivel nacional y 27.3% en el DF, siendo este grupo el que no logra satisfacer sus
necesidades monetarias aun cuando hace un uso extensivo de sus recursos de
tiempo. En este caso la situación es aún más crítica que los que son pobres de
tiempo, pero no de ingreso y, por tanto, la intensidad de su pobreza aumenta al
combinar ambos indicadores.
Para ilustrar los cambios que se dan en la pobreza de ingreso, una vez que
éste se ajusta con el índice ETT antes de compararlo con la línea de pobreza,
construimos una tabla de contingencia (cuadro 1.8) en la que se observan los
movimientos entre estratos del MMIP.
Cuadro 1.8 Cambios entre estratos al combinar la pobreza de ingreso con la de tiempo para forma el componente de
ingreso-tiempo, DF, 2008 (porcentajes verticales)
Estratos de ingreso
Estratos Ingreso/ Tiempo Indigentes
Muy Pobres
Pobres Moderados Vulnerables
Clase media
Clase alta Total
Indigentes 100.0 30.7 7.1 1.1
25.7
Muy pobres
69.3 17.3 1.2
13.2
Pobres moderados
75.6 19.2 1.7
22.7
Vulnerables
64.2 17.0
19.7
Clase media
12.1 66.1 12.6 12.9
Clase alta
2.3 15.1 87.4 5.7
Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
No está por demás mencionar que los indigentes por ingreso permanecen
como tales cuando se ajusta éste con el índice de pobreza tiempo. Lo que ocurre
es que la intensidad de su pobreza se hace mayor y, por esta razón su casilla no
presenta movimientos hacia otros estratos de pobreza. Los cambios empiezan en
el de los muy pobres, que si bien en el DF permanecen como tales 69.3% al
21
ajustar el ingreso con la pobreza de tiempo, 30.7% pasa a ser indigente, siendo
éste el movimiento de mayor magnitud que se observa entre los estratos de
pobres. El 75.6% de los pobres moderados por ingreso permanecen en el mismo
estrato y se observa que pueden llegar a convertirse en indigentes (7.1%) debido
a su pobreza de tiempo.
Entre la población no pobre tenemos en primer lugar a los vulnerables que
como hemos dicho cubre sus necesidades, pero en no más de un 10%. Este
grupo poblacional presenta cambios de estrato de manera positiva y negativa, en
su mayoría hacia el estrato inmediato inferior, la pobreza moderada (19.2%), o al
superior, la clase media (12.1%) aunque se dan desplazamientos hacia el estrato
de muy pobres e indigentes con porcentajes muy bajos (1.2% y 1.1%,
respectivamente); también un pequeño grupo se mueve hacia la clase alta (2.3%).
La población que pertenece a la clase media por ingreso y que se desplaza
hacia otro estrato se mueve en 17% hacia el de los vulnerables y una pequeña
proporción a los pobres moderados (1.7%). Aquí también observamos
movimientos positivos ya que su disponibilidad de tiempo los coloca en la clase
alta al combinar este recurso con el de tiempo. Finalmente tenemos la clase alta,
la cual presenta la menor proporción de cambio, dándose únicamente hacia la
clase media (12.6%).
Cuadro 1.9 Incidencia de pobreza de ingreso-tiempo. Nacional, Urbano a, Urbano-Metropolitano (sin DF)b y
DF, 2008 (porcentaje de población)
Estrato del MMIP Nacional Urbano Metropolitano
(Sin D.F.) D.F.
1. Indigentes 41.7 34.09 28.58 25.72
2.Muy pobres 14.0 14.58 14.24 13.21
3. Pobres moderados 18.67 21.10 22.37 22.67
Pobres no indigentes (2+3) 32.64 35.69 36.62 35.88
Total de pobres (1+2+3) 74.35 69.78 65.20 61.59
4. Vulnerables (SRIT) c 14.69 16.98 19.39 19.74
5. Clase media 8.50 10.21 11.90 12.94
6. Clase alta 2.46 3.03 3.51 5.72
No pobres (4+5+6) 25.65 30.22 34.80 38.41
Total 100.0 100.0 100.0 100.0 a Localidades de 2,500 o más habitantes b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF c Se refiere a la población que tiene satisfechos sus requerimientos de ingreso y tiempo, pero muy cerca de la norma, por lo que se encuentran en riesgo de pobreza (ver anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
22
Como vimos, si bien la pobreza de tiempo es menor que la de ingreso, al
momento de combinar ambos indicadores la pobreza total aumenta. De esta forma
si a nivel nacional 69.2% de la población era pobre de ingreso (cuadro 1.3), al
combinar con el tiempo el porcentaje sube a 74.4% (ver cuadro 1.9), en lo urbano
se pasa de 63.7% a 69.8%, en el DF de 55.5% a 61.6% y en las zonas
metropolitanas de 58.7% a 65.2%.
Por otra parte se observa que en todos los ámbitos, el estrato de indigentes
es el que mayor crecimiento experimenta, mientras que el de muy pobres y pobres
moderados se mantienen casi con los mismos porcentajes (ver cuadro 1.9). En
cuanto a los estratos de no pobreza, los vulnerables son los que se reducen en
mayor medida (por ejemplo en el DF pasan de 27.1% de la población a 19.7%),
mientras que la clase media experimenta pocos cambios de volumen. Sorprende,
por otra parte que el estrato de la clase alta es el que aumenta de manera
importante, aunque debido a su reducida proporción continúa siendo un porcentaje
muy bajo (en el DF pasa de 3.4% a 5.7%, ver cuadro 1.9).
Pobreza por NBI y sus componentes
En lo que respecta a la carencia medida por el indicador de NBI, encontramos que
el DF presenta los porcentajes de pobreza más bajos de todos los ámbitos
territoriales, aunque similares a los de las zonas metropolitanas (47% y 51.5% de
su población es pobre por este indicador, respectivamente, ver cuadro 1.10). Al
pasar al total urbano la carencia crece de manera importante (58.8%), llegando a
66.7% de pobres por NBI a nivel nacional.
En cuanto a la indigencia el porcentaje en el DF (6.4%) es casi cuatro veces
menor al que se observa a nivel nacional (24.2%) marcándose un fuerte contraste
entre la entidad y el resto del país. Además, este nivel de carencia más que se
duplica en el total urbano (con 14.8% de su población en indigencia), mientras que
con respecto a las zonas metropolitanas existe una distancia de 5.1 puntos
23
porcentuales, lo que coloca al DF como uno de los lugares mejor atendidos en
materia de necesidades básicas. En los otros niveles de pobreza las distancias no
son tan marcadas, aunque el estrato de muy pobres sigue siendo menor en el DF
(12.6%), pero muy similar al que existe en el resto metropolitano (12.8%) y la
pobreza moderada es casi la misma (alrededor de 22%). Este tipo de pobreza se
reduce (18.7%).
Cuadro 1.10 Incidencia de pobreza por NBIa. Nacional, Urbano,b Metropolitano (sin DF),c y DF, 2008
(porcentaje de población)
Estrat Nacional Urbano
Urbano Metropolitano
(Sin D.F.) D.F
1. Indigentes 24.2 14.8 9.5 6.4
2.Muy pobres 17.0 15.5 12.8 12.6
3. Pobres moderados 25.6 28.5 29.3 28.0
Pobres no indigentes (2+3) 42.6 44.0 42.1 40.5
Total de pobres (1+2+3) 66.7 58.8 51.5 47.0
4. SANB d 20.7 25.5 29.5 29.2
5. Clase media 11.6 14.4 17.4 20.6
6. Clase alta 1.0 1.3 1.5 3.3
No pobres (4+5+6) 33.3 41.2 48.5 53.0
Total 100.0 100.0 100.0 100.0 a NBI : Necesidades Básicas Insatisfechas b Localidades de 2,500 o más habitantes c Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF d Este población ha satisfecho las norma en hasta 9.99% de las normas, sin embargo, a diferencia de los otros
componentes no se considera que están en riesgo de pobreza debido a el componente de NBI está formado en su mayoría variables de stock, excepto el de acceso a los servicios de salud y seguridad social (ver anexo metodológico)
Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI.
En cuanto a la población que no padece pobreza en el componente de NBI
tenemos que el estrato de satisfacción de necesidades básicas (SANB) es el más
grande en todos los ámbitos territoriales. En el DF y resto metropolitano
representa cerca de 30%, en el total urbano una cuarta parte y a nivel nacional
una quinta parte. Como sucede con el ingreso, el DF tiene la clase media más
numerosa (20.6%) mientras que a nivel nacional apenas representa 11.6% (ver
cuadro 1.4). Cabe destacar que la clase alta tiene casi el mismo porcentaje en
esta dimensión (3.4%) que la que tenía en la de ingreso (3.3%), aun así el DF es
el ámbito en el que este estrato representa un mayor porcentaje de la población.
24
En lo que respecta a los distintos componentes de NBI tenemos que las
carencias tienen patrones distintos a nivel nacional, urbano, metropolitano y DF. Si
bien el indicador de carencia en el espacio y la calidad de la vivienda es el más
elevado en todos los ámbitos territoriales (46.5% en el DF, 54.6% en lo
metropolitano, 58.7% en lo urbano y 64.6% a nivel nacional, ver gráfica 1.2)13, el
rezago educativo es el segundo con mayor carencia en el país y en los ámbitos
urbano y metropolitano (60.75%, 53.36% y 49.4%, respectivamente), pero en la
ciudad ocupa el tercer lugar en severidad de la pobreza (ver gráfica 1.2) y la
distancia con respecto al nivel nacional es de más de cuarenta puntos
porcentuales, lo que muestra una de las características más sobresalientes de la
población del DF: su alto nivel educativo en comparación con el resto del país.
Gráfica 1.2 Perfil de las carencias por NBI, Nacional, urbano a, metropolitano b y DF, 2008
a Localidades de 2,500 o más habitantes
13 Las intensidades de la pobreza para cada indicador pueden consultarse en los cuadros
A¿ del anexo.
SALUD YSEG SOC
BIENESDURABLES
VIVIENDAAGUA Y
DRENAJEEDUCACION BASURA ENERGIA TELEFONO
Nacional 54.5 22.8 64.6 55.4 60.8 18.3 15.7 24.9
Urbano 46.0 15.7 58.7 46.5 53.4 16.0 5.3 16.4
Metropolitano 38.2 11.6 54.6 36.8 49.4 11.6 1.5 11.4
DF 40.5 8.7 46.1 35.2 38.1 5.0 0.5 9.0
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
25
b Localidades de 100 mil o más habitantes, para fines de comparación no se incluye al DF Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH y metodología del MMIP
El segundo componente con mayor carencia en el DF es el acceso a los
servicios de salud y seguridad social que afecta 40.51% de su población, frente a
54.53% a nivel nacional, pero el porcentaje de la ciudad es mayor que el que
prevalece en el ámbito metropolitano (38.2%). No obstante, como comentábamos
en la presentación del presente trabajo este indicador sobrestima la carencia en la
ciudad debido a que las ENIGH no captan el acceso a los servicios de consultas y
medicamentos gratuitos, mientras que sí capta el acceso al Seguro Popular.
Otro de los indicadores de NBI que también presenta un nivel relativamente
alto de carencia en la ciudad es el de los servicios de agua y drenaje, cuya
pobreza representa 35.2% de la población del DF, porcentaje muy similar al del
ámbito metropolitano (36.8%), pero que aumenta a 46.5% en lo urbano y a 55.4%
a nivel nacional.
La ciudad no presenta grandes carencias en el resto de los componentes
de NBI (bienes durables, basura, energía y teléfono)pero las distancias con el total
urbano y lo nacional son importantes. Por ejemplo, la carencia de acceso a
teléfono (fijo o celular) es de 9.0% en el DF, 11.4% en las zonas metropolitanas y
aumente a 16.4% en el total urbano y a 24.9% en el nacional; en cuanto a la
carencia de bienes durables en el hogar tenemos un patrón similar (8.7%, 11.6%
frente a 15.7% y 22.8%, respectivamente, ver gráfica), además de que en
recolección de basura la carencia es de sólo 5% en el DF y llega a casi 20% a
nivel nacional. El indicador que prácticamente no presenta carencia en el DF y
zonas metropolitanas es el de energía (adecuación de energía eléctrica y
combustible para cocinar), cuya carencia afecta a 15.74% de la población a nivel
nacional.
Nos concentraremos ahora en la descripción por estratos de los
componentes de NBI que presentan mayor carencia. En primer lugar tenemos que
la indigencia en el indicador de vivienda (calidad y espacio) era de 17.17% en
2008 (ver cuadro 1.11), con una intensidad de la carencia de 0.647 (ver cuadro
1.12), es decir, los indigentes no cubren en promedio más de dos tercios de las
26
normas. Los muy pobres representaban 11.28% del total de la población y su I era
de 0.409, finalmente 17.61 era pobre moderado teniendo una I de 0.212. En
conjunto, por esta dimensión la intensidad de la carencia era en promedio 0.422.
Cuadro 1.12 D.F.: INCIDENCIA DE LA POBREZA EN LOS DISTINTOS COMPONENTES DE NBI, a 2008
Estratos/Indicadores SALUD Y SEG SOC
BIENES DURABLES VIVIENDA
AGUA Y DRENAJE EDUCACION BASURA ENERGIA TELEFONO
Indigentes 32.48 1.78 17.17 10.54 3.59 0.92 0.00 9.02 Muy pobres 8.03 1.00 11.28 8.85 6.93 0.05 0.00 0.00 Pobres moderados 0.00 5.89 17.61 15.81 27.54 4.02 0.52 0.00 Pobres no indigentes 8.03 6.89 28.89 24.66 34.47 4.08 0.52 0.00 Total de pobres 40.51 8.67 46.06 35.19 38.06 5.00 0.52 9.02 SANB b 50.84 35.64 21.24 18.02 39.25 17.21 99.48 38.37 Clase media 0.00 12.84 21.72 46.79 22.37 77.80 0.00 0.00 Clase alta 8.65 42.84 10.98 0.00 0.32 0.00 0.00 52.61 No pobres 59.49 91.33 53.94 64.81 61.94 95.00 99.48 90.98 Total 100 100 100 100 100 100 100 100
a NBI : Necesidades Básicas Insatisfechas b Corresponde al estrato de satisfacción de necesidades básicas, definido en el anexo metodológico Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
Como comentábamos el siguiente componente con mayor pobreza es el de
acceso a los servicios de salud y seguridad social. Aquí es claro que la pobreza se
concentra en la indigencia (32.48% del total de la población), además de que la
intensidad de la pobreza para este grupo es muy elevada (0.996), lo que significa
que prácticamente no tienen acceso a ningún servicios relacionado con el
componente. En cuanto al estrato de muy pobres (8.03% de la población) presenta
una I de 0.5, lo que significa que su acceso a estos servicios es parcial. Cabe
resaltar que 50.84% de la población del DF está en el estrato de satisfacción de
las normas.
El siguiente componente con más pobreza es el de la educación, aunque la
mayoría de quienes padecen esta carencia se ubican en el estrato de pobres
moderados (27.54%), seguido por el estrato de muy pobres (6.93%) y en última
instancia se encuentra la indigencia (3.59%). La distribución de los pobres se
refleja también en el hecho de que la I en esta dimensión es de 0.275, es decir,
una carencia menor a un tercio de las normas en promedio para todos los pobres.
Finalmente tenemos la pobreza en agua y drenaje, cuya carencia afecta a
más de un tercio de la población (35.19%), siendo indigente el 10.54%, los muy
27
pobres el 8.85% y finalmente los pobres moderados representan 15.81%, en esta
dimensión la I es más elevada que en educación (0.420). La solución de este
problema requiere tanto inversión por parte del gobierno local y federal, como de
los hogares, ya que por un lado el abasto de agua se ha vuelto más crítico en la
ciudad y la frecuencia de abasto es insuficiente, mientras que por otra parte, los
hogares tienen recursos insuficientes para llevar el agua dentro de sus viviendas
lo cual afecta sobre todo a los indigentes.
Cuadro 1.12 D.F.: INTENSIDAD (I) DE LOS COMPONENTES DE NBI, a 2008
Estratos/Indicadores SALUD Y SEG SOC
BIENES DURABLES VIVIENDA
AGUA Y DRENAJE EDUCACION BASURA ENERGIA TELEFONO
Indigentes 0.996 0.612 0.647 0.754 0.660 0.816 0.700 1.000 Muy pobres 0.500 0.410 0.409 0.411 0.398 0.500
Pobres moderados
0.200 0.212 0.202 0.194 0.300 0.200 Pobres no indigentes 0.500 0.230 0.289 0.277 0.235 0.303 0.200 Total de pobres 0.898 0.309 0.422 0.420 0.275 0.397 0.202 1.000
SANB b 0.000 -0.021 -0.004 0.002 0.000 0.000 0.000 0.000 Clase media
-0.160 -0.246 -0.125 -0.218 -0.230
Clase alta -0.728 -0.956 -0.758
-0.531
-0.500 No pobres -0.106 -0.479 -0.255 -0.090 -0.082 -0.188 0.000 -0.289 Total 0.301 -0.411 0.057 0.090 0.054 -0.159 0.001 -0.173 a NBI : Necesidades Básicas Insatisfechas b Corresponde al estrato de satisfacción de necesidades básicas, definido en el anexo metodológico Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
Los datos presentados aquí confirman los resultados en torno a que el DF
tiende a ser una de las localidades con menor pobreza a nivel nacional. Aun así es
innegable que un porcentaje muy importante es pobre multidimensionalmente
(64.57%) y dentro de esta pobreza la indigencia es un componente importante, ya
que representa 16.57% de la población.
III. Evolución 1996, 2004 y 2008
En cuanto a la evolución de la incidencia de la pobreza encontramos que ésta
claramente se redujo en todos los ámbitos entre 1996 y 2004, pero la baja fue
mayor en lo urbano metropolitano y DF, que a nivel nacional y en lo urbano total
(ver gráfica 1.2). Entre 2004 y 2008 la baja en la pobreza se estancó a nivel
28
nacional, urbano y metropolitano y, aunque en el DF se muestra un aumento,
existen dudas sobre la confiabilidad de los datos sobre ingreso en la entidad
captados por la ENIGH en 2008.
Gráfica 1.2 Evolución de la pobreza según ámbito territorial (Nacional, Urbano, urbano-metropolitano
y DF), 1996, 2004 y 2008
Fuente: cálculos propios con base en las ENIGH, INEGI y metodología del MMIP, Evalúa DF
De acuerdo al Evalúa DF (2009) el ingreso de los hogares en la entidad se
reduce (en 134 pesos por persona al mes) debido sobre todo a una disminución
del ingreso proveniente de la renta de la propiedad, la cual se contrae en 345
pesos por persona al mes. Esta reducción provocó una baja generalizada del
ingreso por persona en el DF durante el periodo 2004-2008. En cambio, este rubro
baja solamente 114 pesos a nivel nacional. En cambio, el ingreso por trabajo
(salarios y ganancias) aumentó casi en la misma magnitud en el DF que en el país
86.281.8 80.1
67.5
79.875.2
70.4
58.4
79.174.4
69.7
64.6
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
100.0
México Urbano Metropolitano DF
1996 2004 2008
29
(234 frente a 238 pesos por persona, respectivamente), sin embargo, en el DF el
incremento por este concepto no compensó la caída provocada por la reducción
en la renta de la propiedad, pero sí lo hizo a nivel nacional. La dificultad de saber
si el ingreso de los hogares efectivamente se redujo en el DF se debe a que la
renta de la propiedad tiene un intervalo de confianza14 muy amplio en ENIGH. De
acuerdo con datos proporcionados por el INEGI, el intervalo de confianza de este
rubro de ingreso es de más/menos 26.1%, mientras que el del proveniente por
salarios es de 3.4% y el de las ganancias de 6.2% (ver Evalúa DF, 11 diciembre
de 2009). Con base en estos datos el Evalúa DF concluye que “la supuesta baja
en los ingresos en el DF es ... no significativa. Podemos concluir que la supuesta
caída del ingreso 2004-2008 en el DF, y por tanto el aumento de la pobreza, están
por demostrarse”.
14 Debido a que la ENIGH se basa en una muestra, los valores son estimados de lo que
sería el valor real en el universo. Los intervalos de confianza se refieren al rango en el que el valor de la variable en el universo puede encontrarse.
30
*
Capítulo 2. Características sociodemográficas y de
ocupación en los hogares en el DF, 2008
I Características sociodemográficas
Dos de las características más sobresalientes de la modernidad en las ciudades
es el tamaño más reducido de los hogares así como el mayor porcentaje de los
que están encabezados por mujeres, en comparación con el resto nacional y rural.
Ambas situaciones imponen retos para alcanzar los niveles de satisfacción para
evitar la pobreza, ya que (como planteábamos en un inicio) el ingreso promedio
requerido para no ser pobre es relativamente mayor en términos per cápita en
hogares pequeños y, por otra parte, los hogares encabezados por mujeres
enfrentan una situación de escasez de recursos tanto de ingreso, porque éstas
tienden a tener menores salarios en promedio, y mayor escasez de tiempo debido
a que se ven obligadas a buscar alternativas laborales aun cuando no dispongan
de otros adultos que ayuden al cuidado de menores.
Tamaño de hogar y pobreza
El tamaño del hogar está íntimamente relacionado con la pobreza, a medida que
se es más pobre mayor tiende a ser el tamaño. El proceso de urbanización
también contribuye a la reducción del tamaño del hogar, de esta forma en 2008 a
nivel nacional era de 3.99 personas, en lo metropolitano de 3.84 y de 3.63 en el
DF. Además, los hogares encabezados por mujeres (femeninos) tienden a tener
un menor tamaño, así en el DF éster era de 3.19, mientras que en los
encabezados por hombres (masculinos) era de 3.83 (ver cuadro 2.1). Esta
diferencia se presenta en todos los estratos del MMIP.
31
En el cuadro se nota la relación entre pobreza y tamaño de hogar, el de los
indigentes era de 4.29 en 2008, mientras que en la clase alta de 2.78 personas por
hogar. Aunque en los hogares encabezados por mujeres se presenta el mayor
tamaño en el estrato de los muy pobres (3.96), la diferencia con los indigentes es
muy pequeña (3.93). En cambio en los hogares encabezados por hombres el
tamaño de hogar baja notablemente entre los indigentes (4.43) y los pobres
moderados (4.14).
Cabe mencionar que el estrato de la población vulnerable tiene un tamaño
muy similar al promedio en ambos tipos de hogar (en los masculinos era de 3.82
frente a 3.83 en el promedio y en los femeninos de 3.05 frente a 3.19). Los
hogares de la clase media tienen un tamaño de hogar de 2.98 y 2.27, en los
masculinos y femeninos, respectivamente. Éste aumenta ligeramente en los
hogares masculinos de clase alta (3), pero se reduce en los femeninos (a 2.15, ver
cuadro 2.1). Como veremos en la siguiente sección, a pesar de que los hogares
encabezados por mujeres son mucho más pequeños que los encabezados por
hombres la pobreza tiene casi el mismo nivel en ambos tipos de hogares.
Cuadro 2.1 Tamaño de hogar por estratos del MMIP y tipo de jefatura, DF, 2008
Estrato del MMIP a Masculina Femenina Total 1. Indigentes 4.43 3.93 4.29 2.Muy pobres 4.14 3.96 4.09 3. Pobres moderados 4.09 3.51 3.91 Pobres no indigentes (2+3) 4.11 3.64 3.97 Total de pobres (1+2+3) 4.19 3.71 4.05 4. Vulnerable b 3.82 3.05 3.57 5. Clase media 2.98 2.27 2.73 6. Clase alta 3.00 2.15 2.78 No pobres (4+5+6) 3.31 2.56 3.06 Total 3.83 3.19 3.63 a MMIP: Método de medición integrada de la pobreza b Se refiere a la población que tiene satisfechos sus requerimientos de ingreso y tiempo, pero muy cerca de la
norma, por lo que se encuentran en riesgo de pobreza (ver anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
Pobreza por sexo y edad del jefe del hogar
32
El porcentaje de personas viviendo en hogares encabezados por mujeres es
considerablemente mayor (27.2%) en el DF que a nivel nacional (21.1%) y el en
las zonas metropolitanas (22.6%).15 En esta entidad de los 2.4 millones de
hogares 31% estaba encabezado por mujeres. Además, la pobreza tiende a ser
ligeramente menor en los hogares encabezados por éstas tanto a nivel nacional
(78.8% frente a los de jefatura masculina 79.2%, respectivamente), como en el DF
éstos (63.8% frente a 64.8%, ver cuadro 2.2).
Como se puede deducir del cuadro, la intensidad de la pobreza es menor
en hogares femeninos, debido a que el porcentaje de población indigente es más
bajo (15.3%) que en los masculinos (17.1%). De igual manera, la pobreza
maderada constituye una proporción ligeramente mayor de la población viviendo
en hogares femeninos, que en los masculinos (33.2% frente a 31.1%,
respectivamente, ver cuadro 2.2).
En lo que se refiere a la población no pobre, el porcentaje de la población
viviendo en hogares vulnerables y de clase media es ligeramente mayor en los
femeninos que en los masculinos (16.8% y 15.3% frente a 15.6% y 16.8%,
respectivamente) no así la población viviendo en hogares de clase alta, cuyo
porcentaje es mayor en los masculinos (6%) que en los femeninos (4.1%, ver
cuadro 2.2).
Cuadro 2.2 Pobreza por estratos del MMIPa y sexo del jefe del hogar, DF, 2008 (% de población)
Estrato del MMIP a Masculina Femenina Total 1. Indigentes 17.1 15.3 16.6 2.Muy pobres 16.7 15.3 16.3 3. Pobres moderados 31.1 33.2 31.7 Pobres no indigentes (2+3) 47.8 48.6 48.0 Total de pobres (1+2+3) 64.8 63.8 64.6 4. Vulnerableb 15.6 16.8 15.9 5. Clase media 13.6 15.3 14.1 6. Clase alta 6.0 4.1 5.5 No pobres (4+5+6) 35.2 36.2 35.4 Total 100.0 100.0 100.0 a MMIP: Método de medición integrada de la pobreza b Se refiere a la población que tiene satisfechos sus requerimientos de ingreso y tiempo, pero muy cerca de la
norma, por lo que se encuentran en riesgo de pobreza (ver anexo metodológico) Fuente: Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008, INEGI
15 Cálculos propios con base en la ENIGH, 2008
33
Entre las variables comúnmente asociadas con la pobreza tenemos la edad
del jefe del hogar, debido a que en los hogares de padres jóvenes se tienen
fuertes demandas de cuidado de menores, lo que se combina con empleos mal
remunerados (por falta de experiencia laboral) y menor disponibilidad de miembros
en edad de trabajar y disponibles para participar en el mercado laboral.
Gráfica 2.1 Población viviendo en hogares, por tipo de jefatura y edad del jefe, DF, 2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Como puede observarse en la gráfica 2.116 menos del 10% de la población
del DF vive en hogares encabezados por personas de 21 a 30 años de edad,
correspondiendo el 7.1% a hogares con jefatura masculina y 1.6% a la femenina.
16 En México no es muy común encontrar hogares con jefes menores a los 20 años de
edad, la ENIGH 2008 reportó que el 0.6% de las personas viven en este tipo de hogares, mientras que en el DF sólo llega al 0.2%, por lo que no abordaremos su problemático debido a que sus datos no son representativos.
7.1
18.0 19.120.6
7.7
1.6
4.3
6.5
9.4
5.4
0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
21 a 30 31 a 40 41 a 50 51 a 67 68 y más
Jefe Masc Jefe Fem
34
Se da un aumento importante en el rango de edad de 31 a 40 años, donde vive
más de una quinta parte de la población de la ciudad.
Aunque el porcentaje que vive en hogares masculinos crece poco en el
rango de 41 a 50 años (pasa de 18.1% a 19.1%), el del que vive en hogares
femeninos pasa de 4.3% a 6.5%, esta tendencia es más notaria en el rango de
edad de 51 a 67 años de edad, en el que la población viviendo en hogares
masculinos llega a 20.6% del total y en los femeninos a 9.4%. La población
viviendo en hogares que tienen como jefes adultos mayores (68 años o más) se
reduce considerablemente, en ambos tipos de hogar, pero sobre todo en los
masculinos (ver gráfica 2.1).
Gráfica 2.2 DF: Porcentaje de población según estrato del MMIP y edad del jefe, 2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
También es muy clara la tendencia que mencionábamos en el sentido de
que a menor edad del jefe del hogar mayor pobreza (ver gráfica 2.2). De igual
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
100.0
21 a 30 31 a 40 41 a 50 51 a 67 68 y más
35.4
22.5 18.39.2 7.7
47.2
48.550.4
46.1 46.7
17.4
29.1 31.2
44.7 45.6
Indigentes Pobres no indigentes No pobres
35
forma, podemos observar que ésta tiende a ser más aguda si consideramos que el
porcentaje de población indigente es 35.4% en hogares con jefes de 21 a 30 años
de edad frente a 7.7% en los que tienen 68 años o más. Así 83.6% de la población
viviendo en el primer grupo de edad del jefe es pobre frente a 54.4% en el
segundo grupo.
La pobreza baja de manera importante en el grupo de edad de 51 a 67
años, posiblemente porque en este grupo el número de miembros disponibles para
trabajo extradoméstico es más elevado. Es notable la diferencia si consideramos
que los no pobres representan sólo 17% de la población viviendo en hogares con
jefe de 21 a 30 años de edad, mientras que es de 44.7% en los de 51 a 67 años
de edad, teniendo casi el mismo porcentaje la población que viven en los de 68
años o más (45.6%, ver gráfica 2.3).
Gráfica 2.3 DF: Pobreza de acuerdo a la edad y sexo del jefe del hogar (% de la población) MMIP, 2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Sin embargo, cuando desagregamos los niveles de pobreza, no sólo de
acuerdo a la edad sino también al sexo del jefe tenemos que los encabezados por
71.2
68.5
53.4
52.4
64.8
70.8
69.9
69.6
59.5
57.3
0.0 10.0 20.0 30.0 40.0 50.0 60.0 70.0 80.0
21 a 30
31 a 40
41 a 50
51 a 67
68 y más
Pob_Fem Pob_Masc
36
mujeres tiende a tener mayor pobreza que los masculinos, excepto en los grupos
de edad extremos (21 a 30 años y 68 y más años de edad, ver gráfica 2.3), siendo
esta situación la que explica porque resultan menos pobre la población que viven
en hogares femeninos cuando se analiza el total. Cabe resaltar que si bien casi no
hay diferencias por tipo de hogar en el estrato de los más jóvenes (21 a 30 años
de edad), sí la hay en la de adultos mayores (68 años o más).
En cambio, la pobreza tiende a ser consistentemente mayor para la
población viviendo en los hogares encabezados por mujeres en el resto de los
estratos de edad, observándose la mayor diferencia en los que la edad de la jefa
del hogar es de 41 a 50 años (69.6%) frente a los de jefe masculino de estas
mismas edades (53.4%, ver gráfica 2.3). También resulta fuerte, pero de menor
grado la diferencia en el porcentaje de pobreza por tipo de jefatura en el grupo de
edad de 61 a 67 años de edad.
La gráfica 2.3 permite observar de igual forma que mientras que en los
hogares con jefatura masculina la pobreza tiende a bajar a medida que la edad del
jefe aumenta (excepto en el último grupo de edad), en los de jefatura femenina el
porcentaje de pobreza casi no cambia en los tres primeros grupos, manteniéndose
alrededor de 70%, baja de manera importante en los grupos de edad de 51 a 67
años de edad y en el de los de 68 años o más (ver gráfica 2.3).
Estructura por edades de la población según estrato del MMIP y tipo
de jefatura
Como comentábamos a inicio de esta sección, la población más pobre tiende a ser
la que tiene una mayor proporción de menores, lo que limita la posibilidad de que
otros miembros, sobre todo las mujeres, puedan trabajar extradomésticamente,
esto a su vez provoca que sean los menores de edad los que sufran mayor
pobreza. El cuadro 2.3 presenta la distribución de la población por edad, según
estrato del MMIP, en éste se puede observar que el 31.8% de los indigentes tiene
de cero a 11 años de edad, representando este grupo de edad la proporción más
37
elevada en comparación con el resto de los estratos de pobreza. En contraste, los
menores de estas edades representan tan sólo el 7.5% de la población de clase
alta. Además este grupo poblacional representa más del doble de la población
total de los pobres (23%) frente a los no pobres (10.7%, ver cuadro 2.3).
Cuadro 2.3 Distribución de la población por grupos de edad y estrato del MMIPa, DF, 2008
(porcentaje en cada estrato)
Estratos MMIPa 0 a 11 12 a 17 18 a 25 26 a 67 68 y más Total
Indigentes 31.8 12.2 13.0 39.6 3.3 100.0 Muy pobres 24.0 12.8 11.6 46.1 5.5 100.0 Pobres moderados 17.9 10.2 16.0 49.5 6.5 100.0 Pobres no indigentes 19.9 11.1 14.5 48.3 6.1 100.0 Total de pobres 23.0 11.4 14.1 46.1 5.4 100.0 Vulnerablesb 13.6 8.7 14.2 55.9 7.6 100.0 Clase media 8.6 7.1 11.4 62.6 10.2 100.0 Clase alta 7.5 6.7 12.2 64.7 8.9 100.0 No pobres 10.7 7.8 12.8 59.9 8.8 100.0 Total 18.6 10.1 13.7 51.0 6.6 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico) Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Aunque el siguiente grupo de edad (12 a 17 años) es también más
numeroso entre los pobres, la diferencia no es tan elevada como con los menores
de 12 años de edad (11.4% del total de pobres frente a 7.8% del de los no
pobres). En el estrato de calase alta los de 12 a 17 años representan 6.7%, siendo
el porcentaje más bajo de este grupo de edad en relación a los estratos del MMIP.
En lo que se refiere al grupo de edad de 18 a 25 años tenemos que no hay
diferencias importantes en la proporción que representan en cada estrato, aunque
están más representados entre los pobres moderados y la población vulnerable
(16% y 14.2%, respectivamente).
Las diferencias entre estratos se presentan de nuevo en el grupo de edad
con mayor participación laboral (26 a 67 años), que representa 38.6% del total de
población indigente frente a 64.7% de la clase alta. Finalmente tenemos a la
población de 68 años o más, cuyo porcentaje en los indigentes es muy bajo
(3.3%), encontrándose el mayor porcentaje de este grupo poblacional viviendo en
la clase media (10.2%).
38
Cuando se divide la población de acuerdo al tipo de jefatura y edad es claro
que los encabezados por mujeres tiene en promedio una menor proporción de la
que tiene cero a once años de edad, representando 15.7% del total frente a 19.7%
en los de jefatura masculina (ver cuadro 2.4). De igual forma, esta población
tiende a ser menos pobre en los hogares femeninos, ya que representan 28.0% de
los indigentes y 17.8% de los no indigentes, mientras que en los masculinos los
porcentajes son 33.1% y 20.8%, respectivamente. En cambio tienen una
proporción más elevada entre los no pobres de jefatura masculina (11.8%) frente a
los de femenina (7.8%).
Cuadro 2.4 Distribución de la población por grupos de edad, tipo de jefatura y estrato del MMIPa, DF, 2008 (porcentaje
en cada estrato y tipo de jefatura)
Estratos del MMIPa 0 a 11 12 a 17 18 a 25 26 a 67 68 y más Total
Masculina
Indigentes 33.1 10.8 12.1 41.3 2.6 100.0
Pobres no indigentes 20.8 11.2 13.8 48.9 5.3 100.0
No pobres 11.8 7.7 12.5 60.4 7.7 100.0
Total 19.7 9.9 13.1 51.6 5.7 100.0
Femenina
Indigentes 28.0 16.3 15.7 34.4 5.6 100.0
Pobres no indigentes 17.8 10.8 16.4 46.8 8.2 100.0
No pobres 7.8 8.1 13.6 58.7 11.8 100.0
Total 15.7 10.6 15.3 49.2 9.1 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En lo que respecta a la población de 12 a 17 años y de 18 a 25 años,
tienden a representar una proporción mayor de la población viviendo en los
hogares femeninos (10.6% y 15.3%, respectivamente) frente a los masculinos
(9.9% y 13.1%, respectivamente). En este caso, la pobreza tiende a ser mayor en
los femeninos que en los masculinos, lo que podría mostrar mayor dificultad de los
hogares encabezados por mujeres para proveer de lo necesario a la población con
adolescentes y jóvenes en edades universitarias.
Cabe resaltar que aunque se considera que los hogares con jefatura
femenina tienen menos miembros disponibles para el trabajo, si consideramos que
39
éstos se concentran entre los de 18 a 67 años de edad (divididos en dos grupos
en el cuadro) es claro que no hay diferencias importantes en términos de su
proporción en el total de la población. Sin embargo, si la hay entre los indigentes,
donde hay una mayor escasez de recursos humanos para el trabajo
extradoméstico en los hogares femeninos en comparación con los masculinos.
De igual forma, podemos ver que la población en edad de 26 a 67 años de
edad tiende a ser menos pobres en los hogares encabezados por mujeres, ya que
los indigentes de estas edades representan el 34.4% del total en este tipo de
hogares frente a 41.3% en los de jefatura masculina. En el estrato de pobres no
indigentes también es menor la proporción en los de jefatura femenina.
Otra de las características de los hogares encabezados por mujeres es su
mayor proporción de población de 68 años o más (9.1% frente a 5.7%), además
de que la presencia de este grupo poblacional es más elevada entre los estratos
de no pobres que en los de pobreza, ya que el 11.8% de la población total de
estas edades es no pobre, en comparación con 7.7% en los hogares con jefatura
masculina (ver cuadro).
De esta forma, se confirma que la pobreza es mayor en los hogares con
jefatura masculina cuando se es menor a 12 años, situación que se invierte entre
los jóvenes en edad preparatoria y universitaria, para volver a ser menor entre los
que tienen 26 años de edad o más, con lo que podemos ver que la pobreza tiende
a tener ciclos distintos dependiendo del sexo del jefe del hogar.
Pobreza y clase de hogar
Encontramos diferencias en los niveles de pobreza de acuerdo a la clase de hogar
que se trate: nuclear, ampliado y unipersonal. Como se observa en la gráfica 2.4 el
porcentaje de población viviendo en hogares nucleares es menor en el DF (59.2%)
que a nivel nacional (62.9%), la diferencia se invierte en el porcentaje de los que
viven en hogares ampliados y unipersonales (38.6% y 34% y 3.2% y 2.2%,
respectivamente, ver gráfica).
40
Hemos reportado con antelación (Damián 2009) la peculiaridad de que en el
DF es mayor el porcentaje de población en hogares ampliados que a nivel
nacional y metropolitano, aun cuando la formación de hogares nucleares está
asociada con la urbanización, sugerido como posible explicación de este
fenómeno el elevado costo del suelo y la vivienda en la ciudad que inhibe la
formación de hogares nuevos con vivienda propia. De igual forma, aunque en los
países desarrollados existe un porcentaje importante de población viviendo en
hogares unipersonales y co-residentes, en México su proporción es muy baja,
tanto a nivel nacional (2.2% y 0.9%, respectivamente) como en el DF (3.2% y
0.8%, ver gráfica 2.4).17
Gráfica 2.4
Porcentaje de población de acuerdo a la clase de hogar, DF y Nacional, 2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
17 Cabe aclarar que nos estamos refiriendo al total de población según clase de hogar. No
obstante, cuando se calculan las proporciones de acuerdo al porcentaje de hogares, el que representan los unipersonales a nivel nacional aumenta a 8.8% y en el DF a 11.6%, lo que muestra que en términos de hogares estos ya son de importancia significativa.
59.4
36.6
3.20.8
62.9
34
2.2 0.9
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
Nuclear Ampliado Unipersonal Otros
DF Nacional
41
Ahora bien, como muestra la gráfica 2.5, en el DF en los hogares
encabezados por hombres predomina la población viviendo en los nucleares
(66.3%), en segundo lugar en los ampliados (31%) y sólo 2.1% en los
unipersonales. Cuando son indigentes, el porcentaje de los nucleares es muy
elevado (75.6%) y su proporción disminuye en los estratos de pobres no
indigentes (61.7%) y no pobres (68.1%).
Gráfica 2.5 Población según estrato de pobreza y tipo de jefatura, MMIP, DF, 2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En lo que respecta a los encabezados por mujeres, se observa que tiende a
haber una mayor proporción de población viviendo en los ampliados (51.7%) que
en nucleares (40.9%), aunque cuando son indigentes la diferencia no es tan
marcada (49.9% y 46.1%, respectivamente), en cambio sí lo es en el estrato de los
pobres no indigentes, ya que el porcentaje de población que vive en los ampliados
75.6
46.1
61.7
36.1
68.1
45.1
66.3
40.9
23.6
49.9
36.2
60.2
27.6
41.2
31.0
51.7
0.84.0
2.13.7 4.3
13.8
2.1
6.1
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
Ind_M Ind_F Pob NoInd_M
Pob NoInd_F
Nopobres_M
Nopobres_F
Total_M Total_F
Nuclear Ampliado Unipersonal
42
es 60.2% y en los nucleares 36.1% (ver gráfica 2.5). De la población que vive en
hogares encabezados por mujeres y que no es pobre, la mayoría vive en
nucleares (45.1%), aunque también es importante la proporción que viven en
ampliados (41.2%).
Vale la pena destacar que la mayor proporción de personas viviendo en
hogares unipersonales se ubica en el estrato de los no pobres, tanto en los
encabezados por hombres y por mujeres, sin embargo, en este último tipo de
hogar el porcentaje es muy elevado (13.8%) en comparación con los masculinos y
el resto de estratos del MMIP (ver gráfica 2.5).
Tasa de dependencia por estratos del MMIP y tipo de jefatura
En el DF no se observa una diferencias importantes en el número de ocupados
por hogares en el total de masculinos y femeninos (1.7 y 1.6, respectivamente, ver
cuadro 2.5), pero si la hay por estratos. Así en el estrato de indigentes y de pobres
moderados el indicador es más elevado en los masculinos, no así en el de los muy
pobres, donde el número de ocupados por hogar es ligeramente mayor en los
femeninos (ver cuadro).
Cuadro 2.5 Tasa de dependencia por estrato del MMIPa y tipo de jefatura, DF, 2008
Ocupados por hogar Tasa de dependenciab
Estratos MMIPa Masc Fem Total Masc Fem Total
Indigentes 1.5 1.3 1.5 2.9 2.9 2.9 Muy pobres 1.7 1.8 1.7 2.5 2.2 2.4 Pobres moderados 1.9 1.6 1.8 2.2 2.2 2.2 Pobres no indigentes 1.8 1.7 1.8 2.3 2.2 2.3 Total de pobres 1.7 1.6 1.7 2.4 2.3 2.4 Vulnerablesc 1.9 1.5 1.7 2.0 2.1 2.0 Clase media 1.5 1.2 1.4 2.0 1.9 1.9 Clase alta 1.5 1.3 1.4 2.0 1.7 2.0 No pobres 1.7 1.3 1.5 2.0 1.9 2.0 Total 1.7 1.5 1.6 2.3 2.2 2.2 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Número de ocupados / personas en el hogar c: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de
la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico) Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
43
En los estratos que pertenecen a los no pobres, el número de ocupados por
hogar en los masculinos es consistentemente mayor que en los femeninos.
Resalta que en el estrato de los vulnerables la diferencia es mayor (1.9 frente a
1.5).
Cabe mencionar que el número de ocupados por hogar de los indigentes y
la clase alta es el mismo en ambos tipos de hogar (1.5 en los masculinos en
ambos estratos y 1.3 en los femeninos), pero más que el número de ocupados, la
pobreza se asocia con la tasa de dependencia en el hogar (TDH, número de
personas por ocupado). De esta forma, los indigentes tienen una TDH de 2.9 y
disminuye llegando a 2.2 en los pobres moderados.
En los estratos de la no pobreza, la TDH es menor (2.0) y no difiere de
manera importante por tipo de jefatura (2 y 1.9 en los masculinos y femeninos,
respectivamente). Las tendencias en el promedio del DF están fuertemente
marcadas por los hogares con jefatura masculina ya que predominan en el total.
En todos los estratos del MMIP de los no pobres con jefatura masculina la TDH es
de 2 personas por ocupado, pero en los de femenina sí se observa una
disminución gradual, pasa de 2.1 en los vulnerables a 1.7 en la clase alta, siendo
ésta la tasa más baja observada en todos los hogares del DF.
II Características de la ocupación de los jefes de hogar
En términos de la condición de actividad de los jefes del hogar tenemos que
76.7% era activo en 2008 (74% estaba ocupado, 2.5% desempleado) y 23.3%
inactivo (ver cuadro 2.6). Por otra parte, existen diferencias marcadas entre la
condición de actividad según el sexo del jefe, ya que 85.3% de los jefes varones
estaba activo (82.3% ocupado y 3% desempleado) y sólo 14.7% era inactivo, por
otro lado, la participación económica de las jefas de hogar era de 57.6% (56.2%
ocupadas y 1.4% desempleadas) y 42.4% era inactiva. Estos datos confirman que
44
en los hogares encabezados por mujeres, éstas son reconocidas como jefas de
hogar aun cuando no aporten ingresos.
Cuadro 2.6 Condición de actividad del jefe del hogar por sexo y estrato del MMIPa, DF, 2008 (porcentajes horizontales)
Sexo jefe/ Activos Total
Estrato del MMIPa Ocupado Desocupado Total (A) Inactivo (B) A + B
Masculino Indigentes 86.6 6.7 93.3 6.7 100.0 Pobres no indigentes 83.7 1.9 85.6 14.4 100.0 Total de pobres 84.4 3.1 87.5 12.5 100.0 No pobres 79.2 2.8 82.0 17.9 100.0 Total 82.3 3.0 85.3 14.7 100.0
Femenino Indigentes 57.2 3.5 60.7 39.3 100.0 Pobres no indigentes 56.8 2.3 59.1 40.9 100.0 Total de pobres 56.9 2.5 59.4 40.5 100.0 No pobres 55.4 0.0 55.4 44.6 100.0 Total 56.2 1.4 57.6 42.4 100.0
Total Indigentes 78.6 5.8 84.4 15.6 100.0 Pobres no indigentes 75.6 2.0 77.6 22.3 100.0 Total de pobres 76.3 2.9 79.2 20.7 100.0 No pobres 71.3 1.9 73.2 26.8 100.0 Total 74.2 2.5 76.7 23.3 100.0
a: Método de Medición Integrada de la pobreza Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En cuanto a la relación entre condición de actividad y pobreza tenemos que
los indigentes presentan las tasas de participación más elevadas (84.4%, ver
columna denotada con la letra A), mientras que baja en los pobres no indigentes
(77.6%) y se ubica en 73.2% entre los no pobres. La tasas de ocupación es más
elevada en los indigentes (78.6%) siendo la más baja en los no pobres (71.3%), el
desempleo tiene un comportamiento similar (5.8% en los indigentes frente a 1.9%
entre los no pobres).
En contrapartida, la tasa de inactividad es más de diez puntos porcentuales
mayor entre los no pobres que entre los indigentes (26.8% frente a 15.6%,
respectivamente, ver cuadro 2.6). De esta forma, podemos suponer que la
indigencia lleva a los jefes de hogar a participar en mayor proporción en el
mercado laboral, mientras que la condición de inactividad de los jefes es posible
sobre todo cuando no hay pobreza. Esta situación se ve reforzada debido a que
45
como comentábamos los hogares jóvenes tiende a padecer mayor pobreza y
participan más en la actividad económica. Por lo anterior observamos, por otra
parte, que la indigencia es mucho menor entre la población con jefes inactivos
varones, que en los ocupados (7.8% frente a 17.9%). Cabe aclarar que aunque se
presentan datos sobre la pobreza en hogares con jefe desocupado tanto femenino
como masculino, estos no son confiables debido a que concentran una proporción
muy baja del total de población del DF (2.6%).
Cuadro 2.7 Población por estrato del MMIPa y condición de actividad del jefe, DF, 2008 (porcentaje)
Sexo del jefe/ Masculino Femenino Total
Estratos MMIPa Ocup Desem Inact Ocup Desem Inact Ocup Desem Inact
Indigentes 17.9 34.6 7.8 15.7 26.8 14.3 17.5 33.3 11.3 Pobres no indigentes 48.7 25.8 47.5 48.4 73.2 47.9 48.6 33.8 47.7 Total de pobres 66.6 60.3 55.3 64.1 100.0 62.1 66.1 67.0 59.0 No pobres 33.4 39.7 44.7 35.9 0.0 37.9 33.9 33.0 41.0 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Por otra parte, en los hogares con jefatura femenina no parece existir
relación alguna entre condición de actividad y pobreza, ya que los porcentajes de
pobreza en los hogares según la condición de actividad de las jefas de hogar es
similares ya sea que sean ocupadas o inactivas. No obstante es conveniente
resaltar que cuando la jefa del hogar es ocupada la pobreza es ligeramente menor
en comparación con los hogares con jefatura masculina y donde éste es ocupado
(64.1% frente a 66.6%, respectivamente), lo mismo sucede con la indigencia. En
cambio cuando las jefas de hogar son inactivas presentan mucha mayor pobreza
que en los hogares que tiene jefe varón inactivo (62.1% frente a 55.3%).
En lo que respecta a la posición en la ocupación podemos observar que la
proporción en la que las mujeres jefas de hogar trabajan de manera subordinada
es más elevada que la de los hombres (77.1% frente a 66.9%), en contrapartida
éstos trabajan en mayor proporción como trabajadores independientes (22.9%
frente a 17.7%) o como patrones (9.9 frente a 4.5%, ver), siendo insignificante el
porcentaje de los que trabajan sin pago (ver cuadro 2.8). Estos datos contradicen
46
la idea de que las mujeres trabajan en mayor proporción por cuenta propia
(independientes).
2.8 DF: Posición en el trabajo por sexo de los jefes ocupados, 2008
Posición en la ocupación Sexo del jefe Subordinado Independiente Patrón Sin pago
Masculino 66.9 22.9 9.9 0.3 Femenino 77.1 17.7 4.5 0.7 Total 69.3 21.7 8.7 0.4 Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En lo cuanto a la pobreza según posición en la ocupación del jefe, tenemos
que ésta es similar en los hogares cuyo jefe es subordinado o trabaja de manera
independiente (65.3% y 67.3%, respectivamente, ver cuadro 2.9), mientras que en
los hogares con jefes cuya posición es patrón es más baja (59.7%), aunque es
claro que ser patrón no garantiza no vivir en la pobreza. Cabe señalar que la
indigencia es la misma en los hogares con jefes que trabajan de manera
independiente o como patrones (21.1%), pero es menor cuando el jefe es
subordinado (16.0%). En contrapartida, los hogares con jefes independientes o
patrones tienen una mayor proporción de población clasificada como clase alta
(8.0% y 13.6%) frente a los trabajadores subordinados (4.8%).
Cuadro 2.9 DF: pobreza en el hogar según posición en la ocupación del jefe, MMIPa, 2008
Estratos del MMIPa Subordinado Independiente Patrón
Indigentes 16.0 21.1 21.1 Muy pobres 16.3 19.7 16.7 Pobres moderados 32.9 26.5 21.9 Pobres no indigentes 49.2 46.2 38.6 Total de pobres 65.3 67.3 59.7 Vulnerablesb 15.7 14.2 14.5 Clase media 14.2 10.5 12.2 Clase alta 4.8 8.0 13.6 No pobres 34.7 32.7 40.3 Total 100.0 100.0 100.0
a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico) Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
47
Pobreza por grupos de edad
Una de las consecuencias de que la pobreza se relacione con la edad del jefe del
hogar es que ésta varía de acuerdo a la edad de los miembros del hogar. Como se
ha reportado con anterioridad (Damián, 2009), en el DF al igual que a nivel
nacional e internacional la pobreza es más elevada en los niños que en el resto de
la población. Así mientras que la pobreza en el grupo de edad de cero a dos y de
tres a once años de edad es de alrededor de 80%, en la población de 68 años o
más es de 52.7% (ver cuadro 2.10).
Cuadro 2.10 Pobreza por grupos de edad, MMIP a, DF, 2008
Estratos del MMIP a 0 a 2 3 a 11 12 a 17 18 a 25 26 a 40 41 a 67 68 o más
Indigentes 26.7 28.7 20.0 15.8 15.7 10.3 8.3 Muy pobres 19.8 21.4 20.8 13.9 17.1 12.7 13.5 Pobres moderados 33.9 29.4 31.9 37.2 29.2 32.1 30.9 Pobres no indigentes 53.7 50.8 52.7 51.0 46.4 44.7 44.4 Total de pobres 80.5 79.5 72.7 66.8 62.1 55.0 52.7 Vulnerablesb 10.6 11.9 13.8 16.6 17.0 17.9 18.2 Clase media 7.6 6.2 9.9 11.7 15.6 18.7 21.7 Clase alta 1.3 2.4 3.6 4.9 5.3 8.4 7.4 No pobres 19.5 20.5 27.3 33.2 37.9 45.0 47.3 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma,
por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
La pobreza baja de manera importante, pero insuficientemente, a partir del
grupo de edad de 12 a 17 años, como sucede también con la indigencia. Cabe
resaltar que este estrato es el segundo en importancia en los estratos de pobreza
para los grupos de población de menor edad y se convierte en el tercero en
importancia a partir del grupo de 26 a 40 años de edad. La pobreza moderada es
el estrato del MMIP que predomina en todos los grupos de edad.
En los grupos de 18 a 25 y de 26 a 40 años de edad no se observan
diferencias importantes, en ambos la indigencia llega a casi 16%, aunque la
pobreza total es mayor en el primer grupo (66.8% frente a 62.1%). Tampoco hay
diferencias importantes entre el grupo de 41 a 67 años con respecto al de 68 años
48
o más, excepto que en este último la indigencia es menor (10.3% frente a 8.3%,
respectivamente).
En los que respecta a los estratos de los no pobres podemos ver también
que mientras que tan solo el 1.3% de los que tienen de cero a dos años de edad
pertenece a la clase alta, el porcentaje mayor se presenta entre los que tienen 41
a 67 años de edad, por lo que podemos decir que literalmente es un lujo para los
bebés de nuestra sociedad pertenecer a esta clase. El estrato de los vulnerables
alcanza su mayor porcentaje entre la población de 68 años o más, como también
sucede con la clase media.
Condición de actividad de la población de 12 o más años de
edad, por tipo de jefatura y estrato de pobreza
En la sección anterior analizamos la relación entre la condición de actividad de los
jefes del hogar y la pobreza y en este apartado examinaremos la relación que
existe entre ésta y la condición de actividad de la población de toda la 12 o más
años de edad. Como se observa en el cuadro 2.11 la tasa de participación global
en el DF es de 58.3%, siendo éstas muy similares en hogares con jefatura
masculina y femenina (58.1%b y 58.9%, respectivamente). Además, las tasas son
más baja en el total de población de 12 años o más que las observadas entre los
jefes y jefas de hogar.
Por otra parte, a diferencia de lo que sucede con los jefes de hogar, es
decir, que su tasa de participación es más elevada mientras más pobreza
padecen, en la población en edad de trabajar la relación aparece de manera
inversa. Así mientras que en el estrato de los pobres la tasa de participación es de
57.6%, en los no pobres es 59.5%, pero ello se debe la tasa de participación en
los hogares con jefe masculino, ya que en los femeninos ésta es muy similar entre
pobres y no pobres. De igual forma, queda claro que la menor participación se da
en el estrato de los indigentes, en este tipo de hogares, no así en el de los
masculinos cuyo estrato con menor participación es el de los no pobres (54.7%).
49
Cuadro 2.11 DF: tasas de participación de la población de 12 o más años de edad, por tipo de jefatura y total,
estrato del MMIP, 2008
Población viviendo en hogares con Jefatura
Estratos del MMIP a Masculina Femenina Total
Indigentes 55.7 53.3 55.0 Muy pobres 54.7 62.0 56.6 Pobres moderados 58.8 60.0 59.1 Pobres no indigentes 57.4 60.6 58.3 Total de pobres 57.0 59.0 57.6 Vulnerablesb 60.9 58.4 60.1 Clase media 59.9 57.7 59.2 Clase alta 56.9 63.0 58.2 No pobres 59.8 58.7 59.5 Total 58.1 58.9 58.3 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la
norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Cuadro 2.12 DF: tasas de participación de la población de 12 o más años de edad por estrato del MMIP, 2008
Estratos del MMIP a Hombres Mujeres
Indigentes 76.4 37.0 Muy pobres 71.9 43.8 Pobres moderados 75.0 45.4 Pobres no indigentes 74.0 44.9 Total de pobres 74.5 43.1 Vulnerablesb 74.6 47.4 Clase media 71.7 48.9 Clase alta 69.4 47.9 No pobres 72.6 48.1 Total 73.8 45.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la
norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En lo que respecta a la tasa de participación por sexo, el cuadro 2.12
muestra que es más elevada para los hombres (73.8%) que para las mujeres
(45.0%), además para los primeros la tasa es mayor cuando hay pobreza (74.5%
frente a 72.6%) en cambio para las segundas la relación es inversa (43.1% frente
a 48.1%). Por otra parte, entre los hombres la tasa de participación más alta se
presenta en el estrato de la indigencia (76.4%) y en las mujeres en el de la clase
50
media (48.9%), las más bajas se dan en sentido contrario. En las mujeres es en la
indigencia (37%) y en los hombres en la clase alta (69.4%).
La tasa de participación varía también de acuerdo a la edad. La gráfica 2.6
muestra que las curvas de participación de hombres y mujeres se mueven de
manera paralela, siendo más baja la femenina en todos los grupos de edad. La
menor tasa de participación en los hombres se observa en el grupo de 12 a 20
años de edad, aunque es muy parecida a la que conservan teniendo 68 años o
más de edad. En las mujeres la menor tasa es entre las que tienen 68 o más años
de edad, pero es también parecida a la de las de 12 a 20 años.
Grupo 2.6 Tasa de participación total, por sexo y grupo de edad, DF, 2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
La tasa más elevada para los hombres se da en el grupo de edad de 31 a
40 años y aunque baja ligeramente en el de 41 a 50 años, se ubican casi en el
mismo nivel (96.6% y 95.7%. respectivamente, ver gráfica 2.6). En estos grupos
de edad también se observan las mayores tasas de participación de las mujeres
29.4
86.2
96.6 95.7
80.1
32.7
15.8
56.3
63.5 64
41.8
11.9
22.4
70.6
79 77.9
59.5
19.9
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
12 a 20 21 a 30 31 a 40 41 a 50 51 a 67 68 y más
Hombres Mujeres Total
51
(63.5% y 64%, respectivamente), pero nunca llegan a ser tan altas como la de los
varones.
Por otra parte, como se observa en el cuadro 2.13 el desempleo en 2008
afectaba a 3.3% de la población de 12 o más años de edad del DF. La tasa más
alta la padece la población de 21 a 30 años de edad (5.6%), mientras que la más
baja la tiene la de 68 años más, siendo este grupo poblacional el que tiene menor
tasa de participación.
Cuadro 2.13 DF: población de 12 años o más según condición de actividad, 2008
Activos
Grupos de edad Trabaja Busco trabajo Inactivos
12 a 20 19.3 3.1 77.6
21 a 30 64.9 5.7 29.3
31 a 40 75.9 3.1 21.0
41 a 50 75.0 2.9 22.0
51 a 67 57.3 2.2 40.5
68 y más 19.1 0.8 80.1
Total 55.0 3.3 41.7
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Los de 12 a 20 años y de 31 hasta 50 años de edad tienen tasas similares
(3.1% y 2.9%), sin embargo, estas tasas tienden a estar subestimadas porque la
ENIGH no capta a la población dispuesta a trabajar pero que ha dejado de buscar
trabajo por considerar que no lo encontraría, como sucede con la Encuesta
Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
**Revisar con H g9
Además de los cambios en la tasa de participación por edad tenemos
también variaciones en los niveles de pobreza según condición de actividad.
Como mencionábamos los más jóvenes son los que padecen mayor pobreza, y es
aún más grave cuando participan en el mercado laboral (ver cuadro 2.14). Así, la
pobreza de los de 12 a 20 años de edad es de 81.7% cuando están ocupados
(siendo la más alta en todos los grupos de edad), baja a 75.1% cuando buscan
trabajo y a 69% cuando son inactivos. En el siguiente grupo de edad cuando están
ocupados la pobreza casi 20 puntos porcentuales en comparación con los que
52
tienen esta condición, pero tienen 12 a 20 años de edad. La pobreza no se reduce
en igual medida entre los que buscan trabajo o son inactivos, pero el porcentaje de
pobres es claramente menor.
Cuadro 2.14 Pobreza según condición de actividad, por grupo de edad, DF, MMIP 2008
Grupos de edad Trabaja Buscó trabajo Inactivos Total
12 a 20 81.7 75.1 69.0 71.7
21 a 30 62.7 59.6 66.9 63.7
31 a 40 58.6 56.0 74.9 61.9
41 a 50 59.0 75.9 63.2 60.4
51 a 67 52.1 60.0 46.4 49.9
68 y más 61.5 56.5 50.6 52.7
Total 60.1 62.2 64.0 61.1
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Cuadro 2.15 Pobreza según condición de actividad, por grupo de edad, DF, MMIP 2008y sexo
Población masculina Población femenina
Grupos
Buscó
Buscó
De edad Trabaja trabajo Inactivo Total Trabaja trabajo Inactivo Total
12 a 20 82.3 78.6 66.6 71.0 80.7 66.2 71.0 72.3
21 a 30 66.0 59.7 44.1 62.6 57.9 59.5 73.5 64.8
31 a 40 59.3 50.4 68.9 59.3 57.7 64.2 75.4 64.3
41 a 50 61.4 76.8 62.7 62.1 56.3 73.8 63.2 59.1
51 a 67 52.3 60.3 47.5 51.7 51.7 57.3 46.1 48.4
68 y más 50.8 47.8 52.7 52.1 79.0 100.0 49.6 53.1
Total 61.4 59.2 64.3 61.0 58.3 63.4 63.6 61.2
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Como se observa en el cuadro, el grupo de edad con menor pobreza
corresponde al de 51 a 67 años de edad (49.9%), siendo los inactivos los que
padecen en menor grado este flagelo (46.4%). En este grupo de edad la pobreza
es más alta entre los buscadores de empleo (60%) que entre los ocupados
(52.1%). En el resto de los grupos de edad, la pobreza no varía de manera
importante entre los que trabajan (ya que fluctúa de 58.6% en el grupo de edad de
31 a 40 años a 62.7% en el de los de 21 a 30), pero sí entre los buscadores de
53
empleo18 y los que inactivos (cuyo porcentaje fluctúa de 50.6% entre la población
de 68 años o más a 74.9% en el de los de 31 a 40, ver cuadro 2.14).
En cuanto a la pobreza según condición de actividad, sexo y edad (cuadro
2.15) tenemos que ésta tiende a ser más elevada en los hombres que en las
mujeres que trabajan (excepto en el grupo de edad de 68 años o más), mientras
que sucede lo contrario cuando no participan en el mercado laboral en los grupos
de edad que van desde los 12 y hasta 40 años de edad, es casi la misma en el de
41 a 50 años de edad y ligeramente menor a partir del de 51 años o más de edad.
Pasando ahora a la posición en el trabajo de los ocupados tenemos que en
su gran mayoría trabaja de manera subordinada (73% de los hombres y 78.5% de
las mujeres, ver gráfica 2.6), siguiendo en importancia los son independientes
(18.1% y 15.9%, de los ocupados hombres y mujeres, respectivamente), un
porcentaje menor contrata personal (7.4% de los hombres y 4.3% de las mujeres)
y sólo una pequeña proporción es trabajador sin pago (1.5% y 3.2% de los
ocupados y ocupadas, respectivamente.
Gráfica 2.6
DF: Posición de los ocupados de 12 años o más por sexo, 2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
18 Aunque es un grupo muy reducido ya que representaba, según la ENIGH 3.3% de la
población de 12 años o más.
73
18.1
7.4
1.5
76.5
15.9
4.3 3.2
74.4
17.2
6.12.2
0
10
20
30
40
50
60
70
80
subordinado independiente con personal sin pago
Hombres Mujeres Total
54
Por otra parte, tenemos que de los ocupados los que mayor pobreza
padecen son los que trabajan de manera independiente (ver gráfica 7),19 16.7%
son indigentes y 47.9% son pobres no indigentes, sólo 36.4% pertenece a los no
pobres. En segundo lugar tenemos a los trabajadores subordinados, en los que el
porcentaje de indigentes se reduce (a 11.9%) y aumenta el porcentaje de los no
pobres (41.1%). Finalmente tenemos que si bien los trabajadores que contratan
personal sol los de menor pobreza, la indigencia es mayor que siendo subordinado
(15.8%, casi la misma que en los trabajadores independientes), se reduce la
pobreza no indigente (a 41%) y aumenta los no pobres (43.1%, ver gráfica).
Gráfica 7 DF: Ocupados según condición de pobreza y sexo
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
19 En la gráfica no se incluye a los trabajadores sin pago ya que su porcentaje es muy bajo
en el total.
Ind_MPob noind_M
Nopobres_
MInd_F
Pobno_ind_
F
Nopobres_
FInd_T
Pobno_ind_
T
Nopobres_
T
Subordinado 12.8 48.4 38.7 10.7 45.0 44.3 11.9 47.0 41.1
Independiente 15.4 44.4 40.2 16.2 53.4 30.4 15.7 47.9 36.4
Con personal 13.6 37.7 48.7 21.3 49.2 29.6 15.8 41.0 43.1
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
55
En cuanto a la pobreza según posición en el trabajo y sexo es claro que las
mujeres cuando tienen un empleo subordinado tienden a padecer menos pobreza,
tanto indigente (10.7% frente a 12.8% de los subordinados varones) como de la no
indigente (45% frente a 48.4%), en contraste la no pobreza representa 44.3%
frente a 38.7% de los ocupados subordinados (ver gráfica 7).
Las mujeres se encuentran en una clara desventaja frente a los hombres
cuando son trabajadoras independientes o contratan personal, ya que las que
tienen estas posiciones en el empleo y son no pobres alcanzan solamente 30.4%
y 29.6%, respectivamente, mientras que los porcentajes para los hombres son de
40.2% y 48.7% (ver gráfica). Además, la intensidad de su pobreza es mayor, ya
que tienen una proporción más elevada de indigentes en esas dos posiciones
frente a los hombres.
Por otra parte, tenemos que un indicador de la informalidad es si los
ocupados cuentan con contrato. Como se aprecia en el cuadro 2.16, de los 3.2
millones de ocupados y que son subordinados en el DF 42% no cuentan con
contrato. Además son las mujeres las que mayor cobertura tienen en comparación
con los hombres (61.6% frente a 54.9%, respectivamente), lo que pone en duda la
idea de que son las que padecen la mayor informalidad.
Cuadro 2.16 DF: Ocupados de acuerdo a si cuentan con contrato escrito, por sexo y por estrato del
MMIPa, 2008
SI NO No sabe Total
Sexo Hombres 54.9 44.9 0.2 100.0 Mujeres 61.6 38.1 0.3 100.0 Total 57.7 42.0 0.3 100.0
Estratos del MMIPa
Indigentes 4.7 22.0 0.0 11.9 Pobres no indigentes 38.6 57.4 58.7 46.5
Total de pobres 43.3 79.3 58.7 58.5 No pobres 56.7 20.7 41.3 41.5 Total 100.0 100.0 100.0 100.0
a: Método de Medición Integrada de la pobreza
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
56
Su mejor posición frente a los hombres en torno a contar con contrato se
debe, en parte, a que están altamente representadas en actividades que
generalmente cuentan con contrato y prestaciones, como son la educación y la
salud, como veremos más adelante.
De igual forma es muy clara la relación entre pobreza y contar con contrato
ya que como se observa en el mismo cuadro, 79.3% de los que no cuentan con
éste son pobres frente a 43.3% de los que sí lo tienen. Además, la indigencia es
muy baja (4.7%) cuando se tiene contrato por escrito en comparación con los que
no lo tienen (22%).
Es importante mencionar que una cuarta parte de los ocupados con
contrato declararon que éste era temporal o por obra determinada, el resto tenía
base, planta o trabajaba por tiempo indeterminado. Como se observa en el cuadro
2.17 esto también afecta el nivel de pobreza, ya que es más alta entre el primer
grupo de trabajadores (50.2%) en comparación con el segundo (41%).
Cuadro 2.17 Ocupados subordinados por tipo de contrato y pobreza, DF, 2008
Tipo de contrato/ temporal o por de base, planta o
Estratos del MMIP a obra determinada? por tiempo indeterminado? No sabe
Indigentes 6.5 4.1 1.1 Pobres no indigentes 43.7 37.0 26.0 Total de pobres 50.2 41.0 27.1 No pobres 49.8 59.0 72.9 Total 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Además de contar con un contrato, otra de las variables que tienen un
comportamiento distinto por sexo y condición de pobreza es el número de horas
trabajadas (cuadro 2.18). Los pobres tienden a trabajar un mayor número de horas
a la semana (45.4 en promedio) en comparación con los no pobres (43.5), pero
esta situación se presenta sobre todo entre los hombres, cuyo número de horas
trabajadas a la semana es 51.4 cuando son indigentes frente a 44.5 cuando
pertenecen a la clase alta.
Si bien algo similar sucede con las mujeres, es decir que las indigentes
trabajan más (39.2 horas a la semana) que las de clase alta (37.6), son las
57
clasificadas como vulnerables o de clase media las que tienden a trabajar más
horas a la semana (40.8 y 40.5, respectivamente, ver cuadro 2.18), además de
que la diferencia en el número de horas trabajadas según estrato del MMIP no es
tan amplia como en el caso de los hombres.
Cuadro 2.18 DF: Horas trabajadas por sexo y estrato del MMIP, 2008
Estratos del MMIP a Hombres Mujeres Total
Indigentes 51.4 39.2 46.7 Muy pobres 50.2 37.8 45.0 Pobres moderados 48.5 39.9 45.0 Pobres no indigentes 49.1 39.2 45.0 Total de pobres 49.6 39.2 45.4 Vulnerablesb 46.7 40.8 44.2 Clase media 45.8 40.5 43.4 Clase alta 44.5 37.6 41.7 No pobres 46.0 40.2 43.5 Total 48.2 39.6 44.6 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por
lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En lo que respecta a la actividad económica de los ocupados tenemos que
los trabajadores del DF se emplean sobre todo en los servicios (58.8%, ver cuadro
2.19), pero sobre todo para las mujeres constituye su principal actividad (64.4%
frente a 54.7% de los hombres). La relevancia de esta actividad para las mujeres
se debe a que más de una quinta parte de ellas trabaja como servidora doméstica
o en actividades relacionadas con restaurantes y hoteles (22.7%) y otro tanto más
participa en servicios relacionados con la educación, salud o profesionales
(21.3%). En cambio, los varones tienen una distribución con menos concentración
en actividades específicas dentro de los servicios, así tienen una participación de
más de 14.3% en transportes, comunicaciones y servicios a negocios, 13.9%
como trabajadores domésticos, restaurantes y alejamiento y 11.6% en educación,
salud y profesionales. Por otra parte, hombres y mujeres participan en la misma
proporción en actividades de gobierno (7.1%). Otra de las actividades con
importante concentración de mano de obra es el comercio, en la que se encuentra
58
empleada más de una quinta parte de la población tanto femenina como
masculina.
Cuadro 2.19 DF: Ocupados por rama de actividad y sexo, 2008
Estratos del MMIP a Hombres Mujeres Total
Primarias y construcción 10.0 2.1 6.7
Industria manufacturera 14.1 12.1 13.2
Comercio 21.2 21.3 21.2
Servicios 54.7 64.4 58.8
Transp, comunic y serv a negocios 14.3 6.9 11.2
Educ, salud y profesionales 11.6 21.3 15.6
Domésticos, rest y aloja 13.9 22.7 17.6
Gobierno 7.1 7.1 7.1
Otros serv y actividades 7.8 6.4 7.2
Total 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la
norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Por otra parte resalta que ambos sexos tienen una participación similar la
industria y manufactura (14.1% del total de los varones y 12.1% de las mujeres).
Donde se observa un fuerte contraste es en las actividades primarias y
construcción (que fueron agrupadas debido al reducido porcentaje de ocupados en
las primeras actividades en el DF), siendo los hombres los que tienen mayor
participación en éstas (10%), sobre todo en la construcción, mientras que las
mujeres solo participan en 2.1% (ver cuadro 2.19).
En lo que respecta a la pobreza en relación a la rama de actividad (cuadro
2.20) tenemos que es claramente más baja en las actividades de servicios como
educación, salud y profesionales (32%), así como en gobierno (38.8%). En
cambio, el nivel más alto de pobreza se observa en los servicios domésticos,
restaurantes y alojamiento (77.6%), baja ligeramente en las actividades primarias,
de construcción, industria manufacturera y comercio y se ubica alrededor del 70%
en todas ellas (ver cuadro).
Por sexo también se dan diferencias importantes, por un lado, la pobreza es
notablemente mayor en los hombres que trabajan en el gobierno (46.1%) frente a
las mujeres incorporadas a esta actividad (28.9%), en cambio en los servicios de
59
educación, salud y profesionales se observa una situación inversa aunque las
diferencias no son tan marcadas (30.1% de los hombres son pobres frente a
33.5% de las mujeres). En lo que se refiere a las actividades con mayor nivel de
pobreza son las mujeres que trabajan en el servicio doméstico, restaurantes y
alojamiento las que tienen el nivel más elevado, en comparación con el resto de
las actividades y por sexo (80%). Si bien en esta actividad la pobreza de los
hombres es ligeramente menor que la de las mujeres (74.9%), es en la que en
mayor proporción padecen este flagelo en comparación con el resto de las
actividades.
Cuadro 2.20 DF: Pobreza de los ocupados por rama de actividad y sexo, 2008
Estratos del MMIP a Hombres Mujeres Total
Primarias y construcción 70.0 55.7 68.1
Industria manufacturera 65.3 74.2 68.7
Comercio 71.4 68.2 70.1
Servicios 54.9 52.2 53.7
Transp, comunic y serv a negocios 69.8 63.5 68.2
Educ, salud y profesionales 30.1 33.5 32.0
Domésticos, rest y aloja 74.9 80.0 77.6
Gobierno 46.1 28.8 38.8
Otros serv y actividades 37.0 29.6 34.3
Total 61.4 58.3 60.1 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la
norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En la industria manufacturera también la pobreza femenina es más elevada
(74.2%) que la masculina (65.3%), pero sucede lo contrario en comercio (71.4%
frente a 68.2%) y en los servicios de transporte, comunicaciones y a los negocios
(69.8% frente a 63.5%). Aunque en las actividades primarias y de construcción la
pobreza de los hombres es claramente más baja que la de las mujeres (70.0%
frente a 55.7%), como veíamos éstas tiene baja participación en estas actividades
(2.2%, ver cuadro 2.19).
Pasando ahora a la condición de pobreza de la población de 12 años o más
que no participan en el mercado laboral (2.9 millones) tenemos que la mayoría
(70.9%) son mujeres y constituyen casi 95.8% de las personas que declaran como
60
actividad principal dedicarse al hogar, mientras que casi en el resto de los otros
conceptos de no trabajo constituyen un poco más del 50% (rentistas, pensionados,
estudiantes e incapacitados, ver cuadro 2.21).
Por esta razón la mayoría de la población que no trabaja resulta estar
dedicada al hogar (44.8%), seguida por los estudios (35.4%) y en menor medida
por el estar pensionado (12.0%), el resto de esta población es incapacitada y una
proporción mínima recibe ingresos por renta de la propiedad u otros medios (ver
cuadro 2.15.)
Cuadro 2.21 DF Población de 12 años o más que no participa en el mercado laboral, según actividad
desempeñada, 2008
Sexo Rentó Pensionado Hogar Estudia Incapacitado Otra Total
Masculino 1.0 20.0 6.7 58.5 6.4 7.3 100.0 Femenino 0.5 8.9 59.9 26.3 2.6 1.9 100.0 Total 0.7 12.0 44.8 35.4 3.6 3.4 100.0 % de mujeres en el total 55.3 52.9 95.8 53.2 50.4 46.1 71.7
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En cuanto a la actividad de los que no trabajan según sexo, tenemos que
59.9% de las mujeres se dedica al hogar, un menor porcentaje estudia (26.3%) o
es pensionada (8.9%), en contraste la actividad más importante de los varones
que no participan en el mercado laboral es el estudio (58.5%), y en segundo
término ser pensionado (20.0%). Es notable que 6.4% estén clasificados como
incapacitados frente a sólo 2.6% de las mujeres20 (ver cuadro 2.21).
La pobreza afecta también de manare distinta a la población que no
participa en el mercado laboral, por un lado, es bastante baja entre los
pensionados (35.5%, ver cuadro 2.22), en comparación con el resto de los que no
trabajan (más de 60% en todas la categorías). El estrato de pobreza moderada es
el más elevado en todas las categorías (más del 30%), excepto en la de los
pensionados, cuyo mayor porcentaje se concentra en el estrato de la clase media
(31.6%), siendo este grupo el que también presenta el mayor porcentaje de los
que son clasificados como clase alta. El grupo que cuya pobreza es más elevada
20 Ello puede deberse a que los varones sufren en mayo medida accidentes de trabajo o de
cualquier otro tipo que los deja incapacitados para la actividad laboral.
61
es el de las personas que se dedican al hogar, que como vimos son en su mayoría
mujeres (67.9%), incluso es ligeramente mayor que la observada en el total de
población (64.6%)
Cuadro 2.22 DF: Población no económicamente activa, según pobreza y tipo de actividad desempeñada, 2008
Estratos del MMIP a Pensionado Hogar Estudia Rentó, incapacitado
y otro Total
Indigentes 3.0 17.1 15.7 15.2 14.7 Muy pobres 7.1 16.8 17.2 13.7 15.5 Pobres moderados 25.4 34.0 30.3 33.8 31.7 Pobres no indigentes 32.5 50.8 47.5 47.4 47.2 Total de pobres 35.5 67.9 63.2 62.6 61.9 Vulnerablesb 22.6 14.9 15.7 15.9 16.2 Clase media 31.6 12.3 14.6 14.7 15.6 Clase alta 10.4 4.8 6.5 6.8 6.3 No pobres 64.5 32.1 36.8 37.4 38.1 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma,
por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
III Fuentes de ingreso del hogar
Además de las características sociodemográficas de los hogares la pobreza
depende del ingreso disponible, el cual se constituye por varios rubros: ingresos
por trabajo, transferencias, renta de la propiedad, y no monetario. En 2008 el
ingreso corriente total (monetario más no monetario) en el DF era de 4,890.1
pesos por persona, siendo ligeramente mayor en los hogares con jefatura
masculina que femenina (4,956.6 frente a 4,712.1 pesos por persona al mes, ver
cuadro 2.23).
Las diferencias por estrato del MMIP son muy marcadas, como se puede
observar en la parte baja del cuadro 2.23 el ingreso de los pobres no indigentes
casi duplica el de los indigentes (aunque en los de jefatura femenina más que
duplica), y el de los no pobres es 6.7 veces mayor que el de este último estrato.
Cuadro 2.23
62
DF: Ingreso per cápita por estratos del MMIP y número de veces que el ingreso de los indigentes representa en el de cada estrato, tota y por tipo de jefatura, 2008
Estratos del MMIP a Tipo de jefatura Indigentes Pobres no indigentes Total de pobres No pobres Total
Ingreso por persona Masculina 1,459.8 2,605.4 2,304.1 9,850.0 4,956.6 Femenina 1,303.3 2,701.8 2,367.3 8,847.4 4,712.1 Total 1,420.6 2,631.9 2,321.1 9,571.5 4,890.1 Número de veces que representa el ingreso de los indigentes en cada estrato Masculina 1.0 1.8 1.6 6.7 3.4 Femenina 1.0 2.1 1.8 6.8 3.6 Total 1.0 1.9 1.6 6.7 3.4 a: Método de Medición Integrada de la pobreza
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En cuanto a la composición por rubros del ingreso, el no monetario incluye
el proveniente por trabajo, renta de la propiedad y transferencias, mientras que el
no monetario incluye transferencias (provenientes de regalos y de bienes recibidos
por parte del gobierno), autoconsumo, pago en especie y el valor imputado de la
vivienda. El monetario constituye en promedio 75.9% del total (ver cuadro 2.24),
de los cuales el ingreso por trabajo subordinado tiene el mayor porcentaje
(51.3%).
Cuadro 2.24 DF: Ingreso por rubros y estratos del MMP y por jefatura, 2008
Estratos del MMIP a Indigentes Pobres no indigentes
Total de pobres No pobres Total
Ingreso corriente 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Ingreso monetario 77.3 75.1 75.5 76.1 75.9
Remuneración por trabajo subordinado 56.0 52.9 53.4 50.3 51.3 Ingresos por trabajo independiente 11.9 9.2 9.6 7.4 8.1 Renta de la propiedad 2.2 1.9 2.0 7.1 5.5 Transferencias 3.9 8.2 7.5 9.5 8.9
Ingreso no monetario 22.7 24.9 24.5 23.9 24.1
Remuneración en especie 0.9 1.5 1.4 1.3 1.3 Autoconsumo 0.7 0.7 0.7 0.2 0.3 Transferencias en especie 5.6 6.9 6.7 7.4 7.2 Estimación del alquiler de la vivienda 15.5 15.8 15.7 15.0 15.2
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Si bien las diferencias por estrato de pobreza no son muy marcadas en
cuanto al porcentaje que representa el ingreso monetario con respecto al corriente
63
total, destaca que el proveniente por trabajo subordinado e independiente tiene
mayor peso en los pobres (53.4% y 9.6%, respectivamente) que en los no pobres
(50.3% y 7.4%, respectivamente) y, dentro de los pobres son los indigentes los
que dependen más de este ingreso (56% y 11.9%, respectivamente). En cambio la
renta de la propiedad está más concentrada entre los no pobres (7.1%) frente a
los pobres. De igual forma, las transferencias se concentran más entre los no
pobres, pero ello se debe a que las jubilaciones se incluyen en este rubro y, los
jubilados pertenecen en mayor proporción a los estratos de no pobres (ver cuadro
¿ del anexo).
En lo que respecta al ingreso no monetario tenemos que la mayor parte lo
constituye la renta imputada de la vivienda21, ubicándose su valor en 15% o más
del ingreso total de los hogares. Le sigue el rubro de las transferencias, el cual
incluye el valor de los regalos y de las transferencias en especie recibidas por los
hogares de algún nivel de gobierno, aunque el mayor porcentaje lo constituyen los
regalos. Es entre los no pobres que este tipo de ingreso constituye el mayor
porcentaje del total (7.4%) frente a 5.6% de los indigentes. Las remuneraciones y
el autoconsumo son ingresos que no tienen relevancia en el DF, ya que en
conjunto constituyen el 1.6% del ingreso total de los hogares.
En cuanto a la desigualdad del ingreso por estratos tenemos que los
indigentes concentraban en 2008 sólo 4.8% del ingreso total de los hogares del
DF, mientras que representaban 16.6% del total de la población (ver cuadro 2.25),
los pobres no indigentes concentraban el 25.8% y tenían el 48% del total de la
población, mientras que los no pobres tenían el 69.4% del ingreso aunque
concentraran a 35.4% de la población. Como se observa en el cuadro, este nivel
de concentración se presenta en casi todos los rubros de ingreso, aunque hay
algunos que tienden a tener una mayor concentración entre los no pobres, por
ejemplo, la renta de la propiedad (89.1%) y las transferencias (74.1%).
Cuadro 2.25 DF: Ingreso por estratos (% horizontales) y por fuentes (% verticales), 2008
21 Este rubro se construye preguntando a cada hogar que tiene vivienda propia cuánto
pagarían por ella si tuvieran que rentarla.
64
Estratos del MMIP a Indigentes Pobres no indigentes
Total de pobres No pobres Total
Porcentaje de población en cada estrato 16.6% 48.0% 64.6% 35.4% 100.0 Ingreso corriente 4.8 25.8 30.6 69.4 100.0 Ingreso monetario 4.9 25.6 30.5 69.5 100.0
Remuneración por trabajo subordinado 5.3 26.7 31.9 68.1 100.0 Ingresos por trabajo independiente 7.1 29.3 36.4 63.6 100.0 Renta de la propiedad 1.9 9.0 10.9 89.1 100.0 Transferencias 2.1 23.8 25.9 74.1 100.0
Ingreso no monetario 4.5 26.7 31.2 68.8 100.0
Remuneración en especie 3.2 30.0 33.2 66.8 100.0 Autoconsumo 11.1 55.8 66.8 33.2 100.0 Transferencias en especie 3.8 24.7 28.4 71.6 100.0 Estimación del alquiler de la vivienda 4.9 26.7 31.6 68.4 100.0
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En cuanto a la renta imputada de la vivienda, que como vimos representa
15% o más del ingreso de los hogares tenemos que el valor de ésta se distribuye
de manera similar al ingreso total, ya que el de las viviendas de los indigentes
representa 4.9% del total de este rubro, frente a 68.4% de los no pobres. En
cuanto a las transferencias (regalos y en especie por parte de gobiernos) están
más concentrado entre los no pobres (71.6%). De esta manera podemos afirmar
que el ingreso en todos sus rubros (excepto autoconsumo que como vimos es
insignificante en el total de los hogares) se concentra más entre los no pobres.
IV Pobreza según estrato de delegación
Para terminar el presente análisis se examina la situación de la pobreza al interior
del DF. Sus delegaciones fueron agrupadas con base en la incidencia equivalente
de la pobreza (HI)22 del MMIP, calculada con base en la sobremuestra del XII
22 HI es la incidencia de la pobreza estandarizada. H es la incidencia y resulta de dividir el
número de pobres (q) entre el total de la población (n, es decir, q/n). Para estandarizar la incidencia, ésta se multiplica por la intensidad de la pobreza (I), la cual mide que tan pobres son los pobres, en la relación a la norma. Cuando hay total insatisfacción en una variable, la intensidad de la pobreza es igual a la unidad y cuando se satisface de acuerdo a la norma la intensidad es igual a cero. HI permite ordenar de acuerdo a los niveles de pobreza áreas geográficas con distinta magnitud de población.
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Censo General de Población y Vivienda, 2000 (ver Boltvinik y Damián, 2006). Esta
fuente se utilizó debido a que se logra representatividad a nivel de delegación,
cosa que no sucede con las ENIGH, que sólo son representativas a nivel de
entidad federativa.
La agrupación delegacional que se presenta es por estratos de pobreza y
no consideró la continuidad geográfica de las delegaciones, debido a que se
buscaba maximizar la homogeneidad con base en la intensidad de las carencias
de los hogares que habitan las delegaciones. Las delegaciones quedaron
agrupadas de la siguiente manera:
1. Estrato de pobreza alta: Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac e Iztapalapa, con niveles de HI (MMIP) en el año 2000 superiores a 0.3 (corresponde a la región suroriente).
2. Estrato de pobreza media: Magdalena Contreras, Gustavo A. Madero y Tlalpan, con niveles de HI en dicho año superiores a 0.27 e inferiores a 0.30
3. Estrato de pobreza media baja: Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Iztacalco y Cuajimalpa, con niveles de HI en 2000 superiores a 0.23 e inferiores a 0.27.
4. Estrato de pobreza baja: Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Benito Juárez, con niveles de HI en el año 2000 inferiores a 0.23.
Como se observa en la gráfica 2.7 las agrupaciones realizadas con base en
el Censo de 2010 continúan teniendo lógica ya que, por ejemplo, el estrato de
delegaciones de pobreza baja concentra 23.7% de la población total del DF, pero
sólo 17.3% de los pobres. En estrato de pobreza media-baja concentra 18.2% de
población mismo porcentaje que tiene del total de pobres.
Si bien también las delegaciones agrupadas en el estrato de pobreza media
concentran casi idéntica proporción de pobres y de población (25.2% y 25.1%,
respectivamente), aumenta la proporción que concentra de pobres. Por otra parte,
en el estrato de delegaciones con pobreza media alta el porcentaje del total de
pobres que agrupa es mucho más elevado (39.2%) y concentra una proporción
menor del total de la población (33.1% ver gráfica).
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Gráfica 2.7 DF: Porcentaje de pobres y de población, con respecto al total del DF, por estrato delegacional,
2008
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Las diferencias por estratos del MMIP y sus componentes, para las
agrupaciones por delegaciones, se presentan en los cuadros 2.26 a 2.29. Se
observa que la indigencia varía de 10.1% en el estrato de delegaciones de
pobreza baja (cuadro 2.26) a 22% en el de pobreza media alta (cuadro 2.29), este
estrato es de 14.7% y 16.8% en las delegaciones con pobreza media baja y media
(cuadros 2.27 y 2.28, respectivamente. Por otro lado, mientras que en el primer
estrato delegacional la clase media representa un cuarto del total de su población,
baja a 14.8% en el siguiente estrato de delegaciones y sólo llega a 11.6% y 7.9%
en las de pobreza media y media alta. En contrapartida, la clase alta fluctúa de
11.7% en el estrato de pobreza baja a 1.6% en el de pobreza media alta.
17.318.2
25.2
39.2
23.7
18.2
25.1
33.1
0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
Baja Media baja Media Media alta
% pobres % población
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Cuadro 2.26 Incidencia de la pobreza (H) por el MMIP y componentes parciales en el estrato de delegaciones de pobreza
baja, 2008
MMIPa NBIb INGRESO TIEMPO ING-TIEMPO
Indigentes 10.1 2.0 12.8 9.4 16.8 Muy pobres 9.7 6.6 8.6 8.2 8.8 Pobres moderados 27.5 19.6 17.9 26.0 21.1 Pobres no indigentes 37.2 26.1 26.5 34.2 30.0 Total de pobres 47.3 28.1 39.3 43.6 46.8 Vulnerablesc 16.2 29.6 28.9 12.0 18.8 Clase media 24.8 33.2 23.4 33.1 22.2 Clase alta 11.7 9.0 8.4 11.3 12.2 No pobres 52.7 71.9 60.7 56.4 53.2 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Necesidades básicas Insatisfechas c: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
En lo que respecta al perfil de las carencias en los indicadores parciales del
MMIP, tenemos en primer lugar que en el de NBI existe un salto muy fuerte entre
el estrato de delegaciones con pobreza baja frente al de media baja (28.1% y
48.1%, respectivamente, ver cuadro 2.26 y 2.27, respectivamente), además de
que la indigencia en el primer estrato es casi inexistente (2%). Si bien la pobreza
por NBI es casi la misma en los estratos de pobreza media baja y media (48.3%
en esta última) el porcentaje de indigentes aumenta de manera importante en la
segunda (de 5.3% a 8.8%, ver cuadros 2.27 y 2.28, respectivamente). Finalmente
tenemos que el estrato de delegaciones con pobreza media alta aumenta la
pobreza por NBI un poco más de diez puntos porcentuales, para ubicarse en
58.8%) y aunque la indigencia es casi la misma que en el estrato de pobreza
media (8.5%), los muy pobres aumentan de 12% a 17.1% (ver cuadros 2.28 y
2.29, respectivamente).
En cuanto a la pobreza por ingresos tenemos un comportamiento similar al
observado en NBI, salvo que los niveles de pobreza son más elevados (fluctúan
de 39.3% a 66.6%). Además el cambio entre estratos es menos pronunciado al
pasar en el estrato de pobreza baja de 39.3% a 52.9% en el media baja, siendo
menor el contraste en los niveles de satisfacción con respecto a NBI.
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Cuadro 2.27 Incidencia de la pobreza (H) por el MMIP y componentes parciales en el estrato de delegaciones de
pobreza media baja, 2008
MMIPa NBIb INGRESO TIEMPO ING-TIEMPO
Indigentes 14.7 5.3 17.9 10.1 23.2 Muy pobres 16.4 12.9 15.5 7.3 13.8 Pobres moderados 33.6 29.9 19.6 29.1 21.9 Pobres no indigentes 50.0 42.8 35.0 36.4 35.7 Total de pobres 64.8 48.1 52.9 46.5 58.8 Vulnerablesc 16.1 31.2 29.5 8.4 22.5 Clase media 14.8 19.1 14.8 35.0 14.0 Clase alta 4.3 1.6 2.7 10.1 4.6 No pobres 35.2 51.9 47.1 53.5 41.2 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Necesidades básicas Insatisfechas c: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Cuadro 2.28 Incidencia de la pobreza (H) por el MMIP y componentes parciales en el estrato de delegaciones de
pobreza media, 2008
MMIPa NBIb INGRESO TIEMPO ING-TIEMPO
Indigentes 16.8 8.8 21.0 9.6 26.7 Muy pobres 17.0 12.0 11.9 7.8 13.9 Pobres moderados 31.2 27.6 25.3 26.3 22.0 Pobres no indigentes 48.2 39.6 37.1 34.1 35.8 Total de pobres 65.0 48.3 58.2 43.7 62.6 Vulnerablesc 17.9 29.8 26.2 10.4 21.1 Clase media 11.6 19.1 12.9 37.4 10.5 Clase alta 5.5 2.7 2.8 8.5 5.9 No pobres 35.0 51.7 41.8 56.3 37.4 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Necesidades básicas Insatisfechas c: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Por otra parte, el cambio entre el estrato de pobreza media baja y media es
más notorio que en el indicador anterior (52.9% a 58.2%), la indigencia por
ingresos constituye 17.9% y 21%, respectivamente (ver cuadro 2.27 y 2.28). Aquí
encontramos también que la carencia por ingreso aumenta de manera
pronunciada en el estrato de delegaciones de pobreza media alta, alcanzando a
dos tercios de su población (ver cuadro 2.9), además de que la indigencia
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constituye un cuarto de la misma. La clase alta en este estrato delegacional es
casi inexistente, como lo es también en el indicador de NBI.
La carencia de tiempo en los hogares no presenta fluctuaciones importantes
en los tres primeros estratos de delegacional, con niveles de 43.6%, 46.5% y
43.7%, respectivamente, y aumenta drásticamente en el de pobreza media alta
54.6% (ver cuadros 2.26 a 2.29). La diferencia se debe sobre todo a la mayor
pobreza moderada en el último estrato delegacional.
Cuadro 2.29 Incidencia de la pobreza (H) por el MMIP y componentes parciales en el estrato de delegaciones
de pobreza media alta, 2008
MMIPa NBIb INGRESO TIEMPO ING-TIEMPO
Indigentes 22.0 8.5 25.0 10.8 32.7 Muy pobres 20.6 17.1 16.0 9.1 15.5 Pobres moderados 33.9 33.2 25.6 34.6 24.7 Pobres no indigentes 54.5 50.3 41.6 43.8 40.3 Total de pobres 76.5 58.8 66.6 54.6 73.0 Vulnerablesc 14.1 27.4 25.1 10.1 17.8 Clase media 7.9 13.3 7.6 30.3 7.6 Clase alta 1.6 0.5 0.7 5.0 1.6 No pobres 23.5 41.2 33.4 45.4 27.0 Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 a: Método de Medición Integrada de la pobreza b: Necesidades básicas Insatisfechas c: Se refiere a la población que tiene satisfechas todas sus necesidades, pero en hasta 9.99% de la norma, por lo que pueden estar en riesgo de pobreza (anexo metodológico)
Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH
Finalmente tenemos a la pobreza de ingreso-tiempo que resulta de
combinar ambos indicadores antes de calcular el indicador global del MMIP. En
todos los estratos de delegaciones se aprecia que al combinarse ambos
indicadores la pobreza, sobre todo la indigencia aumenta. Por ejemplo, en el
estrato de pobreza media alta la indigencia por ingreso es de 25% de la población
y la de tiempo a 10.8%, pero al combinar ambos indicadores ésta se eleva a
32.7% (ver cuadro 2.29). Por otra parte, observamos un efecto compensatorio al
combinar el indicador de ingreso-tiempo con el de NBI para formar el MMIP, ya
que al combinarlos resulta que el indicador global es 22%, es decir menor que el
de ingreso-tiempo, pero mayor que el de NBI (ver cuadro 2.29), de ahí la
importancia de combinar diversas dimensiones en un sólo indicador.
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Bibliografía
Boltvinik, Julio (1999), “Anexo metodológico”, en Boltvinik, Julio y Enrique Hernández-Laos, Pobreza y distribución del ingreso en México, México, Siglo XXI Editores (pp. 313-350).
----- (2005), Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente (tesis para obtener el grado de Doctor en Ciencia Sociales).
CONEVAL (2010) Metodología para la medición multidimensional de la pobreza en México, México.
Damián, Araceli y Julio Boltvinik (2006) “La pobreza en el Distrito Federal en 2004”, Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del DF, noviembre.
----- (2009) La pobreza, los hogares y la ocupación en el DF, 2004, Informe de investigación, Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del DF y El Colegio de México, México.
Evalúa DF (2009) “Medición de la pobreza en el DF. Boletín de Prensa sobre la pobreza en el DF y a nivel nacional”, 11 de diciembre.
INEGI Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, micro datos de
1996, 2004 y 2008, México.