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ORIGENDE LA
ETNIA GITANA
Se denominan gitanos, romaníes, zíngaros o pueblo gitano a una comunidad o etnia de origen indio, que data de los Reinos
medios de la India, con rasgos culturales comunes aunque con enormes diferencias
entre sus subgrupos.
Se encuentran asentados principalmente en Europa, ya que de hecho son la mayor
minoría étnica de la Unión Europea, aunque están presentes también, en
menor proporción, en el resto del mundo.
El Día Internacional del Pueblo Gitano se celebra el 8 de abril recordando aquel día de 1971 en Londres donde se instituyó la bandera y el himno de la Comunidad.
La palabra «gitano» procede de «egiptano», porque se pensaba que los gitanos procedían de Egipto. Cuando penetraron en Europa, muchos grupos de gitanos se presentaban a sí mismos como «nobles egipcianos».
ORIGENES
Sin embargo, continúa siendo un desafío polémico para la antropología, la historia y
la sociología, a la hora de explicar sus orígenes, su evolución en el tiempo y sus
estrategias de supervivencia en sociedades dentro de las cuales siempre
son minoritarios.
La opinión más extendida afirma, a partir de análisis genéticos y lingüísticos y a la vista
de los documentos conservados, que proceden de alguna zona comprendida
entre India y Pakistán.
LOS GITANOS EN ESPAÑA
Se cree que llegaron hacia 1415, dispersándose y viajando después por todo el país.
Las relaciones entre la población local y los gitanosfueron en general buenas durante el siglo XV.
Sin embargo, a partir de 469, con la llegada al trono de los Reyes Católicos, la situación cambió
radicalmente, presumiblemente a causa de la búsqueda de la homogeneidad cultural en
España, lo cual era la característica propia de la unión de las dinastías hispánicas.
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Las autoridades dieron a los gitanos un plazo de dos meses para que tomaran un
domicilio fijo, adoptaran un oficio y abandonasen su forma de vestir y sus costumbres, bajo pena de expulsión o
esclavitud. Se buscaba la unificación de los súbditos en toda la Península, siendo el ideal al alcanzar la centralización del
poder político, la existencia de una única religión, una única lengua, una única cultura y, por consiguiente, una única
manera de ser.
De tal manera, Las Cortes de Castilla de 1594 emitieron un mandato tendiente a
separar a los «gitanos de las gitanas, a fin de obtener la extinción de la raza»,
vaticinando la política de las prácticas de esterilización que seguirían otros
monarcas europeos de la Edad Moderna.
Los gitanos primero fueron simplemente excluidos, al principio como parte de una política general de
rechazo y hasta de expulsión y luego como resultado agregado de las condiciones de vida de cada familia,
grupo familiar, clan o comunidad.
Dicho de otro modo, los gitanos se quedaron en gran parte fuera por su modo de vida itinerante, porque
ellos eran quienes permanecían en las zonas rurales más deprimidas, porque acudían a las zonas
urbanas menos provistas de equipamiento, porque no había voluntad ni medios para asegurar la
escolarización universal, porque ellos mismos no tenían grandes deseos de presentarse en las aulas y
porque las autoridades payas tampoco tenían una política específica de integración hacia el grupo.
La hegemonía del cristianismo acaba con la convivencia más o menos armoniosa y pacífica entre diversas culturas y religiones (judíos, árabes y cristianos) que es sustituida por el fanatismo y la represión.
Ya no hay lugar para la tolerancia, ya no se acepta a los que piensan, hablan, visten o se comportan de forma distinta. Así, en nombre de la fe, los Reyes Católicos (en adelante RR.CC.) y la Iglesia a través de su “policía política”, la Inquisición, ponen en pie los que han sido hasta hace poco los pilares ideológicos de las clases dirigentes españolas: “Un único y absoluto poder político, una única religión, una única lengua, una única cultura y por consiguiente una única manera de ser y sentir”.
En esa situación, los gitanos aparecen entonces como gente peligrosa, difícil de domesticar y de controlar. Su forma libre de vivir y su apego a sus propias costumbres y tradiciones, no sólo no
encajaban en la sociedad férrea y homogénea que pretenden los RR.CC. y posteriormente sus
sucesores, sino que eran mal ejemplo para campesinos y aldeanos
reducidos todos a la categoría de vasallos, más o menos resignados a
vivir bajo el peso de la cruz y la espada.
A partir de ahí, comienza la represión política con el pueblo
gitano, que ha durado hasta hoy.