-
TTULO: Trabajo Social, Organizaciones Sociales y prcticas territoriales. Una mirada desde las
prcticas universitarias de docencia y extensin.
EJE TEMTICO: Revisando las Polticas Sociales: Ms de lo mismo, nuevas argumentaciones,
miradas renovadas y/o proyectivas.
APELLIDO Y NOMBRES: Rozas Pagaza Margarita, Ros Claudio, Lugano Claudia, Velurtas
Marcela, Aguinaga Adriana, Duarte Sandra, Elescano Dbora, Favero Avico Agustina, Ferrer
Mariano, Gastelu Sonia, Juchet Cecilia, Lpez Lavoine Manuela, Oyhandy Marcela, Rodrguez
Soledad, Terzaghi Virginia, Vzquez Silvina, Volante Natalia, Calvo Maringeles, Castao Mara
Eugenia, Iraguen Pagate Juan Martn, Muoz de Toro Claudia, Ponziani Luciana, Viscardi Mara
Laura, Senz Emilio, Insaurralde Nuria.
INSTITUCIN DE PERTENENCIA: Facultad de Trabajo Social - UNLP
CORREO ELECTRNICO: [email protected]
RESUMEN
Desde la perspectiva terica de la Ctedra Trabajo Social II la comunidad se constituye en el mbito privilegiado para conocer las particulares manifestaciones de la cuestin social hoy en clave de modos y marcos desde donde los sujetos encarnan la contradictoria relacin entre necesidades y satisfactores. De la misma manera la intervencin del Trabajo Social en esas comunidades de relegacin se consolida, estratgicamente, como una herramienta que aporta a la construccin de sujetos protagonistas de sus trayectos de vida y, desde all al fortalecimiento de actores colectivos y propuestas de constitucin de la agenda publica del estado, en la lnea de la promocin, proteccin y recuperacin de derechos; en sntesis, la construccin de ciudadana. Es nuestro inters en este trabajo compartir cuales son las dimensiones en las que consideramos debemos profundizar nuestra propuesta de formacin, n la perspectiva de contribuir a la construccin de un profesional ligado claramente a un proyecto tico poltico que, por sobre todas las cosas, recupere al estado como principal actor en procesos distributivos equitativos y como garante de salud, educacin y trabajo para todos los ciudadanos.
1
-
PONENCIA
UIntroduccin
El trabajo que presentamos a continuacin, intenta abordar algunas
cuestiones que consideramos centrales a la hora de abordar la formacin de
estudiantes de grado en el segundo nivel, a partir de prcticas institucionales en
escenarios comunitarios de la regin de La Plata y Gran La Plata.
Desde la perspectiva terica de la Ctedra Trabajo Social II el escenario
comunitario se nos presenta como un mbito privilegiado para acercarnos a las
particulares manifestaciones de la cuestin social contempornea, en clave de
maneras y estrategias, como as tambin marcos institucionales, polticos y
sociales, desde donde los sujetos encarnan la contradictoria relacin entre
necesidades y satisfactores.
As es que la intervencin del Trabajo Social en esas comunidades de
relegacin se consolida, estratgicamente, como una herramienta que
consideramos, aporta a la construccin de sujetos protagonistas en sus trayectos de
vida y al fortalecimiento de actores colectivos en la lnea de la promocin, proteccin
y recuperacin de derechos.
Nuestro inters en este trabajo es compartir algunas notas sobre las
dimensiones que debemos profundizar en nuestra propuesta de formacin.
Pensando a est en una perspectiva que apunta a contribuir a la construccin de un
profesional ligado a un proyecto poltico, que recupere al estado como principal actor
en procesos de distribucin de la renta social, como garante de acceso a los
derechos sociales y principal impulsor de los procesos de despliegue de la
ciudadana.
Nuestra experiencia a lo largo de 15 aos desarrollando prcticas de
formacin profesional, proyectos de investigacin y extensin universitaria en los
territorios de relegacin urbana del Gran La Plata, parte de una crtica a las
corrientes funcionalistas y su interpretacin de los fenmenos sociales comunitarios.
En este sentido fue necesario para el desarrollo de nuestros proyectos, construir una
propuesta terico metodolgica que posibilite una ruptura con la tendencia presente
en el trabajo social, que entiende a los procesos de intervencin comunitarios, como
aquellos que colaboran en los procesos sociales garantizando el equilibrio de la
estructura social en su conjunto.
2
-
Esta mirada tecnocrtica y normativa pone el acento en la necesidad de
integracin social desde los procesos de incorporacin funcional de los grupos que
presentan supuestas patologas sociales y constituyen obstculos para el cambio y
el progreso social.
Desde nuestra perspectiva la comunidad implica un espacio de interrelaciones
sociales que comparten un territorio determinado, y si bien hoy se nos presenta con
un alto grado de fragilidad y fragmentacin respecto a sus intereses comunes,
constituye un lugar social donde se objetivan las manifestaciones de la cuestin
social contempornea. En esta direccin, la comunidad constituye una forma
particular de expresin de los problemas sociales que afectan a la mayora de la
sociedad.
ULa comunidad en los barrios de relegacin urbana.
En la lnea trabajada por Lic Wacquant (2002) cuando ensaya el concepto de
disturbio lento para definir algunos procesos ligados a los barrios de relegacin
suburbanos, consideramos que los procesos de desintegracin, la lucha de pobres
contra pobres, el rechazo a la autoridad, los trficos ilegales y la decadencia social
interna en cuanto a procesos organizativos, constituyen los impactos centrales de
los cambios societarios en los escenarios comunitarios de la argentina
contempornea.
Esta lectura de la trama social urbana, nos muestra un nuevo escenario de la
pobreza donde los estados nacionales pareceran dedicarse a la supervisin y
contencin de la pobreza en territorios cerrados y en crceles, buscando estudiar las
diversas patologas sociales de una supuesta infraclase, y as desarrollar medidas
punitivas de control social confinando a estas poblaciones a los segmentos
perifricos del mercado laboral.
Este movimiento marca un sentido claro de construccin de una sociedad
dual y desigual como consecuencia de la acelerada segregacin de pobres que
acumulan desventajas, con bajos ingresos monetarios y en los territorios
guetificados de los suburbios alrededor de las grandes ciudades de nuestro pas.
Podemos confirmar que como resultado de esta tendencia la pobreza urbana hoy es
mas intensa y concentrada que en las dcadas de los `60 y `70, alcanzando la
distancia econmica, social y cultural entre las poblaciones urbano de los barrios de
relegacin y el resto de la sociedad, niveles sin precedentes.
3
-
Si en los aos `60 y `70, el capitalismo argentino se haba caracterizado por la
imposibilidad de generar un mercado de trabajo que pueda incorporar al conjunto de
trabajadores del interior del pas que migraban hacia los centros urbanos en busca
de una mejor calidad de vida, dando por resultado el fenmeno creciente de las
villas miserias, al fin y al cabo estos espacios constituan territorios de socializacin
con algunas caractersticas positivas.
La vida comunitaria, la territorializacin compacta y delimitada, la conciencia
colectiva unitaria y la aparicin de organizaciones de movilizacin y representacin
de bases amplias, marcaban claramente las caractersticas de estos espacios de
relegacin donde se construa un tipo de subjetividad especfica.
A partir de la dcada de los 80 los procesos de diferenciacin espacial, las
diferentes composiciones institucionales y demogrficas sumado a la posicin
estructural y funcin en la sociedad urbana, convirtieron estos territorios en espacios
dislocados de los procesos de modernizacin y movilidad social de la llamada
sociedad urbana.
Podramos afirmar que el mundo vida de estas comunidades, respecto al
resto de la sociedad es claramente una separacin de mundo vividos, y no de
sistemas o estructuras sociales. Es decir una separacin respecto a vivencias,
experiencias y relaciones concretas y no a los lazos sociales que los anclan al
conjunto societario con firmeza bajo el modo de vulnerabilidad y exclusin. Es decir
que hay procesos simultneos en trminos funcionales y causales, en los cambios
acontecidos en las estructuras econmicas, sociales y polticas y las
transformaciones de los espacios urbanos de relegacin social.
Para entender el proceso que se dan en estos barrios de relegacin y
reconocer que los diferencia de lo acontecido en las villas y barrios populares de la
dcada de los `60/`70 es necesario reconstruir las relaciones conexas entre la
transformaciones en la vida cotidiana y las relaciones sociales dentro del espacio
urbano de relegacin por un lado; y la reestructuracin del sistema de fuerzas
econmicas/polticas que explica la configuracin particular de clase que el barrio
materializa. Es decir, importan los factores externos que configuraron el territorio
social y simblico dentro del cual los sujetos se definen y redefinen a la comunidad
que forman.
4
-
Consideramos en este sentido que la dilucidacin de las condiciones objetivas
en que la identidad se construye se hace necesaria para el anlisis de la experiencia
del barrio y sus maneras incorporadas de prcticas y significacin.
Es en ese espacio objetivo y de recursos materiales y simblicos donde
nacen las estrategias desplegadas por los sujetos para constituirse como tales. Por
otro lado la realidad de estos barrios como lugar fsico, social y simblico se define
en gran medida, desde afuera, dado que sus habitantes estn cada vez mas
desposedos de los medios para producir sus propias identidades colectivas e
individuales.
Entonces, a la hora de describir, analizar y/o comprender las condiciones
sociales y mundo vida en los escenarios de relegacin barrial, debemos tener en
cuenta:
1.- El barrio, villa, asentamiento, monobloks, etc, no es simplemente una
entidad topogrfica o agregacin de familias pobres, sino una forma
institucional, pudiendo caracterizarse como una formacin socioespacial
fundada en la relegacin forzada de una poblacin negativamente tipificada,
en un territorio en el cual esa poblacin desarrolla un conjunto de instituciones
especficas que actan como sustituto funcional y escudo protector de las
instituciones dominantes de la sociedad.
2.- El barrio no es un espacio ajeno. Sus habitantes no son una raza distinta
de hombres y mujeres necesitados de una denominacin especial. Son
sujetos que tratan de ganarse la vida lo mejor que pueden en las
circunstancias en las que viven. Sus acciones obedecen a una racionalidad
social que hace un balance de las experiencias pasadas y est ajustada a su
contexto y posibilidades socioeconmicas inmediatas (Wacquant 1992)
5
-
3.- El barrio de relegacin social no padece una desorganizacin social. Est
mirada funcionalista y normalizadora desconoce que los mismos estn
organizados en forma diferente, y que esta es respuesta a la necesidad
social, las estigmatizaciones, rotulaciones y hostilidades construidas
alrededor de l. Est organizado tambin en torno a la competencia y
conflictos por los recursos escasos. Sus habitantes no forman parte de ningn
grupo separado del resto de la sociedad, pertenecen a los sectores menos
calificados de la clase obrera, los que nunca ingresaron y mantienen lazos
familiares o sociales con ella, los inmigrantes internos y externos, jubilados y
clase media empobrecida.
La decadencia de estos espacios urbanos es visible a partir de observar las
transformaciones de los mismos en lo que respecta a lo econmico, lo cultural, lo
poltico-organizacional y lo esttico. La decadencia y el vaciamiento son sntomas de
las transformaciones sociales que ha experimentado nuestro pas en los ltimos 30
aos. Sin embargo es la violencia el hecho ms significativo de la vida cotidiana,
donde el peligro al riesgo fsico y la aguda sensacin de inseguridad son los
indicadores ms claros del impacto de la misma. Esta a su vez aparece en
combinacin con la proliferacin de armas y el comercio de drogas ilegales, que
marcan un cambio de reglas de la confrontacin masculina en las calles. Esto junto a
la expulsin masiva del mercado de trabajo asalariado, configuran una situacin
social de alta mortalidad en estos territorios de relegacin. A su vez las viviendas
cerradas, protegidas y enrejadas son la nueva esttica que muestran estos territorios
donde la circulacin nocturna se fue volviendo cada vez ms peligrosa.
As las cosas, sus habitantes no solo son individualmente mas pobres que sus
pares de hace 40 aos ya que vieron reducidos sus niveles de vida y la distancia
entre ellos y el resto de la sociedad se ha ampliado; sino que son mas pobres en el
plano colectivo, en tanto residen en un territorio con una poblacin con movilidad
descendente y por lo tanto existe una tendencia a la aislamiento de otros
componentes de la sociedad que dicho sea de paso los segrega, y por otro lado no
cuentan con instituciones que otrora daban coherencia y cohesin al barrio como por
ejemplo las sociedades de fomento que proporcionaban marcos limitados pero
reales de movilidad social dentro de un cierto orden interno.
6
-
El hiperbarrio de relegacin social ha desarrollado una decadencia a nivel
organizacional. La infraestructura organizacional que dio su carcter de fortaleza
comunitaria a los barrios marginales de la dcada de los 60 y 70 y sirvi como
instrumento de solidaridad y movilizacin colectiva se ha marchitado y debilitado las
redes de solidaridad y cooperacin.
As las cosas, la ligadura perdida, la fragmentacin de lo articulado, son el
escenario donde se construye la subjetividad de los barrios de relegacin. El
desgarro como efecto de una lgica cuya temporalidad es la velocidad y la
inmediatez, es una destitucin de consistencias y una desligadura de anudamientos
simblicos, siendo el desgarro y la fragmentacin las manifestaciones mas visibles
de lo cotidiano.
En este sentido parecera que el procedimiento actual de dominacin para
estos escenarios de relegacin no es el disciplinamiento normalizador de las
conductas, sino est centrado en estrategias de fragmentacin y construccin de
heterogeneidades. De esta manera queda en evidencia que como dira Zygmunt
Bauman (2003), lo especfico del padecer en las condiciones contemporneas se
relacionan con la inseguridad, la desproteccin y la incertidumbre.
UPrcticas territoriales, problemas sociales y polticas pblicas.
Este territorio donde se desarrollan prcticas sociales ligadas a la
sobrevivencia cotidiana, constituye por sobre todas las cosas un espacio social
donde estas, como producciones culturales, imprimen huellas que hacen que el
territorio sea construido apropiado y reapropiado simblicamente.
Estos mbitos pblicos son espacios de construcciones polticas discursivas
que pueden producir polticas pblicas que fortalezcan los procesos de
ciudadanizacin, y en tanto espacios pblicos, se abre la posibilidad de dar
desarrollo a instancias de trabajo que interponen un marco de ruptura a
problemticas que se debatan en mbitos privados.
7
-
La razn por la cual algunos asuntos se constituyan como problemas y otros
no, segn ODonnell (1976), responde a que ninguna sociedad tiene la capacidad o
los recursos para atender la lista de problemas, por lo tanto solo algunos son
problematizados y construidos como tales. Sin embargo esto no quiere decir de
ninguna manera que stos son los que perjudican de manera mas intensa o a mayor
cantidad de gente. Siguiendo a Landi (1984) un tema se convierte en problema
cuando se transforma en pregunta para la sociedad, plantea as que esto
depender de las relaciones de fuerza en un momento determinado; siendo el
temario pblico un indicador de que sectores han podido construir una determinada
hegemona, en tanto esta se asienta en la posibilidad de que uno o varios sectores
sociales puedan definir la agenda pblica por lo menos alrededor de algunas
cuestiones.
No obstante, el proceso de construccin de problemas sociales es de una
gran complejidad, ya que se ubica en el plano de lo simblico e involucra la
interaccin de sujetos y discursos. Por lo tanto un anlisis de estos procesos,
conlleva a trabajar con conceptos que den cuenta de los procesos de subjetivacin e
historicidad que intervienen en los diferentes conjuntos sociales a travs de la
produccin de discursos, tanto en la definicin, priorizacin o caracterizacin de lo
que se definen en un contexto como problemas sociales.
La relacin entre los diversos actores y los problemas sociales, est
mediatizada a partir de procesos socioculturales como las creencias, percepciones,
historias, identidades, ideologas y valores. Es a partir de la ello que se desarrolla un
proceso que les permite a los sujetos definir, ordenar y clasificar el fenmeno social
representado, y definir la relacin con l, siendo desde las condiciones de
produccin de los discursos sociales, que aparecer la posibilidad de participar en el
debate de definicin de las cuestiones problemticas.
As, la aparicin o emergencia de una cuestin presupone una correlacin de
fuerzas distinta a la existente anteriormente. Podramos decir que se constituye un
tejido social alrededor de la problemtica con capacidad de instalarla en el debate
poltico. Esto implica la construccin de una contrahegemona que organiza valores
y direcciona la accin poltica. En palabras de Fleury: ...la emergencia de una
cuestin es siempre una indicacin de alteracin en la correlacin de fuerzas
organizada en torno a esta problemtica, o sea, es un movimiento en la lucha por la
hegemona (1997:172)
8
-
Consideramos por lo tanto que la intervencin profesional aporta en la
recuperacin de la vinculacin de actores que se potencian en la bsqueda de
resoluciones politizando respuestas y creando organizacin. Fortalecer derechos
de ciudadana en espacios locales supone avanzar en procesos de control y gestin
democrtica de las polticas sociales.
Esta lnea de trabajo se sustenta en la necesidad de reconocimiento pleno de
los actores sociales intervinientes en estos mbitos microsociales. Las redes de
intercambio y comunicacin son las que constituyen verdaderos canales de
vinculacin que posibilitan la interaccin de los distintos sectores en torno a
reclamos o demandas puntuales. Redes, que por otra parte varan en su
permanencia y consistencia: las de parentesco, haciendo alusin a canales de
comunicacin, intercambio y reciprocidad muy arraigados en sectores migrantes del
interior del pas, las clientelsticas vinculadas especialmente a los mediadores
polticos, involucrando el acceso "preferencial" a ciertos recursos del estado
mediatizados por intereses polticos o electoralistas, las asistenciales desplegando
una serie de prcticas desde los efectores de las polticas sociales hasta las
acciones ligadas a grupos religiosos, y por ltimo, las de tipo relacional que aluden a
la existencia de canales inorgnicos y espontneos de intercambio y circulacin de
la informacin que permiten el acceso a bienes y servicios.
La relacin entre mediadores y beneficiarios se inscribe en el marco de
complejas relaciones de interaccin. Las situaciones diversas de pobreza, las
restricciones en la bsqueda de recursos generan un proceso de segregacin
territorial, por lo que resulta significativo cmo se refuerza la figura del mediador ya
que l cuenta con ms posibilidades de buscar recursos, de acceder a informacin
clave y de establecer vnculos estratgicos.
Estos aspectos presentan una relacin compleja entre los conjuntos sociales
y los recursos puestos en circulacin desde el estado. Involucra experiencias que
van ms all de lo que se considera como clientelismo. Experiencias que remiten a
la trama asociativa y a la historia de la comunidad, los modos en que las familias y
los grupos resuelven los problemas de ausencia de alimento, ingreso y trabajo.
9
-
Acerca de la intervencin los escenarios comunitarios de relegacin social.
Desde la perspectiva de intervencin que estamos planteando, la intervencin
en los espacios comunitarios referidos se relaciona con elementos integradores,
organizadores y simblicos que aporten a los procesos de reconstruccin de las
identidades barriales. As la intervencin se construye en los procesos de
elaboracin de dispositivos integradores como punto de partida en la organizacin
barrial.
En esta lnea coincidimos con Carballeda (2002) cuando nos plantea lo
solidario, lo histrico y lo ldico expresivo como estrategias que direccionan los
procesos de intervencin comunitaria. Mientras lo solidario nos permite acceder a las
formas constitutivas del espacio comunitario en trminos de reciprocidades e
intercambios, entendiendo nuestras intervenciones como dispositivos de
reconstruccin de solidaridades en una trama social fragmentada, la dimensin de lo
histrico nos permite acceder a los procesos organizativos locales, descubriendo
potencialidades de organizacin y ubicando la historia de los sujetos en una lnea de
recuperacin de lo propio.
A su vez, lo ldico expresivo al fundar un ordenamiento nuevo, implica
desarrollar actitudes y conductas diferentes a las cotidianas como maneras de
relacin. Es decir, significa generar nuevas preguntas, inquietudes y formas de
relacionarnos con los otros, lo que podra posibilitar aumentar confianzas en las
propias capacidades y recuperar lazos sociales debilitados y/o perdidos. Lo creativo
aparece como sustento de reconstruccin de la identidad y fortalecimiento de la
ciudadana.
Se trata entonces, de crear-recrear espacios de encuentro posibilitando la
toma de decisiones de manera participativa fortaleciendo las distintas redes de
solidaridad. Ello implica que los actores sociales se conviertan en un factor de
presin hacia las instancias direccionadoras de la sociedad, presin tendiente a
hacer que la convivencia social se logre de manera cada vez ms incluyente. Es as
como entendemos la dimensin de lo poltico en el marco de nuestras
intervenciones.
10
-
Al igual que Aqun (2002), consideramos que los derechos sociales
constituyen habilitaciones para el ejercicio de la ciudadana, como el desarrollo de
capacidades, y por lo tanto presuponen la constitucin de actores que ganen el
espacio poltico. Nuestra prctica nos muestra la amenaza permanente contra la
ciudadana social proceso que para Aqun es entendido como prcticas de des-ciudadanizacin, y que al interior del Trabajo Social se manifiestan como
neofilantropa. Se trata entonces de que nuestras prcticas en relacin a las organizaciones
sociales de base territorial, develen las prcticas de desciudadanizacin, como
prdidas de identificacin, con las instituciones representativas de los derechos de
ciudadana. La intervencin se ve as posibilitada de avanzar en la reconstruccin de
los lazos significativos que atraviesan a los diferentes grupos y desde ah desarrollar
estrategias en vas de desarticular los discursos estigmatizantes, rotuladores y
naturalizados acerca de los problemas sociales.
Desde esta perspectiva, planteada por la ctedra para desarrollar prcticas de
formacin en mbitos de relegacin comunitaria urbana, consideramos que
debemos orientarnos a la articulacin, la creacin y la reconstruccin de lazos
vinculantes. Nuestras acciones dirigidas hacia el fortalecimiento de proyectos
comunes implica el desarrollo de mecanismos que apunten a la concertacin
colectiva y la creacin de prcticas innovadoras.
Para ello se requiere crear-recrear espacios desde el encuentro de las
distintas organizaciones con base territorial en donde las diversas acciones,
sentidos, opiniones se pongan en comn y evalen posibilitando la toma de
decisiones de manera participativa. Participacin entendida como mecanismo de
identificacin y fortalecimiento de actores colectivos recreando redes de solidaridad.
En este sentido la construccin-reconstruccin de lazos se concreta tanto en
acciones enfocadas a soluciones muy puntuales referidas al manejo del espacio
pblico y colectivo, creacin y obtencin de recursos, acciones recreativas,
educativas , de promocin de la salud etc, pero tambin en acciones de ms largo
alcance relacionadas con la consolidacin de la organizacin de las asociaciones,
cooperativas, clubes, proyectos sociales. que se orienten hacia la comunicacin, la
reflexin y la concertacin.
11
-
La participacin comunitaria se asume entonces como las acciones
desarrolladas colectivamente por los sujetos en la bsqueda de soluciones a las
necesidades de su vida cotidiana. Estas acciones estn vinculadas directamenteP P a
la necesidad de transformacin de las condiciones de vida mediante propuestas que
involucren no slo las percepciones, conocimientos, expectativas y necesidades de
los integrantes de las comunidades, sino tambin orientadas hacia el desarrollo de
procesos de autonoma y auto-organizacin.
Entendemos que el aporte desde nuestras prcticas universitarias se sita en
la lectura profesional de las condiciones de vida en el territorio, en las prcticas y
estructuracin de proyectos comunitarios, y en la recuperacin de la historia de los
procesos de organizacin barrial. Esto implica fortalecer las diferentes estrategias
desplegadas para el enfrentamiento de los problemas sociales en el mbito
comunitario que a su vez genere la produccin de un saber especializado y aporte
efectivamente a la consolidacin de la construccin - reconstruccin del tejido social.
A partir de la experiencia desarrollada desde la ctedra de Trabajo Social II
nos orientamos hacia la consolidacin de proyectos comunitarios que enmarquen
tanto las prcticas de formacin profesional como as tambin proyectos de
extensin universitaria. Por ello consideramos necesario vincular fuertemente, las
prcticas de formacin profesional con las acciones y proyectos llevados a cabo
desde las diferentes organizaciones sociales de la regin orientados a la promocin,
recuperacin y proteccin de los derechos que impliquen conjugar el esfuerzo de
distintos actores para potenciar acciones de carcter asociativo, con una
direccionalidad centrada en la construccin de una ciudadana autnoma.
Para ello la Ctedra se fue fijando fundamentalmente dos objetivos: Por un
lado, vinculado al proceso de formacin, generando un proceso de insercin
comunitaria a nivel institucional, en vnculo con las organizaciones comunitarias a fin
de aprehender la dinmica de su funcionamiento y capacidad de construccin
ciudadana; y por otro, vinculado a la transferencia, aportando al fortalecimiento de
las diversas organizaciones sociales y redes de accin colectiva.
Este direccionamiento terico nos permite pensar estrategias de intervencin
que desde eje organizaciones sociales-prcticas territoriales-polticas pblicas
fortalecezcan el desarrollo de la ciudadana a partir de la participacin comunitaria
en la construccin de los problemas sociales y la instalacin en la agenda pblica.
12
-
BIBLIOGRAFA
AMEGEIRAS, Aldo, El pensar popular: entre la memoria popular y el imaginario
colectivo en la cotidianeidad del mbito barrial Cap. V (pg. 89 a 117) en De la
exclusin a la organizacin, hacia la integracin de los pobres en los nuevos barrios
del conurbano bonaerense Floreal Forni, compilador, Ediciones Ciccus
AMEGEIRAS, Aldo: El conurbano bonaerense: ocupacin del espacio, trama
sociocultural y pobreza", en VARIOS: Argentina, tiempo de cambios. Editorial San
Pablo. Bs. As. 1996.
AQUN, Nora y otros: La sociedad civil y la construccin de ciudadana. En Revista
Margen N25. Bs. As. 2002.
AQUIN, Nora: Hacia una reconceptualizacin conservadora de la profesin? En
Revista Conciencia Social, Escuela de Trabajo Social Universidad Nacional de
Crdoba, 2001.
AUYERO, Javier: Claves para pensar la marginacin. En Wacquant, Loic; Parias
Urbanos. Editorial Manantial. Bs As. 2001
AUYERO, Javier: La poltica de los pobres. Editorial Manantial. Bs. As. 2001.
BARBERENA, Mariano: Adultos Mayores sin cobertura previsional en Argentina: de
la negacin de su visibilidad a la posibilidad de su construccin como problema
social. Una mirada desde el Trabajo Social. Tesis de Maestra. (Indita) (PUC/SP
UNLP)
CARBALLEDA, Alfredo Juan Manuel (2002) La intervencin en lo social. Exclusin e
integracin en los nuevos escenarios sociales. Editorial Paids. Bs. As.
DUQUE DAZA JAVIER: El trabajo social comunitario. Apoyo social, produccin de
saber y posibilidad de construccin reconstruccin del tejido social. En Margen
Revista de Trabajo Social. Bs As.
FLEURY, Susana. Estado sin ciudadanos. Seguridad Social en Amrica Latina.
Lugar Ed. Buenos Aires 1997.
GRAVANO, Ariel: Antropologa de lo barrial. Estudios sobre produccin simblica de
la vida urbana. Espacio Editorial, Buenos Aires, 2003. Pg. 58-76
LANDI, Oscar: Reconstrucciones: las nuevas formas de la cultura poltica. Editorial
Puntosur. Buenos Aires1988.
LEWKOWICZ, IGNACIO: Pensar sin estado. La subjetividad en la poca de la
fluidez. Editorial Paids. Bs. As. 2004
13
-
LUGANO, Claudia: El concepto Vida Cotidiana en la Intervencin profesional
Mimeo. E.S.T.S. 2000.
ODONNELL, Guillermo y OSLAK, Oscar: Estado y poltica estatal: hacia una
estrategia de investigacin. Documento CEDES CLACSO N 4. Buenos Aires,
1976.
ROTONDI, Gabriela y Otros: Ejercicio de la ciudadana en escenarios locales con
desafos globales. En Revista Margen N24. Bs. As. 2002.
ROZAS PAGAZA Margarita: La pobreza detrs de las estadsticas. Centro editor
para Amrica Latina. Bs. As. 1996.
ROZAS PAGAZA, Margarita: La intervencin profesional en relacin con la cuestin
social. El caso del trabajo social. Editorial Espacio. Bs. As. 2001.
SVAMPA Maristella: La sociedad excluyente. La Argentina bajo el signo del
neoliberalismo. Ed. Taurus, Buenos Aires, 2005. Pag. 197-233
WACQUANT, Loic: Parias urbanos. Cap. 4. Editorial Manantial. Bs. As. 2001.
14
TTULO: Trabajo Social, Organizaciones Sociales y prcticas territoriales. Una mirada desde las prcticas universitarias de docencia y extensin.