Gobernador de Antioquia Sergio Fajardo Valderrama
Secretaria del Medio Ambiente Luz Ángela Peña Marín
Equipo de Comunicaciones Secretaría del Medio Ambiente
Lina María Velásquez Escobar Pablo Andrés Vélez Escobar
Marcelo Toro Madrid Juan Camilo Castañeda Arboleda
Editora
Lina María Velásquez
Redactores
Lina María Velásquez Escobar Pablo Andrés Vélez Escobar
Marcelo Toro Madrid Juan Camilo Castañeda Arboleda
Diseño
Pablo Andrés Vélez Escobar Juan Camilo Castañeda Arboleda
Fotografías Archivo personal Olga Luz Londoño
Comunicaciones Secretaría del Medio Ambiente
Secretaría del Medio Ambiente Gobernación de Antioquia, piso 6, oficina 607.
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@AmbienteAnt Teléfono: 383 8669
Este boletín está pensado para que conozcamos un poco del trabajo que hacemos, entre todos, en la Secretaría del Medio Ambiente. Si tienes
aportes, comentarios o deseas publicar una noticia u opinión puedes contactarte con nosotros a través del correo
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El Reto Pág. 10 Comienzan a llegar historias de los
árboles del departamento
Presentación. Pág. 8 Para los que no hayan visto: hay
nuevos practicantes
Letras. Pág. 18 Humberto Ak’abal es el poeta
de lo natural.
Perfil Pág. 4 Para conocer un poco de Olguita.
En qué andamos Pág. 13 Pensamos en las Áreas Protegidas
4
Granadillas, rifas
y niños
Un día le dejaron en el escritorio una
caja llena de granadillas. Olguita pre-
guntó para saber quién la había en-
viado y le dijeron que un señor la
descargó ahí sin darle muchas expli-
caciones a una compañera que trata-
ba de tomar notas rápidas, para dar
la razón más tarde. El señor simple-
mente puso las frutas delante del
computador y se fue.
A Olga Luz Londoño no era la primera
vez que le pasaba algo así; aunque a
veces cambia el seudónimo al que le
dirigen los mensajes de “gracias por
la ayuda” y “gracias por todo”, y la
razón puede ir para: Piel Canela, Ol-
ga, Olguis, compañera, o casi siempre
Olguita.
Pensó un rato y concluyó que el de
las granadillas era un pensionado al
que una vez había ayudado con unos
trámites en la Gobernación: Lo llevó
piso por piso, a las oficinas que nece-
sitaba, para que no diera muchas
vueltas y el hombre se acordaba de
eso.
Además de recibir agradecimientos,
también tiene el “palito” para las ri-
fas. Cada tanto, y sin estar muy pen-
diente de esos asuntos, alguien llega
con una boleta para un concierto que
se sortee entre los empleados, o le
dan una entrada para algún evento
de ciudad que se celebre por esos
días.
“Me gané la boleta para la inaugura-
ción de los Juegos Suramericanos. Yo
ni sabía que iban a dar entradas. La
rifaron con las listas, aleatoriamente
entre todas las secretarías (…) En el
evento podía ver la pantalla y el show
en vivo al mismo tiempo y se notaba
muchos la diferencia entre las dos.
Fue un evento hermosísimo.”, cuen-
ta.
Este semestre para Olguita está car-
gado de cosas positivas. Ya sabemos
sobre las “gracias” constantes y las
boletas a ratos (Ella ya le regaló una
entrada para un show vallenato a
quien escribe). A parte de esto,
nuestra compañera celebrará su
cumpleaños y varios aniversarios.
Nació un 16 de
agosto, y este
año lo pasó
mientras pre-
paraba los trá-
mites para la
visa de la Co-
munidad Euro-
pea, que nece-
sita para irse
de crucero por el Mediterráneo, en
un viaje con amigas que surgió de los
sueños compartidos de conocer Bar-
celona, Grecia y otros lugares de las
costas europeas.
Pronto, serán también 25 años de
trabajar en la Gobernación. Hará par-
te del grupo de servidores que reci-
ben este homenaje por cada lustro
cumplido a partir de los 15 años, y
hasta los 30.
Los de 25 recibirán un escudo incrus-
tado con un zircón como recuerdo
del evento, parecido al que les dan a
los 20 añeros.
Olguita no es la única de nuestro
equipo a la que homenajearán ese
día. Ángela y Alberto recibirán el es-
cudo de oro por llegar a 20; Jaque
cumple 21, Hernán Valencia 23, Elvia
cumple 25 también, Álvaro fue parte
de la fiesta hace tres años, y éste
cumple 28; Marleny llega a 30.
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Ya van cuatro años para Olguita en la
Secretaría del Medio ambiente, como
coordinadora de Educación Ambien-
tal. Por el conocimiento que tiene de
su área de trabajo, reemplazará en su
cargo a Andrés Ocampo durante algu-
nas semanas mientras él da la bienve-
nida a su hijo Tomás (por cierto, les
deseamos mucha felicidad a él y a su
familia).
Antes de ser nuestra compañera, ha-
bía estado en el Área de Bienestar, de
la Dirección de Desarrollo Humano ,
donde tenía contacto directo con ser-
vidores retirados.
Una vez, fue a visitar a una señora que
no había ido a reclamar la pensión
durante dos meses. Tocó la puerta de
una casa de dos pisos. La encontró en
una habitación oscura, recostada en
una cama y rodeada de prendas hú-
medas colgadas de alambres de ropa.
– Es que ella no puede subir -, le expli-
có la hija de la mujer. Está muy enfer-
ma.
-Pues si la veo en esta misma pieza
cuando vuelva, me la llevo para un
geriátrico-, amenazó Olguita.
La situación la descompuso mucho y a
la visita siguiente le recomendaron no
ir porque necesitaban a alguien que se
pudiera mostrar más tranquilo.
Le contaron después que a la señora
la habían pasado para un lugar airea-
do y con luz.
En el área de Bienestar tenía labores
acordes a sus estudios de Trabajo So-
cial en la UPB, carrera que nunca ha
abandonado y a la que siempre vuelve
de alguna forma aunque esté cum-
pliendo labores administrativas. En
diferentes situaciones, ella busca la
forma de ayudar a alguien o de mejo-
rar una situación.
Pasó luego a Capacitación. Allá se en-
cargaba de hacer las inducciones para
los funcionarios nuevos y las re-
inducciones obligatorias de cada dos
años. “Las hice tantas veces que cono-
cía la mayoría de los funcionarios de
esa época. Dependencias, nombres,
todo. Hoy todavía me los encuentro
mucho por ahí, aunque hay muchos
nuevos”.
A Olguita ha le gustado mantenerse
actualizada en su carrera. Ha aprove-
chado las oportunidades que da la
Gobernación para que los servidores
se capaciten.
Hizo una especialización en Desarrollo
del Talento Humano, se certificó como
Auditora Internacional y en Formación
de Formadores de Amauta Internacio-
nal. Con estos títulos puede ejercer en
cualquier parte del mundo y le han
servido para dictar cursos y hacer ca-
pacitaciones (dentro y fuera de la Go-
bernación).
Hace ocho años recibió la visita de una
mujer que llegó con regalos (perfume,
dulces, portarretrato) de Estados Uni-
dos y fue a agradecerle por haberla
guiado durante su práctica cuando la
tuvo como tutora. Era estudiante de
Trabajo Social y pensaba hacer un pro-
yecto pequeño con algunos pensiona-
dos. Olguita la animó a ser más ambi-
ciosa con ese trabajo y terminó ha-
ciendo una caracterización de los ser-
Primera comunión de su hermana menor. Olguita es la segunda de derecha a izquierda.
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vidores públicos y sus familias en el
Departamento. Esa investigación he-
cha durante la práctica le sirvió como
trabajo de grado, le dio pautas para
decidir su rumbo profesional y le sir-
vió para diferenciarse y conseguir un
trabajo en el gobierno de la Florida,
donde se desempeñaba en asuntos de
inmigración. Hoy hace lo mismo en
Canadá.
Por su parte, Olguita tuvo la oportuni-
dad de irse a trabajar a una empresa
multinacional, también en Canadá.
Buscaron hojas de vida en la base de
datos de la Facultad de Trabajo Social
de la UPB y seleccionaron la suya. La
propuesta la hizo pensar en muchas
oportunidades futuras, pero también
en la imposibilidad estar tan cerca de
su familia. Para Olguita ellos son su
apoyo fundamental.
Tiene dos hermanos, una hermana y
dos sobrinos. Son todos muy unidos y
todavía se encuentran con regulari-
dad.
También tiene una hija, Natalia. A di-
ferencia de su mamá, a ella no le ha
gustado mucho el papel de empleada
y decidió ser independiente. Es dise-
ñadora gráfica y publicista. Tiene su
propia marca: Uversa.
Aquella oportunidad de ir a Canadá se
debió en gran parte a su labor en Re-
nacer, un programa para niños con
problemáticas mentales que no te-
nían padres o habían sido abandona-
dos. Allá fue directora antes de llegar
a la Gobernación.
Con su gestión de un presupuesto
muy justo consiguió cambiar radical-
mente la situación vital de muchos
niños que vivían en condiciones
inadecuadas para cualquier persona.
Había unos que eran mantenidos en
la Cárcel del Buen Pastor a falta de un
lugar para alojarlos.
Mientras Natalia tenía dos años, Ol-
guita iba hasta los fines de semana a
“darle vuelta” a los niños de Renacer.
Consiguió una casa grande para todos
ellos, con profesionales al tanto de
sus necesidades; comida suficiente y
además con el propósito de buscar,
como fuera, los tratamientos que ne-
cesitaban por todos los hospitales de
la ciudad. Terminaron así varios años
de atraso en rehabilitaciones y de es-
perar por cirugías.
El de Lina es uno de los mayores orgu-
llos de Olguita. Esta niña de cuatro
años estaba en una cama permanen-
temente, con sus extremidades cruza-
das y rígidas. Al haber estado acosta-
da ahí desde que nació tenía un pro-
blema de motricidad grave.
En Renacer encontraron a los especia-
listas que hicieran, gratis, las cirugías
y rehabilitaciones que Lina necesitaba
desde que nació.
Hoy vive en Suiza con su familia adop-
tiva. Ha sido reconocida en diferentes
publicaciones como insignia de un
proceso de recuperación exitoso.
Olguita ha intercambiado correspon-
dencia con Lina y cuenta que, la hoy
jovencita, se acuerda muy bien de
todas las personas que le ayudaron en
Colombia.
Por su parte, Olga Luz quiere eso para
su futuro: ayudar. No por los agrade-
cimientos, no por las boletas, los re-
galos o los títulos.
El hecho de estar en contacto con las
personas, la sonrisa de la viejita, el
saludo de sus compañeros, las fotos
de Lina, la unión de su familia. Estas
cosas le permiten compartir lo que
sabe y seguir aprendiendo cosas nue-
vas.
A Olguita, por enésima vez, gracias
por dejar que la conozcamos un poco
más, y especialmente, gracias por tu
ayuda (con todo).
Lina fue la imagen de una campaña sobre casos de rehabilitación exitosos
8
Presentación
Estefanía Sarmiento. Le gusta la comida mexicana. Estudia Ciencia Política y Derecho.
Ama los pájaros, pero no en mano sino volando. Se acuesta a la media noche y se des-
pierta a las 4 a.m. Y dice: “¡Qué afán de vivir 100 años, con 99!”.
Laura Tejada. Estudia Biología. Viene al trabajo en bici. Ha tenido perros y gatos. Se des-
pierta a las 5 de la mañana para hacer Pranayamas; luego medita, hace ásanas y Kirtan,
y finaliza con Svādhyāya. Cree que el ego de la gente es el mayor obstáculo para cono-
cernos a nosotros mismos y a los demás.
Juan Camilo Castañeda. Estudia Periodismo. Está aprendiendo alemán. Ha tenido peri-
quitos, y el gato de sus abuelitos es prácticamente suyo. Si hubiera mazamorra y agua-
cate siempre, comería todos los días. Duerme boca abajo y cree con firmeza que las
“grillas” son en el fondo hedonistas estigmatizadas.
Marcelo Toro. Estudia Comunicación Social-Periodismo. Duerme de lado. Toma tinto
(¡Perdón, café especial!), le gustan los gatos, sabe echar piropos en chino-mandarín,
pues vivió seis meses en Taiwán y quisiera que el día fuera más largo para dormir “cinco
minuticos más”.
y su familia por la llegada
9
Para Vernos
La ilusión se hizo latido
y el latido un garbancito en su interior.
Poco a poco el garbancito tuvo dedos,
labios, ojos, corazón.
(…)
Hubo fiesta en las flores,
se inundaron los cauces de todos los ríos.
Y al unísono todas las voces
hablaron de amor.
Se brindó en las tabernas, se encendieron farolas
en pueblos perdidos.
Y las musas brindaron canciones
cuando Tomás llegó*
*Versión libre de “Cuando Pedro llegó”, de Pedro Guerra.
Felicidades y felicitaciones para Andrés Ocampo
De Tomás y su familia por la llegada
10
En qué andamos
Antioquia aceptó El Reto
Entre el 10 de agosto y el 20 de octu-
bre cerca de 400 personas (entre Jó-
venes Defensores del Agua, hogares
campesinos, organizaciones sociales,
mesas ambientales, instituciones edu-
cativas y ciudadanos en general)
competirán en 5 retos distintos rela-
cionados con los árboles de su territo-
rio. En total son 47 equipos de 32 mu-
nicipios de las 9 regiones de Antio-
quia.
En el ciclo del agua, los árboles tie-
nen como función interceptar el
agua, almacenar parte de ella y re-
ducir el escurrimiento excesivo causa-
do por las tormentas, disminuyendo la
erosión y posibles inundaciones. En
Antioquia tenemos la tasa de defo-
restación más alta de América Latina,
y desde la Secretaría de Medio Am-
biente trabajamos para cambiar esa
situación. Con El Reto, sus participan-
tes y quienes lean o vean sus historias,
adquirirán conocimiento sobre la im-
portancia que tienen los árboles para
el agua, para los ecosistemas.
Los Jóvenes Defensores del Agua de
los municipios de Arboletes, El Peñol,
Necoclí, Sonsón, Belmira, Liborina, San
Juan de Urabá y Gómez Plata inscri-
bieron a sus equipos. Sus aportes ayu-
darán al objetivo de compilar conoci-
miento de los árboles de Antioquia.
Los retos se desarrollan a través de las
redes sociales de la Secretaría de Me-
dio Ambiente de la Gobernación de
A n t i o q u i a : e n F a c e b o o k
www.facebook.com/ambienteant y
en twitter @AmbienteAnt
Los grandes ganadores de El Reto se-
remos los habitantes de Antioquia, ya
que tendremos un compilado signifi-
cativo de las historias de los árboles y
una cantidad importante de perso-
nas comprometidas con su cuidado.
Los Árboles Cuentan
12
¿Conoce usted el himno del
árbol?
Doña Nidia Ruiz de Ossa lo canta. Tam-
bién relató, al equipo Tejiendo Redes
de Gómez Plata, la historia de un árbol
de mangos.
¿Quién sembró la ceiba en el
parque de Liborina?
El equipo La Telaraña Verde entrevistó
a don Rubén Roldán para responder
a esa pregunta.
Una historia del Piñón de Oreja
Doña Aura Villa, de 77 años, le contó
al equipo Los Cedros de Sopetrán
para qué usaba el piñón de oreja.
Mire cómo recrearon
la historia.
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En qué andamos
13
La Secretaría de Medio Ambiente de Antioquia participa, por estos
días, en diferentes espacios ambientales de orden nacional, regio-
nal y local, en los que expone la ponencia Áreas Protegidas en An-
tioquia: de escenarios de Guerra a Territorios de Paz. En ésta se pre-
sentan los riesgos que podrían tener las áreas protegidas y las zonas
de interés ambiental en un posible escenario de posconflicto, y la
actuación, enmarcada en el programa Preparémonos para la Paz,
que desarrolla la Secretaría para prevenir y enfrentar esos riesgos.
Beatriz López Rojas, Secretaria Técnica del Sistema de Áreas Protegi-
das (SIDAP) Antioquia, ha sido la persona delegada por la Secreta-
ría de Medio Ambiente para realizar la exposición. Ella estuvo pre-
sente en el II Congreso Colombiano de Áreas Protegidas, realizado
en Bogotá, y en el Simposio de Áreas Protegidas organizado por el
Jardín Botánico de Medellín.
El Simposio, realizado en Envigado, hace parte de la estrategia de
socialización de las acciones desarrolladas por el SIDAP, en pro de
la conservación de la biodiversidad en Antioquia. “Este espacio
–resaltó Beatriz López– es muy importante porque permite articular el
Sistema Local de Áreas Protegidas de Envigado al SIDAP, como un
actor más en la conservación de la biodiversidad”.
La ponencia que presentó Beatriz López en el Simposio detalla las
preocupaciones que surgen en la Gobernación de Antioquia en el
De escenarios de guerra a territorios de paz
Para Vernos
14
posible escena-
rio del posconflicto. La atención
se centra en las áreas de interés
ambiental (Bosques, páramos)
que han sido confinadas por la
guerra y, por lo tanto, están pre-
servadas, pero que en un esce-
nario de posconflicto pueden ser
perturbadas por actividades ex-
tractivas. “Lo que nosotros tene-
mos que hacer –aseguró López–,
es prepararnos para que esas zo-
nas que han sido preservadas
por la guerra, sigan siéndolo, pe-
ro a través de la conservación y
de los actores que se vincularán
con actividades de vida y no de
muerte”.
Por esta razón, la Secretaría de
Medio Ambiente con sus aliados
estratégicos: Corantioquia,
Cornare, CorpoUrabá, Área Me-
tropolita y Parques Naturales
Nacionales, han priorizado el te-
En Antioquia, las
FARC han tenido
presencia con los
frentes boscosas de
Sonsón, Argelia, Na-
riño, Abejorral y
Puerto Triunfo; En la
zona norte hacia el
bajo Cauca; en la
serranía de san Lu-
cas; en los bosques
del bajo Atrato y en
Urabá. Fuente: Se-
cretaría de Medio
Ambiente.
En qué andamos
15
ma de la paz y la preparación
para el posconflicto, a través de
la formulación de un programa
que agrupa proyectos, impac-
tando directamente a 51 munici-
pios de las nueve regiones de
Antioquia.
En ese programa, Parques Natu-
rales Nacionales pretende reali-
zar un proyecto de ecoturismo
comunitario en el Parque Nacio-
nal de las Orquídeas (donde hay
presencia de los Bloques 5 y 34
de las Farc), similar al que existe
en los Parques Naturales de Utría
y de Flamencos. Héctor Velás-
quez Lema, director del Parque
Nacional Natural Las Orquídeas,
explicó que esa iniciativa es un
viejo anhelo que tienen en la ad-
ministración del Parque y que
beneficiará a los habitantes de
la región. “Las comunidades se
vincularían ofreciendo servicios
de guía, de senderismo, de co-
mida y posada nativas. Con ello
obtendrían algunos ingresos adi-
cionales”. Según Velásquez el
proyecto es viable porque “Las
Orquídeas tiene una belleza pai-
sajística, porque es un parque en
general en buen estado de con-
servación. Las personas podrán
disfrutarlo, tomar fotos, mirar las
aves, todo lo que hay por apre-
Juan Esteban Hincapié, representante de
la Dirección Territorial Andes Occidenta-
les de PNN.
“La áreas protegidas van a ser fuente de
empleo para las personas que conocen
las áreas, podemos hablar de guardabos-
ques, podrán retornar las personas que
fueron desplazadas, ellos podrán hacer un
uso sostenible de los recursos y, a la vez, se
convertirán en actores importantes para la
conservación”.
Para Vernos
16
LETRAS
Cuando yo estaba
“Cuando yo estaba embarazada,
esperándote,
sentía muchas ganas
de comer tierra;
arrancaba pedacitos
de adobes
y me los comía”.
Esta confesión de mi madre
me desgarró el corazón.
Mamé leche de barro,
por eso mi piel
es de color de tierra.
Color de agua
Busco mi sombra
y la encuentro en el agua.
Tengo ramas,
tengo hojas,
soy árbol.
Y miro el cielo
como lo miran los árboles:
color de agua.
Foto tomada de: http://goo.gl/IyH8yx
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Y nadie nos ve
La llama de nuestra sangre arde,
inapagable
a pesar del viento de los siglos.
Callados,
canto ahogado,
miseria con alma,
tristeza acorralada.
¡Ay, quiero llorar a gritos!
Las tierras que nos dejan
son las laderas,
las pendientes,
los aguaceros poco a poco las lavan
y las arrastran a las planadas
que ya no son de nosotros.
Aquí estamos
parados a la orilla de los caminos
con la mirada rota por una lágrima...
Y nadie nos ve.
y cómo duele.
Raíces
No sé qué extraña flor
es mi corazón.
Echa raíces
de la tarde a la mañana,
en cada despedida
hay que arrancarlo*.
*Poeta indígena nacido en Momostenango, Guatemala, perteneciente a la etnia Maya
K'iche. Piensa sus poemas en lengua quiché y él mismo los traduce al español. Es reconoci-
do en gran parte del mundo como uno de los mejores representantes literarios de las cultu-
ras más antiguas de América entera.
Para Vernos