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PATRIA

ES UNA REVISTA NACIONAL -REVOLUCIONARIA

EDITADA POR:

RESISTENCIA CRISTIANA

NO TIENE POTRQUÉ ESTAR DEACUERDO CON TODO SU CONTENIDO

Las cosas no han cambiado mucho desde que José Antonio pronunciara estas palabras: “ OJALA FUERA LA MIA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE ESPAÑOLA QUE SE VERTIERA EN DICORDIAS CIVILES” “OJALA… YA ENCONTRARA EL PUEBLO ESPAÑOL LA PATRIA EL PAN Y LA JUSTICIA” esas palabras proféticas por eso decía “Ojala”por que el mismo savia que no iba a ser así. Que el odios seudo Satánico es más fuerte. Pero aun asi nos otros savemso que el sagrado corazón de maria y de Jesus triunfaran pese a la revancha y el odio.

Su odio no ha parado se acosa a los patriotas en las calles en sus lugares de trabajo se cierran librerías por que no dicen lo que ellos quieren oír se prohíben actos etc.

Los ataques vana a un mas contra la religión el Valle de los Caidos se atacan cementerios don yacen los caídos por DIOS Y LA REVOLUCION NACIONAL. Eso para todos pese a la verdad seguiremos siendo los malos de la película. PERO NO NOS IMPORTA

¡NACIONAL REVOLUCIONARIOS A LA LUCHA!

EUROPA ES NUESTRA Y NADIE NOS LA VA A QUITAR

Noticias Ni un paso a tras camaradas! A la calle Por que estoy en Resistencia Cristiana Nacionalistas autónomos PEGATINAS

POR QUE ESTOY EN RESISTENCIA CRISTIANA Por Carlos Yo me considero un soldado político de mi Patria. Mi deseo es que mi tierra se libere del control de fuerzas extranjeras, y el resurgir espiritual de Europa. Mi meta es la creación una forma de Sociedad que posibilite la supervivencia y el desarrollo de mi pueblo en todos los campos. En el campo Cultural, Social, Identitario y Tradicionalista. Todo lo que sea útil a mi fe mi familia y mi nación, es para mí correcto. Para ello no me subordino a las exigencias de una determinada organización política cultural sino a unas ideas, por ello es que desde Resistencia Cristiana colaboramos en todos aquellos campos, con movimientos y partidos en los que se luche por este ideal o sean a fines. ¡Esta es la exigencia de mi conciencia y de la conciencia de Resistencia Cristiana! Ningún representante, ningún gremio y ningún programa de partido pueden imponernos qué es lo que debo o no debo hacer. Sólo yo y nosotros somos responsables de nuestra voluntad de mi propia Voluntad política, la cual está subordinada a una única cosa: ¡ADIOS MI PATRIA Y LA TRADICIÖN! Considero a RESISTENCIA CRISTIANA como una forma de ser completamente diferenciada de convenciones de partido, asociaciones de nostálgicos o de aquellos que confunden la Patria con los intereses de la derecha. Si lo que quiero es luchar para lograr una transformación espiritual de Europa, entonces debo vivir yo mismo en esa transformación, abrir nuevos caminos y, en caso necesario, estar contra mí mismo sin contemplaciones. Mi Resistencia contra las cuestiones y posturas que gobiernan nuestra época debe convertirse en un posicionamiento mental y vital. Mi Resistencia contra las cuestiones y posturas que gobiernan nuestra época no entiende de vagos compromisos. En los círculos burgueses y conformistas (de derechas o de izquierdas) se extiende a menudo la opinión de que es posible lograr transformaciones positivas dentro del sistema actual. Un par de cambios legislativos por aquí, alguna apelación bienpensante a los políticos de allí, etc... ¿y así se arreglarán las duras y poderosas fuerzas que estrangulan nuestra patria? Para mi está muy claro que los poderes fácticos no nos dejarán llevar a cabo transformaciones positivas si éstas van en contra de sus planes e intenciones, tampoco por medio del sistema electoral. El sistema no es libre, no es nacional y tampoco es social. El sistema es el orígen del mal y no merece ninguna otra cosa que no sea el hundimiento, su destrucción. Yo rechazo el sistema dominante por motivos políticos, también por eso soy TRADICIONALISTA-NR. Mi Resistencia es: DECIDIDA – no violenta! POLÍTICA – no criminal! RADICAL – no armada! El que luche en solitario, que me sume a otros Patriotas Tradicionalistas ó NR o que me una a alguna organización o partido (no importa cual, siempre que sea con el objetivo de servir a la Patria), es algo que dependerá del momento y lugar en el que me encuentre. Una situación de “o esto o aquello” no existe para mi, ya que como NR uso todas las posibilidades existentes sin rechazar ninguna. Para mí no es ninguna contradicción trabajar con RESISTENCIA CRISTIANA y a la vez hacerlo también

en una u otra organización del signo que sea (¡SIN EXCEPCIÓN!). Sin embargo nunca me subordinaré hasta el punto de ser absorvido por ninguna organización con la que pueda llegar a colaborar. Una colaboración con uno u otro grupo sólo tiene un sentido cuando pueda hacerlo de forma constructiva para el resusrgir espeiritiual de Europa y manteniendo mi mente independiente, siempre capaz de estar por encima de las maquinaciones y actividades de partido o de personas particulares que resulten negativas para los objetivos finales. El pensar siempre de forma independiente es considerado por mí como TRADICIONALISTA NR como algo absolutamente necesario, pues la lucha política sólo puede ser oportuna cuando no se pierde el tiempo en estructuras u organizaciones inefectivas y, por ello, causantes de derrotismo y resignación. Los errores de desarrollo reconocidos deben ser cuestionados sin complejos y eliminados radicalmente para impedir que sigan siendo un obstaculo en el camino hacia posteriores desarrollos positivos. Si yo quiero luchar por una transformación política sustancial, entonces debo ser, como individuo, políticamente capaz. Cada uno debe darse cuenta de que hay una cuestión muy seria tras cada cosa que diga o haga, que mis motivaciones no son baladí sino una cuestión muy seria y vital. Para ello no muestro sólo unas argumentaciones consolidadas y con contenido, sino también la necesaria seriedad en todas mis actividades. Quien confunda la oposición política al sistema con un espacio de aventuras, en el que poderse desfogar a placer por no encontrar ninguna otra cosa más interesante para su autorrepresentación o para su divertimento, no es en absoluto un NR y debería buscarse mejor un lugar entre antifascistas, anarquistas o cualquiera de los numerosos grupos y tribus urbanas que existen en nuestra actual sociedad del ocio. Mi lucha política no es ninguna imagen volátil, sino una tarea vital. Mis posicionamientos políticos no son un traje que me haga más cool, sino mi inevitable divorcio con la sociedad bienpensante. Como NR, trabajo con constancia y firmeza. Todos pueden confiar en que siempre procuraré estar en la brecha y que hago todo lo que está en mi poder. No estoy solo. Incluso si por motivos geográficos debo actuar como unidad o en un pequeño grupo, se bien que en otros muchos sitios hay NR como yo, que trabajan individualmente o en pequeños grupos. Puedo tomar y tomo contacto por internet, teléfono o hasta por carta con otros NR para aumentar la capacidad de lucha coordinando nuestras actividades y apoyándonos mutuamente. Manifestaciones, actividades de cualquier tipo y reuniones son para mi la forma más válida de contactar con nuevos camaradas. Ser un NR TRADICIONALISTA me exige disciplina e iniciativa propia. Para ello no debo perder de vista en ningún momento las necesidades y la situación global de mi lucha política. Para mi es tan falso quedarse con las manos en los bolsillos como el activismo ciego, sin sentido ni comprensión, el cual muchas veces tiene además consecuencias negativas y puede motivar innecesariamente actos de represión del sistema contra mi y mis camaradas. Entre las cosas más negativas, junto al activismo ciego, está también la charlatanería, la cual no produce ningún beneficio y sólo sirve para darle motivos al Estado para poner en funcionamiento su maquinaria de represión. Por eso, la discreción es también un aspecto importante de mi disciplina. Formas de Acción en la lucha política hay muchas. Como NR soy flexible y busco en cada caso la forma de acción que considero más adecuada. Ganar nuevos camaradas

en la zona, es mi principal interés. Para mi tiene poco sentido viajar de ciudad en ciudad por todo el pais como “manifestante de oficio” mientras el trabajo de base local es abandonado. Las manifestaciones son probablemente el mejor método para que nuestras ideas logren una repercusión pública, pero que se sepa, no traen aumentos significativos de militancia. También existe la posibilidad de aprovechar una manifestación para posicionarse ideológicamente ante la población y desplegar así herramientas de convicción, pero esta posibilidad suele ser inconscientemente derrochada. Si organizo una manifestación, entonces debo darle motivaciones concretas. ¿Por qué hace falta una manifestación? ¿Es realmente necesaria una manifestación, a la que está ligado un gran gasto y esfuerzos o existen otras formas de acción para el caso? ¿Se podrá mediante esta manifestación llevar los propios argumentos al público? ¿Perjudican políticamente los efectos colaterales de esta manifestación – bloqueos policiales, violencia antifascista, etc... – más de lo que pueda beneficiar la manifestación? Las respuestas a estas cuestiones son para mi esenciales a la hora de determinar si una manifestación está o no justificada como medio. Igualmente determinan si participo o no en ella. Esencialmente una forma de accionismo sólo tiene sentido, si el entendimiento no se queda en el camino. En primer lugar, la voluntad política debe ser convincentemente formulada, si no se quiere que el acción quede en una cáscara vacía. ¿por qué salgo a la calle a manifestarme si ni siquiera yo mismo lo se con certeza? Los puntos de partida de las cuestiones políticas fundamentales deben regirse según el mismo principio: Como Nacionalista Autónomo soy un soldado político que se involucra constantemente en las cuestiones fundamentales de la política cotidiana. Sólo la combinación de contenidos políticos bien fundamentados con formas de activismo adecuadas puede llevar la voluntad política al público con éxito, crear una identificación con mis motivaciones y ganar nuevos camaradas para la causa. ¿Cuál es mi responsabilidad como TRADICIONALISTA NR ? Como TRADICIONALISTA NR tengo la ventaja de poder moverme por encima de cualquier limitación de partido o ataduras a una organización. Sin embargo esto no significa que pueda ir picando de cada plato sin tomar ninguna tarea política firme. Bien al contrario, tengo la responsabilidad de poner en funcionamiento mis capacidades personales y mis intereses en aquellas tareas que en cada momento sean necesarias para los objetivos de la lucha política. Si hiciera únicamente aquello que en el momento deseara hacer, entonces mi condición de NR se convertiría en una desventaja y en un prejuicio para mis objetivos y más me valdría unirme y subordinarme ciegamente a una organización o partido por el bien de mi causa. Del mismo modo, si fuera mi actividad política desapasionada e impelida únicamente por la inercia, sería mi disposición innecesaria. Con la conciencia de que mi lucha política tiene un alto sentido y misión, lucho:

Constantemente Firmemente Conscientemente Colectivamente Disciplinadamente Prudentemente

Altruistamente

Nacionalistas Autónomos - una guía

A continuación documentamos un manual que busca unificar la comprensión que de si mismos tienen los nacionalistas autónomos: todos aquellos grupos e individuos que luchan por la Nación y que no están adscritos a ningún partido. El manual fue publicado por la revista Widerstandnord en el año 2003. Nacionalistas autónomos. Un manual. Las definiciones de los nacionalistas autónomos han sido hasta la fecha una completa arbitrariedad. Cada uno le daba un significado distinto a la palabra “autónomo”, muchas veces según sus antojos personales o posicionamientos políticos particulares. Es por ello que la meta de este manual es mostrar una línea común que pueda servir como argumento fundamental orientador de todos los grupos autónomos de la Resistencia Nacional. Este manual no pretende ser un dogma, sino únicamente marcar unos principios orientadores. La resistencia contra el poder y su opresión debe ser ante todo un posicionamiento mental en cada nacionalista.

Falta de autoconocimiento La situación de la Resistencia Nacional y la de los nacionalistas autónomos, ha estado hasta ahora marcada por una importante carencia de comprensión de si misma. Existía una voluntad de cambios políticos a nivel individual y grupal, que solía expresarse mediante una actitud de rebeldia contra los sucesos de

nuestro tiempo, pero esa voluntad no se mostraba de un modo cohesionado. Se realizaba principalmente un accionismo callejero, pero sin una clara conciencia de una meta global que pudiera hacer de esa actitud, de todo aquello que los medios oficiales denominan “problema social o del odio”, una verdadera fuerza con capacidad transformadora y revolucionaria. Un posicionamiento propio, definido, es una condición fundamental para que los grupos nacionalistas autónomos puedan llegar a expresarse de una forma unificada y exitosa ante la sociedad. Este posicionamiento debe ser trabajado mediante información y discusiones sobre las cuestiones conflictivas. Se debe crear una identificación lo más completa posible con las propias líneas, que sea unificada, para convertir así esa rebeldía en poder de acción política y revolucionaria. Por desgracia esto es algo que todavía en demasiados casos no sucede debido a una falta de voluntad para superar según qué inercias. Siempre ha sido mucho más fácil acallar la conciencia política con un accionismo rápido e irreflexivo, o calmar la propia rabia hacia unos poderes dominantes adversos con una explosión violenta y ciega, que no tomar unos posicionamientos con contenido y a partir de ellos actuar en consecuencia – a largo plazo – hacia la transformación o supresión de todo aquello con lo que no se está conforme. Del mismo modo que mientras no se defina una clara voluntad política con contenido y unos claros objetivos permanece cualquier acción sin efecto, sucede también con las actividades y manifestaciones en las que no existe un trabajo antes y después de que éstas tengan lugar, que explique tanto a los asistentes como a la población local los motivos y objetivos de la misma.

La incipiente vista a en al gunas mani festaciones de lso llamados nacionalistas autonmos nos ha hechoq ue pongamos este reportaje de investigación de i ti i

Antes, miles de personas participaban en las manifestaciones nacionales sin que se sintieran llamados a trabajar y a propagar el contenido de esos actos más allá del momento en el que éstas tenían lugar. La posibilidad de unificar los posicionamientos y los objetivos de los nacionalistas autónomos a través de las manifestaciones y actividades conjuntas, quedaba de este modo malgastada. Una clara consecuencia de esta problemática fue la falta de trabajo de base, dónde en los mejores casos sólo aparecían un par de carteles y algún panfleto al año; y así es muy difícil ganar nuevos simpatizantes para la Resistencia Nacional. Mientras, entre las poblaciones locales las manifestaciones de este tipo liberaban quizás un interés latente básico, pero casi sin ningún poder de convicción con contenido y de efectos a largo plazo. En un mundo de traidores, nosotros permanecemos fieles. La a menudo inexistente preparación de los participantes y la nula explicación a la vecindad de los contenidos de las manifestaciones y actividades son tan decisivos en el desinterés general ante las apariciones públicas de la Resistencia Nacional como la propaganda represiva oficial. Los datos confirman de un modo incontestable que la fuerte cifra de manifestaciones de los últimos años no han traido ningún número significativo de nuevos integrantes. En lugar de luchar por la causa en su propio terrento, los militantes de la Resistencia Nacional viajaban por toda la República Alemana como “manifestantes de oficio” sin realizar ningún trabajo previo o posterior en los lugares en los que éstas tenían lugar. A pesar de esta estrategia equivocada y la falta de “trabajo de campo”, entraban nuevos interesados; pero con estos se cometía otro error quizás todavía mayor: en la mayor parte de los casos, caían sin mediación ni preparación alguna en ese círculo vicioso del activismo callejero en lugar de ocuparse del contenido de las posiciones de la Resistencia Nacional de integrar lo mejor posible a cada uno según sus capacidades personales y nivel de entrega. Es necesario romper este círculo vicioso y trasladar la lucha política también a los puntos de contenido decisivo. Sin este inidispensable cambio de dirección nada cambiará en las altas cotas de fluctuación de los grupos autónomos. Muchas personas de gran valor y con espíritu de sacrificio se alejan de este modo de la Causa Nacional. Ser nacionalista autónomo exige de cada activista iniciativa y autodisciplina.

No pocas veces da la impresión que los grupos de nacionalistas autónomos son tomados por algunos individuos

como un lugar de aventuras transitorio en el que uno se puede desfogar un rato o en el que se puede vivir alguna película hollywoodiense. Una de las consecuencias de esta libertad para bufones es la faltade cohesión en el seno de los grupos autónomos. Cada uno es a menudo tan “autónomo” que se cree que puede bailar en todas las bodas, pero sin tomar ninguna labor política firme desde la que poder trabajar y desarrollar la expansión de la Causa Nacional. La ventaja de una libertad organizativa: el poder como nacionalista autónomo involucrarse en todos los campos más allá de cualquier frontera organizativa y legal, cosa decisiva para nuestros objetivos, ha sido hasta ahora confundida en demasiadas ocasiones con irresponsabilidad y/o individualismo, convirtiéndose de este modo esa ventaja en una desventaja para la Resistencia Nacional y sus objetivos generales. Otros activistas han caido también en la absurda creencia de que la Resistencia Nacional ya puede estar contenta con que colaboren de algún modo en el movimiento. El grado en que este tipo de colaboraciones fueran útiles o no para la Resistencia Nacional no es un tema a discutir: La cuestión está en que toda expansión de nuestro movimiento es imposible con esta mentalidad y por lo tanto esa es una actitud que queda completamente descartada en nuestras filas. Fue precisamente en el contexto de esta mentalidad en el que se desarrolló la tan dañina charlatanería. Charlatanes y gente que vivian algún personaje, se aprovecharon en el pasado de la desunión y la inconsecuencia generales. Algunos intentaron incluso perfilarse públicamente a través de la red de medios de comunicación de la izquierda antifascista sin ubicarse claramente entre nuestras filas. No hubo hasta entonces ninguna consideración sobre la necesidad de una protección contra la charlatanería porque los peligros que esta entrañaba no habían sido tomados lo suficientemente en cuenta. Pero la tolerancia a la charlatanería y de los que se autorrepresentan en público como bufones utilizando nuestras ideas y nuestra lucha, debilita la causa común y la seriedad de la Resistencia Nacional y no pueden ser tolerados de ningún modo por los nacionalistas autónomos. Es preferible un no activismo a un activismo indisciplinado y pasota. También son nocivas las animosidades personales, que desvían y/o bloquean el trabajo constructivo conjunto de la Resistencia porque malusan sus ideas y su influencia política para sus intereses particulares. Sin ninguna consideración ponen el su ego personal por encima de los intereses políticos conjuntos que aparentemente representan y a veces, incluso, extienden sus penosas luchas hasta su entorno de camaradas provocando que haya buenos activistas luchando entre si y no por la la Nación. Este tipo de gente, además, suelen dejar tras de sí un terreno quemado en el que a menudo un trabajo conjunto de verdaderos nacionalistas no es posible incluso durante años. No vamos a lograr ser una verdadera amenaza para los poderes actuales si no comenzamos a cuestionarnos los errores de desarrollo en nuestras filas y, a la vez, a tener el valor de alejar y aislar a partidistas y radicales sin compromiso. ¿Entonces cómo? Un nacionalista autónomo debe comprenderse a si mismo como un combatiente por la causa de la Nación. Para ello se organiza en forma de grupos en un movimiento que

trasciende cualquier partidismo o tendencia, pues su filosofía no se subordina a las exigencias de partidos, comunidades de votantes, asociaciones u organizaciones. Él sólo se subordina a su propia responsabilidad y a su

propia voluntad política, que se ordena desde una serie de conceptos básicos. El que un Nacionalista Autónomo se una a un partido o a otro depende de él mismo, pues esta decisión es relativa en primer lugar al panorama político de la región correspondiente, las capacidades del activista en cuestión y a la conveniencia de esa actividad política para los objetivos finales. Es importante en esto que las fuerzas de los nacionalistas autónomos no se desperdicien como finalidad en si, sino que permanezcan en actividad política y que tomen parte en el proceso de formación de una voluntad nacional como meta última, como objetivo final a completar.

Los nacionalistas autónomos no se subordinan a ningún grupo en el que se integren, sino que o trabajan allí construictivamente en una relación de colaboración o lo dejan estar. Ellos se comprenden a si mismos, ante todo, como un factor político en el panorama nacional totalmente independiente a cualquier estructura organizativa externa, alguien que se organiza a si mismo para expresar y ejercer una actividad revolucionaria que busca ser el núcleo del cáncer del Sistema, aquello que acabará derribándolo, y no uno de sus excesos. ¡Autónomo!¿Autónomo? La palabra “autónomo” no puede echarse a perder convirtiéndose en una palabra vacía tan usada como poco comprendida a modo de esos eslóganes sin contenido que tanto proliferan. Tras ella tendría y tiene que haber un espíritu que lucha por esta tierra, por su pueblo y por la restitución de la soberanía nacional. No debe servir esto para el ensalzamiento y cuidado de determinadas subculturas, tal y como diariamente pretenden las difamaciones de prensa y medios. La imagen que a través de nuestros enemigos del gobierno, medios de comunicación o grupos de izquierdas se realiza de la gente políticamente orientada hacia la Causa Nacional, no es desde luego la vara con la que nos tenemos que medir, sino todo lo contrario. El que desee definirse a si mismo como Nacionalista Autónomo, no puede tomar la expresión “autónomo” como carta de libertad para hacer lo que le dé la gana, y así ir dañando la labor y el activismo político de todo el colectivo. Nacionalistas Autónomos no pueden presentar un aspecto volátil que pueda llevar a una carencia de compromismo y de continuidad. Así, la palabra “autónomo” no significa estar libre de compromiso y de constancia en el trabajo, sino la obligación a una actividad autodeterminada, autoregulada y orientada a los objetivos y necesidades comunes de todos los nacionalistas autónomos.. ¡Polític@! ¿Polític@? La producción de capacidad política (Nacional) a través de un trabajo cohesionado y continuado debe caracterizar a los nacionalistas autónomos. Charlatanes y personajillos hay entre nosotros ya suficientes y por ello se deben desarrollar mecanismos para acabar con estos llamativos “camaradas” que mediante la charlatanería y la “representación de si mismos” hacen mucho ruido pero que en realidad sólo sirven a su ego y desvían y

bloquean nuestra voluntad colectiva. Esto también es válido para aquellos que ponen las disputas personales por encima de los intereses colectivos. Todos ellos deben ser evitados y aislados. Luchar políticamente por el desarrollo activo del nacionalismo en nuestro sentido, significa pensar más allá de las consideraciones partidistas y/o personalistas. Significa también estar dispuesto por voluntad propia a dar y sacrificar mucho mas de lo que un viciado grupo de (pseudo-)patriotas de bar pueda llegar jamás a ofrecer, ni aunque se lo propusieran. El Nacionalismo Autónomo, apartidista y ajeno a cualquier organización, no es ninguna ideología para gandules que buscan vivir de esto o montar movidas para llamar la atención sobre su persona. Determinados “camaradas” con su ya bien conocida mentalidad de “hoy no, ya veremos mañana” tampoco tienen cabida aquí, niegan el concepto de activismo político - al que perjudican decisivamente. Capacidad política no significa moverse y expresarse sin constancia frente a los problemas fundamentales de la actualidad política, echarse atrás y luego buscarse un puestecito cómodo entre los grupos patriotas. "La cuestión no es defender a unos determinados partidos, líderes o subculturas. La cuestión es la Resistencia Nacional como movimiento transformador y revolucionario" ¡Nacionalismo Autónomo! Cuando actualmente hablamos de “Nacionalismo Autónomo”, estamos hablando de una idea revolucionaria que expresa una posición mental decisiva y no una puerta de atrás para todos aquellos que desean picotear las guindas mas sabrosas y agradables de ese pastel para su ego que ellos creen que es nuestra causa. Esta posición mental se halla fundamentalmente por encima de cualquier disputa personal y/o partidista, ya que busca englobar la totalidad de la voluntad política de la Resistencia Nacional. Debería quedar claro que los campos de acción cuyo contenido sea llenado por los nacionalistas autónomos sólo respresentarán una posibilidad más de la actividad política y no la panacea (el método curalotodo) para los problemas que asolan nuestra patria. A menudo algunos camaradas se enredan tanto en determinados campos de acción particulares que luego no les queda espacio ni tiempo para las cuestiones más fundamentales. Se crean estructuras tan excesivas que dejan de ser efectivas y hacen perder el tiempo a los activistas que incluso pueden producir resignación y pasotismo. Por ejemplo, un grado pertinentemente elevado de actividad en internet, como medio de contacto entre gente activa que simpatice con las mismas ideas, es deseable, pero esta actividad informática por parte de particulares y grupos debe tener siempre como meta el aumentar la capacidad combativa en relación al tiempo y los esfuerzos invertidos en ella. También es necesario evitar la situación de saturación de los camaradas con actos e informaciones en red que les haga perder de vista la meta fundamental: llevar a cabo el proceso de formación de una voluntad nacional hasta el final. El camino no puede ser nunca la meta, sino aquello que nos conduzca hacia ella. Lo que queremos Nuestro deseo es reunir los nacionalistas autónomos y coordinar las actividades conjuntas a través de internet y otros medios de contacto. Nosotros debemos ser más capaces políticamente y llevar con un mayor éxito nuestros posicionamientos políticos a la sociedad. Esto se puede llevar a cabo mediante enseñanzas, proyectos mediáticos, campañas conjuntas bien trabajadas, encuentros coordinados, proyectos de diarios, etc. En última instancia el éxito depende de la autocomprensión revolucionaria de cada uno de los nacionalistas

autónomos. Nosotros deseamos mostrar únicamente un marco en el que nuestra lucha contra el sistema pueda llegar a arrojar resultados. Su contenido, debe ser rellenado por cada individuo, por cada grupo activo y su disposición para la acción. El “volver a ser visibles” a corto plazo debe ser nuestro primer compromiso. En este sentido queremos darle una forma al Nacionalismo Autónomo a través de un trabajo político revolucionario continuado, cohesionado y de contenido interno - para desde ahí hacerlo externamente visible. NOSOTROS NO SOMOS ÚNICAMENTE RESPONSABLES DE LO QUE HACEMOS... ...SINO TAMBIÉN DE LO QUE DEJAMOS HACER.

NI UN PASO ATRAS CAMARADAS!!!!!


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