Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez
Pagando sus impuestos, 2ª parte Escritura: Romanos 13:6-7
Código: 45-103
John MacArthur
Estamos viendo Romanos, capítulo 13, versículos 1 al 7, una sección de las Escrituras que
hemos titulado “La responsabilidad del cristiano hacia el gobierno”. Y particularmente estamos
viendo los versículos 6 y 7, los cuales tratan con la responsabilidad del cristiano de pagar
impuestos. Para preparar nuestro corazones para ver este texto, permítame recordarle
algunas cosas de las cuales ya estamos bastante conscientes. Estamos de acuerdo, estoy
seguro, de que nuestro mundo está en una condición terrible. Lo enfrentamos diariamente,
leyendo las noticias diarias en el periódico; es una experiencia más bien desalentadora y
molesta. Estamos conscientes de los conflictos y revoluciones y guerras y el crimen y la
aflicción que está en todos lados, en todo momento.
Y nuestro mundo parece estar en un conflicto interminable. Ese conflicto se lleva a cabo en
todo nivel. Se lleva a cabo en el corazón del individuo. Tenemos gente en la actualidad que no
puede enfrentar la vida, creo yo, a un punto en el que nunca en la historia de la humanidad se
ha enfrentado. Parece como si la enfermedad mental y la inhabilidad de enfrentar la vida
hubiera llegado a su cúspide. Comienza con un individuo que no puede llevarse consigo
mismo y después no puede llevarse con su cónyuge y después no puede llevarse con sus
vecinos, y su familia, y su país, y su mundo y así continúa.
Y con mucha frecuencia, oímos de personas que ofrecen soluciones. Tienen buenas
intenciones. La mayoría de ellos cree que las razones por las que tenemos estos problemas
son políticas o económicas. Mala economía, un mal liderazgo, ciertas desigualdades en la
sociedad, la injusticia social, ideologías y diferentes filosofías. Que si todas estas cosas
pudieran de alguna manera ser alteradas, en cierta manera podríamos aclarar nuestra
perspectiva de la vida; y por lo tanto, podríamos enfrentar nuestros problemas y encontrarnos
en una condición más feliz.
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Pero la realidad del asunto es que todos nuestros problemas emanan básicamente de dos
cosas. Una, es el pecado y dos, Satanás. La Biblia es muy clara acerca de esto. Hemos
estado estudiando la epístola a los Romanos. Y únicamente necesitamos recordar lo que
hemos aprendido en los capítulos 1, 2 y 3; y esto es que el hombre, sin esperanza alguna,
está inmerso en la pecaminosidad. Y es debido a su pecaminosidad que él hace las cosas
que hace, es debido a que él está esclavizado a una condición caída, a una depravación que
ha alcanzado la médula de su existencia, la parte más profunda de su humanidad; y que por
eso es lo que es. El pecado es el problema.
Y a eso añadiríamos que también Satanás es el problema, o Satanás, por así decirlo, provoca
el pecado. Él tiene una manera de incitar los sentidos mediante el diseño que él guía en el
mundo para hacer que los hombres entren en el pecado. Es lo que Efesios 2 dice cuando dice
que los hombres son víctimas del príncipe de la potestad del aire, el espíritu que opera en los
hijos de desobediencia.
Los problemas en nuestro mundo, entonces, están relacionados con el pecado y con Satanás.
Y debido a que el hombre es un pecador, se encuentra en la esfera de Satanás. Y en esa
esfera, su pecado es incitado por todo lo que Satanás puede hacer por incitar esa
pecaminosidad. Y él entonces es un rebelde incorregible. Él básicamente es un criminal. Y
debido a que Satanás domina el mundo de los hombres, el problema no es sólo humano, sino
que es intensificado de manera sobrenatural. El hombre es producto de la caída y de la
actividad satánica.
Y si vemos las páginas de las Escrituras, estamos muy conscientes del hecho de que Satanás
está en control de nuestro mundo. Por ejemplo, podemos remontarnos al Evangelio de Mateo
en el capítulo 4; vemos a Satanás hablándole a Jesús y diciéndole y mostrándole todos los
reinos del mundo y dice en el versículo 8 “todo esto te daré si postrado me adorares”.
Ahora, me parece interesante que Satanás le dijo eso porque eso indica que Satanás poseía
los diferentes reinos del mundo. ¿De otra manera podía él dárselos a Jesús? Los reinos del
mundo están bajo la posesión de Satanás. Primera de Juan 5 lo dice de esta manera: “el
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mundo entero está bajo el maligno.” En Lucas 4, a medida que Lucas presenta su relato sobre
la tentación de Cristo, él dice: “el diablo le dijo ‘toda esta autoridad te daré y la gloria de ellos’ -
esto es de los reinos del mundo- ‘porque me han sido entregados a mí y a quien yo quiera lo
doy.” Como puede ver, Satanás está a cargo de los reinos del mundo y tiene la prerrogativa
de entregárselos a quien él quiera.
Esa es una percepción muy importante. En el Evangelio de Juan, en el capítulo 12 -y creo que
es en el versículo 31 o por ahí - sí, Satanás es llamado el príncipe de este mundo. Jesús dice
“Ahora el juicio de este mundo ha llegado y ahora el príncipe de este mundo será echado
fuera.” Y Jesús, con Su propia boca, afirma la monarquía, en un sentido, que Satanás tiene
sobre este mundo. En un sentido, es su mundo. En Juan 14:30 dice nuevamente “el príncipe
de este mundo viene, pero no tiene nada en Mí.” Y de nuevo, Satanás es llamado el príncipe
de este mundo. En Juan 16:11 Jesús lo vuelve a llamar el príncipe de este mundo y dice que
él será jugado.
Ahora, debemos mantener esto en mente porque es un punto de equilibrio importante para lo
que vamos a aprender en Romanos capítulo 13. Satanás es el que básicamente está a cargo
de los reinos del mundo y él tiene el derecho, por su propio testimonio, de entregárselos a
quien él quiera. Simplemente para demostrar esto aún más, pase en su Biblia a Daniel
capítulo 10, antes de que nos involucremos demasiado nuestro texto en Romanos. Daniel,
capítulo 10, se lleva a cabo un incidente muy interesante; y esto nos ayuda a entender algo
del asunto del dominio de Satanás. Y dice en el versículo 10: “Y he aquí una mano me tocó, e
hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. Y me dijo: ‘Daniel,
varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he
sido enviado ahora’. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Entonces me
dijo: ‘Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a
humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo
he venido.’”
Ahora, lo que esto nos dice es que Daniel ha estado orando. Esa oración ha sido llevada a
Dios en los primeros 23 versículos de Daniel 9. Y él oró a Dios a favor de su pueblo; y el ángel
viene con una respuesta por parte de Dios. Y un mensajero del cielo es enviado con una
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respuesta a Daniel. Pero el versículo 13 dice: “Mas el príncipe del reino de Persia se me
opuso durante veintiún días.” Ahora, aquí está el retrato de un ángel que viene por parte de
Dios para traerle una respuesta a Daniel; y ese ángel es detenida en su proceso de venir a
Daniel en el cielo por el príncipe del Reino de Persia. Éste es algún agente demoníaco que
opera, quien trabaja para Satanás, a quien se le ha asignado una función especial en el área
de la nación de Persia, de tal manera que cuando Daniel es el objeto de su misión por parte
de un ángel santo, el ángel santo es detenido. Este ángel, quien es identificado de alguna
manera con la nación de Persia, detiene a este ángel santo durante 21 días, hasta que
“Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme,” él dice. Entonces Miguel, quien
siempre es visto como un súper ángel es enviado para ayudar en contra de este ángel, no sea
que fuera detenido durante más de 21 días por parte de este ser no santo.
Ahora, esto nos dice varias cosas. En primer lugar, hay un conflicto angelical, pero también
nos habla del hecho de que ciertos demonios se identifican a sí mismos con ciertas naciones.
Y por diseño de Satanás, funcionan al generar maldad dentro de cierta nación como esta,
quien es llamado el príncipe del Reino de Persia. Además, quiero que vea en el Antiguo
Testamento el capítulo 14 de Isaías. Y este va a ser un texto aún más familiar para usted. El
capítulo 14 de Isaías, aquí encontramos un juicio que viene en contra del rey de Babilonia. Y
aquí hay una transición. Habla del rey de Babilonia en el versículo 11: “Descendió al Seol tu
soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.” En otras
palabras, vas a morir y serás comido por gusanos. Y después, inmediatamente después de
esto: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!” y procede a entrar a una
discusión de la caída de Satanás. Un paralelo interesante el cual identifica, en un sentido, a
Satanás con el rey de Babilonia. Lo cual significa que las fuerzas satánicas que estuvieron
involucradas en el Imperio Babilónico.
Lo vuelve a encontrar en otro pasaje familiar relacionado a Satanás y eso está en el capítulo
28 de Ezequiel; simplemente los estoy tomando de manera ligera. En el capítulo 28 de
Ezequiel, lo mismo. Conforme usted estudia el pasaje 28, parece como si algunas veces el
profeta Ezequiel, con un mensaje por parte de Dios, la palabra del Señor dice en el versículo
1, está hablándose hablándole al príncipe de Tiro, dice en el versículo 2. Al príncipe de Tiro.
Esto es algún ser que gobierna Tiro, de alguna manera está conectado con Tiro. Y dice en el
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versículo 2 que su corazón fue levantado y dijo que él era un dios; y se sienta en el trono o en
el asiento de Dios, y demás. Y conforme usted comienza a leer esto, se da cuenta que está
hablando de Satanás. Y de nuevo, Satanás es identificado con el rey de Tiro así como Lucifer
fue identificado con el rey de Babilonia. Y otro príncipe de Persia es identificado con las
huestes demoníacas. Y bueno, todo esto nos hace saber que Satanás es una influencia
importante en las naciones del mundo.
Ahora, usted puede regresar a Romanos, capítulo 13. Usted puede encontrar más detalles al
encontrar escuchar los sermones que hicimos sobre este pasaje en nuestro estudio a lo largo
del libro de Daniel.
Pero Satanás es una influencia mundial que influencia a individuos y sistemas de hombres.
Necesitamos saber eso. Ahora, aquí está la paradoja que les estoy trayendo. Los gobiernos
nacionales, mientras que son ordenados por parte de Dios, Romanos 13:1, las autoridades
superiores que son establecidas por Dios. Los gobiernos nacionales, mientras que son
ordenados por Dios, no obstante expresan el sistema de influencia satánico y han sido
infiltrados por el sistema satánico de influencia y actividad demoníaca. Están llenos de
actividad demoníaca. Ahora, están mantenidos dentro del marco de esos gobiernos. Y sin
embargo, en un sentido, los gobiernos mismos están bajo cierto control de Satanás también.
Es una paradoja interesante. Dios ha ordenado el gobierno para la preservación del hombre.
Pero debido a que el hombre es básicamente malo y todo acerca del hombre es malo, su
gobierno también es malo. Y Satanás está activo y operando de manera agresiva en el
gobierno humano. Sin embargo, él está limitado por Dios quien ha establecido los límites del
gobierno para mantener una influencia preservadora en una sociedad humana.
Entonces, las naciones del mundo mientras que decimos que son ordenadas por Dios en
cuanto a su gobierno, no estamos diciendo que necesariamente están siendo dirigidas por
Dios o que reflejan la voluntad de Dios. Debido a que el hombre tiene un potencial ilimitado
para la maldad incitado por el mundo y por la carne, el gobierno esencialmente es una
restricción, un refreno. Y Dios lo ha ordenado para refrenar la actividad satánica inherente que
está dentro de un grupo de personas a nivel nacional.
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Usted regresa a Génesis capítulo 6 y lee acerca del diluvio; y dice que la impiedad del hombre
había alcanzado un límite absoluto. Y Dios, entonces, ahogó al mundo entero. Hubo algunos
elementos limitados de orden social antes del diluvio. No hubo gobiernos nacionales como los
conocemos en la actualidad; pero había familias y las familias eran realmente responsables
por mantener a la sociedad unida. Pero, básicamente, no fue suficiente y el mundo entero no
tuvo refreno. Y Dios tuvo que ahogar al mundo entero en el diluvio. Y después de que la gente
regresa del diluvio y comienza a repoblar la Tierra, el Señor estableció la pena capital, la cual
es el primer énfasis primordial importante de gobierno humano. Debido a que se había
probado por parte de la pecaminosidad del hombre que un orden social basado en el control
del hombre dentro de una familia no podía manejar la sociedad. Y entonces, Dios instituyó
una autoridad gubernamental con el derecho de quitar la vida de alguien que quitaba una vida.
Y claro, se desarrolló a partir de ahí.
Entonces, simplemente quiero que usted sepa, conforme entramos a Romanos 13
nuevamente, que mientras que el gobierno es una institución de Dios, es básicamente
ordenada para confinar la actividad del pecado, la cual es casi ilimitada en el hombre y la
actividad de Satanás, la cual es ilimitada por igual en términos de su potencial para la maldad.
Entonces, Dios ordena al gobierno y ¿qué nos llama hacer? ¿Recuerda el versículo 1? Lo
primero someternos. Debemos someternos. Lo segundo es que debemos apoyar, versículos 6
y 7. Debemos someternos al gobierno porque es ordenado por Dios. Y eso no quiere decir
que sea satánico. Eso no quiere decir que refleja la voluntad de Dios. Simplemente significa
que Dios lo ha ordenado para mantener contenida la maldad más bien ilimitada de Satanás,
sus demonios y también de los hombres.
Y entonces, somos llamados en el versículo 1 a someternos a aquellos que están en
autoridad, porque no hay autoridad sino de parte de Dios; y las que hay por Dios han sido
establecidas. Y hemos estudiado eso. Pero quiero darle algo de ilustración para ampliar ese
principio. Entonces, regresen al capítulo 16 de Números, porque nuevamente estamos de
regreso en el Pentateuco en donde Dios en cierta manera está estableciendo la guía que
debe seguir el gobierno y cómo los hombres deben responder. Y usted encuentra aquí un
pequeño retrato, una pequeña ilustración de cómo Dios piensa acerca de la rebelión. Es un
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pecado muy serio.
No podemos leer todo el capítulo. Creo que hay 50 versículos, sí. Permítame simplemente
decirle lo que sucede en el capítulo 16 y señalarle algunos versículos. Moisés había sido
establecido por Dios para ser el líder de esta entidad de gobierno en la cual existía el pueblo
de Israel. Él era el juez de la nación. Él era el gobernante. Pero había algunas personas que
querían guiar una insurrección en contra de Moisés. Había personas que querían derrocar a
Moisés. En el versículo 2 dice “se levantaron contra Moisés.” Y los nombra en el versículo 1 -
a Coré, Datán y Abiram. Y después nombra a otros y los menciona en el versículo 2, que
habían 250 varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del Consejo,
varones de renombre. Entonces, Coré, Datán y Abiram fueron los que realmente hicieron un
golpe de estado para tratar de derrocar a Moisés, para tratar de quitarlo como líder. Y enlistan
alrededor de 250 líderes clave quienes eran hombres famosos, de renombre.
Y en el versículo 3 dice que se reúnen y se quejan de que Moisés tenía demasiada autoridad.
No les gustaba el hecho de que él tenía una autoridad unilateral, por lo menos hasta cierto
punto. Querían algo diferente. Se quejaron de su autoridad. Y después, comienzan a atacar a
Moisés. En el versículo 13, por ejemplo, hablan en contra de Moisés de la siguiente manera:
“?Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos
morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?”
En otras palabras, ellos dicen ¿no es algo grande que nos sacaste de Egipto, la tierra en
donde teníamos todo, para hacernos morir en el desierto? Comienzan a atacar a Moisés y a
cuestionar lo que él había hecho. Había hecho algo pequeño y dicen que lo hizo para elevarse
a sí mismo, para que pudiera ser su líder. Y entonces, están atacándolo de manera
sistemática.
En el versículo 16 dice: “Después dijo Moisés a Coré: ‘Tú y todo tu séquito, poneos mañana
delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón.’” Los voy a encontrar delante del Señor, él dice, y
dejaremos que el Señor decida. Y toda la rebelión terminó súbitamente cuando Moisés
propuso que todos vinieran delante del Señor y que dejaran que el Señor escogiera si quería
que fuera el líder o si quería que el otro fuera el líder. Y como ustedes saben, ¿se acuerdan
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de la historia? El Señor escogió a Moisés y el suelo se abrió y tragó al resto. Versículo 31: “Y
aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba
debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres
de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y
los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.”
Esta es una escena aterradora. Aquí hablamos de la falla de San Andrés… Yo no sé lo que
esto era, sino que la tierra se abrió y fueron tragados y llevados a la muerte y se cerró por
encima de ellos. Y dice: “Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito
de ellos; porque decían: ‘No nos trague también la tierra’. También salió fuego de delante de
Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.”
Entonces, el grupo rebelde entero simplemente de manera literal fue consumido en un
momento… Oh Dios, estaba dando una buena ilustración de lo que Él piensa acerca de la
rebelión, la insurrección. Parecía como que la gente no aprendió muy bien. Porque en el
versículo 49, el Señor tuve que enviar una plaga para matar a 14,700, sin los muertos por la
rebelión de Coré. ¿Y sabe usted por qué? Porque al día siguiente, después de que el suelo se
había tragado a estas personas y después de que el fuego había venido y había consumido a
los 250, el pueblo comenzó a quejarse en contra de Moisés. Se quejaron acerca del
holocausto del día anterior. Y se quejaron por lo que había pasado antes, y el Señor
simplemente descendió y mató a 14,700 de los quejumbrosos.
Ahora, el Señor estaba enseñándoles algo. Y el mensaje simplemente fue éste: no necesitan
revelarse en contra de la autoridad. Y por cierto, Moisés regresó a gobernar, a guiar después
de eso. El mensaje es muy claro. Debemos someternos.
Ahora, veamos Romanos 13. Entendemos entonces dos cosas en una introducción en esta
noche. En primer lugar, entendemos que Satanás está muy activo en las naciones del mundo.
Aunque son ordenadas por Dios, los gobiernos existen para mantener las cosas a cierto nivel
de control. Y en segundo lugar, aprendemos que Dios ve con mucha, mucha seriedad la
rebelión como es ilustrada en la rebelión de Coré a partir de Números, capítulo 16.
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Ahora, hemos estado aprendiendo que debemos someternos en los primeros 5 versículos. Y
después, en los versículos 6 y 7, que debemos apoyar al gobierno. Nos sometemos.
Apoyamos. Ambos son muy esenciales. El principio, recordará usted en el versículo 6 “pues
por esto pagáis también los tributos.” El principio de pague sus impuestos. Es un mandato sin
aclaraciones. Y la última vez consideramos un rango más bien amplio de enseñanza bíblica
que apoya ese mandato y nos da mayor entendimiento, tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento.
La ciudadanía santificada involucra pagar sus impuestos. Y ése es un resultado de la
justificación. El gran tema de la justificación comenzando en el capítulo 3, terminando en el
capítulo 11. La gran sección acerca de la dedicación en el capítulo 12 nos lleva a ser buenos
ciudadanos como cristianos; y eso involucra impoluta pagar nuestros impuestos. Ahora, el
principio fue entonces en el versículo 6, ‘pague sus impuestos’. El propósito, por favor si es
tan amable de observarlo nuevamente en el versículo 6. “Pues por esto.” ¿Y cuál es el
motivo? ‘Pues por estos pagáis también los impuestos porque son servidores de Dios que
atienden continuamente a esto mismo.’ Entonces, debemos pagar nuestros impuestos por la
razón, el propósito, es que estos que los recaudan son ministros de Dios.
Esto nos lleva de regreso a donde estábamos, ¿no es cierto?, en los versículos 1 al 5. ¿Se
acuerda? En el versículo 4 dice: “Porque es servidor de Dios para tu bien.” Y más adelante
dice “Pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.” En otras
palabras, aquellos que están en autoridad, son o ministros de Dios para el bien o ministros de
Dios para ira. Dependiendo de cómo usted los maneje. De cómo usted responda a ellos. Pero
ellos son ministros de Dios.
Y es una palabra hermosa que se usa aquí en el versículo 6, ‘servidores’. Es la palabra
leitourgos, de donde la paz obtenemos la palabra liturgia. Es una palabra que habla de
servicio religioso, de servicio a Dios. Es usada por ejemplo en Hebreos capítulo 1 del servicio
de los ángeles. Hebreos1 dice en el versículo 7 que hace de Sus ángeles espíritus y Sus
leitourgos, llama de fuego. Los ángeles ahí son llamados ministros en el sentido de ministerio
litúrgico a Dios. Versículo 14, dice que los ángeles son espíritus administradores enviados
para ministrar, para servir. Y de nuevo, él usa la misma palabra. Y hay diferentes palabras
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para el ministerio, pero la palabra que se escoge aquí se refiere a un ministerio
específicamente a Dios, a un servicio religioso.
Y entonces, lo que aprendimos en los versículos 1 al 5 es que los siervos públicos que ejercen
autoridad en un gobierno nacional, en un sentido único, están sirviendo a Dios. Es un acto de
servicio religioso. Y eso es debido a que el gobierno es ordenado por Dios y resistirse al
gobierno entonces, es resistirse a Dios.
Entonces, debemos apoyar al gobierno al pagar nuestros impuestos porque están sirviendo a
Dios. El gobierno es ordenado por Dios para la preservación de la vida y la propiedad; y
aquellos que lo sirven al recaudar nuestros impuestos, para mantener al gobierno operando,
lo hacen como ministros de Dios. Ahora, eso no quiere decir que todos son cristianos. Eso no
quiere decir que hacen todo lo que debieran hacer. Eso quiero decir que en el diseño del
gobierno están sirviendo a un propósito divino.
Y como Robert Culver, quien ha escrito un libro muy, muy útil básicamente un libro acerca del
gobierno civil de acuerdo con las Escrituras, tienen la razón cuando dice esto, y cito: “En
donde la religión teísta se debilita, esto es donde la religión relacionada con Dios se debilita, la
justicia se debilitará. Los crímenes, entonces, son definidos como actividad antisocial la cual a
su vez meramente es lo que la mayoría dice que funciona. Entonces, el castigo parece ser el
resultado de la mayoría atacando a la minoría. Y esto, a su vez, parece ser incoherente con
los sentimientos democráticos. El resultado es un declive en la aplicación uniforme de los
castigos en contra del crimen y una aplicación equivocada de la justicia pisando los derechos
de personas que se apegan a la ley junto con un incremento en lo que debería ser llamado el
crimen.” Fin de la cita.
Tiene razón. Esa es una presentación muy clara. Tan pronto como el gobierno, tan pronto
como los principios del gobierno son separados de Dios y no es visto como un reflejo de la
mente divina, entonces la justicia se debilita y estamos viendo eso en nuestra sociedad, ¿no
es cierto? Hemos visto cómo la justicia se debilita. Los crímenes ya no son definidos como
crímenes, sino como conducta antisocial. Y ahora es no una cuestión de si usted es culpable.
Es cuestión de si usted tenía salud psicológica cuando lo hizo.
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Y la Biblia no conoce nada de eso, absolutamente nada de eso. Usted comete un crimen y
paga un castigo. No importa si usted tiene salud psicológica o no. Pero ahora, es un problema
porque ellos lo entienden como una conducta antisocial en lugar de que sea una reacción en
contra de una ley santa porque ya no, ya no tenemos un estándar santo. Una norma santa. Ya
no tenemos a un Dios detrás de nuestra ley. Y como resultado, simplemente como dice
Culver, el castigo parece ser el resultado de la mayoría que va en contra de la minoría; y
después todo el mundo quiere pelear por los derechos del criminal. Y de pronto, hay malas
aplicaciones de la justicia y un incremento en el crimen. Estamos viviendo en el día en el que
está sucediendo a nuestro alrededor.
Y como puede ver, todo principio de justicia y todo principio de orden social debe ser basado
en un credo, en una plataforma de cimiento de justicia. Y cuando ese cimiento de lo que está
bien y lo que está mal es quitado, y todo lo que tiene usted es la opinión de la mayoría, el
resultado es una pérdida de justicia. Y todo sale de control. Entonces, el gobierno realmente
debe ser gobierno, no solamente como servicio a Dios sino gobierno a la luz de los
estándares que Dios ha establecido. Debido a este propósito divino que está detrás del
gobierno, debemos hacer lo que podamos por mantener un estándar piadoso. Y esa es la
razón por la que nos preocupa la moralidad de nuestra época y buscamos confrontarla
cuando comienza a declinar porque perdemos nuestro cimiento.
Pero la realidad es que aún cuando el gobierno abandona el cimiento divino y bíblico o lleva a
ordenar a hacer lo mismo, debemos someternos y apoyar con nuestros impuestos. Entonces,
el apóstol Pablo, como usted puede ver, está sacando al cristianismo de la actitud de rebelión
judaica que dice ‘vamos a rebelarnos contra el gobierno’. Y muestra que los cristianos están
unidos por un compromiso en común para ser modelos de orden y de paz. Y así lo eran en la
primera Iglesia. A pesar de los gobiernos hostiles y los gobiernos que los perseguían, los
cristianos mantuvieron un testimonio maravilloso de integridad al someterse al gobierno y
pagar sus impuestos.
Hubo un hombre que vivió alrededor del año 100 al 163 llamado Justino Mártir. Él es muy
conocido y muy leído entre los teólogos. Y algo en particular que escribió en su llamada
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Apología, dijo lo siguiente, y cito -él estaba hablando como cristiano: “Adondequiera que
nosotros de manera más radical que todos los hombres nos esforzamos por pagar aquellos
que son establecidos por ustedes, tanto los impuestos ordinarios como extraordinarios, lo
hacemos como hemos sido enseñados por Jesús. Adoramos sólo a Dios. Pero en otras
cosas, con gustos los serviremos a ustedes reconociéndolos como reyes y gobernantes de
hombres y orando que, con su poder real, puedan ser hallados también como poseedores de
juicio sano.” Fin de la cita.
Ahora ésa es la actitud cristiana. Adoramos a Dios pero también apoyamos a nuestro
gobierno. Tertuliano, quien fue un teólogo de Cartago, vivió desde el año 160 hasta el 230 y
escribió esto, y cito: “Sin cesar, por todos nuestros emperadores, ofrecemos oración. Oramos
por una vida prolongada, por seguridad del imperio, por protección de la casa imperial, por
ejércitos valientes, por un Senado fiel, por un pueblo virtuoso, por un mundo que esté en
reposo, sea lo que el hombre o César o nuestro emperador desee, el emperador es llamado
por el Señor a su posición.” Fin de la cita.
¡Qué actitud! Inclusive en una época en la que el imperio era hostil hacia los cristianos. Hacia
el fin del siglo primero, un líder de la Iglesia romana, recordando la persecución de Nerón, oró
de un modo como para revelar la actitud de los cristianos en ese entonces. Y su oración es
una oración hermosa. Escúchela, y cito: “guía nuestro paso para caminar en santidad y
justicia y en un corazón devoto y para hacer esas cosas que son buenas y aceptables a Tu
vista y a la vista de nuestros gobernantes. Sí, Señor, causa que Tu rostro brille en nosotros en
paz para nuestro bien, para que podamos ser cobijados por Tu mano poderosa y librados de
todo pecado por Tu brazo estirado. Líbranos de aquellos que nos odian equivocadamente. Da
concordia y paz a nosotros y a todos los que moran en la tierra, como lo hiciste a nuestros
padres cuando invocaron Tu Nombre en fe y verdad con santidad. Mientras que rendimos
obediencia a Ti, al todopoderoso y a Tu Nombre excelente y a nuestros gobernantes y líderes
terrenales.” Y continúa orando. “Tú, oh Señor y amo, les has dado poder de soberanía a
través de Tu poder excelente e inexpresable para que nosotros, conociendo la gloria y honra
que Tú les has dado, no sometamos a ellos y en nada resistamos Tu voluntad. Concédeles,
por lo tanto,” hablando de los líderes, “oh Señor, salud, paz, concordia y estabilidad. Para que
ellos sin fallar administren el gobierno que Tú les has encomendado. Porque Tú, oh amo
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celestial, rey de las edades, das a los hijos de los hombres gloria y honra y poder sobre todas
las cosas que están en la tierra. Que Tú, Señor, dirijas su consejo de acuerdo con lo que es
bueno y aceptable a Tus ojos, para que ellos al administrar en paz y gentileza con piedad el
poder que Tú les has encomendado, obtengan tu favor. Amén.” Fin de la cita.
Ahora, éste es el espíritu que Pablo está buscando. Y el espíritu que residía en estos líderes
de los primeros siglos de la Iglesia y debe residir también en nosotros. Pablo dice ‘lo que
Jesús enseñó es que debemos respetar al gobierno’. Y Pablo añade ‘porque son los ministros
de Dios’. Ahora, debemos mantener en mente que toda la autoridad que alguien tiene en el
gobierno de cualquier tipo es delegada por parte del Señor, ¿no es cierto? Ése es el punto. Y
es importante que le recordemos a nuestros líderes eso. Que tienen una responsabilidad
divina. Que se les ha concedido lo que se les ha concedido porque Dios se los ha concedido.
En un sentido, ellos gobiernan bajo Él.
Pasen en su Biblia por un momento al Salmo 92. Y hay una sección muy interesante en los
Salmos. Realmente va del 92 al 99. Y hay un tema recurrente a lo largo de estos Salmos 92 al
99. Dando testimonio a las naciones, dando testimonio al mundo de que Dios es el único
verdadero soberano. Que Dios es el único Rey verdadero, el único soberano verdadero. Y que
el resto de la autoridad simplemente es delegada por parte de Él. Por ejemplo, y podemos ver
muchos versículos, pero veamos tan sólo unos cuantos. En el Salmo 92, versículo 8: “Mas Tú
Jehová para siempre eres santísimo.” Salmo 93, un par de versículos al principio: “Jehová
reina, se vistió de magnificencia. Jehová se vistió, se ciñó de poder, afirmó también el mundo
y no se moverá. Firme es Tu trono desde entonces. Tú eres eternamente.” Salmo 94: “Jehová,
Dios de las venganzas, Dios de las venganzas muéstrate, engrandécete, oh juez de la tierra.”
Salmo 94, nuevamente, creo que es el versículo 10: “El que castiga las naciones, ¿no
reprenderá? ¿No sabrá que el que enseña al hombre las ciencias?”
Y de nuevo, Dios siempre es exaltado como soberano. En el Salmo 95, versículo 3: “Porque
Jehová es Dios grande y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en Su mano están las
profundidades de la tierra y las alturas de los montes son Suyas. Suyo también el mar pues Él
lo hizo. Y Sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos. Arrodillémonos
delante de Jehová nuestro hacedor porque Él es nuestro Dios, nosotros el pueblo de Su prado
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y ovejas de Su mano.” El Salmo 96 sigue el mismo tema, comenzando en el versículo 3:
“Proclamad entre las naciones Su gloria, en todos los pueblos Sus maravillas. Porque grande
es Jehová y digno de suprema alabanza, temible sobre todos los dioses. Porque todos los
dioses de los pueblos son ídolos, pero Jehová hizo los cielos. Alabanza y magnificencia
delante de Él, poder y gloria en Su santuario. Tributad a Jehová oh familias de los pueblos.
Dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la honra debida a Su Nombre, traed ofrendas
y venid a Sus atrios. Adorad a Jehová en la hermosura de Su santidad, temed ante Él toda la
tierra. Decid entre las naciones: Jehová reina.”
Es este tema recurrente, aquí en esta sección de los Salmos, que afirma la soberanía de Dios.
El Salmo 97 lo mismo, versículo 1: “Jehová reina, regocíjese la tierra.” Versículo 5: “Los
montes se derritieron como cera delante de Jehová, delante de la presencia del Señor toda la
tierra.” “Los cielos,” versículo 6, “anunciaron Su justicia y todos los pueblos vieron Su gloria.”
El Salmo 98, lo mismo nuevamente. Versículo 2: “Jehová ha hecho notoria Su salvación. A
vista de las naciones ha descubierto Su justicia.” El versículo 6 sigue lo mismo. El versículo 9
dice: “Porque vino a juzgar la tierra.” Ésa es la esencia de esa sección entera en los Salmos.
Afirmarle al mundo que Dios es el soberano definitivo. Inclusive podríamos retroceder a partir
de aquí, me acabo de acordar. Estaba leyendo esta semana el Salmo 83 y básicamente es lo
mismo. Afirma nuevamente que Dios es el soberano. “Oh Dios, no guardes silencio; No calles,
oh Dios, ni te estés quieto. Porque he aquí que rugen Tus enemigos, Y los que Te aborrecen
alzan cabeza. Contra Tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en
consejo contra Tus protegidos. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a una, Contra
Ti han hecho alianza.”
Aquí están todas las naciones alineándose en contra de Israel y Dios. “Las tiendas de los
edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; Gebal, Amón y Amalec, los filisteos y los
habitantes de Tiro.” Y continúa nombrándolos a todos. Y luego, en el versículo 13: “Dios mío,
ponlos como torbellinos, como hojarascas delante del viento.” ¿Por qué? Versículo 17: “Sean
afrentados y turbados para siempre; sean deshonrados, y perezcan. Y conozcan que Tu
nombre es Jehová. Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.” ¿Se da cuenta?
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Es Dios quien es el soberano definitivo. ¿Se acuerda usted también cuando piensa en ese
versículo en el Salmo 83 de la maravillosa profecía de Daniel? En donde Daniel viene a
Nabucodonosor en el capítulo 4, versículo 32 y le dice: “Y de entre los hombres te arrojarán, y
con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete
tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de
los hombres, y lo da a quien Él quiere.” ¿Se da cuenta? Nabucodonosor pensó que él era
invencible. Pensó que él había alcanzado su propio Reino por su propio poder y sabiduría e
iba a aprender una lección al ser un maníaco y viviendo como un animal, su cabello iba a
crecer como plumas de aves y sus uñas iban a ser como garras de águila. Él aprendería que
Dios da y quita al Reino de acuerdo con Su voluntad.
Y vuelve aparecer en el capítulo 5, versículo 21: “Hasta que reconoció que el altísimo Dios
tiene dominio sobre el Reino de los hombres y quien que pone sobre la quien le place.” Si una
persona está en una posición de autoridad es porque Dios le ha delegado ese derecho. Y es
un privilegio divino, es una ocupación divina. Entonces, por un lado, quiero presentar esto
para su mente en esta noche. Hemos estado diciendo a lo largo de este estudio que debemos
someternos al gobierno. Y en esta noche, quiero voltear la situación un poco y decir que el
gobierno tiene que despertar para entender cuál es su llamado. Y su llamado es una
representación divinamente designada por parte de Dios en la sociedad humana. Necesitan
saber eso. Esa es una gran responsabilidad.
Todos los gobernantes, entonces, tienen autoridad delegada por parte de Dios. Y entonces, si
usted regresa, si es tan amable, a Romanos, capítulo 13, él dice: “Son servidores de Dios que
atienden continuamente a esto mismo.” ¿Qué es esto mismo? El servicio de gobernar, el
servicio de liderar a la gente, de protegerlos, de recaudar sus impuestos, de cumplir con su
deber. Todos los asuntos civiles para el bienestar público. Deben estar atendiendo
continuamente esto. Y necesitamos, cuando tenemos la oportunidad de escoger a
gobernantes, necesitamos escoger a aquellos que son competentes y que están
comprometidos con eso. Si usted encuentra a alguien que está sirviendo en el gobierno que
no es fiel a eso y que no está atendiendo eso de manera continua, sino que está atendiendo
de manera continua algo más -y algunos de nosotros hemos visto los registros de ausencia de
15
algunos de nuestros miembros del Congreso y senadores y nos preguntamos en qué pasan el
tiempo- necesitamos mantener eso en mente. Necesitamos encontrar a personas que sean
competentes. Sería mejor si fueran cristianos, pero algunas veces no tenemos esa alternativa.
Y entonces, escogemos a alguien que es competente. Mencioné a alguien hace un tiempo
que si yo fuera a tener una cirugía del corazón, sería maravilloso encontrar a un cardiólogo
que fuera cristiano; pero si yo tuviera que escoger entre un cristiano amable y un buen
cardiólogo no salvo, yo escogería un buen cardiólogo no salvo. El cristiano podría tener
buenas intenciones, pero yo preferiría sobrevivir.
Y puede llegar a un punto en el gobierno en donde nuestra decisión es entre una persona
competente y una persona incompetente. Inclusive, puede haber ocasiones en las que el
cristiano sea la persona incompetente e infiel a lo que debe estar haciendo. Debemos ser
cuidadosos en entender a quién estamos escogiendo. Debemos escoger a esas personas que
atienden continuamente a esto mismo. Que entienden algo del dilema de Moisés en Éxodo
capítulo 18, que no podía hacer todo el trabajo. Él vio todo lo que tenía que hacer al juzgar a
Israel y simplemente no podía hacerlo. Entonces fue su suegro y le dijo que debía dividir la
responsabilidad. Y él siguió el consejo de su suegro y escogió a personas para que pudieran
manejar y dirigir las diferentes responsabilidades; dividió la carga y pudo hacerlo, y lo hizo
bien.
El gobierno es llamado a hacer lo que hace bien. A atender continuamente la responsabilidad
de gobernar y proteger a su pueblo. Y simplemente para satisfacer mi propio corazón y mente
pasé un poco de tiempo esta semana estudiando algo de los profetas menores como también
de los profetas mayores. Porque tenían tanto que decirle a los líderes; y este texto nos habla a
nosotros. Pero creo que sólo equilibró, conforme vimos el texto, en cierta manera para ir en
dirección la dirección opuesta. Hemos estado diciendo que debemos estar dispuestos a
someternos y debemos estar dispuestos a pagar nuestros impuestos. Ésa es nuestra parte. Y
debe ser dicho cuál es su parte. En primer lugar, reconocer que son lo que son porque Dios
los ha colocado ahí; y necesitan saber eso. Se les ha delegado esa responsabilidad por
autoridad divina y ciertamente deben hacer inventario de un estándar divino en su función y
deberían ser fieles sabiendo cuál es la responsabilidad que tienen para con Dios en ese
sentido.
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Además, las Escrituras son muy, muy explícitas acerca del tipo de personas que deben estar
en liderazgo en el gobierno. Y si usted lee los profetas, sea que esté leyendo Isaías,
Jeremías, Ezequiel, Daniel o sea que esté leyendo a Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás,
Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías o Malaquías, sea que esté leyendo a
todos esos profetas o no, encontrará que conforme lee a lo largo de todos esos profetas, ellos
no sólo le hablaron a Israel sino a todas las naciones que estaban alrededor de Israel.
Estaban llamando a los líderes de todas las diversas naciones a conformarse a un estándar
divino. No sólo fue Israel, en absoluto.
Por ejemplo, veamos a algunos de los profetas. Vaya usted a Jeremías capítulo 1. Y sólo
quiero darle algunos principios que necesitamos presentarle a nuestros líderes si van a ser
fieles en cumplir su parte de la responsabilidad. En Jeremías, capítulo 1, quiero que observe
los versículos 9 y 10: “Y extendió Jehová Su mano y tocó mi boca” dijo Jeremías, “y me dijo
Jehová he aquí he puesto Mis palabras en tu boca.” Ahora escuche el siguiente versículo:
“Mira que te he puesto en este día sobre Israel.” ¿Es eso lo que dice? ¿Qué dice? “Sobre
naciones y sobre reinos para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para
edificar y para plantar.”
En otras palabras, el mensaje de Jeremías iba más allá que tan solo Israel. Dios demandó
cosas de todos los líderes nacionales, no sólo los que estaban en Israel. Y entonces, no sólo
fue con Jeremías sino con muchos de los otros profetas. ¿Y qué es lo que Dios demanda de
los líderes de las naciones? Permítame darle una pequeña lista. En primer lugar, Él demanda
que ellos sepan que sirven a un propósito divino. Esto es lo que he estado diciendo. Él
demanda que ellos sepan que sirven a un propósito divino. Fue Dios quien le dijo a
Nabucodonosor: “Tú vas a aprender de manera dura que Dios es el altísimo quien da el Reino
a quien Él quiere.” Y yo creo que cualquier gobernante desde el presidente hasta cualquier
miembro del Senado necesita saber que su responsabilidad es un privilegio dado por Dios.
Ellos necesitan saber eso.
En segundo lugar, los profetas fueron claros en decir, y por cierto sólo le di uno de varios
pasajes en los cuales el mismo principio es reiterado, el principio de que Dios da el Reino a
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quien Él quiere. Por lo menos 3 o 4 veces en Daniel. Se repite en Jeremías y demás. Lo
segundo que creo que los profetas llaman al liderazgo a hacer es ser humildes, serios,
dirigentes, leales a la verdad y a la justicia. En otras palabras, es un compromiso verdadero
con la verdad y la justicia. Deben ser humildes. Deben ser serios. Si realmente saben que
sirven un propósito divino, deberían servir de una manera que refleje ese conocimiento.
Veamos un par de ilustraciones de eso. Isaías capítulo 3 es uno muy útil. Y aquí, Isaías está
dando profecías en contra de las naciones desde el capítulo 13 hasta el capítulo 20 de Isaías.
Él está profetizando hacia las naciones. Y en particular aquí a Babilonia, una pago nación
pagana. Y en Isaías capítulo 13, versículo 9: “He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de
indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.”
Versículo 11: “Y castigaré al mundo por su maldad,” no sólo a Babilonia sino más allá de ella,
“Y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la
altivez de los fuertes.”
En otras palabras, Dios dice: “Voy a jugar a esos líderes orgullosos, arrogantes, malos que
han guiado a esas naciones.” Allá en el capítulo 14, si es tan amable de ver. Ya hicimos
referencia al mismo hace un momento. Pero lo volvemos a ver en referencia al rey de
Babilonia. Versículo 4: “Pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo
paró el opresor, cómo acabó la ciudad codiciosa de oro! Quebrantó Jehová el báculo de los
impíos, el cetro de los señores; el que hería a los pueblos con furor, con llaga permanente, el
que se enseñoreaba de las naciones con ira, y las perseguía con crueldad.”
En otras palabras, Dios ha venido con juicio arrollador en contra del rey y los líderes. ¿Por
qué? Versículo 11: “Descendió al Seol tu soberbia.” En lugar de ser humilde, el líder fue
orgulloso y es caracterizado como Lucifer. Él dice en su corazón: “Subiré al cielo; en lo alto,
junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré,” en
otras palabras, no hay lugar en el gobierno para la ambición y el orgullo y la búsqueda de
intereses personales y demás.
Daniel reprendió a Nabucodonosor por su orgullo en Daniel 4:25 y 26. Él reprendió a
Nabucodonosor en Daniel 4:27 por oprimir a los pobres. Él pronunció juicio en contra de
18
Belsasar por el orgullo y por no glorificar a Dios. Como puede ver, Dios condena a los líderes
más allá de Israel. Ahora, lo que estoy diciendo es esto: Yo creo que mientras que nos
sometemos a nuestros gobernantes, nuestros gobernantes son llamados a rendir cuentas
también a Dios. Y yo creo que mientras que estamos dispuestos a someternos, también
tenemos que estar dispuestos a confrontar su maldad si, de hecho, necesita ser confrontada.
En una voz profética. De una manera profética.
Entonces, vamos a ser fieles y vamos a ser el tipo correcto de ciudadanos y vamos a
someternos. Pero cuando hay una cuestión de moralidad y maldad y vicio, impiedad y de
búsqueda personal y demás, creo que debemos adoptar una voz profética.
Hay un tercer principio que los profetas presentan en referencia a este asunto de gobernar. Y
es que los profetas enseñan que deben mantener el orden mediante una aplicación justa y
firme de la ley. Los profetas condenan a las naciones por no aplicar la ley. En otras palabras,
el dejar que la gente se salga con la suya en el área del crimen sin castigarlos. Y usted ve
esto en particular en la profecía de Jeremías. Hay algunas indicaciones fascinantes de esto en
Jeremías…
Quizás, bueno, por causa del tiempo, veamos Jeremías capítulo 34, versículo 8; y veamos
esto simplemente de manera breve. “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, después que
Sedequías hizo pacto con todo el pueblo en Jerusalén para promulgarles libertad; que cada
uno dejase libre a su siervo y a su sierva, hebreo y hebrea; que ninguno usase a los judíos,
sus hermanos, como siervos.” En otras palabras, hubo un pacto y un decreto hecho para
liberar a estas personas. Pero el versículo 11 dice: “Pero después se arrepintieron, e hicieron
volver a los siervos y a las siervas que habían dejado libres, y los sujetaron como siervos y
siervas.” Ahora, el pueblo debía liberar a sus siervos; y no lo hicieron. Los volvieron a hacer
siervos. Y el resto de la historia relata el hecho de que no se aplicó el pacto. No se cumplió la
ley. Y debido a eso, debido a que no se cumplió, debido a que nadie, incluido el rey, jamás
dijo que eso no estaba bien, que debían hacer lo correcto, Dios dice en el versículo 16: “Pero
os habéis vuelto y profanado Mi Nombre, y habéis vuelto a tomar cada uno a su siervo y cada
uno a su sierva, que habíais dejado libres a su voluntad; y los habéis sujetado para que os
sean siervos y siervas.” Voy a juzgarlos. En el versículo 22: “He aquí, mandaré Yo, dice
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Jehová, y los haré volver a esta ciudad, y pelearán contra ella y la tomarán, y la quemarán con
fuego; y reduciré a soledad las ciudades de Judá, hasta no quedar morador.”
Una de las razones por la terrible cautividad que vino fue debido al hecho de que no estaban
aplicando la ley. No estaban aplicando los pactos que ellos habían hecho. Los líderes son
responsables de aplicar la ley de manera firme y justa.
Lo cuarto que veo en los profetas, y ya hicimos referencia a esto hace un momento, es el
hecho de que los líderes no deben buscar su propio bienestar. No deben estar preocupados
por su propio bienestar, su propia posición. Jeremías 22:13: “¡Ay del que edifica su casa sin
justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de
su trabajo! Que dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y
la cubre de cedro, y la pinta de bermellón. ¿Reinarás, porque te rodeas de cedro? ¿No comió
y bebió tu padre, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien?” Éste es el mensaje al
malvado, al impío Joaquín. “Él juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces
estuvo bien. ¿No es esto conocerme a Mí? dice Jehová. Mas tus ojos y tu corazón no son
sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio.”
En otras palabras, cuando usted tiene un líder que es avaro y egoísta y violento y opresivo,
cae el juicio de Dios. No deben buscar su propio bienestar a expensas de otros. Y hay líderes
por todo el mundo que hacen eso. Están bajo la condenación de las Escrituras.
Además, otra cosa que los profetas presentaron claramente es que los líderes deben ser
compasivos con los necesitados. Debe caracterizar a aquellos que están en una posición
oficial el cuidar de personas que tienen necesidades. Y usted literalmente encuentra esto a lo
largo del mensaje de los profetas. Una gran preocupación por las personas necesitadas.
Isaías 10:1: “¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a
los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de Mi pueblo; para despojar a las viudas, y
robar a los huérfanos!” Israel tuvo líderes que eran increíblemente brutales quitándole cosas a
las personas que no tenía absolutamente nada. Privando a los pobres y a los necesitados y
demás.
20
Amos, capítulo 2, versículos 6 y 7 también habla de lo mismo; y también lo hacen otros
profetas menores. Entonces, ¿qué estamos diciendo? ¿Qué debe hacer un líder fiel? Uno,
saber que sirve a un propósito divino. Dos, ser humilde, serio, diligente y leal a la verdad y a la
justicia. Tres, asegurarse que mantiene el orden con un compromiso justo y firme con la
aplicación de la ley. Cuatro, no debe buscar su propio bienestar. Cinco, debe tener empatía,
ser compasivo con los necesitados. Seis, y éste podríamos añadirlo de manera muy cercana
al último, debe tratar a otros con amabilidad. Debe haber un espíritu y una actitud de decencia
básica hacia la gente. Esto, por supuesto, es violado por los tiranos del mundo, los déspotas,
los asesinos que siguen por este camino.
Amos tuvo mucho que decir acerca de esto. Eso es expresado en el versículo 13 de Amos 1.
Es Increíble. Abrieron a las mujeres de Galaad que estaban encintas. Encontraron a mujeres
embarazadas y simplemente abrieron sus vientres. Sus vientres. Cosas horrendas. Ni siquiera
decencia básica.
Séptimo, deben hablar la verdad. Los líderes deben hablar verdad. Dios odia los labios
mentirosos. Y en Amos capítulo 2, versículo 4 “Por tres pecados de Judá y por el cuarto no
revocaré su castigo.” Él dice voy a castigar a Judá. ¿Por qué? “Porque menospreciaron la ley
de Jehová y no guardaron sus ordenanzas. Y les hicieron errar sus mentiras en pos de las
cuales anduvieron sus padres. Prenderé por tanto fuego en Judá, el cual consumirá los
palacios de Jerusalén.” Y él está preocupado de manera particular con condenar a los líderes
por sus mentiras. Sus lenguas mentirosas.
Y después, una más. Ellos deben implementar la moralidad pública. Los líderes que sirven
continuamente, en una autoridad delegada por parte de Dios, para poder ser fieles a la tarea,
deben implementar una moralidad pública. Y los vemos fallando tanto en nuestro día. Dios
envió a Jonás a Nínive y dijo ‘clama en contra de esa ciudad porque su iniquidad, su impiedad
es grande ante Mí.’ Dios condenó a esa ciudad y a todos sus líderes por tolerar la impiedad; y
Dios vino con una promesa de juicio devastador si esa ciudad no se arrepentía.
Usted ve Isaías 13, 14, 15, creo que es hasta el capítulo 23, y usted encuentra que en toda
esa sección entera hay un clamor contra los líderes por no llamar al pueblo a un estándar
21
moral elevado.
Entonces, las Escrituras presentan cosas muy específicas que los líderes deben hacer y en
las que deben involucrarse. Pero ese es otro estudio entero. Realmente podríamos
involucrarnos profundamente en eso. Pero únicamente se las acabo de sugerir. Esas son
cosas que Dios demanda de los líderes. Permítame repasarlas brevemente para que las
tenga en mente. Uno, saber que sirven un propósito divino. Dos, ser humildes, serios,
diligentes, leales a la verdad y la justicia. Si saben que su servicio es para Dios, entonces
deben ejecutarlo con gran seriedad. Tres, mantener el orden mediante una aplicación justa y
firme de la ley. No buscar su propio bienestar. Tener compasión de los necesitados. Tratar a
otros con amabilidad. Hablar siempre la verdad e implementar la moralidad pública. Ésa es su
responsabilidad.
Ahora, regresaremos a Romanos, capítulo 13; y rápidamente vamos a concluir nuestra mirada
a estos dos versículos. Estos son de quien el versículo 6 dice “Atienden continuamente a esto
mismo.” Y así es como lo hacen, como ya lo hemos visto y bosquejado en los profetas.
En 1898 una serie de conferencias llamadas las conferencias Bampton presentadas por un
hombre llamado Robert Lawrence Ottley. Él dijo algunas cosas interesantes que se relacionan
con lo que estamos viendo en este momento. Y él dijo esto, y cito: “El Antiguo Testamento
puede ser estudiado como un instructor de justicia social. Presenta al gobierno moral de Dios
como es manifestado en su trato con naciones más bien que individuos. Y fue su conciencia
de la acción y presencia de Dios en la historia que hizo que los profetas fueran predicadores
al mundo en general. Existe de hecho importancia en el hecho de que a pesar de su celo
ardiente por la reforma social como norma, ellos no se involucraron en la vida política o
demandaron reformas políticas. Ellos no desearon que hubiera mejores instituciones sino que
hubiera mejores hombres.” Fin de la cita
Y creo que en nuestro día, la iglesia y nuestros predicadores deben elevarse a ese nivel, de
no buscar la reforma política sino llamar a que tengamos mejores hombres. No tratar de
manipular el sistema, sino confrontar su maldad. Y mientras que he dicho a lo largo de este
estudio y en cierta manera he guardado esto para el final que debemos ser sumisos, al mismo
22
tiempo, no debemos guardar silencio cuando la función de liderazgo es abusada.
Entonces, apoyamos al gobierno a pagar nuestros impuestos porque reconocemos que son
ministros de Dios llamados a atender continuamente a esto mismo. Si no atienden
continuamente a esto mismo, somos responsables de señalárselos.
Veamos, finalmente, vimos el principio y el propósito y los particulares en el versículo 7. En
este asunto de pagar los impuestos, él nos da algunos aspectos en particular. El primer
mandato en el versículo 6 es uno general. Pague sus impuestos. Y ahora, él en cierta manera
lo divide un poco para asegurarse de que realmente entendamos la plenitud de la obligación.
Pagad una palabra plenitud de la obligación. Pagar es una palabra interesante. Es la palabra
apodidómi. Significa devolver lo que usted debe a alguien. ¿Escuchó eso? Eso es lo que
usted hace cuando usted paga sus impuestos. Usted debe eso. No es un regalo. Usted no
dice ‘querido gobierno, estoy tan contento de por lo que estás haciendo este año que
simplemente me gustaría enviarte un pequeño regalo’. No. Usted lo debe. La palabra pagad
es devolved algo que es una deuda. Es así como la palabra es usada particularmente en
Mateo en el capítulo 5, capítulo 18, capítulo 20, capítulo 22. Significa pagar de regreso. Pagad
a todos lo que debéis. Y la palabra debéis opheilé significa una deuda u obligación. Pague su
deuda. Le debemos al gobierno. Así de simple. Es una obligación moral.
Observe el versículo 8. Vamos a entrar a esto la próxima vez. Pero: “no debáis a nadie nada,”
y eso incluye al gobierno. No hay espacio realmente en el pensamiento entre el versículo 7 y
el 8. Pague su deuda. Y dice: “Pagad a todos lo que debéis. Toda su deuda. En su totalidad.”
Los impuestos son deudas que usted le debe al gobierno. Y si usted no paga, usted es un
ladrón. Pablo dice “no debáis a nadie nada”, pague sus deudas. Y él se vuelve específico “al
que tributo, tributo.” Y eso, simplemente en cierta manera nos va a dar algo de amplitud aquí.
Tributo es phoros. Es un impuesto de propiedad. Tenían otro tipo de impuesta llamado
kensas. Ya sé lo mencioné. Era un impuesto individual. Toda persona pagaba eso. Era una
tasa establecida para toda persona. Ese era el censo. Todo individuo tenía que pagarlo, me
imagino que era una tasa fija.
Y después tenían este pago por ingreso, era como nuestro pago por ingreso. Y se hacía una
23
evaluación en base a lo que usted poseía, su tierra, sus esclavos, su capital. Y se establecía
la cantidad que era gravable de sus posesiones. Después, establecían la tasa de impuesto
que usted debía pagar y usted pagaba cierto impuesto. Era un impuesto sobre la renta.
Entonces, él dice que pague eso. Pague sus impuestos por sus ingresos.
Al que impuesto, impuesto. La palabra impuesto, telos, tenía que ver con utilidad que se
obtenía por la venta de mercancía o bienes. En otras palabras, éste sería el impuesto al valor
agregado. Cualquier cosa que se incluía con algún bien. Pague sus impuestos al valor
agregado. Pague su deber. No se involucre en contrabando. Pague lo que es justo. ¿Y sabe
usted lo que hacían? Ellos establecían a recaudadores de impuestos en las encrucijadas de
los caminos; y cuando usted estaba viajando de un lugar al otro, es sólo que Mateo hacía, se
sentaba ahí en la encrucijada recaudando impuestos de personas que transferían bienes de
aquí a allá. Pague eso.
Y después, me encanta esto, “al que respeto, respeto.” La palabra phobos de la cual
obtenemos fobia. Es una palabra que puede significar cualquier cosa desde respeto a mero
temor dependiendo de cómo es usada. De hecho, creo que en este mismo pasaje es usada
como la palabra terror en donde dice que los gobernantes son un terror, no aquellos que
hacen el bien, sino aquellos que hacen el mal. Ahí atrás en el versículo 3. Esa es la misma
palabra phobos. Entonces, puede significar cualquier cosa desde terror a respeto. Aquí
significa respeto. En otras palabras, usted debe tener un respeto saludable hacia las personas
que recaudan sus impuestos. Un respeto saludable hacia sus líderes; y ese respeto saludable
se traduce en darles lo que usted les debe. Reconociendo que ellos tienen un derecho a eso
por el servicio que ellos han prestado.
Primera de Pedro 2:17 dice “Honrad a todos los hombres. Amad a los hermanos. Temed a
Dios. Honrad al rey. Someteos a vuestros amos,” y demás. Honrad a todos. Amad a los
hermanos. Temed a Dios, honrad al rey. Muéstrenle respeto por la posición de autoridad que
tienen. Y luego viene a la última: “al que honra, honra.” Y esa es una palabra interesante,
Timé. Algunas veces significa dinero. Denle dinero a quienes se les deben dinero. Puede
significar. Eso es lo que significa. También puede significar respeto. Entonces, quizás es
mejor ver aquí como si él tuviera dos palabras. Una es impuesto. La otra es deber. Impuesto
24
sobre la renta, por el ingreso, deber. Y después, dos palabras que demuestran actitud.
Paguen sus impuestos, paguen su deber y tengan respeto y muestren honra.
La honra aquí es una actitud. Una actitud de respeto. Una actitud que dice ‘esto es lo
correcto’. Implica el pago de dinero. Observen una ilustración que es perfecta, porque él usa
la misma palabra. Primera de Timoteo 5, Primera de Timoteo 5 dice ‘los ancianos que
gobiernan bien sean dignos o tenidos por dignos de doble timé, misma palabra, doble honor’.
Un anciano que gobierna bien debe ser digno de doble honor. ¿Cuál es el doble honor?
Bueno, primero no pongáis, dice la Escritura ‘no pongáis bozal al buey que trilla’. En otras
palabras, si usted espera que un buey pise el grano, más vale que lo alimente, ¿verdad?
Entonces, está diciendo en primer lugar, si tienes un anciano que gobierna bien, págale
dinero. Y después, versículo 19 dice: “contra un anciano no recibáis acusación.” Y eso
significa muéstrale respeto. Entonces, la doble honra es el dinero y el respeto, le damos el
dinero y el respeto. No vamos a jugar a los favoritos en el caso de 1 Timoteo y él procedió a
decir ‘si el peca, repréndelo delante de todos’. No estamos hablando de quedar bien con
alguien sino de ‘doble honra’ sería respeto y dinero. Dales dinero cuando se les debe y dales
respeto.
Entonces, como cristianos, somos llamados a pagar nuestros impuestos, a respetar a
nuestros líderes, a darles la honra que se les debe. Entonces, debemos hacer las cosas que
están bien en términos de dar honra a quien se le debe honra y respeto a quien se le debe
respeto. Pagando nuestros impuestos y nuestro deber y viviendo como los cristianos deben
vivir para la gloria de nuestro Señor.
Quiero cerrar nuestra pequeña serie leyéndoles algo que creo que es tan maravilloso.
Escúchelo. Simplemente, en cierta manera, resume todas nuestras obligaciones como
cristianos hacia el gobierno. Fue escrito hace mucho tiempo atrás. Es llamado “La epístola de
Diaconatus.” Viene de los primeros años del cristianismo y está citado en una edición católica
de los padres de la Iglesia, una nueva traducción. En el quinto capítulo de este documento tan
interesante nos ayuda a entender algo de los primeros cristianos y cómo vivían. Me pareció
fascinante. Aquí está una persona evaluando los cristianos en los primeros años de la Iglesia
cristiana.
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Escuche lo que dice al describir a los cristianos. Y cito: “Los cristianos no son diferentes del
resto de los hombres en su nacionalidad, en sus palabras o costumbres. No viven en estados
propios ni usan un idioma especial ni adoptan una manera de vivir peculiar. Su enseñanza no
es el tipo de enseñanza que podría ser descubierta por la sabiduría o la reflexión de meros
hombres que están activos mentalmente. De hecho, no son sobresalientes en el aprendizaje
humano como los otros. Sea que la fortuna les ha dado un hogar en una ciudad griega o
extranjera, siguen la costumbre local en asuntos de vestimenta, alimento y modo de vivir. Sin
embargo, la identidad de la cultura que revelan es maravillosa y debe ser reconocida como
fuera de lo común. Ellos viven, cada uno en su tierra natal pero como si realmente ahí no
estuvieran en casa. Comparten todos los deberes como ciudadanos y sufren todas las
dificultades como los extranjeros. Toda tierra extranjera para ellos es su casa y toda casa es
una tierra extranjera. Se casan como el resto de los hombres y tienen hijos, pero no
abandonan a los bebés que nacen. Comparten cosas en común, pero no una cama en común.
En la carne, por así decirlo, no viven según la carne. Obedecen las leyes que hacen los
hombres pero sus vidas son mejores que las leyes. Aman a todos los hombres, pero son
perseguidos por todos. Son desconocidos y sin embargo son condenados. Son desconocidos
y sin embargo son condenados.” Sí.
“Son matados, y sin embargo, están más vivos que nunca. Son pordioseros, y sin embargo,
hacen ricos a muchos. Carecen de todas las cosas, y sin embargo, abundan en todas las
cosas. Son deshonrados, y sin embargo, se glorían en esa deshonra. Son maldecidos, y sin
embargo, son defendidos. Son calumniados, y sin embargo, ellos bendicen. Sufren insultos, y
sin embargo, respetan. Hacen bien. Son castigados con los impíos. Cuando son castigados,
se regocijan como si estuvieran obteniendo más de la vida. Son atacados por los judíos como
gentiles y perseguidos por los griegos. Sin embargo, aquellos que los odian no pueden dar
una razón por su odio.” Fin de la cita. ¡Qué testimonio, no es cierto, para aquellos que viven
como Dios quiere que vivan en una sociedad humana!
Padre, gracias por el privilegio de servirte y representarte en este mundo. Bendecimos Tu
Nombre. Ayúdanos a ser el tipo de cristianos que llame la atención del mundo. Te damos
gracias por ese privilegio. En el nombre de Cristo. Amén.
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