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F' y SPINOZA
ENTRE LOS di:cípulos de Fre~ld y aquellos que sm saberlo o sm reconocerlo lIsan conceptos y métodos de
rivados de sus .descubrimientos, pocos se'han dado'cuenta de la notable similitudque acerca las ideas básicas del psicopatólogo vienés a las de Baruc:1 Spi noza.Sólo excepcionalmente se alude en laliteratura psicoanalíticaa la teoría propuesta hace unos 250 años en la. Éticade Spinoza; teoría de 1a naturaleza hl~:
niana que, si'se la desviste'de su tennlnológía escolástica y medioeval, resultaun- dinámico anticipo de los conceptosfundameútales del psicoanálisis; pmlríamas decir, 'i¡:¡cIusive, que esboz:t al~unos
de los desarrollos qU'e posteriormente aFreud han ocurrido en este ·campo.
No pensamos que sea escatimar merecimientos a Fre~d el comparar las directrices generales de su pensamiento con.las del ·filósofo y moralista del siglo XVII.
De· acuerdo con sus críticos y biógrafos, no es probable que Freml haya sidodirectamente influido por Spinoza. SiFreud leyó alguna vez la Ética, es pococreíble que la haya revisado con detenimiento, pues en toda la obra de Freudno se menciona a Spinoza una sola vez.Por otra parte, el valor y trascendenciade la obra de Freud, no radican exclusivamente en haber concebido una ampliación del concepto de lo mental, enfatizando que la realización de nuestrosactos depende de fuerzas de cuva existencia no nos percatamos. El mérito principal de Freud estriba en haber t.ransitadode modo escrut.ador e incansable por el
I territorio extenso e inexplorado de loirracional, reuniendo a cada paso los datos que le permitieron fundar, sobre ba-
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Por Ramón.de la FUENTE
ses empíricas, ulIa p:icologb de las profundidades del alma humana. Lo que elgenio de Spinoza intuyó y expresó enconceptos generales y esquemas desnu<los, Freud, con not.able paciencia, lo extnljo de la mente de numerosas personas,a cada una de las cuales estudió dur;l11t.ecc:1tenares de horas mediante técnic:lsestablecidas por él.
LI más señalada convergencia entre elpensamiento de ambos está en b apliocÍón común de un criter:o determinista para la comprensión de los fenómenos mentales.
El libre albedrío en el sentido de hI'ilo:ofía tradicional, no tiene cabida nien la psicología freudiana ni en la deSpinoza. Freud declara en la Psicopatologia de la. vida cotidiana: "Muchas personas arguyen contra la postulación delIIY determinismo psíquico absoluto, refiriéndose a un intenso sentimiento deconvicción de que hay libre voluntad.Este sentimiento de convicción existe,pero no es incompatible con la creenciaen el determinismo". Y a su vez Spinozasostenía que "no se encuentra en la mente una facultad ab:'oluta de ent.ender,desear y amar ... ; y "que las emocionest;: les como el odio, la cólera, la envidia,etc., consideradas en sí mismas, provienen de la propia necesidad y habilidad·de la naturaleza, como otras cosas individuales, y por consiguiente reconocenóertas causas a través de las cuales sonsusceptibles de ser entendidas". También afirmaba: "Los hombres se piensanlibres en tanto que están conscientes desus volicione:: y deseos; puest.o que ignoran las caUS:1S que los conducen a de-
-Grabado de SchmutzcrSiJl11ul;d Freuc!
sear, ni siquiera suefían en la exist.encÍ<tde las mismas."
El determin;smo es un prinCIpIO fundamental de toda ciencia, y por tanto, loes igualmente de la psicología. No ha uesorprenuer el que Fre\lll haya aplicadoest.e criterio científico al estudio de lasemocione, los pensamient.os y la con"duct.a humana, si se toman en cuenta laépoca y el clima cultural en que Freuddesarrolló sus ideas. Más notable es queSpinoza, dos siglos antes, haya previsto'la necesidad de aplicar al estudio de 1:1 s'emociones y de las ideas el principio'de la causalid.,d, que tan claramente'percibió en todos los ámbitos del universo. En esto, Spinoza fue uno de losprimeros pensadores modernos.
El determinismo no puede ser considerado, como algunos lo hacen, lIn:l negación de la libertad y la responsabilidad. Su contrario no es el libre albedrío,sino el indeterminismo; es decir, la hipótesis de- que. en vez de ser producidospor causas definidas, los procesos de hmente son accidentales; imprevisiblcccaót.icos. La cont.rarJicciónentre ,libre a 1bedrío y determinismo es result.ado deconfusiones conceptuales. Lo que Spinoza y Freud niegan es la libre volunt.aden, un sentido absoluto, indeterminado.Que Spinoza creyó en la libertad, lo demuestra el hecho mismo de que el propósito de su Ética haya sido el ayudara los hombres a librarse de sí mismos."El hombre virtuoso -dice- es aquelque vive la vida de libertad bajo h g'uÍade la razón ... el hombre malo, por otraparte, vive la vida emocional del call-
,t.iverio". Y más adelant.e: "ser libre moralment.e, es ser el amo de nuestros pro-
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Baruch Spinoza (1632-1677)
pios impulsos y emociones y recorrer elcamino de la ley moral con un corazónlibre". La misma cr~encia en la libertadse encuentra implícita, y a veces explícita, en Freud. Así cuando afirma que"después de todo el análisis no pretendeabolir la posibilidad de reacciones morbosas, sino proveer a los enfermos conla libertad del ego necesaria para escoger una u otra cosa". ¡Qué mayor prueba de su fe en la libertad, que el haberdedicado su vida a delinear un métodoterapéutico capaz de liberar a los hombres de los impulsos ciegos del instinto,es decir, de ayudarlos a ser libres!
Spinoza anticipó la teoría del inconsciente dinámico en su interpretación dela vida afectiva y en la distinción quehace entre "ideas adecuadas" e "inadecuadas". Para él, la emoción es una"idea confusa':, lo que significa que laconsider.a-como un evento psíquico. delcual' el hombre sólo tiene advertenciaen grado limitado. En algunos pasajes,como en el siguiente, Spinoza es suficientemente claro: "Los hombres tienenconciencia de sus reacciones e ignoranlas causas de· aquéllas." Asimismo, hacenotar que "ya sea que un hombre cobreo no conciencia de su apetito, su apetitopermanece de todos modos en él". Escierto que Spinoza no considera el inconsciente, como lo hace 'Freud, unafuerza independiente; pero no hay queolvidar que, con el tiempo, Freud mismo desechó la idea de una distincióntajante entre consciente e inconsciente,dejando de conceptuarlos como provincias mentales autónomas, y que así introdujo el concepto de "preconsciente",al que definió como una región intermeula entre ambos; además al considerarel ello, el ego y el super-ego, como parcialmente inconscientes, atenuó de manera Importante la nOCIón de un inconscIente autónomo.
La represión, es decir, la exclusión delcalúpo ue la conCIenCIa ue ImpUlSOS quesenan UlsruptIvos para el tuncIOnamlento ~e la personauuau, es uno oe los descubnmlentos treuOlanos más vallosos ymas Ulllversalmente aceptauos. A estomIsmo parece aludIr ;,plnoza, cuandoahrma <;lue "la mente es aUversa a Imaglllar a<;lueHas cosas que QlSrOlnuyen uoustacuu.t:an su palier ... "
No puede uno depr de pensar queSpmoú aumItIÓ la unportancla del tenameno que postenOflllente los pSlcoana 11 s t a s denomInaron ambzvalenCla:"Uno y el mIsmo objeto (drCe) puedeser.la causa de nueSlras emOCIOnes contranas; 'odlaremos y amaremos esa cosa al, mIsmo tIerripo, lo que lllevItablemente conduce al conlUcto'. Lsta sltuaCI<>O mental, que surge ae dos emoCIO-
~ nes contrarias, es llamada vaCIlaCIón dela mente (animis fluctuatis) y tiene lamisma relación con las emociones, quela duda respecto a la imaginación".
Otro concepto familiar en el psicoanálisis encuentra antecedentes en la doctrina general de las emociones contenidaen la Ética. La idea del super-ego estáexpresada por lo menos en sus lineamientos generales en lo que Spinoza dice acerca del arrepentimiento y de la influencia de los padres y de la educación en eldesarrollo de la conciencia.
La nOClOn de "deseo" (que Spinozaconsidera "la verdadera esencia del hombre") se acerca mucho al concepto freudiano de libido, especialmente en susmás recientes versiones, en las que, según palabras de Brill, "la libido es con·siderada como una función psíquica másamplia, que pugna por la obtención deplacer en general".
Por último es de señalarse el notableparalelismo entre ambos pensadores respecto a lo que ahora llamamos psicoterapia. U na tesis central de Freud acerca dela terapéutica psicológica es la necesidad que tiene el enfermo de. hacer conscientes las tendencias e impulsos incons-
cientes que tan poderosamente influyenen su conducta, a fin de poder llegar acontrolarlos y dirigirlos correctamente.No es otra la idea que Spinoza expresaen los siguientes términos: "Cuanto másconocemos una emoción tanto más estáella en nuestro poder y tanto menos lamente le es pasiva." Este remedio paralas emociones que consiste en el verdadero conocimiento de las mismas, no essuperado por ninguna otra cosa que nosea posible hacer. Sin género de' dudas,al igual que Freud, Spinoza sabía que larazón puede ser un poderoso ~á~tor enel dominio de las pasiones.
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