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CONSORCIO DE CIE NCIAS SOCIALE S Y HUMANIDADE S – UNACH
CENTRO DE ES TUDIOS SUPERIORES DE MEXICO Y CENTROAM ERICA – UNIC AC H
PLAN DE ESTUDIOS DE L A MAESTRIA EN HISTORIA UNACH-‐UNICACH
Actualización 2014 (1M)
Junio 2014
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INDICE
Introducción 3
1. Fundamentación
A) Referentes teóricos del modelo educativo 4
B) Necesidades sociales 8
C) Diagnóstico 9
D) Estado del arte del campo disciplinario 11
E) Justificación 14
F) Opciones de formación afines 15
2. Misión 15
3. Visión 15
4. Propósito General 15
5. Perfil de egreso 16
6. Perfil de ingreso 16
7. Campo laboral 16
8. Características del Plan de Estudios 17
9. Dirección de tesis y tutoría 19
10. Organización y Estructura Curricular 20
A) Mapa Curricular 20
B) Estructura Curricular 21
C) Lista de cursos optativos por Línea de Acentuación 23
11. Líneas de Investigación de la Maestría en Historia 23
12. Sistema de evaluación del aprendizaje 24
13. Requisitos de ingreso 26
14. Requisitos de permanencia 27
15. Requisitos para la obtención del Grado 27
16. Otorgamiento del Grado Académico 27
17. Gestión del currículum: 28
A. Estrategia operativa de los planes de estudios 28
B. Núcleo Académico Básico de Profesores 31
18. Metas 33
19. Lineamientos normativos y órganos de dirección 33
20. Equipo Interinstitucional de diseño curricular 36
21. Referencias 37
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INTRODUCCIÓN La disciplina histórica en el estado de Chiapas fue durante mucho tiempo una
actividad poco desarrollada. Los estudios historiográficos eran escasos y sobre todo
estaban a cargo de investigadores no chiapanecos, algunos de ellos con una formación
distinta a la del historiador. Apenas en la última década del siglo XX se ofrecieron
programas de licenciatura para la formación de historiadores profesionales en las dos
universidades públicas de la entidad: la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), en
1994, y la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas ( UNICACH), en el 2000. A partir
de entonces han comenzado a surgir nuevas generaciones de historiadores, de los
que se espera contribuyan a enriquecer la historiografía de Chiapas.
El Programa de Historia de la UNACH fue aprobado por el Honorable Consejo
Universitario el 7 de diciembre de 1994. Fue registrado en la Dirección General de
Profesiones el 17 de enero de 1997. Es una carrera de ingreso anual con un total de
11 generaciones de egresados a la fecha con aproximadamente 220 alumnos con los
estudios concluidos. El Programa ha pasado por procesos de evaluación ante los CIEES
y hoy cuenta con el Nivel I otorgado en 2008 por dicho organismo. Su plan de
estudios se encuentra en este momento en proceso de revisión.
El programa de Historia de la UNICACH abrió en agosto del año 2000 con la
aprobación del Consejo Universitario en la sesión del 26 de junio del mismo año. Fue
registrado ante la Dirección General de Profesiones con fecha 6 de julio de 2002.
Originalmente el ingreso era anual, pero desde el año 2006 pasó a la modalidad de
semestral. Cuenta a la fecha con 7 generaciones de egresados que hacen un total
de 210 alumnos con sus estudios terminados. En el año 2005 se realizaron trabajos
de revisión curricular que resultaron en la aplicación de un nuevo plan de estudios
que entró en vigor en el año 2006. En el 2005 se une al Centro de Estudios
Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) con el fin de optimizar recursos.
Ha pasado por procesos de evaluación ante los Comités Interinstitucionales de
Evaluación de la Educación Superior CIEES, obteniendo el Nivel I. Actualmente es un
programa acreditado por el Consejo para la Acreditación de Programas en
Humanidades (COAPEHUM). Posteriormente, en el año 2014 la maestría quedó integrada
en la Facultad de Humanidades de la UNICACH
Existe por lo tanto un total aproximado de 430 estudiantes egresados de la
Licenciatura en Historia entre la UNACH y la UNICACH, conformando un número
potencial de aspirantes para estudiar una Maestría en Historia sin contar los posibles
interesados provenientes de países vecinos como Guatemala.
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Cabe destacar que la UNACH ha ofrecido una especialidad en Historia de Chiapas y
México y un diplomado en Historia. La primera fue organizada por la Facultad de
Humanidades de la UNACH y tuvo lugar en el año 2000. El diplomado fue organizado
en el año 2004 por la Facultad de Ciencias Sociales de la UNACH. Ambas ofertas
académicas gozaron de buena aceptación entre el público interesado.
Bajo estos antecedentes y alcances académicos, y con el deseo de compartir líneas
del conocimiento comunes, se constituye de manera colegiada y con efectos
vinculatorios entre la UNACH y la UNICACH el programa de Maestría en Historia
bajo un Convenio Específico de Colaboración Académica Interinstitucional para el
Establecimiento de la Maestría en Historia celebrado el 04 de marzo de 2010 teniendo
como referente el convenio marco de colaboración entre ambas instituciones firmado
con fecha 11 de junio de 2008, erigiéndose así como el primer programa de posgrado de
investigación en estudios históricos en el estado y estados adyacentes con amplias
perspectivas de crecimiento e incluso de internacionalización.
1. FUNDAMENTACIÓN
A) Referentes teóricos del modelo educativo
Sustento filosófico
La propuesta curricular de la Maestría en Historia se fundamenta en la teoría
humanista pues mantiene una visión holística del desarrollo humano, la cual considera a
cada persona como un ser íntegro y único de valor independiente, reconociendo a
los seres humanos como agentes libres con capacidades para utilizar los símbolos y
pensar en términos abstractos, por lo que considera que las personas son seres
capaces de hacer elecciones inteligentes, responsabilizarse de sus acciones y
desarrollar su potencial de autorrealización (Rice, 1977).
Por ello este programa educativo busca fomentar el pensamiento libre y el respeto
hacia el otro, a la vez que considera que la ciencia debe aplicarse bajo principios éticos
universales. El programa se constituye, en este sentido, en un espacio de escucha
de todas las voces para que éstas sean capaces, en forma conjunta, de enriquecer el
quehacer docente, de investigación, de gestión, de vinculación y de extensión.
Acorde con estos principios, la UNACH y la UNICACH determinan en su modelo
educativo la necesidad de formar a sus estudiantes de manera integral, de tal forma
que sean profesionistas competentes y con un amplio sentido de compromiso social.
Para ello, ambas instituciones entienden la trayectoria educativa como un medio para
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formar ciudadanos creativos, constructivos y democráticos que favorezcan el desarrollo de
escuelas, de la comunidad y de la sociedad (Harkavy, 2006). La formación que
ofrecen ambas universidades se sitúa en el paradigma educativo centrado en el
aprendizaje y la construcción de competencias profesionales integrales, lo que significa
el compromiso individual de la construcción de su propio conocimiento y el aprendizaje
en y a lo largo de la vida.
Sustento antropológico
Toda propuesta educativa tiene la intencionalidad de formar un ideal de ser humano,
entendiéndolo como un sujeto histórico que se construye y reconstruye en la
interacción social privilegiando el lenguaje como un artefacto cultural que posibilita dar
sentido y significado a la realidad que, una vez socializada, puede ser interiorizada y
formar parte de la estructura cognitiva del ser humano. En este sentido la educación,
como construcción social cuya pretensión es la transmisión dinámica de la cultura de una
generación a otra, integra grupos que crean cultura.
El proceso de enseñanza-aprendizaje, como proceso psicológico, pretende potenciar
los conocimientos y habilidades de las personas por lo que las propuestas curriculares
deben privilegiar un enfoque sociocultural, enfatizar las experiencias compartidas que
permitan la construcción de la intersubjetividad, la memoria histórica y cultural de cada
sujeto y de la sociedad de la que forma parte. En consecuencia, el aprendizaje debe
ser situado y contextualizado dentro de comunidades de práctica a fin de privilegiar el
aprendizaje guiado y cooperativo, la enseñanza mutua, la evaluación dinámica y en
contexto (Díaz- Barriga, 2007).
Coincidente con ello, la UNACH y la UNICACH, a través de este plan de estudios, asumen
la responsabilidad de formar investigadores capaces, críticos, propositivos y creativos,
con espíritu ético y humanista, con conciencia histórica y social, que desplieguen la
capacidad de reconocer la complejidad de la realidad a través de la construcción y
reconstrucción de sus saberes, compartiendo y construyendo los valores sociales
desde una perspectiva de interculturalidad que los haga ciudadanos del mundo con
plena identidad local, ciudadanos que privilegien el respeto, la comprensión y el aprecio
de la diversidad cultural, la responsabilidad social y el desarrollo sustentable como
requisitos indispensables para contribuir a propiciar una cultura de paz.
Sustento epistemológico
El proceso de enseñanza-aprendizaje se aborda desde una perspectiva constructivista
que retoma las premisas epistemológicas del paradigma interpretativo y las aplica al
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aprendizaje considerando la capacidad cognitiva del aprendiz, quien organiza y da
sentido a la experiencia individual. Se caracteriza por el papel activo que en ella juega
el alumno, el cual ya no es considerado como un ser reactivo, mientras que el docente
se convierte en un facilitador del proceso de aprendizaje (Coll, 2005).
Se concibe que el conocimiento se construya a través de la interacción con el
contexto social, histórico y político en el que se desenvuelve el profesional en formación.
El conocimiento no es un proceso lineal, ni una simple copia de la realidad, requiere
un esfuerzo continuo de construcción y deconstrucción propio de la dialéctica enseñar-
aprender y de la vinculación teoría-práctica.
El paradigma educativo centrado en el aprendizaje y en las competencias concibe a
la enseñanza y al aprendizaje como un proceso en el cual se construyen y
reconstruyen saberes que permitan aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a
ser y aprender a vivir con los otros (Delors, 1996). Ello implica que el conocimiento
debe ser un elemento que coadyuve a la transformación del entorno para mejorar las
condiciones de vida y para responder a las necesidades sociales en una sociedad
denominada del conocimiento y la súper complejidad. Por ello el conocimiento ya no
puede ser dogmático y concebirse como algo acabado, puesto que las certezas son
condicionadas por las particularidades de la realidad y son absolutamente finitas. Por
ello la construcción del conocimiento debe propiciarse a partir de la relación entre
experiencia y teoría.
En el campo de la tecnología aplicada a la educación, la relación teoría-práctica debe
ser permanente y permitir la conceptualización científica y su aplicación en tareas
concretas y situadas desde una perspectiva holística que considere el contexto y la
cultura; las actividades de aprendizaje por lo tanto deberán ser diseñadas para facilitar
aproximaciones sucesivas y ordenadas que propicien la construcción y apropiación de
los conocimientos propios de este campo disciplinario.
Sustento psicopedagógico
La UNACH y la UNICACH han adoptado un modelo educativo centrado en el
aprendizaje y en la construcción de competencias, en este paradigma educativo se
hace énfasis en el alumno quien con la guía del docente construye su propio
aprendizaje. Desde este paradigma educativo se incorpora a su formación un conjunto
de estrategias que permita la construcción de un aprendizaje significativo, autónomo y
situado.
Entenderemos el aprendizaje significativo como la capacidad de construir significados,
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es decir:
• Establecer relaciones sustantivas, no arbitrarias, entre lo que aprendemos y lo que
ya conocemos (Ausubel, 1983).
• Integrar el nuevo contenido de aprendizaje en los esquemas de conocimiento de
la realidad que ya poseemos (Piaget, 1970).
El aprendizaje autónomo o autodirigido hace referencia a la facultad de tomar
decisiones que permitan regular el propio aprendizaje para aproximarlo a una
determinada meta en el seno de las condiciones específicas que forman el contexto de
aprendizaje. Además, es indispensable situar el aprendizaje ya que no toda su
aplicación se reduce al contexto escolar. Por lo anterior, es indispensable que la
educación formal responda a las problemáticas de la sociedad porque es precisamente
en ella que el profesional interviene ofreciendo alternativas de solución de manera
colaborativa.
Para hacer posible que el alumno se convierta en el protagonista de su proceso de
formación es indispensable cambiar la perspectiva de la educación, pasando de
concebir el aprendizaje como la acumulación de conocimientos a ponderar la
construcción de los conocimientos en ambientes complejos, realistas y pertinentes, así
como a través del desarrollo de tareas auténticas. Es por ello que el modelo educativo
de las universidades participantes en este programa pondera la educación basada en
competencias que permitan al estudiante aprender a aprender, ya que en la sociedad
del siglo XXI los conocimientos y saberes cambian de manera vertiginosa, lo cual
provoca confusión haciéndose indispensable “facilitar el desarrollo de las competencias
profesionales de las personas, pero ejerciendo esencialmente una función orientadora
que permita el reconocimiento y la potencialización de las habilidades de cada uno
según sus capacidades y sus intereses” (Zabala & Arnau, 2007).
Los estilos de aprendizaje implican reconocer que los alumnos enfrentan una tarea
cognitiva determinada utilizando diversas estrategias, las cuales pueden ser adecuadas
o no. El uso de estrategias de aprendizaje implica planificar, controlar y evaluar la
propia actividad. Facilitar el aprendizaje situado, autónomo y estratégico contribuye a
educar en y para la vida, contribuyendo a que el estudiante aprenda a conocer, hacer,
ser y convivir con los demás (Delors, 1996).
En otros términos, el modelo educativo parte del estudiante como agente activo y
participante de su conocimiento. En consecuencia este modelo se centra en el
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aprendizaje: es el alumno el punto de partida y de llegada en el proceso de
aprendizaje. En esta lógica el aprendizaje como proceso sólo se concibe como
significativo si parte de una reflexión en la acción (Schön, 1992) y si esta acción es una
respuesta o razonamiento como resultado del pensamiento en acción. Es decir, el
modelo se inscribe en recuperar el acto reflexivo del aprendizaje (Brockbank, 2002)
como la evidencia de un saber-hacer integrado, no un saber hacer mecánico, más bien
un proceso cognitivo en amplia reflexión que implica una razón, un sentido y un
significado de la acción. Carl Kemmis insiste en que el proceso de reflexionar como
un acto amplio que incluye la esfera social y política es una construcción social
orientada a la acción (Kemmis en Pérez Gómez, Barquín Ruiz y Angulo Rasco, 1999).
En este sentido se establece la posibilidad de abordar el objeto de conocimiento desde
una perspectiva holística e interdisciplinaria y para ello un currículum basado en
competencias se aboca justamente a retomar las capacidades cognitivas, actitudes y
habilidades propias de los sujetos para aprehender el conocimiento haciendo gala
precisamente de esta capacidades vistas desde una integralidad desarrollada en el
sujeto. Desde luego que habrá permanentemente de fortalecerlas, diversificarlas,
potenciarlas y recrearlas aún más con el propósito básico de generar y aplicar
conocimientos para un bienestar común.
B) Necesidades sociales La Historia frente a las sociedades adquiere relevancia debido a la necesidad de
reflexionar los acontecimientos pasados con el propósito de comprender la realidad
presente y poder transformarla en aras de un mejor porvenir. Ello resulta
especialmente actual en el contexto moderno en el que se encuentra el mundo pero
principalmente México y Chiapas.
Las sociedades contemporáneas enfrentan serias problemáticas derivadas de la
marginación, la pobreza, la corrupción, la inequidad, la discriminación, el deterioro
ambiental, cuyas raíces profundas se encuentran en procesos históricos de larga
duración. En México, los retos más importantes están asociados con la pobreza de
más del 50% de la población, la tenencia de la tierra, los altos índices de
analfabetismo, la desnutrición, la salud, la depredación de los recursos naturales, el
crimen organizado y una incipiente democracia, que se refleja en la escasa
institucionalidad de los partidos políticos.
En Chiapas, estos problemas son especialmente acuciantes y hallan sus orígenes
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desde los tiempos de la conquista y colonización. Chiapas fue un territorio poblado en
su mayor parte por distintos pueblos indígenas con una escasa presencia de españoles
y criollos. El decrecimiento de la población indígena permitió el avance español sobre
las tierras que habían pertenecido a los pueblos autóctonos. Posteriormente, se dio en
el siglo XVIII un aumento poblacional entre los indígenas que propició litigios por la
posesión de la tierra a partir de entonces.
El aislamiento de la provincia se explica además por el escaso interés que generó al
no haber fuentes de riqueza –como las minas- que incentivaran la ambición hispana.
En consecuencia, los españoles que llegaron a la provincia debieron dedicarse a
actividades agrícolas y ganaderas, que no prometían siempre una buena colocación en
los mercados de las provincias circunvecinas. Asimismo, el grado de preparación de los
españoles avecindados fue en la mayoría de los casos muy bajo, al grado de encontrar
en ellos altos grados de analfabetismo. Si ello ocurría hacia el interior del grupo
español, la situación era todavía más manifiesta en el resto de la población provincial.
Todo ello encuentra su reflejo en la situación que prevalece en la actualidad en el
Estado (Barbosa,1977; Baudot, 1990; Brading, 1980; Chance, 1998; Gerhard, 1994;
Morales Moreno, 2005; Romero Galván, 2003; Stein, 1983; Trens, 1999).
Las acciones de los diferentes actores sociales y políticos comúnmente se centran en
los problemas económicos actuales perdiendo de vista que esos problemas tienen
antecedentes históricos que en la mayoría de los casos no se comprenden limitando
por lo tanto la efectividad de las políticas sociales. Por ello en el sureste del país, pero
sensiblemente en Chiapas, es necesario formar especialistas que, comprendiendo y
explicando el pasado, logren no solo coadyuvar a la solución de los problemas del
México y la región sino también a proponer diversas estrategias con miras al alcanzar
los niveles de desarrollo socio-económico y cultural que requiere hoy la realidad
mundial.
C) Diagnóstico Una revisión de la oferta de posgrados a nivel nacional revela una nula existencia
de instituciones educativas públicas o privadas que oferten un programa de Maestría
en Historia con orientación a la investigación en el estado de Chiapas y en toda la
región sur de México.
La región sur sureste de México abarca los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas,
Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. En esta amplia región, diversas
universidades ofrecen licenciaturas en Historia, como es el caso de la Universidad
Autónoma de Guerrero, la Universidad Autónoma de Campeche, la Universidad
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Juárez Autónoma de Tabasco y la Universidad Autónoma de Yucatán. La Universidad
de Quintana Roo ofrece una Licenciatura en Humanidades, con un área de
acentuación en Historia. Por su parte, la Universidad Autónoma de Chiapas y la
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas brindan respectivamente una Licenciatura
en Historia. Sin embargo, en ninguna de las instituciones señaladas se ofrece un
programa de Maestría en Historia.
En contraste, sólo el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social ( CIESAS- Peninsular), con sede en Mérida, cuenta con una Maestría en
Historia, la cual está inscrita en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC)
de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Este programa sin
embargo no contempla todas las áreas históricas que interesan a los egresados de
las licenciaturas, en particular la Historia Precolombina. La Universidad Autónoma de
Guerrero ofrece también un programa de Maestría en Historia Regional, pero éste no se
halla inscrito en el PNPC.
Como se puede percibir, de los dos únicos programas de maestría en Historia en la
región ninguno se encuentra en Chiapas y estados circunvecinos, razón por la cual los
egresados de las licenciaturas en Historia del estado, se ven obligados a trasladarse
a otras entidades o al extranjero para continuar sus estudios. Los que no cuentan con
los recursos económicos para ello, simplemente ven truncadas sus aspiraciones y su
potencial académico.
Cabe señalar que desde 1994, cuando surgió el programa de la Licenciatura en
Historia de la UNACH, ha egresado un total de 11 generaciones que suman 220
alumnos con los estudios concluidos; por su parte la UNICACH ofrece la Licenciatura
en Historia desde el año 2000, con 7 generaciones a la fecha, que hacen un total
de 210 egresados. En consecuencia, las dos instituciones reúnen un total de 430
jóvenes historiadores que ven truncados sus deseos de formación académica a nivel
posgrado.
Ello es sumamente grave si consideramos las estadísticas de CONACYT acerca del
posgrado en Chiapas. De acuerdo con el organismo federal, en Chiapas solo el 2.3%
del total de la población escolar se encuentra cursando una maestría. Las maestrías
de las universidades públicas de Chiapas solo captan el 1.2% de la población escolar.
Y de los anteriores solo el 3.9% cursa una maestría del Área de las Humanidades,
en la que la Historia se suscribe. Ello se debe a la carencia de opciones de posgrado
en estas áreas incluyendo la historia.
Por ello la Maestría en Historia UNACH-UNICACH cubre la demanda de los alumnos
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titulados en las dos universidades de Chiapas que están interesados en continuar su
formación profesional a nivel posgrado y que hasta ahora no podían hacerlo en el
campo específico de la disciplina histórica.
Asimismo, el programa enriquece la formación de los historiadores encargados de
resguardar y transmitir la riqueza cultural de la zona, aspecto que constituye uno de
los propósitos de la maestría, dado su énfasis en la preservación y difusión del
patrimonio cultural.
En resumen, se establece la factibilidad de elegir a la Maestría en Historia como
opción de desarrollo educativo. Por las condiciones expuestas, la maestría se ubica
en un nivel aceptable por su pertinencia, tanto como disciplina de conocimiento como
de ocupación laboral.
D) Estado del arte del campo disciplinario
En los años sesenta, al igual que la antropología y la sociología, la ciencia histórica
experimentó importantes transformaciones derivadas de una serie de crisis políticas y
sociales que se vivían en todo el mundo. Los sesenta fueron los años del desencanto
de la llamada civilización tecnocientífica, que había privilegiado los avances
tecnológicos, pero sin que éstos propiciaran mejores condiciones de vida entre la
población, incluso de los países más industrializados. Por otro lado, fueron también los
años de los movimientos estudiantiles, de amas de casa y de trabajadores, como el
que ocurrió en México en 1968, y también en lugares como París, Praga, Berlín,
Berkeley (Iggers, 1998).
Este conjunto de fenómenos sociales afectaron los fundamentos en los que se basaba
la ciencia histórica. A partir de entonces, ni los modelos sociocientíficos, en los que
descansaba la ciencia económica y social, ni el materialismo histórico (que también
se basaba en la idea evolutiva de la sociedad, determinada por leyes inequívocas)
fueron capaces de seguir convenciendo (Iggers, 1998).
El principal cuestionamiento que se hizo fue que ambos modelos partían de
concepciones macrosociales y macrohistóricas, en donde los conceptos de Estado,
Mercado y Clase Social, eran amplios y abarcativos, pero dejaban de lado muchas
realidades que escapaban a los grandes procesos. Estos modelos de explicación
dejaban también de lado a grupos minoritarios, grupos con una identidad e historia
propias. Es decir, la historiografía sociocientífica, que se interesaba en los
macroprocesos, no tenía interés específicamente en los aspectos existenciales de la
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vida y en las realidades más inmediatas a los seres humanos (Dosse, 1988).
Entonces los historiadores comenzaron a desplazar su atención de las realidades
macrosociales hacia los aspectos más sensibles de la vida, a las realidades más
inmediatas de los seres humanos, así como a los aspectos subjetivos de la
existencia humana, es decir, hacia el estudio de las emociones de las personas, sus
valores, sus temores, su visión del mundo y su percepción de la realidad objetiva
(Sartre, 1968).
Esta nueva generación de historiadores comenzó también a interesarse en las
culturas, en los modos de vida y en los grupos minoritarios. Todo esto sin descuidar
absolutamente el análisis de las estructuras y los procesos económicos, políticos y
sociales más amplios. La nueva historiografía amplió la racionalidad científica, pero sin
renunciar a ella. También, el mundo de los hombres comenzó a considerarse como
más complejo, pues el historiador debía estudiar, además de las realidades sociales,
económicas, políticas y sociales más amplias, las realidades más cercanas a las
personas, sus emociones, percepciones y valores, lo que exigió una serie de prácticas
científicas que dieran cuenta de esa complejidad (Sartre, 1968).
La ampliación de la historia social, desde una historia de las estructuras y procesos
sociales hacia una historia de la vida cotidiana y de la cultura, comenzó a reflejarse en
la historiografía de países como Alemania, Francia, Italia, Inglaterra, así como en
América. Todos estos nuevos planteamientos, y los límites que se le reconoció a la
ortodoxia marxista, dieron lugar a la formación de dos corrientes historiográficas dentro
del marxismo: el marxismo estructuralista y el culturalista (Iggers, 1998).
La corriente estructuralista está estrechamente ligada a la doctrina marxista de la
infraestructura y la superestructura, en el sentido de que la estructura económica
determina el sistema jurídico de una sociedad, el sistema político y otros aspectos
relacionados con la ideología. También comparten la idea de que los estadios
socioeconómicos (feudalismo, capitalismo, entre otros) son formaciones que comparten
rasgos en común.
En cambio, para los historiadores de la corriente marxista culturalista, entre ellos
George Rudé, Eric Hobsbawm y Edward Thompson, la conciencia desempeña un papel
fundamental en los procesos sociales, por lo que no basta con analizar las estructuras
o factores económicos para entender los fenómenos económicos, políticos o sociales,
sino que debe considerarse la relación que existe entre conciencia y modo de
producción. Los historiadores culturalistas no niegan que las relaciones de producción
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determinan la desigualdad social y el conflicto, tampoco niegan el papel objetivo de
las relaciones de producción; plantean más bien la necesidad de vincular estas
relaciones en el marco de una cultura concreta, que no puede ser comprendida sin
las experiencias de hombres y mujeres reales (Dosse, 1988).
Por otra parte, en los años ochenta y noventa surgió una nueva corriente historiográfica:
la historia de la vida cotidiana, microhistoria o antropología histórica, que es similar al
marxismo culturalista, porque no se planteó solamente la necesidad de analizar las
condiciones de vida cotidianas, sino cómo los individuos experimentan esas
condiciones de vida. Los historiadores de esta nueva corriente se propusieron
establecer también la relación entre las estructuras globales y la praxis de los sujetos, es
decir entre las condiciones objetivas de vida y la subjetividad de las personas
(Collingwood, 1952).
Esta insistencia en la subjetividad de las personas requirió para estos historiadores
una concepción distinta de la historia, una visión que complementara la lógica de los
sistemas –económicos, sociales– con una lógica vital, comunicativa y referida a la
experiencia. Los historiadores de la vida cotidiana o antropología histórica pretenden
humanizar a la historia, incluir en el relato histórico a las personas de carne y hueso,
con sus modos particulares de experimentar el mundo, y esto requirió, al mismo tiempo,
ampliar el campo de estudio de la historiografía, es decir, incluir, además de los grandes
procesos, la historia de un espacio reducido, así como las vivencias y experiencias de
personas concretas o de pequeños grupos sociales, pero siempre dentro del marco de
los grandes procesos (Iggers, 1998).
En resumen, existe hoy día un regreso a la historia narrativa, que se esfuerza en tomar
en cuenta los aspectos subjetivos de la existencia humana. Pero esto no quiere decir
que los estudios microhistóricos descuiden la interrelación entre la historia regional o
local y los grandes procesos del cambio económico, social y cultural, lo que hacen es
aportar una imagen más matizada de estos procesos.
La práctica historiográfica en nuestro país guarda una apreciable sintonía con la que
tiene lugar en el contexto internacional, y muestra una fuerte vitalidad a través de
diversos centros de investigación –El Colegio de México, El Colegio de Michoacán, el
Instituto Mora, el Instituto de Estudios Históricos sobre las Revoluciones de México,
además de los centros de investigación de universidades públicas del país- que
promueven y difunden una amplia gama de estudios historiográficos en el nivel
nacional y en cada una de las entidades del país. Estos mismos propósitos son los
contemplados en el diseño e establecimiento del presente programa de Maestría en
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Historia entre dos universidades del país: la UNACH y la UNICACH.
E) Justificación
El programa de Maestría en Historia UNACH-UNICACH se justifica en el ofrecimiento
de opciones de preparación a los egresados de las licenciaturas de Historia ante la
ausencia no sólo de programas de maestría semejantes en Chiapas y en el sureste sino
también en la inexistencia de programas interinstitucionales que aspiren a la calidad a
través de un mayor aprovechamiento de sus recursos. El programa, por ejemplo, cubre
la demanda de posgrados en Historia que contemplen el total de las temporalidades
históricas (Historia Precolombina, Historia Moderna e Historia Contemporánea).
Por la riqueza de sus recursos conjuntos, la Maestría en Historia UNACH-UNICACH tiene
como meta alcanzar niveles de reconocimiento académico altos, incluso de
internacionalización mediante su continua superación. Tales alcances son de suma
importancia en el contexto de la globalización y la competencia académica frente a la
cual los egresados de Chiapas deben estar preparados. Es, por lo tanto, una opción
para un gran número de licenciados en Historia y de otras disciplinas afines que están
interesados en continuar sus estudios históricos y que no encuentran opciones en el sur
de México.
Gracias a lo anterior, el programa de Maestría en Historia UNACH-UNICACH apunta a
ser el instrumento que permita no solo el incremento de los recursos humanos con
los que cuenta el estado de Chiapas en el ámbito histórico, sino el incremento de la
propia investigación científica en el estado, la cual, en el caso de la Historia, ha sido
poco abundante. Dichas investigaciones beneficiarán a una población diversa, desde
estudiantes de todos los niveles hasta instituciones públicas tales como museos,
consejos de cultura y archivos, éstos últimos cada vez más necesitados de historiadores
profesionales debido a la introducción de la Ley de Transparencia.
No hay que olvidar a las empresas privadas como un sector beneficiado de las
investigaciones y de los egresados producto de la Maestría en Historia. Entre estas
empresas se encuentra los negocios relacionados con la difusión del patrimonio
cultural histórico tales como agencias turísticas y también las editoriales escolares.
Las diversas ONG’s que operan en el estado de Chiapas también se benefician al
poder contar con especialistas y conocimientos frescos y constantes en el desarrollo
de sus actividades humanitarias.
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F) Opciones de formación afines
En la amplia área geográfica que conforma el sureste de México hay una carencia total
de opciones de posgrado en el ámbito de la Historia. Los programas existentes más
cercanos son los ofertados por el CIESAS Peninsular, con sede en la ciudad de
Mérida, Yucatán, y el ofrecido por la Universidad Autónoma de Guerrero. La maestría
de CIESAS Peninsular está inscrita en el PNPC de CONACyT. Sin embargo, este
programa, sin demerito de su gran valor, no contempla todas las áreas históricas que
son de interés en los egresados de las licenciaturas en Historia, como es el caso de
la Historia Antigua de México. La Maestría en Historia Regional de la Universidad
Autónoma de Guerrero no se halla actualmente reconocida por el PNPC de
CONACyT. En cualquiera de los dos casos, ambos programas son ofertados en sitios
bastante alejados del estado de Chiapas.
2. MISIÓN El Programa de Maestría en Historia UNACH-UNICACH tiene como misión
fundamental formar investigadores en los campos de estudio de la historia local,
regional, nacional y de Centroamérica capaces de fortalecer, a través de
investigaciones innovadoras, la riqueza histórico-cultural de la región y la identidad
nacional como vía para las transformaciones sociales necesarias para alcanzar el
desarrollo del estado y del país.
3. VISIÓN
La Maestría en Historia de la Universidad Autónoma de Chiapas y la Universidad de
Ciencias y Artes de Chiapas es un programa académico que por el buen desempeño
de sus egresados forma parte del Programa Nacional de Posgrados de Calidad del
CONACyT y cuenta con reconocimiento internacional; sus profesores participan en
cuerpos académicos consolidados y en líneas de generación y aplicación del
conocimiento bien definidas; ofrece un amplio abanico de oportunidades de desarrollo
académico para los licenciados en Historia y disciplinas afines. Los graduados en el
programa se insertan de manera satisfactoria en el mercado laboral y coadyuvan en
el desarrollo de la sociedad.
4. PROPOSITO GENERAL
El objetivo de la Maestría en Historia es:
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Formar investigadores de los procesos históricos de México y de la región sursureste,
capaces de desarrollar interpretaciones y líneas de investigación innovadoras.
5. PERFIL DE EGRESO
El egresado de la Maestría en Historia es competente para:
1. Analizar mediante conocimientos avanzados las perspectivas teóricas y
metodológicas de la disciplina y, en general, de las Ciencias Sociales y
Humanísticas.
2. Investigar los procesos históricos mediante el diseño y desarrollo de proyectos
académicos rigurosos y sólidos.
3. Desarrollar interpretaciones y líneas de investigación innovadoras utilizando las
diversas corrientes historiográficas vigentes.
4. Contribuir a enfrentar las problemáticas sociales desde una perspectiva
histórica.
5. Difundir los resultados de investigación con alto nivel de calidad.
6. PERFIL DE INGRESO
En función de los propósitos del programa, los aspirantes a ingresar a la Maestría
deberán ser egresados de una licenciatura en Historia o de alguna licenciatura inscrita
en el campo de las Ciencias Sociales y las Humanidades.
El aspirante deberá tener habilidades y conocimientos para el desarrollo de
investigaciones históricas e inclinación por el trabajo de archivo, arqueológico y de
campo, así como por el manejo de fuentes diversas, y demostrar –asimismo- poseer un
buen nivel de competencia en comprensión de textos académicos en inglés. Deberá
contar con aptitudes, actitudes, habilidades, conocimientos y valores que le permitan el
adecuado desarrollo académico.
Desde luego, el estudiante deberá estar en posibilidad de dedicarse a sus estudios
de tiempo completo.
7. CAMPO L ABORAL
Los egresados podrán desempeñarse en instituciones educativas de todos los niveles,
en instituciones de investigación académica, archivos, museos, instituciones públicas
de los gobiernos federal, estatal y municipal, así como en periodismo, organismos no
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gubernamentales, fundaciones, agrupaciones sociales, en asesorías o consultorías
especializadas, entre otros.
8. CARACTERÍSTICAS DEL PL AN DE ESTUDIOS
El Plan de Estudios de la Maestría en Historia se constituye como un programa
interistitucional reconocido por la UNACH y la UNICACH. Por su carácter, se acoge a las
legislaciones de ambas universidades y a los lineamientos del PNPC; al Convenio
Específico de Colaboración académica interinstitucional para el Establecimiento de la
Maestría en Historia y a los Lineamientos Operativos de este programa.
El plan de estudios de la Maestría en Historia consta de 76 créditos SATCA. Consta
de 3 asignaturas básicas, 2 cursos optativos por línea de acentuación, 2 cursos electivos,
4 seminarios de tesis, 2 cursos prácticos de archivo o campo, y dos coloquios para
presentar los avances de investigación. Todos ellos distribuidos en 4 semestres. La
duración de los estudios es de dos años. El estudiante tendrá seis meses más para
terminar la versión definitiva de su tesis como requisito indispensable para obtener su
grado.
El plan contempla tres áreas formativas: básica, de especialización y de
investigación. Por su propósito fundamental de formar investigadores de alta
especialización, su contenido en el área de investigación es trasversal en toda la
estructura del plan de estudios. De este modo se garantiza la formación de
investigadores especializados por líneas de conocimiento.
El programa de la Maestría en Historia, como se muestra en su estructura curricular,
en su horizontalidad enfatiza la formación para el desarrollo de la investigación en las
líneas de acentuación elegidas por los estudiantes a partir de los objetos de estudio.
Los cuatro cursos optativos fundamentan teóricamente al objeto de investigación desde
los marcos metodológicos y las propias teorías que los sustentan. La función
transversal de los seminarios de tesis por línea de acentuación permite la continuidad
y seguimiento de los procesos de investigación; es por ello, que éstos se representan
como seriados con números romanos en el mapa curricular. Respondiendo al carácter
del Programa, el trabajo de archivo, campo o museo se contempla dentro de la
estructura curricular como una unidad académica que vincula y contrasta los aspectos
teoréticos con las herramientas propias del historiador.
La estructura curricular favorece la consecución de avances y resultados mediante el
seguimiento de un comité tutoral.
Las líneas de acentuación son las siguientes:
18
• Historia Precolombina. Esta línea tiene como propósito el estudio de los
fenómenos históricos en la época precolombina. Se contempla abordar
temáticas relacionadas con la historia económica, socio-política y cultural;
haciendo énfasis en las implicaciones sociales, las estrategias y representaciones
del poder y la historia de la religión. Todas estas temáticas se trabajarán desde
una visión interdisciplinaria, utilizando los métodos comparativo y retrospectivo,
y haciendo uso de fuentes variadas que incluyan datos arqueológicos, escritos
(jeroglíficos y textos españoles coloniales), etnográficos e iconográficos. Por
ello, toma en cuenta los avances alcanzados en otras disciplinas como la epigrafía e
iconografía, la lingüística, la arqueología, l a historia del arte y la etnografía.
Se pretende que los trabajos generados dentro de esta línea de acentuación
abonen a la historiografía actual sobre el tema.
• Historia Colonial. Esta línea abordará el análisis de los procesos económicos,
políticos, sociales y culturales en el continente americano, desde el arribo de los
europeos hasta el surgimiento de los estados nacionales. Dentro de este amplio
marco temporal se abarcarán temáticas relacionadas con la historia
económica, en particular la articulación de redes comerciales y rutas de
comunicación, temas que para el caso del sureste mexicano han sido poco
tratados. El objeto de estudio de esta línea se analizará desde enfoques
metodológicos mixtos recuperando los referentes cuantitativos y cualitativos de
las corrientes historiográficas de mayor vigencia: Escuela de los Annales,
Antropología Histórica, el Marxismo Estructuralista y el Culturalista, con el
propósito de entender y comprender que los fenómenos históricos se explican
y comprenden desde una visión interdisciplinaria y holística. Esta línea
contempla también el análisis de la relación entre grupos de poder económico y
político, estudiados a partir de un enfoque local y regional que dé cuenta tanto
de la distribución de los recursos como de la organización territorial y de distintos
aspectos de la vida social: educación, salud y manifestaciones culturales de toda
índole. Además, se estudiará la importancia del papel jugado por la prensa
como instrumento político de los grupos emergentes a partir de las
independencias y a lo largo del proceso de formación de los Estados-Nación
hispanoamericanos.
• Historia Contemporánea. Esta línea se caracteriza por el estudio de los
procesos históricos de las sociedades en México y Centroamérica, desde la
19
segunda mitad del siglo XIX hasta la actualidad. Se profundizará en el
conocimiento de la historia de estas sociedades y su papel en la construcción y
consolidación de los estados nacionales de la región. El análisis de esta línea
se centrará en revisar los procesos históricos derivados de los conflictos entre
las diferentes instituciones y grupos de poder; así como las élites intelectuales y
las corrientes de pensamiento en los siglos XIX y XX. Esta línea también
considera el estudio de la historia ambiental, el agua, la salud y la enfermedad.
El punto de partida o enfoque teórico metodológico de esta línea de la Maestría
en Historia será entender la disciplina no como un conjunto desarticulado de
acontecimientos en tiempos y lugares, sino como un proceso dinámico,
concatenado, cuyo desarrollo ha tenido como consecuencia el surgimiento de las
sociedades contemporáneas de la región. La sistematización de la información
de este periodo, la investigación que se lleve a cabo, así como la enseñanza
sobre el mismo contribuirá a generar estudios con un enfoque crítico de áreas
poco conocidas.
Los créditos totales de este Programa tienen su equivalencia en 87 créditos según el
acuerdo 279 de la SEP. Dicha equivalencia se señala con la finalidad de facilitar la
movilidad de estudiantes en un ámbito más amplio.
9. DIRECCIÓN DE TESIS Y TUTORÍA Las tutorías y las asesorías de tesis son consideradas como parte del mismo proceso
de enseñanza-aprendizaje que se realiza para proporcionar al alumno las herramientas
para obtener el grado de Maestría. Son un componente esencial para el logro de la
eficiencia terminal y por ello su implementación se llevará a cabo de manera conjunta,
sistemática y permanente durante todo el proceso formativo hasta la terminación de la
tesis de grado. En concreto, la asesoría tendrá una función directiva en conformidad
con el tema del proyecto de tesis y de acuerdo con la línea de acentuación del alumno,
mientras que la tutoría es un acompañamiento que permite fortalecer el desarrollo
académico del maestrante.
Para tal efecto, el plan de tutoría se define a partir de los temas de investigación y de
las líneas de acentuación elegidas por los estudiantes desde el primer semestre. Cada
académico del Núcleo Básico trabajará con un máximo de dos alumnos
asesorados/dirigidos. La asignación de los asesores dentro del Núcleo Básico será
definida exclusivamente por el Comité Académico del Programa, con fundamento en lo
dispuesto en los Lineamientos Operativos suscritos por las dos universidades
participantes.
20
10. ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA CURRICUL AR
A. Mapa Curricular
Áreas de Formación I II III IV Básica
Acentuación Investigación
Teoría de la Historia 6/96/6
Historiografía de México y
Centroamérica 6/96/6
Introducción a la Línea de
Especialización 6/96/6
Seminario de Tesis I 6/96/6
Seminario de Tesis II 6/96/6
Coloquio de Investigación 1
2/40/2.5
Curso optativo especializado 3
6/96/6
Curso optativo especializado 1
6/96/6
Curso optativo especializado 2
6/96/6
Trabajo inicial de archivo, campo o
museo 8/128/8
Curso optativo especializado 4
6/96/6
Trabajo avanzado de archivo, campo
o museo 8/128/8
Seminario de Tesis III 6/96/6
Seminario de Tesis IV 6/96/6
Coloquio de Investigación 2
2/40/2.5
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B. Estructura Curricular 1° Semestre CLAVE UNIDADES
ACADÉMICAS HRS/SEMANA TOTALH/SEM CRÉDITOS
SATCA BMH100101 Teoría de la
Historia 6 96 6
BMH100102 Historiografía de México y Centroamérica
6 96 6
BMH100103 Introducción a la línea de especialización
6 96 6
IMH100104 Seminario de Tesis I
6 96 6
Subtotales 24 384 24 2° Semestre CLAVE UNIDADES
ACADÉMICAS HRS/SEMANA TOTALH/SEM CRÉDITOS
SATCA AMH100201 Curso Optativo
de especialización 1
6 96 6
AMH100202 Curso Optativo de especialización 2
6 96 6
AMH100203 Trabajo Inicial de archivo, campo o museo
8 128 3
IMH100204 Seminario de Tesis II
6 96 6
IMH100205 Coloquio de Investigación 1
2 40 2
Subtotales 28 456 23
22
3° Semestre CLAVE UNIDADES
ACADÉMICAS HRS/SEMANA TOTALH/SEM CRÉDITOS
SATCA AMH100301 Curso Optativo de
especialización 3 6 96 6
AMH100302 Curso Optativo de especialización 4
6 96 6
AMH100303 Trabajo Inicial de archivo, campo o museo
8 128 3
IMH100304 Seminario de Tesis III
6 96 6
Subtotales 26 416 21 4° Semestre CLAVE UNIDADES
ACADÉMICAS HRS/SEMANA TOTALH/SEM CRÉDITOS
SATCA IMH100401 Seminario de
Tesis IV 6 96 6
IMH100402 Coloquio de investigación 2
2 40 2
Subtotales 8 136 8 CLAVE UNIDADES
ACADEMICAS HRS/SEMANA TOTAL
HORAS CREDITOS
SATCA 15 1,392 76 VALORES POR ÁREA DE FORMACIÓN ÁREAS No. HRS CRÉDITO
S %
Básica 288 18 24 Acentuación
640 30 39
Investigación
464 28 37
1,392 76 100.00
23
C. Lista de Cursos Optativos por Línea de Acentuación:
historia precolombina historia moderna historia contemporánea Fuentes escritas prehispánicas Paleografía Histórica Económica de los
siglo XVI al XX Análisis de los símbolos y representaciones prehispánicas
Historia militar y naval del Mundo Atlántico
Relaciones México-Estados Unidos (s. XIX y XX).
Pasado y presente de los pueblos indígenas
Repartimiento, encomienda, esclavitud y trabajo libre
La Historia de México del siglo XX a través de la obra de Los
Contemporáneos
Historia y Arqueología Estructuras de poder coloniales
Historia Militar de la Región
Historia de la religión prehispánica
Historia de los conflictos europeos y su proyección en la América colonial
Relaciones Centroamérica-Estados Unidos (Siglos XIX-XX).
Implicaciones históricas del estudio de la arquitectura prehispánica
Implicaciones históricas de la arquitectura religiosa colonial (1549-1821)
La Historia en la Novela de la Revolución Mexicana
Paisaje ritual Instituciones y prácticas políticas (1786-1821)
Nueva historiografía política mexicana
Redes de poder Historia colonial del Caribe
Historia de Centroamérica
Economía prehispánica Historia de la fiscalidad: de la Real Hacienda a la Hacienda Pública
Instituciones y prácticas políticas: del constitucionalismo gaditano al estado independiente
Historia política: De la República de Indios al ayuntamiento independiente
11. LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN DE LA MAESTRÍA EN HISTORIA
Debido al carácter interinstitucional del programa educativo, las líneas de investigación
son:
• Historia y Poder (Se desarrolla en los Cuerpos Académicos (CA´s) Patrimonio
Socio-cultural, UNICACH, y Estudios Mesoamericanos, UNACH). Está dedicada al
24
estudio de los procesos sociales, económicos y políticos que se desarrollaron en
México y Centroamérica desde la antigüedad hasta la fecha.
• Patrimonio Socio-cultural (Se desarrolla en los CA´s Patrimonio Socio-cultural,
UNICACH, y Estudios Mesoamericanos, UNACH). Está orientada al análisis de
las diversas manifestaciones del patrimonio cultural indígena de México y
Centroamérica desde la antigüedad hasta nuestros días.
• Historia y Literatura (Se desarrolla en el CA Estudios Literarios y Sociales,
UNACH). En esta línea se analizan las fuentes históricas en las que se han
basado novelistas y narradores para el desarrollo de sus obras; asimismo, se
observa un periodo histórico determinado a través del análisis de lo que se ha
dado en llamar novela histórica.
12. SISTEMA DE EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE
El carácter interinstitucional del Programa de Maestría en Historia orienta a entender que
el proceso de evaluación corresponde a todos los actores implicados con alto sentido de
responsabilidad y corresponsabilidad institucional y académica. El programa concibe su
evaluación como un proceso desde dentro y desde fuera (autoevaluación y evaluación);
es decir, un proceso que se asume dinámico al abordar lo interno y externo como
procedimientos necesarios para su comprensión integral y con ello la toma de decisiones
inteligentes para su mejora permanente. De similar manera este proceso se interpreta
como la posibilidad de reflexionar en y para los sujetos a quienes se dirige y para los
posibles o futuros beneficiarios.
La mayor riqueza de esta propuesta de evaluación integral, que es holística y
multirreferencial, se aprecia en su potencial de búsqueda, su pertinencia social y
axiológica por la naturaleza disciplinar de la historia. Pérez Gómez (1993) enfatiza que
la evaluación no solo se ocupa de la recogida de datos y evidencias, más bien ésta
nos proporciona oportunidades para tomar decisiones sobre la efectividad y el valor
educativo del currículum.
El hecho de considerar en primera instancia a los sujetos participantes del proceso lleva
a retomar a la evaluación en su carácter de estrategia y acción; es decir, esa
posibilidad de una evaluación comprensiva que, como lo marca Hargreaves (2001), es
la ocasión para planificar, enseñar, estudiar y aprender. En consecuencia invita a
considerar su visión holística y cualitativa de la evaluación evitando el alto predominio
cuantitativo en programas comunes. Se pondera las formas de aprender, los ritmos,
25
estilos de aprendizajes, las formas o estrategias para enseñar, los procedimientos y
materiales. El contexto es un elemento vivo a considerar en la planeación, definición
de los propósitos educativos y las estrategias de evaluación como elemento
constituyente del proceso.
En resumen, los aspectos para la Evaluación Interna y Externa del Programa de la
Maestría en Historia se describen bajo dos grandes componentes:
Currículum formal
Pertinencia y operación del programa: responde a los contenidos, a la
metodología, estrategias didácticas y los materiales de estudio de los cursos
optativos, seminarios, revisión de archivos, trabajo de campo con base al modelo
educativo.
• Práctica docente del profesor-investigador de posgrado: conocimiento sobre la
línea de investigación y su pertinencia al objeto de conocimiento, y dominio del
modelo pedagógico planteado en el programa educativo.
• Logros de los estudiantes en el programa: conocimientos alcanzados y definición
de línea de investigación y proyectos de investigación, trabajo de campo y archivo.
• Dirección de proyectos de investigación en su pertinencia y logro.
• Pertinencia del plan de tutorías para el acompañamiento y la permanencia de los
estudiantes.
• Evidencias de los proyectos como resultados de las líneas de investigación.
• Riqueza y diversificación de actividades académicas y de investigación en el
ámbito local, nacional e internacional.
Currículum real
Para la evaluación de los procesos de aprendizajes y logros de los estudiantes en las
actividades académicas y acorde a la propuesta de evaluación comprensiva donde se
pondera no sólo los productos o evidencias de los alumnos, sino también los
aspectos que tienen que ver con las cualidades, contexto y los valores, el portafolio
como instrumento de evaluación ayuda a este proceso porque se considera como
una metodología y evaluación de aprendizajes, además de entender cómo el
estudiante se plantea sus aprendizajes (Barberá, 2005).
El portafolio como instrumento de evaluación, permite al programa:
1. Recogida de evidencias 2. Selección de evidencias 3. Análisis de las evidencias
26
En resumen, el portafolio representa la oportunidad de obtener información de una
diversidad de fuentes en relación al aprendizaje de los alumnos y cómo ellos mismos
se plantean las estrategias para el logro de conocimientos, habilidades, valores y
actitudes que habrán de emplear o utilizar en situaciones dadas; además permite
establecer vínculos efectivos entre evaluación, currículo y enseñanza y la posibilidad
de valorar el logro individual y colectivo del desempeño de estudiantes y profesores. La
evaluación será continua, integral y holística en el desarrollo del currículum y en el
proceso de formación con el fin de mejorar constantemente la propuesta educativa y
hacerla coherente con las necesidades sociales y con el avance de la ciencia histórica.
Además, al finalizar cada semestre se realiza una evaluación puntual de resultados con la
finalidad de actualizar permanentemente el programa de estudios de forma colegiada.
13. REQUISITOS DE INGRESO
1. Presentar el título o el acta de examen profesional que acredite haber obtenido la
Licenciatura en Historia, o en otras disciplinas de las Ciencias Sociales o las
Humanidades; en el caso de los aspirantes extranjeros, estos deberán presentar
su documentación debidamente apostillada y gestionar el procedimiento de
equivalencias.
2. Carta de exposición de motivos.
3. Carta compromiso de dedicación de tiempo completo al programa.
4. Certificado de estudios de licenciatura con promedio mínimo de 8.0 o su
equivalente.
5. Currículum vitae acompañado de documentos probatorios entre los que se incluya un
ejemplar de su Tesis de Licenciatura y/o una copia de cada una de las publicaciones
arbitradas o indexadas que haya realizado en los campos disciplinares.
6. Comprobar mediante prueba escrita el nivel de lectura y comprensión del idioma inglés
mediante una instancia reconocida por las Universidades.
7. Entregar un anteproyecto de investigación, con base en la línea de acentuación que
se haya elegido, mismo que deberá contener estado de la cuestión, justificación,
preguntas de investigación argumentadas y fuentes. Todo ello en un documento de
entre 5 y 10 cuartillas, en letra times new roman 12 pts., con interlineado de 1.5.
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8. Presentar mediante entrevista, con el Comité Académico del Programa, el anteproyecto
propuesto.
9. Prueba escrita de análisis de un texto disciplinar.
10. Cualquier otro requisito que contemplen las legislaciones de las instituciones
participantes y el convenio establecido entre ellas.
14. REQUISITOS DE PERMANENCIA 1. Inscribirse en cada ciclo escolar y cubrir las cuotas autorizadas.
2. Asistir a los cursos y realizar las actividades académicas que señala el Plan
de Estudios en los plazos señalados.
3. Cumplir con los criterios y plazos de acreditación final de cada curso, seminario
o taller.
4. Cumplir por lo menos con el 85% de asistencia a todos los cursos, seminarios
y talleres señalados en el Plan de Estudios.
5. Obtener la calificación mínima aprobatoria de 8.0 puntos en una escala de 0 a
10 para cada curso, seminario o taller.
6. Concurrir a las sesiones de asesoría de tesis y presentar avances de
investigación en el Seminario de Tesis correspondiente y la presentación de
avances en los Coloquios, de acuerdo con el plan de trabajo individual del
estudiante establecido en común acuerdo con el asesor, es imprescindible para
la permanencia en el programa.
15. REQUISITOS PARA L A OBTENCIÓN DEL GRADO 1. Haber cubierto el 100% de créditos que señala el Plan de Estudios con
un promedio general mínimo de 8.0.
2. Presentar y hacer la defensa de su tesis y obtener los votos aprobatorios de
los sinodales del examen de grado.
3. Cumplir con los demás requisitos que señale el Plan de Estudios y el Reglamento
de Investigación y Posgrado vigente de ambas instituciones.
16. OTORGAMIENTO DEL GRADO ACADEMICO
El grado académico que se otorga es el de Maestro en Historia o Maestra en
Historia, el cual será expedido de manera conjunta y vinculatoria por las universidades
28
participantes. El formato de grado contendrá los escudos y denominación, así como
los nombres y firmas de los Rectores y Secretarios Generales de ambas universidades.
17. GESTION DEL CURRICULUM La gestoría tendrá como propósito fundamental asegurar la operación y desarrollo
de la vida académica interinstitucional en los ámbitos de la generación y aplicación del
conocimiento, la docencia y la difusión del conocimiento, propuestos en el Plan de
Estudios del programa de la Maestría en Historia. Cabe recalcar que, en conformidad
con lo pactado en el Convenio Específico de Colaboración Académica para el
Establecimiento de la Maestría en Historia, y en los Lineamientos Operativos, la gestión
estará a cargo del Coordinador nombrado por ambas instituciones participantes pero
normado por un Comité Técnico Académico Administrativo bipartito; con el apoyo de las
Direcciones de Investigación y Posgrado de las dos instituciones participantes, y con
el apoyo también del Comité Académico conformado por los académicos del Núcleo
Básico.
A) Estrategia operativa del plan de estudios
El logro de los propósitos señalados en el programa educativo depende en gran
medida de su estrategia operativa, por ello se describe puntualmente los siguientes
aspectos del plan de trabajo operativo del programa de Maestría en Historia:
Proceso de inducción: Considerando que el programa exige una alta participación
de académicos y alumnos, se hace necesario conocer el Plan de Estudios en su
estructura curricular, fundamentación pedagógica, propuesta didáctica y sistemas de
evaluación de los aprendizajes y del programa mismo. Se establece un curso de
inducción a la Maestría instrumentado por el Comité Académico con el propósito de
precisar el proceso curricular del programa y su operatividad académica, con temáticas
relacionadas con los procesos y desarrollo de la investigación por cada línea de
acentuación.
Reconocimiento de alumnos y créditos: Los alumnos inscritos en el programa
tendrán el reconocimiento institucional tanto de parte de la UNACH como de la
UNICACH, reconociéndose su personalidad y sus créditos acumulados con base en el
Plan de Estudios, en el Convenio Específico de Colaboración Académica
Interinstitucional para el Establecimiento de la Maestría en Historia, y en los
Lineamientos Operativos del programa.
Dirección de tesis. Los directores de tesis se definirán a partir de los temas de
investigación y de las líneas de acentuación elegidas por los estudiantes desde el
29
primer semestre. El director actuará buscando como propósito el coadyuvar en el
avance del proyecto. Cada académico del Núcleo Básico trabajará con un máximo de
dos alumnos asesorados. La asignación de estos asesorados a cada académico del
Núcleo Básico será definida exclusivamente por el Comité Académico del programa.
Estrategias de vinculación: El programa de Maestría en Historia por su campo de
conocimiento tiene asegurada la vinculación con otras instituciones de educación
superior que ofrecen programas de Licenciatura en Historia. La Universidad de San
Carlos de Guatemala participará a través de sus profesores. Además, dicha universidad
ofrece el Archivo Histórico de Centroamérica instalado en la ciudad de Guatemala
como una oportunidad de vinculación internacional a través de todos los países de
Centro América, sin dejar de señalar que este archivo también incluye documentos
históricos del estado de Chiapas desde la Colonia hasta la fecha.
La Maestría UNACH-UNICACH también tiene asegurados intercambios con otras
instituciones como la UNAM, la Universidad Veracruzana y otras internacionales como
la Universidad del País Vasco, la Universidad Estatal de Moscú, además de los
archivos históricos, locales, regionales, estatales y de Centroamérica, también las redes
de intercambio académico y de colaboración establecidas de la UNACH y la UNICACH
con el Archivo Histórico de la Nación, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, y el
Archivo del Agua, entre otros.
Movilidad Académica y estudiantil: La naturaleza de los vínculos académicos
descritos en el párrafo anterior permitirá que los académicos y los estudiantes de la
Maestría en Historia puedan en su caso establecer y desarrollar actividades
académicas en el marco de aquellas instituciones con las que el programa tenga
convenios. Además, dado el carácter interinstitucional del programa, los académicos y
alumnos de este posgrado podrán transitar libremente en las instalaciones de la
UNACH y de la UNICACH y aprovechar los servicios que brinde cada una de aquellas.
Las visitas temporales o las estancias prolongadas que así se crean convenientes de
acuerdo a los cursos, seminarios, revisión de archivos que tanto profesores como
alumnos puedan ofrecer o recibir respectivamente, se llevarán a cabo con base en
el convenio marco UNACH-UNICACH, en los lineamientos específicos de la Maestría
en Historia, y en los diferentes convenios que se firmen. Estos convenios regularán, en
concreto, el uso de equipos de cómputo, bibliotecas, archivos, entre otros, así como las
condiciones, los derechos y obligaciones de los sujetos de la movilidad académica y
estudiantil.
Infraestructura: Con respecto a la estructura física, las dos instituciones participantes
30
cuentan con aulas equipadas que incluyen mobiliario ergonómico y moderno así
como aulas y salas de estudio climatizadas. Se cuenta con una base de banda ancha
para la teleconferencias, con capacidad para emitir imágenes y sonidos en tiempo
real. Sala de cómputo con capacidad para 40 alumnos, red inalámbrica, biblioteca
virtual, biblioteca especializada y la red cero maya de la UNACH para el Programa
de la Maestría en Historia. Las instituciones participantes se comprometen a dotar
de los espacios físicos que en el futuro resulten necesarios para la instrumentación
del programa, así como de los recursos materiales y equipos que se requieran para
este mismo fin.
Sede y responsable institucional: En conformidad con lo acordado en el Convenio
Específico de Colaboración Académica Interinstitucional para el Establecimiento de la
Maestría en Historia, y en los Lineamientos Operativos del Programa, la sede y la
responsabilidad institucional recaerán en la institución que en ese momento haya
designado, de manera alternada, al Coordinador de la maestría.
Fuentes de financiamiento: En atención a los criterios de compromiso institucional y a
la realidad actual de la educación superior en Chiapas y México, el financiamiento para
este programa de Maestría en Historia provendrá en su mayor parte de los recursos
institucionales de ambas universidades participantes, por lo menos hasta su
consolidación. Este compromiso ha sido reconocido por las dos universidades a través
de documentos específicos tales como el “Convenio de Específico de Colaboración
Académica Interinstitucional para el Establecimiento de la Maestría en Historia”, y los
“Lineamientos Operativos del Programa”, ambos firmados por ambas instituciones.
Otras fuentes de financiamiento serán las cuotas de admisión e inscripción y demás
derechos, además de apoyos estatales, tales como Consejo Estatal de Ciencia y
Tecnología (COCyTECH), y federales complementarios tales como los recursos
originados por CONACyT a través del PNPC, entre otros.
Evaluación y actualización del Plan de Estudios: Al término de cada generación
se realizará la evaluación curricular del Plan de Estudios y de las unidades de
aprendizaje conforme a los lineamientos del PNPC, con el fin de realizar las
modificaciones necesarias que permitan su actualización y adaptación a los nuevos
requerimientos tanto sociales como disciplinarios. En el Programa Interinstitucional de la
Maestría en Historia, propuesta por la UNACH y la UNICACH, serán los profesores del
Núcleo Básico quienes establecerán una propuesta de evaluación con los criterios y
procesos de evaluación, cuidando que esta propuesta sea integral, constructiva,
colegiada, voluntaria, confidencial y oportuna; la producción de conocimiento, la calidad
31
y la eficiencia terminal.
Los resultados y las metodologías empleadas en la evaluación estarán bajo el escrutinio
y revisión crítica de los participantes con el propósito central de mejorar los procesos
formativos sin perder de vista los principios y fundamentos rectores del modelo
educativo de la UNICACH-UNACH, basados en la calidad científica y humana, y en
particular, el logro de los propósitos establecidos en la misión y visión, así como lo
establecido en el perfil de egreso del plan de estudios de la Maestría en Historia en
sus tres líneas de acentuación: Precolombina, Moderna y Contemporánea.
En caso de requerir ajustes curriculares serán los cuerpos académicos y los demás
profesores quienes harán las modificaciones conducentes independientemente de la
evaluación, coevaluación, y autoevaluación interna de cada semestre.
Al término de la 1ª. Generación de Maestros en Historia, se integrará una Comisión
integrada por miembros del núcleo básico del programa que tendrá como tarea principal
proveer información para una primera autoevaluación integral e institucional,
considerando a este proceso como el primer ejercicio que aportará reflexiones,
conclusiones y puntos de vistas sobre el desempeño de los profesores, alumnos y
todos los implicados en el desarrollo del proceso formativo de los estudiantes de la
Maestría en Historia. Cabe puntualizar que el seguimiento de egresados de la 1ª
Generación será de vital importancia para evaluar la pertinencia de la Maestría y su
calidad. Así como los estudios de empleadores y pertinencia.
B) Núcleo Académico Básico de Profesores
El núcleo académico básico del programa, de carácter interinstitucional, estará
conformado por un mínimo de 9 profesores, adscritos a la UNACH y UNICACH,
con el grado de Doctor en Historia o áreas afines. Además, todos ellos han obtenido
el grado en instituciones diferentes a la institución de adscripción lo que evita la
endogamia institucional.
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Perfil Profesional
Plaza
SNI/PROMEP/ SEI
Adscripción
Universidad donde obtuvo el grado
Línea de especialización
Doct ora en Ciencias Sociales Rocío Ortiz Herrera
PTC SNI-Candidata PROMEP
UNICACH El Colegio de Michoacán Historia Contemporánea
Doct or en Historia Alejandro Sheseña Hernández
PTC SNI-1, PROMEP, SEI
UNICACH Universidad Estatal de Voronezh, Rusia.
Historia Prehispánica
Doct or en Historia Sergio Nicolás Gutiérrez
ITC SNI-1 PROMEP
UNICACH Universidad del País Vasco, España
Historia Moderna/ Contemporánea
Doct or en Desarrollo Sust entable y Ecología Carlos Uriel del Carpio Penagos
ITC SNI-1, PROMEP
UNICACH El Colegio de la Frontera Sur
Histórica Contemporánea
Doct or en Letras José Martínez Torres
PTC SNI-2, PROMEP
UNACH Universidad Nacional Autónom a de México
Historia Contemporánea
Doct or en Letras Antonio Durán Ruiz
PTC PROMEP UNACH Universidad de Valladolid, España
Historia Contemporánea
Doctora en Historia Ana María Parrilla Albuerne
PTC PROMEP UNICACH
Universidad Compluténse de Madrid, España
Historia Moderna/ Prehispánica
Doctora en Antropología Sophia Pincemín Deliberos
PTC PROMEP UNACH Universidad Nacional Autónoma de México
Historia Prehispánica
Doctor en Antropología Roberto López Bravo
PTC PROMEP UNICACH
Universidad de Pittsburgh, EE-UU
Historia Prehispánica
Doctor en Historia Rafael Reichert
PTC PROMEP UNICACH
Universidad Nacional Autónoma de México
Historia Moderna
Perfil Académico del Núcleo Básico: Académicos con producción científica
relacionada al programa de la Maestría en Historia y las líneas de acentuación:
Historia Precolombina, Historia Moderna e Historia Contemporánea; e l t o t a l d e l a
p l a n t a d o c e n t e posee el grado de Doctor en Historia, o en otras áreas afines.
Contamos con 5 investigadores que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores
(SNI). El total cuentan con reconocimiento de perfil deseable PROMEP, o bien
investigadores estatales honoríficos (SEI). Con amplia experiencia en investigación y
docencia.
Perfil académico de la planta docente invitada. Los académicos que participan en
el programa cuentan con una amplia y reconocida trayectoria académica: Por ejemplo:
Juan Pedro Viqueira Albán, investigador del Colegio de México, (SNI III); José Antonio
Serrano, investigador del Colegio de Michoacán, (SNI II); Miguel Lisbona Guillen,
investigador de la UNAM, (SNI II). Todos ellos cuentan con el grado de Doctor en
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Historia o áreas afines, con publicaciones de libros y artículos directamente
relacionados con las unidades académicas y líneas de acentuación del programa, con
amplia experiencia en investigación y docencia.
18. Metas • Incorporar 2 nuevos doctores al Sistema Nacional de Investigadores, superando de
esta forma el 60% de miembros del núcleo básico en dicho organismo.
• Fomentar la movilidad de alumnos y PTC´s mediante la firma de convenios y la
participación en redes académicas a nivel nacional e internacional.
• Incrementar el número de publicaciones de los investigadores a dos por año.
• Al menos el 50% de los productos académicos de la operación del programa deberá
contar con la participación de los estudiantes.
• Titular al 70% de los egresados al término de los seis meses posteriores a la
finalización de cursos del posgrado.
• Contar con un producto relevante al año por cada línea de generación y/o aplicación
del conocimiento asociada al programa dentro de cada convenio vigente.
• Establecer y lograr las metas compromiso necesarias para el desarrollo del posgrado
incluyendo los recursos financieros para la operación del programa.
19. Lineamientos normativos y órganos de dirección Dado su carácter interinstitucional, el funcionamiento de la Maestría en Historia, tanto
en su ámbito académico como administrativo, se sujetará a la Legislación Universitaria
de las dos universidades participantes que instrumentarán de manera conjunta el
programa; se sujetará asimismo al Plan de Estudios del mismo, a lo acordado en el
Convenio Específico de Colaboración Académica Interinstitucional para el
Establecimiento de la Maestría en Historia, y a los Lineamientos Operativos de este
programa conjunto entre la UNACH y la UNICACH, todos ellos diseñados y avalados por
las dos instituciones participantes sin menoscabo o alusión a infringir los reglamentos
de las leyes orgánicas de cada una de las dos instituciones. Así también se
contemplará lo establecido en los proyectos académicos de las instituciones que
participan en este programa académico conjunto en lo que se refiere a los estudios de
posgrado.
Derivado de documentos normativos arriba señalados, se acuerdan los siguientes tres
órganos de dirección para la operación del programa (se dan en orden de importancia): 1. El Comité Técnico Académico Administrativo, el cual será bipartito y estará
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conformado de la siguiente manera: Por la UNACH:
� El Secretario Administrativo � El Director General de Investigación y Posgrado � El Coordinador del Consorcio en Ciencias Sociales y Humanidades
Por la UNICACH:
� El Director de Administración � El Director de Investigación y Posgrado � El Director de la Facultad de Humanidades
El Comité Técnico Académico Administrativo tendrá las siguientes atribuciones:
� Fungir como órgano colegiado de representación de las partes para normar el
manejo financiero y administrativo de la Maestría en Historia y su intermediación
académica;
� Gestionar, promover y hacer posible el cumplimiento del presente convenio,
tomando los acuerdos o realizando las acciones para ello;
� Evaluar el cumplimiento del Plan de Estudios, para efectos de información y toma
de decisiones de las partes;
� Realizar seis reuniones de trabajo ordinarias en el año y las extraordinarias que
así se requieran, de conformidad con los lineamientos que el Comité Técnico
Académico Administrativo establezca para su operación.
� Cumplir con la normatividad establecida para la operatividad de este programa
académico;
� Designar al Coordinador de la Maestría en Historia previa consulta al Comité
Académico del Programa;
� Supervisar las actividades del Coordinador y girar las instrucciones que
procedan para el cumplimiento y mejor desempeño de sus funciones, en el ámbito de
atribuciones del Comité Técnico Académico Administrativo.
� Autorizar el proyecto y el presupuesto para la operación del programa.
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� Establecer las cuotas de examen de admisión, inscripción, credenciales,
constancias, certificados, exámenes de recuperación, exámenes de grado, expedición de
certificado y título de posgrado.
� Las demás que acuerden las dos instituciones participantes. 2. El Comité Académico del programa, el cual estará integrado por el total de los
profesores del Núcleo Básico de la Maestría más el Coordinador de programa. Todos
tendrán derecho a voz y voto y los acuerdos que tome el Comité serán válidos por
mayoría simple (mitad más uno). Las funciones de este comité son las siguientes: � Asignar las comisiones requeridas.
� Proponer al Comité Técnico Académico Administrativo bipartito el número de
estudiantes a admitir en la Maestría.
� Integrar la Comisión de Admisión y desarrollar el proceso de admisión al programa.
� Conocer y analizar la situación académica de los alumnos.
� Aprobar los programas de actividades académicas individuales de los alumnos y
revisar los informes semestrales de los asesores de tesis.
� Designar los Directores de Tesis y tutores.
� Definir la aplicación de los recursos financieros ordinarios y extraordinarios
� Vigilar el cumplimiento de la normatividad correspondiente.
� Proponer al Comité Técnico Académico Administrativo Bipartito la persona idónea
para ocupar el cargo de Coordinador del Programa.
� Definir los sinodales para los exámenes de grado, así como también las fechas y
los procedimientos para llevar a cabo estos exámenes.
� Las demás que acuerden las dos instituciones participantes.
3. El Coordinador del Programa, el cual será designado de manera alternada por
cada universidad participante a través del Comité Técnico Académico Administrativo
Bipartito, y cuya competencia será la coordinación académica y administrativa del
Programa. Dicha designación se basará en las propuestas de los profesores del núcleo
básico del Programa. Sus funciones son: � Coordinar la operación académica y administrativa del Programa.
� Realizar la gestoría necesaria ante las instancias que corresponda.
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� Convocar, coordinar y presidir las reuniones del Comité Académico, así como
ejecutar sus acuerdos.
� Organizar las actividades docentes correspondientes al programa e informar a las
autoridades correspondientes.
� Convocar y dirigir la Comisión de Admisión para examinar las solicitudes de ingreso
y operar el proceso de selección.
� Mantenerse en comunicación permanente con los asesores de tesis.
� Dar seguimiento a cada caso académico presentado por alumnos o docentes del
programa.
� Rendir informes sobre la marcha del programa.
� Realizar acciones para la mejora del programa y resolver los asuntos operativos
del mismo.
� Operar el desarrollo de diversos procesos escolares coordinadamente entre ambas
Universidades de acuerdo con lo siguiente:
- Realizar los procesos de admisión, inscripción y reinscripciones.
- Generar y tramitar las plantillas de profesores y apertura de grupos
- Elaborar y tramitar la programación de exámenes
- Tramitar y requisitar las actas de exámenes correspondientes
- Elaborar y requisitar las actas de calificaciones.
- Tramitar la notificación de autorización de las tesis terminadas.
- Imprimir y entregar a cada alumno la boleta única de calificaciones del
período que corresponda.
� Generar y operar el desarrollo de los procesos administrativos y financieros que
correspondan.
� Las demás que acuerden las dos instituciones participantes. 19. EQUIPO INTERINSTITUCIONAL DE DISEÑO CURRICUL AR Asesores disciplinares, en orden alfabético:
Carlo s Uriel Del Carpio Penagos
Antonio Durán Ruíz
Sergio Nicolás Gutiérrez Cruz
José Martínez Torres
Rocío Ortiz Herrera
Ana María Parilla Albuerne
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Alejandro Sheseña Hernández
Asesores curriculares:
Lilia González Velázquez
Lizbeth Alondra Nangullasmu Sánchez
María Honorata López Morales
Francisco Javier Santiago Díaz
20. REFERENCIAS
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